• El lamento de los abedules de Enara De La Pena

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    Un amor no correspondido. Un amor imposible. Un amor que nunca deberia haber existido. El lamento de los abedules se adentra en las vidas de unos personajes, victimas de su tiempo, cuyos caminos estan predestinados a cruzarse.

  • Curar con la fuerza de la naturaleza de Andreas Michalsen

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    La medicina sera integrativa o no sera. Despues de decadas de hegemonia de la medicina convencional y de la industria farmaceutica, llega por fin una medicina que no renuncia a la tecnologia, pero que abraza por igual la tradicion occidental y la oriental. En una sociedad postcrisis en la que triunfan fenomenos que beben del budismo como Marie Kondo, en la que practicas como el pilates, el yoga, la meditacion y la alimentacion consciente estan incorporadas en nuestra cotidianidad, empieza a despuntar una nueva vision de la medicina. Cansados de los estragos que ha causado el abuso de antibioticos, de consultas medicas deshumanizadas y de problemas de salud del primer mundo que se vuelven cronicos, son muchos los que buscan alternativas.
    El doctor Andreas Michalsen, que auna lo mejor de las dos tradiciones medicas, nos propone la naturopatia, tecnica que contempla al paciente como un todo y que, a traves de la hidroterapia, la terapia nutricional, el ejercicio fisico, la fitoterapia y el trabajo espiritual nos hara reencontrar nuestro equilibrio fisico y animico.

  • La Odisea del Highlander de Iris Vermeil

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    Parece mentira que, un hombre de palabra y tan apreciado por el pueblo como Kendrick MacDonald se vea involucrado en un crimen atroz que no cometio. Sin embargo, hay otros que le senalan como asesino por culpa de terceras personas. A causa de ello y gracias a la ayuda de su leal amigo Liam se ve obligado a huir de sus tierras y renunciar, por un tiempo, al titulo de laird que le pertenece. La traicion y la sed de venganza es lo unico que le mantiene vivo hasta que conoce a la mujer que cambiara su destino y hara todo lo posible para que el recupere la honra que ha perdido. Perla, es una criatura marina llamada coloquialmente selkie. Las selkies tienen aspecto de foca pero al pisar tierra firme y desprenderse de su piel son mujeres bellas y coquetas. Ella vive prisionera de un descuido que tuvo que pagar muy caro y como consecuencia comparte su vida con un hombre que no ama. Harta de sus malos modales y de sus prohibiciones decide fugarse y volver al mar junto a su prima Coral, de donde no deberia haberse marchado nunca.
    Sus vidas se anclaran. El amor se sellara en sus corazones heridos. A pesar de caer mil veces, la amistad los levantara y permaneceran juntos ante la adversidad.

  • Enamorar a un lord ingles de Laura A. Lopez

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    Londres, otono de 1815 Angus escondia su cara tras sus cartas, sus ojos verdes observaban con detenimiento el rostro de sus dos adversarios en el juego. Podia distinguir el sudor de uno de ellos deslizandose por su sien para pronto bajar por su mejilla. El tenia la carta que podia dar la vuelta a aquel juego a su favor. El otro hombre miraba de reojo a su amigo, y despues regresaba su vista a las cartas, deseando no perder el juego. --Caballeros… --Angus hizo una pausa antes de continuar--: Todo lo que esta en la mesa, me pertenece. Ha sido un placer… Mostro sus cartas a los demas, quienes hicieron gestos de frustracion y mascullaron maldiciones. --?No apostaran en las peleas de gallos? --indago Angus a los senores cuyos rostros hablaban por ellos. --Por el momento, con usted ha sido suficiente, milord. Ha tenido una suerte endemoniada esta noche --siseo el hombre con cara de pocos amigos. --?Pero que culpa tengo yo? Buscare nuevos socios entonces -- anuncio Angus, tibio. --Haga lo que desee. Hemos perdido mucho hoy --manifesto el otro acompanante de aquella mesa de tres. Los dos caballeros se levantaron de sus asientos y se retiraron raudamente de Watier’s club. Angus cogio su excelente ganancia, se sirvio una copa de vino y medito sobre su buena fortuna esa noche. Todo se debia a que unos meses atras, su amigo Blake Basingstoke, duque de Pemberton, cayo en el terrible enredo del matrimonio, y lo dejo solo para continuar su vida. Aquel se dedicaba a su esposa y muy poco de su tiempo se lo ofrecia a la amistad que habian cultivado por anos. La soledad se acrecentaba con el pasar de los dias. Cuando supo que Blake se casaria, tuvo sentimientos encontrados, pues suponia que su madre, pondria de ejemplo al duque, !un duque casado! y el, ni siquiera estaba pensando en esa obligada opcion. Lord Angus Craven, conde de Craven, se encontraba en edad de casarse, segun sus padres, porque lo habian decidido. Aunque el tenia muchos reparos al respecto. Sus intereses distaban de ser las mujeres y el libertinaje. Tenia predileccion por las apuestas y las carreras de caballos antes que por la calida compania de una femina, y mas especificamente, una esposa que le impidiera hacer su santa voluntad. Se consideraba feliz estando en soledad. No ardia en deseos de que una dama le alborotara la vida tal como le ocurria a Blake. Atractivo no le faltaba, era alto, de complexion atletica, pero no era robusto, sino delgado porque no practicaba deportes. Su cabello lacio y castano le quedaba justo sobre los hombros y sus ojos verdes se asemejaban al color del cesped de una pradera. Todo aquello bueno que tenia, lo arrojaba al fuego por sus vicios, que se iniciaron con la irreparable perdida de su amado padre hacia mas de un ano atras. El golpe fue tan dificil de soportar que busco un escape de la realidad. Entre sus amistades y los vicios que mantenian su mente ocupada, continuaba con su vida, extraviando por completo el camino que se esperaba para un conde. Sabia que no podria escapar de su cruel destino. De cualquier forma debia casarse en algun momento, aunque el pensaba alargar su solteria lo mas que le fuera posible. ?Que haria todos los dias encerrado con una extrana en su residencia? !Dios lo librara de tener que soportar las argucias de una dama y perderse la diversion que le daban las apuestas! Bebio mas copas y engullo la exquisita cena que tenian en Watier’s. En lugar de irse a su residencia, se habia quedado dormido en el club durante unas horas hasta que lo despertaron porque debian cerrar. Estaba ebrio y cedio al sueno en aquel sitio, pero debia regresar a su mansion. Con esfuerzo llego hasta su caballo. Un ojo se le cerraba y el otro se abria mientras iba lento para no caer al suelo y terminar malherido. Cuando piso su propiedad, uno de los mozos cogio las riendas de su caballo para guardarlo en las cuadras. El camino apoyandose en la pared para no quedar como un tapiz del suelo de su residencia. Al cruzar la puerta, todo estaba oscuro en el recibidor. No habia para el siquiera una lampara encendida. Dio unos pasos mas hasta tropezar con una otomana que estaba en la entrada. Cayo de manera estrepitosa al suelo. En esa parte no habia alfombra que suavizara su caida. --!Auch! --logro mascullar antes de quedarse dormido en aquel sitio. Por la manana, desperto con el puntapie de Elizabeth, lady Craven, la cual estaba en camison con el rostro poco amable. --!Oh, me averguenzas, Angus! --exclamo lady Craven, molesta por casi confundir a su hijo con un nuevo adorno de la mansion. Los criados le informaron que otra vez se habia quedado dormido en la sala, ebrio. --Me levanto… --dijo aunque sentia un peso en su espalda que se lo impedia. El gato de su madre, lo estaba usando como cojin--. !Largate! --exigio al felino. --!No maltrates a Corin, inocente pequeno mio! --expreso Elizabeth, colocando al gato en sus brazos para que Angus pudiera abandonar el suelo--. Deberias avergonzarte. Si me hicieras caso, tendrias a una mujer aqui, distrayendote. --No quiero escuchar ningun reclamo, me duele la cabeza -- gruno antes de sentarse en la otomana con la que tropezo. --Si no deseas oir mis sabias palabras, entonces casate. Una esposa resolvera tu vida. No dejara que dilapides tu fortuna en juegos con cuanto miserable este en un club. Angus, recuerda que hubo perdidas en la cosecha de las propiedades. Hay que ser precavidos. ?Deseas ser un noble miserable que debe casarse con una heredera que lo escoja, en lugar de tener tu el honor de tomar a la muchacha que te agrade? Si sigues el sendero de la perdicion, solo nos espera ser refugiados del duque de Pemberton o apelar a la generosidad de Augusta, duquesa viuda de Pemberton. !No quiero siquiera pensar en tener que pedir favores! --Exagera, madre. Vi la contabilidad, no ha sido tan grave -- objeto. Se tapo los ojos con el antebrazo y se recosto. --Ni exagerando la situacion eres capaz de tomar en serio el asunto del matrimonio. El duque de Pemberton se ha casado… !Se ha casado! Y tu sigues aqui, vicioso, soltero, sucio y ebrio. Que pena mas grande siento porque el duque no es mi hijo --anadio, intentando que su hijo al menos sintiera celos o algo que lo impulsara a ir por el camino de los redimidos. --No me va a convencer con sus patranas. Las he oido miles de veces desde que Blake se caso. ?No existe la vocacion de soltero irremediable? Madre, ?para que deseo yo una cacatua insoportable como usted, que me diga lo que tengo que hacer? No quiero dos iguales diciendome lo que puedo o no comprar con mi dinero --se quejo--. Si me llego a casar con una mujer como usted, espero morir pronto para no oirla. Es un suplicio, ahora, dejeme dormir. --No dejes saliva en la otomana --espeto su madre, retirandose con el gato en brazos. El solo emitio un grunido, y se coloco en posicion fetal para descansar lo que quedaba de la madrugada. Angus desperto por el aroma del almuerzo que inundaba sus fosas nasales. El hambre era su unica razon para abandonar la incomoda otomana que lo albergaba. --Buen dia, madre --saludo a la condesa, que lo ignoro. El se quedo callado por unos minutos esperando una respuesta mientras se sentaba para el almuerzo--. ?Que le molesta, ahora? --?Que me molesta? Tu sola presencia injuria mi buena educacion y tu respiracion me hace sentir como una lena arrojada al fuego y que empieza a arder. Me preguntas eso sabiendo lo que hiciste esta manana... --?Si me caso, usted estaria mas tranquila y llevaria una viudez feliz? --indago Angus. Coloco la servilleta en sus muslos, pareciendo arrepentido por sus malos actos. --Si. Tu padre y yo concluimos en su momento que estabas a tiempo de casarte. Es una pena que no consiguiera vivir para verte casado. --Y es probable que usted tampoco lo haga. ?Que varon respetable contrae matrimonio porque a su madre le parece? !Es a mi a quien debe alegrarme la idea! Pero… --Eres un cobarde. --!Lo soy! No puedo concebir a una extrana que aletea sus pestanas con rapidez como un arma para atraerme, durmiendo en la habitacion contigua, y que me obligue a sentarme con ella para almorzar. Con usted esa incomodidad es suficiente. No era que Angus odiase a su madre, le tenia estima, pero la mujer era demasiado testaruda y a ningun hombre le agradaba tener a su progenitora metiendo las narices en su vida constantemente. --Dramatizas mucho, querido. ?No piensas que cuando me muera, ni siquiera tendras esa silla para dormir? Nadie se ocupara de un ebrio que dilapida su fortuna y que pronto vivira de la caridad del duque de Pemberton --le recordo la mujer. Ella tampoco odiaba a su hijo, solo queria verlo convertido en el hombre que sabia que podria llegar a ser. Su relacion no siempre fue compleja, no obstante desde que su esposo murio todo cambio. Elizabeth deseaba ver a su unico hijo bien establecido y felizmente casado, de ahi que hablase con el de una forma que parecia ser efectiva: a base de imposiciones y reproches. --Si eso llegara a ocurrir, me convertiria en el ayuda de camara de Blake. Sera un honor que el conde de Craven le sobe la espalda --musito para molestar a su madre. --Esta bien, Angus. No insistire en que busques una esposa. Te la escogere yo o quiza prefieras que te la elija la pobreza. ?Que opinas de lady Katherine Basingstoke como candidata? Es hermana de tu amigo, por lo que siempre mantendran su amistad y ademas, tiene una dote envidiable. --?Kate? No, no, no. Si me casara con ella, seria como hacerlo con mi hermana, es inconcebible. Le pido que piense bien en lo que desea. Blake me mataria, me conoce mejor que nadie y sabe que soy un pesimo candidato para Kate, al igual que cualquier otro caballero. Ella ha sido inteligente para no casarse, tiene mi apoyo por completo. --Es casi una solterona para su pena. No comprendo como la duquesa viuda de Pemberton aun lo permite siendo una casamentera por excelencia. Hoy debe estar rebosando de felicidad, pensando en la cantidad de bisnietos que continuaran con su apellido, mientras yo, con un solo hijo, me hundo en la miseria mas absoluta --lamento. No perdia la esperanza de apelar a lo que su hijo tenia en el pecho. --Siento pena por su miseria. Como le dije, adorada madre, soy el que tendra que lidiar con una extrana hasta que la muerte nos separe. ?No le parece que hasta la muerte es demasiado tiempo? Suena hasta doloroso, ingrato y por sobre todo, insensato. Soy un hombre practico y egoista, me gusta vivir para mi. --No desistire hasta que comprendas que necesitas de una esposa que te lo ordene todo. --!Eso sono amenazador! --exclamo fingiendo que temblaba de miedo.

  • El error de Lady Susan de Veronica Mengual

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    Era una manana soleada. El clima lluvioso de los ultimos dias habia dado paso a un sol calido que daba al paisaje un aspecto de ensueno. Si, los pajaros tambien cantaban y contribuian a ofrecer a la finca del duque de Ashton un aspecto renovado. Lady Susan caminaba alegre por el sendero que tan bien conocia. Sus padres, los condes de Somerset, eran vecinos de los duques y ambas familias tenian unos fuertes vinculos. Pero la mayor conexion que la joven Susan sentia era la que venia hacia ella a toda carrera, sonriendo y cantando. La hermana pequena del duque tenia un aspecto gracioso. Era mas joven que ella, pero ya presentaba unos rasgos que senalaban que seria encantadora. Su cabellera rubia colgaba por los hombros y, desde la distancia en la que se encontraba, ya divisaba ese azul tan profundo que caracterizaba tanto a lady Amelia, como a su hermano. Susan no se consideraba una belleza y se alegraba mucho de compartir casi la misma tonalidad de cabello que la pequena que se acercaba a un ritmo cada vez mas trepidante, pues en ocasiones se imaginaba que era su propia hermana. Diferian en la tonalidad del iris, el de la hija de los condes era de un verde muy intenso. Cuando estuvo a pocos metros de su buena amiga, Susan freno el paso porque se avecinaba un gran abrazo y la ultima vez las dos acabaron en el suelo. El vestido de paseo que se habia puesto era nuevo y no deseaba que su madre… Bien, no era bueno contrariar a la matriarca. Efectivamente, Amelia no freno su carrera. Se tiro sobre ella efusivamente en una gran muestra de carino y hermandad. -Buenos dias, Amelia. Veo que el encierro te ha dado incluso mas energia de la acostumbrada. – Las dos siguieron un poco mas abrazadas. Susan le acaricio la cabeza. La pequena era tan amorosa que resultaba imposible no amarla. -Te he echado mucho de menos. Por favor, vayamos a jugar, Susan. -?Tu hermano no ha puesto impedimentos? -Oliver sigue enfadado por nuestra ultima fechoria, no creas que lo olvida. Ha dicho que, si volvemos a entrar los cerditos en casa, nos cortara la cabeza a ambas. Grito mucho. -La nina se separo para analizar la expresion de su amiga. No tendria que haber sugerido tal travesura, el duque se enfado mucho y el servicio tambien. !Pero es que estaba lloviendo! Necesitaban un lugar calido en el que refugiarse. -Vamos, Melly -uso el apelativo carinoso que ella le habia puesto-. Ya sabes como es Oliver. Nunca nos haria dano, solo estaba enfadado por todo aquel barro. -Pese a que Susan sabia que no debia, comenzo a reir-. Debes reconocer que fue divertido entrarlos. Cierto que volvimos la casa patas arriba, pero tampoco es como si me hubieses dejado opcion de negarme ante tu suplica. Pagamos el castigo, ayudamos a limpiar todo el estropicio. Ademas, como bien dijiste, los pequenos animales estaban pasando frio porque llovia a mares. Habian comenzado a pasear mientras entablaban la conversacion y llegaron hasta un arbol. El sol habia salido fuerte despues de la tormenta y, puesto que Melly no habia cogido su sombrero, Susan no queria que aparecieran mas pecas de las necesarias en su rostro. Se cobijaron bajo la sombra de ese ejemplar milenario. La joven vio que la pequena se retorcia las manos de un modo extrano. Susan fruncio el ceno con preocupacion. -Sue… -A Amelia tambien le gustaba acortar el nombre de su mejor amiga-. Yo… -?Sucede algo malo? -?Puedo preguntarte algo delicado? -inquirio completamente seria. Susan se preocupo mas. -Siempre, carino. -Su corazon se estremecio al ver la preocupacion en sus ojos y trato de tranquilizarla-: Hemos sido las mejores amigas desde que puedo recordar y algun dia seremos hermanas. No quiero que haya secretos entre nosotras, ?de acuerdo? -Oliver dice que somos muy pequenas para hablar de casamientos. Considera que una nina de siete anos no debe pensar en eso aun. -Amelia sentia devocion por el duque, mas que por su titulo por su persona. Su hermano y Susan eran las dos personas que mas queria en este mundo. -Pues mi madre explica justo lo contrario. Ya sabes que a todas horas habla de matrimonios y enlaces. La condesa dice que una mujer, tenga la edad que tenga, exclusivamente debe pensar en pescar un marido. -?En el rio, Sue? ?Se pescan en el rio? -Melly puso los ojos como platos al oir la ultima expresion. -!Oh, Melly! -Una sonrisa asomo en sus labios-. Se me olvida lo ingenua que eres. No, en el rio no. Lady Somerset dice que debemos usar nuestras armas femeninas para poder cazar un buen partido. -En casa no se hablaba de otra cosa que no fuera este tema. El unico lugar donde la muchacha podia ser ella misma era cuando atravesaba la propiedad de lord Ashton. -?Con un arco? -pregunto con ansiedad-. Yo no se apuntar con una flecha, Sue, y encima podria herirlo en el intento… Y no quiero no tener un marido. ?Como lo hare si no se ni pescar ni tirar con el arco? -La pequena lady Amelia Worth comenzo a derramar algunas lagrimas pensando en que ella no tendria una familia nunca si todo dependia de estas dos hazanas, pues no sabia ni pescar ni cazar. !Era peor de lo que pensaba! Susan trato de no reirse para no herir la sensibilidad de la pequena. Esa inocencia era una parte esencial de su encanto. No habia ni una pizca de maldad en Melly. -!No, carino! Por favor, no hagas mas pucheros. La condesa dice que eso hace arrugas feas en la cara, y los hombres no soportan las arrugas. -La nina dejo de fruncir el ceno y sus labios volvieron a su posicion natural-. Calmate y te lo explicare con tranquilidad. Veras, para hacer que un hombre te tome por esposa, debes ser la perfecta dama. Los hombres se casan con mujeres exquisitas, refinadas, que pintan, bordan, obedecen… y mil cosas mas que me explica lady Somerset todos los dias. -Susan estaba harta de esa cancion que oia desde que se levantaba hasta que se acostaba. Su madre nunca estaba contenta con ninguno de sus comportamientos. Pese a que se esforzaba en ser lo que la condesa queria, nunca conseguia arrancar una nota de aceptacion. -!Ah! Bueno, entonces si podre casarme -senalo con una sonrisa angelical-. Oliver dice que yo soy una dama sin igual, no hay nadie mejor que yo, ni mas bonita, ni mas buena, ni mas inteligente, ni mas estupenda. Mi hermano dice que soy inigualable. -Si, si, Melly. Ya se que para el eres perfecta. Lo se muy bien -senalo con un deje de celos. El hermano mayor de su amiga no veria un fallo en la persona a quien el mas queria. Se alegraba por ello, pero al mismo tiempo temia no poder llegar a conquistarlo. A Susan no le iria nada bien si sucediese algo malo con el duque, porque lady Somerset… Bien, mejor no averiguar la reaccion de la condesa. -Cierto que Oliver comienza a decir todo lo contrario cuando me regana por correr, gritar, o cuando me ensucio comiendo o me revuelco con los cachorros en la cuadra, o cuando… -La nina paro su retahila al ver el gesto de preocupacion de su amiga. Temio que Sue interpretase que su hermano le achacaba a ella la culpa de sus travesuras-. Bueno, tu tambien le gustas. -Melly esperaba que esta afirmacion la animase. -?Le gusto? ?A Oliver le gusto? ?A tu hermano? -pregunto esperanzada lady Susan Dawson. La condesa insistia como diez o quince veces al dia en la necesidad de pulir sus malas costumbres. Ella debia ser la futura duquesa de Ashton, pues asi lo habian pactado los condes y los duques, antes de que estos ultimos falleciesen en un triste accidente de carruaje.

  • Mi vida en la sombra de Aurora Fuertes

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    Las sirenas antiaereas comenzaron a resonar en la ciudad de Londres como llevaban haciendolo a diario durante las ultimas semanas. Mientras la multitud se apresura a buscar refugio, Helen, decide quedarse en su piso. En su decision arrastra a Daniel, su novio, que se queda a su lado. Aquella noche del 24 de agosto de 1940, los aviones alemanes bombardean por primera vez la ciudad desde que comenzara la Segunda Guerra Mundial. Daniel desaparece bajo los escombros del edificio, alcanzado por una bomba. Helen lo busca sin exito en una ciudad devastada, presa del caos. Desconoce si esta vivo o muerto. Ambos se reencontraran en el corazon del III Reich, pero para entonces, ninguno sera quien dice ser.

  • Mejor el diablo de Ian Rankin

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    En 1978 una joven llamada Maria Turquand fue asesinada en una habitacion de hotel. Se investigo a los sospechosos, pero el culpable nunca aparecio. John Rebus siempre tuvo la sensacion de que algun detalle importante se le escapaba a la policia. Ahora ha decidido recuperar el caso y parece que eso aun puede acarrear imprevisibles consecuencias. No es lo unico que le preocupa al exinspector Rebus. Darryl Christie, aspirante a controlar las actividades delictivas en Edimburgo, ha recibido una paliza que lo ha dejado fuera de combate. Todas las miradas recaen sobre un viejo conocido de Rebus: el ganster Big Ger Cafferty, que asegura haberse retirado del negocio.

  • La apariencia de las cosas de Elizabeth Brundage

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    En un anochecer frio, el profesor de universidad George Clare llama a la puerta de su vecino con una noticia terrible: acaba de regresar del trabajo y ha encontrado en la cama de matrimonio a su mujer, Catherine, muerta. Alguien la ha asesinado mientras Franny, la hija de tres anos que tienen en comun, jugaba sola en su habitacion al otro lado del pasillo. No hace mucho que se han trasladado a aquella casa situada en una pequena comunidad. Una casa que, segun los habitantes del lugar, esta encantada y que en el pasado fue el escenario de una siniestra vivencia.

  • Baluarte, Elvira Sastre de Elvira Sastre

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  • Doctor sueno de Stephen King

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    Una novela que entusiasmara a los millones de lectores de El resplandor y que encantara a todos aquellos que conozcan a Danny Torrance por primera vez.

  • Solo una chica buena de Fabiola Arellano

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    Maricela se preparo para enfrentar el que, creia, seria el dia mas importante de su vida. Los anos de lucha en contra del machismo y acoso por fin se verian recompensados. El tan ansiado ascenso al puesto de direccion comercial en SAACSA era practicamente un hecho. Se ducho con calma, disfrutando en todo momento de la refrescante sensacion del agua al resbalar por su piel como si se tratase de la suave caricia de un amante. Salio del cuarto de bano sintiendose renovada. <>, prometio a su doble opuesto mirandose al espejo con aprobacion. Su rostro ovalado de finas facciones estaba adornado con unos ojos color caramelo de largas pestanas y mirada penetrante. Labios suaves y llenos de un apetecible tono rosado. No solia llevar mucho maquillaje, apenas si usaba algo de rimel, un gloss brillante en los labios y listo. Acostumbraba llevar su larga cabellara castana en un rigido mono. <>. No cabia de jubilo, habia llegado el momento de mostrar a todos esos machistas, en especial a su padre, la autentica valia de una mujer decidida. Ella seria la primera persona del sexo femenino en ocupar un puesto directivo en esa empresa, mismo que durante generaciones habia sido destinado en exclusiva para los varones. El movil sono indicandole que tenia un mensaje: Hoy Cinthya: Hola, senora manda mas, solo quiero desearte suerte en el gran dia de tu coronacion. [?] 07:15 a.m. Maricela: Adoro tu sarcasmo, me levanta el animo, pues estoy muy nerviosa. X3. 07:16 a.m. Cinthya: Eso es normal, este paso es decisivo para tu carrera. Relajate, bonita, y disfruta de lo que con tanto esfuerzo te has ganado. 07:17 a.m. Maricela: No puedo estar tranquila, el imbecil de Luis Alfredo tiene dias de lo mas amable conmigo, y eso no me da buena espina. Se que algo grande se trae entre manos. 07:18 a.m. Cinthya: Amiga, tu siempre tan imaginativa. Deja esa costumbre de crearte telenovelas en la cabeza. Lo mas probable es que don Acosador este feliz por el puesto que le ofrecieron en el extranjero y no pueda ocultar su regocijo. 07:19 a.m. Maricela: Tal vez tengas razon, quiza estoy siendo un poco paranoica, pero esa actitud en el no es normal. Tengo la certeza de que no se ira sin dejarme un recuerdito. Los tipos como el jamas olvidan ni perdonan un rechazo. 07:21 a.m. Cinthya: Hiciste bien en ponerlo en su lugar. Lo que no estoy de acuerdo contigo es que no lo denunciaras. Las ratas como esa tienen que estar en donde pertenecen: las cloacas. 07:23 a.m. Maricela: Se que mis motivos pueden parecerte absurdos, pero creeme cuando te digo que el tipo tiene demasiada influencia sobre los viejos accionistas, para ellos es San Luis Alfredo, su palabra es incuestionable y no hay quien lo baje del pedestal en el cual lo han colocado. Yo siempre he llevado las de perder, pues, para mi desgracia, no tengo modo de probar mis acusaciones. Por fortuna ya se va y me librare del el. 07:25 a.m. Cinthya: ?Lo ves? No hay de que preocuparse, don Acosador ya es cosa del pasado y no volvera a molestarte. Pobres de las chicas en la filial a la que ira, seran ellas las que tengan que soportar sus constantes acosos. 07:27 a.m. Maricela: No se, tengo el extrano presentimiento de que esta guerra entre nosotros no ha terminado. 07:28 a. m. Cinthya: Tranquila, bonita, como ya te dije: relax... Nos vemos el viernes, recuerda que tenemos que celebrar a lo grande tu acenso; con bombos y platillos. 07:29 a.m. Maricela: De acuerdo. Ya me urge que llegues, te extrano. Me encantaria ir a recibirte al aeropuerto, pero como comprenderas me es imposible. 07:31 a.m. Cinthya: Lo se, no te preocupes, Dante estara esperandome, supongo que con todo y comitiva de bienvenida. Ya nos pondremos al dia cuando nos veamos. Arrasa con toda esa sarta de machos arcaicos, ?de acuerdo? Besos. 07:33 a.m. Maricela: Ok. Deseame suerte, amiga. 07:35 a.m. Cinthya: !Suerte, bonita!!! :* 07:36 a.m. Durante un momento, estuvo tentada a preguntar, una vez mas, sobre el asunto de la inminente boda de Alex, pero la actitud de Cinthya era de lo mas normal y relajada, mostrandole que estaba bien y que sus palabras en la anterior conversacion, cuando creyo haber metido la pata al decirle sin mas la buena nueva, eran verdad; la obsesion de su amiga por Alex era cosa del pasado. Esto la hizo reflexionar; quiza debia cortar cuerda a su desbocada imaginacion y centrarse mas en sus problemas reales. Emocionada, miro el traje sastre que descansaba sobre su cama. Lo habia comprado especialmente para la ocasion. El color azul metal era unico y el estilo elegante y discreto le concedia la imagen que deseaba dar a los accionistas de la empresa: una mujer exitosa, en la cuspide de su carrera. Y lo mejor de todo, que no necesitaba valerse de sus atributos fisicos para conseguirlo. La falda de tubo llegaba debajo de la rodilla, el saco no delataba el cuerpo que se escondia debajo y la sobria camisa blanca con rayas azul claro era el toque perfecto entre seriedad y buen gusto. El trayecto a su trabajo le precio inusualmente lento, se dijo que quiza era debido a la ansiedad que sentia. Se quedo unos minutos mirando la fachada acristalada del edificio central, tomo una gran bocanada de aire y entro decidida a enfrentarse a los buitres. --!Buenos dias, Claudia! ?Alguna novedad? --pregunto tratando de ocultar su nerviosismo bajo la mascara de profesionalismo con la cual a diario se revestia al cruzar la puerta de su oficina. --No, Mary. Todo esta en orden. ?Preparada para tu gran dia? --la cuestiono su secretaria con una sonrisa complice. --Por supuesto. --?Crees que tengamos algun problema con la nueva jefa si abrimos esto al terminar la junta de accionistas? --pregunto, con una sonrisa picara, Dafne, otra de las chicas de su equipo de trabajo, mientras les mostraba una botella de champana. --No lo se, quiza esa tipa resulte ser peor de quisquillosa que Luis Alfredo. Menos chisme y mas accion. --Maricela dio un par de palmadas--. !A trabajar, flojas, que no se les paga por venir a cotillear! --bromeo e hizo una mueca imitando al susodicho. Las chicas rieron ante tan magistral interpretacion. --Es un alivio que se vaya, es de lo mas incomodo trabajar con el. Por muy recatada que sea tu ropa, parece que tuviera un escaner, te desnuda con la mirada y siempre esta toqueteandote accidentalmente --expreso Claudia con verdadero desagrado. --!Accidente nada!, eso que se lo crea su abuela --alego Dafne con una mueca de asco--. A mi me insinuo que si yo queria, me ponia apartamento y coche a cambio de mantenerlo calientito todas las noches. Por fortuna, en cuanto me case con Emilio, dejo de molestarme. --Yo lo siento por Mary, le ha tocado recibir la peor parte, el tipo parece obsesionado con ella. <>, penso Maricela con amargura al recordar el dia que, por poco, ese canalla consigue mancillarla. Gracias a Julian, del apartamento de finanzas, que llego a tiempo para interrumpirlo, es que pudo salvarse. Desde entonces procuro nunca mas quedarse a solas con su jefe. No les conto a las chicas hasta que grado habia llegado el asunto, pero si les pidio que cada vez que Luis Alfredo la mandase llamar y cerrara la puerta de su oficina, se inventaran cualquier pretexto para rescatarla lo mas pronto posible, y gracias a eso, el no habia podido atacarla de nuevo. --No saben como les agradezco que siempre estuvieran al pendiente de mi. --Les sonrio con afecto--. Creo que mas que festejar mi ascenso, tenemos que celebrar que esa vibora no volvera a molestarnos. --Mary tiene razon, por fin nos libraremos de esa alimana. Pobres de las chicas de la filial a la que va, ahora les tocara a ellas lidiar con el --reitero Dafne. --Es curioso, eso mismo me dijo Cinthya esta manana. --Por cierto, ?como esta? Con eso de que es toda una celebridad y acaba de ganar otro premio... --Quiso saber Claudia, pues ella, al ser la secretaria, recibia las llamadas entrantes del apartamento y la fotografa le habia simpatizado de inmediato desde la primera vez que llamo. --Bien, llegara el viernes para asistir a la boda de su hermano. --Oh, si, lo habia olvidado, y eso que fui yo quien recibio a los tortolitos cuando vinieron a traerte la invitacion. !Que memoria la mia! --Perdon que interrumpa su hora del chisme, chicas, pero esta por comenzar la junta y Mary tiene que entrar --les comunico Dafne. Mientras avanzaban por el pasillo, continuo--: No quiero dejar pasar la oportunidad de agradecerte el que me recomendaras con los accionistas para ocupar el puesto de asistente que tu dejaras vacante. Claudia, Ariana, Dafne y Maricela se habian acoplado de maravilla, se apoyaban unas a las otras; <>. Ese era su lema. Como siempre que una pieza es movida, habia que llenar el hueco. Cuando a Luis Alfredo se le ofrecio el puesto de director comercial de la nueva division Estados Unidos, los accionistas habian llamado a Maricela y le dijeron que el candidato mas viable para ocupar el puesto vacante era ella. Entre otras cosas, le preguntaron que, en caso de darse el ascenso, a quien recomendaria para ocupar la plaza de su asistente y le dieron un par de dias para pensarlo. Maricela no necesito tanto, convoco a junta de chicas en el bano de damas y, por unanimidad, decidieron que fuera Dafne la afortunada, ya que su esposo se habia quedado sin trabajo y lo estaban pasando mal para completar las facturas de cada mes. --No tienes nada que agradecer, sera un placer tenerte como asistente. Se que lo haras bien. --Se abrazaron emocionadas, y Mary siguio su camino.

  • Haz como el gato de Stephane Garnier

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    La clave para el bienestar: ser un poco mas como tu gato.

  • El misterio de la creacion artistica de Stefan Zweig

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    De todos los misterios del universo, ninguno mas profundo que el de la creacion. Nuestro espiritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformacion de la materia. Pero cada vez que surge algo que antes no habia existido -cuando nace un nino o, de la noche a la manana, germina una plantita entre grumos de tierra- nos vence la sensacion de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrehumana, divina.

  • El ultimo argumento de los reyes de Joe Abercrombie

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    LA PRIMERA LEY: LIBRO III

  • Un hombre de familia de Kristel Ralston

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    Tracy Goldstein entiende muy bien lo que implica estar enamorada: ilusiones rotas, perder sus ahorros, y ver la empresa que construyo con arduo trabajo en manos de otro. ?Cometer el mismo error? No, gracias. Estaba advertida sobre los hombres.
    No obstante, el dia en que empieza a trabajar para el frio y distante CEO de S.W. Group, Tracy sabe que esta en graves problemas. A medida que avanzan los dias, la tension entre ambos se cuece a fuego lento, y a ella le resulta cada vez mas dificil no cruzar la delgada fina entre la cordura y el riesgo.

  • Anochecer de Isaac Asimov

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    El planeta Kalgash esta al borde del caos, pero solo unas pocas personas se han dado cuenta de ello. Kalgash conoce unicamente la luz diurna perpetua, pues durante mas de dos milenios la combinacion de sus seis soles ha iluminado el cielo. Sin embargo, ahora empieza a reinar la oscuridad. Pronto se pondran todos los soles, y el terrible esplendor del anochecer desencadenara una locura que marcara el final de la civilizacion.

  • Sentada al borde de la cama de Roberto Sanchez

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    No lo podia entender. No me cabia en la cabeza que hubieras dejado tu vida en mis manos. Y menos que lo hubieras escrito en ese papel del demonio. Era imposible que supieras nada cuando lo firmaste. Al dia siguiente se cumplia el plazo, Marta. Se habia empezado a descubrir toda la verdad sobre ti, sobre mi. Quedaban veinticuatro horas para que me dieras alguna senal y tomara una decision. Si hubieras podido oirme, habria bastado ese tiempo para ponerte al dia de lo que ocurrio desde que entraste en ese sueno profundo, en ese silencio que te estaba matando a ti y que nos habia condenado a las dos. Me costo reconocerte. Quizas porque entre deslumbrada. Llegue con los ojos llorosos, como se me ponen cada ano por esas fechas cuando empieza la primavera lanosa de Madrid. Vi el numero en la puerta: 227. Como para no creer en las casualidades. El veintidos, Marta, el de la suerte. Y el veintisiete, el que nos salvo una vez; tu numero fetiche. Entre mi conjuntivitis y la media luz, no me habia fijado, pero aquella habitacion tenia hechuras de una suite de hotel a la que hubieran ido vaciando poco a poco; ahora un cuadro, mas tarde un aplique, manana una alfombra, hasta que la dejaron unicamente con lo puesto, en los huesos. Como estabas tu. Pero una suite, al fin y al cabo. Llevabas un ano ajena a todo, dormida, inmovil, en mitad de aquel vacio, en una cama pequena, diminuta, amarrada a la vida por un lio de cables y tubos. Olia a clavo y a zotal. A consulta de dentista. Tambien habia algo tuyo en el ambiente. Me transporto a mil momentos, aunque se me agolpaban todos y ninguno era capaz de colocarse en su sitio. Lo intento ahora al escribirlo. Observe un frasco medio abierto de tu perfume de toda la vida sobre el estante inferior, junto a un liquido desinfectante y tu reloj de pulsera que seguia parado. A saber desde cuando. Por la hora podria ser desde el instante fatal. Me costo reaccionar. Me debati entre dar aquel paso o salir huyendo. Cuando estaba a punto de sentarme junto a ti, volvi una vez mas hacia la puerta para preguntar cuanto tiempo podia quedarme. Desee que me dijeran, marchese, vayase cuando quiera. En cambio, me respondieron que estuviera tranquila, que me tomase mi tiempo: <>. Me temblaba todo. Queria que despertaras. Lo deseaba, y sin embargo te hablaba en susurros, como cuando me colaba a hurtadillas en tu habitacion a la hora de la siesta. Pero no vi tus zapatillas ni a un lado ni otro de la cama, ni tuve que apartar tus trapitos que habrian estado hechos un higo, tal cual hubieran caido en aquel galan que era otro esqueleto, o revueltos de cualquier manera sobre la butaca en la que deje el bolso. Un sillon abatible para las visitas. Me hubiera quedado a dormir alli mas de una noche, pero sabes que no podia correr ese riesgo. Llevaba los documentos que habia leido millones de veces. Los entendia menos que los valores de las dos pantallas que te custodiaban. Respecto a estas, supuse que todo estaria bien mientras fueran marcando una misma cadencia, mientras no saltara la alarma y se llenara todo aquello de enfermeras. Imagino que tambien de policias. Me fio de ti. De lo que escribiste. Por muy sospechoso que resultara que antes del accidente hubieras sido capaz de dejar las instrucciones sobre tu legado dispuestas con tanta precision. Si descartamos la brujeria, no se me ocurre ninguna otra posibilidad. He barajado muchas hipotesis, pero no dejan de ser conjeturas. Ninguna de ellas esta exenta de cierta dosis de conspiranoia. Y no faltan razones para alimentarlas: desde tu posible conexion con las tramas corruptas del excomisario Bermejo, a tu peligrosa cercania con el ministro del que fuiste companera de pupitre. No habia aparecido todavia el tipo del tatuaje, el que conducia el Tiguan de color negro. No habia sido capaz de encontrarlo. Tampoco quedaba rastro del dinero. Cada manana, cuando me despertaba, lo unico que sabia es que era martes, o lunes, o jueves ...y que me llamaba Alicia. Poco mas. Me sorprendia alli, donde fuera, boca abajo, restregandome con una almohada desconocida, intentando recordar donde habia dormido. Hundia bien la nariz y aspiraba con fuerza. Nunca me resultaba familiar la funda aspera de turno que habrian lavado mil veces, aunque no recientemente. Digo mil porque es cuando empiezan a brotarle esas pequenas borlitas con las que me aranaba las mejillas. Era la casa de un hombre. Otro mas. Un tipo que ni siquiera habia tenido el detalle de colocar unas sabanas limpias. Aquellas desprendian un olor espeso, con una solera que no se consigue facilmente. Mira que hay que vestir una cama durante muchos dias seguidos y que no le hayan concedido ni unos minutos diarios de ventilacion para llegar a acumular ese buque al que me refiero. !Que asco, por Dios! Bueno, esas no serian precisamente las blasfemias que saldrian de mi boca unas horas antes, cuando las hubiera mordido con todas mis fuerzas, cuando estuviera poniendo de mi parte para aumentar el pozo sin fondo de germenes que acumulaba. Soy asi de generosa cuando me lo estan dando todo, ya lo sabes. A ese tipo tambien le habria dicho que me llamaba Alicia. Una de todas esas Alicias en las que me habia convertido durante ese ano. Todas las que habian estado buscando a nuestro hombre. He perdido la cuenta de las mentiras a las que he tenido que recurrir para llegar a saber la verdad, Marta. En ninguna de esas citas habia sido quien soy para quienes creen conocerme: la mujer que acaba de cumplir los cuarenta --cuarenta y pocos--, la profesional de exito, la de la envidiable solvencia economica para los tiempos que corren; esa tipa con una formacion solida, leida, cultivada, intelectualmente inquieta, con ciertas necesidades culturales. Y sin abuela que estoy. Eso es. Empece sin una idea sobre lo que podia ocurrirme. Sin prejuicios. Total, era una mujer soltera, sin obligaciones ni ataduras sentimentales; que seguia sin conocer lo que es tener una relacion estable; que sabia que a su edad eso no es muy normal; que no esta bien visto socialmente; que levanta sospechas. Todavia hoy en dia. Sobre todo, en una mujer. Das pie a que te tachen de rarita, a que les des mala espina y quieran salir huyendo. <>, se pregunta el personal. Sabes que no soy de esas que tienen aversion a las de su especie. En todo caso soy algo timida. Me obsesiono por el que van a pensar de mi si hago esto o si digo aquello otro. Quizas sea esa la coraza con la que me protejo de mis inseguridades y mis complejos y la que acaba dando una idea bastante distorsionada de mi; de una persona altiva o distante. Eso recuerdo que me dijiste nada mas conocernos, Marta. O Dolly, porque en la Facultad de Derecho todos te llamaban asi. ?De donde te venia? De muneca, explicabas; que asi te habian bautizado en el instituto de Connecticut donde cursaste el equivalente al COU espanol. Claro que, con el tiempo, cualquiera que llegara a conocerte sabia que era mucho mas cauto poner en cuarentena todas las anecdotas con las que tu misma, cuando no tus hagiografos, contribuyeron a alargar la sombra de tu carisma hasta convertirte en una leyenda. Habia que ir con sumo cuidado al aproximarse a tu perfil, no fuera a ser que acabara contaminado por alguno de esos bulos prenados de intencion. Tambien me dedique a eso: a indagar. Porque siempre habia dado por bueno lo que me contaste sobre tu pasado. ?Por que tendria que dudar? Supuse que el hecho de ser una profesional del engano no obliga a ser una mentirosa compulsiva con la gente que quieres. Hemos sido amigas y me has querido, ?verdad, Marta? A grandes rasgos, si una se pone a bucear en tu biografia, parece que no existe ninguna duda de que Marta Suarez Enjuanes nacio en Elche, en 1976. Hija de Margarita, aparadora de calzado de profesion, y de un viajante de comercio al que nunca llegaste a conocer. O sea, a efectos de inventario, toda la vida has llevado a cuestas el sambenito que se le pone en los pueblos a las hijas de madres solteras. Porque poco o muy poquito se sabia de quien te habia dado el Suarez del primer apellido. Nunca te contaron ni tan siquiera que tipo de estampados, de telas o de pulimentos llevaba ese vendedor en su cartera. El tal Suarez dejo de dar senales de vida despues de recibir la noticia de que de su ultima visita no habia fructificado unicamente un pedido millonario de los que solia facturar a Calzados Anton. Ahi entrariamos en el capitulo de las especulaciones. Ninguna probada. Aunque me contaste, con cierta guasa, que habia dos teorias que corrian como la polvora y con mejor suerte que el resto: las dos tenian en comun tu parecido con el propio patron de la marca, con Amadeo Anton, una retirada que iba algo mas alla de la casualidad. Mas adelante descubriste que tambien teniais maneras de proceder muy similares. Eso mismo, tal cual me lo confiaste, lo pude corroborar sobre el terreno. Alli volvi a oir la hipotesis que sostiene que nunca hubo un Suarez como tal, sino que tu serias la consecuencia de la furtiva relacion de tu madre, Margarita, con el patriarca de la empresa. Una relacion consentida por su mujer. ?Consentida? ?Por que? Al parecer, a cambio de que Amadeo Anton no le pusiera a ella cortapisas a sus pulsiones amatorias, que iban en direccion contraria, ya me entiendes. Las verdaderas preferencias sexuales de la senora eran conocidas, pero tanto los padres de uno como de otra no las tuvieron en cuenta. Es mas, las pisotearon cuando arreglaron la boda entre ellos. Lo hicieron con noble intencion de salvar su alma. Tambien para que no se diluyera la sociedad patrimonial que sumarian entre las dos familias. Pero, chica, sigue teniendo peso y hace furor entre el chafardeo la otra escuela, la que argumenta realmente eras nieta de Amadeo Anton, nada de hija. Porque este, en uno de sus escarceos extramaritales, dejo embarazada a una alemana que, camino de Denia para embarcar hacia las islas y perder sus rumbos en las playas ibicencas, recalo en Elche sin saber muy bien ni como ni por que. E igual que aquel destino no entraba en sus planes, tampoco le encajaba en su futuro idealizado lo de cargar con la criatura del bombo que se llevaba de recuerdo. A Anton no le resulto dificil convencerla de que volara ligera y que dejara a su cargo al bebe; tu madre, a la postre. Puso en el empeno una dosis de afilada labia, incluida una sutil insinuacion que quizas a alguien muy quisquilloso le podria haber sonado como un principio de extorsion. Tambien puso en la mochila de la alemana un argumento muy atractivo: un rulo de billetes de mil pesetas. Asi se las gastaba el abuelo.

  • El amor es una catastrofe natural de Betina Gonzalez

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    ?El odio es mas duradero que el amor? ?Hay alguna relacion familiar que no sea un malentendido? ?Cruzar fronteras requiere perder la inocencia? De un cuento a otro, hay guinos, un cristal facetado que entreteje mundos en estado de precario equilibrio. La chica que abandona su empleo en un pais en plena crisis, la busqueda de un nino que fue abandonado en el bosque, el joven que se comunica con los animales, el hombre que acude a un llamado de emergencia en plena madrugada, la mujer que se gana la vida contando como fue criada por lobos, son protagonistas de relatos extranos, que exploran las infinitas formas del amor, siempre desde los bordes, en territorios ambiguos acechados por el desvario y la supervivencia. Con un lenguaje propio y una mirada aguda e implacable, Betina Gonzalez construye un libro de cuentos excepcional, que roza lo maravilloso para acercarnos mejor a lo real.

  • Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano

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    La fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
    ?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
    El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad.

  • Otra vida, contigo de Sophie Saint Rose

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    Roslyn desea una vida nueva y Nueva York le da esa oportunidad, pudiendo trabajar en el despacho de abogados mas prestigioso de la ciudad. ?Pero era eso lo que necesitaba o debia volver a Minnesota olvidando el vacio que sentia en su alma?

  • La Virgen del Lago de Laura Cruz

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    Sylvia era La Dama del Lago.
    La elegida del bosque.
    Una ninfa, musa y leyenda.
    Oculta, secreta y deseada.

  • Palmeras de la brisa rapida de Juan Villoro

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    Juan Ruiz llego a Yucatan a ver por que los yucatecos comian tanta azucar. Trabajaba para una compania sonorense dispuesta a hacer grandes negocios con el apetito peninsular. En Progreso conocio a una muchacha que acababa de despachar a un pretendiente "porque fumaba cigarros rusos muy apestosos". Estela Milan pertenecia a una familia cuya buena reputacion emanaba, no de sus blasones nobiliarios, como hubieran querido algunos de sus miembros, sino de sus sabrosos helados. A unos pasos de la estacion del tren, la Neveria Milan ofrecia sorbetes y chufas. Durante anos, la familia habia probado su habilidad para confitar en frio, pero su verdadera aspiracion era el bel canto. Estela Milan solia interrumpir los bailes para interpretar un aria, el codo apoyado en el hombro de su galan. Juan Ruiz tomaba decisiones con la llana simpleza de quien es rustico y es espanol. Un dia abrio la puerta de su choza en la sierra de Leon, vio la nieve en derredor, penso en el trabajo que lo aguardaba en el corral de las ovejas y decidio irse al continente donde todas las frutas son posibles. En sus primeros anos americanos "labro futuro" durmiendo en el mostrador que atendia por las mananas. Sus penurias fueron tantas que aquel mostrador acabo por parecerle confortable. Varios anos despues habia logrado reunir algun dinero. El salon de bailes de Progreso debio parecerle un recinto del imperio austrohungaro y aquella muchacha que se abanicaba sin cesar, una princesa de Dalmacia (algo que ella no hubiera vacilado en aceptar). Ante Estela, sus mejores credenciales eran su acento espanol (en las raras ocasiones en que hablaba) y su "pinta distinguida" (una manera de decir que a pesar de su corta estatura y la calvicie incipiente, sus facciones alargadas sobresalian en los salones yucatecos donde abundaban las caritas picnicas). Asi como un dia el aire helado cuajo en una insolita palabra, "America", asi supo que viviria toda su vida con Estela. Nada mejor para un profugo del frio que una muchacha para quien la nieve era algo que sabia a guanabana. Yo los conoci muchos anos despues como mis abuelos. Su matrimonio tuvo el tipo de exito que solian tener los matrimonios de entonces: no se divorciaron y no se hablaron en los ultimos veinte anos. Viviamos en el duplex que mi abuelo construyo en Mixcoac y que era un ejemplo de su caracter; si el arquitecto decia que las paredes debian tener medio metro de espesor, el disponia que fueran de dos metros; no habia manera de convencerlo de que no estaba edificando las murallas de Campeche. Y no solo le molestaban las paredes de medio metro. En su caso, "estar de buen humor" significaba elogiar durante dos minutos a Rojo, el caballo de su infancia, o apiadarse de su unico amigo, el senor Maranon, que tenia un trapo en la cara porque le habian quitado la nariz. No le entusiasmaba nada que no fuera beber cafe negro en una botella de refresco o morder bolillos durisimos. En esa epoca era identico a Fernando Pessoa, cosa que, por supuesto, todos ignorabamos. Sin embargo, a diferencia del poeta, lo permanente en el no era la depresion sino el enojo. De las muchas emociones simples de que dispuso en vida, el abuelo escogio la colera para sus ultimos anos. A veces, al ver que los jugadores de futbol americano se pegan en el casco para celebrar una jugada, pienso que los coscorrones del abuelo eran cripticas felicitaciones. Como quiera que sea, nada podia impedir que pasaramos la mayor parte del tiempo en la parte inferior del duplex, la casa de los abuelos. Ellos si tenian television. --Chiquiti pollo, chiquiti pollo --decia mi abuela, y se pellizcaba el cuello repetidas veces, cuando el 7deg de caballeria liberaba a "los buenos". Esta era su forma de decir "lero lero candelero". Para nosotros Yucatan era la peculiarisima forma de hablar de la abuela. Sabiamos que venia de un lugar remoto y que varios de nuestros parientes habian muerto luchando contra Mexico. Tal vez porque el abuelo no daba otros signos de vida que un bastonazo de ocasion, su patria no parecia tan lejana. Mi abuela tenia una amplia memoria, siempre mejorada por su imaginacion. Nos conto mil veces el bombardeo de Progreso (la familia corrio hasta Chicxulub y se refugio en una casa repleta de alacranes), la llegada del cometa Halley, la visita de Madero a Yucatan: el heroe la tomo en brazos en un parque, dijo "que bonita nina" y le planto un beso en la mejilla (para mi abuela, la Revolucion habia sido obra de forajidos, pero guardo un buen recuerdo del "pobre hombre" que la beso de nina). Lo mas interesante de sus historias era que estaban llenas de misterios insolubles. Todo lo que contba de su abuelo, Jose Nicoli, era para demostrar que no era negro. El habia llegado de Honduras en compania de su esclava, la futura nana de mi abuela... "Era un hombre de pelo crespo, boca amplia, algo morenito, pero no negro." La ignominia maxima para una mujer consistia en no ser blanca (pronunciaba con tal enfasis que se oia balanca) y la siguiente (disponia de una vastisima escala de oprobios) ser blanca y "revolcarse con un turco". Todos los dias renovaba su decencia describiendo con lujo de detalle la indecencia de los demas. Si hubiera dicho "Fulana se fue con Mengano" jamas habria reparado en ello, pero cuando se referia a "!esa que se revuelca con los turcos!", me daban ganas de conocerla. La frase tenia una innegable carga sexual y hacia pensar en amores circenses, arabigos, magnificos. Una tia abuela mia habia sido raptada (y devuelta) en su juventud... "pero no por un turco", aclaraba mi abuela. La sangre arabe solo le parecia recomendable para la cruza de los caballos a los que mi abuelo le apostaba los domingos. Los apellidos de ciudades suelen senalar un origen judio sefardita y los Milan no debian ser la excepcion, pero mi abuela habia dado con un documento (perfectamente imaginario) que la vinculaba con Fernando VII. Vivia para ser blanca, decente y hasta santa. Cuando mi abuelo y yo regresabamos del hipodromo, nos informaba que alguien habia ido a preguntar si ahi vivia la santa. --Se conoce que estan enterados --anadia, con un gesto de la mas transparente vanidad. --!Esta mujer! --farfullaba mi abuelo. Yo estaba de parte de la abuela. Era carinosa, inventiva, malediciente y encontraba una justificacion extralogica para cualquier cosa. Una de nuestras actividades centrales consistia en sopear panes en su cafe con leche (acaso por ese don yucateco para azucarar las cosas, el suyo sabia mas rico que el de los demas). Cuando mi madre nos encontraba lamiendo las gotas que habian ido a dar a nuestros antebrazos, iniciaba una reprimenda: --!Que porqueria! Entonces ocurria la fabulosa explicacion de mi abuela: --Si asi lo hacen los americanos --y a continuacion inventaba una pelicula de gente refinadisima que sopeaba el pan, con un reparto avasallador: Ingrid Bergman, James Stewart, Grace Kelly y Humphrey Bogart. --Pero ellos no se lamen los antebrazos. --H'm. Se acabo --y las lagrimas fluian puntuales de sus ojos. --!Si, hazte la victima! --Tienes razon --sollozaba--, se me figura que la Bergman no estaba en la pelicula, sino Rita Hayworth --era imposible regatearle un argumento. Mi abuela es la unica persona que he visto llorar sin sentirme mal. Las lagrimas eran la exacta puntuacion de sus historias. Me gustaba que contara el episodio del chocolate. En una epoca en que fueron muy pobres, su padre gasto sus ultimas monedas en comprar un trozo de chocolate que tuvo que repartir entre sus siete hijos. La primera lagrima siempre caia en la palabra "trozo". Pero su capacidad histrionica conocia momentos mas intensos. Sus desmayos y sus ataques eran esplendidos. Sabiamos que los fingia, pero parecian tan veridicos que nos arrodillabamos a rezar mientras mi abuelo iba por el alcohol. Mi abuela habia querido ser cantante de opera. Por suerte para nosotros su padre no la dejo; de lo contrario nos hubiera privado de las escenas que iban del arbol de hule en el jardin a la azotea donde recitaba un aria de fin de mundo hasta que descubria que no valia la pena lanzarse de algo que no fuera un castillo. Esta pasion la llevo a incluirme en un drama: --Te voy a costurar un trajecito --me dijo cuando le hable con entusiasmo de la pelicula El Cid Campeador. Su inagotable capacidad de extravagancia tambien pasaba por la Singer. Habia hecho titeres en forma de dedales, la familia Tuch (ombligo). Por desgracia he olvidado los parlamentos que le asignaba a los diez ombligos. En el caso del Cid, nada le parecio mas natural que yo llevara mis gustos castizos a la calle. Velamos las armas en el antecomedor y luego me hablo pestes de los moros (un moro era un enemigo terrible, un turco historico). Asi, un dia de gracia de 1964 sali a combatir moros a la calle de Santander, enfundado en un traje medieval, con cruz roja al pecho y espada de palo a manera de la Colada. Por una vez los indios y los vaqueros se unieron para destruir esa incoherente aparicion. Mi abuela quedo feliz con la escaramuza. Curo mis heridas con violeta de genciana, arreglo el traje y se ofrecio a confeccionar una cota de malla con un mosquitero. No soporte la idea de un nuevo enfrentamiento. Le hable de los penachos indios y las afiladas botas de los vaqueros, con tal intensidad que se aficiono al rodeo. Ante la mirada disolvente de mi abuelo, la sala se transformo en un lienzo donde mi abuela toreaba perros de peluche. --Lo mas importante es el publico --no podia iniciar una escena sin testigos suficientes; pasabamos la mayor parte del juego abarrotando la falsa chimenea de munecos y mascotas. Alguien tan habil para contar descalabros ajenos debia tener una fuerte nocion del que-diran. Y mi abuela la tenia, pero solo abarcaba a los yucatecos. Si le llegaba una boleta de luz excesivamente alta, decia: --!Machis!, se me figura que me quiere perjudicar un yucateco de la compania de luz. En su mente, el pequeno mundo de Progreso se habia trasladado a la ciudad para observarla. Sus actos seguian siendo tan comentados como cuando iba a la neveria o al teatro Melchor Ocampo. A juzgar por su recelo, Yucatan debia ser una sociedad de conspiradores. Si alguien le ofrecia presentarle a un paisano, exclamaba: --!Fo!, !a redo vaya! --que mas o menos significa "fuchi, vete al diablo". En cuanto a la familia, solo entraba en su vida en forma de molestia. Su madre era una figura tiranica. Se acostaba en su hamaca, el unico sitio donde estaba "comodita", a comer platanos con leche y decidir la vida de sus hijos. A Florinda la destino a la solteria: "Eres la fea, tu me vas a acompanar de vieja". Florinda desarrollo tal fobia a los espejos que gritaba si le colocaban uno enfrente. Ernesto, el hermano mayor, era malisimo, se comia todo el arroz de los anos pobres "y ni siquiera engordaba". Este apetito sin provecho apenas era compensado por el humor "del pobre Gonzalo" (mi abuela no podia hablar de alguien bueno sin pobretearlo). Gonzalo murio joven y lo unico que se de el es la frase que dijo en una alberca: "Hago tan bien el muertito que hasta me empiezo a pudrir". Elvia tenia jaquecas todos los dias a las cuatro en punto; se acostaba unos minutos antes, a esperar su hora de dolor. La unica amiga de mi abuela era la senora Villa, una italiana (sus elaborados prejuicios le hubieran impedido tratar a alguien que se apellidara como el Centauro del Norte), casada con un ex piloto de Mussolini que se mantenia jovencisimo gracias a una dieta de miel. Ademas de la senora Villa, Italia tenia otras virtudes: era el pais de la opera y no era Espana. Y es que la abuela habia emprendido una cruzada antihispanica. Aunque el Cid merecia su aval moral para decapitar moros, los espanoles del duplex (mi abuelo y mi padre) solo podian ser objeto de intriga. En aquellos dias primarios, me convencio de que Espana era el pais donde la gente no se cambiaba de camisa. Ella era fanatica de la limpieza; los jabones que pasaban por sus manos cobraban otra consistencia, como si hubieran servido a un regimiento, y tenia no menos de tres polveras en servicio. El caso es que una de nuestras complicidades consistia en contar los dias que mi padre llevaba con la misma camisa. Es obvio que alguien que crecio en un internado jesuita, donde habia que romper el hielo en el aguamanil para lavarse la cara, no podia tener la misma relacion con el agua que una dama del tropico, pero mi abuela aprovechaba cualquier oportunidad para que la vida de la casa se volviera interesante, es decir, sospechosa. Vivia rodeada de extranjeros. Mi hermana y yo eramos "mexicanos", y por mas lastima que esto le causara, jamas hubiera pensado en compartir nuestra suerte. Mi madre nacio en Yucatan, pero su vida estaba marcada por el estigma de los descastados: habia empezado a fumar. Todas sus ideas eran fijas: mi hermana Carmen y yo eramos perfectos, a pesar de que jamas lograramos cumplir una de sus mas caras obsesiones: dibujar "un tucho nadando". El tema estaba a la altura de nuestros gustos estrafalarios, pero desperdiciamos cientos de crayones sin lograr que el simio nadara. Cuando mi madre le dijo (llorando en serio, sin la menor teatralidad) que yo era sonambulo y hablaba solo, ella respondio: "Como sufre el nene". Los culpables de mis defectos siempre eran otros, en especial mis insoportables amigos: --!Estos chiquitos solo vienen a hacer laberinto! --se quejaba.

  • Sense de Federico Reyes Heroles

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  • El puente de Alexander de Willa Cather

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    Bartley Alexander anda ya por la mediana edad y es un ingeniero de exito, un hombre hecho a si mismo, admirado por los puentes que construye. Casado con una mujer culta y rica, vive en una bonita casa en Boston y parece tambien tener una feliz vida conyugal. Pero en un viaje a Londres vuelve a encontrarse con un antiguo amor, Hilda Burgoyne, a la que conocio en Paris cuando era estudiante -entonces <>[?] y que ahora es una actriz famosa. El reencuentro reaviva <>. A los dos las cosas les han ido bien; sin embargo, quiza no hayan agotado sus posibilidades.

  • Colgada en Nueva York de Erina Alcala

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    Nerea Gonzalez estaba en la puerta del piso numero 25 del edificio de una de las avenidas de Manhattan donde vivia su amiga de Malaga, Adriana Sanchez, llamando a su puerta sin que nadie le respondiera. Eran las diez de la noche. Habia llegado a Manhattan hacia apenas dos horas y atraveso la ciudad en un taxi desde el aeropuerto, en busca de su amiga. Habia hablado apenas la semana pasada con Adriana desde Malaga y le dijo donde estaria, la direccion que reviso dos veces, bajando y subiendo en el ascensor y preguntando al portero. Se estaba impacientando, ya que Adriana no contestaba al telefono tampoco, le saltaba el contestador las quince veces al menos que la habia llamado. --No, senorita, no la he visto, apenas acabo de entrar a mi turno --le dijo el portero. --?Pero la conoce? --Claro que conozco a la senorita Adriana Sanchez, es la unica extranjera del edificio. --Bueno, subo de nuevo y la espero en la puerta. --Si sabe algo de ella, es mi companero de la manana, pero claro, hasta manana... Y alli que cargo de nuevo con las dos maletas y el bolso de mano hasta el ascensor. Adriana vivia bien, era una ejecutiva de un despacho de marketing en Manhattan. A veces viajaba, ?no se habria ido sin decirle nada? O quiza habria tenido un viaje de improvisto y alli no tenia cobertura o estaba en una reunion... Penso mil cosas. Se estaba impacientando. La semana anterior cuando hablaron, no menciono nada de irse a algun viaje. Por eso ella quiso ir y darle una sorpresa. Iba a quedarse en Estados Unidos, encontrar una buena editorial para sus novelas, aunque en Amazon sus novelas se vendian como rosquillas, no podria pagarse un piso de ese nivel en Manhattan, pero bueno, buscaria en otra zona. Y buscaria un trabajo de chef a media jornada, le encantaba la cocina y probar platos nuevos, lo tenia como una aficion, pero podria hacer esos dos trabajos a la vez. Habia hecho un curso de cocina especializada. O tambien podria buscar en un instituto dar clases de castellano o de literatura americana, de lo que habia realizado su master. Pero eso le iba a resultar mas complicado y quiza era mejor empezar desde abajo, aunque intentaria todo. De eso estaba segura. Ya habia discutido lo suyo con su madre y su padre, divorciados ambos y con parejas y ninguno queria que se fuera tan lejos, aunque su mejor amiga estuviese alli. Nerea habia hecho algunas sustituciones en institutos, bajas de maternidad, bajas... En total, casi dos anos, pero necesitaba el master para las oposiciones y pensaba hacerlo cuando su amiga la animo a irse porque alli en Estados Unidos no se necesitaba ese master. Solo con tener un trabajo podia acceder mas adelante a dar clases en alguno. Y se le metio el gusanillo. Y con el dinero ahorrado en esos dos anos, al final consiguio que sus padres cedieran y con veintiseis anos, se hallaba sola esperando en la puerta de su amiga. Se quedo sentada en una de las maletas y puso la cabeza en la pared entre el piso de su amiga y el de al lado, esperando por si venia Adriana. La llamo de nuevo al movil y siempre le salia el contestador. Estaria hasta las doce, si no, llamaria a un taxi y se buscaria un hotel cerca para esa noche, quiza estuviera pasando la noche fuera. Estaba cansada de tantas horas de vuelo, y eso que durmio en el avion como una cosaca. Bueno, a esperar un par de horas. Estaba muerta de hambre. Taylor Larsson era alto, guapo y rico, tenia un cuerpo espectacular con su 1,88 de altura y hasta tenia un chofer. Habia heredado una empresa de publicidad y marketing en el centro de Manhattan de cinco pisos. Era de las mejores. Estaba mas que satisfecho de que su abuelo se la dejara. No tenia mas nietos, solo tenia un hijo, su padre, que era un cirujano prestigioso en el hospital Monte Sinai, y su madre que era enfermera y vivian tambien en Manhattan, pero en una zona distinta. No muy lejos de el. Al dejarle su abuelo la empresa y retirarse a los Cayos de Florida con su abuela, el tomo las riendas de la empresa, modernizo todo lo que estaba obsoleto, pinto, cambio mobiliario y con sus conocimientos y trabajo la empresa y subio como la espuma. Claro que, a base de jornadas de trabajo de muchas horas y ganas. Y a sus veintinueve anos era un todoterreno. Iba con su chofer a casa esa noche, estaba cansado. Habia sido un dia intenso de trabajo y reuniones. --?Esta cansado, senor? --le dijo Peter, el chofer. --Si, Peter, hoy ha sido un dia largo. !Maldita sea! --le dijo, acordandose de algo. --?Que pasa, senor? --Que quede con la chica de servicio a las ocho y son las diez. Me la recomendo un amigo de mi padre. -- Quiza lo este esperando aun. --!Joder! Ahora tengo unas cuantas celebraciones en casa y la necesito las veinticuatro horas. --Tiene espacio en casa. --Si, pero me temo que la he perdido. Manana ya vere llamarla de nuevo. Cuando llego al piso 25, salio del ascensor y vio a una chica joven, morena y de pelo largo, adormilada sobre dos maletas. Le dio pena, la pobre habia esperado casi dos horas. Estaba esperando entre la puerta de al lado y la suya con la cabeza apoyada en la pared. --!Hola! Y ella dio un respingo. --Perdona, se me ha pasado la hora. Te he dejado tirada dos horas. Menos mal que me has esperado, te necesito sobre todo por las fiestas que tengo que dar para la empresa, te agradezco que estes aun aqui. --Pero yo, yo... --balbuceo Nerea. --Soy Taylor Larsson y tu eres... --le dijo, extendiendole la mano. Ella se levanto y se aliso la falda. --Nerea Gonzalez --lo saludo. --Ya no recordaba el nombre, cuando el amigo de mi padre te recomendo no preste atencion, lo siento. Ha sido un dia duro. Abrio la puerta de al lado de la de Adriana. --Vamos, Nerea, pasa y te enseno el trabajo y la casa. Tengo que dejarte las instrucciones dadas para manana. --El trabajo... --dijo ella. Ese hombre la habia confundido, pero bendita confusion, y cogio sus maletas y entro, a ver que le deparaba el destino en esa casa. Al menos hasta que su amiga contestara al movil. --!Dios mio! --dijo sin pensar al entrar. --Si, es sorprendente, ?verdad? --Es una pasada. --Taylor rio, se quito la chaqueta y entro en lo que debia ser un dormitorio. Entro de nuevo a esa inmensidad de salon en dos pisos, con dos escalones que lo separaban, con un ventanal alucinante, y unas vistas y una terraza a la ciudad que ya quisiera ella cuarto y mitad de ese piso. Era elegante, tenia cuadros y sofas, mesas y una cocina abierta al salon que era una inmensidad. Una mesa de comedor para doce comensales. --Esto es... Lo se, demasiado grande para ti, pero te pagare bien. Ademas, tienes tu espacio propio y comida gratis. --Si --dijo ella. --Ven por aqui, trae las maletas, te lo explico todo y tomamos algo. Ya manana te ocupas tu de todo. ?Has visto?, esto es la terraza, enorme, si tengo invitados solemos salir, estas mesas se abren y hay asientos de sobra. Aunque la gente suele estar de pie. --Ya lo veo. --Las flores, tendras que regarlas. Se me van a secar. La senora que tenia se fue la semana pasada. --No se preocupe. --Bueno, has visto el salon comedor y la cocina. Dos aseos y el despacho. --Y se los enseno. --Es todo enorme. --Si, ahora, a este lado tres puertas. Te enseno mi cuarto que da a la avenida y a la terraza, como mi despacho al otro lado del salon. Necesito luz. Su cuarto era... por Dios... ?Cuantos botes de perfume y cremas tenia ese hombre espectacular? Un vestidor con mas de 100 trajes, camisas corbatas, relojes... Horroroso. --Mira, esta percha es solo para la ropa del tinte, por eso esta vacia. Si te dejo algo en ella la llevas al tinte. El portero te dira donde esta, un poco mas abajo en la avenida. --Bien. Entendido. --El resto de la ropa la dejo en el cubo del bano, creo que ya hay para un lavado o dos. Ya ni hablaba del bano que ese hombre tenia. ?Para que? --Tendras que limpiar en unos cuantos dias, ya lleva como te digo una semana sin hacerle nada al piso. --No pasa nada. --Este es un cuarto de invitados, al lado mio, todo completo, vestidor y bano, cama grande. -- Era su cuarto, pero la mitad. --Bien. --Por si se queda algun invitado. --Y esta es tu zona. La puerta da frente a la cocina, pero tienes luz por el otro lado de la avenida. Es una suite, pequena. Un saloncito con todo lo imprescindible, un dormitorio, vestidor y bano. --!Que bonito! Es como un apartamento pequeno.

  • Si fuera un caballero (Pero no lo soy) de Ailin Skye

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    Si fuera un caballero, Joe jamas posaria los ojos en la suculenta mujer que choco contra el un dia cualquiera.
    Si fuera un caballero, tendria continuamente presente las razones por las que el no es la persona adecuada para una mujer ejemplar, viviendo en un pueblo pequeno.
    Si fuera un caballero, simplemente, se ceniria al plan inicial, en su intento por sanar a su hermana y olvidarse de lo que el fue en un tiempo, no muy remoto.

  • La mascara del alquimista de Jose Callado

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    ?Que podria esconder la alquimia para tener la capacidad de poner en peligro la misma historia de la humanidad?
    Cuando Luigi di Martino vio a su padre morir frente a sus ojos, no pudo imaginar que la maquinaria del Destino se habia puesto en funcionamiento para que su vida cambiara de forma traumatica.
    Cumplir la ultima voluntad de Paolo, su padre, de entregar su querida mascara de cinabrio a Santiago Velez, alguien desconocido para Luigi, supone el punto de partida de un viaje que le llevara a recorrer parte de Europa en busca de los responsables de que la desgracia haya caido sobre su familia. Un viaje que unira el destino de cuatro personas que se veran obligadas a luchar para impedir que fuerzas oscuras, que se creian muertas, puedan convertir en realidad el antiguo sueno ario.
    El seguimiento de la vida de Luca Adamo, alquimista del siglo XV, y de su prodigiosa creacion, desembocara en una persecucion para impedir los planes de aquella que desea romper el fragil hilo donde descansa nuestra realidad.
    En este viaje, Santiago Velez, ademas de ayudar a Luigi a darle sentido a la muerte de su padre, sera clave en la lucha por conservar el presente tal y como se conoce. Ademas, por fin encontrara el significado de esos suenos que le atosigan desde su lejana ninez. Por fin sabra cual es su papel en la historia.
    La mascara del alquimista nos recordara que el lado mas oscuro de la humanidad sigue vivo, esperando la mas minima oportunidad para convertir en realidad ese mundo, el cual creen perfecto.
    Tan perfecto como el propio infierno.

  • En el fondo me tienes de Anny Peterson

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    Emma viajara a Australia siguiendo una pista hasta la Escuela de buceo Blue Days, alli conocera a Jon y a Dani, dos instructores con manias muy variopintas y divertidas. Iker es un fugitivo de su vida, como Emma, con el que pronto traba amistad porque comparten albergue y secretos a pie de playa muy cerca del centro de buceo. Ambos se daran cuenta de que, si quieren cambiar sus vidas, lo mejor es saltar juntos con Jon y Dani para descubrir lo que les depara la vida y el mar.

  • El diamante negro de Andrea Kane

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    Aurora Huntley cree haber encontrado la forma de evitar el matrimonio forzoso al que la quiere condenar su hermano Slade, conde de Huntley. En una taberna, un extrano accede a montar una escena que arruine su reputacion. Pero todo se escapa de control cuando ella descubre que el extrano es Julian Bencroft, duque de Morland, miembro de una familia en eterna disputa con los Huntley.

  • Mares. Wendy Darling 2 de Colleen Oakes

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    En Mares, Wendy y su pequeno hermano Michael
    viven a bordo del Noche Repentina, el barco del capitan
    Garfio y su tripulacion sedienta de sangre. Para Wendy
    y sus hermanos, regresar a Londres ahora parece un
    sueno lejano; las traiciones apenas han comenzado.

  • Enganchada a ti de Rose B. Loren

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    Susana lleva toda su vida enamorada de Hector, desde que tenia doce anos y sus padres se mudaron a Santona, aunque el solo la ve como una amiga.

  • ?Y si probamos…? de Tierra Salvaje

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    ?Y si probamos…?
    A Nico y a Mamen les gusta fantasear con terceros. Es un juego, una forma de excitarse mutuamente, hasta que se convierte en algo demasiado tentador. La aparicion de Jorge cambia sus vidas por completo.

  • Zapatitos de tango de Diana Couto

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    Novela sobre la noche tanguear de Buenos Aires. Una mujer de mediana edad, sumergida entre su vida profesional y su pasion por el baile del tango. El tango es el gran hechicero que atrapa a personajes de todo tipo que comparten soledad y busqueda del amor. Eugenia intuye que su majestad el tango, el gran hechicero de la noche portena la pueden ayudar y alli se sumerge en la milonga, el refugio calido para los gangueros que suenan con encuentros ricos en emociones y llenos de vida

  • Golpes en la vida de Zeneida Miranda

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    Con la lucha y la superacion personal como principales hilos argumentales, "Golpes en la vida" comienza cuando la vida de la joven detective privada Sarah Boyle se ve duramente golpeada al sufrir un brutal ataque sexual.

  • El Idioma Del Corazon de Sherryl Woods

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    Sacar a Allie Mathews de las ruinas de su casa deberia haber sido una tarea mas en el cumplimiento de su deber, pero los inocentes ojos azules de Allie provocaron en Ricky un irreprimible deseo de protegerla, asi que la invito a que se quedara con el mientras encontraba un lugar donde vivir. Al cabo de poco tiempo, Ricky ya se estaba replanteando su intencion de permanecer soltero, pero ?como podia demostrar su amor a Allie si ni siquiera era capaz de encontrar las palabras adecuadas? Allie se sentia tan vulnerable que queria una vida sin riesgos… hasta que aparecio Ricky para protegerla y sacarla de su aburrido mundo. Vivir con el era un autentico torbellino de emociones, pero ella temia no poder seguir a un hombre que estaba acostumbrado a vivir siempre al limite.

  • El general del ejercito muerto de Ismail Kadare

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    Veinte anos despues de la derrota del ejercito italiano en Albania, un general asume la mision de recuperar los cadaveres de sus compatriotas caidos alli en combate durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos, los restos del emblematico coronel Z., por especial encargo de su aristocratica madre y de su muy atractiva viuda. En compania de un capellan militar se traslada al vecino y accidentado pais, y emprende la penosa labor de localizar, desenterrar y reunir los despojos de aquel ejercito muerto. En el largo itinerario, que se prolonga durante meses, resucitaran las viejas historias, unas emotivas y otras crueles, de quienes fueron sus protagonistas directos, tanto muertos como vivos. El barro, la oscuridad, las inclemencias del tiempo y la mirada desconfiada de los aldeanos constituyen la atmosfera que envuelve a la pintoresca pareja. Una atmosfera que se va cargando por momentos, provocando tensiones reflexivas entre el general y el religioso sobre su cometido, la guerra, el amor, la vida y la muerte, hasta desentranar el destino del coronel Z.

  • Voces humanas de Penelope Fitzgerald

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    Penelope Fitzgerald vuelve a inspirarse en su propia vida para trazar una inolvidable historia sobre la guerra y la brutalidad con la que afecta a las vidas de las personas. En Londres, en pleno Blitz, un plato de la BBC se trasforma en un gigantesco dormitorio compartido. Decenas de hombres y mujeres se hacinan en un edificio que en cualquier momento podria ser alcanzado por el enemigo. Sam Brooks, un director de programa desesperado, busca consuelo en los brazos de sus asistentes: Vi Simmons, una mujer practica y animada; Lise Bernard, una medio francesa embarazada o Della, una gran seductora. Amor, tragedia y aprendizaje. Experiencias humanas que se entrelazan en un opresivo microcosmos, mientras las bombas resuenan en el exterior y cada nueva noticia mantiene en vilo a toda una nacion.

  • sonando a lo grande de Alissa Bronte

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    Marga !!El avion por fin ha aterrizado!! Pongo un pie en el finger y respiro el maravilloso y contaminado aire de Madrid. !!Si!! !Ya estoy en la capital! !El principio del fin de mi solteria! Ahora voy a tener la ocasion de conseguir lo que he anhelado durante tantos anosssssss… ?Que es, os preguntareis? Pues encontrar a ese principe azul que llevo treinta y dos anos esperando en mi pequena isla… No dejo de preguntarme, mientras camino con un poco de temblor en las piernas, cuantas oportunidades me aguardan en la gran ciudad. Se que no debo hacerlo, que el amor tiene que ser algo inesperado y fantastico, algo que no se planea para que resulte superromantico… pero no puedo evitar mirar en todas direcciones buscando a mi hombre ideal, porque si hay algo que tengo claro es que no me voy a conformar con menos. Quiero un principe azul; bueno, lo del titulo nobiliario es negociable, puede ser duque, conde, estrella de cine… !Si! Un galan de cine que se enamora de la mujer sencilla pero encantadora que llega a la gran metropoli, como en las historias de mis libros… Miro entre la multitud a la vez que leo con atencion todas las indicaciones del aeropuerto; la T4 es monstruosamente grande, nada que ver con el aeropuerto de Fuerteventura. Al menos, el vuelo ha sido directo y he tardado poco mas de dos horas en llegar. Por fin, entre la abrumadora muchedumbre, vislumbro la melena oscura y los ojos grises de mi amiga. --!!Grisel!! --grito emocionada por verla de nuevo; la ultima vez fue hace… ?dos anos? --!!Marga!! --grita a su vez. Camino todo lo deprisa que puedo con mis zapatos de tacon, que solo uso en las ocasiones especiales; llevo una falda de pliegues, verde oscura y con pequenas margaritas amarillas y blancas estampadas. Me encanta esta prenda porque, al andar, produce frufru, como en las novelas de la epoca de la Regencia que tanto me gusta leer. --?Que tal el vuelo? --pregunta apretandome fuerte entre sus delgados brazos. --!Bien! Bueno… bien. --?Nerviosa? --!Si, claro! --Vamos a salir fuera, aqui hay mucho ruido. Asiento con la cabeza y, de la mano de mi amiga, echo a andar con un monton de sentimientos diferentes a cuestas, mientras percibo como me recorre por el cuerpo una especie de descarga electrica, de esas que se te cuelan por los dedos y, hasta que no imprime su marca por todo tu ser, no te abandona. No dejo de pensar en todo lo que me espera y no puedo parar de sonreir. Grisel detiene su paso en una zona menos ruidosa, una cafeteria en la que nos sentamos y pedimos un cafe. Necesito ponerme al dia, y ella, imagino, tambien. --?Que tal todo por la isla? --Si quieres saber algo de alguien en concreto, dimelo. --No quiero saber nada de nadie en concreto… --disimula. --Grisel… no mientas; siempre que lo haces, te rascas la nariz de una forma muy descarada. Somos amigas desde… --?Siempre? --Sonrie. --Exacto, y te conozco mejor que nadie. --Se que pretende saber que tal esta su ex, pero quiero que sea ella quien lo pregunte. --Esta bien. ?Que tal esta Airam? --Bueno, esta… --contesto. --?Esta…? --Si, supongo que ha pasado pagina. --?Esta saliendo con alguien? --Si, asi es, pero no he logrado averiguar de quien se trata… --Seguro que es la zorra de Yolaida… --Tambien lo he pensado. ?Y tu? ?Has pasado pagina aqui en Madrid? --De momento me centro en trabajar, que ya es mucho, y, bueno, si algun dulce aparece, le hinco el diente. ?Y que me dices de ti? Cuentame, ?sigues…? --Si, sigo. !!Siempre estas con lo mismo!! --!Es que me preocupa en que estado lo tienes! Seguro que, si llamamos a un experto en antiguedades, lo declara patrimonio de la humanidad. --!!Grisel!! --!Es verdad! ?A cuantas mujeres conoces de tu edad que no hayan probado varon? !?Que lo unico que se haya colado entre sus piernas sea el agua del mar?! Ni un triste consolador ha paseado por ahi… Desde luego, debes tener una telarana que ni Spiderman… --!Grisel…! --No te preocupes, mi Margarita, que para eso estas aqui; vamos a lograr que encuentres a ese hombre que te vuelva loca. --!A mi principe! --suspiro. --Eso es mas dificil, pero, bueno, trataremos de dar con ese que te provoque tal calentura que te salgan ampollas en la boca solo de pensar en el. --Grisel, ahora en serio, ya sabes que quiero enamorarme antes de entregar mi preciada virginidad a alguien. --Pareces sacada de una peli antigua. --?De esas romanticas? --Mas bien de terror. Pero en Madrid nada es imposible; seguro que hay por ahi algun hombre que este hecho especialmente para ti. --!Eso espero! --Vamos a casa. Manana hay que madrugar, empiezas en tu nuevo trabajo. ?Nerviosa, Marga? --Si, si que lo estoy, pero la ilusion es mayor. --Sonrio. Llegamos al pequeno apartamento; no es gran cosa, pero resulta muy acogedor. Tiene dos habitaciones y un unico bano; ya temo la de veces que me va a tocar hacer cola para entrar: Grisel jamas de los jamases sale a ninguna hora, ni por ningun motivo, sin estar perfectamente arreglada. Cenamos un bocadillo y nos vamos enseguida a la cama; estoy agotada, pero no por el viaje, sino por la cantidad de emociones que se empenan en quedarse dentro de mi estomago y pasearse por mi cabeza. Sin poder conciliar el sueno, saco mi libro electronico y continuo con la historia que estoy leyendo hasta que, finalmente, me quedo dormida. Cuando me levanto, me sorprende ver que el bano esta libre, y Grisel preparando cafe. --Venga, dormilona: arreglate, que nos vamos al trabajo --apremia. --?De verdad crees que voy a hacerlo bien? --!Claro que si! Eres la persona mas… --Mas, ?que? --Optimista, lo que te vendra estupendamente a la hora de intentar vender el producto. --De acuerdo, vamos a ello --digo y entro en el bano para ducharme. Mientras el agua cae por mi suave piel, pienso en el trabajo. Grisel me ha conseguido un puesto de teleoperadora en una empresa de servicios moviles; debo atraer a clientes de otras companias, para que se cambien a la que me ha contratado. No estoy segura de poder hacerlo bien, pero, bueno, se trata de vender por telefono sin estar frente a alguien, por lo que debe de ser bastante facil. Despues de vestirme y de tomar el cafe, Grisel me deja frente al edificio de mi nueva oficina y se marcha a trabajar. En la puerta, sola y sin conocer a nadie ni nada, una sensacion de vacio me invade, como si quisiera tragarme entera, asi que agarro mi falda rosa con tul en el dobladillo y muevo las piernas para escuchar el suave frufru que siempre me calma.

  • Salvaje de Nicola Marsh

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    Hudson Watt era el mejor amigo de Makayla Tarrant. Sin embargo, le rompio el corazon y ahora, cinco anos despues, ha regresado. Esta mas sexy que nunca y puede hacer que Mak triunfe como bailarina. o que fracase. Ella quiere odiarlo. Quiere demostrarle que es inmune a su atractivo. Pero, sobre todo, Mak quiere. !tenerlo todas las noches y de todas las maneras posibles

  • Dejen todo en mis manos de Mario Levrero

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    Un viaje detectivesco e iniciatico en busca del <>.

  • Salvando el Para Siempre 4 de Lexy Timms

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    Cuando el Dr. Elijah Bennet le propuso matrimonio a Charity, ella dijo que si. Habia dudas en el fondo de su mente, pero ella entendia una cosa; ella lo amaba y no queria estar sin el. Ella podria manejar cualquiera de las reservas o incertidumbres que pudieran surgir.

  • Porque tu lo vales de Noe Casado

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    Me llamo Maria Asuncion Peralta de la Merced y Luengo Medina. ?A que es un nombre elegante? Como no podia ser de otro modo, en mi circulo social todos tenemos nombres similares, aunque cuando cumpli los quince elegi uno mas abreviado e igual de elegante: Sun.

  • Amor y desamor (Suaves petalos de amor 3) de Encarna Magin

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    ?Como intentar enamorar a alguien que no cree en el amor?

  • Amigos, sin mas (Serie Amigos 4) de Ana Alvarez

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    Una emocionante historia de amor oculta en el pasado.

  • El ultimo minuto de nuestras vidas de Susanna Herrero

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    One, two, three --entona Dylan a traves del microfono. Despues, un par de acordes en el piano que percuten en todo el estadio. Dylan y los musicos van al encuentro del tono de la melodia. Improvisan. Calientan. Crean. Y lo hacen con soltura frente a noventa mil personas, entre grada y pie de pista, y frente a otros noventa millones mas desde sus casas, en uno de los conciertos beneficos mas multitudinarios de los ultimos anos, retransmitido en directo en mas de cincuenta paises. Sobre el escenario, artistas de la talla de Lady Gaga, Beyonce, Taylor Swift, Ed Sheeran, Harry Styles, Madonna... Y el amor de mi vida con sus vaqueros y su camiseta y las Adidas blancas que le regale por su ultimo cumpleanos. --Ta, ra, ra, ra. Lo tengo. One, two, three... Dylan se acerca al borde del escenario. Alla va. Con los anos, he memorizado los gestos de su rostro de tal manera que se en que momento exacto va a comenzar a cantar. I’ve paid my dues. Time after time. I’ve done my sentence. But committed no crime. And bad mistakes. I’ve made a few. I’ve had my share of sand. Kicked in my face. But I’ve come through. La musica, por encima de los cien decibelios, resuena en cada rincon de este recinto al aire libre en las afueras de Paris (el mayor estadio del pais) y tambien en mi pecho, al igual que aquella vez en el concierto en Madrid, cuando lo conoci. Y como si se hubieran colado en mi sistema, hoy tambien retumban en mi caja toracica y en el estomago las guitarras electricas, el bajo, el piano, la bateria y la voz de baritono tan inconfundible del vocalista. Pero nada es igual. El vocalista. Mi vocalista. Creo que jamas me acostumbrare a esto. A estar aqui arriba y no ahi abajo. A su voz, que vibra en cada molecula de nitrogeno y oxigeno del aire, interpretando uno de mis temas favoritos de Queen, We are the champions, con el recuerdo de su susurro en mi oido --<>-- hace menos de cuatro minutos. Al calor de los focos sobre mi cabeza y mi rostro. Al sudor de su cuello y de su frente en mi paladar a pesar de la distancia. A los miles de fans aclamandolo con los brazos en alto. A asumir que es un personaje publico, querido y admirado por millones de personas. Puede que Dylan Carbonell sea Dylan Carbonell. Pero para mi es mi marido. Me siento orgulloso de verlo sobre el escenario, con el microfono en la mano, moviendose arriba y abajo con esa naturalidad y esa confianza absoluta en lo que hace. Pero tambien me siento orgulloso cuando se levanta de la cama a las tantas de la madrugada y se va a su estudio a componer. O cuando agarra un microfono imaginario y se sube encima del sofa a hacer el idiota. Y me vuelven loco esos pantalones ajustados. Para mi, Dylan es como el verano. Siempre me apetece. Me apetece todo el. Tocarlo. Besarlo. Sentirlo. Amarlo. And we mean to go on and on and on and on. --Esa baba, veterinario, que nos inundas el backstage. Miro hacia abajo y aparto la mano de Cata de mi barbilla al tiempo que elevo los ojos al cielo. O al techo, que tiene forma eliptica. --No estoy babeando. --Claro, y yo no estoy embarazada de tu hermano mayor. Me lo he comido y por eso estoy asi de gorda, no porque este de treinta y seis semanas. Imagino a Cata abriendo la bocaza que tiene (en sentido figurado, porque no calla ni cuando duerme) y devorando a mi hermano. Rio de forma involuntaria. Eh, podria pasar. --?Te ries porque en tu imaginacion me estoy comiendo a River Maldito Cabana? --Absolutamente. --Rio mas todavia--. Y... ?River Maldito Cabana? --?No te lo habia dicho? Su hijo no nato me esta destrozando la espalda, el sueno y el buen humor, asi que he recuperado la buena costumbre de llamarlo asi. La observo con los parpados entrecerrados. Cata esta exultante de felicidad debido al embarazo, y hasta ahora no ha sido de las que se quejan, por muchas molestias que pudiera tener. --?Que te pasa? --Nada. No cuela. Lo dejo pasar porque no es el momento de entrar en conversaciones profundas. --Tu tambien babeas, por cierto. --Es que miralo, Hugo. Miralo --me dice con una sonrisa en todo su rostro--. Es nuestro chico, delante de millones de personas. Lo hago. Lo miro. Dios, cuanto lo quiero. Cada pedacito de el. Somos los primeros en abandonar el recinto una vez finalizado el concierto. Hay una celebracion en el backstage con la musica de Never ending story de fondo, pero Dylan ha insistido en salir a cenar los tres juntos por Paris, a nuestro aire. El protocolo se lo pasa por el forro. Cata se ha quejado un poco, o mas bien un mucho, por no poder permanecer mas tiempo entre Gaga y Styles, pero es lo que hay. Dylan lleva mas de diez dias aqui, preparandolo todo y ayudando a la organizacion del evento en lo que ha podido, y ahora solo desea pasar unas horas con su familia. Nos ha echado en falta. Y nosotros a el. Y tanto. Como que nos hemos venido a Paris un dia entre semana, dejando la clinica en manos de mi ayudante y a River con nuestros tres perros y su gato, muy cabreado porque el embarazo de Cata esta casi a termino. Yo no quiero ir de listo, pero aun le faltan cuatro semanas para salir de cuentas, y ademas tengo un palpito: se le va a retrasar. Y malo seria que se pusiera de parto justo los dos unicos dias en todo el embarazo en que ha salido del pueblo. Me rio solo de pensarlo. Es casi imposible. Y yo, de esto, controlo. Justo antes de marcharnos, uno de los artistas invitados al evento le toca el culo a Dylan. Es la tipica palmada de <> o de <> o de yo que cojones se, pero no me hace ni puta gracia. Le meto un par de guantazos con los ojos y la boca me la muerdo como nunca, porque este es el entorno laboral de Dylan y no quiero liarla parda. Pero... me falta el canto de un duro. De camino al restaurante tambien me muerdo la lengua; Dylan ha estado increible y me niego a darle la noche. Estoy un poco cabreado con el. Quiza no deberia, aunque me importa una mierda. ?Se deja tocar el culo a menudo por sus companeros? Dylan es muy liberal y no se toma nada en serio, pero a mi, si alguien me tocara el culo, le diria alto y claro que la proxima vez le pongo la cara del reves. Creo que hay limites que no se deben cruzar, por mucho cachondeo que te traigas. Para mi, el contacto fisico intimo no es ninguna tonteria. Dylan apenas se ha inmutado cuando el tipo en cuestion (me niego a decir su nombre) ha ejecutado, con premeditacion y alevosia --y con demasiada naturalidad--, la gran hazana. Es mas, parecia divertido. Ja. A mi me hace una gracia de la hostia tambien. ?No se me nota? Ja. Ja. En el restaurante nos acomodan en una mesa alejada de la multitud pero cercana a la cristalera: las vistas de la ciudad son impresionantes y la musica de Lewis Capaldi es el complemento perfecto. Ya ha anochecido. Mis mejores recuerdos de esta ciudad son por la noche. En el Arco del Triunfo. Con Dylan. Cruzo una mirada con el y me guina un ojo con descaro. Esta pensando en lo mismo. <>, me susurra. No le respondo. --Voy a pedir un plato de cada, chicos. --Cata saliva mientras lee la carta de arriba abajo--. Tengo tanta hambre ahora mismo que podria comerme la Torre Eiffel cubierta de chocolate y vainilla. --Yo no se si ahi dentro llevas un bebe o un dinosaurio. Mi marido y sus dinosaurios. Yo me lo como a el. Cuando se me pase el mosqueo. --Por la forma de la criatura en las ecografias, a mi tampoco me queda claro --anado yo. Cata me da un codazo y hace un mohin. --Muy gracioso. Para vuestra informacion, va a ser un bebe precioso. --Pues claro, no hay Cabana feo. Sin presion, ?eh? --Eso no lo ponemos en duda, Cata, pero ?un bebe humano precioso o un bebe dinosaurio precioso? Dylan y yo reimos juntos y abrimos nuestras respectivas cartas al mismo tiempo. Yo le guino un ojo y el me lanza un beso. Supongo que hay costumbres que son inevitables, por muy picajoso que este yo. Y luego Marcos dice que las tias son complicadas. Yo no encuentro diferencia entre ellas y nosotros, la verdad. O entre ellas y yo. --Dejaos de gracietas y dadme de comer, nenes.

  • Instinto de seduccion de Adrian Blake

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    Dylan aprovecha un viaje de negocios a Arabia Saudi para escapar del ultimo desastre mediatico en el que se ha visto implicado. Alli conoce a Nadia, la hermana menor del hombre con quien tiene que negociar, una preciosa mujer que pone su mundo patas arriba.
    Ella es impulsiva, atrevida, desobediente… y pronto Dylan urdira un plan para tenerla en su cama… que puede costarle muy caro.

  • El Diablo de Melody Calixto

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    Los primeros rayos del sol entraron por mi ventana obligandome a abrir los ojos de mala manera, odiaba madrugar asi que maldije el modo en el que habia despertado. Me esperaba un dia lleno de asuntos que arreglar, ante todo era un profesional y no debia abandonar mis negocios; en breve llegaria una mercancia de cocaina desde el norte de Africa y como no podia ser de otra manera, tenia que conocer todo detalle de la operacion; de ello dependia que unos miles de euros llegaran a mi poder y fuera un poquito mas millonario. Aun sin levantarme de la cama tome mi telefono, marque el numero de Fabio, mi mano derecha y tambien mejor amigo por el momento, ya que en estos negocios quien menos lo esperas te puede traicionar, aunque el conocia las consecuencias de ello... la traicion se paga con la vida en estos mundos y yo no pensaba flaquear en ese sentido, debia mantener mi reputacion. Tras unos largos y desesperantes tonos, una voz familiar atendio al otro lado del telefono, con voz contundente y segura contesto: --Ya estoy en la costa, no te pongas dramatico. --Dijo en tono tranquilizador. --No esperaba menos de ti. --Respondi aliviado--. No olvides pagarle su parte a Matteo Bertotti. Matteo Bertotti, un inspector de policia que amablemente trabajaba para nosotros, le pagaba una cantidad de dinero bastante tentadora y el a cambio se volvia ciego, sordo y mudo, de esta forma me beneficiaba de ciertos privilegios con la ley, asi eran las reglas del juego, todos tenemos un precio. Colgue a Fabio despues de aclarar el panorama y tranquilizarme con la buena noticia; eche un vistazo a mis mensajes, mujeres, negocios y mas negocios. Borre algunas chicas que me dejaron de interesar y bloquee a algunas otras, total para lo que las queria cualquiera que me gustara fisicamente me servia, he de reconocer que tenia mucho exito con las mujeres, supongo que mi aspecto y mi condicion economica las conquistaba sin mucho esfuerzo. Ya en pie, me contemple en el espejo enterizo de mi habitacion, encantado de haberme conocido y como si de una gran obra de arte se tratara, me contemple con admiracion cada parte de mi cuerpo. --!Joder! Cada vez estoy mas bueno... no puedo con tanta perfeccion. --Me halague. Para ser sinceros no estaba nada mal, contaba con treinta anos recien cumplidos, cuerpo escultural, rubio y con ojos azules, creia ser el creador de todo y merecedor de una vida cargada de cosas maravillosas, como si eso fuera lo realmente importante en la vida. Despues de agasajarme una y otra vez, me dispuse a darme una larga y relajante ducha. Mi movil comenzo a sonar y aun sin haber terminado mi bano sali rapidamente completamente lleno de jabon; seque mi rostro rapidamente y enrede una toalla a la cintura para atender cuanto antes a la llamada, en cuestion de segundos las cosas se podian torcer en ese terreno tan pantanoso como el del narcotrafico. Un incomodo silencio al otro lado de la linea hizo que presagiara lo peor, la falta de informacion aumento mi desesperacion. Algo debio salir mal en cuanto Fabio volvia a repetir su llamada, no era lo habitual en el. --!Habla Fabio! --Ordene--. ?Que ha pasado? Deduje que estaba preso del panico, no se si tenia miedo a mi reaccion o a lo que le hubiese ocurrido, la incertidumbre se estaba apoderando de mi y la paciencia no era una de mis grandes virtudes. --!Que hables Joder! --Grite impaciente. --Los Cannavaro se han adelantado... nos han robado la mercancia. --Tartamudeo. Colgue el telefono sin mas, necesitaba pensar, planear algun tipo de venganza por lo sucedido y hacerles entender a esa familia que con Elio Carletti no jugaba nadie, tampoco me convenia dar la imagen de debil, en Italia me conocian por ser despiadado y no queria que cambiaran de parecer. Me volvi a meter en la ducha para terminar lo que habia comenzado y centrarme en algun plan maligno que hiciera arrepentirse a esos inconscientes. 2 Transcurrio un dia desde lo sucedido con mi mercancia, tiempo suficiente para que los Cannavaro confiaran en el triunfo de su hazana. Ellos, nuestros eternos competidores por quedarse con el mejor trozo del pastel; en toda historia siempre existe un enemigo, en la mia eran todos y cada uno de los miembros de esa familia. Sin meditarlo demasiado me puse en contacto con algunos de los hombres que trabajaban para mi, queria lo que me pertenecia a como diera lugar o por lo menos que recibieran un buen escarmiento. Ordene que me trajeran al mas joven de la familia, un chico llamado Gabriel de unos dieciocho anos, a mi parecer no tenia nada que ver con el negocio, pero la vida podia ser muy injusta, a veces pagaban justos por pecadores. Les di instrucciones a mis hombres sobre lo que debian de hacer con el, el plan era llevarlo a mi lugar secreto donde los traidores, ladrones y demas escorias recibian su merecido. Me vesti de forma informal con ropa deportiva, para el trabajo sucio no habia que usar nunca ropa de calidad, las manchas de sangre son demasiado dificiles de quitar y pense que ninguno de ellos merecia que me preparara para la ocasion. A penas transcurrio una hora y mi equipo de trabajo (como me gusta llamarlos) me tenian a ese desgraciado en el lugar acordado, un descampado situado lejos de la ciudad, cuanto mas lejos, menos testigos. Al estacionar mi coche fuera de la pequena choza, pude oler el miedo de aquel inocente, por lo visto salia de la universidad donde estudiaba, mala suerte pertenecer a ese circulo vicioso, donde no existia la bondad, ni el perdon. Entre con toda seguridad, haciendo entender a todos los presentes que alli estaba yo; cualquier persona con un minimo de sentimiento hubiera sentido lastima por Gabriel, ese chico maniatado y con la cara tapada con un pasamontana. Me acerque a el y de un gesto le arranque el trozo de tela que cubria su rostro, representaba la viva imagen del miedo. --No te preocupes, te voy a dar una oportunidad. --Susurre en su oido. Habia que estar preparado para cualquier imprevisto, asi que tome el telefono que utilizaba para estos casos, uno totalmente equipado para no poder ser descubierto, ni el numero real ni tampoco la ubicacion, imposible de rastrear por ningunas de las formas existentes. Teclee el numero del que supuse que seria el perrito faldero del cabecilla de la familia. --Tremenda osadia la de ustedes ?no? La mercancia la quiero en la costa en una hora ?entendido? --Ni lo suenes, esta vez no te saldras con la tuya. --Respondio con firmeza la sabandija asquerosa al otro lado. --Bueno... tengo aqui al pequeno Cannavaro, te lo paso para que se saluden y puedan llegar a un entendimiento. Le extendi el telefono para que hablara, la imagen no podia ser mas digna de un cuadro; el joven no articulaba palabra mientras que el aburrimiento se apoderaba de mi con tanto drama. Bostezaba, miraba mi reloj... todo para hacerle entender que mi tiempo era muy preciado y lo estaba perdiendo con alguien que para mi no tenia ni un apice de importancia. Tras un tiempo prudencial en el que todo eran llantos, dudas y tragedia, decidi que era hora de que acabaran la charla. --Una hora, ni un minuto mas. --Adverti. Colgue sin quitar la mirada de Gabriel por el que solo sentia un gran desprecio. Las imagenes de mi ninez visitaron mi mente, esa maldita familia siempre fue un lastre para nosotros, recordaba cuando solo tenia siete anos de edad y el padre del sujeto que se encontraba a escasos centimetros de mi acabo con la vida de mis padres delante de mi sin una pizca de piedad. Paseabamos por un precioso parque situado en Napoles, cuando dos disparos me hicieron aprender lo que era la maldad de ese mundo al que siempre perteneci sin saberlo, el patriarca de esa familia ordeno matar a mis padres por un tema similar al que estaba viviendo en aquellos instantes. Desde entonces, Marco mi unico tio se encargo de mi, hasta que cumpli los dieciocho anos, en mi propia fiesta de cumpleanos lo mataron de forma similar a la de mis padres. En mi interior solo quedaba odio, resentimiento y ganas de venganza, asi que segui con el negocio familiar, necesitaba vengarles de alguna manera y para ser francos me parecia un "trabajo" bastante "facil". Cerre los punos de rabia al recordar cada episodio de mi vida, yo al menos le estaba dando la oportunidad para que rectificaran, aunque en mi cabeza cabia la posibilidad de que el chico acabara como el rosario de la aurora. Mi paciencia se estaba acabando y las agujas del reloj a penas se movian, los minutos parecian hora, desesperado no paraba de contemplar la grotesca imagen de ese chico asustado, me recordaba a mi con su misma edad. Por fin la espera acabo, llame p

  • Una Esposa Inconveniente (Novias Del Oeste 4) de Amaya Evans

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    Adalind Hamond, es una chica timida, encerrada en si misma, que llego a casa de Ellie y Phillip, por un milagro. La encontraron casi muriendo debajo de un arbol en sus tierras. Cuando el vio a la muchacha, la llevo enseguida a casa y junto con su esposa Ellie, trato de ayudarla, curar sus heridas y poco a poco la chica se recupero, pero casi no hablaba porque segun el medico, estaba muy traumatizada a causa de la muerte de sus padres en manos de comancheros. Ella logro escapar y fue por eso que se salvo de terminar como la mayoria de los ninos, violada o vendida en un burdel en el mejor de los casos. El tiempo pasa y ella crece para convertirse en una hermosa mujer. Mientras vive con Ellie y Phillip conoce a su amor platonico, Derek Sutton, al cual ve como un principe azul. En silencio se enamora de el y suena con ser su esposa algun dia. El problema es que Derek es un mujeriego consumado y cuando se entera de eso, le dice que solo la ve como una nina, rompiendo asi su corazon.

  • Nunca te fies de una Mosquita Muerta de Lara Blanc

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    Aqui estoy, sentada en una sala de espera para realizar una entrevista. Unos meses atras, mi vida ha vuelto a encauzarse. No puedo estar mas feliz. Tengo un proyecto de negocio, al que he ido dedicando muchos ratos fuera del horario laboral y que comienza a despegar. Tambien tengo pareja, por fin tengo una relacion sana y equilibrada llena de planes. Estoy tranquila, confio en mi y creo que he llegado a un punto de mi vida en el que me veo capaz de hacer cualquier cosa, sin miedo y sin inseguridades. No he pensado mucho en lo que ponerme. Llevo unos vaqueros claros y un jersey rojo, pero he querido pintarme los labios con el carmin de Oli, que solo uso para las ocasiones especiales, porque esta, en cierta manera, lo es. Aunque no tengo un discurso preparado y no se lo que voy a decir. Lo que me salga, sin filtro... Pero espero decirlo bien. --Puedes pasar --me dice una chica jovencita, con un vestido bien cenido y unos tacones altos. Sonrio y pienso que hay cosas que nunca cambian. Entro a la sala que conozco bien. Una mesa redonda blanca con varias sillas del mismo color y un ventanal que no deja pasar mucha luz, quiza sea por la malla metalica que la cubre. Esta sentada a la mesa una chica joven, diez anos menor que yo, calculo a ojo. Es delgada, morena, con ojos oscuros y muy bonita. Vuelvo a sonreir, el casting de belleza aqui es importante. --Me llamo Monica y esta es la primera entrevista que realizo de este tipo --me dice con una sonrisa timida. --Yo soy Eva, pero eso ya lo sabes, y tambien es mi primera vez --contesto mientras me siento. Se mueve inquieta en la silla y se retira un mechon de pelo tras la oreja. Observa los papeles que tiene delante y coge aire. --Creo que la pregunta mas obvia es por que quieres dejar la empresa --me dice algo nerviosa, se ha debido de saltar el protocolo. Es el momento de hablar o callar para siempre. Por un momento, me acuerdo del Calvo Cabron y una carcajada se me escapa. --Esta empresa es un desastre --le digo en un tono relajado--. Es caotica. Un dia dicen una cosa y manana dicen otra. Lo que hoy esta bien, manana no... Han conseguido que este hasta las mismas tetas de trabajar aqui. --Noto como sus ojos se agrandan, no se esperaba que fuera a decirle algo asi, pero me divierte su reaccion--. Quiero irme porque llevo cinco anos comiendo mierda, con unos jefes que no han sabido valorarme y que, en muchas ocasiones, me han tratado fatal. --No veo en tu expediente ninguna queja por tu parte --me interrumpe. --?Cuanto tiempo llevas trabajando aqui? --Dos meses y medio. --Monica, todas las personas que se han quejado a Recursos Humanos estos ultimos anos han sido despedidas, por eso no tienes ninguna queja en mi expediente. En esta compania, como en muchas otras, los Recursos Humanos tienen de <> solo el nombre. --Ella carraspea y se aleja de la mesa, creo que estoy dandole una mala impresion, pero se que, si se queda el tiempo suficiente aqui, se acordara de mis palabras--. Lo que si veras en mi expediente son varias faltas. --Ella asiente--. ?Sabes de que son? --Incumplimiento de horario --dice ella casi en un susurro. Si, la tengo acojonada. Pobre. --Por llegar quince minutos tarde. Lo que no se si tendras ahi son mis correos al respecto. Los dias anteriores a cada una de esas faltas habia salido de aqui, como pronto, a las nueve de la noche. --Ella me mira incredula y yo saco los papeles de mi bolso--. Estos son los fichajes. Observa mis papeles y, despues, los suyos. Me vuelve a mirar y se que empieza a creer lo que le estoy contando. --Esto no esta bien --musita. --Esta no es una empresa para quedarse, Monica, es un sitio del que huir lo antes posible. Yo me he quedado demasiado tiempo aqui, pero me voy porque merezco mas cosas... Merezco que me traten bien, que me valoren, que me paguen un buen salario... Y se que, si hubiera sido un hombre, no habria tenido ninguno de estos problemas. --Parece que lo tienes muy claro. --Asi es. --Sonrio para que vea que no soy una loca, solo una mujer harta--. No se si te estoy poniendo en un compromiso por decirte todo esto. ?Tienes que transcribirlo? --Ella asiente de nuevo--. Bueno, si esto te causa problemas, tal vez te haga ver el tipo de empresa en la que trabajas. No le ha hecho mucha gracia mi comentario. Quiere terminar cuanto antes y saca el papel de baja voluntaria para que lo firme. Lo firmo y me dan ganas de escribir debajo <>, pero no lo hago. Creo que es suficiente con haberselo dicho a la cara a mi ultimo jefe. Me levanto, me despido y me voy, abandonando el edificio del mal… Por fin. Pero, mientras me dirijo al coche, me empapa un mar de recuerdos. La risa de Oli, los refranes de Carmen, las tonterias de Julio, Martina y sus venganzas, los vaivenes con Hugo... No todo ha sido malo, tambien se quedan aqui muchos momentos buenos, aunque es hora de dejarlo atras y cerrar una etapa. Al fin y al cabo, todos ellos ya se han ido, me toca a mi dar el paso. Me meto en el coche con un nudo en la garganta. Parece que fue ayer cuando Hugo y yo nos escondiamos en los banos. !Cuantas vueltas dimos y que estupidos...! Por no hablar, por no ser lo suficientemente valientes como para decir lo que pensabamos. Suspiro y pienso que de todo se aprende, aunque sea a hostias. Llamo a Martina antes de arrancar, se que esta esperando que lo haga y no me perdonara si no es la primera en saberlo. --Soy libre --digo tras un largo suspiro. --!Siii! --grita ella, consiguiendo que despegue el movil del oido--. !Ya era hora! !Que les jodan! --Emite ruidos indescifrables mientras yo sonrio--. !Tenemos que celebrarlo! ?Como te sientes? --Bien... Rara... --Hago una pausa porque no se como explicarlo--. Me he acordado de muchas cosas, ?sabes? --Ya... Son muchos recuerdos. Las dos nos quedamos en silencio, pero se que esta al otro lado del telefono sonriendo como lo estoy haciendo yo. --Estas pensando en [email protected] [email protected] La Rubia responde con una carcajada. --Efectivamente. 2. Empecemos por el Principio Junio 2012 Un mes. Habia pasado un maldito mes desde el ultimo mensaje de Hugo: <>. ?Cuanto tiempo mas podia necesitar? Treinta dias. Setecientas veinte horas. Cuarenta y tres mil doscientos minutos. Toda una punetera eternidad… El habia dejado de comer con nosotras, ya no se apuntaba a las cervezas poligoneras y evitaba todo contacto, pero, por alguna extrana razon, yo seguia pensando que todo podia solucionarse. Estaba convencida de que el dia de la <> estaba cada vez mas cerca. Yo podria explicarle todas mis dudas, el malentendido del polvo inexistente con Martina, mis miedos... Y el lo entenderia, volveriamos a estar juntos y le pondriamos un nombre a lo nuestro. !Ingenua! Suspire mientras visualizaba los arrumacos de la reconciliacion y Martina me dio una patada por debajo de la mesa. Nos habian convocado a todos los compradores en la sala de juntas y llevabamos diez largos minutos de espera sentados alrededor de aquella mesa gigantesca. El silencio era incomodo, las sonrisas forzadas y el jefe de Recursos Humanos, el Imberbe, nos observaba a todos desde su posicion presidencial. Era logico que se me fuera la pinza en tales circunstancias. Era la segunda vez que estaba alli, pero seguia impresionandome el espacio. Me hacia sentir incomoda, pequena. El gran ventanal, la mesa de cristal rectangular, las sillas blancas mullidas de ejecutivo, los cuadros con frases motivadoras... Roberto abrio la puerta de sopeton. Tras la salida de Daniel, el jefe de Diseno se habia hecho cargo del departamento de Compras de forma temporal. Aunque lo de hacerse cargo era realmente una forma de hablar, no le veiamos el pelo y este jefe si que tenia cabellera, no como el Calvo Cabron. Aun no le habia puesto mote y eso me incordiaba. Habia intentado llamarle el monologuista porque hablaba el solo sin parar, pero no podia decirlo muchas veces seguidas sin que se me trabara la lengua. El monologuista, el monologuista, el monologuista... Es dificil. Me sentia optimista, pensaba que la peor etapa en la empresa habia pasado, era imposible que hubiera algo peor que trabajar con el Calvo Cabron. Sin embargo, todavia me quedaba mucho por ver de la locura de Shoes and Bags. No puedo decir que no tuviera datos suficientes para hacerme una idea general de donde estaba. Habia comprobado que el trabajo y el salario no tenian una correspondencia real, no habia mujeres en puestos de direccion y el plan de crecimiento que nos habian presentado era puro humo. Deberian haber sido senales suficientes como para llegar a la conclusion de que no era una empresa ejemplar, pero yo estaba a otras cosas: sacar la faena, mantener el trabajo, la guerra con el Calvo, descubrir que le ocurria a Martina, Hugo... --Ya estamos todos --dijo el Imberbe con su voz de adolescente. A veces, venia al trabajo con una mochila al hombro y juro que parecia que se acababa de bajar del autobus escolar. Me parecia algo espectacular que aquel senor con una pinta tan juvenil fuera el jefe de Recursos Humanos de una compania como aquella--. Como sabeis, la empresa esta modificando su estructura. --Nos miro a todos como un orador acostumbrado a hablar en publico, dedicando unos segundos a cada uno de nosotros para hacernos sentir importantes--. El departamento de Diseno ha sido el pionero en realizar los cambios necesarios para acometer nuestro plan de crecimiento y, como Roberto ya tiene experiencia en dicha gestion, Compras sera el siguiente departamento en amoldarse a las nuevas necesidades de la empresa. <> No podia evitarlo. Cuando empezaban con aquellas charlas, mi cabeza volaba a otros temas. Daban muchas vueltas. Observe a la Oscura, sentada frente a nosotras. Sonreia con su cara de belleza infantil al jefe de Recursos Humanos, le faltaba ponerse a darle palmas. Llevabamos semanas haciendo apuestas acerca de si seguia viendose con el Calvo Cabron o habia pasado de el en cuanto dejo de ser su jefe. <>. --Sera algo progresivo, pero no queremos que se alargue demasiado en el tiempo. --Echo un breve vistazo a Roberto, apoyado junto a la puerta, que asintio en silencio--. Os dividiremos en cuatro equipos, acordes con las cuatro lineas de coleccion de la empresa. Intente concentrarme en lo que decia el Imberbe, pero, en cambio, me quede mirando la camiseta que llevaba. Era graciosa, tenia un dibujo de E.T con su dedo hacia arriba y era lo que le faltaba para parecer aun mas crio. <> --Diseno, Compras y Comercial comenzaran a trabajar juntos en pocas semanas bajo la misma area. De esta forma, Roberto dejara de ser vuestro jefe directo y lo seran los nuevos responsables de las lineas. Al oir hablar del departamento Comercial, fue inevitable volver a pensar en Hugo. Le echaba muchisimo de menos. Putos miedos. Me habian jugado una mala pasada. Queria dejar de ser la cobardica, aunque aun me quedaba batalla y lo sabia... Todos miraron a Roberto y yo les imite sin saber por que lo hacian. Llevaba unas pintas muy raras. La camiseta gris tenia bolitas del uso, los pantalones le iban pequenos y el pelo siempre lo tenia alborotado. <>. --Dentro de un par de semanas abandonare la empresa --dijo nuestro jefe--. Me embarco en un nuevo proyecto, pero quiero dejarlo todo lo mejor organizado posible. <>. Olivia nos habia adelantado esta parte. Segun sus fuentes, que parecia que no las iba a revelar jamas, a Roberto le habian invitado a irse. No debian de estar contentos con su trabajo, aunque era bastante absurdo despedirlo despues de darle mas responsabilidad. --... junto con Eva llevaran la linea vestida y casual. <>. Mire a Martina con disimulo y levante las cejas preguntandole <>. Ella cerro los ojos unas milesimas de segundo, enviandome el mensaje mental de <>. <>. --... y Clara llevara la linea infantil. ?Teneis alguna pregunta? <>. Todos dijimos que no, pero me apuesto un dedo de la mano a que no fui la unica que no presto la suficiente atencion. Cuando salimos de la sala de juntas, mire suplicante a Martina para que me contara que habia pasado alli dentro. --Nos dividen en grupos, pero tu y yo estamos juntas --dijo ella soltando una carcajada. --?Y que mas? --pregunte mientras caminabamos de vuelta al departamento. --Nos van a mover. --Traspasamos la puerta de la seccion en ese mismo instante--. No han dicho donde nos llevan, pero estaremos con el equipo comercial y con Diseno. Todos juntos. <> --?Y con quien nos toca? --En Diseno con el equipo de Lucas y Alexandra. Y en Comercial, creo que con Charly. --La mire preguntando por el sin decir su nombre mientras mi corazon saltaba en el pecho, alentado por la esperanza--. Vamos a trabajar con Hugo -- respondio ella en voz baja como si leyera mi mente. Todos mis huesitos se rieron a la vez y note como se formaba una gran sonrisa en mi cara. <>. <>. <>. 3. No Estaba Muerto, Estaba de Parranda Martina queria sacarle el jugo a lo de estar soltera, Julio disfrutaba como si estuviera de vacaciones y a Oli le faltaba tiempo para apuntarse a todos los planes que inventaban estos dos. Yo les odiaba en secreto por toda la pasta que se evaporaba de mi cuenta, aunque la verdad es que me venia bien para entretenerme y no martirizarme con el tema de Hugo. Ese sabado nos ibamos de cena y quedamos en el centro para tomar una cerveza. Las primeras en llegar fuimos Oli, Martina y yo, despues aparecieron Marco y Julio y, finalmente, llego Carmen. Olivia habia adoptado a Carmen desde el mismo momento en el que se incorporo a la empresa. Empezo a comer con nosotras, despues se unio a las cervezas y aquel dia fue el primero que salio con nuestro grupo. Llego la ultima, pero con energia. Llevaba puesto un top azul de corte desigual, con un solo hombro al aire, una falda vaquera y unas sandalias rojas de tacon. Carmen siempre llevaba tacon y sus andares eran los mismos. Tenia una forma de caminar curiosa porque lo hacia rapido, como si llegara tarde a todas partes. Bajita, voluptuosa, con grandes pechos, que entonces trataba de tapar, y unas piernas impresionantes. Solia cambiar con frecuencia el color de su pelo, que entonces llevaba a lo garcon con el flequillo a un lado, y, cuando la conocimos, era castano con reflejos rojizos. Sus ojos verdes, de tonalidad oscura, desaparecian en una linea horizontal cuando sonreia y Carmen sonreia mucho, siempre de verdad porque no sabia mentir. --Ya estoy aqui --nos dijo a modo de saludo, plantandose delante de nuestra mesa. Lo que no sabiamos entonces era que Carmen habia llegado para quedarse, que iba a ser una mas en nuestro grupo y que anos despues nos costaria identificar las anecdotas en las que ella aun no estaba. La mente tiene esas cosas, cuando una persona es importante en tu vida parece que te haya acompanado en cada uno de tus momentos importantes. Justo antes de aparecer, el Cesar estaba contandonos que tal le habia ido en su ultima entrevista de trabajo. Julio, tras ser despedido por hacer una mamada a su novio en plena empresa, llevaba un par de meses en el paro. Despues de los besos de rigor, el continuo su historia como si no hubiera habido ninguna interrupcion. --No me gusto nada la propuesta. El salario seria entero a comision, sin un sueldo base. Quieren que me haga autonomo y eso no lo veo. Seria, basicamente, trabajar por mi cuenta. --Si trabajas por tu cuenta, nunca te saldran las cuentas --respondio Carmen con un guino. --Eso he pensado yo, pero sin la rima. --Julio sonrio burlon--. Por cierto, me gusta tu pelo. Pero no te lo digo para ligar contigo, soy gay y este es mi novio. --Uuuh... !Miralo!--canto Olivia--. Ya se presenta como gay y deja claro que tiene novio. Asi, en una frase. <> --Le encanta decir que tiene novio --Puse los ojos en blanco--. No te ofendas, Marco, pero esta muy cansino con eso de que tiene pareja. El Decolorado hizo un gesto, quitandole importancia. <>. --Lo dice todo el tiempo y le odiamos por ello. --Martina hizo una mueca y se recogio su pelo rubio tras la oreja --. Ahora todas sus amigas estan solteras y el esta con un hombre al que no podemos criticar porque es muy mono. --La Rubia lanzo un beso al aire a Marco y este se lo devolvio. Tenia razon, como casi siempre. Odiabamos a Julio por tener pareja. Era un amor-odio, no un odio de verdad, pero es que el Cesar era un plasta. Remarcaba esa palabra recreandose en ella en cualquier frase. <>, <>, <>, <>... Daban ganas de ahogarlo. No nos entretuvimos demasiado alli, teniamos una reserva en un restaurante italiano que le habian recomendado a Olivia y no queriamos perder la mesa. El sitio era coqueto, las paredes blancas estaban repletas de carteles de peliculas italianas de los anos sesenta, las mesas eran redondas con manteles a cuadros y el toque romantico lo ponian las velas y todas las parejitas que teniamos a nuestro alrededor prometiendose amor eterno. Ideal para ir creando ambiente en una salida de fiesta. Al menos, las pizzas estaban ricas y el vino fresquito... Pero, con el alcohol, la lengua empezo a soltarse… --Entonces, ?las tres estais solteras? --pregunto Carmen.

  • La belleza es una herida de Eka Kurniawan

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  • Entre el Valle y las Sombras – Isabel Acuna de Isabel Acuna

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    Olivia Ruiz Manrique, trabajadora social con especializacion en resolucion de conflictos, regresa a su pueblo natal despues de diez anos de ausencia. Trae consigo una valija llena de proyectos y buenas intenciones, pero tambien de dolor y culpa.
    Para Miguel Robles, hacendado prospero de la region, el regreso de Olivia es un golpe duro a su corazon, pues no solo ella es la unica mujer que ha amado en la vida, sino tambien la culpable de que un grupo ilegal haya asesinado a su padre.
    En medio del encuentro y los sentimientos que siempre han estado alli; Miguel y Olivia quedaran inmersos en una serie de hechos confusos y desacuerdos sentimentales que los obligaran a enfrentar un viaje a las profundidades del alma.
    Victimas, desplazamiento forzado, injusticias, amor y erotismo son el eje fundamental de esta historia que nos habla de la pasion verdadera: esa que no se apaga con el correr del tiempo y para la cual siempre existe el perdon, el dolor y la valentia.

  • Cada parte de ti de Myriam Ojeda

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    La vida sigue para Jaqueline, pero en una profunda agonia. Sin tener claro lo que le deparara el futuro, con o sin Klaus, ella debe continuar, aunque para ello solo sea la sombra de lo que un dia fue.
    Muchas cosas han pasado desde que sus vidas tomaran caminos distintos, pero cuando entregas CADA PARTE DE TI, solo puede haber un desenlace.
    Llega el final mas esperado por 9 millones de lectores, llega CADA PARTE DE TI.