• Alma Tuya (Amor Encantado 1) de

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    No solo los vivos merecen la oportunidad de amar…

  • El precio de la pasion de Gabriel Rolon

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    El nuevo libro de Gabriel Rolon echa anclas en las aguas profundas de la pasion. Esa fuerza primitiva que grita en nosotros desde el principio de los tiempos, y nos lleva a un limite en el que la distancia entre el placer y el dolor es nada mas que una respiracion. Un territorio habitado por dioses y demonios, por heroes epicos que han dado batallas antologicas, y esos otros cotidianos y de a pie, heroes anonimos que dan pelea poniendo en juego su piel con la misma intensidad, con el mismo arrebato. Mitos e historias: hombres y dioses que caminan de la mano por ese borde en el que la razon trastabilla y pierde sus herramientas para explicar el mundo.

  • ?Que es el populismo? de Jan-werner Muller

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    Donald Trump, Bernie Sanders, Marine Le Pen, Beppe Grillo, Viktor Orban, Recep Tayyip Erdogan y Nicolas Maduro son prueba de que hay un auge populista en el mundo. Pero, ?de verdad tienen algo en comun todos estos personajes (aparte de su vociferante modo de ser)? ?Existe, de entrada, eso que ellos llaman “el pueblo”? Su forma de actuar en la escena publica, ?reduce la distancia entre el gobierno y la gente, o en realidad es una amenaza para la democracia? ?Hay alguna diferencia entre el populismo de derecha y el de izquierda? Jan-Werner Muller sostiene que el nucleo del populismo es un rechazo extremo de la diversidad: los populistas afirman siempre que ellos, y solo ellos, representan al pueblo y sus autenticos intereses. Analitico, accesible y provocativo, este compacto volumen hace un recorrido historico por diversos rincones del mundo para definir las caracteristicas de este fenomeno politico y social, y propone estrategias concretas para contrarrestar los sofismas que le permiten a un lider o un grupo erigirse --falsamente, desde luego-- como representante unico de la voluntad popular.

  • Deseo concedido de Megan Maxwell

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    Si algo tiene claro Lady Megan Philiphs es que ningun hombre doblegara su caracter y su voluntad. Acostumbrada a cuidar y velar por la seguridad de sus hermanos, Megan es una joven intrepida, de bello rostro moreno, a la que le divierten los retos y no le asusta el sonido del acero.

  • El recuerdo del viento (Aire y viento 2) de Marta Marquez

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    El recuerdo del pasado es mucho mas profundo que lo que ninguno de los dos imagina.

  • El Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce

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    Inspirado por la misma contemplacion aseptica e implacable de la naturaleza y de la sociedad humanas, el <> es fruto de un constante trabajo que, sobre todo en su labor periodistica, Ambrose Bierce (1842-?1914?) fue alumbrando desde 1868 hasta 1911. Este libro singular, en el que la precision quirurgica de la expresion y la agudeza conceptual brillan con fuerza, conocio un exito instantaneo, ademas de encontradas opiniones, desde el mismo momento de su publicacion y es uno de los grandes libros satiricos de todos los tiempos.

  • Infantil de Lourdes Benitez

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    Quitandome los auriculares mire la hora. <<10:30>>. Me habia tomado 20 horas arreglar la nueva habitacion, a pesar de no ser fanatica de la limpieza, era reconfortante ver como las cosas estaban en su lugar. Solo pasaron dos dias desde que llegamos, dejamos un pequeno pueblo tranquilo, por una ciudad abarrotada, siempre enloquecida y ruidosa. Tenia algo de esperanza por quedarnos en el mismo lugar, lo mio no eran los cambios, pero no podia hacer nada al respecto, y no era la rebelde de la familia. Hay algunos que prefieren revelarse cuando algo no ocurre como quieren, otros se adaptan, y luego estan las personas como yo: que nos vamos a un rincon a sufrir, mientras arrojas palitos que provocan silencios incomodos. Si, de esa manera me vengaba en los momentos en que me encontraba inconforme, ?maduro, no? Doblando la ultima prenda, una vieja camiseta de mi papa, la guarde junto a las demas, y finalmente, mire alrededor. Como nunca tuve una habitacion sola, casi podia sentir las lagrimas salir de la emocion. Era magnifico, y aunque tenia pocas cosas, rapidamente llenaria mis repisas de libros y tebeos. Y como realmente la paciencia no era lo mio, significaba que debia buscar algun trabajo durante el verano. Suspirando algo exhausta, baje las escaleras. Mis pies descalzos resonaron contra el suelo de madera, mientras hacia una simple cola de caballo, para alejar esa cabellera revoltosa que tenia. Por suerte se habian ido todos, mis padres de compras y mis hermanos a pasear. Lo que significaba que, al menos, me quedaban unas dos horas de soledad. Ademas era sabado, los cuerpos lo sabian, y obviamente el mio lo sabia. Exacto. Fui directamente hacia la sala de estar, sente mi trasero en el sillon, mi mano sobre el mando y llene mi boca de frituras. Debia admitir que comia como una puerca, mi hermana Kate siempre se reia por lo poco femenina que era. No era que fuese una rata de alcantarilla, pero preferia quedarme tranquila leyendo. --Cielos, olvide la bebida --murmure frustrada, mientras subia el volumen del videomusical para escucharlo desde la cocina que estaba a unos metros. Luego de zigzaguear entre las cajas aun llenas, me puse a buscar los vasos. Mi habitacion era la unica que estaba ordenada, mientras que el resto de la casa estaba hecha un desastre, ya que todos preferian salir antes que poner las cosas en su sitio. Unos exagerados diez minutos despues encontre una taza para servirme, y cuando estaba por volver a la sala, lo escuche. Fue tan rapido, pero estaba ahi, como un pequeno golpe, algo que chocaba contra una superficie dura. Mi mirada se desvio hacia todas direcciones, pero no veia nada raro, y se seguia oyendo. Confundida, corri rapidamente para apagar la television y volvi. El silencio me abordaba una vez mas, y cada poco segundos se escuchaba un “toc”. Me quede mirando la puerta que daba al patio cuando entendi que el ruido provenia de alli. Y sin cuidado avance. Se que tendria que ir adentro, y no me confundan con aquellas personas que les gustan las aventuras, porque no, no lo era. Era algo peor, algo que siempre me habia metido en problemas. Curiosa, demasiado curiosa, y aprendi que era un gran defecto de la peor forma posible. Hace unos anos, Kate habia hecho que la acompanara a casa de una amiga y yo me habia negado. Pero como habria chicos, y yo era muy pequena y no sabia mentir, fui obligada a ir. Despues de varias horas mirando a la gente moviendo la cabeza por la musica, subi a una habitacion, dispuesta a encontrar algo mejor que hacer. Lo que no esperaba era escuchar gritos, y como los tontos se meten donde no los llaman, fui a ver que ocurria y vi a la mejor amiga de mi hermana besandose con su novio… en la cama… desnudos. En el momento en que entendi lo que pasaba, ya habia visto demasiado y mi pobre inocencia de nina de 10 anos quedo manchada. --Ouch... --murmure cegada por el resplandor del sol. Dejando que mis ojos se acostumbrasen a la luz, escanee la zona lentamente para saber que era el sonido. Sin embargo, solo me encontre con el cesped. Lo extrano era que estaba segura de que el sonido habia parado en el instante en que mi pie toco el suelo verdoso. Mi ceno se fruncio al no encontrar nada fuera de lo normal. Agudice mis oidos, y estuve asi, unos minutos, como una idiota mirando a la nada, y pensando en demasiado. Y de repente, la escuche. Una voz. --?Pero que…? --mi rostro se giro en direccion de la valla que separaba la casa de al lado. Me acerque hacia ella hasta colocarme a unos centimetros, y desde alli, un rostro de un muchacho aparecio. Lo que llamaba mas la atencion era su cabello que era cubierto por un azul electrizante. Ademas, llevaba el medio mas largo que los costados y algunos mechones caian sobre su frente, como si hubiera pasado su mano varias veces. En cuanto observe su rostro, mi aliento quedo atorado en la garganta. Habia una suavidad en el, junto a la piel palida y mejillas rosadas, que decia que era joven, tal vez de mi edad. En sus finos labios se dibujaba una hermosa sonrisa, y aquellos ojos azules, casi turquesas, no mostraban ningun signo de maldad. Aun con aquellos piercings en sus labios, ceja, y nariz, no irradiaba nada que no fuese confianza. ?Quien era este chico? Mis pateticos pensamientos no se detuvieron en que queria, sino en lo bello que era. --?Tienes azucar? --su voz me trajo de vuelta a la realidad, y comprendi en lo tonta que estaria al observarlo fijamente, aunque no parecia molestarle. <>. --?Que?--mi voz temblo al hablar, me sentia avergonzada. Su rostro se movio a un costado, haciendo que su sonrisa brillara aun mas, y me observo. --Cierto, cierto, presentaciones --mascullo, retandose a si mismo. Su mano, aparecio decidida ante mi esperando ser estrechada--. Soy Matthew, el vecino, ?y tu? --dijo. Con una lentitud e inseguridad inexplicable, eleve mi mano hacia la suya y cuando estuve a punto de bajarla, el la sostuvo. No la estrecho como lo haria una persona normal, sino que las entrelazo. La calidez que esta emitia, provoco un cosquilleo en mi estomago. --Me llamo Clarie --conteste. --Encantado --sonrio, ahora si--. ?Tienes azucar? --?Azucar? --repeti extranada ante su peticion. --Si, azucar, mi mama la escondio porque la semana pasada me comi los cinco paquetes que habia comprado. --Sus extranas palabras parecian ser sinceras, mientras miraba de un lado a otro como si alguien estuviera a punto de aparecer. --?Comiste cinco paquetes de azucar? --pregunte, sorprendiendome por tercera vez. <>. Matthew asintio con la cabeza. --Si, ella dice que tengo un problema, pero no lo creo, mi cuerpo lo necesita para desarrollarse -- aclaro, solemnemente--. Asi que… ?Me das azucar? Por favor, tengo muchisima hambre. Aunque nada de lo que estaba diciendo tenia sentido, no pude evitar reir, parecia salir simplemente de un sueno. --Esta bien… --!Genial! --Levanto los brazos al aire, en forma de victoria--. Traeme una taza o mejor un paquete por favor y yo despues te lo devuelvo. <>. Le di una ultima mirada a Matthew y, sin decir nada mas, entre a casa en busca del azucar. --!Gracias! !Gracias! --festejo el, contento de verme regresar con el paquete entre las manos. --De nada, sera mejor que vuelva a...--balbucee. --!Oh, y una cosa mas! --me detuvo cuando comprendio que iba a marcharme--. No le cuentes a nadie esto. Mi madre quiere que vayamos a darles la bienvenida y si se da cuenta me quitara mis ocho comidas diarias !Gracias! --Se esfumo. Y asi, en un instante, dio vueltas mi mundo. Capitulo 2 Ese mismo dia, horas mas tarde, ellos llegaron. Matthew y su madre Debby. A diferencia de su hijo, era una mujer pequena, morena y con el cabello negro largo hasta los hombros. Pero sus ojos eran del mismo tono azul turquesa, identicos a los de Matthew. Queria evitarlo, los habia visto a traves de la ventana, escondida tras las cortinas gruesas. Corri como una loca y fui dispuesta a esconderme en el bano, donde me encontre con mama, duchandose. No pude escapar de la situacion. Minutos mas tardes aparecio y se sento a mi lado, mientras yo temblaba como una gelatina. --Lamento no haber traido mas galletas, es que mi hijo se comio gran parte de ellas --explico la senora Grayson, fulminando con la mirada a su hijo, cuando descaradamente tomo una de las bandejas que acaba de traer. Pero el no le prestaba atencion porque tenia la mirada clavada en mi. Trague saliva ante los nervios, era raro sentir eso, cuando simplemente era un chico de dieciseis anos (mi edad). <>. --No es nada --aclaro mama con una dulce sonrisa, mientras apartaba un mechon de su largo cabello castano de sus ojos. Siempre habia admirado su belleza y la elegancia que desprendia. Con unos jeans oscuros y una camisa rosada con flores, lucia digna para salir a una fiesta. Y yo, con un pantalon de yoga y la camisa gigante de papa (manchada de chocolate) parecia un leon salvaje. Trague el nudo de mi garganta y mire a Matthew por un segundo sabiendo que el lo estaba haciendo. Mi mirada choco con la suya, y sonrio. Todavia con la galleta a medio camino, dejo de realizar esa accion, para sonreirme.

  • El Efecto Humano de Miguel Angel Caro Galan

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    Ariadna Rhod, una mujer con un extrano pasado y a la que no le importa nada ni nadie despierta sola en un planeta desconocido sin recordar como llego hasta alli. En su viaje para averiguar lo que ocurrio, descubrira que su vida jamas volvera a ser la misma y sentira algo que la cambiara para siempre. El efecto humano. Este libro esta dedicado a los amantes de la ciencia ficcion. Los que cada noche suenan con tiempos futuros, tecnologias que aun no se han inventado y viajes a sitios que aun no se puede llegar. Todos imaginamos mundos mejores, pero por mucho que odies en el que vives, siempre hay algo por lo que vivir.

  • Navegando por la tentacion de Lorraine Heath

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    Tres jovenes herederos encerrados por un despiadado tio escaparon en direccion al mar, a las calles o a guerras lejanas, esperando el dia en que pudieran regresar y reclamar sus derechos de herencia.

  • La leyenda del Holandes de Antonio Pascual-garcia

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    Marc es un famoso escritor londinense, que harto del estres de la ciudad, decide seguir el consejo de su agente y viaja a un hotel situado en la costa de Dover. Desde la llegada, el autor queda prendido de la belleza y de la amabilidad de los propietarios. Pero no todo es lo que parece, un misterio por resolver altera la tranquilidad de Marc. Un enigma que rodea una vieja leyenda es el engranaje que utiliza el autor en este nuevo relato. Una obra de misterio recomendada para todos los publicos.

  • Barrio Bravo de Roberto Melendez

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    ?Por que amamos la pelota? En mi caso lo he pensado muchas veces, pues parto de esa certeza: amo este juego desde todos sus contornos, tambien los mas oscuros, si no esto solo se trataria de un relamido ejercicio paradigmatico y no de tierra y piel humana. Perfectible, por supuesto; mundano, sin dudas. El futbol, popularmente expandido, brinda un lenguaje culturalmente expresivo, cuyo reflejo es el mismo dia a dia a traves de sus personajes, canchas, dilemas y dialogos. Barrio Bravo comenzo como un humilde espacio de internet en el que decidi explorar las distintas experiencias y facetas que se viven a traves y alrededor de la redonda. Un partido desmenuzado desde una aparente jugada secundaria; el camino de un jugador en la cancha, y mas alla de la cancha; los cuentos del pasaje que tienen tanto de verdad como de fantasia; mis propios recuerdos, que ya no se si son propios, pero sin duda me otorgan un origen. Ha sido una ruta esforzada, aunque plenamente satisfactoria. El inicio, hace dos anos atras, fue con noventa amigos como espalda de un proyecto entusiasta aunque poco claro; hoy llenamos todos los estadios del mundo y lo claro es que si existe un para adelante. Este libro nace del deseo de pasear junto a una pelota por diferentes escenarios que alguna vez fueron y otros que tal vez no; jugadores inmortales, como Totti, Pele, Salas, y Elias Figueroa, y otros tal vez no tanto, pero aun cuando anonimos, llenos de pasion; la industria misma y el barrio mismo; el futbol, la letra y la calle..., la realidad y la ficcion como una misma cosa. Fantaseemos un rato, pues, probablemente, aquello sea lo mas real del futbol. PRIMERA PARTE El jugador que no quiso dejar de serlo Es una juerga mas. Tiene ganas de mear. El bano maloliente del bar suburbial no brinda tregua, asi que sale del local a buscar una esquina con la cerveza en la mano. Siente el alivio, tambien el agradable paso del viento por debajo de las bolas. Inhala, pletorico y reconfortado, evacua al aire libre y deja el nombre en una pared gastada. Tararea una cancion de Arctic Monkeys, esos que fueron sus vecinos en Sheffield y que desde hace poco la revientan en las radios britanicas. Al dia siguiente no hay partido, el entrenamiento es por la tarde y hace dos minutos ha decidido que no ira a trabajar a la fabrica. La fria cerveza esta magnetica, al igual que esa pelirroja escocesa que hace pocos minutos le mostro el tatuaje que lleva detras de la oreja derecha. Sonrie, satisfecho de aquello que le espera, conforme con una decision que le es propia, pues va de rebelde, y es asi como encaja y engrana su conciencia; asi mide su propia idea de respeto, algo que en algun momento perdio, y que ahora, a punta de peleas, amores fugaces y decisiones contra la corriente, cree haber recobrado. La noche parece no tener temperatura y el cielo fue secuestrado por la neblina. Enciende un cigarro y, una vez mas, aparece ese maldito recuerdo de hace cuatro anos, cuando con veinte centimetros menos y un millon mas de ilusiones, fue desechado por el equipo de sus amores y donde hizo todas las inferiores. Desde aquel dia en que salio corriendo de las instalaciones del Sheffield Wednesday --con los ojos cerrados y las lagrimas banandole el rostro-- su vida ha sido asi: interminable y angustiantemente inmediata. Porque alguna vez sono con hacer eterno su nombre, pero eso parece que fue hace tanto... Se termina de un buen sorbo el resto de chela que le queda y emprende el regreso al bar. De pronto, poco antes de llegar, alguien es arrojado desde adentro de manera brutal: es <>. Un amigo suyo que efectivamente es sordo. Detras del Sordo, cayendo, aparecen dos sujetos que lo embisten en el suelo, dandole patadas. Atonito, observando la escena, sin entender nada, cierra el puno con los nudillos encostrados; mira para todos lados, no aparece nadie al rescate, solo la pelirroja que grita por ayuda. Sin pensarlo se arroja de pique al area y clava dos voleas, una en el culo, otra en la espalda. Mientras El Sordo tiene la boca rota y se retuerce en el suelo, el delantero comienza a mostrar la testosterona acumulada, ademas de toda la actividad pendenciera sumada en el frustrante paso de los dias. Y los golpea duro, aun siendo mas flaco que ellos, como si nada importara, como si la calle y la mocha fuesen su real origen. Es cierto que recibe y ya tiene la nariz quebrada, pero mucho menos que el par de matones reducidos a nada por ese muchacho que descarga la mierda, sin pausas, sin miedo. Ya con el par de sujetos caidos, los escupe y les saca las billeteras, como castigo y porque quiere mas cervezas. Al acto llega la policia. Tiene veinte anos y es condenado a usar un brazalete electronico, cumplir un toque de queda que lo obliga a estar en su hogar siempre antes de las 18.30 horas, y no moverse en un radio superior a ochenta kilometros. El mazazo para el joven futbolista es fuertisimo. El escandalo no consta en ningun medio, claro, a nadie le importa lo que haga el delantero del Stocksbridge de la septima division inglesa. Aun asi, su carrera parece estar arruinada, su vida en el fango, la pelirroja ya desaparecio. El club planea caducarle el contrato que consta de un salario de cuarenta euros por partido. Pese a ser el goleador y quizas quien cuenta con mayor proyeccion en la plantilla, los problemas no son una novedad y lo tienen con pie y medio fuera de la institucion. Reconoce el panico, tiene miedo. El asegura que el futbol es todo lo que ama y lo unico que hace bien. Promete cambiar, pero principalmente, bajo la angustia, promete lo mejor que conoce: goles. Es jueves, un jueves cualquiera. Son las 17.30 horas y el partido va 1-1. Debe irse, si no la cosa se le puede poner peluda. Viene la modificacion, pero pide un minuto mas. Van sesenta y quiere una chance, sabe que la defensa rival ya esta agotada y se siente rapido, porque lo es. Su madre ya tiene el auto encendido y le toca la bocina. No la toma en cuenta y se planta en medio del campo, rechazando los bocinazos y la inminente modificacion. El tecnico lo llena de garabatos, aunque interiormente lo conoce y sabe que quizas pueda pasar algo. Aguanta el cambio una jugada mas. Un melon con vino para adelante, un pelotazo sin gran calidad pero lleno de intencion; y corre, sin dejar de acelerar, nunca deja de acelerar; alcanza el balon, tiene el arco en la mente y planta el bombazo a treinta metros: GOLAZO. No hay tiempo para festejar, sigue corriendo, salta la reja que limita pequeno el estadio con la calle y sube al auto. --Por poquito --le dice a su vieja, mientras ella sin mirarlo, pone primera. Deslenguado, frivolo y temperamental, fruto del acido paseo de una experiencia tosca y acontecida, de la que tuvo que salir airoso a punta de punetes, transformandose en un conchasumadre, porque quizas asi valia la pena, porque quizas asi igualaba, un tanto, a la puta vida seca. De la boca para afuera y las palabras que llenan el elogio de la virtud, pero cada quien clama como sobrevivir. Al final de cuentas, lo importante es hacerlo. Pero en ese adusto rostro palido, lleno de escepticismo, habitaba algo mas que solo revancha, porque estaba enamorado de jugar y, en esa pasion, busco una conquista. Cada segundo lo hacia mas improbable, pero cada gol alimentaba una tierna esperanza. Y la abrazo con fuerza. Infantilmente no dejo de sonar, anadiendo a eso el caracter que le dio la oscuridad para no intimidarse por el paso del tiempo ni por el eslogan de lo probable. No paro de hacer goles, le sacaron el brazalete y siguio haciendo goles, pasando al Fleetwood Town de la quinta division. Hizo treinta y un pepas en treinta y seis partidos, y llevo a su escuadra a un inesperado ascenso. Con los papeles manchados --y ya con veinticuatro anos a cuestas-- parecia que debia ganarse los morlacos en la sombra del profesionalismo, sin embargo, su irrupcion era real. No era solo un jugador rapido que hacia goles, tambien entendia el juego, podia recostarse por las bandas o descender y asociarse. Por supuesto, agil y astuto en el area. En definitiva, un delantero lleno de condiciones. Asi lo vio el Leicester, un equipo que militaba en segunda y que no dudo en pagar dos millones de dolares por el, el precio mas alto pagado jamas por un jugador venido del mundo amateur. Paso el tiempo. Al principio la adaptacion al ritmo y la presion fueron dificiles, pero nada imposible para quien venia del infierno. Fue determinante en el ascenso de su equipo a primera y, en la temporada 2015-2016, se convirtio en el goleador de la Premier League. Misma temporada en que el humilde Leicester, con su goleador a la cabeza, hizo de la realidad un poco de fantasia y dejo a los grandes clubes de la isla como Chelsea, Arsenal o Manchester United mirando desde abajo. Con veintinueve anos, aquel desconocido que peleaba afuera de los bares transformo su nombre en referencia planetaria; que importaba que haya tardado, si finalmente llego escribiendo su huella al vaiven inolvidable de la calle. Su nombre: Jamie Vardy. Curiosidades del destino: la unica vez que Leicester estuvo cerca de ser campeon habia sido en 1929, ano en que el Sheffield Wednesday lograra la consagracion. Seria un hincha y jugador descartado de ese equipo quien comando algo insospechado y extraordinario. Como el vuelco en la vida de Vardy, ese jugador que no quiso dejar de serlo, aunque tuviera un brazalete condenatorio en el pie. El Sordo cuando va al estadio se sienta en primera fila, la pelirroja lo ve por la tele, Vardy se mira al espejo y, ahora si, encuentra el respeto que buscaba. El milagro de Estambul La crisis financiera en mi familia se instalo con su agresividad natural, la mensualidad universitaria se volvio inviable y mis dias de mimado se acabaron de un plumazo. Lo intente como mesero pero mi pulso me invito a renunciar tras una jornada de tres platos rotos y varias puteadas en tono urbano. Mande mi curriculum anorexico a distintas partes, por supuesto rebotando como limonada tibia. Picando cero, no me quedo otra que dirigirme al clasico <>, el metodo nacional por excelencia. Fue asi como termine de asistente de ventas de un proyecto inmobiliario en unos edificios de la comuna de San Miguel. Sin nada de experiencia y con apenas veinte anos, era yo quien intentaba convencer a clientes recelosos que en esos sesenta metros cuadrados debian sellar el negocio de sus vidas, la sonada casa propia y el futuro de su prole. Y a pesar de que <>, el sabueso experto que increiblemente cerraba todos los tratos, me dio la magica receta <>, mis numeros estaban en rojo y la patada en la raja ya la estaba sintiendo hace semanas. Cada dia era mas dificil levantarse, en la universidad estaba definitivamente en la rama, y vender algo que no me convencia efectivamente me superaba; si, para ser vendedor hay que tener una retorica especial y el estomago duro. Tocaba una nueva jornada laboral y camine al metro con la obvia alegria de saber que estaria lleno, me puse los audifonos y, junto a <> de The Beatles, trate de hacerme el gil. Me subi al vagon sintiendo el aroma propio de felicidad que suelen tener y abri el cuerpo de Deportes del diario que le habia robado al vecino desde su choapino. Como es habitual, no habia nada muy interesante, pero si una informacion que valorare por el resto de mi vida: ese dia se jugaba la final de la Champions League entre el gigante AC Milan y el historico Liverpool. Y a mi que me gusta eso de las senales del destino, el hecho de que el cuarteto leyenda del puerto ingles estuviera en mis oidos determino mi conviccion; me baje del metro, adios pega, viva el futbol. El ambiente en Estambul derretia los frios topicos europeos; setenta mil fanaticos multiplicando la energia del tiempo, transmitiendo electricidad. Los forofos italianos aparecian expectantes y seguros de estar cerca del septimo dominio europeo, y no se trataba de arrogancia, mas bien se sustentaba en un equipo acostumbrado a ganar, con un portero en forma (Dida), una solida defensa (Cafu, Nesta, Stam, Maldini), el mejor mediocampo del mundo (Gatusso, Pirlo, Seedorf, Kaka) y dos <<9>> de epoca (Shevchenko y Crespo). Su director tecnico, Carlo Ancelotti, no se resto favoritismo, y su propietario, el viejo verde de Silvio Berlusconi, ya habia llenado de bailarinas su mansion. A pesar de ello, el local ese dia en el estadio Olimpico de Ataturk era el otro equipo, Liverpool. Lo de la parcialidad inglesa conmovia, el raspado de sus gargantas agredia, envolvia y entusiasmaba. El equipo porteno del norte ingles contaba con el pedigri del palmares --cuatro titulos anteriores--, pero habian transcurrido veintiun anos desde la ultima conquista importante en Europa, mientras su clasico rival ingles, Manchester United, lo ganaba todo. Si, tambien existia ansiedad y presion en la escuadra que dirigia el espanol Rafa Benitez. Tanta presion que al minuto de juego una falta lanzada por el pie de Pirlo encontro solo a dos metros del punto penal a Maldini, y el eterno capitan rossonero la mando a guardar. Gol de camarin y los pronosticos rapidamente comenzaban a confirmarse. El balde de agua fria para los britanicos se sintio en el semblante de los once que pisaban el campo, asi como inmediatamente trastocaba el plan conservador dispuesto por Benitez. Liverpool tuvo que salir mas de lo planificado, pero lo hacia simplemente empujando, mientras con espacios el cuadro italiano dominaba las acciones de riesgo y por momentos le daba un toque a su rival. Y asi llego el segundo, con un Kaka que a la carrera condujo una contra sin desesperarse, leyendo perfectamente el movimiento de la jugada, habilitando entre los centrales a Shevchenko; el ucraniano sin ser gloton, centro al medio para que Crespo decretara el silencio en los latidos del <>. 2-0. Parecia sentencia mortal. Cinco minutos despues, a falta de uno para el final de la primera mitad, nuevamente Kaka dictando catedra, ahora daba un pase extraordinario de cuarenta metros para que otra vez Crespo se llevara los flashes: el argentino pico el balon de primera, suave y con clase al portero Dudek, que termino a medio camino cuando buscaba achicarle el angulo: 3-0. Si, esto estaba sentenciado: con un golazo esencialmente sudamericano, el punal se clavaba en el alma del oponente. Una final de cuarenta y cinco minutos, pense, mientras en paralelo ojeaba mi celular que tenia muchas llamadas perdidas ante mi ausencia laboral. Que cagada. Rafa Benitez trato de morder el ego de sus futbolistas, garabateo, reordeno sus piezas, quiso hacer hervir la sangre de sus jugadores en medio de un animo abatido y carente de respuestas. Desde el otro lado, Ancelotti pedia tranquilidad, solo quedaban cuarenta y cinco minutos para levantar una nueva <>. El futbol es un juego tecnico, pero tambien es profundamente espiritual, y es ese sustrato cualitativo y elocuentemente vibrante el que puede cambiar la direccion de aquello que se presume sentenciado; perseverar por un motivo, encontrar esa causa y arriesgarlo todo. Y mientras Benitez gritaba, Steven Gerrard, el emblematico capitan formado e identificado en el club, exigio con su postura un breve silencio, conectando una simbiosis de pasion: desde las gradas invadia en el camarin un cantico apasionado, fuera de contexto, indistinto al resultado, redoblando en estos tiempos livianos esa anormalidad llamada compromiso. El hincha de Liverpool se sacudio de la mierda sin abandonar y fue ese romanticismo perdido el que reengancho el brio y la verguenza: <> (nunca caminaras solo), y que fuese lo que fuese. Y fue. Liverpool salio totalmente concentrado al segundo tiempo, sin dejar de correr, entendiendo que se trataba de una final, abrazados en la atmosfera inigualable que sus fanaticos brindaban en Turquia. Quien otro que Gerrard ponia el primer descuento a los 54. ?Que cresta hacia el volante en area chica esperando el cabezazo de un centro lanzado lateralmente desde tres cuartos? De eso se trata sorprender y comprender que este juego se gana muchas veces si se mueve al espacio, sin la pelota. Aunque en este caso fue el puro instinto de arrojarse por esa camiseta que llevaba en la sangre. Porque Gerrard no estaba de paso, vivia su historia, la de su club, la de si mismo. Gerrard de nino llamaba a la calle lateral de su casa <>, pues ahi masticaba el dia al lado del balon. Esto no era un negocio, no se trataba de vanagloria, lo era todo. Y el color rojo lo defendia no solo por el y su afecto, tambien por su primo Jon-Paul, quien murio aplastado en Hillsborough, cuando tenia apenas diez anos, e hinchaba ingenua y vivamente por la roja de Liverpool. Steven Gerrard no se iria de esa cancha sin al menos intentar devorarse la inercia del destino y aplastarlo de vuelta. Jugaria como lo hace un capitan, como un futbolista hambriento y como un amigo que no olvida. La celebracion con animo de remontada, de posible, termino de encenderlo todo. Dos minutos despues, Smicer clavo un zapatazo inesperado en la red de Dida y la locura contaminaba al planeta futbol... !Y queriamos volvernos locos! !Y que importa la pega! Ahora la inercia variaba con la brutalidad del empuje, y terminaria provocando el penal de Gatusso sobre quien mas que Gerrard, que arremetio voraz en el area. Una final es mas que jugarla, habia que sentirla y Steven Gerrard lo hacia. Lo increible a doce pasos. Xabi Alonso se paro nervioso frente a la pelota, mirando a ninguna parte. Tomo breve carrera y metio el derechazo pero Dida adivino el lado, !increible, lo fallaba! Sin embargo, el aroma embriagado del capitan estaba en el aire, y Alonso persiguio el rebote, lo cazo y de zurda la mando a la malla: 3-3. La explosion y el futbol en aliento drogado. En seis minutos tres goles y el llanto honesto de los mas fieles. El resto fue tension propia de una definicion de este nivel; Liverpool espoleado por lo acontecido, Milan en blanco, aunque con arrebatos que dejaron lo mejor que hizo Dudek en su vida... y con la suerte necesaria para salvarse de varias, porque a veces tambien toca que la bonita este soltera. Noventa minutos, luego el alargue y todo se cerro en los penales. Milan fallaria tres veces, Liverpool convertiria tres veces. Rafa Benitez estuvo en silencio, sin mirar, acariciando una victoria unica, irrepetible, junto a la musica de sus hinchas, esos que siempre estuvieron y a los que Gerrard perfectamente escucho, interpreto y jugo como uno mas de ellos, y tambien por el, por su club, por sus recuerdos. El trofeo lo levantaria el gran capitan en una imagen eterna, conocida hoy como <>, o el milagro de la pasion, pueden decirle como quieran. Al dia siguiente me despidieron, pero ?como arrepentirme despues de tamana final?

  • Una Historia Crepuscular de Stefan Zweig

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    ?Ha sido el viento lo que ha traido de nuevo la lluvia a la ciudad haciendo que nuestra habitacion se oscurezca de pronto? No. La atmosfera esta tranquila y tiene una claridad argentada, como raras veces ocurre en estos dias de verano, pero se ha hecho tarde y no nos hemos dado cuenta. Solo los tragaluces de enfrente sonrien todavia con un debil resplandor y por encima de los tejados el cielo se cubre ya de una bruma dorada. En una hora sera de noche. Una hora maravillosa, pues nada es mas bello que ese color que poco a poco se marchita y se ensombrece, y luego la oscuridad, que brotara del suelo, invadira la estancia, hasta que sus negras olas se replieguen en silencio sobre las paredes y nos arrastren a las tinieblas. Entonces, cuando en este momento nos sentemos uno frente al otro y nos miremos sin hablar, nos parecera que el rostro familiar que entra en las sombras se ha vuelto mas viejo, extrano y lejano, como si nunca lo hubieramos conocido y lo contemplaramos a distancia y a traves de muchos anos. Pero ahora quieres que hablemos, porque en el silencio oyes acongojado como el reloj rompe el tiempo en cien pequenas astillas y la respiracion se vuelve ruidosa como la de un enfermo. Quieres que te cuente algo. Con mucho gusto. Aunque no de mi, pues nuestra vida en estas ciudades inmensas es pobre en acontecimientos o asi nos lo parece, porque todavia no sabemos lo que en realidad nos pertenece. Pero voy a contarte una historia adecuada para esta hora que, a decir verdad, solo ama al silencio, y quisiera que tuviese un poco de esa luz crepuscular, calida, dulce y profusa que se extiende como un velo ante nuestras ventanas. No se cual es el origen de esta historia. Simplemente recuerdo que, desde primera hora de la tarde, he estado aqui sentado mucho rato, leyendo un libro, despues lo he dejado y me he sumido en una especie de ensueno letargico, tal vez incluso en un sueno ligero. De pronto he visto unas figuras que se deslizaban a lo largo de la pared, y podia oir sus voces y penetrar en sus vidas. Pero cuando he querido seguir con la mirada esas formas fugitivas, me he encontrado de nuevo despierto y solo. El libro habia caido a mis pies. Lo he recogido y le he preguntado acerca de las figuras: ya no he encontrado la historia en el, como si hubiera caido de sus paginas a mis manos o como si nunca hubiera estado alli. Quiza la habia sonado o la habia leido en una de aquellas nubes de colores que hoy habian llegado de tierras lejanas a nuestra ciudad transportando la lluvia que durante tanto tiempo nos ha importunado. Quiza la habia oido en una vieja e ingenua cancion que un organillo habia tocado entre melancolicos gemidos bajo mi ventana, o alguien me la habia contado anos atras... No lo se. A menudo me llega este tipo de historias, y me divierte dejar fluir entre mis dedos las cosas que cuentan, sin retenerlas, al igual que uno acaricia espigas y flores de tallo largo sin cogerlas. Solo las sueno a partir de una imagen repentina y coloreada que termina por difuminarse, pero no las retengo. Sin embargo, hoy quieres una historia, y te la voy a contar en esta hora del crepusculo en la que nos invade el deseo de ver algo multicolor agitandose y brillando ante nuestros ojos que los tonos grises entristecen. ?Como empezar? Tengo la sensacion de que debo hacer salir por un momento de las sombras una imagen y una figura, pues asi comienzan tambien en mi esos extranos suenos. Ya me acuerdo. Veo a un esbelto muchacho que desciende por los anchos peldanos de la escalera de un castillo. Es de noche, una noche con solo un palido claro de luna, pero, como si tuviera un poderoso faro, abarco el perfil entero de su cuerpo agil, distingo perfectamente sus rasgos. Son extraordinariamente bellos. Sus cabellos negros peinados a la moda infantil caen sobre su frente un poco demasiado ancha, y las manos, que el extiende hacia delante en la oscuridad para palpar el calor del aire caldeado por el sol, son muy finas y nobles. Su paso vacila. Desciende absorto hacia el gran jardin que murmura con sus numerosos arboles redondeados y entre los cuales reluce como un sendero blanco una unica y amplia avenida. No se cuando sucedio, si ayer o hace cincuenta anos, ni tampoco se donde, pero creo que debio de ser en Inglaterra o en Escocia, pues solo alli conozco castillos de piedra tallada tan altos y grandes que de lejos parecen fortalezas altivas y amenazadoras y que solo para el ojo familiarizado se inclinan sobre sus jardines luminosos y floridos. Si, ahora lo se seguro, esta alla arriba en Escocia, pues solo alli las noches de verano son tan luminosas que el cielo tiene el brillo lacteo del opalo y los campos nunca estan oscuros, todo parece tenuemente iluminado desde el interior y solo las sombras, semejantes a gigantescos pajaros negros, caen sobre esas capas de luz. Es Escocia, oh si, ahora lo se con seguridad y, si me esforzara, encontraria el nombre de aquel castillo condal y tambien el del muchacho, pues ahora la oscura corteza de mi sueno se desprende rapidamente y lo percibo todo con tanta claridad como si no fuera un recuerdo, sino una vivencia. Durante el verano, el muchacho se aloja en casa de su hermana casada y, siguiendo la afable costumbre de las familias inglesas distinguidas, no es el unico invitado; la cena reune a todo un grupo de cazadores y sus mujeres, asi como a algunas muchachas: personas bien parecidas y de categoria cuya juventud e hilaridad, sin ser ruidosas, juegan con el eco de los viejos muros. De dia los caballos galopan por doquier, acompanados de una jauria de perros; al otro lado, en el rio, centellean dos o tres barcas: una actividad sosegada confiere al dia un agradable ritmo rapido. Terminada la cena, se levanta la sobremesa. Los caballeros han ido al salon, fuman y juegan; hasta medianoche las ventanas proyectan en el parque conos de luz blanca y vibrante en los bordes, a veces tambien una risa franca y jovial. La mayoria de las damas se ha retirado a las habitaciones, tal vez dos o tres conversan todavia en el vestibulo. Asi que el muchacho esta solo. No tiene permiso para ir con los hombres, o solo por unos instantes, y se siente cohibido en presencia de las damas, porque a menudo, cuando abre la puerta, ellas bajan la voz, y comprende que hablan de cosas que el no debe oir. Por otra parte, no le gusta su compania, pues le interrogan como a un nino y no prestan demasiada atencion a sus respuestas; simplemente lo utilizan para mil pequenos favores y luego le dan las gracias como a un chico bueno y obediente. Asi que ha decidido irse a la cama y ya ha subido la escalera de caracol; pero la habitacion esta demasiado caldeada, con una atmosfera cargada y sofocante. Se han olvidado de cerrar las ventanas de dia y el sol ha campado por sus respetos: ha abrasado la mesa y la cama, se ha encarnizado con las paredes y los rincones, y las cortinas despiden todavia su halito ardiente e irritado. Y, despues de todo, es demasiado pronto, y fuera la noche estival resplandece como una vela blanca, tan tranquila, tan en calma, tan deliciosamente en calma. De modo que el muchacho baja de nuevo la gran escalinata del castillo hasta el jardin, sobre cuyo oscuro contorno circular el cielo derrama su luz mortecina como un nimbo y adonde lo atrae el aroma tremulo de mil flores invisibles. Tiene una extrana sensacion. En la confusion de sentimientos propia de sus quince anos, no sabe explicarlo, pero sus labios tiemblan como si tuviera que hablar a la noche, levantar las manos o cerrar los ojos mucho rato, como si hubiera algo misterioso y familiar entre el y aquella encalmada noche de verano que pide una palabra o un gesto de cortesia. El muchacho sale poco a poco de la amplia y despejada avenida para adentrarse en uno de los estrechos senderos laterales, donde los arboles parecen abrazarse en lo alto con sus copas iluminadas por destellos argentados, mientras que abajo impera la oscuridad prenada de noche. Todo esta absolutamente tranquilo. El paseante, perdido en una dulce y vaga melancolia, solo percibe el indescriptible ruido del silencio en el jardin, el vibrante zumbido como de una lluvia fina que cae en la hierba o de susurrantes briznas frotandose ligeramente unas a otras. A veces roza con un arbol o se detiene para escuchar ese ruido fugitivo: el sombrero le cae sobre la frente y se lo quita para sentir sobre sus sienes desnudas, donde golpea la sangre, la mano del viento aletargado. Y entonces, de golpe, a medida que se adentra en la oscuridad, ocurre algo inaudito. La grava cruje levemente detras de el. Cuando se vuelve, asustado, ve el brillo como de fuego fatuo de una gran figura blanca que avanza hacia el, ya esta cerca y siente con un escalofrio el abrazo fuerte, aunque sin violencia, de una mujer. Un cuerpo calido y suave se estrecha febrilmente contra el suyo, una mano le acaricia rapida y temblorosa el pelo y le inclina la cabeza hacia atras: tambaleante, el siente en la boca un fruto abierto, desconocido, unos labios estremecidos que sorben los suyos. Tan cerca esta este rostro del suyo que el no puede verle los rasgos. Y no se atreve a mirarlos, porque un doloroso escalofrio recorre su cuerpo y le obliga a cerrar los ojos y abandonarse sin resistencia como botin a esos labios ardientes; vacilante, inseguro como una pregunta, sus brazos acogen entonces a la desconocida figura y, ebrio de repente, estrecha el cuerpo extrano contra si. Sus manos se deslizan avidas a lo largo de las delicadas formas, se detienen y se retiran temblorosas, luego se vuelven mas febriles y atrevidas. Cada vez mas apremiante e inclinada, la feliz carga descansa ahora todo su peso sobre el complaciente pecho del muchacho. De alguna manera se siente engullido, arrastrado por este abrazo jadeante, y se le doblan las rodillas. No piensa en nada, no se pregunta por que aquella mujer ha acudido a el ni como se llama, se limita a sorber hasta embriagarse de la voluptuosidad de sus labios desconocidos, humedos y perfumados, sin voluntad, sin comprender lo que le impulsa a ese apasionamiento inaudito. Le parece como si de repente hubieran caido estrellas, tan intenso es el centelleo delante de sus ojos, y todo lo que toca chispea y quema. Y no sabe cuanto tiempo transcurre, si horas, tan blandas son las cadenas que lo atan, o si segundos: siente que todo se inflama y es arrastrado en el arrebato de una lucha voluptuosa, en un torbellino maravillosamente vertiginoso. Y bruscamente, de golpe, la ardiente cadena se rompe. De repente, casi con ira, el abrazo libera su pecho apresado; la figura desconocida se incorpora, una cinta de luz blanca se desliza veloz a lo largo de los arboles, ha desaparecido antes de que el pueda levantar las manos para retenerla. ?Quien habra sido? ?Y cuanto tiempo habra durado? Angustiado, aturdido, se levanta apoyandose en un arbol. Poco a poco el frio raciocinio vuelve a su cerebro calenturiento: le parece de repente que su vida ha avanzado mil horas. ?Acaso todos sus suenos confusos acerca de las mujeres y la pasion se han vuelto de pronto realidad? ?O todo ha sido un sueno en definitiva? Se palpa, se toca el pelo. Si, sus sienes palpitantes estan humedas, humedas y frescas del rocio de la hierba sobre la que se han revolcado. Ante sus ojos se repite la escena con la velocidad del rayo, siente de nuevo el ardor de los labios, aspira el perfume de voluptuosidad, extrano y penetrante, que desprendia la ropa de la mujer, y trata de recordar cada una de sus palabras. Pero no le viene ninguna a la memoria. Y entonces, subitamente, recuerda alarmado que ella no ha dicho nada, ni siquiera lo ha llamado por su nombre, que de ella no conoce sino los suspiros que rebosaban de su pecho como una amenaza, los sollozos de placer convulsivamente ahogados, el perfume de su pelo enmaranado, la calida presion de sus pechos, el esmalte pulido de su piel; sabe que su cuerpo, su respiracion, todos sus sentimientos le han pertenecido y, sin embargo, no sospecha quien es la mujer que lo ha sorprendido con su amor en la noche. Sabe que solo puede balbucear un nombre para designar su sorpresa, su felicidad. Y ahora esta experiencia fugaz e inaudita que acaba de vivir con una mujer le parece pobre, banal y completamente baladi al lado del fulgurante misterio de los ojos cautivadores que lo acechaban desde la oscuridad. ?Quien era esa mujer? Al vuelo estudia todas las posibilidades, pasa revista mentalmente a todas las mujeres que viven en el castillo; evoca todos los momentos singulares y todas las conversaciones que ha mantenido con ellas, las sonrisas de cinco o seis de ellas, las unicas que podrian estar envueltas en este enigma. ?Quiza la joven condesa E., que suele tratar con aspereza a su marido ya mayor, o la joven esposa de su tio, que tiene ojos de una dulzura extrana y, sin embargo, tan irisados, o bien--se estremecio al recordarla--una de las tres hermanas, primas suyas, que tanto se parecen en su porte altivo, orgulloso y estirado? No, porque todas ellas son personas frias y discretas. En los ultimos anos a menudo se habia considerado un desheredado, un enfermo, desde que secretos ardores agitaban su espiritu y se mezclaban flameantes en sus suenos. !Como habia envidiado a todos los que eran o parecian tan serenos, tan equilibrados y desprovistos de cualquier deseo! El habia tenido miedo de su pasion naciente como de una enfermedad. ?Y ahora...? Pero ?quien, cual de ellas era capaz de semejante engano? Poco a poco esta pregunta obsesiva disipa la embriaguez que enturbia sus sentidos. Se ha hecho tarde, las luces del comedor se han apagado, solo el esta despierto en el castillo, el... y quiza aquella otra. La desconocida. La fatiga empieza a hacer mella en el. ?Para que seguir dandole vueltas? Seguro que manana una mirada, una llama entre los parpados, un apreton de manos a hurtadillas, se lo revelara todo. Sube entre suenos las escaleras, tal como las habia bajado, pero ahora sus suenos son infinitamente diferentes. Tiene la sangre todavia un poco agitada, y la habitacion caldeada ahora le parece mas clara y fresca. Cuando al dia siguiente se despierta, los caballos ya piafan y escarban en el patio, oye pronunciar su nombre en medio de risas. Se levanta de un salto--ha pasado la hora del desayuno --, se viste con una rapidez febril y se precipita abajo, donde los demas lo reciben con alborozo. <>, le espeta la condesa E. riendo, y la risa brilla en sus ojos claros. El escruta su rostro con ansiosa curiosidad; no, no puede ser ella, su risa es demasiado despreocupada. <>, se burla la joven, pero a el su cuerpo delicado le parece demasiado delgado. La pregunta del muchacho vuela de un rostro a otro, pero en ninguno descubre el reflejo de una sonrisa. Da comienzo la excursion a caballo por el campo. El escucha todas las voces, con la mirada espia cada linea del cuerpo de las mujeres, las ondulaciones del pelo que el ritmo del trote les impone, observa los movimientos de sus espaldas al doblarse y el modo como levantan los brazos. Durante el almuerzo se inclina sobre ellas para percibir el perfume de sus labios o la tibieza de sus cabellos, pero nada, nada le proporciona el menor indicio, una fugaz pista que su imaginacion inflamada pueda seguir. El dia se alarga inacabable hasta el atardecer. Ahora que quiere leer un libro, las lineas saltan fuera de los margenes y lo conducen hasta el jardin, y vuelve a ser de noche, una noche extrana, y se siente de nuevo rodeado por los brazos de la desconocida. Deja caer el libro de sus manos temblorosas, quiere ir al estanque y, de repente, asustado, se encuentra en el camino de grava, en el mismo lugar. Durante la cena sus manos estan nerviosas, palpan sin descanso a diestro y siniestro, como perseguidas, sus ojos se esconden timidos bajo los parpados. Por fin, oh, por fin, cuando los demas retiran sus sillas, el se siente feliz, sale corriendo de la sala y se adentra en el parque, cien veces, mil, camina arriba y abajo de la blanca avenida, que bajo sus pies parece centellear como una niebla lactea. ?Estan ya encendidas las luces del salon? Si, por fin llamean, y por fin brillan tambien algunas ventanas del primer piso. Las damas se han retirado. Si ella va a venir, ya no puede tardar mas de unos minutos, pero cada minuto se hincha de rubea impaciencia hasta estallar. Y continua arriba y abajo con pasos convulsos, como tirado por hilos invisibles. Y entonces, de repente, la figura blanca se desliza escaleras abajo, rapida, demasiado rapida para poderla reconocer. Parece un rayo de luna o un velo perdido flotando entre los arboles que un viento impetuoso empuja hacia el, y ahora, ahora, esta en sus brazos, que se estrechan como garras avidas alrededor del cuerpo indomito, ardiente y palpitante, acalorado por la carrera. Como ayer, de nuevo es un unico instante en el que la calida oleada se rompe de improviso contra su pecho, con tanta fuerza que el cree desfallecer por el dulce golpe, y su unico deseo es dejarse llevar, arrastrado a un sombrio abismo de placer. Pero luego su embriaguez se extingue de golpe, y el reprime su ardor. !No, no se perdera en esta maravillosa voluptuosidad, no se abandonara a estos labios voraginosos antes de saber el nombre de este cuerpo que se aprieta tan estrechamente contra el que es como si un corazon extrano latiera fuerte en su propio pecho! Echa hacia atras la cabeza ante sus besos para verle la cara: pero caen unas sombras y, en la luz incierta, se confunden con los cabellos oscuros de la mujer. El follaje de los arboles es demasiado espeso y demasiado palido el claro de luna velado por las nubes. Solo ve los ojos de ella, que brillan fosforescentes como rubies encastados en marmol blanco. Entonces el quiere oir una palabra, solo una astilla arrancada a su voz:

  • El paciente ingles de Michael Ondaatje

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    Con inusitada belleza e inteligencia, Michael Ondaatje traza la interseccion en los ultimos dias de la Segunda Guerra Mundial y en una villa italiana abandonada, de cuatro vidas danadas.

  • Debut de Christina Rosenvinge

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    Christina Rosenvinge recoge en su Debut mas de veinticinco anos de canciones y recorre los lugares, los relatos y las reflexiones que subyacen a sus letras.

  • Susurros desde la oscuridad de Melani Abascal

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    Bienvenido a esta tierra oscura, yerma y espinosa, donde a cada paso que des no podras asegurar a ciencia cierta si viste a alguien acecharte desde el ultimo recodo de tu campo visual. Quizas fuese mas algo que alguien...La niebla que mora aqui nunca llega sola, siempre trae consigo voces inquietantes del pasado, susurros frios de lo ya muerto tiempo atras.Cada relato que encontraras en esta recopilacion inquietante rebuscara en lo mas hondo de tu ser y tratara de que no duermas tranquilo esta noche.?Oyes ese ruido tras de ti? ?Puedes sentir el escalofrio que recorre tu espina? Cuando te gires para ver que lo produce ya sera demasiado tarde.

  • Deudas de Magenta Perales

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    Angelica era una joven encantadora.
    Estudiante de magisterio.
    Buena. Carinosa. Sonriente. Atractiva.
    Y ahogada en deudas hasta el cuello.

  • Necesitadas de accion de Blanca Moral

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    El Mecanico: Sexo, Mentiras y Amor Verdadero
    Como ligar si eres Soraya Perez:
    1. Averia tu coche en plena autopista mientras vuelves de vacaciones.
    2. Llama desesperada al primer mecanico que encuentres en google.
    3. Acuestate con el mecanico mas atractivo que has visto jamas.
    4. Repite el paso 3 hasta que no te queden fuerzas para moverte.
    Javier era egocentrico, divertido, j*didamente atractivo y, cuando tenia que serlo, un caballero. Un caballero que no tiene miedo a sudar, esforzarse o mancharse las manos. Incluso la lengua. Siempre que la senorita lo merezca.
    Lo menos que podia hacer, ya que le habia confiado mi carroceria, era tratarla bien. Considerando que acababa de romper con el cretino de mi ex, un playboy era justo lo que queria. Un cretino capaz de levantarme en brazos y f*llarme en el aire.
    El unico problema es que mis padres estan muy pesados con que me eche otro novio, asi que, bueno. me toca presentarles a Javier. Solo necesitaba que fingiese delante de mi familia y seguir disfrutando del sexo, hasta que, poco a poco, lo nuestro comenzo a parecer una pareja de verdad y. un dia se arrodillo con una cajita en las manos.

  • Mi mejor verso de Cova Galena

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    ?Hasta cuando podra resistirse Sofia a los deseos mas intimos y salvajes que Kilam despierta en ella?

  • Una vez en la vida de Gilles Legardinier

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  • Los Smith, perfectos imperfectos (Serie completa) de Valeriam Emar

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    SI CECE LO DICE
    Cece amor es una famosa consejera sentimental, conocida por su don de emparejar a las personas que estan destinadas a estar juntas. Pero su mundo rosa empezara a desmoronarse con la aparicion del Camarada del deporte, un bloguero que intenta destruir su reputacion acusandola de fraude.
    Jerry Smith se propone encontrar a la famosa consejera sentimental que hizo que su prometida lo dejara plantado a pocas semanas de casarse y se ocuparia de que ella pagara bien caro lo que le hizo.
    A veces el enemigo esta mas cerca de lo que uno se imagina, y del odio al amor se puede pasar a un solo beso.

  • La hija de la indiana de Maria Teresa Alvarez

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    En todas las familias hay secretos que es mejor no conocerMarina y Silverio viven juntos y enamorados en su pueblo asturiano de Candas a mediados de los anos veinte. Con ellos, Rosita, la nina que Marina adopto en Cuba. Su existencia transcurre de forma apacible hasta que deciden regresar a La Habana para que la joven se reencuentre con sus raices.

  • Di que eres mia de Elena Romero

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    El humo de un cigarrillo abandona el coche a traves de la ventanilla, el espeso humo se desvanece rapidamente en el ambiente debido a la velocidad considerable a la que se desplaza el vehiculo. Un par de caladas mas tarde, es lanzado hacia la nada, ya que, siempre habia sido una mala idea fumar antes del desayuno. Acto seguido, sosteniendo un vaso desechable con el logo de una reconocida marca de cafeterias, Derek es victima de los espasmos involuntarios que le generan una tos incontrolable y que no le permite continuar avanzando. Se ve obligado a detener el vehiculo por unos segundos a la orilla de la carretera, maldice una vez mas y toma un sorbo de cafe. Habia dos cosas que Derek detestaba enormemente, una de ellas era el cafe frio, y la otra, una sesion de sexo mediocre. La vida de Derek no ha sido sencilla, ha tenido que afrontar algunas duras pruebas que lo han convertido en el hombre actual, no se siente orgulloso de nada de lo que ha logrado, ya que, todo parece haber sido una serie de fracasos desde hacia seis anos atras. Ahora, con 25 anos, Derek tiene mas historias que contar que cualquiera de las personas que conoce, se ha visto obligado a abandonar su ciudad natal para poder conseguir oportunidades en la ciudad de Nueva York, que ha sido la unica que le ha dado un voto de confianza al joven conductor de una furgoneta de entregas a domicilio. De hecho, es lo unico que tiene, y lo que considera de valor en su vida. Vive en un pequeno departamento sobre un bar nocturno que opera durante toda la noche y raras veces le permiten dormir por el volumen elevado de la musica. Aunque sabe que su vida es un completo desastre, Derek sabe perfectamente como compensar la desgracia, ya que, no duda ni un solo segundo cuando tiene una oportunidad de divertirse. Aquella manana, es evidente en sus ojos el agotamiento de no haber cerrado y sus parpados en toda la noche. Siendo un lunes por la manana, debe asumir sus responsabilidades para poder tener algunas monedas al final de mes. Hubiese deseado quedarse en la cama, pero las responsabilidades matutinas del inicio de semana lo han impulsado a salir de su departamento con la misma ropa con la que ha pasado todo el dia del domingo. Solo le ha dado tiempo de tomar la chaqueta de la compania de entregas para la cual trabaja y tras subir a su camioneta, condujo rapidamente para recoger la encomienda y entregarla en el destino indicado. Su vida ha sido automatica desde su llegada a Nueva York, una rutina muy bien definida por el trabajo durante el dia y el placer durante la noche. Necesita un escape efectivo de la realidad en la cual se encuentra, y a pesar de que, ha tenido muchos vicios rodeandolo constantemente, el unico ante el cual ha sucumbido de manera inevitable ha sido el placer que le puede proporcionar el sexo. Nunca es suficiente para Derek, quien, despues de haber tenido una vida bastante agitada durante sus dias de adolescente, ha retomado esta vida despues de volver a las calles una vez mas. Si, Derek ha estado ausente de las calles durante cuatro anos, despues de que, con tan solo 20 anos ingresara a la penitenciaria estatal al haber estado vinculado con multiples estafas. Es un hombre sumamente inteligente, pero esta inteligencia no ha sido utilizada para los fines correctos. Siendo un genio de la computacion y un maestro de los numeros, Derek se habia vinculado con las personas equivocadas. A traves de las practicas ilicitas, habia logrado conseguir una importante fortuna que aseguraria su futuro, pero nunca habia contemplado la posibilidad de ser atrapado. La mente de un criminal siempre evade esta posibilidad, deshaciendose del miedo ante la posibilidad de vivir encerrado durante el resto de su vida, y asi poder efectuar sus crimenes de manera impecable y exitosa. Una equivocacion minima le habia costado la libertad a Derek, quien fue rapidamente rastreado por los federales, quienes estaban tras su pista despues de haber conseguido enganar a uno de los empresarios mas importantes de la ciudad de Nueva York. Miles de dolares ingresaron a su cuenta personal en solo unos segundos, siendo un exito tanto para el como para sus companeros, quienes confiaban en las habilidades de este genio, quien aseguraba en todo momento que nunca podrian atraparlo. Tan solo un par de horas despues, los federales estaban rompiendo sus puertas para ingresar y llevarlos a todos detenidos. Al parecer, este seria el final de la vida de crimenes de Derek, quien tuvo suficiente tiempo para recapacitar mientras estuvo encerrado. Tras este suceso, sabia perfectamente que no contaria con absolutamente nadie a partir de ese momento. Sus padres, llenos de decepcion, le dieron la espalda para siempre, dejando a Derek por su cuenta durante los siguientes anos. Su buen comportamiento le habia permitido salir antes de que se cumpliera la condena de los cinco anos. Fue asi como, despues de cuatro anos encerrado en aquella penitenciaria, finalmente saldria a las calles llevando a cuestas una pequena mochila con algunas de sus pertenencias, un corazon lleno de esperanzas y una gran necesidad de llenar el vacio que habia sentido durante los ultimos cuatro anos. La adolescencia de Derek que habia sido un completo desastre, llena de locuras y accion debido al exito que tenia con las chicas. Estatura de 1.90 m, piel blanca, ojos cafes y personalidad particular, siempre le han permitido tener acceso a la chica que deseara, por lo que, no seria dificil poder conseguir a alguien con quien divertirse desde aquella primera noche en las calles de Nueva York. Cada centavo del dinero que habia conseguido estafando habia sido confiscado, por lo que, todos asumian que Derek estaba completamente quebrado. Pero, un joven tan inteligente y habil con la tecnologia, habia conseguido guardar algunos dolares en una cuenta que no habia sido rastreada. Este seria su fondo de retiro, el cual pensaba que utilizaria muchos anos despues, el cambio en los planes de manera tan drastica lo habia obligado a disponer de este dinero para poder comprar un pequeno departamento en la ciudad de Nueva York y una furgoneta. No habia sido demasiado meticuloso a la hora de escoger su departamento, entrando al primer lugar que se le presento y cerrando el negocio casi instantaneamente. Era un lugar tranquilo durante el dia, pero durante las horas nocturnas era un completo caos. El bar que funcionaba en la parte de abajo, generalmente tenia niveles insoportables en el volumen de la musica, algo con lo que no contaba Derek aquella tarde cuando cerro el negocio para comenzar a vivir en aquel lugar. Esto lo obligaba a compartir el festejo y bajar hacia el bar a disfrutar de unas cervezas y buena compania. Esta era una apuesta segura, ya que, cada vez que acudia completamente solo al bar, generalmente terminaba en la habitacion principal de su apartamento follando con cualquiera de las chicas que sucumbieran ante sus encantos. Era un hombre misterioso, siempre tenia una buena conversacion para compartir. Su talento con las mujeres era algo innato, no era algo que practicara o premeditara antes de llevar a cabo, con solo sentarse al lado de una de las chicas y proporcionarle una cerveza, ya tenia la mitad del trabajo realizado. Pocas habian sido las que se habian rehusado a compartir un trago con este caballero, muchas de ellas por su preferencia sexual y otras por estar acompanadas de su pareja, quienes aparecian segundos despues para quitar del medio al joven conquistador. Despues de continuos intentos por conseguir un empleo, se le estaba acabando el dinero, hasta que finalmente habia logrado ser contratado por esta compania de entregas a domicilio, la cual requeria de un joven con vehiculo propio que le permitiera realizar las entregas de paquetes de diferentes dimensiones. Aunque aquel viejo hombre no estaba demasiado convencido de darle la oportunidad a un exconvicto, finalmente logro sucumbir ante la insistencia de Derek. Fue asi como consiguio aquel empleo que le obligaba a salir muy temprano de casa en la manana para pasar todo el dia conduciendo su furgoneta de un lugar a otro para realizar las entregas asignadas por la secretaria de la compania.

  • Alice y el Conejo Blanco de Jess Dharma

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    Me llamo Alice y soy la princesa de mi imperio de narcotrafico.
    Mis cosas favoritas en el mundo son mis cuchillos y las setas alucinogenas. Las malas lenguas diran que cuando las consumo alucino porque veo al Conejo Blanco.
    Pero lo que nadie sabe es que ese es el apodo de mi padrastro, del que hui a los 16. De eso hace ya diez anos y me ha encontrado. Tiene una obsesion enfermiza conmigo. ?Podre escapar viva del Conejo Blanco, el mayor narcotraficante y asesino de todo Pircasen?
    Lo intentare, aunque pierda la poca cordura que me queda. Aunque puede que sea lo ultimo que haga.
    En esta locura de viaje me acompanan dos hombres: Marcus, mi guardaespaldas, un hombre frio como el acero pero que haria cualquier cosa por protegerme y Timido, un hombre de dos por dos que se sonroja cada vez que me insinuo. Los dos me atraen de una manera irracional, si tuviera que elegir a uno no sabria con cual quedarme.
    Aunque, ?quien dijo que en temas del corazon se tiene que elegir?

  • Emma en la noche de Wendy Walker

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    Una noche, Cass y su hermana Emma desaparecen. Tenian quince y diecisiete anos respectivamente. Nadie sabe nada de ellas y las autoridades no encuentran una explicacion. Hasta que, tres anos despues, Cass reaparece sin su hermana. Lleva solo lo puesto y cuenta una historia increible, llena de lagunas…
    Para la doctora Abby Winter, psicologa forense, nada de lo que cuenta tiene sentido. Como experta en trastornos narcisistas de la personalidad, investiga a fondo a la familia de Cass: la madre resulta perturbadora, el padrastro y el hermanastro son problematicos, incluso la propia Cass no es lo que parece.
    Y mientras se investiga para encontrar el paradero de Emma, lo que sale a la luz va mas alla de lo que cabia esperar. Y es que cuando los secretos familiares se destapan, las consecuencias pueden ser terribles.

  • El juego del amor de Sophie Saint Rose

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    Diana estaba tan contenta. Habia ganado un premio estupendo para toda su familia. Un viaje a las Vegas de una semana completa. Y la cosa habia empezado pero que muy bien y mas aun cuando vio a un morenazo que estaba para comerselo. Lo malo es que iba con su familia y se empenaban en amargarle la vida. ?Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas? No siempre es asi.

  • Pero. Por Que de Tess Lorente

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    Es increible como puede cambiar la vida de alguien en unos pocos meses. Te levantas un dia sintiendo que estas totalmente estancada y, de pronto, le das un vertiginoso cambio de rumbo a tu vida para sorprenderte una manana y apenas reconoces en el espejo el reflejo que tienes ante ti. Puede que te sientas abrumada por el cambio, pero, sin lugar a duda, ese cambio es la fuerza que propicia todo lo bueno que esta por venir. Y se abren un sinfin de posibilidades. Recobras el control y te permites el lujo de ser la protagonista de tu historia. Te brindas la oportunidad de vibrar de nuevo con la emocion del que lo prueba todo por primera vez. Y sientes que vives una segunda adolescencia, aunque con la seguridad que te otorga la madurez. Podria haber continuado con el camino que me habian marcado. Era comodo, estable, seguro..., no obstante, le faltaba algo especial, le faltaba luz, ilusion y, sobre todo, pasion. Nunca habria imaginado que aquel momento iba a ser el origen de todo. Estaba a punto de permitirme ser la compositora de mi propia sinfonia e iba a conocer a los mejores musicos del mundo. Y todo empezaba con una simple pregunta... Pero ?por que? Yo solo queria saber el porque, los motivos, los ingredientes que le llevaron a tomar una decision asi y a ejecutar una accion tan drastica. No queria reprocharle nada, pero creia merecer una explicacion. Bueno, quizas si queria reprocharle muchas cosas, echarle en cara todo lo sucedido, en fin, culparlo a el de todo; aunque no era capaz de articular palabra y para cuando me quise dar cuenta, el portazo exploto en mis oidos con la fuerza de un tiro al corazon y el nudo de mi garganta me dio la pista de que ya era demasiado tarde. Con todo lo que habia aguantado por el, por esa rara relacion que habiamos establecido como nuestra, ahora iba y me dejaba porque, segun el, estabamos estancados. Vale que no fueramos la pareja mas romantica del mundo, pero de ahi a romper de esa manera, sin explicaciones, sin una pelea como Dios manda, sin bronca monumental. Pense en salir corriendo tras el, en gritarle desde la ventana, en tirarle un jarron por el hueco de la escalera o, incluso, en suplicarle de rodillas que no me dejara de esa forma, sin embargo, no hice nada, no fui capaz de hacer nada, no movi ni un musculo, no balbucee ni una sola palabra, no grite llena de ira; solo cerre los ojos y pense: <>. Esta ruptura era el fiel reflejo de nuestra relacion falta de pasion, y fue en ese momento cuando me di cuenta de lo cansada que estaba de todo aquello. Y la verdad, no sabia como sentirme, dolida por la situacion esta claro, pero tambien, aunque no fuera del todo correcto, sentia algo parecido al alivio al pensar que esos meses de incertidumbre, de dudas, de malas caras y enfados iban por fin a acabar. Seria libre para sentirme como me diera la gana; reir, llorar, gritar, bailar o saltar sin sentir una mirada de desaprobacion a mi espalda, un ceno fruncido o caras de incredulidad cuando expresaba mis sentimientos de forma abierta y publica. Estaba harta del pudor irracional, del escaparatismo, de las normas establecidas por gente gris que no parecen entender que la vida son dos dias y uno y medio te lo pasas jodido. Hacia tiempo que la relacion que mantenia con Miguel no me llenaba en absoluto y sabia que habia dejado de ser yo misma para convertirme en una version mas acorde a sus gustos. Cambie mi forma de ser para interpretar el papel que se esperaba de mi. Me dejaba llevar sin plantearme siquiera la posibilidad de salir de ese bucle en el que me habia sumergido y que me estaba atrapando cada vez mas. Nunca se me paso por la imaginacion que seria el quien daria el paso, aunque mi completa pasividad se lo habia puesto en bandeja. La ruptura me ofrecia la oportunidad de reencontrarme con mi antigua yo. No es que fuera un dechado de virtudes, no obstante, por lo menos, no me hacia sentir como una traidora a mis ideas y valores. Me avergonzaba de la persona en que me habia convertido y ahora podia volver a retomar las riendas de mi vida y de mi futuro. Por un momento imagine la persona que queria ser y lo tuve claro al momento. Queria ser libre, ser independiente, ser espontanea, ser imprevisible..., queria ser YO en mi esencia mas pura, yo como persona unica, yo como un alma ligera de equipaje preparada para extraer todo lo bueno de la vida y tirar a la basura todo aquello que no me complaciera o llenara. Si. Estaba decidida, habia llegado el momento y no iba a dejarlo escapar. Lo tenia claro, lo tenia cristalino... era la mejor idea que habia tenido en muchos anos y por fin estaba dispuesta a intentarlo, iba a ser mi objetivo en la vida, por fin iba a SER FELIZ. Solo habia un pequeno detalle que debia pulir. Tenia que conseguir que el no volviera, y si volvia intentar con todas mis fuerzas ser fuerte y no dejarme vencer por la tentacion de volver a estar atada a alguien por no sentirme sola; simple y unicamente por miedo a la soledad. No. Ni hablar de eso, a partir de ese momento tenia que abrazar a la soledad como si fuera un salvavidas, una oportunidad, una amiga que me ayudara a crecer como persona y que no me hiciera sentir como alguien dependiente que no pudiera ni respirar sin ayuda de otro. Y, de improviso, me sorprendi mirando a mi alrededor, la habitacion donde hacia tan solo unos instantes habia creido que mi vida se detenia y que se convertia en un trampolin hacia un futuro totalmente nuevo, un guion por escribir, un nuevo comienzo. Pero como en todos los principios se necesita trazar un plan para no descarrilar antes de empezar, y eso me ilusionaba y me asustaba por igual. No deberia dejar ningun cabo suelto, tenia que estudiarlo todo al detalle, como si planeara un atraco de forma profesional y concienzuda, porque en este caso el botin era demasiado preciado como para perderlo por un descuido; el botin era YO. Al despertarme a la manana siguiente crei que todo habia sido un sueno extrano. No podia creer que el se hubiese ido al fin. Habia imaginado tantas veces nuestra ruptura, la escena, los gritos, reproches y lagrimas, que por un instante crei que todo habia sido fruto de mi imaginacion.

  • Cruzando el limite de Barbara Padron Santana

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    Anabella es una amante de las antiguedades, por lo que sus padres en cada uno de sus viajes de trabajo consienten en traerle algo.
    Tras el ultimo viaje de su padre, este aparece con un espejo de cuerpo entero, aparentemente normal, aunque impresionante en sus multiples detalles hechos a mano.
    Lo que ella no sabe es que ese espejo oculta un secreto solo revelado con sangre.
    ?Le pasara algo a Anabella? ?Que ocultara el espejo?

  • Brillaras de Anna K. Franco

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    ?Quien dice que dos hermanas tienen que ser parecidas?
    Hilary y Valery son el agua y el aceite.
    Hilary es popular, exitosa y divertida. Val, en cambio, se define a si misma como "un
    desastre".
    La vida parece llevar un curso normal, sin embargo, todo se derrumba cuando Hilary muere. La familia queda al borde del abismo. Con una madre devastada y un padre que se refugia en el trabajo... Val se
    siente sola.
    La tristeza la domina, y justo cuando parece que nada tiene remedio, encuentra una lista de su hermana. Hilary dejo bien claro que queria hacer antes de irse, pero no tuvo tiempo. Val decide entonces cumplir con los
    suenos que su hermana dejo inconclusos, aunque implique sumergirse en mundos donde jamas habria entrado.
    No sabe que, en realidad, esta emprendiendo su propio camino. Un viaje de redescubrimiento
    en el que comprendera que las
    personas no suelen ser lo que parecen. Que el "desastre" que ella creia ser no tiene nada
    que ver con lo que en realidad es.

  • El ano del hambre de Aki Ollikainen

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    Los escalamos chillan como un pajaro. En el fondo de la barca yacen dos lucios flacos, que mas que peces parecen serpientes. Ya no colean, con este frio se han quedado tiesos. Por las mandibulas entreabiertas todavia les chorrea sangre, lentamente, que se mezcla con el agua y forma finas florituras a los pies de Mataleena. Mataleena mete la mano en las aguas gelidas del lago y la deja flotar junto a la barca, ociosa, hasta que comienzan a dolerle las articulaciones. El viento entresaca ondas en la superficie del agua, el cielo se refleja moteado, fragmentado, como si lo hubieran quebrado a golpes. Juhani estira el cuello como una grulla; mira al cielo. Mataleena observa el pescuezo nervudo de su padre, luego el fino caballete de la nariz, y finalmente levanta la vista al cielo, una inmensa cuchara de plata que desciende sobre el lago. --Ya vuelan hacia el sur --suspira Juhani. --?Quienes? --Los cisnes. --Yo no veo ningun pajaro. --Es que ya se han ido. La mirada de Juhani se posa en Mataleena. --Pero al menos hemos conseguido pescado. Juhani arrastra la barca entre los arbustos. Marja ha salido a recibirlos; deja a Juho en el suelo y Mataleena toma a su hermano pequeno de la mano. Marja se asoma a la barca. --Que flacos estan. Los arboles de la otra orilla se reflejan negros en la superficie del agua. De algun lugar llega el aullido de un colimbo artico. Pronto, tambien el emprendera el vuelo hacia el sur. Caminan a traves del bosque por un sendero estrecho. Cuando Marja se agacha para buscar arandanos rojos, se oye un siseo rapido, airado, como si un tizon candente cayera en el agua. Marja chilla, salta hacia atras; sus pies no encuentran tierra al descender y se desploma de costado entre las ramitas. Primero distingue los arandanos, lividos por el azote de las noches de frio intenso, como puntos difusos. Luego escudrina en la direccion del siseo y poco a poco el ovillo negro comienza a adquirir la forma de una culebra. Sus ojos contienen el color de una baya escarchada, los dos colmillos son como carambanos. Pero la vibora no ataca, solo sisea. Juhani avanza a grandes pasos con una gran piedra levantada en alto, sobre la cabeza. Entonces ataca. La serpiente queda aplastada bajo la roca. De un soplo, Marja libera el aire que el miedo habia encerrado en su estomago. Juhani le tiende la mano y la ayuda a incorporarse. --Pobre bicho, ya estaba aterido. No tenia escapatoria. Marja observa el pedrusco, le parece ver la culebra a traves de el. --?Esta viva todavia? --No --responde Juhani, y se agacha para levantar la piedra. --!Por amor de Dios, no! Dejalo. No quiero verla. --Esta bien, que se quede ahi. Se oye un suave chisporroteo cuando el extremo ardiente de la tea toca el agua del balde. La tenue luz aun tiene fuerzas para dibujar la sombra de Juhani sobre los troncos de la pared cuando este se incorpora del catre, le levanta el vestido a Marja, posa la mano sobre su rodilla y le separa las piernas. Marja agarra su miembro en ereccion. Tambien a ella le apeteceria, pero el miedo es mayor incluso que el deseo ardiente. ?Y si se queda embarazada? Mas bocas que alimentar en esta miseria. Y asi empuja a Juhani de regreso al colchon. El suspira, tratando de ocultar su decepcion. Marja mueve la mano despacio, de arriba abajo, mientras aprieta el miembro de Juhani. El deja escapar un debil gemido. Ella se lleva la otra mano entre las piernas. Juhani termina primero. Marja se muerde el cuello del camison, las olas recorren su cuerpo. Cuando han pasado, la sensacion es otra v e z d e v a c i o. A c a r i c i a e l m i e m b r o f l a c i d o d e J u h a n i y p i e n s a e n l o s l u c i o s f l a c o s. Octubre 1867 Hay que sacrificar al peon. Si no, la reina blanca arrinconara al rey y el alfil no llegara a tiempo al rescate. Todavia esta a unos movimientos. Lars Renqvist no tiene mas remedio que admitir que la situacion sobre el tablero parece desesperada. Teo, nervioso, tamborilea con los dedos en el borde de la mesa. --?No te rindes aun? --le dice a su hermano--. Dejemos la partida por ahora y retomemosla en otra ocasion. --Esta bien. La acabamos en la proxima visita --responde Lars. Teo observa divertido el rostro de su hermano mientras este sigue escudrinando las piezas sobre el tablero. Nota que Lars ha aprendido a fruncir el ceno como su adorado superior en el Senado. --En mi opinion, ese senador tuyo esta equivocado --dice. --Tu no entiendes la esencia de este pueblo --suspira Lars, al tiempo que se levanta para servir ponche en vasos pequenos. Le ofrece uno a su hermano y continua--: a la gente hay que darle trabajo. Si se le llena el granero a cambio de nada, este no tendra fondo. Nuestro deber supremo es procurarles trabajo a aquellos que no lo tienen. --El trabajo resulta de bien poca utilidad y no da sus frutos si no hay comida que comprar con el salario. Lars se irrita. El senador ha obtenido un prestamo sin garantias de la casa bancaria Rothschild. Y se lo han concedido unicamente gracias a la buena reputacion del Estado. Es una confianza que no ha de deteriorarse perdiendo los nervios ante el primer contratiempo. --No me cabe en la cabeza que no lo entiendas --dice Lars, enojado. En ese instante se abren las puertas del salon y Raakel entra con la bandeja del te, que coloca en la mesita. Justo a tiempo. Lars toma aliento y se apacigua ante la mirada tierna de su esposa. Teo piensa que Raakel es mas sensata que su hermano. Si alguien hubiera tenido la ocurrencia de pedirselo, seguro que para entonces ella ya hubiera resuelto el problema de los mendigos. Le hubiera pedido a todo el mundo que regresara a sus hogares: habra comida en cuanto encontremos un puchero lo suficientemente grande. Solo hay que tener paciencia y esperar. --La idea era gestionar la compra del cereal de emergencia a traves de comerciantes. Esa era la propuesta del senador y llevaba toda la razon. No es culpa suya que los comerciantes no hayan sido lo suficientemente diligentes --aclara Lars, como un padre paciente que explica lo mismo a su hijo por septima vez. --No dio tiempo a adquirir nada de cereal. Y puedes pedirle a un comerciante que alimente a los pobres tanto como le pedirias a un pastor que le entregue la camisa al projimo --replica Teo. La mencion de los curas hace que Lars guarde silencio un instante, y Teo supone que su hermano aun siente cierta culpabilidad porque ninguno de los dos cumpliera el gran deseo de su padre y se dedicara a la teologia. --Por lo que a mi respecta, conozco a uno que estaria bien dispuesto a renunciar a su camisa por las putas del barrio de Punavuori --interviene Raakel. --Soy el medico de los pobres, igual que el gran Paracelso --responde Teo extendiendo los brazos. --Entonces las putas de Helsinki no tienen de que preo cuparse, con nuestro Paracelso velando por ellas. Lars suelta una carcajada. Raakel, exultante por su victoria, cierra la puerta de un portazo al salir. Tambien Teo se divierte al imaginar que en los labios de Raakel se esta dibujando una sonrisa triunfal al haber sido ella quien ha pronunciado la ultima palabra. Que buena madre seria si no fuera esteril. Aunque el problema bien podria tenerlo Lars, piensa Teo; quiza su familia este condenada a extinguirse con ellos. Tal vez sea ese el quid de la cuestion. La hambruna elimina a los mas debiles de la nacion, igual que un jardinero poda las ramas podridas de un manzano. Una vez que Teo se ha ido, Lars se concentra de nuevo en la situacion sobre el tablero. Con el peon podria ganar tiempo para unos cuantos movimientos mas, pero hasta para acabar en tablas seria necesario que su hermano cometiera un error garrafal. La partida esta perdida y Lars supone que Teo la ha dejado a medias a proposito, tal vez con la intencion de que el tuviese tiempo de estudiar la situacion y comprender lo desesperado de su posicion. A su mente acude la expresion de agonica crueldad del senador cuando dijo, irascible: --?El asistente de cuentas tiene algo que anadir? He dictado mi mensaje, !vaya a entregarlo! De eso hace ya un mes. Lars se habia quedado de pie en el umbral del despacho del senador; apretaba en la mano el telegrama enviado por el gobernador Alftan, cuidandose, sin embargo, de no arrugarlo, pues el senador se reservaba para si el derecho de estrujar los telegramas y arrojarlos al suelo en un arranque de colera. En el norte se habia acabado el cereal y Alftan requeria auxilio urgente. Lars solo era el insignificante mensajero, pero el senador dirigia contra el su enojo. Tal vez la situacion alli era verdaderamente desesperada, se habia atrevido a sugerir Lars, a lo que el senador habia respondido que seguramente, por lo menos en lo que respectaba a la gestion financiera. Lars habia salido del despacho entre juramentos, y en un principio se habia odiado a si mismo, su actitud vacilante, y luego habia odiado a todos los Alftanes del mundo, burocratas que, llegado un contratiempo, mostraban debilidad y se doblegaban ante el primer viento fuerte y dejaban solo a un hombre de la talla del senador, solo frente a la tormenta. Por ultimo, habia maldecido a los estupidos campesinos del interior, a los holgazanes, gordos propietarios de haciendas que ponian a sus jornaleros en la calle para que a ellos les quedara mas, cuando hubiesen debido alimentar a sus pobres, ya fueran asalariados o mendigos. --Se acabo por este otono --anuncia Raakel. Lars se espabila y mira interrogante a su esposa. Ella esta de pie junto a la rosa china y acaricia con delicadeza sus hojas verdes. --Hace mas de una semana que no echa ni una flor. --Vaya, antes daba flores hasta despues de Todos los Santos, ?no? Lars se fuerza a levantarse de la silla y se acerca a su mujer. Cada vez que la rosa china comienza a hibernar, a Raakel la abate la misma melancolia, y otra vez no tiene nada a lo que consagrarle su calor y afecto. ?Y si ya no florece mas? El mismo temor todo el invierno, la misma frase cada vez, cada ano, cuando Lars regresa del trabajo y encuentra a su esposa acariciando las hojas de la rosa china. --Bueno, entonces florecera en primavera de nuevo. --Quiza, quiza. Pero es que estos dias todo lo hermoso parece marchitarse. Un hombre con turbante cabalga por el desierto con una doncella de rostro velado en el regazo; de fondo, los rayos del sol poniente banan de oro un palacio. Cecilia esta desnuda, se pone en cuclillas sobre la jofaina y se enjuaga entre las piernas. Los hilillos de agua resbalan por el oscuro vello pubico. Los pequenos rizos se estiran, de su extremo caen gotas en la palangana. Cecilia endereza la espalda, posa las manos sobre las rodillas y abre las piernas un poco mas. La vulva aun esta abierta de resultas del coito. --Pareces bobo con la barbilla colgando --advierte. Teo le alarga un pano de lino con el que ella se seca entre las piernas. --?Como te llamas? Quiero decir, ?como te llamas de verdad? --?Es que Cecilia no te vale? Me llamo Elin. Pero Madame quiso llamarme Cecilia. En realidad, era Cecile. --?Y de verdad eres sueca, de Dalecardia? --Si. Dentro de una hora, la mujer podria ser Ulrika, de Polonia, si asi se lo piden. Empuja la palangana bajo la mesa, con la grupa levantada hacia Teo, mas alta de lo necesario. Con su exhibicion, logra lo que se propone. Teo trata de darle la espalda, pero los pies parecen estar clavados al suelo; los ojos, en las nalgas desnudas; en su piel blanca aun se distinguen las marcas rojo palido del colchon. Sabe que tengo que irme, piensa Teo. Algo le oprime el pecho. Cecilia toma la bacina de porcelana junto a la jofaina y se agacha sobre ella. La vision de una mujer meando le parece excitante, pero Teo decide que no permitira que ella gane la partida. En todo caso, no desea mostrar su derrota. --Tu lo que eres es una campesina, y de eso no te libras.

  • Donde desaparecen las estrellas de Monica Banos

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    Si hay algo que caracteriza al pequeno pueblo costero de Melia es la creencia popular de que las estrellas pueden influir en la
    vida de sus habitantes. Alli vive Gala, una joven que pasa los dias trabajando en una floristeria. Todo cambiara con el regreso de Nestor, uno de sus mejores amigos de la infancia. Pero Gala ya no es la misma: una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en el ultimo ano la han vuelto solitaria y algo hurana.
    Cuando se le presenta la oportunidad de trabajar para el periodico local y disipar asi los malos recuerdos que la acechan, se cruza en su camino Constanza, una elegante anciana que sacara a la luz secretos de la familia de Gala tenidos de dolor, pero, sobre todo, de esperanza.
    Gala debera aprender a perdonar a los fantasmas de su pasado, mientras encuentra la manera de perdonarse a si misma.

  • Quedate siempre a mi lado de Victoria Magno

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    Una historia romantica que sorprende, enamora y seduce.

  • Temporal de Tomas Gonzalez

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    Mario y Javier salen de madrugada a pescar con su padre. Y desde las primeras lineas de esta novela con tintes de thriller psicologico es claro que la tormenta y el odio que sienten los hijos por el padre amenazaran a los tres personajes, hora tras hora de la travesia, con sumergirlos en la desgracia. No importa que tan abundante sea la pesca ni que tan imponentes sean las imagenes de la naturaleza que los rodea, pues las arremetidas del rencor nunca dejaran de sorprenderlos, y los hermanos se quedaran perplejos ante las ansias de acabar con el padre.

  • Pifias matematicas de Matt Parker

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    ?Que hace que un puente se tambalee cuando no estaba previsto que fuera asi? ?Como es posible que miles de millones de euros se esfumen en un instante? ?O que un edificio tiemble cuando una clase de gimnasia que salta al ritmo de una determinada cancion iguala su frecuencia de resonancia? La respuesta a todas estas preguntas son las matematicas. O, para ser mas exactos, lo que sucede cuando las matematicas fallan en el mundo real.

  • La loba de Camucha Escobar

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    Tres de las hermanas Rojas huyen del desamor y la desgracia en una Barcelona que esconde crimenes aberrantes: una mujer captura ninas y ninos, los obliga a mendigar y trafica el plasma de su sangre.

  • Manual de la buena vida de Luis Racionero Grau

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    Un sabio de nuestro tiempo. Un gourmet. Un recalcitrante amador casado seis veces. Un viajero curioso. Un inquieto buscador de lo espiritual. ?Por favor, senor Racionero, nos podria dar las claves de una buena vida, de su buena vida, atendiendo mas a lo material que a lo espiritual? A esta pregunta responde esta obra que destila los mas sabios consejos para ser feliz y resume lo mejor de una vida intensa.

  • Oliver (Australia 3) de Emma Madden

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    -!Vamos, Sean!, corre... Agarro a su sobrino en brazos y corrio con el hasta el final del jardin para marcar un Try. El pequenajo, que solo tenia un ano y medio, no solto el balon hasta llegar a la linea de goal, tal como le habia ensenado, y se tiro con el sobre el cesped muerto de la risa. -!Sean Campbell marca cinco puntos, senores! !Bravo! !Campbell!, !Campbell! -?Que haceis? -Sophie se les acerco entornando los ojos y el nino, al ver a su madre, corrio hacia ella para abrazarse a sus piernas-. ?Que haces con el tio Oliver, carino? -Estamos aprendiendo a jugar al rugby, ?verdad, Sean? El balon que le he traido es perfecto. -Es muy bonito -inspecciono el balon pequeno y blandito que le habian hecho por encargo y luego miro a su hijo-. Que suerte tienes de que el tio te ensene a jugar al rugby, mi vida, pero ahora vamos a entrar a comer, ?quieres? -!No! -Si, si, campeon, para jugar al rugby hay que comer mucho y bien, asi que, a comer con mama, luego seguimos jugando. ?De acuerdo? -Le revolvio el pelo rubio y el asintio-. Genial. -Nosotros comemos en media hora, Oliver ?Te apetece tomar algo mientras tanto? Tengo croquetas, tortilla de patatas, jamon serrano... -Quiero de todo, eres la mejor, Sophie... espera... -se detuvo al sentir vibrar el telefono movil en el bolsillo de los vaqueros y le hizo un gesto para que entrara en la casa-. Tengo que contestar, ahora voy. -Vale... vamos, mi vida, ?tienes hambre? -Hola -Respondio siguiendolos con los ojos y su amiga Tricia, que ademas de amiga era su jefa de prensa y su asistente personal, lo saludo en su tono habitual. -Hola, macho, ?donde te metes? -Estoy en Piper Point, en casa de mi hermano William para comer una paella en familia. -?Casera? -Por supuesto, es una de las especialidades de mi cunada, que es medio espanola, ?recuerdas? -?Estais todos? -Si te refieres a los tres hermanos, si. Sashi esta como nueva y ha venido con el bebe y con Alex, tambien con mi sobrino Jackson, que ha llegado de Escocia para conocer a su hermanito, aunque se vuelve en seguida a Edimburgo. ?Tu que te cuentas? -?Cuando nacio el bebe de Sashi? -Hace un mes, dio a luz en cuatro horas y ahora esta igual que antes. Un milagro de la naturaleza. -Que envidia, dicen que eso es genetico. -Eso dice mi madre, pero no tengo ni idea. En fin, ?que necesitas?, no puedo entretenerme. -Isabella vuelve a Sydney. -... -Guardo silencio y al no recibir respuesta Tricia siguio hablando. -Ha dejado su trabajo en Wellington y pasara unos dias aqui porque se marcha a vivir con su novio a Inglaterra, la buena noticia es que ha suspendido la boda. -Madre mia -Respiro hondo pasandose la mano por la cara, porque llevaba muchas semanas intentando pasar de su ex y de su nuevo novio, y trago saliva. -Se que quieres olvidarla, pero tambien se que te mueres de ganas por tener noticias suyas. Te conozco demasiado bien, Oli. -En serio, no puedo seguir hablando, me estan esperando para comer. -Creo que esto necesitabas saberlo. Adios y portate bien, capullo. Colgo, arrepintiendose de inmediato de haber cogido el telefono a Tricia, que era amiga suya desde el instituto, una tia leal y muy divertida, aunque en lo referente a Bella solia sacarlo bastante de quicio, y penso en ella, en Bella, en Isabella Howard, su novia de siempre, la mujer de su vida, esa que lo habia dejado despues de anos de rupturas, dramas y reconciliaciones, y un agujero en el centro del estomago lo paralizo. Respiro hondo intentando calmarse, levanto la cabeza y se encontro de frente con su hermano Alex, que salia a buscarlo con un botellin de cerveza en la mano. -Tio, dijimos que nada de moviles. -Si, lo siento, pero era importante, ahora lo apago. Gracias -cogio la cerveza y camino hacia la casa tratando de espantar el desconcierto-. ?Que tal el peque? -Durmiendo, gracias a Dios, ha tomado el pecho y se ha quedado frito, pero a saber. Duerme fatal. -Bueno, es lo habitual, ?no?, es un recien nacido. -Hay otros mas tranquilos, a este le gusta la juerga. ?Estas bien? -Lo detuvo antes de entrar en la casa y busco sus ojos. -Si, ?por que? -Hace media hora estabas fenomenal y ahora te has venido abajo. ?Quien te ha llamado?, ?que te ha dicho?, ?hay algun problema? -Isabella vuelve a Sydney. -?Y? -Ha dejado su trabajo y se marcha a vivir con su novio a Inglaterra. -?Te ha llamado ella? -No, me ha llamado Tricia, ya sabes que nos conoce a los dos. -Vale, pero crei que ese tema estaba zanjado y que tu... -Si, hermano, no te preocupes, no pasa nada. Ha sido el shock inicial, pero estoy bien. Vamos a comer, me muero de ganas de probar esa paella. 1 -?Sigues a gusto en los Sydney Roosters, Oliver?, las malas lenguas aseguran que tienes ofertas para marcharte a jugar al Reino Unido. ?Es eso cierto? -Si, siempre hay ofertas, pero no es mi intencion mudarme a vivir al Reino Unido, no soportaria el clima. Bromeo, guinandole un ojo a esa chica tan guapa, la periodista de Men’s Health Australia, que le estaba haciendo una entrevista mientras un fotografo, dos asistentes, un productor, un estilista, una peluquera, una maquilladora, su representante, su jefa de prensa, su madre y dos personas que no tenia ni idea de quienes eran, los observaban atentos, y suspiro. -Me han contado que tienes familia en Escocia, eso podria facilitar las cosas ?no? -Todos los australianos tenemos familia en alguna parte. -Ya, pero igual te apetece estrechar lazos con tu familia paterna. -!Stop! -Solto Tricia muy seria y miro a la periodista desde su metro ochenta de estatura haciendola parpadear asustada-. Nada de temas personales, Lucy, y mucho menos en esa linea, en el contrato habia quedado claro. ?Necesitas que te lo ensene? -?Que tiene de malo hablar de su familia paterna? -No habla de su vida personal. -No le estoy preguntando quien es su novia o si piensa casarse este ano, le estoy preguntando por su familia escocesa, la Wikipedia dice... -Genial, ?documentas las entrevistas en la Wikipedia?, que profesional. -No te pases, Tricia, le estamos haciendo un reportaje fotografico espectacular, hemos hecho todo lo que no habeis pedido, solo necesito que me conteste a temas que vayan mas alla del rugby o de su rutina de ejercicios, ?sabes? -Y yo te repito que no vayas por ese camino o esto se acaba aqui... -Basta -levanto la mano para aplacar a Tricia, que solo estaba defendiendo su filosofia con respecto a la prensa, pero que se estaba pasando cuatro pueblos, y le sonrio-. Esta bien, no pasa nada, le contestare a Lucy un par de cosas personales para que complete su reportaje. -Tu mismo -Bufo ella, se dio la vuelta y desaparecio cabreada. -Gracias. Lucy -miro a la periodista y le sonrio-. Supongo que ya sabes que conozco desde hace poco a mi familia paterna. Es verdad que tengo tios y primos en Edimburgo, y son encantadores, pero no pienso mudarme a jugar a Escocia, ni a ningun otro equipo del Reino Unido o de Europa, me quedo en los Sydney Roosters hasta que me quieran aqui. -?Es cierto que tienes dos hermanos en Australia? -Dos hermanos, dos cunadas y tres sobrinos. Todas personas anonimas a las que quiero, con las que paso mucho tiempo y de las que no voy a dar mas detalles para respetar su intimidad. -?Por que ahora usas el apellido Campbell?, durante anos solo fuiste Oliver Watson, es... -Mi apellido es compuesto, me llamo Watson-Campbell desde siempre, mis padres lo decidieron asi, sin embargo, cuando entre a jugar en la liga profesional me empezaron a llamar solo Watson y ahora, desde hace un tiempo, la prensa usa el apellido completo. No es algo que yo decida o imponga o... -?No es un homenaje a tu padre que salio a la luz tras anos de permanecer en el anonimato? -Acabo de decir que no es algo que yo haya decidido o haya impuesto -Respondio un poco aspero y ella sonrio. -Es muy curioso que muestres tanto celo en lo referente a tu entorno familiar paterno, porque siempre has sido muy abierto con tus fans, con la prensa... -Bueno, hay cosas que son sagradas y me gusta respetarlas. -Acabas de cumplir treinta y dos anos, ?has pensado en sentar la cabeza?, ?casarte y ser padre? -Me encantaria ser padre, no se si llegare a casarme, pero espero, algun dia, formar una gran familia. -?Que buscas en una mujer? -No se, aun no lo tengo claro -Volvio a bromear para quitar hierro a la situacion, y miro a su madre, que observaba la escena con el ceno fruncido. -?Que opinas de ser uno de los hombres mas deseados del pais y el australiano mas deseado del mundo? -?Quien dice eso? -Una encuesta de nuestra revista y de otros medios de comunicacion. -?En serio? -?No te condiciona tu aspecto fisico?, obviamente eres muy atractivo, no puedes negar el efecto que produces en las demas personas. -No se de que me hablas.

  • La canguro de los Parker de Norah Carter

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    Faltan solo dos horas para mi cumpleanos, !lo se!, no esperaba comenzar mis veintiun anos cuidando a los hijos de los Parker, pero el dinero me viene bien. Hoy asisten a una fiesta y estaran fuera de casa hasta las tantas de la madrugada. Como buena ninera que soy, les dije que no era ningun problema hacer horas nocturnas para cuidar y velar los suenos de sus hijos, que sufren de pesadillas, total, duermo mejor que en mi propia cama... No me puedo quejar de los Parker. Tienen una hermosa casa, muy lujosa para mi gusto. Tengo una habitacion asignada para cuando me tengo que quedar a dormir. Es comoda y practica, se ha vuelto mi tercera estancia, ya que vivo en la universidad, y en casa de mis padres tengo mi dormitorio original. --Hola, Elena, ?que haces, chochete? --mensaje de Lucy. Suspire recostada en el sofa de cuero de la sala de estar de los Parker. --Nada, mirando el techo y medio ojeando Facebook --respondi. De respuesta, me envia una carita riendose a carcajadas, seguido de: --Mas bien diras, espiando el perfil de Ed, ?no? Pongo los ojos en blanco y le respondo: -- ?Que haces tu? -- !Claro chocho, tu cambia de tema hija!, estoy esperando a Rick, tenemos casa sola para nosotros, hoy mis padres estan en una cena de negocios del trabajo de papa. Me siento rapidamente en el sofa y le doy al boton de marcado rapido. !Jajaja!, oigo como se rie Lucy. Sonrio y le pregunto: -- ?Lo haras hoy? -- ?El que? --responde con aire de inocencia. Pongo una vez mas los ojos en blanco. -- !Ah, no se! ?Ponerte a tejer los calcetines de tu abuela? Se rie con fuerza del otro lado de la linea y dice con malicia: --tejer no, joder !siii! Me rio con ganas y le contesto: !dije tejer, no, joder! Ella suelta una risita y dice: --igual, me voy a "correr", jajaja... Nos reimos a mas no poder. Despues de unos minutos, le digo en voz baja: --Ten cuidado Lucy... -- !Que siii...! --y finalizo la llamada. Suspire viendo la pantalla del movil, 10:15 p.m. Mire a mi alrededor, esta casa es una belleza. Soy ninera de los hijos de los Parker, desde los diecisiete anos de edad, sus peques apenas tenian un ano de vida cuando los conoci, son dos hermosos gemelos varones de cinco anos. Se mudaron hace seis meses a esta casa, su antiguo hogar era lindo, pero este te quita el aliento, es mucho mas grande. Me rei, su casa anterior era grande, mas que la de mis padres la cual es de estilo clasico, esta es de estilo toscano y la antigua de los Parker, muy moderna para mi gusto. Aqui solo he estado tres veces y aun no me acostumbro. Movida por la curiosidad, me levanto para recorrer la casa, ya que las veces que me quedo a dormir, siempre lo hago acompanada de los padres, sobre todo de la Senora Karen, que se pasa todo el dia ocupada con su trabajo de diseno de interiores. El Senor Parker, "Jim", es uno de los mejores abogados, segun dice su esposa, con mucho orgullo. Son gente amable, no son engreidos, lo que si, son muy ricos, pero no son de aparentar. Contemple, la gran sala de estar, habia unas puertas grandes que guiaban a la piscina, no tenian cortinas que las cubrieran, ni falta que les hacia, dejaba apreciar la hermosa cascada artificial de la piscina. De noche, con las luces encendidas, parecia un cuento de hadas. Me pare delante de las puertas sin tocarlas, no queria dejar marcas en los vidrios. Suspire una vez mas, me di cuenta que toda la noche lo habia estado haciendo. El mensaje que me dejo Ed, hace menos de una semana, me traia malos recuerdos, ya habian pasado casi seis anos... no le echaba de menos, fue un completo imbecil conmigo. Me pregunte, ?cuando iba a superar lo que me hizo? Mosqueada por ese pensamiento, camine hacia la sala de juegos. La distribucion de las habitaciones era: dos, en la primera planta, (la de los ninos y una de invitados) y dos en la planta baja, (la habitacion principal y otra mas de invitados). Entre en la sala de juego, la cual tenia una mesa redonda como la de los casinos de poker supuse, un comodo sofa de tres plazas, de color marron con un contraste rosado claro, cuatro cojines con tonos a juego con el sofa y el resto de la sala. Sinceramente, no sabia nada de diseno. Segui mirando. Habia dos butacas, un mueble y una mesa de madera, con algunos adornos tallados encima. Apague las luces y continue mi recorrido. Fui a parar a la sala de TV, era mucho mas pequena que la de juegos. Habia una television de pantalla plana encastrada en la pared, un sofa de cuero negro en forma de media luna. Entre el sofa, y un carrito de licores, descansaba una mesa redonda con revistas. A cada lado del carrito, habia dos butacas algo incomodas a simple vista. Presidia la sala, una chimenea, esta, mas pequena que la de la sala de estar. Un bonito reloj de pared, una hermosa lampara de techo circular y otras dos de pared y ventanas con cortinas verdes, no habia mas que ver. Mire la pantalla considerando ver una pelicula, pero aquella salita con el sofa dandole la espalda a la puerta, me generaba incomodidad. Pase por el estudio, pero no entre, ya sabia como era, lo vi un dia cuando el Senor Parker me llamo para pagarme mis servicios como ninera, se me hacia raro entrar, el Senor Parker, "Jim" lo usaba mucho, sentia que era como entrar sin permiso en su dormitorio. Lo que me quedaba por ver del piso inferior era la cocina y el comedor, el cual tiene una pared divisoria con tres ventanas sin vidrios, donde hay jarrones grandes en cada una, "molaba mucho". Del otro lado de esa pared, se encontraba la sala para desayunar, el resto era la habitacion principal de los Parker y mi habitacion de invitados. Decidi ir a la cocina. De pronto, un ruido de algo rompiendose me sobresalto. Me quede quieta en el pasillo, fuera del estudio. Notaba mi corazon a mil, respire profundo presa del panico, y recorde que los ninos a veces se levantaban por alguna pesadilla, pero el hecho de estar husmeando por las salas de recreacion y que me pillaran los senores Parker (Si es que regresaron mas temprano de lo acordado), me hacia morirme de verguenza. Aunque la senora Parker, me dijo que me sintiera como en mi casa, que usara las salas a mi antojo, era obvio que se referia a la sala de estar, la sala de TV, la cocina, y mi habitacion temporal. Apresure el paso y oi vidrios siendo arrastrados. Ahogue un grito al ver una figura alta, un hombre sin duda, estaba barriendo lo que sea que se le habia caido. Para mi suerte no se habia percatado de mi presencia, pues estaba de espaldas. Mire a mi alrededor y lo primero que logre tener a mano, fue una piedra mediana, bueno, realmente era una estatuilla tallada en piedra porque tenia, ojos y boca. Me acerque despacio, sin hacer ruido hacia su espalda con la piedra/estatuilla en la mano, le pregunte casi gritandole, ?quien eres? !Lo se!, es lo mas estupido que he hecho en mi vida, en las pelis no preguntan, golpean primero y luego preguntan. El hombre dio un brinco y seguidamente, solto un taco. -- !Joder!, ?pero que cojones…? --se volvio y me miro sobresaltado. Mis ojos se abrieron y mi mandibula casi se desencaja cuando lo vi de frente. Si, sin duda es un hombre, !y que hombre...! !Joder! No creo que pase de los veinticuatro anos. Es impresionante. Ojos marrones, para perderte en ellos, nariz recta, boca con unos labios carnosos, que seguro harian maravillas... Tenia el cabello largo, por lo que pude apreciar cuando estaba de espalda, de color marron oscuro que se le rizaba un poco a los lados y en el medio. -- !Joder!, me acabas de matar del susto. -- ?Yo?, ?pero que dices?, tu eres el que entras y rompes, lo que sea que hayas roto --dije moviendo las manos en el aire con reproche. Su expresion cambio, se torno suave y burlona, para mi sorpresa y timidez repentina. Me observo sin disimulo de arriba abajo y sin dejar de sonreirme, mientras su mirada me recorria completamente, todo mi cuerpo se estremecio. --Tu, debes de ser la ninera, disculpame si te asuste o te di una mala impresion -- ?Mala impresion? Si casi me corro cuando me ha repasado de arriba a abajo... --Soy Hal, el hijo de Karen --dijo con expresion neutra, pero en su voz note recelo. --Yo soy Elena, y bueno, efectivamente soy la ninera --dije tratando de sonreir, con un molesto brote de timidez. !Y como no! El, lo noto. Para no caer en un silencio incomodo, le dije que obviamente, sus padres no estaban… bueno, su madre y su padrastro, ya que no era un secreto que Hal, no era hijo del Senor Parker. La Senora Parker, mencionaba con carino a su hijo. Recuerdo una vez, una semana exacta despues de mis diecinueve cumpleanos, la Senora Parker, estaba muy sentimental hablando de su hijo. "Esta casi terminando la universidad" la oi decir, pero lo dijo con un aire de tristeza, que no entendi. --Tu madre y el Senor Parker, regresaran sobre las cinco de la manana. No sabia como referirme al Senor "Jim". Hal, sonrio sin ganas. --Lo se -- dijo. Luego termino de barrer los pocos cristales que quedaron esparcidos por el suelo, logre ver que era un vaso de cristal. Sin saber que mas decir, el rompio el silencio que se estaba formando. --Descuida, no te quitare tiempo, solo vine a… --se quedo pensando con expresion dura por unos segundos, mirando hacia mi direccion, pero perdido en sus pensamientos, luego su expresion relajada regreso y me miro a los ojos, continuo hablando --, buscar unas cosas y me voy --finalizo sin sonreir. -- Descuida, es decir, esta es tu casa no tienes que explicarme nada, solo supuse que no sabias que ellos... Mire hacia el montoncito de cristales rotos apilados en el recogedor de basura. Me senti como una idiota, era obvio que el estaria al tanto de lo que hacen o no hacen su madre y el Senor Jim. Sentia como el calor se concentraba en mis mejillas e hice una nota mental, descubrir mas tarde que "cono" me estaba pasando, jamas me mostre insegura con ningun chico, bueno mentira, solo cuando tuve mi primera vez con Ed... -- !Esta, no es mi casa! Su tono de voz, me hizo subir la mirada, al encontrarme con sus ojos marrones que se tornaron mas oscuros y ver su expresion, supe que estaba molesto. --Es la casa de mi madre, yo nunca he vivido aqui --dijo moderando el tono, pero aun asi se le escuchaba irritado. --Bueno, de ambos --finalizo volviendose, dandome la espalda con el recogedor en mano. Como no sabia que mas decir, me volvi y me fui de la cocina. Sin pensar, mis pies me llevaron a mi habitacion, no queria subir a ver a los peques, la ventaja de que tengan cinco anos, es que no es necesario ir a verlos a cada rato como cuando tenian un anito de vida. Sin embargo, sufren de pesadillas desde hace ocho meses y aunque sus padres me dijeron que solo fuera a verlos cuando griten o me vengan a buscar, yo, los supervisaba al menos una vez cada rato, hasta que me fuese a dormir. Cuando fui a encender la luz de la habitacion de invitados de abajo, senti una mano en mi hombro y esta vez solte un grito. -- !Joder...! Tranquila, soy yo. --Pero, ?estas loco o que? Solte aun con el corazon en la boca. Hal Se rio con ganas. --Lo siento de verdad, desde que llegue solo te he asustado --dijo sonriendome con un brillo en los ojos. No se si eran ideas mias o las luces que se reflejaban en sus ojos, pero su color marron claro, parecia cambiar con su humor. No pude contestarle nada, ya que no solo sus ojos captaron mi atencion, tambien esos dos hoyuelos en cada lado que se le formaban al sonreir ampliamente, sin duda es demasiado guapo para su propio bien. Y mis mejillas una vez mas, me traicionaron volviendose fuego. Me miro divertido. -- Eres muy asustadiza, ?no? Negue con la cabeza. --Yo creo que si --insistio. -- !Pues no! --dije encendiendo la luz del techo de la habitacion y entrando en ella. Entro detras de mi. Y bueno, ?el no tenia que ir a recoger sus cosas? Suspire con ese pensamiento y me volvi para mirarlo, seguia con esa expresion como de burla y algo mas. !Ya, vale!, no podia mas con este tio, me estaba tocando las narices. -- ?Que te causa tanta gracia? --Pregunte cruzandome de brazos y mirandolo con cara de pocos amigos. --Nada, eres, adorable --dijo mordiendose el labio inferior. Lo mire atonita y me descruce de brazos, luego me pellizque el puente de la nariz. --Mira, no se que decir, cosa rara en mi, que no diga nada. --Asi que, te deje sin palabras, !que interesante...! --dijo paseandose por la habitacion, con aire arrogante y divertido al mismo tiempo. Cosa que me hizo sentir mucho mas calor, solo que ahora no se alojaba en mis mejillas... Comenzaba hacer calor en esta habitacion. --Voy a ver a tus hermanos --dije tratando de finalizar la conversacion, logre decirselo mirandolo a los ojos, no queria seguir echando mas lena al fuego... Su expresion ahora era de horror, estoy segura que la vi por unos segundos antes de que se volviera rapidamente hacia la ventana. -- ?Estas bien? --Le pregunte sin pararme a pensar, que le hizo poner esa cara de miedo. No tardo mas que dos segundos y se dio la vuelta con expresion neutra. --Si, ya me tengo que ir -- paso por mi lado hacia la puerta. Suspire, por... ya ni se cuantos suspiros he dejado escapar, !vaya noche!, que tio tan misterioso. Por un segundo se me cruzo por la cabeza que, a lo mejor, no era el hijo de la Senora Karen, pero en varias zonas de la casa, hay fotos de un nino pequeno con esos mismos ojos marrones que me miraron llenos de horror, hacia un momento. No son dificiles de reconocer, claro que en el momento que lo sorprendi en la cocina, estaba de espaldas a mi. Sali de la habitacion, para buscar como ocupar mi mente, camine hacia la sala de estar y me dirigi al sofa para sacar de mi bolso, una camara digital. Desde que conoci esta casa, me apetecia mucho tomar fotos de la cascada y mas de noche. Con camara en mano y movil en el bolsillo trasero de mis jeans, ya que mi atuendo del dia de hoy consistia en unos vaqueros azul claro, algo gastados con rotos en ambas rodillas y ajustados a la cadera. Una blusa de manga larga en color gris sin cuello, casi que parecia mas un sencillo sueter solo que esta, se amoldaba a mi pecho y a mi pequena cintura. Bueno no soy una tia de pechos enormes, me gusta pensar que caben en mi mano. Bueno..., no entran en mis manos, son mas bien medianas, ni grandes, ni pequenas, son perfectas. Total..., mientras me gusten a mi, esta bien. Al abrir las puertas, senti el aire fresco que me dio en la cara. Una leve brisa con ese deje de calor que indicaba que estabamos en verano. Mis ojos recorrieron maravillada el lugar, la paz que senti comenzo a despejar mi cabeza, inhale y exhale profundamente. La piscina se veia tan apetecible... Lamentablemente, no se nadar y estoy en horas de trabajo. No creo que los senores Parker, aunque me tengan confianza, me inviten alguna vez a nadar. Me acerque al borde de la piscina. Habia dos hamacas que se veian muy comodas para tumbarse y echarse una siestecita. En ese momento mirando el agua de un azul tan oscuro como el cielo, me pregunte como de profunda estaba. Me agache y meti una mano en el agua, estaba calida. Me sorprendi, pense que estaria fria. Mire alrededor de los bordes, buscando algo que me indicara que la piscina era templada, nunca supe como funcionaba eso, a lo mejor solo estaba calida, por estar expuesta al sol todo el dia. Cuando me fui a levantar, repentinamente se me resbalo de la muneca mi pulsera favorita, llevaba tiempo que el seguro se abria facilmente, con un quejido me puse de rodillas e hice todo lo posible con las manos para que no siguiera hundiendose, pero era inevitable, la pulsera pesaba ya que estaba hecha de plata. -- !No, no, no! --dije frustrada, al perder de vista la pulsera. Me levante y camine en busca del lugar donde guardaban los Parker las cosas para la limpieza de la piscina, si tenia suerte, conseguiria una red limpia piscinas, y asi, intentaria pescarla. -- !Aja!, !bingo! -- Vi una puerta metalica, camuflada con el mismo color de la pared. Rece para que no estuviera cerrada con llave, por suerte estaba abierta. Usando la linterna de mi movil, di con el interruptor de la luz casi de inmediato y me sorprendio un poco, ver aquel armario de la limpieza. No necesite buscar mucho ya que practicamente tenia frente de mi, la herramienta que necesitaba, la tome y di un grito, cuando una arana me subio por la mano derecha, sacudi el brazo violentamente. Cogi la red que se me habia caido al suelo del susto, y sin detenerme a cerrar la puerta, corri de vuelta a la piscina. Cuanto antes recuperara mi pulsera mejor. Seguia imaginandome siendo pillada por los Parker, en una situacion comprometida, al tomarme la confianza de abrir puertas y coger cosas de su propiedad, sin consentimiento alguno

  • El guardian de la flor de loto de Andres Pascual

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    Una novela trepidante, una carrera contrarreloj a traves de los mas exoticos y desconocidos parajes del continente asiatico, una aventura espiritual sin precedentes.

  • Siempre estuvieron ellas de Javier Santamarta Del Pozo

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    Espana es un pais femenino. Dudarlo seria no reconocer que su Historia esta salpicada, y aun forjada, por mujeres que despuntaron en todos los campos en que quisieron destacar. Tanto si era posible, como si no. Espana es un lugar donde las mujeres han desarrollado un papel como en pocos sitios mas podemos encontrar. Hay heroinas, literatas, reinas, escultoras, inventoras, cientificas, santas. Mujeres avanzadas a su tiempo que se toparon con trabas e impedimentos y que, pese a todo, triunfaron. Magnificos exponentes del coraje y del empeno puesto en una causa, aunque les costara la vida.

  • Calor extremo (Serie Castle 7) de Richard Castle

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  • El Laberinto Griego de Manuel Vazquez Montalban

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    Pepe Carvalho, investigador privado, recibe de una extrana pareja francesa, Claire y Lebrun, el encargo de hallar el paradero de Alekos, el marido griego de Claire, un griego fugitivo del amor de la muerte. Mientras recorren los antiguos barrios industriales de la Barcelona preolimpica en busca del oscuro personaje, el corazon de Carvalho sucumbira ante la belleza inalcanzable de Claire. Paralelamente otras dos mujeres tambien buscan al hombre de su vida, y una de ellas, Charo, acaba convirtiendose en el principal personaje, aunque ausente, de una novela dedicada a la irracionalidad del amor.

  • El vuelo del petirrojo de Jose Luis Jimeno Zarza

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    ?Puede una nina de once anos sobrevivir sola en un conflicto belico?
    Angela apenas ha salido de la ninez cuando mira de frente al hambre, el frio y la represion de los vencedores; no obstante, el amor y la solidaridad de algunas personas que aun conservan la pureza de los inocentes, dulcificaran esa mirada de nina que ha tenido que contemplar tantas tragedias.
    Esta es la historia de tres mujeres fuertes que luchan solas en un mundo que parece haberse vuelto loco. La historia de Julia, madre coraje que no esta dispuesta a renunciar a sus ideales. La de la dulce Maria, segada su juventud solo por haber nacido mujer y hermosa. Y la de Angela, la adolescente que conseguira doblegar los barrotes de esa ciudad sitiada y emprender el vuelo hacia la madurez.
    Y en el recuerdo, como un espejismo entre el horror, las tardes felices de un jardin cordobes y las figuras de dos hombres, que aunque ya no esten, siguen presentes en los corazones.

  • Viajera (Forastera 3) de Diana Gabaldon

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    Cuando Claire Randall concibe la esperanza de que su amado James Fraser pudo haber sobrevivido a la guerra entre ingleses y escoceses, decide emprender un nuevo viaje en el tiempo para intentar reunirse con el. Y pese a que lo consigue, Claire y James se ven obligados a iniciar una larga travesia hacia las exoticas y desconocidas costas del Caribe, donde, entre las amenazas de los piratas y los misterios del vudu, procuraran forjarse una nueva vida lejos de las brumosas y beligerantes islas britanicas.

  • Muerto hasta el anochecer de Charlaine Harris

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    CUANDO EL VAMPIRO entro en el bar, y o llevaba anos esperandole. Desde que los vampiros habian comenzado a salir del ataud --como ironicamente se suele decir-- dos anos atras, yo habia estado esperando a que alguno viniese a Bon Temps. Ya teniamos al resto de minorias en nuestro pequeno pueblo, asi que, ?por que no la ultima, la de los oficialmente reconocidos no muertos? Pero, al parecer, el rural norte de Luisiana no les resultaba tentador a los vampiros; Nueva Orleans, sin embargo, era un centro neuralgico para ellos: cosas del efecto Anne Rice, supongo. No se tarda mucho en conducir desde Bon Temps hasta Nueva Orleans, y toda la gente que venia por el bar decia que alli tirabas una piedra a cualquier esquina y dabas con un vampiro... aunque era mejor no intentarlo. Pero yo estaba esperando a << mi>> vampiro. No se puede decir que salga mucho. Y no es porque no sea guapa, que lo soy. Tengo veinticinco anos, soy rubia y tengo los ojos azules; ademas de unas buenas piernas, pecho abundante y cintura de avispa. Me sienta muy bien el uniforme de verano que Sam escogio para las camareras: short negro, camiseta y calcetines blancos, y unas Nike negras. Pero tengo una tara. Asi es como yo lo llamo. Los clientes dicen, sencillamente, que estoy loca. De cualquier manera, el resultado es que casi nunca tengo una cita; por lo que cualquier pequeno detalle cuenta mucho para mi. Y el se fue a sentar en una de mis mesas. El vampiro. Supe inmediatamente que lo era. Me sorprendio que nadie mas se girase para mirarlo. !No lo distinguian! Su piel tenia un ligero brillo, para mi estaba claro. Podria haberme puesto a bailar de alegria; de hecho, di algun que otro paso alli mismo, junto a la barra. Sam Merlotte, mi jefe, aparto la vista de la bebida que estaba preparando y me sonrio levemente. Yo cogi la bandeja y el bloc, y me dirigi a la mesa del vampiro, rezando para que mi pintalabios no se hubiese difuminado y mi coleta estuviera aun en su sitio. Soy un poco nerviosa, y sentia que una sonrisa forzaba las comisuras de mis labios hacia arriba. El parecia estar completamente abstraido, lo que me brindo la oportunidad de echarle un buen vistazo antes de que levantara la mirada. Calcule que media algo menos de metro ochenta. Tenia el pelo castano, bien tupido, peinado hacia atras. Le llegaba hasta el cuello y sus largas patillas resultaban, en cierto modo, anticuadas. Palido, por supuesto; bueno, es que estaba muerto, si hacemos caso a la ley enda. Segun la version politicamente correcta, la que los propios vampiros respaldan en publico, este chico era victima de un virus que le habia dejado aparentemente muerto durante un par de dias y, desde entonces, alergico a la luz del sol, a la plata y al ajo. Los pormenores dependian del periodico que leyeses: todos estaban repletos de informacion sobre vampiros en aquel momento. En cualquier caso, tenia unos labios preciosos, bien definidos, y cejas oscuras y arqueadas. Su nariz surgia justo de entre esos arcos, como la de los principes de los mosaicos bizantinos. Cuando por fin me miro, descubri que sus ojos eran aun mas oscuros que su pelo; la parte blanca, casi nivea. --?Que va a ser? --le pregunte, mas feliz de lo que puedo describir. El alzo las cejas. --?Teneis sangre sintetica embotellada? --pregunto. --No, !lo siento mucho! Sam la ha encargado, deberia llegar la proxima semana. --Pues entonces vino tinto, por favor --dijo con una voz fresca y clara, como el sonido de un arroy o sobre cantos rodados. Me rei en voz alta, era demasiado perfecto. --Ni caso a Sookie. No esta bien de la cabeza --dijo una voz familiar desde el reservado que habia junto a la pared. Toda mi alegria se desvanecio, aunque aun sentia los labios forzando una sonrisa. El vampiro me miraba fijamente, mientras la vida abandonaba poco a poco mi cara. --Ahora mismo traigo el vino --dije, y me aleje a toda prisa, sin detenerme a mirar siquiera la cara de satisfaccion de MackRattray. Iba al bar casi todas las noches; el y su mujer, Denise. Yo los llamaba los Ratas. Habian hecho todo lo posible por amargarme la vida desde que se habian mudado a una caravana de alquiler en Four Tracks Corner. Todo ese tiempo habia albergado la esperanza de que se largaran tan repentinamente como habian aparecido. La primera vez que entraron en el Merlotte's, escuche sus pensamientos sin ninguna consideracion. Ya se que dice muy poco de mi, pero es que yo me aburro como todo el mundo, y aunque me paso la mayor parte del tiempo bloqueando los pensamientos ajenos que se cuelan en mi mente, a veces caigo en la tentacion. Asi que me entere de ciertos asuntos de los Rattray que probablemente nadie mas conocia. Para empezar, habian estado en la carcel, aunque no sabia por que. Ademas, pude leer las sucias fantasias con que Mack se habia deleitado a costa de una servidora. Y luego oi en la mente de Denise que habia abandonado a su bebe dos anos antes; no era de Mack. Y encima no dejaban propina. Sam sirvio un vaso de tinto de la casa y lo puso en mi bandeja sin perder de vista la mesa del vampiro. Cuando Sam me miro de nuevo, tuve claro que el tambien se habia dado cuenta de que nuestro nuevo cliente era un no muerto. Los ojos de Sam son del mismo azul que los de Paul Newman, a diferencia del indefinido azul grisaceo de los mios. Sam tambien es rubio pero tiene el pelo hirsuto y de un tono ligeramente rojizo. Siempre esta algo moreno y, aunque vestido parece poca cosa, le he visto descargar camiones con el pecho descubierto y tiene mucha fuerza en el torso. Nunca escucho sus pensamientos; es mi jefe, y ya he tenido que dejar demasiados trabajos por descubrir cosas que no queria sobre mis otros jefes. Sam no dijo nada, se limito a darme el vino. Comprobe que la copa estaba bien limpia y regrese a la mesa del vampiro. --Su vino --dije ceremoniosamente, antes de colocarlo con sumo cuidado justo delante de el. Me miro otra vez y y o aproveche para contemplar sus hermosos ojos cuanto pude--. Buen provecho --anadi, encantada. --!Eh, Sookie! !Otra jarra de cerveza por aqui! --me grito Mack Rattray desde atras. Suspire y me volvi para coger la jarra vacia de la mesa de los Ratas. Me fije en que Denise estaba en plena forma esa noche: llevaba un top que dejaba los hombros al aire y un short muy corto; su mata de pelo castano, en una despreocupada marana a la ultima. No es que fuera muy guapa, pero era tan llamativa y segura de si misma que costaba un rato darse cuenta de ello. Un poco mas tarde observe, para mi disgusto, que los Rattray se habian trasladado a la mesa del vampiro y estaban hablando con el. No participaba mucho en la conversacion, pero tampoco se marchaba. --!Hay que ver! --le comente mosqueada a Arlene, mi companera. Arlene es pelirroja, pecosa y diez anos may or que yo. Ha estado casada cuatro veces y tiene dos hijos, aunque algunas veces creo que me considera el tercero. --Uno nuevo, ?eh? --respondio con escaso interes. Arlene sale ahora con Rene Lenier y, aunque no veo que se sienta muy atraida por el, parece satisfecha. Creo que Rene fue su segundo marido. --Es un vampiro --anadi, incapaz de reprimir mi entusiasmo.

  • Rubricatus de Isabel Garcia Trocoli

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    LA FUNDACION DE BARCINO
    Ano 13 a.C. Gayo Celio, veterano centurion de las guerras cantabras, y sus companeros de la Cuarta Macedonica reciben a Octavio Augusto en el puerto de la iberica Barkeno, alla donde el Rubricatus vierte sus enrojecidas aguas. El motivo: la fundacion de la colonia Barcino.
    El viejo centurion, magistrado de la ciudad, ha contraido matrimonio en extranas circunstancias con la hija de un poderoso patricio de Tarraco. Lucio Celio, su hijo, es su gran esperanza para obtener gloria y riquezas en Roma.

  • Cantando bajo la nieve de Cris Ginsey

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    Raven y Alexa se conocen en la universidad, ambas con la misma edad.

  • Nuestro destino (Destino 2) de Raquel Diaz

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    Cuantas veces esta permitido equivocarse?
    Cristian ha cometido un gran error. Se marcho buscando respuestas, desesperado por encontrarse y por descubrir quien es realmente el amor de su vida, arriesgandose a perderlo.
    Catalina no esta dispuesta a sufrir mas, prefiere alejarse de todo y volver a recuperar esa coraza que la aleja del dolor.
    Dos personas que se encuentran en un determinado momento, que se despiertan el alma y que de repente se pierden.
    El intentara recuperarla a toda costa, pero ella no se dejara convencer tan facilmente.
    Un amor renido y peleado, un amor dispuesto a todo, un amor incapaz de atender a razones.
    Y es que, cuando el destino juega sus propias cartas ?que pueden hacer? Unicamente... Dejarse llevar.

  • Violetas para Violeta de Paula Lazaro Tomas

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    Pongamos que despues de un accidente de moto, y de cuatro minutos de estar muerto sin que te llegue oxigeno al cerebro, cuando te recuperas, descubres que tienes la capacidad de saber quien va a morir. Les ves una extrana transparencia, como que se desvanecen, y sabes que van a morir. y efectivamente la gente que transparenta despues se muere.?Que harias? ?Intentarias evitar que la gente muriera, no? Prevenir un accidente, o evitar un ataque, puede resultar facil, al menos en teoria… Pero, ?y si sin darte ni cuenta te cruzases en el camino de un asesino en serie? ?Intentarias detenerlo? Y mejor pregunta aun: ?como?

  • Inteligencia artificial de Pablo Rodriguez

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    Los datos son el combustible de la inteligencia artificial. Dicen tanto de nuestro comportamiento e interacciones y de como nos relacionamos con el entorno que, con la ayuda de potentes ordenadores y sofisticadas tecnicas estadisticas, y en conjuncion con la inteligencia artificial, pueden transformar para mejor la vida de millones de personas.

  • Amaras la noche (Gigolo 2) de Chris Razo

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    ?Que estarias dispuesto a hacer por amor?

  • Vengare tu muerte de Carme Riera

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  • Viajes de Fu de Fuen Campos

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    Un avion cargado con un ataud. Unos chorizos viajeros. Guardias civiles pesados. Un diente que no se encuentra..Fu, es una chica que nunca ha salido del pueblo, pero ademas cada vez que sale, le pasan cosas que a la gente normal no suelen pasarle.Olvidate por un momento del mundo y sonrie. Todos tenemos historias que contar divertidas. Estoy segura que con estas vas a reir.La risa es la distancia mas corta entre dos personas.Ademas la alegria te lleva de vuelta a la salud.Para cuatro dias que vamos a vivir !Sonrie ! .