• La senora Pinkerton y sus demonios – Rosa Alcantara Menendez de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Aceptarias un gran desafio solo por orgullo? ?Y si ese desafio empezara a convertirse en una divertida batalla contra ti misma? En juego esta tu felicidad ?Serias capaz de enfrentarte a todos tus demonios por conseguirla?

  • El ultimo pueblo maldito de J. R. Frau Castro

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    ?Que extrano misterio se esconde tras la desaparicion de Alba Vadell? Despues de tres meses de intensa e infructuosa busqueda, la investigacion policial ha llegado a un punto muerto y esta a punto de cerrase. El teniente Alex, que esta al mando del caso, se encuentra dentro de un laberinto sin salida. La opinion publica culpa a las fuerzas del estado del fracaso de la investigacion y los altos mandos buscan una cabeza de turco sobre el que cargar las culpas. Cuando todo parecia haber acabado, un giro inesperado en los acontecimientos arroja algo de luz sobre el asunto. El teniente Alex hallara nuevas pruebas que revelaran una realidad que va mas alla de cualquier razonamiento logico. ?Que tenia Alba de especial para que desapareciera? ?Quien, o que, es la extrana sombra con la que suena su hija Ana? ?Por que el CESID oculta datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos? Para encontrar las respuestas, Alex debera adentrarse en un camino repleto de obstaculos y conspiraciones, donde descubrira que no siempre lo mas logico nos conduce a la realidad. Cuando Alex descubra toda la verdad quiza ya sea muy tarde, incluso para salvar a su propia hija.

  • Todos los naufragios de Laura Castanon

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    Gregorio y Onel son dos amigos que han crecido juntos en Nozaleda, pueblo que recrea una villa vecina a Gijon en las primeras decadas del siglo XX. Pertenecientes a dos familias (Santaclara y Los Forquetos) que encarnan dos modos diferentes de entender el orden de las cosas, la vida les llevara a cada uno por su camino sin que nunca se separen del todo. La llegada de la Guerra Civil y la victoria del fascismo marcara su destino y supondra el fin de su mundo.

  • Duena de mi corazon de Sandra Gabriel

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    Katri - Capital de Salima. ashid observaba con tristeza como Kalim y Zulima se abrazaban. Hacia tiempo que sospechaba que se amaban, aunque hasta ese dia no habia sido consciente de cuanto. --Te juro que no te olvidare --afirmaba en ese momento Kalim mientras miraba a Zulima. Zulima queria morirse. Tan solo pensar en no volver a verle hacia que se le rompiese el corazon. Aun no comprendia muy bien lo que habia pasado. Lo unico que sabia con seguridad era que algo muy serio habia ocurrido entre Brahim, el primo de Kalim, y Sulaima, su propia hermana. Algo lo bastante grave como para provocar la furia de los padres de Brahim, los reyes de Salima, y que habia ocasionado que su propio padre, uno de los consejeros mas fieles del rey, fuera expulsado del pais junto con toda su familia. --?Tu hermana te ha contado algo? --pregunto Kalim con desesperacion. Si por lo menos supiera cual era el problema, podria intentar arreglarlo e impedir que se llevaran a Zulima lejos de el. --No. Sulaima no quiere hablar conmigo --nego Zulima, que sentia como se le rompia el corazon--. Permanece encerrada en su habitacion y mi padre tampoco quiere contarme nada. Zulima estaba segura de que jamas volveria a ver a Kalim. Lo percibia en cada uno de los poros de su piel. Ni siquiera les habian permitido despedirse. Habian tenido que escabullirse hasta la casa de Rashid para poder verse por ultima vez. --Te escribire --murmuro Kalim mientras la abrazaba--. Te llamare. Aunque te vayas del pais, removere cielo y tierra para encontrarte. Jamas te olvidare. En cuanto pueda, ire a buscarte. !Jurame que me esperaras! --le rogo con desesperacion--. Te amo, duena de mi corazon. Zulima le miro mientras las lagrimas corrian por su rostro. No era la primera vez que la llamaba asi, pero sintio como si fuera la ultima. El tambien era el dueno de su corazon. Le miro con intensidad para grabarse su imagen en la retina. Estaba segura de que esta seria la ultima vez. No porque no creyera en el ni en sus promesas. Estaba segura de que intentaria mantenerlas, pero tambien sabia que sus tios, los reyes de Salima, harian lo que fuera necesario para impedirselo. Brahim era el heredero al trono y si lo sucedido entre el y Sulaima era tan grave como para expulsarlos del pais, estaba segura de que jamas se les permitiria regresar. --Zulima. Debemos irnos --le recordo Rashid apesadumbrado. La habia ayudado a escabullirse de su casa para que pudiera despedirse de Kalim. Desde que Rashid habia llegado al pais se habian hecho amigos. Aunque se habia criado en Inglaterra con su madre, tras la muerte de esta habia descubierto que su padre, del que no sabia nada, vivia en Mulak, el pais vecino. No hacia mucho que convivia con el aunque, por complacerle, habia abrazado gustoso sus tradiciones. Por ello, con tan solo dieciseis anos, su padre le habia enviado a Salima a realizar la instruccion militar, tal y como habian hecho todos los miembros de su familia durante generaciones. Su padre temia que le considerasen debil por haberse criado en Inglaterra. Con la experiencia vivida por sus padres, Rashid no creia en el amor; sin embargo, al ver a sus amigos abrazados y jurandose amor eterno, se sintio conmovido. Era singular la imagen que ofrecian. Con tan solo dieciseis anos, Kalim ya tenia el cuerpo y los musculos de un gran guerrero. Media casi un metro noventa, de pelo negro y largo y con unos ojos verdes del mismo color del musgo que tanto le recordaba a Rashid a Inglaterra, la tierra que le habia visto nacer. Sabia que su amigo podia tener a la jovencita que quisiera y, sin embargo, desde nino parecia que solo tenia ojos para Zulima. Kalim la sostenia entre sus brazos. Con su metro cincuenta parecia tan pequena a su lado… Una muneca de larga melena del color del ebano que desde que se habia hecho mujer cubria con el hiyab, y unos pequenos brazos que en ese momento le abrazaban con desesperacion. Apenas era una nina de quince anos, pero para Kalim era la mujer de su vida. La amaba tanto que a veces le dolia. Mientras permanecia abrazada a Kalim, Zulima miro a Rashid con el corazon en un puno y sus ojos color chocolate empanados por las lagrimas. No creia que volviese a ver nunca mas a ninguno de los dos. Estados Unidos estaba demasiado lejos de Salima o de Mulak. Se aparto de Kalim con renuencia y se acerco a Rashid, quien la abrazo con tristeza. Debia acompanarla de regreso antes de que nadie notase su ausencia. --Cuidale --le pidio mientras miraba a Kalim en la que estaba segura de que seria la ultima vez que lo viera. --Lo hare --le prometio Rashid con voz queda. --Adios, Kalim --susurro por ultima vez antes de irse acompanada de Rashid. --Adios, duena de mi corazon --murmuro Kalim mientras la veia alejarse de su vida--. Esperame porque ire a buscarte. K I Dos anos despues. Anvard - Salima. alim entro en el pueblo en el mismo momento que Rashid lo abandonaba. Iba a caballo secundado por sus hombres. A pesar de ser un ejercito numeroso, cabalgaban en completo silencio solo interrumpido por el sonido de los cascos de los caballos. Cuando llego hasta el se dio cuenta de que estaba totalmente cubierto de sangre. Unos vendajes cubrian su rostro, pero lo que mas le asusto fue su mirada. --?La has encontrado? --pregunto Kalim aunque temia la respuesta. --Esta muerta --afirmo Rashid con frialdad al tiempo que senalaba una especie de carromato que transportaba un cuerpo. Kalim le miro con tristeza. Llevaban meses recorriendo el pais en busqueda de Evangeline. Nunca habian perdido la esperanza de encontrarla. Cuando estaba a punto de preguntarle de nuevo, Kalim oyo el llanto de un nino y vio el bulto que Rashid sostenia entre los brazos y en el que no se habia fijado hasta entonces. --Es su hija --afirmo Rashid al tiempo que apretaba la mandibula. --?Como...? --pregunto Kalim. --La estaban violando cuando llegue --escupio Rashid con repugnancia--. Habia perdido mucha sangre a consecuencia del parto. Ni el hecho de que tuviera una hemorragia les importo a esos cerdos. --?Que has hecho, Rashid? --pregunto mientras contemplaba a los hombres que le secundaban y adivinaba el temor en sus ojos. Temor hacia Rashid. Le miraban como si fuera capaz de cualquier cosa. --Les he ensenado que hay que respetar a las mujeres --anuncio con una sonrisa cruel--. Les he dejado sin lo que ellos creen que los hace hombres. Les he cortado la polla a todos -- anadio con frialdad--. A cada uno de ellos. Kalim palidecio por la crueldad que se desprendia de sus palabras. Trago saliva con dificultad. --?Estan muertos? --No --afirmo Rashid sin borrar la frialdad de su sonrisa--. Me he asegurado de que todos vivan para que no lo olviden. La historia de lo sucedido en Anvard corrio como la polvora por todo el pais, cruzo la frontera y llego hasta Mulak, hogar de Rashid y pronto paso a ser conocido como el Carnicero de Anvard. El rey de Salima, tio de Kalim, se mostraba muy satisfecho con su actuacion, ya que habia descabezado al ultimo bastion de la resistencia. Kalim y Rashid llevaban meses recorriendo el pais con el ejercito en busca de los rebeldes. Lo que el tio de Kalim no sabia era que, en realidad, Rashid solo lo hacia para localizar a Evangeline, a la que su propio padre queria como una hija, y que habia sido entregada a los rebeldes. Aunque la habia encontrado demasiado tarde. A pesar de que no estar unidos por lazos de sangre, la queria como una hermana. Como si la muerte de Evangeline no hubiese supuesto un duro golpe para Rashid, al volver a Mulak descubrio que su padre habia fallecido mientras el trataba de rescatar a la joven. Al final, habia perdido a ambos. *** Un mes despues. Bakara - Mulak. --?Ya has decidido que vas a hacer con la nina? --pregunto Kalim mientras acompanaba a Rashid para recorrer sus tierras a caballo. Estaban en Bakara. Tras los sucesos de Anvard, Kalim habia acompanado a su amigo Rashid hasta Mulak y desde entonces permanecia en su casa. Este no le habia pedido que se quedase, pero tampoco le habia sugerido que se fuera. Kalim sabia que lo ocurrido en Anvard le habia cambiado. Ya no era el joven alegre que una vez habia conocido, sino que se habia transformado en una persona taciturna. Sabia que a pesar de no estar interesado en mantener una relacion estable, antes de lo de Anvard, muchas mujeres se le habian insinuado; las mismas que ahora le rehuian. La cicatriz que recorria su rostro desde la sien hasta el cuello le daba un aspecto feroz. Eso, unido al pelo negro como el ala de un cuervo y a una mirada penetrante que parecia capaz de desentranar hasta el ultimo de tus secretos, hacia que la gente le tuviese pavor. --?Que vas a hacer con la nina? --le pregunto de nuevo Kalim al tiempo que detenia su caballo, ya que Rashid estaba tan sumido en sus pensamientos que ni le habia escuchado. Rashid tiro de las riendas mientras se detenia a la altura de Kalim y miro en silencio a la lejania. Notaba como le palpitaba la cicatriz. Un cruel recordatorio de que no habia sido capaz de salvar a Evangeline. ?Que iba a hacer con la nina? En realidad… no lo sabia. Solo tenia la certeza que no podia dejarla abandonada.

  • Fantasia Urbana de Daniel Santos

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    La Manada: Una Joven y un Haren de Licantropos
    Sarah estaba sola en el mundo.
    Lo habia perdido todo hacia meses.
    Desde entonces vagaba sin rumbo...
    Hasta que robo a los lobos equivocados.

  • Paciente 0. El origen de Cesar Albarracin

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    El sabor metalico en la boca le recordaba su ninez, cuando jugaba en el columpio de la pequena plaza cerca de la casa de padre. Las ninas mas grandes siempre ocupaban los lugares, y habia que esperar a que alguna se cansara para poder subir un rato, y hacer esperar a las ninas mas pequenas, siempre y cuando, claro, una mayor no reclame el juego, o madre le dijera: "hija, dejale el columpio a la pequena, que es menor que tu". Siempre esa mierda de madre de querer guardar las apariencias y quedar bien con todos, incluso con padres desconocidos de ninas aun mas desconocidas. Y asi, no quedaba mas que esperar. No era muy sociable, asi que se apoyaba en uno de los canos metalicos del costado y, casi como en un tic nervioso para manejar la ansiedad, pasaba la lengua lentamente por el cano, en las partes que ya se habian despintado de tantas manos que se alguna vez se posaron en el travesano. Esa costumbre se mantuvo cuando crecio, y en la secundaria y los primeros anos de la universidad, todavia sintiendo esa necesidad de tener un objeto metalico en la boca, el cano paso a ser el juego de llaves. Cuando estudiaba y se concentraba demasiado, inconscientemente metia su mano al bolsillo buscando una llave, y se la llevaba a la boca. Le gustaba sentir la arandela metalica del llavero entre los dientes y juguetear con los labios en ella. Algun companero, enamorado, comenzo a burlarse por eso. En realidad, al joven, ella le parecia hermosa, y utilizaba la burla como una forma de acercarse, de hacerla reir, tocarla en los hombros... Algo inutil, por que las obsesiones de madre por ser un puto referente de buena educacion, habian hecho que la nina, ahora un hermoso especimen de hembra humana, sea bastante reacia a las relaciones con companeros. Pero ahora el sabor metalico en la boca no era ni el cano del columpio, ni sus llaves. Y eso eran dos problemas. Primero, el sabor metalico en la boca esta vez era sangre, liquida, tibia y abundante. Segundo, no sabia en donde estaban sus llaves, y ella siempre sabia donde estaban las llaves. Habia perdido completamente el control sobre si misma. No sabia donde estaba. La venda en los ojos le impedia ver, y algo de tela, quizas un panuelo, estaba dentro de su boca, apretado con una mordaza, para evitar que lo escupiera. Ella no podia saber el si la sangre en su boca era de los labios, o de algun diente. Solo sabia que el objeto de tela se empapaba de sangre, y en los esfuerzos por gritar, lo presionaba con el paladar, y la sangre se escurria entre algun que otro orificio de la cavidad bucal. No recordaba nada, solo que habia decidido desobedecer a su correcta madre, y salir con una de sus companeras de la facultad. La excusa fue quedarse a estudiar con Fany. Si su mama conociera bien a Fany y sus historias, diria que esa chica era una puta por la cantidad de relaciones amorosas que tenia. Probablemente media facultad de lenguas extranjeras habian pasado por sus piernas, sin distincion de sexo. Pero habia cuidado mucho que Fany solo fuera una nina bien ante los ojos de madre. Por la noche unos amigos les escribieron, siempre habia chicos escribiendole a Fany, quizas debido a sus fotos sensuales que amaba cargar en las redes sociales. Las invitaban a salir a un bar a tomar unos tragos, y luego a bailar. Ella no tenia ropa como para salir, pero Fany era mas o menos de su talla, asi que luego de una divertida sesion de prueba de ropas, ambas parecian modelos de Instagram. Entre la ropa de Fany estaba su consolador, se llamaba "Pepe", a Fany le encantaba ponerle nombres a esas cosas. Ella, en cambio, nunca habia visto uno, y dijo parecerle un espanto mientras su rubia amiga se lo acercaba a la boca y le ensenaba la manera correcta de usar la lengua con maestria en un objeto de ese porte. Salieron, se encontraron con los chavales, tomaron quizas un par de copas de mas en el bar, fueron a bailar, y luego la nada. Ella no recordaba absolutamente nada. Solo flashes. Luces, gente riendo, y la oscuridad. Primero penso que sonaba, como cuando era adolescente y se despertaba sin poder moverse, ni gritar... paralisis nocturna que le llaman algunos, "espiritus de atadura", decia el parroco de la iglesia a la que iban con madre luego de la separacion de padre. Pero nunca en un sueno habia sentido sus manos atadas con algo que parecia ser un precinto de plastico, por que era fuerte, delgado, y le cortaba las munecas al moverse. Las piernas tambien estaban atadas. No podia ver, ni gritar, ni soltarse. Solo podia oir. -Tranquila...-Se dijo-!Trata de pensar! Si sigues lloriqueando no vas a poder hacer nada. Siempre fue metodica. Los metodos la habian llevado a ser lo que era. Tenia que volver a sus metodos y reglas para ser, de nuevo, ella. Empezo a usar el panuelo en su boca como una forma de tranquilizar su mente. La sangre tiene sabor metalico, pues bien, el metal en su boca era su forma de retomar el control. -?Donde estoy? Estaba en un lugar cerrado y pequeno, por que no podia estirar las piernas del todo, y estaba en movimiento. Era la cajuela de un automovil. El motor... sentia el ruido del motor... parecia un coche relativamente nuevo. No habia olor a humedad, sino a alfombra limpia. El andar era suave. Era un vehiculo de alta gama. Por afuera se escuchaban algunos autos, pero ninguna moto. No se habia frenado en ninguna esquina. Entonces quizas no habia esquina, era una autopista. -?Puedes mover tus manos?- Se pregunto. Podia, pero de forma limitada. Las tenia detras de su espalda. Intento pasarlas por detras de sus piernas, pero los precintos de las munecas estaban muy presionados, no era posible. El vehiculo bajo la velocidad, y entro en una calle pedregosa. -?Que sabemos?-se dijo-Que me drogaron y me secuestraron... que Fany no esta aqui conmigo, pero si se encuentra bien no se va a dar cuenta de lo que paso, por que sus resacas duran mucho... Que el auto esta llegando a donde sea que me llevan... ?que hago?… Este auto es nuevo, es gente de dinero... No me han violado... tengo la ropa puesta... ?Habra algo en el baul para defenderme? Comenzo a tantear con las manos, pero no parecia ser un vehiculo que tuviera herramientas o cosas parecidas. Sin embargo, algo aparecio. Un tornillo. Por alguna razon habia un largo tornillo para madera que entraba en su puno. Quizas ese tornillo era su salvacion. Lo aferro con su mano izquierda.

  • Borderline de Sergio Northwest

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    Santo abrio los ojos. Lo primero que hizo fue estirar el brazo derecho para alcanzar su telefono y detener la alarma. Enseguida prendio la lampara que se encontraba sobre su mesa de noche. Acostumbraba dormir boca abajo, por lo que tuvo que dar la vuelta sobre su brazo izquierdo para lograr sentarse al borde de la cama. Metio sus pies en el par de tenis que se habia quitado la noche anterior, se puso de pie, encendio el foco de la habitacion, y se dirigio al bano. Primero que nada, atendio sus necesidades fisiologicas vaciando su vejiga. Despues de ello, se paro delante del lavabo, mirandose al espejo. Se lavo las manos, se tallo los ojos y se enjuago la cara para despabilar completamente. "Otro dia existiendo", penso. Y es que ultimamente vivia sin animos, asistia a la universidad porque no queria abandonarla y fallarles a sus progenitores, sentiria que se desperdicio dinero en tres anos por su culpa. Y como era comun, aunque no en todos los casos aplicaba, un titulo abria mas puertas y daba mas oportunidades de trabajo. Volvio a su habitacion. Apago la lampara. Se vistio, poniendose la ropa que encontro primero, no le daba mucha importancia a su imagen. Tomo su mochila, y reviso que todo estuviera en orden. Salio a la cocina, abrio el refrigerador y saco una caja de leche, se sirvio en un vaso, y tomo de la alacena un paquete de galletas. Antes de ir a la escuela no comia algo pesado, de lo contrario le daban dolores estomacales durante todo el dia, solo se conformaba con darle algo a su estomago para que no estuviera grunendo en medio de clases. Cepillo sus dientes y mojo un poco su cabello, para despues salir de casa en busca del camion. Le gustaba caminar, disfrutaba hacerlo. Asi encontraba la tranquilidad que tanto necesitaba en los ultimos meses. En el camion nunca viajaba sin sus auriculares puestos, en la musica hallaba lo que muchas veces le gustaria escuchar de otras personas. Una vez en su destino, se dirigia al salon de clases sin mirar hacia atras o a sus costados, se concentraba en llegar a tiempo para conservar su puntualidad perfecta. Realmente la clase le parecia aburrida, y cumplia con los trabajos y tareas unicamente por cumplir, no le ponia empeno y no le importaba si sacaba notas altas o apenas las necesarias para aprobar. Su promedio general no era lo mejor, pero era mucho mejor de lo que esperaria de si mismo. El docente llamo a la primera chica de la lista, dijo que los iria llamando uno a uno para que vieran como iba su calificacion. El no se alarmo, sabia que sus trabajos eran pesimos, pero sabia que cumpliendo practicamente tenia aprobada la unidad en curso, no obstante, queria verificar que no se equivocaba. No presto atencion a sus companeros ni al salon de clases, le gustaba sentarse pegado a la ventana para observar mas alla, hasta donde su vista le permitiera, y estaba distraido en ello. Sin embargo, se mencionaron los apellidos Milet Garza, y fue ahi cuando sus latidos se aceleraron, y volteo la mirada. Margalit se levanto de su asiento y camino hacia el escritorio, se inclino para poder ver sus calificaciones en la pantalla de la computadora, y el profesor aprovecho esos pequenos segundos para echar ojo a lo que el escote de la chica permitia ver. Santo hizo un sonido de enfado, y todos lo miraron sin saber a que se debia. Adelante, el docente continuo mostrandole a Margalit sus calificaciones, ella no podia ver bien y se acerco un poco mas a el, quien la rodeo con el brazo colocando su mano sobre la cadera de la joven, quien se movio inmediatamente mostrando su incomodidad ante tal acto. Termino y volvio a su lugar. Siempre le tocaba esperar hasta el final, era el ultimo de la lista, pero ya se habia acostumbrado desde la primaria. Durante los siguientes minutos pudo ver como el docente miraba a Margalit sin disimulo durante el tiempo que un alumno volvia a su lugar y otro caminaba hacia el. Eso le molestaba. Sabia que no tenia por que, ni le correspondia actuar de esa manera, pues ellos habian terminado hace meses. Ella levanto la mirada en varias ocasiones solo para encontrar la del docente cruzada con la suya, y cuando miro a otro lado, fue cuando se conecto con la de Santo. Era dificil. Despues de concluir su relacion, siguieron siendo amigos por maximo un mes, pero de la noche a la manana algo cambio, y ella no le dirigio la palabra nunca mas. Si esto es complicado, ver a esa persona diariamente durante ocho horas es una tortura. Ella evitaba toparse con el, y se negaba a trabajar en equipo o participar en clase si el se encontraba involucrado, asi que encontrar nuevamente esa mirada que le produjo por primera vez las dichosas mariposas en el estomago era como viajar en el tiempo. Su mirada fue de alivio, y le sonrio. El no terminaba de creerlo y no sabia como reaccionar a ello, pero ella cerro los ojos, agacho la cara, y un segundo despues la levanto nuevamente, y asintio con la cabeza. Ellos no se dieron cuenta, pero el docente se percato de esto. Sus miradas siguieron conectadas sin hacerse senas ni decir una sola palabra, no hacia falta. El amaba esos ojos descafeinados que a su momento brillaron por el. Minutos despues, escucho sus apellidos, Vargas Herrera, y se puso de pie. --?Que tiene de Santo? --Pregunteles a mis padres. --!Uy! !Disculpe la molestia! --?Me mostrara como voy, o regreso a mi lugar? --Si va tan mal, ?para que quiere saber? Mas bien, le voy dando las fechas para presentarse a nivelacion --dijo, elevando el tono de voz para que el resto de los estudiantes pudiera escuchar. --Yo que sepa, llevo todo con nota pasable, ademas soy el unico con la asistencia perfecta. He obtenido la calificacion minima en el examen para aprobar. ?Como va a decirme que voy reprobando? Exijo ver la evaluacion --a este punto, todos sus companeros se encontraban expectantes. Dio la vuelta al escritorio para poder ver la pantalla de la computadora, pero el docente la cerro inmediatamente. --He dicho que va reprobado. Y por su falta de respeto, tiene puntos menos. --?Cual falta de respeto? --Ponerse de pie delante de mi y querer fisgonear en mi computadora. --!No mame! !Pero si ha estado llamando a mis companeros para mostrarles como van! Ademas, me puse de pie porque usted me llamo. --Ahora por tus groserias y por responderme, te has ganado un reporte con la jefa de carrera. --Acepto y asumo mi responsabilidad en esta ocasion, pero lo demas, es injusto. --!A su lugar! --No, hasta ver mi avance. --!He dicho que se vaya a su lugar! --!He dicho que exijo ver mi avance! --!Si sigue asi, lo suspendere por una semana! --!Pues vuelvo hasta que tengan una solucion para esto! --tomo su mochila y salio del salon. Minutos despues, el docente se dirigio a la oficina de la jefa de carrera. Llego apresurado, que sin darse cuenta de que ahi se encontraba Santo, comenzo a hablar: --Jefa, hay un chico del grupo once que me esta dando problemas en la clase de Innovacion Tecnologica. Hoy me falto al respeto, y si sigue asi, lo suspendere de manera indefinida. --?Por que no toma asiento, senor Pascal? --indico la mujer. --Claro --respondio con toda calma, y al darse la vuelta, vio sentado al chico del que hablaba hace unos segundos. --El joven me dijo que usted llamo a todos sus companeros uno a uno para mostrarles su avance en la unidad, y que cuando llego su turno, usted hizo un mal comentario de su nombre, y le nego la revision. --!Yo no le negue nada! Solo le dije que ya esta reprobado, y que mejor le voy dando las fechas para nivelar. --Practicamente, le esta negando la revision. --Pero, ?y su falta de respeto? --Podemos llamar a cualquiera de mis companeros para que nos cuente lo que sucedio, y si fue mi error, me disculpo, y acepto que me repruebe. --!Muy bien! Jefa, llame a la senorita Milet. Ella lleva las mejores notas, y siempre pone en practica sus valores. Ella no me dejara mentir. --Esperen aqui mientras voy por ella --se puso de pie, y salio de la oficina. --No es tarde para que se retracte y se retire de aqui, joven. --!Yo no tengo nada que perder! --!Listo! --regreso la jefa, seguida por Margalit, quien saludo a ambos hombres--. Senorita Milet, ?puede usted decirme lo que sucedio en el salon de clases? Tengo dos historias diferentes, y debido a sus buenas notas y a su disciplina, la he llamado a usted para que corrobore los hechos. --Vera --miro a ambos sujetos, y nuevamente a la jefa--, el senor Pascal nos llamo por orden de lista para mostrarnos el avance de la unidad y aconsejarnos como mejorar todavia... --?Lo ve? --interrumpio Santo. --!Shh! --intervino la jefa de carrera. --Como decia --miro a Santo--, nos llamo uno a uno. Y cuando llego el turno de mi companero, hizo un mal chiste con su nombre. Ademas, le nego hacer la revision, y cuando el quiso ver la pantalla, el profesor la cerro inmediatamente. --!Fue porque me falto al respeto! --?Es eso cierto, jovencita? --No. El profesor, no se por que, fue muy grosero con el. El es quien debe tener el reporte, no Santo --el senor Pascal la miro con desagrado. --?Tiene algo que decir? --pregunto la jefa al docente. --!Oh! Y, por cierto, cuando fue mi turno, coloco una de sus manos en mi cadera. Me hizo sentir acosada. --!Senor Pascal! Ademas de tener una falta negandole al chico la revision e inventando faltas de respeto, tendra un reporte por contacto indebido. --Aparte de eso, ella no se dio cuenta, pero cuando se inclino para mirar en la computadora, el profesor miro sus pechos... --?Fue por ello tu molestia? --recordo rapidamente. Acto seguido, se llevo las manos al pecho, tratando de levantar mas la blusa. --!Asi fue! --!Por favor, senorita Arreguin! No va a creer en dos adolescentes enamorados, ?o si? Es claro que es un complot para ponerla en mi contra. --?Es cierto eso de que estan enamorados? --Terminamos hace meses... pero eso no tiene nada que ver aqui --respondio Margalit. --No pondre un reporte en su contra, profesor, sin embargo, a la siguiente que ocurra un incidente, sera usted el suspendido. Y ustedes, si ambos se ven envueltos nuevamente en un caso, no lo tomare como coincidencia --suspiro, y agrego--, asi que, por ahora, los tres de vuelta a sus labores, despues de mostrar su avance al joven Vargas. --No puede estar hablando en serio --se opuso Pascal. --Hablo muy en serio. Si se niega nuevamente, ahora si pondre un reporte, y yo me encargo de que el muchacho apruebe. --Esta bien --saco su computadora, la encendio, y abrio el archivo de Excel para mostrarles el desempeno de Santo. Salieron de la oficina. Pascal se dirigio al edificio en que le tocaba dar clases, mientras los jovenes se dirigian a su salon, tambien en otro edificio. A mitad del camino, Santo se detuvo y la detuvo a ella colocandole la mano derecha sobre el hombro, ella dio la vuelta y pregunto que sucedia, sin retirar sus manos de su pecho. El bajo el cierre de su sudadera, se la quito y se la dio a ella, quien incredula, no sabia que decir. Ante ello, el le ayudo a ponersela, pues hacia mucho tiempo que no interactuaban, y ahora, le volvia a prestar una de sus prendas, como hace meses. --Gra... Gracias. --No. Gracias a ti. Por apoyarme, y por no quedar callada con respecto al tema del toqueteo. --Es que, no debe excederse y aprovechar su puesto como profesor. --Esta mal que hoy no nos hayan tomado en serio por lo de ser adolescentes enamor... -- detuvo sus palabras al mirar sus ojos, ese ligero cafe brillante, esos bellisimos ojos descafeinados. --Si, si. Lo se. Hace mucho que no se tocaba ese punto --agacho la cara, al sentir los ojos de Santo mirando los suyos. --Sigues bella como siempre... En el salon de clases, sus companeros podian observarlos desde una de las ventanas. La amiga de Margalit gritaba de emocion, sabia que Santo nunca habia dejado de amarla, y ver que posiblemente se darian otra oportunidad la hacia feliz, en cambio, entre los hombres se escucharon comentarios como "Ojala se la folle esta vez", "Es un imbecil y cobarde por no haberse acercado en meses" y "Si yo fuera el, que no le haria. Esta buenisima". Asi que dejaron de prestar atencion a la pareja y comenzaron a discutir irrespetuosamente, y, minutos despues, se callaron en cuanto ellos entraron al salon. 2 Santo se encontraba en la plaza principal de la ciudad. De vez en cuando le gustaba sentarse en una de las bancas para tener un breve momento de tranquilidad, se sentia parte de la naturaleza y le gustaba el silencio que en la mayor parte del tiempo ahi predominaba. Habia comprado un te helado, su bebida favorita, y aunque llevaba ya un rato sentado, apenas le dio el primer trago. Con los problemas que se presentaron entre sus padres las ultimas semanas, preferia tardarse todo lo posible en llegar a casa, no queria tener que ser quien recibiera el desquite. Hace varios meses --desde su ruptura con Margalit --cargaba con emociones negativas, era dificil, pero trataba de sobrellevarlo, sin embargo, tenerla en el mismo grupo en la universidad le complico las cosas, pues desde antes ya sentia que el estudio no era lo suyo y se planteaba abandonar la escuela a pesar de que sus progenitores estuvieran jodiendo por ello -- cosa que preferia evitar--, pero reiteradamente pensaba que si habia llegado ya tan lejos y no queria que fuera tiempo perdido, debia llegar hasta el final, debia graduarse y obtener su titulo. Fue por ello que, a pesar de haber perdido las ganas, de sentir un vacio que no se llenaba, de tener cerca a su amada sin poder sacarla de sus pensamientos, seguia en la escuela. Y por esa razon, se encontraba feliz en ese momento, todo habia sido una mierda en la que se revolcaba, pero llego Margalit a limpiar el camino, sabia que no debia ilusionarse con una nueva oportunidad, pero valoraba el reacercamiento. Pasada hora y media, se levanto. Camino hacia un contenedor de basura y deposito ahi el envase del te. Miro por ultima vez el paisaje, y se dirigio a casa. Avanzo por Ponce de Leon, continuo hasta llegar a Teran, a la siguiente esquina dio vuelta hacia la derecha, caminando por Espejo, dirigiendose a Antonio de Ibarra. Tenia la costumbre de caminar con mirada gacha, por lo que muchas veces terminaba chocando con personas, y esta vez no fue la excepcion. Choco con un hombre alto y ancho, levanto la mirada, el sujeto iba acompanado. --!Disculpe! !Fue mi culpa! --dijo, tras levantar la mirada. --Ese no es el problema, joven --obtuvo como respuesta. --?Que dice? --estaba desconcertado. --Mas que tener cuidado en la calle, debes tener cuidado en la vida. No debes meterte con cualquiera --agrego el segundo sujeto, quien ahora se encontraba a sus espaldas. --?De que me...--no termino su pregunta. En cuanto volteo la mirada hacia sus espaldas, el hombre que se encontraba delante le solto un golpe en el estomago, haciendolo caer de rodillas. --No es divertido, ?verdad? --?Quienes son ustedes? --pregunto, sin levantar la mirada. Hace tiempo que no se veia envuelto en peleas, por lo que la situacion no era favorable para el. --!Te vale madres! --respondio el sujeto a sus espaldas, dandole una patada que lo hizo caer de cara contra el piso. --No puedes andar haciendo tus chingaderas donde quieras con quien quieras --dieron la vuelta, con intencion de retirarse. --!Pues ustedes tampoco, hijos de la chingada! --dijo al mismo tiempo que corria con impulso hacia ellos. Su tacleo fue efectivo, logro derribar a uno. No obstante, no fue la mejor decision que pudo tomar, su imprudencia le costaria caro. --!Ah! Ahora de valiente, ?no? --dijo el hombre que seguia en pie --!Pues ya te cargo la verga! --Adelante !Acercate! --respondio, acto seguido, cambio la mirada por unos segundos hacia el otro individuo, que se levantaba del piso. --!Tu lo pediste, pedazo de imbecil! --se lanzo sobre Santo, con navaja en mano, tratando de clavarsela en el cuello, pero fallo debido a un movimiento repentino del chico a causa de sus reflejos, tardios pero seguros, cortandole desde el labio inferior hasta el extremo derecho del menton. A pesar del dolor inmenso y de la sangre que brotaba de su rostro, no se descuido del arma blanca. Tomo el brazo derecho del hombre y le dio la vuelta en un movimiento rapido, llevandolo a su espalda, haciendo caer la navaja. Entretanto, el segundo hombre aprovecho la situacion y se apresuro a patear el hueco popliteo izquierdo de Santo, quien callo a modo de genuflexion, para despues recibir en la cara un rodillazo --bastante burlesco --que le rompio la nariz y lo hizo caer inconsciente, con la parte inferior del rostro banada en sangre. Ambos sujetos sacudieron sus sacos. Uno de ellos escupio en la cara del joven, mientras el otro levantaba el arma de la acera. El primero levanto parte del torso y la cabeza de Santo, mientras el otro se proponia clavar finalmente la navaja, pero fueron sorprendidos por un "!Auxilio! !Llamen a la policia!" de una mujer que recien pasaba por el lugar. Se pusieron de pie, dejando tendido al muchacho moribundo.

  • Navidad en el Club de Nina Klein

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    P C A P I T ULO 1 or un momento tuve miedo de que el portero no me dejase entrar al club. Le mire, alto y grande, con un traje oscuro y camisa tambien oscura, debajo del letrero con el nombre del club, al lado de la puerta cerrada. Yo no estaba vestida para matar, como el resto de gente que estaba en la puerta, algunos haciendo cola detras de las catenarias, otros parados en grupitos en la acera. La gente no solo estaba vestida de viernes por la noche, estaban vestidos de fiesta: lentejuelas, boas de plumas, brillantina en la piel y en el pelo… Los hombres iban practicamente todos con traje y no habian podido usar mucho su imaginacion: alguna corbata roja, y poco mas. Aquel era un sitio con clase. ?Que llevaba yo puesto? El abrigo negro casi hasta los pies, de corte masculino, que usaba todos los dias. Debajo del abrigo, unos vaqueros pitillos oscuros, unos botines, y un jersey fino negro que era el mismo que habia llevado ese dia a la oficina. Ahora estaba alli, con el pase de socia que no era mio quemandome en el bolsillo del abrigo. Con las prisas, no habia cogido ni bufanda ni gorro, y debia hacer como cero grados. Se me estaban congelando las orejas. Tampoco habia cogido bolso: todas mis cosas -bueno, el movil, las llaves y la cartera, lo unico que llevaba encima- estaban en los bolsillos interiores de mi abrigo. Mire de nuevo al portero que, a pesar de toda la gente que habia en la puerta, me miraba directamente a mi, con curiosidad. Lei el letrero sobre la puerta. Poison. Tome aire. Tenia que entrar. Tenia que saber lo que estaba pasando, necesitaba saber la verdad. ?Que era una neurotica y una desconfiada? Quizas, pero llevaba dos dias sin poder dormir ni concentrarme ni hacer nada mas, y necesitaba salir de dudas. Me quite la coleta que llevaba y me pase los dedos por mi melena negra, para intentar mezclarme un poco mas con el ambiente. Era absurdo, porque llamaba un monton la atencion de todas formas. Sobresalia exactamente por mi normalidad: era la unica persona que no iba de punta en blanco, la unica que no se habia pasado mas de dos horas preparandose antes de acudir alli. Que clase de sitio es este, pense. Bueno, sabia exactamente el tipo de sitio que era. Y por eso estaba alli. Me acerque al portero, nerviosa, con el corazon en la garganta. Me sonrio y me dio las buenas noches. Bueno, por lo menos parecia amable. Trague saliva y le tendi la tarjeta. Paso el escaner por encima. -Que pases una buena noche, Lidia -dijo el gigante. Me imagine que el nombre le habia salido en el escaner, y por eso me habia llamado Lidia. Y no, no iba a pasar una buena noche, porque no iba a socializar, ni a divertirme. Mi objetivo era otro. Y tampoco me llamaba Lidia, la tarjeta con la que iba a entrar al club no era mia. Pero evidentemente no dije nada de eso. Le sonrei de vuelta, o lo intente, musite un gracias apresurado y entre en el club. ?Que hacia alli, un 23 de diciembre, en el club Poison, un club sexual del que no habia oido hablar hasta un par de dias antes? Buena pregunta. Todo habia empezado exactamente entonces, un par de dias antes, en la oficina. TRABAJO en el departamento de marketing de una gran empresa, una firma de moda prestigiosa con oficinas en todo el mundo. Ropa que no me puedo permitir ni en suenos. No gano mal, pero no puedo pagar mil dolares por un jersey o unos pantalones, ya ni hablar de un bolso, que costaba mas del doble. Asi era el mundo de los articulos de lujo. Estaba en la oficina, decia, hablando con mis companeros en el descanso, hablando de lo que iban a hacer por Navidad. Era dia 21 de diciembre, habia un ambiente festivo en la oficina y muchos de ellos se iban directamente al aeropuerto cuando terminasemos la jornada para pasar las fiestas con sus familias. De eso estabamos hablando, de con quien ibamos a pasar el dia de Navidad: habia tres personas que se quedaban solas en la ciudad y estaban organizando una comida navidena para no sentirse tan miserables. -Al final este ano tambien me sumo, chicos… -dije, un poco de bajon. Los dos ultimos anos era lo que habia hecho, mi familia tan desperdigada por todo el globo terraqueo que juntarnos una vez al ano todos en el mismo sitio era practicamente imposible. Aparte, mis padres ya no estaban y mis hermanos tenian sus propias familias y casas. -!Anda! No te habiamos dicho nada porque pensabamos que ibas a pasar las navidades con Henry. Suspire. Eso pensaba yo tambien. Llevabamos saliendo casi un ano y nos habiamos prometido un par de meses antes. La idea era pasar las navidades con el y conocer a su familia, pero al final se habia torcido la cosa. -No, Henry esta en Vermont, se fue hace un par de dias. Iba a ir con el este ano a celebrar las navidades en su casa, con su familia, pero su padre esta en el hospital y la verdad, me ha dicho que mejor no vaya, no es el momento para presentaciones… Era una faena, porque llevabamos casi un ano juntos y aunque conocer a la familia politica siempre era un palo, no me apetecia pasar las navidades sola, la verdad, otro ano mas. Y queriamos poner la fecha de la boda ya, un mes que le fuese bien a todo el mundo. -?Henry esta en Vermont? -pregunto extranada mi jefa, Lidia. En realidad era la jefa del departamento, pero era como una de nosotros, no haciamos distinciones. Solo que ella tenia el despacho grande, en vez de trabajar en un cubiculo como nosotros, y seguramente el triple de sueldo. Aparte de eso, minucias. -Si… ?por que? Habia llevado a Henry a un par de eventos de la empresa, y alli era donde le habian conocido. Lidia tenia el ceno fruncido. -No, por nada… -dijo, y cambio de tema inmediatamente, recomendandonos restaurantes para la comida de Navidad. No me quede satisfecha, pero lo deje correr. Durante el resto de la conversacion me aparto la mirada y no era lo que solia hacer. Cuando se acabo la pausa y volvimos todos a nuestros puestos y ella a su despacho, la segui. Habia dejado la puerta entreabierta. Aun asi, llame antes de asomar la cabeza. -?Se puede? Levanto la cabeza del ordenador y me miro con la cara un poco palida. Entonces supe que no me lo habia imaginado: algo pasaba. -Sara… pasa. Cerre la puerta detras de mi. Las paredes de la oficina de Lidia eran de cristal -literalmente, se veia todo lo que pasaba en su oficina-, pero no queria que nadie nos oyese. -?Que ha sido eso? -?El que? Lidia me miro con cara de nada, intentando hacerse la inocente. Esperaba que no le diese por jugar al poquer, porque iba a arruinarse. No sabia disimular. -Antes, cuando estabamos hablando de que hacer en navidades. Me has preguntado si Henry estaba con su familia en Vermont, como si te extranase… ?por que? Me miro con los ojos muy abiertos, como un ciervo en medio de la carretera. -No, no, solo era un comentario… Estaba empezando a tener una sensacion muy chunga, como un agujero que se abria en mi estomago. -Lidia… pensaba que no pasaba nada, pero tu reaccion no es normal. ?Que pasa? Puedes decirme lo que sea. Trago saliva. -?Has oido la expresion matar al mensajero? -pregunto, sin mirarme directamente. -No voy a matar a ningun mensajero, Lidia. Por malo que sea lo que vayas a decirme. Y, sinceramente, me esperaba cualquier maldita cosa. Mi imaginacion era seguramente peor, mucho peor que la realidad. Entonces todavia no sabia lo equivocada que estaba. La realidad era peor que cualquier cosa que podria haberme imaginado. Lidia me miro por fin, con cara de pena. -?Cuando se supone que se fue Henry a Vermont con su familia? ?”Se supone…”? No empezaba muy bien. Me empezo a latir el corazon a mil por hora. -Hace tres dias. -Tres dias -repitio, como para asegurarse, y empezo a tamborilear con los dedos en el escritorio-. No es la primera vez que le veo, pero pensaba que teniais algun tipo de acuerdo… pero cuando has dicho que estaba en Vermont, he empezado a sospechar que no sabias nada. -?Nada de que? ?Que no es la primera vez que le ves, donde? Me faltaba informacion. Era como si Lidia estuviese hablando en clave, o siendo obtusa a proposito. Al fin suspiro, dejo el molesto tamborileo con los dedos y levanto la vista para mirarme. -Henry no puede estar en Vermont porque anoche estaba en el club Poison. P C A P I T ULO 2 ues muy bien. Me habia quedado igual. -?El club Poison? ?Donde esta eso? No lo habia oido en mi vida, me sonaba a chino. Tambien era verdad que no solia salir muy a menudo de copas, tampoco era como si me conociese todos los clubs de la ciudad. -Te voy a contar algo, pero por favor, que no salga de aqui -dijo Lidia, seria. Hice un gesto de impaciencia con la mano, para que siguiese hablando. -No, en serio. Que no salga de aqui, Sara, porque tu no sabes como es la gente. Me ha costado mucho llegar adonde estoy y no quiero que una montana de cotilleos me entierre y acabe teniendo que irme. Si te cuento lo que te voy a contar es para hacerte un favor, ?me entiendes? Por favor no repitas nada de lo que te voy a contar a continuacion. Es secreto. No lo sabe nadie, ni alguna de mis amigas mas antiguas. -Esta bien, esta bien. Soy una tumba. No lo decia por decir, era una persona discreta. Aunque a aquellas alturas lo que me imaginaba era que me iba a decir que era una espia rusa, o a saber, con tanto secretismo. -El club Poison es un club… de sexo. Levante las cejas. -?De sexo? -La gente va a alli a tener sexo, mayoritariamente con desconocidos, aunque puedes tambien ir con tu pareja a experimentar. -Vale… No sabia donde queria ir con todo aquello.

  • Mano Negra (Novelas del Tarot 2), Malala Macaroni de Malala Macaroni

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    ?Puede una mujer valiente escapar al asedio de un jefe de la ‘Ndrangheta? Una novela para reir, sufrir y amar como nunca antes.

  • Identidades de Diego Maenza

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    Chuang Tzu sono que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que habia sonado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba sonando que era Tzu. Se desperto. La noche cubrio el cuerpo del joven que tiritaba palido y no era debido al frio. La pesadilla habia sido espantosa. Como ocurre en la mayoria de las ensonaciones los escenarios cambiaron con frecuencia, los personajes no fueron estables y los dialogos se presentaron difusos e incomprensibles. Un semicapro de facciones desfiguradas lo perseguia por una callejuela. Erguido en sus patas traseras y con pisadas sonoras, lo seguia sin descanso. Sus muslos fornidos, tonificados por las carnes de los pectorales de sus victimas (y sobre todo por el corazon, que era su alimento predilecto) se mecian tremulos durante la marcha, al tiempo que sus brazos se agitaban con tal lentitud que remarcaban su desproporcion. Con el cuerpo plagado de vellos oscuros, sus cuernos de macho cabrio y sus dientes babeantes, aquel especimen solo podia ser el producto de una ilusion onirica. El joven doblo una esquina casi interminable para percatarse de que en esta nueva ocasion se encontraba en una llanura, un paramo en el cual el sol era un punto lejano e inmovil, que empezo a carcomerle la dermis con su intensidad de carbon encendido. La arena candente le tornaba mas lenta la huida. El monstruo lo acosaba con las fauces despernancadas y con su extrana fisonomia semihumana. Agotado, el joven se desplomo en la arena y por un instante creyo estar siendo devorado por el anomalo ser, hibrido y contranatural. Esta imagen terrible atormento su mente por un intervalo de tiempo corto, hasta que al fin se atrevio a abrir los ojos amodorrados por el temor y observo con satisfaccion que estaba de bruces sobre una banqueta de un parque del cual, por mas que lo intento, no le llegaron recuerdos. Abrio las vistas con asombro, atento a cualquier esperanza de escondite. Intento refugiarse tras un monumento: una escultura que delataba marcas, roida quiza por garras desquiciadas y colmillos poderosos. La antigua efigie era una especie de minotauro, pero a diferencia de las descripciones clasicas, el cuerpo se presentaba revestido de grandes plumas similares a las que usualmente observamos en las representaciones de Quetzalcoatl en el codice borbonico azteca. En la parte inferior logro divisar una escritura que en principio reconocio como extrana. Con vacilacion, aunque tambien con un poco de aterrador deleite, logro descifrar aquel lenguaje ajeno envuelto en la insolita facultad de interpretacion que se apodero de el. La leyenda narraba la lucha que enfrento el primero de los valerosos minotauros en un laberinto construido por encargo de los dioses. El endriago habia sido encerrado con el proposito de que llevara una vida tranquila, para resguardo de su propia seguridad, para que no se contaminara con la maldad de la raza humana. Pero las personas empezaron a fustigarlo con el latigo de su Chuang Tzu sono que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que habia sonado Se desperto. La noche cubrio el cuerpo del joven que tiritaba palido y no era debido al frio. La pesadilla habia sido espantosa. Como ocurre en la mayoria de las ensonaciones los escenarios cambiaron con frecuencia, los personajes no fueron estables y los dialogos se presentaron difusos Un semicapro de facciones desfiguradas lo perseguia por una callejuela. Erguido en sus patas traseras y con pisadas sonoras, lo seguia sin descanso. Sus muslos fornidos, tonificados por las carnes de los pectorales de sus victimas (y sobre todo por el corazon, que era su alimento predilecto) se mecian tremulos durante la marcha, al tiempo que sus brazos se agitaban con tal lentitud que remarcaban su desproporcion. Con el cuerpo plagado de vellos oscuros, sus cuernos de macho cabrio y sus dientes babeantes, aquel especimen solo podia ser el producto de una El joven doblo una esquina casi interminable para percatarse de que en esta nueva ocasion se encontraba en una llanura, un paramo en el cual el sol era un punto lejano e inmovil, que empezo a carcomerle la dermis con su intensidad de carbon encendido. La arena candente le tornaba mas lenta la huida. El monstruo lo acosaba con las fauces despernancadas y con su extrana fisonomia semihumana. Agotado, el joven se desplomo en la arena y por un instante creyo estar siendo devorado por el anomalo ser, hibrido y contranatural. Esta imagen terrible atormento su mente por un intervalo de tiempo corto, hasta que al fin se atrevio a abrir los ojos amodorrados por el temor y observo con satisfaccion que estaba de bruces sobre una banqueta de un parque del cual, por mas que lo intento, no le llegaron recuerdos. Abrio las vistas con asombro, atento a cualquier esperanza de escondite. Intento refugiarse tras un monumento: una escultura que delataba marcas, roida quiza por garras desquiciadas y colmillos poderosos. La antigua efigie era una especie de minotauro, pero a diferencia de las descripciones clasicas, el cuerpo se presentaba revestido de grandes plumas similares a las que usualmente observamos en las representaciones de Quetzalcoatl en el codice borbonico azteca. En la parte inferior logro divisar una escritura que en principio reconocio como extrana. Con vacilacion, aunque tambien con un poco de aterrador deleite, logro descifrar aquel lenguaje ajeno envuelto en la insolita facultad de interpretacion que La leyenda narraba la lucha que enfrento el primero de los valerosos minotauros en un laberinto construido por encargo de los dioses. El endriago habia sido encerrado con el proposito de que llevara una vida tranquila, para resguardo de su propia seguridad, para que no se contaminara con la maldad de la raza humana. Pero las personas empezaron a fustigarlo con el latigo de su intromision. Ingresaban con candelabros e incendiaban, con el liquido combustible que encontraban a mano, las paredes de murales lugubres de las que estaba compuesta la laberintica ciudad. En otras ocasiones introducian insectos venenosos, serpientes y toda clase de alimanas. Los humanos empezaron a ingresar a las profundidades, atravesando caminos de ramificaciones en apariencia interminables con la intencion de lastimar al apacible engendro. Para aquella intrincada labor, concibieron una idea peculiar: desde la entrada comenzaban a desenredar una madeja de un hilo muy resistente que como es de imaginar (ya tenemos rasgos de esta audacia en las leyendas clasicas) les brindaba seguridad. En su itinerario de verdugos hambrientos de muerte, los caballeros, con cobardia, iban armados de lanzas cuyos extremos de cuchillas de hierro puntiagudo habian plagado con el mas letal veneno, una emulsion de sustancias toxicas provenientes de hongos, plantas y animales, y no en pocos casos tambien de aquellos minerales que solo los mas intrepidos osaban buscar. En mas de una ocasion habian herido a la bestia con exito, pero la fortaleza del minotauro soportaba las toxinas, no sin pasar algunos dias en estado de postracion. El joven se salto un par de lineas, al comprender que carecian de relevancia, y su mirada se hundio en el parrafo conclusivo. Aquel dia habian acudido trece hombres a la caceria semanal, y se habian adentrado con el ovillo del hilo fortisimo. Pero el heroe de apariencia semihumana ya habia previsto, con la agudeza que otorga la experiencia, que aquella tarde seria decisiva y de sangre. El astuto engendro, que conocia a la perfeccion los recovecos de la compleja madriguera, se desplazo por pasadizos reconditos, logrando de esta forma apoderarse de la bobina que yacia en la entrada del laberinto. Lo condujo por caminos escabrosos, con la evidente intencion de obligar a elegir pasajes erraticos a quien pretendiera buscar la salida. De esta manera el minotauro logro, en medio del caos producido por la desesperacion de los desorientados, ir devorando a uno por dia y acabar de esta forma con las molestas intrusiones en su vida apacible. En este punto culminaba la historia. El joven incorporo la vista y se fijo nuevamente en el horrendo monumento, el cual ya no conservaba la cualidad de estatua inmovil, sino que empezo a resquebrajarse, como si de el estuviera emergiendo un ser metamorfoseado y como si la imagen quiescente percatada hace pocos segundos no hubiese sido mas que una placentera crisalida. El semicabron no habia dejado nunca de perseguirlo, por el contrario, habia aguardado con paciencia el descuido del joven y ahora se encontraba a un cuarto de metro de probar sus carnes. La reaccion natural del joven (desde luego, comprendiendo la expresion natural desde una acepcion no onirica) hubiese sido del estupor mas paralizante, no obstante, la carrera ya habia sido emprendida. Escapaba por un boscaje de arboles sedientos que incitaban a formular la imagen de un lugar de soledad. En la escapatoria no se habia apercibido del acecho del perseguidor, y lo habia perdido de vista. Caminaba con cautela, asentando con mesura las plantas lascadas de sus zapatos. Quizas estes sonando, retumbo una voz en los ecos lejanos, y el joven atribuyo el sonido a sus pensamientos. Quizas estes sonando, volvieron a manifestarse las palabras profeticas antes de presenciar un intervalo de silencio que fue interrumpido por el canto atronador de un pajaro colorido y enorme que se poso frente al camino del joven. Quizas estes sonando, dijo con claridad la mayuscula ave que tenia la deformidad de una golondrina agrandada y la boreal luminiscencia de un pavo real. No puede ser un sueno, pues lo siento real, le replico el joven, temeroso y atontando por la presencia del animal estrambotico. Los suenos son asi, mi querido amigo, quiza yo aun me encuentro en mi nido, sonando que converso con un humano del tamano de una cucaracha, pues se que te sorprende verme tan grande, del mismo modo que a mi me intromision. Ingresaban con candelabros e incendiaban, con el liquido combustible que encontraban a mano, las paredes de murales lugubres de las que estaba compuesta la laberintica ciudad. En otras ocasiones introducian insectos venenosos, serpientes y toda clase de alimanas. Los humanos empezaron a ingresar a las profundidades, atravesando caminos de ramificaciones en apariencia interminables con la intencion de lastimar al apacible engendro. Para aquella intrincada labor, concibieron una idea peculiar: desde la entrada comenzaban a desenredar una madeja de un hilo muy resistente que como es de imaginar (ya tenemos rasgos de esta audacia en las leyendas clasicas) les brindaba seguridad. En su itinerario de verdugos hambrientos de muerte, los caballeros, con cobardia, iban armados de lanzas cuyos extremos de cuchillas de hierro puntiagudo habian plagado con el mas letal veneno, una emulsion de sustancias toxicas provenientes de hongos, plantas y animales, y no en pocos casos tambien de aquellos minerales que solo los mas intrepidos osaban buscar. En mas de una ocasion habian herido a la bestia con exito, pero la fortaleza del minotauro soportaba las toxinas, no sin pasar algunos dias en estado de El joven se salto un par de lineas, al comprender que carecian de relevancia, y su mirada se hundio en el parrafo conclusivo. Aquel dia habian acudido trece hombres a la caceria semanal, y se habian adentrado con el ovillo del hilo fortisimo. Pero el heroe de apariencia semihumana ya habia previsto, con la agudeza que otorga la experiencia, que aquella tarde seria decisiva y de sangre. El astuto engendro, que conocia a la perfeccion los recovecos de la compleja madriguera, se desplazo por pasadizos reconditos, logrando de esta forma apoderarse de la bobina que yacia en la entrada del laberinto. Lo condujo por caminos escabrosos, con la evidente intencion de obligar a elegir pasajes erraticos a quien pretendiera buscar la salida. De esta manera el minotauro logro, en medio del caos producido por la desesperacion de los desorientados, ir En este punto culminaba la historia. El joven incorporo la vista y se fijo nuevamente en el horrendo monumento, el cual ya no conservaba la cualidad de estatua inmovil, sino que empezo a resquebrajarse, como si de el estuviera emergiendo un ser metamorfoseado y como si la imagen quiescente percatada hace pocos segundos no hubiese sido mas que una placentera crisalida. El semicabron no habia dejado nunca de perseguirlo, por el contrario, habia aguardado con paciencia el descuido del joven y ahora se encontraba a un cuarto de metro de probar sus carnes. La desde una acepcion no onirica) hubiese sido del estupor mas paralizante, no obstante, la carrera ya habia sido emprendida. Escapaba por un boscaje de arboles sedientos que incitaban a formular la imagen de un lugar de soledad. En la escapatoria no se habia apercibido del acecho del perseguidor, y lo habia perdido de vista. Caminaba con cautela, asentando con mesura las plantas lascadas de sus , retumbo una voz en los ecos lejanos, y el joven atribuyo el sonido , volvieron a manifestarse las palabras profeticas antes de presenciar un intervalo de silencio que fue interrumpido por el canto atronador de un pajaro dijo con claridad la mayuscula ave que tenia la deformidad de una golondrina agrandada y la boreal le replico el joven, Los suenos son asi, mi querido amigo, quiza yo aun me encuentro en mi nido, sonando que converso con un humano del tamano de una cucaracha, pues se que te sorprende verme tan grande, del mismo modo que a mi me sorprende verte tan pequeno. El joven no reparo en la logica de la frase y tampoco se percato de que los arboles inmensos que se levantaban ante sus ojos, bien hubiesen podido ser pequenos arbustos tal como llevaba a pensar la argumentacion del que a su vista era un pajaro gigante. Su mente estaba extraviada en pensamientos mas neuralgicos, al presentir que de las entranas de la enorme ave surgiria la silueta macabra de un macho cabrio con la complexion de un ser humano embadurnado por las viscosidades de las visceras y banado en un torrente de sangre. En estas cavilaciones se encontraba cuando sus facultades lograron asimilar lo que habia acontecido: el amigo animalesco se habia esfumado junto con el boscaje de arboles sedientos y ahora se encontraba parado en medio de un escenario muy diferente y mucho mas reconocible que aquellos lugares insolitos. Las ventanas abiertas permitian que irrumpiera el aire que ventilaba el ambiente; los sillones comodos, forrados de cuero, otorgaban a la sala un aspecto de recepcion; los cuadros de tematicas coloridas motivaban a contemplarlos con fascinacion. La escalera entorchada llevaba a las dos habitaciones que el joven conocia con minuciosidad: era su propia casa. Volvio a examinar uno de los cuadros, y se paro frente al simulacro de arte con desmesurada contemplacion. Lo escruto con meticulosidad: desde las imponentes montanas hasta los indiferentes animalillos que asomaban por los alrededores de las praderas. Casi en el centro se podia observar un camino que se perdia entre las montanas. Por lo demas el cuadro reflejaba una palida intencion artistica, a excepcion de algo inaudito que le otorgo la magia que necesitaba. Desde lo lejano del camino sinuoso empezo a dibujarse la silueta de una persona. La figura, con el transcurso de una aceleracion pausada y frontal, similar a una caminata, se empezo a agrandar. Poco fue el trayecto que tuvo que recorrer para que el joven comprendiera que se trataba de una mujer. La extrana peregrina, al estar al limite del cuadro, manifesto su descontento. Que cansada estoy. El joven no se inmuto. Recordo las palabras del pajaro de arcoiris y empezo a deliberar, con mayor seriedad, la posibilidad de estar dentro de un sueno. Quizas este sonado, se jacto de su raciocinio, pero perdio la nocion de estar en sus cabales cuando capto nuevamente una voz, esta vez de entonacion delicada y que pertenecia a aquella hermosa dama que estaba dentro de la pintura. Si, quizas estes sonando, o tal vez estes sonando que suenas. El joven no comprendio la envergadura de la sentencia, pero rememoro lo sucedido con el pajaro y creyo necesario estar atento a cada palabra de la damisela. No te entiendo, explicate, imploro el joven. Ella lo miro una vez mas y dijo: Sucede a veces: que sonamos que sonamos. El joven hablo de nuevo: ?Me estas queriendo decir que este es un sueno pero que si despierto aun estare sonando? La damisela elevo un rictus de complacencia: Noto que ya lo estas entendiendo. Pasa muy a menudo con personas que acuden a esta dimension en sus intentos desesperados por escapar de sus temores. Aqui se pueden escudar. Ningun temor ha sido lo suficientemente solido para penetrar esta fortaleza. Hizo una pausa. El joven aprovecho para lanzar una nueva interrogacion: Puedo suponer que estoy a salvo. ?Y dices que a muchas personas les ocurre lo mismo? La mujer miro hacia sus pies, acomodando un desperfecto en su calzado mientras estregaba ambos zapatos. Miro de manera fija al muchacho: Si, muchisimas. Suenan que suenan. Suenan que no suenan. Suenan que suenan que no suenan. Suenan que suenan que suenan, tres suenos a escala. Suenan que no suenan que suenan. Suenan que suenan con el sueno de otro. Suenan que otro suena y ese sueno es el propio, es decir que suenan lo mismo que otro esta sonando. Suenan que no suenan con el sueno de otro sino con dos. Suenan que suenan un sueno ajeno mezclado con el propio. Algunas son personas lucidas que les encanta sonar; otras, enfermas que les encanta sonar que suenan. El muchacho se sintio seguro: El joven no reparo en la logica de la frase y tampoco se percato de que los arboles inmensos que se levantaban ante sus ojos, bien hubiesen podido ser pequenos arbustos tal como llevaba a pensar la argumentacion del que a su vista era un pajaro gigante. Su mente estaba extraviada en pensamientos mas neuralgicos, al presentir que de las entranas de la enorme ave surgiria la silueta macabra de un macho cabrio con la complexion de un ser humano En estas cavilaciones se encontraba cuando sus facultades lograron asimilar lo que habia acontecido: el amigo animalesco se habia esfumado junto con el boscaje de arboles sedientos y ahora se encontraba parado en medio de un escenario muy diferente y mucho mas reconocible que Las ventanas abiertas permitian que irrumpiera el aire que ventilaba el ambiente; los sillones comodos, forrados de cuero, otorgaban a la sala un aspecto de recepcion; los cuadros de tematicas coloridas motivaban a contemplarlos con fascinacion. La escalera entorchada llevaba a las dos habitaciones que el joven conocia con minuciosidad: era su propia casa. Volvio a examinar uno de los cuadros, y se paro frente al simulacro de arte con desmesurada contemplacion. Lo escruto con meticulosidad: desde las imponentes montanas hasta los indiferentes animalillos que asomaban por los alrededores de las praderas. Casi en el centro se podia observar un camino que se perdia entre las montanas. Por lo demas el cuadro reflejaba una palida intencion artistica, a excepcion de algo inaudito que le otorgo la magia que necesitaba. Desde lo lejano del camino sinuoso empezo a dibujarse la silueta de una persona. La figura, con el transcurso de una aceleracion pausada y frontal, similar a una caminata, se empezo a agrandar. Poco fue el trayecto que tuvo que recorrer para que el joven comprendiera que se trataba de una mujer. La extrana peregrina, al estar al El joven no se inmuto. Recordo las palabras del pajaro de arcoiris y empezo a deliberar, con mayor seriedad, la posibilidad de se jacto de su raciocinio, pero perdio la nocion de estar en sus cabales cuando capto nuevamente una voz, esta vez de entonacion delicada y que Si, quizas estes sonando, o tal El joven no comprendio la envergadura de la sentencia, pero rememoro lo sucedido con el pajaro y creyo necesario estar atento a cada palabra de la damisela. Sucede a veces: que Me estas queriendo decir que este es un sueno Noto que ya lo estas entendiendo. Pasa muy a menudo con personas que acuden a esta dimension en sus intentos desesperados por escapar de sus temores. Aqui se pueden escudar. Ningun temor ha Hizo una pausa. El joven aprovecho Puedo suponer que estoy a salvo. ?Y dices que a muchas La mujer miro hacia sus pies, acomodando un desperfecto en su Si, muchisimas. Suenan que suenan. Suenan que no suenan. Suenan que suenan que no suenan. Suenan que suenan que suenan, tres suenos a escala. Suenan que no suenan que suenan. Suenan que suenan con el sueno de otro. Suenan que otro suena y ese sueno es el propio, es decir que suenan lo mismo que otro esta sonando. Suenan que no suenan con el sueno de otro sino con dos. Suenan que suenan un sueno ajeno mezclado con el propio. Algunas son personas lucidas que les El muchacho se sintio seguro: Aqui aguardare a que culmine mi sueno... o hasta que culmine el sueno de mi sueno. Casi no avanzo a sentenciar su deseo, cuando vio con horror que la mujer de deleitable beldad, mucho mas hermosa que las montanas o que las praderas verdes, estaba tendida en el camino y era devorada por la monstruosidad que lo venia acechando desde hace tiempo. El muchacho, como es de esperar, corrio despavorido, con la idea de que el semicapro ya habia emergido del cuadro y que en ese momento se encontraba cerca de el. Eligio como refugio sus habitaciones. Intento ascender por la escalera y freno con violencia: el anomalo ser bajaba a toda velocidad. El horror se reflejaba en su rostro blanqueado. Logro abrir la puerta de salida y continuo corriendo hasta que su cuerpo pudo soportarse. Cayo de rodillas y con las manos en el piso, agotado por el delirio de la persecucion. Volteo la mirada y la casa ya no estaba. Creyo que la huida la habia realizado con tanta desesperacion que se habia alejado excesivamente de aquel edificio que estuvo a punto de ser su mausoleo. Miro a su alrededor, con timidez, queriendo comprender en que lugar se encontraba. Era una calle ancha y oscura, cuyo horizonte parecia no tener fin. Por ambos lados habitaba la penumbra y solo se alcanzaba a divisar la larga franja del suelo grisaceo de duro asfalto, como si en aquella tiniebla la luna fuese una anorexica linea orbital que envolviese el planeta y que los afortunados en tener su delgada luz fueran el y la dichosa carretera. Camino con letargo, inspeccionando, como si hubiese podido hacerlo, cada rasgo de oscuridad. Se encontraba temeroso al imaginar que de aquellas sombras pudiera emerger la figura de la bestia de la que tanto habia huido. Pero el silencio era su unica compania. Se escucharon murmullos en un idioma incomprensible. Llamar lenguaje a aquel galimatias podria ser un error, pues el joven ni siquiera pudo tener indicios de que aquellos seres, al proferir las incomprensibles cacofonias, hubiesen exteriorizados senales de entendimiento. Las manifestaciones fisicas son imprescindibles en ciertos casos y ya esta siendo demostrado que el lenguaje mimico es tan importante como el lenguaje oral y el escrito.

  • Amor…, ?que te he hecho yo? de Rose B. Loren

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    El amor no siempre llega a primera vista. Y si no que se lo digan a Violet, una mujer que, tras dos relaciones fallidas, ha perdido la esperanza de encontrar a su pareja ideal. Dinamica e independiente, trabaja como comercial en Nueva York y tras su ultima mala experiencia decide alquilar parte de su vivienda para no sentirse tan sola. Su companera de piso sera Abby, la protagonista de <>, y forjaran una gran amistad y complicidad. Esa amistad le llevara a conocer a Brandon, un hombre que vive sin ataduras en Boston, entregado al libertinaje y con un trabajo de ojeador deportivo que en el fondo no le llena. Este, tras un dia de fiesta con su mejor amigo Archi, conocera a Violet, con la que pasara una noche en un hotel y, aunque al principio parecia que ella solo era una mas en su lista de conquistas, pronto despierta en Brandon algo para el desconocido. ?Sera deseo, pasion o amor?

  • El ultimo susurro de Gema Tacon

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    Conocer a Gema Tacon ha supuesto en mi vida personal algo asi como una <>. Admito que antes de coincidir con ella en Sevilla, en el evento Literalia, no la conocia; sin embargo, es de esas personas que no pasan desapercibidas alla donde aparece. Supongo que se debe a ese factor que tenemos en comun, ser piscis, que nos impulsa a mostrarnos afectuosas y abiertas cuando nos sentimos a gusto con la gente. Ese dia armonizamos a la primera, reimos muchisimo y prometimos leernos. De Gema he de decir, ante todo, que es muy buena persona; pero lo que nos trae aqui es su faceta como escritora. Ya, si la he leido, y no solo en esta novela, El ultimo susurro, sino en otras obras suyas de tematica juvenil, con seres fantasticos, el de los heroes y heroinas de humor acido y accion rapida. Gema es versatil por naturaleza y ha demostrado que puede adentrarse en otros generos. Aqui nos trae una novela policiaca, con un mundo supercurioso y absolutamente desconocido para mi, el de los ASMR (!incluso crei que se lo habia inventado hasta que vi los agradecimientos al personal que la ha asesorado!); pero sobre todo me encanta su particular mania de jugar con las identidades de los protagonistas. No os podeis perder el glosario final porque en el descubrireis que nuestra amiga ha tomado prestado los nombres e incluso las profesiones de personajes reales para integrarlos en su historia. !Imaginacion y documentacion no le falta! La novela, su primera incursion en este genero, le ha quedado bastante digna y si a ello le sumamos la magnifica portada de Monica Gallart, no podeis dejar de leerla. Para mi, ha sido un honor que me solicitara escribir el prologo de su historia. No tengo ni idea de si era esto lo que queria, pero es lo que me ha salido (!fijo que ya no me lo pide mas!) Igual que ella es novata en las lides policiales, yo lo soy en las prologueras. De todos modos, contamos con vuestra benevolencia y vuestras ganas de seguir compartiendo el universo de Gema, ese que te hace reir, porque es para lo que ella ha nacido; para poner una sonrisa en nuestros semblantes y alegria en los corazones. Mucha suerte en tu trayectoria, Gema. Un fuerte abrazo. Mercedes Gallego. Uno Arroje contra la pared algo que estaba penetrandome los timpanos como si quisiese devorarme por dentro. Me di la vuelta, me escondi bajo la manta y continue durmiendo mi muy merecida resaca de la noche anterior. Definitivamente, no debi haber tomado esa ultima copa, tampoco tenia a nadie esperandome para echarme la bronca por llegar en el estado en el que lo hice, y no me importaba en absoluto lo que los vecinos cuchicheasen a mis espaldas. Con vaciarles por la ventana del patio los ceniceros llenos de colillas sobre sus blanquisimas y monisimas sabanas ya tenia mi venganza mas que solventada, y como resulta que soy policia, no tenian huevos de subir hasta mi mugriento atico a decirme a la cara lo que realmente opinaban sobre mis salidas nocturnas y mis llegadas al amanecer cada dia, con un hombre o mujer diferente, seguido de los politicamente incorrectos gemidos y jadeos. Tocaron el timbre con insistencia logrando que me despertara de peor humor del que me levantaba a diario. Me dirigi hasta la puerta principal, abri y alli estaba la pobre y temblorosa Clea, mirandome bajo sus enormes gafas y cubriendose el resto de la cara con un monumental dosier lleno de papeles que, de seguro, pretendia que me leyese. Me di la vuelta, la deje de pie en la entrada y corri por el pasillo para introducirme de nuevo en mi deshecha y alborotada cama. --Kate, la jefa esta como loca buscandote. Te ha llamado al movil cientos de veces. Se quedo gritando que o aparecias de inmediato o te quedarias sin empleo y sueldo hasta el dia del juicio final --me advirtio a la vez que levantaba las persianas. Me destrozo las retinas con ello. --!Dile que no me encuentro bien! --grite lanzandole un cojin a la cabeza, con la esperanza de impedir que siguiese abriendo mas ventanas. --Tenemos un caso, Kate --me informo haciendo que le prestase atencion por primera vez desde que llego--. Ha muerto una mujer de mucho dinero y hay que investigarlo antes de que se filtre a la prensa. Eso ya me gustaba un poco mas. Ultimamente, la zorra de la jefa de policia lo unico que me habia asignado era un punado de casos de ladrones de tres al cuarto. --Y ?como es que tu vanagloriada superiora quiere contar conmigo para este asunto tan importante? --pregunte ironica. --Te han asignado un companero nuevo --me respondio, temerosa por mi reaccion. --!He dicho mil millones de veces que no quiero a nadie! !Yo trabajo sola! -- conclui enfurrunada y me fui al bano a darme una ducha de agua fria para intentar despejarme un poco, antes de soportar la cara de mujer diez de la senorita Pato. Desde la ducha pude escuchar como Clea recogia la casa y fregaba los platos. Si no la quisiera tanto me casaria con ella, el problema era que mis relaciones, ya fuesen con personas de mi mismo sexo o del contrario, nunca terminaban bien. Entre de nuevo en el dormitorio tal y como mi madre me trajo al mundo, haciendo que Clea se ruborizase y tuviese que mirar hacia otro lado, a la vez que mi amiga me acercaba una humeante taza de cafe recien hecho. Me embuti unos vaqueros y me coloque la camiseta que menos arrugas tenia de todo mi desastroso armario. Me mire en el espejo para intentar peinarme; habia empapado la camisa con las puntas de mis todavia mojados rizos. Hice el amago de cogerme una coleta, pero en el reparto de miembros, algun gracioso me doto de unas orejas bastante considerables y al final siempre terminaba por dejarmelo suelto para asi poder ocultarlas. Unas enormes ojeras dibujaban el contorno de mis marrones y grandes ojos. Me encogi de hombros resignada, abri el bolso, saque un paquete de tabaco y encendi el que seria mi primer cigarrillo del dia. El maldito timbre del telefono sono de nuevo desde donde quisiera que hubiese caido. Clea lo rescato debajo de una montana de ropa sucia que habia apilada a los pies de la cama y me lo entrego, suplicandome con la mirada. --Senora Pato --lei en alto justo antes de descolgar y tras encender el altavoz, para poder ponerme los zapatos mientras hablaba--. Buenos dias, jefa. --!Buenas tardes, detective Warne! --saludo ironica--. Me preguntaba si tenia pensado aparecer hoy por el trabajo. --Se me ha pinchado la rueda del coche. Estoy de camino --menti. --No tarde demasiado, la estamos esperando --se despidio. Habia creido lo del coche--. Por cierto, Warne. --?Si, jefa Dick? --Cuando venga acerquese tambien por la zona de vehiculos. Anoche se llevo la grua el suyo. --Un pi, pi, pi, pi, pi... fue lo ultimo que escuche. --!Mierda! --?Que? --quiso saber Clea. --Odio a la Pato --asegure mientras saliamos de mi apartamento. Cuando bajamos las escaleras nos cruzamos con la metiche y puritana vecina del tercero, quien regresaba de sacar a pasear a su malcriado Coton de Tulear1, y nos miraba de reojo, escandalizada. Pare a Clea justo frente a la puerta de la chismosa vecina, la abrace y le di un beso en los labios introduciendole la lengua hasta la campanilla, lo que provoco que a la vieja se le cayesen las llaves de las manos al intentar entrar rapido en su casa, para asi dejar de contemplar la escena infernal que tenia ante sus narices. --Tienes que dejar de hacer eso --se quejo Clea, limpiandose mis babas. --?Besarte? --pregunte, divertida, al mismo tiempo que tapaba la mirilla de la puerta de la buena senora con el pulgar y la escuchaba resoplar detras. --Aparte, tienes que dejar de llamarla asi. Cualquier dia se te escapara delante de ella --advirtio. --?La has visto andar? Y ademas se apellida Dick --recorde. --!Pato es duck, Kate! --corrigio. --Es lo mismo --respondi saliendo del bloque y pidiendole las llaves de su coche. --Todavia hueles a alcohol, no creo que debas conducir --nego, pero yo sabia de sobra como conseguir cualquier cosa de Clea. Le puse cara de perrito abandonado y me dirigi hasta ella con gesto de nina juguetona. Coloque mis heladas manos bajo su delicada blusa de seda, a lo que ella respondio con un respingo. La rodee con mis brazos y le robe el mando del coche del bolso en menos de un segundo sin que se diese cuenta. Se lo ensene, le guine un ojo y me sente en el asiento del conductor. Baje la ventanilla y le sonrei. --?Te llevo, rubia? --!Eres horrible! --me amonesto resignada. A veces me sentia como una completa zorra por jugar con sus sentimientos, sabia que ella estaba coladita por mi, lo malo era que al minuto se me olvidaba. Es lo que tiene poseer memoria fotografica, recuerdo cosas insignificantes y deshecho las que seguramente si valen la pena. Clea era la tipica pueblerina asustadiza y empollona que habia venido a la gran ciudad tras sacar las mejores notas en la universidad y poner kilometros de por medio para ocultar un gran y terrible secreto a su muy entranable familia. Era la mujer mas femenina, dulce y atractiva que habia visto en mi vida. Todos los hombres de la comisaria suspiraban por sus huesos, cosa que teniendo en cuenta que era la forense tenia bastante gracia. Era rubia, de piel blanca como la nieve, con una larga melena lacia, unos preciosos ojillos azules, unos estupendos labios carnosos y unas larguisimas piernas de vertigo. Por mucho que intentase mimetizarse con el armario, una servidora sabia de sobra que lo que le atraian a Clea no eran los hombres sudorosos, precisamente. Al llegar a la comisaria ni la Pato ni el equipo que trabajaba de modo habitual con Clea estaban en el edificio

  • Animales domesticos de Teresa Viejo

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    Todas las historias de amor son peligrosas…

  • Los patitos feos y los cisnes negros de Jordi Grane

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    Diez anos despues de La resiliencia, Jordi Grane y Anna Fores exploran nuevamente este termino a la luz de los mas recientes estudios en neurociencia. En Los patitos feos y los cisnes negros, los
    autores analizan la resiliencia concebida como un desafio vital repleto de fragilidad, belleza, altibajos y plenitud.
    Basandose en la ciencia, la etica e incluso la espiritualidad, esta obra invita al lector a trabajar su capacidad de adaptacion e ir siempre un paso mas alla.

  • Preludio de Jesus Ruiz Mantilla

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    Leon de Vega, pianista ambidiestro y ambisiniestro, lleva un tiempo peleandose con los Preludios de Chopin. Sobre esa obra y al ritmo de sus veinticuatro movimientos, va tejiendo los claroscuros de una vida en la que se siente presa de paradojas imposibles de superar y sobre las que cabalga en una desmedida ambiguedad que lo transporta a una constante y desesperada bipolarizacion. Bisexual, tradicional y ultramoderno, delicado y excesivo, unisono y desarmonizado, salvaje y tierno, encara cada pulsion existencial absolutamente solo y desnudo en sus contrapuntos.

  • Lo que queda de mi (En secreto 1) de Monica Conde

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    Cuando Kara pide a la senora Miller que lea con ella el diario que su madre le ha prohibido coger, sabe que lo que esta haciendo no esta bien. Pero jamas llegaria a imaginar como trastocaria la vida de alguien muy importante para ella.
    El diario cuenta la historia que Lexie Buckley, una joven de Liverpool, vivio durante la Segunda Guerra Mundial. Ella esperaba ansiosa la llegada de su marido, tras concluir este sus estudios en Oxford. Pero la guerra estallo al concluir el verano y Henry dejo de nuevo a su esposa sola en Liverpool.

  • Si te preguntan por mi de Manoli Rodriguez Valerio

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    Apenas un mes despues de la muerte del propietario del hotel donde trabaja Jana, su vida empezara a dar giros inesperados. Recibir las cartas de su supuesto padre, el cual nunca conocio y lidiar con el nuevo propietario del hotel, el hijo del difunto dueno, hara de su vida un rompecabezas. No tardara nada en enamorarse de ese joven tosco aleman, mientras a su vez sigue recibiendo cartas que no desvelan la identidad de su progenitor, donde le explica la triste historia con su madre, la prepara para la verdad. Jana anda tan sumamente enamorada del misterioso joven, que no es capaz de atar cabos y entender que esta pasando… De nuevo tendra que enfrentarse a dos verdades a la vez, quien es ese joven y sobretodo, quien es su padre.

  • Tras la piel ajena de Alma Diego

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    1985, Espana. Nica, una nina de siete anos diagnosticada de Autismo, propicia el reencuentro de seis personajes con quien les torturo diez anos antes durante los ultimos coletazos del franquismo, entre ellos, su propia madre, Patricia, en el presente de la novela, una de las escasas diputadas en las filas del partido PSOE en el gobierno.

  • ALEXY (Genesis 1) de Maricela Gutierrez

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    Alexy no es el tipico heroe que lucha por salvar a la humanidad, despues de todo, tiene sus propias batallas que librar. Para el no existe nada mas que su busqueda de venganza, aquella que ha perseguido durante siglos, hasta que aparecio ella, un angel en medio de la oscuridad.

  • La huida de Jim Thompson

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    El atraco al banco ha salido a la perfeccion. La traicion a su peligroso socio, tambien. Ahora, a Doc McCoy solo le queda planificar la huida con su esposa Carol hacia el otro lado de la frontera. Ya no hay tiempo de mirar atras: al final del camino les espera el cielo o el infierno.

  • Laponia. Un viaje a Rovaniemi de Ariadna Baker

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    Evelin, junto a su hija Nicole, se sumerge en un viaje a Rovaniemi, el corazon de la Navidad en Laponia, con el deseo de vivir unas fiestas especiales.
    Lo que no imagina Evelin es que alli conocera a Scott y Chloe, un padre viudo que viaja con su hija con el mismo deseo que ella.
    Algo surge entre los dos desde el momento en que sus miradas se cruzan.
    ?Sera solo un amor de Navidad o algo mas duradero?

  • Antes de Verano, Marta Escudero de Marta Escudero

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    Manana termina el curso y yo, Marta, todavia tengo el corazon dividido. Llevo 3 anos enamorada de Francisco -- Fran para los amigos --, mi mejor amigo, y por supuesto, aun no le he dicho nada. Le he visto pasar por dos novias, no quiero saber cuantas conquistas de una noche, y nadie ha hecho nunca nada. El miedo al rechazo es demasiado fuerte.

  • Mujer sentada riendo de Amparo Saborido

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    Clara, una joven malaguena guia del Museo del Prado, debera volver a su ciudad natal para desalojar la vivienda de su bisabuela fallecida. Alli encontrara los restos de una vida completamente desconocida para ella llevandola a recorrer el hotel mas emblematico de la Malaga de los anos veinte, y obligandola a regresar a Paris para ahuyentar fantasmas de su pasado

  • Dime. que significa para siempre de Sarah Dessen

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    Jason se iba al campamento para cerebritos. Tenia otro nombre, uno mas serio, pero asi era como lo llamaba todo el mundo. -Muy bien -dijo, y embutio un ultimo par de calcetines en el borde de la maleta-. La lista. Otra vez. Alcance el papel que tenia a mi lado. -Boligrafos -fui enumerando-. Cuadernos. Tarjeta del telefono. Bateria de la camara. Vitaminas. Jason recorrio con los dedos el contenido de la maleta para localizar e identificar cada cosa. Lo reviso dos veces. Siempre tenia que asegurarse de todo. -Calculadora -continue-. Ordenador portatil… -!Espera! -exclamo, y levanto la mano; se acerco a su escritorio, abrio la cremallera de la funda negra y delgada que habia encima y me hizo un gesto con la cabeza-. Pasa a la lista numero dos. Baje hacia el final de la lista hasta encontrar las palabras ORDENADOR PORTATIL (FUNDA), y me aclare la garganta antes de proseguir: -CD virgenes. Protector de sobrecargas. Auriculares… Despues de repasarlo todo y de terminar la lista principal -tuve que hacer otra interrupcion para revisar otros dos subapartados, NECESER y VARIOS-, Jason parecia casi convencido de que lo tenia todo. Lo que, sin embargo, no evito que siguiera dando vueltas por la habitacion murmurando para si. Ser perfecto suponia mucho trabajo. Si no querias ni despeinarte, no tenia sentido molestarse siquiera. Jason conocia la perfeccion. Al contrario que para la mayoria de la gente, para el no era un horizonte remoto. Para Jason, la perfeccion estaba justo en la colina de ahi al lado, lo bastante cerca para divisarla. Y no era un sitio adonde iria simplemente de visita. Iba a quedarse a vivir alli. Era el campeon de matematicas del estado, el capitan del equipo de debate, el que ostentaba la nota media mas alta de la historia de nuestro instituto (iba a clases de excelencia desde primer curso, a clases de nivel universitario desde cuarto); tambien el presidente del consejo estudiantil por segundo ano consecutivo, el promotor de un innovador programa de reciclaje en el instituto que ahora se aplicaba en varios distritos del pais; hablaba frances y espanol con fluidez. Pero no solo destacaba en el campo academico. Jason tambien era vegano y habia pasado el verano anterior construyendo casas para Habitat para la Humanidad. Practicaba yoga, visitaba a su abuela en la residencia cada dos domingos, y tenia un amigo nigeriano que habia conocido por Internet con el que se escribia desde que tenia ocho anos. Todo lo que hacia lo hacia bien. Mucha gente podria considerar todo esto un poco irritante, incluso odioso. Pero yo no. Jason era justo lo que yo necesitaba. Lo supe desde el primer dia que lo vi, en clase de ingles cuando estabamos en cuarto de secundaria. Nos habian dividido en grupos para hacer un trabajo sobre Macbeth y en el mio estabamos Jason, yo y una chica que se llamaba Amy Richmond y que, despues de juntar las mesas, se apresuro a comunicarnos que <> y despues apoyo la cabeza en su mochila. Al segundo siguiente, estaba dormida como un tronco. Jason se limito a mirarla. -Bueno -dijo a la vez que abria su libro de texto-, creo que sera mejor que empecemos. Eso fue despues de que pasara todo; yo estaba atravesando una fase silenciosa. No me resultaba facil encontrar las palabras adecuadas. De hecho, a veces llegaba a tener problemas para reconocerlas; habia frases enteras que al leerlas me parecian escritas en otro idioma, o incluso escritas al reves. Unos dias antes, al anotar mi propio nombre en una hoja, hasta habia dudado de las letras y de su orden, pues ni siquiera de eso estaba ya segura. Asi que, como era de esperar, Macbeth me desconcerto por completo. Me habia pasado todo el fin de semana luchando con el lenguaje anticuado y con los nombres tan raros de los personajes, incapaz incluso de descifrar los aspectos mas basicos de la historia. <> No, pense. Nada. Por suerte, Jason, que no estaba dispuesto a dejar que su nota dependiera de nadie, estaba acostumbrado a asumir el control de los trabajos en grupo. Asi que abrio su cuaderno por una hoja en blanco, saco un boligrafo y le quito el capuchon. -Lo primero -dijo-, centremonos en los temas fundamentales de la obra. Luego ya pensaremos sobre que podemos escribir. Asenti. A nuestro alrededor, oia el parloteo de nuestros companeros y la voz cansada del profesor de ingles, el senor Sonnenberg, repitiendonos que nos pusieramos a trabajar. Jason se salto unos cuantos renglones de su hoja. Vi que escribia <>. Tenia una letra muy clara, como de imprenta, y escribia con agilidad. <> Parecia que podria pasarse una eternidad escribiendo, pero de pronto dejo de escribir y me miro. -?Que mas? -pregunto. Volvi a clavar la vista en el libro, como si de alguna manera las palabras fuesen a decirme algo coherente. Note que Jason me miraba, pero no con descaro, sino esperando que yo aportara algo. -No… -dije por fin, luego me interrumpi, como si las palabras se apelmazaran. Trague saliva y volvi a empezar-. No lo entiendo. En serio. Estaba segura de que al oir aquello, me lanzaria la misma mirada que a Amy Richmond. Pero Jason me sorprendio cuando dejo el boligrafo encima de la mesa. -?Que parte no entiendes? -Ninguna -conteste, y cuando vi que el no hacia un gesto de impaciencia, como yo esperaba, anadi-: O sea, se que hay una trama para cometer un asesinato y se que hay una invasion, pero el resto… No se. Es todo muy confuso. -Escucha -dijo, y recogio el boligrafo-, no es tan complicado como cree. La clave para entenderlo bien es empezar por la profecia sobre lo que va a ocurrir… ?ves?, aqui… Empezo a pasar paginas de su libro sin dejar de hablar, y me senalo un fragmento. Luego lo leyo en alto, y al recorrer las palabras con el dedo fue como si las cambiara, como si hiciera magia: de pronto, cobraron sentido. Y senti un tremendo alivio. Por fin. Lo unico que habia deseado durante mucho tiempo era que alguien me explicara de aquella manera todo lo que me habia pasado. Que lo expusiera con claridad en una hoja de papel: esto conduce a esto y esto otro conduce a aquello. En el fondo, sabia que era mas complicado que todo eso, pero al observar a Jason me senti esperanzada. Se habia enfrentado al galimatias de Macbeth y lo habia desenmaranado, y yo no pude por menos que preguntarme si seria capaz de hacer lo mismo conmigo y de la misma manera. Asi que me acerque a el y no me volvi a separar desde entonces. Ahora estaba cerrando la cremallera de la funda del ordenador, que dejo encima de la cama junto al resto de sus cosas. -Bueno, vamonos -dijo, echando una ultima mirada a su cuarto. Cuando salimos, sus padres ya nos esperaban en el Volvo. El senor Talbot se bajo, abrio el maletero; el y Jason tardaron unos minutos en colocar todo el equipaje. Cuando me sente en el asiento trasero y me abroche el cinturon, la senora Talbot se volvio y me sonrio. Era botanica, su marido farmaceutico, ambos profesores universitarios. Eran tan academicos que me resultaba raro verlos sin un libro entre las manos, como si les faltara la nariz o los codos. Intente no pensar en ello cuando la senora Talbot me dijo: -Bueno, Macy, ?y que vas a hacer sin Jason hasta agosto? -No lo se -respondi. Yo iba a trabajar en la biblioteca, sustituyendo a Jason en el mostrador de informacion, pero aparte de eso, las siguientes ocho semanas se presentaban vacias y amenazadoras. Aunque tenia varios amigos que pertenecian al consejo estudiantil, tambien ellos se habian ido a pasar el verano fuera, a Europa o a algun campamento. Para ser sincera, Jason y nuestra relacion consumian bastante tiempo: entre las clases de yoga y el trabajo del consejo estudiantil, por no mencionar los asuntos que tratabamos, no tenia mucho tiempo para nadie mas. Ademas, Jason a menudo se llevaba decepciones con la gente, asi que yo nunca me decidia a invitar a nadie a salir con nosotros. Si eran lentos o vagos, en algun sentido, enseguida perdia la paciencia, asi que era mas facil salir sola con el o con sus amigos, que si le seguian el ritmo. La verdad es que yo nunca me habia planteado si aquello era bueno o malo. Sencillamente, eramos asi. De camino al aeropuerto, Jason y su padre hablaron de unas elecciones que acababan de celebrarse en Europa, su madre se inquieto por el trafico y las obras de la carretera y yo permaneci en silencio observando los dos centimetros que separaban mi rodilla de la de Jason y preguntandome por que no me acercaba mas a el. Aquello no era nuevo. Ni siquiera me habia besado hasta nuestra tercera cita, y ahora, ano y medio despues, aun no nos habiamos planteado llegar hasta el final. En el momento en que nos conocimos, hasta un simple abrazo me resultaba dificil de soportar. No queria que nadie se me acercara demasiado. En aquel momento era lo unico que yo queria: un chico que entendiera como me sentia. Sin embargo, ahora, a veces deseaba algo mas. En el aeropuerto, nos despedimos junto a la puerta de embarque. Sus padres lo abrazaron y despues cruzaron discretamente la sala de espera para quedarse junto a la ventana y contemplar la pista y la gran franja de cielo azul que flotaba sobre ella. Rodee a Jason con los brazos y me empape de su olor -a desodorante deportivo en barra y gel contra el acne- para que me durara algun tiempo. -Te voy a echar de menos -dije-. Muchisimo.

  • Contigo hasta el final (#KissMe 4) de Elle Kennedy

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    Mierda. Mierda. Mierda. Mieeeeeerda. ?Donde he puesto las llaves? El reloj del estrecho pasillo me dice que tengo 52 minutos para hacer un trayecto de 68 minutos en coche si quiero llegar a tiempo a la fiesta. Miro otra vez en el bolso, pero las llaves no estan ahi. Recorro a toda velocidad las distintas estancias de la casa. ?Vestidor? No. ?Cuarto de bano? Acabo de entrar. ?Cocina? Tal vez... Estoy a punto de darme la vuelta cuando oigo un tintineo metalico detras de mi. --?Estas buscando esto? El desprecio se aferra a mi garganta mientras me giro para entrar en un salon tan pequeno que los cinco viejos muebles que lo ocupan --dos mesas, un sofa de dos plazas, un sillon y una silla-- se agolpan como sardinas en lata. El trozo de carne sentado en el sofa agita mis llaves en el aire. Ante mi suspiro de irritacion, el sonrie y se las mete debajo de su culo cubierto con un pantalon de chandal. --Ven a por ellas. Me paso la mano con frustracion por el pelo recien alisado y miro fijamente a mi padrastro. --Dame las llaves --exijo. Ray me mira de forma lasciva como respuesta. --Joooder. Si que estas buena esta noche. Te has convertido en una nenita de verdad, Rina. Tu y yo deberiamos hacerlo. Ignoro la mano carnosa que cae a su entrepierna. Nunca he conocido a un hombre tan desesperado por tocarse sus propios huevos. Hace que Homer Simpson parezca un caballero. --Tu y yo no existimos el uno para el otro. Asi que no me mires, y NO me llames Rina. --Ray es la unica persona que me llama asi, y lo detesto con toda mi alma--. Y ahora, dame las llaves. --Ya te lo he dicho… Ven a por ellas. Apretando los dientes, meto la mano debajo de su culo de vaca y palpo en busca de mis llaves. Ray gime y se retuerce como el asqueroso de mierda que es hasta que mi mano hace contacto con el metal. Tiro de las llaves y me vuelvo a girar hacia la puerta. --?Por que le das tanta importancia? --se burla a mi espalda--. No somos familia, asi que no hay incesto. Me detengo y uso treinta segundos de mi precioso tiempo para mirarlo con incredulidad. --Eres mi padrastro. Te casaste con mi madre. Y... --Me trago un torrente de bilis--, y ahora te estas acostando con la abuela. Asi que, no, no tiene nada que ver con que tu y yo no seamos familia. Tiene que ver con que eres la persona mas asquerosa del universo y tu sitio deberia ser la carcel. Sus ojos color avellana se entrecierran. --Cuidao con lo que dices, senorita, o un dia de estos vas a llegar a casa y las puertas van a estar cerradas. Ya, claro. --Pago un tercio del alquiler --le recuerdo. --Bueno, pues igual tienes que pagar mas. Se vuelve a la television y dedico otros valiosos treinta segundos a fantasear con darle un golpe en la cabeza con el bolso. Perder esos segundos merece la pena. En la cocina, la abuela esta sentada a la mesa, fumando un cigarrillo y leyendo la revista de cotilleo People. --?Has visto esto? --exclama--. Kim K sale desnuda otra vez. --Guay para ella. --Cojo mi chaqueta del respaldo de la silla y me dirijo a la puerta de la cocina. He descubierto que es mas seguro dejar la casa por la parte de atras. Normalmente hay bandas que se congregan en las escaleras de entrada de las estrechas casas de nuestra calle. Una calle cuanto menos acaudalada, en esta parte cuanto menos acaudalada de South Boston. Ademas, nuestro aparcamiento esta detras de la casa. --He oido que Rachel Berkovich se ha quedado prenada --comenta mi abuela--. Deberia haber abortado, pero supongo que va en contra de su religion. Aprieto otra vez los dientes y me giro para mirar a mi abuela. Como de costumbre, lleva una bata desgastada y unas zapatillas rosas de pelo, pero su cabello rubio tenido esta peinado a la perfeccion y su rostro esta completamente maquillado, aunque rara vez salga de casa. --Es judia, abuela. No creo que vaya en contra de su religion, pero incluso si lo fuera, es lo que ella ha decidido hacer. --Probablemente quiere esos cupones extra de comida que dan por maternidad --concluye mi abuela, echando un largo hilo de humo en mi direccion. Mierda. Espero no oler como un cenicero cuando llegue a Hastings. --Seguro que esa no es la razon por la que Rachel ha decidido tener el bebe. --Ya tengo una mano en la puerta. Me muevo con inquietud esperando una oportunidad para despedirme de mi abuela. --Tu madre penso en abortar de ti. Ya estamos. --Vale, hasta aqui --murmuro--. Me voy a Hastings. Vuelvo por la noche. Su cabeza se aleja de golpe de la revista y su mirada se estrecha mientras observa mi falda negra de punto, mi jersey negro de manga corta con cuello barco y mis zapatos de tacon de ocho centimetros. Puedo ver las palabras formandose en su cabeza antes incluso de que salgan de su boca. --Que esnob vas. ?Vas a esa universidad pija tuya? ?Tienes clases un sabado por la noche? --Voy a un coctel --le respondo de mala gana. --Oooh, un coctel. Espero que los labios no se te agrieten al besarle el culo a todos ahi en el pueblo. --Vale, gracias, abuela. --Abro de un tiron la puerta de atras, forzandome a anadir--: Te quiero. --Yo tambien te quiero, pequena. Y es verdad que me quiere, pero a veces ese amor esta demasiado contaminado, tanto que no se si me hace dano o me ayuda. No hago el trayecto al pequeno pueblo de Hastings en cincuenta y dos minutos ni en sesenta y ocho. Me lleva una hora y media de reloj porque las carreteras estan fatal. Pasan otros cinco minutos antes de que encuentre un sitio para aparcar y, cuando llego a la casa de la catedratica Gibson, estoy mas tensa que las cuerdas de un piano... y me siento igual de fragil. --Buenas, senor Gibson. Siento mucho llegar tarde --le digo al hombre con gafas que aparece en la puerta. El marido de la catedratica Gibson me ofrece una leve sonrisa. --No te preocupes, Sabrina. Hace un tiempo horrible. Permiteme el abrigo. --Eleva una mano y espera pacientemente mientras yo me peleo con mi chaqueta de lana. La catedratica Gibson llega cuando su marido esta colgando mi chaqueta barata entre todos los abrigos caros del armario. Parece tan fuera de lugar como yo. Rechazo de una patada mi complejo de pobre y consigo sacar una amplia sonrisa. --!Sabrina! --grita la catedratica Gibson. Su dominante presencia me sobresalta--. Me alegro de que hayas llegado sana y salva. ?Sigue nevando?

  • Christmas Sweet Christmas (Christmas’s Tales 2) de Eva P. Valencia

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    En San Francisco era conocida como Bridget Thomas, columnista en la revista Cosmopolitan Magazine, miembro del equipo de Friends of the Earth (una organizacion progresista de defensores del medioambiental para lograr un mundo justo y saludable) y vegana hasta la medula desde que tenia uso de razon, o desde mucho antes de que esa filosofia de vida se convirtiera en una simple moda. A todos los efectos, esa era mi tarjeta de presentacion en la gran ciudad: desde el 1 de enero hasta el 14 de diciembre. ?Curioso, verdad? Deduzco que tras mi planteamiento inicial, mas de uno/a habra echando cuentas y se habra preguntado quien era yo los diecisiete restantes dias... Pues bien, para vuestro interes y cotilleo personal os revelare que esos dias en cuestion era Brid: la adorable primogenita del alcalde de McAdenville, quien regresaba a casa de su progenitor cada invierno para pasar esos dias en familia a McAdenville, un precioso pueblo ubicado a las afueras de Charlotte en Carolina del Norte, cuyo principal reclamo turistico en Navidad desde 1956 era el de cambiar su habitual nombre por el de Christmas Town USA, ademas de ornamentar con mas de 450.000 luces de colores a los arboles de los alrededores, a los puentes, a las viviendas, a las bibliotecas y a las escuelas del lugar. Y si no fuera porque me causaba urticaria tanto derroche energetico, debia reconocer que se trataba de un autentico deleite para los sentidos. Era precioso, sin igual y sobre todo, magico. !Pero no! Bridget Thomas, jamas aprobara semejante agravio, ademas siempre estara a la vanguardia y en contra de cualquier acto que suponga un perjuicio al planeta. !A nuestro unico, fascinante e irreemplazable planeta! Es por ello que, cuando se avecinan dichas fechas, suelo buscar mil escusas para evitar regresar a McAdenville. Mentirijillas piadosas del tipo de: mentir sobre mi asistencia como dama de honor a la boda (imaginaria) de mi mejor amiga Charlotte. O mentir sobre estar en plena grabacion de un reality show en una isla desierta junto a famoseo casposillo. O mentir sobre el avistamiento de Ovnis cerca de Ashburt, el barrio en el que resido. A esto ultimo he de anadir que, para dar mas autenticidad a mi historia, realice un par de fotomontajes con la ayuda del Photoshop con imagenes extraidas de las peliculas de Skyline y E.T. el extraterrestre. O incluso recuerdo la ocasion en la que permaneci en bolas y como me trajo Dios al mundo, durante horas y a la intemperie, en el balcon de mi apartamento para asi pillar una buena galipandria y evitar ir. !Oh, que recuerdos aquellos! (Sonrei picarona). Sin embargo, pese a mi perseverancia, nada de eso funciono pues, como dice el refranero, mas sabe el diablo por viejo que por diablo, Kenneth Thomas, o sease: mi padre, quien se las sabia todas de calle, jamas dio credibilidad a ninguno de mis cuentos chinos. Y en honor a la verdad, yo tampoco me los hubiese creido. Asi que, otro ano mas me hallaba en el porche de su casa, a puntito de asir la aldaba de hierro fundido de la puerta, hinchando el pecho y a su vez, conteniendo la respiracion antes incluso de tomar conciencia de la gravedad del asunto. --!Brid, carino! La robusta voz de mi padre me envolvio por la espalda en un santiamen, al mismo tiempo que tambien lo hicieron sus brazos a mi menudo cuerpo. Aclaracion para la pleople: mi padre era un fornido hombre de pueblo cuya indumentaria no habia variado en las ultimas decadas. Llevaba la tipica camisa de cuadros, una bandada de cowboy rodeando su cuello, unos jeans desgastados y esas botas altas con la punta pronunciada. !Unicamente le faltaba el sombrero de vaquero y las chaparreras para parecer a John Wayne protagonizando Rio Bravo! --!Santo Cielo, Brid! ?Acaso no te dan de comer esos estirados snobs de la ciudad? -- Gruno-- !Estas tan delgada que pareces una varita de nardo! Inmediatamente, se separo de mi obligandome a dar una vuelta completa sobre mis talones y asi poder escudrinarme a conciencia de arriba abajo y de abajo arriba. --!No empieces, papa! --le sermonee y puse los brazos en jarras para dar mas enfasis a mi desagrado. --?Que no empiece, Brid? Pero, ?tu te has visto? --apremio con machaconeria. --Claro que me he visto, tengo espejos por todo el apartamento... !Como todo hijo de vecino...! Puse los ojos en blanco ante tal obviedad, supuse que no era mas que una pregunta retorica. --Pues no me lo parece... --refunfuno y yo no pude evitar sonrei al oir como un pitido muy sutil y comico, similar al de un globo al desinflarse o como el de una trompetilla, se le escapo de uno de sus orificios nasales-- !Un buen chuleton entre pecho y espalda! !Eso es lo que necesitas, cojones! Iugh! ?Carne? ?Ternera? ?Matar animales? Fue imaginar a un trozo de carne quedarse encajado entre diente y encia y os juro que... !me entraron ganas de vomitar...! --!Papa! !Dejalo ya, por favor! --me queje para zanjar el tema lo antes posible o estaba predestinada a profanar la inmaculada nieve blanca que habitaba bajo mis pies, con la putrida regurgitacion que acechaba con salir disparada de mi garganta de un momento a otro-- Sabes de sobra que no tolero bien la proteina animal; hace anos que me detectaron esa intolerancia. Fruncio el ceno con desabrido. --!Pamplinas, hija! Se perfectamente como hacer que desaparezcan esas..., !esas manias modernas que alguien te ha metido en la cabeza! Me clavo repetidas veces un dedo sermoneador en la frente. !Uf! !Uf! Y !Uffffff! !Santa paciencia! Mi padre era un ser testarudo por defecto, pero con el paso de los anos se habia vuelto mas tozudo si cabia. !Era tozudo como una mula! Y lo peor de todo no era eso, !no que va! Lo peor de todo era que lo hacia sin darse cuenta, de forma inconsciente. !Vamos! Calcadito a mi vecino del tercero cuarta quien a mi parecer sufria enajenacion mental transitoria en determinadas situaciones (cuando a el le interesa serlo, claro). --Venga, Brid. Acabemos esta conversacion en casa --anclo la llave en la cerradura y abrio la puerta, luego planto su gigante palma en mi espalda y me empujo hacia el interior-- !Fuera hace un frio del carajo! --!Ni que lo digas, dos bajo cero! --prorrumpi tras echar un rapido vistazo a la pequena estacion meteorologica que tenia instalada junto al viejo balancin de madera y que tenia mas anos que Matusalen. --Ademas, !ya empiezo a notar como se me congelan hasta las pelotillas! Al oir la ultima palabra no tuve mas remedio que negar con la cabeza pues mi padre entre otras muchas cosas, tambien era un deslenguado y malhablado, pero debia reconocer que tenia su puntito de gracia. O al menos, a mi siempre me lo habia parecido. Sonrei para mis adentros. --Brid, ?te hace un buen tazon de leche con chocolate? Esta vez me permiti el lujo de mirarle de soslayo justo antes de cerrar la puerta tras de mi. --?Tienes leche de soja? Y en el impase de tiempo en el que el depositaba las llaves en una caja reciclada de fresas a modo de vacia-bolsillos, me miro de hito en hito con la intencion de responder a mi pregunta pero, a ultima instancia, prefirio hacer mutis. Y yo que se lo agradeci en el alma, pues el viaje desde San Francisco habia sido muy largo y no tenia ni ganas ni espiritu para empezar una discusion con el. A fin de cuentas yo, Brid, la hija del alcalde de la preciosa villa de McAdenville, habia venido con la solemne intencion de pasar unas tranquilas y desapercibidas Navidades en familia... junto a el. 2 Bridget Thomas 15 de diciembre de 2014 Lo mejor de estar en fase vacacional es abrir los ojos por la manana y darte cuenta de que no tienes que madrugar, que puedes y que ademas debes levantarte a las tantas sin rendir cuentas a nadie, caminar descalza sobre el suelo laminado de madera de roble para acabar sentada en el alfeizar, degustando con total parsimonia un delicioso y calentito te de hibisco mientras observas a traves de la ventana la calma hecha pueblo. Para que me conozcais un poquito mas os explicare que naci aqui, en McAdenville, lugar en el que permaneci hasta la mayoria de edad. Un ano despues, decidi que necesitaba ver mundo y mundo que vi al dar un cambio radical a mi vida pues me embarque en un acto cargado de bastante ignorancia y una pizca de osadia. Perseguia un sueno: mi sueno, el de ayudar a mejorar el mundo (la palabra salvar siempre me ha resultado demasiado fatua). ?Me preguntais que si lo he logrado? Pues como es obvio, la respuesta es una gran negativa. Peeeero, permitidme alegar algo en mi defensa y en la defensa de mis colegas activistas, que unidos hasta la fecha, hemos ganado varias batallas pese a que aun quede muchiiiiiiiiiiisimo camino por recorrer. Y lo peor de todo es que ese camino no es precisamente llano, ni siquiera tiene un happy ending similar a la pelicula Sonrisas y Lagrimas de Robert Wise, sino que es una encaramada montana colmada de obstaculos al mas puro estilo Wipeout. Alrededor de las once de la manana sali a la calle. Afortunadamente para mi regocijo personal, la sostenibilidad habia llegado en parte a McAdenville, pues tuve ocasion de alquilar un patinete electrico para dar una vuelta completa por el vecindario y comprar un par de bricks de leche de soja, fruta y verduras. Alimentos vitales para mi alma y que brillaban por su ausencia en la colmada despensa de mi padre. En esas estaba cuando de pronto, al pretender doblar la esquina en Elm Street, fui embestida por algo contundente que me lanzo con violencia contra el asfalto. En apenas tres segundos (tiempo en el que trate de incorporarme como pude, enderezarme y recomponer el abrigo), una figura humana se acerco a zancadas a mi encuentro. A primera instancia crei que se aproximaba para averiguar mi estado y en ultima, para ofrecerme su ayuda. Peeeero, !nada mas lejos de la realidad! --!?Se puede saber que cono haces?! --Me espeto el susodicho con bastante chuleria-- !?Suicidarte?! !?Asesinarme?! ?Acaso no sabes identificar una senal de prohibido girar a la derecha? Abri los ojos como platos. --?Perdona? Aprovecho mi aturdimiento momentaneo para quitarse el casco y asi pude comprobar que se trataba de un tipo joven, alto, moreno y con una penetrante mirada azul que no cesaba de lanzarme dardos venenosos por doquier... !en lugar de socorrerme de una maldita vez! Desde luego, la humanidad al completo necesita con perentoriedad regresar a sus origenes mas basicos, pues estaba convencida de que un Australopithecus era infinitamente mas civilizado que el energumeno del siglo XXI que tenia frente de mi. Sacudi la cabeza pues en un visto y no visto imagine al ejemplar ya extinguido agarrando del pelo a una primate mu'mona (entiendase el sarcasmo) y arrastrandola a la cueva mas cercana para obligarla a tener descendencia y asi preservar la manada de salvajes. !Unga, unga, unga...! --?Una senal de prohibido? --mire con rapidez en todas direcciones, moviendo la cabeza aqui y alla, aleteando las pestanas pero nothing-- ?Donde? --Ahi, rubita --carraspeo y luego senalo con retintin-- Aaaa-hiiii... Me dijo la ultima palabra como si estuviera a camara lenta. <>. --Que sepas que has tenido mucha suerte pues acababa de salir del taller y no conducia deprisa. Iba solo con la primera marcha... Desvio la mirada hacia su moto, una del tipo Harley-Davidson. Yo hice lo mismo. --!Acababan de pintar el carenado...! --se quejo exasperado al tiempo que apretaba los labios, como si ese chatarra tuviera alma propia y se la hubiese ultrajado, como si le hubiese ofendido. Volvi a poner los ojos en blanco, esta vez casi se me quedaron encajados tras la nuca. El tipo dio un paso hacia mi y luego otro. --Espero que ese chisme y tu tengais seguro. !Ups! !Tierra tragame...! Trate de engullir un poco de saliva la cual se quedo atascada al principio de la laringe. Luego, cuando pude despegarla de las paredes, me quede en completo silencio al tiempo que aguantaba la respiracion. Uno... Dos... Tres... El tipejo me observaba con una ceja levantada. ?Que le pasaba? ?Acaso nunca habia visto a nadie ponerse violeta? Bajo la ceja despacio y luego tosio en su puno a modo de disimulo. --Primero fue el patin, luego el patin con mangos, mas tarde el patin electrico... --tercio el en tono sarcastico casi rozando lo absurdo--... !Animo, ya pronto inventareis la moto! El susodicho alias hombre de cromanon estallo en carcajadas y yo abri la boca atonita ante su cerril declaracion. !Pedazo insolente! ?Quien se creia que era? ?Charlie Rivel? !No tenia ninguna gracia! Queria matarle... lentamente, necesitaba matarle pero con mis manitas, nada de armas blancas. Esto... ?he mencionado lo de matarle lentamente? Pues eso: queria ma-tar-le len-ta-men-te. --Vamos, rubita, no te ofendas tanto… Que tan solo ha sido una pequena broma, para romper el hielo y eso... --arqueo la ceja de nuevo. !A ver si con tanto movimiento ascendente y descendente se quedaba lisiado de por vida! Cruce los dedos. --Bueno, como mi moto solo ha sufrido un pequeno rasguno y veo que todos tus huesos siguen intactos, pues eso... que me piro, que el menda tiene algo de prisa --finalizo su alegato con un guino y se llevo la mano derecha con los dedos juntos hacia la sien para emular al saludo militar. Y para mas inri, el sujeto sonrio precedido de una suave carcajada. Luego, sin perder mas tiempo del debido, se puso el casco, tenso la correa y encendio el motor de la moto. Segundos despues, desaparecio, no sin antes provocar un derrape con la rueda trasera con modesta seguridad. Y la menda se quedo en medio de la calle Elm Street con el patinete electrico cuyo eje estaba doblado, con mis asentaderas al rojo vivo y mi ego ecologista a la altura del betun (pero: organico). Of course!

  • Arrancame el Alma (Arrancame el Corazon 2) de Kris Buendia

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    De nuevo la luz entra por la ventana. !Es tan odioso! De todas las cosas que odio en el mundo--y que son muchas-- es que entre la luz por la ventana y queme mis ojos recordandome cosas, como mi <> Alguien toca la puerta de mi habitacion, se ha dado cuenta que he tirado el vaso de cristal contra la ventana. --!Adelante!--grito, me duele hasta la garganta. Definitivamente no soy una persona mananera, pero mi trabajo requiere que despierte a las seis de la manana todos los dias, al menos los primeros seis meses. Odio mi trabajo. --?Todavia no has salido de la cama?--pregunta mi asistenta y mejor amiga, Jane Paige, es tres anos mayor que yo, pero tenemos la misma mente de un cachorro abandonado. Mi trabajo le ha salvado la vida y ella me salva el culo todos los dias desde que la contrate para que fuese mi asistente personal. --Odio levantarme temprano y odio mi trabajo--resoplo sentandome en la orilla de la cama. Jane me observa y se rie. --No es la primera vez que te escucho decir eso--dice: --cuando no madrugas no lo odias. Buen punto. Entonces solamente odio madrugar, no mi trabajo. --Date prisa--Me ordena: --Debes estar en el set dentro de media hora. Termino de sacar mi culo del gigante colchon de la habitacion del hotel y entro al enorme cuarto de bano. Odio que reserven la suite presidencial siempre, cada vez que me hospedo en un hotel, y tambien odio que reserven una habitacion en el hotel mas ostentoso de la ciudad. En estos momentos tambien odio todo lo que tenga que ver con Nueva York. No es que tenga una ciudad favorita. En realidad naci y creci en Londres. Tuve una infancia casi normal y digo casi porque a la edad de quince anos empece a modelar y despues a actuar. Amaba el modelaje y a veces tambien amo actuar. Pero lo que si odio son los reflectores. Deberia de ser como la cantante Sia, ella canta dandole la espalda al publico porque no quiere ser famosa. Es una buena idea y estupida a la vez, porque yo no soy cantante y tampoco puedo esconder mi identidad a estas alturas del partido. Tengo veintiocho anos y aunque mi carrera me ha ayudado a salir adelante y a mi familia. Debo admitir que a veces la odio. Debo admitir que a veces la odio. Mi palabra favorita en el mundo es "Odio" Odio ser famosa. Odio no poder hacer lo que quiero. Odio no tener a mi familia conmigo. Odio no poder comer lo que quiero. --A veces lo hago sin que se den cuenta. Odio las revistas de chismes. Odio que me llamen: "Estrella solitaria" Odio no tener una relacion normal que dure mas de dos meses. Pero es porque odio que se enamoren de mi y odio el AMOR. Odio no conocer gente normal. --Al menos mi asistente y mi guardaespaldas lo son. Y seguramente la lista sigue, pero debo estar en el set dentro de... veinte minutos. Perfecto. Llego al set no sin antes pasar entre mas de diez fotografos y todos los medios de prensa, hasta me parecio ver letras en japones en uno de los microfonos de uno de ellos. --Buenos dias, senorita Sparkle-- me saluda uno de los chicos del set. --Buenos dias--Devuelvo el saludo automaticamente con mi cara de hielo. La ultima noticia que lei acerca de mi decia: <> Malditos idiotas. Estoy empezando a odiar tambien mi apellido[1], de ahi se inspiraron para llamarme su maldita <>. Era de esperarse, han preparado todo para mi en el ridiculo monstruo de cuatro ruedas. Me dejo caer en uno de los sillones de terciopelo y cierro mis ojos. Definitivamente nunca podre acostumbrarme a la vida de lujo. Pero lo ironico es que he comprado para mis padres una mansion y le he enviado un coche lujoso ultimo modelo a mi hermano menor. Es la unica manera en que puedo disfrutar de mi dinero. Compartiendolo con mi familia y con aquellos que no tienen nada y han sido menos afortunados que otros. Abro mis ojos y lo primero que encuentro es una revista con mi nombre en primera plana: "LA ESTRELLA SPARKLE UNA VEZ MAS NOS HA SORPRENDIDO CON SU JUGOSA DONACION A VARIOS CENTROS DE BENEFICENCIA" Inmediatamente tomo la revista y como la idiota que soy la leo: "La actriz de accion Jessica Sparkle, ha sorprendido a varios centros de beneficencia entre ellos, asilo de ancianos, hospitales infantiles, y varios orfanatos alrededor del mundo, haciendo una donacion de mas de cinco millones de dolares. ?La estrella solitaria no tiene con quien compartir su fortuna? ?La fama no le basta y quiere comprar el amor de los mas necesitados? --!Joder! --arrojo la revista y cae en los pies de nada mas y nada menos que Steven Franks, el director. --Buenos dias a ti tambien--se agacha y levanta la revista pero no la lee. Me remuevo en el asiento molesta por lo que acabo de leer. La prensa puede ser cruel cuando quiera y lo he permitido porque no voy a armar una guerra por cosas falsas que escriban sobre mi. Pero lo que si odio es que hayan mencionado la cantidad y el destino al que fue a dar mi dinero. No me interesa hacerme mas famosa de lo que soy y para empezar ?Como demonios se dieron cuenta? --Tienes que ignorar lo que escriban de ti--dice: --y si de algo te sirve, escriben cosas peores de los directores. Me rio ante su comentario, definitivamente Steven ha tenido un mal ano con la ultima pelicula que digirio, se le involucro con la ultima protagonista y le costo su primer divorcio. Pobrecito, me da pena. --Lo tomare en cuenta, Steven. --Bien, continuemos con las escenas de la pelea, me dijiste que no querias una doble asi que espero que hayas desayunado bien y hayas practicado la rutina de pelea. --Por supuesto. Media hora mas tarde, despues de la ultima revision de mi vestuario y maquillaje, me encuentro en una escena de un edificio abandonado y estoy a punto de pelear con diez hombres armados. -- !ACCION! El primer hombre sale por la parte de atras tomandome del cuello, asi que me inclino y lo aprisiono del brazo haciendolo brincar por encima de mi cabeza y cayendo sobre un colchon. Luego, dos hombres me toman desprevenida y arrebato sus armas; empiezo a dispararles, no sin antes patearles el culo. Amo las escenas de pelea. Capitulo dos Despues de cuatro horas ante las camaras y varias repeticiones, estoy agotada. --Buen trabajo, Jessica. --me felicitan los chicos a los que les acabo de patear el trasero. Jane se acerca con una toalla y un bote con agua. --Tu madre ha llamado--me indica. No me sorprende que mi familia este preocupada por lo que acaba de salir en el periodico y revistas acerca de la donacion. Lo que me recuerda que tengo que arreglar el pequeno problema. Entro a mi camerino y llamo a mi madre, preparandome para el sermon de la semana. --!Por el amor de Dios, Jessica Anne Sparkle! --chilla mi madre: -- Como se te ocurre divulgar que has donado semejante cantidad. Por el amor de Dios, mi madre todavia no entiende que no soy yo la que publico toda esa mierda. --Madre, no grites--le respondo poniendo los ojos en blanco y Jane se rie: -- Yo no publico esas cosas, ?Cuantas veces tengo que explicarte? ?Piensas que tambien publico las noticias sobre el clima? Escucho que mi madre rie pero se contiene: --No te hagas la listilla conmigo, senorita. El hecho de que golpees fuerte en la camara no quiere decir que todavia no pueda darte de nalgadas cuando te vea. !Soy tu madre! --Si que lo eres. --resoplo. Amo a mi madre y la extrano a morir en estos momentos. --?Te ha gustado la nueva casa? --Nos encanta, pero tu padre dice que es muy grande para nosotros dos. --Claro que no, la llenaran con nietos, pero claro, no con los mios. --Me preocupas hija, tienes veintiocho anos y todavia no tienes un novio decente. Aqui vamos otra vez. --Mama, no voy a tener esa conversacion contigo por telefono. --De acuerdo, ?Cuando vendras a visitarnos? --No lo se, estoy por finalizar la filmacion de una nueva pelicula. --?Siempre de peleas, sangre y mal hablados? Me parto de la risa. --Lo mal hablada lo aprendi de ti, asi que no te quejes, y si, es de accion --Lo mal hablada lo aprendi de ti, asi que no te quejes, y si, es de accion como me gustan. Escucho que resopla-- ?Cuando haras una pelicula romantica? De esas que a veces los protagonistas se quedan juntos. Esta bien, mi sonrisa se fue. --Mama, para empezar eso es una fachada para vender la pelicula, pero si quieres, puedo quedarme con el chico al que le acabo de partir el cuello. --!Por Dios! --Grita: --Eres igual a tu padre de terca. Definitivamente lo mal hablada es lo unico que has aprendido de mi. --No es cierto--contraataco: --Tambien me has ensenado a compartir y valorar y eso es lo que hago siempre, asi que por favor, te lo ruego, no leas esas cosas y dile a papa que los visitare pronto. --Esta bien, te amo mi pequena estrella. Solamente a mis padres les permito que me llamen asi. --Tambien te amo, dile a papa que lo amo. Pongo mi telefono sobre la mesa y suspiro. --Tu madre es unica--dice Jane: --Ya quisiera que la mia me llamara para reprenderme. Tomo la mano de Jane y la aprieto. --Estoy segura que donde quiera que esten, su intencion nunca fue separarse de ti. Jane crecio en una casa de acogida casi toda su vida hasta que una vez me encontre con ella en una cafeteria. Yo iba con una peluca para ocultar mi identidad y un hombre me toco el culo y ella salio a mi defensa, desde ese momento le propuse que fuese mi asistente, aunque cuando se dio cuenta de quien era yo, estuvo casi media hora sin hablar y me tocaba la cara para ver si yo era real. Hemos sido amigas por casi ocho anos cuando empezaba mi carrera como actriz y desde ese momento todo ha sido de maravilla al lado de ella. Pero Jane es diferente a mi, yo me veo fuerte ante las camaras, mi cara de hielo es una mascara para protegerme de toda la mierda que me rodea. Pero Jane es Jane, si tiene que mandarte al diablo lo hace y si tiene que llorar tambien lo hace, yo no. Yo tengo mi orgullo bien definido, y nunca acepto mis debilidades aunque Jane las ha ido conociendo una a una. --Cuentame --Cambio de tema: -- ?Como te fue en esa cita con el aleman? Se parte de risa por mi pregunta. --Una mierda--a juzgar por su expresion cuando se refiere <> a sus citas es porque fue todo un exito. --Entonces salio todo bien. --Si, el sexo fue increible, bien dicen que los alemanes son apasionados y agresivos en la cama pero... --Por favor--la corto: --Tu vida sexual es mucha informacion para mi. --Lo dice la medio virgen--Se mofa. Pongo cara de hielo e ignoro su comentario tomando un poco de agua. --De acuerdo, lamento haber dicho eso. --De acuerdo, lamento haber dicho eso. Su comentario no me ofende, pero !Tengo veintiocho anos por el amor de Dios! --Todavia no se a que viene eso de que soy medio virgen. --Porque lo eres--Ve que no digo nada prosigue: --Eres una rubia sexy de ojos azules, famosa, inteligente, rica y joven, no entiendo la razon de que no has podido estar con ninguno de los bombones con los que has salido. --Y yo no entiendo lo tuyo, una morena como tu ha estado con un aleman que apenas conoce. Mi comentario hace que se parta de risa de nuevo. A Jane todo le causa gracia y eso es lo que me encanta de ella, es la unica que me hace salir de mi cueva de hielo. Ahora somos dos la que nos reimos a carcajadas. --Aquel actor estaba deliciosamente perfecto para ti. --?Theo James? --pregunto y ella dice si con la cabeza. --Somos buenos amigos, no tenemos nada en comun, ademas el britanico esta tan ocupado como yo. Pero en otra vida le habria hecho de todo. Ahora soy yo la que rie a carcajadas sola. --Eres una pervertida, todavia no puedo creer que hayas tenido relaciones unicamente en el modo oral. --Es mejor asi, me gusta disfrutar sin ser penetrada. --No sabes lo que te pierdes. --El dolor no es lo mio. --me mofo. --Te dolera la primera vez, pero luego lo disfrutaras y te acordaras de mi. --!Eres asquerosa! --No me refiero mientras lo haces, idiota. Me refiero a que me daras la razon, el sexo oral es delicioso pero es un aperitivo nada mas. --Bueno, lo tomare en cuenta. La verdad es que tiene razon, se que la primera relacion sexual siempre duele y no es que no haya querido, pero los hombres con los que he salido han sido unos idiotas que no me han hecho sentir comoda al respecto. Despues ya no los vuelvo a ver, supongo que soy una friki en la cama y por eso salen corriendo. --Debo decir que tu estilo de vida <> te ha hecho una experta. --Pues no se han quejado, los he dejado tan satisfechos que muchas veces se quedan dormidos y se olvidan que tengo una vagina. --Eres una virgen pervertida y mal hablada. --Gracias. Capitulo tres Hoy es el ultimo dia de grabacion, y estoy nerviosa al respecto, pero que digo !Siempre lo estoy! --De acuerdo, Jessica, tienes que correr lo mas rapido que puedas y saltar desde el edificio. ?Estas segura que puedes hacerlo? --Si, he saltado desde mas alto. --Bien, no te preocupes si sale mal a la primera, volveremos a repetir hasta que salga perfecto. Odio repetir escenas de saltos. Me da el vertigo y solamente Jane lo sabe, que en estos momentos aprieta su labio inferior sabiendo lo que estoy pensando y me hace senas de <>

  • Por fin juntos de Cristina Segarra

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    Justo cuando comenzaba el otono en Santa Pola, Maya paseaba felizmente cogida de la mano con Saul, los acompanaba la luna llena y escuchaban las olas del mar rompiendo en la orilla mientras se sentaban en la arena. No necesitaban nada mas, querian estar solos en su rincon favorito respirando prosperidad. Se abrazaron carinosamente durante un buen rato, la atraccion se notaba a milimetros y las ganas podian con todo, porque habian pasado por muchos obstaculos y Maya habia roto con su pasado toxico para poder estar por fin juntos. --Besas igual que la primera vez que te bese y me sigues hechizando. Han pasado seis anos desde que lo dejamos, sin embargo, aqui estamos, juntos de nuevo en el mismo lugar donde nos conocimos --susurro Maya esplendida, cogiendo la mano de el con fuerza y sin dejar de mirarle. --No te imaginas cuanto he esperado este momento. El resplandor de tus ojos, tu sonrisa, tu rostro angelical... me deslumbran por completo, nunca has dejado de hacerlo --respondio Saul con brillo en los ojos mientras la acariciaba con deseo. --Te quiero solo a ti, te he visto en cada sueno que he tenido durante todo este tiempo. --No dejaba de observar su boca. De pronto, Saul, con unas ganas interminables, se derritio en los labios de ella con un eterno y deseado beso sin dejar de acariciarla en todo momento. De pronto, cogio su mano, se la puso encima del corazon y le pregunto mirandola tiernamente: --?Sientes mis latidos?… Esto es lo que me haces sentir cuando te tengo tan cerca y cuando te beso. Necesito tenerte para siempre. No me dejes nunca mas, por favor. Me quita el sueno pensar en perderte de nuevo. Quiero cuidarte sin condicion, verte llegar al altar y ser el papa de tus futuros hijos. *** Todo empezo seis anos antes, Maya tenia diecisiete anos, acababa de terminar el instituto para pasar a bachiller. Tenia el rostro dulce, era tremendamente carinosa y siempre tenia una sonrisa especial en su preciosa cara. Tenia el pelo castano por la cintura y los ojos azul cielo. Le encantaba escuchar musica, dibujar, escribia poemas de amor y, sobre todo, le encantaba disfrutar en familia. A diario, estaba con su mejor amiga Lila. Era su mayor confidente, se conocian desde que eran unas ninas y hacian infinidad de cosas juntas. Una tarde de verano estando las dos en la playa banandose y tomando el sol, conocieron a tres chicos refrescandose en el agua. Estaban cerca de ellas, dos de ellos eran guapos, las miraban picaramente y les dijeron con la mano que fueran. Ellas sonrieron timidamente y no hicieron caso a su saludo. No obstante, ellos no las dejaron en paz y se acercaron nadando a conocerlas. Uno de ellos era Saul. Tenia una sonrisa cautivadora detras de su timidez y a Maya le llamo bastante la atencion cuando se acerco a darle dos besos. Era el tipico chico que pasaba un poco desapercibido, pero que, si tratabas con el y lo conocias de verdad, te podia enamorar en poco tiempo. Solian quedar muy a menudo durante ese verano, salian a cenar, iban a bailar y volvian a la playa cada dia. Hicieran lo que hicieran, se divertian mucho con ellos. A Saul le gustaba mucho Maya, pero no se atrevia a decirselo. Maya lo notaba y tambien le gustaba, pero dejaba que el diera el primer paso. Llevaban un mes viendose en grupo y, una noche despues de cenar en el centro, Saul no se lo penso dos veces y le pregunto a Maya por lo bajini un poco nervioso: --?Quieres que manana despues de cenar nos veamos tu y yo a solas? --!Claro! --Con una sonrisa timida, respondio dulcemente y siguio la noche ilusionada compartiendo miraditas y sonrisitas complices con el. Al dia siguiente, quedaron solos en una heladeria. Saul estaba un poco cortado, pero Maya transmitia una esencia que hacia que perdiera la timidez de inmediato. Fueron a pasear hasta llegar a la playa de Levante, descansaron cerca de la orilla viendo brillar el reflejo de la luna en el agua mientras oian la tranquilidad del mar. El paisaje era precioso, pero la compania aun mas. Estaban comodos en solitario y no paraban de reir a carcajadas de las aventuras que se contaban mientras se iban conociendo en aumento. El, al rato, se solto y no podia contener las ganas de besarla. Miro sus labios, pero se ponia tenso y no se atrevia a hacerlo. Mientras tanto, ella le contaba anecdotas divertidas sobre las aventuras vividas con su amiga Lila. El sonreia escuchando, pero seguia pensando en besarla. Estaba dudoso y no veia el momento, pero, despues de dudarlo tantas veces, se atrevio, al fin, y la beso. El corazon de ella, cuando sintio ese apasionado beso, se engrandecio latiendo deprisa sin poder evitarlo. El hormigueo que sentia por el cuerpo al notar sus labios, era considerablemente adictivo. Le gustaba la sensacion que estaba teniendo por primera vez con tan solo besar a un chico. Esa sensacion era tan especial que se le quedo grabada en el corazon inconscientemente. Se abrazaron carinosamente por unos segundos dandose a entender que los sentimientos y la ilusion nacian entre ellos. --Gracias por esta noche, he estado muy a gusto contigo y ojala repitamos algun dia mas -- comento satisfecha despidiendose con una bella sonrisa. --Tienes algo especial que hace que cuando estoy contigo no pare de sonreir, no existan las horas del reloj y no quiera irme de tu lado --respondio el con cara de <>. --Tu tambien eres especial para mi. Me di cuenta cuando nos presentamos en la playa, justo cuando me diste dos besos, me dejaste fascinada con tu sonrisa --respondio carinosa abrazandolo mientras le daba un beso tierno en los labios. De pronto, sin esperarlo, empezo a chispear cada vez mas rapido formandose una tormenta de verano que les obligo a ambos a salir corriendo. Iban cogidos de la mano mientras reian a carcajadas por la situacion de haberse empapado en tan solo unos segundos. Cuando Maya llego fresquita a su casa, se puso el pijama y se acomodo en su cama pensando en la noche que habia pasado con Saul. Comenzaba a gustarle bastante y habia algo que llamaba su atencion: su sonrisa. Le encantaba que le hiciera reir con sus tonterias y, cuando la besaba, se derretia ante el dejandolo sin palabras, pasaba noches placidamente con el sin ver su timidez. Cada vez que se veian, volvian a su rincon en la playa. Parecia que hubiera magia en sus ojos cuando estaban los dos solos. Se absorbian el uno al otro dejando a un lado el mundo real para vivir un sueno fantasioso, cubriendo las noches de verano juntos con mucha ilusion de conocerse. Una noche, volvieron a la playa tan ricamente, hablaban y reian como si se conociesen de toda la vida. Despues de un buen rato, sin esperarlo Maya, Saul la acaricio con decision. Su mano recorria suavemente cada rincon de su espalda dibujando un corazon con sus dedos. A Maya se le erizaba la piel por completo, le encantaba que lo hiciera mientras la besaba, la llevaba a otro planeta encadenada a sus huesos mientras pasaba la noche cautivada por como la trataba. Asi de bien estuvieron los dos meses de verano. Parecian inseparables, estaban en un universo especial llamado <>, era tan bonito lo que sentian en tan poco tiempo que parecia irreal. Una noche, Saul estaba mas serio de lo normal y no hacia reir a Maya. Estaba un poco distante y faltaban sus caricias constantes y sus besos lentos. Despues de hablar un poco observando el horizonte del mar, Maya le pregunto preocupada: --?Te sucede algo? --No, Maya, ?por que lo preguntas? --respondio sin mirarla. --Te noto distante conmigo, no estas como estas noches --dijo mirandolo mientras estaban cogidos de la mano. --No se que me pasa, solo se que no quiero hacerte dano. --?Dano por que? ?Asi, de repente, me dices esto? --pregunto confusa. --Nunca he sentido por una chica lo que estoy sintiendo por ti en tan poco tiempo. --Bueno, eso es bueno, ?porque te preocupas? --pregunto desconcertada acariciandole el pelo mientras lo miraba. --Tengo miedo de sentir y de que tu no sientas lo mismo. --A mi me gustas mucho, me haces sentir bien, me encanta como eres, no quisiera que me dejaras por algun miedo. --No es miedo es... Entrecortando lo que decia Saul, Maya, inmediatamente, se acerco a sus labios quitandole de golpe la tonteria que llevaba encima esa noche. Saul termino de acercarse a los labios de Maya y la beso, hechizado por su esencia. Luego la cogio para sentarla encima de el y continuar besandola con pasion. No sabia por que aparecian en su cabeza miedos confusos, pero no queria perderla en realidad. Como si nada, extendieron su ilusion un buen rato hasta que Saul acompano a Maya a su casa.

  • Me van a matar en agosto de Luis Andres-vazquez

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    La odisea del espia ingles que fotografio el asesinato de Federico Garcia Lorca.

  • Un oceano entre tu y yo de Alexandra Roma

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    Adriana parpadeo un par de veces tumbada sobre la hierba fresca. Aspiro profundamente, para llenarse los pulmones de ese olor a mar entremezclado en su justa medida con el de la naturaleza que la rodeaba. Los expertos habian dicho que esa noche habria una lluvia de estrellas como no se habia visto antes. Caerian entre cien y cuatrocientos meteoros por hora, un hermoso espectaculo que podia rivalizar con el de las famosas perseidas. Era consciente de que a lo largo y ancho del mundo, miles de personas se encontraban como ella, exactamente en su misma postura, esperando a que el infinito universo los maravillara como solo el sabia hacer, con su grandeza eterna. Sin embargo, Adriana era una afortunada. Tenia una de las mejores panoramicas del acontecimiento, desde la cumbre montanosa que custodiaba su ciudad en las Rias Baixas, Vilagarcia de Arousa. Casi podia competir con la del mirador de Lobeira. El manto oscuro cubria hasta donde alcanzaba la vista y, como banda sonora, poseia el silencio de la intimidad, adornado con el balanceo de las ramas de los arboles y los roedores, animales y aves que, conscientes de que ese territorio les pertenecia, se movian en el con total libertad. Las luces de las diferentes viviendas de las colinas parecian luciernagas que pintaban un cuadro gallego imposible de olvidar. Los arboles, salvajes e independientes como sus habitantes, crecian sin control, tratando de rozar con su copa esas nubes que alli estaban mas cerca de la tierra que en ningun otro sitio. De pequena, Lidia, su madre, siempre le decia que la linea que separaba lo terrenal de lo divino era mas tenue en Galicia. <>, repetia sin cesar. Pero su criterio era poco objetivo y, por si alguna vez tenia alguna duda, solo era necesario que sacara a relucir las viejas leyendas de las meigas. Distinguio el primer astro que caia, transformandose en un rastro que trazaba un difuminado camino blanquecino que se perdia en el firmamento, entre las constelaciones. Lo senalo, pese a que estaba sola, e imagino la cantidad de deseos que se estarian formulando en ese mismo instante. Ella no pidio ninguno. No estaba acostumbrada a dejar su vida en manos del azar ni de antiguas supersticiones. Si algo tenia que pasar, ocurriria sin que una estrella tuviera que interceder. No le gustaba sonar con fantasias futuras, sino modificar su realidad para vivir el presente deseado. Permanecio en la misma postura, hasta que esa imagen de postal se enturbio con la aparicion de un halo de luz blanca que provenia directamente de entre las nubes, enfocando un punto en el mar. No, no estaba presenciando una especie de acontecimiento paranormal. Se trataba de un helicoptero de la Policia Nacional, que acababa de localizar una lancha que trataba de introducir droga, no sabia si cocaina o heroina, que era con lo que mas se traficaba alli, en el interior de las rias. El barco comenzo a moverse entre las olas, serpenteando bajo la atenta mirada del piloto, que perseguia a los narcotraficantes sin tregua. Estos, en lugar de tirar los fardos o entregarse, trataban de huir. A saber cuanto dinero costaba la mercancia que transportaban y las consecuencias de no llegar al punto fijo que habian pactado con los cabecillas de la organizacion. Tal vez en esos momentos los delincuentes no temian entrar en la carcel, sino el dia que tuvieran que salir de ella y enfrentarse a otro tipo de justicia mas irracional. Con la sangre comenzandole a hervir, Adriana fue consciente de que debia regresar a casa si no queria que notasen su ausencia. Desde que tenia uso de razon, su padre, Edelmiro, siempre habia sido un poco exagerado en cuanto a la seguridad se referia. Pero su paranoia se habia incrementado notablemente desde que, en las ultimas semanas, habian recibido un par de cartas en las que, con letras recortadas de periodicos y revistas, amenazaban a su familia. Pese a la alarma que eso habia generado en casa de los Sierra, Adriana no estaba preocupada. Era normal que en el hogar de un politico, concretamente el alcalde de Vilagarcia de Arousa, los detractores de sus medidas les dirigiesen mensajes poco amables, repletos de insultos y alguna que otra advertencia para intimidarlos. El problema, segun su opinion, era que se les daba demasiado credito a palabras viscerales, surgidas de manera irracional, que en realidad no eran mas que una forma de expresar la frustracion de muchos. Se lo habia intentado explicar a Edelmiro en innumerables ocasiones mientras este caminaba arriba y abajo de su despacho, pero su padre siempre contraatacaba con lo mismo. El pertenecia a la generacion de los anos setenta, esa que el llamaba generacion perdida, y, segun su experto e inalterable punto de vista, se empezaban a repetir los mismos sucesos. Le hablaba de la historia negra de la costa gallega, donde el dinero, la droga y el poder se juntaron, fulminando de golpe a toda una poblacion de jovenes que se entregaban al polvo blanco, la farina, como comunmente la llamaban en su tierra, sin prever las consecuencias. La convivencia con el narcotrafico provoco que el consumo se viera con total normalidad. Hombres como su abuelo, que, crecidos en familias salidas de la miseria, tras enriquecerse con el negocio invertian en caprichos con los que nunca antes habian sonado y se permitian pazos, vinedos de albarino, joyas y coches de lujo. Pero a ninguno de los capos, la mayoria de ellos rondando la carcel, se les ocurria probar la mercancia de sus clientes, a los que, por otra parte, despreciaban. Adriana sabia que ese habia sido el escenario en el que Edelmiro se habia criado, viendo como su padre incrementaba la fortuna gracias a actos delictivos. Y por ese mismo motivo, por su experiencia, habia dedicado su vida a eliminar ese lastre impuesto, demostrandose a si mismo y a los demas que la delincuencia no era hereditaria. El era un hijo de mafioso transformado en politico, que dedicaba su tiempo a borrar la huella familiar con las medidas mas restrictivas que se recordaban en la ria de Arousa. Pese a su esfuerzo, Edelmiro aseguraba en las largas comidas en su churrasqueria preferida, A Ria de Carril, frente a al Parque Nacional Islas Atlanticas de Galicia, que la ciudad estaba revolucionada. El dinero facil siempre era atractivo y tentador, pero a diferencia de los anos setenta, los nuevos cabecillas no lo usaban para sacar adelante a sus familias, sino para quemarlo con sus vicios, dejando parte de la mercancia en casa para consumo propio. Y era consciente de que si se mezclaba el negocio y el vicio, el resultado eran ajustes de cuentas, venta y consumo. En mitad de esa lucha encarnizada contra la droga, estaba su familia. Lo unico con lo que podian atacar a Edelmiro y volverlo vulnerable. Y a eso se debia la <> de Adriana. Avisar de todos sus movimientos y no poder salir de casa una vez llegada la noche, eran las consecuencias que pagaba. Aunque ella no hacia caso en absoluto de las normas impuestas entre los muros de su hogar, con veintisiete anos, le parecia absurdo tener que escaparse a hurtadillas para ver una lluvia de estrellas. Y si ese dia habia operativo, el ambiente estaria caldeado en casa de los Sierra. No queria ni imaginar como se pondria Edelmiro si se percataba de que esa noche su hija mediana habia desobedecido sus normas. Pese a saber que se debia dar prisa, la curiosidad le pudo y se quedo hasta que vio como un policia se lanzaba desde el Condor hasta la lancha. Desde donde estaba no podia distinguir los detalles, pero al ver que el pequeno barco blanco habia frenado en seco, supuso que el agente habia amedrentado a los delincuentes con su arma y no habian tenido mas remedio que abortar la mision que los narcos les habian encomendado. Meditando sobre cual seria el castigo para la persona que pilotaba el navio, y no se referia a la carcel, sino a la ley de la calle, Adriana deshizo el camino hasta llegar a la valla que limitaba el pazo de los Sierra. Una antigua construccion de piedra rodeada por ostentosos jardines y la fragante presencia de cientos de eucaliptos. La luz de la segunda planta estaba encendida, lo que significaba que su madre y sus hermanas estarian viendo algun concurso de cocina, cuyas recetas la primera pondria en practica, posiblemente al dia siguiente. Tambien vio encendida la del despacho y eso la preocupo un poco mas. Rodeo la casa hasta llegar a la parte trasera. Exactamente a la parte donde la valla poseia menor altura y estaba en un punto muerto de las camaras de seguridad. Por ahi escapaba Adriana dia tras dia, volviendo a sentirse con la adrenalina de una adolescente que evita a sus padres para ocultarles que se ha pasado con la bebida. Paso un pie por encima y noto como la piedra se le clavaba en los muslos desnudos. Se tendria que haber puesto algo mas de tela que sus shorts vaqueros. Una vez arriba, sonrio satisfecha por su hazana y salto.

  • Cupido por una vez de Yami Krismiya

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    Cuando Elizabeth descubre que el hombre del cual estaba profundamente enamorada sera su futuro cunado, se aferra a su mejor amigo: el alcohol.En una noche de desenfreno, en la que se pasa de mas con las copas, ofende a voz en grito al dios griego del amor. Cuando este desciende de sus dominios para atender al llamado, pidiendo explicaciones por la ofensa, no puede evitar iniciar un peligroso juego.Elizabeth debera unir a tres parejas de un solo flechazo. Todas deberan ser perfectas, amor verdadero. Asi, y solo asi, podra olvidar los sentimientos que alberga por el novio de su hermana, Jane.

  • Bienvenida a casa de Lucia Berlin

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    < deseando sentirme en casa.>>

  • Suenos de una cita de Anna Olsson

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    Todo empieza con una conversacion en internet. Esta pareja promete juntarse en persona hasta lograrlo convirtiendose en un hermoso romance.

  • Aislamiento (Ryan Lock 1) de Sean Black

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    Aun durante la Vispera de Navidad en la ciudad de Nueva York, para el militar retirado convertido en guardaespaldas, Ryan Lock, el trabajo continua como siempre. Su mision: proteger al director de una de las companias biotecnologicas mas grandes del mundo de la amenaza de un grupo de activistas radicales altamente determinados.

  • Buscando mi momento de Sonia Puente

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    Encontrar el camino correcto no siempre es facil; antes que nada, hay que buscar el momento adecuado para intentar dar ese giro que tu vida necesita.Eso es precisamente lo que Lucas y Antia tratan de hacer. Esta es la historia de dos personas que no encuentran su lugar.
    Ella es una mujer demasiado responsable.
    El, un hombre con una gran culpa.
    Antia debe hacer frente a una dolorosa perdida, asumiendo asi el peso de su familia. Dos pequenas sobrinas, un hermano con problemas y un padre delicado de salud son preocupaciones suficientes para que no pueda centrarse en su propia vida.Una crisis en las bodegas, de las que Antia es copropietaria, la llevara a conocer a Lucas, un guapo italiano con un dudoso pasado al que una culpa no le deja hallar el camino correcto.
    ?Que pasa cuando dos almas perdidas se conocen?
    ?Seran capaces de afrontar sus problemas y conseguir buscar su momento?
    Quiza la amistad, la familia o el amor consigan ayudarlos.
    Descubre en esta profunda historia como Antia y Lucas afrontan sus dudas y se enfrentan a las complicadas situaciones que les depara la vida.

  • Lo sigo intentando de Ariadna Tuxell

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    ?Has estado alguna vez enamorada de la persona que no se merecia tu carino? ?Has conocido al chico perfecto durante una noche de diversion y a la manana siguiente has comprobado que de perfecto tiene poco? ?Tu vida esta llena de mucha rana y poco principe? Si tus respuestas son afirmativas, tienes ante ti una novela donde te sentiras identificada y comprendida gracias a las aventuras que vive la protagonista junto a sus dos grandes amigas. Nayara es una chica de 31 anos desafortunada en el amor. Ha perdido la fe de encontrar a su media naranja y formar una familia junto a el. Vive volcada en sus tres trabajos sin disponer casi de tiempo libre. Un domingo por la manana sufre un pequeno accidente colisionando su vehiculo contra un espectacular deportivo que es conducido por un guapisimo pero engreido hombre que resulta ser piloto de la Formula Uno.

  • Anatomia de un escandalo de Sarah Vaughan

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  • Borikai. El terror aguarda en el paraiso de V.m. Granda

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    Una hermosa isla privada en el Golfo de Guinea, buen tiempo, un empleo bien pagado ?que podia salir mal? A fin de cuentas, el sueno de cualquier persona es trabajar en un lugar asi. Nada podia hacer cambiar de opinion al grupo de espanoles que se desplazaron hasta ella para trabajar en la construccion de un hotel de lujo. Pero no tardaron en darse cuenta de que algunos detalles no encajaban. Un excentrico multimillonario, una isla privada que llevaba mas de cien anos deshabitada, una vieja mansion victoriana y una antigua maldicion vudu.
    Lo cierto es que las senales estaban ahi y que solamente habia que querer verlas para no aceptar aquella oferta de empleo, pero ?desde cuando una vieja leyenda se ha interpuesto en el camino de unos jovenes (y no tan jovenes) profesionales? ?Las puertas del infierno? !Tonterias! Simples supercherias de los islenos. Una oportunidad asi no se podia dejar pasar.
    Y eso si que era cierto. No todo el mundo tiene la oportunidad de cruzar al mundo de los muertos. y regresar. Aunque en realidad, que se sepa nunca nadie ha regresado del otro lado… ?O tal vez si?

  • Amigos y algo mas (Seleccion RNR), Ana Alvarez de Ana Alvarez

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  • Reyes de la noche (Nueva York 2) de Mariah Evans

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    Segunda entrega de la serie <>.T
    ras salvar a una nina, Katy, de las garras de un vampiro, Brad conocera a Lucy, la hermana mayor de esta, la cual trabaja en el hospital y mantiene una relacion con Bob, su jefe de cirugia.Dado el grave peligro que corren tanto Lucy como Kate, la division, y en concreto Brad, se vera obligado a protegerlas. La investigacion y la lucha por liberar a la ciudad de los depredadores que la tienen aterrorizada continua, encontrando un peligro aun mayor que pondra en jaque a toda ciudad y a la division.?Conseguira Brad el amor de Lucy? ?Lograra mantener a ambas hermanas a salvo?Amor, pasion, intriga… Apasionante saga de romance paranormal que causa sensacion.

  • La que ama las pequenas cosas de Esther Llull

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    De camino a la oficina Kendra mira los rostros de la gente con la que se cruza. Algunos van deprisa, quiza porque no han oido el despertador y siguen tan dormidos como lo esta ella, otros meditabundos pensando en mil cosas mientras sus pies, simplemente por inercia, les dirigen al autobus o al metro. Tambien hay los que corren arrastrando tras de si al nino o la nina que no quiere ir al cole y para no llegar ellos mismos tarde al trabajo... El momento se aproxima: se esta acercando peligrosamente al edificio en el que se encuentra su despacho, que es una sala acogedora que comparte con otra chica, donde ella es escritora de la revista digital "Quizzer.com". Llega temprano y sube por el ascensor y al abrirse la puerta del segundo piso aparece Sarah, su companera, con una bandeja suculenta. --Kendra, prueba esta y dime la verdad. --!No es justo! Sabes que mi gusto goloso no puede decir que no a una de tus galletas hojaldradas y menos a esta hora. --Necesito saber si son lo suficientemente buenas para hacerlas para los padres de Jason la vispera de Navidad. --Cualquier cosa para ayudar a una amiga a impresionar a sus futuros suegros. --No te gusta. --No, no, no, Sarah. Es buena, tal vez menos jengibre o menos pipermin. --Creo que hice feliz a mis papilas gustativas anoche. Ya que me comi una docena. No se lo digas a tu novio dentista. --No es mi novio aunque es periodoncista y fue solo una cita. --No hubo chispas. --Oh, no, sin chispas, sin mariposas, sin que saltaran los latidos del corazon, y nunca nos veremos cara a cara como mi unico amor verdadero. Azucar, quiero --dice mirando otra galleta. Y luego mira a Sarah, ambas se han detenido ante la sala de reuniones: --?Estas lista para esta reunion? --pregunta Sarah--. Estoy segura de que recibiras elogios por tu lista de los treinta mas grandes fallos en regalos. --?Viste cuanta gente ya lo leyo? No es suficiente para que Linda confie en mi. --Ella vendra a caer en la evidencia eventualmente --dice Sarah con voz condescendiente. Kendra se habia convertido en una criatura hermosa con la experiencia y los anos como escritora desde que termino su carrera de periodismo, pero era poco alejada del ideal de belleza comun. Era una persona profunda e introspectiva. Era rubia castana y dotada de una claridad que recordaba a la luz del sol; sus grandes ojos marrones muy melancolicos irradiaban todo tipo de promesas y la sonrisa que siempre prestaba en los labios invitaba a admirarla. Sin embargo tenia algo gris y oscuro en su mirada que simulaba atraer no toda la luz sino que parecia hecha de absoluta oscuridad. A veces, se tenia de una gran seriedad y, sobre todo, era asi en su trabajo y en su forma perceptiva de perseguir la noticia y lo remarcable de ella. Tenia ciertamente una verdadera intuicion luminosa pero tambien era perceptiva hacia las cosas oscuras y poderosas. Y de ahi era de donde solia sacar toda su luz inagotable y todo su potencial como investigadora. De cualquier pequena cosa ella podia percibir un manantial de riqueza. Ahora Kendra contesta a su amiga poniendo un gesto serio: --Ella me ascendio porque dijo que le gustaba mi vision de las cosas, pero cuanto mas tiempo pasa, mas la pagina se aleja de ese sitio. --Periodismo actual. ?Por que no renuncias y te conviertes en "freelance"? --La paga es buena y se que puedo esperar. Estaria menos gordita que antes. --Si te fueras, me extranarias demasiado. --Bueno si. Eso es principalmente. En la sala de reuniones con la responsable de la agencia de prensa y editora, Linda, se han reunido todos, junto con Sarah y Kendra y los demas periodistas de la revista. --Primero que nada, solo quiero decir, Kendra, que es un gran articulo la lista de regalos fallidos hasta ahora. Es la lista con mas clics de la temporada. Peter, todavia esta obteniendo una gran atraccion tu articulo del mes pasado: La heredera de la promocion urbanistica, Sandra Evans, como una ruptura sentimental desordenada ha llevado a un prospero chisme empresarial que invita a lo mejor de ambos mundos. Me encantaria tener un seguimiento de su ex. Mira por que el se alejo de tenerlo todo y decidio romper con su mundo. --Aparentemente el esta fuera del mapa. --Sigue buscando hasta este mes. Nuestro equipo de marketing informa que el viernes antes de Navidad es el dia de mayor trafico online de la temporada. Asi que para entonces debemos tener todo nuestro contenido navideno. Ese es el 22. Ahora, gente, dejenme escuchar algunas ideas navidenas en las que puedas hacer clic. -- Recetas de mantecados hojaldrados navidenos para impresionar a tus suegros --sugiere Sarah. -- Personalmente me encanta. --El rapero y celebridad influyente Zigzag intenta establecer el record mundial de la mayor campana nacional de juguetes --dice Kendra. -- Pero, ?como harias una lista de eso? --Oh, seria mas un articulo de interes humano, una introspeccion sobre las relaciones comunitarias de Zigzag y el trabajo requerido para organizar la recoleccion de juguetes a gran escala. --Se que estas ansiosa por expandir lo que publicamos aqui en Quizzer, pero no creo que nuestra audiencia quiera leer sobre los entresijos de la organizacion de una colecta de juguetes. Ahora, si Zigzag lo esta haciendo para impresionar a su ex, Kendra, eso funcionaria bien. --?Que tal, um, que tipo de elfo serias en el Polo Norte? --Perfecto, haz eso. Y no te preocupes cuando llegue la historia correcta, sera una oportunidad… Esta bien, que todos lo hagan. Es la hora del almuerzo y Kendra y Sarah salen para una pausa del trabajo. Como de costumbre Kendra se dirige hacia una nueva tienda de antiguedades donde quiere buscar algo que se le ha perdido. Se trata del anillo de compromiso de su madre. --Otra hora de almuerzo, otro mercado de antiguedades. --?Estas segura de que el anillo de tu madre no esta entre las cosas de tu padre? --pregunta Sarah. --Creo que puede haberse extraviado con el material de la opcion de venta estatal de la herencia. --?Oh, si? La encargada de la tienda las atiende: --?Puedo atenderles en algo, senoritas? --Queria echarle un vistazo a los relojes de pulsera --aclara Sarah primero--. Y ella buscara en los anillos. --Oh, los anillos estan justo aqui al frente, y los relojes estan algo mas alla --senala con la mano. --Muy bien. --?Le gustaria ver uno? --De hecho, si. !Um! ?Has visto algun anillo que se parezca a este? --Ella le ensena una foto en la pantalla de su Smart-phone--. Era el anillo de compromiso de mi madre. Ella murio cuando yo tenia 17 anos y se lo dio a mi padre para que se lo guardara, pero despues de su muerte el ano pasado se perdio. -- Tengo uno con un corte similar. --Tambien es la misma marca. El de mi madre no tenia la inscripcion "Para siempre mi amor de Navidad 1948". Me pregunto a quien pertenecio este. --Me parecio lo mismo que a ti. Siempre me pregunto sobre la historia que habra detras -- comenta la duena de la tienda. --?Que es esto? --Esa es la insignia del joyero. Muchas joyas hechas a mano de esa epoca lo tienen. Es como la firma de un artista. --Entonces esto es rastreable. El joyero puede seguir vivo. Ahora Sarah llega despues de haber visto los relojes. --Estoy entre estos dos. ?Cual elegirias tu, Kendra? --!Oh, si, eh! !Ese! Sin lugar a duda. Kendra tambien le devuelve el anillo a la vendedora y le dice que se lo prepare. --Creo que voy a quedarme con el. Kendra no lo piensa. Sabe que le puede costar el sueldo de un mes, pero puede haber una historia que rastrear de el, una historia similar a la suya, y en todo caso si no es asi, puede volver a revenderlo. Pero su instinto de periodista es mas fuerte que ella misma. A ella no le interesan los chismes publicitarios, las historias de escandalos y separaciones, sino que siempre se ha inspirado mas por las historias de amor verdadero y por las historias que son satisfactorias y unen a las personas. Ha tratado de convencer a su editora pero ella piensa de otra manera. Ella busca los clics en las noticias para tener anuncios publicitarios. Y eso es todo. Pero cuanto mas se podria hacer si realmente se mostrara que las cosas no son asi, que son mejor de lo que realmente se muestra.

  • Me vuelves Loco con solo una Mirada (Casados 1) de Olivia Saint

    https://gigalibros.com/me-vuelves-loco-con-solo-una-mirada-casados-1.html

  • La sombra de Clara de Gustavo A. Gonzalez

    https://gigalibros.com/la-sombra-de-clara.html

    El abogado Harel Llano pensaba que su lio con Clara era cosa del pasado, pero pocos anos despues se entera de que ella se volvio a casar y que el nuevo esposo murio en circunstancias extranas. Ademas, otro hombre que la cortejaba tambien resulto muerto. Esta vez, Llano asume el papel de detective para seguirle la pista a Clara y descubrir por que los hombres que caen seducidos por ella tienen un abrupto final.

  • Poseeme de Eva Nieto

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    Mi vida siempre fue facil, buceando entre el dinero de mis padres y su empresa. Una mansion con criados, un lamborghini con chofer y semanas en balnearios de lujo.

  • La hermosa burocrata de Helen Phillips

    https://gigalibros.com/la-hermosa-burocrata.html

    <>. Karen Russell, autora de Tierra de caimanes <>. Ursula K. Le Guin <>. Lauren Groff, autora de En manos de las furias <>. Jenny Offill, autora de Departamento de especulaciones <>. Joshua Ferris, autor de Entonces llegamos al final <>. Kelly Link, autora de Magia para lectores Si las perspectivas laborales no hubieran sido tan sombrias durante ese humedo verano, es probable que Josephine no hubiera aceptado el puesto de administrativa en un edificio sin ventanas situado en la periferia. Su tarea consiste, exclusivamente, en introducir interminables series numericas en la enigmatica Base de Datos. Pero a medida que pasan los dias y los inescrutables impresos llenos de cifras se van acumulando, Josephine empieza a sentirse cada vez mas amenazada por el inquietante entorno: el zumbido de la ventilacion, el color rosaceo de las paredes, el eco en los largos pasillos… Cuando su marido desaparece de improviso y la verdad sobre la naturaleza de su empleo comienza a perfilarse, su creciente malestar se transforma, ahora si, en absoluto temor. La oficina es, a la vez, el infierno y su contrario: un espacio inmejorable para lo distopico y lo surrealista, al tiempo que un no-lugar en el que cumplir los mas acabados suenos de perfeccion existencial. Como Margaret Atwood o Murakami, Phillips hace saltar las costuras de la realidad saturandola de extraneza y significado, logrando asi que las cotidianas preguntas sobre el sentido del trabajo o de la vida en pareja alcancen tanto al ser humano como al perpetuo enigma de su origen.

  • Posverdad y otros enigmas de Maurizio Ferraris

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    Si “Posverdad” de Matthew D’Ancona, publicado ya en esta coleccion, abordaba este asunto central en nuestros dias exponiendolo desde un punto de vista practico y politico, en “Posverdad y otros enigmas” el filosofo Maurizio Ferraris lo aborda de forma mas analitica y teorica, con el objeto de buscar el origen y los fundamentos de este fenomeno como <> y de proponer medios para combatirlo. Pese a los multiples argumentos que se dan para trivializarla, para Ferraris la posverdad es un concepto filosoficamente relevante y su surgimiento define una caracteristica esencial del mundo contemporaneo: la alianza entre la modernisima potencia de la web y el mas antiguo anhelo del hombre, a saber: tener la razon a cualquier precio. Otras obras del autor en esta coleccion: “La imbecilidad es cosa seria”.

  • Rosalera de Tade Thompson

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    Nigeria, 2066. Una muchedumbre desesperada converge en torno a una misteriosa boveda alienigena. Asi ha surgido Rosalera, la ciudad que rodea la boveda a la que todos acuden por sus supuestos poderes de sanacion. La llegada de los alienigenas tambien ha dado lugar a la xenosfera, un espacio telepatico al que solo puede acceder un grupo muy reducido de humanos, los sensibles. Uno de ellos es Kaaro, cuyo trabajo de dia es crear el cortafuegos para que otros sensibles no puedan acceder a los datos de los bancos. Pero Kaaro, que tiene un pasado criminal, ademas es agente del gobierno y ahora debe averiguar que es lo que esta matando a los demas sensibles.

  • El beso de Daniela de Clarisa Ozores

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    Esta es la historia de mi primer amor. La historia de unos meses de mi vida, cuando tenia solo veinte anos, casi veintiuno. De mis paseos por la universidad y mis salidas nocturnas, de una noche de Carnaval y un viaje que parecio desdibujarse en mi memoria como si cayese en un profundo sueno. En fin, la historia que comenzo por un beso de Daniela.

  • Nunca fue tan perfecto de Laimie Scott

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    Una nueva y apasionante novela de Laimie Scott.

  • El lado oscuro del adios de Michael Connelly

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    Harry Bosch es el ultimo investigador privado de California. No se anuncia, no tiene oficina y es quisquilloso con la gente para la que trabaja, pero no importa. Su talento de treinta anos en el Departamento de Policia de Los Angeles habla por si solo. Pronto, uno de los mayores magnates del sur de California acude a buscarlo. El hurano multimillonario se acerca al final de su vida y se siente atormentado por un remordimiento. En su juventud tuvo una relacion con una joven mexicana, su gran amor. Poco despues de quedar embarazada, ella desaparecio. ?Tuvo el bebe? Y en ese caso ?que ocurrio con el?
    Desesperado por saber si tiene un heredero, el multimillonario moribundo contrata a Bosch, la unica persona en la que puede confiar. Con una fortuna tan enorme en juego, Harry se da cuenta de que su mision podria ser arriesgada no solo para el, sino tambien para la persona a la que esta buscando. Sin embargo, cuando empieza a descubrir la obsesionante historia, y a hallar sorprendentes vinculos con su propio pasado, sabe que no podra descansar hasta que encuentre la verdad.

  • Triangulo amoroso de A. De Luna

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    Regresar a Bahamas despues de una breve aventura de verano con el actor Alec Blanchard era, para Libby, la manera de probarse que el pasado habia quedado en el olvido. Nunca lamentaria haber tenido a Sam, pero ya era hora de mirar el futuro... con Michael; un hombre bueno, confiable y que la amaba. Solo que Libby nunca penso que Alec regresaria a la isla con la firme determinacion de conocer a su hijo, echando por tierra todos sus planes....

  • Tan solo en un instante de Blanca Tunez Navarro

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    Una mudanza, un encuentro un poco desafortunado, un beso robado….
    Ella, Lara Hernandez, una locutora de radio, bajita y, en ocasiones, con mal caracter.
    El, Angel Vera, un cirujano, que como su nombre indica, es como un angel, aunque no siempre.
    Ella tiene la curiosa mania de encerrarse en si misma y no permitir que nadie traspase esa muralla. Tiene miedo a que, cuando llegue el momento de la verdad, todo vuelva a ser como si nada hubiera pasado.
    El no es capaz de controlar su instinto protector, por eso intentara estar con ella aunque lo eche de su lado. Quiere estar con ella sin importarle ese miedo que no termina de entender, pero hay cosas que no siempre salen como uno espera.