• Mi Karma y yo de Lola Abril

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    Mi vida era un completo desastre y tenia unos padres un tanto metiches que no me dejaban actuar como la adulta que era.
    Y el Karma, ademas, se divertia conmigo poniendome en situaciones que me hacian perder el control. Hasta que me puso a Paul en el camino y ya crei que iba a quedarme completamente loca, porque ese hombre habia llegado para que mi mundo fuera mas caotico de lo que ya lo era.
    Y para que el Karma se siguiera riendo de mi.

  • Regalo del Cielo, Mercedes Gallego de Mercedes Gallego

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  • Autopsia de una Gioconda de Ulises Novo

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    Que mi padre se suicidara no fue un accidente. Quisiera que lo hubiese sido. Pero que atentara contra si mismo de la forma en que lo hizo obedece a varias razones. Una y quiza la mas importante soy yo, mi nacimiento, que yo usurpara un espacio de su vida, que me incluyese en su biografia junto a mi madre y a mi hermana Lith. Que mi padre se suicidara no fue un accidente. Desde entonces, ya no he vuelto a visitar El Louvre. Tampoco me he visto en el compromiso de volver a hacerlo. Se que La Mona Lisa inspiraba a mi padre. Lo nutria, pues era la excusa perfecta para que yo lo cogiese de la mano durante horas, esas tardes libres que seleccionaba para hablar conmigo a solas, para deshacerse de su mundo, de la realidad que parecia haberle dejado de interesar. Y lo entiendo. Despues de su muerte, logro entender aquello de lo que huia, como si el mismo supiese que aquella decision de tenerme tan proxima no se pudiese sostener mucho mas en el tiempo. Aqui estoy, cerca de Des Gaulles, en el interior de una cafeteria, esperando a un hombre. No lo conozco de nada. Una amiga nos ha puesto en contacto. Fanny no quiere verme triste, asi de triste. "Una depresion no es estar triste", le he repetido en muchas ocasiones, pero no ha cejado hasta lograr que yo accediera y me sentase aqui, delante de un cafe, pendiente de esa puerta de doble hoja, un vestigio modernista por el que entran y salen estudiantes, madres con carritos y, de vez en cuando, alguna pareja que acaba de hacer footing. Que mi padre se suicidara con una escopeta de caza no deberia formar parte de la conversacion de esta primera cita, suponiendo que luego haya una segunda. Lo dudo. No puedo confiar en una amiga como Fanny. Tiene un gusto horroroso para los hombres. Pero, bueno, intentare ser amable con mi cita. Hablare. Simplemente hablare. No, mejor no. No quiero parecer excesivamente locuaz y extrovertida. Me limitare a escuchar y, si hablo algo, lo hare sobre literatura, por ejemplo. Segun Fanny, el tipo sabe mucho acerca de poetas ingleses. No soy una experta en Byron ni en Percy B. Shelley, pero intentare dejar que se exprese, que su orgullo se alimente de mi incompetencia, aunque yo tambien apuntare algo para no parecer maleducada, para no ofender a Fanny, para no dejarla en evidencia ante su amigo, que puede pensar que ha perdido la tarde con una estatua. No me queda otra opcion. Cuando me pida mi numero de telefono, le dire que no estoy preparada todavia para una relacion. Que, ahora mismo, no estoy interesada en conocer a nadie porque estoy involucrada en los negocios de papa; unas inversiones en hosteleria a las afueras de Paris parecen interesarme. Anadire que debo estar concentrada en esta oportunidad, especialmente, si, dentro de unos anos, el pais vuelve a entrar en recesion. Si insiste con vehemencia, con esa vehemencia enfermiza que caracteriza a algunos sujetos babosos y enamoradizos, no me quedara otro remedio que confesarle que mi padre se volo la cabeza y que yo, de alguna manera, permanezco todavia junto a su cadaver en la alfombra de aquel despacho, espacioso y antiguo. Todavia, si, todavia permanezco alli. Le confesare, ademas, que atravieso una depresion de la que dificilmente podre salir, porque no estoy haciendo caso a mis medicos. Podre apostillar, si aun no se ha marchado o intenta aconsejarme, que mama tampoco se ha recuperado de la ausencia de mi padre, que vive por vivir, que es adicta a diversos opiaceos que la sumergen en un sueno de fatigas y balbuceos cuando llegan las cinco y se toma su te con leche. En efecto, a las cinco, la medicacion le hace efecto y deja de ser un animal doliente para ser un animal que hiberna. A veces, se levanta de madrugada, enciende el televisor y se pone a ver algunos episodios de Juego de Tronos, pero se que no los ve en realidad. Cuando hablo con ella dos veces por semana, soy testigo de sus mentiras, de la farsa en la que quiere involucrarme. "Lo se, mama, necesitas hacerlo. Necesitas simular que perteneces al mundo de los vivos. Que eres mortal, tristemente mortal. Necesitas simular que estas interesada por una trama que se bifurca continuamente". Mama no ha comprendido nada de esas serie, porque su cabeza esta en otro sitio, porque no se ha deshecho del cadaver de mi padre, como tampoco lo he hecho yo. Ni pienso hacerlo, aunque los medicos traten de explicarme que es contraproducente que persista en la misma idea, en las mismas imagenes; zafias imagenes que recreo una y otra vez en mi cabeza con intencion de martirizarme. Es lo mas parecido a pasear continuamente por el corredor de la muerte, un hundimiento inedito y exclusivo que solo me atane a mi y del que Lith y mama estan al margen o quieren estarlo. Si el tipo, con el que me ha citado Fanny me deja su tarjeta para quedar algun dia, podre ensenarle las marcas de mis antebrazos, lineas que se bifurcan como las tramas de Juego de Tronos, heridas que escarban su propia carne en busca de la oscuridad mas alla de los huesos y de los tendones. 2 Que mi hermana no me hable apenas desde la muerte de papa, tiene tambien una causa. Siempre fue una hermana celosa. Siempre quiso el mayor de los protagonismos. Pero que equivocadas estabamos. Papa me queria a mi. Solamente a mi. Y eso no lo soporta. No puede admitir que ella no fuese la preferida, pero a la que papa iba a echar de menos, si Lith tomaba la decision de estudiar fuera de casa, en una escuela de cocina, a pocos kilometros de Paris. Mi hermana lucha contra el tiempo, contra un matrimonio que va a destrozar desde el silencio que roe la carne, que inocula el veneno invisible del inconformismo, el veneno invisible de los incendios salvajes que arrasan los bosques y jardines de la periferia, arbustos y arces que crecen sin control hacia zonas lacustres. Mi hermana sera una disidente de si misma porque no ha sido capaz de comprender el amor paterno, ni mi amor hacia ella, pues fui yo quien se sacrifico para que estuviese protegida, para que no se pareciese a mi, ni imitara mi vida, la que he prostituido en la terrible orfandad de no poder interpretar aquella violencia que mi padre exhibio al volarse la cabeza en su despacho. Piso la tierra fria cada vez que retomo la calle Les Heures y escucho el ruido emponzonado del trafico, el oleaje de los turistas que no dejan de hacerse fotos delante de las estatuas y las fuentes. Papa odiaba las fotos. Papa amaba la intimidad, mi intimidad, la oscuridad de la que Lith y yo alguna vez tratamos de huir para que sus manos buscasen otras victimas. Pero nunca fue suficiente. Nunca lo fue. Nunca encontramos la liberacion. Tal vez, no la quisimos. Tal vez, mama no fue un buen asidero, el apoyo que Lith y yo (sobre todo yo) necesitabamos para reencontrarnos con la serenidad y la inocencia de nuestras companeras de clase. A papa lo queriamos, pese a todo. Porque a papa lo estaba acechando su propio monstruo. Por esa razon, quiza lo acompanaba al Louvre para detenernos delante de La Mona Lisa, como si, en aquel enigmatico rostro, mi padre pudiese encontrar una explicacion a su propia naturaleza; ?que atrae, en realidad, a lo que esta oculto, pero que es hermoso ante los ojos de los demas? El arte. La muerte y el arte pueden ser una respuesta muy proxima a la verdad que yo, por entonces, desconocia. Porque era rabiosamente feliz. Porque mi hermana, a la que ya le habian crecido los pechos, miraba de soslayo, esperando un gesto amable de papa. Pero papa habia tomado la determinacion de escucharme solo a mi. Mi cita no debe saber nada de esto, porque, en realidad, no es nadie, ni nada. Mi cita no es otra cosa que una nueva estrategia para matar el tiempo.

  • Culpa tuya (Culpa mia 2) de Mercedes Ron

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    Mas romance, traicion y misterio en Culpa tuya, segunda parte de <>, la saga romantica protagonizada por un chico malo con un gran corazon y una chica buena con muchas agallas.

  • El temerario (Los hermanos Walker 4) de Amanda Adams

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    Derek Walker esta en Las Vegas para la boda de su hermano. Una despedida de soltero. Un poco de juego. Una semana de diversion con sus hermanos. ?Que podria salir mal? ?Podria enamorarse? Puede que encuentre su pareja… pero cuando el pasado lo llame, desafiara todo lo que cree saber sobre la familia, la lealtad y el amor.

  • La maga del olvido de Mar Ledea

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    Camila Infante, una mujer instruida de mediana edad y amante del Martini azul, ha perdido sus recuerdos producto de una rara enfermedad mental. Dispuesta a recuperarlos, regresa a su pueblo natal, Cabo Azules, donde emprende un viaje a traves del tiempo de la mano de unas viejas fotografias encontradas en una caja de sombreros.

  • Felices para siempre (Encontrar la felicidad 1) de Eva Alexander

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    Ella es hermosa e inteligente. Y enamorada de el.
    El es guapo y rico. Y esperando el momento adecuado para hacer su movimiento.
    Su viaje hacia el feliz para siempre es duro. Ella tiene secretos (en realidad solo uno), el comete error tras error (muchos errores). ?Seran capaces de conquistar todo?

  • Solo Para Mi de Bj James

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    Ni mas ni menos que cinco mujeres solteras se presentaron para responder al anuncio que Macon habia puesto para buscar esposa. Y, en opinion de Harper Moody, todas ellas sobraban; de hecho ella ya habia rechazado a escondidas a muchas otras mujeres. Para colmo de males, Macon insistio en que alojara a todas las candidatas hasta que el tomara una decision. Claro que aquella era la oportunidad perfecta para que Harper se deshiciera de todas ellas y consiguiera recuperar el amor de Macon, un amor que queria para ella sola y para siempre…

  • Cenit de Lizbeth Azconia

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    Todo mundo ha hecho cosas de las que no se siente muy orgulloso. Y Cassandra no es la excepcion. Ella se acostumbro a ser un “algo” en lugar de un “alguien”. Pero cuando otro <> de su misma especie le promete que afuera de su zona de confort hay personas dispuestas a amarla, se aventura a vivir las consecuencias de haberse enamorado de la persona equivocada.

  • Sin Compromisos (Jaque Mate 2) de Diana Nixon

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    Sabes que vas a tener un mal dia cuando te despiertas por la manana y ves el vestido que habias preparado la noche anterior totalmente arruinado por un perro que nunca esperabas ver en tu casa, mucho menos en tu propio dormitorio. --!Anna! -- --Por Dios, ?por que estas gritando? -- Mi hermana entro en mi habitacion vistiendo un par de impresionantes zapatos de color gris oscuro y una gabardina que compre ayer y ni siquiera tuve la oportunidad de usar aun. --?Que diablos es eso? -- Le pregunte senalando su atuendo. Anna tenia solamente dieciseis anos, ocho anos menos que yo, pero por centesima vez me estaba arrepintiendo de haberla invitado a vivir conmigo mientras nuestros padres estaban en su vigesimo quinto aniversario de boda, reviviendo su luna de miel. Gracias a Dios esta tortura estaba a punto de terminar en menos de veinticuatro horas. --Es Robin, -- me contesto sosteniendo al perro en sus manos. -- ?No es lindo? Un amigo lo estaba vendiendo y no pude evitarlo, debia tenerlo, asi que compre esta adorable y pequena criatura, -- dijo con voz de bebe, mientras hacia caras cursis al perro. --?Estas bromeando? ?Mi vestido te parece tan lindo como ese perro? !Ahora solo servira para limpiar el suelo! Espera un minuto, me referia a mis zapatos y gabardina, de hecho. -- El vestido quedo en el olvido desde el momento que mire sus pies, mi amor por los zapatos dificilmente se podia comparar con cualquier otra cosa. Ademas, habia trabajado demasiado para pagar ese par en particular; !Eran demasiado caros! --Oh, eso… Pense que no te importaria que los use ya que no traje conmigo demasiada ropa y zapatos. -- --Podrias haber elegido cualquier otra cosa, cualquier otra pieza de mi vestidor, !pero elegiste mi nuevo par de zapatos que ni siquiera tuve la oportunidad de estrenar! -- Dije enojada. --Pense que hoy era tu dia libre asi que realmente no crei que te importaria si los cogia. No es como te los estuviese robando o algo asi. -- --?Por que diablos crees que hoy es mi dia libre? -- Le pregunte furiosa poniendome mis pantuflas negras y rojas de Mickey Mouse. Muy comodo despues de usar tacones altos todos los dias a todas horas, ?verdad? Bueno, me encantan los contrastes. --Son las 8:30 de la manana y todavia estas sentada en tu cama, con tu pijama y bastante enfadada. -- --?Que? --Mire el reloj en panico. -- !Maldita sea! !Dominick me va a matar! -- Salte de la cama y corri al bano con la esperanza de que seguiria teniendo trabajo cuando llegara a la oficina. Trabajaba para Wilson's Publicity, una de las companias mas grandes en el negocio de la publicidad, cuya principal desventaja era su Director. Dominick Altier era un hombre que siempre obtenia lo que queria. Asi fue con mi mejor amiga, Scarlett Wilson, la hija del fundador de nuestra compania, de quien se enamoro desde la primera vez que la vio y simplemente no la pudo dejar ir. Por esa razon, ahora debia lidiar con las consecuencias de su romance, tratando de combinar mi trabajo como secretaria de Dominick y mi amistad con Scarlett que seguramente estaba a punto de perder. No es que no me agradara Dominick, pero ademas de ser mi jefe, era un completo idiota; al menos cuando se empenaba en criticar mi trabajo. O tal vez simplemente disfrutaba volviendome loca. Desafortunadamente no tenia la respuesta correcta a esa pregunta. Sin embargo, habia algo que sabia con certeza, estaba a punto de gritarme por llegar tarde. Normalmente me tomaba casi una hora prepararme para el trabajo. Pero hoy tuve que limitar ese tiempo al minimo, lo que se convirtio en diez minutos de mierda; ni siquiera pude disfrutar de una buena ducha caliente. Me puse lo primero que encontre limpio y sali corriendo de la casa a toda prisa, prometiendole a mi hermana pequena que volveria mas tarde a matarla a ella y a su adorable perro por arruinar mi casa y mi guardarropa. Ojala hubiera sido solamente mi vestido lo unico que se arruino ese dia.... *** El telefono sono en mi bolsillo. Mire la pantalla y maldije dos veces. --!Buenos dias, Scar! -- Dije como si no supiera por que estaba llamandome. --?Donde diablos estas? !Hemos estado esperandote veinte minutos! -- --No te enfades, estoy subiendo al ascensor en este momento, estare en la oficina en unos dos minutos. -- Habia cerca de diez personas mas en el ascensor, asi que sonrei disculpandome por meterme en un espacio en el que obviamente no habia suficiente sitio para una persona mas y presione el boton que me llevaria a la parte superior del edificio de cincuenta pisos. --?Que te paso? -- Scarlett pregunto por el telefono. Ella sabia que yo era una mujer muy responsable, pero de vez en cuando podia ser muy imprudente cuando queria serlo y siempre me tomaba mi trabajo en serio. Asi que, si llegaba tarde, habia una muy buena razon para ello. --Mi telefono murio y no escuche la alarma. -- --?Cuantas veces tengo que decirte que te compres uno nuevo? Y, por favor, no me digas que tu sueldo no te alcanza, porque yo misma te di dos aumentos en los ultimos tres meses. -- --?De que me sirve comprar uno nuevo? -- Espere a que la gente saliera del ascensor y procedi:--Ambas sabemos que tarde o temprano terminara besando la pared, porque cada vez que termino una conversacion con tu precioso prometido lo unico que quiero hacer es romper algo. Asi que, gracias Dios, por bendecirme con el jefe mas arrogante e insoportable del mundo. -- Ella se rio. Ambas sabemos que Dom no es tan malo. -- --Oh, ?si? Puedes defenderlo todo lo que quieras, pero una cara bonita y un buen trasero no cambian el hecho de que es un grandisimo idiota. -- --De todos modos, te estamos esperando en la sala de juntas, asi que trata de encontrar una explicacion mas o menos creible por llegar tarde. -- --?Que tal si le digo a mi jefe la verdad? --Scarlett se rio. --Estoy segura de que le encantaria escuchar todos los bonitos nombres que usas para referirte a el, especialmente cuando eres tu la que llega tarde. -- --Muy divertido. -- Hice una mueca terminando la llamada. Justo cuando pense que mi vida no podia estar mas jodida, al menos esta manana, escuche a alguien reir tranquilamente detras de mi. Lentamente me di la vuelta y me congele; la sangre golpeando en mis oidos. Que alguien me mate... --Senor Oliver, lo siento mucho, no era mi intencion. -- --Relajate, Jill. Yo mejor que nadie se que todo lo que dijiste sobre mi hermano es verdad. El es un idiota y un verdadero dolor en el trasero. -- No creo haber estado tan mortificada en mi vida. Oliver Altier no era un visitante recurrente de nuestra compania, por lo que probablemente era la ultima persona que esperaba ver alli hoy. A diferencia de su hermano, a el no le importaban los negocios, los trajes y las corbatas y estaba totalmente loco por la musica, las chicas, los bares y, pues bueno ya me entiendes, ?verdad? Senti que mis mejillas ardian como un fuego invisible. --Lo siento, -- dije de nuevo antes de escuchar el sonido de la apertura de las puertas. Rapidamente, me di la vuelta y sali del ascensor que de repente parecia demasiado pequeno para nosotros dos, iba rezando para que Oliver mantuviera la boca cerrada sobre todos los adjetivos calificativos que habia dicho sobre su hermano. --?Sabes cual es la mejor manera de tratar con el? -- Pregunto deteniendose en mi escritorio. --?Disculpa? --Le pregunte un poco asombrada. --Ignoralo, -- dijo guinandome un ojo con una misteriosa sonrisa iluminando su rostro. El tipo obviamente sabia como hacer que una chica se desmayara, porque yo casi lo hice. Ese guino y sonrisa diabolica eran todo lo que necesitaba. Dominick era capaz de hacer lo mismo, podia hacer que cualquier chica cayera de rodillas a sus pies. En cuanto a Oliver, la madre naturaleza lo habia bendecido con un rostro y un cuerpo de pelicula, con suficientes musculos en todos los lugares correctos, sonrisa sexy y ojos que solo el diablo podria tener. --Um, gracias. Lo recordare, -- dije tratando con todas mis fuerzas de no mirar sus vaqueros y camisa negra con algunos botones superiores abiertos, preguntandome como de bueno seria deslizar la palma de mi mano por debajo de la tela y... !Mierda, detente ahi chica!

  • Lo que encontre bajo el sofa de Eloy Moreno

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    ?Que ocurre al mover un sofa? ?Y al mover una vida?Quizas encuentres objetos -o personas- que ya habias olvidado, un calcetin que se quedo sin pareja o una pareja a la espera, esquirlas de otra vida… o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la frase que lo cambia todo: “tenemos que hablar” ?Y si movemos una sociedad?Entonces uno se da cuenta de que vive en un lugar con demasiados gusanos para tan poca manzana. Pero tambien un lugar donde, al observarnos, descubrimos que somos los primeros en hacer aquello que tanto criticamos.Cuando en 2011 Espasa publico El boligrafo de gel verde , los lectores se encontraron con un libro que ya empezaba a triunfar en las redes sociales pero cuyo contenido era un misterio. Dos anos despues, Eloy Moreno publica su segunda y esperadisima novela. De nuevo, el “de que trata” es lo de menos, porque hay historias que no pueden resumirse en unas lineas.

  • Las visiones de Edmundo Paz Soldan

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    Un juez comienza a tener visiones de los hombres que ha condenado a la carcel. Un doctor encargado de experimentos con armas quimicas se dispone a probar un compuesto letal con su propia gente.

  • Tejer el alba de Elizabeth Lim

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    UNA COSTURERA ENCUBIERTA.
    TRES VESTIDOS LEGENDARIOS.
    UNA COMPETICION UNICA.
    En los margenes de la Gran Ruta de las Especias, Maia Tamarin trabaja en el taller de su padre, donde suena con llegar a ser la mejor costurera de su tierra. Sin embargo, siendo una chica, a lo maximo que puede aspirar es a un buen matrimonio. Cuando la presencia de su padre enfermo es reclamada en la corte, Maia se hace pasar por su hijo. Aunque sabe que perdera la vida si la descubren, correra ese riesgo para salvar a su familia y cumplir su sueno de convertirse en sastre imperial. Conseguirlo no sera facil: doce sastres se disputan el puesto y la competicion promete ser despiadada. Y Edan, el hechicero de la corte, no jugara a su favor.
    LA RISA DEL SOL, LAS LAGRIMAS DE LA LUNA Y LA SANGRE DE LAS ESTRELLAS SERAN SUS ALIADAS.

  • Domingo. Relatos cronicas y recuerdos de Natalia Ginzburg

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    Se despierta con una penosa angustia en el corazon. Algo ha terminado definitivamente. Junto a la cama ve su bata de franela roja; la otra, la de flores verdes y azules, la han guardado con la ropa de verano. Es ahora cuando se da cuenta de que ha terminado el verano, que manana empezaran de nuevo las clases. Mientras se lava, una mosca se posa sobre su espalda desnuda. La espanta con rabia. Siente que detesta la mosca, que se detesta a si misma y tambien el sosten de tul rosa que esta tendido en la silla. Afuera llueve a cantaros sobre el jardin tranquilo y sobre los pinos altos. La grava fina del patio delantero parece mas oscura. Anita baja a desayunar: el pelo mal cepillado le da un aire tosco y desalinado. Aun no hay nadie en el comedor, solo la pequena Paola en su trona. Tiene un conejo bordado en el babero. Anita le da un beso, besa sus manos rollizas. <>. Anita inclina la cabeza sobre la taza. Hace un mes que espera y teme que llegue este dia, pero no ha querido pensar en el. <>, lamenta, y se le llenan los ojos de lagrimas. Manana tendra que ir corriendo al colegio con su enorme cartera llena de libros. Ya no tendra tiempo de mirar a su alrededor, de confrontar las cosas y a si misma. Un ansia, un afan continuo: los dias breves, la noche que sobreviene como una amenaza cuando aun no ha terminado los deberes. Las manos manchadas de tinta y en los oidos un zumbido de versos en latin, y la geografia, !esa dichosa geografia! Recorre las habitaciones en busca de un rincon en el que estar a solas y tranquila, pero alla adonde va encuentra escobas, trapos para el polvo, sillas boca abajo y ventanas abiertas. Las mujeres canturrean y hacen un ruido tremendo. <>, repite despacio. ?Donde esconder su tristeza? Al final se encierra en el salon: libros y alfombras, grandes sillones de cuero; en la mesita baja de estilo oriental hay una caja de cerillas coloradas. <>. Filippo, su hermano mayor, ha entrado silenciosamente: fuma una pipa pequena, esta de pie, junto al escritorio. Anita se acerca y el le pone las manos sobre los hombros: le gusta acariciarle el menton liso, redondo, y esas pequenas arrugas que se le forman en la comisura de los labios. Ella le abraza con un placer inconsciente. Siempre que se pelea con todos y corre a llorar a su habitacion, el la sigue y la consuela bromeando un poco con ella, lo que le hace sentir aun mas ira hacia los demas mientras trata de sofocar los sollozos en su hombro. <>, querria decirle, pero no se atreve: en su relacion no hay mas que una timida ternura, disfrazada de bromas y de una ironia amable. <>, le pregunta Filippo despeinandole el pelo de la nuca. Se sientan en el mismo sillon y en el cristal de las vitrinas ven reflejados sus rostros parecidos. Anita sabe que Filippo debe marcharse, que esta noche cogera el tren y que ya tiene preparadas las maletas: va a pasar el ano en el extranjero, en Alemania. Le dice que estudie. <>. Anita no le escucha. Piensa en el invierno, en ese largo invierno sin el... Le toma la mano, una mano rolliza de unas rectangulares y mates, una mano rolliza y masculina. <>, anade Filippo, pero enseguida cambia de tema, tal vez porque se ha emocionado, y Anita deja caer su mano. Se marchara hoy mismo, esta noche, tal vez ni siquiera le de un beso. En su habitacion cerraran las contraventanas y cubriran los muebles con sabanas blancas. --?Como lo prefieres, Grazia, con leche o con limon? Llueve a cantaros en el desolado jardin. El reloj de pendulo da las cinco en la oscuridad. Anita toma el te con su amiga Grazia. --?Lo entiendes, Anita? Para mi habria sido bonito enamorarme de el, pero no podia, ?sabes?, no podia... Anita se quema la lengua con el te hirviendo. Le arranca petalos a los crisantemos marchitos que estan en el jarron de cristal del centro de mesa. --Que triste es este septiembre... Grazia, ?tu has hecho todos los deberes de vacaciones? --?Deberes de vacaciones? No los he hecho, ?que me importa a mi eso? La vieja se pondra hecha una furia, pero ?que me importa a mi?--Asi es Grazia: la vieja no le importa lo mas minimo. Ni siquiera cuando esa misma vieja, la profesora de italiano, escriba una equis azul, de falta, bajo su nombre--. !Tengo cosas mas importantes en las que pensar! Como te estaba diciendo, aquella noche, en la terraza... Anita la escucha con una sensacion de hastio. Grazia, su amiga Grazia, de vez en cuando le resulta tan ajena como una desconocida. Aquellos tres meses de verano han roto la armonia de su amistad. Grazia..., un hombre enamorado de Grazia...; de ella, de Anita, nadie se ha enamorado nunca. Se sacude ese pensamiento con furia. Se pone en pie tan de improviso que Grazia se sobresalta. --?Quieres ver a mi hermanita? En el cuarto de juegos la nodriza cose sentada en el vano de la ventana y la pequena Paola la mira con ojos como platos desde el taburete que esta a sus pies. --Y entonces el reyezuelo partio la tercera nuez y salieron las carrozas y los caballos...-- Anita y Grazia se tumban sobre la alfombra, entre los juguetes desordenados. En mitad del silencio, la voz ronca de la nodriza contando el cuento tiene un tono grave y solemne. La pequena esta tan emocionada que aguanta la respiracion--. Y asi empezo a correr hacia el castillo del ogro... La habitacion es bonita y agradable: las cortinas cuelgan lisas junto a las ventanas, las paredes blancas y sobre las paredes los estampados ingleses, todos iguales, con ninas rubias regordetas y perros peludos con grandes hocicos amables. La nodriza esta sentada en el vano de la ventana con su delantal a cuadros y el perfil de la nina tiene un aire absorto. Anita se siente de pronto tranquila y sencilla: puede que el mundo no sea asi, puede que haya sufrimiento e inmundicia, pero todas esas cosas quedan ahora lejos, muy lejos; el castillo del ogro esta muy lejos. Ha parado de llover. Anita y Grazia salen a la terraza y se asoman al jardin mojado: les llega un aroma vivo y denso de hojas podridas, de tierra, de fruta empapada. Hasta Paola corre afuera: el cuento ha terminado y el reyezuelo se ha casado con su hermosa reinona y todo ha acabado bien. Anita corre al encuentro de su hermanita, la coge en brazos y la besa: que pequena es y que caliente esta, que frescas tiene las manos, es una lastima que chille y se ria y trate de zafarse de ella. --Me gustaria tener una hija--dice Grazia en voz baja--. ?Te acuerdas de cuando hablabamos aqui de esas cosas? !Que miedo nos daban! Y sin embargo es algo simple y natural. Sonrien sin mirarse. Se han hecho mayores de verdad, pueden hablar de su pasado con desprecio y afliccion, igual que los adultos. Y tambien las envuelve una melancolia semejante, calida y vaporosa: no saben si hablar o callarse, sienten que se desata en su corazon un brote de pensamientos confusos y reprimidos. Anita contempla el campo de tenis al fondo del jardin, esta desierto y silencioso, la pista es de color parduzco a causa de la lluvia y le parece estar viendo a Filippo con sus pantalones cortos de franela blanca y la raqueta, le parece estar oyendo su voz alegre en las mananas luminosas. --Que septiembre tan triste... Pero Anita sabe que con el verano y las vacaciones ha acabado tambien algo importante y que algo importante empieza de nuevo manana con las clases. Tal vez Grazia podria entenderlo..., pero no sabe como explicarselo. Callan las dos, las cabezas cerca la una de la otra. Sin duda es muy triste que hasta eso tenga que tener un final, este momento de complicidad, de silencio compartido. Ambas saben que terminara y que ya no volvera nunca, por eso no quieren separarse aun. Frente a ellas solo se extiende una certeza: el colegio, el invierno. Todo lo demas es palpitante, intangible, incierto. !Cuantas cosas pasan en un ano! Es imposible no sentir miedo a enfrentarse a el, sabiendo que hay que recorrerlo en toda su extension. Pero Grazia dice: --Tengo que irme a casa. Y Anita la acompana a la puerta y contempla como se aleja desde el umbral: --Hasta manana. Despues de cenar Filippo llama a Anita y la agarra del brazo: --Acompaname al jardin a hacer una cosa antes de irme... En el jardin los arboles inmoviles parecen custodiar la noche. El aire nocturno, humedo y puro, se puede respirar. Anita piensa: <>. El la estrecha con el brazo para que camine muy cerca, le habla y ella trata de escuchar. --Querida, tienes que estudiar y portarte muy bien con mama. Escribeme de vez en cuando. Y cuentamelo todo, todo, siempre. Su voz, su voz. Que triste va a ser el invierno, la casa sin la voz tranquila y tierna de Filippo. Solo sus manos saben acariciar asi. --Filippo, Filippo. --Y de pronto ella siente que tiene ganas de llorar, que tiene en el corazon un pensamiento inquieto y tonto--. No te vayas, no te vayas--dice, y se abraza a el. Ya sabe que no sirve de nada, que es absurdo, que las maletas ya estan cerradas en el pasillo. Filippo se inclina para besarla y le toma la cara entre las manos. La casa, iluminada y bulliciosa, queda lejos. Estan solos en medio del jardin oscuro. Se besan. Que terrible que algo asi haya sucedido entre ellos, dos hermanos. De pronto Anita siente miedo de si misma, de el: de el que la esta besando como un amante. --Es bonito quererse tanto--dice ella, pero sabe de sobra que no es bonito, que es demasiado, que no conviene quererse de ese modo. La infancia de los dos parece clara, lejana--. Tenemos que volver--anade de golpe, reprimiendo una ultima palabra desconsolada, aferrandose a el y caminando hacia la entrada, donde la luz esta encendida. Cuando pasan los arboles, ya bajo la luz, Anita se vuelve para contemplar el rostro de su hermano: le descubre un gesto serio, sereno, como si no hubiese sucedido nada entre ellos. Tal vez sea cierto que no ha sucedido nada. Entran en casa.

  • Luna de sangre (Beatrix Rose 2) de Mark Dawson

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    Hace diez anos, Beatrix Rose formaba parte de un implacable grupo clandestino que se encargaba de realizar el trabajo sucio del gobierno britanico. Cuando descubrio que el jefe del grupo era corrupto, este envio a cinco de sus asesinos para que la eliminaran, pero no lograron su proposito. Craso error.

  • El hielo bajo tus pies (Hermanos McGregor 1) de Josephine Lys

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    Evan McAlister, jefe del clan McAlister recibe la orden del Rey Guillermo de Escocia de contraer matrimonio con una de las hijas del jefe del clan McGregor a fin de acabar con anos de enemistad entre los dos clanes. Sin poder eludir lo inevitable Evan intenta contener los problemas que dicha union esta creando en la alianza con sus clanes vecinos y en el seno del suyo propio, sin poder imaginar que el enemigo esta mas cerca de lo que piensa.

  • La ira de la tierra (Cazadores de brujas 2) de Ada Cruz

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    La reina del Aquelarre oscuro los ato a ella extrayendo su energia, y ahora, ellos, cazadores inmortales, buscan destruir la brujeria y todos cuantos la practican, pero el asunto no es tan simple como ellos creen.
    Angelica ayudo a Violeta a despertar sus dones como bruja, y a consecuencia de eso, los cazadores rastrearon su pista, enviando al mas sangriento de ellos a matarla.

  • Cuenta conmigo de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    El amor puede despertar en las magicas noches veraniegas; o terminar de un modo agridulce. Cinco amigos acaban de graduarse en el instituto, y este es su ultimo verano antes de entrar en “la vida adulta”. Para celebrarlo, deciden recorrer un monton de estados buscando los parques de atracciones mas alucinantes y los centros acuaticos mas arriesgados, en un intento de sentir emociones fuertes para que sus ultimos dias juntos sean inolvidables. Tyler y Naomi llevan anos saliendo juntos y, cuando se acerca el momento de comenzar su vida en comun, deben enfrentarse al hecho de que quizas su relacion no sea tan perfecta como imaginaban. Cam y Leo, los mejores amigos de toda la vida, ante la idea de irse cada uno a estudiar a la otra punta del pais se plantean que tal vez su relacion sea algo mas que amistad.Y despues esta; Jojo, que es... Jojo. La quinta en discordia, el nexo de union entre todos, quien guarda un secreto que la llevara; al viaje mas dificil de su vida.

  • Ahora que ya bailas de Miguel Gane

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    El nuevo poemario del autor de Con tal de verte volar, Miguel Gane.

  • Amy (Senoritas Britanicas 3) de Scarlett O'connor

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    Una historia que derriba los prejuicios y escribe con sus escombros el mas bello amor.
    -Melanie Rogers.

  • La Serpiente Y El Baculo de Barbara Wood

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    Recuerdo dos cosas de la noche en que cayo Jerico. Recuerdo que tenia dieciseis anos y que estaba enamorada. Daba vueltas en la cama, escuchando los sonidos de la ciudad mas alla de mi balcon --Jerico, junto al rio Jordan, nunca dormia--, y en lo ultimo en lo que pensaba era en la guerra. No podia quitarme de la cabeza el hermoso rostro de Benjamin. Aquella noche escuche truenos lejanos. Una tormenta primaveral procedente del Mar Grande, pense. Nubes negras se cernian sobre las poblaciones costeras, sobre Jerusalen, para saciar la sed de Jerico. Demos gracias al Senor, rece para mis adentros. Las palmeras de datiles de mi padre necesitaban la lluvia. En aquel momento mi padre estaba en el templo, sacrificando un cordero joven y pidiendole al Todopoderoso que nos librara de la sequia. Su hermano, mi tio, que era un prestigioso medico, estaba en el barrio pobre, donde la sequia habia causado mas estragos. Todos los pobres lo conocian y lo llamaban <>. Pero aquella fatidica noche de primavera yo no podia pensar en las acciones caritativas de los hombres piadosos. Cerre los ojos, vi la imagen de Benjamin y me deleite en su sonrisa, en sus anchos hombros y en su manera de andar. Sonaba con casarme con el. Benjamin era hijo de una rica familia que controlaba el prospero comercio textil de Jerico. Su padre era un buen amigo del rey. Estabamos prometidos. Aquella noche, mi padre me habia dado un beso de buenas noches y me habia prometido hablar con el padre de Benjamin sobre la fecha de la boda. Se celebraria en verano, porque no hay epoca mas feliz para casarse. Mi vida era perfecta. Mi padre era uno de los ciudadanos mas ricos de Jerico, y mi madre era descendiente de un rey de Siria, en el norte. Viviamos en una casa palaciega con columnas de marmol, dentro de las altas murallas de una ciudad fortificada. Jerico era la ciudad mas segura del mundo, y nuestra casa --la mas elegante despues del palacio del rey-- estaba bajo la sombra protectora de la formidable torre del sudoeste de Jerico, desde la que los soldados defendian la ciudad desde hacia siglos. Teniamos criados y muebles elegantes. Mis hermanas y yo nos vestiamos con ropa de la lana mas delicada, llevabamos joyas de oro y comiamos en platos de plata. Veia ante mi, como un festin servido en una mesa, una vida prospera, feliz y llena de posibilidades. Era la chica mas feliz del mundo. Aquella noche, los truenos se acercaron rodeando las montanas del oeste. Por el balcon me llegaron gritos procedentes de las calles y me pregunte por que podia alguien temer la lluvia primaveral. Y entonces oi un chillido en el piso de abajo. Un estrepito. Pasos recorriendo el brillante suelo de piedra. Salte de la cama y corri hacia la galeria interior que rodeaba el segundo piso de nuestra casa. Mire hacia abajo, hacia la sala central, donde recibiamos a los invitados y celebrabamos fantasticos banquetes. Cuando vi a soldados entrando a grandes zancadas, se me salieron los ojos de las orbitas. No llevaban las tunicas verdes de las tropas cananeas, sino faldas blancas, corazas de piel y cascos cenidos en la cabeza. Al oirlos gritar ordenes a los aterrorizados criados me di cuenta de que eran egipcios. Me di cuenta tambien de que los truenos que habia oido no eran el sonido de la lluvia acercandose a Jerico, sino el ruido de carros de guerra avanzando por las llanuras que rodeaban la ciudad. Me quede paralizada al ver a un soldado agarrando del pelo y arrastrando por el suelo a una de nuestras criadas, que pataleaba y gritaba. Aparecio una ninera con un bebe en brazos: mi hermana menor, que todavia no tenia nombre. Un soldado arranco a la criatura de los brazos de la ninera, la agarro por el pie con su poderosa mano y la lanzo contra la pared. Vi los sesos y la sangre brotando de su blando craneo. Oi pasos detras de mi y me gire rapidamente. Era mi tia Raquel, con un quinque en las manos. Oi el sonido sordo de sus sandalias pisando el suelo de marmol. Su tunica blanca flotaba en el aire como una nube. Estaba palida. --Corre, Abigail --me dijo--. Vistete. Tenemos que ponernos a salvo. Me vesti a toda prisa y bajamos a la planta baja por una escalera de la parte de atras. Encontre a mi familia reunida ante la puerta de un pasadizo secreto. Mi madre abrazaba a mis dos hermanas menores con ojos aterrorizados. Al verla me asuste. Mi madre era una belleza de sangre real, con un aplomo que maravillaba a todo el mundo, pero en aquel momento era la viva imagen del panico. Oiamos los gritos que invadian la casa, el ruido de objetos rompiendose, y temblabamos. Aquellos hombres gritaban en egipcio. Seguro que estaba sonando. Aquello era una pesadilla de la que no tardaria en despertarme. El rey nos habia asegurado la paz entre Jerico y Egipto; habian firmado un tratado. Aparecio el mayordomo, con su larga tunica negra desalinada y el fajin rojo colgando. Se llamaba Abraham y llevaba dos generaciones con nuestra familia. --La casa no es segura, senora --le dijo a mi madre--. Los egipcios estan invadiendo todas las casas. Estaremos mas seguros al otro lado de las murallas. Las llevare a las montanas. --Pero mi marido… --Deprisa, senora. Mi tia Raquel me cogio de la mano. --Vamos, Abigail, tenemos que ponernos a salvo. Mi tia estaba palida. El miedo invadia sus ojos. Su marido --mi tio-- estaba en el barrio pobre, y mi padre estaba en el templo. ?Los protegeria el Todopoderoso? Seguimos a Abraham por un estrecho pasadizo que habian construido entre las paredes hacia mucho tiempo para salir huyendo, porque Jerico habia sido saqueada muchas veces a lo largo de los siglos. Corrimos asustados, con el corazon latiendonos a toda velocidad y los gritos de nuestros criados golpeandonos los oidos. De pronto salimos al caos y al tumulto de la noche. La gente corria por las calles, perseguida por soldados extranjeros a caballo. Nos apinamos y esperamos a que Abraham encontrara la manera de trasladarnos a los campos del otro lado de las murallas. Junto a las puertas abiertas de la ciudad vimos escenas terribles: antorchas encendidas, soldados luchando cuerpo a cuerpo, generales en carros dorados, gritos fantasmales y sangre, mucha sangre. Corrimos. Los habitantes de Jerico huian por todas partes, por las calles y por los campos de cultivo, cargando con sus hijos y algunas posesiones, algunos medio desnudos. Los soldados egipcios los perseguian con espadas y lanzas. Nuestro grupo cruzaba un campo de cebollas a la luz de la luna llena cuando un egipcio montado en un inmenso caballo aparecio de pronto de la nada galopando hacia nosotros. Gire bruscamente para escapar de las tremendas pezunas del animal. Mi madre salio corriendo en sentido contrario y se libro tambien de las pezunas, pero el soldado levanto la espada y trazo un espantoso arco. La hoja rebano el cuello de mi madre tan limpiamente como una guadana segando una gavilla de trigo. Vi su cabeza volando por los aires, con una mirada de estupefaccion en el rostro. El caballo paso de largo y vi el cuerpo de mi madre, con su tunica blanca, derrumbandose como una estatua derribada. Me detuve con la boca abierta. En aquellos momentos no entendia lo que estaba viendo, lo que habia pasado. Busque la cabeza de mi madre con la mirada. No se por que lo hice, pero en aquel momento me parecio importante encontrarla. Despues, lo unico que recuerdo es que unos fuertes brazos me sujetaron y que todo se volvio negro. Cuando recupere la conciencia estaba con un grupo de refugiados en las montanas del oeste de Jerico. Todavia no habia amanecido. Muchos se habian puesto a salvo en las cuevas y en las densas arboledas. Se apoyaban unos en otros y observaban horrorizados como Jerico caia en manos del poderoso ejercito del faraon. Una figura alta y delgada surgio de la oscuridad. Alabado sea el Todopoderoso, era el hijo de Raquel, mi primo Yacov. Me contaron que habia sido el quien me habia trasladado a las montanas y luego habia vuelto a la ciudad para enterarse de lo que estaba pasando. --Rezad una oracion --dijo Yacov--. Los hombres han muerto. Los han acorralado, los han llevado al Templo de la Luna y los han asesinado. Lo he visto con mis propios ojos. --?Mi padre? --le pregunte. --Y el mio --me contesto Yacov con ojos sombrios--. Lo han arrastrado desde la cama de un paciente y lo han matado de forma salvaje. Pero ahora estan con el Todopoderoso. Alabado sea. --Senor Todopoderoso, que sus almas esten contigo --murmuro mi tia Raquel cubriendose la cara con las manos. Se le resbalo el velo, que dejo al descubierto su abundante melena caoba. El pelo y la barba de Yacov eran del mismo color. --!Es el fin de Jerico! --gritaron los demas--. El fin del mundo. --El faraon no destruira la ciudad --intervino Yacov--. No es eso lo que pretende. Lo que quiere es ocupar Jerico, una rica ciudad por la que pasan gran cantidad de lucrativas rutas comerciales, pero no podemos volver a nuestras casas, porque se las daran a ciudadanos egipcios. --Y anadio amargamente--: Asi es como el faraon expande su imperio, conquistando las ciudades y los pueblos de Canaan y convirtiendolos en vasallos de Egipto. Mis hermanas, de nueve y once anos, se estremecieron y gimieron llevandose las manos a la cara. --?Que vamos a hacer? ?Adonde vamos a ir? --Yacov, ?podemos esperar? --pregunto mi tia Raquel--. ?Podemos quedarnos aqui hasta que concluyan las hostilidades y negociar para recuperar nuestra casa? Mi tia se retorcia las manos con fuerza intentando no perder el control. Mis padres muertos. Su marido asesinado. De Raquel y de su joven hijo dependia que los demas nos salvaramos. Yacov nego con la cabeza. --Los egipcios estan violando a las mujeres. Lo hacen para esparcir la semilla egipcia, y asi, con sus bastardos mestizos, asegurarse la futura lealtad al faraon. Madre, ni tu ni las ninas podeis volver. --Pero ?por que, hijo mio? --grito Raquel, que necesitaba entender aquella calamidad. --Dicen que el faraon necesita trabajadores para construir su nueva ciudad. Sus tropas estan asaltando las tierras del sur para capturar prisioneros y llevarselos por la fuerza a Egipto. En su mayoria son habiru, porque los habiru son pastores nomadas indefensos a los que pueden capturar facilmente, pero se han llevado tambien a algunos cananeos.

  • Ave Fenix. Se puede renacer por amor de Christian Martins

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    Tras la muerte de su padre, Madison Harvey y su madre se trasladan a un pequeno pueblo con la intencion de comenzar una nueva vida; pero la joven Maddi no tarda demasiado en darse cuenta de que en ese lugar los habitantes se comportan de una forma muy extrana.

  • El agua de la vida de Sara Gruen

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    Fin de ano, 1944. Para Maddie y Ellis Hyde, un joven matrimonio de clase alta de Filadelfia, la guerra y la privacion son conceptos lejanos. A Ellis solo le interesa divertirse gracias al dinero que recibe de su padre. Pero cuando el viejo general Hyde les corta su asignacion, Ellis decide recuperar el favor de su padre retomando el proyecto en el que este fracaso anos atras: encontrar al famoso monstruo del lago Ness.
    A pesar de las quejas de Maddie, y acompanados por su inseparable amigo Hank, los tres parten hacia Escocia y se instalan en un pequeno hotel rural, sin ninguno de los lujos que tan bien conocen. Ajenos a todo, cada dia los dos hombres salen a buscar al mitico monstruo, mientras otro monstruo, Hitler, esta arrasando Europa. Maddie, sola la mayor parte del tiempo en un pais extranjero, rodeada de desconocidos, debe comenzar a preguntarse quien es y que quiere en realidad.
    Apasionante y conmovedora, El agua de la vida narra una intensa historia de amor, pero tambien el despertar de una joven privilegiada que, a medida que va experimentando lo que sucede a su alrededor,
    aprende a entregarse a los demas como nunca antes lo habia hecho.
    Una tierra de misterio y leyendas. Un amor capaz de cambiarlo todo.

  • Contra las estrellas, Claudia Gray de Claudia Gray

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    Una batalla intergalactica. Una alianza forzosa. Una pasion imposible.
    ?Suenan los androides con amores electronicos?

  • Jessica Cardelini, Ed Silva Jr de Ed Silva Jr

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  • La llegada del duque de Elisabeth Boyle

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    El dia amanecio como siempre lo hacia en mayo en la aldea de Kempton, con una brillante llovizna de rayos de sol, un toque de rocio en la hierba y los pajaros cantando alegres melodias en el jardin. Nada indicaba que aquel dia la senorita Tabitha Timmons no solo se veria prometida, sino que ademas se enamoraria locamente. Y no necesariamente seria todo con el mismo hombre. No, lo unico que Tabitha pensaba mientras salia aquella tarde de la casa del vicario, cerraba la puerta con cuidado detras de ella y se dirigia a su reunion de los martes de la Sociedad para la Templanza y Mejora de Kempton era que por fin podia escapar de las ordenes de su tia y de las quejas de su tio por tres maravillosas horas. --Ah, aqui estas --dijo la senorita Daphne Dale alegremente desde la cancela del jardin, donde esperaba a Tabitha--. Estaba empezando a temer que ella no te dejara venir --continuo hablando Daphne en un susurro mientras se agachaba para rascar detras de las orejas al Senor Muggins, el perro que siempre acompanaba a Tabitha. El gran terrier irlandes levanto la cabeza hacia Daphne y le dedico una mirada de pura admiracion con sus enormes y expresivos ojos marrones. --Entonces la tia Allegra tendria que ir en mi lugar, y que Dios la libre de que le encarguen alguna tarea --dijo Tabitha. Miro por encima del hombro y agradecio que las cortinas siguieran echadas, lo que significaba que su tia no estaba mirando, buscando alguna excusa para hacerla volver. --Que idea tan horrible --afirmo Daphne. Enlazo un brazo con el de su amiga y tiro de ella para alejarla de la casa del vicario, que una vez habia sido el hogar feliz de Tabitha. Todavia deberia serlo, situada donde estaba, baja y maciza a la sombra de la iglesia de Saint Edward, una enorme reliquia de la epoca normanda. La iglesia tenia altos muros de piedra, una nave larga y un campanario solo empequenecido por las alturas de Foxgrove, la propiedad cercana del conde de Roxley. Sin embargo, despues de que muriera su padre dos anos atras victima de una dolencia cardiaca y de que su tio se instalara alli como el nuevo vicario, ahora el amado hogar de infancia de Tabitha era un lugar deprimente y sombrio. Por lo menos, penso ella, todavia se le permitia asistir a las reuniones de la Sociedad, aunque solo fuera porque a su tia le parecia que la mision de proporcionarles cestas de caridad a las numerosas solteronas de Kempton era una tarea aburridisima. Caminaron sin prisa por Meadow Lane, el sendero estrecho que iba desde la casa del vicario a High Street, mientras Daphne parloteaba, poniendo a Tabitha al dia de los cotilleos del lugar. --… y lady Essex nunca permitira que Louisa y Lavinia se salgan con la suya en ese tema. Los banderines para el baile del solsticio de verano siempre han sido de color lavanda. !Verde manzana, imaginate! Tabitha sonrio y dejo que la chachara cayera sobre ella como si fuera un balsamo, porque cuando estaba con Daphne o en las reuniones semanales de la Sociedad, era facil creer que no habia cambiado nada en su vida, que una vez fue idilica. --Ayer, incluso fui a visitar a las gemelas e intente, muy educadamente, explicarles que, si insistian, solo conseguirian aumentar la ira de lady Essex. --Daphne suspiro--. !Oh, como les gustan los problemas a Louisa y a Lavinia! Tabitha miro a su amiga. --?De verdad pensabas que podrias hacerlas desistir de su empeno? --Tenia la esperanza --le confeso Daphne--. Y si eso no funcionaba, pense que mi nuevo sombrero las distraeria. Inclino la cabeza para ensenarle el sombrero de seda verde, que tenia un lazo gris que llamaba la atencion. Tabitha estaba acostumbrada a ver pavonearse a Daphne y se rio. --Has convencido a tu padre para que te adelante la asignacion, ?verdad? Su amiga sonrio sin mostrarse arrepentida. Le brillaron los ojos azules cuando levanto una mano enguantada para tocarse el estiloso borde del sombrero. --Si, y cada chelin ha merecido la pena --afirmo Daphne--. Tenia miedo de que papa no cediera antes de que la senorita Fielding lo descubriera y me lo arrebatara, !y ya sabes lo mal que le sienta el verde! Tabitha se rio. La rivalidad entre Daphne y la senorita Fielding aumentaba con cada ano que pasaba. --Creo que a ti te quedaria perfecto --dijo Daphne de pasada--. Podrias probartelo cuando lleguemos a casa de lady Essex. Miro a Tabitha con amabilidad y se mordio el labio inferior mientras esperaba su respuesta. Como sabia bien lo que pretendia hacer su amiga, Tabitha nego con la cabeza. --Sabes que ni siquiera puedo plantearmelo. ?No recuerdas como se puso mi tia cuando me diste esos guantes el invierno pasado? --No era caridad --afirmo Daphne frunciendo el ceno--. Y esto tampoco lo seria. Es solo que no tienes un sombrero nuevo desde… --Desde hace dos anos --replico Tabitha. Ni un vestido nuevo. Ni zapatos. Ni medias--. La verdad es que no me importa. --!Pues a mi si! --le espeto Daphne--. A tus tios deberia avergonzarles la forma en que te tratan, dandote migajas de mala gana. ?Que podia decir Tabitha? Todo era cierto. Su tia y su tio se habian alegrado mucho de adquirir la posicion elevada del estilo de vida de su padre cuando este habia muerto, pero ?se podia decir lo mismo de conseguir la custodia de su sobrina pobre? En lo mas minimo, sobre todo teniendo en cuenta que no tenian hijos. A la tia Allegra, que no tenia ni una sola celula maternal en todo su cuerpo, incluso le gustaba quejarse de que su sobrina ocupaba demasiado espacio en el rincon del desvan que le habian asignado gentilmente para dormir. A Tabitha no le importaba vivir en ese escondite, porque era donde se guardaban los baules de su madre. Esa cercania le permitia captar de vez en cuando una nota del perfume de violetas que habia usado. Eran unos momentos tan vagos como los recuerdos que tenia de la gracil belleza que habia muerto de unas fiebres cuando ella aun era muy pequena. --Cada vez que tu tio da un sermon sobre la caridad, me dan ganas de levantarme y de decirle que es un hipocrita controlador --afirmo Daphne. --Eres incorregible --la regano Tabitha, aunque con poco entusiasmo, porque si habia alguien que velara por sus intereses, esa era Daphne. --?Quien es incorregible? --pregunto la senorita Hathaway cuando se unio a ellas en el punto en el que Meadow Lane se cruzaba con High Street. Fiel a su aspecto habitual, Harriet llevaba el borde del vestido lleno de barro, la ropa ligeramente arrugada, el sombrero torcido y en una de sus mejillas sonrosadas habia una mancha de algo. Probablemente se le habria hecho tarde y habria salido corriendo de los establos de Pottage sin haberse mirado en un espejo. Estaba claro que lady Essex se molestaria por la apariencia descuidada de su pupila. Su senoria estaba poniendo muchas esperanzas en llevar a Harriet a Londres y encontrar para ella un buen partido, aunque casi nadie en Kempton le daba mucho valor a tales ideas. Despues de todo, estaban hablando de <> Hathaway. --Yo --le dijo Daphne, y cambio de tema con habilidad--. Me he comprado un sombrero nuevo. Harriet le echo una mirada. --Oh, si, es verdad. ?No es el que me ensenaste la semana pasada en el escaparate de la senora Welling? Daphne asintio. --Es bonito, ?no te parece? Harriet lo volvio a mirar y dijo: --Si, pero creia que estaba adornado con una pluma. --La he quitado --contesto Daphne en voz baja, inclinando la cabeza con aire despreocupado hacia el Senor Muggins. Tabitha se avergonzo. Queria muchisimo a su perro, pero el pobre era incapaz de darse cuenta de que un ribete emplumado de una pelliza o una pluma de ave en el borde de un sombrero no formaba parte de un pajaro de verdad. Despues de haber destrozado tres sombreros de la tia Allegra poco despues de la llegada de esta, la dama habia amenazado con expulsar al perro barbado… solo para descubrir que toda la aldea de Kempton y buena parte de la poblacion de las aldeas cercanas se habia negado a encargarse de <>, para alivio de Tabitha. Al final, la dama indignada habia hecho lo mismo que Daphne y habia quitado todas las plumas de sus sombreros. Incluso la indomita lady Essex retiraba las plumas de su turbante favorito antes de ponerselo en una reunion de la Sociedad. Ninguna pluma estaba a salvo cuando el Senor Muggins se encontraba cerca, para disgusto de Tabitha. ?Por que no sentia tal hostilidad por las ardillas o las ratas, como otros terriers? Tabitha se sentia obligada a llevarse a su travieso companero a todas partes, por miedo a que el tio Bernard encontrara a algun transeunte desprevenido lo suficientemente ignorante como para que se llevara al perro. --Pareces cansada, Tabitha --comento Harriet--. Y mas delgada. Trabajas demasiado. Tabitha aparto la mirada. --Tuve que fregar antes de salir, asi que me he levantado temprano. Daphne la miro de lado. --Y supongo que tambien has abrillantado la plata, has lavado los platos, has dejado la mesa puesta para la cena y le has cortado las verduras a la senora Oaks. Eso no era todo, porque tambien habia planchado. Aun asi, quiso hacerle frente a la preocupacion de sus amigas. --No me mireis asi. No me importa trabajar. Harriet apreto la mandibula y dijo: --Alguien tiene que recordarle a tu tia que eres una dama, no la mujer de la limpieza. --Preferiria que nadie lo hiciera --contesto Tabitha. Por lo menos, tenia un techo sobre su cabeza, algo que a sus tios les gustaba recordarle todos los dias. --Siempre puedes venir a vivir… --empezo a decir Harriet, pero Tabitha la interrumpio sacudiendo la cabeza con vehemencia. <> Lady Essex tambien le habia ofrecido un lugar donde vivir en Foxgrove y, Daphne, una habitacion en Dale House, pero sus tios se habian negado a permitir que se mudara, convencidos de que se dedicaria a llevar una vida disipada y licenciosa sin su constante proteccion. Eso, y perderian a una doncella que trabajaba gratis. Pero tambien estaba el hecho de que a Tabitha le encantaba la vicaria. Siempre habia sido su hogar. Y aunque ahora solamente tenia un pequeno rincon bajo el alero y comia en la cocina, por lo menos todavia podia ocuparse de las flores de su madre en el jardin y mirar la firme caligrafia de su padre cuando anotaba alguna entrada en el registro de la parroquia. Era lo mas parecido a un hogar que tendria nunca. --Si por lo menos no fueramos de Kempton… --dijo Daphne, suspirando audiblemente--. Entonces podrias casarte y escapar de las exigencias de tu tia. --Pensemos en algo mas alegre --propuso Harriet como si hubiera visto la sombra que habia cruzado la cara de Tabitha--. Como, por ejemplo, en lo roja que se pondra lady Essex cuando las gemelas Tempest propongan su ridicula idea, otra vez, de cambiar el color de los banderines del baile del solsticio de verano. Las tres se rieron y siguieron caminando contentas, de lo que Tabitha se alegro. Por lo menos, algunas cosas no cambiaban nunca. Se estaban acercando a la herreria, donde resonaba el martillo del senor Thury con fuerza mientras trabajaba incesantemente en alguna tarea. A pesar de que el sonido les resultaba familiar, Daphne se detuvo con brusquedad. --!Oh, cielos! Al oir su exclamacion Harriet se paro, trastabillando, mientras hundia en la gravilla los tacones de sus botas. Dejo escapar un juramento que seguramente habia aprendido de alguno de sus cinco hermanos y termino con la frase, nada propia de una dama: --!Eso si que es un equipo condenadamente bueno! Tabitha se detuvo, las miro, se llevo una mano a la frente y entorno los ojos contra el sol hasta que fue capaz de ver lo que habia cautivado a sus amigas. Alli, frente a la forja del senor Thury, habia un sofisticado carruaje, un faeton, segun le parecia, pero dejaria que fuera Harriet quien lo asegurara, porque estaba mucho mas informada de tales asuntos. Fuera lo que fuera, el caro vehiculo estaba caido porque le habian quitado una rueda, y probablemente el herrero lo estaba reparando. Era una enorme rareza que no solia verse en Kempton. Porque, mientras que en Kempton abundaban las solteronas y las damas que no se habian casado, faltaban caballeros, y por eso era muy raro ver esos articulos masculinos. --Dios mio, ?habeis visto alguna vez algo mas admirable? --susurro Daphne. Tabitha miro a su amiga. --Creo que ni siquiera tu padre usaria ese medio de transporte. --No estaba mirando el carruaje --confeso Daphne--, sino al caballero que lleva esa chaqueta tan esplendida.

  • No llores de Mary Kubica

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  • Veinte mil leguas de viaje submarino de Jules Verne

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    ” Veinte mil leguas de viaje submarino ” es una gran narracion poetica, furibunda, impregnada de tintes romanticos y descripciones sublimes, presidida por el mar y por uno de los mejores personajes de Jules Verne, el capitan Nemo, y su legendaria maquina, el submarino Nautilus. Verne ha inspirado a lectores y escritores de todo el mundo. Turgueniev, Tolstoi, Bradbury, Rimbaud, Perec o Le Clezio son solo algunos de los que lo han leido con pasion. Ahora, cuando celebramos el sesquicentenario de la publicacion de esta obra, podemos recordar las palabras de Fernando Savater, que afirma que para interesarse por Verne basta con que el lector ” no haya perdido la capacidad de gozar leyendo ”

  • El Alcalde y la Activista de Laura Benet

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    Cristina aparco su coche frente al lujoso hotel donde tendria la reunion. Habia llegado el momento. A sus veinticinco anos, era la presidenta de Ecomovie, una asociacion dedicada a la defensa del medio ambiente, y por fin habia conseguido una audiencia con el alcalde. Ese hombre debia entender que no podia jugar con la salud de las personas. Que no podia permitir que se construyera esa urbanizacion. La vida salvaje tambien era importante. Sonrio. Lo conseguiria. Sabia ser convincente. -Debe de ser por aqui -murmuro mirando a su alrededor. De estatura media y morena, Cristina era guapa, pero destacaba sobre todo por sus llamativos ojos azules y su personalidad arrolladora. Su mayor atractivo era su valentia y su decision. Su cita era a las doce y faltaban cinco minutos. Perfecto. No llegaria ni pronto ni tarde. Solo le faltaba encontrar la sala donde la recibiria el alcalde. La Sala 3. Un letrero senalaba la ubicacion de dicha sala, y Cristina se dirigio hacia alli. -!Cristina! -una voz conocida la llamo desde unos metros atras. -!Carlos! -exclamo Cristina sonriendo. Vaya. !Que casualidad! Cristina conocio a Carlos en una boda. En realidad, en una boda doble. Andrea y Teresa, sus mejores amigas, se casaron con Alberto y Daniel, dos amigos de Carlos. Durante el banquete que siguio a la ceremonia, alguien, no recordaba quien, se lo presento. Y a ella le parecio superatractivo. Alto, rubio y con la cara cuadrada, no solo la dejo impactada, sino que lo paso realmente bien con el. Carlos y ella estuvieron flirteando durante toda la noche. Bailaron, rieron, pero no llegaron a nada. Carlos le gustaba y esperaba que la llamara, pero todavia no lo habia hecho y ella estaba algo mosqueada. -Justo estaba pensando en llamarte -dijo Carlos cogiendole las manos y mirandola a los ojos. Se mostraba tan contento de verla, que Cristina lo perdono enseguida. -Estas guapisima -dijo el haciendola girar sobre si misma-. ?Que haces por aqui? -Una reunion con un pez gordo -contesto ella evasiva. No le gustaba dar datos sobre sus actividades-. Un tio desagradable de verdad -fruncio el ceno. -!Pobrecita! ?Como de desagradable? -pregunto el solidario. -Seguro que tiene sobrepeso y una papada descomunal -Cristina sonrio de su imaginativa descripcion-. ?Y tu? -Una reunion tambien, pero la mia es aun peor -Carlos bajo la cabeza-. Es con una tocapelotas. Una senora que se ha pasado las ultimas semanas fastidiando de todas las formas que se le ocurrian. Supongo que no tendra sobrepeso – Carlos suspiro con paciencia-. Pero si lo tuviera, puede que no estuviera tan amargada y que no les amargara la vida a los demas. Se miraron a los ojos y ambos sonrieron con simpatia. Cada uno compadeciendose del otro. -?Nos tomamos un cafe en cuanto nos libremos de ellos? -pregunto Carlos mientras se dirigian juntos hacia las salas de reuniones. -Vale -contesto ella-. Supongo que ese tio me echara en media hora o asi. -Pues yo creo que tambien podre librarme de la mia mas o menos en ese tiempo. Quedamos en la cafeteria despues. -De acuerdo -sonrio ella. Casi habia llegado a su destino. -?A que sala vas? -pregunto el. -A la tres. ?Y tu? Carlos paro en seco y miro los papeles que llevaba en la carpeta. Leyo algo, incredulo, y luego fijo la vista en Cristina con los ojos muy abiertos. -!Eres la activista! -acuso-. Cristina Bartual, ?verdad? !Me has tomado el pelo! -?De que me hablas? -pregunto Cristina sorprendida. -Tienes una reunion con el alcalde, ?no es cierto? Cristina afirmo con la cabeza. ?Como lo sabia? Y ademas, ?que le pasaba? Estaba muy raro. -?Lo conoces? -pregunto Carlos al cabo de unos instantes, que a Cristina se le hicieron eternos. -No -contesto ella-. No lo he visto nunca en persona. No tengo ningun interes en conocer a ese tipo de gente -explico muy ufana-. Son unos explotadores. Hablare con el, intentare convencerle de algo que es mas que evidente que debe hacerse, y luego espero no volver a verlo nunca. ?Por que lo preguntas? -Soy yo. Carlos Fuenlabrada soy yo. Cristina se quedo traspuesta unos segundos. Eso no podia ser verdad. ?Carlos el alcalde? El majisimo Carlos, tan agradable y educado, no podia ser ese tipo egoista y marrullero que habia concedido la licencia para la construccion del bodrio. Imposible. Ademas, el alcalde no podia estar tan bueno. El alcalde tenia que ser gordo. Y feo. Por las cosas que hacia. Carlos la miraba con el ceno fruncido. -!Me tomas el pelo! -exclamo ella. -Hablo en serio. Mira -dijo el mostrandole los datos de la reunion a la que ambos tenian que acudir. Cristina estaba viviendo una pesadilla. Nunca se le habria pasado por la cabeza que, el Carlos alcalde, fuera tambien el atractivo Carlos que tenia frente a ella. -Preparate -dijo finalmente, sobreponiendose a su incomodidad, y entrando decidida en la Sala 3-, porque esa tocapelotas enjuta y amargada va a hacer honor a su nombre. -Bien -contesto Carlos entrando tras ella-, porque el gordo de la papada no va a dejarse amedrentar. * * * La reunion estaba siendo un desastre. Cristina no podia convencerlo de nada, Carlos no daba su brazo a torcer en ninguno de los puntos que trataban, y ninguno de los dos cedia. -!No quieres entenderlo! -exclamo Cristina. -Eres tu la que se empena en no aceptar las ventajas de una gran urbanizacion. La gente podra comprar su primera vivienda con mas facilidad. -?Y que pasa con el medio ambiente? ?No te das cuenta de la repercusion ecologica? -pregunto Cristina desesperada- Eso sera un desastre. -Hemos calibrado las ventajas y los inconvenientes -dijo Carlos sin inmutarse. -Esa zona incluye un humedal. Muchas aves anidan ahi. Pero Carlos se empenaba en no entenderlo. Durante mas de media hora estuvieron calibrando fuerzas. Se levantaban, volvian a sentarse, amenazaban, razonaban,… y seguian discutiendo. Pero naturalmente, la autoridad jugaba con ventaja y Cristina se fue con las manos vacias. Salio tal y como habia entrado, pero con un sentimiento de rabia y frustracion anadido. -!Olvidate del cafe! -dijo Cristina cuando salio. Tuvo que esforzarse en no cerrar de un portazo- Y hasta nunca. !Ojala que no se hubiera enterado de que Carlos, el Carlos que ella conocia, era tambien el alcalde! Aun le costaba creerlo. Carlos, el simpatico y encantador Carlos, seria el responsable del deterioro de una zona paradisiaca. Esa urbanizacion acabaria con la vida animal de la zona. Total para que unos cuantos urbanitas, que no tenian ni idea de las consecuencias, pudieran comprar sus casas algo mas baratas. Subio al coche enfadada y se dirigio hacia el emplazamiento donde pretendian construir el bodrio. Alli habia quedado con los demas activistas y socios de Ecomovie. -Manana empieza la movida -dijo como saludo. -?Como ha ido? -pregunto Alejandro, uno de los manifestantes-. !Ah! – exclamo al mirar su cara con atencion- Parece que no muy bien. Alejandro era un joven arquitecto muy vinculado a las asociaciones en defensa de la naturaleza. Alto, rubio y en buena forma fisica, era muy atractivo, y Cristina sabia que ella le gustaba. Pero a ella no le gustaba el. Le faltaba garra y era demasiado predecible. Aunque era un buen tipo y un buen amigo. Podia confiar en Alejandro. No como en otros. -Pues no, no ha ido bien. Habra que movilizarse. Todos prometieron acudir al dia siguiente. No eran muchos, pero tenian que impedir la tala de dos alcornoques. Eran muy antiguos y merecian un respeto, pero los constructores querian cortarlos para meter las excavadoras. -Nosotros vendremos a las ocho -dijo Alejandro. -Supongo que empezaran a las nueve -contesto Cristina-, pero saben que estaremos aqui, asi que nunca se sabe. -No saldra bien -dijo Alejandro con tristeza-. Lo intentaremos, pero no saldra bien. No era el momento de hundirse, y Alejandro era demasiado pesimista. -Yo seguire intentando parar esto de la forma habitual -hizo una pausa-. Pegando la paliza -sonrio-. Pero no conseguire nada. El alcalde es demasiado cazurro. Lo que si espero es tocarle las narices lo bastante como para que nos haga caso a la larga. Al final, ganaremos. -?Y que pasara con los alcornoques? -pregunto Alejandro. -De los alcornoques te puedes despedir. No llegaremos a tiempo. * * * Cristina se dirigio preocupada hacia el pueblo cercano. No habia comido en todo el dia y necesitaba nutrirse. ?Donde podria encontrar fruta fresca? Porque no le servia cualquier comida. Cristina era vegana. No comia ni animales ni sus derivados. Y no siempre le resultaba facil encontrar alimentos adecuados y nutritivos fuera de casa. Por suerte, pronto encontro una fruteria y pudo comprar la cena y el desayuno del dia siguiente. Ya mas tranquila, se dirigio hacia su hotel. Mejor dicho, hacia el que habia sido su hotel hasta ese dia. Porque ya no podria quedarse alli, pero tenia que recoger su maleta

  • Indomables de Mercedes Santos

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    Intrigas, enganos y desencuentros en tiempos de guerra.

  • Amor y dolor (Rosa blanca 3) de Laura A. Lopez

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    Tercera entrega de la serie de romance historico <>.

  • Duelo de Eduardo Halfon

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    En este nuevo libro del proyecto literario de Eduardo Halfon, el autor guatemalteco, siempre indagando en los mecanismos de la construccion de la identidad, se sumerge en aquellos que se originan en las relaciones fraternales: duelo como combate que se inicia con el nacimiento de un hermano y duelo tambien como luto por su muerte. Una novela profunda y emotiva que acrecienta la reputacion del autor.

  • Variaciones enigma de Andre Aciman

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    La nueva y mejor novela del autor de Llamame por tu nombre.

  • Sonka de Ignacy Karpowicz

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    Hace mucho, mucho tiempo... Asi comenzaba Sonka ciertas frases en las que no aparecian ni vacas, ni gallinas, ni cerdos; ni fiestas, ni pan, ni impuestos; ni siegas de heno, ni recolecciones de patatas, ni granizadas. Asi comenzaba frases que se le atascaban en la garganta o se detenian en sus lisas encias, desdentadas, para deslizarse de nuevo hacia el interior de su cuerpo, hasta los pulmones, el corazon y el polvo arremolinado entre sus viejos y desgastados organos. Sin embargo, despues de ese <>, a veces las palabras superaban los obstaculos, atravesaban el tejido de la carne y del tiempo, resonaba hasta la ultima de sus silabas y solo entonces volvian a penetrar en el cuerpo: viajaban a traves de los oidos hasta el cerebro, donde se hacian un hueco y esperaban a que el sueno destensara los sucesos aciagos, a que disipara los problemas. Entonces, como en tantas otras ocasiones, las palabras aparecian en los suenos en forma de historias, unas buenas, otras malas, dependiendo de por donde se mirara, cuando se despertara y adonde se hubiera o no llegado. Habian pasado diez, treinta o cincuenta anos, aunque para Sonka veinte, cuarenta o sesenta anos significaban <>, una invariable lejania. Y despues de ese <>, despues de ese <>, siempre surgia, de un modo identico, la epoca en que Sonka, siendo aun muy joven, habia vivido y experimentado con tal plenitud que luego ya no tuvo ni vida ni sentimientos. !Bah!, decia moviendo un racimo de dedos, saltaron los plomos, los fusibles, !paf! Porque las personas, como solia decir, no estan hechas de materiales duraderos, se componen de lo que comen: leche, carne y harina; frutas, setas, prosfora y sal. Pues si, sobre todo sal. Es la que le confiere al conjunto su sabor y su forma, hace que la persona no se estropee, no se pudra, sino que se reseque hasta que comienza a parecerse a un hueso que ha pasado mucho tiempo expuesto a la lluvia y al sol. Porque cuando una persona, y desde luego una mujer de pueblo, siente demasiadas cosas y vive demasiado deprisa, algo le chisporrotea por dentro, chisporrotea y chisporrotea, hasta que la instalacion entera queda inservible. Dios Padre, nuestro Hospadzi,[1] no acepta reclamaciones, a pesar de lo cual a veces se le olvida enviar al capataz ataviado con su tunica negra y su calavera y que con su guadana siega piernas, tendones y ligamentos para que reine una cierta pulcritud y un cierto orden efimeros, hasta que llegue la pulcritud de las cupulas radiantes y el orden definitivo, reflejado en los ojos abismales de los santos retratados en tablas doradas, en la fuente misma de la nada. Sonka extrajo el clavo de la cadena a cuyo extremo aguardaba, placidamente, una vaca manchada. La res rumiaba hierba y daba leche, paria cada dos anos, proporcionaba carne y piel; producia dinero, que, si bien no era mucho, no se podia desdenar. Producia ese dinero como si se tratara de la casa de la moneda, incluso cuando dormia o cuando por debajo de su inquieta cola excretaba una plasta que se esparcia como una imagen del test de Rorschach. El prado alimentaba a la vaca, y la vaca, al alimentar a los de la ciudad, alimentaba tambien a Sonka. El mundo esta organizado de tal manera que para que unos puedan comer es preciso que otros coman. Porque si todos dejan de comer, decia Sonka, el mundo enflaquecera, y si el mundo enflaquece hasta quedar en los huesos, entonces ni la grasa de castor ni los curanderos podran hacer nada. Despues de extraer el clavo Sonka aguardo un instante a que su respiracion dejara de golpearle las costillas con tanto dolor, se apoyo en la cayada nudosa, pesadamente, tal y como en tiempos se apoyaba en una horca, e incluso mas pesadamente, porque ahora se sentia pesada, terriblemente pesada, como si fuera un saco de carne. Se arreglo el panuelo, lanzo unos chasquidos y le dijo a la res: --Nu, Mucka, pashla.[2] La central lechera manchada, automotriz y con las ubres colmadas, miro a Sonka con el marron mas marron de sus ojos, en cuyo fondo crecia la hierba, revoloteaban los tabanos y en el abrevadero nadaban unos minusculos pececillos espinosos, kaluchki,[3] de los cuales se saca un provecho tan pequeno como ellos mismos, aunque lo que es pequeno o inservible en epoca de bonanza se convierte en grande e indispensable en tiempos de hambre y guerra. Sonka se puso a caminar muy despacio, ni siquiera miro hacia atras por encima del hombro, el izquierdo para el mal de ojo, el derecho para deshacer los hechizos, porque sabia que la res conocia el camino: un sendero abierto a fuerza de pasar por alli, y que descendia con suavidad hasta la orilla del rio, llena de pisadas de pezunas. Una vez alli, la vaca beberia unos dos cubos de agua y la viejecita sacaria del bolsillo un caramelo de menta de los baratos. Despues tendria que regresar, cuesta arriba, deteniendose al menos tres veces para que la respiracion la alcanzara, porque, como decia Sonka, la respiracion no caminaba al mismo ritmo que la persona, y si alguien va demasiado deprisa es capaz de perder su propio aliento, y cuando alguien pierde su aliento, ni san Nicolas el Milagrero ni san Menas pueden encontrarlo. Pero en cuanto la vereda arenosa sale de detras de los matorrales, entonces ya se puede dejar que las piernas te lleven a casa sin ninguna inquietud. De tanto en tanto, un coche con matricula de Bialystok o incluso de Varsovia pasa junto a ese camino arenoso. Cruza en un visto y no visto, levantando tanto polvo que parece una cortina de humo. Y en ese momento --como sucede en los cuentos, cuando el principe aparece a caballo y ve a una campesina en la que descubre su destino, la felicidad, sus vastagos y la maldicion del matrimonio morganatico-- aparecio por la carretera una limusina de quinientos caballos. Aparecio y, finalmente, se detuvo. Aquella mole ovoide, un Mercedes clase S, permanecio inmovil, lanzando destellos grisaceos como si se tratara de un escarabajo agigantado. La vaca estornudo, rumio la hierba almacenada en uno de sus multiples estomagos, hasta un total de cuatro, movio las pezunas y parecio interesarse unicamente por los tabanos que intentaban posarse en su nariz. En cambio, Sonka se puso una mano como visera. La mano --ahora endurecida, con astillitas clavadas, con callos, con la historia de muchas decadas encima-- le permitia ver mejor. Tfu, penso Sonka, prystanuli i buduc stsac.[4] Sin embargo, nadie evacuo la vejiga en plena naturaleza. Sonka se habia equivocado en la eleccion de las palabras, aunque no habia cometido ningun error en la apreciacion de lo que iba a suceder, pues no pretendia decir nada en concreto. Al igual que tras el invierno llega siempre la primavera, tambien cuando se para un coche con matricula de Varsovia se tiene la seguridad de que va a ocurrir algo inoportuno. El Mercedes se quedo parado, el polvo se poso; los altavoces tronaban --la puerta delantera, del lado del conductor, se habia abierto-- y del coche surgio el principe de la ciudad. Pero en lugar de decir <>, <>, <>, en lugar de eso la puerta se cerro y la musica dejo de oirse, sin mas. El polvo se poso, el V8 del coche enmudecio, la vaca continuo caminando por el arcen; tras la vaca, Sonka --dificil saber quien llevaba a quien--, y tras ella no parecia haber nada: todo lo que poseia, se lo habia ofrecido a otros hacia mucho tiempo, y lo que no tenia, no podia darlo ni robarlo. De su mismo lado, en ese mismo arcen, se quedo el principe de la ciudad, con una mochilita en vez de un cetro y una sonrisa en lugar de un reino. El tipo llevaba un pantalon corto de camuflaje militar con unos bolsillos inservibles, una camiseta de manga corta color naranja como los incisivos de una nutria y unas sandalias de ante con un aspecto aun mas suave que el abrigo de piel de oveja karakul de Wiera, la del Ayuntamiento de Grodek, la mas elegantona de la comarca, que una vez a la semana iba a Bialystok en su coche, un Golf, que asi se llamaba, made in Germany, igual que la pesadilla que vivio Sonka; y si la calidad del coche igualaba, aunque solo fuera en parte, a la que tenia aquella guerra, entonces no quedaba otra que envidiar a Wiera: su Golf le prestaria servicio durante anos, sin averias, y jamas se le iria de la cabeza ni de sus pensamientos. !Hay que ver!, penso Sonka, intrigada y algo nerviosa, es tan mono este principito que podria colocarlo en el salon, limpiarle el polvo una vez a la semana y, en Navidad, adornarlo con colgantes dorados, farolillos y pajaritos, encender una vela, sacar del calcetin el ultimo anillo que me dejo mi madre y mirarlo y mirarlo hasta la saciedad, y despues, a dormir. El jovenzuelo de la ciudad tendria nombre, cosa que Sonka imaginaba, tendria una posicion, aunque Sonka no lo podia imaginar, y era evidente que estaba de mal humor, lo cual provoca que salgan innecesariamente arrugas que ni Lancome ni la doctora Irena Eris pueden remediar. Durante un buen rato se palpo los bolsillos y rebusco en la mochila, como si hubiera perdido un papel con consejos y respuestas a todas las preguntas del mundo: ?que hacer y como vivir?, ?de que huir y con quien huir?, ?adonde huir y por cuanto dinero?; y, sobre todo: ?donde cono esta el numero del puto seguro? Pero no saco ningun papelito, sino un paquete dorado de cigarrillos --comprado en un duty-free, como saben quienes fuman y vuelan mucho por el mundo--. Encendio uno, le dio una calada y tuvo un ataque de tos. Zdyjlina,[5] le susurro Sonka a la vaca, que habia detenido su marcha junto a unos matorrales y meditaba acerca de la naturaleza de los tabanos. El principe saco un movil a la ultima, tan bonito y reluciente que parecia ideal para colocarlo sobre la Puerta Real del iconostasio y, en caso de maxima urgencia --una inundacion, una guerra, un Gobierno de derechas--, llamar al Jefe y quejarse a gusto, abrirle el corazon y aprovecharse de una tarifa plana: Spasi, Hospadzi, spasi.[6] Pero ese movil, aunque fuera muy bonito y brillara mucho bajo el sol de agosto, no puso en contacto a su dueno con el dueno de un aparato similar al otro lado de la linea, en algun lugar de un mundo real, con cines, centros comerciales y pizzas por telefono, marcando el 0800, llamada gratuita, el envio tambien gratuito para los pedidos superiores a treinta zlotys. Sonka sabia que el urbanita se habia detenido en el culo del mundo elevado a la decima potencia porque ningun operador de telefonia movil cubria aquel pedazo de tierra, ningun sociologo reflejaba a sus habitantes en las estadisticas, ni siquiera el pope se acercaba por alli en su Daewoo Espero y cuando lo hacia era para consagrar a toda prisa, bendecir mecanicamente, meterse el sobre en el bolsillo y a otra cosa; se dejaba ver entre tres y cinco veces al ano, dependiendo del numero de decesos, puesto que el numero de fiestas no cambiaba. Alli, en el fin del mundo, en Krolowe Stojlo, al lado de la metropoli Sluczanka, habia solo cuatro casas. En la mas pequena vivia Sonka. En otras dos se divertian los ratones, pues sus duenos se acomodaron en ataudes y ahora venian sus herederos desde las ciudades, algunos fines de semana, no todos, mas bien pocos, y era una lastima que lo hicieran con tan poca frecuencia, porque rompian la rutina, introducian algo de ruido en el silencio, algo de vida en el vacio. En cambio, la cuarta casa era otra cosa: nueva, construida con bloques de hormigon durante el segundo mandato del presidente Kwasniewski, embellecida con ventanas de plastico, con hermosos y resplandecientes mosaicos en las paredes hechos con trocitos de botellas rotas, en forma de flores, olas y otras chorradas. En el huerto habia filas de orondos enanitos como si estuvieran en un campo de concentracion, entre caballones de repollos y cebollas, colocados asi pensando en la maxima de que lo hermoso ha de observar una disciplina. En el balcon, una balaustrada de yeso. Ademas, columnas, un porche, una cornisa, al mas puro estilo barroco rusosluczankiano.

  • Vicio Puro de Rosalia Reyes

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    Vicioso: Amor, Sexo y Dudas con el Malote Vividor
    Marcus era un tipo simple.
    Egoista. Creido. Vividor.
    Atractivo. Irreverente.
    Sexy. Cabr*n.

  • No te arrepentiras de Bianca De Santis

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    Sonrei y asenti. Esperaria sus reacciones, aunque sabia que estarian de acuerdo. No se negarian a tomar otra cerveza jamas. Ademas, yo iba a pagar la ronda. "Pidamos otras cervezas", dije, subiendo mi cara para ver a mis amigos. "!Carajo! Pidamoslas", dijo Bruno, alzando su brazo para brindar con su copa. "Me encanta estar rodeado de chicas como estas". "Estoy de acuerdo. Pide esas cervezas", dijo Ruben, el segundo al mando de nuestro club. "En cuanto a ti, Bruno, no deberias preocuparte por las chicas que te rodean. Te tiraste a una de estas la ultima vez que estuvimos aqui. Solo querias llevarla a una habitacion". "Es verdad, Bruno. Te encantan estas chicas", dije. Sonrei y volvi a asentir. "Tienes razon. Las amo", dijo Bruno, encogiendo sus hombros. "Basta de charla. Es la hora de buscar un buen culo". Vio su cerveza y tomo lo que quedaba. Exhalo y luego dejo la cerveza en la barra. Entonces se levanto. "Busca un buen culo y quedate con el”, dijo Andres. Peino sus cabellos con su mano y uso la otra para indicarle a Bruno la pista en la que algunas chicas bailaban. "Pero para eso, sera mejor que veas a las chicas de la pista en lugar de vernos a nosotros. No me gusta que digas esa frase mientras nos ves", dijo. "?Estaras aqui otro rato?", me pregunto Ruben, viendome. Todos empezamos a reir unanimemente mientras Bruno caminaba con pasos lentos hacia la pista de baile, en busca de una companera para el resto de la noche. "Parece que te convertiste en su mama", dijo Osvaldo. Luego se levanto y toco el hombro de Ignacio. ?Por que no me acompanas a jugar billar? Quien pierda pagara las proximas cervezas". "?A que se debe tu curiosidad?", le pregunte a Ruben, dije, empezando a pasar por alto las bromas pesadas que se dijeron luego "Amigo, mi edad juega en mi contra. Si no me voy ahora, lo lamentare al levantarme a las seis de la manana. A primera hora tengo algunas reuniones importantes. Me parece que debo irme". Tome otro trago. "Vaya. Lamento escuchar eso", respondi, sonriendo. "?Algo mas que pueda hacer por ustedes?", dijo una camarera que se acerco a nuestra mesa. Era muy hermosa y sensual. Sonrio y llevo su mano a su cadera. "Si. Podrias hacerme sexo oral", le dije, viendo su cara. "Con una condicion: tienes que llevar mi pene al fondo". Sus mejillas se ruborizaron rapidamente. Ruben estrecho mi mano y luego vio a la camarera. "Tu forma de conquistar chicas es extrana", dijo. Se puso de pie, tomo lo que quedaba de su bebida. "Espero que llegues puntualmente manana. Lo lamentaras si no lo haces". Soy muy puntual", dije. "Quien llega tarde es Bruno", le dije, aunque solo podia ver a la chica. Ruben ya se alejaba. "Supongo que empezaste a trabajar en este club hoy", dije. Abrio ligeramente sus ojos y se fijo en mi cara. "Solo quiero que me complazcas", dije, y comence a reir. Una chica estaba detras de ella y captaba su atencion. Supe de quien se trataba. Era Martina Gomez. La malparida que me habia jodido. "Asi es", dijo, y rapidamente volteo para ver a la chica. Sus ojos no se despegaron de la camarera. "Carino, estan pidiendo a una camarera en la barra. Supongo que podrias ir para ayudar a tu jefe", dijo, mostrando una sonrisa amplia pero falsa. Note que su rostro se llenaba de verguenza. Incluso me parecio que se sentia humillada. Muy humillada. "Vaya. No lo escuche. Ire enseguida", respondio la camarera. En mi interior sentia un enorme deseo de tomarla y hacerle el amor en la barra, sin pensar en el resto de la gente. Sabia que era muy habil para hacer el amor, pero su comportamiento fuera de la cama era terrible. Actuaba como lo que era: una desquiciada. "Vaya, vaya. Parece que la corriente trajo a los peces mas grandes y lindos hoy", dijo. Le guine mi ojo, pero me concentre en mi trago. "No tienes que responder. Se que te alegra que haya venido. Y tambien se que te complaces a solas mientras piensas en mi sobre tu pene", dijo, sonriendo ampliamente. Tomo asiento muy cerca de mi y de inmediato toco mi ingle. En unos segundos presiono mi pene y se detuvo al bajar a mis pelotas. "Ya que tu mano esta por ahi, me gustaria que me dieras un masaje en las piernas", dije. "Y una cosa mas: ya no pienso en ti. Eres parte de mi pasado", asegure. Baje mi cara para ver como su mano subia a mi tronco. Estaba empezando a erguirse. "?Bailamos esta cancion?", pregunto, luego de reir con fuerza. Toco mi pecho y se puso de pie. Voltee para ver las caras de las chicas del bar, y recorde que habia estado en ese sitio en muchas ocasiones. "Eso jamas pasara", dije, viendola firmemente. Gire para ver mi cerveza y tome otro trago. Pude sentir sus senos juguetones con mi antebrazo. "Entiendo. Tienes miedo de lo que pueda suceder despues", dijo, dando un paso hacia mi. Su cabellera tocaba mis mejillas. "Hundiria mi tronco en tu vagina cerrada, hasta que llegue al fondo", dije. "Se que es lo que pasara despues, pero no tengo miedo", respondi. Me movi un poco y mis labios quedaron a solo unos milimetros de los suyos. Cualquier hombre desearia estar con ella... si no estuviera loco, claro. Note que jadeaba con mis palabras. Le costaba respirar. Senti su ansiedad y el aroma a fresas de su piel, que se unia con el olor dulce de su vagina. Entonces lo recorde. La primera vez que habiamos estado juntos. Y las incontables veces que vinieron despues. De hecho, Martina habia sido la primera en mi vida. Habiamos estado juntos durante varios anos. "Sabes lo mucho que te deseo", dijo, moviendose ligeramente. Con su mano derecha toco mi sien y luego llego a mi cabellera. "?Por que no buscas a otro tipo? No quisiera estar cerca de ti", dije. "Se que deseas muchas cosas, pero no puedo complacerte", dije. Retrocedi y retire su mano de mi cabeza. "Cristian, hemos estado separados por cinco meses". Mierda. Habiamos estado juntos casi una decada. Cuando comenzamos, era apenas un chico, inmaduro e inexperto, pero con su experiencia pude aprender y madurar en poco tiempo. "De hecho, han sido diez", conteste. Tome lo que quedaba de mi cerveza. Exhale y me levante. Tenia una gran ereccion, pero decidi pensar en otras cosas. Sabia que Martina despertaba esos instintos en mi cuerpo. Era capaz de llevarme a ese punto porque era muy atrevida en la cama... Aunque no queria dejarme llevar, sabia que estaba a punto de convencerme. Su cuerpo choco con mi pecho y de nuevo senti su mano en mi tronco. Lamio mi sien con su lengua caliente y me di cuenta de que mi cuerpo estaba caliente. Empece a sentir vibraciones a lo largo de mi espalda. "Al fondo hay un deposito en el que podrias complacerme". "Basta de charla. Si no sales ahora, voy a hacer lo que me pides", dije. "No tienes que recordarme ese deposito", le dije con molestia. La tome por el cuello y acerque rapidamente su cara. Acerco su boca y me dio un beso. "Te lo recuerdo porque quiero que me complazcas. Voy a quedarme aqui", aseguro.

  • Consultorio de mama Walsh de Marian Keyes

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    Aquellos de vosotros que hayais leido libros donde aparece la familia Walsh ya conoceis a mama Walsh. Espero que al resto tambien os guste. Os presento a mama Walsh, madre, esposa, ama de casa y mediadora. No se anda con rodeos, no intenta quitar hierro. Mama Walsh llama a las cosas por su nombre. Hola a todo el mundo, soy mama Walsh. Enviame tus problemas y hare lo posible por ayudarte. Pero antes has de saber que no he recibido ningun tipo de formacion oficial. He aprendido en la <>. En otras palabras, tengo cinco hijas que, en diferentes momentos, han sido un quebradero de cabeza. La mayor, Claire, siempre fue un poco alocada, pero se caso y se quedo embarazada y pense que todo se habia normalizado, hasta que el cerdo de su marido huyo el dia que ella dio a luz. Al final todo se soluciono, pero en aquel momento no tuvo ninguna gracia, te lo aseguro.* Luego la mediana, Rachel, decidio que tenia un problema con las drogas y que debia ingresar en ese centro de desintoxicacion que cuesta una fortuna.* Por el mismo dinero el senor Walsh y yo podriamos haber viajado en el Orient Express a Venecia y habernos pasado ahi un mes. Luego, y hete aqui el golpe mas fuerte, Margaret, la unica hija buena, abandona a su --lo reconozco, soso, sosisimo-- marido y se larga a Los Angeles, donde vive su amiga Emily. * Anna, la cuarta, siempre estuvo algo mal de la cabeza. Para seros totalmente sincera, siempre pense que le faltaba mas de un tornillo. Pero me equivocaba, pues despues de pasarse anos dando tumbos, ha conseguido un estupendo empleo en Nueva York con una casa de cosmeticos. Seguramente habreis oido hablar de ella; es una marca que esta muy de moda y se llama Candy Grrrl. Mis hijas y yo conseguimos un monton de productos gratis, a veces incluso antes de que lleguen a las tiendas. Estamos muy orgullosas de ella, aunque todavia nos cueste creerlo. Y Helen, la pequena, mas inutil aun que su hermana, tambien ha encontrado un trabajo estupendo. Es detective privada, o DP, como la llamamos a veces. Cuando tiene mucho trabajo, me suplica que la ayude en sus operaciones de vigilancia, y si no coincide con mi dia del bridge, acepto, porque no me gusta fallarle. En dos ocasiones la he ayudado a entrar en pisos ajenos y buscar documentos y otras cosas, y os dire algo: no imaginais la de suciedad que se acumula en las casas cuando la gente no espera visita. De todas mis hijas, Helen probablemente sea la que tiene el mejor trabajo, con excepcion de la noche que alguien arrojo un ladrillo a la ventana de nuestra sala de estar mientras daban EastEnders para <>. PREGUNTA. Querida mama Walsh, le escribo porque no tengo a nadie mas a quien acudir. Creo que mi esposa tiene un amante. Solo llevamos casados diecisiete meses, pero en cinco ocasiones durante los ultimos meses he visto marcas de neumatico en la entrada de nuestra casa que no pertenecen a mi coche. Podrian ser de un Saab. (Yo conduzco un Ford Mondeo.) Luego encontre un trozo de envoltorio debajo de mi almohada que podria ser de un condon, pero no de la marca que yo uso. Ademas, ultimamente mi vecino me mira con mucha compasion, como si se me hubiera muerto alguien, y antes nunca habia sido tan amable conmigo; a mi esposa y a mi no nos invitaba a sus reuniones de amigos. Amo profundamente a mi mujer y esta sospecha me esta desquiciando. Le he preguntado directamente si hay alguien y ella me ha dicho que no. ?Que debo hacer? DAVID, Dublin. RESPUESTA. Querido David de Dublin, has tenido suerte porque, efectivamente, puedo ayudarte. Mi hija menor, Helen, es detective privada y esta especializada en esa clase de casos. Creo que sus honorarios son muy elevados, pero eso es porque carece de moral y no teme incumplir la ley. No obstante, puedo pedirle, como un favor, que te haga un descuento. Obtiene resultados muy buenos. Instala camaras en dormitorios y pilla a la gente haciendo toda clase de travesuras. Tambien se esconde en setos y fotografia a la gente saliendo y entrando de casas. Ojala no lo hiciera, porque siempre anda pillando infecciones de garganta y es a mi a quien le toca escuchar sus lamentos. Es, ademas, una chica muy atractiva y los hombres siempre se enamoran de ella. Existe la posibilidad de que tu tambien te enamores, en cuyo caso la situacion con tu esposa ya no importaria. Debo advertirte, con todo, que Helen te cobrara igual. P. D. El senor Walsh dice que los Saab son coches muy buenos, mucho mejores que el Ford Mondeo. En realidad dijo que los Saab son <>, lo cual encuentro sumamente irritante. Todo tiene que ser <> estos dias. ?Como puede un coche ser <>? Los culos son <> (o pueden serlo). Los ojos son <>. Pero no los sillones blancos ni el arroz y aun menos los coches... Lo siento, me he ido por las ramas. ?Por donde iba? Ah, si. El senor Walsh dice --y mis disculpas si te resulta un poco fuerte, pero me limito a comunicarte lo que el me ha dicho-- que si fuera mujer se acostaria con el hombre del Saab. P. Querida Mama Walsh, me pregunto si podria aconsejarme en lo siguiente. Tengo un novio al que quiero mucho. Llevamos dos anos y hace poco nos fuimos a vivir juntos. Ayer por la noche me dijo que sus padres, que viven en Nottingham, vendran a pasar el fin de semana con nosotros. El problema no es eso, el problema es que mi novio dice que su madre espera que el domingo le prepare un redondo de ternera, y soy vegetariana. La carne me da asco y la sola idea de tocarla me pone la piel de gallina. Sin embargo, mi novio insiste en que debo hacerlo. Dice que, de lo contrario, su madre no me aceptara. ?Que debo hacer? ?Me empeno en que sea el quien cocine la carne, y fingimos que la he hecho yo? ANGIE, Londres R. ?Estas loca? ?Quieres que tu casa se incendie? Los hombres son un desastre en la cocina, todo el mundo lo sabe. No, tienes que afrontar la situacion y abandonar esa tonteria vegetariana. Mi hija Rachel tambien fue vegetariana durante un tiempo, pero solo porque queria llamar la atencion. Luego se aficiono a las drogas e intento suicidarse, y entonces fue capaz de dejar el vegetarianismo porque recibio toda la atencion que necesitaba. El caso, Angie, es que la carne es deliciosa, no tiene sentido comer sin ella y la necesitas para que te aporte hierro y otros nutrientes basicos. Si no comes carne, sufriras infecciones de oido e hidropesia. ?Y quien acabara subiendo y bajando las escaleras para cuidarte? Exacto, tu mama. Empieza por el pollo --Marks and Spencer hace menus completos muy sabrosos-- y cuando menos te lo esperes, !te estaras comiendo un filete! !Suerte! PREGUNTA. Querida mama Walsh, le escribo por un problema bastante delicado. Se trata de mi novio. Cuando hace <>, lo mancha todo. El cuarto de bano esta salpicado de gotas y huele fatal. Le he pedido que sea mas cuidadoso, pero no hace caso. ?Que debo hacer? FIONA, Edimburgo RESPUESTA. Al principio de nuestro matrimonio, el senor Walsh era culpable del mismo comportamiento. Mi consejo es que se lo restriegues por las narices. P. Querida mama Walsh, tengo una hija que dice que es lesbiana y se pasea por nuestra calle de la mano de su <> a plena luz del dia. Estoy muerta de verguenza. ?Que debo hacer? ANON, sin direccion. R. Querida Marguerite (he reconocido tu letra), no me hare la sorprendida porque yo misma las he visto con mis propios ojos y todos los vecinos se dedican a espiarlas por detras de las cortinas. A ellas les trae sin cuidado que las vean y en una ocasion hasta se detuvieron al lado de mi cipres para <>. Angela es una chica encantadora y solo busca llamar la atencion. Todas las hijas lo hacen, y muchas veces me he preguntado si seria mas facil con un hijo. Si las hijas no son lesbianas, se empenan en ser vegetarianas o drogadictas, o se esconden detras de setos humedos con un objetivo de largo alcance, pillan anginas y se pasan una semana en la cama pidiendo Lemsip y Kit-Kats Chunky. Es la cruz que nosotras, las madres, tenemos que cargar. Resignate. Piensa en nuestro Senor en la cruz, con clavos de quince centimetros en las manos y en los pies, muriendo por nuestros pecados, y hay gente que ni se lo agradece.

  • Eterna Perdicion (Amores eternos 1) de Clau Pardo

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    Durante ocho anos, Bennet Lewis ha vivido en la monotonia. Va de su casa al trabajo, del trabajo a su casa y evita a toda costa salir demasiado para esconderse de las incomodas presentaciones. Sin embargo, luego de tanto tiempo guardando secretos, el pasado regresa a pedir respuestas, abriendo puertas que creia cerradas y arrastrandolo a explorar un millon de emociones desconocidas de las cuales siempre arrancaba.

  • Muertes de sobremesa de David Jimenez

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    ?Puede un asesino en serie, despues de dieciocho anos, regresar y convertir a sus victimas en verdugos?
    El inspector Marcial Lison, un peculiar policia cuyo unico amigo de verdad es su inseparable galgo, se vera obligado a retomar una investigacion que le exploto en la cara cuando, a mediados de la decada de los noventa, tan solo era un simple agente a las ordenes del inspectorVillanueva.

  • La Senorita Hadeline de Lore Valdy

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    Inspirada en el futuro ano 2086 donde la hermosa senorita Hadeline, ha vivido en la isla fantasma conocida como Keltoi, alejada del mundo tecnologico y bajo las antiguas costumbres de la era victoriana, rococo, comportandose y vistiendose como toda una damisela recatada. Pronto su vida dara un cambio radical al enfrentarse a un nuevo mundo, en donde la tecnologia le hara pasar los peores momentos de su vida, descubriendo un sentimiento mas fuerte que se apoderara de su ser.

  • Trilogia Generacion (Completa) de Lisa Sune

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    No me olvides (G#1)
    Sheena huye de su hogar al cumplir la mayoria de edad. Dejando una sociedad adinerada que no desea para su carrera. Inconformista por el futuro que le habian disenado y ambiciosa por tomar sus propias decisiones.
    Diez anos despues de su marcha se enfrenta al pasado para cerrar una etapa. Enfrentarse al hombre que puso su vida patas arriba y que tanto se habia empenado en olvidar todo ese tiempo. El amor que pudo sentir hacia el anos atras paso a ser rencor, pero tras su primer reencuentro no logra alejarse de el y corre el riesgo de volver a caer rendida a sus pies.
    ?Sera capaz de mantenerlo lejos de ella?
    ?Sera capaz de no volver a enamorarse?

  • Mi rancho sera tuyo de Erina Alcala

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    Un ano antes en el Hospital HCA Houston Healthecare de Texas... Se encontraba Michael Morris, de veintinueve anos, haciendose todo tipo de pruebas. Habia tardado en ir, por cabezota. Su capataz, Set, del rancho Morris en Olmos Park, a cuatro kilometros de San Antonio Texas, ya llevaba tiempo diciendole que tenia que ir al hospital o, al menos, al medico. Todo comenzo casi ocho meses antes con veintisiete anos. Se caia del caballo, tropezaba demasiado, se caia al suelo en pleno rancho y a veces no se sostenia. Pero el decia que seria cansancio. Lo cierto era que desde que su madre murio de cancer, se quedaron los dos hermanos solos con el padre. Su hermano mayor, dos anos mayor que el, Robert, habia tenido un ano despues de la muerte de su madre una gran bronca con su padre, porque este queria que se hiciera cargo del rancho con su hermano, y Robert dijo que no, que queria ir a la universidad antes para estudiar Derecho, tener una carrera universitaria como sus companeros de instituto, y asi poder llevar las cuentas y demas. Siempre habia querido tener un titulo universitario, era inteligente y solo serian cuatro anos, no haria master para no perder un ano mas, pero su padre, un gran trabajador y que era un tipo rudo, le dijo que no; Robert le comento que su hermano podia ocuparse esos anos mientras el volvia. Michael sabia llevar el rancho, y aunque tambien queria ir a la universidad, no dijo nada. Si dejaba a Robert, cuando este volviera pediria ir el, y le gustaba el rancho, aun asi, el padre se negaba. Por mas que los queria convencer de que los dos llevarian el rancho junto a el, no dio su brazo a torcer. --Si te vas, te iras sin un dolar, no voy a pagarte la universidad --decia el padre. La cosa casi llega a mayores, si no es porque medio el menor de los hermanos, Michael, que habia sido mas de su madre y aun sufria por no tenerla. Robert preparo una maleta con algo de ropa y se fue del rancho. --Cuidalo, es un testarudo --le decia Robert. --Hermano, no te vayas. --Tengo que irme, Michael, tu sabes llevar esto, volvere dentro de cuatro anos. --Por aqui no vengas, nada sera tuyo, manana voy al notario. Jamas vengas a mi rancho --dijo el padre--. Nada sera tuyo a partir de que salgas por esa puerta. Pero Robert salio y se fue. Ya habian pasado trece anos y Michael se quedo solo, porque el padre con rabia, se marcho a la manana siguiente a San Antonio a hacer un nuevo testamento, con tan mala fortuna de que tuvo un accidente antes de llegar y murio en el acto. Y Michael se quedo solo a los diecisiete anos en ese rancho, sin nadie, salvo Set, su capataz, que fue su padre, Nat, su mujer, su madre y los chicos que trabajaban en el rancho Morris. Fue un gran golpe porque apenas era un adolescente para hacerse cargo de ese rancho sin su hermano y este no contesto a las miles de llamadas que le hizo ni el ni Set. Y se dieron por vencidos. --Esperemos que Robert se entere y vuelva, Michael, no te preocupes. Pero el tiempo pasaba y no volvio. El se hizo con el rancho, que ya de por si era grande con mas de 10000 cabezas de ganado. Y trabajo siendo un adolescente; lo dio todo por ese rancho, perdiendo parte de su juventud, porque el tambien hubiese querido ir a la universidad. Y a veces se preguntaba donde estaria su hermano, lo echaba de menos, habian sido mas amigos que hermanos y Robert siempre lo cuidaba, pero ni una carta, ni ninguna llamada hizo al rancho jamas en esos anos. Y alli estaba ahora, sin casi movimientos en sus musculos y sin saber que le pasaba. Se quedo dos dias con Set en el hospital. Este daba instrucciones a los chicos por telefono y a su mujer Nat desde el hospital y les dijo que volverian al dia siguiente. Michael se habia dedicado al rancho descuidando un poco las casas y el barracon de los chicos y Set se lo decia. <>, decia siempre. Estaban sentados, Michael en una silla de ruedas y Set detras de el en la consulta del doctor; este llevaba todos los informes medicos. --Digame, doctor, ?que me pasa? --Lo siento, Michael, tienes una distrofia muscular rara que avanza a pasos agigantados. --?Es grave? --Me temo que si. --?Con veintinueve anos? --Lo siento, muchacho. --?Voy a morirme? --Tienes un ano por delante, poco mas, si te cuidas, haz lo que siempre has querido, pero si, te queda un ano de vida. No voy a mentirte. Te dare para el dolor medicinas, ahi las llevas, pero esta enfermedad no tiene aun solucion, los dolores se paliara al final con morfina, porque tus musculos van a estar rigidos cada vez mas y al final sera la circulacion, la que no podra hacer su funcion. Sera como si tu cuerpo te atrapara. --Un ano solo... --Si, ahora estas bien, en menos de ocho meses vendra lo peor. Lo siento. --?Tengo que venir? --No, no hace falta, el doctor de Olmos Park puede llevar tu caso, hablare con el para que te vaya recetando los medicamentos a medida que te vayan haciendo falta y le contare tu caso, te aconsejo que contrates a un quiromasajista para alargar la atrofia muscular. Si fuese a diario, mejor. Y le enseno fotos de la enfermedad. --Asi es como vas a verte, lo siento. Si, Michael, no voy a mentirte. No me gusta mentir a mis pacientes. No somos ninos ya. --!Joder! --Lo siento, muchacho. --Medicinas, morfina, y al final, cuidados paliativos. --Gracias, doctor. Set salio llorando y el sin poder creerlo. --Mi hermano, tengo que verlo, Set. --Intentaremos encontrarlo, Michael. --A mi padre no le dio tiempo de cambiar el testamento. --Buscaremos en dos meses a ver si damos con el. Y se fueron a casa. --Set, ?estas bien? --Si, llama a un contratista y a un investigador privado. --!Esta bien! --Y encargate del rancho. --Vale, pero deberias quitar esa sala de abajo y poner ahi tu dormitorio. --Eso pienso hacer. Y una lista de lo que me gustaria hacer antes de morir, entre ellas, casarme y tener un hijo. --?Como? --Que voy a tener un hijo. El doctor me dijo que me quedaba un ano de vida, pero alargaremos al menos para tenerlo. Prepara la maleta, nos vamos a Las Vegas. --Pero, Michael, ?estas loco? --Nos vamos, mientras hacen la obra. --?Que obra? --Todo lo que he dejado pasar estos anos, para mi mujer. --?Que mujer, Michael? ?Estas loco? --Voy a casarme en Las Vegas. Pero, haz lo que te digo. Al dia siguiente tenia al investigador privado alli. Le dio fotos antiguas y toda la documentacion necesaria para encontrar a su hermano. Le pago la mitad y este quedo en ir llamandole. Despues tuvo al constructor de San Antonio. Y le dijo que queria. --La casa, nueva, preciosa y moderna, lo mas moderno, con decoracion incluida, la casa de Set, los barracones de los muchachos y un repaso a todo. Los utiles, tractor y camionetas, los he comprado nuevos el ano anterior. Vallas blancas y altas y una nueva entrada preciosa, quiero un rancho bonito, tiene tres millones de dolares y esta Nat, que se ocupa de lo que sea. Lo quiero antes de dos meses todo. --Lo tendra. --Empiece por todo y cuando me vaya, la casa.

  • Plastic detox de Jose Luis Gallego

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    Este libro no es para ecologistas convencidos, ni militantes, ni extremistas, este libro no pretende criminalizar el plastico. Este libro es para todo tipo de consumidores, que dia tras dia son cada vez mas conscientes del terrible impacto del plastico sobre el medio ambiente, y quieren poner remedio. La pregunta es si es posible hacer cambios positivos sin cambiar radicalmente nuestro estilo de vida. Y la respuesta es si, absolutamente. Este practico libro sugiere alternativas al plastico, para todos los bolsillos.

  • Bajo la luz del norte de Louise Fuller

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    El objetivo de el era conseguir que las relaciones romanticas fuesen faciles.

  • Flores muertas de Julio Cesar Cano

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    Los viejos rockeros a veces mueren. Sobredosis de intriga y flores muertas en el nuevo caso del inspector Monfort.

  • Koi, entre el amor y el honor (LGBT) de Rose Gate

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    Cuando tu vida esta regida por el sentido del honor, inculcado desde siempre, el amor pasa a un segundo plano. Pierde su poder, se vuelve gris y su fuerza se opaca, como una piedra olvidada en medio del camino. Sin embargo, solo hace falta una mirada para devolver su brillo y color, haciendo que lata de nuevo, inundando tu vida y arrasando con todas tus creencias. Me llamo Kenji Watanabe y soy el futuro kumicho de la Yakuza mas importante de todo Japon. Eso me sucedio a mi cuando le conoci. Sus ojos color cafe se convirtieron en la piedra angular de mi renacer. Nade contra corriente, igual que la carpa Koi, sonando con alcanzar algun dia la libertad. Hoy os confieso que me he enamorado de quien no debia. Dos hermanos, dos parejas, dos amores imposibles, que ponen en entredicho lo valores de una cultura. Dejate sorprender por Koi, entre el amor y el honor.

  • Guardiana 2 de Nesa Costas

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    Cada paso que das te moldea, dando forma a quien eres. Como no dejas de moverte, es dificil saber en que puedes terminar convirtiendote.
    El escenario cambia y los lleva al terreno de Tarik. La vida en el poblado no es facil, sobre todo para Clara. La incertidumbre los mantendra a la defensiva; no saben que va a pasar, no les gusta lo que sienten. El pasado regresa de forma inesperada, obligando a ambos a posicionarse.
    Nuevos aliados, viejos enemigos. Clara y Tarik tendran que dar con el mejor modo de hacer frente a la mayor amenaza.
    Ciudades, poblados y aldeas ecologicas han perdido significado. La infeccion puso fin a las distancias, ahora se quedan sin tiempo.

  • Perfectos Extranos de Christina Hortet

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    Skyler es una persona fuerte, independiente y altiva o al menos, eso cree. Jared tiene la mision de hacer que deje su trabajo. Ella, una dominatriz insegura. El, un agente secreto mentiroso y sin escrupulos. ?Conseguira Jared ablandar su duro corazon?

  • Los seguidores del miedo (Las mascaras de porcelana 2) de M. Montenegro

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    Un ano despues de resolver el caso de las Mascaras de Porcelana, en Vigo han hallado un cadaver colgado en los bordes de un precipicio. Lo mas impactante de todo, es que no hay heridas punzantes ni rastros de veneno. Andrea Harris y Nabar Balder resolveran este caso que les obligara a cruzar el oceano atlantico para atrapar a un asesino en serie peor que Doplegunger.

  • Besos a un tirano de Francine J.c

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    ?Un hombre que no besa jamas en los labios es capaz de amar?

  • Seduciendo su Corazon (Manhattan Dinner Club 2), Jean Joachim de Jean Joachim

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    Dentro de una moderna casa en el noreste de Manhattan, saltan chispas cuando la arrendataria Bess Cooper, tan exquisita como los postres que prepara en su programa de reposteria en la TV, choca con su guapo nuevo vecino Whit Bass, un reconocido periodista de radio intimamente relacionado con una modelo bien sofisticada, de esas que complementan cada uno de sus trajes y vestidores.
    Al igual que su famoso y dulce pastel de manzana, Bess tiene un guapo novio policia -y su pijamada del viernes- quien alega que sus asuntos secretos de la policia le impiden arrastrarse bajo sus sabanas con mas frecuencia- y un companero de por vida, su pug, Dumpling.
    El Sr. Whit, tambien conocido como Sr. Sin Compromiso, es un mujeriego de voz suave y persuasiva. Bess es el tipo de chica que haces madre de tus hijos y que cree en los “vivieron felices para siempre”. Aun asi, contra su voluntad, ella y este hombre se atraen mutuamente con la fuerza de los polos de un magneto. ?Tendra Bess la fortaleza para sobrevivir a un corazon destrozado – de nuevo? ?Estara Whit persiguiendo un sueno de exito a medio mundo de distancia, o corriendo asustado? Desesperada, Bess se va a su “club de cenas de los lunes” – sus fieles cuatro amigas, todas duenas de pugs. Combinando aventuras empresariales de alto nivel y el impresionante climax de un crimen altamente confidencial, de esos que explotan en los periodicos, !este cuento torrido te dejara sin aliento!

  • Culpa de Juan Yanni

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    Son las siete de la manana. Suena el despertador como casi todos los dias del mes de octubre. A diferencia de cualquier otro dia laborable, no le cuesta incorporarse de un salto de la cama. Lo primero que hace es abrir las dos puertas de madera de la contraventana y otear el tiempo que hace. Esta nublado, pero parece que se trata de una niebla baja, ya que un cielo azul se divisa a lo alto, a traves de una especie de claraboya que se dibuja en las nubes de la manana. El viento es sur, el que esperaba y el que necesita. Le duele algo la cabeza, pero no le importa, <>. Se viste rapidamente, prescinde de la ducha y se pone ropa de abrigo: pantalones de pana, camiseta, camisa de lana y tres jerseis por encima. Un par de calcetines y botas de montana; el resto, chaleco de plumas y parka, guantes y gorro de lana le esperan en el coche. Los va a necesitar encima del arbol. Llego ayer desde Madrid, via Pamplona. Cogio el coche y recorrio los cuarenta kilometros que unen la capital navarra con Roncesvalles, en el Pirineo navarro, cuna del Camino de Santiago. Disfruta conduciendo por esa carretera, con puertos de montana que serpentean hacia arriba y donde solo es posible adelantar en sitios muy concretos. De hecho, piensa que podria conducir con los ojos cerrados. Quizas si le molesta algo mas la cabeza de lo que pensaba. Su amigo, el dueno de la posada donde se hospeda, no tenia intencion de dejarle ir a su habitacion a una hora prudente y le engano con algo tipico de estos pueblos, la espuela, la ultima copa: un patxaran, un vodkatonica... junto con una conversacion que rememoraba batallas pasadas con anecdotas repetidas ano tras ano. Fue una conversacion solo para dos. Cierra la puerta tras de si, sin llave, aqui no hace falta, y camina por el pasillo casi a oscuras. Conoce el recorrido. Baja las amplias escaleras de madera y ceramica hasta la planta baja y abre el amplio porton que da a la calle. Antes de dirigirse al coche, se dirige hasta la parte de atras de la casona, al lado de la huerta y de un pequeno riachuelo, desde donde se divisa el valle y las montanas. Estaba en lo cierto, una neblina baja inunda el valle, con el cielo azul naranja del amanecer asomando por encima formando una espectacular estampa. Comienza a andar hacia el coche con ese nudo en el estomago que le es tan familiar desde hace muchos anos, desde que su padre, cuando el era un nino, se la transmitio. Antes, entra en un pequeno garaje adyacente para buscar a su companero de manana, Beto, un magnifico braco aleman. Se alegra al verle, parece compartir la emocion de su amo. Arranca el coche, el termometro exterior marca cero grados centigrados. Posa su mirada sobre el cartel que senala la distancia a Santiago de Compostela, setecientos treinta y ocho kilometros y ve a un peregrino que prepara sus aperos para iniciar la marcha, su primera o segunda etapa del camino, dependiendo de que haya iniciado su aventura desde la localidad francesa de Saint Jean de Pied de Port o de Roncesvalles. De conocer bien esta zona, sabe que hay muchos caminantes que evitan la etapa francesa, dado que es un recorrido de veinte kilometros atravesando senderos por el monte, en continua subida y donde es muy facil perderse, maxime si el tiempo no acompana, algo frecuente en esta zona de los pirineos. Le vienen a la mente varias desapariciones y muertes en los ultimos anos en ese tramo, generalmente debido a imprudencias de peregrinos que no se toman en serio las inclemencias del tiempo en dias de frio y ventisca con tormentas de nieve que hacen que te desorientes, pierdas el estrecho camino y mueras por hipotermia. No sabe por que le han venido estas historias concretas a la cabeza, observandole, pero enseguida comienza a pensar en lo suyo mientras esboza una sonrisa. Conduce despacio, bajando la ventanilla, para que el helado viento le acabe de despertar. Conforme asciende el pequeno puerto de montana, la niebla se va disipando convirtiendose en bruma y cuando llega al Alto ha desaparecido por completo. Para el coche, desciende y disfruta de una incomparable vista. Un mirador desde el que se divisa todo el valle con Francia a lejos. Al otro lado observa las ovejas que pastan en lo alto de la colina, signo de que el tiempo que se espera es bueno. El viento sacude su cara, suave pero energicamente, confirmando que viene del sur. Sonrie. Sube al coche y conduce doscientos metros hasta un pequeno camino a su derecha; acostumbra a conducir rapido, se lo conoce, aminorando las marchas en las curvas, pues apenas caben dos coches por ese camino rural. Le gusta ese trayecto entre hayas centenarias y mas todavia ahora, en la segunda mitad de octubre, con la caida de la hoja, que hace del bosque un lugar encantador, magico y, tambien, resbaladizo. Tras tres kilometros, aparca su coche bajo unas hayas, bien resguardado. Abre el maletero y Beto salta excitado. Se pone la chamarra, los guantes de lana, se cala un gorro y coge su mochila. Se cuelga al hombro una escopeta enfundada y camina hacia el interior del bosque. Las hojas crujen debido a la escarcha de la manana. Pasados ochenta metros encuentra su haya. Comienza a ascender a ella a traves de su empinada escalera de madera. Lo hace con determinacion, pero con prudencia. No es la primera vez que ha habido un accidente al partirse un peldano por la humedad. Es un haya imponente. Asciende treinta metros hasta lo alto, abre una portezuela y entra en el cubiculo de madera forrado de helechos. Se incorpora, deja la mochila sobre un pequeno banco, descuelga su escopeta y le quita la funda. Lo primero que hace es cargarla. Dos cartuchos. Perdigon del siete. Se siente orgulloso de su escopeta paralela marca AYA, realizada y fundida en las fabricas armeras de Eibar, en Guipuzcoa, y heredada de su padre. Treinta anos hace ya. Asomado desde lo alto del magnifico arbol y, a pesar de haberlo visto muchas veces, todavia se asombra de la belleza del valle a sus pies. Esta solo en las alturas. Esta feliz. Comienza a recordar cuando fue la primera vez que subio a un arbol con una escopeta, debia tener ocho o nueve anos. Cazo su primera paloma torcaz, quizas con doce anos, con la escopeta de catorce milimetros de un solo cartucho que su padre le regalo. Es la unica caza que le gusta. Detesta la mayor. Cosas que se heredan