• Besar a un angel de Susan Elizabeth Phillips

    https://gigalibros.com/besar-a-un-angel.html

    ?Como se encontro Daisy en esta solucion? Ella puede ir a la carcel o casarse con el hombre misterioso que su padre ha elegido para ella. Alex Markov, sin embargo, no tiene la intencion de interpretar al amoroso novio de una nina mimada con gustos de champan. Sin humor y mortalmente guapo, arrastra a Daisy lejos de su vida en la parte alta de la ciudad. Este hombre sin alma ha conocido a una mujer que no es mas

  • La senora Stendhal, Rafel Nadal de Rafel Nadal

    https://gigalibros.com/la-senora-stendhal-rafel-nadal.html

    Cuando el ultimo dia de la guerra una bala se lleva la vida de una joven madre en un tiroteo en la plaza de Sant Pere de Girona, el destino de Lluc queda para siempre atado al de la senora Stendhal, que lo criara como si fuera hijo suyo. La fuerza de la madre adoptiva, la rebeldia del joven Dani y la sabiduria del abuelo Didac acompanaran la mirada inocente del nino por un paisaje cargado de emociones y promesas. Hasta que choque con el ansia de venganza de los ganadores, decididos a saldar cuentas. Despues del exito internacional de La maldicion de los Palmisano, Rafel Nadal vuelve a la posguerra con su obra mas madura; una novela, entre realidad y ficcion, que cierra el ciclo del autor sobre los bandos, el destino y la libertad individual.

  • Diario de una chica irreverente de Marisa Domenech

    https://gigalibros.com/diario-de-una-chica-irreverente.html

  • Heima es hogar en islandes, Laia Soler de Laia Soler

    https://gigalibros.com/heima-es-hogar-en-islandes-laia-soler.html

    ?Puede estar tu hogar a miles de kilometros de casa?
    Ver la vida en blanco y negro no es divertido.
    Laura padece una extrana enfermedad que le impide apreciar los colores, pero si ultimamente su vida es gris no es solo porque sufre acromatopsia. Acaba de romper con su novio y sus padres no dejan de pelearse tras el divorcio. Por eso, decide alejarse de todo y toma el primer avion que sale del aeropuerto.
    El destino la lleva hasta Reikiavik, Islandia. Alli conoce al simpatico Orri, quien le propone emprender un viaje para recorrer el pais con el y su no tan simpatico amigo Gudjon. Quiza no sea una idea sensata, pero no es que Islandia ofrezca muchas opciones a una chica que se ha escapado de casa.
    Lo que Laura nunca podria sospechar es que los dos islandeses esconden un secreto imposible de creer, incluso para alguien como ella, y que ese viaje la cambiara para siempre.

  • Tras la cortina de Aitor Martin Andres

    https://gigalibros.com/tras-la-cortina.html

    Biel Montanana, un periodista, ahora dueno de una libreria, y su empleado, Juan Eduardo Acosta, ambos amantes del misterio, se interesan por el asesinato de un famoso empresario al que han ejecutado con un estilete de oro. Gracias a su curiosidad, descubren que otro empresario espanol fue ajusticiado meses atras con el mismo procedimiento en Boston.Biel denuncia el hallazgo ante una conocida del pasado, la inspectora Carla Sandemetrio, con la que mantuvo un noviazgo en la universidad. Los libreros y Carla pronto averiguan que las victimas estan relacionadas entre si, y se lanzan a un arriesgado periplo que los lleva a indagar en las calles de Madrid y en las localidades de La Velilla, Tapia de Casariego y Salduero.Asi, se internan en una tenebrosa trama, hasta dar con la organizacion IT5, uno de los baluartes de Occidente. Inmersos en la investigacion, se adentran tras la cortina que oculta el mundo artificial en el que viven, en el salvaje reverso de la civilizacion.

  • La sorprendente verdad sobre que nos motiva de Daniel H. Pink

    https://gigalibros.com/la-sorprendente-verdad-sobre-que-nos-motiva.html

    Llega a Espana uno de los fenomenos editoriales en no ficcion del 2010.

  • Lo imprevisible de Marta Garcia Aller

    https://gigalibros.com/lo-imprevisible.html

    Este libro no esta aqui. No ha podido llegar al lector porque este libro esta confinado. Acabe de escribirlo en febrero de 2020, a tiempo de convertirse en una de las novedades de la primavera. O eso creia yo. Brinde por ello con amigos nada mas entregarlo. No sabia por entonces que aquella iba a ser la ultima vez que pisariamos un bar en mucho tiempo. Ni que este ano nos ibamos a quedar sin primavera. De eso iban, al fin y al cabo, las paginas que acabaron confinadas. Advertian de que habia que ir acostumbrandose a convivir con todo aquello que no se puede prever. A principios de marzo, Lo imprevisible ya estaba impreso y empaquetado, listo para llegar a las librerias. Y ahi se quedo. Atrapado por sorpresa en las cajas de una imprenta de Igualada, el primer municipio espanol en decretar el confinamiento total por el brote de coronavirus. Igualada sonaba entonces, igual que Bergamo, como si fuera el reactor 4 de Chernobil. No se podia salir ni entrar de alli por el alto riesgo de contagio. Mi editora me llamo para avisarme de que la publicacion del libro se retrasaria. La semana siguiente se decreto el estado de alarma que puso a Espana en cuarentena. Y luego la COVID-19 fue paralizando el resto del planeta. Mas de tres mil millones de personas nos quedamos encerradas en casa durante semanas para tratar de frenar el virus que cambiaria el mundo. Asi que este libro no es exactamente el mismo que en febrero. De alguna manera, ninguno lo somos. Tampoco el lector. Ya no me va a costar convencerle de que un espejismo tecnologico nos ha hecho creer que tenemos bajo control mas cosas de las que en realidad estan a nuestro alcance. Eso ha quedado claro ahora que el mundo esta patas arriba. Mientras reescribo estas lineas, aprovechando mi propia clausura, aun no sabemos cuanto durara el estado de alarma. Ni cuando podremos volver a salir de casa para ir a trabajar o abrazar a la familia. Tampoco cuando volveran a abrir las librerias para que estas paginas, estas si, lleguen por fin a sus manos. De pronto, ya no sabemos nada del futuro. Ni de lo que hay a la vuelta de la esquina. Solo hay algo seguro: nunca ha sido tan imprevisible. De pequena me fascinaba un libro que fantaseaba sobre como seria el ano 2020 y del que solo recuerdo esa fecha y el dibujo de una banera robotica. He olvidado tambien el titulo, pero no aquel cuarto de bano. De el salian todo tipo de brazos que lavaban, peinaban y secaban el pelo de un nino sumergido en espuma sin mover un dedo. Todavia me da algo de envidia cuando lo pienso. Tal vez por eso siempre habia imaginado 2020 como un ano futurista. Y, por supuesto, que a estas alturas ya tendriamos banos con robots. Antes de que esta devastadora pandemia que me tiene recluida en casa mientras escribo provocase la peor crisis economica y sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, los nuevos anos veinte se preveian de otra manera. Iba a ser la decada dorada del progreso tecnologico y la robotizacion. De la medicina personalizada y la inteligencia artificial. Y ahora resulta que 2020 es el ano en el que Occidente descubrio que no tenia suficientes camas, ni medicos, ni mascarillas para atender a sus enfermos en caso de emergencia. Y mientras la inteligencia artificial y la genetica van dando forma a la medicina del futuro, en nuestros hospitales del presente los medicos improvisan batas con bolsas de basura para protegerse. A principios de ano todavia viviamos ajenos a lo que se avecinaba. Las ferias tecnologicas prometian grandes avances que ahora parecen frivolos (conste que antes del coronavirus, tambien). En enero se presento en Las Vegas un minirrobot rodante que se controlaba desde el movil, pensado para acercar un rollo de papel higienico alla donde alguien lo necesitara. Tambien se anuncio un sensor para avisar con un mensaje al movil si el bano huele mal antes de tener que asomarse a comprobarlo.1 No es esto lo que de nina entendia por un bano robotizado, ni tampoco por lo que pasara a la historia el papel higienico en 2020. En enero, mientras en la feria tecnologica mas importante del mundo se presentaban estos inventos para el supuesto vater del futuro, ya habia un nuevo coronavirus extendiendose por China que pronto llegaria al resto del planeta. En las semanas siguientes, a medida que la amenaza avanzaba, la gente reacciono, para sorpresa de Gobiernos y reponedores de supermercados, almacenando compulsivamente montanas de papel higienico. Por inutil que fuera comprar decenas de rollos, el acaparamiento irracional transmitia una paz a la poblacion que ningun robot podria prever. El miedo a lo desconocido entra dentro de eso que a los humanos nos vuelve imprevisibles. Una epidemia de incertidumbre La escritura de este libro ha pasado por una mocion de censura, dos elecciones generales y una pandemia mundial. La rutina iba desapareciendo mientras andaba yo buscando eso que nos vuelve imprevisibles. Para encontrarlo, he mantenido entrevistas con un centenar de expertos en cuestiones muy diversas: matematicos, astrofisicos y psicologos; con filosofos, abogadas e ingenieras; antropologos, linguistas y policias; con una nina de tres anos, varias empresarias de exito y un ligon de Tinder; en estas paginas hay tambien genetistas, meteorologos y hasta un excombatiente de Irak que ahora reparte burritos a domicilio. No faltan las opiniones --ultimamente, nunca lo hacen-- de politologos, epidemiologos y periodistas, ademas de las charlas con un par de neurologos, varios humoristas famosos y algun que otro robot. Nos hemos ido acostumbrando a los sistemas de inteligencia artificial que calculan por nosotros que carretera escoger para evitar los atascos y predicen que tiempo va a hacer. Al fin y al cabo, hay algoritmos para todo. Los hay que generan noticias falsas, invierten en bolsa y anticipan a quien vamos a votar. Otros prometen predecir los delitos, el amor y hasta el orgasmo. Incluso hay robots que conducen, componen musica y pintan cuadros como los de Rembrandt. Se automatizan los despachos de abogados, las consultas de los medicos y los templos budistas.2 La inteligencia artificial aspira a automatizarlo todo. ?Todo? No, todo no. Al computo del algoritmo siempre se le escapara lo imprevisible. Y, mas alla de las pandemias, la vida esta llena de situaciones cotidianas que lo van a seguir siendo. Al final, los dilemas humanos son los mismos de siempre, solo que nunca habiamos tenido como especie tanta informacion disponible. Por eso nos desconcierta tanto descubrir lo vulnerables que somos en realidad. Por una parte, nos hemos vuelto, en cierto modo, mas previsibles que nunca gracias al mayor procesamiento de datos de la historia. Por otra, el mundo esta transformandose a tal velocidad que desconocemos las nuevas reglas de juego. No es casualidad que tanto desconcierto coincida con un profundo cambio tecnologico. La nueva era de la predictibilidad tecnica se caracteriza, paradojicamente, por una epidemia de incertidumbre. En 2016, nadie vio venir el brexit ni la victoria de Trump.3 A partir de entonces, la cronica geopolitica ha sido una sucesion de acontecimientos inesperados. Tanto cambio constante llevaba tiempo desconcertandonos, mucho antes de que llegara el coronavirus. La sensacion de estar entrando en territorio desconocido ya se habia generalizado en un Occidente a medio repensar. El exceso de informacion puede tener mucho que ver con ello. Alvin Toffler ya advertia en El shock del futuro que la saturacion informativa podia crear mecanismos de defensa en la gente, que necesitaria simplificar tanto el mundo para comprenderlo que acabaria reafirmando sus prejuicios. Era 1970.4 La sobrecarga de informacion tambien provoco un aumento de la incertidumbre en los tiempos de Gutenberg. En cierto modo, la llegada de la imprenta tambien trajo consigo una acentuacion del sectarismo.5 Acceder a mas informacion de diferentes concepciones religiosas no genero mas tolerancia, sino la conviccion de que la unica vision verdadera del mundo era la propia. La imprenta supuso un enorme progreso tecnologico para la humanidad que inauguro la Edad Moderna. Sin ella, no se entenderian las guerras de religion de los siglos XVI y XVII que causaron millones de muertos en Europa. La manera en la que accedemos a la informacion (y a la desinformacion) transforma a las sociedades, como veremos en el capitulo dedicado a como la verdad y la mentira se vuelven mas imprevisibles con los algoritmos. Cuando los cambios tecnologicos se aceleran tanto, aumenta la sensacion de vertigo. ?De donde viene tanta incertidumbre, teniendo como tenemos un acceso a la informacion y unos avances cientificos y tecnologicos con los que nuestros padres y abuelos solo podian sonar leyendo a Julio Verne? En menos de un siglo, hemos visto llegar la penicilina y el 5G, los viajes a Marte y la secuenciacion del genoma. Y en el momento mas algido de las promesas tecnologicas, cuando el futuro parecia capaz de automatizarlo todo, el mundo, de pronto, se paraliza de golpe por un virus. Una cuarentena no deja de ser, al fin y al cabo, una tecnica medieval para la prevencion de los contagios. Tanto algoritmo y tanto big data,6 y cuando llega la gran pandemia nos tenemos que encerrar todos en casa como en tiempos de Boccaccio, pero con wifi. Antes de la llegada de la COVID-19, se me ocurrio consultar con un experto en la estructura del universo. ?Quien mejor para darle un poco de perspectiva al asunto? Pregunte a Martin Rees, astrofisico y astronomo real, si veia relacion entre la incertidumbre y la era de los algoritmos: <>. A diferencia de lo que les ocurrio a nuestros antepasados, para nosotros el proximo siglo sera drasticamente diferente al actual. Por no saber, no sabemos ni en que planeta viviremos para entonces.7

  • El barquero de almas de Claire Mcfall

    https://gigalibros.com/el-barquero-de-almas.html

    Dylan ha escapado ilesa de un horrible accidente ferroviario. Pero, en realidad, no es asi. El paisaje sombrio que la rodea no es Escocia. Es un paramo donde merodean espectros en busca de almas humanas. Y el extrano que esta esperandola no es un chico comun y corriente. Tristan es un barquero, cuya tarea consiste en transportar su alma al mas alla, un viaje que ya ha hecho miles de veces. Pero esta vez hay algo diferente. Indecisa entre el amor y el destino, Dylan comprende que no puede separarse de Tristan, pero tampoco puede quedarse con el. Tarde o temprano, inevitablemente, los espectros capturarian su alma y ella se perderia para siempre. ?Podra el verdadero amor vencer los limites de la muerte? El barquero de almas es una historia que nos hace pensar, un relato verdaderamente original de un amor que se niega a dejarse limitar por la muerte.

  • Infierno y Paraiso (Todos mis demonios 3), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

    https://gigalibros.com/infierno-y-paraiso-todos-mis-demonios-3-veronica-a-fleitas-solich.html

    Tercer libro de la saga “Todos mis demonios”.
    Eliza creyo que ya nada la sorprenderia, que estaba todo dicho.
    Ella ha quedado varada entre dos mundos y es una sola cosa, la que desea, pero en su urgencia por conseguirla no ve que a su alrededor, existe mucho mas que los misterios que ya desvelo. Ni se imagina lo que esta a punto de sucederle

  • Algo tan (estupido) estupendo como el amor de Nina Minina

    https://gigalibros.com/algo-tan-estupido-estupendo-como-el-amor.html

    Dejar de ser una nina de papa no es facil, como tampoco lo es reinventarse a una misma y empezar de nuevo. Si no, que se lo pregunten a Malena, que ultimamente no esta viviendo su mejor momento, apartada de su familia y con la sombra de un escandalo sobre su cabeza.
    La oportunidad se le presenta en forma de entrevista de trabajo para una gran editorial. Lo que no sabe Malena es que su futuro jefe tiene unos planes diferentes para ella. A partir de ese momento, algo cambiara, y Malena, poco a poco, ira encontrando todos los ingredientes que le brinda el destino para obtener la formula magica que pinta de colores cada instante de la vida.

  • Chispas de Luis Goytisolo

    https://gigalibros.com/chispas.html

    La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de portico a este libro, que contempla sin piedad -y con un humor de lo mas singular- la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de vinetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas paginas desfilan los moviles que acaparan toda la atencion, las hirsutas barbas hipsters y la moda de la depilacion corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo politicamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artistica. Y tambien situaciones disparatadas como las de un par de menages a trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la aficion de Joyce por la escatologia.

  • LOS CADAVERES NO SUENAN: La segunda novela policiaca del agente del FBI Ethan Bush de Enrique Laso

    https://gigalibros.com/los-cadaveres-no-suenan-la-segunda-novela-policiaca-del-agente-del-fbi-ethan-bush.html

    Si te apasionaste con ‘Los Crimenes Azules’ volveras a disfrutar con LOS CADAVERES NO SUENAN. Una novela policiaca que esta fascinando a los amantes del genero.
    ENRIQUE LASO regresa con la segunda entrega de la serie de novela negra protagonizada por el agente de la UAC Ethan Bush, impulsado por el exito mundial tanto de ventas como de critica de ‘Los Crimenes Azules’ (ya traducida a 6 idiomas, los derechos cinematograficos comprometidos con Hollywood y con mas de 350.000 copias vendidas)

  • Ensename esta noche (Fantasias 1) de Nina Klein

    https://gigalibros.com/ensename-esta-noche-fantasias-1.html

    E PROLOGO CHLOE l club Poison se veia de forma totalmente diferente a la luz del dia, cuando estaba cerrado. No habia nada del misterio, la seduccion, el calor, el deseo que lo empapaba todo durante la noche. Para empezar, las luces del techo estaban encendidas, creando la sensacion de que uno estaba en una especie de teatro vacio. En el ambiente flotaba un ligero olor a desinfectante, el rastro que quedaba despues de que el equipo de limpieza se hubiese pasado aquella manana. Salia una pasta hacer ese tipo de limpieza y desinfeccion profunda todos los dias, pero por una parte era necesario, y por la otra, dinero no era lo que les faltaba en el club, con las cuotas que cobraban a los socios y el numero de socios que tenian. Ese era un de los problemas: el numero de socios habia llegado a su tope. Los duenos nunca habian querido que aquello se masificara y el numero maximo de socios era un numero manejable, que hacia que en los dias de mas aforo --los viernes y los sabados-- se pudiese estar tranquilamente en el club, sin agobios. Asi que la lista de espera era kilometrica, y solo se abria una vacante cuando un miembro abandonaba el club, que no era tampoco muy a menudo. Mi idea venia un poco a mitigar ese problema. A "liberar" un poco el club, para que quizas pudieran admitir un grupo mas de socios. A diversificar, tambien. Y a hacerlo mas interesante. Respire hondo y me alise la americana que llevaba. Me habia vestido como cualquier dia en la oficina: unos pantalones negros de tela, rectos, mis "zapatos de oficina" --negros, de piel, no mucho tacon, comodos-- y una americana gris de pata de gallo. Llevaba uno de mis bolsos mas grandes al hombro, de donde sobresalia la carpeta de cartulina marron con la propuesta que estaba a punto de hacer a los duenos del club Poison. Respire hondo de nuevo, y mi amiga Caroline se dio la vuelta y se paro en medio de lo que era la pista de baile, el suelo negro brillante reflejando la luces del techo. --?No me digas que estas nerviosa? Era ella quien me habia abierto la puerta del club, y quien me acompanaba en el camino hacia las oficinas. Eran las tres de la tarde, y todavia faltaban horas para que abriese el club. --Un poco --reconoci. --Pero si solo son Mark, Paul y Derek. No le faltaba razon: al fin y al cabo les conocia desde hacia mas de un ano. Pero una cosa era ser amigos, tomarnos una copa de vez en cuando y hablar de nuestras vidas, y otra hacer negocios juntos. No queria que pareciese que me estaba aprovechando de la amistad. --No es lo mismo --dije, por fin--. Esto son negocios. Ademas, no estoy muy segura... igual es una idea ridicula. Caroline me sonrio. --Estoy segura de que es una idea genial. De todas formas, no estes nerviosa: si les gusta la idea bien, y si no, tambien. Yo tambien sonrei, mas para darme valor que otra cosa. --Okey. Seguimos avanzando por el club, los tacones de Caroline resonando en el suelo de marmol. Habiamos recorrido un largo camino, desde que eramos companeras de trabajo en una oficina horrenda, con cubiculos enanos y grises y luces fluorescentes en el techo. Hacia ya dos anos de aquello: un dia, Caroline estaba quejandose de las horribles citas por las que habia pasado gracias a --o por culpa de-- una app de citas que tenia instalada en el telefono. La decepcion, la incertidumbre... fue entonces cuando le di la tarjeta del club. No estaba segura de que fuese a ir --ella tampoco--, pero no solo habia acudido, sino que ademas habia acabado con uno de los duenos del club, Mark. Ahora estaban prometidos. Aparte de eso, Caroline trabajaba en las oficinas del club, llevandoles la contabilidad. La de vueltas que daba la vida. Yo habia acabado cambiando de trabajo. La oficina era todavia mas gris e insoportable cuando no tenia a Caroline para hablar en los descansos del cafe. Pero aunque el nuevo trabajo era menos gris y menos insoportable, seguia siendo bastante aburrido, la verdad. Quizas la culpa no era de los puestos de trabajo, sino de la profesion en si: ser contable no era lo mas apasionante del mundo. A no ser que fueras la contable de la mafia, en ese caso estoy segura de que el trabajo era una montana rusa de diversion. Sacudi la cabeza a uno y otro lado. Cuando estoy nerviosa se me ocurren todo tipo de tonterias. Tenia razon Caroline, de todas formas: era absurdo estar nerviosa. Simplemente habia tenido una idea, y necesitaba a los duenos del club para llevarla a cabo. Si les gustaba bien, y si no, tampoco pasaba nada. No tenia nada que perder. No tengo nada que perder, me repeti mientras seguia a Caroline por las escaleras de hierro que conducian a las oficinas. Y al final funciono: volvi a respirar hondo, y se me quito el nerviosismo de golpe. * ESTABAN todos en la sala de reuniones, conversando animadamente: Mark, Paul, Derek y Monique. Paul estaba haciendo cafe en la cafetera de capsulas que habia en una mesa junto a la pared. Derek y Monique estaban sentados juntos, como siempre, unidos por la cadera. Era curioso, porque cuando Derek llego al club, a Monique --que en aquel entonces trabajaba de guardarropa -- le cayo mal al instante. La antipatia no habia durando mucho, de todas formas. Ahora Monique trabajaba de manager, era quien se preocupaba de que todo saliese bien y funcionase como la seda cuando el club estaba abierto. El trabajo le iba como un guante, era la mejor relaciones publicas que habrian podido encontrar, y ademas el club daba un monton de trabajo. Cuanta mas gente se ocupase de el, mejor. La unica ausencia era Amanda, que aunque tambien estaba unida a la cadera con Paul, estaba estudiando para uno de sus examenes de derecho. Seguia trabajando de camarera en el club, porque le dejaba casi todo el dia libre para ir a clase y estudiar, y porque ademas le gustaba trabajar con Paul. No era como si necesitara vigilarle, ni nada de eso: los dias en los que Paul se tiraba a todo lo que se movia habian terminado. --!Chloe!--. Paul me saludo como si hiciese anos que no me veia, cuando le habia visto la noche anterior--. ?Que quieres? Le pedi un cafe solo, y me sente. Paul sirvio los cafes, Caroline se sento al lado de Mark, y cinco pares de ojos se volvieron a la vez hacia mi, expectantes. --Somos todo oidos --dijo Mark. Volvi a respirar hondo, sonrei y empece a hablar. LA IDEA ERA MUY SIMPLE, realmente. Habia empezado a darle vueltas unos meses atras, justo despues de cierto episodio que habia tenido en el club. No me importaba decirlo: habia sido una noche maravillosa donde conoci a un grupo de hombres tambien maravillosos. Antes de eso, estaba aburrida, pensando en darme de baja del club. Aquel dia habia conseguido realizar mi fantasia mas antigua, si, pero tambien me di cuenta de que habia sido por casualidad. Conoci a cuatro hombres perfectos que tenian la misma fantasia que yo. Un golpe de suerte, vaya. Poison era lo que era, un club de sexo: un lugar donde pasar la noche, donde ir a desfogarse en un ambiente seguro. Si, uno podia cumplir sus fantasias, si no eran muy complicadas, si tenia suerte y era una de las cosas que se ofrecian aquella noche. Trios, orgias, vouyerismo... no habia ningun problema. Pero repito: tenia que surgir la oportunidad, y ademas una tenia que tener... cierta tendencia al exhibicionismo, por llamarlo de alguna manera. No habia mucha intimidad. Es cierto que habia habitaciones privadas, pero el contacto tenia que iniciarse de alguna manera. Mi idea era ir un poco mas alla: ofrecer un servicio especificamente orientado a satisfacer las fantasias de los clientes. Tenia que ser un servicio extra que se ofreciese a los miembros mas antiguos del club, a los que fueran mas de fiar. Tenia que haber mas barreras, tambien, para asegurarnos de que fuese un entorno seguro. Y los encuentros no tenian por que producirse en el club: de hecho, la idea es que fueran en un hotel, o un apartamento alquilado, dependiendo de la fantasia y de los participantes. Cuanto mas hablaba, mas me emocionaba: podiamos conectar a diferentes personas que buscasen la misma fantasia, personas con perfiles parecidos, etc. Una especie de agencia matrimonial, conectando a gente con los mismos intereses, pero con fantasias sexuales en vez de matrimonio. Yo me ofrecia para gestionar el servicio, claro esta: ellos ya tenian suficiente con el dia a dia del club.

  • La caja de palisandro de Ana E. Guevara

    https://gigalibros.com/la-caja-de-palisandro.html

    Un amor que se termina y un misterio que comienza en forma de caja de palisandro…

  • Tu, yo, todo de Catherine Isaac

    https://gigalibros.com/tu-yo-todo.html

  • El corazon de Fiona de Mar Fernandez

    https://gigalibros.com/el-corazon-de-fiona.html

    Fiona caminaba aceleradamente por la acera, cargada con tres bolsas llenas hasta los topes tras salir de un supermercado cercano a su casa. Con esfuerzo rebusco las llaves en su bolso y subio las escaleras hasta el tercer piso. Solo respiro tranquila cuando dejo la compra sobre la pequena encimera de la cocina. Un maullido a su espalda la sobresalto y al girarse se encontro con el pequeno minino color gris. Una sonrisa se dibujo en sus labios y, olvidando su agobio anterior, se acuclillo y cogio al pequeno animal entre sus manos. --Hola, mi sol --dijo con voz aninada--. ?Que tal has pasado el dia? --pregunto clavando la nariz en su suave pelaje--. Tengo una cosita para ti. Dejo al animal en el suelo y busco en una de las bolsas de papel marron hasta dar con una lata que abrio y cuyo contenido vertio en su plato. La gatita elevo su cabeza y olfateo desesperada hasta llegar al rincon donde estaba su premio, que engullo con rapidez. --!Eres una glotona! --le reprocho Fiona mientras sacaba los alimentos de su envoltorio y los guardaba en su lugar. Estaba echando los plasticos al cubo de reciclaje cuando el timbre comenzo a sonar con insistencia. <>, se dijo mientras cogia al gato con celeridad y lo escondia en una caja de carton situada en una esquina de la cocina. Por la forma pertinaz de llamar solo podia tratarse de una persona: su casera. Mas recompuesta, se acerco a la puerta y dibujo en sus labios una de sus mejores sonrisas antes de abrir la hoja de madera. --Buenas tardes, senora Potter --la saludo alegremente, aunque aquella mujer se le atragantaba. --Buenas tardes, senorita Mackenzie --respondio la anciana con labios apretados--. ?Puedo pasar? --pregunto con voz dura. <>, se pregunto Fiona molesta mientras se apartaba para que la senora Potter entrara en el pequeno apartamento. Agradecio que todo estuviera en orden, ya que el dia anterior habia hecho la limpieza semanal. --Sientese, por favor --ofrecio Fiona cuando ambas llegaron al salon--. ?Quiere tomar algo? --ofrecio hospitalariamente. --No, muchas gracias --dijo la mujer mientras se sentaba en el borde de una silla. Estaba claro que se sentia incomoda. --Como guste --respondio Fiona, deseando que aquello acabara cuanto antes--. ?Y a que se debe su visita? --pregunto directa, arrepintiendose al instante. Hacia menos de una semana que habia hecho el pago mensual de su alquiler, por lo que no entendia que queria aquella insufrible mujer. --?No tiene nada que contarme, senorita Mackenzie? --pregunto la senora Potter, clavando con intensidad sus ojos oscuros en su rostro, como si quisiera traspasarla con la mirada. Fiona la observo confusa y elevo una de sus cejas sin percatarse. <>, se pregunto, y finalmente decidio esperar a que ella hablara para descubrirlo. --Su vecino, el senor Morgan, se ha quejado de los aullidos de un animal en su apartamento --solto la mujer, segura. --?Que? --boqueo Fiona. <>, se dijo mentalmente al recordar a su molesto vecino. --Lo que ha escuchado. Digame la verdad, senorita Mackenzie, ?ha metido a un animal en mi casa? --pregunto inquisitivamente. --No, senora Potter --mintio al sentirse acorralada. Para su desgracia en aquel momento sono un ruido en la cocina y segundos despues Maggie aparecio saltando por el salon, persiguiendo su pelota roja. <>, se dijo Fiona cuando su casera clavo su mirada en su persona. Media hora despues, Fiona volvia a su piso cargada con varias cajas de carton que habia comprado para comenzar a empaquetar sus posesiones. <>, se recrimino mentalmente mientras abria y cerraba cajones y metia sus pertenencias sin ningun orden en el interior. El sonido del timbre la sobresalto. <>, penso mientras se limpiaba los restos de las lagrimas con el dorso de la mano antes de dirigirse a la puerta. Suspiro pesadamente y abrio para encontrarse con Hannah, su prima, que al ver su rostro desencajado entro precipitadamente y la estrecho entre sus brazos para darle el consuelo que parecia necesitar. --?Que ha pasado? --pregunto Hannah cerrando la puerta a su espalda mientras cogia la cintura de Fiona y se internaba en el salon. --Tengo que dejar el piso. --?Que? -- exclamo Hannah sorprendida, clavando su mirada en el rostro de su prima. Ahora comprendia su estado. --Ha descubierto a Maggie --confeso Fiona mientras su labio comenzaba a temblar. --Oh, Fiona lo siento... Aunque ya te lo adverti. --Lo se, Hannah, pero no podia dejarla en la calle --intento excusarse mientras abria una nueva caja. Necesitaba tener las manos ocupadas. --?Y ahora que vas a hacer? --indago su prima. --Supongo que tendre que buscar algun sitio donde mudarme. --?Cuanto tiempo tienes? --pregunto Hannah, dispuesta a hacerse con las riendas de la situacion, como era su costumbre. --Una semana --respondio Fiona, sabiendo que no era suficiente tiempo para encontrar algo en la ciudad. --?Solo una semana? --exclamo Hannah preocupada, viendo que no habia muchas posibilidades. --Ni un dia mas ni uno menos. --?No podrias convencerla...? --No --dijo Fiona girandose y clavando su mirada en su prima--, esta en el contrato. Hannah suspiro resignada y, tras unos segundos, una sonrisa se dibujo en sus labios antes de coger una de las cajas vacias y comenzar a guardar los libros situados en una de las estanterias. --Bueno, ya sabes que todo en esta vida tiene solucion, y Lindsay y yo te ayudaremos. Ahora ocupemonos de todos tus trastos --dijo con humor, sabiendo que su prima frunciria el ceno, molesta, como hacia en ese preciso instante. --!No son trastos, son mis cosas! --replico Fiona furibunda mientras le tiraba a la cabeza un cojin del sofa. *** Hannah subio el ultimo tramo de escaleras y respiro cuando pudo dejar la caja que cargaba a la entrada del apartamento. El calor era intenso aquella tarde de verano y, en un gesto casual, elevo el brazo y seco el sudor que perlaba su frente. --Quita de ahi --dijo Fiona, que estaba a su espalda igual de cargada. --?Como has podido acumular tantas cajas? --pregunto Hannah mientras se apartaba para dejar pasar a su prima-- ?Al venir a la ciudad decidiste traerte todo lo que tenias? Fiona dejo la ultima caja de su mudanza sobre una pila formada por otras tantas y clavo la mirada en el rostro sonrojado de su prima. --Creia que te hacia ilusion que viniera a vivir contigo --replico formando un mohin con sus labios. Hannah se sintio fatal al ver su gesto y, a pesar de estar sudada, se acerco a Fiona y la apreto fuertemente contra su cuerpo. --Lo siento --se disculpo--. Estoy encantada de que hayas venido a vivir con nosotras. Sabes que te adoro y, aunque te moleste, me alegra que tu casera haya decidido darte boleto. --Vieja bruja --replico Fiona, que aun estaba furiosa con la senora Potter. Habia sido una desconsiderada al decidir rescindir el contrato que tenian con solo una semana de plazo. --!Oh, vamos, Fiona! Reconoce que tu tambien tienes parte de culpa en eso --dijo Lindsay, que en aquel momento se acercaba a ellas con dos vasos de limonada helada--. En el contrato ponia expresamente que nada de animales --anadio senalando al pequeno minino de color gris, que jugueteaba con una pelota de fieltro rojo junto al sofa. La aludida cogio uno de los vasos y agradecio el frescor de su contacto, mas aun cuando el liquido recorrio su garganta tras el primer trago. En el fondo sabia que Lindsay tenia razon, pero cuando encontro a la pequena cachorra junto al cubo de la basura no pudo resistirse. --?Que mal puede hacer Maggie? --pregunto--. Es adorable --anadio mientras una tierna sonrisa adornaba sus labios. Segundos despues, dejo el vaso sobre la mesa y sostuvo al cachorro entre sus brazos mientras hundia la nariz en su suave pelaje. Hannah y Lindsay cruzaron una mirada y no pudieron evitar sonreir. El piso no era muy grande, pero habian logrado acondicionar una pequena habitacion que solian usar de trastero para Fiona.--Si, lo es, y ahora mas te vale que te pongas en marcha. Tu turno empieza en una hora --le recordo Hannah. Fiona dejo a Maggie en el suelo para que siguiera con su juego y se incorporo. --!Si, mama! --dijo con humor, ganandose un bufido por parte de su prima antes de huir al bano para darse una ducha. --?Que he hecho yo para merecer esto? --dijo Hannah poniendo los ojos en blanco. --Adoras a tu prima, las dos lo sabemos --respondio entre risas Lindsay, tendiendole el vaso de limonada que aun no le habia entregado. Hannah estaba a punto de contestar a sus palabras cuando el sonido del movil de su amiga comenzo a sonar con insistencia. Aprovecho para degustar el zumo recien exprimido y disfruto de su acidez. A Lindsay le encantaba hacer zumos y suculentos platos que dejaban el estomago al borde de su capacidad y las calorias a mil. En mas de una ocasion eso habia provocado que tuviera que ponerse a dieta. CAPITULO 1 Varias semanas despues. El sonido del despertador se filtro a traves de la densa bruma del sueno. Fiona alargo el brazo y, con los dedos, rebusco en la mesilla hasta dar con su movil para apagar la alarma. Con un esfuerzo titanico obligo a sus ojos a abrirse, a pesar de que los notaba hinchados como dos pelotas de tenis. Con trabajo, se sento sobre la cama y obligo a sus piernas a moverse para ponerse de pie. Con paso cansado se acerco hasta la ventana y subio la persiana para descubrir un dia gris y triste que entonaba bastante con su estado de animo. <>, se repitio por enesima vez desde la muerte de Lindsay. <>, prosiguio con sus intentos de infundirse los animos que necesitaba, mas aquel aciago dia. Sin poder evitarlo, revivio nuevamente el momento en que supo del tragico accidente que habia sesgado la vida de una de sus mejores amigas. Estaba trabajando en el hotel cuando el telefono sono. Contesto con su alegria habitual, hasta que el policia al otro lado de la linea pregunto si Lindsay trabajaba alli. Rapidamente indico que era su companera de piso, y aquella voz mecanica le informo de su fallecimiento. No fue facil contarle a Hannah lo sucedido, y tras su desmayo se prometio que cuidaria de Hannah como su prima habia hecho con ella desde que habia llegado a la ciudad varios anos antes. Llevaba casi cuarenta y ocho horas sin dormir, haciendo cientos de llamadas, y no podia negar que se sentia aliviada de que todo aquello acabara de una vez aquel dia. Por otro lado, sabia que era el comienzo de algo peor: adaptarse al vacio que dejaria Lindsay en sus vidas. Tras una ducha rapida, se vistio con ropa oscura y preparo una taza de cafe para espabilarse. Seguidamente entro en la habitacion de su prima. Se le encogio el corazon al ver la estampa que presentaba. Estaba inmovil frente al armario, con la mirada perdida y la piel livida. Su rostro estaba devastado y se podian adivinar las bolsas bajo sus ojos y el rictus de sus labios. Se acerco hasta ella y, con delicadeza, paso su brazo sobre sus hombros. --Vamos, Hannah, tienes que arreglarte o llegaremos tarde --la advirtio dulcemente. La aludida parecio salir de sus oscuros pensamientos al percatarse de la presencia de su prima, que habia pasado toda la noche junto a ella, ambas acurrucadas en el sofa del salon. --No se que ponerme --dijo frustrada, mientras movia las perchas de forma frenetica --, ya sabes que no me gusta el negro. Fiona lo sabia bien, al igual que odiaba el traje chaqueta clasico de su uniforme de trabajo. Siempre intentaba dar color a su atuendo con algun complemento a pesar de la mirada cenuda de su jefe. Aun asi, Fiona descubrio un traje chaqueta de color gris que coloco sobre la cama. --Con este estaras bien. --Fiona --la llamo con voz debil--, no se si sere capaz de enfrentarme a la madre de Lindsay --confeso Hannah con voz apagada--. Esa mujer adoraba a su hija. Era tan joven... ?Por que ha tenido que suceder esto? --se pregunto, sin encontrar una respuesta. Fiona sintio un nudo en la garganta y lo unico que pudo hacer fue abrazar a su prima con intensidad. Hannah rompio a llorar sobre su hombro como si se tratara de una nina. Tardo cerca de veinte minutos en lograr que Hannah se recompusiera y se vistiera, pero una vez logrado, la empujo hacia la puerta y llegaron a la calle, donde ya las esperaba un taxi. Cuando llegaron, el tanatorio ya estaba abierto y varios amigos de Lindsay esperaban en el interior. --No se si voy a poder con esto --expreso Hannah con el labio tembloroso. Fiona giro levemente su rostro y clavo su mirada en ella. --Hannah, eres la persona mas fuerte que conozco. Se que es duro, pero tienes que entrar ahi y despedirte de Lindsay, si no te arrepentiras. Su prima, con la mirada vidriosa, asintio, y aferrando su mano emprendio el camino al interior del edificio.

  • Evengarg de Ana B. Sintes

    https://gigalibros.com/evengarg.html

    Evengarg es una Academia de comandos de competicion en la que conviven y se instruyen centenares de jovenes versados en la continuidad de la paz a traves de acciones militarizadas. Ellos seran los encargados de mediar en las disputas que afloran entre las capitales de las antiguas tierras, mientras la ancestral tradicion de los Uhuren se encuentra amenazada por un peligro que ni ellos mismos son capaces de comprender.

  • Piel de topo de Jon Arretxe

    https://gigalibros.com/piel-de-topo.html

    Arrastrado por la rutina, te dejas caer sobre la misma silla de todos los dias y fijas tu mirada en los monitores alineados en la estancia. Las camaras capturan para ti fragmentos de realidad que empiezas a engullir junto con el cafe de la manana. El menu parece variado, aunque, en el fondo, es mas de lo mismo: gitanos, negros, moros, sudacas, putas, yonquis... Observas sus idas y venidas, su hacinamiento en las calles y plazoletas, sus encuentros a la puerta de locutorios, tiendas, teterias... Hoy, en el barrio, la vida transcurre en un estado de aparente normalidad, de momento todo se mantiene en calma, y piensas que con un poco de suerte no te daran excesivos quebraderos de cabeza. Pasan las horas, la manana se va consumiendo lentamente, sin sobresaltos, y por fin, a mediodia, decides orientar una de las camaras hacia la farmacia Arteta. En cuanto obtienes el encuadre deseado, te fijas en el reloj digital que aparece en un angulo de la escena. Ya falta poco, pero no te impacientes, aun tienes que aguantar unos minutos mas. Para entretenerte, vuelves la vista hacia otra de las pantallas, la que muestra la calle de las Cortes, la de las putas. Ahi estan las muy guarras, pululando alrededor de esos clubs asquerosos, cutres donde los haya, mientras esperan aburridas la visita de algun cliente, algun hombre atraido por el olor de la carne a precio de saldo. Las tarifas han bajado mucho, es cierto; sobre todo desde que llegaron las ultimas nigerianas intentando hacerse un hueco en el mercado. Has oido que ahora se puede echar un polvo por quince euros. Te parece una cantidad ridicula, aunque, a la vista del genero, poco mas se puede pedir. Lo cierto es que el catalogo es un autentico horror: dentro de la oferta nacional, fulanas viejas y yonquis esqueleticas; y, para gustos mas exoticos, ahi estan esas sudacas amorfas o esas mugrientas africanas. Da lo mismo, cualquier opcion hace que se te revuelvan las tripas, ni borracho meterias la polla en uno de esos agujeros. Lo unico que clavarias a esas zorras seria la punta de tu pistola, eso si que lo harias a gusto... Encanonandolas bien, hasta el fondo, y entonces... !Pum! Te estremeces de placer solo con pensarlo. De repente, algo llama tu atencion, algo sucede en las cercanias del Marylin. Unas cuantas prostitutas echan a correr sobresaltadas, al principio no entiendes lo que pasa, pero enseguida captas la escena: un moro las persigue con un palo en la mano. No tardas en ponerle cara, se trata del Boxeador, ese argelino que siempre viste pantalon militar. Por ahi se dice que si no hubiera tropezado con las drogas, hoy seria un gran campeon del ring; pero para ti solo es un idiota. Lo habeis detenido infinidad de veces y no espabila, al contrario, cada vez esta peor. Los efluvios del pegamento y el alcohol le han debido de secar la sesera, ya no le queda ni siquiera un poco de sentido comun para esperar a que oscurezca para cometer sus fechorias. Miralo, ahi va el muy imbecil, corriendo detras de las putas a plena luz del dia. Como en los documentales sobre animales salvajes, el depredador siempre va a por el miembro mas debil de la manada, en este caso una gorda sudamericana que ha quedado rezagada de sus companeras. Tiene las piernas cortas y le pesa demasiado el culo, esta claro que no podra escapar. De hecho no tarda en ser cazada, una zancadilla y la mujer estampa sus narices contra el pavimento. El argelino ya tiene a su presa y, sin darle opcion a levantarse, comienza a descargar golpes contra ella. Luego le arranca el bolso, lo abre, extrae un movil y sigue rebuscando hasta dar con algun billete perdido en el fondo. Su cabreo es notable cuando se dirige a la fulana para reprocharle no llevar mas dinero encima. Al final levanta la vista buscando a las otras putas, pero las que aun no se han refugiado en el interior de algun club ya estan muy lejos y parece que al tipo no le quedan excesivas ganas de seguir corriendo, ?o quizas si? El episodio no termina ahi, ahora el moro va tras dos mujeres negras. Un buen poli avisaria a la patrulla, pero que hostias, tu no eres un buen poli. Te limitas a mirar de nuevo el reloj, esas zorras te importan una mierda y no vas a joder a tus colegas en el ultimo minuto de su turno. Ademas, tienes otras cosas en mente. Ya casi es la hora, cinco minutos para que cierre la farmacia. Mientras te incorporas de la silla, el Boxeador atiza un buen lenazo en la cabeza a una de las negras. Ves la escena en uno de los monitores: el golpe hace que la peluca de la furcia caiga al suelo. Que les den por saco. Coges tu cazadora y abandonas la central de vigilancia desde donde se controla todo lo que ocurre en la Pequena Africa. Antes de pisar la acera ya tienes un pitillo entre los labios, aspiras con fruicion mientras se te llenan de humo los pulmones. Llegas a la calle que da nombre al barrio, San Francisco, y continuas hacia arriba. Como de costumbre, hay un monton de hombres desempleados sin otra cosa que hacer, aparte de matar el tiempo formando corrillos a la puerta de los comercios. Algunos no te reconocen sin el uniforme, otros si, aunque traten de disimularlo haciendose los despistados cuando pasas junto a ellos. Percibes una tensa quietud, no puedes evitar sonreir satisfecho, la vida de toda esta escoria esta bajo tu control gracias a la informacion privilegiada que, minuto a minuto, te proporcionan las camaras. Nada puede complacerte mas que esa sensacion de poder. Adviertes la presencia de un colega de Toure, su companero de piso, el maliense Osman, un desgraciado mas. Se encuentra a la puerta del locutorio de su primo, donde supuestamente trabaja, con un vaso de te en la mano. El tambien te ha visto, sabe que te aproximas, pero esquiva tu mirada y hace como si no oyera cuando le saludas: "Hasta luego, Osman". Te alejas sonriendo cinicamente. Continuas caminando hasta la tienda de los chinos donde sueles proveerte de whisky. Es uno de los comercios que mas frecuentas, siempre envuelto en el halo de omnipotencia que te da tu estatus. Segun el dia que tengas, pagas por la botella o simplemente la coges y te la llevas, sin mas. Seguro que la joven pareja que atiende el negocio se habra sentido aliviada al ver que hoy pasas de largo. Que no se hagan ilusiones, ahora es otro tu destino y no quieres perder el tiempo, pero ya encontraras el momento de volver. Accedes a la farmacia Arteta a falta de dos minutos para el cierre. Te entretienes mirando los productos de las estanterias mientras la farmaceutica pelirroja se despide de la ultima clienta, una vieja pesada. Tan pronto como esta sale a la calle, la chica echa el cierre y, sin decir nada, se dirige a la trastienda. Tu la sigues en silencio. --Hoy estas muy guapa, Cristina --le dices, mientras se va despojando de sus ropas--. ?O prefieres que te llame Sa Kene, como tus amigos africanos? Ella te mira y en sus ojos puedes ver claramente el odio que te profesa. Eso termina de ponerte a tono, sientes como se te pone dura y sin mas preambulos te desabrochas el pantalon. La chica saca un condon que tu rechazas. --Chupamela --le dices tirando la goma al suelo--. Esa era tu especialidad, ?no? Le dedicas una sonrisa burlona, sabes cuanto le jode que le recuerden cual era su oficio antes de entrar a trabajar en la farmacia. Aun asi, ella no dice nada, seguro que esta deseando escupirte a la cara, pero tendra que tragarse la bilis en silencio. La rabia y el asco hacen que se contraiga el gesto de sus labios, los mismos labios que en cuestion de segundos rodearan tu pene con una suave caricia. Tu imaginacion se anticipa a ese momento produciendote un estremecimiento. --Es la ultima vez --dice ella, rompiendo su silencio. --Sabes que no --respondes mientras haces que se arrodille. --Cualquier dia te la arranco de un mordisco. --No te atreveras, ya sabes que pasaria si lo haces. Tras esa conversacion de breve recorrido, la farmaceutica se dispone a pagar un plazo mas de la deuda infinita a la que esta condenada; pero apenas ha empezado cuando se oye una musiquilla proveniente de uno de los bolsillos de tu cazadora. Vaya fastidio, te preguntas quien sera el inoportuno. Tras un instante de duda, sacas el telefono y echas un vistazo a la pantalla. La expresion de tu rostro pasa de la contrariedad al sarcasmo en cuestion de segundos. "!Que casualidad!", piensas al reconocer el numero. Se trata de Toure, el mismo que tantas veces habra ocupado el lugar donde estas tu precisamente ahora. Tienes la tentacion de responder a la llamada del africano para contarle donde te encuentras y que pueda escuchar en directo lo bien que te lo estas pasando con su complaciente amante. Pero al final decides dejarlo y vuelves a guardar el movil, ya hablaras mas tarde con ese pringado. La chica continua de rodillas, dandote placer. Tus dedos se hunden en su cabellera de fuego, hasta que la muy puta aparta tus manos, no quiere que la toques. Aun asi, tu insistes, intentas acariciar su pelo, pero en cuanto siente el mas leve roce, ella vuelve a rechazarte, entrando en un juego que te excita todavia mas. Su actitud rebelde y desafiante te pone a cien, tienes que hacer un ejercicio de autocontrol para no correrte demasiado rapido, deseas prolongar este momento tanto como sea posible, saborear cada segundo ralentizandolo. No todo el mundo tiene a su disposicion semejante hembra; pero tu si, tu tienes barra libre siempre que quieras y para lo que quieras. De todos modos, andate con cuidado porque esta zorra ya ha demostrado en muchas ocasiones lo inteligente que es; nunca te fies de ella. Una vez mas, pones tus manos sobre su cabeza; una vez mas, ella se las quita de encima. La fiesta continua.

  • El olor de la vida de Rosa Rodriguez Cubela

    https://gigalibros.com/el-olor-de-la-vida.html

    La vida transcurre dentro de cada historia, las historias guardan destinos que hay que hacer cumplir, y las prohibiciones, no pueden evitar que un mito, llegue a parecer verdad. Cuando nadie creyo en sus locuras, comenzo a cambiarlo todo. ?Que hiciste con las rosas Jose? Acaso no te basta con su aroma.Asi empezo una historia fantasiosa, entre adivinadoras y conejos que espantaban el ruido, junto a los falsos fosiles, y muy dentro de los experimentos con flores, en un mundo terrenal y divino, en una historia, que mas alla de jardines y mares, trae debajo de la piel; el olor de la vida.

  • El sistema Clockwork de Mike Michalowicz

    https://gigalibros.com/el-sistema-clockwork.html

    ?Te preocupa que tu negocio se derrumbe sin tu presencia?

  • Sonreir jugando al poker de R. Freire

    https://gigalibros.com/sonreir-jugando-al-poker.html

    Las dos tenian claro que su encuentro estaba destinado a ser un romance fugaz y sin importancia: vivian en ciudades distintas, tenian edades diferentes y ataduras sentimentales imposibles de olvidar. Si se trataba solo de sexo sin compromiso, ?que las llevaba a mantener el contacto desde la distancia, a concertar siempre una ultima cita donde ninguna se atrevia jamas a decir adios? ?Puede el miedo a confesar la verdad arruinar nuestra vida para siempre?

  • Tragedia en el tribunal de Cyril Hare

    https://gigalibros.com/tragedia-en-el-tribunal.html

    En el otono de 1939, el juez William Hereward Barber del Tribunal Supremo recorre el sur de Inglaterra presidiendo casos de municipio en municipio. Cuando una carta le advierte sobre una inminente venganza sobre su persona, el magistrado le resta toda importancia, atribuyendola sin duda a algun inofensivo lunatico. Pero al recibir el segundo anonimo, seguido esta vez de una caja de bombones envenados, Barber empieza realmente a temer por su vida. Sera el abogado y detective aficionado Francis Pettigrew ;probo, poco exitoso y enamorado en su dia de la esposa del juez; quien intente desenmascarar al autor de las amenazas, antes de que sea demasiado tarde;

  • Volveras de Maria Girardet

    https://gigalibros.com/volveras.html

    Santiago un hombre soltero rico y empresario, solitario por su forma de ser amargada y poco divertida debido a sus obligaciones y poco interes en la sociedad, se vera atrapado en las riendas del amor, el cual, sin tan siquiera imaginarselo llegara a su vida en la noche de su cumpleanos, una noche que como decia su fallecida madre, traia consigo buenos augurios cuando esta, fuera tan oscura y estrellada al mismo tiempo, ese buen augurio, tiene nombre y apellido, <> quien trae consigo, un gran secreto y unas dulces espinas, que haran a Santiago. . Enloquecer.

  • Los ninos desaparecidos (Lottie Parker 1) de Patricia Gibney

    https://gigalibros.com/los-ninos-desaparecidos-lottie-parker-1.html

    Creian que habian dejado atras el pasado, pero estaban equivocados

  • Lo que nunca te cante, Cara B de Lena Valenti

    https://gigalibros.com/lo-que-nunca-te-cante-cara-b.html

    Una siempre cree estar satisfecha con la vida que tiene. Yo, por ejemplo, asi lo siento.
    Tengo una relacion estable con un chico que me quiere y que me encanta, mi vocacion es mi trabajo, me rodeo de buenos amigos, tengo salud y unos padres que me apoyan en todo.
    No pido nada mas. Pero si esto fuera asi, no tendria nada que decirte.

  • Mateo !Que te veo! de Marta Flores

    https://gigalibros.com/mateo-que-te-veo.html

    Mateo !Que te veo! Asi solia responder Carola a su atractivo vecino cada vez que intentaba acercarse a ella. Y es que, por mas irresistible que le resultara, le daba pavor la fama de mujeriego que le precedia.

  • Dulce camino espinoso (Serie Rohard 1), Rita Morrigan de Rita Morrigan

    https://gigalibros.com/dulce-camino-espinoso-serie-rohard-1-rita-morrigan.html

  • El artefacto de German Sierra

    https://gigalibros.com/el-artefacto.html

    Esto no es la vida real. Esto no es ficcion. Esto no es una novela. Esto no es una salida. Aunque quizas si una huida. Un fuego ligero de bombas barbaras abstractas ilumina el futuro. Es igual que construir un arca. Antes del diluvio, cuentan, los humanos se apareaban con dioses, angeles, cocodrilos... Luego evolucionamos para convertirnos en parasitos que sorben mentes, que flotan en ojos inyectados de sol de dioses amnesicos, empujandolos a devorar estrellas gigantes, a crear y destruir, secuencialmente, universos. Esto no es un sueno. Esto no es una pipa. Esto no es una cancion de amor. El dia despues de que me telefoneara mi ex alumno, un pajaro azul madrugador choco contra la ventana de mi sala de estar y se rompio el cuello y dejo la huella de un beso fantasma gris con restos rojo-sangre de labios destruidos por el bisturi de un cirujano loco e hizo un ruido como si alguien golpeara un gong chino con una bola de masa de pizza. Yo estaba bebiendo cafe y zumo de naranja mientras leia en mi iPhone los correos electronicos que habia recibido durante la noche / leia las noticias de Google en la pantalla del ordenador / me fumaba un Marlboro / celebraba que se habia terminado por fin el semestre y no tenia que coger el puto autobus del campus a las 7:30 y grunirle los buenos dias a la muchedumbre tentacular, compuesta mayormente de estudiantes hipnotizados por el feerico resplandor lechoso de sus telefonos y fundiendose entre ellos igual que una colonia de murcielagos se combinan para formar a Dracula / con la luz polvorienta del sol lijandoles las caras / con los edificios de ladrillo de inspiracion italiana de la colina a punto de derretirse y derramarse sobre la entrepierna verde de algun titan subterraneo en proceso de despertarse. Mi casa -esta casa nacida vieja que compre hace un par de anos, cuando decidi abandonar mi diminuto apartamento del centro y trasladarme a una zona residencial zombificada mas proxima al campus- estaba exactamente igual que la noche anterior; no habia rastros de otros seres humanos, residuos de ideas absurdas abandonados al letargo profundo y a los subsiguientes suenos todavia suspendidos del techo, entre otros frutos oscuros putrefactos de la noche arrastrados por la brisa como polvo resplandeciente que cae sobre las finas briznas de la hierba. Las mananas, cuando no tienes que estar temprano en el trabajo, son la mejor hora del dia para estar solo, sin lavar y aturdido. No hice ningun caso del pajaro: me sentia tranquilo, las calles eran un monumento silencioso a la perpendicularidad, mis libros estaban bien ordenados en los estantes, un millon de hojas verde-espejo hacian trizas la luz del sol ametrallada, no tenia que ir a trabajar temprano... Los bichos carroneros y las hormigas esclavas se encargarian del cadaver, dejando un ominoso amuleto de huesos mondos entrecruzados y plumas delante de mi puerta. Me limite a tomar nota mentalmente de que habia que duchar la ventana: los pajaros son considerablemente mas sucios de lo que parecen. El tiempo venia de todas partes, pandemoniacamente, comiendose las lineas electricas, corrompiendo la luz misma, la gravedad misma, la mente misma. El tiempo llegaba con una rapidez violenta -como Mori abofeteandome, haciendose trizas encima a punto de correrse-, con aspereza y sucio de polvo de miedo, residuos organicos, cascotes volcanicos y ojos relucientes, inflados naufragados. Nunca has oido hablar de nosotros. No sabes nada de mi. Nada menos. Sin embargo, es perfectamente verosimil, e incluso muy probable, que te podamos contar entre los miles y quizas millones de personas que han presenciado el resultado indirecto de nuestra actividad. Nuestro trabajo esta ahi fuera, temblando de forma imperceptible, con un ligero zumbido, en las sombras, esperando a que enciendas las luces de tu maquina. Tu, maquina, eres. En otra epoca, las maquinas se imaginaban un futuro en el que se fundirian encantadas con los hombres; ahora los humanos perseguimos un destino mecanico que sentimos electrico y nos imaginamos bajo control. Sintesis de estrellas. Nunca, hasta ahora. Entretanto. Aunque. Quizas, suponemos, has vislumbrado nuestro trabajo pero nunca le has prestado la bastante atencion (tan ingrato es, y tan sometido -el reconocimiento del talento que ponemos en juego- a los caprichos del azar) como para emitir tu voto o por lo menos ponerle un corazon a alguna de las encuestas que, con periodicidad rigurosa y disimulo creciente, llevan a cabo ciertas franquicias multinacionales especializadas en evaluar companias como la nuestra. Startups. Companias recien llegadas. Caidas del cielo. En lo mas alto al principio, en plena caida ahora. Absurdo, lo se. Ritmos vanidosos. Al final de la jornada, solo un individuo de cada mil -o de cada diez mil, es imposible calcularlo con precision- se ve realmente afectado por las conclusiones de nuestras cogitaciones... ...y entre estos, solo unos pocos reaccionaran tal como nuestros clientes esperan y confian a fin de considerar bien gastado el dinero que nos pagan para poder volver a sus casas convencidos de haber hecho un buen trabajo. Todo es cuestion de porcentajes, de sutiles fluctuaciones de un indice, atribuibles -en este maldito negocio no hay nada estrictamente demostrable- a nuestra intervencion, dado que el publico sobre el que podriamos ejercer cierta influencia todavia es demasiado escaso como para esperar que tengamos un impacto enorme. A veces creo que somos una especie de manifestacion del otro mundo, espiritus sin cuerpo hablando con cuerpos sin espiritu. Entretanto, la luz. O la materia oscura. Esa cosa esponjosa que fluye y suena que repta por el abismo afotico. La parte potable de la piel interior, entranas iridiscentes llenas de pliegues y cubiertas de liquen lipido, palidas o sanguineas, lugar-medusa. Por fuera todo es calculo: grandes datos. Despues de asustar a la muerte, es posible penetrar en los moluscos comestibles de la piel. Hay varias formas de hacerlo, pero muy pocas son indoloras e inocuas. Poros y orificios. Hay festines bacterianos identicos a lenguas rigidas y salinas. Si no has leido las instrucciones con detalle, vuelve a las paginas anteriores: en caso contrario no podras ensamblar la figura. Observa este texto a traves del microscopio adjunto. Por lo menos el instrumento optico tiene la ventaja de simular una semejanza. Ves paisajes, mapas que muestran que no hay interior, sombras oscuras de mobiliario, de carne mal iluminada. El dolor es mecanico, o bien una traduccion de la mecanica al idioma borboteante de la sarna. A traves de la espuma de vidrio -puede ir despacio, con delicadeza y cuidado- la agonia es como acercarse a un horizonte o comprar lividez en un supermercado. Vacunarse puede ser aconsejable. (Estariamos encantados de proporcionarle el numero exacto de ordenadores y dispositivos moviles en los que se ha visualizado nuestro neuro-anuncio, asi como informacion estadistica adicional y metadatos sobre ubicaciones de GPS, sistemas operativos, navegadores, derivaciones, busquedas previas, etc. Una pequena porcion de los grandes datos. Pero resulta imposible establecer con precision cuanta gente ha prestado atencion -?y que es eso, a fin de cuentas?, ?la asignacion de recursos de procesamiento de la que habla John Anderson?- al anuncio, y durante cuanto tiempo les siguio resonando en la memoria... Una simple porcion de informacion irrelevante y vertiginosa que salta de la retina al talamo y al cortex visual primario y al hipocampo y al cortex inferotemporal, y desaparece -?se desmadra?- sin dejar rastro... O algo mas permanente, un engrama, un recuerdo en una unidad de memoria capaz de reclutar actividad de otras redes, agregando informacion dentro de un contexto determinado y...) En realidad este texto no lo estoy escribiendo yo, quizas lo esta escribiendo mi amigo y ex socio profesional Gaspard Pont. Ni siquiera se si Gaspard Pont todavia esta vivo y escribiendo en secreto en vez de, por ejemplo, fumando cristal y follandose a chavales. Me limito a fingir que esta sentado en algun lugar, delante de la pantalla de un ordenador, asumiendo que cada vez que supuestamente escribe "yo" en realidad esta haciendo un mapa de bits de mi yo. Y alla voy, mi mente escapa del lenguaje de programacion en el que supuestamente ha de estar enjaulada, cavando un hoyo nuevo en el vacio, flotando en el aire con la suave ingravidez de los anuncios. Gaspard Pont estaria escribiendo en un idioma extranjero tanto para el como para mi, pero que usamos para comunicarnos entre nosotros. Mi idioma es Muerte, el creador de mundos. Escribir en un idioma extranjero es como estar enamorado de alguien desconocido por Internet: una exploracion continua de huellas radiantes y probablemente falsas de su conducta. El diria idioma extranjero y no segundo idioma porque no es un idioma que hable con regularidad, solo una jerigonza literaria dotada de una estructura-historia celular-molecular muy particular en la sopa de sodio que le llena la cabeza. Pero, a quien le importa. Ahora escribir es una accion distribuida que involucra a gente viva y muerta y a un monton de maquinas no vivas, cosas que simplemente avanzan automaticamente en espiral, palabras que aparecen en una pantalla o en una piel o en cualquier superficie inscribible para disponerse como bandadas de pajaros o insectos que se organizan espontaneamente en forma de frases y parrafos y que se yo en cualquier idioma o idiomas, letras romanas mezcladas con ideogramas, iconos, jeroglificos, manchones abstractos, infectandose entre si, moldeandose entre si como organismos en recombinacion perpetua. No estoy escribiendo. Estoy acostado en una habitacion que no es la habitacion donde estas tu ahora; y ciertamente tampoco es la habitacion de Alvin Lucier. Estoy incomodamente acostado en el suelo de esta habitacion, boca arriba, callado, atado y con los ojos vendados. La habitacion no esta vacia, pero como diria Estragon: no le falta vacio. La de Lucier era una sala de rumores; quizas estuviera intentando sugerir que toda sala esta encantada y que hasta la ultima voz es una voz fantasmal. En su ensalmo, Lucier estaba grabando el sonido de su voz y reproduciendolo de nuevo en la sala, una y otra vez, hasta que las frecuencias resonantes de la habitacion se reforzaban a si mismas y eso destruia toda semejanza con su habla, salvo quizas el ritmo. Lo que oyes cuando escuchas sus grabaciones son por tanto las frecuencias resonantes naturales de la sala articuladas por el habla. El consideraba esta actividad no tanto la demostracion de un hecho fisico, sino mas bien una forma de pulir cualquier irregularidad que pudiera tener su habla. Quizas Lucier tambien estuviera intentando mostrar que todo craneo es una sala -una camara grotesca de hidroxilapatito provista de arcos, bovedas y ventanas- susceptible a las presencias fantasmales. (Esto tiene cierta importancia aqui, porque es posible que yo sea una de las pocas personas que han sido testigos de un craneo encantado).

  • Consummatum est (Versos, canciones y trocitos de carne 3) de Cesar Perez Gellida

    https://gigalibros.com/consummatum-est-versos-canciones-y-trocitos-de-carne-3.html

  • El cuerpo nunca miente de Alice Miller

    https://gigalibros.com/el-cuerpo-nunca-miente.html

    El cuarto mandamiento -<>, heredado de la moral tradicional- nos exige que honremos y queramos a nuestros padres, pero oculta una amenaza. El que quiera seguirlo pese a haber sido despreciado o maltratado por sus padres solo podra hacerlo reprimiendo sus verdaderas emociones. Sin embargo, el cuerpo a menudo se rebela, con graves enfermedades, contra esta negacion y esta falta de reconocimiento de los traumas infantiles no superados. Alice Miller nos permite comprender estos mensajes que nos envia el alma y asi liberarnos de los sintomas e, incluso, de los traumas.

  • Tengo tu numero de Sophie Kinsella

    https://gigalibros.com/tengo-tu-numero.html

  • El secreto que cambio mi vida de Soledad Palao Sires

    https://gigalibros.com/el-secreto-que-cambio-mi-vida.html

    Marisol es una nina de nueve anos curiosa e imaginativa. La pension que dirige su abuela en una conocida calle de Madrid es el centro de su atencion desde donde deja volar esa intuicion con la que esta dotada. Trata de descubrir una historia que la conduce hasta uno de los multiples inquilinos, que llegados de pueblos reconditos llegaron a Madrid en los anos 60 para labrarse un futuro mejor.

  • La extrana de B. Menendez Vico

    https://gigalibros.com/la-extrana.html

    Casi al cumplir los veinte anos Livia Francisca Amenteros queda sola despues de perder a su abuela. Tras la perdida decide abandonar el pueblo donde ha pasado toda su vida para cumplir con los deseos de la abuela.
    Con una maleta no muy grande y degastada Livia marcha a la capital para trabajar en la mansion de la poderosa familia Corbalan. La joven tambien lleva consigo la soledad, una apariencia enganosa y la timidez que la obligan a vivir dentro de si misma. Livia es recibida con esperanza para muchos y desconfianza para algunos. La joven no sabe la razon del empeno de la abuela al enviarla a un sitio distante y ajeno, tampoco sabe los motivos de los que la trajeron. Su vida cambiara al descubrir la verdad, encontrara el amor, dejara de ser la extrana.

  • La verdad no termina nunca de Sergi Doria

    https://gigalibros.com/la-verdad-no-termina-nunca.html

    Alfredo es un joven en la Barcelona de los anos 50, huerfano de padre, y con una madre que vive sumida en un silencio vital y su dedicacion a la costura. Alfredo poco o nada conoce de como se conocieron sus padres y todavia menos del porque ella no quiere regresar a aquel entonces para explicarle quien fue. Muchos son los secretos que envuelven el rostro triste de esta mujer.
    Pero la curiosidad por conocer las raices es imparable y el destino llevara a Alfredo por un lado a investigar una serie de personajes que vivieron en los anos 30, la misma epoca en que sus padres se conocieron, y, por otro lado, a entablar relacion con la hija de una de las familias mas acomodadas de la ciudad. La familia Queralt le descubrira la figura valiente y comprometida de su madre en unos tiempos en los que las mujeres de clase trabajadora eran figuras invisibles para la sociedad, y le ayudaran a entender por que lo ha protegido hasta ahora de la verdad.

  • Tres sillas de Anea de Maribel Alvarez

    https://gigalibros.com/tres-sillas-de-anea.html

    Nada mas acabar la Guerra Civil espanola, cuatro mujeres solteras alrededor de la veintena adoptan a una sobrina de cinco anos que ha quedado huerfana despues de la contienda. La nina actuara como testigo presencial de las conversaciones de las adultas: mujeres guapas de cierto nivel social con el unico objetivo de encontrar un buen partido para casarse en un tiempo en que los hombres escasean.
    Tres sillas de Anea nos situa en el Oviedo de posguerra, una ciudad asolada por la destruccion y donde se cierne la mas envenenada de las mojigaterias.

  • La maldicion de los Borbones: De la locura de Felipe V a la encrucijada de Felipe VI, Jose Zavala de Jose Zavala

    https://gigalibros.com/la-maldicion-de-los-borbones-de-la-locura-de-felipe-v-a-la-encrucijada-de-felipe-vi-jose-zavala.html

  • Diez dias de junio de Jordi Sierra I Fabra

    https://gigalibros.com/diez-dias-de-junio.html

    Novena entrega de la serie del Inspector Mascarell, Diez dias de junio nos devuelve a un pasado no muy lejano, a la cruel realidad de los internados franquistas, con el hambre y las humillaciones de los hijos e hijas de los derrotados, apartados de sus padres <> y convertidos, en muchos casos, en carne de canon de la peor de las barbaries.

  • A un latido de ti de Monica Maier

    https://gigalibros.com/a-un-latido-de-ti.html

    Llueve en Madrid. El otono ha llegado impregnandolo todo con su melancolia y me pierdo por las calles, tratando de encontrarle algun sentido a tu ausencia. No existe nada mas absurdo que la idea de no volver a verte; todo mi ser se rebela contra ello. Como no hacerlo cuando en casa las paredes me devuelven el eco de tu risa, tu olor me encuentra en cada habitacion y la cama todavia guarda el calor de mi piel cubriendo la tuya cuando haciamos el amor. Pero ya no estas y tengo que salir. No para escapar, sino para reencontrarte en las calles que vivieron nuestro amor; en mananas de comernos con los ojos sentados en cualquier terraza aguantandonos las ganas; en tardes de caminar abrazados con pereza y noches de besos robados al amparo de algun portal; porque la memoria es traicionera y te aleja de mi lado a cada momento un poco mas. Los peores son los dias cualquiera. Uno de esos en los que de pronto me veo sujetando una caja de chocolatinas rellenas de menta que acabo de comprar en el supermercado, a pesar de que siempre las he odiado porque me saben a pasta de dientes, y, sin previo aviso, el recuerdo del gusto a chocolate en tus labios estalla en mi cabeza oprimiendome el corazon y la garganta, y recordandome que el mundo es menos mundo hoy que no estas aqui. Al menos para mi, que trato de averiguar que hacer con mi vida ahora que no es tuya. Te extrano. Te quiero. Siempre. Aitor Capitulo 1 Paula La vida supone evolucion, cambio constante. Es un camino plagado de baches, intersecciones y desvios que nunca sabes con exactitud a que destino te van a hacer llegar. La mayoria de las veces todos esos vaivenes no dependen de nosotros y nos vapulean, confunden y abruman. Aqui estoy yo, andando una nueva parte de ese camino. En realidad, ahora mismo me encuentro sentada en un taburete colocado de forma estrategica en un rincon apartado, donde no pueda estorbar, reflexionando sobre lo humano y lo divino, y observando con disgusto como mi familia al completo transporta, desembala y organiza mis enseres y objetos personales. Se asemejan a un pequeno ejercito de eficientes hormigas, capitaneado por la hormiga reina --que en este caso no es otra que mi madre ejerciendo su autoridad e impartiendo ordenes a diestro y siniestro--, que trabaja de buen humor y sin descanso. Doy un pequeno trago desganado de la botella de agua que, unos minutos antes, mi padre ha puesto entre mis manos. La situacion no coincide en nada con la idilica imagen que habia dibujado en mi mente la semana anterior, cuando telefonee a mi hermano Jaime para pedirle que me echase una mano con la mudanza. La idea inicial consistia en que el y Victor se encargarian de las cajas mas pesadas y el resto seria cosa mia; queria disfrutar el momento, llenar cada armario, cada cajon, tomandome tiempo para hacer mios los espacios y rincones del que es mi nuevo hogar. El primer lugar que solo me pertenece a mi. El gesto de disculpa en el rostro de mi hermano al bajar del coche esta misma manana deberia haberme puesto sobre aviso, justo antes de que el resto de puertas se abriesen y viera descender a mis progenitores seguidos de mi prima, Alicia; a la que supongo que Jaime ha convencido con la intencion de usarla como escudo ante mi mas que probable furia. --Carino, ?donde quieres que ponga esto? --la voz de mi madre me saca de mis cavilaciones y se eleva alta y clara sobre el desorden de ruido y murmullos que llena el salon. Sujeta con las dos manos, bien visible, un corse de cuero negro y un ligero a conjunto que recuerdo haber comprado en un ataque de locura con la intencion de darle una sorpresa a Victor a su regreso a Espana, pero que nunca he tenido ocasion de estrenar y no entiendo como ha podido ir a parar a una caja rotulada en grandes letras mayusculas con las palabras: <>. El silencio inunda la sala y todas las miradas vuelan desde la pieza de lenceria hasta mi cara que, a juzgar por el calor que desprende, debe de haber tomado una coloracion cercana al purpura. Salto de mi asiento y le arrebato la prenda de las manos a mi madre entre las risas, apenas contenidas, de mi hermano y mi prima. --Yo lo guardo. --Victor se encuentra situado a mi espalda, por lo que no puedo ver su expresion --y casi lo prefiero-- y a mi padre evito mirarlo por motivos obvios. Recorro el pasillo a toda velocidad, entro en el dormitorio y, tras abrir varios cajones, suelto la escueta prenda en el primero que encuentro vacio; tarea nada facil, puesto que mi madre ha pasado por alli con antelacion y se ha encargado de colocar en un perfecto orden toda mi ropa, que ya llena armarios y cajoneras. Me dejo caer sobre el edredon que cubre la enorme cama de matrimonio y mi mirada se pierde en la recien aplicada pintura blanca del techo. De fondo, escucho el caracteristico crujido de la puerta al abrirse y unas ligeras pisadas sobre la tarima. No me muevo y al instante el colchon se hunde bajo el peso de otro cuerpo. --Lo estas llevando muy bien. Resoplo y Alicia me rodea con uno de sus brazos. --Solo estan preocupados. Tienes que darles tiempo. Necesitan saber que te encuentras a salvo --dice mientras coloca la cabeza sobre mi hombro --. Es su manera de demostrarte que te quieren. Un amor un tanto excesivo y asfixiante a veces, pero amor al fin y al cabo. Ademas --se incorpora apoyandose sobre un codo y hunde el dedo indice en mis costillas--, no se de que te quejas. Daria mi brazo izquierdo. --Alicia es zurda--, porque mi madre se ofreciese a ordenarme la casa. Mis labios se extienden en una sonrisa; mi tia no esta tan loca, dentro de las virtudes de su hija, el orden no ocupara nunca un lugar destacado. Solo hay que ver su piso, una suerte de bazar caotico y eclectico en el que la unica capaz de encontrar algo es ella misma. Se tumba de nuevo sobre el colchon imitando mi posicion y dejamos que el silencio nos envuelva en la comoda familiaridad que da toda una vida compartida. Sobre el papel, Alicia, es mi prima, la hija mediana de la unica hermana de mi madre. En todo lo demas es mi mejor amiga, mi hermana, la persona que mejor me conoce y en quien mas confio. Nos criamos juntas, a un par de calles de distancia, y ese vinculo de la infancia se ha fortalecido con el paso del tiempo hasta convertirse en un lazo indisoluble. Tanto que desde hace unos anos tambien compartimos trabajo. Su formacion como publicista y la mia en Bellas Artes se complementan a la perfeccion en el pequeno negocio de ilustracion y comunicacion con el que nos ganamos la vida. --Con que cuero --dice alzando una ceja--. Fijate que yo siempre pense que tus gustos eran mas del tipo seda y encaje. Claro que todo el mundo tiene derecho a cambiar. A decir verdad, llevas unos meses bastante rara, muy mandona y de mal genio. Me giro para mirarla y arrugo la frente en un claro de gesto de incomprension. --Ay, Paula, me parece que te han puesto el corazon de una dominatrix --exclama llevandose las manos al pecho con aire dramatico. Estiro el brazo y, con fuerza, le estampo un cojin en la cara. Las carcajadas se escuchan ahogadas bajo la tela. --Tu tomatelo a broma --me advierte cuando consigue detener el ataque de risa. Acomoda el cojin sobre la almohada e incorporandose se recuesta contra el cabecero--, pero el otro dia lei un reportaje en la revista QUO que hablaba de la memoria celular del corazon y aseguraba que se habian dado casos en los que el trasplantado adoptaba facetas de la personalidad del donante --su expresion se torna seria--. Esperemos que tu ama dominante, al menos, no fuera adicta al sexo. Aunque eso casi le iba a compensar a Victor el tema de los azotes. Le pellizco la pierna y se queja tratando de contener las carcajadas. --Quieres dejar de decir tonterias. --Tienes razon. En tu caso la mala leche ya te venia en los genes. --Me da un beso, salta de la cama y sale corriendo hacia la puerta huyendo de mi venganza. --Ali --la llamo y se detiene antes de cruzar el umbral--. ?Sabes que te quiero? --lo digo de corazon, porque siempre es capaz de leer en mi interior y sacarme una sonrisa, incluso en el peor de los momentos. Su gesto se dulcifica al escuchar mis palabras. --Y yo a ti, cielo. Pero tienes que prometerme que me regalaras el corse, creo que es mas de mi estilo. --Me tira un beso y abandona la habitacion dejandome con una sonrisa pintada en los labios y la desazon anterior ya muy lejos de mis pensamientos. Unas horas despues las pesadas puertas metalicas del ascensor se cierran ocultando a mis sonrientes padres que se despiden agitando la mano. Espero a que su imagen desaparezca por completo e inspiro con fuerza. No quiero pecar de desagradecida, se que es su buena intencion lo que les mueve, pero necesito un poco de paz. El dia ha resultado agotador. Quien se iba a imaginar que consumiria mas energia controlar el mal humor que colocar todas las cajas de una mudanza. Mas aun, porque no he podido mover un dedo bajo la severa mirada de ceno fruncido de mi madre, que me clavaba al asiento cada vez que intentaba ocuparme de algo. Mi hermano y mi prima, alegando una cita ineludible, se han quitado de en medio con mi tercer grunido de la tarde. Sin embargo, mi madre resulta mas dificil de amedrentar y solo ha accedido a marcharse cuando no ha quedado una sola caja por vaciar. Cierro la puerta y tarareando feliz pongo rumbo al salon. Victor, se ha acomodado en un rincon del sofa con un brazo extendido sobre el respaldo y mira ensimismado la pantalla del televisor. Observo su pelo castano claro, algo revuelto y su cara de facciones dulces, casi aninadas, cubierta en algunos puntos por una suave barba que apenas se aprecia. Me encanta su belleza serena y su aire, a medio camino, entre lo intelectual y lo friki. Pienso en la primera vez que lo vi. Lo nuestro no fue un flechazo, ni mucho menos, sino que mas bien se cocino a fuego lento. Nos presento un amigo comun en un cumpleanos. Poco a poco la amistad dio paso al amor y aqui seguimos, cuatro anos despues. Claro que no todo ha sido de color rosa. El ano que paso trabajando en Alemania supuso una dura prueba. Durante el transcurso de esos meses, en los que apenas nos pudimos ver, la sensacion de que nos estabamos alejando sobrevolo mas de una vez mi mente, haciendo que las dudas acerca de la fortaleza de nuestra relacion me acosaran. Entendia que no tenia opcion, que con el estado del mercado laboral del pais no podia oponerse a las directrices de su empresa --a no ser que quisiese verse engrosando las cifras de parados--, pero aun asi no lograba no sentirme insegura. Por suerte, conseguimos sobrevivir a la distancia. Mi repentina enfermedad justo a su vuelta tampoco lo puso facil. Victor estuvo a mi lado desde el primer momento y fue uno de mis mayores apoyos ante el miedo y la impotencia. Hasta ahora hemos conseguido superar los malos momentos y continuamos juntos. Espero que por mucho tiempo. Cojo carrerilla y me dejo caer a su lado, acurrucandome en el hueco de su cuello. --Crei que no se iban a marchar nunca. Victor me envuelve con su brazo, atrayendome mas cerca. --Existia la posibilidad, pero tu padre aprecia demasiado la noche de salsa como para permitir a tu madre saltarsela. --?Y tu que opinas de esta nueva costumbre? --Pues que voy a opinar, que me parece fenomenal que vivan su vida como quieran ahora que no tienen responsabilidades ni ninos a los que cuidar. --?Crees que nosotros seremos asi de marchosos cuando seamos viejecitos? --A ver, viejecitos no es la palabra que yo usaria para definir a tus padres --dice divertido--. No lo se, carino, queda mucho para eso. --Cierto, porque somos jovenes. --Despacio trepo sobre sus piernas hasta quedar sentada a horcajadas--.Y la gente joven disfruta de la vida. -- Me acerco a sus labios y los beso con suavidad. Victor coloca la mano en mi nuca e intensifica el beso. Nuestras bocas encajan a la perfeccion. Burlo el borde de su camiseta y deslizo la palma de mi mano por la piel caliente de su abdomen. Sus dedos recorren mi espalda, delineando las protuberancias de mi columna. Nos gira dejandonos caer hasta que su cuerpo queda apoyado contra el mio sobre los cojines del sofa. Acaricio su pelo mientras me miro en sus ojos castanos, oscurecidos por el deseo. --T

  • Sincronicidad de Carl Gustav Jung

    https://gigalibros.com/sincronicidad.html

    Carl Jung define la <> como <>. Lo que distingue una sincronicidad de sucesos sincronicos normales es la existencia de un significado subjetivo comun que inevitablemente interpreta el sujeto que la experimenta. Se trata de una teoria que descarta el principio de causa-efecto del paradigma moderno y, al mismo tiempo, es una teoria antimaterialista, puesto que se centra en una experiencia subjetiva que engloba alineamientos supuestamente <> de sucesos.
    Durante su vida, Jung vivio constantes sincronicidades tanto personalmente como en la vida de pacientes de psicoanalisis. En un determinado caso, una paciente excesivamente <> sonaba constantemente con un escarabajo dorado. Jung no podia avanzar en el psicoanalisis con ella debido a la resistencia de un modo de pensar demasiado cerrado. Sin embargo, un dia, tras relatarle la paciente otro sueno, sono un golpe en la ventana, Jung la abrio y en la habitacion entro precisamente un escarabajo verde dorado que se poso sobre la mesa. La mente de la paciente no volvio a oponer resistencia al psicoanalisis.
    Las sincronicidades suelen suceder con mayor profusion en periodos de transformacion: nacimientos, muertes, enamoramiento, psicoterapia, obra creadora intensa, cambio de profesion... En palabras de David Peat, <energia mental se propagase hacia afuera en el mundo fisico>>.

  • Tiempos recios de Mario Vargas Llosa

    https://gigalibros.com/tiempos-recios.html

    LA NUEVA NOVELA DE MARIO VARGAS LLOSA, PREMIO NOBEL DE LITERATURA

  • La Reina de las Brujas (Reinos divididos 2) de Kim Richardson

    https://gigalibros.com/la-reina-de-las-brujas-reinos-divididos-2.html

    ELENA SOBREVIVIO LA GRAN CARRERA y las garras de los sumos sacerdotes, pero a un costo. El corazon de Arcania, la piedra magica mas poderosa en la tierra esta ahora en manos de los sacerdotes malos. Pero peor aun, Jon es capturado.

  • Perdiendo la virginidad de Richard Branson

    https://gigalibros.com/perdiendo-la-virginidad.html

    Perdiendo la virginidad es mucho mas que unas simples memorias. Lo que ofrece este libro es la perspectiva del propio Richard Branson sobre la increible vida que ha llevado, asi como una guia para empresarios donde revela su filosofia para los negocios y sus reflexiones sobre el exito y la vida.

  • Eternas (Bellas 2) de Dhonielle Clayton

    https://gigalibros.com/eternas-bellas-2.html

    LA FAVORITA HA CAIDO EN DESGRACIA. Y HAN PUESTO PRECIO A SU CABEZA.

  • La vida de las hormigas de Maurice Maeterlinck

    https://gigalibros.com/la-vida-de-las-hormigas.html

    En La vida de las hormigas, Maurice Maeterlinck, premio Nobel de Literatura, vuelve a hacer gala de su interes entomologico y decide observar el minusculo universo de estos prodigiosos insectos con la conviccion de que encierra innombrables misterios pero que, a la vez, puede despertar un sinfin de analogias con el comportamiento humano. Las hormigas se nos muestran en este libro como seres capaces de extraordinarias proezas. Como el hombre, tambien ellas cuentan con ejercitos organizados, algunas se han especializado en una suerte de ganaderia y otras parecen haber aprendido a cultivar sus alimentos. Su sistema de comunicacion tambien despierta el asombro, y nos recuerda a la telepatia. Un microcosmos admirable relatado en un estilo exquisito.

  • Corazones encadenados de Maria Ramon Box

    https://gigalibros.com/corazones-encadenados.html

    Kirian Mitman, agente de la policia de Baltimore, siempre fue alguien impredecible. Su vida ha sido un eterno embrollo de problemas y salidas bastante peligrosas, y no se iba a quedar atras esta vez. Sintiendo como unas cadenas de acero le unen al pasado sin dejarle avanzar, Mitman se ve envuelto en un remolino de dificiles aventuras, pero no por ello menos excitantes, cuando emprende la mision de su vida. Alli se ve las caras con su peor enemigo y el narcotraficante mas buscado del estado, Asher Rudd. Pero no solo se encuentra con el, sino que se topa con una pequena chica de ojos palidos que hace que su vida de un giro de 180o. ?Podra superar Kirian todos los obstaculos o quedara encadenado al pasado como siempre lo ha estado?

  • Sigue lloviendo de Alice Kellen

    https://gigalibros.com/sigue-lloviendo.html

    Se me disparan las pulsaciones en cuanto la veo. Es ella. Siempre ha sido ella. Y esta ahi sentada, con esa actitud serena que se esfuerza por proyectar ante los demas. Tiene las manos cruzadas sobre la mesa y la cabeza ligeramente inclinada hacia delante, de modo que algunos mechones de cabello enmarcan su rostro ovalado. Me fijo en la piel suave de su cuello, en la curvatura de sus hombros... --Por favor, Senor Ojeda, pase por aqui y ocupe uno de los asientos. Trago saliva e intento parecer mas seguro de lo que me siento. Camino hasta el centro del impersonal despacho, le tiendo la mano a su abogado y me acomodo frente a ella. Levanta la vista. Nuestras miradas se entrelazan, se enredan en una sola y no se si voy a ser capaz de deshacer ese nudo. Quiero seguir atado a ella, a esos ojos. --Sara... --comienzo a decir, pero no se como seguir y su nombre se pierde en mis labios. Noto la boca espesa. A pesar de ser media tarde, aun me duran los efectos del alcohol y la desolacion de la pasada noche; un par de aspirinas no pueden enmascarar las emociones que me acechan. --Por lo que veo, sigue pensando que no necesita un abogado --dice el hombre dirigiendose a mi. Lleva el nudo de la corbata mal hecho y no deja de toquetear con sus gruesos dedos el boton superior de la americana que viste. --Como asegure en su momento, no, no lo necesito. Hace unas semanas ya acordamos por telefono que ella se quedaria con el apartamento y la mitad del dinero. --Exacto. Y mi clienta deberia abonarle el valor proporcional de la mitad el piso. El revisa algunos papeles que ha dejado sobre la mesa llevandose un dedo a los labios cada vez que pasa una hoja. --No, no quiero --declaro. Veo que Sara presiona los labios. --Es lo justo --interviene su abogado. --No me importa. --Victor, no discutas. Hagamoslo por la via facil. Me estremezco al oir finalmente su voz, despues de tantos meses, despues de tanta ausencia... Llena la habitacion. Me llena a mi. --Quiero que te quedes el piso. Y no me debes nada --insisto. Su abogado nos mira alternativamente mientras permanecemos sumidos en un silencio tenso, retandonos con la mirada. --Los papeles ya estan preparados --aclara ella--. Firmalos, por favor. Suspiro ante ese ruego. Quiero complacerla, de verdad que si... pero no puedo. No asi. Sin embargo, la conozco lo suficiente como para saber que no cedera, no lo hara. Pero solo pienso en que no puedo dejarla sola, tan fragil, tan lejos de ser ella misma. Ojala pudiese entrar en su mente y manejar todas sus ideas a mi antojo; eliminar el sufrimiento, colorear las zonas grises, reparar lo que se ha roto... porque ese es el unico modo de arreglar tambien todo lo malo que hay en mi. --Terminemos ahora con esto -- susurra. El dolor sigue ahi, en sus ojos verdosos. Puedo verlo. Tambien me fijo en las ojeras que ensombrecen su mirada y en la piel de su rostro, mas palida y apagada de lo normal. Tiempo atras, Sara siempre fue capaz de representar una obra de teatro diaria para cualquier persona que se cruzase en su camino. Todos los que la rodeaban eran meros espectadores. Todos, menos yo. A mi siempre me dejo ver la verdad, los entresijos de su mente, los miedos que la comprimian. Me gustaba todo de ella. Lo bueno y lo malo. Todo. --Dame algo a cambio --digo. El abogado tose, incomodo por la atipica situacion, pero antes de que pueda inmiscuirse, Sara habla: --?Que es lo que quieres? --Una cena. Una despedida.

  • La pintora de hielo de Kristin Marja Baldursdottir

    https://gigalibros.com/la-pintora-de-hielo.html

    Una maravillosa epopeya sobre el talento, el amor y la busqueda de la libertad de una mujer en la Islandia de principios del siglo XX.

  • Sin dientes y a bocados de Juan Llorca

    https://gigalibros.com/sin-dientes-y-a-bocados.html

  • Un capricho del corazon, Kate Ross de Kate Ross

    https://gigalibros.com/un-capricho-del-corazon-kate-ross.html

  • Suenos en la oscuridad de Andrew Hesber

    https://gigalibros.com/suenos-en-la-oscuridad.html

    Lucy, aquejada de una alergia mortal al sol, ha pasado toda su vida sumida en la oscuridad. Cuando sus padres la animen a comenzar una nueva vida, ingresara en la Torre Madison, un imponente rascacielos donde cientos de personas con su mismo problema viven sin temor a la luz.Alli conocera a Jake y Lean, dos residentes hacia los que desarrollara sentimientos contradictorios. Junto a ellos descubrira los terribles secretos que se ocultan tras los cristales de la torre, puesto que, en realidad, nada resulta ser como parece.

  • El truco de Emanuel Bergmann

    https://gigalibros.com/el-truco.html

  • Tu ley es mi condena de Alexandra Granados

    https://gigalibros.com/tu-ley-es-mi-condena.html

    “Matar a alguien es solo el principio. Quitarle la vida a una persona estando borracha es facil. Al principio no lo recuerdas. La culpabilidad te viene despues. Y cuando tratas de escapar y pasar desapercibida, vas y te enamoras de la persona menos indicada. !Un policia de Nottville! No puedo imaginarme mayor condena que enamorarme de un hombre que no es para mi, un hombre de la ley”
    Con las palabras de Elizabeth Stone, empieza la apasionante novela de Alexandra Granados. Una trama que te atrapara desde el principio, sumergiendote en una historia que hara que no puedas dejarla.