• ya no creo en mi pareja - Karenina Mack

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    Tras una vida llena de frustraciones, Alena Gonzalez se enfrasca en una nueva aventura postulando a un proyecto en la ciudad de Birmingham, Inglaterra, en donde la cadena de television IBC busca reclutar escritores de todo el mundo.
    Oculta en su seno un extrano trastorno de ansiedad que la obliga a tener pensamientos intrusivos con respecto al sexo, hecho que provoca un quiebre en su destructiva y violenta relacion anterior.
    Cuando la vida de Alena parece estable, conocera a alguien que la hara superar sus miedos, aunque esta convencida de que en su condicion ella no merece amar.

  • Ya no creo en el amor Versión Kindle - Del, Jenny - Amazon

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    Ya no creo en el amor eBook : Del, Jenny: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Descubre más libros del autor, mira autores similares, lee blogs de autores y más.

  • Ojalá mi pareja leyera este libro (Coleccion Superacion ...

    https://www.amazon.es/pareja-leyera-Coleccion-Superacion-Personal-ebook/dp/B009G3RBF4

    Ojalá mi pareja leyera este libro (Coleccion Superacion Personal) eBook : Quiroz, Ramón Araiza: Amazon.es: ... Creo que ocuparé el libro para reciclado.

  • Estos siete comportamientos pueden arruinar tu relación - La ...

    https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20200124/473088865391/relaciones-pareja.html

    24 ene 2020 — Pero cuando se trata de mantener el amor en pareja la receta no ... libro Diez Maneras de Cargarte tu Relación en Pareja (Grijalbo, 2020).

  • Descubre cuál es tu forma de querer y si es compatible con la ...

    https://www.lavanguardia.com/vivo/sexo/20210203/6213847/formas-querer.html

    3 feb 2021 — Creo que mi pareja no me quiere, nunca me demuestra que me quiere, ... Si quieres profundizar en el tema te recomiendo el libro Los cinco ...

  • Confianza en la pareja: 6 formas de perderla 10 de ganarla

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    Walter Riso, en su libro «Enamorados o esclavizados», considera que la confianza es uno de los 4 pilares básicos de una relación, cuando el objetivo es llevar ...

  • Los 4 errores que debe evitar si comienza una relación | Zen

    https://www.elmundo.es/vida-sana/mente/2016/09/19/57dbee2dca4741b3398b4573.html

    19 sept 2016 — En el libro la mayoría de los casos son de parejas que suelen rozar los ... Creo que hablamos poco en el sexo, porque nos da vergüenza o ...

  • Mia de Maria Beatriz Munoz Ruiz

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    Ana atraviesa un momento muy dificil en su vida y decide romper con todo y marcharse a un pais desconocido para seguir ejerciendo de profesora. Los problemas llegaron cuando el destino hizo que se enamorara de la persona equivocada, aquel que en poco tiempo se convirtio en su enemigo. ?Podra resolver la situacion? ?Se resistira a los encantos del todo poderoso y atractivo Victor?

  • Mi propio demonio de Iris Montes Meseguer

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    MI PROPIO DEMONIO.
    Adam es un demonio superior cansado de tantos anos de existencia. Pasa casi todas las tardes componiendo y tocando musica que desea que suene el dia de su muerte.
    Lorena es un intento de escritora que pasa los dias en su nuevo vecindario intentando concentrarse, y lo haria, de no ser porque su vecino resulta ser un musico loco.
    Ella ira a plantarle cara y pedirle el cese inmediato de su actividad.
    El conocera a una chica, ajena a su mundo, que no sabe que es y que le amenazara con cosas tan humanas que le producira mas de una carcajada.
    ?Que pasara cuando ella se convierta en un estorbo? ?Y si la nueva vecina fuera demasiado escandalosa y pusiera en peligro un mundo que era silencioso desde tiempos inmemorables?

  • Rescatando tu alma perdida (Rosa blanca 1) de Laura A. Lopez

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  • La cautiva del highlander (Al tiempo del highlander 1) de Mariah Stone

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    C P R OL O G O astillo de Dunollie, fiordo de Lorn, Escocia, 1296 LA CRUZ EN LLAMAS ARDIA. Bum. Bum. Bum. El sonido de cientos de palmas tocando los tambores resonaba en el pecho de Craig Cambel al mismo ritmo que su corazon. Detras de el, esperaban doscientos miembros del clan Cambel. Todos habian respondido a la antigua llamada de la cruz en llamas, que ardia junto al caballo del jefe del clan. La llamada a derramar sangre. La llamada a restaurar el honor. La llamada a rescatar a un ser querido. El castillo de Dunollie, hogar del clan MacDougall, se erguia ante Craig. Tenia cuatro muros cortina, un gran porton, que se hallaba justo enfrente de los Cambel, y una simple torre cuadrada de tres pisos integrada en la esquina derecha. Sobre el techo y los muros, los arqueros estaban preparados, las cuerdas tensadas y las flechas apuntadas hacia Craig y sus hombres. Sin embargo, los Cambel prepararon sus propias flechas de fuego para responder. El ariete se encontraba listo delante del porton y los guerreros disponian de algunas escaleras de asedio largas y reparadas, asi como tambien de otras recien construidas. Sir Colin Cambel, jefe del clan y abuelo de Craig, levanto un brazo y todos los tambores se silenciaron al mismo tiempo. --!John MacDougall! --El grito llego lejos, se alzo hacia el cielo plomizo e hizo eco entre las piedras y las paredes--. !Dejate ver! Los arqueros que se hallaban parados en la muralla titubearon y luego le cedieron paso al hombre que aparecio entre ellos. --Cambel --grito el recien llegado--. ?Vienes a devolverme mis tierras? --Las tierras me las concedio el rey Juan de Balliol y ya no son tuyas. --Claro, y tu estabas ansioso por aceptarlas. No olvides que aun eres mi vasallo. --Parece que eres tu quien esta olvidando las cosas. Cosas como el honor. Cosas como cumplir con tu palabra y proteger a tus vasallos. --Yo no le debo proteccion a ladrones. --?Ladrones? --Sir Colin escupio en el suelo--. ?Como te atreves? Devuelveme a mi nieta. Y, si sabes lo que te conviene, me entregaras al bastardo de tu hijo, que no sabe aceptar el no rotundo de una muchacha. Yo le ensenare a tener honor. Es evidente que su propio padre no lo ha hecho. Al recordar el dia en que su hermana Marjorie habia desaparecido, Craig apreto la mano alrededor de la empunadura de su espada claymore. Marjorie habia salido del castillo con su criada para ir a recoger hierbas para la cocina. Al poco tiempo, la criada habia vuelto sola, corriendo, gritando, temblando y con un profundo corte en la mejilla. A los Cambel les llevo dos semanas de busqueda e interrogatorios para descubrir quien se la habia llevado. Alasdair MacDougall. El hijo del laird. Craig apreto la mandibula, pues ardia de necesidad de encontrar al bastardo y liberar a su hermana. John MacDougall se quedo en silencio durante un momento. --Si quieres a tu nieta, sir Colin, tendras que venir por ella. Es la prometida de mi hijo y solo te la devolvere cuando mi hijo quiera que se marche. En las orillas de la bahia de Oban reino el silencio. En lo mas profundo de su ser, Craig sabia que ese dia no terminaria sin que se derramara sangre. Aun quedaba por ver si Marjorie habia sufrido algun dano. Un grunido de furia nacio dentro de Craig, se le elevo por la garganta y se difundio a todo lo largo y lo ancho del campo. Los MacDougall lo miraron. Los Cambel se tensaron; estaban listos para lanzarse a la senal de su laird. --Si tu hijo le ha tocado un solo pelo de la cabeza... --Craig escucho como su propia voz se alzaba en el aire--, hare que la mision de mi vida sea brindarle una muerte larga y dolorosa. Su familia rugio. Todos estaban alli: en el caballo de al lado, su padre, junto a los dos hermanastros de Craig, su abuelo, sus tios y sus primos. El resto del clan los siguio con las hachas y las espadas alzadas. Se volvio a oir un estruendo, pero esta vez no provenia de los tambores, sino del choque de las armas contra los escudos. --!Cruachan! --Sir Colin grito el llamado del clan Cambel a tomar armas, y el clan lo recibio. La palabra retumbo en el campo y los unio a todos como si fueran uno. La muerte podria estarles esperando, pero ellos moririan por su sangre. Por lo que era correcto. Y Craig moriria con gusto para salvar a su hermana. Los Cambel se lanzaron al ataque. Escudandose de las flechas que caian como granizo sobre ellos, llegaron hasta la torre. Sus propios arqueros lanzaron flechas de fuego hacia el castillo, y las primeras impactaron contra la estructura de madera que habia entre las paredes de piedra. La muerte eligio a sus victimas entre los Cambel. Los guerreros aullaban de dolor, la carne se desgarraba, y el olor metalico a sangre, suspendido en el aire, estimulaba la furia y el miedo de Craig. Craig siguio corriendo y finalmente llego al muro del castillo. El ariete impacto contra la puerta. Los Cambel colocaron las escaleras contra el muro. El enemigo comenzo a empujarlas hacia abajo, y algunas se cayeron. Otras se quedaron de pie, y los Cambel comenzaron a subirlas. A Craig le latia el pulso violentamente en la sien. Miro a la izquierda y a la derecha, tratando de ver mas alla de los hombres de su clan. ?Como podria colarse en el castillo sin que el enemigo se diera cuenta? Sostuvo el escudo sobre la cabeza y echo a correr hacia la derecha, a lo largo de la linea de los hombres de su clan, quienes estaban subiendo las escaleras de asedio. El plan del jefe del clan era asaltar los muros del frente y del oeste, que eran mas bajos, para que los MacDougall dirigieran la atencion a esos lugares. Pero no a los del este. Craig doblo en la esquina y corrio a lo largo del muro oeste de la torre, que llevaba al muro cortina. Se detuvo bajo tres ventanas: una en cada piso. Hasta ese momento, no lo habia visto nadie en la torre. Todos los arqueros estaban mirando hacia donde se encontraban la mayoria de los Cambel. Craig era buen escalador. Se coloco el escudo en la espalda, saco dos navajas de escalar y miro hacia arriba. Solo necesitaba llegar hasta la primera ventana. --No es mas que una montana empinada --se dijo a si mismo--. Y tu ya has escalado rocas empinadas cientos de veces. <>. Afortunadamente, los surcos entre las piedras eran perfectos para esas navajas. Craig clavo la navaja en la primera grieta, y el gesto le produjo tanta satisfaccion como si le estuviera atravesando el corazon a un MacDougall. Se impulso hacia arriba con un brazo y clavo la segunda navaja un poco mas alto. <>. Se volvio a impulsar y sintio que se le entumecian los musculos del hombro y los biceps del brazo a raiz del esfuerzo, pero la furia le alivio la tension. Cuando volvio a clavar la daga, se desprendio una mezcla de polvo y arena del hueco. Alguien grito en lo alto, y una flecha le paso volando muy cerca, pero aterrizo en el suelo. Craig miro hacia arriba. Los hombres sobre la muralla le apuntaban con flechas. <> Una flecha le rozo el hombro. Craig se apresuro; sin perder un solo momento mas, clavo el punal en la pared y siguio escalando. De pronto, sintio un ardor en el hombro: una flecha lo habia rasgunado. Craig ya casi habia llegado a la ventana. Tras una ultima punalada en la pared, logro alcanzar la cornisa. Metio el cuchillo en la ranura que habia entre las persianas de madera, desplazo el pestillo y, cuando este cedio, las persianas se abrieron de golpe. Acuclillado en la cornisa, Craig miro hacia el interior. Por todo el esfuerzo de la escalada, le ardian los musculos. La ventana daba a una habitacion. En una esquina, una vela titilaba lentamente y dejaba en penumbras la figura de una persona. Habia alguien de pie contra la pared, a la derecha de la ventana. Craig tomo una pequena piedra que se habia desmoronado de la pared y la lanzo hacia el interior de la habitacion. Un tablon de madera paso volando por la ventana. Craig tomo impulso y salto al interior de la habitacion. Luego de aterrizar, atrapo a una mujer, su atacante, y le sujeto los brazos detras de la espalda. Le apreto el punal contra la garganta. --Marjorie Cambel --le dijo--. ?Donde esta? La mujer era la esposa de John MacDougall. En un rincon junto a la cama, habia unos ninos acurrucados. Craig miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas alli. --?Donde esta? --repitio subiendo el volumen y apretandole mas la hoja del punal contra la garganta--. No quiero hacerte dano, solo he venido por mi hermana. La mujer cerro los ojos con fuerza. --En el tercer piso --le respondio--. En la habitacion orientada hacia el este, al igual que esta. Craig la solto, desenvaino la claymore y abrio la puerta lentamente. Ojeo el pasillo. ?Acaso podia confiar en las palabras de la mujer? ?Y si lo estaba enviando hacia donde se encontraba la mayor resistencia? Bueno, en ese caso, ya lo averiguaria. Escucho unos pasos pesados al final del pasillo. El ariete volvio a arremeter contra el porton de madera. Craig subio rapidamente los estrechos escalones y se asomo por detras del hueco de la escalera. Dos centinelas corrieron hacia el. Una espada choco contra otra espada y un escudo, y asi comenzo la danza para la cual se habia entrenado desde que pudo sostener un arma. !Clank! !Saz! !Bang! Uno se cayo apretandose el corte que tenia en el costado y el otro quedo inconsciente. Craig subio corriendo el siguiente tramo de las escaleras. Los gritos provenientes del techo se escuchaban mas fuertes en el tercer piso. El olor a humo le lleno la nariz. El techo de madera debia estar en llamas, de modo que Craig necesitaba darse prisa y sacar a Marjorie de alli antes de que el fuego llegara al ultimo piso.

  • Filofobia (Atrevete a amar 1) de Lorena Fuentes

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    En algun momento de mi vida me llamaban Paulina Ferguson, pero ahora solo quiero que me llamen Ina, como mi hermano mayor me llamaba cuando eramos ninos.
    Lo que muchas personas suenan es mi pesadilla, llevar sangre azul unicamente ha traido desgracias a mi vida. Me han arrebatado a las personas que eran mi mundo, obligandome a escapar de la ciudad que me vio nacer, pero ahora regreso a Londres decidida a encontrar aquello que me pertenece.
    La cocina es mi pasion, es lo unico que me mantiene centrada, eso y el sexo. Su efecto placebo fue lo que me llevo aquella noche a conocerlo, Connor Bellamy, y por el todo cambio.
    Tengo miedo a enamorarme, mis demonios no me permiten avanzar y es que cuando intento ser feliz, ellos salen para atormentarme.

  • Autonomous de Annalee Newitz

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    La Tierra, 2144. Jack es una cientifica antipatentes que se ha convertido en una pirata de drogas; viaja por el mundo en un submarino como si fuera una Robin Hood farmaceutica, fabrica recetas baratas para gente pobre que de otro modo no podria permitirselas. Pero el ultimo farmaco que ha pirateado ha dejado un rastro de sobredosis letal, ya que la gente se convierte en adicta al trabajo, realizando tareas repetitivas hasta que se vuelven peligrosas o pierden la cabeza.

  • Los ultimos dias de Clayton & Co de Francisca Solar

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    A fines del siglo XIX, en la desaparecida localidad de Atlas, la joven Abigail Clayton era reconocida por el curioso talento de fotografiar a los muertos. Una habilidad que cuidaba un aterrador secreto: los protagonistas de sus imagenes le susurraban secretos sobre los vivos. Personas de todo el pais viajaron a conocer a la “medium Clayton”; recibio a campesinos y diplomaticos, ayudo en casos legales y policiales, hasta que una acusacion de demencia y un escabroso homicidio terminaron con su corta carrera. “Bruja, loca, asesina”, dicen que estuvo encerrada mas de una decada en el sotano de un sanatorio antes de que la tuberculosis y el olvido la mataran. Dicen muchas cosas sobre ella. Sin embargo, lo unico claro, es que la verdadera historia de quienes retrataba se escondia en el susurro de los fantasmas o detras del clic de una de sus fotos.

  • La solucion autoinmune de Amy Myers

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    En La solucion autoinmune la doctora Amy Myers, prestigiosa y senera figura de la medicina funcional, expone su enfoque, clinicamente probado, destinado a prevenir e invertir la evolucion de una amplia gama de sintomas y enfermedades asociados a la inflamacion, tales como alergias, obesidad, asma, enfermedad cardiovascular, fibromialgia, lupus, sindrome del intestino irritable o cefaleas cronicas.

  • Sin un adios de Harlan Coben

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    Era un matrimonio bendecido por el cielo de los tabloides, pero en cuanto la supermodelo Laura Ayars y la estrella de los Boston Celtics David Baskin se dan el si quiero, les alcanza la tragedia. Durante su luna de miel en la Gran Barrera de Coral australiana, David sale a nadar y ya no vuelve. A Laura solo le quedan el dolor de la perdida y las incognitas que la desaparicion de David le ha dejado. Pero lo sorprendente es que esas preguntas sin respuesta pueden ser mucho mas peligrosas de lo que Laura hubiera podido imaginar jamas.

  • Dos hombres y el amor de Anne Mcallister , Lucy Gordon

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    Los primos Gabe McBride, vaquero de Montana, y Randall Stanton, aristocrata ingles, intercambiaron sus respectivos trabajos. Y eso supondria el desafio mas grande de sus vidas.

  • El tunel de las almas perdidas de Mara Urnoba

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    Una historia donde la memoria, el espacio y el tiempo van cogidos de la mano. La novela arrastra al lector al desconocido e intrigante mundo de la psicologia y de la historia contemporanea a traves de unos extranos acontecimientos que tienen lugar en un geriatrico de Gandia. Las acciones, los pensamientos y los recuerdos de los personajes principales, entre los que destaca la psiquiatra jubilada y residente en Toulouse, Eulalia Lambert, exprisionera de Ravensbruck, y el exagente del Servicio de Inteligencia espanol, Fernando Escriva, llevan el peso de las diferentes tramas. Estos dos singulares ancianos intentan desentranar el misterio que se esconde entre las paredes de un lugar aparentemente inofensivo con la ayuda de sus nietos, Alexandra y Leo. Una trama policiaca que envuelve a estos cuatro personajes hasta un final sorprendente e inesperado.

  • Dark passion de P. Maria Neta Flecha

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    Este no es el tipico libro de “Y vivieron felices para siempre”. Es oscuro, hermoso, peligroso y desgarrador, pero ?quien puede resistirse a un hombre moreno, caliente, y peligroso? !Consideraros advertidas! Zeltia no tuvo una vida facil. Su madre esta en una institucion mental y su padre esta muerto. Cuando por fin se siente como si estuviera avanzando, la oscuridad la invade. Ulloa es parte de lo que a Zeltia le gusta considerar una pandilla. Cuando el la rapta y le revela que su padre esta vivo y que tiene informacion vital, todo en lo que cree se vuelve al reves. Ahora esta atrapada en medio de una guerra de bandas y cautiva de un hombre deslumbrante y hermoso. Ulloa tiene el poder de cambiar todo en lo que ella se ha convertido, pero tambien tiene el poder de destruirla. Entonces, ?que sucedera cuando la Pasion Oscura se encienda entre ellos?

  • Suave como la lluvia de Miguel Rubio

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    Alli seguia, sentado en el borde de la silla, sin creerme del todo lo que acababan de anunciarme. Aquello no podia ir conmigo, tenia que ser un error o simplemente no estaba pasando. El medico se habia puesto de pie y me mostraba las radiografias senalando con un boli las manchas blancas. Parecia el tipo que anuncia el tiempo en la television despues de las noticias. Solo que las tormentas se extendian desde el centro de mi craneo. --Como le digo, desgraciadamente no esta encapsulado, lo que facilitaria las cosas. Se encuentra disperso y su propagacion parece rapida --me miro un instante y volvio a apuntar con el boli--. Lo previsible es que se extienda desplazando el cerebro, comprimiendolo poco a poco, y me temo que ya no hay forma de frenarlo. En este sentido, la resonancia es clara. Aunque, desde luego, me gustaria realizarle una biopsia. La realidad es que hay una gran variedad de tumores de esta clase y generalmente son muy agresivos. Lo siento mucho, pero como le he dicho no es operable. No hay gran cosa ya que podamos hacer. Quiza, si hubiera venido antes... En estos casos, la deteccion precoz es fundamental, desafortunadamente no siempre es factible. <>. Nunca me habian gustado los medicos y jamas solia ir a consulta, pero supongo que la larga enfermedad de mi madre me metio el miedo en el cuerpo. Mal asunto. Cuando uno teme a los medicos, no puede esperar que estos traigan buenas noticias. Este era el caso. Yo siempre habia sufrido jaquecas de manera esporadica y, un dia, al final del verano, me maree en casa y me cai al suelo. Pense que seria agotamiento, que estaba bajo de defensas, algun virus. Mi madre siempre se empeno en que conservaramos aquel seguro medico que yo nunca usaba y que a ella no sirvio para salvarle. El caso es que esta vez decidi hacerme un chequeo completo. Al parecer, demasiado tarde. Finalmente, a mi tampoco me iba a servir. --Lo que me resulta extrano --continuo casi para si-- es que no tuviese ningun sintoma hasta el mareo de aquel dia. Salvo las jaquecas, claro. Bueno, tambien es cierto que no en todas las personas se manifiesta del mismo modo. La ciencia aun tiene mucho camino que recorrer en este sentido. --Justo el que yo no tengo --murmure. --?Perdon? --se guardo el boligrafo en el bolsillo superior de la bata y me miro como si no me hubiera visto antes. Respire hondo. --?Cuanto me queda, doctor? --pregunte intentando que no se me quebrase la voz. El medico, que tenia una cabeza enorme pero sana, apreto los labios y su boca se curvo hacia abajo. Igual que un preso que se niega a confesar algo. Se dejo caer en la silla como si fuese el el derrotado. Volvio a coger el boli y lo sostuvo agarrandolo por los extremos con dos dedos de cada mano. Me fije, otra vez, en su cabeza y luego mire la radiografia de mi craneo. --Bueno --balbuceo--, de todos modos, vamos a ir controlando la presion sobre el cerebro, de manera que podamos... --?Cuanto me queda? --repeti. Todos hemos oido historias de gente a la que le cae de pronto una enfermedad y se acabo. Pero siempre son los demas: ese al que una maceta le revienta la cabeza camino del trabajo, otro al que un camion le pasa por encima cuando corre por la calle escuchando musica por los auriculares del movil, o aquel al que lo fulmina un rayo mientras pasea ensimismado en sus cosas, quiza haciendo planes para el fin de semana. Eso nunca nos pasa a nosotros. --Bueno, es dificil precisar con exactitud, tenga en cuenta que... --?Cuanto? --insisti--. Si no es mucho, no quisiera desperdiciarlo aqui repitiendole la misma pregunta una y otra vez. El doctor se volvio a guardar el boligrafo en el bolsillo de la bata, como si le hubiera dolido mi falta de interes en sus explicaciones. O puede que lo que le molestase era no poder seguir haciendo de hombre del tiempo con la radiografia de mi craneo. --Yo diria que dos, tres, cuatro meses a lo sumo --arqueo las cejas para anadir--. Lo siento, lo siento de veras. Un par de frases que derrumban una vida entera. Asi estaban las cosas. Un sujeto con una bata blanca, una cabeza enorme y un boli en la mano, te senala unas manchas en una radiografia y empieza la cuenta atras. Tu vida se ha acabado. Tarde un momento en reaccionar, hasta pense que no sentia nada, que todo era muy extrano, que quiza no me importaba. Pasados unos segundos note un frio humedo deslizarse por la columna vertebral. Me estremeci. --?Se encuentra bien? <>. Me agarre las manos con fuerza, como si eso pudiera sostenerme. --?Que me va a pasar a partir de ahora? --quise saber. El medico miro un momento hacia algun punto por encima de mi y recupero su tono monocorde. A veces las palabras son cuchillos afilados con ganas de cortar, de hacer sangre. --Es muy probable que la motricidad se vea afectada. Mas adelante podria tener dificultades para expresarse verbalmente, ademas de esto, la gestualidad puede verse comprometida, y, evidentemente, es mas que previsible que termine afectando tambien a las funciones cerebrales. Me mire las manos, tenia los dedos y los nudillos blancos. Afloje la presion. Baje la vista hasta la punta de los zapatos, me apoye sobre las rodillas, cogi aire como si fuera a echar a correr y me levante con cierta dificultad. Es curioso, pero de repente parecia que me habian caido treinta anos encima. Ese era el resultado que las palabras de aquel hombre habian tenido sobre mi. Como una maldicion de efectos inmediatos. Me sentia sin fuerzas, y me pregunte si no seria que mis musculos habian captado el mensaje y decidian rendirse sin presentar batalla. Si el horizonte era ya inalcanzable, ?para que seguir persiguiendolo? --De todos modos, le propongo iniciar un tratamiento cuanto antes --continuo--. Podemos probar con radio y quimio... --?Tratamiento? --pregunte cargado de agresividad--. ?Ese que no va a servir para salvarme? --solte un bufido y anadi--: Olvidelo. --Escuche, es normal su reaccion, pero creo que deberiamos empezar por... Cogi mi chaqueta, le di la espalda y sali de alli arrastrando los pies. Sin escucharle, sin despedirme y sin molestarme en cerrar la puerta. Me encamine por el pasillo esforzandome en respirar. Notaba plomo en los zapatos y arena en los pulmones. Me parecio que la chica de recepcion me miraba sabiendo que tenia delante a un condenado. Un hombre al que se le acababa el tiempo. Como el pobre diablo que espera su turno en el corredor de la muerte. Al entrar en el ascensor choque contra un individuo de unos treinta y pocos anos, e hice que se le cayera el movil. Ni siquiera me disculpe, le mire a los ojos y me parecio extranamente familiar; bajo la mirada y le vi agacharse para recuperar su telefono mientras se cerraban las puertas. El ascensor empezo a descender y yo notaba que en mi interior crecia algo que era mucho mas que un enfado. Tambien habia tristeza. Pero, sobre todo, me atrapo una rabia desconocida, irracional, salvaje. Una especie de odio incontrolado que no supe si iba dirigido hacia aquel medico, hacia el hombre contra el que habia chocado, hacia el mundo entero o, sencillamente, hacia mi mismo. No recuerdo el camino de vuelta a casa. Mis zapatos debieron decidir por mi. La rabia habia dejado paso a un profundo vacio en mi pecho, como si me hubiera atravesado una bala y por el agujero penetrase un viento helado. Cerre la puerta, deje las llaves sobre la repisa, me quite la chaqueta y encendi la radio, desde hacia tiempo mi habitual y unica compania. Marc Cohn cantaba para mi. Saints preserve us, We're all going down, Saints preserve us, Wherever we might fall [1] . Abri el mueble y cogi una botella de conac que estaba casi entera, y ni siquiera recordaba como ni cuando habia llegado alli. Supongo que era de alguna cesta navidena, de los viejos tiempos, cuando en la empresa nos hacian estos regalos para justificar los sueldos de mierda. Luego ya no les preocupo, todo el mundo pagaba una mierda similar. Se acabaron las cestas. Despues tambien se acabaria el empleo. El caso es que me tumbe en el sofa escuchando aquella cancion y, envuelto en una asfixiante tristeza, me bebi el maldito conac hasta perder el conocimiento. A la manana siguiente tenia una horrible resaca. Me dolia tanto la cabeza que pense que el tumor se habia acelerado y acabaria conmigo ese mismo dia. Tome las pastillas que utilizaba para las jaquecas, aunque sabia que no eran muy efectivas, y me invadio el panico. Me plantee ir al hospital y suplicar que me dieran algo que me hiciera dormir para siempre. Sentia terror ante la perspectiva de una larga agonia y sabia que seria mejor quitarme cuanto antes de en medio. Me arrastre hasta el bano, vomite y, entonces si, entonces la rabia, la pena y la autocompasion se apoderaron de mi en forma de un torbellino confuso, y me derrumbe por completo. Llore como no recordaba haberlo hecho nunca. Llore por saber que me estaba muriendo. Por mi madre, que habia fallecido hacia seis meses y a la que aun le debia esas lagrimas. Pero tambien por la vida vulgar que habia llevado, por ser un hombre pusilanime que no habia sido capaz de hacer realidad ninguno de sus suenos, ni tampoco encontrar nunca la felicidad. Llore por no haberme casado con Carmen, que tanto me quiso y a la que no supe corresponder y preferi dejar atras. Por los anos que perdi trabajando en un sucio almacen, creyendome seguro, hasta que me echaron para contratar a otro tipo mas joven cuyo sueldo era aun mas bajo que el mio. Por no haber conseguido materializar mi secreta ambicion: escribir una novela. Llore por no haber viajado mas, no haber leido mas, no haber reido mas, no haber follado mas. Y entonces, toque fondo y llore por Eva, claro, por no haberla mantenido a mi lado, por no haber podido olvidarla, por haberla buscado en todas las mujeres que conoci despues y, sobre todo, por lo patetico que resultaba que siguiese pensando en una chica con la que habia salido cuando tenia 17 anos. Asi era yo: cobarde y patetico. Y sobre todo, llore por eso

  • 1 Martini, 2 Palmeras y 3 Idiotas de Patricia Ruffo

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    Gabriela es una directiva que vive en permanente stress. Se pasa la vida trabajando como loca para una multinacional en un ambiente tremendamente cosmopolita y surrealista. Harta de esta situacion, decide cambiar de vida dando un giro a su carrera de 180a …de pronto un torbellino de situaciones enloquece la rutina de la empresa, aparece un sorprendente cadaver en un despacho… Hilarante, ritmo trepidante y muy divertida este novela nos traslada a lugares indomitos y exoticos, capitales emblematicas, personajes unicos e historias entrelazadas llenas de humor, aguda critica e ironia.

  • El arte de matar dragones (Capitan Arturo Andrade 1) de Ignacio Del Valle

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    La primera entrega de la serie de novela negra protagonizada por Arturo Andrade, ganadora del XXII Premio Felipe Trigo, en una nueva edicion revisada por el autor.

  • Mi digno principe de Arwen Grey

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    Cuando te crees indigno de todo, solo el amor puede mostrarte tu verdadero valor.

  • El deshielo de Lize Spit

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    En 1988 nacieron tres ninos en la pequena ciudad de Bovenmeer: Laurens, Pim y Eva. Durante la infancia, y debido a la dificil situacion familiar que vivia, la nina se volco en su amistad con sus companeros. Al llegar a la adolescencia, y azuzados por una incipiente curiosidad sexual, los chicos iniciaron un escabroso juego que tendria graves consecuencias para ellos. Transcurridos trece anos de ese ultimo verano juntos en que todo se desboco, Eva regresa a Bovenmeer dispuesta a ajustar cuentas con el pasado.

  • A la gente solo le gusta nadar en la superficie de Beatriz Gordillo Bejarano

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    Magda era una joven que vivia en el seno de una familia de clase media en una ciudad del sur de Espana. Su padre, su familia y la gente en general no esperaban nada extraordinario de ella. Un dia, el padre abandona a su madre y a ella. En ese momento, ambas emprenden un camino de mejora y cambio que hara con que sus vidas cambien para siempre.

  • Nunca en la escalera de Maureen Johnson

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    ?Donde buscas a alguien que en realidad nunca esta?

  • Amanecer (Sombra de vampiro 7) de Bella Forrest

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    !La tan esperada conclusion del viaje de Derek y Sofia!

  • El pueblo soy yo de Enrique Krauze

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    Un manifiesto a favor de la libertad y la palabra.

  • Mi sombra, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Cuando quieras de Zoe Hanley

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    Me sentia casi desnuda con el camison de hilo blanco que llevaba. Y practicamente lo estaba. Debajo de la fina pieza de tirantes, nada, como siempre. Pero me alegraba de que no me lo hubiera quitado.

  • Demencia de Eloy Urroz

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  • Cruelity Free de Elizabeth Betancourt

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    Suky Rider es una mujer muy inusual, para empezar es totalmente lo opuesto a lo que la actual sociedad define como "belleza". Ella es una mujer curvilinea, bajita, espontanea, dulce y muy apasionadal. Debido a una infancia desastrosa y una madre que siempre trato de bajar su autoestima, Suky nunca supo el potencial que realmente tenia, pero su caracter colorido y espontaneo siempre la hizo llamar la atencion. En un momento de su vida en el que se entera que practicamente ha vivido en una mentira se volcara en una gran aventura que consistira en salvar su marca de maquillajes favorita (Cruelity Free), lo que no espera encontrarse por el camino es a una serie de catastroficas desdichas y a un hombre tan atractivo que la hara temblar de la cabeza a los pies.

  • Te digo adios de Lucia Tamargo

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    Tyra Thompson es una empresaria de exito que valora la amistad por encima de todo. Sin embargo, en cuanto al amor, prefiere no arriesgarse, asi que nunca repite una noche con el mismo companero de cama.
    Un dia, sus amigas la retan a conseguir un beso de cualquiera que ellas propongan. Consciente de su belleza y carisma, acepta el reto, pero el objetivo que le marcan es una joven periodista de mirada inocente y sonrisa nerviosa.

  • Lavinia de Ursula. K Le Guin

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    Lavinia crece sin conocer otra cosa que la paz y la libertad hasta la llegada de sus pretendientes. Su madre exige que contraiga matrimonio con el apuesto y ambicioso Turno. Pero los augurios y las profecias de los manantiales sagrados afirman que debera casarse con un extranjero, que provocara una guerra y que su marido no vivira demasiado tiempo. Al ver que una flota de barcos troyanos llega remontando el Tiber, la joven decide tomar las riendas de su propio destino. Y asi nos cuenta lo que Virgilio no hizo: la historia de su vida y del amor de su vida. Le Guin da voz a este personaje surgido de la Eneida de Virgilio en una novela que nos transporta al mundo semisalvaje de la Italia antigua, cuando Roma no era mas que una aldea mugrienta situada cerca de siete colinas. Lavinia es un libro sobre la pasion, la guerra y el precio de la guerra, generosa y austeramente escrito por una autora en la cuspide de su talento.

  • Un pretendiente para la senorita Bowler de Ana F. Malory

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    Continua la rompedora serie de <>, creada por catorce autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • Las falsas verdades. Origen de Gemma Garcia Veiga

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    <>. Ni el Cielo es lo que parece ni el Infierno un agujero inmundo de deshechos humanos. Drako no quiere mentiras que consuelen sino la verdad, aunque duela. Cuando Iris entra en su vida descubre que toda su existencia fue manipulada y esta dispuesto a llegar al fondo del asunto, aunque en tal empresa pierda por segunda vez la vida.

  • Dia de San Valentin de. 3 de Lisa Aidan de

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    Hacia unos ocho anos que Sandra compartia piso con la siempre delgada Silvia, de ojos pardos casi como el pelaje de un oso, su estomago bien podria ser el de uno porque por mas que comiera, y no era de las que tenian miramientos por las calorias, siempre permanecia en el mismo rango de peso, y con Marta, la amiga alta y rubia del grupo, esa a la que nada mas pisar una discoteca, el resto de mujeres odiaba automaticamente. Las dos eran modelos y actrices cuyas carreras habia dado una buena vuelta de tuerca durante el ano anterior. Decidieron viajar juntas a varios castings en otros paises de Europa y se apuntaron en agencias de modelos internacionales, dentro y fuera de Espana, sus agendas empezaron a llenarse poco a poco, mas que antes, con trabajos mejor remunerados. Claro que, desde entonces tambien debian viajar mas. Andrea, otra de sus amigas y a la que parecian haber adoptado pues pasaba mas tiempo alli que en su casa, tambien habia visto como la vida empezaba a sonreirle de nuevo los pasados meses. Encontro trabajo de lo suyo, era disenadora grafica; al principio fue algo temporal, pero luego empezaron a llamarla de anteriores trabajos para que realizara tareas aqui y alla, los clientes que pedian sus servicios cada vez eran mas importantes y termino fichando por una empresa extranjera que pagaba la mar de bien. Y no tenia que desplazarse por lo que acabo instalando oficialmente un despacho en su casa. Habia vuelto a cambiar su color de cabello, ahora lo llevaba morado claro con mechas rosas y violetas, mas oscuras conforme se aproximaban a la raiz, y como aquel color conjuntaba con sus ojos azules, habia dejado de usar las lentillas. Al menos durante un tiempo. O eso decia ella. Con Becca triunfando como autora de exito internacional en Estados Unidos, su grupo parecia pasar por un bache separacional importante. Esta bien, de acuerdo, aquella palabra no existia, pero deberia. Sandra sentia el vacio de sus amigas cada dia, mientras en su trabajo todo se mantenia exactamente igual. Era administrativa en un bufete de abogados y eso estaba bien, era un trabajo fijo, estable, seguro y todo eso pero sin ningun aliciente. Y la falta de las locas de sus amigas alrededor, encerradas en sus propias burbujas laborales, hacia tiempo que habia creado un hueco en su vida muy dificil de rellenar. La primera en volar fue Rebecca, le siguieron las modelos Marta y Silvia y lo de Andrea fue algo mas paulatino pero ella… permanecia alli, estancada, anclada a su vida de nueve a seis. Al lado del suyo, cualquier trabajo parecia mas emocionante. La separacion de su grupo, momentanea, se repitio, le habia hecho pensar y darse cuenta de algunas cosas; en primer lugar: de lo mucho que dependia de sus amigas para casi todo. Desde hacer las compras, pensando en sus preferencias, a encargar comida a domicilio o ir de tiendas. Estaba muy sola tambien, eso era algo a lo que, hasta entonces, no presto ni la mas minima atencion, no le habia dado importancia siquiera. Si tuviera un novio, al menos podria compartir sus cosas, sus secretos, suenos y trivialidades con alguien mas aparte de las chicas. Su vida junto a ellas tenia todos los condimentos que echaba de menos; sin ellas, era monotona y sin chispa. --Sandra, ?acudiras a la fiesta de la oficina este ano? --?Eh? ?Que fiesta? --La de San Valentin, mujer. Ya sabes que al nuevo jefe le agrada mantener las tradiciones de su otra sucursal y hermanarlas de ese modo. Dicen que este ano sera mejor que la del ano anterior. Era cierto, ese habia sido un cambio. Hacia cinco anos los puestos de trabajo de todos en la oficina pendieron de un hilo al conocer que un grupo extranjero queria comprar la empresa para la que trabajaba. Sus anteriores jefes cogieron la pasta y, como ella predijo, salieron corriendo sin echar la vista atras ni mirar por sus trabajadores. Por suerte, el nuevo dueno cubrio sus pagas extras, a pesar de no tener necesidad alguna de hacerlo. Desde ese momento se convirtio en el heroe trajeado de cada persona del despacho. Lo idolatraban aunque no lo hubieran visto nunca. De hecho lo unico que hizo fue traer a un director de su sucursal en Atlanta. ?Que llevaba a un hombre, un abogado, rico de Atlanta a comprar una empresa mediana de abogados? Era un misterio que estuvo en boca de todos mucho tiempo, pero en la actualidad nadie se lo cuestionaba. Bajo la tutela del nuevo director, habian crecido e incluso aumentaron la plantilla y el numero de clientes. Algo debian estar haciendo muy bien. Con todo, por mucho que eso hubiera sucedido cinco anos atras, sus companeros de oficina lo seguian llamando: El nuevo jefe. Y ahora llegaba de nuevo esa fecha del ano en que todos los trabajadores estaban invitados a una fiesta el dia de San Valentin. Sandra solia escaquearse de asistir y lo celebraba con las chicas, saliendo a tomar algo o quedandose en casa para ver una maraton de peliculas romanticas con litros de helado y panuelos. Pero ese ano… Ni siquiera sabia cuando volveria a verlas de nuevo. --Lo pensare. --Ah, es verdad. Seguro que tus amigas y tu salis a quemar la ciudad esa noche --repuso Adela, su companera mas veterana, una mujer de casi cincuenta anos con uno de los espiritus mas jovenes que habia conocido. --En realidad todavia no lo… sabemos. Se dio cuenta a tiempo de que si decia de buenas a primeras que no tenia plan alguno, era muy posible que se viera arrastrada en contra de su voluntad a la fiesta de la empresa y no queria verse en ese brete, por lo que reacciono a tiempo decorando un poco su respuesta tras un momento de duda. --Esta bien, estaria muy bien que vinieras. Asi podrias asistir por primera vez, creo que eres la unica de toda la oficina que no ha ido nunca. --No sera para tanto… Lo cierto era que toda la oficina hablaba y especulaba acerca de la fiesta. Era algo continuo, el tema de conversacion favorito de sus companeros, aunque ella no era capaz de inmiscuirse en toda aquella excitacion y dicha, mucho menos desde que era consciente de cuan insignificante e insulsa era su vida. Ya en casa el catorce por la tarde, habia hecho una compra de varios litros de helado y busco en la television de pago algunas peliculas para ver mas tarde. No pensaba salir. Decidio que lo mejor seria rebozarse un poco en su patetico dolor y en su soledad. Si pensaba en ello no era la unica que tendria un dia de los enamorados de pena. Rebecca habia llamado, se dirigia a Italia para una reunion de trabajo con su agente que ya la esperaba alli. Si habia algo peor que estar solo, era tener pareja y estar cada uno en una parte del planeta pasando aquel dia, dedicado al amor, separados por miles de kilometros como le ocurria a su mejor amiga. En pijama, escogio uno de los sabores de helado y se tiro en el sofa dispuesta a dejar pasar el resto del maldito dia. Se sentia empachada del dichoso Valentin. Su empresa hacia una semana que estaba decorada con corazoncitos y querubines aqui y alla. El telefono sono, detuvo la pelicula pulsando el boton de pausa, clavo la cuchara en el helado de vainilla con cookies que estaba comiendo como si fuera la Bridget Jones espanola y respondio sin muchas ganas. --!Sandy! Que la reunion era una tapadera. !Craig acaba de pedirme que me case con el! --!No jodas! --Se compincho con Astrid para sorprenderme. Ay, Sandra, soy muy feliz ahora mismo. --Se nota, cielo. Me alegro mucho por ti. Disfruta. Aquello era grande, muy grande. ?Que tio movia medio mundo para pedir la mano de una mujer? Pues uno verdaderamente enamorado.

  • Una eleccion nada conveniente (Relaciones escandalosas 3) de Hilda Rojas Correa

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    Angus Moore, noveno conde de Corby, es el tipico libertino londinense hasta el preciso momento en que es herido de
    gravedad en Whitechapel y cae inconsciente a los pies de una mujer.
    Esa mujer es Katherine Thompson, una sirvienta que, sin dudar, auxilia al libertino sin sospechar quien es y, con la ayuda de su padre, logran salvarle la vida.
    En dos semanas, sus vidas cambian por completo. El desea reformarse y tomarse en serio su responsabilidad ante su titulo
    y decide buscar una esposa.
    Ella, en cambio, decidida a no esperar que un hombre le solucione la vida, debera buscar un nuevo trabajo cuando las
    heridas de Angus sanen, pues la han despedido por cuidarlo.
    Pero, como siempre suele suceder, las cosas no salen de acuerdo a como se planean en un principio.
    Decisiones, cambios, secretos que salen a la luz. Todo puede pasar porque ambos, muy a su pesar, han hecho su eleccion.
    Una eleccion nada conveniente.

  • La princesa del bosque de Miriam Formenti

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    NOVELA DIECIOCHESCA
    1784
    El marques Tristan de Latour, rebelde americano y heredero de una noble familia francesa, ha combatido por la independencia de su pais, y por ese ideal ha visto morir a su padre y arder su casa.
    Al tomar posesion de su herencia podria ser feliz, pues tiene todo lo que un hombre puede desear, pero Francia no es la tierra en la que ha nacido y su prometida no es la compania que le gustaria.
    Durante una tarde de lluvia socorre a una joven mujer, unica superviviente de la emboscada de unos bandoleros. Esta gravemente herida, pero antes de perder la conciencia dice que es una princesa y que se llama Malpighi. Tristan no tiene motivos para dudar de ello, ya que las credenciales que se encontraban en la carroza saqueada la probaban en parte. Sin embargo, la princesa no recuerda nada de lo acontecido y en la mente solo tiene imagenes fragmentadas de una vida que no es capaz de reconocer como suya.
    ?Es de verdad la princesa Malpighi?
    Nada es tan simple como parece, y entre intrigas, rencores y mentiras nacera un amor pasional. Un amor que, al final, tendra un solo nombre.

  • La ultima vecina de Ana Viladomiu

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  • El bosque de la memoria de Sam Lloyd

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    Un thriller atmosferico e inquietante sobre la parte mas oscura del alma humana.

  • Amor Temporal de Mary Schechtel

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    NOVELA GANADORA WATTYS 2017
    Quien iba a decir que una reunion de antiguos alumnos podia cambiarlo todo.
    Adele es una chica reunuente a los compromisos a largo plazo. Por alguna broma del destino acaba conociendo a Jake, un acompanante temporal, que llega a transformar su vida.
    Y es que cuando el amor llama a la puerta ni tan siquiera Adele puede resistirse. Juntos dejaran a un lado sus miedos, conociendose a si mismos y mostrando sus verdaderas personalidades al mundo.
    Una comedia romantica desenfadada, descarada y adictiva

  • Presidente (La Casa Blanca 1) de Katy Evans

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    .Sube la temperatura en la campana electoral de Estados Unidos

  • La mujer inexistente de Jaime Mesa

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  • Nuestros dias en Bravelands de Paula Gallego

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    La gente que llega a Bravelands suele hacerlo por dos motivos: porque huye de algo o porque lo busca. En el tiempo que llevo aqui, he aprendido que asi es mas o menos con todos. Puedes distinguir a la gente que ha nacido a orillas de este lago de los forasteros con una sola mirada. Cuando ves sus ojos, te das cuenta de que algo falta en ellos. De todas formas, nadie suele quedarse mucho por aqui: unas semanas, unos meses, quiza un par de estaciones... y regresan a sus vidas. Asi se suponia que iba a ser conmigo, pero hace ya tres anos que encontre este sitio por casualidad, me enamore de sus misterios y leyendas y sigo aqui. Eso si, para todos continuo siendo una forastera. Ni siquiera yo se si escapaba o buscaba algo; quiza fue un poco de ambas cosas. Tampoco recuerdo bien como decidi venir a este lugar. Creo que acabar aqui es el resultado de un cumulo de casualidades, pero a una parte sonadora de mi le gusta creer que, quiza, el destino tuvo algo que ver. Se supone que, a estas alturas, tendria que estar en mi tercer ano de Derecho, a unos quinientos kilometros de aqui, y no en Bravelands, trabajando en esta posada a media jornada y completamente fascinada por los secretos del Lago Aureo. Pero la vida es caprichosa y ahora soy la mejor empleada que tienen Olle y Martha; la mejor, y la unica, todo hay que decirlo, aunque me gusta pensar que la entranable pareja me aprecia bastante. Tambien soy la unica ayudante que tienen en la fundacion que estudia el lago, localizada a solo doscientos metros del Refugio. Tanto la posada como la fundacion son unicas en Bravelands, que no tiene mas de mil habitantes y en sus mejores meses los turistas hacen ascender un poco esa cifra. Es un pueblo antiguo, construido a orillas del Lago Aureo: un gran lago custodiado por altos picos cuyas cumbres siempre estan nevadas. No hay casas que tengan mas de tres pisos y todas comparten una extrana armonia de colores ocres y pardos. La posada esta casi a un kilometro del pueblo; es una de las construcciones mas cercanas al lago, igual que la fundacion. Antes debia de haber mas casas pegadas a sus orillas, pero las nuevas normas de construccion han hecho que el nucleo del pueblo crezca algo lejos de aqui, donde las carreteras son mas regulares y el terreno, menos farragoso. Hace un par de semanas que entramos en otono y los veraneantes habituales que quedan por aqui se marchan junto con los ultimos rescoldos de calor. Los buzos cientificos, los biologos e incluso los aficionados que aprovechan los meses mas calidos del ano para realizar sus incursiones en el lago tambien han abandonado estas tierras, y ahora solo la fundacion custodia las aguas doradas bajo las montanas. Los otonos son frios en Bravelands, muy frios. Sin embargo, eso no impide que sigan llegando algunos turistas atraidos por la naturaleza salvaje que rodea el pueblo: las calles irregulares, las casitas pintorescas, los arboles altos y esbeltos... y, ahora, los calidos colores terrosos de la estacion. Sin embargo, la atraccion principal es el lago, toda la imaginaria que rodea este lugar, las leyendas, los mitos y las historias que se han contado de generacion en generacion haciendo que el turismo prospere. A pesar del frio de las mananas, tengo la sensacion de que durante los anos que llevo aqui algo en mi interior ha cambiado, reorganizando los horarios de sueno de mi reloj interno y haciendo que despierte siempre al amanecer. Hoy el cielo sigue teniendo un bonito color azafranado cuando me levanto. Mi habitacion da al este, justo al otro lado del lago. Las primeras semanas, Martha se dedico a ensenarme otros cuartos, pero a mi tambien me gusta el bosque. Desde aqui, veo el largo camino empedrado que se pierde entre los arboles de ramas bajas y cobrizas, los helechos oscuros y la fina niebla que se posa sobre la hojarasca cada manana. El lago prefiero contemplarlo sin cristales de por medio, frente a frente, mientras mis pies cuelgan del embarcadero de la fundacion y veo mi reflejo y el de las montanas recortados contra sus aguas doradas. En cuanto me incorporo y abro la ventana, dejo que el aire otonal me reciba, revolviendome el cabello cobrizo. Pucca, mi preciosa rottweiler de tres patas, salta sobre la repisa de la ventana y se agazapa, escudrinando las sombras del bosque. En realidad, no es mia. Es de Martha y Olle, pero Pucca llego poco despues de mi y la he visto crecer desde que apenas era una bolita de pelo, muerta de miedo, cuando la pareja de abuelitos la encontro abandonada en un contenedor por su condicion y la trajo a casa. Este lugar no es solo un refugio para las personas; tenemos varios perros, unos cuantos patos, un caballo con cataratas, una burrita patizamba, cabras medio locas y un numero ingente de gatos. De verdad, puede que haya un millon de gatos. Sigo la direccion de la mirada de Pucca y busco aquello a lo que mira con tanta atencion mientras mueve la cola. Quiza haya visto alguna ardilla o, tal vez, haya encontrado algun zorro o corzo pequeno. Durante la noche los animales suelen bajar al lago desde las montanas a beber agua, y no seria la primera vez que nos encontramos cara a cara con uno. Sin embargo, no es eso a lo que Pucca mira con semejante interes. Descubro que alguien se acerca por el camino cubierto de hojas perennes, en direccion a la posada, con andar rapido y sigiloso. Desde aqui no lo veo bien, pero parece un hombre. Lleva una gran mochila echada al hombro y ni siquiera repara en el paisaje mientras se acerca. De pronto, Pucca comienza a ladrar y yo doy un respingo, sobresaltada. El intruso tambien la escucha. Maldita sea. La han escuchado en quince kilometros a la redonda. --Pucca, calla --la regano, acariciando su hocico y tirando de ella para que se aparte de la ventana. Cuando vuelvo a asomarme, descubro que el recien llegado se ha quedado mirandonos en medio del camino. Esbozo una sonrisa de disculpa, aunque no creo que pueda verla, y alzo la mano para saludarlo. El ladea la cabeza, curioso, y me contempla unos instantes mas antes de seguir caminando, con la vista fija en el suelo. Pucca salta, aterrizando sobre sus tres patas, entusiasmada, y da un par de vueltas sobre si misma antes de marearse y detenerse mientras me mira, expectante. La acaricio entre sus orejas y me preparo con rapidez; vaqueros cenidos, jersey holgado y botas negras. Estoy despeinada y, probablemente, tenga pelos de loca, pero si el visitante quiere que alguien lo reciba, tendra que soportar mis rizos rebeldes. Para cuando bajo las escaleras, procurando no hacer ruido, y Pucca me sigue con el cuidado de un elefante dentro de una cacharreria, el ya esta frente al mostrador. La perrita me adelanta y pasa junto a mi como una exhalacion. Me pongo un poco nerviosa y espero que el cliente no sea demasiado asustadizo, porque he de reconocer que, si un ejemplar como Pucca viniese hacia mi con ese tamano y esa velocidad, me pensaria dos veces si viene a jugar; aunque en realidad es mas mansa que un corderito. Escucho como Pucca patina sobre el suelo de madera, extasiada, y decido bajar mas rapido por si acaso. No queremos que nadie se ponga a gritar desde tan temprano. Cuando llego al primer piso, descubro que todo esta bajo control y me relajo. El recien llegado ha dejado su equipaje junto al mostrador y ahora esta agachado atendiendo a la perrita, que reclama su atencion mientras da vueltas sobre el suelo y exige caricias. Se me escapa una risa cuando la veo y, entonces, el alza sus ojos hacia mi. Son del color de una tempestad y de una calidez insolita e inesperada. Dos cejas largas y gruesas enmarcan una mirada poderosa y salvaje, y unas tupidas pestanas hacen que resulte un poco mas dulce. Lo que mas me llama la atencion de sus ojos, sin embargo, es el gran moraton cardeno que cubre su ojo izquierdo: es oscuro e irregular y un abanico de colores rojizos y violaceos lo adornan. El joven se pone en pie despacio. Es alto, ancho de hombros y esbelto de cintura. Bajo el cuello de su jersey gris se adivinan las lineas de un tatuaje y lleva el pelo oscuro, ondulado, cubierto por un gorro negro. Cuando clava sus ojos en mi, no puedo evitar pensar que hay cierto halo emocionante e inhospito que lo rodea. Los tatuajes, los mechones oscuros que caen sobre su frente, el ojo amoratado y el labio inferior partido..., todo le da un aire problematico muy logrado. Y es bastante imponente. Ladea un poco la cabeza, sin dejar de mirarme y, de pronto, caigo en la cuenta de algo. Lo conozco. Conozco a este hombre. Hace anos que no lo veo, justo desde que me marche. Ha llovido mucho desde entonces; ahora el deberia tener unos... ?veintitres? Esta mas alto, sus rasgos se han endurecido y tengo la impresion de que no habia tatuajes asomando por el cuello de su camiseta la ultima vez que lo vi. Pero se que es el. Ese aspecto es dificil de olvidar. He debido de quedarme mirando mas de la cuenta porque, antes de que lo salude como es debido, es el quien habla con voz grave pero melodica. --?Os quedan habitaciones?

  • Operacion Barbarroja de Christian Hartmann

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    A primera hora de la manana del 22 de junio de 1941, las tropas alemanas invadieron la Union Sovietica. Acababa de comenzar la <> y durante los cuatro anos siguientes, el pais se sumergiria en una epoca de violencia. Christian Hartmann, uno de los mas reputados y aclamados historiadores militares alemanes, describe el curso de la guerra de conquista y aniquilacion en el este sobre la base de las mas recientes investigaciones, lo incorpora al relato dramatico del conflicto y describe sus efectos, que aun pueden apreciarse hoy en dia. De este modo, presenta una sintesis, magistral, critica y profunda, largamente esperada, que sintetiza las investigaciones mas recientes llevadas a cabo en los ultimos anos sobre el teatro de operaciones mas decisivo de la Segunda Guerra Mundial.

  • Los principes solo viven en los cuentos de Isabel Keats

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    Bibi lleva anos enamorada de Gonzalo, su nuevo jefe. El tipico caso de amor platonico incurable.
    Gonzalo, en vias de recuperacion tras un desengano amoroso, ni se imagina los sentimientos de su secretaria.
    A Rolo, el amigo de Bibi, le gustan todas y a Taty, la amiga de Gonzalo, no le gusta ninguno.
    Irene, la madre de Gonzalo, quiere que su hijo se case con Taty.
    Taty tambien quiere casarse con Gonzalo, aunque no por los motivos correctos.
    Gonzalo, en cambio, no quiere casarse con Taty, pero los suyos si son los motivos correctos.
    Lo malo es que Bibi esta convencida de que Gonzalo ama a Taty.
    A lo que hay que anadir que Rolo abriga intenciones inconfesables hacia la amiga pija de Gonzalo.
    Eso si, Taty pasa millas de Rolo, al que considera un patan sin muchas luces.
    Sin embargo, nadie cuenta con el Destino, que ha decidido meterlos a todos juntos en una coctelera y agitar.
    Y, aunque parezca increible, de todo este lio surgira el Amor Verdadero. El amor que camina a tu lado en lo bueno y en lo malo. Ese amor del que no se habla en los cuentos

  • 1980 de Juan Vila

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    Fui a Barcelona pero no estaba buscando a mi padre. Fui a presentar una novela y ya no quedaba ni rastro de el. Ni de el ni de la ciudad que conoci de su mano, la de los viajes en Navidad para pasar las fiestas con su familia, la de mi adolescencia despues, cuando todos los anos me acercaba con mis amigos desde el pueblo en el que veraneaba para darnos una vuelta y romper la rutina de muchos dias seguidos a base de playa por las mananas y fiesta todas las noches hasta las tantas. Esa Barcelona para mi tenia algo muy superior a Madrid, era mas culta y civilizada, como lo era mi padre respecto a nosotros. El burguesito catalan presumia de su gran danesa color azul y de su palco en el Liceo. Era alto y fuerte, con aire aristocratico, tenia el pelo blanco y la nariz muy grande, los ojos claros, unas manos como no he vuelto a ver otras iguales en mi vida, unos brazos de acero. Olia muy bien papa, sobre todo cuando olia a el mismo, recien levantado y sin duchar, sin haberse rociado todavia en perfume como haria luego antes de salir de casa. Papa desayunaba zumo de pomelo todas las mananas y unas tostadas de pan con aceite de oliva virgen, cuando eso aun no se llevaba y era imposible encontrar en Madrid, o en Barcelona, otro aceite que no fuera el refinado. Y frente a el, frente al burguesito catalan, estabamos nosotros, los barbaros de la capital, la familia ordinaria y desestructurada que se entendia a base de gritos y malos modos. La abuela, siempre a un paso de estallar en un nuevo ataque de furia, siempre imponiendo su voluntad como una fuerza desatada de la naturaleza, como un tornado o un terremoto, siempre a regimen para controlar su obesidad y siempre comiendoselo todo aunque solo le quedara un diente. La recuerdo muy bien chupando las cabezas de los pescados y el cuello de los pollos, rebanando los platos, acabandose cualquier resto que los demas hubiesemos podido dejar. Era casi un ser mitologico, primitivo y oscuro, la gran ogresa, como la llama uno de mis primos mas queridos. Luego tambien hablaremos de ella, de cuanto la quise y cuanto aun hoy la sigo queriendo. El padre, mi primer padre, habia muerto en un accidente de coche, completamente aplastado por un camionero borracho, y eso fue una bendicion para mi madre. Mama, de pronto, se encontro viuda y con la necesidad de sacar a sus tres hijos adelante. Pero tambien mama se sintio libre en esos anos de cambio y falsa revolucion en Espana, mediados de los setenta, se volco en el trabajo y en divertirse. Mama, por lo tanto, se volvio ausente, invisible para sus hijos, poderosa al margen de ellos, y descubrio emociones hasta entonces desconocidas en diferentes redacciones y con diferentes hombres. La abuela se hizo cargo de esos tres ninos que entre sus gritos, pellizcos y lanzamientos de zapatilla fueron creciendo. Nada especialmente dramatico. No hubo abusos sexuales ni torturas. No hubo malos tratos. Los tres ninos, nosotros, no pasamos hambre, ni frio, ni penalidades de ningun tipo. Fue una infancia afortunada y llena de privilegios. Los tres hermanos hemos superado ya los cuarenta anos y en todo ese tiempo aun no hemos conocido ni la guerra ni la carcel ni una epidemia ni un cataclismo. Incluso el buen trabajo de la madre y su ascendente carrera en los medios le permitio pagar un carisimo pero mediocre colegio en las afueras de Madrid. Cada dia un autobus iba a buscarnos y haciamos, dormidos en el mejor de los casos, los casi treinta kilometros que separaban nuestra casa junto al Retiro de ese espanto de color verde y amarillo en el que perdimos un monton de anos y en el que solo aprendimos lecciones nefastas para el dia de manana. O sea, para hoy. Porque hoy ya es el futuro, incluso lleva tanto tiempo siendolo que el futuro tambien ha envejecido y se ha marchitado, tiene un aroma ligeramente rancio. Lo que quiero decir es que esa infancia no fue terrible, pero si triste, tristisima, y, al menos para el menor de los hermanos, estuvo marcada por una soledad absoluta, tanto en casa con el primer padre muerto, la madre ausente y la abuela gritona, como en el colegio, donde todo resultaba extrano y lejano, extranisimo, casi de otro planeta. Hasta que de repente obro el milagro y el burguesito catalan aparecio en nuestras vidas sin la doga ni el palco, porque esos los dejo en Barcelona, pero si con su presencia real e integradora, con su gran cuerpo, con su decadente sentido de la disciplina y de la familia, con sus viejos principios, que igual eran falsos, pero que consiguieron frenar el desastre y a mi me rescataron de ese vacio en el que flotaba a miles de kilometros de cualquier otro nino o adulto, de la tierra y del mundo, de cualquier cosa, concreta o no, a la que yo pudiera agarrarme o en la que yo pudiera encontrar un refugio, una referencia, un punto de apoyo, lo que fuera, ya digo, con tal de esquivar la tristeza y el miedo, ese vacio y aislamiento, el frio en las tripas y en los pies, un frio mas imaginado que real, pero un frio que helaba por dentro y que a mi estaba a punto de matarme justo cuando aparecio el. ?Como yo no iba a amar Barcelona y todo lo que tenga que ver con mi padre?, ?como, incluso tantos anos despues, yo no voy a sentirme vinculado con esa ciudad aunque nunca haya vivido en ella ni tenga el menor interes en hacerlo, aunque en esa ultima visita me dejara un sabor tan amargo de boca? He dicho que estaba a punto de morir cuando aparecio mi padre. He hablado de un frio en las tripas y en los pies. No exageraba. Aunque me ha podido el lirismo. Fue mas bien fuego, y no habia forma de detenerlo. Afectaba, sobre todo, a la cabeza. Fiebre. Un calurosisimo verano en Almeria y yo ardiendo sobre la cama, sudando y derritiendome, a punto de iniciar uno de esos procesos de combustion espontanea. Mi temperatura corporal se habia fijado en los cuarenta y uno o cuarenta y dos grados. Me deshidrataba por mas que bebiera. Empezaba a morir y nadie sabia que estaba pasando. Era el primer verano de mi padre con nosotros. Mi madre y el ni siquiera se habian casado. La relacion empezo en invierno. Recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y eso muy pocos hijos pueden decirlo. Recuerdo tambien cuanto le odie. Es una escena que ambos comentamos muchas veces y bromeabamos con ella. Debio ocurrir a media tarde. Ya habia oscurecido. Mi madre llamo de forma histerica al portero automatico. Es algo que aun sigue haciendo. Una fuerza desatada de la naturaleza ella tambien, un torbellino, un terremoto. Mama, entonces y ahora, aparece de pronto y le da al botoncito. Le da, le da, le da. Lo mantiene apretado un buen rato. Lo suelta. Vuelve a insistir, golpea con su dedo en el boton una y otra vez, una y otra vez. Ahora toca que suene de forma continuada. Cinco, diez, quince, veinte segundos. Suelta y vuelve a empezar... Mas que una llamada es una exigencia y una importantisima noticia. Es el anuncio de su llegada. El mundo entero debe pararse y rendirle pleitesia. Yo a los siete anos aun participaba del juego, ?como no iba a hacerlo? Ella llamaba y yo corria a abrirle desesperado y gritando: mama, mama, ha venido mama. Como si su vuelta a casa no fuera algo cotidiano sino excepcional. Porque en efecto asi era. Yo corria tan rapido como podia. Atravesaba el larguisimo pasillo de casa. Llegaba al hall. Hacia una breve parada para abrir la puerta. Continuaba corriendo por el descansillo y me lanzaba escaleras abajo para encontrarme con ella, que siempre subia andando, y la abrazaba. Pobre idiota de mi. Cuanto la queria y cuanto la echaba de menos, como me dejaba manipular, como consentia que estrechara y estrechara el vinculo para esclavizarme, para hacerme absolutamente dependiente de sus necesidades y caprichos, para asfixiarme en mas de dos y mas de tres sentidos, y para luego, al final, abandonarme otra vez al vacio y a la tristeza, al miedo, a esa soledad absoluta. Aunque justo esa tarde, o esa noche, despues de la carrera, cuando por fin iba a abrazarla, le vi a el. Le vi y le odie. Ya lo he dicho, pero lo repito. Es un detalle fundamental en esta historia. ?Quien era ese senor?, ?como se atrevia a aparecer en mi casa?, ?iba a robarme a mi madre como ese otro hombre habia hecho antes?, ?se la llevaria el tambien a aquel maldito apartamento de la calle Alberto Alcocer, lleno de libros estupendos, de humo, de whisky? Un paraiso, ya lo creo, para la relacion furtiva, o mas o menos furtiva, que ella habia mantenido con un periodista casado. Mi madre vivia alli mientras nosotros esperabamos junto a mi abuela a que sonara, de la manera mas violenta e impertinente posible, el timbre del portero automatico anunciando su vuelta a casa. Aquella tarde, mama dejo al senor con el que venia en el salon. Creo recordar que le sento en la vieja mecedora de mi abuelo. Es esa otra escena que tengo guardada de forma clarisima en la memoria, aun reconociendo que es muy probable que me la haya inventado: solo diez o quince minutos despues, mi hermana, ya casi en la adolescencia o, si no, en la pubertad, trepa por el cuerpo del burguesito catalan hasta llegar a su meta: las rodillas, y se sienta en ellas. Trata de camelarselo, de seducirlo para conseguir eso que tanto desea. Quiza luego explique de que se trata y por que la actitud de ella esta mas que justificada. De momento, me limitare a senalar hasta que punto somos ya a esa edad --mis siete anos y los once o doce de mi hermana-- la basura o el incalculable tesoro que el dia de manana podra ver el mundo. La idea en si resulta aterradora porque supone que el resto, cualquier cosa que pase o que hagas despues, no servira de mucho, o no servira de nada.

  • Leccion de amor de Ebony Clark

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    Muchas personas en Juanita Fun creian que Lane McCrane era una mujer sin sentido del humor. Su palido rostro enmarcado por aquella espesa mata de cabello castano oscuro, sus ojos azules y los generosos labios que sonreian escasamente, podrian haber hecho de ella mujer hermosa si lo hubiese permitido. De hecho, lo era aun cuando ella pretendiera todo lo contrario, esforzandose lo minimo en destacar sus encantos. La forma en que rehuia la coqueteria confirmaba que no estaba interesada en destacar entre una multitud. Lane solia vestir de manera informal, con ropa comoda que le permitiera moverse con agilidad entre sus pequenos alumnos y con la que no tenia que preocuparse del peligro de las manchas de chocolate y otras sustancias que hacian gritar de pavor a las demas maestras. Mejor unos tejanos que una falda corta. Mejor una camiseta de algodon que unos inutiles volantitos. Mejor zapatillas planas que arriesgados zapatos de tacon. Mejor convenientemente vestida que sugerentemente medio desnuda. Ninguno de sus companeros de trabajo habia podido averiguar si aquel empeno de la joven en esconder cada centimetro de su cuerpo respondia a un alarde de puritanismo o por el contrario, ella deseaba ocultar alguna espantosa cicatriz. O sencillamente, y aquella era la opinion mas extendida, a Lane McCrane no le importaba si los demas la consideraban o no atractiva. De cualquier modo, nadie se habia interesado lo bastante como para tratar de descubrirlo. Nadie sabia nada de ella mas que lo que ponia en las excelentes referencias que habia aportado en su curriculo. Por supuesto, aquellas referencias habian sido comprobadas con meticulosidad como era costumbre en la escuela. Veintiocho anos, de madre norteamericana, se habia criado en un orfanato despues de que su padre las dejara y su madre fuera internada en un sanatorio. Por desgracia, la madre de Lane se habia abandonado al alcohol y los medicos la habian desahuciado cuando Lane solo contaba con cinco anos. Y asi, del orfanato a unos cuantos hogares de acogida, era un milagro que hubiera sobrevivido y sacado su titulo de maestra con excelentes notas. Sus antiguos profesores se sentian orgullosos de poder hablar bien de la senorita McCrane, aunque no ocultaron su sorpresa cuando la senora Andrew les habia llamado desde aquel pequeno pueblo perdido en la geografia del arido paisaje de Nuevo Mexico, la Tierra de Encanto. Habian creido que Lane estaria ya casada y seria madre de uno o dos crios. Pero no. Por alguna razon, ella estaba alli. En Juanita Fun, el lugar donde la gente se levantaba a las dos de la madrugada con el unico objetivo de ver cruzar una estrella fugaz. Fuera como fuera, Lane McCrane habia elegido aquel sitio para echar raices. Era cuanto sabian de ella. Nada de novios ni amigos ni familia. Por lo mismo, no era extrano que fuera algo hurana en sus relaciones personales. Los demas profesores la saludaban cada manana mientras servian el cafe en sus tazas, pero evitaban cualquier contacto. <>, la llamaban a sus espaldas, aludiendo a su agrio caracter y en mas de una ocasion, la misma Lane habia escuchado aquel comentario por los pasillos, aunque fingia que no le dolia. Incluso por el pueblo la llamaban ya asi y la senora Andrew creia que no era justo para ella. Una mujer tan joven y bonita... Merecia algo mas que la compania de Patty Sims, otra profesora y quiza su mejor y unica amiga, y de unos cuantos mocosos, por mas que ella siempre dijera que su trabajo era lo mas importante en su vida. Lane era una joven agradable con sus pequenos alumnos, no cabia duda. Les escuchaba, se preocupaba por ellos y les dedicaba toda su atencion. Siempre tenia una palabra amable a pesar de que eran unos diablillos incansables. Y durante las clases, Lane se transformaba y dejaba de ser la mujer seria e inaccesible a cuyos pensamientos nadie podia llegar. Los chicos de su clase la adoraban en realidad. Pero con los adultos era otra historia. Es lo que pensaba todavia la directora de la Escuela Clarence cuando Lane se sento y la miro con expresion preocupada. La senora Andrew sonrio para tranquilizarla. En los dos meses que Lane McCrane llevaba trabajando alli, nunca habian recibido una sola queja sobre su comportamiento con los ninos. De hecho, muchos padres habian elogiado el trabajo que realizaba con ellos. Decian que sus hijos se mostraban mas receptivos, creativos y educados y lo achacaban al buen hacer de su maestra. Sin embargo... Echo una breve ojeada a la nota enviada por Clyde Bransow. La habia dejado sobre la mesa intencionadamente. Queria ver la reaccion de Lane cuando la descubriera porque, a pesar del aprecio que sentia por la nueva maestra, necesitaba estar segura de que no se equivocaba con ella. Hasta el momento, solo disponia de la version de Clyde, no muy fiable por cierto, dado su mal caracter y escasa paciencia. AmeliaAndrew conocia a Clyde desde que era un mocoso y sabia distinguir por el contenido de su nota cuando estaba realmente enfadado. Mientras la leia le venia a la mente una clara imagen del hombre: la mandibula apretada, escupiendole las palabras al papel, contrariado por el atrevimiento de la maestra, quien, por otro lado y como el mismo seguramente habria deseado anadir, <>. Era el estilo de Clyde. Ruidoso como un toro en una cristaleria, preparado para ponerse sus pinturas de guerra siempre que la batalla mereciera la pena. Por otro lado, y aqui es donde empezaba a preocuparse, estaba complemente segura de que el temperamental Clyde estaba a punto de conocer a un adversario de su talla. Lo peor de todo es que sospechaba que ninguno de los dos cederia un milimetro, por lo que su papel de mediadora se presentaba bastante dificil. --Senorita McCrane, ?sabe por que la he hecho venir a mi despacho? --pregunto con tono amable; era importante romper la tension en el ambiente. Lane le devolvio la mirada, sin poder evitar que sus ojos volaran con cierto disimulo hasta la nota firmada con el apellido Bransow. --Creo que si, senora Andrew --contesto y su voz era firme--. Es por el chico Bransow, ?no es asi? --En efecto. Parece que el pequeno Ben ha tenido problemas ultimamente --observo, aguardando la reaccion de la joven. Lane no dijo nada--. ?No va a contarmelo, Lane? --No es importante --mintio, pensando que era lo mejor para el chico. Lane se mordio los labios con una mezcla de rabia y remordimientos. ?Por que habia tenido que dirigirse a la senora Andrew precisamente? Clyde Bransow podia haber contestado a alguna de las diez notas que le habia enviado para citarle en la escuela. Sinceramente, habria querido solucionar aquello sin que las cosas fueran a mayores, pero aquel incidente el dia anterior... El terrible comportamiento de Ben lo habia acelerado todo. Y ahora, debia justificar ante la senora Andrew su silencio y se sentia fatal por haberselo ocultado. --?En serio? Entonces, ?puede decirme por que su padre me envia esta acalorada nota en la que me pide que le explique por que no somos capaces de controlar a su hijo? --El senor Bransow debio preguntarme primero, antes de enviar esa nota. Quiza debio preguntar tambien a su hijo y asi por lo menos conoceria el sonido de su voz --replico, tratando de mantener la calma. En realidad, le apetecia, y mucho, expresar abiertamente la opinion que le merecia el tal Clyde Bransow. Se contenia como podia. La sangre le hervia en las venas al imaginarse al insociable senor Bransow, dueno del mayor rancho del pueblo y tambien de la mayor cabeza dura por lo que sabia, desoyendo sus peticiones y derivando su responsabilidad como padre, una vez mas. Lane tenia la teoria, y si, aceptaba que estaba siendo prejuiciosa, de que Clyde Bransow habia perdido todo interes por la educacion de su hijo desde la muerte de su esposa, cinco anos antes. Pero sus prejuicios no eran del todo gratuitos. Aunque no solia prestar atencion a los chismes, no podia evitar escuchar algunos. Parecia que el senor Bransow habia sabido rodearse de gente amable y eficiente que le hiciera aquel trabajo. Personas que, como ella, suplian con su carino las atenciones que Clyde seguramente negaba a su hijo. Y aunque solo le habia visto en una ocasion, durante el baile de inauguracion del nuevo aserradero, habia bastado para que la mala imagen que tenia de el se confirmara.

  • A tu lado 1 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • Donde quedaron los suenos de Brianna Callum

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  • Agua y aceite (Los secretos de Boira 1), Gina Peral de Gina Peral

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  • Eres lo mejor que me ha regalado la vida de Sophie Saint Rose

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    Romina no se podia creer lo que le estaba pasando. Al fin habia encontrado una habitacion en Nueva York que se podia permitir sin que fuera un sofa-cama. Y ademas sus caseros eran dos ancianitos estupendos que la trataban como no la habian tratado en su vida. Lo unico malo, su nieto. Que aunque estaba para comerselo no la tragaba. La consideraba una aprovechada. Esperaba que su relacion no fuera a peor, pero lo dudaba mucho.

  • Hippie de Paulo Coelho

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    En su libro mas autobiografico, Paulo Coelho narra el encuentro entre dos jovenes: Paulo, que suena con ser escritor y llega a Amsterdam en busca de libertad y de un sentido para su vida, y Karla, una veinteanera de Rotterdam decidida a cambiar su forma de ver el mundo. Juntos recorreran “la ruta Hippie” que realizaba el legendario Magic Bus, un viaje por Europa y Asia rumbo a Katmandu. Durante esta experiencia unica y transformadora viviran una gran historia de amor. Con ellos iran pasajeros de diferentes nacionalidades que a lo largo del recorrido se plantearan sus prioridades y valores vitales.

  • El primer gran caso de Yaiza Cabrera de Javier Holmes

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    Cuando Yaiza Cabrera llega a su despacho de economista escucha a traves de la puerta un ruido que le resulta familiar. Al acceder a el, se encuentra a su ayudante desnudo, boca abajo y sobre un charco de sangre. El sonido que instantes antes escuchaba era el de un vibrador que ahora esta dentro del esfinter de su ayudante fallecido. Le resultaba familiar por una razon muy sencilla, porque es de ella.

  • Peregrinos de Sofia Segovia

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    Tan lejos y tan cerca como el azar que,

  • Solo tienes que pedirmelo de Emily Blaine

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  • Encantado de conocerme de Borja Vilaseca

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    Emprende el cambio desde el autoconocimiento.

  • No sabes cuanto te odio..(Serie Sweet love 3) de Moruena Estringana

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    Thew y Nora nunca se han soportado. De hecho muchos creen que cuando se reencuentren en la universidad, saltaran chispas entre los dos y asi es.
    No pueden evitar odiarse…
    Thew ha cambiado en los siete anos que ha pasado lejos de todo. Lo que no entiende es por que, cada vez que esta cerca de Nora en vez de decirle lo que piensa, acaba por soltarle algo que sabra que la hara saltar y replicarle.
    Nora por su parte pretende pasar de Matty, como lo llama ella, pues se niega a llamarlo de la forma que a el le gustaria, aunque solo sea para fastidiarlo. Tiene un novio al que adora, por mucho que su mejor amiga Roni diga que es un idiota. Ella no lo ve asi.
    Thew y Nora se odian…el problema es que no saben como lo hacen, pero, al igual que les pasaba de ninos, no pueden evitar estar cerca el uno del otro siempre.