• Fantasias de amor de Vicente Cabrera

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    Se dice que la vida para una persona empieza realmente cuando se enamora. Si, en ese momento en que al enamorado o enamorada, se le instala en su mente un pensamiento unico y permanente, como es el que tiene respecto a la persona por la que siente un afecto especial. Luis, uno de los personajes principales de esta novela, no es que sintiera pasion por Maria, la otra protagonista, sino que en su estreno en el amor a los diecinueve anos, podria decirse que era una alienacion mental con una perdida del sentimiento de su propia identidad como consecuencia de la dependencia que sentia por su hallado gran amor, tantas veces anhelado en noches de historias sin fin. Si, en esas noches en las que al irse a dormir y estando ya en la cama, su imaginacion creaba historias de amor que, como si fuesen realidad, vivia en ese momento con la mujer idealizada y que no tenian nunca final porque siempre se quedaba dormido antes de llegar al "the end". Esta novela se refiere a esa relacion entre Luis y Maria, primero como novios y despues como casados, asi como, al grado de satisfaccion que el pudo tener, finalmente, respecto a esas fantasias de amor de su juventud. CAPITULO I El tilin Eran las siete de la tarde del primer sabado del mes de noviembre de 1972 y Luis esperaba a su amigo Manuel en el portalon del Palacio de la Prensa, sito en la Gran Via madrilena. Habian quedado para pasar la tarde juntos en la discoteca J J, la cual se encontraba en la planta baja del citado edificio. Manuel llego diez minutos tarde --dentro del plazo de cortesia por el que se entiende que alguien llega a su hora--, saludo a su amigo y le comento que esa tarde tenia que prescindir del baile, pues habia quedado con dos chicas para acompanarlas a realizar unas compras en El Corte Ingles. Asimismo, le pregunto: --?Quieres venirte? Esto lo dijo con cierto interes por su parte, ya que "bebia los vientos" por una de las amigas y asi, yendo tambien su amigo, podia tener mas relacion de parejita con la que le interesaba. Luis dijo que no le apetecia, pues deseaba pasar la tarde en la discoteca, bailando y viendo la actuacion de Los Pop Tops, grupo musical de gran exito en esos momentos y del que era ferviente seguidor. Manuel, sin embargo, le insistia: --Bueno, para las diez y media o asi, seguramente estaremos en el Sherry. Te lo digo, por si tuvieras ganas de acercarte y estar un rato con nosotros. Sherry, era un meson que los dos amigos conocian perfectamente, pues habian estado en alguna ocasion y se encontraba en una de las callejuelas aledanas a la plaza del Callao, muy cerca del Palacio de la Prensa, donde se hallaban en ese momento hablando. --Vale, de acuerdo --dijo Luis. Para este, la tarde en la discoteca fue estupenda, bailo con varias chicas y, sobre todo un buen rato, con una que era modelo, segun ella le comento. Despues, alli mismo, disfruto del concierto de su grupo musical favorito, los Pop Tops. Al salir de J J, siendo las diez de la noche y pensando que todavia podia tener un tiempo de entretenimiento, decidio ir al encuentro de su amigo Manuel que, de acuerdo con lo que le habia dicho, estaria en Sherry junto a sus dos acompanantes femeninas. Este meson era un local en el que se hacian realidad los versos de Antonio Machado: "Guitarra del meson que hoy suenas jota, manana petenera, segun quien llega y tane, las empolvadas cuerdas". Cualquiera podia coger una guitarra que se encontraba en el establecimiento a disposicion del publico y, enseguida, por los efectos de los "caldos" que se tomaban y por los sones del instrumento musical, hacian a la clientela, sobre todo a la femenina, arrancarse a bailar por sevillanas o por cualquier otro baile flamenco, siendo acompanada por el sector de palmeros y por los cantes de todos. Luis llego al local y, efectivamente, vio que alli, junto a una mesa, estaban su amigo y las dos chicas de las que Manuel le habia hablado. Asi que, despues de las salutaciones de rigor, se sento junto a ellos. El camarero, que estaba muy atento, enseguida le trajo una copa y su amigo, inmediatamente, le sirvio de una botella de color negro un oloroso fino de Jerez que tambien estaban ellos tomando. El ambiente estaba muy animado, pero sobre las doce de la noche, las chicas dijeron que tenian que irse, por lo que los chicos pagaron entre los dos las consumiciones y junto a sus acompanantes, Rosa y Maria, que asi se llamaban las amigas, salieron del local e iniciaron una caminata que termino en el Cafe Nacional, sito en la Glorieta de Bilbao, donde las dos feminas habian quedado con unos companeros de trabajo y que Luis y Manuel no pudieron conocer porque las chicas se despidieron a la entrada de la cafeteria. Aunque Rosa ya se lo habia advertido a Manuel antes de quedar, sin embargo, el hecho de que ellas continuaran la noche, “no sabiendo como”, con unos companeros de trabajo, a Manuel no le gusto nada. No obstante, antes de despedirse, Luis que, ese fin de semana, se encontraba solo en su domicilio porque sus padres y hermana, con los que convivia, se habian ido al chale que tenian en la Sierra madrilena, les propuso pasar en su casa la tarde del domingo --dia en el que ya se encontraban--, organizando el un pequeno guateque para los cuatro. Asi minoraba los efectos de la desilusion en su amigo Manuel, aunque tambien pretendia poder estar de nuevo con Maria, pues le habia hecho cierto "tilin". Todos aceptaron. CAPITULO II Novios Era ya domingo por la tarde y Luis se afanaba en tener todo recogido, porque, aun cuando su madre lo mantenia todo limpio como una patena, sin embargo, al quedarse solo en casa, se despreocupaba un poco dejando todo por medio. Estaba preparando la intendencia para la fiesta, como bebidas y cosas para picar, cuando sono el timbre de la puerta. --!Ya estan aqui! --penso. Abrio y efectivamente eran ellos, Maria venia mas guapa todavia de lo que le habia parecido el dia anterior y, ademas, tenia cierto aire de inocencia que le hacia mas atractiva. El anfitrion disponia de una bateria de discos de musica romantica que, durante el transcurso de la tarde, fue pinchando --Beatles, Adamo, Simon & Garfunkel,...-- y viendo, en un momento determinado, que la situacion se estaba caldeando en el sofa entre Manuel y Rosa, decidio poner "Je t'aime" de Jane Birkin & Serge Gainsbourg, cancion que por su sensualidad estaba prohibida en aquellos tiempos en Espana, pero que, sin embargo, mucha gente habia logrado obtener el disco. Luis, que era bastante timido, mientras bailaba con Maria, opto por la via educada o tonta, segun se mire, y le pregunto: --?Te puedo dar un beso? Su pareja de baile, secamente, respondio: --No. Durante el resto de la tarde, tampoco pudo intentar alguna aproximacion que no fuera la del estricto baile, pues, aunque este era agarrado, sus cuerpos estaban distanciados por los codos de Maria que actuaban como barrera. Siendo ya las nueve y viendo que sus padres podian estar al llegar, Luis propuso que le ayudaran a recoger todo un poco y continuar la fiesta en algun otro sitio tomando algo que les sirviera ya de cena. Lo que se acepto por todos. En un meson cerca de Ciudad Lineal, con unas cervezas y alguna que otra racion, pusieron el epilogo a esa agradable tarde, aunque para Luis "improductiva". Sin embargo, ello le motivo para proponer alguna que otra quedada, lo que asi ocurrio en dias posteriores. Unas pocas veces mas salieron los cuatro, pero un dia, Luis decidio pedirle a Maria pasar alguna tarde los dos solos. Siendo aceptado por ella. Se citaron unos cuantos dias mas para ir al cine, a merendar, al parque del Retiro, etc, pero llego el inicio del periodo navideno y Maria acostumbraba a desplazarse en esas fechas a casa de sus padres que vivian en un pueblo de Badajoz, de donde tambien era ella. Asi que, el fin de semana anterior a su partida, Luis, cogiendo fuerzas, le propuso que. a partir de ese momento, podian considerarse novios. Ella, sin pensarlo mucho, acepto. El ahora "prometido", sin preguntar ya nada, se decidio y le dio un beso en la boca. El dia que Maria viajaba a su pueblo, Luis la acompano a la estacion de autobuses de Auto Res. Estuvieron charlando un buen rato y, cuando avisaron por los altavoces de que el autobus con destino a Badajoz estaba ya preparado en la darsena correspondiente para su salida inminente, se dieron un beso prolongado. Acto seguido, ella accedio al vehiculo. El autocar inicio la marcha y Maria, desde una de las ventanillas, decia adios con la mano mientras Luis, viendo como se iba alejando, notaba un sentimiento de tristeza como nunca antes le habia ocurrido. Estaba enamorado.

  • Molobo de Vidal Fernandez Solano

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    Jim, un exitoso corredor de bolsa espanol afincado en Estados Unidos, se traslada de Nueva York a Hazard, un pequeno pueblo de Nebraska, por motivos de salud. Tras una vida azarosa y agitada en el mundo de los altos negocios, el medico le recomienda la estabilidad y el sosiego del campo tras un amago de infarto. A medida que va conociendo a los habitantes del pueblo,Jimse da cuenta poco a poco de la existencia de macabros secretos. Un rastro de violentas muertes ocultas tras el temor y la supersticion locales va apareciendo ante sus ojos. Sorprendido, descubre que no es la primera vez que esto ocurre. Una extrana presencia, jamas revelada a los ojos del mundo, habita en los bosques que rodean el pueblo.Seres salidos de una pesadilla que vuelven de forma periodica reclamando un tributo. en sangre.

  • Elemental (Guardianes Del Alma 2) de Kim Richardson

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    Kara y un pequeno nino estan juntos, solos, en un pequeno rio. El sostiene su mano. El agua fria les hace cosquillas en los pies. Una niebla fina se levanta y teje hilos alrededor de ellos, y Kara huele el tenue olor a carne podrida. Algo toca sus dedos del pie. Ve hacia abajo. Manos blancas se extienden afuera del agua y la sujetan por los tobillos. Ella salta hacia atras, jalando al nino con ella. Aparecen mas manos por todos lados. Una niebla espesa, negra, se levanta y cubre la corriente. Largos tentaculos se enredan alrededor de sus piernas, como serpientes blancas. Kara grita y patea la niebla. Un hedor a hierro la ahoga. La niebla desaparece. Kara lucha por equilibrarse. Ella esta en un rio de sangre. El nino tiene sangre en sus muslos. Kara siente nauseas. Oye un chapoteo. Una figura en el rio...un hombre, no… La retorcida cabeza humana y el torso enfermo que se levantan sobre el rio nacen de una confusion de entranas humanas y de insectos, de la parte posterior de un monstruo horrible. Las piernas largas del insecto se arrastran hacia ella, negras y afiladas. Forunculos y llagas cubren la piel del monstruo, como lepra. Sus ojos rojos brillan entre la niebla negra. Cierra sus mandibulas. El nino le suelta la mano a Kara. Es arrastrado debajo del rio sangriento. Kara se dobla hacia abajo y agita sus manos en la sangre, buscando al nino. Un sollozo. Kara Mira hacia arriba. La criatura tiene al nino. Agarra al chico por el cuello y lo exprime. Abre su boca. Sangre escurre por sus puntiagudos dientes amarillos. Lentamente trae al nino hacia su boca humeda mientras la criatura no deja de gritar. Kara desperto sobresaltada. Su corazon golpeaba contra su pecho mientras parpadeaba tratando de abrir sus pegajosos ojos cubiertos con lagrimas y sudor. Todavia media dormida, se sento en su cama con los brazos estirados delante de ella, lista para salvar al nino del monstruo. Se quito el flequillo pegajoso de la frente sudada y espero, calmandose, hasta que los efectos del sueno se disiparon. Habia estado llorando. Limpio su cara y sus ojos lentamente se ajustaron a la luz de la manana que se colaba en su habitacion. Las sombras oscuras fueron enfocandose. Sus pinturas de demonios y angeles que cubrian las paredes como papel tapiz parecian aun mas siniestras en la tenue luz. Se sacudio con un escalofrio. Las pinturas eran parte de una historia que Kara debia contar. Recien despertando de sus pesadillas, tomaba su pincel y pintaba una y otra vez las recurrentes historias. Se convencia a misma que era una especie de terapia, y que quizas, algun dia, las pesadillas se detendrian. Despues de un tiempo su madre se nego a entrar en su habitacion. Kara recordo que su madre habia lanzado sus manos en el aire, gritando que los monstruos iban a atraparlas. Pero para Kara, eran solo pinturas. Sabia que no podian lastimar a nadie. 5:00 am… aun demasiado temprano para levantarse para la escuela. Se forzo a cerrar los ojos y se reacomodo en su cama. Los debiles ronquidos desde el segundo cuarto al final del pasillo confirmaban que su madre no se habia despertado con sus gritos. Se sintio aliviada. Su madre trabajaba largas horas, asi que merecia una buena noche de descanso. Cada noche Kara sonaba con monstruos horribles y con un nino asustado de cabello rubio enredado y pijama azul y blanco… a punto de ser comido. Se despertaba gritando en el momento que el nino desaparecia entre la boca del monstruo. Kara solto un largo suspiro. No podia volver a dormirse. Bajo las piernas de su cama y fue de puntillas a su vestidor. Los tablones de pino se sacudieron. Pintura blanca se descarapelaba de las patas y de la parte superior del mueble, dandole un falso aspecto antiguo. Faltaban algunas perillas de los cajones superiores, y Kara habia utilizado boligrafos secos para reemplazarlas. Levanto un marco metalico. La cubierta de vidrio estaba agrietada y astillada. Kara la acerco a su rostro. Un hombre con cabello castano despeinado y una sonrisa amistosa sostenia a una nina con coletas castanas de mono amarillo. Kara sintio como su pecho se comprimia. Apenas y podia recordar ese dia. La imagen de su padre se habia desvanecido a lo lejos. Habia muerto cuando ella tenia solo cinco anos, y Kara no lo recordaba en absoluto. Ella dibujo su rostro con el dedo. !Que no daria por tener un verdadero padre! Quiza su madre estaria un poco mas cuerda si hubiera un hombre alrededor de ella. Kara sintio un gran dolor en su corazon, y con un suspiro, coloco el marco en el aparador. El rostro de Kara la veia fijamente detras del espejo roto y forzo una sonrisa. Hoy era su decimoseptimo cumpleanos. Diecisiete anos; era la edad cuando las chicas se enamoraban e iban a la Universidad para seguir sus suenos. Su sonrisa se desplomo. El trabajo de verano de Kara apenas le habia dado lo suficiente para ayudar a pagar la comida. Ella nunca podria ahorrar lo suficiente para ir a la Universidad. Una cucaracha recorrio su espejo y se detuvo justo en el medio. Estaba al nivel de los ojos de Kara, con sus dos ojos negros como piedras viendola con una especie de inteligencia extrana. Sus antenas se movian nerviosamente. !BAM! Kara despego el libro el espejo y tiro la cucaracha muerta en su bote de basura. Se sintio culpable de matar al insecto. Fruncio los labios y miro al espejo otra vez. Deberia estar feliz, ella lo sabia. Pero se sentia vacia por dentro. Le faltaba una parte, como un coche al que le faltaba una rueda y que por lo tanto no podia conducir. Desde hace meses habia estado deprimida. En la escuela no queria hacer nada aparte de su pintura y la lectura de sus libros. Incluso su mejor amigo Mat la evitaba. Hacia dos semanas, a la hora del almuerzo, le dijo que andar con ella estaba haciendo que su cerebro se derritiera; lo estaba deprimiendo. Sin Mat para apoyarla se sentia aun mas perdida y confundida. Ella trato de sacudirse la sensacion, pero nada funciono. Se sentia sola. El suave canto de los pajaros llego a sus oidos. Kara sonrio. Aunque a veces le molestaba, cantaban maravillosamente. El canto llego a ser mas fuerte, mas intenso, y entonces oyo el graznido de los cuervos, muchos de ellos… Extrano, Kara penso para sus adentros. Se asomo a la repisa de la ventana. El piso de madera se sentia frio debajo de sus pies. Presiono la cabeza contra el cristal y miro hacia fuera. Casi veinte cuervos estaban encaramados en los altos arces. Con sus cabezas inclinadas, le croaban a algo que estaba abajo y que Kara no podia ver. Se esforzo para poder mirar a traves de las ramas. Un escalofrio recorrio su columna vertebral. Su corazon se le subio a la garganta. En medio del camino habia un nino… el mismo nino de sus suenos. Kara aplasto su nariz contra el vidrio y miro la pequena figura en pijama caminando como patito por la calle. Estaba descalzo. En agosto, el clima de Montreal era aun bastante templado, incluso en las primeras horas de la manana. Lo vio plantar sus pies y pararse firmemente. El nino camino por los coches aparcados. Hojas de periodicos se enrollaban a su alrededor, atrapadas en el viento invisible. Tengo que ir a buscarlo, le dijo Kara a la ventana. Se decidio y se coloco un par de pantalones grises y un sueter. Con un clic, abrio la puerta de su dormitorio y camino en las sombras. Cuidando de no despertar a su madre, se deslizo furtivamente por la oscuridad y corrio a la puerta de su casa. Bajo las escaleras de dos en dos y reboto en el vestibulo. Recupero su aliento y abrio las puertas de cristal. El aire del exterior olia a hojas mojadas y hierba, fresco contra su piel, aludiendo ligeramente al ya proximo otono. Las aceras estaban llenas de charcos grises, y Kara salto para evitarlos. Corrio hasta el lugar de la calle donde ella habia visto por ultima vez al nino. Se habia ido. La calle estaba muy tranquila, y Kara noto que los pajaros repentinamente habian dejado de cantar. El viento se detuvo. Kara temblo. Un escalofrio le subio por la espalda, y su corazon martillo en sus oidos. “!Oye, chico!” dijo en una suave voz, no queriendo despertar al vecindario. “Nino… ?donde estas?” Paso por el lugar y se detuvo. Ella se puso de rodillas y busco debajo de los coches aparcados. No habia nada. El no podia estar lejos. Era un nino pequeno, penso Kara dando unos pasos hacia adelante. Se detuvo. Los pelos en la parte posterior de su cuello se erizaron. Sintio que algo no estaba bien, algo le decia que se echara a correr… Y alli estaba. Kara contuvo su respiracion. Lo podia ver claramente ahora -- no al nino, sino a un apuesto desconocido al que ya habia visto antes. Estaba inclinado contra un auto estacionado, sus brazos cruzados sobre el pecho. La mirada del extrano fija sobre ella. El corazon de Kara se detuvo. Era alto y delgado. Una chaqueta de cuero marron abrazaba sus poderosos hombros, y llevaba jeans deslavados con una playera ajustada que resaltaba su musculoso pecho. La miraba con una sonrisa casi tonta pintada en la cara, con apenas una sombra de hoyuelos en sus mejillas. Su cara era hermosa sin lugar a dudas. Demasiado perfecto. El tipo de rostro que enviaba millones de mariposas a sacudirse en la boca de su estomago. Kara le habia dado el apodo de “el acosador galante”… su preciosa sombra. ?Que esta haciendo el aqui a esta hora? Ella fruncio el ceno. Algo no tenia sentido. Parte de ella se sentia emocionada de tener a un tipo de tan buen aspecto siguiendola, pero la otra parte le provocaba carne de gallina… y no en el buen sentido. Habia algo muy raro en la forma que la veia. El acosador galante peino su cabello rubio con sus dedos y se dio la vuelta. Se encontro con los ojos de Kara y viro hacia el otro lado, pretendiendo estar interesado en los autos estacionados. A Kara no le parecia para nada un asesino en serie como Anibal Lechter… el tipo que descuartizaba y se comia a sus victimas, como una especie de guiso exotico. No. El tenia una boca tan hermosa que simplemente no podia imaginarselo comiendose a nadie. Kara no podia entender por que el la estaba acosando. Con su falta de gracias delanteras y sus curvas invisibles, no tenia mucho que ofrecerle al sexo opuesto en el campo visual. ?Que resultaba tan atractivo y “acosolicioso” en ella? Nada. Eso la hacia sospechar de el. Las cosas que son demasiado buenas para ser ciertas usualmente lo son, pensaba. Especialmente cuando ella estaba involucrada. Arranco los ojos de el por un momento para buscar al nino otra vez. Sombras oscuras acechaban a lo largo de la silenciosa calle y Kara se sintio tensa. Pero nada mas se movio. El chico no estaba a la vista. Y cuando se volvio para ver a su acosador galante, este habia desaparecido, como si fuera un producto de su imaginacion. En serio estoy enloqueciendo, penso Kara, retirando su flequillo de la cara. Una ligera llovizna refresco sus mejillas calientes, y Kara la agradecio… Algo se movio en la esquina de su ojo. Al principio, penso que era su acosador galante que habia regresado, pero rapidamente se dio cuenta de que no era el. Este hombre tenia el pelo blanco y la piel grisacea palida. Vestia un traje oscuro, y Kara podia ver que era un traje caro y...un poco fuera de lugar para esta hora de la manana. Estaba inclinado contra un poste de luz en la calle. Incluso desde la distancia podia verse que algo andaba muy mal con sus ojos. Eran negros. Y la estaban vigilando.

  • El bouquet del miedo de Xabier Gutierrez

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    En pleno mes de septiembre, tiempo de vendimia, y a pocos dias para que empiece la recoleccion de la uva, al subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra le asignan la investigacion del asesinato de la enologa Esperanza Moreno, encargada hasta entonces de la elaboracion del vino de las Bodegas Saenz de la finca Marbil, una de las mas prestigiosas haciendas de La Rioja, y productora del apreciado vino VVV. Su cuerpo ha sido hallado sin vida en su piso del barrio antiguo de San Sebastian, en medio de un charco de sangre y con la garganta seccionada. Todo parece indicar que se trata de un crimen pasional, cuando a las pocas horas de encontrar el cadaver, desaparece el novio de la victima, Roberto, operador de camara en uno de los programas de television de cocina mas exitosos del pais y dirigido por un afamado cocinero.

  • Compartiendo La Misma Cama de Penelope Dunn

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    Estoy totalmente impresionada. "?Como dices?", pregunto. "Es absurdo", manifiesta con sorpresa mi hermana menor. El abogado de mi padre, Alexis, intenta mostrarse relajado y peina su cabello suavemente. No tengo motivos para desconfiar de el. De hecho, confio totalmente en cada una de sus palabras y acciones. Ha laborado tantos anos para nosotros que se considera un integrante mas de nuestra familia. "Se que papa no seria capaz de atreverse a hacer eso. Supongo que todo es una equivocacion. Es realmente insolito", digo en voz baja, pero el niega con su cara. "Quiero ver su testamento, por favor, porque pienso lo mismo", dice Natalia. Le cede los documentos a mi hermana. "Ana, Natalia, era su voluntad, se los aseguro", dice viendonos fijamente. "Yo mismo escribi su testamento, luego su padre lo leyo, estuvo de acuerdo y firmo los papeles necesarios. Era su voluntad, se los aseguro". Hablamos sobre ese tema con mama unos dias antes de la partida definitiva de nuestro padre. Por eso, Natalia esta tan asombrada como yo. Entiendo lo que esta pensando, pues el mismo pensamiento atraviesa mi mente. En ese momento, nos acercamos a la cama de nuestra madre. Sabiamos que solo podiamos brindarle calidad de vida, porque su enfermedad la habia deteriorado tanto que ya no era posible sanarla. Esperabamos que se sintiera bien en sus ultimos dias de vida. "Quisiera pedirte algo", revelo mama en voz baja. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que me pidiera. "Seguro, mama", le dije, con toda la seriedad del mundo. "Quiero pedirte que hagas todo lo necesario para conservar nuestra casa. "Siento que este hogar es parte de nuestras vidas. En estos muros estan las historias de mis padres y mis abuelos. Hay vida aqui, lo se. Esta ha sido mi casa desde que naci. Lo mismo paso con mis padres, y con ustedes. No quiero que nadie, salvo tu, se haga cargo de ella. Como eres la hija mayor, debes prometermelo. Quedara en tus manos, asi como mi madre la dejo en las mias al partir para siempre. Debes cuidarla hasta que tengas un hijo y puedas darselo como herencia familiar tambien. Debemos... conservarla", dijo, tomando mi mano con la poca fuerza que le quedaba. "Te lo prometo, mama", dije con fuerza. La idea de que otra persona comprara nuestro hogar no habia pasado por mi mente hasta ese momento. Esperaba tener hijos y que crecieran en ese espacio, al igual que mis sobrinos, si Natalia finalmente decidia tener hijos. Era nuestra casa, y mi deseo era que siguiera siendolo mientras estuvieramos vivos. No podia estar en otras manos que no fuesen las mias, porque era parte de nuestra identidad y nuestras vidas, como decia mama. Esperaba honrar ese compromiso, y no me importaba si eso implicaba cualquier sacrificio. Sin embargo, las cosas estaban cambiando. Al parecer, alguien me lo quitaria. Nos lo quitaria. Esa persona era Cristina. Nos quitaria nuestro hogar, ese que mi madre adoraba con toda su alma. Cristina estaba sentada en silencio, y su atuendo negro de pies a cabeza le ayudaba a simular que de verdad lamentaba la perdida de papa. "!Papa no le habria heredado La Estancia a esa... mujer!", dijo Natalia con fuerza. "Ella no simpatizaba con este lugar, o, mejor dicho, lo detestaba, y el era consciente de ello. Dijo que era una montana de excremento. !Lo dijo en las narices de papa!", dijo, senalando con su mano a nuestra madrastra. "Entiendo, Natalia, y no sabes cuanto lo lamento. Realmente tengo las manos atadas. La Estancia, el area circundante y todas las hectareas de bosque cercanas pasan a manos de Cristina por decision de su padre", dice nuestro abogado, y nos ve con una expresion de melancolia. Papa habia dicho que dejaria la casa en mis manos. Entendia lo especial que era el lugar para nosotras, en especial para mi. Mama le habia pedido como ultimo deseo que me la dejara como herencia. Y la habia puesto a mi nombre, pero solo por un tiempo, con la unica finalidad de evadir impuestos. Habia sido idea de su contador. Luego le habia asegurado a mi madre que, al fallecer, la pondria permanentemente a mi nombre. Fui testigo presencial de ese hecho. Incluso habia llorado al momento de decirselo. Entonces me siento en el borde de la cama. Aun no creo lo que esta sucediendo. No entiendo como es posible. Ahora soy yo quien cree que va a llorar. No puedo creer que nuestro padre haya faltado a su palabra y nos haya dejado a nuestra suerte. ?Por que lo haria? No lo entiendo. Lo acompane hasta el dia de su muerte. "Ana, hija adorada, te amo", susurro. "Eres mi hija mayor. Has sido mi favorita desde que naciste. Organice todo para que nadie ajeno a nuestra familia te perjudique ni te quite la casa", dijo. Sostuve su mano durante su ultimo aliento y me vio fijamente. !Hizo todo lo contrario a lo que dijo que haria! "De todos modos, su padre preparo todo para que ambas puedan vivir en el apartamento que dejo en El Rosal, si Cristina acepta. Pueden estar tranquilas. No van a quedarse en la calle", dice Alexis, tocando el hombro de Natalia. "Creo que no es necesario oir nada mas sobre casas", responde Cristina. "?Eduardo me lego algo mas?", dice. Se nota su molestia. "Desafortunadamente, no. Solo ese apartamento y una pension de por vida que podras disfrutar hasta que mueras", revela con crudeza Alexis. "?Nada mas?", pregunta con fuerza. "?Ese viejo tacano no me dejo nada, nada mas?". "No", responde Alexis. Su cara muestra su creciente molestia. "?Pero y la empresa? Las prendas antiguas de oro, la casa en Canada y la de Malta...", pregunta. Alexis respira con fuerza. "Lo repartio entre toda la familia. De todos modos, la suma mensual que recibiras es alta. Creo que tienes suerte". "?Alta? No quiero pensar como seria si fuese baja", le dice con altivez. "Merezco mucho mas, por todo lo que me esforce por nuestro padre. Ese viejo avaro y vil no me dejo nada mas, a pesar de que tuve que limpiar su tras…". Me levanto con furia. Aunque no se como lo hago, me pongo de pie y camino hacia Cristina. Le doy una bofetada en su mejilla izquierda, y el sonido que produce mi movimiento es tan fuerte que retumba en las paredes. Cuando puede voltear, noto la expresion de odio genuino en la cara de Cristina. No obstante, entiende que sus acciones me han hecho perder la compostura y olvidar mi educacion, asi que frena sus deseos de levantarse y golpearme. Natalia sonrie ante mi osadia. Es la primera vez que lo hace durante la reunion. "Vete. No mereces estar en este hermoso hogar. Solo eres una puta malvada que se caso con mi padre por dinero. No entiendo que vio mi padre en ti. Quiero apretar su garganta, pero no lo hago. "Sera mejor que salgas de aqui", le grito en cambio, con fuerza. "Yo si lo se. No es ningun misterio. Se como cabalgar un pene. Soy mas talentosa que muchas otras mujeres. Tal vez pueda ensenarte a hacerlo. Creo que te hace mucha falta aprender de ese tema", dice, y empieza a reir abruptamente. "!Me das asco!", lanza Natalia. "Sal, o te sacare a patadas", le exijo, con mis manos apretadas. Cruza sus brazos antes de salir. "Lo hare, pero antes de hacerlo les dire que voy a vender esta mierda. Quiero que antes del lunes desocupen este espacio. Si no lo hacen, lo lamentaran", informa, sonriendo maliciosamente mientras nos mira. CAPITULO 2 ANA Creo que voy a tener un infarto. Mi corazon acelerado hace que piense en ello. No puedo decir ni una palabra. Tampoco se que pensar. "Ana, ya puedes estar tranquila. Esa loca se fue", dice Natalia, y pone su mano en mi muneca. Se me ocurre una idea y empiezo a hablar con mi voz quebrada. "Usare mi asignacion mensual para comprar esta casa de una vez", digo. Subo mi mano y sujeto con fuerza la de Natalia. Giro para ver a Alexis. Pero el niega con su cara. "Eso no va a pasar", dice. Lo veo con asombro. "Por otra razon desagradable, supongo", dice Natalia. "Lo que sucede es que puedes disponer de ese dinero solo cuando cumplas veintiuno". "?Como? ?Que llevaria a nuestro padre a decidir algo asi?", digo. La noticia me sorprende aun mas y crea mas incertidumbre. "Algunas personas mayores toman ese tipo de decisiones cuando sus hijos son adolescentes o llevan una vida... un poco intranquila. Tambien lo hacen porque consideran que quienes rodean a sus hijos podrian enganarlos o hacerlos caer en trampas terribles", dice Alexis, y luego grune ligeramente y levanta sus manos. "Ya tengo veinte. La gente que me rodea tiene buenas intenciones, y llevo mi vida con tranquilidad. Papa era consciente de ello". Alexis encoge sus hombros y se queda en silencio. Suspiro y caigo en un sofa cercano. Entiendo que ese divan esta alli porque papa queria que sus clientes se sintieran comodos al visitarlos, pero ahora siento que es parte de una historia. La historia de terror que estoy viviendo por sus decisiones. Mis manos estan atadas mientras el espacio que ha sido el hogar de nuestra familia por cinco siglos es vendido como un pedazo de madera. Quedara en manos de gente ajena a la casa. Se que podrian remodelarlo por completo. Incluso tirar todo. Tal vez usen el espacio en el que esta enterrada mi abuela y mi madre para construir algo mas. No puedo dejar que lo hagan. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que no hubiera imaginado, por muy pesimista que fuese, que viviria todas esas cosas tan terribles durante la lectura del testamento de papa. Natalia camina hacia mi, se arrodilla y toca mis manos. "Tiene que haber algo que podamos hacer. Quiero conservar La Estancia. Fue el juramento que le hice a mama. Le asegure que siempre seria parte de nuestra familia, como ha sido hasta ahora", digo, y subo mi cara para ver a Natalia. "?Si hay algo que podamos hacer?", le pregunto mientras me levanto con prisa. El frunce su ceno y luego sonrie ligeramente, aunque su expresion no indica nada mas. Se quita sus gafas para limpiarlas y yo tomo aire en espera de su respuesta. Natalia tambien esta expectante. "Puedes hacer algo, aunque tal vez no quieras hacerlo", responde, revisando los documentos frente a el. "Cuentanos". Aclara su garganta y me ve fijamente. "Como habras notado, ustedes tienen el cuarenta y ocho por ciento de las acciones de la compania de su papa". Natalia no entiende nada. Yo tambien siento que me habla en otro idioma. "No lo habia notado. Y es cierto. No sabia nada sobre el asunto. Solo habia escuchado que ya no seriamos duenas de La Estancia. Continua, por favor". "Antonio Jose Velez es el dueno del cincuenta y dos por ciento restante", dice. Natalia abre su boca de par en par. Antonio Jose Velez. Es un hombre con cabellera negra perfectamente cortada, una piel dorada por el sol, perforaciones en algunas partes de su cuerpo, una expresion desafiante en sus ojos y una anatomia trabajada durante anos en un gimnasio. Su cara es provocativa, pero por lo que habia dicho papa, no debia dejarme llevar por esa apariencia seductora. Es un tipo diabolico para los negocios. Negocios que se tratan casi siempre de comprar empresas. Empresas que se mostraban debiles o con resultados negativos inesperados. Hacia ofertas hostiles a los accionistas para comprarlas e insistia hasta que lo lograba. Aunque me siento cada vez mas confundida y perdida, la imagen de Antonio Velez llega paulatinamente a mi mente. "?Antonio Jose Velez tiene la mayoria de las acciones de la empresa?", pregunto, con mi voz expresando mi incredulidad. "!Dime que es mentira!", pide Natalia. Alexis niega con su cara. "Es verdad. Adquirio esa mayoria accionaria hace dos o tres anos". Dos o tres anos, pero yo no sabia nada de nada. Recorde que papa siempre me contaba lo que sucedia en la compania. Lo habia hecho desde que yo tenia diez anos, para despertar el interes de mi hermana y el mio en la compania. Tomo aire y levanto mi cara para intentar pensar con claridad. ?Por que papa lo habria hecho? Solo una razon llega a mi mente: la empresa estaba tan mal que la unica solucion que habia visto mi padre era cederle la mayoria a Antonio. Papa habia vendido parte de la compania a ese sujeto sin decirnos nada. Se habia desprendido de la mayor parte de su empresa, la que habia fundado y planeaba dejarnos como herencia, supuestamente, a un cazador de empresas en aprietos que seguramente la desguazaria para venderla otra vez y ganar mas dinero. "?Por que? ?La empresa tenia dificultades?", le pregunto. "Hasta donde recuerdo, siempre tuvo buenos resultados", dice Natalia. "Los tuvo. La empresa era exitosa. Me parece que la participacion de Antonio la hizo mas exitosa de lo que ya era. Creo que vender las acciones fue el mejor negocio que pudo hacer su papa". "?De que modo se relaciona ese senor con La Estancia?", pregunto. Otras interrogantes aparecen en mi mente. "De ningun modo. Sin embargo, en el testamento queda claro que, si una persona tiene el setenta por ciento o mas de las acciones de la compania, tendra la potestad de parar la venta o alquiler de la casa o el terreno alrededor. Queda claro que ustedes no llegan a esa cifra, pero en caso de que... de que... te convirtieras en la esposa de Antonio Velez… Cristina no podria vender la casa, y la comprarias cuando cumplas veintiuno, con tu herencia". Natalia abre sus ojos de par en par. "Es un chiste, ?verdad?", pregunto. Mis ojos tambien estan muy abiertos. "No. Solo haciendo eso podras quedarte con La Estancia". ?Entonces debere casarme con Antonio Velez para conservar la casa?

  • El joven Arquimedes de Aldous Huxley

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    Aldous Huxley (1894-1963) no es solo el singularisimo autor de Viejo muere el cisne, creador de una nueva formula novelesca; es tambien, en cuanto narrador, y aparte de sus ensayos, biografias y libros de viaje, un admirable cuentista. Ducho en todas las dimensiones de la ficcion, se mueve con pareja maestria tanto en los espacios abiertos de la gran novela como en los mas exiguos de la nouvelle. Acierta del mismo modo al presentar una accion fraccionada, vista en cortes transversales, yendo y viniendo a traves del tiempo, como en <>, y otros tres apasionantes relatos, de ritmo seguido y progresion continua.

  • Un nuevo comienzo de Kris O'coneill

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    Sophie guarda un secreto,
    Miguel forma parte de el, o eso cree...
    Los dos han mantenido de anos una relacion que se debate entre el amor y el odio; sin embargo, la calma parece llegar a ellos llenandolos de felicidad, pero nada es lo que parece…

  • El viajero de Joaquin Ortiz Sanchez

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    A JM le encanta su trabajo, viajar en coche le apasiona, conocer nuevos lugares, nuevos destinos. A veces los caminos nos llevan a bonitos parajes llenos de secretos, secretos ocultos que esperan ser descubiertos para crear el caos.

  • Melocotones de vina de Lola Lopez De Lacalle

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    En la inmediata postguerra, Pilar y Paulina, dos sencillas vecinas de un pueblo de la Rioja Alavesa, temerosas de Dios, que nunca se han saltado una misa en una fiesta de guardar, comparten un terrible secreto. Viuda una con dos hijos, despues de que su marido fuese cuneteado por los falangistas, y madre de doce criaturas la otra, tejeran una urdimbre de lealtad para protegerse a si mismas y a sus familias, incluso mas alla de la muerte.

  • Prohibir la manzana y encontrar la serpiente de Un Tio Blanco Hetero

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    El debate sobre la sexualidad y el genero es una de las grandes controversias de nuestro tiempo. Un debate que nos ha obligado a repensar las relaciones con los otros, nuestras ideas politicas y hasta nuestra intimidad. Y, al mismo tiempo, se ha llevado por delante la disidencia razonable, haciendo que el feminismo haya dejado de ser una llamada a la libertad individual para convertirse en un activismo organizado.

  • Al filo de la medianoche de Shannon Mackenna

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    Hace anos, Sean tuvo que apartar a Liv Endicott de su camino para salvar su vida. Ahora tiene que mantenerla cerca, muy cerca… precisamente por la misma razon.

  • El pintor de Cracovia de Joseph Bau

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    El pintor de Cracovia, una de las memorias mas increibles que nos ha deparado el Holocausto.

  • Sumisa de tres minotauros (Sumisas 4), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Krystal trabajaba para Malik como empleada de hogar, entraba y salia de la mansion cuando queria, mientras que no le molestara demasiado a el no le importaba, hasta que llegaron los senores minotauros, tres imbeciles que llenan la casa de preservativos y le ponen un horario absurdo lleno de exigencias. Pero lo malo llega cuando incumple las normas del mundo de los cambiantes, junto a una amiga se adentra en uno de los locales secretos donde ellos tres la encontraran y arrastraran hacia un mundo de placer, pero alguien los vigila y quieren arrebatarsela.

  • La criminologa (Los casos de Jennifer Palmer 1) Arthur R. Coleman de Arthur R. Coleman

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    Un trepidante thriller policiaco, una novela de intriga y sensualidad desde una optica nueva y fresca, un personaje diferente, pleno de originalidad y fuerza: Jennifer Palmer. El nuevo y mas sorprendente personaje de la novela criminal y erotica.Un novedoso enfoque de la literatura de asesinos en serie. Un autentico psicopata del crimen busca un adversario de su talla y reta a la criminologa Jennifer Palmer a traves de sus asesinatos: Los desafios del hombre. Es el kraken

  • Bajo la lupa de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle

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    Seleccion, traduccion y notas de Rodolfo Martinez
    Si Edgard Allan Poe inventa el relato policiaco con “Los crimenes de la calle Morgue“, es Arthur Conan Doyle quien lo convierte en un genero maduro y adulto con el que es, sin duda, el mejor detective consultor del mundo: Sherlock Holmes, residente en Baker Street, Londres.
    En esta seleccion, Rodolfo Martinez recopila y traduce sus dieciseis relatos favoritos de Conan Doyle protagonizados por Holmes. En ellos el lector podra encontrar algunos de los mas brillantes momentos del detective junto con el retrato, impresionista pero certero y agudo, de una epoca y una sociedad. Cada historia ha sido elegida atendiendo no solo a los elementos policiacos del caso, sino al propio interes de este, ya sea literario, de estudio de personajes o de analisis social, cuando no de los tres.
    Sin duda una seleccion imprescindible para conocer a fondo a Sherlock Holmes, su mundo y su epoca.
    El signo de los cuatro
    Escandalo en Bohemia
    Un caso de identidad
    El detective moribundo
    El interprete griego
    El hombre del labio retorcido
    EL tratado naval
    La caja de carton
    El problema final
    La casa vacia
    Los planos del Bruce-Partington
    Los bailarines
    Charles Augustus Milverton
    El problema del puente de Thor
    La melena de leon
    Su ultima reverencia

  • Tormenta de guerra de Victor Maya

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    Mare Barrow aprendio que toda victoria tiene un precio cuando fue traicionada por Cal. Ahora, decidida a proteger su corazon y a asegurar la libertad de los Rojos y los nueva-sangre como ella, Mare resuelve derrocar el reino de Norta de una vez por todas. comenzando con su nuevo monarca, el rey Maven. Pero ninguna corona se conquista sola y antes de que los Rojos se levanten, Mare debe unirse al muchacho que le rompio el corazon para poder vencer al joven que casi acaba con ella. La guerra esta a punto de estallar, y aquello por lo que Mare ha dado su vida se encuentra en juego. ?Sera suficiente lograr la victoria para destronar a los reinos Plateados o se acallara a la Nina Relampago para siempre?

  • La tentacion de tus besos de Dina Reed

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    Cuando apenas quedaban unos segundos para que sonara la campana que anunciaba la entrada a las aulas, Elsa cruzo el umbral del porton del colegio ya casi sin aliento y tuvo la mala fortuna de chocarse con el. No podia ser con otro. No. Justo con el. La Bestia Byrne y el tio que mas detestaba en el mundo... --El primer dia de clase y ya llegas tarde. Bonita forma de empezar el curso. No esperaba menos de ti, senorita Taylor --mascullo con el ceno fruncido, y con esa chica pegada a su pecho. Elsa se aparto de el, dando dos pasos hacia atras, le miro con desden, se retiro un mechon de pelo a un lado y replico: --Llego a tiempo. Aun faltan unos segundos para... Y justo en ese instante sono la campana que anunciaba que todo el mundo debia estar en clase. --Estas agotando mi paciencia --le dijo el senor Byrne apretando fuerte las mandibulas. --Suelo llegar siempre la primera, hoy el trafico estaba imposible y, aun asi, he llegado a tiempo. --No, perdona, a tiempo han llegado tus alumnos que deben estar esperandote en el aula. Elsa sonrio y, retandole con la mirada, le informo para que hablara con conocimiento de causa: --Mi primera clase es a las once de la manana. Asi que no te preocupes por eso, senor Byrne. --Me preocupo porque deseo que mi hijo aprenda los mejores valores y principios. Y obviamente la impuntualidad no esta entre ellos. No nos podemos permitir tener a un profesorado que de tan mal ejemplo como tu. !Es la ultima vez que llegas a estas horas y con la lengua fuera! ?Estamos? Aunque el senor Byrne era el principal benefactor del colegio y aportaba cada ano indecentes cantidades de dinero, Elsa considero que no era justo que le hablara de esa manera. Porque no tenia razon... Asi que, sin amedrentarse lo mas minimo por el caracter insoportable de ese hombre, replico: --Te repito que es la primera vez que me sucede esto, que suelo ser siempre la primera en llegar y la ultima en irme. Y ahora, si no te importa, me voy a trabajar. !Que tengas un buen dia, senor Byrne! Y le sonrio de oreja a oreja, de una forma que Liam encontro tan irritante que habria preferido que esa chica le hubiera propinado una buena patada en sus partes. Por lo que replico, mirandola desafiante... --Mi dia empezara a ser bueno en el momento en que te pierda de vista. A Elsa le hizo tanta gracia el comentario que no pudo evitar soltar una carcajada: --Jajajajaja. !Lo mismo digo, senor Byrne! Liam la miro con una cara de malas pulgas tremendas y le recordo, porque Elsa tambien impartia clases particulares de piano a su hijo: --Y no te olvides de la clase de esta tarde con Killiam. A las seis en punto. Y cuando digo en punto: es en punto. --Alli estare --replico Elsa con una sonrisa enorme. --!Y nada de perder el tiempo con cancioncitas modernas! El viernes vendran amigos a cenar a casa y quiero que borde Los nocturnos de Chopin. Elsa se cruzo de brazos y, sin perder la sonrisa enorme, repuso aun a sabiendas de que iba a cabrearle mas todavia. Pero es que ella era asi, no podia callarse ni debajo del agua: --Si necesitas un pianista para tu fiesta, mejor contrata a uno. ?No te parece, senor Byrne Liam resoplo, se dio la vuelta y decidio regresar a su coche porque lo suyo con la senorita Taylor definitivamente no tenia remedio. Pero no podia hacer nada para evitarlo... Killiam la adoraba, se pasaba el dia hablando de su maravillosa profesora de musica, con la que cada dia tenia un vinculo mas estrecho, porque ademas le daba clases particulares de piano en casa. Y mira que habia intentado contratar a otros profesores, pero Killiam se habia empecinado en que tenia que ser ella y solo ella. Y no le habia quedado otra opcion que ceder, pues Killiam era su debilidad y su vida entera. Por el era capaz de todo, incluso hasta de soportar a la senorita Taylor, que como siempre, parecia disfrutar mucho con su perfecto papel de mosca cojonera. Uf. !Que ganas tenia de mandarla bien lejos! Pero Killiam no iba a perdonarselo en la vida... Asi que, no quedaba otra que apretar los dientes y soportar los dardos de esa chica que esa manana estaba mas guapa que nunca. Lo reconocia. Era una tocapelotas de primera, pero tenia una sonrisa preciosa, unos ojos enormes y azules como un mar bravo, la nariz recta, la boca carnosa, una bonita melena de color miel y un cuerpo con las curvas justas como para que cualquier hombre perdiera el sentido por ellas. Pero el desde luego que no iba a hacerlo... Aunque desde que habia bailado con ella en la boda de su amigo Harry, esa chica se estaba colando en sus suenos mas torridos de una manera recurrente. Hasta entonces, Elsa Taylor, solo habia sido un incordio en su vida, pero desde ese baile, no habia dejado de sonar cosas bien sucias con ella. Pero que mas daba... Porque en la vida real es que ni por asomo se atreveria a tener nada con esa chica que le sacaba completamente de sus casillas. Es que parecia que lo hacia aposta. Puesto que siempre estaba ahi, para desquiciarle y hacerle la vida un poco mas desagradable. Como esa manana en que, tras ese encontronazo con ella, se metio en el coche, dispuesto a olvidarse de ella y afrontar un duro dia de trabajo. O al menos esa fue su intencion, pues conecto la radio y para su mas absoluta sorpresa sono la cancion que, el dia de la boda de Harry, bailo con la insufrible de Elsa Taylor. Y se le removio absolutamente todo... Porque esa cancion, Night and day, de Cole Porter, que ademas era su cancion favorita, le hizo recordar ese dia en que por unos minutos tuvo a esa chica entre sus brazos, con el pico cerrado, y dejandose llevar, sin mas. Y fue tan dulce, tan perfecto, tan magico y tan inesperado que de solo recordarlo sintio una cosa absurda en el estomago y se puso duro como una roca. Y le dio tanta rabia, que cambio la emisora a otra de informacion economica y decidio poner ahi toda su atencion. Porque aquello no podia ser... ?Que diablos hacia recordando ese baile que no iba a volver a repetirse jamas? El detestaba a la senorita Taylor y asi iba a ser para los restos... Y mientras el senor Byrne luchaba a brazo partido por librarse de esos jodidos recuerdos, Elsa estaba en la sala de profesores pensando en el. En ese hombre al que odiaba con todas sus fuerzas, pero que esa manana estaba mas atractivo que nunca. De hecho, cuando se habia dado la vuelta, no habia podido evitar fijarse en su espalda ancha, en su figura imponente y en esa aura de senor importante que dejaba sin aliento. Ademas, era moreno, alto, de ojos verdes profundos, nariz recta, menton cuadrado, sonrisa perfecta, cuando sonreia, y un cuerpo duro y fuerte con el que Elsa llevaba sonando desde que habia bailado con el en la boda de su hermana. Cosa que le daba una rabia tremenda... Porque ?que hacia sonando con ese tio si le aborrecia? ?Tanto le habia marcado ese maldito baile? Vale, que reconocia que no habia estado nada mal, que bailar su cancion favorita con ese tio habia sido una experiencia sorprendente y especial, pero de ahi a sonar esas cosas tan sucias con el... !iba un trecho! Si bien no podia evitarlo, ese tio se colaba en sus suenos y le hacia unas cosas que jamas le habia hecho nadie. De todas formas, aunque aquello le habia agobiado bastante al principio, ahora habia decidido no darle ninguna importancia, pues realmente no la tenia. Eran suenos y nada mas que suenos... Y de ahi no iban a pasar, porque tenia clarisimo que jamas iba a tener nada con el senor Byrne. Asi que no habia nada de lo que preocuparse... Y en esas estaba cuando de repente entro en la sala de profesores, Thomas, el profesor de gimnasia y un chico que no podia ser mas guapo, ni mas sexy, ni mas divertido. Thomas tenia 28 anos, era rubio, alto, fuerte, de bonitos ojos azules y sonrisa espectacular. Pero sobre todo era un tio estupendo, buen amigo, leal, sincero y simpatico, con el que habia hecho buenas migas desde el principio. El llevaba dos anos trabajando en el colegio, cuando Elsa llego, y se encargo de ponerselo todo muy facil para que aquello fuera como la seda. Como asi fue... Trabajar junto a el era un autentico placer y ahora se habia convertido ademas de en un companero, en un gran amigo... Por eso, Thomas no tuvo mas que entrar en la sala de profesores para darse cuenta de que algo le pasaba: --?Y esa cara, chica guapa? Thomas le dio un beso en la mejilla a su amiga, ella le sonrio y le conto: --!Me ha dado de bruces con la Bestia, justo el unico dia de mi vida que llego segundos antes de que suene la campana! !Que mala suerte, de verdad! --Jajajajajajajaja. Pues si que lo es, si... --Me odia. Si vieras como me miraba... !Que ganas tiene de echarme! Thomas agarro la cafetera, sirvio un par de cafes, le paso el suyo a Elsa y le recordo algo que era obvio: --Pero tu sabes que no lo va a hacer. Killiam no lo permitira jamas... Elsa dio un sorbo al cafe humeante y delicioso, porque Thomas los preparaba como nadie, y confeso: --Killiam es un amor. Si no fuera por el, la Bestia me habria puesto de patitas en la calle. Y a mi me habria dado una pena tremenda, porque no quiero perder a Killiam, ese chico es muy especial. --Killiam es muy especial, te necesita y todos nosotros tambien. Tu sitio esta aqui, Elsa, pasa de ese tio. No es nadie. No permitas que te amargue. No dejes que tenga ese poder sobre ti. --Te recuerdo que ese tio es el principal benefactor del colegio y que si cobramos a fin de mes es entre otras cosas porque aporta cantidades ingentes de dinero. --!Olvidalo! Hoy es el primer dia de clase, yo estoy feliz de encontrarme otra vez contigo y se que este curso nos lo vamos a pasar genial. Ya lo veras. ?Brindamos por ello? --?Con cafe? --replico Elsa, muerta de risa, y agradeciendo que Thomas estuviera en su vida para arrancarle siempre una sonrisa. Thomas levanto su taza, la choco con la de su amiga y exclamo: --!Por todo lo bueno que nos espera! Elsa brindo con su amigo, dio un sorbo a su cafe y repuso convencida: --Asi sera, Thomas. !A la mierda con ese tio! --!Asi se habla! --aseguro Thomas, levantando el pulgar. --Jajajajajajaja. Thomas se quedo mirando a Elsa, a la que habia echado muchisimo de menos durante el verano, y confirmo una vez mas algo que cada dia era mas fuerte. Lo que sentia por ella, a esas alturas, era ya mucho mas que amistad... Y ahora que lo tenia mas claro que nunca, iba a darlo todo para que Elsa Taylor fuera suya. Capitulo 2 Horas despues, a las ocho de la tarde, despues de trabajar todo el dia en el colegio y de impartirle a Killiam las dos horas de piano, Elsa estaba recogiendo sus cosas para marcharse a casa, cuando la Bestia irrumpio en el salon de su maravilloso apartamento en el Upper East Side. --!Papa! !Ya estas en casa! !Que bueno! Tengo tanto que contarte... Killiam, de once anos, moreno, pelo revuelto, de ojos verdes como su padre, sonrisa siempre en los labios, vivaracho y tremendamente divertido, levanto la mano para que su padre la chocara y luego le estampo un beso sonoro y ensalivado en la mejilla. --!Que manera de besar, hijo! !Ni que fueras Dingo! Dingo era el labrador de la familia, que en cuanto escucho su nombre salio pitando del salon contiguo en el que estaba tirado y salto tambien a los brazos de su dueno. --Jajajajajajaja. !El si que te va a chupetear bien la cara! !Dale Dingo! !Besa mucho a papa que hoy ha sido bueno y ha venido pronto a casa! --exclamo el nino, mientras el perro no paraba de lamerle la cara a su dueno. --!Calla, mocoso! !No le des ideas! --le exigio el senor Byrne a su hijo, y despues se zafo como pudo de su perro, mientras Elsa se partia de risa. --Conmigo puedes estar tranquilo que yo no voy a rechupetearte --dijo Elsa, encogiendose de hombros. Liam la miro ofuscado y, con Dingo ya tirado a sus pies, replico a la senorita Taylor: --Te lo agradezco, es todo un detalle por tu parte. Y ahora me gustaria comentarte algo... Elsa se puso a la defensiva, porque de repente se temio lo peor y repuso: --Me parece fatal que nos espies, pero antes de que me eches la bronca tienes que saber que esas canciones de Queen que hemos estado tocando son de una dificultad, si se ejecutan bien, a la altura de... --?Como que canciones de Queen? --pregunto perplejo. Killiam se mordio los labios, miro a su profesora y comento en un tono muy gracioso para echarle un capote: --Grieg, ha dicho Grieg...

  • El sueno de Silen de Cristina Rodriguez Trueba

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  • La heredera de Adelfa Martin

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    Una joven mujer debido al inesperado fallecimiento de su padre, se ve obligada a tomar – quizas prematuramente-, las riendas del emporio economico que este construyo y para lo cual la habia preparado.
    El desenlace fatal de su progenitor y las explicaciones dadas por el medico no la convencen, iniciando una investigacion que la lleva a enfrentar lo peor del ser humano en su mas pura definicion, mas dificil aun por provenir de personas cercanas.
    Maldad, odio, venganza y muerte, pero tambien. !un gran amor!

  • Dos vidas de Jay Asher

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  • Un punado de amigos y dos cerezas (SUMA), Rosa Grau de Rosa Grau

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  • Mi doble vida Separados por las drogas de A. Sanh

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    Alejandra tiene una sensitividad especial a la hora de afrontar la realidad: respira, se enamora y suena como cualquier adolescente. Su mundo cambia a un ritmo trepidante que en ocasiones no sabe, no puede, o no quiere controlar. Algunas veces se deja arrastrar; otras se vuelve caotica o directamente lo arruina todo. Es la victima perfecta para caer atrapada en una vida complicada, y en cierto modo, sabe que es debil. Vive un momento dificil debido a las malas companias que han irrumpido en su rutina sin pedir permiso; y todo se sumara a no querer reconocer que se esta enamorando alguien muy especial, a quien puede perder si no controla su caos.

  • El secreto esmeralda de Eva Esteban-acebo

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    Amor, intriga y desencuentros.

  • Cicatrices inutiles de Juan David Morgan

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    En 1989 Estados Unidos intervino militarmente en Panama para acabar con el gobierno dictatorial de Noriega, antiguo colaborador de la CIA. Cicatrices inutiles es la novela sobre este evento fundamental de la historia reciente de America Latina.

  • Los amantes de San Telmo de Graciela Ramos

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    Una intensa historia de amor entre tres personajes inolvidables que cruzan tres culturas (la de los inmigrantes italianos en Argentina, la cultura criolla de Buenos Aires y la indigena de los indios expulsados por el General Roca) con los acontecimientos historicos del siglo XIX.

  • Burbujas de paz de Sylvia Comas

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    Un libro de Mindfulness para ninos y familias.

  • Una semana basta de Luna Austin

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    Somos buenos en lo que hacemos, dos vendedores de vienes raices con experiencia, pero no nos soportamos.
    Ella es una engreida, no me deja hacer mi trabajo con sus juegos sucios, pero eso no impide que yo me destaque. Tengo un proposito y nada me hara distraerme.
    Basta con que nuestro jefe nos de la oportunidad de hacer la venta del siglo con un bien raiz de mucho valor para que esta guerra se desate...
    Ego, dinero y orgullo se ponen en accion... pero su cercania me hace descubrir puntos que tenemos en comun y asi como es de facil odiarla, tambien se me hace facil encantarme de ella.
    Y ahora no solo la comision de la venta es lo que ocupa nuestros sentidos.
    Mi mente y mis manos se pierden en su falda y me hacen volverme loco por ella. Todo es una mezcla de lujuria y drama romantico con esta mujer que me hace dudar de todo... junto a ella los objetivos cambian...

  • Un destino caprichoso de Angela Martinez

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    Diana estudio fisioterapia. Entre las aulas y los pasillos conocio a Ivan, quien se convirtio en si gran amigo y en una de las personas mas importantes de su vida. La amistad se fortalecio cuando Diana vio truncado de la noche a la manana, su sueno de ser una gran pianista. Y ahi estuvo Ivan para apoyarla, en las buenas y en las malas. Juntos han decidido montar una clinica de masajes y rehabilitacion.
    Miguel es neurocirujano, y tambien es un canalla y un seductor que esta envuelto en un peligroso lio que no le deja ejercer su profesion hasta que se ponga en claro su dudosa conducta en el pasado. A pesar de todos los problemas, su corazon aun tiene tiempo para quedarse deslumbrado por la belleza natural de Diana. Se ha propuesto conquistarla, pero por unica vez en su vida no sabe como.

  • Poder y Secretos de

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    El Club Secreto de los Millonarios: Romance Peligroso, Erotica y Amor con la Chica Prohibida
    Me ama, y ni siquiera sabe como me llamo.
    El quiere mas. Mas que mi cuerpo.
    Pero si se lo doy, todo se sabra.
    No puedo permitirlo, aunque le rompa el corazon.
    Pero... ?y si no puedo evitarlo?

  • Ofelia de Lisa Klein

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    En esta reinvencion de la celebre tragedia de Shakespeare, Ofelia alza la voz y explica su version.
    Lista, bella e ingeniosa, pronto aprende a moverse entre los hilos del poder en la corte, donde nada es lo que parece. Pero, al enamorarse del principe, debe ocultar su relacion en las sombras del palacio.

  • No cambies por mi, Rubi de Olivia Saint

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    Siempre hay una segunda oportunidad en el amor

  • Por las trincheras de Navid Kermani

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    Al este de Alemania comienza una region, resquebrajada por varias guerras y catastrofes, que a los europeos sigue resultandonos ajena. Por ese territorio que atraviesa Rusia y llega a Oriente, y por las trincheras politicas y humanas que se abren a traves de el, nos guia Navid Kermani. Desde Colonia -su ciudad- hacia el oeste hasta el Baltico, y luego en direccion sur, cruzando el Caucaso, de camino a Isfahan -de donde proceden sus padres-, el viaje lo lleva por la zona de asentamiento judia de la epoca zarista, por las tierras de sangre de la Segunda Guerra Mundial y por la grieta que existe entre este y oeste, alli donde la Guerra Fria no ha terminado.

  • Historias de una becaria incorrecta de Becaria

    https://gigalibros.com/historias-de-una-becaria-incorrecta.html

    El libro politicamente incorrecto de una becaria politicamente incorrecta.

  • A tres metros sobre el cielo de Federico Moccia

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    Babi es una estudiante modelo y la hija perfecta. Step, en cambio, es violento y descarado. Provienen de dos mundos completamente distintos. A pesar de todo, entre los dos nacera un amor mas alla de todas las convenciones. Un amor controvertido por el que deberan luchar mas de lo que esperaban. Babi y Step se erigen como un Romeo y Julieta contemporaneos en Roma, un escenario que parece creado para el amor.

  • El Fenix. La guerra por Egoreo de V.g. Gonzalez

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    Llego el momento que todos esperaban y de la manera mas inesperada. Sabrina tiene que controlar los elementos o de lo contrario el Caos terminara por destruir Egoreo. Secretos se revelaran y se tomaran decisiones que cambiaran la vida de todos para siempre.
    Los principes estaran dispuestos a todo para ganar el corazon del Fenix y sus guardianes lucharan para protegerlo. Mientras Egoreo se cae en pedazos, Sabrina tendra la prueba mas fuerte de su vida. ?Lograran conquistar su corazon y restablecer el equilibrio en Egoreo o todo estara perdido?

  • La debilidad de Jacobo (Las flores 2) de Edurne Cadelo

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    No puedo levantarme. El sonido incesante de mi movil me llega desde algun lugar cercano, intuyo, pero soy incapaz de despegar ningun miembro de mi cuerpo de este colchon para ir a buscarlo. El entumecimiento de todos mis musculos es la consecuencia directa de haberme bebido hasta el agua de los floreros durante las dos ultimas noches. Si a eso le sumo el peso muerto, en forma de pierna, que pertenece al chico que yace a mi lado, la tarea se convierte en imposible. El martilleo constante en mi sien derecha y el maldito revoltijo en la boca del estomago voy a obviarlos. Abro un ojo con miedo, con pavor mas bien, tengo una ligera idea de quien esta acostado en mi cama, pero me asusta comprobarlo. En un arranque de valentia, no muy propio de mi, abro el otro y me froto los dos con vehemencia. Ay, Martina. --!Marti! --me llama Carola--. Tu movil esta sonando. --Voy --susurro para no despertarlo. Intento apartar la pierna de mi invitado, a ver si puedo levantarme, pero, justo cuando estoy en ello, la puerta se abre y entra mi amiga. --!Joder, que fuerte! --exclama al ver a Oriol, nuestro otro companero de piso, en calzoncillos sobre mi cama--. Flipo mucho contigo. --Caro, espera. Esto... no... no es lo que parece. --Es Sira. --Tira el movil encima de mi escritorio y desaparece de mi vista. --!Mierda! --bufo. La he cagado, aunque no tengo ni idea de cuanto. Me pongo una camiseta que uso para dormir, menos anoche por lo visto, y voy hacia el salon mientras devuelvo la llamada a mi hermana. Luego me ocupare de mi amiga. --Marti, te he llamado mil veces --dice Sira nada mas descolgar. --Perdona, tata, es que estaba dormida. --?Mucha fiesta anoche? --Pues, no podria precisarlo con exactitud. --Dejo caer para que no huela el miedo en mi voz. Mi hermana es unica para detectar mis emociones. --Enana, siento tener que darte una mala noticia. --?Que te ha pasado? ?Estas bien? ?No me digas que David se ha presentado ahi? --Marti... --Me corta para que deje de divagar. Mi hermana suele cuidar de todos, pero no es muy dada a que nadie cuide de ella. Lo que pasa es que, en esta ocasion, se ha metido en un jardin --enrollandose con el hermano de su ex mientras los tres compartian piso y se lo ocultaban-- tan grande que casi no asoma la cabeza y entonces si que me preocupa. --Vale, vale, ya me callo, ?que pasa? --Es Soledad. Esta en el hospital y dicen que sera cuestion de horas. No hay duda de que tengo los reflejos mermados por culpa de esta resaca del quince, porque, a pesar de que escucho lo que me acaba de decir, me quedo muda. --Martina, ?sigues ahi? Mi abuela lleva un tiempo pachucha, la operaron del corazon hace unos meses y ha tenido una recaida, pero no pense que fuera tan grave. --Si, tata. Entonces, ?ya esta? --No, pero Alejandra me ha dicho que ya esta sedada. Te voy a mandar un billete para el primer avion que salga manana. Yo te ire a buscar al aeropuerto, ?de acuerdo? --Esta bien. --Martina, no te preocupes, no te voy a dejar sola, ?entendido? --Si, tata. Estare bien. Cuando me llegue el billete te lo confirmo. No me puedo creer que Soledad vaya a morirse. No se, supongo que, aunque cada vez estaba mas debil, no pense que pudiera irse tan rapido. Me acurruco en la butaca que esta al lado de la ventana y me tapo la cara con las manos, ?en que momento mi vida se ha vuelto asi de loca? A ver, yo estaba tranquila y feliz. Hace tiempo que asumi haber tenido una infancia distinta y siempre me he sentido querida, la verdad, asi que no tenia la imperiosa necesidad de buscar respuestas, pero, de repente, mi madre, que nos abandono hace catorce anos en casa de mi abuela, a la que apenas conociamos, regresa sin avisar de no se sabe donde. Verla alli, como si no hubiera pasado nada, fue demasiado fuerte. Menos mal que estaba con mi hermana cuando ocurrio, porque no la habria reconocido fuera de esas cuatro paredes. Solo necesite observar a Sira, agarrotada por la tension, para deducir que era ella. Mi abuela y mi hermana nunca se han llevado bien, pero ambas han cuidado de mi, cada una a su manera. En cambio, de Alejandra poco puedo decir, apenas la recuerdo, por lo que no se explicar como me siento con su vuelta. No sabria decir si me duele, me irrita o me da absolutamente igual. Cuando era mas pequena fantaseaba con su regreso; sonaba que nos llevaria a vivir con ella a una casa preciosa y seriamos una familia feliz. Imaginaba que volvia y nos contaba una pelicula increible, explicandonos las razones de su marcha. Supongo que a medida que cumpli anos deje de sonarlo. Por suerte, Soledad y Sira me han dado todo el amor que ella no me dio. Algo se desperto en mi cuando la vi y empece a necesitar esas respuestas. Antes de volverme a Barcelona, fui a casa de mi abuela y se las pedi. Sus argumentos fueron variados: una depresion muy fuerte, tener que hacerse cargo ella sola de dos ninas --padres desconocidos, al menos nosotras no sabemos quienes son, espero que ella si-- y la necesidad de alejarse del mundo para no caer en un pozo sin salida. En fin, que es muy dificil meterse en su piel en aquel instante, pero, ahora que esta aqui, no puedo fingir que no existe. Mi hermana, en cambio, no quiere saber nada de ella y tampoco quiere que se acerque a mi. Me levanto y voy a beber un vaso de agua, aunque creo que necesitare mil. Quiero volver a mi cama, taparme con mi edredon hasta las orejas e intentar dormir, pero soy consciente de que todavia esta ocupada. En otras circunstancias, me meteria en la cama de mi mejor amiga, la abrazaria por detras y me quedaria grogui hasta que nos sonaran las tripas, pero ahora no quiere ni verme. Carola y yo regresamos a Barcelona en septiembre, justo antes de empezar el master. Alquilamos este piso y buscamos un nuevo inquilino para compartir gastos. Vinieron un monton de candidatos, pero, en cuanto Oriol se marcho por la puerta despues de haber charlado un rato con nosotras, nos miramos y sonreimos como imbeciles, porque supimos que el era el elegido. Nuestro companero es de un pueblo de Girona y esta estudiando el ultimo curso de una ingenieria. Alto, moreno, guapo y con cuerpazo. Tiene pinta de turista en verano, pero todos los dias del ano, y un caracter bastante gamberro. Vamos, una combinacion explosiva para nuestros sentidos. A Carola y a mi nunca nos gustan los mismos chicos, pero con el ha llegado la excepcion. Por ese motivo, tuvimos que poner una unica regla: ninguna de las dos se enrollaria con el por muy apetecible que nos resultase. Joder, solo espero no haberla roto. --Caro. --Llamo a la puerta, esperando que me deje entrar--. Porfi... --Vete a tu cama, Martina --responde seria. --Carola caracola. --?En serio? Joder, no me puedo creer que encima vengas a hacerme la pelota. Abro sin que me de permiso y ella mete la cabeza debajo de la almohada, para esconderse de mi. --Carola. --Me acerco, me siento en el borde de la cama y le quito la almohada para que me mire--. No me lo he podido tirar. --!Venga ya! No me puedo creer que este en tu cama en pelotas y solo hayais dormido. --Te juro que no me acuerdo, pero he echado un vistazo a mi habitacion antes de salir y no hay ni rastro del condon. Sabes que, por muy borracha que este, nunca lo hago a pelo. Eso lo tengo grabado aqui. --Me senalo la sien y ella cabecea. --Una regla, Martina. Solo una maldita regla y tu te la pasas por la entrepierna. --!Que no, cono! Que no me he pasado nada por ahi. Ni a el, de verdad. Volvimos pedo y puede que haciendo el tonto terminara en mi cama, mi habitacion esta antes que la suya. --Suelto restandole importancia--. ?Me dejas dormir un rato contigo? --No, estas en cuarentena hasta que me lo confirme el. --?Estas tonta? ?Como se lo vas a preguntar? --Porque quiero saberlo. Llevas dias bebiendo vodka como si fueras rusa. Entiendo el marron de tener una madre de repente y la movida de tu hermana y su ex, pero, como sigas asi, te van a cambiar el apellido, Absolut en vez de Flores. --Al escuchar el apellido de mi abuela empiezo a llorar y mi amiga se apoya en el cabecero, mirandome asustada. --Sira me ha llamado porque mi abuela se muere, Caro. --?Pero ya? --Si, es cuestion de horas. Manana vuelo a Madrid. --Vaya, lo siento. !Anda!, tumbate conmigo un rato, que te achucho. --?Ya no estas enfadada? --pregunto mientras me pego a ella como una lapa y me sorbo los mocos. --Suave, que esto es solo una tregua. Te dare el beneficio de la duda hasta que corrobore la version de los hechos.

  • Seguimos siendo tu y yo (Love Army 2) de Elsa M.r

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    Llega la segunda parte de Love Army con mas musica, mas pasion y una historia de amor ?imposible?

  • El precio de la muerte de J. Jackson

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    .La inspectora Carolina Arnal espera en la sala de reuniones de su comisaria la llegada del inspector jefe Cuadrado y del Comisario Galvez, seguramente acompanados por alguien del servicio secreto. Aunque lo hayan tratado de disfrazar como una reunion informal, es consciente de que sus palabras podrian dejar en evidencia a muchas de las personas con las que se habia cruzado en las ultimas dos semanas.

  • Afortunada de Monica Garcia

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    Lucia es una chica con un pasado complicado, Daniela es una chica con una vida sin preocupaciones hasta que la enfermedad de su madre lo cambio todo, Lucia y Daniela afrontaran juntas la enfermedad de Pilar que no se sabe a ciencia cierta como evolucionara. Una historia de superacion, reflexion y autoayuda. La historia contiene relatos reales mezclados con ficcion para ayudar al lector a seguir la vida de Lucia.

  • Dos corazones en Waterloo de Violeta Otin

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    Lord Broomfield, el duro y abnegado comandante de husares del ejercito britanico, jamas hubiera esperado reencontrarse con miss Stella Hatton en un elegante salon de Bruselas. La ultima vez que se vieron fue hace ocho anos, cuando el entonces conde de Harding, fanfarron y egoista, habia apostado en un club de caballeros que seria capaz de enamorar a la dama antes de que terminase la temporada… Con lo que no habia contado era con enamorarse a su vez de la joven. Sin embargo, lo que habia comenzado como un simple juego pronto se convirtio en una pasion que provoco la caida en desgracia de Stella. Ahora, con las tropas de Napoleon amenazando la paz enEuropa, lord Broomfield tiene ante si un reto aun mayor: recuperar el corazon de la dama, que esta a punto de contraer matrimonio con un misterioso caballero del que nadie parece saber nada.

  • Ella es mia de Alejandro Diaz

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    El Punto de vista de Nick… Dominabamos los pasillos, la manada y yo… pero en el instituto nos conocen mas como el equipo de futbol. Nuestra fuerza y nuestros instintos de hombre lobo nos ganaron la mano durante los juegos, diablos, !incluso nos ponemos faciles con ellos! Si lo intentaramos tanto como cuando entrenamos juntos, !habriamos matado a toda la competencia! Jay, mi mano derecha me golpeo en el hombro, captando mi atencion. Era coreano pero alto, de 1,80 m con pelo corto estilo Mohawk negro. “Oh mira Nick, !objetivo adquirido!” Jay apunto y yo segui su brazo hasta un pequeno y debil enano en sus casilleros… es curioso lo debil que es, !especialmente comparado con nosotros! Mike, mi otro mejor amigo corrio detras del nerd, golpeandolo duro contra el piso, enviando sus lentes a mi pie. Mike se levanto y miro con alegria y admiracion su trabajo. Levante mi pie y lo aplaste contra sus gafas mientras las buscaba ciegamente. “?Que pasa cuatro ojos? ?!No puedes ver!?” Me burle de el pateando sus gafas rotas de nuevo. Si, lo se… es malo, pero somos los matones de la escuela. En nuestra defensa, esta en nuestra naturaleza salvaje elegir a los debiles para sobrevivir. Mike continuamente daba poderosos golpes al estomago del nerd hasta que empezo a toser sangre, pero todos nos reimos. La multitud comenzo a rodearnos, pero nadie se atrevio a interferir ni siquiera los profesores con el tipo de control que mi familia tiene sobre los miembros de la junta escolar! “!DETENTE! QUE ESTAS HACIENDO!” grito una chica mientras se abria paso entre la multitud y habia usado su pequeno cuerpo para tratar de proteger al nerd de mas abusos. Mi corazon fallo un latido y el tiempo parecia demasiado lento mientras mis ojos pasaban por encima de su delgado pero curvilineo cuerpo. Se cepillo el pelo rizado marron oscuro que habia caido sobre sus hermosos y grandes ojos avellanos en su mono. Mis ojos bajaron por su perfecta cara en forma de corazon hasta sus labios rosados y exuberantes… Tan besables… !Me preguntaba a que sabian! !Espera! ?!Que estoy diciendo!? Ella no puede ser… un humano es mi… mi companera! “!Ja, ja, ja! !Tienes que conseguir que tu novia te salve!” Mike bromeo y todos se rieron excepto yo, en cambio yo gruni incontrolablemente al pensar que ella era de otra persona. Instantaneamente mi manada se silencio de mi grunido alfa y se volvio hacia mi, lentamente uno por uno la mirada de realizacion y el shock se apodera de mi… !Estoy protegiendo a mi companero! dijo ella, todos la miramos con sorpresa… !Esto no puede ser posible! Ella tomo nuestro silencio como la oportunidad de ayudar al nerd y empujar a la multitud para escapar. “!Espera!” Le grite a ella. La multitud se aparto de mi camino y alli estaba ella, con los brazos del nerd alrededor de su delgada cintura para apoyarse y grunir de nuevo con rabia! !Solo queria aplastarle los sesos contra la pared por haberla tocado! ?”Espera”? ?!Para que!? !?No te has cansado de acosarnos?!” Ella estaba enfadada conmigo… !Estaba defendiendo al nerd, haciendo que me hirviera mas la sangre! Pero viendo lo sexy que era cuando estaba enojada… !!Oh, cuanto la queria!! Pero nunca quise ver ese dolor en sus ojos, !nunca mas! “Tomala, apareate con ella”, grito mi lobo interior, pero no aqui, no mientras ella todavia me odia. Antes de poder defenderme ya se habia ido… La necesitaba, !tenia que ser mia! -El Punto de vista de Eva… Salte delante de Peter para protegerlo de los patanes del equipo de futbol, pero sobre todo del capitan del equipo, Nick! Todos los dias se meten con Peter sin otra razon que su propio disfrute y hoy estaban yendo demasiado lejos!! “!Ja, ja, ja! Tienes que conseguir que tu novia te salve!” Uno de los patanes bromeo, enviando a la multitud a reirse a carcajadas que resonaban por el pasillo, pero Nick se quedo en silencio hasta que solto un grunido profundo y primitivo que silencio a todo el mundo al instante! Levante los ojos del suelo, mirando atrevidamente a Nick. Su estructura de 1,90 m permanecio intimidante sobre mi pequena estructura de 1,60 m. Aqui estaba Nick Lewis, un dios entre los hombres. Su camiseta gris se extendia por sus amplios hombros, burlandose de mi mientras abrazaba su pecho bien definido y sus duros pectorales se tensaban con cada movimiento. Mis ojos se elevaron hasta su rostro perfectamente esculpido, su pelo corto y desordenado que era tan negro como una noche, sus bellos y profundos ojos azul oscuro, !gritando por mi atencion! En ese instante, todo mi autocontrol se derramo. Los pensamientos corrian alrededor de mi cabeza mientras lo miraba, congelada en el lugar un escalofrio recorrio el largo de mi columna y continue mirando a Nick… la forma en que me miraba con tanto deseo y lujuria, como si me estuviera midiendo… !Buscando su proxima comida! Seguramente no… !?Por que Nick me querria?! Sacudi la cabeza para salir de mi estado de desorden y tome su quietud como una oportunidad para huir. Ayude a Peter a levantarse, poniendo su mano alrededor de mi cintura y a traves del salon lleno de estudiantes. “!Espera!” Nick grito desde atras. A su orden, la multitud se separo como Moises separando el mar rojo. Mi ira seguia hirviendo por lo bastardo que es con mis amigos y por lo asustada que estoy por haberme sentido asi de repente… pero no puedo dejarme atrapar por los trucos de Nick para seducir a las mujeres, como lo hizo con todas las demas chicas de la escuela. ?”Espera”? ?Esperar que? !?No te has cansado de acosarnos?!” Se quedo en silencio una vez mas. Mi boca se seco como el desierto del Sahara, estaba hablando con Nick Lewis… !?Acaso estaba loca?! !?Quiero que me maten en el ultimo ano de la escuela secundaria?! Mire hacia arriba y nuestros ojos se encontraron. Nos miramos profundamente a los ojos y senti como si pudiera ver dentro de mi alma. La forma en que me mira… Estar a su alrededor, me hace sentir completa, como si sin el, me faltara un pedazo de mi misma! !Oh, Dios, parezco una loca! Necesitaba estar lejos de el, necesitaba aclarar mi cabeza. Me acerque a Peter, me di la vuelta y sali por el pasillo. Capitulo 2- La Tormenta Llegue a la clase de quimica antes que los demas llegaran para evitar que me notaran. Cuanto mas se dan cuenta, mas chismosean y con mi encuentro con Nick, no quiero estar en el lado malo de las chicas que lo idolatran, ni de su equipo de futbol que parece que podrian sacar un camion! Me sente en el frente, como un nerd que conozco. Me encantaria esconderme atras, pero desafortunadamente estan todos reservados para los “chicos populares”… La campana de la escuela sono y mis companeros de clase cayeron en el aula, uno por uno, pero no preste atencion y baje la cabeza para mirar mis libros. Una repentina rafaga de roble y flores frescas se infiltraron en mis sentidos, como si estuviera en un bosque floreciente. Movi la cabeza hacia la sombra que se avecinaba sobre mi escritorio y hacia Nick. Olia tan fresco y acogedor. Nuestros ojos se encontraron una vez mas y el se paro al lado de mi escritorio congelado. Mi corazon empezo a latir mas rapido, mis mejillas se calentaron hasta ponerse rojas y mi boca se seco… !Por que era tan intenso estar con el! Los lados de los labios de Nick se enroscaron a los lados y las esquinas de sus ojos se arrugaron mientras me mostraba una sonrisa que rompia el corazon por mi sonrojo. Devolvi mi calor a mis pulgares bajo el escritorio para ocultar mi verguenza. Mientras se alejaba, nuestros brazos rozaron solo un poco, pero una chispa atraveso mi cuerpo que envio cosquilleos lujuriosos a mi columna. Mi cuerpo reacciono por si mismo… !Lo necesitaba a el, su toque y su caricia! *** Mientras me sentaba en mi silla, trate de concentrarme en el Sr. Lowe ensenandonos quimica, pero no puedo concentrarme sintiendo la intensa mirada de Nick quemando un agujero en la parte de atras de mi cabeza! ?Por que me miraba a mi? ?Fue porque le grite que informara a todos esta manana? Y que hay de la forma en que me miro antes… !con esos ojos llenos de lujuria! !No puede ser! Me rei de mi misma, !No hay forma de que a alguien como el le guste alguien como yo! No pude soportar mas su mirada escrutadora… su repentina atencion me hacia sentir incomoda… !pero me excitaba! Me excuse de la clase y me escabulli al bano, pero antes de que pudiera decir algo ya estaba a mitad del pasillo y en los banos de las chicas. Tambaleandome hacia el fregadero, me eche agua fria en la cara para intentar enfriar la lujuria que calentaba mis mejillas… pero no sirvio de nada, no pude sacarme la cara de Nick y su cuerpo de mi mente! ?Por que estaba tan repentinamente Nick en mi mente, por que tengo este extrano tiron hacia el?

  • Como te veo yo, Abril Camino de Abril Camino

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  • Pasion en la Habana de Louise Fuller

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    Un torrido encuentro en el calor caribeno la dejo embarazada de su jefe...

  • El filo de la verdad de Selva Palacios

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    Un sol de justicia caia impio sobre Nueva Trada. Ni siquiera los ancianos mas longevos recordaban haber sufrido con anterioridad un calor como ese que asolaba la ciudad desde hacia varios dias. Mik Rogers accedio con parsimonia a una de las tabernas mas inmundas del puerto. Saludo al dueno mientras caminaba hacia el fondo del local. Los parroquianos dormian la mona o bebian sumidos en el pozo de sus pensamientos. Ninguno tenia demasiada gana de charla, de juerga o de trifulca. Eso lo dejarian para cuando la noche cayera y la temperatura diese un respiro. Dentro no olia a orines como en las inmediaciones, pero si a sudor rancio. Mik arrugo la nariz y clavo su mirada en la mesa mas apartada, esa que permanecia guarecida por la penumbra en un rincon y que habia reclamado tiempo atras como suya. La utilizaba como centro de operaciones para sellar todo tipo de acuerdos turbios. El antiguo pirata llevaba trece anos pululando por los bajos fondos de aquella ciudad maldita, esclavo de los pactos que amarraban en corto su conciencia, preso de los malos recuerdos que enturbiaban sus pesadillas. Un hombre se hallaba sentado en su silla. Portaba esa mirada turbia de quienes ya estan acostumbrados a que el duermevela ligero sustituya un descanso reparador. Daba cuenta sin prisa alguna de una botella de vino medio vacia y mantenia la cabeza gacha, como si en el fondo quisiera pasar desapercibido. Mik alzo las cejas, sin dar credito. Debia tratarse de un error: a aquella hora intempestiva esperaba encontrarse con un servicial criado y, en cambio, era un caballero el que ahora habia engarzado su mirada con la suya y lo estudiaba con un rictus de seriedad demasiado impostado bajo su sombrero. No albergo duda alguna: el origen de ese tipo era noble y lo dilucido por sus ropas, por la rigidez a la que sometia a su espalda, pero, sobre todo, por la manera en que desentonaba en aquel tugurio. Estaba fuera de su ambiente y era tan obvio que, si perdia cuidado, pronto tendria problemas. Mik se sento frente al desconocido con recelo, pero intrigado por saber que asuntos queria tratar con un don nadie como el. -- Dispensa si no me quito el sombrero -- dijo hombre, tocandose el ala --, pero tengo motivos para conservarlo sobre mi cabeza. Mik sonrio, divertido. Su dentadura blanca contrasto al instante con su piel morena. -- ?Y cuales son dichos motivos, senor? Si no le importa que le pregunte... -- Dos, principalmente -- contesto, muy sereno --. El primero, que deseo minimizar el riesgo de ser reconocido. El segundo, que no pretendo tener deferencia para con un hombre de tu calana. Sin ofender --. Anadio, muy serio. Mik rio. Echo la cabeza hacia atras y expulso con fuerza el aire por la nariz. Despues, robo un trago a la botella que reposaba sobre la mesa. El liquido caliente se deslizo por su garganta y le revolvio las tripas. -- Hace falta mucho mas que palabras para ofenderme, senor, asi que pierda cuidado. Yo si que me descubrire la cabeza -- anuncio, tras despojarse de su sombrero y dejarlo descansando sobre la rodilla izquierda --. Al fin y al cabo, estoy ante un respetable miembro de la ilustre ciudad de Nueva Trada. El caballero le dedico una sonrisa ladeada que no duro mucho. Paso por alto el tono condescendiente de Mik y fue directo al grano. -- Supongo que te estaras preguntando por que estoy aqui cuando podria haber enviado a un intermediario en mi lugar... Mik coloco el codo en el respaldo de la silla y apoyo la espalda en la sucia madera. Estudio a aquel tipo, intrigado. Tenia la piel muy blanca y su barba bien recortada enmarcaba una boca de labios finos y dentadura pobre. -- Entiendo que estara a punto de desvelarme la incognita. -- En efecto. Veras, la cuestion es que si puedo encargarme yo mismo de un asunto tan delicado como este que nos trae entre manos, no lo dejare en las de otros. Es el unico modo de asegurarme de que todo saldra como es debido. Mik se fijo en sus unas bien cortadas, en sus dedos largos y finos. Estaba claro que aquel tipo nunca se habia ganado el pan con el sudor de su frente. Su interlocutor y el no podian ser mas distintos en cualquier aspecto en que se compararan. Alzo el menton y lo miro a los ojos. -- Le escucho. Antes de hablar, el desconocido aparto la vista. No acostumbraba a tratar a hombres como Mik de igual a igual. Probablemente, era la primera vez en su vida que un negro lo miraba directamente a los ojos. Y no le gustaba, pero tendria que soportarlo. O mas bien acostumbrarse: cada vez eran mas los esclavos que compraban su libertad. Los tiempos estaban cambiando y no para bien. -- Quiero que te encargues de un pequeno asunto que deseo encomendarte. Y te advierto de que, si no cuento con tu discrecion absoluta, habra consecuencias. Mi posicion en esta ciudad es privilegiada. Soy amigo personal del gobernador y me ha puesto al tanto de tu peculiar... situacion. Mik torcio el gesto y chasqueo la lengua: si venia de parte de Joaquin Ventura, el mandamas de Nueva Trada, sabia que tipo de tarea se disponia a encomendarle el caballero: una sucia, en la que se mancharia las manos de mierda o de sangre. Probablemente de ambas. Se encogio de hombros, dispuesto a seguir con la conversacion como si trataran asuntos mas mundanos. -- Creo que ha quedado sobradamente demostrada mi capacidad para desempenar todo tipo de encargos con eficacia y sin levantar sospechas -- expuso Mik --. Mi reputacion me procede. -- !Desde luego, eso no lo pongo en duda! Estoy ante el mejor asesino de la ciudad -- dijo, bajando la voz --. Por no hablar de tu habilidad creando toda clase de pocimas y unguentos. !Tu eficacia es legendaria! -- rio sin ganas y se inclino ligeramente hacia el --. No estoy aqui para cuestionar tus sanguinarios metodos, Rogers, al contrario. Lo que deseo es que los utilices en mi beneficio, pero antes quiero acotar los terminos bajo los cuales cumpliras mis ordenes. Deberas seguirlas a rajatabla para no dejar margen de error. La improvisacion es enemiga del exito. El caballero sudaba copiosamente bajo sus delicados ropajes. Sendos cercos de sudor se expandian bajo las axilas oscureciendo la tela y una pelicula brillante perlaba su frente haciendola brillar. En cambio, Mik resistia con bastante entereza los envites del clima. Ventajas de provenir del continente africano. -- ?A quien desea que borre del mapa? -- pregunto Mik, repentinamente cansado de tanto rodeo --. ?A un rival en los negocios? ?A un viejo enemigo? ?Al amante de su esposa, tal vez? Rio su ocurrencia, pero el caballero lo escrutaba con aires de suficiencia y el gesto bien serio. No volvio a tocar la botella, aunque la miro de pronto como si necesitara desesperadamente un trago. -- En tu ultima suposicion no ibas muy desencaminado -- admitio, muy a su pesar --. En este caso, el amante soy yo. Quiero casarme en segundas nupcias, pero para ello, primero debo enviudar y por ende, mi esposa debe morir. Mik lo miro durante un buen rato con la boca cerrada a cal y canto. Se paso la mano por la mejilla y se rasco la cabeza, que lucia afeitada para evitar la molesta invasion de piojos y otros parasitos. -- Lo que me esta pidiendo es del todo imposible, senor -- le informo con solemnidad -- . No asesino a mujeres ni a ninos. Siento comunicarle que no soy su hombre. Busquese a otro. Se levanto con parsimonia y se coloco el sombrero en la cabeza. Murmuro una despedida. La voz del caballero lo detuvo cuando ya le daba la espalda. -- ?Un asesino con escrupulos? !No puedo creerlo! Mik no se giro. Efectivamente, aun no habia perdido toda la rectitud que quedaba en el, aquella que Samuel Rogers le inculco. Dio un paso mas en direccion a la salida, deseando que el aire torrido de la calle le golpeara en la cara para asi, al menos, sentir algo. -- !No puedes negarte, escoria! No estas en condiciones de rechazar mi peticion. Tienes contraida una deuda con esta ciudad y con nuestro gobernador. ?O acaso lo has olvidado? Mik se detuvo y cerro los ojos. Gruno. Solto un improperio en alguna lengua desconocida y se sento de nuevo a la mesa. Su humor se habia agriado y ni siquiera hizo el mero intento de disimularlo. -- ?Por que? -- No estas en disposicion de negociar, ni de hacer preguntas, Rogers. Mik se trago su orgullo acompanado por una buena dosis del vino barato que tenia frente a el. -- No me malinterprete, senor, se lo ruego. No es menester mio juzgarlo. Eso queda entre usted y Dios -- expuso con la solemnidad de un parroco encerrado en un confesionario --. Supongo que estara al corriente de que existen alternativas para hombres como usted. Seguro que halla un metodo efectivo para disfrutar de los placeres que su... amante pueda proporcionarle sin poner en riesgo la integridad de nadie. Muchos caballeros siguen este precepto y son plenamente felices. Incluso cuentan con la bendicion de su esposa. El tipo rio. Alzo la cabeza y le dedico una mirada furibunda por encima del ala de su sombrero. -- Es usted muy temerario, Rogers. De ser otras las circunstancias, no le quepa la menor duda: mandaria que lo azotaran hasta verlo desangrarse y nada me complaceria mas que esa vision. Sin embargo, no soy la clase de bestia inhumana que cree que soy. No pretendo deshacerme de mi esposa por capricho. Mi matrimonio fue una farsa desde el inicio. Nos unimos por interes mutuo de nuestras familias y nunca desarrollamos sentimientos de afecto el uno por el otro. Al contrario, detesto a esa vaca esteril que no ha sido capaz de cumplir con su unica obligacion: traer a mi heredero al mundo. Y, tras una decada, senor Rogers, comprendera que ya no albergo absolutamente ningun tipo de esperanza. Ese feliz acontecimiento no va a suceder: no me dara descendencia. Por ello, me veo en la obligacion de sustituir a mi amada esposa por otra mas... competente. Y mas joven. He ahi la razon de hallarme frente a usted. Por eso requiero de sus... servicios. Mik exhalo un suspiro y lo taladro con la mirada. -- ?Y no ha considerado el divorcio? El caballero enfurecio. Una sombra negra planeo sobre sus ojos. -- !No digas sandeces! -- Grito, provocando que un par de miradas se posara sobre ellos. Percatandose de ello, bajo la cabeza y la voz --. !Eso es pecado! !Una blasfemia propia de la gente barbara del norte! Y aunque fuese legal en Nueva Trada, sin mi, mi esposa no es nada. !No es nadie! Creeme, ella opinaria lo mismo: estara mejor bajo tierra que deshonrada y condenada al ostracismo de la alta sociedad. Mik entorno los ojos y puso las palmas de sus manos encima de la mesa. -- Lo lamento mucho senor, pero creo que su problema tiene mejores soluciones que esa... -- Si no eres tu, Rogers, !otro se encargara! --. Le interrumpio el tipo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba --. Hare que te ejecuten en la horca. A ti y a los tuyos, a los que quedan. Solo tengo que mover un dedo y el peso de la justicia caera sobre tu tripulacion por entero. !Piensalo bien, necio! Dio un punetazo en la mesa que delato su nerviosismo. La botella vibro durante un efimero instante. Mik trago saliva y bajo la mirada. Reflexiono acerca de su situacion y de sus opciones. El caballero, por muy poco que mereciera tal apelativo, estaba en lo cierto: no tenia mas alternativa que aceptar. Cargaria en el foso de su conciencia con otra vida que iba a sesgar por encargo, por no hablar de todas las que arrebato en alta mar, con Samuel Rogers y despues, como capitan del Servus. Aquellos tiempos quedaban bien lejos. Otros mas oscuros eran los que le estaba tocando vivir. Mandaria al cielo otra alma para que la suya fuese directa al purgatorio. Y esta vez, se trataria de una mujer inocente cuyo unico pecado era no haber parido hijos. !No podria hacerlo! Se imagino a si mismo empunando su daga pero no hundiendola en la carne de aquella dama. Aunque no la mirara una sola vez a los ojos para leer en ellos como pedia misericordia, sabia que no seria capaz de infligirle dano alguno. Se conocia mejor que nadie. Era un hombre cauto, pese a la vida que llevaba. Pensaba detenidamente las consecuencias de sus actos. Nunca se precipitaba antes de actuar. Samuel le enseno a ser mas astuto, mas rapido, mas fuerte y mas valeroso que ningun otro. Solo asi habian sobrevivido ambos en aquel mundo gobernado por hombres blancos. Por eso, cuando una idea cruzo su mente, fue tal el cambio que acusaron sus facciones que el caballero se puso en alerta, mas no dijo nada. -- Esta bien, senor -- concedio Mik --. Lo hare. Digame como se llama su esposa, donde y cuando. El como, me lo reservo para mi. El caballero sonrio. Los ojos le brillaban. Una gota de sudor descendio por su sien hasta aterrizar sobre la mesa. Mik lo miro con desagrado. Quiza Dios o la naturaleza no deseaban que aquel sujeto se reprodujese. De inmediato compadecio a su esposa, a pesar de que no fuese buena idea empatizar con una futura victima. El desconocido ni siquiera se percato de las tribulaciones del antiguo pirata. Estaba demasiado ocupado celebrando su triunfo por anticipado. No veia el momento de regresar con su amante y yacer con ella en pecado por ultima vez. Pronto la convertiria en su esposa mientras fingia llorar a la anterior. Se inclino sobre la mesa y coloco la mano en torno a su boca: -- Escucha atento y no pierdas detalle -- repuso con voz grave --. Manana, emboscaras el carruaje en el que Elvira regresa a casa. Al anochecer. * Dona Elvira de Diego se enjuago el sudor de su frente con un suave panuelo de seda. Lo empapo tras restregarlo tambien por la cara y por el cuello hasta que la tela se torno translucida. Volvio a guardarselo en las profundidades de su generoso escote. Resoplo, maldiciendo para sus adentros el calor tan insoportable que hacia dentro del carruaje. No veia la hora de regresar a casa, asearse y meterse en la cama. Habia sido un dia agotador. La visita a su prima lejana, Angustias, no se desarrollo todo lo bien que esperaba. Angustias la recibio con animos destemplados pese a que fue ella quien insistio, misiva tras misiva, en que debian verse de inmediato. Ambas tenian la misma edad. Se habian criado juntas, casi como hermanas. Sin embargo, su relacion nunca fue buena. Llevaban cinco anos sin verse cuando a Angustias le entro apremio por citar a su prima en su lujosa mansion, ubicada a las afueras de Nueva Trada. En seguida Elvira comprendio que las prisas de Angustias obedecian a un unico proposito: el deseo de restregarle la felicidad que experimentaba por la cara. Contaba con un esposo carinoso y atento, cuatro hijos maravillosos que gozaban de buena salud, unas amistades solidas y unos excelentes contactos que la convertian en una de las damas mas populares de la ciudad. Por si esto fuera poco, acababa de adquirir una lujosa mansion equipada con los ultimos adelantos modernos de tres plantas y catorce habitaciones. Su afianzada posicion dentro de la alta sociedad nuevatradense era ya un hecho consolidado. Angustias recibio a Elvira en su salon de te. Proyectaba seguridad y confianza en si misma, nada que ver con esa chiquilla vacilante que diez anos atras era un alma en pena. Sus lamentos se debian a que ningun hombre la pretendia, ninguna propuesta de matrimonio llegaba. La envidia la corroia al ver como su prima Elvira se prometia con uno de los mejores partidos de la ciudad: Leopoldo de Diego. Habia llovido mucho desde entonces. Las tornas giraron tanto que se terminaron invirtiendo. La tirria de Angustias hacia su prima se habia transformado en una superficial lastima tenida de fingida compasion. Durante varias horas, frente a una taza de te que se habia quedado frio, Elvira tuvo que aguantar los comentarios hirientes y las sarcasticas burlas de su prima, que no paraba de jactarse de su larga racha de buena suerte. Era, precisamente, de lo que carecia Elvira en aquellos momentos, pero aguanto la tempestad con estoicismo y clase. Siempre con una sonrisa permanente en sus labios. Porque ante todo, si algo caracterizaba a dona Elvira de Diego era, precisamente, la clase que tenia. Y asi lo demostraba cada vez que tenia ocasion: llevaba el orgullo adherido a su persona como una suerte de segunda piel. Ni Angustias ni nadie la veria flaquear jamas, aunque Elvira sintiera que su vida se estaba desmoronando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El camino estaba plagado de baches. La senora De Diego se agarro con firmeza a su asiento y respiro agitadamente. Apoyo los pies con firmeza en el suelo para evitar caer hacia delante. El cochero restallo el latigo con el que azuzaba a los caballos. Debia darse prisa. Estaba a punto de anochecer y la oscuridad propiciaba que bandidos y pistoleros campasen a sus anchas por los desolados caminos, desamparados ante la ausencia de luz. Un repentino mareo invadio a Elvira. No solo lo causaba aquel maldito y accidentado viaje, sino el tercer trozo de pastel que habia engullido en casa de su prima Angustias. Demasiado dulce para pasar aquel amargo trago. No le habia caido bien en el estomago y ahora pagaba las consecuencias de su gula. Cerro los ojos y sintio la desagradable sensacion que acompana a una repentina arcada. Dio dos golpes secos en la pared del carruaje. El cochero no se detuvo. Lo intento otra vez, ya sin paciencia. Se hizo dano en los nudillos al aplicar en el proceso todas las fuerzas que le quedaban. Por fin, el vehiculo paro a un lado del camino. Elvira abrio la puerta y descendio apresurada. Su sudor era frio, lo percibio en cuanto se levanto una leve brisa. Con la mano izquierda se tapaba su boca. Con la derecha, se tocaba el vientre. Ese vientre que era yermo, esteril. Se acurruco tras un arbol, se agacho y vertio la merienda sobre unas hierbas procurando no hacer demasiado ruido mientras regurgitaba. Desde su posicion, el cochero seguro estaria escuchando los estertores que la garganta de Elvira emitia. Eran tan poco dignos de una distinguida dama que un repentino arranque de verguenza la invadio. Se le pusieron rojas las mejillas otorgando algo de color a su tez palida y empanada. Un pensamiento esperanzador broto de las profundidades de su mente. ?Y si estaba encinta? Desecho la idea de inmediato, torturandose por albergar ilusiones huecas. Era fisicamente imposible. Leopoldo llevaba sin yacer con ella meses. El fracaso de su matrimonio se comportaba como un viejo fantasma que de vez en cuando acudia a ella para atormentarla. Elvira se incorporo y, con el mismo panuelo que antes, limpio sus labios. Una solitaria lagrima salio despedida de uno de sus ojos azules. No se molesto en secarla. Achaco su presencia al hecho de que se encontraba mal del estomago, y no a la tristeza que se empenaba en invadirla. Apoyo su mano en el tronco del arbol que tenia al lado. Se sereno contemplando el horizonte anaranjado. Consiguio respirar con normalidad al fijar la vista en esos ultimos rayos de sol que se perdian lejanos, oblicuos, moribundos, a punto de ser tragados por la oscuridad. Sin previo aviso, un brazo le rodeo la cintura con fuerza. Una mano le tapo la boca. La punta de una daga rozo su yugular. Elvira se olvido de tomar aire. Estaba paralizada y no solo debido al miedo. Hacia mucho tiempo que no sentia el calor de otro cuerpo cera del suyo, el cuerpo de un hombre. Percibio un aroma varonil invadiendo sus fosas nasales que, en otras circunstancias, le hubiese suscitado cierto agrado. Sin embargo, en el contexto de un asalto esta informacion paso desapercibida y el terror se manifesto sin tapujos. Las rodillas le temblaron. La garganta se le cerro. Ni siquiera el grito que habia dejado a medias termino de salir. Aquel era su fin. El fin de Dona Elvira de Diego, ilustre senora de Nueva Trada. -- No se mueva o la matare -- susurro una voz ronca a su oido. El acento delataba que se trataba de un extranjero. Un proscrito, tal vez. Elvira descendio la mirada y, bajo la luz del crepusculo, estupefacta, descubrio que la mano que le tapaba la boca pertenecia a un hombre de piel oscura. Un mestizo, quiza algo peor. Se pregunto que querria aquel malnacido de ella. Dinero. Joyas. Un rescate. Deshonrarla, en el peor de los casos, mancillando su cuerpo sin remedio. Entonces su esposo la repudiaria para siempre y de manera definitiva. Aquel seria para Elvira un fin peor que la muerte. El corazon le latia tan rapido que creyo estar a punto de abandonar este mundo. Recupero su voz tan solo para emitir un leve quejido. Ni siquiera en esas circunstancias era capaz de imponerse, de luchar por su vida. Reprocho internamente su propia pasividad, su cobardia. Aquel fue el ultimo pensamiento racional que tuvo antes de desmayarse de puro espanto, de autentico pavor.

  • Rozando El Cielo de Cristina Gonzalez

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    Le he dicho que no quiere sentarse al lado del ministro de industria frances. No, no y no. ?Acaso quiere provocar una guerra? Por el amor de Dios... - le gritaba yo al asesor de eventos noruego (y estupido) -. Si... Si... Aja... Me parece bien. Si, esa mesa es estupenda. Gracias. Y colgue. A pesar de que mi noruego no era el mejor (no era el idioma que mas dominaba), habia sido capaz de evitar que mi jefe, el senor Miller, no tuviese que atravesar una situacion de lo mas incomoda. Desde que Terrarius comenzo con las obras de la nueva linea de ferrocarriles de alta velocidad, los franceses se habian retrasado en todos los pagos, obligando a detener el proyecto y sobrecargando demasiado la economia de la empresa. Y John Miller, el presidente de Terrarius, no estaba dispuesto a almorzar en la misma mesa que el peor de sus clientes. Y yo sabia que, si el ministro frances conocia lo suficiente al senor Miller, tampoco querria enfrentarse cara a cara con el. - Necesito ver un resumen de la situacion de los tres ultimos meses Praxton - me bufo mi jefe mientras pasaba por delante de mi mesa. Despues se encerro en su despacho de un portazo y pude adivinar a traves del cristal como se sentaba, pasaba su mano por su cabello en un ademan de desesperacion y luego fijaba sus gelidos ojos turquesas en la fria pantalla de su portatil, repleta de numeros. Imprimi el informe que habia preparado detalladamente durante las ultimas dos semanas. Me incorpore y camine con paso firme hacia su santuario. Toque con mis nudillos suavemente sobre la madera de la puerta y entre. Despues deposite los papeles sobre su mesa, al lado de su brazo medio descubierto al encontrarse su palida camisa remangada hasta el codo. Sin musitar una sola palabra, sali de alli, cerrando la puerta con delicadeza para no hacer ruido. Despues me sente de nuevo frente a mi mesa de madera de roble y continue trabajando. Mas y mas llamadas, mas y mas reuniones que organizar. Informes, diapositivas, folletos y papeleos varios que mantuvieron mi mente ocupada durante las seis horas siguientes. Sin embargo, mi trabajo me divertia, me apasionaba. Para llevar a cabo mi actividad diaria necesitaba no menos que dominar como minimo cuatro idiomas: el frances, aleman, espanol y ruso. El resto: como el noruego, rumano, portugues, y otros tantos, los repasaba cuando me era necesario utilizarlos. Adoraba los idiomas. Cuando vivia, mi madre solia decirme que poseia un don para comunicarme, y que por supuesto, habia sabido aprovecharlo bien. Y lo bueno que tenia ser la secretaria personal del dueno de Terrarius era que necesitaba utilizarlos todos constantemente, de manera que jamas se oxidaban en mi cerebro. Alguna vez habia pillado al senor Miller observandome y escuchando una de mis conversaciones acaloradas en un frances mas bien insolente con algun administrativo parisino. Me habia llenado de orgullo ver a mi jefe sonreir de medio lado al comprobar como les plantaba cara a las largatijas del funcionariado en un idioma que ni siquiera era el mio. En el fondo John me caia bien. Mucha gente lo temia y lo evitaba por los pasillos. Tenia un halo de autoridad innegable y muy necesario para hacer que las cosas funcionasen en una empresa tan gigantesca. El era exigente con todo el mundo y sobre todo, con el mismo. Suspire. Habia llegado la hora de comer. Mire de nuevo a traves de la persiana de su despacho y comprobe que el senor Miller continuaba apuntando cosas y llamando por telefono. Era la clase de jefe que predicaba con el ejemplo. Si sus empleados trabajaban, el lo hacia el doble. Si nosotros nos marchabamos a las seis de la tarde, el se iba a las nueve. Y si llegabamos a las ocho, el a las seis y media. Me pregunte si no tendria a nadie con quien compartir su tiempo libre, y de ser asi, que clase de relacion seria. Porque a pesar de que yo ya llevaba tres anos trabajando para el, no conocia absolutamente nada acerca de su vida personal. Ni tampoco me interesaba especialmente. Era solo que en ocasiones se me antojaba triste y solitario y sentia cierta compasion por el. En algunas ocasiones le habia tenido que acompanar a diversos eventos: reuniones, cenas, inauguraciones... Y siempre le habia visto con una mujer diferente. Por lo habitual, John solia llevar acompanantes jovenes y glamourosas con las que hablaba lo justo y necesario. Desde luego, no se le veia feliz con ninguna de ellas. Apague el ordenador. Recogi mis cosas, ordene mi mesa y me encamine hacia el ascensor. Despues de un corto trayecto en autobus y de una caminata de quince minutos, llegue al edificio de pisos en el que se encontraba mi acogedor y reducido apartamento. *** - !Molly! - grite nada mas entrar - !Estoy aqui! Al instante, una chica de veintidos anos y la persona con mejores sentimientos y buenas intenciones que me habia encontrado en el mundo hasta la fecha, aparecio tras la puerta de la cocina y me saludo con una sonrisa. Una sonrisa un tanto forzada. Una de las cosas buenas de Molly era su transparencia. Con solo ver su cara podia adivinar cuando las cosas no iban bien. Me sente en el sofa y la inste a que me pusiera al corriente de lo que habia pasado aquel dia. Ella tomo asiento a mi lado y se coloco algunos mechones tras su oreja. - Esta algo amodorrada... Lleva una manana muy rara... Tiene mucho sueno... Dice que esta muy cansada - dijo ella nerviosa, refiriendose a mi hermana. - ?Esta dormida ahora? - pregunte dejando entrever mi nerviosismo. - Si... Y salvo eso, esta bien. Me preocupa que la medicacion este provocandole algun efecto secundario... Habria que llevarla al medico - sugirio Molly casi en un susurro. Ambas sabiamos lo que aquello significaba: dinero. Y no por la consulta con el doctor... Si no porque, cada vez que saliamos de alli, teniamos que comprar algun farmaco distinto y muy caro. La entranable Rachel, mi hermana pequena, habia nacido con sindrome de Down. Mis padres la habian cuidado con mimo y esmero, protegiendola y dedicando su vida a ella. La habian llevado a un colegio de educacion especial, que pudieron permitirse gracias a los ahorros de toda una vida, ya que el Estado no lo financiaba por completo. Alli Rachel habia aprendido todas aquellas cosas que estaban a su alcance: sabia vestirse - mas o menos -, comia sola, se duchaba sola - aunque yo preferia vigilarla, tenia miedo de que pudiera caerse - e incluso habia aprendido a leer - palabras basicas, lecturas infantiles... Pero era capaz de hacerlo -. Estaba sana, tenia cierta tendencia a engordar, pero nada mas - a excepcion de su patente problema neurologico debido a su enfermedad -. Mis padres la habian llevado al cardiologo para que la revisara, al neurologo todos los anos para comprobar los avances - o retrocesos - y hasta hacia poco tiempo, tambien al pediatra. Yo me habia marchado de casa cuando comence a trabajar para John Miller, pero aun asi, me habia mantenido en estrecho contacto con mi familia e iba a visitarles a menudo. Hasta que ocurrio. Como podria haberle ocurrido a cualquier familia, a cualquier persona, ser querido... Mis padres fallecieron en un desafortunado accidente de trafico. Mi madre perdio la vida en el acto, mientras que mi padre se desvanecio a los dos dias por una sepsis ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Como por arte de magia, Rachel, quien tambien viajaba en el coche con ellos, habia salido absolutamente intacta de aquella colision. Esto habia sucedido el ano anterior. Desde entonces, ni Rachel ni yo volvimos a ser las mismas y a duras penas hemos logrado recuperarnos del impacto. En ocasiones la escuchaba llorar por las noches. Y cuando aquello ocurria me levantaba de la cama para abrazarla, hasta que se quedaba dormida de nuevo. Y entonces yo lloraba. Despues pensaba que si nuestra madre nos habia ensenado a ser fuertes y a afrontar la vida tal y como decidiera presentarse, debia serle fiel a sus ensenanzas y tratar de reencauzar nuestro dia a dia. Asi fue como decidi contratar a Molly, para que cuidara de Rachel durante mis horas de trabajo. Le pagaba poco, y ella sabia que yo no podia dar mas de mi. Porque a pesar de que la herencia que me habian dejado nuestros padres podia solucionar algunos apuros, no debia derrocharla - solia utilizarla para pagar las visitas medicas, los medicamentos y las pruebas que necesitaba mi hermana -. Y mi sueldo me alcanzaba para pagar mi alquiler, comida y ropa para ambas. Y a Molly , por supuesto, quien se conformaba con unos miseros cuatrocientos dolares mensuales, por dedicarle casi el dia entero a Rachel. - Sabes que puedes marcharte cuando lo necesites - le solia decir a la joven de vez en cuando. Pero ella contestaba: - El dia que no pueda mantenerme, vendre a vivir contigo... Yo trabajare por la tarde y tu por la manana. Asi ambas podremos cuidar a Rachel y mantener la casa. Molly tenia cualidades parecidas a las de mi madre y por eso creo que nos comprendia tan bien a mi hermana y a mi. Me lenvante del sofa y camine hasta la pequena habitacion en la que dormia Rachel. Abri la puerta despacio, con suavidad y entre de puntillas. Le di un imperceptible beso en la mejilla y la observe durante un minuto. Su respiracion era profunda y tranquila... Como la de la criatura inocente que era. Sin embargo, me preocupaba que se sintiera tan cansada siendo tan solo las seis de la tarde. - Pedire cita para el neurologo para dentro de un par de dias, necesito decirselo a John con algo de tiempo - le susurre a Molly mientras Rachel suspiraba entre suenos. Ambas salimos del dormitorio y nos tomamos un cafe juntas en la cocina. - Sarah, necesito pedirte algo - me dijo antes de terminarse su taza. Asenti, invitandola a hablar. - Mi padre tiene que operarse la semana que viene y tal vez deba faltar tres o cuatro dias... ?Te daria tiempo a pedirle permiso a tu jefe? ?O al menos a encontrar a alguien que pueda sustituirme durante ese tiempo? Adivine la desesperacion en sus palabras, al tener que divirse entre cuidar a Rachel y atender a su padre. Respire hondo. Rapidamente planee la manera, el tono y la cantidad de palabras que utilizaria para pedirle a John Miller que descontara de mis vacaciones la mitad de la semana siguiente. Alegaria problemas familiares. De salud... Lo que fuera. Pense que en caso de fallar aquello, podria fingir una gripe. Yo era buena, John me apreciaba. Quise creer que no le importaria que me ausentara unos dias por cuestiones familiares. - Esta bien, Molly. El tiempo que necesites. Ya me apanare. A fin de cuentas, no es algo que pase todos los dias - razone, sin poder ocultar el nerviosismo de mis palabras -. Espero que todo salga bien... ?De que es la operacion? Ella sonrio con tristeza. - Tiene un tumor en el colon... Pero afortunadamente lo han detectado a tiempo. Le di un abrazo para apoyarla. Su padre era la unica familia que le quedaba y adivine que escuchar la palabra tumor salir de la boca de un medico fue un golpe muy duro para ella. Pero asi era Molly. Se quejaba poco. A duras penas contaba sus problemas y solia llevar siempre una gran sonrisa en su cara. "Todos tenemos derecho a decaer de vez en cuando, incluso ella", pense al escuchar lo mas parecido a un sollozo sobre mi hombro. - Tranquila, Molly. Todo saldra bien. Me avisaras cuando acabe ?verdad? Ella se separo de mi hombro y asintio. 2 Habia ensayado el monologo al menos una docena de veces. En voz alta, en voz baja, mentalmente, delante del espejo... Y aun continuaba repitiendolo para mi misma mientras el ascensor me llevaba rascacielos arriba, hacia mi mesa de trabajo. "Senor Miller, me han surgido unos asuntos familiares que me veo obligada a atender... Si fuese usted tan amable...". Constantemente me recordaba a mi misma que mi relacion con mi jefe era sustancialmente buena. Me valoraba como la buena profesional que habia demostrado que era y por ello yo queria creer que seria incapaz de negarme tres dias libres. Me sente, deje mi bolso bajo el escritorio y encendi mi ordenador. Observe a traves de la persiana que el senor Miller ya se encontraba, como siempre a las siete y media de la manana, entregado por completo a una nueva jornada laboral. - Piensa, Sarah, piensa... - repeti en voz baja. Porque ya no se trataba solamente de como pedirle a John Miller que me diera permiso, si no de seleccionar el momento adecuado en el que el estuviese dispuesto a escucharme y a ser posible, de buen humor. Resople. El presidente de Terrarius siempre estaba ocupado. Y normalmente, todo lo que no estuviese cuidadosamente colocado en su agenda con un minimo de una semana de antelacion, le estorbaba. "Solo seran cinco minutos", pense. "No le quitare mas tiempo". Mi mesa se encontraba a unos siete pasos de su despacho. Separada de este por un pasillo cubierto por una aseptica moqueta grisacea. La madera de tonos claros daba color a las puertas y a los muebles, en los cuales se reflejaba la luz blanca de los focos de oficina que iluminaban la estancia desde el techo. De pronto me di cuenta de que Miller tenia una reunion programada para las diez de la manana, y despues recorde que John, tras las reuniones siempre solia tomarse un pequeno descanso para organizar sus ideas. "Despues de la reunion hablare con el", pense con aires de victoria. Ya estaba planeado. El momento, el lugar, las palabras e incluso los gestos. - Praxton, ?le importaria pasar a mi despacho? Ahora, por favor. Me sobresalte al ver a mi jefe apoyado en el umbral de la puerta de su despacho, observandome. Medite sobre su exquisita educacion. En sus ordenes no solian faltar los "por favor" y los "gracias", a excepcion de cuando se encontraba muy apurado. No obstante, aquellos ademanes tan caballerosos se perdian en su mirada intransigente. Su "por favor" se podia traducir perfectamente por un: "para ayer". - Si, senor Miller - respondi con inmediatez al tiempo que me levantaba de mi silla negra. Le segui. Observe su camisa de rayas, que le quedaba sustancialmente grande. Era compresible, pues se trataba de un hombre bastante delgado y esbelto, al cual le seria bastante dificil encontrar ropa de su talla. Ademas, su altura le hacia parecer aun mas consumido. Supuse que mediria cerca de un metro noventa. Cuando tome asiento, note sus ojos azules clavados en mi. Adverti que el turquesa de sus iris parecia mas intenso de lo habitual, nada que ver con el azul palido y cristalino que lucia cuando se encontraba mas relajado. Aquella era una buena manera de calibrar su estado de animo. Normalmente, yo solia darle las noticias menos buenas cuando veia el azul claro y balsamico en sus ojos. De lo contrario solia apartarme hasta que el turquesa intenso hubiese desaparecido. - Vera, Sarah, estoy muy contento con su trabajo - comenzo el. Su tono de voz jamas se elevaba mas de lo necesario. Contuve el aliento. No me gustaron aquellas palabras, no anunciaban la peticion de un nuevo informe, ni una nueva presentacion de diapositivas, ni un cambio en su agenda. Espere, tensa. - He leido su curriculum a lo largo de esta semana - continuo el.

  • Noches de Manhattan, Sarah Morgan de Sarah Morgan

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    A la competente organizadora de eventos Paige Walker le encantaban los retos. Tras pasar su infancia entrando y saliendo del hospital, ahora estaba decidida a triunfar. ?Y que mejor lugar para hacerlo que Nueva York? Pero cuando perdio el empleo que amaba, tuvo que enfrentarse al mayor reto de todos: trabajar por su cuenta.

  • El taller de munecas de Elizabeth Macneal

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    La embriagadora historia de una joven que aspira a convertirse en artista y del hombre que, obsesionado con ella, amenaza con destruir su mundo para siempre.

  • Amor complice de Cova Galena

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    Erase una vez, una chica que creia en el amor verdadero, en los cuentos de hadas y en los finales felices con confeti de colores y fuegos artificiales. Sabia que su principe azul no llegaria a lomos de un corcel blanco para salvarla de la bruja malvada, ni la despertaria de un sueno eterno con el mas apasionado de los besos; pero estaba segura de que el dia que encontrase al hombre de su vida, lo sabria con una sola mirada, con un solo beso, con un solo gesto. Pobrecita nuestra princesa, pues estaba equivocada y, despues de pasarse anos besando al mismo principe, descubrio que era una rana. Bueno... una rana, lo que se dice un anfibio de ojos saltones, piel humeda y lengua extralarga, puede que sea un poco exagerado. Bastante, diria yo. Pero su radiante sonrisa ya no era capaz de derretirme como si estuviese bajo el insoportable sol del verano y el calor de su mirada, ya no me cobijaba ni protegia del frio helador de un invierno polar. Mi principe ya no endulzaba con chocolate mis desayunos, sino que se me indigestaba como una galleta de Beckelar que se habia quedado abandonada durante anos en un armario de la cocina. Aquella manana, podia haber sido una manana cualquiera en un pequeno palacio en el que una enamorada pareja de la realeza daba rienda suelta a los latidos de su corazon. Pero yo era una princesa mas triste que bella, Marcos ya no era mi amor y la pasion se habia esfumado por una grieta recondita de nuestra relacion. Me sente a los pies de la cama mientras me abotonaba los botones de mi camisa blanca. Una blusa elegante y ridiculamente cara que Marcos, mi apuesto principe, me habia regalado por mi ultimo cumpleanos. !Con lo que me gustaban a mi las tiendas low cost! Pero no era un dia cualquiera. Me sentia como una de esas mujeres cincuentonas que se sientan frente a sus maridos y se quedan en silencio porque no tienen absolutamente nada que decirles, ni siquiera, un reproche. Podia verme convertida en una anciana amargada con cara de uva pasa, porque el desamor le habia quitado las ganas de vivir. No podia seguir asi, aunque... a decir verdad, vivir con un pudiente principe me permitia vestir blusas de marca. Porque... !que delicadeza de tejido, menuda caida tenia la dichosa blusa y con que gracia realzaba mi pecho! Pero no... el mundo con una Angela Channing ya habia tenido suficiente. "Soy una princesa y me merezco pasar toda la vida comiendo perdices junto al hombre de mis suenos” me dije con lagrimas en los ojos. Tic, tac, tic, tac... algo sonaba en el interior de mi mente, pero no podia distinguir si era mi reloj biologico o la dinamita que estaba a punto de hacer saltar mi corazon por los aires. Marcos, el principe mas deseado del baile, habia acabado la carrera un ano antes que yo. El, ademas de guapo y encantador, era un alumno aventajado y aunque yo no era mala estudiante, no habia tenido demasiada prisa por darme de bruces con el mundo laboral. La idea de engrosar las colas del paro no me resultaba demasiado atractiva y queria retrasar el momento de tener que pasar mis mananas con un termo y un libro frente a la oficina de empleo. Una conocida empresa del sector energetico habia arrancado a Marcos de las cuatro paredes de la facultad, y en solo dos anos, el flamante principe ya formaba parte del consejo de administracion. A punto estuvieron de celebrar su fichaje con una fiesta con decenas de cornetas entonando melodias alegres y banderas de llamativos colores ondeando a los cuatro vientos. Siempre habia tenido claro que Marcos triunfaria en el mundo empresarial y lo habia conseguido, incluso, en menos tiempo del que me habia imaginado. Estaba muy orgullosa de el. Se lo merecia, era lo que se dice un crack. Marcos no era un principe tontorron que lo unico que sabia hacer era montar a caballo y desenvainar su espada (aunque esto ultimo lo hacia muy bien, ejem, ejem), sino que era un hombre brillante con un futuro prometedor y un tupe rubio ceniza cual caballero legendario. En cuanto firmo su primer contrato laboral, Marcos me propuso irnos a vivir juntos a un piso mas grande y yo acepte encantada, cargada de ilusion y esperanza, porque tenia ganas de comenzar una nueva etapa de nuestra vida y nuestra relacion a su lado. Era cuestion de tiempo: las perdices llegarian y alimentarian todos y cada uno de nuestros dias. --He encontrado el palacio ideal para mi princesa y nada me haria mas feliz que quisieras compartirlo conmigo --me dijo una noche estrellada, seguramente con otras palabras, mientras cenabamos bajo la luz de las velas. Y a pesar del calor insoportable, de los moquitos y del vino caliente, recordaria aquella noche de verano como una de las mas romanticas de mi existencia. Estaba escrito. Marcos era el amor de mi vida y estabamos predestinados a estar juntos hasta la eternidad. No pude decirle que no. Al ano siguiente, acabe la carrera y comence a trabajar en un puesto bastante mas mediocre que el del ejecutivo de mi novio, primero como becaria y, tres meses despues, con un contrato indefinido aunque poco remunerado. El trabajaba en las Maldivas del mundo laboral, mientras yo me perdia en el triangulo de las Bermudas de mi oscuro futuro profesional. Y todo parecia ir bien, hasta que poco a poco y casi sin darme cuenta, mis sentimientos, y quien sabe si tambien los sentimientos de Marcos, comenzaron a cambiar. Mi vida era como aquel poema de Ruben Dario: <> Ya no quedaba nada del colocon del enamoramiento, ni siquiera de la desenfrenada atraccion sexual de los primeros momentos. Habia estado totalmente enganchada a el, su amor habia sido para mi una droga, pero ya no lo necesitaba para sentirme bien, ni para alcanzar el placer. Aunque sobre este tema tan intimo, mejor que corramos un tupido velo. No mucho tiempo atras habria atravesado oceanos, habria movido montanas y habria luchado contra cualquier ejercito, solo por estar a su lado, pero ya no me quedaban fuerzas ni para nadar, ni para empujar, ni para luchar. Observaba a Marcos durmiendo placidamente sobre la cama y no tenia la sensacion de que todo mi mundo, de que todo lo que realmente importaba, estuviese entre aquellas sabanas. Y me senti terriblemente culpable porque esa indiferencia no habia surgido de la nada, sino que se habia ido creando dia tras dia, cruel y sibilina, en los ultimos anos de nuestra relacion. Y yo, ciega y pasiva, habia permitido que sucediera. Hasta aqui, seguro que pensais que yo, lo que era, era una autentica pava por creer en cuentos de hadas, por no decir una autentica gili... y si, teneis razon. Era demasiado inocente y sonadora, creia en el hombre perfecto y el amor verdadero. Era una ilusa e inmadura que pensaba que su vida era una clasica e infantil novela romantica. Pero me equivoque y aunque tarde en hacerlo, de la noche a la manana, la manzana verde maduro y vi, con toda claridad, el amargo resplandor de la vida real. El cuerpo largo e inerte de Marcos sobre el colchon ya no era capaz de provocarme nada. Meses atras me habria quitado mi blusa de diseno (o mi camiseta de las rebajas) y habria intentado alargar mi despertar con un fugaz momento de pasion. Le habria asaltado en suenos para conseguir un poco de sexo mananero. Habria hecho lo imposible por pegar mi piel a la de mi dulce amor y habria besado cada rincon de su cuerpo de forma canalla, sin haberme importado la hora que marcaban las manecillas del odioso despertador. A el le volvian loco mis impulsos y yo perdia el control viendo los limites de su excitacion. Pero Marcos ya no despertaba mi deseo. Me levante de la cama y fui directa a la cocina con la intencion de desayunar, pero no pude hacerlo, la angustia que sentia me habia quitado el apetito. A algunos el desamor les engorda porque sienten la necesidad de desahogarse con litros de helado y de vodka, pero por suerte, ese no iba a ser mi caso. Ni siquiera el mensaje motivador de mi taza de desayuno fue capaz de darme un chute de animo y energia. "Hoy sera un gran dia", ?a quien demonios se le ocurria escribir en una taza frases salidas de un libro de autoayuda? Deje la taza vacia y limpia sobre la mesa, despues de haber buscado respuestas en su interior, y sin mirar atras, deseando huir de aquellas cuatro paredes entre las que Marcos dormia ajeno a mi tristeza y a mi frustracion, sali de nuestro palacio como si estuviese dejando dentro, una parte de mi que ya no recuperaria jamas. La princesa deseaba huir de su gran castillo hacia un mundo lejano pero sabia que el principe no se merecia semejante agravio. Cuando pise la calle, los intensos rayos del sol me deslumbraron e intentaron llevarme de nuevo a la realidad, una realidad en la que si era conformista y complaciente, todo fluiria a la perfeccion, sin complicaciones ni sobresaltos. Pero tuve la cordura suficiente como para saber que aquello no era lo que queria para mi vida, ese no era mi cuento de hadas, no era el futuro con el que habia sonado. Mi historia de amor debia terminar con un "y fueron felices para siempre", y aquello, distaba mucho de la felicidad. No tenia ni idea de que hacer, ni de que direccion debia tomar; pero estaba segura de que era lo que no queria: continuar en una relacion condenada al fracaso. Busque en mi bolso unas gafas de sol que me ayudasen a ocultarme de la molesta claridad y del mundo, y desee encontrarme dentro una brujula que me guiase y me dijese que camino tenia que seguir, pero !maldicion!, ?por que las mujeres no llevabamos siempre con nosotras un kit de supervivencia para hacer frente a las catastrofes sentimentales? No se... ?una bolsa de papel para hiperventilar, el mapa de la absoluta felicidad, una balsa salvavidas con rumbo al pais de Nunca Jamas y, ya puestos, el Santo Grial? Mi bolso pesaba mas que un saco de cemento y no llevaba dentro nada util. Ademas de ingenua, inocente y romantica era una persona bastante atolondrada. Mi padre, otro romantico de la vida y del amor, siempre decia que mi cara era pura contradiccion. Mis ojos ligeramente caidos, con largas pestanas y unas odiosas bolsas bajo ellos, parecian permanentemente tristes; pero mi boca siempre dibujaba una sonrisa. Nada era capaz de borrar la luna nueva que perfilaba mis labios y odiaba sentirme desgraciada y apenada y ver la tristeza en la gente que me rodeaba. Por eso, siempre me gustaba decir tonterias y buscar la parte positiva del suceso mas infortunado. Pero en aquella ocasion, mi sonrisa me estaba fallando y aunque mi tragedia era una nimiedad en comparacion con las grandes catastrofes que asolan nuestro mundo, el cardiograma de mi corazon estaba totalmente plano, y desee que un medico guapisimo salido de una serie americana viniese a reanimarme. Oh, yo te invoco George Clooney de mis desvelos... Patrick Dempsey, ven a mi, suspire para mis adentros mas profundos. Porque si, tenia novio, ?pero a quien le amarga que un hombre buenorro con bata verde le coloque el desfibrilador sobre el pecho o le haga el boca a boca? Y envuelta en mis alocados pensamientos, por inercia, mis tacones me llevaban hacia AZ Consulting, la empresa en la que trabajaba y que tanto detestaba, mientras que mi corazon queria dar media vuelta y correr en direccion contraria. Desee poder quitarme aquellos incomodos zapatos y tirarlos con fuerza, con la esperanza de que le diesen en la cabeza a mi insoportable jefe, a alguna de mis aburridas companeras de trabajo o incluso, a Marcos. Quiza, despues de un traumatismo en la cabeza, dejaba de ser el pijo estirado y engreido en el que se habia convertido con el paso de los anos. A mi principe se le habia subido el titulo nobiliario a la cabeza. Necesitaba hablar con alguna de mis amigas, una mujer que empatizase con mi desazon, asi que, con manos temblorosas, saque el telefono de mi bolso. Llame a Nuria aunque sabia que no iba a contestar. Era demasiado temprano para ella y, ademas, solia silenciar su telefono para que nadie pudiese despertarla antes de las nueve de la manana. Siempre decia que si debia enterarse de una catastrofe mundial, mejor que estuviese descansada. Despues lo intente con Cloe, necesitaba desahogarme con alguien fuese como fuese. Ella no era la mejor interlocutora del mundo y quizas un perro o un arbol me hiciesen mas caso, pero necesitaba hablar con un ser humano que, por lo menos, emitiese pequenos sonidos que demostrasen que aun seguia detras del telefono, aunque estuviese pensando en que color de barra de labios debia ponerse o si su nuevo abrigo no pegaba con sus zapatos Jimmy Choo favoritos. --Lo siento, carino, me coges en muy mal momento. Estoy a punto de comenzar a grabar. En cuanto acabe te llamo, ?vale? --Me dijo nada mas descolgar el telefono. En aquella ocasion, Cloe, ni siquiera tenia pensado fingir interes. Cualquiera diria que sabia elegir a mis amistades. --No te preocupes, ya hablaremos --conteste decepcionada. --?Estas bien? --?Mi voz habia sonado tan desesperada como para que la propia Cloe hubiese llegado a pensar que me pasaba algo? --Si, estoy bien, de verdad --le menti intentando animar el tono de mi voz para que resultase mas creible. !Menuda actriz se habia perdido Hollywood! Queria desahogarme pero tampoco pretendia darle pena a nadie. Nunca me habia gustado la gente que iba de victima por la vida y yo no seria una de ellas. Siempre me quedaria Andres, la unica persona por la que no habia abandonado mi horrible trabajo, pero sabia que llegar a la oficina y desahogarme con el, no era la mejor alternativa. El era demasiado excesivo para todo y me habria dicho algo como: "La solucion es muy sencilla. Vete a casa y dile a tu novio que ya no le quieres, mueve tu culo hasta aqui y presenta tu renuncia de una punetera vez". Sin embargo, no estaba preparada para sus grandes dosis de realismo y sinceridad. Estaba perdida y necesitaba a alguien que me protegiese y me edulcorase la verdad. Desesperada, guarde el telefono frente a un paso de peatones y mire hacia ambos lados para asegurarme de que no venia ningun coche antes de cruzar, y de pronto, una desagradable sensacion de soledad invadio mi estomago y senti ganas de llorar. Estaba sola y vacia. Unicamente queria tener a mi lado a una persona que me escuchase sin juzgarme, que se preocupase por mi y no tenia a nadie. Tal vez en ese momento estuviese siendo incluso mas excesiva que Andres pero era asi como me sentia. Las lagrimas comenzaron a brotar con timidez a medida que recorria aquel paso de cebra y una mano me agarro con fuerza por el brazo y, casi en volandas, me hizo desandar lo andado. Un superheroe anonimo me habia rescatado de las profundidades pantanosas y oscuras de mi sufrimiento. Como una escena a camara lenta, un hombre con rostro borroso, manos grandes y brazos fuertes, me habia salvado con un elegante pero agil movimiento como si fuese la mismisima Lois Lane. ?Que horrible insecto habria mordido a mi salvador, de que extrano pais provendria o que mutacion genetica habria sufrido? Mi cuento de hadas se habia convertido en una historia fantastica. Y yo ya no era la triste princesa del poema, sino la coprotagonista de una pelicula de hombres con poderes sobrehumanos. !Yuhuuu!, mi vida era un asco, pero ese extrano gesto, surgido de la nada, me habia hecho sentir una chica importante. Asi era yo, una romantica a la que le encantaban los pequenos detalles.

  • Feliz final de Isaac Rosa

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    Esta novela reconstruye un gran amor empezando por su final, la historia de una pareja que, como tantas, se enamoro, vivio una ilusion, tuvo hijos y peleo contra todo -contra ellos mismos y contra los elementos: la incertidumbre, la precariedad, los celos-, lucho para no rendirse, y cayo varias veces.
    Cuando el amor se acaba, surgen las preguntas: ?donde se torcio todo?, ?como hemos acabado asi? Todo amor es un relato en disputa, y los protagonistas de este cruzan sus voces, confrontan sus recuerdos, discrepan en las causas, intentan acercarse. Feliz final es una autopsia implacable de sus deseos, expectativas y errores, donde afloran rencores sedimentados, mentiras y desencuentros, pero tambien muchos momentos felices.
    Isaac Rosa aborda en esta novela un tema universal, el amor, desde los muchos condicionantes que hoy lo dificultan: la precariedad y la incertidumbre, la insatisfaccion vital, las interferencias del deseo, el imaginario del amor en la ficcion.
    Porque es posible que el amor, tal y como nos lo contaron, sea un lujo que no siempre podemos permitirnos.

  • Hanns y Rudolf de Thomas Harding

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    Eran los meses de invierno de 1946. Hanns Alexander -aleman, judio- se propone encontrar a Rudolf Hoss, el Kommandant de Auschwitz y responsable de la muerte de mas de dos millones de personas. Hoss habia huido a traves de un continente en ruinas y se ocultaba bajo una nueva identidad. Era, ademas, el unico hombre cuyo testimonio podia garantizar que se hiciera justicia en Nuremberg y saliera a la luz toda la dimension del Holocausto. Rudolf Hoss habia nacido en una casa aislada de la Selva Negra en 1901, hijo de un padre fanatico e intolerante, al que temia y despreciaba, y una madre distante que a menudo estaba enferma. Huerfano de padre a los trece anos, su madre dificilmente podia asegurar la subsistencia de la familia, por lo que Rudolf se alista en la Cruz Roja cuando estalla la Primera Guerra Mundial, deseoso de servir a su patria. Es enviado al frente, donde cae herido dos veces, y al finalizar la contienda es condecorado por el Gobierno aleman. Hanns Alexander habia nacido en Berlin en 1917, hijo de uno los medicos mas apreciados de su tiempo. Por el espacioso y elegante apartamento de los Alexander, situado en el corazon de la comunidad judia de la capital de Alemania, pasaban conocidos pacientes como Albert Einstein, Max Reinhardt, Richard Strauss o Marlene Dietrich. Pero al tiempo que la situacion economica y social de los Alexander era cada vez mas solida, el nazismo se enraizaba en la sociedad alemana de los anos treinta. Rudolf se alista a las SS y Hanns ve como su mundo se hunde. A traves de las vidas de ambos, este libro describe la historia de Alemania desde los anos de la Primera Guerra Mundial hasta el horror de los campos de exterminio y la derrota del nazismo. Y saca a la luz por primera vez el apasionante relato de la captura de Hoss.

  • Tu por mi de Raquel Moreno

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    Dos extranos, cada uno arrastrando las consecuencias de su propio pasado se encuentran una noche como resultado de un error fatal. Emma se recluye en lo mas profundo del bosque huyendo de todo contacto humano. Jacob solo puede pensar en la venganza de su familia. Pero la terrible historia de odio, traicion y muerte que les rodea les va a atrapar a los dos de tal manera que su unica opcion sera depositar su confianza en el otro.

  • Noche a media luz de Jacquie D'alessandro

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    Mallory sabia que estaba dolida por como habia acabado su ultima relacion, pero aquello no duraria mas que una noche. Una noche que tendria que bastarle.