• Quiero confiar en ti de Lorena Concepcion

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    Atenea no era de esas chicas que se comian el mundo, pero tampoco se dejaba pisar. Nunca le habia importado tanto que la gente no la viera, en ninguno de los sentidos, o que no la tuvieran tanto en cuenta como ella queria. Como se decia a si misma, era invisible para los demas. Asi era ella, invisible a los ojos de cualquiera que no fuera su familia, y claramente, sabia que el problema era suyo, estaba en su caracter, no se hacia notar, y en muchas ocasiones era bueno, pero en otras, no tanto. A sus veintidos anos nunca habia tenido novio, tampoco tenia muchos amigos a causa de su timidez y sus inseguridades, pero ella estaba a gusto asi, no era debil, ni se dejaba menospreciar por nadie, era una chica fuerte, simplemente pasaba desapercibida. Atenea estaba convencida de que siempre seria asi para el resto de su vida, acabaria sola y con un monton de gatos, de hecho ya tenia uno, solo era cuestion de tiempo. Rio ante tal ocurrencia. Pero solo hubo un momento en su vida en el que deseo ser alguien que no pasara desapercibido, y ese momento fue cuando le vio a el, Kian, su vecino. Atenea habia alquilado un apartamento en el centro de la ciudad hacia unos meses y la primera vez que lo vio fue mientras se instalaba, el le ayudo con la mudanza y se presentaron, pero todo quedo alli. La segunda vez fue la tipica conversacion entre vecinos, el fue a pedirle sal, asi que tampoco paso nada. Otras veces solo se saludaban de pasada, el casi nunca estaba en su apartamento, pero la gran mayoria de las veces que venia, lo hacia acompanado de unas chicas que parecian y que claramente, eran modelos. Eso a Atenea no le gustaba, pero era tan guapo... alto, en forma, con unos brazos musculosos con los que mas de una noche habia sonado que la abrazaba, y otras cosas que la hacian sonrojarse. Su cabello rubio corto que la hacia querer meter los dedos mientras el la hacia gritar, y sus ojos color caramelo que tanto deseaba que la miraran. Ojala ella fuera de su tipo. Nunca se habia considerado una chica fea, pero tampoco se arreglaba mucho ?para que?Aunque lo hiciera seguirian sin hacerle caso, o peor, estaria ridicula. Era viernes por la manana y festivo, por lo que no tenia nada planeado, seguramente pasaria el dia en casa leyendo o recogiendo. Esa noche no habia dormido casi nada por culpa de un maldito sueno erotico con Kian. Atenea nunca habia tenido ninguno, pero desde que lo habia conocido, en su cabeza solo rondaba el, y eso no podia ser bueno, tenia que olvidarse de Kian lo antes posible, pues lo suyo jamas sucederia, ni en un millon de anos. El nunca estaria con una chica como ella teniendo a un moton de modelos babeando a sus pies. Aun llevaba el pijama, que no era otra cosa que una camiseta grande de su hermano que se habia dejado la ultima vez que vino a pasar la noche. Iba bajando las escaleras de marmol cuando llamaron a la puerta, se miro rapidamente en el espejo del recibidor para revisar que su pelo moreno y liso estaba presentable, sus ojos azules se veian mas intensos por la luz de la manana. <>. Se paso los dedos por el pelo y se lo puso a un lado y abrio la puerta. – Buenos dias.- Dijo Kian con una enorme sonrisa ensenando su perfecta dentadura en cuanto Atenea le abrio la puerta. Se quedo paralizada y le dio un vuelco el corazon, de todas las personas que podrian haber llamado, Kian era el ultimo al que esperaba. Estaba guapisimo, y vestido, no como ella. Llevaba unos pantalones vaqueros que le quedaban de lujo y una camiseta que hacia patente su musculado cuerpo, Atenea se sonrojo e imagenes del sueno de la noche anterior vinieron a su mente. – Bu... buenos dias.- Logro decir atropelladamente. – ?Te pillo en mal momento?- Pregunto mirandola de arriba abajo, si Atenea no lo creyera posible pensaria que la estaba devorando con la mirada, pero no era posible ?no? Decidio no darle mas vueltas pues ella no podia gustar a un chico como el. – No, bueno, no.- Rio.- ?Necesitas algo? – No, solo queria invitarte a desayunar.- Ahora Atenea se sorprendio aun mas, y se percato de la bolsa que Kian llevaba en la mano. - Mi madre es aficionada a la reposteria y me ha envido muchos dulces y yo solo no puedo con ellos, asi que si somos dos...Si no quieres desayunar conmigo te los doy igual, no quiero que se estropeen. ?Que no queria desayunar con el? ?Estaba loco o que? ?Por que tenia que ser tan malditamente amable y guapo? Aunque la invitacion solo fuera para que no se estropearan los dulces, a Atenea le valia. Sin embargo, por la cuenta que le traia a su corazon no sabia si merecia la pena, pero deseaba tanto pasar tiempo con el y conocerlo mejor que no pudo resistirse. – No, claro. Pasa. Yo invito a cafe.-Sonrio como una nina subida en el mejor columpio del parque. – Gracias. – Voy a cambiarme y... – No tranquila, por mi no te preocupes, asi estas bien.- El la miro de arriba abajo una vez mas con una sonrisa picara y le guino un ojo. AAtenea se le incendio la cara y a pesar de que la camiseta la cubria hasta los muslos sintio que estaba desnuda.- Si abres siempre asi la puerta vendre mas a menudo.- Le guino un ojo. ?Estaba coqueteando con ella? No podia ser, seguro que era algo que le salia sin mas. – Ja, ja. Alli esta la cocina, ahora bajo.- Y le dedico una sonrisa coqueta. Nunca se habia sentido asi, ella no era de coquetear con chicos !si ni siquiera sabia que sabia hacerlo! Pero un momento con el la habia hecho sentir la mujer mas sexy del mundo. Pero tenia que mantener las distancias, el no era para ella, pues solo hacia falta ver con que clase de chicas iba para saber que ella no era su tipo ni de lejos. En cuanto termino de arreglarse bajo por las escaleras de nuevo con el corazon martilleandole en el pecho. Como deseaba que su sueno se hiciera realidad y el hubiera subido a su habitacion y la tumbara en la cama para hacerla suya << ?Pero que estas pensando? !Madre mia, que verguenza! Menos mal que nadie escucha mis pensamientos...>>. – ?Como prefieres el cafe?- Pregunto el mientras ella bajaba las escaleras. – No, yo no bebo cafe, no me gusta, prefiero cacao.- Sonrio. Atenea no llego a pisar bien el siguiente escalon y se cayo de culo bajando un par de escalones.- !Au!- Y empezo a reirse. – ?Estas bien? - Corrio Kian hacia las escaleras. Atenea no paraba de reir. – Si, que caida mas tonta. Siempre estoy en el suelo. - Atenea no podia parar de reir, habia sido una caida tan tonta que preferia reir a pensar que se habia caido delante de Kian. Intento ponerse en pie pero el tobillo le dolio un poco. – Espera, ya te ayudo.- Entonces Kian la cogio en brazos. – No hace falta...- A Atenea se le iba a salir el corazon, se abrazo al cuello de Kian y aspiro su aroma. – No te preocupes.- La corto el sonriendole encantadoramente. Una corriente de pura electricidad le recorrio el cuerpo, olia tan bien... Noto como sus duros y tonificados musculos hacian la fuerza suficiente para sostenerla, la cual no parecia que le supusiera ningun esfuerzo. AAtenea le recorrio un deseo ardiente que se anido entre sus piernas. Quiso que su comedor fuera mas grande para que la sostuviera mas tiempo entre sus brazos, su calor la traspasaba y sentia la necesidad de hundir su cara en su masculino cuello y besarlo, pero se contuvo. Evito como pudo que el sintiera como su pulso estaba acelerado, y desvio la mirada de su perfecto rostro para no sentir la tentacion de besar esos gruesos y seductores labios. Por fin la sento con cuidado en el sofa. – A ver, dame tu pie.- La examino.- No tienes nada, un poco de hielo y estaras como nueva. Fui entrenador de futbol de los ninos de mi pueblo cuando era adolescente y vi muchos esguinces y roturas, y esto no es nada. Pero no te fies mucho que no soy medico. Voy a por hielo.- Le dedico una sonrisa encantadora que la fundio como un helado derretido por sol de verano. Antes de ir a por el hielo cogio un cojin y lo puso en la mesilla, y despues, con mucho cuidado, deposito el pie femenino. Su contacto la quemaba y la hacia desear mas, mucho mas. Algo que claramente no iba a hacer, ella no era su tipo, pero tampoco queria serlo, ya habia sufrido bastante en el amor como para encapricharse de alguien que jamas la corresponderia. Tenia que dejar de pensar en el. – Gracias.- Dijo Atenea. El no se habia reido de ella cuando se habia caido, a pesar de que ella no paro de reir, y eso le encanto ?Pero que le iba a hacer si las caidas tontas le hacian tanta gracia? Su gata, Diana, una persa blanca de ojos verdes se acerco a ella para pedirle que le pusiera de comer, Atenea la acaricio y la gata se tumbo a su lado en el sofa. Kian volvio enseguida con el hielo envuelto en un trapo de cocina. El se situo otra vez de rodillas delante de ella y se lo deposito en el pie magullado. Estuvieron unos minutos en silencio, el aguantandole el hielo en el pie y ella observando como la cuidaba. Atenea se deleito mirando al impresionante chico que le estaba poniendo hielo en el pie. Estaba guapisimo y solo deseaba que la mirara con deseo y la tocara ardientemente. – No sabia que tenias un gato.- Dijo el rompiendo el silencio pero sin dejar de mirar su pie magullado. – Es una gatita.- Le sonrio aunque el no la miro. – Ah, es muy bonita.- Senalo mirando ahora a la gata que dormia placidamente a su lado. – Si, pero a veces es una borde.- Rieron los dos. Atenea no podia dejar de mirar como Kian acariciaba dulcemente su pie alrededor del hielo, proporcionandole caricias calientes que la hacian estremecerse, estaba haciendo gala de todo su autocontrol para no lanzarse al cuello del hombre. Penso que por tal de que el la cogiera cada vez que ella se caia, se caeria encantada todas las veces que hicieran falta. Atenea rio ante tal tonteria y rio mas al recordar su caida. – ?De que te ries?- No se habia dado cuenta de que lo habia hecho en voz alta. – Solo pensaba en la caida.- Y volvio a reir.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico (Los libros de Nico y Carla 3), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • Deseo de Navidad de Nora Roberts

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    Los gemelos Zeke y Zach habian pedido a Santa Claus un unico regalo: !una nueva mama! Y su profesora, la senorita Davis, era una mama perfecta. Pero el papa Mac Taylor no estaba dispuesto a arriesgar su corazon, hasta que Nell llevo amor y alegria a sus vidas. ?Conseguiran al final los chicos su regalo de Navidad?

  • Winston Churchill de Richard Toye

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    ?Como abarcar en una biografia una personalidad y una actividad politica tan complejas como las de Winston Churchill? Richard Toye, profesor de la Universidad de Exeter, ha tenido la idea de coordinar para ello a un equipo de especialistas que han investigado diversos aspectos de su vida, entre los cuales figuran historiadores de tanto relieve como Jeremy Black, Richard Overy o Chris Wrigley, para que cada uno se ocupe del periodo de la vida de Churchill, o del aspecto de su actividad politica, que mejor conozca. Tenemos asi una sucesion de capitulos que, comenzando con sus primeros pasos en la politica y con su discutida gestion al frente del Almirantazgo en la primera guerra mundial, van siguiendo su trayectoria hasta los anos de la <>; luego, otros capitulos estan dedicados a temas especificos como su relacion con el mundo islamico, con el imperio britanico, con las armas nucleares o, en un plano muy distinto, con las mujeres que marcaron su vida.

  • Una historia de amor y oscuridad de Amos Oz

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    Amor y oscuridad son las dos fuerzas que recorren la conmovedora autobiografia novelada de Amos Oz, publicada por vez primera en hebreo en 2002. El autor narra su infancia y adolescencia en los anos cuarenta y cincuenta, en Jerusalen y en el kibutz de Hulda, marcados por la tragica existencia de sus padres: Yehuda, un estricto bibliotecario, y Fania, una mujer culta, romantica y sonadora. Atrapado entre ellos, el futuro escritor es un nino que soporta sobre sus fragiles hombros la pesada herencia de sus singulares antepasados y asiste atonito a los grandes cambios que marcaran su vida y la de su incipiente nacion. La narracion de Una historia de amor y oscuridad oscila hacia delante y hacia atras en el tiempo y refleja mas de cien anos de historia familiar, cuatro generaciones de sonadores, estudiosos, poetas egocentricos y ovejas negras, que desde Vilna y Odesa, a traves de Polonia y Praga, llegaron a Israel.

  • Siempre te encontrare (Las guerreras Maxwell 3) de Megan Maxwell

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    El laird Kieran O'Hara y sus guerreros son atacados por unos villanos mientras pernoctan en el bosque cercano al castillo de Caerlaveroch, pero una misteriosa banda de encapuchados, liderados por una mujer a la que los aldeanos llaman <>, consigue salvarlos.

  • Scorpio (13 Milimetros 1) de Beatriz G. Lopez

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    Un pasado turbulento ha llevado a Annibal Scorpio a liderar una importante organizacion de trafico de drogas. Su nombre es reconocido dentro del crimen organizado, tan respetado como temido. Tiene todo a su alcance: dinero, lujos, mujeres. Poder. Un entorno blindado que le asegura inmunidad.
    O eso creia.
    Una llamada telefonica. Nadie al otro lado de la linea. Y los cadaveres de dos hombres aparecen en un callejon. Nada fuera de lo comun para la policia de una ciudad acostumbrada al crimen. Hasta que descubren sus identidades.
    Scorpio es un hombre arrogante, orgulloso, agresivo. Acostumbrado a ganar. Pero un asesino anonimo esta poniendo a prueba a su organizacion. Le esta poniendo a prueba a el. Las pistas son confusas. No hay huellas. Tan solo un juego macabro que deja siempre la misma firma: un numero tallado en metal.

  • A ver a que sabes de Magela Gracia

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    Lei el panfleto que la chica me entrego cuando pase por delante del local de siempre. En el encabezado aparecia el nombre del restaurante y debajo las fotos de cuatro hombres vestidos de cocineros con los brazos cruzados sobre el pecho. Aparecian sus nombres y su especialidad, pero cada uno me clavaba los ojos de una forma diferente.

  • Rimel de Miel (Reporteros 1) de Marilo Lafuente

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    Nada les hacia presagiar a Julia y Diego lo que el destino les tenia preparado cuando se separan durante un ano. A Diego le conceden una beca para hacer una especialidad en Neurologia nada menos que en el prestigioso Presbyterian Hospital de Nueva York, algo que no puede rechazar.

  • La casa de los veinte mil libros de Sasha Abramsky

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    Durante decadas, Chimen Abramsky y su esposa, Miriam, organizaron encuentros epicos en su fascinante casa llena de libros, y reunieron a muchos de los grandes intelectuales de la epoca, de Eric Hobsbawm a Isaiah Berlin. Hijo ateo de uno de los rabinos mas importantes del siglo, Chimen nacio en 1916 cerca de Minsk y paso sus primeros anos de adolescencia en Moscu; luego emigro a Londres, donde descubrio los escritos de Karl Marx. Asistio brevemente a la Universidad Hebrea de Jerusalen, hasta que la Segunda Guerra Mundial interrumpio sus estudios. De regreso en Inglaterra, se caso, y durante muchos anos el y Miriam se ocuparon de una respetada libreria judia en el East End de Londres.

  • TODO EN UNA NOCHE (Stage Dive 1) de Kylie Scott

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    DESPERTAR EN LAS VEGAS NUNCA DEBERIA HABER SIDO ASI... AMANECER CASADA CON UNA ESTRELLA DE ROCK PROMETE SER UN VIAJE SALVAJE.
    Los planes de Evelyn Thomas para celebrar su veintiun cumpleanos en Las Vegas eran increibles. Lo mas. Pero en ellos no estaba despertar en el suelo de un cuarto de bano con una resaca peor que la peste negra y junto a un atractivo desconocido semidesnudo y tatuado, ademas de con un diamante en el dedo anular que hubiera asustado al mismisimo King Kong. Si al menos pudiera recordar como sucedio todo…
    Una cosa esta clara: amanecer casada con una estrella del rock promete ser duro.

  • Cronicas de Noche Buena en Nueva York de Abraham Serrano

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    Nueva York se viste con un velo blanco sobre sus parques y de luces multicolores en sus rascacielos y famosas avenidas. La temporada decembrina ha llegado a conquistar a neoyorquinos y turistas, en espera de la Navidad; mientras que la Noche Buena se vuelve la espera de millones de deseos, para otros, es solo una esperanza para cambiar sus vidas. En un calido apartamento de SoHo en Manhattan, Nicholas inicia con entusiasmo su dia, a pesar de tener su corazon herido y una enfermedad que minimiza su calidad de vida; el aguarda una tarjeta navidena con un gran mensaje de esperanza que espera entregar en los primeros minutos de la Navidad al ser que ama; pero Angie, su mejor amiga llegara de sorpresa de Chicago, despues de algunos anos esperando curar heridas que la alejaron de casa. Thomas es un solitario hombre en Harlem, que pretende realizar una locura para terminar con su vida, pero su vecina Madeleine, una madre soltera y su hijo Timothy, le tendran una sorpresa navidena, sin pensar que el destino les tendra un acontecimiento inesperado a ellos. Rebecca, una esposa y madre en un area exclusiva dentro del estado de Nueva York, quien intentara pasar una cena tranquila con sus hijos, ante la inminente y constante sombra de un esposo violento, de quien planea un riesgoso plan junto con Carmen, su empleada domestica.

  • De rodillas vuelvo a ti de Marian Sanoja

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    Un amor a primera vista.
    Una intriga bien plantada… una decision egoista y una declaracion.
    < !No me hagas elegir, por favor! prometimos apoyarnos siempre.>>
    <>

  • La vida secreta de Mac de Melinda Metz

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    MacGyver se siente muy satisfecho de si mismo. Su humana, Jamie Snyder, ha encontrado a su media naranja... y ha sido gracias a el, que empezo a robarle cosas a su atractivo vecino, David. Ahora que Jamie y David se han casado y estan de luna de miel, se ha ganado un merecido descanso. Sin embargo, le va a durar poco, porque resulta que Jamie deja a su prima Briony para que lo cuide mientras ella no esta. Y Mac descubre que Briony es otra de esas humanas que, como la mayoria, es un desastre en lo relativo al amor: esta, planto a su novio al pie del altar. Esto si que es un reto para un gato como Mac... Y claro, !no podra resistirse!

  • El recuerdo de una pasion de Kimberley Troutte

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    Su voz le resultaba familiar, envolvente, sexy. Pero no podia ser el hombre que amaba porque Matt Harper habia muerto.

  • El beso del traidor de Erin Beaty

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  • La novena hora de Alice Mcdermott

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    En una oscura tarde de invierno, en el Brooklyn de principios del siglo xx, un joven inmigrante irlandes que acaba de ser despedido convence a su mujer, que esta a punto de dar a luz, para que salga a hacer la compra. Una vez solo en el apartamento, abre el gas y se suicida. La hermana St. Saviour, una monja de un convento cercano, sera quien ayude a Annie, la pobre viuda, a rehacer su vida.

  • Secretos de belleza coreanos para una piel radiante de Charlotte Cho

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    !Los secretos de la piel mas bonita del mundo! En Corea, tener una piel sana y brillante es una prioridad. En este libro, Charlotte Cho te guia a traves de los pasos de la rutina coreana para cuidar la piel que te ayudaran a conseguir que tu rostro luzca un aspecto inmejorable. Con los tutoriales paso a paso de Charlotte, sus consejos y productos recomendados, aprenderas a mimar y cuidar tu piel en casa y a lograr el look de maquillaje natural que admiramos en las mujeres de las calles de Seul.

  • El Amor Que Tuvimos Y Perdimos (LGBT) de Fabian Tapia

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    Estonia, 1960
    Para Anton la llegada de Mihkel supone una revelacion; el es un joven dedicado a los tulipanes (el ultimo rastro que dejo su padre ausente) y Mihk es un joven que llega por un intercambio de Alemania para lograr la escultura que lo catapulte a la Universidad de sus suenos. Anton solo espera poder recabar la valentia necesaria para poner en orden sus pensamientos teniendolo cerca y lejos -porque el amor, segun el, es una casa que salta por los aires-. Pronto se veran envueltos en un torrido romance en el que ninguno de los dos estara a salvo, pues no estan muy seguros de que disimular sea la opcion mas correcta porque podrian desaparecerse en medio del secreto.
    En Estonia, lo saben ambos, un amor asi se castiga.
    Pero, ?no duele mas el castigo de dos corazones en la distancia?

  • La mascara sobre la realidad de Rafael R. Tranche

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    En un mundo donde la realidad se atomiza, donde cada vez es mas dificil destramar los vertiginosos cambios sociales, politicos y economicos acaecidos, la informacion se ha diluido en la gran corriente de contenidos que nutre internet. La actualidad parece fluir por sus redes sin mediaciones. ?Es preciso estar informado cuando nuestros circulos y nuestra percepcion personalizada de la Red conforman y confirman lo que ocurre? Pese a la abundancia de datos y a la hiperconectividad que estos demandan, la verdad se torna huidiza y hoy se disputa en un doble tablero: politico y mediatico. Ello es debido a que ahora las noticias se elaboran atendiendo mas a su explosion emocional y espectacular (sucesos) que a su exposicion racional (hechos). En esta logica, las imagenes asumen un total protagonismo, abocandonos a un regimen de hipervisibilidad donde todo debe ser visto (enmascarado) antes que percibido o constatado. La mascara sobre la realidad propone una reflexion critica sobre este universo digital que esta transformando el espacio publico, nuestra sociabilidad y hasta la propia subjetividad.

  • Dime que no es un sueno de Anabel Botella

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    Cuando el amor verdadero llega a tu vida ni la muerte podra arrebatartelo

  • No dejes que me vaya de Lorena Concepcion

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    Autumn es una chica enfrascada en sus estudios en la universidad y, en lo que menos piensa es en empezar una relacion. Un viaje inesperado la lleva junto con su hermana a vivir unas vacaciones de relax en un balneario donde conocera a un guapo masajista que volvera del reves todos sus planes.
    Jake es masajista en un balneario situado en un pueblo pequeno en las montanas, no tiene previsto enamorarse pero un encuentro un tanto vergonzoso con una de sus clientas, lo hara cambiar de opinion. Entre ellos nacera una atraccion que no podran ignorar, no obstante, las vacaciones de Autumn se acaban y todo se complica.

  • El ultimo pueblo maldito de J. R. Frau Castro

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    ?Que extrano misterio se esconde tras la desaparicion de Alba Vadell? Despues de tres meses de intensa e infructuosa busqueda, la investigacion policial ha llegado a un punto muerto y esta a punto de cerrase. El teniente Alex, que esta al mando del caso, se encuentra dentro de un laberinto sin salida. La opinion publica culpa a las fuerzas del estado del fracaso de la investigacion y los altos mandos buscan una cabeza de turco sobre el que cargar las culpas. Cuando todo parecia haber acabado, un giro inesperado en los acontecimientos arroja algo de luz sobre el asunto. El teniente Alex hallara nuevas pruebas que revelaran una realidad que va mas alla de cualquier razonamiento logico. ?Que tenia Alba de especial para que desapareciera? ?Quien, o que, es la extrana sombra con la que suena su hija Ana? ?Por que el CESID oculta datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos? Para encontrar las respuestas, Alex debera adentrarse en un camino repleto de obstaculos y conspiraciones, donde descubrira que no siempre lo mas logico nos conduce a la realidad. Cuando Alex descubra toda la verdad quiza ya sea muy tarde, incluso para salvar a su propia hija.

  • El secreto de Lena de Clarisa Ligarde

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    “Un thriller psicologico que te sorprendera”.

  • Tantos lobos de Lorenzo Silva

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    Cuatro nuevos casos del popular subteniente Bevilacqua y su ayudante Chamorro. Esta vez, nuestros protagonistas se veran obligados a centrar sus miradas en la cara mas oscura que la vida moderna ha traido o ha acentuado. Cada uno de los crimenes a los que se enfrentan refleja los peligros a los que nuestros ninos y jovenes estan expuestos cada dia: las redes sociales, el acoso escolar o el auge de la violencia de genero entre parejas jovenes.

  • Sobre la naturaleza humana de Roger Scruton

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    Scruton lleva a cabo una defensa radical de la singularidad humana. Frente a pensadores utilitaristas y materialistas como Richard Dawkins y Daniel Dennett, defiende que el ser humano no puede entenderse solo como un objeto biologico.

  • Mater familias de Lindsey Davis

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    Celebrar una subasta en julio es un craso error. ?Quien queda en Roma entonces? Los que pueden escapar han huido ya a sus retiros campestres en regiones mas frescas de Italia. Los demas yacen en su lecho de muerte o se han quedado aqui para esquivar a sus parientes. Es inutil intentarlo. A todo el mundo se le pega la tunica al cuerpo; el sudor resbala por los cuellos grasientos. A los mozos de cuerda se les caen las cosas y se marchan resoplando con fastidio. Los vendedores vacilan y los compradores no cumplen. Los rotulos se pierden. Los pagos, idem. Los perros pululan y ahuyentan a los compradores. Mas tarde, alguien senala que no se llego a colgar ningun anuncio de la subasta en el Foro. Los subastadores de la competencia no se molestan en regodearse por tus pobres ingresos: hace demasiado calor. Mi padre posee una casa de subastas y en plena canicula se refugia en su villa junto al mar. Sus empleados mantienen el negocio familiar renqueando. Siempre es una epoca tranquila. No cambio nada en el ano de los consules Tito Aurelio Fulvo y Marco Asinio Atratino, salvo que antes de una venta en julio, nuestros empleados hallaron un cadaver. * * * Me encontraba en Roma. Habia estado en la costa, obligada por mi madre, <>, decia ella, durante una enfermedad que estuvo a punto de matarme. Ella me llevo a la finca familiar, al sur de Ostia. Despues de tres semanas de agobiantes cuidados, estaba impaciente por regresar. Un amigo me habia encontrado medio muerta en mi vivienda de Roma y amablemente me habia salvado la vida, de modo que queria agradecerselo, y me parecio que ya me hallaba lo bastante recuperada para la vida urbana. A lo mejor estas pensando que ese amigo y yo eramos amantes. Pues te equivocas. Habia un dia de viaje hasta Roma por la Via Ostiense. Lo hice en un carro destartalado y fue agotador. Entre en mi silenciosa y sofocante vivienda del Aventino sintiendome demasiado debil. Guarde cama dos dias, alimentandome de una cesta de exquisiteces enviada por mi madre. Sola y triste, comia con deleite recostada en los cojines, convaleciente. No tenia apetito, pero en otro tiempo habia vivido en la calle pasando hambre. Detestaba desaprovechar comida. En poco tiempo habia lamido hasta el ultimo plato de ensalada de aspic. Tendria que valerme por mi misma, o volver con mis padres arrastrandome ignominiosamente. Ni hablar. Aun asi, los quiero. Me adoptaron cuando era una adolescente desesperada e infestada de piojos, una adolescente dificil a la que trataron con lealtad y afecto, cuando otros no quisieron saber nada de mi. Habian convertido un alma perdida de la lejana Britania en una hija romana bastante normalita. Ahora era una viuda independiente de veintinueve anos, pero aun asi habia tenido que lloriquear y protestar para que me dejaran regresar a Roma, montando una pataleta igual que mis hermanas pequenas cuando querian sandalias nuevas. <>, habian exclamado mis padres burlonamente. Asi que ahora tenia que atenerme a mi afirmacion de que ya estaba bien. Consegui ponerme una tunica con esfuerzo. Baje lentamente por un tramo de escalera exterior hasta una galeria. Esta estructura medio podrida, que llaman escalera de incendios, era inaccesible para la mayoria de inquilinos. Discurria alrededor del vacio patio interior, una vieja lavanderia ahora abandonada. Vivia en el edificio del Aguila, en la plaza de la Fuente: una de las numerosas casas de viviendas oscuras, desvencijadas y apestosas donde los romanos pobres y miserables, la mayoria, soportamos lo que pasa por ser vida. El edificio estaba dividido en un monton de viviendas deficientes y era proclive a despedir olores nauseabundos. Lamento decir que pertenecia a mi padre, lo que no anadia lustre a su reputacion, que ya era bastante mala por su trabajo de investigador privado. A la gente le asombraba que tuviera suficiente dinero para poseer un edificio, pero parecian entenderlo cuando se enteraban de que tambien era subastador, profesion que se relaciona con la riqueza. Yo tambien era investigadora. La opinion publica era aun mas dura conmigo, porque una mujer respetable debe quedarse en su casa todo el dia. Deberia estar tejiendo en mi telar en un refinado atrio, o pegando a mi joven esclava o fornicando con un porteador de literas en lugar de mi marido. Que tonteria. <> era una palabra obscena para mi madre, mis hermanas y yo. Tampoco poseia ninguna joven esclava, y hacia diez anos que mi marido habia muerto. Yo trabajaba, aunque no lo pareciera en ese momento. * * * Descendi por la empinada escalera, deteniendome cada poco. Siempre era conveniente andarse con cuidado en aquel edificio por si una parte se derrumbaba. ?Quien quiere una espalda rota y el pelo estropeado? Me estaba probando a mi misma. Si me sentia debil, tenia una habitacion junto a la galeria del primer piso, donde podia tumbarme en un viejo divan para recobrar fuerzas. Tambien podia gritar hasta quedarme ronca, lo que quizas haria aparecer a Rodan, el portero del edificio. Si le daba instrucciones claras y algo de calderilla, iria en busca de ayuda. No fue necesario. Logre llegar a la galeria. Me sentia mejor de lo que esperaba. La gelatinosa ensalada de aspic tiene muchas bondades. Por muy molesta que estuviera Helena Justina por mi marcha, sabia como dejarme claro que seguia necesitando una madre. Yo era la mas alocada de sus cuatro testarudos hijos, pero no iba a permitir que me esfumara. Me apoye en lo que pasaba por barandilla, descargando el peso con cautela. Un liquen especialmente desagradable indicaba las zonas podridas. Si se tocaba, la mano se manchaba de un limo gris verduzco. Su textura era aun peor que los excrementos de paloma, de los que tambien habia en abundancia. Por una vez, Rodan estaba a la vista. Era un antiguo gladiador, pero sus cicatrices se debian a cobrar alquileres entre pobres violentos mas que a sus luchas en la arena. El viejo, una bola de grasa, estaba en el porche discutiendo, su reaccion habitual a cualquier peticion. Su interlocutor era un recadero al que reconoci de la casa de subastas de mi padre. Los observe. Los mensajeros en Roma estan acostumbrados a las discusiones, pero Ciro, permanecia en silencio, dejando que la inutil agresividad de Rodan le resbalara. Si Ciro habia venido de la Saepta Julia, donde estaba la oficina, la caminata habia sido larga y coronada por una empinada ascension al Aventino. Se estaba tomando un respiro por si tenia que dar media vuelta y regresar sin cumplir con su mision. La pulcritud del mensajero contrastaba con la fea cabeza afeitada de Rodan y las manchas de sudor de su andrajosa tunica. Ciro tenia cuarenta y tantos anos, el pelo corto, calzaba sandalias con cordones y vestia una tunica blanca, floja por el calor pero no sucia. Era delgado, pero no por pasar hambre. Mi padre aun recordaba lo que significaba la pobreza, asi que era un patron justo. Tampoco machacaba a sus empleados con palizas asiduas, al contrario que muchos otros en nuestra ciudad supuestamente civilizada. Rodan tambien era un empleado de mi padre, pero era un caso perdido. Llame a Ciro. Al verme, Rodan se metio en su apestoso cubiculo. Ciro cruzo el patio y alzo la mirada hacia el primer piso, donde estaba yo. Mareada aun, intentaba no tambalearme. --!Flavia Albia! Nos habian dicho que estabas en casa. --Parecia aliviado de haberme encontrado--. ?Sabes si tu padre vendra pronto a la ciudad? --Lo siento, Ciro, estamos en julio. Falco sale en un bote cada dia, con una mano pegada a una cana de pescar y la otra a una calabaza llena de vino. --?Pican los peces? --No; simplemente esta alli con un absurdo sombrero, sumido en ensonaciones. Pero de vez en cuando desembarca con una estatua muy hermosa que asegura haber encontrado flotando en la corriente... Esta emulando a su propio padre. --A menudo mi abuelo volvia a casa remando despues de pasar el dia en el agua, con un pequeno esquife a remolque lleno de esplendidas obras de arte griegas <>. Que estupenda forma de evitar los aranceles de importacion para un subastador. Con los ojos muy abiertos y absoluta desfachatez, Gemino podia hacer que la historia sonara casi creible. El personal de la casa de subastas sabia que mi padre me otorgaba la autoridad para actuar en su nombre, de modo que le ofreci mi colaboracion. --Ciro, tendras que conformarte conmigo. ?En que puedo ayudarte? El se encogio de hombros. --Oh, nada que no podamos solucionar nosotros, pero el capataz de los mozos ha pensado que debiamos decirselo al patron. Resulta que estan preparando la venta de los Calixto. Uno de los muchachos levanto la tapa de un cofre grande..., y se encontro con un cadaver acurrucado en su interior. Eso me revivio. Le dije que llamara a una silla de manos y que lo acompanaria. II La mejor manera de soportar un trayecto en silla de manos es cerrar los ojos, aferrarse a una parte que no este demasiado astillada y meditar sobre el significado de la vida. Por lo general evito la filosofia, pero necesitaba apartar mis pensamientos de los porteadores que me llevaban dando tumbos. Corrian cuesta abajo por el escarpado Aventino, que tiene malas calzadas y la pendiente de una hipotenusa, haciendome temer lo peor. ?Que es esto? ?Una mujer que habla de hipotenusas? Bueno, cuando Falco y Helena me adoptaron, me dieron una educacion de lo mas generosa, que yo absorbi como si fuera un nuevo manjar. La devore hasta que supe mas que la mayoria de mujeres y tambien muchos hombres. Consulto textos como si tal cosa y escribo mis propias notas; cuando quiero alardear, las escribo en griego. A veces incluso con los acentos correspondientes. Otra cuestion es que Apolonio, el camarero jefe del Astrologo, nuestra pesima fonda local, habia ensenado geometria. Desde que le habian obligado a abandonar la ensenanza anos atras, habia servido grandes cantidades de adulterado vino de Falerno en la taberna de mi tia, esperando a que mejoraran las circunstancias para poder abrir una nueva escuela a pie de calle. Bajo el reinado del actual emperador, Domiciano, eso no iba a ocurrir. La gente no malgasta dinero en educacion para sus hijos cuando un tirano puede hacerlos ejecutar en cuanto se hagan mayores. Intenta disertar sobre Euclides con el carcelero en una celda para condenados a muerte: el muy estupido te azotara hasta que apenas puedas ir tambaleandote hasta los leones. De modo que, gracias a mis padres y a un camarero, llegue colina abajo y hasta el Campo de Marte meditando sobre triangulos. Por lo demas, rogue que no aparecieran perros callejeros y los porteadores me dejaran caer. O echaran a correr. Eso seria peor. Como sea, me transportaron sana y salva hasta la Saepta Julia, una elegante casa de cambio de dos plantas con galerias, en la que mi padre, como su padre antes que el, tenian alquilado un almacen para sus antiguedades mas valiosas. Arriba tambien tenian una oficina donde amontonaban toda la basura que no podian vender, un lote de cosas horrorosas a las que estupidamente les habian tomado carino. Era uno de esos edificios grandiosos tan propios de Roma. Nuevo aun, combinaba su coste desorbitado con la belleza y la funcionalidad, si es que alguien recordaba su funcion original. Habia sido un centro de votacion, pero los emperadores no podian arriesgarse a aceptar la democracia, asi que ya no se celebraban autenticas elecciones. En lugar de votar, ahora los hombres acudian alli para dejarse ver, y tambien a comprar joyas para sus amantes a fin de que estas se pavonearan. Aunque ya no era necesaria para fines politicos, Domiciano habia costeado una lujosa reconstruccion de la Saepta despues de que un gran incendio arrasara la zona durante el reinado de su hermano Tito. Tito apenas habia durado un par de anos. Algunos creian que era cosa de Domiciano. En mi familia no deciamos nada porque insultar a Domiciano equivalia a un suicidio. El decia que era un dios, asi que todos nos habiamos vuelto profundamente religiosos. Con suerte, los autenticos dioses o algun humano furioso se encargarian del monstruo que nos gobernaba. Los adivinos charlatanes que profetizaban cuando moriria Domiciano proliferaban tanto como los vendedores de ajos. En ocasiones, el adivino era lo bastante bueno como para verlas venir, y se las piraba. Pero en general Domiciano acababa enviandolos a la muerte... junto con muchas otras personas, un par de las cuales probablemente habian conspirado para asesinarlo. Alguien acabaria por realizar la hazana. En el aire se olia a complot. * * * Ciro me condujo a la oficina, donde me deje caer en un trono de piedra que llevaba tantos anos en la casa de subastas que nadie queria venderlo, ni siquiera cuando algun idiota con infulas monarquicas ofrecia dinero en efectivo y su propio transporte. El trono era uno de los muchos articulos que habia rescatado del fuego mi primo Gayo, quien, al iniciarse el incendio, primero habia sacado todas las existencias y solo despues habia regresado a la Saepta para salvar vidas. Habia perdido la suya al derrumbarse el amplio tejado de madera de cedro. Yo apreciaba a Gayo. Despues de su heroico deceso, lo cierto era que ya no me gustaba ir alli. Ese dia mi intranquilidad duro poco. En cuanto me sente, el capataz de los mozos, Gornia, me informo de que el cadaver estaba, en realidad, en el portico de Pompeyo. Alli era donde se iba a celebrar la subasta de Calixto. Yo habia pasado por delante de camino a la Saepta. Los romanos se distinguen tambien por hacerte perder el tiempo. No es mi estilo. Yo soy agil y organizada. Ahorro energia. Por los dioses, sobre todo cuando aun estoy recuperandome de una virulenta disenteria. Sin embargo, se que no debo mostrarme impaciente, porque con esta gente irritante solo se consigue empeorar las cosas. Mi silla de manos se habia ido, asi que les pedi que me consiguieran otra. El portico quedaba a la vuelta de la esquina, caminando un corto trecho, motivo por el que la familia Didio lo preferia para las subastas, pero yo me sentia molida. Los empleados sabian que habia estado muy enferma, hecho que habia provocado una tormenta familiar. Asi pues, Gornia, que esos dias tenia tambien el aspecto apergaminado de un espectro del inframundo, dijo que llamaria a nuestro carretero Felix y su mula Coces; ellos me llevarian al monumento de Pompeyo en su carreta de reparto. Acepte. A Felix nunca le habia caido bien, pero era un buen carretero. Y Coces era un primor. En Roma, la mayor parte del transporte rodado esta prohibido durante el dia. Felix llevaba siempre un tablon y unos cubos sucios en la carreta para parecer un albanil, pues estos tienen permiso. * * * Felix sabia que yo tenia prisa, asi que callejeo tranquilamente como un guia turistico. En lugar de doblar la esquina y recorrer el corto trecho, dio un amplio rodeo por el Panteon y las Termas de Agripa. El gentio que suele pulular por alli nos entorpecia una y otra vez, obligandonos a ir a paso de tortuga. Por fin llegamos al teatro de Pompeyo, que se encuentra en el extremo opuesto del enorme y bullicioso complejo, y luego avanzamos despacio pegados a uno de los laterales hasta que al final me dejo frente a una entrada, practicamente en el mismo sitio del que habiamos partido. !Gracias, Felix! El monumento a Pompeyo tambien lo habia reconstruido Domiciano tras el incendio. Todo nuevo gobernante debe meterle mano a la ciudad segun su gusto y poner su nombre en grandes inscripciones. Si quiere parecer aun mas benevolente, gasta su propio dinero en nuevos proyectos, o afirma hacerlo. Imagino que en el erario publico hay funcionarios que conocen la verdad. El portico tenia su esplendido anfiteatro de piedra en un extremo, bajo el alto templo dedicado a Venus Victoriosa; detras se extendia un vasto jardin rodeado por un peristilo, por donde paseaba la gente a la sombra de los platanos, y, como todo el mundo sabe, unas grandes letrinas publicas en el lugar mancillado por el asesinato de Julio Cesar cuando se dirigia a una sesion del Senado. Para la mentalidad romana (bueno, la mentalidad cerril del emperador Augusto), el lugar del crimen era demasiado horrible para que pudiera usarse de nuevo como curia. Se conmemoraba asi a Bruto y Casio, hasta donde era legal recordarlos, con unas buenas letrinas. Mi padre, republicano hasta la medula, mascullaba a veces que la gente deberia recordar que no solo habian sido Bruto y Casio quienes habian apunalado valientemente a Cesar, sino tambien otros sesenta senadores opuestos a la dictadura, a los que, sin embargo, se habia olvidado. Teniamos que hacerlo callar. Cualquier espia podia denunciarlo a Domiciano por hablar de dagas. Los usuarios de las letrinas podian contemplar el amplio jardin rodeado de bonitas columnas. En un extremo habia una galeria de estatuas griegas tras esplendidas cortinas de brocado de oro. Se trataba de uno de los pocos lugares donde las mujeres podian pasearse en publico solas. Y asi, los hombres podian echar una relajante meada y luego observar a las mujeres que contemplaban las desnudas estatuas griegas y sacaban ideas. No era extrano que el portico de Pompeyo fuera tan popular. A los romanos les encantaba acudir alli y pasear por el peristilo. Ademas de la galeria de arte, habia tiendas para explorar. Las zonas abiertas se utilizaban para reuniones publicas, incluyendo subastas. Mi abuelo preferia el portico para sus ventas: segun el, no tenia nada que ver con el hecho de que fuera un legendario mujeriego. Mi padre, hombre felizmente casado, perpetuo la practica porque el portico se encontraba a una comoda distancia de la Saepta Julia. Que yo supiera, jamas habia aparecido un cadaver mientras se preparaba un catalogo de articulos. Me alegre al ver que el cofre se encontraba al aire libre. Era grande, rectangular y reforzado, del tipo que tienen los ricos en casa para guardar sus enseres de valor. Los mas presuntuosos lo colocan en el atrio, a fin de impresionar a las visitas en cuanto entran en la casa. Nuestros empleados holgazaneaban a la sombra entre arbustos ornamentales, algunos comiendo panecillos rellenos. No son faciles de intimidar, pero me fije en que todos se mantenian alejados del cofre. Lo habian cubierto con una gruesa tela que se parecia sospechosamente a las esplendidas cortinas doradas de la galeria de arte. Lo habian hecho para mitigar el efecto del sol sobre el cuerpo en descomposicion, pero en cuanto me vieron llegar apartaron la tela. Era una pieza con imponentes herrajes que se sostenia sobre cuatro recias patas. Los cierres parecian muy resistentes. Me pregunte por que querria alguien venderlo, a menos que estuviera en la ruina, y no era eso lo que habia oido sobre los Calixto, hombres de negocios muy conocidos. Entonces observe que las partes de madera mostraban huellas de haber sido danadas por el fuego. El personal me ofrecio mostrarme el cadaver. Aunque yo no habia expresado queja alguna por haberlos encontrado comiendo en horario de trabajo, repare en que guardaban sus viandas y adivine lo que ocurria. Lo que aguardaba en el cofre era repugnante; habian apostado a que vomitaria. Bueno, eso me sirvio de aviso. Con una sena indique que levantaran la tapa, al tiempo que me armaba de valor. Mire el interior, vi todo lo que necesitaba ver, oli el espantoso hedor y luego hice gestos perentorios. El mozo cerro la tapa de un golpe y retrocedio rapidamente entre arcadas. Yo reprimi un grito, logrando a duras penas conservar una postura digna. Un ataque agudo de disenteria constituye un buen entrenamiento para el autodominio.

  • El obrador de los prodigios de Christian Escriba , Silvia Tarrago

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    Alba decidio convertirse en pastelera cuando se entero de que su madre no supo que estaba embarazada de ella hasta no probar unos pastelillos de Tortosa hechos en el obrador de Mateu Serra. Pero el camino no le resultara facil. Alba hace de la cocina su universo, un laboratorio de dulces donde trabaja incansablemente.

  • El resurgir de los lobos (Canada 1) de Mariah Evans

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    “-Se lo que eres… cazador.
    Adrien la miro confundido.
    -?Como puedes saberlo? Nuestras identidades son secretas.
    -Ayudame por favor o manana morire -suplico.”

  • Bea da una ultima oportunidad de Erina Alcala

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    Beatriz Angulo, era y habia sido siempre una chica timida, poco habladora e introvertida buena, pequena, de pelo largo y negro, liso y ojos oscuros. Era hija unica de padres de clase media baja. Solia hablar lo preciso y era bastante vergonzosa, ya de pequena. Parecia una nina triste y solitaria y eso que sus padres eran todo lo contrario. Su padre era fontanero y aunque ganaba un buen sueldo, y su madre era costurera, pagaban su casa, y tenian para ahorrar un poco, comida no faltaba e incluso a veces habian ido algunos anos unos dias de vacaciones a playas cercanas. Vivian en unos de los barrios humildes de Sevilla capital. Su padre era un hombre inquieto, y siempre quiso estudiar. Uno de sus hermanos, Mateo, se fue a Nueva York y lo envidiaba, porque habia conseguido ser ingeniero y ahora estaba en un buen puesto de trabajo, aunque estaba soltero. Si no hubiera sido por algo que lo retenia, el miedo a lo desconocido, el tambien se hubiese ido a la gran manzana. Sin embargo, no lo hizo. En cambio, cuando su hija Bea. quiso ser medica tras acabar el instituto y se lo dijo a sus padres, sabian que eran muchos anos y que, sin beca, no podrian darle lo que su hija tanto ansiaba estudiar y habia sacado en la selectividad, la nota de corte suficiente para estudiar medicina y era una pena que no pudiera estudiar o ser lo que habia sonado en la vida y se habia esforzado para ello. Sin embargo, su tio Mateo, que era el tio que mas la queria, pero estaba tan lejos... Era su sobrina favorita, le busco una beca en la universidad de Nueva York para estudiar medicina. Puso su vivienda como si fuera residente en ella, saco toda la documentacion y le pidio beca. Y con mucha suerte, su sobrina pudo irse alli a estudiar. Fue algo inesperado, y fue mas feliz que en toda su vida, saber que podia estudiar y ademas irse lejos a Nueva York, la ciudad donde todo el mundo queria vivir. Bea, esa muchacha timida, con los hombres mucho mas, nunca fue mas feliz que cuando, su tio Mateo la llamo diciendole que preparara su maleta y pasaporte que se iba a la universidad, se quedaria en el campus. Y podria ir a su casa los fines de semana o cuando quisiera, alli estaba el para cuidarla. Ya le daria el las instrucciones y que ya podia empezar y darle fuerte al idioma, aunque ella siempre se le dio bien el ingles, aun le quedaba por aprender mas, y relacionarse para hablar, sobre todo y perfeccionarlo. Asi, su tio la invito a su casa, un mes antes de entrar en la universidad, para que la viera, se hiciera con la ciudad. Y ensenarle todo, tenia algunos dias de vacaciones y la invito. Su tio Mateo, tenia un apartamento de dos dormitorios y un despacho en una de las calles de Manhattan, que a ella le parecio precioso. Le habia puesto en su cuarto una mesa para estudiar y le habia regalado una impresora, un movil y un pc nuevos tambien, asi como materiales para trabajar. Ella lo abrazo, carinosa, y su tio fue con ella a la universidad, a ver los libros del primer semestre del primer ano, ya que se estudiaba por semestres y con el dinero que sus padres le dieron, compro los libros y material de estudio, para cuando tuviera que ir a la universidad, Entraba el dia 1 de septiembre. Todo lo tenia preparado. Tenia una cuenta y sus padres le enviaban todos los meses algo de dinero para sus gastos, pues tenia comida y cuarto gratis en la universidad y en casa de su tio no le dejaba pagar nada. Su tio le enseno la ciudad, y la llevo a conocer casi todo lo conocible en esos dias de vacaciones antes de entrar en la universidad, y Bea estaba encantada y disfrutaba con su tio, al que queria como si fuese su padre. El dia uno entro con sus maletas que su tio le llevo a la universidad. La acompano a la habitacion que le dieron. La compartia con una companera de Dallas, Texas. Era rubia, y preciosa y se llamaba Natalie. Su tio se despidio de ella y le dio sus consejos como si fuese su hija, debia llamarlo todas las semanas y si necesitaba algo, que se lo pidiera, y cuando quisiera ir el fin de semana a casa, tambien y vendria a por ella. Natalie le cayo bien. No era como ella de timida, pero tampoco era una chica dicharachera, aunque sabia muchos idiomas y el primer dia mientras colocaban la ropa y los libros, pues ambas estudiaban lo mismo e iban a ir a las mismas clases, Natalie le conto casi toda su vida que era mas emocionante que la suya, solapada, monotona, aburrida y triste. Pero con el tiempo, con Natalie y con ayuda de su tio Mateo, las cosas cambiaron, manejaba el idioma, Natalie la ayudo, e incluso ella le enseno a Natalie un mejor castellano y tambien tonteaban con el italiano que habia aprendido Natalie en los veranos. Se convirtieron en las mejores amigas, ellas no se apuntaron sociedades, ni hermandades, se dedicaron a estudiar, a contarse cosas, a salir, a veces pasaban el fin de semana en casa de su tio Mateo y salian por Nueva York. Natalie le conto su historia con Daniel, y Bea, sabia que Natalie tenia dinero, que era una chica rica de Dallas y ella no, pero su amiga, era tan generosa que cuando salian siempre pagaba y Bea no queria. --No seas tonta Bea, eres mi amiga del alma, nunca he tenido una amiga como tu. Seremos amigas para siempre, y trabajaremos juntas, ya veras, te quedaras aqui, te buscaremos trabajo. --!Ojala! !Me encanta Nueva York! --Quiza nos vayamos a Texas... --Pues a Texas... Y pasaron los anos y el ultimo curso de estudio se fueron de intercambio a Espana. Se quedaron en casa de Bea y sus padres se portaron bien con Natalie. Natalie les pasaba una mensualidad por quedarse en casa, pero la madre de Bea, lo guardaba para su hija, no queria nada, pero Natalie insistia, porque sus padres, le pasaban el dinero para ello y preferia quedarse en casa de Bea que en una residencia de estudiantes o en un piso. Su tio Mateo, por el contrario, la echaba de menos, despues de todos esos anos de tenerla alli. Y sabia que tardaria en volver a verla. La llamaba todos los meses para ver como le iban las practicas. Hubiera querido que se quedase alli con el, pero era imposible. Al menos habia cumplido su objetivo de ser medica. Sin embargo, Bea, por su parte, sabia que ya no volveria tras las practicas, que su amiga Natalie en cuanto terminara las suyas en el Virgen del Rocio de Sevilla, el hospital que ellas pidieron aconsejadas por Bea, porque Natalie queria ir donde ella vivia, se volveria a Estados Unidos y se quedaria sola sin amiga y como siempre. Y eso le produjo una gran tristeza. Volveria a su vida monotona y gris. Se le acababa su historia feliz y la echaria mucho de menos. Era su hermana del alma, porque no tenia hermanos. Como Natalie. Y a los 24 anos, terminado sus estudios, Natalie se fue a Dallas, y se hizo cirujana en los dos anos siguientes, y Bea, ya no podia estudiar mas, se quedo como medica de medicina general, pero, no se olvido de ella, jamas y mantenian el contacto por email, por Skype, pero ya no era lo mismo. Natalie la veia triste. Bea encontro trabajo en una clinica en Sevilla, y dos anos mas tarde, cuando cumplia 26 anos, Natalie la llamo, le tenia un trabajo en el Randolph hospital AFB, cerca de una base aerea de Randolph, a una hora de Austin, Texas, donde ella llevaba ya trabajando casi dos anos, terminando la especialidad de cirugia. No se habia olvidado de ella y en cuanto quedo una vacante de medicina general, hablo con el director y este le daba 10 dias para incorporarse. Y fue la unica vez que ella hablo con su tio Mateo de nuevo en serio y este la animo a que se fuera a Texas. Y ella se lo dijo a sus padres y se fue, con lo que habia ahorrado esos dos anos de trabajo en la clinica, y lo que Bea le habia dado a su madre en el intercambio dos anos antes y que su madre se lo tenia guardado. Todo fueron carreras y documentacion de nuevo en esos dias. Despedirse del trabajo, de sus padres, sacar pasajes, preparar maletas... Por su parte, Natalie se habia hecho amiga de una enfermera de Austin, Brenda, una pelirroja alta y guapa, extrovertida, por las que babeaban los chicos, que tambien trabajaba en el hospital y le hablaba maravillas de lo buena que era Bea, y ya eran como las tres mosqueteras sin conocerse Brenda, Bea y ella misma Natalie. Bea llego muerta a Randolph, ya su amiga, le habia alquilado un apartamento cerca del hospital, de un dormitorio, como tenia ella y Brenda. Y cuando llego, Bea, le pago lo que habia adelantado. Y se incorporo a su casa y al hospital. Y le cayo muy bien Brenda y Natalie no podia ser mas feliz con sus amigas del alma. Llamo a sus padres, a su tio Mateo y les dijo que aquello era precioso y que le gustaba, que les iria contando. Todo a la carrera porque le habia dado diez dias para incorporarse el director, con el que tuvo una entrevista. La contrato y al dia siguiente empezo a trabajar. A las dos semanas Bea, ya se habia hecho a su trabajo, Habia pintado su pequeno apartamento y se habia comprado un pequeno despacho para el salon como sus amigas. --Tenemos que ir a Austin un dia a celebrar que Bea esta en el hospital. ?Nos vamos el fin de semana que viene? --Dijo Natalie --Si, si no tenemos ninguna guardia… --Yo no tengo --dijo Bea. --Pues nos vamos, venga, una habitacion triple, si encontramos chicos, que tengan ellos las habitaciones para nosotras, si quieren sexo. --!Como eres Brenda! --le decia riendo Natalie. --!Jo, quiero un chico guapo ya!, tenemos 26 anos. Y nada de nada, desde hace... ni me acuerdo ya. Se me va a oxidar --y las otras se reian. --Esta bien, nos vamos, me llevo mi coche, --dijo Natalie. --Vale, en el siguiente me llevo el mio --dijo Brenda. --Cuando pueda me compro uno. Ahorrare lo de las guardias para ello. --No te preocupes, Bea, hija, si llevas apenas dos meses trabajando. Tienes tu piso, bonito y lo has pintado, nuevo, y todo, eres una trabajadora nata. Y ademas el director me ha dado las gracias por recomendarte. --?Si? --Si, eres buena, mujer. --!Que bien! --Pues ya esta, a divertirnos, a comprarnos algo, bikinis, hace calor, y un par de vestidos nuevos por si salimos y sandalias, maquillajes y perfume. --Me voy a gastar el sueldo, nunca ahorrare --dijo Bea riendo. --Ya ahorraras mujer, no te quejes. Vamos al centro comercial, alli encontraremos gangas. Y se compraron ropa. Y el viernes reservaron un hotel en Austin.

  • Sed de otras cenizas de Richard Sabogal

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    La calle me consume en cada salida. Abro la boca y trago excremento de carro. Quiero morderle la nalga a la morena que va mas adelante agarrada de la mano del tonto que seguramente la insatisface. Un nino con ojos tristes me pide una colaboracion para comprar un pan de la panaderia de vitrinas desnudas. Camino por el tubo digestivo de esta ciudad que me da cobijo y me drena cada semana que la visito. Le arranco la ropa a las mujeres bellas con las que me cruzo, a la del escote que asoma senos turgentes, a la de senos con cicatrices de maternidad, a la de pantalones cortos con una autopista como piernas. Pongo mi mano en el bolsillo, atrapo el celular que el tipo de la moto miro con lascivia. Arriba, como un dios silencioso, el pedazo de Avila nos mira, en dias como este quisiera que sus paredes verdes crujieran como un trozo de galleta y se desmoronaran sobre las casas; sobre la soberbia catedral en lo alto del pueblo, con sus rezos, sus culpas y sus munecos de yeso; sobre la pendiente solitaria donde siempre roban; sobre la morena de nalgas hermosas; sobre los tipos de las motos que buscan victimas; sobre las mujeres escotadas y de piernas desnudas; sobre el hospital, la maternidad, el supermercado. Sobre todos. Que al final solo queden bolas de humo y escombros. Que salgan las lombrices de la tierra removida y queden gallinas que las traguen como un fideo. Que muera todo, que no quede nada, que renazca este pueblo, esta ciudad, este pais. El mundo entero. Para asi dejar de oir las letanias de los moralistas desde su color preferido, con sus figuras de carton y sus lideres en forma de munecos inflables. Quiero atravesar la autopista sin mirar a los lados para que los histericos recuerden a mi madre. La ciudad es soleada, siempre hace calor, pero empieza a llover. Caen gotas gordas, que encharcan el piso. Son gotas escarlata. Pronto la ausencia de canerias forma pequenos rios de agua que se acarician con los restos de acera. Huele a bujia, a papas podridas, a bolsas de basura abiertas. Un perro callejero, con el hambre tatuada en sus costillas, va en un trote suave huyendo de la escena llevando en el hocico un panal lleno de crema amarilla. Me dejo banar, mi cabello se tine de rojo, las gotas descienden por mi frente, siento el sabor metalico en mi boca. Levanto la vista al cielo, camino en direccion a la autopista, los cauchos rechinan y siento como la montana cruje. Abro los ojos para ver el destino descender colina abajo. La bicicleta La bicicleta de mi infancia era amarilla con verde, rin 20, con una silla amarilla de plastico duro. Brillaba al sol y por un tiempo fue mi amiga. La silla se me metia por el fundillo y me lastimaba. Mi papa no quiso dejarme las ruedas de seguridad y sin anestesia tuve que aprender a manejarla conociendo el sabor del suelo. Mi tio homosexual se entallaba sus pantalones cortos de jean y su sonrisa eterna, y me llevaba a la cancha de mi barrio. El se sentaba en la pequena silla y yo de lado, en el marco de la bicicleta. Mi barrio era una pendiente pronunciada y la descendiamos a toda velocidad. Era un placer efimero esos pocos segundos que tardabamos en llegar a la cancha. La bicicleta estaba llena de calcomanias de autobus y hasta le puse un aviso de mototaxi. Aprender a manejar bicicleta es de los pocos recuerdos dolorosos y felices de mi infancia. La cancha la recorria en circulos, mi tio me sostenia de la silla y corria a mi lado, a veces volteaba a verlo para que aplaudiera mi hazana, pero estaba treinta metros atras, siempre sonriendo, yo me veia abandonado, perdia el equilibrio y estampaba mi suerte contra el concreto de la cancha, a pocos metros de la porteria. Mi tio se carcajeaba, me ayudaba a levantar, me soplaba la arena de la raspadura y seguiamos. La crudeza de la infancia que marca. Pero aprendi a dominarla en poco tiempo y pronto mi tio desaparecio de mis recuerdos y luego me vi recorrer el barrio de arriba abajo, pedalear con fuerza la pendiente y bajar a toda velocidad, mirando para los lados, asustando a los ninos pequenos pasandoles a gran velocidad casi rozandolos. Aprendi a manejar con una sola mano, luego sin las dos manos en el volante y finalmente pedaleando con las manos en los bolsillos. Haciendo estas hazanas cerca de la casa de Carolina, la nina buena de la esquina, la blanquita con un lunar en lo alto de su nariz y sus dientes de perla, la que me sonreia y me rechazaba. El corazon me dolia, pero tambien las manos que de tanto agarrar los mangos de goma barata se me ampollaron. Pero yo queria jugar mas. Y pedalear mas. Demostrarle a Carolina que era un gran ciclista. El bodeguero Elias, se burlaba de mis intentos de ciclismo, aunque una vez me grito cuando, intentando salvar mi cuerpo de estrellarse contra el pavimento, salte con todo y bicicleta sobre la acera y cai sobre sus flores, y aplaste un pedazo de sabila y me arune la pantorrilla. Carolina me miraba desde su ventana, rio, se despidio y cerro.

  • Mensajes ocultos de Lizzie Quintas

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    El amor es algo dificil de entender, realmente sabemos que tenemos sentimientos por alguien, pero ?cuando deja de ser admiracion y cuando amor?

  • La hermana de Louise Jensen

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  • Retratos Turbios de Carlos Eduardo Zavaleta

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    Retratos turbios adviene como el mayor esfuerzo “totalizador” efectuado por Zavaleta hasta el momento. Su integrador diseno congrega multiples connotaciones sociales, politicas, geograficas, psicologicas, etc., por medio del contrapunto de los personajes. En el caso de los protagonistas, los primos hermanos Tono e Ismael, el juego de oposiciones se erige como la verdadera trama de la novela. Una rivalidad de polos complementarios que pugna entre si, sin arribar a una sintesis autentica, solo a nexos falsos, impuestos, turbios. Sumese a este duelo central (Zavaleta admira El duelo de Joseph Conrad), la contrastante red que hilvanan Monica, Martha, Maruja y Melisa -todas con la inicial M-, tendiendo una luz poliedrica sobre el personaje vertebrador Tono. Sobre su comportamiento turbio con su mayor destinatario, el verdugo-victima Ismael, resultaria arduo detallar todas las connotaciones movilizadas por Retratos Turbios, en la medida que desfilan el civil y el militar, la costa y la sierra, la pobreza y el arribismo, la migracion dentro y fuera del pais, la autenticidad y la hipocresia, la sensatez y la pasion, el desprecio y la envidia, la inteligencia y la fuerza bruta, la rebeldia y el sometimiento, la necesidad de cambio y la defensa del orden existente, etc.

  • Como el bosque en la noche de Alvaro Bermejo

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    Como el bosque en la noche nos adentra en una geografia mitica, la vieja Navarra, cuna de la cultura vasca. Un pequeno pueblo fronterizo con Francia, Etxalar, se convierte en escenario de una serie de crimenes que resucitaran todos los viejos demonios de la comarca. Los aquelarres de Zugarramurdi quedan a un tiro de piedra, en Yanci se venera a un San Juan Xar -San Juan el Viejo- que recuerda mas al Basajaun de las leyendas ancestrales, y Akerbeltz -el carnero negro, emblema del diablo-, preside rituales de los que solo se habla entre susurros.
    Fue a la sombra de sus hayedos donde Orson Welles rodo escenas muy significativas de Campanadas a Medianoche, y tambien donde Merimee arraigo las peripecias de su Carmen, la gitana de Etxalar.
    La novela comienza precisamente con la llegada de Welles al pueblo, en 1964, a la que seguira la de un escritor muy cosmopolita fascinado por el aura de aquella mujer fatal.

  • Corazon roto (Reedicion Autor), Linda Howard de Linda Howard

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    Corazon roto

  • Yo os salvare a todos de Emilie Freche

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    Dos diarios:

  • Si yo te contara de Mayte Pascual

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    Voy a vomitar, voy a vomitar, voy a vomitar...>>. --?Te encuentras bien, Nel? Alejo me saca de mis ensonaciones desquiciadas. Trago saliva e intento enfocarlo con un gesto de fingida profesionalidad. --???Yooo??? Perfectamente. --Vale. Lo que tu digas. --?Han llegado ya? --Aun no, pero no te preocupes. He hablado con Pedro y nos avisara cuando entren. <>. Alejo adivina mis pensamientos. --El guardia de seguridad, Pedro. --Perfecto. Avisame, por favor. En cuanto Alejo sale de mi despacho, me hundo en la silla. Estoy en un tris de meterme debajo de la mesa y no hacer acto de presencia hasta manana, pero estoy decidida a mantener el tipo como pueda. Rebusco en el primer cajon de la mesa y encuentro las pastillas que compre el ano pasado cuando tenia una gripe horrible que deberia haber pasado en cama. No hay ni rastro del ibuprofeno, asi que tendran que servir. Me tomo dos con un trago de Coca-Cola helada y noto cada una de las burbujas como cristales clavandose en mi garganta. No habia otro dia. No habia dias en la semana, en el mes, en el ano. Solo podia ser el dia despues de la cena de Navidad de la empresa el elegido por los socios del bufete para convocarnos a una reunion de grupo y tratar los objetivos del proximo ano. --!Ya estan aqui! !Estan en el ascensor! Alejo entra como un loco en el despacho y estoy a punto de tirarme toda la CocaCola encima. --!!Joderrrrr!! --Lo siento, lo siento, lo siento... --Se acerca a mi como una moto y comienza a revisarme el jersey que, como no, hoy he decidido que sea blanco--. No, no hay ni gota, no te preocupes. --Me observa frunciendo el ceno--. ?Seguro que estas bien? --Mira, Alejo, carino... --Intento hablar calmadamente y no perder los nervios--. Si vuelves a preguntarme eso, te juro que el que no estara bien seras tu. --Vale, vale, estas genial, lo pillo. --Alejo resopla y su flequillo se mueve teatralmente--. Espero que estes tan genial con los jefes y no con esa mala leche que te gastas, hija. --No te preocupes. Igual cuando acabe la reunion no me tienes que aguantar mas y me voy a mi casita a vivir del Estado... --Dices unas tonterias, nena... Justo cuando Alejo esta haciendo el mono en medio del despacho, la puerta se abre sin avisar. --Buenos dias, Penelope. --Marcos nos mira sin mostrar ninguna expresion. Echa un vistazo a mi companero y lo saluda con un gesto casi imperceptible--. Alejo. Cuando querais pasamos a la sala de juntas. --Claro que si, ahora mismo vamos. --Cojo todos los documentos que tenia preparados y voy hacia la puerta, aprovechando el camino para darle un empujon a Alejo, que se ha quedado petrificado. Me encantaria arrancarle la cabeza ahi mismo, pero me limito a lanzarle una mirada de grado diez, que recibe con gesto de panico. Correteamos por el pasillo detras de Marcos como sus perritos falderos y entramos en la sala de juntas los ultimos. Como no. --Buenos dias a todos. --Marcos espera a que Alejo y yo estemos sentados mientras los demas nos miran disimuladamente. Y yo me siento la mas gilipollas del mundo. Se positivamente que es muy probable que tenga los mismos coloretes que Heidi--. En primer lugar, nos queremos disculpar por no haber podido asistir anoche a la cena anual, pero acabamos de volver de Bruselas. Miro a Jacques y a Beltran, pero los dos tienen la misma expresion que Marcos: ninguna. No se si va con el puesto o si cuando tienes tanta pasta te da un aire y te conviertes en un muneco de cera, pero jamas he visto tres caras tan inexpresivas. --Por otro lado, hemos estado analizando todos los expedientes de este ano y, aunque no podemos negar que los resultados han sido muy buenos, queremos que los proximos doce meses sean, cuanto menos, excelentes. No puedo evitar mirar de reojo a Maria, que no hace mas que carraspear y tomar sorbos de su botella de agua. A pesar de sus cincuenta y cuatro anos, anoche se quedo con los mas jovenes hasta que no quedo ninguno. Juraria que la ultima vez que la tenia localizada estaba bailando una cancion de JLo con una pajita como microfono. Cuando nuestras miradas se cruzan, no hace falta nada mas. Ya es oficial. Somos dos miembros exclusivos del selecto club de la resaca. --Omar, Maria, Penelope. Nos gustaria hablar con vosotros cuando acabemos la reunion. Nos miramos con cara de terror. Ya esta. Se acabo. Manana mismo empiezo a actualizar el curriculo y a buscar trabajo. O quiza podria montarme mi propio bufete en casa, organizarme a mi ritmo, ir a clases de yoga y darme un tiempo para mi... --Penelope... --!Si! --Estoy a punto de saltar de la silla. Alejo me da en la espinilla con el tacon de su zapato y veo las estrellas. --?Has traido la sentencia Franklin? --Por supuesto. --Me levanto con paso vacilante y se la entrego. Por un momento, creo atisbar en su rostro de cera un gesto burlon que apenas dura un microsegundo. --Gracias. Debo felicitarte por este caso en concreto. Fue un exito rotundo. Sonrio discretamente, sintiendo que todo el mundo me esta mirando. --Muchas gracias, Marcos. Ha sido uno de los casos mas interesantes de mi carrera. Alejo se atraganta intentando aguantar la risa, y anoto mentalmente asesinarlo en cuanto estemos fuera de la reunion. --Por nuestra parte, no hay mucho mas que decir. Unicamente felicitaros las fiestas y desearos un feliz Ano Nuevo, ya que no se aun si tendremos oportunidad de vernos antes. --Igualmente --soltamos al unisono, como alumnos bien educados respondiendo al profesor. En cuanto ellos tres se levantan, todo el mundo sale por la puerta lo mas rapido que puede. Alejo me aprieta el hombro dandome animos y sale el ultimo, cerrando la puerta a su paso. --Bien, chicos. --Siento la tension en el aire y no es solo la mia--. Nos gustaria aprovechar la ocasion de nuestra visita para hablar con vosotros seriamente. Oigo una exclamacion ahogada. Omar se sujeta la cabeza con las dos manos y se que esta a punto de darle un infarto. En eso, Maria y yo tenemos cierta ventaja: nos sentimos tan mal fisicamente que este varapalo no nos hara tanto dano. --Nos gustaria agradeceros los anos y el esfuerzo que habeis dedicado a esta empresa... --Si, blablabla, blablabla, blablabla... Ya esta: se acabo. Vamonos a casita--... Y ofreceros puestos de mayor responsabilidad, que en un futuro muy cercano derive en ser socios de la empresa. <>. Los tres nos quedamos congelados, sin habla y absolutamente anonadados. --?Que habiais pensado? --consigo articular intentando romper el hielo. --Bueno, lo tenemos bastante claro: Maria, laboral; Omar, penal, y tu, el resto, Penelope, con especial interes en tema fiscal. Vaya por Dios. Me acaba de caer el marron mas grande de toda mi carrera profesional. Ahora mismo, el despido no sonaba tan feo. --Por supuesto, iria acompanado de una subida sustancial del sueldo. --Cuenta conmigo. --Se que Maria esta emocionada. Es la mejor abogada laboralista que conozco y va a disfrutar de lo lindo con este trabajo. --Yo acepto encantado, por supuesto. --?Penelope? --Claro, claro que si. --Aun estoy algo abrumada. Y aun tengo ganas de salir corriendo al bano y vomitar--. Estare encantada. Marcos echa hacia atras la silla y se levanta a camara lenta. --Solo queria pediros un poco de discrecion hasta que pasen estas fechas y podamos daros esos puestos de manera oficial. --No hay problema. --Bien, chicos, buen trabajo, a por ellos. Cuando estamos saliendo, aun absorta en la decision que he tomado, Marcos me detiene

  • Mr. Mercedes (Trilogia Bill Hodges 1) de Stephen King

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    Mr. Mercedes, primera novela de la <>, es la historia de una guerra entre el Bien y el Mal. Un retrato inolvidable de la mente de un asesino obsesionado y demente.

  • Mientras estas sola (Rancho Triple K 3) de Laia Sinclair

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    La soledad no es mala si has escogido libremente vivir asi tu vida, pero cuando te la han impuesto por culpa de la incomprension de tu familia y allegados; cuando es lo que soportas porque el hombre que creias que era toda tu vida, te abandona; cuando no te queda mas opcion porque todo el mundo se aleja de ti, entonces, es lacerante. Mi vida no ha sido un camino de rosas. No soy lista, ni guapa, ni divertida, ni interesante. Soy una mujer del monton, de las que nadie mira dos veces, de las que nunca levantan pasiones. Por eso, cuando con quince anos Justin se fijo en mi, no pude creerlo. El era guapo, popular en el instituto, capitan del equipo de rugby, y todas las chicas andaban locas por el. Yo era virgen en todos los aspectos, ni siquiera me habian besado alguna vez. Justin fue el primero, en todo. Tenia dos anos mas que yo, y cuerpo de hombre. Era alto, ancho de hombros, con el pelo rubio que brillaba al sol como si fuese de oro, unos ojos calidos, como chocolate derretido, y la piel morena por culpa de todas las horas que se pasaba al sol, entrenando. Sus manos eran grandes pero suaves cuando me acariciaban, y su voz, cuando me hablaba muy bajito al oido, hacia que mi piel se erizara y deseara entregarle todo. Iba dos clases por delante, y siempre estaba rodeado por las animadoras. Por eso, cuando un dia se acerco en el pasillo del instituto y me invito a su fiesta, crei que se estaba burlando de mi. Pero aquel sabado, a la seis en punto, estaba con su coche ante la puerta de mi casa, esperandome. Fue el inicio de una historia que yo crei maravillosa pero que, dos anos despues, se revelo una autentica pesadilla para mi. Justin ya estaba en la universidad. Yo permanecia todavia en Cascade, en mi ultimo ano en el instituto. Deseaba terminar de una vez para poder irme a vivir con el. El plan era que yo iba a trabajar mientras el terminaba la carrera; despues, cuando el ya estuviera establecido, me tocaria a mi estudiar. Pero mi embarazo lo echo todo al traste. O, mejor dicho, me obligo a abrir los ojos ante la verdadera personalidad del que creia que era el hombre de mi vida. --?Que estas embarazada? --me dijo gritando por telefono cuando se lo dije. Estaba realmente furioso--. ?Como has podido permitir que pasara algo asi? ?Es que has dejado de tomar las pastillas? No, no habia dejado de tomarlas, pero habia estado enferma con un inicio de pulmonia y el medico me habia recetado antibioticos. Yo no sabia que estos podian restarle eficacia a los anticonceptivos y, cuando Justin habia venido el fin de semana a Cascade e insistio en hacer el amor aunque yo no estaba todavia bien del todo, no fui consciente de que corria el riesgo de quedarme embarazada. Cedi, como siempre, porque el era el amor de mi vida y mi mision era hacerlo feliz; asi que a pesar de que no deseaba hacerlo, de que todavia tenia decimas de fiebre y dolor de cabeza, deje que se desahogara en el coche. En aquel entonces todavia era muy nina e inocente, a pesar de tener diecisiete anos. !Sabia tan poco de la vida! No me daba cuenta de su egoismo, ni de que yo realmente no le importaba nada. Bebia los vientos por el, y era capaz de hacer cualquier cosa, !cualquier cosa! por hacerlo feliz. Me sentia orgullosa cada vez que me decia <>, y terriblemente mal cuando yo intentaba negarle algo y el me acusaba de haber dejado de amarlo. Era convincente, con su mirada triste y su voz rota. Me manipulaba como queria, y yo ni siquiera me daba cuenta. Mis padres no me ayudaban en nada, con su estricta moral religiosa y sus sermones constantes. <>. Esa era la frase preferida de mi padre, que le repetia a mi madre constantemente, y me inculcaba a mi. Creci creyendo que mi unico objetivo en la vida era hacer feliz al hombre que me estaba destinado; y, en aquel entonces, estaba convencida de que Justin era ese hombre. Por eso acepte su primer beso cuando sus labios me lo exigieron, en aquella primera fiesta. Por eso me entregue a el dos meses despues, a pesar de que yo no estaba preparada para ello. Y segui haciendolo cada vez que me requeria, a pesar de que para mi era molesto y doloroso, y de que nunca, jamas, supe que era el placer con el. Esa fue la causa de que empezara a tomar las pastillas anticonceptivas que el me suministraba, y que nunca supe de donde sacaba, porque, decia, no le gustaba usar condon. <>. Cuando me acuerdo de esa epoca, me pregunto como pude llegar a ser tan estupida. Como pude permitir que lo que yo creia amor, me cegara hasta el punto de no darme cuenta de que Justin solo me estaba utilizando. Tenia a su disposicion a una muchacha bien dispuesta a esperarlo en casa cuando se fuera a la universidad, y a trabajar para mantenerlo mientras el estudiaba (su familia, como la mia, no nadaba precisamente en la abundancia); a satisfacerlo siempre que el lo exigia, sin protestar. Ese era su plan, que yo trabajara como una esclava para mantenerlo mientras el seguia estudiando. Ni siquiera me enfade cuando, a las pocas semanas que se fuera, una conocida que estudiaba en la misma universidad que el, me dijo que lo habia visto enrollarse con una chica en una fiesta. !Como podia enfadarme! El era un hombre, tenia unas necesidades y yo no estaba alli para poder satisfacerlas. Ademas, en la universidad habia mucha golfa suelta, y Justin solo era un hombre propenso a caer en el pecado. Aquello, lo unico que hizo, fue reafirmarme en la necesidad de ir junto a el cuanto antes. !Que estupida era! Cuando supe que estaba embarazada, crei que aquello lo haria feliz. !Ibamos a formar una familia! Si, iba a ser una complicacion, pero lo superariamos. Nos casariamos, yo me quedaria en Cascade mientras el estudiaba, para cuidar de nuestro pequeno, y nos reuniriamos mas adelante. El seguiria viniendo algunos fines de semana para vernos, y pasaria las vacaciones entre semestres con nosotros. No seria perfecto y tendriamos que hacer algunos sacrificios, pero todo valdria la pena. --Tienes que abortar. Ya. Sus palabras me dejaron helada. ?Abortar? ?Como podia decir algo asi? --!No! --grite, sorprendida--. !No puedo hacer algo asi! Es una vida que esta creciendo en mi interior y... --Es un maldito error al que le vas a poner remedio, Elsa. --Su voz, dura y fria, se me hizo irreconocible--. Si te empenas en tenerlo, lo vas a estropear todo. Yo no puedo hacerme cargo de un nino ahora. --!Pero Justin! No tienes que preocuparte, carino. Una vez que nos hayamos casado, yo me quedare con mis padres. Mi madre me ayudara con todo, y tu podras seguir estudiando. --?Casarnos? ?Estas loca? El plan era que tu trabajarias para que yo pudiera dejar de hacerlo y concentrarme en mis estudios. ?Como pretendes hacer eso si tienes que ocuparte de un mocoso? ?O es que pretendes que yo siga trabajando y estudiando mientras tu te quedas tranquilamente en casita sin dar golpe? ?Sabes lo dificil que es eso? ?Lo cansado que voy siempre? No, de eso nada. Vas a abortar, o todo habra terminado entre nosotros. --?Como...? ?Como puedes decir algo asi? --susurre, viendo que el mundo a mi alrededor se estaba desmoronando--. No puedes dejarme, me quieres... --?Quererte? --se rio, haciendo que mi corazon se rompiera en mil pedazos, triturado por sus palabras--. Nunca te he querido, mujer tonta. Tienes un buen polvo y eres buena en la cama, aunque eso es merito mio por haberte ensenado a hacer lo que me gusta. Pero puedo sustituirte por otra chasqueando los dedos. Si quieres seguir siendo mi chica y que nuestros planes sigan adelante, deshazte de eso. Ya lo sabes. Colgo, dejandome en un estado de shock en el que no era ni capaz de llorar. Para verguenza mia, lo pense. Pense seriamente en abortar, en quitarme de encima a ese ser que estaba creciendo en mi interior y por culpa del cual estaba a punto de perder al amor de mi vida. Lo medite durante dias, terriblemente asustada por el futuro tan desolador que se abalanzaba sobre mi, como un monstruo con las fauces abiertas dispuesto a engullirme. Los dias pasaron, mi tripa iba creciendo, y mi madre lo supo sin necesidad de que yo se lo contara. Llevaba cuatro meses sin tener la menstruacion, no necesito nada mas para imaginarselo, y cuando me lo pregunto, no pude mentir. Mi mundo acabo de derrumbarse. Mis padres, tan religiosos, tan preocupados por el pecado ajeno, se pusieron de parte de Justin. Tambien quisieron que abortara.

  • Complaciendo a la dama de Tania Villar

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    Sientes que tu carrera esta a punto de terminar antes de que empiece, hasta que llega la oportunidad que puede cambiar tu vida.

  • Contigo en el mundo, Sara Ballarin de Sara Ballarin

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  • La doble cita desastre (Cita para Rehacer 2) de Susan Hatler

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    Hay ciertas cosas por las que una persona debe pasar para encontrar el verdadero amor, y supongo que entre ellas se incluye que se me ensucie el coche, una de las cosas que mas odio. Viviendo en una ciudad tener el coche limpio es algo alucinante, teniendo que entrar y salir del centro de Sacramento entre el trafico, necesitando recorrer el centro comercial para comprar un traje y unos zapatos nuevos de tacon, o teniendo que conducir para llegar a la ultima apertura de una galeria. Desde luego, yo no era una experta (ni si quiera un poco) en hacer que un restaurante de sushi fuera un exito, pero no hacia falta mucho sentido comun para adivinar que el propietario no deberia situarlo a 20 kilometros de la ciudad en un aspero, desigual y polvoriento camino al lado de un ruidoso rio con ni siquiera un rascacielos a la vista. Es decir, ?como podria atraer dicho restaurante a una larga cola de personas? Quizas yo no habia llegado a ese capitulo especifico en la pila de libros en constante crecimiento en mi mesita de noche acerca de inicia-tu-propio-negocio; algo bastante posible considerando todo lo que tengo que leer a diario. Pero, aun asi, ?la localizacion no lo es todo? Mientras conducia, me retorci al ver el polvo volando alrededor de mi coche. Me desvie para evitar un socavon y luego una piedra en el camino de tierra y seguidamente mire mi GPS, confirmando lo que ya habia comprobado seis veces: la direccion del restaurante de sushi que me habia dado Hannah, que debia estar justo enfrente. En el medio de la nada. Sin Wi-Fi. Estremecedor. Mi coche vibraba mientras el polvo recubria mi parabrisas y un olor extrano (que creo que algunas personas lo llaman aire fresco) entraba por las rejillas del aire acondicionado sin importar cuantos botones pulsara para detenerlo. Estaba empezando a cuestionarme si debia estar agradecida de haber aceptado la doble cita con Hannah. Pero Abigail, la amiga de Hannah, habia conocido a Cooper Hill, el amor de su vida, de una forma poco convencional (a traves de intercambios de correo electronico sobre la adopcion de mascotas), de modo que si tenia que conducir por un camino sucio lleno de baches para tener la posibilidad de encontrar a la persona ideal en los siguientes minutos, ?por que no? Hannah me habia enviado la invitacion por correo electronico en el punto algido de mi caotica tarde en la que mi telefono del trabajo habia estado sonando desde algun lugar, enterrado bajo una montana (el unico tipo de montana que yo, Jennifer Page, habia tenido la intencion de escalar alguna vez) de informes que necesitaba revisar antes de una reunion, que se suponia que iba a tener lugar en cuestion de diez minutos, a quince minutos atravesando la ciudad. Mi telefono movil tambien habia elegido ese momento para vibrar con violencia y, a continuacion, lanzarse desde de mi escritorio hacia una piscina de salsa agridulce sobrante de los rollitos de primavera para llevar que me habia medio comido andando hasta la oficina durante la hora del almuerzo, mientras leia la seccion financiera del periodico tras comprarle un cafe a Courtney Carmichael, la duena de mi carrito dispensador de cafe favorito (yo soy como una corredora de maraton que acepta un vaso de agua: sin detenerse). Pense en Courtney Carmichael y su negocio con el carrito de cafe. Ella habia sido abogada y se habia quemado de trabajar veinticuatro horas siete dias a la semana, siendo facil averiguar que se habia quemado de trabajar demasiadas horas. No queda mucho tiempo para la vida social. Supongo que su marido estuvo de acuerdo porque se divorcio alegando que ella nunca tenia tiempo para el. El carrito de cafe era una segunda oportunidad para Courtney, un rehacer de la vida, y ella parecia feliz con su eleccion. Mi negocio de venta y diseno de equipaje seria mi rehacer de la vida, me encontraba muy preparada para la siguiente fase. Mi telefono movil continuo vibrando y me lance decidida a recuperarlo de su pegajosa (aunque deliciosa) caida en picado, pero golpee accidentalmente la bebida con cafeina antes mencionada y se derramo sobre los bocetos de otra maleta de viaje de diseno propio que pensaba mostrar a mi potencial inversor. Fue en ese momento, mientas escribia en un papel adhesivo de color rosa que debia de cambiar la tela de ni nueva maleta para que fuera anti derrames, que eche un vistazo a la pantalla de mi ordenador justo a tiempo para leer el correo electronico de Hannah hablandome de esta cita doble (y potencial para conocer al amor de mi vida). Incluso con mi asistente metiendome prisa por la reunion y con la mitad de mi atencion desviada hacia la limpieza de la salsa agridulce que habia quedado en mi telefono movil, fui totalmente capaz de pillar la esencia del correo electronico de Hannah: restaurante Sushi Aguas Bravas y chico guapo. ?Que mas podia pedir una mujer soltera? Teclee una respuesta rapida con el codo mientras lamia el agridulce de mis dedos: <> A ver, no fue una respuesta de Shakespeare, pero si una comunicacion efectiva. Ella pillaria la esencia. No hay tiempo para la edicion cuando se va con prisas, como de costumbre. Con mi energia comenzando a agotarse, considere sorber un poco de cafe derramado de mi escritorio para recibir un chute de cafeina, pero no lo hice porque hay lineas que no se cruzan, ni por ese dulce nectar negro. Ademas, mi asistente estaba observando. En su lugar, imprimi el correo electronico de Hannah para poder recordar la hora de la cita doble y la direccion del restaurante de sushi. Cogi el correo electronico impreso aun caliente de la impresora, lo meti en el bolso y puse los informes bajo el brazo antes de salir disparada por la puerta con mi ayudante, que no estaba siendo de mucha ayuda al recordarme que llegabamos tarde. ?En serio, Lucas? Es la historia de mi vida (como el bien sabia) y viviria perfectamente sin sus constantes recordatorios. Me gustaria senalar que no siempre habia salsa agridulce en mi telefono movil. A veces era salsa Alfredo de Cafe Mattia, o salsa de cacahuete de Thai Palace en la calle J, o en mi intento de dieta sana era salsa ranchera light de Salad Company. Pero, sin falta, siempre caia algo. Cada dia un nuevo derrame, alguna nueva emergencia, un nuevo caos. Trabajando a tiempo completo y a la vez tratando de poner en marcha mi negocio tambien a tiempo completo, mi agenda estaba siempre hasta arriba al igual que mi cesta de la compra cuando pierdo el control y paso por el pasillo de aperitivos en el supermercado. Huelga decir que habia poco espacio en mi vida para citas, a menos que contara como cita el quedarse una noche sola en casa con una cena congelada, una copa de vino y mi ordenador portatil en la cama. Asi que me encontraba feliz de haber cazado al vuelo aquella cita doble con Hannah y el Sr. Chico Guapo, pero no sabia que tendria que conducir hasta Siberia para llegar. Mi estomago rugia lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara por encima del sonido que hacia la arena de la carretera bajo mis neumaticos y decidi que tenia que dejar de pensar tanto en comida. Mire de nuevo al GPS, que mostraba que estaba cerca de mi destino. !Ay! Deseaba que mi cita no esperara de mi que consumiera delicadamente cada grano de arroz de mi sushi como un pequeno pajarito porque eso no era lo que iba a pasar. Iba a meter mi cara directamente. Si alguna vez llegaba alli, claro... Una piedra en el camino me hizo rebotar con dureza, casi sacandome de mi asiento y haciendo que mi cafe para llevar de Courtney saliera disparado de su vaso. Grite y seguidamente alcance mi guantera en busca de una servilleta para disimular la mancha de cafe de mi vestido. Simplemente genial. No estaba molesta por el vestido. Estaba molesta porque necesitaba la cafeina dentro mi cuerpo, no sobre el. Habia estado toda la noche trabajando en la propuesta de mi potencial inversor y todavia no habia terminado. Aquel dia, me habia pasado corrector de ojeras para tratar de cubrir los circulos oscuros bajo mis ojos tras toda la noche ocupada. Tambien pase demasiado tiempo por la manana quitandome el traje y poniendomelo de nuevo porque el sueno que tenia habia afectado tanto a mi cerebro como para habermelo puesto del reves. Pero la locura de mis dias, la falta de sueno y la ausencia de un amor en mi vida, todo valdria la pena si convencia aquel inversor y era capaz de abrir mi propia tienda de equipaje. El inversor era la mayor oportunidad de mi vida, mi camino hacia el exito que no podia desaprovechar. Si el inversor firmaba, podria dejar mi trabajo y pasar las riendas a Hannah, a quien veia mas que capacitada. Entonces tendria tarjetas de visita hechas con el nombre de mi empresa escrito en la parte superior. Convocaria mis propias reuniones y conferencias telefonicas y fijaria plazos. En lugar de vender mis productos a traves del boca a boca, venderia mi equipaje disenado personalmente por mi en mi tienda, en otras tiendas, en las estaciones de tren y en los aeropuertos, por lo que podria ser utilizado por mujeres de exito como yo. El otro camino, por supuesto, era el fracaso, que era totalmente inaceptable. Era simplemente mas de lo mismo: cafe derramado, manchas de sudor de ir a la carrera de sala de conferencias en sala de conferencias, acne de quedarme dormida con el maquillaje, agotamiento de los dias laborables de dieciseis horas al dia siete dias a la semana trabajando en mi trabajo y luego para mi negocio. !Mi GPS anuncio que habia llegado a mi destino y quise gritar de alegria y pedirle a alguien que me pidiera un roll de tempura de camarones! Me detuve en un stop, empuje mis gafas de sol hacia la parte superior de mi cabeza y seguidamente escudrine en el dispositivo. El resplandor de los rayos del final de la tarde hacia casi imposible leer. Ahueque mi mano sobre el mapa digital, me acerque a el y entrecerre los ojos. No aparecieron nuevas direcciones y el pequeno punto verde se quedo en el lugar. Pense que el nombre del destino, Sendero Tenedor Sur, sonaba como un bar donde se pedian hamburguesas, patatas fritas y cerveza ligera, sentados con el suelo cubierto de cascaras de cacahuete (y junto a un motorista llamado Tiny que era, sin duda, enorme). No parecia estar anunciando el restaurante Sushi Aguas Bravas. Inclinandome aun mas sobre el GPS, presione los botones para ver que estaba mal con la direccion cuando la voz anuncio una y otra vez que ya habia llegado a mi destino. Pero estaba rodeada de arboles y arbustos y, bueno, suciedad. Algo tenia que ir mal. --!Jennifer! --dijo una voz femenina desde fuera del coche--. !Jennifer! !Eh!

  • La Indiana de Maria Teresa Alvarez

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    Maria Teresa Alvarez referente en la novela historica en Espana

    Una oscura noche de 1877, en el pueblo de Candas, Asturias, los ninos Marina y Silverio pierden a sus respectivos padres en la mar. El se pondra a faenar como pescador para mantener a su madre y sus hermanos. Ella, inteligente y despierta, continuara en la escuela y ayudara a su amigo a seguir educandose. Pero Marina tambien tendra que abandonar pronto los libros, su gran pasion, para trabajar en una fabrica de conservas.

  • VOLVER A TI de E. Manzanares

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    Cuando dos personas estan destinadas a estar juntas ni los anos, ni la distancia, ni el tiempo, nada puede impedir que sus destinos se juntes. Ella tuvo que aprender sobre la marcha a ser una mujer fuerte.
    Un dia todo su mundo cambio y con valentia enfrento esa prueba que la vida le puso y aprendio que la sonrisa puede ser una llave que te abre muchos corazones. Un dia siendo todavia muy joven el amor llego a su vida y sin darse cuenta ese amor se convirtio en la fortaleza que le ayudo a mantener su vida a flote.
    Si estas buscando una novela con la cual pasar una tarde agradable puedes leer esta novela en ella encontraras una historia de amor que te hara recordar que el amor es siempre la mejor eleccion.

  • Algo tan estupido como un. Te quiero de Vanessa Lorrenz

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    Que sucede cuando el hombre al que amas, esta enamorado de otra mujer que resulta ser tu mejor amiga.
    Cuando Carol conocio a Ian se enamoro perdidamente de el, pero Ian habia entregado su corazon a Anne jurando que no volveria amar a otra mujer como la amaba a ella, cuando Mark entra en accion provocado los celos de Ian todo puede suceder.
    Lograra Carol conquistar el amor de Ian, acompanala a enfrentar los fantasmas del pasado que volveran para atormentarla, mientras se embarca en la busqueda su gran amor, en esta apasionante historia.
    !Solo recuerda una cosa, nunca y digo nunca le digas a un hombre en la primera cita algo tan estupido como un TE QUIERO!

  • Angel Caido. Amor Verdadero con el heroe de Elena Romero

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    Hace 3 semanas me salvo la vida.
    A costa de matar a dos hombres.
    Dos violadores en un callejon.
    Y llevarme en brazos a casa.

  • Random de Kiara Espinales

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    “Yo era un chico bueno, pero ellas prefiero chicos malos.”
    London acepta una apuesta inocente que la ayudara a ganar cien dolares solo por ilusionar a un hombre con irse a la cama con ella. Lo que es un juego, termina con una deuda de un millon de dolares a una red de prostitucion elite.
    Si no paga, muere.
    Es vendida al mejor postor para saldar la deuda. Uno que hara con ella lo que se le plazca hasta que la venta sea culminada, sometiendola a cosas que la haran desear no haber aceptado apuesta alguna.
    Pero ?quien es el benefactor?
    Su nombre es Random, y si quieres saber mas, el mismo te lo dira.
    Preparate para sumergirte en una red de mentiras y apariencias.

  • Imperfecta rara avis de M. C. Gomez

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    Detuvo el coche en donde le fue posible, el trafico en hora punta siempre le fastidio mas de lo necesario. Ella se sento a su lado. --Hola guapo, siento haberte hecho esperar tanto rato, pero ahi arriba son de la Gestapo por lo menos. --No sera para tanto, anda vamonos que no estamos en un buen sitio y me multaran. De pronto una mujer cruzo por delante de su coche, atractiva pero no excesivamente guapa, de figura perfecta y paso firme, emanaba seguridad por todos los poros de su piel. Caminaba a paso ligero, pero aunque solo fue un segundo, consiguio captar su esquiva mirada. <>, penso para sus adentros. --?Conoces a esa chica? --pregunto el fascinado. --?Quien?, ?esa? --pregunto ella senalando con el dedo y luego anadio. -- Nadie, no te gustaria conocerla, creeme. Arranco el coche, pero ese dia, el siguiente, el otro y todos los de mas alla, no consiguio quitarsela de la cabeza. CAPITULO 1 Me llamo Daniela Wolf, soy la directora financiera de Claiser Iberica, una empresa que fabrica y distribuye productos que prometen dejar tu hogar limpio como una patena, otra cosa es que eso sea cierto. Soy una trabajadora incansable, mi vida es trabajo, mas trabajo y si me sobra tiempo, me dedico a trabajar. Elia, mi mejor amiga y la recepcionista de la empresa, siempre me dice que morire sin conocer el amor y aunque me enfado muchisimo con ella, pienso para mis adentros que tiene toda la razon. Hace siglos que no tengo una cita. Hace tiempo que la fecha de mi documento nacional de identidad es algo que pienso dos veces antes de mostrar, estoy en los ultimos coletazos de la treintena. Pero en realidad, ?para que quiero complicarme la vida? Con lo bien que estoy yo soltera, sin dar cuentas a nadie, haciendo cuanto me place y llorando a moco tendido cuando veo peliculas en las que todo el mundo esta enamorado y feliz de la vida. Sintiendo envidia de la mala el Dia de San Valentin porque a mis companeras les regalan rosas, las invitan a cenar y les hacen proposiciones matrimoniales de novela romantica con hincar de rodilla incluido por parte de los muy galantes enamorados. Lo siento, pero para no pensar tengo que seguir trabajando, escalando peldanos, llegando a ser la mujer mas dura de la empresa, algo que me he ganado con mi lucha diaria y todo el esfuerzo del mundo. No necesito a ningun hombre para sentirme realizada, y eso lo tengo muy claro. Suena el despertador, no sucumbo a la tentacion de atrasarlo cinco minutos mas, eso no es para mi, soy la mujer de hierro. Me levanto de un salto y me dirijo al cuarto de bano para darme una ducha rapida alternando el agua caliente para abrir los poros y luego la fria para cerrarlos, hay que hacer las cosas bien. Abro mi impoluto vestidor lleno de trajes de chaqueta practicamente iguales, Elia dice que mi armario es lo mas aburrido que ha visto en su vida, monotono, escrupulosamente ordenado, sin color, sin polillas, sin nada que de la nota, asi soy yo, la mujer perfecta. Arranco mi coche, un Mini blanco que siempre tengo como los chorros del oro, trabajo en una compania que fabrica productos de limpieza, seria muy raro que estuviera sucio, ?o no? Me dirijo al trabajo por la autovia A-7, siempre respetando los limites de velocidad, con las dos manos en el volante, nunca cojo el movil mientras conduzco, no es legal. Y puedo presumir de ser la persona espanola con mas puntos en el carne de conducir. Hago mi entrada triunfal en la oficina, todo el mundo se calla cuando yo paseo mis ruidosos tacones por el reluciente suelo de marmol. Se que hablan de mi a mis espaldas, pero eso es algo que no puedo evitar, al fin y al cabo, soy la jefa de mi departamento. Y, ?quien no ha despotricado de su jefe a la espalda alguna vez?, yo no, claro esta, pero la gran mayoria humana si lo hace, puede que por ello sea un bicho raro, pero no me gustan los cotilleos ni hacerle un traje a nadie, las cosas a la cara. No siempre fui asi, en mi adolescencia era una chica rebelde y alocada, pero todo ello me paso factura y con los anos, cultive mi personalidad, aprendi que el esfuerzo y la superacion eran las claves del exito, pero a cambio de todo ello perdi algo, la nina que un dia fui, esa que era feliz en su barrio, jugando con sus amigos, ensuciandose en los charcos, llegando a casa descalabrada dia si dia tambien, a veces que creo que perdi mi alma, o se la vendi a alguien que la codiciaba. A veces, algo dentro de mi me dice que no soy feliz. CAPITULO 2 Hoy es un dia importante, mi jefe se jubila y su hijo ocupara su lugar a partir de ahora, hoy es la <>. La verdad es que una persona joven y sin experiencia demostrable ocupe un cargo asi en una empresa de la envergadura de Claiser me irrita, pero, donde manda capitan, no manda marinero y como empleada fiel que soy, aceptare lo que venga. Todo el personal de oficinas esta reunido en el salon de actos. El senor Claiser se sube al atril y comienza a hablar, de pronto todo se silencia a mi alrededor, no puedo creer lo que ven mis ojos, es el hombre mas impresionante que he visto en mi vida. Alto, ojos verdes, pelo castano, facciones perfectas, porte elegante, sencillamente me he quedado de piedra y en mi momento de obnubilacion no me doy cuenta de que el senor Claiser me ha llamado para que acuda junto a el. --Senorita Wolf, ?le ocurre algo? --No, disculpe. --Y me acerco al atril intentando que no se note mi momento de flaqueo hormonal. --Senorita Wolf, estoy seguro de que usted hara un magnifico equipo con mi hijo Carlos, ambos son un modelo de perfeccion, perseverancia y ambicion. Creo que se entenderan muy bien y haran que este orgulloso de Claiser hasta el fin de mis dias. Carlos me clava sus grandes ojos verdes, intento no mirar, pero es imposible, hay algo en la mirada de este hombre que me hipnotiza. Pensaba que era una mujer dura, creia que a mi no me iba a pasar, pero creo haber caido donde no debia, creo que me he enamorado.

  • Tengo un Secreto: El Diario de Meri de Blue Jeans

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    Tengo un secreto: el diario de Meri es la novela basada en el blog personal que escribe la intrigante Incomprendida en la pelicula El Club de los Incomprendidos. Basada en el besteller de Blue Jeans !Buenos dias, princesa!, la cinta, que se estrenara el proximo 25 de diciembre de 2014, esta producida por Bambu y Atresmedia y ya ha despertado una gran expectacion en las redes sociales. En la nueva novela, que arrasara entre todos sus fans, veremos como y por que empezo todo, seremos complices de las dudas, miedos e inseguridades de todos los Incomprendidos y, por fin, sabremos como siguen sus vidas despues del sorprendente final de ?Puedo sonar contigo? Una lectura imprescindible para comprender todo el universo de El Club de los Incomprendidos.

  • Al otro lado del espejo (Las investigaciones de Theo Cray 2) de Andrew Mayne

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    El profesor Theo Cray intenta rehacer su vida. Aunque gracias a el y a sus revolucionarios metodos cientificos se pudo atrapar a uno de los asesinos en serie mas sangrientos de la historia, el halo de sospecha en que se vio envuelto durante la captura ha acabado apartando al investigador del entorno universitario.

  • El Archivo de Victoria Schwab

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    Imagina un lugar donde los muertos descansan como libros en bibliotecas. Cada cuerpo tiene una historia que contar, una vida en imagenes que solo los Bibliotecarios pueden leer. Los muertos reciben el nombre de Historias. Y el vasto reino en el que descansan es el Archivo. En esta novela, hermosa y oscura, de persecucion y misterio, Victoria Schwab sobre la delgada linea entre el pasado y el presente, el amor y el dolor, la confianza y la traicion, las perdidas insoportables y la lucha hacia la redencion.