• Venganza de Brian Freeman

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    Tras el exito de Inmoral, los detectives Jonathan Stride y Serena Dial vuelven en la segunda novela de Freeman. En esta ocasion deben investigar unas muertes que se pierden en el apasionante pero peligroso pasado de la ciudad de Las Vegas. Un famoso millonario ha sido asesinado mientras estaba con una prostituta, y un nino ha muerto tras un atropello intencionado. Aparentemente, estas muertes no tienen nada en comun. Pronto los cadaveres comienzan a multiplicarse. Las pistas se pierden en el pasado y convergen en la muerte de una stripper en los anos sesenta: la epoca en que empezaron a gestarse los secretos y las redes de influencias que tantos anos despues estan costando vidas.

  • Entre tus brazos de Alicia Vigo

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    Marian es una simple maestra que arrastra un pasado doloroso tras la muerte de sus padres, algo que aun no ha superado. Cuando finalmente decide vender la casa donde crecio, la casa que compartio con sus padres, conoce al misterioso, arrogante e increiblemente atractivo Reynald, un hombre que quiere la casa a cualquier precio y quien sin proponerselo, decide que no solo se hara con la vivienda, sino que tambien tendra a la esquiva y orgullosa profesora.

  • El abismo de la mente de Olivia Ortiz

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    Marie Odette a sus padres mato, con un hacha las cabezas corto, en las manos se las dejo, a observarlos ella se sento…

  • La decision de Alba (Mas que amigos 3) de Cristin Ferro

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    Llega un momento en la vida de toda mujer en que las decisiones a tomar marcaran un antes y un despues. Ese momento en el que pasado y presente se enfrentan, debaten e incluso llegan a pelearse, por ver cual de los dos sera quien de forma al futuro.
    Alba se encuentra en una encrucijada, pasado y presente la obligan a tomar una decision. David, su pasado, el amor de su juventud y el dueno de su corazon por anos. Lucas, su presente, el que la ayudo y la cuido en los momentos que ella mas lo necesitaba.
    El futbolista y el veterinario se enfrentaran en una guerra sin cuartel, reglas, ni limites por quedarse con la pequena Alba.
    Si te encontraras en su piel, si tu fueses Alba y tuvieses que elegir entre:
    1. El hombre que has amado toda tu vida y que te ha roto el corazon.
    2. El hombre que te ha tratado como a una reina y te ha devuelto la sonrisa.
    ?Con cual te quedarias?

  • La rendicion del amor de

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    Maria, una joven bibliotecaria, no esta atravesando su mejor momento. Tras una relacion algo <> con su primer y unico amor, que la dejo la autoestima por los suelos, y la muerte de sus padres, se sume en una depresion que no la permite avanzar.
    Sus amigas, hartas de la situacion, se proponen devolverle la alegria que nunca debio perder, por lo que, tras dos largos anos, deciden que ha llegado el momento de pasar pagina.
    Lucas, un ambicioso abogado, es un autentico depredador. Un lobo solitario acostumbrado a conseguir lo que quiere dentro y fuera de los juzgados, disfruta del sexo sin ataduras.
    Una coincidencia hace que sus vidas se crucen y que Lucas fije en Maria su proximo objetivo. Es todo un reto, y eso le vuelve loco. Dispuesto a manejar a Maria a su antojo, inician una relacion poco convencional.
    La desconfianza de sus amigas hacia el y una serie de coincidencias y malos entendidos hacen que el final se precipite, provocando la huida de Maria.
    Una historia llena de sexo, lujuria y amor donde es dificil distinguir si finalmente fue <> el que consiguio comerse a <>.

  • Instinto de seduccion de Adrian Blake

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    Dylan aprovecha un viaje de negocios a Arabia Saudi para escapar del ultimo desastre mediatico en el que se ha visto implicado. Alli conoce a Nadia, la hermana menor del hombre con quien tiene que negociar, una preciosa mujer que pone su mundo patas arriba.
    Ella es impulsiva, atrevida, desobediente… y pronto Dylan urdira un plan para tenerla en su cama… que puede costarle muy caro.

  • Bailando con el demonio de Alina Covalschi

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    --Quiero ver sensualidad, Evelyn --exigio Madame Janice--. Esas manos tienen que flotar en el aire. Llevaba mas de tres horas de entrenamiento y, por mas que intentaba estar concentrada, mi cuerpo se resistia. Me dolian los huesos, y estaba cansada. Me gustaba bailar porque mi alma lo necesitaba. Sonaba con mis pies en pleno movimiento y me sentia libre. La mente y mi corazon acompanaban el ritmo, lo que hacia conmovedora la danza. Sentir la musica era el secreto para mi felicidad. --Es suficiente por hoy --dijo ella al ver que mis piernas empezaban a fallarme--. Seguiremos manana, Evelyn. Descansa, quiero verte con fuerzas. Estaran aqui muchos directores y es posible que alguno ponga sus ojos en ti. --Eso espero. --Desenrede mi pelo sudado--. Llevo toda una vida luchando para conseguir esto. --Lo conseguiras, seguro, eres perfecta. --Me dio una botella de agua--. Hay muchos musicales que necesitan buenos bailarines. --Si, pero algunos son mejores que yo. --Confio en ti. --Me dio un apreton de manos--. Necesitas descansar. Ella abandono el salon de baile y, al verme sola, me sente en el suelo y apoye la espalda contra el espejo. Recorde la primera vez que mis pies habian tocado el suelo de un estudio y la primera vez que el baile me habia llamado la atencion. --Aqui estan los bailarines, ninos --dijo nuestra cuidadora Janine--. Este Conservatorio es uno de los mejores y, si estudian bien, podeis obtener una plaza aqui. --Nos miro a todos. --?Y podemos bailar como ellos? --Senale una pareja que se movia de una manera indescriptible. --Claro que si, Evelyn. El orfanato paga vuestros estudios, pero teneis que poner mucho empeno. --Lo hare --dije para mi misma. Y eso hice… empece a estudiar y a estudiar hasta conseguir una beca. Con esa beca me habian dado una plaza para el conservatorio y luego me habia esforzado mucho para aprender todos los tipos de baile de salon. Mi vida no habia sido facil: no tener padres ni familia me habia mantenido en un amargo silencio durante anos. Tuve suerte de que mis abuelos pagaran el orfanato antes de quedarme sin nada. Estuve viviendo dos anos alli hasta que una familia se intereso por mi. Todo paso muy rapido y, en menos de unas horas, ya estaba viviendo con ellos. Mi padre adoptivo tenia mas de cinco empresas de construccion y habiamos tenido mucho dinero. Perdimos todo en tan solo un mes, y eso lo volvio loco: los encontre a los dos muertos en la cama. Habia sido el dia mas horrible de mi vida, y ver tanta sangre junto a los cuerpos de esas personas sin vida me habia marcado para siempre. Los policias habian dicho que mi padre adoptivo habia matado a su mujer y luego se habia disparado en la cabeza. No llegue a encarinarme con ellos y estaba acostumbrada a verlos siempre lejos de donde yo me encontraba, fisica y psicologicamente. Mucho no recordaba porque era muy pequena, pero nunca los habia visto besarse o abrazarse y, por supuesto, tampoco lo hacian conmigo. De cria habia tenido pesadillas al respeto y en todas ellas los rodeaba un aura extrana, tanto como eran ellos. Cuando me vi sola de nuevo un lugar extrano y lleno de personas desconocidas, quise desaparecer para siempre. El orfanato era un edificio cuadrado, rodeado por una verja alta. Estaba muy descuidado, pero limpio y las cuidadoras me hablaban con indiferencia. Tuve la suerte de que ese dia habia visto a una pareja bailando en el parque del orfanato y habia recordado lo que me habia prometido: seguir estudiando y llegar a cumplir mi mayor deseo. Conseguir bailar en un escenario habia sido lo unico que me habia mantenido con vida. --Vamos a cerrar --aviso el portero. --Ahora salgo. --Me levante del suelo y estire mis brazos. Tome la mochila y sali del conservatorio bastante confiada. Estaba segura de que tantos anos de clases intensivas no habian sido inutiles y de que pronto iba recibir los merecidos resultados. LUCES EN LA OSCURIDAD --Mucha suerte Evelyn --dijo mi companera de piso, Carmen. --Gracias. --La abrace y sali por la puerta. Habia pasado una noche horrible; no habia conseguido pegar ojo por los nervios que habian estado recorriendo mi cuerpo entero. No queria perder la oportunidad de conseguir un puesto libre en la nueva obra teatral "Olvida que me amas". Habia aprendido una corregrafia y tenia que bailar con mucha precision para conseguir mi tan ansiado sueno. Llegue al conservatorio un poco antes, pero tuve tiempo de echar un vistazo a las aulas llenas. Mientras paseaba por los pasillos, recordaba con nostalgia mis primeros dias de entrenamiento. Habian sido dificiles, pero me habian ayudado a olvidar el duro pasado que habia enterrado muy adentro de mi corazon. Habia muchos bailarines esperando, y eso empezaba a preocuparme. Estire mi cuerpo para liberar la tension y me sente en una silla. Con los nervios revoloteando en mi estomago, espere a que me llamaran. Despues de una larga hora de espera, llego mi turno. Me puse de pie enseguida cuando escuche mi nombre. Estaba nerviosa: mi corazon martilleaba en mi pecho con fuerza mientras enviaba un escalofrio por todo mi cuerpo, y mis mejillas empezaron a arder. Me llevaron por un pasillo oscuro y luego abrieron una puerta de metal. Lo que habia tras ella era una cortina roja de terciopelo y un silencio inquietante. La aparte con mis manos temblorosas y pise despacio el suelo de madera. Me encaminaba hacia un escenario y sabia que esa era una oportunidad unica. Habia solo una luz encendida, y el resto estaba a oscuras, de forma que era imposible saber cuantas personas habia mirandome. --Puedes empezar --dijo alguien, y gire la cabeza. Su voz sono fuerte, y el poder de sus palabras se apodero de mi. Mi corazon se deslizo hacia mi estomago. No podia pensar y me estremeci. Frote mis brazos para entrar en calor y asenti con detenimiento. Estaba acostumbrada a bailar con musica, pero no me atrevi a decir nada. Cuando hice una reverencia, vi en la oscuridad de la sala dos luces rojas pequenas. Parecian dos puntos pero, al ver que se movian y se apagaban al ritmo de mi parpadeo, empece a retroceder. Un panico asfixiante se instalo en mi y, cuando senti la cortina tocando mi espalda, la voz hablo de nuevo: --No tengo todo el dia. Hay mas personas esperando

  • El misterio de la creacion artistica de Stefan Zweig

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    De todos los misterios del universo, ninguno mas profundo que el de la creacion. Nuestro espiritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformacion de la materia. Pero cada vez que surge algo que antes no habia existido -cuando nace un nino o, de la noche a la manana, germina una plantita entre grumos de tierra- nos vence la sensacion de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrehumana, divina.

  • Controladas de Tierra Salvaje

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    Para Agata no existia duda alguna de que su vida estaba destinada a ser actriz, tarde o temprano. Para ello, habia convencido a su familia para tomar clases de arte dramatico en una academia durante el verano. Su intencion era seguir con esas clases, incluso cuando empezara el curso escolar. Podria llevar ambas cosas adelante pues era buena en los estudios. Agata era una pelirroja estilizada, de piel muy blanca y cabellera abundante y larga, siempre bien cepillada. Estaba muy orgullosa de su cuerpo, rebosante de juventud. Piernas largas, cintura estrecha, vientre plano y duro, pechos erguidos y no muy grandes, perfectos, un trasero respingon y un rostro angelical y pecoso. Sin embargo, esas mismas pecas que tanto atraian las miradas de los chicos, la cohibian un tanto. En su opinion, la afeaban, por mucho que comentaran los amigos, pero, por desgracia, eran imposibles de borrar. De lo que si estaba orgullosa era de sus rasgados ojos verdes, a los cuales acompanaba con unas bien depiladas cejas rojizas. Cuando alzaba una de ellas, en un gesto interesante, una pequena arruga vertical aparecia en su ceno, confiriendole un aspecto maduro. Poseia una nariz estrecha, fina y algo respingona, que su padre denominaba de pura irlandesa, que remataba con una boca pequena, de labios finos y jugosos. Alma sabia que su amiga, a pesar de ser inteligente y voluntariosa, era algo ingenua. No habia dedicado tiempo alguno a conocer otros chicos ni a relacionarse. Solo estudios y peliculas. Ahora, abordaba un mundo nuevo y deslumbrante y podia resultar decepcionada. Era cierto que Alma envidiaba a su amiga, pero se decia, a ella misma, que era una envidia sana. Agata poseia una innata belleza que atraia todas las miradas, pero no se aprovechaba de ella. Alma hubiera querido esa belleza para ella, para disfrutar mucho mas de su vida, pero las cosas eran como eran y debia aguantarse. Sonrio de nuevo, al mirar al profesor Warren. Agata estaba pasando por lo mismo que ella habia pasado; se habia enamorado de su profesor. Agata sintio como su corazon saltaba en el pecho cuando, al final de la clase de interpretacion, Frank la llamo. Disimulo su nerviosismo recogiendo sus apuntes. -- Manana aparecera en el tablon de anuncios, pero me gusta decir las noticias personalmente --dijo el profesor acercandose a ella. -- ?De que habla, profesor Warren? --De que has conseguido el papel principal en la obra. !Enhorabuena! -- !Dios! ?De verdad? --exclamo ella, saltando impulsivamente. --Si, asi es. Eres una de las mejores alumnas de este curso y no he dudado en dartelo. --Muchas gracias, profesor Warren, yo… --Ahora, vamos a trabajar juntos durante muchas horas. No es necesario que me trates con tanto respeto. Llamame Frank. Agata ni se entero de que sus pies la habian llevado ante su casa. Durante todo el camino, su mente dejo volar la imaginacion y protagonizo multitud de suenos alocados. Nada mas subir a su habitacion, llamo a Alma y le comunico la noticia. --No, no. No es ese el tono. Muy mal. Repetiremos la escena --dijo Frank, cortando el ensayo. --Lo siento, pero no me sale de otra forma --se excuso Agata, un tanto avergonzada. Llevaban ya tres semanas de ensayos y Agata fallaba en nimiedades que deberia haber asumido ya. Llego a pensar, en ocasiones, que no estaba preparada, que el papel le venia grande. Frank agito el guion delante de su rostro y la miro fijamente, algo furioso. --Se supone que eres una mujer despechada, amargada, llena de odio. No puedes hablarle al causante de tus penas de esa forma, Agata. !No estas pidiendo un sandwich en la cafeteria! Debes mascar cada palabra; tu voz debe destilar odio y pasion a la vez. Tus ojos deben apunalarle. Eso es lo que debes sentir. --Lo siento. -- !Y no digas mas "lo siento"! !Afirma tu caracter! Agata sintio como su garganta se atenazaba; un nudo, formado por la verguenza, el desencanto y rabia, la impidio decir nada mas. Las lagrimas brotaron, incontenibles, y Agata huyo del escenario. Diez minutos mas tarde, Frank llamo a la puerta de uno de los camerinos donde ella se habia refugiado. --Agata, por favor, ?puedo hablar contigo? --dijo desde el otro lado de la puerta. Al no tener respuesta, empujo la puerta y entro. Agata se encontraba sentada delante del espejo, secandose los ojos y retocando un poco su maquillaje. --Vengo a excusarme por todo lo que te he dicho. Estaba furioso y no me he podido contener. Defecto de actor --dijo, encogiendose de hombros. La broma no funciono; ella le miro con ojos atormentados. --En serio, Agata. Se que todo esto es duro, que piensas que no lo podras conseguir, pero si puedes. Tienes madera y posibilidades; solo necesitas… concentrarte. --No es necesario que me animes. Me he dado cuenta de que no sirvo para esto. No he podido contener las lagrimas en el escenario. Vaya fracaso de actriz --sorbio ella. --No, no. Estas equivocada. Los actores deben de ser totalmente impresionables, llenos de sentimientos encontrados que les permitiran adecuarse al papel. Eso es bueno, solo que debes pulirlo. -- ?Y como lo hago? --Veras, tenemos aun tiempo, pero no puedo dedicartelo a ti solamente en el plato. Hay otros estudiantes que me necesitan. Si pudieramos vernos fuera de clases… No se, una tarde de sabado, por ejemplo. Podria ensenarte muchas cosas, trucos de la profesion, que te ayudarian a concentrarte en tu personaje. --Eso seria estupendo --dijo ella, animandose. -- ?Que tal si vienes a mi casa este sabado? --Estupendo. --Te dare la direccion. Yo mismo te acompanare a casa cuando acabemos. Agata sintio de nuevo su corazon acelerarse. Era lo mas parecido a una cita que ella pudiera imaginar. La casa de Frank era bastante curiosa. Segun el, la empezo a construir su bisabuelo y su padre la termino. Grande y con un amplio jardin trasero, el edificio contenia varios estilos arquitectonicos, debido a los diversos propietarios que colaboraron en su terminacion. El timbre resulto ser una graciosa cadenita que activaba un carillon. Frank la saludo y la hizo pasar. Hacia un poco de frio en la calle y la recibio con una taza de chocolate caliente que no se atrevio a rechazar, aunque en casa nunca lo tomaba, pues cuidaba de su silueta. Frank entro en materia rapidamente y repasaron partes del guion. A medida que pasaban las horas, Agata se sentia mucho mas comoda y llegaba a bromear constantemente. Se le paso el tiempo volando y Frank, cual solicito caballero, la acompano a casa en su coche. Agata suspiro a solas en su dormitorio; estaba viviendo algo especial, casi un cuento de hadas. Durante dos semanas, la chica acudio puntualmente casi a diario. Los dos habian llegado al acuerdo de que debian repasar diariamente. Frank hizo mucho hincapie en que no debia comentar con nadie aquellas clases particulares, porque las habia negado a muchos otros alumnos. Aquello convirtio la relacion en algo especial para Agata. Frank la ayudaba a ella, solo a ella. La hacia sentir que era parcialmente suyo.

  • Donde el viento nos lleve (Oceano y Viento 2) de L. Costa

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    “En el colegio no tuve novio, Nathan fue lo mas cercano a ello. Sobre Liam es mucho lo que deberia decir pero en este momento en lo unico que pienso, es en lo tan parecidos que somos; dos ninos que tuvieron que hacer frente a situaciones complicadas y dolorosas, y que ahora estan limpiando sus heridas mutuamente, cada vez que estan juntos”. April no penso que dejar entrar a Liam en su vida de nuevo, iba a trastocar sus planes, poner su mundo de cabeza, y menos enamorarse de el. Ahora ambos tendran que sobrellevar los obstaculos que amenazan con separarlos, la verdad de lo sucedido en el pasado y sus anteriores relaciones. ?Podra su amor superar todo lo que hay en contra?

  • El arbol de las almas perdidas de Emma Kelsen

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    agia”

  • Pongamonos para el Doctor de Jan Springer

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    El aliento de Roxie le sacudio los pulmones por dentro y cada terminal nerviosa cobro vida mientras veia a Evan Johnston acercarse a ella. Estaba desnudo; total y absolutamente desnudo, excepto el sombrero roji-blanco de Santa Claus y el estetoscopio de medico colgando de su cuello. El le sonrio traviesamente y la felicidad burbujeaba en ella. ?Como es que ella logro seducir al hombre mas apuesto de la fabrica de vehiculos recreativos donde ambos trabajaban? Dios mio, esto debe ser un sueno picaro y cachondo. Evan no querria a una nina simplona como ella, ?o si? ?Por que no? Le animo una voz interior. No seras una reina de belleza pero no eres para nada un patito feo. Su cuerpo se veia tenso al momento de examinarla; la ereccion plena y gruesa y bastante larga. La entera musculatura en su extenso torax, y su brazo derecho se agitaban maravillosamente mientras sacudia su colmado miembro. El se tocaba con firmes meneos y la estudiaba con los ojos cafes mas penetrantes que habia visto en su vida. "He esperado un largo tiempo para esto Roxie," le susurro, mientras se inclinaba hacia la cama a lado suyo. Su calor corporal irradiaba pasion en torno a ella en forma de marea caliente y el aroma de sus secreciones demolia sus sensaciones. El colchon brincaba debajo de Roxie mientras Evan se estiraba para girarse y estar frente ella; su mano agitando y tocando. Le estaba haciendo a su pene lo que ella deseaba que hiciera. Pero no podia tocarlo pues sus munecas estaban atadas: sus bazos estirados sobre su cabeza, amarrados a la cabecera con medias de seda rojas. Sus piernas permanecian estiradas, los tobillos sujetos. Ella adoraba esa sensacion de estar indefensa. Amaba la forma traviesa en que la miraba. Sabiendo que estaba totalmente a su merced. "Yo tambien te deseaba tanto", decia con un suspiro severo. "Entonces, ?por que nunca me dijiste, dulzura? ?No podias adivinar lo tanto que deseaba estar contigo?" El la miro al tiempo que ella seguia su mirada hasta que siguio tocandose a si mismo. "!Ten piedad!" dijo. Pero el continuo creciendo en su ereccion, ?o no? Una red de venas palpitantes acordonaba su flacido miembro; y su orgulloso prepucio en forma de ciruela cobraba un furioso tono morado. Sus gonadas estaban tan inflamadas que a ella no le sorprenderia que su galan actuara como un loco. Su vagina se obturo de vacio deseando ser penetrada tanto. "Se que quieres que te haga el amor. Que te coja rapido y te tome con violencia. De darte lo que ambos nos negamos por tanto tiempo. Pero primero, un beso." El se desvio hacia ella; con su mano libre, grande y callosa, testigo del trabajo de un hombre cuyo oficio es el de mantenimiento, se extendio hacia su bajo abdomen como si fuera una marca de fuego. Su cabeza se inclino y su boca calida le cubrio la suya. Sus labios acariciaron los de ella; su lengua entro a la cavidad con un ligero empujon que la hizo maullar por su contundencia. Ella estaba indefensa debajo de esa arremetida de emociones y sensaciones al tiempo que la lengua de el la asaltaba como un falo. La mano que estaba en el vientre se movio hacia sus entrepiernas abiertas. Ella emitio un gemido dentro de la boca de el, mientras un dedo ingresaba entre sus labios accediendo a su nido de amor. "Eres un aluvion alla abajo, carino," grunendo con su voz, en un tono bajo y ronco. Roxie sintio que Evan sacaba su dedo y, aprovechando su humedad pegajosa, rodeo el clitoris; lentamente, tortuosamente. Rabia y tension la cruzaron. El volvio a meter el dedo en ella otra vez, reuniendo a mas nectar para masajear su sensible vulva; de un lado al otro, hasta que ella se encorvo haca el. Sus caderas bruscamente se arqueaban, exponiendo su vagina. Ella lo deseaba, lo necesitaba. Ella queria apretar las piernas, pero los lazos lo evitaban. Queria tomar su pene y llevarlo hacia ella, pero no podia. La frustracion y excitacion se confundian al tiempo que daba un fuerte gemido, el pulso desesperado que la vadeaba mientras sus deseos llegaban rapido a la frontera de perder el control. El lindero que dificilmente cruzaba a menos que conociera muy bien a alguien. Confiara en alguien. ?Podria hacerlo con Evan, quien era casi un desconocido? "Ven a mi, dulzura," ronroneo sobre su boca mientras rompia el beso. Su aliento cachondo sobre su cara. Su cuerpo convulsionaba para el. Lo anhelaba. Su sangre corrio dentro de sus venas como un rayo blanco y calido, y su vagina apreto el dedo mientras se aproximaba por mas lubricante. El puso mas presion sobre su vulva mientras se agitaba con movimientos rapidos. Su respiracion se tornaba desigual e irregular. Lamiendole su labio inferior el besaba el borde de su boca. Tan dulcemente. Ella se estremecio contra el. Amaba los besos elegantes. Disfrutaba la base de su dedo mientras acariciaba el clitoris, bombeandolo en su vagina. "Me estoy excitando mucho por ti, Roxie. Estoy realmente caliente. Pero primero quiero que te vengas para mi. !Ten tu orgasmo!" Su voz sonaba inquieta. El corazon de ella relampagueo en el pecho. En su frente comenzo a brotar el sudor. Peleo con las cuerdas queriendo tocarlo. Queria controlar su miembro; de tomarlo hacia ella, pero estaba indefensa. "?Evan? ?Por favor? !Sueltame!," susurro. La desesperacion la apunalaba. Deseaba que la desataran. Queria tomar el control. Estaba tan excitada. Ahora su cuerpo ardia cuando se zambullian dos dedos en la vagina. Ahora tres. Ella podia escuchar la resonancia de la succion mientras su remojo lo acogia con cada embate. Podia sentir a su cuerpo respingando, apretandose. En tension. Y ahora si, ella explotaba. Llorando mientras el desistio con sus dedos para ir por ella. Su pene grueso y duro, empalandola con un brutal, pero bello empujon que la apartaba jadeando. Su boca cubrio la de ella de nuevo, sus labios resbalandose desesperadamente mientras la lanzaba adentro y afuera, aceptando esta, la feroz oleada mientras se la cogian. Encabronadamente fuerte. !Si! !Oh, Dios… Si! "!Roxie!, !vamos! Esta por comenzar la subasta de Fetiche Medico en cualquier momento. !Tenemos que dejarte lista para tu examen intimo!" Gina, la amiga de Roxie, de treinta anos logro gritar por encima de la estridente musica navidena de rock mientras la sacaba de la pista de baile. De hecho; Gina era la que venia tarde, por culpa de Pete. Roxie la habia estado esperando; sus entranas eran un manojo de nervios, mientras esperaba como alheli navideno en la pared en la orilla de la pista de baile. Habia estado viendo a Gina retorcerse como loca en medio de los cuerpos enfundada en un ajustado y cortisimo uniforme de enfermera negro, medias caladas que hacian juego y tacones de cinco pulgadas. Sus nervios la delataban hacia como se habian vuelto sus fantasias. De Evan. !Dios! Se habia metido tanto a su fantasia que estaba literalmente empapada de su entrepierna, sintiendose un poco ruborizada. !Oh!, ?por que no podia ser un poco como Gina? Ella hubiera podido tener a Evan en su cama antes de tiempo. Gina, su companera de departamento, colega en la fabrica y buena amiga. Bonita, popular, aventurera. Sin miedo de bailar. Pero Roxie era todo lo contrario. Eso es lo que le atrajo de Gina en el primer momento. La mujer no le tenia miedo a nada. Antes de que Roxie pudiera confrontar a su amiga sobre quien estaba esperando a la otra, Gina la jalo de la mano hacia el hervidero de swingers y luego, hacia la puerta, escalera arriba, por un corredor angosto decorado con flores noche buena y guirnaldas hacia el segundo nivel donde se encontraban los vestidores. "Te va a encantar lo que elegi para ti." Gina sonrio, con sus ojos cafes oscuro centelleantes de malicia mientras abria el casillero con una llave. Una enorme oleada de nerviosismo se aferro a Roxie y de pronto lo que en un momento parecia una idea excitante en permitir que Gina la visitera para la fiesta swinger con el tema medico, previo a la navidad, ya no parecia ser una buena idea. De repente parecia intimidante el poner la confianza en alguien tan atrevido y audaz como Gina. "Esto es lo que te he traido, carino. Vas a distinguirte por encima de toda la gente; captaras la atencion de Evan y este va a bufar sobre ti deseando llevarte a la cama cuando te lo vea puesto." Si, otra razon por apreciar a Gina. No se andaba con rodeos. Gina saco del casillero un traje de latex en color rojo sangre acompanado de un cinturon negro con hebillas y unas sandalias de tacon de cuatro pulgadas. Roxie se quedo con la boca abierta y en shock. En primer lugar, la fiesta era de fetiche medico, y no de latex de hule; y en segundo lugar y por ultimo, ?este traje le entallaria bien? Pareciera que fue confeccionado para una flaca y la chavala no era delgada para nada. “Sabia que te gustaria”, con un guino del ojo, Gina se lo extendio a Roxie. “Toma, sostenlo”. Te veras super sexy; Evan se va arder. Toma este sombrero de Santa Claus que combina y ponte estos pequenos aretes de muerdago”. Gina dejo caer en la banca que tenian cerca la joyeria verde que realmente parecian bolas cortas de muerdago que colgaban de pequenas argollas de oro, un sombrero rojo de fieltro con un monton de plumas alrededor del borde y un enorme pon-pon blanco en la coronilla del sombrero. “Alcanzame abajo cuando estes lista.” Antes de que Roxie le pudiera preguntar algo a Gina, especialmente porque era super timida y le daba panico que la vieran vestida con algo asi, Gina se escapo del vestidor como si su trasero estuviera en llamas. !Carajo! maldijo Roxie mientras miraba con atencion el terso traje rojo y su latido cardiaco palpitaba como si un nino tocara el tambor. ?En que se habia metido? * * * * * Desde el momento en que Evan Johnston, de treinta y cinco anos de edad cruzo la puerta del club swinger, comenzo a buscar a la mujer adecuada para sus fantasias sexuales. Le habian llegado rumores de que Roxie estaria ahi en la noche, y Evan queria asegurarse que el cuchicheo fuera real, pues si ella no se presentaba, el simplemente huiria a su granja solitaria, pues se pronosticaba que una tormenta de nieve azotaria la zona y mejor era iniciar sus vacaciones navidenas acurrucado, acompanado de sus tres aliados felinos y dos perros Golden Retreivers. A pesar de la inclemencia del tiempo proxima, el club swinger estaba atascado. Los duenos se habian excedido con la decoracion navidena. Originales luces en miniatura formadas en bateria destellaban encordadas en movimiento de zigzag por el techo de la pista de baile. Habia grandes hojuelas heladas de color azul elaboradas en poliestireno que colgaban en serie dandole a la boveda un efecto de tormenta invernal. Muy oportuno para lo que estaba por venir mas tarde. El no podia creer que se encontraba aqui esta noche. Habitualmente estaria de regreso en su pueblo natal de Oshawa, Ontario cercano a su familia para pasar las fiestas, pero este ano opto por matar el tiempo aqui; el pequeno pueblo de Solitary, Alberta. A unas cuantas millas afuera de Calgary, con el fin de alcanzar a Roxie. El seguia recordando la primera vez que la vio en el trabajo. Lo habian flechado durisimo y sabia que tenia la maldicion de la familia. Su padre le advirtio que ocurriria. Papa sabria; la condenacion lo habia alcanzado igual que a su hermano y a su hermana tambien. Ahora era su turno. Trataba de negarlo desde hace algunas semanas, pero cada vez que pensaba en Roxie, su corazon se aceleraba; le sudaban las manos y escasamente podia armar un pensamiento, a no ser que tuviera que ver con ella. En las escasas veces que el se topaba con el repentino objeto de su capricho, ellos se encontraban en el trabajo. El comenzo a trabajar en la planta de vehiculos recreativos hacia algunas semanas atras cuando percibio su timidez y nerviosismo, flechandolo con miradas coquetas pero sin ser descarada para mostrarle que le gustaba. El adoraba su retraimiento. Ella representaba un cambio fresco comparado a algunas de las aventuras amorosas con las que solia frecuentar en el pasado. Algo que le habia tomado por sorpresa era que Roxie era swinger y frecuentaba el club. No estaba seguro si esta golosina era algo bueno o no. Bueno en su mundo de fantasia, porque cada vez que se duchaba y cada noche que se metia a la cama, se masturbaba imaginandosela. Sin embargo, en la realidad dudo si ella podria estar interesada en el. ?Un chavo con poca pericia en la escena swinger? Justo en ese momento, vio a su buen amigo y colega Brody Cohen, abriendose paso entre el gentio que estaba entre Evan y el. "Oye, hombre, me alegra que hayas podido llegar". Brody le extendio su palma a Evan, echando los cinco dedos tomando camino los dos hacia la sala donde se llevaria a cabo la subasta. "Alimentar a los animales me tomo mas tiempo del que creia," Evan admitio mientras que el y su amigo ponian su nombre en la lista de personas que jugarian "al doctor" para subastar a su paciente. "Necesitas una esposa que te ayude con ese viejo pasatiempo de granja que compraste." Brody sonrio, mostrando un agradable juego de dientes blancos que contrastaba con su rostro bien bronceado. Evan sospechaba que su amigo se habia metido a la cama de bronceado para lograr esa tonalidad de piel, pues era un hecho que cuando llegaban a trabajar estaba oscuro, pero tambien cuando se retiraban.

  • Un Instante en la noche de Erina Alcala

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    Marina y Azucena eran las mejores amigas desde que entraron en la empresa. Eran azafatas de vuelo de la empresa Norweigan, de Noruega, que se habia implantado en Espana. Ellas eran sevillanas y habian estudiado para ser azafatas. La vida de Azucena era viajar, ya desde pequena queria serlo cuando sus padres le regalaron una muneca azafata con un avion. Le encantaba viajar y ademas como siempre si los vuelos eran largos, tenian unos dias, visitaban la ciudad, salian, a veces se acostaban con chicos... Azucena, era morena de 1,70, de estatura, morena con el pelo largo y unas piernas preciosas, unos ojos color miel y nariz pequena. Marina, su amiga, era solo un poco mas bajita, con los ojos marrones y era muy atractiva. Tenia el pelo rubio con mechas por media espalda. Ambas eran de pueblos diferentes, mientras Azucena era de Camas, un pueblo al lado de Sevilla, Marina era de Santiponce, a tres kilometros de Camas y al lado tambien de Sevilla. Por eso el dia que hicieron el examen para entrar como azafatas en la compania aerea, como eran de pueblos cercanos, empezaron a hablar y se dieron los telefonos y asi se hicieron amigas. Luego tuvieron la suerte de volar en el mismo avion, ya que iban dos azafatas y dos auxiliares por vuelo. No podian ser mas felices. Llevaban ya un ano trabajando y estaban contentas. Tenian 25 anos y muchas formas en comun, sobre la vida y los chicos, incluso sobre politica coincidian. Era fantastico, tenian pensado alquilar un piso para vivir solas en el centro de Sevilla e independizarse y en cuanto tuvieran vacaciones o algunos dias libres, iban a mirar pisos. La compania Norwegian, era una de las flotas mas nuevas y respetuosas con el medio ambiente del mundo. La flota de Norwegian estaba compuesta por mas de 140 aviones, entre los que se incluian Boeing 737-800 que operaban en los vuelos de corta distancia y Boeing 787 Dreamliner, que operaban en los de larga distancia, que es donde ellas viajaban. Con una flota que tenia una edad media de 3,8 anos, Norwegian contaba con una de las flotas mas jovenes y ecologicas del mundo. Los aviones nuevos eran una apuesta segura para el confort de los pasajeros, su bolsillo, el ambiente y los costos de la empresa. Aviones eficientes en el uso de combustible y utilizan menos tiempo de viaje. Sus viajes, se hacian por toda Europa, Tailandia, Oriente medio, Norte de Africa, Estados unidos, Argentina, Brasil, por supuesto en Europa en Noruega, de donde era originaria la compania. Estaban contentas. Ganaban un buen sueldo, unos 3000 euros mensuales, mas dietas y hoteles si se quedaban. Los auxiliares menos y los pilotos mas. El que mas ganaba era el comandante. Sus viajes generalmente eran Noruega-Sevilla. Y sus uniformes eran preciosos: Falda azul, chaqueta azul con una franja en los bolsillos de arriba y abajo, blanca, y un gorrito azul con una franja roja como los guantes. Eran elegantes y si algun mes las cambiaban de ruta, no les importaba. Les habian dado alguna vez Tailandia y otra Estados Unidos. Pero generalmente era a Noruega y alli se quedaban algunas noches. Al menos una. O ninguna, si habia vuelos. Una de esas noches, salieron por Oslo, era verano y hacia fresco. Se habian quedado en un hotel, porque se quedarian el viernes por la noche y el sabado y el domingo al mediodia volaban de vuelta a Sevilla. Habian ido y vuelto, tres viajes el mismo dia, por eso tenian esas noches de descanso. Cuando eso ocurria les daban un hotel con habitacion individual a cada una. Llegaron muertas y casi se hacia de noche. -?Vamos a cenar?- dijo Marina. -Si, aprovecharemos, que casi nunca nos quedamos en Oslo de dia. Manana podemos ver algo. -Vamos a salir, nos duchamos y preguntamos por alguna discoteca y un restaurante. O sitio barato donde podamos comer. -Guarda las facturas. Y en una hora salian con los datos que el chico del hotel les habia dado, en ingles, estaba terminando de estudiar noruego, lo necesitaban. Sabian ingles, castellano, aleman, frances y noruego aprendiendo, y algo de italiano por si acaso. Siempre tenian algun idioma por aprender. Les gustaba mucho. Y en vacaciones tenian un billete gratis ida y vuelta donde quisieran, dentro de donde la compania viajaba. Y otro en Semana Santa, pero no iban porque la Semana Santa de Sevilla era para quedarse. Y aprovechaban para irse unos dias. Estuvieron comiendo en una cafeteria, preciosa, !como no!, salmon, como unas tapas, una especie de salmon noruego batido y bacalao rebozado. Y pidieron un postre de chocolate parecido al Brownie. Luego pagaron, se lavaron los dientes y se pintaron, un retoque. Tomaron un taxi y le dieron la direccion al taxista de la discoteca a la que querian ir. Habia gente en la puerta y tuvieron que hacer cola. Aquello era inmenso y habia como cinco salas distintas, de distinto tipo de musica. -Marina, no muy ruidosa, por favor. -Le dijo Azucena. -Hay salsa, !No me lo puedo creer! Les gusta la musica latina. -Pues vamos a esa. Y estuvieron bailando, tomaron una copa. -?No vamos a ligar, Azucena? un fiordo grande, mujer. Y Azucena se reia. -Mira esos, son dos, y estan solos, ?Te gusta el rubio?-Le dijo Marina. -Son los dos rubios. -Te dejo el mas alto para ti. -?Por que? -Porque tiene los ojos azules y a ti te gustan con ojos azules y es guapo. -!Que cara tienes! Es porque te gusta el otro de ojos verdes. -Anda si, dejamelo. -Bueno... -Echamos un polvo si cae. -?Por que no?, yo hace ya mas de dos meses que no tengo nada. -Esta sera nuestra noche, nuestra gran noche, -Decia Marina. Azucena pensaba que su amiga estaba loca, pero era tan atrevida, que fue y se sento con los chicos chapurreando ingles y noruego, y la senalo a ella. Y la llamo y ella se sento al lado del mas alto, la verdad que el tio era un tipazo, al menos media un metro noventa. Era atractivo, pero mas serio. Le pregunto como se llamaba. -Me llamo Olav-dijo en un perfecto ingles. -Yo Azucena. -Encantado Azucena, -y le dio la mano. Una mano suave, y olia tan bien... -?Que edad tienes? -25 anos ?Y tu? -29 anos. -Pero no sois de aqui. -No, somos azafatas de vuelo, pero hacemos la ruta Espana-Oslo, en realidad Sevilla-Oslo, otras Sevilla-Las islas canarias-Sevilla-Oslo. -?Soy espanolas? -De Sevilla -y Olav saco su movil y miro. -Ahi es. -El sur. -Si, exacto. Y tu, ?a que te dedicas? -Tengo con Kell, mi companero una empresa de videojuegos. -?Si??De vikingos? Y se rio. -Tambien. -?Por que estais en la sala de salsa? -Me gusta la musica latina. -No me digas que sabes bailar... -Me defiendo. -Pues venga hombre, vamos a bailar -y estuvieron bailando y a pesar de ser tan alto bailaba muy bien y cuando miro a su amiga se estaba besando la tia con el otro noruego. Olav tambien se dio cuenta. -?Damos un paseo fuera?

  • La polilla en la casa del humo de Guillem Lopez

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    Bienvenidos al pozo, una caverna insondable con mil galerias y tuneles, fortalezas petreas cerca de la superficie y barrios profundos de nichos cavados en la roca. Este es el escenario, brutal y despiadado, en el que habita Veintiuno, un joven que pasa las horas envuelto en una nube de bok en la casa del humo, desde donde interpreta sus posibles destinos: entregar su cuerpo al dios de la mecanica y ser util en una excavacion sin fin, convertirse en un paria o, finalmente, ascender a traves de los bajos fondos, pero debera pagar un alto precio por medrar.

  • Ardiente venganza de Dana Curt

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    "No puedo quitarme la sonrisa de la cara. El… en realidad quiere que me quede. Quiere que me quede, incluso despues de que hayamos terminado de hacerlo. Escuche un poco de ruido en su cocina, y regreso unos momentos despues con un pote de helado en la mano. Tiene un par de cucharas con el, y me lanza una.

  • Un pequeno empujon de Cass R. Sunstein , Richard H. Thaler

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    El libro que inspiro a Barack Obama los fundamentos de la politica al demostrar el poder de un pequeno empujon.

  • Dejate enganar (Citas de Amor 3) de Anna Dominich

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    Vicky es una mujer fuerte y decidida que siempre lucha por lo que desea y nunca se rinde ante nada. Tras unos anos dificiles, vive la clase de vida que siempre ha sonado. Rodeada de amigas que la quieren, independiente, propietaria de un negocio y sin preocupaciones, por fin es feliz. Ademas, tiene a Alexei, un hombre misterioso, con muchos secretos, que ha acabado convirtiendose en su confidente y mejor amigo.
    Sin embargo, el tiempo pasa y siente que le falta algo. Cuando conoce por casualidad a Daniela, una nina que ha perdido a sus padres y se ha quedado sin hogar, se da cuenta de que lo que siempre ha deseado es formar una familia, asi que no duda en acogerla, quererla y cuidarla como hubiera querido que hicieran con ella.
    Todo parece perfecto en la apacible vida de Vicky, hasta que un dia el pasado regresa y el unico hombre al que ha amado llama a su puerta.
    Ivan no entiende el motivo por el que Vicky le dejo sin darle ninguna explicacion y ahora, al reencontrarla, esta dispuesto a obtener respuestas y cobrarse la venganza. Las cosas se complican para ambos, hay muchas preguntas sin respuesta y surgen las dudas. ?Se puede desear y odiar a una persona al mismo tiempo y con la misma intensidad?

  • Una Navidad Desastrosa de Noa Xireau

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    No hay mal que por bien no venga, o eso decia su abuela. Karla no lo tenia tan claro.

  • El destino Ranieri (El arcangel de luz 2) de Raquel Cruz

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    Dana llega a Roma dispuesta a cumplir la promesa que hizo al arcangel Rafael. Pero pronto entendera que en el mundo de la magia nada es como habia imaginado y debera acostumbrarse a un sinfin de acontecimientos que trastocaran su vida. Nuevas normas, nueva familia, nuevos enigmas, nuevos enemigos...

  • Contra amazon de Jorge Carrion

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    Las bibliotecas y las librerias -reales o de ficcion, recorridas o leidas- son escenarios fundamentales de nuestra educacion sentimental e intelectual. En este libro de cronicas que ensayan y de ensayos narrativos, Jorge Carrion viaja a las innovadoras bibliotecas y librerias de Seul; investiga en Napoles y en Capri la historia de la mitica casa de Curzio Malaparte; entrevista a libreros y a escritores de Miami; conversa sobre libros y ciudades con Alberto Manguel, Iain Sinclair, Luigi Amara o Han Kang; interpreta las bibliotecas de Don Quijote y del Capitan Nemo, y rinde homenaje a algunas de las librerias y de las bibliotecas mas fascinantes del mundo -y de su propia vida. Mientras Amazon sigue conquistando espacios fisicos y virtuales, el autor de Librerias -el libro de referencia internacional sobre el tema, traducido a las lenguas mas importantes del mundo- y de “Contra Amazon. Siete razones / Un manifiesto” -que ha sido un autentico fenomeno en el mundo cultural anglosajon- defiende la figura del librero y la libreria de autor, al tiempo que nos invita a viajar y -sobre todo- a leer con espiritu critico.

  • Un cowboy bajo el muerdago de Tess Curtis

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    Habia sido un buen mes de ventas, cada uno de los comerciales de la oficina habia vendido al menos un par de casas, incluida ella, algo que hacia que se sintiera satisfecha, ya que hacia solo unos pocos meses que trabajaba para Johnson’s Real Estate, despues de unos anos en los que no se habia sentido preparada para asumir aquel tipo de empleo sin que los recuerdos la sobresaltasen. Una vida que ahora parecia muy lejana, en la que habia tenido su propia inmobiliaria conjuntamente con su exmarido, Tyler. Sonrio al pensar en Tyler, a pesar de que las cosas entre ellos no habian funcionado como pareja, guardaba un grato recuerdo de el. Esperaba que le fuese bien. --?En que o quien estas pensando? --pregunto Naomi, su companera de escritorio y amiga desde que habia llegado a la oficina. --Me pregunto como le ira a mi exmarido --respondio Jane distraida, ordenando algunos documentos que tenia sobre la mesa. --Nunca he visto a nadie sonreir pensando en un ex --opino Naomi, cenuda. --Es una buena persona. --?Sigues enamorada de el? --No, pero eramos buenos amigos y haciamos un buen equipo --se sincero ella, sabiendo que en ese momento estaban a solas en la oficina, el resto de comerciales o estaban ensenando casas o almorzando con clientes. --Asi que sientes cierta... nostalgia --dijo Naomi. --Podria decirse asi --respondio ella encogiendose de hombros. --Mira, Jane, creo que necesitas salir con alguien de forma urgente. No es normal sonreir recordando a tu ex. Tal vez podria presentarte a mi primo James, el se acaba de separar, ha vuelto a la ciudad... --?Tiene hijos? --Le corto Jane. --Si, pero no son bebes y... --Entonces no me interesa --volvio a interrumpirla zanjando el tema. --Hay pocos hombres de tu edad que no tengan hijos o que no los quieran tener --aseguro Naomi. --No quiero ninos --respondio ella tragando saliva y desviando la mirada hacia una montana de papeles que tenia en el lado contrario de su mesa. --?Por que? !Por el amor de Dios! No lo entiendo --pregunto Naomi, desconcertada. Su amiga se negaba en rotundo a aquello, pero no parecia el tipo de persona que odiaba a los ninos. Jane abrio la boca para contarle a su amiga de una vez por todas el motivo por el cual no queria tener ninos en su vida de ninguna de las maneras. En ese momento ambas oyeron como sonaba la campanita de la puerta de la oficina, que se abria en ese instante, era un nuevo cliente. Un hombre alto y fuerte de pelo castano y ojos aun mas oscuros las miro a ambas por turnos sin saber bien a quien dirigirse. --Naomi Philips. ?En que puedo ayudarle? --pregunto su companera levantandose de su silla para tenderle la mano, que el cliente estrecho. --Mason --respondio el con una sonrisa que a ella se le antojo brillante. --Perfecto. Es usted mi proxima visita --le dijo Naomi--. Solo necesito un momento para coger unas cosas y ahora mismo nos vamos. --Tomate tu tiempo --respondio mientras ella desaparecia tras la puerta de otra oficina. Se fijo ahora en la mujer del otro escritorio, le resultaba vagamente familiar, pero no sabia de que. Quiza habian estudiado juntos en otro tiempo o habian sido vecinos de pequenos, hacia demasiados anos que habia dejado Rexburg. --?Puedo ofrecerle un cafe mientras espera a Naomi? --pregunto Jane, al sentirse observada por aquel hombre tan atractivo. --No, gracias. Estoy bien --respondio el, mostrando de nuevo su perfecta sonrisa, pero sin dejar de mirarla intensamente. --?Puedo ayudarle de alguna otra forma? --pregunto ella de nuevo. --Perdona --era consciente del tono de esa pregunta, sabia que la habia intimidado mirandola de aquella forma--. Es que me resultas familiar y trato de recordar donde nos hemos visto antes. --Yo, sin embargo, no lo recuerdo en absoluto a usted --respondio ella con una sonrisa neutra. --Me crie en esta ciudad, pero puede que solo me recuerdes a otra persona. --Puede ser --manifesto ella con una nueva sonrisa amable, antes de dirigir de nuevo su atencion a unos documentos que estaba revisando sobre una casa que ensenaria al dia siguiente. --?Nos vamos? --pregunto Naomi saliendo de otro despacho, con el maletin en la mano y el abrigo puesto. --Despues de usted --respondio Mason. --Una cosa mas --dijo Naomi girandose hacia su companera--. Parker ha llamado. Encargate de cerrar, por favor. --Descuida --sonrio Jane hacia su amiga. --Cuando lo desee podemos ensenarle la casa a su esposa --dijo Naomi una vez terminaron el tour por la misma, tras el cual, Mason Stewart parecia haber quedado satisfecho, lo que la aproximaba a una posible venta y una suculenta comision. --Yo... --Mason se tenso al escuchar la mencion a su esposa--. No tengo esposa. --Hijos, madre... --se apresuro a decir Naomi sintiendo que habia metido la pata. Seguramente era un hombre divorciado. --No, solo la vere yo --zanjo el. --Esta casa es un sueno --cambio de tema Naomi, suscitando interes por la vivienda. --Lo es. Me gusta --respondio el tratando de olvidar el comentario anterior. Aun no le habia contado a demasiadas personas que pretendia mudarse a Rexburg con Sadie, su hija de seis anos. --A Jane le gusto en cuanto pusimos fuera el cartel de venta. Si nadie se da prisa en comprarla, seguro que ella lo hara. --?Jane? --pregunto el, subiendo una ceja. --Jane, mi companera, la de la oficina --aclaro ella. De repente, los recuerdos unidos a aquel nombre y su rostro acudieron a su mente. !Con razon le era tan familiar! !Sus ojos y su voz! !Era Jane, Jane Norris! Ahora estaba seguro de ello. --Me temo que la senorita Norris tendra que buscar otra vivienda. Manana mismo hare una oferta, me la quedo --dijo convencido de la compra de su futuro hogar. Naomi le tendio la mano y esbozo una gran sonrisa. --?La senorita Norris? --quiso saber ella. --Jane, Jane Norris --dijo el. --Creo que se ha confundido, yo hablo de Jane Davis. --!Oh, claro! Debe ser su apellido de casada. Debi suponerlo --dijo algo abatido con aquella informacion. Estaba completamente seguro de que era Jane Norris... o ahora Davis. --?Entonces la conoce? --indago Naomi con subito interes en aquel asunto. --Si, hace muchos anos, cuando aun eramos unos crios. --?Ah, si? --Naomi queria tirar de aquel hilo, el tal Mason Stewart no estaba nada mal, no estaba casado, por la casa que iba a comprar todo hacia indicar que su credito era alto, no habia mencionado que tuviera hijos y, ademas, tambien parecia conocerla. --Si, aunque yo me fui hace demasiado tiempo de Rexburg, perdimos el contacto y... --se detuvo, siendo consciente de que a su agente inmobiliario aquello no le interesaba en absoluto. --Es curioso, ella tambien ha regresado hace poco a la ciudad. El destino a veces separa a las personas para volver a unirlas en un mismo sitio, ?no cree? --Si, claro --respondio Mason pensativo. Tenia que darle la razon, era de lo mas curioso. Lastima que Jane estuviera casada. Aunque de todas formas, sentia curiosidad por saber que habia sido de su vida. --Bien, manana tendre listos los documentos para lanzar nuestra oferta y se la presentaremos a los duenos actuales --dijo Naomi para finalizar la visita tras mirar su reloj y ser consciente de que habia quedado con otro cliente. Ambos se dirigieron a la entrada de la propiedad y salieron de la misma. Mason aun se detuvo a observar la fachada de la vivienda desde fuera. !Era perfecta! Y a Sadie le iba a encantar. --Nos vemos pronto, senor Stewart --dijo ella teniendole la mano y el se la estrecho. --Gracias por todo, senora Phillips. Naomi le dedico una sonrisa y se dirigio hacia su coche, para pero se detuvo y se giro hacia el de nuevo. Probablemente Jane se enfadaria si se enteraba de lo que pensaba decirle al tal Mason, pero bien valia la pena intentarlo. --Una ultima cosa, senor Stewart --dijo ella. --Mason --la corrigio el, no le gustaba tanta formalidad. --Mason --sonrio de nuevo--, Jane no esta casada. Solo sigue usando el apellido de su exmarido. Mason sonrio.

  • Te quiero a ti de Elizabeth King

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    Carolina se encuentra en la edad de casarse, pero ella no desea otra cosa que casarse por amor y no vivir lo que su mejor amiga, su madre y otras mujeres viven en una epoca donde los hombres tienen a la mujer para estar en casa y tener hijos. Sin embargo, los milagros existen y Carolina encuentra en los Thompson y lord Hunter una gran ayuda para evitar ese matrimonio que sus padres desean para ocultar un enorme secreto. Lord Hunter desea ayudarla, la ama aunque no lo sabe, pero sus propios problemas le acarrean una tristeza inmensa de la cual unicamente Carolina parece poder sacarle. ?Podran estar juntos? ?Cual es ese secreto que lleva a esa boda? ?Se liberara Carolina de ese matrimonio?

  • Tres mil noches con Marga de Pedro Ramos

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    Marga es una joven biologa gallega, brillante en su profesion, que trabaja como investigadora en Alaska desde hace seis anos. Desde entonces nunca ha vuelto a A Coruna para visitar a su familia, y el vinculo se reduce a las pocas llamadas telefonicas con su madre.
    Pero en su ultima conversacion recibira la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidira regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrira inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatira entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar mas explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extrano equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
    Una novela cautivadora que nos sumergira en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruira con la complicidad del lector los anos de una familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un pais desde finales de los ochenta hasta la actualidad.
    Un sorprendente hallazgo literario.

  • Recuerdos de vida de Juan Eduardo Zuniga

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    A sus cien anos, Juan Eduardo Zuniga sigue escribiendo. Quien lea estas memorias entendera por que. En Recuerdos de vida, Zuniga describe sus anos de aprendizaje en el Madrid de la caida de la monarquia y la proclamacion de la republica, la guerra civil y la larga posguerra. Son los anos del descubrimiento del mundo y de los intentos de acomodarse en el a traves de las herramientas que a Zuniga le han servido para conocerse y conocer: los libros, las lenguas, la escritura.

  • Las tres heridas de Paloma Sanchez-garnica

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    Ernesto, un escritor siempre a la busqueda de su gran obra, encuentra una antigua caja de laton que contiene la fotografia de una joven pareja, Mercedes y Andres, junto con unas cartas de amor. Comenzara a indagar en la historia de la pareja a traves de los datos que obtiene de las cartas. La intrigante imagen, tomada el dia que empezaba la guerra civil, y el posible destino de sus dos protagonistas le ayudaran a escribir su gran novela mientras se convierte en testigo de las heridas del amor, de la muerte y de la vida.

  • Un misterio de altos vuelos de Kerry Greenwood

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    La nueva aventura de la detective mas sofisticada de los anos veinte que ha conquistado a los lectores de medio mundo. Sin perder ni un apice de su inimitable estilo, la siempre intrepida y sugerente Phryne Fisher vuela aun mas alto en esta segunda entrega. Encantada con su nuevo papel de investigadora privada, Phryne hara lo imposible por desbaratar los planes de unos siniestros secuestradores o por evitar las consecuencias de un tenso enfrentamiento familiar, todo mientras planifica su intensa vida amorosa o invita a cenar a una amiga en el lujoso hotel Windsor, por supuesto. Ya sea conduciendo a toda velocidad su Hispano-Suiza rojo, refutando los cargos por homicidio que pesan sobre uno de sus clientes, pilotando un biplano Tiger Moth o simplemente decidiendo que ponerse para salir, las encantadoras excentricidades de la mas clasica y moderna de las heroinas cautivaran de nuevo a su legion de incondicionales admiradores. Como sacada de una novela de Agatha Christie y con un vestuario que haria palidecer a la mismisima Coco Chanel, Phryne Fisher es exactamente lo que cabria esperar de ella: la detective mas inolvidable de los felices anos veinte. <>. Cosmopolitan Australia

  • No te ahogues en un vaso de agua de Richard Carlson

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    ?Te gustaria aprender a aceptar los problemas en lugar de resistirte a ellos?

  • Mitos y leyendas Inuit de Knud Rasmussen

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    <>.
    Asi comienza esta compilacion de Mitos y leyendas inuit, un volumen unico y revelador que nos invita a conocer de primera mano la cosmovision y creencias de uno de los pueblos mas ancestrales, enigmaticos y poco conocidos de nuestro planeta. Mucho se ha hablado y especulado sobre la forma de vida de los habitantes de las zonas mas frias de la Tierra, pero casi siempre se reduce a una vision sesgada y llena de estereotipos.
    Este volumen ofrece una cuidada seleccion de las transcripciones que Knud Rasmussen, intrepido explorador del siglo pasado y perteneciente al pueblo inuit, realizo durante toda una vida dedicada a recorrer gran parte del vasto Artico para documentar y dar voz a una de las tradiciones orales mas hermosas y apasionantes, a veces tambien descarnada, de la civilizacion humana.

  • Me vuelves loco de Isabel Keats

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    Ali es dona manias: el panuelo de pensar, los desayunos hiperproteicos, la obsesion por la limpieza y el running al amanecer. Debajo de su excentrico comportamiento y su cuerpo de supermodelo, solo hay una chica que busca desesperadamente ordenar sus sentimientos. No es feliz (todavia).

  • Los que no mueren solos de Clara Sanchez Picout

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    Samanta, una joven de dieciseis anos, desaparece en extranas circunstancias. Su madre, Isola, se sumerge en un proceso de busqueda repleto de enigmas, durante el cual conoce al detective Max, quien influira en ella de un modo decisivo.
    Los acontecimientos sufren un giro inesperado cuando un hombre con un misterioso pasado irrumpe en la vida de Isola. La historia de este hombre apunta a un posible vinculo entre las desapariciones de su esposo ocho anos antes, de Samanta y de tantas personas que durante siglos han desaparecido de forma tambien inexplicable.
    Estos hallazgos transportan a Isola a un mundo de experiencias sobrenaturales y al descubrimiento de los poderes ilimitados de la mente.
    Con un arranque demoledor, una mirada nostalgica y giros vertiginosos en el tiempo, la autora nos invita a una profunda reflexion sobre nuestro potencial, la fragilidad del alma humana y sobre lo que nos espera al final del camino. ?Comprendera Isola la razon de su propia existencia?, ?Les dara una oportunidad a la esperanza y al amor?

  • Miedo y progreso de Antonio Cazorla

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    El mensaje principal de la dictadura de Franco durante cuarenta anos de propaganda fue que habia traido la paz y el orden a Espana. Pero el origen y base del modelo franquista estuvo en la combinacion de miedo y hambre o, dicho mas claramente, el asesinato de lideres sindicales, la destruccion de organizaciones representativas y la imposicion generalizada del terror y de la opresion socio-economica durante y despues de la guerra. Y en los anos sesenta, con las politicas macroeconomicas correctas y con los trabajadores controlados, el franquismo garantizo un ambiente positivo para la inversion. Y asi pudo tener lugar la optima explotacion del trabajo tanto por el Estado como por el capital privado.

  • La condesa de las tinieblas de Laura Gay

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    Paris, 1795. Marie Therese Charlotte de Borbon lleva tres anos viviendo encerrada entre los muros de la Torre del Temple, encarcelada por los revolucionarios franceses. Ha visto morir, uno tras otro, a todos los miembros de su familia y ha sufrido la mas terrible de las humillaciones: la violacion; teme que no haya escapatoria cuando se le ofrece la liberacion a cambio de doce prisioneros de guerra. Esa misma noche, mientras se divertia jugando a las cartas y con prostitutas, Leonardus Cornelius Van der Valckrecibe la visita de un noble austriaco que le hace una oferta que no puede rechazar: el mismisimo emperador austriaco le pide que tome bajo su custodia a su prima, la unica superviviente de la familia real francesa.

  • La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca), Dara Meier de Dara Meier

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    Estimados lectores/as:
    Es muy dificil dar una descripcion medianamente comprensible -y cuerda- de un libro donde coinciden una chica que habla con vacas, un jugador de futbol americano con demasiado ego y al que le encanta gritar, una sexagenaria de armas tomar, un rancho texano donde la cordura brilla por su ausencia, unas vacas que actuan como cualquier cosa menos como lo que son…
    Entre tanta locura tambien hay amor de todos los tipos, fraternal, amistoso, pasional, irracional, bovino, equino-bovino, humano-bovino… A gusto del lector, senoras y senores. Ah, sin olvidar tampoco los desenganos de toda indole, las segundas oportunidades, la lucha por conseguir lo que queremos, la superacion de las duras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida…
    Si nada de esto te ha terminado de convencer o, al contrario, te mueres de ganas de saber que demonios escribi, prueba a leer la historia de Candela y King. Si te convence, bienvenido/a al club de los Meierianos, y si no es asi… !A Dios pongo por testigo que un dia lo conseguire! (como comprendereis hago las cosas a conciencia y esto lo digo con brazo en alto y boligrafo en ristre, que la zanahoria que me quedaba la puse en la ensalada)

  • El secreto mejor guardado de Jackson de Towanda Richardson

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    Tiffany bajo del taxi con una mueca de fastidio. El calor de agosto en Kentucky deberia haberla hecho desistir de llevar aquella ropa, pero hacia anos que Tiffany se vestia cada manana por pura intuicion y que no le importaban ni las opiniones ajenas, ni la incomodidad ni la temperatura reinante en el ambiente. Claro que Tiffany no sabia que aquel dia, su primer dia de trabajo, iba a estar presidido por una ola de calor y por un taxista negligente que no habia revisado a tiempo el sistema de aire acondicionado del coche. Cuando ya estaba a punto de olvidarlo sobre la tapiceria del asiento trasero, tomo su maletin de cuero por el asa y lo transporto (casi casi lo arrastro) hasta la garita donde le habian comunicado que debia presentarse aquel diez de agosto, a las nueve en punto de la manana. La garita de acceso a la carcel de Westmoore Fields, el penal de maxima seguridad del estado. Tiffany habia acabado su carrera de Literatura Inglesa, con no poco esfuerzo, un par de meses antes. Los estudios nunca habian sido lo suyo, pero en su casa eran el peaje innegociable para que sus padres siguieran pasandole una asignacion mensual que le permitia hacer lo que a ella mas le gustaba: comprar. Libros y ropa, fundamentalmente, aunque no hacia ascos a perfumes, maquillajes, muebles y, en general, cualquier objeto disponible en alguna seccion de unos grandes almacenes. Se habia decidido por estudiar Literatura porque leer era una de las pocas actividades que la apasionaba. Desde nina, se habia refugiado en los libros de la sensacion de abandono que los continuos viajes de sus padres le provocaban. Su familia poseia empresas a lo largo y ancho del pais, y los senores Thownsend pasaban demasiado tiempo ocupandose de asistir en ellas a reuniones de los diferentes consejos de administracion, y demasiado poco pendientes de su unica hija. Tiffany habia crecido para ser guapa y casarse bien. Asi, literalmente, se lo habia dicho su padre al cumplir dieciseis anos, durante la gran fiesta de celebracion que habian dado en la mansion de la familia en Newport, que mas bien era la gran fiesta de presentacion de Tiffany en el mercado matrimonial de la costa este. Y, bueno, ella habia cumplido mas o menos bien en lo de ser guapa -la falsa modestia servia de poco cuando la genetica habia sido tan generosa-, pero podia considerarse un completo fracaso en lo del matrimonio. Acababa de cumplir veinticuatro anos y sus experiencias con los hombres se reducian a tres novios, hijos perfectos de los amigos perfectos de sus padres perfectos, a los que habia dejado antes de sentir la tentacion de tirarse por una ventana presa del aburrimiento que le provocaban. Eran buenos chicos, eso estaba fuera de toda duda, pero no eran para ella. Tiffany sonaba con un hombre de verdad, uno que hiciera que la piel le temblara desde el cuero cabelludo hasta las puntas de los dedos de los pies. Un hombre que la hiciera sentir mujer, hermosa, fascinante... sexual. De esa otra faceta, preferia no hablar. Habia probado lo del sexo esporadico durante su estancia en Yale, pero habia conseguido el mismo conteo de orgasmos que en toda la experiencia anterior con sus novios: cero. No se podia caer mas bajo. Cuando acabo la carrera, Tiffany tuvo que tomar una decision crucial. Sus padres se lo habian dejado muy claro: en el momento en que se licenciara, debia elegir entre ser mantenida por un marido o ser autosuficiente. Ellos le cortaban el grifo, indignados con que hubiera puesto mas empeno en acabar la carrera, cuando todos sabian que los estudios no eran lo suyo, que en buscar un buen partido que los hiciera abuelos, jugara al golf con su padre y le ofreciera un nivel de vida similar a aquel al que estaba acostumbrada desde la cuna. Contra todo pronostico, Tiffany dijo que trabajaria. Que le cortaran el grifo, que ella se buscaria la forma de salir adelante. Que no queria casarse todavia, entre otras cosas, porque aun no habia encontrado al hombre que hiciera que los pelos de la nuca se le erizaran solo con mirarla fijamente. Al fin y al cabo, solo tenia veinticuatro anos. No habia prisa en la busqueda. Tiffany podia parecer una valiente, pero lo cierto fue que temblo tanto cuando comunico a sus padres su decision que tuvo que agarrar su telefono ultimo modelo con las dos manos para evitar que se le cayera al suelo. Recordo entonces que, si se rompia en mil pedazos, seria ella quien tendria que pagar un sustituto, y que su nula experiencia laboral no le proporcionaria un trabajo en el que se pudiera permitir grandes alardes. Lo cierto es que Tiffany habia sido tan valiente porque pensaba que sus padres no aceptarian. Que su padre le daria una prorroga a su nina bonita o que su madre le suplicaria al cabeza de familia que no obligara a su hija a hacer algo tan indigno para una mujer como trabajar duro. Habia una manicura que conservar y el posible futuro de Tiffany tirando hamburguesas sobre la plancha de un McDonald's no era la mejor receta para ello. Pero sus padres se habian mantenido firmes en la promesa, y la siguiente vez que Tiffany acudio a su centro comercial favorito, la tarjeta de credito aparecio como denegada en la caja. Y entro en panico, claro. Le quedaban cuatrocientos veintisiete dolares en efectivo, de los quinientos que habia tenido la suerte de retirar unos dias antes, porque siempre le gustaba tener algo de dinero suelto en casa. Aquel dia, Tiffany salio corriendo de la residencia universitaria en la que vivia desde hacia seis anos y se encontro en su buzon la carta que le comunicaba que le quedaban dieciocho dias de estancia pagada. El once de agosto, como muy tarde, debia abandonar su habitacion o abonar ella misma los dos mil seiscientos dolares que costaba el alquiler cada mes. El motivo por el que habia abandonado su habitacion con prisas se incremento. Tenia que hablar con el profesor McMillan. El era el unico profesor de toda la facultad que siempre habia mostrado interes en que ella se aplicara en los estudios, y sabia que la ayudaria a orientar su vida laboral. Entro en su despacho tan despeinada que su madre se habria horrorizado ante la idea de que presentara ese aspecto delante de un profesor. Pero su madre no estaba alli, ni tampoco al otro lado de su cuenta corriente, asi que mostrar aspecto desesperado quiza incluso la ayudara. El profesor McMillan la miro de arriba abajo, probablemente poco acostumbrado a que Tiffany no mantuviera su fachada impecable y sus modales exquisitos, y le pregunto que hacia alli. Dos horas, unos tres litros de lagrimas y dos tazas de te verde despues, Tiffany salia del edificio de la facultad de Literatura con un trabajo bajo el brazo. Seria la profesora de alfabetizacion del modulo de presos de nivel uno de la carcel de maxima seguridad de Westmoore Fields. Que Dios la cogiera confesada. No es que aquel fuera el trabajo de sus suenos. Incluso la idea de servir cafes en Starbucks a todos aquellos companeros que, sin duda, a partir de ese momento la mirarian por encima del hombro le parecia mejor que entrar en una carcel a dar clase a unos tipos que, para empezar, le daban un miedo atroz. Pero el profesor habia conseguido convencerla apelando a su autoestima, que no era una maravilla precisamente, y al hecho de que el trabajo estaba bastante mejor pagado que cualquier otro que Tiffany pudiera conseguir con su expediente academico raspadito y su experiencia laboral, que se resumia en cero dias trabajados en toda su vida. Los mismos que orgasmos disfrutados, por cierto

  • Desde los bosques nevados de Juan Eduardo Zuniga

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    La memoria vuelve a los libros rusos y recupera narraciones portentosas descubiertas en largas horas de lectura. Siempre enriquecio al lector el tesoro de la literatura en lengua rusa con acontecimientos y personajes sorprendentes y con figuras de escritores cuyas vidas parecen fruto de la fantasia.- Bellas palabras de Juan Eduardo Zuniga que consiguen contagiar al lector su amor por Pushkin, Chejov, Dostoyevski, Lermontov, Turgueniev… todos escritores que destacaron por su vocacion de transformar su experiencia en belleza y verdad, por la fuerza de sus historias y la solidez de sus personajes.

  • El ingles de Ilsa Madden-mills

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    Un luchador con cicatrices.
    Una chica con normas.
    Una pasion desenfrenada.
    Hay tres cosas muy evidentes sobre Elizabeth Bennet: es muy inteligente, siempre mantiene el control y su vida esta basada en un conjunto de normas cuidadosamente elaborado. Ha aprendido de la manera mas dificil que la gente a la que ama siempre acaba haciendole dano.
    Pero entonces aparece Declan Blay, el nuevo vecino de su bloque de apartamentos.
    Declan es britanico, experto en artes marciales y el chico malo del campus al que se supone que Elizabeth debe evitar, pero cuando lo conoce en una fiesta universitaria, todas las reglas que ella tiene sobre el sexo y el amor se desvanecen.
    Despues de pasar una noche de pasion desenfrenada, el anhela algo mas: tras la delgada pared que separa sus dormitorios, Declan suena con que la vulnerable chica de al lado sea suya para siempre.
    Una moderna historia de amor inspirada en Orgullo y prejuicio.

  • A la caza de un impostor (Bdb), Alexia Mars de Alexia Mars

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    Libro 2 de la serie Cazadoras

  • Mariposa de hielo (Mariposas negras 3) de Concha Alvarez

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    Desde que recordaba, Lucien habia cuidado de sus hermanos y, ahora, debia alejarse de ellos. A veces, la felicidad lo embargaba al saber que ambos tendrian una vida plena y satisfactoria al lado de las personas que amaban. Sin embargo, en otras ocasiones, albergaba en su corazon un resentimiento hacia ese nuevo mundo al que ya no pertenecia. Ademas, don Angelo lo sometia a una espera sin fin, en pago por la salvacion de Gerard. En esos momentos de sentimientos encontrados invertia el tiempo en desarmar motores de motocicletas. Se limpio las manos manchadas de grasa en un trapo que lanzo a los pies de la sombra. --?Que haces aqui? Le alivio la idea de que hubiera llegado el dia de ajustar cuentas con el viejo. A Lucien no le gustaba arrastrar asuntos pendientes y, menos aun, con un bastardo de la categoria del rey de las sombras. --Don Angelo quiere verte --respondio el mensajero. Lucien estudio la postura tensa del perdido y sus ganas de pelear. Evaluo las posibilidades de ganar y concluyo que no lo venceria con facilidad, apostaria un milenio a que esa marioneta infernal lo habia visitado en compania de unos cuantos amigos. El angel, sin dejar de vigilar a la sombra, se vistio con otra ropa limpia que saco de una taquilla metalica. --No lo hagamos esperar. Obedecio el mandato de don Angelo, cumpliria lo que le pidiera, aunque no le agradara. Nunca jugaria con las vidas de Denis y Gerard. Dos segundos mas tarde, contemplaba la plaza de San Marcos. El lugar preferido del viejo, donde se dedicaba a su entretenimiento favorito. Escogia una paloma que sobrevolaba la turistica plaza, la apuntaba con uno de los dedos y esta se lanzaba en un vuelo suicida hacia el suelo. Al verla morir, dibujaba una sonrisa picara, como un nino ante una travesura sin importancia, mientras bebia un capuchino y elegia otra ave inocente. --Me alegra verte, hace mucho que no me visitas --dijo igual que si fueran viejos amigos. --He estado ocupado --mintio. --Cierto y apestas a gasolina, querido nino --afirmo, y sus ojos mostraron una ironia que provoco que el caido frunciera el ceno. A Lucien le disgusto que ese bastardo lo vigilara. Guardo silencio hasta que el camarero coloco sobre la mesa un capuchino y se retiro a servir a otros clientes. Tomo la taza y la retiro con desden a un lado. El perdido sonrio al ver la arrogancia de ese muchacho. Se reconocia en el. --?Que es lo que quiere? --Tener una charla con un amigo. --No somos amigos, asi que no perdamos el tiempo. --Tiempo es lo que nos sobra, querido nino. Lucien estaba a punto de perder la paciencia. Don Angelo poseia una mentalidad retorcida, incapaz de tolerar que un caido se sublevara sin tomar medidas contundentes. Observo a una de las aves y se dispuso a realizar el mismo juego, pero Lucien lo sujeto de la muneca. --Digame por que me ha hecho venir o me largo ahora mismo. El arcangel oscuro se solto del agarre de Lucien. Luego, lo inmovilizo con una gelida mirada. --No consiento los malos modales. --Un fulgor rojizo aparecio un instante en los ojos de don Angelo. Con un leve aleteo de los dedos, sin rozarlo, oprimio con una fuerza invisible el cuello de Lucien. Durante unos segundos, el joven creyo que moriria en aquella plaza veneciana--. Vamos, no luches contra mi --le pidio soltandolo--. No puedes vencer. Tan solo quiero que busques a alguien. --?Quien es? --consiguio pronunciar, aunque su voz le sono ronca. --La mujer de la fotografia que te entregue. Se llama Cinthia, poco se sabe de ella, salvo que es una estafadora y... --Y... --dijo Lucien ante el repentino silencio y desconfianza del viejo perdido. --Una cazadora de almas. --?Esta seguro? Ese linaje se extinguio hace varios eones. --Hasta que nacio ella. Lucien no daba por cierta la historia, si bien no discutiria con el rey de las sombras. Le entregaria a esa mujer o bruja, de ese modo, cumpliria con su trato y jamas volveria a ver al viejo. --?Lo sabe? --Ignora que es y desconoce de nuestra existencia. --?Como ha dado con ella? --Es una larga historia. --No pienso correr el riesgo, si no me cuenta todo lo que sabe --mintio. Don Angelo evaluo al caido, cualquiera que poseyera a una cazadora venceria la batalla entre el cielo y el infierno. Los mortales, con su falta de humanidad, viajaban al infierno sin necesidad de corromperlos. Pero no era tan ingenuo, en manos de los angeles, romperia el equilibrio entre las distintas fuerzas y se negaba a convertirse en el botones de ese hotel que era el Paraiso y el Averno. --Es mi hija... --reconocio al fin. --?Como es posible? --Por favor, mi querido nino, no pretenderas que te explique el cuento de las abejitas y las flores. --Lucien lo miro con intencion de destrozarlo, en cambio, el reanudo su relato--. No es ninguna leyenda --explico--. Las cazadoras de almas nunca mueren, solo agotan sus anos mortales. Se reencarnan en nuevas vidas sin recordar las anteriores. Si alguna de ellas lo hiciera, perderia el don de cazar almas y se transformaria en una simple mortal. --?Quien sabe de su existencia? --No estoy seguro... --Si quiere que lo ayude, debe ser sincero --exigio Lucien al interpretar que le mentia. Don Angelo fijo los ojos en los del angel. Dudo si poner en manos de ese muchacho la seguridad de su hija e incluso la de su propio reino. Lo tranquilizo comprobar que en su interior albergaba cansancio y soledad; carecia de ambicion. --Rafael la busca. Todos conocian la crueldad del sustituto de Gabriel. Rafael no descansaria hasta que diera con ella, pero no se acobardo ante las palabras de la sombra. Todo lo contrario, sin saberlo le habia dado la oportunidad de vengarse, tenian una cuenta pendiente. Por supuesto, sus dificultades aumentarian, si Rafael descubria que esa joven era la hija de don Angelo. El arcangel la mataria con el unico proposito de danar a su enemigo. Se removio en la silla, porque la cicatriz de su pecho palpito al revivir el recuerdo de como y quien lo hirio. --?Cuando la encuentre que hara con ella? --Eso no te concierne --dijo con voz dura--. Tu solo traela y recuerda que su voz es ambrosia a los oidos de un ser que en algun momento fue celestial. Algunos dicen que causa enajenacion en un angel, locura a un caido; mientras que a una sombra la vuelve inestable y peligrosa. --?Como puedo evitar la locura? --No permitas que te toque o dominara tu voluntad, ?entendido? Lucien asintio y miro la fotografia una vez mas. Era una muchacha sin un atractivo especial. Poseia unos ojos pardos y vivarachos endurecidos por las duras vivencias que habia padecido en los ultimos anos. Su pelo castano y largo disimulaba un rostro desigual. Su constitucion distaba de ser perfecta; de corta estatura, costaba imaginar que fuera hija del corpulento rey de las sombras. Le resultaba dificil de admitir, y menos entender, que esa chica de aspecto anodino fuera un monstruo tan temible como una cazadora de almas.

  • Nosotras. Historias de mujeres y algo mas de Rosa Montero

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  • Limon, canela y chocolate, Marisa Diaz de Marisa Diaz

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    Noelia regresa a su ciudad, Sevilla, dispuesta a retomar su trabajo en la pasteleria familiar. Pero la abuela, una mujer cabezota y excentrica, la convence para que pase una temporada en el pueblo que abandonaron antes de nacer ella. En principio, la madre se opone a este viaje que puede desenterrar su secreto mejor guardado: la identidad del padre de Noelia. Sin embargo, en Canada Rosal, la joven conocera a Diego,quien le mostrara un pueblo muy diferente y menos aburrido de lo que ella imaginaba, y descubrira que ningun secreto familiar puede permanecer oculto para siempre.
    Limon, canela y chocolate narra, unas veces con humor, otras con emocion y ternura, una historia conmovedora en la que el amor, el desamor, el orgullo, la lealtad y el perdon dirigen la vida de sus personajes.

  • Una Virgen Para El Jeque de Kate Simmons

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    El dia de calor sofocante acabo en tormenta, una tormenta de polvo sulfuroso que oculto el sol y rugio toda la noche hasta el amanecer, dejando una estela de naranjos y datileros devastados. Las persianas de la casa de la plantacion se habian roto, las lamparas y floreros se habian estrellado al caer y el agua de la torre de irrigacion habia inundado el suelo. Agnes se detuvo en la galeria y sintio un desamparo mas alla de las lagrimas. Estas le habrian servido de consuelo al comprobar como el agua anegaba tambien el pasillo y al oir el intermitente ulular del viento rompiendo la quietud que habia seguido a la frenetica noche del siroco. Los dias precedentes habian sido de calor bajo un cielo plomizo, que habia trocado el desierto en un paisaje siniestro. Todavia en aquel momento el bochornoso calor parecia resecar las paredes de la maltrecha vivienda y Agnes podia sentir el sudor bajando por su espalda. Con su valor casi tan abatido como la casa se apoyo en la barandilla con la boca seca, los ojos chispeantes, y su espiritu destrozado. Una persiana suelta seguia golpeando; era como si algo extrano tratara de llegar a ella, atacando sus nervios. Se encontraba sin energias para acercarse a sujetar la persiana. Tensa como un gato, sin ningun sitio donde esconderse, trato en vano de no pensar en la silenciosa figura que yacia en la cama del dormitorio principal. Agnes se estremecio, a pesar del calor; el azul sorprendente de sus ojos estaba velado por los sucesos de la noche. Se trataba de un azul semejante al de las vidrieras de una capilla. Recordo la capilla anexa al colegio del convento donde ella habia pasado su ninez. Alla, los instintos de Agnes Lacroix se habian rebelado frecuentemente en contra de la disciplina; de los dormitorios, donde la intimidad era un factor desconocido; de la comida, que era sencilla y sin sabor. Las buenas hermanas habian decretado que la carne debia someterse al espiritu. Apenas cumplidos los diecisiete anos la llamaron al despacho de la Madre Superiora y le dijeron que tenia que irse a vivir con su abuelo. Hasta aquel momento, Agnes Lacroix habia ignorado su existencia, pero desde el dia en que Agnes llego a El Oasis, se sintio como si hubiera entrado en el hogar que siempre habia deseado. Un fascinante hogar en la umbria de una posesion de arboles frutales, donde el continuo rumor del agua en las acequias hacia que incluso el dia mas torrido pareciera fresco. Resulto cautivada por el desierto y salir a montar al amanecer o cuando las estrellas brillaban en el cielo, fue un placer del que nunca antes habia disfrutado ni sonado. En aquel instante estaba sola y temerosa, detenida en la amplia galeria de madera que dominaba el pasillo. Sola, porque el dia anterior los criados habian huido asustados, tanto por la tormenta de arena como por el anciano que yacia muerto dentro de la casa del Viejo Leon. Sadik habia sido el ultimo en marcharse, conmovido por la presencia de Agnes al lado de la cama del gigante sin vida; del hombre al que la joven habia llegado a amar en los dos anos que vivio en El Oasis. Se habia acostumbrado a su aspera arrogancia y habia aprendido a aceptar su implacable actitud hacia su madre, a quien nunca llego a perdonarle haberse casado con un ingles. De repente, en el dormitorio con altas puertas de palo de rosa, algo se estrello contra el suelo y el poco control que aun tenia sobre si misma desaparecio. Hubiera querido correr a los establos y saltar a los lomos de Firefly, pero parecia cruel huir cabalgando y dejar a su abuelo solo en la casa destruida por la tormenta. La habia cuidado, a su manera tratandola mas como a un muchacho que como a una mujer. Sus labios se movieron y se encontro murmurando una de las oraciones que las hermanas habian hecho que sus alumnas rezaran manana y tarde. Pero la oracion no borraba de su mente la convulsa cara de su abuelo ni la forma en que el se habia arrastrado hasta su aposento, gritando algo, pero no se habia recobrado del ataque y finalmente, le cubrio el distorsionado rostro con la sabana. Con frialdad, Agnes clavo la mirada en el pasillo. Su cabello denso rubio claro, se aparto de su pomulo cuando se inclino sobre la barandilla tratando de identificar un sonido ajeno al viento. El golpeteo de cascos sobre la piedra, la hizo preguntarse si algun criado habia regresado. Aun cuando era lo que esperaba, un instintivo temor la hizo retirarse de la escalera. Una figura alta, encapuchada, se movio abajo, poniendose deliberadamente ante su vista. El manto la cubria desde los hombros hasta los pies. Agnes clavo sus ojos en los del visitante, en tanto que este ponia su bota en el primer peldano de la escalera. --?Que quiere? ?Como se atreve a venir aqui? --sus palabras surgieron con prisa y, en su agitacion, hablo en ingles--. No tiene derecho a entrar en esta casa. --Se sorprenderia si conociera todos mis derechos --su voz era profunda, la pronunciacion de las vocales en ingles sonaba extrana en sus oidos. Y entonces lo reconocio… Aquel hombre habia estado alli una noche. Acababa de regresar de montar y estaba a punto de entrar en el estudio de su abuelo, cuando sorprendio voces iracundas que hicieron que se retirara por el pasillo, desde donde le vio salir a grandes zancadas, con visible rabia en sus facciones. Despues, durante la cena, Guillaume Lacroix le habia dicho que no hiciera preguntas. Sus asuntos con Razul al Kebir Bey no tenian nada que ver con ella. --No regresara aqui otra vez --aseguro--. Es muy orgulloso y le indigna que mi plantacion este en su territorio, como el lo llama. Tengo permiso por escrito del viejo cadi. El todopoderoso Razul Bey es solo un sobrino que se apodero del poder cuando surgio la ocasion. --Se dice en Bar Soudi que su abuelo ha muerto. La imperiosa voz resono en los ya destrozados nervios de Agnes y cuando el individuo empezo a subir la escalera, ella retrocedio hacia el dormitorio donde yacia Guillaume Lacroix. Lo unico en que podia pensar era en la enemistad existente entre ambos hombres y en que habia una pistola en la alcoba del anciano. Con rapidez, abrio de un tiron las puertas y cruzo la habitacion a la carrera; sus sentidos estaban puestos en la sombra con manto rojizo que la perseguia. Por alguna razon irrefrenable, tenia la idea de que aquel manto le seria arrojado sobre la cabeza por lo que, con manos temblorosas, abrio un cajon y empuno firmemente la pistola. Se volvio y vio a Razul Bey en la puerta. --Deje ese arma --habia rudeza y un dejo de mofa en su voz--. He venido a El Oasis a ayudarla. --?Ayudarme? --desdenosamente, siguio apuntandole--. Se como eran las relaciones entre usted y mi abuelo. Soy una Lacroix y estoy enterada de que cuando uno de ustedes odia a alguien, incluye a todos los miembros de la familia. --La justicia del bey --al pronunciar tales palabras, Razul dio un paso hacia ella--. Puede estar segura que tengo mis razones para estar aqui. --?Para regocijarse con la muerte de Lion? -- Agnes le miro fijamente--. Ya me hablo de lo mucho que lo odiaba porque El Oasis esta en tierras que usted afirma que son de su propiedad. !Si ha venido para arrojarme de la finca de mi abuelo, puede pensar en otra cosa! Los ojos de Agnes se tornaron azul oscuro, mientras se quitaba de la cara el alborotado cabello. Si tenia que disparar, queria hacerlo con tino, de la forma en que Lion le habia ensenado. Nunca antes habia sentido aquella tension animal; su cuerpo se estremecio al enfrentarse a Razul Bey, un extrano para ella, casi un barbaro en su apariencia y actitud. En los dos anos transcurridos en El Oasis, habia aprendido algo sobre la gente. Sabia que los odios familiares pasaban de generacion en generacion. --No voy a discutir los detalles de propiedad de la tierra con una muchacha --su misma postura parecia significar un reto, en tanto la miraba de arriba abajo--. Le advierto que, si no deja el arma, me vere obligado a quitarsela. Su imperiosa mirada y el tono amenazante la enfurecieron de tal modo, que Agnes olvido su vulnerabilidad. --Salga de esta casa --espero que algo del aspero orgullo de Lion se notara en su voz--. !Vayase, fuera! --?Puedo hablarle sobre su abuelo, ese hombre que usted veneraba y cuyo cuerpo ha velado durante toda la tormenta? --?Que hay que decir? --Tal vez lo suficiente para que lo odie. --Nunca podria hacer tal cosa --el solo pensamiento la hizo estremecerse y la pistola se movio en su mano. Lion estaba muerto y ya no existia nadie que pudiera cuidar de ella. --!No oire sus mentiras! --No acostumbro a mentir --refuto--. Si Guillaume Lacroix la hizo creer que la trajo a El Oasis por amor e interes hacia usted, el si era el mentiroso. --Me queria --reto al hombre--. ?Como puede usted decir lo contrario? --Porque lo se. Agnes no podia separar los ojos de su impenetrable interlocutor. --Y creo que usted deberia saberlo --dijo el deliberadamente--. Lacroix estaba tan determinado a permanecer en El Oasis que, cuando el arrendamiento vencio hace dos anos, me ofrecio a su virginal nieta a cambio. <>. Intocada, pura como la nieve de las montanas del Atlas, la clase de joven que valdria una buena bolsa de oro en los mercados en los que aun existen subastas de mujeres. Lugares prohibidos del corazon del desierto, donde su reverenciado Lion la hubiera puesto en exhibicion para no ser despojado de la unica cosa en la vida que significaba algo para el: esta casa y cuanto la rodea, y que el viento ha convertido en ruinas. Hizo una pausa, para dejar que las palabras penetraran en el cerebro de la joven, quien sostuvo su penetrante mirada que parecia querer grabar tan increibles palabras. --!Que increiblemente malvado es usted! ?Como puede decir tales falsedades? --La maldad no es mia, senorita --Razul Bey hablo curvando sus labios. Inesperadamente, tan peligrosamente agil como cualquier felino, le agarro la muneca forzandola a soltar la pistola. Resono contra el piso y el le dio una patada, alejandola de su alcance. Un grito involuntario escapo de los labios de Agnes, cuando se encontro entre sus garras. --!Maldito bruto! --peleo con furia, pero no era contrincante para un hombre tan fuerte como aquel--. !Mentiroso! !Quiteme sus sucias manos de encima! El la arrastro fuera del aposento de Lion hasta la galeria. --Deje de resistirse o le dare unos azotes. Necesita botas y una capa. ?Cual es su habitacion? --!Dejeme en paz! Agnes nunca se habia encontrado en tal situacion, sin nadie que pudiera ayudarla. Aunque gritara hasta tirar la casa abajo, no habria quien la oyera. Aun asi, un grito se le escapo de su garganta, mientras el trataba de reducirla. --Las mujeres histericas colman mi paciencia. Recupere la razon o me vere obligado a infundirle algo de cordura. El Oasis ha sido devastado por la cola de la tormenta, pero esta aun no ha terminado. Se revolvera y entonces regresara. ?No ha sido suficiente esta prueba para usted? ?Acaso desea mas de lo mismo, sola en esta casa, con el cadaver de su abuelo? --Dira y hara cualquier cosa para sacarme de aqui. Le lanzo una mirada venenosa y odio el temor que se anidaba dentro de ella, cuando encontro sus ojos. Ojos de color ambar bajo un par de cejas intensamente negras. --?Cual es su habitacion? --insistio. Reacia y con resentimiento, le indico una puerta mas alla en la misma galeria en que se hallaban. Fueron hasta el lugar y Razul Bey la observo mientras se calzaba sus botas de montar y se ajustaba la capa que utilizaba por el desierto. --?Me lleva a Bar-Soudi? --?Es donde quiere ir? Agnes asintio y lo vio reaccionar con un leve encogimiento de hombros. Ella se volvio hacia la mesa donde la lampara de petroleo aun lanzaba sus llamas. Mientras recogia el latigo, recordo el pasaje de un libro que habia leido sobre un funeral pagano que dos jovenes soldados habian preparado para su hermano muerto en la batalla. Agito el latigo y la lampara fue barrida de la mesa, derramando su contenido por el suelo de madera, que se inflamo inmediatamente. Las llamas saltaron al instante, tratando de alcanzarla, pero un brazo la rodeo por la cintura y tiro de ella hacia la galeria. --!Lo ha hecho a proposito! --los ojos la miraban tan ardientemente como el fuego que se habia apoderado de la habitacion. --Si, Lion apreciara este funeral pagano y el hecho de que todo lo que obtenga de El Oasis sea un monton de cenizas. Solo falta una cosa y es un perro a sus pies. !Deberia ser usted! Durante un buen rato, en tanto que las llamas se avivaban y consumian las cortinas de muselina alrededor de la cama, Razul Bey tenia una vaga mirada en los ojos. No habia senales de ira; sin embargo, Agnes estaba segura de que su comentario lo habia herido. --!Venga! --la llevo apresuradamente por la escalera, ya que pronto el fuego se extenderia. La casa de la plantacion era de madera y no tardaria mucho tiempo en desaparecer bajo el voraz incendio. La joven no sentia el menor remordimiento por lo que habia hecho. Lo que contaba era que habia asestado un golpe a las crueles y despiadadas mentiras que aquel hombre habia manifestado. A la incierta luz del dia, el viento azotaba las palmeras frente a la casa, doblandolas hacia atras y hacia adelante como si fuera a arrancarlas. Agnes se puso la capucha de su manto sobre la cabeza, doblando el cuerpo para vencer la fuerza del viento cargado de arena, mientras seguia a Razul Bey, el cual se dirigia a un grupo de hombres que estaban resguardados tras las protectoras jorobas de sus camellos. Cuando comprendio que se esperaba que cabalgara uno de aquellos animales, que durante una tormenta de arena podian cerrar los orificios de la nariz para evitar la entrada del polvo, grito que queria montar a caballo para ir a Bar-Soudi. Se dirigia hacia los establos cuando una mano cayo sobre su hombro. --Sus caballos se desbocaron anoche. --?Se ha escapado Firefly? --lagrimas ardientes rodaron por sus mejillas, pues a duras penas podia soportar aquella nueva perdida. Acalorada, se enfrento al bey--. ?Me esta diciendo mas mentiras? ?Ha dejado sueltos los caballos en su desierto abandonado de Dios? !Oh, eso si que no se lo tolero! --En su miedo a la tormenta, rompieron las puertas y salieron de los establos --replico--. No correran sueltos mucho tiempo, pronto encontraran un amo. De alguna manera aquellas palabras la hicieron vacilar. <>, penso. <>. Una repentina llamarada, surgida de una de las ventanas del piso superior de la casa, hizo que Razul Bey, con una corta palabra de mando, ordenara a su sequito que se pusiera en pie. Agnes fue conducida a uno de los camellos rojizos, aun arrodillado para que pudiera subir a la silla; cada centimetro de su cuerpo temblo contra el arzon, cuando el bey monto detras de ella. Una vez el animal se puso en pie y echo a andar, los demas lo siguieron con largas zancadas, a traves de las puertas de El Oasis, hacia el desierto. --Ahora vamos rapidos --la voz de Razul Bey resono a traves del gemido del viento. Hablo en ingles, pero cuando volvio la cabeza para dar una nueva orden a sus hombres, hablo en su propio idioma. Era una lengua que Agnes no habia podido dominar durante su estancia en la casa de su abuelo. El no habia alentado el uso de aquellas palabras de sonidos barbaros, sino que se habia aplicado a corregirle su frances hasta que fue casi tan correcto como el suyo. Entonces le dijo: <>. Con el tiempo, la joven la habia perdonado el desprecio hacia su padre. Como Razul Bey, Lion habia sido duro y tirano, creyendo en su propia invulnerabilidad, y mostrandose egoista en lo que respecta a los demas. Tales hombres rara vez desean piedad para ellos o se la conceden a sus semejantes. Con la cabeza protegida por la capucha, observo la casa en llamas, que pronto seria la pira de su abuelo. Queria llorar, pero estaba demasiado pendiente de la proximidad del hombre. El vaiven del camello hacia que sus cuerpos entraran en contacto y cuando esto sucedia ella se encogia pensando en las cosas horribles que el habia dicho y ansiando que el viaje hubiera terminado ya. <>, se dijo, <>. No dudaba de que la dejaria en el Hotel Ramis. No tenia dinero, pero sabia que la cuenta del viejo Lacroix estaba en el banco local. Esperaba tener acceso a ella, como la unica beneficiaria de Lion. Aquel pensamiento la esperanzo e inyecto nuevos animos. Aquellos individuos eran tan enigmaticos como el desierto mismo y apenas podia tolerar la insufrible cercania del que iba junto a ella, pero nada podia hacer para evitarlo, tendria que soportarlo hasta que llegara a Bar-Soudi. Capitulo 2 Agnes desperto de repente; medio ofuscada aun, se dio cuenta de que el vaiven del animal la habia adormecido en la silla. No sabia durante cuanto tiempo. ?Tal vez solo un momento, o habian transcurrido horas? La fila de camellos avanzaba a lo largo de un camino empedrado que gradualmente ascendia por una colina hasta desembocar en unas altas murallas frente a una puerta almenada, que fue abierta por hombres uniformados. Agnes espio a traves de la niebla causada por el polvo, que aun giraba en el aire y se pregunto si serian guardias. Pero, que ella recordase, no habia guardias en Bar-Soudi. Entonces, ?en donde se encontraba? Su ahogado grito debio de transmitirse al hombre, cuyos brazos, mientras conducian el camello, se mantenian alrededor de su cuerpo como un lazo. --Es El Karah --explico--. Estamos entrando en el patio de mi palacio. --?Su… que? --exclamo. Estaba aun un poco adormilada y se sentia inclinada a imaginarse que todo aquello era un mal sueno--. ?No puede dejar de bromear? --Le aseguro que tiene siempre mejor aspecto a la luz del dia --la voz, sobre su cabeza, era impersonal, como si se tratara de un guia y ella una turista--. Su arquitectura es algo confusa en este momento, pero, en mi opinion, se trata de uno de los mejores ejemplos de artesania de la region. Fue construido por uno de mis antepasados, sobre las ruinas donde varios ejercitos lucharon y murieron, cada uno de ellos tan convencido como los otros de que su bandera y su fe eran las verdaderas. Existen camaras aun intactas debajo, donde los prisioneros eran… alentados a cambiar su forma de pensar. --No me importa lo que haya dentro, alrededor o debajo de su palacio --dijo Agnes furiosa; su cuerpo se retorcio en la silla para poder lanzarle las palabras a la cara--. Usted me hizo creer que ibamos a Bar-Soudi. !Es infame que me haya traido aqui! Este es el ultimo lugar de la tierra donde deseo estar. ?Me oye? --Con claridad, mon enfant. --Yo no soy su pequena --estallo--. !No soy nada de usted, ni nunca he querido serlo! !Exijo que me lleven al Hotel Ramis! --?Exige? --una sonrisa entreabrio sus labios, pero no precisamente una sonrisa divertida--. Es usted, sin duda, una costilla del viejo Lacroix. El tambien era un saco lleno de exigencias. --Callese y dele la vuelta al camello --replico furiosa. El entrecerro los parpados ante el tono de voz de la joven, pero esta capto un extrano brillo en aquellos ojos color ambar y sintio la fuerza del hombre que gobernaba El Karah. Un hombre para quien una mujer podia significar menos que un semental entrenado para todos sus caprichos. La autoridad de su alta posicion estaba estampada en sus facciones y Agnes se percato de los grandes peligros que podian acecharla, unos peligros sobre los cuales apenas habia pensado ni siquiera cuando cabalgaba sola por el desierto. --Hay otra cosa historica notable en El Karah --manifesto arrastrando suavemente las palabras--. El viejo mercado de esclavos, con una plataforma de piedra asperamente labrada sobre la cual se realizaba la venta. Acudian de todos los puntos cardinales para contemplar la mercancia y quienes alcanzaban los mas altos precios eran los jovenes vigorosos y las muchachas virgenes. Los camellos se habian detenido y los hombres de la tribu del bey esperaban su orden para desmontar. La joven sintio el latir de su corazon cuando Razul se inclino, acercandose a ella, y descubrio su aturdimiento. Ella habia oido decir que el tiempo se detenia en el desierto, y que, en cierta forma, su gente y sus costumbres permanecian iguales a como habian sido durante incontables anos. Pudo creerlo cuando miro al bey de Karah. Intuyo, con un enorme sobresalto, que, si se hubiera acogido a su oferta original de ayuda, podria ahora estar a salvo en el hotel en Bar-Soudi. Su cultura occidental lo habia mantenido controlado hasta que ella, impetuosamente, habia prendido fuego a la casa de la plantacion. Ahora, el lado barbaro de su naturaleza se habia apoderado de el, por lo que Agnes se dijo que era preciso hallar una formula razonablemente aceptable para convencerle. Las palabras suplicantes la mortificarian no podia rogarle que la llevara a Bar-Soudi y como era mucho mas rico que ella, resultaria absurdo ofrecerle dinero, en especial cuando este dinero deberia salir del legado de Guillaume Lacroix. --La gente de Bar-Soudi se preguntara que me ha pasado --comento--. Las autoridades le acusaran de secuestro, si me retiene contra mi voluntad. --Las autoridades probablemente pensaran que perecio usted en el incendio, junto con el viejo. Usted encendio la llama, pero supondran que la lampara se cayo de la mesa a causa de una rafaga de viento. --Sus hombres saben que me ha traido aqui --Agnes se esforzo por ocultar su panico. --Mis hombres estan atados por una lealtad tal que no puede imaginarla --ahora sus ojos se mostraban burlones--. Ellos nacieron en el desierto; usted no es mas que un terron de azucar en la boca del Kismet. Cuando Razul Bey ordeno a su camello que se arrodillara, la joven contuvo el aliento, abrumada por un sentimiento de angustia, y en el momento en que, una vez en el suelo, intento agarrarla, ella se sujeto fuertemente al arzon, sin lograr otra cosa que la risa de su antagonista a la que hizo coro la de sus hombres. Sintio sus mejillas enrojecer. Un terron de azucar, habia dicho el, como si en El Karah pudiera esconderla, tratarla como se le antojara y pisotear sus derechos. --Es… esto ha ido demasiado lejos --dijo--. Ya esta bien de bromas. Ya se ha desquitado de lo que hice… --?De verdad cree que se trata de una broma? --la arranco energicamente de la silla--. Nadie, senorita, me llama perro, sin pagar por el insulto. Ninguna mujer me llama mentiroso sin aprender algunas dolorosas verdades. Nadie en la ciudad de El Karah movera un dedo si traigo una mujer a mi serrallo, aunque su pelo sea de oro fino. Agnes lo miro fijamente a traves del polvo que el viento habia esparcido por el cielo. Existia algo fatal y como prohibido en el aire, algo que parecia inclinar una parte de su ser a pensar que lo que estaba sucediendo se hallaba escrito en las ardientes arenas. !Pero no! !Aquello solo eran supersticiones tontas! Lo arranco de su mente y se echo atras la capucha.

  • Misericordia auxiliar (Imperial Radch 3) de Ann Leckie

    https://gigalibros.com/misericordia-auxiliar-imperial-radch-3.html

    El esperado desenlace de la trilogia superventas del New York Times: <>

  • 75 Fantasticos Acertijos de Logica de M. S. Collins

    https://gigalibros.com/75-fantasticos-acertijos-de-logica.html

    Este libro te invita, seas mayor o pequeno, a desafiar tu mente, a jugar descubriendo y estimulando la habilidad de pensar de forma diferente. Tendras que poner a prueba todas las partes de tu inteligencia: la agudeza, la imaginacion, la perspicacia, la deduccion, la creatividad, la memoria, la reflexion etc. ?Te atreves?

  • El nombre de los caballos de M. N. Mera

    https://gigalibros.com/el-nombre-de-los-caballos.html

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  • La guerra de las Dos Rosas – Estirpe de Conn Iggulden

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    DOS HOMBRES RECLAMAN LA CORONA, PERO SOLO UNO PODRA ALZARSE CON ELLA.1461. Ricardo de York ha muerto. Su cabeza es exhibida sobre las murallas de la ciudad. La reina Margarita parece imparable; sin embargo, al matar al padre ha desatado la furia de los hijos.

  • Duma Key de Stephen King

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  • Martin (Y llegaste tu 8) de Merche Diolch

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    –?Adonde vas asi? ?Has quedado de nuevo con Martin? —la interrogo Lucia en cuanto la vio aparecer por la tienda—. Mira, hermanita, que esto comienza a convertirse en una costumbre. —Me gusta ese chico —menciono Anastasia apareciendo por la puerta de la trastienda. A Elsa, vestida con un traje de gala que guardaba en su armario y que habia usado en mas de una ocasion para acompanar a su padre o a Enric en algunas de las cenas o bailes a los que los invitaban, la envolvia un halo de tristeza. Ni siquiera el vestido que llevaba, y que sabia que le quedaba muy bien, habia conseguido subirle el animo. De tirantes finos y color negro, caia por su cuerpo escondiendo a primera vista sus curvas, pero cuando se movia, provocaba que se adhiriera a su silueta, evidenciando lo que la suave tela ocultaba. Llegaba hasta el suelo, escondiendo los zapatos de salon de fino tacon que se habia puesto y que iban a juego con el vestido. El cabello lo llevaba recogido en un sencillo mono bajo, y en una de sus manos llevaba un chal tambien oscuro. Miro su reloj de pulsera de plata, que se habia cambiado para la ocasion, y al comprobar que le quedaba algo de tiempo, se sento en una silla y miro a su hermana y a su jefa. —No, con Enric —respondio a la pregunta, sin apenas dar detalles. —Pero !?tu estas loca?! —salto su hermana subiendo el tono de voz. —Lucia, tranquilizate —le dijo Anastasia—. Tu hermana seguro que tiene una buena explicacion. ?A que si? Elsa tomo aire y penso en lo que le decia la mujer. Ella tambien lo creia, que lo hacia por una buena razon, pero segun las horas se sucedian en el reloj de pared, y que ella habia controlado minuto a minuto a lo largo del dia, su conviccion se habia transformado. —Me ha prometido que firmara los papeles del divorcio —indico lo que se habia repetido una y otra vez. Anastasia asintio, sentandose frente a ella. Lucia gruno poco convencida con su explicacion. —?Crees que eso es cierto? —pregunto la anciana. Elsa se mordio el interior de la mejilla y ladeo la cabeza. —Quiero pensarlo… —Pero no lo sabes —confirmo su jefa. Nego con la cabeza. —Eso es mentira —espeto Lucia atrayendo sus miradas—. No es la primera vez que te lo dice, Elsa. Se rie de ti y tu le dejas —la acuso mas enfadada con su hermana que con su cunado. No le gustaba que se dejara manejar por alguien que le habia hecho tanto dano y que continuaba haciendoselo. La joven observo a su hermana, que no paraba de ir de un lado a otro, soltando por su boca una gran variedad de insultos dirigidos a su marido. —Tienes razon, pero… —!Aqui no hay peros que valgan! —solto su hermana muy enfadada—. Es un mentiroso y hara todo lo posible para que hagas lo que quiere. Elsa, es como papa. ?Cuando te daras cuenta? Elsa agacho la mirada, golpeada por su sinceridad. —Mi nina… —la llamo Anastasia atrapando una de sus manos—, no necesitas el divorcio para ser feliz. Mirate, solo en este par de dias has sido otra mujer. Martin ha conseguido que sonrias y te rias de nuevo, pero no como llevabas haciendolo hasta ahora. Lo has hecho de verdad, de corazon. —Senalo el musculo que latia bajo su pecho y que habia cambiado brevemente su latido al escuchar el nombre del joven—. Unos papeles no te lo han impedido. Elsa sonrio al recordar las horas que habia pasado al lado de Martin. —Lo se, pero si quiero un futuro… —Haz caso a esta vieja, el futuro esta sobrevalorado. Lo importante es el presente, el aqui y el ahora… Ella recordo esas mismas palabras pronunciadas por alguien que habia entrado en su vida hacia muy poco. La puerta de la tienda se abrio, haciendo sonar las campanillas de la entrada e interrumpiendo la conversacion que mantenian. Las tres mujeres observaron al recien llegado, un hombre vestido con un traje de chaqueta y pantalon negro, y una camisa blanca. —Buenas noches, soy el chofer de… —Se ha equivocado —lo interrumpio Lucia sin dejarlo terminar. El hombre las miro confuso. —?Ninguna de ustedes se llama Elsa? La mencionada asintio y, sin demorarlo mucho, se incorporo dando un beso a Anastasia en su arrugada mejilla. —Tengo que irme… —No, carino. Nadie te obliga. —Le dio una palmadita en la mano y nego con la cabeza con resignacion. —Yo soy Elsa —le indico al chofer, intentando que las palabras de Anastasia y su hermana no la influenciaran, pero le estaba costando un triunfo conseguirlo. Debia probar una vez mas, confiar en que Enric mantuviera su palabra para poder construirse la vida que ella queria. El hombre asintio conforme, se dirigio hacia la puerta del local y la abrio esperando a que ella la traspasara. Elsa se echo el chal sobre los hombros y lo siguio sin mirar atras. PARTE 8 MARTIN Capitulo 1 Una semana despues —No, senor Ferrer. No ha llegado todavia su retrete de porcelana. Si, le avisaremos en cuanto lo traigan… Las campanillas de la puerta de la tienda atrajeron la mirada de Elsa, distrayendola por unos segundos de la conversacion que mantenia con un cliente por telefono. Sonrio a las recien llegadas y devolvio la atencion al hombre que le hablaba desde el otro lado de la linea. —Hola, hermanita —Lucia la saludo en cuanto se adentro en el local. La joven morena movio la cabeza a modo de respuesta y siguio escuchando lo que el senor Ferrer le indicaba. —No, senor Ferrer. No se preocupe, que no se nos olvidara llamarle… La duena de la tienda de antiguedades, que iba tras Lucia, nego con la cabeza resignada al identificar el nombre del cliente. —Si, senor Ferrer. Se lo prometo —continuo Elsa suspirando al mismo tiempo. Miro a su jefa y, sin poder evitarlo, puso los ojos en blanco—. No, Anastasia no se encuentra en este momento — mintio recibiendo una sonrisa de agradecimiento por parte de la anciana—. Si, se lo indicare en cuanto aparezca. Si… Si… Aja… Si… —Se quedo callada y miro de nuevo a las dos mujeres, mostrandoles una mueca cansada—. No, senor Ferrer. No he visto nunca una taza de retrete de porcelana de Tomas Turifed, pero no se preocupe, que como vendra bien embalado con las etiquetas correspondientes, no se me pasara inadvertido. Lucia no pudo evitar carcajearse, recibiendo un codazo en el costado por parte de Anastasia, en cuyo rostro, a pesar de sus actos, tambien se reflejaba algo de diversion contenida. —Perdone, senor Ferrer. Debo dejarle. Han entrado unos clientes y tengo que atenderlos. Aja… —respondio de inmediato a lo que fuera que le estuviera diciendo—. Si, le avisaremos — repitio una vez mas—. Adios, adios… —se despidio colgando el auricular con algo mas de fuerza de la habitual—. Por fin… —solto de golpe observando a su hermana y a su jefa—. Os juro que me ha faltado muy poco para indicarle lo que podia hacer con el retrete de 1883. !En que cabeza cabe querer un vater de porcelana! Lucia se carcajeo al escucharla. —?Un vater de porcelana? Anastasia le revolvio el cabello cuando paso por su lado para situarse detras del mostrador de la tienda. —Es una antiguedad —explico sonriente. Elsa bufo con fuerza constatando lo que pensaba sobre esa <> y se sento en un sillon Chesterfield del cual, aunque databa del siglo XIX, debido al tapizado de telas multicolores con las que su antigua duena lo habia envuelto, no lograban deshacerse. Era algo incomodo, pero para la joven se habia convertido en su mueble preferido, donde se sentaba cada vez que estaba cansada o su mente la llevaba lejos de alli, de la tienda, de aquel pueblo… en busca de lo que pudo tener y perdio. Un estado que desde hacia un par de semanas se repetia mas a menudo y que venia acompanado de un halo de tristeza que la envolvia.

  • Lady McGregor de Arlette Geneve

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    Nicholas Cameron Worthington es el cuarto conde de Blakwey, pero su nombre y su titulo estan manchados con sangre. Nadie en el reino posee mejor punteria que el, pero el ultimo duelo mantenido con el marques de Bell, ha eliminado cualquier posibilidad de tener un compromiso con lady Rawhide, y Nicholas necesita con urgencia una esposa...

  • Dulce Carolina de Lidia Paez

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    Desde que Diego la abandona sin ningun tipo de explicacion, Carolina vive dedicada a su profesion y a Martin, su sobrino. La reposteria es su vida y, junto a su hermana y su padre, regenta la pasteleria familiar que abrio su abuelo hace mas de cincuenta anos.
    En el edificio en el que vive, y tras un tiempo sin inquilinos, se instala en el piso de arriba un chico que le llama la atencion. Alto, moreno y sonriente, tiene pinta de arrasar alla por donde pasa. ?Como se llama? ?A que se dedica? ?Tiene pareja?
    En la intimidad de su habitacion, Carolina fantasea con tener a su vecino bajo sus sabanas, pero ?que pasara cuando se de cuenta de que las fantasias pueden hacerse realidad?

  • Empezar de nuevo de Soledad Simond

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    Soledad Simond cuenta como supero un divorcio que la dejo lastimada y en un mar de luto: “Tarde tiempo en entender que ese inevitable quiebre, que me partia al medio, era una bendicion. Pero en ese momento lo vivia mas bien como una maldicion. No habia manera de que en esta cabeza completamente lineal y logica entrara el misterio de la evolucion”.

  • Un amor cualquiera de Jane Smiley

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    Hace ahora justo veinte anos, los Kinsella eran, en apariencia, una familia idilica y feliz. De un dia para otro, el marido de Rachel vendio sin avisarle la casa en la que vivian y se llevo a los cinco ninos al extranjero. Hace ahora justo veinte anos de la ruptura, este preciso fin de semana en que tres de los hijos de Rachel, ya adultos, cada uno de ellos sumido en su particular crisis personal, se han reunido en la casa materna. Con esos recuerdos tan vivos para Rachel, no es de extranar que una conversacion casual, en el porche, despues de cenar, derive en una confesion sobre los acontecimientos que propiciaron aquella ruptura; lo que sin duda ella no espera es que sus hijos tengan tambien algo que contarle...

  • El mundo que viene de Juan Martinez-barea

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    Todos convivimos con el profundo impacto que han ocasionado la globalizacion y la hiperconectividad y, en el futuro inmediato, se sumaran dos nuevas olas de cambio: la aceleracion tecnologica -que en los proximos anos explotara con toda su intensidad- y la irrupcion de mas de 4.000 millones de personas de los paises emergentes. Estas megatendencias revolucionaran nuestra sociedad y modificaran radicalmente cada aspecto de nuestra vida.