• Todos te recordaran de Andreu Martin

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    Pocos meses despues del atentado yihadista de las Ramblas de Barcelona, y a falta de dias para la celebracion de unas controvertidas elecciones autonomicas, aparece en el puerto, entre bloques de hormigon y un alborotado mar oscuro, el cuerpo sin vida del inspector de la Policia Nacional Santiago Ortuno. Semanas antes, Ortuno, un inspector ido a menos relegado a la Brigada de Extranjeria, habia recibido la visita en comisaria de la fascinante vocalista Leire Alfaro --tambien llamada Dorothy Gale-- con el objetivo de solicitarle un permiso de residencia para Abduh Fayad, un lampista marroqui que trabaja en el sospechoso negocio de los hermanos Shaddad y con quien ella mantiene una relacion.

  • Una palabra tuya de Elvira Lindo

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    Rosario y Milagros son barrenderas y se conocen desde ninas. Tan vulnerable en apariencia como firme pese a sus contradicciones, Rosario relata los anos transcurridos junto a esa fuerza de la naturaleza que es Milagros; anos de tropiezos, ilusion, miedo y realidades que han dado forma al temor de no merecer ser felices.

  • Kolia de Leandro Perez

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    Si esta historia fuera una pelicula, tendria que comenzar cuando mas de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo. Como esta historia es una novela, empieza cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar el campeonato de Espana cadete.

  • Azul Venezia de Marina G. Torrus

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  • Fragil de Belgica Cortes Jimenez

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    Un dia para otro puede cambiar tu vida, ya sea para bien o para mal.
    Emilia Jimenez es una exitosa directora creativa en Chile. Su mejor amigo Alejandro Ossandon es un reconocido fotografo internacional que la “mima” como solamente un amigo lo puede hacer.
    Una extrana situacion dara origen que Emilia conozca a un desconocido extranjero, lo cual provocara que su secreto salga a la luz.

  • Blackwing de Ed Mcdonald

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    La Miseria es tierra de nadie: una peligrosa y corrupta frontera entre la Republica y los Reyes de las Profundidades. Cuando los traidores, ladrones y espias tratan de burlar a la autoridad, van a parar a la Miseria. El trabajo del capitan Ryhalt Galharrow es rehabilitarlos, siempre que no hayan sido presa de las retorcidas criaturas que habitan en sus cambiantes y contaminadas arenas. Hay una paz tensa, incluso para un hombre de la experiencia de Galharrow. Pero es un lugar necesario, porque la unica defensa de la Republica contra los Reyes de las Profundidades es la <> de Punzon, un arma de poder incomparable que protege las fronteras del desierto, siempre y cuando no empiece a fallar.

  • No hables con extranos de Harlan Coben

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    QUE NADIE CONOZCA TUS SECRETOS.
    Disfrutas de una vida tranquila. De tu familia, de tu casa, de un buen trabajo. Hasta que un dia alguien que no conoces se te acerca y te susurra algo intimo que no esperas. Y entonces todo en lo que creias se tambalea. Te gustaria ignorar lo que te ha dicho, pero no puedes. Eso es lo que le acaba de suceder a Adam Price, que vuelve a casa para saber si lo que le ha contado el extrano es cierto. Y el caso de Adam no es el unico.

  • Mariposas en tu estomago (Quinta entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • Querida Rosaura de Lujan Fraix

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    Rosaura Waner fue una persona que no supo entender la vida. Se entrego a los demas en un ir y venir de situaciones divididas. Amo a su madre Magdalena quien cerceno, desde nina, sus deseos mas queridos; la obligo a ser una mujer y a llevar sobre si las cargas de un adulto. No disfruto de los momentos por hallarse inmersa en un pasado que le dejo secuelas hondas: la muerte temprana de Magdalena y la de su hermano Juan Jose de treinta y cinco anos.
    Rosaura vivio para el dolor, para llorar de la manana a la noche a sus muertos, para velar por su hermano menor, Ruben, hasta el ultimo dia. A Maria, su hija, la cuido como un tesoro que le costo mucho concebir. Sintio terror por su salud porque conocia de memoria el sabor de las ausencias; ahogo su juventud con reclamos absurdos y extendio la doctrina de su madre hasta el final de su historia.
    Segun sus propias palabras amo a un Dios que le arrebato la vida.

  • Hambrienta de amor de Sophie Saint Rose

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    Gina empujo la puerta de cristal totalmente decepcionada, porque estaba segura de que no la contratarian, y cuando llego a la calle se miro el tacon de su zapato negro que estaba a punto de caerse. Estaba claro que no era buena idea comprarselos de segunda mano. Bufo bajando la pierna y aparto de mala manera un largo mechon de cabello negro del hombro antes de colgarse la correa del bolso, cuando salieron de la central del banco un grupo de chicas muy bien vestidas. --?A donde vamos a comer? --pregunto una de ellas al grupo. Admirando su vestido verde levanto la vista hasta su perfil y se quedo helada al verse a si misma. --He reservado en el de enfrente --dijo otra chica. --?Otra vez? --protesto yendo hacia el paso de peatones. --Es lo mas rapido. Fascinada sin poder evitarlo camino tras ellas. Eran exactamente iguales excepto por el color de cabello. Gina se quedo a cierta distancia, pero se dio cuenta enseguida que se habia tenido el pelo con muchas mechas rubias. Hasta se tenia las cejas, pero sus pestanas delataban que era tan morena como ella. Se quedo alli de pie mientras ellas riendo cruzaban de acera. Cuando entraron en el lujoso restaurante se llevo la mano al vientre mientras miles de pensamientos pasaban por su mente. ?Estaria equivocada y no se parecia tanto a ella? ?Pero que tonterias pensaba? Si era como mirarse al espejo. Y eso no podia ser. Mirando el restaurante camino hacia la boca de metro sin darse cuenta de que tropezaba con alguien. -- Perdon --dijo sin mirarle. --?Cuando has ido a la peluqueria? ?Durante mi reunion? La voz grave hizo que levantara la vista para ver unos ojos verdes que le robaron el aliento. El guapisimo hombre de traje que tenia delante, la miraba como si la conociera con una agradable sonrisa en su rostro. -- ?Que? El hombre la miro de arriba abajo. --?Te has cambiado? --?Me conoce? --pregunto impresionada por lo atractivo que era con su cabello negro repeinado hacia atras y ese traje gris que le quedaba de miedo. Alucinada miro su corbata de seda gris. Dios, que bien olia. --?Cristine? --Fruncio el ceno y al darse cuenta de que hablaba de la otra mujer se asusto mirando sus ojos para alejarse a toda prisa. --!Eh! !Espera! Corrio hacia la boca del metro perdiendo el tacon del todo. Al llegar a la entrada miro hacia atras y suspiro del alivio cuando no le vio. Paso la tarjeta de acceso y fue hasta el anden jurando por lo bajo porque habia perdido el tacon y ahora iria coja hasta su casa. Cuando llego al tren se dejo caer en su asiento aun asombrada. Ese hombre la habia confundido con esa chica. ?Cristine? Sintio un vacio en el estomago que la angustio. ?Que estaba pasando alli? Habia oido una vez que todo el mundo tenia un doble en algun sitio, pero era tan exacta a ella... Tenia que ser eso porque la otra cosa que se imaginaba le puso los pelos de punta. Cuando llego a casa en Queens tiro el bolso sobre el viejo sofa que habia rescatado de un contenedor y corrio hasta el armario donde guardaba su vieja maleta. La saco a toda prisa dejandola caer en el suelo y abrio las correas. Cuando la habian echado del centro donde habia llegado a la mayoria de edad, le dieron unos papeles que ni habia mirado. Saco el viejo sobre amarillo y lo abrio a toda prisa. La mayoria de los papeles eran informes medicos. Frustrada paso las hojas buscando algo sobre su adopcion cuando era apenas una recien nacida, pero alli no aparecia nada. Al ver el certificado de defuncion de los unicos padres que habia tenido sus ojos se llenaron de lagrimas y frustrada dejo caer los papeles. Era imposible. No podian haberlas separado al nacer. ?O si? Se levanto de un salto y agarro su bolso tirando su contenido al suelo. Cogio su movil y busco el numero de su asistente social, pero hacia anos que no hablaba con ella y habia cambiado el movil varias veces desde entonces. Seguramente lo habia perdido. Gimio llevandose las manos a la cabeza y apartando su largo cabello de su rostro. Sus ojos negros no pudieron retener las lagrimas y sollozo intentando encontrar respuestas. ?Donde podia enterarse de si estaba en lo cierto? Se volvio de golpe hacia los papeles y revolvio en la maleta sacando los documentos de su adopcion. Ansiosa los leyo a toda prisa y sus ojos brillaron al ver que mencionaba que habia nacido en el hospital de Brooklyn el cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y cinco. En el hospital tenian que saber algo. Entrecerro los ojos incorporandose y dejo caer la hoja al suelo. Camino como si nada hasta el control de enfermeria empujando el carrito de limpieza y sonrio a la enfermera que estaba tras el mostrador. -- Una noche tranquila, ?verdad? --Si, y menos mal. Aunque manana cambiara la cosa. --?Si? ?Y eso por que? --pregunto escurriendo la fregona con la palanca. --Porque es luna llena. Los partos se elevan cuando hay luna llena --dijo divertida. Solto una risita. --?Eso no son cosas de viejas? --Te aseguro que es verdad. ?Eres nueva? --Fruncio el ceno. -- Normalmente a esta hora no limpia nadie. --Es que se han quejado a administracion y me han alargado el turno. --Estos chupatintas siempre tocando los huevos. --Exasperada cogio un expediente. --Me llamo Sara. --Louise. --Sonrio agradablemente ganandose su confianza. --Encantada. Paso la fregona ante el mostrador y sono un pitido. Sara se levanto en el acto y miro unos monitores. --Nos ponemos en marcha. --Levanto un telefono y dijo --?Doctor Madison? La trescientos seis en marcha. --Colgo y le guino un ojo antes de alejarse casi corriendo hacia una de las habitaciones. Gina miro a su alrededor y se apuro para pasar al otro lado del mostrador. Puso su nombre en el buscador, pero no se encontraron resultados. --Joder... --Probo con su fecha de nacimiento y salieron veintitres nacimientos ese dia. Al pinchar en el primero vio que era un nino que habia pesado casi cuatro kilos, pero lo mas interesante es que ponia todos los datos de sus padres, direccion e informes medicos. Escucho pasos corriendo y le dio a la tecla de Escape antes de coger la papelera para salir y vaciarla en el carrito. --Oh, perdona --dijo cuando casi se choca con Sara. --Falsa alarma. A ver si intercepto al medico o me tirara de las orejas por molestarle. Ella dejo la papelera en su sitio y regreso a su carrito empujandolo. --Yo voy a seguir... --Vete a casa. Nadie se dara cuenta --dijo divertida. --Si, ya. Cuando ya estaba al final del pasillo vio como llegaba una mujer en una cama y su marido iba al lado cogiendole la mano. Se le puso un nudo en la garganta por lo felices que se les veia. --Ahora lo llevaran al nido, pero seguro que en nada nos lo traeran para que le veas de nuevo, amor --dijo el tranquilizandola--. Ahora van a acomodarte a ti mientras le asean. --Es guapo, ?verdad? --Es perfecto. Sus ojos se empanaron por la ilusion que les hacia. Estaba segura de que su nacimiento no habia sido igual porque a ella no la habian querido. Dejo el carrito en el cuarto donde lo habia encontrado y despues de quitarse la bata y el panuelo que cubria su cabello paso ante el nido deteniendose para ver a todos aquellos bebes en sus cunitas. Unos familiares llegaron con globos, flores y muchas sonrisas agolpandose ansiosos ante el cristal. --?Es ese? --Todavia no ha debido llegar --dijo un hombre mayor que debia ser el abuelo. En ese momento llego una enfermera empujando una cunita y al verles alli sonrio antes de cogerle en brazos. Era tan pequenito que encogia el corazon y sonrio con tristeza mientras se acercaba. --Oh... --dijeron todos. --?Has visto, Harry? Tiene tu nariz. --Si --dijo el abuelo orgulloso--. Es un Stelman en toda regla. Varios se echaron a reir mientras sacaban fotos y Gina sintiendo una tristeza enorme de repente perdio la sonrisa poco a poco alejandose. Ella nunca habia visto una foto suya de bebe. Ni siquiera de cuando era pequena. Habia sido adoptada en su nacimiento y al ano sus padres murieron en un accidente de coche. Habia visto una foto de ellos porque estaba en un expediente, pero nada mas. La metieron en un orfanato porque al parecer no tenia familia que la acogiera hasta que tuvo cuatro anos. Nunca supo por que a ella no la queria nadie. No habia sido consciente de que no tenia familia hasta que estuvo en una casa de acogida donde habia cuatro ninos mas. Ninos que fueron desapareciendo para llegar otros. Cuando murio de un infarto la mujer que la atendia tenia ocho anos. La trasladaron de casa y asi se paso toda la vida hasta que termino en un horrible orfanato regentado por monjas. Odio estar alli. Era como una prision donde controlaban todo lo que hacia y casi celebro llegar a su mayoria de edad para largarse. Afortunadamente siempre habia estudiado bien y le dieron una beca, pero en una universidad estatal que no tenia ningun prestigio. Su licenciatura en economicas era de risa comparada con la competencia que habia en Manhattan y mas en esos tiempos donde tenian masters carisimos a los que ella jamas podria aspirar. Pero lo que la habia agobiado era la soledad que la habia acompanado toda la vida. Sin vinculos con nadie porque tarde o temprano los apartaban de ella. Y su hermana siempre habia estado ahi. Porque algo en su interior le decia que era su hermana. Lo sentia. Siempre habia estado en la misma ciudad y ella sin saberlo. El nudo que tenia en la garganta amenazaba con ahogarla y le costo respirar apoyandose en la pared al lado del ascensor. --?Se encuentra bien? Se volvio para ver al abuelo del bebe que estaba a su lado. --Si, gracias. --Estas muy palida, nina. --La cogio por el brazo. --?Por que no te sientas un rato? --Estoy bien, de verdad --dijo emocionada porque parecia preocupado, pero ya le habia pasado antes. Esa preocupacion era temporal y enseguida se olvidaban de ella. Se enderezo forzando una sonrisa y solto su brazo con delicadeza--. Gracias. El sonrio. --De nada. Se metio en el ascensor y pulso el boton del bajo. Reteniendo las lagrimas se dijo que era una estupida. Llevaba sola toda la vida y seguramente seguiria asi. Igual todo eso era una tonteria. Antes de llenarse la cabeza de pajaros debia asegurarse de que Cristine era su gemela. --?Te ha vuelto a tocar esta noche? --le pregunto a Sara afable empujando su carrito de limpieza.

  • Mordiscos de Terror de Vicente Silvestre Marco

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    Antes de sumergirte de lleno en la lectura permiteme darte las gracias. Esta obra no tendria ningun sentido sin que tu formes parte de ella, sin un lector que recorra este sendero de pensamientos, hilados en palabras, y lo recree en su imaginacion. El texto que tienes frente a ti consiste en una recopilacion de los mejores relatos que he escrito durante los ultimos anos. Su hilo conductor es el terror en sus multiples representaciones, desde el mas ajeno, crudo y brutal, hasta el mas cercano, aquel que puede estar ocurriendo a la vuelta de la esquina, oculto bajo un velo de normalidad. Todos ellos tienen como objetivo removerte en tu asiento, producirte ese inquietante y adictivo cosquilleo ante el inminente desastre y el horror que lo acompana. Si disfrutas con la lectura y deseas ayudarme a que continue con mi trabajo como escritor puedes hacerlo con algo tan sencillo como publicar tu opinion en la pagina de "Mordiscos de Terror", en Amazon. Esto me proporcionara una mayor visibilidad y que asi pueda dedicarle mas tiempo y esfuerzo a la escritura. Y ya, sin mas demora, espero que tengas unos... Felices mordiscos. El regalo de Dante La mosca se mantuvo inmovil durante medio minuto. Empezo a caminar en una diagonal ascendente, cruzando el ventanal nocturno. Apresurada, salto y dibujo una espiral justo antes de iniciar una serie de lanzamientos contra el cristal. Una, dos, tres y hasta cuatro veces se abalanzo con su cuerpo, zumbando como protesta tras cada embiste infructuoso. Despues del ultimo impacto recorrio unos pocos centimetros y se detuvo en la imagen reflejada de un hombre joven, justo en el centro del iris. El hombre se llamaba Dante y llevaba una hora contemplando la erratica danza del insecto sobre el cristal. Pasaron dos minutos mas y la mosca no parecia dispuesta a seguir moviendose. Dante extendio el brazo con lentitud hacia la mosca y, en un centelleante movimiento, la mano se lanzo contra el cristal. No hubo sonido alguno. La mosca quedo atrapada entre los dedos indice y pulgar, panza arriba, moviendo frenetica las patas y la cabeza. La imagen reflejada del hombre sonrio, pero era una sonrisa hueca, carente de satisfaccion. Los labios regresaron al hieratismo original. Con un ademan florido, cargado de dramatismo, los dedos que sostenian el insecto regresaron al ventanal y se detuvieron al entrar en contacto con la fria superficie. A continuacion, el dedo indice se deslizo, presionando, hasta que la estructura de la mosca crujio y el juego se detuvo por completo. Dante se incorporo, recorrio desnudo el elegante salon, decorado con muebles oscuros que pretendian aparentar una manufactura de roble o algun otro arbol que llevaba extinto miles de anos; se detuvo unicamente para servirse un vaso de wiski con hielo en el aparador de las bebidas y siguio su camino hasta el alto espejo de cuerpo entero que quedaba justo al lado de la cabina de tejidos. Dio un largo trago. Agito distraido la bebida. Apenas sintio la humedad punzante del hielo, condensada en las paredes de vidrio del vaso. Contemplaba su propio cuerpo con la curiosidad de un desconocido peligroso. Suspicaz. Hosco. Era un cuerpo sin las imperfecciones de eras pasadas, suspendido en la plenitud fisica de la veintena. Un nucleo cohesionado de carne, huesos, musculos, organos y fluidos, donde todo defecto habia sido arrancado o corregido. Podria observar su superficie durante toda una vida -- teniendo en cuenta que vida e inmortalidad eran sinonimos, al menos en teoria-- y jamas encontraria pecas u otros heterogeneos cambios en la pigmentacion de la dermis, verrugas, vello corporal o elementos innecesarios como los pezones. Conservaba los genitales ya que, aunque existian infinidad de programaciones capaces de estimular los centros neuralgicos del placer, el sexo resultaba un elemento casi protocolario en muchos de los eventos; ademas, ofrecia la posibilidad de concebir descendencia a traves de los Bancos de natalidad, siempre que estuviera dispuesto a sacrificar muchos de sus privilegios y, por supuesto, filtrara su semilla por todas las modificaciones geneticas exigidas a todo ser humano digno de ser llamado como tal. Sin embargo, aquella idea le provocaba un profundo rechazo intelectual. No podia imaginar ningun motivo de peso para traer una nueva vida a aquel mundo. Un mundo tan puro, tan perfecto, que le aranaba los sentidos con su complacencia. --Perfecto. Una palabra agrietada, escupida, y con ella Dante estrujo el vaso de cristal provocando una pequena lluvia de fragmentos plateados. Un irregular colmillo de vidrio quedo anclado en la palma de la mano y la cara interna de los dedos. La sangre fluia, deslizandose por el antebrazo hasta el codo, en un riachuelo invertido, para acabar cayendo como una llovizna roja; repiqueteando en el suelo hasta entonces impoluto. El dolor no llegaba. Tan solo un misero hormigueo que le indicaba que el tejido estaba danado. El Eco. Un efecto secundario, supuestamente beneficioso, de mantenerse joven durante siglos. Regeneracion tras regeneracion los nervios se tornaban opacos a las sensaciones. Por supuesto, podia utilizar un programa o un simulador para creer que sentia dolor, pero habria sido una mentira mas, no muy diferente a ese extrano escenario que le parecia el mundo real. Trato de evocar el recuerdo del dolor clavando el improvisado cuchillo en su pecho. Percibio la resistencia osea de una de sus costillas y continuo arrastrando el vidrio hasta abrir una horrible sonrisa encarnada. Luego otra y otra mas. Las heridas se abrian como bocas timidas y hambrientas. El hormigueo se habia extendido por la totalidad de su torax, pero nada mas. Durante un segundo considero la posibilidad de perforarse el globo ocular, sin embargo, sabia que no supondria ninguna diferencia y la regeneracion de organos era mas lenta que la de los tejidos superficiales. Una molestia innecesaria. Arrojo el pedazo de vidrio a un lado, hastiado, y programo la cabina de tejidos. Mientras se hallaba sumergido en el gel de la capsula que sanaria su cuerpo intento recordar algo de su primera centuria, un recuerdo que le trajera sentimientos autenticos, experiencias de cuando todavia se sentia vivo; pero el pasado se le escurrio una vez mas en aquel sumidero interno donde la memoria, la imaginacion y los suenos formaban una emulsion indivisible. Dante. En el salon. Una hora mas tarde. El cuerpo renovado y vestido con un esmoquin cuyo diseno llevaba de moda los ultimos cincuenta anos, aunque su origen se remontaba a los albores de la Humanidad, cuando los pre-humanos apenas vivian mas alla de unas pocas decadas y andaban divididos en agrupaciones territoriales que compartian rudimentarios elementos culturales. El rostro de Dante estaba banado por la luz verdosa de una fulgurante pantalla virtual que flotaba frente a el. Un formulario de aceptacion de normativas, con letra minuscula, ilegible; al final del documento, con caracteres ampliados: Aceptar Envio y, a escasa distancia, Cancelar Envio. La luz parpadeaba, saltando juguetona, de una opcion a otra y asi permanecio durante un largo minuto. La pantalla resulto invadida por la imagen de un hombre --el nombre de Arcadio suspendido en el margen inferior-- y el sonido intermitente de un telefono. --Responder. El mismo rostro aparecio ahora en movimiento; de fondo se escuchaba musica de salon y conversaciones alborotadas. Ambos se saludaron con educacion y Dante percibio en Arcadio aquel tono zalamero que tanto lo asqueaba.

  • Abrazame otra vez de Valentin Alvarez Tremino

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    Barcelona dos anos despues... Mirala, ahi esta Cristina con su sonrisa, puedo estar el resto de mi vida contemplandola, y es lo unico que tengo en mi agenda para el resto de mi vida. Lleva puestos los auriculares de su iPod, seguro que esta escuchando alguna cancion de Cristian Castro, el cantante que mas nos gusta a ambos, hasta en eso coincidimos. Esta sentada en el suelo utilizando el viejo roble de respaldo, junto a ella el pequeno Alex medio dormido en sus brazos, nos tiene ocupados las veinticuatro horas del dia, pero si hubieran veinticinco seguira valiendo la pena. Sabes a veces me sigo preguntando si todo esto es real o tan solo estoy sumergido en un sueno eterno, y me digo a mi mismo " si estas sonando no te despiertes...", aun tengo fijado en mi memoria aquel dia en el karaoke como si fuera ayer, la sigo viendo darse la vuelta en el escenario y mi corazon ponerse a latir tan fuerte que creia que se saldria de mi pecho. Pero entonces la abrazo y toda las dudas se disipan como una nube de humo arrastrada por una corriente de aire llamada amor. Es real, Cristina y yo estamos juntos, hemos podido con todo a pesar de que el tiempo quiso borrar de nuestra memoria aquel amor de juventud, o mas bien de ninez porque cuando nos conocimos ni siquiera eramos todavia adolescentes sino tan solo unos ninos de doce anos, y no sabiamos que era eso llamado amor. Sin querer un recuerdo emerge de mi memoria, llevandome al dia que hable con ella por primera vez, bueno hablar lo que se dice hablar no se puede llamar, quiza mas bien que asenti mientras ella hablaba y sus ojos me embrujaban. Estamos en clase de manuales de sexto de E. G. B. y la profesora Maria Jose ha mandado a toda la clase hacer un collage, para ello utilizaremos recortes de viejas revistas que nos habia mandado traer el dia anterior. Y como de costumbre no nos ponemos de acuerdo para hacer las parejas para realizarlo asi que se enfada y coge la lista de clase, poniendose a emparejarnos a su voluntad. Va nombrado a companeros, hasta que dice "Alex con Cristina", en ese momento se me para el corazon, tan solo es un segundo pero para mi parece una eternidad, entonces la veo levantarse y venir hacia mi para sentarse a mi lado, yo me pongo colorado y agacho la cabeza al tiempo que alargo mi brazo para coger la barra de pegamento y justo ella hace lo mismo por lo que nuestras manos chocan, soltando un chispazo que hace que los dos la retiremos enseguida. --Perdon Alex cogela, tu estabas primero --me dice Cristina, con esa sonrisa suya tan maravillosa que veo por primera vez. --No, empieza tu por favor --consigo atisbar a decir medio tartamudeando. --Vale, gracias compi --me contesta guinando un ojo. Si, creo que justo ahi, tras ese calambrazo de nuestras manos empezo todo, nuestras almas quedaron unidas. De repente la voz de Cristina me trae de vuelta al presente. --!Alex! --Dime carino, ?que ocurre? --Esta empezando a refrescar, sera mejor que regresemos a casa, no quiero que el peque coja frio. --Tienes razon, voy a ir poniendo el coche en marcha. Llevamos unos kilometros recorridos con el coche, el peque se ha quedado frito en el asiento de detras de nuestro Chevrolet Aveo, no falla un buen paseo por el campo y suelta toda la adrenalina de hiperactividad, para pasar a ser un angelito adorable. Nosotros tambien nos estamos relajando escuchando la melodia “para Elisa” de Beethoven durante el trayecto. Sin embargo algo me dice que Cristina no lo esta haciendo como es habitual en ella, la veo fija centrada mirando la pantalla de su smartphone, y tecleando en una conversacion con alguien. Normalmente no le prestaria atencion a esto pero la conozco demasiado como para saber que ese ceno fruncido al tiempo que mordisquea sus unas, mientras habla con alguien por WhatsApp significa que se esta enterando de algo que no le hace mucha gracia, mas bien ninguna . --?Que es lo que te esta preocupando y cuando piensas contarmelo? --le digo al tiempo que toco su hombro para hacerla desconectar un segundo de la pantalla de su smartphone. --?Que? No, nada en absoluto --responde aturullada, ya que no creia que estaba fijandome en lo que hacia. --Venga ?en serio? ?Vas a hacerme que te haga mi super interrogatorio ultra tres mil ? --No, de verdad es solo un cotilleo, a ti estas cosas te aburren --contesta intentando dar por zanjado el tema. --Vale lo que usted quiera senorita, yo ya le adverti --le digo con una sonrisa picarona . Disminuyo la velocidad de nuestro coche y consigo dejarlo estacionado en un arcen de la carretera. Me desabrocho el cinturon de seguridad e inicio mi super interrogatorio...que no es otro que hacerle cosquillas en su barriga, no ha fallado nunca, tiene una probabilidad de exito del cien por cien con ella. --Jajaja...!!No!!!!Para por favor!! Que cabroncete que eres, sabes que eso es mi kryptonita --dice sacandome la lengua de forma burlona. --Vale pero ya sabes dime lo que esta rondando por esa cabecita o seguire con mi interrogatorio exhaustivo --le digo al tiempo que le guino mi ojo derecho. --Veras me han contado algo que me ha dejado un poco trastocada… --Pero… ?Es bueno o es malo? --pregunto intrigado. --Digamos que no se puede catalogar ni como bueno ni malo… simplemente es algo que ha ocurrido con un sitio especial para nosotros, pero que no supone nada malo para ti o para mi… Su respuesta enigmatica me deja todavia mas interesado en saber que ha ocurrido. --Ahora por favor, sin andarte mas por las ramas dime de que te has enterado --le digo mientras comienzo de nuevo a proceder con las cosquillas. --Jajaja… no, no sigas que ya no me hago la interesante, te lo cuento… veras me estaba mensajeando con Susana y me conto algo que no tenia ni idea de que estaba pasando. Resulta que nuestro cole al que fuimos juntos, “La academia Altabix ” por diversos motivos pero va a cerrar definitivamente sus puertas… --en ese preciso momento la interrumpo sin dejarla acabar de explicarse . --!?Como que cierra?! Eso no puede ser… --Me temo que si… --Pero con tantos anos de clases a sus espaldas ?por que ahora? ?Que ocurrio? --No me lo supo explicar muy bien pero algo de que “alguien” se quedo con los dineros de los cheque comedor, vamos cosas de estafas o algo asi. --!?Que?! No me lo puedo creer… --Pues me temo que debemos hacernos a la idea de que el lugar donde nos conocimos dejara de existir como tal muy pronto… sin embargo hay una segunda parte de la noticia. --?Hay mas? No se si quiero escucharlo --digo algo apesadumbrado. --Esta es la parte buena te gustara seguro --me contesta con una sonrisa. --A ver sueltalo ya de golpe sin tapujos, no quiero ni pensar que mas puede ser… --De acuerdo no lo dilatare mas… pues resulta que como ya no habra mas cursos escolares y que este sera el ultimo, van a organizar una fiesta de despedida del colegio, en la cual quieren que este todo el que haya estudiado alli e incluido todos los profesores que impartieron clase tambien. Me quedo unos instantes procesando esa informacion tan…tan estupenda que leches, eso es maravilloso, pero intento que no se me note euforico. --Oh vaya, no esta mal la idea… --Venga no me enganas con esa cara insipida que intentas poner para ocultar lo que de verdad sientes ?a que si??Tengo o no tengo razon pillin? Durante unos segundos intento disimular pero al final la sonrisa me vence. --Jajaja… como me conoces nina, pues si, es una idea que me encanta porque eso significa que podremos volver a ver a los compis de nuestro cole… ?Por que supongo que iremos verdad? --Bueno invitados estamos, de hecho lo esta todo el mundo que estudio alli. Dios ?cuanto tiempo hace que no nos reunimos? --Supongo que esa pregunta debe ser una broma o bien que intentas pillarme ?Verdad? Porque hace exactamente cinco anos de la ultima reunion, lo se porque justamente fue hace cinco anos en esa reunion que tu organizaste, que me “devolviste” a la vida, cinco anos que te di nuestro primer beso bajo las estrellas de esa vieja casa del arbol que construyo mi abuelo, cinco anos que tu y yo nos amamos por primera vez… Ella se me queda mirando con ojos vidriosos y solo me dice una cosa … --Besame tonto, o tengo que hacerlo yo. Y nos quedamos, aparcados en ese arcen de la carretera besandonos como si dos adolescentes tuvieran su primera cita en un viejo Chevrolet.

  • Dos veces Carmen, Catalina Conde de Catalina Conde

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  • Cuando Sonries de Erica Vera

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    Buenos Aires. 2016. —Uh. Me olvide de contarte. Hoy te llamo tu madrina —dijo Jimena mientras terminaba de secar el plato que le alcanzaba Damaris—. Atendi porque no dejaba de sonar y pense que era importante, perdon. —Esta bien. Vi la llamada. Me escribio tambien. —?Y? —Nada. No le he dicho nada. —!?Por que?! Deberian saber lo que paso. —No. Y no me vas a convencer. —Creo que deberias contarles, Dami. —Le acaricio la mano en el intercambio de vajilla y le sonrio con dulzura. Aun pese a los dias que habian pasado y los antiinflamatorios que habia tomado, seguia llevando la marca de la mano de su marido en el rostro. —No creo que sea buena idea. Podria llegar a provocar una tragedia. No. —No estas sola, amiga. —Lo se. !Gracias! —Entonces… —Entonces… cuando me recupere, analizare que hacer. Yo no quiero volver y ser una carga para nadie, Jimena. No quiero que se compadezcan de mi. Ya tu sabes. —Si… pero alla esta tu mama, tu familia. Creo que… —Lo se. No creas que no pienso en ellos. —?Y entonces? —Entonces, nada. Por ahora no pienso volver y es decision tomada. —Te vas a arrepentir y lo sabes. Jimena y Damaris se acostaron a dormir sin hablar demasiado. La noche caia sobre el departamento que compartian en la capital portena desde hacia unas semanas. Sin embargo, una de las dos no podia conciliar el sueno. Como cada vez que hablaban sobre su tierra, todo volvia a comenzar. Los recuerdos regresaban como disparos que dolian como el primer dia. Todo lo que habia vivido en Republica Dominicana afectaba sus dias en el presente y estaba segura de que afectarian su futuro para siempre. Se acaricio la cicatriz del labio que, de a poco, iba sanando y se rebullo en la cama. Al cabo de unos minutos de pestanear en la negrura de la habitacion, se sento y tomo el celular para releer el mensaje de su madrina Margarita: Margarita: Mi nina, la casa no es la misma sin usted. Su madre la extrana, la necesita… igual o mas que yo. Vengase, aunque sea de visita. ?Estaba bien lo que hacia? ?Era correcto condenar a toda su familia por culpa de los recuerdos? ?Debia alejarse de sus seres queridos para olvidar? Cerro los mensajes y googleo el precio de los pasajes. Conocia de memoria los montos exactos y cada tanto controlaba si habia habido alguna variacion. Sabia, tambien, cuando y en que fecha serian mas economicos. Enseguida ingreso un dia cualquiera de agosto y encontro lo que ya sospechaba. Caro, muy caro. Aunque quisiera volver, no podria. Jimena desayunaba sobre la pequena mesita de la cocina: dos tostadas y un cafe con leche. Damaris se levanto cuando escucho la puerta cerrarse. No deseaba cruzarse con la mirada punzante de su amiga; sabia que podia ser insistente cuando queria. Desde que ella habia llegado con las marcas de su marido en el rostro, Jimena intentaba convencerla de que se marchara a su tierra, aunque mas no fuese de vacaciones. Insistia en que debia alejarse de Tom, de sus malos tratos y del infierno en que se habia convertido su matrimonio. Con las pantuflas puestas y la bata suelta en el cuerpo, camino hasta la cocina y puso la pava. Sonrio. Jimena, siendo argentina, no tomaba mate. Ella, dominicana, amaba con pasion aquel <> del que se enamoro apenas llego. Coloco la yerba en el recipiente, lo giro dejando la boca sobre su palma, y lo batio unos segundos. Le agrego un poco de azucar e inserto la bombilla tal y como habia aprendido a hacer. Se sento con los pies estirados y contemplo el edificio que le tapaba el sol. Odiaba vivir rodeada de cemento y ruido. Si algo extranaba de su pueblo era el silencio y la naturaleza. Ultimamente, los dias se hacian cada vez mas pesados porque las imagenes de su casa, del mar y de su familia la sorprendian a cada momento. Jimena tenia razon. Debia volver. Debia llenarse el alma de carino, de abrazos y sobre todo de amor… del bueno, del sano. La tarde la encontro en la misma posicion y la sorprendio el horario. Debia alistarse para ir a trabajar. Habia aprendido a viajar en subte y a hacer las combinaciones necesarias para ahorrarse dinero y tiempo. Al principio le habia costado; todo era nuevo para ella. Sin embargo, su curiosidad y, mas que nada, la necesidad la instaron a moverse por la ciudad como si fuera una portena mas. —Hola, ?Como estan? —saludo con una sonrisa enorme; la misma que siempre llevaba clavada en el rostro. A nadie se le ocurriria pensar que sufria, que su alma dolia y mucho. Eran pocos los que sabian la verdad y la razon sobre su labio partido y el moreton que su nariz aun cargaba. —!Damaris! !Por fin! —Walter se acerco y la abrazo con fuerza—. No se te ocurra dejarme otra vez con estas bichas. ?Que te paso en la boca? —Nada… Estoy bien. —Pero mira como tenes… —No es nada, Walter. Dejalo. Cuentame… ?Que te han hecho? —Lo abrazo para alejarlo del escrutinio y asi entraron a la cocina del restaurante donde trabajaban. —?Que hiciste? ?Donde fuiste? —A ningun lado, carino. Descanse mucho. —Damaris habia tenido que pedir unos dias obligada. No queria presentarse a trabajar en el estado en que la habia dejado Tom despues de la ultima pelea. Una semana para curarse las heridas de la piel. Las del alma… llevarian mucho mas, si es que algun dia sanaban—. Salimos con Jime a comer y a tomar algun trago por ahi, pero nada mas. —Una semana de vacaciones y… ?vos te quedas durmiendo en tu casa? —Creeme que lo necesitaba. —!Que bien mentia! !Cuanto habia aprendido de el! Walter y Damaris saludaron a los cocineros y al resto del staf de Pentos, el famosisimo restaurante de Puerto Madero. Gisela y Pia sonrieron con picardia cuando la vieron llegar. —Pero miren quien volvio… —comento Gisela cruzandose en el camino de Damaris. —No empecemos, Gisela. —Se interpuso Walter. —Si, mejor. No vale la pena. ?Vamos, Pia? Las dos se alejaron del pasillo, dejando una estela de veneno en el aire. —No les hagas caso. —Es que no las entiendo. ?Cual es su problema? —No les des bola. Vamos. Victoria ya debe haber llegado. Victoria era prima de Jimena. Asi fue que Damaris habia conseguido aquel puesto de trabajo aun siendo indocumentada. Aquel era un gran favor que le debia a su amiga y a Victoria tambien. Porque arriesgarse a perder el restaurante era una gran posibilidad. Los controles en Capital Federal eran exhaustivos, y cada vez que alguien con traje y corbata entraba preguntando por la duena, Damaris temblaba. —Ay, pero !que bonita! —Victoria la abrazo y, de a poco, recupero la calma que Pia y Gisela le habian arrebatado con sus gestos. Su jefa, al igual que Jimena, si sabia que habia ocurrido. Habia tenido que contarle para poder pedirle los dias necesarios. —Gracias. ?Como estas tu? ?Como ha estado todo por aqui? —le pregunto. —Igual. Ninguna novedad. Con Walter te extranamos mucho, Dami. —Pues veran, yo no puedo decir lo mismo —bromeo—. Disfrute mucho mis dias en casa. —Me alegro —respondio Victoria con la voz apagada, sabiendo que aquello era todo un montaje—. ?Estan listos para abrir? —!Claro! La noche estuvo bastante tranquila. El frio del invierno amedrentaba a la gente y, aunque el lugar estaba casi lleno, la jornada paso sin grandes sobresaltos. Pia y Gisela no tuvieron tiempo de molestar a Damaris porque su sector fue el mas concurrido. Ella, en cambio, agradecio volver al trabajo en una noche como aquella. —Dami, anda a comer. Pia se queda en tu lugar. Despues cambian. —Que la cubra Walter que tiene dos mesas —protesto la joven. —Vas vos, nena —le dijo Victoria con la peor cara. —Anda, corazon —animo a Damaris que se habia quedado dura en la puerta de la cocina. —Puedo comer mas tarde, no hay problema. —No. Vas a ir ahora que no hay muchos clientes. Devoro el plato de ravioles que Justino, el cocinero, habia preparado para ella y salio apresurada para volver a su puesto. Le sonrio a Walter mientras avanzaba hacia su sector y, cuando giro por el costado de la barra, se detuvo en seco. Sentado en una mesa un hombre de cabello corto, con una sonrisa igual a la de… !No! No diria su nombre. No lo habia pronunciado desde la ultima vez que se vieron. Pestaneo. Pestaneo. Pestaneo. !A Dios gracias! Era muy parecido, si, pero no era el. Capitulo 2 Un pasado que se fue Hay un delicado equilibrio entre honrar el pasado y perderse en el. Eckhart Tolle Jimena, como siempre, roncaba. Damaris abrio con mucho cuidado la puerta de su cuarto y la cerro lentamente para que el ruido de las bisagras no despertase a su amiga. Se quito la ropa, se puso el pijama y se sento en la cama con el espejito y las toallitas desmaquillantes entre las piernas. Habia utilizado bastante base para enmascarar el moreton que le habia quedado en la nariz. Mientras la pintura desaparecia de su rostro, sus ojos vagaban por los rasgos que aun conservaba de aquella nina que se habia criado en una tierra completamente diferente a la que pisaba en este momento. Damaris. Damaris Juarez Penaloza. Su madre, al igual que muchas otras, habia bautizado a su primera hija de aquella manera porque era comun unir los nombres de sus padres para formar el de los hijos. Su padre se llamaba Dalmiro y ella Marisa. Habia nacido en Abreu, un pueblito remoto en la provincia de Maria Trinidad Sanchez, al noreste de la Republica Dominicana, donde el verde enarbola la ciudad y el azul del mar son parte del paisaje cotidiano; donde las casas se banan en flores y la paz anida en el corazon de sus habitantes. Suspiro y cerro los ojos. Se echo hacia atras, dejandose envolver por las imagenes de su vida, de su pasado. La casa de Damaris esta —porque aun sigue ahi— ubicada a un paso de la carretera que une Rio San Juan (Norte) con Cabrera-Nagua (Sur) en el corazon de Abreu, dentro de un extenso solar[1] repleto de arboles de aguacate[2], chinola[3] y guandules[4]. En el centro, una vivienda de concreto con los pisos pulidos de rojo carmesi no la diferencian del resto que tienen las mismas caracteristicas. Comoda. Con tres habitaciones amplias, frescas y una galeria ancha desde donde se puede observar el pueblo en todo su esplendor. Detras de la propiedad se extiende un manto verde que finaliza con una caida libre de rocas afiladas y puntiagudas, donde el mar arremete sin descanso los dias tormentosos. Desde muy pequena fue servicial, amable, pero con mucho caracter. Se acostumbro a ayudar a su familia en cualquier tipo de quehacer domestico y nunca, jamas, tuvo una objecion sobre el destino que le toco en suerte. Ademas, cargaba con la gran responsabilidad de cuidar de sus tres hermanos mas pequenos desde que tuvo memoria. El espejo le devolvia una imagen triste que nada tenia que ver con esa muchachita que reia feliz los dias de sol, que corria por el campo con las manos repletas de limoncillos[5]. Se acaricio el rostro y sus dedos siguieron hasta la cabeza. Su cabello siempre perfecto parecia ser lo unico que no habia cambiado a lo largo de los anos. Su pelo negro seguia lacio, suave, sedoso, y aun caia sobre sus hombros, como una lluvia azabache. Al enredar los dedos entre los mechones, el cuero cabelludo se quejo; en Buenos Aires jamas se soltaba el pelo. La cola que, apretada, llevaba siempre como un estandarte, guardaba dentro recuerdos de su pasado. Tener el cabello atado significaba mantener su historia atada tambien; firme, contenida. Por la noche, cuando era el momento de liberar su pelo, se dejaba llevar por todo lo que su imagen le devolvia y liberaba tambien la melancolia, el miedo, la tristeza que cargaba con ella. No se dejo ganar por la angustia que le provocaba sentir los recuerdos y continuo con la inspeccion del rostro que le devolvia el espejo. Su cuerpo, el que habia comenzado a florecer con apenas once anos, tampoco era el mismo. Y sus ojos… Sus ojos verdes, que siempre llamaban la atencion de quien la mirase, habian perdido tiempo atras su brillo esmeralda. Ya no arrancaban los mas intensos suspiros y, en cambio, solo inspiraban lastima. Lastima y preocupacion. Esa noche, como nunca antes le habia pasado, deseo encontrarse en los brazos de su mama y llorar para sacar fuera todo el dolor que cargaba dentro. Las lagrimas se fueron formando con lentitud en su garganta. Porque la angustia suele nacer alli; justo entre las cuerdas vocales y el plexo solar. Luego, se propaga hacia arriba y llega con fuerza a los ojos que ya no tienen manera de aguantar el dolor que quema en el pecho. Como cada vez que pensaba en su madre, las penurias vividas a su lado y los problemas atravesados cobraban fuerza, y las cicatrices de lo vivido picaban, ardian, molestaban. Y no solo las que cargaba su cuerpo, sino tambien su alma. Marisa, su madre, habia aceptado trabajar en el Hotel de La Catalina, poco despues de que su esposo Dalmiro abandonara la casa. El altercado habia sucedido cuando Damaris era apenas una nina y su hermano Miguel acababa de nacer. Una madrugada lluviosa, el hombre habia regresado a dormir pasado de copas. Irreconocible y enojado ante la indiferencia de su esposa, le confeso que se habia acostado con Joanne, una extranjera para la cual trabajaba haciendo jardineria en una de las villas de Orchid Bay. Loco y aturdido por el ron, le grito a su mujer que no volveria porque se mudaria con su amante al dia siguiente. Y cuando todos pensaron que Marisa se tenderia a llorar y lo perdonaria, ella tomo las cosas de Dalmiro y las arrojo, una a una, fuera de la casa. No le importo su estado ni el que diran. El griterio se esparcio como la polvora y alerto a los vecinos que no se perderian otro espectaculo, igual o mejor, al que estaban acostumbrados. De a poco, fueron apareciendo detras de las ventanas, para disfrutar del show de los Penaloza. —!Se me larga de aqui! ?oyo? —le grito desencajada desde la puerta. —Pero claro que me largo, cono. !Vieja loca! —respondio el, balanceandose de aca para alla con las pocas cosas que sus manos pudieron juntar. Despues de anos y anos de infamias, golpes y sobre todo verguenzas, Marisa por fin habia logrado defenderse y poner punto final. La mujer, con casi treinta y seis anos y en la flor de su vida, comenzo a trabajar en el hotel por recomendacion de dona Margarita, su mejor amiga y madrina de Damaris. A partir de aquel momento, su mente se expandio hacia otros horizontes. Su actitud cambio completamente; era otra persona. Entendio que su independencia economica y la ayuda de su hija mayor era todo lo que necesitaba para salir adelante. No paso mucho tiempo hasta que Dalmiro se arrepintiera y regresara pidiendo disculpas. Luego de rogar, en vano, el perdon de Marisa, se mudo a Gaspar Hernandez con su familia y jamas nadie volvio a saber de el. Los anos pasaron. La vida y la rutina se acomodo: Damaris, cuidando a sus hermanos y yendo del liceo[6] a la casa. Las vacaciones con los amigos y los primos en El Breton. Las risas, las tardes largas y los bailes bajo la lluvia. Hasta que una manana soleada, uno de sus hermanos amanecio volando de fiebre y ella, luego de dejar a los dos mas chicos en lo de dona Margarita, se monto a una guagua[7] y se dirigio al hospital de Cabrera. Braulin estuvo internado mas de un mes sin que ningun medico supiese que lo afectaba. El dia en que el doctor Suarez Alcequiez les informo que estaba casi seguro de que el nino sufria de malaria y que, segun sus calculos, el cuadro estaba demasiado avanzado, las mujeres creyeron morir. Les dijo que, la unica y ultima esperanza, era que el nino fuese trasladado al hospital General de Nagua donde contaban con mas recursos. Y asi, los planes cambiaron y ya nada fue igual. —?Que haremos ahora? —sollozaban madre e hija, mientras aguardaban los partes medicos sentadas en un banco de madera de la sala de espera. El doctor aclaro que, a pesar de sus esfuerzos, traer la medicina que Braulin necesitaba se estaba complicando cada vez mas. No solo por razones economicas, sino tambien burocraticas; demasiados papeles y dinero. No habia otra manera: Braulin seria traslado inmediatamente a Nagua. Al cuadro complicado se le sumo una deshidratacion importante y una insuficiencia renal. Marisa no tuvo mas opcion que pedir permiso en el hotel para ausentarse y acompanar a su hijo. Hasta el momento Damaris, en complicidad con las enfermeras y doctores, cuidaba a su hermano desde muy temprano para luego cambiar el turno con su madre, quien se quedaba por las noches. Era mas que obvio que en Nagua no tendria los mismos privilegios y que dicho viaje requeriria de la presencia de Marisa constantemente. El gerente general del hotel le dejo bien en claro cual era la situacion. No habia mucho que pensar; no trabajaba, no cobraba. Fue asi que Marisa, lejos de abandonar a su hijo, partio hacia Nagua esperando y rogandole a Dios que al regresar contara con aquel puesto laboral. Damaris quedaba a cargo de Juan y Miguel, abandonaba el liceo y comenzaba a trabajar algunas horas en un salon de belleza en La Catalina. Se dedicaba a su casa y a sus hermanos mientras que su mama acompanaba a Braulin. Pero… la vida volvio a poner a prueba a la familia. Un mediodia caluroso, pesado y fatigoso, el tio Rosario Penaloza se apeo rapidamente de la pasola[8] y le trajo la noticia mas triste. Braulin no habia sobrevivido. Su madre acababa de llamarlo por telefono y le habia pedido que Damaris hablara con el pastor Lucero para acordar los detalles de su velatorio. La muchacha dejo a los pequenos solos en la casa, corrio en busca del religioso y se ocupo del sepelio de su hermano. ?Estaba preparada para aquello? Por supuesto que no. Damaris poco recordaba de su padre. Tenia presente algunos momentos que habian pasado juntos, pero no mucho mas. Ni siquiera habian quedado las fotos. Ningun recuerdo de el y de su paso por sus vidas quedaba en la casa de la familia. Sonrio avergonzada mientras se quitaba el labial de la boca. Casualmente, o no, habia encontrado un companero igual o peor que su padre. Quizas, como dicen, la manzana no se cae muy lejos del arbol. Sin embargo, con el pequeno Braulin era diferente. De el si tenia muchos recuerdos, fotos, sonidos, aromas. Braulin era dos anos mas chico que ella y con quien habia compartido no solo la habitacion, sino muchisimas aventuras durante los primeros anos de infancia. Si cerraba los ojos y volaba hacia la playa, podia verlo saltar las olas del mar con una sonrisa gigante en el rostro. Con los ojos iguales a los de su hermana; de un verde esmeralda magico y particular iluminando sus gestos.

  • Palmira Blues de Lorenzo Silva

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    En el septimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Palmira blues. Vidas.zip. Ano VII es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por septimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2015 hasta la del 2016. En estos articulos, el autor reflexiona sobre los grandes titulares con su habitual sintesis y las observaciones afiladas a las que nos tiene acostumbrados. La masacre de Paris que conmociono al mundo; la foto viral e insoportable de Aylan, el nino sirio tendido inerte sobre la arena de una playa griega; y el atasco democratico que sucedio a las elecciones espanolas del 26 de diciembre de 2016 son algunas de las noticias que el autor trata en este volumen. Eso si, sin dejar de cuestionar las lacras, injusticias e irregularidades que arrastra nuestra sociedad: desde la violencia de genero hasta la baja presion fiscal que se aplica a los millonarios futbolistas de elite en contraposicion a las declaraciones de gente humilde que <>. Como el propio Lorenzo Silva explica, <

  • Seduciendo Al Jefe de Mia Ford

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    Cliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. <>, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. <>, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion.

  • Secuestro en el tiempo de Cristina Gomez Esquius

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    Julia es una joven con una vida tranquila y monotona que vive en la Barcelona del 2013 y que, por un cambio fortuito del destino, desaparece sin dejar rastro. Mientras su familia, con su hermano Santi a la cabeza, la busca desesperadamente, ella se encuentra en otro lugar que, de alguna forma, no le es desconocido del todo. Su alma habra de revivir de nuevo en el Londres desapacible, oscuro y humedo de 1685, y su vida dejara de ser gris, para convertirse en una gran aventura en la que debera descubrirse a si misma en un contexto tan desconocido para ella como es el siglo XVII Anos mas tarde y al borde de la muerte, la madre de Julia comprende al fin que su hija no desaparecio nunca… fue secuestrada por el tiempo.

  • Una furtiva lagrima de Nelida Pinon

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    Una furtiva lagrima es el diario luminoso, intimo y singular de una de las escritoras mas importantes de la literatura latinoamericana. En este collage impresionista, formado por las reflexiones y los retazos mas lucidos de una inteligencia imparable, Nelida Pinon compone un autorretrato de su historia personal, de su familia y de sus raices.

  • El fin de la historia de Luis Sepulveda

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    Juan Belmonte vive en el sur de Chile, frente al mar, llevando una vida sencilla y casi anonima, acompanado de algun amigo insobornable y de sus recuerdos de viejo guerrillero que ha trabajado tambien como agente y ha aceptado encargos de algunos de sus viejos mandos. Despues de dar con las monedas de oro que evadieron unos nazis de la prision de Spandau, Juan Belmonte recibe una llamada: debe localizar a los que quieren rescatar a un preso en el Chile de Bachelet. Se trata de un famoso torturador, descendiente de cosacos, que sabe mucho sobre quienes apoyaron la dictadura de Pinochet y lo protegieron durante este periodo. Pese a sus contactos, Juan Belmonte nunca se ha jugado tanto la piel. El fin de la Historia revalida a Luis Sepulveda como un gran narrador, experto y agil, capaz no solo de trazar una peripecia pegada a la actualidad, sino de desplegar ante el lector sus conexiones historicas con la Revolucion rusa y con el ejercito de cosacos, que juraron un odio anticomunista feroz.

  • El corazon de los hombres de Nickolas Butler

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    Verano de 1962. Nelson, un chico de trece anos, es el corneta de un campamento de boy scouts. Sus medallas, su habilidad para encender el fuego y el celo con el que desempena sus tareas no son la mejor manera de ganarse amigos. Solo Jonathan, el chico mas popular del campamento, le presta un poco de atencion: es el unico que se acuerda de su cumpleanos y que lo defiende de los abusones. Jonathan y Nelson todavia no lo saben, pero durante su infancia forjaran una amistad que resistira el paso del tiempo y que les ayudara a soportar los golpes que la vida les tiene reservados. La novela narra la historia de tres generaciones de hombres que se enfrentan a sus flaquezas en ese territorio, no siempre claro, que separa el heroismo de la cobardia, el bien del mal, la fidelidad de la traicion. Tras el exito de Canciones de amor a quemarropa, Butler vuelve con un libro en el que su talento para la construccion de grandes personajes y la descripcion sentimental de un paisaje y de una epoca --la de finales del siglo XX y principios del XXI-- se hace mas palpable que nunca. El corazon de los hombres es una maravillosa historia sobre las dificultades y las recompensas de las grandes amistades.

  • Erase una vez en diciembre de Claudia Cardozo

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    ELIZA El ano de Eliza Summers no habia hecho mas que empeorar desde el momento en que empezo. Primero fue lo de su madre, que eligio esperar a la manana despues de que celebraran la llegada del nuevo ano para anunciar que habia decidido mudarse a Canada con su nuevo novio. A Canada. Con un hombre al que apenas conocia. El hecho de que aquel hombre le agradara y que le pareciera el mejor tipo con el que su madre se habia involucrado desde que podia recordarlo no fue un gran consuelo. Hasta entonces solo habian sido ella y su madre y de pronto se vio diciendole adios sin saber cuando volveria a verla. Bueno, en realidad no era cierto aquello de que solo habian sido ella y su madre. Tambien estaba su hermana Linda, pero ella tambien se fue; lo hizo mucho antes, cuando se caso y formo su propia familia, asi que a Eliza no le habia quedado otra alternativa que hacerse a la idea de que ella y su madre eran una especie de equipo de dos, companeras. Pero claro, la senora Summers no habia estado de acuerdo. A la marcha de su madre habia seguido el cierre de la empresa de diseno grafico en la que habia trabajado durante tres anos. Su jefe la mando a llamar a mediados de mayo para decirle que habia decidido vender porque las cuentas no daban para mas. Era una empresa pequena y apenas habia conseguido sostenerse en el ultimo ano; era dificil mantener una cartera de clientes que les permitiera sufragar los gastos cuando las nuevas tecnologias habian dado un bandazo en el mercado. Muchas personas que habian recurrido a ellos hacia unos anos ahora se volcaban a realizar sus propios disenos en linea a un costo mucho menor del que ellos podian permitirse cobrar. Su jefe fue muy amable, incluso le dio una pequena gratificacion que no le correspondia y le deseo la mejor de las suertes; segun el, seguro que con su talento para el dibujo podria encontrar algo mejor muy pronto. Unos meses despues, en tanto Eliza se afanaba por cambiar el pienso de la jaula de un huron particularmente malhumorado, tuvo que reconocer que las predicciones del bueno de Owen estaban lejos de haberse concretado. No solo no consiguio un buen trabajo sino que no pudo dar con uno relacionado con su especialidad antes de que sus ahorros empezaran a descender de forma alarmante. Asi que no le quedo mas alternativa que buscar algo mas. Cualquier cosa que le sirviera para pagar las cuentas. Lo bueno fue que no le tomo mucho esfuerzo encontrarlo; no solo eso: la paga era decente y le quedaba cerca de casa. Lo malo... bien, lo malo era que no era precisamente la clase de empleo que habria tomado de haber podido elegir. --?Como le va a Cosmo? ?Esta comodo? Eliza ahogo un suspiro y sonrio al oir los pasos de la senora Fitzwilliam tras ella. La mujer era un encanto, se recordo cuando la vio introducir un dedo por entre los barrotes de la jaula para acariciar los morros del animal que, como por obra de gracia, habia decidido enroscarse y parecer muy pacifico, nada que ver con las poses de demonio de Tasmania que asumia siempre cuando ella se le acercaba. --Ya me gustaria a mi sentirme tan a gusto --respondio ella dirigiendole una mirada recelosa --. Estaba a punto de terminar con el y luego me pondre con Buster. La senora, que era una de las mujeres mas altas que habia visto, mantenia una postura encorvada y reia entre dientes mientras hacia algunas carantonas al animal. --Bien. He visto que parece estar mejor pero hay que mantenerse muy atentas con el. Solo por si acaso. Buster, el pequeno erizo, era el residente mas viejo de la tienda de mascotas y el consentido de la senora Fitzwilliam. La duena de la tienda hacia los ruiditos mas graciosos para llamar su atencion cada vez que pasaba junto a su jaula y nada parecia alegrarle mas que cuando el erizo elevaba la cabecita con suavidad para fijar sus ojos oscuros en ella. A Eliza no terminaba de convencerle esa comunicacion que la senora parecia entablar con todos los residentes que tenian en la tienda, como ella les llamaba, pero tampoco se esforzaba por encontrarle sentido. Le gustaban los animales como al que mas, pero estaba lejos de ser un doctor Dolittle. --Nunca hubiera pensado que un erizo requeria tantos cuidados. La senora Fitzwilliam asintio al oir su comentario en tanto la veia asegurar la jaula del huron, que parecio muy satisfecho de que lo dejaran en paz. --Son muy fragiles, pero valen la pena; son los animalitos mas afectuosos que puedas imaginar. A Eliza no se le ocurrio contradecirla aunque la verdad era que le parecia que eran mas bien indiferentes, como la mayoria de los que se encontraban en la tienda. El negocio de la senora Fitzwilliam se encontraba cerca del edificio de apartamentos en que habia vivido siempre, algo apartado del centro de Boston. Era una zona muy poblada y tan lejos de las mas renombradas de la ciudad que los alquileres eran accesibles y, segun le conto la senora cuando llevaba un par de semanas trabajando alli, fue eso lo que le permitio reunir el dinero para rentar el espacio y cumplir su sueno de tener una tienda de ese tipo. El lugar en si no era muy grande pero el senor Fitzwilliam era contratista y habia logrado dotar al espacio de una apariencia muy agradable. Aprovecho los techos altos para acomodar una hilera de estantes multicolores en los que apilaban los juguetes para mascotas que eran el orgullo de la senora Fitzwilliam y las enormes bolsas de comida estaban dispuestas en un semicirculo en un extremo del lugar. Habia una trastienda que fungia de almacen y un pequeno espacio en el que Eliza acostumbraba comer cuando no le daba el tiempo para ir al cafe que tenian al otro lado de la calle y que ofrecia unos almuerzos bastantes economicos. Habian sido unos cinco meses muy raros, se dijo ella en tanto seguia a la senora al mostrador. Jamas hubiese imaginado que terminaria trabajando en un lugar como aquel, pero aunque no hubiera sido sincera de no reconocer que echaba de menos su viejo empleo, donde podia hacer lo que en verdad le gustaba, alli tampoco le iba tan mal. --Voy a necesitar que manana te quedes una hora mas despues del cierre. Traere algo de casa para que ambas podamos cenar ?que dices? El senor Fitzwilliam dijo que hoy prepararia lasana y pense en guardar un par de trozos para nosotras... Eliza fruncio el ceno; no tanto por el pedido en si, que no era poco habitual; no era raro que se quedara un rato mas al menos una vez por semana para hacer un inventario o pasar las ordenes de algunos pedidos de ultima hora. Lo que le llamo la atencion fue la expresion ilusionada en el rostro de la senora; no parecia como si resintiera tener que quedarse tambien y sacrificar el poco tiempo que podia pasar en compania de su marido y sus tres bulliciosos hijos. --Claro. No hay problema. Su jefa parecio encantada con su respuesta; tanto, que Eliza la vio dar palmaditas y no pudo menos que arquear una ceja. --Procura traer ropa comoda --sugirio la senora al vuelo. --De acuerdo... --Nada inflamable. --?Que? La senora se inclino para tomar una pecera enorme y la sostuvo como si no pesara nada en tanto le dirigia una mirada sonriente en la que Eliza creyo distinguir un leve tinte de verguenza. --Es posible que me haya pasado un poco el ano pasado y tuvimos un pequeno incidente. Nada serio --se apresuro a aclarar ella ante su expresion intrigada--. Unas cuantas llamas. Ni siquiera hizo falta llamar a los bomberos; lo solucione de inmediato con el extintor. --Ya. ?Que es exactamente lo que vamos a hacer? --Pregunto Eliza empezando a sentirse un poco preocupada. --Pondremos las decoraciones navidenas, por supuesto. --Pero... todavia estamos en noviembre. --Fines de noviembre --corrigio la senora luego de dejar su carga sobre un aparador--. Vamos con mucho retraso, en realidad. Siempre me ha gustado empezar en octubre, pero estas semanas hemos tenido demasiado trabajo... --Octubre --susurro Eliza, consternada-- ?Decora la tienda para Navidad en octubre? La senora rio e hizo un gesto distraido. --!No seas tonta! Sacamos las cosas del almacen en octubre, pero no empezamos a decorar hasta inicios de noviembre --aclaro ella. --Aun asi. Es demasiado pronto... --No lo creo. El tiempo pasa muy rapido, y ademas, la Navidad es una epoca tan bonita que me gusta alargarla tanto como puedo. ?Cuando acostumbran ustedes poner el arbol y esas cosas? Eliza estuvo a punto de decir que ya no habia un <> en lo que a ella se referia. Sin la presencia de Linda y ahora, tras la partida de su madre, su pequena familia se habia reducido a un solo miembro: ella. Y si de por si, cuando estaban las tres, nunca se habian afanado mucho por celebrar la Navidad mas alla de los correteos para decorar la casa al descuido un par de dias antes de la vispera y las acostumbradas carreras para comprar los regalos y preparar una cena sencilla, ese ano no tenia planeado hacer nada en especial. Aun mas, en lo que a ella se referia, pensaba hacer como si fuera un dia cualquiera. Pero no quiso sonar rara ni tener que dar demasiadas explicaciones respecto a por que le emocionaba tan poco la temporada, de modo que se encogio de hombros para dar a entender a la senora que no era algo acerca de lo que le apeteciera hablar. Por suerte, ella parecio entenderlo porque enrumbo su artilleria a un tema menos peliagudo que no fuera el escaso entusiasmo de su ayudante. --Bueno, de cualquier forma tenemos que poner manos a la obra. El ano pasado ganamos el concurso y no podemos ser menos este --comento ella. --?Que concurso? --El de decoracion navidena --explico ella--. Se organiza todos los anos entre los negocios de la zona. --?En serio? --Si, claro. Y tuvimos tambien una mencion especial como el mejor iluminado. Eliza contuvo un grunido. --Por eso lo de la ropa inflamable --aclaro la senora luego de tenderle una ruma de revistas de psicologia animal--. El senor Fitzwilliam dijo que debio de tratarse de un cortocircuito por una sobrecarga... demasiadas luces. Tendre mas cuidado, pero solo por si acaso... y sujetate bien el cabello. El ano pasado estuve a punto de desaparecerme el flequillo. Eliza se llevo una mano a su cabello castano que llevaba suelto sobre los hombros y lo echo hacia atras por instinto. --Esta bien --acepto ella a reganadientes. --Estupendo. Sera divertido; el ano pasado no tenia a nadie que me ayudara y tuve que hacerlo todo sola --comento la senora con un suspiro de agrado antes de observarla con expresion ansiosa-- ?Tienes algun pedido en especial? --?Pedido? --Musical --explico ella--. A mi me gustan los clasicos. Un poco de Sinatra, algo de Armstrong, pero tengo todo tipo de discos; podemos poner lo que gustes. --?Se refiere a villancicos? --Si, claro. ?Te gusta Buble? Mi hija lo adora. Eliza hizo un gesto vago. --?Acostumbra oir villancicos mientras decora? --!Por supuesto! ?Tu no? Iba a ser una hora muy larga, se dijo Eliza forzandose a contener una mueca y esbozar lo mas parecido a una sonrisa que pudo fingir. --?Sabe que? Usted escoja --ofrecio ella--. Lo que prefiera estara bien. --Como quieras. Eliza abandono la tienda unas horas despues con el torso embutido en su chaqueta favorita, que era lo bastante mullida para protegerla del aire frio que habia empezado a azotar los arboles de la calle. Le parecia increible que estuvieran ya a puertas del invierno y, por ende, de la Navidad. De no ser por la senora Fitzwilliam, era posible que no hubiera reparado en ello hasta unos dias antes; tan poco le importaba ese ano. En realidad, habria preferido que su jefa no mencionara nada porque asi hubiera sido mas facil ignorarlo. Ahora, aunque pensaba mantener a raya toda esa tonteria en su apartamento, iba a verse obligada a fingir un entusiasmo que estaba lejos de sentir solo para no decepcionar a la senora. Nunca entenderia por que la gente le daba tanta importancia a esa celebracion, se dijo al dar una patada a una piedra con la que estuvo a punto de tropezar. Era una excusa para gastar de mas, beber mucho y comer hasta reventar; ademas de medir el afecto que uno pudiera sentir por alguien gracias a los regalos que la mayoria se afanaba en comprar. Todo el mundo finge ser mejor de lo que en verdad es en Navidad, musito entre dientes al arrebujarse mejor en su abrigo y dar una mirada alrededor para estudiar los comercios de la cuadra que, descubrio con horror, habian empezado a decorar sus escaparates. Incluso creyo reconocer la espantosa figura de un enorme muneco de nieve inflable asomando del techo de una zapateria. Tira de chiflados despilfarradores. Eso era lo que eran, se repitio una y otra vez tras fruncir el ceno y desviar la mirada hacia una esquina poco iluminada, donde hasta el mes pasado funcionaba una heladeria que siempre le parecio demasiado elegante para la zona. No fue raro que el negocio cerrara al poco de abrir y tampoco que un anuncio de <> permaneciera colgado durante semanas antes de notar que lo habian retirado hacia algunos dias. Desde entonces, cada vez que pasaba por alli al dirigirse al trabajo y volver horas despues, habia advertido un ruido proveniente del interior que indicaba que estaban haciendo algunos trabajos para adaptarlo a lo que fuera que pensara abrir el nuevo inquilino. Eliza sentia curiosidad, lo mismo que el resto de la cuadra, e incluso habia comentado el tema con la senora Fitzwilliam, que parecio un poco preocupada ante la posibilidad de que pudiera tratarse de algun tipo de competencia, pero Eliza intento tranquilizarla entonces al decir que a su parecer debia de tratarse de un establecimiento de comida, que eran los mas populares en la zona. En ese momento, se detuvo unos minutos ante la cristalera tapiada y aguzo el oido por si le llegaba algun sonido ademas del golpeteo que le sirviera de pista, pero no hubo nada que pudiera considerar un indicativo del giro que pensaban dar al negocio, asi que, tras dar una ultima mirada, se encogio de hombros y se dirigio a la parada del autobus. Mientras apoyaba la frente sobre el cristal una vez que ocupo un asiento en la ultima unidad que pasaba por alli a esa hora, y se ajustaba los auriculares, se dijo que en lugar de husmear donde no le incumbia, deberia preocuparse por lo que le esperaba al dia siguiente. Una hora junto a la senora Fitzwilliam decorando la tienda con villancicos como acompanamiento musical. Seria un milagro si salia de una pieza de algo como eso, se dijo refundiendose en el asiento con los ojos entornados por el fastidio. De una pieza y con su cabello intacto.

  • Una mirada azul en un anden de Yaiza Castro

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    ?Es el destino, o el azar el que elige nuestro camino? Si tomamos el camino equivocado, ?Es el destino, o la casualidad quien endereza nuestra vida? Estas dos cuestiones son las que se plantea Carla, la protagonista de esta historia de amor donde pasado, presente y futuro se entrelazan, y su corazon se divide entre dos amores surgidos de dos encuentros fortuitos en un anden. A partir de ese instante, las mas ingeniosas y divertidas situaciones se sucederan a lo largo de una historia en la que acompanaras a la protagonista en cada cita con Hans, el atractivo austriaco con un misterioso pasado, y a Gael, su amor de infancia, que ha vuelto a su vida de la forma mas inesperada.

  • La hora muerta. Tomo 1 de Vicente Silvestre Marco

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    Cuando Antonio extrajo un cigarrillo del paquete de tabaco y prendio el extremo no imaginaba que seria el ultimo que se fumaria en la vida. Eran la tres y media de la madrugada del veinte de mayo y habia terminado la ronda por su zona de patrulla, la circunscrita entre la valla interior y la exterior de la instalacion, aquella que todavia se consideraba territorio espanol. Las noches todavia eran demasiado frescas y lo unico que deseaba era quedarse en la garita de guardia hasta las cinco o cinco y cuarto, momento en que tendria que hacer la segunda y ultima ronda. Durante ese tiempo se tomaria un par de tragos de vodka y seguiria viendo la serie de television que tenia preparada en el ordenador portatil. Las patrullas eran, a su parecer, una tarea inutil, pero no es que se quejara por ello ya que eran parte del trabajo y, en resumidas cuentas, le gustaba su trabajo. En los ocho anos que llevaba como vigilante de seguridad, durante el turno de noche, jamas habia tenido ningun problema. Ninguno en absoluto. Ni el mas minimo suceso que mereciera ser anotado como tal, mas alla de las averias o desperfectos tipicos debidos al tiempo o al uso: una camara estropeada, un foco que perdia potencia, o cuando el aire acondicionado dejaba de funcionar correctamente. Esta ausencia de incidentes serios no era casual, sino que se debia como consecuencia directa al aislamiento que proporcionaba aquel emplazamiento agreste, recogido entre colinas plagadas de pinos silvestres, tejos y robles, y al que tan solo se podia acceder por una anodina y serpenteante carretera secundaria de montana que zigzagueaba sobre el escarpado terreno. Sin embargo, aquella noche habia sido una excepcion, por partida doble. Por una parte, se habia encontrado con la puerta de la valla interior entreabierta y, por otro lado, Javier, el companero del turno previo al suyo habia abandonado su puesto antes de que el llegara para recibir el relevo. Al menos eso es lo que Antonio supuso al no encontrar ni a Javier en la garita ni a su vehiculo aparcado como de costumbre. Lo cierto es que si Antonio se hubiera asomado por el pronunciado terraplen que quedaba muy cercano al aparcamiento habria distinguido el Suzuki todoterreno de Javier atravesando con el morro un tramo de la verja interior. Y si no hubiera cerrado la puerta metalica con una total ausencia de interes, habria distinguido el parpadeo tenue, semioculto entre la floresta, anaranjado y ritmico como un sol moribundo, procedente del edificio de los americanos. Pero no hizo ninguna de estas dos cosas. En su lugar, despotrico para si mismo sobre la falta de profesionalidad de su companero, anoto la ausencia en el registro de su turno, y se preparo para continuar viendo la ultima temporada de "The walking dead". A mitad de un capitulo, durante una de aquellas escenas en que Rick y Negan se enfrentaban otra vez --en aquella ocasion el enfrentamiento se produjo en las entranas de un edificio en ruinas-- le surgio la idea fugaz de que Javier, su companero del turno anterior, debia haber abandonado el puesto mucho antes de que el mismo llegara al complejo militar, ya que no se cruzaron durante la estrecha carretera de acceso, y esta se prolongaba solitaria durante casi una hora. Pero esta idea no prevalecio, solo fue el eco de un pensamiento que pronto quedo anegado por los vapores del alcohol y el agradable ensimismamiento de perderse en la serie de los muertos vivientes. A lo largo de todos aquellos anos trabajando como vigilante de seguridad habia reflexionado sobre el lugar en que trabajaba. Tanto el como el resto de los companeros de la empresa de seguridad, eran el primer y mas inofensivo obstaculo para acceder a aquella instalacion militar sin nombre. Su funcion principal consistia en controlar el acceso, dar paso a los trabajadores de la instalacion (en su mayor parte estadounidenses, al menos a sus ojos) y, en caso de necesidad, ponerse en contacto con su enlace de la Guardia Civil. No estaban armados ni tenian autoridad para usar la fuerza como medida disuasoria. A efectos practicos eran poco mas que espantapajaros con un comunicador. Con los anos se habia enterado de que el puesto estuvo antes ocupado por miembros de la Benemerita, pero tras alguna clase de acuerdo interno la tarea de vigilancia habia recaido en una empresa privada de la que se rumoreaba que el propietario era un alto cargo del ejercito. La unica diferencia con otros puestos en los que habia trabajado con anterioridad consistia en una clausula al final de su contrato laboral. Una clausula de confidencialidad que le prohibia filtrar informacion del lugar o el trabajo que realizaba. Otra soberana estupidez, ya que ellos apenas mantenian contacto con los trabajadores de la instalacion y no estaban al tanto de lo que sucedia entre sus muros, pero tampoco se quejaba por aquello ya que debido a esa clausula cobraba bastante mas de lo que cobraria en cualquier otro puesto de condiciones similares. Donde uno podia encontrarse en serias dificultades era a partir de la segunda verja, cuando pasaba a ser territorio estadounidense. Hacia tres anos, un companero veterano al que solo le quedaban unos dias para jubilarse, le habia confesado con aire conspirativo que el origen de aquella instalacion se debia a una concesion del gobierno de Espana a Estados Unidos, fruto de las simpatias y el acuerdo del Trio de las Azores, cuando los presidentes Aznar, Blair, y Bush hicieron causa comun para invadir Irak. Antonio no tenia motivos para dudar de aquella afirmacion. Alli tenian sus propios guardias. Y no eran vigilantes de una empresa armados con comunicadores, sino soldados profesionales. Rara vez los veia o se cruzaba con ellos, pero no creia que nadie en su sano juicio se le ocurriera atacar a militares pertrechados con fusiles de asalto. Se rumoreaba que en el interior del recio edificio, aparte de soldados, tambien podia encontrarse un importante numero de trabajadores a los que se suponian cientificos. Rara vez salian y, a principio de cada mes, llegaban camiones cargados con suministros, lo que les hacia pensar que la instalacion estaba preparada para una reclusion prolongada. El edificio, a pesar de tener diez pisos de altura, se hallaba construido en una cuenca natural, de forma que las montanas y los arboles se elevaban mas de una veintena de metros por encima del helipuerto que coronaba la parte superior, aprovechando la orografia del lugar para camuflarlo. Sin embargo, la cuestion mas interesante, la pregunta del millon, seguia sin respuesta. ?Que es lo que hacian alli? ?Que era lo que investigaban con tal secretismo hasta el punto de hacerlo en un lugar tan recondito? El companero veterano que se habia jubilado hacia unos anos afirmaba convencido --con el convencimiento de quien no necesita argumentos ni pruebas, solo su experiencia-- de que alli dentro hacian ensayos de armas que los militares estadounidenses no estaban dispuestos a probar en su propio pais. Javier, por otro lado, defendia que se trataba de una especie de Guantanamo; una prision fuera del radar, donde nadie pusiera en duda los metodos que empleaban para conseguir informacion.

  • Eterno de Neleb

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    La primera vez que Lilah vio a Christopher penso que era el chico mas guapo que jamas veria. Su madre acababa de morir y su padre le habia ordenado que se mudara con ellos a Nueva York.

  • Atame (Atados 1) de Cristina Fernandez

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    Alicia es una agente inmobiliaria de viviendas de lujo, con un caracter explosivo y muy segura de si misma, hasta que conoce a un importante y atractivo empresario italiano que tambaleara su mundo: Sandro Veri.
    Ambos se veran envueltos en una conexion mucho mas profunda de lo que imaginan, dejando asi descubrir un mundo en el que Alicia jamas penso que se sumergiria, abriendo las puertas a lo desconocido, a un cosmos personal, tanto tortuoso como apasionado. Y tu, ?dejaras que ate tu corazon?

  • Brisas de Junio de Mariangel Blanco

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    Algunos sabios afirman que el mundo puede dar muchas vueltas. Los ninos crecen y los adultos envejecen, sin embargo, algunas cosas nunca cambian. Incluso pueden pasar diez anos y seguiran iguales.
    ?Es eso cierto?
    Una editora fracasada decidida en cambiar la historia de su vida y un hombre con el unico objetivo es pasarla bien y sin preocupaciones, se ven envueltos en una enredada historia de amor cuando de manera indirecta y sin saberlo intervienen en el encuentro de dos personas con un gran romance que lleva el peso de toda una decada a sus espaldas.
    Lo gracioso es que las cuatro personas se conocen entre si y ninguno se ha dado cuenta de ello.
    ?Que te puedo decir? No seria divertido trabajar sin drama.
    Soy el Destino y esta vez sere el narrador de la historia.

  • Beautiful (Saga Beautiful 5) Un toque de locura, Christina Lauren de Christina Lauren

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    En la ultima entrega de la exitosa serie romantica <>…

  • Me robaste el corazon de Marta Flores

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    Decidida, asi me habia levantado ese dia, decidida a empezar una nueva vida, sin tener que preocuparme de nada y poder dormir a pierna suelta. Me llamo Almudena, tengo veintidos anos, vivo en Torrente, un pueblo de Valencia. No se quien es mi familia, la verdad es que no se ni donde naci. Me dejaron con seis anos, en casa de una mujer, la abuela Pepa, que era como queria que la llamara. Ella me dio una educacion, me enseno a querer a las personas por lo que eran y no por lo que tuvieran. Siempre me repetia que todos eramos iguales ante los ojos de Dios, se tuviera mas, o se tuviera menos. Mi abuela tenia noventa anos y llevaba dos en cama, yo deje mis estudios para encargarme de ella. Tenia un hijo, mi tio Pedro, por llamarlo de alguna manera, un hombre bueno para nada y al que le tenia miedo cuando estaba en casa, pues ya habia intentado dos veces abusar de mi. Una noche, hace tres anos, le estaba leyendo a la abuela cuando mi mundo se me cayo a los pies.--Almudena, hija, deja de leer un momento. --Que te pasa abu, no me asustes. --Dejame hablar y no me interrumpas, mis dias en este mundo ya se estan acabando y quiero decirte algo. Prometeme que siempre seras una buena nina, que cumpliras todos tus suenos, esos que yo te quite desde que estoy en esta cama --yo estaba empezando a llorar--. Se que te sera dificil al principio, pero yo estare siempre cuidando de ti. --Abuela, tu no me puedes dejar y menos con el tio, sabes que no puedo estar con el, a solas --Hija, eso es lo que mas me preocupa, cuando yo no este, coge los ahorros, ya sabes donde estan, vende la casa que esta a tu nombre y vete lejos donde el, no pueda encontrarte --Abu, no me hagas esto por favor, no te vayas. --Almudena, ven, dame un abrazo, quiero que sepas que lo has sido todo para mi y te quiero muchisimo. Cuando no este llama a mi amiga Juana, ella te dira lo que tienes que hacer, se feliz mi nina, y no mires nunca hacia atras. Esa fue la ultima conversacion que tuve con ella, al dia siguiente ya no vio la luz del dia, pero yo, comence a vivir un infierno. A la semana de enterrar a mi abuela aparecio mi tio Pedro, para reclamar la herencia de su madre, cosa que no le habia dejado ni un centimo, aquello lo puso hecho un basilisco y lo pagaba conmigo. --Ninata ese dinero es mio y me lo vas a dar, era mi madre, tu solo eres la basura que recogio por lastima. ?Donde esta mi dinero? --Tu no tienes nada, no quisiste saber nada de ella, solo le diste una mala vida, igual que a mi.--Contigo tengo algo pendiente y lo sabes, ya no esta tu abuela para defenderte. --Ni se te ocurra ponerme tus sucias manos encima. Vete de mi casa, si no... --Si no, ?que, estupida? Crees que alguien va a venir a defenderte, voy a ensenarte como disfrutan un hombre y una mujer. Me empujo contra la pared y empezo a manosearme. Yo empece a llorar y a pedirle, por favor, que no me tocara, pero estaba claro que no me iba a dejar. Me agarro del pelo y me llevo a mi habitacion, me tiro en la cama y se puso encima de mi. Yo le pedia llorando a gritos que no lo hiciera, pero le dio igual, empezo a bajarme el pantalon y a toquetearme. Me puso bocabajo, arrastrando mis piernas fuera de la cama, yo no dejaba de llorar y gritar, pero no me sirvio de nada, rompio mi braga y abrio mis nalgas, para toquetearme. Yo me queria morir, solo pensaba que me soltara, pero no tenia intencion. --Pero que buena estas putita, te voy a desvirgar todos tus agujeritos y creo que voy a empezar por el de atras, me gusta mas, aunque como lo tienes todo apretadito, da igual por donde empiece. --Por favor Pedro, no lo hagas, te doy todo el dinero, te lo juro, pero no lo hagas --?Sabes?, el dinero me lo daras igual, pero antes voy a probar este culito que tienes, que me esta pidiendo que entre. Pense que me moria cuando me penetro por detras, jamas habia estado con un hombre, claro que sabia lo que era el sexo, pero nunca imagine que me iba a pasar lo que me estaba haciendo. Pense que no terminaria nunca, me dijo que gritara mas, que eso le ponia, ya ni gritar podia, creo que me desmaye porque cuando desperte estaba sola. No me podia mover, el dolor que sentia era inmenso. Poco a poco, me fui levantando de la cama y vi que estaba llena de sangre. ?Que me habia hecho ese desgraciado? Arruinarme la vida, eso hizo. Como pude, me meti en el bano a lavarme bien, no dejaba de llorar mientras me lavaba, pero hasta aqui habia llegado, no me pondria mas una mano encima. Me vesti y fui directa al hospital, el medico que me atendio, me dijo que me habia desgarrado, pero con el tratamiento que me habia recetado, se pasaria en unas semanas. Me aconsejo que fuera a poner una denuncia con el informe que me iba a dar. La verdad es que no tenia pensado hacerlo, no queria mas problemas con el, pero al final me convencio, me dijo que era la unica manera de que no me molestara mas. Le di las gracias y me fui para comisaria. Al llegar a comisaria me atendio un hombre un poco mayor, le dije a lo que iba, y llamo al comisario, el cual me hizo pasar a su despacho --Buenos dias, mi nombre es Hugo. ?En que puedo ayudarla? Madre del amor hermoso... Bueno, si os digo guapo, os mentiria, era mas que eso. Alto, moreno, con unos ojos marrones preciosos, y un cuerpo de escandalo con ese uniforme, no creo que llegara a los treinta y cinco, pero eso era lo de menos. --Buenos dias, me llamo Almudena, venia a ponerle una denuncia a mi tio-- se me quedo mirando y le extendi el informe del medico. Cogio el papel y segun iba leyendo, apretaba los dientes y su cara era de cabreo. Yo, me estaba poniendo cada vez mas nerviosa y con ganas de llorar. --Bien, esto lo vamos a solucionar ahora mismo. Dime el nombre de ese desgraciado. --Pedro Perez Gonzalez. Quiero denunciarlo y solicitar una orden de alejamiento. No quiero verlo ni en pintura, rompi a llorar --Hugo se levanto y me ofrecio un vaso de agua. --No te preocupes, este energumeno lo va a pagar bien caro, voy hacer todo lo posible para que no vea la luz del sol en una buena temporada. --Gracias, no sabe como se lo agradezco, no me imagino lo que pueda pasar la proxima vez --Almudena. ?Con quien vives? ?Vives con el? ?Con tus padres? --No senor, vivo sola desde hace seis meses que murio mi abuela, y la verdad es que ahora tengo mas miedo que antes. --?Acaso ya lo habia intentado antes? --Si senor, cuando vivia mi abuela ella lo evitaba amenazandolo, y solo me manoseaba, pero desde que ella murio, vivo con el miedo a que aparezca y lo siga haciendo-- empece a llorar. --Mira, vamos hacer una cosa. Lo primero es dejar de llorar, lo segundo, llamame Hugo, y lo tercero es que antes de que salgas de aqui ya estara detenido. ?Aun esta en la casa? --No senor, digo, Hugo --me sonrio--. Salio de casa y me dijo que volveria, es lo que hace desde que lo conozco, va y viene, asi ha sido siempre y ahora que no esta mi abuela, no se que hacer. Dio orden de que lo detuvieran, al saber que yo no tenia mas familia, pues al preguntarme si tenia donde ir, le conte toda mi historia. Me dijo que no me preocupara, que me llevaria a casa de su madre que vivia sola y cuidaria de mi. Eso hizo, me llevo a mi casa para que recogiera algo de ropa, y luego a casa de su madre, una casita unifamiliar con un pequeno jardin en la parte trasera, esa mujer ya estaba al tanto, pues mientras recogia mis cosas lo escuche hablando con alguien. --Hola carino. ?Como estas? Me llamo Clara y soy la mama de Hugo, pasa reina que yo cuidare de ti. --Gracias senora, se lo agradezco en el alma-- era guapisima a sus sesenta anos, no me extrana que el hijo fuera tan guapo. --No, no, nada de senora, llamame Clara, que, si no, me enfadare. Ven, te voy a acompanar a tu cuarto. Hugo, ?comes con nosotras? --le dijo a su hijo. --Claro mama, como siempre que vengo. Subimos las escaleras y me llevo al que seria mi cuarto, frente habia otro que era el de Hugo, por lo que su madre me conto y al fondo estaba el suyo. Al entrar en el que seria mi cuarto, me llamo la atencion que habia fotos de una chica rubia, guapisima, asi como el cuarto se veia muy femenino: las paredes en uno rosa palo precioso y la cama y muebles blancos, y con un bano en la habitacion. --?Quien es esa chica tan guapa, Clara? --Es mi hija, murio hace un ano de cancer. --Ohh, lo siento mucho... --No te preocupes mi nina. Anda, vamos a comer que mi hijo estara desmayado. Comimos, contandoles mi historia, como habia ido a parar a casa de la abuela, la enfermedad de ella, y el calvario que nos hizo pasar mi tio. Hugo se despidio de nosotras y me sorprendio cuando al hacerlo de mi, me dio un beso en la mejilla ante la mirada sonriente de su madre. Clara me trataba con tantisimo carino, que se habia convertido en la madre que nunca tuve, ibamos a todos los lados juntas, habia dias que nos ibamos a casa de Hugo a comer, despues ella se iba y nos dejaba solos. Cuando estabamos solos, charlabamos de la vida, o veiamos alguna peli, siempre le pedia romantica y al final el, acababa consolandome, abrazandome y dandome besos en la mejilla, nunca llego a mas conmigo Tres anos habian pasado de ese maldito dia, tres anos con pesadillas y con miedo sabiendo que estaba en la carcel. Entre Hugo y yo, fue creciendo una bonita amistad, me hacia salir con el y sus amigos, me cuidaba como si fuera de cristal y, poco a poco, me fui enamorando de el, sin decir nada. Su madre se daba cuenta y me decia que el, tambien lo estaba de mi, pero me costaba creerlo pues jamas paso de un abrazo o besarme en las mejillas. Un miercoles a la hora de comer, Hugo llego con muy mala cara, que no paso desapercibida, ni por su madre, ni por mi. --Hijo, ?que te ha pasado? Traes muy mala cara. ?No estaras enfermo? --No mama, no estoy enfermo, tranquila. Almudena, tengo que decirte algo y no se como hacerlo, sientate y escuchame bien. --Tu tio, salio ayer de la carcel-- menos mal que me dijo sientate, porque en ese momento empece a temblar--. No temas, que no permitire que te pase nada. ---Me tengo que ir lejos de aqui, no quiero ni cruzarmelo. --Almudena, tranquila, tiene una orden de alejamiento no puede acercarse a ti-- sali corriendo para mi cuarto

  • Pandemia selectiva de

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    Habian descubierto el arma definitiva. A peticion de cualquier cliente que lo pudiese pagar, podian fabricar un virus letal capaz de eliminar solo a la etnia seleccionada..
    La mas novedosa tecnologia farmaceutica al servicio de la muerte. Intriga, suspense, asesinatos, en la carrera de venderla al mejor postor.
    Sin quererlo Yoko Yoshida, se habia visto envuelta en la conspiracion. Para enfrentarse a ella solicito la ayuda de la unica persona a la que confiaria su vida: Sergio.
    Para el resto del mundo, Yoko era la heredera de una de las familias mas poderosas de Japon. Para Sergio su mejor amiga. Cuando se acomodo en el asiento de aquel avion para encontrarse con ella, no podia imaginar que tendria que perseguir a la muerte por varios continentes.

  • Estare a tu lado (Hermanos Inclan 2) de Ana F. Malory

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    Segunda entrega de la serie <>, iniciada con A la orilla del mar.

  • El paciente ingles de Michael Ondaatje

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    Con inusitada belleza e inteligencia, Michael Ondaatje traza la interseccion en los ultimos dias de la Segunda Guerra Mundial y en una villa italiana abandonada, de cuatro vidas danadas.

  • Tu eres mia (Insaciable 3) de Isabella Marin

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    Adeline sigue en prision, y su futuro se pinta incierto. Solo hay un hombre capaz de salvarla, pero el ha roto las cadenas que le ataban a ella. Se ha ido y ha prometido no regresar nunca mas. Adeline no sabe que sentir al respecto.

  • Mi lugar eres tu de Vega Manhattan

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    --!Maldita sea! Logan golpeo el balon con fuerza. Tras rebotar en el suelo, este salio de la cancha mientras el jugador que lo habia lanzado lejos hacia lo mismo. Como pudo y maldiciendo a diestro y siniestro, Logan llego hasta la banca y se dejo caer, sentandose sobre el lado derecho de su cuerpo. Un poco ladeado, su mano aguantando su peso mientras la mantenia abierta sobre el banco. Su pierna izquierda completamente estirada y, por unos segundos, su rostro mostrando el dolor que sentia. Porque dolia, por todos los infiernos que lo hacia. Y aquello parecia no mejorar con el tiempo. Y habia pasado tiempo. Dias. Semanas. Joder, !meses! Pero esa maldita pierna…. No le estaba respondiendo como debia. --Deberias irte a descansar. Y ese imbecil no le estaba diciendo lo que debia. Logan abrio los ojos, aquellos que habia cerrado con fuerza por el dolor y lo miro. Apretaba fuertemente su mandibula. Su mirada, la que postraba sobre ese hombre de casi dos metros de altura, dura. Michael le mantenia la mirada. Con firmeza. Cualquier otro no podria hacerlo. Lejos de sentirse atemorizado, de darse la vuelta y de marcharse de alli por como lo estaba mirando, que es lo que habria hecho cualquiera, Michael se cruzo de brazos y enarco las cejas. Porque el no era cualquiera. Sus ojos se movieron, observando a su amigo y su rostro mostro preocupacion al observar la tension en el brazo de Logan. Las venas senaladas, parecia que el brazo le iba a reventar. Y por como le temblaba, podia imaginar muy bien cuanto dolor sentia. El brazo perdio un poco de estabilidad y, gimiendo, Logan cambio de postura, sentandose sobre su trasero. Apreto aun mas los dientes por el dolor. Porque ese era el verdadero dolor. No el del brazo cuando aguantaba su peso y toda la tension de su cuerpo, no. Si no el de la pierna que acababa de mover. --Vete a casa --insistio Michael. --Olvida eso --gruno Logan, enfadado al escucharlo--. Estoy bien. Solo necesito un par de minutos y... --Te has acostado con ella --dijo Michael de repente, en tono de "Ya lo entiendo todo". ?Me he acostado con quien?, penso Logan, descolocado. Porque Michael podia entender todo lo que el quisiera, pero Logan no entendia una mierda. Pestaneo varias veces mientras intentaba deducir a quien se podia estar refiriendo ese idiota. Porque teniendo en cuenta por lo que el habia pasado ultimamente... ?Con quien se iba a acostar? Si en lo unico que pensaba era en la maldita lesion, ni se acordaba de cuanto hacia que no… En fin, ?de que demonios estaba hablando ese loco? Mejor dicho, ?de quien? --Con tu fisioterapeuta --continuo Michael al observar el asombro en el rostro de su amigo. Logan abrio los ojos exageradamente, sorprendido aun mas si cabia. Porque el no... !Claro que no! Porque joder, ?con su fisio? ?En serio? A ver, que el no era idiota. No haria algo asi, sabia que no podia. Sabia que no debia mezclar... A la mierda, seamos sinceros, esa no era la razon. Si el queria y ella tambien, a el las reglas le importaban muy poco. Pero... La verdad era que... Esa mujer y el no... Nunca. Porque bueno, porque el sexo ni se le habia pasado por la mente ultimamente. Ademas, de haber sido asi, no habria sido con ella. Joder, !con ella no! --!?Pero de que hablas?!, exclamo, desconcertado. La loca afirmacion de Michael lo habia dejado mas que asombrado. --?No es asi? --pregunto su amigo, haciendose el sorprendido al ver que se habia equivocado. Pero de sorprendido poco, el sabia, de mas, que entre su amigo y su fisioterapeuta no habia nada. No solo porque de haber ocurrido algo, ya el se habria dado cuenta. Porque conocia a Logan, su rostro hablaba sin tapujos. Incluso aunque su amigo quisiera ocultarle las cosas, que no era el caso, no habia, tampoco, necesidad para ello, Michael terminaria sabiendo todo porque la cara de Logan no callaba nada. No para el que lo conocia muy bien. Y a el no podia esconderle ni el mas minimo secreto. Que no lo haria, Michael sabia que ni siquiera lo habia intentado nunca. Logan podia ser muchas cosas, pero si tenia una virtud era la sinceridad. Y aunque era muy reservado con su vida privada, Michael conocia cada detalle de esta. Para algo era, ademas de su entrenador, su mejor amigo. --?Se puede saber a que demonios viene eso? --A que es lo unico que explicaria que estuvieras aqui. --Soy jugador de baloncesto. Si no estoy aqui, !?donde demonios voy a estar?! --gruno. --?En la camilla? ?Recuperandote de tu lesion? --Michael miro la mano con la que Logan se acariciaba la pierna antes de volver a posar la mirada en el. Ignoro que el rostro de Logan le mostrara que queria matarlo en ese momento-- ?Tan bueno eres en la cama? --continuo, enfadandolo aun mas-- Porque es lo unico que se me ocurre para que te haya dejado volver aqui. Pero mentia, porque el sabia la verdad de por que su mejor jugador, aun lesionado, habia vuelto. Pero iba a esperar a que se lo dijera el mismo. Porque lo iba a hacer, el se encargaria de ello. --Eres un idiota --gruno Logan. Le jodian mucho ese tipo de comentarios. Porque era como si el usara a las mujeres y el no lo hacia. Jamas hizo algo como eso. Las respetaba. Y si, podia ser un picaflor, pero siempre que estaba con alguien era despues de hacerle entender que, con el, solo seria una vez. Una y no mas. Podian seguir siendo amigos o manteniendo la relacion personal o laboral como siempre, pero no se volveria a cruzar la linea. Y todas las mujeres con las que estaba aceptaban eso. Asi que no, el no jugaba con ellas, no les faltaba al respeto en ningun sentido. No les mentia. Podia estar con una y con otra, pero no era un mal hombre. Era honesto. Siempre. Michael sabia eso, lo sabia muy bien. Pero tenia que apretar un poco mas. Hasta que le dijera la verdad. --?Idiota? ?Yo? --Michael, sorprendido-- ?Por que exactamente? ?Por pensar que la sedujiste para que te dejara volver a entrenar? ?Acaso no serias capaz de hacerlo? No, joder. El no haria algo asi. Sabia respetar a las personas. Y no necesitaba recurrir al sexo para conseguir nada. Y Michael lo sabia. Por eso Logan no entendia por que le estaba hablando de esa manera. --Mierda, sabes que yo no... No. El no era eso. Jamas haria eso. --O es que a lo mejor lo intentaste y despues del polvo te dijo que no --sonrio Michel, satisfecho al ver que Logan estaba cada vez mas enfadado. Y Logan exploto, hasta ahi llego. --!?Pero de que vas?! --grito. Odiaba cuando alguien hablaba de esa manera-- !Eres un machista de mierda! --exclamo-- ?Eso es lo que piensas de mi? !?Eso es lo que me conoces?! -- un movimiento brusco y sollozo por el dolor. Maldita fuera la vida, como dolia aquello. Michael miro a Logan con comprension cuando lo vio apretarse la pierna. Sabia cuanto le dolia, lo sabia muy bien. El mejor que nadie. Y por eso mismo no podia permitir que su mejor amigo cometiese las mismas estupideces que el. Logan maldijo de nuevo y volvio a cambiar de postura, apoyandose sobre su brazo. Ese que tambien se sentia dolorido. Un suspiro largo y contenido salio de sus labios. --No sabe que estoy aqui --reconocio, refiriendose a su fisioterapeuta. Esa que no le habia dado permiso para volver a entrenar. Ni siquiera para conducir su maldito coche. Michael no se habia equivocado. Eso era, exactamente, lo que habia imaginado. Mas sabe el diablo por viejo que por diablo, ?no? --Pero lo sabra --le aseguro su entrenador. Porque veria las consecuencias fisicas rapidamente. --No... --?No, que? --lo interrumpio Michael-- Lo sabra porque... --lo senalo con la mano, diciendole, sin palabras, que su cuerpo se lo mostraria-- Joder, Logan --resoplo Michael--. ?No te importa que por hacer el imbecil te jodas de verdad? --por primera vez hablo enfadado--. El tema no esta en que tu fisio te castigue cuando se de cuenta de que la has desobedecido y te alargue la vuelta una semana. El jodido tema es que por una negligencia asi, se puede joder tu vida para siempre. ?Es que no lo ves? No, no lo veia. Ademas, el necesitaba volver a su vida. Al baloncesto. Necesitaba volver a jugar. --Tampoco exageres. --?Que no exagere? --Michael apreto los dientes-- ?Te recuerdo con quien hablas? Como si Logan no lo supiese bien. --No me va a ocurrir lo mismo que a ti, Mike. Y Dios era testigo de que Michael haria lo necesario para que eso fuera asi. --No, si es por mi no. Hare todo lo que este en mi mano para que no. Porque si es por ti... -- Michael suspiro, frustrado. Sabia que era complicado que Logan viese el peligro al que se enfrentaba. A el, en su dia, le ocurrio lo mismo. El tambien penso que a el no. Pero a el si--. Aun tienes una oportunidad, Logan. Deja de hacer el idiota y ten un poco de paciencia porque te juegas mucho. Mas de lo que imaginas --con un suspiro pesado, dejando salir un poco de la frustracion que sentia, Michael nego con la cabeza. --Necesito jugar --reconocio--. Me vuelvo loco, Mike. Necesito volver. El dia anterior estaba viendo el partido desde su casa y se subia por las paredes. --Para ello necesitas a tu pierna sana. ?Lo entiendes? --Logan asintio con la cabeza. Habia metido la pata, lo sabia-- Volveras a jugar si es lo que quieres. Pero paciencia. --Claro que es lo que quiero. Me estoy volviendo loco. --Lo se. Pero ?por no jugar o porque te das de bruces con la realidad? --?De que hablas? --Que una cosa es tu pierna y tu carrera y otra cosa es tu vida. --Esto es mi vida --le recordo. El no tenia mas, como no tenia a nadie mas. --Esto no es tu vida, Logan. No cometas el mismo error que yo. --No se de que hablas, no entiendo a que viene esto ahora. Mike se encogio de hombros. --No lo se, supongo que a que me veo reflejado en ti. Y para ti siempre quise algo mejor. --?Hay algo mejor que esto? --Logan nego con la cabeza. Porque si lo habia, el no lo conocia. --Para mi lo hubo, solo que me di cuenta tarde.

  • Un reportero en apuros (eLit 3) de Gina Wilkins

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    Ninguna mujer en el mundo habia rechazado a Riley O’Neal. Todo lo que tenia que hacer era mostrar su irresistible sonrisa. Pero siempre habia una primera vez, y fue la camarera Teresa Scott quien le hizo vivir la experiencia. !Y que camarera! Era un ritual: cada manana, desayunaba en el Rainbow Cafe, y ademas de un cafe bien cargado, Riley se tenia que tragar un buen “no”.

  • La herida de Jorge Fernandez Diaz

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    Una monja desaparece, dejando un enigmatico mensaje, y un colaborador del papa Francisco les encarga a dos agentes de Inteligencia buscarla por cielo y tierra. En paralelo, una operadora politica despedida por la Casa Rosada es contratada por el gobernador de un feudo patagonico para mejorar su imagen y evitarle una catastrofe electoral. Con la ayuda de Remil [?]un perturbador agente que trabaja desde las sombras[?], ella se vale de todo: espionaje politico, compra y amenaza de jueces, soborno de dirigentes y manipulacion de la historia. Hasta que juntos se topan con un crimen de Estado y una organizacion siniestra.
    La herida es un thriller politico dentro de una gran novela policial cruzada por cuatro misteriosas historias de amor, que empieza en el Vaticano y deriva en la Patagonia, que se devora con suspenso y que retrata el lado oscuro del poder real. Una combinacion que solo la pericia de Jorge Fernandez Diaz, uno de los escritores y periodistas mas importantes y reconocidos de la lengua espanola, es capaz de llevar adelante con el pulso y el rigor de una investigacion y demoledor ritmo cinematografico.

  • No hay mayor ciego de Joe Haldeman

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    Un <> feo se casa con una chica ciega, y la somete a operaciones para aumentar su CI, aprovechando la amplia parte del cerebro que no usa de la vision. Premios Hugo 1995 y Locus 1995 en la seccion de relato corto.

  • Carreteras de otono de Lou Berney

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    A Frank Guidry se le ha acabado la suerte. Fiel empleado del capo de la mafia de Nueva Orleans Marcello, Guidry sabe que todo el mundo es prescindible. Pero ahora le toca a el; sabe demasiado sobre el crimen del siglo: el asesinato de JFK. Sin apenas opciones, Guidry se echa a la carretera camino de Las Vegas para ver a un antiguo socio.

  • Contigo al fin del mundo de Kattie Black

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    Soy Olimpia. Mi prometido decidio hacerme el mejor regalo de mi vida en el dia de San Valentin: dejarme con un mensaje en el movil. Una cobardia, si, pero en ese momento no sabia la suerte que tenia. La curiosidad me llevo a un bar de carretera donde vivi una de mis mas secretas fantasias, pero ?sabeis que? Nada de aquello fue un sueno.

  • La carretera de Cormac Mccarthy

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    La carretera, novela galardonada con el premio Pulitzer 2007 y best seller literario del ano en Estados Unidos, transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con el. Rodeados de un paisaje baldio, amenazados por bandas de canibales, empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre paso una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraiso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frio <>.

  • las vueltas que da la vida de Cristin Ferro

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    Esa noche Vicky estaba de fiesta con su mejor amigo Fran y sus amigas Almudena y Alba, juntos celebraban el final de su epoca de universidad y el inicio de las practicas laborales. Copa tras copa y brindis tras brindis la noche iba avanzando, todos llevaban tanto alcohol en el cuerpo que no eran conscientes ni de la mitad de las cosas que decian y menos aun de las que hacian. Vicky y Fran bailaban juntos en el centro de la pista disfrutando de su ultima noche de juerga antes de pasar a formar parte de la lista de becarios, esos que casi no cobran pero trabajaban tanto como los demas. La musica atronadora impedia cualquier tipo de charla, aunque tampoco era necesaria, tras anos de amistad se entendian solo con mirarse y cualquiera de los dos era capaz de descifrar los gestos del otro sin necesidad de palabras. Estaban bailando ajenos al mundo, cuando de la nada aparecio un hombre tan alto y guapo que atrajo la atencion de todo aquel que estaba a su alrededor, Fran guino un ojo a su amiga y se escabullo hacia la barra en busca de Almudena y Alba, que seguro que habian encontrado con quien pasar un buen rato bailando o tomandose una copa. Con el valor que aporta el alcohol lejos de dejar de bailar, Vicky, siguio meciendo sus caderas de manera sensual consciente de la atenta mirada de aquel atractivo desconocido, envalentonada por su atencion se atrevio a recorrer su cuerpo con la mirada mientras se relamia los labios. La mirada dorada del desconocido se hizo mas intensa ante su escrutinio, que con paso decidido y sin apartar la mirada se paro a solo unos centimetros de ella. Sonriendo como un depredador no espero su permiso y pego su cuerpo al de Vicky, de manera insinuante, a la vez que posaba una mano en su cintura mientras enredaba la otra en su larga melena, sin previo aviso acerco su labios al cuello de ella desde donde se impregno de su aroma y susurro en su oido. --Mi nombre es Alex y me encantas Vicky no fue capaz de articular palabra aunque no era porque no lo deseara, mas bien estaba alucinada porque un hombre asi se hubiera fijado en ella, con disimulo busco a su amigo entre la gente y cuando sus miradas se encontraron el asintio y no hizo falta mas. Vicky agarro la mano de Alex y tiro de el hacia la salida del club, el alcohol le dio la valentia que en un estado normal no tenia, ella nunca habia hecho algo asi en su vida. Sus amigas decian que era un poco mojigata, menos mal que no la vieron en ese momento o se lo recordarian el resto de su vida. Cogidos de la mano se subieron a un taxi, al cual Alex dio una direccion y ella ni siquiera presto atencion a cual era, Vicky estaba tan absorta mirandole que no pudo apartar la vista de el en todo el trayecto. No hablaron y tampoco hizo falta, cuando llegaron a su destino entraron en el hotel donde el taxi los dejo y tras pedir una habitacion subieron en el ascensor. El aire en ese espacio tan reducido estaba cargado de tension sexual, las miradas de los dos no dejaban lugar a dudas de lo que ambos deseaban, cuando el ascensor se paro, Alex, agarro la mano de Vicky y la arrastro hasta la habitacion. Introdujo la tarjeta y la puerta se abrio, en cuestion de segundos estaban dentro y esta cerrandose de una patada que Alex le propino. Con la tension acumulada y sin ganas de perder el tiempo, la apreto contra la pared y ella solo atino a balbucir. --Me llamo Vicky --dijo mientras la boca de Alex la devoraba. Ella no estaba muy segura de haber escuchado su respuesta, pero podria jurar que habia podido distinguir las palabras que ya lo sabia o algo similar. No hubo tiempo de nada mas, su cerebro ya no proceso mas informacion desde el momento que la mano de el se colo por debajo de su vestido y lo subio. Esa noche se dejo llevar como nunca antes, no cabia duda de que ese hombre sabia lo que hacia y disfruto de cada instante que compartio con el. De madrugada Vicky se desperto y un tremendo dolor de cabeza la saludo, gimiendo se incorporo en la cama y con la poca claridad que entraba por la ventana, ya que aun era de noche, extendio la mano por la cama y encontro algo calido y duro, dio un respingo y retiro la mano veloz. Permanecio quieta un par de minutos por si le habia despertado, al no percibir movimiento y con sus ojos ya acostumbrados a la penumbra. Se tomo la libertad de observalo mas de cerca, la sabana dejaba entrever la parte inferior de su cuerpo, que dejaba su torso expuesto. Como una voyeur lo contemplo recreandose en cada parte de su anatomia, aun no se podia creer que ella estuviese ahi con ese hombre. Recordaba vagamente el momento en que se habian encontrado en el bar y como ella se habia insinuado hasta que subieron a un taxi... su cabeza estaba llena de lagunas... Tenia que salir de alli, asustada camino lo mas rapido que pudo y sin hacer ningun sonido que pudiese despertarle se vistio sin dejar de mirarle, estaba a punto de ir al bano a lavarse al menos un poco cuando reacciono y negando se encamino hacia la puerta, en el fondo era un poco cobarde y no se atrevio por temor a que el sonido del agua lo despertara, asi que, se ato el pelo con una goma que siempre llevaba en la muneca y con los zapatos en la mano salio de la habitacion. Mi vida. Mi nombre es Victoria Salinas, Vicky para los amigos, me gusta pensar que soy una buena persona, aunque mas de uno diria que soy un poco desagradable. Esta bien, lo admito, soy un poco desagradable, siempre me he regido por mis propios principios y no me importa lo que los demas opinen de mi, asi soy feliz, o lo intento. Mido un metro y sesenta y nueve centimetros aunque si me preguntan digo uno setenta, asi me ahorro los chistes faciles con el sesenta y nueve, no es una gran altura, lo se, pero es mas que suficiente. Si fuese mas alta, con mi fuerte personalidad la gente me tendria un poco de miedo. Si, soy una persona con un caracter dificil ?que se le va a hacer? Mis ojos son de un color raro, ni verdes ni marrones, dependiendo de mi estado de animo o de la luz del sol, es un rasgo tipico de mi familia materna, la mayoria comparten esos ojos indescriptibles. Mis facciones son de lo mas comunes, nariz ligeramente puntiaguda sin parecer un pajaro, labios normales aunque definidos, pomulos un poco elevados, piel fina y muy palida, lo mas destacable de mi cara son las pecas que al primer rayo de sol inundan mi piel y me hacen parecer muy nina, cosa que odio. Mi cabello es un tono de rubio muy confuso, entre dorado y anaranjado, pero que suele impactar a la gente. Tengo una bonita melena, o al menos a mi me lo parece, mi pelo ondulado me llega hasta la cintura. No soy una mujer delgada, mas bien diria que me sobran unos kilos, pero... ?quien puede resistirse al chocolate? Desde luego, yo no. Uso una talla cuarenta, una mujer normal a mi parecer, pero si las modelos son mas delgadas que un junco solo puede significar que no soy el prototipo de mujer de lo que esta sociedad considera atractiva. Si soy realista nunca quise ser el prototipo de nadie asi es que no veo ningun problema con esto. He tenido una vida complicada, a mis veintiocho anos he pasado por la separacion de mis padres, con mas pena que gloria, cuando no era mas que una adolescente. Siempre se dice que las separaciones son para bien y que los mas afectados son los hijos, bueno, es cierto, pero tambien son los mas beneficiados, cada vez que queria algo y uno te me decia que no, iba al otro a probar suerte. Siempre con la esperanza de que me lo cumplieran, lo malo era cuando ninguno me concedia mi capricho, a mi esa tecnica no me funciono muy bien pero puedo asegurar que lo intente. Lejos de mantener una relacion cordial por mi o por lo anos que compartieron juntos, mis padres se odian y eso hace mi vida aun mas complicada. Estar en un lugar donde esten los dos es como vivir en plena guerra fria, por suerte ya apenas se ven, pero cuando era nina vivia en continua tension, lo unico que hacia era estar quieta y callada esperando que la batalla empezara y me pillara en medio. Ellos nunca supieron lo que yo sentia, aunque tampoco se preocuparon en saberlo, asi que, he de admitir que yo tambien los odie y aun hoy lo hago la gran mayoria del tiempo. Me convirtieron en la persona que hoy soy y quiza deberia de agradecerselo, con todas esas corazas que ayudaron a poner en mi corazon, es muy dificil que alguien me haga dano. Con dieciseis anos empece a trabajar de camarera, no es algo que se me de muy bien, pues no tengo la santa paciencia que se necesita para ese oficio tan sacrificado y menos aun para aguantar borrachos. Desde entonces he ido cambiando de trabajo aunque nunca he vuelto a la hosteleria. Mi curriculum laboral va desde cajera de supermercado a repartidora de propaganda y de pizzas, es decir, todo trabajo temporal que podia lo aceptaba, siempre y cuando no afectara a mis estudios, eso siempre fue lo primero, y si no ya se encargaban mis hermanas y Fran de recordarmelo. Tengo dos hermanas, Paula y Silvia, que son lo opuesto a mi, algo logico si tenemos en cuenta que son mayores y, se supone que mas maduras. En este caso ser lo opuesto se refiere a que ellas son alegres y confiadas, la mayoria del tiempo al menos. Quiza Paula no sea tan alegre... ni tan confiada.... !yo que se! La vida nos trato mal a las tres, ellas no deberian ser muy diferentes a mi, ?no? Silvia esta casada con Carlos y tienen un hijo que es un trasto, Santi, que es la alegria de la casa. El resto de la familia, es decir mama y papa no son ni de lejos importantes, desde que soy mayor de edad les evito como si tuviesen la peste, se que suena muy fuerte el hecho de que casi ni les hable, pero deberiais poneros en el lugar de una pobre nina de doce anos soportando que sus padres la usen como caballo de Troya, no es divertido, creedme y menos aun si se dedican a recordartelo las pocas veces que les ves. Ahora os hablare de mis amigos, no tengo muchos, como dije antes mi forma de ser no atrae precisamente a la gente, tengo algo que o caigo muy bien o por lo contrario soy la persona que mas odian en el mundo, que es lo que mas suele pasar. Es por ello que la gente no suele acercarseme, y los que se atreven sudan sangre para llegar a conocerme de verdad. Fran es mi amigo de toda la vida o mas bien mi amigo desde el divorcio de papa y mama. Alba y Almudena son amigas recientes, no por ello menos importantes. ?Mis demas amigos? Se quedaron en el pueblo donde vivia antes de que mis padres tomasen la decision de que deberian separarse y por ello sus hijas debian cambiar de vida. Si los llamara estoy segura que querrian quedar y verme, pero soy yo las que los evita, es como un recordatorio constante de la parte mas dolorosa de mi vida. Se que parece egoista, puede que lo sea, pero tengo que cuidar de mi misma ya que nadie mas lo hace. Hasta aqui las presentaciones, como podreis comprobar no hay demasiada gente a mi alrededor. La verdad es que soy de la opinion que la falsedad es algo innecesario, por ello no la acepto ni la aplico, asi es que tengo pocos amigos, si, pero son los mejores que se puede tener. Vivo en el barrio del Pilar, en Madrid, comparto piso con mi amigo Fran, en ningun momento al venir aqui tuvimos idea de separarnos, cuando estabamos en el instituto nos prometimos que nunca lo hariamos. Por ello, el dia que Fran me vio llorando por la enesima discusion con mi madre, me hizo jurar que ambos ahorrariamos y nos iriamos de Santiago a la capital. Alli la gente se suponia que no era tan intransigente y a los dos nos gusto la idea de estar sin nuestros padres. Cuando elegimos la universidad no lo dudamos, iriamos a la misma o al menos lo mas cerca uno del otro que nos fuera posible, el siempre quiso hacer derecho yo por mi parte no lo tenia tan claro. Al principio pense en hacer Bellas Artes, por eso de que me encanta la fotografia, pero no deja de ser un hobby, ?que hubiese pasado si empiezo la carrera y a mitad me doy cuenta que como aficion esta bien pero me aburre como el infierno para todos los dias? Luego me plantee Publicidad y Marketing, quedaria genial Victoria Salinas publicista, me lo imagino y sonrio, lo malo es que odio la publicidad. Ya se, medio mundo la odia, pero yo la odio de un modo muy extremista. Cada vez que estoy viendo la tele y empiezan los anuncios practicamente le gruno. Fran se divierte haciendome sufrir y no me deja cambiar el canal. Como comprendereis, no era la mejor opcion, por muy bien que sonara mi nombre. Finalmente opte por la carrera que mayor salida tendria y con la que mas facil encontraria trabajo, Economicas. Al unico que parecio gustar mi decision fue a mi cunado, sera porque es lo suyo, todo numeros y eso. Ni yo estaba muy convencida de mi decision, pero ese era el menor de los males

  • Mi mejor jugada de Blanca Tunez

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    Despues de que Jason fuese valiente y confesase su sexualidad, las cosas no salieron nada bien con su familia. Tras echarlo de casa, Scott lo acoge en su piso y comienzan a vivir juntos, lo que ocasiona problemas con Alex hasta el punto de romper.Sintiendose libre, decidio volver a la universidad para despejarse y avanzar un poco mas en todos los aspectos. ?Podra Alex recompensar lo que ha hecho de alguna forma? ?Jason sera capaz de perdonar, no solo a Alex, si no a sus padres por su desprecio? Al mismo tiempo, Autumn se establece en Minnetsota despues de encontrar a Cameron y de ser cosnciente de lo que hizo en el pasado, se pone de lado de su hermano para apoyarlo en todo lo posible. El tiempo la ayuda a reconciliarse con todos a los que hizo dano en el pasado y con ella misma, estableciendo una nueva vida, conociendo a alguien especial?Sera capaz de no estropear esa relacion? ?Podra enamorarse de nuevo y permitirse ser feliz sin pensar en el pasado?

  • Correr el tupido velo de Pilar Donoso

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    Una extraordinaria, brutal y honesta investigacion

  • Tu tiempo (Con j de 1) de Lucia Blanco

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    <>.
    Julia, insegura y traumatizada por diversas causas. La reina de los <>.
    Joseph, empresario brasileno de exito, seguro de si mismo; nada mas lejos de la realidad.
    ?Podran dos personas con unos pasados tan cargados de dolor y de incognitas tener un futuro juntos?
    A todas luces parece complicado… y lo sera. Mucho mas de lo que ellos podrian imaginar.
    Una historia que, desde la primera palabra, hara que te introduzcas en sus mundos y los multiples misterios que les rodean, y cuyo final te dejara con el corazon en un puno.

  • Amor enmascarado de Ruth M. Lerga

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    Londres, finales de abril de 1800 Conforme la conversacion avanzaba, la desesperacion de Sebastian iba en aumento. Se habia reunido con su abogado para tratar el espinoso tema de lady Genoveva Sinclair, la joven dama a la que tutelaba. Pocos caballeros tenian, contando solo veintidos anos, una pupila de dieciocho a su cargo. Tampoco era frecuente, despues de todo, heredar un condado prospero tan temprano, pero la muerte de sus padres, tres anos antes, lo habia precipitado a la vida adulta sin estar preparado, forzandolo a dejar la universidad aun sin completar sus materias y encerrarse en Lancanshire para aprender a ser un noble con un amplio patrimonio y responsabilidades politicas y familiares. --Es unas situacion complicada, Hentley --le decia el licenciado--. Los Sinclair eligieron al anterior conde como padrino de lady Genoveva y el marques explicito en su testamento, ademas, que, en caso de que algo les ocurriese, fuera el quien se hiciera cargo de la joven hasta que esta contrajese matrimonio. Al morir los cuatro juntos en aquel terrible incidente en... --dudo. --Sierra Morena, Cordoba --acabo Sebastian por el, con voz hueca--. La marquesa era espanola e iban a pasar el invierno en la finca de su familia, buscando un clima mas calido dado el reuma que mi madre padecia. Los atracaron en uno de los desfiladeros. --Exacto. La cuestion es que todos ellos perecieron a la vez. El heredero de Sinclair quedo, desde luego, encantado: heredaba un marquesado de un pariente lejano al que apenas conocia y se deshacia, al mismo tiempo, de la responsabilidad de la chiquilla. --En realidad no era una chiquilla, tenia quince anos entonces, pero el conde se abstuvo de hacerselo notar--. Asi que no impugno la tutoria y te la cedio a ti, como legado de tu padre. Dado que tu no opusiste resistencia alguna, se entendio que aceptabas y asi quedo acordado. La dote ya estaba consignada, se te cedio y... Se permitio dejar de escuchar durante unos segundos. La notica de la muerte de sus padres lo devasto; todavia recordaba la sensacion de desgracia que se cernio sobre el durante meses y que tuvo que ocultar a todos. Se encontro solo, al frente de muchisimos compromisos para los que apenas lo habian instruido y con varias mujeres a su cargo, dos de ellas bajo su mismo techo: su hermana Helena, que tenia entonces diez anos, y Veva. Recordaba el momento en que la joven llego a la finca. La esperaba, junto con todo el servicio, en la entrada principal; deseaba que sintiera que llegaba al que iba a ser su hogar, no queria que se creyera una carga. La conocia desde siempre y, aunque en los ultimos anos apenas la habia visto, recordaba bien a aquella joven alegre de cabellos negros y ojos grises de caracter alegre y bullicioso que lo perseguia a todas partes cada verano. Sin embargo, del carruaje bajo una dama triste, apagada, tan delgada que parecia enferma. Veva no tenia una gran relacion con su padre, Sinclair era un hombre estricto, pero si con su madre, una dama carinosa y muy atenta. Si para Sebastian la muerte de sus padres habia significado un antes y un despues en su existencia, la sensacion que se llevo fue que, para Veva, la vida habia acabado entonces. Costo un ano que se recuperara y volviera a ser ella, !y vaya si regreso! La casa se lleno de jubilo, las cuadras de una magnifica yeguada y en el condado todos hablaban de la traviesa espanola. Durante dos anos fue viendola hacerse mujer y sus sentimientos comenzaron a cambiar, asi que diez meses antes de debutar la habia enviado a un internado en Suiza para que la pulieran, alejandola de si, y se habia dedicado a alternar el de cama en cama, tratando de olvidar la risa de Veva. Pero habia vuelto de Ginebra transformada. Su cuerpo habia acabado de formarse, y sus modales, de perfilarse. Todos los hombres iban a quedar cautivados, tanto como el lo estaba ya. Genoveva Sinclair se habia convertido de manera definitiva en su infierno personal. --?Milord? Levanto la vista. El letrado le estaba inquiriendo algo. --?Que? --la pregunta sono a disculpa. --Le decia que he hecho efectivas las inversiones que componen la dote de lady Genoveva, una cifra que supera las diez mil libras, y he mandado preparar la casa que su madre le cedio en Cordoba, por si desea acudir alli en su viaje de novios. <>. Veva iba a casarse y tendria que dejarla marchar. Sintio que las paredes se cernian sobre el y que el techo se le caia encima. --?Hay alguna estipulacion sobre el tipo de esposo que su padre tenia en mente? --Ninguna. --Me dan ganas de casarme yo con ella y evitar toda esta situacion. Podia parecer una queja, pero era una frase calculada, una que habia preparado durante dias, desde que pidiera cita en la oficina de sus abogados. --!Eso no es posible, milord! --se solivianto el jurista. Lo miro con fingida extraneza. --Crei que no habia ninguna limitacion en su matrimonio. --Y no la hay, la joven podra casarse con quien quiera siempre que vos deis vuestra bendicion. Por eso mismo no podeis ser el novio, porque os erigieron para protegerla y, por tanto, quien tendra la ultima palabra sobre sus nupcias. Se diria que os estais apropiando de su dote. A efectos legales seria casi como casaros con vuestra hija, ademas. Magnifico, no solo era un excentrico por desearla, sino que se convertiria en un ladron de fortunas ajenas y en una especie de perturbado. --Solo bromeaba --zanjo el tema. --No me cabe duda, como se tambien que elegireis para ella al mejor de los candidatos. --Asi sera. Y cuanto antes lo hiciera y mas lejos la enviase, mejor. *** Aquella noche Veva era incapaz de dormir, asi que, cansada de dar vueltas en la cama, subio hasta la buhardilla, abrio la claraboya del techo y, ayudada por las estanterias, trepo hasta el tragaluz y de alli salio al tejado. Le encantaban las alturas, la hacian sentirse duena de lo que veia, por encima de todo. Habia pasado mucho tiempo en las ramas de un tejo centenario en Lancaster, en la finca de los Hentley, tras la muerte de sus padres, hasta que sintio que recuperaba el control de su vida. Esa noche habian vuelto a robarselo. Sebastian la habia llamado a su despacho para explicarle los terminos de su debut y de su dote y para hablar de sus expectativas. Era una boba, una boba que se merecia tener el corazon hecho anicos por enamorarse de un idiota como el. Cuando habia comenzado a hablarle de la necesidad de casarse, creyo que se referia a el mas que a ella y que se arrodillaria alli mismo y le pediria que fuera su esposa. Tanto, que se habia sentido mareada y su corazon casi le rompe una costilla, tan fuerte y rapido habia comenzado a latir. Pero no; era ella, claro, quien habia de desposarse. Le habia hecho una lista de los lores mas convenientes y, con voz hastiada, le habia aconsejado como manejarse con ellos. Una lagrima cayo por su mejilla. Por una vez, la dejo rodar. Detestaba llorar, pero esa noche volveria a quedarse sola. Tal vez no de facto, pero era cuestion de semanas que fuera entregada a un desconocido para el resto de su vida. Cuando murieron sus padres, al menos, se mudo a un lugar conocido, con personas que la consideraban parte de la familia y que la hicieron sentirse bienvenida. Ahora, en cambio, quien sabia donde recalaria. Pero solo podia responsabilizarse a si misma de su dolor. Sebastian nunca dio senales de compartir sus sentimientos. Si, la trataba con afecto, pero no mas que a Helena, la hermana pequena del conde, de la que Veva se habia vuelto intima a pesar de la diferencia de edad. Si ella habia querido ver mas de lo que habia, ahora tendria que pagar las consecuencias. Cuando, horas despues, bajo del tejado, dejo alli arriba sus suenos de nina y decidio ser practica. Su madre habia sido casada con un ingles de caracter serio y estricto y, a su manera, habia sido feliz. Ella buscaria la misma suerte y, como hiciera la marquesa de Sinclair, lo haria lo mas lejos de alli que le fuera posible. *** Dos meses despues se casaba en la iglesia de San Jorge con el duque de Rachome, monsieur Francois, y se iba a Paris para siempre.

  • Los ultimos dias de Clayton & Co de Francisca Solar

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    A fines del siglo XIX, en la desaparecida localidad de Atlas, la joven Abigail Clayton era reconocida por el curioso talento de fotografiar a los muertos. Una habilidad que cuidaba un aterrador secreto: los protagonistas de sus imagenes le susurraban secretos sobre los vivos. Personas de todo el pais viajaron a conocer a la “medium Clayton”; recibio a campesinos y diplomaticos, ayudo en casos legales y policiales, hasta que una acusacion de demencia y un escabroso homicidio terminaron con su corta carrera. “Bruja, loca, asesina”, dicen que estuvo encerrada mas de una decada en el sotano de un sanatorio antes de que la tuberculosis y el olvido la mataran. Dicen muchas cosas sobre ella. Sin embargo, lo unico claro, es que la verdadera historia de quienes retrataba se escondia en el susurro de los fantasmas o detras del clic de una de sus fotos.

  • Invisible de Pablo Poveda

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    Primero le quitaron su vida, despues la identidad. Ha llegado la hora de vengarse de todos.

  • Despedida a la francesa de Patrick Dewitt

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    -Todo lo bueno llega a su fin -sentencio Frances Price. Era una mujer adinerada y rutilante de sesenta y cinco anos y se estaba poniendo los guantes negros de cabritilla en los escalones de un edificio de piedra rojiza del Upper East Side de Nueva York. Su hijo, Malcolm, de treinta y dos anos, esperaba cerca de ella, con su habitual aire mohino y desalinado. Era un anochecer de finales del otono; las ventanas del edificio estaban iluminadas y se oia un piano; en el interior de la casa se estaba celebrando una fiesta elegante. Frances le estaba explicando el motivo de su temprana retirada a otra dama igualmente rica pero menos rutilante, la anfitriona. Su nombre carece de importancia. La mujer se mostraba apenada. -?Seguro que os teneis que marchar? ?Tan mal esta la cosa? -Segun el veterinario, ya es solo cuestion de horas -aseguro Frances-. Es una pena. Estabamos disfrutando de esta deliciosa velada. -?En serio? -pregunto esperanzada la anfitriona. -Una velada deliciosa. Y detesto tener que marcharme. Pero parece que estamos ante una verdadera emergencia, ?y que puede hacer una en estos casos? La anfitriona medito la respuesta. -Nada -acabo admitiendo. Se hizo un silencio; para espanto de Frances, la anfitriona se abalanzo sobre ella y la abrazo-. Siempre te he admirado tanto -le susurro. -Malcolm -llamo Frances. -De hecho, me impones. ?Soy muy boba por sentirme asi? -Malcolm, Malcolm. A Malcolm la anfitriona le resulto manejable; la despego de su madre, le tomo la mano y se la estrecho. Ella miro desconcertada su propia mano moviendose arriba y abajo. Habia bebido dos copas de mas y no llevaba en el estomago mas que un viscoso pate. Volvio a meterse en su casa y Malcolm tiro de Frances para que bajase los escalones hasta la acera. Pasaron ante la limusina que les esperaba y se sentaron en un banco a veinte metros de la casa, ya que no habia ni emergencia, ni veterinario, y al gato, ese estrafalario vejestorio llamado Pequeno Frank, no le pasaba nada, que ellos supieran. Frances encendio un cigarrillo con el encendedor de oro. Adoraba este encendedor por su equilibrado peso y por el elegante !clic! que hacia en el momento de la ignicion. Senalo con el cigarrillo encendido a la anfitriona, a la que ahora se veia tras la ventana del piso superior conversando con uno de sus invitados. Frances nego con la cabeza y sentencio: -Nacida para aburrir. Malcolm estaba examinando una de las fotografias enmarcadas que habia robado del dormitorio de la anfitriona. -Esta borracha. Con suerte ni se acordara manana por la manana. -Si lo hace, nos mandara flores. -Frances cogio la fotografia, un retrato de estudio reciente de la anfitriona. En el posaba con la cabeza un poco echada hacia atras, la boca entreabierta y una desbordante felicidad en la mirada. Frances paso el dedo por el ornamentado marco-. ?Es de jade? -Creo que si -dijo Malcolm. -Es muy bonito -dijo, y se lo devolvio a Malcolm. El lo abrio, saco la foto, la doblo en cuatro y la tiro a la papelera que habia junto al banco. Volvio a guardarse el marco en el bolsillo del abrigo y retomo el analisis de la fiesta y se centro en un tipo madurito con una faja que le envolvia la prominente barriga. -Ese hombre era una suerte de embajador. -Si, y si esas charreteras que llevaba pudieran hablar… -?Hablaste con su mujer? Frances asintio y dijo: -Una dentadura de hombre en una boca infantil. Tuve que apartar la mirada. -Dio un golpecito con el dedo al cigarrillo para que la ceniza cayese en la acera. -?Y ahora este que quiere? -dijo Malcolm. Un vagabundo se les acerco y se planto ante ellos. Los ojos le brillaban por efecto del alcohol y les pregunto con tono animado: -Amigos, ?teneis una moneda? Malcolm estaba ya a punto de ahuyentar al tipo con un gesto de firmeza, pero Frances lo agarro del brazo. -Es posible que si -dijo-. Pero ?podemos preguntarte para que quieres el dinero? -Oh, ya sabe. -El individuo alzo y dejo caer los brazos-. Para ir tirando. -?Puedes ser mas concreto? -Pues, si quiere saberlo, la verdad es que me gustaria beber un poco de vino. Permanecio balanceandose ante Frances, que le pregunto con tono de confidencia: -?Es posible que ya te hayas tomado alguna copa esta noche? -Me he entonado un poco, si -admitio el tipo. -?Y eso que significa? -Que ya me he tomado una copa, pero me apeteceria otra. A Frances le gusto la sinceridad de la respuesta. -?Como te llamas? -Dan. -?Puedo llamarte Daniel? -Si quiere… -Dime, Daniel, ?cual es tu marca de vino favorita? -Senora, me puedo beber cualquier cosa liquida. Pero me gusta el Three Roses. -?Y cuanto cuesta una botella de Three Roses? -Cinco pavos la botella. Ocho la garrafa de un galon. -Se encogio de hombros, como para dar a entender que un galon era la opcion mas ventajosa. -?Y que te comprarias si te diese veinte dolares? -Veinte dolares -repitio Dan, y resoplo-. Con veinte dolares podria comprar dos galones de Three Roses y un frankfurt. -Se palmeo el bolsillo-. Ya tengo cigarrillos. -?Entonces con veinte dolares te apanarias bien? -Oh, de maravilla. -?Y adonde te llevarias todo eso? ?A tu habitacion? Dan entrecerro los ojos. Estaba imaginando mentalmente la situacion. -La salchicha me la comere nada mas comprarla. El vino y los cigarrillos me los llevare al parque. La mayoria de las noches duermo alli. -?En que parte del parque? -Debajo de un arbusto. -?Un arbusto en concreto? -Mi experimento…, mi experiencia me dice que todos los arbustos son iguales. Frances le sonrio con dulzura a Dan. -Muy bien -le dijo-. Asi que te echaras bajo un arbusto en el parque, te fumaras los cigarrillos y te beberas el vino tinto. -Si. -Mientras contemplas las estrellas. -?Por que no? -?Te vas a beber los dos galones en una noche? -quiso saber Frances. -Si, desde luego. -?Y por la manana no tendras una resaca de campeonato? -Las mananas son para eso, senora. Lo dijo sin intencion jocosa alguna, y Frances penso que las mananas de Dan debian de ser horripilantes. Conmovida, abrio el monedero y saco un billete de veinte. Dan lo cogio, un escalofrio le recorrio el cuerpo de pies a cabeza y se largo con una rapidez inusitada. Se les acerco un policia uniformado, que lanzo una mirada despectiva a Dan mientras se escabullia. -Espero que ese tipo no les estuviese importunando. -?Quien, Daniel? -dijo Frances-. Para nada. Es amigo nuestro. -Me ha parecido que les estaba pidiendo dinero. Frances miro con frialdad al agente. -De hecho, le estaba pagando lo que le debia. Deberia haberle pagado hace mucho, pero Dan ha tenido mucha paciencia conmigo. Doy gracias a Dios de que existan hombres como el. Aunque eso a usted que le importa. -Alzo el encendedor y lo prendio: !clic! La llama, gruesa y con la base azul, se interpuso entre ellos como una frontera. El poli se sintio rechazado y siguio su camino, murmurando lamentos para si mismo. Frances se volvio hacia Malcolm y dio una palmada con ambas manos para celebrar el desenlace de la situacion. No les gustaban los polis, no les gustaba nadie que representase la autoridad. -?Ya te has quedado a gusto? -pregunto Malcolm. -Pues si -respondio Frances. Mientras se dirigian a la limusina, cogio a Malcolm del brazo con un gesto carinoso muy tipico de ella. -A casa -le ordeno al chofer. El lujoso apartamento de dos plantas estaba a oscuras y parecia un museo a deshoras. La cocinera les habia dejado un asado en el horno; Malcolm sirvio dos raciones y cenaron en silencio, que no era lo habitual, pero ambos estaban ensimismados en sus propios problemas. Malcolm estaba inquieto por Susan, su novia. Llevaban varios dias sin verse, y la ultima vez que habian hablado ella se habia dirigido a el de un modo rudo y vulgar. La preocupacion de Frances era de tipo existencial; ultimamente no se quitaba de encima una sensacion de intranquilidad, como si alguien tirase de ella hacia las profundidades. Pequeno Frank, ya decrepito por su avanzada edad, trepo a la mesa y se sento ante Frances. Ella y el gato se miraron a los ojos. Frances encendio un cigarrillo y exhalo una bocanada de humo directa a los ojos del animal. Este hizo una mueca y salio de la habitacion. -?Que plan tenemos para manana? -pregunto Malcolm.

  • Seis numeros rojos de Jose Luis Leon Padial

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    La vida de Luis transcurria con total normalidad hasta que un dia todo dara un giro inesperado y se vera implicado en un asesinato. La unica salida que ve es investigar el mismo el caso e intentar salir del atolladero en el que se ha visto envuelto. Tras la unica pista que tiene, recorrera las calles del Realejo de Granada para encontrar al verdadero culpable.

  • Los Roockford de Mara Caballero

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    Devan Roockford se entera de una noticia importante: su padre ha sufrido un infarto y de paso se entera de la nueva crisis de la empresa de la familia. Inmediatamente viaja desde Los Angeles a la ciudad de Londres despues de anos de haberse marchado para buscar su propio camino lejos de su pasado.
    Anne Freeman es la directora de una revista de moda en Espana, decide ir a Londres cuando su madre le informa del infarto de su padrino; A su llegada descubre que Devan esta en la ciudad y despues de un suceso tragico, ella se entera de la crisis de la empresa de los Roockford, encuentra una solucion y la propone a Devan, este duda pero ambos deciden dejar a un lado sus diferencias del pasado, entonces elaboran un contrato donde al final hay una clausula muy importante donde se especifica que durante un ano ante el mundo seran.
    Los Roockford.

  • No te olvides de mi de Carlos Fonseca

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    La Transicion no fue el periodo modelico que muchos politicos pregonan, sino una etapa conflictiva y tragica, en la que decenas de personas perdieron la vida intentando asentar las fragiles libertades que comenzabamos a recuperar frente a quienes defendian la pervivencia de un franquismo sin Franco.
    Yolanda Gonzalez Martin, una estudiante bilbaina de 19 anos, fue una de esas luchadoras anonimas. Ni fue la primera ni seria la ultima victima de aquel tiempo convulso, pero las circunstancias que rodearon su brutal asesinato en febrero de 1980 en Madrid la convirtieron en el simbolo de una generacion de jovenes idealistas que se echo a la calle decidida a cambiar el mundo.

  • La increible historia de… la abuela ganster de David Walliams

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    Esta es la historia de Ben y de su abuela, !una ancianita con un secreto super emocionante! Humor y aventuras de la mano del autor numero 1 en Inglaterra.

  • El Plan C de Anna Polux

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    Sandie Davies y Elizabeth Cooper trabajan juntas en una revista para mujeres lesbianas y bisexuales y, a pesar de que