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    Dante es un psicologo de reconocido prestigio que no se habla con su familia. Problemas del pasado entre su padre y el se alzan como un muro infranqueable entre lo dos. Yago, que es el hermano menor y discolo de Dante, lo espia para informar al resto de la familia sobre sus andanzas.

  • Parecia una buena idea de Kylie Scott

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  • Seducida por su ex de Anne Oliver

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    Pertenecian a mundos diferentes.

  • Cada segundo de Patricia Geller

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    Violeta Meyer es una joven que necesita liberarse de las imposiciones familiares y ha tomado la decision de romper con su pasado, ofreciendose como chica de compania. Ella no imagina que, adentrandose en un mundo tan superficial, sentira un placer diferente, conocera a hombres que estaran dispuestos a todo por tenerla y descubrira emociones insospechadas.

  • Yo se un secreto 1 de Viki Tapada

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    “Yo se un secreto”, no solo es una historia de terror. Va mas alla de lo que se enconde tras cada puerta. Donde en la poblacion helada y rural de Inceground un juego inocente, una melodia infantil abrira un pasadizo hacia el mal y la locura. Tu reflejo jamas volvera a ser el mismo…

  • El Tutor (The Crossroad Company 2) de Nisha Scail

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    Cuando Charlotte perdio inesperadamente a su marido, el mundo de le vino abajo. El habia sido su mejor amigo, su amante y el unico que la habia comprendido. Por ello, cuando un ano despues recibe una carta suya recordandole su juego privado, sabe que solo tiene dos opciones, participar de sus planes o perderse a si misma por completo.
    Nolan prometio a su hermanastro encargarse de su mujer y lo hizo a sabiendas de lo que eso significaria para el. Ahora, tras el primer aniversario de su muerte, el fantasma de Chase vuelve a irrumpir en su vida para recordarle su promesa y darle la oportunidad de conquistar a la mujer que siempre ha deseado.
    Un juego de misterio y anhelos ocultos que desvelara las mas oscuras pasiones del alma y del corazon.

  • El marques y la doncella de Kate L. Morgan

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    Alan Redmayne, marques de Glastonbury, ha tenido que hacer un parentesis en las enormes responsabilidades que acarrean su titulo y su fortuna familiar, para escaparse al campo y poner la mayor distancia posible entre lady Niven y el. En su mansion de Kent se encuentra con la chiquilla de su ninez: la que se comia los dulces de almendra que tanto le gustaban, pero ahora es la mujer mas hermosa que ha conocido nunca, la mas apasionada y deseable, pero le esta prohibida porque trabaja en las cocinas de Helvellyn House. No obstante, la atraccion entre los dos crece dia a dia, y, cuando un hombre tan visceral como Redmayne encuentra al fin la horma de su zapato, las consecuencias son tan imprevisibles como inevitables.

  • Una propuesta irresistible de Emilia Hover

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    Aunque bajar el consumo de carbohidratos era una buena idea para mantenerse en forma, cuanta falta estaba haciendole en ese momento haber comido una gran dosis de carbohidratos durante la tarde. Para contener al tipo borracho que habia ingresado al servicio de traumatologia, a Andrea Marquez le hacia mucha falta comer la gran dona con chocolate extra y su gaseosa habitual de los jueves en la manana El hombre estaba muy alterado. --!Te ordeno que me dejes en paz, zorra! --No seria facil controlarlo. Andrea habia tenido ‘suerte’. Era la enfermera de guardia cuando llego la chica. Isaias, otro de los enfermeros de guardia, llego a auxiliarla, y ella tambien peleo contra el. --Rosa, no te preocupes. Administrale el medicamento. Hazlo ya --dijo, con sus hombros tensos. Rosa mantuvo sus manos firmes. !Carajo! --dijo la chica, maniobrando con sus manos. Introdujo la aguja en la vena del tipo y le administro un potente sedante. Andrea e Isaias mantenian el pulso con la chica, pero ella no soportaria mucho mas. Empezaba a cansarse. El sujeto tenia fuerzas todavia. Era increible que el sujeto no tuviera grandes heridas en su cuerpo despues de haber sufrido un choque frontal a alta velocidad en la autopista.Ademas, habia estado forcejeando con los enfermeros. No habia podido usar sus extremidades superiores para lastimar a los enfermeros ni herirse a si mismo porque tenia heridas leves en uno de sus brazos y fuertes contusiones en el otro. Pero su pie derecho estaba ileso. Lo uso para patear la mesa cercana a la camilla. Habia tenido la intencion de lesionar a la enfermera que cortaba sus pantalones para revisar sus piernas. Los instrumentos cayeron y el ruido fue estruendoso. --!Alejate de mi! !Vete, zorrita! --grito. Andrea tomo el brazo del paciente para que no se quitara la aguja de su brazo. Presiono con todas sus fuerzas. --Aumenten la dosis --dijo Andrea en voz baja. Todos lo veian y el seguia maldiciendo. El sujeto busco herirse con su brazo libre, pero solo pudo gritar. Tal vez la mezcla de alcohol con el sedante dificultaba su recuperacion. Ademas, tenia una gran contusion en su cabeza que sangraba a cantaros, aunque el personal habia intentado infructuosamente coserla. Unos momentos despues dejo de luchar. Giro para ver su aguja. Tal vez era el efecto del sedante o estaba agotado. Andrea lo solto y se alejo con extrema precaucion. Antonio Pena entraba. Andrea suspiro al oir las puertas abrirse lentamente. Andrea respiro profundamente. El llego a la sala, con su aire elegante y atractivo. Ver a Antonio siempre la hacia sentir nerviosa. Andrea penso en miles de cosas que se habian retirado de su mente hacia mucho tiempo. Cosas como partes del cuerpo de Andres sobre el suyo o su abdomen esculpido. Era inoportuno, porque estaba en un hospital. La vida de los pacientes dependia de ella. No importaba si el estaba tenso. Como en ese momento. La presencia maravillosa del doctor Antonio Pena siempre tenia ese efecto en ella. Sus musculos estaban rigidos. --?Y los hijos? --pregunto alguien. --Murieron durante el traslado --dijo Antonio. Una enfermera le entrego unos guantes quirurgicos a Antonio. El se los puso. Su mirada se dirigia al paciente. --?Y la madre? --pregunto Isaias. --No sobrevivira. Esta en coma inducido por su abundante sangrado -- respondio Antonio. Se acerco a la camilla del paciente. Andrea olvido sus pensamientos sexuales. Todos quedaron en silencio con su respuesta. Vio a Antonio. Su frase habia sido dura, si, pero era frecuente en un hospital grande como ese. YAntonio se habia expresado como si no le importara. Ella nunca lo habia oido expresarse con ese tono. Los enfermeros retrocedieron. Lo tenian como un doctor muy profesional, con experiencia en la unidad de Emergencias, pero que siempre mantenia la compostura y la calma. Una intensa molestia reemplazaba esa serenidad. --!Maldito! --dijo el paciente, y los gritos retumbaron en las paredes. El hombre intento ponerse de pie, o al menos sentarse, pero el dolor terrible de su brazo lo freno y lo tiro a la camilla de nuevo. Grito varias veces. Los enfermeros volvieron a acercarse a la camilla. Uno de ellos se apuro a decir. --!Administren otra dosis! --De inmediato, uno tomo una inyectadora. Andrea busco el brazo del sujeto. Pero no pudo hacerlo. El hombre tomo su bata y la llevo a su cara. --!Mierda! !Los odio! !Dejenme en paz! Ella quiso decir algo para calmarlo, tomar el brazo del hombre con los suyos, pero Antonio se acerco y tomo la muneca del tipo. El hombre grito varias veces, dijo otros improperios y sintio un gran dolor. Isaias se acerco a Antonio. Ambos pusieron sus manos en el pecho del hombre. Lo obligaban a acostarse nuevamente. Andrea retrocedio. --Respira profundo --le pidio Antonio. --Vete a la mierda. Estaba tenso. Andrea notaba esa expresion en su rostro. --Los enfermeros quieren ayudarte --le dijo Antonio. --Metanse su ayuda por el culo !Y tu tambien vete a la mierda! --le grito a continuacion. Quiso tomar el brazo de Antonio, pero el tomo su brazo y lo hizo gritar. Antonio. Seguia tenso. --Parece que me olvidaste, Alejandro --le dijo--. Hace tres meses estrellaste tu auto y yo te opere. Tu cuerpo quedo como nuevo. El sujeto seguia muy enojado, pero parecia calmarse lentamente. --Yo lo recuerdo --dijo Antonio. --Pudiste recuperarte despues de que te ayudaramos. Y una vez que pudiste caminar, viste el sol de la manana, le sonreiste a la vida y te reincorporaste a ese trabajo que te permitia ayudar a la gente... Un momento --dijo mientras lo veia fijamente y se acercaba a el. Una de las personas que se suponia que ayudabas, una chica, esta con tubos en su boca en la habitacion que esta justo al lado. Hoy, cuando se desperto temprano, beso a sus pequenos hijos y salio a trabajar, lo hizo por ultima vez. Y ella no lo sabia. Todo gracias a ti. --Hablaba con frialdad. Todos contenian la respiracion. Andrea estaba tensa, al igual que los demas. Solo podia ver como Antonio hablaba mientras su cara expresaba un mar de emociones. Estaba molesto. Como si lo odiara. Alejandro vio hacia otro lado, pero Antonio tomo su menton y llevo sus ojos sobre los suyos. --?Puedes ver tu cuerpo? --le pregunto Antonio--. No te paso nada si lo comparamos con esos pobres ninos. Y, sin embargo, estos enfermeros se quedan a ayudarte. Ellos podrian usar este tiempo para hacer algo mejor. Por ejemplo, yo estuve cinco horas operandote en ese quirofano para que salieras de aqui con vida. Cuando manejaste tu auto mas temprano, solo querias decirme que no te importara lo que yo hiciera. Mataste a tres personas--. Hablaba con rabia y en voz baja. Andrea sintio que en cualquier momento Antonio lo mataria. --Si yo no te hubiera ayudado, esa mujer y sus hijos estarian vivos y felices. Que pensaban los demas era la pregunta que sacudia la mente de Andrea. Pero solo podia ver los ojos de Antonio y escucharlo. --No vale la pena ayudarte. Me asegurare de que vayas a prision --le dijo. Alejandro lo vio fijamente y trato de levantarse nuevamente. Trato de alejar sus brazos. --!Vayanse al carajo!!Los odio, malditos!!Quiero irme de aqui! Andrea estaba cerca de Antonio. Reacciono al escuchar los gritos. Se reservo para sus adentros el temor que su presencia le hacia sentir y avanzo. Antonio le propino un fuerte golpe a Alejandro. Andrea solto un largo suspiro. Antonio noto la sangre en su nariz inflamada y trato de levantarse y pelear. Se mostro furioso. Los enfermeros se quedaron congelados y silenciosos. --Doctor Pena, alejese --dijo Isaias cuando puso sus manos en el pecho de Antonio, reaccionando primero que sus colegas. Antonio escucho y se alejo del sujeto. Alejandro cayo en la camilla, afectado por el dolor. Isaias tenso su mandibula y se armo de valor para contener al paciente. Andrea le dijo a Isaias que no se preocupara. Como pudo, se abalanzo sobre Antonio y puso sus manos en su pecho. Ella lo empujo. Sintio su corazon con sus manos. No se habia atrevido a tocar al doctor de esa manera, excepto cuando lo rozaba para entregarle algun instrumento. --Doctor Pena --le dijo, esperando que el sintiera sus manos y la viera. Antonio era mucho mas alto que ella. Ademas, era mucho mas musculoso. Andrea era hermosa, pero eso no significaba nada delante del abdomen perfecto de Antonio cuando de una pelea se trataba. --!Doctor Antonio! --grito Andrea con mas fuerza. Entonces Antonio la miro. Dio algunos pasos hacia atras. Andrea noto sus ojos persiguiendo el cuerpo del paciente. --Tu golpe fue tan fuerte que pudiste haber fracturado su nariz --dijo. Solo Antonio pudo escucharla. Lo dijo en su oido. --Esa era la idea. Andrea entendio que, ciertamente, habia tenido las ganas de hacerle dano. Se sorprendio y levanto sus ojos. Pero no pudo responder. Tampoco pudo deshacerse del calor que sentia en sus manos y se extendia por su cuerpo. No se habia acercado desde su llegada a Palma Sola. Habia decidido mantenerse lejos de ella, pero finalmente la habia visto. Era una linda mujer. Su aroma y su cara eran agradables. Y ahora podia sentir sus manos sobre su pecho. Por fin. Entonces vio al hombre en la camilla. Sintio un deseo irrefrenable en su cuerpo. Quiso llevar sus pensamientos a un lugar mas agradable. O a una persona mas hermosa, como la chica calida frente a el. Alejandro Castillo habia manejado en estado de ebriedad y habia causado una tragedia. Eso le impedia a Antonio concentrarse en otra cosa. Y no se arrepentia de haber golpeado su nariz. Su dolor nasal era una infima parte del dolor que todos sentian por la muerte de dos ninos de apenas seis y tres anos. Su intencion era que el sintiera, aunque fuese una minima parte del dolor que le habia causado a esa familia. Sin embargo, se habia sentido relativamente feliz de haber conectado con fuerza su cara. Pero era consciente de que habia perdido la compostura y se habia comportado como el. Un error cayendo sobre otro error. Todo eso no le importaba: lo habia golpeado y se sentia mejor. Antonio necesitaba esas sensaciones. Las necesitaba hacia mucho tiempo, pues su vida habia sido dificil. Especialmente por querer poner algunas cosas en orden. Cosas que se escapaban de sus manos. Su mente volvio a detenerse en Andrea. Sus manos seguian sobre su pecho y su rostro demostraba sus pensamientos: para ella, era un notable cirujano, todo un profesional con una exitosa carrera, que se habia dejado llevar por su rabia y habia golpeado la nariz de un paciente. Entonces penso como podia sentirse mejor por unos instantes. Beso sus labios apasionadamente. La tomo por sus codos y la subio un poco para que llegara a su cara. Los enfermeros llevaron sus manos a sus bocas para contener sus palabras. Si, esa sensacion lo habia hecho sentirse mejor. En cualquier caso, una sancion seria inevitable por su comportamiento con el paciente. Podrian incluir ‘acoso sexual a una enfermera en el lugar de trabajo’ a su expediente. No le importaba. Y Andrea no habia reaccionado como si Antonio estuviera acosandola sexualmente. Habia sujetado sus labios con los suyos. Llevo sus manos a sus hombros y ella deslizo sus labios con calidez sobre la boca de Antonio. Su cuerpo se acerco al suyo y dejo que la lengua de Antonio entrara fogosamente por su boca. Antonio solo pudo detenerse, en lugar de hacerle el amor alli mismo, porque dos vigilantes habian aparecido de la nada. --Doctor Pena, debemos acompanarlo a la entrada del Hospital Universitario. Se alejo de Andrea, a pesar de que queria pegarse a ella y continuar sintiendo esa sensacion de felicidad. Queria mantener so boca sobre la suya. --No se preocupen. Los acompanare. --Estaba decidido a marcharse. --El sedante esta haciendo efecto --le dijo una enfermera que se habia acercado al paciente y luego a Isaias. Antonio escucho todo. Las cosas habian salido bien para el. --Salgamos entonces. --Antonio giro para desalojar el lugar. Tenia que haber dado ese paso hacia muchos anos. Pero solo lo habia hecho tras golpear al paciente. --Necesito un favor de ti, Andrea. --Era su hermano quien pronunciaba esas palabras. Y Andrea recordaba que, definitivamente, era la frase que mas odiaba en el mundo. Ella respiro profundamente. --No ha sido el mejor dia de mi vida, Fernando --. Queria descansar, ver programas viejos en la television, ponerse ropa de dormir y llenar su cuerpo de comida grasosa como la de El Rincon del Pollo. --Lo necesito, hermana. --No te lo pediria si no me hiciera falta tu ayuda -- le respondio Fernando. Hablaba como si quisiera invitar a una chica a salir. Su voz siempre convencia a las chicas timidas. Pero Andrea no era precisamente una chica de esas. --Tengo... muchas cosas que hacer. --Mejor termina de arreglarte para que salgamos. Es un asunto importante --dijo. Andrea se vio en el espejo. Estaba arreglandose. Guardo silencio. ?Como lo sabia el si no estaba con ella en la sala sino en otro lado de la ciudad, conversando con ella por telefono? Se asusto un poco. --Como te dije, tengo cosas que hacer. --Me dijiste 'tengo' y luego te tomaste un tiempo para completar tu frase. --Andrea se molesto con sus palabras. --?Entonces? --Entonces te descubri. Buscabas como sonar convincente con tus mentiras. Su hermano tenia razon. No supo que decir. Lo habia logrado. Otra vez. Mierda. --Andrea, tienes que ayudarme. El solo hecho de que yo te diga que es un asunto importante deberia bastarte --le dijo su hermano. Ya ella no tenia "cosas que hacer. --Ya simplemente estaba aburrida. Ese asunto no le concernia. Ademas, cuando su hermano decia la palabr. --importante --podria referirse a todo, porque para el todo lo era. Importante para el era que no sabia donde hospedar a dos amigas que vendrian a la ciudad para las vacaciones. Que necesitara dinero para apostar. O que una chica que se habia acostado con el ya queria casarse y el tenia que buscar a una ‘verdadera’ esposa para salir del atolladero. Ese recuerdo molesto a Andrea. Fingir que era la esposa de su hermano era especialmente perturbador. Fernando la convencia de actuar como una zorra enojada y ella se sentia triste por la chica enganada. --Mi dia en el hospital fue complicado. --Si. Por el doctor Antonio Pena. Su beso habia sido magico y profundo. El director del departamento de Recursos Humanos habia pedido una junta de emergencia. Lo habia hecho para que ella presentara una queja formal por acoso sexual. Andrea habia tenido que hablar con los miembros de la Junta y los abogados del hospital. Ademas, Antonio habia sido suspendido sin paga. Todos en el hospital estaban preocupados. Querian cerrar el tema de una manera agradable y rapida. Pero ya habia delitos y acusaciones, lo que dificultaba el panorama. El paciente Alejandro Castillo era incriminado por homicidio de tres personas, incluyendo dos menores. Y el doctor Antonio era responsable de agresion fisica. Ella apenas se habia incorporado como jefa de la Unidad de Emergencias hacia unos cinco meses. No estaba en sus planes trabajar sin el mejor cirujano de traumatologia del sur del pais. Uno de los mas calificados de toda la nacion. El era una pieza vital en el hospital. Ademas, Andrea lo queria. No para besarlo de nuevo o por sus manos sobre su pecho, sino para que su esfuerzo salvara vidas en el hospital. Asi que los dias por venir serian mas complicados para Andrea. Los dias, las semanas Ella entendia que el salvaba vidas. Admiraba su labor. Era una de las razones por las que no queria ocupar una oficina y alejarse de los pacientes. Le gustaba mucho estar alli, cerca de la accion. Y al dirigir toda la unidad, sentia que podia salvar mas vidas. Podia incluso tomar turnos adicionales para tener mas casos. Y esos turnos los tomaba justo cuando Antonio estaba trabajando. Era un beneficio de estar al frente de toda una unidad. Pero ella sabia que estaba bajo el escrutinio y cualquier acto podria considerarse indecente. En su opinion, cualquier cosa que significase estar juntos era incorrecto. No podian tener una cita. Ni siquiera sonreirse indiscretamente. Si se desconcentraban, los pacientes a su cargo podrian morir. Su atencion debia estar siempre sobre ellos. Y no solo eso. Las reglas del hospital eran claras. Salir con algun companero de trabajo no era una restriccion, pero ella era la encargada de la Unidad de Emergencias. Andrea sabia, de todos modos, que vivia un momento esplendoroso, en el que no necesitaba salir con un hombre ni acostarse con el. Estar al lado de un excelente cirujano la hacia sentir muy bien. Incluso mas que si tuviera relaciones sexuales con el. Un pensamiento volvio a la mente de Andrea. Antonio estaba suspendido. Estaba molesta porque por primera vez desde que trabajaban juntos, el habia dejado que su rabia lo controlara. Ella habia sentido esa furia muchas veces. Sus colegas tambien. Era habitual cuando se trabajaba con personas airadas. Entendia que la unidad de emergencias podria verse en aprietos por lo que estaba pasando. Pero tambien sabia que Antonio podria pasarla peor. --Supe lo que sucedio --dijo Fernando. Su hermano era paramedico. Claro que lo sabia. Dirigia el equipo con el mayor numero de ambulancias en todo el estado. Conocia a todos los enfermeros y doctores de emergencias en casi todos los hospitales, Ademas, era amigo de la mayoria de ellos, como Antonio. --No quisiera tomar mi tiempo para…. --Andrea Moreno Marquez, siento mucha pena por ti --dijo el, interrumpiendo su frase. --No quieres ayudar a tu hermanito. El unico que tienes. Aunque el habia nacido cinco anos despues, su tamano era mayor que el de ella. Asi que si, era su unico hermano masculino. Pero no su ‘hermanito’. Usaba la palabra hermanito con frecuencia. Sabia que era la verdad. Era su pequeno hermano. Andrea sentia que debia estar a su cargo, aunque hubiera crecido y ya rondara los veintisiete anos. --Pues no me siento bien --le dijo, aunque sabia que el no le creeria. --Es, como te dije, una pena. Intento pintar sus unas y toar su celular con su mano libre. --?De que se trata? --le pregunto. --Un trabajo como ninera. De eso se trata. --?Ninera? ?Oi bien? --Se sorprendio y puso la pintura de unas en la mesa de noche. --Pero debo preguntarte si tienes ropa sexy. --No entiendo nada. --Andrea contuvo su respiracion. --Tienes que usar esa ropa. Si no la tienes, pidela prestada --le conto Fernando. --Ah, y lo olvidaba. Tacones altos... Um... No creo que los tengas -- dijo con dudas. --Tengo tacones. --Aunque no recordaba donde los habia guardado, sabia que tenia un par. --?Y el vestido? --Tambien lo tengo. --?Es sexy? Tiene que serlo. ?Puedes llamar a Gabriela y decirle que te preste uno? Algo pasaba, y Andrea no sabia que era. ?Como que Gabriela le prestaria un vestido sexy? Eso no pasaria, porque ella jamas vestia de forma sensual. Al contrario, era muy recatada al momento de elegir su vestuario. --?De verdad este es un trabajo de ninera? --pregunto Andrea, y suspiro. Se inclino por ponerse unos vaqueros, una corta camiseta gris y una chaqueta amarilla. Lo del vestido sexy habia quedado en el olvido. No se encargaria de un nino. Buscaria... a un tipo en un bar. De todas maneras, habia decidido usar tacones. Recordo que habia tomado la decision de usarlos esa noche, pero de inmediato se arrepintio. El sonido de los tacones golpeando el piso la molestaba. Nunca los usaba. O al menos hacia mucho tiempo. Para ella, camino al bar, seguia siendo un arrebato. Andrea no recordaba en que momento se habia dejado llevar por ese impulso. Pero maquillar su cara con tonos que combinaran con su vestuario no lo habia sido tanto. Los ojos de Andrea vieron el inmenso cartel con letras amarillas que daba la bienvenida al bar. Se suponia que Antonio tomaba alli y se comportaba como un idiota despues de unos tragos. Tomo su gran bolso rojo y lo llevo sobre su hombro, intentando no caer. No sabia como se llamaba el lugar, pues casi todas las luces de neon del cartel ya habian dejado de funcionar. Recordo sus tacones y volvio a grunir de la molestia. Una inmensa camioneta negra estaba estacionada. Ella paso a su lado. Las luces del auto la iluminaron y luego se apagaron. Sucedio varias veces. Siguio murmurando su molestia. Ella casi se cae por los tacones incomodos. Estaba en una zona que no conocia bien. Ademas, estaba sola, maquillada y vestida como para ir a una fiesta. Hubiera sido mejor para ella no ir a ese lugar, pero ya estaba alli. Como le habia sucedido otras veces, sin quererlo ya estaba involucrada en los problemas. Tomo la puerta del bar con la intencion de entrar, pero el claxon de la camioneta irrito sus oidos. Volteo asustada y vio el auto negro. De nuevo, los faros alumbraron su cara. Por el lado del conductor se asomo un sujeto. --Queria verte vestida de esa forma, carino. Andrea respiro profundo. --?Que te sucede, Marcos? Fue al encuentro de Marcos, con suma cautela para no tropezar por sus tacones. Oyo como se reia Marcos en la enorme camioneta. El era uno de los mejores amigos de Fernando. Marcos parecia un habitante de La Bahia. Estaba muy bronceado y su cabello era dorado. Pero era un paramedico de la zona mas retirada de Casa de Campo. --Me encanta tu atuendo. Todo. --Sonreia maliciosamente. Era Lorenzo Montes, otro amigo de Marcos, quien estaba sentado en la parte trasera de la camioneta. El ya no era bombero sino paramedico. Para ella, todo el personal de salud era parte de una hermandad, pero esas palabras le agradaban mas que si vinieran de un hermano. Sabia que el o cualquiera de ellos hablaria con honestidad al dirigirse a ella de esa forma.--Hola Lorenzo.--Andrea lo saludo sinmucha alegria. Los vio a ambos y luego se detuvo en los ojos de Carlos Barrios, otro paramedico moreno sentado detras de su hermano Marcos. --Quisiera saber que hacen aca. --Vinimos para que el idiota de Torres no saliera del bar y manejara borracho antes de tu llegada --dijo Carlos. Su ojo estaba inflamado y tenia hielo sobre el. La veia de arriba abajo. Andrea se sorprendio. --Carajo, ?que paso? --El pendejo de Torres --dijo. A Andrea le resultaba increible que eso hubiera pasado. --?El te golpeo? Habia agredido a un paciente y ahora habia tocado a uno de sus mejores amigos. Y no solo eso. Parecia que Antonio se habia vuelto loco, aunque era una gran persona. Si bien era de contextura fuerte, Carlos habia estado en la Liga Nacional de Lucha Libre. Evidentemente, era mas alto, mas pesado y con mas experiencia en cuanto a peleas. Golpear su ojo no era buena idea. Para ninguna persona. Carlos estaba molesto. --El no estaria en ese bar si lo hubiera hecho -- dijo. --Quiso quitarle las llaves del auto a Antonio, pero un codo llego al ojo de Carlos sin querer --dijo Fernando viendo a su amigo y sonriendole levemente. Fernando rio al escuchar las palabras en voz baja que dijo su amigo Carlos. --YAntonio no pidio disculpas. Entonces Carlos esta molesto por ello. --?Y por que esta en esta pocilga? --pregunto Andrea, con su indice senalando el bar. Lorenzo sonrio al ver el bar. --En realidad no lo trajimos. Vinimos porque loseguimos. Fernando le dio la razon. Ya no sonreia. --Como queriamos que se relajara, lo acompanamos a tomar unos tragos. Como manana trabajamos, decidimos irnos. Pero el queria seguir bebiendo, asi que se vino aca. Dijo que queria terminar de joder su cuerpo. Entonces noto que lo seguiamos. --Como si fuese un hijo rebelde --dijo Marcos, interrumpiendo la explicacion. Fernando asintio ante sus palabras--. Tienes razon. Mierda. --Si, como si fuese nuestro hijito descarriado --dijo Lorenzo. --El punto es que se molesto al vernos y quiso distraernos para que no lo siguieramos --dijo Fernando tras escuchar. Abrio sus ojos ampliamente. Andrea evito sonreir, aunque le costaba hacerlo, pues los imaginaba a todos vestidos como madres preocupadas buscando a sus hijos. --?Que quieres decir con 'distraernos'? --Que primero fue a un bar de musica tropical y trato de esconderse alli. Marcos contuvo su aliento y Andrea no pudo contenerse mas. --?Y te sentiste mal por ello? --Un poco. --Habia chicas con faldas cortas y sombreros azules --dijo Lorenzo. --Y luego vino aqui --dijo Andrea. Marcos vio a las chicas de neon que apenas se veian en el anuncio. --Si, a buscar otras bailarinas. Andrea noto la expresion de Carlos. No estaba muy contento de estar ahi. Ahora profesaba la fe cristiana. Aunque quisiera golpear a Antonio, no lo haria. Sus principios eran muy fuertes. No podia acercarse tampoco a mujeres con trajes cortos. Solo habia ido a los bares con sus amigos porque era el unico que no tomaba alcohol. Quizas los acompanaba tambien para ayudar a Antonio en caso de que lo necesitara. Ella llevo su mirada al otro lado de la acera y cerro su boca sonriente. Suspiro e imagino la charla biblica que le habria dado Carlos a sus amigos en la camioneta. --Entonces ahora me esperan a mi. --Puede decirse que si --dijo Marcos. Su voz reflejaba tranquilidad. --Soy la chica que resuelve los problemas que cuatro hombres no pudieron resolver.

  • ?Donde descansan las almas?: Ethan Bush regresa a Kansas – Enrique Laso de Enrique Laso

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    El detective Jim Worth ha sido ascendido y ahora trabaja en el Departamento de Policia de Topeka. Desesperado, tras cinco meses de investigacion sin resultados recurre a su amigo Ethan Bush, agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI; el asesinato de una joven, de un modo horrible, se ha convertido en algo personal.
    Ethan regresa a Kansas para colaborar con Worth, pero tambien para enfrentarse a los fantasmas del pasado. Aunque ha madurado, el joven agente del FBI sigue sin atenerse a las normas convencionales.
    UN CASO DE HOMICIDIO QUE PONDRA A PRUEBA LAS HABILIDADES DE BUSH
    Una sustancia paralizante, Leonardo da Vinci, celos, envidias, secretos y la imposibilidad de obtener pruebas solidas dificultaran el trabajo del equipo de investigacion.
    QUINTA ENTREGA DE UNA SAGA POLICIACA QUE SE HA CONVERTIDO EN UN CLASICO Y QUE HA TRIUNFADO EN TODO EL MUNDO
    Enrique Laso es un autor de novela negra, thriller, terror y suspenso que ya ha vendido mas de 850.000 copias de sus libros y ha sido traducido a 14 idiomas. Una de sus obras ha sido adaptada al cine en Espana y otras dos tienen los derechos cinematograficos comprometidos con Hollywood.
    La saga protagonizada por el agente especial del FBI Ethan Bush ha sido todo un fenomeno literario, logrando un exito fabuloso tanto de ventas como de critica en castellano, ingles, frances e italiano. Decenas de miles de fans de todo el planeta esperan cada nueva entrega.

  • El secreto de la felicidad autentica de Sharon Salzberg

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    El secreto de la felicidad autentica es un programa completo para aprender meditacion en 28 dias, que presenta desde los principios basicos relacionados con la postura, la respiracion y el programa diario de practica, hasta los temas mas complejos que tienen que ver con aquietar la mente, evitar la distraccion y alcanzar la compasion y la plena conciencia.

  • Retractate de Sophie Saint Rose

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    Muriel Daniels odiaba a Parker Montgomery. Le odiaba de veras y no solo por la disputa que habian tenido sus familias durante generaciones, sino porque el aprovechaba cada oportunidad para intentar ridiculizarla como habia hecho por primera vez cuando tenia quince anos. Pero habia llegado el momento de vengarse de veras y en cuanto tuvo su oportunidad, no la desaprovecho. Era una pena que no hubiera salido como esperaba.

  • Prometida Espacial de Daniel Santos

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    Clara estaba destinada al principe.
    Valnyr siempre la habia deseado.
    Pero para tomarla. debia ganarla.
    Conquistar su primer planeta.

  • Cuatro dias de Ana I. Martin

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    Un reencuentro… Un nuevo comienzo…

  • El pasaje de Justin Cronin

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    Una epidemia irrefrenable, desatada por un desastroso experimento militar, inunda el planeta. Los infectados por el virus ya no son seres humanos, sino eficaces e invulnerables maquinas de matar. Solo una nina, una huerfana llamada Amy, parece compartir con los infectados muchos de sus poderes, pero no su sed de sangre. Cuando el mundo tal y como lo conocemos llega a su fin, es Amy la unica que cruzara el pasaje entre un planeta moribundo y un planeta nuevo, donde tribus dispersas de humanos sobreviven como pueden en un mundo hostil que ya no les pertenece. Escrita por un autor multipremiado, El pasaje es la primera parte de una fantastica trilogia que se ha convertido, incluso desde antes de su aparicion, en la novela mas comentada de los ultimos tiempos, al mismo tiempo una formidable aventura llena de accion y suspense y una epica de la resistencia humana frente a a la peor de las catastrofes.

  • El dia de la duquesa de Sarah Maclean

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    Malcolm Bevingstoke, duque de Haven, ha pasado los tres ultimos anos en una soledad obligada, pagando el precio de un error imposible de arreglar y anorando al amor que ha perdido para siempre.
    Sin embargo, el ducado no espera; el titulo necesita un heredero, lo que significa que debe ponerse a buscar una esposa.
    Solo hay un problema, que ya tiene una.

  • La Elegida del Vampiro de Gema Perez

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    Adam tiene toda la eternidad por delante.
    Dalila, a sus 20 anos, solo unas decadas.
    Adam ya no siente ilusion por nada.
    Dalila aun esta descubriendo el mundo.

  • Que estas mirando de Carolina Ortigosa

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    Luna Garcia estaba mirando por la ventana con gesto aburrido, cuando alguien llamo su atencion. Le costo varios minutos reaccionar. Estaba tan ensimismada en sus recuerdos, que ni siquiera se percato de que su jefa la observaba con preocupacion y su tono de voz no podia ocultar cierto tono reprobatorio. Desde que empezo a trabajar en la inmobiliaria, la relacion con Belinda y Fabian, duenos de la agencia y tambien padres de su mejor amiga, habian sido como unos segundos padres para ella. No es que no lo fueran antes, pues ella y Tania Sanchez se conocian desde que eran ninas; pero la relacion se habia estrechado aun mas desde que se veian cada dia. Luna tuvo sus dudas en un principio... ya se sabe, la confianza a veces es demasiado... pero no fue el caso. Eran como una segunda familia sin contar con la abuela Aurora. Madre de su madre, la habia criado desde que sus padres fallecieran en un incendio que arraso su hogar cuando ella apenas era una adolescente. Ahora a sus veintiseis anos, habia pasado por algo parecido. Igualmente traumatico, ya que su novio, con el que llevaba saliendo dos anos, habia sufrido un accidente al saltar desde unas rocas en el mar. Aunque todo apunto al principio a que se recuperaria, no sobrevivio y Luna llevaba sin ir a la playa desde entonces. Tampoco habia vuelto a salir con nadie, a pesar de que desde la muerte de Hugo ya habian pasado mas de once meses. De hecho, en dos semanas seria el aniversario del fatidico dia y por eso su mente divagaba con mas frecuencia de lo normal. No era nada extrano porque habia estado muy enamorada. Conocio a Hugo Vidal en una discoteca y congeniaron de inmediato, era de esas personas que caen bien a todo el mundo, atractivo y muy divertido. Desde que le puso los ojos encima, estuvo segura de que ese chico era para ella, y como solo se llevaban unos meses, pues tambien tenian en comun muchas cosas, como las ganas de salir y pasarlo bien, sin pensar demasiado en el futuro. Hugo era demasiado temerario para el gusto de Luna, pero siempre le gusto esa faceta de su personalidad. No le temia a nada y aunque eso le hacia ser tan especial, tambien fue su perdicion. Le apenaba recordar que ese fin de semana habian discutido porque ella pensaba que se estaba pasando con tanta aventura. El le espeto de malos modos que era su manera de ser, le gustaba la adrenalina y sin ella no pensaba vivir. Muy a su pesar, se dio cuenta de que Hugo podria vivir perfectamente sin ella, pero no sin sus actividades de alto riesgo. Sin embargo, como siempre, se habia resignado y se despidio con un <> sin mucho sentimiento. El ni siquiera respondio. Detestaban discutir y cuando eso sucedia, a menudo Hugo se iba durante dias para que el ambiente se relajara entre ellos. Asi funcionaba el la mayoria del tiempo.

  • Mi Jefe. Un atrevido romance de oficina de Mia Ford

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    ?Ya es de dia? Es lunes por la manana y mi estomago retumba como un despertador, pero lo peor de todo es que todavia estoy en la oficina. Trabajare para Inversiones Stern durante el verano, pero la compania deberia llamarse Inversiones Slave Driver, porque el director ejecutivo es un adicto al trabajo. Conseguire mi titulacion, ya que he trabajado como una bestia y sere una secretaria competente. Por desgracia, eso tiene un precio. Vivo en una caja de zapatos, la unica que puedo pagar en la ciudad porque todo es muy caro. En mi casa, en Kansas, tengo todo lo que necesito… desde mi novio, Leo, hasta mi familia. Aqui, solo poseo este trabajo, cuatro paredes y nada mas. Supongo que estar ocupada hace que mi mente este enfocada en mi objetivo. Llevo aqui quince dias, en los que he trabajado doce horas diarias y cuento con los fines de semana para recuperarme. Suena el telefono y siento calambres en el estomago. Prefiero comer antes que contestar, aunque sera una cena y almuerzo al mismo tiempo. Los restaurantes chinos de la zona tienen precios estupendos y, con mi ajustado presupuesto, me veo obligada a aprovechar los descuentos. !Maldita sea! Leo esta llamando de nuevo. --Hola, nene. --Sonrio, pensando en sus ojos azules y su pelo rubio. Decir que estoy loca por el es quedarse corta. Llevamos saliendo desde el instituto y se que no esta muy contento con mi decision de venir aqui. --?Donde estas? --Estoy en la oficina. --Suspiro, otra vez, pensando en las cuatro paredes y el lugar que llamare hogar durante las proximas seis semanas--. Te llamare cuando llegue a mi cuarto. Desde que lo alquile, supe que no se parecia en nada a la fotografia. Fui una ingenua al pensar que seria igual que las imagenes que habia en internet. Al parecer, el dueno tomo una foto de la habitacion y olvido actualizarla con la que he alquilado. Segun Heather, se trata de una estafa que llevan a cabo la mayoria de los propietarios que trabajan en Finanzas. Ademas, ella dijo que tendria suerte si conseguia algo al mismo precio, asi que deberia aguantar. Es facil decir eso, cuando extrano mi casa como una loca. --Solo te he llamado para decirte algo. Me levanto y me dirijo a la oficina de mi jefe; debe haber dejado la luz encendida porque estoy segura de que se ha ido a casa. --?Que quieres decirme? --Me levanto para escucharlo, aunque tengo una pista, creo que se trata de lo mismo que ha estado amenazando con hacer desde que me fui de casa. --Se acabo. --No. --Empiezo a llorar cuando pienso en mi novio del instituto. Me prometi a mi misma que nos casariamos, por eso intento conservar mi virginidad para el, para poder darsela en nuestra noche de bodas. Dijo que lo entendia, cuando estabamos en el instituto, pero desde que le comente que queria ser secretaria, no ha sido tan comprensivo. Todos mis familiares trabajan en la granja, y los suyos tambien. Ninguno comprende que quiera ser feliz, haciendo algo mas que tener cuatro hijos y ser la esposa de un granjero, como todas las mujeres de nuestras familias. --Quieres cosas grandes. Ir a la universidad. Obtener un titulo. Sacudo la cabeza cuando empiezo a entrar en panico. --No, solo quiero que seamos felices. --Quieres decir que quieres ser feliz. Mira, Dede Wells sigue invitandome a salir y ella es el tipo de chica adecuada para mi. La zorra que intento acostarse contigo en el baile de graduacion y vive en una caravana. ?Esa Dede Wells? <>, grito, mentalmente. --?Isobel, estas ahi? --Si, y quiero mostrarte algo. Ve al chat en vivo. --No tiene sentido… --Por favor, por favor, Leo. Cuelga antes de que tenga la oportunidad de explicarle que hago esto por mi. No quiero ser solo la esposa de un granjero; quiero mas que eso. ?Por que le resulta tan dificil entenderlo? Apuesto a que sus amigos, Neil y Paul, se estan riendo de el. Diciendole cosas como que probablemente lo estoy enganando con algun chico de la ciudad. Activo la camara con manos temblorosas y miro alrededor, para asegurarme de que no me ve nadie. Es tarde y todos se han marchado de la oficina, solo estoy yo. Podria volver a mi escritorio, pero creo que es mejor hacer esto desde la oficina de Christian. Si hay alguien por aqui, no vera lo que voy a hacer. --Leo, por favor no me dejes por Dede. --Tienes que saber que esto tambien me duele a mi. --Sacudo la cabeza, desesperada por encontrar una forma de que se quede conmigo. De repente, agrega--: !Desnudate! --?Que? --Si quieres que me quede contigo, demuestrame lo que me pierdo si me voy con Dede. --Me quedo perpleja, mientras insiste--: Has dicho que no hay nadie en la oficina. Asi que, desnudate. --Quieres ver lo que te falta y a lo que renuncias si te vas con Dede. --Mas que una pregunta es una afirmacion. No dice una palabra, solo asiente con la cabeza y empieza a lamerse los labios con anticipacion. No se que diablos hacer, pero parece que esta funcionando. Improviso y empiezo a desabrocharme la falda y no estoy de cara a el. Me quedo solo con la lenceria y sonrio. --?Te gusta lo que ves? El grune: --Quitatela. No se lo que quiere decir, ?mi sujetador o mis bragas? Le guino un ojo. --Espera un poco, muchachote. Cierro los ojos cuando pienso en perderlo por Dede. Ella tiene tetas grandes, no se parecen a las mias. Leo siempre dice que le encantan mis tetas, ni muy grandes ni muy pequenas, lo suficiente para jugar con ellas. Desabrocho mi sosten mientras pienso en el como mi hombre, el de nadie mas, mucho menos de Dede. Mi telefono vibra en el escritorio, pero lo ignoro. Sostengo el sujetador en la mano. --Tocate. Quiero correrme. Mueve la camara hacia abajo, para ensenarme que ha puesto las manos entre sus pantalones. Nunca he hecho esto delante de el, y no quiero decepcionarlo. Nuestra relacion depende de ello. Giro la silla de cuero detras de mi y me siento. Luego muevo el dispositivo para que el pueda ver lo que hago. Mis bragas siguen puestas. Son las de encaje que me compro cuando fuimos al baile de graduacion y penso que seria nuestra noche. Entonces, tampoco estaba preparada. Suspiro cuando pienso en las veces que lo he decepcionado y no puedo hacerlo ahora. No, no lo hare. Asi que me bajo las bragas y abro bien las piernas. --Si, nena, te lo voy a dar ahora mismo --gimio al otro lado. Pienso en nosotros en la habitacion, haciendo el amor. Un par de veces estuvimos a punto de llegar al final y trato de imaginarlo, mientras deslizo un dedo por mi rendija sin dudarlo, al tiempo que cierro los ojos. Puedo oir a Leo meciendose al otro lado y me concentro en lo que hago. --Mirame, nena, hazlo mas despacio. Me estas llevando al limite. Mirame. --Su deseo es una orden para mi--. Imagina que son mis manos las que te tocan. Quiero darte placer... --Pienso en sus ojos azules como el mar y comienzo a disfrutar de la intimidad que compartimos--. Despacio... Tengo una pierna sobre la mesa. Dejo una mano en mi sexo y con la otra acaricio mis pezones. A Leo le gusta tocar mis pechos y lo hago como si fuera el. Me froto en circulos suaves y veo la pasion reflejada en sus ojos. Cuando comienza a acelerarse, jadeo y siento que soy yo la que controla su placer. Enseguida, sin tocarlo, solo con el pensamiento de lo que estamos compartiendo, hago que se corra. Solo de pensarlo empiezo a sentirme al limite. Echo la cabeza hacia atras y siento que viene un orgasmo. --Estas tan jodidamente caliente ahora mismo. Te estoy jodiendo en linea. ?Es esto lo que me he estado perdiendo? Leo se agita muy rapido y yo froto mi clitoris con tanta necesidad que no puedo evitar correrme. Quiero aguantar, pero no puedo y grito: --Si, Leo. !Si! Es como si nuestras pasiones se alimentaran al mismo tiempo, porque no pasa mucho tiempo antes de que lo vea masturbarse fuera de control. Mientras mi cuerpo tiembla, en un minuto siento frio y al siguiente calor. Estoy teniendo la madre de todos los orgasmos. La idea de que lo hagamos de verdad no parece tan mala. ?Que diferencia hay si lo hacemos ahora o en un par de anos? Ninguna. Me estoy corriendo mientras grita que quiere repetir. Despues se rie y pienso que lo deseo dentro de mi. --Mierda, Isobel. No sabia que escondias tanta pasion. No puedo hablar porque todavia estoy tratando de recuperar el aliento. Es como si me hubiera quitado todo y tambien me echo a reir. --Te deseo tanto. Al oirme, se detiene de forma brusca. --Tengo que irme. Hay alguien en la puerta. Estoy a punto de decir que no he oido nada, pero entonces corta la conexion. Estoy sentada en la silla de mi jefe y no tengo claro que hacer. Corro a su bano, me lavo las manos y luego me limpio entre las piernas. Al mismo tiempo, pienso que Leo ya no me dejara. Me siento tan orgullosa. Tal vez, ha sido la idea de tocarme delante de el, o en la oficina de Christian Stern, lo que me hace sentir asi. De cualquier manera, se que seguiremos juntos y nada va a cambiar eso. Recuerdo que el guardia de seguridad suele caminar por la oficina a esta hora y siento la necesidad de salir corriendo con urgencia. Agarro mi telefono. Ya no tengo ganas de comer y los calambres de estomago son cosa del pasado. La curiosidad se apodera de mi. Estoy vistiendome y me pregunto quien me ha llamado antes. Miro los mensajes y todos son de mi mejor amiga, Agnes. Tambien me ha enviado una foto. Miro la fecha y la foto y me quedo paralizada, con las bragas en la mano. Despues, dejo caer el telefono al suelo. No puedo creer lo que acaba de enviarme. No puedo creer que haya estado ciega todo este tiempo.

  • Nunca es tarde para comenzar de cero de Jenny Del

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    Debian quedarnos unos veinte minutos para aterrizar en Londres, en el aeropuerto de Luton. Los aviones siempre me han dado un poco de yuyu, sobre todo en el momento justo en que las ruedas dejan ya el asfalto y ese bicharraco se levanta mostrando su tripa hacia el cielo. Reconozco que la adrenalina corre por mis venas despues de que el comandante recibe el permiso para despegar y le mete cana a aquello, corriendo como un loco por la pista hasta alzar el vuelo. En esos escasos minutos en que los motores empiezan a rugir con fuerza y el avion la va recorriendo a una velocidad de infarto, se ve como los arboles, avionetas y edificios cercanos van quedando atras. Es como si fuesen todas esas cosas las que corren en sentido contrario a nosotros y no a la inversa. Distinto es, como decia, el instante preciso en que levantamos el vuelo. En ese momento todo da un cambio radical. Es una extrana sensacion. La velocidad deja de notarse de un segundo a otro, todo se ralentiza, ya no estamos en tierra firme sino comenzando a surcar los cielos. Ahi es cuando mi emocion se va al traste y me entra una especie de panico que no se bien como describir. Necesito seguir sintiendo la misma velocidad para asegurarme de que todo marcha por su cauce natural, que el avion no se va a caer de golpe... ?Sera que le temo demasiado a cualquier cambio? Lo cierto es que, minutos mas tarde, una vez que ya hemos cogido la velocidad de vuelo y nos encontramos a bastante altura, ese panico desaparece tambien. Es como que una se ha acostumbrado ya a la nueva situacion. Y eso es lo que hay, le guste o no. Esa quietud dentro del avion mientras pueden observarse por la ventanilla las nubes, campos y mares vistos desde arriba y en forma de manchas blancas, verdes y azules, forma parte del trayecto desde el punto de salida hasta el de destino. Montada en aquel pajaro gigantesco que nos llevaria a Eva y a mi a la capital del Reino Unido, no podia evitar el comparar aquellas fases con la vida misma. La vida tambien tiene sus etapas... !y que distintas entre si, madre mia! Tan pronto marcha el dia a dia sobre ruedas como que de repente, en un segundo, te cambia todo. Cuando menos lo esperas, te despiden del trabajo, te quedas embarazada o se muere de golpe un familiar o amigo que estaba sano como una pera, debido a un infarto o un accidente. Eso por poner algun ejemplo de tantos, logicamente, porque son muchas las circunstancias que pueden hacer que la rutina de un giro de ciento ochenta grados. Para mal o para bien. En mi caso, no es que fuera un asunto muy gordo, ya que lo que me habia ocurrido era que me habia llevado un desengano sentimental. Uno, no, dos. Y yo ya tenia algun que otro planecillo a corto plazo. Aunque fuesen poca cosa, esos planes tambien desaparecieron en un pis pas como por embrujo con la huida de Mario, aquel hombre que supo engatusarme con mucha zalameria al principio con sus halagos constantes, como que yo era la mujer mas especial que habia conocido en su vida. Tonta de mi que me lo creia todo...Trate de impedir que su recuerdo se montase conmigo y con Eva en aquel avion, pues se trataba basicamente de poner tierra de por medio para olvidarme de que Mario existia siquiera. Fue un viaje totalmente improvisado, como quien dice. Estaba dispuesta a pasarme en aquella glamurosa ciudad una semana por todo lo alto con mi super amiga... y que saliese el sol por Antequera. Lo de ese individuo me habia afectado bastante psicologicamente y necesitaba resetear mi mente a costa de lo que fuese. ?Que mejor que con ella, que estaba como una cabra y era la alegria de la huerta? La infancia y la adolescencia de mi amiga no habian sido faciles junto a una madre un poco tocada del ala y que practicamente la habia abandonado a ella y al hermano despues de enviudar para irse con otro fulano que tambien dejaba bastante que desear. No obstante, mi Eva habia nacido ya con un caracter alegre y positivo que nada ni nada habia conseguido variar en lo mas minimo. Tuvo su epoca chunga como quien mas y quien menos, pero saco fuerzas para echarselo todo siempre a las espaldas. Era un encanto de mujer. Siempre que me veia languida por lo que fuese, tiraba de mi para animarme y me hacia ver el lado bueno del asunto que me trajese de cabeza. En un momento dado, cuando faltaba medio telediario para comenzar el aterrizaje, me vio cabizbaja. --?Que te pasa, Carola? --me pregunto. --Nada, tranquila --le conteste, a sabiendas de que no se lo iba a tragar de ninguna forma. --?Nada? Nada bueno, diras. Mira que te conozco como si te hubiera parido, guapa... --Tranquila, estoy bien, mosqui. Ese era el apodo que le habia puesto hacia ya anos. Suena raro, lo se, pero aquello venia por lo de la mosca cojonera. Y no es que Evita fuese una petarda para mi, todo lo contrario. El llamarla asi en plan carinoso venia porque eramos una y carne. Como dos almas gemelas inseparables. Siempre estaba pendiente de mi tanto en las duras como en las maduras. Yo representaba lo mismo para ella. Nos habiamos conocido diez anos atras, cuando las dos teniamos dieciocho y ella ya se encontraba embarazada de tres meses de Nerea, su unica hija. La futura mami estaba aterrorizada por todo lo que aquello conllevaba. Por un lado, el padre de la criatura era un capullo integral que no parecia tener mucho interes en el asunto, o sea, no es que se quitase de en medio al dejarla en estado, pero se veia venir desde lejos que eso seria lo que terminaria ocurriendo. Y al final los peores presagios se cumplieron y la dejo tirada como una colilla. Al saber que la nina venia en camino, Eloy se puso muy bien puesto con mi amiga y le propuso que se fuesen a vivir juntos. Ella estaba enamoradisima de el y le falto el tiempo para correr a buscar piso de alquiler en el barrio madrileno en que las dos viviamos. El embarazo no comenzo a notarsele hasta los siete meses, algo poco normal, pero Eva siempre ha sido una chica muy delgadita y daba la sensacion de que iba a dar a luz un folio en lugar de un bebe. De hecho, a los cuatro dias de nacer Nerea, la orgullosa mama salio del hospital de la Paz con la criatura envuelta en una toquilla y luciendo un vientre tan plano bajo los vaqueros que ya hubiera querido yo para mi alguna vez en mi vida. Increible el tema. El caso es que compartieron aquel apartamento durante el primer ano de la nina, pero a partir de que esta comenzara a dar sus primeros pasitos, la relacion comenzo a cambiar entre ellos. Eloy tan solo tenia veintidos anos y el asunto de la paternidad empezo a venirle grande. Entre otras cosas, echaba de menos las juergas con sus amigos, pero claro... Eva eso no lo veia ni medio bien. A mi tampoco me hubiera hecho gracia que el padre de mi hija me planteara el coger la noche por punta con los colegas mientras yo me quedaba dandole biberones a la pequena y cambiandole los dodotis. Bueno, ni a mi ni a nadie, me imagino. Aquel listillo se agarro un dia a que se casaba un coleguita y que le habia invitado a la despedida de soltero. Esa noche, mi amiga claudico y, aunque se quedo de morros, no armo ningun numerito. Los numeritos fueron apareciendo a medida que el encontraba excusas para escaquearse sin ella cada dos por tres. Llego un dia en que Eva no pudo mas y revento. Antes de dar ningun paso, me pidio mi opinion. --No se que hacer, Carola --me dijo con ojos llorosos mientras tomabamos un cafe--. Tu sabes que le quiero, pero estoy empezando a pensar que el ni me quiere a mi ni a su hija tampoco. --Te entiendo, carino. Y te digo una cosa, yo pensaria igual que tu en esa situacion. !Ya es hora de que madure, joder! --Tu lo has dicho, pero al reves, este va para atras. El problema es... --Lo se, hija, que ahora dependes absolutamente de el. Di en el centro de la diana y ahi fue cuando mi mosqui rompio a llorar como la Magdalena. Lo tenia crudo. A su corta edad, mi amiga era ya una experta esteticista. Hasta quedarse embarazada de la cria, se habia estado ganando la vida en un salon de belleza de postin, situado en uno de los centros comerciales mas lujosos de Madrid. Habia entrado en el mucho tiempo atras como aprendiza y alli se habia perfeccionado. Al parecer, la jefa era una persona muy considerada y ademas la miraba bien por su valia, de modo que, cuando se entero de lo que habia, le dijo que no pasaba nada, que siguiese trabajando hasta que la barriga se lo permitiera. Que cuando se encontrase ya muy cansada, harian cuentas y para casita. Asi fue. Eva estuvo al pie del canon como una jabata hasta casi los ocho meses, momento en que dijo que ya era hora de dejar su puesto. Arreglaron aquello como que era su jefa quien habia decidido prescindir de sus servicios por equis motivos, para que Eva pudiese acogerse a la ayuda del paro. Lo malo es que el paro tambien se le acabo poco antes de que empezaran a aparecer los problemas entre ella y su pareja. Con las cosas asi, el le dijo que se estuviese tranquila y que se dedicara exclusivamente a los cuidados de la nina, ya que con su sueldo de encargado en un concesionario de la Peugeot saldrian sin estrecheces para adelante. Hasta ahi todo bien, pero el hecho de que se separasen cambiaba todo por completo. Las guarderias costaban un buen pico y solo le cubririan parcialmente los horarios de un nuevo trabajo, el alquiler tambien tenia lo suyo... En resumen, que las cuentas no le salian, aunque el le pasase lo que fuera para la manutencion. Eva lo tendria bastante complicado para criar a Nerea sola, puesto que la poca familia que le quedaba no le iba a servir de mucho. Pero algo tenia que hacer, y al final, contra su voluntad, aterrizo con aquella renacuajilla bajo el brazo en casa de su tia Mercedes, una mujer ya de cierta de edad, solterona y bastante amargada. Para colmo, la cabeza ya empezaba a fallarle. Alli, bajo su mismo techo, tuvo que apanarse una temporada como pudo. No tenia posibilidad alguna de volver a su antiguo puesto laboral porque su jefa ya contaba para entonces con otra chica bastante competente de la que no quiso desprenderse.

  • La ciudad sentida de Manuel Longares

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    Un juego de ficciones y certezas, originalidad y vanguardia. Una ciudad que alberga un secreto…

  • La madre de Fiona Barton

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    Un escueto parrafo en el periodico anuncia el hallazgo de unos restos antiguos de un bebe en una zona en construccion de Londres. Muy pocos lectores siquiera le echaran un vistazo.
    Para tres mujeres, sin embargo, la noticia es imposible de ignorar.
    Para la primera, es el recuerdo de lo peor que le ha pasado en la vida.
    Para la segunda, la peligrosa posibilidad de que su secreto mas oculto sea revelado.
    Para la tercera, la periodista Kate Waters, la primera pista en una carrera para descubrir la verdad.
    Secretos guardados durante anos, enterrados bajo tierra y en el fondo del corazon, saldran a la luz para cambiar tres vidas para siempre.
    Fiona Barton vuelve con su protagonista Kate Waters en un nuevo thriller imposible de olvidar.

  • El viaje de Janet Valentin

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    Leah Carter es una fanatica del control que le gusta tener un horario para todo en su vida. Cuando viene el verano y quiere ir a visitar a su novio en Seattle, esta atorada entre en escoger quedarse en casa o irse de viaje con una persona que odia tanto.

  • No soy mi ADN de Manel Esteller

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    ?Puedo heredar las enfermedades de mis padres o abuelos? ?Es posible que mis hijos hereden las mias? ?Hasta que punto una disciplina como la epigenetica puede tener repercusion en la prevencion y tratamiento de enfermedades como el cancer, el Parkinson o el Alzheimer?Y, sobre todo, ?que es la epigenetica?Manel Esteller, todo un referente internacional en el ambito de la epigenetica y un excelente comunicador, responde a estas y a otras muchas preguntas en este esclarecedor libro. Y lo hace de una forma muy ilustrativa. A partir de doce ejemplos basados en casos reales y cotidianos, Esteller expone las claves para entender mejor las bases de esta disciplina cientifica y ofrece un panorama de las infinitas posibilidades que genera su estudio. De este modo, los conceptos teoricos encuentran su aplicacion practica en los consejos para llevar una vida saludable que nos permita, en la medida de lo posible, prevenir el desarrollo de alguna de estas enfermedades.

  • Siempre dire tu nombre de Olivia Chipres

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  • Cuando te vea sonreir de Nona Carca

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    Un chico que esta en coma y que nadie sabe quien es se convertira en lo mas importante de la vida de Sonia, la doctora que intentara salvarlo.
    Pero el no responde al tratamiento, sigue sumido en un sueno profundo y la desesperanza se hace eco de ella.
    No sabe quien es, no puede localizar a su familia… Como si de la suya propia se tratara, se encarga de cuidarlo en sus horas de trabajo.
    Se convierte en mucho mas que un paciente y cuando por fin abre los ojos…
    ?Como podra ella decirle que, sin conocerlo, se ha enamorado de el?

  • Hilvanes y contrabando de Elena Bargues

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    1876. Santander.
    Mariela y su hermano Ernesto abandonan Cuba y recorren el mundo. Pero, cuando se instalan en casa de sus tios en Santander, a Mariela le disgusta la inclinacion por los naipes de su hermano y decide independizarse y emprender un negocio por su cuenta: un atelier de alta costura.
    Pablo Torres, primogenito y heredero de una naviera santanderina, sera contratado por el gobierno espanol como agente, bajo el seudonimo de Pedro Saro, tras el asesinato de un capitan en los muelles ingleses y la compra y desaparicion de las armas empleadas en las guerras carlistas. Sus sospechas pronto recaen sobre los dos hermanos quienes, a causa de la vida disipada de Ernesto y del taller de Mariela, se han convertido en el epicentro de las intrigas de los contrabandistas.
    Mariela y Pedro no tienen nada en comun, pero se veran obligados a unir sus esfuerzos si desean defender aquello que aman.
    Elena Bargues nos sumerge nuevamente en una historia bien hilvanada, llena de malentendidos, recelos, asesinatos, corrupcion y robos. Una aventura trepidante por las calles y muelles de un Santander que se perdio en el incendio de 1941.

  • Magia Salvaje de Lucia Herrero

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    Morgan tiene un secreto: no es un hada comun, y su mayor miedo es que su verdadera naturaleza salga a la luz. Lance teme no ser lo bastante bueno para tomar el relevo de su maestro. Y, sobre todo, teme perder el control con esa hada temeraria que lo saca de quicio.
    Una boda rodeada de funestos presagios los hara emprender juntos un viaje que cambiara sus vidas para siempre. Mientras sin darse apenas cuenta se descubren el uno al otro, sus enemigos se multiplican, especialmente cuando alguien decide sacar provecho de una vieja afrenta que cayo en el olvido pero nunca fue perdonada.
    ?Y si la unica forma de salir victoriosos fuera enfrentarse a sus propios miedos y aceptarse a si mismos? ?Presentaran batalla a su propio orgullo para superarse y encontrar la felicidad?

  • La maldicion de Anne (Las hermanas Moore 1) de Dama Beltran

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    Desde que nacio, Anne es la portadora de una maldicion.
    Su bisabuela Jovenka maldijo a sus padres cuando estos se negaron a renunciar a su amor.
    Dos prometidos, los dos muertos. Asi ocurrira cada vez que intente casarse. La unica forma de romper el hechizo es encontrar a un hombre con sangre zingara, pero Anne ha decidido rechazar esa idea y solo quiere desarrollar su don y vivir de el.
    Por ese motivo anhela ir a Paris, lugar donde cree que encontrara su ansiada libertad.
    Sin embargo, la unica persona que ha encontrado su padre para embarcarla lo antes posible se niega a hacerlo y le propone un trato a cambio.
    Sin posibilidad de negarse, Anne acepta y todo su mundo cambia de una suave brisa a un devastador tornado.
    Logan Bennett, vizconde de Devon, hace que las emociones que enterro en el pasado aparezcan desde el primer momento en el que cruzan sus miradas.

  • Desde la otra Orilla de Patricia Alcantud Obregon

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    ?Hasta donde llegarias por amor? ?Y por desamor? ?Cual es el limite que indica que ha llegado el momento de decir adios?
    Todo eso se pregunta Irene, sin poder encontrar las respuestas. Ella, una chica joven como cualquier otra, vive sumida en una rutina que, poco a poco, esta acabando con su ilusion. A pesar de llevar anos viviendo con su pareja, no consigue sentir esa palabra que muchos llaman felicidad.
    Ella es consciente de que el refran que tantas veces ha escuchado: No hay mayor soledad que la que se siente aun teniendo compania, es cierto; por eso sabe que ha llegado el momento de dar un giro a su vida y romper con todo lo que conocia hasta entonces.
    Irene se siente sola, incompleta y perdida en este mundo que no se detiene nunca. hasta que conoce a Dani. Por destino o por casualidad, este chico moreno de ojos oscuros llega a su vida justo cuando mas lo necesita. Asi, sin esperarlo, casi sin darse cuenta, se va enamorando como nunca antes lo habia hecho. Pero. siempre hay un pero; y esta vez ese pero es que a Dani y a ella los separan muchos kilometros de distancia.
    ?Podra su amor salvar esa barrera? ?Es conveniente abandonar el pasado y lanzarse a vivir un futuro incierto? ?Sera capaz de dejar todo atras y arriesgarse a vivir el verdadero amor, por mucho que este duela?
    Eso. solo lo descubriras leyendo esta historia.

  • El secreto de Marina de Alexa Ardente

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    Marina guarda un secreto que no le permite entregarse al amor de Jorge. El piensa que las reservas de Marina son porque el es unos cuantos anos mayor que ella. Pero no se trata de eso. Peter, el que habia sido su novio la tortura con un secreto que quiere poner al descubierto.

  • Manhattan Wolf (American Wolf 1) de Kelly Dreams

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    Cuando Shane Pears entro en aquel hotel buscando a su prima Carly, lo ultimo que esperaba era que la confundiesen con una de las empleadas y la enviasen a la habitacion del todo poderoso Luke Evans.
    A solas con el hombre mas explosivo de Manhattan, comprendio que lo que comenzo siendo un tremendo error estaba a punto de convertirse en la mas irreal y excitante de las aventuras.

  • Ulises y Yacir de Cristina Cerezales Laforet

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    Ulises y Yacir son dos adolescentes que provienen de dos mundos muy alejados culturalmente. Ulises es hijo de una familia espanola acomodada, aunque no libre de problemas, mientras que Yacir proviene de Marruecos, de donde tuvo que huir jugandose su salvacion a una carta muy peligrosa: el cruce del Estrecho en una patera en la que perdieron la vida dos miembros de la familia.
    El encuentro entre estos dos jovenes durante unas semanas en un pueblo de la costa de Cadiz les cambiara para siempre. Lo que primero fueron recelos y desconfianza, fruto de sus miedos e inseguridades, pronto se convertira en una relacion de amistad magica, en la que compartiran sus suenos, sus ilusiones y sus primeros descubrimientos. Con ellos conviven Dorotea, Yamal y Melika, tres adultos que trataran de ayudarles a resolver sus conflictos.

  • Siete son tus razones (Zuzunaga 2) de Jorge Alberto Gudino Hernandez

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    Han asesinado a un empresario y Cipriano Zuzunaga esta a cargo del caso, sin apoyo policiaco, como una suerte de investigador privado. Pronto descubrira que nada es lo que parece, sobre todo porque en el expediente consta que el presunto asesino murio en una redada pero su sepulcro esta vacio. ?Por que sus jefes lo pusieron a investigar un caso resuelto? ?Quien aseguro a los deudos que el asesino habia muerto y por que sabian que en la tumba no habia un cadaver? La investigacion enfrentara a Zuzunaga con una rencilla familiar y lo pondra en contacto con personajes en quienes debera aprender a confiar.

  • La isla de lo eterno de

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    ?Que se supone que debo hacer ahora en un mundo que no es el mio, en un lugar que no necesita mi ayuda, donde nadie me recuerda, ni me conoce, ni me echa de menos? Decidme, ?que sentido tiene mi vida ahora que estoy muerto?>> Ano 1719. El Capitan Carlos Vasquez, un oficial de infanteria de marina del ejercito espanol, se ofrece voluntario para viajar a Escocia y participar junto a sus hombres y algunos clanes de highlanders en la rebelion jacobita. Lleva la intencion de dejar atras no solo su pais sino los recuerdos de un corazon roto, el suyo, y comenzar una nueva vida... pero la perder sin llegar a conseguirlo. Ano 2017. Ariadna Alvarez, una joven periodista espanola absorbida por su trabajo, recibe la noticia del fallecimiento en Edimburgo de su hermana menor, Iveth. En un intento de ahorrarle dolor a su madre, enviudada recientemente, decide ocultarle la noticia y hacerse cargo de todo por su cuenta. Tras viajar a la capital escocesa encuentra el diario de su hermana, en el que tenia recogidos los planes de una escapada por las Highlands que solo queria realizar con ella. Sintiendose culpable por no haber podido cumplir sus suenos, decide embarcarse en el viaje junto a Beathan, el novio de Iveth. El punto algido del recorrido sera el castillo de Eilean Donan, donde se encontrara con el espiritu de Carlos, al que solo ella puede ver. Con la ayuda de Ariadna, el soldado intentara averiguar que le ata al castillo y a este mundo, impidiendole cruzar al Mas Alla, mientras ambos lidian con sus respectivos problemas personales y en el proceso descubren sentimientos que nunca pensaron podrian volver a experimentar. ?Crees en las almas gemelas? Si existe una sola persona adecuada para cada uno, ?que ocurre cuando esta muere sin encontrar a su pareja?

  • Todo lo que se sobre el amor de Dolly Alderton

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    Tan salvajemente divertido y conmovedor como la vida de cualquier veinteanero que crece navegando entre desenganos amorosos y relaciones desastrosas.
    La periodista Dolly Alderton se propuso dar cuenta de sus locos veinte anos en este divertido libro trufado de amores y desamores, relaciones intensas por Messenger que fracasan en el cara a cara, trabajos precarios y amigos que siempre estan ahi. Un novio que acaba saliendo del armario, borracheras que te llevan a cruzar el pais en taxis que no puedes pagar, chicos sin redes sociales que se creen Sartre., escenas todas ellas de nuestra lucha por entender que el amor mas intenso e importante es el que sentimos por nuestros amigos y nosotros mismos.

  • Binti. Hogar de Nnedi Okorafor

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    Cinco, cinco, cinco, cinco, cinco, cinco --susurre. Ya estaba ramificando, con los numeros dando vueltas a mi alrededor como granos en una tormenta de arena, y senti un profundo chasquido cuando algo en mi interior cedio. Produjo un dolor agradable, igual que al crujir los nudillos o estirar un musculo. Me hundi mas y halle calidez. Podia oler la sangre en mis venas y el aroma terroso del otjize que me habia aplicado en la piel. La habitacion desaparecio. La mirada sorprendida en el rostro de Okpala, mi profesora de matematicas, desaparecio. Aferraba mi edan, y las puntas de su forma estrellada se me clavaban en las manos. --Oh, cielos --murmure. Algo le estaba pasando. Abri las palmas ahuecadas. Como no sabia que no debia soltarlo, lo habria dejado caer si no me hubiese hallado en meditacion matematica profunda. Lo primero que pense fue en la bola de hormigas que vi una vez, con seis anos, rodando por una duna; asi se desplazaban cuesta abajo las hormigas del desierto. Habia corrido para observarla de cerca y chille con alegria y asco ante la fluctuante masa viva de sus cuerpos. Mi edan se retorcia y revolvia ahora como una bola de hormigas del desierto; las laminas triangulares que lo componian giraban, rotaban y cambiaban entre mis palmas. La corriente azul que habia invocado oscilaba rodeando y adentrandose entre las placas como un gusano. Se trataba de una nueva tecnica que me habia ensenado la profesora Okpala y que habia perfeccionado durante los ultimos dos meses. Incluso la llamaba la corriente del <> por su forma y porque requeria emplear la metrica de estos agujeros para activarla. <>, me dije. Una parte reprimida de mi queria lamentarse porque la corriente que atravesaba el edan lo estaba desmontando; debia parar, nunca seria capaz de juntar todas las piezas de nuevo. Sin embargo, abri la boca y volvi a susurrar el numero tranquilizador. --Cinco, cinco, cinco, cinco. <>, pense. Senti una rafaga de viento en la cara, como si algo hubiera pasado por delante. Me pesaban los parpados. Deje que se cerraran... -- oOo -- Me hallaba en el espacio. Oscuridad infinita. Ingravidez. Volaba, caia, ascendia, atravesaba el quebradizo polvo metalico de un anillo planetario. Unas piedras minusculas me acribillaban la piel. Abri un poco la boca para respirar y el polvo me azoto los labios. ?Podia respirar? Un aliento lleno de vida broto en mi pecho desde mi interior y senti que los pulmones se expandian, llenandome. Me relaje. --?Quien eres? --pregunto en el dialecto de mi familia una voz que procedia de todas partes. --Binti Ekeopara Zuzu Dambu Kaipka de Namib, ese es mi nombre --respondi. Silencio. Espere. --Hay mas --dijo la voz. --Eso es todo --repuse, irritada--. Ese es mi nombre. --No. El fogonazo de rabia que me atraveso me pillo por sorpresa. Pero enseguida lo acogi con agrado. Conocia mi nombre. Estaba a punto de gritarlo cuando... -- oOo -- ...Me halle de vuelta en el aula. Sentada delante de la profesora Okpala. <>, pense. <>. Esa furia era un sentimiento horrible. En casa, las sacerdotisas de las Siete Deidades podrian haber dictaminado que tal nivel de rabia era impuro. Uno de mis okuoko con aspecto de tentaculo se contrajo. Fuera, el segundo sol se estaba poniendo. Su brillo se mezclaba con el del otro sol e inundaba el aula de un color que me encantaba, una combinacion intensa de rosa y naranja que los nativos de Oomza Uni llamaban <>. Los ntu ntu eran unos insectos del planeta que ponian huevos de ese intenso rosa anaranjado que resplandecian con un brillo tenue en la oscuridad. La luz ilumino mi edan, cuyas partes simetricas flotaban ante mi en una red de corriente. Nunca lo habia visto tan desmontado y no habia sido mi intencion hacerlo. Lo que pretendia era que el objeto se comunicara por si mismo al filtrar una corriente entre sus trazados. Segun Okpala, eso solia funcionar y yo queria saber lo que mi edan tenia que decir. Sufri un pinchazo de ansiedad. <>, pense con desesperacion. Llena de alivio, observe que todas las partes del edan que se habian separado regresaban lenta y sistematicamente a su lugar. Completo de nuevo, el edan se poso en el suelo ante mi. <>, pense. Tanto el azul de la corriente que seguia envolviendo al edan como el intenso ntu ntu brillaban en la cabeza gacha de Okpala. Tenia una libreta y un lapiz de verdad en la mano, elementos muy terricolas. Escribia con frenesi con uno de esos rudos lapices que confeccionaba ella misma a partir de la rama de un arbol parecido al tamarindo que crecia cerca del edificio de Matematicas. --Te has caido de la rama --dijo sin levantar la mirada. Asi llamaba a ese momento cuando alguien estaba ramificando y de repente dejaba de hacerlo--. ?A que ha venido eso? Por fin habias conseguido que el edan estuviera dispuesto a abrirse. --?Eso es lo que hacia? ?Entonces es algo bueno? --La profesora se rio entre dientes sin dejar de escribir. Yo frunci el ceno y sacudi la cabeza--. No lo se... Ha ocurrido algo. --Me mordi el labio--. Ha ocurrido algo. Centre mi atencion en ella cuando alzo la mirada. Hubo un momento en el que me pregunte si era su estudiante o su objeto de estudio. Deje que la corriente se disipara, cerre los ojos y descanse la mente con la ecuacion tranquilizadora de f(x) = f(-x). Toque el edan. Solido de nuevo, menos mal. --?Te encuentras bien? --pregunto la profesora Okpala. A pesar de curarme con la ecuacion calmante, la cabeza empezaba a dolerme. Y entonces una ira cegadora me inundo como agua hirviendo. --Uf, no lo se --respondi, masajeandome la frente y con el ceno mas arrugado--. No creo que lo que ha pasado tuviera que pasar. Ha ocurrido algo, profesora Okpala. Algo raro. La profesora solto una carcajada. Aprete los dientes, enfadada. Otra vez. Tanta furia... No era propia de mi. Y ultimamente se estaba convirtiendo en parte de mi, porque ocurria muy a menudo. Pero ?mientras ramificaba? ?Como era posible? No me gustaba ni un pelo. Aun asi, llevaba un ano terricola trabajando con la profesora Okpala y si algo habia aprendido era que trabajar con cualquier tipo de edan, sin importar en que planeta se hubiera encontrado, significaba trabajar con lo impredecible. <>, solia decir Okpala. Cada edan hacia algo distinto por distintas razones. El mio, ademas, era ponzonoso para las medusas; aquello me salvo la vida cuando me atacaron en la nave. Por eso Okwu nunca venia a ver mis sesiones con Okpala. Sin embargo, si yo lo tocaba, no me producia ese efecto. Incluso me habia arriesgado a tocar el edan con uno de mis okuoko. Solo asi me di cuenta de que, por muy medusa que fuera esa parte de mi, yo seguia siendo humana. --Ha sido una deconstruccion aislada --dijo la profesora Okpala--. Habia oido hablar de ella. Nunca la habia presenciado. Bien hecho. Lo dijo con toda la tranquilidad del mundo. <>, me pregunte. Ensanche las aletas de la nariz para calmarme. No, eso no era propio de mi. El tentaculo volvio a contraerse y un pensamiento extrano y bastante solido se instalo en mi mente: <>. Me atraveso un escalofrio electrizante de rabia y pegue un salto. ?Quien intentaba hacerle dano? Me esforce por parecer tranquila. --Profesora, tengo que irme. ?Puedo? --dije. Dejo de escribir y me dirigio un ceno fruncido. La profesora Okpala era tamazight y, por lo que mi padre decia tras anos vendiendo a los tamazight, eran gente de pocas palabras, aunque contundentes. Podria haber sido una generalizacion, pero resulto ser cierto en mi profesora. Conocia bien a Okpala; tras ese ceno se daba toda una galaxia repleta de accion. Sin embargo, debia marcharme, y debia marcharme ya. Okpala alzo una mano y la agito. --Vete. Me levante y casi choque contra una maceta que habia detras de mi al darme la vuelta con torpeza hacia donde tenia la mochila. --Cuidado --me dijo--. Estas debil. Recogi la mochila y sali antes de que cambiara de opinion. La profesora no era directora del departamento de matematicas por nada. Seguro que cuando me conocio ya lo tendria todo calculado. No fue hasta muchisimo mas tarde cuando me percate del peso de esa sucinta advertencia. -- oOo -- Tome la lanzadera solar. Como el segundo sol se estaba poniendo, la lanzadera de la universidad se habia cargado por completo e iba a maxima potencia. Tenia forma de serpiente, pero era tan espaciosa que cabian cincuenta individuos del tamano de Okwu sin problema. La capa externa estaba hecha de la piel mudada de alguna criatura gigantesca que residia en alguno de los muchos bosques en Oomza. Me contaron que el cuerpo de la lanzadera era tan resistente que una colision no le dejaria ni un aranazo. Se apoyaba y viajaba sobre un lecho de <>, un aceite verde y resbaladizo secretado sobre la via por unas plantas insectivoras enormes que crecian junto a la estacion.

  • Con B de Beatriz de Begona Salvador Ros

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    Beatriz acaba de cumplir 35 anos. Tiene su vida organizada. Su trabajo fijo en un banco, su piso y a su novio, Carlos. Un buen chico que por fin ha aprobado la oposicion a Notario. Pero ella siente que le falta algo. Que la vida tiene que ser algo mas y no se quiere conformar. La noche de su cumpleanos, volviendo de fiesta, tiene una revelacion de las gordas. De las que te ensenan los pasos para ser feliz y tu solo tienes que seguirlos. Aunque eso signifique romper con tu vida anterior y empezar de cero.

  • Tan nosotros de Ana Maria Draghia

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  • Operacion Rigoletto de Ricardo Hansen

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    Heriberto y John habian planificado la estafa perfecta, pero cometieron un error, involucrar a Sofia. Ella habia perdido lo que mas amaba y cierto dia, comenzo a sentirse observada. Su mascota ladra incesantemente hacia la puerta. Esta sola e indefensa en medio de su mansion. Atizaron el fuego de su odio y ahora clama por venganza. Su vida cambio radicalmente desde aquella vez y ellos, comprendieron tarde de cuanto seria capaz.

  • Cuando me veas, Laura Gallego de Laura Gallego

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    ?Quien o que es? ?Que intenciones tiene? ?Una amenaza desconocida o una luz en la oscuridad? ?Tiene algo que ver con el caso del "chico de la azotea"?
    Extranos sucesos inexplicables. Un secreto. Una muerte repentina. Una investigacion. !Descubre que hay detras!

  • La grieta de Brandon Q. Morris

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    --PREPARENSE PARA EL IMPACTO. M6 gimio. La advertencia casi llego demasiado tarde. Tuvo el tiempo justo para doblar las rodillas y apoyar su cuerpo contra el suelo. Casi de inmediato sus sensores sismicos detectaron la fuerza del impacto. El meteorito apenas le habia rozado. A unos 100 metros al norte debia haber un nuevo crater. !Esta era su oportunidad! M6 enderezo con fuerza cuatro de sus seis rodillas, adquiriendo un impulso que lo levanto inmediatamente del suelo. Sus piernas habian estado apuntando hacia el sur, asi que navego hacia el norte a traves del espacio, justo sobre la superficie del planeta enano. No paso mucho tiempo hasta que vio el nuevo crater. Para analizar su composicion, M6 disparo su laser a la nube de polvo que se habia formado sobre el crater. Simultaneamente, registro la estructura del crater y midio las temperaturas en su interior. Sus impulsores de posicionamiento se accionaron para acercarlo aun mas a la accion. El impacto casi le costo la vida. El meteorito habia entrado en una trayectoria muy horizontal y, debido a la rapida rotacion de Ceres, habia permanecido invisible para sus instrumentos durante demasiado tiempo, como una bala de canon que habia sido disparada justo antes de que su objetivo doblara la esquina. Pero ahora que habia sobrevivido, habia ahorrado trabajo. El meteorito habia perforado directamente en la cara lateral de Ahuna Mons, el unico criovolcan de Ceres. M6 habia planeado, a partir de manana, empezar a perforar la montana de cuatro kilometros de altura, sin embargo, el meteorito ya habia abierto su gelido interior. Lo que M6 observo fue fascinante. Como en camara lenta, el material fluia hacia el crater desde arriba, mientras que el borde inferior del mismo se derrumbaba. El agujero del impacto parecia una boca extrana y gigante, con secreciones que salian de su nariz y sobre el labio superior, mientras el inferior caia tristemente. El analisis espectral de la nube mostro que su composicion era una mezcla de varias soluciones salinas con amoniaco y agua helada. La energia del impacto habia vaporizado parte de la cara de la montana y derretido el resto de esta. La radiacion solar que golpeaba el borde del crater lo mantenia mas caliente y por lo tanto mas viscoso, mientras que el oscuro interior se solidificaba de nuevo con rapidez. M6 lo registro todo. En unas pocas semanas, cuando contactara de nuevo con la Tierra, enviaria un resumen de sus hallazgos para que fueran analizados por los cientificos del Grupo RB. Probablemente se alegrarian por todo el progreso que habia hecho. <>, penso. Luego, movio con cuidado sus articulaciones. Ceres no tenia atmosfera, pero el seguia de pie en medio de la nube de polvo provocada por el impacto. Pequenas particulas podian entrar en cualquiera de las tres articulaciones de cada una de sus seis patas, haciendolo incapaz de moverse. Esa era su peor pesadilla, aunque tenia medios para solucionar esos problemas. Esperaba que todo lo que tuviera que hacer fuera calentar las partes afectadas de su cuerpo, desde el interior, y fundir las particulas intrusas. Su cuerpo tenia un diseno simetrico radial y estaba suspendido entre sus seis piernas por medio de articulaciones flexibles. M6 nunca se habia visto a si mismo desde fuera de su cuerpo, pero un ingeniero le dijo una vez que parecia una arana gigante. La comparacion no le preocupaba. Lo importante para el era que su cuerpo fuera practico y duradero. Obtenia energia de una pequena bateria atomica, y de los paneles solares que se hallaban en su parte superior y que parecian ojos polifaceticos gigantes, debido a las numerosas lentes que los cubrian. Sus organos visuales estaban situados en el interior de su dura coraza. Estos eran sensibles a todo el espectro, desde el infrarrojo hasta los rayos gamma. M6 siempre se hacia muchas preguntas. Surgian en su mente cada vez que se encontraba con uno de los secretos de Ceres. Y cada respuesta constituia la semilla de, al menos, una nueva pregunta. Ni siquiera necesitaba las preguntas que los cientificos de la Tierra le enviaban, el tenia muchas suyas. Pero habia una cuestion que nunca se hizo a si mismo: <> ?No bastaba con que estuviera alli y buscara respuestas? M6 no deseaba ninguna otra vida. Pero un miedo persistente acechaba en el fondo de su mente. <> No lo sabia, y eso lo aterrorizaba. M6 ya habia calculado cuanto tiempo tardaria en volar a otro objeto en las cercanias. Aunque el cinturon de asteroides estaba lleno de millones de trozos de roca, un desplazamiento no seria algo sencillo. Su sistema de propulsion solo le daba suficiente impulso para saltos poderosos, para que pudiera moverse por la superficie del planeta enano y luego volver a descender, no para viajes largos a traves del vacio del espacio. El viaje tardaria anos, anos en los que no tendria nada que hacer. Pero ese era un futuro teorico y lejano. En este momento, ni siquiera estaba claro como funcionaba ese volcan. No parecia tener nada en comun con las brillantes montanas de Io, Venus o la Tierra. Comprender a Ahuna Mons era el objetivo principal de sus instrucciones actuales. Con su pierna delantera, M6 toco el borde del crater, el labio inferior caido. El sustrato parecia ser ya lo suficientemente solido. Registro 40 grados bajo cero en el suelo. Si hubiera sido hielo puro, habria sido duro como una piedra a esa temperatura. Solo las numerosas impurezas hacian que siguiera fluyendo lentamente. Sin embargo, debido a la baja gravedad de Ceres, apenas se movia. M6 pudo avanzar, sin miedo, mas en el abismo creado por el meteorito. Mientras se adentraba en la oscuridad y apoyaba con cuidado una pierna delante de la otra, examino las paredes del agujero. Obviamente habian sido dispuestas en capas que le parecieron como anillos de crecimiento anual. Tal vez podria usarlos para averiguar la verdadera edad del volcan. Todo lo que se sabia era que, a pesar de su enorme altura, no podia tener mas de un millon de anos, de lo contrario habria habido mas crateres como ese. Las capas individuales tenian cada una aproximadamente 20 a 30 centimetros de espesor. Su composicion era muy diferente. Estaban separados por finas capas de un material similar al silicato. M6 cogio una muestra y la introdujo en el analizador, situado en su zona abdominal. El material de la capa separadora era identico al polvo de regolito que formaba una fina capa que cubria todo Ceres. M6 ya intuia que se estaban formando nuevas preguntas en su mente. Si analizaba suficientes capas, podia compilar una cronologia de las condiciones en Ceres en los ultimos miles de anos, de la misma manera que los biologos terrestres determinaron el clima de la Tierra a partir del analisis de los troncos de los arboles. ?Estarian los cientificos del Grupo RB tan interesados como el en echar un vistazo al pasado? No todas las preguntas que habia planteado fueron igualmente bien recibidas por sus jefes. Ceres era uno de los cuerpos celestes que las Naciones Unidas habian declarado fuera de los limites de la mineria de asteroides. Solo las misiones de investigacion cientifica como la suya se permitian. Pero, por supuesto, el Grupo RB esperaba que esa restriccion se levantara en algun momento. Si Ceres ofrecia importantes recursos para el desarrollo de la humanidad, su estatus de area protegida podria ser reconsiderado, y entonces el Grupo RB tendria ventaja. M6 recogio otra muestra de la capa divisoria mas hacia el interior y la analizo. Su contenido de elementos radiactivos mostro que debia ser, al menos, mil anos mas antigua que la primera muestra. ?Hasta que punto del pasado le permitiria viajar ese crater? M6 se adentro cuidadosamente en el agujero. Siempre manteniendo dos piernas ancladas en el hielo, dos apoyandolo en la parte delantera, y el tercer par comprobaba el subsuelo antes de desplazar su peso. Estaba realizando un buen progreso. El escaner laser revelo que el meteorito se habia enterrado a unos cien metros de profundidad. Justo en ese momento sus patas traseras rompieron la capa de hielo. M6 no pudo reaccionar con la rapidez requerida. Su peso lo empujo hacia atras, y sus patas delanteras perdieron contacto. La parte superior del agujero estaba demasiado lejos para que el la alcanzara. La parte trasera de su cuerpo se apoyo en el hielo. M6 percibio el frio. Estaba enfadado consigo mismo. !No deberia haber permitido que eso sucediera! Pero no se dejo llevar por el panico. Con mucha calma analizo la situacion. Sus patas traseras se habian hundido profundamente en el hielo. No tenia suficiente espacio para mover sus articulaciones y maniobrar para sacar sus piernas del terreno congelado. Solo las articulaciones eran calefactables, no las piernas en si, asi que tampoco podia liberarlas derritiendo el hielo a su alrededor. Estaba claro lo que tenia que hacer. Debia renunciar a esas dos extremidades. Siguiendo una senal de su mente, la articulacion superior de cada una de sus patas traseras se separo en dos partes, para que las otras cuatro patas pudieran levantar su cuerpo. El dano fue minimo. Lo unico que lamentaba era que tendria que abandonar la exploracion del crater por el momento, porque necesitaba las seis piernas para hacerlo. Por eso estaba mas disgustado. Con la ayuda de los nanofabricantes de su cuerpo, seria capaz de construir nuevas piernas. Tal vez sus jefes disenarian algo mejor para que el. Sin embargo, primero tendria que obtener los materiales necesarios. Los nanofabricantes podrian ensamblar cualquier diseno que les diera, pero necesitarian las materias primas adecuadas para dicha labor; en este caso, metales. Y el ya sabia donde buscar. Recordo haber visto manchas blancas en el crater del Occator, dos anos antes, durante su aproximacion a Ceres. 14 de mayo de 2085, Pomona, Kansas --PAPA, ?puedo usar la camioneta esta noche? Derek McMaster miro hacia arriba. La voz de su hija llegaba, desde el segundo piso, a traves de las paredes de madera hasta el pasillo. Se sorprendio. Normalmente aun estaba durmiendo a esas horas. Probablemente habia estado pendiente de oirle. --No hay problema. ?Cuando la necesitas? --pregunto en voz alta. --A las siete me vendria bien. --Volvere a las cinco. Tu madre ya esta preparando la cena. A ver si podemos cenar todos juntos. Elizabeth llevaba tres dias en casa, pero apenas la habian visto. O bien se escondia en su habitacion, supuestamente estudiando, o estaba con amigos de cursos anteriores, que es lo que probablemente planeaba hacer de nuevo esa noche. Imaginaba que, al dia siguiente, volveria a centrarse en sus estudios. --Vale --respondio. --Hasta luego entonces --grito Derek. Abrio la puerta delantera, salio y la cerro detras de si. Las tablas de madera del porche crujieron bajo sus botas de cuero. Era agradable saber que su hija mayor estaria en casa una temporada. Miro hacia el garaje, que tenia la puerta abierta. Podia ver la casa de munecas con la que ella solia jugar en un rincon. En algun momento, debio haberla guardado alli. Derek se ajusto mas el abrigo. El aire todavia era fresco y agradable. Le encantaban las primeras horas de la manana. Solia haber siempre niebla sobre los campos cuando salia en su camioneta a inspeccionar los cultivos. Pero hacia demasiado calor para eso, la niebla solo aparecia en invierno. El informe meteorologico indicaba que, por la tarde, alcanzarian los treinta grados. Su hija le preguntaria que queria decir ese numero. Ella habia crecido usando las nuevas unidades de medida universales, pero el tendia a emplear los grados Celsius y los kilometros. Treinta. <>, pensaba. La camioneta ya estaba fuera del garaje, junto al porche. Su parte delantera se hallaba salpicada de barro. No estaba asi cuando volvio ayer. Tenia que haber sido obra de su hija. Ella tambien habia cogido el vehiculo anoche. Pero ?como lo habia ensuciarlo de barro? !Las ultimas lluvias habian caido hacia casi tres meses! Derek froto las manchas. El barro estaba seco y se le metio bajo los dedos. <>, penso, <>. Eso no era tan facil en esa zona olvidada de la mano de Dios. Esa era una de las razones por las que habia ido a estudiar a Kansas City. Derek abrio la puerta de la camioneta y se sento en el asiento del conductor, que se hundio bajo su peso. Olia a tabaco. Su hija no fumaba, asi que debia haber ido alguien mas con ella. <> Pero eso no era asunto suyo. Suspiro y fue a girar la llave. Normalmente las dejaba puestas, pero sus dedos no encontraron nada mas que aire. <> Ahora tendria que volver a entrar. Sin embargo, antes, Derek reviso la guantera. Alli estaba la llave, justo al lado del arma que guardaba alli por nostalgia. Metio la llave en el contacto, puso el pie en el pedal del freno y giro la llave. El motor comenzo a vibrar suavemente. Su camioneta se impulsaba por hidrogeno. Alli, era mucho mas fiable que un vehiculo electrico porque hasta el mas pequeno de los tornados, inevitablemente, derribaba las lineas en la zona. Durante 30 anos, el condado habia pedido al estado que pusiera las lineas electricas bajo tierra, pero resultaba demasiado caro ya que todas casas se hallaban muy dispersas unas de otras. Derek habia optado por instalar un tanque de hidrogeno extra en su casa para poder ser energeticamente independiente, y solo necesitaba que un camion de combustible viniera una vez al mes para llenar el tanque. Condujo despacio por la carretera de acceso a Colorado Road. El camino de acceso a su vivienda no estaba pavimentado, asi que la camioneta levanto una nube de polvo. Su esposa solia reganarlo respecto a la pavimentacion del camino, pero se habia abstenido de hacerlo desde que dejo de llover tanto. No sabia si su silencio se debia a que ya no tenia que andar en bicicleta por los charcos cuando iba a visitar a sus amigos o a que habia notado la fuerte disminucion de los ingresos de la granja. Ya no se hablaban mucho. Despues de su agotador trabajo en el campo, Derek necesitaba descansar.

  • El granado de Lesbos de Maria Iglesias

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    Esta es la cronica de como una periodista y escritora espanola, andaluza, en pleno impasse profesional, tras la crisis global y su maternidad, pasa de ver en television la huida de un millon de refugiados por el Egeo a vivir como reportera el mayor exodo en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Maria Iglesias embarca al lector en el viaje que hizo al otro extremo del Mediterraneo para rodar un documental sobre el caso del arresto, en 2016, en Grecia, de bomberos espanoles acusados de trafico de personas.

  • Solo somos tu y yo (Unidos por el amor 2) de Fernanda Suarez

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    Segunda entrega de la serie de romance historico, ambientada en la Inglaterra de la regencia, <> de Fernanda Suarez.

  • Matar a un ruisenor de Harper Lee

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    Cuando tenia casi trece anos, mi hermano Jem sufrio una grave fractura en el brazo a la altura del codo. Cuando sano y por fin se disiparon sus temores de que nunca podria volver a jugar al futbol americano, en raras ocasiones volvia a acordarse de aquella lesion. El brazo izquierdo le quedo algo mas corto que el derecho; cuando estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba casi un angulo recto con su cuerpo, y el pulgar estaba paralelo a sus muslos. A el no podria haberle importado menos, con tal de poder pasar y chutar. Cuando transcurrieron anos suficientes para poder verlos en retrospectiva, a veces hablabamos de los acontecimientos que condujeron a su accidente. Yo sostengo que los Ewell fueron quienes lo comenzaron todo, pero Jem, que era cuatro anos mayor que yo, decia que eso habia empezado mucho antes. Dijo que comenzo el verano en que Dill vino a vernos, cuando nos hizo concebir por primera vez la idea de hacer salir a Boo Radley. Yo decia que si el queria tener una amplia perspectiva de lo sucedido, en realidad comenzo con Andrew Jackson. Si el general Jackson no hubiera perseguido a los indios creek arroyo arriba, Simon Finch nunca habria llegado hasta Alabama, y ?donde estariamos nosotros si no lo hubiera hecho? Eramos demasiado mayores como para zanjar la discusion con una pelea, de modo que consultamos a Atticus. Nuestro padre dijo que los dos teniamos razon. Al ser del Sur, era un motivo de verguenza para algunos miembros de la familia que no tuvieramos constancia de que alguno de nuestros antepasados hubiera peleado en la batalla de Hastings. Tan solo teniamos a Simon Finch, un boticario de Cornualles cuya piedad solo se veia superada por su tacaneria. En Inglaterra, a Simon le irritaba la persecucion de aquellos que se autodenominaban metodistas a manos de sus hermanos mas liberales, y ya que Simon se consideraba metodista, cruzo el Atlantico hasta Filadelfia, de ahi a Jamaica, y desde alli a Mobile subiendo hasta Saint Stephens. Teniendo en cuenta las estrictas normas de John Wesley sobre no enriquecerse en los negocios aprovechandose de los demas, Simon se dedico a la practica de la medicina logrando un gran exito; pero en esta empresa era infeliz, pues habia sido tentado a hacer lo que el sabia que no era para la gloria de Dios, como llevar oro y ropas costosas. De modo que Simon, habiendo olvidado lo que su maestro habia dicho sobre la posesion de bienes humanos, compro tres esclavos y con su ayuda establecio una hacienda a las orillas del rio Alabama, a unos sesenta y cinco kilometros mas arriba de Saint Stephens. Regreso a Saint Stephens solamente una vez, para encontrar esposa, y con ella establecio una descendencia con muchas hijas. Simon vivio hasta una edad impresionante y murio rico. Era costumbre de los hombres de la familia quedarse en la hacienda de Simon, Finch's Landing, y ganarse la vida con el algodon. El lugar se sostenia a si mismo. Modesto en comparacion con los imperios que lo rodeaban, Landing producia sin embargo todo lo necesario para la vida excepto hielo, harina de trigo y prendas de vestir, que proporcionaban las embarcaciones fluviales de Mobile. Simon habria considerado con impotente rabia los problemas entre el Norte y el Sur, ya que arrebataron a sus descendientes todo a excepcion de su tierra; sin embargo, la tradicion de vivir en esa hacienda siguio inalterable hasta bien entrado el siglo XX, cuando mi padre, Atticus Finch, fue a Montgomery para aprender Derecho, y su hermano menor fue a Boston para estudiar Medicina. Su hermana Alexandra fue la Finch que se quedo en Landing: se caso con un hombre taciturno que pasaba la mayor parte de su tiempo tumbado en una hamaca al lado del rio preguntandose si sus redes de pesca estarian llenas. Cuando mi padre fue admitido en la abogacia, regreso a Maycomb y comenzo a ejercer. Maycomb, a unos treinta kilometros al este de Finch's Landing, era la capital del condado de Maycomb. La oficina de Atticus en el edificio del juzgado contenia poco mas que una percha para sombreros, una escupidera, un tablero de damas y un impecable Codigo de Alabama. Sus dos primeros clientes fueron las dos ultimas personas a las que ahorcaron en la carcel del condado de Maycomb. Atticus los habia instado a que aceptaran la generosidad del Estado, que les permitiria declararse culpables de homicidio en segundo grado y asi evitar la pena capital, pero ellos eran Haverford, un apellido que en el condado de Maycomb es sinonimo de burro testarudo. Los Haverford habian liquidado al principal herrero de Maycomb por un malentendido que surgio por la supuesta <> de una yegua, fueron lo bastante imprudentes para hacerlo en presencia de tres testigos e insistieron en que <> era una defensa lo bastante buena para cualquiera. Persistieron en declararse no culpables de homicidio en primer grado, de modo que no hubo mucho que Atticus pudiera hacer por sus clientes, a excepcion de estar presente en su partida, una ocasion que fue probablemente el comienzo de la profunda antipatia de mi padre hacia la practica del Derecho Penal. Durante sus cinco primeros anos en Maycomb, Atticus practico mas que cualquier otra cosa la Economia; y durante varios anos desde entonces invirtio sus ganancias en la educacion de su hermano. John Hale Finch era diez anos menor que mi padre, y decidio estudiar Medicina en un momento en que no valia la pena cultivar algodon; pero despues de tener a Jack encauzado, Atticus comenzo a obtener ingresos razonables practicando la abogacia. Le gustaba Maycomb, habia nacido y se habia criado alli; conocia a su gente, ellos le conocian, y debido a los negocios de Simon Finch, Atticus estaba emparentado por sangre o matrimonio con casi todas las familias de la ciudad. Maycomb era una vieja poblacion, pero ademas era una vieja poblacion cansada cuando yo la conoci. En el tiempo lluvioso las calles se convertian en un barrizal rojizo; crecia hierba en las aceras, y el edificio del juzgado parecia combarse sobre la plaza. En cierto modo, hacia mas calor entonces: un perro negro sufria los dias de verano; las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas bajo la sofocante sombra de las encinas que habia en la plaza. A las nueve de la manana, los cuellos rigidos de los hombres se veian languidos. Las damas se banaban antes de la tarde, despues de su siesta de las tres, y al atardecer estaban como blandos pastelitos cubiertos de sudor y dulce talco. La gente se movia despacio entonces. Cruzaban la plaza a paso lento, entrando y saliendo de las tiendas que la rodeaban, y se tomaban su tiempo para todo. Un dia tenia veinticuatro horas, pero parecia mas largo. No habia ninguna prisa, ya que no habia ningun lugar adonde ir, nada que comprar y nada de dinero con el cual comprar, nada que ver fuera de los limites del condado de Maycomb. Pero era una epoca de vago optimismo para algunas personas: al condado de Maycomb se le habia dicho recientemente que no tenia nada que temer, solamente a si mismo. Viviamos en la principal calle residencial de la ciudad: Atticus, Jem y yo, ademas de Calpurnia, nuestra cocinera. Jem y yo estabamos contentos con nuestro padre: jugaba con nosotros, nos leia y nos trataba con cortesia. Calpurnia era otra cosa. Toda angulos y huesos, era miope, tambien bizca, y sus manos eran tan anchas como un travesano de cama, y dos veces mas duras. Siempre me estaba ordenando que saliera de la cocina, preguntandome por que no podia comportarme tan bien como Jem aunque sabia que el era mayor, y me llamaba para volver a casa cuando yo no estaba lista para regresar. Nuestras batallas eran epicas y con un final sin variacion. Calpurnia ganaba siempre, principalmente porque Atticus siempre se ponia de su lado. Ella habia estado con nosotros desde que nacio Jem, y yo habia sentido la tirania de su presencia desde que podia recordar. Nuestra madre murio cuando yo tenia dos anos, de modo que nunca senti su ausencia. Ella era una Graham de Montgomery; Atticus la conocio cuando fue elegido por primera vez para la legislatura estatal. Para entonces, el era de mediana edad y ella quince anos mas joven. Jem fue el resultado de su primer ano de matrimonio. Cuatro anos despues naci yo, y dos anos despues nuestra madre murio de un ataque repentino al corazon. Decian que era cosa de familia. Yo no la extranaba, pero creo que Jem si. El la recordaba claramente, y algunas veces en mitad de un juego daba un largo suspiro, y despues se marchaba y jugaba el solo detras de la cochera. Cuando se ponia asi, yo sabia que era mejor no molestarle. Cuando yo tenia casi seis anos y Jem se acercaba a los diez, nuestras fronteras en el verano (al alcance de la voz de Calpurnia) eran la casa de la senora Henry Lafayette Dubose, dos puertas al norte de la nuestra, y la Mansion Radley, a tres puertas al sur. Nunca sentimos la tentacion de traspasarlas. La Mansion Radley estaba habitada por una entidad desconocida, cuya mera descripcion era suficiente para hacer que nos portaramos bien durante dias. La senora Dubose era el mismo demonio. Ese fue el verano en que vino Dill. Una manana temprano, cuando estabamos comenzando nuestros juegos en el patio trasero, Jem y yo oimos algo en la puerta contigua, en el parterre de coles de la senorita Rachel Haverford. Fuimos hasta la malla de alambre para ver si habia un perrito, pues la perra terrier de la senorita Rachel estaba prenada, pero en cambio encontramos a alguien sentado que nos miraba. Sentado, no era mucho mas alto que las coles. Nos quedamos mirando fijamente hasta que el hablo: --Hola. --Hola, tu --contesto Jem amablemente. --Soy Charles Baker Harris --dijo el--. Se leer. --?Y que? --pregunte yo. --Solo pense que os gustaria saber que se leer. Si teneis algo que necesiteis leer, yo puedo hacerlo... --?Cuantos anos tienes? --pregunto Jem--. ?Cuatro y medio? --Voy para siete. --Entonces no es nada --dijo Jem, senalandome con el pulgar --. Aqui Scout lee desde que nacio, y ni siquiera ha comenzado aun la escuela. Pareces muy canijo para tener casi siete anos. --Soy pequeno pero mayor --afirmo el. Jem se aparto el cabello para mirarlo mejor. --?Por que no vienes aqui, Charles Baker Harris? --dijo--. Senor, vaya nombre. --No es mas curioso que el tuyo. Tia Rachel dice que te llamas Jeremy Atticus Finch. Jem fruncio la frente. --Soy lo bastante alto para estar en consonancia con mi nombre --dijo--. Tu nombre no es mas largo que tu. Apuesto a que es un palmo mas largo. --La gente me llama Dill --dijo Dill, intentando pasar por debajo de la valla. --Te ira mejor si pasas por encima en lugar de por debajo -- observe yo--. ?De donde vienes? Dill era de Meridian, Mississippi, e iba a pasar el verano con su tia, la senorita Rachel, y desde entonces pasaria todos los veranos en Maycomb. Su familia era del condado de Maycomb originariamente. Su madre trabajaba para un fotografo en Meridian, habia presentado una fotografia de el a un concurso de ninos guapos, y gano cinco dolares. Le dio el dinero a Dill, quien lo empleo en ir veinte veces al cine. --Aqui no hay exposiciones de fotografia, excepto a veces las de Jesus en el juzgado --dijo Jem--. ?Viste alguna pelicula buena? Dill habia visto Dracula, una revelacion que movio a Jem a mirarle con cierto respeto. --Cuentanosla --le pidio. Dill era un chico muy curioso. Llevaba pantalones cortos azules de lino que se abotonaban a la camisa, su cabello era blanco como la nieve y lo llevaba pegado a la cabeza como si fuera un plumon de pato; era un ano mayor que yo, pero yo le sobrepasaba en altura. Mientras nos relataba la vieja historia, sus ojos azules se iluminaban y se oscurecian; su risa era repentina y feliz, y solia tirarse de un mechon de cabello que caia sobre su frente. Cuando Dill hubo reducido al polvo a Dracula, y Jem dijo que la pelicula parecia mejor que el libro, le pregunte a Dill donde estaba su padre. --No has dicho nada de el. --No tengo ningun padre. --?Esta muerto? --No... --Entonces, si no esta muerto, si lo tienes, ?verdad? Dill se sonrojo y Jem me dijo que me callase, una senal segura de que Dill habia sido estudiado y hallado aceptable. A partir de entonces el verano paso con una diversion constante. La diversion constante era: hacer mejoras a nuestra casa del arbol que descansaba entre dos cinamomos gigantes en el patio trasero, alborotar, recorrer nuestra lista de obras de teatro basadas en las de Oliver Optic, Victor Appleton y Edgar Rice Burroughs. En este asunto teniamos la fortuna de tener a Dill. El representaba los papeles que anteriormente me daban a mi. El mono en Tarzan, el senor Crabtree en The Rover Boys, el senor Damon en Tom Swift. De ese modo llegamos a conocer a Dill como un merlin de bolsillo, cuya cabeza estaba llena de planes excentricos, anhelos extranos y fantasias raras. Pero a finales de agosto nuestro repertorio era aburrido, por haberlo representado incontables veces, y fue entonces cuando Dill nos dio la idea de hacer salir a Boo Radley. La Mansion Radley fascinaba a Dill. A pesar de nuestras advertencias y explicaciones, le atraia como la luna atrae al agua, aunque no mas cerca de la farola de la esquina, a una distancia segura de la puerta de los Radley. Ahi se quedaba, rodeando el grueso poste con un brazo, mirando fijamente y haciendose preguntas. La Mansion Radley hacia una curva cerrada mas alla de nuestra casa. Andando hacia el sur, se pasaba por delante de su porche; la acera daba un giro y estaba en paralelo con la finca. La casa era baja, en otra epoca era blanca y con un ancho porche y persianas verdes, pero hacia mucho tiempo que se habia oscurecido hasta llegar al tono de pizarra gris que la rodeaba. Unas tablas descompuestas por la lluvia caian sobre los aleros del barandal; unos robles mantenian alejados los rayos de sol. Los restos de una cerca guardaban el patio frontal, un patio <> que nunca se barria, donde crecian en abundancia hierbajos y flores silvestres. Dentro de la casa vivia un fantasma maligno. La gente decia que existia, pero Jem y yo nunca lo habiamos visto. La gente decia que salia de noche, cuando se ponia la luna, y miraba por las ventanas. Cuando las azaleas de la gente se helaban en una noche fria, era porque el habia soplado sobre ellas. Cualquier pequeno delito cometido en Maycomb era obra del fantasma. En una ocasion, la ciudad estaba aterrorizada por una serie de macabros acontecimientos nocturnos: encontraban mutilados pollos y animales domesticos; aunque el culpable era Addie el Loco, quien finalmente termino ahogandose en el remolino de aguas de Barker, todos seguian mirando la Mansion Radley, sin estar dispuestos a descartar sus sospechas iniciales. Un negro no pasaria al lado de la Mansion Radley de noche; cruzaria a la acera contraria e iria silbando mientras caminaba. Los terrenos escolares de Maycomb lindaban con la parte trasera del terreno de los Radley; desde el gallinero de los Radley, altos arboles de pacanas dejaban caer su fruto al patio de la escuela, pero los ninos no tocaban ninguna de aquellas nueces: las pacanas de los Radley mataban. Una bola de beisbol que cayera en el patio de los Radley era una bola perdida, y no se hacian preguntas. La desgracia de aquella casa comenzo muchos anos antes de que Jem y yo nacieramos. Los Radley, bien recibidos en cualquier parte de la ciudad, se encerraban en su casa, una predileccion imperdonable en Maycomb. Ellos no iban a la iglesia, que era el entretenimiento principal de Maycomb, sino que rendian culto en su casa; la senora Radley en raras ocasiones llegaba a cruzar la calle para tomar un cafe a media manana con sus vecinas, y sin duda nunca se unio a ningun circulo misionero. La senora Radley caminaba hasta la ciudad a las once y media cada manana y regresaba prontamente a las doce, a veces llevando una bolsa de papel marron que los vecinos suponian que contenia las provisiones de la familia. Yo nunca supe como el viejo senor Radley se ganaba la vida, Jem decia que <>, un termino educado para decir que no hacia nada, pero el senor Radley y su esposa habian vivido alli con sus dos hijos durante tanto tiempo como cualquiera podia recordar. Las persianas y las puertas de la casa de los Radley estaban cerradas los domingos, otra cosa ajena a las costumbres de Maycomb: puertas cerradas significaba solamente enfermedad y tiempo frio. De entre todos los dias, el domingo era dia para las visitas formales por la tarde: las senoras llevaban corse, los hombres llevaban abrigos, los ninos llevaban zapatos. Pero subir los peldanos de la Mansion Radley y decir <> una tarde de domingo era algo que sus vecinos no hacian nunca. La casa de los Radley no tenia puertas de tela metalica. Una vez le pregunte a Atticus si alguna vez tuvo alguna; Atticus dijo que si, pero antes de que yo naciera. Segun la leyenda del barrio, cuando el joven Radley estaba en la adolescencia hizo amistad con algunos de los Cunningham, de Old Sarum, una tribu enorme y confusa que estaba domiciliada en la parte norte del condado, y formaron lo mas parecido a una pandilla que se viera jamas en Maycomb. Hacian muy poca cosa, pero lo bastante para que hablaran de ello por la ciudad y los amonestaran publicamente desde tres pulpitos: merodeaban por la barberia; subian en el autobus hasta Abbottsville los domingos e iban al cine: asistian a bailes en los lugares de juego en el condado al lado del rio: la posada Dew-Drop y Campamento Pesquero: probaban el whisky de contrabando. Nadie en Maycomb tenia las agallas para decirle al senor Radley que su muchacho andaba con malas companias.

  • Isdnei de Yosuel Ian

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    Isdnei: La magia de Isdnei cambio cada region. El encanto en el reinado provoco que los cuentos de hadas sean atipicos. Se debe descifrar quien lo hizo.

  • Cuando vuelva la luz de Julio Septien Del Castillo

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    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • Correr el tupido velo de Pilar Donoso

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    Una extraordinaria, brutal y honesta investigacion

  • Kat la retorcida (Apocalipsis 1) de Magenta Perales

    https://gigalibros.com/kat-la-retorcida-apocalipsis-1.html

    Erik Rowe era el Rey.
    Lider indiscutible de su ciudad.
    El Alfa en una corte de Betas.
    En una ciudad de Omegas esclavos.

  • El pintor de Cracovia de Joseph Bau

    https://gigalibros.com/el-pintor-de-cracovia.html

    El pintor de Cracovia, una de las memorias mas increibles que nos ha deparado el Holocausto.

  • Renunciare al principe azul de Olivia Saint

    https://gigalibros.com/renunciare-al-principe-azul.html

    Los zapatos de mujer son un arma mortal que le facilita la conquista del mundo, destilan sensualidad y glamour, sin ninguna duda la pasion de una mujer se refleja en el calzado que usa. Esto lo sabe Helga, que es una mujer profesional, duena de una empresa de calzado para damas. Ella, entiende a las mujeres, sabe que buscan y a donde debe dirigir el estilo y el diseno de sus colecciones para poder siempre dar un toque de clase y glamour a sus modelos que hacen lucir sexy a todas las clientes que usan sus zapatos. Es la distincion de su marca.

  • Como Escribir Textos Tecnicos o Profesionales de Felipe Dintel

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    No solo los literatos o periodistas deben dominar el oficio de escribir. En cualquier profesion o actividad empresarial, la comunicacion escrita es un elemento fundamental para asegurar la eficacia de cualquier iniciativa. Saber expresarse con claridad y correccion facilita el logro de los objetivos profesionales. Y la elaboracion de un texto es un proceso metodico que es preciso aprender. Esta guia proporciona las claves para: Ordenar las ideas y organizar la informacion de que se dispone. Fijar (y conseguir) objetivos. Adaptar el tipo de lenguaje a su destinatario. Emplear la presentacion mas adecuada para la finalidad del documento. Las Guias del escritor son una serie de manuales practicos ideados como ayuda y apoyo para todos los que deseen dominar el oficio de escribir. A traves de ejemplos, ejercicios y utilisimas orientaciones, cada volumen cubre algun aspecto fundamental de la creacion literaria. Una coleccion imprescindible para escritores noveles, redactores y estudiantes en general.

  • Dias de lluvia de Angeles Ibirika

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    Tras la muerte de su mujer, Kaiet decide regresar, junto a su pequeno hijo, a la casa de su padre en Bermeo, despues de diecisiete anos de ausencia. Desde el primer instante se siente extrano, en un lugar al que ya no pertenece. Pero si su futuro se le presenta oscuro, retomar el pasado que dejo a medias tampoco le sera facil. Debera resolver todo lo que quedo pendiente con su precipitada marcha, explicar muchos de sus actos, enfrentarse a sus dudas, sus temores y sus prejuicios. y perdonar. Aunque lo que no imagina es que durante ese proceso se reencontrara con la dulce Maddi y que junto a ella la vida tratara de darle una segunda oportunidad. ?La dejara escapar de nuevo?