• El gran nido (Los Irwin 3) de Noa Pascual

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    A los que disfrutaron con “Dance Therapy” y “Desafios por amor”, llega el desenlace mas esperado. Conocer a los Irwin ha sido un viaje por el carrusel de sus vidas; donde las emociones, el amor y el desamor han iluminado el camino de todos ellos. ?Estaran preparados para afrontar lo que el destino les depare? El gran nido, una dinastia intensa y seductora desde el principio que no dejara indiferente a sus lectores. TGL

  • Desafios por amor (Los Irwin 2) de Noa Pascual

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    Los hermanos Irwin eran el orgullo de sus patriarcas, la armonia de tonalidades era pareja a sus caracteres y sus vidas componian el mejor lienzo de la galeria. pero tres de ellos, necesitaban ayuda para afrontar el amor.
    ?Existe en la vida mayor desafio que enamorarse?
    ?Por que amar a una sola mujer, cuando puedo tener a una diferente cada noche? Se preguntaba Victor Irwin.
    ?Parecia Dallas Irwin tan ciego como “Temis”, la Dama de la Justicia, para reconocer a su verdadera dama?
    Neill Irwin, no conocia el fracaso laboral, todo eran exitos y triunfos, excepto su conflicto entre mente y corazon.
    ?Podria Beca reconducir a sus hermanos y demostrarles lo equivocados que estaban respecto al amor?
    TGL

  • Los Boston en Londres (Damas poderosas 5) de Noa Pascual

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    Miranda Boston miraba en rededor, buscando a su hermano mayor, el mismo que la habia obligado a viajar a Inglaterra sin contar con sus deseos. No habia tenido a bien escuchar sus quejas cuando ella, en su ultima carta, le habia explicado con mucha educacion y paciencia, que su peticion, justo en ese momento, no era la mas acertada, ya que el senor Lonan Hill le habia pedido matrimonio... Bueno, no habia sido una peticion oficial exactamente, ni romantica, pero, literalmente, el habia dicho: <>. Suspiro, nostalgica, recordando ese momento. Deseaba tanto convertirse en la senora Hill... Por fin se sentiria parte de alguien, ya que desde que fallecio su padre, su mundo se habia desmoronado; ya no tenia una familia a su lado. No es que sus hermanos no hubiesen mirado por ella, pero la diferencia de edad entre ellos tan solo era de dos anos, mientras que con ella eran quince y trece, y eso la convertia en la nina molesta que siempre los perseguia y a la que no sabian como tratar. Echaba de menos aquella epoca en la que estaban todos juntos; eran pobres, pero estaban muy unidos. Si la fatalidad no hubiese entrado en su casa y unas fiebres no se hubiesen llevado a su madre al cielo, posiblemente habrian continuado siendo la familia feliz que fueron. Pero aquella tragedia los separo o, mejor dicho, los cambio, pues su padre se trastorno, y lo dejo todo para convertirse en un cazador de tesoros. El oro con el que sonaba desde hacia anos se metio en su cabeza como si fuese lo unico que importaba, ya no veia nada excepto la forma de encontrar el preciado metal, y por ello se marcho en su busca, !y vaya si lo encontro! Sonrio con carino al recordar a su padre. Ella lo habia admirado incluso antes de convertirse en el hombre al que todos adulaban, los mismos que durante anos lo habian perseguido para que pagase sus deudas, que no eran pocas, ya que se obstino en convertir a sus hijos en hombres de provecho. Deseaba el mejor futuro para ellos, y se dejo la piel y todo cuanto poseia para ofrecerles una educacion exquisita, pues nada menos que los hijos de un granjero se habian convertido en medico y notario. Cerro los ojos con pesar al recordar a su hermano mayor el dia que murio su madre; en esa misma fecha decidio abandonar todos sus conocimientos en medicina, pues de nada le habian servido para salvar la vida de la mujer que mas queria. Nego con la cabeza para ahuyentar aquellos tristes recuerdos. Debia ser positiva y estar contenta por poder abrazar de nuevo a Dereck; habian pasado cinco anos desde la ultima vez que se vieron y anhelaba aquel reencuentro. Sin poderlo evitar, solto una risita nerviosa. Estaba convencida de que su hermano mayor esperaba encontrarse con la ninita de trece anos que vio por ultima vez, con lagrimas en los ojos por tener que separarse de ellos, en la puerta del internado para senoritas mas afamado de Nueva York, donde la elite de la alta sociedad enviaba a sus hijas para convertirlas en las damas perfectas con las que cualquier hombre querria casarse. Ella no habia pensado nunca en el matrimonio; de hecho, la sola idea de tener que intimar con un hombre la hacia estremecer. ?Quien querria casarse despues de todo lo que las maestras les habian contado respecto a los salvajes anhelos de los hombres? Ella desde luego no queria. Ahora bien, cuando nueve meses atras salio del internado y llego a su casa, vacia y fria, cambio de opinion. A tenor del panico de dejarse poseer por un esposo, siempre seria mejor que soportar aquella soledad. Nunca le habia gustado estar sola y, al llegar a su casa, aquella soledad fue su unica compania; eso la hizo recapacitar con respecto al matrimonio. Y Lonan parecia haber leido sus pensamientos, pues a la semana de conocerse, en el despacho de la naviera familiar, el se ofrecio a llevarla a su casa y en la misma puerta comento: <>. Habian pasado tres meses desde esas palabras y el ultimo dia que se vieron, antes de partir ella a Inglaterra, el le beso la mano enguantada y se despidio con una frase muy esperanzadora: <>. Un par de ojos la estaban observando. ?Quien era aquella muchachita menuda de rostro angelical? Una pregunta que se hizo el marques de Frotell. No la habia visto con anterioridad, estaba seguro de ello, pues hubiese sido imposible olvidarse de aquella figura. Parecia tan moldeable, que se sintio irremediablemente atraido por ella; necesitaba comprobar si su cuerpo se amoldaria a la perfeccion entre sus brazos. Tan ensimismado estaba que sus pies se pusieron en movimiento sin ser consciente de ello. Camino hasta quedarse a tan solo un par de metros de esa mujer, que parecia tan absorta en sus pensamientos que apenas se habia percatado de su presencia. Y casi agradecio que no lo hiciera, pues asi podia comprobar con tranquilidad que la joven no era un sueno. Era real, tan real como que el empezaba a sentirse mareado. ?Que le ocurria? Estaba acariciando con su mirada aquel rostro, anhelando inclinarse y rozar con sus labios aquellas palidas mejillas, embriagarse de su olor y besar aquellas tupidas pestanas negras, tan oscuras como el cabello largo y rizado que la joven mostraba con descaro bajo el sombrerito que apenas llevaba anudado, con las cintas en libertad, balanceandose en el viento por la brisa que corria al estar cerca del mar. Penso que con ello advertiria si la joven seria capaz de bailar con tanta sensualidad entre sus brazos, escuchando los acordes de un vals. Pestaneo para comprobar si estaba bajo los efectos del brandi que habia ingerido minutos antes, pero no; esa muchachita era real, y aquellos ojos oscuros parecian guardar cientos de secretos. La risita timida que ella emitio lo hechizo por completo. ?Que hacia una damita en los muelles de Bristol? Una pregunta que estaba a punto de realizar cuando, justo delante de la joven, paro un carruaje con el emblema del conde de Stanton y Oxford. --Frotell, no me gusta repetir las cosas --se quejo el duque de Manfford. Benedick se giro lentamente; se habia olvidado por completo de su padre. Apenas habia prestado atencion a sus quejas, ya que de normal grunia por todo. En esta ocasion, su mente habia estado abstraida por la belleza de la joven morena, y, por desgracia, no habia podido averiguar siquiera su nombre. Si el carruaje pertenecia al conde de Stanton, era muy posible que se tratase de alguna de las primas del conde. No era ningun secreto que los St. John habian sido una familia tan prolifera que no existia comarca alguna en la que no habitase alguien con ese apellido. Claro que, dada la juventud de la chica, y el hecho de que el no la hubiese visto en ninguna fiesta de la temporada, significaba que la joven seguramente habia acudido a Londres para ser proximamente presentada en sociedad. Ademas, que luciese con tal descaro su larga melena suelta mostraba a todas luces que provenia de alguna comarca interior; era sin duda una senorita de campo, y, por lo tanto, habia llegado a Londres para debutar. Con ese pensamiento sonrio interiormente, pues el, como uno de los nobles mas solicitados por las madres de damas casaderas, era invitado a todos los eventos, y eso significaba que, antes o despues, sus caminos volverian a cruzarse. Miranda se sorprendio al ver ante ella a una mujer rubia muy alta. --Debes de ser la senorita Boston --saludo lady Stanton. Ella asintio con la cabeza. --Ah, es un placer tenerte en Inglaterra --comunico, amistosa--. Disculpa a tu hermano, un asunto urgente de ultima hora le ha impedido venir a recibirte. Miranda se mordio el labio inferior, incredula porque el la hubiese obligado a viajar hasta Inglaterra, posponiendo sus planes de boda, y no hubiese sido capaz de ir a recibirla. Al fijarse en la mujer que tenia delante acabo sonriendo. Puede que Dereck no estuviese alli, pero desde luego habia mantenido su promesa de permanecer en contacto, al contrario que Owen, del que no sabia nada desde hacia casi un ano. Y gracias a la correspondencia mensual que recibia, estaba al tanto de la amistad entre el y ciertas mujeres que lo habian ayudado a integrarse en la sociedad inglesa. --Tu debes de ser Abby. La mujer se rio con tanto encanto que Miranda rectifico de inmediato. Sin duda, Dereck habia sabido describir a la perfeccion a las gemelas Allende. La dulzura y encanto de la mujer que tenia delante la delataba. --No, no, eres Sophie --se corrigio con rapidez--. Segun tengo entendido, debo felicitarte por tu reciente union con el conde de Stanton y tu estado de buena esperanza. A Sophie le gusto que la joven la reconociese, decia mucho del senor Boston. Y tambien le agrado que la tuteara; al fin y al cabo, solo se llevaban tres anos. Un hombre moreno de ojos verdes y tan alto como su hermano Dereck se acerco hasta ellas. --Connor, querido, permiteme presentarte a la senorita Boston. El conde de Stanton y Oxford hizo una pequena reverencia como saludo, pero Miranda alargo el brazo y le tendio la mano. Connor miro a su esposa y los dos reprimieron las sonrisas; esa jovencita tenia mucho que aprender sobre protocolo ingles. Claro que, el era un caballero y jamas dejaria en evidencia a una dama, por lo que se la estrecho sin mostrar desacuerdo alguno. Sophie se percato de que junto a Miranda habia dos baules. --?Has venido sola? --indago, preocupada. Miranda parpadeo. --No. Ademas de unos cuantos marineros --explico con tranquilidad--, tambien viajaba el capitan y... -- comunico como si fuese la respuesta mas normal--, por supuesto, Wyatt Mendoza. Sophie miro a Connor; los dos se quedaron atonitos con aquella aclaracion. --Wyatt Mendoza --repitio el conde, invitando a la joven a explicarse mejor. --?Acaso mi hermano no os ha hablado de Wyatt? Sophie nego con la cabeza. Miranda torcio el labio; no era posible que su hermano nunca hubiese mencionado a su mejor amigo. Habian sido inseparables. Mas que eso, Mendoza pertenecia a la familia; incluso a ella le costo asimilar que Wyatt era un vecino y no un hermano mas. --Es el mejor amigo de mi hermano, su contable y su hombre de confianza --informo, un tanto molesta por que nadie supiese de la existencia de Wyatt, cuando, por el contrario, Mendoza y ella conocian a las gemelas y a todas las amistades que Dereck habia contraido en Inglaterra. Como si lo hubiesen invocado, el hombre de largo cabello castano oscuro, ojos como las avellanas y menton cuadrado, aparecio justo delante de ellos. Su porte esbelto y fornido mostraba que, bajo ese traje de buena calidad, habia un hombre salvaje capaz de matar con un punetazo a cualquier entrometido. --Ya esta todo dispuesto --comunico a Miranda. Al ver a dos desconocidos alli, los miro interrogativo. --Soy el conde de Stanton y Oxford --se presento Connor--. Hemos venido a recibir a la senorita Boston. Wyatt miro de soslayo a Miranda; sabia que estaria algo decepcionada por no haber sido recibida por su hermano mayor, al que adoraba e idolatraba. --Wyatt Mendoza --dijo, extendiendo la mano para saludar al conde. Tras las presentaciones pertinentes, los cuatro montaron en el carruaje de los condes. Wyatt permanecio callado, sin comprender todavia que habia podido ser tan importante como para que Dereck no hubiese ido a recibir a su hermana pequena, a la que llevaba cinco anos sin ver. No era propio de Boston ser tan desapegado. Menos, cuando nada mas enviarle la nota en la que le comunicaba que Lonan Hill, el afamado mujeriego y cazafortunas, habia puesto sus miras en Miranda, el respondio de inmediato que no se despegara de su hermana, y que impidiera a toda costa que ese truhan se quedase a solas con ella, pues, conociendo a Hill, haria lo posible por mancillarla para obtener la dote de Miranda. Y, ademas, lo habia dispuesto todo para zarpar de inmediato a Inglaterra, con tal de impedir que su hermana se embarcara en algun preparativo ceremonial. Miranda observaba. Era una cualidad que poseia desde pequena, siempre observadora y atenta a todo cuanto se producia a su alrededor. Observo las sonrisas de los condes. Habia algo especial en ellas, como si estuviesen manteniendo un lenguaje secreto... Agrando los ojos al percatarse de que el conde, de manera disimulada, estaba acariciando con su dedo menique el contorno de la cintura de su esposa. Trago con dificultad; eso era un gesto inapropiado y escandaloso. A ella le habian ensenado que cualquier tocamiento en publico era una muestra de pecado. Ademas, era el preambulo y el anuncio de que un hombre deseaba mas. Se le acelero la respiracion. Aunque, observo detenidamente a la condesa, y no parecia estar incomoda, sino mas bien lo contrario. Eso la perturbo. Giro la cabeza para apartar aquella imagen y penso que, si lady Stanton se habia acostumbrado a los instintos primarios de su esposo, quiza ella acabaria acostumbrandose tambien en el futuro. Ese pensamiento la hizo sonreir y recordar que, en cuanto llegase a casa, se mantendria ocupada con los preparativos para su boda. No volveria a estar sola nunca mas. Sophie desvio la mirada hacia Miranda y tambien sonrio. Se la veia tan joven y tan bonita que Boston seguramente querria ocultarla, ya que sin duda le iban a salir muchos pretendientes. Tuvo que reprimir una carcajada, pues tambien Beatrice iba a tener una ardua tarea, ya que el senor Boston la habia convencido para que instruyese a su hermana en las lindes protocolarias. Y para ser sinceros, algo le decia que, con Miranda, ese camino no iba a ser de rosas, ya que la joven mostraba una naturaleza independiente. Solo verla corroboraba su pensamiento, pues habia viajado sin carabina, sin doncella personal y sin temor a nada. !Iba a ser muy divertido ver lidiar a Boston con su hermana! Cap i tulo 2 Benedick llevaba la mitad del trayecto sin prestar atencion a las quejas de su padre. No podia apartarse la imagen de aquella muchacha. Y eso era lo que le tenia abstraido, mas que nada porque no habia sentido una atraccion pasional. Ni siquiera penso en ella en terminos eroticos, como tampoco fue su belleza lo que lo cautivo y hechizo. No, no habia sentido ese tipo de atraccion; era una mas temerosa, salvaje y preocupante. Al verla alli sola y desamparada ante la mirada y pensamiento pervertido de cualquier desalmado que pudiese vagar por los muelles, deseo protegerla. Trago con dificultad. ?Quien querria proteger a una persona que no conocia? El. Asi de rotunda y contundente era la respuesta. --Tienen el castigo que se merecen --sentencio el duque. Esa frase tan concluyente lo saco de su ensonacion. --?Perdon? El duque lo miro, desafiante; no le gustaba repetir las cosas y su hijo estaba acabando con su paciencia ese dia. --El vizconde Armony y toda su familia han sido castigados como se merecian --anuncio, triunfal--. Han perdido el titulo y todo cuanto poseian. --Querra decir que usted los ha despojado de todo ello. El duque apreto la mandibula; su hijo era un desagradecido. --Si te hubieses comportado como el hombre que yo pense que habia criado, en vez de comportarte con tanta benevolencia, esa hija descarriada de Armony ahora seria tu esposa y nuestro apellido no se habria visto ridiculizado --le reprocho, recordandole que lo habia avergonzado ante toda la sociedad. --Estaba enamorada de Sunsett --replico, aludiendo al vizconde con el que habian pillado a la joven besandose entre unos arbustos el mismo dia en que el habia anunciado su compromiso con ella--. El escandalo habria sido mayor de haberme casado --se justifico. --Una aristocrata no tiene derecho a enamorarse --sentencio, con su tipica arrogancia--. Su mision es aceptar al candidato que llegue a un acuerdo con su padre --expuso, como si su palabra fuese ley--. Y eso hara tu hermana, porque asi es como se comporta la hija de un duque y asi es como durante siglos hemos impedido que sangre de indeseables se mezclase con la nuestra. --Jezabel es hija de un vizconde --defendio a la muchacha sin saber por que, pues, al fin y al cabo, lo habia ridiculizado--. Y Sunsett tambien es un noble. --!Y tu la verguenza de esta familia! --escupio las palabras sin piedad--. Todos tus ancestros deben de estar revolviendose en sus tumbas al comprobar que, en lugar de comportarte como el futuro heredero del ducado de Manfford, eres un petimetre. Las palabras fueron hirientes, pero Benedick las recibio con elegancia, pues no respondio. --Menos mal que sigo al mando de este ducado y he sabido castigar a los culpables de este escandalo --adujo--. Procura a partir de ahora no volver a avergonzarme --amenazo--. Mi permisividad contigo ha llegado al limite; a partir de hoy sere yo quien se encargue de encontrarte una esposa acorde a tu condicion social. Has demostrado que no eres capaz de elegir a una futura duquesa. Benedick habia soportado muchas humillaciones por parte de su padre, tantas que era imposible recordarlas todas. Sin embargo, esta seria la ultima; no estaba dispuesto a someterse mas. --La eleccion de mi esposa la decidire yo --proclamo, autoritario. El duque se sorprendio; su hijo no se habia mostrado tan firme desde... No, no se habia mostrado asi nunca, por lo que le concedio una ultima oportunidad. --Mas vale que me demuestres que eres digno hijo mio o te desheredare. Benedick no respondio. --Recuerda bien mis palabras, Frotell --mas que un consejo, fue una orden--. Hoy en dia quedan muy pocas mujeres aptas para ostentar a ser de duquesa --menosprecio a la mayoria de mujeres que quedaban solteras--. Por el contrario, existen muchas otras, que se dividen en dos grupos: las cazafortunas y las que cazan titulos. Esas son las peores de todas. Benedick no pudo rebatir, pues Jezabel habia demostrado que era una de las cazafortunas, a pesar de ser hija de un vizconde. Lo habia enganado como al mas estupido de los mortales. No es que el esperase un matrimonio por amor; su padre ya se habia encargado durante veintiseis anos de recordarle que un marques no podia encapricharse de una mujer, el amor no formaba parte de sus vidas. Aun asi, habia albergado la esperanza de casarse con una mujer con la que fraguar cierto grado de amistad, ya que el se habia criado con unos padres que apenas se dirigian la palabra. Su relacion se habia basado en la apariencia; delante de la sociedad se mostraban perfectos, cuando en realidad se detestaban el uno al otro. Y bien lo sabian Victoria y el, pues nunca escucharon ni vieron entre aquel matrimonio una conversacion carinosa o amigable. El poco trato que mantenian por obligacion acababa siempre en discusion, falta de respeto y reproches.

  • La duquesa ultrajada (Damas poderosas 1) de Noa Pascual

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    El duque de Whellingtton debe proteger a su unica hija antes de morir. Para ello, llega a un acuerdo con el marques de Bristol sellando un contrato en el que el segundo hijo del marques, Duncan St. John, y su hija Penelope, se desposaran a finales de verano, ofreciendoles un tiempo de cortejo; una decision que no es bien recibida por los protagonistas, puesto que ninguno tiene intencion de casarse.
    Sin embargo, la muerte del gran duque trastoca todos los planes, convirtiendo a Penelope en la mujer mas poderosa de las islas britanicas; una mujer que tendra que luchar para llegar a ser la gran duquesa que se espera de ella y poder doblegar a cualquier persona, pues debe proteger sus ducados y no puede amilanarse ante nadie.

  • Dance therapy (Los Irwin 1) de Noa Pascual

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    ?Podrias compartir mesa y mantel con: Un marchante de arte, un cocinero galardonado con una estrella Michelin, un monitor de deportes de alto riesgo, un abogado, un profesor, un cirujano y dos mecanicos?
    !Pues Beca, si!
    Era la envidia de muchas feminas, primer rival a vencer y adversaria fantastica para compartir.
    Se sabia la lider de todos, fiel a ellos y a sus principios; pero honesta y consecuente con sus decisiones.
    Eran un equipo en toda regla “uno para todos y todos para uno”, con Beca cerca los problemas se minimizaban y sin ella se ahogaban.
    ?Dejara Beca a un lado su felicidad y sus suenos, para estar cerca de ellos?

  • Amigos enredados, Noa Pascual de Noa Pascual

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    Su corazon era similar a un hotel “abierto las veinticuatro horas, los trecientos sesenta y cinco dias del ano”.
    Su casa, era el parador perfecto donde sus amigos se refugiaban.
    Alegre, dicharachera, independiente, luchadora y llena de grandes cualidades, asi es Ana.
    Ana, brillaba con luz propia alla donde estaba, sembraba alegria doquier y siempre tenia las palabras adecuadas para cualquier contrariedad, nunca defraudaba.
    Era el cordon umbilical del grupo, pero pasado el tiempo, ?Que seria de ellos?, ?Que destino seguirian sus vidas?, ?Conservaran aquella hermosa y pura amistad que les unio?
    ?Le devolvera la vida tantos sentimientos como derrocho?
    ?Encontrara Ana la felicidad que tanto merece?…
    Conocer a Ana sera lo mejor que te pase en mucho tiempo, con ella aprenderas, te reiras, te irritaras y te sentiras parte de sus “amigos enredados”.

  • La condesa despojada (Damas poderosas 2) de Noa Pascual

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    Lady Abigail Yvaine Allende de Aberdeen siente el peso del mundo sobre sus hombros. Ser una mujer con titulo en su epoca es motivo de envidias y recelos. Pero ella es fuerte y sabe lidiar con sus enemigos.
    Tiene poder para elegir con quien quiere casarse, y ella cree en el amor. La pena, es que el unico hombre que la comprende y con quien desea estar en todo momento no cree en el amor: el duque de Hamilton, que sigue soltero y no muestra interes en desposar a ninguna dama.

  • Una Chica Sin Igual 2 de Noa Pascual

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    Noa Brown cree haber encontrado el amor. ?Lo cree o quiere creerlo? Ahora tiene que sacar a luz su verdadera personalidad y es posible que ni ella se reconozca. Sus nuevas amistades desean ver ese cambio en Noa, incluso sin saberlo se convierten en la fuerza vital de ella. Cuando todo parece ir bien, un accidente cambiara el rumbo de sus vidas. Nota: Solo el destino tiene el poder de darnos la felicidad o quitarnos la vida. Por ello tendremos que llegar hasta el final para saber que sera de Noa Brown y su pequena gran familia.

  • Una Chica Sin Igual 1 de Noa Pascual

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    ?Que pasaria si tu vida fuera como una montana rusa? ?Por que cupido parecia resistirse a alcanzarla con la flecha del verdadero amor? "Huesitos" o Noa Brown, vivia en un mar de dudas, su vida personal, su trabajo y sus sentimientos, parecian metidos en una coctelera. Para liberarse de tanta presion nada mejor que llegar a casa, ponerse el pijama y dejarse atrapar por el programa de turno en TV con un buen cubo de helado, aquella caja negra era el balcon perfecto para poder reir, llorar o dormirse sin pensar en nada. Tendra que enfrentarse a sus miedos, ser consecuente con sus mentirijillas y dar paso a una nueva Noa Brown..... Una chica sin igual, es una divertida novela, en la que nada es seguro y tampoco lo que parece. Viviras en la piel de su protagonista momentos reales como los tuyos. Y quizas, compartas con ella los mismos suenos, quien sabe... Ultimo consejo: Coge tus palomitas, una bebida refrescante y acomodate para comenzar una lectura inolvidable Mirella Patino

  • La dama envidiada (Damas poderosas 3) de Noa Pascual

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    Lady Sophie Allende es una jovencita sonadora y enamoradiza que esta a punto de debutar. Su mayor sueno es convertirse en la debutante mas admirada y enamorar al hombre que le robo el corazon dos anos atras: el conde de Stanton.
    Lo que la joven no sabe, es que el destino es caprichoso y quiere mostrarle que existen muchas formas de amar. Por ello, pone en su camino a personas que la ayudaran a madurar, a aprender de los errores y, sobre todo, a ver la vida a traves de otros ojos; los que la ensenaran a vivir la vida como le plazca, convirtiendola en la dama envidiada, para que ella decida si de verdad quiere convertirse en la condesa de Stanton, la esposa de otro hombre, o vivir sola. Porque ella tendra libertad de decision, algo impensable en las damas de su posicion.

  • Todo un ano de amor de Noa Pascual

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    Detesto la noche de Fin de Ano! Todo el mundo se desfasa, como si no hubiese mas fiestas en todo el ano. Y eso que aqui, en Las Vegas, esta todo calculado y montado para que los trescientos sesenta y cinco dias del ano parezcan festivos. Estoy entre bambalinas, en cinco minutos comenzara el espectaculo. Es un lugar privilegiado, desde aqui lo tengo todo controlado: escenario y publico. --El de la chaqueta gris, en el pasillo trece, parece esconder una botella --aviso a uno de mis companeros. Observo como Harry se acerca al susodicho y le intercepta el alijo. --Todo controlado, jefe --informa Harry. Asiento con la cabeza y sonrio. !Jefe! Quien me lo iba a decir. Hace cinco anos que me ascendieron a jefe de seguridad. Llevo trabajando en este casino desde hace quince anos. Y ahi esta lo mas paradojico, de los quince a los veintidos anos, me metia en mas lios de los que puedo recordar; lo que menos hubiese imaginado nadie es que acabase trabajando en seguridad. Supongo que era mi destino. Me he criado entre mesas de juego. Esto es lo que pasa cuando tu madre ha trabajado toda su vida como crupier del casino. Habian dos opciones en mi futuro: estar en un lado u otro del casino; jugador o trabajador. Y aunque durante un tiempo pense que acabaria perdiendo hasta la camisa, es bien cierto que mis problemas siempre fueron mas bien lios de faldas. !Las mujeres han sido mi perdicion! --!Vamos chicas, vamos! --grita el coreografo a las bailarinas. Comienza el ajetreo, las bailarinas corriendo de un lado a otro, sus risas, sus suspiros, sus gritos... --!Eh, guapo, deseanos suerte! --comenta una de ellas al pasar por mi lado. --Mucha mierda --respondo con mi sonrisa cordial. --Jarvis, espero que nos consigas champan del bueno. --Me exige Doreen, la bailarina mas veterana --. El jefe de seguridad siempre tiene enchufe. --No le hace falta el puesto para conseguirlo --opina Margot--. Ninguna camarera le negaria nada al morenazo de ojos verdes mas guapo de Las Vegas. --Vuestros deseos son ordenes --bromeo, aunque ya lo tengo preparado. Es algo con lo que ya contaba, pues todos los anos tenemos el mismo ritual. Se acercan las ocho chicas para subir por las escaleras que llevan al escenario. Estan preciosas, con esos vestiditos tan brillantes y sus plumas de colores que vuelan con sus movimientos. !Vaya, vaya, vaya! Parece que la rubita de cara angelical me brinda una sonrisa picara. La clase de mohin que un hombre sabe reconocer a la perfeccion. !Esta noche triunfo! Le guino un ojo y ella en respuesta me dedica un contoneo sensual de cadera. Soy el unico privilegiado de esa provocacion. Y la verdad, me gusta el detalle. En cuanto la musica comienza y se descorre el telon, centro mi mirada de nuevo en el local abarrotado. La seguridad de estas artistas ahora es lo unico importante, mas cuando la rubia de ojos como el azul del cielo, puede conseguir que yo acabe empapado en sudor y celebrando en privado que es Ano Nuevo. Me rio para mis adentros al recordar a mi madre: <>. Sus palabras retumban en mi cabeza. Miro el escenario y cuando la mirada calida de la muchacha conecta con la mia, sonrio pensando que igual a los treinta y ocho anos todavia soy un cazador. Despues de dos horas termina el espectaculo. Como este era el tercer y ultimo pase, damos la velada por concluida. La gente abandona el lugar y por fin podemos relajarnos. Con copas en las manos brindamos todos juntos por el Ano Nuevo. Kiara se acerca con paso felino, parece una pantera en busca de su presa. Chica lista, porque estoy dispuesto a ser su trofeo. --Las chicas han hablado de ir a celebrar la entrada del ano a una fiesta que organizan unos amigos de Mery --me comenta susurrante--. Aunque preferiria una fiesta mas privada. Intento aparentar calma, aunque ahora mismo lo unico que deseo es tumbarla y desnudarla sin perder un segundo mas. Ladeo la cabeza y mi frente queda pegada a la suya. --Nena, estarias loca si pensaras que me voy a perder esa fiestecita privada entre tu y yo --aseguro--, despues de haberme provocado toda la noche. Kiara suelta una carcajada que se queda ahogada en mi boca, al besarla con pasion. La gente que nos rodea nos vitorea, y sin pensarlo, me inclino para coger a Kiara y sacarla de este lugar, entre mis brazos. Nos alejamos, escuchando de fondo risas y aplausos. Al llegar a casa, nuestras bocas se unen una y otra vez. Sin descanso y sin piedad. Estamos muy necesitados el uno del otro. Y sincronizados nos desnudamos, sin prisa pero sin pausa. En cuanto la tumbo en la cama, me es imposible no mirarla con adoracion. --?Piensas quedarte ahi mirando toda la noche? --Nena, las obras de arte hay que admirarlas --respondo a la vez que me acerco a ella. Kiara suelta una risita que me llena el alma. Es un sonido embriagador, podria pasarme el resto de mi vida escuchandola y seria feliz. --Siempre tan adulador. Me encojo de hombros. Ella acuna mi cara y cuando me veo reflejado en su brillante iris, se que he sido cazado. Aunque en un principio la idea era tener sexo salvaje, los besos calidos, las caricias tiernas y las miradas complices, han conseguido que cambie todo, pues en esta cama, solo hay dos personas enamoradas haciendo el amor. Al caer exhaustos, mientras Kiara se queda encima de mi, con la respiracion abrupta, lo unico que consigo decir son dos palabras: --Feliz aniversario. Levanta la cabeza y su sonrisa de nuevo ilumina la habitacion. --Este es especial --comenta al tiempo que besa mi torax--. Es el decimo. !Diez anos, ya! Como pasa el tiempo. Me carcajeo, pues su espontaneidad me ha hecho gracia. Me inclino y la beso de nuevo. Se mueve con lentitud y acaba tumbada a mi lado, y los dos giramos nuestros cuerpos, para mirarnos a los ojos. --?Alguna vez pensaste que durariamos tanto? --Me pregunta estudiando mi mirada. Hago un mohin, dando a entender que lo estoy pensando. Kiara sonrie y acaricia mi mejilla. --El dia que nacio nuestra primera hija supe que este matrimonio seria para siempre. La respuesta la conmueve, y no miento. En cuanto tuve entre mis brazos a Rosie, recien nacida, me enamore de ella tanto como de la madre. Y de nuevo esa frase de mi madre: <>. Ya lo creo que fui cazado, y lo mejor, me encanta ser la presa de las tres mujeres de mi vida: Kiara, Rosie y Danira. --Recuerdo la reaccion de mis padres --comenta avergonzada--. !Querian matarte! Suelto una carcajada. Recuerdo aquel momento como si fuese hoy. Claro que, ahora que soy padre, no se si yo reaccionaria de igual manera. Kiara no para de negar con la cabeza. --Nuestro matrimonio comenzo como sacado de una mala pelicula --rememora el momento--. Los dos borrachos y casandonos en Noche Vieja en una capilla cochambrosa. Sonrio pero no digo nada, prefiero escucharla. --Cuando desperte, con la mayor resaca de mi vida --pronuncia divertida--, y vi el anillo en mi dedo --Levanta la mano y lo observa--, pense que habia cometido el mayor error de mi vida; mas que nada porque cuando tu te despertaras y recordaras lo que habiamos hecho, ibas a salir despavorido en busca de un juez para anularlo todo. --?Eso pensabas? --pregunto incredulo, nunca imagine que ella pensara algo asi. Asiente con la cabeza. --Solo llevabamos saliendo tres meses --me recuerda--. Y yo estaba coladita por ti, pero... Se queda callada y la invito a continuar. --?Pero que? Se ruboriza y consigue que despues de diez anos juntos, mi corazon vuelva a latir como la primera vez que la vi. --Pero tu reaccion de ese dia, consiguio que te amara --le brillan los ojos--. Ese dia me enamore sin medida de ti. --?Por no salir corriendo? --Por tu serenidad, tu honestidad, tu manera de mirarme y dar la cara ante mi familia sin avergonzarte de nuestra locura. Me muevo y quedo sentado con la espalda pegada al cabecero de la cama. Alargo mis brazos y cojo a mi mujer para sentarla encima de mi, estrechandola con mi cuerpo. --Nena, no fue una locura --aseguro--. Fue el mayor premio que me podria tocar. Kiara deja caer su cabeza en mi hombro, mientras con su mano acaricia mi pecho. --Recuerdo cuando abriste los ojos, al mirarme te sobresaltaste... --!Estabas palida! --exclamo al rememorar aquel momento. Ella besa mi clavicula. --Ahi me enamore de ti --reconoce--. Acunaste mi cara entre tus manos y preguntaste: <>. Lo unico que acerte a decir fue: <>. Tu asentiste y continuaste preocupado. Solo te importaba que yo estuviese bien, querias llevarme al medico. Sonrio y beso su cabeza. --Tu palidez era preocupante --confirmo lo evidente de aquel dia. --Y al ver que continuabas obstinado en llevarme a ver al doctor, te cogi de la mano y la levante junto a la mia para que vieses las alianzas. Levanta la cabeza y nos miramos a los ojos. --Nos hemos casado, te dije con temblor en la voz.