• Revoluciones de Joaquin Estefania

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    El ultimo medio siglo (1968-2018) ha sido testigo de una generacion que amanecio a la madurez con la alegria revolucionaria de Mayo del 68 y que se esta jubilando en pleno vigor de una revolucion conservadora y de los populismos de extrema derecha que amenazan con llevarse por delante muchas de las conquistas civilizatorias de este tiempo. Esa generacion es la que ha mandado. Una generacion que con sus aciertos, sus contradicciones, sus arrebatos de colera (a veces ingenuos; a veces violentos; casi siempre justos) o su resignacion ha tratado de cambiar el mundo, aunque no con la profundidad y la velocidad que previeron sus protagonistas, algunos de los cuales podrian decir: ‘Queriamos cambiar el mundo y el mundo nos ha cambiado a nosotros’. A cada ano magico revolucionario (1968: Paris, Praga, Mexico; 1999: movimiento antiglobalizacion; 2011: los indignados) le ha sucedido una reaccion (1979-1980: Thatcher y Reagan; 2011: los neocons; 2017: Trump) que ha pretendido siempre volver al statu quo anterior, a lo que creian un estado natural de las cosas, utilizando los principios de coercion y persuasion, el poder duro y el poder blando. Durante aquellos anos magicos, los jovenes como categoria historica han disputado a la clase obrera el monopolio del protagonismo redentor de los cambios que esta tuvo durante el siglo xix y primera parte del xx. El sentido de la historia lo daba el progreso, pero el motor de la historia no ha sido solo la lucha de clases, sino las ansias de un grupo transversal de ciudadanos que ha reivindicado su lugar en la politica, la economia y la cultura.

  • Exquisita tentacion de Nicola Marsh

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    Una noche deberia haber saciado su deseo...

  • Inseparable de Mia Ford

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    El camarero miro el asiento vacio que habia frente a mi en mi mesa, mientras llenaba mi vaso de agua por segunda vez. Ordene el tenedor sobre la servilleta de lino que tenia delante y suspire, poniendo las manos en mi regazo. El restaurante estaba lleno, y habia gente esperando mesa en la parte delantera. Me senti un poco incomoda al estar sentada alli sin pedir nada, pero aun no estaba muy segura de lo que pasaba. Detuve al camarero antes de que abandonara mi mesa y le pedi una copa de chardonnay, para que al menos no estuviera alli sentada con las manos vacias. Habia quedado con mi mejor amiga Lindsey para repasar algunos detalles de la boda. Lindsey habia sido mi mejor amiga desde antes de que pudiera recordar. Habiamos crecido juntas y continuabamos nuestras vidas en el mismo lugar, Los Angeles, California. Eramos chicas de Los Angeles y eso nunca cambiaria. Lindsey habia conocido a su prometido Jordan Smith en una hora feliz en ese mismo restaurante, y a partir de ahi todo fue historia. Me gustaba mucho Jordan, y los dos encajaban perfectamente. A veces me ponia celosa, pero luego recordaba la clase de imbeciles que podian ser los hombres. En cualquier caso, Lindsey debia estar alli para hablar de su proxima boda. Yo era la dama de honor, y el gran dia estaba a solo un mes de distancia y habia unas mil cosas por hacer. La queria, pero a veces era como si pensara que esas cosas se resolverian magicamente si las ignoraba. La planificacion de la boda habia empezado con fuerza tras su compromiso, pero cuanto mas nos acercabamos, mas agotada la veia con todo ello. Todos estabamos en el punto en el que solo queriamos que la boda llegara. Meti la mano en el bolso y saque mi telefono, que estaba vibrando salvajemente. --?Donde estas? --susurre con irritacion. --Lo siento mucho, Amanda --dijo--. Tengo una sesion de fotos en marcha, y pense que se acabaria, pero las cosas estan tardando demasiado. No creo que pueda ir a la cena hoy. Lo reprogramaremos muy pronto. Lindsey era una de esas chicas con un cuerpo perfecto, una tez perfecta y curvas en todos los lugares adecuados. No era solo una modelo en potencia, sino una modelo de verdad. Llevaba una vida de lujo, y siempre me hacia gracia verla en diferentes anuncios por la ciudad. Era tan tonta en la vida real pero tan seria cuando se trataba de su trabajo. Suspire y tome un trago de mi vino. --Esta bien --dije--. Llamame cuando hayas terminado y cambiaremos la fecha. --Gracias --dijo dulcemente--. Te quiero mucho. Tengo que irme. El fotografo va a volver. Colgue el telefono y mi sonrisa se desvanecio rapidamente. Intente ser comprensiva, pero estaba un poco irritada. Llevaba mas de veinte minutos sentada alli sola. Mire a mi alrededor, sintiendo que mi estomago refunfunaba y decidi que por que no comer alli. Ya estaba alli sentada. Hice senas al camarero y le susurre. --Mi invitada no viene --le dije--. Me voy a quedar, pero me ire a la barra para que esta mesa quede libre para otra persona. --Muy bien, senora --dijo con una sonrisa y un asentimiento--. Hare que le transfieran la cuenta. --Lo siento mucho --dije, poniendome de pie y cogiendo mi cartera de la mesa. --De verdad que no hay problema --dijo amablemente, acompanandome a la barra--. Sucede a menudo. Sonrei y me hice a un lado mientras el se daba la vuelta y se dirigia a la parte de atras. Sacudi la cabeza, ligeramente avergonzada por tener que anular una mesa asi, pero lo ultimo que queria era sentarme sola en una mesa a comer. Me acerque a la barra y sonrei, colgue mi bolso sobre el respaldo del taburete y me puse de puntillas para sentarme. Apoye mi cartera en la barra y mire por encima del hombro, observando al hombre realmente guapo que estaba sentado dos sillas mas alla. Me sonrio y me sonroje, volviendo a mirar al camarero mientras me entregaba la carta. Mientras ojeaba la lista de platos principales y pedia, pude ver que el chico guapo se cambiaba a mi lado. --?Te importa si me siento? --me pregunto. --En absoluto --respondi, sintiendo una atraccion instantanea entre ambos. --Soy Nathan --dijo, extendiendo la mano. --Amanda --respondi con una sonrisa. --?Que te trae hoy aqui sola, Amanda? --Tenia que encontrarme con mi mejor amiga, pero el trabajo la mantuvo alejada --dije. --Ella se lo pierde, yo lo gano --respondio con una sonrisa encantadora. --?Y tu? --Ahogando mis penas --dijo con una risa--. Solo estoy bromeando. Queria alejarme de las multitudes, supongo. --Puedo entenderlo --dije, riendo. Nos sentamos, comimos, bebimos y hablamos durante toda la noche. Era realmente encantador, y resultaba que tenia su propia empresa de tecnologia, aunque no estaba segura de cual. Por el aspecto del Rolex en su muneca y el traje de Louis Vuitton que llevaba, sospeche que no le iba nada mal. Las bebidas empezaban a subirseme a la cabeza, pero no me importaba en absoluto. Estaba disfrutando de este encuentro inesperado. --Tuve que convencerla de que no usara el estampado floral para las damas de honor. --Me rei--. Ha sido una pesadilla. --Eso parece. --Se rio, terminando su bebida y mirando alrededor del restaurante, que se estaba vaciando--. Parece que nos hemos pasado de la raya. --Oh, Dios --dije, mirando la hora--. ?Te gustaria ir a mi casa para tomar otra copa? --Pense que nunca me lo pedirias --dijo, llamando al camarero--. Dame la cuenta de los dos. --No tienes que hacer eso --dije, negando con la cabeza. --Por favor, me haria sentir como un caballero. --Sonrio. Me rei y recogi mis cosas mientras el pagaba las cuentas. Salimos a la calle, y el saludo a un sedan negro aparcado al final de la manzana. El coche avanzo y se detuvo frente a nosotros. El conductor salio y abrio la puerta. --?Vamos? --pregunto. --Pues claro --dije, impresionada. Cuando llegamos a mi casa, Nathan le indico al conductor que llamaria cuando estuviera listo. Abri la puerta principal y entre con el detras. Me dirigi a la cocina donde guardaba el alcohol y cogi el whisky del estante superior. Me quede helada al sentir las manos de Nathan rodeando mi cintura y su entrepierna rozando mi culo. Cerre los ojos cuando me paso los labios por el cuello antes de girarme para mirarle. Apoyo su mano en mi cara y apreto sus labios apasionadamente contra los mios, sin perder tiempo. Los dos sabiamos que esa era la razon por la que le habia invitado a mi casa, y yo sabia que queria quitarle esa ropa y pasar mis manos por su pelo oscuro. Me levanto y me sente a horcajadas sobre el, con mis brazos rodeando su cuello y mis labios aun pegados a los suyos. Se echo hacia atras y me miro con sus grandes ojos marrones, con un destello de sonrisa cruzando sus labios. Apoyo mi culo en el borde de la encimera y me subio la mano por el muslo, deteniendose despues de cruzar el borde de mi corta falda y entreteniendose bajo ella. --?Donde esta el dormitorio? --pregunto. Sonrei y le bese los labios. Luego baje de un salto, le cogi de la mano y tire de el atravesando el salon y el pasillo hasta mi dormitorio. Cerro la puerta de una patada cuando entramos. Avance hacia la cama, sonriendo timidamente y sacando mi top por encima de la cabeza, y el me miro con lujuria. Se acerco, se quito la chaqueta del traje y la corbata y bajo la cremallera de mi falda. Me la quite y me sente en la cama, deslizandome hasta que mi espalda se apoyo en el cabecero. Observe como se desnudaba, quitandose la camisa y revelando sus duros y bronceados musculos debajo. Era absolutamente maravilloso, y yo queria follar con el. Cuando se quedo en calzoncillos negros, se arrastro hacia mi, me agarro por los tobillos y me acerco a el. Me rei mientras me deslizaba y apoyaba la cabeza en las almohadas. Me quito lentamente las bragas y las tiro a un lado. Me eche la mano a la espalda y me desabroche el sujetador, dejando que mis pechos rebotasen. El sonrio y se tumbo boca abajo, apoyando mis piernas sobre sus hombros. Pase la mano por su pelo oscuro y cerre los ojos mientras su lengua empezaba a rozar mi clitoris. Separo mis pliegues y lamio a traves de mis jugos, volviendome absolutamente loca. --Date la vuelta --gemi. Giro su cuerpo y se tumbo junto a mi. Me levante y le baje los calzoncillos hasta las rodillas, sacando su enorme y dura polla y rodeandola con mis labios. El gimio cuando me gire hacia un lado, sintiendo su cara sumergirse de nuevo entre mis piernas, mi cabeza se movia arriba y abajo de su eje vibrante. La sensacion de su boca contra mi cono fue demasiado para mi, y chupe con fuerza su polla antes de echar la cabeza hacia atras y gritar de extasis. Todo mi cuerpo se puso rigido, mi orgasmo fluyo por cada vena y cada musculo de mi cuerpo. Levanto la cabeza, sonriendo, y se quito los boxers del todo, inclinandose sobre la cama y cogiendo un condon. Me retorci sobre las sabanas y mi cuerpo empezo a relajarse justo cuando el deslizo la goma por su ereccion y separo mis piernas. Introdujo su polla en mi interior. Grite, sintiendo como me llenaba por completo con su enorme eje, empujando y sacando a traves del torrente de jugos. Levanto la mano y me agarro las tetas, golpeando su polla dentro de mi una y otra vez, mientras el sudor se acumulaba en su firme pecho. Me mordi el labio y tire de el hacia abajo, pasando mi lengua por su boca y gimiendo en su garganta. Me agarro por los hombros y bombeo sus caderas una y otra vez, con los ojos oscuros de pasion. Levanto su cuerpo y bombeo varias veces mas antes de retirarse y darme la vuelta. Me levante a cuatro patas y me agarre a las sabanas mientras el volvia a empujar dentro de mi. Su mano se deslizo por mi espalda y se inclino hacia delante, poniendo la otra alrededor de mi y deslizandola sobre mi clitoris. Sus dedos se restregaron con fuerza sobre mi clitoris mientras me empujaba con pasion, con nuestras pieles golpeando con fuerza una contra otra. Grite, sintiendo que el fuego de mi vientre empezaba a aumentar mientras el grunia profundamente, excitandome aun mas. --Dios --gimio--. Frota tu cono para mi. Volvi a meter una mano y reemplace sus dedos, frotando circulos alrededor de mi clitoris mientras el se sentaba, me agarraba de las caderas y me penetraba una y otra vez. Mis gemidos alcanzaron un tono febril, y pude sentir que el fuego comenzaba a explotar. Grite, frotandome mas rapido entre las piernas antes de estremecerme salvajemente. Me corri con fuerza, mi cuerpo se tambaleo en extasis mientras el se introducia profundamente en mi interior y grunia, su cuerpo palpitaba mientras el tambien se corria. Su semilla caliente lleno el preservativo mientras mi cono vibraba contra su eje. Cuando los dos habiamos sentido todo el curso de nuestro placer, se retiro y se dirigio al bano para limpiarse. Cuando volvio, se subio a mi cama y me acerco a el, rodeandome con sus grandes brazos y dejando escapar un profundo suspiro. Normalmente, no dejaba que mis parejas de una noche se durmieran en mi cama, pero cuando sus ojos se cerraron y su respiracion se hizo mas profunda, me senti demasiado comoda para moverme. Me deje llevar, cayendo en un sueno sin suenos, envuelta en los brazos de este hombre interesante y sexy

  • Paris D. F de Roberto Wong

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    En Paris D. F. todo empieza con un mapa, mejor, con dos
    mapas superpuestos. Arturo, el protagonista, es un joven
    que lleva una vida anodina y que pasea por las calles del
    Distrito Federal buscando la superficie de los 105 kilometros
    cuadrados de Paris, ese espacio sonado, ajeno a la crueldad,
    donde pueda suceder lo extraordinario. Un dia, un atraco en
    la farmacia en la que trabaja trastoca su vida. El delincuente,
    abatido por la policia, muere a sus pies, pero la sensacion
    de que la bala podia haberle llegado a el es demasiado
    perturbadora. Nada sera igual a partir de ese momento
    en el que toma en sus manos la llave del azar, pero todo
    se decanta en la direccion no deseada: la violencia, el sexo,
    el cruce de tiempos y destinos paralelos. Realidad y delirio
    se confunden en esta novela en la que Roberto Wong nos
    habla de la ley de las probabilidades y de la mala suerte,
    pero tambien de la supervivencia y de las agresiones
    de las ciudades que habitamos. Paris D. F. nos descubre
    una voz osada, original, capaz de sacudirnos.

  • Rebeldes, ni putas ni sumisas de Gemma Lienas

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  • Una carga de valor de Morgan Rice

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    En UNA CARGA DE VALOR (Libro #6 de El Anillo del Hechicoero), Thor continua en su busqueda, en lo mas profundo del Imperio, para recuperar la Espada del Destino robada, y salvar el Anillo. Mientras el y sus amigos tienen una tragedia inesperada y pierden a un miembro de su muy unido grupo, Thor y sus amigos restantes se hacen mas unidos que nunca, aprendiendo que deben enfrentar y superar juntos las adversidades. Su viaje les lleva a terrenos nuevos y exoticos, incluyendo los desolados Campos de Sal, el Gran Tunel y las Montanas de Fuego, mientras se enfrentan a una gran cantidad de monstruos inesperados en cada momento.

  • Jamas me olvidaras, mi jefe de Olivia Saint

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    Patricia y Bob son una de las tipicas parejas de hoy en dia, todo es perfecto pero inundado en la monotonia de una relacion monogama. Llevan tanto tiempo juntos que muchas veces ambos terminan las frases del otro, se han vuelto demasiado similares, ya no hay sorpresa, no hay novedad, no hay erotismo. Esto vuelve loca a Patricia, quien descubre que su vecino, un muchacho apuesto mas joven que ella, la ve con otros ojos. Esta oportunidad que se le presenta a Patricia no se da todos los dias, por lo que ella decide tomarla y dejarse llevar por el momento. ?Descubrira su marido su pecado?

  • Tantos dias felices de Laurie Colwin

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    Guido y Vincent son amigos desde ninos, estudian en Cambridge (Massachusetts) y comparten suenos: Guido quiere escribir poesia y a Vincent le gustaria ganar el Premio Nobel de Fisica. Cuando Guido se encuentra con la extravagante Holly a la salida de un museo se enamora perdidamente de ella, pero presiente que no tendran una relacion facil. Vincent, mas abierto y alegre, conoce a Misty en el trabajo y, aunque ella es una misantropa terrible, estaria dispuesto a darlo todo por salir con ella.

  • No solo sexo de Krista E. Mollet

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    Shaila detesta a su companero de trabajo…. o eso aegura hasta que no es capaz de rechazar una invitacion de Paul y se da cuenta que espera que esa invitacion llegue a algo mas…. ?sexo tal vez?

  • El pueblo soy yo de Enrique Krauze

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    Un manifiesto a favor de la libertad y la palabra.

  • Nuestro momento de Mina Vera

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    Una novela llena de amor y esperanza de mano de la fantastica pluma de Mina Vera.

  • Panteras, Lena Valenti de Lena Valenti

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  • El viaje de las mujeres de Elena Garcia Quevedo

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    La autora busco los secretos que guardan mujeres reconocidas por su sabiduria en zonas de raiz matrifocal, que les hace sentirse cada vez mejor, vivir mas anos y ser cada vez mas poderosas. El periplo le llevo por los hogares de mujeres reconocidas por su poder y alegria que eran -son- guias para su gente: antiguas kumaris en Nepal, viudas en India, campesinas en Turquia, indigenas lideres en Colombia, herederas de los saberes ancestrales en la Peninsula Iberica, matriarcas en Egipto o tejedoras de los hilos del alma o chamanas indias en Estados Unidos; Al final del viaje encontro a las ancianas herederas de los saberes milenarios femeninos que hoy recorren pueblos y paises para recordar a las mujeres -y cada vez mas a los hombres- donde reside su propio poder y como rescatarlo; como convertirse en oro a medida que envejecen y despertar entre todas el femenino global para enfrentar los grandes retos actuales de la humanidad. Dicen que el despertar femenino se trata del transito que va de la cabeza al corazon y esa es el telon de fondo de este viaje.

  • El Libro de los Abrazos de Eduardo Galeano

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    El libro de los abrazos es una sintesis perfecta del imaginario mas inspirado de su autor. Celebraciones, sucedidos, profecias, cronicas, suenos, memorias y desmemorias, deliciosos y extraordinarios relatos breves en los que hasta las paredes hablan.

  • Un rincon llamado hogar de Isabella Marin

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    Lo dejo plantado en su baile de graduacion. Anos mas tarde, cuando toda su vida empieza a desmoronarse, Zooey regresa a casa y sus caminos se cruzan de nuevo. ?Sigue siendo T.J. el mismo chico enamorado de ella, o la vida le ha hecho cambiar? ?Y que es lo que siente Zooey exactamente por el?

  • Un lugar donde perderse de Caridad Bernal

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    Ella fue hasta alli para perderse, no para encontrarlo.Nora Jones decide aceptar un traslado para olvidar el infierno que ha sufrido los ultimos meses en el trabajo. Ese pueblo de vaqueros suena lo bastante lejos como para poder olvidar a cierto tipo de Londres...
    Sin embargo, su vida alli no sera un camino de rosas. En Whipeca, Arizona, ella es una forastera y enseguida se convierte en el objetivo principal de los chismorreos por ser una mujer que ha ido a ocupar el puesto de un hombre.

  • Susurros desde la oscuridad de Melani Abascal

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    Bienvenido a esta tierra oscura, yerma y espinosa, donde a cada paso que des no podras asegurar a ciencia cierta si viste a alguien acecharte desde el ultimo recodo de tu campo visual. Quizas fuese mas algo que alguien...La niebla que mora aqui nunca llega sola, siempre trae consigo voces inquietantes del pasado, susurros frios de lo ya muerto tiempo atras.Cada relato que encontraras en esta recopilacion inquietante rebuscara en lo mas hondo de tu ser y tratara de que no duermas tranquilo esta noche.?Oyes ese ruido tras de ti? ?Puedes sentir el escalofrio que recorre tu espina? Cuando te gires para ver que lo produce ya sera demasiado tarde.

  • Me lo has dado todo de Sophie Saint Rose

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    Querida, disimula un poco --dijo su madre antes de beber de su copa de champan--. Es evidente que pareces desesperada. Fulmino a su madre con sus ojos azul violaceo. --Me has ensenado bien, madre. Cumplire con la mision que me encomendaste cuando me trajiste al mundo. No debes preocuparte. Steffani Arden sonrio ironica, sin que se le notara ni una sola arruga. Para tener cincuenta anos, aparentaba treinta. De hecho, quien no las conocia, pensaba que eran hermanas. Pues eran iguales. Iguales en todo, excepto en una cosa y eso torturaba a Rebeca desde hacia anos. --No me preocupa. Has aprendido de la mejor. --Eso es cierto. Nadie como tu para venderte al mejor postor. El ojo de su madre temblo y Rebeca ignorandola se alejo de ella, porque al final terminarian discutiendo como siempre sobre el mismo tema. Ignorando las miradas de varios hombres, supo que esa noche estaba perfecta. Su vestido de gasa entallado, aparentaba que no llevaba nada debajo, y sus pequenos cristales hacian que cada movimiento hicieran resaltar su maravillosa figura. Figura que esculpia durante dos horas en el gimnasio todos los dias desde los catorce anos para estar perfecta. Bebio de su copa acercandose al enorme ventanal que mostraba Nueva York iluminado y miro al exterior, pero ella no se fijo en eso, sino en su reflejo y en las miradas posadas en ella. Vio que un mechon rubio de su impecable recogido rozaba la mejilla ocultando la unica tara que tenia. Una pequena cicatriz debajo del ojo, obsequio del segundo marido de su madre. De cuando habia llorado con cuatro anos, porque el dia de Navidad no habia encontrado debajo del impresionante arbol la muneca que queria. Esa fue la unica vez que vio a su madre realmente furiosa y cogio a su hija entre sus brazos como una leona, antes de salir de aquel piso. Por supuesto no lo denuncio, pero se encargo de sacar a su marido todo lo que podia. Desafortunadamente su estilo de vida era caro y llego el tercer marido. Ese habia sido un buen hombre, pero desgraciadamente murio. El cuarto, para su alivio, la pillo en la universidad y ya no tuvo que soportarlo. Pero desafortunadamente su aspecto hacia que no la tomaran en serio. Despues de esforzarse muchisimo en la universidad para sacar un expediente decente, todavia recordaba la mirada socarrona que tenia el hombre que la recibio en su primera entrevista de trabajo. Se burlo de ella mientras se humillaba suplicando aquel trabajo de becaria en una empresa que no llegaba ni a la suela de los zapatos a la mayoria de las empresas de sus amistades. La miro con desprecio viendo su traje de firma que costaba mas de lo que el ganaba en seis meses y le dijo con sorna --No espere nuestra llamada. Y asi fue en una entrevista tras otra. Nadie la ayudo a encontrar trabajo y despues de dos anos mantenida por su madre, se dio por vencida. Asi que habia llegado alli. A la caza de un marido como habian hecho su madre y su abuela antes de ella. No seria dificil conseguir un marido rico que las mantuviera. Lo dificil era conseguir un marido que no la hiciera vomitar con solo pensar que le pusiera la mano encima. Lo unico malo era que no tenian mucho tiempo. El alquiler de su piso vencia en dos meses y vivian de la compensacion del ultimo marido de su madre. Despues de tres anos, estaban casi sin fondos. Su madre habia sido muy clara. Necesitaba que colaborara y si era lista, encontraria a un marido que las mantuviera a ambas de por vida. Solo tenia que conseguir enamorarle antes de la boda, para que le diera verguenza pensar siquiera en un acuerdo prematrimonial. Bebio de su copa y al tragar, vio a traves del cristal llegar a la fiesta a dos hombres vestidos de smoking, que saludaban a los anfitriones como si se conocieran desde hacia tiempo. Si les conocian, era que tenian dinero. Los Forrester no se relacionaba fuera de determinada escala social. --Te veo muy sola --dijo un hombre acercandose y apoyando la mano en el cristal. Levanto una de sus finas cejas, sin dejar de mirar a uno de los hombres que acababan de llegar, sin hacerle ningun caso al tipo que tenia al lado. Era realmente guapisimo y muy alto. Perfecto para ella que media uno setenta. Ademas, estaba muy moreno de pelo y piel. Pero lo que la volvio loca, fue su sonrisa. Tenia una sonrisa ironica que le dijo que era un hombre muy seguro de si mismo. --?Quieres otra? Volvio la vista hacia el pesado y le reconocio enseguida. --?Eres Carter Willis, verdad? El tenista. Nada de deportistas. Se volvian locos con el dinero. En cuando su carrera se acababa, se quedaban sin un dolar. Y a pesar de lo que decia su madre, ella queria que su matrimonio funcionara. Era lo que mas deseaba. Casarse por amor. O al menos por un deseo arrollador, que la hiciera olvidarse de su horrible objetivo. Llevar la mejor vida que pudiera. --Exacto, bonita. Soy Carter Willis. --Sonrio como en las fotos publicitarias y la verdad es que era atractivo, pero no soportaria levantarse todos los dias con esa sonrisa estupida al lado. --Te traigo otra copa. Entrecerro sus preciosos ojos violetas. --Si, hazme el favor. Me apetece --mintio sin que se le notara. Solo queria que el moreno viera que alguien que era un playboy estaba interesado en ella--. Gracias. --Sonrio como una nina buena y el tipo casi sale corriendo. Mirando sobre su hombro como si estuviera distraida, paso la vista por el salon y cuando sus ojos pasaron por el moreno viendo que los tenia claros, no se detuvo, sino que paso de largo como si no hubiera visto nada que le interesara. Pudo sentir su mirada en ella en ese mismo instante y como si estuviera aburrida, volvio a mirar por la ventana. --Aqui tienes, preciosa. --Carter le entrego la copa de champan. -- ?Como te llamas? --Rebeca --respondio encantadoramente. --Un nombre precioso. --Gracias, eres muy amable. --No te habia visto nunca. ?Eres amiga de los Forrester? --Mi madre y Daisy son intimas desde hace anos. De hecho, fui al colegio con Stella. Carter se echo a reir. --No conozca a la mitad de los que has dicho. A mi solo me invitan a estas cosas por dar un poco de glamour. Ese tio no sabia lo que era el glamour ni aunque lo tuviera delante. --Nena, siento llegar tarde. Sorprendida miro hacia atras y vio a su moreno sonriendo encantadoramente. Maliciosa por la jugada, bebio de su copa y el se acerco besandola en la mejilla, haciendo que su corazon saltara al oler su colonia. -- ?Estas enfadada? --Un poco. ?Conoces a Carter Willis? --pregunto recuperando el aliento. --Por supuesto. --Alargo la mano y se la estrecho a Carter, que parecia decepcionado. --Soy un admirador. Paolo Viotti. Disimulo su sorpresa, porque sabia de sobra quien era. Y era realmente el premio gordo. No se podia creer la suerte que tenia. No se le podia escapar. --He oido hablar de usted --dijo Carter con admiracion--. Me han dicho que su ultimo barco es excepcional. --Buque. --Su correccion le dejaba en evidencia ante ella, pero Rebeca lo paso por alto, aparentando estar aburrida y mirando a su alrededor. --Y si, es excepcional. El buque mas grande de la historia. --Me han dicho que ya no hay plazas disponibles para el primer viaje. --Y le han dicho bien. --Miro a Rebeca. --Cara, ?vamos a saludar a Stella? Creo que acaba de llegar. --Esta en Paris... --dijo ironica mirandolo a los ojos--. Caro. Eso parecio hacerle gracia y Carter no se dio cuenta que pasaban de el mientras no dejaban de mirarse. Empezo a ponerse nerviosa porque esos ojos grises le decian claramente que queria que pasara la noche con el. Algo realmente excitante. Y tentador. Muy tentador. --?No cree que podria conseguirme un pasaje? Pagare lo que sea -- continuo diciendo Carter como si nada. --Lo siento, pero solo me queda una suite y es para mi. --Cogio a Rebeca de la cintura y la alejo un par de pasos. --Pero si hay alguna cancelacion, mi secretaria se pondra en contacto con usted. --Gracias, amigo. Divertida se dejo llevar sintiendo la mano en su cintura, mientras su cadera rozaba con la suya al caminar. Era algo demasiado intimo para el primer contacto, pero no pudo evitarlo. --Si hubiera esa cancelacion, no le llamarias. --No. Yo no me encargo de esas cosas --le susurro al oido--. Pero por ti haria una excepcion. Sonrio deteniendose y dandose la vuelta para mirarle de frente. --Crees que porque eres atractivo, rico y medianamente inteligente, lo tienes todo ganado, ?verdad? Paolo se echo a reir. --Algo asi. Dios, era fascinante y se quedaria embobada mirandole toda la noche. --Pues yo tambien soy atractiva, rica y medianamente inteligente, asi que estamos empatados. --Entonces tendre que esforzarme. --?Y cual es tu objetivo? --?Pasarlo bien? Eso le hizo gracia a Rebeca y se rio sin poder evitarlo. Le encantaria pasarlo bien con el, pero no estaba alli para eso. El era su objetivo y lo conseguiria. --Buenas noches, senor Viotti. Paselo bien. Se estaba volviendo cuando la cogio del codo deteniendola. --No se como te llamas, cara. --Rebeca. Los ojos de Paolo brillaron. --?Y eres como ella, Rebeca? Se tenso interiormente al darse cuenta de lo que queria decir, pero aun asi pregunto haciendose la tonta --?Que quieres decir? --?Eres fria y calculadora igual que la de la pelicula? Esa pregunta la ofendio, pero al fin y al cabo era cierto que Rebeca habia sido asi. Se habia casado Maximilian de Winter sin amarle, unicamente por lo que podia ofrecerle. Le habia sido infiel, aparentando ser la esposa perfecta ante todos. Y habia sido danina hasta la muerte. El paralelismo era tan exacto, que palidecio y solto su brazo mirandole friamente. --Buona notte, signor Viotti. --Buona notte, bella. Sintio su intensa mirada mientras se alejaba yendo hacia su madre, que simulaba hablar con una conocida hasta que llego a su lado. En cuando la mujer, de la que no recordaba el nombre, se alejo, Steffani la miro a los ojos. --?Viotti? --Demasiado listo --susurro intentando calmarse--. Me ha calado desde el principio. --No eres tan descuidada. Solo te esta tanteando. Se ha sentido atraido hacia ti desde que entro en la sala. --No se por que tuviste que ponerme ese estupido nombre. --?Acaso no te gusta? A mi me encanta. Mi ninera se llamaba asi. Siempre me ha gustado ese nombre. Miro a su madre con sorpresa y ella sonrio ironica. --Ya se por donde vas. Nunca me lo habias contado. --El paralelismo con la pelicula... Su madre la cogio por la muneca para que la mirara a los ojos. --No eres como ella. Nunca dejes que nadie te haga de menos. Jamas. ?Me has entendido? Vio en sus ojos lo que habia visto aquel dia que la cogio en brazos y la saco de aquel piso y se dio cuenta de algo… Que su madre era una superviviente en un mundo de tiburones y queria que ella estuviera preparada. --?Crees que ellos no nos utilizan? Hasta que llega la siguiente y pasan pagina. Una mas bella y joven por la que te dan la patada. --dijo sin demostrar que estaba enfadada--. Tienes que ser mas lista que yo, hija. Tienes que ser mas lista que ellos. Yo cometi el error de enamorarme de tu padre, ?y de que me sirvio? ?De que te sirvio a ti? Una pension compensatoria y a por la siguiente rubia. Tienes cinco hermanos que ni conoces y que no han mostrado interes por ti jamas. Y en cuanto cumpliste los dieciocho, sus abogados se pusieron en contacto con nosotros para decir que se cerraba el grifo. --Sonrio con desprecio. --No merecen que te sientas mal por ellos. Los buitres son ellos, no nosotras. Nosotras solo nos mantenemos a flote. --Nunca me habias hablado asi. A veces te muestras tan fria al respecto, que... --Steffani algo palida bebio de su copa y Rebeca se dio cuenta que la frase que le habia dicho antes le habia dolido. --Mama... --Ahora no. --Muy seria dejo la copa sobre la bandeja del camarero que pasaba a su lado y fue a penas imperceptible que su mano temblaba. Rebeca se sintio fatal. Odiaba hacer aquello, pero no tenia derecho a criticar a su madre cuando ella habia disfrutado de todo lo que habia conseguido con sus matrimonios. --Soy una hipocrita, ?verdad? Su madre la miro sorprendida y se echo a reir al darse cuenta de lo que queria decir. Acaricio su mejilla con carino. --Me encantaria tener todo el dinero del mundo para que vivieras tranquila toda la vida. Pero no lo tengo. -- Suspiro decepcionada. --Y ya no soy como tu. Me costara un poquito el siguiente.

  • Irene, la nina de las albahaca de Mario Alberto Mendez

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  • Amar una sola vez (El corazon de un libertino 2) de Kathia Iblis

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    Llega la segunda entrega de <>. Una historia ambientada en inglaterra de la epoca victoriana que comenzo con Un amor inesperado.

  • Mi dulce espia de Arwen Grey

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    Solo el amor es capaz de curar las almas mas heridas.

  • Si no te veo antes de Eric Lindstrom

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    Suena el despertador y yo lo apago de un manotazo y aprieto el boton del altavoz al mismo tiempo. Stephen Hawking dice: <<5:55 de la manana>>. Solo queria asegurarme, como siempre. Abro la ventana de un tiron y saco la mano. Fresco, neblinoso, pero sin humedad. Es probable que el cielo este encapotado. Me visto --sujetador deportivo, camiseta sin mangas, pantalones cortos, zapatillas de atletismo-- sin molestarme en comprobar nada mas, porque todas mis prendas de correr son negras. Salvo los panuelos. Los palpo con los dedos, comprobando las etiquetas de plastico, decidiendo de que humor estoy. Es raro, pero me siento inquieta, asi que escojo uno que quiza me venga bien: el de algodon amarillo con caritas felices bordadas. Me lo ato alrededor de la cabeza como si fuera una venda, poniendo una sonrisa sobre cada uno de mis parpados cerrados. El sol, recien salido, me calienta las mejillas: el cielo debe de estar despejado, al menos en el horizonte. Cierro la puerta de mi casa y me deslizo la fria llave en el calcetin. Cuando el sendero de entrada se convierte en acera, giro a la derecha y empiezo a correr. Las tres manzanas que hay hasta llegar al campo estan programadas en mis pies, en mis piernas, en mi equilibrio. Tras siete anos haciendo lo mismo, identifico cada bache, cada grieta, cada raiz que asoma de la acera. No necesito ver por donde corro, porque lo siento. --!Parker! !Para! Freno bruscamente y me tambaleo, aleteando con los brazos como si estuviera al borde de un precipicio. Y, si resulta que ayer paso por aqui una retroexcavadora, perfectamente podria estarlo. --!Lo siento mucho, Parker! --la sufrida voz de ama de casa de la periferia de la senora Reiche me grita desde su porche. Ahora esta trotando por el sendero de acceso a su casa, haciendo tintinear las llaves--. El hermano de Len vino anoche... Intento no imaginarme a mi misma estrellandome contra uno de los lados de su furgoneta. Avanzo con las manos extendidas hasta que toco metal frio y cubierto de rocio. --No hace falta que lo muevas --recorro la resbaladiza superficie del coche al tiempo que lo rodeo. --Claro que lo muevo. Cuando vuelvas, ya no estara. Vuelvo a encontrar la acera y sigo corriendo mientras la furgoneta ruge a mis espaldas. Espero en la esquina hasta que la senora Reiche ha apagado el motor para poder escuchar el trafico. No oigo mas que el piar de los pajaros, asi que pongo un pie en el cruce. Cuando toco el alambre de la verja del campo de entrenamiento Gunther, giro a la derecha. Doy catorce pasos hasta el agujero de entrada y giro el cuerpo a la izquierda para atravesarlo, la mano ligeramente adelantada por si acaso hoy es la primera vez en anos que no he calculado bien la distancia. Lo traspaso sin problemas, como siempre. El campo tiene unos noventa metros de ancho. Si han aparecido obstaculos nuevos desde ayer, hay pocas posibilidades de que los encuentre a la primera pero, si ya es una locura correr aqui, mas loco seria todavia hacerlo sin dar antes un paseo de reconocimiento. Llego hasta la verja que hay en la otra punta del campo, a ciento cuarenta y dos pasos. Todo bastante normal y despejado. Despues de unos minutos de estiramientos, me siento lista para correr. Setenta y cinco zancadas a ritmo medio, dos docenas de pasos hasta tocar la otra verja, y vuelta a empezar. Despues de cinco rondas, llega el momento de hacer esprints. Sesenta zancadas me dejan a veinticuatro pasos de la verja de enfrente. A continuacion, me desplazo lateralmente para volver a ponerme en linea, porque me he desviado un poco. El aire no se mueve y es mas calido que ayer, pero la sensacion cuando lo atravieso volando es de frescor. Hace semanas que dejamos atras lo peor del calor del verano. Diez esprints y se acabo. Despues de cruzar la calle, troto lentamente para ir relajando los musculos, pero me pongo a caminar cerca del acceso a la casa de los Reiche. He escuchado como movian el coche, pero cuando se presenta un problema uno tarda un tiempo en olvidarlo. Al llegar al otro lado, en el punto en el que el acceso a la casa se eleva ligeramente para volver a convertirse en acera, vuelvo a acelerar. En cuanto abro la puerta de casa, se que ha pasado algo. No huelo el desayuno. Hasta los dias en que toca desayunar cereales hay tostadas. En la cocina solo escucho los ruidos habituales de una casa aun dormida: el zumbido del frigorifico, el tictac del reloj sobre los fogones, mi respiracion y, cuando me paro a escuchar mas detenidamente, el latido de mi corazon. Me dirijo a las escaleras y me tropiezo con algo que hay en el recibidor. Me acuclillo y descubro a mi padre, tendido en el suelo, vestido con unos pantalones de pijama de franela y una camiseta de manga corta. --?Papa? !Papa! ?Estas bien? --Parker --me dice, con una voz extranamente tranquila. No parece ni cansado ni dolorido. --?Te has caido? ?Que ha pasado? --Escucha --me pide. Su voz sigue sin sonar como deberia hacerlo si realmente estuviera tirado al pie de las escaleras--. Todo el mundo tiene secretos, Parker. Todo el mundo es un misterio. Ahi es cuando me despierto, como siempre. Sin embargo, eso es exactamente lo que ocurrio el pasado 3 de junio, una semana despues de terminar el colegio y dos semanas despues de que fuera mi decimosexto cumpleanos. Salvo por dos cosas. La primera es que si que estuve a punto de estrellarme contra la furgoneta de los Reiche, solo que eso ocurrio otro dia, un par de semanas despues. La segunda es que mi padre no estaba tendido al pie de las escaleras. Estaba todavia en la cama, y llevaba horas muerto. UNO UNO Marissa esta lloriqueando. Otra vez. --Y entonces el... el... el no... --su voz grave parece un grunido. Patetica. Y eso que es una chica lista... Salvo cuando se trata de Owen. --?No podeis hablar vosotras con el? Yo no respondo y Sarah tampoco. Solemos ofrecerle buenos consejos --gratis, incluso--, pero nunca nos involucramos. Se lo hemos dicho a Marissa mil veces; decirselo otra vez seria desperdiciar oxigeno. Solo tenemos que esperar a que se seque las lagrimas. De todas formas, no hay nada que hacer hasta que suene el timbre. El ano pasado, esta misma escena se repetia cada pocas semanas. Si no fuera por estos numeritos, Marissa practicamente no hablaria conmigo. Apenas soy capaz de recordar como suena su voz cuando no lloriquea, se sorbe la nariz, solloza, tose en un mar de lagrimas y mocos, y se congestiona tanto que, si no se suena, se ahoga. Hay una creencia popular de que perder la vista agudiza el resto de los sentidos. Y es cierta, pero no los magnifica. Sencillamente, uno se libra de la apabullante distraccion que supone verlo todo, todo el tiempo. Por otro lado, la experiencia de sentarse con Marissa consistia casi por completo en escuchar todos los sonidos que su nariz y su boca eran capaces de producir con toda su pegajosidad. Asi es como suena en mi mente el amor no correspondido: asqueroso. --?Parker? ?Tu no puedes hacer algo? --Ya lo estoy haciendo. Te estoy diciendo que te busques a otro --callo un momento, como establece el guion, para que ella pueda interrumpirme. --!Nooo! Soy la reina del <>, pero la indiferencia de Marissa ante un patio lleno de personas --el primer dia de clase, ni mas ni menos -- que la contemplan mientras emula a una borboteante fabrica de mocos... Bueno, deja la mia a la altura del betun. --Escuchame, Marissa: las almas gemelas no existen. Pero, si lo hicieran, serian dos personas que quieren estar juntas. Tu quieres estar con Owen, pero Owen quiere estar con Jasmine, lo que significa que Owen no es tu alma gemela. Tu solo eres su acosadora. --Espera... ?Jasmine? --yo disfruto de un momento de paz mientras la sorpresa por la noticia, que ya le contamos la primavera pasada, la deja callada durante un segundo--. Pero ?no es...? --Si, a Jasmine le gustan las chicas. Sin embargo, todavia no ha encontrado a ninguna que le guste lo suficiente, asi que Owen tiene la estupida idea de que aun tiene posibilidades con ella. Por eso, el que Owen la persiga por todos lados es ligeramente mas triste e inutil que ver como tu lo persigues a el. De hecho... Sarah chasquea la lengua y yo se lo que eso significa, pero, cuando cojo velocidad, llevo demasiada inercia como para detenerme o frenar. --... lo unico que Owen y tu teneis en comun es estar enamorados de alguien que no os corresponde. De alguien que ni siquiera conoceis. ?Te has parado alguna vez a buscar las palabras <> o <> o <> en un diccionario? El silencio que sigue es un ejemplo perfecto de lo que mas odio de ser ciega: no poder ver como reacciona la gente a lo que digo. --Pero... --Marissa se sorbe un buen monton de mocos--. Si pasaramos tiempo junt... Salvadas por la campana. Ella y yo. Pero sobre todo ella. iii --Anda, pero si son No Recomendada Para Menores de 13 Anos y su perro lazarillo --el familiar chirrido suena a mi izquierda, acompanado del chasquido de una taquilla al abrirse. --Por favor, dime que su taquilla no esta justo ahi --le digo a Sarah con un teatral susurro--. El verano pasado descubri que soy alergica al PVP. Ahora tengo que llevar en la mochila un boli de epinefrina. --Oh, vaya --dice Faith con su vocecilla insolente--. ?Y yo soy PVP? Eso significa... Personas... Personas... --Polivinilpirrolidona. Se usa en la laca, en la gomina, en las barras de pegamento y en el contrachapado. --Vaya, yo creia que PVP significaba Personas Vastamente Populares. Yo no puedo evitar echarme a reir y salirme del personaje. --!Bueno, bueno, Fay-Fay! ?Se te ha ocurrido a ti solita? --!Pues claro que si! No soy ni la mitad de tonta de lo que tu pareces. El aroma a kiwi y fresa anuncia lo que esta a punto de pasar, asi que afianzo los pies en el suelo. Lo llamaria <> si Faith no fuera demasiado delgada como para que nada de lo que haga recuerde a un oso. La estrecho un poco mas de la cuenta y luego la suelto. --?De verdad llevas un boli de epinefrina? --me pregunta. --Vaya, Fay --comenta Sarah--. ?Acaso sabes lo que es eso? --Mi sobrino es alergico a los cacahuetes. ?Y tu sabes que eres una zorra pretenciosa y condescendiente? --!Claro que lo uuufff...! La rafaga de aire y la respuesta de Sarah me indican que Faith acaba de abrazarla tambien a ella. --?Habeis visto a todos esos bichos raros? --comenta Faith, sin el mas minimo intento por disimular--. Esto se ha convertido en un zoo. --Al menos son ellos los que nos invaden a nosotros... --opina Sarah--. Y no al reves. Es verdad. La localidad de Coastview ya no podia financiar dos institutos, asi que el Jefferson tuvo que cerrar y todos sus alumnos vinieron al Adams. Los pasillos estan tan abarrotados de gente que desconoce las Reglas (y no me refiero solo a alumnos de primero), que he tenido que agarrarme del brazo de Sarah para poder abrirme paso por todo ese caos y llegar hasta mi taquilla. Acostumbrarse a la presencia de todos estos novatos va a ser un lio, pero al menos no tendre que aprender a manejarme en un colegio completamente nuevo. --Ay, vaya, aqui viene otro --dice Faith, mas cerca y en voz mas baja, recordando esta vez la Regla no 2. Me abraza otra vez--. Siento mucho haberme pasado todo el verano en Vermont. Sabes que habria venido si hubiera podido, ?verdad?

  • Cien canciones para Amelia de Maruja Moyano

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    El dia que Amelia desaparecio parecia un dia normal, como cualquier otro. El otono hacia semanas que arrancaba hojas de los arboles plantados a la entrada de aquel pequeno patio de vecinos y el viento las arremolinaba obcecadamente junto al pozo situado a la derecha de la entrada de mi casa, justo enfrente de la de Amelia Apenas habia comenzado la tarde y corri, como cada jornada, con mi pedazo de pan con chocolate, a pasar unas horas con ella, a contarle los pormenores de mi manana escolar y, mientras me rehacia las coletas con aquellas manos finas y habiles, escucharla cantar las canciones de aquella epoca en la que las heridas de la contienda continuaban sangrando y el Madrid de principios de los anos sesenta se llenaba de gentes de otras partes de Espana, que escapaban de la miseria de sus pueblos y se encontraban de bruces con mas miseria. La puerta estaba cerrada, extranamente cerrada, porque en aquel tiempo las puertas se cerraban solo de noche y la casa de mi vecina siempre estaba abierta y mas a aquella hora en la que yo solia visitarla. Aplique la oreja a la madera despues de llamarla varias veces sin obtener respuesta, y volvi sobre mis pasos mordisqueando con desgana el chocolate, defraudada por el inesperado planton de mi vecina. Nadie habia echado en falta a Amelia aquella manana. Los hombres partian muy temprano hacia el trabajo, aquellos que lo tenian, los demas salian tambien temprano a buscarlo por las obras y los talleres. Habia que caminar un cuarto de hora hasta llegar a una parada de autobus que comunicaba aquel barrio marginal y apartado con el centro de la capital y otros barrios colindantes y mas afortunados. Excepto Pedro, un joven al que una bomba en el ano 44, siendo un nino pequeno, le habia amputado una pierna y le habia dejado privado de la vision de un ojo cuando jugaba con otro nino en el campo. El vivia con su madre, ya anciana, que recogia chatarra y la revendia para abastecerse de lo mas basico; los ninos y ninas, que en aquella epoca abundabamos, acudiamos a la escuela muy pronto, aliviando la carga de trabajo de nuestras madres durante unas horas; las mujeres trabajaban sin descanso desde el amanecer: despues de preparar el almuerzo de sus maridos y el bocadillo que los hijos que ya iban a la escuela comerian en el recreo, calentaban la leche para todos --en el caso de que tuvieran--, despues salian con los orinales repletos de porqueria a volcarlos en el descampado anexo a aquel conjunto de casitas en las que habitabamos, y que crecia con el paso de los meses sin permiso ni control. Aquel era un barrio colonizado por la miseria, sin agua corriente ni alcantarillado, con luz electrica enganchada quien sabe como, rodeada de campo con escasos arboles y un buen monton de basura. Sus habitantes, en su mayoria inmigrantes andaluces, luchaban a diario por sacar la cabeza de los barrizales de los dias de lluvia y las colas de leche en polvo para sus hijos, como resultado de una parte del acuerdo del regimen franquista con EEUU, a cambio de la instalacion de bases militares en territorio espanol. Pero como decia, nadie echo en falta a Amelia. Yo insistia en preguntarle a mi madre donde estaba Amelia, y ella, molesta y un poco celosa por mi interes, me daba razones vagas que no acababan de convencerme: <>, <>, <>. Nadie atendia a mi preocupacion, ni mi madre ni las vecinas del patio. Nadie. En realidad, nunca se hace mucho caso a los ninos, y en aquellos anos menos aun. Nadie parecia percatarse de que mi angustia, la angustia de una nina de cinco anos, era algo lo suficientemente importante como para pararse un momento y escuchar. Fue la senora Josefa la que dio la voz de alarma avanzada la tarde, cuando al sacar agua del pozo encontro las gafas de Amelia con un cristal roto enganchadas en el cubo. Recuerdo que, a pesar de mi escasa edad y de que no entendia muy bien la situacion, el hecho de que todas las vecinas acudieran curiosas y alertadas a contemplar aquella pesca fortuita, evidencia de que algo andaba mal en el vecindario, me produjo cierto alivio. !Por fin se habian dado cuenta de que Amelia habia desaparecido! Padecia una miopia lo suficientemente importante como para impedirle marchar sin sus gafas. Entonces comenzaron los golpes en la puerta, los gritos de llamada, los corrillos y los comentarios morbosos sospechando que ella, mi querida Amelia, pudiera estar en el fondo del pozo de cuyas aguas bebiamos los habitantes de aquel patio; o tal vez un ataque repentino la hubiera dejado muerta o postrada, incapaz de moverse y abrir la puerta. Unas vecinas jaleaban para tirar la puerta abajo, otras, mas prudentes, preferian llamar a las autoridades y que se hicieran cargo de una posible desgracia. Tardaron mucho en decidir que hacer, hasta que dos vecinos en moto marcharon hacia el puesto de policia mas cercano --y bastante lejano-- para alertar del incidente. Era ya de noche y me encontraba acostada en mi cama, a punto de sumergirme de lleno en el sueno, cuando los vecinos volvieron acompanados de varios policias. Escuche las voces de los adultos y el ruido del motor del coche patrulla. Me asome a la ventana: todo el mundo estaba reunido en el patio frente a la casa de Amelia. Sonaron varios golpes en su puerta y la llamada potente de una voz masculina que achaque con acierto a los uniformados. Por fin, el estruendoso golpe de una patada en la puerta de Amelia resono en la noche en medio del sepulcral silencio de los vecinos expectantes. La casa de Amelia estaba vacia. Digo vacia porque ella no estaba; en cambio, su humilde pero primorosamente decorado hogar se presentaba ante los circunstanciales invasores pulcro y acogedor. Yo lo conocia bien, no era necesario entrar para visualizar cada detalle de aquella casa. Empece a llorar al pensar en que aquellos hombres revolverian sus delicadas pertenencias, aquellas que yo no volveria a tocar jamas. Supe, porque me lo decia el corazon desde un lugar no identificado dentro de mi, que no volveria a ver a Amelia, que los dias de dicha en los que me cantaba sus canciones mientras trenzaba mi pelo; que me ensenaba fotos de los anos en que actuaba en los teatros; que me permitia disfrazarme con sus zapatos y sus complementos de coloridas plumas… aquellos dias en los que con dulzura me llamaba <> habian desaparecido para siempre con ella. Al dia siguiente sondearon el pozo, cuyas aguas abastecian a un buen numero de familias, y comprobaron que no albergaba cadaver alguno, calmando asi los peores temores de los vecinos preocupados por su salud. Yo tambien me alegre, pero no porque temiera contaminarme con los fluidos de un cuerpo muerto, sino porque al menos estaba segura de que Amelia no se habia ahogado en aquel oscuro y profundo hueco al que a los ninos y ninas del patio se nos tenia prohibido asomarnos. Una vez lo hice bien agarrada al cuello de mi padre y me dio pavor mirar hacia aquellas profundidades negras como el mismisimo infierno; al menos eso es lo que me sugirio aquel abismo interminable y oscuro, y tambien fue esa la intencion de mi padre: provocarme un sentimiento de miedo hacia el pozo y mantenerme alejada de el. No recuerdo con claridad que paso despues. Las idas y venidas de gente a aquella casa, posiblemente la policia y algunos familiares que fueron localizados, se mantuvieron durante algunas semanas. Lo que si recuerdo es un profundo sentimiento de tristeza, un vacio que permanecio dentro de mi durante mucho tiempo. Llore la ausencia de Amelia como si hubiera sido la de mi propia madre. Creo que escuche la palabra <> por primera vez durante los dias que siguieron a la desaparicion de Amelia. Aquella palabra me produjo una sensacion de desazon inexplicable. No sabia muy bien que pasaba con la gente que moria. Decian los mayores que tras la muerte las personas subian al cielo si habian sido buenas, o caian a las llamas de un infierno aterrador si habian sido malas. Amelia debia estar sin duda en el cielo, no podia imaginarmela en ningun otro lugar si no estaba a mi lado, asi que dirigia mis ojos hacia lo alto, escudrinaba con los ojos semicerrados entre las nubes; trataba de mirar directamente al sol con mis manos por visera; buscaba verla, una senal, un saludo, sus rasgos dibujados en el aire… cualquier cosa que me indicara que no la habia perdido para siempre. No era posible que se hubiera marchado, ni siquiera al cielo, sin despedirse de mi, eso no era propio de ella. A veces escuchaba hablar a mi madre con otras vecinas, y al acercarme curiosa callaban o decian bajando la voz: <>. Y aunque era muy pequena, me producia enfado, me sentia absolutamente sola ante una pena que no me permitian compartir con nadie. Eran mi pena y mi soledad mucho mas grandes que el pecho que las albergaba. Ni siquiera mi madre conseguia calmar los llantos nocturnos que ella atribuia a pesadillas y terrores infantiles. En realidad, cada noche creia que al despertar todo seria como antes, pero nunca fue asi, la verdad se me mostraba implacable cada amanecer. * * * Tan solo hacia tres anos que Amelia ocupaba aquella casita con patio. Tres anos desde el milagro, o eso decia mi madre al recordar lo que pudo haber sido un drama en mi casa y que, gracias a la vecina recien llegada, no llego a pasar. Unas pocas semanas desde que aquella mujer joven, sola y peculiar se instalo en su casa frente a la mia, ocurrio algo inesperado. Era invierno y anochecia pronto, mi madre planchaba y mi padre aun no habia vuelto del trabajo. Yo era muy pequena y lloriqueaba aburrida y sonolienta despues de tomarme un vaso de leche con galletas. No habia mucho mas. Mama decidio acostarme, mas que nada por quitarme de en medio para que la dejara trabajar tranquila en sus quehaceres. Al poco de acostarme, deje de lloriquear y mama continuo con su plancha creyendome dormida. El viento silbaba frio en el exterior. Ella acabo pronto con la plancha y entro en el pequeno cuarto para asegurarse de que estaba bien arropada en mi mantita, pero lo que encontro le hizo gritar de horror: yo estaba boca arriba, fria y con los ojos abiertos, inmovil y segregando una espesa espuma blanca por la boca. Abrio la puerta de la calle gritando desesperada y pidiendo ayuda; los vecinos abrieron sus puertas. Tambien Amelia. Ella fue la primera en entrar, me cogio en brazos y me tumbo en el suelo de la cocina mientras todo el mundo se arremolinaba impotente a nuestro alrededor. Con su propio panuelo limpio mi boca por dentro y por fuera y comenzo a presionar ritmicamente mi pecho, soplando aire en mis pulmones de tanto en tanto. Aquel masaje cardiaco duro unos minutos que a todos les parecieron interminables; eso es lo que me contaron anos despues. De pronto comence a llorar con todas mis fuerzas, despertandome de no se sabe que triste sueno. Mi corazon latia y mis pulmones se llenaban de aire y lo exhalaban de nuevo.

  • Una Mancha en la Cama, Magela Gracia de Magela Gracia

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    Una mancha en la cama es la historia de una mujer amante del sexo; sexo morboso, sexo salvaje, sexo ajeno… Ajeno, sobre todo eso. Se deleita con el sexo de otros. La protagonista tiene una imaginacion desbordante, y busca inspiracion donde uno menos se lo espera. Le gusta sacar escenas pornograficas de las cosas cotidianas que observa en el parque, y luego, en la intimidad de su casa, las transforma a su antojo para crear una pequena historia, con la que disfrutar, despues, manchando las sabanas de su cama. Porque la mejor mancha que puede tener una sabana es la que luce, orgullosa, despues de una buena sesion de sexo. Una mancha en la cama es un libro de relatos, imaginados por una mente perversa, para el disfrute de hombres y mujeres que no le tengan miedo a dejar volar su imaginacion, apartando los prejuicios, y dejando que sea la entrepierna la que mande. Porque, si te excita… no puede ser malo.

  • Sin Compromisos (Jaque Mate 2) de Diana Nixon

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    Sabes que vas a tener un mal dia cuando te despiertas por la manana y ves el vestido que habias preparado la noche anterior totalmente arruinado por un perro que nunca esperabas ver en tu casa, mucho menos en tu propio dormitorio. --!Anna! -- --Por Dios, ?por que estas gritando? -- Mi hermana entro en mi habitacion vistiendo un par de impresionantes zapatos de color gris oscuro y una gabardina que compre ayer y ni siquiera tuve la oportunidad de usar aun. --?Que diablos es eso? -- Le pregunte senalando su atuendo. Anna tenia solamente dieciseis anos, ocho anos menos que yo, pero por centesima vez me estaba arrepintiendo de haberla invitado a vivir conmigo mientras nuestros padres estaban en su vigesimo quinto aniversario de boda, reviviendo su luna de miel. Gracias a Dios esta tortura estaba a punto de terminar en menos de veinticuatro horas. --Es Robin, -- me contesto sosteniendo al perro en sus manos. -- ?No es lindo? Un amigo lo estaba vendiendo y no pude evitarlo, debia tenerlo, asi que compre esta adorable y pequena criatura, -- dijo con voz de bebe, mientras hacia caras cursis al perro. --?Estas bromeando? ?Mi vestido te parece tan lindo como ese perro? !Ahora solo servira para limpiar el suelo! Espera un minuto, me referia a mis zapatos y gabardina, de hecho. -- El vestido quedo en el olvido desde el momento que mire sus pies, mi amor por los zapatos dificilmente se podia comparar con cualquier otra cosa. Ademas, habia trabajado demasiado para pagar ese par en particular; !Eran demasiado caros! --Oh, eso… Pense que no te importaria que los use ya que no traje conmigo demasiada ropa y zapatos. -- --Podrias haber elegido cualquier otra cosa, cualquier otra pieza de mi vestidor, !pero elegiste mi nuevo par de zapatos que ni siquiera tuve la oportunidad de estrenar! -- Dije enojada. --Pense que hoy era tu dia libre asi que realmente no crei que te importaria si los cogia. No es como te los estuviese robando o algo asi. -- --?Por que diablos crees que hoy es mi dia libre? -- Le pregunte furiosa poniendome mis pantuflas negras y rojas de Mickey Mouse. Muy comodo despues de usar tacones altos todos los dias a todas horas, ?verdad? Bueno, me encantan los contrastes. --Son las 8:30 de la manana y todavia estas sentada en tu cama, con tu pijama y bastante enfadada. -- --?Que? --Mire el reloj en panico. -- !Maldita sea! !Dominick me va a matar! -- Salte de la cama y corri al bano con la esperanza de que seguiria teniendo trabajo cuando llegara a la oficina. Trabajaba para Wilson's Publicity, una de las companias mas grandes en el negocio de la publicidad, cuya principal desventaja era su Director. Dominick Altier era un hombre que siempre obtenia lo que queria. Asi fue con mi mejor amiga, Scarlett Wilson, la hija del fundador de nuestra compania, de quien se enamoro desde la primera vez que la vio y simplemente no la pudo dejar ir. Por esa razon, ahora debia lidiar con las consecuencias de su romance, tratando de combinar mi trabajo como secretaria de Dominick y mi amistad con Scarlett que seguramente estaba a punto de perder. No es que no me agradara Dominick, pero ademas de ser mi jefe, era un completo idiota; al menos cuando se empenaba en criticar mi trabajo. O tal vez simplemente disfrutaba volviendome loca. Desafortunadamente no tenia la respuesta correcta a esa pregunta. Sin embargo, habia algo que sabia con certeza, estaba a punto de gritarme por llegar tarde. Normalmente me tomaba casi una hora prepararme para el trabajo. Pero hoy tuve que limitar ese tiempo al minimo, lo que se convirtio en diez minutos de mierda; ni siquiera pude disfrutar de una buena ducha caliente. Me puse lo primero que encontre limpio y sali corriendo de la casa a toda prisa, prometiendole a mi hermana pequena que volveria mas tarde a matarla a ella y a su adorable perro por arruinar mi casa y mi guardarropa. Ojala hubiera sido solamente mi vestido lo unico que se arruino ese dia.... *** El telefono sono en mi bolsillo. Mire la pantalla y maldije dos veces. --!Buenos dias, Scar! -- Dije como si no supiera por que estaba llamandome. --?Donde diablos estas? !Hemos estado esperandote veinte minutos! -- --No te enfades, estoy subiendo al ascensor en este momento, estare en la oficina en unos dos minutos. -- Habia cerca de diez personas mas en el ascensor, asi que sonrei disculpandome por meterme en un espacio en el que obviamente no habia suficiente sitio para una persona mas y presione el boton que me llevaria a la parte superior del edificio de cincuenta pisos. --?Que te paso? -- Scarlett pregunto por el telefono. Ella sabia que yo era una mujer muy responsable, pero de vez en cuando podia ser muy imprudente cuando queria serlo y siempre me tomaba mi trabajo en serio. Asi que, si llegaba tarde, habia una muy buena razon para ello. --Mi telefono murio y no escuche la alarma. -- --?Cuantas veces tengo que decirte que te compres uno nuevo? Y, por favor, no me digas que tu sueldo no te alcanza, porque yo misma te di dos aumentos en los ultimos tres meses. -- --?De que me sirve comprar uno nuevo? -- Espere a que la gente saliera del ascensor y procedi:--Ambas sabemos que tarde o temprano terminara besando la pared, porque cada vez que termino una conversacion con tu precioso prometido lo unico que quiero hacer es romper algo. Asi que, gracias Dios, por bendecirme con el jefe mas arrogante e insoportable del mundo. -- Ella se rio. Ambas sabemos que Dom no es tan malo. -- --Oh, ?si? Puedes defenderlo todo lo que quieras, pero una cara bonita y un buen trasero no cambian el hecho de que es un grandisimo idiota. -- --De todos modos, te estamos esperando en la sala de juntas, asi que trata de encontrar una explicacion mas o menos creible por llegar tarde. -- --?Que tal si le digo a mi jefe la verdad? --Scarlett se rio. --Estoy segura de que le encantaria escuchar todos los bonitos nombres que usas para referirte a el, especialmente cuando eres tu la que llega tarde. -- --Muy divertido. -- Hice una mueca terminando la llamada. Justo cuando pense que mi vida no podia estar mas jodida, al menos esta manana, escuche a alguien reir tranquilamente detras de mi. Lentamente me di la vuelta y me congele; la sangre golpeando en mis oidos. Que alguien me mate... --Senor Oliver, lo siento mucho, no era mi intencion. -- --Relajate, Jill. Yo mejor que nadie se que todo lo que dijiste sobre mi hermano es verdad. El es un idiota y un verdadero dolor en el trasero. -- No creo haber estado tan mortificada en mi vida. Oliver Altier no era un visitante recurrente de nuestra compania, por lo que probablemente era la ultima persona que esperaba ver alli hoy. A diferencia de su hermano, a el no le importaban los negocios, los trajes y las corbatas y estaba totalmente loco por la musica, las chicas, los bares y, pues bueno ya me entiendes, ?verdad? Senti que mis mejillas ardian como un fuego invisible. --Lo siento, -- dije de nuevo antes de escuchar el sonido de la apertura de las puertas. Rapidamente, me di la vuelta y sali del ascensor que de repente parecia demasiado pequeno para nosotros dos, iba rezando para que Oliver mantuviera la boca cerrada sobre todos los adjetivos calificativos que habia dicho sobre su hermano. --?Sabes cual es la mejor manera de tratar con el? -- Pregunto deteniendose en mi escritorio. --?Disculpa? --Le pregunte un poco asombrada. --Ignoralo, -- dijo guinandome un ojo con una misteriosa sonrisa iluminando su rostro. El tipo obviamente sabia como hacer que una chica se desmayara, porque yo casi lo hice. Ese guino y sonrisa diabolica eran todo lo que necesitaba. Dominick era capaz de hacer lo mismo, podia hacer que cualquier chica cayera de rodillas a sus pies. En cuanto a Oliver, la madre naturaleza lo habia bendecido con un rostro y un cuerpo de pelicula, con suficientes musculos en todos los lugares correctos, sonrisa sexy y ojos que solo el diablo podria tener. --Um, gracias. Lo recordare, -- dije tratando con todas mis fuerzas de no mirar sus vaqueros y camisa negra con algunos botones superiores abiertos, preguntandome como de bueno seria deslizar la palma de mi mano por debajo de la tela y... !Mierda, detente ahi chica!

  • Naufragos de Fernando Bendala Alvarez

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    Bosco Magalay ha sobrevivido al incendio del navio estelar El Buen Pastor, sucedido en una zona remota del Universo. Comparte una nave salvavidas pequena y anticuada con otros dieciseis naufragos.

  • Si no fuera mi jefe de Daniela Briana Jones

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    Peter es un empresario de exito tozudo y con impetu ganador…
    Claudia es una abogada que esta dispuesta a todo para encontrar trabajo…
    Ellos se conoceran en un incidente y luego tendran que trabajar juntos…
    ?Que haria ella ante su fibroso y atletico cuerpo si no fuera su jefe?
    ?Que haria el si sus curvas no se interpusieran en su destino?

  • Un dia para no olvidar de Dylan Martins

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    Un guino de amor a todas esas lectoras que comparten un momento conmigo.
    Por todas y cada una de vosotras…
    El amor en el dia de San Valentin en esta variedad de relatos.

  • El acertijo que me resuelve de Alma Sampedro

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    Sofia, soltera, nacida en Barcelona y abogada de profesion. Una mujer de treinta y seis anos con un severo trastorno mental que acarrea, entre otras rarezas: una extrana adiccion a los bombones de chocolate, una desconcertante aficion por los acertijos, una misteriosa habilidad para escuchar melodias imaginarias y una inusual alergia a intimar con el sexo opuesto.

  • Secretos a voces de Alice Munro

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    Un libro que reune ocho relatos de la Premio Nobel de Literatura 2013 Alice Munro.

  • Mares. Wendy Darling 2 de Colleen Oakes

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    En Mares, Wendy y su pequeno hermano Michael
    viven a bordo del Noche Repentina, el barco del capitan
    Garfio y su tripulacion sedienta de sangre. Para Wendy
    y sus hermanos, regresar a Londres ahora parece un
    sueno lejano; las traiciones apenas han comenzado.

  • Besame, tocame, hazme tuya de Bianca De Santis

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    Habia terminado, por fin, la cuenta regresiva de esos meses, esas semanas que parecian infinitas, cada uno de sus dias, sus minutos y todos los segundos. La espera de tantas semanas, dieciseis en total, y que parecia interminable al principio, culmino rapidamente. Eva tenia muchas ganas de ir al bano para vaciar su vejiga. Ademas, una joven enfermera con manos agiles hacia delicados movimientos para aplicar esa sustancia fria por su vientre, que aun no mostraba senales de abultamiento. Quiso reclinarse en su comoda silla para calmar su cuerpo, pero le costo mucho. Ella no dejaba de ver a Bruno. Su expresion, que generalmente era de profunda calma, se habia convertido en un ceno fruncido y una mirada molesta. Su mirada profunda como el mar mostraba en ese momento un terrible nerviosismo y una gran ansiedad. Si bien los dos querian estar alli para presenciar el ecosonograma que habian planificado hacer al cumplir los cuatro meses de embarazo, a Bruno la idea de ir a la ciudad no le parecia precisamente agradable. A el, evidentemente, no le gustaba estar en ese lugar. Habian solicitado un turno a primera hora, por lo que aguardaron alli y utilizaron el tiempo disponible para comprar comestibles. Sabian que era necesario, pues su jardin no estaba dando frutos debido a la fuerte temporada de lluvia. No tenian nada que comer, e Eva debia mantener una alimentacion basada en verduras y frutas frescas. Eva era consciente de que pronto tendria que usar ropa mas amplia, aunque todavia su estomago no habia crecido. No le gustaba ir de compras, pero le harian faltas vestidos con tallas mas grandes que las diminutas blusas que solia usar. Aunque Bruno no era partidario de salir, intento mostrar alegria cuando la acompano al centro comercial. Tambien querian comprar cosas para el nino. A el no le gustaba mucho salir a adquirir esos atuendos. Odiaba hacerlo, de hecho. --Perfecto. Por favor, reclinate para ver tu pancita --le pidio la enfermera con una sonrisa amplia a Eva. Eva se enfoco en el momento y el lugar. Abandono los pensamientos de las compras. Tomo aire y trato de no sentir dolor por el tamano de su vejiga. En ese momento creia que tomar tanto liquido antes de acudir para realizarse ese examen no era precisamente una buena idea. No queria que sus piernas quedaran en una posicion poco confortable. Balanceo su cuerpo para sentirse mas comoda. Cuando movio la parte inferior de su cuerpo, sintio que finalmente el deseo de vaciar la vejiga, asi como el los alaridos de dolor y la tension en su cuerpo finalmente terminaban. Era una chica con cabello negro, unos ojos color miel y un rostro perfectamente maquillado. Aunque aparentaba tener unos dieciocho anos, Eva era consciente de que eso no podia suceder. Sabia que solo podria haberse graduado en la universidad tras cuatro o cinco anos de estudios. -- Habia olvidado decirlo. Mi nombre es Ana --dijo con calma la enfermera para presentarse. Lo mas importante era que la habia tratado muy bien. No le agradaba para nada la idea de que una persona desconocida la tocara. Ademas, no le hubiera gustado tener que lidiar con una enfermera arrogante o que moviera su cuerpo con molestia para aplicarle alguna inyeccion. Le enfadaban incluso las visitas medicas de su nuevo doctor familiar. Tuvo que ir sola a la primera, ya que Bruno no quiso ir en esa oportunidad a la ciudad. Cuando noto que podia estar enferma, decidio comenzar a acompanarla, pero siempre tenia ganas de salir corriendo de alli y volver a su pequena cabana. No tenian mucho tiempo juntos y el pasado hasta ese momento era un tema tabu. Por eso, Eva no sabia por que Bruno sentia incomodo alli. Se preguntaba si tendria esa sensacion solamente con Alto Prado o todas las ciudades a las que fuese. Si le preguntaba al respecto, seguramente el no querria responder, porque estarian entrando en un terreno pantanoso para el. Si bien el no se negaba a responder sus preguntas ni a conversar, ese tema simplemente no le gustaba. No hablaba para nada sobre ello. Mas bien eludia el tema y llevaba la charla a otro asunto con el que se sintiera mas comodo. Tambien la distraia preguntandole a ella cosas sobre su pasado. Asi que Eva todo el tiempo debia contestar interrogantes sobre su vida y no podia recordar como la conversacion llego hasta alli. Y cuando Bruno notaba que las cosas no llegaban a ese punto, tomaba el camino seguro y empezaba a hablar del nino que tendrian. Si. Le costaba imaginar que en su propio cuerpo ya habia otro ser creciendo. Iban a tener un nino. Aunque no habia sentido los movimientos de la criatura, seria el nino de ella y Bruno. Ademas, era impresionante que el fuese el padre y estuviese con ella. --Voy a medir algunos indices y comprobar que todo este en orden. Es parte de la rutina. No tienes que preocuparte en caso de que no responda tus inquietudes de inmediato. He tenido a muchas pacientes que empiezan a sentirse nerviosas porque creen que estoy observando alguna anormalidad, pero eso no suele suceder. --Ana hablaba con una voz tan suave y mostraba una expresion tan calmada que, aun cuando la sala de examenes tenia todas las luces apagadas, Eva podia calmarse. Asintio con su cabeza tras escuchar a la enfermera y se concentro en el rostro de Bruno. Siempre que el llegaba a sus pensamientos, ella sentia que su pecho latia. Le parecia un hombre muy apuesto. De hecho, estaba convencida de que era el mas hermoso en la ciudad, el estado, el pais y el planeta. Pasar todos los dias con el le parecia una de las mejores cosas que podia hacer en la vida. Disfrutar su aroma en las mananas y jugar con sus cabellos... Bruno habia vuelto a la ciudad. Lo habia hecho por Eva. La encontro en la casa de ese sujeto, Andres, la defendio de el y regresaron juntos a su casa en la entrada del bosque, esa calida cabana… Y empezo a sentir esa sensacion tan poderos que no encontraba palabras para describirla. Le parecia que era una emocion intensa que nacia en lo mas profundo de su ser. Era una mezcla de calma, armonia, alegria por la presencia de Eva, fe en su relacion y felicidad. Eva lo amaba profundamente. Lo habia amado incluso antes de que el se marchara de Alto Prado. Se habia mudado, con ella, y habia logrado que ese amor creciera. Ahora era mas poderoso y en solo un dia le habia permitido darse cuenta de que valia la pena estar con el. El movio su cara lentamente al notar que los ojos de Eva estaban fijos en el. Los dos estaban ansiosos. Le mostro una tierna sonrisa y cruzo sus manos, mostrando el nerviosismo que sentia. Estaban muy emocionados porque verian por primera vez a su bebe. Los dos veian como la enfermera giraba un pequeno y frio aparato alrededor del estomago de Eva. Lo llevaba por todo el vientre y se detenia para presionar en algunas partes. Veia el monitor de la computadora, escribia algunos apuntes y luego volvia a ver el aparato. El examen estaba copando toda su atencion, por lo que ni Eva ni Bruno querian hacer algun comentario que la desconcentrara. Intentaron calmarse, aunque les costaba. --?Les gustaria saber el sexo del bebe o preferirian esperar? --pregunto Ana. Despues de un rato, alzo sus ojos y dejo de mover sus manos. A Eva le parecia que su boca estaba trabada y todas las palabras estaban sujetas a su garganta. Ademas, la ansiedad en su pecho crecia mas y mas. Habia esperado ese momento por semanas, con mucha ansiedad, pero ahora no sabia que decir. Bruno llevo su mano y la puso sobre su rodilla. La posicion mostraba lo incomodo que se sentia estando sentado alli. Ese tipo de sillas eran habituales en las salas de espera o los consultorios, pero no eran precisamente confortables. --De hecho, nos gustaria saberlo ahora --le dijo con calma--. ?Podria decirnos, por favor? --Si, por favor --dijo Eva despues de unos segundos--. Tambien me gustaria saber. Ana escucho y sonrio alegremente. --De acuerdo. Entonces movere el monitor. Asi podran ver a su hijo e incluso podrian darse cuenta del sexo sin que yo se los diga. --Movio la gran pantalla y esta quedo frente a ellos. Eva solto un suspiro mientras Bruno se movia. Puso su mano sobre la de ella y se sintio tranquila, apoyada, amada. Ella la tomo con algo de fuerza y Bruno le correspondio con otro apreton, tambien suave. El momento era tan maravilloso que Eva no pudo contener el llanto. En su pecho habia miles de nudos causados por la alegria. Luego ambos pudieron apreciar una figura. Era la de un rostro. Ana deslizo el aparato sobre el estomago de Eva. Entonces pudieron ver el resto de su anatomia. Manos, piernas, rodillas y pies. Eva evitaba ver la cara de Bruno. Sabia que, si se encontraba con su cara en ese momento, no podria controlarse. El era un hombre apuesto, con una gran presencia, una fuerte musculatura y un espiritu independiente. Sentia que el habia estado bien cuando estuvo soltero, en una cabana alejada de la ciudad. Y ahora, estaba impresionado por lo que veia. Eva habia pensado que los cambios de humor eran solo un chiste, que las mujeres no pasaban por eso. Pero ahora que lo vivia, entendia que era totalmente cierto. Las emociones eran muy fuertes. De un momento a otro su animo se alteraba terriblemente. Estaba alegre y relajada, y violentamente se convertia en una mujer molesta e insatisfecha. El embarazo habia causado tantos cambios en Eva que ahora no podia controlar sus emociones. Pudo ver que tendria la misma nariz alargada de Bruno. --Vaya --dijo mientras soltaba un suspiro. Estaba en shock. Ana llevaba el aparato por la parte derecha de su pancita. La carita del bebe aparecia de nuevo en el monitor. --?No es increible que podamos ver tantos detalles aun cuando falta tanto para el parto? --Es maravilloso todo lo que podemos descubrir. Contamos con una tecnologia muy avanzada --agrego Ana--. ?Puedes adivinar el sexo de la criatura? La sonrisa gigante en su estupenda cara demostraba lo feliz y satisfecho que se sentia. --Creo que ya se que tendremos --dijo Bruno al aproximarse--. Sera varon. Su voz revelaba que sentia una emocion inusual para estos casos. --!Exacto! --dijo Ana. Ambos Sabian que estaba acostumbrada a ver bebes todos los dias, pero igualmente se veia alegre delante de ellos. Se sintieron contentos por ver que Ana transmitia felicidad y rebosaba de optimismo. Eva intuyo que se sentiria feliz si tuviera a una chica como Eva como amiga. Era calida y agradable. Pero recordo que vivia lejos de Alto Prado. Entonces su pecho se estremecio de dolor. Se sintio sola una vez mas. Si, amaba a Bruno. Lo amaba profundamente. Pero le hacian falta sus amistades. Queria hacer nuevos amigos tambien. En su caso era complicado, porque estaba a unos cuarenta minutos de distancia de la ciudad. Aunque la lejania no era la unica razon. Habia perdido el contacto con todos sus allegados y queria retomarlo. Se habia alejado de todos ellos despues de comenzar su relacion con Andres. Cuando recordo a su familia, la agitacion en su pecho fue tan poderosa que creyo que no podria aguantarla por mucho tiempo. Con ellos tambien habia perdido el contacto.

  • Un Lugar Olvidado de Ana Belen Ortega Mena

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    Un lugar Olvidado en la lejana y bella Transilvania.
    Una region misteriosa, cargada de leyenda a la que Alejandra decide marchar un buen dia con el proposito de encontrar sus origenes, lejanos a la Espana que siempre conocio.
    Un viaje marcado por la casualidad y el destino a la vez, provocando el enfrentamiento con su pasado, haciendola comprender aquello que ocurrio tiempo atras.
    Una abuela rumana y una herencia que promete desvelar muchos secretos son mas que motivos para una huerfana como ella, bohemia, solitaria y romantica a la vez.
    Alejandra abandona Granada para habitar la casa de su abuela Nicoleta Ivanov, en el lejano pueblo de Bram, un lugar rodeado de montanas boscosas en plenos Montes Carpatos, habitado por gente ruda e inaccesible, temerosos de la invasion de lobos que cada noche tiene lugar en la tetrica aldea.
    Pronto se desatara una trama que involucrara a las familias mas nobles de Rumania, y que de alguna manera la arrastraron hasta Bram, un pueblo maldito desde todos los tiempos, un lugar olvidado para muchos y que ella quiso recordar.
    Manuscritos reveladores, sotanos oscuros y cancioncillas infantiles capaces de estremecer a cualquiera. Secretos que parecian relegados al olvido y que de repente cobran vida y pretenden vengar con su larga existencia.
    Pero la bella region de Sinaia le proporcionara el refugio perfecto y el encuentro con el amor, el lugar idilico donde se forjaron dos historias de amor paralelas, marcadas por el pasado y el presente.
    Experimentos geneticos, enfermedades casi erradicadas capaces de marcar durante anos la vida de todo un pueblo y la historia de siete princesas que siempre parecieron habitar Bram, pese al transcurrir de los siglos… Un pueblo en el que se detuvo el tiempo y que con la llegada de Alejandra quiso echar a andar, aunque el precio a pagar fuera demasiado alto: su propia infancia.

  • Tapas en Nueva York de Erina Alcala

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    Estrella Rodriguez se pasaba los veranos trabajando como recepcionista en un hotel de cualquier parte del mundo, echando de menos su Andalucia. Habla cuatro idiomas, aunque su pasion es la cocina y sobre todo… Nueva York. Asi que ?iba a renunciar a su sueno? !Por supuesto que no! Tapas y Nueva York, podrian funcionar estupendamente.
    Angelo Santerini es un tiburon de las finanzas y operaciones inmobiliarias. ?Mujeriego y playboy? Claro que si, por eso su imagen copa las revistas, tanto financieras, como del corazon. Pero todo cambia cuando su abuela contrata, para su cumpleanos, el catering de Estrella. Ella es tan enigmatica y distinta a todas las demas… Todo un reto. Y a Angelo le encantan los retos.

  • El refugio de los canallas de Juan Bas

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    El refugio de los canallas es la novela de madurez del veterano escritor y columnista de prensa bilbaino Juan Bas.
    Mediante una conseguida estructura y un ritmo narrativo rapido, la novela salta en el tiempo constantemente, adelante y atras, entre 1946 y 2015, para dar vida y muerte a una pluralidad de personajes contrapuestos y tocados por una gratuita tragedia.

  • El juego de Clayton. Jaque de Mirian G. Blanco

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    Cuando Regina Jones conoce a Marc Clayton, su vida da un giro tan inesperado como arriesgado.
    Marc es intenso, impredecible y lleva la palabra peligro marcada a fuego por todo su cuerpo.
    Armas, persecuciones policiales, conflictos entre bandas, asesinatos.
    Ella sabe que tiene que mantenerse alejada de el, pero su corazon no se lo permitira. Porque con Marc, Regina descubrira que no todos los heroes llevan capa y aprendera a impartir justicia a la manera de Clayton. Y con Regina, Marc descubrira el verdadero amor y se vera obligado a cambiar las tacticas de su juego porque, ahora, su prioridad sera proteger a la reina.

  • La caza de M. A. Bennett

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    Una exclusiva invitacion de los Medievales, el grupo mas poderoso de la elitista escuela STAGS, para un fin de semana de <> parece una gran oportunidad para que la recien llegada Greer descubra un mundo de lujo y excesos. Ademas, segun los rumores, al invitado que mas impresione a los Medievales se le concedera el privilegio de convertirse en uno de ellos, pero Greer no debe olvidar que.

  • Lo primero es no hacer dano de Sonia A. Kirchen

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    En la vida todo suma, lo bueno, lo malo y lo regular. Es una sucesion de desajustes que conseguimos falsear hasta enderezarlos, creyendo que cuanto nos ocurre conviene, animados por un falso eslogan de bienestar.
    Pero ?que pasa si no te sientes duena de tus decisiones?
    ?Si amas tu profesion, mas no ejerces como deseas?
    ?Si las mentiras comienzan a ser menu de plato fijo?
    ?Si piensas mas en Thor que en tu marido?
    ?Que sucede cuando ya no eres feliz?
    Yo vi mi tiempo tan <> que de nuevo me guie por la sabiduria de Coral, experta en como disfrutar bajo cualquier circunstancia y docta en exprimir el jugo a los segundos hasta la ultima gota.
    Siguiendo su consejo, me traslade a Albricias, y ni en mil anos habria sospechado lo que el destino tenia previsto para una estirada pediatra de ciudad, ni como cambiaria mi manera de enfrentarme al misterio, al panico, a la perversidad, a la perdida y al amor.
    Y asi, sin pretenderlo, me codee con la maldad. con la muerte, y escapando de su guadana, consegui que mis semanas fueran de siete vidas.

  • Besame, por favor (Clamores de juventud 2) – Estrella Correa de Estrella Correa

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    Dani se siente perdida, confio de nuevo en el amor y nada era lo que creia. Ahora, decepcionada y rota por el dolor, decide dar una oportunidad al pasado. Piensa que acercandose a el puede conseguir las respuestas que lleva tanto tiempo esperando, pero tal vez, y solo tal vez, lo que encuentre vuelva a romperle todos los esquemas y tenga que replantearse que las cosas no siempre ocurren como nosotros deseamos.

  • La joven esposa del multimillonario de Johnny Alexis

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    Punto de vista de Bianca Mi nombre es Bianca Donato. Tengo 18 anos y estoy en el ultimo ano de la escuela secundaria, aunque me graduare en dos meses, por lo que estoy muy feliz. Tengo un hermano y una hermana mayores que no viven conmigo ni con mis padres porque se casaron. Tambien tengo un sobrino de mi hermano al que adoro tanto. Tenemos una reunion familiar esta tarde. Estoy tan emocionada de ver a mis hermanos y a mi sobrino. Planeaba comprarle un regalo despues de la escuela. Es temprano en la manana y actualmente estoy escuchando una leccion de matematicas. Fui y sigo siendo una buena estudiante. Todavia estoy en el dilema de a que universidad quiero asistir porque hay muchas buenas universidades en EE. UU. Despues de que termino la leccion de matematicas, fui a mi segunda clase que tengo con mi amiga Mirian. Ella es realmente una buena persona y a veces es intimidada por eso. Y normalmente soy yo quien la ayuda a deshacerse de ellos. Tambien tengo dos amigas mas con las que salgo. Kenyerly siempre ha sido una burbujeante, mientras que Yeismar es mas sofisticada. Pero somos unas gran amigas junto con Mirian. Cuando sono la campana para el almuerzo, todos salieron corriendo hacia la cantina. Me encontre con las chicas y nos dirigimos hacia las mesas del almuerzo. Nos sentamos en nuestro lugar habitual y abrimos nuestro almuerzo. No nos gusta comer en la cantina, por temor a que nos envenenen los alimentos. "Bianca, ?tienes una reunion familiar hoy?", Le pregunto Kenyerly. "Si, estoy muy emocionada de ver a mi sobrino", chille. "Recuerdo cuando me enamore de tu hermano, fue tan humillante", se quejo Kenyerly. "Todavia no entiendo como te enamoraste de mi hermano cuando tenia 30 anos. Eso es como una diferencia de edad de doce anos ". La edad es solo un numero. Y tu hermano estaba caliente. Tal vez todavia este atractivo, pero no lo he visto en cinco anos ", explico Kenyerly. "Y tal vez tambien encuentres a alguien mayor, asi que no juzgues", intervino Mirian. Negue con la cabeza. "Yo creo que no. Prefiero chicos al menos tres anos mayores. "" Nunca se sabe ". Yeismar estuvo de acuerdo con Mirian. " Como sea, ayer hablamos sobre las peliculas. ?Cuando vamos a ir? " " Pasado manana. Es domingo, asi que estara bien " 'Genial' '. Terminamos el almuerzo a tiempo cuando la campana sono de nuevo. Fui a mi casillero para llevar mis libros para la siguiente clase. De camino al salon de clases, me tope accidentalmente con un hombre mientras hablaba con nuestro director. "Lo siento senor". Me disculpe. Me miro de arriba abajo y sus ojos se posaron en mis ojos. "No importa". Dijo rompiendo el concurso de miradas. Su voz era ronca y nada amistosa. Se dio la vuelta y continuo su charla con el director. Negue con la cabeza y entre al salon de clases. Mi profesor de ciencias ya estaba adentro, asi que me disculpe por llegar tarde y, afortunadamente, me dejo ir. *** Caminaba de regreso a casa y de camino compre un pequeno baul en una jugueteria para Thomas, mi sobrino. Tiene cuatro anos y esta loco por los baules y los coches. Tiene una coleccion completa de autos de alguna caricatura que ve y mi hermano se molesta bastante cuando alguien le compra un juguete nuevo porque ya tiene demasiados. Entre a la casa y fui a mi habitacion a cambiarme. Me di una ducha y me puse pantalones cortos y una camisa holgada. Escuche que la puerta se abria en la planta baja y los chillidos de Thomas. Me apresure a bajar para verlos ya en la sala de estar dejando sus cosas. Cuando Thomas me vio, corrio hacia mi y abrazo mis piernas. "Tia, te extrane". El sonrio mostrando sus dientes medio faltantes. Lo levante y lo sente en mi cadera. Yo tambien te extrane. Eres un nino grande ahora. " Le hice cosquillas en el estomago, lo que hizo que estallara en risas. Lo deje y fui a abrazar a mi hermano y a mi cunada. Ella es realmente una gran mujer y ama mucho a mi hermano. Le dijeron que ya no podia tener hijos y que tenian suerte de que Thomas naciera. Aceptaron ese hecho y estan agradecidos de tener a su hijo. Mi mama preparo el almuerzo y puso la mesa rapidamente. Thomas queria sentarse a mi lado y darle de comer. Creo que lo he echado a perder demasiado, pero es tan lindo. "?Como va la escuela, Bianca?", Me pregunto mi hermano. "todo marcha bien. Mi graduacion es en dos meses ". Me meti un trozo de papa en la boca. " ?Preguntaste acerca de las universidades? " " Bueno, todavia no lo se. Hay muchas universidades buenas y necesito ver en cual me aceptaran ", le explique. Mi mama de repente se aclaro la garganta. Gire mi cabeza hacia ella prestandole mi atencion. "En realidad, no necesitas esforzarte para ir a la universidad". "?Por que?" Frunci las cejas en confusion. "Porque no puedes ir a la universidad". "?Que?" Levante la voz. "No le levante la voz a su madre, senorita", dijo mi padre. "?Por que no voy a ir a la universidad?" "Porque te vas a casar". Capitulo 2 Punto de vista de William " Gracias Sr. Makled por ayudar a nuestra escuela. Estamos muy honrados y agradecidos ". Puse los ojos en blanco porque no podia verme por telefono. Hago esto solo porque mi prometida asiste a tu escuela. --No hay problema, senor Smith. Me alegro de poder ayudar ". Apague el telefono sin molestarme en decir adios. De todos modos, estaba haciendo ruido. Soy William Makled conocido como mil millones de habitantes de Nueva York. Tengo una hija que se llama Cristal y, lamentablemente, no tiene madre. Su madre biologica es una puta con la que me acoste una vez. Dejo a Sophia despues de dar a luz y le pague un dinero para que no la volviera a ver. Queria darle una madre a Cristal, asi que acepte un matrimonio arreglado. Conozco a los padres de mi prometida a traves de un amigo. Cuando vi su foto, la desee. Parecia alegre y amable y pense que seria la figura materna perfecta para Cristal. Cuando me encontre con la chica en una escuela, no esperaba que fuera mi prometida. Ella es realmente hermosa en realidad. Tambien me encanto su voz cuando se disculpo. No deberia sentirme atraido por una chica menor de 17 anos, pero algo dice que deberia cuidar de ella. Mi telefono sono y vi a la ninera de Cristal llamando. Cogi un telefono preocupado de que algo le pasara a Cristal. "?Hola senor?" " ?Hola Marisol?" "Cristal queria hablar con usted ". Ponla al telefono ". Escuche algunos pasos antes de que hablara la voz de Cristal. "!Hola papi!", Se rio. "!Hola princesa! ?Por que querias llamarme? ?Paso algo? " " No, esta bien. Te echo de menos. ?Cuando llegaras a casa? " Se que se ve triste por el sonido de su voz. "Tengo algo que terminar, luego llegare a casa y luego podremos jugar juntos, ?de acuerdo?" Pero debes ser una buena chica para Marisol. " " Esta bien. Te esperare. Te amo papa. Adios. " " Yo tambien te amo. Adios." Colgue el telefono y suspire. Siempre es asi. Realmente necesito casarme. Ya es grande y entiende todo menos la parte de su madre porque nunca le hable de esa puta. Volvi a trabajar en algunos papeles cuando recibi otra llamada telefonica. Frenare seriamente este telefono. Cogi el telefono ya molesto. "?Hola? " "Hola Sr. Makled. Llamo con respecto a Bianca ", dijo la voz del hombre por telefono. ?Quien es Bianca? Probablemente noto mi silencio cuando continuo. " Tu prometida. Soy su padre. " " Esta bien. ?Hay algun problema? " " Le contamos sobre su matrimonio y ella no esta muy contenta. Asi que pense que tal vez podriamos concertar una reunion. "" Si, claro. Dame un segundo." Revise mi horario para ver que el viernes por la tarde esta despejado. "?Entonces el viernes por la tarde esta bien? " "Si. Le informare al respecto. Adios " 'Adios' ". Ahora tengo que ocuparme de ella. Aprendera su lugar si tiene actitud. No soy la persona para castigar, pero si tengo que hacerlo, la castigare por ser una perra. Segui arreglando papeles y afortunadamente nadie volvio a llamar. Se estaba haciendo tarde y le prometi a Cristal que volveria a casa para jugar con ella. Termine los ultimos papeles y sali de mi oficina. Cuando llegue a casa, Cristal corrio hacia mi y me abrazo las piernas. Sonrei y la levante. "Hola princesa". "Hola papi". ?Vamos a jugar ahora? " " Si, lo estamos. Pero tengo que ir a cambiarme de ropa, ?vale? ?Me esperaras? "" Si. "Ella se rio. Bese su mejilla y la baje. Corrio a su cuarto de juegos de inmediato. Entre en mi habitacion y me puse un pantalon de chandal y una camiseta blanca. Estaba cansado pero no podia anular una promesa que le hice a Cristal, asi que corri a su habitacion. Estabamos jugando a la fiesta del te. A ella realmente le encantan las fiestas de te, incluso si no hay te. La amo mucho. Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida. "?Has estado bien hoy con Marisol? " "Si. Ella me dio galletas como recompensa. " " ?En serio? Estoy feliz de escuchar eso. " " Papi, ?puedo preguntarte algo? " " Lo que quieras " " ?Cuando vendra mami? " Me acostumbre a esto, pero ahora tengo una respuesta diferente para ella. Ella estara feliz por esto. " Pronto traere a mama a casa. Puedes esperarla un poco mas, ?verdad? ", Grito y me abrazo." Puedo esperarla ". Ella se aparto y se sento frente a mi. "?Es bonita?" " Muy bonita". " No puedo esperar para jugar a las munecas con ella y hacer dibujos con ella". Sus ojos estaban muy abiertos y brillantes mientras hablaba de mi prometida. "?Le gusta hornear? " "Probablemente. Lo averiguaremos, pero ahora es hora de ir a la cama ". La levante y la puse en su cama de princesa. Empece a leerle una historia pero estaba en la segunda pagina. La cubri con su edredon rosa y la bese en la frente. Hoy ha sido un dia largo y solo queria dormir. Me alegre de que le gustara la idea de tener una madre. Solo es importante que ella sea feliz. Capitulo 3 Punto de vista de Bianca No puedo creer que MIS padres arreglaron un matrimonio para mi y con un hombre cuyo nombre no conozco. Esto es gracioso pero miserable al mismo tiempo. Y encima de todo, necesito conocerlo hoy. Solo espero que sea agradable, al menos. Deberia reunirme con el por mi cuenta porque mis padres dijeron que seria mejor si tenemos privacidad. Como, nada ayudara a esta situacion. Me vesti con un vestido negro con lunares blancos y me puse mis sandalias blancas. Si voy a encontrarme con mi "prometido", al menos voy a ser decente. No me gusta ponerme maquillaje, asi que solo me pongo rimel y brillo de labios. Guardo mi telefono y una billetera en mi bolso. Sali de la casa sin molestarme en despedirme de mis padres. El taxi llego justo a tiempo y me llevo al restaurante. Mi papa me dijo que dijera solo su apellido porque ya habia reservado la mesa. Le pregunte a la senora de la recepcion su apellido y ella me llevo a una mesa para dos. Esperaba que estuviera alli, pero no lo estaba.

  • El mundo de Sir de Remedios Moreno

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    Despues de mas de quinientos anos, la leyenda de Barsali se reanuda. Llego el momento en que Drako y su jinete se encuentren para poder cumplir juntos su destino.
    Las vidas de un joven matrimonio y la de sus tres hijos cambiaran radicalmente durante una simple excursion familiar al descubrir, repentinamente, un mundo de seres fantasticos tan real como el que conocian.
    David, un chico de solo trece anos, descubrira que sobre el recae el destino de ambos mundos, tendra que luchar con criaturas temibles, crecera junto a su dragon y descubrira que todo lo que haga tendra sus consecuencias.
    Un destino para el que nadie lo ha preparado, una lucha inevitable, Barsali es solo el principio y la leyenda acaba de comenzar.
    ?Sera capaz el jinete de estar a la altura?

  • Las aventuras y misterios de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle

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    El libro consta de doce cuentos: doce asuntos en los que Sherlock Holmes se valdra de su deslumbrante inteligencia para dejar boquiabierto a su ayudante Watson --y tambien al lector-- con su logica implacable y sus certeras deducciones. Tabla de contenidos: 1. Escandalo en Bohemia. 2. La Liga de los Pelirrojos. 3. Un caso de identidad. 4. El misterio del valle Boscombe. 5. Las cinco semillas de naranja. 6. El hombre del labio torcido. 7. El carbunclo azul. 8. La banda de lunares. 9. El dedo pulgar del ingeniero. 10. El aristocrata solteron. 11. La corona de berilos. 12. El misterio de Copper Beeches. Sir Arthur Ignatius Conan Doyle (1859 – 1930) fue un medico y escritor escoces, creador del celebre detective de ficcion Sherlock Holmes. Fue un autor prolifico cuya obra incluye relatos de ciencia ficcion, novela historica, teatro y poesia.

  • !Y tenia que ser mi entrenador!, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Tiritas de amor de Alissa Bronte

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    Paola es la farmaceutica de un pequeno y peculiar pueblo de Las Alpujarras granadinas. Llego hace varios anos, despues de que su novio la dejase plantada en el altar, para empezar de cero.
    Victor es un brillante cirujano al que su padre confina a un pequeno pueblo como castigo por no querer acatar sus ordenes. Al llegar, se dara cuenta de que no es bienvenido y que hay alguien en especial que no deja de retarle y de debatir todo lo que dice.

  • La orquesta de Jorge De Persia

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    Jorge de Persia ensaya en este libro una completa y conceptual introduccion a la historia de la orquesta, en la que se describe el proceso de desarrollo de sus elementos no solo instrumentales y musicales, sino tambien humanos y sociales. Y es que el devenir de la estructura orquestal, asi como el de la musica que esta interpreta, no puede separarse de las condiciones historicas e ideologicas que van configurando sus formas y composiciones. Este apasionante recorrido, en el que el autor situa la orquesta y sus diversas formas en salas de conciertos, teatros y operas de toda Europa, desde el siglo XVI hasta la actualidad, muestra la evolucion y el cambio de la agrupacion instrumental pero tambien, y sobre todo, nos ensena a valorar el privilegio del que somos participes cuando nos situamos ante un conjunto orquestal dentro del ” ritual ” del concierto.

  • Un libro de martires americanos de Joyce Carol Oates

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    La monumental y polemica nueva novela de <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya) es una profunda reflexion sobre el aborto y la pena de muerte, pero tambien sobre los problemas esenciales de nuestras sociedades y de nuestras propias vidas.

  • En los negocios y en el placer 2 de Carolina Gattini

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    Me llamo Robert Doyle, llevo un traje italiano a medida que me sienta como un guante y un reloj de oro en mi muneca. Me siento como si fuera un idiota, me siento como si fuera mi hermano, Jonathan Doyle. Todos me miran como si no pudieran creer que estoy aqui, en una enorme sala de reuniones donde los principales accionistas me estudian de arriba abajo, solo les falta el monoculo… Despues de pasar casi dos anos en Tailandia todo esto me parece una broma, o una pesadilla. Pero tengo que defender mi posicion en este mundo cruel donde los negocios son como la presa de un monton de tiburones. Soy un buscador de sensaciones, diagnosticado, he buceado en aguas llenas de tiburones de verdad, pero estas experiencias son demasiado peligrosas. Sinceramente no creo que este hecho para esto, para los negocios, pero no tengo mas remedio. Mi hermano se ha casado y ha decidido “cortarme el grifo”, por lo que ya no podre mantener mi vida tal cual la he conocido. El ha renunciado a seguir en Nueva York y ha dejado todo a mi cargo mientras se divierte con su querida esposa. Nunca he odiado a mi hermano, pero estoy experimentando ciertos sentimientos encontrados… Estas cosas no se le pueden hacer a alguien como yo, no estoy acostumbrado. Lo bueno de ser el hermano pequeno durante mucho tiempo es que nadie espera nada de ti, ese es el trato no escrito en el universo desde el origen de los tiempos. Ademas, no me gustan las responsabilidades, siempre he huido de ellas como de la peste. Tampoco me gusta que me miren todos como si fuera retrasado. A mi derecha tengo una panda de vejestorios que prefiero no describir, a mi izquierda se han sentado los “jovenes”, tal vez en otro universo sean jovenes, en este solo son “menos viejos”. Bueno, y no solo hay accionistas, tambien han venido acompanados de sus abogados, etc. Pero todos y cada uno tienen algo en comun, creen que soy un inutil. Una de las accionistas, en el lado de los vejestorios, me mira como si hubiera matado a uno de sus hijos. Me dan ganas de gritarle que no he cometido ningun crimen. Pero no me dejare intimidar, ni por ella ni por la cuatrojos con pinta de abogaducha reprimida sexualmente que hay sentada tras ella. Al lado de los “jovenes” hay otro especimen que me mira sonriendo, como si estuviera esperando que metiera la pata en cualquier momento. Yo no necesito esto, no lo quiero. Sera mejor que renuncie y llame a mi hermana. Ella se ocupara de estos idiotas. --Disculpen, tengo que hacer una llamada --me limito a decir mientras el poco agradecido publico cuchichea ante mi anuncio. Ya se que esperaban algo mas elocuente tras citarlos a todos con lo dificil que es. Me voy de la sala con toda la dignidad de la que soy capaz y cierro la puerta dejando escapar un suspiro mientras lo hago. --?Senor? --dice Francis, mi secretario. --Llama a mi hermana y citalos manana para que se reunan con ella, y les dices que estoy enfermo. --Su hermana tiene doce anos --me recuerda sin perder la calma, pero mirandome como si hubiera perdido la cabeza. --Si, pero saca muy buenas notas en el colegio, que por cierto es un buen colegio, habla cuatro lenguas perfectamente, y ademas en matematicas es la mejor de su clase, creo que es superdotada. Y lo mas importante: tiene mucho temple, clave para enfrentarse a ese grupo de ahi dentro. ?No crees? --No voy a responder a eso. --He dado una orden y tienes que cumplirla. --No estamos en el ejercito. Ademas, a mi me paga su hermano. --Pues entonces no me llames senor, que me creo que mando. Y tuteame. --?Bob? --Bob suena a perro. Robert esta mejor. --Pues entonces, Robert --remarca mi nombre con un tono agudo--, entra ahi y haz tu trabajo o lo perderemos todos --me ordena ahora levantandose de su silla tras la mesa y cambiando el tono amable por otro mas duro. Suspiro y cierro los ojos, tiene razon… Debo entrar ahi. Aun estoy decidiendome cuando la puerta de esa infernal sala se abre y aparece la cuatrojos que me miraba esperando que hiciera alguna estupidez, bueno, como me miraban todos, pero esta es mas repelente, me recuerda a una companera del colegio que creia saberlo todo. --Tengo una reunion dentro de una hora, ?va a tardar mucho? --me pregunta con una voz demasiado aguda incluso para aquella companera de colegio. --?Megan? --pruebo por si se trata de aquella nina, que ha crecido y ha llegado a mi vida de nuevo para amargarme la existencia en mi etapa adulta con su voz aguda. --No --se limita a responder antes de darse la vuelta frunciendo el ceno. Aun es mas repelente y fea cuando hace ese gesto de desprecio. Francis viene hasta mi y me da una palmadita en la espalda para infundirme valor. Vuelvo a entrar con pasos lentos pero aparentemente decididos y me coloco frente a la mesa, presidiendola en la cabecera. Tengo un monton de carpetas apiladas frente a mi que recuerdo que debia darselas a ellos. Un secretario a mi derecha y otra secretaria a mi izquierda esperan mi orden para entregarselas a cada uno de los accionistas minoritarios que rodean la mesa. Yo les hago un gesto afirmativo con la cabeza y las distribuyen. Tendria que haber hecho esto de las carpetas mucho antes, porque asi se habrian entretenido leyendo y no mirandome. Y ahora que lo pienso, podria haber puesto una pantalla con una proyeccion, asi habria desviado su atencion. Me lo apunto mentalmente para la proxima, aunque preferiria que no hubiera una proxima. --Parece correcto --dice uno del lado de los vejestorios, un abuelo canoso y con gafas de culo de vaso--. Pero el problema que yo veo, y creo que estamos todos de acuerdo en esta mesa, es que no nos fiamos de usted. --Me ofende --digo sobreactuando, colocando mi mano izquierda sobre mi pecho. Veo a la cuatrojos poner los ojos en blanco y a la vieja a su lado negar con la cabeza. --No hemos venido a perder el tiempo --dice otro en el lado de los “jovenes”, parece el tipico chulo de Wall street, no puede llevar mas gomina en la cabeza… --El problema es que tiene la mayoria de acciones --dice una mujer a su lado, esa no lleva gomina, lleva peluca, creo, porque ese pelo tan cardado no es normal. Y por fijarme en todas estas tonterias es por lo que jamas me dedique a los negocios como hizo mi hermano. --Estoy dispuesta a comprar las acciones y ocuparme yo mismo de la empresa --asegura el viejo de las gafas de vaso. --Ya quisiera yo, pero no puedo hacerlo, me temo que tendran que soportarme. Legalmente es como si estuvieramos casados. Nos tenemos que aguantar mutuamente. Se oye un murmullo que empieza a subir de tono. Luego se ponen a discutir unos con otros y yo me siento. La senora sentada con la cuatrojos se levanta para hacerse oir y por alguna razon que desconozco todos se callan. --Como segunda accionista, tengo una propuesta que hacer. Les cito manana a la misma hora. Y la tia se queda tan ancha, recoge su carpeta y se va, seguida de la gafotas. Bueno, y ?yo que hago? ?que pinto aqui? Decido concluir la reunion y todos asienten recogiendo sus cosas al igual que hago yo, un poco incomodo por la situacion. --Francis, ?quien es esa? El me mira frunciendo el ceno sin saber de quien hablo. --La vieja y la gafotas. --Son dos huesos duros, no me atreveria a llamarlas asi. Ni siquiera en privado. Capitulo 1. No, no me llego a acostumbrar a este estilo de vida, ni al trabajo. Levantarme a las 8 es un crimen, me niego. Que celebren esa reunion ellos solos, total yo no pinto nada alli. Me niego a levantarme de la cama, ?que va a pasar si no voy? Van a decidir lo que quieran ellos solos y encima nadie me toma en serio. Apago el despertador y sigo durmiendo. !Que mas da! Ya madrugue ayer y no tengo costumbre. En algun sitio lei que era malo para la salud cardiovascular madrugar tanto… Cuatro horas despues. El sonido insistente y exasperante del telefono me esta matando, estaba sonando con ese sonido y, cuando despierto, descubro que es real. Descuelgo al fin y oigo una voz masculina. --Senor, disculpe, es que hay una senorita que esta subiendo a su piso, no se como ha conseguido la llave, pero como me dijo que nadie le molestara jamas… Y que si a alguien se le ocurriera venir a visitarlo llamara a la policia… --?Y la has llamado? --pregunto bostezando. --No, senor, al tener la llave no podria llamar a la policia. --?Y como es la senorita? ?Esta buena? El conserje se queda en silencio unos segundos. --No creo estar autorizado para emitir un juicio asi, senor. Que hombre tan estricto, podria decirme que si o que no. Todo es tan raro aqui… No me gustan las ciudades. Me despido de el y cuelgo. Mientras estoy estirandome en la cama y bostezando de nuevo antes de decidirme a levantarme, una sombra aparece tras la puerta medio abierta de mi habitacion. Joder, me estoy acojonando. Agarro la manta de plumas y la llevo hasta la barbilla acostado aun en mi cama. Solo falta la musica de una pelicula de terror y creo que me cagaria literalmente encima. Cuando aparece tras la puerta esa mujer suelto un grito de puro horror y ella me mira enfadada acercandose hasta la cama y agarrando la manta para quitarmela de encima. --!No, por favor! --exclamo aterrorizado. Ella niega con la cabeza y yo trago saliva y agarro con mas fuerza la manta. --Estoy desnudo. Ella parece dudar mientras valora las posibilidades. --Te voy a explicar como seran las cosas a partir de ahora --amenaza soltando la manta, al fin debe haber decidido que era mejor no quitarmela y exponerse a la posibilidad de verme desnudo--. Me han nombrado tu administradora en la reunion a la que no has asistido. Tu empresa y mi empleo dependen de que te comportes como un ser humano normal, y yo tengo ordenes de que asi sea. Cada vez me da mas miedo esta mujer. Ahora entiendo por que el conserje no queria emitir un juicio de valor sobre la susodicha. Es la gafotas de la reunion, ahora me acuerdo de ella. Con esa voz aguda… Tan estridente a estas horas de la manana. No he pasado tanto miedo ni cuando estuve en una carcel turca un par de dias, prefiero no recordarlo, pero es que ha sido inevitable tras la imagen de esa mujer. Que ahora que lo pienso, me pregunto si es una mujer o un hombre delgado, aunque tiene el pelo largo, pero no por ello tiene que ser mujer, ?no? Bueno, tal vez me estoy pasando en su descripcion, pero es poquita cosa y muy poco femenina. --Levantate y vistete, te espero en el salon. Tienes cinco minutos --me ordena. ?Esta que se cree? Esta loca si cree que voy a obedecerla… Sin embargo no me da margen de respuesta, porque cuando se me ocurre una respuesta para ella, ya se ha ido. No tardo cinco minutos, tardo uno en ponerme los pantalones y una camisa y presentarme en el salon, donde me espera de pie con su maletin. --No pensaras ir asi a la oficina, ?verdad? --No pienso ir a la oficina, pero si quisiera ir, ?por que no podria ir asi? Ella me mira boquiabierta, creo que se ha quedado sin palabras, y yo sonrio al comprobarlo en su reaccion. Pero no, no se ha quedado sin palabras. --Pues para empezar es ridiculo lo que llevas puesto, esa camisa no tiene botones hasta el ombligo, por no hablar de los pantalones, que creo que es imposible que el ojo humano pueda apreciar mas variedad de colores, ademas de que la gente acabaria preguntandose hasta donde llegan tus partes nobles --dice ruborizandose al final. --Si alguien se preguntara eso se lo podria ensenar --aseguro sonriendo y sosteniendo mis “partes nobles” con la derecha. Creo que ya se su punto debil, parece muy dura, pero no es mas que una ninata que se ruboriza y llama “partes nobles” a mis partes nobles, pienso sonriente--. Ademas, nunca se sabe cuando sera necesario hacer yoga, o incluso cuando sera necesario ensenar hasta donde llega --digo volviendo a poner mi mano en mi entrepierna. --Pues ponte un traje y vamonos, porque no vas a hacer yoga. --Pues solo con verte ya me entran ganas de hacer yoga o algun tipo de metodo para relajarme. ?Te han dicho que eres insufrible alguna vez? --Nadie inteligente --sentencia--. Y ahora ponte algo con lo que te pueda sacar a la calle y no digas mas tonterias, tenemos trabajo que hacer. --Puedo hacer mi trabajo perfectamente sin ti, no acepto lo que se ha acordado en esa reunion. --Si hubieras estado sabrias que si no colaboras se liquidara todo y venderan las acciones, nadie da un centavo por esta empresa ahora mismo, bajo tu responsabilidad. No te queda mas remedio que aceptar mi intervencion o nadie querra hacer negocios con los Doyle. --Odio a mi hermano --me quejo como un nino con una rabieta. Empiezo a lanzar los cojines del sofa a todas partes porque no me puedo librar de esta pesada. Tengo que trabajar con ella por culpa de esos vejestorios y de mi hermano y yo nunca he querido trabajar, y menos con una repelente gafotas como ella. --?Has terminado? --pregunta ella sin moverse de donde ha estado todo el tiempo. Yo miro el sofa y localizo un pequeno cojin. --No --respondo agarrando el cojin y lanzandolo con furia al suelo--. Ahora si. La veo poner los ojos en blanco y negar con la cabeza. Tambien oigo que susurra algo para si cuando me doy la vuelta para hacer lo que me ha dicho. Ha conseguido que me ponga un traje, pero he elegido uno que bien seria digno de un gigolo. El traje es blanco y lo he acompanado de unas gafas de sol doradas. Vamos en su coche, se ha empenado en conducir ella alegando que no se fia de mi. Tambien me ha dicho que vendra a por mi cada manana. Tengo miedo de nuevo. --No pienso perder mi empleo, he trabajado mucho para que un ninato malcriado me arruine la vida. --!Pero si eres tu la que me la esta arruinando! --Llevas arruinandote tu solo desde que naciste. --No, llevo viviendo y siendo feliz desde entonces hasta esta manana, cuando has aparecido en mi habitacion como la nina de la maldicion. Todavia se me ponen los pelos de punta. Ella esta algo tensa, lo noto en que conduce un poco mas deprisa, y ahora tengo mas miedo que antes. --Me daria verguenza ser como tu --dice en un tono bajo, como si hablara para ella misma. --Deberias de refunfunar menos. ?No tienes un novio que te eche un polvo para que te tranquilices? --Esa es la tipica respuesta machista que diria un idiota. --Imaginaba que no tendrias novio… --digo mirando por la ventanilla. --Tu tampoco tienes novia. Y no me extrana… --Pero lo mio es por decision propia, lo tuyo viene impuesto… Solo hay que verte --le espeto con voz burlona negando con la cabeza. La oigo resoplar y acelera al mismo tiempo. Creo que hasta que deje de conducir voy a dejar de burlarme de ella, no vaya a ser que nos matemos. Cuando lleguemos al edificio Doyle seguire…

  • Primavera en Tokio de Andrea Izquierdo

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    AVA huye a Tokio para alejarse de todo y alli conoce a KANNA, una tatuadora con una personalidad arrolladora. Por su parte, LILY no podria estar peor en Londres: OLIVER parece incapaz de dejarla tranquila y TOM necesita tiempo para superar lo ocurrido con XIMENA, con ALICE. y si, tambien con JASMINE. Menos mal que CONNOR se ha convertido en un apoyo inesperado, ahora que se encuentra lejos de la influencia de REX y MARTHA.

  • Autonomous de Annalee Newitz

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    La Tierra, 2144. Jack es una cientifica antipatentes que se ha convertido en una pirata de drogas; viaja por el mundo en un submarino como si fuera una Robin Hood farmaceutica, fabrica recetas baratas para gente pobre que de otro modo no podria permitirselas. Pero el ultimo farmaco que ha pirateado ha dejado un rastro de sobredosis letal, ya que la gente se convierte en adicta al trabajo, realizando tareas repetitivas hasta que se vuelven peligrosas o pierden la cabeza.

  • Nuestro es el cielo de Luke Allnutt

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    Todos tenemos que tomar decisiones.

  • El Almacen de Nina Klein

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    Un trabajo sin futuro en una tienda, explotacion, un encargado baboso que intenta quedarse a solas conmigo siempre que puede para babosearme sin testigos… Un dia como otro cualquiera, vamos.
    Hasta que a Jon, mi companero de trabajo --mi muy atractivo companero de trabajo-- se le ocurre una idea para pararle los pies al encargado.
    Ese dia, al cerrar la tienda, me explica su plan.
    Aunque eso no sera lo unico que pase al cerrar la tienda...

  • Sadie de Courtney Summers

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    Por la autora de Sere fragil (segunda finalista en el X Premio Internacional para Jovenes Jordi Sierra i Fabra), una fascinante novela ambientada en una carcel y protagonizada por dos jovenes: una voluntaria y una presa.