• El ser que habita en mi de Manuel Puertas

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    sera inviable, toda la sangre derramada no podra volver a recorrer un cuerpo, los actos que se lleven a cabo perduraran por siempre. PRIMERA PARTE CAPITULO 1 SIN COMPASION Las manecillas de mi reloj combinan sus sonidos haciendome imposible poder dormir, ni los latidos de mi corazon son capaces de contrarrestar tales ruidos sinusoidales. A veces necesito matar aunque sea sonando entre mis sabanas para poder sentirme saciado. Picasso, Einstein, Van Gogh, grandes genios incomprendidos en algun momento, genios que como yo escondieron su potencial mas alla de la propia vida. Sin embargo dentro de mi hay mas que todo eso, se esconde algo que me aleja del objetivo, ya sean posesiones, alucinaciones, miedo, o el hecho de estar desperdiciando mi oscuro talento, son razones que aterran a mis sinapsis. Los dias pasan entre rafagas de sangre, creando una eterna obra hasta desaparecer sin dejar rastro. Simplemente la luz que entra por los pliegues de las ventanas provoca estupor en mi palida piel y en mis rosados labios de mal creacion. Terror inoportuno ante el hecho de haber crecido bajo el mismo ambiente que muchos asesinos contenidos. No se como alargar las paginas de mis cronicas pero si se que despues de acabarlas, todo o nada cambiara de via. La vieja sombra de Dios-Demonio me envenena entre pensamientos elocuentes mientras la sangre de otros corre por mis dedos, la sadica vision de un enfermo mas bien pobre pero bastante mas cobarde. Posiblemente buscando encontrare el cuerpo perfecto para mi gran obra. Lejos de descubrirlo aun, busco entre los cuerpos que se descomponen en mi sotano algun resquicio de perfeccion para complementar el ser perfecto. Hay momentos en los cuales los charcos de sangre avanzan haciendo imposible ocultar tal masacre, sin embargo Dios-Demonio me arropa de proteccion permitiendome poder terminar esta obra maestra. En algunas ocasiones puede que pecara de ingenuo y de no hacer las cosas tal y como la voz de mis adentros intentaba que las hiciera. Pero tambien tenia que entender que descuartizar extremidades podia llegar a ser dificil. Mi sotano es mi santuario, el lugar donde cumplo sus deseos. Son pocas las ocasiones en las que me digno a mostrar mi rostro al exterior. Vago por los alrededores en busca de savia nueva que me llene y me lleve a la culminacion. Me acerco por la espalda y no paro hasta que el suave sonido del crujido de sus cuellos alivia mi sed de placer, hay zonas donde nadie esta a salvo de sus peticiones. Puede que no recuerde cuando comence a pensar en plasmar mis actos demoniacos en hechos, ya que fue tan al comienzo de mis dias que me es imposible recordar. Progresivamente mi imaginacion iba colmando hasta no dejar ni una idea existente sin realizar, ese fue el momento en que la voz de mi interior se intensifico hasta convertirme en el gran e histerico psicopata que soy. Al principio comence a matar por puro odio y placer, sin ninguna razon exterior o celestial, una especie de hobby maquiavelico sin orden ni reglas. El tiempo fue dandome la clave para averiguar que era una prueba, que tan solo mis manos de precision cirujana podrian llevar a cabo. Hubo situaciones en las cuales comence a darme cuenta que la abominacion tenia nombre y apellidos y que yo figuraba en ella como un ser despiadado o tal vez como un ser mas avanzado de lo que ellos creian. ?Por que creer en esos topicos instaurados? ?Por que no ir mas alla de la propia realidad existente y rozar lo no visible? Lejos de apaciguarme quise mostrar mi ingenio a muchos que decian saber apreciar el arte, sin embargo no compartieron conmigo ni la forma ni los medios, lo que en todas las ocasiones me obligo a hacer con ellos una autentica orgia de huesos. ?Que opcion me quedaba? Habian conocido los entresijos de mis creaciones, la belleza de ser ingenioso con el cuerpo humano y no con el fin de darle la vida sino con el fin de quitarsela. En los prolegomenos de mis creaciones me imaginaba la manera de deshumanizarlos, dejandoles sin expresiones, como una estatua griega que simboliza el estilo arcaico. Hubo momentos en los que podia percibir el miedo en sus retinas. Algunos rezaban, otros simplemente dejaban la mirada perdida, en esos instantes yo recordaba a sus hijos, mujeres, padres, para que asi mis ganas de asesinarlos aumentaran. Quiero confesaros algo, no siempre he sido un ser despreciable. Hubo un momento en el que quise ser uno mas en este mundo de borregos, un borrego con las manos manchadas de sangre por haber decapitado a vuestros seres mas queridos, el odio que no os deje dormir, el enviado del mal para haceros padecer el terror y la ira al mismo tiempo. El ser que no os querais encontrar en una noche desolada. Me encantaria contar al mundo todo lo que he hecho y todo lo que me queda por hacer. Mostrar a cada persona de este maldito mundo el genio que se oculta tras mi sombra, pero no me dejan, no ven normal mi arte, mi estilo, mi forma de ver la vida. Soy el profeta de mi propio mundo e intentare instigar a todo ser vivo que tenga ira y una mente bien amplia a seguir mis pasos. Se que ese dia llegara, cuando por fin mi ser perfecto este creado y con el, la bendicion de Dios-Demonio para poder abrir las puertas del infierno a la vez. Hay momentos en los que me siento solo pero se que no tengo que esperar nada de nadie, no habra nadie mas como yo. Pero hay una ilusion que me embriaga y es la de poder encontrar a alguien despues de que vea mi bella obra, que sienta lo que yo cuando mato, esa sensacion de dominar el momento, de ser capaz de lograr rasgar el alma con los dedos, esa sensacion que tan solo conozco yo. <> Hace ya bastante tiempo a las afueras de un campo de maiz, Billy y yo nos dedicabamos a cazar animales para comenzar con ellos nuestras primeras sadicas practicas anatomicas. Todo iba bien, como una relacion espontanea y natural entre amigos que con el paso del tiempo comenzo a convertirse en una utopia sangrienta con el objetivo de ver quien era mas y mas sadico. Aun visualizo como su sangre banaba mi cara, era tan tremendamente surrealista, lo mate a traicion sin opcion de poder defenderse ni lo mas minimo. El era la unica persona que se mantuvo a mi lado, no se que paso por mi cabeza, pero sus entranas alimentaron mi alma. Recuerdo cuando aun era un nino y el me acompanaba a la granja mientras me repetia: – No tengas miedo los viejos no te pegaran hoy. Pero me daban otra paliza mas, haciendome la existencia cada vez mas dificil. Realmente no se si esa fue la razon que me llevo a matar a Billy. Culparle de que me mentia cada dia, aunque sabia que lo hacia por mi. Puede que sea la unica persona de la que me arrepienta haber matado, porque a veces, tan solo a veces lo echo de menos.

  • El Secreto de Ivanova de Clara Ann Simons

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    ?Es posible enamorarse de dos personas al mismo tiempo?
    ?Enamorarse de verdad?
    La vida de Lucia da un giro inesperado cuando debe asistir con Carlos a un viaje de trabajo en Rusia, su pais natal.
    Alli descubrira a una Lucia muy diferente de la que ella misma pensaba ser. Y a un Carlos, tambien muy diferente a lo que imaginaba al principio.
    En apenas una semana, ambos viviran pasion, dudas, culpabilidad y celos.
    Una llama incontenible se encendera en su interior.
    Una llama que puede consumirles a ambos.
    Los dos quedan ahora unidos por un secreto. Un pacto que han jurado no romper.
    El secreto de Ivanova.
    Nota. La obra describe algunas escenas de sexo explicito por lo que no es apta para menores de 18 anos o la edad legal del pais del lector, o bien si las leyes del pais del lector no lo permiten.

  • Jamas me olvidaras de Sophie Saint Rose

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    Lidia esta loquita por su nuevo jefe. Y no es para menos porque esta para comerselo, es inteligente y le altera los chakras. Pero su ayudante personal la odia, literalmente. Y que no pueda ni verla es un problema porque no deja ni que se le acerque. Todo pasa por el, asi que tenia unas ganas de que le atropellara un autobus... Solo necesitaba un golpe de suerte. Y llegaria, ella tenia mucha paciencia y era muy positiva. Era el amor de su vida y esperaria lo que hiciera falta.
    ?Mereceria la pena?

  • Silence en el ultimo invierno de Geli Wittmann

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    Uno de los jueces americanos, con voz impersonal, le solicito identificarse: --Jochen Probst. Numero 42. Miembro desde 1934 hasta el final de la guerra de las Fuerzas Armadas del Reich. Y, mientras tanto, presa de nostalgia, su alma se traslado al amanecer del dia 16 de diciembre, donde 22 divisiones alemanas --acorazadas y de infanteria-- se lanzaron contra las debiles lineas aliadas en el frente de las Ardenas. Un gelido amanecer donde le parecio escuchar, conjurada como un encantamiento, Silence de Ludwig van Beethoven, y que luego de la guerra seguiria escuchando mezclada en esos copos de nieve que ya no caian en los bosques extensos y montanosos, las carreteras heridas y los pueblos dispersos. Marie Louise tuvo razon. El hechizo no lo protegeria mas alla de la arbolada. Ahora, contra su deseo, todo lo que le quedaba, dolorosamente, era la resignacion y la reminiscencia. De improviso vio en la interprete sentada a su lado la fragil fisonomia de la belga bajo la danza evanescente de los copos de nieve. Estaba mirandolo con las pupilas humedecidas, implorandole para que regresara a su lado, donde nadie lo lastimaria. El fiscal, que vestia el uniforme marron del enemigo, le hablo en ingles: --Voy a leer un parrafo de la declaracion que hizo el 25 de abril: A mi pregunta de que se debia hacer con los prisioneros, respondio: <>. ?Eso es cierto? La interprete tradujo al aleman y Jochen, circunspecto, contesto: --Dije que no perdonariamos a nadie porque ellos nos habrian tiroteado del mismo modo, si hubieramos caido en sus manos. Y ese mismo dia pusimos en marcha la operacion con las mismas condiciones. No obstante, la mujer se confundio en lo ultimo al traducir al ingles y algo turbada le pidio en aleman que repitiera. --Con lo que hacia el mando britanico --anadio luego de escucharlo, levantando la vista y fijandola en el fiscal. Volvio a prestar atencion a la voz de Jochen a su costado, se removio en la silla y transmitio: --Estuve detenido cinco semanas en un sotano que estaba completamente a oscuras. No habia ningun resquicio por el que pudiera entrar la luz. Y en el transcurso de esas cinco semanas, solo pude asearme una sola vez. La interprete ya no le presto atencion. Por el momento, las preguntas del fiscal habian concluido. El acusado numero cuarenta y dos fue conminado a abandonar la silla para reintegrarse al grupo de los setenta y tres hombres que en el ultimo periodo de la guerra estuvieron a su cargo y que ahora permanecian sentados, en hileras, con un numero sobre el torso al fondo de la sala. Jochen fingio que no le importaba. La interprete se levanto y salio de la sala. Era mejor asi. Mientras no viera su fantasma, podria dominar la melancolia. <>. Aunque sabia que no lo haria, pues se habia quedado con el desde el primer invierno. Capitulo 2 --Te contare algo, mi nina. Amelie, tu madre, decia que la nieve de Viena estaba hecha de chocolate, en medio del aroma embriagador que se desprendia de los granos de cacao que se iban derritiendo a fuego lento en su cocina. A veces tenian olor a menta, otras a canela, otras a frutilla, otras a almendras. Incluso a petalos de rosa. El sabor nunca era el mismo. Desde que su esposo habia muerto, para ella, el chocolate, siempre sabia a hiel. Sin embargo, no podia dejar de prepararlo. Se habia vuelto una terapia y una lenitiva conexion al pasado. Maximilian murio amando el chocolate. Ese gigante de mejillas arreboladas y barba blanca disfrutaba elaborando refinadas trufas, barritas y pasteles. Habia abierto una pasteleria en la Stephansplatz, --que en navidad ella decoraba con figuras de mazapan, nueces, anis, bastones rojos, campanas doradas y guirnaldas verdes-- y en un amplio escaparate con relieve exhibia las delicias que nacian de sus manos culinarias. Estaba haciendo un pastel de tres pisos cuando su enorme corazon bondadoso se detuvo y el polvo y la viruta cubrieron los rincones como una maldicion. Era pleno invierno y llovia con cuajarones de nieve. La tienda no volvio a abrir y aquella lluvia se trasunto con el aroma del chocolate de Maximilian. --Estas hablando de papa. Sonrio. Chloe estaba acodado sobre la mesa con aire sonador y su larga cabellera lisa irradiando como un rayo de sol servia de marco a unos ojos grandes y ceruleos como el sueter de cuello alto que la cubria, y se aparto para acercarse a la ventana. Ya era una nina de ocho anos. El tiempo pasaba rapido. Marie Louise se inclino para continuar escribiendo. --!Esta nevando, abuela! Sin levantar la vista, declaro: --Y no dejara de hacerlo mientras dure el invierno. La nina contemplo otro rato mas la nieve que se apinaba como cerros de azucar a lo largo de ese bosque encantado en las Ardenas. Luego volvio a fijar su atencion en la anciana, quien estaba sentada a la mesa escribiendo en un cuaderno que muchas veces vio junto a la estufa de lena. --?Que escribes, abuela? --le pregunto frunciendo el ceno. La anciana, con su eterna cabellera blanca y su sonrisa noble, se detuvo y la miro. --Una receta. --?De que es? --regreso a la mesa y se instalo en la silla frente a ella. --Es secreta y no deberia decirtela. Pero lo hare porque no cesaras en tu curiosidad. Escribo una receta de mermelada de frambuesa que le gusta mucho a tu abuelo Noah --le confidencio. --A papa le gustaba el chocolate. --Asi es. --A mi marido tambien le gustara el chocolate y caera en los copos de nieve. La mujer volvio a sonreir ante su ocurrencia y le froto el dorso de la mano. --No lo dudo, mi pequena Chloe. El chocolate es el alimento del amor. ?Quieres que te prepare un tazon de chocolate caliente? No olvides nunca que tambien ayuda a quitar las penas del alma. Esos cielos borrascosos, algun tiempo despues, sirvieron de telon a la descarnada escena que se estaba desarrollando en los bosques desde principios de diciembre de 1944. Entonces tuvo la impresion de que se trataba de un deja vu. Le parecio visualizar a la pequena Chloe pegada a la ventana resquebrajada de la cocina, mientras le confesaba su deseo de ver caer a su futuro marido del cielo entre los diminutos copos de nieve. En ese momento, con una rara inquietud en el pecho, supo que el anhelo de su nieta se trato de una premonicion, un hecho que ya estaba predestinado. Lo mas curioso de todo era que un rato antes, Chloe, convertida ya en una mujer de veintiseis anos, habia podido conciliar el sueno con una sola caricia de su mano, ajena a los demonios que solian atormentarla desde que su marido, un hombre mayor que no cayo del cielo precisamente, decidio enviarla de regreso a su lado. Cerro las cortinas, persignandose. Almas en pena. Desde hacia unos dias que la tierra se estremecia y, a ratos, una luz apocaliptica iluminaba el firmamento. Al otro lado del bosque, estaban combatiendo alemanes y americanos. Ella habia visto no hacia mucho como los alemanes trasladaban sus blindados a traves de los meandros, machacando raices y asustando a las hadas que se ocultaban en el follaje que cubrio la ventisca. Para no asustar a su amado Noah ni a su nieta, se lo habia callado. Los preferia distantes a esta realidad, protegidos en medio de esas paredes de madera aneja que habian resistido decadas en medio de aquella zona de valles, prados y colinas. El follaje espeso servia de fortaleza a la morada de un piso que habia heredado de su propia abuela. La guerra, que habia comenzado cuatro anos antes, no llegaria ahi. Un hechizo que nadie sabia la envolvia, cual escudo. De todos los cuentos que le relato a Chloe de nina, este fue el unico que se reservo, aunque la pequena siempre presintio que algo magico se escondia en la ancestral casa de su abuela, junto a la cual corria un pequeno arroyo susurrante. Apenas el dia despuntara iria por lena, se dijo mientras se acercaba al lecho de hierro antiguo de Chloe para arroparla. Le acaricio los cabellos y su fisonomia delgada la enternecio. Habia pasado penurias en Bremen y eso no lo podia negar. Pero ya no importaba. Porque ella siempre estaria ahi para contenerla en sus brazos. Asi como lo estaba para Noah. --Mi pequena Chloe, al parecer no estabas tan equivocada... --le susurro cuando se inclino a besarla en la sien, pensando que a lo mejor alguna de esas siluetas que combatia al otro lado del bosque era el marido que su nieta anhelo de nina. Capitulo 3 Al otro lado del bosque, lejos del realismo magico de Marie Louise, Jochen Probst oteo por sus prismaticos. La neblina envolvia al pueblo como si se tratara de una opera macabra y el viaje por aquella carretera tortuosa se habia relentizado convirtiendo al reloj en un asesino. Varios vehiculos se habian perdido por averias mecanicas. Preocupado, bajo los prismaticos y ordeno llamar al SS Haptsturmfhurer Diefenthal, quien descendio de su Sdkfz 251 y se presento ante su comandante: --A la orden SS Haptsturmfhurer. --Acerquese, Diefenthal --le dijo con la mirada fija en la pequena localidad belga--, eche un vistazo, ?que opina? El veterano capitan de las Waffen SS se llevo los prismaticos a los ojos y, asintiendo, replico con voz grave:

  • Secretos del Destino de Jenifer N. Luna

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    El destino no te dejara guardar secretos por tanto tiempo.

  • Valle de fuego de Sandra Becerril

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    Un dia fui a unos ojos y no logre volver jamas. Cuando era menor de edad y comence a escribir en la soledad de mi habitacion historias de terror, siempre imagine que iria a Las Vegas a jugar en los casinos y a perderme en alcohol. No a convertirme en asesina. Vuelvo a casa con la boca llena de sangre y el eco de los fantasmas acechandome desde su oscuridad. Tinieblas, noche, lejania, recuerdos. Nunca se iran, las sombras, las cuencas de los ojos huecos de vida, los lamentos, el sonido de los pasos detras, siempre detras, intentando alcanzar el cabello y murmurar en el oido lento y suave: tu me orillaste a hacer esto. Hay cosas que no debemos olvidar. Porque al hacerlo, quedamos indefensos ante sus gemidos. Y entonces nadie podra salvarnos. 1 La cordillera roja, las hormigas rojas, el cielo rojo de las dunas que se quedaron fosilizadas en la era de los dinosaurios, hace ciento cincuenta millones de anos. Todo era de fuego en aquel valle en Nevada, incluso tu sexo en mis labios. Extranaba a Ian, con desesperacion, pero no evitaba amarte cuando estabas frente a mi, eras el deseo mezclado con un coctel de ojos verdes desparramados con nuestra ropa adentro de la tienda de campana. Eras tu, Noah, y no queria dejarte ir de nuevo. Frenabas mi caida al vacio despues de su partida. Queria que me penetraras hasta los pensamientos porque nunca habia hecho el amor como lo hacia contigo. Jamas me habia sentido tan humeda debajo de un cuerpo, no sabia lo que eran las ganas hasta que una noche deje que me cogieras tanto que la luna fatigada se escondio recurrente en mis fantasias y en los orgasmos ahogados que ahora gritaba en el valle en medio de Clark County. Tus cejas fruncidas terminando y llenandome de ti. Te recargaste en mi hombro y abrace tu espalda con mis muslos temblorosos, respirabas agitado y reias. A traves de un orificio de la tienda puede apreciar las estrellas nacer como parto multiple en el cielo, a lo lejos los coyotes aullaban, y anhele que tu cuerpo perfecto fuera el de Ian. Nunca fuimos normales, mas el saber que no lo eramos era precisamente lo que nos apartaba de los demas. Sali a fumar un churro de mota que escondia en la mochila mientras dormias, esperando que la hierba me ayudara a meditar mejor. Me sente con las piernas cruzadas en flor de loto sobre una roca y mire las montanas cobrizas devoradas por la oscuridad y la nada del sonido del valle. Quiza nada existia en realidad y los dias eran los suenos de las rocas perforadas por la erosion y los millones de anos que llevaban esperando despertar. Tal vez yo no existia. Y entonces tampoco hubiera existido Ian, sus peliculas o sus horrores. A lo lejos, otro turista encendio una fogata que me recordo la primera vez que nos acostamos, la noche en que te infiltraste en medio de mis muslos aprovechando el alcohol de las diez cervezas alemanas que llevaba en mi sangre; me deje ir en ti enfrente de la chimenea falsa de tu departamento, con una luna curiosa parecida a esta, pero asomandose desde la ventana en la Ciudad de Mexico. La pelicula Casablanca se escuchaba en la pantalla de tu habitacion, aunque ya no la veiamos: <>. Mientras Ilsa le confiesa a Rick en el cafe que sigue amandolo desde que lo encontro por primera vez en Paris y el se pregunta por que de todos los cafes del mundo ella tenia que entrar justo a ese, yo me preguntaba por que de todos los cuerpos que habia probado antes, el tuyo me sabia mejor que ninguno. Que bueno que no follamos antes, porque me volvi adicta a ti desde el primer instante. Parecias hecho de nicotina, mota, Valium y alcohol, todo revuelto en el sabor de tu piel, de tu pene, de mi cuerpo cuando terminabas y me quedaba escurriendo de ti. Con la combinacion de tu imaginacion atrayente y maligna, decidi aceptar quedarme contigo a dormir esa madrugada. Y todas las siguientes. No somos libres mas que para elegir entre el placer y la amargura, y entre eso prefiero mil veces el placer. Me enamore en un solo crepusculo de tu forma de hacer el amor. Que jodido. Enamorada de ti hasta el pasado. Cerre los parpados, esperando que el lugar arqueologico donde estabamos se llamara asi porque desde adentro de cada una de esas cuevas, alguien nos vigila, examina y estudia. Y somos nosotros los monstruos ahogados hasta el cuello de la mierda cotidiana. Las criaturas del desierto olian a cobre y cometas. Suspiros encarnados, profundos, las rocas regalandonos su piel, las cordilleras con sus miradas perdidas sobre sus siluetas reflejadas en el cristal de las dunas congeladas por cientos de miles de anos. Mire una vez mas para no extraviar la noche con aquel farol, para observar si, como decia Ian, aqui habia estrellas fugaces. Siempre he creido en los deseos. Alguna vez fui a que me leyeran el tarot en Coyoacan, otras, la mano en la Roma, las runas en la Condesa, la noche en la piel. Tu piel. Cualquier cosa, cualquier pensamiento me remitia a tu piel, Noah. Desde que eramos ninos quise acariciar tu espalda y dormir abrazada a ella, sintiendote con mi pecho desnudo. Tu tambien lo querias, y por eso me tarde tanto en amarte, porque cuando ya sabes que el amor esta ahi, permanentemente esperandote, siempre se puede querer y vivir otras vidas antes de dejarse ir en el. A lo lejos habia rayos, latigos del cielo, y dos minutos despues los escuche cerca, como si el corazon me estallara en medio de tanta montana y tanta soledad. Vine a Las Vegas contigo para vivir lo que no puedo vivir entre recuerdos, entre pasos sin huellas. Ademas de lo de Ian, desde que habia muerto mi madre decidi no volver a la Ciudad de Mexico porque descubri que era ella la que la hacia tan mia, no era la calle donde estaba la secundaria que me derrumbo la adolescencia con su bullying o la casa embrujada --llena de sombras y retratos que movian los ojos cuando no los veiamos-- que habitabamos solas cuando mi papa murio. No eran los bares de Insurgentes a los que entraba con una identificacion falsa o el primer beso escondido en el garaje de una fiesta de Halloween con mi mejor amigo, Roman. Crei que aquello era todo, y resulto ser nada. Presente mi primer libro y despues realizaron mi primer guion, y una madrugada vi a los personajes que imagine andar de ahi para alla, que desfachatez, de un lado a otro, como si nada; me dieron aquel premio de guion que tire a la basura ese mismo crepusculo, en una borrachera que no me acuerdo ni en que termino, porque quise dedicarselo y supe que no estaba entre el publico, sino en el hospital. Vi aquella pelicula sobre clones y desee que ella tambien tuviera uno para que le donara sus organos y el cancer no la matara. Pero igual se la llevo. Y entonces descubri que mi ciudad no era Mexico ni todo lo anterior, sino ella, su olor y su piel. Era su canto en mi oido para quitar pesadillas, era su abrazo en sus delgados y fragiles brazos, eran los hoyuelos en sus mejillas y el labial rojo. Era nuestro camino de regreso, juntas, porque despues no volvi a manejar sin su voz criticandome en el asiento de al lado. Era la ventana sucia que nadie mas limpio desde que se fue, era el cielo nublado que veia desde su hombro. Una infinidad de tristezas se acumularon en su cuarto hasta que se iba la luz de tanta soledad. Cuando quedaba en una oscuridad absoluta, entonces me dormia y a veces te sonaba cerca de mi, a veces a Ian. Nunca he sabido dormir sola, sin un cuerpo apretado a mi. Para acabar de joder mis dias, desde que Ian murio, poco despues de que mi madre fallecio, los demas --amigos, familiares, conocidos, companeros de trabajo-- no hacian otra cosa que pedirme que viviera mi vida, dejarlo ir. Frases como <>, <>, <>, <>, <>, <>, <>, pura mierda tipo Paulo Coelho. ?De verdad me veian tan jodida? Repetian ese tipo de frases hasta el cansancio, sin que les pidiera consejo o consuelo. Finalmente, decidi hacer como que los escuchaba para que dejaran de molestarme. Sin soltarlo, en secreto, invocandolo en cada sueno entre tus besos. La muerte no nos roba a los seres amados, nos los guarda y los inmortaliza en nuestros recuerdos. La vida si los roba de nuestros dias muchas veces y para siempre. La partida de Ian y la de mi madre le dieron sentido a mi existencia mas que quitarsela, porque el dolor solo sana cuando lo sentimos a plenitud. Y yo me revolcaba con el puto dolor todo el tiempo. Por eso, cuando cancelaron la pelicula aquella que Ian y yo estuvimos preparando por dos anos y que por un capricho de un tipo gordo y narco que se llamaba a si mismo <> se fue a la chingada, decidi venir a <> a averiguar que carajo habia pasado con Ian aca. Y de paso, traerte conmigo. Porque un dia me desperte, te vi a mi lado y descubri que estaba aferrada a tu respiracion, que si te levantabas al bano me sentia sola y que me encantaba enmaranar mis dedos en tu cabello de alacran. Porque no te amaba, pero si te deseaba como a nadie. No me gustaban tus ideas, tus historias locas sobre la reencarnacion o que te sintieras poeta barato de Coyoacan, pero si tu ceno fruncido cuando te venias, la forma en que me acariciabas y tus pies frios enredados en los mios cuando estabamos empiernados en la cama. Y era por Ian. Porque ese cabron habia decidido irse, o no detenerme lo suficiente. Al fin y al cabo, era lo mismo para mi. Porque lo habia amado con las entranas, en novelas y guiones, entre peliculas, en medio de horrores y proyecciones de terror. Y porque me harte, muy cobardemente, lo se, de las criticas de la sociedad cuando hasta el vecino mas metiche me recalcaba que parecia mi abuelito. Ni Jose Jose hubiera acertado con su <<40 y 20>> con los sesenta y cinco de Ian y mis veintinueve. Tu, Noah, tenias veintisiete y alma de seis. Me hacias reir hasta que me dolia el estomago, me hacias querer volver a escribir, a crear, a ser nina y a mandar todo a la chingada por un beso. Porque tus besos y tu lengua eran adictivos. Ahi estaba (cerre los ojos comprendiendo todo de pronto), era adicta a ti, como si fueras el ultimo cigarro en el mundo o la ultima plantita de mota del universo. El frio del desierto no se compara con el frio de la ciudad, seco, amarillo y polvoroso. En el desierto, hasta el frio es mas sincero, se te mete a los huesos, en la inhalacion, te apaga el cigarro para que no estes molestando y de paso te manda unos coyotes que confundes con perros. No obstante, les huyes cuando los ves de cerca. Asi era Valle de Fuego, de hielo. Con sus alargadas rocas amarillas y sus sinuosas dunas petrificadas que son, en realidad, arenisca azteca. Alli estabamos cerca de monumentos naturales como la Atlatl Rock, en la que encontramos unos grabados rupestres, petroglifos, o la Elephant Rock, una curiosa roca con forma de elefante. Las vistas al atardecer en aquel paisaje feroz son espectaculares: el rojo resplandece magico y con toda su fuerza en el horizonte. Me ajuste la chamarra, como si eso fuera a protegerme de la eternidad del lugar. Pero nada es una barrera para la naturaleza, que se burlaba de mi y de mis meditaciones budistas mirandome con las montanas como si estas fueran a levantar sus enaguas en cualquier oportunidad para volver a reinar, tomando la revancha contra los soberbios hombres. En rojo. Mire la debil tienda de campana y te supuse dormido en ella. Los primeros dias que dormimos juntos solo pensaba en Ian mientras me hacias el amor con toda tu furia. Pensaba que estaria ahi, viendonos coger y sufriendo porque no era el, porque decidio irse antes de averiguar por que yo habia salido huyendo. Y me hubiese encantado que en dias asi, cuando mas lo odie por amarlo tanto, nos contemplara, sin que lo supieramos, escondido en el closet que me regalo, que viera como me hacias gemir, gritar, morderte hasta el espiritu. Que viera tu cuerpo perfecto y sobre todo tu mirada. Que viera que no era el unico con ojos de mar en el mundo, que yo tambien podia encontrar un lago en los tuyos. Una laguna que era reflejo del desamparo que se me imponia en los suspiros azules que no queria que escucharas. Supongo que un dia te diste cuenta de eso porque, entre dormida y despierta, te escuche llegar y, pensando que estaba en el pasado, dije: <>. Te sentaste cerca de mi, recalcando con voz de ultratumba: <>. Yo no pude hacer lo mismo. No queria enganarte, no lo hice. Es solo que mi pensamiento andaba muy lejos, alla por Docklands Light Railway donde Ian dirigia su nueva pelicula, o en la fotografia que lo mostraba con un Oscar en su perfil de Facebook, o aquella en Cannes, o esa otra con el abrigo que le regale en Sitges. Nadie lo imaginaba, lo de Ian y yo, sin embargo, todos lo sabian. Porque cuando Ian venia a Mexico y nos dabamos nuestros encerrones en hoteles de lujo, la prensa siempre se enteraba de un modo u otro. Y a ambos nos encantaba, aunque dijeramos que no, porque, ?a quien diablos le importa la vida de una guionista y de un director de cine ingles? A nadie. O eso creiamos, porque cuando el <> narco de doscientos kilos de grasa cancelo la pelicula por esa razon, para evitar el escandalo, nos dimos cuenta de que Ian debia dejar su vida de refugiado en Estados Unidos o yo la mia en Mexico. No tuvimos el valor para correr y abrazarnos en una carretera solitaria en medio del desierto que une a los dos paises. Quiza era porque el ya habia huido antes de Londres y no queria volver a escapar, o porque nos abrazamos demasiado en Paris o en Inglaterra, su pais de origen, en el estreno de una de mis peliculas, o porque paso lo mismo en Guatemala, a donde nos escapamos aquel fin de semana solo porque de nina siempre quise ver Antigua con sus cafes con nombres hermosos como Nuestro lugar de siempre o Nunca me dejes. Tal vez nos abrazamos demasiado con la diferencia de idiomas y su encantador acento para decir: <>. O me adentre tanto en su mar, que solo recibi el desamparo de un oceano en calma. Era demasiado para la eternidad que buscaba con cada guion. Ian ya habia vivido, cambiado de pais, viajado, casado, cogido, amado, perdido a sus padres, hermanos, tios y amigos. Estaba solo en el mundo, empero tenia a sus creaciones que lo acompanaban por todo el mundo, y este ya le iba quedando chico. Sus fans lo detenian en la calle para tomarse una fotografia con el y hasta su reina le habia dado un reconocimiento publico y nombrado <>, sir Ian. Se habian muerto su primera, segunda y tercera esposa, y su hijo que vivia en Londres con su padrastro no le hablaba desde los once anos. Habia millones de sitios en Google con su nombre y su biografia era poco mas que una pelicula llena de accion pasando por todos los generos, inclusive el epico. Y ese hombre me habia amado mas que a nada en su mundo y me decia a diario que yo era la cosa mas hermosa que habitaba el planeta.

  • El fuego de la hereje (Sacrilegus 1) de B. Maestro

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    A comienzos del siglo XVII, la peligrosa triada conformada por la peste, el hambre y la muerte, azotaba cada ciudad. La Inquisicion, ferrea perseguidora de la luz de la verdad, dominaba en Espana ahogando en el silencio a judios, hechiceras, magos y nigromantes que ya eran cuando el tiempo aun no existia. En medio de toda esta apocaliptica realidad, surgira una historia de amor imposible entre un inquisidor y una judia que deberan superar los limites y las barreras que la sociedad de su tiempo, avida de fuego, les interpondra. EL FUEGO DE LA HEREJE es la primera novela que compone SACRILEGUS, la saga que promete desvelar los secretos de la Inquisicion…

  • TRAPOS SUCIOS (Dive Bar de Kylie Scott

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    Darte cuenta el dia de tu boda de que tu novio es gay puede ser muy duro. y huir y acabar escondiendote en la banera de la casa de un desconocido puede tener consecuencias imprevisibles.
    Vaughan Hewson vuelve al que fue su hogar cuando era nino y, al hacerlo, se topa con una novia metida en la ducha a quien segun parece acaban de romperle el corazon. Menudo hallazgo: es lo ultimo que esperaba encontrarse.
    Lydia Green no sabe si quemar la iglesia donde estaba a punto de casarse o quedarse llorando en un rincon. Y es que descubrir el dia de tu boda que el amor de tu vida esta teniendo una aventura no es poco. Y es peor aun cuando te enteras de que la esta teniendo con el padrino de tu boda. ?Como ha podido suceder algo asi? Ella siempre habia imaginado que se casaria con un hombre de negocios maravilloso y perfecto. !Y menudo fiasco! Vaughan, ex musico convertido ahora en barman, le parece todo menos delicado: mas bien es alguien rudo e inestable. Sin embargo, ?por que no intentarlo de nuevo con alguien totalmente distinto?

  • Finge que me amas (Sweet love 6) de Moruena Estringana

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  • Fernandez mata a Fernandez de Federico Jeanmaire

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    “Fernandez mata a Fernandez” es el titulo de la noticia que atrapa a un experiodista de policiales. Luego de leerla en la pagina de un diario sospecha que no se trata de un accidente e inicia una investigacion personal que lo lleva hasta el lugar de los hechos. Una anciana que alimenta a las palomas, un portero gay obsesionado con la limpieza de las veredas, un jubilado comunista, el director de un diario manipulador, una jueza corrupta y un periodista retirado corto de entendimiento, todos de apellido Fernandez, son los protagonistas que hacen oir sus voces en esta novela, en la que cada uno defiende su punto de vista como si en ello se les fuera la vida o, mejor, como si verdad y conveniencia constituyeran sinonimos. Federico Jeanmaire despliega una serie de personajes que configuran la particular trama social de la ciudad. Un policial entretenido e inteligente, en donde el lector no puede dejar de reir al tiempo que tampoco puede dejar de reflexionar acerca de aquello de lo que se esta riendo. Una historia de las que solo suceden en la Argentina, en la que los vicios parecen igualar a particulares y poderosos, revelando que, de algun modo, “todos somos Fernandez”.

  • Desde mis sombras de Mara Caballero

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    Deanne Morgan, le da la noticia a Connor de que seran padres despues de tres meses de casados. Pero desafortunadamente Connor no reacciona bien, en una acalorada discusion y en estado de shock, el le propone practicar el aborto. Deanne decepcionada, decide criar a su bebe ella misma y decide pedir el divorcio.
    Han pasado cinco anos desde entonces y Deanne es propietaria de un restaurante Italiano que es la sensacion de la ciudad. Un dia Ellen, la hermana menor de Connor, se da cuenta de que tiene una sobrina y enfrenta a su hermano amenazando con decirle a su familia si no lo hace el mismo. Pero hay alguien que no esta contenta con la noticia e intenta arremeter contra lo mas preciado de Connor Morgan:

  • Los secretos que guardamos de Lara Prescott

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    En plena guerra fria, dos secretarias reciben un encargo que cambiara sus vidas para siempre: dejar su aburrido trabajo en Washington como mecanografas de la CIA para ayudar a introducir de manera ilegal miles de ejemplares de la novela El doctor Zhivago en la URSS, donde la censura la considera contraria al sistema. Mientras tanto, su autor, Boris Pasternak, con el apoyo incondicional de Olga, su musa y amante, se debate en Rusia sobre la publicacion internacional de un libro que podria suponer su consagracion como escritor o bien una sentencia de muerte.

  • No cantaremos en tierra de extranos de Ernesto Perez Zuniga

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    En otono de 1944, dos supervivientes sin patria ni nada mas que perder se conocen en el Hospital Varsovia de Toulouse. Manuel Juanmaria suena con una mujer que se quedo en Espana. Ramon Montenegro, sargento jefe de la Nueve que ha liberado Paris, le hace una propuesta insolita: ‘Ya que perdimos un pais, salvemos a una persona’. Asi comienza No cantaremos en tierra de extranos, el son de los exiliados, en la que dos personajes inolvidables se internan en territorio enemigo en busca de una mujer. Una inquietante historia de amor y lealtad, en la Espana de la postguerra, donde la lucha contra el totalitarismo se plasma en una desgarrada accion repleta de encuentros sorprendentes y misteriosos, que iran transformando la busqueda de los protagonistas, y a ellos mismos. Montenegro y Juanmaria, con heroismo contradictorio, encarnan las pasiones, la locura y desazon de un tiempo que habla directamente al nuestro.

  • Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano

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    La fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
    ?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
    El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad.

  • La formula deseada de Menchu Garceran

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    Los laboratorios Pharmaceutical Industries han encontrado La formula deseada por muchos. Tanto, que han agredido a su descubridora, Diana Manetti, para conseguirla.
    Adam Howard. El dueno de los laboratorios, esta empenado en protegerla, pero ella no lo cree necesario.
    Entre los dos se crea un tira y afloja que los lleva a algo mas que una relacion entre un jefe y su empleada.
    Todo este caos los avoca a buscar otro tipo de formula que les sirva a ambos para alcanzar un buen acuerdo y establecer los terminos de su relacion.

  • Las mil caras de la Luna de Eva Villaver

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    No tenemos que regresar a la Luna, porque siempre hemos estado alli.

  • Escandalo en Venecia de Caitlin Crews

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    Era una pasion prohibida… y un embarazo, !escandaloso!

  • Todos los dias que tuvimos juntos de Anne Zoer

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    Jude Summers es una mujer fuerte, capaz y vulnerable en algunas ocasiones.Ben Randall es un hombre que no solo oculta un secreto, sino que su propio pais trato de matar en cuanto se presento la ocasion.Luego de un aparatoso incidente Jude queda con la duda acerca de quien le salvo la vida y por cuestion del destino su encuentro se vuelve un poco “vergonzoso”

  • Navidad en Green Valley de T.n. Hawke

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    La magica Navidad llega a Green Valley con sus luces y colores y nuestros Lobos la viven de maneras diferentes pero igualmente llenas del amor, la pasion, y los fuertes vinculos familiares que los caracterizan.

  • Los planificadores de Un-su Kim

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    Lo importante no es quien dispara, sino quien esta detras del que aprieta el gatillo.

  • El tren de la medianoche de Haizea Lopez

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    Jake espera pasar unas tediosas vacaciones de navidad en casa de su tio, pero desconoce que terminara sumergido en una misteriosa aventura llena de enigmas que tendra que resolver. Cada medianoche, el tren de las almas olvidadas aparecera en la antigua estacion de ferrocarriles abandonada para recogerle y mostrarle que todos en esta vida merecemos una segunda oportunidad.
    Una historia repleta de intrigas y aventuras que atrapara al lector.

  • Por una mentira de Sophie Saint Rose

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    Tabitha colocaba el expositor y cuando vio llegar a la senora Morley gimio dejando el pollo que tenia en la mano, para incorporarse y mirarla por encima con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos violeta. -- Buenos dias, senora Morley. --Buenos dias, nina. -- respondio mirando la mercancia con su ceno fruncido. La senora Morley era una de sus clientas habituales, pero para venderle una pechuga de pollo se pasaba en la carniceria una hora y queria que le mostrara todo el genero. A sus casi noventa anos decia que no podia meterse cualquier cosa en el cuerpo, asi que la torturaba todo el tiempo que le daba la gana. Tabitha suponia que no tenia mucho mas que hacer que darle el conazo. -- ?Que le pongo hoy? -- dijo mirando su vestido de flores de cuello blanco, acompanado por su collar de perlas. Tambien se fijo que esa manana se habia decidido por sus zapatos planos de cordones marrones -- Tengo la ternera de oferta. -- ?La ternera? No creo. Mi pension no llega para tanto. --la miro con sus ojitos azules detras de sus gafas de pasta y entrecerro los ojos-- ?Llevas la redecilla? No la veo. ?La llevas? No voy a consentir encontrarme un pelo pelirrojo en mi comida. --Si, senora Morley. --se acerco a ella por encima del expositor senalando su horrible redecilla blanca -- ?La ve? Es obligatorio llevarla. --Por eso te lo digo, nina. --dijo con los ojos entrecerrados intentando centrar la vista. Molesta porque no veia tres en un burro, miro el expositor de nuevo-- Vamos a ver, ?eso que es? ?Pavo? --No, senora Morley. Es la ternera que le decia. --Va, no tiene buen color. Tabitha se mordio la lengua forzando una sonrisa y miro a traves del escaparate de la tienda al exterior esperando que llegara su jefa y se pudiera librar de atender a la mujer-- ?Que le parece pollo? -- respondio importandole un pito lo que se llevara la buena mujer. -- ?Pollo? !Me lleve pollo ayer! --No, senora Morley. Se lo llevo el lunes y estamos a viernes. -- al fin era viernes y descansaria todo el fin de semana. Las ganas que tenia de perder de vista a las clientas solo las sabia ella-- ?Y conejo? -- !Conejo! !La cantidad de conejo que me comi en los cuarenta! Madre mia, ya la habia liado. La mujer se puso a relatarle toda su infancia y la adolescencia. A describir lo dura que era la vida entonces y no como ahora, que los jovenes solo se quejaban de vicio -- !Y mi marido! !Oh, lo que trabajaba el pobre! -- entrecerro sus ojitos-- ?Y tu? -- ahi venia-- ?Ya te has casado? -- la pregunta de todas las semanas. --No, senora Morley. Desde hace siete dias, que me lo pregunto la ultima vez, no me he casado. -- respondio cogiendo el cuchillo clavandolo en la tabla de madera pensado por que cono tenia que explicarle su vida a todo el mundo. -- !Pero nina! ?Cuantos anos tienes? !Joder! ?Por que no se compraba la pechuga de pollo de una vez y la dejaba en paz? -- Veintisiete, senora. La senora Morley la miro con horror como todas las semanas. Un dia iba a sacarle una foto y a colgarla en Internet -- Pues casate nina o… -- ?Y que le parece cerdo? Unas buenas chuletitas de cerdo. La mujer chasqueo la lengua y en ese momento entro su jefa que llegaba de ir al banco a realizar los ingresos-- Buenos dias, senora Morley. -- dijo pasando ante ellas a toda prisa y metiendose en la trastienda a la velocidad de la luz despues de mirarla con cara de panico. Tabitha dejo caer los hombros y agarro el mango del cuchillo-- Cobarde. -- susurro desclavando el cuchillo. Miro el reloj que tenia colgado y vio que la mujer llevaba en la tienda exactamente cuarenta y siete minutos. La mujer seguia hablando sobre que no le apetecian chuletas de cerdo y cuando tomo aire, Tabitha metio baza-- ?Y de cordero? -- !Oh, el cordero me sienta mal, nina! ?Que te pasa? Estas muy distraida. --Tiene toda mi atencion, senora Morley. --cuando vio entrar en la carniceria a su amiga Kat sonrio de oreja a oreja-- ?Las tienes? -- !Ja! -- saco dos invitaciones a la inauguracion de la nueva discoteca en Manhattan para esa noche-- Creias que no podia, ?verdad? -- dijo apartando con chuleria su pelo moreno. -- ?Que eso, nina? ?Os vais al cine? Kat miro a la mujer con una sonrisa en la boca y Tabitha nego con la cabeza indicandole que no contestara-- No, son las entradas a una discoteca. La senora Morley las miro con horror como si fueran dos perdidas y jadeo-- ?Una discoteca? --Si. -- respondio Kat confundida. Miro a Tabitha como si la hubiera decepcionado-- ?Vas a esos antros de perdicion, drogas y alcohol? -- dijo levantando la voz-- !Deberias ir a la Iglesia, nina! !Ahora entiendo que no te hayas casado! --la senalo con el dedo-- !Los hombres decentes van a la Iglesia! !Ahi conocia a mi Martin y estuve casada sesenta y tres anos! Tabitha miro hacia la puerta de la trastienda que se abrio en ese momento saliendo su jefa vestida para ponerse a trabajar. La miro como si hubiera metido la pata y ella miro a Kat como si quisiera matarla. Su amiga susurro-- Bueno, yo me voy. La anciana seguia soltando por la boca que los jovenes en la actualidad habian dejado de ir a la Iglesia, porque estaban tan cansados despues de drogarse toda la noche, que no querian oir la palabra de Dios para no tener remordimientos. Su jefa asintio --Que razon tiene, senora Morley. ?Le pongo unos filetitos de pollo? Kat hizo una mueca yendo hacia la puerta, haciendole un gesto como que la llamaba luego--Gracias por tu visita, Kat. --dijo ironica con ganas de pegarle cuatro tiros. --Lo siento. -- vocalizo antes de salir practicamente corriendo. Como una buena chica tuvo que escuchar como debia reformarse de su disipada vida. ?Disipada vida? !No echaba un polvo desde que su novio la habia dejado por la pastelera del final de la calle! Y eso habia sido hacia dos anos. En ese tiempo a ellos les habia dado tiempo a casarse y tener gemelos. Con una mueca en la boca que se suponia que era una sonrisa, vio como llegaba otra vecina y opinaba sobre su vida como si tuviera todo el derecho del mundo, aliandose contra ella. Miro a su jefa que la observaba cruzada de brazos-- Ya le he dicho que mi hijo estaria encantado de salir con ella. -- dijo su jefa dando la puntilla --Gabriel esta medio enamorado de Tabitha y lleva esperandola desde que la conoce. Cuatro anos hace que lo tiene esperando al pobre chico. ?Pobre chico? !Era un cromanon que solo hablaba de futbol, soltaba eructos, que pesaba cien kilos y estaba calvo! No estaba tan desesperada. Pero eso no se lo podia decir a su jefa, por supuesto. Asi que sonrio dulcemente diciendo-- Nuestros caracteres son muy distintos. -- !Dejate de tonterias, nina! -- dijo la senora Morley levantando la barbilla-- !Que caracteres, ni caracteres! !En casa mandas tu! !Punto! !Todo lo demas son tonterias! -- !Eso le digo yo! Si cuando le sonrie, el pobre se pone a babear. Pero ella nada. !Ni siquiera quiere salir con el una vez! --Tabitha, debes ser mas flexible. -- dijo la senora Rubin acercandose al expositor--Ponme carne para picar. Voy a hacer hamburguesas. Tabitha se puso a servir a la mujer pensando que deseaba que dieran las dos, que era la hora en la que salia ese dia. Metio la carne en la picadora despues de pesarla, rumiando que necesitaba una noche loca. Si, se cogeria un buen pedo. De los que hacen epoca. No sabia como despues de trabajar alli cuatro anos, no se habia dado al alcohol. Escuchandolas ponerla verde por ser muy exquisita, termino de picar la carne y le tendio el paquete a la mujer cobrandole-- Aqui tiene, senora Rubin. La vuelta. -- ?Que te parece si sales con mi Steve? Acaba de dejar a su mujer y siempre le has gustado. !Ja! !Ni loca! Pero sonrio radiante porque ahora el tema se desviaria. -- ?Tu hijo ha dejado a su esposa? -- pregunto escandalizada la senora Morley sonrojando a la vecina. Cuando llego a su casa arrastrando los pies, vio a su madre en el pequeno jardin tirando de los hierbajos-- Uy, uy, hoy ha sido un dia malo. --Pesimo. Estoy mas harta... -- ?Por que no buscas algo en Manhattan? --dijo quitandose los guantes para acercarse y quitarle la redecilla de su pelo pelirrojo-- Hija, no puedes seguir asi. Miro con horror a su madre-- ?Me he paseado por todo Brooklyn con eso puesto? La risa de su madre la altero todavia mas-- No tiene gracia. --Claro que la tiene. Tenias tanta prisa por salir que ni siquiera te has dado cuenta. Gruno subiendo las escaleras-- !Que harta estoy! --Si hubieras terminado... Se volvio fulminandola con la mirada-- ?Me lo vas a recordar otra vez? Si hubieras terminado la carrera, ahora serias un medico de prestigio y vivirias en Manhattan. -- !Es que es la verdad! -- !Mama! !Me echaron! Su madre miro a su alrededor jadeando-- !Que no te oigan las vecinas! --Soy una negada para estudiar medicina. ?Sabes todos los nombres que hay que aprender? !El instituto estaba tirado! -- !Pero sacabas muy buenas notas! Por eso te dieron la beca. !Lo que pasa es que te desviaste! Eso era cierto. La vida en el campus era tan distinta a la que habia llevado, que se despisto un poco. No un poco, muchisimo. No se encontro en todo el semestre y cuando lo suspendio todo, ya era tarde. La echaron a patadas. --Mira, no quiero hablar de lo que ya no puedo arreglar. -- entro en casa de sus padres frustrada. -- !Podrias volver a estudiar! -- !Todos los dias tenemos que tener esta conversacion! Mama, aceptalo. No voy a ser medico. -- ?Y enfermeria? Puso los ojos en blanco dejando el bolso en el perchero y yendo hacia la cocina -- Puedes estudiar por las tardes. Tomo aire sacando una cola de la nevera. Su madre estaba preocupada por ella. Lo sabia. Tenia veintisiete anos y se habia dejado llevar. Cuando la echaron de la universidad para disgusto de todos, volvio a casa y trabajo en un supermercado. Alli habia acabado de carnicera y de alli a la carniceria del barrio. Siempre habia ganado dinero, pero no era la vida que siempre habia sonado. --Tienes dinero ahorrado. Lo bastante como para ponerte a estudiar de nuevo si no quieres trabajar. --su madre se acerco y le acaricio la mejilla --Yo quiero que seas feliz y no lo eres. En Manhattan tendrias mas oportunidades y… --Pensare en algo, ?vale? Te lo prometo. Su madre tenia razon. Lo sabia. Lo que no sabia era lo que le pasaba. Era como si desde que habia ido a la universidad le diera miedo lanzarse a la vida para no pegarse otra leche. Asi que alli estaba, viviendo en casa de sus padres, aunque ellos estaban encantados. Trabajando en el barrio y sin pareja. Todo un panorama. Su madre sonrio y Tabitha alargo la mano para quitarle una hierba de su pelo negro-- No te preocupes por mi. --Estoy encantada de tenerte aqui y lo sabes. -- Tabitha asintio-- Pero quiero que empieces a vivir tu vida. Siempre estas pendiente de nosotros, sobre todo de tu padre. Desde que tenias dieciseis anos echabas una mano en el taller y cuando sales de trabajar te pasas muchas veces para ayudar. No puedes seguir asi. !No eres feliz! -- se alejo y abrio un cajon de la cocina-- Mira, he hablado con tu tutora del instituto. -- Tabitha abrio los ojos como platos. -- !Mama! --Escuchame, ?vale? Puedes ir a clases nocturnas y en dos anos tendras tu titulo de auxiliar de enfermeria. --le enseno un folleto y Tabitha suspiro. Cogio el folleto de sus manos y la miro asombrada. !El folleto tenia tres anos! -- ?Por que me lo das ahora? --Porque estas al borde de un ataque de nervios y es el momento apropiado. Antes pensabas que estabas bien. Ganabas dinero y tenias novio. Incluso pensasteis en casaros y te entro el panico. Ahora estas preparada para cambiar tu vida. -- ?Por que he tocado fondo? -- dijo divertida. --Exacto. --la beso en la mejilla-- Piensatelo, ?vale? --Si, mama. -- la agarro por la cintura antes de que se apartara-- ?Sabes cuanto te quiero? Su madre se echo a reir mirandola con sus mismos ojos color violeta-- Seras zalamera. --Si, lo soy. -- la beso en la mejilla y se aparto dispuesta a comer algo. Volvio a abrir la nevera sacando algo de jamon para hacerse un sandwich. --Carino, ?no esperas a la cena?

  • Poder y deseo de Michelle Smart

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    Una noche... un secreto... un bebe.

  • No me olvides de Sarah Summers

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    Un viaje inesperado.
    Un amor a la vuelta de la esquina.
    Es curioso como la vida puede cambiarte en cuestion de minutos. Desde encontrar el amor de tu vida cuando menos te lo esperas, hasta conseguir un viaje inesperado a Nueva York, la ciudad de tus suenos. ?Y si sucedieran ambas cosas como le ocurrio a Anne? Ella, su hermana melliza Angelica y su hermano mayor Anton se embarcaran en una aventura que les llevara a descubrir nuevas amistades y a conocer el amor verdadero.
    Lo que no saben es que esta inesperada aventura les marcara sus vidas para siempre y que el amor puede hacer de las suyas.

  • El sueno de Carolina y otros relatos de Anthony Velarde

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    Para Carolina la vida en un pequeno pueblo es aburrida, ella esta planeando vivir lejos de casa y convertirse en un ejemplo para todos. Ser exitosa y lograr ganar mucho dinero en la capital es su mas anhelado sueno. Este relato empieza tras la desaparicion de Carolina, narra la preocupacion de sus padres por encontrarla, llegando a descubrir sus secretos: ella estaba reuniendo dinero para irse a la capital y habia estado ocultando los problemas recientes con su novio -quien es hijo del alcalde. Descubre como en un pueblo tan pequeno y alejado que parece olvidado por la justicia logran encontrarla.
    Junto a “el sueno de carolina” se narran otros relatos en los que prima el misterio como en “bifurcado” y “la isla mineas” y tambien de terror y suspenso como en “amigos inseparables”.

  • Cambiando mi mundo de Karen Darren

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    Tras estudiar en otra parte del mundo, Jule, la joven alemana, deja Costa Rica para volver y pasar el verano en su ciudad natal.

  • Perdido en tu piel (Un amor para siempre) de Isabel Acuna

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    Michael Donelly y Lori Stuart, se encuentran despues de siete anos de tomar rumbos separados. Sobre ellos pesa una noche que le cambio la vida a Lori y de la cual Mike no recuerda nada. Inmersos en un proyecto laboral, Mike no entiende la animosidad de la que considera su amiga. Lori teme volver a caer en la profunda atraccion que sintio por el.

  • Atrapame 1 de Anna Zaires

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    Es mi enemigo…. y mi mision.

  • La bruja (Original) de Camilla Lackberg

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    Fijate bien.Nada es lo que parece.No te fies del titulo, de la portada ni de la sinopsis.La ultima novela de Camilla Lackberg tampoco es lo que parece.Resuelve el enigma de La bruja.

  • Sylvia de Leonard Michaels

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    En Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como <>: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no <>, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras <>-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los <> anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. <>: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). <>, rememora el narrador, <>. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura.

  • Leyendas y Banderas de Maria Santorum

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    Miguel es un chico inteligente, ambicioso y apasionado que trabaja en el Servicio de Informacion de la Guardia Civil. Tras la ruptura con su novia y la muerte de su mejor amigo a manos de la banda terrorista E.T.A., decide aceptar la mision mas estimulante de su vida: mudarse a Kuartango, un despoblado valle alaves, bajo una nueva identidad, con el objetivo de conseguir pruebas para arrestar a los asesinos de su amigo. ?Conseguira identificar a los verdaderos culpables?

  • Dejame Enamorarte de Dylan Martins

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    Mire hacia la puerta y vi de nuevo entrar a Rosario, la vecina mas pesada de toda la avenida donde estaba la sucursal del banco donde yo trabajaba. Llevaba un ano por ahi viviendo en el pueblo, cuando quedo viuda se compro un piso en este y se vino de la ciudad. Me quise meter debajo de la mesa para que eligiera a la otra companera, pero ya me habia visto y venia hacia mi como una flecha. --Buenos dias, Rosario --sonrei con amplitud. --Buenos dias, Carolina. Tengo un problema-- dijo sentandose con cuidado. No es que fuera muy mayor, pero ya tenia su edad. --Digame, intentare ayudarle. --Veras, mi hijo Hugo que estaba destinado afuera por un curso de ascenso, ya que es militar... --No sabia que tuviera un hijo militar. --Si, es muy buen chiquillo. Pues ahora se vino ya con su destino aqui fijo y se compro una unifamiliar de las de la entrada del pueblo, le prometi regalarle todos los muebles de la casa. Como tu sabes puse todo mi dinerito en el plazo fijo del banco y creo que no lo puedo sacar hasta diciembre, pero me haria falta ya ?Se puede solucionar de alguna manera? Si mi hijo se entera me mata, no quiere que le regale nada, pero yo quiero tener ese detalle. --Claro, puede rescatar una parte, perdera algunos intereses, pero se puede hacer. --Pues quiero doce mil euros, es lo que le voy a regalar para que ponga su casita como quiera. --Ahora mismo lo miro --entre en su plazo fijo y vi que no habia problema, asi que se lo traspase a su cuenta. --Listo, firme aqui. --Y otra cosa... ?Como lo puedo pasar a la cuenta que tenemos los dos en comun y que el tiene la tarjeta? --Ahora mismo se lo traspaso. La volvi a hacer firmar y listo, operacion arreglada y Rosario ya saliendo de las oficinas. Ese dia no habia dado mucho por saco. Un poquito mas y la hora de la salida... Mire a mi companera Adara, que ya estaba en el momento de recoger las cosas y coger la puerta. Demasiado tenia la pobre, con dos mellizas de cinco anos, Elsa y Adara, aunque tenia quien las recogia del cole y una chica que le limpiaba, cocinaba y se encargaba de las ninas, ella intentaba estar pendiente a todo, pero vamos, lo tenia facil. Adara tenia cuarenta anos, cinco mas que yo, se caso cuando tenia treinta, pero a los treinta y tres viendo que no se quedaba embaraza se puso en tratamiento para hacerlo por inseminacion artificial y de ahi vinieron las mellizas. Su marido Jorge, tenia mas o menos su edad y era dentista, poseia una buena clinica cerca de la sucursal, aunque yo siempre pense desde que entre en el banco tres anos atras, que ella estaba liada con Federico, el director, un hombre de unos cuarenta y cinco anos que estaba para chuparle hasta las unas de los pies. Federico tambien estaba casado y tenia un nino de diez anos que se llamaba como el. Su mujer era Lola y no hacia mas que fundirse lo que el marido ganaba, no trabajaba y vivia como una reina. Luego estaba Martina, la chica de caja, veintiocho anos y con un cuajo que no podia con ella, no se enteraba de nada, le pasaba un tren por encima y ni se inmutaba, esa tenia que estar alli por enchufe, eso por descontado... Y por ultimo en otra mesa Martin, un seductor nato, el terror de las ninas, con unos cuarenta anos, soltero y tenia babeando a todas las feminas del pueblo. Luego estaba yo, un caso aparte, sin mas. Con treinta y cinco anos, vivia sola en un pisito que me compre muy humilde, sin novio, sin ganas de ello y soportando diariamente las llamadas de mi madre que volvia loco al mismisimo demonio. Por eso me independice, me estaba volviendo majara, estaba como una cabra, sin mas, asi era mi madre. Trabajo toda la vida de limpiadora en el hospital del pueblo, me crio sola, ya que mi padre la dejo a la nada de tenerme, ella dice que se fue con otra, yo pienso que se fue por no aguantarla y nunca supimos nada de el. Yo la queria con locura y sabia el esfuerzo que habia tenido que hacer para sacarme hacia adelante, pero es que era demasiado, era un control obsesivo el que tenia sobre mi y encima con menos logica que una nina de quince anos, asi que por eso me independice, cosa que me costo que no me hablara en un mes, que ya podrian haber sido dos o tres, pues poco duro la paz. Sali del trabajo y me fui hacia casa, tenia para comer unas lentejas que me habia llevado mi madre el dia anterior. Me puse a comer y me llegaron mensajes de mi mejor amiga Ines, era viernes y esa noche saliamos, me dijo que sobre las nueve pasaria por mi casa. Ines vivia con sus padres, Luis y Noelia, el profesor y ella ama de casa, adorables como la vida misma y a mi me querian como si fuera una sobrina. Despues de comerme las lentejas me eche en el sofa un rato, estaba reventada de la semana, eso de levantarse a las siete para ir a currar era lo que peor llevaba, me costaba la vida y no habia manera de acostumbrarme. Capitulo 2. Hugo. Observaba la unifamiliar que me habian acabado de entregar, preciosa, como yo la queria, amplia y con mucha luz, ahora solo quedaba amueblarla. En ese momento recibi una llamada de mi madre. --Hijo, ?sobre que hora vendras a comer? --Ya voy de seguida, estan terminando de medir la cocina para hacerla, ya elegi cual queria. --En la cuenta de los dos te puse un regalo, doce mil euros para la cocina y que amuebles la casa. --Mama, ya sabes que tengo dinero reunido, no hacia falta... --Eres mi unico hijo, no hay nada de lo que hablar y no me tardes. --Tranquila, ahora voy. Mi madre era una mujer muy buena, pero era muy pesada, desde que murio mi padre anos atras de un infarto se volvio seca, grosera y era casi imposible sacarle una sonrisa. Estuve una temporada fuera para ascender, ya era oficial de Marina, Alferez de Fragata. Ahora con mi vuelta compre la unifamiliar y me iba a independizar pese al dolor que eso le producia a mi madre, pero necesitaba volar, sentir mi casa como mia y desconectar un poco del nido familiar. Mi vida habia sido muy feliz hasta que murio mi padre, entonces fue cuando mi madre se volvio de aquella manera y tuve que aguantar todos sus arrebatos, malestares, cambios de forma de ser, muchas cosas que pudo haber gestionado de alguna manera, pero que ella lo hizo de esa sin pensar el dano que sin querer me estaba haciendo. Ahora tenia ganas de vivir mi vida en la unifamiliar, independizarme, ir a verla, pero con mi espacio mas marcado, sin tener que levantarme escuchando mil y un consejos que daba de corazon, pero que no tenian ni pies ni cabeza. Esa noche habia quedado con mi amigo Lorenzo, tambien era militar, suboficial, sargento, pero de Infanteria de Marina. Desde que me marche al curso no lo habia visto y estaba loco por tomar unas copas con el y volver a salir como antes haciamos cada fin de semana. Lorenzo era soltero, vivia solo, el si se independizo hacia mucho y la verdad es que el tio vivia como queria, no habia femina que fuera capaz de cazarlo y hacerlo vivir una vida en pareja, eso para el no existia. Llegue a casa de mi madre que ya estaba con la comida puesta sobre la mesa. --Hijo, te veo mas delgado. --Mama estoy mas definido, hago mucho deporte. --No me gusta verte asi... --Bueno, no empecemos, estoy bien y sano ?No es eso lo que importa? --Claro, pero te veo demasiado delgado. ?Cuando te montan la cocina? --El martes, ademas ya escogi el resto de muebles y me lo llevan el lunes, asi que pronto tendre la casa montada. --Y, ?cuando te piensas ir a vivir alli? --La semana que viene, en cuanto lo tenga todo organizado. --?No es muy pronto? --?Y a que tengo que esperar? --Aqui lo tienes todo conmigo, te lavo la ropa, te pongo la comida sobre la mesa... --Lo se mama, pero necesito vivir mi vida y hacer esas cosas, no eres criada de nadie. --Pero soy tu madre... --Ya lo se, no es necesario que me lo recuerdes --sonrei negando. --Espero que vengas a menudo a comer... --Algun que otro dia, no te preocupes por eso, no te dejare en el olvido, aunque seas un poco quisquillosa, sabes que te amo. --Lo se, pero soy quisquillosa porque quiero lo mejor para ti. --?Y no estas orgullosa de mi ascenso? --Mucho, hijo, mucho, pero eso no quita que te quiera seguir cuidando. --Mama, ya tengo edad para saber cuidarme solo --la mire sonriente y ella ni media sonrisa, eso no lo entendia, pensaba que aun era un nino. Le ayude a recoger la cocina y me fui hacia mi dormitorio, necesitaba descansar para coger fuerzas para esa noche, sabia que con Lorenzo nos daria el amanecer en la calle y terminariamos desayunando churros con chocolate en cualquier rincon del pueblo. Capitulo 3. Carolina. Y dale con el timbre... !La iba a matar! --Imagino que se te quedo el dedo pegado --dije al descolgar el telefonillo. --Venga baja, protestona, que la noche nos espera. --Voy... Baje por el ascensor donde me encontre a mi vecino Juan Diego, era joven, unos cincuenta anos y se quedo viudo hacia pocos meses, el pobre daba pena verle la tristeza que reflejaba en su rostro. --Buenas noches, Carolina. --Buenas noches, Juan Diego. ?Que tal? --Pues ahi voy, me llamo mi hermano Paco y vamos a salir a cenar, ya sabes que no he salido de mi casa desde que murio Rosalia. --Pues me parece genial, tienes que salir, eres muy joven para quedarte encerrado en casa. --Ya, pero me esta costando un poco tirar hacia adelante... --Lo se, pero ya es hora de coger algo de impulso. --Claro que si. Y tu, ?bien? --Bueno, no me puedo quejar, tengo salud y trabajo, en los tiempos que corren esas dos cosas son un premio. --Por supuesto. Pasalo bien. --Igualmente --sonrei despidiendolo y me acerque a mi amiga que estaba en una llamada de movil. Le hice senas para que colgara la llamada y me saco la lengua, comenzamos a caminar hacia el centro, saludando a todo Dios, que nos ibamos cruzando. Aquello era un pueblo y alli te sabias hasta los nombres de los perros que, por cierto, uno comenzo a seguirnos y tuvimos que irnos a la puerta de su dueno y llamar para que entrara, de lo contrario el canino se habria hasta de marcha con nosotras. --Por cierto, tengo que hablar contigo --me echo el brazo por el hombro. --Eso es que me vas a pedir algo --rei. --Veras, ya he decidido comprarme el coche. --?En serio? --Si, de verdad, ahora llega el verano y necesitamos uno para movernos. --Pues si y no sere yo quien lo compre --rei. --Por eso ?Crees que en tu banco me lo financiaran? --Claro, estas trabajando fija y tienes la nomina alli. --En la aplicacion me sale que tengo un prestamo preconcedido de hasta veinte mil euros, yo con diez mil me vale, ya que tengo ahorros y el coche me sale por dieciseis mil. ?Que papeles hay que llevar? --Ninguno. Si te sale en la aplicacion, pincha, pones la cantidad que quieres, te saldra el tiempo a elegir y las cuotas, le das a aceptar la que mejor te venga y al instante tienes el dinero en la cuenta. --?En serio...? --Asi es. --Ahora lo vamos a hacer y como sea verdad, me voy el mismo lunes a comprar el que quiero al concesionario. --Menos mal que me lo estas diciendo sin estar borracha, de lo contrario, te hubiese quitado el movil pensando que estabas haciendo una tonteria. --En serio, lo digo en serio, quiero el coche. --Yo me niego a comprar uno y eso que me saque el carne, pero es que no salgo del pueblo, aqui me compro la ropa, hago la compra del supermercado, la playa la tenemos aqui -- senale, pues estaba por todas partes --y salimos aqui de marcha. --Lo tuyo sera comprarte un patinete electrico --rio. --Pues te juro que lo habia pensado. Nos sentamos en la terraza de una plazoleta llena de bares y restaurantes, aquello estaba abarrotado. Como cada noche y dia, alli se concentraba todo el pueblo y parte de los alrededores. Un poco de picoteo para cenar y unas copas de vino mientras Ines iba haciendo lo de la aplicacion y... --!Bingo! --grito al ver el dinero del prestamo en su cuenta --Voy a tener coche !No me lo creo! --Y letras del banco --rei. --Se me puso muy buena la cuota, ni me enterare. --Pues felicidades, espero que lo estrenemos rapido -- sonrei negando. Brindamos con las copas de vino y empezamos a comer esas tortillas de camarones que tanto nos gustaba, ademas de unos rollos de mariscos que ponian a modo de tapas que estaban para bailarles un fandango !Que ricas! --Joder no podia aparecer por aqui otro que Raul --se le dibujo el asco en la cara. --Pues lo mismo que todo el pueblo que sale por la noche y pasa por aqui --resople riendo y levantando la mano para saludarlo, conmigo se llevaba bien. --Ya podia hacer turnos con su taxi por las noches. --Si claro, el pobre, que lo hayais dejado no significa que tenga que pagar por todo lo que os hicisteis los dos. --Yo aguante mucho --dijo con una seguridad que no se creia ni ella. --Fue mutuo, tu una celosa de diez pares y el un huevon de cojones. --Tonteaba con muchas chicas... --Era amable, Ines --voltee los ojos desesperada, pues no habia manera de hacerla bajar del burro. --Paso !Que asquito le cogi! Ines era de lo mas graciosa, pero tenia la capacidad de que cuando se cerraba en algo y creia tener la razon, no habia Dios que le hiciera ver lo contrario. Era preciosa, el pelo liso hasta los hombros, con el flequillo recto sobre la frente, rubia con algunas pequitas que la hacia de lo mas sensual, era una munequita. Yo todo lo contrario, morena con la melena hasta media espalda o mas, con volumen y la cara redonda, pero las dos eramos delgadas, no mucho, pero lo suficiente para darnos por satisfecha con nuestros cuerpos.

  • Un reino de sombras (Reyes y Hechiceros 5), Morgan Rice de Morgan Rice

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    En UN REINO DE SOMBRAS, Kyra se encuentra en medio de la capital en llamas siendo atacada por una manada de dragones y luchando por su vida. Con su amada tierra natal destruida, sin la proteccion de Las Flamas y con los troles invadiendo el pais, Kyra debe ir de manera urgente a Marda para recuperar un arma magica antes de que sea demasiado tarde; incluso si tiene que llegar hasta el corazon de la oscuridad.

  • Reaper de Jorge Borges

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    Mi nombre es “Reaper”
    Y soy todo menos un buen hombre.
    Soy un motero, un traficante, un asesino.
    Y el club lo es todo para mi.

  • El ideal mas fuerte de Pedro Pablo Diaz Martin

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    Edu es un joven de un barrio olvidado por los privilegios de la capital. Rodeado de podredumbre y problemas, se siente un triunfador en esas calles y su euforia le convierte en un simbolo popular. Podria gozar de una juventud sana, pero hace tiempo que ha elegido el camino mas radical, marcado por la violencia, la intolerancia y el profundo fanatismo por una ideas que provocan dano a quienes se cruzan por su camino.

  • la reina de mi corazon de Sophie Saint Rose

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    Grace se levanto a toda prisa del sofa, donde estaba viendo las noticias, en cuanto escucho el timbre de la puerta. La abrio sonriendo y sus sobrinos entraron en casa chillando con un helado cada uno en la mano -- Vaya, hola. -- dijo ironica viendoles tirarse al sofa para coger el mando de la tele. Su cunada puso los ojos en blanco --Gracias por quedarte con ellos. --July, te veo un pelin desesperada. -- dijo a punto de echarse a reir. --Que ganas tengo de que empiece el campamento de verano. Las vacaciones se me estan haciendo eternas. -- ?Tienes tiempo para un cafe? --Un refresco. Me muero de calor. -- dijo entrando en la casa mirando a sus hijos-- !Matt, baja los pies del sofa! --Mama...-- protesto sin mirarla siquiera mientras cambiaba de canal impidiendo que su hermana cogiera el mando. July se volvio exasperada yendo hacia la cocina, donde Grace ya estaba sirviendo limonada para todos -- Te has cortado el pelo. -- dijo mirando sus rizos rubios a la altura de los hombros. Grace sonrio mirandola con sus preciosos ojos verdes --Asi estoy mas fresca. --Si, yo queria cortarmelo tambien, pero lo dificil es convencer a tu hermano. Me mira como si estuviera loca cada vez que lo menciono. -- se sento en uno de los taburetes mirando a su alrededor. Las nuevas encimeras de granito y los electrodomesticos de acero inoxidable relucian --La cocina te ha quedado preciosa. --Si, pero me ha costado un ojo de la cara. -- miro a su alrededor sonriendo satisfecha -- ?Te gustan los armarios rojos? --Muy chic. --Espero no cansarme pronto de ellos, tienen que durar cincuenta anos. July se echo a reir negando con la cabeza. Un mechon castano salio de detras de la oreja y volvio a colocarselo-- Dentro de diez anos pensaras en cambiarlos otra vez. --la miro maliciosa-- Eso si sigues viviendo aqui. -- ?Y donde voy a ir a vivir? ?Contigo? --Que graciosa. Grace se echo a reir-- ?Se lo has dicho ya? --Se lo dire en el fin de semana cuando vaya con Matt al partido. Volvera de muy buen humor y sintiendo que ser padre es lo mejor del mundo. Ahi le dire sonriendo de oreja a oreja, pues viene otro mas. Espero que no le de un infarto. --Va, es el tercero. Tampoco es para tanto. -- !Eso lo dices tu que estas soltera, pero nosotros solo queriamos uno! Y vienen dos de golpe y ahora esto. -- gruno tapandose la cara con las manos-- Mierda de preservativos. Grace se echo a reir a carcajadas. -- !Tita, tita! -- grito su sobrina desde el salon. Perdio la sonrisa y salio de la cocina a toda prisa seguida por su cunada-- !Mira! -- grito la nina senalando la tele-- !Es tu collar! Sin comprender lo que decia, miro la television y vio un retrato que parecia antiguo, pero lo que la dejo de piedra era que el hombre que estaba alli retratado, llevaba colgado al cuello el mismo crucifijo que llevaba ella. Con la misma piedra central en rojo que ella tenia y los mismos grabados. Se llevo la mano al pecho comprobando que estuviera alli y palpo la cruz con los dedos por encima de la camiseta. --Vaya... -- susurro su cunada acercandose a la tele-- Es tu cruz. La imagen del cuadro desaparecio sustituida por otro retrato y escucharon como el presentador decia que la exposicion comenzaria en el museo Metropolitan al dia siguiente. --Tienes que ir a verla. -- dijo July divertida -- !Que casualidad! Nunca habia visto un crucifijo asi y resulta que ya lo llevaban desde hace doscientos anos. Bueno, me largo o sino llegare tarde a la consulta del medico. En cuanto su cunada salio por la puerta Matt la miro levantando una ceja-- Mama no se entera de nada. -- !Nino! !Mas respeto! -- !Esa es tu cruz! !Es igualita y la tuya parece muy antigua! Grace se mordio el labio inferior mirando a su sobrino de diez anos, que era demasiado listo para tranquilidad de todos y dijo-- Vamos a mirar en Internet. Matt se levanto a toda prisa, corriendo hasta el ordenador de su estudio antes de que llegara su hermana --Tranquilos, chicos. Ya sabeis que este material es muy caro. --aparto una bolsa con las camaras de encima del escritorio y sonrio al ver que Matt ya estaba tecleando. --Juliette cuidado con el helado. -- su sobrina se lo metio en la boca rechupetenandolo para que no cayera una sola gota y su hermano la miro como si fuera tonta. --Siempre tardas siglos en comertelo. --Si piensas que te lo voy a dar, alucinas. Divertida se coloco tras los chicos para ver la pantalla, acariciando sus cabezas castanas. Matt no perdio el tiempo y puso en el buscador el nombre del museo en el buscador tecleando proximas exposiciones. Su cuadro no salia en la ventanita principal, pero habia una referencia a los cuadros de la exposicion. Tuvieron que buscar entre cuarenta cuadros del siglo dieciocho y Juliette se empezo a aburrir-- Me voy a ver la tele. -- !Este! -- Matt sonrio volviendo la cabeza y ella se acerco mirando la gran pantalla--Es este. ?A que si? --Si. -- susurro mirando la cruz. No la tenia colgada del cuello, sino que parecia prendida en su panuelo del cuello -- ?Quien lo pinto? Saca toda la informacion del cuadro. Juliette miro el cuadro-- Es muy guapo. --Era, idiota. Este lleva criando malvas mucho tiempo. --Matt...-- ella miro la pantalla y le dijo a su sobrino al ver que no conseguia nada -- Dejame a mi. --Ahora veras como usa estos chismes. Vas a flipar. -- le dijo a su hermana levantandose excitado. Grace se sento en su sillon y acerco el teclado. Acerco los dedos indices a la pantalla y amplio el cuadro-- Matt, enciende la otra pantalla. Su sobrino lo hizo y antes de que se lo pidiera encendio la que tenia a su izquierda tambien. Ella copio la imagen en formato de foto y deslizo con el dedo sobre la pantalla rapidamente. La foto paso a la pantalla de la derecha -- !Hala! -- dijo su sobrina admirada-- ?Me ensenaras a hacer eso? --Claro, cielito. -dijo mirando la pantalla del museo buscando informacion. El cuadro se llamaba Conde de Plimburd, pero el pintor era desconocido. La exposicion trataba sobre misterios del siglo diecinueve, pero como todavia no se habia inaugurado no habia explicaciones detalladas de cada cuadro. Utilizando la pantalla de la izquierda tecleo el nombre el cuadro para obtener informacion y cuando salieron veinte mil resultados su sobrino chillo-- !Vaya! Reduce porque sino vas a estar aqui todo el mes. --Pon cuadro. -- dijo la nina. Se mordio el labio inferior mientras su sobrino decia-- Tenemos que averiguar quien era ese tio. El cuadro ya lo hemos visto. --Debe haber muchos condes a lo largo de la historia que lleven ese nombre--respondio con burla-- Se hereda, ?sabes? Divertida miro a su sobrina-- ?Y tu como lo sabes? Levanto la barbilla orgullosa-- Perdona, pero en los cuentos de princesas sale eso. Y los reyes se mueren y su hijo hereda el titulo de rey. Con los condes pasa lo mismo. Miro a su sobrina admirada porque en los Estados Unidos no tenian reyes, pero parecia que sabia las normas de hereditarias de la nobleza muy bien. Su hermano chasqueo la lengua molesto, pero aun asi dijo-- Muy bien, enana. --Gracias. -- dijo mostrando su enorme sonrisa como si la aprobacion de su gemelo fuera lo mejor. Matt sonrio antes de fijarse en la pantalla frunciendo su ceno y Grace anadio en el buscador Cuadro Conde de Plimburd 1878. Al darle al Enter salieron doscientos cincuenta y tres busquedas y las imagenes del cuadro aparecieron ante ella. En el primero se leia "Terrible maldicion del Conde de Plimburd" -- ?Maldicion? Pincha ahi-- dijo su sobrino excitado. --Calmate, Matt. Seguro que es una chorrada. -- movio el raton sobre la alfombrilla y pincho donde decia Matt. Mas por entretenerlos que por otra cosa, porque sino la volverian loca en menos de una hora. La foto del cuadro salio debajo del encabezado y despues bajo la pagina para leer la informacion. Era una pagina muy larga y como los chicos querian leerla, tardo un rato. -- !Vaya! -- la miraron con los ojos como platos. Se echo a reir al ver sus expresiones-- ?No creereis esa tonteria? --Les mataron. Los mataron a todos. -- Matt bajo el tono de su voz como si compartieran un secreto-- Y ella desaparecio. Grace volvio su sillon y miro a sus sobrinos-- ?Y que? Eso fue hace muchisimo. -- ?Has visto la historia de Anastasia? -- pregunto Juliette mirandola ilusionada. --Julie, eso es un cuento. Anastasia murio como el resto de su familia y esto es una coincidencia. Seguro que la hija de ese senor tambien murio y si huyo del castillo familiar por un pasadizo como dice la leyenda, te puedo asegurar que esta muerta desde hace mucho tiempo. --Pero, ?y la cruz?

  • El que viene por detras de Claudio Hernandez

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    Stevie en su inocencia creia que su mama estaba con Dios hasta que vio a un extrano crio en su ventana. Despues habia una la leyenda de la que todo el mundo silenciaba, y Jeffrey, su padre le revela algo… Aunque no le conto todo, pero entonces el pequeno vio a su vecino suspendido en el techo… Y estaba el: el que viene por detras. El circulo de trigo tampoco estaba blancuzco en Navidad cuando la nieve caia como piedras. ?Que secreto hay detras de todo?

  • Afterburn de Sylvia Day

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    Darme cuenta de que seguia colada por Jax fue un mal trago. Solo habia formado parte de mi vida cinco semanas, hacia dos anos. Pero ahora habia vuelto. Se habia entrometido en un acuerdo de negocios que me habia costado mucho conseguir. Y, Dios mio, estaba guapisimo. Sus ojos eran de un marron tan oscuro que parecian casi negros. Rodeados por densas pestanas, eran de una intensidad implacable. ?De veras me habian parecido alguna vez dulces y tiernos? Jackson Rutledge no tenia nada de tierno. Era un hombre experimentado y cruel, hecho de una pasta muy dura. En ese momento comprendi cuanto deseaba desvelar el misterio de Jax. Tanto que no me importaba lo que fuera a costarme.

  • Vivir sin permiso y otras historias de Oeste de Manuel Rivas

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  • Menina del Louvre de Mavi Tome

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    Intrigas palaciegas, luchas de espada y romance en la Corte de Luis XIII.

  • Felicidad y otros cuentos de Katherine Mansfield

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    Lo mejor de la narrativa de Katherine Mansfield se reune en esta gran coleccion: Felicidad, La mosca, La casa de munecas, La fiesta en el jardin, Vida de Ma Parker, La mujer del almacen, Preludio, El canario, La leccion de canto. Estos cuentos se desarrollan en escenarios tranquilos, familias acomodadas, viviendas con hermosos jardines y personajes caracterizados por una terrible soledad espiritual.
    En Felicidad y otros cuentos, la escritora recurre a la observacion y la ironia para describir las costumbres sociales de la clase alta y sus mujeres insatisfechas rodeadas de frivolidad, junto con una dura critica contra el sistema dominante.
    Katherine Mansfield (Nueva Zelanda, 1888 – 1923), mujer rebelde y creativa, considerada una de las grandes figuras del cuento corto breve supo captar la sutileza del comportamiento humano a traves de sus relatos cargados de simbolismos.

  • La vida que perdimos de Consolacion Gonzalez Rico

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    Ricardo, un viejo artista de origen espanol que habita en uno de los pintorescos edificios del centro historico de Poitiers, no tiene mas vinculos con el mundo actual que Madeleine, la joven que acude cuatro horas cada dia para ocuparse de la limpieza y prepararle la comida. El resto del tiempo, las paredes muestran a Ricardo los jirones de la soledad que lo acompana.

  • La guerra de los pobres de Eric Vuillard

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    A su padre lo habian ahorcado. Habia caido al vacio como un saco de grano. Tuvieron que cargarlo a hombros por la noche, y despues enmudecio, la boca llena de tierra. Entonces todo ardio. Los robles, los prados, los rios, los galios de los taludes, la tierra pobre, la iglesia, todo. El tenia once anos. A los quince anos de edad, habia fundado una liga secreta contra el arzobispo de Magdeburgo y la Iglesia de Roma. Leia las Epistolas de san Clemente, el Martirio de Policarpo, los Fragmentos de Papias. El y algunos camaradas cantaban las maravillas de Dios, atravesaban el Jordan en batin y, trazando con tiza en el suelo el circulo cosmico, signo de union, se tumbaban dentro por turnos, y estiraban los brazos en cruz para que descendiese el Cielo en la Tierra. Y entonces el se acordaba del cadaver de su padre, de su lengua enorme como una palabra que se hubiese secado. <> Eso creia el. Cuentan que, en Stolberg, un tal Barthol Munzer habia sido vinador; se habla tambien de otro tal Monczer Berld y de un Monczers Merth, pero nada se sabe de ellos. Esta tambien Thomas Miinzer, muerto en una trifulca en una taberna. No se sabe si le habian sacudido un mamporro o le habian roto la crisma, tampoco se sabe si fue o no pariente del otro Thomas Muntzer, aquel cuyo padre, hacia 1500, por motivos desconocidos, fue ejecutado por orden del conde de Stolberg, unos dicen que ahorcado, otros que en la hoguera. * Cincuenta anos antes, una pasta ardiente habia fluido desde Maguncia hasta el resto de Europa, habia fluido entre las colinas de cada ciudad, entre las letras de cada nombre, en los canalones, en los recovecos de cada pensamiento, y cada letra, cada pedazo de idea, cada signo de puntuacion, habia quedado apresado en un trocito de metal. Esos trocitos los habian repartido en un cajon de madera. Las manos habian elegido uno, luego otro, y habian compuesto palabras, lineas, paginas. Los habian mojado con tinta y una fuerza prodigiosa habia presionado lentamente las letras sobre el papel. Repitieron la operacion decenas y decenas de veces, antes de doblar las hojas en cuatro, en ocho, en dieciseis. Las fueron colocando las unas a continuacion de las otras, las pegaron entre si, las cosieron, las envolvieron en cuero. De ese modo se formo un libro. La Biblia. Asi, en tres anos, confeccionaron mas de ciento ochenta ejemplares, cuando un solo monje no habria copiado mas que una. Y los libros se multiplicaron como los gusanos en un cadaver. Con lo cual, el pequeno Thomas Muntzer podia leer la Biblia, crecio con Ezequiel, Oseas y Daniel, pero era el Ezequiel de Gutenberg, el Oseas de Gutenberg y su Daniel; y tras abrir la cancela podrida y desvencijada que rascaba el suelo, permanecia largo rato abajo, en la vieja cocina, frotandose los ojos. No sabia lo que veia ni lo que debia ver. Estaba solo como un ladron, y era inocente. Paso el tiempo; vivio con su madre, sin duda en la estrechez. Padecia del corazon. Bajo los robles, los abetos, en la tierra pobre del Harz, mientras corria tras los cerdos con otros crios, tenia que detenerse, atontado de pronto, y rompia a llorar. Si, me lo imagino al borde de un rio de guijarros negros, el Wupper o el Krebsbach, eso poco importa, o en las laderas de pequenas lomas tristes, de caos rocosos, colinas erosionadas, miseras turberas, en el valle del Bode o del Oker, asfixiandose en medio de una mezcla de amargura y amor. Finalmente, curso estudios, en Leipzig, luego se hizo cura en Halberstadt, en Brunswick, despues preboste aqui y alla, hasta que, tras sufrir numerosas tribulaciones entre la horda de los partidarios de Lutero, salio de su agujero, en 1520, cuando fue nombrado predicador en Zwickau. Zwickau Mas alla de las fronteras de Sajonia, Zwickau es poco conocida. Es un simple villorrio. Zwicker quiere decir quevedos, Zwickel, bolsillo de chaleco, Zwiebel, cebolla, y zwiebeln, atormentar, vejar. Pero Zwickau no quiere decir nada, o bien significa mondaduras, fulanos, buenos negocios, si, eso quiere decir Zwickau: fulanos y buenos negocios. Porque en Zwickau se teje, se teje muchisimo, se teje para todo el mundo, para la gente de Frankfurt y de Dresde; incluso en Paris se cuenta que antano algunos dormian en sabanas de Zwickau. Y tambien se excava en la tierra, se explotan minas. Y asi, inmediatamente despues de los Welser y los Fugger, vienen los burgueses de Zwickau. Los burgueses oyeron predicar a Muntzer, en la iglesia de Santa Maria; pero, al regresar Egranus, a quien habia sustituido, nombraron a Muntzer predicador en la iglesia de Santa Catalina, parroquia de los tejedores y de los mineros. Alli, Muntzer debio de codearse con el grupo de los profetas de Zwickau: Storch, Stubner, Drechsel. Aquellas tres sombras se agitaban con todas sus fuerzas, inmersas en el extasis, las visiones y los suenos, pendientes del momento en que Dios les hablaba directamente . La gran controversia la suscitaba predicar un bautismo voluntario y consciente. Bueno, es que resulta un tanto anticuada esa idea de bautismo, ese racionalismo de locos furiosos, ese Aufklarung del copon. Pero en realidad es una reaccion a la corrupcion de la Iglesia, a la irracionalidad de la doctrina y de los sacramentos. Porque los locos furiosos de Zwickau no leen a Agustin y a Tomas de Aquino, no, ellos leen a Erasmo y a Nicolas de Cusa, leen a Raimundo Lulio y a Jan Hus, polemizan, argumentan, quieren mantenerse desnudos en la verdad. Asi, la ciudad esta dividida en dos. Por un lado, los patricios, en Santa Maria, por el otro la plebe, en Santa Catalina. La razon y la pureza se la llevaran los pobres; ante ellos comienza a agitarse Muntzer, ahi se aviva la herida. El habla. Se le escucha. Cita los Evangelios: <>. Cree que los textos pueden leerse sencillamente, al pie de la letra; cree en una cristiandad autentica y pura. Cree que todo aparece es- crito con pelos y senales en san Pablo, que en los Evangelios se encuentra todo lo que es menester. Eso cree. Y eso es lo que predicara a los pobres tejedores, a los mineros, a sus mujeres, a todos los menesterosos de Zwickau. Cita el Evangelio anadiendo signos de exclamacion. Y le escuchan. Y se remueven las pasiones, porque los tejedores son conscientes de que, si se tira del hilo, detras ira todo el tapiz, y los mineros, de que, si se excava demasiado, se desmoronara toda la galeria. Entonces comienzan a decirse que les han mentido. Desde hacia tiempo los asaltaba una impresion perturbadora, desasosegante, habia un monton de cosas que no se entendian. No se entendia por que Dios, el dios de los mendigos, crucificado entre dos ladrones, necesitaba tanta pompa, por que sus ministros necesitaban tanto lujo, a veces eso les hacia sentirse incomodos. ?Por que el dios de los pobres se situaba tan extranamente junto a los ricos, con los ricos, sin cesar? ?Por que hablaba de abandonarlo todo por boca de quienes se habian apoderado de todo?

  • Lagrimas en la lluvia de Rosa Montero Gayo

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    Estados Unidos de la Tierra, Madrid, 2109, aumenta el numero de muertes de replicantes que enloquecen de repente. La detective Bruna Husky es contratada para descubrir que hay detras de esta ola de locura colectiva en un entorno social cada vez mas inestable. Mientras, una mano anonima transforma el archivo central de documentacion de la Tierra para modificar la Historia de la humanidad.

  • A traves de susurros de Sonia Lopez Souto

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    Ella es preciosa.
    Ella es perfecta.
    Un sueno hecho realidad.
    Mis dedos arden por tocarla.
    Por descubrir si es real.
    Esta vez no puedo equivocarme.
    Ella es mi presente, mi futuro, mi fin ultimo.
    Ella es mia.

  • El despertar de Bella de M. C. S

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    ?Que harias si te despertaras de un coma cinco anos despues y descubrieras que otra persona esta viviendo tu vida?
    Mayra Costa acaba de despertarse de un coma. Ella recuerda que estaba a punto de dar a luz a su hija y que estaba casada con Victor, su amor desde la universidad. Al despertarse aturdida en un hospital, no tiene idea de que paso cinco anos en coma y perdio todo el crecimiento de su hija. Decidida a recuperar el tiempo perdido, Mayra descubrira que aunque los anos no han pasado para ella y que mantiene los mismos sentimientos del pasado hacia Victor, descubrira que no le ha sucedido lo mismo a su esposo.
    Al principio ella quiere recuperarlo, a pesar del hecho de que el la ha lastimado profundamente, pero a veces renunciar al pasado y darle la oportunidad a un nuevo amor y ganarse el corazon de su hija sera la unica forma para que Mayra cure las heridas que muchos han causado en su corazon.

  • Villa Varea de Monica Benitez

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    El timbre suena cinco minutos antes de la hora prevista, me permito demorarme un minuto en abrir, no quiero dar la impresion de estar ansiosa por conseguir otro caso, pero lo cierto es que realmente necesito el dinero. Mientras me levanto de la silla vuelve a sonar, parece que tiene prisa, lo que me hace sonreir porque suelen ser los clientes mas desesperados. Al abrir la puerta me encuentro con los ojos grises de una mujer que me observa con tanta atencion como yo a ella, ?no soy como se esperaba? Yo no se que esperaba encontrar al otro lado de la puerta, pero he de reconocer que me ha impresionado, no se si ha sido por su forma de mirarme tan descaradamente o porque su atractivo me ha descolocado por completo. --?Alejandra Varea? --Si, buenas tardes--saluda algo inquieta. --Buenas tardes, sigame, por favor. He notado la misma impaciencia que ha utilizado al llamar tambien en su voz, parece que lo que sea que necesita le urge. Cierro la puerta de entrada a mi apartamento y abro la de mi despacho invitandola a sentarse, se que ser detective privada y tener el despacho en casa no parece muy profesional, pero desde que chafe el coche y me quede pagando un prestamo de algo que no tengo y necesito, he tenido que reducir costes. --Bueno, cuenteme, ?que necesita? --le pregunto mientras tomo asiento al otro lado de la mesa. Alejandra Varea lanza un profundo suspiro al aire y se muerde ambos labios en un gesto obvio de estar buscando en su cabeza la mejor manera de empezar a hablar, la verdad es que me esta volviendo loca de curiosidad. --Vera--dice por fin--lo que necesito es algo un tanto peculiar y que quiza le haga pensar que estoy loca, puede que ese sea el motivo real de mi visita aqui, necesito que usted me ayude a demostrarme a mi misma que no me estoy volviendo completamente majareta. Alzo las cejas claramente sorprendida y Alejandra sonrie con cansancio. --Se lo que parece... --No he dicho nada--me apresuro a aclarar--quiza si me cuenta por que cree que se esta volviendo loca me ayude a entender mejor su caso, porque le confieso que estoy muy perdida. --He decidido separarme de mi marido, y mientras arreglamos los papeles me he ido de casa. Hace un par de anos herede Villa Varea, una masia que pertenecio a mis abuelos, mi marido insistio en venderla porque era demasiado grande para nosotros dos solos, pero por algun motivo decidi no hacerlo, ni siquiera di de baja los suministros y no sabe cuanto me alegro de no haberlo hecho--suspira. --Entiendo. --El caso es que me traslade hace un par de semanas y despues de recorrerla entera un par de veces, decidi que puedo convertir la planta baja en un hostal y yo vivir en la planta de arriba, que tiene acceso propio por uno de los laterales. Lo siento, me estoy yendo por las ramas--se disculpa nerviosa. --No se preocupe, no tengo prisa--afirmo en un intento de que se relaje. --De acuerdo, pues ahora viene la parte interesante--dice clavando sus ojos grises en mi--desde que estoy alli, digamos que pasan cosas... --?Pasan cosas? --pregunto sin comprender. --Si, ruidos, cosas que cambian de lugar, grifos que se abren solos en mitad de la noche, ya sabe, ese tipo de cosas--comenta sofocada. Tengo que hacer verdaderos esfuerzos para disimular el tremendo escalofrio que me ha producido lo que acaba de contarme, quiza en otra situacion pensaria que me estan tomando el pelo, pero esta mujer se ha tomado las molestias de venir hasta aqui y realmente parece afectada. --?Se refiere a presencias? --pregunto adoptando el tono mas neutro posible. --Bueno, no se si presencias es la palabra adecuada, pero esta claro que alli pasa algo. --Podrian ser ruidos provocados por las tuberias o la propia madera de las puertas, segun me cuenta, esa masia parece tener bastantes anos. --?Cree que no lo he pensado? Pero ?que me dice de los grifos abriendose solos? O el televisor... --?Que ocurre con el televisor? --pregunto con los ojos abiertos de par en par. --A veces se enciende tambien, esta manana precisamente, estaba en el bano acabando de arreglarme y de pronto he escuchado voces en el salon, por poco me da un infarto. Cuando he salido el televisor estaba encendido--asegura muy seria. --?Y no cabe la posibilidad de que usted se lo dejara encendido? Esas cosas pasan, yo misma soy la representacion absoluta del despiste. --No--niega de forma categorica--yo nunca pongo la television por la manana, de hecho, apenas la pongo, estoy segura de no haberla encendido, ni esta manana ni ayer por la noche. Oiga, detective Noriega, soy consciente de que lo que cuento es una locura, le aseguro que yo misma no creo en estos fenomenos, siempre he sido muy esceptica, pero son demasiadas cosas las que he notado desde que estoy alli y no voy a ignorarlas, no puedo pretender abrir un hostal y que la primera noche los clientes se marchen cagados de miedo. Necesito descubrir lo que sucede en mi casa. --No la estoy juzgando, senora Varea, usted dice que no cree, y yo personalmente no es que lo haga, pero si que tengo mucho respeto ante estas cosas. En mi opinion, que yo no haya visto o notado nada nunca, no significa que la gente que afirma haberlo hecho este mintiendo. --Pues siento decirle que en ese caso usted si que cree--asegura relajando la expresion por primera vez. Su afirmacion me coge tan desprevenida que enmudezco y me quedo pensativa, ?creo realmente en los fantasmas? --Lo siento, no pretendia acusarla de nada, es solo que estoy muy nerviosa, no es facil ir a ver a alguien a quien no conoces de nada y tener que explicarle algo tan delicado sin parecer una pirada. --No se preocupe, no me ha molestado para nada. Permitame solo un inciso, y por favor, no se ofenda por lo que le voy a decir, es solo una pregunta sin mas. --Adelante. --Dice usted que se esta separando de su marido. --Asi es. --?Puedo saber el motivo? Alejandra Varea duda unos instantes, pero finalmente asiente mientras se humedece los labios. --Sospechaba que me enganaba con otra, asi que contrate a un detective privado y no tardo ni dos dias en traerme una fotografia de mi marido con una pelirroja. --Lo siento--digo con sinceridad, mientras intento evitar que note que lo que acaba de confesarme me afecta mucho mas de lo que ella podria imaginar. --Gracias. --Bien, ahora viene mi verdadera pregunta. ?No cabe la posibilidad de que este usted algo estresada? El estres puede provocar que... --Ni hablar--me corta--se lo que va a decir, que debido a que mi situacion personal ahora mismo es un jodido caos, quiza he imaginado todo lo que le cuento, pero le aseguro que no es asi. Si que me esta afectando el divorcio, no se lo voy a negar, pero no me lo estoy tomando a la catastrofica, no voy llorando por las esquinas ni me paso el dia en la cama pensando en lo que he perdido. Si no soy suficiente para el, esta claro que no estoy perdiendo tanto--afirma rotunda. --Esta bien, entonces digame que es exactamente lo que necesita de mi, porque sinceramente, no veo como puedo ayudarla con ese problema. --Claro que puede, es muy sencillo, quiero que venga a mi casa y me ayude a encontrar una explicacion logica para todo lo que sucede alli, solo asi podre eliminar el problema de raiz. --?Una explicacion logica? --pregunto alzando las cejas. --Claro, tiene que haberla, para los ruidos puedo aceptar que la casa es antigua y todo eso, pero necesito saber que es lo que provoca que el televisor se encienda solo, lo de los grifos, o que a veces... Alejandra baja la mirada y duda. --A veces, ?que? --pregunto muerta de curiosidad. --Bueno, a veces tengo la sensacion de que hay alguien, se oyen pasos, susurros, y noto presencias, es algo que no puedo explicar de un modo logico, solo lo percibo. --Joder--murmuro con los pelos de punta--?no ha pensado en llamar a la policia? ?Y si realmente hay alguien alli? Dios, solo de pensarlo se me encoge el pecho, que miedo. --Ya lo he hecho, mandaron una patrulla y registraron toda la vivienda sin encontrar nada. Los agentes me aseguraron que alli no habia nadie mas que yo, y teniendo en cuenta que la historia que cuento es un poco inverosimil, pues supongo que tampoco me tomaron muy en serio. --Entiendo. De acuerdo, si le parece, manana por la manana puedo ir a primera hora y dar una vuelta por la casa para ver si veo algo que explique todo lo que dice, pero me sabe mal, porque se va usted a gastar el dinero para nada porque como comprendera, este no es el tipo de caso al que estoy acostumbrada, yo investigo otras cosas mas... --?Reales? --pregunta torciendo el gesto. --Si, digamos que si. --Ya imagino, pero no me ha entendido, detective Noriega, no quiero que venga usted a dar una vuelta por la casa, eso ya lo hizo la policia y yo misma cien veces. Lo que quiero es que se instale usted alli conmigo, que pase varios dias entre esas paredes y vea y escuche usted misma todo lo que cuento. Eso me ayudara a asegurarme de que no me estoy volviendo loca, y despues, una vez compruebe que no miento, puede empezar a investigar el motivo de todos esos sucesos, porque estoy segura de que hay una explicacion razonable para todo lo que pasa, solo que yo sola no soy capaz de encontrarla. --Es una broma, ?no? --pregunto con los ojos muy abiertos. --No estoy para bromas precisamente--asegura cruzandose de brazos. --?Pretende de verdad que me encierre en su casa para averiguar si hay espiritus? -- pregunto alucinada. --Llamelo como usted quiera, pero si, eso es justo lo que quiero. --Digame una cosa, senora Varea, antes me ha contado que contrato a un detective para destapar la infidelidad de su marido, y al parecer fue muy eficaz, segun me cuenta-- digo sin poder evitar cierta molestia porque lo contratara a el y no a mi, ese si que es un caso normal, y facil. --En efecto. --?Y por que en esta ocasion acude a mi y no a el? --Porque ya que tengo que meter a un desconocido en casa, no se ofenda, creo que me sentire mas comoda si es una mujer--dice encogiendose de hombros. --Tiene sentido--pienso en voz alta. --Digame que acepta, por favor, el dinero no es un problema, se lo aseguro, no solo herede la masia, tambien una cantidad importante de efectivo. Me pongo en pie y camino hasta la ventana, donde me detengo dandole la espalda a mi extrana posible clienta y me relajo mirando las nubes mientras sopeso lo que me propone. La idea de encerrarme en una casa con ella no me preocupa, aunque lo que cuenta es una locura, parece inofensiva. Ademas, los dos casos en los que trabajo ahora no requieren que salga a la calle a investigar, solo necesito conexion a internet y el telefono, pero la posibilidad de que sea cierto lo que cuenta me aterra, si presencio de verdad todo lo que dice, estoy segura de que me cagare encima. Desde que vi la pelicula del Exorcista, todas estas cosas me dan panico. --?De cuantos dias hablamos? --pregunto girandome hacia ella. --De los que hagan falta hasta esclarecer los hechos. --Le saldra caro--aseguro alzando una ceja. --Ya le he dicho que el dinero no es un problema, puedo extenderle un cheque con un adelanto ahora mismo, solo diga la cifra. Suspiro, la verdad es que necesito el dinero. --Esta bien, ?le parece bien que me instale manana? --La verdad es que me gustaria que empezara hoy mismo, soy esceptica con esto, pero lo cierto es que hay momentos en los que paso bastante miedo. Joder, creo que voy a arrepentirme mucho de aceptar este caso. --Vale--concedo--deme esta tarde para preparar mis cosas y esta noche sobre las nueve estare alli. ?Le parece bien? --Perfecto, no sabe cuanto se lo agradezco, de verdad--dice en tono sincero--si me presta un papel y un boligrafo le anoto la direccion. --Claro. Tras anotarme la direccion de la casa del terror y su numero de telefono, Alejandra Varea se pone en pie dispuesta a irse. --Espere--le pido nerviosa. --Digame. --?Se ha planteado usted la posibilidad de que sea real? Quiero decir, que haya un espiritu o algo asi en su casa. --He contemplado todas las opciones--asegura. --Ya veo, pero en ese caso yo no podria ayudarla. --No se preocupe, una vez tuve que documentarme sobre un tema parecido a este para un trabajo y alguien en quien confio me puso en contacto con una medium que al parecer es muy buena, si realmente hay espiritus en mi casa la llamare para que se ocupe de ellos, pero tal y como me dijo en su dia, lo primero que hay que descubrir es quien es ese espiritu y lo que quiere, y para eso la tengo a usted--asegura con una sonrisa maliciosa. Alejandra abandona mi casa y yo me dejo caer en la silla negando con la cabeza, todavia no me puedo creer lo que acabo de hacer. Hora de llamar a mi hermana y contarle mi nueva hazana.

  • Mientras llueva de Teresa Viejo

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    <>: esa es la frase que retumba desde la cabeza al corazon de Alma Gamboa Monteserin, una mujer en fuga a la que nadie persigue. Es el invierno de 1946 y Alma viaja a la casa de sus antepasados donde, en vez de la paz que tanto necesita, le espera, ineludible, una revelacion trascendental.

  • La luz de la noche de Graham Moore

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  • Di mi nombre (Samsari 1) de Mia Martin

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  • Amor con vistas al mar de Eva Zamora

    https://gigalibros.com/amor-con-vistas-al-mar.html

    ?Tiene precio el amor verdadero?

  • Memento mori (Versos, canciones y trocitos de carne 1) de Cesar Perez Gellida

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