ya tu ves que paso cai en tu red irremediablemente
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ya tu ves que paso cai en tu red irremediablemente - Inma Munoz
https://gigalibros.com/tu-irremediablemente-tu.htmlHan pasado siete meses desde que la vida de Salma dio un giro radical. Cansada de todo y motivada por sus amigas, se propone vivir un apasionante verano. Con el intentara pasar pagina y cerrar ese capitulo tan intenso de su vida. ?Sera el destino quien guie sus pasos?
Tras “Tu, me gustas tu”, llega el final de esta apasionante historia de amor y con ello las respuestas a todas esas preguntas que quedaron en el aire. -
Y SIEMPRE - Karolina - LETRAS.COM
https://www.letras.com/karolina/y-siempre/Ya tú vez que paso. Caí en tu red irremediablemente ¿Y de tí, que hay de tí? Te esfumaste así tan de repente. Y siempre estoy soñando con tus besos
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Letra Y Siempre de Karolina
https://www.albumcancionyletra.com/y-siempre_de_karolina___234542.aspxYa tu ves, que pasó caí en tu red irremediablemente y de ti, que hay de ti te esfumaste así tan de repente. Y siempre estoy soñando con tus besos
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Biblioteca del soneto. Autores: letra L
http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/biblioteca-del-soneto-autores-letra-l--0/nos anuncia su paso majestuoso hidroplano que destácase luego sobre el ... Publicó un libro de poemas con el título ... Tú, ves cómo te mueven audaz guerra,.
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Biblioteca del soneto. Autores: letra G
http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/biblioteca-del-soneto-autores-letra-g--0/que no apresó tu red la amable presa. Tú el cuerpo suyo escondes ... rota la paz y el paso indiferente. ... ¿No ves ya mi alma en malas condiciones?
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Los plagios musicales más sangrantes del siglo XX - Jot Down
https://www.jotdown.es/2012/11/los-plagios-musicales-mas-sangrantes-del-siglo-xx/16 nov 2012 — Las musas, a veces, son temerarias. La diferencia entre la simple influencia musical y la apropiación indebida es generalmente sutil.
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¿Quieres leer los microrrelatos enviados? - El Mundo
https://www.elmundo.es/especiales/2001/05/cultura/ferialibro/microrrelatos/poesia/relatos.htmlVolvió el navegante asfixiado de pez y red. (rodrigo ortega montoro). Tu Red. Y sucedio de repente, como casi todo lo que de verdad marca nuestras vidas. Acudí ...
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José María Mellado escribió los libros de fotografía ... - Xataka
https://www.xataka.com/otros/jose-maria-mellado-escribio-libros-fotografia-generacion-ahora-se-ha-pasado-al-movil-no-viene-a-competir-sino-a-darnos-libertad9 ene 2022 — Cada vez estoy más enganchado a fotografiar con mi teléfono. https://fotoaltacalidad.com/producto/fotografia-movil-iphone/ #JoséMaríaMellado # ...
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Tu, me gustas tu de Inma Munoz
https://gigalibros.com/tu-me-gustas-tu.htmlLa vida de Salma cambia por completo cuando decide mudarse a Mallorca tras la separacion de sus padres. Alli comenzara la Universidad, vivira nuevas experiencias, conocera nuevos amigos y se cruzara en el camino de Luca: un apuesto italiano que la dejara cautivada desde el primer momento. Pero… ?que ocurre cuando te enamoras de alguien tan diferente a ti?
Si realmente quieren estar juntos, los protagonistas de esta historia tendran que hacer frente a la distancia, las opiniones de los demas por la diferencia de edad que existe y su estilo de vida. ?Podra el amor con todo?
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Empezar de nuevo de Soledad Simond
https://gigalibros.com/empezar-de-nuevo.htmlSoledad Simond cuenta como supero un divorcio que la dejo lastimada y en un mar de luto: “Tarde tiempo en entender que ese inevitable quiebre, que me partia al medio, era una bendicion. Pero en ese momento lo vivia mas bien como una maldicion. No habia manera de que en esta cabeza completamente lineal y logica entrara el misterio de la evolucion”.
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Daniela y su decision (No mas mentiras 3) de Ariadna Baker
https://gigalibros.com/daniela-y-su-decision-no-mas-mentiras-3.htmlSe te desgarra el alma y la vida por completo… Y no tienes las fuerzas para gritar con rabia todo eso que sientes dentro de ti, aquello que duele, quema, te apaga. Veinticuatro horas habian pasado desde que lei aquella carta, las peores de mi vida, cada vez me iba superando mas en conseguir que todo aquello que me pasaba, fuera a peor… ?Hasta donde podia aguantar un corazon? ?Que mayor horror que saber que lo que mas amaba se esfumaba y no sabias hacia donde? Su familia habia recibido un mensaje de despedida y cuando lo llamaron, ya el telefono estaba apagado, imagino que fue en el mismo momento que dejo la carta sobre la mesa. Pense de todo: un secuestro, unas amenazas, que se habia ido con otra mujer y no tenia las agallas de decirlo a la cara, o habia cometido un delito y no queria que lo pillaran, incluso que le hubiesen detectado una enfermedad terminal y no queria que pasaramos ese sufrimiento. No, no me iba a quedar de brazos cruzados, esto no se podia quedar asi, ademas, le prometi que no volveria a desconfiar de el hasta escucharlo, pues ahora me tenia que dar las respuestas y lo iba a encontrar, aunque fuera debajo de las piedras. Veinticuatro horas sin dormir, llorando, con la compania de Marisa, que se habia quedado conmigo, mis ninos estaban en su casa con Manu. --Si esta enfermo, ire a estar con el sus ultimos dias, si esta secuestrado, alguien pudo ver algo, si esta en algun pais, alguien lo debe de ver, este donde este --le di al boton de publicar --, lo voy a encontrar. Marisa me miro afirmando entre lagrimas, otra que llevaba veinticuatro horas a lagrimas tendidas, pero a mi lado, como siempre, sin soltarme de la mano. Lo publique en todas mis redes y, por supuesto, etiquetandolo a el, ese actor tan afamado en el mundo que cuando sus fieles seguidores leyeran el post con foto de el incluida, no iban a tardar en compartidlo y hacerlo llegar a todos los lugares del planeta. "Es el padre de mis hijos, es la persona que mas amamos. Esta desaparecida y puede ser en cualquier circunstancia. Ayudenme a encontrarlo, por favor" Eso fue lo que acompane con su foto. Sabia que no habia mejor forma de conseguir algo que, con una legion detras de gente compartiendo. Ni cinco minutos habia pasado y ya estaba compartido mas de cien mil veces, y tres horas despues, ya tenia dos agentes de policia en la puerta. Si hubiera ido yo, no me habrian hecho caso porque el, era mayor de edad y habia pasado muy poco tiempo, pero las redes mueven al mundo. --Soy el inspector Hugo, pertenezco a la zona de Cadiz, pero viendo la relevancia de este caso y de la persona de la que se trata, he pedido coger el caso --extendio su mano. --Gracias. --El, es el agente David --me estrecho la mano. --Hugo, se que ademas eres uno de los autores de La Tribu --sonrei. --Perdon, no queria entrarte en plan de… tenemos amigos en comun, porque queda un poco feo --sonrio --. Fueron los chicos, Manu, Aitor y Marcos, quienes me pidieron que cogiera este caso --se me saltaron las lagrimas. Les conte todo lo que fui notando los ultimos dias y con las personas que me dijo que estaba, ademas les entregue la carta que me habia escrito, pero antes le tire una foto. Queria tenerla. El inspector Hugo era conocido mediaticamente, por haber contribuido a la liberacion de una chica llamada "Laia" que estuvo en Marruecos bajo la doctrina de su marido siendo maltratada en muchos sentidos. Ademas, la autora Ariadna Baker, una de las escritoras de La Tribu, hizo la trilogia "Cautiva", la historia de esa mujer. Una emotiva trilogia donde los sentimientos no hacen mas que estar a flor de piel. Y no solo eso, despues se vio envuelto en la desaparicion de la personita que el mas queria en el mundo. Asi que, entre la presion mediatica y el historial de Hugo, esperaba muy pronto tener respuestas a tantas preguntas. Ahora me tenia que ayudar a mi y no se por que confiaba mucho en el. Hugo se iba a quedar en Malaga durante unos dias, esos que son los principales para cualquier investigacion. Les ofreci quedarse en mi casa y el, acepto de inmediato. Su companero regreso a Cadiz y desde alli estaria al tanto de todo, al igual que su equipo, que desde alli estarian trabajando en todo lo que el pidiera. Se quedo en el rincon del salon donde escribia Ethan, comenzo a pedir informes de todo, ademas, habia hablado hasta con el juez para poder acceder a cuentas y registros telefonicos. Asi como pedir a las companias aereas que comprobara si habia viajado en uno de sus vuelos. Y eso hizo, pedir informacion de sus cuentas, yo no las tenia, asi que no lo podia facilitar. Me puse en un rincon del sofa con Marisa y mire el movil, se habia hecho viral lo de Ethan y los medios de comunicacion ya hablaban sobre ello en todo el planeta, es mas, habia una avalancha de periodistas en la puerta de mi casa esperando a que saliera. Para salir estaba yo… Prepare unos sandwiches para cenar, yo no tenia ni ganas, pero ellos debian comer, sobre todo, Hugo, ese hombre que daba paz a la casa pese a no parar de trabajar. Tenia algo que tranquilizaba, aunque fuera solo un poquito en medio de este Caos. Esa noche se hizo viral una fotografia de Ethan en un vuelo, por la ropa era actual, decian que lo habian visto en un vuelo, Malaga-Roma. Y si, porque esa compania aerea lo confirmo, lo que quedo claro es que, si habia hecho escala, no fue con la misma. Asi que teniamos que seguir esperando, o pensar que estaba en Roma ?Y que se la habia perdido alli? Llorar es lo unico que me nacia, llorar y saber que algo muy grave estaba pasando para que el, se estuviera alejando por su propia voluntad y mas, despues de comprobar en la foto que de un secuestro no se trataba. Capitulo 2 Era la segunda noche que habia pasado sin Ethan y sin saber nada, excepto que cogio un vuelo a Roma. Prepare el desayuno para Hugo y un cafe para mi. Marisa se habia ido a echar un vistazo a los ninos, por si necesitaba algo Manu. Lo vi raro y me dijo algo que me dejo sin aliento. --Han detenido a Irene para un interrogatorio… --?Irene? --Senti una presion en el pecho. --Si, la ex de Ethan. --Ya, ya ?Y que puede hacer alguien como ella? --No lo se, pero con peores cosas he lidiado… --?Que esta pasando Hugo? --No lo se, pero lo voy a averiguar como sea. --?Crees que ella puede tener alguna conexion con algo? --No lo se, de verdad, pero si la tiene, lo voy a saber. --Tengo mucho miedo, Hugo --se me volvieron a saltar las lagrimas. --Lo se, una vez pase por esto --me toco el hombro como muestra de carino. --?Crees que lo volvere a ver? --No lo se, no te voy a mentir, pero encontrarlo, lo encontraremos. --Me da la sensacion de que estas barajando la hipotesis de un asesinato -- dije con miedo. --No, a la vista que se fue en principio a Roma y no se le veia en una situacion delicada… Pero algo me dice que aqui hay un trasfondo muy fuerte y lo averiguare. --Dejate la vida, Hugo. Te lo compensare. --Mi recompensa sera traertelo de vuelta --me acaricio la barbilla y se marcho. Me sente en el sofa llorando, sentia un desconsuelo de esos que parecen que te van a llevar a desfallecer y no volver en conocimiento ?Que te estaba pasando, Ethan? Marisa llego a media manana, me dijo que los ninos estaban de lo mas entretenidos con Manu, que no me preocupara por ellos. La verdad es que ese hombre era todo corazon y ponia su alma en ayudar a los demas. --Me voy a volver loca, no dejo de vomitar de los nervios. --No estaras prenada, ?verdad? --No, no, creo que no, por Dios, lo que me faltaba --negue con las manos en la cara y llorando de tristeza. --Bueno, carino, seguro que pronto aparecera. --No lo se, pero me da mucha tristeza no saber que le esta pasando y no poderlo ayudar. Hugo llego a la hora de la comida diciendo que lo unico que tenia Irene, era un pavo encima que no podia con el. Descartada de la investigacion. Pava desde luego que era… Fue a las cinco de la tarde cuando un nuevo giro se dio en el caso, salto en todas las noticias y se hizo viral.
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El Sueno de Nerea de Manuel Iglesias Hernandez
https://gigalibros.com/el-sueno-de-nerea.htmlNerea, una anciana vasca afincada en Abina (Vizcaya), cuenta la historia de su vida a su nieto. Le habla de como su amistad con Nicolasa, esposa del fundador del PNV, le permitio conocer y convertirse en fiel seguidora de este lider y, con ello, ser persona defensora de las creencias religiosas de sus antepasados, de las antiguas leyes nacidas siglos atras. Una convencida de que el pueblo vasco siempre fue un pueblo elegido por Dios, creencia de la que presumia. Mas, conforme paso el tiempo, dejo de ser seguidora del nacionalismo carlista que proclamaba el lema "Dios y Ley Vieja", tal como hiciera su maestro, en defensa de un "Dios-Nacion", transmutacion que haria del independentismo una nueva religion.
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El misterio de las cuatro cartas de Sophie Hannah
https://gigalibros.com/el-misterio-de-las-cuatro-cartas.htmlHercules Poirot se encuentra con una mujer muy enfadada esperando a la puerta de su casa: le exige saber por que motivo le ha enviado una carta acusandola del asesinato de Barnabas Pandy, un hombre a quien no conoce y que aparentemente fallecio por causas naturales. El problema es que Poirot no le ha enviado ninguna carta y, ademas, tampoco conoce al Sr. Pandy. El desconcierto es total cuando el investigador belga descubre que en su salon le espera un desconocido que tambien afirma haber recibido una carta firmada por su puno y letra esa misma manana y, sorprendentemente, tambien lo acusa del asesinato de Barnabas Pandy. ?Cuantas cartas mas de este tipo se han enviado en su nombre? ?Quien las ha enviado y, sobre todo, por que? Y mas importante aun, ?alguien asesino a Barnabas Pandy?
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El hombre que siguio viviendo de Daniel Aguirre Rodriguez
https://gigalibros.com/el-hombre-que-siguio-viviendo.htmlUna inteligencia instalada es el siguiente paso en inteligencia artificial. Ya no se trata solo de un organismo sintetico pensante, sino que la mente del hombre es transferida a una maquina -- dijo el medico --. Te lo dire de forma menos complicada: continuaras <
> dentro de un tipo de metaordenador avanzado. Mientras el neurocirujano les hablaba; se abrio la puerta, y un androide de servicio, mas parecido a un humano que a un robot, se acerco a ellos y les ofrecio cafe y unas galletas. Lucas y su esposa Anne se encontraban en una de las tantas reuniones que tendrian con los especialistas, en el Centro de Alta Tecnologia. La sala era amplia y luminosa, y estaba en el quinto piso del edificio, ubicado en el centro de Oslo. --Bueno... Como te he contado, desgraciadamente tu enfermedad no tiene ninguna cura en la actualidad. Lo unico que te sigo recomendando es que disfrutes de lo mas valioso en la vida: la familia y los amigos, de la mejor manera en estos ultimos meses --El doctor le hablaba con calma --. Muy pronto te ofreceremos las medicinas para aliviar los fuertes dolores que sobrevendran al final. Lucas se rasco la nuca. --Doctor, ?cuanto me queda? --Hemos discutido tu caso con mis colegas una y otra vez. Pero no nos resulta facil determinar el tiempo en que se van a propagar los sintomas, puesto que varian segun la edad y el estado fisico de cada uno. --?Como seran los proximos meses? --La afeccion empezara a expandirse por los musculos, los tendones, los ligamentos y las fascias; los cuales se iran atrofiando de modo gradual. Lucas y su mujer estaban sentados, agarrados de la mano, y con lagrimas en los ojos, que caian por sus mejillas enrojecidas a causa del estres. El miro a su esposa, y a continuacion, a la ventana, llevando la vista a un punto lejano alla fuera. Estaba absorto. Trataba de digerir lo que escuchaba. El neurocirujano continuo hablando: --Sin embargo, la etapa terminal es mas grave. Llegara el punto en el que perderas la facultad de moverte, de hablar, y de comer en forma natural. < >, es como llamamos vulgarmente a este estadio, pues todo movimiento sera irrealizable. En ese tiempo, el personal de enfermeria te asistira en las necesidades basicas, durante todo el dia y toda la noche. Nunca olvides que, en tanto que los musculos se atrofiaran por completo; tu intelecto, por su parte, permanecera intacto, por lo que seguiras pensando con total naturalidad --El medico se detuvo por un instante --. Por eso, yo considero que copiar tu conciencia a una maquina, es la mejor opcion en tu caso. Al finalizar la visita, tomaron el bus de regreso a casa. Ellos vivian en las afueras de Oslo, no lejos del centro, en una casa escandinava tipica, de madera pintada de blanco, y con mucho aislamiento, por los frios y largos inviernos. Lucas se recosto en el sofa. Estaba pensativo, callado, repasando todo lo que el medico les habia explicado. --!Papa! La nevera dice que no tenemos leche --dijo Gustav. -
Hijas del Norte de Sarah Hall
https://gigalibros.com/hijas-del-norte.htmlMe llamo Hermana. Ese es el nombre que me pusieron hace tres anos. Es como me llamaban las demas. Es como me llamo a mi misma. Antes de eso mi nombre no tenia importancia. No recuerdo que se usara. Ya no respondere a ese nombre ni me oire decirlo en voz alta. No dare muestras de reconocerlo. No existe. Me llamareis Hermana. Fui la ultima mujer que salio en busca de Carhullan. Fue un mes de octubre de lluvias torrenciales cuando me puse en camino. En la ciudad, las hojas habian empezado a caer de los arboles y el suelo estaba cubierto de su pulpa amarilla. Los ultimos frentes tormentosos atravesaban la region del norte descargando aguaceros. El verano se retiraba. Daba la sensacion de que la atmosfera habia estallado por fin, y las mananas y las noches empezaban a ser mas frescas. Era un alivio no despertarme empapada en sudor en nuestra habitacion del barrio de adosados, salir de una pesadilla con esa humedad lechosa en el pecho. Siempre he dormido mejor en invierno, como si la frecuencia del pulso disminuyera. El frescor parecia limpiar tambien la ciudad. El olor a bacterias de la refineria y las plantas de fuel se dispersaba por la noche cuando las nubes se disipaban y aflojaba el calor. Los ultimos anos, desde la Reorganizacion Civil, el bochorno habia durado mas de lo normal; los meses frios se concentraban en una franja mas estrecha del calendario, y viviamos envueltos continuamente en una nube toxica de colza y arenas bituminosas, hacinados como peces en un ahumadero. El cambio de la temperatura trajo consigo una sensacion de euforia, un estado de alerta que iba mas alla de los nervios o la creciente conciencia de los peligros que sabia que estaba afrontando. Era reparador. El frescor me recordaba los tiempos de mi infancia. Las estaciones estaban entonces mas definidas, mas separadas. La gente mayor de la fabrica en la que trabajaba decia que de todas las tradiciones inglesas que estaban amenazadas el tiempo era la mas triste. Como si hubieramos tenido la posibilidad de elegir en referendum aquel clima semitropical. Todavia recuerdo las cosquillas frescas del granizo en la cara en el mes de marzo, cuando esperaba el autobus para ir al colegio. Y el rugido del viento que en otono lo zarandeaba todo, las cosas grandes y las pequenas. El frio en las venas en enero; las manos y los pies entumecidos a pesar de la lana y el vellon. Cuando eres joven no tienes miedo de las posibilidades. No crees que el mundo pueda destruirse o que vaya a ocurrirte una desgracia a lo largo de la vida. Incluso la lluvia es diferente ahora: imprevisible, violenta, no como la constante llovizna gris de las postales antiguas, de los chistes y las cronicas televisivas. Es una lluvia que parece herida. Rara vez se ve nieve en los montes, aunque la gente de la ciudad sigue buscandola por pura costumbre. Me dirigia a una zona alta y remota, y tenia la esperanza de volver a ver esas ventiscas blancas, si es que podia quedarme alli algun tiempo. Sali al amanecer, con la idea de alejarme de Rith sin que nadie me viera. Prepare una mochila ligera para resistir el largo camino hasta las montanas. Llevaba pocas cosas: ropa, botas, unas cuantas latas de comida, galletas, una cantimplora con agua y un botiquin, para el caso de que pudiera quitarme el dispositivo, aunque no sabia si era posible. Y llevaba un fusil de la Segunda Guerra Mundial, entre las sudaderas y los impermeables. La punta roma del canon rozaba la solapa de la mochila. Con el me proponia negociar en Carhullan. La noche anterior escondi la mochila en un callejon, detras de nuestro edificio, para salir sin peso, sin chocar contra las paredes y aranarlas al bajar las escaleras. Lo deje en un hueco oscuro y seco, detras de la camara principal del deposito de lluvia. Lo puse alli mientras las familias de las otras casas estaban cenando y antes de que mi marido volviera del trabajo, tanteando primero en el vacio con un palo para asegurarme de que no habia nidos de ratas. De madrugada sali de la cama sin despertar a Andrew y me vesti sigilosamente en el cuarto de bano comun. Me habia guardado una bolsa de plastico en un bolsillo de los pantalones para meter las cosas que necesitaba. En un estante habia una pastilla de jabon nueva, de la familia con la que compartiamos la casa, y decidi llevarmela. La eche a la bolsa con la pasta de dientes, el desodorante y una cuchilla de afeitar con varias hojas de repuesto. Dude un momento antes de abrir el botiquin de los vecinos. Encontre aspirinas, un paquete de compresas y una bolsita de polvos para la cistitis, caducados. Lo cogi todo. Despues cruce el pasillo y baje las escaleras. En la puerta principal espere unos minutos para asegurarme de que Andrew no me habia oido salir y procure tranquilizarme. El corazon me bombeaba la sangre a chorros. Notaba la corriente de ida y vuelta en las puntas de los dedos. Me dije que todo saldria bien. Llevaba meses entrenandome, levantandome temprano, y habia ensayado la huida. Siempre lograba salir en silencio y sin peligro y recorrer la ciudad a oscuras, evitando las zonas por las que merodeaban los perros asilvestrados, antes de volver a casa. Pero esta vez no era un simulacro. Respire hondo, solte el aire y espere. Lo ultimo que queria era que Andrew me siguiera, que me dijera que estaba loca, que armara un escandalo y despertara a todo el mundo. Jamas me dejaria marcharme con una mochila, salir de las zonas oficiales, a pesar de que estabamos enfrentados, nos odiabamos y no nos dirigiamos la palabra. Yo estaba atada a aquella casa. Los dos lo sabiamos. No teniamos ninguna otra alternativa. Si me hubiera descubierto, me habria llevado a rastras escaleras arriba, o me habria inmovilizado en la calle, a pesar de mis forcejeos, hasta que apareciese un supervisor de la Autoridad, y entonces habria puesto alguna excusa para explicar mi comportamiento, como que estaba colocada o habia tenido una pesadilla. Me habria dicho que esperara un poco, que por muy mal que estuvieran las cosas en ese momento conseguiriamos salir adelante, y despues nos separariamos, cuando el ambiente estuviera menos tenso, cuando fuera menos peligroso. Me apoye en la fachada, atenta al ruido de sus pasos por ultima vez. Lo unico que se oia en el piso de arriba era el zumbido del contador electrico en modo de espera, como una avispa. Levante la mirada. El cielo tenia el color oscuro del asfalto, como el esquisto que trituraban en los tanques de la refineria donde trabajaba Andrew. La mancha blanca de la luna asomaba como una ulcera hinchada y opaca por detras del forro de las nubes. Aun no se habian encendido las luces en Rith y nadie saldria a la calle hasta que se reanudara el suministro electrico, a las seis de la manana, para que la gente pudiera calentar el agua, cocinar y ver el primer parte informativo de alguno de los frentes meteorologicos o el sorteo de la loteria. Para entonces esperaba estar muy lejos. Por fin me acerque al callejon a recoger mi mochila. Sabia que tenia que darme prisa y no pensar mas de lo necesario. Normalmente la ciudad estaba muerta a esa hora, pero siempre era posible encontrarse con una patrulla de la Autoridad. Me ponia mala solo de pensarlo. No tendria ninguna posibilidad de explicarme. Y no queria enfrentarme a lo que estaba haciendo, y flaquear, aunque estaba segura de que no me pasaria. Despues de las ultimas semanas no podia pasarme. Cruce la ciudad, alejandome de las viviendas compartidas, y pase por delante del antiguo centro comercial, con las ventanas cubiertas con tablones, y por delante del almacen de las turbinas, donde las carcasas de metal esperaban apiladas desde hacia anos el momento del reparto. Las calles estaban desiertas y tranquilas. Unicamente los ladrillos rojos, la pizarra y el asfalto reflejaban cierto resplandor, presentando una version de la ciudad que parecia antigua y fantasmagorica. Costaba imaginar que hubiera tanta gente detras de las fachadas, durmiendo dos o tres en la misma habitacion, o despierta, hablando en voz baja para no molestar a las otras familias. Algunos estarian llorando y alguien quiza los consolaria, o nadie les haria caso. A otros les traeria sin cuidado que pudieran oirlos a traves de las paredes, arrastrando el cuerpo dolorido cuando el efecto del chute de efedrina barata empezara a esfumarse. Cada vez que me habia atrevido a ensayar la fuga, el ambiente de las madrugadas me parecia disminuido, como si en lugar de concentrar a la gente hubieran practicado un sacrificio selectivo. Al final de cada hilera de adosados se veian las siluetas de los contadores, como quistes pequenos y ruidosos disenados para leer el flujo de la energia de las tejas fotovoltaicas. Ahora los empleaban para regular el consumo de la antigua red de suministro domestico. Habia habido muy pocas mejoras despues de la Reorganizacion. El plan de recuperacion de diez anos empezaba a convertirse en un mito imposible. Me costaba no volver la cabeza para ver si alguien me seguia o me veia pasar. Me obligue a no mirar. Me dije que la mejor manera de seguir andando era poner la vista en un solo punto: adelante. Se oyo un leve chasquido en el cielo, y un trueno retumbo al oeste. Sabia que pronto empezaria a llover, que tendria que parar a ponerme el impermeable. Pero no podia permitirme el lujo de detenerme mientras siguiera dentro del perimetro. Quiza mas tarde, cuando estuviera lejos de alli y hubiera entrado en calor con el ejercicio, podria desnudarme. Me secaria antes que la ropa. Llevaba anos sin salir de Rith. Ningun civil habia salido de la ciudad, salvo para que lo trasladaran a un centro de detencion. No se permitia el transito de una zona a otra. La gente quedo atrapada en el sector en el que se encontraba cuando se hizo el primer censo despues del colapso. Solamente la Autoridad y los agentes del gobierno tenian necesidad de viajar o medios de transporte, y en esos casos solian ir en tren. Yo habia nacido en Rith y conocia bien el entorno: las calles empinadas y el maremagnum de los tejados, el cerro de Beacon y el castillo enfrente, en la cima de dos penas gemelas. Continue por el antiguo paso elevado de la carretera. Abajo habia montones de basura y escombros, y se oian susurros animales. Mas alla de las fronteras de la ciudad, en las llanuras, las carreteras se habian deteriorado. Estaban mucho peor de lo que me esperaba, hundidas y agrietadas tras anos de desuso. Las riadas se habian llevado tramos enteros. Al plantar el pie tenia la sensacion de estar atravesando un pedregal. En algunas partes habia crateres llenos de agua de lluvia. Metia las botas sin verlos y me empapaba los pantalones hasta las rodillas. Comprendi que era verdad lo que la gente decia en la fabrica y en las reuniones del distrito. Que solo estaban reparando las principales arterias, las que utilizaba la Autoridad. Al principio fui corriendo siempre que podia, muy atenta para no resbalar o torcerme un tobillo, y luego afloje el paso para afrontar el largo dia que tenia por delante. En media hora habia llegado al promontorio donde se encontraba la caseta blanca del puesto de peaje. No tenia ventanas, y una parte del tejado se habia hundido. Recordaba que en una clase de historia local nos contaron que tuvieron que reconstruirla en dos ocasiones, despues de que los escoceses le prendieran fuego. Ahora volvia a estar casi en ruinas. Los duenos debian de haberse marchado a Rith hacia mucho tiempo, con los demas vecinos de la periferia. A los pies del monte, un poco mas adelante, el antiguo puente de Yanwath seguia intacto. Lo habia cruzado muchas veces en coche antes de que se prohibiera el trafico. El semaforo que regulaba la circulacion estaba muerto, con los focos negros de mugre y el poste inclinado en los cimientos de hormigon. En la hondonada de la carretera, antes del punto en que empezaba a subir hacia los contrafuertes del puente, se habia formado un charco de agua arremolinada. Habia residuos flotando, casi imposibles de identificar; tal vez trastos superfluos de las casas de la parte alta del rio. Vadee el charco, llegue hasta el centro del arco y me asome a mirar por el parapeto. El rio Eden corria a mis pies, encrespado y turbio, a una velocidad aterradora. Vi en la penumbra el brillo del agua en movimiento en las orillas, la estela de los remolinos y las crestas blancas. Las lluvias habian reventado la ribera, y el caudal anegaba las acequias y los huertos a ambos lados. Se oian crujidos en las ramas mas bajas ahora que los arboles de la orilla habian perdido sus hojas. Las casas de campo mas cercanas al puente estaban sumergidas en el agua hasta las ventanas. Notaba un olor fuerte, a cemento, a tela mojada y a cieno: el olor familiar de las viviendas inundadas. La corriente se deslizaba por las paredes de las casas, pudriendo alfombras y cortinas. Diez anos antes me habia despertado con el mismo olor, cuando al bajar las escaleras me encontre la casa inundada por las aguas residuales. Sabia que, al otro lado del puente, la carretera pasaba por un pueblo desierto y se adentraba mas adelante en los abandonados parajes del antiguo parque nacional: en la zona que la generacion de mi padre conocia como el Distrito de los Lagos. Era mediodia cuando vi aparecer el coche, y estaba lloviendo a cantaros. Al principio pense que era el ruido del agua que arrastraba el viento o corria por los acuiferos por debajo del asfalto. Despues oi el cambio de marcha. Me aparte de un salto a la cuneta y di media vuelta, casi esperando ver la forma azul oscura de un coche patrulla y dispuesta a esconderme detras de una cerca de piedra. Una furgoneta civil, de color blanco, se acercaba despacio por la carretera destrozada. Parecia que tenia la suspension en mal estado y eso amplificaba el ruido, como si la carroceria se levantara del chasis, y vi que se zarandeaba al pasar por encima de un monticulo o un bache. Llevaba las ventanillas cubiertas de residuos, de vainas y de hojas arrancadas de los arboles por el ultimo diluvio. Desprendia un olor a grasa quemada y negra. Paso a mi lado y freno despues. Me acerque a la puerta del conductor y la ventanilla chirrio al bajarse. --?Adonde vas, chica? --Era un hombre con la cara roja como un trozo de cristal sacado de un horno. Me miro de arriba abajo con sus ojos claros. Estaba hecha una pena. Tenia el pelo chorreando y el chubasquero viejo y blanco empapado y pegado a la piel. Doble los hombros hacia delante y me cubri el pecho con los brazos. Se echo a reir. Tenia los dientes picados en los bordes, deslucidos y cubiertos por una capa amarillenta, y en la linea de las encias se veia una reveladora sutura de plata--. Bueno, parece un buen sitio para ir de excursion. ?Eres de los ultimos de los Wainwright? O a lo mejor quieres ser la primera que vuelve a subir a las cumbres y plantar tu bandera. Eso significa que las cosas han mejorado en la ciudad. Vamos. Sera mejor que subas al coche. Dude. No queria hablar con nadie en el camino y sabia que si me hacia preguntas podia tener problemas, pero me dolian los hombros y los pies y no tarde en decidirme. Di la vuelta por detras de la furgoneta hasta la puerta del pasajero. Me quite el chubasquero empapado y lo escurri. El conductor se inclino para abrirme la puerta, como hacia mi padre cuando me llevaba al colegio. Puso un trapo sucio encima del asiento, para que no lo mojara al sentarme. Deje la mochila a los pies del asiento y subi al coche. --Bueno --dijo--. Que encuentro tan oportuno, ?verdad? Metio la marcha y arranco. Tuve una sensacion extrana. Hacia anos que no subia a un coche. Me obligaron a entregar las llaves y la documentacion, como a todo el mundo, y se me habia olvidado lo que era llevar el control de un vehiculo, estar encerrada en el y al mismo tiempo libre de ir adonde una quiera. Ver como pisaba el embrague o movia la palanca del limpiaparabrisas me parecio un sueno o un recuerdo perdido. Habia un olor muy fuerte en la cabina, acido, como a ropa vieja o a vinagre mezclado con orina, o quiza fuera el olor corporal del conductor, que no se lavaba. Pero no me queje ni hice ademan de bajar la ventanilla. Me alegraba de librarme de la lluvia. Empezaban a dolerme las plantas de los pies, y eso que me habia puesto dos pares de calcetines gruesos. Empezaba a notar como si me clavaran alfileres y agujas en las puntas de los dedos y me puse a encogerlos y a estirarlos. No esperaba volver a viajar en coche. Llevaba meses entrenandome para la caminata en mi tiempo libre, al principio sin rumbo, solamente por pasar el rato, luego con un objetivo, rodeando la periferia de Rith, subiendo hasta la cima del Beacon y bajando otra vez. Andar no era un delito, aunque a Andrew le parecia absurdo que me arriesgara a ser atacada por los perros que buscaban comida en la ciudad y removian la basura en los vertederos. Decia que estaban sucios y desquiciados, y que andar por alli era como pedir a gritos que me mordieran. Atacaban a la gente de vez en cuando, aunque nunca con consecuencias fatales. En esas excursiones no podia llevar la mochila, para no levantar sospechas, y me sorprendio que pesara tanto. Me habia asegurado de comer bien la ultima semana: dos raciones de arroz en vez de una y sardinas para desayunar; incluso pense que estaba acabando con las provisiones y que Andrew lo pasaria mal el resto del mes. Estaba todo lo en forma y bien alimentada que podia. Pero rodear la ciudadela de madrugada y comer una lata de sardinas de mas era muy distinto de atravesar el parque nacional abandonado, con mis bartulos a cuestas. Habia recorrido unos veinte kilometros y estaba reventada. Tenia la espalda agarrotada por el peso de la mochila. Llevaba horas soportando chaparrones intermitentes y me rozaba el dobladillo de la ropa mojada. Cada paso me alejaba de la ciudad y me acercaba a mis propios limites. Que pudiera aparecer un vehiculo era improbable, casi milagroso, y di las gracias.
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El espia del rey de Jose Calvo Poyato
https://gigalibros.com/el-espia-del-rey.htmlEspana a mediados del siglo XVIII. La Ilustracion empieza a ser realidad, pero la Inquisicion aun tiene fuerza. Los marinos espanoles publican obras de gran importancia cientifica. Es el caso de Jorge Juan, que ha medido el meridiano terrestre y acaba de publicar un libro sobre ello, pese a los reparos de la Inquisicion. Por su parte, el marques de la Ensenada, principal ministro de Fernando VI, esta dispuesto a potenciar la flota moderna capaz de enfrentarse a la britanica.
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Sylvia de Leonard Michaels
https://gigalibros.com/sylvia.htmlEn Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <
>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como < >: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no < >, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras < >-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los < > anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. < >: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). < >, rememora el narrador, < >. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura. -
Objetivo Cupcake perfecto – Alma Obregon de
https://gigalibros.com/objetivo-cupcake-perfecto-8211-alma-obregon.htmlLa bloguera de reposteria de moda en nuestro pais, Alma Obregon, desvela sus mejores recetas de cupcakes en este libro de cocina delicioso e innovador.
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Sms. Soltera muy selectiva de Becca Devereux
https://gigalibros.com/sms-soltera-muy-selectiva.htmlDel sms al amor solo hay un paso
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Amor y calabazas de Vanessa Lorrenz
https://gigalibros.com/amor-y-calabazas.htmlHope estaba pasando por un momento caotico que ella definia como: el apocalipsis de su vida. Alguien estaba tratando de destruir su carrera como columnista en un periodico de renombre. Y su editora la habia enviado al ultimo lugar donde puede salvar su carrera, pero. ?una granja de calabazas?
Acompana a Hope a descubrir que es lo que sucede cuando mezclas amor y calabazas. -
El negacionismo economico de Pierre Cahuc
https://gigalibros.com/el-negacionismo-economico.htmlLa economia ha mejorado tanto en las ultimas tres decadas que para los autores del libro ha alcanzado el mismo estatus cientifico que las ciencias exactas. Esta revolucion poco conocida genera unos conocimientos que chocan frontalmente,con aquellas personas que se guian mas por llevar por sus sentimientos, por su ideologia o por sus intuiciones, en vez de ajustarse a lo cientifico y a las verdades establecidas. Soluciones magicas como la bajada de impuestos, el aumento del gasto publico, el control migratorio, la semana de 32 horas, la reindustrializacion del territorio o incluso la tasa a las transacciones financieras son supuestamente la cura de todos nuestros males sin coste alguno. Estas falsas verdades tan frecuentemente repetidas por los medios de comunicacion tienen un nombre: el negacionismo economico. El objeto de esta obra no es otro que el de desenmascararlo.
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Amurao. La boda roja de Fran Barrero
https://gigalibros.com/amurao-la-boda-roja.htmlLa boda roja
Una pareja de recien casados es encontrada muerta en los aseos del salon en que celebraban su enlace. Nadie parece haber visto nada. Cristina Collado y su nuevo companero, Victor Garza, tendran que componer el extrano rompecabezas. Los analisis de la forense Maite Redondo y del equipo de la policia cientifica seran de vital importancia para resolver el caso.
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Por que el amor nos duele tanto de Lucia Etxebarria
https://gigalibros.com/por-que-el-amor-nos-duele-tanto.htmlElla lo tenia todo. Belleza, inteligencia, dinero. Una casa en el mejor barrio de la ciudad, decorada por un interiorista de prestigio. Un marido atractivo y socialmente considerado. Un trabajo bien pagado y que le gustaba.
Ella lo tenia todo. Excepto la felicidad.
Con espiritu reflexivo y un sentido del humor acido y corrosivo, la protagonista indaga sobre su vida amorosa. Va desgranando todo lo que no le ha podido contar a nadie sobre su infancia, su juventud, su adolescencia, su matrimonio. Todas las historias que ha escondido, empenada en venderle a los demas una imagen de mujer triunfadora y feliz.
La protagonista vive impregnada de literatura, una literatura viva, dulce e hiriente. Y se hace una serie de preguntas. Desde las emociones. Conflictos, recuerdos y anhelos traspasados por la literatura, diestramente manejados para inquietar a quien lea.
Podria ser que el amor romantico, el amor pasion, no sea mas que un concepto creado al servicio de la subordinacion social de las mujeres. Quiza esas fases que hemos vivido todas – idealizacion, erotizacion del otro, deseo de intimidad y expectativa de futuro – no sean sino una trampa. Acaso exista una estrecha relacion entre nuestro concepto del amor y el ordenamiento desigual del mundo. Tal vez las contradicciones y conflictos que ella vive no son sino los normales de tantas mujeres que no pueden escapar del todo a su propia cultura, pero que se permiten explorar y experimentar al mismo tiempo nuevas iniciativas.
Cuando el dolor es tan profundo que todo lo relacionado con el es borrado, abolido, desterrado al abismo ?como se puede recuperar lo perdido cuando la conciencia es imprescindible para seguir viviendo?
La novela propone una solucion sorprendente.
Una novela inteligente, divertida, magistralmente escrita… Y un poco incomoda.
Para personas decididas a salir de una zona de confort que se va haciendo cada dia menos confortable. -
La Cruz del Sur de Mike Sims
https://gigalibros.com/la-cruz-del-sur.html?Que sucede cuando todas las estrellas en el cielo estan fuera de lugar y la tierra a nuestros pies tambien? Miguel, un joven de una humilde aldea en Mexico, suena con convertirse algun dia en astronomo. Ese sueno le parece tan lejano como la distancia que separa la luna de la tierra. Sin embargo, las oportunidades llegan de formas insospechadas. Miguel sabe que siempre que mantenga una idea clara de donde esta, la verdad se revelara por si misma. Acompana a Miguel en esta aventura que lo llevara hasta lugares que jamas penso conocer.
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Cuba Libre de Cheryl Ness
https://gigalibros.com/cuba-libre.htmlEsa es la oracion clave que envuelve esta historia de amor real desarrollada en las calles de la Habana, Cuba, y que, de alguna manera, refleja como la vida de los cubanos cambio despues de la implementacion de la Ley de Democracia Cubana por el Congreso de los Estados Unidos de Norteamerica.
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Redencion de Fernando Gamboa
https://gigalibros.com/redencion.htmlLa nueva novela de uno de los autores espanoles mas leidos en todo el mundo.
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El reflejo del agua (Diario de una viajera en el tiempo 1) de Miriam Erlan
https://gigalibros.com/el-reflejo-del-agua-diario-de-una-viajera-en-el-tiempo-1.htmlDiana es la ultima descendiente de su estirpe, heredera de una antigua mansion situada en Tramoz (Aragon). La protagonista, en su regreso a la casa familiar, a se vera envuelta en una serie de acontecimientos a causa de un inesperado viaje doscientos diez anos atras en el tiempo. En plena Guerra de la Independencia contra Francia debera salvar a sus ancestros de comienzos del siglo XIX. Un emocionante viaje en el que redescubrira a sus antepasados que, hasta entonces, solo conocia por antiguos retratos y leyendas familiares. Samuel, un joven perteneciente a sus ascendientes, lograra despertar en ella sentimientos inesperados.
?Como afectara la transformacion de los acontecimientos al presente de la protagonista?
Diana descubrira las claves de su vida mientras reescribe la historia del pasado de su familia y la de su propia existencia. -
Ahorcado de Daniel Cole
https://gigalibros.com/ahorcado.htmlAhorcado, un thriller vertiginoso donde el asesinato es una obra de arte.
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El doble secreto de la familia Lessage de Sandrine Destombes
https://gigalibros.com/el-doble-secreto-de-la-familia-lessage.htmlEl sueno y la muerte son hermanos mellizos.
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49 y mas alla de Isabel Cortijo
https://gigalibros.com/49-y-mas-alla.htmlLa ventana de la habitacion se encontraba entreabierta y el aire, que hasta hacia unos dias habia sido tan agradable sentir por la manana, me obligaba a estirar de la sabana y arroparme hasta el cuello. Dormia en un colchon de uno cincuenta. Una cama en la que podia dar vueltas de lado a lado sin encontrar obstaculos, porque desde hacia mas de seis anos no compartia con nadie besos, abrazos y gemidos. Era una mujer de cuarenta y nueve anos y mi vida, en aquella epoca, transcurria apaciblemente entre mi trabajo, mis hijos, mis amigos y mi madre. Atras quedo mi separacion, el duelo por la muerte de mi padre y mi cancer de mama. Me habia divorciado de Victor y, salvo los dos primeros anos despues de la separacion, en los que tuvimos bastantes asperezas, nuestra relacion era cordial. Durante mi enfermedad me presto una gran ayuda. Se comporto como el mejor padre y atendio a los chicos con la mayor dedicacion. Sabia que necesitaba gran parte de mi energia para curarme y asumio lo que yo no podia sobrellevar; eso hizo que olvidara rencores y volviera a sentir un verdadero afecto por el. En apariencia, mi vida no habia cambiado mucho, pero solo en apariencia, porque esos acontecimientos vividos en los ultimos anos me marcaron y me hicieron mirar con otros ojos mi presente. A veces tenia la sensacion de que, antes de esas situaciones traumaticas, mi vida no era la mia. A excepcion del nacimiento de mis hijos, me deje guiar por los caminos que te lleva la inercia, y aquellos choques emocionales me habian hecho despertar, hacer un stop, mirar a mi alrededor y darme cuenta de que mis pasos, quiza, me condujeron a donde no queria ir. Existia un antes y un despues, una especie de linea divisoria que separaba a <
> de vivir aquellos sucesos de < >. La nueva Elisa ya no se dejaba llevar por inercias y habia aprendido a tomar decisiones, reduciendo los miedos que se agrandan en la mente y que dejan poco espacio para volar. Estaba experimentado lo que Julia me contaba: < >. Y lo sentia asi, a pesar de que en algunas ocasiones a < >, en el trasiego de lo cotidiano, tambien le enrabietaran las pequenas contrariedades, aunque le fuera dificil mantener el enfado cuando se percataba de que carecia de sentido enojarse por una nimiedad. Despues de la destruccion y pasado el duelo, la reconstruccion me estaba haciendo sentir mas viva y fortalecida, renovada tras desprenderme de la piel muerta. Consciente de la brevedad y la fragilidad de la existencia, queria saborearlo todo. Degustaba las cosas mas sencillas, los pequenos detalles, intentaba compartir mas momentos con las personas que queria y consideraba todo aquello como un regalo de la vida... Si, disfrutaba de casi todo, salvo de una parcela que pensaba que se habia borrado para siempre. No habia vuelto a retomar mi vida en el plano sentimental. Esa parte la suprimi. Tenia la sensacion de que en el terreno sexual y amoroso todo estaba acabado para mi. Habia recibido alguna que otra proposicion y aceptado alguna que otra cita, aunque no sabia muy bien por que lo hacia. ?Quiza con la idea de que surgiera algo? Pero cuando llegaba o se insinuaba el < >, no queria ni podia continuar hacia adelante. A veces me dejaba dar algun que otro beso para ver si el sapo se convertia en principe, y no, no habia principes para mi. La ultima proposicion fue la de Pedro. Pedro era el asesor fiscal de la empresa en la que trabajaba. Un viudo tan solo unos anos mayor que yo, de buena presencia, con los hijos ya independizados y la vida resuelta economicamente. Empezo a frecuentar la oficina. Se mostraba siempre dispuesto a personarse en la empresa ante cualquier contratiempo y a resolver el mas minimo problema, aunque a veces parecia que los creaba el para justificar su presencia. Nieves y Rosario, que eran mis ayudantes, me lo decian: < >. Yo no le prestaba atencion hasta que un dia me invito a cenar. Me pillo con el dia tonto y le dije que si. Pedro tenia un atico al final de la avenida del Oeste, enfrente del Mercado Central. Era un piso de esos que te dejan con la boca abierta: mas de doscientos metros y una terraza espectacular desde la que se divisaba la Valencia monumental, con sus tejados, torres y cupulas. Un escenario unico, embellecido con la calida iluminacion nocturna de la ciudad. Era una noche de verano y en la terraza habia preparada una mesa adornada, vestida con un mantel blanco de ligeros bordados, un jarron de cristal con flores frescas, velas perfumadas con llamas que temblaban ligeramente a cada golpe de brisa, y una vajilla y cristaleria muy vistosas y coloristas. Colgaban por la pared, enredadas en algunas plantas, ristras de diminutas lucecitas que creaban una atmosfera con un cierto toque navideno. Todo un entorno que parecia sacado de la mejor revista de decoracion. El conjunto estaba predispuesto con todos los detalles para abandonarse a los sentidos. El mismo se molesto en preparar personalmente la cena. Se deshacia en atenciones. La velada estaba siendo agradable, hasta que empezo a intentar algun que otro acercamiento que me llevo a < >, buscando distancia fisica. A cada aproximacion, yo iba levantando una barrera mas alta, no una simple valla que se cae con el viento, sino un verdadero muro que me separaba del deseo de sentir el cuerpo de aquel hombre. El problema no era que no me hiciera tilin, el problema era que no me hacia tilin ningun hombre. Me habia convertido en una especie de < > sexual, ajena a todo lo que suponia una atraccion por el otro sexo, incluso se podria decir que sentia rechazo. En lo relacionado con el deseo estaba muerta y enterrada. Los acercamientos fisicos para intentar besarme habian sido frustrados, por lo que Pedro opto por las palabras. Me cogio la mano que tenia languidamente apoyada sobre la mesa y me la apreto con la suya. --Elisa, te quiero decir que llevo bastante tiempo pensando en ti, no se si te habias dado cuenta. --Si, me he dado cuenta de que pasabas a menudo por la oficina sin una necesidad real. --Habia una necesidad: la de verte. Estaba viviendo una situacion incomoda. Su mujer habia fallecido hacia dos anos y el no era ningun picaflor; me estaba desnudando su corazon y yo, en lo que se referia a la piel, era una cyborg. Pedro continuo hablandome. --Me gustaria tener una relacion contigo. Me gustas. Me apetece rehacer mi vida, compartirla con una mujer como tu. Creo que eres idonea para mi. En honor a la verdad, me senti atraido por ti antes de quedarme viudo, pero respetaba demasiado a mi mujer como para haberte insinuado algo. Yo escuchaba atenta su discurso que, tras una pausa, como para tomar aliento, continuo. --Si te digo que empezaste a gustarme cuando estabas en pleno tratamiento y llevabas la peluca... Iba alguna vez por la oficina, te veia por el cristal de tu despacho y Nieves me decia que apenas faltabas al trabajo y que tu talante era el de una mujer positiva y luchadora; y eso, precisamente, es lo que empezo a gustarme de ti: me parecias una mujer fuerte. A mi mujer la quise mucho, pero se quejaba por todo y la menor contrariedad le superaba. --No soy tan fuerte, no lo creas. El cancer lo viven cientos de hombres y mujeres y seguro que con mas valentia que yo. Por suerte, el mio lo cogieron a tiempo y no fue muy virulento, pero he de confesarte que tuve bastantes momentos de debilidad. Aunque me resulta curioso lo que dices, que te sintieras atraido por mi cuando entonces, fisicamente, estaba hecha un adefesio. !Vaya, tambien era un hombre sensible! !?Que mas se podia pedir?! No sabia que decir para no herirle. Era encantador y poseia muchas cualidades: todavia guapo, con buena conversacion, con un agradable perfume a Acqua di Parma y me miraba con los ojos embelesados. Cualquier mujer se hubiera sentido halagada y estaria saboreando esos momentos. Desde luego, el problema debia estar en mi. --Pedro, no se que decirte --le conteste--. Yo, de momento, no me veo compartiendo mi vida con un hombre. --No digas eso, Elisa. Eres una mujer todavia joven y atractiva --me dijo con una expresion indefinida, supongo que intentando disimular su decepcion al escuchar mis palabras. No le explique que, para tener una relacion, lo primero que habia que sentir eran ganas y yo habia dejado de tenerlas. Ya no me apetecia meterme en la cama con un hombre. Recordaba los ultimos encuentros sexuales con Victor. Por decirlo de alguna manera, el hacia el amor por un lado y yo por otro, es decir, no lo haciamos. Esos encuentros se convirtieron en una sucesion de movimientos mecanicos, desapasionados y sin conexion que buscaban la propia satisfaccion sin pensar ya en el otro, o eso es lo que me parecia a mi. Pero ?que sentiria el cuando me venia a buscar y yo, simplemente, me dejaba hacer? Seguro que percibia mi falta de ganas..., pero nunca lo hablamos; ya habia demasiadas cosas rotas entre nosotros que no tenian reparacion alguna. Incluso esos encuentros sexuales llegaron un dia a terminarse e inicie una especie de hibernacion, un letargo sexual. Dormia en el larguero de la cama evitando cualquier contacto que supusiera un comienzo de la ceremonia sexual. El calor se esfumo y en nuestra cama se formaban tempanos; podian construirse iglus. Seguro que todo eso me habia dejado huella, pero ?por que no pusimos remedio antes a aquella situacion? ?Tal vez no habia tenido buen sexo y para mi empezar una nueva relacion era como retomar mas de lo mismo? ?Existia el buen sexo? ?Podria volver a recuperar el deseo? ?Queria volver a recuperarlo? ?Para que lo necesitaba? ?Por que crearme una necesidad que no tenia? Acabamos la cena y el pobre Pedro, en los meses siguientes, insistio alguna que otra vez mas, hasta que desistio, y yo me alegre. Capitulo 1 Al levantarme, antes incluso de pasar por el aseo, iba derecha a poner la cafetera. Me gusta el cafe de cafetera italiana. Hasta me resulta agradable escuchar su pitido y ver como sale el vapor cuando empieza a subir. Mi madre me habia regalado una de capsulas que solo usaba cuando venia de visita. Se empenaba tambien en traerme de vez en cuando las dichosas capsulas, pero yo se las regalaba a mi amiga Julia y hacia como que las gastaba para que no sospechara que seguia prefiriendo el olor y el sabor del cafe de mi cafetera italiana. Que mentirijillas tan absurdas usamos los humanos; todo para no herir su corazon cuando se enterase de que su regalo no me habia gustado y no tenia ninguna intencion de darle uso. Al olor del cafe aparecia Rocco, reclamando tambien su desayuno. Un poco de pienso y arreglado. El siguiente paso era la emision de unas cuantas voces combinadas con la apertura de las puertas de las habitaciones de mis hijos para invitar a Violeta y Marcos a levantarse. Al poco tiempo, aparecian por el pasillo, somnolientos, dirigiendo entre bostezos sus pasos a la cocina, que se convertia en el primer lugar de encuentro familiar al empezar el dia. Violeta estaba a punto de cumplir los dieciseis y Marcos tenia veinte. No eran ningunos ninos, pero su madre, que era yo, les seguia preparando las tostadas y su vaso de leche, con la intencion de que se fueran bien desayunados a clase. Cosas de las madres. Ellos tomaban el desayuno en la mesa, pero yo habia cogido la costumbre de dejar el mio sobre la encimera de la cocina. De pie, agarraba mi taza de cafe y, entre sorbo y sorbo, ponia el lavavajillas o hacia cualquier otra cosa de logistica domestica. Esos eran mis desayunos diarios salvo los fines de semana, en los que me acercaba a la terraza del bar de al lado y me sentaba, sin mirar el reloj, a tomar un capuchino y leer la prensa acompanada de Rocco. Le encantaba bajar conmigo el sabado y el domingo por la manana. Se tumbaba en el suelo con paciencia y, cuando lo miraba, me parecia que pensaba: <>. Creo que Rocco pensaba eso, y he de decir que yo tambien. Ya estaba establecido que era yo quien bajaba al perro por la manana. Habia optado por dejar de renir con mis hijos; desgastaba mas el entrar en debates mananeros sobre a quien de los dos le tocaba sacarlo que madrugar un poco mas y bajarlo sin batallas. Despues de ducharme ya lo tenia detras de mi porque sabia que era la encargada de su paseo matutino. Desayunados, duchados y vestidos saliamos de la casa para afrontar el dia, dejando a Rocco como guardian del hogar. Tardaba en llegar a mi lugar de trabajo unos veinte minutos a pie; habia decidido hacer el trayecto andando para disfrutar de un paseo mientras aspiraba el aire de la manana y, de paso, hacer un poco de ejercicio. Usaba zapato plano para hacer el recorrido, pero en la taquilla de mi despacho siempre guardaba dos pares con algo de tacon, unos negros y otros marrones, que me calzaba en ocasiones para ir por la oficina. -
Deseos ocultos del conde de Lorraine Heath
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Una esposa para el jeque de Tara Pammi
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Ni lo ves ni lo veras (Inspectora Helen Grace 2) de M. J. Arlidge
https://gigalibros.com/ni-lo-ves-ni-lo-veras-inspectora-helen-grace-2.htmlUn segundo caso para la inspectora Helen Grace de Tu te vas, tu te quedas.
Un thriller que te parara el corazon. -
148 de David Munoz Lopez
https://gigalibros.com/148.htmlADVERTENCIA:
Es importante que se asegure de querer leer este libro antes de subir al avion. No se trata de un libro cualquiera. Si decide no leerlo, viajara comodamente hasta llegar a su destino. -
Lo unico exacto de Alain Finkielkraut
https://gigalibros.com/lo-unico-exacto.htmlAlain Finkielkraut, con el rigor que le caracteriza, toma una serie de hechos politicos, sociales, filosoficos, mediaticos…, de los ultimos anos y, apoyandose en otros pensadores como Hannah Arendt, Albert Camus o Milan Kundera, los analiza y reflexiona buscando entender lo que esta pasando, comprender el desequilibrio permanente al que nos empuja el presente.
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La mujer del cartero de Leonor Moreira
https://gigalibros.com/la-mujer-del-cartero.htmlCuando un dia Clara recibe la visita de su nuevo vecino, Alex, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y, sobre todo, muy misterioso.
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Una prueba de amor (Las guerreras Maxwell 5) de Megan Maxwell
https://gigalibros.com/una-prueba-de-amor-las-guerreras-maxwell-5.htmlLa joven pelirroja Demelza nacio fruto del amor entre una escocesa y un vikingo, algo que Urd, la mujer de este, nunca perdonara. Demelza, a la que todos llaman Pelirroja salvaje, crecio con unos hermanastros que la adoraban y un padre que la veneraba. Urd, sin embargo, se la tiene jurada y, con la ayuda de un malvado vikingo llamado Viggo, urde un plan para destrozar el futuro de su hijastra. El padre de la joven, creyendo todo lo que se dice de ella, la obliga a casarse con Viggo, algo de lo que mas tarde se arrepentira y que, sin duda, marcara el resto de su vida.
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Algo increible de Andrea Adrich
https://gigalibros.com/algo-increible.htmlLa familia Dubrow vuelve a Santa Monica despues de una decada. Con su regreso, Andreas Johnson, conocido como Leon, revive el tragico pasado que le une a esa familia, por la que siente una enorme animadversion.
Fabiola Dubrow es una nina rica que aparentemente lo tiene todo, menos algo tan preciado como la libertad. Se ha pasado toda su vida haciendo el papel de hija perfecta, hasta que se encuentra con Andreas, y ese chico rebelde de rasgos felinos e impresionantes ojos azules se convierte en la excusa perfecta para empezar a trasgredir las normas.
Andreas, por su parte, no quiere saber nada de los Dubrow. Pero el destino le tiene preparado una sorpresa. Algo increible de la mano de quien nunca hubiera imaginado. -
Tiramisu al ron de Milly Johnson
https://gigalibros.com/tiramisu-al-ron.htmlVen, Roz, Olive y Frankie se conocen desde el colegio. Sonaban con un futuro glorioso, lleno de riquezas, romance y trabajos fabulosos. !El mundo seria suyo! Veinticinco anos mas tarde, Olive limpia casas para mantener a un marido en paro y a una suegra impedida. Roz es incapaz de demostrarle amor a su companero Manus porque su mujeriego exmarido ha destrozado su capacidad para confiar en los hombres. Y parece que nadie sabe nada de Frankie… Pero Ven esta decidida a reunir a sus amigas y a convertir el sueno que tenian desde ninas en realidad.
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Volver a Assam (Aromas de te 3) de Janet Macleod Trotter
https://gigalibros.com/volver-a-assam-aromas-de-te-3.htmlLa India, 1933. Adela Robson es una adolescente que escapa de la escuela, decidida a perseguir su pasion por la interpretacion. En Shimla, la sede veraniega del Gobierno imperial, se entrega a cuantas diversiones ofrece la sociedad india de la epoca a una hermosa debutante. Pero cuando parece a un paso de alcanzar sus ambiciones, la joven llama la atencion de un apuesto principe, un juerguista encantador que dara al traste con sus suenos…
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Se que sera para siempre de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/se-que-sera-para-siempre.htmlPayton bebio de su cafe sin quitar la vista de la puerta de la empresa. En la Farmaceutica Lackman era la hora de largarse a casa, aunque sabia que su presidente aun tardaria algo mas en salir. Solia hacerlo sobre las cinco y media. Sobre el sillin de su bicicleta volvio a beber de su cafe y se detuvo en seco al ver abandonar la empresa a Keane Lackman, que con el telefono al oido miraba de un lado a otro como si estuviera nervioso. Dijo algo al telefono de muy mala manera antes de meterselo en el bolsillo interior de la chaqueta del carisimo traje gris que llevaba. Ella como si nada bebio lo que le quedaba de cafe antes de tirar el envase a la papelera que tenia al lado sin dejar de mirarle de reojo. El hijo del presidente de la empresa tenia treinta y dos anos. Rubio y enormemente atractivo media uno ochenta y seis, su cumpleanos era el seis de julio y le habian operado de apendicitis con catorce anos. Tenia una hermana pequena que era una nina mimada que solo se dedicaba a ir de tiendas. Entrecerro sus ojos azules de la rabia haciendo que se oscurecieran hasta tomar un tono violaceo recordando la ultima factura de la nina. Veinte mil dolares se habia gastado en un bolso de firma que seguramente usaria dos veces en su vida. Cuando el miro hacia alli se ajusto la gorra sobre su cabello rubio platino. Vio que llegaba su Porche gris y que el mozo se bajaba a toda prisa. Keane cogio sus llaves furioso y rodeo el coche metiendose en el como una exhalacion. Payton decidio seguirle a el ese dia. Parecia que tenia prisa. Demasiada para su gusto. Acelero saliendo al trafico y ella le siguio bajando al asfalto. Nueva York estaba llena de repartidores y era facil pasar desapercibida. Cuando se detuvo en el semaforo ella se subio a la acera y detras de una farola se cambio la gorra por una roja. El semaforo se puso en verde y al ver que aceleraba a toda pastilla tuvo que salir al trafico haciendo que un coche tuviera que frenar. Hizo una mueca pedaleando a toda prisa para no perderle. Estaba claro que le importaban un pito los limites de seguridad. Giro hacia la derecha y ella se coloco detras de una furgoneta preguntandose a donde iba porque era evidente que ni iba a los laboratorios ni a su casa. Al ver que se desviaba hacia el Soho chasqueo la lengua porque iba a casa de su hermanita. Tenia que haber seguido a su padre. Pero cuando paso de largo su calle se quedo en blanco. ?A donde cono iba? Keane freno en seco ante un edificio sin importarle que no pudiera aparcar y se bajo del coche a toda prisa para correr hacia el portal y pulsar el boton del tercero. Payton con la respiracion agitada observo como entraba. Lo mas rapido que pudo dejo la bicicleta apoyada en una senal antes de bloquear el seguro que tenia en el manillar y cogio la caja de pizza que llevaba en la mochila a la espalda para correr hacia el portal. Solo habia cuatro pisos por planta. Pulso casi todos los botones menos los del tercero y alguien abrio. Empujo la puerta y al ver que el ascensor llegaba en ese momento se dio cuenta de que no lo habia esperado y habia subido por las escaleras. Ya que estaba alli se subio en el ascensor y pulso el tercero. Se mordio el labio inferior y cuando llego a la tercera planta salio con precaucion mirando alrededor. Vio dos de las puertas. --?Es que estas loca? --Se escucho un portazo y ella miro hacia el pasillo que tenia a su derecha. Camino hacia alli sin hacer ruido con sus zapatillas de deporte y en la esquina saco la cabeza. Solo habia una puerta al final del pasillo y se escuchaban gritos. De puntillas se acerco y pego la oreja. --Voy a llamar a una ambulancia --escucho que decia Keane. Se le corto el aliento porque era la primera vez que oia su voz y decidio ignorar el brinco que pego su corazon. Al escuchar un sollozo entrecerro los ojos--. Debes haber perdido la cabeza. --!No! !Va a venir! --!No digas tonterias, Poppy! --Parpadeo al escuchar el nombre de su hermana. --!No te quiere! ?Por que crees que me ha llamado para que solucione esto? Escucho su llanto desgarrado y como gritaba --!Si que me quiere! --?Cuantas pastillas te has tomado? --No se. Medio bote. --?De esto? --Ella debio asentir. --!Joder! ?Sabes lo fuertes que son? --Dejame. No... Escucho una arcada y despues de esa otras, asi que supuso que le habia metido los dedos en la boca. --!Si, necesito una ambulancia! !Mi hermana se ha tomado un bote de pastillas! Payton sonrio maliciosa enderezandose y se volvio saliendo de alli a toda prisa. Minutos despues sentada en su bicicleta en la esquina de la calle vio como llegaba una ambulancia y como a los diez minutos sacaban a la princesita en una camilla con su hermano detras. Saco fotos con su movil. El se volvio como si quisiera asegurarse de que nadie les veia y ella saco una foto a su preocupado rostro. Busco un telefono en la agenda y se lo puso al oido sonriendo. --Jerry, cuanto tiempo. ?Adivina que tengo para ti? --pregunto viendo como Keane se subia a su coche --. Si, algo muy jugoso. Por casualidad ahora mismo estoy viendo como se lleva una ambulancia a la hija de un pez gordo. Poppy Lackman. Sobredosis. Tengo fotos. --Se echo a reir. --Si, ya se que me quieres. Te las envio de inmediato. ?Donde? Ahora estoy en el Soho. No fastidies, ?tengo que seguirles? --pregunto sabiendo de sobra que se lo pediria--. ?Para saber a que hospital van? Bueno, pero me deberas una muy gorda. Vale... Te llamo cuando sepa el hospital. Uy, te dejo que tengo que coger un taxi si no quiero perderles. --Colgo para seguir a la ambulancia. Estaba segura de que con la prisa que tenian desde alli la llevarian al Presbyterian y no se equivoco. Le envio un mensaje a Jerry con las fotos y la localizacion. El le envio una cara sonriente dandole un beso. Paso de largo el hospital porque a partir de ahi se encargaria Jerry enviando a sus reporteros para sacar toda la basura de esa historia. Sonriendo encantada pedaleo en direccion a su casa. Ese habia sido un buen dia. Ante su ordenador mordio el donut riendo por lo bajo porque la historia estaba en todos los tabloides. Ya fuera en television o en internet. Jerry debia haber ganado una pasta con eso. Puso de nuevo el video donde Keane saliendo del hospital le gritaba a un reportero que le dejara en paz antes de darle un empujon. --Chico tienes que llevarte mejor con la prensa. Son tus amigos --dijo a la pantalla antes de morder el donut de nuevo. La puerta de su casa se abrio y apago la pantalla sonriendo a su madre que entraba con una bolsa de la compra. --Deja que te ayude. --Se acerco cogiendo su bolsa y dandole un beso en la mejilla. --?Que tal el dia? Su madre la miro divertida. --Te veo muy contenta. --Hoy ha sido un dia genial. Me han subido el sueldo. Nora se llevo una mano al pecho. --?Y eso por que? --Porque he encontrado algo que salvara muchas vidas. Una enzima que es muy beneficiosa para el fortalecimiento del corazon. --Hija, que bien te explicas. A tu hermano no le entendia ni palabra de lo que decia. --A ambas se les oscurecio la mirada, pero su madre forzo una sonrisa intentando no estropear el momento. --Eso es genial, ?y que te ha dicho tu jefe? --Que esta muy contento con mi trabajo y que puede que en un ano me de su puesto en el laboratorio cuando se jubile. --?No me digas? --Nora chillo de la alegria y la abrazo muy contenta. --Felicidades. --Mama, para eso queda un ano. --Pero si te lo ha dicho la decision esta tomada. --En cuanto cene tengo que irme. Su madre fruncio el ceno. --?Otra vez tienes que trabajar? --Tengo unas placas que hay que revisar con urgencia --dijo sacando las cosas de la bolsa disimulando--. Me quedare hasta tarde. --Hija ultimamente tienes unos horarios de lo mas raros. Asi no vas a encontrar novio en la vida. --Bah, soy joven. ?Quien quiere novio? --Es que ni sales a divertirte. --Claro que me divierto. --Abrio la nevera para meter la fruta y la verdura. Cuando se volvio vio que su madre la miraba incredula. --Me encanta mi trabajo. !Alli me divierto mucho! --?Y ese cientifico que te tiraba los tejos? ?Era guapo? --?Jack? Mama... --Si no dejas de mirar tanto el microscopio un dia te daras cuenta de que los anos han pasado y te tiraras de los pelos por haber perdido parte de tu vida. --No voy a perder parte de mi vida. Tengo veintiseis anos. Ahora es momento de trabajar y labrarme un futuro. En un par de anos me planteare lo de cazar a un hombre, ?vale? --!Yo quiero un nieto ya! !Me aburro mucho! Puso los ojos en blanco cogiendo las latas y su madre le rogo con la mirada. --Vamos, eres tan bonita que debes tener a todo el laboratorio deseando que les hagas caso. --Casi todo somos mujeres. Somos mas listas, aunque los puestos buenos se los lleven los hombres. --Ya empezamos con el feminismo. --!Es cierto! Y tener hijos tiene mucho que ver en eso, ?sabes? --Dejate de rollos. --Exasperada su madre se paso un mechon castano tras la oreja para fulminarla con sus mismos ojos azules. --Eres capaz de enamorarte e ignorarlo con lo cabezota que eres. --Tranquila, que si llega mi principe azul en su caballo blanco le guinare un ojo. -- Coloco la ultima lata y se volvio poniendo los brazos en jarras. --?Pedimos una pizza? --?Y para que he comprado tanta comida? --Ni idea. ?Piensas cocinar ahora? Su madre gruno. --No, estoy molida. En la peluqueria hoy estaban muy pesadas. --Es el calor. Ya empieza el verano y los neoyorkinos nos volvemos algo locos. Mama, te he dicho que ya no tienes que trabajar tantas horas. Gano mas que suficiente para que no te pases tanto tiempo de pie con esas pesadas. --Dejare de trabajar cuando tengas un nino. --Y dale. ?Que tal un gatito? Ni hay que sacarlos. Gruno cogiendo el telefono. --?Comida china? --Vale. --Se quito la camiseta mostrando su sujetador deportivo. --Voy a ducharme mientras tanto. Salio con ella al salon y su madre volvio a grunir al ver el envase de donuts. --Hija, ?por que compras estas cosas? --pregunto cogiendo uno y dandole un mordisco antes de decir al telefono con la boca llena--. Si, quiero hacer un pedido. Divertida entro en el pasillo y fue hasta la puerta del fondo donde estaba el bano. Cerro la puerta y se quito los leggins dejandolos caer al suelo antes de abrir el grifo de la ducha. Se quito la ropa interior y la goma del pelo dejando caer su larga melena sobre su espalda. Ya le rozaba el trasero. Un dia de esos tenia que decirle a su madre que se lo cortara un poco. Al levantar los brazos para apartarse el cabello jadeo al ver que tenia un par de pelitos en el sobaco. --Menudo timo la depilacion laser. Se agacho para buscar una maquinilla en el armarito de debajo del lavabo y al revolver al fondo vio un bote de espuma de afeitar. Se le puso un nudo en la garganta cogiendo el envase. Hacia nueve meses que le habian perdido y seguia encontrando cosas suyas por la casa. Una lagrima corrio por su mejilla recordando su risa. Ya no le veria mas. No volveria a escuchar su voz y nunca mas la abrazaria. Habia perdido a su hermano para siempre. Su otra mitad. Reprimio un sollozo apretando el bote en su mano queriendo gritar de dolor y ese dolor hizo que su odio por los Lackman se multiplicara por mil si eso era posible. --Hija, ?quieres rollitos? --grito su madre al otro lado. Asustada escondio el bote en la ropa sucia y carraspeo por lo bajo antes de gritar--!Si! --Y rollitos de primavera --dijo su madre alejandose de la puerta. Suspiro del alivio escondiendo bien el bote entre la ropa antes de coger la cuchilla y cerrar la puerta del armarito. Menos mal que su madre no lo habia visto porque era encontrar algo de Kenneth y ponerse a llorar una semana. Ya lo tiraria cuando ella no la viera. Se ducho a toda prisa y cuando salio del bano envuelta en su albornoz con el cabello mojado cayendo por su espalda fue rapidamente a su habitacion. Saco el bote de la espuma de afeitar y lo escondio en el armario tras las camisetas. Alli su madre no lo encontraria, ella se encargaba de colocar su ropa. Viendo los montones de ropa colocados por colores sonrio con tristeza recordando como Kenneth le decia que tenia un trastorno compulsivo y como ella le decia a el que viendo su habitacion alguien debia ser la ordenada de la familia. Cerro la puerta y su mirada fue a parar a la fotografia de los tres que estaba sobre su tocador. Los tres felices miraban a la camara mientras Kenneth extendiendo su brazo sacaba el selfi en un dia de playa un ano antes. Puede que su padre les hubiera dejado tirados cuando los mellizos tenian dos anos, pero no habia familia mas unida que la suya. Los tres se habian apoyado los unos en los otros y en cuanto habian sido capaces de trabajar habian ayudado a su madre en lo que habian podido. De hecho se llevaban tan bien que seguian viviendo juntos y jamas habia habido un conflicto. Pero le habian perdido. Mirando a su hermano dio un paso hacia el y siseo --Yo no olvido, Kenneth. No te olvido. Pagaran lo que te hicieron, hermano. Te lo juro por mi vida. Apunto el resultado y miro el microscopio de nuevo para analizar la reaccion en la celula. --Eso es, pequena... Reaccionas muy bien. --?Payton? --Levanto la vista hacia su jefe que sonrio. --Chica, ?que haces aqui a las dos de la manana?
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Arriesgandolo todo por ti (Amores y decisiones 1) de Anna S. Segura
https://gigalibros.com/arriesgandolo-todo-por-ti-amores-y-decisiones-1.htmlLady Hortensia era rebelde y obstinada, un corazon libre que no estaba dispuesta a dejar que su abuelo, el marques de Aranda, la casase con un hombre al que ni tan siquiera amaba. Necesitaba un plan para poder escapar de ese compromiso. ?Pero cual era el precio? Cuando Nicolas Ferrer, su unico amigo de la infancia, le propone ayudarla desinteresadamente, Hortensia no dudara en aceptar su ayuda. Pero el plan de Nicolas es arriesgado y ambos jovenes desconocen hasta donde los puede llevar su decision. Hortensia solo desea escapar de esa prision en la que la tiene encerrada su abuelo. Nicolas es su ultima salida, pero entre ellos siempre existio una quimica que nunca supieron ver. Ahora los une el destino, ?podran guiarse por la fuerza de sus corazones? ?Hasta donde seran capaces de arriesgar su propia libertad? Hay decisiones capaces de mover montanas y en el amor a veces hay que arriesgarlo todo.
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La joya de Meggernie, Kate Danon de Kate Danon
https://gigalibros.com/la-joya-de-meggernie-kate-danon.html -
Tu tiempo (Con j de 1) de Lucia Blanco
https://gigalibros.com/tu-tiempo-con-j-de-1.html -
Amor entre espinas de Kristell Alvarez S
https://gigalibros.com/amor-entre-espinas.htmlCarolina recorre los pasillos de la libreria totalmente absorta, anda buscando un libro en particular, tiene mucho tiempo queriendo encontrarlo, pero no ha tenido mucho exito. Tiene ya un rato recorriendo los estantes, primero siguiendo el supuesto orden que hay en cada uno, dejandose llevar por el genero que anuncian en la parte alta de cada estanteria, pero al descubrir titulos en desorden y fuera de contexto, ha decidido hacer una pesquisa mas minuciosa. Esta claro el caos en que estan acomodados, por lo tanto no debe dejar pasillo alguno fuera. Inicia desde el fondo de la libreria, revisando a consciencia cada uno de los estantes, hoy le llego la alarma a su correo electronico de que al fin habian vuelto a surtir esa novela. !Tiene que estar!, piensa con determinacion y sigue mirando titulos de arriba abajo, agachandose, moviendo libros para ver los que estan atras, no tiene la intencion de darse por vencida. --!Carajo! Exclama frustrada, no ha logrado dar con el dichoso libro, el encargado de la famosa libreria le dijo que aun quedaba un ejemplar, pero ni el logra hallarlo. Segun le conto el muchachito, ayer habian llegado los nuevos ejemplares, pero practicamente volaron como pan caliente. ?Por que no vine ayer? Se regana interiormente dejandose caer en el piso frente al pasillo del estante de lo paranormal, con la mirada perdida en el mar infinito de libros delante de ella, donde es muy poco probable que este la novela de Kristen Miller que busca. Sin embargo, pese a ser casi imposible sus ojos se clavan en el azul brillante de una portada: "DESEOS" lee sin dar credito. Ahi, en la ultima fila del estante esta la preciada continuacion de "ETERNOS", al fin lo ha encontrado. Sin levantarse del suelo practicamente gatea hasta el, sin fijarse en nada mas estira la mano para tomarlo cuando ve que de la nada es elevado por unas manos que no son las de ella. Atonita levanta la mirada lentamente hasta encontrarse de frente con un joven que sonrie entusiasmado con el libro en su poder. Carolina lo mira incredula. Ese es libo de chicas, una novela romantica, quiere gritarle al desconocido que la observa divertido, en cambio solo alcanza a balbucear: --Ese libro es mio... El desconocido en automatico lo prende a su pecho y con una sonrisa de medio lado le dice un poco apenado encogiendose de hombros: --Yo lo agarre primero, lo siento. Da media vuelta y sin dilacion practicamente corre hasta la caja. Carolina se levanta de un brinco para seguir al desconocido, ese es su libro, tiene seis meses esperandolo, muriendo por leer la segunda parte de tan maravillosa historia, no va a dejar que se lo arrebaten tan facil. --!Espera, por favor! --practicamente le grita al tipo. El desconocido gira a mirarla, pero no dice nada, sigue caminando hasta llegar a la fila de la caja. Carolina se planta junto a el y poniendo su cara mas dulce le exclama casi rogando: --!Tengo seis meses esperando por ese libro! Y llevo toda la manana buscandolo, pero no estaba en el estante correcto... --Lo se --la interrumpe el tipo--, yo lo he cambiado de lugar ayer que lo encontre, habia dejado mi billetera en el auto y estaban a punto de cerrar, no me daba tiempo de ir por ella. Me dijeron que era el ultimo, asi que lo escondi para venir por el hoy. Carolina lo mira desconcertada. !Lo escondio! ?Que tipo de persona hace eso? Si, ella lo hizo alguna vez, pero es un raton de biblioteca, esta justificado, el no tiene pinta de serlo ni a kilometros. Su aspecto es mas de chico fresa, muy guapo si, con sus intensos ojos verdes que no paran de mirarla con diversion, pero no un devorador de libros. Ladron de libros, si. Lector avido, lo duda. --?Por que? --Se trasluce la incredulidad en su voz-- Tu para que lo quieres, es lectura de chicas. Sabe que esta siendo prejuiciosa y discriminativa, estableciendo etiquetas de genero--algo que de verdad odia y no es nada propio de ella--, pero esta muy frustrada, molesta y a punto de llorar de la desesperacion. Casi nadie entiende eso de ella, de verdad se apasiona con sus libros, son sus mejores amigos. Y nada la puede desesperar mas que no leer la continuacion de alguna historia que la haya cautivado tanto como esta. El chico la mira un poco divertido, al parecer encuentra gracioso que ella lo este acusando de leer libros "para chicas", como si la literatura tuviera genero. --Si te tranquiliza saberlo, el libro no es para mi, es para mi novia. Ella tambien tiene un rato buscandolo. Carolina se queda de una pieza. !Perfecto! Ahora ademas de frustrada, siente envidia, otro de los sentimientos que mas detesta, tanto en ella como en los demas, pero caray, como no hacerlo, jamas nunca uno de sus ex novios tuvo un detalle de ese calibre con ella, ni siquiera le regalaron un libro, mucho menos estar pendiente del que ella estuviera esperando. Lo mira con tristeza y casi a punto de las lagrimas, no solo por el libro que acaba de perder, sino porque le hizo rememorar sus fatidicas relaciones y su recien roto corazon, hace tan solo un mes que su ex tuvo la brillante idea de serle infiel con su vecina, a la que casi consideraba su amiga. --!Chica afortunada! Exclama melancolica y se adelanta hasta la caja para hablar con el encargado de la libreria. Al parecer el sistema de correo electronico no es tan efectivo, por lo que decide dejar su nombre y numero telefonico para que le avisen a penas les llegue nuevos ejemplares de la novela. El sonriente dependiente anota los datos, pero le explica que cree que tardaran un poco en surtirlo. Carolina se encoge de hombros maldiciendo a su suerte. Se gira sobre si misma para salir de la libreria. Sus ojos estan a punto de soltar millones de lagrimas y no quiere hacerlo ahi delante de todos, menos del desconocido que se lleva su libro y quien no le quita la vista de encima, observando curioso su actitud. Seguro piensa como todos, que esta loca por ponerse asi por un "simple libro", como le han dicho antes. Camina un par de cuadras sobre la avenida Juarez, mentando madres por lo bajo por haber venido hasta el centro en balde. Entra en la plaza Juarez para llegar a la calle Independencia donde esta el estacionamiento donde ha dejado su auto. Poco a poco sus anegados ojos dejan salir todo ese llano reprimido, en parte por el libro y en mucho por todos esos malos recuerdos que se soltaron de golpe, los habia tenido un poco reprimidos y salieron en banda para joderle un poco mas, si eso es posible, la existencia. Sus leves sollozos se convierten de a poco en un llanto incontrolable, ni de broma puede manejar asi, por lo que tratando de acomodarse tantito la compostura entra en Cielito querido cafe, una cafeteria muy mexicana que esta al fondo de la plaza. Con voz entrecortada pide un chocolate caliente y un panquecito de nata: Las penas con pan son menos, lee en su mente uno de los muchos letreros pintados por todo el lugar, frases muy mexicanas cargadas de verdad. Armada con su enorme taza y su platito de peltre --un detalle muy original de la cafeteria--, busca la mesa mas solitaria en la terraza del lugar para sentarse a ahogar su tristeza en su chocolate y atragantarse un poco de pan para ver si asi sus penas se alivianan un poco. Carolina picotea el panque con la mirada absorta en la nada. El libro perdido ha pasado a segundo plano, ahora su memoria navega por sus siempre tragicas historias de amor. A sus treinta anos tan solo ha conocido el lado doloroso, a pesar de dar lo mejor de si a sus parejas, al final la han traicionado. ?Por que? ?Por que le toca perder cada vez? Se pregunta y el llanto ahogado vuelve a ella. No lo reprime, lo deja salir sin pudor, aunque quisiera no podria contenerlo, hay demasiada tristeza dentro de ella. Los pocos transeuntes que pasan junto a ella la miran curiosos, pero ni se fija, solo quiere vaciarse por completo para sentirse mejor. Mira sin ver el horizonte, con la vista nublada por las lagrimas y de repente alguien se detiene frente a ella, no lo distingue, tan solo ve una silueta. --?Estas bien? ?Necesitas algo? Le pregunta una voz masculina que le resulta familiar, se seca un poco los ojos para tratar de enfocar y descubre frente a ella al desconocido de la libreria. --He estado mejor --responde con amargura--, pero gracias por preguntar. A pesar de su adusta respuesta el joven jala la silla frente a ella y se sienta. Carolina lo mira desconcertada, sus ojos lanzan interrogantes silenciosas, abre la boca para decir algo, pero la cierra de nuevo. El joven le sonrie comprensivo. --Nadie que este tan triste debe estar solo --responde adivinando sus preguntas--, tal vez quieras hablar o tal vez no, pero me sentare un rato aqui contigo, a veces solo hace falta que alguien nos acompane. Por cierto, me llamo Nicolas. Carolina mira al desconocido, que ahora sabe se llama Nicolas, estupefacta. No da credito a la extrana situacion. Su dia ha pasado de fracasado a bizarro. Al menos ahora esta pensando en otra cosa distinta a su fracasada vida amorosa. --Me robas mi tan esperado libro y ahora quieres consolarme --dice con un dejo de ironia en la voz. --?Estas asi por el libro? --Cuestiona Nicolas perplejo--, si es asi, te juro que te lo doy, ya vere que otra cosa le compro a mi novia. Carolina esboza una media sonrisa girando con la cabeza. Podria aprovechar la situacion, pero su consciencia no la dejaria jamas en paz por quitarle la ilusion a alguien de regalar algo tan especial. --No podria aceptarlo, tu novia seguro va a ser muy feliz cuando se lo des, pero muchas gracias por el ofrecimiento. Yo soy Carolina, por cierto. El suelta el aire un poco aliviado, si bien lo ofrecio porque no soporta ver a alguien asi de triste, en el fondo no queria deshacerse del libro, su novia lo desea tanto y a el no hay nada que lo haga mas feliz que cumplirle sus deseos. --Mucho gusto, Carolina. Y, ?Entonces? ?Por que lloras?--pregunta curioso inclinandose hacia delante en clara senal de atencion. --Por todo y nada. Si, me dio pesar perder el libro, pero ver el esfuerzo que hiciste por darle a algo tan especial a tu novia me hizo recordar que nadie me ha querido de esa manera y, lo que es peor, creo que ni siquiera me han querido o no terminaria siendo siempre traicionada como me acaba de suceder hace tan poco. Suelta sin pestanar y de corrido. No sabe porque, pero se sintio en confianza para soltar esa perorata dramatica que la esta consumiendo desde que salio de la libreria. Nicolas la mira comprensivo, sin dejo alguno de lastima, la hace sentir que entiende por lo que esta pasando. Con dulzura estira su mano y toma la de ella, apretandola en un gesto que le resulta familiar y tranquilizador. --?Quieres hablar de eso? Te haria bien desahogarte.
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El chico nuevo de Tracy Chevalier
https://gigalibros.com/el-chico-nuevo.htmlLa nueva novela de la autora de La joven de la perla, inspirada en Otelo.
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Tocamela otra vez, Ethan de Anne K. Austen
https://gigalibros.com/tocamela-otra-vez-ethan.html -
Desaparecida. La historia de Hugo de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse
https://gigalibros.com/desaparecida-la-historia-de-hugo.html--Hola, Hugo. --Hola, Andrew, te necesito --murmure agobiado echandome el pelo hacia atras. --?Que paso? --La pequena Laia ha desaparecido... Seis meses habian pasado desde la boda de Andrew con Laia, de ahi a que Alicia le pusiera el nombre a su hija, ya nuestra hija, porque la amaba como si fuera mia. A Alicia la conoci gracias a Andrew, cuando intervenimos en liberar en Marruecos a Laia, en aquel entonces una espanola que se caso con un marroqui que la sometio a una cautividad por dos anos, de ahi que la escritora Ariadna Baker, contara su historia y por ende el principio de la mia en una trilogia llamada Laia, ademas de Cautiva. Hoy en dia Andrew y Laia, vivian felices en las Highlands de donde era el, ademas habia pedido una excedencia para disfrutar de ella y los hijos que ya tenian, tres, Dylan, Hugo y Janis. La nina fruto del amor entre ellos y los ninos frutos del corazon tan grande que poseian, ya que eran adoptados. A Andrew lo conoci en varias cooperaciones conjuntas, ya que el era inspector en Escocia y yo en Espana, asi que nos vimos siguiendo a las mismas bandas de narcotraficantes que intervenian, tanto en su pais como en el mio, pero lo que realmente nos unio fue su historia con Laia, hoy su mujer y amiga de mi pareja Alicia. A Alicia la conoci y poco despues la dejo el marido, renunciando a la pequena Laia por irse con una mujer a algun lugar de Europa, donde se quedo con ella. poco despues supimos que esta lo dejo y el no regreso a Espana, pero, consciente de todo lo que dejo aqui, comenzo a amenazar a Alicia hasta que yo me puse serio. Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que nos dimos cuenta que sentiamos el uno por el otro, hace un ano, pero no lo confirmamos hasta el enlace de estos, Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que ahi donde sellamos nuestro amor con un beso. La verdad es que esa boda fue la confirmacion de un amor que se habia ido engrandeciendo en medio de un cautiverio y problemas que se sucedieron por un largo tiempo y en el que nos vimos en una espiral de acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la ame como a una hermana, esa que se que tiene los mismos sentimientos hacia mi. Y a pocos dias de hacer un ano con Alicia y esa preciosa nina a la que amo como si fuera mia, desaparece... Ni veinticuatro horas de la llamada y ya tenia a Andrew y su familia en Huelva, en el piso que estos tenian alli de Laia y de donde era Alicia, la mujer de mi vida. Ademas, yo estaba con ella y la nina afincado en mi tierra, Cadiz, en donde ejercia mi profesion de policia en cubierto y donde escribia mis novelas, ya que publicaba en una plataforma enorme y que, para sorpresa mia, tenia muchas lectoras. Pero un dia antes de esa llamada a Andrew, nuestra pequena Laia desaparecio, si, por arte de magia. Estaba en el salon jugando con sus munecas en una manta en el suelo y Alicia preparando la comida, solo se despisto unos minutos para ir a mover la pasta y cuando regreso al salon, ni rastro de la pequena, eso si, la puerta de la terraza estaba abierta, alguien habia entrado... En mi trabajo cambie todo el rumbo y dije que ahora la prioridad era encontrar a mi nina sana y a salva, no podia soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de dolor, sin dejar de llorar y gritando de impotencia. Laia y Andrew iban a dejar en Huelva a sus hijos con los padres de ella, asi que lo hicieron todo rapido y se vinieron a Cadiz, ella para arropar a su mejor amiga y el, para ayudarme a encontrar a la pequena Laia… Andrew se acerco a mi mientras Laia, corria a los brazos de Alicia. --La vamos a encontrar, lo vamos a hacer --dijo dandome un abrazo. --Te necesito, aunque se que ahora no tienes competencia, te quiero a mi lado, tu cabeza es una de las mejores para desenredar los casos. --Aqui me tienes, no me hace falta tenerla, solo la lealtad que siento por ti, Hugo ?Crees al igual que yo quien es? --Si, Pedro, el padre biologico de la nina, seguro que se la llevo a algun lugar de Europa. acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de --Le tuvo mucha inquina a Alicia cuando le salio mal la otra relacion y se dio cuenta de que lo habia perdido todo, actuo con mal sentimiento contra ella pagando toda su ira, asi que hay que abrir la linea por esa parte, sin dejar otras abiertas, nunca se sabe. --En eso estamos, hemos pedido las camaras de seguridad de todo el perimetro de nuestra casa, para ver los coches que se movieron en esas horas antes de su desaparicion y a los minutos despues, queremos ver todas las coincidencias. --Eso esta perfecto. Alicia estaba derrumbada, daba pena mirarla y eso me estaba poniendo mucho peor. Nos metimos en mi despacho, ahi podiamos hablar tranquilos, lo bueno es que Laia estaba con ella, eran como hermanas y cuando paso lo de ella en Marruecos, Alicia hizo todo lo habido y por haber por recuperarla, asi que ahora contaba con ella, esa mujer que estaria dispuesta a estar ahi para todo... --Amo a esa nina mas que a su madre y eso que Alicia es el amor mas grande que senti por una mujer, pero esa nina... --Se me saltaron las lagrimas. --Lo se, habia mucha quimica entre ustedes... --Solo tiene cuatro anos y me miraba como si fuera Dios, se le iluminaba la cara con solo sacarle la lengua o hacerle una gracia. --Hugo, la vamos a encontrar --me apreto el hombro. --?Sabes? --Dime. --Las cosas no estaban marchando bien el ultimo mes con Alicia. --?Y eso? --pregunto cambiando el gesto de su cara. --Se que me ama como yo a ella, pero algo pasaba que nunca consegui averiguar, se que algo habia, no te digo que estuviera con otro hombre ni mucho menos, eso jamas se me paso por la cabeza, pero habia algo, le pregunte muchas veces y siempre me decia que no le pasaba nada o que estaba cansada. Quiero recuperar a nuestra hija y a ella, necesito a las dos en mi vida, no podria vivir sin ellas, me volveria loco. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. Capitulo 2: Alicia Me la habia quitado, Pedro me la habia quitado... No podia ni nombrarlo, llevaba un mes recibiendo amenazas que no le pude contar a Hugo, si lo hacia, la iba a matar, me lo habia advertido mil veces desde unas semanas atras y es que cuando mi pareja se metio por medio y le contesto a los mensajes, lo enfurecio mucho mas y desde ahi me lo tuve que tragar todo sola. Sabia que ropa llevaba mi hija, si habiamos ido a una farmacia, al colegio, a comprar pan, lo sabia todo y me lo advirtio, iba a matarla si le contaba algo a el. Solo queria una cosa... recuperarnos a las dos. Estaba en Irlanda, pero esa informacion solo la sabia yo, asi que, si era el artifice y lo era de la desaparicion de Laia, ya se la habia llevado alli y yo, yo tenia que ir a por ella, no podia ponerla en riesgo, no podia contarselo a Hugo. Lo tenia todo preparado, solo tenia que buscar la excusa perfecta, ya tenia en el maletero de mi coche una bolsa con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una escala para Irlanda, no podia ir directa, sabia que, si lo hacia, Hugo daria con mi rastro. --Laia ?Confias en mi? --Le dije a mi amiga, cogiendole las manos. --A estas alturas de mi vida y me preguntas eso --dijo ella, negando. --Se donde esta mi hija, pero si esta la policia por medio, la va a matar, el lo tiene todo perdido y la nina le importa una mierda. Por favor no puedes hablar de esto con ellos. --No Alicia, no me pidas eso --se le saltaron las lagrimas --. Sabes que ellos me liberaron, y eran mas peligrosos, era una banda. Por Dios Alicia, tenemos que contarselo. --Si le cuentas algo, o si le llega a suceder cualquier cosa a mi hija por haberle dicho algo, te juro que no te lo perdonare jamas --le dije, apretando los dientes --. Sacame de aqui, vamos a inventar una excusa, pero sacame de aqui sin que sospechen nada, si no lo haces, vas a salir de esta casa y de mi vida por poner a mi hija en riesgo con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una --la mire en tono amenazante, me dolia, pero tenia que conseguir que me ayudara a salir --Demuestrame que quieres a mi hija y confia en mi. --Lo hare, a pesar de saber que me estoy equivocando, pero lo hare. Ella se fue al despacho a buscar a los chicos y les dijo que me iba a llevar a dar una vuelta en el coche para que me diera el aire y queria hablar conmigo fuera de esas cuatro paredes, que luego volveriamos. Y asi fue, salimos de alli, ni pase a despedirme de Hugo, no queria que me viera, no queria que notara algo en mi rostro. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima hora y al que me subi, despues de dejar a Laia llorando y temblando. Ella se pensaba que mi destino estaba en Londres y eso era lo que queria, despistarlos a todos. Si algo tenia claro es que no iba a poner en riesgo la vida de la persona que mas amaba en este mundo junto a Hugo, a mi pequena Laia, el motor de mi vida. El vuelo lo pase entre nervios, llorando, apague el movil para siempre, habia comprado una tarjeta de prepago en el aeropuerto y yo tenia el numero nuevo de Pedro, ese que no tenia Hugo, asi que me pondria en contacto nada mas llegar. Y eso hice, aterrice en Londres y llame a Pedro. --Ya estoy en Londres, en dos horas vuelo a Irlanda. --Te espero en el aeropuerto. --Vale. --No le hagas nada a Laia, por favor, no le hagas nada, estoy dispuesta a quedarme contigo. --Bien, asi me gusta, recuperar lo que me pertenece --murmuro y colgo. En ese momento senti que el mundo se me terminaba de caer encima y por completo. Jamas imagine que Pedro fuera capaz de tener tanta maldad y sangre fria para abandonarnos renunciando a su hija, luego secuestrarla y ahora querer formar junto a nosotros esa familia que el destruyo, lo peor de todo, sin importarle nada, a costa de todo y todos. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima Durante el siguiente vuelo lo pase llorando, hasta tal punto que una de las azafatas vino dos veces a preguntarme si estaba bien o necesitaba algo.
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7 Alas de Victor Diaz Sanchez
https://gigalibros.com/7-alas.html?Te imaginas un mundo en el que existen hadas y elfos que, unidos a los humanos, luchan codo con codo contra las huestes de orcos? Ese mundo existe y se llama Malphalis. En el se esta librando una guerra cruenta desde hace siglos, aunque a dia de hoy se siguen sin conocer muchos aspectos de los comienzos de esta.
?Y si existiera un modo de acabar con la guerra? ?De conseguir un periodo de paz que permita prosperar? El precio a pagar es la traicion hacia las hadas. Lo que las obligara a huir de ese mundo al que ya no pertenecen. ?Hay alguna posibilidad de restablecer la antigua alianza? Cuatro hadas regresaran a su antiguo mundo tras descubrir el deplorable estado en el que se encuentra despues de su marcha para intentar conseguirlo y de paso desvelar, poco a poco, todos los enigmas que se ocultan en la contienda. -
Dejame odiarte… – Vanessa Lorrenz de Vanessa Lorrenz
https://gigalibros.com/dejame-odiarte-8230-8211-vanessa-lorrenz.htmlMadeleine tenia un sueno en la vida: ser una famosa disenadora de modas. Eso era lo que ella pensaba hasta que se encuentra de frente con el primer amor, ya saben ese que te hace cometer locuras y provoca de todos tus planes cobren otro significado. Pero en el amor no todo es miel sobre hojuelas, o por lo menos es lo que dice la gente.
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El corazon de Fiona de Mar Fernandez
https://gigalibros.com/el-corazon-de-fiona.htmlFiona caminaba aceleradamente por la acera, cargada con tres bolsas llenas hasta los topes tras salir de un supermercado cercano a su casa. Con esfuerzo rebusco las llaves en su bolso y subio las escaleras hasta el tercer piso. Solo respiro tranquila cuando dejo la compra sobre la pequena encimera de la cocina. Un maullido a su espalda la sobresalto y al girarse se encontro con el pequeno minino color gris. Una sonrisa se dibujo en sus labios y, olvidando su agobio anterior, se acuclillo y cogio al pequeno animal entre sus manos. --Hola, mi sol --dijo con voz aninada--. ?Que tal has pasado el dia? --pregunto clavando la nariz en su suave pelaje--. Tengo una cosita para ti. Dejo al animal en el suelo y busco en una de las bolsas de papel marron hasta dar con una lata que abrio y cuyo contenido vertio en su plato. La gatita elevo su cabeza y olfateo desesperada hasta llegar al rincon donde estaba su premio, que engullo con rapidez. --!Eres una glotona! --le reprocho Fiona mientras sacaba los alimentos de su envoltorio y los guardaba en su lugar. Estaba echando los plasticos al cubo de reciclaje cuando el timbre comenzo a sonar con insistencia. <
>, se dijo mientras cogia al gato con celeridad y lo escondia en una caja de carton situada en una esquina de la cocina. Por la forma pertinaz de llamar solo podia tratarse de una persona: su casera. Mas recompuesta, se acerco a la puerta y dibujo en sus labios una de sus mejores sonrisas antes de abrir la hoja de madera. --Buenas tardes, senora Potter --la saludo alegremente, aunque aquella mujer se le atragantaba. --Buenas tardes, senorita Mackenzie --respondio la anciana con labios apretados--. ?Puedo pasar? --pregunto con voz dura. <>, se pregunto Fiona molesta mientras se apartaba para que la senora Potter entrara en el pequeno apartamento. Agradecio que todo estuviera en orden, ya que el dia anterior habia hecho la limpieza semanal. --Sientese, por favor --ofrecio Fiona cuando ambas llegaron al salon--. ?Quiere tomar algo? --ofrecio hospitalariamente. --No, muchas gracias --dijo la mujer mientras se sentaba en el borde de una silla. Estaba claro que se sentia incomoda. --Como guste --respondio Fiona, deseando que aquello acabara cuanto antes--. ?Y a que se debe su visita? --pregunto directa, arrepintiendose al instante. Hacia menos de una semana que habia hecho el pago mensual de su alquiler, por lo que no entendia que queria aquella insufrible mujer. --?No tiene nada que contarme, senorita Mackenzie? --pregunto la senora Potter, clavando con intensidad sus ojos oscuros en su rostro, como si quisiera traspasarla con la mirada. Fiona la observo confusa y elevo una de sus cejas sin percatarse. <>, se pregunto, y finalmente decidio esperar a que ella hablara para descubrirlo. --Su vecino, el senor Morgan, se ha quejado de los aullidos de un animal en su apartamento --solto la mujer, segura. --?Que? --boqueo Fiona. < >, se dijo mentalmente al recordar a su molesto vecino. --Lo que ha escuchado. Digame la verdad, senorita Mackenzie, ?ha metido a un animal en mi casa? --pregunto inquisitivamente. --No, senora Potter --mintio al sentirse acorralada. Para su desgracia en aquel momento sono un ruido en la cocina y segundos despues Maggie aparecio saltando por el salon, persiguiendo su pelota roja. < >, se dijo Fiona cuando su casera clavo su mirada en su persona. Media hora despues, Fiona volvia a su piso cargada con varias cajas de carton que habia comprado para comenzar a empaquetar sus posesiones. < >, se recrimino mentalmente mientras abria y cerraba cajones y metia sus pertenencias sin ningun orden en el interior. El sonido del timbre la sobresalto. < >, penso mientras se limpiaba los restos de las lagrimas con el dorso de la mano antes de dirigirse a la puerta. Suspiro pesadamente y abrio para encontrarse con Hannah, su prima, que al ver su rostro desencajado entro precipitadamente y la estrecho entre sus brazos para darle el consuelo que parecia necesitar. --?Que ha pasado? --pregunto Hannah cerrando la puerta a su espalda mientras cogia la cintura de Fiona y se internaba en el salon. --Tengo que dejar el piso. --?Que? -- exclamo Hannah sorprendida, clavando su mirada en el rostro de su prima. Ahora comprendia su estado. --Ha descubierto a Maggie --confeso Fiona mientras su labio comenzaba a temblar. --Oh, Fiona lo siento... Aunque ya te lo adverti. --Lo se, Hannah, pero no podia dejarla en la calle --intento excusarse mientras abria una nueva caja. Necesitaba tener las manos ocupadas. --?Y ahora que vas a hacer? --indago su prima. --Supongo que tendre que buscar algun sitio donde mudarme. --?Cuanto tiempo tienes? --pregunto Hannah, dispuesta a hacerse con las riendas de la situacion, como era su costumbre. --Una semana --respondio Fiona, sabiendo que no era suficiente tiempo para encontrar algo en la ciudad. --?Solo una semana? --exclamo Hannah preocupada, viendo que no habia muchas posibilidades. --Ni un dia mas ni uno menos. --?No podrias convencerla...? --No --dijo Fiona girandose y clavando su mirada en su prima--, esta en el contrato. Hannah suspiro resignada y, tras unos segundos, una sonrisa se dibujo en sus labios antes de coger una de las cajas vacias y comenzar a guardar los libros situados en una de las estanterias. --Bueno, ya sabes que todo en esta vida tiene solucion, y Lindsay y yo te ayudaremos. Ahora ocupemonos de todos tus trastos --dijo con humor, sabiendo que su prima frunciria el ceno, molesta, como hacia en ese preciso instante. --!No son trastos, son mis cosas! --replico Fiona furibunda mientras le tiraba a la cabeza un cojin del sofa. *** Hannah subio el ultimo tramo de escaleras y respiro cuando pudo dejar la caja que cargaba a la entrada del apartamento. El calor era intenso aquella tarde de verano y, en un gesto casual, elevo el brazo y seco el sudor que perlaba su frente. --Quita de ahi --dijo Fiona, que estaba a su espalda igual de cargada. --?Como has podido acumular tantas cajas? --pregunto Hannah mientras se apartaba para dejar pasar a su prima-- ?Al venir a la ciudad decidiste traerte todo lo que tenias? Fiona dejo la ultima caja de su mudanza sobre una pila formada por otras tantas y clavo la mirada en el rostro sonrojado de su prima. --Creia que te hacia ilusion que viniera a vivir contigo --replico formando un mohin con sus labios. Hannah se sintio fatal al ver su gesto y, a pesar de estar sudada, se acerco a Fiona y la apreto fuertemente contra su cuerpo. --Lo siento --se disculpo--. Estoy encantada de que hayas venido a vivir con nosotras. Sabes que te adoro y, aunque te moleste, me alegra que tu casera haya decidido darte boleto. --Vieja bruja --replico Fiona, que aun estaba furiosa con la senora Potter. Habia sido una desconsiderada al decidir rescindir el contrato que tenian con solo una semana de plazo. --!Oh, vamos, Fiona! Reconoce que tu tambien tienes parte de culpa en eso --dijo Lindsay, que en aquel momento se acercaba a ellas con dos vasos de limonada helada--. En el contrato ponia expresamente que nada de animales --anadio senalando al pequeno minino de color gris, que jugueteaba con una pelota de fieltro rojo junto al sofa. La aludida cogio uno de los vasos y agradecio el frescor de su contacto, mas aun cuando el liquido recorrio su garganta tras el primer trago. En el fondo sabia que Lindsay tenia razon, pero cuando encontro a la pequena cachorra junto al cubo de la basura no pudo resistirse. --?Que mal puede hacer Maggie? --pregunto--. Es adorable --anadio mientras una tierna sonrisa adornaba sus labios. Segundos despues, dejo el vaso sobre la mesa y sostuvo al cachorro entre sus brazos mientras hundia la nariz en su suave pelaje. Hannah y Lindsay cruzaron una mirada y no pudieron evitar sonreir. El piso no era muy grande, pero habian logrado acondicionar una pequena habitacion que solian usar de trastero para Fiona.--Si, lo es, y ahora mas te vale que te pongas en marcha. Tu turno empieza en una hora --le recordo Hannah. Fiona dejo a Maggie en el suelo para que siguiera con su juego y se incorporo. --!Si, mama! --dijo con humor, ganandose un bufido por parte de su prima antes de huir al bano para darse una ducha. --?Que he hecho yo para merecer esto? --dijo Hannah poniendo los ojos en blanco. --Adoras a tu prima, las dos lo sabemos --respondio entre risas Lindsay, tendiendole el vaso de limonada que aun no le habia entregado. Hannah estaba a punto de contestar a sus palabras cuando el sonido del movil de su amiga comenzo a sonar con insistencia. Aprovecho para degustar el zumo recien exprimido y disfruto de su acidez. A Lindsay le encantaba hacer zumos y suculentos platos que dejaban el estomago al borde de su capacidad y las calorias a mil. En mas de una ocasion eso habia provocado que tuviera que ponerse a dieta. CAPITULO 1 Varias semanas despues. El sonido del despertador se filtro a traves de la densa bruma del sueno. Fiona alargo el brazo y, con los dedos, rebusco en la mesilla hasta dar con su movil para apagar la alarma. Con un esfuerzo titanico obligo a sus ojos a abrirse, a pesar de que los notaba hinchados como dos pelotas de tenis. Con trabajo, se sento sobre la cama y obligo a sus piernas a moverse para ponerse de pie. Con paso cansado se acerco hasta la ventana y subio la persiana para descubrir un dia gris y triste que entonaba bastante con su estado de animo. < >, se repitio por enesima vez desde la muerte de Lindsay. < >, prosiguio con sus intentos de infundirse los animos que necesitaba, mas aquel aciago dia. Sin poder evitarlo, revivio nuevamente el momento en que supo del tragico accidente que habia sesgado la vida de una de sus mejores amigas. Estaba trabajando en el hotel cuando el telefono sono. Contesto con su alegria habitual, hasta que el policia al otro lado de la linea pregunto si Lindsay trabajaba alli. Rapidamente indico que era su companera de piso, y aquella voz mecanica le informo de su fallecimiento. No fue facil contarle a Hannah lo sucedido, y tras su desmayo se prometio que cuidaria de Hannah como su prima habia hecho con ella desde que habia llegado a la ciudad varios anos antes. Llevaba casi cuarenta y ocho horas sin dormir, haciendo cientos de llamadas, y no podia negar que se sentia aliviada de que todo aquello acabara de una vez aquel dia. Por otro lado, sabia que era el comienzo de algo peor: adaptarse al vacio que dejaria Lindsay en sus vidas. Tras una ducha rapida, se vistio con ropa oscura y preparo una taza de cafe para espabilarse. Seguidamente entro en la habitacion de su prima. Se le encogio el corazon al ver la estampa que presentaba. Estaba inmovil frente al armario, con la mirada perdida y la piel livida. Su rostro estaba devastado y se podian adivinar las bolsas bajo sus ojos y el rictus de sus labios. Se acerco hasta ella y, con delicadeza, paso su brazo sobre sus hombros. --Vamos, Hannah, tienes que arreglarte o llegaremos tarde --la advirtio dulcemente. La aludida parecio salir de sus oscuros pensamientos al percatarse de la presencia de su prima, que habia pasado toda la noche junto a ella, ambas acurrucadas en el sofa del salon. --No se que ponerme --dijo frustrada, mientras movia las perchas de forma frenetica --, ya sabes que no me gusta el negro. Fiona lo sabia bien, al igual que odiaba el traje chaqueta clasico de su uniforme de trabajo. Siempre intentaba dar color a su atuendo con algun complemento a pesar de la mirada cenuda de su jefe. Aun asi, Fiona descubrio un traje chaqueta de color gris que coloco sobre la cama. --Con este estaras bien. --Fiona --la llamo con voz debil--, no se si sere capaz de enfrentarme a la madre de Lindsay --confeso Hannah con voz apagada--. Esa mujer adoraba a su hija. Era tan joven... ?Por que ha tenido que suceder esto? --se pregunto, sin encontrar una respuesta. Fiona sintio un nudo en la garganta y lo unico que pudo hacer fue abrazar a su prima con intensidad. Hannah rompio a llorar sobre su hombro como si se tratara de una nina. Tardo cerca de veinte minutos en lograr que Hannah se recompusiera y se vistiera, pero una vez logrado, la empujo hacia la puerta y llegaron a la calle, donde ya las esperaba un taxi. Cuando llegaron, el tanatorio ya estaba abierto y varios amigos de Lindsay esperaban en el interior. --No se si voy a poder con esto --expreso Hannah con el labio tembloroso. Fiona giro levemente su rostro y clavo su mirada en ella. --Hannah, eres la persona mas fuerte que conozco. Se que es duro, pero tienes que entrar ahi y despedirte de Lindsay, si no te arrepentiras. Su prima, con la mirada vidriosa, asintio, y aferrando su mano emprendio el camino al interior del edificio. -
La marca del inquisidor de Marcello Simoni
https://gigalibros.com/la-marca-del-inquisidor.htmlRoma, 1624.
Se descubre el cadaver de un hombre aplastado en una prensa tipografica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza metodos cientificos y es experto en demonologia y brujeria, se hace cargo de la investigacion. -
Dias sin final de Sebastian Barry
https://gigalibros.com/dias-sin-final.htmlDespues de alistarse con apenas diecisiete anos en el ejercito de los Estados Unidos en la decada de 1850, Thomas McNulty y John Cole, su companero de armas, luchan en las guerras indias y, posteriormente, en la guerra de Secesion. Tras huir de terribles penalidades, estos seran para ellos dias llenos de vida y asombro, a pesar de los horrores de los que son testigos y complices a la vez. Sus existencias cobraran una mayor plenitud que peligrara cuando una joven india se cruce en su camino y surja la posibilidad de una felicidad duradera… siempre y cuando logren sobrevivir. La ultima obra de Sebastian Barry nos lleva por las llanuras del Oeste hasta Tennessee y es una autentica obra maestra, tanto por la atmosfera que recrea como por su lenguaje. Estamos al mismo tiempo ante una intensa y conmovedora historia de dos hombres y la vida que les toca vivir, y una nueva mirada sobre algunos de los anos mas fatidicos en la historia de los Estados Unidos. ” Dias sin final ” es una novela inolvidable.
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A Sexy Berling New Year (Sexy Berling 2), Maya Blair de Maya Blair
https://gigalibros.com/a-sexy-berling-new-year-sexy-berling-2-maya-blair.html -
Y, de pronto, llegaste tu de Kris L. Jordan
https://gigalibros.com/y-de-pronto-llegaste-tu.html?Como un jugador profesional de football americano termina viviendo en un pueblecito de la sierra de Madrid?
Dean Woods, es de los mejores Quaterbacks del mundo. Conoce la fama y el lujo, muchas mujeres han pasado por su cama y la mayoria de sus compatriotas le adoran
como si fuese un Dios. Pero eso no le hace feliz y, tras la muerte de su padre, cae en una depresion. Su vida cambia radicalmente cuando, gracias a su unico amigo Pedro, acaba en un avion camino de Espana huyendo de la prensa. Alli conocera a Marta, una mujer unica y muy especial, con una pintoresca y atipica familia. -
La invasion del Tearling (La Reina del Tearling 2), Erika Johansen de Erika Johansen
https://gigalibros.com/la-invasion-del-tearling-la-reina-del-tearling-2-erika-johansen.htmlMas aventuras, intriga y emocion en la fascinante secuela de La Reina del Tearling. La segunda entrega de una adictiva trilogia que ha seducido a los productores y a la protagonista de las peliculas de Harry Potter, asi como a legiones de lectores en todo el mundo.
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La negra historia de Jimmy Mortimer de David Lafuente
https://gigalibros.com/la-negra-historia-de-jimmy-mortimer.html -
Desventuras de un Imbecil 2 de J. M. Martinez Pedros
https://gigalibros.com/desventuras-de-un-imbecil-2.htmlEstuve todo el ano en curso esperando el mes de agosto. Si, senoras y senores, ese mes en donde las senoras anoraban su pueblo de origen y los sufridos maridos se quedaban al pie del canon. Nosotros, los mas idiotas e infelices del mundo. Pensabamos que nos dedicariamos a hacer lo que nos viniese en gana. Es decir: todo lo que generosamente nos permitieran las demas mujeres... Ya se lo que pensaran ustedes. !Vaya pedazos de hijos de perra que tenian por maridos! Que si seran unos cerdos malnacidos, que si eran unos adulteros. En definitiva, y de seguro que llegarian a la conclusion de que dicho comportamiento de los mal llamados "Rodriguez" rayarian la violencia de genero y otras sartas de ideas preconcebidas por los medios de comunicacion que sin duda rondaran vuestras privilegiadas mentes modernistas, pero espero que esten conmigo en que vosotras en el fondo os alegrais de libraros del pedazo de burro de vuestros maridos, que cuando vienen de trabajar solo esperaban la cena y que le dejasen en paz delante de su querido aparato de television. Todo eso es muy bonito, pero los planes nunca salian como uno quiere. No pensaran que no lo intente, fue todo en vano. Luego de gastarme un buen dinero en frecuentar las discotecas de moda y comprarme ropa adecuada a la epoca, me di cuenta de que habia perdido mi, digamos, "Charme". Estaba mas pasado que las maracas de Machin. Como podriais imaginaros, hice el mas esperpentico de los ridiculos, asi que me refugie en mi casa, consolandome a base de videos porno y comer guarradas, que si mi medico lo supiese, renegaria de mi, no tres veces como Pedro a Jesus. De seguro que no pararia hasta el dia del juicio final. Solo salia de casa para trabajar (que remedio), para comprar tabaco (maldito vicio) o para ir al videoclub. Lo peor que le pudiera pasar a un "Rodriguez" que estuviera lamiendose sus heridas era anorar a su mujer hasta el punto de tener suenos eroticos con ella. Siendo el podio de las desgracias ver de nuevo la misma peli porno, alquilada el dia anterior. Entonces, se podria decir que uno habia tocado fondo. Y para rematar la desgracia, no tener ganas ni remotamente de devolverla. Era viernes por la tarde, la television emitia la basura de siempre y encima eran refritos de viejos programas, emitidos en tiempos de Maria Castana, asi que hice de tripas corazon y arrastre mi aburrimiento y melancolia hacia el establecimiento de alquiler de peliculas. Fui caminando, sudando, cabizbajo y el aburrimiento me pesaba lo mismo que si llevara la cruz de mi propio Via Crucis. No queria ver a nadie ni conocido ni desconocido, estaba con un humor de perros y, maldita sea, incluso si me enterara de que mi familia estaba pasandolo mal, puede que aquello me resultase incluso hasta un alivio. Me avergonzaba de mis pensamientos, !pero que cojones! !Que se jodan por dejarme solo! Como siempre la ciudad me asqueaba con sus aceras llenas de desperdicios, cagadas y orines de perros. Lo peor, los viandantes que circulaban ajenos a mis desgracias. !!Eran muy importantes para mi!! ?Por que no se paraban y me preguntaban, me consolaban o simplemente me saludaban? Era lamentable percibir lo poco que importaba a los demas. Raudos, pasaban ante mi, desde luego que todos tenian sus problemas, !pero miradme, por favor!, !decidme algo, no ven que estoy fatal! En estas cuestiones del alma estaba cuando un chirrido de neumaticos me sobresalto. Fije mi atencion en la atestada calle. A escasos metros de mi y en medio de la calzada estaba agonizando un perro, que tuvo la desgracia de que lo destripara una de esas maquinas que nos cuesta a todos un rinon y dicen que es peor de mantener y mas caro que una amante caprichosa. El auto apenas paro, reanudando la marcha tan velozmente como se produjo el atropello. No se el porque o no tenia nada mejor que hacer, pero me entretuve mirando al pobre can, como movia la pata en sus ultimos estertores. Pense en que sin duda, aunque fuera un perro, seguro que alguno lo echaria de menos. No obstante, mi pensamiento me parecio atroz, pero es asi, observar una desgracia, aunque fuera la de un animal, me sirvio de consuelo. Extrano, ?verdad? Pero efectivo. Segui absorto observando hasta que ya no se movio. Por supuesto, nadie paraba y otra curiosidad que recalco. Ahora que el pobre bicho estaba muerto, todos los conductores lo sorteaban. No pude evitar pensar que mas valio que lo hubieran evitado antes. El suceso me estaba deprimiendo mas todavia. Necesitaba urgentemente una racion doble de porno, una buena cerveza de barril y una cajetilla de tabaco. !Que quereis que os diga! Va a ser verdad eso que dicen del varon: que no podemos hacer ni pensar dos cosas a la vez. Dejando al chucho destripado, raudo, me di media vuelta, pero me tope con mi imagen en las vitrinas de unos grandes almacenes. De nuevo me pare, de nuevo me quede absorto. ?Era yo el que se reflejaba? !!No podia ser!! Aquel tipo llevaba barba de varios dias, el pelo alborotado, la cara castigada por la edad y la nariz partida de boxeador (cuando era nino, decidi volar como Superman). Vestia de cualquier manera: con un viejo chandal pasado de moda, zapatillas viejas y sucias. La verdad es que nunca habia sido agradecido. Jamas seria capaz de hacer dano a nadie, ni siquiera tenia malos pensamientos (exceptuando los sexuales). Mi aspecto podria perfectamente pasar por un maleante o algo peor. De seguro que si de noche me cruzara con alguna damisela, su reaccion seria la mas apropiada hacia mi aspecto. No lo duden. Por eso siempre me pregunte que habia encontrado mi mujer para resultarle lo suficiente atractivo para que se casara conmigo. ?O es que las mujeres tienen el gusto en otra parte que no sea en los ojos? No como nosotros, que todo nos entra por la vista o por el estomago. !Ya volvia a nombrar a mi mujer! Eso queria decir que estaba peor de lo que pensaba. Menos mal que al final de la calle, las luces de neon de color verde, lo mismo que las cruce verdes parpadeantes de las farmacias, me anunciaban el tan ansiado videoclub, en donde tendria la solucion a todos mis problemas...
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Los Crimenes Azules (Ethan Bush 1) – Enrique Laso de Enrique Laso
https://gigalibros.com/los-crimenes-azules-ethan-bush-1-8211-enrique-laso.htmlLos cadaveres de dos jovenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultanea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos decadas antes… Sumergete en una intrincada investigacion que hara las delicias de los amantes del genero.
EL COMIENZO DE UNA SAGA QUE LLEVA VENDIDAS MAS DE 550.000 COPIAS
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El heredero de Edenbrooke, Julianne Donaldson de Julianne Donaldson
https://gigalibros.com/el-heredero-de-edenbrooke-julianne-donaldson.html!La precuela de Edenbrooke, de la autora revelacion Julianne Donaldson!
Philip Wyndham nunca ha envidiado a su hermano mayor por ser el heredero de Edenbrooke. Prefiere ser dueno de su destino y vivir sin las obligaciones que dicha posicion impone. Sin embargo, cuando su hermano fallece de manera inesperada, su vida se pone patas arriba y su deber le obliga a dejar de lado la vida con la que siempre habia sonado. Entre otras cosas, debera casarse y, por tanto, buscar una esposa adecuada. Se convierte asi en el soltero mas codiciado de Londres, un papel que a ratos le aburre a ratos le cansa. Se siente como el zorro al que persiguiera una jauria de jovencitas casaderas que siempre parecen desmayarse en sus brazos. Finalmente, decide huir, y por casualidades del destino, acabara en una posada del camino en la que conocera a la incomparable Marianne Daventry.
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El factor Hynek de Manuel Bescos
https://gigalibros.com/el-factor-hynek.htmlLa aburrida vida de Diego Gaston esta a punto de cambiar.