• A un latido de ti de Monica Maier

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    Llueve en Madrid. El otono ha llegado impregnandolo todo con su melancolia y me pierdo por las calles, tratando de encontrarle algun sentido a tu ausencia. No existe nada mas absurdo que la idea de no volver a verte; todo mi ser se rebela contra ello. Como no hacerlo cuando en casa las paredes me devuelven el eco de tu risa, tu olor me encuentra en cada habitacion y la cama todavia guarda el calor de mi piel cubriendo la tuya cuando haciamos el amor. Pero ya no estas y tengo que salir. No para escapar, sino para reencontrarte en las calles que vivieron nuestro amor; en mananas de comernos con los ojos sentados en cualquier terraza aguantandonos las ganas; en tardes de caminar abrazados con pereza y noches de besos robados al amparo de algun portal; porque la memoria es traicionera y te aleja de mi lado a cada momento un poco mas. Los peores son los dias cualquiera. Uno de esos en los que de pronto me veo sujetando una caja de chocolatinas rellenas de menta que acabo de comprar en el supermercado, a pesar de que siempre las he odiado porque me saben a pasta de dientes, y, sin previo aviso, el recuerdo del gusto a chocolate en tus labios estalla en mi cabeza oprimiendome el corazon y la garganta, y recordandome que el mundo es menos mundo hoy que no estas aqui. Al menos para mi, que trato de averiguar que hacer con mi vida ahora que no es tuya. Te extrano. Te quiero. Siempre. Aitor Capitulo 1 Paula La vida supone evolucion, cambio constante. Es un camino plagado de baches, intersecciones y desvios que nunca sabes con exactitud a que destino te van a hacer llegar. La mayoria de las veces todos esos vaivenes no dependen de nosotros y nos vapulean, confunden y abruman. Aqui estoy yo, andando una nueva parte de ese camino. En realidad, ahora mismo me encuentro sentada en un taburete colocado de forma estrategica en un rincon apartado, donde no pueda estorbar, reflexionando sobre lo humano y lo divino, y observando con disgusto como mi familia al completo transporta, desembala y organiza mis enseres y objetos personales. Se asemejan a un pequeno ejercito de eficientes hormigas, capitaneado por la hormiga reina --que en este caso no es otra que mi madre ejerciendo su autoridad e impartiendo ordenes a diestro y siniestro--, que trabaja de buen humor y sin descanso. Doy un pequeno trago desganado de la botella de agua que, unos minutos antes, mi padre ha puesto entre mis manos. La situacion no coincide en nada con la idilica imagen que habia dibujado en mi mente la semana anterior, cuando telefonee a mi hermano Jaime para pedirle que me echase una mano con la mudanza. La idea inicial consistia en que el y Victor se encargarian de las cajas mas pesadas y el resto seria cosa mia; queria disfrutar el momento, llenar cada armario, cada cajon, tomandome tiempo para hacer mios los espacios y rincones del que es mi nuevo hogar. El primer lugar que solo me pertenece a mi. El gesto de disculpa en el rostro de mi hermano al bajar del coche esta misma manana deberia haberme puesto sobre aviso, justo antes de que el resto de puertas se abriesen y viera descender a mis progenitores seguidos de mi prima, Alicia; a la que supongo que Jaime ha convencido con la intencion de usarla como escudo ante mi mas que probable furia. --Carino, ?donde quieres que ponga esto? --la voz de mi madre me saca de mis cavilaciones y se eleva alta y clara sobre el desorden de ruido y murmullos que llena el salon. Sujeta con las dos manos, bien visible, un corse de cuero negro y un ligero a conjunto que recuerdo haber comprado en un ataque de locura con la intencion de darle una sorpresa a Victor a su regreso a Espana, pero que nunca he tenido ocasion de estrenar y no entiendo como ha podido ir a parar a una caja rotulada en grandes letras mayusculas con las palabras: <>. El silencio inunda la sala y todas las miradas vuelan desde la pieza de lenceria hasta mi cara que, a juzgar por el calor que desprende, debe de haber tomado una coloracion cercana al purpura. Salto de mi asiento y le arrebato la prenda de las manos a mi madre entre las risas, apenas contenidas, de mi hermano y mi prima. --Yo lo guardo. --Victor se encuentra situado a mi espalda, por lo que no puedo ver su expresion --y casi lo prefiero-- y a mi padre evito mirarlo por motivos obvios. Recorro el pasillo a toda velocidad, entro en el dormitorio y, tras abrir varios cajones, suelto la escueta prenda en el primero que encuentro vacio; tarea nada facil, puesto que mi madre ha pasado por alli con antelacion y se ha encargado de colocar en un perfecto orden toda mi ropa, que ya llena armarios y cajoneras. Me dejo caer sobre el edredon que cubre la enorme cama de matrimonio y mi mirada se pierde en la recien aplicada pintura blanca del techo. De fondo, escucho el caracteristico crujido de la puerta al abrirse y unas ligeras pisadas sobre la tarima. No me muevo y al instante el colchon se hunde bajo el peso de otro cuerpo. --Lo estas llevando muy bien. Resoplo y Alicia me rodea con uno de sus brazos. --Solo estan preocupados. Tienes que darles tiempo. Necesitan saber que te encuentras a salvo --dice mientras coloca la cabeza sobre mi hombro --. Es su manera de demostrarte que te quieren. Un amor un tanto excesivo y asfixiante a veces, pero amor al fin y al cabo. Ademas --se incorpora apoyandose sobre un codo y hunde el dedo indice en mis costillas--, no se de que te quejas. Daria mi brazo izquierdo. --Alicia es zurda--, porque mi madre se ofreciese a ordenarme la casa. Mis labios se extienden en una sonrisa; mi tia no esta tan loca, dentro de las virtudes de su hija, el orden no ocupara nunca un lugar destacado. Solo hay que ver su piso, una suerte de bazar caotico y eclectico en el que la unica capaz de encontrar algo es ella misma. Se tumba de nuevo sobre el colchon imitando mi posicion y dejamos que el silencio nos envuelva en la comoda familiaridad que da toda una vida compartida. Sobre el papel, Alicia, es mi prima, la hija mediana de la unica hermana de mi madre. En todo lo demas es mi mejor amiga, mi hermana, la persona que mejor me conoce y en quien mas confio. Nos criamos juntas, a un par de calles de distancia, y ese vinculo de la infancia se ha fortalecido con el paso del tiempo hasta convertirse en un lazo indisoluble. Tanto que desde hace unos anos tambien compartimos trabajo. Su formacion como publicista y la mia en Bellas Artes se complementan a la perfeccion en el pequeno negocio de ilustracion y comunicacion con el que nos ganamos la vida. --Con que cuero --dice alzando una ceja--. Fijate que yo siempre pense que tus gustos eran mas del tipo seda y encaje. Claro que todo el mundo tiene derecho a cambiar. A decir verdad, llevas unos meses bastante rara, muy mandona y de mal genio. Me giro para mirarla y arrugo la frente en un claro de gesto de incomprension. --Ay, Paula, me parece que te han puesto el corazon de una dominatrix --exclama llevandose las manos al pecho con aire dramatico. Estiro el brazo y, con fuerza, le estampo un cojin en la cara. Las carcajadas se escuchan ahogadas bajo la tela. --Tu tomatelo a broma --me advierte cuando consigue detener el ataque de risa. Acomoda el cojin sobre la almohada e incorporandose se recuesta contra el cabecero--, pero el otro dia lei un reportaje en la revista QUO que hablaba de la memoria celular del corazon y aseguraba que se habian dado casos en los que el trasplantado adoptaba facetas de la personalidad del donante --su expresion se torna seria--. Esperemos que tu ama dominante, al menos, no fuera adicta al sexo. Aunque eso casi le iba a compensar a Victor el tema de los azotes. Le pellizco la pierna y se queja tratando de contener las carcajadas. --Quieres dejar de decir tonterias. --Tienes razon. En tu caso la mala leche ya te venia en los genes. --Me da un beso, salta de la cama y sale corriendo hacia la puerta huyendo de mi venganza. --Ali --la llamo y se detiene antes de cruzar el umbral--. ?Sabes que te quiero? --lo digo de corazon, porque siempre es capaz de leer en mi interior y sacarme una sonrisa, incluso en el peor de los momentos. Su gesto se dulcifica al escuchar mis palabras. --Y yo a ti, cielo. Pero tienes que prometerme que me regalaras el corse, creo que es mas de mi estilo. --Me tira un beso y abandona la habitacion dejandome con una sonrisa pintada en los labios y la desazon anterior ya muy lejos de mis pensamientos. Unas horas despues las pesadas puertas metalicas del ascensor se cierran ocultando a mis sonrientes padres que se despiden agitando la mano. Espero a que su imagen desaparezca por completo e inspiro con fuerza. No quiero pecar de desagradecida, se que es su buena intencion lo que les mueve, pero necesito un poco de paz. El dia ha resultado agotador. Quien se iba a imaginar que consumiria mas energia controlar el mal humor que colocar todas las cajas de una mudanza. Mas aun, porque no he podido mover un dedo bajo la severa mirada de ceno fruncido de mi madre, que me clavaba al asiento cada vez que intentaba ocuparme de algo. Mi hermano y mi prima, alegando una cita ineludible, se han quitado de en medio con mi tercer grunido de la tarde. Sin embargo, mi madre resulta mas dificil de amedrentar y solo ha accedido a marcharse cuando no ha quedado una sola caja por vaciar. Cierro la puerta y tarareando feliz pongo rumbo al salon. Victor, se ha acomodado en un rincon del sofa con un brazo extendido sobre el respaldo y mira ensimismado la pantalla del televisor. Observo su pelo castano claro, algo revuelto y su cara de facciones dulces, casi aninadas, cubierta en algunos puntos por una suave barba que apenas se aprecia. Me encanta su belleza serena y su aire, a medio camino, entre lo intelectual y lo friki. Pienso en la primera vez que lo vi. Lo nuestro no fue un flechazo, ni mucho menos, sino que mas bien se cocino a fuego lento. Nos presento un amigo comun en un cumpleanos. Poco a poco la amistad dio paso al amor y aqui seguimos, cuatro anos despues. Claro que no todo ha sido de color rosa. El ano que paso trabajando en Alemania supuso una dura prueba. Durante el transcurso de esos meses, en los que apenas nos pudimos ver, la sensacion de que nos estabamos alejando sobrevolo mas de una vez mi mente, haciendo que las dudas acerca de la fortaleza de nuestra relacion me acosaran. Entendia que no tenia opcion, que con el estado del mercado laboral del pais no podia oponerse a las directrices de su empresa --a no ser que quisiese verse engrosando las cifras de parados--, pero aun asi no lograba no sentirme insegura. Por suerte, conseguimos sobrevivir a la distancia. Mi repentina enfermedad justo a su vuelta tampoco lo puso facil. Victor estuvo a mi lado desde el primer momento y fue uno de mis mayores apoyos ante el miedo y la impotencia. Hasta ahora hemos conseguido superar los malos momentos y continuamos juntos. Espero que por mucho tiempo. Cojo carrerilla y me dejo caer a su lado, acurrucandome en el hueco de su cuello. --Crei que no se iban a marchar nunca. Victor me envuelve con su brazo, atrayendome mas cerca. --Existia la posibilidad, pero tu padre aprecia demasiado la noche de salsa como para permitir a tu madre saltarsela. --?Y tu que opinas de esta nueva costumbre? --Pues que voy a opinar, que me parece fenomenal que vivan su vida como quieran ahora que no tienen responsabilidades ni ninos a los que cuidar. --?Crees que nosotros seremos asi de marchosos cuando seamos viejecitos? --A ver, viejecitos no es la palabra que yo usaria para definir a tus padres --dice divertido--. No lo se, carino, queda mucho para eso. --Cierto, porque somos jovenes. --Despacio trepo sobre sus piernas hasta quedar sentada a horcajadas--.Y la gente joven disfruta de la vida. -- Me acerco a sus labios y los beso con suavidad. Victor coloca la mano en mi nuca e intensifica el beso. Nuestras bocas encajan a la perfeccion. Burlo el borde de su camiseta y deslizo la palma de mi mano por la piel caliente de su abdomen. Sus dedos recorren mi espalda, delineando las protuberancias de mi columna. Nos gira dejandonos caer hasta que su cuerpo queda apoyado contra el mio sobre los cojines del sofa. Acaricio su pelo mientras me miro en sus ojos castanos, oscurecidos por el deseo. --T

  • Actua para mi (Sweet love) de Moruena Estringana

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    Summer lleva anos enamorada de su amigo Erik, pero por mucho que quiera hay cosas que no se pueden perdonar.

  • Desapegarse sin anestesia, Walter Riso de Walter Riso

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    Si consideras que algo o alguien es indispensable para tu felicidad, tienes un grave problema: estas a la sombra de un amo. Y no me refiero al aire que respiras, la comida que te alimenta o el sueno que te repone, sino a muchas necesidades de las cuales podrias prescindir sin que tu supervivencia emocional y psicologica se viera afectada de alguna manera. No importa la fuente del apego, llamese fama, poder, belleza, autoridad, aprobacion social, internet, juego, moda o pareja, la adiccion psicologica hara que tu existencia sea cada dia mas insalubre: te arrodillaras ante ella, le rendiras pleitesia y vivira en el filo de la navaja por miedo a perderla. Establecer una relacion dependiente significa entregar el alma a cambio de obtener placer, seguridad o un dudoso sentido de autorrealizacion.

  • El placer de descubrir de Richard P. Feynman

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    El placer de descubrir permite acceder al mundo personal, social y cienti co de Richard Feynman, por ejemplo, a sus aventuras mientras participo en el Proyecto Manhattan, cuando se divertia -y escanda- lizaba- descifrando las claves de cajas fuertes, o a como se inicio, siendo un nino, en el estudio de la naturaleza (en el <>), que terminaria ocupando toda su vida. Podemos, asimismo, conocer sus pioneras ideas sobre las computadoras del futuro, su opinion acerca del valor de la ciencia o la explicacion, tan sencilla como profunda, que dio al desastre de la lanzadera espacial Challenger. Es este, sin duda, un libro tan fascinante como su autor.

  • Lo eres todo de Fran Moran

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    CERRO los ojos y escucho su voz, como siempre lo hacia cuando la camara se movia de ella a algun invitado o pasaba a algun rollo B de la historia que ella estuviera relatando. El no necesitaba informacion sobre otro tiroteo en alguna escuela, o sobre los gatitos rescatados de un desague. Solo queria saber de ella. Eso era todo lo que veia en las noticias. Eloy Marti. Sus rasgos eran suaves y dulces, acompanados de una cabellera rubia oscura y rizada, que caia hasta sus hombros en suaves ondas. Sus ojos emanaban calidez y empatia. Tenia labios rosados, y sus pechos bajo la elegante y cara blusa lo volvian loco. Cristo, el la queria. Siempre lo habia hecho. Desde aquel dia en la universidad cuando entro en la biblioteca de Harvard y la vio. Con su apariencia, dinero y posicion en el Upper East Side de Nueva York, el podria tener a cualquier mujer que quisiera, y habia tenido bastantes. Pero siempre recordaria esa. La que se le escapo. La chica de la camiseta rosa. Ese dia, la biblioteca estaba tranquila y casi vacia. Ella estaba sola en uno de los pasillos, leyendo. Miro hacia arriba cuando el se acerco. Era una chica pequena, delgada y joven, tal vez de diecisiete, o dieciocho anos. Al mirarlo, le sonrio. A su parecer, era encantadora, no solo bonita, sino dolorosamente hermosa. Tenia grandes ojos de color marron intenso y una calida y amistosa sonrisa. Para ese momento, su cabello colgaba casi hasta su cintura, luciendo suave y un poco desordenado. Ella le habia quitado el aliento. Era la chica que habia estado buscando. Y asi como asi, se habia ido. Una voz detras de el la habia llamado. Ella se despidio con una sonrisa y paso junto a el. En menos de treinta segundos, su vida habia cambiado para siempre. Y ahora ella estaba en su television todas las noches. Pero esta noche, sin embargo, las cosas serian diferentes. Sabia donde encontrarla, y donde llevarla. Su lugar en el campo era aislado y seguro. Ella definitivamente aprenderia a amarlo alli. Abrio los ojos cuando escucho al reportero devolverle el pase a Eloy, y sonrio cuando vio su hermoso rostro de nuevo. Esta noche, querida, esta noche… ELOY CERRO las noticias con una sonrisa y espero hasta que la camara apagara la lucecita para asegurarse de que estuvieran fuera del aire. --Gracias a todos. Sonrio para sus companeros mientras el personal del piso le aplaudia. Era una de las pocas anclas que trataba a todos por igual y siempre habia sido amable y cortes. Eloy se rio de sus aplausos, ignorando a su co-presentador que se quejaba del sonido. Su asistente, Rae, se rio mientras Eloy la levantaba un poco y la hacia girar. --Alguien esta de buen humor. Bajo a su amiga, y volvieron a su camerino. --Puedes apostar a que si. Guido me va a recoger y vamos a tener dos felices semanas de nada mas que sol, mar, arena y divertido sexo sucio. Rae se rio. --No estoy celosa en lo absoluto. Realmente, realmente no. Eloy se rio. --Lo siento, boo. No deberia regodearme, pero Dios, he estado esperando esto desde siempre. --Escucha, te lo mereces. ?Entre tu y yo? Me preocupa que trabajes demasiado. --No --Eloy le sonrio--. Sabes que vivo y respiro las noticias. Escucha, ya que compartimos secretos… cuando regrese, le preguntare a Jack si puedo hacer mas periodismo de investigacion. Me encanta ser ancla, pero tambien extrano estar en el campo. Rae le sonrio. Ella tenia unos cincuenta anos, era afroamericana y la crema y nata de las asistentes personales. Ellas se conocieron hacia ya un ano, y desde entonces eran inseparables. Ahora mismo, charlaba con Eloy, mientras ella se ponia unos jeans y una camiseta, y se preparaba para encontrarse con su novio, Guido Wheeler. Llevaban dos anos juntos, y estaban tan enamorados como siempre. Eloy sabia que el era el indicado, su personalidad divertida y ferozmente inteligente los hacian coincidir en todo lo que hacian. Guido llego poco despues y la beso, permaneciendo ambos en un abrazo prolongado. Le sonrio, y sus ojos marrones oscuros, se volvieron alegres y llenos de emocion. --?Estas lista, nena? --Vamos, guapo. Se tomaron de la mano al salir del edificio hacia la cabina de espera, y no fue hasta que escucho su nombre que Eloy se dio la vuelta para ver al hombre que esperaba detras de ellos. Empezo a sonreir, ya que era su respuesta automatica para los fans que la esperaban fuera del estudio. De pronto, todo parecio ir mas despacio cuando ella vio el arma. Escucho el grito de Guido, oyo un disparo y vio su pecho explotar. Ella grito de rabia cuando el hombre le apunto con el arma, pero aun asi se lanzo sobre el sin pensar en las consecuencias. Sintio tanto dolor, que su vision se volvio negra. Por la manana, en el hospital, despues de horas de cirugia, le dieron la noticia. Guido habia fallecido, y el hombre que lo habia matado se habia escapado, desapareciendo en el frio viento de la noche. Eloy sabia que nunca mas sentiria la calidez de la felicidad, o la sensacion de estar a salvo. CAPITULO UNO UN ANO DESPUES ELOY MARTI DEJO de existir en el momento en que cerro la noticia esa noche con una sonrisa para su publico, seguida de su habitual y alegre despedida. Charlo con Rae como de costumbre, se puso su ropa y le dijo a su amiga que la veria manana. Usando un baston que ya no necesitaba, pero que guardaba para desviar la atencion, salio cojeando hacia la limusina que la esperaba, y entonces, desaparecio. Mientras el auto, conducido por uno de los choferes del FBI, se adentraba en la oscuridad del estado de Nueva York y se dirigia al refugio, la Eloy que todos conocian quedo en el pasado, y en su lugar, nacio Sunday Kemp. En el refugio, su cabello rubio oscuro fue tenido profesionalmente hasta alcanzar un tono marron oscuro que lucia natural, sus ojos marrones fueron cubiertos con lentes de contacto violetas, su nariz perforada, e incluso se hizo un pequeno tatuaje en su muneca. Entonces, el jet privado que la llevaria a su nueva casa estuvo listo, y ella supo que eso seria todo. El ultimo momento de su antigua vida. Dudo una vez mas antes de subir al avion. Sam, su protector, que se habia convertido en un buen amigo durante el ultimo ano, le puso una mano en el hombro. --?Estas bien, Sunday? Sunday. Su nuevo nombre. Lo habia elegido para honrar a Guido, a quien conocio un dia domingo. Kemp era el apellido de soltera de su madre. Cuando perdio a Guido, sintio que de hecho perdio a ambos. Habia sido demasiado doloroso para la familia de el volver a verla, aunque Patricia, la madre de Guido, se habia quedado al lado de Eloy mientras esta se recuperaba del disparo. Tan pronto como fue dada de alta, sin embargo, se quedo sola. Su propia familia, dispersa desde hacia mucho tiempo por el mundo, habia enviado sus condolencias, pero ninguno de ellos la habia visitado. Rae habia sido su familia, y ahora tenia que dejar atras a su unica amiga. Se fue desde Nueva York, el unico hogar que habia conocido, hasta la vida de pueblo en las Rocosas, Colorado. Paso de presentadora de noticias a mecanografa de alguien. Le habian encontrado trabajo con un artista que vivia en el pequeno pueblo cerca de Telluride y ella se reuniria con el el lunes siguiente. Hasta entonces, se instalaria en su nuevo hogar, un pequeno apartamento en la calle principal de la ciudad, en lo alto de las Montanas Rocosas. No habia traido nada de casa, ni siquiera ropa interior, excepto una fotografia de Guido que habia colado en el bolsillo de su chaqueta. El FBI le habia dicho que dejara todo lo que pudiera atarla a su antigua vida. --Todo sera provisto para ti --fue lo que dijeron--. Tienes que dejar tus cosas atras --le dijo Sam gentilmente--. Si apareces en la ciudad con millones en el banco… --Lo entiendo --dijo. El dinero no significaba nada mas para ella que una herramienta para hacer su vida mas conveniente; nunca habia sido una mujer avara. Pero odiaba dejar sus libros, su piano, y sobre todo, a sus amigos y companeros en la estacion. Las amenazas a su vida eran constantes. El, quienquiera que fuera, era implacable y muy sigiloso. Constantemente le enviaba recordatorios de que estaba cerca, que terminaria el trabajo, que le haria pagar por su "traicion". Imbecil. Su intestino se retorcia de la rabia, y a veces deseaba que su acosador mostrara la cara. Aunque la matara, al menos tendria la oportunidad de vengarse. El FBI estaba preocupado, y para cuando la convencieron de la posibilidad de que su atacante fuera alguien conectado a la mafia y que nunca escaparia de el, Eloy, o Sunday, casi se habia resignado a morir joven. El equipo del FBI, y Sam Duarte en particular, finalmente la convencieron de que se protegiera. --Tienes mucha mas vida que vivir --le dijo Sam, un hombre amable de unos cuarenta anos--. Tienes veintiocho anos, carino. Vive. Vive para honrar la memoria de Guido. No podria haberlo dicho de otra manera que pudiera persuadirla. De repente, un ritmo de vida mas lento, y tener tiempo para llorar por Guido, sonaba mas tentador que continuar con su carrera en Nueva York. En el jet privado, Sam le sonrio. --?Estas lista, Sunday? Ella asintio. --Creo que estoy lista, Sam. Gracias por organizar todo esto, en serio. Y el trabajo tambien. Me volveria loco sin algo que hacer. El le dio una palmadita en la mano. --No se mucho sobre tu futuro empleador, excepto que mantiene sus cosas para si mismo. Es muy reservado. --Bien. Se sintio aliviada al oir eso. Sabia que su nuevo jefe tenia una casa grande y esperaba que no se cruzaran tanto y asi tener espacio suficiente para trabajar y pensar. El avion aterrizo en Telluride, y los agentes le dieron las llaves de un todoterreno de segunda mano. Todo era parte del engano, ella lo sabia, pero realmente no le importaba. Era comodo y fiable. En la parte de atras habia maletas llenas con su nuevo guardarropas. Sam se aseguro de que estuviera comoda. --Te seguiremos hasta el nuevo apartamento --le dijo--, pero mantendremos la distancia para no llamar la atencion. Parecera que has llegado por tu cuenta. El lugar esta amueblado, por lo que deberias ser capaz de instalarte rapidamente. Hay un par de bolsas con alimentos basicos en la camioneta. ?Tienes el telefono desechable que te di? Sunday cavo en su bolso y se lo mostro, sacudiendo su mano ligeramente. --Buena chica. Entonces, estare en contacto. Manten eso contigo, pero consigue uno nuevo para usar con tus nuevos amigos aqui.

  • Mientras Sonabamos Mirando al Cielo de C.g. De La Cruz

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    ?Que sucede cuando no consigues olvidar?
    ?Volvera Amelia a creer en el amor?
    ?Conseguiran Aiden y Xavier volver a entrar en su vida?
    En esta segunda parte de la bilogia viviremos como Amelia intenta resolver su pasado enfrentandose a sus mayores temores y tomando las riendas de su vida.
    Si crees en los flechazos y alguna vez te has enamorado de quien no debias… esta es tu historia.
    Una novela llena de risas, canciones, accion y mucho amor.
    Mientras sonabamos mirando al cielo, una historia que te enamorara.

  • Las notas de nuestra cancion (Las notas de una cancion 2) de Chris Razo

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    ?Podrias olvidar las notas de una cancion?
    Despues de un ano, Patricia y Oliver vuelven a encontrarse, y aunque el trata de hacerle pagar por el sufrimiento que ha vivido, con solo mirarla, se dara cuenta que no ha dejado de quererla, y que lo unico que quiere es volver a su lado.
    Ella por su parte, sigue sumergida en sus miedos, y tratara de que Oliver, se aleje de su vida.

  • Ella duerme aqui de Dominique Sylvain

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    <>. Esas son las unicas tres palabras del mensaje que, acompanado de una foto de su hija Kate con los ojos cerrados, recibe en su movil Jason Sanders. Decidido a encontrarla tras su repentina ausencia del club donde trabaja como chica de compania, Sanders toma desde Londres el primer avion hacia Tokio. Alli, Kentaro Yamada --capitan de policia de Shinjuku-- y Marie --companera de piso de la joven-- le ayudaran en su busqueda por el distrito de Kabukicho: un equivoco paraiso de neones y love hotels, donde cualquier estrategia es buena para arrastrar al cliente a uno de los cientos de locales en los que el placer se compra y se vende; un inmenso teatro de la seduccion, controlado por los siniestros yakuzas, en el que seguir el rastro de la desaparecida Kate les obligara a caminar siempre al borde del abismo…
    Dominique Sylvain, que conoce de primera mano el pulso vital de una de las ciudades mas fascinantes del planeta, nos sumerge de lleno en ese imperio de los signos y los sentidos que es la capital japonesa, sin renunciar en ningun momento a la vertiginosa trama de suspense de este perverso y exotico thriller.

  • Ingenuidad aprendida de Javier Goma Lanzon

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    Ingenuidad aprendida es algo mas que el titulo de este libro; es sobre todo un grito de guerra. El grito de un modo de hacer filosofia que desea apropiarse del presente --asumiendo todas sus contradicciones-- y ofrecer para el un ideal positivo capaz de movilizar sus fuerzas latentes, aparentemente adormecidas, en un momento de perdida de veracidad de la cultura occidental. Un intento de pensar de forma constructiva, como es el anunciado, sera tachado de ingenuo por la mentalidad postmoderna hoy hegemonica, la cual ha demostrado ser muy poco ingenua y en cambio muy lucida, quiza demasiado. La lucidez cumplio la mision historica de liberarnos de las opresiones tradicionales deslegitimando las pretensiones de verdad de los relatos heredados.

  • La amenaza hacker de Deepak Daswani

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    La tecnologia nos ha traido toda clase de comodidades, pero tambien una serie de riesgos que hasta hace poco eran desconocidos para la mayoria de la gente. En los ultimos tiempos, las noticias sobre incidentes de ciberseguridad son cada vez mas habituales: a diario se roban millones de cuentas de correo, datos de tarjetas de credito, credenciales de banca online y se cometen toda clase de delitos informaticos. Todo ello ha motivado que cada vez seamos mas conscientes de los riesgos implicitos que conlleva nuestra dependencia de la tecnologia.

  • Algo para recordar de Lydia C. Ramirez

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    Senti el golpe de su mano contra mi mejilla, aunque me esperaba algo parecido, me sorprendio igualmente que lo hiciera, ya que esperarlo no lo hizo menos doloroso, por lo que me cai al suelo de golpe. Mire a mi padre desde el suelo con los ojos llorosos, pero el hizo caso omiso a las lagrimas que luchaban por salir de mis ojos, darme cuenta de ese echo hizo secar mis ojos como si fuera cosa de magia. --Quiero que te largues de mi casa-- me ordeno bajando la mano que aun tenia levantada tras el golpe-- Eres una verguenza para mi. Mire a mi madre que estaba en un rincon como si esa historia no fuera con ella, ni siquiera se digno a mirarme, lo cierto era que nunca habia sido una mujer que se enfrentara a las decisiones de su marido, por lo que no me sorprendio que no dijera nada, es mas yo habria sido la primera en sorprenderme si hubiera ocurrido lo contrario. Jamas trataria a un hijo mio como ellos me estaban tratando... Senti como se formaba un sentimiento frio en mi interior, no queria seguir alli... Posiblemente tenia razon yo era una verguenza, pero no por los motivos que el decia... Yo tampoco queria continuar alli, asi que me levante del suelo y fui a mi habitacion para hacer la maleta. Una hora despues me encontraba a la salida del pueblo haciendo autostop, consegui que una pareja me llevara a la ciudad y observe desde la ventana como ese infierno se hacia mas y mas pequeno... <> Aunque en ese momento no sabia cuando, ni... como. El Viaje Me desperte con los golpes constantes de mi madre en mi puerta, ella era mi mejor amiga y mi unica familia, pero lo cierto es que nunca habia necesitado a nadie mas aparte de ella, nunca me habia planteado la posibilidad de que mi vida hubiese sido mejor de tener un padre, una familia mas extensa... Por lo menos eso creia en ese momento. --Caitlin, cielo-- dijo entrando y subiendo las persianas, haciendo que toda la luz del sol penetrara en mi habitacion, mientras yo arrugaba la cara en senal de protesta-- Si no empiezas a vestirte, llegaremos tarde. Asenti lentamente haciendo ruidos de queja y la escuche reirse mientras salia de mi habitacion. Tarde unos minutos en levantarme mientras miraba a mi alrededor, la habitacion blanca, con tonos azules claros, habia un escritorio en madera blanca tambien, una comoda y una mesita en el mismo material. Habia veces que me paraba a mirar todo aquello y me decia a mi misma que todo era demasiado blanco, aseptico... Aunque, a decir verdad, algo si desentonaba en toda aquella nube blanca... mi colcha con el simbolo de la paz formado por distintos estampados de colores diferentes, yo misma la habia comprado en una tienda, pase por delante del escaparate la vi y no pude evitar comprarla, era necesario un poco de color en la habitacion, queria hacerla un poco mas personal. Me levante de la cama y casi me tropiezo con la maleta abierta que estaba en el suelo, la aparte de una patada y cogi la ropa que tenia preparada en una silla, me la lleve conmigo al bano y me duche. Cuando sali un rato despues, con la toalla en la cabeza fui directamente a la cocina a por un vaso de zumo de naranja. Por el arco de la cocina que daba al salon vi a mi madre leyendo una carta con los ojos llorosos. --?Que pasa? ?Que dice? -- le pregunte preocupada haciendola sobresaltarse. --No, nada, no te habia visto-- me dijo mientras volvia a meter la carta en el sobre y lo guardaba en una cesta que habia encima de la mesa-- En realidad no estaba leyendola, estaba pensando en otra cosa. --Parecias como… triste-- le dije sentandome a su lado. --Es porque mi nina se hace mayor-- me dijo sonriendo. Lo que quiere decir es que nos vamos de viaje el fin de semana a un spa para celebrar mi veintitres cumpleanos, ademas ya era toda una mujer pero estaba segura de que para mi madre siempre seria su nina, es mas a mi me hacia ilusion seguir siendolo, no me sentia preparada para enfrentarme al mundo yo sola. Le pase el brazo por los hombros y le di un beso en la mejilla. --Pero vamos a celebrarlo-- le dije sonriendo-- Y sera uno de los mejores dias de nuestras vidas. Mire a sus ojos marrones claros y algo dentro de mi me dijo que mi cumpleanos no era el unico motivo que la habia puesto tan triste... Aunque... ?Por que darle mas vueltas a todo aquello? Mi madre nunca me habia enganado, siempre habia dicho la verdad, pensandolo bien ella siempre habia estado junto a mi, lo cierto es que siempre estabamos juntas, algo que no me importaba, ella era mi mejor amiga tambien. El motivo era bastante sencillo o quiza no tanto, porque cuando yo tenia veinte anos mis padres y yo tuvimos un accidente, en el que mi padre fallecio y yo resulte gravemente herida. Durante esos dias en los que me movia en la semiinconsciencia, mi mente fue capaz de darse cuenta de trozos de conversaciones entre mi madre y su mejor amiga, Rebecca (a la que yo llamo Tia Becca), luego me dio la sensacion de que mi madre dejo de visitarme bastante tiempo, pero como en esos dias estuve casi todo el tiempo sedada no podria decir con exactitud si fue de verdad asi. Cuando desperte no era capaz de recordar nada anterior a ese momento, vi la mirada de mi madre y luego comenzo a contarme lo que habia sucedido, los siguientes meses fueron bastantes complicados, ya que era incapaz de recordar nada, asi que como no conseguia llenar esos huecos, ella fue ayudandome contandome pequenos trozos de nuestra historia, lo que hizo que aquello pasara mas rapidamente. Con todo ese lio de mi enfermedad su obsesion por mi se elevo al cubo y hasta no me dejaba encargarme de las tomas de mis pastillas, ya que ni yo misma recordaba, obviamente, que estaba enferma del corazon, pero comprendia porque lo hacia por lo que, cuando aun habia veces que me lo recordaba, yo la miraba sonriendo y obedecia como si fuera una nina pequena. --Pero date prisa, Caitlin-- me hizo levantarme del sofa y yo fui a peinarme al bano. Me quite la toalla de la cabeza y me mire al espejo, no era la primera vez que pensaba lo diferentes que eramos mi madre y yo, ni siquiera me parecia a mi padre, me daba pena no recordarle y habia visto fotos, pero cuando le pregunte a ella me dijo un poco nerviosa que su madre era como yo, por lo que el tema quedo zanjado. Mi madre era pelirroja, pero de una tonalidad mas castana, era obvio que el sol habia aclarado su cabello, tenia los ojos marrones, una nariz pequena y una sonrisa perenne en el rostro, era alta y delgada, era joven, asi que asumi que quiza ella no se llevaba bien con sus padres porque fui un accidente adolescente, de todas formas, nunca me habia atrevido a preguntar, ya que ella no hablaba casi nada de su familia. Yo por el contrario era mas bajita, rubia de un tono muy claro, casi platino, mis ojos eran de color azul claro siempre estaba palida, muchas veces me encontraba deseando haber nacido mas parecida a mi madre, ella se bronceaba muy facilmente, sin embargo, si yo me ponia mas de dos horas al sol, el unico color que cogia era un dramatico rojo cangrejo. Mientras me peinaba, vino a mi mente un recuerdo de cuando tenia doce anos, no recordaba ni como salio el tema de conversacion, solo sabia que debia llevar un pastel al colegio y decidi hacer, junto con mi madre, un pastel de calabaza, ademas ni siquiera recordaba bien la escena, simplemente recordaba la voz de mi madre diciendo: <<--?Donde aprendiste a hacerlo? -- le pregunte inocentemente, metiendo la punta del dedo en el bol de la masa. --No hagas eso, calabaza-- me regano sonriendo-- Me lo enseno mi madre, aunque mejore la receta un poco. --Esta rico-- dije disfrutando del sabor de la masa. --Dicen que es el mejor de todo Texas-- suspiro cerrando los ojos-- Aunque no es cierto, todavia necesita mejorar.>> Movi la cabeza de un lado a otro despejando mi mente. << ?Porque he recordado eso ahora?>> me pregunte poniendome un pasador en el pelo. Me convenci de que el recuerdo no tenia importancia, negue con la cabeza y lo aparque en al fondo de mi mente, ya tendria tiempo de analizarlo despues. Me tome la pastilla para el corazon y sali del bano. Mi madre ya me esperaba impaciente en la puerta, asi que cuando me uni a ella, ambas salimos y emprendimos nuestro viaje. Al principio, nos dedicamos a hablar de todo un poco, luego cantamos algunas canciones de la radio y nos reimos un poco de nuestra nefasta hipotetica carrera como cantantes, no sobresaldriamos en ese mundillo, yo lo tenia asumido. Ademas mi madre tenia suficiente con su profesion y era muy buena en ella, era una gran abogada, casi siempre ganaba los casos que le asignaban, me conto levemente lo dificil que habia sido para ella cuidarme y estudiar a la vez, porque tuvo que dejar los estudios cuando naci y luego cuando enferme con seis anos del corazon, para retomarlos y terminarlos por fin cuatro anos despues de aquello. En esa epoca, ella tenia dos trabajos para pagar mis medicinas y costear su carrera, ademas mi padre tambien trabajaba en dos sitios a la vez para poder pagar sus propios estudios y mantenernos, pero lo mejor de todo habia sido que jamas faltaron a mis recitales o teatros escolares, sonrei mirando por la ventana. Sin darme cuenta me quede dormida y me desperte cuando habiamos parado en el parking. --Vamos, despierta dormilona, ya estamos aqui-- me dijo mientras me tocaba el brazo para sacudirme levemente. Sonrei sin abrir los ojos y musite: --Si no condujeras como una senora mayor, no me habria dormido-- la escuche reirse y ambas salimos del coche. Nos registramos en recepcion y nada mas dejar las maletas cogi mi traje de bano y me cambie para ir a la piscina climatizada. El spa tenia un aire oriental muy relajante, daba a una playa privada que solo podian utilizar los clientes del lugar, era un sitio donde todo el mundo acudia para relajarse y disfrutar, alli no habia cabida para preocupaciones, eso quedaba a dos horas de aqui, en la ciudad de Tallahassee, Florida, donde nosotras viviamos… Fue el mejor fin de semana de mi vida en verdad, con todos aquellos cuidados, mascarillas, banos, masajes… Me senti una princesa, ademas tenia la mejor compania del mundo, lo cierto es que no se me ocurria un sitio mejor donde estar, suspire relajada mientras tomabamos el sol. Por eso me dio tanta pena que el fin de semana terminara, habia cogido un poco de color, pero mi madre se habia puesto morenisima. --Vas a ligar con algun abogado-- dije sonriendo montandome en el coche. --Callate, Caitlin -- me regano poniendose el cinturon y arrancando el coche. --Pero a mi no me importaria-- no me miro, pero la vi enarcar una ceja-- Es cierto, me gustaria que tu… Te enamoraras y eso, ya sabes-- conteste mirando por la ventana. --?Estas segura de que quieres hablar de hombres conmigo? -- pregunto sonriendo. --No, bueno, no se… Yo… ?Todavia estas enamorada de papa? -- sabia que era un tema doloroso para ella. --Aun no estoy preparada para tener esa conversacion… ?me entiendes? Asenti y mire por la ventana. --No importa-- y era cierto, no importaba. Mire por la ventana y en lo que duro un parpadeo se desato el comienzo de una pesadilla. Al abrir los ojos me di cuenta de que no estaba en una situacion normal, por lo que mi cabeza fue capaz de repasar los acontecimientos como si pasaran lentamente ante mis ojos. Lo primero que vi fue un gran camion que parecia haber perdido el control y se dirigia sin piedad hacia nuestro coche, bueno en realidad se estrellaria frontalmente contra nosotras, sabia que no habria posibilidades para ninguna, por el otro lado habia un acantilado, asi que no habia nada que hacer. Mire a mi madre y por decimas de segundo ella me miro a mi, suspire y vi que ella pego un volantazo en direccion al acantilado. <> pense mientras solo era capaz de escuchar el latir de mi corazon en el oido. A partir de ahi todo sucedio muy deprisa escuche al camion estrellarse contra otros coches que habia detras nuestra y tambien note un fuerte tiron hacia delante y luego hacia atras porque mi madre coloco el brazo delante de mi. Abri los ojos respirando entrecortadamente y mire a mi madre que tenia unos los ojos abiertos por el miedo. --Mama…-- susurre mirando hacia delante y sintiendo como se balanceaba el coche hacia el lado de mi madre. --Ssh… Caitlin, escuchame-- contesto ella susurrando, como si el mas minimo ruido pudiera hacer que el coche cayera-- No te muevas, tienes que hacerme caso, solo recuerda que te quiero y quiero que vayas a Landonville. --No, yo me quedo aqui contigo-- le conteste, sin hacer caso a lo que me estaba diciendo, no era tonta, sabia que mi peso era lo que mantenia equilibrado el coche, si yo me bajaba… --No puedes, Caitlin, hazme caso, sal de coche-- me suplico ella medio reganandome. --?Y tu? -- le pregunte llorando. --Saldre detras-- me prometio ella. Un hombre se acerco a nosotras y hablo por el cristal roto de mi puerta. --Ayude a mi hija a salir, por favor-- le suplico mi madre quitandome el cinturon. Negue con la cabeza agarrandola de la mano, ella miro al hombre y el, que era mas fuerte que yo, me agarro por las axilas y me saco del coche por la ventana. El perdio el equilibrio y ambos caimos al suelo, escuche el sonido del coche cediendo hacia abajo para finalmente caer ante mis ojos dando vueltas imposibles y mortales, para llegar al suelo y explotar. --!Mama! !Mama! -- grite llorando mientras el senor intentaba apartarme de alli. --Cielo, es mejor que no mires-- me dijo el abrazandome. --Pero tenemos que bajar a ayudarla-- intente deshacerme de su abrazo y finalmente lo logre. Volvi a mirar hacia abajo y luego al cielo cayendo de rodillas al suelo, el caos se desataba tras de mi, posiblemente habria muchos muertos y heridos, pero lo mas importante para mi en esos momentos era rezar y suplicar por un milagro que yo ya sabia que era imposible.

  • Una candidata inesperada (Romantic Ediciones), Romina Naranjo de Romina Naranjo

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  • El secreto de la casa del rio de Sarah Lark

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    Una historia apasionante y envolvente sobre como el pasado puede irrumpir con fuerza y cambiar el presente para siempre.

  • No te dejare de Kate Hartman

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    El viaje onirico termina y la oscuridad se marcha despues de encontrar regocijo efimero. El descanso es tan dificil de hallar con la ausencia de luz, deseando nunca despertar. El peso de los parpados disminuye, y se diluye en un pozo de pesadez ligero que deja columbrar el sol a traves de la ventana, sus rayos dibujandose en el suelo, y otro dia mas en una habitacion y en un lugar que ya a nadie quiere. El aire tropieza en los pulmones de Kate, atraviesa su pecho, y, a traves de sus fosas nasales, siente un dia mas de vida, uno que tal vez ella ya no quiere despues de todo. Durante unos minutos observa el techo y no se siente dentro de si misma, sus brazos no le pertenecen, ni sus parpados, ni sus piernas; no es ella misma, y, sin embargo reconoce que en realidad lo es. Ella es Kate y las dudas sobre su existencia definen lo que ella es: vacuidad. Ya no hay nada para ella, sus anos y alegrias se esfuman, dejandola solitaria, con un cuerpo y una consciencia que la tortura con cada segundo que pasa. Con la energia que ya no existe, Kate se levanta y observa el resto de su habitacion. Todo esta en el mismo lugar; el espejo, la mesa de noche, la comoda, la alfombra, todo sigue alli. Solo hay algo mas que sobresale del resto de las cosas: dos maletas. Dos maletas junto a la puerta, con lo unico que queda de ella, su ropa, algunos libros, arrepentimientos, resignacion, y dinero para nunca mas regresar. Un suspiro atraviesa su pecho y deja salir su dolor, el cual nunca deja de morir, y le recuerda que ya nada se puede reparar; es tiempo de aceptar que el dano es irreparable. Kate se dirige a la ducha, su vuelo sale en unas horas, y le asquea seguir en aquella casa, en aquella ciudad, rodeado de personas que guardan reminiscencias insidiosas de ella. Kate reflexiona diariamente al respecto, y en la ducha cada gota de agua quema como saetas disparadas a quemarropa, asesinandola con recuerdos que no quieren desaparecer. Ella sabe que solo hay una manera de asesinarlos, pero es imposible borrar los vestigios de una vida llena de errores. Es imposible estar limpio despues de encontrar comodidad en la suciedad. Asi, durante varios minutos, Kate se acostumbra a recibir tantos disparos que la ducha le ofrece, soportandolos con dignidad y uniendo aquellas saetas con los residuos de su alma resignada que manan de las comisuras de sus ojos, recorriendo sus mejillas, y largandose por el desague, a donde toda la suciedad se marcha. Sale de la ducha y se viste rapidamente. Se mira al espejo y no se reconoce; todo sigue alli, su tez blanca y sus ojos azules tan resplandecientes como siempre, pero ella no puede notar ya el resplandor que alli vive, el brillo se apaga, y la alegria se diluye y se marcha por el desague de la existencia. Ella se ve en el espejo, y alli esta Kate, pero una Kate que ya no vive; la nueva version de Kate aun no nace, y lucha por ello, pero quiere rendirse y ya no puede evitarlo. Es como ver a un cuerpo mas de tez blanca y ojos azules; un cuerpo mas, pero no a una persona real. Kate da un giro y se dirige a la puerta, la deja abierta y toma sus maletas. Sus pasos bajando las escaleras suenan en toda la casa de aquel vecindario, haciendo un eco insoportable; el recordatorio de la soledad. Se siente sola, en medio de aquella sala, los muebles, la cocina, y el televisor apagado. Suspira una vez mas y se dirige a la cocina, hay un sandwich, una taza de cafe, pero no hay ninguna nota, y tampoco esta su madre, aunque nada de esto importa ya para Kate. El cafe esta frio y la pesadez que domina a Kate la reprime de calentarlo, y lo bebe asi, no por placer, sino por el simple habito de hacerlo, ya nada importa para Kate, todo en aquel pais y en aquella casa pierden su importancia para ella. Puso el sandwich en una pequena taza, la introduce en la maleta, y se dirige a la puerta. Camina lentamente hacia las afueras del vecindario en donde vive; observa las calles, los autos, las casas, las plantas, y algunos rostros conocidos. Todo este conjunto forma parte de ella, de su vida, pero sabe en el fondo que ya no le pertenece y que debe continuar, porque todo esta atras y forma un peso adicional junto a la pesadumbre que la domina en este instante. Al llegar a la entrada del vecindario, gira su cabeza, y observa aquella caterva de recuerdos una vez mas; este es el adios. Unos minutos despues, el taxi llega a su lado. --Al aeropuerto, por favor. --Claro que si, senorita --responde el taxista y el automovil inicia su recorrido hacia el inicio del viaje de Kate. Kate recuesta su cabeza en la ventana y la siente vibrar, gracias al ritmo del automovil por la uniformidad de las calles. Kate observa los ultimos arboles y casas de su urbanizacion, y aquel reflejo se traslada hacia el retrovisor, el cual ocupa todo el espacio del mismo, para minimizarse lentamente hasta hacerse mas pequeno que una hormiga, y desaparecer en su totalidad, viajando hacia la mente de Kate, que va a transformar y borrar aquel reflejo, junto a los recuerdos relacionados al mismo con el paso del tiempo; es el viaje tragico de nuestras vivencias, piensa Kate. Por otra parte, unos minutos despues, el automovil tambien pasa cerca del hospital de aquella ciudad, un hospital que guarda recuerdos especificos que ya quiere olvidar porque son una de las tantas razones por las cuales ella desea irse de aquel pais. Desvia su mirada hacia el conductor y luego hacia la calle que tiene delante de ella porque es mas facil evitar aquellas escenas que enfrentarlas, al fin y al cabo. Para Kate, estando en aquel automovil, es dificil no pensar en todas las razones que tiene para marcharse, y los minutos se alargan, y los segundos se hacen horas; lo unico que desea es mirarse a si misma en un aeropuerto. Trata de visualizarse asi, pero los ruidos de las calles borran aquellas imaginaciones. --!Muchas gracias! --!Buen viaje, senorita! --Responde el taxista. Kate mueve su mano en senal de despedida, junto a sus maletas. Al entrar al aeropuerto, se asegura de que su pasaje esta alli. Toma sus maletas y se adentra en el aeropuerto. Es la primera vez que ella viaja, y esta un poco perdida, sin embargo, sabe muy bien que es lo que tiene que hacer. Despues de dar unos pasos, sin embargo, siente un aura extrana alli que la rodea porque todos estan ocupados en sus asuntos, en todo lo que van a hacer, y nadie la observa, Kate se siente invisible, y siente que no tiene un lugar en el mundo; esta sensacion incrementa aquellos pensamientos daninos que la obligan a iniciar una nueva vida y a recordar que esta realmente sola y que sus amigos, o alguien que realmente se preocupa por ella, desaparecieron en su totalidad. Continua caminando con sus maletas y se sienta en algunas sillas a esperar. A traves de una ventana enorme observa varios aviones detenidos, y rapidamente puede visualizar, en su mente, subiendo a alguno de ellos, y mirando, desde el avion el lugar en donde esta ahora mismo, mientras el tamano disminuye, hasta convertirse en algo mas pequeno que alguna hormiga. Kate baja la mirada, con sus maletas junto a sus piernas, y observa el suelo, sin observar realmente algo. Se siente abrumada por alguna caterva de vacuidad porque ya sus recuerdos no la abruman como para sentir culpabilidad, sus recuerdos ya no existen y ella solo esta alli esperando un vuelo para iniciar una nueva vida. Sin embargo, el pensar que sus recuerdos ya no existen, que ya nada importa, se siente mucho peor que la misma culpabilidad que puede atormentarla de vez en cuando, y esto es mucho peor. Sube la mirada y observa el mismo panorama, muchas personas caminando alrededor, hablando a traves de algun telefono, otros buscando a alguien mas, siempre buscando a alguien; todos tienen algo que hacer, y Kate solo tiene que estar sentada alli y esperar, y nada mas. Ella no tiene que llamar a nadie, tampoco tiene que buscar a nadie, y nadie la esta buscando a ella. Ese pensamiento le hace sentir mucha pesadumbre porque no importa cuantas veces diga que no le importa continuar sola; en el fondo le importa mucho y sabe que no puede escapar de ese inevitable sentimiento, de que quiere algo de compania y entendimiento. Pero esta ultima parte esta quedando atras, relegada, casi desapareciendo, porque una manta enorme de indiferencia la esta cubriendo y de resignacion en cuanto a su pasado y a lo que le queda por continuar. --?Mucha soledad a tu alrededor? Kate sube la cabeza y responde: --?Huh? --Soy Mark, estoy esperando por mi vuelo, y supongo que tu tambien por el tuyo. ?A donde vas a ir? Se que mi presentacion puede parecer extrana. --Soy Kate, y si, espero por mi vuelo. Voy a ir a los Estados Unido, a Miami. --?Por que a los Estados Unidos? Yo voy a ir a Inglaterra. --Simplemente... Quiero iniciar una nueva vida, eso es todo --responde Kate. --?No es extrano este lugar? --Pregunta Mark. --?Por que? --Todos estan tan ocupados, caminando de un lado a otro. Cuando viajas, ya sea por iniciar una nueva vida o por simple placer, este aire te muestra que la vida es muy efimera, y al pasar esa puerta, antes de subir al avion, te sientes en el final de una vida pasada. Es como morir y renacer, pero, ?sabes que es lo peor de todo? --?Que cosa? --Responde Kate. --Que a veces no sabes si vas a renacer. ?No lo crees? --Bueno, a veces pienso lo mismo sobre este lugar. Es la primera vez que viajo, y por eso puede que mis imaginaciones y pensamientos sean de este tipo. Supongo que hay gente que cree lo contrario, pero esto es lo que yo pienso. Quiza algun dia mis opiniones en cuanto a los aeropuertos cambien. --?Tu crees que vas a renacer en los estados unidos? --Pregunta Mark. Kate lo observa y nota que es un hombre fornido, con una barba larga, y muy poco cabello; pero en la manera de hablar, Kate siente que es un hombre muy seguro de si mismo, tanto que probablemente ese es el precio que se debe pagar para terminar como el: en un aeropuerto intentando empezar de nuevo, siempre intentando. --Honestamente --responde Kate--, no lo se. Realmente, no lo se. No se que responder. Lo unico que se es que aqui, en esta ciudad, no puedo renacer. --Si, comprendo Kate, yo tampoco se si voy a sentir lo mismo en Inglaterra, pero, es mejor intentarlo y ver que reserva la vida para nosotros, ?no lo crees? --Si --Kate comienza a sentir un poco mas de simpatia por Mark--, definitivamente. --Aunque la vida no nos reserva nada, es mucho mejor descubrir aquella ausencia y no quedarse con las dudas. En ese instante, un altavoz suena, Kate observa su pasaje y sabe que aquel vuelo anunciado es el suyo. Mark lo observa y el sabe que no va a ver a Kate otra vez, por eso el dice: --Buena suerte, Kate, si necesitas algo, voy a estar en Inglaterra. !Buen viaje! --Muchas gracias, Mark --responde Kate

  • Setenta millones de mariposas (Los Zuccarelli 3) de Mar B. Prat

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    AVISO: No sigas leyendo si no has leido “Sangre de una estrella violeta”

  • El hundimiento del Titanic de Hans Magnus Enzensberger

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    El hundimiento del Titanic es un magistral poema epico -una hazana desacostumbrada en estos tiempos- en torno a una historia que, aunque conocida, no ha perdido un apice de su tension dramatica. En efecto, el enorme transatlantico, gigantesca maravilla del mundo que naufrago una gelida manana del ano 1912, no fue solo un buque, sino tambien un mito: la encarnacion del progreso tal como se entendio en el siglo XIX, un concepto cuya vigencia ha sufrido un serio reves tras los avatares de la historia reciente. A lo largo de treinta y tres cantos, en este poema -explicitamente inspirado en La divina comedia de Dante, escritor que retorna a menudo entre los fantasmas evocados por Enzensberger- se efectua una soberbia recreacion de la catastrofe. Los alaridos de los naufragos, las rememoraciones nostalgicas de los muertos, los inarticulados mensajes de los supervivientes; pero tambien fragmentos de telegramas, las ultimas informaciones meteorologicas, las desesperadas peticiones de auxilio. Asimismo, las minuciosas descripciones de los menus de a bordo, la arquitectura del buque, la decoracion y las pinturas kitsch de sus salones, las inoportunas alegorias de la Paz y del Progreso.

  • Quemalo: Que comer cuando tienes que perder peso rapido. – Haylie Pomroy de Haylie Pomroy

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    La autora de La dieta del metabolismo acelerado, exito instantaneo de ventas, vuelve con este original titulo que ataca problemas especificos de perdida de peso con fundamentos cientificos.

  • Vanessa (Senoritas americanas 4) de Scarlett O'connor

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    ?Quien estaria tan desesperado como para casarse con la arisca Vanessa Cleveland?Desesperado y demente. William Witthall, conocido como el conde Loco, esta en la ruina. Quiza se deba a su mala administracion o, tal vez, a su aficion a hablar de duendes. No lo sabe. Lo unico de lo que esta seguro es de que necesita ayuda para salvar sus tierras, y ?quien mejor que la brillante senorita Cleveland?
    Vanessa no podra resistir el desafio de probar que puede hacer todo aquello que le es vedado, mas aun, cuando los secretos de su pasado vuelvan para atosigarla y la obliguen a averiguar de que estan hechos sus suenos y aspiraciones.

  • Las sombras del poder de Ian Rankin

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    Malcolm Fox, agente de Asuntos Internos y Conducta, se encuentra investigando a un policia por presunto abuso de poder cuando se cruza por su camino un caso lejano: la enigmatica muerte de un abogado sobre el que recayeron sospechas de colaborar con grupos terroristas. Con Escocia sumida en un momento de inestabilidad que despierta viejos fantasmas, Fox correra un grave peligro al descubrir hasta que punto los antano activistas ocupan hoy influyentes puestos de poder y estan dispuestos a todo con tal de mantener enterrado su turbio pasado.

  • Karim, Alma de Fuego de Eva M. India

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    Karim vive en el atico. Es inmutable. No envejece, no se pone gordo. Es hermoso, alegre, bromista, lo sabe todo: es un yinn. Asi lo conoce Betsabe desde que tiene uso de razon. Es su vecino, su tutor, su tio, su primo, su hermano, su consejero, su mejor amigo desde la infancia. Su verdadero nombre es imposible de pronunciar para la voz humana. A veces se convierte en gato y sale a pasear por los tejados de la ciudad. Todo genial, hasta la noche en la que, teniendo ya Betsabe 18 anos, se dejaron llevar por el deseo. Entonces se complico todo, y Betsabe acabo encerrandolo en el atico, dejandolo aislado durante anos. Pero ahora, convertida ya en una mujer adulta, Betsabe necesita su ayuda…

  • La Llama de Alejandria de Michael Peinkofer

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    Una aventura sin limites de la arqueologa Sarah Kincaid. La busqueda de la antigua biblioteca de Alejandria la lleva de Londres a Egipto, pasando por Paris y Malta. Paris, 1882. La joven aristocrata inglesa Sarah Kincaid viaja a un simposio sobre arqueologia en Paris. Alli sabra, a traves del vidente e hipnotizador Maurice du Gard, que su padre, quien estaba en una mision secreta para el gobierno britanico, corre peligro. Sarah contravendra todas las advertencias de Lord Kincaid y resolvera ir en su rescate. De Paris a Alejandria, pasando por Malta, se embarcara en un viaje de aventuras no solo por mar y tierra sino tambien por las profundidades del Mediterraneo. Perseguida por un misterioso asesino, Sarah encontrara finalmente a su padre. En una Alejandria aquejada por la guerra, durante la revuelta de Urabi, y bombardeada por los britanicos, padre e hija se adentraran en las catacumbas de la ciudad en busca del que quiza sea el mayor misterio de la Antiguedad: la desaparecida biblioteca de Alejandria. <>. RTL.

  • Profundo en ti de Joel De Alba Marquez

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    Tomar pedazos de papel, ir entrelazando historias, dejar la ninez, convertirme en adulto, darle madurez a mis textos. Darme cuenta de mis temores, encantarme y desencantarme. Decir te amo pueden ser las palabras mas simples, pero a la vez darme de topes. Escribir lo que no estaba sintiendo. Hacer textos con carencias. Inmadurez, resentimiento, abandonar lo que tanto amaba que era escribir, romper hojas y volver a iniciar. Una lucha interna, que me mando a la lona. El tener ganas de no volver a expresar mis sentimientos. Reprimirme, llorar, estres, soledad. Relaciones sin rumbo, noches de pasion intensas, pero huecas. Ansiedad, vuelcos en la cama, cansado de ilusiones, depresion. Anos de terapia, ansioliticos, antidepresivos, como dijera Joaquin Sabina "...tiene pastillas para no sonar". La traicion de los falsos amigos, el amor que tardo en llegar. Ycomo queria yo, que el amor tocara mi puerta, si mi peor enemigo fui yo, quien no se amaba fui yo, quien se moria de soledad a falta del amor propio era yo. Una de esas noches, meditando en mi alcoba, orando, pude tener confianza y fe en mi, empece a hacer garabatos, les di voz, en grabaciones. Se vive un periodo complicado para la humanidad, en confinamiento, me di cuenta que yo podia estar en paz. Me perdone y pude luchar contra mi peor enemigo, y crear "Profundo en ti". AGRADECIMIENTOS Ami madre, por apoyarme en cada proyecto literario. Ami padrino Juan Ramon y sus buenos consejos. A aquellas personas que han estado en mi vida y me han conducido a no claudicar en mis suenos, a mi padre en el cielo Abel, a mis abuelitas Crucita y Chelo, a mis hermanas Alejandra y Erika. Para Sofia, con quien comparti mi pre-adolescencia y juventud. Con la promesa de volvernos a encontrar. Con el carino mutuo desde la primera vez, mi amiga, prima, confidente. Ami querida Dianuka, y el apoyo en cada libro que he escrito. Ami pather Jose Manuel, las oportunidades y el apoyo. Ami brother Jaime Galvan, por los rones, los habanos y el cafe. Por los dolores de rodilla, que nos cuentan que ya no tenemos veinte anos. Ami siempre guia en las letras, mi querida Ana Neumann, con mucho amor. A mi carnal Miguel Lopez, que desde hace muchos anos me ha dado el apoyo para publicar, por medio de “Cielo Creativo”. Ami carnala tapatia Gaby Bidault, por las historias que vivimos y las que nos faltan. Por la charla, la pasta y el vino. PROLOGO Es maravilloso el como los sentimientos pueden ser plasmados en un pedazo de papel pero mas asombroso es que esos sentimientos plasmados sean compartidos con tremenda emocion y nos hagan volar entre palabras y versos a un cielo inundado de pasion, amor, tristezas, poesia infinita que llena el corazon. Tengo el enorme placer de ser amiga y confidente de este gran poeta Joel de Alba Marquez quien me ha ensenado con el paso de los anos que los suenos si se pueden cumplir. El puso sus sentimientos y pensamientos en un punado de hojas y lo compartio conmigo, entre cafe y cigarrillos, entre platicas y canciones. Yo quede asombrada del gran talento que tiene y vean ahora con su quinto libro “PROFUNDO EN TI” un maravilloso conjunto de realidad, testimonios que revelan su ser, miedos, nostalgia, amor, esperanza, luz. Joel conquista tu corazon y te hace parte de tan preciosos poemas. Diana Alejandra Perez Luna (Dianuka) San Luis Potosi a 15 de junio de 2020 Prologo II Estas palabras que hoy reuno aqui manifiestan la gran satisfaccion y emocion que me inunda el tener el honor de escribir estas lineas y asi poder ser parte de esta quinta compilacion de bellos poemas, versos y fragmentos de un corazon forjado en la experiencia de la adversidad: Mi muy querido y apreciado caballero poeta JOEL DE ALBAMARQUEZ eterno enamorado del amor, las letras y el encantamiento de la oralidad. De nuevo "juntos" pero a miles de millas en la distancia. Como cuando eramos adolescentes decides hablar de amor... corazones rotos, tropiezos, derrotas y treguas... para despues (como era siempre tu costumbre ) con la magia y dulzura de tu corazon transformando las palabras en hermosos, delicados y tiernos versos que como un remedio calido para el corazon herido, es ungido triunfante con el espiritu mas puro de los sentimientos. En la poesia como en la creacion, que desde el pensamiento engendra en la palabra luz de la belleza del sentimiento que desde lo profundo de su ser el poeta interpreta. pues dime entonces ?Que es, si no es el amor la verdadera existencia de la vida? Ahora toma un respiro profundo con De Alba Marquez y preparate para sumergirte PROFUNDO EN TI ... y llevarte a las profundidades de las emociones y pasiones que solo pueden emerger de la inmensidad del oceano del amor que en calma o tempestad siempre estara esperando por ti... SOPHIKA NASOKA NSKRJ Houston, Tx USA 16 de Junio de 2020 I. De la mano Con ella de la mano, las manecillas del reloj quedan inmoviles mientras tu alma tiembla. Puedes ver a la poesia convertirse en vino y recobrar la vista a los que no creen en la magia Llegas a pensar incluso que su sonrisa puede hacer milagros. II. Musa pagana Ella tiene los ojitos de un felino, Ella tiene en su boca, la miel y la grana. Ella es el mar, mi paz y mi tormenta. Ella es el viento al este, mi brujula de bolsillo y el diapason en mi pecho.

  • No me llames bana de Iris Vermeil

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    -?Canis Style, digame? ?Que? ?Que haga una breve descripcion sobre mi vida? !Claro!Soy Helena y trabajo en una peluqueria canina de elite con mis dos grandes companeras Alma y Marga !Hacemos un equipo diez! Hay miles de anecdotas que nos ocurren a diario y me encantaria compartirlas con vosotros. Como por ejemplo, que un buen dia un policia buenorro llamado Hugo me puso una multa y ahi empezo mi romance con el. Suele tener un humor de perros pero cuando le conoces es encantador, seductor y pasional. No todo es oro lo que reluce y guarda un secreto que cuando lo descubrais os quedareis igual que yo; !Patidifusa! !No os perdais mi relato lleno de chispa, buen rollo, gran dosis de risas, erotismo y amor!

  • Puentes de papel de Caterina Gravina

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    Suzanne, una joven divorciada madre de dos adolescentes, se encuentra en un momento de su vida donde no ve la felicidad en ninguna parte. Sus valores, el respeto y la lealtad a la familia, le obligan a zanjar una situacion que ha estado atormentandola durante mucho tiempo.
    Una noche, mientras esta valorando como vivir otra vez de manera intensa, se encuentra con una verdad que no conocia. Esa realidad la empuja a enfrentarse cara a cara con su pasado.
    ?Que o quien tendera ese fragil puente que une el pasado y el presente?

  • Prometo no amarte hasta que el pacto nos separe de Vega Manhattan

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    Dina abrio uno de sus ojos y miro el movil que habia cogido a ciegas, tanteando sobre la mesilla de noche. Las seis de la manana, no habia sonado antes de tiempo, aunque a ella le pareciese asi. Gimio a la vez que metio la cabeza bajo la almohada. Ultimamente parecia que las noches eran demasiado cortas, se pasaban en un plis plas. A veces ni tiempo le daba a abrir los ojos cuando la dichosa alarma estaba sonando. Saco la cabeza de su escondite, abrio los ojos y miro a traves de la ventana de su habitacion. Aun no habia amanecido. Pero su dia ya deberia haber comenzado. Dia que no contaba con las horas suficientes, asi que no podia permitirse el lujo de quedarse en la cama ni un minuto mas. Y a veces, muchas en realidad, le gustaria hacerlo. Ser como esas personas que ponian la alarma a una hora y la iban retrasando cada cinco minutos para disfrutar del momento. A este paso ni cuando seas vieja. Pues seguramente no. Seria una anciana que aun estaria con doble o triple trabajo para pagar deudas, pero era lo que le tocaba. Habia gente que nacia con estrella y otras personas estrelladas. Ella habia nacido ya estampada y hecha una tortilla en el suelo. En fin... Se levanto rapidamente y un alarido salio de su garganta cuando al salir del dormitorio se golpeo el dedo pequeno del pie, haciendo que se doblase en una postura antinatural. --!Me cago en...! (Piiiii) !Hijo de...! (Piiiii) !Todos tus...! (Piiiiiiiiiiiiiiii) Mejor ni escribo lo que dijo que hay gente muy susceptible por aqui y despues todo son problemas y criticas estilo "que vulgar" y cosas asi. Y como que no me apetece porque yo cuento historias para reirnos y para que disfrutemos. Para problemas ya estaba Dina. Que por si no tuviera nada encima, la pobre estaba saltando a la pata coja. Como diria mi abuela, "dobladita de dolo'". Muy de mi tierra la expresion. --!Tu... (piiiiiiiiiiiii) madre! Vale, pense que habia terminado… Desde ese momento en que se levanto, nunca mejor dicho, con mal pie, ya se presagiaba un mal dia. --Veras el dia de mierda que voy a tener --gimio unos minutos mas tarde cuando la cafetera expres medio exploto y el contenido de la capsula de cafe llego hasta el techo. Adonde Dina miro de malos modos, acordandose de todos los dioses habidos y por haber. Y por si tener que comprar una cafetera nueva no fuera poco, tendria que ver si lo de que no le hubiese llegado el agua caliente al bano la noche anterior era un problema que necesitase de un fontanero o solo era algo puntual que se arreglaba solo. Si era lo segundo, que solia pasar muchas veces ya que solo ocurria por joder un rato, bien. Pero si era lo primero... Iba a tener que plantearse, y ya en serio, el vender alguno de sus organos no vitales. Empezaria por el primero que apunto en la lista. Y si, tenia una lista sobre ello, asi de mal le iban las finanzas. Asi de preocupante era el asunto. Pero tenia que seguir, si o si. Como fuera. Por la mujer a la que le estaba cogiendo la mano en ese momento, tras sentarse a su lado, en la cama. Dina suspiro tras apretar el agarre a la anciana. Solo por ese momento merecia cualquier pena. --Buenos dias --sonrio y miro a esos cansados y tristes ojos azules. La anciana miro a Dina con curiosidad, su ceno fruncido. --?Quien eres? --pregunto, con voz somnolienta. --Tu nieta --sonrio Dina haciendo, como siempre, un esfuerzo para que no se le notase la tristeza que sentia cada vez que su abuela no la recordaba. Era una parte dura de su enfermedad, una entre tantas. --Ah... --la anciana asintio con la cabeza, como si con eso ya no tuviese lagunas, pero en sus ojos podia verse que no la reconocia. --Con la lata que te he dado siempre, como para que no me reconozcas. --No digas eso --le dio un cate a la mano de Dina--. Si has sido muy buena --sus despobladas y casi inexistentes cejas, unidas. --Ah, ?si? --esa vez, Dina sonrio de verdad. Por esos momentos en los que su abuela recordaba algun pequeno detalle, merecia la pena todo lo demas. --Si. Un poco cabezota y con un... ?Como se dice eso? --?El que? --Cuando... --la anciana refunfuno al ver que no podia explicarse-- Cuando alguien se enfada. --Ah, enfadado. --No --dijo enfadada ella, haciendo sonreir a su nieta. --?Cabreado? --la anciana la seguia mirando de mala manera, esa palabra tampoco era-- ?Enfurrunado? --Que no, cono --solto su abuela. Dina solto una carcajada. --Mucho genio tienes tu --rio la nieta. --Me parezco a mi madre, ?conoces a mi madre? A veces viene a verme. --Ah, ?si? Tocaba conversacion sobre fantasmas que venian a visitarla. --Si y tiene un genio de los mil demonios, pero no es mala. Como tu. Que vaya caracter, pero eres una santa. --No todos piensan igual, abuela --rio Dina, divertida. --!Que sabran ellos! --refunfuno la abuela-- Si te conocieran de verdad, pensarian diferente --miro a Dina fijamente--. ?Como me dijiste que te llamabas? Dina suspiro, pero mantuvo la sonrisa. Asi eran las cosas con su abuela. Eso y pasar de un tema a otro sin sentido. Y tener paciencia mientras organizaba las palabras en su mente y terminaba una frase. Eso y tantas cosas mas. --Dina, abuela. Soy Dina. --Ah... Dina --asintio un poco con la cabeza--. A tu madre siempre le gusto ese nombre --pues si, asi era--. ?Yo conozco a tu madre? --La pariste tu, si no la conoces... --?Y dolio? --Segun siempre me habeis contado, un poco mas y se te cae sola --rio Dina.

  • Cambia tu vida en quince minutos: Meditacion, Samantha Sanchez Miralles de Samantha Sanchez Miralles

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    Este libro surge a raiz de unas meditaciones colectivas que se realizaban en mi casa y donde por unos minutos, cada semana, un grupo de amigos nos dedicabamos a respirar y a pensar en positivo, siguiendo las ensenanzas de la Universidad de la Unidad.
    Mi mama, que es mi gran maestra espiritual, se unio a la idea de plasmar en este humilde libro lo que haciamos cada semana, y hemos trabajado juntas en este proyecto desde el comienzo.
    Asi, inspiradas y alentadas por mi mentora Maria Elena Barrios, a quien desde estas paginas, enviamos tambien todo nuestro agradecimiento, pretendemos recoger aqui, de manera sistematica, nuestra rutina de meditacion, dedicando cada semana a un chakra, tal y como se detalla mas adelante.

  • Epilogo (La Trilogia Oscura 3) de C.j. Roberts

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    Estoy escribiendo esto porque suplicasteis. Ya sabeis cuanto amo las suplicas. De hecho, probablemente sabeis demasiadas cosas y las sabeis demasiado bien.

  • El alma que me habita de Antonia Romero

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    Pallars. Ano del Senor 1017. Bertrand de Riell, abate del monasterio de Suverte, se dispone a escribir una cronica de la historia de su familia y los motivos por los que desaparecio el Senorio de Riell sin dejar rastro...

  • La estacion de las mujeres de Carla Guelfenbein

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    La nueva novela de Carla Guelfenbein, Premio Alfaguara de novela

  • Diario de una… ?Loca? de Rut H. Sanchez

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    Celia esta convencida de que le falta un tornillo, pero no esta sola, su familia alimenta constantemente esa idea diciendole durante toda la vida <>, y asi resulta facil convencerse de ello.
    La amenaza constante de ser internada vuela sobre su cabeza como cuervos negros, pero su marido y principe azul le proporcionaran la seguridad y confianza que necesita. O ?pueden las ranas disfrazarse de principes?
    Esta claro que lo de estar cuerda no es su fuerte, sin embargo, necesitara juntarse con <> para darse cuenta de ello.
    ?Te atreveras a acompanar a Celia en este viaje donde la locura lo cura todo?

  • Las chicas del pub de Sarah Rusell

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    --!A la mierda! Puse los ojos en blanco cuando oi el grito de Pili tras oir como estrellaba la que era ?la cuarta copa? --?Cuantas bajas tenemos ya? ?Cuatro? --pregunte. --Cinco, rompio uno de los ceniceros de cristal tambien -- respondio Mili. No es que yo me invente los nombres o les ponga apodos por ser mellizas, es que sus padres tuvieron esa mala leche de ponerle Pili y Mili. No se que se les paso por la mente, pero algo de persona coherente no seria... --Ouf, paso. De verdad que paso, dame la fregona --se acerco a mi y me quito el objeto con el que estaba recogiendo un poco detras de la barra. Me dio la bayeta con la que estaba secando las copas y me hizo senas para que moviera el culo--. A ver si terminamos de una vez que tengo ganas de irme a casa. Mira ella, como si las demas quisieramos quedarnos ahi... --Y yo que te habia traido el saco de dormir --le respondio Mili con ironia--. Hija, ya nos queda nada, sientate, fumate un cigarro, no se, pero deja de romper cosas --Mili ya estaba recogiendo los trozos de cristales que su hermana habia esparcido por el suelo. --?Es que no puedo tener un mal dia? --pregunto Pili enfadada. --Hija, es que no es un mal dia, ha sido un mal dia, una mala noche y la madrugada va a peor --Mili puso los ojos en blanco. Me rei a carcajadas, las dos se llevaban a matar. Aunque en el fondo se adoraban. --Esa es la comprension que tengo por vuestra parte --dijo Pili con pena. --Ah, no. La pena a papa y a mama, a mi me dejas en paz -- resoplo su hermana. --?Pena por que? --pregunte haciendome la tonta, lo sabia de mas. Pero contarlo siempre la ayudaba, asi que a riesgo de que nos hablara de lo mismo otra vez, cosa que vi como su hermana no iba a perdonarme por la mirada que me lanzo de "voy a matarte", Pili si necesitaba hablar de ello. Asi que me prepare para oir la misma historia una vez mas. --Ay, Patri, que desgraciada soy. Asi empezo el drama, por quinta vez ese dia. --Oh, por Dios --resoplo Mili. --Para un tio que creo que me va a funcionar... Y nada. Otro palo mas en la vida. Si es que no se puede ser mas gafe en el amor que yo --siguio. --En realidad si se puede ser mas gafe, como yo, por ejemplo --me rei, pensando en que no es que tuviera mala suerte en las relaciones y en el amor, es que era inexistente. No habia un tio que me llamara para algo mas que para ponerle una copa. Por lo demas... Yo pasaba de ellos. Y a mis treinta y dos anos, no tenia esperanzas de encontrar a nadie que mereciera la pena. --Tu no tienes mala suerte en el amor, Patri, solo es que... -- empezo Pili. --Tienes complejo de monja de clausura --rio Mili. --Eso, recordadme la de telaranas que tengo ahi abajo --rei. Era verdad, hacia unos anos que nada de nada. Por eleccion propia, si. Pero tambien porque la unica relacion estable que habia tenido se fue a la mierda. El se enamoro de su companera de trabajo, ?quien supera eso? Yo no. Aunque ya lo tenia casi olvidado. Solo que siempre te queda el miedo a que te fallen de nuevo. --Las tienes porque quieres, porque la mitad de los tios babean por ti --me rino Pili. Tampoco era para tanto. Ligaba, si, pero... No se, a mi ninguno me llenaba y yo no estaba para solo una noche de sexo, la verdad, no era algo que quisiera--. Pero esa no es la cuestion, !que estamos hablando de mi! --se sento al otro lado de la barra dispuesta a seguir con su drama. La mire y sonrei. Parecia que iba a morirse de la pena por un tio que habia conocido dos noches atras. Pero asi era Pili, se enamoraba en segundos. Y los tios de ella, claro. Era un bombonazo, como su hermana, algo diferentes, pero dos rubias de escandalo. Babeaban por ellas, no les faltaban las oportunidades. --Al final amanecemos aqui por tu culpa --me rino Mili mirandome con las mismas o mas ganas de asesinarme. --Pense que entre nosotros habia algo y !no! ?Veis normal que me diga: lo hemos pasado muy bien, pero yo quiero probar mas frutas? ?A mi? ?Un ninato de veinticinco anos? ?Mas fruta de que, hijo de la gran p***? --Pues que la pina no le iba y lo iba a intentar con la naranja -- rio Mili, haciendo que yo me riera tambien, porque no era para menos. --A ver, Pili, es que es normal... --rei. --?Que es normal? --pregunto ella, desconfiada. --Veinticinco anos... --le explique-- Tu misma lo dijiste, ?a quien se le ocurre acostarse y pensar en algo mas con un baby? --Es entrenador de gimnasio, pense que estaba mas centrado en la vida --suspiro ella. --Si, claro, con la cantidad de mujeres que babean por el a lo largo del dia --Mili puso los ojos en blanco. --?Me estas diciendo que soy menos que ellas? --pregunto Pili ofendida. --No, te esta diciendo --intervine-- que busques otro tipo de hombre, mas maduro. Mas serio, no un crio asi. --Esos que decis son los que tienen vidas ocultas, mujer e hijos y que vienen aqui para salir de sus mierdas de vidas mientras encuentran a alguien que no les de problemas, que ni siquiera sepa quienes son para que no les pueda joder su idilica vida de mierda -- explico Pili, con la rabia de una despechada. Mire a Mili y ella me miro, seria. Las dos miramos a Pili y esta nos dijo seriamente. --Patri, me apunto a tu plan. Desde hoy estoy como tu, a que me salgan telaranas. Le tire la bayeta a la cara, haciendo que riera. Las tres nos partiamos de la risa por el comentario. Al menos terminamos de limpiar riendo.

  • La revolucion de la luna de Andrea Camilleri

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    En la Palermo del siglo xvii, durante la ocupacion espanola y tras las pompas de una corte fastuosa, se esconden complots y sobornos, vicios y excesos. La ilegalidad trabaja a todas horas, es la unica ley que impera en el gobierno de la isla, hasta que el virrey muere y le sucede un gobernador poco habitual en aquella epoca: una mujer. Eleonora, la viuda del virrey, sube al poder movida por profundas convicciones de justicia social. En menos de un mes, el tiempo que tarda la luna en completar su vuelta alrededor del Zodiaco, consigue dar un giro a la indignidad del gobierno siciliano: mejora las condiciones bajo las que vive la mujer, reforma los derechos de los trabajadores del campo, baja el precio del pan. Por supuesto, pronto cuenta con detractores, que no dudan en acusarla de complicidad con el demonio.

  • Vive mas y mejor de Miquel Porta

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    Uno de los expertos mundiales en contaminacion interna nos ensena en este libro que hacer para reducir los contaminantes en nuestro dia a dia. Si te interesa tu salud y la de los tuyos, no dejes de leerlo y descubrir los toxicos que conviven silenciosamente con nosotros.

  • El vuelo del petirrojo de Jose Luis Jimeno Zarza

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    ?Puede una nina de once anos sobrevivir sola en un conflicto belico?
    Angela apenas ha salido de la ninez cuando mira de frente al hambre, el frio y la represion de los vencedores; no obstante, el amor y la solidaridad de algunas personas que aun conservan la pureza de los inocentes, dulcificaran esa mirada de nina que ha tenido que contemplar tantas tragedias.
    Esta es la historia de tres mujeres fuertes que luchan solas en un mundo que parece haberse vuelto loco. La historia de Julia, madre coraje que no esta dispuesta a renunciar a sus ideales. La de la dulce Maria, segada su juventud solo por haber nacido mujer y hermosa. Y la de Angela, la adolescente que conseguira doblegar los barrotes de esa ciudad sitiada y emprender el vuelo hacia la madurez.
    Y en el recuerdo, como un espejismo entre el horror, las tardes felices de un jardin cordobes y las figuras de dos hombres, que aunque ya no esten, siguen presentes en los corazones.

  • Solo mira de Cara Lockwood

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    Actual. Atrevida. Independiente.

  • Compromiso temporal de Natalie Anderson

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  • El ultimo verano de Silvia Blanch de Lorena Franco

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    Un amor prohibido siempre arrastra mentiras.
    Un crimen siempre deja huellas.

  • Te necesito esta noche: (need you tonight…), Sarah Wall de Sarah Wall

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  • Chico Malo de Jorge Borges

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    Soy un tipo peligroso.
    De los que no quieres cerca.
    De los que te enganaran.

  • Sabes que te quiero de Alexia Seris

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    "Estoy deseando que llegue el verano" penso Irene mientras miraba por la ventana de su habitacion nada mas levantarse. Despues de ducharse, vestirse y comprobar que habia metido en la mochila todo lo que necesitaba, bajo a la cocina para desayunar con su madre, como tenia por costumbre, antes de que esta la llevase al instituto. --Buenos dias madre --saludo como cada manana. --Buenos dias Irene, ?has descansado bien? --una pregunta de rutina en la que solo cabia una respuesta. --Si madre, ?y tu? --Por supuesto --dijo tajantemente sin mirar a su hija. Mientras la joven se preparaba el desayuno penso con amargura: "la misma conversacion sin sentido una y otra vez. ?Todas las madres son iguales?", se sento en la mesa y desayuno, despacio y en silencio, tal como se esperaba de una senorita como ella. Veinte minutos mas tarde, ambas se subian en el coche en direccion al instituto, por supuesto en silencio, su madre no era muy dada a tener conversaciones profundas. Cuando Irene necesitaba hablar con alguien de confianza, acudia a su abuela materna, una mujer que no se parecia en nada a su madre, eran como la noche y el dia, pero desde su muerte hacia pocos meses, Irene se habia quedado sin nadie con quien compartir sus penas. --Aprovecha el dia Irene --esa era la despedida que le dedicaba su madre cada dia. --Por supuesto madre, que tengas un buen dia --contesto antes de cerrar la puerta del coche. Mientras subia por la escalinata del colegio catolico mixto donde estudiaba, pensaba en la relacion tan fria e impersonal que tenia con sus padres. A su madre la veia a diario, pero era muy raro si cruzaban mas de dos minutos de conversacion. Y nada de emociones, era fria como el hielo. Su padre viajaba mucho por trabajo y habia semanas en las que ni siquiera le veia. Se sentia tremendamente sola y ese sentimiento le pesaba en el corazon. --!Hola Irene! --saludo la loca de Maria. --Hola Maria --respondio sin mucho animo. --?Que te pasa? ?otra vez de mal humor? --pregunto preocupada por su amiga, ultimamente estaba siempre triste. --Llueve otra vez --dijo laconicamente. --Estamos en invierno, ya llegara el verano. Maria se dio cuenta de que su amiga no tenia muchas ganas de hablar, le pasaba mucho ultimamente. Desde hacia unos meses se retraia cada vez mas y la tristeza se apoderaba de ella por dias. Le tenia mucho carino y le apenaba enormemente saber que el unico consuelo que recibio Irene, por parte de sus padres, en el funeral de su abuela fue: "una senorita no llora en publico Irene, comportate". Cuando se lo conto al volver de Sevilla, destrozada por el dolor de la perdida mientras lloraba desconsolada, Maria quiso darle un bofeton a la madre de Irene. No era capaz de comprender por que los padres de su amiga no veian a la persona tan maravillosa que era. Las primeras horas de clase pasaron y llego el recreo, como llovia a cantaros decidieron ir a la biblioteca para pasar el tiempo, ya que ultimamente, Irene tampoco estaba muy receptiva a relacionarse con el resto de sus companeros de clase. No es que alguna vez hubiese sido la alegria de la fiesta, pero al menos se relacionaba con alguien mas que con Maria. Entraron en la biblioteca en silencio, saludaron con un gesto a Sor Rosa y se dirigieron al fondo de la habitacion. La sala era espaciosa aunque muy clasica, todas las paredes estaban forradas con estanterias de madera oscura con escalerillas para alcanzar las partes mas altas, el techo abovedado le daba un aspecto regio, en el centro habia dos filas de enormes escritorios con bancos de madera y unos cojines de color borgona delimitaban los asientos, solo habia una pared que no tenia estanterias, en su lugar un enorme ventanal permitia la entrada de luz natural. Cuando llegaron al ultimo banco, se dieron cuenta de que habia un chico al que no conocian. El las miro y las saludo con un gesto de cabeza mostrando una sonrisa que hizo que a Irene el corazon le diese un vuelco. Avergonzada por quedarse mirandole un segundo mas de la cuenta, se sento al otro extremo del banco y se alegro enormemente cuando levanto la vista y vio que aquel joven aun la miraba. No comprendia por que habia reaccionado asi, pero de repente el corazon le latia a toda velocidad y la sangre le renovaba las energias. "Menuda preciosidad acaba de llegar" penso el joven Nicolas cuando sonrio a las dos adolescentes que pasaron delante de el. Las dos eran guapas, una tenia el pelo liso de color castano claro y unos ojos azules intensos y bonita sonrisa, pero la otra, esa fue la que le llamo la atencion a Nicolas. Tenia el pelo ondulado color caoba rojizo, unos ojos casi negros que le hicieron suspirar y su sonrisa hizo que se le acelerara el corazon. Durante un momento no pudo dejar de mirar a la morena que se sento al final del banco. Era muy hermosa y delicada y cuando ella levanto la vista para echarle un vistazo, la sangre se le congelo en las venas. En ese instante supo que jamas olvidaria esos ojos tan oscuros como la noche. Cuarenta minutos despues, los tres jovenes se levantaron a la vez del banco y se dirigieron en silencio a la entrada. Nicolas, como un perfecto caballero, les cedio el paso, y cuando ellas se giraron en el pasillo para darle las gracias, clavo sus ojos en los de la chica que tanto le atraia. --Me llamo Nicolas Heredia y ha sido un placer coincidir con vosotras --dijo con una gran sonrisa. Irene intento ser educada y responder, pero la boca se le seco y las palabras se le atropellaron en la garganta. Maria al ver que esta no reaccionaba, intervino a favor de su amiga. --Encantada, yo soy Maria Ballester y mi amiga es Irene Vazquez. --Encantada --consiguio articular Irene. --Soy nuevo aqui y aun me lio bastante con la situacion de las aulas, ?seriais tan amables de indicarme donde estan las clases de COU? --Por supuesto --le dijo Maria al ver ruborizarse a su amiga. La clase donde tenia que ir Nicolas estaba al principio de un largo pasillo demasiado iluminado y despues de despedirse amablemente de las dos amigas, se quedo en la puerta observandolas en silencio. Cuando su padre le obligo a matricularse a mitad de curso en este instituto, Nicolas estuvo a punto de revelarse, pero al ver a esas dos chiquillas por el pasillo con sus faldas de tablas ondeando al ritmo de sus pasos, se sintio profundamente agradecido por no haberse negado. Estaba decaido y frustrado por tener que estar durante aquellos meses en Madrid, pero esa preciosa chica, llamada Irene, le habia devuelto la alegria. Los dias pasaron y los tres jovenes se veian en la biblioteca. Irene acudia cada dia para ver a Nicolas, este iba para ver a Irene y charlar con ella durante los minutos que les llevaba hacer el trayecto hasta sus respectivas clases y Maria estaba tan contenta de ver como su amiga dejaba de estar triste, que la acompanaba solo para asegurarse de que los ojos se le seguian iluminando al ver al chico nuevo. Dos semanas mas tarde, volvia a llover a mares y Nicolas espero frente a la puerta de la biblioteca a sus dos amigas. Aunque Maria era muy divertida y le caia realmente bien, quien le tenia fascinado era Irene. Esa chica tenia algo especial y el cada vez estaba mas decidido a averiguar que era. Pero el tiempo del recreo termino y ninguna de las chicas aparecio, eso molesto profundamente a Nicolas y con ese sentimiento abriendose paso hasta su corazon volvio a su clase y se sento en su mesa para continuar con sus clases diarias. No entendia muy bien el motivo, pero no podia dejar de pensar en Irene y tomo la decision de esperarla en la puerta de entrada del edificio para hablar con ella y averiguar que habia ocurrido. Cuando a primera hora, Maria no aparecio en clase, Irene se quiso morir. Su actual estado de inapetencia la habia alejado del resto de sus companeros y lo unico que la motivaba para ir a clase cada dia, eran esos maravillosos minutos que pasaba en la biblioteca intercambiando notas con Nicolas, pero si Maria no la acompanaba ?como iba a ir ella sola? Encontraba el valor de hablar con el y responder a sus notas, por la insistencia de su amiga. Si estaban los dos a solas no se atreveria ni a mirarle, asi que con gran pesar en su corazon, decidio que no saldria de clase durante el recreo y se disculparia con el al dia siguiente. --Hoy no has venido a nuestra cita --oyo Irene a sus espaldas. --Ho... hola Nicolas --consiguio balbucear cuando aparto la mirada de los intensos ojos del joven --queria terminar unos ejercicios que no acabe ayer, lo siento. Mintio y Nicolas supo que le ocultaba algo. --De verdad fue por eso, ?o es que no querias verme? --le pregunto acercandose hasta casi rozarla con todo su cuerpo. --Yo siempre quiero verte --contesto antes de pensar lo que decia por lo nerviosa que estaba. --A mi me pasa lo mismo contigo --respondio rapidamente Nicolas gratamente sorprendido. Ese dia, Nicolas acompano a Irene a su casa y se quedaron en el portal charlando durante casi media hora. Los dos estaban teniendo sentimientos muy intensos por el otro, pero ninguno queria ceder a lo que sentian, ella por miedo a perderle y el porque sabia que en unos meses tendria que volver a Londres. Pero por mucho que se resistiesen, cuando se miraban a los ojos, algo les impulsaba a no alejarse. Tras los examenes del segundo trimestre, los tres amigos decidieron ir a tomar un refresco por la tarde, a fin de cuentas, era viernes. El tiempo empezaba a templarse y dado que los tres estaban contentos por como les habian salido las pruebas, pensaron que seria bueno celebrarlo. --Estoy muy contenta por ti, Irene --le dijo Maria de camino a su casa, esa noche dormirian juntas. --?Por que lo dices? --contesto algo confusa. --Por Nicolas, te ha sacado de ese aletargamiento en el que estabas, te hace sonreir de nuevo, por eso me alegro. --Es un buen chico --dijo ligeramente avergonzada. --Lo es, y sin duda alguna, lo esta --las dos amigas rieron alegres. A Irene le encantaba estar en casa de su amiga Maria, !era tan diferente de la suya! Cristina, la madre de Maria era una extremena afincada en Madrid desde que se caso con Juan, el padre de su amiga. Ambos eran divertidos, extrovertidos y muy carinosos, siempre la trataban como a una mas, pero lo que mas le gustaba a Irene era que aprovechaban cualquier excusa para besarse y abrazarse entre ellos o a ellas. --Ninas, hoy he salido tardisimo del trabajo, ?pedimos una pizza para cenar? --dijo alegremente Cristina. --!Si! --gritaron las dos jovenes entusiasmadas. Maria observaba a su amiga comer con deleite la pizza, la bruja de su madre no le permitia comer nada que no fuese comida sana y por eso Irene no habia probado la pizza hasta la primera noche que pasaron juntas. Se acercaba el cumpleanos de Irene y eso siempre la ponia muy nerviosa, pero este ano la ponia especialmente tensa. Sus padres nunca le habian dejado celebrar una fiesta de cumpleanos aunque ella se lo suplicaba cada ano. Pero este ano era especial, habia una razon por la que Irene queria celebrarla, esa razon era Nicolas, era la excusa perfecta para pasar toda la tarde a su lado. Estaba totalmente fascinada por el. --Madre, queria preguntarte si este ano podria hacer una pequena celebracion por mi cumpleanos --pregunto mientras se preparaba el desayuno. --Irene, todos los anos la misma pregunta. Ya sabes cual es la respuesta, no vamos a meter a un grupo de desconocidos en nuestro hogar. La palabra "hogar" no se ajustaba para nada al lugar donde ella compartia techo con sus padres y esa idea la hizo tensarse, pero decidio que lo mejor para conseguir su objetivo era manejar a su madre con mano izquierda, un sabio consejo que su abuela solia darle. --No madre, por supuesto que no, mas bien habia pensado en que unos cuantos amigos fuesemos a tomar un refresco a la cafeteria donde solemos ir. --Eso me parece mas razonable, quedar la pandilla de siempre para reunirse y distraerse del dia a dia. Si, eso me parece mejor, al fin y al cabo, envejecer no es motivo de celebracion. --Por supuesto madre --respondio intentando controlar a su corazon que latia desbocado. Irene no cabia en si de gozo, su madre habia accedido a que se reuniese con varios amigos y no habia mencionado nada acerca de que hubiese algun padre para vigilarles. Debia esperarle un dia muy duro en el estudio de arquitectura si habia accedido sin reservas. Sintio como la alegria se apoderaba de ella y la sangre corria rauda por sus venas. Cuando le comunico las buenas noticias a su mejor amiga, Maria no paraba de sonreir. Ella sabia que a esa "celebracion" solo irian tres personas y ella ya tenia pensado darle planton a su amiga, llevaba tiempo fijandose en que entre esos dos saltaban chispas y queria facilitarles el camino. Una vez en la biblioteca, Irene estaba nerviosa por preguntarle a Nico si querria ir con ellas a tomar algo. Solo faltaba una semana y el corazon le latia tan deprisa en el pecho que apenas podia respirar, no es que no hubiesen ido mas veces a tomar un refresco los tres juntos, pero esas ocasiones habian surgido de repente, sin planificacion, esta vez, ella tenia que invitarle a el. "?Haces algo el sabado?" Irene doblo el papel y se lo extendio a Nico, este lo cogio y aprovecho para rozar la punta de sus dedos con los suyos, sonrio al leer lo que ponia. "Nada en especial, ?tienes algo en mente?" le extendio el papel por la mesa, esta vez no se tocaron. "Pensaba en tomar algo donde Josefina, ?te parece que nos veamos alli sobre las cuatro?" Nicolas sonreia al ver como ella se ruborizaba al acercarle el papel de nuevo. "Me parece perfecto, ?algo que celebrar?" pregunto curioso. "Mi cumpleanos" respondio ella sin mirarle. Cuando iban a salir de la biblioteca, Nicolas les cedio el paso como cada dia, pero cuando Maria paso por su lado le deslizo un pequeno trozo de papel en la mano y con una mirada le advirtio que no dijese nada. Asi lo hizo el joven, que se guardo el papel en el bolsillo y no lo saco hasta que estuvo sentado en su pupitre en la clase de economia. "Yo no voy a ir el sabado, pero Irene no lo sabe. Aprovecha el tiempo a solas con ella Nicolas, y portate bien, ella se lo merece" la nota le dejo bastante alterado y le costo centrarse el resto del dia, lo mismo que le paso en el gimnasio por la tarde, no se podia quitar de la cabeza el pensamiento de que el sabado por fin podria estar a solas con Irene.

  • El emperador destronado de David Barbaree

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    Una novela historica epica e implacable sobre uno de los personajes mas interesantes de la Roma antigua. Un vibrante thriller historico repleto de poder, traicion y venganza.

  • Fenix. Lejos del cielo de Maribel C. Gomez

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    La vida de Caleb, se pone del reves el dia que Ben Killer, el lider de una pandilla de barrio, secuestra su moto.
    Si quiere recuperarla tendra que participar en una carrera ilegal organizada por el y ganar, de lo contrario la perdera para siempre.
    La carrera es interceptada por la policia y Caleb, llevado a comisaria. Alli, el inspector Santos, un policia corrupto obsesionado con meter entre rejas a Ben Killer, y Laura Casas, una subinspectora infiltrada en su banda, le chantajean. Tendra que acercarse a Killer y averiguar si tiene algo que ver con la desaparicion de Cristine Lambert, una exnovia de el de la que no se sabe nada desde hace semanas.
    Caleb, se ve obligado a aceptar y decide hacerlo de la manera que mejor sabe, !A MILES DE REVOLUCIONES!

  • Paris para uno y otras historias, Jojo Moyes de Jojo Moyes

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    De la autora de Yo antes de ti, una sensacional coleccion de relatos llenos de romanticismo, humor y emocion.

  • Dante. El Monstruo en mi Cama de Elena Romero

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    Nuestra historia no es realista.
    Y nadie nos creeria. Nunca.
    Pero le amo. Le necesito.
    Y necesito protegerlo.

  • En manos humanas de Richard C. Francis

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    ?Sabias que el perro pekines procede del lobo? Esto fue posible en un parpadeo evolutivo. Algunos de los animales que hoy son nuestras queridas mascotas o nuestro alimento fueron no hace tanto tiempo animales salvajes que no nos necesitaban para su supervivencia. A causa del desarrollo humano, de la tecnica y de su dominio del entorno, algunas especies animales actuales difieren tanto de sus ancestros originales que resulta increible pensar que puedan siquiera ser parientes.
    La domesticacion conlleva una de las transformaciones mas espectaculares, importantes y fascinantes de la historia de la vida animal. En esta obra, el neurobiologo Richard C. Francis narra la historia de como el ser humano ha conseguido doblegar a naturaleza y modificar bajo su influencia al resto de los companeros mamiferos que habitan la Tierra.

  • 48 Horas para un destino de Emi Negre

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    ?Hasta donde llegarias para recuperar todo aquello que amas?

  • Scorpio (13 Milimetros 1) de Beatriz G. Lopez

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    Un pasado turbulento ha llevado a Annibal Scorpio a liderar una importante organizacion de trafico de drogas. Su nombre es reconocido dentro del crimen organizado, tan respetado como temido. Tiene todo a su alcance: dinero, lujos, mujeres. Poder. Un entorno blindado que le asegura inmunidad.
    O eso creia.
    Una llamada telefonica. Nadie al otro lado de la linea. Y los cadaveres de dos hombres aparecen en un callejon. Nada fuera de lo comun para la policia de una ciudad acostumbrada al crimen. Hasta que descubren sus identidades.
    Scorpio es un hombre arrogante, orgulloso, agresivo. Acostumbrado a ganar. Pero un asesino anonimo esta poniendo a prueba a su organizacion. Le esta poniendo a prueba a el. Las pistas son confusas. No hay huellas. Tan solo un juego macabro que deja siempre la misma firma: un numero tallado en metal.

  • Abominable de Gary Whitta

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    Solo el joven rey Alfred de Wessex se mantiene en pie de lucha, pero no podra resistir por mucho tiempo el embate del enemigo. Desesperado por salvar al reino, el arzobispo Aethelred recurre a unos antiguos conjuros para crear un ejercito de bestias infernales capaces de derrotar al sanguinario invasor. Cuando Alfred se rehusa a utilizar las artes oscuras y encierra al demente hechicero, este escapa y, en su huida, convierte en monstruo a cualquiera que ose cruzarse en su camino, sembrando el pais de horrorosas abominaciones. Solamente Wulfric, un noble caballero, tan humilde como gran guerrero, podra salvar a Inglaterra de la nueva plaga que la amenaza, aunque para ello tenga que poner en riesgo su cuerpo, su vida y su alma...

  • Desaparecida. La historia de Hugo de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse

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    --Hola, Hugo. --Hola, Andrew, te necesito --murmure agobiado echandome el pelo hacia atras. --?Que paso? --La pequena Laia ha desaparecido... Seis meses habian pasado desde la boda de Andrew con Laia, de ahi a que Alicia le pusiera el nombre a su hija, ya nuestra hija, porque la amaba como si fuera mia. A Alicia la conoci gracias a Andrew, cuando intervenimos en liberar en Marruecos a Laia, en aquel entonces una espanola que se caso con un marroqui que la sometio a una cautividad por dos anos, de ahi que la escritora Ariadna Baker, contara su historia y por ende el principio de la mia en una trilogia llamada Laia, ademas de Cautiva. Hoy en dia Andrew y Laia, vivian felices en las Highlands de donde era el, ademas habia pedido una excedencia para disfrutar de ella y los hijos que ya tenian, tres, Dylan, Hugo y Janis. La nina fruto del amor entre ellos y los ninos frutos del corazon tan grande que poseian, ya que eran adoptados. A Andrew lo conoci en varias cooperaciones conjuntas, ya que el era inspector en Escocia y yo en Espana, asi que nos vimos siguiendo a las mismas bandas de narcotraficantes que intervenian, tanto en su pais como en el mio, pero lo que realmente nos unio fue su historia con Laia, hoy su mujer y amiga de mi pareja Alicia. A Alicia la conoci y poco despues la dejo el marido, renunciando a la pequena Laia por irse con una mujer a algun lugar de Europa, donde se quedo con ella. poco despues supimos que esta lo dejo y el no regreso a Espana, pero, consciente de todo lo que dejo aqui, comenzo a amenazar a Alicia hasta que yo me puse serio. Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que nos dimos cuenta que sentiamos el uno por el otro, hace un ano, pero no lo confirmamos hasta el enlace de estos, Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que ahi donde sellamos nuestro amor con un beso. La verdad es que esa boda fue la confirmacion de un amor que se habia ido engrandeciendo en medio de un cautiverio y problemas que se sucedieron por un largo tiempo y en el que nos vimos en una espiral de acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la ame como a una hermana, esa que se que tiene los mismos sentimientos hacia mi. Y a pocos dias de hacer un ano con Alicia y esa preciosa nina a la que amo como si fuera mia, desaparece... Ni veinticuatro horas de la llamada y ya tenia a Andrew y su familia en Huelva, en el piso que estos tenian alli de Laia y de donde era Alicia, la mujer de mi vida. Ademas, yo estaba con ella y la nina afincado en mi tierra, Cadiz, en donde ejercia mi profesion de policia en cubierto y donde escribia mis novelas, ya que publicaba en una plataforma enorme y que, para sorpresa mia, tenia muchas lectoras. Pero un dia antes de esa llamada a Andrew, nuestra pequena Laia desaparecio, si, por arte de magia. Estaba en el salon jugando con sus munecas en una manta en el suelo y Alicia preparando la comida, solo se despisto unos minutos para ir a mover la pasta y cuando regreso al salon, ni rastro de la pequena, eso si, la puerta de la terraza estaba abierta, alguien habia entrado... En mi trabajo cambie todo el rumbo y dije que ahora la prioridad era encontrar a mi nina sana y a salva, no podia soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de dolor, sin dejar de llorar y gritando de impotencia. Laia y Andrew iban a dejar en Huelva a sus hijos con los padres de ella, asi que lo hicieron todo rapido y se vinieron a Cadiz, ella para arropar a su mejor amiga y el, para ayudarme a encontrar a la pequena Laia… Andrew se acerco a mi mientras Laia, corria a los brazos de Alicia. --La vamos a encontrar, lo vamos a hacer --dijo dandome un abrazo. --Te necesito, aunque se que ahora no tienes competencia, te quiero a mi lado, tu cabeza es una de las mejores para desenredar los casos. --Aqui me tienes, no me hace falta tenerla, solo la lealtad que siento por ti, Hugo ?Crees al igual que yo quien es? --Si, Pedro, el padre biologico de la nina, seguro que se la llevo a algun lugar de Europa. acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de --Le tuvo mucha inquina a Alicia cuando le salio mal la otra relacion y se dio cuenta de que lo habia perdido todo, actuo con mal sentimiento contra ella pagando toda su ira, asi que hay que abrir la linea por esa parte, sin dejar otras abiertas, nunca se sabe. --En eso estamos, hemos pedido las camaras de seguridad de todo el perimetro de nuestra casa, para ver los coches que se movieron en esas horas antes de su desaparicion y a los minutos despues, queremos ver todas las coincidencias. --Eso esta perfecto. Alicia estaba derrumbada, daba pena mirarla y eso me estaba poniendo mucho peor. Nos metimos en mi despacho, ahi podiamos hablar tranquilos, lo bueno es que Laia estaba con ella, eran como hermanas y cuando paso lo de ella en Marruecos, Alicia hizo todo lo habido y por haber por recuperarla, asi que ahora contaba con ella, esa mujer que estaria dispuesta a estar ahi para todo... --Amo a esa nina mas que a su madre y eso que Alicia es el amor mas grande que senti por una mujer, pero esa nina... --Se me saltaron las lagrimas. --Lo se, habia mucha quimica entre ustedes... --Solo tiene cuatro anos y me miraba como si fuera Dios, se le iluminaba la cara con solo sacarle la lengua o hacerle una gracia. --Hugo, la vamos a encontrar --me apreto el hombro. --?Sabes? --Dime. --Las cosas no estaban marchando bien el ultimo mes con Alicia. --?Y eso? --pregunto cambiando el gesto de su cara. --Se que me ama como yo a ella, pero algo pasaba que nunca consegui averiguar, se que algo habia, no te digo que estuviera con otro hombre ni mucho menos, eso jamas se me paso por la cabeza, pero habia algo, le pregunte muchas veces y siempre me decia que no le pasaba nada o que estaba cansada. Quiero recuperar a nuestra hija y a ella, necesito a las dos en mi vida, no podria vivir sin ellas, me volveria loco. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. Capitulo 2: Alicia Me la habia quitado, Pedro me la habia quitado... No podia ni nombrarlo, llevaba un mes recibiendo amenazas que no le pude contar a Hugo, si lo hacia, la iba a matar, me lo habia advertido mil veces desde unas semanas atras y es que cuando mi pareja se metio por medio y le contesto a los mensajes, lo enfurecio mucho mas y desde ahi me lo tuve que tragar todo sola. Sabia que ropa llevaba mi hija, si habiamos ido a una farmacia, al colegio, a comprar pan, lo sabia todo y me lo advirtio, iba a matarla si le contaba algo a el. Solo queria una cosa... recuperarnos a las dos. Estaba en Irlanda, pero esa informacion solo la sabia yo, asi que, si era el artifice y lo era de la desaparicion de Laia, ya se la habia llevado alli y yo, yo tenia que ir a por ella, no podia ponerla en riesgo, no podia contarselo a Hugo. Lo tenia todo preparado, solo tenia que buscar la excusa perfecta, ya tenia en el maletero de mi coche una bolsa con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una escala para Irlanda, no podia ir directa, sabia que, si lo hacia, Hugo daria con mi rastro. --Laia ?Confias en mi? --Le dije a mi amiga, cogiendole las manos. --A estas alturas de mi vida y me preguntas eso --dijo ella, negando. --Se donde esta mi hija, pero si esta la policia por medio, la va a matar, el lo tiene todo perdido y la nina le importa una mierda. Por favor no puedes hablar de esto con ellos. --No Alicia, no me pidas eso --se le saltaron las lagrimas --. Sabes que ellos me liberaron, y eran mas peligrosos, era una banda. Por Dios Alicia, tenemos que contarselo. --Si le cuentas algo, o si le llega a suceder cualquier cosa a mi hija por haberle dicho algo, te juro que no te lo perdonare jamas --le dije, apretando los dientes --. Sacame de aqui, vamos a inventar una excusa, pero sacame de aqui sin que sospechen nada, si no lo haces, vas a salir de esta casa y de mi vida por poner a mi hija en riesgo con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una --la mire en tono amenazante, me dolia, pero tenia que conseguir que me ayudara a salir --Demuestrame que quieres a mi hija y confia en mi. --Lo hare, a pesar de saber que me estoy equivocando, pero lo hare. Ella se fue al despacho a buscar a los chicos y les dijo que me iba a llevar a dar una vuelta en el coche para que me diera el aire y queria hablar conmigo fuera de esas cuatro paredes, que luego volveriamos. Y asi fue, salimos de alli, ni pase a despedirme de Hugo, no queria que me viera, no queria que notara algo en mi rostro. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima hora y al que me subi, despues de dejar a Laia llorando y temblando. Ella se pensaba que mi destino estaba en Londres y eso era lo que queria, despistarlos a todos. Si algo tenia claro es que no iba a poner en riesgo la vida de la persona que mas amaba en este mundo junto a Hugo, a mi pequena Laia, el motor de mi vida. El vuelo lo pase entre nervios, llorando, apague el movil para siempre, habia comprado una tarjeta de prepago en el aeropuerto y yo tenia el numero nuevo de Pedro, ese que no tenia Hugo, asi que me pondria en contacto nada mas llegar. Y eso hice, aterrice en Londres y llame a Pedro. --Ya estoy en Londres, en dos horas vuelo a Irlanda. --Te espero en el aeropuerto. --Vale. --No le hagas nada a Laia, por favor, no le hagas nada, estoy dispuesta a quedarme contigo. --Bien, asi me gusta, recuperar lo que me pertenece --murmuro y colgo. En ese momento senti que el mundo se me terminaba de caer encima y por completo. Jamas imagine que Pedro fuera capaz de tener tanta maldad y sangre fria para abandonarnos renunciando a su hija, luego secuestrarla y ahora querer formar junto a nosotros esa familia que el destruyo, lo peor de todo, sin importarle nada, a costa de todo y todos. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima Durante el siguiente vuelo lo pase llorando, hasta tal punto que una de las azafatas vino dos veces a preguntarme si estaba bien o necesitaba algo.

  • Extasia de David W. Sanchez Fabra

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    Zaragoza, 1 de octubre de 2035.

  • Postales del joven Moss de Alexander Benalal

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    ?Como contemplar nuestro mundo si no vivieramos en el? Asi se desarrolla la atribulada vuelta al mundo de una joven y extranjera pareja en viaje de reconocimiento. A traves de su protagonista constatamos que no es serio todo lo que reluce y que nuestras culturas no resisten una mirada critica llegada del Mundo Exterior. Divertidos y mordaces devaneos en la mejor prosa de un Eduardo Mendoza, un Tom Sharpe o las mejores ocurrencias viajeras de un Bill Bryson.

  • Un mandato de reinas de Morgan Rice

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    EL DECRETO DE LAS REINAS es el Libro#13 de la serie de best-sellers EL ANILLO DEL HECHICERO, qu empieza con LA SENDA DE LOS HEROES (Libro#1).