• Descubriendo a Valentina de Mara Macbel

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  • Piedras negras de Eugenio Fuentes

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    Marta Medina fallece de alzheimer en Toulouse. En el testamento encarga a su nieta Marthe que busque a un hijo que tuvo que dar en adopcion en tiempos de la guerra civil. La nieta viaja a Espana y encarga la investigacion a Ricardo Cupido. El detective descubre que el hijo de Marta se llama Alejandro Garcilaso y es un hombre muy rico y padre de una hija ilegitima. Cuando Cupido y Marthe le revelan quien es el en realidad, este se niega a aceptarlo y Marthe regresa desenganada a Toulouse. Dias despues, la hija de Garcilaso aparece asesinada. El crimen resulta un tanto gotico y truculento, y Garcilaso, que quiere investigarlo al margen de la policia, le pide a Cupido que descubra que o quienes se esconden tras ese homicidio.

  • Cartas a la Mujer de mi Exmarido de Katy Dahl

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    “.Jamas pense, que Omar seria capaz de tapar a Carlos y menos aun, mentirle a Silvia.y hasta a mi; y esto, no fue hace tanto tiempo. ?Mas que se puede esperar de una? Cuando amas, se esta convencida, que se puede confiar en los demas. Hasta, que algun evento nefasto te despierta y descubres,.que no puedes dejar los ‘muchachos solos’ “.

  • Alianza de A.g. Keller

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    El dia que el principe Kadar regresa a palacio en compania de Kelly, su novia britanica, despues de pasarse siete anos viviendo en Londres, se entera que esa noche se celebrara en su nombre un banquete para anunciar al mundo entero, su compromiso. Un acuerdo pactado por sus padres hace quince anos, con la princesa Amira; una desconocida para el.

  • Lo que tu digas de Christian Martins

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    Lindsay tiene treinta y pocos anos, dos amigas que no estan muy bien de la cabeza y muchas ganas de encontrar el amor. Esta cansada de ver que los cuentos de hadas se hacen realidad para todo el mundo menos para ella y que su hombre perfecto no existe.
    Y entonces aparece Jack Ackerman, el multimillonario jefazo, para ensenarle a Lindsay que los juegos sexuales en la oficina pueden ser muy, pero que muy peligrosos.
    Y ya sabemos lo que dice el dicho; quien juega con fuego, termina quemandose.

  • Cartero de Charles Bukowski

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    Cartero es la primera novela publicada de Charles Bukowski, considerado uno de los autores mas influyentes e imitados de la generacion actual de escritores estadounidense gracias a su particular estilo, propio del realismo sucio y la literatura independiente. Con una prosa plana, sobria y precisa, Bukowski ha producido algunas de las piezas mas hermosas de la literatura contemporanea, no por la belleza de su lenguaje sino por la sinceridad de sus ideas malsonantes que consiguen reproducir magistralmente los ambientes pestilentes y marginales que frecuento durante su juventud. La novela describe, a traves de su alter ego Chinaski, los doce anos que estuvo empleado en una sordida oficina de correos del Servicio Postal de Estados Unidos, hasta que un editor, deslumbrado por su fuerza poetica, le ofrecio cien dolares mensuales de por vida para que dejara el trabajo y escribiera a tiempo completo. Bukowski, con 49 anos encima, decide aceptar y abandona la miserable seguridad de su empleo para escribir Cartero, su primera novela, en menos de un mes. Una satira brillante destinada a convertirse en clasico de la literatura moderna pues gracias al tiempo libre que obtiene con su nuevo trabajo de escritor, el alcoholismo y su adiccion por las carreras de caballos, Bukowski empieza una serie de novelas autobiograficas que lo convertirian, muy a su pesar, en heredero indiscutible de la generacion beat.

  • Calavera de azucar de Rocio Verdejo

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    Si Victoria pudiese clasificar los dias mas importantes a lo largo de toda su vida, este, definitivamente seria uno de los mas especiales. La oportunidad que habia estado esperando, por lo que siempre habia estado trabajando, finalmente, se presentaba de una manera casi tangible frente a ella. Todo el esfuerzo que habia realizado, todas las noches de estudio, practica y la disciplina, estaban a punto de dar resultados. Victoria Alba es una chica de 22 anos de edad, profesora de violin en una academia de Ciudad de Mexico, una de las mas importantes, y la cual acumula el mayor talento juvenil de todo el pais. Su compromiso con ellos, ha sido arduo, caracterizado por el sudor y las lagrimas, entregando cada dia para desarrollar el mayor talento y destrezas de sus estudiantes, los cuales, la miran y la respetan a pesar de su corta edad. Victoria habia destacado como una violinista virtuosa desde pequena, con tan solo 16 anos de edad, ya estaba interpretando algunas de las obras mas intimidantes para aquellos que tenian anos de estudio, asi que, simplemente era un talento que venia en su sangre, por lo que, se habia convertido en el orgullo de sus padres y un ejemplo a seguir para cada uno de sus alumnos. Sobre ella se habian escrito muchos reportajes, se habia invitado a Victoria a muchos programas de television y radio, ya que, era una verdadera estrella de la musica clasica, y sus dedos parecian volar como colibries sobre el diapason de su violin Stradivarius. Su desempeno como profesora, la habia hecho ganar un reconocimiento tremendo entre los grandes maestros del pais y el mundo, por lo que, el nombre de Victoria Alba comenzo a hacerse cada vez mas habitual entre los conocedores de la musica. Esta siempre habia tenido la conviccion de que tarde o temprano perteneceria a la filarmonica de Berlin, era su sueno, interpretar con los musicos mas destacados e imponente es del mundo, los cuales parecian converger todos de manera innegable en esta agrupacion musical que interpretaban las piezas mas importantes de la historia. Parecia que Ciudad de Mexico se estaba haciendo pequena para Victoria Alba, quien, ante la posibilidad de irse a Alemania, Tendria que dejar atras todo lo que habia construido con tanto esfuerzo. Esto era lo que generaba la duda en el corazon de la chica, la cual, no queria abandonar a sus estudiantes, los cuales, realmente la necesitaban, pues nadie podia proveerles tanta dedicacion y entrega como lo hacia ella. Parecia que toda su vida habia estado basada en la duda, y ni siquiera habia tenido tiempo para el amor, ya que, Victoria se habia dedicado unica y exclusivamente a desarrollarse profesionalmente como una de las mejores ejecutantes del violin. A sus 22 anos, habia superado a muchos, pero aun consideraba que le quedaba un camino muy largo por recorrer, y una pareja simplemente la retrasaria. Sabia que esto implicaba salidas, citas, reuniones familiares, o un posible compromiso, y esta, no estaba dispuesta a sacrificar una sola hora libre de su tiempo para algo de distraccion, para ella, la disciplina era lo mas importante. Pocos, a los 22 anos de edad tenian un futuro tan prometedor en el mundo de la musica clasica, ya que, no era un mercado tan comercial, pero cuando se lograba un posicionamiento adecuado, basicamente, la vida estaba resuelta. No iba a tener el exito y la fama, los lujos y los excesos que un rapero o un cantante de reggaeton, pero tendria la vida que siempre habia deseado acompanada de los musicos mas virtuosos del planeta, y esto, era algo que no podia compararse con la banalidad y simplicidad de la cultura pop moderna. No tenia nada que ver con sus amistades, Victoria tenia una personalidad Bohemia, adoraba leer libros, pasar tiempo en la biblioteca, ir al parque a disfrutar de leer sus novelas favoritas. Escucha musica clasica antes de ir a dormir y ejecutar el violin durante mas de ocho horas al dia, ya que, esta seria la unica forma de alcanzar el nivel de perfeccion que ella estaba buscando. Parece que era una bendicion, ya que, escuchar aquellas notas perfectamente ejecutadas por las manos de aquella revelacion musical, era simplemente glorioso. Las pocas amigas que tenia, eran del mismo circulo de musica clasica, pero definitivamente, la mas importante de ellas era Paulina, la cual, era una chelista de la orquesta sinfonica de Mexico, la cual, habia desarrollado una amistad tan cercana con victoria que practicamente eran hermanas. Paulina Alonso, fue el nombre que vio victoria en su telefono movil mientras arregla su cabello para dar los ultimos ajustes antes de salir. Esta, ignoro la llamada para terminar de perfeccionar su peinado, tenia que ser la noche perfecta, ya que, de lo contrario, cualquier error podria significar el fracaso de su vida. Solo unas semanas atras, Victoria habia recibido una oferta para viajar a Berlin y ser parte de la filarmonica de Berlin, alli, seria parte del conjunto de violines principales, y esta, seria la noche donde mostraria a los directivos de aquella organizacion, cual era su nivel tecnico. Esta noche, tendria la posibilidad de interpretar a Tchaikovsky, Uno de sus compositores favoritos, pero uno de los mas desafiantes para ejecutar, ya que, el nivel tecnico iba a un punto en el cual, ella se sentia muy presionada. Cualquier minimo error podria estropear por completo una pieza perfecta. Pero no hay nadie mejor preparado que Victoria Alba para poder interpretar una de estas piezas, por lo que, hace sus ultimos calentamientos para estar lista para la noche. Justo despues de arreglar su cabello y tomar su violin de 1690 una vez mas, el telefono movil de Victoria comenzo a sonar nuevamente. Parecia que Paulina Alonso, estaba muy interesada en hablar con ella, asi que, finalmente decidio presionar el boton verde y contestar. --?Por que siempre es tan complicado comunicarse contigo, Victoria? Siempre tienes que estar atenta al telefono, nunca sabes cuando sera una emergencia. --Dijo Paulina un poco alterada. --Lo siento, tenia los auriculares, no me di cuenta. ?Que ocurre? ?Ya estas lista para la gran noche? --Si, precisamente te estaba llamando para preguntarte en donde nos encontraremos. Habra muchas personas importantes en ese lugar y no queria llegar sola. ?Te parece si nos vemos en el cafe de Frank a las 7:00 PM? --Si, asi tendremos tiempo de repasar algunas de las partituras. A las 7:00 estare alli. --Siempre estas pensando en estudiar, hablaba de tomarnos un cafe y relajarnos antes de la ejecucion final. ?Ya decidiste si te iras a Berlin o no? --Esta noche todo se definira, Paulina. No quiero pensar demasiado en ello, ya que, si lo logro, estare dejando atras todo lo que he conseguido con esfuerzo, pero si fracaso, me perseguira ese fantasma durante el resto de mi vida. --Respondio victoria de una forma bastante consternada. --OK, disculpame por abordar el tema. Creo que no es momento para conversar sobre eso. Te veo en un rato. La llamada termino, eran aproximadamente las 6:00 de la tarde, por lo que, Victoria tendria tiempo para hacer una breve revision de algunos de los temas mas complicados que interpretaria aquella noche. Tomo su estuche negro, lo abrio con mucho cuidado, ya que, recien habia reemplazado los broches de seguridad. Al abrirlo, alli estaba su mejor amigo, un violin Stradivarius hecho a mano de los anos 1600, el cual, la habia acompanado desde que era una nina, ya que, su abuelo, un influyente politico de la ciudad, lo habia conseguido gracias a sus contactos en Europa. Desde el momento en que habia recibido este violin, todos los espiritus de los ancestros que habian pasado por aquel instrumento historico, parecian haberse canalizado a traves de las manos de Victoria Alba, ya que, desde que comenzo a practicar, nunca mas se habia detenido. Era una pasion fogosa, indetenible, la cual, la hacia sentir viva, sin ningun tipo de miedos, cuando tenia el instrumento, simplemente se transformaba. La vida de esta chica de 22 anos de edad, giraba en torno a la musica, al violin, a las notas estructuradas en una arquitectura temporal perfectamente armada, la cual, llegaba directamente hasta el punto mas profundo de las emociones de un ser humano. La musica era capaz de hacer llorar a las personas, alegrarles, llevarlas a traves de una montana rusa de sensaciones y pensamientos, y todo esto, era capaz de canalizarlo Victoria Alba a traves de sus ejecuciones. Siempre la disciplina, el trabajo duro y la perfeccion eran parte de su ejecucion. Habia tocado muchas veces en el auditorio nacional de Ciudad de Mexico, pero esta era la primera vez que sentia tantos nervios al presentarse alli. Habia muchas personas de la industria musical que se darian cita, politicos, miembros del gabinete de Ciudad de Mexico, asi que, era un concierto importante, pero ninguno era mas importante que otro, todos debian ser perfectos. La entusiasmada chica, llena de suenos, repleta de ilusiones e infestada de expectativas, separa frente al espejo para hacer los ultimos retoques a su maquillaje. Es perfeccionista, meticulosa, obsesiva, todo debe estar en su lugar en el momento exacto, nada debe lucir en exceso, exagerado, no debe verse simple o tratando de llamar demasiado la atencion, todo debe tener el perfecto equilibrio, como en la musica. Para esta ocasion, Victoria ha decidido recoger su cabello en un mono muy ajustado, el cual, deja ver perfectamente su rostro y no representara un problema al momento de ejecutar. Esta, ha maquillado sus ojos de forma bastante notable, ha resaltado sus pestanas, ha delineado el contorno de sus parpados, haciendo un maquillaje degradado oscuro con tonalidades moradas y negro. Esta, ha pintado sus labios en un rojo bastante provocativo, ya que, los mismos son carnosos, suaves, seductores, y este, suele ser un gancho directo a la mandibula de cualquier hombre que se acerque a ella, ya que, solo ver su perfecto rostro bien perfilado, quedan atontados, sabe muy bien como conseguir las cosas con mucho esfuerzo y disciplina, y finalmente, esta apunto de tocar las nubes por primera vez. Ya esta en la hora limite, y si quiere llegar puntual como generalmente lo hace en cada cita, necesita salir en ese preciso instante. Ya no hay tiempo para hacer arreglos, la perfeccion sobre la perfeccion, simplemente puede generar el caos absoluto, asi que, toma su bolso, verifica que tiene su movil, su monedero, y sus llaves. Adicionalmente, no puede olvidar el artefacto mas importante, el violin, el cual, introduce con mucho cuidado en un estuche elaborado con el mejor terciopelo azul en su interior. Lo asegura, cierra sus ojos, y trata de conectar su energia con aquel instrumento, ya que, es a traves de el que podra conseguir el futuro con el que siempre habia sonado. Introduce las llaves en la cerradura de su puerta, gira el picaporte y finalmente da los primeros pasos hacia un mundo que le esta esperando para devorarlo. Se siente llena de vida, viva, cargada de una energia inquebrantable que absolutamente nadie puede modificar. Nada puede salir mal, su corazon late con fuerza, siente esa sensacion de plenitud en su pecho, ya que, es una noche con la que habia sonado muchas veces. Ve el reloj, y son aproximadamente las 6:45 de la tarde, por lo que, debe darse prisa para llegar al cafe donde se encontraria con Paulina. Esta, suele ser muy ansiosa tambien, asi que, no le gusta esperar. Victoria vivia en un edificio de cuatro niveles, una cadena de bloques donde alquilaba temporalmente. Caminar a traves de aqui es largo pasillo con iluminacion blanca y barandillas de color marron, siempre era un reto para ella, ya que, trataba de hacer el menor ruido posible para no alertar a una de sus vecinas mas cercanas. Teresa Ramirez, vivia en el 3-A, y era una de esas personas que, por su imprudencia, habia terminado alejando a todos, inclusive a sus familiares. La sexagenaria, solo queria un poco de amistad, pero sus comentarios, siempre resultaban siendo incomodos, ante lo que, Victoria hacia lo imposible por tratar de evadir los encuentros con esta anciana mujer. Camina despacio hasta las escaleras, pero puede escuchar, finalmente, como la puerta del departamento de Teresa, se abre abruptamente, alertando a Victoria de que no ha logrado con exito salir sin la interrupcion habitual. --!Victoria, que bella estas! ?Esta noche tienes concierto? --Pregunto Teresa apoyada en un baston. --Hola, Teresa. Si, como veras, tengo concierto. --Respondio Victoria de una forma ironica, mientras mostraba con sus ojos el violin en su mano. --Esta noche seguramente lo haras espectacular como siempre. Oh, por cierto, queria pedirte un favor, Victoria. Claro, si no es de mucha molestia. Los ojos de Victoria de manera inconsciente e involuntaria, voltearon hacia arriba de una manera molesta, ya que, siempre habia algo con Teresa. No podia dejarla ir sin pedirle algun favor, solicitarle algun consejo, preguntarle algo totalmente innecesario. La necesidad de contacto social de aquella mujer de 71 anos de edad, siempre era una molestia para ella. --Dime, Teresa. ?En que puedo ayudarte esta vez? --Dijo la chica, mientras ponia el violin en el suelo y caminaba hacia el departamento de la anciana. --Te dare un poco de dinero para que, por favor, me compres unos analgesicos. El dolor de mi pierna ya es insoportable y ya no tengo la fortaleza para ir hasta la farmacia yo misma. Se que puedes comprarlo cuando vengas de regreso, no los necesito con urgencia. La mujer le dio un fajo de billetes a la chica, y esta, supo instantaneamente que era demasiado dinero para unos simples analgesicos, ante lo que, Victoria reacciono inmediatamente. --Es mucho dinero, Teresa. Solo necesito esto… Ten cuidado con el dinero, o alguien va a robarte de una manera descarada en algun momento. --Dijo Victoria, mientras separaba el dinero y regresaba una gran porcion a la anciana. --Por eso es que solo confio en ti, Victoria. Eres una chica honesta y muy amable. Gracias y disculpa la molestia. Espero que te vaya excelente esta noche. La sonrisa de aquella mujer, era muy tierna, le recordaba inclusive a la de su propia abuela, y esto, la habia retrasado algunos minutos, por lo que, Victoria cayo en cuenta rapidamente de que el tiempo no iba esperar por ella, asi que, decidio correr directamente hacia las escaleras. Se inclino para tomar su estuche y bajo rapidamente hasta llegar a la planta baja. Tuvo problemas para abrir la puerta principal, su llave, siempre generaba problemas en el momento menos indicado. Despues de una breve lucha con la puerta principal, y algun par de patadas para que esta cediera finalmente, la chica logro salir. Corre rapidamente hacia su coche, el cual, se encuentra aparcado en un estacionamiento abierto, donde se encuentran el resto de los vehiculos de los que habitan en aquel lugar. Se trata de un grupo de edificios, los cuales forman una especie de semicirculo, rodeando el estacionamiento en donde se encuentra a la intemperie todos los vehiculos. Esta, coloca el estuche en el suelo, busca las llaves en su bolso, finalmente, extrae el manojo de llaves de su coche, abre rapidamente, deja caer el estuche en el asiento del acompanante, posteriormente su bolso, y entra al vehiculo. Respira profundamente como si se tratara de algo completamente imposible de lograr en cada ocasion que sale. Teresa suele retrasarla con mucha frecuencia, y nunca puede salir silenciosamente o con tranquilidad, ya que, los retrasos siempre forman parte de la ecuacion. Pero este es un dia especial, asi que, la chica respira profundamente, ajusta el espejo y ve que su maquillaje aun este intacto. Trata de cerrar la puerta, pero en ese momento, Victoria descubrio que el miedo que estaba experimentando, podria transformarse en panico, ya que, se desarrollo una escena para la que nadie esta preparado. Cuando la puerta golpeo contra el vehiculo para cerrarse, algo interrumpio, ya esta, al darse vuelta, la imagen que observo, la dejo petrificada. Era un hombre corpulento, de casi 2 metros de altura, llevaba una chaqueta negra, pantalon del mismo color y botas rusticas. En sus manos, lleva guantes, parece que no quiere dejar huellas, pero lo mas espeluznante, era que no pudo ver su rostro, ya que, este lo habia cubierto con una pantimedia. --!Dame el dinero y sal del coche ahora mismo, perra! --Dijo el hombre, mientras desenfundaba un arma con un canon tan grande e intimidante, que la chica casi sufre un ataque cardiaco en el momento.

  • Pide un deseo de Lana Fry

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    Nuestra vida esta plagada de deseos cumplidos y por cumplir; aquellos que creemos conocer y los que solo nuestra alma conoce; los que mueven montanas y los que nos mueven a nosotros a seguir avanzando.
    Mientras la fe de Thea en los deseos se tambalea, Ethan esta a punto de cumplir el suyo.
    Diez anos atras, la vida les llevo por caminos separados. Ahora, Thea vive en Roma y es duena de una coqueta boutique de joyas. Puede que la relacion con sus padres no sea la mejor y eche de menos a sus amigos, pero es feliz. Por otro lado, Ethan esta en su mejor momento. ?Como no estarlo, si tiene el ascenso por el que ha peleado sin descanso al alcance de la mano? Nada puede salir mal.
    Pero el destino es caprichoso. Reencontrarse por sorpresa no solo tambaleara sus vidas sino que abrira viejas heridas que creian curadas.
    No hay nada como mirar a los ojos al pasado para darse cuenta de que, por mucho que traten de esconderse, hay suenos y deseos que son imposibles de apagar.
    <>.

  • La magia de la vida de Viviana Rivero

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    La magia de la vida es una novela luminosa que habla del coraje y del amor verdadero, ese que sana y que cree en las segundas oportunidades.

  • Siempre seras mi chica de Lory Squire

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    Tanner Adams esta atravesando su peor momento profesional: ha perdido la inspiracion, todavia no ha sido capaz de alcanzar el numero uno en ventas y, a sus treinta anos, se siente solo a pesar de haber conseguido a la chica dorada del pop, Lady Lillie McFly.
    Sin embargo, la repentina muerte de su padre, con quien no se habia hablado durante anos, le obliga a volver a su pueblo natal, aquel que le trae tan dolorosos recuerdos y que esta ligado a la perdida del unico amor verdadero que ha sentido en su vida.
    Sera alli, en Scarborough, un lugar en la costa norte de Yorkshire, donde Tanner podra volver a conocerse y, sobre todo, a reencontrarse consigo mismo y con la chica que dejo atras, su pequena Yellow.

  • Abelino de Daniel Urpina Arca

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    Alocada y reflexiva. Banal y profunda. Desternillante y seria.

  • A mitad del camino: El amor despues del amor de C. M. A

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    Veronica disfruta de una buena vida, a sus 37 anos es considerada una de las mejores abogadas corporativas de la ciudad, comparte las noches con un hombre que se roba los suspiros de la mayoria de las mujeres, y ha viajado tanto alrededor del mundo, que su memoria ya no posee espacio para mas recuerdos. Tiene todo lo que quiere, lo que necesita, lo que cree desear. Una imprevista gripe la llevara de patitas a la cama, poniendo en evidencia la inevitable sensacion de soledad oculta en ella: Veronica tiene todo, y a la vez, nada.

  • Mi lugar eres tu de Vega Manhattan

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    --!Maldita sea! Logan golpeo el balon con fuerza. Tras rebotar en el suelo, este salio de la cancha mientras el jugador que lo habia lanzado lejos hacia lo mismo. Como pudo y maldiciendo a diestro y siniestro, Logan llego hasta la banca y se dejo caer, sentandose sobre el lado derecho de su cuerpo. Un poco ladeado, su mano aguantando su peso mientras la mantenia abierta sobre el banco. Su pierna izquierda completamente estirada y, por unos segundos, su rostro mostrando el dolor que sentia. Porque dolia, por todos los infiernos que lo hacia. Y aquello parecia no mejorar con el tiempo. Y habia pasado tiempo. Dias. Semanas. Joder, !meses! Pero esa maldita pierna…. No le estaba respondiendo como debia. --Deberias irte a descansar. Y ese imbecil no le estaba diciendo lo que debia. Logan abrio los ojos, aquellos que habia cerrado con fuerza por el dolor y lo miro. Apretaba fuertemente su mandibula. Su mirada, la que postraba sobre ese hombre de casi dos metros de altura, dura. Michael le mantenia la mirada. Con firmeza. Cualquier otro no podria hacerlo. Lejos de sentirse atemorizado, de darse la vuelta y de marcharse de alli por como lo estaba mirando, que es lo que habria hecho cualquiera, Michael se cruzo de brazos y enarco las cejas. Porque el no era cualquiera. Sus ojos se movieron, observando a su amigo y su rostro mostro preocupacion al observar la tension en el brazo de Logan. Las venas senaladas, parecia que el brazo le iba a reventar. Y por como le temblaba, podia imaginar muy bien cuanto dolor sentia. El brazo perdio un poco de estabilidad y, gimiendo, Logan cambio de postura, sentandose sobre su trasero. Apreto aun mas los dientes por el dolor. Porque ese era el verdadero dolor. No el del brazo cuando aguantaba su peso y toda la tension de su cuerpo, no. Si no el de la pierna que acababa de mover. --Vete a casa --insistio Michael. --Olvida eso --gruno Logan, enfadado al escucharlo--. Estoy bien. Solo necesito un par de minutos y... --Te has acostado con ella --dijo Michael de repente, en tono de "Ya lo entiendo todo". ?Me he acostado con quien?, penso Logan, descolocado. Porque Michael podia entender todo lo que el quisiera, pero Logan no entendia una mierda. Pestaneo varias veces mientras intentaba deducir a quien se podia estar refiriendo ese idiota. Porque teniendo en cuenta por lo que el habia pasado ultimamente... ?Con quien se iba a acostar? Si en lo unico que pensaba era en la maldita lesion, ni se acordaba de cuanto hacia que no… En fin, ?de que demonios estaba hablando ese loco? Mejor dicho, ?de quien? --Con tu fisioterapeuta --continuo Michael al observar el asombro en el rostro de su amigo. Logan abrio los ojos exageradamente, sorprendido aun mas si cabia. Porque el no... !Claro que no! Porque joder, ?con su fisio? ?En serio? A ver, que el no era idiota. No haria algo asi, sabia que no podia. Sabia que no debia mezclar... A la mierda, seamos sinceros, esa no era la razon. Si el queria y ella tambien, a el las reglas le importaban muy poco. Pero... La verdad era que... Esa mujer y el no... Nunca. Porque bueno, porque el sexo ni se le habia pasado por la mente ultimamente. Ademas, de haber sido asi, no habria sido con ella. Joder, !con ella no! --!?Pero de que hablas?!, exclamo, desconcertado. La loca afirmacion de Michael lo habia dejado mas que asombrado. --?No es asi? --pregunto su amigo, haciendose el sorprendido al ver que se habia equivocado. Pero de sorprendido poco, el sabia, de mas, que entre su amigo y su fisioterapeuta no habia nada. No solo porque de haber ocurrido algo, ya el se habria dado cuenta. Porque conocia a Logan, su rostro hablaba sin tapujos. Incluso aunque su amigo quisiera ocultarle las cosas, que no era el caso, no habia, tampoco, necesidad para ello, Michael terminaria sabiendo todo porque la cara de Logan no callaba nada. No para el que lo conocia muy bien. Y a el no podia esconderle ni el mas minimo secreto. Que no lo haria, Michael sabia que ni siquiera lo habia intentado nunca. Logan podia ser muchas cosas, pero si tenia una virtud era la sinceridad. Y aunque era muy reservado con su vida privada, Michael conocia cada detalle de esta. Para algo era, ademas de su entrenador, su mejor amigo. --?Se puede saber a que demonios viene eso? --A que es lo unico que explicaria que estuvieras aqui. --Soy jugador de baloncesto. Si no estoy aqui, !?donde demonios voy a estar?! --gruno. --?En la camilla? ?Recuperandote de tu lesion? --Michael miro la mano con la que Logan se acariciaba la pierna antes de volver a posar la mirada en el. Ignoro que el rostro de Logan le mostrara que queria matarlo en ese momento-- ?Tan bueno eres en la cama? --continuo, enfadandolo aun mas-- Porque es lo unico que se me ocurre para que te haya dejado volver aqui. Pero mentia, porque el sabia la verdad de por que su mejor jugador, aun lesionado, habia vuelto. Pero iba a esperar a que se lo dijera el mismo. Porque lo iba a hacer, el se encargaria de ello. --Eres un idiota --gruno Logan. Le jodian mucho ese tipo de comentarios. Porque era como si el usara a las mujeres y el no lo hacia. Jamas hizo algo como eso. Las respetaba. Y si, podia ser un picaflor, pero siempre que estaba con alguien era despues de hacerle entender que, con el, solo seria una vez. Una y no mas. Podian seguir siendo amigos o manteniendo la relacion personal o laboral como siempre, pero no se volveria a cruzar la linea. Y todas las mujeres con las que estaba aceptaban eso. Asi que no, el no jugaba con ellas, no les faltaba al respeto en ningun sentido. No les mentia. Podia estar con una y con otra, pero no era un mal hombre. Era honesto. Siempre. Michael sabia eso, lo sabia muy bien. Pero tenia que apretar un poco mas. Hasta que le dijera la verdad. --?Idiota? ?Yo? --Michael, sorprendido-- ?Por que exactamente? ?Por pensar que la sedujiste para que te dejara volver a entrenar? ?Acaso no serias capaz de hacerlo? No, joder. El no haria algo asi. Sabia respetar a las personas. Y no necesitaba recurrir al sexo para conseguir nada. Y Michael lo sabia. Por eso Logan no entendia por que le estaba hablando de esa manera. --Mierda, sabes que yo no... No. El no era eso. Jamas haria eso. --O es que a lo mejor lo intentaste y despues del polvo te dijo que no --sonrio Michel, satisfecho al ver que Logan estaba cada vez mas enfadado. Y Logan exploto, hasta ahi llego. --!?Pero de que vas?! --grito. Odiaba cuando alguien hablaba de esa manera-- !Eres un machista de mierda! --exclamo-- ?Eso es lo que piensas de mi? !?Eso es lo que me conoces?! -- un movimiento brusco y sollozo por el dolor. Maldita fuera la vida, como dolia aquello. Michael miro a Logan con comprension cuando lo vio apretarse la pierna. Sabia cuanto le dolia, lo sabia muy bien. El mejor que nadie. Y por eso mismo no podia permitir que su mejor amigo cometiese las mismas estupideces que el. Logan maldijo de nuevo y volvio a cambiar de postura, apoyandose sobre su brazo. Ese que tambien se sentia dolorido. Un suspiro largo y contenido salio de sus labios. --No sabe que estoy aqui --reconocio, refiriendose a su fisioterapeuta. Esa que no le habia dado permiso para volver a entrenar. Ni siquiera para conducir su maldito coche. Michael no se habia equivocado. Eso era, exactamente, lo que habia imaginado. Mas sabe el diablo por viejo que por diablo, ?no? --Pero lo sabra --le aseguro su entrenador. Porque veria las consecuencias fisicas rapidamente. --No... --?No, que? --lo interrumpio Michael-- Lo sabra porque... --lo senalo con la mano, diciendole, sin palabras, que su cuerpo se lo mostraria-- Joder, Logan --resoplo Michael--. ?No te importa que por hacer el imbecil te jodas de verdad? --por primera vez hablo enfadado--. El tema no esta en que tu fisio te castigue cuando se de cuenta de que la has desobedecido y te alargue la vuelta una semana. El jodido tema es que por una negligencia asi, se puede joder tu vida para siempre. ?Es que no lo ves? No, no lo veia. Ademas, el necesitaba volver a su vida. Al baloncesto. Necesitaba volver a jugar. --Tampoco exageres. --?Que no exagere? --Michael apreto los dientes-- ?Te recuerdo con quien hablas? Como si Logan no lo supiese bien. --No me va a ocurrir lo mismo que a ti, Mike. Y Dios era testigo de que Michael haria lo necesario para que eso fuera asi. --No, si es por mi no. Hare todo lo que este en mi mano para que no. Porque si es por ti... -- Michael suspiro, frustrado. Sabia que era complicado que Logan viese el peligro al que se enfrentaba. A el, en su dia, le ocurrio lo mismo. El tambien penso que a el no. Pero a el si--. Aun tienes una oportunidad, Logan. Deja de hacer el idiota y ten un poco de paciencia porque te juegas mucho. Mas de lo que imaginas --con un suspiro pesado, dejando salir un poco de la frustracion que sentia, Michael nego con la cabeza. --Necesito jugar --reconocio--. Me vuelvo loco, Mike. Necesito volver. El dia anterior estaba viendo el partido desde su casa y se subia por las paredes. --Para ello necesitas a tu pierna sana. ?Lo entiendes? --Logan asintio con la cabeza. Habia metido la pata, lo sabia-- Volveras a jugar si es lo que quieres. Pero paciencia. --Claro que es lo que quiero. Me estoy volviendo loco. --Lo se. Pero ?por no jugar o porque te das de bruces con la realidad? --?De que hablas? --Que una cosa es tu pierna y tu carrera y otra cosa es tu vida. --Esto es mi vida --le recordo. El no tenia mas, como no tenia a nadie mas. --Esto no es tu vida, Logan. No cometas el mismo error que yo. --No se de que hablas, no entiendo a que viene esto ahora. Mike se encogio de hombros. --No lo se, supongo que a que me veo reflejado en ti. Y para ti siempre quise algo mejor. --?Hay algo mejor que esto? --Logan nego con la cabeza. Porque si lo habia, el no lo conocia. --Para mi lo hubo, solo que me di cuenta tarde.

  • Enredos y secretos de Yvonne Lindsay

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    Las instrucciones de la agencia de contactos fueron: solo tienes que presentarte a la boda. Yo te proporcionare el novio.

  • Sin senal de Daniela Bascope

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    Los ojos de Cheito se asomaron por las rendijas de la ventana para asegurarse que sus papas se habian ido. Con la mano derecha, le hizo senas a Tomas, su hermano mayor, quien se fue corriendo al armario principal. Jurungaron como pudieron y donde pudieron, tratando inutilmente, de no dejar evidencias de la buscadera y el afan. Cayeron rendidos en la alfombra; derrotados porque no encontraron nada. En eso, una idea se asomo en los ojos saltones de Tomas quien otra vez y a las carreras, salto hasta la puerta de la casa. Tomo unas llaves guindadas y se fue veloz al garage. Abrieron el cajon de la camioneta. Tomas brinco como mono y reviso el perolero. Debajo de unas toallas consiguio unas bolsas y en las bolsas (brillaron los ojos de Tomas), los juguetes. Los hermanitos se taparon la boca para que sus gritos de emocion no se escucharan. Empezaron a curucutear todo y encontraron: una patineta blanca y brillante; una pista de trenes; una caja de construccion para ninos; 4 potes de plastilina azul y dos Walkies Talkies fluorescentes que funcionaban como los de la gente grande. Escucharon un ruido y aunque no eran los papas, decidieron guardar todo como estaba y cerrar el cajon de la camioneta. Esa noche, Cheito y Tomas se desvelaron pensando en todo lo que harian con esos juguetes. Imaginaban pasear por la cuadra y ser el centro de atencion de sus amigos. Fantaseaban con comunicarse por los Walkies Talkies fluorescentes y montar a Pancho, el gato tuerto pero tierno de la casa, encima del tren de la pista. Eran las dos de la madrugada y los dos hermanos sonaban despiertos; sonrientes, viendo su futuro en el techo. Llego el 25 de Diciembre. Tomas bajo a las carreras por las escaleras. Eran las seis de la manana y el sol apenas alumbraba. Cheito, en un pijamas que le quedaba grande, bajo aun dormido pero emocionado; siempre mas lento y tropezandose. Euforicos, abrieron los regalos y no encontraron nada. Si habian juguetes y eran para ellos, pero no los mismos del cajon de la camioneta ni los de tantas madrugadas de desvelo y fantasia. Con un vaiven agridulce, los hermanos Ramirez jugaron en las calles de su vecindario; sin armar mucho alboroto y sin ser centro de atencion de nadie. Algunas tardes, antes del ano nuevo, Tomas se quedaba fantaseando con la patineta blanca y brillante que jamas habia llegado y se preguntaba que habria pasado con ella. Con frecuencia, las fantasias lo encontraban a la hora de la comida, y no faltaba un "!Tomas! !se te enfria!" que lo sacudia y lo devolvia a la realidad de sus buenos pero no tan queridos juguetes. Dos dias antes de noche vieja, los hermanos Ramirez salieron con su papa al parque. Tomas y Cheito ya se acostumbraban a sus nuevos juguetes y hasta se la pasaban bien con ellos. Cheito brincaba torpemente sobre el avioncito dibujado con tiza en el piso mientras sostenia uno de sus munecos de guerra. Cantarruteaba una cancioncita de un comercial de television mientras Tomas corria y corria por el parque. De pronto, sus ojos y su cuerpo se detuvieron en seco: a lo lejos estaban dos ninos jugando con una patineta blanca, una pista de tren y dos Walkies Talkies. Tomas no creia lo que veia; eran exactamente como los juguetes que habian descubierto en la camioneta de su padre a quien volteo a ver con sus ojos saltones; intrigados y atonitos. El padre le devolvio una sonrisa leve pero Tomas le quito la mirada y no le hablo en todo la tarde. Anos despues, Tomas y Cheito conocieron a sus hermanos. Sin senal Quedaron solos en una habitacion. No habia senal asi que hablaron como se hablaba antes; sin selfies, sin historias de 24 h, sin mensajes ni llamadas. Eran ellos a solas con sus conversaciones. Se dieron cuenta que tenian el mismo lunar en el mismo sitio del cuerpo; los mismos gustos musicales y los mismos intereses pseudo espirituales. Las miradas ya no pudieron sostenerse y se acercaron; a penas se rosaron los labios pero no se besaron. Se tocaron como los ciegos para reconocer las caras pero no se besaron. Se sintieron iguales, pares, pareja, cercanos. Se amarraron las manos, las ganas. Contuvieron; aguantaron. Quedaron abrazados en un espacio que habia dejado de ser el de esa habitacion, imaginando como seria hacer el amor. Dias despues se vieron en el cumpleanos de su padre quien durante anos habia querido reencontrar a su hija con su hermano. Actuaron cordiales en la fiesta y despues de eso, nunca mas se hablaron. El silencio Mary era el estorbo ruidoso del que su mama tanto se quejaba; tenia prohibido gritar, aplaudir o escuchar musica. Habian dias en los que tenia que cuidar el pasar de las paginas de su libro o el rechinar de las puertas cuando entraba o salia. Forraba la suelas de sus zapatos para cuando llegaba del colegio y cuidaba que los platos no chocasen demasiado con los cubiertos durante la comida. Un dia llego del colegio. Sigilosa, comio sola en la cocina, hizo sus deberes y se bano. Ya eran las 8:45 de la noche y aun no habia visto a su madre que por lo general, siempre estaba en la casa escribiendo en miles de hojas de papel reciclado y un par de botellas de vino. A las 9:30 pm, Mary sintio una extrana curiosidad y camino en puntillas hasta la habitacion de su madre. La puerta estaba cerrada asi que prefirio regresar a su cuarto para evitar el ruido de las bisagras. A la manana siguiente, cuando estuvo lista para salir al colegio, decidio abrir la puerta con sumo cuidado. Habian 6 tomos de la Enciclopedia Britanica; La Iliada y 8 revistas despedazadas que formaban una torre sobre el suelo. Unos centimetros mas arriba, los pies de su madre suspendidos en el aire. El cuerpo inerte colgado de una soga y los ojos, afortunadamente, cerrados. Fue la primera vez que Mary grito; grito sin parar; grito agudo; grito largo. El Perro Fue a las siete de la manana cuando Casimir salia del garage. El perro habia esperado toda la madrugada para fugarse. Se escondio entre los otros autos de la casa para que no lo amarraran. Con el frio de la madrugada recordaba aquel dia en que habia llegado a esa casa. Apenas tenia dos meses de nacido. Queria tener familia, lamer, querer y ser querido. Con el tiempo, la ilusion del hogar calido desaparecio y el nombre que alguna vez tuvo se fue desvaneciendo: ahora solo era El perro. En esa casa era estorbo; fastidio; el desastre indeseable. Por eso, aquella manana, El Perro espero la salida del sol para irse cuanto antes. Casimir encendio el auto, tomo el control de la reja automatica y presiono el boton de salida. El Perro se acerco al porton. Ni siquiera corrio. Nadie lo vigilaba, nadie lo detenia. Salio por la reja sin mayores estrategias, sin mayores prisas. Casimir retrocedio el auto y cerro la reja automatica. Acelero mientras cambiaba la estacion de radio. Choque. Ruido. Quejido de perro. Llanto. Agonia. Casimir se bajo del auto y vio a su perro en al pavimento. Temblaba. Lo cargo como pudo: camisa llena de sangre; asientos llenos de sangre. El Perro murio. Casimir lo enterro en el jardin de su casa y lloro como cuando era nino. Lo quiere mas que nunca. Lo quiere como nunca lo quiso. Lo quiere porque ya no esta. Pian Orestes Pian Orestes era su amor platonico. Lo veia con admiracion tras bambalinas mientras el hacia escenografias, actuaba o esculpia esculturas. -!Es un renacentista!- decia con suprema admiracion. Laura Mariela visitaba brujas y adivinadoras esperando que le dijeran que el tambien la amaba, que no se lo decia porque tenia ese misterio timido y atormentado del artista que no lo deja. Aunque pasaron algunos anos, hombres y viajes para Laura Mariela, Pian Orestes seguia en sus fantasias; la esculpia, la besaba en una escena; le escribia una carta prohibida y la encontraba en una fiesta. Siempre hermosa en sus idilios y con las palabras perfectas. Fue hasta un 4 de Marzo de 1977 cuando, en un bar de Praga en el que sonaba Louis Amstrong, lo reconocio a lo lejos. Estaba solo, leyendo y tomando cafe. Laura Mariela quedo paralizada ante la imagen de su Dios. Tomo una respiracion profunda como quien esta a punto de sumergirse en el agua y camino en camara lenta hasta su mesa. Se detuvo el planeta tierra y las estrellas fugaces alumbraron la escena. Al verla, Pian Orestes se sonrio y la invito a sentarse. Hablaron durante casi dos horas y el se volvio accesible, vulnerable y cotidiano; cada vez mas humano. Se despidieron en la puerta del bar y caminaron, cada quien, en sentido contrario. Laura Mariela llego a su hotel y se puso el pijamas. Una lagrima se asomo sin muchos animos y con un solo reclamo: Pian Orestes habia matado al hombre de sus fantasias. A la manana siguiente, se levanto llena de energia y con ligereza de haberse liberado de un hombre que nunca existio.

  • Pelea de gallos de Maria Fernanda Ampuero

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    Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye -o destruye- a las personas, aborda los vinculos familiares y sus codigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso… Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas.

  • La cucaracha de Ian Mcewan

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    Ian McEwan presenta una mordaz satira de la Inglaterra del Brexit y la Europa de los populismos.
    El arranque de la novela no dejara indiferente a ningun lector, porque es una reelaboracion del famosisimo inicio de La metamorfosis de Kafka. Solo que aqui se invierten los terminos y nos encontramos con una cucaracha que un buen dia, al despertarse, descubre que se ha convertido en un enorme ser humano, concretamente en el primer ministro del Reino Unido, de nombre Jim Sams. Y resulta no ser la unica cucaracha transformada en politico que se mueve por las altas esferas.

  • Un geo para mi body de Sandra Bree

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  • Camino a una tierra extrana de David Park

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    Con una prosa elegante y sugestiva, Camino a una tierra extrana es el viaje introspectivo de un padre que busca a su hijo; un retrato psicologico, perfectamente hilvanado, acerca de una familia en una crisis emocional y, sobre todo, una hermosa reflexion del significado de la paternidad.

  • Me quedo contigo de Grace Marie March

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    Marie se encontro frente a un cuadro, era fisicamente igual que ella pero ese cuadro se habia pintado hacia muchos siglos, era distinta ropa, distinto peinado, pero el parecido entre ambas era tal, que se sintio atraida a tocarlo.
    Marjorie se encontro frente al cuadro que habian hecho pintar sus padres cuando volvio del convento para prepararse para su boda, acababa de casarse con un barbaro por un acuerdo que tenia ese hombre con sus padres, y ahora frente a ese cuadro tan solo deseaba poder estar en otro sitio, lejos de alli, tanto que se sintio atraida a tocarlo.
    ?Que sucedera cuando Marie y Marjorie intercambien sus vidas?
    Broderik tiene que llevar a su nueva esposa hasta su casa, se caso con una temerosa mujer, pero… ?Tanto podia haberse equivocado con su primera impresion?
    ?Sera Marie feliz en su nueva vida? ?Podra conseguir averiguar el modo de volver a casa? ?Y si lo consigue… querra volver o quedarse con Broderik?

  • Semihumana, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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    Dividida entre el deber y la supervivencia, ya nada puede ser igual.
    Todo lo que creia saber Ivy Morgan se ha venido abajo. Tras ser traicionada y estar a punto de morir a manos del Principe de los Faes, ha de guardar a toda costa un secreto perturbador. Porque, si la Orden lo descubre, la matara.

  • La trayectoria de los aviones en el aire de Constanza Ternicier

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    El principio de incertidumbre envuelve el colaps fisico de la estudiante chilena Amaya Tripe, becada por su gobierno en Barcelona y de fin de semana en Londres. “A pesar de que estabas en una ciudad mas bien grisacea, la luz del sol estaba enceguecedoramente brillante. Entreabriste los ojos y, pese a la dificultad, te diste vuelta hacia el otro lado. Ahi estaban las ultimas personas con quienes creias que te ibas a encotrar: padre y madre.” La cama del hospital es el origen de un viaje que se dispara en amores, la trayectoria de los aviones al otro lado de la ventana y, sobre todo, las causas del colapso. Los ojos azules de los medicos londinenses le provocan un ardor irrefrenable, y ese ardor, cada vez que lo siente, es una sacudida en la memoria y a sus esperanzas de libertad adulta.

  • Las alcantarillas del poder de Fernando Rueda

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    <>. Esta frase, del que fuera presidente del Gobierno, Felipe Gonzalez, abre un libro apasionante y sorprendente que introduce al lector en los vericuetos del Estado desde el inicio de la Transicion. El objetivo es hacer un retrato lo mas fiel posible del comportamiento -agentes, operaciones secretas y actividades- de la empresa de fontaneros mas potente que ha tenido la democracia: el Cesid, hoy llamado CNI, creado en 1977 por el teniente general Manuel Gutierrez Mellado.

  • Canciones de amor a quemarropa de Nickolas Butler

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    Henry, Lee, Kip y Ronny crecieron juntos en el mismo pueblo de Winsconsin, Little Wing. Amigos desde ninos, sus vidas comenzaron de manera similar, pero han tomado caminos distintos. Henry se quedo en el pueblo y se caso con su primera novia, mientras que el resto lo abandono en busca de algo mas: Ronny se convirtio en un famoso cowboy de rodeo, Kip en exitoso agente de bolsa y Lee en una estrella de rock de fama mundial.

  • Regalame otro mundo, Mina Vera de Mina Vera

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    Es el ano 2998 y Galatea Biagioni tiene una nueva mision como Galaxia, campeona de la Agencia de Recuperaciones en el olvidado planeta llamado Nox. No esta aun curada de las lesiones sufridas tras su ultimo encargo, pero a una sola victoria de alcanzar los mil puntos en el ranking, sus jefes la apremian para que consiga un nuevo exito.

  • Al corriente de Christophe Van Gerrewey

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    Un hombre joven se despierta en una casa perteneciente a unos amigos que se han ido de vacaciones. Acompanado de un gato, Ratoncito, unico ser vivo del que consigue aun encarinarse, se acuerda del verano anterior, cuando todavia le amaba una mujer. Decide escribir una carta para tenerla al corriente de los ultimos acontecimientos de su vida. Recuerda las casas donde pernoctaron, las palabras que se dijeron, los secretos que compartieron.
    Pero los roles se invierten, y la amada ausente comienza a responderle, hasta que su voz desplaza a la del protagonista y expone todas sus faltas. Al corriente es el sutil e ingenioso balance de una relacion pasada que continua reverberando en el presente, un intento tragicomico de vislumbrar las dificultades practicas y los deseos en conflicto del amor moderno. ?Como conseguir comprender el amor si no nos comprendemos ni siquiera a nosotros mismos?

  • El Traje Gris de Andrea Camilleri

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    A lo largo de su brillante carrera profesional al frente de una entidad bancaria siciliana, donde ha demostrado su habilidad para resolver las complejidades financieras en un entorno minado por la mafia, el protagonista de esta novela ha recibido tres cartas anonimas. Ahora, en la primera manana de su vida de jubilado, despliega cuidadosamente los tres sobres junto a una caja de cerillas. Una de las cartas, recibida unos pocos anos atras, contiene insinuaciones sobre la supuesta infidelidad de su esposa, la joven viuda con la que se caso hace una decada, una mujer elegantisima y enigmatica, replica exacta de una de las divas americanas del cine en blanco y negro. Adele, esplendida e irresistible femme fatale, ocupa el lugar central de este nuevo y sugestivo relato de Andrea Camilleri. Dotada de una sensualidad desinhibida que contrasta con el esmero con el que guarda las apariencias burguesas, Adele es una esposa tan entregada como escurridiza. Solo en muy determinadas ocasiones viste un viejo traje de chaqueta gris, de una impecable sobriedad, un traje que adquirira un inquietante simbolismo, cuyo significado seria mejor no tener que desentranar jamas. En esta breve e intensa novela de misterio psicologico, el matrimonio es el escenario de la dimension cotidiana de la tragedia, a un tiempo ultimo reducto del deseo y de la fantasia, y espejo de una sociedad esencialmente corrupta. El traje gris, que Camilleri ha descrito como <>, demuestra la fecundidad y la maestria literaria del gran autor siciliano que, una vez mas, consigue sorprendernos sin dejar de ser fiel a si mismo.

  • Te envolvi en besos (Por amor 3), Maria Beatobe de Maria Beatobe

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    Tras el accidente, llega el cumpleanos de Naira y la gran celebracion que sus mejores amigas le prepararan en una discoteca !Por fin cumple dieciocho anos! La fiesta dara mucho de si, pero sobre todo una sorpresa que nunca olvidara.

  • LOS CADAVERES NO SUENAN de Enrique Laso

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    Aquel tipo habia estado paseando con su perro un par de horas al menos, tratando de hacer tiempo para no incordiar en casa, mientras su hijo y su esposa se afanaban en preparar una cena suculenta a base de pavo bien horneado, pure de patatas, salsa de arandanos, sidra y, de postre, un delicioso pastel de calabaza. Mas tarde le tocaria a el recoger la mesa y hacer toda la fregaza. Era un intercambio de labores justo, aunque detestase limpiar platos. Pero merecia la pena. No todos los dias era Accion de Gracias. Habia recorrido aquellos aridos caminos, endurecidos por las primeras heladas otonales, cientos de veces, y casi podria decirse que los conocia mejor que cada palmo de su cuarto de matrimonio. En realidad no se cansaba de ellos, pues su belleza silvestre emborronaba un pasado plagado de amplias avenidas, polucion y ensordecedor ruido de coches. Seguramente ese fue el motivo que le llevo a percatarse de inmediato de que algunos arbustos ubicados a la derecha de la senda que estaba siguiendo se encontraban levemente aplastados. La curiosidad le hizo adentrarse entre la maleza, imaginando que con suerte se toparia con algun tejon revoltoso, un zorro asustadizo o una mofeta. Apenas habia sacado de uno de los bolsillos de su pantalon de explorador su Smartphone, con la intencion de sacar una fotografia medianamente decente de lo que quiera que alli estuviese aguardando, para luego mostrarla ufano a su familia, los ladridos de su perro le sobresaltaron. Se encontraba a solo unos pasos de el, y parecia haber encontrado algo realmente interesante. El hombre penso que posiblemente se trataria del cuerpo sin vida de algun pequeno animal, de modo que se aproximo con cierta aprehension. Cinco anos de vida en plena naturaleza aun no habian logrado adaptar al broker de Wall Street que habia sido durante dos decadas al mundo salvaje, y ese antiguo yo se revolvia en sus entranas con frecuencia, tratando de volver a dominar una vida que se habia vuelto de lo mas apacible. --?Que sucede, Duke? -- inquirio, como si su pequeno Beagle pudiera contestarle o comprendiese el ingles. El tipo se acerco con una sonrisa en los labios, mofandose de su propia inocencia, y recordando las cientos de charlas que ya habia mantenido con Duke. Pero de subito una imagen horrible le arrebato la dicha y la torno de inmediato en una mezcla malsana de repugnancia y panico. Su Beagle olisqueaba un punado de huesos que, sin lugar a dudas, y pese a que el no era ningun experto ni en medicina, ni en paleontologia, ni mucho menos en antropologia, eran humanos.

  • Hielo y fuego de Diana Palmer

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    Margie Silver sabia muy bien que iba a atraer las miradas de los comensales masculinos que cenaban en aquel restaurante tan selecto de Atlanta en el que se hallaba sentada, esperando. El color de su vestido de seda, un verde muy vivo, era de por si llamativo, pero lo verdaderamente imponente era el corte: de manga larga, cenido y con un escote muy pronunciado, en pico, que bajaba casi hasta la cintura, rodeada por un ancho cinturon. Unido a la melena negra y a los ojos verdes de Margie, el efecto de aquel vestido era explosivo. La falda tenia una abertura lateral que subia hasta encima de la rodilla y dejaba entrever las piernas, largas, cubiertas por unas medias muy finas que enfundaban tambien los pies, pequenos y calzados con zapatos negros de tacon alto, muy sexys. Bebio un sorbo de su ginger-ale. Los dedos de Margie, que en ese momento sujetaban el vaso, eran largos, de pianista. Llevaba las unas pintadas de rosa. Aunque tenia el aspecto de una modelo de alta costura, en realidad se ganaba la vida escribiendo novelas romanticas de tipo historico bajo el seudonimo de Silver McPherson, una autora muy famosa. No le estaba permitido mencionarlo esa noche, porque semejante revelacion caeria como un jarro de agua fria sobre el nuevo amor de su hermana Jan. Margie tenia el presentimiento de que aquella invitacion a cenar tan de ultima hora encubria un cara a cara con el futuro cunado de Jan, el ricachon, y habia elegido ese vestido tan llamativo con el deseo expreso de provocar. Fruncio los labios, irritada. Cuando Jan la habia llamado esa tarde, estaba escribiendo y se hallaba en medio de una escena especialmente dificil. Su hermana le habia rogado que estuviera en el restaurante a las siete; eran las siete y media y no habia ni rastro de Jan. Estaba furiosa. Cambio de postura y se miro el vestido de seda con expresion divertida. Jan iba a quedarse horrorizada: le habia explicado que los Van Dyne eran muy conservadores en cuanto a las formas, y tambien lo que pensaba el hermano mayor de las mujeres llamativas y estridentes. Habia advertido a su hermana mayor que se mostrara comedida, y le habia sugerido que se vistiera como una monja. Asi que Margie, naturalmente, como detestaba que le dieran ordenes, habia sacado del armario el vestido mas llamativo y se habia maquillado como una vedette. Le brillaban los ojos solo con imaginarse como reaccionaria Jan, para no hablar de Andrew Van Dyne y su hermano mayor. Si lo que Jan habia pretendido era crear un encuentro improvisado entre ellos, se iba a divertir de lo lindo. <>, decia Jan, refunfunando, cada vez que le daba por hacer una de sus extravagancias, como colocar una estatua de Venus, completamente desnuda, delante de su casa, cuando sabia que la pobre senora James, su vecina, pasaba un apuro tremendo cada tarde al cruzar por alli para ir a regar sus propias plantas. Por lo menos en la foto de la solapa de su ultima novela, Ardiente pasion, aparecia solo su cara. Habia amenazado a Jan con fotografiarse en salto de cama, y su hermana le habia asegurado que, si se atrevia a hacer tal cosa, emigraria y se marcharia a vivir a otro pais. Pero ella seguiria viviendo como le apeteciera y urdiendo nuevas maneras de escandalizar a Jan. Su matrimonio, que habia sido muy breve, estaba en el origen de aquel modo de comportarse suyo tan alocado. Las extravagancias eran su manera de protegerse del mundo y encubrir su vulnerabilidad. Su marido habia muerto en accidente dos meses despues de la boda, y para ella habia sido casi un alivio, pues ya para entonces habia perdido todas sus ilusiones en lo que se refiere a la intimidad con un hombre y al matrimonio. Habia aprendido la leccion: uno no conoce de verdad al otro hasta que no convive con el y tenia buenas razones para recordarlo. En aquella epoca, con apenas veinte anos, creia realmente que estaba enamorada de Larry Silver. El era joven y, aparentemente, tenia un caracter agradable y una prometedora carrera de abogado. Habian salido unas cuantas veces, luego se casaron y pronto descubrieron que eran incompatibles. Larry murio al cabo de dos meses en un accidente de avion y ella, mas que destrozada, se sentia culpable. Habian transcurrido cinco anos y desde entonces Margie no se tomaba nada demasiado en serio. Tomarse las cosas en serio era un suicidio mental, solia decirle a Jan, aunque a menudo pensaba que su hermana menor no se dejaba enganar por su aparente superficialidad. Dio otro sorbo a su ginger-ale y suspiro. Si Jan y Andy no aparecian en los diez minutos siguientes, se marcharia. Faltaba apenas un mes para la fecha limite que le habia marcado su editor, no tenia tiempo para andar saliendo a cenar con desconocidos. A pesar de que sabia que su hermana estaba cada vez mas encarinada con Andy, no tenia el menor de deseo de conocer al hermano de este. Miro a su alrededor, se sentia como si hubiera caido en una trampa. Sabia que <>, como lo habia apodado, desaprobaba la relacion de su hermano con Jan. Jan era secretaria de un despacho de abogados. El millonario, claro, queria que su hermano se emparejara con la hija de alguno de sus poderosos amigos de Chicago, no con una insignificante secretaria de Atlanta. Los padres de esas jovencitas controlaban el mercado de la confeccion y los Van Dyne eran grandes fabricantes de ese mismo sector. Para el hermano de Andrew seria una union de ensueno. Sintio un hormigueo en la nuca como si alguien la estuviera mirando. Giro la cabeza y se encontro mirando fijamente a un hombre cenudo de ojos oscuros que acababa de entrar. La impresion hizo que el vaso casi se le cayera de la mano. Nunca habia visto unos ojos semejantes ni una cara parecida. El recien llegado era alto, grande, y tenia un rostro duro, como tallado en madera de teca. La miraba con hostilidad y Margie sintio que aquellos ojos la fascinaban. ?Por que ese completo desconocido la miraba con tanto antagonismo? La desaprobacion que leia en su rostro la divertia y, sin pensarlo, fruncio los labios y formo el inconfundible perfil de un beso, al tiempo que parpadeaba con coqueteria. Luego esbozo una sonrisa seductora y se giro de nuevo. Dejo el vaso en la mesa y se llevo la mano a la cara para disimular un ataque de risa. La cara que habia puesto aquel hombre era digna de verse. Un poco de diversion la ayudaria a disipar el aburrimiento y la irritacion que sentia. Jan se escandalizaria cuando se enterara de como pasaba el rato su hermana mayor. Vio una sombra a su lado, levanto la vista y descubrio al desconocido junto a ella. Su expresion era tan severa que habria servido para detener el trafico. --Cualquiera diria que es la sombra del mismisimo monte Rushmore --murmuro Margie con una sonrisa traviesa. Se giro hacia un lado y apoyo el brazo en el respaldo de su asiento mientras lo miraba de arriba abajo--. Sientate, encanto, y tomate una copa conmigo. El no sonrio. Mas aun, parecia como si nunca en su vida hubiera sonreido. Sus ojos miraban a Margie con creciente desaprobacion. --No, gracias. Tengo una cita con una joven --enfatizo esa ultima palabra como si quisiera insinuar que el termino no era aplicable a Margie. A esta le gusto su voz de inmediato. Era profunda y algo aspera, muy masculina, propia de una persona educada. --?Una cita a ciegas?

  • En suenos fue de Una Fingal

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  • Lo que provocas en mi de Vega Manhattan

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    Lo que provocas en mi... Del verbo provocar... Palabra interesante donde las haya, ?no te parece? Porque puede significar una gran variedad de cosas. Y de cosas dispares, ademas. Y te lo demuestro. Y lo hare porque te conozco y se exactamente lo que ha pensado esa mente calenturienta al leer el titulo de la historia. ... ?Ves? No puedes negarlo. Que dano hicieron las cincuenta sombras, ?eh? Como decia, para ayudarte a abrir la mente, he buscado en el diccionario de la Real Academia Espanola de la Lengua sus significados (si, soy muy pedante y, ademas, sabia que tu no lo ibas a hacer. ?Como podria explicarme entonces?) En fin... Provocar, del latin provocare (lengua muerta que, por alguna razon que se me escapa, se sigue estudiando) tiene, nada mas y nada menos, que cinco significados. Significado numero uno: Producir o causar algo. Y en ese algo entra todo lo que te puedas imaginar y haz el favor de dejar de pensar en lo otro que no es su turno. Piensa en cosas como tristeza, nerviosismo, enfado, malestar, emocion, alegria… Por ejemplo, todos hemos vivido eso de que la pelicula del sabado por la tarde nos provoque tristeza. Y no por lo mala que es, que tambien, sino porque es inevitable no sentirse triste cuando ves a la protagonista llorar porque la ha traicionado su mejor amiga y al final termina provocandote lagrimas a ti. Aunque bueno, la situacion tambien te provoca un poco de indignacion porque dices "hija mia, si es que se veia desde el principio la clase de elemento que era, !?como no te has dado cuenta?! Y llega hasta a provocarte enfado, ?o no? Pero no todas son emociones negativas, tambien las hay positivas. Como la satisfaccion que te provoca ver como el o la que te engano y te hizo sentir tan miserable es ahora el portador o la portadora de semejante cornamenta. Bien... La verdad siempre por delante. Eso no solo provoca satisfaccion, no. !Provoca felicidad plena! Y risas. !Muchas risas! Como carcajadas te provoca el encontrarte con el dueno del micropene que te jodio aquella noche. Y no precisamente de buena manera. Y te provoca risas con el tiempo, porque en ese momento en el que pensabas que ibas a vivir el mejor momento de tu vida sexual y te encontraste con la triste realidad de que ni el menique lo superaba, lo que te provoco fue el trauma de tu vida. Menos mal que el tiempo lo cura todo, ?eh? Significado numero dos: Buscar una reaccion de enojo en alguien irritandolo o estimulandolo con palabras u obras. El claro ejemplo aqui del petardo o la petarda de turno que aun no entendio eso de "solo amigos" y que no deja de insistir. E insistir. E insistir... O el o la que no entiende un "dejemoslo aqui, no voy a discutir mas" y sigue erre que erre. Ese tipo de ser tocapelotas te esta provocando. A ti. Simple y llanamente. Esta buscando desatar todos tus demonios y que pienses "que sopapo tienes..." Significado numero tres: Excitar en alguien el deseo sexual. El tuyo, adjudicado. Mente calenturienta... Significado numero cuatro: Vomitar lo contenido en el estomago. No la voy a explicar porque entonces voy a quedar yo como la mente calenturienta principal. Que cada quien vomite lo que quiera. O que se lo quede dentro. Significado numero cinco: Incitar el apetito, apetecer, gustar. ... ?No podias pensar en "me provoca un Donut"? ?Se te tenia que venir a la mente precisamente eso? ?Desde cuando no...? Por Dios, !calenturienta es poco! En definitiva, para lo que da una palabra, ?eh? Y lo que nos puede llegar a provocar eso a lo que llaman amor. Capitulo 1 Paula --!Maldita desgraciada! Cierro los ojos con fuerza, aprieto la mandibula para no maldecir y levanto la mano para limpiarme la cara. Noto la viscosidad y aprieto con mas fuerza mis dientes. Joder, esta por todos lados. ?En serio me esta pasando esto a mi? !?A mi?! --!No se preocupe, tendra para la lavanderia con todo lo que nos ha robado, zorra! --exclama un "senor", suena furioso. Vaya, hombre. Gracias. Que consuelo… ?Y para la peluqueria no me da? Porque falta me va a hacer, sobre todo cuando noto como otro huevo impacta sobre mi, en mi cabeza. Enfadada, tras limpiarme, como puedo, la cara, abro los ojos y observo al pequeno grupo de personas que tengo enfrente. Gente normal y corriente que me mira con sus ojos inyectados en ira. Lo que, siendo sincera, tambien es algo normal y corriente... Lo que no es normal ni corriente es que tengan cartones de huevo en las manos y que, ademas, esos huevos terminen sobre mi cuerpo. La gente, generalmente, no suele amarme. Eso es cierto. No es que yo sea odiosa, sino digamos que... ?Demasiado clara y sincera? ?Demasiado brusca? ?Demasiado fria como dicen algunos? Quizas. Y quizas por eso tengo pocos amigos. Vale, solo tengo una amiga y aun no se por que sigue a mi lado. Pero ese no es el tema. No es que la gente me odie... Creo. Es solo que, digamos... No suelo caer demasiado bien y no es algo que me importe, la verdad. Vivo mejor desde que todos se mantienen alejados. Sufro menos. Lo que quiero decir es que aun con todo esto, que me tiren huevos no es algo normal. Pero tampoco deberia de pillarme por sorpresa porque mas de una vez me han amenazado con ello. Aunque nunca pense que llegasen al extremo de demostrarme, con la practica, que no era una amenaza vacia. Suspiro pesadamente. Huevos... !Huevos! Con lo mal que dejan el pelo, !por Dios! Que una vez, por hacer caso a las pamplinas que nos venden en internet, me puse una mascarilla casera de huevo, hecha por mi misma, en el pelo. Suavidad extrema decian... Una mierda suavidad. Mi pelo termino pareciendo estropajo puro y a punto estuve de raparme porque eso no habia quien lo mejorara. No me quiero ni acordar de lo mal que lo pase. Y de nuevo lo mismo. --Senores, por favor --el guardia de seguridad del edificio donde trabajo aparece. Por fin. Ya podia haberlo hecho antes y haber evitado que los dichosos huevos reventasen en mi cara, pero no, el capitulo de la telenovela turca que seguramente veia mientras debia estar mirando las camaras de seguridad seguro que era mas interesante que salir a averiguar por que un grupo de gente con cartones de huevos estaba esperando fuera. Que yo me di cuenta cuando ya los huevos volaban hacia mi, ?pero el? En fin... Aunque tarde, se acerca a la pequena multitud reunida frente a las puertas del edificio y tras entender lo que ocurre y mirarme con cara de espanto (o de miedo porque prometo que le va a caer una buena encima), intenta poner orden. A su manera. --Senores, por favor --tartamudea-- !Seamos civilizados! Sin poder evitarlo, pongo los ojos en blanco. Por cosas asi, por mostrar naturalmente lo que siento cuando lo siento, no tengo amigos (por eso y por lo rencorosa y mala pecora que puedo llegar a ser si me hacen dano). Y es que se, demas, que eso sera todo, que el desgarbado senor que tengo enfrente con pelo postizo y bigote descuidado y que lleva consigo una porra de juguete que no usara en la vida porque el tembleque no lo dejara ni atinar a cogerla, no tendra sangre para nada mas que para pedir orden. Y le tiembla la voz al hacerlo, con eso te lo digo todo. A saber si ni siquiera aviso a mi jefe o, lo que seria mucho pedir, a la policia. Es decir, que ha salido para nada. Seria mas util si siguiera viendo series turcas y resenandolas en las redes para ayudar a la gente con su opinion. Si se dedicara a eso, seria el mejor en su trabajo, te lo aseguro. Pero no, se tiene que dedicar a no hacer el huevo. Y nunca mejor dicho. --?Civilizados? --grita otro "senor"-- ?Con esta perra? Enarco las cejas y resoplo. ?Yo? ?Perra? ?Primero zorra y ahora perra? Pero que mania con insultarme. !A ver quien es el que se esta comportando como un animal aqui! Por Dios, !si hasta me han tirado huevos! !!!Huevos!!! ?Deberia de coger uno y estamparselo en la calva? La imagen del huevo cayendo por esa nariz aguilena que tiene me consuela un poco. --!Nos ha robado! --grita, a todo pulmon, una "senora" de mediana edad con el pelo canoso a la que no le vendria mal una mascarilla capilar. ?Le estampo un huevo a ella y asi sera ella quien tenga que raparse? Porque entre como tiene el pelo y el huevo... Robado dice. Ya... No soy una simple perra, soy una perra ladrona. ?Que sera lo siguiente? -- Maldita picapleitos chupasangre. !Vas a pagar por esto! --me amenaza un "senor" que debe estar cercano a la jubilacion, que suda demasiado y que tiene una prominente barriga. "Senor" al que parece que se le va a salir la vena del cuello cuando grita. Suspiro, de nuevo, pesadamente, porque se que se puede meter en un problema aun mas grave por esas palabras y aunque deberia de desear que eso ocurriera, no es asi. No soy tan mala persona y en el fondo, muy en el fondo y aunque nunca lo diga en voz alta, puedo llegar a entender lo desesperados que se sienten. Pero no por ello entiendo que se comporten asi; jamas justificare ningun tipo de violencia. Son gente normal y corriente que en situaciones normales y corrientes no le harian dano ni a una mosca. Y se que lo que estan viviendo no es algo normal ni corriente para ellos. Puede que para mi sea mi pan de cada dia, porque veo cosas asi casi a diario, pero para esas cinco personas que tengo delante, lo que estan viviendo es algo excepcional. Y seguro que un infierno. Y se como puede cambiar alguien cuando vive lo que les ha tocado a ellos vivir. Y hasta la persona mas inocente del mundo se puede convertir en lo peor. Lo se por experiencia. Pero maldita sea, ?mi culpa? !Ni de cona! No tengo la culpa de nada de esto.

  • La lista de los nombres olvidados de Kristin Harmel

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    Paris, 1942. Rose Picard y Jacob Levy, dos jovenes judios, se enamoran apasionadamente en los dias previos a la ocupacion de la ciudad por los nazis.

  • La isla de los conejos de Elvira Navarro

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    Vuelve con once perturbadores relatos Elvira Navarro, una de las grandes narradoras en lengua espanola.

  • Tiempo de cenizas de Jorge Molist

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  • Amor ortodoxo de Julissa Sanchez Arias

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    Susan Mowrer es una joven escritora que despues de tres anos vuelve a casa de sus padres buscando recobrar la inspiracion para terminar su proximo libro, pero es ahi cuando su vida da un giro al conocer a quien se presenta como su fan, Isaac Stewart.

  • El Secreto de las Fiestas de Francisco Casavella

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    <>, confiesa en la primera frase de la novela Daniel Basanta, tambien conocido como Danielucho, o Lucho a secas. <> Daniel es un marciano que no acaba de encajar en el mundo. ?O acaso es el mundo el que es raro de narices?

  • Encontrada por la tentacion de Helena Sivianes

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    La desesperacion, las dudas, el dolor y la desconfianza hacen a Daniela sin destino alguno. Un viaje que le hara conocer a una persona que le abrira los ojos sobre sus sentimientos y lo que es capaz de hacer por ellos.

  • Body Art de Don Delillo

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    El tiempo parece transcurrir. El mundo sucede, se desdobla en instantes sucesivos, y uno se detiene a contemplar a una arana aplastada contra su tela. Se advierte una inmediatez en la luz y un sentido de cosas delimitadas con precision y de fugaces destellos que relucen en la bahia. Sabemos mejor quienes somos en esos dias brillantes y poderosos en que, tras la tormenta, hasta las mas pequenas hojas secas caen imbuidas de identidad propia. El viento susurra entre los pinos y el mundo nace, irreversible, y la arana cabalga sobre su tela oscilante bajo la brisa. Ocurrio esta ultima manana. Coincidieron en la cocina, esquivandose el uno al otro mientras sacaban cosas de las alacenas y los cajones y luego esperandose mutuamente junto a la pila o el refrigerador, aun algo humedos de sueno derretido. Ella dejo correr el agua del grifo sobre los arandanos que portaba en el hueco de la mano y cerro los ojos para disfrutar del aroma que ascendia. El, sentado frente al periodico, removia el cafe. Se trataba de su cafe, de su taza. Compartian el periodico, pero el periodico, en realidad, le pertenecia tacitamente a ella. --Quiero decir algo, pero que. Ella dejo correr el agua del grifo y parecio notarlo. Era la primera vez que lo hacia ante algo asi. --Es sobre la casa. Eso es lo que es --dijo el--. Algo que queria contarte. Ella observo como el agua del grifo se tornaba opaca en cuestion de segundos. Brotaba transparente y cristalina y luego, en cuestion de segundos, se tornaba opaca. Que curioso le parecia que durante todos aquellos meses, y al cabo de tantas veces como habia abierto el grifo de la cocina, nunca hubiera reparado en como el agua brotaba transparente al principio para luego volverse quiza no exactamente lobrega sino mas bien opaca, o es que tal vez no habia sucedido antes, o acaso lo habia advertido para luego olvidarlo. Se dirigio a la alacena con los arandanos aun humedos en una mano, alargo la otra para coger el paquete de cereales y llevo la caja hasta la encimera, la caja de tonos mayoritariamente marrones y blancos, y entonces el cacharro de tostar salto y ella volvio a conectarlo porque tenias que esperar a que saltara dos veces para que el pan se dorara, y el asintio distraidamente porque eran sus tostadas y su mantequilla, y a continuacion conecto la radio y sintonizo la prevision meteorologica. Los gorriones se apelotonaban en el comedero, aleteando y luchando por un espacio en sus perchas curvadas. Ella abrio la alacena mas proxima para coger un cuenco, sacudio un punado de cereales en su interior y, finalmente, esparcio los arandanos por encima. Se seco la mano en los vaqueros, experimentando en alguna parte la incierta sensacion de un color azul desvaido y acuoso. Como se dice, la palanca. Oprimio la palanca para que se terminaran de hacer sus tostadas. Las tostadas eran de el; el boletin meteorologico, de ella. Escuchaba los boletines, llamaba con frecuencia al numero de informacion del tiempo y a veces se asomaba a la puerta principal y escrutaba el firmamento costero, saboreando la brisa en busca de implicaciones latentes. --Si, exacto. Ya se lo que es --dijo el. Ella se dirigio a la nevera, abrio la puerta y se detuvo, intentando recordar algo. Dijo ella: --?Que? --queriendo decir que has dicho, no que era lo que querias decirme. Recordo las semillas de soja. Cruzo la cocina en direccion a la alacena y cogio la caja y luego atrapo la puerta del refrigerador antes de que se cerrara. Alargo la mano para coger la leche, y al hacerlo recordo las palabras que no le habia oido pronunciar a el ocho segundos atras. Cada vez que tenia que inclinarse para rebuscar en las remotas zonas inferiores de la nevera dejaba escapar un gemido --aunque tampoco siempre-- que era mas parecido a un lamento vital. Era demasiado elegante y flexible como para acusar el esfuerzo, y no hacia con ello sino remedar a Rey inequivocamente, gimiendo su gemido, pero de un modo tan ininterrumpido, tan profundo, que tambien expresaba su propio malestar. El, ahora que ya habia recordado lo que tenia que decirle, parecio perder interes. No le hizo falta ver su rostro para saberlo. Se percibia en el aire. Se percibia en la pausa que arrastraba su observacion de ocho, diez, doce segundos atras. Algo insignificante. Algo tan trivial que si se refiriera a ello el lo consideraria como una especie de autodesprecio. Se aproximo a la encimera y vertio soja sobre los cereales y las frutas. La palanca salto o resalto y el se levanto y se llevo la tostada a la mesa y luego fue en busca de la mantequilla y ella, sin soltar el carton de leche que sostenia en el aire, tuvo que apartarse ligeramente de la encimera cuando le vio acercarse para que el pudiera abrir el cajon y coger un cuchillo para la mantequilla. La radio emitia voces como en hindi, o asi sonaban. Ella vertio leche en el cuenco y el se sento y se levanto. Se dirigio a la nevera y cogio el zumo de naranja y se detuvo en medio de la estancia agitando el envase para reflotar la pulpa y espesar el zumo. Nunca se acordaba del zumo hasta que las tostadas estaban listas. Agito el envase, y luego escancio el zumo y observo la burbujeante cinta de espuma que se depositaba a lo largo del borde del vaso. Ella se quito un pelo que llevaba pegado a los labios y se detuvo junto a la encimera, contemplandolo, un pequeno cabello de tono palido que ni era suyo ni era de el. El seguia agitando el envase. Lo agitaba mas de lo necesario porque no estaba prestandole atencion, penso ella, y porque en cierto modo absurdo e inofensivo le resultaba gratificante, por lo infantil del acto, por la sacudida y el chapoteo y aroma a naranja acartonada. Dijo el: --?Quieres un poco de esto? Ella seguia examinando el cabello. --Dimelo porque no estoy seguro. ?Bebes zumo, tu? --dijo el sin dejar de agitar el condenado trasto, pinzando el pico con dos dedos. Ella se raspo la lengua con los dientes superiores para liberar a su organismo del complicado recuerdo sensorial de aquel cabello ajeno. Dijo: --?Que? Nunca bebo de eso. Lo sabes. ?Cuanto tiempo llevamos viviendo juntos? --No mucho --dijo el. Cogio un vaso, vertio el zumo y observo la presencia de la espuma. A continuacion, se acomodo algo dolorosamente en su asiento. --No lo bastante como para reparar en esos detalles --dijo. --Siempre pienso que estas cosas no deberian pasar aqui. En cualquier sitio menos aqui, pienso. Dijo el: --?Que? --Un pelo en la boca. De la cabeza de otra persona. El se unto la tostada de mantequilla. --?Acaso piensas que solo pasa en grandes ciudades con gran diversidad de poblacion? --En cualquier sitio menos aqui. --Sostuvo el cabello entre el indice y el pulgar, contemplandolo con fingida repugnancia, o con autentica repugnancia forzada hasta limites artisticos, con los labios torcidos, paralizados--. Eso pienso. --Igual llevas con el desde que eras nina. --Regreso a su periodico--. ?Tenias perro? --Eh. ?Ahora te despiertas? --dijo. El periodico era de ella. El telefono era de el, excepto cuando ella llamaba para enterarse del tiempo. El ordenador lo utilizaban los dos, pero espiritualmente era de ella. Siguio alli, junto a la encimera, observando el cabello hasta que, por fin, lo dejo caer al suelo. Se volvio hacia la pila, se lavo la mano con agua caliente y a continuacion llevo el cuenco de cereales hasta la mesa. Su paso junto a la ventana hizo desperdigarse a los pajaros. --Te he visto beber litros de zumo, algo tremendo, no se como decirte --dijo el. Ella aun conservaba el rictus resultante de la experiencia de haber compartido la existencia desconocida de algun manipulador de alimentos o de haberse enfrentado a una realidad mucho mas desusada y serpenteante, el intimo transito del cabello de persona a persona y, de algun modo, de boca a boca a traves de anos y de ciudades y de enfermedades y alimentos contaminados y numerosos fluidos corporales de indole perniciosa. --?Como? Lo dudo mucho --dijo ella. De acuerdo, deposito el cuenco sobre la mesa. Se encamino al fogon, recogio la tetera y la lleno de agua del grifo. El cambio la emisora de la radio y dijo algo que no alcanzo a entender. Devolvio la tetera al fuego porque asi es como uno vive la vida incluso si no lo sabe y a continuacion volvio a rasparse la lengua con los dientes, insistiendo, mientras observaba el azulado chorro de la llama que brotaba del quemador. Casi tuvo que dar un brinco para separarse de la encimera cuando el se acerco en busca del cuchillo de la mantequilla. Se desplazo en direccion a la mesa y los pajaros huyeron una vez mas del comedero. Dejaron atras la sombra de los aleros y volaron hacia el sol y el silencio, en una accion que ella diviso tan solo en parte, elusiva y mudamente hermosa, las aves tan refulgentes bajo la luz que se veian consumidas por ella, incorporeas, transformadas en algo puro y fugaz y dispersamente brillante. Se sento y hojeo diversas secciones del periodico y advirtio que no tenia cuchara. No tenia cuchara. Le miro y vio que llevaba una tirita a un lado de la mandibula. Habia optado por la vieja tetera abollada en lugar de la nueva que acababa de comprar porque… ignoraba por que. Vivian en una vieja casa de madera con numerosas habitaciones y chimeneas utilizables y animales en las paredes y moho por todas partes, un lugar que habian alquilado sin verlo antes, una reliquia de los anos gloriosos de las madereras y las navieras, exageradamente grande, y tenia tarimas que crujian y diversos utensilios deformados desde Dios sabe cuando. Se dejo medio caer de la silla en un gesto de autodesprecio y se dirigio a la encimera en busca de una cuchara. Aprovecho para devolver tambien a la mesa las semillas de soja. La soja poseia un olor que no parecia corresponderse con la arenosa sustancia contenida en la caja. Era un leve tufo a trigo mezclado con pies. Lo olia cada vez que utilizaba la soja. Lo olisqueo dos o tres veces.--Te has cortado otra vez. --?Que? --Se llevo la mano a la mandibula, hundida aun la cabeza en el diario--. Solo es un rasguno. Ella comenzo a leer un articulo de la parte que tenia del periodico. Era un periodico viejo, del domingo, comprado en el centro porque hasta alli no llegaban las entregas a domicilio. --Te pasa ultimamente, no se, quiza no deberias afeitarte enseguida. Espera a despertarte. ?Y para que afeitarte? Vuelve a dejarte el bigote. Dejate barba. --?Para que afeitarme? Debe de existir un motivo --dijo el--. Quiero que Dios pueda verme la cara. Alzo la mirada del periodico y dejo escapar una de esas carcajadas vacuas que tanto le disgustaban a ella, se llevo a la boca una cucharada de cereales y comenzo a leer otro articulo. Ultimamente tendia a situarse, a insertarse en ciertos relatos de los periodicos. Era como una especie de ensonacion divagadora. Lo hacia y luego advertia que estaba haciendolo y a veces volvia a hacerlo pocos minutos despues con esa misma historia u otra diferente y luego volvia a darse cuenta. Alargo la mano hacia el paquete de soja sin alzar la mirada del papel y escancio unas cuantas semillas en el cuenco mientras en la radio se oian el trafico y las tertulias. Al parecer, la idea era que tendria que agotar la capacidad de uso de la vieja tetera, usarla y volver a usarla hasta que le salieran burbujas de oxido, y entonces y solo entonces podria sustituirla tranquilamente por la que acababa de comprar. --?Tienes necesariamente que escuchar la radio? --No --dijo ella, y siguio leyendo el periodico--. ?Que? --Que mierda tan increible. Su modo de acentuar la m de mierda, dignificando la palabra. --Yo no encendi la radio. Tu encendiste la radio --dijo ella. El se encamino a la nevera y luego regreso con un higo oscuro y enorme y apago la radio. --Dame un poco de eso --dijo ella, leyendo el periodico. --No estaba echando culpas. Quien la encendio, quien la apago. Andamos un poco susceptibles esta manana. Que digo, yo soy el que deberia estar a la defensiva. No la jovencita que se dedica a comer y a dormir y a vivir sin hacer otra cosa. --?Como? Anda, Rey, callate. El arranco el tallo de un mordisco y lo arrojo en direccion a la pila. Luego, abrio el higo con las unas y le arrebato la cuchara de entre los dedos y la lamio para limpiarla y la utilizo para extraer una porcion de pulpa rosada del pellejo abierto del fruto. La deposito sobre su tostada -- la masa, la papilla, la pulpa-- y a continuacion la extendio con el dorso de la cuchara, formando untuosos remolinos sanguinolentos rebosantes de semillas. --Yo soy el que tiene que estar susceptible por las mananas. El que tiene que quejarse. El terror de otro dia cualquiera… --dijo maliciosamente--. Tu aun no sabes lo que es eso. --Dejanos en paz un ratito --le dijo ella. Se inclino, y el le alargo el pan. En los arboles proximos a la casa, los cuervos entonaban su estridente reclamo. Ella asesto un nuevo bocado y cerro los ojos para poder pensar en el sabor. El le devolvio la cuchara. Luego, encendio la radio y recordo que acababa de apagarla y volvio a apagarla de nuevo. Ella vertio unas semillas en el cuenco. El olor de la soja era algo a caballo entre el olor corporal, si, de las extremidades inferiores y cierta vida germinativa y real de la tierra, una vida sembrada y profunda. Pero eso no lograba describirlo. Leyo en el periodico un articulo sobre un nino que habian abandonado quien sabe donde. Nada lo describia. Era olor en estado puro. Era lo que es el olor, independientemente de sus fuentes. Era como, y a punto estuvo de decir algo en este sentido, porque a el tal vez le habria divertido, pero lo dejo pasar, era como si un, tal vez un escolastico medieval hubiera intentado clasificar todos los olores conocidos y hubiera descubierto algo que no encajaba con su sistema y lo hubiera llamado soja, lo que facilmente podia formar parte de algun sublime termino latino, pero no, era imposible, y siguio alli, pensando en algo, no estaba segura de en que, con la cuchara a unos centimetros de la boca. Dijo el:

  • La eleccion de Alexia (Alexia 3) de Susana Rubio

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    El final de la saga <>.

  • Contrato. Lo que esperas de mi de Aryam Shields

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    Para Katheryne Cortez la vida de su hija es lo mas importante y la salvara al precio que sea. Alessandro D'Angelo es un arquitecto italiano conocido por su mal caracter. Su vida y su pasado son mundos a los que pocas personas tienen acceso. Someterse al mundo del arquitecto es su ultimo intento para solucionar sus problemas, pero ?podra salvar la vida de su hija sin entregar la suya a la oscuridad de un hombre cuyo corazon ha estado congelado por anos? Cuando un lazo te une mas alla de lo imposible. Cuando es la ultima opcion que te queda. Cuando ya no hay mas caminos, ?que estarias dispuesto a sacrificar?

  • Alas de mariposa de Begona Hernandez

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    Lili es una gimnasta de diecisiete anos que suena con competir en las Olimpiadas. Jota tiene veinte anos, y juega de alero en el equipo base de la Fundacion Lucentum. El destino les hace coincidir... ?el amor por el deporte les unira?

  • El oceano de la memoria de Paloma San Basilio

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    Me llamo Alba Monasterio Livingston y naci en 1936, en plena guerra. Mi madre me amamanto hasta los tres anos y a mi padre le hicieron prisionero por el simple motivo de bautizarme. Lo libero un anarquista que penso que tenia derecho a actuar bajo su conciencia. Si el tribunal hubiese estado presidido por otra persona, ninguno de mis hermanos habria nacido y, por lo tanto, esta historia no existiria. Cuando volvio a casa, la barba roja que lucia mi padre dejo claro por que mi melena era del color del fuego en invierno, pero yo no soy el centro de este relato. Solo quiero contar la verdad de lo que acontecio desde entonces hasta nuestros dias. Por que se callaron tantas cosas y se disfrazaron otras. Quiero dejar limpia la memoria de una familia que con sus luces y sus sombras fue simplemente el reflejo de una epoca y una sociedad hipocritas, donde nada podia ser como era y habia que aparentar lo que dicha sociedad consideraba correcto aunque muchos sentimientos y muchas vidas se perdiesen por el camino. Tengo esa edad en la que lo cotidiano se olvida y lo lejano emerge como esculpido en la piedra de la memoria. Mi vida ha sido como un rio remansado, pero con remolinos inapreciables en la superficie capaces de arrastrarte hasta el fondo si no tenias un asidero al que agarrarte. Tampoco ha importado mucho, el foco de la casa siempre estaba en otra parte. Eramos muchos y los demas hablaban mas alto y mas rapido que yo, que me veia obligada a dejar mis frases a medias, suspendidas en el aire sin interlocutor alguno. De aquellos dias solo quedamos en el mismo sitio la casa de Cadiz, que ya ni siquiera nos pertenece, las bodegas, Juana y yo, testigos eternos y mudos de las vidas de otros. Nadie permanece junto a nosotras; la mayoria ya no estan. Las habitaciones se fueron quedando sordas poco a poco. Algunas antes de tiempo. Otros se fueron lejos, huyendo del pasado y la falta de oxigeno para respirar. Es una casa preciosa pero tiene algo de carcel. Algo que desde el amor y la seguridad te oprime los pulmones y te adocena las ideas. Espero que sus futuros habitantes consigan liberarla. En otro tiempo la casa estaba llena de vida, de ruido, de gritos y de musica. Mi padre amaba a los clasicos y tenia pasion por la zarzuela que sonaba obscenamente por todas partes para arremolinarse en el patio, el autentico corazon de nuestras vidas y nuestros suenos. En ese patio celebrabamos los bautizos y las comuniones, rodeados de pilistras, las macetas tipicas de los patios del sur, con el sonido del agua como fondo de las conversaciones al caer la tarde. En ese patio recibia mi madre a sus amigas en verano para tomar el te con pastas, reminiscencias inglesas, y examinaba de pies a cabeza a los posibles pretendientes que tenian que pasar el test de aprobacion, sin el cual, implacable, se encargaba de alejarlos de sus hijas. Eramos guapas, educadas y sabiamos todo lo que una buena esposa necesita saber. Lo malo es que no todas estabamos dispuestas a serlo. Hoy aun se conservan las verdes pilistras, con sus hojas largas y brillantes como cuchillos. La fuente sigue sonriendo agua; a veces tengo la sensacion de que se burla de todos y que sabia de antemano lo que pasaria, como una Casandra liquida y constante. Solo he querido explicar a grandes rasgos el porque de estas paginas y el hecho insolito de que me haya tocado a mi, en calidad de unico testigo vital y contra todo pronostico, dibujar de la manera mas veraz y con la mayor riqueza de matices la historia de la familia Monasterio Livingston, mi familia, una familia mas de la Espana atribulada, asustada y herida de la posguerra. PRIMERA PARTE Capitulo I Alba, esta nina tiene fuego en el pelo y en el corazon, y por los ojos le sale la llama verde de las hechiceras. --Ya estas con tus tonterias, Juana, si solo tiene dias. Alba se reia con los comentarios de Juana. La nina era preciosa a pesar de los tiempos dificiles en los que habia nacido. Espana estaba en medio de una guerra fratricida, y la escasez y el miedo campaban a sus anchas. Juana tenia la misma edad que su senora, veintiun anos. Habia entrado en la casa a servir con catorce, de ahi la confianza y el carino que las dos se tenian. Gregorio, su padre, labrador y con mas hijos de los necesarios, apenas podia alimentar a su prole a base del consabido pan duro a remojo, pimiento, tomate y ajo, todo de la huerta, enriquecido con una pizca de aceite. Lo que una familia podia permitirse en el campo andaluz dominado por latifundios y grandes fincas en donde los aparceros disponian de una humilde casa con una sola estancia, la huerta y alguna cabra a la que exprimir las ubres buscando la leche que les servia para hacer quesos y algun que otro dulce. Las gallinas les permitian comer de vez en cuando los huevos que no vendian en el mercado, y a menudo el matrimonio y los cinco rapaces se afanaban en mojar pan y compartir la clara, que suponia un manjar exquisito reservado solo para los domingos. Juana era la mayor y por tanto tenia que trabajar el doble para ayudar en la casa, recoger esparragos verdes hasta deslomarse o echar unas horas en las casas principales. Desde los ocho anos, Juanita corria de un lado para otro procurando alguna ganancia que llevar a su maltrecho hogar. Juana era pequena y vivaracha, la naturaleza le habia regalado una ligera joroba que en nada mermaba su caracter alegre y dispuesto. A los catorce anos, la madre de Alba, la Inglesa, como la llamaban en los barrios humildes, se apiado de la criatura y la metio fija en la casa de la plaza Mina. Juana trabajaba duro pero al menos tenia un buen sitio en el que vivir, comida y veinticinco pesetas que generosamente la Inglesa le pagaba al mes y que volaban para alivio de la casa paterna. La muchacha era feliz, y ademas Albita, la nina de la casa, tenia su misma edad y se convirtio en una companera de juegos, confidencias y risas, cuando sus quehaceres diarios se lo permitian. Juana tenia adoracion por esa nina rubia de ojos azules, esbelta y voluntariosa a la que su madre, con exigente educacion anglosajona, sometia a clases de mil cosas: ingles, bordado, reposteria, piano y equitacion. Alba se quejaba pero sabia que era inutil resistirse. Se convertiria en la joven mas deseada de la ciudad y eso era garantia de futuro, seguridad economica y reconocimiento social. En un mundo de hombres, las mujeres se median en funcion de una buena boda y no de otros meritos ajenos a la vida de matrimonio. Los sentimientos eran algo secundario; en definitiva, eran cosas de pobres. Cuando Alba lloraba en publico por algo o suspiraba, la Inglesa le recordaba su condicion social y el hecho de que llorar, reir a carcajadas o suspirar eran cosas de pobres y estaban desterradas de la casa de la plaza Mina. Realmente la Inglesa no era tal, la abuela era hija de un comerciante de extraccion humilde, Santiago Belacua, que gracias a sus habilidades en el comercio de ultramar habia amasado una considerable fortuna, lo que le permitio entrar a formar parte de la burguesia gaditana. Su espectacular y pelirroja hija pudo asi conquistar a uno de los solteros de oro, de ascendencia inglesa y perteneciente a la escasa aristocracia de la Tacita de Plata, Mario Livingston. Como consecuencia, mi abuela decidio ser mas inglesa que nadie y soltaba con alegria frases en el idioma de Shakespeare en version gaditana que entusiasmaban a mi abuelo Mario. Implanto el te por las tardes y una ferrea educacion inglesa en todo su dominio, de ahi el apodo, no carente de la consabida guasa del pueblo llano, de <>. El abuelo Mario era una bellisima persona, paciente y carinoso. Habia heredado la bodega familiar, un precioso edificio con estructura de hierro, disenado por Eiffel. La bodega era el orgullo de la familia y de sus botas salian los mejores caldos para Espana, el resto de Europa y America. El fino, el oloroso, el cream dulce y meloso, el Pedro Ximenez o el brandy eran algunas de sus joyas, criadas y mimadas al amor de los vientos, la humedad del mar y las temperaturas unicas de la zona. De ninos gritabamos de alegria cuando alguien proponia una excursion a las bodegas del abuelo. Era maravilloso poder pisar patios de albero, oir el relinchar de los caballos en las cuadras, subirnos a los carros antiguos en los que se transportaba el vino, jugar con los perros bodegueros de una mestiza raza importada de Inglaterra y creada para perseguir los ratones que abundaban entre las botas y, sobre todo, andar por los vinedos, oliendo a miel en septiembre, con la uva rubia guinandonos un ojo y diciendo con su brillo <>. La bodega era un mundo apasionante por el que corriamos en libertad y jugabamos al escondite. Hoy no vive sus mejores momentos, pero es algo que permanece en nuestra sangre como el viento de levante o las murallas de Puerta Tierra, principio y fin de una ciudad inexpugnable, indomita, que nunca se ha doblegado, rodeada de agua y luz, brillando como la plata por las mananas y tenida de rojo por las tardes. Alba solo tenia un resquicio por el que dejar escapar su ninez, sus ansias de juegos y sus suenos, y ese resquicio se llamaba Juana; y Juana nos contaria una y mil veces las travesuras que mi madre y ella inventaban a escondidas del riguroso control materno. Digo mi madre porque yo soy esa nina de fuegos diversos que Juana anuncio el dia 18 de septiembre de 1936, en plena Guerra Civil. Ese ano nacieron dos cosas: una buena, yo, y otra mala, la guerra que dejaria un millon de muertos por la torpeza de unos y el fanatismo de otros. --Juana, no achuches tanto a la nina que la vas a gastar. --!Ay, Albita, cuando has visto tu que el carino gaste! Mas carino es lo que necesita el mundo y sobre to los crios. Si es que entran ganas de comersela. --Dicen que si se coge mucho a los bebes se encanijan. --Sera por eso que tu has salio tan alta y buena moza, por la falta de brazos de tu madre. El carino alimenta y sobre todo hace personas felices y sin malas ideas. --No sigas diciendo tonterias y traeme agua de limon, anda, que tengo la garganta seca del levante, y si ves a Custo dile que venga, que le echo de menos. --Ese si es un hombre, si yo no te quisiera tanto diria que no te lo mereces. No he visto nunca un marido mas carinoso y un medico tan preocupao por su gente. De el tendrian que aprender muchos de los que estan a tiros por las calles. Juana siempre tenia la ultima palabra y era de una sinceridad palmaria, a la que nadie podia oponer argumento alguno. Mi madre se reia de sus cosas pero la respetaba y la queria como a la hermana que no habia tenido. Sabia que tenia razon, cuantos besos y abrazos le habian faltado en su ninez

  • Supe que eras a quien buscaba (Serendipity 4 ) de Moruena Estringana

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    Por fin llega el momento en el que Oziel se decide y pide a Kelly una cita que ella aceptara… ?Por que no hacerlo? Tan solo van a comprobar si son o no compatibles. Nadie esta hablando de amor, ni de ser novios.

  • Tentacion en Navidad de Penelope Dunn

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    Un ano antes… Estaba en la casa de Mauricio, que la habia comprado recientemente. Ese lugar debia ser modificado cuanto antes por una chica. Note la escultura que daba la bienvenida al dormitorio de huespedes de mi hermano. Era una escultura terrible, y me hizo darme cuenta de lo que sucedia mientras los primeros rayos del sol golpearon mi cara. Gire para ver a los lados y senti algo de sospecha, que se fue incrementando poco a poco. Me levante lentamente. Cuando puse los pies en el piso, me queje en silencio. Pude recordar todo lo que habia pasado horas antes. Aunque no habia nada mas que algunas marcas en la sabana a mi lado, me di cuenta de que Simon habia dormido conmigo. Recorde las frases seductoras que me habia dicho, y que luego habia decidido dormir otra noche y asi recibir el Ano Nuevo en casa de Mauricio. Simon habia querido volver a El Rosal un dia antes. Planeaba recibir el ano en la fiesta del centro de la ciudad. Supuse que regresaria a esa ciudad superpoblada, por lo que fui a casa de mi hermano, con la intencion de liberar mi tension tras mis largas jornadas de trabajo antes de la Navidad. Fue un error. Sabia que Mauricio tendria licor como para abastecer a una ciudad. Cuando llegue alli, Simon me sirvio un whisky. Siempre por esas fechas, en el hotel estabamos desbordados de trabajo. Asi que ahora solo queria pasar una noche calmada y beber algunos tragos con mis amigos. “No esperaba verte aqui. ?No se suponia que regresarias a El Rosal?”, le pregunte. “Astrid, sabes que no hay forma de que me niegue a estar en una fiesta como esta”, dijo Simon con tono de broma. El deseo comenzo a fluir. Aunque nunca habiamos concretado nada, la tension sexual entre nosotros se habia incrementado con el paso de los anos. El tenia cuatro anos mas que yo, lo que parecia algo importante cuando eramos unos chicos, pero cuando crecimos le reste importancia. Fuimos al porche y comenzamos a oir las historias de mi hermano, todas muy divertidas. Me mantuve a su lado el resto de la fiesta. Continue bebiendo y me acerque mas a el, sintiendome cada vez mas relajada. Tome su brazo o escuche sus historias tambien, sin parar de reir. La lujuria que sentia ya estaba torturandome, pero sabia que Mauricio y Simon tenian una amistad de vieja data. Con cada fiesta, las imagenes de ese pasado tan feliz aparecian en sus historias. Mauricio paro de narrar una de sus anecdotas y Simon puso su mano en mi espalda. Tal vez era un simple gesto, ?o no? Volvimos a la sala de estar y puse mis dedos en su pierna mientras volvia a escuchar sus experiencias juveniles. Me di cuenta de que queria lo mismo que yo. Lo deseaba. Tome aire, con la idea de bajar el ritmo de mi ansiedad. Ibamos rumbo al comedor, un lugar en el que no habia nadie. “?Te sientes bien, Astrid?”, me pregunto. El deseo estaba flotando en el ambiente. El resto de los invitados permanecian en el porche. Eso nos dejaba a solas. Y me permitia comprobar como ambos nos deseabamos. Pase mis ojos por la cara de Simon, y me di cuenta de que pensaba lo mismo. Sin embargo, era el mejor amigo de mi hermano. Se trataba de alguien especial para el. Retrocedi, pero senti que estaba justo a mi lado, apenas a unos milimetros de un hombre que deseaba pero que siempre habia considerado como parte de mi familia. “Tal vez no deberiamos hacer esto”, dije, y di otro paso atras. “?Que pensabas que hariamos?”, me pregunto, susurrando. Dio un paso y tomo mis caderas para acercarme a el. El movimiento fue fuerte, aunque me senti comoda. De hecho, aumento el fuego en mi cuerpo y gemi sin poder evitarlo. Entonces eso basto para que continuara. Estaba claro que no era parte de mi familia. Y tambien que ya eramos adultos. Me condujo hasta una pared y quede entre su cuerpo y ella. Llevo sus labios a mi boca y luego hundio su lengua en el interior. Volvia a gemir mientras su aroma masculino inundaba mi nariz. Era el hombre al que habia deseado hacia anos. Ahora estaba apoderandose de mi cuerpo. Tome su pecho y deje que su lengua flotara en mi boca. “Deberias…”, dije, pero volvio a besarme, ahora con mas fuerza. Sabia que debiamos parar, pues cualquier persona podria encontrarnos. Estabamos corriendo peligro, aunque la sensacion de placer era maravillosa. “Podrian descubrirnos”, le adverti cuando pude retirar su boca. Sus dedos llegaron a mis senos. “Que se vayan al carajo”, dijo con fuerza. Bajo su boca hasta alcanzar mi sien. Cada beso que me dio erizo mi piel. Me encanto saber que lo excitaba tanto. Y tambien me excito, aunque sabia que era incorrecto estar con el. “Cielos”, dije en voz baja. Arquee mi espalda para ayudarlo a moverse. Era la primera vez que un hombre me trataba con tanta gentileza y rudeza al mismo tiempo. Simon era cuidadoso, pero tambien me mostraba su hambre. Un hambre que no podia guardar mas. Subio mi blusa y apreto delicadamente mi vientre con algunos de sus dedos. “No sabes cuanto tiempo he querido poseerte”, conto en voz baja. “Demuestramelo. Hazme tuya”, le pedi en un murmuro. Sonrio y subio mi cuerpo. Fuimos al dormitorio de huespedes y cerre mis ojos. Cuando desperte, vi la puerta de ese dormitorio cerrada. Una pregunta surgio en mi mente: ?que veria cuando abriera esa puerta? Exhale con fuerza, abri mis ojos y fui por mis cosas. Me impresiono lo mucho que me costo encontrarlas tras la noche de placer que habia tenido. ?Que diria Mauricio? Senti una terrible incertidumbre. Una sensacion que se mantuvo en mi. Sabia que no queria que Simon saliera conmigo. Era su hermana menor y me protegia. De todas maneras, ya tenia claro que debia enfrentar la situacion tras lo que habiamos hecho en uno de sus dormitorios. Recorde que Simon habia tomado mi ropa interior de encaje con su boca. Al encontrarla, senti otra ola de deseo. El parecia un jovencito desesperado por estar con su primera chica. Queria hacer todo con suma rudeza. Puse la ropa interior empapada, o lo que quedaba de ella, en mi bolso, y abri la puerta. Escuche sonidos que venian de afuera y supuse que se trataba de Simon. Camine sigilosamente hasta llegar a la sala de estar. No habia nadie en el pasillo. Todos los invitados dormian en los sofas o las alfombras. Se notaba que habian disfrutado la noche. Camine hasta la entrada en silencio. Mauricio noto que tenia mis zapatos en mi mano. “!Por fin despiertas!”, dijo. “?Ya es mediodia?”, le pregunte. El tono de mi voz era mas raro de lo habitual. Un recuerdo llego a mi mente, pero no queria contarle nada sobre el a Mauricio. Contuve el aliento y percibi un sabor en mi boca. “?Quieres vomitar? Acercate al cesped". “?De que hablas?”, le pregunte. Me ofrecio una rosquilla de la caja que tenia a su lado. Las habia comprado en mi tienda favorita. “De tu cara. Luces como si estuvieras a punto de vomitar. Deberias comer una rosquilla”, me sugirio Mauricio. “?Y Simon?”, le pregunte, como si no me importara la respuesta. “Se fue. Salio muy temprano. !Que buena fiesta tuvimos! Perdi el rastro de Simon a medianoche, pero hoy a las cinco de la manana se marcho con prisa. Menciono que su avion partiria temprano”, me respondio. Simon ya era un abogado importante en El Rosal. No tendria sentido iniciar algo con el. Sin embargo, esperaba que al menos se despidiera de mi. Entonces asenti y gire. No queria que mi hermano notara lo frustrada que me sentia. Puso la caja en mis rodillas y se levanto para sentarse en el columpio. “Toma la que quieras”, insistio Mauricio. Tal vez su actitud era la apropiada. Nuestras familias estaban en desacuerdo con una posible relacion entre nosotros. Ademas, no habria forma de que pudieramos estar juntos con tantos kilometros entre nosotros. Suspire y me sente al lado de mi hermano en el columpio. Comence a moverme, mientras me obligaba a hablar y simular que no habia ocurrido nada entre Simon y yo. Se habia marchado sin decir nada, asi que haria lo mismo que el. Como Mauricio no me pregunto al respecto ni queria saber nada, supuse que nadie mas se enteraria. Ser suya habia sido mejor de lo que habia pensado miles de veces en mis fantasias. Al recordar que habia podido acostarme con un hombre con el que habia querido tener relaciones por tantos anos, me senti afortunada. *** Pronto todo cambiaria en nuestra ciudad. La celebracion de San Valentin se acercaba. Ivana estaba soltera, como yo. Por esa razon planificamos una noche solo para nosotros. Lo habiamos hecho miles de veces. Prepare panecillos, compre dos botellas de vino y busque una pelicula sobre romance y enredos para que la vieramos.

  • Ensename a vivir de Naomi Braus

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    Existen muchas formas pateticas de tocar fondo tras ser enganada y dejada despues de una larga relacion, y a sus veintisiete anos Sayen Saez ha conocido perfectamente cada una de ellas, dejando que su exitosa carrera como escritora se fuera a pique hasta entrar en una profunda depresion y asi caer en manos de Alexander Wompner, un treintanero, frio y manipulador psiquiatra, atormentado por los recuerdos de su pasado, y que tras un desastroso accidente con Sayen, se desata en el una ansiosa necesidad de vengarse contra esa mujer, escogiendo la mejor manera de devolversela: Tratar su enfermedad.
    Dos tercos inmaduros de armas tomar que se veran envueltos en distintas situaciones, obligandolos a enfrentarse a la vida, a las decisiones, crecer y encarar los miedos. Sin embargo, ninguno estaba preparado para lo peor: El amor.
    ?Podran ambos permitirse la libertad de sentir aquello prohibido que los va acercando cada segundo mas? ?o se cerraran al debido trato de paciente-psiquiatra? La estabilidad de las emociones se ve amenazada con cada paso del tratamiento y alguien tendra que ceder.
    ?Seran capaces de abrir sus corazones?
    ?O acabaran tomando caminos separados?

  • Los 10 mitos del nacionalismo catalan de Joaquin Leguina

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    En visperas de unas elecciones autonomicas que, en Cataluna, tendran, probablemente, mas relevancia que nunca, Joaquin Leguina reflexiona acerca de errores y mitos unanimemente aceptados que, a lo largo del tiempo, han falseado la realidad. A fuerza de repeticion sistematica, se acaba por aceptar el discurso soberanista sin analizarlo con rigor. El autor plantea en estas paginas una serie de cuestiones merecedoras de una reflexion mas profunda, que deje al margen interpretaciones partidistas: ?Existe un fundamento historico que avale la reivindicacion del estado catalan? ?Cual ha sido el verdadero papel de la lengua catalana a lo largo de los siglos? ?Cabe reconocer una base real al supuesto enfrentamiento secular entre catalanes y castellanos? ?Ha sido siempre la senera el simbolo de todos los que se identifican con el catalanismo o tan solo un elemento del que se apropio el sector mas conservador de la sociedad catalana? Contra la tergiversacion de la historia solo cabe el rigor y la verdad.

  • La esencia de tu amor de Beyondlovefiction

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    asper Wright es el mariscal de campo del equipo de Futbol Americano de su universidad.Es conocido por ser directo y calculador, lo cual le funciona muy bien en el campo de juego. Pero en lo personal, su vida es un rompecabezas. Solo cuenta con el apoyo y el carino de sus dos amigos cercanos, sus padres demasiado ocupados debido a su agenda laboral, la soledad es una constante de la cual esta desesperado por deshacerse. James Gibbs en cambio es un raton de biblioteca.Dulce pero timido, su mejor refugio son los libros. Su vida universitaria se enfoca en estudiar y estudiar sin descanso, ser consentido por su hermano mayor (un poco sobreprotector) y rendirle cuentas a su repugnante padre que parece tener una botella de alcohol adherida permanentemente a su mano.Siendo tan distintos y con personalidades tan diferentes, ?como surgira el amor entre ambos adolescentes?

  • La hija del sepulturero de Joyce Carol Oates

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    La epopeya de una mujer que debe reinventarse a si misma. Una odisea erotica y turbulenta, intensamente provocadora y emotiva.

  • Perdido en la tormenta (Esencia Irlandesa 2) de Yolanda Revuelta

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    Brianna oteo hacia el mar, como le gustaba hacer cada amanecer desde que habia vuelto a Ballycotton. El viento frio del norte hacia fluctuar el agua formando grandes ondulaciones que embestian con fuerza contra el acantilado y como habian hecho a lo largo de los siglos. El batir constante de las olas aranaba con impetu las gigantescas paredes de roca que se encumbraban hasta querer conquistar tierra firme, y ella, alli de pie, era una mera espectadora de esa fuerza devastadora y del hipnotizador rugido sibilante. Adoraba ese ritual matutino y era quiza lo que mas habia echado de menos durante su estancia en Dublin en la epoca que habia estado estudiando en la universidad. Decenas de gaviotas volaban en circulo por el cielo y con sus extensas alas desplegadas planeaban con elegancia a favor de la corriente de aire. Eran totalmente ajenas a lo que sucedia a su alrededor; no asi a su presencia, ya que sus graznidos se podian escuchar claramente desde tierra cuando se acercaban a ella. Brianna se llevo la mano a la frente y la dispuso a modo de visera, para evitar que los rayos del sol la cegasen. Le gusto ver como las aves surcaban las nubes esponjosas tenidas de un rojo intenso, el mismo que vestia el amanecer. Adoraba la casa que le habian dejado sus abuelos en herencia. Quizas y solo por eso, habia decidido restaurarla y emprender un nuevo futuro junto a sus amigas, Caitlin y Meg. Craig House se alzaba a su espalda como una mole mas de piedra que parecia integrarse perfectamente con el verde intenso del paisaje. Tras varios meses de restauracion, la casa resplandecia con orgullo a pesar de sus doscientos anos como unico testigo de los devastadores acantilados. El soplo de aire helado perforo su abrigo y ella no pudo mas que estremecerse; bajo la mano y se abrazo a si misma con la unica intencion de protegerse de las frias rafagas que la atravesaban de forma incesante. Su larga cabellera era como llamaradas de fuego que ondeaba cual bandera a favor del viento y, por primera vez en mucho tiempo, percibio la sensacion de libertad que tanto habia anhelado en esos ultimos meses. No pudo evitar fijarse en el barco de color rojo que rompia contra las olas y que parecia avanzar sin esfuerzo alguno a traves de las corrientes marinas; parecia una pequena e insignificante mancha rojiza en comparacion al elemento que lo rodeaba. No tuvo que preguntarse quien lo tripulaba, puesto que pudo leer en su casco las inmensas letras que daban nombre a la embarcacion: Green Star. El nombre de Garrett sacudio su mente con fuerza, pero esta vez pudo controlar la sensacion de abandono que la habia acompanado a lo largo de los ultimos meses. Lo amaba, pero eso ya formaba parte del pasado. El le habia dejado muy claro con anterioridad que no podria haber nada entre ellos, y ella, a su pesar, habia llegado a respetar su decision. Era un hombre que no deseaba complicaciones en su vida y asi se lo habia hecho saber hacia muchos anos, antes de partir a Dublin. No habian cruzado mas de dos o tres frases desde su regreso; con eso le dejaba claro que su decision al respecto seguia firme. <>, se dijo a si misma parafraseando a su abuela, <>. Dudaba que asi fuera. Llego a la conclusion de que se aprendia a vivir con el rechazo y el dolor, pero que la sensacion de olvido nunca parecia terminar de cicatrizar. La embarcacion avanzo despacio, como si no tuviera destino alguno por alcanzar. Trato de asimilar ese pensamiento y llego a la conclusion que con esa reflexion tambien habia descrito a Garrett. No tenia sentido seguir alli de pie, lamentandose de si misma. Tenia cosas por hacer, Meg llegaria en breve para organizar la cocina y los posibles menus que se servirian en un futuro muy cercano a los clientes. Con ese pensamiento se giro despacio y dio la espalda al mar, se dirigio con pasos lentos hacia la casa y asumio que la tristeza no tenia cabida ese dia en su corazon. *** Garrett percibio las sacudidas de las olas en el casco de la embarcacion; ese balanceo ya formaba parte de su existencia y tenia muy claro que no podria vivir sin el. Preferia la soledad del mar al bullicio y a las personas en tierra. Exhalo un suspiro de derrota al ver la figura femenina en lo alto del acantilado. No tenia duda de quien se trataba ya que habria podido describir sus rasgos con los ojos cerrados. El viento bailaba caprichosamente con su cabello, como si tratase de apagar el fuego que habitaba en ellos; alli de pie, parecia una figura alada bajada del mismo cielo. La vio subir la mano hasta la frente y observar a las ruidosas gaviotas que eran presencia indiscutible cada vez que divisaban un barco en alta mar, puesto que la seguridad de alimento las hacia ser escoltas de cada una de las embarcaciones que encontraban a su paso. No necesitaba tener a Brianna en su pensamiento. Muchas eran las noches que pasaba en vela por su causa, pero no habia marcha atras. No era un hombre hecho para el matrimonio; le gustaba vivir en libertad, sin tener que dar explicaciones a nadie, ser dueno de si mismo. Al menos, durante unos anos, se habia convencido de ello, pero estos ultimos meses la duda sembraba toda logica y eso le creaba un humor de perros. La vio girarse y encaminarse hacia la casa; parecia inmersa en sus pensamientos y deseo ser el quien borrase esa tristeza de sus ojos, pero parecia que ya era tarde para todo. <>, se dijo. Brianna aun era muy joven y tenia toda la vida por delante; el pronto cumpliria los cuarenta y parte de su juventud se habia evaporado. Solo el hecho de ser patron de un barco daba cierto significado a su existencia. Puso el cebo en las nasas y, a continuacion, las echo al agua. Con un poco de suerte encontraria suficientes cangrejos para que el dia no fuese del todo desaprovechado. --!Jefe! --vocifero uno de los marineros, que trabajaban para el, desde proa. --Dime, Patrick. Patrick y Sean, el otro marinero, senalaron con el indice hacia la bandada de gaviotas que volaban en circulo sobre las aguas profundas. --!Atunes! --gritaron al unisono. Garrett recogio con premura las nasas y las dejo caer precipitadamente a sus pies, mas tarde recogeria el cebo. Despues de todo, no iba a ser tan mal dia. El banco de atunes habia llegado con varias semanas de antelacion y eso se traducia en dos cosas: mas ventas y mas dinero. --Coged las canas y echadlas al agua --ordeno Garrett desde babor, mientras se acercaba con determinacion a proa--. !Vamos, aprisa! Ambos marineros asintieron y obedecieron en el acto. Sin poder evitarlo, oteo de nuevo los acantilados en busca de Brianna, pero ella ya habia desaparecido, dejando un vacio insondable en su interior que no supo interpretar. *** --?Estas segura? --pregunto Meg, mientras abria una enorme caja sobre la encimera de la cocina. Brianna no estaba segura de nada, pero a lo largo de los ultimos meses habia tomado tantas decisiones que, en vez de una complicacion, se habia convertido en un ritual. --Creo que sera lo mejor --comenzo a decir--, si abrimos la ultima semana de mayo, podremos empezar a reservar habitaciones y quiza para mediados de junio la casa ya este en pleno rendimiento. Meg desembalo el robot de cocina que habia pedido a Dublin esa semana. Al quitarle el papel transparente que lo envolvia, no la defraudo en absoluto. Si algo habia aprendido en la escuela de gastronomia esos ultimos meses, era que la tecnologia no debia estar renida con la cocina tradicional. --Es perfecto, ?no crees? --le dijo Meg con una amplia sonrisa en el rostro e ignorando el comentario de Brianna hecho con anterioridad. Brianna no quiso desilusionarla y asintio, pero no muy convencida. No tenia muy claro cual seria la funcionalidad de ese armatoste. Mientras Meg seguia con su chachara, Brianna la observo con detenimiento. Ya no era la muchacha timida y asustadiza que habia ido a Cork a realizar un curso de alta cocina. Meg habia vuelto convertida en toda una mujer, por su forma de hablar y de interactuar, pudo llegar a la conclusion de que estaba ante alguien que sabia lo que queria. Si con anterioridad tuvo algunas dudas de que una mujer tan joven como Meg se pudiera ocupar de la cocina de la casa, en ese instante se disiparon todas. Sus ojos azules estaban muy abiertos, quizas el hecho de tener entre sus manos el robot de cocina era suficiente para iluminar su mirada; su media melena era rubia como el trigo de los campos en verano, en ese momento, una diadema lo despejaba de su rostro y aun asi se movia con soltura sobre sus hombros. Era delgada, de estatura media, pero lo que Brianna no pudo evitar, fue compararla con su hermano mayor: Garrett. Una y otra vez, ese nombre resonaba en su cerebro como una cancion pegadiza y desesperada. --Tierra llamando al planeta Brianna.

  • B de Bella de Kris Buendia

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    Es guapo y elegante. Misterioso y Bestia. Un importante Senador. Nuestro primer encuentro fue perfecto, pense que lo habia dejado atras cuando me fui esa noche y me mude a otro pais. Pero un ano despues, me vuelvo a encontrar con el. Ahora como su asistente.
    El no sabe que hace un ano pago una noche para estar conmigo.
    El no sabe que por algunas noches dejo de ser su aburrida asistente ejecutiva.
    El no sabe que soy Bella, una mujer con heridas y dama de compania, una porque la que ha vuelto a pagar otra noche.
    Mi secreto esta a salvo mientras no me reconozca. y mientras no se enamore de mi.
    ?La bestia sera Dominada por la Belleza?

  • El don de la fiebre de Mario Cuenca Sandoval

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    Olivier Messiaen ha nacido con un don: tiene un oido absoluto, puede identificar la calidad, el timbre e incluso el color de cada sonido. Con el tiempo llegara a convertirse en uno de los compositores mas famosos de Francia y del mundo. En El don de la fiebre, Mario Cuenca Sandoval novela la vida de este artista absorbido por la religion, los pajaros y la musica, un musico ensimismado a quien la Historia coloca en el frente durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de prisioneros nazi -donde compone y estrena su pieza mas famosa-, como profesor en el Conservatorio del Paris ocupado y como marido inusual junto a sus dos grandes amores.