• ?Hay alguien ahi fuera? – Marian Keyes de Marian Keyes

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    Anna Walsh protagoniza esta cuarta novela de la saga de la peculiar y entranable <>.

  • !Y tenia que ser mi jefe! 7 de Monica Hoff , Norah Carter

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    Davinia y Peter por fin disfrutaban de un merecido tiempo para ellos solos. Risas, playa y mucho amor… Pero la soledad les duro poco. Davinia esta embarazada y ahi comienza el caos de nuevo en sus vidas.
    El final de la saga con momentos divertidos, con todos los personajes y con la culminacion de una historia de amor que nos ha mantenido en vilo. ?Seran, por fin, nuestros protagonistas felices para siempre?

  • Templo de sangre de Eugenio Aguirre

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  • Matar a un ruisenor de Harper Lee

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    Cuando tenia casi trece anos, mi hermano Jem sufrio una grave fractura en el brazo a la altura del codo. Cuando sano y por fin se disiparon sus temores de que nunca podria volver a jugar al futbol americano, en raras ocasiones volvia a acordarse de aquella lesion. El brazo izquierdo le quedo algo mas corto que el derecho; cuando estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba casi un angulo recto con su cuerpo, y el pulgar estaba paralelo a sus muslos. A el no podria haberle importado menos, con tal de poder pasar y chutar. Cuando transcurrieron anos suficientes para poder verlos en retrospectiva, a veces hablabamos de los acontecimientos que condujeron a su accidente. Yo sostengo que los Ewell fueron quienes lo comenzaron todo, pero Jem, que era cuatro anos mayor que yo, decia que eso habia empezado mucho antes. Dijo que comenzo el verano en que Dill vino a vernos, cuando nos hizo concebir por primera vez la idea de hacer salir a Boo Radley. Yo decia que si el queria tener una amplia perspectiva de lo sucedido, en realidad comenzo con Andrew Jackson. Si el general Jackson no hubiera perseguido a los indios creek arroyo arriba, Simon Finch nunca habria llegado hasta Alabama, y ?donde estariamos nosotros si no lo hubiera hecho? Eramos demasiado mayores como para zanjar la discusion con una pelea, de modo que consultamos a Atticus. Nuestro padre dijo que los dos teniamos razon. Al ser del Sur, era un motivo de verguenza para algunos miembros de la familia que no tuvieramos constancia de que alguno de nuestros antepasados hubiera peleado en la batalla de Hastings. Tan solo teniamos a Simon Finch, un boticario de Cornualles cuya piedad solo se veia superada por su tacaneria. En Inglaterra, a Simon le irritaba la persecucion de aquellos que se autodenominaban metodistas a manos de sus hermanos mas liberales, y ya que Simon se consideraba metodista, cruzo el Atlantico hasta Filadelfia, de ahi a Jamaica, y desde alli a Mobile subiendo hasta Saint Stephens. Teniendo en cuenta las estrictas normas de John Wesley sobre no enriquecerse en los negocios aprovechandose de los demas, Simon se dedico a la practica de la medicina logrando un gran exito; pero en esta empresa era infeliz, pues habia sido tentado a hacer lo que el sabia que no era para la gloria de Dios, como llevar oro y ropas costosas. De modo que Simon, habiendo olvidado lo que su maestro habia dicho sobre la posesion de bienes humanos, compro tres esclavos y con su ayuda establecio una hacienda a las orillas del rio Alabama, a unos sesenta y cinco kilometros mas arriba de Saint Stephens. Regreso a Saint Stephens solamente una vez, para encontrar esposa, y con ella establecio una descendencia con muchas hijas. Simon vivio hasta una edad impresionante y murio rico. Era costumbre de los hombres de la familia quedarse en la hacienda de Simon, Finch's Landing, y ganarse la vida con el algodon. El lugar se sostenia a si mismo. Modesto en comparacion con los imperios que lo rodeaban, Landing producia sin embargo todo lo necesario para la vida excepto hielo, harina de trigo y prendas de vestir, que proporcionaban las embarcaciones fluviales de Mobile. Simon habria considerado con impotente rabia los problemas entre el Norte y el Sur, ya que arrebataron a sus descendientes todo a excepcion de su tierra; sin embargo, la tradicion de vivir en esa hacienda siguio inalterable hasta bien entrado el siglo XX, cuando mi padre, Atticus Finch, fue a Montgomery para aprender Derecho, y su hermano menor fue a Boston para estudiar Medicina. Su hermana Alexandra fue la Finch que se quedo en Landing: se caso con un hombre taciturno que pasaba la mayor parte de su tiempo tumbado en una hamaca al lado del rio preguntandose si sus redes de pesca estarian llenas. Cuando mi padre fue admitido en la abogacia, regreso a Maycomb y comenzo a ejercer. Maycomb, a unos treinta kilometros al este de Finch's Landing, era la capital del condado de Maycomb. La oficina de Atticus en el edificio del juzgado contenia poco mas que una percha para sombreros, una escupidera, un tablero de damas y un impecable Codigo de Alabama. Sus dos primeros clientes fueron las dos ultimas personas a las que ahorcaron en la carcel del condado de Maycomb. Atticus los habia instado a que aceptaran la generosidad del Estado, que les permitiria declararse culpables de homicidio en segundo grado y asi evitar la pena capital, pero ellos eran Haverford, un apellido que en el condado de Maycomb es sinonimo de burro testarudo. Los Haverford habian liquidado al principal herrero de Maycomb por un malentendido que surgio por la supuesta <> de una yegua, fueron lo bastante imprudentes para hacerlo en presencia de tres testigos e insistieron en que <> era una defensa lo bastante buena para cualquiera. Persistieron en declararse no culpables de homicidio en primer grado, de modo que no hubo mucho que Atticus pudiera hacer por sus clientes, a excepcion de estar presente en su partida, una ocasion que fue probablemente el comienzo de la profunda antipatia de mi padre hacia la practica del Derecho Penal. Durante sus cinco primeros anos en Maycomb, Atticus practico mas que cualquier otra cosa la Economia; y durante varios anos desde entonces invirtio sus ganancias en la educacion de su hermano. John Hale Finch era diez anos menor que mi padre, y decidio estudiar Medicina en un momento en que no valia la pena cultivar algodon; pero despues de tener a Jack encauzado, Atticus comenzo a obtener ingresos razonables practicando la abogacia. Le gustaba Maycomb, habia nacido y se habia criado alli; conocia a su gente, ellos le conocian, y debido a los negocios de Simon Finch, Atticus estaba emparentado por sangre o matrimonio con casi todas las familias de la ciudad. Maycomb era una vieja poblacion, pero ademas era una vieja poblacion cansada cuando yo la conoci. En el tiempo lluvioso las calles se convertian en un barrizal rojizo; crecia hierba en las aceras, y el edificio del juzgado parecia combarse sobre la plaza. En cierto modo, hacia mas calor entonces: un perro negro sufria los dias de verano; las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas bajo la sofocante sombra de las encinas que habia en la plaza. A las nueve de la manana, los cuellos rigidos de los hombres se veian languidos. Las damas se banaban antes de la tarde, despues de su siesta de las tres, y al atardecer estaban como blandos pastelitos cubiertos de sudor y dulce talco. La gente se movia despacio entonces. Cruzaban la plaza a paso lento, entrando y saliendo de las tiendas que la rodeaban, y se tomaban su tiempo para todo. Un dia tenia veinticuatro horas, pero parecia mas largo. No habia ninguna prisa, ya que no habia ningun lugar adonde ir, nada que comprar y nada de dinero con el cual comprar, nada que ver fuera de los limites del condado de Maycomb. Pero era una epoca de vago optimismo para algunas personas: al condado de Maycomb se le habia dicho recientemente que no tenia nada que temer, solamente a si mismo. Viviamos en la principal calle residencial de la ciudad: Atticus, Jem y yo, ademas de Calpurnia, nuestra cocinera. Jem y yo estabamos contentos con nuestro padre: jugaba con nosotros, nos leia y nos trataba con cortesia. Calpurnia era otra cosa. Toda angulos y huesos, era miope, tambien bizca, y sus manos eran tan anchas como un travesano de cama, y dos veces mas duras. Siempre me estaba ordenando que saliera de la cocina, preguntandome por que no podia comportarme tan bien como Jem aunque sabia que el era mayor, y me llamaba para volver a casa cuando yo no estaba lista para regresar. Nuestras batallas eran epicas y con un final sin variacion. Calpurnia ganaba siempre, principalmente porque Atticus siempre se ponia de su lado. Ella habia estado con nosotros desde que nacio Jem, y yo habia sentido la tirania de su presencia desde que podia recordar. Nuestra madre murio cuando yo tenia dos anos, de modo que nunca senti su ausencia. Ella era una Graham de Montgomery; Atticus la conocio cuando fue elegido por primera vez para la legislatura estatal. Para entonces, el era de mediana edad y ella quince anos mas joven. Jem fue el resultado de su primer ano de matrimonio. Cuatro anos despues naci yo, y dos anos despues nuestra madre murio de un ataque repentino al corazon. Decian que era cosa de familia. Yo no la extranaba, pero creo que Jem si. El la recordaba claramente, y algunas veces en mitad de un juego daba un largo suspiro, y despues se marchaba y jugaba el solo detras de la cochera. Cuando se ponia asi, yo sabia que era mejor no molestarle. Cuando yo tenia casi seis anos y Jem se acercaba a los diez, nuestras fronteras en el verano (al alcance de la voz de Calpurnia) eran la casa de la senora Henry Lafayette Dubose, dos puertas al norte de la nuestra, y la Mansion Radley, a tres puertas al sur. Nunca sentimos la tentacion de traspasarlas. La Mansion Radley estaba habitada por una entidad desconocida, cuya mera descripcion era suficiente para hacer que nos portaramos bien durante dias. La senora Dubose era el mismo demonio. Ese fue el verano en que vino Dill. Una manana temprano, cuando estabamos comenzando nuestros juegos en el patio trasero, Jem y yo oimos algo en la puerta contigua, en el parterre de coles de la senorita Rachel Haverford. Fuimos hasta la malla de alambre para ver si habia un perrito, pues la perra terrier de la senorita Rachel estaba prenada, pero en cambio encontramos a alguien sentado que nos miraba. Sentado, no era mucho mas alto que las coles. Nos quedamos mirando fijamente hasta que el hablo: --Hola. --Hola, tu --contesto Jem amablemente. --Soy Charles Baker Harris --dijo el--. Se leer. --?Y que? --pregunte yo. --Solo pense que os gustaria saber que se leer. Si teneis algo que necesiteis leer, yo puedo hacerlo... --?Cuantos anos tienes? --pregunto Jem--. ?Cuatro y medio? --Voy para siete. --Entonces no es nada --dijo Jem, senalandome con el pulgar --. Aqui Scout lee desde que nacio, y ni siquiera ha comenzado aun la escuela. Pareces muy canijo para tener casi siete anos. --Soy pequeno pero mayor --afirmo el. Jem se aparto el cabello para mirarlo mejor. --?Por que no vienes aqui, Charles Baker Harris? --dijo--. Senor, vaya nombre. --No es mas curioso que el tuyo. Tia Rachel dice que te llamas Jeremy Atticus Finch. Jem fruncio la frente. --Soy lo bastante alto para estar en consonancia con mi nombre --dijo--. Tu nombre no es mas largo que tu. Apuesto a que es un palmo mas largo. --La gente me llama Dill --dijo Dill, intentando pasar por debajo de la valla. --Te ira mejor si pasas por encima en lugar de por debajo -- observe yo--. ?De donde vienes? Dill era de Meridian, Mississippi, e iba a pasar el verano con su tia, la senorita Rachel, y desde entonces pasaria todos los veranos en Maycomb. Su familia era del condado de Maycomb originariamente. Su madre trabajaba para un fotografo en Meridian, habia presentado una fotografia de el a un concurso de ninos guapos, y gano cinco dolares. Le dio el dinero a Dill, quien lo empleo en ir veinte veces al cine. --Aqui no hay exposiciones de fotografia, excepto a veces las de Jesus en el juzgado --dijo Jem--. ?Viste alguna pelicula buena? Dill habia visto Dracula, una revelacion que movio a Jem a mirarle con cierto respeto. --Cuentanosla --le pidio. Dill era un chico muy curioso. Llevaba pantalones cortos azules de lino que se abotonaban a la camisa, su cabello era blanco como la nieve y lo llevaba pegado a la cabeza como si fuera un plumon de pato; era un ano mayor que yo, pero yo le sobrepasaba en altura. Mientras nos relataba la vieja historia, sus ojos azules se iluminaban y se oscurecian; su risa era repentina y feliz, y solia tirarse de un mechon de cabello que caia sobre su frente. Cuando Dill hubo reducido al polvo a Dracula, y Jem dijo que la pelicula parecia mejor que el libro, le pregunte a Dill donde estaba su padre. --No has dicho nada de el. --No tengo ningun padre. --?Esta muerto? --No... --Entonces, si no esta muerto, si lo tienes, ?verdad? Dill se sonrojo y Jem me dijo que me callase, una senal segura de que Dill habia sido estudiado y hallado aceptable. A partir de entonces el verano paso con una diversion constante. La diversion constante era: hacer mejoras a nuestra casa del arbol que descansaba entre dos cinamomos gigantes en el patio trasero, alborotar, recorrer nuestra lista de obras de teatro basadas en las de Oliver Optic, Victor Appleton y Edgar Rice Burroughs. En este asunto teniamos la fortuna de tener a Dill. El representaba los papeles que anteriormente me daban a mi. El mono en Tarzan, el senor Crabtree en The Rover Boys, el senor Damon en Tom Swift. De ese modo llegamos a conocer a Dill como un merlin de bolsillo, cuya cabeza estaba llena de planes excentricos, anhelos extranos y fantasias raras. Pero a finales de agosto nuestro repertorio era aburrido, por haberlo representado incontables veces, y fue entonces cuando Dill nos dio la idea de hacer salir a Boo Radley. La Mansion Radley fascinaba a Dill. A pesar de nuestras advertencias y explicaciones, le atraia como la luna atrae al agua, aunque no mas cerca de la farola de la esquina, a una distancia segura de la puerta de los Radley. Ahi se quedaba, rodeando el grueso poste con un brazo, mirando fijamente y haciendose preguntas. La Mansion Radley hacia una curva cerrada mas alla de nuestra casa. Andando hacia el sur, se pasaba por delante de su porche; la acera daba un giro y estaba en paralelo con la finca. La casa era baja, en otra epoca era blanca y con un ancho porche y persianas verdes, pero hacia mucho tiempo que se habia oscurecido hasta llegar al tono de pizarra gris que la rodeaba. Unas tablas descompuestas por la lluvia caian sobre los aleros del barandal; unos robles mantenian alejados los rayos de sol. Los restos de una cerca guardaban el patio frontal, un patio <> que nunca se barria, donde crecian en abundancia hierbajos y flores silvestres. Dentro de la casa vivia un fantasma maligno. La gente decia que existia, pero Jem y yo nunca lo habiamos visto. La gente decia que salia de noche, cuando se ponia la luna, y miraba por las ventanas. Cuando las azaleas de la gente se helaban en una noche fria, era porque el habia soplado sobre ellas. Cualquier pequeno delito cometido en Maycomb era obra del fantasma. En una ocasion, la ciudad estaba aterrorizada por una serie de macabros acontecimientos nocturnos: encontraban mutilados pollos y animales domesticos; aunque el culpable era Addie el Loco, quien finalmente termino ahogandose en el remolino de aguas de Barker, todos seguian mirando la Mansion Radley, sin estar dispuestos a descartar sus sospechas iniciales. Un negro no pasaria al lado de la Mansion Radley de noche; cruzaria a la acera contraria e iria silbando mientras caminaba. Los terrenos escolares de Maycomb lindaban con la parte trasera del terreno de los Radley; desde el gallinero de los Radley, altos arboles de pacanas dejaban caer su fruto al patio de la escuela, pero los ninos no tocaban ninguna de aquellas nueces: las pacanas de los Radley mataban. Una bola de beisbol que cayera en el patio de los Radley era una bola perdida, y no se hacian preguntas. La desgracia de aquella casa comenzo muchos anos antes de que Jem y yo nacieramos. Los Radley, bien recibidos en cualquier parte de la ciudad, se encerraban en su casa, una predileccion imperdonable en Maycomb. Ellos no iban a la iglesia, que era el entretenimiento principal de Maycomb, sino que rendian culto en su casa; la senora Radley en raras ocasiones llegaba a cruzar la calle para tomar un cafe a media manana con sus vecinas, y sin duda nunca se unio a ningun circulo misionero. La senora Radley caminaba hasta la ciudad a las once y media cada manana y regresaba prontamente a las doce, a veces llevando una bolsa de papel marron que los vecinos suponian que contenia las provisiones de la familia. Yo nunca supe como el viejo senor Radley se ganaba la vida, Jem decia que <>, un termino educado para decir que no hacia nada, pero el senor Radley y su esposa habian vivido alli con sus dos hijos durante tanto tiempo como cualquiera podia recordar. Las persianas y las puertas de la casa de los Radley estaban cerradas los domingos, otra cosa ajena a las costumbres de Maycomb: puertas cerradas significaba solamente enfermedad y tiempo frio. De entre todos los dias, el domingo era dia para las visitas formales por la tarde: las senoras llevaban corse, los hombres llevaban abrigos, los ninos llevaban zapatos. Pero subir los peldanos de la Mansion Radley y decir <> una tarde de domingo era algo que sus vecinos no hacian nunca. La casa de los Radley no tenia puertas de tela metalica. Una vez le pregunte a Atticus si alguna vez tuvo alguna; Atticus dijo que si, pero antes de que yo naciera. Segun la leyenda del barrio, cuando el joven Radley estaba en la adolescencia hizo amistad con algunos de los Cunningham, de Old Sarum, una tribu enorme y confusa que estaba domiciliada en la parte norte del condado, y formaron lo mas parecido a una pandilla que se viera jamas en Maycomb. Hacian muy poca cosa, pero lo bastante para que hablaran de ello por la ciudad y los amonestaran publicamente desde tres pulpitos: merodeaban por la barberia; subian en el autobus hasta Abbottsville los domingos e iban al cine: asistian a bailes en los lugares de juego en el condado al lado del rio: la posada Dew-Drop y Campamento Pesquero: probaban el whisky de contrabando. Nadie en Maycomb tenia las agallas para decirle al senor Radley que su muchacho andaba con malas companias.

  • La noche no entiende de luces de David Navarrete Utrera

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    Tom es un chofer descontento con su insulsa vida y apesadumbrado por la gran trayectoria de sus padres en comparacion con el.
    Sin embargo, la aparicion de dos distinguidas y atractivas mujeres a las que debe conducir al congreso de los diputados cambiara su existencia. Seducido por la posibilidad de cambiar de estatus y de tener todo lo que habia sonado decide aceptar el misterioso encargo que estas le realizan.
    Dicho encargo le llevara a trabajar en Londres al servicio de uno de los hombres mas poderosos del mundo: Jamie Rowling.
    De lo que no es consciente, es de ser tan solo un peon mas de un juego del que ni siquiera conoce las reglas.

  • Yo, Farinelli, el capon de Jesus Ruiz Mantilla

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    En el invierno de 1780, Farinelli, el castrato mas famoso de su tiempo, decide dejar constancia con la pluma y sobre el papel de todo cuanto ha aprendido, de todo cuanto ha vivido, de todo cuanto ha amado. A sus 75 anos, retirado en su villa de Bolonia, rememora sus inicios, sus maestros, sus amores y desamores, y sobre todo sus horas de gloria en los teatros de Europa entera, cuando la gente desfallecia de emocion ante el simple sonido de su voz. Pero donde colmo todos sus suenos fue en Espana, donde llego de la mano de la reina Isabel de Farnesio para curar la melancolia que habia anulado la voluntad del rey Felipe V.

  • Juro que vale la pena de Aitor Ferrer

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    Meti el equipaje en el coche y me asegure de que habia dejado todo en orden en la casa, alarma puesta y todo listo para no regresar en varias semanas. Me iba a la que fue la casa de mis padres los ultimos anos antes de morir, un bonito y acogedor chale en el sur donde pasaria el mes de julio y agosto. Hacia mucho tiempo que no cogia dos meses seguidos, pero este ano mi socio y yo, decidimos que asi lo hariamos, el queria irse durante diciembre y enero para realizar el viaje de su vida, asi que yo me cogi los dos de verano para darme un chute de sol y playa para recargar pilas. Bertin y yo, teniamos una constructora desde hacia diez anos y, la verdad es que crecimos enormemente y nos hicimos con un capital importante en los cinco primeros anos y ya luego todo marcho sobre ruedas. En el amor no habia tenido suerte, estuve con Estrella, una chica con la que me lleve cuatro anos conviviendo y que al final, se marcho con un companero suyo del banco donde trabajaba, pero aquello estaba mas que superado. Cinco horas despues ya estaba entrando en la urbanizacion en primera linea de playa. El chale me lo habia estado cuidando un matrimonio que iban a cortar el cesped, limpiar la piscina y mantenerlo todo en orden durante la epoca que yo no estaba, asi que cuando entre todo estaba perfecto, incluso la compra colocada de la lista que le habia puesto el dia anterior. Deje todo colocado y me fui a comer al bar de la playa, eran las tres de la tarde y me moria por una bandeja de pescado frito. Me sente en aquella terraza frente al mar y aquello era vida, ademas, era un rincon practicamente privado para los de la urbanizacion, tambien podian acceder los demas banistas, pero tenian que caminar un monton por la arena hasta llegar, nosotros lo haciamos directamente desde nuestras casas. --Buenas tardes ?Que le pongo? --Su rostro era serio y miraba hacia el block de notas. Era preciosa, pero tenia un mal humor que se podia apreciar a leguas. --Buenas tardes --mire la carta--. Para comenzar una sonrisa, de segundo, un vino Marques de Caceres y para continuar, un surtido de pescado. --?Sonrisa? --pregunto resoplando. --Por ejemplo, te verias mas guapa --sonrei. --Yo me cago en la put* madre de mi jefe, luego vuelvo y te sonrio --volvio a resoplar mientras tomaba nota y se marchaba. Me quede sonriendo, lo habia dicho de forma que le habia salido del corazon, se notaba que no tenia un buen dia la pobre. Regreso de nuevo con la botella y la copa que puso sobre la mesa, me puso una sonrisa de lo mas falsa y sirvio para que lo probara. --Veo que no, que no hiciste lo que dijiste. --No, no lo hice, pero por dentro le dije lo mas grande. Puta vida, puto trabajo, puto jefe y verano. Por cierto, ?que tal el vino? --Bien, puedes servirlo --sonrei--. Deberias de relajarte. --Te presto mis zapatos, a ver si lo aguantas --sonrio y se marcho. No, no debia de tener un buen dia porque parecia que iba a explotar, todo lo contrario, a mi, que fue pisar ese trozo de tierra y ya respiraba relajado, un entorno que era para desconectar de todo. --Al final voy a tener que coger el otro trabajo que me han propuesto --dijo, afirmando y agobiada cuando regreso a traerme la bandeja de pescado frito. --?Se puede saber en que consiste el otro trabajo? --Claro que si, dar masajes eroticos a domicilio. --Apuntame el primero --murmure apretando los dientes y no se le ocurrio otra cosa que darme una colleja y marcharse. Me quede riendo, tenia mucha gracia a pesar de ese agobio que le recorria por el cuerpo ese dia. La volvi a llamar para que me llenara la copa de vino con esa sonrisa falsa de no aguantarse hoy ni ella misma. --?Te dejo la botella? --No --me rei--. Por cierto ?Como te llamas? --Candela, menos mal que algo tengo bonito. --No, no, tienes muchas cosas bonitas, eres muy guapa y tienes un cuerpo espectacular --la verdad es que, a pesar de no medir mas de uno sesenta, estaba con un color tostado precioso y un cuerpo que no era muy delgado, pero si muy llamativo. --?Cuanto me vas a pagar por el masaje? --?Cuanto ibas a cobrar por cada uno? --Me ofrecen sesenta de los ciento veinte que cobra la empresa --me hizo una burla y se marcho riendo. Termine de comer y se acerco de nuevo a recoger la mesa. --?Cafe, postre? --Un cafe con hielo, por favor. --?Ya has decidido cuanto me pagaras por el masaje? No es que tenga experiencia, pero digo yo que con un poco de aceite de oliva y las manos, algo bueno hare --sonrio. --No lo dudo --me rei. --Y tu, ?como te llamas? --Nicolas. --Por Dios, que nombre mas pijo. Ahora vuelvo, ve pensando el precio que pagaras por el masaje, con doscientos euros hasta te la chupo --bromeo, marchandose de nuevo. Me tuve que reir, si o si, la verdad es que era muy graciosa, pero se le veia con un estres de esos que iban a acabar con ella. Regreso con el cafe y la cuenta que le habia pedido. --Aqui tienes --puse el dinero en la bandeja --?A que hora terminas? --En dos horas me piro hasta manana --sonrio con asco. --Doscientos euros y una mariscada, a las nueve en el chale numero trece --le hice un guino. --Y seras capaz... --La que tienes que serlo eres tu --me encogi de hombros. --Capaz y me lo pienso y todo. Con ese dinero me libro de venir cinco dias a aguantar al jefe y como cobro por dia trabajado... --Se encogio de hombros. --De ti depende. --Luego no me dejaras en la puerta con cara de tonta, ?verdad? --En absoluto. --Pues me lo pienso, pero vamos, que casi lo tengo claro --se marcho riendo. Obvio que no iba a permitir que me diera el masaje, pero oye, pasar una velada con ella debia ser algo fascinante y si le tenia que dar el dinero para que estuviera unos dias aliviada, como que no me importaba. Me di un bano en el mar antes de subir al chale a descansar un rato, estaba un poco cansado, ya que habia madrugado para hacer el viaje temprano. Capitulo 2 No eran ni las nueve menos cuarto cuando sono el timbre de fuera y sali a abrir, me habia acabado de duchar. --No se que hago aqui, pero la mariscada espero comermela --dijo cuando abri la puerta. --Pasa, Candela --sonrei echandome hacia un lado para que entrara. --Joder, que jardin mas guapo, vamos que tu hambre no pasas. --Hombre, espero que tu tampoco. --Bueno, ya lo que me faltaba, tener una jodida vida y encima no comer --rio. --?Una copa de vino blanco? --O dos --sonrio. Estaba preciosa con una faldita corta blanca de vuelo y una camiseta del mismo color. Le ensene la casa y nos sentamos en el jardin a tomar la copa de vino, ya habia llamado para que nos trajeran una mariscada para dos. --Entonces tu jefe te esta machacando... --Mi jefe es un tonto que se cree que puede tener a todo el mundo como esclavos y encima paga una mierda, pero bueno, no tengo otra cosa y mi madre no me da ni para pipas. --?Cuantos anos tienes? --Veintiseis. --Eres una nina... --A la mierda, ya me quede sin los doscientos euros del masaje --se puso la mano en la cara y suspiro. --Tranquila, te lo pago, pero no me lo tienes que hacer. --?Me estas contratando de chica de compania? --Si lo prefieres llamar asi --sonrei. Charlamos y le conte que venia a pasar el verano, que era la casa de mis padres y, por ende, la mia, a lo que me dedicaba y tal. --Joder ?Y cuantos anos tienes? --Treinta y ocho. --?No necesitas una interna que te limpie, te cocine y te tenga todo impoluto? --Pues mira, no lo habia pensado --sonrei. --Soy un amor de "nina" --hizo el entrecomillado con sus dedos--. Juro que no me cagare en tu familia --se echo a reir--. Daria lo que fuera por pasar dos meses fuera de mi casa, aquello es un manicomio, mis padres siempre estan peleando, cualquier dia los monto en el coche y los suelto en una sierra donde no puedan regresar --nos reimos, la verdad es que estaba sembrada. --Puedes quedarte aqui los dias que quieras, Candela, ademas tienes el trabajo ahi delante. --?Y no puedo hacerte un masaje cada dia por veinte euros y asi no tener que ir a trabajar? -- se rio --Con esta casa y veinte euros, ya como y me compro tabaco. --Pues si que has bajado la oferta. --Estoy desesperada, te lo juro --se le cambio la cara--. Fuera de bromas, lo de masajista no me lo ofrecieron, estaba de cona, pero joder, me dijiste lo de la mariscada y hasta pense en hacertela --volteo los ojos. --No te lo iba a permitir... --sonrei. --Ya me quede sin los doscientos pavos --se dio una palmada en la frente. --Ah no, te los regalo gustosamente. --?Sin chupartela? --Claro --me rei.

  • La isla de las ultimas voces de Mikel Santiago

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  • 30 maneras de quitarse el sombrero de Elvira Lindo

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    En los anos veinte, Maruja Mallo, Margarita Manso y Concha Mendez desafiaron las normas de la epoca al quitarse el sombrero en plena Puerta del Sol, haciendo de ese gesto un acto de desobediencia. Escritoras, pintoras, fotografas y creadoras de diversas disciplinas han seguido su ejemplo al expresar sus opiniones y trasladar su particular vision del mundo al debate cultural de su tiempo. A lo largo de la historia, muchas mujeres se han visto obligadas a quitarse el sombrero de la imposicion social que las ha mantenido alejadas de una comunidad intelectual mayoritariamente masculina.

  • El sufrimiento de las cigarras de Maria Jesus Perez Navarro

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    Novela galardonada con el segundo premio en el I Certamen de Novela Casino de Monovar.

  • Atardecer en Central Park de Sarah Morgan

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    En el caos de Nueva York puede ser complicado encontrar el amor verdadero incluso aunque lo hayas tenido delante desde el principio.

  • Ensename esta noche (Fantasias 1) de Nina Klein

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    E PROLOGO CHLOE l club Poison se veia de forma totalmente diferente a la luz del dia, cuando estaba cerrado. No habia nada del misterio, la seduccion, el calor, el deseo que lo empapaba todo durante la noche. Para empezar, las luces del techo estaban encendidas, creando la sensacion de que uno estaba en una especie de teatro vacio. En el ambiente flotaba un ligero olor a desinfectante, el rastro que quedaba despues de que el equipo de limpieza se hubiese pasado aquella manana. Salia una pasta hacer ese tipo de limpieza y desinfeccion profunda todos los dias, pero por una parte era necesario, y por la otra, dinero no era lo que les faltaba en el club, con las cuotas que cobraban a los socios y el numero de socios que tenian. Ese era un de los problemas: el numero de socios habia llegado a su tope. Los duenos nunca habian querido que aquello se masificara y el numero maximo de socios era un numero manejable, que hacia que en los dias de mas aforo --los viernes y los sabados-- se pudiese estar tranquilamente en el club, sin agobios. Asi que la lista de espera era kilometrica, y solo se abria una vacante cuando un miembro abandonaba el club, que no era tampoco muy a menudo. Mi idea venia un poco a mitigar ese problema. A "liberar" un poco el club, para que quizas pudieran admitir un grupo mas de socios. A diversificar, tambien. Y a hacerlo mas interesante. Respire hondo y me alise la americana que llevaba. Me habia vestido como cualquier dia en la oficina: unos pantalones negros de tela, rectos, mis "zapatos de oficina" --negros, de piel, no mucho tacon, comodos-- y una americana gris de pata de gallo. Llevaba uno de mis bolsos mas grandes al hombro, de donde sobresalia la carpeta de cartulina marron con la propuesta que estaba a punto de hacer a los duenos del club Poison. Respire hondo de nuevo, y mi amiga Caroline se dio la vuelta y se paro en medio de lo que era la pista de baile, el suelo negro brillante reflejando la luces del techo. --?No me digas que estas nerviosa? Era ella quien me habia abierto la puerta del club, y quien me acompanaba en el camino hacia las oficinas. Eran las tres de la tarde, y todavia faltaban horas para que abriese el club. --Un poco --reconoci. --Pero si solo son Mark, Paul y Derek. No le faltaba razon: al fin y al cabo les conocia desde hacia mas de un ano. Pero una cosa era ser amigos, tomarnos una copa de vez en cuando y hablar de nuestras vidas, y otra hacer negocios juntos. No queria que pareciese que me estaba aprovechando de la amistad. --No es lo mismo --dije, por fin--. Esto son negocios. Ademas, no estoy muy segura... igual es una idea ridicula. Caroline me sonrio. --Estoy segura de que es una idea genial. De todas formas, no estes nerviosa: si les gusta la idea bien, y si no, tambien. Yo tambien sonrei, mas para darme valor que otra cosa. --Okey. Seguimos avanzando por el club, los tacones de Caroline resonando en el suelo de marmol. Habiamos recorrido un largo camino, desde que eramos companeras de trabajo en una oficina horrenda, con cubiculos enanos y grises y luces fluorescentes en el techo. Hacia ya dos anos de aquello: un dia, Caroline estaba quejandose de las horribles citas por las que habia pasado gracias a --o por culpa de-- una app de citas que tenia instalada en el telefono. La decepcion, la incertidumbre... fue entonces cuando le di la tarjeta del club. No estaba segura de que fuese a ir --ella tampoco--, pero no solo habia acudido, sino que ademas habia acabado con uno de los duenos del club, Mark. Ahora estaban prometidos. Aparte de eso, Caroline trabajaba en las oficinas del club, llevandoles la contabilidad. La de vueltas que daba la vida. Yo habia acabado cambiando de trabajo. La oficina era todavia mas gris e insoportable cuando no tenia a Caroline para hablar en los descansos del cafe. Pero aunque el nuevo trabajo era menos gris y menos insoportable, seguia siendo bastante aburrido, la verdad. Quizas la culpa no era de los puestos de trabajo, sino de la profesion en si: ser contable no era lo mas apasionante del mundo. A no ser que fueras la contable de la mafia, en ese caso estoy segura de que el trabajo era una montana rusa de diversion. Sacudi la cabeza a uno y otro lado. Cuando estoy nerviosa se me ocurren todo tipo de tonterias. Tenia razon Caroline, de todas formas: era absurdo estar nerviosa. Simplemente habia tenido una idea, y necesitaba a los duenos del club para llevarla a cabo. Si les gustaba bien, y si no, tampoco pasaba nada. No tenia nada que perder. No tengo nada que perder, me repeti mientras seguia a Caroline por las escaleras de hierro que conducian a las oficinas. Y al final funciono: volvi a respirar hondo, y se me quito el nerviosismo de golpe. * ESTABAN todos en la sala de reuniones, conversando animadamente: Mark, Paul, Derek y Monique. Paul estaba haciendo cafe en la cafetera de capsulas que habia en una mesa junto a la pared. Derek y Monique estaban sentados juntos, como siempre, unidos por la cadera. Era curioso, porque cuando Derek llego al club, a Monique --que en aquel entonces trabajaba de guardarropa -- le cayo mal al instante. La antipatia no habia durando mucho, de todas formas. Ahora Monique trabajaba de manager, era quien se preocupaba de que todo saliese bien y funcionase como la seda cuando el club estaba abierto. El trabajo le iba como un guante, era la mejor relaciones publicas que habrian podido encontrar, y ademas el club daba un monton de trabajo. Cuanta mas gente se ocupase de el, mejor. La unica ausencia era Amanda, que aunque tambien estaba unida a la cadera con Paul, estaba estudiando para uno de sus examenes de derecho. Seguia trabajando de camarera en el club, porque le dejaba casi todo el dia libre para ir a clase y estudiar, y porque ademas le gustaba trabajar con Paul. No era como si necesitara vigilarle, ni nada de eso: los dias en los que Paul se tiraba a todo lo que se movia habian terminado. --!Chloe!--. Paul me saludo como si hiciese anos que no me veia, cuando le habia visto la noche anterior--. ?Que quieres? Le pedi un cafe solo, y me sente. Paul sirvio los cafes, Caroline se sento al lado de Mark, y cinco pares de ojos se volvieron a la vez hacia mi, expectantes. --Somos todo oidos --dijo Mark. Volvi a respirar hondo, sonrei y empece a hablar. LA IDEA ERA MUY SIMPLE, realmente. Habia empezado a darle vueltas unos meses atras, justo despues de cierto episodio que habia tenido en el club. No me importaba decirlo: habia sido una noche maravillosa donde conoci a un grupo de hombres tambien maravillosos. Antes de eso, estaba aburrida, pensando en darme de baja del club. Aquel dia habia conseguido realizar mi fantasia mas antigua, si, pero tambien me di cuenta de que habia sido por casualidad. Conoci a cuatro hombres perfectos que tenian la misma fantasia que yo. Un golpe de suerte, vaya. Poison era lo que era, un club de sexo: un lugar donde pasar la noche, donde ir a desfogarse en un ambiente seguro. Si, uno podia cumplir sus fantasias, si no eran muy complicadas, si tenia suerte y era una de las cosas que se ofrecian aquella noche. Trios, orgias, vouyerismo... no habia ningun problema. Pero repito: tenia que surgir la oportunidad, y ademas una tenia que tener... cierta tendencia al exhibicionismo, por llamarlo de alguna manera. No habia mucha intimidad. Es cierto que habia habitaciones privadas, pero el contacto tenia que iniciarse de alguna manera. Mi idea era ir un poco mas alla: ofrecer un servicio especificamente orientado a satisfacer las fantasias de los clientes. Tenia que ser un servicio extra que se ofreciese a los miembros mas antiguos del club, a los que fueran mas de fiar. Tenia que haber mas barreras, tambien, para asegurarnos de que fuese un entorno seguro. Y los encuentros no tenian por que producirse en el club: de hecho, la idea es que fueran en un hotel, o un apartamento alquilado, dependiendo de la fantasia y de los participantes. Cuanto mas hablaba, mas me emocionaba: podiamos conectar a diferentes personas que buscasen la misma fantasia, personas con perfiles parecidos, etc. Una especie de agencia matrimonial, conectando a gente con los mismos intereses, pero con fantasias sexuales en vez de matrimonio. Yo me ofrecia para gestionar el servicio, claro esta: ellos ya tenian suficiente con el dia a dia del club.

  • La Puerta de atras de A. J. Raven

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    Thomas Fooreman se estaba volviendo loco. Sentado ante el escritorio de una habitacion, en una cabana, en algun lugar perdido; su mente enloquecia a un ritmo desorbitado. Antes de que aquella locura le hiciera perder por completo el juicio, aunque a decir verdad; nunca lo habia tenido, decidio escribir una confesion acerca de una vida en la organizacion mas misteriosa y macabra creada por el hombre. Una organizacion de la que todo el mundo ha oido hablar pero a la que, por otro lado, tal vez pocos conocen en realidad; o puede que todo el mundo haya oido hablar de ella pero nadie se atreve a mencionarla. Quien sabe. Era mas tarde de la media noche en aquel lugar alejado del mundanal ruido. Unas hojas de papel en blanco, la vieja pluma Montblanc de su padre con el cartucho de tinta por la mitad, y esa botella de licor barato de gasolinera en la que no quedaba mas de un cuarto, era lo unico que tenia encima de la mesa; eso y aquellos imborrables recuerdos de una vida pasada. Aquella vida --si se podia llamar asi-- tuvo tanta demencia que la mayoria de las veces, se mezclaron la realidad con la ficcion, la verdad y la mentira. Su conviccion de que aquella mujer vestida de negro a quien el llamaba con carino <> estaba cerca, acechandolo en cada esquina, en cada lugar al que el fuese, se hizo cada vez mas notable. Por la mente indecisa de Thomas volaron las dos unicas opciones que el considero que podrian ocurrir: acabar suicidado victima de la demencia, o asesinado por los miembros de la organizacion. Sin duda esta ultima fue, la que mas aterro a Thomas Fooreman. El reloj colgante de la pared de aquella fria cabana, semejante a las casetas que posee la guardia forestal repartida por el bosque (aunque de dos plantas y con lujo) marcaba la una menos cuarto, momento en el cual, aquellas hojas de papel empezaron a reflejar un par de simples frases . <> El alto grado que ejercio Thomas Fooreman dentro de la orden , lo habia hecho perpetrar las acciones mas brutales, sadicas y despiadadas que nadie pudiera imaginar. Provenia de una familia de descendencia judia. Su arbol genealogico estaba lleno de inmigrantes que se habian instalado en Norteamerica alrededor de 1600 o 1700 --no habia una fecha exacta en los archivos del censo--, siendo los Fooreman, una de las primeras familias en ejercer de prestamistas. Abrieron una tienda de monedas en el gueto judio en Nueva York en donde, timando a la gente, amasaron una poderosa fortuna para mas tarde fundar uno de los primeros bancos que se conocerian. Sus padres, al igual que sus abuelos y tatarabuelos, dedicaron toda su vida a ser la mano derecha de una de las familias mas importantes e influyentes del planeta. La luna se hallaba en esa posicion en la cual, solo dejaba ver una porcion insignificante de su belleza. Lo acompanaba un cielo iluminado por unas estrellas tan relucientes que irradiaban mas luz que la propia luna, permitiendo distinguir las constelaciones. Los aullidos de los lobos se escuchaban con debilidad tras los gruesos cristales de las ventanas. En el horizonte, en las montanas, todavia se podian divisar rayos de una pequena tormenta cayendo sin cesar. Hacia mas de media hora que la lluvia habia caido en el inmundo tejado del lugar en el que se hallaba Thomas. Cerro los ojos y escucho el agua corretear por los canalones del tejado y bajar por la tuberia, hasta desembocar en un riachuelo de agua estancada en la parte trasera. Lo habia dejado todo empantanado, semejante a una cienaga. A causa de aquella lluvia, se formo una gotera en el techo que descendia desde la pared del piso de arriba hasta el comedor, agrietando mas la deformada madera. El viento habia descargado con tanto nervio que llego a partir varias ramas de los arboles. Algunas llegaron a impactar contra la puerta sin causar dano alguno, pero con un golpe estruendoso que lo hizo estremecer. Aquel frio intenso proveniente de las montanas, habia calado en sus huesos. Ni la media botella ingerida (o engullida) en menos de dos minutos, lo hizo entrar en calor. Penso en encender la vieja chimenea de carbon sin embargo, prefirio cubrirse con una sucia manta impregnada con meados y mierda de rata, cuya pestilencia le recordaba los rituales en los subterraneos donde fue participe. Estiro el exhausto brazo derecho y con aquellos ligeros dedos, comparables a los de un concertista de piano, apago la bombilla que caia del techo sujetada por un cable a medio pelar. Encendio una vela y permanecio escribiendo bajo la calida llama. <>. Hizo un paron para levantarse, estirar la espalda, las piernas, descansar una mano temblorosa y una vista que comenzaba a estar fatigada. Sin zapatos, arrastrando los pies desnudos y encallecidos por la gelida madera, se acerco hasta la ventana. A causa del alcohol barato, intentaba mantener el equilibrio; se ladeaba, volvia a mantenerse recto, volvia a ladearse...Unido tambien a sus pocas fuerzas a causa de no haber probado bocado en dias, nadie sabe como aguanto tanto tiempo. Emitiendo unos grunidos, apoyo la mano en el cristal y aprecio la oscuridad del frondoso bosque mientras recordaba la programacion a la cual fue sometido de nino. La frente, el cuello y las manos comenzaron a emanar un sudor nervioso. Deslizo la ma no hacia abajo dejando un surco mientras sollozaba. **** La infancia de Thomas Fooreman, segun lo poco que recordaria el, fue feliz. Su familia fue duena de innumerables empresas repartidas por medio mundo. Amasaron bastante riqueza, tesoros con los que se podria acabar con el hambre en el mundo, pero eso en palabras de Robert Fooreman, no interesaba. Solian alardear entre las altas esferas, entre la creme de la creme de la aristocracia, ser una de las familias mas ricas que haya pisado la Tierra y razon no les faltaba, aun sabiendo que toda esa riqueza, se debia a la muerte de otros. Sus recuerdos, era estar siempre rodeado de toda clase de lujo. Al ser hijo unico, sus padres le dieron todo cuanto quiso; --cualquier capricho que al nino se le antojase, era concedido por su progenitor--. Los Fooreman se codeaban con las familias mas importantes de Norteamerica; siempre vistieron la ropa mas cara y disfrutaron de las mejores casas. Sin embargo, todo fue una mera fachada . Una noche, todo cambio. 1 25 de octubre de 1952. Antes del anochecer y despues de que el senor Harold Murray terminara el noticiario con la frase: <<Recuerden, Harold estara manana en sus hogares>>, en la residencia Fooreman, un pequeno Thomas de diez anos, regordete, grandes mejillas, nariz puntiaguda, pelo rubio y una mirada dulce e inocente de ojos marrones, caminaba agarrado de la delicada y calida mano de su madre, Martha Fooreman. Martha, cuyo apellido de soltera era Quinn, tenia cuarenta anos. La naturaleza la habia obsequiado con una belleza descomunal. Su pelo caia como una hermosa cascada dorada mas alla de sus hombros (en aquel momento recogido en una coleta). La cara reflejaba unos ojos verdes, una nariz chata y unos labios carnosos. Venia de una familia bastante acomodada. Era hija de Lauren Quinn, un exgeneral que lucho en la guerra de secesion y que mas tarde, se convertiria en empresario y socio de uno de los bancos mas importantes de Norteamerica; la J.P Morgan & Co. Martha se fijo en Robert en una conferencia en Portland, Maine, otorgada por un insider conocido como: el senor X, sobrenombre dado porque nadie habia visto nunca su verdadero rostro. Las charlas las daba enmascarado, portando una peluca falsa a menudo morena, un bigote postizo y unas gafas de pasta negras que le agraciaba con un aire a lo Buddy Holly. Al contrario que a su marido, Robert Fooreman, la naturaleza no fue tan generosa con el. Era un senor que sacaba diez anos mas a su mujer. De mediana estatura, su cara evidenciaba unos ojos caidos de color marron, severas marcas de acne brotado en su juventud (antes de entrar a la secundaria, su cara parecia la de un leproso) que le dejo unas marcas como el crater de un volcan. Una nariz picuda y un menton que parecia un caballo. Portaba la llamada <> debido a su grata aficion por grandes jarras de cerveza fria, tibia o caliente; la comida y el sedentarismo. En la cabeza manifestaba unas entradas y el empobrecido pelo que quedaba, era como nieve en una montana. Los conducia por el pasillo del ala este de la mansion de estilo colonial, ubicada a las afueras de Richmond, Virginia. Por un largo corredor iluminado por lamparas de pared antiguas, el pequeno observo cuadros con caras familiares; --algun dia, tu estaras en la pared--espeto su padre. Sus ojos comenzaron a humedecerse, a cristalizarse como un vidrio ardiendo a maxima temperatura. Aquella expresion de felicidad que reposaba en su angelical rostro, se convirtio en profunda tristeza. Aunque no entendio nada de lo que sucedia, ni lo que estaba por suceder, el horror de contemplar a esas personas montando a caballo, portando una capa de reyes y sujetando una lanza afilada en cuya punta atravesaba una cabeza de nino, lo hizo pensar que el, podia llegar a ser uno de aquellos ninos. Continuaron hasta llegar al final del corredor, giraron a la izquierda y bajaron tres peldanos, en donde se hallaba una instancia con un letrero que rezaba en latin: Ne intraveris (no entrar). Robert agarro el pomo con los dedos anular, indice y pulgar, dejando el pequeno levantado para no rozar su anillo de oro y diamantes de gran maestre , --queria mas al anillo que a nada en el mundo--. Segun sus propias palabras: <>. Un anillo que destellaba como los rayos de sol y que mas adelante, acabo en los dedos de otro. Dos bustos de los abuelos de Thomas decoraban la solitaria y algida sala. Desprovista de ninguna ventana y con un olor intenso a lacrado que, para el pequeno, no fue nada agradable. Entre aquellos dos bustos, una puerta que lo llevo a su primer descenso hacia el abismo. Robert presiono el interruptor que se hallaba detras del busto de su padre, Charles Fooreman II. El mecanismo rudimentario hizo girar unos engranajes. Un chirrido igual al producido por rozar un cuchillo contra una botella, resono en la desolada sala. La puerta de madera se deslizo hacia la derecha. Un humo denso, grisaceo, asfixiante; un olor a mierda y algo mas, surgieron del subterraneo. Ese algo mas, era el olor de los cadaveres putrefactos de las personas asesinadas que flotaban por un riachuelo de agua fecal, engendrando en Thomas una sensacion de condenacion eterna con tan solo diez anos. Robert con voz aguda pero vigorosa, dio la orden de bajar las escaleras de piedra. Encendio una antorcha con un viejo zippo que saco del bolsillo derecho del pantalon; la brea que impregnaba la antorcha se hallaba humeda y pegajosa, significado de que los rituales en la mansion de los Fooreman, nunca cesan. Entre ratas y gusanos, descendieron los treinta peldanos que encaminaron a su castigo la noche del 25 de octubre del 52. A mitad del descenso, un asustadizo Thomas escucho unas voces familiares profiriendo un cantico inusual, un cantico que jamas habia escuchado, un cantico que erizo la fina capa de vello que se estaba formando en sus brazos. In nomine dei nostri Baal excelsi … Segun iban descendiendo, aquellas voces se fueron haciendo cada vez mas intensas y escalofriantes, poniendo la piel como la de una gallina con tan solo escuchar la entonacion de la melodia. Thomas no quiso adentrase, ni dar un paso mas en ese odioso lugar. Preferiria estar con alguno de sus amigos jugando a la pelota en el Olaf Palm, un parque situado a medio kilometro al norte de su casa, al lado de la taberna del viejo Biff, o leyendo tumbado en el borde de su cama, con los pies colgando, un comic de su heroe favorito; el senor orejas puntiagudas, como el lo llamaba. Sintio como una de aquellas sucias y peludas ratas de las cientos o tal vez miles que merodeaban por las cloacas, intentaba meterse por debajo de su pantalon, royendo con sus dientes puntiagudos mientras lo miraba con aquellos ojos diminutos de un color rojo fuego. --No te asustes, solo es una rata, tienes que ser un hombre, vendran cosas peores-- pronuncio su madre con una sonrisa. --?Que ocurre? --interrumpio Robert enfadado. --Se asusta de las ratas. --No hay problema, lo soluciono ahora mismo --anadio--. Estupido crio, siempre haces que pierda mi tiempo.

  • Bajo las estrellas de Jenn Bennett

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    Zorie y Lennon solian ser inseparables, pero desde hace un tiempo se han vuelto expertos en ignorarse. Cuando sus amigos los llevan enganados a acampar, la estratagema sale mal y de pronto los dos se encuentran atrapados en lo salvaje. Solos, lejos y sin hablarse. Sentimientos ocultos, secretos y heridas del pasado saldran a la luz durante el peligroso viaje de regreso a la civilizacion, y los viejos amigos deberan volver a confiar el uno en el otro para salir ilesos y recomponer su corazon.

  • Lucia en la noche de Juan Manuel De Prada

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    Alguien dijo que los angeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejandonos con la sensacion de que, quiza, nunca estuvieron a nuestro lado.

  • Te amare por siempre (La chica de Indhira Jacobo

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    Arrastrando los pies llego a mi casa. Me duele la cabeza y me siento el cuerpo pesado. Una vez mas agradezco a la virgencita que no hay nadie, mi hermano no ha llegado del trabajo, confirmo la hora y me doy cuenta que tengo tiempo para ducharme y acostarme a dormir. No quiero tener que enfrentarme a un interrogatorio, por lo menos no hoy. Necesito una aspirina con urgencia, !mierda! Ni siquiera se si puedo tomar una maldita aspirina. Al llegar al bano, me miro en el espejo, estoy palida, tengo los ojos rojos e hinchados. No me reconozco y no me gusta mi reflejo. Siempre he sido amante de los banos despues de un dia agotador para relajarme, hoy tengo ganas de tomar una ducha rapida que acabe con todo. <>. Porque no solo me duele el cuerpo sino que tambien me duele el alma. Me desvisto y meto debajo del chorro de agua caliente y nuevamente las lagrimas me asaltan. Quiero parar de llorar pero las lagrimas siguen cayendo, parece como si tuvieran vida propia. <>. --"fue algo de ultimo momento" --dijo. --Ultimo momento, !una mierda! --grito--. Te casaste porque quisiste. Preferiste escogerla a ella y destrozarme la vida a mi. Varios sollozos se escapan de mi boca y las fuerzas me abandonan. Poco a poco me deslizo contra las baldosas y me dejo caer en el piso de la banera. Encojo mis piernas, las rodeo con mis brazos y escondo mi cabeza entre las rodillas. Me quedo bajo el chorro de agua caliente pensando en todo lo que ha pasado en estos ultimos meses. En como ha cambiado mi vida. Yo que siempre fui una persona precavida, inteligente, que intentaba evitar cualquier tipo de problemas. No entiendo como me meti en algo que no iba a poder manejar. Sabia que estaba mal, pero no supe detenerme a tiempo. Mi cabeza siempre supo que el no la dejaria, pero mi corazon escogio creer en el. Puede que sea la romantica que llevo dentro que penso que se quedaria conmigo como en las telenovelas o en los cuentos de hadas. ?Quien en su sano juicio iba a dejar a una rica heredera que le permita entrar en la crema y nata de la sociedad italiana? Nadie, y mucho menos para estar con una simple empleada que apenas esta comenzando en el mundo. Salgo de la ducha cuando ya se ha acabado el agua caliente y tengo las manos arrugadas, me pongo la pijama, me meto en la cama y vuelvo a llorar. Lo ultimo que recuerdo antes de caer rendida es que mi vida es una mierda y que soy la persona mas infeliz en la faz de la tierra. --!Hey! --escucho que alguien me llama mientras me dan palmaditas en el hombro. Abro los ojos y me encuentro con la mirada de preocupacion de Alex, la misma que me ha lazado en los ultimos dias cada vez que nos vemos--. Despierta dormilona. --!Hola! --lo saludo con la voz ronca. Tengo la garganta reseca--. ?Hace cuanto que estas en casa? --Hace una hora mas o menos. Solo he venido a banarme y por un poco de ropa, este fin de semana me quedo con Michelle y no queria marcharme sin hablar contigo --me dice mientras me incorporo. Miro por la ventana de mi cuarto y ya ha oscurecido. --?Que hora es? --Son pasada las ocho. --?Que ocurre? --Nada solo que casi no te veo y queria saber como van tus cosas --se interesa al mismo tiempo que me examina como si fuera un bicho raro bajo un microscopio. --No hay mucho que contar todo esta como siempre. Mi hermano resopla. --Como siempre significa que sigues sin alimentarte como es debido, estoy muy preocupado Adri cada dia estas mas delgada, parece que te estas consumiendo desde adentro. No puedes seguir asi. Tienes que ver un medico. --Fui a ver un doctor --respondo a la defensiva, un poco mas alto de lo que deberia e inmediatamente me pincha la sien. Cierro los ojos, me llevo los dedos al lugar de mi molestia y masajeo en pequenos circulos--. Me ha dicho que tengo problemas de tiroides y que por eso estoy perdiendo peso. <>. --Me alegra escuchar eso. ?Por que no me comentaste que irias a verlo? hubiera sacado un tiempo para acompanarte. Se acomoda a mi lado y apoya la cabeza en la cabecera acolchada de mi cama. Abro los ojos y me asalta la culpa. Alex siempre se ha preocupado y ha cuidado de mi, me duele no poder contarle la verdad. --?Que mas te dijo? --me pregunta y me entra panico, de repente tengo miedo de que haya percibido mi angustia. --?Que te hace pensar que me dijo algo mas? --Por favor Adriana, no hay que ser medico para saber que no te encuentras bien, ?Es que no has visto lo palida que estas? Algo mas has de tener a parte de ese problema de tiroides --dice y el tono es demasiado alto para mi cabeza. Me acaba de llamar por mi nombre muestra de que esta hablando en serio y que no esta para juegos. --Tambien ha dicho que tengo anemia --miento descaradamente--, debo tomar unas vitaminas y por favor baja la voz que me duele la cabeza. --Lo siento no quiero ponerme pesado pero entiendeme, estoy muy preocupado por tu salud --ladea la cabeza y me mira detenidamente--. Le dije a mami que cuidaria de ti y ultimamente siento que no te he dedicado el tiempo necesario. --No seas exagerado Alexander que no soy una nina --me quejo con cierta irritacion--, es solo una anemia y pronto estare bien. Me mira sin estar del todo convencido, asi que me apresuro a decir suavizando la voz: --Te lo prometo. Me estudia con sus ojos grandes durante unos segundos hasta que finalmente asiente con la cabeza. --Tambien te desperte porque tengo que comentarte algo. Ahora es mi turno de observarlo cautelosamente. Conozco esa mirada y por lo general viene acompanada de algo que no me va a gustar. --Michelle no deja de quejarse que casi no nos vemos, como ultimamente estoy saliendo tarde del trabajo, a veces hago doble turno; solo la veo los fines de semana. --Aja. Tomo un hondo respiro y retengo todo el aire de mis pulmones. --Pues que me ha propuesto irnos a vivir juntos --dice y su tono de voz deja entrever que hay algo mas importante aun. Vuelvo a respirar mas tranquila. No es lo que esperaba que dijera pero teniendo en cuenta que llevan saliendo juntos tres anos no es algo que me sorprenda. --Felicidades. Lo miro a los ojos y le digo con toda la sinceridad de la que soy capaz a pesar de mi falta de entusiasmo. Michelle es una excelente muchacha, muy bien criada, estudiante de medicina y lo que es mejor aun, esta loca por los huesitos de mi hermano. --Me alegro mucho por los dos. --Bueno aun no le he dicho que si, le dije que tenia que comentarlo contigo primero. --?Conmigo? --inquiero sorprendida--. Si me estas pidiendo permiso de una vez te digo que no me molesta que se venga a vivir con nosotros; la casa es grande, es mas hasta sobra espacio. Conozco tan bien a mi hermano que por la forma en que arruga la nariz, demostrando asi su nerviosismo y la manera en la que sus ojos se mueven, me da a entender que esta escogiendo cuidadosamente sus proximas palabras. Eso hace que me ponga nuevamente en alerta. Presiento que no me va gustar lo que me dira. --He estado pensando que deberiamos vender la casa... --dice bajito--... y mudarnos a un apartamento mas pequeno y mas cerca de nuestros respectivos trabajos. <>. --!?Mudarnos!? --casi grito. !Que horror! Me siento totalmente erguida, giro un poco el cuerpo y lo miro escandalizada-- ?Quieres mudarte del lugar donde hemos vivido toda la vida? <>. Eso no. !Joder! No ahora. Cuando crees que tu mundo se esta desmoronando viene tu hermano mayor y te lanza una bomba de ese calibre. !Dios! ?Pero que es lo que esta pasando?

  • Desde que te dije adios de Isabelle Cruz

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    Lucia Duran parece tenerlo todo: un trabajo apasionante, un novio carinoso y una carrera en ascenso.
    Juan Carlos Legarreta es un hombre al que el destino ha probado duramente. Sin embargo, ahora lleva una vida plena y satisfactoria como abogado de prestigio.
    Muchos anos atras los dos vivieron un gran amor que termino en desastre, pero un perfume se encargara de reunirlos de nuevo.
    Para Juan Carlos, defender Eclipse, la ultima creacion de Lucia, sera la oportunidad de ayudar a una vieja amiga y de estar cerca de la mujer a la que no ha podido olvidar. Para ella, sera la gota que derrame el vaso. ?Como confiar el destino de su fragancia al hombre que considera el peor de los traidores? Peor aun, ?que va a hacer con la atraccion que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos?

  • Cuando llegue el invierno de Scarlett Butler

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    Daniela perdio a sus padres una fria noche de invierno y desde entonces odia esa estacion del ano. Pero su vida no dara un cambio hasta que no decida mudarse a Madrid y comience a trabajar en una agencia de viajes, donde conocera a Emma y Victoria, dos chicas que se convertiran en su gran apoyo.
    Leo vive por y para su trabajo. Le encanta ayudar a la gente y desvivirse por ella, pero siente que le falta algo. Cuando conoce a Dani, no entiende por que ella odia el mes de diciembre si es el mes de la ilusion y la magia.
    Esta es la historia de un flechazo, de esa quimica inesperada que surge entre dos personas que se acaban de conocer pero sienten que se conocen de toda una vida. Es la historia de un diciembre que lo cambia todo, llenandolo de intensidad y recuerdos que atesorar.

  • Doble engano de Anna Depalo

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    ?Tardaria mucho en llegar la proposicion de matrimonio?

  • El secreto de Helena de Lucinda Riley

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    Una casa magica.
    Un verano para recordar.
    Amor y secretos bajo el sol chipriota.

  • Leon de ojos verdes de Manuel Vicent

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    Durante el verano de 1953, en la terraza del hotel Voramar se estaba rodando una pelicula ambientada en la epoca de enrreguerras y varios cables conectados al generador, que no cesaba de zumbar, cruzaban la amplia terraza hasta la escalinata guardada por un leon de escayola. En la playa, al pie de la escalinata, se hallaban instalados los focos, las pantallas y las camaras. Por alli se agitaban los tecnicos del equipo rodeados de turistas curiosos en traje de bano y sobre la balaustrada se perfilaban algunos figurantes, senoras con pamelas, corpinos y abanicos, que iban del brazo de caballeros con cuellos de porcelana y sombreros de paja dura, representando a banistas muy felices. La accion de la pelicula transcurria en el ano 1918. Familias burguesas pasaban sus vacaciones en este balneario. Aquellos veraneantes sentados en sillones blancos de mimbre, entre refrescos de granadina, hablaban de novenas de banos, de calculos de rinon, de aguas saludables para la vejiga y a la hora de discutir de politica se dividian todavia en dos bandos: unos habian sido anglofilos y otros germanofilos respecto a la guerra europea recien terminada. Una madre estaba empenada en casar a su hija adolescente con un estudiante de ingenieria de caminos, vastago de una familia muy rica, pero la nina se negaba a crecer y preferia seguir jugando con los chicos de su pandilla. La protagonista, una adolescente bellisima, me tenia obsesionado. Desde la terraza de mi habitacion la veia entrar y salir de escena; seguia todos sus movimientos, trataba de encontrarme con su mirada en los pasillos y algunas noches sonaba con ella. En la pelicula se enamoraba de un muchacho gordito de su misma edad, sin porvenir en la vida, al que ese ano habian suspendido en todas las asignaturas. Habia una escena en que la nina daba lenguetazos morbosos, demorados, llenos de inocente malicia a un cucurucho de helado de chocolate. Pero este delirio por aquella criatura se me esfumo muy pronto. Fuera de la ficcion, entre los huespedes del hotel habia un matrimonio frances con una hija que tenia la cara de perrita lulu, con la naricilla, la cola de caballo y unas grenas en la frente. Llevaba un pantalon corto muy ajustado y sus senos apenas cuajados parecian fluctuar sueltos y libres bajo la camisa de seda. Decia que era artista y que en Francia habia trabajado en varias peliculas. Todos los dias se acercaba al set para ofrecerse a salir gratis en alguna secuencia, pero el director habia ordenado que se mantuviera a raya a aquella turista tan pesada para que dejara de molestar. El ayudante se lo hizo saber a ella y tambien a su madre, tan recalcitrante como su nina; en cambio, el padre parecia hacerse cargo de la situacion y pedia excusas a unos y otros para hacerse perdonar. --Mi hija esta loca por el cine. Me da muchos problemas. No podemos hacer nada --decia. Yo tenia entonces diecisiete anos y me divertia asistir por primera vez al rodaje de una pelicula, pero mi mayor aventura de aquel verano consistia en oir las historias que me contaba el doctor Luis Aymerich en la terraza del hotel Voramar, cuando los cineastas daban por terminada la sesion, apagaban el generador y al volver el silencio a la tarde solo se oian los golpes del oleaje y el arrastre de la resaca sobre los cantos rodados, semejante al sonido que yo hacia al sorber con la paja los posos de hielo del granizado de limon. Con su melena blanca aleonada, este doctor de medicina general se habia erigido en la conciencia viva de las villas de Benicasim, que en esa epoca se hallaban habitadas con todo esplendor por una burguesia provinciana, en algunos casos acrecentada por los nuevos negocios propiciados por la dictadura de Franco. Uno de los peces gordos del regimen, que ademas era aristocrata con titulo papal, solia sentarse a pocos metros de la terraza del hotel, en una silla de lona bajo un sombrajo de brezo montado solo para el en la playa. Llevaba chaqueta de pijama con trabillas de husar y gafas negras de espejo. Permanecia inmovil como un idolo, al que unas doncellas con delantal y guantes blancos, cofia y punos almidonados, cruzando la arena trabajosamente con zapatos de tacon por la pasarela de madera, le traian desde su villa, cuando sonaban las campanadas del angelus en un oratorio cercano, la ofrenda de un martini rojo con olivas sevillanas. A cierta distancia detras de su cogote se paseaba una pareja de la Guardia Civil con todos sus arreos charolados, que soltaban destellos bajo la luz de agosto. El idolo nunca se banaba en el mar. Parecia ajeno al mundo, siempre con el rostro impavido hacia el horizonte, y en sus gafas negras de espejo se reflejaban los ninos que levantaban castillos en la arena, algun balandro, parejas pedaleando en un patinete e incluso el vuelo de las gaviotas. Solo movia la cabeza a derecha e izquierda para seguir con la mirada a aquella linda francesita, aspirante a artista de cine, que pasaba por delante una y otra vez en un banador blanco sin tirantes. El primer dia se habia presentado en la playa con un biquini rojo, un atuendo que en Espana solo se conocia de oidas como una prenda que lucian las artistas en Cannes. A su alrededor comenzo a adensarse un grupo de curiosos, cada vez mas dilatado. Causo tanto escandalo que la Guardia Civil, que protegia al pez gordo, cubriendola con una toalla tuvo que escoltarla hasta el hotel para que se cambiara. El doctor Aymerich habia sido represaliado despues de la guerra por librepensador. A sus sesenta anos tenia la mente lo mas alejada posible del dinero, pero sabia la vida y milagros de los propietarios de las villas. Conocia con todo pormenor de donde procedia cada fortuna, quien habia emparentado con quien, la historia de aquel senorito que habia embarazado a la criada, la cual ahora estaba de prostituta en el barrio chino de Barcelona, e incluso los detalles mas truculentos de un crimen pasional cometido en la comarca que altero el tedio de los veraneantes un par de anos antes. Un marido celoso habia matado a su mujer, una rica propietaria, sorprendida con su amante en la cama. El juicio y la sentencia habian levantado muchos comentarios. El asesino fue condenado solo a un ano de carcel, que apenas habia cumplido, y a seis de destierro. Al parecer esta parte de la pena la satisfacia hospedado ahora a cuerpo de rey en el hotel Voramar y desde alli dirigia sus negocios por telefono. Repantigado en un sillon de mimbre blanco frente al mar, el doctor Aymerich me decia: --Conozco la historia de este hotel desde que se construyo en el ano 1927. Durante la guerra fue hospital de sangre de las Brigadas Internacionales. Entonces le cambiaron el nombre. Se llamaba hotel General Miaja. Aqui vinieron muchos artistas famosos a entretener a los brigadistas heridos en el frente de Madrid. Yo era medico adscrito al Octavo Regimiento y la noche en que canto aqui el negro Paul Robeson me encontraba en esta misma terraza sentado al lado del novelista norteamericano John Dos Passos. --?Conocio usted a John Dos Passos de verdad? --le pregunte con la admiracion del novato. --Asi es --me contesto el doctor sin darle demasiada importancia--. El primer dia, al saber que yo era medico, Dos Passos me hizo una consulta. Me conto que sufria una diarrea muy pertinaz. Yo le dije que comiera algarrobas. --?Algarrobas, como un caballo? --Naturalmente. En la vida pasan estas cosas, muchacho. Dos Passos tenia una colitis como cualquier mortal --decia el doctor Aymerich--. Le di el remedio que descubri por casualidad durante una larga acampada con mi compania del Ejercito en la sierra de Espadan. La mayoria de los soldados estaba pasando por un episodio de gastroenteritis por haber bebido agua de un pozo contaminado. Un dia en que el suministro de intendencia tardaba en llegar al vivac los soldados comenzaron a comer algarrobas cada uno por su cuenta. A la manana siguiente la diarrea habia desaparecido en todos los casos. Con algarrobas molturadas prepare un jarabe que todavia se vende en algunas farmacias. Lo tengo patentado. Tambien lo hay en pastillas. De eso vivo. En realidad son mis unicos ingresos. A John Dos Passos, mientras el negro Robeson cantaba un blues, le dije que comiera algarrobas, ?que te parece? --?Lo hizo?

  • Mentes maravillosas de Carl Safina

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    Entrelazando decadas de observaciones de campo con nuevos y sorprendentes escubrimientos sobre el cerebro, Mentes maravillosas ofrece una vision intima de la conducta animal que suprime las clasicas fronteras que separaban hasta ahora a los seres humanos del resto de animales. En el libro, los lectores viajan al Parque Nacional de Amboseli en el paisaje amenazado de Kenia donde las manadas de elefantes luchan para sobrevivir a la caza furtiva y la sequia, luego al Parque Nacional Yellowstone para observar a los lobos y como gestionan la tragedia personal de una manada, para finalmente sumergirnos en la asombrosa y pacifica sociedad de las orcas que viven en las cristalinas aguas del Pacifico Noroeste. Mentes maravillosas ofrece una vision iluminadora de las personalidades unicas de los animales a traves de historias extraordinarias sobre su alegria, pena, celos, ira y amor. La similitud entre las conciencias humana y no humana, el conocimiento de uno mismo y la empatia nos lleva a reevaluar como interactuamos con los animales. Safina argumenta que asi como nosotros pensamos, sentimos, usamos herramientas y expresamos emociones, otras criaturas y mentes con las que compartimos el planeta tambien lo hacen.

  • El Trasplante de Jose Miguel Vasquez Gonzalez

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    John Parker, a sus quince anos sufre un cambio tragico en su rutina al ser diagnosticado con una grave enfermedad que lo lleva a una insuficiencia renal terminal. Cuando Carlos Luis, su padre, al darse cuenta de que ingresarlo en la lista de espera para un trasplante podria costarle la vida al joven, decide conseguirle un rinon fuera del sistema, para lo que se instala en una cabana en el bosque, desde donde tendra que ponerse en contacto con un mundo que va mucho mas alla de lo etico o moralmente aceptable --como la parte oscura de la internet profunda, la coaccion, el chantaje y hasta el secuestro-- poniendo en peligro no solo su estabilidad laboral y su matrimonio, sino hasta su vida.

  • Castillos en el aire de Ana Castellar

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    Una apasionante novela de amor, pasion y reencuentros.

  • Se busca desesperadamente secretaria de Nisha Scail

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    <>. Ag ata Crossroad --Y nuestra tercera secretaria en seis meses acaba de salir volando. Brian cerro tras de si la puerta maciza de color negro que daba a la sala de juntas. Aquel, junto con algunos muebles en el mismo tono y las paredes grises, era uno de los pocos toques de color que predominaban en una habitacion dominada por el blanco. --?Que le has hecho? --pregunto sin molestarse en cambiar de posicion. Apoyado en el respaldo de la silla que presidia la mesa podia mirar a sus companeros y no sucumbir al tedio. --Abrirsela, todavia soy un caballero. Nolan puso los ojos en blanco ante la respuesta del bombero. --Antes de eso, genio. Levanto las manos a modo de rendicion. --Yo nada --se defendio mientras se sentaba en una de las sillas--. Estaba subiendo cuando escuche barullo en la oficina principal, cuando entre vi a Garret acompanando a la secretaria hacia el ascensor. La chica se estaba desganitando, no le decia precisamente cosas bonitas. En cuanto me vio la tomo conmigo, asi que, como caballero que soy, le abri la puerta. --?Era Garret o Trey? Camden estaba sentado a su izquierda y levanto la mirada de la Tablet en la que estaba curioseando para puntualizar un dato importante. Dependiendo de su respuesta, tendria que subir o no. --A juzgar por como gritaba y nos insultaba, la mirada asesina de la mujer y la sonrisa petulante del cabronazo... era Trey. --Joder... --Y otra secretaria que hace historia en manos del dragon del ultimo piso -- chasqueo Camden sacudiendo la cabeza. --?Sigue con la terapia o la ha dejado tambien? --?Que ha dejado ahora? --se intereso Brian mirando al hombre que acababa de hablar. --Las clases en el conservatorio -- se adelanto Nolan, las miradas de sus tres companeros cayeron sobre el. --Dime al menos que sigue con la medicacion... Asintio. Eso era algo con lo que se mantenia al dia. --Soy el contacto de urgencia de su psicoterapeuta y, dado que no me ha llamado, tengo que pensar que si, que ha asistido a las sesiones --confirmo. No pudo evitar mirar hacia el techo. --Pues esta claro que la secretaria lo ha sacado de sus casillas, porque Trey ha salido a pasear. El resoplido de Mich, quien estaba sentado al lado de Camden resono en la sala. --Eso quiere decir que me tocara a mi hacer el papeleo, fantastico. --Esta claro que estamos enfocando la busqueda de secretaria por el camino equivocado -- chasqueo Cam--. Necesitamos que ademas de secretaria, sea Rambo o algo parecido... --Esa es una imagen que... puaj... Sacudio la cabeza ante el comentario de Brian y suspiro. --Joder, ?no podia esperar hasta despues de Navidad para largarla fuera? --Ya ves que no --se encogio Brian de hombros--. Es un milagro que no la haya volatilizado antes. Mich asintio conforme. --A la chica le iba la marcha... segun creo. --Si, posiblemente, pero una marcha que no va con Garret a juzgar por las sangrientas amenazas que le dedico ella... --Habra que optar por otro camino. --Si, pero, ?cual? --insistio Brian. --Podriamos empezar por no pasarla por la piedra a la primera oportunidad. No pudo evitar poner los ojos en blanco ante la veraz respuesta del chef. --Es que esta ultima estaba buena... --se justifico el bombero--, y no soy de los que rechaza una invitacion abierta. Y esta era muy abierta. --Pues habra que buscar una que no sea tan abierta --replico mirandolos a ambos--. Tendra que ser un requisito indispensable. Brian chasqueo la lengua. --No se, ?entrar en la oficina y morirte del susto? No es algo que mi corazon pueda resistir. --Estas dramatizando. --Ya sabes que eso se le da de lujo. Sacudio la cabeza y recondujo la reunion. --Quiza debiesemos elaborar un anuncio que dejase claro el perfil de secretaria que buscamos -- sugirio barajando la posibilidad. --?Como el de que este dispuesta a hacerse cargo de las tareas de secretariado y asistir a los cinco capullos de sus jefes? --resumio Mich mirandolos a cada uno--. Y debo hacer hincapie en la palabra <> y todas las implicaciones que traen consigo. --Sin duda nuestra credibilidad quedaria entonces de puta madre --puso los ojos en blanco--. Empiezo a ver ya el rostro de Brian y el nombre de la compania en los periodicos y en las noticias de todas las cadenas del pais. --?Y por que tiene que ser mi cara? --Sea como sea, yo no puedo hacerme cargo de las tareas de administracion durante mas de una semana, tengo el despacho a reventar ahora mismo --anadio Mich. Al igual que el mismo y el resto de los socios de la compania, tenian un empleo principal que compaginar con las tareas en la Crossroad. Mich era abogado y actualmente estaba hasta arriba de litigios.

  • La Isla (Thriller y suspense) – Asa Avdic de Asa Avdic

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    Una isla aislada, siete candidatos optan al mismo trabajo secreto, una espeluznante prueba de estres psicologico de 48 horas y el asesinato en directo de una mujer inestable.

  • La Isla de Asa Avdic

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    Una tarde, la secretaria de la unidad vino a mi despacho. --Quiere verte en la planta catorce del Edificio de Secretariado. --?Quien? --!El quiere verte! La secretaria de la unidad parecia muy exaltada. Sus gruesas gafas se deslizaron hacia abajo en la punta de la nariz y se las empujo hacia arriba en un gesto frenetico, para que volvieran a resbalar de inmediato. Entendi por que estaba tan nerviosa. Era raro que los del Edificio del Secretariado mostraran interes por nuestras actividades, y mas aun en uno de nosotros personalmente. Cuando finalmente volvi a casa desde Kyzyl Kum, el Presidente envio un ramo de flores a mi despacho con mi nombre mal escrito en la tarjeta, asi que supuse que no le importaba. Por lo visto, me equivocaba. Me senti halagada y nerviosa al mismo tiempo. --?Cuando? --Esta tarde. Miro un segundo de mas mi camisa arrugada, como si sopesara algo. --Tienes tiempo de ir a casa a cambiarte --dijo, luego dio media vuelta y se fue tan rapido que ni siquiera tuve tiempo de fingir que estaba ofendida. Tres horas despues estaba cruzando el patio del Edificio del Secretariado entre el viento cortante y una lluvia helada. Grandes capas de aguanieve medio congelada soplaban de lado y me azotaban la cara, para de pronto cambiar de direccion y atacar desde el otro lado. Era uno de esos dias de febrero en que todo esta gris y humedo y frio y la luz no es mas que una esperanza. Aquel invierno habia habido muchos dias asi. Se mencionaba cada dia en las noticias que nunca habiamos tenido tan pocas horas de luz solar como el ano anterior. Tal vez fueran las emisiones, el cambio climatico o ambas cosas. O algo aun peor, pero eso no lo decian en las noticias, claro. Era ese tipo de cosas de las que solo se hablaba cuando uno estaba seguro de que no escuchaba nadie mas. El edificio se irguio ante mi mientras subia la escalera, como si entrara en las fauces de una ballena gigante, y el viento casi me arrojo contra las puertas. Dentro del vestibulo me registre en el mostrador de recepcion, me dieron una placa de visita, me hicieron pasar por varias puertas de seguridad, entregue el abrigo y el bolso al guardia y me indicaron un ascensor. Las paredes y el techo estaban cubiertos de espejos de color humo que me hicieron ser dolorosamente consciente de mi chaqueta nueva y los anodinos botines de vieja de la cadena de ropa mas cercana a la oficina. La chaqueta me quedaba bien, pero era de un material rigido que picaba y empece a sudar ya antes de salir del ascensor. Tenia los pies humedos y frios y las medias caidas. Me habia maquillado con la esperanza de parecer menos demacrada de lo que me sentia, pero sospechaba que habia conseguido el efecto contrario. La lluvia me habia corrido el maquillaje y habia eliminado casi todo el colorete barato de las mejillas; lo que quedaba se estaba descascarillando sobre el eccema en el puente de la nariz y en el nacimiento del pelo. Me sentia fuera de lugar, como si llevara un disfraz. Lo primero que me impresiono cuando sali del ascensor de la planta catorce fue que el sonido era distinto, mas amortiguado. Los suelos estaban cubiertos por una moqueta gruesa de pared a pared, lo que hacia casi imposible caminar con tacones sin dar un traspie. Era un suelo para hombres. Madera oscura, acero cromado, grandes plantas verdes: todo reluciente, caro. Las paredes, el suelo y el techo estaban impregnados de poder. Un aparato de aire acondicionado zumbaba cerca, sonando como un helicoptero distante. No sabia que hacer: no habia donde sentarse, ni cuadros para fingir contemplarlos. Se abrio una puerta y salio una elegante mujer mayor. Pronuncio mi nombre y me pidio que la siguiera. Fui tras ella por el pasillo y me percate de que, pese a los tacones, se movia por el suelo blando con pasos seguros y rapidos. Abrio la puerta al final del pasillo y me hizo pasar a una sala de reuniones con unas vistas de vertigo. --?Cafe? ?Te? ?Agua? --Cafe, por favor. Solo. Asintio, hizo un leve gesto con la mano, como para darme permiso para tomar asiento, y luego me dejo sola. Se oyo un sonido de succion cuando cerro la puerta, como si se hubiera hecho el vacio en la sala. Me vi en el centro. Todos los detalles, desde el pomo de la puerta hasta los zocalos, parecian bien disenados. Era como si estuviera violentando ese interior tan coordinado por el mero hecho de estar alli. Cuando estaba a punto de sentarme en una silla, la puerta se abrio de nuevo y la elegante secretaria hizo pasar al Presidente. Era un hombre alto con el pelo espeso y viejas cicatrices de acne en el rostro y, pese a que llevaba un traje caro que podia ser importado o hecho a medida, parecia que no le quedaba bien, como si alguien hubiera vestido a una estatua. Lo habia conocido en una ocasion, cuando visito nuestra unidad. Recuerdo que todos nos quedamos de pie junto a nuestras mesas, como huerfanos que esperan ser adoptados, mientras el se paseaba con los jefes e inspeccionaba la zona de trabajo y al personal. El ambiente fue tenso y forzado durante aquella visita, y ahora la sensacion era mas o menos la misma. Dio unos pasos hacia mi y me tendio la enorme mano. --!Anna Francis, es maravilloso conocerla por fin! Me miro y, cuando lo hizo, entendi por que, pese a su poder, la gente hablaba de el con tanto carino. Tenia una expresion totalmente sincera y afable: te hacia sentir atendida, como si fueras la persona mas importante del mundo. Como si de verdad pensara que era fantastico conocerme, a mi. Estuve a punto de creerle. --El placer es mio --consegui decir. --Por favor, sientese. El Presidente hizo una senal hacia las sillas alrededor de la mesa, y mientras yo tomaba asiento el la rodeo y se sento frente a mi. --En primer lugar, me gustaria aprovechar la ocasion para agradecerle sus fantasticos esfuerzos en Kyzyl Kum. Fue esplendido, simplemente esplendido -- dijo con tanto enfasis que me plantee si la conversacion se estaba grabando. Continuo--: Espero que sepa lo contentos que estamos con su trabajo. El Ministerio tambien le envia saludos. Estan encantados, por supuesto. Hacia muchos anos que no teniamos tan buena reputacion. Somos una potencia humanitaria. Justo lo que ordeno el doctor, todos lo pensamos. Y, por supuesto, estamos encantados de haber podido apoyarla en un trabajo muy, muy importante, Anna. --Le agradezco mucho la oportunidad --me oi decir, al tiempo que me percataba de que no era el mejor inicio para mi. Solo llevabamos unos minutos de reunion y el Presidente ya habia conseguido que le agradeciera la oportunidad de destrozarme a mi misma y mi vida durante muchos anos. Resultaba obvio que era muy listo. Empece a preguntarme por que estaba ahi en realidad. El se inclino sobre la mesa. --Anna, lo que quiero comentar contigo es estrictamente confidencial. Lo que estoy a punto de decir debe quedar entre tu y yo, en cualquier circunstancia. Me miro directamente a los ojos para comprobar que realmente entendia lo que estaba diciendo. Lo entendi. Habia pasado tiempo suficiente con la junta y el ejercito en Kyzyl Kum para saber que eso significaba <>, asi que asenti. Si, lo entendia. El continuo: --Anna, ?has oido hablar del Proyecto RAN? Asenti de nuevo, y me senti aun mas nerviosa. El Proyecto RAN era de esos de los que todo el mundo habia oido hablar, pero en realidad nadie sabia que era. A juzgar por el enorme secretismo que lo rodeaba, tampoco era de esas cosas que uno desea saber. Una vez en Kyzyl Kum, uno de los soldados menciono un caso que habia asumido el grupo RAN, pero cuando empece a hacerle preguntas se mostro incomodo, casi asustado, y cambio de tema, asi que lo deje. Hay un tipo de conocimiento al que no es necesario tener acceso. --Se que existe, pero no se que es. El Presidente hizo un gesto de desaprobacion. --Bueno, en realidad prefeririamos que ni tu ni nadie supiera ni siquiera eso. --Se inclino un poco mas sobre la mesa--. Antes de seguir, Anna, necesito saber si puedo contar con tu discrecion. Si no, la reunion ha terminado. Trague saliva y sopese las opciones que tenia. Ninguna. --Por supuesto --conteste--. ?De que se trata? El Presidente, satisfecho, dejo una carpeta sobre la mesa. <>, pense confundida. No habia visto ningun maletin, y la mesa estaba vacia cuando entramos en la sala. --Anna, estas aqui hoy porque queremos tu ayuda. Como imaginaras, tiene que ver con el Proyecto RAN. No te voy a abrumar con demasiados detalles, solo una cantidad limitada de personas tiene acceso al trabajo del grupo, y ahora, por lo que parece --se reclino en la silla y suspiro antes de continuar--... por lo que parece, el brazo operativo del proyecto ha sufrido una desercion. El hecho es que nos falta un hombre, o una mujer. La frase quedo suspendida en el aire y a mi se me seco la boca. --Le agradezco mucho su confianza en mi, pero no estoy segura de que yo... Me calle al ver la cara de estupefaccion del Presidente. Me miro unos segundos con las cejas levantadas y luego solto una fuerte carcajada amable. --!No, no estoy insinuando que tu formes parte del grupo RAN! No, querida Anna, debo decirte que tenemos otros candidatos con... bueno, distintas cualificaciones. Pero nos gustaria que nos ayudaras durante la fase de seleccion. Senti una verguenza increible, como cuando respondes a un saludo y luego ves que iba dirigido a alguien que esta detras de ti. Me la trague lo antes posible y procure continuar. --?Como puedo ayudar? El Presidente dio una palmada. --Estoy seguro de que entenderas que estamos viendo a muchos candidatos ahora mismo, cada uno con cualificaciones excelentes a su manera. Lo que queremos hacer es ponerlos a prueba en una situacion de gran estres. Podriamos decir que es como un ejercicio de campo. Y ahi es donde intervienes tu, Anna. Tienes mucha experiencia en tratar y evaluar a gente en condiciones extremas. Servirias para valorar los puntos fuertes y las flaquezas. Sabes hasta donde pueden llegar las personas, y tambien cuando estan al limite. Ese conocimiento es unico, Anna, no mucha gente lo tiene.

  • Jezabel de Eduardo Sanchez Rugeles

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    Jezabel hace memoria de un crimen atroz. El cadaver de la joven Eliana Bloom fue hallado en su apartamento de Caracas con indicios de maltrato fisico y violencia sexual. La novela cuenta la reconstruccion que, muchos anos despues, Alain Barral (uno de los mejores amigos de la victima), hace de los acontecimientos que precedieron al asesinato. El remordimiento, justificado por la condena a un falso culpable, es el motor de una busqueda cuyos hallazgos seran inesperados y dolorosos. El crimen muestra, ademas, el deterioro creciente de un pais, el hundimiento de una sociedad envilecida por el militarismo y la pobreza del conflicto politico. En medio del desastre, Alain, Eliana y sus amigas construyen un mundo aparte modelado por los excesos, la sexualidad indiferente, la transgresion banal y la plena conciencia de que forman parte de una generacion vencida, condenada a padecer el hastio y la indiferencia.

  • Caramelo Explosivo de Laura Lago

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    Mi padre esta en la carcel desde antes de que naciera. Dejo a mi madre con un bombo de tres pares de narices y yo nunca llegue a conocerlo. Mi madre, que nunca llego a casarse con el, se desentendio de su relacion a los pocos anos. Mi padre no tuvo ningun cuidado en portarse bien para salir antes, como muchos otros presos. En su caso, la legislacion espanola y el orden de las carceles se cumple a rajatabla. Por vete a saber que (lo mismo ha matado a alguien ahi dentro que ha estado pasando droga bajo la mirada “despistada” de los funcionarios) se le han ido aumentando los anos de la condena y no tiene pinta de que vaya a salir muy pronto. Por suerte, antes de que lo metieran en chirona se aseguro de dejarnos un buen colchon lleno de dinero. Mi madre no me lo conto hasta que no fui mayor de edad, pero al parecer todavia nos llega el dinero que amaso mi padre mientras estuvo en la calle. Es toda una suerte que se empene en seguir preso: si se llega a enterar de que mi madre iba a dejarlo poco despues de que le entrullaran, dudo que le hubiese dejado la maleta llena de pasta y los dos bidones llenos de billetes de diez mil pesetas. Digo todo esto no para darte pena. No necesito darte pena. Aunque tenga a mi viejo en la carcel, nunca he notado su ausencia. Mi madre se ha cuidado de estar sola y ha hecho siempre lo que le ha dado la gana. Se nota que le van los piezas; la mitad de los tios con los que ha estado o han entrado en la carcel o han salido de ella, pero todos por delitos blancos. O, como es el caso del ultimo, tampoco es que le quede demasiado para que lo pillen y lo encierren de una vez. Pero no voy a adelantar acontecimientos: estoy hablando de mi. Como decia, el dinero que nos dejo mi padre nos ha proporcionado una vida tranquila. La gente con la que mi madre se ha enrollado estos anos le ha dado contactos y negocios con los que mantenerse a flote, y no me da verguenza afirmar que me he criado rodeada de lujos comprados con dinero negro. Tampoco es que me diferencie demasiado de cualquiera de los hijos de los politicos que vemos en la tele cada dia, despues de todo. Me he educado en institutos privados y me he codeado con la flor y nata de la sociedad espanola. ?Sabeis eso que dicen de que algunos politicos tienen amigos narcotraficantes, y todo eso? Bueno, pues en mi caso es verdad. No querais saber los apellidos que tenian algunos de mis companeros de clase, que se sentaban en el pupitre de al lado sin saber que mi madre era una de las cabecillas de las bandas de la droga que trafican en la frontera. Lo que si sabian, de todos modos, era que yo conocia a la gente adecuada para que les pasase marihuana, coca o lo que les apeteciera en el momento. Yo me sacaba una pasta y procuraba no meterme nada para no perder la cuenta. Siempre he sido mas lista que los demas. Incluso mas lista que mi madre, que se las ha arreglado para seguir surfeando la ola todo este tiempo sin llegar a caerse. Mientras que sus queridos caian como moscas cada vez que la policia abria una investigacion, y aunque a mi madre la han llamado a declarar en varias ocasiones, siempre ha sabido estar un paso por delante para evitar sufrir el mismo destino que mi padre. Yo soy igual. Quiza todavia mas lista. Todavia soy joven y la gente tiende a infravalorarme, pero yo se que puedo hacer muchas cosas que otros no pueden. Si ellos supieran... Hoy, mi madre va a ir a visitar a su prometido, del cual ya os he hablado antes. Yo voy con ella. Me he alisado el pelo y me he pintado los ojos con el doble de cuidado que siempre. Hasta me he puesto algo de brillo y me he vestido con una de mis camisetas nuevas, amplia y atrevida aunque no llega a tener escote. Tengo el cuerpo fibroso y no destaco por las curvas. Despues de tantos anos practicando aikido (mi madre me apunto desde que cumpli los siete anos con la esperanza de hacer de mi una mujer autosuficiente y sin miedo), no tengo tanto pecho como algunas de mis amigas ni mi culo destaca en plan Kardashian. Lo que si tengo son unos brazos firmes y unas piernas que ya las quisieran muchas, y un vientre plano en el que se podrian partir nueces. Pero mi cuerpo no importa cuando se puede mirar como lo hago yo. Y creedme, nunca he necesitado insistir demasiado para enrollarme con los tios que me han interesado desde que cumpli los quince anos.

  • Estacion Uno de Rosario Jimenez Roque

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    Basada en la falsa noticia de internet llamada "la Mona Lisa de la luna", Estacion Uno, es un viaje en el tiempo con el espacio como escenario donde pasado y futuro se funden en una misma cosa.
    En un futuro no muy lejano la vida en la Tierra expira tras una inevitable tercera guerra mundial. Ragna y Neferu, dos humanoides creados artificialmente por los ultimos supervivientes, tienen la mision de encontrar un lugar similar al que una vez fue el planeta que dejan atras para recrear la vida de la Tierra. Sin embargo, sus experiencias durante el viaje, asi como las opiniones que cada uno se va formando sobre lo que significa el ser humano, les llevara a plantearse si es eso lo que deben hacer realmente.

  • Todos Somos El Secreto De Alguien de R. Navarro

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    Normalmente cuando se realiza un prologo a la obra de un autor se hace hablando de la misma, y resaltando sus puntos fuertes para hacer mas apetecible leerla. Por todo eso les pido disculpas, ya que no es lo que voy a hacer yo. He realizado algunos prologos y mi forma en su realizacion huye de las cosas que acabo de explicar. Mi intencion no es otra que la de presentarles al autor de este libro desde el prisma de mis ojos, rendirle un pequeno homenaje a un hacedor de algo tan increible como es la construccion de una obra literaria… y mas increible aun, por los tiempos que corren, el publicarla. Detras de, estas, mis palabras se van a dar de bruces con la nueva novela, y seguro que no sera la ultima, de Ruben Navarro… y de seguro les va a golpear tan fuerte y les va a absorber la atencion de tal modo que van a querer leer mas de el. Yo conoci a Ruben gracias a la ilusion de el de llegar a ver su libro publicado bajo sello editorial y he tenido el gratificante honor de verle conseguir su objetivo… su sueno. Ruben me hizo participe, en cierta medida, de su obra, la cual dio paso despues a una segunda y a una tercera mas tarde, la que tienen ustedes en sus manos. He sido testigo de su exito y de ahi pase a ser algo mas: su amigo. Ruben Navarro ha conseguido moverse en aguas complicadas como lo es el genero de la romantica, ya que segun mi criterio es un circulo bastante cerrado en el que cuesta entrar y sobre todo predominante de mujeres tanto escritoras como lectoras. Sus obras son muy cercanas y suele relatar escenarios en que cualquier lector puede sentirse identificado, ya no solo por situaciones amorosas que pueda describir, sino por las que nos encontramos en la vida misma, en el hoy… en el ayer. Si complicado para un autor es dar el paso de la publicacion una vez a creado, lo dificil viene despues… ante tanta oferta de escritores hacerse notar, algo que el con teson ha conseguido. Asi que queridos lectores, les animo a darle a Ruben esa Bienvenida al resto de mi vida que se merece como cualquier buen escritor apreciado por unos lectores avidos, y recordemosle que Si no tardas mucho te espero toda la vida en cuanto a recibir sus proximas nuevas publicaciones con los brazos abiertos… brazos que yo siempre mantendre extendidos ante su afectuosa amistad. Y ya, sin mas dilacion, aventuremonos a lo que viene a continuacion. -David Lopez Rodriguez (escritor)- “Nada es como imaginas, pero el tiempo hallara tu final perfecto” CAPITULO I Mientras contemplo el paisaje del exterior que me ofrece la ventanilla del avion, desde donde viajo para llegar de nuevo a mi ciudad, no puedo evitar pensar todo lo que me ha cambiado la vida en tan solo unos anos. Siempre me he considerado una persona normal, bueno, menos para mi madre, para ella siempre he sido especial. Pero muy lejos de la realidad, lo unico que he conseguido lograr algo fuera de lo usual, ha sido escribir varios libros. Aunque yo creo que cualquier persona que se lo propusiese de verdad podria conseguir escribir uno, todo es plantearselo. De hecho, no se si porque la crisis ha aumentado la creatividad de las personas o no, pero el caso es que el numero de escritores ha aumentado considerablemente en los ultimos anos. Solo hay que echar un pequeno vistazo a los escaparates de las librerias para darse cuenta de eso. Y del numero de editoriales que han salido a la luz prometiendo cumplir el sueno de mucha gente de ver publicado su libro. Yo aposte por una de ellas con mi primer libro. Y ahora con algo de suerte y un buen marketing, estoy consiguiendo vivir de ello. Firme un buen contrato con una importante editorial, y aunque no soy millonario, si tengo el suficiente dinero para vivir holgadamente y con bastantes caprichos caros. Llevo ya nueve libros publicados y todos ellos se han convertido en best Sellers en varios paises. Y la verdad, no entiendo muy bien como he conseguido llegar a esto. Nunca me habia propuesto ni imaginado que seria capaz de sentarme delante de un ordenador para pasarme horas, y horas, creando historias de relaciones frustradas entre personas. En definitiva, creando historias de suenos rotos. Y por supuesto, nunca hubiera pensado que estas historias gustarian tanto. Quizas gustan tanto, porque todo el mundo se siente identificado con los personajes de mis libros. Todos alguna vez en nuestra vida hemos sido rechazados por una persona que creiamos que seria la adecuada para nosotros. Y a todos nos ha fallado esa persona. Algunos con suerte han podido encontrar a otra persona que ha llenado el vacio que dejo esta ausencia. Y con ello conseguiran la ansiada tranquilidad y estabilidad sentimental que buscaban. Pero no por eso dejaran de preguntarse que hubiera pasado si hubiera funcionado lo que ellos creian que era su verdadero amor. Mucha culpa de esto lo tiene la industria cinematografica, y la industria que se encarga de ingresarme en mi cuenta todos los meses una cantidad bastante generosa para que dedique mi tiempo libre exclusivamente a escribir una nueva novela. Estos tienen la culpa por meternos en la cabeza los ideales de que en una relacion debe ser todo perfecto. Empezando por el fisico, y terminando por la suegra. !Hasta la suegra debe ser la ideal! Si no, algo falla en ella, y por lo tanto, no funcionara. Yo no he tenido esa suerte que la mayoria de las personas encuentra, y me mantengo soltero, aunque no por eso solo. Mi creciente e inesperada fama, por no decir de mis nuevos numeros en mi cuenta corriente, hacen que hasta la tarea mas rutinaria, como salir a comprar el pan, se me presente una nueva oportunidad de conocer a una mujer. Pero por mucho que parezcan perfectas para ocupar el lado derecho de mi cama, no puedo permitirme estar enganandolas y dandole unas esperanzas que no llegaran. Lo maximo que he conseguido aguantar en una relacion con una chica han sido tan solo tres meses. Y creenme que lo he intentado. Al menos, al ser una persona mas bien normalita de fisico, no son tantas las que se fijan en mi de una manera mas personal digamos. Y la mayoria solamente se acercan para felicitarme por mis obras, para que les firme algun ejemplar de mis libros publicados, o para hacerse una foto conmigo que mas tarde subiran al Facebook con algun titulo como “tomando cafe con el rompecorazones”. Hace tiempo que tire la toalla en este aspecto por culpa de una chica. Por culpa de una chica que no consigo quitarme de la cabeza desde el primer instante que la vi. Con esta chica mantuve una pequena relacion antes de que mi cara se pudiera ver en todos los cortes ingles de Espana junto a mi nuevo libro. Esta relacion acabo en tan solo tres semanas para ella. Pero para mi, sigue latente a pesar de los ocho anos ya transcurridos. No encuentro la manera de conseguir que desaparezca de mis pensamientos. Por mas mujeres, psicologos, y vicios que han pasado por mi vida despues de ella. ?Como puede ser esto posible? Es algo que no me explico, y que ni mucho menos cuento a nadie. Excepto a mi psicologo, a el si me vi obligado a contarselo, era el motivo de mi visita. Este me dio consejos que ya sabia yo, y que ya habia llevado a la practica. Menuda perdida de tiempo y dinero, pense el primer dia que sali de su consulta tras soltarle cincuenta euros. Me los hubiera gastado en cubatas y seguramente, por lo menos ese dia, me hubiera olvidado antes de ella. Pero luego, ya en frio, me di cuenta que hablar con alguien sobre ese tema me ayudaba bastante. Asi que sigo manteniendo habitualmente estas visitas con el “come cocos” en secreto. Ya no hablabamos de ella, al reves, intentamos mantenerla al margen de la conversacion. Pero saber que esa persona conoce mi talon de Aquiles, y que en cualquier momento podia sacar el tema si quisiera, me tranquilizaba. Siguiendo sus consejos la elimine de todas las redes sociales donde estaba dado de alta, y de mis contactos en el telefono. Por supuesto tambien la deje de buscar. Pero todo en vano. A veces le he preguntado a mi psicologo si no es algo preocupante mi obsesion por esta chica. El me sonrie timidamente, y me responde que mientras siga avanzando como lo hago, no tengo por que preocuparme !Claro! Mientras siga visitandolo y soltando por cada visita que le hago cincuenta euros, pues que me va a decir. ?Que ya estoy curado? Ni en suenos me diria eso. Y tampoco, ni en suenos aceptaria yo dejar de verlo. Me habia acostumbrado a sus dos citas semanales. Como he dicho antes, me ayudaban bastante. En algun que otro libro he querido plasmar mi particular problema con algunos personajes. Luego, al preguntar que les parecia dicho personaje, la gente contestaba “que ojala tuvieran ellas a una persona asi detras suya toda la vida. Tiene que ser lo mas bonito del mundo que te amen asi, y que te busquen durante tanto tiempo. Si, claro. Esto lo dicen porque todo es ficcion. Seguramente en la vida real lo tomarian de otra manera. Y lo acusarian de obsesionado, psicopata, pervertido, o sabe Dios que cosa. A todos nos gustan las historias de amor que solemos leer, o las peliculas del estilo “El diario de Noah”. Nos gustan tanto porque nos han metido en la cabeza desde muy pequenos que el amor debe de ser asi. Y ese es el tipo de relacion que intentamos encontrar todos nosotros. Pero en el fondo, ni mucho menos es asi. Por eso creo que gustan tanto mis libros, porque hablo de lo que verdaderamente piensan. De todos sus temores, desconfianzas y dudas en sus relaciones. Y gracias a toda esta gente, me encuentro viviendo en un chalet situado en una pequena cala de Formentera. Vivo alejado del bullicio de las grandes ciudades. Ni siquiera me molesto en salir a comprar comida, me la trae la asistenta todos los dias del pueblo. Y cuando necesito ropa nueva, me la pido por Internet. Si da la casualidad que me esta grande o chica, se la regalo a algunos de mis cuatro empleados que tengo. Ni me molesto en devolverla. No salgo para nada de mi pequeno recinto. Salvo en epoca de presentaciones y entrevistas que me exige la editorial, que suele coincidir normalmente con el periodo de la Navidad. Y ya que consiguen sacarme a la calle en estas fechas, aprovecho para ir a visitar a mi familia. No me lo perdonarian si no lo hago. Y cuando llegan estos dias, ellos estan deseando verme para que salgamos a comer, a cenar, a tomar cafe, a ir de compras, y cientos de planes mas que se les ocurren para poder estar todos juntos. Yo siempre rechazo todos estos planes con la excusa de que no quiero que me reconozcan por la calle, que me agobia bastante que se aglomeren a mi alrededor, que acabo de terminar una gira, y lo ultimo que me apetece es tener que hacerme mas fotos con fans, y tener que dedicar mas libros. Un poco egoista era mi actitud con mis seguidores y con mi familia, la verdad, ya que eran ellos los que me habian dado la vida que llevaba tan acomodada hoy en dia. !Pero es que odiaba pasear por las calles de Granada! Quizas lo odiaba tanto, porque estas calles estaban llenas de recuerdos de Lucia. De recuerdos, y de temores a su posible encuentro. Asi que solo accedia a salir el dia antes de noche vieja, para invitar a cenar a mi familia mas cercana-mis tres hermanos y mis padres-y para hacerles los regalos obligatorios de estos dias. Normalmente estos regalos ya se habian encargado ellos de hacerme saber cuales debian de ser en los dias anteriores. Y yo le habia asignado a cada uno de ellos, la compra de cada uno de esos regalos. Por ejemplo, a mi madre le encargaba que se hiciera cargo de comprar el regalo de mi padre. A mi padre el de mi madre, y la misma tarea encomendaba a mis hermanos. Muchas veces, sobre todo mis hermanos, se quejaban de que su regalo era mas barato que el que debian comprar ellos. Yo le preguntaba si su regalo no era el que queria. Ellos asentian, y tras ello me decian que no eran justo que me gastara mas en los demas. ?Que mas quieres? Le preguntaba finalmente para terminar con el debate e intentar dejar a todo el mundo contento. Este ano mis padres habian elegido un crucero por el Mediterraneo y una reforma de la cocina. Mi hermano grande unos retoques en su coche y una pareja de Bulldog franceses. Mi hermana un aumento de senos, y mi hermano menor una scooter de 125cc. Ahora mismo nos encontrabamos en mitad de esa cena, y presumiendo de regalo cada uno. Mi madre intentando explicar a mi padre todo lo que podia cocinar con la nueva bateria que les habia regalado, a la vez que iba viendo lo que iba a necesitar para su viaje en barco por las islas griegas. Mi hermano mayor ensenandonos a todos unos videos de sus nuevas mascotas. Mi otro hermano no paraba de mandar whatsapp de fotos de su nueva moto a sus amigos. Y mi hermana, la que mas solia estar pegada a mi en esta semana que pasaba con ellos, preguntandome si me gustaba el poster que me habia regalado en el que salian todas las portadas de mis libros. -Claro que si hermanita, me ha encantado-sinceramente le contesteEstos detalles artesanales en los cuales uno invertia su tiempo en otras personas, los valoraba mucho. Estaban dando algo que no volverian a recuperar. -?Entonces despues de noche vieja te tienes que marchar?- me pregunto mi madre despues de dar un trago a su copa de lambrusco- -Si mama, el dia uno me voy, el billete de avion esta ya sacado. No puedo demorarme mas, tengo que terminar mi ultimo trabajo en los plazos acordados y voy bastante retrasado con el- -?Cuando crees que volveras entonces?- -No lo se, ya sabes que en invierno y primavera suelo estar muy liado, es el periodo que utilizo para escribir- -Ya, y en verano y otono tienes que hacer la promocion de estos. Siempre estas igual, si no fuera porque nosotros vamos a visitarte en verano, solo nos veiamos una vez al anoTan tristes como ciertas eran estas palabras. Pero en parte no podia hacer mucho para invertir esta situacion. Cada vez me exigia mas la editorial. Mas titulos y de mas calidad. Y despues de nueve titulos, se me estaban agotando las ideas. Menos mal que ahora las sagas y trilogias estaban de moda, y por ahi estaba mi valvula de escape. Y a pesar de que nunca solia dejar bien parados a mis personajes, la falta de ideas hacia que volviera a recurrir a ellos y demostrarles que el destino no habia terminado de jugar con ellos todavia. -Lo se mama, te prometo que dentro de nada me voy a tomar un ano sabatico y estare cerca de vosotros todo ese tiempo. Pero ahora mismo tengo un contrato en vigor que debo cumplir- – ?Y con nosotros? ?No tienes que cumplir ningun contrato?- -?Con vosotros? Con vosotros tengo el contrato mas importante de mi vida. De hecho, ese contrato es mi vida misma, os la debo— Tras estas palabras me acerque para darle un pequeno beso en la mejilla con la mejor sonrisa que le podia ofrecer. Y a pesar de que muy agraciado fisicamente no era, esta sonrisa ensayada me hacia ganar algunos puntos siempre. -Como se nota que eres escritor, todas tus palabras estan llenas de zalamerias-se rio tambien ante mi arranque de cursileria- -Alguna vez que otra los escritores tambien diran la verdad ?no?- -Cierto, pero es dificil saber cuando eso ocurre— Me miro recelosa, pero sonriendo, esperando que le replicara sus palabras. Que guapa era todavia. A pesar de haber entrado ya en los cincuenta, en su mirada y sonrisa se podia apreciar todavia lo hermosa que habia sido de joven. Belleza que aun conservaba. Lastima que no hubiera heredado yo nada de esa belleza, pero por suerte, si habia llegado a transmitirme parte de su personalidad. De la cual, me sentia orgulloso. -Toda la razon tienes mama, pero te dare un consejo. Quedate siempre con la verdad que te haga feliz. Con la verdad que tu elijas— Ahora me miraba confundida, intentando asimilar lo que le acababa de decir. Me dio por reir, al ver que ni yo mismo conseguia entender mis palabras. -Que raro eres hijo mio-me contesto uniendose a mis risas- -Lo se madre, lo se, pero a pesar de eso me quieres ?no?- -Mucho, aunque al igual que no entiendo tus anteriores palabras. Tampoco entiendo porque te quiero tanto— Jaja, bendigo estos pequenos momentos que pasaba con ella. Me tomaria muy en serio lo del ano sabatico. Se me estaban olvidando cosas demasiadas importantes para dejarlas a un lado. -Por cierto hermanito ?aun sigues sin encontrar pareja?- Las palabras de mi hermana cortaron la sonrisa que tenia dibujada. En su cara note como se dio cuenta perfectamente que me molesto su comentario. Enseguida volvi a retomar la sonrisa en mi rostro. -Aun no hermanita, ya sabes que aqui hay mucho arroz para tan poco pollo-le dije en broma guinandole un ojo- -Ya, ya, mucho arroz dice, anda que te hace falta a ti abuela- -Claro que me hace falta, y padres, y hermanos, y amigos, todos me haceis falta- -Que cursi te pones a veces. Se te esta pegando lo de tus personajes. Al final voy a pensar que en todos ellos hay algo de ti- -Claro que hay algo de mi en cada uno de ellos, me considero su padre, y por lo tanto algo de mi siempre les trasmito- -Pues es una pena- -?Una pena?- me extrano esa contestacion- ?una pena por que?- -Porque ninguno encuentra su final feliz- !Joder! !Tenia toda la razon! Y si esto era asi ?no encontraria yo tampoco mi final feliz al igual que mis personajes? Daba que pensar. En verdad, quien se fijara en mi pensaria que mi vida era envidiable. Tenia dinero, fama, lujos, mujeres, y lo mejor de todo, me pagaban por hacer algo que me gustaba. Se ve todo perfecto ?no? Y deberia serlo, pero el no poder olvidarme de una mujer, y el hecho de lo que habia empezado como un simple hobby, como una forma de aislarme del mundo que comenzaba a ser un infierno para mi, ahora se habia convertido en una obligacion, hacia que no fuera tan bonito mi sueno como aparentaba. Me daba miedo abrir el correo electronico, y ver la cantidad de mensajes que contenia mi buzon virtual, solicitandome por favor contestar unas preguntas para alguna entrevista de algun blog, o si podia entrar en directo en un programa de radio, o para preguntarme si queria ser el padrino de un encuentro de narrativa romantica. Antes, todas estas cosas me hacian ilusion, y no dejaba de prestar atencion a este correo por si habia alguna contestacion positiva a mis mensajes solicitando por favor, si podian realizarme alguna entrevista, resena, o cualquier otro tipo de promocion para mi libro en algun periodico local o blog. Ahora este correo lo detestaba, y de su mantenimiento se hacia cargo mi agente. El era el que controlaba toda mi agenda y se preocupaba de administrar mi tiempo de la mejor manera posible para poder contestar a todos esos mensajes. De jueves a domingo olvidate de tu vida privada me tenia dicho. Lo que tengas que hacer, utiliza los restantes dias de la semana. En estos compromisos daba prioridad a las personas que en su dia me dieron la ayuda y el apoyo necesario que necesitaba para continuar luchando por mi sueno. Un sueno que ya se habia cumplido con creces, pero que no era tan maravilloso como creia en un principio. Tambien sigo guardando una estrecha relacion con la editorial que se ofrecio a publicar mi primer libro. A ella le tengo cedidos los derechos de dos de mis mejores titulos, y mi ayuda siempre que la necesite. Sea para promocionar escritores noveles, sea para escribirles prologos a sus libros, o sea para hacer pequenas resenas sobre ellos tras su lectura. Era lo poco que conservaba de mis principios, el recordar quien estuvo ahi cuando de verdad lo necesitaba. -?Tu ves que estoy solo?- le pregunte un poco temeroso a escuchar su respuesta- -Pues….-dudo un poco-sinceramente creo que si. Te suelo ver siempre muy bien acompanado, pero creo que a la hora de la verdad, si te pasara algo malo, pocos se quedarian a tu lado. Lo que temia escuchar fue precisamente lo que me tuvo que decir mi hermana. No se ni porque se me ocurrio preguntarle sabiendo la sinceridad que le caracterizaba al contestar. Tuvo que notar que me entristecio su respuesta, porque enseguida me echo el brazo por encima acercandose a mi para darme un pequeno beso en la mejilla, y decirme que no le hiciera caso, que estaba con el periodo y se volvia insoportable en esos dias. Que yo nunca podia sentirme solo porque siempre iba a tenerlos a ellos, y en especial a ella. Le agarre la mano para contestarle. -Lo se hermana, lo se. No te preocupes, no me han molestado tus palabras. Y si, tienes toda la razon, deberia sentar la cabeza de una vez y dejar de ir de flor en flor— El resto de la velada decidi no intervenir en las conversaciones. No queria dar lugar a que dieran mas opiniones sobre mi vida. Asi que me dedique a asentir cuando me preguntaban algo, reir de los chistes malos de mi padre, dar un sorbo muy de vez en cuando a mi “cubata”, y mirar a la calle desde la ventana del local con anoranza, deseando poder lanzarme a la acogida de la fria noche invernal. Ya era la hora de pedir la cuenta, por suerte terminaba la cena. Y aunque me doliera decir esto de mi familia, estaba deseando despedirme de ellos para quedarme solo, y poder pasear por las calles que antano recorria con Lucia, e intentar revivir esos buenos momentos del pasado. Pague en efectivo, y antes de despedirme del camarero, este me entrego un ejemplar de mi ultimo libro “mi ultima primera vez” para pedirme que por favor se lo dedicara. -Claro, sin problema-le contesteMe despedi de mi familia a reganadientes. Ellos querian que siguieramos todos juntos para poder continuar la noche en algun pub cerca de la casa de mis padres. Les dije que habia quedado con mis amigos, que tenia muchas ganas de verlos, y era la unica oportunidad que tenia para ello. Si les llego a contar la verdad, que donde iba en realidad era a pasear por el paseo de los tristes, sentarme al lado del rio Darro enfrente del la Alhambra, y preguntarme que estaria haciendo Lucia en ese momento. Seguramente me hubieran llevado arrastrado del brazo hasta ese pub, que ya habian decidido ir ellos. -Pasadlo bien, manana os veo-me despedi de ellos— No tarde en llegar al lugar que pretendia. Alli me encontraba solo, pero rodeado de gente, con una cerveza en la mano, sentado sobre una pequena tapia de seguridad que me separaba del rio, escuchando villancicos de fondo cantados por una pareja de “hippies”, y recordando uno de los dias mas felices de mi vida, mi primera cita con Lucia. Aquel dia nos encontrabamos justo delante de donde me hallaba ahora mismo yo, en la terraza de un bar del paseo de los tristes. Ella pidio un Nestea, y yo pedi un tubo de cerveza para intentar que se me fueran los nervios lo mas rapido posible. Desde que la recogi en la puerta de una pasteleria muy conocida del barrio del Zaidin, y se subio a mi coche, senti algo especial con esta chica, senti que me habia enamorado con tan solo dos palabras que habiamos cruzado. Un Hola, soy Lucia, un encantado de conocerte, y un ?Donde me vas a llevar? En tus manos estoy. Esas palabras mas un sube el volumen de la radio, que este es mi cantante preferido, acompanandolo con un pequeno baile y un canturreo bastante bien afinado, una vez dentro del coche mientras sonaba en la radio la ultima cancion de Bisbal, me basto para saber que esa noche no iba a poder dormir pensando en ella.

  • Lazos de Familia de Susan Wiggs

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  • Un matrimonio a la fuerza de Alicia Hertz

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    Alexandra Leichmann esta dentro de una espiral de alcohol, drogas y sexo de la que no quiere salir. Esto cambia cuando su padre la obliga a casarse con un hombre al que ni siquiera conoce. ?Que pasaria si ese hombre tiene un gemelo y este la atrae? ?Y si le atraen los dos hermanos? ?Podra dejarse llevar por la situacion y aceptarla? Una historia que tiene sexo, amor, romanticismo, misterio y una trama muy interesante. ?Te atreves a descubrir a Alexandra, Luc y Liam?

  • La legion templaria de Paul Christopher

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    Una nueva aventura del teniente coronel John Holliday. Un hallazgo extrano en Etiopia. Un tesoro que solo puede ser encontrado por los que sean capaz de solucionar una criba del pasado.

  • El lamento de los inocentes, Marcos Nieto Pallares de Marcos Nieto

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    ?Y si nos muestra sus cartas?:
    escuchamos lamentos, ruegos, gritos y suplicas.
    ?Y si, ademas, nos muestra tambien sus actos?:
    sangre, impactos de bala…, ojos en blanco.
    ?Y si todo acontece en tiempo real?
    ?Que ocurre entonces?
    Sucede que el deber me llama.

  • Extasis de Blanca Moral

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    Adictivo. Peligroso. Danino. Fuerte. Pura droga. Ese soy yo. El extasis hecho carne. Soy el novio que ninguna madre desea para su hija. Pero tambien el polvo de una noche con el que fantasean. Soy Erik Robinson. Ex militar condecorado. Abandonado por mi pais. Motero profesional. Armas, sexo y alcohol. Pero entonces ella se estampo en mi vida. Literalmente. El mejor polvo que he tenido nunca. Pero no era solo eso. Jane era perfecta. Ella tambien buscaba solo un polvo. Ella era capaz de aguantar mis fantasias mas salvajes. Y ella no tenia miedo cuando veia una pistola. Ella no venia detras mio. Pero, ?como no iba a querer mas de su cuerpo? ?Como no iba a caer en la trampa? Nunca habia visto una mujer asi. Nunca habia ido detras de una mujer. Pero no podia evitarlo. Creo que, por primera en la vida, me enamore. Me enamore de su cuerpo. Sus labios. Su lengua. Sus ojos. Su sonrisa. Su pelo. Sus curvas. Pero no solo de su cuerpo. Por primera vez. Me enamore de su valentia. De su fuerza. De su salvajismo. De su amor propio. Ahora solo tenia que salvarle la vida, y todo acabaria bien.

  • Mala compania (Dime con quien andas 1) de Luz A. Pinzon

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    Antonia Nieto tiene un lema en la vida: Ser diferente a los demas. No le gusta ser dominada, ni seguir los estandares que la sociedad quiere aplicarle a los jovenes. Sus amistades son singulares; uno drogadicto, otra demasiado chismosa, uno al que le gusta vivir en la ilegalidad y la ultima le teme a hablar en publico. Su vida se ve afectada por el deseo de cambio de uno de ellos, su mejor amigo, Michael Rivera. Despues de confesarle que quiere erradicar su conducta danina, ella enloquece y todo da un giro inesperado.

  • El cerebro del futuro de Facundo Manes

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    ?Tendra sentido preguntarse cuando fue que empezo el futuro? ?Cual sera la respuesta definitiva de este oximoron, en el que el verbo se conjuga en pasado cuando se habla de algo que esta por venir? Quizas en estas contradicciones se encuentre la clave, porque aquello que se esperaba ya esta entre nosotros: la hiperconexion, el presente continuo en donde se fusionan todos los tiempos, lo digital y lo biologico, la vida larga y a prisa, los avances tecnologicos que de tan asombrosos ya no asombran. Y ahora que llego, nos preguntamos que vamos a hacer con ese futuro y que va a hacer ese futuro con todos nosotros. Sea como sea, sabemos que deberemos atravesarlo con el mismo cuerpo y el mismo cerebro que hace miles de anos. Preguntarnos sobre la ocurrencia de esa relacion entre los seres humanos y los tiempos que corren como nunca han corrido es el objetivo principal de este libro.

  • Llega un nuevo dia de Sayed Kashua

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    Sayed Kashua ha sido elogiado por el New York Times como un maestro de la sutileza en el trato de las sociedades arabe y judia. Arabe-israeli que vivio en Jerusalen la mayor parte de su vida, Kashua comenzo a escribir con la esperanza de crear una historia con la que tanto palestinos como israelies pudieran identificarse, en lugar de presentar dos relatos distintos que no pueden coexistir. Dedica sus novelas y su columna semanal satirica publicada en Haaretz a contar la historia palestina y explorar las contradicciones del Israel moderno, mientras que tambien captura los matices de la vida familiar cotidiana en toda su ternura y caos.

  • La isla de las mujeres del mar de Lisa See

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    Una inmersion fascinante en una cultura en vias de desaparicion.

  • Cuatro siglos de esclavitud trasatlantica de Kenneth Morgan

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    Desde que en 1501 los Reyes Catolicos autorizaron la entrada en America de esclavos africanos, mas de doce millones de seres humanos fueron transportados a traves del Atlantico y vendidos como trabajadores forzados. Se calcula que dos millones de africanos murieron en esta travesia. ?Por que la esclavitud fue consentida por lideres religiosos, politicos y filosoficos durante tanto tiempo? ?Como es posible que las clases educadas del mundo occidental aprobaran y promocionaran una actividad que, anos mas tarde, ha sido considerada como una barbarie?

  • Cinco asesinos de Claudio Hernandez

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    Boad Hill es un pueblo tranquilo cuando nunca sucede nada. Una bestia de perro enfurece contagiado por la rabia y mata a varias personas, incluido un crio, en el pueblo mas cercano. Una chica atormentada prende fuego a todos sus companeros de la universidad en otro pueblo. Un gato regresa de la muerte de un extrano cementerio en otro lugar tambien cercano. Y los crios desaparecen en una densa y espesa niebla, tras lo cual puedes ver sus ojos amarillentos; sobre todo cuando flotan delante de una ventana. Y Peter Bray puede ver el pasado y ver desde los ojos de los muertos cuando les roza la piel. El chico feo de Boad Hill ha nacido con un don al que su madre bautizo como <>. Todo es normal hasta que un frio invierno, el mas duro de los ultimos veinte anos, azota con furia a Boad Hill y con las heladas, llega <>. Crimenes atroces de chicas de la escuela secundaria sacuden todo el pueblo, pero no sucede solo en ese frio invierno; tambien en verano, primavera y otono. El sheriff, un incompetente en la autoridad, se apoya en el alcohol y la destreza de Peter, quien solo el, logra descubrir a todos los asesinos durante todos los anos desde que descubrio que podia empujar en las mentes de los muertos: gracias a que siendo un crio vio como murio su mejor amigo; Sean. Son los cinco asesinos.

  • El Hombre Sentado en el Pasillo de Marguerite Duras

    https://gigalibros.com/el-hombre-sentado-en-el-pasillo.html

    Con la mirada indiscreta de la cineasta que tambien es, a la vez distante y comprometida en la accion, Marguerite Duras se las ingenia para sorprender a ese hombre sentado en el pasillo oscuro y a esa mujer acostada al sol en sus desgarrados encuentros amorosos, que se desarrollan en un apoteosico escenario romantico. De esta incursion de voyeur, de <> descarada, en la actividad sexual de una pareja a la que ve, cree ver o imagina, obtendremos una pequena pero no menos soberbia obra maestra del genero.

  • 6 Pequenas historias de sexo para todos de Baby Pink

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    PEQUENO LIBRO CON 6 RELATOS CORTOS SOBRE EL MUNDO DEL SEXO. SE ABORDA DESDE EL SEXO GAY, LESBIANAS, DOMINACION, EXHIBICIONISMO… COMO DICE EL TITULO, SON 6 MINICUENTOS EROTICOS QUE PUEDEN DISTRAERTE UN RATO, DIVERTIRTE O ESTIMULARTE. TODOS HAN SALIDO DE MI IMAGINACION, PERO VARIOS HAN SIDO INSPIRADOS EN HECHOS REALES DE GENTE QUE CONOZCO Y CUYO PERMISO TENGO. ES UN LIBRO CORTO, ENTRETENIDO, Y CONTIENE MAS QUE SEXO. CADA HISTORIA LLEVA UNA ENSENANZA, UNA MORALEJA. GRACIAS POR VUESTRA ATENCION.

  • El destino Ranieri (El arcangel de luz 2) de Raquel Cruz

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    Dana llega a Roma dispuesta a cumplir la promesa que hizo al arcangel Rafael. Pero pronto entendera que en el mundo de la magia nada es como habia imaginado y debera acostumbrarse a un sinfin de acontecimientos que trastocaran su vida. Nuevas normas, nueva familia, nuevos enigmas, nuevos enemigos...

  • El zapato de oro de Maria Parra

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    Esta historia comienza hace muchos, muchisimos anos en un prospero y pacifico reino; mas concretamente en una deslumbrante mansion rodeada por un bello jardin. Alli vivia un noble caballero junto a su joven hija, cuya madre habia fallecido hacia unos anos. Desde entonces la pequena Isabella, dotada de una desbordante energia, habia contado por unico companero de juegos a su gatito negro. Un dia, meditando acerca de su actual situacion, el padre decidio que no podian continuar asi. Su hija necesitaba los cuidados de una madre. Ademas, merecia disfrutar de la compania de unas hermanas. Por ello, el noble senor marcho de viaje para buscar, entre las damas de la nobleza del reino, a la mujer capaz de llevar su hogar y educar a su hija. Al cabo de unos meses escogio a una viuda, madre ya de dos hermosas y gentiles chiquillas de edades muy similares a la de Isabella. Se celebro con presteza la boda, sin ostentaciones ni algarabias, como correspondia al ser unas segundas nupcias. Tras el enlace, el padre de Isabella envio una misiva a la mansion con el fin de informar de la feliz noticia y el pronto regreso con su nueva madre y hermanas. Y llego el dia en cuestion. Isabella se encontraba en las cocinas, ocupada en ayudar en la preparacion de la comida, cuando uno de los mozos irrumpio en la estancia anunciando a voz en grito la llegada del amo. Desde el jardin se divisaba un carruaje aproximarse. --!!Que alegria!! !!Papa ya viene con mi nueva mama y mis hermanitas!! --exclamo la chiquilla henchida de alborozo al oir la ansiada nueva. Tan contenta estaba que al ir a quitarse el delantal, que protegia su vestido de posibles manchas, olvido soltar la larga cuchara de madera con la que instantes antes removia el guiso. Sucedio entonces que, al girarse con un impetuoso movimiento, tiro la cazuela al suelo. Por fortuna, gracias a estar hecha de resistente cobre no se hizo anicos. En cambio, su contenido no corrio la misma suerte y se desparramo por completo. La cuchara escapo de su mano y fue a aterrizar sobre la cabeza de una de las pinches. Sobresaltada, la jovencita lanzo una exclamacion de dolor mientras se llevaba las manos a la zona magullada. Tan entusiasmada se encontraba Isabella con la llegada de su nueva familia, que ni cuenta se dio del desastre organizado. Salio disparada de la cocina tirando el delantal al aire tras ella que volo y volo hasta posarse en el suelo, justo delante del sirviente portador de la noticia justo en el preciso instante en que se disponia a ayudar a varias sirvientas. Apresuradas querian limpiar el estropicio; ?que diria la nueva senora si se topaba con semejante desaguisado al llegar a su nuevo hogar? Y, sin darse cuenta, el hombre piso el delantal. Entonces, el tejido resbalo sobre las losetas de piedra haciendole patinar. Sorprendido, trastabillo y trato de recuperar el equilibrio mientras se esforzo por frenar su patinazo. Pero no lo logro e instantes despues cayo de culo justo sobre los restos del aun humeante guiso. Cuando Isabella cruzaba el umbral de la mansion se oyeron los alaridos del pobre mozo; acababa de abrasarse el trasero ademas de hacerse polvo la espalda. Sin embargo, la muchacha ni se dio cuenta. Tal era su emocion que ni veia, ni oia. Tan solo pensaba en su nueva madre y hermanas. --Que el cielo proteja a nuestra nueva senora --rezo suplicante la cocinera elevando los ojos al techo tras observar el panorama que presentaba su cocina--. Le va a hacer mucha falta con esta nina --anadio y dejo escapar un suspiro de alivio. Aunque en semejante situacion pareciera extrano tal sentimiento, lo cierto era que la fornida mujer preferia mil veces ver su cocina vuelta del reves y libre de la presencia de Isabella, que ordenada pero con ella entrometiendose en todo. Haciendo honor a su respetable oficio no soportaba las intromisiones en sus dominios y sus dominios eran las cocinas de aquella mansion, aun si la intrusa era una dulce y amable jovencita siempre deseosa de ayudar al projimo; incluso cuando el projimo no se lo pedia ni la necesitaba para nada. Y en opinion de la curtida cocinera, Isabella era una segura invitacion al desastre. Con ella cerca nunca podia estar tranquila. Siempre con el corazon encogido preguntandose que nueva calamidad caeria sobre su querida cocina. Entretanto, con aun mas entusiasmo, Isabella proseguia su carrera por el jardin directa hacia el carruaje. Justo acababa de parar a la entrada de la propiedad. --!Papa, querido papa! --exclamaba a voces mientras el caballero, su nueva esposa y las dos muchachas descendian del transporte. En su carrera agitaba los brazos saludando a su familia como si sus gritos no fueran suficiente llamada de atencion y en uno de esos movimientos, golpeo un rastrillo medio apoyado a la carretilla del jardinero. Este, como todos los dias, se hallaba ocupado con sus rosales, primulas, gladiolos y demas plantas que componian el delicado jardin. Pero, claro esta, para tener un hermoso jardin es necesario trabajar duro y dedicarle muchas horas. Por ello, al viejo empleado de la familia que no era muy dado al trato humano y poco le importaba si el amo estaba en casa o fuera o si llegaban visitas o nuevos miembros a la familia siempre y cuando no pisaran sus parterres, estaba concentrado en sus cosas sin prestar atencion a nada que no tuviera raices hundidas en la tierra. En tanto, sus utensilios se hallaban dispersos por la zona a la espera de ser usados. Del mismo modo, sin prestar atencion a la briosa y ruidosa carrera de la chiquilla, se encontraba Lucifer; el minino de la casa. Pese a tan sobrecogedor nombre era un gato de lo mas tranquilo. Y aun asi, el nombre resultaba de lo mas acertado. Por lo general, el felino gustaba de pasar el dia dormido, tirado en cualquier lado. La mayoria de las veces en los lugares mas insospechados o inoportunos. En cambio, si tenia un dia inusitadamente activo, medio dormitaba mientras observaba trabajar a alguno de los sirvientes de la mansion. Sin embargo, a la caida del sol, como les suele pasar a muchos de sus congeneres, se trasformaba en un animal activo y se dedicaba a pasear a sus anchas por la vivienda mientras todos descansaban. Asi, cuando alguno de los sirvientes o un miembro de la familia se levantaba de noche, porque habian olvidado cerrar una ventana o querian tomarse un vaso de leche con el fin de espantar el insomnio, y avanzaban en la penumbra de los silenciosos pasillos portando por unica iluminacion una vela con su correspondiente debil llamita y de pronto, entre las fantasmagoricas sombras proyectadas por la llama unidas a las producidas por su propia imaginacion, se topaban con unos ojos brillantes como brasas salidas de los infiernos, daban un brinco con el corazon palpitando a mil por hora y proferian siempre identica exclamacion: --!!Por Lucifer!! Con lo cual no podia haber mejor nombre para el. Ese dia Lucifer estaba tumbado sobre la blanda hierba, sintiendo como los rayos del dorado astro acariciaban su pelaje de ebano. Con los ojos convertidos en apenas unas ranuras ambarinas observaba cautivado como el jardinero se afanaba en sus labores, al tiempo que luchaba contra la agradable modorra que le invitaba al reino de los suenos. En tanto el minino lidiaba su particular batalla entre dormir o mantenerse despierto, el rastrillo golpeado por Isabella salio volando. Giro sobre si mismo y el palo choco con el otro lado de la carretilla lo cual impulso el rastrillo haciendolo volar mas alto. Sin que nadie observara la escena, hizo un nada desdenable vuelo por el cielo. Sobre todo para ser un rastrillo carente de alas. Pero el aterrizaje no parecia ser el punto fuerte del utensilio de jardineria y aterrizo con estrepito, por la parte puntiaguda, muy cerca de Lucifer. Tan cerca que casi le ensarta la cola. Se desperto de lo mas sobresaltado y con un verdadero susto de muerte, salio volando. Los gatos a pesar de igualmente carecer de alas, pueden volar muchisimo mas alto que los rastrillos de jardinero; sobre todo cuando se asustan. Aunque en aterrizajes son tan inexpertos como los utiles de jardineria. Eso si, tienen unas afiladas garras con las que aferrarse a lo primero que pillen. Y lo primero con lo que se topo Lucifer en su descenso, convirtiendose en su improvisada pista de aterrizaje, no fue otra cosa que la cara de Druzilla; una de las nuevas hermanastras de Isabella. Al notar como aquella cosa peluda y negra, salida de la nada, la aranaba y mordia aferrandose a ella como una lapa, la pobre muchacha pego un tremendo alarido mientras forcejeaba, desesperada por liberarse. Anastasia, la otra hermanastra de Isabella, fue en su auxilio. Lucho por apartar a Lucifer. Pero cuanto mas notaba que tiraban de el mas se asustaba y con mas fuerza clavaba unas y dientes. Ademas, los gritos de ambas jovencitas, la una por el sufrimiento y la otra rogando socorro, no ayudaban mucho precisamente a que el minino se sosegara. La madre de las chicas, muda de estupor, observaba tan rocambolesca escena. Entretanto, su esposo notaba como un sudor frio comenzaba a correrle por la frente. A todo esto, Isabella, sin enterarse de nada a pesar de estar por completo en su campo de vision, proseguia su particular maraton. Cuando apenas le quedaban unos metros para llegar hasta su nueva madre tropezo con su propio vestido, perdio el equilibrio y cayo hacia delante. Luego, rodo como una pelota la distancia restante hasta su familia para finalmente acabar espatarrada, sentada de culo y con las piernas abiertas justo frente su madrasta. --!!Mamita!! --exclamo jubilosa. Se abrazo a la cintura de la mujer, en su actual posicion era lo mas alto que llegaba, mientras ignoraba las vueltas que daba su cabeza. La noble dama se quedo de piedra y miro a la joven con el asombro grabado en el rostro. Luego dirigio la mirada a su nuevo esposo. --Querida, te presento a mi hijita --musito el caballero tras un nervioso carraspeo con una sonrisa forzada. Sudaba a mares. Su esposa no dijo palabra pero su cara lo decia todo. Senor, ?Donde me he metido? El padre de Isabella albergaba la esperanza de que la incorporacion de las tres feminas a sus vidas, lograra apaciguar el impulsivo caracter de la chiquilla. La noble senora, con el apoyo de sus hijas, puso todo su empeno en lograr sosegar a su hijastra. Intento aficionarla a la costura y el bordado, actividades propias de damas educadas, que ayudaba a templar el caracter dotando de mayor paciencia a las doncellas. Sin embargo, todo fue en balde y pronto comprendieron que no tenia remedio. Finalmente la familia asumio que la jovencita, a pesar de carecer de malicia alguna, era una verdadera fuerza de la naturaleza. Un desastre natural de proporciones devastadoras semejante a los tornados, terremotos, monzones o a la caida de meteoritos. Eventos de inevitable destruccion, los cuales era mejor que no te pillaran de por medio. Por ello, los habitantes de la mansion, resignados, hicieron lo unico posible; apartarse cuanto pudieron del camino de Isabella e intentar no salir heridos cuando estaba cerca. De este modo, fueron pasando los anos.

  • Libre eleccion de Begona Gambin

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  • Siempre han hablado por nosotras de Najat El Hachmi

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    Si digo feminismo digo libertad. No la libertad de elegir, no la libertad de consumir, no la que consiste en ponerse delante de una estanteria llena de opciones y decantarse por una cualquiera, la que sea, implique lo que implique. No, cuando digo feminismo, cuando digo libertad, me refiero a vivir sin que me releguen a un segundo plano, sin que mi existencia, mi opinion, mi placer y mi dolor valgan menos que la existencia, la opinion, el placer y el dolor de mis hermanos hombres. Cuando digo libertad digo dignidad, me refiero a dejar de sentirme encerrada en la cocina, en casa, en la familia, en la religion o en la tribu. Sacudirme de encima las incontables mordazas, leyes del silencio y normas ancestrales que me limitan, que hacen que mi existencia sea infinitamente mas limitada de lo que podria ser, que me relegan, una y otra vez, a ocupar un lugar sin valor, sin importancia. Por eso feminismo, libertad, nunca sera elegir la sumision, la discriminacion, un orden natural segun el cual he de resignarme a ser un sucedaneo. Feminismo no es amoldarse a una libertad vigilada por las estructuras de la sociedad, cultura o religion de pertenencia ni rendirse a los pretextos que se alegan cuando levanto la voz para denunciar, o tan solo mencionar, la discriminacion. Hoy por hoy, necesito reiterar la reivindicacion de siempre, y no porque esta haya cambiado, sino porque lo han hecho las estrategias de quienes, pretendiendo silenciarnos, han dotado al machismo de nuevas formas, nuevas teorias, retoricas y discursos cautivadores. Sin embargo, y a pesar de su falsa apariencia, todas van a parar al mismo lugar de siempre: la perpetuacion del antiguo orden, que antes se consideraba natural, segun el cual no solo aceptamos la sumision, sino que la defendemos como rasgo identitario, cultural y religioso. En las paginas siguientes explicare el machismo concreto del que provengo y de que manera se ha ido transformando en teorias aparentemente feministas. Es decir, explicare lo que es y siempre ha sido obvio para volver a desmontar, todas las veces que haga falta, este nuevo envoltorio con el que pretenden vendernos las normas rancias del patriarcado. Volvere a decir feminismo para seguir defendiendo una libertad completa, sin restricciones ni sometida a vigilancia. Alzar la voz, el paso mas dificil Todavia hoy, cuando escribo para opinar sobre temas relacionados con mi origen, con mi condicion de hija de una familia musulmana marroqui, me tiemblan las manos, tecleo con miedo de ser castigada, una vez mas, por romper el silencio que me han impuesto desde pequena. Se que puede parecer extrano porque llevo anos abordando estos temas tanto en el ambiente protegido de la ficcion como en charlas, entrevistas, articulos de opinion y conversaciones privadas; de hecho, suelen decirme que soy valiente al hacerlo, pero eso no significa que no tuviera miedo la primera vez que escribi sobre lo que no se podia decir y que no lo tenga cada vez que vuelvo a tocar el tema de la violencia, la opresion y la injusticia en la que creci y en la que crecieron las mujeres a las que mas he querido. No hablo de estos temas con la intencion de hacerme la valiente, lo hago para sobrevivir. Durante muchos anos, la escritura fue el unico instrumento que tuve a mi alcance para no sucumbir del todo, para no rendirme a los embates del machismo. Todavia no he podido quitarme de encima la sensacion de que estoy quebrantando alguna norma cuando rompo el silencio que me impuso la ley del padre. No hables de eso, no lo cuentes, no comentes segun que cosas y que maneras de concebir la condicion de la mujer. Este mutismo es uno de los pilares fundamentales de la educacion que hemos recibido de manera constante a lo largo de toda la vida. Aunque parezca mentira porque vivimos en una sociedad moderna, occidental y democratica en la que la igualdad de derechos es una realidad legal y existe una conciencia feminista creciente, a las mujeres como nosotras (hijas de la inmigracion musulmana) todavia nos cuesta Dios y ayuda levantar la voz en la esfera publica para denunciar el machismo en el que hemos crecido. Nuestro miedo no es infundado: el temor a ser rechazadas, expulsadas de nuestro grupo de origen, esta mas que justificado. Si alguna de nosotras se atreve a levantar la voz para denunciar el sistema ferozmente discriminatorio en el que hemos vivido y hacer un memorial de agravios tanto de nuestras vidas como de las vidas de las mujeres con las que hemos convivido, sabe con certeza que la reaccion mas probable sera la expulsion sumaria, con mayor motivo si se tocan temas tan delicados como la sexualidad o la religion. Si el mero hecho de pedir la palabra para expresar -- o hacer constar, tan solo-- todas las injusticias que las mujeres hemos sufrido se considera un acto subversivo de por si, para los nuestros ese atrevimiento esta visto como una traicion a la familia, a la tribu, a la patria y, sobre todo, al islam. Armarse de valor para denunciar publicamente cuales son los mecanismos que nos han relegado a la condicion de ciudadanas de segunda, despues de haber tomado distancia para identificarlos, es una rebelion intolerable que merece todos los castigos terrenales y divinos. Estaba acostumbrada a sentir esa presion por parte de los que todavia creen que la lealtad al propio origen esta por encima de cualquier otra consideracion, que el islam es la religion verdadera y que por eso debe defenderse de un ambiente hostil. Ya me habia habituado a las criticas de los que querian que el orden establecido permaneciera inalterado. No me sorprendian sus criticas ni los sermones histericos de los barbudos que clamaban contra la liberacion de las mujeres. Pero no estaba preparada para el escenario actual en que las chicas mas jovenes, en vez de unirse a la lucha contra el machismo imperante, se suman al adoctrinamiento religioso, se apuntan a las versiones reaccionarias que quieren frenar el progreso de las mujeres y alzan la voz para defender, en nombre de la pertenencia identitaria y del esencialismo religioso, esos elementos objetivamente nefastos para nuestra dignidad. Y por si fuera poco, los imanes desde las mezquitas y las hijas alienadas en las redes sociales no son los unicos que nos instan para que asumamos la condicion de subalternas, sino tambien la izquierda, que de un tiempo a esta parte ha caido en la trampa del relativismo cultural y ha empezado a reivindicar acriticamente todo aquello de lo que hemos huido y por lo que hemos pagado un precio altisimo. Lei libros feministas durante anos y nunca se me ocurrio pensar que las ideas que contenian no eran para mi. Devore a autoras a las que ahora tachan de occidentales, de blancas, y a otras de mi misma procedencia --otra vinculacion que tambien esta llena de trampas, puesto que si lo que se impone a la hora de defender una posicion determinada es lo que somos y no lo que decimos, yo me veria obligada a descartar la obra de una burguesa como Fatima Mernissi, que guarda poca relacion con el mundo rural y empobrecido del que provengo-- para intentar comprender como resolvian el malestar que, como mujer, yo misma habia experimentado. Nunca pense que aquellas ideas eran exclusivas de algunas mujeres y que no se podian aplicar a las que procedemos de otras culturas o religiones. Sin embargo, resulta que ahora en las entrevistas me preguntan si de verdad soy feminista viniendo de un pais no occidental y habiendo nacido dentro del islam, como si de repente se hubiera impuesto una separacion entre las mujeres a la hora de hablar de feminismo. <>, me preguntan, <> Miro a mis interlocutores y tengo la impresion de que estoy fallando en algo, de que deberia anadir un adjetivo a mi posicion para matizar y explicar cual es mi feminismo. Hasta ahora no se me habia ocurrido. Siempre que decia feminismo, siempre que decia machismo, creia que me estaba refiriendo a todas las mujeres, tenia plena conciencia de que la vulneracion de nuestros derechos es un fenomeno universal contra el que hay que luchar desde cada una de las esferas en que nos movemos. Como escritora debo luchar contra las interpretaciones machistas de las obras escritas por mujeres, denunciar nuestra invisibilidad y senalar la escasa presencia de las mujeres en los medios de comunicacion, organos de poder del mundo de la cultura, debo denunciar sin tregua todo lo que me condiciona y no condiciona a mis companeros varones, no debo olvidar que si el machismo se perpetua y el feminismo tiene que ser explicado una y otra vez, como si cada generacion empezara de nuevo, se debe, en parte, a que en las plataformas mas influyentes de difusion del pensamiento todavia impera, de forma mas o menos explicita, el antiguo orden discriminatorio. Como trabajadora en una fabrica, mis preocupaciones no tenian nada que ver con las que tengo como escritora, pero la raiz profunda de ambas es la misma. Como trabajadora tuve que defenderme del acoso sexual en el ambito laboral, descubri que las limpiadoras cobrabamos menos que nuestros companeros por el mismo trabajo, vi con mis propios ojos que existia un sistema expresamente establecido para impedir el ascenso de las mujeres, y como los hombres entraban directamente de encargados mientras que nosotras seguiamos siendo trabajadoras de base sin ninguna oportunidad de ascenso. A pesar de que en nuestros carnets de identidad constaban nacionalidades diferentes, las mujeres descubrimos, en la fabrica, que nunca habiamos sido tan iguales. En pareja tuve que sortear los intentos de controlar mi libertad en nombre del amor, tuve que velar por mi propia sexualidad, tuve que reivindicar el valor de mi trabajo y la distribucion de las tareas domesticas.

  • La venganza de M.j. Fernandez

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    ?Que diferencia hay entre justicia y venganza?

    Samuel es un joven brillante con un prometedor futuro. Cuando la oportunidad de cumplir su sueno llama a su puerta, todo se derrumba al ser acusado del brutal asesinato de su novia. Su vida es truncada por la confabulacion de tres hombres, que por diversos motivos se benefician de su desgracia, pero no es el unico. Con la misma perfidia destruyen la vida de otros inocentes sin llegar a sentir el menor remordimiento.

  • ?Te llamas Julieta? de Jossy Loes

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    ?Te llamas Julieta?
    Es una novela reeditada con nuevas escenas y corregida por un profesional en la materia para que vosotros, los lectores, podais disfrutar de ella.

  • La casa de Bernarda Alba de Federico Garcia Lorca

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    LA CASA DE BERNARDA ALBA fue la ultima obra de teatro que Lorca dejo terminada, pero no llegaria a verla representada. El poeta, ademas, nunca comento nada sobre ella, por lo que se presenta como una de sus piezas mas enigmaticas. Su lectura ha estado sesgada por interpretaciones de corte politico que diluyen lo que en Lorca no es mas que un mero marco y postergan el problema de la condicion humana, esencial en el poeta. Joaquin Forradellas analiza en esta edicion los fundamentos de dichas interpretaciones y defiende la proyeccion atemporal de LA CASA por su valor estetico y subraya la intencion documental y realista de la obra. Protagonizada por personas corrientes que salen del pueblo, negando la heroicidad, LA CASA DE BERNARDA ALBA representa el dolor cotidiano, familiar, hasta sus ultimas consecuencias. Lorca opto por un teatro representable, con un argumento asequible y, por ello, absolutamente critico y eficaz al enfrentar al publico con su propia mascara. Y lo hizo, ademas, con una expresion bella y precisa, poesia puramente dramatica, apoyado en palabras inquietantes que <> del espectador.

  • Despues de encontrarme (Bilogia Lucia 2) de Saray Garcia

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    Titulo original: Despues de encontrarme Primera edicion: Mayo 2016 (c) 2016, Saray Garcia Maquetacion y diseno de portada, a3studio ISBN: 978-1533130358 Deposito legal: V 515-16 Esto es una obra de ficcion. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, organizaciones y dialogos en esta novela son o bien producto de la imaginacion del autor, o has sido utilizados en esta obra de manera ficticia. Quedan prohibidos, dentro de los limites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electronico o mecanico, el tratamiento informatico, el alquiler o cualquier otra forma de cesion de la obra sin autorizacion previa y por escrito de los titulares del copyright. En este libro las canciones tienen un significado muy especial. Acompanan a los protagonistas dando verdadero sentido a muchos momentos. Si quieres disfrutar de la banda sonora de Despues de encontrarme, solo necesitas seguir este enlace: https://open.spotify.com/user/saraygarc%C3%ADa/playlist/7mTadEGpLX2DhZuvQfaSsv INDICE 1. S UENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES 2. SI TU SALTAS... 3. CALLAR ALGO COMO... TE QUIERO 4. !SOY EL REY DEL MUNDO! 5. IMPERTINENTE ES MI SEGUNDO NOMBRE 6. REVUELTO DE FRUTOS SECOS 7. SE (CE)PILLA ANTES A UN MENTIROSO... 8. DESPERTARES ESTRELLADOS 9. SE MIRA PERO NO SE TOCA 10. TORTITAS PARA TODOS 11. DOS NOVIOS PARA DOS SOFAS 12. ?QUE HACE UN TIPO COMO YO, EN UN SITIO COMO ESTE? 13. CSIVALENCIA.ESPECIALISTAS EN REDES SOCIALES 14. TODO LO QUE PUDO SALIR BIEN 15. THELMA Y LOUISE 16. ERES LUZ 17. ACORAZON ABIERTO 18. NO DEJES PARA MANANA... 19. HOGAR, DULCE E INCORREGIBLE HOGAR 20. CADA COSA EN SU LUGAR... Y LUCIA POR TODAS PARTES 21. UN DIA COMO OTRO CUALQUIERA 22. SORPRESAS, CONFESIONES, Y... !MUCHA MIERDA! 23. AFORO COMPLETO 24. MI PRIMERA UVA 25. SIEMPRE CUIDARE DE TI 26. LA CUENTA ATRAS 27. PLANTAR LA SEMILLA 28. RECOGER LOS FRUTOS 29. MI CHICA 30. LA VERDADERA CARA DEL DOLOR 31. EXPIANDO PECADOS 32. JAQUE 33. MATE 34. CUANDO DECIDI OLVIDARTE 35. CASI LA ANTIGUA LUCIA 36. VIDAS QUE DEJE CRUZADAS... 37. ...VIENEN PERSIGUIENDOME 38. CUANDO DECIDI RECUPERARTE 39. DI QUE SI 40. LO QUE SIEMPRE HAS QUERIDO EPILOGO AGRADECIMIENTOS SOBRE LA AUTORA A ti, abueli Estes donde estes, que sea para bien A Tindaya, por todo lo que compartiremos hasta que puedas leerlo 1 SUENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES El agua caia sobre mi cuerpo desnudo. Deslice mis manos por la cara para echarme hacia atras el pelo y abri los ojos. Una sonrisa se dibujo instantaneamente en mi rostro, al tiempo que Closer llenaba aquel bano. Sabia donde estaba. De vuelta a Madrid. A nuestra habitacion de hotel. Sin que pudiera preguntarme como habia llegado hasta alli, sus manos resbalaron por mi vientre y su boca por mi cuello. Instintivamente, estire el brazo para acariciarle el pelo. --Te he echado de menos --dije enredando mis dedos entre sus mechones. No recibi contestacion. En lugar de hablar, me recorria los hombros con besos, y sus dedos ascendian por mis costados hasta llegar a acariciar mis pechos. Suspire contoneandome contra el al ritmo de los Kings of Leon. Subio por mi brazo para recoger mi mano de su cabeza y guiarla de vuelta a mi cuerpo. Siguiendo mi contorno, despacio, muy despacio, ibamos dibujando mis curvas hasta llegar a mi entrepierna. Lo note excitarse contra mi. Sus dedos obligaron a los mios a tocarme. Estaba perdiendo el sentido con nuestras caricias acompasadas, sus labios recorriendome la espalda, la sensual melodia de la cancion... --?Te has levantado con ganas de jugar? --pregunte sin apenas poder contener un gemido cuando me rozo el clitoris con mis propias yemas. En lugar de responder, sus dedos liberaron los mios y, retrocediendo un paso, me dejo espacio para poder volverme. --Buenos dias, ne... Antes de haber terminado de decirlo, mis pupilas habian topado con unos preciosos ojos grises centelleantes, y un sonoro scratch destrozaba la musica ambiente. !?Alex?! --Buenos dias, canija. Desperte a la velocidad del rayo, con la respiracion acelerada y banada en sudor. Tenia una mano en una teta y la otra en la cadera. La del pechito contento, era obvio que habia sido por mi suenecito humedo. Y tan humedo... ?Reivindicando su nombre, senor Mojabragas? La otra, la que parecia estar protegiendo la ultima flor del universo, era por idiota. Todo comenzo en el maldito momento en el que Jorge comento que, aquella cicatriz en mi cadera, era como llevar un tatuaje para recordarlo. Por eso yo, como buena suicida emocional, habia cogido la estupida costumbre de dormir con una mano sobre ella. Juro que era involuntario. Nunca era consciente del momento en el que mi palma arropaba aquella marca todavia rosada, pero cada manana, mi mano aparecia situada en la misma posicion. Como si asi pudiera tocarlo a el, y fuera verdad que lo llevaba en la piel para siempre. Como si estuviera salvaguardando lo poco que quedaba de algo que fue nuestro. Algo que se perdio un mes atras, entre su silencio y mis lagrimas. !Prohibido pensar en eso, pardilla! Mire el reloj medio grogui. !Mierda, joder! Me habia quedado totalmente dormida. Iba a tener que correr para llegar a tiempo a la cena. Despues de llevar todo el mes lejos de Valencia, habia regresado esa misma tarde de pasar mis ultimos dias de vacaciones con Nora. Agotada por el viaje, me habia tirado en la cama para descansar cinco minutitos... que se habian convertido en dos horazas. Lo bueno de llevar tanto tiempo fuera, era que mis posibilidades estilisticas estaban bastante mermadas. La inmensa mayoria de mi ropa de verano estaba, o arrugada dentro de alguna maleta, o haciendo rebosar el cesto de la ropa sucia. Estudiando mis alternativas, supe que la mejor opcion era aquel vestido largo y vaporoso, de modo que no tarde en meterme en la ducha para olvidar los suenos con un ex de manos sueltas, y para cantar a voz en grito, anunciandoles a los vecinos mi vuelta a casa. Para mi sorpresa, consegui llegar hasta la direccion que Alina me habia mandado sin gritarle ni una vez al Google Maps, y eso que el bendito chalet estaba mas o menos donde Cristo perdio la alpargata. Aparque el coche de cualquier manera, cortando el paso de un Mini que podia apostar a que pertenecia a la abofeteable Jimena. Despues de todo, no tenia intencion de estar alli demasiado tiempo. De camino a la entrada, un Golf blanco --su Golf blanco-- llamo mi atencion. Genial, que empiece la funcion, pense. Si albergaba una remota esperanza de que Jorge no estuviera, esa vision acababa de mandarla a la mierda por la via rapida. Mi pulso respondio descontrolandose, y mi cabeza se planteo la posibilidad de acariciar con mi bolso de tachuelas --sin querer, claro-- la carroceria al pasar. Recurri al mantra de las vacaciones antes de caer en la ira incontrolada. --Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes --me repeti a mi misma dejando atras el coche. La puerta estaba abierta, asi que entre siguiendo el sonido de la musica hasta la piscina, donde un monton de jovenes bailaban, reian y bebian al ritmo de Supersubmarina. !Ay Norito, que bien lo habriamos pasado tu y yo aqui!, pense antes de recordarme que tenia que salir de alli cuanto antes. Nada mas verme, Alina corrio a mi encuentro. --!Lucia! --grito tirandose sobre mi--. Pense que al final no vendrias. --No podia perderme tu despedida --confese devolviendole el abrazo. La estruje contra mi, regresando al dia en que la habia conocido. Apenas unos meses despues, ella tambien corria detras de su cambio de vida. Se iba a estudiar a Inglaterra, y aunque estaba segura de que se llevaria el violin en la maleta, este tendria que aprender a compartir su tiempo con los libros de finanzas. Mientras dejaba que mis brazos la arropasen, mis ojos inquietos no dejaban de saltar de cara en cara buscando el rostro de su hermano. Estaba cerca. En alguna parte de aquella casa. Era como si pudiera sentirlo, sin embargo, no lograba encontrarlo. En mi interior se libraba una especie de lucha de poder. Por una parte, mi cabeza me decia que lo mas inteligente seria mantenerlo lejos. Pero por otra, mi corazon... El solo palpitaba ansioso dentro de mi pecho, esperando el momento de encontrar su mirada, y que las ultimas semanas desaparecieran para poder salir de su jaula. Volver a escuchar sus provocaciones... Que me tentase con su sonrisa... Lucia en modo yonqui activada. !Que rapido se acaba el efecto "Vacaciones rehabilitadoras", Senor! --Acompaname a la cocina para que podamos hablar --dijo arrastrandome por una mano. --Ali, no puedo quedarme mucho. Tengo una cena --respondi siguiendo sus pasos sin tener muy claro si podia oirme. --Esperame dentro un segundo. Voy a... a por el movil. Giro y comenzo a caminar dejandome en el umbral de la puerta. Lo cruce. Alli la musica se escuchaba atenuada, pero aun asi podia distinguir a Chino entonar las primeras frases de Chas! Y aparezco a tu lado. Me volvi con una sonrisa ironica, pensando en Adriana y en como acabo la ultima conversacion en la que salio esa cancion, pero cuando mis ojos alcanzaron la terraza con vistas al mar, el corazon me dejo de latir durante lo que parecio una eternidad. Alli estaba Jorge. Apoyado en la barandilla. Embelesado mirando el mar. Ajeno al estallido de emociones que acababa de desatar dentro de mi. !A tomar por culo la desintoxicacion! Fue gracioso pensar que aquella cancion habia hecho que de verdad apareciese. Aunque, siendo sincera... Aparecer lo que se dice aparecer... Tampoco es que hubiera hecho nada en concreto, mas que ir al guateque de despedida de su hermana, seguramente sin imaginarse que seria yo la que emergeria de mi escondite vacacional. Por el contrario, yo sabia de sobra que el estaria en aquella fiesta. Era su hermana. No era tan capullo como para perdersela. Pese a eso, reconozcamos que lo de la cancion sonando en el momento preciso... !Con menos que eso, Iker Jimenez podria hacer un programa especial! Avance hasta los ventanales que permanecian cerrados y, por un segundo, olvide que habia un cristal entre nosotros. Un simbolo de la distancia que nos habia separado las ultimas semanas. Alargue la mano posando mis dedos sobre su silueta y, viendolo sujetar una cerveza en una mano y un pitillo en la otra, mi corazon volvio a adquirir un ritmo pausado. El del confort de estar cerca. La calma de notar su presencia. La tranquilidad que te embarga cuando encuentras algo que habias perdido, aunque en mi caso, no fuera a recuperarlo. --?No piensas decirle nada? Me di la vuelta alarmada por la voz de Alina, escondiendo la mano tras la espalda en un acto reflejo, como si me hubiera pillado robando una pieza de la cuberteria buena. --Creo que sera mejor que no lo haga --respondi haciendo caso a mi instinto de supervivencia. --Se cabrearia mucho si se enterase de que has estado aqui y no le he avisado --alego dirigiendose hacia la terraza. --Pues entonces que no se entere --la detuve agarrando su brazo--. Por favor. Mi expresion de suplica debio convencerla, aunque la suya dejo claro que no estaba de acuerdo con lo que iba a hacer. --Va a matarme... En realidad no creia que le importase demasiado. Si durante todo ese tiempo no habia tenido noticias suyas, estaba claro que verme no era una de sus prioridades. --Tengo algo para ti --cambie de tema llevando una mano al bolso para sacar un pequeno paquete--. Dicen que protege a quien lo lleva --espere a que lo abriera y sacase el regalo del saquito de tela--. Segun los nativos, el material del que esta hecho ahuyenta los malos espiritus y atrae la fortuna. --!Me encanta! Es tan original... --contesto colocandose y admirando el curioso brazalete--. Lo llevare siempre. --Estoy segura de que no la vas a necesitar --sonrei cogiendo su mano--. Nunca dejes que nadie te diga que no puedes lograr algo, Alina --trague para evitar venirme abajo. Odiaba las despedidas--. Podras ser lo que te propongas, y me alegra que hayas decidido intentar ser feliz. --Una amiga me dijo una vez, que es bastante complicado serlo haciendo algo que no quieres --sonrio encantadora--, asi que segui su consejo para hacer exactamente lo que queria --me dio un apreton en la mano--. Quiero que sepas que tu llegada nos cambio la vida a todos, no solo a Jorge. --Yo no cambie nada --menos aun en Jorge--. Vosotras si que cambiasteis mi vida. Pase de trabajadora desmotivada a... !estilista acelerada! --rei agitando las manos por encima de mi cabeza. --Un poco acelerada has sido siempre. --Creo que te tengo que dar la razon