• zoe xan - Zoe Xaern

    https://gigalibros.com/sudor-ritmo-y-magia.html

    Tras un accidentado concierto, Alex, decepcionado con la vida que le ha tocado vivir, se encontrara con la unica mujer que no querra con el un “juntos para siempre”. Inmaduro emocional y mujeriego enfermizo, se embarcara en un viaje por terreno desconocido hacia el corazon de Esther. En su camino tendra que hacer frente a la tentacion, los celos, la traicion, la lujuria y “Don Perfecto”, con el que competira por amor. Urdidas en esta adictiva y sorprendente trama se encuentran las vidas de una dominatriz novata, un bateria de rock que odia los tatuajes, un voyeur con grandes aspiraciones, una mujer enamorada de su vecina pelirroja y un hombre casado que pierde los papeles con un amor de juventud. ?Como puede acabar esto?

  • Libros y Ebooks de Zoe Chant - Amazon

    https://www.amazon.es/Zoe-Chant/e/B00V7LIX8C

    Whether it's a rogue dragon or just a scared little lion cub shifter stuck up a tree, the firefighters of Alpha Team can handle any emergency.

  • Gearbreakers: 1 Tapa dura - Mikuta, Zoe Hana - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Gearbreakers-Zoe-Hana-Mikuta/dp/1250269504

    Gearbreakers: 1 : Mikuta, Zoe Hana: Amazon.es: Libros. ... When she is not writing, Zoe can be found embroidering runes onto her jean pockets, ...

  • O segredo de Zoe - Edelvives

    https://www.edelvives.com/gl/Catalogo/p/o-segredo-de-zoe

    O segredo de Zoe de Fina Casalderrey. Es un/a Álbum y libro ilustrado de Sentimiento / Emociones para edades De 3 a 6 años.

  • Zoe III - Sailing Life Experience

    https://sailinglifeexperience.com/st_rental/zoe-iii/

    Navega, vive con los transmundistas y disfruta de la increíble experiencia de la vida en. Inicio; Destinos. Islas San Blas · Islas Baleares · Islas ...

  • OLDENBOURG, ZOE 1916 - Iberlibro

    https://www.iberlibro.com/buscar-libro/autor/OLDENBOURG,-ZOE-1916--?cm_sp=brcr-_-bdp-_-author

    Ciudades carnales, Las. El amor perfecto de Roger de Montbrun. de Oldenbourg, Zoé [San Petersburgo, 1916-2002] y una gran selección de libros, ...

  • BEFORE YOU GO. SWATMAN, CLARE. Comprar libro

    https://www.popularlibros.com/libro/before-you-go_881349

    When Zoe's husband Ed dies, her world caves in. But what if Zoe can get Ed back? You find your soulmate . . . Some people stare love in the face for years ...

  • Lee Lover Under Covers de Zoe Waters - Libro electrónico

    https://es.scribd.com/book/359291873/Lover-Under-Covers

    30 ago 2013 — Lee millones de libros electrónicos y audiolibros en la web, iPad, ... Zoe can be reached at zoewaters13 at hotmail.com.

  • Clases de Inglés Niños y Adultos a domicilio/en mi casa ...

    https://www.superprof.es/clases-ingles-ninos-adultos-domicilio-casa-examenes-apoyo-escolar-conversacion-licenciada-psicologia.html

    Sobre Sofia Zoe. Empecé a dar clases de inglés en campamentos de verano para niños. Luego empecé a darlos de manera particular con una empresa y ahora lo ...

  • The Nearly-Weds - Audiolibro & Libro electrónico

    https://www.storytel.com/es/es/books/138387-The-Nearly-Weds

    1 dic 2016 — Zoe can't find any sign of him. The only thing saving Zoe from despair is the small, close-knit group of British nannies who quickly ...

  • Subete a unos tacones y tu vida cambiara de Amber Lake

    https://gigalibros.com/subete-a-unos-tacones-y-tu-vida-cambiara.html

    Marcia Gallardo, treintanera, licenciada en economicas, soltera y sin compromiso, necesitaba dar un cambio a su vida y este debia comenzar por transformar su aspecto. Estaba cansada de que la ningunearan en su trabajo, de que ningun hombre decente se fijara en ella y de que sus amigas la pusieran como ejemplo de lo que no se debe hacer para triunfar en la vida. Sin embargo, lo que la habia acabado de decidir era la posibilidad de perder su trabajo en las proximas semanas.
    La rivalidad con una companera, que tenia muchas posibilidades de llevarse el ascenso que ella merecia, exigia utilizar todas las armas a su alcance, incluyendo el seducir al nuevo jefe. Pero ?hasta donde estaria dispuesta a llegar?
    Cuando Andre Bassard, el hombre del que dependia su futuro, resulta ser diferente a lo que esperaba, Marcia ve peligrar sus planes. Resuelta a no dejarse vencer, piensa en variar de estrategia; algo que tambien conlleva ciertos riesgos. como enamorarse de el.

  • Caos por correo (Novias de Seattle 2) de Cynthia Woolf

    https://gigalibros.com/caos-por-correo-novias-de-seattle-2.html

    Lucy Davison se convirtio en una novia por encargo junto a otras noventa y nueve mujeres. Todas fueron llevadas a Seattle, territorio de Washington y todo a causa de la Guerra Civil, la cual habia disminuido la cantidad de hombres casaderos en New Bedford. Uno de los hombres que traslado las novias hasta Seattle fue Drew Talbot. Cuando Lucy lo conoce y se tocan por primera vez, ella siente que una especie de energia electrica recorre todo su cuerpo. El problema es que siempre que Drew esta cerca, Lucy se vuelve completamente torpe y por lo general termina en los brazos de el. Cuando se pone de novia y se compromete con el hombre que ama, ella cree que todos sus suenos se haran realidad.

  • Princesas sin miedo de Luna Villa

    https://gigalibros.com/princesas-sin-miedo.html

    Valerie descubrio la dureza de la vida en su mas tierna infancia. Afortunadamente, acabo encontrando personas que le ofrecieron proteccion y cuidados, entre ellas, Harper, quien le ayudo a ser mas fuerte de lo que ella pensaba y a sacar lo mejor de cada situacion. No ha tenido mas remedio que salir hacia adelante. Cuando empieza a encauzar su vida, aparece su primer… ?amor?, una relacion que dara un giro inesperado a sus planes, pero que ella sabe afrontar sin miedo. Ante este nuevo reves, ella acabara demostrando que el verdadero amor todo lo puede.

  • Vindolanda de Adrian Goldsworthy

    https://gigalibros.com/vindolanda.html

    Ano 98 d. C.

  • Un mes para seducir a una dama (Minstrel Valley 6) de Diane Howards

    https://gigalibros.com/un-mes-para-seducir-a-una-dama-minstrel-valley-6.html

    ?A quien seguir cuando el corazon te grita que te enamores del joven apuesto que hace que la pasion despierte en cada poro de tu piel, pero la razon te dice que es otro el adecuado?

  • Los hombres de verdad. no mienten de Victoria Dahl

    https://gigalibros.com/los-hombres-de-verdad-no-mienten.html

    Tenia que haber sido una aventura de una sola noche. Y despues, tanto Beth Cantrell como Eric Donovan deberian haber seguido cada uno su camino. Esa habia sido la unica razon por la que el le habia mentido sobre su nombre, haciendose pasar por su alocado hermano pequeno. Y disimulando asi su caracter conservador. Pero el deseo poseia su propia logica, y Eric descubrio que no podia quitarse de la cabeza a la belleza de cabello castano con quien habia compartido una abrasadora noche de pasion. Cuando Beth se entero de que Eric le habia mentido, supo que no era de confianza. Su cerebro la instaba a olvidar a aquel seductor de ojos azules. El problema era que cada fibra de su ser anhelaba volver a estar con el.

  • El susurro de la acuarela (La luz de la sombra 1) de Sofia Ortega Medina

    https://gigalibros.com/el-susurro-de-la-acuarela-la-luz-de-la-sombra-1.html

    La furiosa tormenta ahogaba los llantos y los gemidos desconsolados de las numerosas personas que habian asistido al entierro.

  • El hijo del capitan de Nedim Gursel

    https://gigalibros.com/el-hijo-del-capitan.html

    Un viejo periodista, aquejado por la edad y los desenganos de la vida, rememora los acontecimientos decisivos que han marcado su existencia. Siguiendo los consejos de su hija, los recoge en su magnetofono. Sus recuerdos de infancia y adolescencia estan marcados por la ausencia de la madre, muerta cuando era nino; y por la tirania, y en ocasiones la brutalidad, del padre, un militar despotico que va a destacar por su crueldad en el golpe de Estado de 1960.
    Criado por su abuela paterna, pasara gran parte de sus anos escolares becado en el liceo de Galatasaray, donde los companeros, las bromas estudiantiles, y el despertar del amor y la sexualidad vuelven un poco menos penoso el regimen de internado. Los estudios posteriores en Paris seran una liberacion, pero Estambul seguira en sus recuerdos reclamando su vuelta.

  • Un lazo color lavanda de Heather Burch

    https://gigalibros.com/un-lazo-color-lavanda.html

    Una mujer con el corazon roto encuentra una pila de cartas de amor de un heroe de la Segunda Guerra Mundial, ocultas durante decadas. ?Le permitiran recuperar la fe en el amor?

  • El blanco es el color mas frio de John Nicholl

    https://gigalibros.com/el-blanco-es-el-color-mas-frio.html

    Ten cuidado en quien confias.

  • Piedra viva de Luis Gonzalvo

    https://gigalibros.com/piedra-viva.html

    Esta apasionante historia atrapa al lector desde la primera pagina y lo guia a las profundidades del mundo artesanal romanico del siglo XII.
    Luno, un simple aprendiz de tallista, se ve obligado a no desarrollar su pasion por la escultura en una sociedad medieval organizada en rigidas estructuras sociales y jerarquias gremiales. A pesar de todo, decide trabajar la piedra y, a lo largo de su vida, deja su huella en diversas iglesias y monasterios de Huesca y las Cinco Villas. Incluso llega a tener una escuela, pero en solo una ocasion firma su obra con el me fecit tipico de la epoca.
    Luis Gonzalvo Flores expone en esta, su primera obra, una explicacion a este hecho tan curioso, asi como al misterio de la desaparicion de “la gota” (el tesoro) del monasterio de San Juan de la Pena, en Santa Cruz de las Seros.

  • El Dragon Rojo de Thomas Harris

    https://gigalibros.com/el-dragon-rojo.html

    Sin una razon de peso, el agente especial Jack Crawford no habria turbado la apacible existencia y el anonimato de Will Graham, el hombre que habia conseguido desenmascarar al psicopata doctor Lecter, mas conocido en los medios de comunicacion como <>. En efecto, las circunstancias que rodean los asesinatos de dos familias en Birmingham y en Atlanta convierten al investigador Graham en un hombre imprescindible del equipo de detectives que investigan el perfil psicologico del monstruo, el <>, y las horribles mutilaciones que inflige a sus victimas.

  • Bull Mountain de Brian Panowich , Ruben Martin Giraldez

    https://gigalibros.com/bull-mountain.html

    Durante generaciones, el clan Burroughs ha mantenido su asentamiento en Bull Mountain, al norte de Georgia, traficando con whisky casero, marihuana y metanfetamina sin que la ley repare en ello. Pero el dia en que Clayton Burroughs, quien para distanciarse del reinado criminal de su familia se convirtio en sheriff, recibe la visita de un agente federal con un plan maestro para erradicar todas las actividades ilegales a lo largo y ancho de seis estados, las lealtades de una estirpe unida por la sangre pero separada por el deber se veran peligrosamente puestas a prueba…
    Esta poderosa novela, que ha renovado el genero del country noir, repasa la cronologia de una historia de violencia ejercida durante casi un siglo con el unico objeto de mantener un imperio fundado no en el poder o el dinero, sino en los lazos familiares, explorando hasta donde son capaces de llegar los hombres para protegerlos, honrarlos o incluso destruirlos. Con un ritmo tan trepidante que no deja sospechar en ningun momento los disparos que nos tiene reservados, el autor estampa cada palabra como si la descerrajase con una escopeta, y por eso mismo, nadie esta a salvo del tiroteo.

  • Salvando el para siempre 1 de Lexy Timms

    https://gigalibros.com/salvando-el-para-siempre-1.html

    A veces, el corazon necesita un tipo diferente de rescate.averigua si Charity Thompson encuentra una manera de salvar el para siempre en esta novela del ambito hospitalario por la aclamada escritora de novelas romanticas, Lexy Timms.

  • Cuentos De Bloomsbury de Ana Maria Navales

    https://gigalibros.com/cuentos-de-bloomsbury.html

    Desde el 22 Hyde Park Gate, donde nacio Virginia Woolf, paseando por Fitzroy Street y Gordon Square, he recorrido, una y otra vez, en mis ultimos veranos londinenses, el corazon del Bloomsbury, los lugares que conservan la huella literaria y artistica de quienes de este distrito de la ciudad del Tamesis recibieron su nombre. Su latido se extiende hacia la region de Sussex, y puede escucharse en la Little Talland House, de Firle, cercana a la Charleston Farmhouse; en la Asham House, que se divisa a traves de los arboles al pie de Itford Hill; en la Monk's House, de Rodmell; en la Berwick Church, casi enteramente pintada por Vanessa Bell y Duncan Grant; en Tilton... Mas que la curiosidad, la pasion me hizo llegar a otros rincones de Inglaterra, siguiendo la huella de Bloomsbury por granjas, mansiones y castillos, o simples casas a la orilla del mar o al pie de las colinas. De todo ello quedan tres grandes albumes de fotografias, el alma llena de paisajes y sensaciones, y material para algun libro mas que no se si escribire algun dia. Estos cuentos son una libre recreacion de algunos de los personajes que protagonizaron el grupo Bloomsbury. No siempre aparecen con sus nombres porque, a veces, el juego de la ficcion me parecio exigirlo. La utilizacion de la primera persona en algunos de los relatos es tambien, obviamente, un recurso literario. Este libro, bajo la sombra tutelar de Virginia Woolf, pretende ser un homenaje a lo que ellos representaron, un momento de plenitud creadora. EL RETRATO DE LADY WYNDHAM Ahora iba a llamarse Eleanor Wyndham y una nueva caricatura de su persona apareceria proximamente en una novela. Las cuartillas que Mark habia dejado sobre la mesa de su dormitorio la describian superficialmente, pero acentuando su extravagancia. Los sombreros altos como una chistera, los zapatos de punta encorvada y enormes hebillas, sus vestimentas de estilo oriental o griego, tunicas y clamides, vestidos copiados de las madonnas de Rafael, de los cuadros de Velazquez, del vestuario de algun recien estrenado ballet. Mark contaba que una vez la encontro en el vestibulo del Royal Theatre llevando un kaftan y un fez de piel negra, de caracolillo, que mas parecia una peluca rizada para tapar las canas que la hacian mas vieja de lo que era en realidad. Perlas y brocados acentuaban su aspecto de princesa renacentista o de gitana trotamundos, de una belleza rara y discutible, cubierta de joyas como la amante de un rico mercader. Su andar inimitable, igual que si bailara al compas de una musica interior que solo ella podia oir, esa arrogancia heredada de su estirpe, que habia crecido al mismo ritmo que su libertad, hacian mas enhiesta su figura, desgalichada a veces en el abandono de si misma. En el rostro destacaban los pomulos, la nariz judia, la boca con sonrisa levemente desdenosa, los ojos de un verde mar azulado, proyectando la mirada fria que era una inicial barrera entre los otros y el profundo calor de su cuerpo que emanaba de las pasiones ocultas. Mark no era al principio excesivamente acido con su personaje. Habia elegido para Eleanor Wyndham unos origenes que no se apartaban demasiado de los de su modelo, una lady que comia nueces servidas en bandejas de plata y semillas de alcaravea para combatir sus intensos dolores de cabeza. Una lady cuya infancia dorada habia quedado sumergida en los tuneles del viejo palacio donde crecio esperando su hora de libertad. De nina, para luchar contra el aburrimiento, habia cabalgado por Sherwood Forest en su poney blanco como un velo de novia, como un prado cubierto de nieve intacta. Ahora, se entretenia cuidando los crisantemos amarillos que crecian alrededor de su casa en Londres o los grandes jardines del manor, la mansion que el lord consorte habia adquirido para ella y sus juegos de gran senora en Oxfordshire. Mark era un buen escritor. Antes de descubrir aquellas cuartillas, de sentirse explotada, observada y analizada, absorbida hasta dejarla sin medula para transplantarla a aquella Eleanor Wyndham, que nombre tan absurdo, antes de aquella manana en que habia ido a buscarle a su dormitorio para charlar intimamente, o sea hacia unos minutos, ella habia alabado sus novelas frente a otros huespedes de su palacio, y no solo por ser amable, porque el hubiese elogiado sus bordados la tarde anterior, sino por sincera admiracion. En el folio numero tres, un habil uso del lenguaje convertia la ironia en burla despiadada. No sabria decir en que palabras precisamente se apoyaba el escarnio, pero ella sentia humillacion y rabia cuando aquella lady inexistente, esa tal Eleanor Wyndham, se convertia en una fanatica religiosa que explicaba la Biblia a los granjeros, ensenaba a leer y escribir a los gitanos que merodeaban por su hacienda o vivia pobremente solo por darse el placer de arrojar monedas al aire, como si fuesen caramelos, cuando los ninos la seguian por las calles del pueblo, solo por ver su capa negra de vampiro, sus botas rojas de cosaco, su sombrero de larga pluma, su uniforme de mosquetero que ha olvidado en la muralla de palacio el arma de fuego. El abierto deseo de ridiculizarla se mezclaba con unas gotas de ternura, de cierta poesia que, a veces, se esconde en un relato como los insectos con sus alas plegadas se ocultan entre los petalos de algunas flores. No se les ve, se les presiente, y uno apenas se atreve a olfatear aquel tulipan cerrado, aquella rosa a medio abrir de la que puede saltar un ser minusculo dispuesto a clavar su aguijon. Asi era la prosa de Mark, belleza y dolor dificilmente separables. Habia algun pasaje inocente, como el del asombro de la lady ante el zepelin. La dama no sabia si era privilegio o reconocido valor lo que unia a esos hombres que se elevaban hasta tocar el cielo con la mano, dentro de aquel enorme balon de rugby. Despues, Mark se ensanaba con una lady absurda y dominante, de escaso talento, incapaz de comprender a Tucidides, preocupada por transmitir, confundiendolo con su extravagancia, un cierto magnetismo personal, puro oropel. Mark la acusaba de rodearse de seres brillantes, de artistas de ingenio, para iluminar su vida que se arrastraba por las sombras. Una senora de alcurnia que coleccionaba cuadros y amantes, y se encerraba en su cuarto para leer a Balzac hasta el amanecer. La lady compraba los cuadros atendiendo mas a su precio y tamano que a la calidad del artista. Diez o quince libras de entonces, de los tiempos del zepelin, era su tope. En realidad se trataba de ayudar al pintor, de solucionarle un pago de facturas pendientes, la adquisicion de materiales de trabajo, comida quiza para un mes. Un modo de conjugar su generosidad con el orgullo del artista. Ademas, solia enviarle, junto al cheque, entradas para el teatro, el ballet o un concierto de balalaika, para que el elegido tuviese muy claros los limites entre lo que es un regalo, un detalle de distincion, algo superfluo, sin sentido practico, y la compra de ese cuadro que se admira y desea para contemplarlo en los muros de la propia casa. Si no era asi, queria hacerselo creer. Para eliminar todo resquicio de duda, para dejar bien enterrada su generosidad, la lady cerraba la transaccion con una frase solemne: <>. No eran palabras suyas, pertenecian a uno de los libros que siempre leia de noche, cuando su lecho estaba vacio y, desde afuera, la lluvia y el viento traian canciones de otono y de hojas caidas. Aquella lady era una sentimental. De nina habia tenido, en un rincon de la abadia del palacio, lo que ella llamaba la habitacion de sus tesoros. Cuando los adultos salian de caceria --!ay!, los tristes venados que entraban en la cocina, quietos, rigidos, mirando fijamente con sus ojos tan cristalinos-- o jugaban a las cartas alrededor de la chimenea, o se sentaban en tapizadas sillas francesas a oir los gorgoritos de una dama que apoyaba un brazo junto al jarron del piano, mientras el otro hacia aletear su panuelo de encaje; cuando los hombres paseaban su aburrimiento entre el frufru de las enaguas almidonadas de las senoras, la lady, pequenita y llena de lazos, se encerraba en su habitacion de los tesoros. Alli, en una caja china, guardaba trocitos de seda y terciopelo, de un color amarillo palido, granate, o de ese plateado opaco que lucian las palomas en los alfeizares de las ventanas. Tenia tambien tarritos de crema vacios, con dibujos de abanicos en la tapa, y platos de porcelana donde guardaba los petalos secos de las rosas, los claveles y los lirios del valle que alguna vez habian adornado sus vestidos. Alli era como una princesa triste, que tendra la princesa, que se entretenia en inventar una caligrafia, ahogada de espirales y palos ganchudos, con la que llenaba su diario en el que escribia su vida con afiladas plumas arrancadas a los pavos reales que merodeaban entre las estatuas del jardin. Era una caligrafia hermosa e indescifrable. Ahora lady Wyndham tenia otros secretos y se dedicaba a otros juegos. A su habitacion de los tesoros le habia sucedido su gabinete privado, adonde Mark habria tenido que ir la tarde anterior a someterse a uno de esos interrogatorios ridiculos y embarazosos con los que lady Wyndham cercaba a sus invitados, sobre todo a aquellos en los que detectaba un poder imaginativo superior, un intenso amor a la vida o una inteligencia especial. Pero tambien, unos ojos en los que ella creia adivinar extranos misterios, o una sonrisa cautivadora, podrian imponerse a otras mas profundas apreciaciones. Los que iban a ser llamados habian aceptado previamente el regalo de sus flores, tulipanes rojos, a veces un opalo, una alfombra tejida por sus manos, o libros de Gibbon y Ruskin en los que la mayoria de sus huespedes leian el mensaje no escrito de que su dignidad iba a ser sometida a prueba, quien sabe si tambien sus dotes de amante. Mark no habia acudido a la cita y esa era la razon por la que lady Equis, atado el pelo con un foulard de colores como una zingara, irrumpio aquella manana en su dormitorio y descorrio con furia, para dejar entrar la luz, las rojas cortinas que contrastaban con el gris brillante de las paredes. El balcon se abria al jardin que terminaba en los linderos del bosque, el dia era templado y el sol apenas acariciaba aun las estatuas que rodeaban el lago. El dormitorio estaba vacio. Fue entonces cuando ella advirtio las cuartillas que Mark habia dejado sobre el escritorio, sin duda deliberadamente, aquel retrato de Eleanor Wyndham, que era como una larga carta dirigida a ella, que era tambien su propio retrato. Cuando lady Wyndham salia de viaje llevaba siempre amplias capas repletas de grandes bolsillos interiores en cada uno de los cuales reposaba un libro de su ajetreo previo, de ese ir y venir de las hojas hacia delante y hacia atras buscando la frase feliz, el dialogo chispeante, la escena audaz, para darle o no su beneplacito, el favor de su compania, de su interes siempre impaciente del final. Lady Wyndham leia primero a saltos y luego despaciosamente, si el libro habia sabido enamorarla. Asi habia iniciado tambien lady Equis la lectura de las paginas de Mark y ahora estaba, sus perros pequineses buscandola por la casa la habian hallado en el dormitorio gris, acariciando en su regazo a uno de aquellos animales y sujetando la ira mientras leia una caricatura de si misma, la de una diosa serpiente, y era como mirarse al espejo y ver a una imbecil que sin mayores luces pugnaba por entrar con su lampara apagada en las galerias ocultas de los hombres hermosos para despertar sus suenos. Lord Equis no quedaba mejor parado en ese relato sobre lady Wyndham. Aparecia como un marido paciente, algunas veces sospechoso, que borraba sus dudas sobre la fidelidad de su lady caprichosa dedicandose a la politica, jugando al bridge y coleccionando porcelana china de color azulblanco. Mas de una vez, Mark habia esperado en el jardin, junto a otros huespedes, el retorno de uno de aquellos elegidos por lady Wyndham para un intimo coloquio en su gabinete. En el gesto de los heroes de la aventura habia advertido un cierto malestar, indiferencia en algun caso, pero todos coincidian despues en afirmar que el unico lenguaje empleado, en ese primer encuentro con la sacerdotisa del amor, habia sido la palabra. Ella, mirando directamente a los ojos del interpelado, solia interesarse primero por su obra artistica. Sus preguntas eran convencionales, si escribia mucha poesia en aquel retiro campestre que le habia ofrecido, si su pintura progresaba, que tecnicas utilizaba, cuales eran los colores predominantes en sus cuadros. Despues hablaba un poco de ella misma, de los poneys de Shetland que adoraba de nina, de los carruajes, de las calesas antiguas que habia en su casa solariega, de sus viajes a Marienbad, un balneario que le atrajo por la fascinacion del nombre mas que por la fe de que con sus aguas o la tranquilidad del recinto podian mejorar sus dolores de cabeza. No ponia demasiado el acento en la salud, ese era un tema que siempre aburre a los que estan sanos, pero aludia al radio que tomaba en la leche o el te, y al borgona, como dos recursos para aliviar el dolor que le parecian, si no infalibles, de una refinada originalidad. Lady Equis, lady Wyndham, se movia en un mundo de sensaciones y estaba habituada a preparar el camino para que la pasion pudiera entrar en su casa de un modo natural, agradable, sin esfuerzo ni violencia. Con gesto elegante servia a su huesped una copa de sidra, no habia que desperdiciar el champan frances sin estar segura de que la nave llegaria a buen puerto, y fingia acompanar al invitado en aquel rito apenas burbujeante acercando sus labios al fino cristal de la copa. En seguida la abandonaba junto al Kempis que aparecia abierto en la mesa, como al descuido, como consuelo preparado de antemano por si el elegido, siempre artista o intelectual, no comprendia que ella, en el fondo, no buscaba la vulgaridad del sexo sino compartir la experiencia creativa, la inteligencia, de aquel genio que ya se habia bebido la copa de un solo trago. La lady queria comprobar, y aun no lo habia conseguido, si es posible inventar el amor sin agotarse en el intento. Envuelta en terciopelo y entre cojines de seda, lady Equis hablaba de Italia, o de cualquier otro pais luminoso y lejano, donde el sol sale mas pronto en el horizonte y permanece mas tiempo colgado del cielo, y ofreciendo un cigarrillo de una caja pintada con el ave fenix en todos sus costados, decia, alzando las negras sombras de sus ojos, que la pasion tenia lugares de privilegio en el mundo. El juego era muy similar con unos y con otros. Lady Wyndham, que guardaba sus cartas de amor con cintas de raso, que alguna vez se habia enrabiado al saber que sus amantes escribian despues a otras mujeres las mismas frases que solo ella habria debido inspirar, repetia la misma escena con todo aquel que era llamado a su gabinete. Para ella el galanteo tenia sus reglas; otra cosa era el amor. La sonrisa de lady Wyndham llenaba los silencios del hombre, sometido a un embarazoso tete a tete con la gran senora que no soportaba que le hablasen de la lluvia, de los desastres del jardinero, de los libros de cuentas o del menu que la cocinera debia preparar para la cena. Lady Wyndham queria hablar de poesia, de pintura, de la filosofia de Spinoza; lo fascinante era ese interes en la vida de los otros, en sus pasiones, en sus enamoramientos, en todo aquello del mas alto nivel espiritual que impulsaba el genio creador al que ella no tenia acceso. Entre ella y el mundo habia echado un telon de seguridad formado por cientos de plumas de pavos reales, el sol iluminando la magia de aquellos colores y el amor extendiendo su maquillaje brillante en el rostro de la vida. Lady Wyndham era una fanatica religiosa, una romantica excentrica, una mujer generosa y sincera, que no era comprendida en el deseo de lo trascendental y provocaba la burla de sus protegidos, los que acaso envidiaban su alcurnia, su posicion, cuanto les hubiera permitido a ellos, con su talento, gozar plenamente de la existencia. Alli estaba Mark, en el cesped, tendido en una tumbona, escuchando a un amigo, escritor de escandalo y de ingenio, que desearia hacer el amor con lady Equis, con toda su fuerza, removiendo hasta el fondo su instinto animal, porque siempre le habia obsesionado una relacion de ese tipo entre un hombre de origen vulgar, salido del corazon del pueblo, y una mujer de rango. Aunque en el dormitorio sonase una musica de pianola. Lady Wyndham ojeaba la presa en sus tertulias y saraos at home, pero, respetuosa con su hogar, o precavida, se mantenia firme ante cualquier asalto impetuoso del amante. Alli, no. Nada que pudiera atentar contra la dignidad del lord. Se podia flirtear, tener privados coloquios, insinuantes atenciones, algo que era habitual en la alta sociedad, toda la ceremonia iniciatica del cortejo que, inevitablemente, conduciria al lecho del amor; pero el escenario de las grandes pasiones debia estar fuera, lo mas lejos posible. La atmosfera de su casa no podia ser contaminada con el gas letal de la infidelidad. Asi, los encuentros de lady Wyndham con sus amantes se producian a la luz del dia y en los lugares mas concurridos para no atraer la atencion: un anden del metro, la sala de espera de una estacion de ferrocarril, Whitehead's House, o el kiosko de refrescos de algun parque de la ciudad. Ella, con los ojos pintados de un blanco grisaceo, los labios rojos, embutida en una de sus tunicas o cubierta con una llamativa capa bordada, iba radiante de maquillaje a la cita con la vida. Eleanor Wyndham era una sacerdotisa dispuesta a oficiar, al aire libre o en el primer altar improvisado, una ceremonia de amor, un exorcismo, para que la pasion saliese de las tinieblas, de aquel pozo en que estaba hundida gritando voces de auxilio, sin que nadie mas que ella se acercase a salvarla. Despues, entre burlas, mas de uno decia que lady Wyndham era una tea apagada, una hoguera de la que solo quedan cenizas. Otros, los que quiza de verdad la habian amado, no pensaban lo mismo de aquel fuego que les habia destruido, dejandolos en la nada, en la oscuridad de si mismos. Lady Equis siguio aun leyendo las cuartillas de Mark, que cada vez se iba ensanando mas con su personaje, pero no llego al final. Encendio un cigarrillo y, presintiendo su llegada, levanto el visillo de organza para mirar al jardin que el estaba cruzando para entrar en la casa. Dejo sobre el escritorio aquella caricatura de si misma, aquella ignominia, y ahueco los cojines de seda del sofa antes de adoptar una pose elegante, escondiendo sus manos, tan largas y huesudas, tan agigantadamente feas, entre los pliegues de su vestido. Cuando Mark entro, con su traje de caza, brillandole los ojos, el pelo tan negro y la boca tan sensual, carnosa y humeda, ni siquiera le dejo hablar. Con su tono mas dulce, con ademanes de exquisita educacion, lamento que el tuviera que marcharse, sabia que lo comprenderia, el lord estaba a punto de llegar con el primer ministro y la casa estaba tan llena; ese era, sin duda, el mejor dormitorio, habia que alojar alli al nuevo invitado. Dijo todo aquello como quien recita la letra de una cancion poetica y tierna. Mark, entre tanto, iba recogiendo sus libros. Lady Equis se retiro a su gabinete privado y se sumergio en la lectura del Kempis. Al ano siguiente, cuando se publico la novela de Mark y empezo a leerla avidamente, comprobo con sorpresa que el retrato de lady Wyndham habia sido sustituido por una carta de amor.

  • Se buscan princesas (Forever 1) de Cristina Bosca

    https://gigalibros.com/se-buscan-princesas-forever-1.html

    Una novela agil y joven, fresca, un fan fiction sobre los Gemeliers, una historia inolvidable que habla de musica, de fans, del amor a diferentes edades, de la amistad, de la traicion y de surf…

  • La cancion de la llanura de Kent Haruf

    https://gigalibros.com/la-cancion-de-la-llanura.html

    La novela mas celebre del autor de Nosotros en la noche.

  • Ropa musica chicos de Viv Albertine

    https://gigalibros.com/ropa-musica-chicos.html

    Como los viejos elepes, este libro tiene una cara A y una cara B. La primera podria titularse <>. La segunda, <>. Viv Albertine llega a Londres en 1958 con cuatro anos, procedente de Sidney. Estas memorias arrancan con su infan-cia y adolescencia, entre descubrimientos musicales -John Lennon, los Kinks, Marc Bolan-, conciertos –de los Stones, David Bowie…-, primeras escapadas -a Amsterdam- y primeras experiencias adultas -con ladillas incorporadas-. A finales de los setenta, dos encuentros lo cambian todo: conoce a Mick Jones y descubre a Patti Smith. A partir de ahi, Viv se integra en la emergente escena punk y vive en primera linea aquellos anos de revuelta, provocacion y excesos: los Sex Pistols, Malcolm McLaren, Vivienne Westwood, los Clash, Sid Vicious y Johnny Thunders, la formacion del grupo de chicas The Slits, en el que toca la guitarra, los locales miticos, el Soho, con sus cines porno y sus clubs, los conciertos salvajes, la heroina, las peleas con skinheads, el descubrimiento del free jazz y la gira a la que invitan a Don Cherry…, hasta que a principios de los ochenta su banda se disuelve. Arranca entonces la cara B, con la necesidad de reinventarse, el interes por el cine, un aborto, una hija, el cancer de cuello de utero, el divorcio tras un largo matrimonio y su nueva situacion como mujer madura, tema al que dedica una cancion: <>.

  • Una novia de pelicula de Carla Tristan

    https://gigalibros.com/una-novia-de-pelicula.html

    El:
    La vida de un actor es rapida, cambiante y estricta. Y cuando la mia iba cuesta arriba sucedio lo impensado, cayo al piso.
    Lo bueno es que la conoci a ella y aun que solo era un juego de mis amigos para hacerme sentir mejor, resulto ser de lo mas agradable. Linda, perspicaz, divertida, una sonadora muy sexy. Justo lo que le faltaba a mis dias. Claro que no estaba seguro de que fuera lo correcto en este momento.
    Yo debia enfocarme en mis asuntos y reconciliarme con mi publico...

  • Vestida de corto de Marie Gauthier

    https://gigalibros.com/vestida-de-corto.html

    Cuando llego, la casa estaba vacia. Felix entro rapido, con la bolsa al hombro. A partir de entonces, tendria que comer, dormir y vivir ahi, a pesar de que no conocia a nadie en la casa. Subio sus cosas al piso de arriba, tal como el hombre le habia indicado, y al bajar se detuvo en mitad de la escalera. Las paredes, los ruidos, le resultaban extranos. Pero aun se oia el motor del coche en el patio. Su madre, antes de marcharse, se habia puesto a hablar con el hombre. Pero nada importante estaba en juego ahi fuera. Solo un par de manos que se estrechaban. Lo importante era que el coche iba a arrancar de nuevo. A decir verdad, Felix y su madre no se habian despedido. Ella ya nunca lo perseguia para darle un beso. Ya no hacian esas cosas. Ni siquiera lo buscaba con la mirada. Habian llegado a buen puerto y todo estaba bien. Ella se habia entretenido hablando un poco y luego Felix habia oido el portazo al salir. Se sentia un poco perdido porque nunca habia estado en ese pueblo. Pero si lo habian dejado alli, ya vendria alguien a buscarlo. Unos dias antes, le habian pedido que rellenara unos formularios y le habian dado esperanzas sobre su futuro. En todo caso, las compras con su madre, los dias de lluvia y los largos ratos de espera dentro del coche en el aparcamiento de los grandes almacenes habian terminado. Seguro que esa especie de desazon acabaria desapareciendo. Nunca mas tendria que avergonzarse de ella. La precipitada huida de su madre habia barrido de golpe la casa familiar llena de ninos. Al fin podria respirar. Una vez hubo aplastado la colilla con el pie, el hombre del patio le dijo que regresaria mas tarde para ocuparse de el. Vio como una chica alta de cabello claro y despeinado pasaba por delante sin decir palabra. Poco despues, volvio donde estaba el y le enseno la cocina; el salon, con el sombrio aparador; la mesa rustica; el sofa de terciopelo raido. En el piso de arriba solo habia habitaciones contiguas, un bano y un aseo. Antes de escabullirse, en el pasillo de arriba, le dijo: --Me llamo Gil. --Felix penso que podria vivir bajo el nuevo techo, sentirse a gusto en aquella casa extrana, olvidar la suya, olvidar a sus padres. Seria una visita sin identidad, procedente de ninguna parte y con una bolsa y un papel en el bolsillo como unico equipaje. Aprovecharia el hecho de no tener ya pasado alguno. Su vida comenzaria a partir de ahora. Queria salir de la infancia, alejarse de aquellos a quienes habia conocido hasta entonces, deshacer los vinculos. El hombre, que apenas habia intercambiado unas palabras con su madre, no le habia preguntado gran cosa, ni siquiera con el paso de los dias. Tenia la cara redonda, el cabello abundante y los ojos claros. De pie en la cocina, el ancho cinturon de cuero le cenia el polo al vientre. Llevaba un pantalon marron y una chaqueta de tela gruesa color tabaco. Era musculoso, un poco recio y tenia la mirada dulce y brumosa. Sonreia de buena gana. Despues de comer, se fumaba un Gitanes Mais y la colilla se le iba moviendo de un lado a otro del labio inferior mientras farfullaba trozos de frases entre calada y calada. Se servia a voluntad en una copa vino blanco que bebia de dos tragos, antes de enjuagarla con el dorso del dedo y colocarla en el escurridor. Felix se quedaba mirando fijamente la colilla porque esperaba alguna indicacion sobre el trabajo que tenia que hacer. Quiza deberia intuir alguna instruccion en aquellos balbuceos. Apoyado en la pared, el senor de la colilla exhalaba el humo haciendo anillos hasta que, por fin, aplastaba el cigarrillo en el cenicero de cristal que habia en un rincon del aparador. En la cabeza de Felix, todo estaba un poco confuso. Lo habian metido alli porque no sabian muy bien que hacer con ese cuerpo torpe de adolescente. Todo el mundo opinaba que estaba hecho para el exterior. La orientadora le habia sugerido que hiciera unas practicas como aprendiz. Por eso Felix se encontraba en casa de esa gente. Iba a descubrir el trabajo al aire libre. Se suponia que el tipo de la colilla le iba a ensenar un oficio. Al principio, lo que mas le ensenaba era el bar. Por la manana se pasaban un rato, y ya entrada la tarde, se quedaban mas tiempo. Habia momentos divertidos con algo de emocion: los parroquianos, las copas, la alegria de estar juntos. Dentro hacia un calor sofocante. El alcohol que iba llegando cambiaria las cosas, traeria algo nuevo. Los hombres del mostrador no dejaban de bromear, siempre estaban abrazandose y diciendo cosas que solo ellos comprendian. Borborigmos. Imposible saber si se trataba de algo verdaderamente importante. Si versaba sobre la vida o el pueblo, si concernia al aprendiz. Felix se preguntaba si realmente estaba alli para aprender algo. Esas misas en voz baja en la barra del bar lo sumian en la duda. Quiza, simplemente, lo estaban poniendo a prueba. No parecia nada serio. Los hombres se reian de el porque aun parecia un nino. Pero el tambien se reia, incluso de las bromas mas inciertas. Como sabia que el vino lo tumbaba, fingia. Apenas mojaba los labios al llevarse el vaso a la boca. Le gustaba. Quiza su futuro consistia en eso, en beber vino blanco en el bar. Al subir a la camioneta, el senor de la colilla le pedia que se sentara a su derecha y le repetia que deseaba ensenarle el oficio. De hecho, le ordenaba que quitara las flores marchitas del monumento a los caidos, que barriera los escalones del ayuntamiento, que llevara de aqui para alla unos bidones grasientos que olian a gasolina. Despues de dar las instrucciones, el senor de la colilla se dormia en un banco. Pero eso, con la gorra puesta, no se veia. Felix ignoraba cuanto tiempo iba a permanecer lejos de sus padres. No habia nada previsto para su regreso. Habia aterrizado en esa casa solo parcialmente ocupada, al fondo de cuyo pasillo habia una puerta, y detras, un gran vacio. Y esa gente no hacia nada al respecto. Quiza una antigua granja se abria hacia el patio. Las casas viejas suelen conservar trazas algo dudosas, como esas manchas de aceite en las paredes, que dejan entrever vidas pasadas y mas bien inquietantes. Senales de peleas, cosas vagamente siniestras. En el techo habia una marca de sangre de un color desvaido por el tiempo, justo encima de la cabeza de Felix. Ahi es donde viven los fantasmas, donde luchan cada noche a lamparazos de petroleo. Felix dormia contra ese vacio, sin saber lo que habia dentro. De madrugada, las vigas crujian, la piedra rechinaba. Pero de algun modo, la casa, vasta, maciza e inmensa, se enfrentaba a todo eso. Felix nunca habia dormido en un sitio tan grande. No sabia muy bien donde estaba. Una manana temprano, mientras esperaba al senor de la colilla sin saber por cuanto tiempo, abrio la nevera para ver lo que habia dentro. Se sintio tentado por las natillas, pero supo resistir. Frente a la ventana pasaban camiones volquete cargados de gravilla. --De la empresa del Emilio --habia dicho el senor de la colilla. Hacian un ruido terrible durante todo el dia. A Felix le entraron ganas de volver a su habitacion. Como estaba en calcetines, resbalo en el suelo de madera barnizado, erro el escalon y la escalera se puso a gemir. Acto seguido aparecio el perro. La chica se lo habia presentado como una mezcla de no se sabia muy bien que. Felix se entendia bien con los perros, uno siempre puede entenderse bien con un perro. Dodo lo miraba con unos ojos negros y humedos. Habria agradecido que alguien lo sacara. Pero Felix no tenia ninguna intencion de pasearlo, de enfrentarse a la luz que ya a esa hora resultaba asfixiante, asi que lo puso a correr por el interior de la casa. Lo pico, lo excito, le metio un calcetin hecho una bola en la garganta, luego lo retiro, se lo lanzo. Intentaba que se pusiera agresivo, pero el perro retomaba su aire sumiso con una gran rapidez. Al bostezar, mostraba unos dientes blancos y desprendia un olor a croquetas. Era un pedazo de pan. Felix podia lanzarle cualquier cosa. Despues de jugar, se tumbaron en la cama. El perro se enrosco como si fuera un gato. Felix, tambien. Gil era un poco mayor que el. No paraba ni un instante. Salia, volvia a entrar dando portazos. Podia desplazarse con los ojos cerrados. Se ocupaba de todos los quehaceres de la casa, pero no hablaba mucho. Se apartaba el cabello de la cara y se lo ponia detras de la oreja con un pequeno mohin. Tenia los ojos azules, las piernas finas. Felix nunca habia visto unas piernas tan bonitas. Tenia una manera muy suya de moverse, recta y agil a un tiempo, pero con algo mas que latia ahi, enmaranado. Felix imaginaba su cuerpo bajo la ropa y, mientras ella ponia agua a hervir para la pasta, se preguntaba que aspecto tendria en la banera. El cuarto de bano era humedo, caluroso, olia bien despues de que ella saliera. Por la noche oia como ella subia la escalera, acariciaba al perro, se acostaba. No era el vino blanco del bar, ni la tierra en los zapatos, ni el monumento a los caidos que limpiaba una y otra vez lo que le gustaba a Felix. Era otra cosa. Le gustaba escuchar las idas y venidas de la chica con el perro detras, resoplando con la boca abierta. Felix se preguntaba si regresaria pronto, despeinada, si lo aceptaria en la casa. Hoy hacia fresco, a pesar del calor que hacia fuera. La aguja pequena y la grande estaban a punto de moverse, ya se acercaba la hora de la comida. Al volver, Gil solia descalzarse para ponerse unas alpargatas de un rojo descolorido. Tambien le gustaba ir descalza. A Felix le encantaba el susurro de sus pasos sobre la madera, sobre las baldosas. La contemplaba desde un peldano de la escalera, sentado con los brazos cruzados. De repente, la tenia delante. Con los ojos clavados en los suyos. Felix se sentia desamparado. La mirada de esa chica tenia algo. Nunca sabia que estaba mirando exactamente: la ropa de trabajo, las botas, las manos. Ella nunca preguntaba nada, no decia nada. Al parecer, con su actitud le otorgaba un lugar en la casa. Luego, con gran rapidez, subia a su habitacion para volver a bajar al cabo de un momento. Esa agitacion demostraba que estaba enredada en cosas mas importantes. Al principio, como Gil se ponia una blusa clara, Felix creyo que aun iba a la escuela. Pero no llevaba cartera ni se dirigia hacia la parada del autobus. Caminaba con seguridad por mitad de la calle. Tenia, sin duda, una vida fuera de la casa. Le debian de ocurrir un monton de cosas durante el dia porque por la tarde el atuendo de colegiala ya no tenia la frescura que Felix advertia por las mananas. La blusa, ligeramente arrugada, nada tenia ya de uniforme. Y cuando Gil volvia a bajar de su habitacion, aparecia emperifollada con baratijas, brazaletes y lazos de colores, sombra de ojos y pintalabios. Felix se preguntaba si iba a salir, si regresaria tarde. La presencia del sofa, de aspecto macizo, lo tranquilizaba. En realidad, trabajaba en el super que habia al final de la calle de los comercios. Por la manana, entraba temprano. El jefe le habia pedido que llevara zapatos blancos para trabajar, asi que se habia comprado unos Scholl en la farmacia. El modelo de zueco playero le habia encantado. Le dijeron que eran buenos para el calor y para la gente que pasaba muchas horas de pie. El encargado le exigia que los llevara siempre muy limpios. Con aquella blusa del super, demasiado grande para ella, Gil estaba muy guapa. Hacia bien su trabajo, la limpieza, todo lo que le pedian. Pasaba la fregona por el suelo de la tienda, ordenaba los pasillos, mantenia muy limpia la caja registradora. Sabia teclear y dar el cambio, pero era el encargado quien se ocupaba de cobrar. En cuanto a ella, con tal de que fuera guapa y pulida, con tal de que limpiara bien y llegara puntual, ya era suficiente. El tiempo pasaba rapido ordenando. Solo cuando llegaba la afluencia de clientes del mediodia se daba cuenta de la hora que era ya. Antes de cerrar, el jefe la hacia pasar primero y despues echaba la llave. Le decia: --Hasta luego. --Alli no se quitaba la blusa, en la que llevaba cosida la etiqueta de la tienda. Lo hacia despues, para ponerse el delantal antes de meterse en la cocina, puesto que era la unica mujer de la casa. Regresaba a preparar la comida, siempre cocinaba ella. No reparaba en las largas jornadas. No conocia el cansancio. Ahora Felix ya sabia adonde iba. La veia marcharse por la manana, volver a mediodia, marcharse de nuevo y regresar por la tarde. Siempre era lo mismo, para aquellos que se fijaban. El encargado lleva una camisa blanca de manga corta, tiene brazos gruesos de hombre, manos de hombre. Un cuello esbelto. Un cinturon de cuero negro le cine el pantalon de pinzas, bien planchado, de color beis claro, que moldea unas nalgas lisas como tablas y se abre en unos zapatos de punta lustrados a la perfeccion. Bellos y elegantes zapatos que rechinan sobre las baldosas del suelo de la tienda. Los pelos de las manos le llegan hasta las munecas. En la mano izquierda, lleva un reloj; en la derecha, una pulsera de plata grabada con la inscripcion <>. Cuando levanta un poco el brazo, se le ve la piel blanca y carnosa de las axilas. Cuando va a alcanzar algo de un estante de los de arriba, por la camisa entreabierta se adivina una mata de pelo que forma una especie de agujero negro. De cerca huele a desodorante, y mas de cerca, a sudor. El encargado tiene el cabello brillante, el cuerpo nervudo, solido. Nada sobresale. Los musculos pectorales, un poco marcados, revisten importancia a la camisa. En el cuello lleva una cadena a juego con la pulsera. Los dos botones desabrochados de la camisa confirman una actitud desenvuelta. Siempre adopta la misma postura, con las manos en las caderas, para supervisar la tienda, vigilar los pasillos, hablar con los clientes, con su empleada. Pero cuando se siente observado, baja los brazos. Su despacho esta encima de la carniceria, protegido por un cristal que da al supermercado. Alli se mira a menudo. Tambien en la vitrina del aparador de las pilas, o en el pequeno espejo resquebrajado que cuelga de la pared del almacen. Por si hay que alisar un mechon, asegurarse del brillo de los ojos negros, de la linea del bigote. Quiere que todo este ordenado, sin falta. Hay que mantener ese cuerpo, esa tienda. Tiene cuadernos, registros, un ordenador. La boca fina y larga se le humedece cuando habla con los clientes, los proveedores, los repartidores. Almacena la mercancia, organiza las promociones, procura que todo resulte atractivo, fresco. Un vistazo de reojo a la vitrina y ya esta disponible, concentrado. La cantidad de articulos, el tintineo de la pulsera, el suelo fregado con lejia, el ventanal, el pantalon, la camisa de manga corta son, para Gil, algo magico. Poseen algo inmutable, reconfortante. Aunque Gil seguia viendo el autobus escolar en la parada, lleno de chicas con falda, ya no se montaba en el. Habia empezado a trabajar y descubierto cierta realidad al mirar unas revistas que habia birlado en un cobertizo. La ausencia de ropa la habia llevado a conocer la libertad de los cuerpos. De noche, muy tarde, habia puesto la television para observar a los animales en la naturaleza. Queria saber como era y lo habia visto. Las escenas mas brutales no la habian amedrentado. Un perro y una perra habian pasado por delante de sus narices enganchados, como perdidos, aullando lo mucho que les dolia el vientre. Caminaban aturdidos, de lado, sin saber adonde ir. Gil queria comprender que era eso, estar preparada, sumergirse en ese dolor, experimentarlo. A pesar de la paciencia que empleo en espiar, lo unico que alcanzo a oir fueron gritos y gemidos. La gente no se deja ver. A ella no le habria importado que la vieran. Le habria gustado tanto sorprender a una pareja al fondo de un granero lleno de heno... Desde luego, podia imaginar facilmente el vaiven de las nalgas. Las revistas y las peliculas, con sus mujeres desnudas, sus excentricos atuendos, sus posturas eroticas, le habian dado informacion, habian cambiado un poco el semblante de su propio mundo. Esas imagenes, en realidad, eran mucho mas violentas que la vision de los animales copulando. Sin embargo, en aquellas fotos no habia sufrimiento. Cuerpos desnudos que llenaban paginas y paginas de revistas, se agitaban en la television, pero, a fin de cuentas, todo quedaba interrumpido. Las revistas se cerraban, la pelicula terminaba, alguien entraba en la habitacion. Se instauraba entonces un tiempo muerto, algo insaciable, inalcanzable. Pero Gil habia podido ver como era. A ella no la enganaban ni los animales, ni las revistas, ni la television.

  • Trimalcion de Francis Scott Fitzgerald

    https://gigalibros.com/trimalcion.html

    Se ha dicho muchas veces que El gran Gatsby es una novela perfecta, lastima que no cuente un poco mas de Gatsby. Pero en el original que Fitzgerald presento a la editorial habia mas de Gatsby. Tambien tenia otro titulo: Trimalcion (Fitzgerald queria que su novela fuera el equivalente norteamericano del Ulises de Joyce). La leyenda dice que El gran Gastby se convirtio en una novela perfecta luego de pasar por las manos santas de Maxwell Perkins, su editor. Pero en Trimalcion se puede ver a Gatsby tal como lo veia Fitzgerald: mas crudo, mas epico, mas noble, mas estupido. Solo por eso vale la pena sumergirse de cabeza en este libro.

  • Florencia 1348 de Raquel Caride Gonzalez

    https://gigalibros.com/florencia-1348.html

    1348, Giulia tiene 16 anos y se acaba de casar cuando una nueva y letal enfermedad asola la Toscana, es entonces cuando decide tomar las riendas de su vida sin entrever que oscuros planes el destino le depara.
    Una road novel adictiva que no podras parar de leer.

  • Quedate 2 de Lily Perozo , Lina Perozo Altamar

    https://gigalibros.com/quedate-2.html

    Despues de estar varios meses separados, Victoria y Terrence se reencuentran en Nueva York y deciden darle una nueva oportunidad a su amor. Lejos del peligro que representa la guerra, viven dias felices, pero la distancia que los separa, pondra a prueba sus sentimientos.
    Benjen, debe lidiar con el escandalo que se desata cuando se hace de publico conocimiento que tiene un hijo junto a una famosa cantante de opera; lo cual lo llevara hasta America, donde intentara reparar parte del dano que le ha causado a Amelia y Terrence.

  • La desaparicion de Edith Hind de Susie Steiner

    https://gigalibros.com/la-desaparicion-de-edith-hind.html

    <>.
    VAL MCDERMID

  • La joven esposa del multimillonario de Johnny Alexis

    https://gigalibros.com/la-joven-esposa-del-multimillonario.html

    Punto de vista de Bianca Mi nombre es Bianca Donato. Tengo 18 anos y estoy en el ultimo ano de la escuela secundaria, aunque me graduare en dos meses, por lo que estoy muy feliz. Tengo un hermano y una hermana mayores que no viven conmigo ni con mis padres porque se casaron. Tambien tengo un sobrino de mi hermano al que adoro tanto. Tenemos una reunion familiar esta tarde. Estoy tan emocionada de ver a mis hermanos y a mi sobrino. Planeaba comprarle un regalo despues de la escuela. Es temprano en la manana y actualmente estoy escuchando una leccion de matematicas. Fui y sigo siendo una buena estudiante. Todavia estoy en el dilema de a que universidad quiero asistir porque hay muchas buenas universidades en EE. UU. Despues de que termino la leccion de matematicas, fui a mi segunda clase que tengo con mi amiga Mirian. Ella es realmente una buena persona y a veces es intimidada por eso. Y normalmente soy yo quien la ayuda a deshacerse de ellos. Tambien tengo dos amigas mas con las que salgo. Kenyerly siempre ha sido una burbujeante, mientras que Yeismar es mas sofisticada. Pero somos unas gran amigas junto con Mirian. Cuando sono la campana para el almuerzo, todos salieron corriendo hacia la cantina. Me encontre con las chicas y nos dirigimos hacia las mesas del almuerzo. Nos sentamos en nuestro lugar habitual y abrimos nuestro almuerzo. No nos gusta comer en la cantina, por temor a que nos envenenen los alimentos. "Bianca, ?tienes una reunion familiar hoy?", Le pregunto Kenyerly. "Si, estoy muy emocionada de ver a mi sobrino", chille. "Recuerdo cuando me enamore de tu hermano, fue tan humillante", se quejo Kenyerly. "Todavia no entiendo como te enamoraste de mi hermano cuando tenia 30 anos. Eso es como una diferencia de edad de doce anos ". La edad es solo un numero. Y tu hermano estaba caliente. Tal vez todavia este atractivo, pero no lo he visto en cinco anos ", explico Kenyerly. "Y tal vez tambien encuentres a alguien mayor, asi que no juzgues", intervino Mirian. Negue con la cabeza. "Yo creo que no. Prefiero chicos al menos tres anos mayores. "" Nunca se sabe ". Yeismar estuvo de acuerdo con Mirian. " Como sea, ayer hablamos sobre las peliculas. ?Cuando vamos a ir? " " Pasado manana. Es domingo, asi que estara bien " 'Genial' '. Terminamos el almuerzo a tiempo cuando la campana sono de nuevo. Fui a mi casillero para llevar mis libros para la siguiente clase. De camino al salon de clases, me tope accidentalmente con un hombre mientras hablaba con nuestro director. "Lo siento senor". Me disculpe. Me miro de arriba abajo y sus ojos se posaron en mis ojos. "No importa". Dijo rompiendo el concurso de miradas. Su voz era ronca y nada amistosa. Se dio la vuelta y continuo su charla con el director. Negue con la cabeza y entre al salon de clases. Mi profesor de ciencias ya estaba adentro, asi que me disculpe por llegar tarde y, afortunadamente, me dejo ir. *** Caminaba de regreso a casa y de camino compre un pequeno baul en una jugueteria para Thomas, mi sobrino. Tiene cuatro anos y esta loco por los baules y los coches. Tiene una coleccion completa de autos de alguna caricatura que ve y mi hermano se molesta bastante cuando alguien le compra un juguete nuevo porque ya tiene demasiados. Entre a la casa y fui a mi habitacion a cambiarme. Me di una ducha y me puse pantalones cortos y una camisa holgada. Escuche que la puerta se abria en la planta baja y los chillidos de Thomas. Me apresure a bajar para verlos ya en la sala de estar dejando sus cosas. Cuando Thomas me vio, corrio hacia mi y abrazo mis piernas. "Tia, te extrane". El sonrio mostrando sus dientes medio faltantes. Lo levante y lo sente en mi cadera. Yo tambien te extrane. Eres un nino grande ahora. " Le hice cosquillas en el estomago, lo que hizo que estallara en risas. Lo deje y fui a abrazar a mi hermano y a mi cunada. Ella es realmente una gran mujer y ama mucho a mi hermano. Le dijeron que ya no podia tener hijos y que tenian suerte de que Thomas naciera. Aceptaron ese hecho y estan agradecidos de tener a su hijo. Mi mama preparo el almuerzo y puso la mesa rapidamente. Thomas queria sentarse a mi lado y darle de comer. Creo que lo he echado a perder demasiado, pero es tan lindo. "?Como va la escuela, Bianca?", Me pregunto mi hermano. "todo marcha bien. Mi graduacion es en dos meses ". Me meti un trozo de papa en la boca. " ?Preguntaste acerca de las universidades? " " Bueno, todavia no lo se. Hay muchas universidades buenas y necesito ver en cual me aceptaran ", le explique. Mi mama de repente se aclaro la garganta. Gire mi cabeza hacia ella prestandole mi atencion. "En realidad, no necesitas esforzarte para ir a la universidad". "?Por que?" Frunci las cejas en confusion. "Porque no puedes ir a la universidad". "?Que?" Levante la voz. "No le levante la voz a su madre, senorita", dijo mi padre. "?Por que no voy a ir a la universidad?" "Porque te vas a casar". Capitulo 2 Punto de vista de William " Gracias Sr. Makled por ayudar a nuestra escuela. Estamos muy honrados y agradecidos ". Puse los ojos en blanco porque no podia verme por telefono. Hago esto solo porque mi prometida asiste a tu escuela. --No hay problema, senor Smith. Me alegro de poder ayudar ". Apague el telefono sin molestarme en decir adios. De todos modos, estaba haciendo ruido. Soy William Makled conocido como mil millones de habitantes de Nueva York. Tengo una hija que se llama Cristal y, lamentablemente, no tiene madre. Su madre biologica es una puta con la que me acoste una vez. Dejo a Sophia despues de dar a luz y le pague un dinero para que no la volviera a ver. Queria darle una madre a Cristal, asi que acepte un matrimonio arreglado. Conozco a los padres de mi prometida a traves de un amigo. Cuando vi su foto, la desee. Parecia alegre y amable y pense que seria la figura materna perfecta para Cristal. Cuando me encontre con la chica en una escuela, no esperaba que fuera mi prometida. Ella es realmente hermosa en realidad. Tambien me encanto su voz cuando se disculpo. No deberia sentirme atraido por una chica menor de 17 anos, pero algo dice que deberia cuidar de ella. Mi telefono sono y vi a la ninera de Cristal llamando. Cogi un telefono preocupado de que algo le pasara a Cristal. "?Hola senor?" " ?Hola Marisol?" "Cristal queria hablar con usted ". Ponla al telefono ". Escuche algunos pasos antes de que hablara la voz de Cristal. "!Hola papi!", Se rio. "!Hola princesa! ?Por que querias llamarme? ?Paso algo? " " No, esta bien. Te echo de menos. ?Cuando llegaras a casa? " Se que se ve triste por el sonido de su voz. "Tengo algo que terminar, luego llegare a casa y luego podremos jugar juntos, ?de acuerdo?" Pero debes ser una buena chica para Marisol. " " Esta bien. Te esperare. Te amo papa. Adios. " " Yo tambien te amo. Adios." Colgue el telefono y suspire. Siempre es asi. Realmente necesito casarme. Ya es grande y entiende todo menos la parte de su madre porque nunca le hable de esa puta. Volvi a trabajar en algunos papeles cuando recibi otra llamada telefonica. Frenare seriamente este telefono. Cogi el telefono ya molesto. "?Hola? " "Hola Sr. Makled. Llamo con respecto a Bianca ", dijo la voz del hombre por telefono. ?Quien es Bianca? Probablemente noto mi silencio cuando continuo. " Tu prometida. Soy su padre. " " Esta bien. ?Hay algun problema? " " Le contamos sobre su matrimonio y ella no esta muy contenta. Asi que pense que tal vez podriamos concertar una reunion. "" Si, claro. Dame un segundo." Revise mi horario para ver que el viernes por la tarde esta despejado. "?Entonces el viernes por la tarde esta bien? " "Si. Le informare al respecto. Adios " 'Adios' ". Ahora tengo que ocuparme de ella. Aprendera su lugar si tiene actitud. No soy la persona para castigar, pero si tengo que hacerlo, la castigare por ser una perra. Segui arreglando papeles y afortunadamente nadie volvio a llamar. Se estaba haciendo tarde y le prometi a Cristal que volveria a casa para jugar con ella. Termine los ultimos papeles y sali de mi oficina. Cuando llegue a casa, Cristal corrio hacia mi y me abrazo las piernas. Sonrei y la levante. "Hola princesa". "Hola papi". ?Vamos a jugar ahora? " " Si, lo estamos. Pero tengo que ir a cambiarme de ropa, ?vale? ?Me esperaras? "" Si. "Ella se rio. Bese su mejilla y la baje. Corrio a su cuarto de juegos de inmediato. Entre en mi habitacion y me puse un pantalon de chandal y una camiseta blanca. Estaba cansado pero no podia anular una promesa que le hice a Cristal, asi que corri a su habitacion. Estabamos jugando a la fiesta del te. A ella realmente le encantan las fiestas de te, incluso si no hay te. La amo mucho. Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida. "?Has estado bien hoy con Marisol? " "Si. Ella me dio galletas como recompensa. " " ?En serio? Estoy feliz de escuchar eso. " " Papi, ?puedo preguntarte algo? " " Lo que quieras " " ?Cuando vendra mami? " Me acostumbre a esto, pero ahora tengo una respuesta diferente para ella. Ella estara feliz por esto. " Pronto traere a mama a casa. Puedes esperarla un poco mas, ?verdad? ", Grito y me abrazo." Puedo esperarla ". Ella se aparto y se sento frente a mi. "?Es bonita?" " Muy bonita". " No puedo esperar para jugar a las munecas con ella y hacer dibujos con ella". Sus ojos estaban muy abiertos y brillantes mientras hablaba de mi prometida. "?Le gusta hornear? " "Probablemente. Lo averiguaremos, pero ahora es hora de ir a la cama ". La levante y la puse en su cama de princesa. Empece a leerle una historia pero estaba en la segunda pagina. La cubri con su edredon rosa y la bese en la frente. Hoy ha sido un dia largo y solo queria dormir. Me alegre de que le gustara la idea de tener una madre. Solo es importante que ella sea feliz. Capitulo 3 Punto de vista de Bianca No puedo creer que MIS padres arreglaron un matrimonio para mi y con un hombre cuyo nombre no conozco. Esto es gracioso pero miserable al mismo tiempo. Y encima de todo, necesito conocerlo hoy. Solo espero que sea agradable, al menos. Deberia reunirme con el por mi cuenta porque mis padres dijeron que seria mejor si tenemos privacidad. Como, nada ayudara a esta situacion. Me vesti con un vestido negro con lunares blancos y me puse mis sandalias blancas. Si voy a encontrarme con mi "prometido", al menos voy a ser decente. No me gusta ponerme maquillaje, asi que solo me pongo rimel y brillo de labios. Guardo mi telefono y una billetera en mi bolso. Sali de la casa sin molestarme en despedirme de mis padres. El taxi llego justo a tiempo y me llevo al restaurante. Mi papa me dijo que dijera solo su apellido porque ya habia reservado la mesa. Le pregunte a la senora de la recepcion su apellido y ella me llevo a una mesa para dos. Esperaba que estuviera alli, pero no lo estaba.

  • La corona maldita de Mari Pau Dominguez

    https://gigalibros.com/la-corona-maldita.html

    Mari Pau Dominguez vuelve a desvelarnos los secretos mas intimos de los protagonistas de nuestra Historia en esta novela sobre Felipe V, el primer Borbon que reino en Espana, y la mujer que estuvo a su lado en el lecho y en el trono.

  • Un tiempo nuevo de Elizabeth Jane Howard

    https://gigalibros.com/un-tiempo-nuevo.html

    No pasa nada en la vieja y senorial casa de campo de los Cazalet y resulta que pasa todo>>. FERNANDO R. LAFUENTE, ABC <>. ROBERT SALADRIGAS, La Vanguardia <>. S. SANCHEZ-REYES PENAMARIA, Zenda <>. HILARY MANTEL Estamos en 1945, la guerra ha terminado. El momento, tan anhelado por los Cazalet, ha llegado finalmente, pero una Inglaterra atormentada por las privaciones y la desintegracion del Imperio ensombrece la emocion por la noticia.

  • Feminismo para principiantes de Nuria Varela

    https://gigalibros.com/feminismo-para-principiantes.html

    Apasionante recorrido sobre el origen del feminismo y su evolucion a lo largo de la historia.

  • Me entregue a ti (Por amor 4), Maria Beatobe de Maria Beatobe

    https://gigalibros.com/me-entregue-a-ti-por-amor-4-maria-beatobe.html

    Volver a encontrarse con Mora hace que Naira se desestabilice y que Gael empiece a desconfiar sobre la relacion que une a su novia con aquel desconocido. Pero eso no afectara a la gran celebracion que Gael le ha preparado a Naira por el primer mes juntos. Sera dificil que ambos la olviden.

  • Lazos de Familia de Susan Wiggs

    https://gigalibros.com/lazos-de-familia.html

  • Poemas para Amar de Nolvin Cruz Garcia

    https://gigalibros.com/poemas-para-amar.html

    Poemas para enamorar y dedicar a esa persona especial.

  • Quedate 4 de Lily Perozo , Lina Perozo Altamar

    https://gigalibros.com/quedate-4.html

    Fransheska Di Carlo, siempre sono con encontrar a su principe azul, ese hombre que apostaria todo por ella y la hiciera vivir un mundo de ensueno. Y este parece haber llegado en la figura del apuesto, aventurero y caballeroso Brandon Anderson; sin embargo, cuando se trata del amor, la vida tiende a complicar un poco las cosas.

  • La novia del lobo de Aino Kallas

    https://gigalibros.com/la-novia-del-lobo.html

    Esta legendaria historia nace de los viejos mitos de los hombres lobo en Estonia, pero cuenta, en realidad, mucho mas que eso: es tambien una metafora de la ausencia de libertad de las mujeres en el siglo XVII. El relato se situa en Hiiumaa, una isla en el lado oeste de Estonia, y comienza con un guardabosques llamado Priidik que observa a un grupo de mujeres del pueblo que lavan a sus ovejas y se enamora de la joven doncella Aalo. Escrita con un hermosisimo lenguaje, consigue trasladarnos a los bosques de Estonia y a aquellos pueblos amenazados por los lobos en los que se castigaba duramente todo lo que se consideraba brujeria. Sara Morante ha logrado meterse en la piel de la rebelde Aalo y llevarnos con sus ilustraciones a su mundo mas alla de la aldea

  • Cuando llegaron las lluvias de B.j. Daniels

    https://gigalibros.com/cuando-llegaron-las-lluvias.html

    El sheriff Mitch Tanner, el soltero mas atractivo del condado, sabia que no iba a faltarle el trabajo… pero no estaba preparado para enfrentarse a un caso de asesinato.

  • El ladron de reflejos de Marta Lujan

    https://gigalibros.com/el-ladron-de-reflejos.html

    Un viaje a una dimension atemporal.

  • Perdido en las olas de Javier Romero

    https://gigalibros.com/perdido-en-las-olas.html

    Tristemente, la historia de Pau es muy comun en nuestros dias. Ninos que, un dia si y otro tambien, son el dano colateral de una violencia de genero grabada a fuego en nuestra sociedad y que se ha convertido en el pan nuestro de cada dia. Ninos que no creen en la fantasia y que ven como su infancia se trunca por un amor enfermizo y que, en la mayoria de las ocasiones, ni tan siquiera pueden disfrutar.

  • La ciudad, Luis Zueco de Luis Zueco

    https://gigalibros.com/la-ciudad-luis-zueco.html

  • Secretos por descubrir de Rachael Thomas

    https://gigalibros.com/secretos-por-descubrir.html

    Al magnate Antonio Di Marcello le encantaban los desafios, pero reencontrarse con Sadie Parker mientras trabajaba de incognito como mecanico lo conmociono. Cuatro anos despues de la apasionada aventura que habian mantenido, debia enfrentarse a sus sorprendentes consecuencias.

  • Devorame, Kevin – Emily Delevigne de Emily Delevigne

    https://gigalibros.com/devorame-kevin-8211-emily-delevigne.html

    Taylor Lanson esta intentando enterrar a la persona que un dia fue. Cansada de depender de los hombres, se ha convertido en una mujer independiente y en la unica duena de su destino.

  • Luciernagas en la ciudad de Jose Salento

    https://gigalibros.com/luciernagas-en-la-ciudad.html

    El recuerdo de aquellos dias es lo unico que me queda de un viaje inesperado entre la razon y la locura. Yo, que ahora no soy mas que la triste sombra de lo que una vez fui, ejerzo mi derecho a no olvidar, a nunca olvidar la traicion que acabo con la ultima esperanza de la humanidad. Pero no os adelantare mucho mas, narrare toda la verdad --o por lo menos mi verdad-- en las siguientes paginas. No sabria decirlo con certeza, quizas todo sucedio hace cincuenta anos o puede que fuera hace un siglo, para nosotros el tiempo no es mas que un invento humano al que debemos atenernos cuando trabajamos. La tarde en la que empezo el principio del final recibi un nombre, una direccion y una hora. Acto seguido me puse con los preparativos previos a cualquier recogida: me peine cuidando cada detalle, mi larga melena oscura es el fruto del trabajo de una eternidad y supone un gran esfuerzo ponerla a punto para el publico; luego me pinte los labios de un rojo intenso y las pestanas de negro; por ultimo, me maquille. Al acabar busque un traje formal en el fondo del armario, ajuste mi reloj y me dispuse a poner rumbo hacia la direccion senalada. Aunque no conocia el barrio al que me dirigia no estaba preocupada, nosotros nunca nos perdemos porque siempre sabemos encontrar el sitio al que debemos acudir. En ocasiones calculamos mal y llegamos a deshora, como aquella noche, pero esto no suele suponer un problema. Alcance el lugar indicado una hora antes y me sente a esperar. Era un cruce de avenidas en pleno corazon de la ciudad. Alli las calles se presentaban como lo que fueron y ya no eran, hasta donde alcanzaba la vista habia viejos locales vacios que habian albergado negocios que otrora habian tenido exito... y que ya no lo tendrian mas. Ahora apenas sobrevivian una peluqueria, alguna cafeteria y un avejentado pub. Normalmente tenemos varios nombres a por los que debemos ir al cabo del dia, pero yo llevaba un par de semanas sin recibir ninguno. Esas cosas pasan, a veces hay mucho trabajo, otras no hay tanto, pero siempre acaba llegando algun encargo. Por aquel entonces estaba leyendo un libro que habia pertenecido al ultimo nombre al que habia ido a buscar. Tenemos totalmente prohibido manipular o quedarnos con pertenencias de quienes recogemos, pero hacia ya mucho que empece a sentir que me aburria desarrollando mi funcion y comence a desobedecer el reglamento. Supongo que mi falta de respeto hacia las normas seria la causa de todo lo que ocurrio a continuacion. Asi que, con todas las ganas del mundo de acabar la novela e intentar comprender el porque de lo que sucedia en ella, me sente en un banco, abri mi bolso... y me di cuenta de que me la habia olvidado en casa. Hubiera sido mejor para mi haberme quedado quieta en aquel cruce, pero no, tuve que meterme en aquel pub de luces tenues. No estaba dispuesta a quedarme mirando el suelo una hora, ya ves tu que tonteria: ?que supone una hora en el infinito de la eternidad? Pues en aquel momento me parecio demasiado para estarme sin hacer nada. El pub era lo unico abierto cerca del cruce y no te miento si te digo que siempre he tenido atraccion por los sitios oscuros. Cuando entre todo estaba en silencio, mire extranada hacia el fondo y vi un pequeno escenario iluminado. Puede que en la oscuridad hubiera unas veinte o veinticinco personas de publico, no sabria deciros con certeza porque quede absorta en la imagen que vi sobre la tarima. Un hombre, sobre las tablas solo habia un hombre, pero su manera de hablar y lo que decia me atraparon. Estaba recitando unos versos con los labios pegados al microfono, recuerdo perfectamente aquellas palabras: <>. Entonces me percate que tenia sus enormes pupilas azules clavadas en mi. Aquello era catastrofico, ningun humano puede ver a un angel de la muerte... salvo que vaya a morir en poco tiempo, y ni siquiera eso es comun. Aquel hombre ataviado con una vieja chaqueta, que originalmente fue una compra cara pero que ya se notaba pasada de moda, siguio hablando tras un fuerte aplauso. Inicio un discurso sobre la necesidad de la experiencia como unico testigo real de haber vivido, sobre lo importante de entender el presente como algo irrepetible. En realidad, no era nada que antes no hubiera escuchado o leido, pero no podia retirar mi atencion de el, estaba atrapada en esa voz grave y limpia que fluia a traves de los altavoces del pub. Recito un poema sobre dos amantes que no saben que son amantes porque se desean, pero se niegan, y en esa tension no resuelta se encuentra latente su relacion. El pequeno aforo se puso de pie y aplaudio como si les fuera la vida en ello. Yo pense de manera automatica que no podia ser menos y aplaudi todo lo fuerte que podia, que a efectos practicos no es mas que lo que dos manos normales pueden. Era evidente que quien pisaba el escenario era alguien reconocido por el publico, ya que le lanzaban frases de elogio y alguna que otra proposicion indecente desde el sector femenino (supe minutos despues que su pareja estaba entre los asistentes). A continuacion, aquel hombre se dirigio a sus oyentes para agradecerles el haber acudido al recital. Para finalizar, quiso invitar a subir al escenario a una persona muy especial para el --la senorita Marta Rivas, dijo--, y la gente la ovaciono. Al subir se besaron brevemente, lo que me provoco una inesperada necesidad de separarle la cabeza del cuello a esa insolente muchacha. Nosotros no podemos segar las vidas que se nos antojen, solo tenemos acceso a aquellos nombres que nos asignen y, por tanto, llevarme un anima a voluntad no me estaba permitido. De todas formas, daba igual, mis ganas homicidas desaparecieron en un segundo: me di cuenta que su luz -- al igual que la de su pareja-- tambien se estaba apagando, no le quedaba mucho en este mundo. Marta Rivas se presento como un cargo de un partido politico que abogaba por la justicia social y un estado para el pueblo y por el pueblo. No soy experta en discursos y no juzgare sus palabras, pero tenia metido en el bolsillo a la gente --luego supe que casi todo el publico eran amigos y cargos del partido--. No te voy a mentir, no le preste nada de atencion, no dejaba de mirar al poeta o al que recitaba poesia o al que fuera lo que fuese. Ahi, en una esquina de la tarima, con la cabeza medio rapada intentado ocultar un evidente principio de alopecia, se alzaba su esbelta figura de ojos azules y barba de varios dias. No era muy alto, pero tenia algo que hacia que su presencia fuese imponente, incluso de ese modo tambien habia algo en el que lo hacia parecer extremadamente fragil. Sujetaba un vaso de ginebra que levantaba como si fuese agua y se muriese de sed. Mire el reloj, quedaban veinte minutos. Al acabar el minimitin, los aplausos exagerados y los gritos de animo inundaron el local. Muchos querian fotografiarse con ella, todos buscaban la foto con el, y yo no podia dejar de mirarlo. El, de vez en cuando, me devolvia la mirada, no sabia si se habia dado cuenta de quien era yo o si simplemente pensaba que era una espectadora mas. Incluso llegue a pensar que era una obsesion mia y me estaba imaginando que me veia, cuando el hecho normal seria que no lo hiciera. Estuve tentada en ir a hablar con el, pero ?que le iba a decir? Tenia la sensacion dentro de mi de que todo esto iba directo a ser una catastrofe de dimensiones nunca vistas. No me equivoque ni por un apice. Fuera, en la calle, comenzo a llover y yo me acerque a la puerta. Al mirar al exterior lo vi, alli estaba con su mascara cadaverica el otro angel, y lo salude con la mano. Cada uno puede ir a trabajar con las vestimentas o apariencias que desee, pero creo que debemos de poner un poco de coherencia a nuestra labor, si ya resulta traumatico para el humano comprender que ha fallecido, mas lo es tener que caminar junto a la Parca hasta las puertas del otro lado. No cuesta nada arreglarse, ponerse formal, que, aunque no quita el trauma del deceso, si que ayuda. Pero asi estaba, con su aterradora figura, le daba igual. En el local la gente se iba yendo. El estaba con el codo en la barra hablando de manera amistosa con un hombre, no parecian conocerse de antes, intercambiaban comentarios sobre no se que escritor americano del siglo XIX. En una mesa estaba ella con cuatro personas mas y varios papeles sobre la madera. No se por que me fui hacia aquel grupo, es como si hubiera tenido verguenza de acercarme a la barra y sentirme observada, no lo entiendo, nosotros no tenemos sentimientos. Asi que me sente en una silla que estaba vacia y cotillee los documentos un poco, los deje porque eran informes de proximos movimientos politicos: mitines, reuniones, congresos locales... algo bastante aburrido. Hablaban de que quedaban diez meses para las proximas elecciones nacionales y que el partido veia posibilidades de conseguir algo grande. Hablaban de la violencia y de la agresividad que estaban tomando los ultimos encuentros parlamentarios. Hablaban de simpatizantes de uno y otro lado reventando actos del partido contrario. Hablaban, hablaban simplemente. En un momento dado, uno de ellos le sugirio a Marta Rivas la necesidad de contar con su pareja como activo politico, ya que --segun decia--habia rechazado todas las propuestas para apoyarlos y era fundamental que cambiase de parecer debido a la importancia del apoyo de un intelectual tan distinguido. La discusion saco de quicio a Marta. Ella asentia y comprendia el requerimiento, pero argumentaba que su pareja era libre de decidir y habia decidido no compartir la lucha politica del lado de ellos. Terminaron la conversacion con el compromiso de parte de la joven candidata de que volveria a discutir con el poeta la posibilidad de un apoyo publico en actos de la futura campana electoral. Yo sabia que esa conversacion nunca tendria lugar, la luz de ambos se apagaba y ahora solo titilaban tenues en la oscuridad del pub. Mi reloj marcaba siete minutos para recoger el alma de aquel que discutia en la barra sobre un poeta muerto al otro lado del oceano. Tenia curiosidad por ver como ocurria todo, era evidente que no iba a ser un fallo natural, dos almas serian recogidas simultaneamente. No podia evitar mirar de un lado para otro nerviosa, en realidad aquello no tenia mucho sentido, la recogida seria en el cruce de las avenidas y no en el interior del local. Queria hablar con el hombre, no sabia que decirle, pero algo me llamaba la atencion en el como nunca me lo habia llamado nada. Aproveche para abordarlo cuando se adentro en el pasillo para ir al bano. Le toque el hombro y el se dio la vuelta, entonces se hizo el silencio, el cual rompi al titubear <>. Sonrio, se acerco a una mesa, saco un papel de un servilletero y un boligrafo de su bolsillo y escribio <>. Lo lei emocionada y quise agradecerle su dedicatoria, pero el ya habia desaparecido cuando levante la mirada. Me apoye en la barra y volvi a leer aquellos versos. Senti que todo se habia helado dentro de mi. Lo lei una tercera vez y decidi avisarlo, le iba a decir que huyera, que le daria todo el tiempo del mundo o, mejor aun, que me fugaria a su lado. Asi que saque valor de lo mas profundo de mi y me gire para buscarlo, pero ni el ni ella estaban ya en aquel lugar. Me habia quedado atrapada en el texto de la servilleta, sin darme cuenta de que ellos se habian despedido de la gente y se habian ido. El reloj marcaba dos minutos. Sali fuera todo lo rapido que pude y los vi entrando en un vehiculo. El se sento frente al volante, su pareja en el asiento aledano. Ella estaba muy alterada, las palabras que decia las acompanaba de gestos nerviosos que hacia con las manos. El otro buitre de la muerte esperaba en el cruce de avenidas a que el funesto coche llegara. Me quedaba sin tiempo y sin ideas. Ellos empezaron a discutir dentro del automovil. El reloj marcaba un minuto. Me coloque delante del coche sujetando mi bolso fuertemente, no debian llegar al cruce. El encendio el motor y quito el freno de mano sin dejar de discutir con ella, no habian apartado la mirada el uno del otro y nadie se percato de mi presencia. Metio la primera marcha y me vio, puso cara de asombro e hizo un gesto para que me apartara a un lado. Le fui a decir que apagase el motor, pero, de repente, alguien golpeo con los dedos la puerta del copiloto. No lo vi llegar. El buitre de la muerte se relamia en el cruce de las avenidas. Todos miramos al individuo que acababa de entrar en escena. Ella bajo la ventanilla: -- ?Es usted Marta Rivas? -- Si. --Tengo un mensaje para sus votantes. Acto seguido, aquel hombre dio un paso atras y descubrio el revolver que sostenia con su mano derecha. Sin dudarlo un segundo, le acerco el canon a la cara de la politica. El asaltante fue a decir algo cuando, inesperadamente, el motor rugio y el poeta hizo el intento de escapar con el coche, pero no habia espacio para salir sin maniobrar y choco con el que estaba aparcado justo delante suya. El intento de evasion hizo que la ventanilla golpeara fuertemente la mano de aquel individuo, disparandose el arma que portaba. La bala alcanzo a Marta Rivas en la sien derecha. Nosotros no tenemos sentimientos. Mateo Rosas dio marcha atras y volvio a meter primera. El buitre de la muerte esperaba en el cruce de avenidas. El asaltante, que parecia haber quedado paralizado tras haber abierto fuego, volvio a apuntar al automovil, que ya habia conseguido salir

  • The gamblin’gunfighter de Matt Dillon

    https://gigalibros.com/the-gamblin-8217-gunfighter.html

    Kate Huston es una excelente medica.
    Una mujer fuerte y decidida que se mantiene alejada de todo y de todos.
    Hace algunos anos vio su vida destruida por la perdida de su hijo, y ahora todo lo que ella quiere es poder dejar el dolor de lado y proseguir, pero la verdad es que nunca supero la muerte de su pequeno Bobbie.
    Andrew Johnson es un hombre exitoso, un empresario que lleva una vida de solteria convencida desde hace anos, pero eso cambia cuando descubre que una ex amante dejo un recuerdo amarga y con ella un recordatorio de que sus dias de soltero estaban contados.
    Kate quiere olvidar el dolor de aislarse
    Andrew no quiere compromiso y necesita a alguien que entienda de panales.
    ?Serian ellos capaces de superar los dolores y conflictos internos, y asi proseguir?

  • Derrota al corazon de Emma Weimann

    https://gigalibros.com/derrota-al-corazon.html

    Pero eres una mujer. Ese sujeto era uno de los gerentes de la construccion mas repulsivo que Sam habia conocido en su vida. Se separo la camiseta gris del cuerpo y bajo la mirada hacia el sosten. --Si, lo soy. Definitivamente, una mujer. --Volvio a elevar la mirada e ignoro la forma en que el senor Hayes tenso la mandibula--. Vengo a pintar el apartamento de los Wallace. El sujeto clavo la mirada en el calendario. --Pero me dijeron que le habian encargado el trabajo a un Sam Freedman. Sam reprimio las ganas de golpearlo con los altoparlantes llenos de polvo que habia sobre el escritorio. --Sam es el diminutivo de Samantha. Y esa soy yo. Ya se lo explique dos veces. ?Por que no llama a los Wallace y simplemente les pregunta? Reprimio las ganas de gemir. ?Como era posible que un sujeto como ese obtuviera empleo en uno de esos lujosos complejos de apartamentos? El reviso la agenda sobre el escritorio. --No puedo. Estan de vacaciones. --Fruncio el ceno y contemplo la pintura, los pinceles y la escalera que ella habia llevado--. De acuerdo. Te llevare al apartamento. Pero ire a controlarte de vez en cuando. Para que lo sepas. --Al terminar, dejo la sala. Claro. Patan. ?Acaso pensaba que iba a robar aire de un apartamento vacio? Con un gesto negativo de la cabeza, Sam recogio la mayor cantidad de cosas que podia cargar. Las manijas de los baldes se le clavaron en los dedos. Tendria que regresar por la escalera. El senor Hayes se quedo de pie en el pasillo, con los brazos en jarra y un ceno tan fruncido que haria llorar a los ninos. --El elevador de servicio no funciona. Debemos tomar el otro. Intenta pasar lo mas desapercibida posible. Mientras lo seguia por el vestibulo de cielo raso alto, Sam intento ser silenciosa. Ese edificio emanaba una atmosfera de iglesia, construido para impresionar y presumir ante los visitantes. Ciertamente lo habia logrado con ella. Pasaron por una fuente rebosante con escalones acuaticos de pizarra. Sam no queria ni adivinar cuanto habia costado eso. Milagrosamente se las arreglo para meter todas sus cosas en el elevador vidriado; los baldes se plantaron con firmeza entre ella y el senor Hayes, quien le clavo la mirada al tiempo que entrecerraba los ojos. Los segundos parecieron horas. Finalmente, el elevador repico. --Llegamos. --Con desden, la observo luchar para sacar los materiales del elevador. Sam coloco los baldes en el piso. El pasillo estaba vacio. --?Que numero es? --El apartamento siete --escupio el senor Hayes a sus espaldas--. Al fondo del pasillo, la ultima puerta a la derecha. Antes de que Sam pudiera responder, se abrio la puerta a su izquierda. Una mujer con cabello largo y oscuro, vestida con un traje pantalon de un rojo intenso aparecio en el umbral. --Gillian, carino --grito hacia el apartamento--. Apresurate. --Se volvio hacia el senor Hayes--. Detenga el elevador, ?si? --Por supuesto, senora. --Casi se tropieza y cae para asegurarse de presionar el boton del elevador a tiempo. Sam apenas se contuvo de poner los ojos en blanco. El mismo hombre que no habia pensado dos veces dejarle hacer todo el trabajo de carga ahora practicamente se desvivia para asegurarse de que las puertas del elevador permanecieran abiertas para la femme fatale. Siempre lo mismo. Cuando una mujer tenia pechos del tamano de melones, cintura de avispa y cerebro de pajarito, los hombres se volvian locos. Sam sonrio. Bueno, por otro lado... le echo una mirada a la mujer en traje pantalon. De verdad tiene buenos pechos. Una segunda mujer salio del apartamento y cerro la puerta a sus espaldas. --De acuerdo. Estoy lista. --Le echo una mirada a Sam antes de bajar la vista y dirigirse hacia el elevador. Si, asi se deben sentir los insectos cuando los observa una mantis con ojos verdes. --Cielos, esas dos estaban buenas. --El senor Hayes casi se estaba babeando sobre la camisa. Este sujeto realmente es un cliche andante. Sam cruzo los brazos sobre el pecho. --?Tiene las llaves del apartamento? --Si, si, vamos. --Se alejo y la dejo cargando todo de nuevo. Que patan. Esperaba que la dejara sola tan pronto como estuviera instalada con todas sus cosas. Pero primero, probablemente le diria exactamente como debia haber su trabajo. Sam se sento en el suelo y apoyo su espalda protestante contra la pared. Esa noche requeria una ducha larga y caliente. Y una cerveza fria. Y una pizza. Satisfecha, miro las paredes con pintura blanca todavia fresca. Por mucho que le doliera la espalda luego de ocho horas de pintura, habia hecho un buen trabajo. Las dos habitaciones mas pequenas estaban terminadas. Quedaba la habitacion grande, lo que significaba un dia mas de trabajo razonable y bien pago. Los duenos del apartamento habian estado tan contentos con su disponibilidad para comenzar de inmediato que ni siquiera intentaron debatir su tarifa por hora. Eso habia sido una sorpresa agradable. A menudo, las personas adineradas resultaban ser los clientes mas molestos. Fue afortunada de que los duenos del apartamento fueran parientes de una de sus clientas mas antiguas y agradables. La vieja senora Henderson probablemente habia hablado bien de ella y se habia encargado de las negociaciones del pago. Y Sam estaba de acuerdo con eso. Abrio la botella de agua y bebio un sorbo. Trabajar en un edificio como ese era inusual para ella. A menudo eran propiedad de profesionales con sueldos altos y trabajos que demandaban que se quedaran a pasar la noche en la ciudad mientras sus deslumbrantes familias felices vivian sus deslumbrantes vidas felices en una casa no tan pequena en las afueras. Su opinion sobre eso era: trabajos aburridos, vecindarios aburridos, vidas aburridas y mas dinero del que nadie necesitaba. Suspiro. Esa vida bien podria haber sido la suya. El sonido del celular saco a Sam de su cavilacion. --?Si? --Hola, Sam, soy Linda. ?Como estas, guapa? Ag. Un llamado de su amiga y companera de trabajo solia significar mas trabajo o compras compulsivas de cosas que estaban en liquidacion en algun sitio. --Estoy bien. ?Que sucede? --Voy de camino a lo del senor Zimmer para hacer la instalacion electrica. Dime, ?vienes esta noche? !Mierda! --?A la fiesta? --?De que otro evento crees que hablo? Sam se paso una mano por el pelo. Se habia olvidado de la invitacion por completo. --No lo se. Solo tengo dos dias para pintar un apartamento entero. --Ay, vamos, Sam. Me lo debes. Si y me lo recuerdas cada vez que quieres algo. --De acuerdo. Pero no te prometo que me quede mucho tiempo. --Genial. Nos vemos esta noche, maquinita de amor. Sam dejo caer la espalda contra la pared. Mierda. Hasta ahi llego mi agradable noche de relajacion en casa.

  • La nina que bebio luz de luna de Kelly Barnhill

    https://gigalibros.com/la-nina-que-bebio-luz-de-luna.html

    Esta es la historia de una nina que nacio sin magia, y bebiendo luz de luna se convirtio en una persona enmagizada. De una bruja con un gran corazon y una mision imprevista. De un monstruo del pantano sabio y poeta. Y de un minusculo dragon que espera crecer algun dia.
    Esta es la historia de seres magicos que se comportan como personas corrientes, y personas corrientes que se convierten en seres magicos.
    Esta es la historia de como todos ellos salvaron a su mundo de la infelicidad y la tristeza.

  • Atrevete a sonar junto a mi de Amelia Chardin

    https://gigalibros.com/atrevete-a-sonar-junto-a-mi.html

    Paula tiene su vida perfectamente organizada. Huerfana desde muy pequena, siempre ha tratado de evitar todo aquello que pueda conllevar complicaciones: cosas como enamorarse, dejar su comodo pero aburrido trabajo para buscar otro mas emocionante o conocer a nuevas personas aparte de sus dos companeros de piso y su adorada amiga de la infancia.

  • Deudas del frio, Susana Rodriguez Lezaun de Susana Rodriguez Lezaun

    https://gigalibros.com/deudas-del-frio-susana-rodriguez-lezaun.html

  • Papi de Jorge Borges

    https://gigalibros.com/papi.html

    Frank no era un hombre cualquiera.
    Era el p*to amo de Nueva York.
    Penthouse en Manhattan.
    Cuerpo de infarto. Empresa multimillonaria.

  • En la oscuridad de la noche (HQN) de Alissa Bronte

    https://gigalibros.com/en-la-oscuridad-de-la-noche-hqn.html

    <> Lola maldecia entre dientes mientras aquel hombre la obligaba a seguirlo. Su padre era un mal nacido que la habia vendido a ese degenerado que mantenia sus vicios ocultos bajo el uniforme. El, que estaba en la cuspide del poder, era un gran hijo de perra. No entendia por que su esposa, la dulce Catalina, permanecia a su lado, aunque supuso, no era capaz de plantarle cara. Igual que le sucedia a ella. Nunca iba a borrar de su memoria el dia que su padre la entrego para salvar su avejentado y alcoholizado culo de los calabozos, con la excusa de que trabajaria como dama de compania de la esposa. Asi leeria y hablaria con la pobre mujer, que habia perdido la vista y que, lentamente, iba perdiendo tambien la movilidad de los musculos. <>, comentaban en el pueblo. Y ahi estaba, inocente y confiada, pensando que su padre por una vez en la vida habia hecho lo correcto, lo mejor para ella, algo bueno y desinteresado por su hija. Hasta que sintio el putrido aliento del capitan en su boca y su sudor sobre el vestido. Habian pasado algunos dias sin que la reclamara. Habia estado mas ocupado de la cuenta tratando de dar caza a la banda de forajidos liderados por el Caballero. Habia rezado, a pesar de ser algo contrario a sus creencias, rogando para que le sucediera algo terrible y, a ser posible, perdiese la vida en ello. Pero esa noche habia vuelto enfurecido por ser incapaces de dar con ellos a pesar de sus continuadas pesquisas; la gente del pueblo los protegia con celo. Habia escuchado algunas historias acerca de ellos y la verdad era que no le parecian peligrosos, mas bien hombres que se sublevaban contra animales como el capitan. Lo odiaba con todas sus fuerzas y sabia que esa noche iba a ser dura; pagaria sus frustraciones con ella. Siempre lo hacia. Le indico que lo siguiera a su despacho, su guarida, en la que cometia esos actos despreciables contra ella. Las piernas le temblaban, sentia que no iba a ser capaz de soportarlo de nuevo. Aun le quedaban algunos moratones en las piernas y en el cuello despues de su anterior visita a su cuerpo. Saboreo la bilis que lleno su boca con ese sabor amargo, tanto como lo estaba siendo su vida. No habia sido feliz nunca. Era duro admitirlo, pero era la realidad. Se agarro a la barandilla de madera que adornaba la escalinata hasta la planta superior, cuando llamaron a la puerta. Era el dia libre de Hector, el mayordomo, por lo que el dirigio su voluminoso cuerpo hacia la puerta farfullando improperios acerca de quien seria a esas horas. Abrio la puerta y varios guardias, sin esperar invitacion, entraron ocupando el gran vestibulo de la planta superior. Llevaban a un hombre maniatado y flanqueado por dos de ellos a los lados y varios mas a su espalda que esperaban la oportunidad de asestarle algun golpe si se atrevia a intentar escapar. Lola permanecio a un lado rezando para que su amo tuviese algo mejor que hacer que yacer sobre ella para descargar su frustracion y saciar sus bajos instintos. El preso levanto la cabeza y Lola pudo ver que sus ojos, grises al igual que una nube de tormenta, la miraban directamente, no a ella, sino dentro de ella, leyendola como un mapa abierto. Sintio un escalofrio que recorrio su larga espina dorsal y la dejo anclada en el sitio; helada. El preso no dejo de mirarla ni un solo instante. Ninguno se atrevio a pestanear para no romper el hechizo que los habia hipnotizado, atrapandola en el turbulento mar que eran sus ojos. El capitan los miro sin entender que sucedia. -Lo hemos pescado mientras haciamos la ronda. No hemos sido capaces de dar con el campamento, tampoco sabemos si estabamos lejos o cerca... No ha soltado prenda. - ?Acaso es mudo? -bramo con esa rabia animal que lo gobernaba. -No lo sabemos, pero no ha dejado escapar el mas leve sonido; ni siquiera cuando le hemos golpeado -confeso el guardia con satisfaccion. Lola observo el color purpura que adornaba su mejilla advirtiendo en ese momento que tenia el labio inferior inflamado y que un reguero de sangre, ya reseco, cubria la herida. -Quiero verlo -exigio el capitan. Uno de los guardias, ansioso, golpeo al joven en el estomago y este, a pesar de doblarse por el dolor, no dejo escapar nada mas que el aliento. Ella no podia creer lo que estaba viendo. Quizas si que era mudo, pues no era posible que un hombre aguantase esa embestida brutal en el estomago sin soltar ni la mas leve de las quejas. -Otro -pidio curioso.

  • Siete Pecados de Nathan Burkhard

    https://gigalibros.com/siete-pecados.html

    Reed Fletcher es un prometedor agente del FBI. Su meta es recopilar pruebas contra la familia Kapot y hacer justicia, pero su destino tiene otros planes. Cuando se cruza en su camino la joven Naval Kapot, acabara haciendo lo que una vez juro no hacer: enamorarse perdidamente de su objetivo.
    Naval Kapot, al ser la hija de un poderoso narcotraficante, acepto en su vida estas tres palabras: drogas, perdida y traicion. No obstante, en una noche de fiesta conoce a un hombre de ojos azules, decidido y con temperamento explosivo que le cambiara la forma de ver la vida.
    Cada uno de ellos se debatira entre sus ideales y sentimientos, pero sobre todo lucharan contra el destino. Todo para poder permanecer juntos. ?Pero su amor sera lo suficientemente fuerte para resistir los Siete pecados?

  • Black de Nessa Odalys

    https://gigalibros.com/black.html

    Antia necesita romper una maldicion para seguir con su vida. Black tiene el objeto que la ayudara a conseguirlo,pero solo hay una manera de obtenerlo: darle lo que el desea. Aunque no siempre las cosas salen como se planean.

  • Mar de acero 2 de Natalie Parker

    https://gigalibros.com/mar-de-acero-2.html

    Caledonia ha perdido a su tripulacion, pero no se da por vencida. A punto de morir a manos de un poderoso enemigo, es rescatada del mar y salvada por un grupo de antiguos Balas que se hacen llamar Espadas. Los Espadas escaparon de las garras de Aric Athair, y ahora viven una existencia nomada, listos para desaparecer en cualquier momento si se presenta algun peligro.

  • Premonicion de Mariano Gambin

    https://gigalibros.com/premonicion.html

    La vispera de los carnavales de Rio de Janeiro es un momento en el que solo cabe pensar en divertirse. Luis Ariosto se reune con Antoinette de Montparnasse en la ciudad carioca para disfrutar de unas vacaciones merecidas. Pero sus planes se ven interrumpidos inesperadamente durante la recepcion al presidente de Rusia de visita en Brasil. Un peligro inconcebible es descubierto por la francesa.Ariosto y Antoinette se convierten en poseedores de un secreto vital por el que los servicios secretos de varios paises estan dispuestos a matar.

  • Manto del Firmamento (Los Devonshire 4) de Maria Isabel Salsench Olle

    https://gigalibros.com/manto-del-firmamento-los-devonshire-4.html

    Georgiana o, como la llamaban, Gigi era una Cavendish. Y, como tal, poseia una belleza extraordinaria asi como una personalidad singular y, en ocasiones, controvertida.
    Poseedora de una inteligencia que asustaba a los hombres del 1845 e interesada en estudiar medicina en una sociedad que se lo prohibia , finalmente, encuentra su alma gemela en Thomas Peyton.