• Solo una caricia de Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

  • Confina-Dos de Anna Garcia

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    "Estiramos... Mantenemos durante diez segundos... No os olvideis de la respiracion... Utkatasana..." --?Que haces? --Yoga. --?Eso es yoga? Parece que le estes gritando a la vecina mientras tienes retortijones. --Shhhh. Por favor. Que me desconcentras. --?Desde cuando practicas yoga? --Desde hoy mismo, y pienso hacerlo todos los dias. --Ya. Claro. --Vete. No me hagas hablar, que me tengo que concentrar en respirar. --?Desde cuando te tienes que concentrar en...? --Alex, ya. ?No tienes nada que hacer en vez de molestarme? --Uy, si. Un monton --contesta con sarcasmo--. Quedaria con mis amigas, pero resulta que me obligas a quedarme en casa... --Claro. Porque el virus este lo he creado yo en la Thermomix, !no te fastidia! Que no lo digo yo, Alex, que lo dice el gobierno. Que no podemos salir. Ni tu, ni yo, ni nadie. --La vecina de enfrente sale. --Muy seria, dejo de mirar la pantalla de mi Tablet para centrarme en mi hija--. La vi anoche. --Estaria sacando la basura... Alex me mira enarcando una ceja mientras niega con la cabeza. --Y no tiene perro --insiste--. Y no eran horas para ir a la farmacia o al medico. No me extranaria que esa loca estuviera pasandose por el arco del triunfo la prohibicion de salir. Es la misma que pone la musica de Raphael y el Puma a todo trapo todos los domingos por la manana. La misma que vive asomada a la mirilla y no duda en abrir la puerta en cuanto ve algo que no le agrada. La misma que se queja constantemente de que sus vecinas de arriba, un grupo de estudiantes, pisan muy fuerte en el suelo y hacen un ruido infernal. La que tiene frita a la cartera, que en breve se negara a repartirnos mas cartas. E incluso tengo grandes sospechas de que es ella la que roba ropa de los tendederos del terrado. --El friky ese ha cambiado de postura hace rato... --dice Alex, senalando la pantalla de mi Tablet con un dedo y devolviendome al presente de golpe. Chasco la lengua y me doy por vencida. --?Y deberes? ?No tienes? --Ya los he hecho todos. --Ni de cona. --?Por que nunca me crees? --Porque tu fama te precede. --Te lo juro, mama. --De acuerdo. Te creo. Sigueme. Por el rabillo del ojo la veo caminar detras de mi con expresion satisfecha por haberse salido con la suya. O eso le hago creer el tiempo que tardo en ponerle en la mano un trapo y un bote de limpia muebles. --?Que es esto? --Esto es un trapo y esto... --Giro el envase para que pueda leer la etiqueta, pero ella me corta antes. --!Ya se lo que es! !Me referia a por que tengo que hacerlo yo! --Porque yo tengo que bajar a comprar y asi te mantienes ocupada. --Prefiero bajar yo a comprar. --No puedes. --!?Por que?! --Porque los ninos sois los que mas lo... --Mama, no soy una nina --me corta--. Tengo catorce anos. --Lo que tu digas. Mi respuesta sigue siendo no. --!Esto es muy injusto! !Me haces parecer una apestada! !Encerrada en esta mierda de piso! !A ver si viene ya papa a buscarme! --Pues siento comunicarte que han recomendado que los hijos de padres separados pasen el confinamiento con el progenitor con el que lo hayan empezado. --!?Que?! --Yo tampoco estoy entusiasmada con la idea, asi que menos dramas. --Fantastico... --resopla, dandome la espalda con el telefono ya en la mano--. Esto no se va a quedar asi. Voy a hablar con papa y seguro que vendra a por mi, aunque tenga que infringir la ley. --Si, seguro que si. Dejara a su amiguita en casa y vendra corriendo a buscarte --susurro, justo antes de salir de casa. Apoyo la espalda en la puerta, cierro los ojos y respiro profundamente. Esta manana ha salido un psicologo en la television explicando los posibles efectos negativos que esta situacion podria provocar. Decia que el confinamiento podria llevar al enfado, a la frustracion, al miedo o a la locura, y que todo eso podria ir a mas con el paso de los dias. Yo llevo solo tres dias confinada en casa con mi hija y puedo asegurar que he pasado ya por todos los estadios. El psicologo daba algunos consejos para poder sobrellevarlo mas o menos bien, tales como marcarse una rutina, hacer algo de deporte y hablar con amigos y familiares, ya sea en persona o por telefono. Nosotras, hablar, hablamos. Y nos gritamos tambien. A veces incluso nos insultamos un poco. Tambien hablo por telefono con mi familia, aunque a mi padre aun le cueste un poco hacerse con las nuevas tecnologias, con amigos e incluso realizo videoconferencias con mis alumnos del instituto. Asi que esa parte la cumplo. ?Deporte? Si soy sincera, nunca he sido amante del deporte. Tampoco es que mi horario en el instituto y la preparacion en casa de las clases me dejaran mucho tiempo para practicarlo, pero me he propuesto que el confinamiento no me lleve al sobrepeso, asi que pongo todo de mi parte para lograrlo. Si no me interrumpen como hoy, claro esta. Ya se que mi estilo no es el mas depurado, y quiza mis mallas tienen mas anos que Alex, pero el merito esta en intentarlo, ?no? --!?Que estas haciendo tanto rato en el rellano?! La voz de la vieja loca me sobresalta, y clavo la mirada en la puerta de delante. --Senora, metase en sus asuntos. --!Voy a llamar a la policia! --?Y por que motivo, si se puede saber? --!Porque solo se puede salir de casa para comprar bienes de primera necesidad e ir al medico! --!Y a eso voy, senora! --!Sin entretenerse por el camino! Resoplando y fulminando su puerta con la mirada, empiezo a alejarme hacia las escaleras. Al llegar a la calle, aun maldiciendo a la vieja, me tapo la boca y la nariz con el panuelo que llevo anudado al cuello y me dirijo al supermercado situado al final de la calle. Con el paso acelerado y la cabeza agachada, miro por el rabillo del ojo a un lado y a otro. Me siento como si estuviera haciendo algo ilegal, como si me estuviera escondiendo. Me consuela que el comportamiento de la poca gente con la que me cruzo sea igual que el mio. Un senor mayor incluso ha cruzado de acera para no tener que pasar cerca de mi. Lo entiendo, aunque no puedo evitar sentirme algo mal por ello. Una vez dentro del supermercado, me sorprende ver que reina el caos absoluto. Hay pasillos enteros con estanterias totalmente vacias. Algunos clientes corren empujando un carrito, mirando a un lado y a otro, sucumbiendo al panico por no encontrar lo que buscan. Un par de agentes de seguridad intentan que mantengan la calma, sin exito alguno. --La gente esta fatal... --susurro mientras camino hasta el pasillo de los lacteos. Cuando llego, me quedo totalmente en shock--. ?Donde...? Giro sobre mi misma, algo desubicada. Un carrito me golpea por la espalda. Dolorida, me doy la vuelta en busca de una explicacion o disculpa, pero a la senora parece importarle bien poco mi estado, y enseguida se pierde por otro pasillo. --Perdone... ?donde esta la leche? --le pregunto a una empleada del super, que me mira con expresion de agobio antes de contestar. --Estaba ahi. --?Estaba? Vuelvo a mirar hacia las estanterias vacias, atando cabos, de repente consciente de que las imagenes de supermercados desabastecidos, con interminables colas de clientes, son la cruda realidad. Empiezo a sentir agobio al imaginarme abriendo la nevera y encontrandola vacia, teniendome que conformar con una rama de apio mojada en hummus. Presa del panico, acelero el paso y recorro los pasillos a la carrera, llenando el cesto sin ningun criterio especifico. --Mantengan la distancia --me pide la cajera una vez me pongo en la cola y yo la miro recelosa, agarrando mi cesta de la compra como si temiera que alguien me la fuera a robar. En el fondo, no respiro tranquila hasta que salgo de nuevo a la calle, con una extrana sensacion de victoria, como si hubiera conseguido pasar una prueba. Con mi bolsa colgada al hombro, de nuevo con la boca y la nariz tapadas, corro hacia casa. Una vez en el ascensor, resoplo agotada y miro mi reflejo en el espejo. Empiezo a tener un color cetrino nada favorecedor. Quiza podria subir al terrado la hamaca de playa y aprovechar para tomar el sol. Asi tambien podria vigilar que nadie hurte ropa ajena. Con esa idea aun en la cabeza, meto la mano dentro de la bolsa. Saco una botella de horchata y la miro detenidamente. No es que me guste especialmente y creo que es la primera vez que la compro. En realidad, empiezo a preguntarme por que lo he hecho. Y sigo con la misma sensacion cuando echo un vistazo dentro de la bolsa y veo la coliflor, la lata de melocoton en almibar, la caja de conos de fresa y las toallitas de bebe. --Ni siquiera me gusta demasiado la fresa --susurro con la caja en la mano mientras se abre la puerta del ascensor y salgo al rellano. --!?Eso es un bien de primera necesidad?! --Escucho a la vieja gritar, consiguiendo asustarme de nuevo. No me lo puedo creer... --!Senora, por favor! !Haganos un favor a todos y centrese en Que bello es vivir! --!Voy a llamar a la policia! --!Y yo al asilo! !A ver si le hacen un hueco! En cuanto cierro la puerta de casa a mi espalda, descubro a Alex al final del pasillo, de brazos cruzados y con gesto de reproche. --?Haciendo amigas? --me pregunta. --Esa mujer es insufrible --digo, camino a la cocina. --!Hostias, helado! !Genial! --grita ella al ver la caja en mi mano, siguiendome con la clara intencion de abrirla y llevarse uno. --Ni hablar. Hay que racionar la comida, que no puedo estar saliendo cada dia a comprar. --?Coliflor? !Joder, que asco! ?Esto que es? ?Alcachofas en vinagre? Mama, ?que mierda has comprado? --Pues... --Rapido, que no te vea dudar. Con conviccion. No puede saber que entraste en panico y compraste lo primero que viste en las estanterias del supermercado--. Tienes que comer mas verdura, Alex. ?Has limpiado? Intento mantenerme firme y aguanto su mirada de brazos cruzados, imperterrita. Ella me mira durante unos segundos mas con una mueca extrana dibujada en la boca, hasta que se da por vencida. --Si. --?Seguro? --Enarca una ceja dandome a entender que no piensa contestarme--. ?Y has hablado con tu padre? Se la respuesta nada mas verle la cara, y tambien puedo adivinar como ha ido la conversacion a tenor de su comportamiento esquivo. --Si... --?Y va a venir a rescatarte? --insisto, cada vez mas convencida de la respuesta de su padre, mascando esta pequena victoria con deleite. --No. Me ha dicho que tengo que quedarme aqui por mi bien --contesta de forma esquiva, sin mirarme a los ojos--. Y ademas tiene mucho trabajo... --Ya. Bueno. Lo siento por ti, entonces --digo mientras me doy la vuelta para intentar que no vea la sonrisa de satisfaccion que se ha dibujado en mi cara. Cuando acabo de guardar todos los deliciosos manjares que he comprado, abro la caja de los helados y le tiendo uno a Alex. Ella lo coge y me sonrie de medio lado. Al ir a guardar el resto en el congelador, veo una luz de esperanza en el horizonte materializada en una pizza sabor barbacoa. La saco con orgullo, consciente de que sera el golpe definitivo para meterme a mi hija en el bolsillo. Parte 2: Hector. 4o 1o Me quito el casco de la moto y me peino el pelo con los dedos de la mano, de forma perezosa. Luego me froto la cara y bostezo de forma prolongada. Al principio fui reacio a marcharme el hospital, desoyendo a todos los companeros que insistian para convencerme. Me negaba a irme porque sentia como si, al hacerlo, les estuviera abandonando en la estacada. --Hector, por favor... Vete a casa a descansar. ?Cuantas horas llevas currando? --Estoy bien. --Imposible. Llevas mas de cuarenta y ocho horas sin parar. Vete a casa. --Desoyendo sus palabras, cojo el historial de otro de los pacientes postrados en una camilla en mitad del pasillo del hospital. Las Urgencias estan tan colapsadas que colocamos a los pacientes donde podemos, a la espera de ser atendidos. Dani pone una mano encima del historial para impedirme leerlo y me lo quita al rato--. Vete. A. Casa. Ahora. Es cierto que te necesitamos, pero descansado y en plenitud de facultades. Ahora mismo, eres mas peligroso que util. Asi que, despues de hacerme de rogar, le hice caso y aqui estoy, sentado sobre mi moto, con los brazos apoyados en el casco, intentando poner en orden mis pensamientos. Aun me cuesta creer que todo esto este pasando en realidad. Las calles desiertas, los hospitales colapsados y los supermercados vacios son mas propios de una pelicula apocaliptica. Antes de subir a casa, entro en el colmado de Hamza para comprar algo de pan. --Hola, Hector. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Bien tambien. --?Y tu mujer y los ninos? --Bien. Asustados, pero bien. --Cualquier cosa, ya sabes donde vivo. --Gracias --me responde con una sonrisa agradecida. --?Te queda algo de pan? --le pregunto. --Creo que al fondo hay pan para hamburguesas... --Bueno. Menos es nada --contesto, encogiendome de hombros. --Tienes aspecto de cansado --comenta cuando estoy de nuevo frente a el--. ?Mucho trabajo en el hospital? --Si. --Es mas grave de lo que nos hacen creer, ?verdad? Le miro durante unos segundos, valorando si decirle la verdad o enganarle. --Saldremos de esta --opto por contestar, guinandole un ojo para infundirle confianza y afianzar mis palabras. Parece funcionar, porque el sonrie abiertamente, asintiendo a la vez con la cabeza. Levanto la palma de la mano para despedirme al tiempo que salgo de la tienda y camino hacia mi portal. Normalmente subo por las escaleras, corriendo y retandome a mi mismo para hacerlo cada vez en menos tiempo. Hoy no. Hoy subo en el ascensor. Apoyado en una de las paredes, observo mi reflejo en el espejo. Realmente no tengo buen aspecto. Si un paciente me viera acercarme con estas pintas, no creo que creyera que esta en buenas manos. Lo primero que hago al entrar en casa es quitarme la ropa y meterla dentro de la lavadora. Luego, dejo las zapatillas de deporte en el lavadero y me dirijo hacia el bano para pegarme una ducha. Toda precaucion es poca cuando vengo de un sitio tan contagioso como un hospital. Pierdo la nocion del tiempo. Plantado bajo el chorro de agua, dejo que esta golpee suavemente mi cabeza y mis hombros mientras apoyo las palmas de las manos en las baldosas. Cuando salgo, me visto con un pantalon corto y una camiseta vieja, cojo una cerveza y un par de los panecillos que he comprado antes, que pienso zamparme sin molestarme siquiera en rellenarlos con alguna loncha de embutido, y me dejo caer en el sofa. Cojo el movil y busco el telefono de mi padre. --Hola, hijo --me responde al primer tono. --Vaya. Que rapido --comento. --Es que estaba haciendo un Sudoku. --Ah, muy bien. ?Como estais? --Bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias. ?Y tu? --Ya sabes... cansado, pero bien. --?Estas en casa? --Si. Me han... obligado a tomarme un descanso. --Me alegro. ?Como estan las cosas por el hospital? --Bien. --No hace falta que me mientas. Soy viejo, pero tengo television y tu madre me obliga a ver todos los programas especiales acerca del Coronavirus. Es lo unico que se ve en casa, aparte de los gemelos esos que tiran paredes. --Se me escapa la risa--. Yo no me rio. Ahora no para de imaginar como quedaria el comedor si tiraramos la pared que lo separa de la cocina. Concepto abierto, lo llama ella. Si no me mata el colesterol, lo haran tu madre y sus ideas de bombero. -- Resopla de forma prolongada antes de continuar--: ?Y bien? --No es facil, papa, pero vamos haciendo progresos. Decidi parecer algo mas optimista de lo que ahora mismo me siento. --Eso es bueno, ?no? --Si. --Vale. --Le escucho hablar con mi madre de fondo--. No se lo voy a preguntar. No. Porque no hace falta. Me vas a volver loco... Esta bien. Espera. Hijo. --?Si? --?A que no esta permitido ir a la peluqueria? --?A la...? ?Mama tiene intencion de ir a la peluqueria? --Dice que tapar sus canas es cuestion de primera necesidad. --!No puede hacerlo! --Gracias. Dice que no puedes hacerlo. --Los escucho discutir durante unos minutos en los que yo intento meter baza, sin exito. La voz de mi madre se vuelve cada vez mas debil, y entonces mi padre vuelve a hablarme--: Cualquier dia la tienes que ir a buscar al cuartelillo. O eso, o acaba conmigo. --No la dejes salir. Dile que haga una lista de lo que necesitais del supermercado y manana os lo voy a buscar yo. --Ya la ha hecho. ?Le hago una foto y te la envio al movil?

  • No solo el destino de Anna Olsson

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    Todos aman y admiran a la hermosa Susana, es una mujer triunfadora, disfruta su vida plenamente, hace lo que quiere cuando quiere y como quiere. Por cosas del destino aparece un ex novio; un multimillonario que ella penso que nunca mas veria, al verla no dudo en hablarle comenzando una nueva aventura que nunca pensaron tener. En su vida moderna y liberal aparece un atractivo y musculoso moreno que la tratara de manera distinta a como lo hace el resto de los hombres. Entre nuestra libre y atractiva protagonista y el hermoso multimillonario ex novio hay un asunto pendiente que no es su antigua relacion, si no que otro asunto que puede ser aun mas importante que su noviazgo del pasado.

  • Amando a un duque de Claire Phillips

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    Maximiliam regresaba al hogar tras muchos anos al servicio de la Marina Real de su Majestad. Regresaba a casa para hacerse cargo de sus responsabilidades como heredero del ducado de Frenton y sabia que entre ellas se hallaba el encontrar la esposa adecuada y aportar nuevos herederos al titulo. Nunca penso que sus planes originales sufrieran un reves al reencontrarse con una Amelia convertida en una mujer hermosa, sensual y arrolladoramente atractiva que despertaba en el deseos muy alejados de los que deberia sentir quien siempre la habia considerado una hermanita pequena a la que proteger y cuidar.

  • Recuerdame, por favor (Un Gin de Estrella Correa

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    ?Estas preparada para conocer la historia de EL? ?Quieres saber que ha sido de su vida? ?De la de todos?
    Alexa tiene una cafeteria, dos amigos que la vuelven loca y un hamster llamado Sopla.
    Alexa ama el arte, pero le da miedo que vean sus obras.
    Alexa rie, ama y llora.

  • El quinto sol de los hermanos Arias de Eber Rocha Cervantes

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    Elias es un joven con una vida normal, demasiado normal para su gusto, vive con su madre y es hijo unico, todo eso cambia cuando averigua el paradero de su padre, a quien Elias nunca conocio, motivado por el cambio de rutina y dejar atras su asfixiante presente emprende un viaje en su busqueda, aunque dentro de el sabe, va tras algo mas grande, algo que desconoce hasta tenerlo de frente.

  • GoldHeiven de Nati Izera

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    Es un dia de primavera cualquiera. Los pajaros entonan una alegre cancion, corre una brisa refrescante y un aroma a flores me envuelve. Sentada en el parque, miro como los patitos siguen a su madre en el estanque. Los domingos siempre hay mucha gente, pero he podido encontrar mi rinconcito bajo el sauce. Me descalzo, como siempre, y siento la hierba fresca en mis pies. Suelo venir mucho aqui. No se por que, pero me ayuda a relajarme. Me siento bien cuando estoy rodeada de la naturaleza. Acabo de cumplir dieciocho anos. Mis padres me hicieron una fiesta con toda mi familia. No habia nadie de mi edad. No tengo amigos, ni fuera ni dentro del instituto. Pero no me importa. Yo prefiero una buena lectura que una charla trivial con gente que te sonrie a la cara y te critica a tus espaldas. En mi casa siempre hay gente. Somos una gran familia. Mi madre tiene cinco hermanas y mi padre seis hermanos. Todos estan casados y tienen hijos. Tengo veinte primos y primas. Mis padres son los unicos que tuvieron una sola hija, yo. Siempre me decian que todo el amor que sienten lo pusieron en mi concepcion y que nada mas verme supieron que no podrian amar a nadie mas. Espero conocer algun dia un amor tan grande como el que ellos se tienen. Tras terminar un breve libro titulado Un amor de instituto, regreso a casa y pienso en todos los lugares que he visitado en mis libros. Calidos, helados, deserticos, humedos, urbanos, rurales… Ese es mi sueno, viajar algun dia a todos esos sitios. Vivir experiencias unicas, aprendiendo y disfrutando de las distintas culturas que pueblan el mundo. Mi familia es estupenda, pero siempre me he sentido atrapada aqui. Ya en casa, tumbada en mi cama, termino de leer un libro interesante sobre las profundidades del mar. Al cerrar la tapa, me viene una imagen a la cabeza, como un flash. Es un lago con un tono azul que es muy dificil de describir. El cielo parece difuminarse con el agua. Sus colores son casi identicos. Como si uno fuera el reflejo del otro. ?De donde habra salido esa ilustracion? Son tantos los libros que he leido con imagenes de la naturaleza, que no sabria decir en cual he visto ese paisaje tan peculiar. Me quedo dormida pensando en esa imagen. En mi sueno, el paisaje se empieza a formar de manera muy clara y real. Tanto, que estoy empezando a sentir la brisa que me trae un olor a bosque y mueve mi melena cobriza. Escucho los sonidos de la naturaleza, el crujir de las ramas, el trino de las aves, el agua salpicando y la hierba mojada bajo mis pies. Es increible como percibo todo eso, es como si estuviera aqui en realidad. Escucho como un grunido que se acerca a mi. Abro los ojos y veo un bosque. Aparece un jabali entre los arbustos. Pero es distinto. Es mas grande de como suelen ser y su piel tiene un color verde oscuro. No lo habria visto si no se estuviera moviendo. Su piel esta cambiando de color a medida que avanza hacia mi. Su trayectoria no cambia. Aunque se que solo es un sueno, hecho a correr hacia un arbol. Es dificil hacerlo descalza. Me estoy haciendo dano en los pies con las piedras y ramas que estoy pisando, pero aun asi continuo corriendo. Logro subirme a unas ramas, cuando el animal me alcanza y da un salto. Pero ya he trepado a otra rama mas. Se oye un silbido y despues un grunido del jabali, que se tambalea y cae. Tiene una flecha clavada en la parte de atras de la cabeza. Mientras bajo del arbol, veo a alguien aproximarse. Es un hombre joven, atletico y con unas facciones duras pero atractivas. Camina a paso ligero, recto y sin vacilacion. --?Estas bien? --me pregunta mientras se agacha para arrancarle la flecha al animal. La limpia y se la guarda en su carcaj. --?Que animal es? --le pregunto, ignorando la suya--. Parece un jabali, pero me ha parecido que cambiaba de color. --Es un jableni --se me queda mirando, con curiosidad. Sus ojos son intensos y claros como el cielo--. ?Nunca habias visto uno? --me da un escalofrio en todo el cuerpo. Su voz es grave pero agradable. --Pues no --empieza a atar el animal con una cuerda que ha sacado de su bolsa. Cuando termina, me mira, lo que hace que me ruborice. Desvio la mirada, esperando que no lo haya notado--. ?Donde estamos? --En el Lago Sur. ?De donde vienes? ?Y por que vas descalza? Me miro los pies. Me doy cuenta de que tengo sangre en uno de ellos. Me agacho y veo que tengo una herida poco profunda. Tambien tengo aranazos en los brazos. Me toco las heridas y me extrana sentir dolor. Cuando una persona suena, no siente dolor, ni percibe ningun olor. Es imposible. ?Estoy sonado o me encuentro aqui en realidad? El joven se acerca a mi con una caja abierta, donde hay gasas, tijeras y varios frascos. Tiene el pelo muy rubio y un poco largo. Su rostro tiene rasgos finos pero varoniles. Me echa en las heridas un liquido con un fuerte olor agrio. Lo curioso es que no escuece, pero me esta empezando a marear. Ahora me echa una crema y me venda la herida del pie. La cabeza empieza a darme vueltas, veo borroso, y luego, oscuridad. Huelo a fuego, a madera quemada, a flores y a comida. Me pesan los parpados. Intento abrir los ojos y al hacerlo, veo un techo de madera. Estoy en una cama. Me incorporo poco a poco y miro alrededor. Parece una cabana. Hay una mesa y sillas de madera, una chimenea encendida y un caldero con vapor saliendo de el. Me miro los brazos. Apenas se notan los aranazos. Me quito la manta y veo mi pie aun vendado, pero no me duele. Sigo en pijama y descalza. Me levanto y empiezo a caminar hasta la puerta. La abro y me asombra lo que estoy viendo. Un paisaje que jamas habia visto. He ojeado miles de paginas con imagenes de lugares de todo el mundo, pero nunca habia contemplado algo asi. Los colores son deslumbrantes, pero calidos. Me inunda una paz interior solo con vislumbrar este paisaje. Es un prado. Hay un lago y al fondo, montanas. Doy unos pasos hacia fuera y me fijo en una ciudad a lo lejos, antes de las montanas. Es brillante como el sol, pero aun asi no te ciega. --Ya estas despierta --me giro. Una anciana me sonrie mientras se acerca a mi--. Llevas una hora durmiendo. --Hola --no se bien que decir. --Hola. Me llamo Fiona. ?Y tu? --parece mayor, pero camina con agilidad. Lleva un vestido sencillo de color arena y manga larga. Pero es distinto a cualquiera que haya visto antes. --Ariadna, pero me llaman Ari. --Un nombre peculiar --me inspecciona con la mirada como si intentara ver mas alla. Tiene el pelo blanco recogido en un mono bajo y sus ojos son de color canela-- y eso que aqui hay nombres poco comunes. --?Donde estamos? --le pregunto, saliendo de la ensonacion que me ha provocado este paisaje. --Esa es una muy buena pregunta --me coge del brazo y me lleva adentro. --Es curioso --como ella no habla, empiezo yo la conversacion. Hace que me siente. En la mesa hay dos cuencos y dos cucharas. Son de madera. Ella coge la olla que hay en el fuego--. Sigo sin saber si esto es real o estoy sonando --le confieso. Ella echa sopa en los cuencos. --Otra buena pregunta --me responde, sonriendo. --Y sigo sin tener respuesta --se me queda mirando. Continua con esa sonrisa enigmatica. --Come. Antes de que se enfrie --tiene la mirada firme, lo que hace que me incomode un poco. Hago lo que me dice. Tiene un sabor especial. Nunca habia comido algo asi. Mi paladar distingue diferentes sensaciones con cada cucharada que doy. Ella solo esta removiendo su sopa con la cuchara. Del cuenco sale un sonido melodioso. No es el tipico que sale del contacto de madera contra madera. Es relajante. Estoy terminando mi sopa. Solo queda un poco. Me quedo mirando ese resto. Al principio creia que era una ilusion optica, pero las imagenes que aparecen en ese caldo son cada vez mas claras. Parece como una pelicula. En mi mente se genera una narracion. Al principio parecen unas voces lejanas, pero se van aclarando poco a poco: <>. Dice la voz en mi cabeza. Yo estoy totalmente quieta, como si estuviera paralizada. Sigue la narracion. <>. Me despierto de golpe. Estoy en mi cama. Unos rayos de sol atraviesan la cortina. Me incorporo para levantarme e ir al bano. Pero al poner los pies en el suelo, noto algo en el pie derecho. Lo tengo vendado. Me levanto de golpe y abro la cortina rapidamente para que entre luz. Me quito la venda y veo una pequena herida casi curada. Reviso mis brazos. Tengo unas ligeras lineas blancas. Esto me lo hice cuando subi a aquel arbol. Me doy cuenta de lo que significa. No era solo un sueno. Ha pasado de verdad. He estado en aquel lago, un joven curo mis heridas y una agradable anciana me dio una sopa. Y realmente vi en ella esas imagenes. Intento recordar el nombre del final: GOLDHEIVEN.

  • Corazones encadenados de Maria Ramon Box

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    Kirian Mitman, agente de la policia de Baltimore, siempre fue alguien impredecible. Su vida ha sido un eterno embrollo de problemas y salidas bastante peligrosas, y no se iba a quedar atras esta vez. Sintiendo como unas cadenas de acero le unen al pasado sin dejarle avanzar, Mitman se ve envuelto en un remolino de dificiles aventuras, pero no por ello menos excitantes, cuando emprende la mision de su vida. Alli se ve las caras con su peor enemigo y el narcotraficante mas buscado del estado, Asher Rudd. Pero no solo se encuentra con el, sino que se topa con una pequena chica de ojos palidos que hace que su vida de un giro de 180o. ?Podra superar Kirian todos los obstaculos o quedara encadenado al pasado como siempre lo ha estado?

  • Piensa como un artista de Will Gompertz

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    Vuelve la fresca sabiduria de Will Gompertz, autor de ?Que estas mirando?, con un libro de arte muy distinto a los demas.

  • Black soul, ambar death de Rachel Rp

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    Todo lo que sabe es que un “hermano” necesita que cuide a alguien de su familia….

  • Yo, Gaudi de Xavier Guell

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    El mundo entero sabe que Gaudi fue uno de los arquitectos mas geniales de la historia. Pero alrededor de su vida y su persona continuan planteados muchos enigmas. ?Era Gaudi homosexual? ?Fue mason? ?Cual fue su sentimiento religioso? ?Estaba a favor de una Espana federal? ?Por que dejo la continuacion de la Sagrada Familia a sus discipulos menos aventajados? ?Cual fue la relacion de Gaudi con los otros grandes intelectuales de su tiempo, Verdaguer, Maragall, Unamuno? ?Quien fue en realidad Gaudi? Pocos podrian responder mejor a estas preguntas que Xavier Guell, tataranieto de Eusebio Guell, el hombre que apoyo y financio a Gaudi en la mayoria de sus proyectos mas importantes.

  • A la caza de un seductor de Alexia Mars

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    Con paso decidido, Sara cruzo el verdoso parquecito que adornaba la entrada de la Ciudad de la Justicia. Traspuso las grandes puertas de cristal y se dirigio al puesto de control. Armando, el guardia civil que controlaba las entradas y salidas, la saludo con una brillante sonrisa. --?Otra vez por aqui, letrada? --Me temo que si, Armando --le respondio ella con tono apagado. --Vaya, no parece usted muy alegre hoy. ?Un dia duro? --apunto observando el aura de tristeza que la rodeaba. --Peor, me siento como si fuese la primera vez que vengo al juzgado. --Y sin que el la oyese senalo--: Bueno, y en cierto modo asi es. --Tranquila, eso nos ha pasado a todos. Vera como manana ve las cosas de otro color. No hay nada que no se arregle con un sueno reparador. --Sara penso en su problema y deseo que pudiese desaparecer tan facilmente. No, lo suyo no se solucionaba durmiendo. --Eso espero --le contesto, mientras pasaba por su lado--. Que tenga un buen dia, Armando. --Lo mismo le digo, abogada. -- Inclino la cabeza a modo de despedida y observo el contoneo de las caderas de la atractiva joven. Suspiro. <> Las puertas del ascensor se abrieron y Sara emprendio el camino hacia el mostrador. Un recorrido que habia hecho cientos de veces, pero que ahora se le antojaba diferente, quiza porque esta vez le atania directamente... Miro el reloj. Nueve menos diez. Bien, tendria que aguardar hasta que llegase su turno. Se dirigio a la zona de espera y tomo asiento. De reojo observo a la mujer que hablaba con la auxiliar y un extrano nerviosismo invadio cada poro de su piel. Cerro los ojos e inspiro. ?!Que le pasaba!? Esto era lo que tanto habia deseado, ?no? Taconeo con sus stilettos negros y entrelazo las manos, masajeando inconscientemente la preciosa alianza que todavia decoraba su dedo anular. Su corazon, ya de por si agitado, sufrio una sacudida cuando un estruendo seguido de un poderoso <> sono tras ella. Observo la escena con el ceno fruncido; una joven habia arrollado a un hombre y ahora se encontraba encima de el, rodeados por un monton de papeles. La rubia del abrigo fucsia se puso en pie con dificultad y se deshizo en disculpas con su victima, quien farfullo algo acerca de <>, recogio sus documentos y desaparecio entre maldiciones.

  • De repente sucede de Dina Reed

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    Peter Dune es el jugador del momento de la liga de futbol italiana y lo tiene todo: guapo, talentoso, rico y famoso, pero a el lo que mas le gusta es perderse con su camara por el mundo, siempre que sus obligaciones deportivas se lo permiten, retratando desde el anonimato todo lo que le fascina.
    Despues de una dura y larga temporada, Peter tiene miles de invitaciones para disfrutar de sus vacaciones, si bien el pasa de mujeres y de fiestas en yates, y decide viajar solo por Estados Unidos para hacer lo que mas le gusta.
    En Seattle, una tarde en un parque retrata a una chica que llama completamente su atencion y, cual no es su sorpresa que al dia siguiente, se la encuentra en el hotel en el que se aloja.
    Susan es camarera de planta en el mejor hotel Seattle, por nada del mundo quiere perder su trabajo, pero la llegada a su hotel de Peter Dune esta a punto de revolucionarlo todo.
    ?Que sucede cuando una estrella del deporte pierde la cabeza por una chica normal? ?Que sucede cuando la chica normal se vuelve loca de remate y se deja llevar como nunca antes se atrevio a hacerlo?

  • Que volvamos a vernos de Amanda Garcia

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    El reloj marca las doce en punto y mi cuerpo me pide escaparme de nuevo. Antes, debo de prepararme para ir a misa, como cada domingo, con mi padre y mis hermanas. He de reconocer que, a pesar de mi querer a Dios, temo aburrirme como de costumbre. Mas mi padre, buen hombre desde que tengo memoria, dice que debemos ir y de ese modo honrar a nuestra madre que con Dios descansa en su seno. Pero yo solo quiero que lleguen las cinco de la tarde y poder correr hacia la hemeroteca municipal. Alli, mi refugio, me siento en paz, sin tener que ocuparme de lavar y peinar a mis hermanas o de fregar con esmero el patio. Tan solo se me permite estar hasta las siete fuera de casa, pero para mi es mas que suficiente. Carmen, la secretaria del edificio, me ha acabado cogiendo carino y me deja poder llevarme el libro a casa para poder terminarlo y devolverlo el domingo siguiente. Siempre me dice que estoy invitada a ir cuando quiera y, que, de mayor, sere la mujer con mas cultura del mundo. La misa acaba de terminar y llega la hora de almorzar. Hoy he preparado sopa porque se que a mi senor padre le agrada y, realmente, es facil de hacer, de modo que me dara tiempo a tener todo limpio para cuando den las cinco de la tarde y pueda salir. En mi camino hacia la hemeroteca, veo pasar a multitud de ninos jugando con sus padres, abuelos dando un paseo e incluso parejas dadas de la mano. Mi madre siempre me decia que los hombres no traen mas que desgracias y que procurase buscar a uno bueno que me cuidase para toda la vida, !ay madre, cuanto la echo de menos! Pero la verdad que me llama la atencion como sera eso de ser querida por un chico. Mi amiga Margarita, con la misma edad que yo, ya tiene fecha para su futura boda con un hombre diez anos mayor que ella y, siendo sincera, no es algo que a mi me gustase vivir. Por eso, prefiero ahora vivir las historias de amor que se narran en los libros y ser libre el tiempo que me quede. --Buenas tardes, Clarita --dice la secretaria. --Buenas tardes nos de Dios --respondo educadamente. La secretaria me pregunto que tal se encontraba mi familia y me invito amablemente a sentarme y leer el libro que escogiese. Escoger, que dificil decision. Tantas historias contadas en cada libro que nunca se por cual decantarme, hasta que vi uno que me llamo la atencion. No era de un tamano muy grande, mas bien mediano podriamos decir, y su aspecto era sobrio y descuidado, como si ya tuviese muchos anos. Se notaba que era un libro poco usado, ya que me costo lo suyo poder alcanzarle y tenerle en mis manos. Al sostenerlo, pude sentir que no se trataba de un libro cualquiera. Sus hojas y su portada se encontraban deterioradas por el paso del tiempo y desprendian un fuerte aroma a baul olvidado La intriga pudo conmigo y me dispuse a comenzar a leer la primera hoja, que comenzaba de este modo: Diario de 1854 Hoy comienza mi nueva vida. Llevo mentalizada de este momento desde bien pequena y es lo mejor para todos. Es mi sexto dia como novicia en el convento de San Cadalso y me produce terror el hecho de sentirme sola. Son las seis de la manana y me dispongo a ponerme los habitos y bajar a rezar a la capilla. Sor Maria, la abadesa del convento, me estuvo explicando en mi llegada todos los horarios que debia de cumplir. Mi hermano mayor, que me acompano hasta la propia puerta del convento para despedirse de mi, hizo multitud de preguntas con el fin de quedarse el mismo tranquilo sobre como seria mi vida espiritual en aquel lugar. Se de buena mano que no es de su agrado que tome los votos y me aleje de nuestra bien amada familia, mas mis padres asi han requerido y mi voluntad es obedecerles. De bien pequena, me gustaba fantasear con mi hermano acerca de un futuro prometedor y dichoso, en el que viviriamos juntos y felices dedicandonos a aquello que nos apasionara. Sin embargo, a mi corta edad de nueve anos, pude entender por mi misma que eso no ocurriria. Mi madre, Magdalena Infante, hija de unos pequenos burgueses, quedo embarazada de su tercer hijo, esta vez un varon de nombre Jose, que apenas estuvo con nosotros seis meses de su vida. Tras la perdida de mi hermano pequeno, mis padres cambiaron y apenas mostraban afecto por sus otros hijos. Con tan solo quince anos mi madre me anuncio que en mi mayoria de edad entraria a formar parte de un convento y me ganaria de ese modo una buena reputacion como cristiana. Yo ni siquiera pude intervenir y me resigne a acatar la decision de mi senora madre. Son las ocho de la manana, la misa acaba de terminar y mis entranas empiezan a rugir hambrientas. Si algo bueno tiene estar en el convento, es que nunca me faltara un plato caliente que llevarme a la boca, aunque bien es cierto que sus inconvenientes tiene tambien. Entre estas cuatro paredes la mayor parte de las mujeres son senoras de mas de sesenta anos de edad, que han decidido dedicar su vida a Dios y, la verdad, que me siento fuera de lugar entre ellas. Por ello, le rezo al Divino para que me envie una novicia que, como yo, con mi edad y mis temores, podamos compartir el tiempo. Mientras tanto, tan solo me queda aguardar y esperar que el tiempo pase. Al llegar la noche, las monjas me reclaman para reunirnos a rezar por ultima vez antes de acostarnos, pero un estrepitoso ruido interrumpe nuestras oraciones. Sor Maria Eugenia decide ir a la puerta principal para ver quien osa llamar a nuestro hogar a tan altas horas de la noche, y yo decido acompanarla por lo que pudiese pasar. Al abrir la puerta, encontramos a un hombre mayor, de unos sesenta anos y de buen parecer, rodeado de tres caballeros y una joven. Que alegria me lleve al ver a una jovencita de mi edad despues de pasar todo este tiempo con personas que me triplicaban los anos. --Buenas noches, Madre. Disculpe tan inadecuadas horas, pero nos ha surgido un percance a mi familia y a mi mismo, y es de extremada gravedad poder hablar con la responsable de su bien conocido convento --dijo el senor de manera firme y respetuosa. --Buenas noches, caballero. Si me acompana usted y sus acompanantes, podran hablar de inmediato con Sor Maria, abadesa del convento. Tras pronunciar dichas palabras, el misterioso hombre junto a los caballeros y la joven que la acompanaban entraron sin miramiento alguno con el fin de hablar con la madre superiora. Reconozco que en mi breve vida me habia topado con infinidad de hombres y mujeres, pero ninguno de los que habia visto se asemejaban a los que vi en esta fria noche. Todos vestian hermosos ropajes, incluso la joven, que lucia un hermoso vestido color marfil y una pamela a juego que dejaba entrever su rostro. La curiosidad cada vez era mayor en mi y las preguntas se agolpan en mi cabeza, ?quienes serian?, ?que les habria ocurrido?, ?que querran?… Al llegar al salon principal, Sor Maria nos pidio que abandonaramos la sala a excepcion de los invitados, pero la intriga pudo conmigo, de modo que pongo mi fino oido al ras del porton de madera con el fin de escuchar la conversacion. --?Desean tomar algo? A pesar de que somos una comunidad humilde gustamos de tener buen trato hacia nuestros invitados --dice la madre superiora. --No se moleste senora --responde el mas joven de los caballeros. He de reconocer que en el fue en el primero que me fije. Sus ropajes y su rostro me resultaban conocidos, como si en otra vida nos hubiesemos encontrado. --Vera usted Madre --continua diciendo el hombre mayor--. Tan solo venimos de paso. Ayer al alba, mis hijos, aqui presentes y uno mismo, decidimos partir hacia Canaluero para resolver unos asuntos pendientes, pero uno de nuestros caballos sufrio un percance y anduvimos hasta, gracias a Dios, encontrar vuestro convento. Por ende, nos gustaria alojarnos esta noche y la del dia siguiente a ser posible. Siempre y cuando no seamos un inconveniente. --En absoluto senor... perdone la indiscrecion, pero aun no han mencionado sus nombres -- responde Sor Maria --Mi nombre es Pelayo de Borbosa, y estos son mis cuatro hijos Carlos, Esparto y mis dos hijos menores Felipe y Lourdes --contesta Don Pelayo. A los pocos segundos, comienzo a escuchar una voz que grita mi nombre "Catalina, Catalina". Es la madre superiora que me llama para ir al salon principal, y para que nadie sospeche que me habia quedado escuchando a traves de las paredes, se me ocurre la ingeniosa y desafortunada idea de entrar corriendo a la sala, como alma que lleva el diablo. Pero tal fue mi desgracia, que yo, vestida con los habitos aun de novicia, tropece nada mas abrir la puerta con tal fin de ir a parar sobre los brazos de Felipe. Enseguida mi rostro se torno colorado y la verguenza se apodero de mi.--Lo siento muchisimo senor, no era mi intencion --digo con un hilito de voz con el fin de disculparme. --No se preocupe Hermana, ha sido un accidente --me responde amablemente el joven muchacho y me sonrie. Juro que, por un segundo, mientras el muchacho se disculpaba, nuestras miradas se entrecruzaron y senti que el mundo se habia detenido. Pero ese esplendido resplandor de felicidad es interrumpido por la voz de Sor Maria. --Nuestra querida Catalina aun es novicia, aunque le queda poco para tomar los habitos, si es que no tiene mas descuidos como los de hoy. Acompana a los senores y a la senorita a los aposentos de la entrada, las monjas y yo dormiremos juntas en otro lado --me indica Sor Maria. Y asi lo hago. Acompano a los invitados a sus dormitorios y me dirijo yo al mio, a sabiendas de que en escasas horas llegara la hora del rezo de primera hora de la manana.

  • Jugare contigo de Maritza M. Buendia

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  • El secreto de Julieta (Mi jefe 1) de Dylan Martins

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    Observe tras los cristales de mi despacho que el sol comenzaba a brillar con mas intensidad de lo habitual, se asomaba la primavera en su maximo esplendor. La taza de cafe en la mano era mi mejor aliada para afrontar un nuevo dia lleno de trabajo y, ademas, una entrevista para ocupar la vacante de secretaria. Mi anterior secretaria se habia casado con un chico militar y a este lo habian destinado fuera por lo que perdi a la joya mas valiosa de mi dia a dia y fue justo en ese momento cuando me di cuenta de que encontrar otra igual iba a ser mision imposible. Victor, mi amigo de toda la vida me pidio el favor de echarle un cable a la hermana de su novia, o sea, a su cunada que se habia quedado en paro despues de trabajar tres anos en una empresa que ahora habia quebrado, por lo que al menos experiencia tenia, solo quedaba entrevistarla. Faltaban cuatro dias para el sabado, el dia de mi cumpleanos. Al cumplir cuarenta anos iba a celebrarlo como Dios manda y por todo lo alto. Lo estaba preparando todo con mucho ahinco, no iba a permitir que faltara detalle y para eso era muy meticuloso. Habia invitado a todos mis amigos, compromisos de trabajo, familiares... En total, unas doscientas personas. Ya que no tenia planes de casarme y mucho menos pareja, al menos lo haria en plan bodorrio y a lo grande. Mi empresa era una de las redes sociales mas importantes del mundo, por lo que habia tenido una suerte impresionante cinco anos atras y ahora contaba con un equipo de mas de cien trabajadores en diferentes partes del mundo, ademas de la oficina central donde yo tenia mi despacho y una parte del personal. Ademas de haber conseguido el sueno de mi hermana Estibaliz: ser influencer. Llevaba dos anos en ello y ahora a sus veinte era una de las mas codiciadas y cotizadas. Ni que decir tiene que hicimos cuanto pudimos para que tuviera la mayor visibilidad del mundo y que en menos de un mes contara con millones de seguidores. Ella era veinte anos menor, y es que, como decian mis padres, habia venido de sorpresa, pero eso si, se convirtio en la princesa de la casa, era la nina de todos, hasta casi la crie como si fuera mi propia hija. Mis padres estaban jubilados, los dos habian sido profesores y ahora estaban mejor que nunca viviendo en unas infinitas vacaciones, donde cada dia hacian algo. Era un matrimonio de esos unidos para toda la vida, donde el respeto, el amor y el carino los mantenian en un absoluto enamoramiento. Yo creia en el amor de los de antes, aunque no me lo aplicaba, era estar con una chica viendome mas de una semana y me entraba el agobio, me alejaba fulminantemente, era como no querer afrontar mi vida ligada a la de otra persona. Queria ser libre. Mi amigo Victor era como yo hasta que conocio a Susy, en la sala de urgencias cuando fue por un colico nefritico y alli trabajaba ella como enfermera. Segun el, fue un flechazo a primera vista, yo no me lo crei, pero la broma ya lleva casi un ano, asi que por lo visto tenia razon. Poco me habia durado la paz esa manana, por la puerta aparecio mi hermana, sin llamar siquiera, tipico en ella. --Buenos dias, hermano --entro directa a sentarse en uno de los sillones de mi mesa. --Buenos dias --sonrei mientras le senalaba mi taza por si queria un cafe. --No, ya sabes que no tomo mucha cafeina --volteo los ojos--. Vengo a pedirte un favor. --Que raro... --ironice. --Bueno, ?a quien mejor que a tu hermana favorita? --Eres a la unica que tengo --voltee los ojos. --Pues blanco y en botella... --Pide por esa boca --solte el aire viendo venir que tantos rodeos no eran buenos. --Necesito que me acompanes esta noche a un evento que me han invitado. Me entere de que va un influencer que me gusta y quiero darle celos contigo. --?Tu estas loca? --resople negando. --Un poquito, pero ya a estas alturas no me podeis devolver. --Ni suenes que ire --le adverti senalandola con el dedo. --Si que iras --se levanto--. Recogeme a las ocho en casa de nuestros padres. --Claro, ?donde si no? !A ver cuando te independizas! --?Yo? --Se senalo a ella misma desde la puerta haciendo un gesto de lo mas exagerado--. Ni que fuera tonta. ?Donde voy a vivir mejor que alli? --me saco la lengua y dio un portazo que debio resonar en todo el edificio. Lo peor de todo es que a las ocho en punto estaria el "menda" en la puerta de casa de mis padres esperando a que la nina saliera para acompanarla a darle celos a un chico, que seguro seria de esos que solo sabian hacer poses en las redes. Vamos, que lo tenia claro. Dos golpes en la puerta y no podia ser mi hermana porque se hubiese dejado algo, ella no llamaba. --Adelante. --Hola --sonrio una joven preciosa con un gesto entre despiste y nervios. --Hola, buenos dias --me levante para dale la mano--. Soy Lorenzo y tu debes de ser Julieta. --Claro --se sento sin darme tiempo a ofrecerle asiento--. Vengo a firmar el contrato que me consiguio mi cunado Victor, menos mal que sirve para algo --dijo con indiferencia causandome una carcajada. --?Como que para el contrato? Lo de Victor hare como que no lo he escuchado, te recuerdo que es mi amigo --carraspee aguantando la risa--, pero esto es una entrevista --arquee la ceja. --Bueno, pero estoy recomendada, ademas, como sabras vengo de trabajar tres anos de secretaria, a lo que hay que anadir que tengo unos trillizos que mantener y soy viuda con treinta anos. --Vaya, lo siento... --No sabia si estaba intentando convencerme, puesto que era una descarada, o es que Victor casi le habia garantizado el empleo, pero cualquiera le decia que no. !Menudo genio gastaba la senorita! --Entonces, ?firmamos el contrato? --Claro, empezaras con seis meses de prueba y si funcionas se te pasara a la plantilla fija. Manana a las ocho puedes comenzar y tendre preparado el contrato para que lo firmes. Deja a mi companero de la primera puerta del pasillo una copia de tu documento de identidad. --?Horario? --De ocho a tres --sonrei negando. --Pues me voy, he dejado a los ninos con mi madre, hoy no fueron al colegio porque tenian pediatra, asi que me aligero que deben estar volviendola loca. --Claro --madre mia, esta mujer era puro nervio. ?Donde me habia metido Victor? Se fue dando un portazo como habia hecho un rato antes Estibaliz, aqui parecia que tenian algo en contra de la puerta y al final iba a tener que quitarla por la seguridad del edificio. Trabaje esa manana revisando graficos y datos que me habian enviado de la semana, la verdad es que todo crecia a la velocidad de la luz y no habia un solo dia que no me impresionara la cantidad de nuevos clientes que entraban para ver su publicidad plasmada en nuestra pagina. Llame a Victor para darle mi primera impresion. --Hola, hermano, ?que tal? --pregunto con ese tono de felicidad que siempre le acompanaba. --Hola, bien, ya entreviste a Julieta. --?Viste que es la perfecta? --Bueno, que quede entre nosotros, la vi un poco descarada. --Pero en su trabajo es profesional, es un poco alocada, pero responsable. --Se fue rapido porque tenia que recoger a sus trillizos que los habia dejado en casa de su madre. --?Sus trillizos? --Si, ya me conto que era viuda. --Yo la mato... --?Pasa algo? --Obviando que no tiene hijos, nunca estuvo casada y no le duro un novio dos telediarios, nada mas... Bueno si, vive con sus padres. --?En serio? --me eche a reir, no me quedaba otra, me la habia colado sin venir a cuento de nada. --Nada, esa es Julieta en su estado puro, bromista y alocada, pero de verdad, en el trabajo es profesional, por lo demas no le hagas ni caso. --Vale, es bueno saberlo --trague saliva y ladee la cabeza. Quedamos en vernos el sabado en mi cumpleanos, asi que, segui trabajando pues la manana se iba de forma veloz y queria terminar de revisar varias cosas. Dos golpes en la puerta y volvio a aparecer Julieta. --Dime --sonrei. --Nada, que ya deje mi documento ahi, para que veas que soy eficaz --un gesto de adios con sus dedos y otro portazo mas. Estaria bueno que dejar un documento fuese digno de eficacia y no de responsabilidad para poderle hacer su tan ansiado contrato, pero bueno, se veia que ella vivia en su mundo y yo me iba a tener que adaptar a el, por el bien de mi tranquilidad mental, al menos iba a intentarlo. Para colmo esa noche tenia un evento con mi hermana, el dia parecia que habia comenzado movidito e iba a terminar de igual manera...

  • El funeral de Lolita de Luna Miguel

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    La esperada primera novela de Luna Miguel, <> (Tua Blesa, El Cultural de El Mundo).

  • Corazones enredados de Judith Priay

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  • Ella me pertenece de Lia Carnevale

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    Ciudad de Mexico, 2007 En el momento en que me di cuenta de que mi vida estaba a punto de quedar patas arriba, fue cuando presione el pie en el acelerador, la alfombrilla no detuvo el movimiento y el automovil, un Chevy C2 de segunda mano, alcanzo los ciento cincuenta por hora. Las calles de Polanco, el barrio mas exclusivo de Ciudad de Mexico, aparecian mojadas por una ligera lluvia. El cielo estaba oscuro, el otono ya habia hecho su aparicion. Baje la ventanilla y respire el aire perfumado de humedad; sin duda era mi estacion favorita, suave, agradable, tranquila, tal como yo me sentia cuando estaba cerca de Ysabel. No estariamos solos nosotros dos, en pocas horas, tal vez minutos o segundos, seriamos tres: Alexander, Ysabel y Felicity, nuestra hija. Nuestra familia. Eran tan solo las ocho de la tarde, por suerte, la hora punta habia pasado, asi que solo habia unos pocos autos en mi camino. Aparque lo mejor que pude frente al hospital y sali rapidamente del pequeno automovil que mis padres me habian dado tras de aprobar el examen de conducir. En ese momento, el telefono comenzo a sonar, lo saque mientras caminaba por la avenida hacia la puerta principal. --Papa, he llegado. !Estoy entrando! Lo note molesto de la misma manera que percibi a mi madre cuando me llamo para decirme que Ysabel habia comenzado el trabajo de parto. --Esperamos noticias, chico. Diablos, cuantas mujeres dan a luz hoy en dia. ?Por que solo habia agitacion en su voz? --Claro papa --no dije nada mas. Nadie apagaria mi alegria. Me moria por ver a Ysabel, estar junto a ella, presenciar el nacimiento de mi hija. ?Era feliz? Si. Superariamos cualquier problema, derrumbado cada obstaculo. Tarde o temprano creerian en nuestro amor, sus padres, mi hermana, mi familia, todos. Nadie nos separaria. Ahora menos que nunca. Estariamos juntos para siempre. Serenos y unidos. Me dirigia rapidamente al departamento de ginecologia que la senora me habia indicado en la entrada. El aire estaba impregnado de desinfectante, las escaleras llenas de polvo y los pisos cubiertos de manchas oscuras. La limpieza no era la mejor, aunque deberia haber sido una prioridad, pero el hospital publico no tenia fondos suficientes y, en cualquier caso, los que ingresaban alli eran demasiado pobres para fijarse en la suciedad. Tenia la esperanza de que los padres de Ysabel elegirian una clinica privada para el nacimiento de su nieta. Yo no me lo podia permitir, pero ellos si. La familia Mendez se situaba entre las mas ricas del mundo, podrian haber pagado cualquier cosa, pero estaban demasiado ocupados luchando contra nuestro amor para preocuparse por el lugar de mierda donde su hija estaba a punto de dar a luz. Me pase una mano por el cabello, aleje los malos pensamientos y me prepare para ir a la habitacion donde la unica razon de mi existencia pugnaba para hacerme mas feliz aun. Las luces iluminaban el largo corredor, el silencio era interrumpido por los gritos de una mujer: Ysabel. Corri hacia alli y cuando llegue a la entrada me detuve debido al grito que se escucho al otro lado de la puerta. ?Que se suponia que debia hacer? ?Deberia haber llamado? ?Entrar? ?Por que no habia nadie alli? ?No deberian las enfermeras hacer el turno de noche? Decidi entrar, pero tan pronto como puse mi mano en la manija, se abrio. !Tanjia! la hermana de Ysabel me indico que me corriera. La deje pasar y cerro la puerta. Tenia los ojos brillaban y sus labios temblaban. La mire confuso. Buscaba en sus ojos la alegria de quien acababa de convertirse en tia, pero no pude encontrar nada que no fuera… ?dolor? ?Enfado? ?Miedo? Se detuvo frente a mi, sus manos apretadas cerrando el puno. --!Es solo culpa tuya! Maldito el dia que entraste en la vida de mi hermana --dijo rompiendo a llorar. La deje a merced de sus emociones, porque no podia entender la razon de las lagrimas. Un indicio de desesperacion se abria paso en mi cabeza, borrando la euforia que lo ocupaba. ?Que demonios estaba pasando? El silencio se adueno de todo, tanto, que podia sentir mi corazon latir mas rapido. Fue en aquel momento que la puerta se abrio… Fue en aquel momento cuando vi el cuerpo del amor de mi vida cubierto por una sabana blanca… Fue en aquel momento que el medico me informo que habian muerto… Muertas... Ambas. Cai sobre mis rodillas, lleve mis manos, manchadas de la grasa que distinguia a los mecanicos de los otros trabajadores frotandome los ojos, esperando que una vez abiertos descubriera que era solo un mal sueno. No fue asi. Ya no fue nada mas. Mi vida perdio el rumbo. Se perdio en medio de la nada. Capitulo 2 Nueva York, 2019 Sali de la limusina que me habia llevado al enesimo evento organizado especificamente para personas con cuenta bancaria de seis cifras. Al menos una vez a la semana me veia obligado a asistir a estas fiestas, donde la caridad se usaba como excusa y el objetivo principal era aparecer en escena. Alise la chaqueta negra de Armani y me prepare para atravesar la alfombra roja entre los destellos de periodistas y la gente comun que esperaba la llegada de algunos VIP que realmente importaban. Siempre me preguntaba que cono hacia en ese lugar. La respuesta era siempre la misma, simple y objetiva: nuestro bufete de abogados estaba a la vanguardia en las donaciones a los mas pobres. Gracias tambien a ellos, estabamos consiguiendo mas y mas clientes. Publicidad. Era solo una forma egoista de publicitarnos. Simon caminaba a mi lado. Cruzamos entre la muchedumbre con paso rapido, algunos fotografos y periodistas intentaban detenernos y hacernos algunas preguntas, pero los ignoramos, como siempre, claro. Quienquiera que hubiera organizado el evento no escatimo en gastos, la mesa estaba cargada de caviar y champan, una de las bandas de rock mas populares alegro la noche y para terminar las cifras que se recaudaron superaron con creces las expectativas de cada presente. Aparentemente todo era perfecto. Exacto, solo aparentemente. Me gustaba mi trabajo, ir a los juzgados, ganar un caso, emitir una factura y recibir el pago; queria limitarme a eso. Me hubiera encantado sin todas aquellas putadas. --Parece que Sophie y tu estais pasandolo bien esta noche. --La voz de Simon me obligo a apartar los ojos de la mujer que acababa de nombrar. No le respondi, volviendo a mirar a mi companera de juegos. --?Tarde o temprano sentaras cabeza? Sophie es inteligente, podria ser la ideal. --!No! --dije con firmeza. Termine de beber champan y fui hacia la mujer que aliviaria otra noche de insomnio. No habia lugar en mi vida para nadie… y mucho menos para una mujer. Lo tomaba todo. Cada suspiro Cada respiracion. Cada gemido. Luego me marchaba. Ese era yo. Este era yo. En el trabajo. En la vida privada. Con personas. --Alex, te ruego… --?Que pasa Sophie? ?Por que estas rogando? --!Oh, Dios! --Echo la cabeza hacia atras, dejandome libre acceso a su garganta. Su piel era suave, blanca, delicada. Le habria dejado una marca, como cada vez que la follaba. --Mas fuerte. --Se aferraba a mis hombros y agarraba mi cabello, llevandome al centro de su placer. Era su instante favorito. Pase mi lengua sobre su clitoris, lentamente, justo como a ella le gustaba, la penetre y luego volvi a lamer. Me di cuenta de que estaba a punto de correrse cuando sus musculos comenzaron a contraerse y los gemidos se volvieron mas fuertes. La deje alcanzar el extasis y, en el mismo momento en que termino, comence a arremeterla contra la pared de la entrada de su apartamento. La penetre mas profundamente, arrancandole un grito que rapidamente rompi con un beso. Un beso que no tenia nada que ver con la dulzura, con el amor. Despues de todo, yo no era delicado, gentil. Me gustaba follar Me gustaba el sexo sucio, aspero y vulgar porque asi me hacia sentir cuando terminaba. Sophie habia sido la unica mujer capaz de darme el minimo de placer esperado en un polvo. Por eso se habia convertido en mi entretenimiento permanente, a pesar de que ella estaba empezando a pedir mas. Y esto me cabreaba. Ella sabia que no le habria dado lo que queria, ni a ella ni a ninguna otra. Me separe de su calido cuerpo. Sonrei traviesamente frente a su expresion enojada. Tenia hermosos ojos verdes, fue justamente su magnetica mirada lo que atrajo mi atencion y provoco el deseo de quitarle las braguitas de primera vez. Mire el cuerpo curvilineo envuelto en el exiguo vestido purpura, usado para la fiesta de cumpleanos de Simon esa noche; Su falda quedo retorcida alrededor de su plano estomago, sus braguitas yacian en el suelo junto a mis pantalones. La gire bruscamente contra la pared y la penetre. Empuje fuerte, entre hasta que golpee mis bolas en la piel sudorosa. Dentro y fuera, un movimiento mecanico, rapido, instintivo y natural. Unos pocos empujones y la saque, me aleje y me vacie en su piso. Estaba sin aliento, sudoroso y aunque en apariencia parecia satisfecho, siempre sentia aquel vacio. Un vacio que me acompanaba ya durante anos. Me detuve por un momento para recuperar el aliento, recogi mis pantalones y me los puse. Mire a Sophie y le sonrei. No queria que ella pensara que no era suficiente, no se lo merecia, el problema no era ella, sino yo. Se bajo el vestido y se acerco. Me quede quieto y deje que acariciara mi mejilla. Sophie era una de esas hermosas mujeres con todo cuesta arriba. --Vamos a la cama --susurro agarrando mi mano. --!Sophie! Mi tono sono a advertencia. Pretendia ir mas alla y como siempre, tenia que ponerla a raya, asi que me libere de su agarre y continue vistiendome. --Alexander, hemos estado teniendo sexo durante meses. Follamos y tu te marchas. !Estoy harta! Quiero mas y si no estas dispuesto a darmelo, sal por esa puerta y no vuelvas. Parecia segura, pero sus ojos brillosos traicionaban sus palabras. Termine de abrocharme el cinturon del pantalon y tome su barbilla, trasladando nuestros ojos al mismo nivel. --Siempre he sido claro contigo. No quiero emparejarme, no lo busco y nunca lo buscare. Si ya no estas dispuesta a verme, lo acepto. La deje ir y espere a que secara la lagrima que mojaba su mejilla. No se que reaccion me esperaba, seguramente habia sido un imbecil al hablarle asi. --Solo te estoy pidiendo que lo intentes. Solo eso Alexander. Me lo debes. --No te debo nada. Lo que acabamos de hacer fue buscado y deseado por ambos. No estoy en deuda contigo --dije dirigiendome a la puerta y la abri. --!Alexander! --Llamo de nuevo, pero no me di la vuelta. No podria, la habria vuelto a ilusionar. Le dije adios en silencio, como habia hecho con todas las demas antes que ella.

  • Seb Damon 3 14 (Seb Damon 1) de Martin Mccoy

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    ?Imaginas vivir una historia digna del cine negro en una ciudad de la Luna? Tal vez te cueste imaginarlo, pero puedes leerlo.

  • Catorce Colmillos de Martin Solares

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    Una semana muy oscura de 1927 un hombre es asesinado en extranas circunstancias y su cuerpo aparece en un callejon de Paris.

  • Segunda Oportunidad en Miami (Hermanos Walker 2) de Marcia Dm

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    Estados Unidos, es la antitesis perfecta a ciudades como Nueva York o San Francisco. Quiza esa sea la razon por la cual me guste tanto este lugar: Nueva York me deprime, California me ahoga con su esnobismo y el centro del pais es demasiado tradicionalista. Con un suspiro, apoyo mis pies en el suelo de madera fria y me siento en el borde de la cama. En mi mesa de noche, hay un pequeno boton que abre las cortinas lentamente y me ensena el mar turquesa que parece sacado de un cuadro. Es en esos momentos en que mis ojos se posan en el oceano que no puedo evitar pensar en Emma, se que este color le fascinaria. Estas pensando en ella de vuelta, Luca... Patetico. Tomo aire, llenando mis pulmones y estiro mis brazos por encima de mi cabeza. Soy un hombre rutinario, me gusta, me siento comodo en la rutina y si me mantengo a raya, entonces nada puede salir de control, por una simple razon. Yo soy control. Mi empresa, mi vida, mi cuerpo. Absolutamente todo pasa por un escrutinio peligrosamente obsesivo. Me levanto de la cama y siento la brisa de la manana por todo el cuerpo, me gusta dormir desnudo y creo que es uno de los pocos momentos donde me permito ser vulnerable. Tengo una extrana relacion con mi desnudez y no tiene que ver con mi autoestima, porque se perfectamente que mi cuerpo es deseado --por ambos sexos--. Creo que la relacion esta ligada a la libertad que implica la desnudez y, como mi unico vecino es el mar, me puedo dar el lujo de caminar por mi casa con mi trasero al aire. Cafe, periodico en papel, no esas versiones digitales completamente horribles que existen; frutas y nueces. Mi ama de llaves, Ana Maria, sabe perfectamente como quiero mis comidas y las deja preparadas para mi. Ella viene todos los dias, pero en los horarios donde yo no me encuentro en la casa, fue casi un acuerdo que hicimos. Me gusta mi soledad y se lo di a entender muchas veces, creo que aprendio a respetarlo cuando entro a mi casa y me encontro desnudo. O follando con alguien. Si, Ana Maria no va a volver a entrar fuera de sus horarios. Cargo los utensilios en el lavavajillas y me preparo para una larga sesion de gimnasio. Mi entrenador, Luis, viene todas las mananas. El es cubano-americano, especialista en ju-jitsu y practicamos este hermoso arte marcial desde que me mude aqui hace algunos anos. Usualmente comenzamos calentando el cuerpo, luego tenemos cuarenta minutos de practica y despues sesenta minutos de levantamiento de peso. --Luca... --saluda, cuando abro la puerta para dejarlo entrar. --Buenos dias, Sensei --respondo siguiendo la tradicion del arte. No importa que Luis no sea japones, en esta practica, el es el lider y es el unico momento del dia donde interactuo con alguien que tiene mas autoridad que yo. Bueno, al menos que hable con mi hermano, Silas, el CEO de Property Group, la compania de mi padre. Por suerte, cuando nos dividimos las sucursales, acordamos que cada uno va a tener total autonomia sobre las oficinas, pero el siempre es el que le da el visto bueno a todo. Luego de una practica exhaustiva, Luis se retira y me dirijo directamente a mi bano. Ducha, muda de ropa y a trabajar. Las oficinas de Property Group Miami estan en el edificio mas alto de la primera avenida. Actualmente la oficina posee dos pisos, aunque crece cada dia mas y pienso hacer lo posible para que sea la numero uno de todas las sedes de Property Group. Somos cuatro los hermanos Walker, Silas es el CEO y el General Manager de New York, Oliver tiene Texas, Killian tiene California y yo, Florida. Cada uno con su espacio. ?Mencione que somos competitivos? Ah... detalle. Nuestro padre nos crio para ser los mejores en todo, incentivando la competencia entre los cuatro. Por eso no podemos evitar ser quien somos. Obsesivos. Competitivos. Buscadores compulsivos de retos. Pero, a pesar de todo eso, nos queremos, muy... muy en el fondo. Al menos yo intento incentivar ese sentimiento una vez por ano cuando los invito a mi casa. Mientras estaciono mi coche, un Audi R8, en el espacio reservado con el nombre L. Walker, mi movil suena. Brenda llama. Mi asistente. --Brenda --respondo. Mi tono siempre suele ser un poco duro, no se por que salio mas duro de lo normal esta vez. Sera que quiza aprendi la leccion con respecto a mis asistentes en el pasado. Parece que a ninguna le llego el memorandum: Follar no pone un anillo en tu dedo. Y honestamente me canse de entrevistar una tras otra, mi oficina parecia la pasarela de Victoria Secret. No mas, de ahora en adelante, puro profesionalismo en la oficina, con todos; nada de obligarme a ser mas amable de lo que en realidad quiero ser con las personas. Por eso el tono. --Senor Walker, solo llamaba para recordarle de su cita a las doce con Great Ideas. Miro el reloj. 11:56. --Estoy estacionando el maldito coche, Brenda. --Oh, lo siento --se corrige--. Solo queria confirmar si... Corto la llamada. Esta ultima semana estuve entrevistando a las mejores companias de marketing que tiene Florida. Great Ideas es la ultima y honestamente, espero que me guste porque las otras apestaron. Parece que la creatividad murio hace muchos anos en este pais. Miro mi reflejo en las puertas del ascensor y perfecciono un poco mas mi imagen. Acomodo mi camisa blanca por debajo del traje negro, ajusto mi corbata de satin negra y arreglo mi cabello. No es vanidad, es perfeccion y la perfeccion connota seriedad. Las puertas del ascensor se abren y camino de memoria por los pasillos de mi oficina, mientras envio un e-mail. Querido senor Eyre, Espero que este mail lo encuentre muy bien. --Senor Walker, lo acompano --dice Brenda, mientras da pasos atropellados a mi lado--. Ellos lo estan esperando en la sala Gaudi. --Bueno. Envio este mail remontandome a la conversacion que tuvimos en la marina dos dias atras, cuando quiera recorrer las mejores propiedades de Miami Beach, por favor, contactese con mi asistente. --Hay un servicio de cafe, pero si quiere algo en particular, dejemelo saber. --Su voz suena agitada. Brenda tiene que empezar a ejercitarse si quiere seguirme el ritmo. Sigo escribiendo. Ella va a concretar una cita y yo personalmente voy a encargarme de que invierta en el lugar correcto. Coloco mi mano en la barra de metal y empujo la puerta de vidrio. Atte. Luca Walker. Enviar. Camino hasta la silla de la cabecera. Puedo ver de reojo a dos personas que se levantan tensamente cuando me ven entrar. Un hombre y una mujer. --Buenos dias a todos --digo mientras apago la pantalla del movil. Cuando levanto la vista, me enfoco casi automaticamente en la mujer en la sala y el movil se desliza de mi mano y cae sobre la mesa de conferencias, haciendo demasiado ruido. Emma. Emma Green. Mi gran amor de la infancia. -Senor Walker --dice ella, extendiendo su mano para estrecharla con la mia. --Emma... --Me atraganto, mi voz sale rasposa, fuera de control y excitada. Brenda y quien sea el otro idiota parado alli, nos miran con pura confusion. Estiro mi brazo y tomo su mano. Su piel se siente tibia, extranamente suave para alguien que solia dibujar todo el dia. --Oh, ?se conocen? --pregunta el hombre. Ya lo odio, su voz suena pedante, como la clase de hombre que cree que tiene el mundo a sus pies. Dije, cree, no tiene. Mi respuesta es casi automatica en mi cerebro: Claro que la conozco, fue la unica mujer que ame alguna vez. La unica que me hacia reir. La unica que me hacia venirme en mis pantalones con solo una mirada. La unica que despertaba los sentimientos mas vibrantes y sofocantes. --Si --responde ella, yo aun no puedo hablar--, soliamos ser companeros de colegio. ?Companeros de colegio? ?Que carajos? Fuimos mucho mas que simples companeros de colegio, maldicion, fuimos... fuimos.... -Oh, crei que no eras de Miami --dice el hombre en un tono acusatorio. Eso me despierta y finalmente despego mis ojos de ella, para fijarlos en el. --No lo es. Yo tampoco --aclaro. ?Por que la defiendo? No se lo merece. --Bueno --dice, desabrochando su traje y sentandose otra vez como si este lugar fuese su casa--, definitivamente el mundo es un panuelo. Tengo que estar de acuerdo con este idiota, no puedo creer que ella este aqui. Lo ultimo que supe fue que vivia en New York con su hermana, Lauren. ?Que paso? ?Por que esta aqui? ?Sabia que iba a encontrarse conmigo? Emma intenta soltarse de mi agarre, no me di cuenta que todavia la tenia sujetada. Dios, no cambio casi nada, su cabello sigue siendo rubio, lacio y largo. Sus ojos verdes zafiros, su cuerpo mas esculpido y relleno de lo que recuerdo. Trago saliva. Emma fuerza una sonrisa y se sienta, yo la sigo en el movimiento, hasta que escucho a alguien carraspear en la sala. Cierto, Brenda esta aqui. --Puedes retirarte --digo sin mirarla. En cambio, me acomodo en mi silla y espero por este show, porque puedes apostar lo que quieras a que, si Emma Green tiene que venderme algo, voy a volverla malditamente loca. Es hora de equilibrar la balanza. CAPITULO 2 EMMA Sabia que era un error venir aqui. !Lo sabia! ?Acaso escuche mi propio consejo? !No! Dios, mi hermana tiene razon, si que puedo ser terca a veces. Chad, mi jefe, comienza a hablar sobre quien es Great Ideas, con ese tono presumido que usa a veces, ese tipo de tono que tiene alguien con demasiada autoestima y el ego mas inflado que un globo aerostatico. Lo dejo hablar porque, en primer lugar, es mi jefe y segundo, no es mi momento de hablar. Por supuesto que esto esta ensayado con anterioridad, necesitamos esta cuenta. Pero yo le dije a Chad, que si era Luca Walker quien iba a entrevistarnos, esa tecnica no iba a funcionar. Y... !!No esta funcionando!! Luca tiene una media sonrisa burlona y una ceja alzada, observa a Chad como si fuese un especimen que le da un poco de pena, un poco de gracia y un poco de preocupacion. De vez en cuando me mira a mi, intentando buscar complicidad, pero yo pretendo no darme cuenta que es lo que le molesta de Chad. En cambio, escucho a mi jefe hablar como si fuese el mismisimo Buda dando sus ensenanzas en Nepal. Soy buena pretendiendo. --Espera, espera... --interrumpe Luca y le hace esa tipica sena que hace alguien cuando no sabe tu nombre y espera que tu se lo digas, un movimiento con la mano, casi invitandolo a revelar su nombre. --Chad --dice mi jefe de forma orgullosa. --Chad --repite Luca--, tengo una pregunta. Oh, no, aqui vamos. --Si, claro. --?Quieres venderme la empresa? Chad me mira por un segundo y yo le devuelvo la mirada de te lo dije. Se acomoda en su asiento con mucha incomodidad y esboza su sonrisa cordial. --No, claro que no. --Entonces ?por que pierdes el tiempo relatandome la historia de ella? Estoy aqui por sus ideas, eso es lo que tienen que venderme. Me siento erguida en la silla y decido rescatar la situacion. --Senor Walker --digo llamando su atencion, la cual cae directamente sobre mi, como la energia mas pesada que haya sentido nunca jamas--, tiene razon, comencemos con la presentacion, ?les parece? --Gracias --responde con un tono irritado. Me levanto y camino hacia la pantalla justo delante de el. Se que esta mirando mi cuerpo, lo puedo ver en el reflejo de los vidrios de la oficina y por eso elegi este atuendo. Uno que no usaria en la oficina normalmente, pero como supuse que Luca iba a posar sus ojos sobre mi, hice un esfuerzo. Un conjunto simple de blazer y pantalon color rosa palido, con una camisa blanca y unos zapatos que no cubren mucho el pie, pero me da altura. Y cuando estas en presencia de Luca Walker, luego de casi veinte anos sin verlo, necesitas altura. Porque Luca tiene ese tipo de miradas tan intensa, que cuando mira para abajo se oscurece y te dan ganas de correr y enterrarte en la tierra. Me estremezco de solo recordar su mirada severa. Y de golpe, un recuerdo azota en mi cerebro. La imagen de Luca el dia que termino todo entre los dos, el dia que vi una tristeza imposible de evadir, una lagrima que caia desde su ojo derecho. No, shuu, shuu, vete memoria, !no es el momento! Enderezo mi espalda, ya que tiendo a estar un poco encorvada porque paso muchas horas pintando y comienzo con mi presentacion. No miro a Luca cuando hablo, miro a Chad, como una cobarde, ya que eche una mirada hacia donde esta el y mi estomago se contrajo con solo verlo. Derecho. Serio. Inamovible. Indescifrable. Su barba oscura cubre gran parte de su rostro, pero todavia puedo ver lo hermoso que es debajo de ella, su cabello esta mas corto de lo que recordaba, sus labios gruesos y besables. --Buscamos trasmitir elegancia cuando se trata de Property Gorup Florida --continuo--, por eso buscamos imagenes que connoten exactamente eso. --Miro hacia la pantalla y con el puntero y voy cambiando las imagenes que busque exclusivamente para el. Mansiones en la playa, edificios exclusivos, la vida en Miami lujosa y extravagante. --Vuelve --ordena Luca y eso hace que me detenga por completo, lo observo con una mirada confusa, temerosa. --?Q-que? --Mi corazon golpea en el pecho. Luca me mira como si le molestara mi mera presencia y repite lo que dijo: --Vuelve una imagen atras. Oh, se referia a eso... Uff, que alivio. Oprimo el boton dos veces, hasta que grita: --Alli, detente. --Detengo la imagen y observo una mansion moderna, una imagen que encontre en Google hace unos dias cuando preparaba esta presentacion--. Esa es mi casa. !?Que!? ?Ahi es donde vive ahora? --Oh... --balbuceo mirando la imagen otra vez, esta vez con otros ojos, casi intentando descubrir a Luca en los detalles de la arquitectura. Pero no lo veo. --!Que coincidencia! --dice Chad, riendo como si esto no fuese un momento tenso entre los dos. --No quiero que usen mi casa para publicidad. --Su tono rigido y sin chiste. Estoy por decirle que es mera coincidencia, que su mansion aparecio en una busqueda rapida de Google, pero en cambio digo: --?Eso significa que vamos a trabajar juntos, senor Walker? La severidad en las cejas de Luca se desarma cuando digo eso y una media sonrisa aparece en la comisura de sus labios. Dos pueden jugar este luego, Luca. --Termina con tu discurso primero, Emma. --Su tono es firme, pero detras hay una sonrisa que siempre ame. Maldicion, lo que me gustaba mas de Luca, era que su sonrisa era solo para mi.

  • With me. Aiden de Jessica Cunsolo

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    Por fin han llegado las vacaciones de Navidad, y Amelia, Aiden y sus amigos se preparan para pasar un merecido descanso en la casa de la playa. Tras la muerte del padrastro de Aiden y su posterior arresto, necesitan relajarse entre amigos, pero esta claro que Thea Kennedy, es decir, Amelia Collins, nunca puede bajar la guardia. Asi que las esperadas vacaciones se acaban convirtiendo en dias cargados de drama, secretos, mentiras y tension en los que Amelia y Aiden se necesitaran mas que nunca.

  • Hasta que llegue el Caballero de Sue-ellen Welfonder

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    Lady Mariota MacNichol, acusada de haber asesinado al indigno hombre al que creia amar, se esconde en el deshabitado castillo de Cuidrach. Pero entonces, el nuevo lord de Cuidrach llega inesperadamente… Sir Kenneth MacKenzie es un feroz caballero bastante experimentado aunque su ultima conquista le dejo el corazon destrozado y el orgullo herido–. ?Cuanto tiempo transcurrira antes de que ambos compartan la cama? Y, lo mas importante, ?dejaran los fantasmas del pasado que puedan volver a creer en el amor?

  • Lo unico exacto de Alain Finkielkraut

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    Alain Finkielkraut, con el rigor que le caracteriza, toma una serie de hechos politicos, sociales, filosoficos, mediaticos…, de los ultimos anos y, apoyandose en otros pensadores como Hannah Arendt, Albert Camus o Milan Kundera, los analiza y reflexiona buscando entender lo que esta pasando, comprender el desequilibrio permanente al que nos empuja el presente.

  • Mi Planta de Naranja-Lima de Jose Mauro De Vasconcelos

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    De mayor Zeze quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un nino brasileno de cinco anos que se abre a la vida. En su casa es un trasto que va de travesura en travesura y no recibe mas que reprimendas y tundas; en el colegio es un angel con el corazon de oro y una imaginacion desbordante que tiene encandilada a su maestra. Pero para un nino como el, inteligente y sensible, crecer en una familia pobre no siempre es facil; cuando esta triste, Zeze se refugia en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima, con quien comparte todos sus secretos, y en el Portugues, dueno del coche mas bonito del barrio.

  • Mi obstinado protector de Mia Ford

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    En el momento en que mis ojos se encontraron con los de ella, no habia nada que me impidiera entregarselo todo.
    He vivido toda mi vida en mi club, rodeado de motos y con mi familia de acogida, pero ahora ella lo es todo.
    Es devastadoramente hermosa, obstinada e independiente y quiero protegerla de su abusivo ex novio, aunque no quiera. Esta sola y desprotegida y aunque piense lo contrario, soy lo unico que tiene.
    Ella es la unica mujer que he amado y por la que lo daria todo. Por eso hare cualquier cosa por volver con ella y ponerla a salvo. Incluso si ello significa seguirla a todas partes.
    Le daria todo lo que tengo.
    Y la quiero a ella.
    No te pierdas esta historia de amor con toques eroticos y una obsesion que te cautivara el corazon.

  • Ahora que ya bailas de Miguel Gane

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    El nuevo poemario del autor de Con tal de verte volar, Miguel Gane.

  • El sueno de Charlotte de Luciana V. Suarez

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    Suenos premonitorios y el amor de su vida…

  • Tienes que entenderlo de Sophie Saint Rose

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    Lama se va a vivir a los Estados Unidos siguiendo un impulso. Pensaba que iba a ayudar a su amiga Ninette, que iba a traer al mundo a sus trillizas, pero se llevo una sorpresa al conocer al hombre de su vida. Al fin le habia encontrado. Aunque se resistia un poco, le conseguiria. Era el destino y cierto destino es imposible de cambiar. ?O no?

  • Un perverso encanto de Candace Camp

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    Ella es demasiado puritana, a el le gusta transgredir las normas sociales, pero tendran que trabajar juntos para vencer aquella fuerza oscura.
    A Lilah Holcutt le disgusto Constantine Moreland desde el primer momento en que lo vio. Tal vez fuera guapo, pero tambien frivolo, brusco, impulsivo y, lo peor de todo, un libertino. Pero, cuando el hermano gemelo de Con se caso con la mejor amiga de Lilah, ella empezo a verlo mas de lo que le habria gustado. Y, cuando las hermanas de Con sufrieron un misterioso secuestro, la propia curiosidad y terquedad de Lilah terminaron por imponerse, de manera que se encontro comprometida a fondo con la investigacion de Con.

  • El asesino del camino norte 1 de Rober H. L. Cagiao

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    Los acordes del Sweet Child O'mine la sacaron de aquella terrible ensonacion. Alguien le golpeaba con un Vieira en la cabeza y quedaba inmovil en el suelo, sin apenas poder moverse. Solo era un sueno. Miro el movil y torcio el gesto. Era Palau. Su jefe. -- Dime, Palau... -- Perdona, Comisaria, se que no son horas, de verdad, y se que te digo esto cada vez que te llamo pero necesito que veais algo. Os mando un video. Por favor, despierta a Costoya y echarle un ojo rapido. Salis manana por la manana para Colindres. -- ?Para donde? -- Colindres, Cantabria, Mar, paz, naturaleza, ?no querias un respiro de la ciudad? -- Si, me encanta el cantabrico, ?pero no se nos va un poco de nuestra zona de influencia? -- !A ver, Paola, Colindres esta en el camino de Santiago, el camino norte, ?te suena? -- Se puso la mano en la cabeza y comenzo a recordar los ultimos muertos en Zarautz y Gernika. -- Despertare al vago este pero no le prometo nada, lo oigo roncar desde aqui. ?No me va a adelantar nada? -- No, Comisaria, vea usted el video y luego hablamos. Les dejo desayunar, pero a las nueve los quiero preparados, intentare conseguirles vuelo a Bilbao y desde alli coche de alquiler a Colindres. -- Entendido, jefe, ?solo me llevo a Costoya? -- No, llevese a Ana y a Portela. El resto se quedan aqui, necesito a gente que vigile a los malhechores gallegos. -- ?Y Maria, aun no ha vuelto? -- Sigue de vacaciones en Madrid y no la voy a hacer volver por esto. Segun vaya la investigacion vamos decidiendo. En cuanto vean eso y esten preparados les voy informando. -- Perfecto. Ahora lo vemos -- Colgo el telefono y abrio el archivo que acababa de mandarle Palau. Al principio solo reinaba la oscuridad. Poco a poco empezo a darse cuenta de la escena. Era de noche, pero alguien arrastraba a otra persona por un camino. Le resultaba imposible saber donde estaban. Si escuchaba los quejidos de un hombre que imploraba el perdon. El video sufria un corte y volvia ya con mas luz en una especie de barrio monumental. Suponia que se trataba del lugar del que le habia hablado Palau: Colindres. Otro corte en el video y ahora si se veia nitidamente a una persona atada a los pies de una cama. Vestia ropajes antiguos. Fueron solo unos segundos. Suficiente para que un escalofrio le recorriese el cuerpo. Volvio a verlo. Tenia que ser el mismo. El que llevaban buscando desde hacia dos meses. El asesino del Camino Norte. Asi lo habia bautizado la prensa. Tenia que despertar a sus companeros. Eran las siete de la manana, les quedaban dos horas para intentar entender de que iba aquella nueva escena. II. EL ASESINO DEL CAMINO NORTE Todos habian visto ya el video. A unos mas que otros se les habia atragantado el desayuno. Paola estaba tranquila. Sabia

  • Somos lo que hablamos de Luis Rojas Marcos

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    Descubre el inmenso poder terapeutico del habla. Un texto interesante, emotivo e imprescindible sobre la importancia y los beneficios de hablar para comunicarnos asi como de hablarnos a nosotros.

  • Una carta en mi buzon (En papel 2) de Elena De La Cruz

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    Adriana vive con el miedo de que su acosador la alcance. Carlos sobrevive a la decepcion y el abandono de la mujer de su vida. Dos almas heridas que se encuentran y se ofrecen su amistad para salir a flote. Cuando la relacion entre ambos empieza a cambiar, un accidente trastocara sus vidas y los hara aun mas vulnerables. Solo la fuerza de sus sentimientos decidira su futuro.

  • La ladrona robo su conde de Christina Mcknight

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    PARA SALVAR A SU FAMILIA, DEBERA SER MALA… MUY MALA…

  • Un mes para seducir a una dama (Minstrel Valley 6) de Diane Howards

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    ?A quien seguir cuando el corazon te grita que te enamores del joven apuesto que hace que la pasion despierte en cada poro de tu piel, pero la razon te dice que es otro el adecuado?

  • Entre el abismo y el cielo de Paul Milton

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    Cuando Kilumaras, hastiado ante el comportamiento de su creacion, quebro el mundo, la humanidad se dividio y vago en las sombras.Desaparecido Aquel Que Trae la Luz, el hombre rindio su voluntad ante la ciencia, la supersticion y cualquier corrupcion que hallara en su camino, pues la oscuridad no entiende de vacios y ansia ocupar el espacio que se le ha cedido.Una profecia ha sido revelada, tres ninos han nacido bajo un cielo rojo; tres guardianes del viejo mundo deberan unir sus pasos a los suyos; tres destinos que podrian ser uno solo.?Verdaderamente Kilumaras abandono el mundo a su suerte??Se olvidara de su creacion cuando mas le necesita?

  • La epidemia de la primavera de Empar Fernandez

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    Empar Fernandez ha construido con maestria una novela en la que destacan una magnifica ambientacion de la vida en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y la de la Barcelona de las primeras revueltas sociales encabezadas por mujeres.

  • La mujer de la escalera de Pedro A. Gonzalez Moreno

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    NOVELA GANADORA DEL PREMIO CAFE GIJON 2017>Un suicidio y un misterioso asesinato sirven de arranque a este relato donde dos universitarios recien licenciados afrontan una mision que cambiara sus vidas para siempre: la de localizar unos antiguos libros de teatro medieval. Asi comienza una trepidante busqueda en la que los personajes acabaran encontrandose consigo mismos y con su propio destino, trazando a la vez el retrato de una generacion fronteriza que lucho por conseguir un espacio propio en la Espana de los ultimos anos setenta y principios de los ochenta.Una apasionante historia de intriga, de ambiciones y rencores, de amor y desamor, de frustraciones y deseos, donde los mas turbios y los mas nobles sentimientos se entremezclan y chocan dramaticamente, siempre con el telon de fondo del mundo teatral, ese espacio metaliterario en el que, como en un juego de espejos, no todo es lo que parece…<>.Fallo del jurado

  • Como el hielo de Jennifer L. Armentrout

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    Nueva novela para fans de Jennifer Armentrout, con mucho romance y dosis del clasico humor ironico de la autora. Una historia sobre mejores amigos, que siempre se han amado en secreto. Primera entrega de la bilogia HIELO, una novela new adult, romantica y muy sexy, con toques de comedia, accion y suspense. Para Sydney, estar enamorada de Kyler no es nada nuevo. Han sido mejores amigos desde que el la empujo en el patio del colegio y ella le obligo a comerse un pastel de barro Y fue poco despues cuando empezo a sentir algo por el. Entonces, ?cual es el problema? Kyler es el chico mas guapo de la facultad. Nunca sale con una chica mas de un mes seguido, y ya que es su ultimo ano en la universidad, Syd no quiere arriesgar su amistad declarandole su amor. Kyler siempre ha sabido que Syd esta totalmente fuera de su alcance. Ella es perfecta. Lo es todo para el. Sin embargo, siempre ha intentado ocultar sus sentimientos por ella. Despues de todo, Kyler es el chico impulsivo que toma malas decisiones, y Sid siempre sera la unica chica que no puede tener. Pero cuando quedan atrapados en una estacion de esqui por una tormenta de nieve, no hay nada que impida que sus sentimientos al rojo vivo salgan a la superficie. ?Podra su amistad sobrevivir a la atraccion? O mejor aun, ?Podran sobrevivir ellos? Porque, mientras la nieve cae, alguien esta acosandolos, y ese inocente viaje podria cambiar su vida en mas de un sentido.

  • Una doble vida de Flynn Berry

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    Cuando el pasado no puede perdonarse, solo queda la venganza

  • Como (no) fracasar con tu novel de Joan Bekker

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    Al contrario que otras muchas guias de marketing, esta no te promete vender mil copias ni hacerte famoso. Yo, el autor, no soy best-seller de nada, solo un simple experto en marketing.

  • Sweet Manhattan de Lina Galan

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    Aquel fue un gran descubrimiento para Brooklyn. A sus cinco anos, la nina obedecia fielmente a Jocelyn, su nanny, que solia acostarla cada noche y le leia un cuento hasta que se quedaba dormida. Pero, en aquella ocasion, la inocente lectura no fue suficiente para que su sueno se volviera profundo. Unas voces en la planta de abajo le hicieron levantarse y caminar descalza por el pasillo, con su primoroso camison blanco de encajes. Su curiosidad infantil la llevo a la parte superior de la escalera, donde, agarrada a la baranda de madera, oteo el horizonte en busca de los acontecimientos que tenian lugar en la parte inferior de la casa. Aquellas voces y risas resultaron deberse a una de las veladas sociales que organizaban sus padres mientras ella y su hermano, Kayden, cuatro anos mayor, dormian apaciblemente en sus habitaciones. Observo a su madre, Alice, tan elegante como siempre, y a su padre, Cameron Edwards, candidato por aquel entonces a la alcaldia de Nueva York y que necesitaba de aquellas reuniones para obtener votos y popularidad. Tambien observo al hombre que ella conocia como el abogado de su padre y que aquella noche aparecio con su hijo, un chico de unos dieciocho anos, alto, moreno y con una contagiosa sonrisa. En cierto momento, el joven elevo su mirada y se topo con la de Brooklyn, cuya carita permanecia entre los barrotes de la balaustrada. El muchacho sonrio, le guino un ojo, y ella le devolvio la sonrisa, aunque despues el volviera a sus cosas de adulto, como estrechar manos y saludar. El caso es que aquella no fue la unica vez que la nina aparecio en lo alto de la escalera. A partir de entonces, cada vez que Brooklyn oia algo que le hiciese sospechar que habia visitas, se hacia la dormida tras la lectura del cuento por parte de Jocelyn y, minutos despues, andaba descalza hasta la escalera, se sentaba en el primer escalon y apoyaba su rostro entre los barrotes. En su mente infantil, sonaba que aquel joven un dia decidia subir los peldanos, la tomaba de la mano y la acompanaba a mundos lejanos, con caballos que volaban y arboles de gominola. La cria fue creciendo, y los suenos con aquel chico se transformaron en otros muy diferentes. Ya era una adolescente cuando continuo con la misma rutina nocturna. Aunque ya no necesitaba a su ninera para arroparla, ni cuentos que la hiciesen dormir, se levantaba a hurtadillas y corria hacia la escalera para buscar con la mirada a Jonathan Reed, el protagonista de sus suenos ya nada infantiles. Incluso, si alguna vez invitaba a alguna de sus amigas a dormir, todas ellas corrian hasta el descansillo en plena noche para poder comentar los vestidos de las mujeres, sus peinados o la aparicion de algun chico que pudiese suscitar algun interes, algo que no solia ocurrir muy a menudo en reuniones de politicos de la edad de sus padres como minimo. Brooklyn tenia catorce anos y calculo que Jonathan tendria sobre los veintisiete el dia que este se presento en su casa con su prometida, una rubia a la que odio de inmediato a pesar de su cara de angel. --Es muy mayor, te lo he dicho mil veces --comento Sally, una de sus amigas--. ?Como te puede gustar un tipo tan viejo? --No es viejo --gruno Brooklyn--, y es guapisimo. ?No habeis visto los bonitos hoyuelos que se le forman cuando sonrie?, ?y sus ojos verdes? Jamas en mi vida he visto unos ojos como esos. --Sin dejar de contemplarlo, suspiro ruidosamente. --A mi tambien me parece mayor --intervino Kimberly, otra de sus mejores amigas--, aunque lo salva bastante como va vestido. Me gustan los chicos con uniforme. Jonathan, por aquel entonces, ya era el teniente Reed. Despues de sus estudios en Harvard, se alisto en el cuerpo de Marines --Brooklyn no supo nunca el motivo, aunque oyo hablar a su padre sobre el disgusto de su amigo-- y lo solian enviar a misiones en el extranjero, por lo que sus visitas se habian espaciado considerablemente. Su padre, Samuel Reed, fiscal asistente del distrito, no parecia estar muy contento con el hecho de que su hijo no continuase con la tradicion familiar de dedicarse al derecho, pero parecia ser que Jonathan tenia bastante claro su futuro militar. --Vale, aceptamos que sea guapo --continuo Sally--. Pero ?que me dices del detalle de que tenga novia? !Y encima es una belleza! --No es la primera novia que presenta --se defendio Brooklyn--. Seguro que con esta tambien acaba rompiendo. --Tal vez, pero se ven muy enamorados --la pincho Sally. --Como con todas las demas --volvio a defenderse. --Y, luego, ?que? --pregunto su amiga--. ?Te casaras tu con el? --Lo veo un poco improbable --dijo Kimberly, con petulancia--. Hasta aqui llegan los destellos del enorme anillo de prometida que lleva la chica en el dedo. Brooklyn sintio unas enormes ganas de empujar a sus invitadas escaleras abajo. !Debian apoyarla! ?Para que estaban las amigas, si no? --!O puede que se muera y acabe viudo! --grito, presa de la rabia. --Oh, vamos, Brook, no te pongas dramatica. ?De verdad vas a desear que se muera la pobre chica? --Yo no he dicho eso, pero podria pasar. --Brooklyn se sentia ligeramente mal por su comentario desafortunado, pero no pensaba retractarse ante ellas--. Las personas tienen accidentes todos los dias... --!Deja de decir eso, Brook! --exclamo Kimberly--. ?Por que no admites de una vez que un hombre como ese jamas se fijaria en ti? !Eres una nina! --Muchas gracias, amiga --gruno, enfurrunada. Le sento muy mal que no le dieran ninguna esperanza, aunque fuese fingida, como haria cualquier amiga. Algo asi como <> o <>. !Las amigas estaban para lo bueno, para lo malo y para mentir si era necesario! Lo malo, en aquel asunto, fue que llevaban toda la razon. Jonathan y su prometida se casaron un ano despues. El dia de la boda, Brooklyn se paso el tiempo engullendo canapes y probando a escondidas todas las bebidas alcoholicas que ofrecieron en el banquete. Como resultado, pillo su primera borrachera y, para colmo, no llego ni a acercarse al novio, que, por cierto, con su uniforme militar estaba espectacular. La ultima vez que Brooklyn vio a Jonathan en su casa fue la noche que aparecio con su mujer embarazada. La joven ya no apoyaba su cara en los barrotes de la escalera, pero si se quedo en el piso superior, para poder contemplarlo, como siempre, desde la distancia. Los vio tan felices que sus suenos infantiles murieron aquel mismo dia, puesto que ella misma ya era una mujer adulta, que estudiaba, salia con chicos, se divertia... y en cuya vida ya no habia espacio para el joven de bonita sonrisa que siempre contemplo desde la altura de una escalera. Ese chico se habia convertido en un hombre casado y futuro padre, muy lejos de su alcance. Aunque si que volvio a saber de el: en el funeral de su esposa. El dia que Brooklyn supo la noticia, lloro amargamente, sintiendose culpable. Ella habia llegado a desear la muerte de esa mujer y dicho deseo se habia cumplido... El ya capitan Reed estaba destinado en Tunez, donde hubo un atentado en los alrededores de la embajada norteamericana. La mala suerte quiso que ese dia, el y su esposa estuviesen invitados, junto al resto de oficiales, a una recepcion con el embajador. Un coche bomba mato a varios soldados y diversos civiles, entre los que se encontraba la mujer del capitan. Tambien hubo heridos, uno de ellos Jonathan, que no pudo asistir al funeral de su difunta esposa debido a la gravedad de sus heridas... --Es bonita la cicatriz --le dice el chico. El corazon le da un vuelco y se lleva la cabeza de muneca al pecho. --?Bonita? Es una cicatriz. --Es una senal de haber sobrevivido. JULIANNA BAGGOTT, Puro Capitulo 1 Un agudo dolor de cabeza, sed y sensacion de nauseas fueron los sintomas que reconoci en el momento de despertarme: aquello era una horrible y pesada resaca. Ciertos flashes de la noche anterior asaltaron mi mente embotada, pero preferi intentar levantarme antes de que pensar demasiado terminara haciendome explotar el craneo. Nada mas abrir los ojos, parpadee por la intensa claridad que ya entraba por la ventana, lo que me hizo incorporarme de golpe en la cama, a pesar de los pinchazos en las sienes. Porque, si entraba tanta luz, se debia a que ya serian mas de las ocho... --!Mierda! !Voy a llegar tarde! !Otra vez! Fue justo al desprenderme de la sabana que descubri mi cuerpo desnudo. ?Desde cuando me acostaba yo asi si tenia una buena coleccion de pijamas? Temiendo responderme a mi misma a esa pregunta, ladee la cabeza hacia el otro lado y me encontre con lo que mas temia: un desconocido durmiendo junto a mi, en mi cama, acurrucado en mi almohada, tan en pelotas como yo. --!No, no, no! Pero !?que hice anoche?! Por mas que escarbaba en mi cerebro, no encontraba mas que unas pocas imagenes de mi misma en la fiesta de Patrick, de mis amigas, del retumbar de la musica, de un bailecito sexy encima de una mesa... Ya no habia tiempo para eso. Debia deshacerme de aquel tipo ya. --!Eh, tu, despierta! --grite mientras lo zarandeaba--. !Despierta de una vez, joder! El desconocido parpadeo, me miro y despues miro a su alrededor. --?Donde estoy? --En la Casa Blanca, capullo. !Levantate ahora mismo! --Le di un empujon y el cuerpo del hombre impacto con un golpe seco contra el suelo de madera. Hasta a mi me dolio. --!Oye, guapa! --se quejo, tras incorporarse--. !Seguro que anoche no me echaste asi de tu cama! --!?Que paso?! --le exigi saber--. ?Tu y yo...? Ya me entiendes... --!Y yo que se, no me acuerdo! --refunfuno mientras buscaba su ropa y sus zapatos--. ?Donde demonios estan mis cosas? --Ay, Dios... --murmure--. !Mira en el bano! ?Me habria metido en la ducha con ese tipo? ?Y que habiamos hecho con la ropa? !La mia tampoco estaba por ninguna parte! --Solo he encontrado los calzoncillos y los zapatos --dijo el chico antes de salir con esas pocas prendas sobre su cuerpo. Me habria reido ante semejantes pintas si hubiese sido buen momento para hacerlo. --?De verdad no puedes acordarte de si nos acostamos tu y yo? --insisti. --Lo ultimo que recuerdo es verte caer de una mesa --me explico--. Te tuve que coger al vuelo porque estabas muy borracha, te enganchaste a mi cuello y, despues de eso, nada. --Oh, genial --me lamente. !Ni siquiera podia saber si habia usado proteccion! --A ver, a ver, no entremos en panico. --Me coloque una camiseta que saque de un cajon, para taparme, y retire las sabanas hasta tirarlas al suelo--. Tu mira debajo de la cama, yo lo hare entre las sabanas. --?Y que se supone que tengo que buscar? --!Un condon usado, idiota! --Ah, vale, entiendo... Por si lo hicimos a pelo, ?no? --Oh, callate... --gemi. Con tan solo oir aquella posibilidad, me inundo el panico... porque aquello me hizo recordar que mi vida sexual era un autentico desastre. En las pocas relaciones que habia tenido, ni siquiera habia sido capaz de disfrutar del sexo, y, para una vez que parecia haberme desmelenado y decidido meter a un desconocido en mi cama, resultaba que no me acordaba de nada. ?Y si esa vez habia tenido un orgasmo colosal? !Nunca lo sabria! Mire al tipo, tirado en el suelo, buscando un condon, con solo unos zapatos y unos feos calzoncillos de color gris sobre su cuerpo. Arrugue la nariz. Dudaba mucho que hubiese sido el polvo de mi vida. Di un respingo cuando unos golpes en la puerta resonaron en toda la habitacion. --!Brooklyn, cielo, abre la puerta! !Te has quedado dormida! !Llegaras tarde al trabajo! --!Voy, Jocelyn! --grite--. !Un momento! --?Quien es Jocelyn? --murmuro el chico. --Mi nanny, tienes que largarte. --?Tu nanny? ?Como vas a tener ninera con...? --Fruncio el ceno--. ?Cuantos anos tienes? --Tengo veintiseis, y, ahora, largate de aqui. --?Y por donde quieres que salga si tienes a tu ninera aporreando la puerta? --Por donde va a ser, !por aqui! --Abri la ventana y le senale el alfeizar y la pared cubierta de enredadera por donde debia deslizarse. --!?Por la ventana?! --exclamo--. !Ni hablar! !Puedo matarme! !Y estoy casi desnudo! --Al menos llevas el culo tapado. --Sonrei ante la suerte que tuvo de haber encontrado al menos los calzoncillos--. !Agarrate a las ramas, veras que facil! --Joder... --refunfuno mientras colocaba las rodillas en el alfeizar--. Si me he acostado contigo, puede resultar el polvo mas caro de mi vida si me rompo un hueso. Y si no lo hemos hecho... demuestro ser muy estupido. --!Brooklyn, carino, abre! --insistia una y otra vez Jocelyn. --!Ya voy, espera un segundo! --Despues de contestar, volvi a dirigirme al supuesto desconocido--. !Vamos, baja! !Solo es un piso! --!No, espera...! Pero la negacion se perdio entre las hojas de enredadera cuando lo empuje y, a continuacion, cerre la ventana, puesto que los gritos y los intentos de abrir la puerta me estaban poniendo nerviosa. Crei captar un golpe sordo sobre el parterre de hortensias, pero lo ignore. Tras dar un suspiro, corri a abrir. --!Nina! --exclamo al entrar en mi cuarto--. ?Por que has tardado tanto? --Ya no soy una nina, Jocelyn. Puedes pillarme con el culo al aire. --?Quieres decir como estas ahora mismo? --La mujer elevo una ceja al senalar mi indumentaria, que no me tapaba, precisamente, ni el trasero. Poco despues, arrugo la nariz y se dirigio a la ventana--. !Y abre un poco, por el amor de Dios! !Huele a...! Me dirigi con rapidez a asomarme, en busca de un joven medio en pelotas que quiza yacia, inconsciente, sobre las hortensias... pero, al parecer, habia logrado sobrevivir, porque no encontre a nadie. Suspire, aliviada de que no le hubiese pasado nada y, no lo voy a negar, para no tener que dar explicaciones a Jocelyn, lo que en aquel momento me parecio lo mas importante. --?A que huele? --le pregunte a mi nanny con una sonrisa candorosa, intentando disimular el nerviosismo que aun me atenazaba. --A que tienes que meterte en la ducha ahora mismo --me apremio--. Pero no tardes en bajar, porque, antes de irte, tu padre tiene que hablar contigo. Ah, y Kayden tambien esta aqui. --?Mi padre quiere hablar conmigo? --solte, escamada--. ?Y que diantres hace aqui mi hermano? !No puedo atenderlos ahora! !Ya voy con media hora de retraso! --Pues sera una hora entera, no creo que a Harper le importe. !Vamos! !Espabila! --Joselyn puso los brazos en jarras al mirar a su alrededor mientras yo me metia rauda en el bano--. Menudo desastre de cuarto. !Y luego dice que ya no es una nina! Me duche a toda prisa, desenrede mi melena cobriza y me vesti con un pantalon negro y una blusa verde esmeralda. Cogi mi neceser para maquillarme en el taxi y ahorrar tiempo, y baje hasta el comedor, donde me esperaban mis padres y mi hermano en mitad de un espeso silencio. En lo primero que pense fue en que debia buscarme cuanto antes un lugar donde vivir, independizarme, pues ya no tenia edad para tener ninera ni para aguantar las broncas de mi progenitor. Aunque, con toda probabilidad, este iria a buscarme donde quisiera que viviese para imponer sus normas de politico. --!Lo siento, pero ya voy tarde! --exclame en un intento de salir corriendo e ignorarlos a todos. --Alto ahi, jovencita --me detuvo mi padre--. Creo que sabemos el motivo de tu tardanza de hoy. --Vamos, papa, no necesito un sermon a esta hora de la manana. Si, ayer sali de fiesta; si, bebi un poco; si, Harper me matara. Pero no creo que nada de eso pueda empanar tu imagen. --?Estas segura de eso? Cameron Edwards, mi padre, exalcalde de Nueva York y candidato a gobernador, tecleo en su telefono movil y lo planto delante de mi. Suplique que se me tragara la tierra cuando contemple aquel video subido a YouTube, donde podia verme a mi misma, borracha, bailando y cantando encima de una mesa, de donde cai en brazos de un tipo que me cogio al vuelo y que reconoci como mi companero de cama. Solte un jadeo al contemplar como nos besabamos en la boca, aunque quien estuviese grabando se centro en la parte inferior de mi anatomia, ya que se me subio el vestido hasta la cintura y mostre mi tanga de encaje negro a toda la concurrencia. Palideci. !Mi trasero ocupaba toda la pantalla! --!Por Dios, papa! --grite, alterada--. ?No puedes hacer que lo eliminen? --Oh, claro, ?por que no se me habra ocurrido antes? --respondio con ironia--. Pero me extrana que una milenial como tu no recuerde que existen las capturas de pantalla y toda clase de herramientas para conservar algo asi. Mi animo cayo al suelo en ese mismo instante. No era la primera vez que avergonzaba a mis padres, aunque juro que jamas lo habia hecho a conciencia. --Lo siento, papa, yo... --?Y que me dices de mi, Brook? --intervino Kayden--. ?Crees que no voy a ser el hazmerreir de la prensa britanica... otra vez? La mala suerte --al menos para mi-- quiso que, si no habia bastante con tener un padre con cargo publico, tuviera un hermano prometido a una joven y noble inglesa, Elizabeth, hija del conde de Pembroke. Se conocieron en una fiesta de amigos comunes, recibieron el impacto de Cupido y, unos meses mas tarde, se encontraron inmersos en la ceremonia de peticion de mano. A la vista estaba que Kayden se movia en circulos mas selectos que yo. --!Oh, vamos, dejad de mirarme como si creyerais que pretendo humillaros por deporte! -- estalle--. !Tengo veintiseis anos! !Tengo que divertirme!

  • Hija unica de Mi-ae Seo

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    Se informo del incendio en el barrio de Eungam-dong a las 3.37 de la madrugada del 17 de junio. El aviso <> aparecio en la pantalla de la sala de control del cuartel general de la Direccion Nacional de Bomberos de Namsan y de inmediato se informo al cuerpo de bomberos del distrito Oeste, las comisarias de la zona y el equipo de investigacion sobre incendios de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. El investigador de incendios Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, estaba de guardia cuando llego la informacion, durmiendo en la sala de descanso del personal. Lo llamaron al movil y se levanto frotandose los ojos. Habia dormido apenas dos horas, porque habia tenido que quedarse hasta despues de la una de la madrugada redactando un informe. Los parpados se le caian, pero salio a tomar aire y el viento frio le espabilo. El aire fresco de la madrugada incluso se llevo los ultimos rastros del sueno. Sang-uk fue caminando al aparcamiento. Antes de subirse al coche, llamo a su companero, el sargento Yu Dong-sik. Su voz delataba que tambien lo habian cogido durmiendo. --Ya estoy despierto, ya. Al parecer, lo habian llamado antes desde la Policia de Seul. Aun sin verlo, visualice su reaccion. Estaria sentado en la cama sacudiendo la cabeza para impedir que su mente, que rehusaba despertar, se durmiera nuevamente. Tratando de espantar el sueno y escuchando con los ojos cerrados la voz al otro lado del telefono. Habia veces que el sargento Yu se movia como un nino, lo que contrastaba con su cuerpo fornido. Reprimiendo una risa que se le escapaba entre los labios, Sang-uk le aviso de que se dirigia al lugar del incendio. --No tardes. --Espera… --?Si? Cuando estaba por colgar, Yu le detuvo con prisa. Sanguk, pendiente de las palabras del otro, presto atencion. --?Donde dijiste que era el incendio? Seguramente sabia donde era. Sin embargo, pregunto de nuevo a Sang-uk, quiza porque la informacion se le habia pasado por estar medio dormido o para cerciorarse de que lo habia escuchado bien. --En Eungam-dong. Esta vez, en la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la interseccion del Colegio Chungam. Se oyo al sargento Yu suspirar. Un momento despues, un breve silencio. Estaria tratando de ordenar sus pensamientos. Pero a los pocos segundos se escucho un pequeno gemido y Yu murmuro. Probablemente estaria maldiciendo mientras se levantaba de la cama. Sang-uk se imaginaba como estaba, aunque no dijera nada, porque simpatizaba con el. --Si… A mi tampoco me hace gracia. --Esta bien. Me preparo y salgo enseguida. Nos vemos alli. Sang-uk colgo y se subio al coche. Introdujo la llave para arrancar y miro la hora. Ya eran mas de las cuatro de la madrugada. Suponia que no habria mucho trafico en las calles porque era de madrugada y penso que llegaria a su destino en unos veinte minutos, pasando por la puerta Sungnyemun y la zona de Muakjae. Saliendo del aparcamiento, intento enumerar los incendios que habia habido recientemente en el barrio de Eungam-dong. Desde el inicio de la primavera, la cifra ya ascendia a seis. A estas alturas, en Eungam-dong, un simple comentario sobre alguien con una cerilla ponia los pelos de punta a cualquiera. El primer caso tuvo lugar no muy lejos de unas obras de construccion, en el distrito Siete de Eungam-dong, cerca del Hospital Municipal de Eunpyeong. Habia mucho desorden en la zona por estar en marcha la edificacion de un megacomplejo residencial en las faldas del monte Baeknyeonsan, pues los materiales de construccion se amontonaban por doquier, asi como los camiones utilizados en esas obras. El incendio se produjo en un terreno baldio en la calle Baeknyeonsa-gil, frente a las obras, y lo extinguieron sin que muriera nadie. Aunque se quemaron planchas de madera y otros materiales de construccion, el dano material no fue grande y pudieron reprimir el fuego porque un obrero dio el aviso a tiempo. El cuerpo de bomberos a cargo tampoco encontro indicios sospechosos sobre las causas del incendio, de ahi que concluyera que habia sido accidental, quiza causado por un cigarrillo sin apagar que alguien habia arrojado. Sin embargo, como lo siguieron otros incendios en el mismo barrio de Eungam-dong, empezaron a investigar de nuevo ese primer caso que dieron por accidental. Hasta se planteo una nueva hipotesis: alguien pudo haberlo provocado deliberadamente, aprovechando que por la noche, cuando se interrumpian las obras, casi no pasaba gente ni coches por la zona. El incendio intencionado que mas danos ocasiono fue el tercero. Fue entonces cuando se incorporaron al equipo de investigacion el agente Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, y el sargento Yu Dong-sik, de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. Ese incendio, al otro lado de la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la iglesia que hay detras de la escuela de primaria de Eungam-dong, dejo perdidas serias, pues afecto a un edificio de viviendas al propagarse el fuego por culpa de las tormentas de arena que soplan cada ano en esas fechas. Asi que se quemaron tres apartamentos y fallecieron tres personas que estaban durmiendo, integrantes de la misma familia. Aunque ocurrio alrededor de las tres de la manana, al tener lugar en un area residencial, aparecio un testigo. Este declaro haber visto a una persona con una conducta sospechosa en las proximidades del lugar del incendio mientras regresaba a casa tras hacer horas extra en el trabajo. Atestiguo que, despues de que esa persona desapareciera por la calle principal, el fuego se extendio. Sin embargo, debido a que estaba oscuro, no pudo ver como era ni la ropa que llevaba. Junto con Yu, buscaron y rebuscaron entre las cenizas en el punto donde, segun el testigo, habia comenzado el fuego, para dilucidar las causas del incendio. No obstante, la investigacion se estanco, pues no coincidian las declaraciones del testigo ni el estado fisico del lugar. Los vecinos alegaron que los incendios reiterados podrian tener alguna conexion con el conflicto que existia desde hacia tiempo entre los residentes de la zona y la constructora por un proyecto de reurbanizacion. Le sono el movil a Sang-uk cuando el coche entraba en la calle Moraenae-gil desde la interseccion de Hongje tras atravesar Muakjae. --?Donde estas? --Yu hablaba en tono bajo y serio--. ?Ya has llegado? --No. Estoy en camino. --?No quedamos en vernos alli? --Es ya el sexto, ?no, Sang-uk? --Si. El silencio se prolongo. --?Tienes algo que decirme? --le pregunto Sang-uk en voz alta para asegurarse de que aun seguia al telefono. --Es que… He tenido una pesadilla… --?Un sueno? Sang-uk parecia estar inquieto por la pesadilla que habia tenido y encima va y le dicen que ha habido otro incendio, probablemente intencionado. Ese repentino momento de debilidad del sargento Yu lo perturbo. Nunca actuaba asi. Quiza su conducta se debia al estres por los incendios en serie. Sang-uk y el sargento Yu investigaban juntos los mismos siniestros; no obstante, sus perspectivas diferian. El trabajo de Sang-uk era analizar los restos de los incendios y el estado de los lugares afectados, asi como las declaraciones tanto de los testigos como de las victimas, para llegar a la causa. Mientras tanto, el sargento Yu se encargaba de inspeccionar los lugares de los mismos en caso de existir indicios de dolo o intencion deliberada con base en los hallazgos obtenidos en la investigacion preliminar, con la colaboracion de investigadores como Sang-uk. Luego su objetivo era encontrar rastros de los autores de los incendios y resolver los casos desde el punto de vista criminal. En otras palabras, el trabajo de Sang-uk terminaba en el lugar de los siniestros. En cambio, para Yu ese era el punto de partida. Si se trataba, en efecto, de un incendio intencionado, uno que involucraba un crimen, su trabajo no acabaria hasta encontrar al autor. Colaboraban intercambiando sus opiniones sobre los incendios; pero, inevitablemente, quien padecia mas estres era el sargento Yu. Para colmo, se habian producido varios en serie en un mismo barrio en un lapso de apenas unos meses. Era de esperar que se sintiera angustiado. En situaciones ordinarias, no acudiria al lugar del siniestro con tanta prontitud ante una denuncia. Pero, con el aumento de los incendios en Eungam-dong, a Sang-uk y al sargento Yu los requerian inmediatamente cada vez que surgia un nuevo caso. Sang-uk no sabia como responder. Solo ansiaba que el de ese dia fuera el ultimo. Que cogieran al autor y que no hubiera mas incendios. --?No crees en los suenos? --Si. Mi madre tuvo uno muy revelador durante mi nacimiento, y gracias a ese sueno me converti en bombero. ?No te lo he contado? Sang-uk aludia al sueno de su madre en un tono jocoso, que no solia usar, con la intencion de relajar a Yu, aunque fuera un poco. Pero el sargento, que habia escuchado aquella historia mil veces, colgo antes de que Sang-uk terminara. Sang-uk bajo el movil con una sonrisa y acelero el coche. Aunque faltaban varios metros hasta la interseccion del instituto Chungam, el caos ya avisaba de que habia habido un incendio en la zona. La gente, pese a la hora, estaba en la calle para ver que ocurria y los conductores desaceleraban con el mismo proposito y obstaculizaban el paso. Sang-uk pudo entrar por la calle que daba acceso al templo Baeknyeonsa despues de pitar varias veces, incluso con la luz de emergencia sobre el coche. Esquivando a la gente, logro estacionar en una esquina y se acerco al lugar del siniestro, donde se percibia el ambiente inquieto tipico de estas situaciones.

  • Huesos en el Jardin de Henning Mankell

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    En octubre de 2002, un Kurt Wallander cansado y refunfunon va a visitar la que podria ser la casa de sus suenos, en la campina de Loderup. Sin embargo, mientras deambula a solas por el jardin de la casa, rumiando si comprarla o no, tropieza con algo semioculto entre la hierba. Para su sorpresa, son los huesos de una mano. Esa misma noche, cuando los tecnicos encienden sus focos y cavan alrededor, sale a la luz un cadaver o, mejor dicho, un esqueleto que, segun los forenses, presenta signos de ahorcamiento y que lleva mas de cincuenta anos enterrado en ese jardin. Muy poco antes de Navidad, y pese a los recortes presupuestarios en la policia de Escania, Wallander, Martinsson y Stefan Lindman (el protagonista de El retorno del profesor de baile) echan horas para investigar lo que parece ser un asesinato muy antiguo. Pero ?como investigar una desaparicion ocurrida hace unos sesenta anos? ?Es posible esclarecer un crimen cometido tanto tiempo atras? Cuando ya estan a punto de darse por vencidos, Wallander regresa al jardin de lo que podria ser su futura casa. Y algo suscita en el nuevas sospechas que se convertiran en un nuevo hallazgo.

  • El Leon de Piares de Angel Zuare

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    La isla continental de Handor guarda leyendas, cronicas e historias que han cautivado la imaginacion de quienes las han escuchado en las voces de los juglares o de sus padres; en las platicas de sobremesa en tabernas o palacios, o leido en gruesos volumenes y pergaminos, registrados por maestros escribanos. Son historias de intriga en la ciudad de Thunderstone, capital de la Coalicion de Naciones, o cronicas de arriesgados viajes realizados por las caravanas que cruzan los desiertos de Narur. Handor es tierra de magia, presente en sus lugares sagrados o misticos y manifestada a traves de sus escolares u hombres de fe, ya sea para entretener a la nobleza y al pueblo o para entender y controlar las fuerzas de la realidad misma.
    Handor ha visto correr sangre.

  • Infancia e inversion (Novelas 1) de Carmen Boullosa

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    “Es dificil encontrar en la literatura mexicana contemporanea una personalidad tan brillante y compleja como la de Carmen Boullosa… “

  • La danza del gohut de Ferran Varela

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    Me encanta descubrir nuevos autores. Nuevas voces, jovenes y maduras, nuevas ideas, nuevas formas de narrar tamizadas por diferentes referentes, experiencias, sensibilidades. Lei por primera vez a Ferran Varela cuando me remitio un cuento para la antologia de fantasia oscura Dark Fantasies. Publicar nuevos valores es uno de los objetivos de las selecciones que preparo y su historia, Profundo, profundo en la roca, me sorprendio por su frescura y dominio del medio narrativo; un nuevo escritor del que nada habia oido hablar pese a que ya contara con un ramillete de relatos publicados. En el siguiente volumen, El viento sonador, repitio con Las cadenas de la casa de Haden, una historia sorprendente de sangre y honor ambientada en una sociedad compleja esbozada en apenas unas lineas, una de las senas de identidad de este escritor catalan. La novela corta que ahora tienes en tus manos sigue la misma tonica y podria, incluso, formar parte del mismo universo a medio camino entre la epica y la fantasia, con elementos cotidianos, miticos y antropologicos. Gran imaginacion, un mundo secundario de inspiracion medieval muy bien perfilado, abundante introspeccion y unos protagonistas de carne y hueso capaces de llegarnos al alma son otras de sus caracteristicas distintivas que podemos encontrar en ella. Historias, sociedades y personajes de los que siempre queremos saber mas. Como en los dos relatos citados, los actores de este microcosmos de ficcion son seres especiales, no por el hecho de detentar poderes sino porque solo ellos conocen la terrible verdad sobre el mundo. Personajes principales que en su mayoria suelen ser mujeres --una bruja y la heredera de un jerarca en el caso de los cuentos, una tutora de la Academia en la presente novela --, de fuerte caracter, respetadas y reconocidas por su tenacidad, enfrentadas a un reto de dificil solucion. Acompanemos en esta ocasion a la joven Leara en su mision de devolver el juicio al heredero de la Casa mas poderosa de Tiuma, quien ha permanecido prisionero de los salvajes gohut durante cuatro largos anos. A traves de sus conversaciones asistimos a un verdadero choque de culturas, dos modelos de organizacion social completamente antagonicos, entre el clasismo y la rigidez jerarquica a la norma propia de la civilizada Tiuma --que es el precio a pagar por el orden y la seguridad-- y el canto a la naturaleza y la libertad sin limites de la sociedad tribal gohut, que posee ademas una concepcion taoista de la existencia: vida y muerte, noche y luz, gozo y dolor, partes indisolubles de un todo completo. Dos mundos tan irreconciliables como la razon y los suenos. Varela construye un mundo rico y verosimil, con un enfoque mucho mas literario y trascendente de lo que suele ser habitual en el subgenero. Un texto laboriosamente trabajado pleno de bellas y originales metaforas magnificamente engarzadas en la trama y que aprovecha el estereotipo para facilitar la fluidez de la historia. En el se repiten algunas de las constantes habituales del autor, como es la importancia del linaje, los sutiles equilibrios de poder en las altas instancias de la politica, una sociedad con un alto apego a la tradicion que se resiste a cambiar viejas formulas que reproducen prejuicios e injusticias, la cruel inevitabilidad de los eventos a acontecer. En esta hermosa tragedia no faltan las escenas de accion, los dialogos repletos de frases gloriosas ni la inevitable chispa del amor. Un canto de vida y libertad que nos propone romper las cadenas que, con excesiva frecuencia, nos atan a una sociedad hipocrita y abrazar por el contrario nuestros instintos primarios que nos haran mucho mas libres y felices. A traves de los labios de Rin descubrimos que todo ello es posible, que como Richard Harris en Un hombre llamado caballo o Kevin Costner en Bailando con lobos es posible gozar de una vida nueva, tan excitante, salvaje y pasional como seductora. Confieso que lei esta novela hace ya algun tiempo y me alegra que finalmente se haya publicado en un sello como ediciones el Transbordador, con un bagaje tan interesante de nuevos autores a sus espaldas. Lector, dejate llevar por esta bella y elegante fantasia, obedece a tus impulsos y baila conmigo la danza del gohut. Te prometo que te conducira a un lugar magico y poderoso del que no querras regresar. Mariano Villarreal Verano de 2018 A mi hermana, que tiene alma de gohut Uno La pala golpeo la tapa del ataud y le arranco un chasquido sordo y hueco. En la quietud de la noche, bajo la luna del cambio, el crujir de la madera resono con tal fuerza que los perros aullaron a lo lejos. Ara cerro los ojos, aguanto la respiracion y se maldijo por no haber cavado con mas cuidado. Seria una pena que la descubriesen ahora que estaba tan cerca de lograrlo. El fracaso no era una opcion. No despues de lo mal que lo habia pasado para regresar a Tiuma. No despues de lo que habia sufrido al acatar durante todo un dia esas absurdas normas humanas que asfixiaban su voluntad. No despues de la humillacion de volver a ponerse esas estupidas ropas que ocultaban su verdadero yo, que levantaban una barrera de seda entre su piel y el mundo, que le impedian sentir el aire, y la lluvia, y la tierra. Y se sorprendio paladeando el agrio sabor del miedo. Miedo a ser atrapada y ejecutada por la guardia, a morir sin ser ella misma. Miedo a ser capturada y sometida a experimentos en el ala de investigacion de la Academia. Miedo a huir sin haber completado el ritual y condenarse a vivir una vida incompleta. Para librarse de el, se concentro en el reconfortante cosquilleo de las plumas de halcon que portaba a la espalda. Recordo quien era. Era Ara. Pronto seria una gohut, y un gohut no siente miedo. Se reprendio por ese instante de cobardia y, para demostrarse que estaba tan libre de temores como del resto de lastres humanos, alzo un pie y golpeo con el talon sobre el ataud tres veces mas. Los mastines de las casas adyacentes al cementerio volvieron a ladrar, pero nadie les hizo el menor caso. Tras lanzar una carcajada de triunfo y deleitarse con las timidas caricias de la llovizna en su rostro, la mujer se agacho y aparto con las manos los ultimos punados de tierra mojada. Clavo la punta de la pala en la juntura de la tapa y, apoyando todo el peso de su pequeno cuerpo en el mango, hizo palanca. Las astillas volaron acompanadas por la melodia de la madera quebrada y el ataud se abrio. Dentro yacia el joven cadaver del dos veces nacido y dos veces muerto; el unico gohut con cuerpo de hombre. A Ara se le encogio el estomago al ver el rostro del chico. No era como lo recordaba. Un ano bajo el fango habia hecho mella en el. La descomposicion no le habia dejado nada mas con que taparse la calavera que unos jirones de carne reseca y unos mechones de pelo lacio. Con los ojos anegados en lagrimas, la joven cayo de rodillas. Ese ya no era el orgulloso gohut al que habia conocido, sino una mera carcasa vacia. Aun asi, Ara no pudo resistir la tentacion de volver a sentir el suave tacto de sus dedos recorriendo las curvas de su cuerpo desnudo. Se rasgo el vestido, le tomo las manos y las apreto contra sus pechos. Pero esas ya no eran sus manos, sino dos colgajos de piel ceniza y huesos quebrados. No habia en ellas calor, ni anhelo, ni suenos. Hacia mucho que su voluntad habia abandonado aquel cascaron y habia vuelto a la Tierra que Sustenta y al Cielo que Arropa. Ara lloro, desconsolada. Entre gemidos, deseaba que el frenetico bombeo de su corazon pudiera, de alguna forma, ser suficiente para los dos. Que sus latidos se tornasen mana, brotasen de sus pezones y se clavasen en las palmas de su amado. Que recorrieran sus venas insuflandole vigor. Ojala eso bastase para traer de vuelta los soles que habian compartido. Ojala algo bastase. <>, se recordo. <>. La mujer arrastro el cadaver fuera de la tumba. Lo coloco boca arriba en el barro, se inclino sobre el y lo beso dos veces. La primera en la frente, en senal de respeto. La segunda en el lugar en el que deberian haber estado sus labios, en senal de algo tan profundo que ni siquiera tenia nombre. Luego se alzo y, blandiendo la pala como un hacha, se dispuso a cortarle la cabeza. No consiguio decapitarlo de un tajo limpio. Necesito siete golpes para partir la vertebra, y aun asi tuvo que usar el pequeno cuchillo de silex que siempre llevaba encima para terminar de cortar el ultimo trozo de pellejo del cuello. Cuando acabo, alzo la testa del joven hacia el firmamento y, por un infimo instante, un claro entre las nubes enmarco la luna del cambio. Bajo su palida luz, la calavera sonreia. Parecia feliz, asi que Ara se esforzo por reir tambien. La certeza de que su pecho albergaria el alma del gohut la llenaba de dicha. Llevaria su espiritu dentro por siempre jamas. La chica se recoloco el vestido de modo que se disimularan los rasgones que le habia hecho, metio la cabeza del muerto en su bandolera y se la colgo al hombro, asegurandola con un doble nudo. Y, aunque dio media vuelta y echo a andar a buen ritmo, dispuesta a salir de esa ciudad cuanto antes, se obligo a volver sobre sus pasos. No podia irse aun. Todavia quedaba una cosa por hacer. Se acerco a la lapida y, compungida, paso las yemas sobre el marmol mojado y palpo el relieve de las letras cinceladas en el. <>, rezaba la losa. Si, ese nombre la habia ayudado a encontrar el cadaver de su amado, pero era falso. Era un asqueroso nombre humano, un nombre nacido para atar y restringir la voluntad. Escupio para librarse de la oleada de repugnancia que le recorrio las entranas. No podia dejarlo asi, a el no le hubiese gustado. La repulsion de Ara se torno furia. La colera tomo el control de su cuerpo. Lejos de luchar contra ella, la mujer se abandono al frenesi de la ira y disfruto cada una de sus salvajes llamaradas. Grito como una nina y se rio como una loca, bailando al son de sus desbocados sentimientos. Pues el suyo era, a fin de cuentas, el camino de las libertades y no el de las normas. Esgrimio la pala de nuevo y pico con su canto la superficie de la lapida una y otra vez. No le importo que los perros enloquecieran por el ruido, ni que los vecinos, alarmados por los constantes ladridos, comenzasen a encender velas y antorchas. Sabia que la llegada de la guardia era solo cuestion de tiempo, mas el riesgo merecia la pena. En el mejor de lo casos, acabaria antes de que eso sucediera y podria escapar hacia las llanuras al amparo de la noche. En el peor, sus restos mortales reposarian junto a los de su amado. Ara no dejo de golpear con la pala hasta que fue imposible distinguir la mayoria de las letras cinceladas en el marmol. Para cuando dio por concluida su obra, solo podian reconocerse tres. Entonces, la joven deshizo una de sus trenzas, libero la unica flor que adornaba su pelo y se arranco una de las plumas que llevaba pegadas a la espalda. Dejo su humilde ofrenda sobre el cuerpo decapitado. Una pluma de halcon y un crisantemo blanco. Su ultimo adios consistia en ese sencillo gesto y en la pronunciacion de las tres letras que aun podian leerse en la lapida. --Rin --suspiro Ara. Y dejo que los ultimos vientos del otono se llevasen el recuerdo de su amado en una espiral de vaho. Rin. El autentico nombre del joven. El nombre de su alma gohut. El nombre por el que ella lo habia conocido en una vida anterior, tan solo dos anos antes.

  • Aislados en el paraiso de Clare Connelly

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    Rio Mastrangelo no queria nada de un padre que nunca le habia reconocido. Por eso, cuando heredo inesperadamente una isla, decidio venderla tan rapidamente como pudiera. Sin embargo, la posible compradora que llego a sus costas no era la mimada heredera que Rio habia estado esperando y su sensual cuerpo lo atrapo con un torrido e innegable deseo.

  • La costilla de Adan (Subjefe Rocco Schiavone 2) de Antonio Manzini

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    Las tramas de Manzini y la humanidad desbordante de su personaje, han convertido las historias de Schiavone en un exito sin precedentes en Italia.

  • Sombras de agua de Felix G. Modrono

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    En el invierno de 1684, el doctor Zuniga parte desde Valencia con destino a Venecia para cumplir con una importante mision diplomatica. Sin embargo, sus dotes como investigador han traspasado fronteras y el dux le encarga que averigue lo que se esconde detras de un mensaje anonimo que amenaza con el hundimiento de la ciudad.

  • Zoom de Paloma Ainsa

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    La vida da muchas vueltas. No es ningun misterio. A veces, si tienes suerte, te permite trabajar en lo que te gusta. En mi caso es la fotografia. Hago fotografias de todo tipo. No hay nada, en este mundo cruel que nos ha tocado vivir, que me llene mas que captar esa belleza que todos llevamos dentro, ese instante en el que todo parece perfecto, ese gesto lleno de expresividad y poesia y dejar constancia de el para siempre, hacerlo inmortal. Me encanta. Y se me da bien. Empece trabajando en la BBC --no, no es la cadena de television britanica, sino la forma en la que mi padre denominaba a <>--, pero, poco a poco, fui abriendome camino hasta que consegui tener mi propio estudio. Un estudio grande y luminoso, con mucho cristal y paredes de ladrillo visto pintado de blanco que mi amigo Victor me ayudo a decorar. Trabaje como free lance para publicaciones importantes en el mundo de la moda y en revistas del corazon. Inmortalice a modelos, a gente de la farandula e incluso a personalidades de la politica. Es posible que hayas visto una portada mia al pasar por un kiosco. La vida, en ocasiones, puede ser aun mas magnanima y, aparte de la suerte en lo laboral, tambien te permite casarte con el amor de tu vida. Un hombre encantador con hoyuelos en las mejillas. Uno de esos al que tus padres adoran y que aun tiene detalles espontaneos y romanticos. Una de esas personas a las que crees conocer, que no tiene secretos para ti despues de doce anos de relacion y por la que pondrias la mano en el fuego sin dudar ni un segundo. Y cuando te relajas y piensas: <>, la vida va y te lo quita todo de golpe. De la noche a la manana, el banco se queda con tu estudio, y el marido, al que creias conocer, te sorprende con algo tan cruel, mezquino y humillante, que se convierte de un plumazo en un ser de nombre impronunciable. Y te ves obligada a volver a casa de tus padres, sin dinero, sin trabajo, sin estudio de fotografia. Sin futuro. Y te sumerges en un tunel helado y oscuro durante mucho, mucho tiempo. Un tunel del que solo se puede salir gracias al amor de tu familia y tus amigos. Y cuando crees que lo peor ha pasado, la vida se rie y empieza a girar otra vez. CAPITULO 1 Me desperte en mi antigua habitacion y lo primero que vi, como cada dia en los ultimos dieciocho meses, fueron los posters de Take That que me acompanaron en mi adolescencia y que, por alguna extrana y melancolica razon, me resistia a quitar de las paredes, a pesar de lo mucho que me fastidiaba la sonrisa --antes enigmatica y ahora ironica-- de Robbie Williams. La resaca tampoco ayudaba. Ultimamente, cuando me juntaba con Victor, bebia mas cerveza que Homer Simpson. Me revolvi tratando de buscar una postura decente, un rayito de sol que entraba a traves de la persiana me estaba fundiendo las retinas, las tenia como lupas. Decidi que taparme la cabeza con las sabanas era la mejor solucion. De hecho, me encontraba tan aislada del mundo que me pregunte si podria quedarme asi eternamente. Se estaba tan bien... Oi pasos en el pasillo, mi madre se acercaba y sabia que entraria sin llamar. Le daba miedo que tuviera una depresion <> y hubiera decidido poner fin a mi misera existencia tomando un punado de las pastillas de amapola de California que tomaba para dormir. Habia leido en Google que era un opiaceo y ahora creia que era drogadicta. De nada servia que le explicara que las drogas duras no se vendian en herbolarios. --Pero Maritere, ?que haces ahi embalsamada? !Pareces Tuttankamon! No espero respuesta y se dirigio a la ventana dando grandes zancadas. El ruido de la persiana me perforo el timpano y la luz solar invadio la habitacion de tal forma, que tuve miedo de destaparme por si quedaba reducida a un punado de cenizas, como un cutre Dracula de serie B. --Aqui huele a tigre, hija. Y ya tengo bastante con los pies de tu hermano. Haz el favor de levantarte, que son las nueve y media y yo no soy la criada de nadie. Me arranco las sabanas de un tiron sin previo aviso. --Ay... --fue el unico y lastimero sonido que consegui emitir. --Vas a tener que ir a comprar limones, pero no vayas a la fruteria de la esquina que los tienen carisimos. ?Como se les ocurre tener los limones a dos cincuenta el kilo? Con razon se acaban de comprar un adosado... --dijo mientras recogia mi ropa sucia del cesto. Mi mente, aun regodeandose en la autocompasion, no acababa de procesar la relacion entre el precio de los limones y la compra de adosados. --!Venga, Maritere! !Que tengo a tu abuela vagando a sus anchas por el pasillo! Mi abuela tenia demencia senil. Una vez se nos escapo de casa en camison y fue sembrando el terror entre los ninos del vecindario. No podiamos dejarla mucho tiempo sin vigilancia. --Voy, mama... --conteste haciendo un esfuerzo sobrehumano para levantarme. Ella sonrio satisfecha por haber cumplido con su mision y me dio un beso brusco en la frente. Era su forma de decirme que me queria y que sabia que lo estaba pasando mal. --Tinete las raices --dijo examinando mi pelo pajizo. Le devolvi una sonrisa debil y ella salio de la habitacion de la misma forma en la que habia entrado, como una fuerza de la naturaleza, como un huracan desplazandose por el Golfo de Mexico. * --Buenos dias a todos --dije entrando en la cocina. Me sentia algo mas animada. La ducha me habia sentado bien. --Buenos dias --contesto mi padre bajando el periodico. --Mpmhf --contesto mi hermano Juanlu, en calzoncillos y con una camiseta de Black Sabbath. Mi abuela se limito a observarme con una sonrisa, ya no hablaba mucho. Me sente a la mesa e intente robarle una galleta a mi hermano, pero tenia buenos reflejos y me dio una palmada en la mano. --!Au! Mi madre, que estaba amasando un monton de carne picada para hacer albondigas, se volvio hacia nosotros. --?Viniste muy tarde anoche? No te oi llegar. --No. Solo me tome un par de cervezas en casa de Victor. Ella enarco las cejas en un gesto de suspicacia, eso de <> le sonaba a eufemismo. --Ya... --contesto mi madre meneando el mejunje rosado. Mi hermano me miro de reojo esbozando una media sonrisita de complicidad. Tampoco se habia tragado lo de las dos cervezas. --No es por ser pesada, Maritere... --empezo mi madre. Por experiencia, se que cuando mi madre empieza con esa frase, el efecto de pesadez se duplica y se eleva a la enesima potencia. --Mama, deja de llamarme Maritere, por favor. Sabes que no lo soporto. --Maitechu --dijo mi abuela. --Maitechu tampoco, yaya... --Mpmhf, mpmhf, mpmhf... --rio mi hermano. --Son apelativos carinosos, Maite. No le des tanta importancia --dijo mi padre, bajando el periodico de nuevo y guinandome un ojo. --Como iba diciendo... --insistio mi madre, molesta por la interrupcion-- Ayer por la tarde me encontre con la senora Encarnita en el supermercado. La mayoria de nuestras vecinas eran ancianas viudas que respondian a diminutivos. Estaban Encarnita, Lolita, Angelita, Teresita y Pepita. Incluso teniamos un caso extremo, Anitin. Por supuesto, me resultaba muy dificil saber a cual de ellas se estaba refiriendo. --Su hija Quinita... --continuo mi madre aumentando mi confusion-- Tu la conoces. Es aquella chica que trabajo una temporada en la merceria que hay a dos manzanas, cerca del mercado. La que tuvo una mononucleosis de caballo, pero todo el mundo le decia que eso era solo astenia primaveral y casi acaba en el otro barrio... Mi madre no soportaba que los demas no tuvieramos sus dotes de reconocimiento facial y memoria sobrehumana, asi que insistia en darnos detalles sobre las personas para ayudarnos a recordarlas. La cosa podia prolongarse hasta el infinito, por eso la cortabamos siempre con la misma frase: