Felix J Palma - TODOS SUS LIBROS
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Cantando bajo la nieve de Cris Ginsey
https://gigalibros.com/cantando-bajo-la-nieve.htmlRaven y Alexa se conocen en la universidad, ambas con la misma edad.
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Mentiras peligrosas de Becca Fitzpatrick
https://gigalibros.com/mentiras-peligrosas.html<
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Avisame cuando este muerto de Frank Gran
https://gigalibros.com/avisame-cuando-este-muerto.html‘Avisame cuando este muerto’, es una novela de suspense y trhiller psicologico.Si pudieras saber donde y como acaba tu vida, y aun sabiendo el motivo de tal desenlace, no pudieras recordarlo. Manana podria ser tarde. A unas pocas horas para el final, pensarias en aquello que nunca has hecho y debieras haber resuelto. Te castigarias hasta el ultimo momento, o bien, jugando tu ultima carta, intentarias volverte en contra de todo lo que te ha sometido a tal tragedia.Bernie se despierta solo en una pequena embarcacion. Perdido en medio del oceano. No recuerda como ha llegado alli, ni el porque de su precario estado. Debera luchar, no solo por recobrar su memoria, sino tambien por su vida. Sin agua ni comida, apenas podra sobrevivir unos dias. Su destino esta a punto de llegar a su fin. Solo una persona puede ayudarlo a escapar de semejante final. El mismo. Sabe que no puede sucumbir a la muerte sin mas. Recordar, aunque eso le duela mas que cualquier castigo fisico.
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Ojala de Xavi Guimera
https://gigalibros.com/ojala.htmlLa vida me sonrie. Soy feliz. Tengo todo lo que un adolescente puede desear. La consola ultimo modelo de Stopsation con mogollon de juegos en mi cuenta para jugar online, colecciones de comics completas (lo mio me costo, anos y anos de patearme librerias especializadas, convenciones frikis y foros de internet...) y varias pagas mensuales para poder salir con los colegas al cine (a ver principalmente films de accion como "Lento a todo correr 8", "Encarcelado 3") y de botellon. Para tener dieciseis anos no me lo monto nada mal, ya me he enrollado con tres tias (Maria, Isabel y Carla) eran del monton, ni muy guapas ni muy feas, pero a las tres les iba la marcha y se dejaron tocar. !Ay!, la boca de Maria, el culo respingon de Isabel y (suene como suene) las tetas de Carla. Lastima que sigan buscandome por los pasillos del "insti" porque ya no me interesan. Ahora todo mi cuerpo (e imagino que mi alma tambien) pertenece a Noemi, aunque ella aun no lo sabe. Es un pibon sacado de las pelis de accion (delgada, rubia con la melena larga y con cada una de sus curvas marcadas a la perfeccion). Ufff solo pensar en ella voy a romper el pantalon. Bueno total me voy a dar un homenaje. Pero de hoy no pasa que le pido salir, una tia como ella tiene que ser mia. --Raul, el desayuno esta listo. Sal de tu cuarto, desenchufate de la tecnologia y baja al mundo terrenal --dijo mi madre desde la planta de abajo interrumpiendo lo que tan alegremente llevaba entre manos. --!Voooy! --le respondi malhumorado subiendome el tejano. Me ha roto el rollo. Tendria que seguir sonado con Noemi en otro momento. Menos mal que pronto la vere. La mesa ya estaba puesta. Una cosa menos de las que no me gustan. Le ha tocado otra vez a mi hermanita pequena. Papa ya se ha ido a currar y Mama ha puesto de todo. Cojo un trozo de bizcocho y me salgo por la puerta mientras grito: --!Hasta luegooooo! No quiero llegar tarde, me espera la chica de mis suenos. Me encuentro con Tomas, Julio y Adrian por el pasillo, esperandome para entrar juntos al aula. Y alli esta ella. Sonriendo con pasmosa elegancia, con ese halo de magia que la envuelve. Derrochando belleza con cada sencillo movimiento que hace. Su cuerpo emanaba deseo por todos los poros. Seguro que es una diosa del sexo. Que ganas tengo de comprobarlo por mi mismo. Pero tendre que esperar tres interminables horas. "La Conazo" ya se ha plantado delante de la pizarra a darnos la brasa con la peor asignatura que existe: las matematicas. Dos horas nada mas y nada menos. No hay forma de que se entere que yo soy de letras y siempre me acaba sacando (delante de todos) a resolver las jodidas operaciones. Y luego (como si no fuera bastante suplicio ya) viene el unico y genuino, el inigualable Dr. Alegre. El hombre que le encantaba la fisica cuantica cuando era joven, pero ano tras ano, su estado animico es mas deprimente, arrastra los pies, anda cabizbajo y nunca, nunca (aunque estemos gritando como animales en el matadero) alza la voz. O sea que sus clases son soporiferas. La alegria de la huerta vamos. Ojala se pusiera enfermo y no tuviera que aguantarlo. Pero al menos me queda el consuelo de que cuando deje de sufrir, igual que Jesucristo en la cruz, me sentire realizado como ser humano al besar apasionadamente a mi novia (y si puedo le metere la lengua hasta la yugular). Entonces la tortura habra merecido la pena. Una vez mas (pese a que deseaba librarme del hecho en cuestion) me toco salir a la pizarra a pelear con los numeros para recibir (de nuevo) una soberana paliza. Ya solo falta la fisica y podre tener a mi amada. Cual ha sido mi sorpresa al ver entrar en el aula a "La Pija", la de ingles. Es pija pero esta buenorra. --Buenos dias, chicos, el profesor de fisica ha contraido el virus de la gripe, asi que durante unos dias yo os impartire esta asignatura. Eureka. Puesto a aguantar un rollo mejor con "La Pija" que con el "Alegre". Lo que le faltaba al tio, ponerse enfermo. Con lo deprimido que esta, esta gripe le durara meses. Y asi paso la hora mas larga de mi vida. Miraba constantemente las manecillas del reloj que parecian haberse detenido adrede. !! RIIIIINNNNNGGGGGG !! El timbre. Salvados por la campana. Voy raudo y directo a por Noemi. --Hola preciosa. Quiero que sepas que me gustas y pienso que hacemos muy buena pareja los dos juntos --le dije a bocajarro acompanando las palabras con la mejor de mis sonrisas. --Esto, hola Raul. A mi me pareces muy mono. Pero... no estoy preparada para una relacion. Lo siento --me respondio como una metralleta y se metio ipso facto en el bano de las chicas, dejandome con cara de tonto en medio del pasillo. Tarde un rato en asimilar lo ocurrido. Rechazado. Me habia rechazado. A mi. !Sera zorra, estupida! !Ojala se le volviera el pelo blanco! No me lo explico. Si soy el mejor partido de los de la clase. Mierda. Me cago en la puta madre que pario a todas las tias. Joder, joder. Lo peor de todo es que me sigue gustando. No, no y mil veces no. No lo acepto. Ella tiene que ser mia. Hoy iba a ser el mejor dia de mi vida y nadie va a impedirmelo, mucho menos una ninata como esta. !Joder, joder! Estoy seguro que es porque no estoy lo suficientemente delgado. Toda esta sarta de mentiras que me han contado una y otra vez mis padres sobre que es nuestra constitucion, que somos bajitos, que solo estamos un poco fondones etc... no es mas que eso. Mentiras unas tras otras. Pero no pienso conformarme. Desde ahora me voy a poner a hacer deporte a saco y cuando Noemi vea mi nuevo aspecto caera rendida a mis pies. !A tomar por el culo todo! Me salto las clases y me voy a correr. veinte kilometros para empezar no estara mal. Y luego abdominales. Estoy hecho un machote. Se va a cagar. Cuando dentro de poco se me acerque babeando por mis musculos y mi "tableta" lo sabre. Sabre lo que se siente cuando la tia que me ha rechazado, de golpe se hipnotiza, se queda como alelada dandose de ostias en la cara preguntandose una y otra vez ?por que lo deje escapar? Y entonces, solo entonces cuando la tenga ahi, dispuesta a entregarse a mi, sin dudas ni titubeos, antes de poseerla, le hare sufrir para que experimente que se siente al no ser correspondido. Sera mia. Lo se. Estoy seguro. No podra resistirse. Sera mia. Lo se. Estoy seguro. No podra resistirse. Sera mia. Lo se. Estoy seguro. No podra resistirse. Esas fueron las frases que mi mente repitio constantemente durante todo el tiempo que estuve corriendo, hasta que llegue a casa, me meti en la ducha, me frote energicamente y el desague se llevo mi ira, mi frustracion y mi tristeza cuando (imaginandome a Noemi) alcance el orgasmo. 2 Mierda el punetero despertador de nuevo. Que asco tener que levantarse, con lo poco que he dormido. Parte de la noche enganchado a los yutubers frikis del fitness para saber que comer y que beber para perder peso y quemar grasas. Bueno manos a la obra. Lo primero, Raul, veinte flexiones, a vestirse y jopar para abajo. Pili, mi madre, aun con el pijama puesto y con tropecientas leganas pegadas en los parpados, se rascaba la cabeza reflexionando a cerca de los extranos hechos por los que hoy (la primera vez en dieciseis anos) no habia tenido que llamar veinte veces a su hijo para que bajara a desayunar. Y si con esto no hubiera tenido motivos suficientes para poner su cerebro a trabajar a toda pastilla (consiguiendo unicamente quemar cientos de neuronas sin llegar a comprender el quid de la cuestion) ha flipado en colores cuando me he hecho un zumo de limon con agua caliente para desayunar. Es de lo mejor para quemar grasas. Toni, mi padre, que se ha manchado la corbata untandola en el bol de leche con cereales y Gema, mi hermanita, que se ha quedado con la boca abierta sin articular palabra (cosa que solo ocurre cuando duerme, puesto que habla por los codos) me miraban alucinados cuando al poco (en lugar de mi clasico bocata de jamon serrano) he cogido un punado de nueces y dos barritas energeticas antes de marchar al instituto. --Adios familia. Que tengais una buena manana --les he dicho a todos antes de salir por la puerta, dejandoles aun en un estado semicatatonico. Me he puesto chandal y voy a ir al instituto corriendo y para volver lo mismo. Menos mal que he "pillado" el desodorante porque una cosa es que me ponga fibrado y la otra es que con mi olor ahuyente a toda hembra cercana en un radio de diez kilometros a la redonda. Me ha costado llegar, las agujetas que me generaron los veinte kilometros de ayer, mas los diez de hoy, empiezan a pasar factura. Pero no pienso rendirme. Noemi sera mia. Lo se. No podra resistirse. Nadie va a impedirmelo. --No jodas que ahora te ha dado por el deporte --me dijo Adrian nada mas verme, puesto que siempre voy con vaqueros. --Me voy a poner macizorro "pa" las titis --le respondi yo cogiendole por los hombros en plan colegas. --Pues seguro que triunfas --afirmo Adrian con una sonrisa. Y de nuevo, alli estaba ella, preciosa para variar. Se habia tenido el pelo de pelirrojo y habia sido todo un acierto, le quedaba estupendo. ?Como lo haran las tias que estan tan buenas para saber combinar con excelente gusto las ropas, los colores el maquillaje y los complementos adecuados?
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Me vuelves Loco con solo una Mirada (Casados 1) de Olivia Saint
https://gigalibros.com/me-vuelves-loco-con-solo-una-mirada-casados-1.html -
Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez
https://gigalibros.com/miscelanea-ana-alvarez.htmlPrimera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.
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El legado de su enemigo de Sara Craven
https://gigalibros.com/el-legado-de-su-enemigo.html?Como iba a convencerle de que ella no era parte de la herencia si apenas podia resistirse a sus caricias?
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Dejate seducir (Citas de Amor 4) de Anna Dominich
https://gigalibros.com/dejate-seducir-citas-de-amor-4.htmlSofia no ha tenido una vida facil. Victima de un padre maltratador, intenta superar una infancia traumatica que la ha dejado marcada tanto fisica como emocionalmente. Tras varios anos alejada de todo, regresa para recuperar a su familia y el tiempo perdido. Lo que no imagina es que conocera a un hombre misterioso que hara que su mundo se tambalee.
Alexei no cree en el amor. La vida no ha sido justa con el y lo unico que desea es olvidar su oscuro pasado. Lo ultimo que necesita es a una mujer revoloteando a su alrededor y hara lo posible por mantenerse alejado de Sofia desde el principio. Sin embargo, sentimientos desconcertantes empiezan a despertar en su frio corazon. Por si fuera poco, Sofia le hace una sorprendente propuesta que no podra rechazar.
Dos almas heridas que se cruzan gracias a los hilos del destino y que no tardaran en descubrir que, aunque las peores cicatrices son las que nos marcan por dentro, solo hay una manera de olvidarlas para siempre. ?Sera el amor mas fuerte que sus miedos?
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La vida sobre mis tacones de Mari B. Santana
https://gigalibros.com/la-vida-sobre-mis-tacones.htmlHola, me llamo Mia, tengo casi veintiocho anos, soy una chica de pelo largo, morena, de ojos color miel y alta. A pesar de mi estatura voy siempre en tacones. Vivo en Alicante y trabajo de lunes a domingo desde hace casi ocho anos para el departamento de administracion de una empresa de telecomunicaciones multinacional. Convivo con mi novio Sergio, con el que llevo siendo muy feliz casi diez anos. Lo que viene siendo una vida bastante normalita, socialmente hablando, con casa, coche, trabajo y pareja. Mas o menos, ya te puedes hacer una idea general de como soy fisicamente y de como es mi dia a dia. Psicologicamente... soy una buena acuario. Una fusion de estilos segun el momento, algo que pocos signos tienen. Si preguntas a cualquiera que me conozca, te dira cosas como que soy natural, responsable, amable, y alguno incluso puede que te diga que soy dulce o inteligente. Me halaga que piensen eso de mi; de alguna manera, tienen un poco de razon. Pero, ademas de todas esas palabras bonitas, si preguntas a mis amigas o familia, a los que de verdad me sufren cada dia, te hablaran de lo espontanea, loca, payasa, divertida o histerica que puedo llegar a ser. Con la gente que no conozco, o en el trabajo, intento aparentar ser normal poniendome seria, pero cuando cojo confianza... !Peligro! Me aburre ser normal, ?que le vamos a hacer? Estoy como una chota. Ademas de que soy un poco cabezota y algo orgullosa... Pero bueno, no te asustes, que tampoco es para tanto, y, cuando la gente me conoce, al final me acaban cogiendo carino y todo. Porque, a pesar de estar un poco grillada, tambien estoy llenita de amor. Soy muy sensible, tierna y bastante monas. Me encantan las historias de amor y soy muy, muy romantica. Ademas de los tacones, que no es que me gusten, es que me apasionan, tambien me gusta reir, leer, escribir, pasear, el mar, bailar, escuchar musica, aprender y muchas otras cosas que hacen feliz a mi alma. Te invito a conocer un poco mi historia. Espero que la disfrutes. Ademas, he querido compartir contigo algunas de las canciones que sonaban en mi cabeza en determinados momentos de la historia, porque en ocasiones las palabras no salen y para ello nos queda la musica. Yo me conformo con que este libro te saque alguna sonrisa. El comienzo Hace ya mucho, mucho tiempo, estaba yo con Nora, Claire y un par de amigas mas, celebrando el inicio del ultimo curso de instituto (ya he avisado de que hacia mucho tiempo) y, por lo tanto, nuestro ultimo ano juntas antes de que cada una tomase un camino diferente en su vida. Esa noche, entre chupitos de Peche, nos prometimos que nunca, jamas de los jamases, pasase lo que pasase, nos separariamos. !Que lejos ha quedado aquella noche ya! Recuerdo perfectamente que yo iba vestida con unos pantalones de campana rosa palo y una camiseta blanca de esas con las que se iba ensenando el ombligo hasta en invierno. !Que horror! Menos mal que las modas cambian y que nosotras somos como el vino y mejoramos con los anos. El caso es que, cuando mejor me lo estaba pasando esa noche, de repente, lo vi. El chico mas alto, mas guapo y mas todo me estaba mirando tambien a mi. Se llamaba Sergio, y ese dia comenzo nuestra historia. Desde entonces y hasta hoy, pues, ha llovido mucho. Hemos tenido momentos muy buenos, buenos, regulares y malos, como cualquier pareja, pero hasta ahora lo hemos llevado bastante bien. Soy feliz a su lado, me gusta compartir el tiempo con el y espero que sea la persona que me acompane en el camino de mi vida. Como he dicho, tengo muchas vivencias acumuladas de todos estos anos no solo con Sergio, sino tambien con mis amigas. Pero a estas, mejor las dejamos para otro momento. Con Sergio, son mas los buenos que los malos momentos. Nos llevamos muy bien y nos divertimos mucho juntos. Desde hace un par de anos estamos viviendo juntos, y siento que ahora ya va siendo hora de dar un paso mas en la relacion, asi que ultimamente, le he dejado caer el tema boda sutilmente, asi, como quien no quiere la cosa, pero a el parece ser que le salen sarpullidos al pensar en la palabra compromiso, asi que de ninos mejor ni hablamos, por muchas ganas que yo tenga de formar una familia, no vaya a ser que le de un parraque. Dejando de lado esto ultimo, todo es bonito a su lado, sino fuera tambien porque llevamos un par de meses discutiendo por todo y por nada. De hecho, ahora mismo, a dia de hoy, estoy muy enfadada con el. ?Por que? No me acuerdo, ?vale? Solo se que anoche, de nuevo, discutimos por una tonteria y que aun me dura el enfado. Aunque no me acuerde de por que fue, se que tengo la razon y punto. *** Me despierto, me escabullo entre las sabanas y salgo de la cama antes de que Sergio se despierte. En la cocina, me preparo mi Cola-Cao con cuatro cucharadas de azucar y un par de cruasanes. Cuando estoy acabando el desayuno, entra Sergio con los ojos aun pegados, pasa por mi lado y ni me mira. !Ni que fuera yo ahora un fantasma! Eso me indigna mucho. !Perdona, pero la que estoy enfadada soy yo, eh, y, aunque no sepa por que, solo yo tengo derecho a ignorarte! --?Que pasa, que no vas a darme un beso de buenos dias? --digo, indignada, cruzandome los brazos bajo el pecho y desafiandolo con la mirada. Se acerca y me da un beso casi en el aire que ni me llega a tocar. Bufff. Un beso igual de frio que el. Me indigno mas. --?A eso lo llamas beso? Pues vaya mierda. Me los has dado mejores --intento picarlo. Silencio. ?De verdad pensara que va a conseguir arreglar algo con esa actitud pasiva? Sin darle mas importancia, recojo mi orgullo y me pongo a prepararme para ir a trabajar pasando de el, y el hace lo mismo respecto a mi. Cuando estoy lista para salir, me asalta en mitad del pasillo y me sorprende con un abrazo por la espalda y un beso pasional que tengo que cortar si no quiero llegar tarde a trabajar. De verdad que sigo enfadada, aunque mis bragas digan lo contrario, pero es que Sergio es asi, de repente nada y de repente todo, segun le sople el viento en cada momento. Pero esta vez no le ha funcionado. No va a arreglar las cosas solo con un beso ni yo voy a entregarle mis bragas como ofrenda. Tenemos que hablar. Se que suena a topico, pero es la unica manera de intentar solucionar los problemas ahora mismo. Poniendo las cartas sobre la mesa y exponiendo la opinion de cada uno de la manera mas pacifica posible. Intentando que no llegue la sangre al rio. --Esta tarde hablamos. Que tengas un buen dia --le digo, a modo de despedida, y me voy, cerrando la puerta de manera muy dramatica para dejar constancia de mi enfado. De camino al trabajo, pongo el CD con la discografia de El canto del loco, y lo primero que suena es Llueve en mi. Le doy volumen a tope y, tamborileando con los dedos en el volante, canto: <
>. Me siento confusa. Dentro de este bache que ya dura un par de meses, llevamos un par de semanas, digamos que... mal. Peor de lo que viene siendo habitual entre nosotros. He empezado a agobiarme pensando en el futuro, pensando en que ya no me quiere y la verdad es que, salvo el beso que me acaba de dar, no me ha demostrado que ande mal encaminada. Ultimamente, hace cosas que sabe que me sacan de quicio, y pienso que las hace porque igual no sabe como decirme que lo que sentia por mi ya no es lo mismo; o que se ha acabado, que se le rompio el amor de tanto usarlo; o que quiere dejarme y no sabe como; o que no quiere dar ningun paso mas en la relacion porque esta comodo asi. No se bien que pensar ya, de verdad, y, por eso mismo, no dejo de hacerme pajas mentales continuamente. He llegado a preguntarselo directamente a la cara, pero el me jura y perjura que lo que mas quiere es estar conmigo y no perderme nunca, y que por supuesto que algun dia querra formar una familia conmigo. ?Algun dia? Llevamos casi media vida juntos, cari, ?cuando sera algun dia? Ademas, ?que quieres que te diga?, no puedo creerme sus palabras porque sus acciones demuestran lo contrario, y digo yo que ya deberia tener claro el camino que quiere seguir y si me quiere a su lado o no. *** Tras un largo dia de trabajo, llamadas, reuniones y demas, llego a casa cansada, me quito los stilettos[1] color anil conforme voy subiendo en el ascensor y entro por la puerta con ganas de meterme en la ducha directamente. Sergio ha llegado antes que yo y esta en el sofa. Enfrascado en una partida en la consola, asi que dice un hola apenas audible para mis oidos y sin apartar la mirada de la pantalla. Con que esas tenemos ?no?... Cargada de orgullo, hago como que yo tampoco lo he visto, me meto en la ducha y, bajo el agua caliente, las lagrimas se entremezclan con el agua que recorre mi cuerpo. Me duele pensar que ya no me quiera, pero mas me duele ver como actua. No creo que ni yo misma quiera dar ya ningun paso mas en la relacion, asi no, pero lo quiero demasiado... y dejarlo seria hacerme dano a mi misma... Pero seguir al lado de una persona que con su presencia es capaz de hacerme sentir tan sola es mas triste todavia... No puedo, jamas seria capaz de dejarlo, pero tampoco aguanto mas esta situacion... Joder. Y, ?ahora que? < >, de James Blunt < >. (Tocaste mi corazon, tocaste mi alma... adios mi amado... has sido el unico para mi) Era ya de noche, estaba en el sofa con mi pijama de lunares puesto, encogida, abrazandome las piernas, mientras las lagrimas no paraban de brotar de mis ojos. Ya estaba, se habia acabado, casi diez anos de relacion y todo se terminaba con un portazo que nos habia dejado temblando a las paredes y a mi misma. Al salir de la ducha llego una nueva discusion tonta, como muchas otras, pero que esta vez me habia desbordado. No podia seguir asi y explote. Lo mande todo a la mierda sin pensarmelo. Sin importarme a quien le hiciese dano... Esa noche, las horas pasaron muy lentas, imposible dejar de llorar. La mente inquieta de una acuario esta ahi para hacerle pensar constantemente, y esa noche pense... !vamos que si pense! Al fin y al cabo, en mi vida siempre habia hecho lo que debia y sentia en cada momento, pero ahora no paraba de preguntarme si habia sido lo correcto... Si con el las cosas podia haberlas hecho de otra manera, a pesar de todas las oportunidades que ya nos habiamos dado antes... O si, por mucho que lo intentaramos, la relacion estaba abocada al fracaso tarde o temprano... Iba pasando la noche y yo seguia en el sofa, llorando desconsolada, sin nadie que me escuchase. Vagando por mis pensamientos. Sin que le importara a el como me pudiera sentir yo. No habia sido capaz ni de llamarme para hablar sobre lo sucedido. Ni siquiera para decirme que no dormiria en casa. No sabia siquiera si seguia queriendome y esto habia sido solo una rabieta y ya se le habria pasado o si... o si... o si... *** De repente, abri los ojos y me sobresalte al ver la luz del sol entrar por la ventana del salon. Estaba en el sofa hecha un ovillo. Habia pasado toda la noche alli. Y, entonces, me acorde... Mi vida habia cambiado hacia unas horas, Sergio no estaba y, por lo visto, nunca mas estaria. La cabeza parecia que me iba a estallar de un momento a otro. Me levante, desayune con desgana un Cola-Cao, me tome un ibuprofeno deseando que el dolor de cabeza remitiera lo antes posible y me meti en el bano. Mis ojos parecian dos tomates de lo rojos e hinchados que los tenia de tanto llorar, pero tenia que ir a trabajar, puesto que la vida me habia hecho guapa pero no rica, asi que me maquille, con todo el arsenal de cosmeticos que tenia en mi poder, e hice todo lo que pude para disimular mi animo y los ojos de panda. Me vesti con los tres basicos que todo fondo de armario debe poseer: vaqueros, blusa blanca y stilettos negros. Siempre te sacan de un apuro, pues valen para casi todas las ocasiones. Asi que no pense mas y eche mano de los tres para ir ese dia a la oficina. *** Es muy dificil sonreir mientras estas hecha polvo por dentro. Me encantan las personas que saben ser sol aunque por dentro lleven una tormenta increible; yo soy incapaz de disimularlo. Por mas maquillaje que lleve, no puedo maquillar el brillo de mis ojos, que van pregonando que mi alma esta en pena. Hago el trabajo de manera casi automatica porque mi cabeza esta ocupada intentando poner un poco de orden a mis pensamientos, que van a mil por hora. Aqui, en la oficina, solo hay una persona que puede ver el dolor detras de mi sonrisa, y esa es mi companera Bea, la rubia bajita de ojos alegres con la que comparto la jornada laboral desde hace unos seis anos. Asi que, nada mas sentarme en mi silla, la prevengo de que hoy no tengo mi mejor dia y le ruego que no me pregunte por que. Supongo que ya le contare toda la historia cuando yo misma sepa exactamente lo que me pasa (o cuando pueda hacer oficial que mi corazon esta hecho pedazos). Basta con decirle eso, no hacen falta mas explicaciones. Bea se encarga de las llamadas de los clientes mas... peculiares, y yo de los habituales, que ya se como tratar de manera rapida y sin rodeos. Pasan las horas y no consigo poner orden a mis pensamientos, asi que decido convocar al consejo de sabias. Cojo el movil y suelto la bomba en el grupo del Whatsapp: < >. No tardan en aparecer las primeras reacciones y se convoca reunion urgente del gabinete de crisis para esa misma tarde en mi casa. *** Dicen que a los amigos hay que contarlos dos veces: una en los buenos momentos para ver los que son y otra en los malos, como en este caso, para ver los que quedan. Son pocas, pero para mi vale mas la calidad que la cantidad. Las puedo contar con los dedos de una mano y hasta me sobran dedos. Casi al mismo tiempo, aparecen Nora y Alba. No puedo evitarlo, y me fundo en un abrazo con cada una de ellas mientras vuelvo a llorar desconsoladamente, aun de pie junto al quicio de la puerta. Pasamos al salon, donde cada una se sienta a un lado mio. Me siento rodeada y ahora quiero escapar de aqui. Me doy cuenta de que igual me he precipitado diciendoles que lo he dejado cuando ni siquiera he recibido noticias de Sergio. ?Y si ahora de repente le da por entrar por la puerta como si nada hubiese pasado? Me sorbo los mocos y entierro la cabeza en el hombro de Nora, donde seco todas mis lagrimas. --Mia, cono, no llores mas, que al final me vas a tener que escurrir la jodida blusa de tanta lagrima. No podias seguir asi con el, has hecho lo que sentias y ya esta, no le des mas vueltas, que se te va a calentar el cerebro de tanto pensar. No te lamentes, porque no vas a conseguir sacar nada mas. Lo hecho, hecho esta, y, si explotaste de esa manera, fue por algo que llevabas dentro. Ahora, a pensar en ti, luego en ti y si queda algo pa ti y pa tu seta... Joder, tia, que te lo debes y ya has pensado mucho tiempo en el. A Nora la conozco desde que teniamos cuatro anos, y ella siempre es asi, dice las cosas como son, con su lenguaje a veces un poco bruto pero realista. Y, aunque te duela lo que te diga, no esta ahi para regalarle los oidos a nadie, porque ella ya lleva un duro camino recorrido y sabe de que habla. Asi que supongo que, ahora, aunque sea a su manera, me puede aportar un poco de sensatez lo que me diga ella o cualquiera que me quiera de verdad. Aunque no se si quiero oir sus consejos o si preferiria hacer como los cobardes y meterme en la cama hasta que la tormenta haya pasado... --Es que yo lo quiero tanto... pero no quiero seguir asi... siento que el ha dejado de luchar por la relacion, que todo le da igual y que piensa que siempre estare ahi para el, que nunca me perdera. Es como que se ha acostumbrado a mi, y yo siento que tiro de la relacion yo sola y no puedo mas... estoy muy agobiada y no se que hacer. Me da miedo lo que venga ahora y no quiero estar sola... os necesito tanto... --digo, hipando entre sollozos, envuelta en mi manta con estampado de leopardo. --Mirate, Mia, asi no puedes estar. A parte de que, nena, todo hay que decirlo, envuelta en esa manta de leopardo pareces el King Africa... Pero, lo que te iba a decir, !que tienes que quererte mas, joder! Que tienes la autoestima por los subsuelos y eso no puede ser --vuelve a decir Nora. --Claro que si, mi arma, tu eres una tia que vales mucho y, si el no se ha dado cuenta en to este tiempo, creeme que no vale la pena estar asi por el. Ya vendra otro y te valorara como te mereces. Que todas hemos pasado por esa situacion. Que el mundo parece que se te acaba y no te apetece hacer mas na. Pero tu sabes que no es asi, tu vida no acaba con el. Y puedes y debes ser feliz sin el --dice Alba, mi sevillana preferida, dandome un achuchon--, hazte el favor y no llores mas por alguien que no te merece. Alba no lo puede evitar y, en situaciones de crisis, devora todo lo que encuentra a su paso. --Mira que, del estres, me da por comer mas, y un dia de estos me va a cambiar el metabolismo por vuestra culpa y me voy a tener que renovar to el armario porque no me van a entrar las lorzas en ningun pantalon. --Si, pero tu bien que te has zampado todos los putos cruasanes rellenos de chocolate que habia traido para mi. Joder, que estoy reglosa y necesito comer chocolate si no puedo follar porque, si no, !me pongo agresiva, eh! --dice Nora, lanzandole una mirada amenazante a Alba, mientras se acerca la bandeja de cruasanes hacia ella. --Ahi revientes, mala pecora --dice, mirando a Nora con los ojos entrecerrados como echandole una maldicion por robarle los benditos cruasanes. Y, recolocandose sus negros rizos, Alba se gira hacia mi para darme uno de sus consejos--. Mia, lo que tienes que hacer ahora es aprender a ser independiente, a que tu felicidad no dependa de nadie y a saber resolver los problemas tu sola. Una vez consigas estar bien contigo misma, estaras prepara pa algo mas. Pa algo mas grande. --Algo mas grande, duro y firme-- farfulla Nora, con la boca llena de cruasan. Pasa la tarde, y yo sigo entre lagrimas y kleenex intentando creerme las palabras de mis amigas y reirme de sus bromas, pero ahora mismo no puedo pensar, mi mente esta sobresaturada de informacion. Se que ellas quieren verme bien, por suerte para mi son buenas amigas, pero ahora siento que quiero estar sola, envolverme en mi queridisima manta y no salir de casa hasta que pase el tiempo y lo vea todo mas claro. Mi vida acaba de dar un giro de ciento ochenta grados, me siento perdida, como un barco roto, sin mas tripulacion que yo misma, a la deriva y en plena tormenta tropical por el Triangulo de las Bermudas. Solo espero ser capaz de encontrar mi camino de nuevo. Mis planes eran casarme y formar mi propia familia de aqui a dos o tres anos y, de repente, aqui me encuentro, que ni novio, ni boda, ni mierdas. !Que va a ser de mi! (Mas o menos aqui, en este punto, es cuando mi madre me daria una colleja con la mano bien abierta o me lanzaria su zapatilla directa a la cabeza a una velocidad media de unos cien kilometros por hora, por escucharme decir tantas tonterias seguidas. Luego, para reparar los danos colaterales del zapatillazo, me daria un abrazo y me mimaria con un Cola-Cao calentito y con muchos grumitos mientras yo me volveria a sentir una nina pequena ajena a todos los inconvenientes del mundo adulto por unos minutos). -
Te dio miedo la sangre de Sergio Ramirez
https://gigalibros.com/te-dio-miedo-la-sangre.html“Esta novela fue mi companera inseparable mientras viaje por Nicaragua. A partir de los anos de Sandino, cuenta numerosas historias entretejidas con gran habilidad: la historia de tres amigos conspiradores, Taleno, El Jilguero y el Indio Larios -uno de los hombres mas buscados por la dictadura, pero que en la realidad se dedica a fabricar pinatas en Guatemala, lejos de la lucha-; la del Coronel de la Guardia Nacional, Catalino Lopez, que trae la cabeza de “Pedron Altamirano” a Managua en un saco de cal, y otras villanias risibles como el fraude en la eleccion de Miss Nicaragua en 1953.
Y toda una corte de personajes del comun, cantineros, borrachines, guitarristas, pescadores, tahures, prostitutas, traidores, Y detras de todo, la presencia maligna del tirano, conocido solo como el hombre.
Enterrar a los propios antepasados en la cabeza -en la memoria- segun la cita de Las Aves de Aristofanes que Ramirez usa como epigrafe, es conferirles una suerte de inmortalidad, la unica que los seres humanos pueden ofrecerse a si mismos”.
Salman Rushdie -
Naranja de sangre de Harriet Tyce
https://gigalibros.com/naranja-de-sangre.html -
El secreto de la buena digestion de Angela Quintas
https://gigalibros.com/el-secreto-de-la-buena-digestion.htmlNos sentamos a la mesa, pinchamos con el tenedor un trozo de comida, nos la llevamos a la boca, la masticamos, la deglutimos. ?Y luego que?
Comemos al menos tres veces al dia durante toda nuestra vida, pero no sabemos casi nada de lo que ocurre dentro de nosotros cuando ingerimos un alimento. Como consecuencia, a menudo tampoco entendemos el modo en que nuestro cuerpo reacciona frente a lo que hemos comido. ?Por que hay cosas que nos sientan bien y otras que no? ?Que relacion hay entre lo que comemos y las enfermedades que desarrollamos a lo largo de la vida? ?Que nos dice el estomago cuando hace ruido? El mal aliento, las migranas, las hinchazones abdominales, las alergias, la obesidad y hasta las depresiones pueden tener su origen en una mala digestion.
Este libro, lleno de curiosidades, toca cada aspecto relevante de nuestro proceso digestivo, incluso hasta llegar a esa gran desconocida: la caca, que tanto puede contarnos sobre nuestra salud. Entender de manera sencilla la complejidad del intestino nos hara mas conscientes a la hora de decidir que vamos a comer manana para sentirnos mejor. -
Vindolanda de Adrian Goldsworthy
https://gigalibros.com/vindolanda.htmlAno 98 d. C.
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No puedo evitar enamorarme de ti de Anabel Botella
https://gigalibros.com/no-puedo-evitar-enamorarme-de-ti.html -
Fuego, hierro y sangre de Theodore Brun
https://gigalibros.com/fuego-hierro-y-sangre.html -
Acero bajo la piel (Titania amour), Maria Jose Tirado de Maria Jose Tirado
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Black Butterfly de Adrian Blake
https://gigalibros.com/black-butterfly.htmlBlack Butterfly… un local donde todo el mundo puede hacer sus fantasias realidad. El mejor local de sexo de la ciudad, el Eden en la Tierra. El lugar donde sus cuatro protagonistas descubriran que la vida puede complicarse cuando menos te lo esperas, que el amor puede aparecer a la vuelta de la esquina y que hay que trabajar duro si se quiere tener a la persona que uno quiere.
Mis chicos os esperan para contaros sus historias, incluido Ken, que intenta enganarse a si mismo creyendo que puede mantener las distancias con la mujer a la que ama. ?Estais preparadas para conocer su historia? -
Librame de todo mal de S. A. Kirchen
https://gigalibros.com/librame-de-todo-mal.htmlLa primera vez que el morbo se tradujo en humedad, la adolescencia afeaba un poco mi rostro con granos y espinillas, y me sorprendio paseando distraida hacia mi casa desde el instituto. Por expreso deseo materno, nunca cruzaba el atajo del cementerio viejo con tal de acortar el trayecto. Ella aseguraba, a propios y ajenos, que el sendero lo plagaban las animas atormentadas vagando sin reposo. Explicaba apasionada, un sinnumero de historias fantasticas sobre aparecidos y entes andrajosos visionarios de infortunios, que sugestionaban a los parroquianos hasta el punto de abandonar a sus muertos el Dia de Todos los Santos. Yo creci en ese ambiente religioso opresor, siempre temerosa al castigo divino, donde no era admisible pecar ni de pensamiento. ?Que me empujo a quebrantar la norma? Yo era carne de beata, siempre recatada y pudorosa. Mi uniforme escolar daba fe de ello; los calcetines bien altos y el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla no dejaban un centimetro de piel al aire. Entonces, ?como sucedio? Hoy tras anos de mantener relegado aquel recuerdo al cajon desastre de mi memoria, comienzo a darle credito a las fabulas de mi madre; algo hubo de arrastrarme inconscientemente por aquella trocha estrecha y poco transitada, colmada de piedras caidas de los muros resecos y de la tierra, que, convertida en polvo, se fijaba a los mocasines lustrados en la manana. Cada rama que pisaba, mi mente la convertia en el crujido de un hueso al quebrarse. Cada hoja que me rozaba, eran jirones del atavio para amortajar de alguna novia suicida. Temblaba con cada soplo de viento que movia mi cabello, y me aferraba a la carpeta escolar como si fueran misales con la propiedad de ahuyentar a los espiritus molestos por mi intrusion. Sufri alucinaciones de todo tipo, hasta el punto de sudar en frio y respirar atropelladamente aquejada por el panico a lo desconocido o a lo imaginario. Me apresure a salir de la hijuela --se me antojo una peregrinacion-- con pasos acuciosos. Sin embargo, en mi fuga, el pie se enmarano en un raigon y al abrir los brazos para no perder los dientes en el batacazo, solte la carpeta y el contenido se desperdigo fuera de la senda. Ni sacudi la suciedad de la ropa, de un brinco me alce. Con miedo atroz, trizaba zarzales a manotazos sin acusar el escozor por los rasgunos de sus espinas. Asi, fui penetrando en el margen de la vereda y los vi. En el pueblo todos nos conociamos, y todos tambien teniamos un apelativo, por lo general otorgado en honor a alguna aptitud, labor, defecto o tara heredada de un antepasado. En mi casa eramos los Coratos, en recuerdo al caracter montaraz de una abuela. Los que estaban desnudos en el claro, rodeados de espesura silvestre y yerma, tampoco se libraban. Ella era Palmira, La Dona, nunca supe a que venia el apodo, era la esposa del alcalde, un hombre regordete y bigotudo, con los brazos desproporcionados en comparacion a su corta estatura, siempre apestando a puro, vino barato y refrito de bar. Yo les llamaba La extrana pareja. Las carencias fisicas del marido, eran superadas con nota por la belleza delicada de la mujer y, sobre todo, por su elegancia. Su acompanante no era el alcalde, si no el capellan, un hombre bien parecido y admirado por todas las devotas que proclamaban bondades de su persona. Alarmada, podria narrar como el pavor a ser sorprendida atenazaba mis musculos, podria, pero no; la imagen me subyugaba a seguir camuflada tras los matojos. Desde mi posicion podia sentir el sonido de sus besos arrebatados. El, le sujetaba con ambas manos la cara, sosteniendola con la maravilla que se admira un milagro; ella desabotonaba su camisa de abajo a arriba, dejando a la intemperie un torso definido y masculino, bien formado. Que extravagante es la vida, nunca habia contemplado a un hombre desnudo y el padre Samuel iba a mostrarme todas sus inocencias. Centimetro a centimetro, La Dona, fue retirando las prendas que entorpecian el acceso a la zona mas casta a mantener por un ministro del Senor, y cuando aparecio ante mis pupilas perplejas aquel pecado erguido, ahogue un grito de estupor. La mujer no tuvo remilgos en abandonar la boca hipocrita que, en la manana, habia impuesto penitencias a las confesiones de sus feligresas, para trazar con sus labios un rastro ardoroso derecho a calmar los latidos del miembro que acariciaba. Mi cuerpo tambien se agito expectante y acalorado, ardian mis mejillas y mis pulmones demandaban henchirse mas veces y mas profundamente. La mujer se postro ante el, aun vestida, mostrando los hombros, lo unico que le habia dado tiempo a descubrirle. Alzo la mirada desde su posicion, implorando ante aquel altar, relamiendose ansiosa de mimar sus exvotos expiatorios, y seguido, repaso con su lengua la envergadura exhibida sin reparos. Ahi, mis pulmones se vaciaron. A la par, en mis entranas principiaba un cosquilleo viciosamente agradable. Cuando ella le proporcionaba una caricia falica intensa, un millar de sensaciones se originaban alrededor, equivalentes a una sinfonia tosca de jadeos, paladeos, chasquidos y palabras sensuales, que me llegaban amortiguadas, pero con la energia estimulante precisa para avivar mis hormonas donceles. De repente, el, con voz ronca y excitada, rogo que se detuviera apartandole la cabeza de su intimidad, obligandola a levantarse. La observaba fervido, igual a un imaginero su obra sagrada, y fue desarropandola sin prisas, boton a boton, sosteniendole la mirada. Ambos desnudos se tumbaron en la yerba poco mullida. Los besos eran furiosos, suculentos, delirantes... Mordia el cuello de La Dona, que se contorsionaba bajo la figura del pecado. Tomo sus senos cual lactante hambriento y, cuando creyo haber catado suficiente, siguio buscando otro oasis en donde saciar su sed. No tardo demasiado en emplazarlo. Situando su boca en los labios intimos de la mujer, conseguia que gimiera retorciendose sin control implorandole un receso. No cedia a sus suplicas, al contrario, su lengua repasaba los pliegues del deseo, hurgaba en su cavidad intima y se centraba en saborear los jugos de la excitacion femenina, inmovilizando sus piernas, exponiendola de par en par ante el, absorbiendo sin reten la ambrosia ofrecida. Mi inquietud se habia convertido en agitacion y el calor, en llamas. La ropa interior empezaba a impregnarse de fluidos desconocidos hasta aquel entonces, mi libido intentaba orientarme torpemente sobre los pasos a seguir, hasta que la pareja cambio los juegos orales por los carnales. Ella, aun entre espasmos y convulsiones, recibia el primer envite. Se arqueo, el se mantuvo alli unos segundos y salio lentamente, para entrar de nuevo y repetir la operacion, una y otra vez, torturandola por como imploraba y se aferraba a la escasa hierba. Mi mano tomo la iniciativa al reptar por debajo de la falda. Estaba mojada, mi intimidad habia cambiado al tacto, era mas suave y mas esponjosa. Las censuras me asustaban y palpaba con aprension. Subitamente todos mis escrupulos se evaporaron junto con mis bragas, permitiendo a los dedos acariciar mi sexo, experimentando a darme placer sin mas prudencias. Con la falda por encima de las rodillas y con las bragas a la altura de los tobillos, escudrinaba la manera idonea de avezarme en enfasis a aquella fogosidad, ya no observaba a la pareja, verme a mi era asaz. Inesperadamente, una contraccion mas grata a las anteriores se manifesto imparable. Manipule mi vertice de goce, ignoto hasta el momento, y aprendi a presionarlo con el vigor adecuado para obtener una sacudida en respuesta. Algo restallaba dentro licuando mi candidez puber, tornando mi inocencia en un flujo viscoso y tibio que resbalaba entre mis nalgas. Lleve los dedos empapados a la boca, curiosa en conocer mi sabor y aroma, sin dejar de dedicarle fricciones intensas al punto erogeno profanado, succionando mi indice instruida por la vision de La Dona hacia unos minutos, y sin darme tregua a mi misma alcance el extasis. Contuve los gemidos mordiendome los labios por respeto a los adulteros de fe y promesas, que, tras consumar, se regalaban arrumacos de amantes fieles. Fui recomponiendome sin causarles molestia alguna y, tan silenciosa como apareci, me marche. Mi cuerpo aun sensible acusaba los roces de la ropa, tambien el corazon bombeaba la sangre con prisa y note mis pechos pesados y turgentes, entendi la necesidad apremiante de los imberbes companeros de clase, siempre animando a alguna de las chicas populares a complacer sus instintos basicos. Sin embargo, no solo disfrutaba de ese hallazgo, la angustia tambien ocupaba su parcela en mi, conjugando ambas emociones en diferente proporcion, y, con cada paso que me aproximaba a casa, la aprension ganaba al gozo. Mi madre estaria alli, entre sus miles de quehaceres, esperando mi regreso, pendiente del reloj. Con el tiempo habia conseguido diez minutos de cortesia y vadear el viejo osario me regalaba alguno mas, pero el rato de lubricidad superaba al computo total. Desee con ahinco que ella estuviera aquejada por alguna jaqueca, hecho probable, era una mujer victima de sus propias decisiones irreflexivas, producto de su lengua perennemente dispuesta a senalar los defectos ajenos e incapaz de distinguir los propios. Para mi descanso, nadie me esperaba, respire con alivio, habia temido delatarme al mal fingir no conocer sucesos resenables, cuando mis ropas sucias y mis zapatos polvorientos arguian lo contrario. La casa estaba vacia, podia mudarme ajena a miradas recelosas o preguntas incomodas a las que contestaria mintiendo. Evitando que una inspeccion ocular hiciera saltar todas las alarmas, saque brillo al calzado y lo guarde bajo la cama. Con sigilo, cruce de puntillas de mi habitacion al aseo y pase el cerrojo. Al desabotonar la blusa del uniforme y contemplar la imagen del espejo, me vi distinta, concretamente no se que habria cambiado, pero mi cuerpo me gustaba mas que en la manana o en la noche anterior. Repase con suavidad la rosada aureola que al contacto recuperaba tersura y mis senos tomaron forma sugerente, apetecible. Acariciaba las protuberancias semejantes a fresas y las pellizque, primero con tiento, luego con mas crudeza. Un jubilo chocante, entre gusto y desagrado, conecto mi sexo. Desabroche la falda y hasta el sonido al caer fue provocador. Mis braguitas de algodon con blonda infantil, estaban sucias, con briznas de paja y restos de arena; aun humedas, las baje, lanzandolas de un puntapie a un rincon del bano y de nuevo examine mi reflejo escandaloso, recobrando la exploracion en donde la habia dejado antes de descubrirme a mi misma. Entre mas maltrataba mis indefensos pezones, mas necesitaba escarbar en mi libidine e introduje el dedo corazon para notar el pulso en mi intimidad. Nuestro Senor fue habil al dotarnos de tantos dedos en cada mano, logre jugar con mis claves del hedonismo a la vez, aprendi a satisfacerme en menos tiempo del que emplee en la invocacion al Espiritu Santo. Cuando mi familia regreso de sus quehaceres, yo habia preparado la cena, puesto la mesa y esperaba acabando mis tareas escolares. Presentia que, si me observaban con detenimiento adivinarian mi intrusion en esos horizontes intemperantes. Asi que opte por intentar pasar inadvertida. En principio no deberia de ser una empresa dificil, en casa solo notaban mi presencia en caso de retrasarme. La noche estuvo llena de suenos variopintos, situaciones inconcebibles y tentaciones insolitas, en donde un fraile, poseia mi cuerpo haciendolo retorcer bajo sus habitos de saco, desgarrando su pureza con mi total entrega.
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En la oscuridad de la noche (HQN), Alissa Bronte de Alissa Bronte
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Un corazon para dos de Jessi Kirby
https://gigalibros.com/un-corazon-para-dos.htmlCuando las sirenas me despertaron justo antes del amanecer, no se como supe que iban a por el. No recuerdo haber saltado de la cama ni haberme atado los zapatos; tampoco recuerdo como llegue al camino de la entrada, ese sinuoso sendero que hay entre nuestras casas. No recuerdo mis pies golpeando el suelo, mis pulmones aspirando aire ni mi cuerpo corriendo para atrapar lo que mi corazon me decia que era cierto. Pero recuerdo cada detalle despues de eso. Puedo ver las luces azules y rojas que brillan en el claro cielo del amanecer. Puedo escuchar las voces entrecortadas de los medicos. Las palabras <
> que se repiten entre el ruido de sus radios en el fondo. Recuerdo los profundos y ahogados sollozos de una mujer desconocida, y que sigo sin conocer. Tambien el extrano angulo de la camioneta blanca de la chica, con el toldo oculto bajo los tallos destrozados, y las flores de los girasoles que crecian a lo largo del camino. La reja, astillada y rota. Recuerdo los cristales, que parecian grava, esparcidos por el asfalto. Sangre. Demasiada. Y su zapatilla tirada a un lado, en medio de todo aquello. El corazon que, con un rotulador negro, yo habia dibujado en la suela. Aun puedo percibir el vacio de su zapatilla cuando la recogi y como su liviandad me hizo caer de rodillas. Puedo sentir las manos enguantadas que me levantaron y que luego me sujetaron cuando trate de correr hacia el. No dejaron que me acercara. No querian que lo viera. Y, por eso, lo que mas recuerdo de esa manana es que me quede de pie a un lado del camino, sola, mientras la oscuridad se cernia a mi alrededor y el dia cambiaba mi vida. La luz de la manana sobre los petalos, dorados y vibrantes, esparcidos por donde el yacia, agonizando. 1 La comunicacion con los receptores del trasplante puede ayudar a los familiares de los donantes tras su perdida… En general, las familias de los donantes, los receptores, y sus parientes y amigos se pueden sentir reconfortados al hablar sobre sus experiencias con la donacion… El regalo de la vida… Pueden pasar meses o anos antes de que alguno de ellos este listo para enviar o recibir correspondencia, o tal vez nunca llegue a haber ninguna relacion. Programa de Servicios a las Familias de los Donantes Alianza de Vida Cuatrocientos dias. Repito el numero en mi cabeza. Dejo que se apodere del sentimiento de vacio mientras aprieto el volante. No puedo permitir que se vaya como cualquier otro dia. Cuatrocientos merece algun reconocimiento. Como trescientos sesenta y cinco, cuando le lleve flores a su madre y no a su tumba, porque sabia que el habria querido que las tuviera ella. O como en su cumpleanos. Eso fue cuatro meses, tres semanas y un dia despues: el dia ciento cuarenta y dos. Lo pase sola. Ese dia no tuve animo para ver a sus padres y, en realidad, una parte pequena y secreta de mi creia que, si yo estaba sola, quiza el podria regresar, cumplir dieciocho anos y seguir donde nos habiamos quedado. Estudiar el ultimo ano conmigo, enviar solicitudes a las mismas universidades, regresar por ultima vez a casa o ir al baile de graduacion, lanzar los birretes al aire y besarnos hasta que llegaran al suelo. Cuando el no regreso, cogi una sudadera que aun conservaba su olor, o eso pensaba yo. La aprete contra mi cuerpo y pedi un deseo. Desee, con todas las fuerzas, que no tuviera que hacer ninguna de estas cosas sin el. Y mi sueno se hizo realidad. El ultimo ano se transformo en una niebla. No envie por correo las solicitudes a la universidad. No sali a comprar el vestido para el baile de graduacion. Olvide que habia un cielo para besarnos debajo de este. Los dias pasaron, uno tras otro, sin fin; parecian infinitos, pero se fueron en un parpadeo, como las olas que se rompen en la orilla, o las estaciones que pasan. O el latido de un corazon. Trent tenia un corazon de atleta: fuerte, estable, diez latidos mas lento que el mio. Antes, nos acostabamos pecho contra pecho, y yo respiraba mas lento para seguir su ritmo. Trataba de enganar a mi pulso para que hiciera lo mismo; pero nunca funciono. Tres anos despues, mi pulso se aceleraba con solo estar cerca de el. Pero encontrabamos nuestra propia sincronia, con su corazon latiendo a un ritmo lento y estable y el mio llenando los espacios intermedios. Cuatrocientos dias y demasiados latidos por contar. Cuatrocientos dias, demasiados lugares y momentos donde Trent ya no existe. Y aun sin respuesta de uno de los pocos sitios donde si existe. Un claxon suena detras de mi, y me saca bruscamente de mis cavilaciones. Por el espejo retrovisor puedo ver al conductor que sigue maldiciendo mientras maniobra para adelantar a mi coche. Se lo ve furioso y esta gritando a traves de su parabrisas: <>. Me pregunte lo mismo al entrar en el coche. No estoy segura de lo que estoy haciendo, solo se que tengo que hacerlo porque debo verlo con mis propios ojos. Por lo que senti cuando vi a los otros receptores. Norah Walker fue la primera receptora en contactar con la familia de Trent, aunque su nombre lo supieron despues. Los receptores y las familias de sus donantes pueden ponerse en contacto en cualquier momento a traves del coordinador de trasplantes, pero recibir aquella carta fue una sorpresa para todos nosotros. La madre de Trent me llamo el dia despues de recibirla y me pidio que fuera a su casa. Nos sentamos juntas, en una sala bien iluminada, en ese hogar que guardaba tantos recuerdos, como aquel dia en que pase corriendo frente a la puerta, hasta cinco veces, deseando que el notara mi presencia. Oi sus pasos que trataban de alcanzarme y empece a correr mas despacio, solo lo suficiente para que llegara junto a mi. Se las arreglo para hablar, con la respiracion entrecortada. --!Eh! --Respiracion--. !Espera! --Respiracion. Teniamos catorce anos. Eramos unos desconocidos hasta ese momento. Hasta esas dos palabras. Cuando fui a casa de Trent a hablar con su madre, me sente en el sillon donde el y yo soliamos ver peliculas y comer palomitas del mismo bol. Fueron sus palabras y la gratitud que habia en ellas las que me sacaron del lugar oscuro y solitario en el que yo habia habitado durante mucho tiempo. La carta, escrita con letra temblorosa y en un papel bonito, desperto algo en mi. Era sencilla. El receptor estaba profundamente apenado por la muerte de Trent. Profundamente agradecido por la vida que le habia dado. Esa noche regrese a casa y le escribi una respuesta: le queria agradecer la vitalidad que me habia otorgado con sus palabras. Y, la noche siguiente, escribi a otro receptor, y mas tarde a otro: cinco en total. Cartas anonimas para personas anonimas a las que queria conocer. Y, cuando se las envie al coordinador de trasplantes para que las hiciera llegar a los receptores, fue con la leve esperanza de que esas personas me escribieran una respuesta. Que pudieran darse cuenta de mi presencia, como el lo hizo. Me vuelvo y veo que el esta alli, sonriendo, apretando un girasol que es mas alto que yo. Su tallo se arrastra detras de el. --Soy Trent --dice--. Me acabo de mudar aqui, en esta misma calle. Debes de vivir cerca, ?verdad? Esta semana te he visto pasar todas las mananas. Eres rapida. Me muerdo el labio inferior mientras caminamos. Sonrio por dentro. Trato de no confesar que todos esos dias he reservado la velocidad para el tramo de camino frente a su casa. Desde que el camion de la mudanza se detuvo en el camino de la entrada, y el bajo de un salto. --Soy Quinn, digo. --Respiracion. Escribir las cartas me hizo sentir como si pudiera respirar de nuevo. Escribi sobre Trent y sobre todo lo que me dio cuando estaba vivo. La sensacion de que podia hacerlo todo. Felicidad, amor. Las cartas eran una manera de honrarlo y una esperanza de algo mas. Una mano anonima que se estiraba hacia el vacio, buscando una conexion. Una respuesta. Me rio porque el aun no ha recuperado el aliento, y porque no parece recordar que lleva un enorme girasol en la mano. --Oh --dice, siguiendome la mirada--, se suponia que este era para ti. Yo… --Se pasa una mano por el pelo, parece nervioso--. Yo lo he arrancado por alli, cerca de la reja. Lo extiende hacia mi y se rie. Es una risa que quiero seguir escuchando. --Gracias --respondo. Y estiro la mano para cogerlo. Lo primero que me regalo. Despues de doscientos ochenta y dos dias, y de enviar y recibir muchas cartas, de rellenar formularios de aceptacion y de recibir asesoria previa a la reunion, su madre y yo fuimos a la oficina de Servicios a las Familias de los Donantes, nos sentamos juntas y esperamos a que llegaran; queriamos conocerlos en persona. Norah fue la primera que hablo con nosotras y que nos tendio la mano. A pesar de todas las veces que me habia imaginado el encuentro, no estaba preparada para lo que senti cuando nos cogimos de la mano, la mire a los ojos y supe que tambien habia en ella una parte de Trent. Una parte que le habia salvado la vida a la chica y le habia dado la oportunidad de ser madre de una pequena nina, de pelo rizado, que miraba desde detras de las piernas de Norah, y esposa del hombre que estaba de pie junto a ella, llorando. Cuando la mujer respiro hondo, con los pulmones de Trent, y acerco mi mano a su pecho, para que sintiera como se llenaban y se expandian, mi corazon tambien se lleno. Paso lo mismo con los demas receptores que conoci: Luke Palmer, siete anos mayor que yo, nos toco una cancion con su guitarra, y podia hacerlo gracias a que Trent le habia dado un rinon. Estaba John Williamson, un hombre callado pero calido, mayor de cincuenta anos. Escribio varias cartas poeticas acerca de la manera en que su vida habia cambiado desde que recibio el trasplante de higado. Aquel dia lucho para encontrar las palabras correctas con las que poder expresarse en esa pequena recepcion. Y luego estaba Ingrid Stone, una mujer con los ojos de un tono azul claro, tan diferentes de los ojos de color cafe de Trent, pero que podia ver el mundo de nuevo, y pintarlo con colores vivos, gracias a ellos. Dicen que el tiempo sana todas las heridas, pero conocer a esa gente, una improvisada familia de extranos que estaban unidos por una sola persona, sano mas en mi que todo el tiempo que habia pasado en los dias anteriores. Por eso, cuando no tuve respuesta del ultimo de los receptores empece a buscarlo. Realice busquedas en internet, compare fechas con noticias y hospitales, hasta que lo encontre con tanta facilidad que casi no me lo creia. Ante los demas, he fingido que comprendo la razon por la que no ha respondido. Que, como nos dijo la mujer de los Servicios a las Familias de los Donantes, algunas personas nunca responden y se debe respetar su decision. -
Abrazando la tormenta de Mar Fernandez
https://gigalibros.com/abrazando-la-tormenta.htmlLa vida de Kane Sullivan no ha sido facil. A cargo de su hermano menor, Chad, y creciendo en uno de los peores barrios de Chicago, no le ha quedado mas remedio que abrirse camino con dignidad y aprender a crecerse ante las adversidades. Pero todo eso cambiara cuando Chad se enamora de Jenna, una joven de buena familia. Kane y Candance, la hermana de Jenna, se alian para separarlos, pero todo acaba tragicamente.Varios anos despues, el destino volvera a unirlos a ambos y, a pesar de los fantasmas del pasado, ninguno de los dos podra resistirse a la atraccion que ambos sienten el uno por el otro. Aunque creen que son mas las cosas que les separan que las que los unen, Kane y Candance se veran enfrentados a sentimientos y emociones mas fuertes que ellos mismos. ?Seran capaces de vencer la tentacion, o acabaran abrazando la tormenta que anida en sus corazones?
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En ruta al destino, Lee Vincent de Lee Vincent
https://gigalibros.com/en-ruta-al-destino-lee-vincent.htmlCuando Lara Mackenzie dijo con voz firme frente al altar del pueblo de Walden: "No, no acepto", jamas imagino que esa frase le diera a su vida un giro inesperado que la colocaria frente a un enigmatico y apuesto hombre.
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El grito oculto de Rafael Soler
https://gigalibros.com/el-grito-oculto.htmlRamon se despierta sobresaltado de la siesta, el movil suena sin cesar, su mente, todavia dormida, no encaja el tono que interrumpe el silencio de aquel caluroso dia. La guardia del dia anterior ha sido dura, apenas unas horas antes, se ha cerrado un operativo tras meses de exhaustivo trabajo de investigacion, el seguimiento de un nuevo narco que luchaba por hacerse el amo de todo el arco mediterraneo. <>. La cabeza le da vueltas, esta cansado, agotado, pero la euforia, o quizas la conciencia de un trabajo finalizado con sabor agridulce, no permite relajarse lo suficiente para un sueno reponedor. Lo necesita, lo intenta, gira en la cama sobre si mismo, no encuentra la postura. No puede. El exito de la operacion se ha saldado con la vida de un companero, un precio muy elevado que nadie esta dispuesto a asumir pero que el resto del equipo no ha tardado en senalar a un culpable, Ramon, el jefe de actuacion debia haberse anticipado a ello y evitar asi el fatal desenlace, todos lo esperaban, todos lo exigian, a todos a defraudado. <>. Alarga el brazo entre las sabanas sudadas, el ventilador apenas refrescaba el aire caliente de una habitacion orientada al sur que, en pleno verano, mas que un lugar de descanso, se convertia en una sauna de largas noches de vigilia. --?Inspector Castillo? --Dime Marcial, ya puede ser algo realmente importante porque de lo contrario se te va a caer el pelo. --Inspector, tenemos un herido de bala en el hospital. --?Y? --corta Ramon sin dejar terminar la frase a su companero. --Que en un barranco proximo donde rescataron al chico, encontraron dos cadaveres. --?Y no podias esperar a pasado manana para ponerme al dia en la oficina? --Lo mas interesante viene ahora senor inspector, la cientifica ha tomado muestras de ambos y el cabello de uno de ellos, coincide con el pelo encontrado en la fosa de aquel caso cerrado sin resolver que tan mala fama dio a nuestro colectivo. --Marcial joder, no estoy para jueguecitos, tengo la cabeza que me va a explotar. --Senor, me ha hablado cientos de veces de ese caso, fue su tesis de fin de carrera, su trabajo de criminalistica, su opera prima. En ese momento Ramon queda mudo al otro lado del telefono. Cuando ingreso en la academia, el caso de la fosa, como era conocido en la jerga policial, le marco profundamente, en aquellos anos, con apenas 23 recien cumplidos y siendo un completo novato, no podia evitar sentirse arrastrado por el circo mediatico y social de la epoca, 5 cadaveres enterrados en una montana, dos chicas de edad comprendida entre 13 y 15 anos, dos varones de edad aproximada entre 20 y 25 y una mujer de mediana edad. Un caso horripilante, donde tan solo se pudo identificar a tres de los cinco cuerpos. Los restos pertenecientes a las menores, dos ninas desaparecidas, de las cuales, Espana entera se volco en su busqueda y una enfermera, mujer del que era director de enfermeria de un conocido hospital de Cataluna y candidato a conseller de sanidad. Los otros dos cadaveres, jamas fueron identificados ni reclamados, quizas un ajuste de cuentas, tal vez otro sadico asesinato en el que su autor, aprovechando la zanja decide enterrarlos a todos en el mismo lugar ?quien sabe lo que pasa por la mente de un asesino? Tal y como decian los informes de aquel entonces, los cuerpos llevarian enterrados un lustro, segun corroboraron los diferentes forenses que llevaron las autopsias. A pesar del dano y contaminacion de las muestras, un cuerpo enterrado en una montana, expuesto a los cambios climatologicos de la naturaleza, no era el mejor medio de conservacion, pero los examenes generaron una polemica que ridiculizo la falta de rigurosidad con que se llevo a cabo la investigacion con informes contradictorios que no hacian otra cosa que poner en evidencia a las fuerzas de seguridad del estado. --Creemos que el muchacho era familiar de uno de los dos hombres hallados. --Marcial, pasate a recogerme cagando hostias. --Inspector Castillo, contaba con ello, le llamo desde el coche, en 10 minutos estoy en su domicilio-- y colgo. Ramon, sentado sobre la cama reflexiona las palabras de su companero. Si habia relacion entre el herido de bala y los dos precipitados, podrian reabrir el caso tras mas de 20 anos de expedientes almacenados en las estanterias de los archivos centrales de la policia nacional. Se levanta, busca el botiquin de medicamentos, guardados en riguroso orden en la parte superior del mueble del bano, abre la caja de paracetamol y se toma una grajea. Se lava la cara con intencion de despejarse y abstraido en su propia mirada perdida en su reflejo se dice; !Vamos alla, es hora de reescribir la historia Ramon! CAPITULO 1 Daniela no dudo un segundo cuando su hermano dejo aquel mensaje en el buzon de voz, en menos 24 horas habia aterrizado en Barajas, sin maletas y sin mochila alguna, tan solo un pequeno bolso como equipaje de mano, las llaves, cargador de movil, dinero, documentacion... sus unicos companeros. Tal cual ha comprado el billete, como aquel que dice "con lo puesto", sale en direccion al aeropuerto. Angustiada y nerviosa, no se lo puede creer, Luis ha muerto y segun su hermano, la frase "Daniela, tienes que venir, estamos en peligro" le ronda por una cabeza que amenaza con estallar en cualquier momento. En otra ocasion hubiera cogido el metro para desplazarse, pero las circunstancias hacen que alce el brazo ante la parada de taxis que hay en un hospital proximo a su casa. El tiempo apremia, la angustia se apoderaba de ella, necesita estar en Espana, su hogar. Llega puntual. Odia llegar tarde a cualquier encuentro, por lo que, sentada en una zona exclusiva para usuarios, espera con ansia el llamamiento de la azafata dando paso a los viajeros del vuelo 0231 con destino a Madrid. <<Ahi esta, ya abren la pasarela>> piensa al escuchar aquella dulce voz por megafonia. El avion es enorme, un intercontinental con ocho asientos por fila, tres a la izquierda, dos en el pasillo central y otros tres en la parte derecha. La gente, apelotonada intentando acceder a uno de los asientos no numerados, provoca un tapon en el pasillo en el que tiene que intervenir una guapisima azafata que parece haber salido de un desfile de modelos. A Daniela siempre le habia llamado la atencion la superficialidad de las companias aereas ?acaso una mujer de 1,50 no podia ser azafata de vuelo? ?estaria renida la altura con la eficacia? El viaje promete ser largo. Tener un nino pregunton en el asiento de al lado no es lo mas indicado para una cabeza que busca paz ante tan desastrosas noticias llegadas desde su casa. Por fortuna, localiza al padre del nino, le cede el asiento para asi poder viajar juntos como una familia modelo, cosa a la que accede de muy buenas maneras, a pesar de la insistente negativa por parte de su mujer. Se ha librado del nino. Ya en su sitio definitivo, durante las mas de 8 horas que dura el vuelo, no para de dar vueltas a la grabacion. --?Que habra podido suceder? --?Por que corre peligro? Martin no quiso preocuparla mas de lo necesario, por lo que sin entrar en mas detalles le habia indicado una serie de instrucciones. --No me llames, no intentes contactar conmigo, alojate en el hotel Servicol, buscalo por internet, zona norte, yo te localizare. Esas fueron sus ultimas palabras. Una vez aterriza en Madrid, tras pasar el control aduanero, se dirige al metro, situado en la Terminal 2. Saca la billetera y compra un billete en una de las maquinas automaticas situadas a la entrada. En este viaje, el agotamiento del vuelo y con permiso del cambio horario, no le deja caer en la cuenta de pedir un taxi. Lee el letrero con las indicaciones del metro, lo unico que ve tras aquellos carteles enormes es que ha llegado. Durante unos instantes, ajena al alboroto de su alrededor, enfrascada en sus pensamientos, recuerda que no habia dejado ningun mensaje a su companera de piso, con las prisas y el impacto de la noticia por fallecimiento de su padrastro, apenas ha tenido tiempo de procesar la informacion. Ni tan siquiera se acordo de ponerle comida al gato <>. Saca el movil y escribe un escueto Whatsapp dirigido a su companera de piso: "He tenido que volver a Espana por problemas familiares, siento haberme ido sin despedirme !Ahh! ponle comida a Tobias, su tiesto esta en el balcon, junto la tabla de planchar, con las prisas me olvide del pobre. Ya te contare !nos vemos pronto guapa!" Un mensaje de cortesia que no requiere de conversacion. La respuesta, breve, un simple "Ok, ya me cuentas cuando puedas, espero que no sea nada grave". Finaliza la comunicacion. De nuevo, consciente del lugar donde esta, busca en el plano una conexion de metro con Colmenar Viejo. Era el unico lugar donde localizo un hotel con el nombre que le habia indicado su hermano. Tras un buen rato estudiando el plano, cae en la cuenta de que le resultaria mas sencillo utilizar Google Maps para moverse. <<Vaya, no hay conexion directa, me temo que voy a tardar en llegar mas de lo esperado>>. Cansada del vuelo, algo confusa y un Jet lag que no contribuye a tener una mente despierta y agil, cosa que hubiera agradecido en ese momento elige el primer trayecto indicado por el telefono movil. No ha estudiado las diferentes opciones que le aparecen en pantalla, no tiene tiempo, mas tarde se arrepentiria. Tras un largo dia de viaje, lleno de transbordos en una ciudad desconocida, llega al hotel que, para mas inri, se encuentra en las afueras, cerca de un pequeno poligono industrial. Recorre una carretera paralela a la autovia que conduce direccion al hotel. Atraviesa zonas desiertas, no muy adecuadas para una senorita. Aguanta la burla y la barbaridad de piropos que sueltan algunos camioneros envalentonados ante aquellos mastodontes sobre ruedas. Daniela, con los pies hechos polvo, entra al recinto del hotel, atraviesa la puerta y se dirige al mostrador de recepcion. --Buenas tardes ?en que puedo ayudarla? --Hola, queria reservar una habitacion.
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El pais de las sombras largas de Hans Ruesch
https://gigalibros.com/el-pais-de-las-sombras-largas.htmlCuando al despertarse Ernenek levantaba la cabeza del saco de pieles, su primer pensamiento era habitualmente para el monton de carne puesta a podrir cerca de la lampara para que se hiciera tierna y gustosa. Pero no aquel dia. Aquel dia viendo a Siksik en un rinconcito del pequeno iglu, dispuesta a estregar las ropas de su marido, tomo una subita decision antes de satisfacer las exigencias de su estomago: puesto que contribuia mas de lo que era su deber al mantenimiento de la minuscula comunidad, bien podia pretender participar tambien de los derechos conyugales de Anarvik, sin necesidad de pedirle permiso cada vez que le hacian falta los servicios de Siksik. Ernenek nunca habia tenido una mujer propia, porque era joven y porque en los hielos del extremo norte escasean las mujeres tanto como abundan los osos; sin embargo, conocia la importancia de tener una mujer propia, habil en raspar las ropas y en confeccionar calzado, y con la cual podia uno charlar durante la noche. Sobre todo donde la noche dura cinco meses. Precisamente ahora, antes de partir para la caza, le habria gustado reirse un par de veces con Siksik, pero bien se daba cuenta de lo que convenia y de lo que no convenia a un verdadero hombre; por eso sabia hasta que punto era inconveniente gozar de los favores de una mujer sin haberle pedido antes permiso al marido. Y Ernenek ponia siempre cuidado en no cometer ninguna inconveniencia. Con todo, ya estaba cansado de pedir permiso. Y no porque Anarvik se lo negara, pues rehusarse a prestar su propia mujer o el cuchillo, habria sido digno de inaudita mezquindad; pero, asi y todo, el pedir continuamente favores no era digno de quien pertenece a una raza tan orgullosa que sus miembros se llaman a si mismos sencillamente inuit, es decir hombres, para dar asi a entender al mundo que las otras razas, comparadas con la suya, no pueden considerarse compuestas por verdaderos hombres: y esto, aunque el resto del mundo no sea de la misma opinion y los llame esquimales, termino despectivo que les daba el pueblo limitrofe piel roja Algonquior y que significa <
>. Muchas de esas tribus no merecen ya tal nombre; pero el exiguo numero de esquimales polares que lleva una existencia nomada en las regiones centrales del Artico, cerca del Polo magnetico, regiones inaccesibles para el hombre blanco, no cambiaron su tosca manera de vivir, la misma de cuando la raza humana era joven. Son como ninos, alegres, ingenuos y sin piedad. En la epoca de los tanques de guerra, empunan todavia arcos de cuerno y huesos de ballena, y flechas con punta de piedra; se reparten el producto de la caza y no saben mentir. Hasta tal punto son de toscos... Ernenek era un esquimal polar. Sobre la lampara de esteatita, el te se estaba enfriando. Siksik lleno un tazon y, bamboleandose, con los pies separados a causa de las calzas de piel de foca que le llegaban hasta la ingle, se lo llevo a Ernenek con una sonrisa. El hombre y la mujer, vestidos del mismo modo, ambos rechonchos y musculosos, pero con pies y manos pequenos, y con el mismo rostro chato, grueso y campechano, se distinguian en su aspecto solo por los cabellos, que el hombre llevaba largos y sueltos, mientras que la mujer se los habia levantado cuidadosamente, con un peinado muy alto, en forma de torre, sostenido con espinas de pescado. --?Donde esta Anarvik? --pregunto Ernenek tomando el tazon. --No es imposible que haya ido a cazar a la bahia de la Morsa Ciega --dijo Siksik--. Ocurre que hace un sueno ustedes dos se devoraron una foca entera --agrego riendo, y Ernenek le hizo eco, con esa risa facil y siempre pronta de su raza. El te estaba caliente como vientre de mujer, es decir, demasiado caliente para Ernenek, que no soportaba el calor. Lo soplo largamente antes de beberlo, mientras escrutaba a Siksik por encima del tazon. Luego se lo bebio todo de un trago, junto las hojitas que habian quedado en el fondo, se las comio y salio del saco. Llevaba puesto un ligero vestido hecho de piel de garzas marinas, con el plumon hacia adentro. Sobre este se puso un pesado sayo de piel de oso, con el pelo hacia afuera, y metio el extremo de las calzas en un par de botines de cuero de foca. Encorvado, porque la boveda de hielo era demasiado baja para el, corto con el cuchillo circular gruesas tajadas del monton de carne sobada y pasada de sazon y con la palma de la mano se lleno la boca. Se deslizo gateando por el estrecho tunel de nieve, apoyandose en los codos y las rodillas, y arrastrando detras de si, tomado de las orejas, al perro cabeza de trineo, salio del iglu. El resto del tiro los siguio, sacudiendose la escarcha del espeso pelo, ladrando por el hambre y descubriendo los dientes, aplanados a golpes de piedra para que no devorasen los arreos del trineo; con mas de lobos que de perros, mostraban agudos hocicos y ojos amarillos y relucientes. Ernenek se aseguro de que todos llevaban las abarcas que debian protegerles las patas de la mordedura de los hielos y de la sal marina. Luego los engancho al trineo, subio a este, retiro el ancla sepultada en un monton de hielo y agito el latigo. Los perros avanzaron sobre el mar congelado, mientras se abrian en abanico y hacian crujir las correas con que cada uno estaba atado separadamente al trineo. Hacia calor, apenas unos quince grados bajo cero, de manera que Ernenek no se veia obligado a trotar junto al trineo para calentarse, sino que podia gozar del paseo, sentado comodamente en el pescante. Al sur, el firmamento se habia tenido de azul, reverberacion de un sol ausente, azul que se iba esfumando poco a poco, convirtiendose en violeta, hacia el norte. Bajo aquel palido cielo, la tierra se mostraba anemica y descolorida, sin matices ni sombras, como a los ojos de los perros, que no distinguen los colores. El Oceano Glacial, congelado en un espesor de un par de metros, estaba recubierto de una delgada capa de nieve en la que se marcaban las huellas del trineo de Anarvik. A la derecha se veian cadenas de montes abruptos y colinas conicas, blancas y desnudas. A la izquierda, solo la bruma primaveral limitaba el oceano. Ernenek no se volvio ni siquiera una vez para echar una mirada al minusculo iglu, solitaria bolita de hielo puesta sobre el techo de la tierra. Su cerebro, que a causa de su modesta capacidad solo podia albergar un pensamiento por vez, se tendia enteramente hacia la gran bahia donde debia encontrarse Anarvik. Estaba tan absorto en su proposito que se habia olvidado de llevar consigo la indispensable grasa de foca que da luz y calor. Lo preocupaba demasiado el pensamiento de la peticion que iba a hacer a Anarvik, para pensar en otras cosas. A toda peticion podia responderse de dos maneras: Ernenek sabia por lo menos esto, aunque ignorase muchas cosas. Si Anarvik aceptaba, Ernenek se sentiria humillado por haber recibido un favor mas. Anarvik era orgulloso, un verdadero hombre, y seria muy capaz de mortificarlo con un consentimiento inmediato, por lo que para rehacer su dignidad perdida Ernenek se veia obligado a redoblar sus esfuerzos de cazador, y a su vez, mortificar al companero haciendole el don de grandes cantidades de caza. Si en cambio, Anarvik le negaba el permiso pedido, Ernenek podria mofarse de el por su avaricia y mezquindad; pero de todos modos este seria un consuelo bien magro, comparado con la molestia de tener que buscarse una companera en otra parte, para lo cual deberia emigrar solitario, por uno o dos anos, hacia el sur, donde abundan las mujeres, pero escasean los osos; hacia el pais del sol alto y de las sombras cortas, poblado por tribus cuyas costumbres son extranas a un esquimal polar, y por tanto desagradables. De un modo u otro, una vez hecha la peticion, sus dias estarian colmados de dificultades. Sin embargo, todavia no podia marcharse. Hacia ya dos anos que Anarvik le prometia la inminente llegada de su hermano Ululik. --Tiene dos hijas y tu podrias elegir una --le habia dicho riendo. Mas las estaciones pasaban, Ernenek esperaba en vano, y Anarvik se habia limitado a encogerse de hombros y a decirle--: Tal vez venga para fines del proximo invierno. Un invierno mas o menos parecia tener poca importancia para el, que habia visto muchos. Pero para Ernenek, que habia visto pocos, no era asi. ?Y si al fin de cuentas Ululik no venia? Podia haber cambiado de idea. O haberse muerto. O haber dado las hijas a otros. Y Ernenek estaba cansado de esperar. El trineo de Anarvik aparecio a la vista puntito negro sobre la enorme extension del mar congelado y Ernenek incito al tiro gritos y azotes. Al cabo de una hora el puntito se habia convertido en una linea, luego el trineo se hizo visible, y por fin aparecieron Anarvik y los perros. Los perros estaban vivamente excitados. Ernenek arrojo el ancla del trineo, aseguro el tiro de perros y avanzo a pie sobre el hielo. A pesar de su impaciencia, andaba lentamente, por la fuerza de la costumbre, con pasos mesurados, para no ahuyentar a las focas que habia por debajo de la costra helada. Anarvik, extendido en el suelo, le volvia las espaldas. Ernenek se detuvo detras de el y un poco de lado; le veia el rostro oscuro y, a pesar de la capa de aceite y hollin, las arrugas excavadas por los anos alrededor de las sienes; los ojos oscuros, oblicuos y astutos; la renegrida melena, que cortada en flecos sobre la frente, le caia a los lados, rigida por la capucha del sayo, mientras que por detras se le desparramaba desordenadamente sobre la espalda. --Alguien tiene que hacerte una pregunta --dijo Ernenek con voz fuerte, para darse animo. --!Silencio! --le mando Anarvik sin volverse--. Un hombre que trabaja no puede escuchar preguntas. Una cosa por vez. -
Cartas de John Cheever
https://gigalibros.com/cartas.html -
Amor de niebla y destino de Natalia Sanchez Diana
https://gigalibros.com/amor-de-niebla-y-destino.htmlLucian Monroe se ha pasado la vida luchando por mejorar los derechos de los trabajadores en los molinos de Manchester pero una fatidica noche, un acontecimiento violento le obliga a huir.Desde que perdio a su esposa, no ha vuelto a tocar a una mujer porque se hizo una promesa.
Todo se tambalea cuando coincide con Catalina Wright, a la que han enviado lejos para casarla con algun aristocrata que quede prendado de su cautivadora belleza y de la riqueza de su hermano.
Pero lo que quiere Catalina es encontrar su lugar en el mundo y descubrir la pasion.
Lo que empieza con un favor inocente, se complica cuando ambos descubren el deseo y el pasado reclama su venganza.
Rebelate contra las normas.
Lucha, camarada.
Y enamorate. -
En la tormenta de Flynn Berry
https://gigalibros.com/en-la-tormenta.htmlComo si Elena Ferrante hubiera escrito Broadchurch Cuando Nora se baja del tren para visitar a su hermana Rachel, lo ultimo que espera es descubrir el cadaver de esta en el salon de su casa familiar, victima de un brutal asesinato. Muy pronto, en medio de la investigacion policiaca que rodea al crimen, Nora se sumira en una espiral de angustia y temor, como si los secretos del pasado hubieran despertado. El miedo de Nora se transforma en una obsesion implacable: encontrar al asesino de su hermana, aunque eso suponga poner en riesgo su propia vida y no distinguir la verdad de la mentira. Flynn Berry nos regala una narracion de tono perfecto, un thriller literario de suspense psicologico y un personaje inolvidable, Nora, que transita entre heroina y victima e inocente y culpable. Ganadora del premio Edgar Award a la mejor novela debut.
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Y, de repente, un beso, Calista Sweet de Calista Sweet
https://gigalibros.com/y-de-repente-un-beso-calista-sweet.html?Hasta donde serias capaz de llegar por amor?
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Cuenta conmigo de Eva M. Soler , Idoia Amo
https://gigalibros.com/cuenta-conmigo.htmlEl amor puede despertar en las magicas noches veraniegas; o terminar de un modo agridulce. Cinco amigos acaban de graduarse en el instituto, y este es su ultimo verano antes de entrar en “la vida adulta”. Para celebrarlo, deciden recorrer un monton de estados buscando los parques de atracciones mas alucinantes y los centros acuaticos mas arriesgados, en un intento de sentir emociones fuertes para que sus ultimos dias juntos sean inolvidables. Tyler y Naomi llevan anos saliendo juntos y, cuando se acerca el momento de comenzar su vida en comun, deben enfrentarse al hecho de que quizas su relacion no sea tan perfecta como imaginaban. Cam y Leo, los mejores amigos de toda la vida, ante la idea de irse cada uno a estudiar a la otra punta del pais se plantean que tal vez su relacion sea algo mas que amistad.Y despues esta; Jojo, que es... Jojo. La quinta en discordia, el nexo de union entre todos, quien guarda un secreto que la llevara; al viaje mas dificil de su vida.
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Montaneros, una dama en las cumbres de Jose De La Rosa
https://gigalibros.com/montaneros-una-dama-en-las-cumbres.htmlLa familia se ha dulcificado despues de las incorporaciones de Julie, Elizabeth y Karen, pero los hombres Mountain siguen siendo unos salvajes que tienen sus propias normas y nadie en el tranquilo pueblo de Great Peak puede olvidarlo. Sobre todo porque tio Rhett persiste en su empeno de abrir la mina, lo que cambiaria para siempre la apacible vida de las montanas.
Cuando la hermana de Julie, Hortense, anuncia que llegara al pueblo para llevarsela de aquel lugar inmundo, ella comprende que tiene que hacer algo, y para eso necesita la ayuda de todos.
Su objetivo esta claro: que su hermana perciba que la vida en las montanas puede ser tan sofisticada y atractiva como lo es en la ciudad. Algo que esta muy lejos de lo cierto. Por lo que tendra que usar la imaginacion y el talento para la mentira de los chicos Mountain.
Chaz, por su parte, siente aversion por Hortense en cuanto la ve. Es exactamente el tipo de mujer que nunca, jamas, le atraeria. Y su retorcido caracter... uf. A ella le sucede lo mismo. En el solo ve a un mastodonte sin modales que no conoce lo mas elemental de la educacion. Por eso, cuando empiezan a encontrar puntos en comun se sorprenden, y la sorpresa es el principio de muchas cosas. -
El dilema de Elsa de Begona Gambin
https://gigalibros.com/el-dilema-de-elsa.htmlSi te atreves a conocer la historia de Elsa y Adam experimentaras una amalgama de sentimientos que no te dejaran impasible.
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Chocolate Negro de Francisco Correa
https://gigalibros.com/chocolate-negro.htmlDurante todo el dia, Lisa Blank habia permanecido cabizbaja, con una actitud un poco reservada y seria. No era natural verla con esta actitud, ya que, era del tipo de chica alegre y extrovertida que siempre se hacia notar en la oficina. Rachel Wilson, habia conseguido un trabajo de medio tiempo en un importante edificio de abogados de la ciudad, donde simplemente llevaba actividades basicas como organizar documentos, responder correos y ocuparse de hacer cafe para los ejecutivos. Esto, no habia sido demasiado relevante en su vida y basicamente era una forma de ganar un poco de dinero para mantenerse en medio de una situacion economica que no era nada sencilla. Cualquier trabajo era bueno si era decente. Siempre y cuando pudiese llegar al final de mes, no importaba si estaba barriendo las calles o simplemente se acaba el sudor de algun tenista durante los eventos deportivos. Para Rachel simplemente era una forma de ganarse la vida, ya que, su verdadera pasion siempre habia estado en la cocina. Habia sonado toda la vida con convertirse en una importante chef de algun restaurante lujoso y prestigioso, pero esto, tomaba tiempo, trabajo y mucho esfuerzo. Hasta el momento, solo habia pagado un ano de estudios en una importante academia de gastronomia, pero esto, no era suficiente para poder ganarse la confianza de los ejecutivos del mundo de los restaurantes de la ciudad de Nueva York. Sabia que tarde o temprano encontraria una oportunidad de demostrar cuan inmenso era su talento y hasta donde podian llegar sus capacidades cuando sus manos comenzaban a trabajar en la comida. Podia convertir pequenos alimentos insignificantes en platillos que explotaban de manera orgasmica en el paladar de cualquiera. Rachel se habia ganado el reconocimiento de sus companeros de trabajo al siempre estar dispuesta a colaborar durante las reuniones entre amigos, mientras todos terminaban embriagandose en la sala principal. Esta se encontraba en la cocina trabajando en platillos magnificos que dejaban a todos deslumbrados. De hecho, no habia nadie mas que preparara el cafe de una manera tan exquisita como lo hacia Rachel, por lo que, quiza era este el elemento que la mantenia trabajando en este lugar. No era demasiado habil con las manos en el ordenador y su personalidad era bastante insegura, por lo que, en cada una de las tareas que llevaba a cabo, siempre solia dudar, titubeaba, y esto, restaba tiempo y efectividad, por lo que, siempre terminaba haciendo las cosas dos veces para poder confirmar que realmente las habia hecho bien. Rachel era una de las mas jovenes de la oficina, con sus 22 anos de edad, es la consentida del lugar, pero no necesariamente la mas inexperta. Ha tratado de mantenerse siempre preparada y un paso adelante del resto de sus companeros, ya que, la competitividad en la oficina cada vez es mas intensa. No quiere perder su empleo, y al contar con la amistad de todos, siente que esta en familia cuando se encuentra en la oficina. Es un ambiente laboral agradable, no hay tensiones, no hay presion, y la vida de Rachel podria ser mejor, pero las cosas comenzaron a cambiar desde hacia un ano atras. Y todo comenzo a desmoronarse desde el momento en que John Cramer decidio terminar su relacion con ella, algo que la dejo totalmente fria y sin palabras. Aquel chico habia llegado hasta la puerta de su residencia sin decir mas palabras que las que aun retumbaban en su mente. --No puedo seguir adelante con esto. Estoy enamorado de Lisa. --Dijo John. Aquella chica se habia quedado con su rostro sonriente totalmente paralizado sin entender que era lo que habia pasado. Todos los acontecimientos habian cambiado de manera drastica de un segundo a otro, y mientras tenia unas ganas increibles de saltar sobre el y abrazarlo para saludarlo, este habia lanzado un balde de agua fria sobre su rostro. Esas ganas incontrolables que habian surgido de abrazarlo, se convirtieron en unas intenciones muy claras de asesinarlo, apretar su cuello, y sofocarlo hasta que sus ojos saltaran de su cabeza. Un tren habia pasado sobre ella. Pero Rachel se habia quedado totalmente petrificada y vio como John simplemente se dio media vuelta para salir de alli. Sabia que todo se tornaria muy complicado y quizas terminarian discutiendo de una manera muy acalorada y no estaba de humor para ellos. Aquel miercoles habia sido inolvidable, el mes de abril siempre recordaba esta epoca en la cual habia sido lanzada a la basura como si fuese un papel viejo. Lo mas doloroso de esto no era haber sido dejada por el hombre del que se habia enamorado, lo mas duro de toda esta situacion era que este se habia enamorado de Lisa, su mejor amiga, su companera de trabajo y una de sus confidentes, quien habia escuchado cada uno de los problemas sentimentales que esta habia tenido con el. El hecho de que John se hubiese enamorado de ella, no significaba que la chica le correspondiera, pero Rachel hubiese querido estar equivocada. Cuando aquel joven declaro que estaba enamorado de su mejor amiga, la chica no habia visto algo mas alla de lo que son los ojos y sus miedos le permitian. Realmente habia un vinculo, habia un nexo que se habia creado entre ellos, ya que, de lo contrario, John no se habria arriesgado a revelar a la chica lo que estaba pasando. Fueron dias de lagrimas, de depresion, de encierro, sabiendo que entre ellos habia surgido una relacion, y era tan noble y buena persona, que no era capaz interponerse entre ellos. Una corazonada, el instinto, o simplemente la personalidad ingenua e inocente, le decia a Rachel que tarde o temprano este chico se arrepentiria y volveria con ella. Habian tenido una relacion totalmente diferente a la que habia existido entre Lisa y el. Todo era muy reservado, tranquilo, tardes de domingo viendo peliculas hasta avanzadas horas de la noche mientras devoraban una gran cantidad de golosinas. Estaba segura de que de esto se trataba una relacion, asi que, para atizaba que estoy duraria mucho tiempo. Pero la monotonia, la rutina y lo aburrido que se habia tornado todo, habia comenzado a votar a John, quien habia visto en Lisa a una chica totalmente extrovertida y alguien en quien podria encontrar una vida mucho mas interesante y llena de adrenalina. La indisposicion de Rachel entregarle su cuerpo, habia sido la cereza del pastel. Sentia que no estaba preparada para acostarse con el, ya que, habiendo crecido en una familia bastante recatada, sentia que posiblemente debia esperar al matrimonio. Pero sus hipotesis, su concepto de la vida, habian terminado dejandola completamente sola y destruida, emocionalmente devastada y con dudas acerca de si realmente estaba llevando a cabo las cosas de la manera correcta. No era facil para una chica a partir de ese momento tener que ver a su mejor amiga en compania de su ex novio, el chico que habia amado con una intensidad indescriptible, y con quien se hubiese casado y hubiera formado una familia sin dudarlo. Lisa se habia convertido en su modelo a seguir, queria convertirse en ella para tratar de recuperar a su ex novio, pero cada intento resultaba sobreactuado e incoherente. No parecia ser natural absolutamente nada de lo que hacia, asi que, estaba perdiendo su propia identidad. Cuando Lisa le habia pedido la autorizacion para que Rachel dejara que saliera con su ex, esto, la habia puesto a prueba una vez mas. Realmente lo unico que queria era meterlos a ambos en una gran fosa llena de lava ardiente y que ambos se consumieran alli para que no la hicieran sufrir. Pero no era nadie para interponerse en la felicidad de dos personas que aparentemente estaban realmente enamoradas, asi que, Rachel no dudo en aceptar, ya que, al menos esto era una posibilidad de estar cerca de ellos. Quiza era masoquista, probablemente estaba buscando una esperanza y se aferraba a ella, pero era algo totalmente enfermizo y distorsionado que terminaria por generar mucho mas dolor con el tiempo. Habia una parte de la seguridad y la autoestima de Rachel, que aun permanecia intacta, y era esta la que le decia a gritos que tarde o temprano John Cramer volveria arrepentido a sus brazos. Los dias se transformaron en semanas y las semanas en meses y esto no ocurria, lo que fue acabando con las esperanzas de esta chica de volver a estar en brazos del hombre que basicamente habia perdido gracias a su personalidad aburrida y recatada. En muchas oportunidades, habian surgido solicitudes por parte de su novio, quien le sugeria que utilizara minifaldas, blusas escotadas, que soltar a su cabello, que utilizara maquillaje, un perfume mucho mas intenso, pero Rachel Wilson seguia aferrada a sus esquemas de personalidad de toda la vida. Esto fue alejando cada vez mas a un chico que buscaba algo completamente diferente en su pareja. Habia entendido demasiado tarde cuales eran las consecuencias que le habian llevado a ese estado de depresion y soledad. Cada dia a partir de ese momento, era una lucha que se llevaba a cabo en el interior de esta joven neoyorquina para poder sonreir frente al espejo. Despertaba cada manana con un pesar tremendo, como si una roca estuviese sobre ella y no le permitiera levantarse. Esta batalla campal que se llevaba a cabo contra ella misma, finalmente se convertia en una victoria tras salir de su habitacion caminando hacia el cuarto de bano. Cuando se veia en el espejo en las primeras horas de la manana, sentia unas ganas de volver a la cama y no volver a salir de alli nunca mas. Era el lugar donde se sentia protegida, quiza, la sabana era su cobertor indestructible, el cual la mantenia aislada de ese mundo que parecia querer aplastarla en cada oportunidad. Pero aquel dia, al ver tan triste y desorientada a Lisa, una esperanza crecio en el corazon de Rachel, ya que, imagino que las cosas no estaban saliendo tambien como ella esperaba con John. Esta, no era una actitud demasiado honorable por parte de una buena amiga, ya que, no podia sentirse bien por el malestar de alguien que confiaba en ella. --Te veo un poco distraida, Lisa. ?Quieres que te prepare uno de esos cafes que suelen reanimarte rapidamente? --Dijo Rachel. --Eso seria increible. Sin azucar, por favor. --Dijo la chica con cierta timidez. Era una actitud completamente diferente a la que solia utilizar Lisa para expresarse. Todo ese dia desde horas de la manana, se habia mantenido silenciosa, encerrada en su oficina, sin compartir demasiado con las personas, algo que la hizo ser el centro de atencion de la mayoria durante el desarrollo de ese dia laboral. Habia algo en la actitud de Lisa que no terminaba de ser claro, pero Rachel seguia insistente tratando de tomar parte en este asunto donde posiblemente saldria mas lastimada de lo que ella creia. Entrar en una dinamica de interrogatorio con Lisa no funcionaria, asi que, tenia que tomar en cuenta todos los detalles que estaban en su entorno para poder entender que era lo que estaba pasando. Era posible que John la hubiese enganado. Posiblemente tenia problemas con sus padres, pero ella queria pensar que era la primera opcion. Estos pensamientos de que posiblemente era mejor que no estuviese con ninguna de las dos, hacian que Rachel deseara con todas sus fuerzas que este chico se alejara de su vida. Habia sido bastante duro para ella tener que verlo constantemente en reuniones entre amigos, y tener que asumir que simplemente era ahora la amiga de su novia. En muchas ocasiones, Rachel habia tenido que escuchar algunas de las conversaciones de Lisa Blank, la cual, narraba los eventos que ocurrian entre ellos y como habia sido la primera vez juntos. La envidia, el dolor, la desesperacion y la impotencia, tenian que ser tragadas con saliva ya que, parecian quedarse atascadas en su garganta con unas ganas de aflorar y que la naturaleza real de Rachel se expresara de una manera ilimitada. Parecia estar cansada de tener que satisfacer siempre los deseos de los demas con sus silencios, con su actitud callada, tratando de ser la buena persona que sus padres habrian enviado, pero esto no le habia dejado buenos resultados, tenia un trabajo de mierda en una oficina que no le prometia absolutos beneficios o capacidad de ascender en el futuro. Estaria alli convertida en una simple secretaria que haria cafe hasta la eternidad, y este no era precisamente el plan principal de la chica. Pero cuando veia realmente cuales eran sus opciones, se quedaba totalmente congelada en el tiempo. Sentia que el miedo la apresaba, no la dejaba surgir, la convertia en una chica debil y fragil que siempre estaria a disposicion de aquellos que buscaban a alguien que trabajara para ellos, la independencia y la autonomia no parecian ser una posibilidad que se encontrara cerca en su horizonte. --Aqui tienes. Bien caliente y sin azucar como te gusta. --Dijo Rachel mientras se sentaba a un lado de Lisa.
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Un amor para Rebeca de Mayte Uceda
https://gigalibros.com/un-amor-para-rebeca.htmlBestseller digital en Alemania.
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Libelula 1. Cuando mis besos acariaron tus alas de Genne L. Paris
https://gigalibros.com/libelula-1-cuando-mis-besos-acariaron-tus-alas.htmlAnte los ojos del mundo puede creerse que lo tenemos todo: inteligencia, belleza sin igual, una vida confortable y buena posicion social; pero… ?que hay detras de esos dificiles retos con los que nos golpea la vida sin diferencias ni compasion alguna? ?Damos paso a la amargura, o nos mantenemos fuertes a pesar de todo?Romina Sanfield es capaz de robarle el aliento a cualquier mortal; no solo por su aspecto angelical, sino por su maravillosa personalidad, aunque lleve sobre sus hombros lo que muchos considerarian un doloroso castigo. Risuena, dulce, tierna y con una valentia sin par, asi la describen quienes la conocen. Nacida y criada entre dos culturas, rodeada de un carino sin limites y resignada a que su corazon no conozca ese amor que le haga desplegar las alas y volar.Hay seres que vienen al mundo con una triste mision y que viven ajenos a secretos desgarradores. En ese espinoso camino, el rencor y la maldad seran las afiladas lanzas que apuntaran al mas noble de los sentimientos, provocando actos ?imprevisibles? y decisiones ?erroneas? en nombre de la libertad. Sin embargo, nuestro destino lo escriben las estrellas, y para Romina seran las de un magico valle y sus redondeadas montanas las que marcaran su existencia.Mientras, una frase quedara suspendida en el viento, retando al tiempo y a la vida misma para hacer nacer con ella la mas sublime y eterna historia de amor..
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El Despertar de Monica Tinoco Vazquez
https://gigalibros.com/el-despertar.htmlEl mundo que conoce Sara, una joven incomprendida, condenada a vivir en un lugar llamado Eron, comenzara a cambiar al descubrir secretos escondidos en el que es su hogar.
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La boca roja del Riachuelo de Graciela Ramos
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Puzzle. Fusion perfecta de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/puzzle-fusion-perfecta.htmlPeyton siempre ha sentido que no encaja en la perfecta vida de su padre. Ha vivido toda su vida en un internado, pues su padre preferia tenerla lejos desde que volvio a casarse, haciendo que Peyton se sienta como un error que prefiere mantener oculto. Pero todo va a cambiar, su padre la quiere de vuelta en la ciudad donde es Alcalde. Ella no tiene mas remedio que regresar y estudiar la carrera elegida por su padre. Tiene una razon de mucho peso, pese a que ya es mayor de edad.
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El silencio de Lobo de Kris L. Jordan
https://gigalibros.com/el-silencio-de-lobo.htmlUn bonito hotel sobre un acantilado, un hombre que quiere ser libre, dos mujeres que huyen del amor, el mar…A Lobo le gusta banarse en agua helada y dormir al raso bajo las estrellas.Carol adora cocinar, es sensible, carinosa. Pero la vida no la ha tratado nada bien.Katy fue una modelo cotizada. Dolida tras un desengano, decide dejarlo todo y junto a Carol, hacer realidad el sueno de su abuelo Colin. Un viaje que las llevara a Kirkwall, una bonita villa de las islas Orcadas. ?Que papel jugara Lobo en esta ecuacion? Descubrelo en El silencio de Lobo
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La traicion progresista de Alejo Schapire
https://gigalibros.com/la-traicion-progresista.htmlDesde hace un tiempo, en Occidente, la batalla contra la normalidad es la epica burguesa. Foucault y su critica al poder se volvieron covers para las masas ansiosas: Lady Gaga les canta a los raros su <
>, mientras las masas criadas entre likes y seguidores se aferran a su tentativa de monstruosidad como un triunfo politico sobre la opresion. El cuerpo propio es la utopia y el cuidado de si es la tierra prometida, bajo los ojos implacables de una sociedad que ya no busca reprimir desde afuera, sino que invita a autoclasificarse hasta la exasperacion y a gestionar la performance de si, porque todos somos iguales al competir (como mini-Gagas) por el favor de nuestras audiencias, sanguinarias o benevolas. Este libro es un viaje a las entranas de esa prolifica y polifacetica madre monstruo, la izquierda contemporanea. Alejo Schapire disecciona el devenir irreconocible de una gauche divine en cuyos valores se educo, pero con cuyas configuraciones actuales ya no se puede identificar. Desde el inicio advierte que este libro narra una ruptura amorosa; criado por esta madre, sintiendose parte sentimental de la familia cultural de izquierda, nunca sospecho que deberia disociarse de ella ni que seria la fidelidad a esos valores liberales primigenios la que terminaria expulsandolo. Pensar aqui es una actividad violenta, una apostasia: es senalar la deriva autoritaria de una traicion. En este sentido, La traicion progresista es una salida del closet y una herejia dolorosa, que medita acerca del desencanto con urgencia y lucidez. Interpela a la buena conciencia de izquierda apuntandole a la yugular. Como senala Schapire, < >. El imperialismo tiene caminos inescrutables: en efecto, el progresismo puritano es la mayor exportacion cultural de un imperio en decadencia y su avanzada cultural mas sorprendente. La izquierda tradicional, que siempre denosto los productos culturales norteamericanos, no tardo en engullir los pruritos puritanos y el sistema de valores de la izquierda norteamericana, que sustituyo el multiculturalismo por una guerra racial sorda donde ser victima es una forma de meritocracia. Si Francis Fukuyama expreso que la historia habia terminado (que con la caida del Muro de Berlin el capitalismo, y con el, la Historia, habia triunfado), el progresismo se hace eco de que la historia termino, y que por lo tanto su mision es ordenarla, aplicando su superioridad moral triunfal a la revision de todas las historiografias y canones, los productos culturales y el lenguaje. Como Pangloss en Candido, esta izquierda omnirrevisionista da por sentado que vivimos en el mejor de los tiempos posibles: lo que piensa es lo mejor pensable, y esta arrogancia le permite abocarse a la demolicion (y prohibicion) de obras y sistemas que no cierran dentro de su egida. La historia no existe: solo existe el presente de lo que puede ser pensado o dicho. Y los indeseables, los perversos y los malos, o los que no puedan probar su inocencia, deben ser excluidos. Los preceptos puritanos del nuevo progresismo norteamericano, que fluyen desde Estados Unidos hacia las versiones ecualizadas de cada pais occidental, son la norma actual que ha creado nuevos excluidos, nuevos raros que no tienen de donde asirse, que boyan entre configuraciones politicas a las que une el espanto. Schapire examina este nuevo closet, expone aquello de lo que no se habla. Organiza los ropajes argumentales brindando un estado de la cuestion en torno al lenguaje inclusivo, la construccion de un orden moral puritano que recuerda a las fantasias victorianas, la ya demodee libertad de ofender (o de escribir cosas que puedan ofender a la burguesia). Nota como incluso la condena al antisemitismo se ha visto revisada bajo este espiritu epocal. Como si haciendo a un lado Auschwitz y las condensaciones cristalizadas por los ritos de la memoria (la montana iconica de zapatos, los cadaveres apilados, los uniformes severos y los pijamas a rayas), el antisemitismo explicito de atacar a los judios por su condicion de judios en Europa ya no fuera un crimen de odio, para ser recatalogado bajo el mantra favorito de la actitud ilustrada de izquierda: < >. Schapire muestra los atavios hipocritas de este progresismo para el cual < >, y a la vez, expone como estas discusiones niegan la realidad de la violencia inspirada por el odio racial. Al exhibir el ajuar de bodas entre la izquierda y los intolerantes racistas, Schapire describe nuestra desnudez. La traicion progresista narra un problema cognitivo. Aquel que, con tal de no estigmatizar al diferente, no tiene reparos en estigmatizar lo que esta frente a el. Quizas el problema radica en que nuestras teleologias de la represion -que forjaron el pensamiento de izquierda como reaccion- ubicaron siempre al Otro afuera. Es el panoptico de Bentham, es la produccion de saberes y sexualidades de Foucault. Pero no nos prepararon para la represion que viene de lo mismo (tomo prestada esta nocion de Byung-Chul Han), cuando la cultura ya no es otra mas que si misma (ahora que la historia ha terminado, que solo existe el mercado y la competencia por lo mismo, por likes, privilegios y audiencias) y busca generar un sistema saturado de su mismidad para rehacer la historia a su imagen y semejanza. Orwell: < >. Este lado es el giro copernicano: la nueva Iglesia es la izquierda, y el hereje es quien ose criticarla. La izquierda tradicional buscaba responder a una pregunta secular por fuera de la religion y de la Iglesia: ?como ser buenos? Este libro desafiante arroja una respuesta. Como ser buenos equivale, una vez mas y como siempre, a ser valientes. A batallar la hipocresia. A no temer senalar toda forma de odio basado en la raza y la diferencia. A mostrar la injusticia de querer identificar el arte y la historia con sus creadores humanos y falibles. A apostar por los valores liberales universales para cambiar el mundo, o simplemente para tener una vida etica en el. Introduccion Estas paginas son el relato de una ruptura sentimental. Describen el divorcio de una pareja, alguien que despues de decadas de convivencia se habia vuelto irreconocible. Escribir sobre la propia familia es un ejercicio doloroso y arriesgado. Exponer las pequenas y grandes miserias de los suyos es disparar los mecanismos de defensa de quienes se sentiran intimamente agraviados. El precio de la desercion es alto. Para quien ha crecido y se ha educado en una tradicion intelectual, para quien ha defendido con el verbo, la manifestacion publica y el voto una vision del mundo, supone consumar una separacion en los peores terminos. Las acusaciones de quien traiciono a quien seran mutuas; la de no haber sido realmente parte de la familia tambien. Resultara esteril desplegar viejas credenciales de izquierda. Ademas, ?que registro queda de mi indignacion ante el descubrimiento de las injusticias sociales y el estimulante hallazgo de las armas intelectuales y el compromiso del campo ideologico que adopte en mi juventud? ?Donde esta el testigo de mi felicidad al ver publicada mi primera nota en el diario de izquierda que llevaba en la mochila a la escuela secundaria y al que envie mi primer curriculum? ?Como convocar hoy a los profesores universitarios, tan entusiastas al comprobar que su alumno podia reproducir con exito en los parciales los analisis marxistas que absorbia? De las discusiones estudiantiles, de las manifestaciones contra las politicas economicas de ajuste que pesaban sobre los mas vulnerables, primero en Argentina y despues en Francia, quedan apenas rastros: en la bisagra de los siglos XX y XXI, no se consignaban en las redes sociales. Tampoco hay testigos en el cuarto oscuro para dar fe de una fidelidad a lo que puede llamarse someramente el campo progresista. Si subsisten trabajos periodisticos en papel o en la web que reflejan, en la eleccion de los temas, sus enfoques, y en el manejo de los codigos, la pertenencia a esta corriente en la que he evolucionado. Tambien quedan la incomprension y la amargura de amistades rotas, la benevolencia de quienes supieron separar los tantos o compartieron el desasosiego. De todos modos, de nada serviran las pruebas ni importan, maxime para una izquierda fragmentada en una constelacion de capillas --revolucionarias o reformistas--, donde cada quien es un experto catador de la pureza ideologica, y la excomunion de sus semejantes, moneda corriente. Menos aun en el contexto de polarizacion argentino, enrarecido por el factor peronista. Este libro no va dirigido a ellos, o no principalmente, sino a otros huerfanos de la izquierda, en su sentido mas amplio, que se han visto abandonados por su familia politica como un barco que se aleja olvidando en el muelle sus valores cardinales. Estas lineas son para quienes han comprobado azorados como la izquierda que ayer luchaba por la libertad de expresion en Occidente hoy justifica la censura en nombre del no ofender; esa que ayer comia curas y ahora se alia con el oscurantismo religioso en detrimento del laicismo para oprimir a la mujer y a los homosexuales; esa que a la liberacion sexual responde con un nuevo puritanismo, que de la lucha contra el racismo ha pasado a alimentar y justificar su forma mas letal en las calles y en los templos de Europa y de las Americas: el antisemitismo. Estos capitulos son un intento por comprender las razones, los mecanismos y las consecuencias encerrados en esta traicion. El mandato de no decir verdades inconvenientes para < > es una intimidacion que funciono, durante demasiado tiempo, con eficacia. Es finalmente una autocensura que ha sido aprovechada desde el otro extremo del arco politico, por los que no se sentian amedrentados por una exclusion del sistema mediatico y academico al que no pertenecian. Asi empezaron a capitalizar en las urnas las claudicaciones, los silencios, el terreno desertado por la izquierda, allanando el camino para el ascenso de populismos de derecha y ultraderecha de ambos lados del Atlantico. El colapso de la Union Sovietica y su modelo llevo a una parte significativa del progresismo a cambiar de sujeto historico, la clase trabajadora por las minorias, y a abrazar nuevos aliados liberticidas: autocratas, teocracias de Oriente Medio y las identity politics, sepultando de esta manera la promesa de la emancipacion universalista. En esta reconfiguracion del paisaje ideologico, se fortalecieron dos polos iliberales, aplastando juntos cualquier legado de la tradicion de la corriente secular, humanista y antitotalitaria de la izquierda occidental. -
Una noche dorada de
https://gigalibros.com/una-noche-dorada.htmlArianna Townsend no tiene pensado, por el momento, enamorarse.
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No te quiero mas de Ines Fernandez Moreno
https://gigalibros.com/no-te-quiero-mas.htmlCon el estilo excepcional que ya tiene acostumbrados a sus lectores y una lucidez tan descarnada como profunda, Ines Fernandez Moreno ofrece en esta nueva novela una historia potente sobre la relacion entre una hija y su padre, que conjuga amor absoluto y un grito de rebeldia.
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Lena (Juegos Salvajes) de Lena Wolf
https://gigalibros.com/lena-juegos-salvajes.htmlLena no podia creer lo que veia ante sus ojos. Sus cosas, sus queridas, escasas y preciadas pertenencias, esparcidas sin orden y con bastante furia por toda la habitacion. Se afano en agacharse y recoger uno de los libros que habia quedado cerca de los pies de la cama, y mientras lo hacia, otros dos salieron disparados desde las manos de la que, hasta entonces, habia sido su amiga y companera de piso, para rebotar contra el colchon y precipitarse al suelo. --No puedes hacerme esto --gruno entre dientes, pero ahi termino su alegato, no tenia nada mas con lo que defenderse ni mas argumentos que dar salvo los ya expuestos. Apelar a la humanidad, a la caridad y a su tan preciada amistad, aunque sabia que nada de lo que dijera, cambiaria la situacion en la que ahora se encontraba. --Lo siento mucho Lena, he tenido muchisima paciencia contigo y lo sabes, pero he encontrado a alguien para alquilarle la habitacion, alguien que si va a pagarme. Te lo dije hace semanas. --Ya... pe-pero... !Pensaba que eramos amigas! --!Y lo somos! --se afano en puntualizar-- !Claro que lo somos! Cuando quieras quedamos para tomar un cafe y ponernos al dia de todo, pero necesito a alguien que pague su parte de los gastos. --Joder Vicky, es invierno, hace frio y sabes que no tengo donde ir... No tengo a nadie y no es una forma de hablar, es literal, nadie. --De verdad que lo siento, pero no soy una jodida ONG, llevo meses advirtiendotelo. --!Vete a la mierda! --y a punto estuvo de acompanar esa recomendacion turistica con un lanzamiento de libro, que era lo unico que tenia entre las manos. --Sal esta noche, emborrachate, echale el ojo a algun tio y vete a su casa, y ya manana con la cabeza fria decides si volver a follartelo o cambiar a otro... --Eres una hija de puta --y noto como podia hasta masticar su enfado. --Entonces de ese cafe ni hablamos ?no? --resoplo-- Mira Lena, de verdad que lo siento, en serio, se que es una cabronada, pero tu te lo has buscado, recoge lo que necesites y puedes venir a por el resto otro dia. Salio del apartamento cargando una bolsa de deporte que habia llenado con algo de ropa, un par de libros y poca cosa mas. Era viernes noche y hacia ya bastante frio, aunque ese ano el invierno estaba siendo bastante amable con sus calidas temperaturas. Sintio ganas de llorar, sin embargo, hacia ya tiempo que se habia prometido a si misma que no volveria a hacerlo, aunque para ser sinceros, la vida no le estaba poniendo demasiado facil el poder cumplir con su palabra. Camino un par de manzanas en direccion al centro, sin rumbo fijo, realmente no tenia donde ir. No habia usado esa frase para ablandar el corazon de Vicky, ni habia exagerado un apice su situacion. No tenia familia y contaba con muy pocos amigos. Siempre habia tenido dificultades en entablar relaciones de confianza con la gente, y despues de lo de Vicky... Puede que sus escasas habilidades sociales, fuera porque su padre la abandono antes de que su memoria pudiera fijar su cara o su voz, mucho menos ningun recuerdo al que aferrarse, o bien pudiese ser que su extrema desconfianza hacia el ser humano se debiera a ese desfile de hombres que paso, ano tras ano por su casa, y por entre las piernas de su madre. Cada nueva ilusion de formar parte de una familia, se esfumaba como el conejo en la chistera de un mago. Hasta que cumplidos los diecisiete, decidio poner fin a todo eso marchandose de casa para vivir por su cuenta. En esos anos habia pasado malos momentos, otros peores, pero desde hacia un tiempo la suerte parecia sonreirle con un trabajo suficientemente estable, como para alquilar una habitacion y con las ilusiones de haberse podido matricular por fin, en la universidad. Solto un bufido maldiciendose por no haber previsto que la buena suerte no existia, o si lo hacia estaba claro que ella estaba condenada a no alcanzarla jamas. Todos a su alrededor parecian fallarle en algun momento u otro. Y por si todo eso no fuese suficiente, empezaba a llover, como si el tiempo se hubiera confabulado en su contra. Resoplo enfadada, corrio hacia una cafeteria cercana y entro antes de quedar totalmente empapada. Rebusco en sus bolsillos, le quedaba muy poco de su finiquito y no sabia si malgastarlo en algo tan mundano como un cafe o una caja de cigarrillos, aunque ambas cosas le apetecieran mucho. --?A ti tambien te ha pillado el chaparron? --!Ja! --solto una risotada al tiempo que se giraba hacia su interlocutor, un chico de mas o menos su edad y bastante bien parecido-- En realidad no... me gusta eso de bailar bajo la lluvia --le dedico la mas dulce y seductora de sus sonrisas-- iba al gimnasio --mintio al tiempo que alzaba la bolsa de deporte. --No puedo competir con una sesion de spinning... --Puedes intentarlo --le atajo. --Probaremos suerte entonces, ?un cafe? --propuso el joven. --!Ves! Has acertado, un cafe seria perfecto. Soy Lena, por cierto -- alargo su mano y el la encajo. --Marc. La tormenta habia amainado a altas horas de la madrugada, dando paso a una manana fria pero soleada. Lena se revolvio entre las sabanas de esa nueva cama, buscando el contacto del cuerpo caliente que dormia placidamente a su lado. Al menos Marc, habia resultado ser un amante complaciente y atento, aunque con algunas peculiaridades a la hora del sexo, pero en general parecia un buen tio. Lena se reprendio por estar valorando la posibilidad de aprovecharse de ese pobre hombre, aunque su situacion era, cuanto menos, desesperada. Pero sabia que no tenia derecho a hacer eso. Se acurruco junto a el y volvio a cerrar los ojos para seguir durmiendo un poco mas. --!Joder! --exclamo Marc saltando de la cama-- Mierda, mierda... !Mierda! --Buenos dias a ti tambien... --sonrio algo aturdida pero dispuesta a hacer de esa manana una buena manana--. Oye Marc, supongo que suena a cliche, pero... no suelo hacer estas cosas... es que... --Oye Lena, pareces una buena tia --le corto--, y te juro que yo tampoco suelo hacer esto, nunca, en realidad es la primera vez... pero... --Pero...
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Un dia de playa de Nina Klein
https://gigalibros.com/un-dia-de-playa.htmlL U N O a brisa del mar me acaricio la piel, cerre los ojos y respire hondo. Estaba mucho mejor en la playa que en la oficina, donde iba a parar. Habia decidido que ese dia --un miercoles por la manana-- era el dia perfecto para ir a la playa. Llegue a esa conclusion despues de ver el dia que se habia presentado en mi ventana nada mas levantarme: soleado y agobiante. La ola de calor duraba ya mas de una semana, y se me estaban agotando las fuerzas. Podia sentir mis neuronas derritiendose ya desde primera hora. Me habia vestido para trabajar, pero la blusa beige y el traje de chaqueta, las medias y los zapatos de tacon de tres centimetros que me habia puesto para ir la oficina se me pegaban al cuerpo. Y solo eran las siete y media de la manana. Asi que hice lo que nunca habia hecho: llame al trabajo diciendo que estaba enferma. No era la primera persona que lo hacia en la oficina aquella semana, pero si era la primera vez que yo lo hacia. Llevaba cinco anos en aquel trabajo y no me habia cogido ni un dia por enfermedad, tambien era verdad que habia tenido suerte y no habia estado enferma, pero tampoco me habia cogido ningun dia para ir al dentista, o de asuntos propios, ni nada por el estilo. Era, y siempre habia sido, la persona mas responsable del mundo. Sin embargo, de repente la sola idea de pasar un dia como aquel metida en la oficina, a pesar del aire acondicionado, se me hacia insoportable. Asi que no tuve ningun problema cuando llame, incluso la secretaria se mostro comprensiva, mejorate, me dijo, mientras yo fingia una tos y tiraba de topicos para hacerlo todo mas creible: el aire acondicionado, ya sabes. Los cambios de temperatura. Sonrei un poco mientras me extendia el protector solar de coco por el brazo derecho, luego el izquierdo. Factor 50. No habia mucha diferencia entre el color de la crema y el de mi piel. No solia ponerme morena, pero siendo abril, estaba casi fosforescente. Aunque tampoco destacaba mucho entre los otros cuerpos diseminados por la arena. Pocos, muy pocos, apenas una docena de personas repartidas por toda la playa: era un miercoles laborable de abril, y eran las diez de la manana, por mucha ola de calor que hubiese. Todos los cuerpos tenian un tono similar al mio, iban desde blanco puro hasta alguna tonalidad de rosa, exceptuando los de los chicos jugando al voleibol a unos metros de donde me encontraba tumbada en la toalla. Suficientemente lejos como para que no me diesen un pelotazo sin querer, suficientemente cerca como para poder deleitarme con el espectaculo. Volvi a mirar en su direccion al oir sus bromas y risas. Universitarios, o al menos esa era la edad y el aspecto que tenian, saltandose las clases. Aunque a juzgar por la piel morena, no era el primer dia que se las saltaban, tampoco. Amparada por las gafas de sol, admire los cuerpos bronceados, ligeramente brillantes de sudor, los musculos de los brazos al golpear la pelota. Eran tres, dos a un lado de la malla, uno al otro lado, al que le estaban pegando una paliza mientras reian. Uno de los chicos del equipo de dos se retiro un poco y saco una botella de agua de una pequena nevera que tenian junto a sus toallas. Habian ido mas preparados que yo, que estaba muriendome de sed, el agua que habia metido en la bolsa de playa se habia recalentado casi antes de salir de casa. Le observe mientras bebia, me fije en su garganta, en su cuello. Le hacia falta un corte de pelo. Se le rizaba un poco en la nuca y le caia sobre la frente. Al terminar de beber me parecio que miraba en mi direccion --el chico tambien tenia gafas de sol-- y sonreia ligeramente. Pero no estaba segura, estaba demasiado lejos para saberlo. Quizas habia visto a alguien detras de mi. Algunas chicas tambien universitarias, quizas, rubias, bronceadas y en forma, que venian a jugar con ellos. Gire la cabeza y mire por encima de mi hombro. No habia nadie, mas que un hombre de unos sesenta anos tirandole un frisbee a un perro. No habia nada de malo en mirar, me dije. Era mi dia de hacer cosas que normalmente no haria. A esa hora --mire mi reloj de pulsera, ya eran casi las once-- estaria en alguna reunion aburrida y horrible, rodeada no de cuerpos jovenes y hermosos, sino de mis companeros de oficina, hombres de mediana edad que habian perdido el pelo --solo el de la cabeza, lamentablemente-- hacia mas de una decada y si su forma de peinarse no me enganaba, todavia no se habian resignado. Con sus barrigas sobresaliendo por encima del cinturon del traje, enganando a sus mujeres habitualmente. No conmigo: ademas de no dejar que me tocasen ni con un palo, y de no creer en las relaciones en el trabajo, increiblemente, con treinta y cinco anos, era demasiado vieja para aquellos tipos de cuarenta y pico y cincuenta, que sonaban con liarse con jovencitas de veinte. Vivir para ver. Asi que decidi seguir alegrandome la vista. No solia ir por ahi acosando a hombres con la mirada, mucho menos a jovenes a los que sacaba probablemente diez anos, quizas algo menos, pero no hacia dano a nadie, recogia material para mis fantasias y, repito, era el dia en el que estaba haciendo cosas que no solia hacer nunca. Asi que le devolvi la sonrisa al chico del voleibol. Vi como volvia a inclinarse sobre la nevera, cogia otro botellin de agua y empezaba a andar hacia mi. Resisti la tentacion de volver a mirar por encima de mi hombro, en caso de que no se estuviese dirigiendo a mi, sino a alguien detras de mi. El joven atractivo se acerco. Abdominales marcados, musculos en los brazos y en las piernas. Se dio la vuelta para lanzar la pelota que tenia en la mano hacia donde estaban sus amigos, y pude admirar la espalda musculada y los biceps flexionandose. Los amigos siguieron jugando mientras el joven se acercaba. Llevaba un banador negro, no uno de esos ajustados --menos mal-- sino uno suelto que le llegaba a la mitad de los muslos musculados y morenos. Mejor no mirar muy fijamente. Volvi a alegrarme, por enesima vez, de tener las gafas de sol puestas. --Hola --dijo, con una voz grave y profunda. --Hola --sonrei. Me tendio el botellin de agua helada.
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La muerte del comendador 1 de Haruki Murakami
https://gigalibros.com/la-muerte-del-comendador-1.htmlEn plena crisis de pareja, un retratista de cierto prestigio abandona Tokio en direccion al norte de Japon. Confuso, sumido en sus recuerdos, deambula por el pais hasta que, finalmente, un amigo le ofrece instalarse en una pequena casa aislada, rodeada de bosques, que pertenece a su padre, un pintor famoso.
En suma, un lugar donde retirarse durante un tiempo. En esa casa de paredes vacias, tras oir extranos ruidos, el protagonista descubre en un desvan lo que parece un cuadro, envuelto y con una etiqueta en la que se lee: <>. Cuando se decida a desenvolverlo se abrira ante el un extrano mundo donde la opera Don Giovanni de Mozart, el encargo de un retrato, una timida adolescente y, por supuesto, un comendador, sembraran de incognitas su vida, hasta hace poco anodina y rutinaria.
Este primer volumen de la novela La muerte del comendador es un fascinante laberinto donde lo cotidiano se ve invadido de senales indescifrables, de preguntas cuya respuesta todavia esta lejos de vislumbrarse. El lector, al igual que el protagonista, debera permanecer muy atento. -
Reunion en el restaurante Nostalgia de Anne Tyler
https://gigalibros.com/reunion-en-el-restaurante-nostalgia.htmlAlrededor de una mesa, y ahondando en las emociones de una familia, Anne Tyler (Pulitzer 1989) ha construido un mundo donde cada lector encontrara su propia historia.
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La favorita de Kiera Cass
https://gigalibros.com/la-favorita.htmlMe subi un poco los tirantes del vestido, para cubrirme los hombros. Carter estaba callado; su silencio me provocaba mas escalofrios que la falta de calefaccion en las celdas de palacio. Habia sido horrible oir sus grunidos de dolor mientras los guardias le golpeaban una y otra vez, pero al menos entonces sabia que respiraba. Estremecida, encogi las piernas y acerque las rodillas al pecho. Otra lagrima me cayo por la mejilla, y lo agradeci, aunque solo fuera por la calidez del liquido sobre la piel. Lo sabiamos. Sabiamos que podia acabar asi. Y, aun asi, nos habiamos visto. Era inevitable. Me pregunte como moririamos. ?Ahorcados? ?De un tiro? ?O quizas algo mucho mas elaborado y doloroso? No pude evitar desear que el silencio de Carter significara que ya habia muerto. O, por lo menos, que fuera el quien muriera primero. Antes que permitir que su ultimo recuerdo fuera mi muerte, preferiria que fuera su fallecimiento lo ultimo que recordara yo. En aquel mismo momento, solos, en aquella celda, lo unico que deseaba era que cesara su dolor. Algo se movio en el pasillo, y el corazon se me acelero. ?Habia llegado el momento? ?Era el fin? Cerre los ojos, intentando contener las lagrimas. ?Como habia ocurrido todo? ?Como habia pasado de ser una de las candidatas mas queridas de la Seleccion a la sentencia por traicion, a estar alli encerrada, a la espera de mi castigo? Oh, Carter... Carter, ?que hemos hecho? No me tenia por una persona vanidosa. Aun asi, casi cada dia, despues del desayuno, sentia la necesidad de volver a mi habitacion y retocarme el maquillaje antes de dirigirme a la Sala de las Mujeres. Sabia que era una tonteria: Maxon ni siquiera me veria hasta la noche. Y para entonces, por supuesto, ya me habria maquillado de nuevo y habria cambiado de vestido. Tampoco es que tuviera mucho efecto lo que yo pudiera hacer. Maxon se mostraba educado y agradable, pero no me parecia que hubiera entre nosotros una conexion como la que tenia con otras chicas. ?Que tenia yo de malo? Aunque sin duda me lo estaba pasando muy bien en el palacio, tenia la sensacion de que habia algo mas, algo que las otras chicas entendian --bueno, al menos algunas de ellas-- y yo no. Antes de entrar en la Seleccion, me tenia por una chica divertida, guapa y lista. Pero ahora que me encontraba en medio de un punado de chicas cuya mision diaria era la de impresionar a un solo chico, me sentia poca cosa, aburrida e insignificante. Me daba cuenta de que habria tenido que hacer mas caso a mis amigas de casa, que parecian tener prisa por encontrar marido y formar un hogar. Se habian pasado la vida hablando de vestidos, del maquillaje y de los chicos, mientras yo prestaba mas atencion a lo que me ensenaban mis tutores. Tenia la sensacion de haberme perdido alguna clase importante, y ahora me sentia rezagada. No. Era cuestion de no dejar de intentarlo, nada mas. Habia memorizado hasta el ultimo detalle de la clase de historia que nos habia dado Silvia unos dias antes. Incluso habia puesto por escrito algunos conceptos para tenerlos a mano por si se me olvidaba algo. Queria que Maxon pensara que era una chica lista y completa. Tambien queria que pensara que era guapa, asi que tenia la sensacion de que aquellos viajes a mi habitacion eran absolutamente necesarios. ?Como lo haria la reina Amberly? Ella estaba esplendida en todo momento, sin hacer ningun esfuerzo aparente para conseguirlo. Me detuve un momento en las escaleras para mirarme el zapato. Parecia que uno de los tacones se me habia enganchado en la alfombra. No vi nada, asi que segui adelante, impaciente por llegar a la Sala de las Mujeres. Al llegar a la planta baja me eche el cabello atras por encima del hombro y pense si lo que estaba haciendo no tendria un sentido mas profundo. La verdad es que queria ganar. No habia pasado mucho tiempo con Maxon, pero parecia amable, divertido y... --!Ahhh! --El tacon se me engancho con el borde de un escalon y cai aparatosamente sobre el suelo de marmol--. !Auch! --!Senorita! --Levante la vista y vi a un guardia que se acercaba a la carrera--. ?Se encuentra bien? --Estoy bien. No ha sido nada. Solo el golpe... !Y el ridiculo! --No se como pueden caminar con esos zapatos. Es un milagro que no tengan todas algun tobillo roto. Me ofrecio la mano, y se me escapo una risita. --Gracias --dije, echandome el cabello atras y alisandome el vestido. --A su disposicion. ?Esta segura de que no se ha hecho dano? --dijo, mirandome algo nervioso, por si tenia algun corte o magulladura. --Me duele un poco la cadera por el golpe, pero, por lo demas, estoy perfectamente --dije, y era cierto. --Quiza deberia llevarla a la enfermeria, para asegurarnos. --No, de verdad --insisti--. Estoy bien. El suspiro. --?No le importaria hacerme un favor e ir de todos modos? Si estuviera herida y yo no hubiera hecho nada para ayudar, me sentiria fatal. --Me miro con unos ojos azules que resultaban terriblemente convincentes--. Y apuesto a que el principe querria que fuera. Seguramente en aquello tenia razon. --De acuerdo --accedi--. Ire. El sonrio, torciendo minimamente los labios. --Muy bien --dijo, y me cogio en sus brazos. Me quede sin aliento de la sorpresa. --No creo que esto sea necesario --proteste. --No importa --dijo el, y se puso a caminar, asi que ya no podia bajar. --Corrijame si me equivoco, pero usted es la senorita Marlee, ?verdad? --Asi es. No dejaba de sonreir, y yo no pude evitar sonreirle a el. --He estado estudiando los nombres de todas para no equivocarme. Lo cierto es que no creo que fuera el mejor en la instruccion, y no tengo ni idea de como he acabado destinado en palacio. Pero quiero asegurarme de que no se arrepientan de esa decision, asi que al menos intento aprenderme los nombres. De este modo, si alguien necesita algo, sabre de quien estan hablando. Me gustaba su forma de hablar. Era como si contara una historia, aunque solo estuviera hablandome de si mismo. Tenia la voz ligera y se le animaba el rostro al hablar. --Bueno, ya has cumplido con tu deber holgadamente --dije yo, para animarle--. Y no seas tan duro contigo mismo. Estoy seguro de que harias una instruccion excelente, si te destinaron aqui. Tus jefes debieron de ver un gran potencial en ti. --Es usted demasiado amable. ?Quiere recordarme de donde es? --De Kent. --Oh, yo soy de Allens. --?De verdad? Allens estaba justo al este de Kent, al norte de Carolina. En cierto modo, eramos vecinos. --Si, senorita --dijo, asintiendo sin dejar de caminar--. Esta es la primera vez que salgo de mi provincia. Bueno, la segunda, contando la instruccion. --Igual que yo. Me cuesta un poco acostumbrarme al clima. --!A mi tambien! No veo la hora de que llegue el otono, pero no estoy seguro siquiera de que aqui haya otono. --Ya te entiendo. El verano esta muy bien, pero no si dura eternamente. --Exacto --dijo, convencido--. ?Se imagina lo rara que sera la Navidad? --No puede ser lo mismo, sin nieve --respondi yo, con un suspiro. Y estaba convencida de ello. Sonaba con el invierno todo el ano. Era mi estacion favorita. --Desde luego que no --dijo el. No sabia muy bien por que sonreia tanto. Quiza fuera porque la conversacion me resultaba muy natural. Nunca me habia sido facil hablar con un chico. Lo cierto era que no tenia mucha practica, pero era agradable pensar que quiza no fuera tan dificil como pensaba. Al acercarnos a la entrada del hospital freno el paso. --?Te importaria dejarme en el suelo? --le dije--. No quiero que piensen que me he roto una pierna, o algo asi. --En absoluto --contesto el, sonriendo y chasqueando la lengua. Me dejo en el suelo y me abrio la puerta. En el interior habia una enfermera sentada ante una mesa. El guardia hablo por mi: --Lady Marlee se ha caido en el vestibulo y se ha dado un pequeno golpe. Quiza no sea nada, pero queriamos estar seguros. La enfermera se puso en pie, aparentemente contenta de tener algo que hacer. --Oh, Lady Marlee, espero que no sea gran cosa. --No, solo me duele un poco aqui --dije yo, tocandome la cadera. --Le echare un vistazo enseguida. Muchas gracias, guardia. Ya puede volver a su puesto. El guardia saludo agachando la cabeza y se dispuso a marcharse. Justo antes de que la puerta se cerrara, me guino el ojo y me sonrio, y yo me quede alli, sonriendo como una idiota. Las voces del pasillo aumentaron de volumen y me devolvieron al presente: oi los saludos de los guardias solapandose unos a otros, todos diciendo una unica palabra: <
>. Maxon estaba ahi. Me levante corriendo y me asome al ventanuco de mi celda justo a tiempo para ver como abrian la puerta de la celda del otro lado del pasillo --la de Carter-- y Maxon entraba, escoltado por otros guardias. Hice un esfuerzo por oir lo que se decia, pero no pude descifrar ni una palabra. Tambien oi algun debil murmullo de respuesta, y supe que era de Carter. Estaba despierto. Y vivo. Suspire y me estremeci al mismo tiempo, y luego volvi a recolocarme los tirantes de tul sobre los hombros. Al cabo de unos minutos, la puerta de la celda de Carter se abrio de nuevo; vi que Maxon se acercaba a mi celda. Los guardias le dejaron entrar y la puerta se cerro tras el. Me miro y se quedo sin aliento. --!Dios Santo! ?Que te han hecho? --dijo, acercandose y desabrochandose la chaqueta al mismo tiempo. --Maxon, lo siento mucho --dije, entre lagrimas. El se quito la chaqueta y me envolvio con ella. --?Te han roto el vestido los guardias? ?Te han hecho dano? --Yo no queria traicionarte. Nunca quise hacerte ningun dano. El levanto las manos y me cogio las mejillas. --Marlee, escuchame. ?Te han pegado los guardias? Negue con la cabeza. --Uno de ellos me arranco las alas del disfraz al empujarme para que entrara en la celda, pero no me han hecho nada mas. Suspiro, evidentemente aliviado. Que buen hombre que era, aun preocupandose por mi bienestar, incluso despues de haber descubierto lo mio con Carter. --Lo siento muchisimo --susurre otra vez. Las manos de Maxon se posaron en mis hombros. --Ahora empiezo a darme cuenta de lo inutil que es resistirse cuando se esta enamorado. Desde luego no te culpo por ello --dijo. Yo le mire y vi la bondad en sus ojos. --Intentamos parar. Te lo prometo. Pero le amo. Me casaria con el manana mismo... si aun siguieramos con vida. Deje caer la cabeza, sollozando incontroladamente. Habria querido comportarme como una dama, aceptar mi castigo con elegancia. Pero me parecia tan injusto... Era como si me lo quitaran todo antes incluso de tener ocasion de disfrutarlo. Maxon me froto la espalda con suavidad. --No vais a morir. Le mire, incredula. --?Que? --No habeis sido sentenciados a muerte. Suspire con fuerza y lo abrace. --!Gracias, gracias! !Muchisimas gracias! !Es mas de lo que nos merecemos! --!Para, para! --dijo, tirandome de los brazos. Di un paso atras, avergonzada por haber reaccionado de un modo tan inapropiado despues de todo lo que habia pasado. --No habeis sido sentenciados a muerte --repitio--, pero, aun asi, se os va a castigar. --Miro al suelo y meneo la cabeza--. Lo siento, Marlee, pero manana os van a azotar en publico --dijo. Parecia que le costaba mirarme a los ojos; si no supiera que aquello era imposible, habria pensado que entendia nuestro dolor--. Lo siento. He intentado evitarlo, pero mi padre insiste en que hay que mantener las apariencias; y como ya han circulado imagenes vuestras por ahi, no puedo hacer nada para hacerle cambiar de opinion. Me aclare la garganta. --?Cuantas veces? --Quince. Creo que la intencion es ser mucho mas duros con Carter que contigo, pero, en cualquier caso, va a ser increiblemente doloroso. Se que hay gente que incluso pierde el conocimiento. Lo siento muchisimo, Marlee. Parecia decepcionado consigo mismo. Yo, en cambio, no podia pensar en nada mas que en su bondad. Levante la cabeza, intentando mostrarme segura de que podria superarlo. --?Vienes a decirme que me devuelves la vida y la del hombre que quiero, y te disculpas? Maxon, no he estado mas agradecida en mi vida. --Van a convertiros en Ochos --dijo--. Todo el mundo lo vera. --Pero Carter y yo estaremos juntos, ?verdad? Asintio. --Entonces, ?que mas puedo pedir? Soportare los azotes, si ese es el precio. Aceptaria tambien los suyos, si fuera posible. Maxon esbozo una sonrisa triste. --Carter me ha suplicado, literalmente, que le dieran a el los tuyos. --No me sorprende --dije, sonriendo yo tambien, mientras los ojos se me llenaban de nuevo de lagrimas, esta vez de felicidad. Maxon meneo la cabeza de nuevo. --Y yo que pensaba que empezaba a entender lo que es estar enamorado, y de pronto os veo a vosotros dos, que quereis asumir el uno el dolor del otro, y me pregunto si he entendido algo. Me cubri mejor con su chaqueta. --Si que lo has entendido. Se que lo has entendido --dije, mirandole a los ojos--. Ella, por otra parte..., puede que necesite tiempo. Esbozo una sonrisa. --Va a echarte de menos. Solia animarme para que saliera mas a tu encuentro. --Solo una amiga de verdad renunciaria a ser princesa en favor de otra persona. Pero yo no estaba hecha para ti, ni para la corona. Ya he encontrado a la persona ideal para mi. --Una vez me dijo algo que nunca olvidare --recordo el, hablando lentamente--: < >. --Tenia razon --dije yo, pasando la mirada por la celda, y nos quedamos en silencio unos momentos--. Tengo miedo. Me abrazo. --Acabara enseguida. Los momentos previos seran lo peor, pero procura pensar en otra cosa mientras hablan. Y yo intentare conseguirte las mejores medicinas, las que usan conmigo, para que te cures mas rapido. Me eche a llorar, abrumada por el miedo, el agradecimiento y mil sensaciones mas. --De momento, intenta dormir todo lo que puedas. Le he dicho a Carter que descanse tambien todo lo que pueda. Eso os ayudara. Asenti, con la cabeza aun apoyada en su hombro, y el me abrazo con fuerza. --?Que ha dicho? ?Esta bien? --Le han golpeado, pero, de momento, esta bien. Me ha pedido que te diga que te quiere y que hagas lo que yo te diga. Suspire, reconfortada por sus palabras. --Siempre estare en deuda contigo. Maxon no respondio. Simplemente me abrazo, hasta que estuve mas tranquila. Por fin me beso en la frente y se giro para marcharse. --Adios --susurre. El me sonrio y dio dos golpes en la puerta. Un guardia le abrio y le acompano a la salida. Yo volvi a mi lugar junto a la pared y encogi las piernas bajo el vestido, usando la chaqueta de Maxon como manta improvisada. Y me deje llevar de nuevo por mis recuerdos... -
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