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Santo abrio los ojos. Lo primero que hizo fue estirar el brazo derecho para alcanzar su telefono y detener la alarma. Enseguida prendio la lampara que se encontraba sobre su mesa de noche. Acostumbraba dormir boca abajo, por lo que tuvo que dar la vuelta sobre su brazo izquierdo para lograr sentarse al borde de la cama. Metio sus pies en el par de tenis que se habia quitado la noche anterior, se puso de pie, encendio el foco de la habitacion, y se dirigio al bano. Primero que nada, atendio sus necesidades fisiologicas vaciando su vejiga. Despues de ello, se paro delante del lavabo, mirandose al espejo. Se lavo las manos, se tallo los ojos y se enjuago la cara para despabilar completamente. "Otro dia existiendo", penso. Y es que ultimamente vivia sin animos, asistia a la universidad porque no queria abandonarla y fallarles a sus progenitores, sentiria que se desperdicio dinero en tres anos por su culpa. Y como era comun, aunque no en todos los casos aplicaba, un titulo abria mas puertas y daba mas oportunidades de trabajo. Volvio a su habitacion. Apago la lampara. Se vistio, poniendose la ropa que encontro primero, no le daba mucha importancia a su imagen. Tomo su mochila, y reviso que todo estuviera en orden. Salio a la cocina, abrio el refrigerador y saco una caja de leche, se sirvio en un vaso, y tomo de la alacena un paquete de galletas. Antes de ir a la escuela no comia algo pesado, de lo contrario le daban dolores estomacales durante todo el dia, solo se conformaba con darle algo a su estomago para que no estuviera grunendo en medio de clases. Cepillo sus dientes y mojo un poco su cabello, para despues salir de casa en busca del camion. Le gustaba caminar, disfrutaba hacerlo. Asi encontraba la tranquilidad que tanto necesitaba en los ultimos meses. En el camion nunca viajaba sin sus auriculares puestos, en la musica hallaba lo que muchas veces le gustaria escuchar de otras personas. Una vez en su destino, se dirigia al salon de clases sin mirar hacia atras o a sus costados, se concentraba en llegar a tiempo para conservar su puntualidad perfecta. Realmente la clase le parecia aburrida, y cumplia con los trabajos y tareas unicamente por cumplir, no le ponia empeno y no le importaba si sacaba notas altas o apenas las necesarias para aprobar. Su promedio general no era lo mejor, pero era mucho mejor de lo que esperaria de si mismo. El docente llamo a la primera chica de la lista, dijo que los iria llamando uno a uno para que vieran como iba su calificacion. El no se alarmo, sabia que sus trabajos eran pesimos, pero sabia que cumpliendo practicamente tenia aprobada la unidad en curso, no obstante, queria verificar que no se equivocaba. No presto atencion a sus companeros ni al salon de clases, le gustaba sentarse pegado a la ventana para observar mas alla, hasta donde su vista le permitiera, y estaba distraido en ello. Sin embargo, se mencionaron los apellidos Milet Garza, y fue ahi cuando sus latidos se aceleraron, y volteo la mirada. Margalit se levanto de su asiento y camino hacia el escritorio, se inclino para poder ver sus calificaciones en la pantalla de la computadora, y el profesor aprovecho esos pequenos segundos para echar ojo a lo que el escote de la chica permitia ver. Santo hizo un sonido de enfado, y todos lo miraron sin saber a que se debia. Adelante, el docente continuo mostrandole a Margalit sus calificaciones, ella no podia ver bien y se acerco un poco mas a el, quien la rodeo con el brazo colocando su mano sobre la cadera de la joven, quien se movio inmediatamente mostrando su incomodidad ante tal acto. Termino y volvio a su lugar. Siempre le tocaba esperar hasta el final, era el ultimo de la lista, pero ya se habia acostumbrado desde la primaria. Durante los siguientes minutos pudo ver como el docente miraba a Margalit sin disimulo durante el tiempo que un alumno volvia a su lugar y otro caminaba hacia el. Eso le molestaba. Sabia que no tenia por que, ni le correspondia actuar de esa manera, pues ellos habian terminado hace meses. Ella levanto la mirada en varias ocasiones solo para encontrar la del docente cruzada con la suya, y cuando miro a otro lado, fue cuando se conecto con la de Santo. Era dificil. Despues de concluir su relacion, siguieron siendo amigos por maximo un mes, pero de la noche a la manana algo cambio, y ella no le dirigio la palabra nunca mas. Si esto es complicado, ver a esa persona diariamente durante ocho horas es una tortura. Ella evitaba toparse con el, y se negaba a trabajar en equipo o participar en clase si el se encontraba involucrado, asi que encontrar nuevamente esa mirada que le produjo por primera vez las dichosas mariposas en el estomago era como viajar en el tiempo. Su mirada fue de alivio, y le sonrio. El no terminaba de creerlo y no sabia como reaccionar a ello, pero ella cerro los ojos, agacho la cara, y un segundo despues la levanto nuevamente, y asintio con la cabeza. Ellos no se dieron cuenta, pero el docente se percato de esto. Sus miradas siguieron conectadas sin hacerse senas ni decir una sola palabra, no hacia falta. El amaba esos ojos descafeinados que a su momento brillaron por el. Minutos despues, escucho sus apellidos, Vargas Herrera, y se puso de pie. --?Que tiene de Santo? --Pregunteles a mis padres. --!Uy! !Disculpe la molestia! --?Me mostrara como voy, o regreso a mi lugar? --Si va tan mal, ?para que quiere saber? Mas bien, le voy dando las fechas para presentarse a nivelacion --dijo, elevando el tono de voz para que el resto de los estudiantes pudiera escuchar. --Yo que sepa, llevo todo con nota pasable, ademas soy el unico con la asistencia perfecta. He obtenido la calificacion minima en el examen para aprobar. ?Como va a decirme que voy reprobando? Exijo ver la evaluacion --a este punto, todos sus companeros se encontraban expectantes. Dio la vuelta al escritorio para poder ver la pantalla de la computadora, pero el docente la cerro inmediatamente. --He dicho que va reprobado. Y por su falta de respeto, tiene puntos menos. --?Cual falta de respeto? --Ponerse de pie delante de mi y querer fisgonear en mi computadora. --!No mame! !Pero si ha estado llamando a mis companeros para mostrarles como van! Ademas, me puse de pie porque usted me llamo. --Ahora por tus groserias y por responderme, te has ganado un reporte con la jefa de carrera. --Acepto y asumo mi responsabilidad en esta ocasion, pero lo demas, es injusto. --!A su lugar! --No, hasta ver mi avance. --!He dicho que se vaya a su lugar! --!He dicho que exijo ver mi avance! --!Si sigue asi, lo suspendere por una semana! --!Pues vuelvo hasta que tengan una solucion para esto! --tomo su mochila y salio del salon. Minutos despues, el docente se dirigio a la oficina de la jefa de carrera. Llego apresurado, que sin darse cuenta de que ahi se encontraba Santo, comenzo a hablar: --Jefa, hay un chico del grupo once que me esta dando problemas en la clase de Innovacion Tecnologica. Hoy me falto al respeto, y si sigue asi, lo suspendere de manera indefinida. --?Por que no toma asiento, senor Pascal? --indico la mujer. --Claro --respondio con toda calma, y al darse la vuelta, vio sentado al chico del que hablaba hace unos segundos. --El joven me dijo que usted llamo a todos sus companeros uno a uno para mostrarles su avance en la unidad, y que cuando llego su turno, usted hizo un mal comentario de su nombre, y le nego la revision. --!Yo no le negue nada! Solo le dije que ya esta reprobado, y que mejor le voy dando las fechas para nivelar. --Practicamente, le esta negando la revision. --Pero, ?y su falta de respeto? --Podemos llamar a cualquiera de mis companeros para que nos cuente lo que sucedio, y si fue mi error, me disculpo, y acepto que me repruebe. --!Muy bien! Jefa, llame a la senorita Milet. Ella lleva las mejores notas, y siempre pone en practica sus valores. Ella no me dejara mentir. --Esperen aqui mientras voy por ella --se puso de pie, y salio de la oficina. --No es tarde para que se retracte y se retire de aqui, joven. --!Yo no tengo nada que perder! --!Listo! --regreso la jefa, seguida por Margalit, quien saludo a ambos hombres--. Senorita Milet, ?puede usted decirme lo que sucedio en el salon de clases? Tengo dos historias diferentes, y debido a sus buenas notas y a su disciplina, la he llamado a usted para que corrobore los hechos. --Vera --miro a ambos sujetos, y nuevamente a la jefa--, el senor Pascal nos llamo por orden de lista para mostrarnos el avance de la unidad y aconsejarnos como mejorar todavia... --?Lo ve? --interrumpio Santo. --!Shh! --intervino la jefa de carrera. --Como decia --miro a Santo--, nos llamo uno a uno. Y cuando llego el turno de mi companero, hizo un mal chiste con su nombre. Ademas, le nego hacer la revision, y cuando el quiso ver la pantalla, el profesor la cerro inmediatamente. --!Fue porque me falto al respeto! --?Es eso cierto, jovencita? --No. El profesor, no se por que, fue muy grosero con el. El es quien debe tener el reporte, no Santo --el senor Pascal la miro con desagrado. --?Tiene algo que decir? --pregunto la jefa al docente. --!Oh! Y, por cierto, cuando fue mi turno, coloco una de sus manos en mi cadera. Me hizo sentir acosada. --!Senor Pascal! Ademas de tener una falta negandole al chico la revision e inventando faltas de respeto, tendra un reporte por contacto indebido. --Aparte de eso, ella no se dio cuenta, pero cuando se inclino para mirar en la computadora, el profesor miro sus pechos... --?Fue por ello tu molestia? --recordo rapidamente. Acto seguido, se llevo las manos al pecho, tratando de levantar mas la blusa. --!Asi fue! --!Por favor, senorita Arreguin! No va a creer en dos adolescentes enamorados, ?o si? Es claro que es un complot para ponerla en mi contra. --?Es cierto eso de que estan enamorados? --Terminamos hace meses... pero eso no tiene nada que ver aqui --respondio Margalit. --No pondre un reporte en su contra, profesor, sin embargo, a la siguiente que ocurra un incidente, sera usted el suspendido. Y ustedes, si ambos se ven envueltos nuevamente en un caso, no lo tomare como coincidencia --suspiro, y agrego--, asi que, por ahora, los tres de vuelta a sus labores, despues de mostrar su avance al joven Vargas. --No puede estar hablando en serio --se opuso Pascal. --Hablo muy en serio. Si se niega nuevamente, ahora si pondre un reporte, y yo me encargo de que el muchacho apruebe. --Esta bien --saco su computadora, la encendio, y abrio el archivo de Excel para mostrarles el desempeno de Santo. Salieron de la oficina. Pascal se dirigio al edificio en que le tocaba dar clases, mientras los jovenes se dirigian a su salon, tambien en otro edificio. A mitad del camino, Santo se detuvo y la detuvo a ella colocandole la mano derecha sobre el hombro, ella dio la vuelta y pregunto que sucedia, sin retirar sus manos de su pecho. El bajo el cierre de su sudadera, se la quito y se la dio a ella, quien incredula, no sabia que decir. Ante ello, el le ayudo a ponersela, pues hacia mucho tiempo que no interactuaban, y ahora, le volvia a prestar una de sus prendas, como hace meses. --Gra... Gracias. --No. Gracias a ti. Por apoyarme, y por no quedar callada con respecto al tema del toqueteo. --Es que, no debe excederse y aprovechar su puesto como profesor. --Esta mal que hoy no nos hayan tomado en serio por lo de ser adolescentes enamor... -- detuvo sus palabras al mirar sus ojos, ese ligero cafe brillante, esos bellisimos ojos descafeinados. --Si, si. Lo se. Hace mucho que no se tocaba ese punto --agacho la cara, al sentir los ojos de Santo mirando los suyos. --Sigues bella como siempre... En el salon de clases, sus companeros podian observarlos desde una de las ventanas. La amiga de Margalit gritaba de emocion, sabia que Santo nunca habia dejado de amarla, y ver que posiblemente se darian otra oportunidad la hacia feliz, en cambio, entre los hombres se escucharon comentarios como "Ojala se la folle esta vez", "Es un imbecil y cobarde por no haberse acercado en meses" y "Si yo fuera el, que no le haria. Esta buenisima". Asi que dejaron de prestar atencion a la pareja y comenzaron a discutir irrespetuosamente, y, minutos despues, se callaron en cuanto ellos entraron al salon. 2 Santo se encontraba en la plaza principal de la ciudad. De vez en cuando le gustaba sentarse en una de las bancas para tener un breve momento de tranquilidad, se sentia parte de la naturaleza y le gustaba el silencio que en la mayor parte del tiempo ahi predominaba. Habia comprado un te helado, su bebida favorita, y aunque llevaba ya un rato sentado, apenas le dio el primer trago. Con los problemas que se presentaron entre sus padres las ultimas semanas, preferia tardarse todo lo posible en llegar a casa, no queria tener que ser quien recibiera el desquite. Hace varios meses --desde su ruptura con Margalit --cargaba con emociones negativas, era dificil, pero trataba de sobrellevarlo, sin embargo, tenerla en el mismo grupo en la universidad le complico las cosas, pues desde antes ya sentia que el estudio no era lo suyo y se planteaba abandonar la escuela a pesar de que sus progenitores estuvieran jodiendo por ello -- cosa que preferia evitar--, pero reiteradamente pensaba que si habia llegado ya tan lejos y no queria que fuera tiempo perdido, debia llegar hasta el final, debia graduarse y obtener su titulo. Fue por ello que, a pesar de haber perdido las ganas, de sentir un vacio que no se llenaba, de tener cerca a su amada sin poder sacarla de sus pensamientos, seguia en la escuela. Y por esa razon, se encontraba feliz en ese momento, todo habia sido una mierda en la que se revolcaba, pero llego Margalit a limpiar el camino, sabia que no debia ilusionarse con una nueva oportunidad, pero valoraba el reacercamiento. Pasada hora y media, se levanto. Camino hacia un contenedor de basura y deposito ahi el envase del te. Miro por ultima vez el paisaje, y se dirigio a casa. Avanzo por Ponce de Leon, continuo hasta llegar a Teran, a la siguiente esquina dio vuelta hacia la derecha, caminando por Espejo, dirigiendose a Antonio de Ibarra. Tenia la costumbre de caminar con mirada gacha, por lo que muchas veces terminaba chocando con personas, y esta vez no fue la excepcion. Choco con un hombre alto y ancho, levanto la mirada, el sujeto iba acompanado. --!Disculpe! !Fue mi culpa! --dijo, tras levantar la mirada. --Ese no es el problema, joven --obtuvo como respuesta. --?Que dice? --estaba desconcertado. --Mas que tener cuidado en la calle, debes tener cuidado en la vida. No debes meterte con cualquiera --agrego el segundo sujeto, quien ahora se encontraba a sus espaldas. --?De que me...--no termino su pregunta. En cuanto volteo la mirada hacia sus espaldas, el hombre que se encontraba delante le solto un golpe en el estomago, haciendolo caer de rodillas. --No es divertido, ?verdad? --?Quienes son ustedes? --pregunto, sin levantar la mirada. Hace tiempo que no se veia envuelto en peleas, por lo que la situacion no era favorable para el. --!Te vale madres! --respondio el sujeto a sus espaldas, dandole una patada que lo hizo caer de cara contra el piso. --No puedes andar haciendo tus chingaderas donde quieras con quien quieras --dieron la vuelta, con intencion de retirarse. --!Pues ustedes tampoco, hijos de la chingada! --dijo al mismo tiempo que corria con impulso hacia ellos. Su tacleo fue efectivo, logro derribar a uno. No obstante, no fue la mejor decision que pudo tomar, su imprudencia le costaria caro. --!Ah! Ahora de valiente, ?no? --dijo el hombre que seguia en pie --!Pues ya te cargo la verga! --Adelante !Acercate! --respondio, acto seguido, cambio la mirada por unos segundos hacia el otro individuo, que se levantaba del piso. --!Tu lo pediste, pedazo de imbecil! --se lanzo sobre Santo, con navaja en mano, tratando de clavarsela en el cuello, pero fallo debido a un movimiento repentino del chico a causa de sus reflejos, tardios pero seguros, cortandole desde el labio inferior hasta el extremo derecho del menton. A pesar del dolor inmenso y de la sangre que brotaba de su rostro, no se descuido del arma blanca. Tomo el brazo derecho del hombre y le dio la vuelta en un movimiento rapido, llevandolo a su espalda, haciendo caer la navaja. Entretanto, el segundo hombre aprovecho la situacion y se apresuro a patear el hueco popliteo izquierdo de Santo, quien callo a modo de genuflexion, para despues recibir en la cara un rodillazo --bastante burlesco --que le rompio la nariz y lo hizo caer inconsciente, con la parte inferior del rostro banada en sangre. Ambos sujetos sacudieron sus sacos. Uno de ellos escupio en la cara del joven, mientras el otro levantaba el arma de la acera. El primero levanto parte del torso y la cabeza de Santo, mientras el otro se proponia clavar finalmente la navaja, pero fueron sorprendidos por un "!Auxilio! !Llamen a la policia!" de una mujer que recien pasaba por el lugar. Se pusieron de pie, dejando tendido al muchacho moribundo.
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