• ?Murio Hitler en el bunker? de Eric Frattini

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    El 30 de abril de 2015 se celebran 70 anos del suicidio de Hitler. Pero, ?murio Hitler realmente en el bunker? Sus restos jamas se encontraron.

  • Una vez en un sueno de Emma Kelsen

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    Emma siempre habia creido en el amor. Desde pequena sonaba con encontrar aquella mitad, la que nos completa. Pero, la rutina y el trabajo han hecho que deje de escuchar el dictado de su corazon. Hasta que un dia, el de su treinta cumpleanos, un suceso magico e inexplicable hace que despierte de nuevo al amor. Una serie de suenos increibles y la repentina aparicion de un misterioso libro, pondran su ordenada vida boca abajo.
    En compania de sus inseparables y emblematicas amigas emprendera un viaje a ciegas, un acto de fe en el que lo arriesgara todo por hallar el verdadero amor, el que aun duerme en el interior de sus cuentos.
    Juntas llegaran al lejano Texas, donde nos haran vivir situaciones emocionantes y divertidas, haciendo que resulte sencillo reir y al minuto derramar lagrimas de alegria.
    Segun nos adentramos en su emocionante lectura, vamos descubriendo junto a Emma y sus amigas, que siempre, aunque los tiempos cambien, existiran los suenos, y a menudo, a veces…SE HACEN REALIDAD.

  • La fisica del Coyote y el Correcaminos de Luis Javier Plata Rosas

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    Si Maggie golpea a Homero con un mazo y lo deja inconsciente en el sotano, estamos ante un caso claro del Efecto Tomy y Daly. En su condena a la violencia psicopatica de las caricaturas, Marge se une a una larga tradicion de cientificos que han senalado los efectos negativos de la television en los ninos, que se extienden a la adquisicion de malos habitos alimenticios y de consumo temprano de alcohol, asi como al reforzamiento de estereotipos del macho dominante vs. la hembra sumisa. Sin embargo, una faceta no tan conocida de la investigacion sobre las caricaturas nos lleva a un mundo de neurologos diagnosticando los desordenes mentales de los personajes de Winnie Pooh; de ingenieros identificando las leyes fisicas de El Coyote y el Correcaminos; a la existencia de un oncogen conocido como Pokemon, y de neuropsicologos que al estudiar la tristeza y alegria que generan Remi y Heidi son capaces de programar una computadora afectiva. Los Picapiedra, Scooby Doo, Bob Esponja, Padre de Familia, Pokemon, Las Chicas Superpoderosas, Las Tortugas Ninja, Pinky y Cerebro, Phineas y Ferb, Taz Mania, Los Simpson, Jimmy Neutron, Peabody y Sherman, Tiny Toons, He-Man y los Amos del Universo, Los pinguinos de Madagascar… son fuente de inspiracion para la comunidad cientifica y terreno fertil para la experimentacion. Es este libro de Luis Javier Plata un aleccionador recorrido de como siempre hay ciencia detras de las caricaturas.

  • De la tierra a la luna de Jules Verne

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    Tras terminar la guerra de Secesion estadounidense, el presidente del Gun-Club, Impey Barbicane, propone la fabricacion de un canon gigante para enviar un proyectil a la Luna. Junto con el secretario, J. T. Maston, y tras ser informados de los detalles astronomicos por el Observatorio de Cambridge, deben resolver una serie de cuestiones: caracteristicas del canon, forma y tamano del proyectil, clase y cantidad de polvora, ubicacion del sitio de lanzamiento, financiacion de la empresa, etc. La viabilidad del proyecto es cuestionada por el capitan Nicholl, enemigo acerrimo de Barbicane (si el segundo es constructor de proyectiles, el primero lo es de corazas y escudos), el cual hace una serie de apuestas a Barbicane acerca del exito del proyectil

  • A un suspiro de distancia de Mia Rose

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    Ha pasado un ano desde el asesinato de su hermana, y el caso sigue sin resolver.
    Gala tiene que enfrentarse a sus miedos, y comenzar a asumir la muerte de Helena. El primer paso es entrar por primera vez desde su muerte a su habitacion. Y es alli donde encontrara varias cosas de su hermana, entre ellas, un diario. Una de las frases escritas, sera el detonante para que Gala comience a pensar en una posibilidad que jamas se le habria ocurrido.
    Con la ayuda de Yoel, un investigador privado, comenzara a descubrir nuevas pistas que le acercaran cada vez mas al asesino de su hermana Helena.

  • Misterioso amor de Alex Vera

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    --Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Marcial. Hay una mala… --Se interrumpio--. Y no se… --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un maldito ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? --Joder --murmure, y saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente--. Ahhhhh --grite, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, mierda. Esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mierda. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago. Una columna de humo negro se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. --Mierda --gruni y me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca y luego entre--. !Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi Hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el maldito techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a… --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era una mierda a la hora de recordar fechas y nombres. Olivia, Luna o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital. Por supuesto. Pregunta estupida. Pero yo actuaba extranamente protector al pensar que se la llevarian. Mi hermanastra. Papa. ?Donde diablos esta papa? Mire hacia la mansion, dudando entre seguir a la ambulancia hasta el hospital o quedarme esperando que sacaran a mi padre. El fuego salto de las ventanas del ultimo piso cubriendo los alfeizares y los aleros. Se escucho un crujido resonante, y dos bomberos salieron corriendo de la casa, con las manos vacias, saltaron del porche y cayeron al cesped. El crujido se convirtio en una enorme grieta, y el lado izquierdo del techo, justo encima de donde habia encontrado a mi nueva hermanastra, se derrumbo, escupiendo chispas y motas de hollin. Las llamas rugieron y los hombres abrieron la manguera, descargando el agua sobre la casa.--Mierda --murmure, llevando mis manos a la cabeza y agarrando punos de mi cabello--. Mierda. Esto no puede estar pasando --Camine hacia adelante--. !Papa! Una mano salio disparada y aterrizo en mi pecho, impidiendome correr hacia la ruina ardiente por segunda vez. --Whoa. Tranquilo amigo --dijo una voz masculina. La casa era un desastre. No habia forma de entrar sin una muerte segura. Me voltee hacia el bombero que estaba a mi lado y lo agarre por los hombros. --?Donde estan? --gruni--. ?Donde esta mi padre? ?Donde esta su esposa? --Senor, tiene que calmarse --contesto el tipo. --?Donde? Pero el grito de la sirena de la ambulancia me interrumpio. Me gire hacia ella, mirando como cerraban las puertas a bofetadas, mientras los medicos saltaban adentro. No habia nada que pudiera hacer aqui. Y existia la posibilidad de que mi hermanastra supiera donde estaba mi padre; tal vez se habia ido de la casa antes de que comenzara el incendio. Trato de llamar a la policia. Eso explicaria por que la ambulancia habia llegado a tiempo. Era una falsa esperanza. Aprete los dientes, luchando conmigo mismo por sentir esto, por sentirme atraido a seguirla a pesar de mis instintos de quedarme y buscar de nuevo en la casa en llamas, aunque eso significara poner mi vida en riesgo. Un nuevo crujido resono en el lugar y otra seccion del techo se derrumbo. Rapidamente, me separe del bombero y del segundo medico que trato de acercarse a mi, y corri hacia mi auto. Si alguien sabia lo que habia pasado, seria ella. Capitulo Dos LUNA !Dame tu corazon! !Damelo! ?Donde estas? La voz resonaba en la oscuridad que me rodeaba. Te arrepentiras si no lo haces, ?entiendes? Lo lamentaras por el resto de tu corta vida. Abri mis ojos y parpadee ante la luz del sol, luego los entrecerre. Estaba en una cama de hospital con sabanas blancas limpias. Levante mis manos y vi que estaban completamente cubiertas de hollin, ademas, me dolia la garganta y los pulmones. ?Por que estoy aqui? El pensamiento se me vino a la cabeza, y me hizo estremecer. No podia recordarlo. En panico, examine la habitacion con mi mirada, viajando hacia la ventana con sus cristales limpios que ofrecian la vista de un estacionamiento y un arbol a un lado de el. Mi mirada regreso desde esa vista de nuevo a la habitacion y luego a la cama. ?Que demonios…? Un hombre increiblemente guapo estaba dormido a mi lado apoyado en la silla, con la cabeza inclinada hacia un lado dejando al descubierto un cuello grueso y una fuerte linea de la mandibula, recubierta de una delgada y definida barba. El cabello corto y de castano oscuro adornaba su cabeza, y sus labios se movian levemente mientras dormia. Me resultaba familiar. ?De donde te conozco? Escudrine mi mente, entre el miedo y la confusion que tenia por estar en ese lugar. No habia nada, nada que explicara por que yo estaba ahi, en esa cama, con el sentado a mi lado como una especie de perro guardian. !Marcial! Es el hijo del marido de mama. Habia un oscuro recuerdo de la vez que conoci a mi nuevo padrastro en la casa de mi mama en Manhattan, en donde el me mostro una fotografia de Marcial. Aunque era mas joven en la imagen. ?Era mi hermanastro? El tipo era tan guapo como un Adonis, pero eso no explicaba por que estaba aqui. De repente un dolor de cabeza palpitante broto entre mis ojos. Aprete mis parpados y exhale. !Piensa! ?Por que estas aqui? ?Donde estas? Un grunido, seguido un chirrido del sillon a mi lado me hizo abrir los ojos nuevamente. Marcial estaba despierto, sus ojos eran de un azul cristalino y estaban fijos en mi. --Hola --dijo, en un estruendo gutural que me habria hecho sentir un hormigueo, si no estuviera completamente asustada por todo lo que estaba sucediendo en ese momento. --?Por que estoy aqui? --pregunte inmediatamente. --Luna, ?verdad? --Si. Eso era todo lo que podia recordar. Que yo era Luna. Que habia tenido un laboratorio de chocolate durante mi infancia. Que mi madre habia trabajado duro para mantenerme y darme una buena educacion. Recordaba que una vez habia comido conchas de tacos directamente de la caja y solo Dios sabia por que razon. Y que era… Mi ocupacion flotaba en los margenes de mi memoria. --No puedo recordar… mucho --dije. Marcial se levanto y arrastro su asiento mas cerca de la cama. --Me llamo Marcial --dijo--. Soy tu hermanastro. --Lo se. Recuerdo haber visto tu foto la semana pasada. Creo que fue la semana pasada, en Nueva York. --?Cuando fue eso? ?Que dia? --El 7 de enero. --!Mierda! --exclamo. --?Que? --pregunte, mi estomago se apreto ante la expresion que cruzaba por su cara. --Es 24 de julio. Me quede boquiabierta al igual que el. Eso no era posible. Habia perdido… ?que, mas de seis meses? No habia nada mas en mi memoria que eso. Intente recordar, busque respuestas sobre mi, sobre quien era yo, pero no habia nada. Mi madre, mi infancia, un flash de conocer a su marido, la foto de Marcial, y algunas conversaciones con cierta gente. Mucha gente, a la que ahora no recordaba quienes eran. --Oh, Dios --murmure--. Oh, Dios mio, esto es muy malo --Me agarre la frente--. ?Como llegue aqui? Tienes que decirme como… --Espera un momento --dijo Marcial y levanto una mano--. No te ves bien. Dejame conseguirte una enfermera. Se levanto y busco el timbre que estaba junto a mi cama, pero le agarre la mano y la aprete con fuerza. --Por favor. Por favor, antes de que hagas algo, dime que esta pasando --Mi voz se quebro un poco. No iba a llorar delante de este tipo, mi hermanastro o lo que sea. Marcial miro hacia el punto de contacto entre nosotros y luego hacia mi cara, y no pude evitar sonrojarme, a pesar del miedo que me invadia, a pesar de todo. Esos ojos eran… como estanques de fuego azul, y yo estaba atrapada en ellos. ?Que demonios pasa contigo? Ni siquiera puedes recordar. --Muy bien --dijo, liberando su mano de la mia, dejando el cosquilleo de su tacto en mis dedos. Era grande, calido, muy reconfortante--. Pero esto podria ser un shock para ti, y no quiero asustarte. --Solo dime. Por favor. Me senti tentada a tomar su mano de nuevo, pero me obligue a no hacerlo. ?Que tan patetico seria eso? Tocando a un tipo que apenas conocia, rogando por apoyo. Esa no era yo. ?O si lo era? No, definitivamente no. Mi instinto me decia que yo no era el tipo de chica que me restregaba y lloraba. --Venia a ver a mi padre y a conocer a tu madre y a ti este fin de semana. Por cierto, nunca nos habiamos visto antes. --Continua --dije, esperando a que siguiera. --Recibi una llamada de mi padre, y parecia asustado. Lo que es muy raro. El nunca tiene miedo, nunca. No podia confirmarlo. Lo recordaba vagamente en su mejor momento. Sr. Stone. Si, ese era su nombre. Dios, ?que esta pasando? --Fui a la casa de Nantucket, y estaba en llamas. Tu estabas adentro inconsciente, yo te encontre. No me ofrecio mas informacion, solo me miraba con sus ojos inquietos que se movian de un lado a otro en sus orbitas. Intente procesarlo todo, rapido. Nantucket. Fuego. Me encontro adentro. --?Me salvaste? --Si quieres llamarlo asi --contesto con firmeza. --?Y mama? ?Y tu padre? --No se donde estan. No estaban en la casa. Simplemente… se han ido. --Desaparecieron --Me eche hacia atras contra las almohadas, con la boca seca y el dolor de cabeza enfurecido--. Espera, ?acabas de decir Nantucket? ?Nantucket, Massachusetts? --Correcto. Pero lo ultimo que recordaba era Manhattan. Especificamente el apartamento de mi madre en Manhattan. El que compre para ella. Me puse a indagar en ese pensamiento, pero no habia mas informacion que recoger. Ni siquiera era un recuerdo. Era como si… solo lo supiera. Entonces, ?como diablos termine en Massachusetts? --Creo que voy a vomitar --murmure, y lo decia en serio. --Espera, buscare al medico. Cerre los ojos y me disolvi en el torbellino negro, mis entranas se tambaleaban con cada giro de la oscuridad. Agarre las sabanas con los punos, respire profundo y abri los ojos, pero los giros seguian. La habitacion estaba vacia ahora. Marcial habia desaparecido, y yo estaba sola. ?Como sabes que estuvo aqui? ?Como sabes que todo esto es real? La puerta de la habitacion se abrio hacia adentro, y entro un tipo con una bata blanca, Marcial casi le pisaba los talones. --No se siente bien --dijo--. Y no puede recordar mucho. El medico levanto sus cejas tupidas y oscuras, y giro su cabeza para verme mejor, gracias al vertigo que me inmovilizaba en la almohada. Camino hacia adelante, sonriendome calurosamente y luego levanto una banda de presion arterial de una mesa cerca de mi cama. --Hola, Srta. Cullen --dijo, y suavemente tomo mi brazo derecho--. ?Como estas hoy? --Acaba de decirte como estoy --conteste yo, poniendo una mueca de dolor--. ?Quien es usted?--Soy el Doctor Khatri, y voy a tomarte la presion mientras hablamos. ?Te parece bien? --Si. ?Que me pasa? --Sufrio una lesion en la parte posterior de su cabeza, cerca de la base --dijo, mientras fijaba la banda de presion sobre mi brazo--. Y ha estado inconsciente durante dos dias. --!Dos dias! --chille. Aunque me importo poco, porque no podia recordar nada de los ultimos seis meses. --Correcto. Hemos comprobado que tiene una conmocion cerebral, pero la buena noticia es que no hay liquido en el cerebro, gracias a Dios. --Eso es bueno --De repente mi vision se arremolino--. No puedo ver bien. La habitacion esta dando vueltas. --Mmm, tu presion sanguinea esta un poco baja --dijo el medico, mientras la maquina sonaba. Se acerco y presiono el timbre que notificaria a algunas de las enfermeras. El doctor Khatri saco un boligrafo del bolsillo superior de su bata blanca y lo sostuvo frente a mi--. ?Puede seguir esto con los ojos, por favor, Srta. Cullen? Hice lo que me pidio, apretando los dientes ante las nauseas resultantes. --Me duele la cabeza --dije. --Escucha, ?que demonios esta pasando aqui? --pregunto Marcial, detras del doctor--. Claramente se siente mal. Ayudala. --Me temo que se necesita algo mas que la orden, Sr. Stone. --Entonces, ?que se necesita? ?Quieres dinero? Las palabras de Marcial salieron renidas, y su mirada estaba fija en mi, mas que en el doctor. Esas brillantes piscinas azules contenian un tipo diferente de calor ahora, uno impulsado por la preocupacion. --Esto es un hospital, Sr. Stone. No aceptamos sobornos para tratar a nuestros pacientes. Una enfermera irrumpio en la habitacion y una rafaga de actividad estallo a mi alrededor. Todo fue vertiginoso, la gente me hablaba, se inclinaba sobre mi, tomaba medidas y cambiaba las gotas. Mis ojos se cerraban y volvian a abrirse. --?Srta. Cullen? --La voz del doctor me trajo de vuelta al presente. La habitacion estaba vacia ahora, y el remolino se habia detenido. --?Donde esta Marcial? --pregunte. --Estoy justo aqui.

  • Con tinta me tienes de Vero Garcia

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    *Una novela a medio camino entre el chick-lit y la comedia, muy en la linea de "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas", de Laura Norton.*Con un estilo fresco y divertido, y unos personajes delirantes, Veronica Garcia debuta en Titania con una propuesta tan original como romantica.*Una voz nueva en el genero romantico que no pasara desapercibida.

  • Un highlander en mi vida de Carlota Manzano

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    "Escuchame, comprendelo, es imposible nuestro amor..." --?Tu sabes que lo tuyo es la bomba, Bonnie? --?Por que la bomba? --Hizo el gesto de estallar y provoco mi risa. --Porque debes ser la unica escocesa en el mundo que cante por Camela, por eso. --Pues tu culpa ha sido, Patricia... Jamas pense que fuera a divertirme tanto con aquella petarda a la que ya consideraba una media hermana. Desde que llego a la Facultad de Veterinaria de Cordoba, via Erasmus, me di cuenta de que nosotras ibamos a disfrutar de una amistad de esas que son un tesoro, que trascienden en mucho a unas buenas borracheras de fin de semana y a una ensarta de abrazos fraternales despues de aprobar los examenes de junio. Bonnie se habia convertido en mi pano de lagrimas en aquel ultimo curso que se me antojo el mas gris de todos y el momento mas complicado de mi joven vida, a mis veintitres anitos. La razon no era otra que mi novio, Kilian, le habia puesto ese ultimo ano mucho empeno a las clases, pero no a las que impartian en las aulas, sino mas bien a unas clases privadas de anatomia que le impartio Miriam, la buenorra de nuestra promocion, a puerta cerrada. Lo peor del asunto fue lo rematadamente tonta que me senti cuando tome conciencia de ello, pues de nada sirvio que los rumores por el campus se extendieran como la polvora. "?Mi Kilian? No, el es incapaz de una cosa asi", contestaba yo a aquellos que querian ponerme en antecedentes para evitar que el gran disgusto de mi vida llegara encima en forma de sorpresa. Cuan vanidosas podemos ser las personas, ahora lo sabia. Durante aquellos meses en los que me converti en la comidilla de nuestro entorno, ni en una sola ocasion di credito a las que consideraba malintencionadas palabras de unas lenguas viperinas demasiado aburridas por no contar en sus vidas con una preciosidad del estilo de mi Kilian, que yo no sabia si era mas bonito por dentro o por fuera. "Antes me corto un brazo que ponerte los cuernos", solia decir en el comedor del Colegio Mayor cuando, un tanto agobiada, yo le confesaba que no entendia por que la gente tenia tanta maldad y podia inventar infundios semejantes. Pues nada, el muchacho iba a lucir munones que era un gusto. Otra de las perlas que solia anadir al respecto era que la gente le daba a la sin hueso "porque no se quieren como tu y yo". Segun Kilian nuestro amor seria leyenda, que el era muy de Alejandro Sanz, pura sensibilidad a simple vista. Y hablando de vista, la mia fue mi tabla de salvacion pues, aquel aciago dia que, entre risas, sali de la biblioteca con Bonnie y vi a Kilian comiendose lo que viene siendo todo el filete con Miriam a plena luz del dia, comprobe que no hay mejor ciego que el que no quiere ver y entendi de golpe que iba a ser el blanco de todas las miradas de la facultad, por los siglos de los siglos. Suerte que en ese momento Bonnie me sujeto, porque de no haber sido asi, aquellos dos hubieran tenido que ir a por una peluca ipso facto. Y es que no me faltaban ganas de desmonarlos, en particular a el, la rata ponzonosa que debia pensar que los cuernos me quedaban fenomenal y decidio hacerme un cambio de look gratis. A partir de ese momento el ambiente se enrarecio hasta el punto de que la tension podia cortarse con un cuchillo cada vez que coincidia con uno de los dos. No en vano, al dolor de saber que me la llevaban dando con queso en toda mi jeta durante meses, tuve que sumar el de que debian haberse apuntado a un concurso de "tortolitos del ano", ya que no habia manera de doblar una esquina del campus sin que me los encontrara derrochando amor a raudales. A consecuencia de aquello, la convivencia se convirtio en una especie de martirio chino, por lo que opte por irme a mi casa de Cadiz todos los fines de semana, cuando venia haciendolo uno al mes hasta ese momento. El primer viernes que hice la maleta para volar al nido paterno hasta el domingo por la tarde, me sorprendio ver a Bonnie haciendo tambien la suya. --?Y eso? --le pregunte. --"Eso" es porque no pienso dejarte sola en este mal buche por el que estas atravesando--me respondio en aquel espanol en el que ya tanto afinaba, aunque de vez en cuando le bailara alguna palabreja. --Sera en este mal trago. --Le sonrei pensando en que que mierda importaba en realidad como se dijera cuando lo que primaban eran los sentimientos de una persona que no se cansaba de demostrarme que era una de esas amigas que se cuentan con los dedos de una mano. --Eso, como se diga... --Pero yo no soy precisamente la alegria de la huerta en estos momentos... --Bueno, pues me tendras que compensar diciendole a tu madre que me haga unas tortillitas de esas de... ?como se llaman? Las que dices que estan tan buenas. --De camarones y eso esta hecho. --Recuerdo aquel abrazo con emocion. A partir de ahi comenzo una nueva etapa. Entre semana estabamos en Cordoba y yo tomaba sal de heno por kilos para digerir lo que alli tenia que ver y los findes nos ibamos a Cadiz, a disfrutar del buen tiempo, de la playita y de la compania de mis padres, que acogieron a Bonnie como si fuera una hija mas. Hasta mi hermano Roberto, de diez anos y que es un trasto, hizo las mejores migas con Bonnie. Y asi transcurrieron unos meses que me pesaban como una losa, pero que sirvieron de amortiguador para mi dolor. Normalmente, era poner los pies en Cadiz y reunirnos con mi mejor amiga desde la infancia, Virginia, para corrernos unas juergas de aupa en las que yo ahogaba las penas en alcohol y, con llanto hiposo, solia terminar a la hora de los churros deseandole a la parejita lo mejor, esto es, que los partiera un rayo. Y entre rayo y rayo, llego el final de curso y aunque me costo Dios y ayuda el concentrarme en los examenes, me dije a mi misma que aquellos dos ya me habian aguado bastante la fiesta como para ahora tambien dar al traste con mis estudios. Asi las cosas, me puse manos a la obra, hinque codos a la bestia y hasta una matricula de honor me traje, que esas no las habia visto yo en mi curriculum academico en la vida. Pero la sorpresa, con mayusculas, llego un dia antes de que Bonnie volviera a sus amadas Highlands, las Tierras Altas de Escocia, ese lugar iconico por excelencia y que la vio nacer. Mientras preparaba las maletas la vi con dos billetes de avion en la mano y me dijo que uno llevaba mi nombre. --?Que dices, loquilla? --le pregunte con las bolas de los ojos dandome vueltas como a Marujita Diaz. --Te vienes a mi casa, ?o es que yo me voy a hartar de tortillitas de camarones y tu no vas a probar las especialidades de mi madre? Que alli tambien comemos, ?eh? Y, ademas, a ti te hace falta lo que dice la tuya, eso que no me sale... --Un canonazo de calorias dice ella, que siempre me ve raquitica. --Hombre, ahora un poco de razon si tiene, que te has quedado que hace falta pasar dos veces para verte, guapita. En cuestion de un rato, yo ya tenia la maleta preparada, aunque por desgracia, lo primero que volvi a meter en ella fue la pena por el desgraciado ese de Kilian, cuyo recuerdo no me dejaba ni a sol ni a sombra. Iba con billete de ida, pero no de vuelta. Y no, no es que pensara quedarme en las Highlands a vivir, sino que mi amiga penso que mejor dejar el mundo correr y que me quedara el tiempo que fuera necesario para que mis heridas cicatrizaran.

  • ?Que paso cuando se terminaron las perdices? 2 de Gema Tacon

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    Ariel vuelve con mas fuerza que nunca aunque sigue teniendo el corazon dividido. Lo que no sabe es que el tiempo no espera por nadie, y que a su regreso las cosas han cambiado mas de lo que jamas imaginaria. Junto a Merida, Blanca, Aurora, Lilo y otros nuevos companeros de locuras tendra que desmontar las ilegalidades de las mayores villanas de la historia. Aprendera a marcha forzada que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. ?Sabra elegir esta vez o se volvera a equivocar? ?Dejara titere con cabeza?
    En sus lineas encontraras intriga, accion, aventura, romance y humor. Descubriras que los cuentos de hadas y que los principes azules no siempre son como los recordabas.
    ?Quieres comenzar a traumatizarte?

  • Lo que descubriras a continuacion te sorprendera de La Mandanga

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    Quiza hayas jugado alguna vez a ?Que prefieres? Si no, tampoco importa, porque este libro lleva el juego un poco mas alla. Atras quedan opciones como mar o montana, carne o pescado, activo o pasivo. Aqui lo que encontraras es conflicto del bueno.

  • La doncella de la sangre de Ahna Sthauros

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    Diane es una joven estudiante francesa de Paris que decide estudiar en la Universidad de Sevilla como alumna Erasmus. Es huerfana y lo unico que le queda de sus padres es una medallon antigua decorado con simbolos extranos.En la noche de Halloween su vida cambia radicalmente cuando conoce a Alleyne, un joven ingles misterioso que resulta ser un vampiro. Entonces descubre que toda su vida se basa en una mentira: su padre no ha muerto y es uno de los vampiros mas poderosos de la Sociedad vampirica, y ella es mucho mas de lo que aparenta.Falsas apariencias, vampiros, demonios, cazadores, angeles caidos…Diane tendra que olvidarse de todo lo que conocia como humana y debera adentrarse en un mundo oscuro y desconocido, cuya Sociedad espera mucho de ella.?Sera mas fuerte su Destino o su amor por Alleyne?

  • Mi mundo se lleno con el sonido de tu voz de Cristina Prada

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    Un trabajo. Dinero. Un marido.

  • Regreso al salon de la serpiente de Robert Lenz

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    Una amenaza profetizada por siglos. Un sistema de templos y cavernas de las que nadie ha vuelto con vida. Inocentes desaparecidos y rumores de un culto siniestro surgiendo en las catacumbas.

  • Devastador de Jorge Borges

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    Mark le salvo la vida.
    Alicia hubiera muerto ahi fuera.
    Un simple accidente de coche.
    . un lago, y agua.

  • Testigo por accidente de Paulina Maggi

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    Una novela de suspense romantico que atrapara a sus lectores.

  • La corsaria de Madeira de Karina Graciela Salazar

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    La mansion que Edward Chamberlain poseia en la ciudad de Londres prometia brillar nuevamente, como de costumbre, luego de las Navidades y demas fiestas de guardar. Una multitud de criados entraba y salia cargando canastos llenos de provisiones: frutas, hortalizas, flores frescas y de las otras, para desecar, e infinidad de arcones cerrados. El alboroto de la mudanza, sumado a los carruajes parados en fila en la calle, despertaban la atencion de los transeuntes; quienes se paraban atonitos, buscando informacion certera de alguna criada holgazana, tal vez, dispuesta mas a conversar que a trabajar: --?Quien se esta mudando? --!Nadie se muda! Es la casa del senor Chamberlain, quien llega en unos dias, junto a su hermosa hija, lady Elizabeth. --Ya veo --decian unas comadres, mientras se miraban la una a la otra. --!Dejate de chismorrear y vuelve a tus quehaceres! --grito una voz de mando desde lejos. La muchacha escucho el reto y obedecio ipso facto; sin saludar, partio raudamente hacia la casa. Primero paso por un largo pasillo, pues la servidumbre no usaba, bajo ningun concepto, la entrada principal de la casa. Luego camino en direccion al murmullo de voces, cuyo sonido se tornaba mas fuerte a medida que se iba acercando, asi que se paro frente a la puerta del salon para recibir visitas y vio como sus companeras se encontraban en plena tarea de quitar las sabanas blancas de los muebles. Sin pensarlo dos veces, se dirigio a ayudarlas y comenzo a doblarlas con cuidado, para no desparramar el polvo. Luego de muchas horas de trabajo, el sol yacia en el poniente. Fue en ese mismo momento cuando los lacayos subieron, con mucho esfuerzo, el imponente y majestuoso candelabro de cristal. Todos sabian que no habia otro ejemplar como ese en Londres: lord Chamberlain lo habia mandado a traer de Venecia el ano anterior para la presentacion en sociedad de su amada hija: que nadie dudara de que quien se llevara semejante perla se aseguraria tambien su cuantiosa dote. Asi, los dias pasaron y lord Chamberlain no defraudo con su promesa y llego a Londres; pero no llego solo, su hija Elizabeth lo acompanaba. Se aseguro de arribar a la hora de cena, para que las miradas de la chusma no pudieran descubrir cualquier rasgo de cansancio de el o de su hija, aunque esta, debido a su juventud, rara vez demostraba cualquier senal de agotamiento en su cuerpo y, mucho menos, en su espiritu. Descansaron toda la noche y, al siguiente dia, su padre se levanto temprano y espero a alguien para probar el primer bocado. Sin embargo, habia mandado a sus criados a llamar a su hija, con la advertencia de que pusieran especial esmero en su vestimenta y peinado, pues esperaban visitas. Fiel a su decoro y como buena hija obediente, momentos mas tarde, Elizabeth no se hizo esperar y se presento en el comedor, bajo la atenta y deslumbrada mirada de tres senores, uno de ellos, su padre, quienes abandonaron sus sillas ni bien vieron a la dama. --!Elizabeth, querida! --Su padre salio a recibirla con una alegria demasiado desbordante para su costumbre matinal. Elizabeth sintio una corazonada muy fuerte, pero prefirio callar y ver como se desencadenaban las cosas. --Padre... --saludo mientras hacia una reverencia, debido a la presencia de visitas en su casa.--Elizabeth, estos son el marques de Bloombery y su hijo, Robert. --Encantada --dijo con un leve asentimiento de cabeza, mientras espiaba por el rabillo del ojo al hombre mas joven. De pronto, Elizabeth se percibio insegura frente a esos extranos, se sintio torpe en su vestido y en sus maneras. Esa sensacion le era ajena, desconocida. Elizabeth era la joven mas segura de Londres. Su simpatia y belleza la tornaban inmediatamente popular por doquier. Sin embargo, Robert era el hombre mas apuesto que habia conocido hasta ahora. Empero, no lo habia visto en su baile de presentacion en sociedad. De eso estaba segura. Semejante ejemplar no hubiera pasado desapercibido para nadie... y menos para ella. --Querida, me gustaria que supieras que hemos mantenido diferentes conversaciones por varios meses... --interrumpio sus pensamientos su padre. --Perdon, padre --se excuso, perdida en sus cuitas. --Como te estabamos diciendo... --continuo Edward--, el marques de Bloombery y yo hemos determinado que una union entre nuestras familias seria una excelente oportunidad para afianzar ambas fortunas y, ademas, que obtuvieras al menos un titulo nobiliario, ya que, con la muerte de tu madre, poco hemos podido hacer. --Estoy mas que convencido de que Elizabeth es la mujer ideal para representar en sociedad a la perfeccion dos fortunas --dijo el marques, sin poder contener su alegria. Elizabeth miraba una vez mas, de reojo, a su prometido en silencio. Sabia cual era su lugar en este entuerto y que se esperaba de ella... o, mejor dicho, que no se esperaba. Asi que opto por lo primero: asentir y callar. Ya tendria tiempo para azotar a su padre con preguntas. O no tanto. Al menos, su progenitor habia tenido el decoro y la atencion de elegir a un candidato joven, rico, con titulo nobiliario y, ademas, apuesto. Seria una necia si le reclamara algo. Empero, algo la impulso a actuar en contra del recato, aunque en forma timida: --?Cuando les parece oportuno anunciar el compromiso? Los caballeros, al oir la pregunta, rieron de aprobacion mientras se miraban... Eran hombres y la fecha era solamente un tramite de algo que ya habian sellado entre caballeros. --?Cuando te parece apropiado? --pregunto Robert. Elizabeth se sonrojo y lo supo. Sus mejillas ardian... y sus otras partes tambien. Sin dejar de mirar el mantel de bordado primoroso, color blanco, pronuncio: --Creo que podriamos anunciar el compromiso con una fiesta... que sea la primera de la temporada, despues de Pascua, para que nadie se nos adelante,. --!Te dije que elegir a esta chica era beneficioso para nosotros! --exclamo el marques mirando a su hijo--. Te dije que... --Y con respecto al casamiento, hagamoslo justo antes de Glorious Twelfth [1] --continuo ella, sin percatarse de que acababa de interrumpir a su futuro suegro--. De esta manera, estaremos en boca de todos al comienzo y al final de la temporada. Su suegro espeto una carcajada mezclada con sorpresa; no parecio importarle que ella le hubiera quitado su derecho divino a hablar. --Con esta joven, nos aseguraremos de siempre estar bien representados ante la sociedad... --Y continuo--: Dios mio, Robert, desde la muerte de tu madre que no sentia la necesidad de tener a una criatura del sexo opuesto permanentemente a mi lado... Elizabeth rio de satisfaccion por lo bajo, pero oculto por completo su sorna. No necesitaba la aprobacion de ningun marques para saber que ella era muy buena en protocolo y ceremonial. Bueno, tal vez si fuera un duque, entonces, se hubiera sentido mas aliviada de saber que el legado materno y su ducado estaban bien representados. Aunque su titulo hubiera pasado, hacia muchos anos ya, de manos de su familia a un extrano que nada tenia que ver con ellos. --Edward, !tenemos mucho que hacer en America! --!Eso ni lo menciones! !No veo la hora de comenzar a hacer negocios prosperos con quien quiera comprar nuestros productos! --!Exactamente! --exclamo el marques--. Estaba pensando que... si quieres adelantarnos parte de la dote..., tenemos un navio que zarpa en exactamente una semana del puerto de Boston... Podriamos llenarlo de mercaderia. Inmediatamente, el marques se interrumpio, al darse cuenta de que Elizabeth estaba con ellos.--Por favor, adelante, hagan de cuenta que no estoy... --dijo la muchacha al sentirse un estorbo. --Robert, ?por que no recorren la casa un poco? --pregunto su padre. --Elizabeth, lleva a Robert al salon de tertulias y deleitalo con el clavicordio --acoto Edward. Sin pestanear, Elizabeth se puso de pie, mientras que, de forma automatica, los caballeros hacian lo mismo. Una vez en el salon de entretenimientos, Elizabeth se acerco al clavicordio y se dispuso a tocar los primeros acordes; sin embargo, su curiosidad pudo mas... Despues de todo, el caballero seria muy pronto su marido. --No lo habia visto anteriormente --comento con suavidad mientras tocaba los acordes de V'adoro pupille, de Handel. --Es verdad --reconocio, casi avergonzado, mirando al piso. Elizabeth seguia tocando la introduccion del aria y sabiendo que, muy pronto, tendria que cantar. Le pregunto, rompiendo el protocolo: --?Le ofende que le pregunte donde se encontraba? Robert rio y dijo: --En absoluto. Puedes preguntarme lo que quieras... y puedes tutearme tambien. Despues de todo, seremos marido y mujer muy pronto. Me encontraba en las Americas. Fue una pena haberme perdido tu baile de presentacion en sociedad. Mas me alegro el buen tino de tu padre al haberte preservado para el mejor candidato... --O sea, tu. --Rio con ganas Elizabeth, completando la frase. --O sea, yo --asintio el mientras se sonrojaba, sin darse cuenta. Dos dias despues del lunes de Pascua, desde distintos puntos de la ciudad donde los mas ricos vivian, aristocratas y acaudalados comerciantes --muchos de ellos, terratenientes--, se podia escuchar el trote de carruajes, que cesaba justo frente a la casona de Edward Chamberlain. La fiesta era un exito. El champan, el vino frances, los escargots, [2] tan en boga en Francia, ahora estarian a la moda en la alta sociedad londinense, pues Lizzie Chamberlain los habia servido en su fiesta. Elizabeth era una eximia bailarina y, junto a su prometido Robert, bailaba de una manera perfecta, como una gacela. Su padre conversaba con todos los aristocratas que podia. No siempre concurrian a sus fiestas. Pero ahora que el marques de Bloombery estaba involucrado, nadie se hubiera atrevido a rechazar el convite. Todo iba bien, bajo el escrutinio del senor Chamberlain, hasta que, de repente, quedo parado sin moverse, como petrificado, y con un gesto de cabeza ordeno a su mayordomo Antony seguirlo. Sin preambulos, ordeno: --Lleva a ese par de malnacidos que estan escondidos detras de la columna a mi despacho. Y cerciorate de que no se queden con las joyas de nadie. El sirviente vio a dos hombres que, a pesar de su esfuerzo por estar a la altura de la fiesta, a todas luces se notaba que no pertenecian a la clase que se encontraba bailando y disfrutando el agape. Uno era mas pequeno y otro le llevaba una cabeza en altura. A los pocos minutos, Edward hizo una entrada intempestiva en su escritorio. --?Como se atreven a entrar asi en este dia tan especial? El hombre de estatura menor, pero con apariencia mas malefica, giro su torso y esbozo la primera palabra: --Eddie, Eddie, Eddie --saludo con total parsimonia--. Estabamos preocupados por ti. Es que, desde que ese barco partio, no sabemos que le ha acaecido. --Por el barco no tienen que preocuparse --contesto con tono apurado--. De eso me ocupo yo mismo. Ahora salgan inmediatamente de mi casa. Cuando el barco llegue, los hare llamar para pagarles. Asi que... El hombre de mayor contextura no vacilo y lo tomo del cuello, dejandolo colgado en el aire. El pequeno se acerco y, desde abajo, comenzo a murmurar: --No me tomes por idiota. Podria estar en tu lugar, comprar un titulo nobiliario y que me besen el trasero, pero simplemente a mi, esta gente... no me cae bien. Asi que mi odio se calma prestando dinero a ti y a los tuyos, los de tu clase, y que no puedan devolverlo. Edward estaba ya blanco y sin poder respirar. --Sueltalo... --ordeno el hombre, mientras se dirigia a la salida. Se escucho el ruido de un peso muerto desplomado en el piso e, inmediatamente, arcadas en busca de bocanadas de aire. El pequeno malhechor se volvio y dijo: --Tienes dos meses... para pagarme. Como pudo, Edward se reincorporo y, por fin, balbuceo una mentira: --El barco no llegara hasta dentro de tres meses. --No me tomes por imbecil... Si el barco llega en dos o en tres meses, eso lo sabre antes que tu... Asi que preocupate por que llegue con mercancias que paguen mi prestamo. Dicho sea de paso, habia olvidado lo hermosas que pueden ser las fiestas cuando hay dinero contante y sonante, especialmente cuando es el mio... --Hizo una pausa, como pensativo--. Una pena que no halle placer en los agapes... --concluyo el malviviente antes de abrir la puerta e irse.

  • Circulos, Manuel Rios San Martin de Manuel Rios San Martin

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  • La chica de las bambas de Teddy Lester

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    Una bonita historia de amor de treinta meses cuya escasa duracion termina tragicamente.

  • Itinerarium de Antoni Picazo Muntaner

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    Magia, Cabala, deseos, venganzas, alucinogenos, insatisfaccion, necesidad de saber cada vez mas. Eso es lo que refleja “Itinerarium”. La vida de un estudiante en la Europa barroca, el intento de alcanzar quimeras que la mayoria de personas consideraba irrealizables. Ideas y objetivos que se pretendieron alcanzar a traves de la practica de las ciencias oscuras.

  • La quimica del odio de Carme Chaparro

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    ?QUE HARIAS SI, TRAS HABER SOBREVIVIDO A LA QUE CREISTE QUE ERA LA PRUEBA MAS DURA QUE PODIAS SOPORTAR, EL DESTINO TE LLEVARA OTRA VEZ AL LIMITE?

  • Guerrera Oscura de Laura Cruz

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    Las sombras habian comenzado a cobrar fuerza en el mundo, su presencia, abarcaba casi cada uno de todos los rincones de cualquier espacio. Aquellos que habian podido escapar de esta amenaza, aun permanecian temblorosos ante el impacto que habia generado la presencia de todo este mal en algun momento de sus vidas. Aunque el bien habia hecho lo posible por combatir a estas legiones de la oscuridad, parecia que con cada batalla que se llevaba a cabo, estas cobraban mas fuerza. Liderados por el propio demonio, estos habian conseguido un dominio absoluto del planeta, volando en pedazos cada campamento, cada asentamiento, cada pueblo, sembrando el terror y dominando a las personas, logrando la manipulacion absoluta que los llevaria a colaborar con ellos. El reclutamiento era masivo, aquellos que se resistian, eran asesinados, y muchos, simplemente habian tratado de salvar sus vidas al enganar a estos militantes del mal, los cuales, habian generado tantas muertes y asesinatos. Habia quedado absolutamente claro que no estaban en medio de ningun juego. Cada una de las pruebas que habian tenido que afrontar los miembros de esta leccion, eran determinantes, y en muchas, la muerte era caracteristica de ellas. Si no podian cumplir con su objetivo, debia morir, ya que, la conviccion de que el mundo necesitaba una raza mejor, estaba siempre latente presionando a los debiles a ser mucho mejores. Muchos habian nacido en medio de todo este desastre, no habian conocido un mundo normal y libre, lo unico que habian hecho era huir durante toda su vida, y entre ellos se encontraba Rayne, una joven humana que habia entendido que la unica forma de poder sobrevivir era codeandose con los demonios. La historia de Rayne no era demasiado interesante, al menos, no hasta ahora, habia tenido una vida llena de miedos y temores, ya que, habia nacido en un asentamiento que habia sido tomado por los demonios de la legion de la oscuridad. Su madre apenas estaba embarazada cuando habia sido atacada por estos sujetos. Con la intencion de salvar a su bebe y su propia vida, habia intentado escapar, pero habia sido atrapada. Las ordenes de los tenientes de estas hordas oscuras, era asesinara absolutamente todo lo que se resistieran, pero la piedad se habia aduenado de aquellos soldados, los cuales no habian tenido el corazon para asesinar a una mujer embarazada. Habia sido tomada y llevada a un campamento, el cual, se habia convertido en el hogar de esta mujer, la cual habia sido separada definitivamente de su entorno y su familia. Nunca mas habia vuelto a ver a su esposo, sus padres, se habian quedado dentro de una cabana que habia sido incendiada en medio del ataque. Aquel sufrimiento, habia hecho que finalmente aquella mujer colapsara, rompiendo fuente en el momento menos indicado. Su parto fue asistido, y aunque trato de hacer lo posible por mantenerse consciente, Lucila habia fallecido tras dar a luz a su hija. Necesitaba verla a los ojos, y cuando pudo ver a aquella pequena nina llorando con una fuerza increible, supo que finalmente habia llegado al mundo su razon de felicidad mas grande. Todo lo que habia hecho estaba destinado a salvarle la vida a esta pequena bebe, la cual, habia sido tomada en brazos por uno de los soldados de aquel lugar, mientras este, veia con ojos frios y distantes como aquella mujer se despedia de la vida. Lucila ni siquiera habia llegado a tener en brazos a su hija, ya que, cuando le fue acercada, esta simplemente sonrio, cerro sus ojos y se desvanecio. Su corazon dejo de latir unos pocos segundos despues, pero al menos, se habia marchado del mundo Consciente de que su hija habia nacido sana y salva. Esto, habia dejado en manos del mal a una pequena nina que no habia conocido otra forma de ver el mundo. Entre demonios y humanos, Rayne habia crecido en un campamento en el cual, preparaban a los mas aguerridos para ser parte de la legion oscura. Esto, no era una tarea facil, ya que, se requeria de una preparacion muy fuerte y atravesar pruebas que ponian en el fuego la verdadera conviccion y compromiso que tenian con la oscuridad. Se le habia negado el derecho de tener una vida normal, no habia conocido a sus verdaderos padres y mucho menos habia tenido la oportunidad de conocer los buenos sentimientos de los seres humanos. Aunque los demonios simplemente estaban listos para seducir y destruir la vida de los seres humanos, esta especie podia ser neutralizada si se alimentaban los buenos sentimientos de la humanidad. La guerra, estaba basada precisamente en desaparecer por completo la posibilidad de que las personas amaran, se enamoraran, o llevaron a cabo acciones totalmente genuinas y de corazon, algo que dejaba sin ningun tipo de opcion a los demonios. Mientras estos pudiesen tener el control de la parte mas negativa de las personas, estos estarian obligados ante sus ordenes. El principal objetivo de Mephisto, era erradicar por completo esos grupos rebeldes que se habian generado en diferentes partes del planeta, los cuales trataban de sugestionar a las personas para que plantaran una posicion solida en contra del lider del mal. Estos, eran perseguidos y acosados constantemente por los demonios, los cuales, no habian podido radicar la totalidad de los focos de amenaza. Este grupo de personas, constantemente se trasladaban de un punto a otro, yendo de la posibilidad de ser atacados y asesinados, pero cada vez el grupo se hacia mucho mas grande. Rayne habia vivido durante 20 anos en aquel asentamiento, no habia conocido absolutamente nada mas del mundo, no habia podido compartir los lugares hermosos que la naturaleza habia proporcionado al planeta, lo unico que conocia eran las paredes que habian sido levantadas. Grandes muros de contencion que permanecian imponentes ante los ojos de aquellos que no podian salir de alli hasta que estuviesen listos. Rayne simplemente era una aprendiz, una amante de las artes oscuras, peleadora de una manera indescriptible, y bajo la tutela de uno de los tenientes mas temidos de ese asentamiento. Este, habia logrado ver el gran potencial que tenia Rayne en su sangre, y aunque era una humana, una simple y corriente chica de la raza mas debil, esta parecia tener un corazon indomable, dispuesto a enfrentar a cualquiera para demostrar quien era realmente. Mientras estuviese encerrada en este lugar, Rayne experimentaba una desesperacion tremenda ya que imaginaba que habia un mundo mucho mas atractivo esperando por ella, alli, afuera mas alla de los muros. Pero la unica autorizacion que necesitaba para esto era la de Mephisto, un demonio totalmente devastador que pocos habian visto en persona. Mephisto era tan alabado y respetado, que solo unos pocos humanos habian tenido la posibilidad de verlo directamente a los ojos. Los rumores decian que su forma humana era realmente imponente, era fuerte, sofisticado, intenso y muy atractivo, y esto, habia despertado enormemente la curiosidad de Rayne. Durante los ultimos dias, se habia corrido el rumor del surgimiento de una fuerza enemiga muy intensa, la cual, debia ser erradicada por las legiones de la oscuridad. Esta, habia escuchado muy constante mente que se estaba preparando un nuevo ejercito para contraatacar la rebelion, ante lo que, Rayne habia destacado tremendamente en los ultimos entrenamientos, pues consideraba que estaba lista para ser parte de estas nuevas guerras. -- Parece que te estas esforzando mucho mas. Eso me agrada. -- Dijo Adriel, el teniente que lideraba las tropas de entrenamiento donde participaba Rayne. Esta chica, evadia algunos obstaculos, corria con la fuerza del viento, era ligera, agil, y podia evadir los ataques de aquellos que habian sido dispuestos para ser obstaculos para los aprendices. Esta chica parecia proyectar una energia que era totalmente incomparable e indetenible. Tenia un potencial de pelea brutal, y esto, hacia que se dibujara una sonrisa tremenda en los ojos de los demonios que la visualizaban. Lo mas importante para estos seres de oscuridad era poder reclutar a soldados valiosos como Rayne, y aunque era joven y aparentemente fragil, habia comenzado a demostrar que su potencial iba mas alla de una simple chica con aspecto delicado. La belleza de Rayne habia hecho que cautivara enormemente a muchos de estos demonios, los cuales, tenian completamente prohibido involucrarse con humanos. La raza debia evolucionar, asi que, mezclarse con humanos que era completamente absurdo. Necesitaban hacer que las razas fueran mucho mas poderosas e intimidantes, y un demonio que se mezclara con una humana simplemente estaria degradando su potencial de poder. Durante las ultimas sesiones de entrenamiento, Adriel habia visualizado con mucho detalle la manera en que Rayne se habia esforzado. Mientras otros simplemente se detenian a vomitar por el agotamiento, la chica seguia adelante como si tuviese una fuerza de energia inagotable que la movia con todo el impetu. En sus brazos, habia una potencia tremenda, esquivaba los ataques y detenia algunas de las embestidas de los soldados, los cuales, no tenia ninguna piedad con ella, a pesar de que era una simple chica. Rayne no estaba dispuesta a mostrar un poco de fragilidad o debilidad, ella debia ser parte de las tropas de las legiones, asi que, su limite estaba en el cielo. El principal incentivo que habia llevado a la chica a comportarse de una manera tan aguerrida y fuerte era salir de aquel reino, ya que, estaba cansada de vivir encerrada y poder ver el mundo exterior simplemente trepando se a los arboles. Era la unica manera en que podia ver mas alla de los muros. En dos oportunidades habia intentado escapar, y habia recibido fuertes castigos por parte de los tenientes, los cuales, la habian azotado tremendamente, dejando marcas en su espalda que, hasta el dia de hoy, permanecian para recordarle cuales serian las consecuencias de los traidores. Si Rayne no habia muerto en esos intentos de escape era porque de alguna u otra forma contaba con una proteccion energetica su alrededor. Por menos de eso, otros habian sido asesinados de inmediato atravesados con lanzas, decapitados o ahorcados. Los demonios no tenian ningun tipo de piedad, ese sentimiento no corria por sus corazones. De hecho, se dudaba tremendamente de la existencia de un corazon en el interior de estos seres. El obstaculo mas dificil era escalar por un muro donde solo tenia una cuerda a su disposicion la cual estaba cubierta de espinas. Aquellos que fuesen capaces de subir por aquella cuerda destruyendo por completo sus manos, simplemente confiando en su fortaleza y en su equilibrio, serian capaces de entrar directamente a las legiones y abandonar por completo el calificativo de "aprendiz". Rayne habia hablado con Adriel aquella tarde, y habia asegurado que estaba lista para trepar la muralla de los lamentos. -- No creo que seas capaz de hacerlo, Rayne. Pero si quieres intentarlo, debes estar consciente de que puedes morir al caer desde esa altura. -- No caere... Me he preparado mucho en los ultimos anos para enfrentar ese muro. Dame la oportunidad de demostrarte que estoy lista para entrar a las legiones. -- Esta tarde, al terminar los entrenamientos, citare a todos para que contemplen tu intento. Recuerda, deberas enfrentar una posible muerte, la verguenza o el escarnio. La conviccion que se veia en los ojos de Rayne, era impresionante, ella creia en si misma, y era la unica manera de mantenerse en pie, ya que, en un contexto como este, la confianza no era algo que estuviese presente siempre. Si queria salir adelante, debia demostrar por sus propios medios que podia lograr cualquier cosa, asi que, simplemente era cuestion de creer. El sueno de Rayne siempre habia sido empunar una de las espadas negras del reino, ya que, estas solamente podian ser poseidas por aquellos guerreros de alto estandar. Podia ver como muchos de estos demonios eran acompanados de humanos que cabalgaban esas bestias negras que lucian totalmente aterradoras. Estos, eran los vehiculos utilizados para poder desplazar todo el mal por el planeta. Su poder, alcance y devastacion, se habia hecho completamente inevitable, y cuando los ejercitos se movilizaban, ya no habia marcha atras. Era su oportunidad para ser parte de una de estas embestidas en contra de los rebeldes, los cuales, trataban de hacer que el bien surgiera de forma absoluta y el mal cayera para siempre. Era posible que el aspecto de Rayne enganara, ya que, era una mujer delgada, delicada, un poco silenciosa y sublime, pero sabia que podia empunar una de estas espadas oscuras, y luchar por los ideales de Mephisto. Habia escuchado hablar tantas veces sobre este demonio, que habia comenzado a tener suenos y fantasias en las cuales lo veia por primera vez. Pero estos suenos tenian una caracteristica bastante particular, ya que, siempre estaban llenos de lujuria y mucho sexo. Esto resultaba bastante curioso para Rayne, ya que, esta era una chica virgen que nunca habia estado involucrada en actos sexuales. No sabia como eran estas orgias de las cuales habia escuchado hablar. Mucho menos estaba dispuesto a entregarle su cuerpo a alguien de aquel lugar donde la maldad, el dolor y la tortura siempre eran caracteristicas del dia a dia. Pero, aunque estos suenos resultaban bastante curiosos, disfrutaba de ellos, le gustaba tener en su mente durante el despertar en las mananas, esas imagenes vividas que habia experimentado durante la noche, algo que resultaba bastante extrano, pero agradable. Con esta conviccion de poder convertirse en una de estos soldados, Rayne finalmente se encontraba a punto de enfrentarse a que el muro de los lamentos. Cuando Adriel dio la indicacion, esta corrio tan rapido como pudo hacia este, sus manos sujetaron la cuerda llena de espinas, y rapidamente se incrustaban en su carne, haciendo que esta sangrara desde el primer segundo. Rayne desconecta su mente de su cuerpo, trata de canalizar el dolor desde otra perspectiva y lo disfruta, mientras sus pies se posan firmemente sobre la muralla, comenzando a ascender a un ritmo intimidante. Era una de las primeras mujeres que se habia enfrentado a este muro, y aunque Adriel sabe que la chica tiene un poder increible, aun no confia plenamente en sus habilidades. Lagrimas corren por los ojos de Rayne, mientras las gotas de sangre comienzan a caer hacia el vacio, ya que, mientras mas rapido se mueve, mayor es la altura que comienza alcanzar. El panico la invade, pero no puede permitirse que este sentimiento la inmovilice. Bajo sus ojos el vacio la amenaza, mientras sus manos imploran que pare. Solo faltan algunos metros, pero parece que fuesen kilometros. Su necesidad de demostrar que puede hacer cualquier cosa la motivan, y los ojos de Adriel se muestran impresionados ante tal nivel de decision. Cuando sus pies llegaron al final de la muralla, la sensacion fue indescriptible algo que no pidio explicar con palabras, pero sus lagrimas pasaron a ser de dolor a felicidad. Habia conquistado ese muro imponente, y esto solo podia significar su entrada a las legiones, aunque fuese como aprendiz, pero tenia un lugar seguro.

  • La esclava de Manila de Jesus Maeso De La Torre

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    Al amanecer, los expedicionarios del Galeon de Manila se concentraron en el malecon de Cavite. Una brisa humeda les cortaba el resuello. Las chozas y los baluartes emergian de las sombras y una luz amarillenta difuminaba las siluetas del mastodontico barco. Dos jovenes, ama y esclava, olieron el mar y oyeron el silbido del viento zumbando entre las arboladuras gigantescas de la embarcacion. Temblaban con el estruendo de la partida y se cogian del brazo de un criado. La esclava filipina se ocultaba de las miradas indiscretas bajo una capa de lana parda, y se pegaba a su tambien asustada duena. Desde el primer instante, la sobrecogio el desafiante perfil de la colosal nave: la Santa Rosa de Lima, con su soberbio mascaron de proa que representaba un leon policromado de singular belleza. Imelda del Rosario era esclava del armador don Natalio Zornoza y dama de compania de su hija Aurora, una joven de su misma edad, diecinueve anos, rubia, fragil y asustadiza. Ella era en cambio una mujer esplendorosa a la que todos miraban por su exotismo. No necesitaba afeites ni polvos, pues su semblante brillaba con luz propia. Ya desde el mismo momento de embarcar, la tripulacion cayo de inmediato en el embrujo de su natural seduccion, y corrio el rumor de que era hija del emperador de China. Don Natalio, cansado de vivir en Manila, deseaba presentar en sociedad a su hija, demasiado influenciada para su gusto por su confesor, y acaparada por los oficios religiosos. El armador era un hombre que vivia con desahogo, pues poseia, ademas de sus naves, una plantacion cerca de Manila de te de Wulong, el llamado <>, el mas puro de Fujian, de la misma China, que vendia en exclusiva a mercaderes ingleses en su casa comercio de la calle de la Carne de Cadiz. Cuando el navio se hizo a la mar entre el griterio de la gente y se cargaron en el baluarte de Santiago las arcas y las cajas de seguridad llenas de doblones, perlas de Ceilan y las joyas hindues de oro-- la carga mas valiosa, que esperaban los oficiales del rey en Cadiz--, siete canonazos, numero de la suerte en Filipinas, despidieron a la Nao de la Seda y, de paso, a su sangrante corazon que se alejaba de los suyos. El criado Maximiliano, un mulato libre que trabajaba en la casa desde nino y al que las muchachas querian como un padre, se arrodillo en la cubierta y rezo al milagroso Nino Jesus de Manila, para que los preservara de todo peligro, mientras las jovencitas se exponian en la proa a las brisas del oceano del Sur. Imelda tuvo el palpito de que ya nunca regresaria a su amada tierra natal. La esclava, --cuyo nombre natal era Xiao--, temia la larga travesia desde Manila a Acapulco en el Galeon de Manila --el <> lo designaban los nativos--, y luego desde Veracruz a Cadiz. Pero tras dos meses de tormentosa navegacion avistaron Acapulco, y, tras trasladarse por tierra y descansar en Veracruz, cruzaron el Atlantico, protegidas por la segura Flota de Indias, y finalmente arribaron a Cadiz sin novedad. La ciudad vivia un siglo magico, donde las riquezas se multiplicaban en manos de los comerciantes y los cargadores de Indias. Gentes de todo el orbe merodeaban por su puerto, y cerca de cien mil almas se afanaban por sus calles. Era tal la claridad del aire de Cadiz que la luz reverberaba en las torres miradores que oteaban sin desmayo el oceano, y en las azoteas y los balcones sembrados de geranios que miraban al mar. Imelda del Rosario, o la Filipina, como dieron en llamarla en los mentideros gaditanos, seguia siendo un misterio para los vecinos, no asi Maximiliano, que ya habia estado con el patron otras veces en Cadiz. Solo salia de la casa en las grandes celebraciones de la Iglesia, de la era fervorosa creyente, luciendo su belleza junto a Aurora, aunque caminando, eso si, un paso atras de su ama, junto al mulato, al tiempo que despertaba la envidia de las jovenes casaderas y damitas atildadas del puerto gaditano. A la filipina le seducia el embrujo de la bulliciosa ciudad andaluza, donde nadie se sentia extrano y el rumor del oceano armonizaba sus aires como una orquesta. Pero lo realmente hermoso de Cadiz apenas si se veia. Se hallaba oculto en el interior de las casas y en sus estancias guarecidas tras las puertas, rodeadas de patios y zaguanes donde crecian los nardos y los jazmines blancos. Cadiz hacia las veces de centro neuralgico del comercio nacional, y en sus salones, donde se hablaba en todos los idiomas, se servia cafe y chocolate. Y entre las acaloradas partidas de billar, una copa de brandy y el humo de un habano, los armadores de buques, entre ellos don Natalio, arreglaban tratos, ordenaban fletes, enrolaban tripulaciones, disponian los precios del palo de Campeche, de las salazones, del cacao, o de las sedas de Manila, o tasaban el valor del real de plata con el doblon mexicano. Las casas de Cadiz maravillaban a la filipina, que no habia visto nunca tal lujo. Olian a especias y vainilla, y los comerciantes destinaban los bajos para tiendas y almacenes donde se mostraban al publico los escaparates y mostradores de venta. El reloj de la fortuna habia sacado a Imelda de la indigencia en la que vivia en Manila. Apenas si se acordaba de su familia, que habia escapado de la pobreza con los dos mil pesos que habia recibido por su compra, siendo una nina de cuatro o cinco anos. Y daba gracias al cielo por su buena ventura. Si, el reloj de su vida y de su fortuna marchaba acompasado y, aunque debia soportar el celo indisimulado del padre de su ama, don Natalio, entre platonico y enfermizo, se hallaba satisfecha por el trato que recibia de sus senores, y en especial de Aurora, su confidente, amiga y casi hermana. Imelda poseia dotes curativas, inventaba y elaboraba balsamos, pomadas y esencias y conocia las virtudes saludables de las plantas. En sus ratos libres, y a la tremula luz de los flameros del sotano, creaba balsamos y cremas reparadoras y maceraba hojas con las que preparaba afeites y lociones para las damas gaditanas. Destilaba luego en su alambique aguas olorosas, que luego su amo vendia en la tienda de la calle San Francisco de monsieur Fatou, que las suministraba a precios prohibitivos. Una vez a la semana, el laborioso Maximiliano llevaba al frances tres cajas atiborradas de tarros de perfumes y redomas de fragantes unguentos para las damas burguesas de los puertos. A veces, el aroma intenso de las resinas adormecia mansamente los sentidos y Aurora e Imelda se quedaban dormidas en el obrador, con Aurora acurrucada en su pecho, como si anorara la madre a la que apenas recordaba, pues murio siendo ella muy nina. El derroche odorifico de las mas sofisticadas esencias orientales las transportaba a suenos deliciosos. Penetradas por una irresistible sutilidad de olores y, con el vaho de la amalgama de fragancias, permanecian horas con las manos entrelazadas y sus cuerpos jovenes apretados, en un afecto que duraba horas a la luz titubeante de las lamparas de aceite. Despertaban con el rayo tibio del sol del postmeridiano que entraba por el tragaluz, henchidas de emociones que debian guardar en sus memorias. Como suele ocurrir cuando la bonanza bendice a una familia, la paz y el sosiego se quebraron en la mansion de don Natalio, que perdio una de sus dos naves en un tifon que asolo las Antillas. Hallaron los restos en las costas de Barbados y lo que quedo fue expoliado por las gentes de las islas. Estaba casi arruinado. Pidio un prestamo a la Banca Aramburu de veinte mil reales para cambiar su negocio, y dedicarse con la que le quedaba a la importacion de cochinilla de Mexico y del azogue de Brasil, donde, por otra parte, existia gran competencia. En la Natividad del segundo ano de estancia en Cadiz, tuvieron que prescindir de la mitad del servicio, excepto del bueno de Maximiliano, que puso dinero suyo, ahorrado durante anos, para contribuir a la subsistencia de la familia. Natalio vendio a un consorcio holandes la nave que le quedaba, la mas marinera y querida: la Atrevida. Se distancio de las muchachas, pero ellas, en cambio, ante la adversidad, unieron aun mas sus corazones. Despues de la Epifania, Aurora, cada dia mas melancolica, comenzo a visitar el dormitorio de la asiatica y a quedarse con ella a dormir, costumbre hasta entonces inexplorada por ellas. Y entre platicas y complicidades aminoraban sus penas. El vino dulce y la difusa atmosfera alimentaban sus intimidades y exploraban su piel y sus partes mas ocultas. La exotica camara de Imelda, repleta de redomas de aromas y cremas, se convirtio para Aurora en un lugar de sortilegios y sexo fuera del tiempo. Y la desgracia de su padre le parecio menor y sin importancia. --Me has devuelto el deseo de vivir y recompuesto mi alma rota. No me separare nunca de ti, Xiao --llego a confesarle la pasional Aurora, cuando un amanecer abandonaba la estancia con las luces de la alborada. Aurora seguia recibiendo el cristiano consuelo del prior del convento de San Agustin, el vitalista fray Sebastian Gomez, asi como su asistencia en los sacramentos, y acudia a el acompanada por Maximiliano, su inseparable y protectora sombra. Pero un dia nefasto, en el que la bruma se dispersaba desdibujando el perfil de una luna rotunda, las mas terribles dudas afloraron en la mente de Aurora, testigo casual de una conversacion que penetro en su alma como un estilete turco. Aurora, tan asustadiza como un pajarillo, escucho la platica de su padre en el despacho con un adinerado tratante genoves, micer Jose Jacome, un hombre de barba rizada y larga cabellera anudada con un lazo negro en la nuca, que mostraba un inusitado interes por su adorada Imelda, la Filipina, la llamaba una y otra vez, su refugio y abrigo de amistad imperecedera. Aguzo los oidos. Hablaban de la asiatica como si de un barril de polvora se tratara, y eso la exaspero sobremanera. --Yo me hago cargo de vuestra deuda, y vos me traspasais a la filipina. Para cuando regrese de Gibraltar, en unas tres semanas, firmaremos el contrato y esa esclava pasara a ser de mi propiedad --le ofrecio tentador. --Asi sera, don Jose --reconocio don Natalio--. Teneis mi palabra. --Espero sacar buenos dineros con su saber en los emplastes, esencias y pocimas curativas, que vendere en mi almacen --hablo el negociante con voz ronca, y sus palabras entraron como un trueno en el cerebro de Aurora.

  • Sere tu luz (Presagios 1) de Sonia Lopez Souto

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    Una alianza. Una premonicion. Una decision que se convierte en error. En momentos dificiles, aferrarse a un tiempo que ya fue o a una esperanza infantil, puede resultar peligroso. Sin embargo, mirar adelante, a pesar de los mas arraigados miedos, puede suponer la diferencia entre el triunfo y el fracaso.

  • Desaparecido de Pablo Poveda

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    Una extrana mujer le encarga que encuentre a su marido. El acepta, a cambio de una generosa suma.
    Lo que parece un asunto facil de resolver, se convierte en un turbio caso que pondra en peligro su vida.

  • Efectos colaterales del amor de Krystal Sutherland

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    Henry cree en el amor para toda la vida. Y cuando conoce a Grace, excentrica y coja, se enamora perdidamente de ella contra todo pronostico. Pero el pasado de ella oculta secretos que aun esta intentando
    superar, y un nuevo amor no forma parte de sus planes futuros.
    Juntos, recorreran el emocionante y complicado camino del primer amor, con consecuencias imprevistas.
    Dos personajes con sentimientos a flor de piel y mentes brillantes esforzandose por comprender la eterna lucha entre corazon y cabeza, entre recuerdo y esperanza.

  • Preston y Lisa: el futuro presente (Hermanos Sullivan 3), Abril Camino de Abril Camino

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  • Sobre las luces de Chicago de Patricia A. Miller

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    a muerte de mi padre me ha traido de nuevo a Chicago, donde solo he encontrado problemas: he tomado las riendas de la empresa familiar, que esta ahogada por las deudas, he descubierto secretos que jamas hubiera imaginado y reconozco que tengo serias dificultades para mantenerme alejada de el: Tyler Gallagher. Un bombero insoportable cuyo cinismo me impulsa a correr en sentido contrario.

  • Los Divinos de Laura Restrepo

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  • Corazon Feliz de Sophie Kiss

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    Michelle espera a su amor Albern el cual hace dias que no veia, cuando por fin llega el le confiesa un secreto que lleva guardado hace anos, ella al principio no le cree pero las pruebas muestran lo contrario. Albern la lleva a vivir una nueva vida pero antes ella debe ser aceptada por un grupo muy especial y conocera a alguien muy especial.

  • Una musica prodigiosa de Mitch Albom

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    Mitch Albom da vida al que quiza sea su personaje mas inolvidable, Frankie Presto, el mejor guitarrista que jamas haya existido sobre la faz de la Tierra, inspirado en el compositor de Recuerdos de la Alhambra, Francisco Tarrega, natural de Villarreal.

  • Aristoteles en 90 Minutos de Paul Strathern

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    La coleccion Filosofos en 90 minutos incluye interpretaciones breves, pero autorizadas, de los mas grandes pensadores de la humanidad y descifra sus filosofias en una forma amena y accesible que las hace interesantes y comprensibles a casi cualquiera. Aristoteles fue preceptor de Alejandro Magno. La Historia no registra detalles de esta relacion, pero sabemos que, con el tiempo, Alejandro estuvo a punto de firmar la sentencia de muerte de Aristoteles, si bien se olvido y se dispuso, en su lugar, a invadir la India. De no ser por este golpe de suerte, habriamos perdido al hombre cuya filosofia habia de dominar el pensamiento europeo durante los 1.500 anos siguientes.

  • Todos los naufragios de Laura Castanon

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    Gregorio y Onel son dos amigos que han crecido juntos en Nozaleda, pueblo que recrea una villa vecina a Gijon en las primeras decadas del siglo XX. Pertenecientes a dos familias (Santaclara y Los Forquetos) que encarnan dos modos diferentes de entender el orden de las cosas, la vida les llevara a cada uno por su camino sin que nunca se separen del todo. La llegada de la Guerra Civil y la victoria del fascismo marcara su destino y supondra el fin de su mundo.

  • El ultimo Hammett de Juan Sasturain

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    Tras salir de la carcel, y tras veinte anos de silencio, el veterano escritor Dashiell Hammett intenta escribir una nueva novela, que acaso sea la ultima, aunque para hacerlo debera enfrentar multiples obstaculos.

  • La maniobra de la tortuga de Benito Olmo

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    Benito Olmo compone una novela policial ambientada en Cadiz en la que los distintos hilos narrativos tejen una red de la que te resultara imposible escapar.

  • Amor fou de Marta Sanz

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  • Rey (Mount 1) de Meghan March

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    Rey es la primera entrega de la <>, la saga best seller de The New York Times, de la autora que ha vendido mas de 2.000.000 de ejemplares de su obra.

  • La nina de maiz de Joan Llensa

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    Llevandose una tostada untada con mantequilla y azucar a la boca, la pequena Martina dejo que el crujido eliminase cualquier sonido. Sentir los trozos de pan mezclandose con la deliciosa mantequilla que se derretia en su paladar era algo que percibia como una maravilla. Y cuando el azucar con su edulcorado sabor le impregnaba la lengua, miles de cristalitos brillantes la convertian en un hada de los bosques. Asi lo apreciaba ella. Y ese pequeno detalle, que al parecer de muchos pudiera ser considerado insignificante, para ella tenia un significado especial. Magico. --Abuela --la llamo con los labios untados--, ?ya se han ido todos? --Claro, chiquilla. Hoy hay reunion de ultima hora en el ayuntamiento para la Feria y han salido pronto para que tengamos el mejor sitio posible. Ya sabes que a quien madruga, Dios le ayuda y, si veneramos a las Virgenes y los Santos como merecen, nos bendeciran con un ano lleno de buena prosperidad. Martina dio un gran bocado y desvio la mirada hacia la ventana. La claridad del cielo era de ese color pastel que cuesta definir. Cuando el sol se apresura a tenir con trazos largos y gruesos la oscuridad con sus pinceles de luz. --Creo que hara un buen dia, abuela. --Asi lo quiera Dios --sentencio. Tras terminarse el desayuno, la pequena Martina recogio las migajas que quedaron en la mesa y ayudo a la abuela a fregar los platos. Las dos salieron al exterior por la puerta de la cocina. Vivian en un antiguo molino que era el sustento de la familia. En total, eran siete miembros; la abuela era la mas mayor, despues estaba Valentina, su hija, y Pancracio, el marido de esta. Casados desde hacia anos y tocados por la mano del senor, como decian ellos, por el fruto de su amor: sus cuatro hijas. Josefina, la mayor y mas seria a quien todos llamaban Fina; Jacinta, la rebelde; Maria, la buena; y la pequena Martina. El viejo molino consistia en una construccion de dos plantas. En la primera, se distribuia una amplia sala que hacia a la vez de comedor y cocina, todo junto con una gran mesa de madera maciza y sus sillas, con frondosos y mollencos cojines que ellas mismas se habian encargado de hacer. En uno de los rincones, un gran fuego a tierra daba el calor necesario a las frias noches de la comarca. De la estancia, aparecian en el rincon contrario las escaleras. Unas ascendian hasta la primera planta, donde se encontraba una sala comun con un sillon desvencijado de color crema y una mesa con cuatro sillas. Esta sala se comunicaba con tres puertas que comunicaban con los respectivo dormitorios. Uno, de los padres; otro, de las tres hijas mayores; y un tercero que compartian Martina y la abuela. Por otro lado, y debajo de la planta inferior, la sala del molino con las grandes piedras de moler y todos los engranajes que aprovechaban la corriente del rio para las harinas y demas. En el exterior, el viejo molino tenia el aspecto de una casa normal y corriente, con una construccion que recordaba a las casas de la zona; sus paredes de piedra y cemento, sus ventanas de un tamano mas bien pequeno y las tejas marrones con tenedores de barro colocados en las esquinas. <>, segun decia la abuela. --Abuela --llamo la nina al salir de la casa, tirandole de la falda de cuadros negros y grises--, ?has visto? Uno de los tenedores se ha roto. La abuela alzo la vista y se cercioro de que Martina tenia razon. Una de las horquillas se habia caido. --?Significa eso que las brujas podran entrar en casa? -- pregunto la pequena con evidente cara de susto. --Ni hablar --le puso la mano en la cabeza y la zarandeo de un lado a otro--, aun quedan mas. Ademas, antes de que esas hijas del mal se den cuenta de ello, tu padre lo habra arreglado. --?Y como lo va a hacer si no esta aqui? --Debe de estar al caer. El pueblo de Camprodon no esta muy lejos y sabe que para la Feria es necesario que este aqui. Mientras, le pediremos a tu hermana que vaya a la iglesia a bendecir el barro con el que haremos la nueva pieza y asi cuando tu padre haya vuelto podra solucionarlo. --Tengo muchas ganas de verle... --Pero recuerda que llegara muy agotado. El viaje en carro agota hasta al hombre mas fuerte. --Lo cuidare como a un rey. --No tengo la menor duda de ello, cielo. --La abuela puso una mano en la cabeza de la nina y le revolvio el pelo--. Pero antes ven, una doncella debe estar siempre presentable, y con esa melena al viento pareces una salvaje. Martina se rio a carcajadas y, mientras la abuela le recogia la melena en una trenza, ella se imagino recorriendo los bosques de la comarca y descubriendo tesoros de valor incalculable. En cuanto acabaron, abuela y nieta siguieron el caminito que ascendia al lado del molino hasta un monticulo. En el, la familia habia adecuado el terreno con un huerto bastante grande. Se podian ver los surcos en los que hortalizas y verduras crecian esplendorosas, dando sus mejores frutos. A un lado, dos grandes bidones de color azul oscuro almacenaban el agua de la lluvia que recogian las canaletas situadas estrategicamente y les servia para poder regar las plantas cuando era necesario. Asi se ahorraban traerla del rio, cosa que agradecian sus articulaciones. A unos pasos de alli, un terreno mas grande con plantaciones mas generosas cubria la mayor parte del prado. Alli sembraban maiz, colza y demas segun la temporada. --Vamos, pequena. Queda mucho por hacer y el tiempo no se detiene por nadie, excepto por los muertos. A Martina le dio un escalofrio. <>, habia dicho. Enseguida, recordo aquella chica que se le aparecia entre los campos. ?Era posible que se tratara de una muerta? Y, si asi era, ?que queria de ella? Capitulo 2 Jacinta se relamio los labios al ver al mozo apoyado en la columna de madera del pajar. Oteo a ambos lados asegurandose de que nadie se fijaba en ella mientras daba unos pasos en direccion a el y se mordia el labio inferior. El joven sonrio y le guino un ojo, dio un brinco, se puso a la carrera y se perdio entre las callejuelas de la ciudad. Jacinta se levanto la larga falda plisada hasta las rodillas y emprendio la persecucion. Cada esquina le permitia ver durante el tiempo justo la direccion que tomaba el joven. Aunque podia ver que el aguardaba el tiempo justo para estar seguro que ella veia la direccion que tomar y el brillo de su sonrisa picara y luminosa. Aunque si le hubiera perdido, los rastros le permitirian seguir sus pasos con certeza. No tenia la menor duda. Con cada paso, su respiracion se agitaba, se aceleraba y le hacia sonreir un poco mas. En cada esquina, le aguardaba la senal. Como si se tratara de migajas de pan como en el cuento de Hansel y Gretel, la joven doncella iba encontrado las suyas. La flores talladas de un color lila brillante destacaban en los alfeizares oscuros y las paredes humedas. Ella las recogia y se las llevaba a la nariz aspirando su aroma dulzon. Era un tesoro. Se habia alejado del centro y una enorme puerta de madera entreabierta aguardaba ante ella. En la cerradura, un pequeno ramillete colgaba de el. Jacinta lo cogio entre sus manos y lo junto con las flores que ya tenia. Dio la espalda a la puerta apoyandose en ella como quien no quiere la cosa. Sus ojos repasaron la calle, las ventanas y las sombras dando un rapido vistazo al exterior y, en lo que dura un parpadeo, camino hacia atras, dejandose engullir por la oscuridad. El establo estaba a oscuras. Los ojos de la joven tardaron unos segundos en acostumbrarse a la penumbra y las sombras que, poco a poco, dieron paso a perfiles mas definidos del lugar donde se encontraba. Aunque no le hacia falta ver mucho, ya que conocia aquel sitio a la perfeccion, Jacinta agradecia tener las referencias visuales bien presentes. El suelo blando, las columnas de madera, los cercados paralelos a estas y los movimientos de los animales al otro lado. La primera vez que entro en el establo se asusto cuando los caballos relincharon y profirio un grito que retumbo en el vacio, devolviendole un eco sordo seguido del consiguiente estruendo de patadas de los animales. Aquel dia, Jacinta tuvo que salir por patas --y nunca mejor dicho-- del establo. Imagino los rostros asustados de los vecinos pensando que un demonio les habria hecho una visita a los animales. O que las brujas querian llevarselos. Incluso ella misma tuvo pesadillas durante semanas en las que se repetia una y otra vez. Ahora, Jacinta tanteo las escaleras de madera que la llevaban a la parte superior, en un altillo desvencijado. Peldano a peldano, su cuerpo esbelto ascendia al tiempo que su corazon palpitaba con mas fuerza y teson. Cuando su cabeza supero el limite, las balas de paja esparcidas por alli le hicieron resoplar. <>, se pregunto sin hacer ruido recorriendo con la mirada las porciones doradas.

  • El jeque que me amo de Loreth Anne White

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    Cuando el mar arrastro a aquella bella y misteriosa mujer hasta la isla del jeque David Rashid, la vida del guapisimo ejecutivo dio un vuelco. Aquella belleza desperto poderosas pasiones en el, pero ocultaba un secreto que podria destruirlos a ambos.

  • Prohibido de Tabitha Suzuma

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    “No podemos, si empezamos, ?como vamos a pararlo?>>

  • Una dama inocente (Damas 2) de Olga Salar

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    Lady Agnes Carroway estaba decidida a casarse esa misma temporada. Nada imposible dada su belleza y el linaje de su familia. El problema era que deseaba casarse por amor, igual que lo habian hecho sus hermanos y sus amigas.
    De modo que para ello necesitaba asegurarse de que los dos caballeros que se disputaban su corazon lo hacian por el motivo correcto y no por salir vencedores en la rivalidad que desde ninos ha marcado sus vidas.
    Y si para lograr sus fines debe dejar de ser una dama inocente y transformarse en una mujer distinta, esta mas que dispuesta a hacerlo.

  • Lo que ha unido el arroz que no lo separe la p de A. R. Cid

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    ?Quien ha dicho que la novia ha de ser la protagonista?
    Tres amigas, ahora damas de honor, se han propuesto que ese dia sea inolvidable, pero se les ha ido de las manos.

  • Por un minuto de vida breve unica de Esther Llull

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    !UNA NOVELA TIERNA Y ENCANTADORA EN LA INOLVIDABLE, BULLICIOSA Y ESTRAFALARIA CIUDAD DE SAN FRANCISCO! SASHA TENIA SUS PEQUENOS RITUALES DE JUEGO PARA SALIR FUERA DE SU REALIDAD. Y ENTRA EN SU VIDA UN AIRE NUEVO, UN NUEVO RITUAL O JUEGO QUE PUEDE SER TRANSFORMADOR PORQUE LE PERMITE CONVERTIRSE DURANTE UN MOMENTO EN UNA PERSONA DIFERENTE.Sasha vive en la privilegiada ciudad de San Francisco pero no puede soportar el ritmo de la sociedad. Casi siempre ha tenido trabajos temporales, arreglados y esporadicos, aunque su sueno siempre ha sido poder viajar y escribir como copywriter en una agencia publicitaria. Sin embargo, ella tenia sus pequenos rituales de juego para salir fuera de su realidad, para sacarla de lo de siempre. Habia tenido una pareja estable pero su mundo emocional se habia tambaleado al llegar a la madurez. Ella logra no desperdiciar el poder del tiempo en sus pequenos rituales que la ayudan a salir de su realidad. Pero sigue buscando trabajos insolitos, con dementes y personas discapacitadas, y refleja tambien su mundo a traves de la lectura de libros. Su vida debe dar un giro pero no sabe a que agarrarse hasta que un dia recibe un mensaje especial en un sobre de papel. Nuevamente entra en su vida un aire nuevo, un nuevo ritual o juego que puede ser transformador porque le permite convertirse durante un momento en una persona diferente. Crea una realidad alternativa que le permite regresar a su mundo habitual habiendo cambiado un poco lo que ella era y sin tener que fingir

  • Herido de Tabitha Suzuma

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    Matheo quiere a Lola, pero el secreto que esconde podria destruirlos a ambos Matheo Walsh parece tenerlo todo. Con solo diecisiete anos, es campeon de salto de trampolin y tiene una prometedora carrera deportiva por delante. Es atractivo, buen estudiante, tiene amigos y la vida practicamente resuelta. Y lo mas importante de todo: esta muy enamorado de su novia, Lola. Siempre ha sido un buen chico. Hasta el fin de semana en que todo cambia. y del que no recuerda nada. De repente, ya no disfruta de la vida y no quiere pasar tiempo con sus amigos ni tampoco bajo el agua, su elemento natural hasta ahora. Poco a poco, Matheo recupera la memoria y, entonces, lo que emerge de entre las sombras es el retrato de un monstruo.

  • Corazon que rie, corazon que llora de Maryse Conde

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    No es facil vivir entre dos mundos, y la nina Maryse lo sabe. En casa, en la isla caribena de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita Paris, la pequena repara en como los blancos los miran por encima del hombro. Eternamente a caballo entre la lagrima y la sonrisa, entre lo bello y lo terrible, en palabras de Rilke, asistimos al relato de los primeros anos de Conde, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los gritos de su madre confundiendose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer dolor, el descubrimiento de la propia negritud y de la propia feminidad, la toma de conciencia politica, el surgimiento de la vocacion literaria, la primera muerte.

  • Ella, el… y el danes de Ana Alvarez

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    Una novela de amor repleta de risas y emociones que hara, una vez mas, las delicias de las fans de la autora y entusiasmara a sus nuevas lectoras.

  • Estudio en negro de Jose Carlos Somoza

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    A finales del siglo xix, a una exclusiva clinica para enfermos mentales en Portsmouth llega contratada una enfermera nueva, Anne McCarey, protagonista y narradora de esta novela.

  • Solo con estar a mi lado de Sophie Saint Rose

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    Ninette quiere prosperar en la vida y para ello tiene que encontrar un trabajo mejor que ser camarera en una cafeteria. Conocer a Kirk fue un shock porque era el tipo de hombre que le gustaba. Bueno, que le gustaba a ella y a cualquiera, pero al parecer el no reconocio las senales. En realidad habia pasado de ella totalmente, asi que encontrarselo de nuevo fue toda una sorpresa. Una sorpresa que cambiaria su vida para siempre. Y los cambios no siempre son para bien.

  • Vino para principiantes de Juan Carlos Ortega

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    Mi estilo de ensenanza para el aprendizaje y disfrute del vino se puede resumir en la frase “Romanticismo si, Esnobismo no”. Con ella quiero decir, que me encanta toda la parte pasional que envuelve el vino y que le da ese aire, a veces misterioso, que invita a adentrarse en este mundo de conocimiento y placer.
    Aplico un enfoque sencillo y practico de ilustracion, que lo llevara de la mano, paso a paso, por el extenso mundo del vino.
    Dejo de lado el enfasis que le dan algunos eruditos, el cual convierte al vino en un campo de especialistas que solo puede ser disfrutado por personas con un nivel elevado de conocimiento. Respeto su posicion, mas no la comparto.
    “Todo influye y nada es determinante”, con esta frase de mi propia cosecha, quiero expresar que todos podemos disfrutar del vino desde que nos iniciamos en el, independientemente del nivel de conocimientos que tengamos.

  • Belleza fatal de Mona Chollet

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    Mona Chollet, referente feminista con mas de 200.000 ejemplares vendidos en Francia, analiza, en este libro, las nuevas formas de alienacion femenina procedentes de la industria de la moda y del culto al cuerpo perfecto.

  • Papel Carbon de Fernando Iwasaki

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    Papel Carbon” reune los primeros libros de relatos de Fernando Iwasaki.
    Tres noches de corbata (Lima, 1987) y A Troya, Helena (Bilbao, 1993), dos titulos donde los lectores del narrador peruano podran reconocer los temas, el humor, la prosa coruscante y las multiples referencias culturales que caracterizan la obra de uno de los autores fundamentales del cuento contemporaneo en lengua espanola. Rescatamos asi Tres noches de corbata, libro que dialoga con los precoces volumenes de relatos de un pequeno grupo de escritores espanoles y latinoamericanos nacidos en la decada del 60, como Alguien te observa en secreto (1985) de Ignacio Martinez de Pison, Ligeros libertinajes sabaticos (1986) de Mercedes Abad, Los laberintos invisibles (1986) de Guillermo Busutil, Deberia caersete la cara de verguenza (1986) de Sergi Pamies, El movil (1987) de Javier Cercas, Veinte cuentos cortitos (1989) de Iban Zaldua, Infierno grande (1989) de Guillermo Martinez y Cuentario (1989) de Jorge Eduardo Benavides, todos tecleados a maquina y todos copiados con papel carbon

  • Sudor frio de Mari Carmen Sinti

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    Me parece oportuno aclararlo: no soy prologuista, ni academico, ni un profesional del ambito literario. Simplemente soy un lector, uno de tantos. Por eso cuando Mari Carmen Sinti me pidio unas lineas para introducir su primera novela, decline amablemente el ofrecimiento. Le dije que no le costaria demasiado encontrar a alguien mucho mas preparado que yo, alguien que estuviera a la altura de lo que su Sudor frio merecia. Pero insistio. Y lo hizo con tanta determinacion, que no me atrevi a negarme de nuevo. Y ahora se lo agradezco. Sudor frio me ha resultado una lectura gratamente sorprendente, que para nada parece la obra de una debutante. Aunque la autora ya ha publicado relatos breves en varias antologias, el salto a una novela me parece algo serio, una empresa mayor. La historia debe sostenerse en un espacio mucho mas prolongado. Y eso hay que trabajarlo duro, ademas de tener la capacidad de los buenos escritores para lograrlo. Y Sinti la tiene. Desde las primeras paginas te quedas con la sensacion de estar ante un proyecto maduro. Detras de cada palabra, de cada frase, de cada parrafo, se adivina una tarea concienzuda para encontrar la mejor forma de transmitir lo que quiere. Y lo consigue sin aspavientos innecesarios ni giros imposibles, con una prosa alejada de toda arrogancia, de manera sencilla. Lo de <> viene a colacion porque ultimamente he tenido que dejar bastantes novelas a medio leer. Tal vez sea que con la edad te vas volviendo mas selectivo, y si al cabo de unas paginas ves que la historia no te llena lo suficiente, cierras el libro sin mas contemplaciones y lo mandas directamente a la estanteria. O es que quizas de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda intentar imitar a los autores barrocos del Siglo de Oro. Y eso me cansa de manera soberana. Hay quien cree que su obra tendra mas nivel literario por el hecho de emplear palabras que obliguen al lector a tirar de diccionario. Y utilizan hasta el aburrimiento figuras retoricas y metaforas que no vienen a cuento. !Que pereza! A todos ellos les recomendaria que tomaran buena nota de como escribian Jim Thompson, Mario Puzo o el Umberto Eco de El nombre de la rosa. Por suerte, Sinti ya lo hizo. El comienzo de Sudor frio apunta alto, es de esos que te dejan pegado a tu sofa orejero favorito, con el alma en un puno y una necesidad incontenible de seguir pasando paginas. Paginas de una historia de suspense de dialogos jugosos y con sentido, que discurre por una trama bien enlazada, que siempre mantiene el pulso, donde nada sobra. Los capitulos fluyen con deliciosa cadencia, te agarran, te sumergen en la ficcion. Sin darte cuenta, pasas a formar parte de ella, como un personaje mas. He disfrutado con la lectura de Sudor frio, me ha hecho pasar gratos momentos. Y me ha dejado ese dulce aroma que solo te dejan las buenas novelas. Y creo no equivocarme si afirmo que Sinti nos brindara grandes momentos literarios en el futuro. Y si no, al tiempo. Josep Camps Sudor frio Diciembre 2018 Capitulo 1 I always have an alibi You allow me there But tonight I have no conscience So what comes after that? Siempre tengo una coartada Tu me dejas ahi Pero esta noche no tengo conciencia Entonces, ?que viene despues de eso? <>, Robbie Williams. La noche estaba siendo un fracaso hasta que aparecio Marius. Alto, rubio y con una sonrisa seductora, le habia hecho olvidar que estaba en aquel pub de moda, en lo alto de Montjuic, totalmente asqueada de haber decidido aceptar la invitacion de su companera de piso. De hecho, ni siquiera era companera. Lo compartian cuatro chicas con derecho a una habitacion, lavabo y cocina, pero la mayoria de los dias ni siquiera se cruzaban. Hoy era el cumpleanos de Irina y no pudo negarse aun sabiendo que no era santo de su devocion. Lo notaba en aquellas miradas de envidia que se clavaban en su agraciada figura pues, no teniendo las proporciones perfectas, sabia sacar provecho de ellas. Y no entendia por que, ya que no tenia nada de exito con el genero opuesto. Quizas fuera su maldita falta de autoestima. Pero Marius, al contrario del resto para el que pasaba desapercibida, la vio nada mas cruzar sus miradas y ya no habia dejado de hacerlo hasta que, con el vaso en la mano y con total descaro, se habia sentado a su lado y, con un par de frases bonitas con esa voz que encandilaba, habia trocado su hastio desde hacia mas de una hora, sentada en aquel pub, en todo un mundo de colores, el corazon palpitando, el cuerpo incandescente y con la expectativa de acabar la noche con el hombre de sus suenos. Lejos de acelerar la situacion, Marius se tomo su tiempo. Durante hora y media le regalo los oidos con toda clase de piropos, y aunque algunos de ellos eran manidos, a ella le supo a gloria poder experimentar lo que tan solo habia leido en aquellas noveluchas romanticas que, de pequena, veia como devoraba su madre. Y siguieron bebiendo, incluso acepto cuando el se levanto para traerle otra copa. <> penso con una risita tonta, esperando a que le trajera el combinado y dando por hecho la obviedad del porque y del como iba a acabar la noche. Siguio flotando en su nube, escuchando su boca y sus ojos que la seducian, formando parte de aquel ritual de conquista. Incluso cuando ella se excuso para ir al lavabo, el la siguio con la mirada, recorriendo tanto su cuerpo por delante cuando se levanto, como por detras cuando se dirigia a la otra parte del local. Lo sabia, la sentia clavada en su culo. Y eso hizo que un latigazo de fuego le recorriera desde su sexo hasta la garganta, algo que hacia mucho tiempo que no sentia. Con la promesa de que iba a pedir una cancion para bailarla juntos, ella se tomo su tiempo en el servicio, arreglando su maquillaje y componiendo un poco las ojeras que, sorprendentemente vio en su reflejo del espejo. <> penso, aunque la cabeza le empezaba a dar vueltas, seguramente a causa de la bebida, ya que no acostumbraba a tomar alcohol. Volvio con una sonrisa en la boca, pero se le congelo sintiendo en las entranas el dolor de la evidencia. Marius estaba en la pista bailando demasiado agarrado a una rubia con un jersey de plumas rosas, de un modo en el que no cabian equivocos. El le decia algo al oido y ella reia con esa coqueteria de las chicas que estaban siendo seducidas con placer. Se tuvo que agarrar a la columna para no perder el equilibrio. Sintio el rechazo en lo mas profundo del pecho, un aguijonazo que le lastimo fisicamente y la hizo tambalearse. Por un momento no supo que hacer. Queria huir de alli, solo pensaba en alejarse precipitadamente de aquel lugar y sobre todo de aquella persona que estaba destrozando sus ilusiones y su dignidad. Pero habia venido con las chicas, no tenia coche ni medio de llegar a casa. Con los ojos anegados en lagrimas y mareada por el impacto, se acerco a la mesa, recogio el abrigo y el bolso y, sin tenerlo aun claro, se dirigio a la puerta. Aire, al menos tomaria el gelido aire del exterior y pondria los pensamientos en claro. En su escapada choco con un tipo. Sorprendida le miro. Aquellos ojos negros se le clavaron y con voz pastosa le solto: --!Que rica estas, nena! Vente conmigo. Te comeria el cono como nadie te lo ha comido jamas. Horrorizada salio por la puerta del pub con el unico pensamiento de abandonar todo aquello que se estaba distorsionando para convertirse en un infierno y, sin pensarlo siquiera, corrio carretera abajo. Estaba lejos, casi en el fin del mundo, en la cima de la montana, pero no se paro a pensarlo. Necesitaba llegar al centro de la ciudad, en la plaza Espana cogeria algun autobus y una vez en casa se tranquilizaria e intentaria olvidar esa mierda de noche. Bajaba trastabillando, no entendia por que las piernas le pesaban de aquella manera y por que le costaba tanto mantenerse derecha. La carretera estaba insuficientemente iluminada y en cada curva creia ver las sombras al acecho. El miedo empezo a apoderarse de su mente y no le ayudaba nada que estuviera empezando a ver todo borroso. Le faltaba el aire y la respiracion se le estaba volviendo desacompasada. El corazon le iba a estallar. No sabia cuanto le faltaba para llegar abajo, a la civilizacion tranquilizadora y segura, cuando una furgoneta se paro a su lado. No la oyo llegar, y en ese momento solo penso cuanto tiempo hacia que estaba siguiendola. Solo noto por el rabillo del ojo que la puerta lateral se abria y unas manos la agarraban cuando estaba a punto de desfallecer. Sintio el suelo frio y duro debajo de su espalda sin poder ni siquiera chillar. Debia haber sentido dolor por la brusquedad en que la arrojaron dentro, pero no lo noto. La paralisis en todo su cuerpo la hacia insensible y el sopor de su mente vulnerable. Un sudor frio le recorrio la espalda desde la nuca y antes de desvanecerse creyo ver en su delirio un pelo rubio que hacia poco tiempo le habia parecido maravilloso, unos ojos negros y unas plumas rosas. Con los ojos cerrados escucho a alguien decir: --Con mas cuidado. No vayas a estropear la mercancia ahora que todo nos ha salido a las mil maravillas. Eso fue lo ultimo. Perdio el conocimiento.

  • Play (Stage Dive 2) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    Ericson, baterista de la famosa banda de rock Stage Dive, necesita limpiar su imagen rapido -al menos por un corto tiempo. Tener una chica buena en su brazo deberia hacer el trabajo facil. Pero no contaba precisamente con lo divertido que podria ser estar con la chica correcta. Anne Rollins nunca penso que conoceria al dios del rock con quien empapelaba las paredes de su dormitorio de adolescente-especialmente no en estas circunstancias. Anne tiene problemas de dinero. Unos grandes. Pero que te paguen para fingir ser la novia de un loco baterista nunca podria terminar bien. Sin importar cuan caliente fuera. Y ahora que aparentemente no esta libre, el finalmente esta prestandole atencion. Si tan solo la quimica entre ella y su estrella de rock dejara de alcanzar tales alturas.