• valle de fuego nevada - Sandra Becerril

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    Un dia fui a unos ojos y no logre volver jamas. Cuando era menor de edad y comence a escribir en la soledad de mi habitacion historias de terror, siempre imagine que iria a Las Vegas a jugar en los casinos y a perderme en alcohol. No a convertirme en asesina. Vuelvo a casa con la boca llena de sangre y el eco de los fantasmas acechandome desde su oscuridad. Tinieblas, noche, lejania, recuerdos. Nunca se iran, las sombras, las cuencas de los ojos huecos de vida, los lamentos, el sonido de los pasos detras, siempre detras, intentando alcanzar el cabello y murmurar en el oido lento y suave: tu me orillaste a hacer esto. Hay cosas que no debemos olvidar. Porque al hacerlo, quedamos indefensos ante sus gemidos. Y entonces nadie podra salvarnos. 1 La cordillera roja, las hormigas rojas, el cielo rojo de las dunas que se quedaron fosilizadas en la era de los dinosaurios, hace ciento cincuenta millones de anos. Todo era de fuego en aquel valle en Nevada, incluso tu sexo en mis labios. Extranaba a Ian, con desesperacion, pero no evitaba amarte cuando estabas frente a mi, eras el deseo mezclado con un coctel de ojos verdes desparramados con nuestra ropa adentro de la tienda de campana. Eras tu, Noah, y no queria dejarte ir de nuevo. Frenabas mi caida al vacio despues de su partida. Queria que me penetraras hasta los pensamientos porque nunca habia hecho el amor como lo hacia contigo. Jamas me habia sentido tan humeda debajo de un cuerpo, no sabia lo que eran las ganas hasta que una noche deje que me cogieras tanto que la luna fatigada se escondio recurrente en mis fantasias y en los orgasmos ahogados que ahora gritaba en el valle en medio de Clark County. Tus cejas fruncidas terminando y llenandome de ti. Te recargaste en mi hombro y abrace tu espalda con mis muslos temblorosos, respirabas agitado y reias. A traves de un orificio de la tienda puede apreciar las estrellas nacer como parto multiple en el cielo, a lo lejos los coyotes aullaban, y anhele que tu cuerpo perfecto fuera el de Ian. Nunca fuimos normales, mas el saber que no lo eramos era precisamente lo que nos apartaba de los demas. Sali a fumar un churro de mota que escondia en la mochila mientras dormias, esperando que la hierba me ayudara a meditar mejor. Me sente con las piernas cruzadas en flor de loto sobre una roca y mire las montanas cobrizas devoradas por la oscuridad y la nada del sonido del valle. Quiza nada existia en realidad y los dias eran los suenos de las rocas perforadas por la erosion y los millones de anos que llevaban esperando despertar. Tal vez yo no existia. Y entonces tampoco hubiera existido Ian, sus peliculas o sus horrores. A lo lejos, otro turista encendio una fogata que me recordo la primera vez que nos acostamos, la noche en que te infiltraste en medio de mis muslos aprovechando el alcohol de las diez cervezas alemanas que llevaba en mi sangre; me deje ir en ti enfrente de la chimenea falsa de tu departamento, con una luna curiosa parecida a esta, pero asomandose desde la ventana en la Ciudad de Mexico. La pelicula Casablanca se escuchaba en la pantalla de tu habitacion, aunque ya no la veiamos: <>. Mientras Ilsa le confiesa a Rick en el cafe que sigue amandolo desde que lo encontro por primera vez en Paris y el se pregunta por que de todos los cafes del mundo ella tenia que entrar justo a ese, yo me preguntaba por que de todos los cuerpos que habia probado antes, el tuyo me sabia mejor que ninguno. Que bueno que no follamos antes, porque me volvi adicta a ti desde el primer instante. Parecias hecho de nicotina, mota, Valium y alcohol, todo revuelto en el sabor de tu piel, de tu pene, de mi cuerpo cuando terminabas y me quedaba escurriendo de ti. Con la combinacion de tu imaginacion atrayente y maligna, decidi aceptar quedarme contigo a dormir esa madrugada. Y todas las siguientes. No somos libres mas que para elegir entre el placer y la amargura, y entre eso prefiero mil veces el placer. Me enamore en un solo crepusculo de tu forma de hacer el amor. Que jodido. Enamorada de ti hasta el pasado. Cerre los parpados, esperando que el lugar arqueologico donde estabamos se llamara asi porque desde adentro de cada una de esas cuevas, alguien nos vigila, examina y estudia. Y somos nosotros los monstruos ahogados hasta el cuello de la mierda cotidiana. Las criaturas del desierto olian a cobre y cometas. Suspiros encarnados, profundos, las rocas regalandonos su piel, las cordilleras con sus miradas perdidas sobre sus siluetas reflejadas en el cristal de las dunas congeladas por cientos de miles de anos. Mire una vez mas para no extraviar la noche con aquel farol, para observar si, como decia Ian, aqui habia estrellas fugaces. Siempre he creido en los deseos. Alguna vez fui a que me leyeran el tarot en Coyoacan, otras, la mano en la Roma, las runas en la Condesa, la noche en la piel. Tu piel. Cualquier cosa, cualquier pensamiento me remitia a tu piel, Noah. Desde que eramos ninos quise acariciar tu espalda y dormir abrazada a ella, sintiendote con mi pecho desnudo. Tu tambien lo querias, y por eso me tarde tanto en amarte, porque cuando ya sabes que el amor esta ahi, permanentemente esperandote, siempre se puede querer y vivir otras vidas antes de dejarse ir en el. A lo lejos habia rayos, latigos del cielo, y dos minutos despues los escuche cerca, como si el corazon me estallara en medio de tanta montana y tanta soledad. Vine a Las Vegas contigo para vivir lo que no puedo vivir entre recuerdos, entre pasos sin huellas. Ademas de lo de Ian, desde que habia muerto mi madre decidi no volver a la Ciudad de Mexico porque descubri que era ella la que la hacia tan mia, no era la calle donde estaba la secundaria que me derrumbo la adolescencia con su bullying o la casa embrujada --llena de sombras y retratos que movian los ojos cuando no los veiamos-- que habitabamos solas cuando mi papa murio. No eran los bares de Insurgentes a los que entraba con una identificacion falsa o el primer beso escondido en el garaje de una fiesta de Halloween con mi mejor amigo, Roman. Crei que aquello era todo, y resulto ser nada. Presente mi primer libro y despues realizaron mi primer guion, y una madrugada vi a los personajes que imagine andar de ahi para alla, que desfachatez, de un lado a otro, como si nada; me dieron aquel premio de guion que tire a la basura ese mismo crepusculo, en una borrachera que no me acuerdo ni en que termino, porque quise dedicarselo y supe que no estaba entre el publico, sino en el hospital. Vi aquella pelicula sobre clones y desee que ella tambien tuviera uno para que le donara sus organos y el cancer no la matara. Pero igual se la llevo. Y entonces descubri que mi ciudad no era Mexico ni todo lo anterior, sino ella, su olor y su piel. Era su canto en mi oido para quitar pesadillas, era su abrazo en sus delgados y fragiles brazos, eran los hoyuelos en sus mejillas y el labial rojo. Era nuestro camino de regreso, juntas, porque despues no volvi a manejar sin su voz criticandome en el asiento de al lado. Era la ventana sucia que nadie mas limpio desde que se fue, era el cielo nublado que veia desde su hombro. Una infinidad de tristezas se acumularon en su cuarto hasta que se iba la luz de tanta soledad. Cuando quedaba en una oscuridad absoluta, entonces me dormia y a veces te sonaba cerca de mi, a veces a Ian. Nunca he sabido dormir sola, sin un cuerpo apretado a mi. Para acabar de joder mis dias, desde que Ian murio, poco despues de que mi madre fallecio, los demas --amigos, familiares, conocidos, companeros de trabajo-- no hacian otra cosa que pedirme que viviera mi vida, dejarlo ir. Frases como <>, <>, <>, <>, <>, <>, <>, pura mierda tipo Paulo Coelho. ?De verdad me veian tan jodida? Repetian ese tipo de frases hasta el cansancio, sin que les pidiera consejo o consuelo. Finalmente, decidi hacer como que los escuchaba para que dejaran de molestarme. Sin soltarlo, en secreto, invocandolo en cada sueno entre tus besos. La muerte no nos roba a los seres amados, nos los guarda y los inmortaliza en nuestros recuerdos. La vida si los roba de nuestros dias muchas veces y para siempre. La partida de Ian y la de mi madre le dieron sentido a mi existencia mas que quitarsela, porque el dolor solo sana cuando lo sentimos a plenitud. Y yo me revolcaba con el puto dolor todo el tiempo. Por eso, cuando cancelaron la pelicula aquella que Ian y yo estuvimos preparando por dos anos y que por un capricho de un tipo gordo y narco que se llamaba a si mismo <> se fue a la chingada, decidi venir a <> a averiguar que carajo habia pasado con Ian aca. Y de paso, traerte conmigo. Porque un dia me desperte, te vi a mi lado y descubri que estaba aferrada a tu respiracion, que si te levantabas al bano me sentia sola y que me encantaba enmaranar mis dedos en tu cabello de alacran. Porque no te amaba, pero si te deseaba como a nadie. No me gustaban tus ideas, tus historias locas sobre la reencarnacion o que te sintieras poeta barato de Coyoacan, pero si tu ceno fruncido cuando te venias, la forma en que me acariciabas y tus pies frios enredados en los mios cuando estabamos empiernados en la cama. Y era por Ian. Porque ese cabron habia decidido irse, o no detenerme lo suficiente. Al fin y al cabo, era lo mismo para mi. Porque lo habia amado con las entranas, en novelas y guiones, entre peliculas, en medio de horrores y proyecciones de terror. Y porque me harte, muy cobardemente, lo se, de las criticas de la sociedad cuando hasta el vecino mas metiche me recalcaba que parecia mi abuelito. Ni Jose Jose hubiera acertado con su <<40 y 20>> con los sesenta y cinco de Ian y mis veintinueve. Tu, Noah, tenias veintisiete y alma de seis. Me hacias reir hasta que me dolia el estomago, me hacias querer volver a escribir, a crear, a ser nina y a mandar todo a la chingada por un beso. Porque tus besos y tu lengua eran adictivos. Ahi estaba (cerre los ojos comprendiendo todo de pronto), era adicta a ti, como si fueras el ultimo cigarro en el mundo o la ultima plantita de mota del universo. El frio del desierto no se compara con el frio de la ciudad, seco, amarillo y polvoroso. En el desierto, hasta el frio es mas sincero, se te mete a los huesos, en la inhalacion, te apaga el cigarro para que no estes molestando y de paso te manda unos coyotes que confundes con perros. No obstante, les huyes cuando los ves de cerca. Asi era Valle de Fuego, de hielo. Con sus alargadas rocas amarillas y sus sinuosas dunas petrificadas que son, en realidad, arenisca azteca. Alli estabamos cerca de monumentos naturales como la Atlatl Rock, en la que encontramos unos grabados rupestres, petroglifos, o la Elephant Rock, una curiosa roca con forma de elefante. Las vistas al atardecer en aquel paisaje feroz son espectaculares: el rojo resplandece magico y con toda su fuerza en el horizonte. Me ajuste la chamarra, como si eso fuera a protegerme de la eternidad del lugar. Pero nada es una barrera para la naturaleza, que se burlaba de mi y de mis meditaciones budistas mirandome con las montanas como si estas fueran a levantar sus enaguas en cualquier oportunidad para volver a reinar, tomando la revancha contra los soberbios hombres. En rojo. Mire la debil tienda de campana y te supuse dormido en ella. Los primeros dias que dormimos juntos solo pensaba en Ian mientras me hacias el amor con toda tu furia. Pensaba que estaria ahi, viendonos coger y sufriendo porque no era el, porque decidio irse antes de averiguar por que yo habia salido huyendo. Y me hubiese encantado que en dias asi, cuando mas lo odie por amarlo tanto, nos contemplara, sin que lo supieramos, escondido en el closet que me regalo, que viera como me hacias gemir, gritar, morderte hasta el espiritu. Que viera tu cuerpo perfecto y sobre todo tu mirada. Que viera que no era el unico con ojos de mar en el mundo, que yo tambien podia encontrar un lago en los tuyos. Una laguna que era reflejo del desamparo que se me imponia en los suspiros azules que no queria que escucharas. Supongo que un dia te diste cuenta de eso porque, entre dormida y despierta, te escuche llegar y, pensando que estaba en el pasado, dije: <>. Te sentaste cerca de mi, recalcando con voz de ultratumba: <>. Yo no pude hacer lo mismo. No queria enganarte, no lo hice. Es solo que mi pensamiento andaba muy lejos, alla por Docklands Light Railway donde Ian dirigia su nueva pelicula, o en la fotografia que lo mostraba con un Oscar en su perfil de Facebook, o aquella en Cannes, o esa otra con el abrigo que le regale en Sitges. Nadie lo imaginaba, lo de Ian y yo, sin embargo, todos lo sabian. Porque cuando Ian venia a Mexico y nos dabamos nuestros encerrones en hoteles de lujo, la prensa siempre se enteraba de un modo u otro. Y a ambos nos encantaba, aunque dijeramos que no, porque, ?a quien diablos le importa la vida de una guionista y de un director de cine ingles? A nadie. O eso creiamos, porque cuando el <> narco de doscientos kilos de grasa cancelo la pelicula por esa razon, para evitar el escandalo, nos dimos cuenta de que Ian debia dejar su vida de refugiado en Estados Unidos o yo la mia en Mexico. No tuvimos el valor para correr y abrazarnos en una carretera solitaria en medio del desierto que une a los dos paises. Quiza era porque el ya habia huido antes de Londres y no queria volver a escapar, o porque nos abrazamos demasiado en Paris o en Inglaterra, su pais de origen, en el estreno de una de mis peliculas, o porque paso lo mismo en Guatemala, a donde nos escapamos aquel fin de semana solo porque de nina siempre quise ver Antigua con sus cafes con nombres hermosos como Nuestro lugar de siempre o Nunca me dejes. Tal vez nos abrazamos demasiado con la diferencia de idiomas y su encantador acento para decir: <>. O me adentre tanto en su mar, que solo recibi el desamparo de un oceano en calma. Era demasiado para la eternidad que buscaba con cada guion. Ian ya habia vivido, cambiado de pais, viajado, casado, cogido, amado, perdido a sus padres, hermanos, tios y amigos. Estaba solo en el mundo, empero tenia a sus creaciones que lo acompanaban por todo el mundo, y este ya le iba quedando chico. Sus fans lo detenian en la calle para tomarse una fotografia con el y hasta su reina le habia dado un reconocimiento publico y nombrado <>, sir Ian. Se habian muerto su primera, segunda y tercera esposa, y su hijo que vivia en Londres con su padrastro no le hablaba desde los once anos. Habia millones de sitios en Google con su nombre y su biografia era poco mas que una pelicula llena de accion pasando por todos los generos, inclusive el epico. Y ese hombre me habia amado mas que a nada en su mundo y me decia a diario que yo era la cosa mas hermosa que habitaba el planeta.

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  • Parque estatal Valle del Fuego - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    El Parque Estatal Valle del Fuego​ (en inglés: Valley of Fire State Park) es el parque estatal más antiguo en jurisdicción de Nevada, al oeste de Estados ...

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    El valle del fuego. The valley of fire. de BALAGUER, ALEJANDRO. y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • Valle del Fuego - Condado de Clark, Nevada - Atlas ...

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    Dedicado en 1935, Valle de Fire es el parque estatal más grande y antiguo de Nevada. Su nombre dramático proviene de las formaciones de arenisca roja que ...

  • Burbujas de paz de Sylvia Comas

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    Un libro de Mindfulness para ninos y familias.

  • Christmas horror Christmas de Eva P. Valencia

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  • Llevame contigo sin limites de Yara Ariza

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    Gabriela Castro sabe que una de sus debilidades es que, en muchas ocasiones, no tiene filtro para decir las cosas que piensa. Es fuerte, es directa, es picante, pero tambien es sentimental y ha vivido momentos dolorosos. Es un lado que no le gusta mostrar.
    Gaby es directora de operaciones de una farmaceutica. Como mujer profesional sabe exactamente lo que quiere, y de igual manera lo tiene claro para su vida personal. Sabe que no quiere un compromiso serio, cero matrimonios. Esta segura que no quiere hijos, sera siempre la tia divertida. No quiere enamorarse, porque esta segura que si lo hace sufrira. Pero justo en el momento en que siente que lo tiene todo controlado llega a su vida Pablo.

  • Algo sucio, tonto y salvaje de Carla Marx

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    D etesto que una mujer me diga cobarde. Hemos llegado hace media hora. Estamos sentados en el sofa de la sala de estar, metiendonos mano que da gusto. Nos hemos tomado un par de tragos y nuestras lenguas saben a vodka, a jugo de limon y estan frias como la muerte. Yo me he quitado la chaqueta, me he sacado los zapatos y he dejado el cuchillo. Ella esta medio vestida (medio desnuda, diria un optimista), tiene un revolver cargado en su bolso, me ha aflojado la corbata y me hace sexo oral. Entonces, le pregunto algo que ya he olvidado y ella me responde con la boca llena: "lo que pasa es que yo no vivo aqui". "?Ah? ?No?" En un principio, no le doy mayor importancia al asunto. Cuando nos hacen sexo oral, los hombres no le damos importancia a nada mas. En la fellatio , somos todo pene. Y glande y testiculos. Ademas, estamos metiendonos mano. Ya me he quitado la chaqueta. Nuestras lenguas estan frias como la muerte y saben a jugo de limon y vodka. Ella esta medio desnuda, diria un optimista, y esta buenisima. ?Como darle importancia a lo que acaba de decir, cuando se hunde mi hombria hasta las mas humedas y tibias profundidades del placer oral? No obstante, pregunto como quien no quiere la cosa, casi por decir algo: "?Y quien vive aqui?" "No tengo la menor idea..." Me contesta, sin alterarse, con la mayor tranquilidad del mundo, antes de reanudar su deleitosa tarea. Siento el vertigo cuando vuelve a introducirse mi pene en su boca. Pero muy adentro, en algun lugar ignoto de mi interior, se me disparan un monton de alarmas y hay luces que comienzan a titilar. A ver... Hemos llegado cerca de media hora antes. Nos hemos tomado un par de tragos. Yo me he sacado los zapatos. Estamos sentados en el sofa, manoseandonos que da gusto. Yo he dejado el cuchillo y en su bolso, ella tiene un revolver cargado con seis balas. Ella ha llevado su mano a mi entrepierna y me ha estrujado el paquete. Mi pene palpita como un animal indignado. Luego baja el cierre de mi pantalon y extrae mi miembro erguido, duro como un hueso prehistorico. Lo admira un segundo antes de introducirlo en su boca y comenzar a lamerlo y succionarlo con fruicion. Pero justo entonces adquiero conciencia de la situacion. “Pero ?como que no tienes la menor idea, mujer...?" “Mira... Dejame explicartelo..." Dice, sin dejar de atender mi pene. Si, sera lo mejor, pienso. Explicame porque como diria un optimista, estas medio desnuda. Nuestras lenguas saben a jugo de limon y a vodka. Me has aflojado la corbata y tienes un revolver en el bolso y mi pene ha estado en tu boca. Ella se aparta sin aviso previo. Doy un respingo cuando sus dientes lastiman accidentalmente mi glande. Ella se abraza a un almohadon para cubrir sus senos, abundantes y firmes. "Vivi aqui hace un par de anos" cuenta. "Cuando se vencio mi contrato, el propietario me subio tanto el alquiler que no me quedo mas remedio que mudarme. Pero se me ocurrio guardarme un juego de llaves... No se por que..." Es decir... Hago un nuevo repaso de la situacion, a ver si logro entender. Hemos estado sentados en el sofa, desde hace media hora, manoseandonos. Nos hemos tomado un par de tragos y nuestras lenguas, heladas, saben a vodka y limon. Yo me he quitado la chaqueta, ella esta medio vestida (pesimista que soy). Me ha aflojado la corbata, yo me he quitado los zapatos y ella ha comenzado a hacerme una mamada en el apartamento de un perfecto desconocido, que muy bien podria llegar de un momento a otro y encontrarnos en el sofa, sentados, metiendonos mano que da gusto desde hace media hora; yo, sin chaqueta; ella, medio vestida; yo, sin zapatos y con la corbata floja; ella con el maquillaje corrido y armada; yo, con la cara humeda de saliva que sabe a jugo de limon y vodka y mi pene, enhiesto y palpitante, en su boca. Creo que estoy mas borracho de lo que pensaba. Mi cabeza da vueltas. Pienso en circulos. ?Por que? ?Por que tuve que abrir mi bocota? ?Por que ultimamente no hay nada mas dificil que irse a la cama con una mujer? Siempre hay una complicacion. Siempre, maldita sea. Alguna profunda preocupacion existencial. Paranoia. Androfobia. Una interminable y aburrida conversacion. Siempre hay una maldita complicacion. "...No cambio el cilindro de las cerraduras..." Le escucho decir, mientras se saca la ropa interior y yo me esfuerzo por oirla a traves de la niebla de mi borrachera y el flujo repetitivo de mis pensamientos automaticos, y me pierdo un buen pedazo de la historia por estar pensando en que hemos llegado hace media hora y nos manoseamos en el sofa de la sala; yo, sin zapatos y sin chaqueta; ella medio vestida, en el apartamento de un perfecto desconocido. "Lo cierto es que empece a fantasear con esta situacion..." "?Situacion? ?Cual situacion?" Ella hace una pausa para sonreir y en sus mejillas se perforan esos encantadores hoyuelos que me resultan irresistibles "Tu sabes..." "No, no se..." Tartamudeo porque estoy comenzando a asustarme. "Volver aqui con alguien y hacerlo, sin prisas pero a la espectativa... Tu sabes... ?No? Con miedo de que el dueno vaya a llegar de improviso y nos descubra... El peligro, es excitante ?no te parece?" No. No, maldita sea. Claro que no me parece. Ultimamente, lo mas dificil del mundo es irse a la cama con alguna mujer porque siempre, siempre, maldita sea, hay una maldita complicacion. "Quiero hacer algo muy salvaje, tonto y loco" concluye, lanzandome a la cara su bikini. Logro percibir levemente su olor a mujer excitada cuando la prenda me da en la nariz. Asi que la recojo y la huelo profundamente, con los ojos cerrados. Cuando vuelvo a abrirlos, ella me esta mirando. Sus piernas muy abiertas dejan ver su vulva, depilada, rosa y jugosa. Pero es demasiado tarde. Mi verga se desinfla y se quiebra como uno de esos munecos inflables que hacen aspavientos a la entrada de ciertos autolavados. Adios ereccion. Me levanto, dispuesto a irme: "Dame las llaves..." Exijo, mientras me guardo el pene, me pongo los zapatos y tomo mi chaqueta. "Cobarde..." Me dice ella, alzando sus caderas para ensenarme mejor su vulva lustrosa y pulsante. "Mira lo que te vas a perder". ?Ya les he dicho que detesto que una mujer me llame cobarde? Si, creo que si. "Las llaves", insisto. "En mi bolso..." Tomo su bolso y comienzo a revolver el interior, pero no doy con las malditas llaves. ?Como caben tantas cosas en tan poco espacio? Entonces, miro en direccion a la puerta porque he escuchado, o creido escuchar, la campanilla que anuncia la llegada del ascensor, las puertas que se abren, y algo parecido a pasos que comienzan a resonar alla fuera en el corredor, con tanta fuerza que parece una cosa como del Juicio Final. ?Sera el? ?Sera el tipo que vive aqui? ?El inquilino del departamento? Ahi viene. Maldita, maldita sea, nunca falta una complicacion... ?Por que? ?Por que yo? ?Por que siempre a mi? ?Por que me pasan siempre estas cosas? Me hago todas estas preguntas y pienso en todo lo que ha sucedido entre nosotros desde que nos conocimos en el bar, esta misma noche, que es noche de soul , mas temprano. DOS M as temprano. En el bar. Esa misma noche, que es noche de soul , atacabamos una version de Chain Gang que no nos estaba quedando muy bien que se dijera pero, no obstante, la gente no parecia notarlo. Cantaba Pablo, que en realidad es nuestro baterista, pero siempre canta esta pieza porque su voz es muy parecida a la de Jackie Wilson. "!Uhp! !Ahp! !Uhp! !Ahp!" Imita Pablo la voz de Jakie y la verdad es que al cabron le sale igualita y todo.

  • No me mires asi, nena de Kris Buendia

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    !Maldicion! ?Que ocurre? --Salto en un solo pie al ver que el elevador se ha detenido. De acuerdo soy toda una valiente, pero cuando se trata de estar encerrada en el ultimo piso del elevador de la empresa Barbieri Advertising para la cual empece a trabajar hoy, todo lo valiente se puede ir al carajo en un segundo. --!La madre que los pario! --Vuelvo a gritar y esta vez siento una mano grande y fuerte sobre mi hombro. No se si esta confortandome o si esta reprendiendome por mi lenguaje. Me importa una mierda, estamos atrapados, podemos morir en cualquier momento. ?Y cuanto lleva ahi de todas maneras? De acuerdo, Amy relajate. --Senorita, por favor tranquilicese. Joder, he entrado al elevador sin darme cuenta que habia alguien, pense que estarian vacios y es porque me salte cinco minutos antes de mi almuerzo para encontrar el mejor lugar en la cafeteria de la esquina que vi hoy por la manana. --?Que me que? --Casi es una ofensa--No me pida que me tranquilice cuando mi vida puede terminar aqui en este elevador de mala muerte. Ni si quiera se por que le estoy siguiendo la conversacion. Por su tono de voz es un hombre fuerte, pero estoy empezando a maldecir esta oscuridad porque no puedo verlo como quisiera. Vaya, Amy. No es momento para que te pongas cachonda. La luz empieza a brillar, mi subconsciente me dice gire sobre mi propio eje y vea al hombre que me ha tocado el hombro. Lo hago sin pensarlo y como la torpe que soy mi bolso cae al suelo, haciendo que el hombre misterioso se agache para recogerla. Pelo castano. Oh, mierda la lampara del elevador ha vuelto a fallar precisamente cuando el iba a levantar su rostro para verme. ?Donde he visto ese pelo castano antes? --Tenga--Me entrega tanteando por la ausencia de luz y rapidamente tomo mi bolso y lo aplasto contra mi pecho. --Gracias. --?Siempre eres asi? --?Ya nos empezamos a tutear? --Lo siento--Se disculpa--Me deje llevar. --Pues agarrese para que no se lo lleven, senor... --?Siempre eres asi? --Otra vez con las preguntas--Me quejo ya sintiendo que me va a dar algo porque este hombre me esta sacando de quicio. Empieza a reirse a carcajadas, ahora me siento dichosa de poder escuchar solamente yo esa carcajada varonil del caballero misterioso. Su acento italiano es sexy. Sera porque me encuentro aqui y se ha dado cuenta que no soy de aqui que, me sigue la corriente. --Mire--Me llevo las manos al cuello y doy gracias a Dios y los santos porque no puede verme--Mejor piense en algo para sacarnos de aqui, me voy a desmayar en cualquier momento. --Tranquila--Vuelve a tocarme y esta vez ese roce manda chispas a todo mi cuerpo--Pronto saldremos de aqui, he llamado a los tecnicos del edificio. ?Y cuando los llamo que no me di cuenta? --No sabia que habian de esos--Mi insolencia sale de nuevo a la luz --Para ser una empresa prestigiosa, cuyo dueno es italiano, y que si tuviese la oportunidad de tenerlo de frente para maldecirlo por tener elevadores en mal estado. Jamas pense que me pasaria algo como esto. --?Maldecirlo? --Pregunta curioso. --En mi idioma es que le diria un par de cosas que seguramente me despediria en ese momento, pero es que los elevadores hacen que me de algo. --?Le de algo? --Oiga, ?Usted no se cansa de hacer preguntas? --Ahora si me enfado. --Le hare la ultima pregunta--Ignora lo que dije--?Cual es su nombre? Vaya, con este hombre no se cansa. --?Si le digo mi nombre me va a dejar en paz y nos sacara de aqui? Como si eso fuese posible. --Si. --Amy Collins, hoy es mi primer dia de trabajo, el que va a ser mi jefe no se ha aparecido en toda la manana y por eso me he escapado para almorzar en vez de estar esperando un hombre con cara dura segun me han contado. --Hombre de cara dura--No ha sido una pregunta--?Entonces no sabes quien es tu jefe? --Nop--Hago que suene la “p” mas fuerte de lo normal. Si vamos a estar aqui mas tiempo juro que voy a matar a dos hombres hoy. El primero sera el y el segundo el maldito quien sera mi jefe. Pero primero: --?Y usted es?… La luz regresa y el elevador se abre por dos hombres con trajes color naranja, deben ser los tecnicos del Barbieri Advertising. --Gracias a Dios--resoplo y cuando levanto mi vista para agradecerle a esos hombres que hicieron mas que el que estaba dentro conmigo, con mi ceno fruncido les pregunto: --?Que sucede? --S...senor Barbieri--Dice uno de ellos--Disculpe la tardanza. --No se preocupen--Dice la voz detras de mi y juro que he dejado de respirar--Hagan el favor de revisar todos los elevadores de la empresa-- Hace una pausa--No quisiera que alguien se desmayara aqui dentro si algo asi vuelve a suceder. --S… si, senor Barbieri. No me muevo. No parpadeo. No hablo. ?Senor Barbieri? Hago una memoria mental y maldigo esta vez para mis adentros. El hombre que estaba conmigo, el que soporto mi insolencia y mala leche, al que le dije que iba a maldecirlo. Es el Senor Barbieri. Mi jefe. 2 ?Mi jefe? !Jo...joder! He amenazado con cantarle sus tres. !Y en sus narices! --?Senorita Collins? --Pregunta alguien y yo sigo como una loca ridicula sin moverme--Senorita Collins haga el favor de responder. ?Ahora me ordena? De pronto la misma electricidad--Miento--Ahora una muy fuerte corre por todo mi cuerpo al sentir las manos del senor Barbieri en mi cintura para que salga del elevador. Hago lo que silenciosamente me pide y salgo sin decir mas. Los tecnicos hacen una nena reverencia en presencia del jefe y yo me encuentro haciendo lo mismo. --?Senorita... --Bien--Lo interrumpo--Estoy bien...senor Barbieri. Levanto la mirada y !Maldicion! Ahi esta ese rostro. Nariz respingona. Cabello castano. Ojos verdes que acompanan esa mirada sensual. Voz recargada de: "Quiero cogerte aqui y ahora" !Joder contigo, Amy! Que contigo todo es coger. --No me mires asi, nena. Y haz el favor de no hacer temblar tu voz y mucho menos tartamudear--Exige y mis entranas empiezan a sacudirse al escuchar ahora esa voz de mando--Me gustaba mas la mujer asustada del elevador... ademas de insolente y que ha amenazado a su jefe con--Ladea la cabeza--?Maldecirlo? Oh, diosito este hombre me hace sentir cosas con solo verlo y no es precisamente maldecirlo. !Aunque deberia! El muy cabron me esta intimidando, pero ni leches. !Ni loca! --Senor... --Brandon. Me llamo Brandon. Trago, trago y estoy segura que me he tragado hasta la lengua porque ahora me cuesta responderle. A pesar de ser un manojo de nervios para mis adentros no se lo demuestro y me mantengo firme despues de escuchar semejante barbaridad. --Yo--Hago una pausa breve y recuerdo no tartamudear como una cria--Yo lo lamento, pero usted es mi jefe. Por lo tanto lo llamare por: <> --En el ascensor me dijiste <> ?A que ha venido el cambio? --Estaba asustada. Y me disculpo por mi comportamiento, senor Barbieri. Veo a nuestro alrededor y la gente del edificio ha empezado su rutina. Veo el reloj en mi muneca y en efecto ya es hora del almuerzo. Varias miradas se cruzan entre nosotros y ahora me siento como una anormal por estar frente a mi jefe. !Al jefe de todos! --?Almuerzas conmigo? ?!Pero de que va!? !Madre que hoy si me da algo! --No. --Es hora del almuerzo--Ahora es el quien ve su caro reloj de oro en su muneca--Ademas es mi manera de disculparme por haber venido un poco tarde en tu primer dia de trabajo. No se cuanto tiempo lleves en Italia, y si quieres, puedo ensenarte los alrededores. --Eso no es problema, senor... --Brandon. --Senor Barbieri--Le gruno--No es necesario y no tengo nada que disculparle. Si me disculpa. Hago el movimiento de irme, pero de pronto me detiene del brazo. Casi tropiezo con ese roce que cada vez que lo siento es mas electrico y estoy segura que ya tengo los pelos de punta. Como si una eternidad pasara, clava esos ojos verdes en mi. Repasa mi rostro, mi cabello y el muy sinico ve mi pequeno escote y sonrie. !Dios, esa sonrisa! El ultimo accesorio que da a juego con ese trajo oscuro y elegante. --Almuerzas conmigo. De nuevo... no ha sido una pregunta. ... Practicamente soy arrastrada hasta su BMW y la hora pico a esta hora no ayuda en nada. Mis nervios se han ido y ahora me siento como una ninfomana pensando guarradas. Su perfume se ha apoderado de cada poro de mi piel y tengo mucho calor. Pero no es porque el clima aqui dentro no sea agradable. Es por esos jodidos ojos verdes. --?Que te gustaria comer? --Rompe el silencio mientras esperamos que el semaforo cambie a verde. --Iba al restaurante de la esquina--Veo hacia la ventana en vez de su rostro--Solamente tengo una hora. No dice nada y ese silencio hace que lo vea. Tiene su mirada puesta en mi pero no sonrie. ?Lo he enfadado? Ahora soy yo la que no dice nada, sino que hago lo mismo. Lo veo. Lo estudio. Lo deseo. !Joder, lo deseo en este momento! --?Senor? --Me obligo a preguntar aclarando mi garganta. --Brandon--Insiste--Pero asi me gusta, que me veas a la cara cuando me hablas y no que te escondas viendo hacia la ventana. --No me estaba escondiendo. --?Ah, no? Niego con la cabeza y veo sus manos que aprietan mucho el volante a pesar de que el auto no se esta moviendo. Tiene manos grandes y seguro que mis pequenos pechos pueden ser envueltos en una sola mano sin problema. El semaforo se ha puesto en verde y la bocina detras de nosotros hace que mi hombre de cara dura reaccione !Y yo tambien! --Cara de poquer--Siseo enfadada por lo que me hace pensar. --?Disculpa? --Eh... nada, que tengo mucha hambre. --He reservado en el Amore. ?Y cuando reservo en el Amore? Lo quedo viendo pasmada. Primero en el elevador y ahora esto. Esta asustandome un poco esa mania controladora. ?Sera con todo asi? Yo creo que no. Todavia no conoce a Amy Collins. Y estoy segura que lo que me gusta controlar sera un arma de doble filo tanto para el como para mi. Al momento de ver el gran letrero en letras doradas y cursivas, abro mi boca al ver la fachada del restaurante. Nunca habia imaginado un lugar tan bonito, pero es porque me gusta mas estar en <> que compartiendo el ambiente con gente estirada como el. --Llegamos, senorita Collins. --?Por que me llama de esa manera si a usted no le gusta que le diga <>? !Sere idiota! El senor Barbieri se aproxima como un iman buscando mis ojos, mis labios y hasta mi alma cuando dice: --?Te gusta que te lleven la contraria? --Pregunta respirando en mi cara y la barrita de excitacion se esta empezando a cargar. Labios carnosos. Es lo unico que puedo ver en estos momentos. --Responde. --No. Entonces saca su lengua y remoja sus labios, apenas levanta la comisura de su labio para sonreir y cuando pienso que no hay mas distancia entre nosotros, vuelve a sacar su lengua y la pasa por mi labio inferior. !Oh, si Barbieri! Cierro mis ojos y espero por mas. De pronto siento el aire que no proviene de su respiracion y abro mis ojos.

  • Su cereza de Penelope Bloom

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    Segundo volumen de la bilogia que se inicio con Su banana. Penelope Bloom llega a Espana con sus grandes bestseller. Una nueva forma de endulzar tu postre.

  • Help Me! de Marianne Power

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    EL FENOMENO EDITORIAL DE LA TEMPORADA LLEGA POR FIN A NUESTRAS LIBRERIAS

  • Las sombras de la catedral de Emma Maldonado

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    Cambiar de aires nunca fue facil. Sobre todo cuando llegas a una ciudad nueva y descubres que estas en el sitio equivocado en el momento equivocado.

  • Doce Campanadas Y Un Beso de Olivia Ardey

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    Celia, recibe este anillo, simbolo de mi amor por ti --dijo, deslizandolo en su dedo--. Esta alianza te recordara cada dia cuanto te amo, que te soy y sere fiel y que, pase lo que pase, siempre me tendras a tu lado. Ella le tomo la mano derecha y lo miro a los ojos. --Alvaro, recibe este anillo --pronuncio, al tiempo que se lo colocaba en el dedo anular--, como simbolo de mi fidelidad, de mi entrega a ti y que te recordara siempre lo grande que es nuestro amor. El sonrio. Tomo la mano de Celia y se la llevo a los labios. --Te quiero --silabeo en silencio, antes de besar la alianza que acababa de ponerle y ella que no se quitaria jamas. Mosen Silvino continuo con la ceremonia y Celia se hizo un nudo en la garganta al escuchar su precioso alegato, que hablaba de dos manos unidas para siempre, dos corazones en un solo latir, dos almas y una sola vida. Emocionada, observo de reojo a su suegra que, al lado de Alvaro, miraba hacia el cielo en un esfuerzo imposible por contener las lagrimas. Celia atisbo hacia la derecha, su padre y padrino de boda sacaba en ese momento un panuelo del bolsillo del uniforme de gala de Infante de Marina. Miro con disimulo por encima del hombro y al ver a su madre tan guapa, con dos lagrimones y la nariz roja como un tomate, ya no pudo contenerse. Una lagrima se le escapo, a pesar de haberle prometido a Alvaro que no lloraria. Al verla coger el panuelo de la mano de su padre, Alvaro le tomo el rostro entre las manos y le seco la mejilla con el pulgar, con cuidado de no estropearle el maquillaje. --Es de felicidad --se excuso ella, ya que el no queria llantos en un dia tan feliz. --Lo se. --murmuro Alvaro con una sonrisa. En ese momento se sentia el hombre mas completo de la tierra y supo que recordaria esas lagrimas de Celia hasta el dia de su muerte. Convertidas en el simbolo de su felicidad, que valiosas eran. El cura carraspeo para que los novios le prestaran atencion y ellos dos miraron al frente para retomar el hilo de la ceremonia. A unos metros por detras, Nicolas Roman se estiro el chaque y cogio a Max de la mano. Todo estaba saliendo a la perfeccion. Ya tenian experiencia en lo tocante a organizar bodas de tronio, puesto que el enlace de Susana y Javier, celebrado tambien en la casa Grande durante el otono anterior, habia supuesto la prueba de fuego para su restaurante y fue todo un exito. Nico miro a su alrededor, que maravilloso se veia el jardin de la finca. Parecia un homenaje a la primavera: las sillas con sus faldones de blanco pique, las flores, el templete emparrado de hiedra sobre el altar. Penso en el banquete que habia preparado, y que constituia su regalo de boda a sus dos mejores amigos. Estaba seguro de que las sorpresas exquisitas que les tenia preparadas arrancarian aplausos entre los invitados. El reputado enologo Maxim Dupres miro a su marido. --Estas orgulloso, ?a que si? --murmuro apretando sus dedos unidos. --Gracias a ti --aseguro Nicolas con una sonrisa agradecida; el apoyo incondicional de Max era su seguridad. Aquella era una dichosa y soleada manana de finales de mayo. Todos los alli reunidos, el pueblo entero de Taraban, ademas de los invitados llegados de los alrededores, de Madrid, Cartagena y otros puntos de la geografia, eran la imagen de la felicidad. Todos, menos un hombre. Solo uno de entre todos los presentes, tenia la mirada ensombrecida por los recuerdos tristes. Diego Nuno odiaba las bodas desde hacia dos anos y medio, pero Alvaro y el habian sido amigos de juventud. Solo era un ano mayor que Nico y que el, pero los tres pertenecieron a la misma pandilla que recorria los pueblos en verano de verbena en verbena. Diego habia regresado a Taraban hacia seis meses y la invitacion a la boda de Alvaro Siurana lo pillo por sorpresa, pero habria sido un feo gesto por su parte rehusar asistir. Diego suspiro con alivio al escuchar los primeros acordes de la marcha nupcial, que indicaban que el mal trago tocaba a su fin. La fiesta posterior ya seria otra cosa. El agape, los gritos pidiendo <>, las risas y el baile no se le hacian tan cuesta arriba. Diego Nuno contemplo a los novios cuando desfilaron por el pasillo cogidos de la mano. Tuvo que tragar en seco. Hacia ya mucho que habia asumido que Paula se habia marchado para siempre. Pero le costaba hacerse a la idea de que su vida no era la que habia imaginado el dia de su boda, cuando caminaba con ella del brazo sonriendo a los invitados, con la misma felicidad contagiosa que irradiaban los rostros de Alvaro y de Celia en ese momento. En lugar de un matrimonio dichoso, el destino habia convertido su existencia en una continua prueba de obstaculos. Y no por la soledad; era muy duro enfrentarse al dia a dia, viudo a sus treinta y cinco anos y padre de dos ninas pequenas. * * * Acabo la balada y vino el aplauso. El baile quedaba inaugurado. Los novios se retiraron de la explanada, que fue literalmente invadida en cuanto los musicos la emprendieron con un ritmo latino. Alvaro entrelazo los dedos con los de Celia y la llevo hacia la mesa de las bebidas, en la que Nicolas pedia a un camarero, justo en ese momento, una botella de cava que este le entrego junto con dos copas. --Nunca podremos agradecerte todo esto, Nico --dijo Alvaro, agarrando a su amigo en un fraternal abrazo--. Mas que un regalo de boda, nos has preparado un autentico homenaje. --Nada que vosotros no merezcais, asi que no me des las gracias -- concedio satisfecho--. Me conformo con que me traigais un iman para la nevera de Sicilia. Celia y Alvaro se miraron sonrientes. La bella isla del Mediterraneo era el lugar escogido para su luna de miel y, aunque se sentian felices de tener alrededor a tantas personas queridas, apenas faltaban unas horas para poder gritar el tan deseado <>. --Me voy a ver si encuentro a Max por ahi --decidio Nicolas--. Ya es hora de que brinde con el por lo bien que esta saliendo el convite. Y tu, ten cuidado --advirtio a Alvaro, senalandole a Celia con la barbilla--, que los italianos disparan a todo lo que se mueve. A ver si en un descuido te la van a quitar. Alvaro miro a Celia y sonrio con orgullo. --No hay peligro --aseguro--. Mi mujer no tiene ojos para otro. --Mi mujer --repitio emocionada--. !Ay, que bien suena eso en boca de mi marido! --Mmm… Que bien suena esa palabra en boca de mi esposa --murmuro Alvaro, comiendosela con la mirada. Nico simulo estremecerse, con cara de disgusto. --Y que angustia me esta entrando a mi con tanto almibar pasteloso. Pareceis un par de recien casados. Alvaro premio la broma con un amistoso golpe en el brazo y Nico se escabullo entre los invitados en busca de Max, antes de que se enfriara la botella de cava que llevaba en la mano. Imagino a su marido en medio de un corrillo de mujeres, embobadas con su encanto, su cabello rapado a lo presidiario y sus gafas de chico intelectual. O de hombres, quiza. Su irresistible acento frances seducia hasta a las piedras, a pesar de que Max marcaba las distancias en lo tocante al genero masculino. Le bastaba con seducir cada dia al hombre de su vida. Nico esbozo una sonrisa de orgullo porque ese hombre no era otro que el, y nadie mas que el. Los padres de Celia, acompanados del abuelo Cele, se acercaron a los recien casados. El anciano, una vez mas, dio la enhorabuena a Alvaro por la joya de mujer que se llevaba mientras Rosita achuchaba a su hija con unos cuantos besos emocionados y le arreglaba la cola del vestido, a esas horas llena de rodales de tierra y pisotones.

  • El secreto de Ana de Mara Caballero

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    Ana Lombardi es una joven aclamada disenadora de modas en la gran ciudad New York con tan solo veintiseis anos. Los medios la tienen en un concepto de perfeccionista, obsesiva del control, famosa a tan corta edad y una impresionante figura influyente. Tiene una gran fila de hombres que buscan ganarse su corazon y disfrutar de una vida de lujos y pasarelas. Pero lo que nadie sabe, es que Ana tiene secretos, un pasado que ha regresado amenazando con arrebatar lo mas preciado de su vida. Hudson Bennett es un empresario que se cruza en la vida de Ana, poco a poco descubre lo que mas atesora ella con fiereza, descubriendo que el mundo puede ser demasiado pequeno cuando menos lo piensas.

  • La era del enfrentamiento de Christian Salmon

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    Si en Storytelling Christian Salmon nos mostro la eficacia del arte de la retorica como arma de manipulacion masiva al servicio de la comunicacion, la publicidad y la politica, en esta nueva obra nos explica el cambio de rumbo acaecido en los ultimos anos: el triunfo de contar historias al servicio de los actores politicos ha supuesto el descredito de la palabra publica y, ahora, la conquista de la atencion, al igual que la del poder, se basa en el enfrentamiento.

  • Baba Yaga puso un huevo de Dubravka Ugresic

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    Al principio no las ves. Y luego, de repente, como un raton extraviado, se desliza en tu campo visual un detalle fortuito: un bolso de senora anticuado, una media caida que se ha quedado atascada en el tobillo hinchado, unos guantes de ganchillo en las manos, un sombrerito pasado de moda, el cabello ralo y canoso que centellea con variaciones de tonos violeta. La duena de estos tonos violaceos mueve la cabeza como un perrito de los que adornan la bandeja del coche y esboza una sonrisa desganada... Si, al principio son invisibles. Pasan a tu lado como sombras, picotean el aire, caminan con trote corto, arrastran los pies por el asfalto, se mueven con pasitos de raton, empujan carritos, se apoyan en andadores metalicos rodeados de una multitud de absurdas bolsas de plastico y bolsitos, cual desertores que aun llevaran sus pertrechos de guerra. Las hay que todavia <>; lucen un vestido veraniego con escote y una coqueta boa de plumas alrededor del cuello, un viejisimo chaqueton de astracan medio apolillado, con el maquillaje corrido. (?Quien es, por lo demas, capaz de maquillarse correctamente con las gafas sobre la nariz?) Ruedan a tu lado como montones de manzanas resecas. Murmuran algo entre dientes, hablando con sus interlocutores invisibles, como chamanes. Circulan en los autobuses, tranvias y metros como si fueran maletas olvidadas: dormitan con la barbilla apoyada en el pecho o lanzan miradas asustadas a su alrededor, preguntandose en que parada deberian bajar, e incluso si tienen que bajar. A veces te detienes un instante (!solo un instante!) delante de una residencia de ancianos y las observas a traves de los ventanales: estan sentadas a las mesas, pasan los dedos por las migas de pan como si fueran letras de braille y envian a alguien sus mensajes incomprensibles. Senoras mayores, pequenas, dulces. Al principio no las ves. Pero luego, de repente, estan ahi en el tranvia, en la oficina de correos, en la tienda, en la consulta del medico, en la calle, alli esta una, alli otra y alla enfrente la cuarta, la quinta, la sexta, !oh, mira, cuantas hay de pronto! Repasas los detalles con la vista: los pies hinchados como bunuelos en zapatos demasiado estrechos; la carne flacida que cuelga de la parte interior del brazo, las unas hipertroficas, los vasos capilares que surcan la piel. Observas con atencion el cutis: cuidado-descuidado. Te fijas en la falda gris y la blusita blanca de cuello bordado (!no muy limpio!). La tela de la blusa esta desgastada y amarillenta por los muchos lavados. Se la ha abrochado mal, intenta desabrocharla, pero no lo consigue, tiene los dedos agarrotados, los huesos han envejecido, se han vuelto ligeros y huecos, como los de las aves. Otras dos la ayudan y, por fin, uniendo fuerzas, logran abotonar el cuello. Asi abrochada hasta la barbilla parece una nina. Las otras dos acarician con los dedos el pequeno bordado de la tela, exclamaciones de admiracion, cuantos anos tiene este bordado, era de mi madre, oh, que bien y con cuanto esmero se hacia todo antes. Una de ellas es rechoncha, con un bulto firme en la nuca, parece un bulldog envejecido. La otra es mas elegante, pero la piel del cuello le cuelga como el moco de un pavo. Se mueven en formacion, tres gallinitas... Al principio son invisibles. Y de repente empiezas a fijarte en ellas. Se arrastran por el mundo como un ejercito de angeles envejecidos. Una se pone frente a ti. Te observa con los ojos abiertos de par en par, con una mirada azul palido, y formula su ruego en un tono a la vez orgulloso y zalamero. Te pide ayuda, tiene que cruzar la calle, y no se atreve a hacerlo sola, o subir al tranvia, y las rodillas ya no la sujetan, busca una calle y el numero de una casa, y ha olvidado sus gafas... Sientes una compasion repentina por este ser senil y, conmovido, realizas una buena obra y el papel de protector te llena de satisfaccion. Precisamente aqui, en este instante, hay que pararse, resistir al canto de la sirena; con una gran dosis de voluntad, rebajar la temperatura del propio corazon. Recuerda, las lagrimas de estas senoras no significan lo mismo que las tuyas. Porque, si cedes, si aceptas, si intercambias una palabra de mas, caeras bajo su poder. Te deslizaras en un mundo en el que no tenias previsto entrar, porque cada cosa a su tiempo, porque, por Dios, todavia no ha llegado tu hora. Primera Parte VETE DONDE NO TE DIGO, TRAETE LO QUE NO TE PIDO Pajaros en las copas de los arboles que crecen debajo de la ventana de mi madre El aire veraniego en el barrio de Novi Zagreb, donde vive mi madre, huele a excrementos de pajaro. Entre las hojas de los arboles delante de su edificio rumorean miles y miles de aves. La gente dice que son estorninos. Los pajaros son particularmente ruidosos en las tardes bochornosas, antes de que empiece a llover. A veces un vecino enloquecido coge la escopeta de aire comprimido y los ahuyenta con una serie de disparos. Los pajaros escapan sobresaltados, se elevan hacia el cielo apinados en bandadas, se mueven a la izquierda, a la derecha, arriba y abajo, como si barrieran el firmamento, para acabar abalanzandose con un gorjeo histerico, semejante a una granizada de verano, sobre las hojas gruesas. Hacen tanto ruido que aquello parece la selva. Esta cortina sonora permanece descorrida durante todo el dia, dando la impresion de que la lluvia tamborilea sin cesar. Arrastradas por las corrientes de aire, plumas livianas entran en el piso por la ventana. Mama blande la escoba, recoge grunendo las plumas y las lleva al cubo de la basura... --Ya no estan mis tortolas... --suspira--. ?Te acuerdas de mis tortolas? --Me acuerdo... --digo yo. Recuerdo borrosamente que habia tomado carino a dos tortolas que solian acudir a su ventana. Odiaba a las palomas. Sus sordidos arrullos matutinos la volvian loca. --!Asquerosos, asquerosos pajarracos! --dice--. ?Te has da-do cuenta de que ya no estan? --?Quienes? --!Las palomas, mujer! Yo no me habia dado cuenta, pero, en efecto, parecia que tambien las palomas se habian marchado. Los estorninos la fastidiaban, sobre todo por el hedor en verano, aunque todo indicaba que se habia resignado con su presencia. Porque, a diferencia de otros, su balcon por lo menos estaba limpio. Me muestra una pequena franja de suciedad casi al final de la barandilla del balcon. --En lo que respecta a mi casa, solo ensucian este trocito. !Tendrias que ver el balcon de la senora Ljubic! --?Por que? --!Esta lleno de cagarrutas! --dice y se rie como una nina. Coprolalia infantil, obviamente le divierte la palabra cagarruta. Tambien a su nieto de diez anos le hace gracia esta palabra. --Como en la selva... --digo. --Justo como en la selva --conviene ella. --Aunque hoy en dia la selva esta en todas partes... --digo yo. Y, en verdad, parece que las aves estan fuera de control, han ocupado nuestras ciudades, invadido los parques, las calles, los arbustos, los bancos, las terrazas de los restaurantes, las estaciones de metro y de tren. Y parece que nadie se ha fijado en esta invasion. Las urracas rusas, segun cuentan, se han apoderado de las ciudades europeas, las ramas de los arboles en los parques municipales se doblan bajo su peso. Las palomas, las gaviotas, las urracas surcan el cielo, y las pesadas cornejas negras con los picos abiertos como pinzas se pavonean por los espacios verdes publicos. En los parques de Amsterdam se han multiplicado las cotorras, huidas de las jaulas de sus duenos: volando bajo en bandadas, cruzan el cielo como cometas verdes. Grandes gansos blancos se han apoderado de los canales de Amsterdam; volaban desde Egipto, se detuvieron un rato para reposar y alli se quedaron. Los agresivos gorriones locales se han vuelto tan insolentes que te arrebatan el bocadillo de las manos y se pasean desdenosamente por las mesas de los bares al aire libre. Las ventanas de mi piso provisional en Dahlem, uno de los barrios mas bellos y verdes de Berlin, eran la superficie preferida de los pajaros locales para depositar sus excrementos. Y no habia nada que hacer, salvo bajar las persianas y correr las cortinas, o dedicarse todos los dias a la ardua tarea de fregar las ventanas que ensuciaban.

  • Una semana basta de Luna Austin

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    Somos buenos en lo que hacemos, dos vendedores de vienes raices con experiencia, pero no nos soportamos.
    Ella es una engreida, no me deja hacer mi trabajo con sus juegos sucios, pero eso no impide que yo me destaque. Tengo un proposito y nada me hara distraerme.
    Basta con que nuestro jefe nos de la oportunidad de hacer la venta del siglo con un bien raiz de mucho valor para que esta guerra se desate...
    Ego, dinero y orgullo se ponen en accion... pero su cercania me hace descubrir puntos que tenemos en comun y asi como es de facil odiarla, tambien se me hace facil encantarme de ella.
    Y ahora no solo la comision de la venta es lo que ocupa nuestros sentidos.
    Mi mente y mis manos se pierden en su falda y me hacen volverme loco por ella. Todo es una mezcla de lujuria y drama romantico con esta mujer que me hace dudar de todo... junto a ella los objetivos cambian...

  • Bajo la misma luna de Adriana L. Wilkinson

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    Algunas personas, motivadas por el auge tecnologico, encuentran en otra parte del mundo a una “media naranja”. Otras, debido a la creciente exigencia profesional y academica deben separarse temporalmente de su pareja. En ambos casos la distancia se presenta como un factor decisivo para el mantenimiento del vinculo amoroso. Inevitablemente surgen las preguntas: ?se mantendran este tipo de relaciones?, ?son funcionales?Otros dos factores que deben tomarse en cuenta en las relaciones a distancia son la sexualidad y el contacto fisico. Y tu, ?alguna vez has tenido un amor lejano?

  • El truco final (Allan Franco 1) de Gi Maelys

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    El Gran Messier Gromund ha muerto por arte de magia.

  • Diario de una chica irreverente de Marisa Domenech

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  • Cuando tu vida es un libro de Alina Bronsky

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    Una historia de intriga y llena de humor sobre el descubrimiento de uno mismo, la amistad, la traicion, el primer amor. Y sobre como un libro puede cambiar de un dia para otro la vida de las personas.
    Kim tiene quince anos y nunca le han gustado los libros. Leer le parece algo tan aburrido, que el dia que tiene que asistir con su clase a una lectura cree que se va a quedar dormida… Pero sucede lo contrario: de repente esta mas despierta que nunca, porque todo lo que la autora va leyendo parece !un retrato identico a la vida de Kim! Es verdad que hay un par de nombres diferentes y algunos detalles insignificantes que no cuadran, pero el resto es exactamente igual.
    Kim compra el libro y cuando termina de leerlo, le aterra ver que uno de los protagonistas, que bien podria ser su companero de clase Jasper, muere al final de la historia.
    Con la ayuda de su mejor amiga Petrowna, Kim decide armar un plan para intentar a toda costa evitar el tragico desenlace. No imagina las sorpresas que aun le esperan, porque, a diferencia de los libros, la realidad es siempre cambiante e impredecible.

  • AMAL de Lola Chinchilla

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    Acelere el paso, mientras me subia la solapa del abrigo protegiendome del frio, tenia las manos heladas, los bolsillos no eran grandes, mis manos apenas cabian en ellos. -"Joder" -pense cabreada- "Otra vez, la Charo me ha dejao tirada". Estabamos haciendo un trabajo para la universidad, Chari era mi companera de piso, teniamos que ir a la biblioteca a recoger apuntes, pero como siempre, me dio planton. Probablemente ni siquiera se acordaria que habiamos quedado, estaria en casa de su novio, pasando de todo. Faltaba poco para que oscureciera. La biblioteca estaria abierta hasta las 19:00 hrs. Tenia un margen de noventa minutos aproximadamente para recopilar informacion. -"Joder" -pense mas cabreada aunComo odio el invierno. -!Por fin! -mostre mi carnet a la chica de la entrada, colgue mi abrigo y entre en una amplia sala de la que partian pasillos interminables de altas estanterias con todo tipo de libros. Ya se, estareis pensando: ?"porque no utiliza internet"?. Pues porque la red y yo, no nos llevamos muy bien, prefiero utilizar los metodos de siempre, un buen libro. Aesa hora se estaba bastante bien, al menos la calefaccion aportaba calorcito y apenas habia gente, el material de consulta estaba practicamente en su totalidad a mi disposicion, cogi la hoja de guias y busque en el indice, ordenados por materias. – Antropologia Forense – Composicion corporal, Somatologia, Somatometria y Salud. – Fila 8, estante 12, apartados 7 y 8. Con resolucion me encamine hacia la fila correspondiente y entre en el largo pasillo. El estante no 12 estaba casi en la mitad del corredor, busque en los apartados del epigrafe, facil y rapido. Ahora se planteaba un problema, el libro que queria estaba en el apartado 8, necesitaba una escalera, mire a lo largo del pasillo, nada, ninguna escalinata ni nadie alrededor, me alce todo lo que pude sobre la puntera de mis zapatos, consegui atrapar el libro, un tomo grueso que se me venia encima, pero que no me llego a dar, alguien justo detras de mi lo sujeto antes que me atizara un buen golpe. Percibi de inmediato el olor de un buen perfume, fresco y salvaje al mismo tiempo. -No te vuelvas -me susurro al oido, mientras sus labios rozaban mi oreja. -Pero... -Shhhh, no hables, -dijo acercando su respiracion a mi cuello. Un ligero calor envolvio mi cuerpo cuando senti sus manos en mi cintura, intente volverme, pero el extrano hizo presion con su cuerpo acercandolo mucho al mio, practicamente estaba inmovilizada bajo el abrazo de aquel chico. Asombrada, note como aquel calor que recorria mi cuerpo se acentuaba. El joven me debia sacar una cabeza al menos. Entonces senti la leve presion de sus labios en mi cuello, en ese momento, cerre los ojos intentando en no pensar lo peor. Al abrirlos de nuevo, me dia cuenta que ya no estaba, se habia marchando. Mire a mi alrededor. Nadie. Una pequena nota en el suelo, y en la nota escrito a mano:"10 de Julio, 10.30 Chateau le Brousse". Me guarde la nota en el bolsillo del pantalon y me fui para la mesa. Inquieta mire el reloj. -Ufff…, las siete menos cinco y no he parado de darle vueltas a lo de antes – ?Que queria decir esa nota? ?Era para mi? !Ni hablar! Me fui a casa sin haber conseguido concentrarme en mis apuntes, saque de la nevera algo para cenar, mientras me puse mi pijama de franela verde, un regalo de mi madre. Me tumbe en el sofa con la cena en las piernas, dandole vueltas a lo mismo. Cogi el portatil de Chari y busque el sitio. Descubri que "Chateau le Brousse" es un castillo medieval situado en Aveyron en el sur de Francia. En las fotos se veia un lugar tranquilo, lleno de arboles y de paz. El castillo era gigantesco y por fuera estaba muy bien conservado. Alrededor de el tenia un precioso riachuelo y un puente que, seguramente, llevaria hasta el pueblo. -Un lugar bonito- dije en voz alta, – ademas para ese dia ya he terminado el curso y no estaria mal ir a conocerlo- volvi a repetir, pero mis temores se acentuaban, ?encontraria a ese desconocido? si soy sincera, habia despertado en mi algo que no habia sentido nunca. -Amy, ya he vuelto- dijo Chari desde la puerta. -Amal, ?estas en casa?- repitio de nuevo. -Si, estoy aqui - respondi. Me llamo Amal. Mi madre me lo puso porque era un nombre muy exotico, decia. Me podia haber puesto Maria y asi pasar desapercibida. -?Que haces?- pregunto Chari Aun estaba enfadada con ella, pero los ultimos acontecimientos me tenian los nervios a flor de piel. La mire con cara de granuja y solte: – me voy a Francia El asombro de su expresion me hizo sonreir. Le conte la historia de la biblioteca y con sorpresa para mi, ella me animo, no al viaje, sino que conociera a ese extrano. Segun Chari, me vendria bien una aventura, pues desde que rompi con Alex, bueno, lo pille con otra en la cama. Asi que pense que porque no intentarlo, si ha sido capaz de despertar eso en mi en tan solo unos segundos... Pasaron los meses y por fin llego el momento que, para mi sorpresa, ansiaba. Era por la manana temprano y mi avion salia en unas horas. Chari me llevaria al aeropuerto. Una vez alli, ella me armo de valor otra vez y embarque. Despues de una hora de vuelo y otra hora en coche llegue a mi destino. 2. - Una vez en el hotel deshice las maletas. Aun tenia toda la tarde para visitar el lugar. Era un pueblo muy bonito, lleno de arte al aire libre y muy romantico. Es un sitio pequeno, muy lugareno. Las calles eran adoquinadas y las casas formaban una hilera a lo largo de grandes roca, dispuestas de tal forma, que se mimetizaban con el paisaje natural del entorno. Sus habitantes me miraban como algo extrano, era una extranjera en un pueblo pequeno. Llegue a la plaza principal.

  • Siempre Contigo de Christian Martins

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    Blair no era mas que un nino inocente cuando una flecha de su arco marco una maldicion y confirmo un destino ya escrito. Ese destino se llamaba Ailsa; tenia los cabellos dorados, la piel blanquecina y los ojos celestes. Se parecia a un angel. Pero en aquellas tierras altas el destino podia torcerse con mucha facilidad, y la maldicion que anos atras habia marcado a esos dos jovenes amenazaba con destruirles. Una guerra entre clanes, el poder de dirigir a un pueblo y la necesidad de proteger a Ailsa seran la perdicion que arrastre a la locura al joven Blair Sinclair, cuyo corazon late unicamente porque ella lo mantiene con vida. Un amor. Una guerra. Una Escocia plagada de peligros, secretos y magia. ?Te apetece viajar con ellos a las antiguas Highlands?

  • Un mundo sin fin (Los pilares de la Tierra 2) – Ken Follett de Ken Follett

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    Veinte anos despues de la publicacion de Los pilares de la Tierra, Ken Follett volvia al fascinante mundo de Kingsbridge para presentar a sus lectores un retrato admirable del mundo medieval y una magnifica saga epica que aporta una nueva dimension a la ficcion historica.

  • De entre el humo de Xabier Gutierrez

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    Despues de un tiroteo que casi acaba con su vida, el subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra se reincorpora a su puesto. Ya en su primer dia, se topa con un caso duro de roer: acaban de hallar un cadaver sin identificar dentro de un contenedor en llamas a las afueras de San Sebastian.

  • El dueno del mundo (Los Austrias) de Jose Luis Corral

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    Fines de primavera del ano de 1539; Carlos de Austria, emperador de Alemania y rey de las Espanas y de las Indias, se encierra, desesperado por la muerte de su esposa Isabel, en un monasterio cercano a Toledo. Entretanto, sus enemigos amenazan su poder y sus dominios. En Gante, su ciudad natal, los comerciantes se rebelan en protesta por los excesivos impuestos. Los turcos avanzan hacia Europa y ganan posiciones en el Mediterraneo. Los protestantes cuestionan su autoridad.

  • No sabes cuanto te odio..(Serie Sweet love 3) de Moruena Estringana

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    Thew y Nora nunca se han soportado. De hecho muchos creen que cuando se reencuentren en la universidad, saltaran chispas entre los dos y asi es.
    No pueden evitar odiarse…
    Thew ha cambiado en los siete anos que ha pasado lejos de todo. Lo que no entiende es por que, cada vez que esta cerca de Nora en vez de decirle lo que piensa, acaba por soltarle algo que sabra que la hara saltar y replicarle.
    Nora por su parte pretende pasar de Matty, como lo llama ella, pues se niega a llamarlo de la forma que a el le gustaria, aunque solo sea para fastidiarlo. Tiene un novio al que adora, por mucho que su mejor amiga Roni diga que es un idiota. Ella no lo ve asi.
    Thew y Nora se odian…el problema es que no saben como lo hacen, pero, al igual que les pasaba de ninos, no pueden evitar estar cerca el uno del otro siempre.

  • Maquillaje para chicas con prisas de Georgina Geronimo

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    No necesitas maquillaje, pero. !es taaaaan divertido el color! !Se ve una taaaaan glamurosa cuando se pone un poco de mascara de pestanas! Y el maquillaje no solo es diversion, tambien es poder, y es poderoso, porque pocas cosas te hacen sentir tan segura de ti misma como un buen morro rojo cuando estas de bajon. Aprende a usar ese poder, a conseguir el efecto <> en cinco minutos de reloj y !prepara los pinceles! Porque aprenderas a sacar el maximo partido a tu belleza en muy poquito tiempo, y el resultado va a ser es-pecta- cu-lar.

  • El Secreto de Ivanova de Clara Ann Simons

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    ?Es posible enamorarse de dos personas al mismo tiempo?
    ?Enamorarse de verdad?
    La vida de Lucia da un giro inesperado cuando debe asistir con Carlos a un viaje de trabajo en Rusia, su pais natal.
    Alli descubrira a una Lucia muy diferente de la que ella misma pensaba ser. Y a un Carlos, tambien muy diferente a lo que imaginaba al principio.
    En apenas una semana, ambos viviran pasion, dudas, culpabilidad y celos.
    Una llama incontenible se encendera en su interior.
    Una llama que puede consumirles a ambos.
    Los dos quedan ahora unidos por un secreto. Un pacto que han jurado no romper.
    El secreto de Ivanova.
    Nota. La obra describe algunas escenas de sexo explicito por lo que no es apta para menores de 18 anos o la edad legal del pais del lector, o bien si las leyes del pais del lector no lo permiten.

  • Eres mi condena (Trilogia Sin mentiras 1), Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • La isla de los cien ojos de Mikel Santiago

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    La tormenta lo trajo. Lo arranco de donde nunca debio salir y lo dejo varado en nuestras playas. Ocurrio durante una terrible noche de viento y lluvia como no habiamos vivido en anos. Los rayos partieron dos arboles en Santry Hill y las olas embistieron el puerto con tal fuerza que destrozaron un par de chalupas. La tarde anterior, mientras oiamos los primeros y furiosos embistes del ciclon contra las ventanas del Bohars Head, el viejo Gallagher dijo que aquello era "viento del sur". Afirmo que debia ser la punta del algun tortuoso huracan procedente de Mejico. Dijo que pasaba uno cada cincuenta anos y que el recordaba uno de cuando era nino. "Se llevo varios tejados y una vaca del establo de Doyle" recordo "A Dios gracias que solo fue eso" Gallagher siguio profetizando mas desgracias y aconsejo a los hombres que metieran a su familia bajo la cama aquella noche. Dijo que tenia un "muy mal palpito" con aquel viento silbante y calido "que algo muy malo estaba a punto de ocurrir" Yo hubiera alzado mi voz para serenar los animos y explicar lo improbable de que un ciclon caribeno llegase siquiera a rozar la costa de Irlanda, pero me contuve. ?De que hubiera servido iniciar una discusion? Todos los datos cientificos que yo pudiera aportar sonarian, a oidos de aquellos lugarenos, igual de magicos que las palabras de Gallagher, de modo que al final todo se reducia a una cuestion de credito. ?Y quien era yo al lado del viejo Gallagher? Solo un medico recien llegado de la ciudad, que ademas era protestante, y que muchos opinaban que tenia rostro de nino (por mucho que yo quisiera aderezarlo con un varonil bigote) Con todo, la noche fue terrible, digna de una profecia como la de Gallagher. Jamas he oido el viento golpear de aquella manera, como un ejercito de fantasmas aullantes que hubiese desembarcado en la tierra. Las furiosas rafagas recorrian la calle moviendo letreros, agitando los arboles y derribando tiestos. Cualquier cosa que estuviera levemente mal atada, clavada o pegada aquella noche debio salir volando. Pase casi toda la noche en vela, asustado por los rayos y los golpes que el viento daba contra mis ventanas. Supuse que la campana de mi consulta no tardaria en sonar para requerirme en algun sitio, pero curiosamente, aquella noche nadie necesito de mi ayuda. Imagine (no sin una malvada sonrisa en los labios) que los habitantes de Dowan estarian bajo de sus camas rezando al Todopoderoso mientras que el viejo Gallagher dormia su borrachera sin enterarse de un pito. Al dia siguiente amanecio claro y tranquilo, como si nunca hubiera existido la tormenta. Kate, una muchacha pecosa y habladora que servia en mi casa, fue la primera en darme algunas noticias cuando llego aquella manana. Me dijo que habia visto algunos arboles humeando en Santry Hill y que en el puerto habia habido varios destrozos. – El barco de Donovan aparecio medio hundido. Al parecer uno de los botes debio golpearle el casco y abrirle un buen boquete. Y han desaparecido un par de barcas. Y se inundo la tienda de Nolan y ha echado a perder muchisimo genero. Y... La chica estaba tan excitada haciendo inventario de las desgracias que y ni siquiera se retiro para dejarme desayunar a solas. No me importo. Al fin y al cabo, en Dublin solia leer el periodico mientras desayunaba, y en Dowan, a falta de periodico, estaba bien tener a Kate. Despues del desayuno me dirigi a la consulta y lo dispuse todo para comenzar la jornada. En el mismo instante que termine de ordenar mi escritorio sono la primera campana de la manana. Oi a Kate correr a abrir y escuche como se desarrollaba una conversacion en el vestibulo. Despues aparecio Kate otra vez, con gesto de extraneza en el rostro. – Es John Mulvaney - anuncio - Trae un caballo para usted. Dice que ha ocurrido algo en Sandyford. – Hagale pasar - le dije John Mulvaney era un chico de doce anos que servia en la mansion de Sandyford, a unas diez millas del Dowan. Su padre era el zapatero del pueblo. Me habia pagado con un exquisito par de botines de cuero por un remedio para las jaquecas de su mujer. Kate acompano al muchacho hasta la consulta, que con gesto timido se quito la gorra y se aclaro la garganta para hablar. Dijo que traia recado del senor Coverdale de llevarme con el a Sandyrock. -?Algun accidente? - pregunte. El nego con la cabeza. – ?Algun enfermo entonces? El muchacho enrojecio y volvio a ladear la cabeza. – !John Mulvaney! - le recrimino Kate - ?Puedes hacer el favor de hablar por esa boca? ?Que es lo que ocurre? El doctor no tiene tiempo para perder. – Es algo que ha aparecido en la playa - respondio el chico, ya completamente ruborizado – ... el senor... quiere que lo vea usted. – ?Que algo ha aparecido...? – Si, senor, un bote. Lo trajo la tormenta. – ?Y para que me necesita alli? Seguramente sera uno de los que han desaparecido del puerto esta noche. – No lo creo senor - dijo John – Vera ... es mejor que venga y lo vea usted. Me quede en silencio mirando a John. Estaba como asustado, sumido en un inconfesable secreto, y decidi no hacerle mas preguntas. El senor Coverdale era un hacendado ingles dueno de practicamente toda la isla. Habiamos charlado en cierta ocasion, meses atras, durante una revision medica que me pago generosamente. No me parecio un hombre tendente a la exageracion ni a las bromas. Asi que decidi que aquel misterio debia tener cierto fundamento. Apure mi te y le pedi a Kate mi gaban. Tras preparar un maletin con equipo basico, sali con John a la calle, donde nos esperaban dos magnificos caballos. Tomamos el camino de Santry Hill, la colina mas alta de las tres que rodeaban el poblado de Dowan. Al llegar alli vimos los dos arboles que los rayos habian partido e incendiado esa noche. Aun humeaban. Desde alli se tenia una buena vista del pueblo. El puerto, tal y como habia dicho Kate, uno de los dos barcos pesqueros estaba escorado. Una cuadrilla de hombres se esforzaba por enderezarlo mientras otros achicaban el agua. Pense que aquello costaria una verdadera fortuna a la economia local. Cabalgamos por el camino que bordeaba los acantilados de Ben Guillian (Llamados asi en honor a un antiguo fantasma local que debio suicidarse alli) y llegamos a la "roca del aguila" desde donde se divisaba la mansion de Sandyrock. El cielo estaba claro, sin una brizna de viento, y el mar estaba radiante. En contraste con el azul, relucia la blanca fachada de la mansion, una elegante casa senorial de tres plantas rodeada de una brillante extension de hierba y pequenos jardines. La casa estaba construida sobre un saliente bajo el cual las olas se batian en espumosos ataques contra la roca negra. A cien yardas de ella, rendida a la fuerza de la naturaleza, se abria una cala de arena blanca. Sobre ella aviste un grupo de personas rodeando un negro objeto que yacia varado junto a la orilla. Arree mi caballo. Edward Coverdale tenia porte de artista mas que de aristocrata. Tendria unos cuarenta anos, o quizas mas, pero su rostro parecia resistir los efectos de la edad. Vestia de una forma un tanto bohemia -botines negros, pantalones estrechos y una amplia camisa blanca que se hinchaba como una vela al viento – , y llevaba el pelo largo, recogido en una coleta. Era el suyo un aspecto mas apropiado para un actor del west end londinense que para un distinguido terrateniente Irlandes, cosa que al parecer (segun sabia por los chismes de Kate) tambien irritaba a sus parentela, que lo habria enviado a administrar aquella remota hacienda para alejarlo de los "circulos" Dublineses. Tambien sabia que en el pueblo no le profesaban mucha simpatia. No debia de ser un terrateniente demasiado fiero – le bastaba con cobrar las rentas aunque llegasen con cierto retraso – pero sus dedicaciones artisticas (como la pintura o la literatura) y cierta aficion por el estudio de los vestigios celtas de Dowan habian ayudado a granjearle una fama oscura entre los supersticiosos parroquianos; Ademas, no faltaban las leyendas sobre pactos con el diablo y brujeria que los contadores de historias locales (encabezados por Gallagher) se habian encargado de inventar aprovechando sus poco habituales aficiones. – Temo haberle molestado en una manana especialmente agitada - me saludo nada mas desmontar- ?Como ha despertado el pueblo? ?Ha habido muchos destrozos? – Uno de los pesqueros resulto danado - respondi – , por lo demas todo parecen cosas menores. Tejas rotas y algun negocio inundado. Sobreviviremos. ?Y que hay de usted? – El viento casi se lleva uno de los establos esta noche. Tambien me rompio un par de ventanas. Y tambien trajo eso - dijo senalando a un bote que yacia varado a unas diez yardas de nosotros – Uno de los mozos lo encontro esta manana -continuo diciendo – La tormenta debio arrastrarlo hasta aqui desde alta mar. Y por lo que encontramos en su interior, supongo que llevaba vagando a la deriva bastante tiempo. ?Quiere echarle un vistazo? – Por supuesto - respondi. Coverdale saco entonces un foulard blanco que llevaba en una de sus mangas y me lo ofrecio – Sera mejor que se tape la nariz y boca. Extranado, pero sin hacer preguntas, tome el panuelo y arrancamos a caminar hacia el bote. Mientras lo haciamos me percate del sepulcral silencio que nos rodeaba. Habia alli un par de mozos ademas de John y todos permanecian en silencio, guardando una buena distancia respecto del bote. A medida que nos acercabamos comence a percibir un fuerte olor a descomposicion que fue haciendose mas fuerte a cada paso que dabamos. Tome el panuelo de Coverdale y me lo coloque a modo de mascara, debatiendome entre la curiosidad y el temor sobre el origen de semejante fetidez. El bote yacia varado, hundido en la arena que brillaba como un espejo. Una capa de costra se extendia por su casco, salpicado de grietas y suciedad. Lo primero que mis ojos distinguieron, aun en la distancia, fue una capa de algas oscuras que cubrian practicamente todo el interior de la lancha. Sobre ella se arremolinaba un enjambre de moscas enloquecidas. Pero habia algo mas alli, una forma acurrucada bajo de aquella carpa amarillenta y resquebrajada... No tarde en verlo. Y el espanto hizo que retrocediera inconscientemente. Debajo de la carpa, enredado entre aquellas algas putrefactas asomaba el horrible cadaver de un hombre. Era un muneco atroz. Como una marioneta hecha de tela de saco. No tenia ojos, tan solo dos cuencas vacias. Su boca, por la que entraban y salian aquellas laboriosas moscas en busca de alimento, era como una negra caverna sin fondo. El resto de su cuerpo, medio cubierto de harapos desgarrados por el sol y el salitre, mostraba una piel cauterizada, reseca y dura como jamas habia visto en ningun otro cadaver antes (ni siquiera en mis practicas de la universidad donde a veces los traficantes de cuerpos traian desechos de la peor clase)

  • A tres metros sobre el cielo de Federico Moccia

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    Babi es una estudiante modelo y la hija perfecta. Step, en cambio, es violento y descarado. Provienen de dos mundos completamente distintos. A pesar de todo, entre los dos nacera un amor mas alla de todas las convenciones. Un amor controvertido por el que deberan luchar mas de lo que esperaban. Babi y Step se erigen como un Romeo y Julieta contemporaneos en Roma, un escenario que parece creado para el amor.

  • Lavinia de Ursula. K Le Guin

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    Lavinia crece sin conocer otra cosa que la paz y la libertad hasta la llegada de sus pretendientes. Su madre exige que contraiga matrimonio con el apuesto y ambicioso Turno. Pero los augurios y las profecias de los manantiales sagrados afirman que debera casarse con un extranjero, que provocara una guerra y que su marido no vivira demasiado tiempo. Al ver que una flota de barcos troyanos llega remontando el Tiber, la joven decide tomar las riendas de su propio destino. Y asi nos cuenta lo que Virgilio no hizo: la historia de su vida y del amor de su vida. Le Guin da voz a este personaje surgido de la Eneida de Virgilio en una novela que nos transporta al mundo semisalvaje de la Italia antigua, cuando Roma no era mas que una aldea mugrienta situada cerca de siete colinas. Lavinia es un libro sobre la pasion, la guerra y el precio de la guerra, generosa y austeramente escrito por una autora en la cuspide de su talento.

  • !Aparta, que no me veo de Ana Belen Canete Jimenez

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    Pasiones, celos, infidelidades, divina juventud, oportunidades de trabajo, enamoramientos… Todo ello se da cita en !APARTA, QUE NO ME VEO!, la novela romantica a la cordobesa que nos hace viajar hasta las Islas Baleares y vivir la transformacion de Ines tras su ruptura sentimental.
    La autora de Cordoba nos hace sentir, vivir y amar como lo hace la protagonista de esta novela romantica: INES.
    Ines es una joven cordobesa que lleva una vida tranquila y estable hasta que un dia de Navidad recibe un regalo en forma de foto que hace que Inesastra, su alter ego, despierte de su letargo y presa de la rabia, el dolor y la gripe acompanada de fiebre toma una decision un tanto precipitada.

  • Helter Skelter de Vincent Bugliosi

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    LA VERDADERA HISTORIA DE LOS CRIMENES DE LA FAMILIA MANSON *** 7 MILLONES DE EJEMPLARES *** (El libro de true crime mas vendido de todos los tiempos) Prologo de Kiko Amat El sabado 9 de agosto de 1969, tras una alerta de posible homicidio, tres agentes de policia acuden a la vivienda de la actriz Sharon Tate --la mujer del director de cine Roman Polanski, embarazada de ocho meses-- situada en el 10050 de Cielo Drive, en el opulento barrio angelino de Bel Air. En la mansion, descubren los cuerpos salvajemente asesinados de la actriz y otras cuatro personas en lo que parece un crimen ritual. Al dia siguiente, no muy lejos, en el barrio de Los Feliz, encuentran los cadaveres acuchillados del matrimonio Leno y Rosemary LaBianca. En el cuerpo de la mujer se identifican posteriormente cuarenta y una heridas de arma blanca. En tres puntos del domicilio, alguien ha dejado escrito, con la sangre de una de las victimas, unas extranas proclamas. La erratica investigacion que siguio a estos bestiales asesinatos --que al principio no se relacionaron entre si, a pesar de las coincidencias-- basculo entre la estupefaccion y la impotencia. ?Quien habia cometido aquellas atrocidades? Y ?por que? Mientras los titulares de la prensa de toda Norteamerica alimentaban la conmocion y el estupor, y las especulaciones sobre los sospechosos y los moviles se sucedian, la investigacion iria apuntando a un grupo de jovenes que se habia establecido en el arido entorno del rancho Spahn --un antiguo escenario natural de westerns al norte de Los Angeles reconvertido en comuna hippy-- liderados por Charles Manson --alias Jesucristo--, cuyo poder e influencia sobre el grupo --la Familia-- llegarian al punto de lograr que mataran siguiendo sus oscuros designios. El autor de este clasico de la literatura criminal, el fiscal Vincent Bugliosi, tomo las riendas de uno de los casos mas extensos e intrincados de la historia judicial norteamericana, y, ademas de relatar con una precision y rigor deslumbrantes los pormenores de los crimenes y del proceso judicial que generaron, compuso un retrato portentoso y aterrador de la <> y de su lider, uno de los iconos mas terribles y perdurables de la cultura popular. Tras cincuenta anos de los infames asesinatos, presentamos la edicion mas completa del libro, que incluye un posfacio del propio Bugliosi de 1994 y una profusa seleccion de imagenes.

  • El Libro de Toth de Juan Carlos Boiza Lopez

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    Del Libro de Toth, la mitologia egipcia cuenta que su lectura concedia poderes inimaginables sobre el cielo, la tierra y el mar, permitia controlar personas y animales, resucitar a los difuntos e incluso daba poder para mirar al sol cara a cara.
    Una serie de sucesos de caracter sobrenatural estan sacudiendo el mundo por lo que el Vaticano decide encargar a Antonio Alviero, un joven sacerdote y brillante investigador de la Iglesia Catolica, que averigue que esta ocurriendo. La investigacion concluye que un terrible poder, temido desde tiempo inmemorial por al Vaticano y conocido como "La Fuente", esta despertando. El padre Elias, un oscuro sacerdote venerado y temido a partes iguales en la Iglesia, por ser el responsable del Circulo Octogonus, una organizacion secreta bajo el mando directo del Santo Padre, sera el encargado de buscar "La Fuente" y neutralizarla con la ayuda del padre Alviero.

  • Mejor el diablo de Ian Rankin

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    En 1978 una joven llamada Maria Turquand fue asesinada en una habitacion de hotel. Se investigo a los sospechosos, pero el culpable nunca aparecio. John Rebus siempre tuvo la sensacion de que algun detalle importante se le escapaba a la policia. Ahora ha decidido recuperar el caso y parece que eso aun puede acarrear imprevisibles consecuencias. No es lo unico que le preocupa al exinspector Rebus. Darryl Christie, aspirante a controlar las actividades delictivas en Edimburgo, ha recibido una paliza que lo ha dejado fuera de combate. Todas las miradas recaen sobre un viejo conocido de Rebus: el ganster Big Ger Cafferty, que asegura haberse retirado del negocio.

  • Nunca se sabe de Alberto Medina Moya

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    Si habia algo que le apasionaba, era asustar a la gente. En el momento y en la forma que fuera. Un buen susto le resultaba algo simplemente desternillante. Comenzo poniendo cara de psicopata con cuchillo al aparecer por detras de alguien que estuviera sentado tranquilamente en un parque. La pobre victima salia disparada del banco mientras el se revolcaba en el suelo de la risa. En otras ocasiones esperaba en el aparcamiento de un centro comercial a que llegara algun cliente, y cuando lo tenia identificado empezaba a seguirlo a unos metros de distancia. Al rato, en la zona de congelados, por ejemplo, se acercaba a el y le preguntaba si tenia un coche modelo tal matricula tal. Tras la respuesta afirmativa, le decia que se lo estaba llevando la grua. El desgraciado ponia esa maravillosa cara de horror, y salia pitando mientras el se aguantaba la risa hasta que no podia mas. El susto era su alimento, su vicio, su droga. Otra de sus jugarretas consistia en entrar en una tienda con un pasamontanas y una pistola, apuntar al dependiente durante unos segundos y dispararle finalmente un chorrito de agua. Ver aquellas expresiones de puro acojonamiento le suministraba un chute de endorfinas insuperable. Con frecuencia llegaba a dolerle la mandibula de tanto reir. A medida que transcurrian los anos fue perfeccionando su habilidad para asustar al projimo. Pero el susto supremo, el mas terrorifico, fue el que se llevo el albanil que encontro su esqueleto sentado en el sofa del salon, dos anos despues de su muerte. DETECTIVE Lo ha pensado, y se lo ha imaginado mas de una vez, y de dos, y de tres. A el desnudandola, comiendole la boca, los pezones, embistiendola una y otra vez, y las hormonas se le alborotan hasta inundarla del gozo que ahora siente al ver ese deseo abrasador hecho realidad. Quien se lo iba a decir hace tres semanas, cuando fue a solicitar sus servicios como detective. En la primera impresion le parecio atractivo, pero ni de lejos podia imaginar que poco tiempo despues iba a ser penetrada por el, ignorando la rabia que le producia sospechar que su marido la enganaba desde hacia semanas. No podia soportar esa aniquiladora incertidumbre; necesitaba saber la verdad y aquel atractivo hombre le prometio que se la proporcionaria. Desde que el la vio entrar por la puerta supo que haria lo que fuera por ella, y de momento parece que no lo esta haciendo mal, a juzgar por los alaridos de placer que salen de su garganta mientras la posee vigorosamente, haciendola suya y olvidando las muchas horas que paso siendo la sombra de ese marido del que nunca encontro el menor indicio de engano. Hubiera querido no tener que mentir a la mujer que le tiene loco, pero el deseo ha podido mas que la verdad y ya nada importa. Ahi estan los dos cautivados por el roce de sus pieles, los besos, los mordiscos, gozando ajenos a todo, incluso al intenso dolor que atraviesa a un marido que los observa desde la puerta. PREMIO Subia las escaleras maldiciendo aquel antiguo edificio sin ascensor en el que vivia la vieja. No es que la visitara muy a menudo, pero las pocas veces en que lo hacia, siempre en fechas senaladas, ya le parecian demasiadas. Vivia en la sexta planta, la ultima, y cuando llegaba a la puerta estaba a punto de infarto. <>, pensaba mientras subia el ultimo tramo de escaleras. Cuando por fin llego a la puerta espero unos segundos hasta recuperar el aliento antes de abrir. Al entrar vio el salon vacio con la tele encendida. Miro en el dormitorio y, para su sorpresa, la encontro tirada en el suelo, inconsciente, al lado de la cama. Le palmeo las mejillas y la zarandeo un poco, pero no respondia. La ausencia de pulso confirmo sus esperanzas. Estaba frita. <>, penso con indiferencia. Miro la mesita de noche, repleta de medicamentos y estampitas de virgenes y santos. Tambien habia un decimo de loteria. Saco el movil, comprobo el numero y se quedo a cuadros cuando vio que tenia el primer premio del sorteo de la ONCE. Treinta y cinco mil euros. Noto como se acaloraba y salio al balcon para tomar un poco el aire, pero un golpe de viento le arranco el decimo de las manos ante su desesperacion. Como alma que lleva el diablo se lanzo hacia las escaleras. Al salir del portal lo vio a unos quince metros, en medio de la calzada, y corrio hasta atraparlo para descubrir que no era mas que un papelucho. Miro hacia atras, hacia delante, busco, anduvo, pregunto, y termino aplastado por la cruel realidad: lo habia perdido. Subio de nuevo a la casa arrastrando su abatimiento y se dejo caer en el sofa aturdido, sin poder creerse como habia podido pasarle algo asi. Aquel dinero era su salvacion. Al rato se levanto y se dirigio al dormitorio. Al ver a la anciana noto algo raro. Se acerco a ella, y al mirarla observo con sorpresa que habia una pequena sonrisa dibujada en su cara. CARNAVAL Aquella hermosa manana volvia de la cabalgata de carnaval cuando me cruce con Yolanda, un amor que tuve anos atras. La sonrisa que me regalo fue una ventana que se abria a la primavera. Por un instante volvimos a ser aquella pareja que respiraba alegria por cada poro de la piel y de la que hablaban todas las canciones y poesias de amor. Fuimos de nuevo aquella naranja entera que rodaba triunfante por la vida. Todo volvio a ser como siempre debio ser, antes de los errores, de la niebla, del infinito dolor que nos separo arrancandonos el alma. Aquella sonrisa que una vez fue la mayor de mis pasiones me acaricio con una dulzura que no he vuelto a encontrar. Al verla marchar me invadio la tristeza. No habia sido capaz de quitarme el disfraz de Bob Esponja. TRAMPAS La manana del dia de Navidad no habia quien consolara a los ninos. Ninguno habia recibido su regalo. En un paisaje nevado del norte, tampoco habia quien consolara a Papa Noel. Todos sus renos estaban muertos. Habian sido envenenados. En un lugar de Oriente, tres Reyes Magos brindaban euforicos. Aquel ano iban a arrasar. REFUGIO Primero me cruce con un hombre cejijunto que murmuraba algo inaudible, luego con una muchacha sonriente que me pregunto varias veces si queria ver su mariposa. El auxiliar la aparto suavemente y siguio conduciendome a mi habitacion. Estaba al final del pasillo. --Para entrar tienes que pedirnos las llaves, ?vale? Asenti mientras observaba el interior. Una cama, una mesita con silla y el bano. Era suficiente. Cuando se marcho me tumbe boca arriba en la cama, cerre los ojos y respire profundamente tratando de alejar las imagenes que invadian mi cabeza: la mirada celosa y enferma de mi marido, los golpes de mi cuerpo contra la pared, los gritos, las bofetadas, la angustiosa espera del sonido de sus llaves hurgando en la cerradura… Pero lo habia conseguido. Fingiendome loca, en aquel hospital psiquiatrico estaria a salvo de la locura en que se habia convertido mi vida. POR LAS MALAS El corazon le brincaba en el pecho. Todo habia salido como esperaba. Ya solo tenia la carretera por delante y la alegria de ver cumplido su objetivo. En medio de la euforia le vino a la mente la cara aterrada de la chica al ver el machete, y le parecio oler de nuevo el embriagante perfume que percibio al agarrarla para ponerle el arma en la garganta. Tambien recordo el rostro tenso del quinceanero, y el sollozo de la cria de pocos anos que acompanaba a su madre. Era lo unico que rompia el tenso silencio en que transcurrio todo. Afortunadamente nadie quiso darselas de heroe cuando grito: <>. Un minuto mas tarde salia de la farmacia con un brazo por encima del hombro de la chica y el otro ocultando el machete, obligandola a montar en el coche y conducir. Recordo el remordimiento que sintio al ver lagrimas rodando por su cara. --No te voy a hacer nada --le dijo con pesar. Hasta llego a decirle que lo sentia antes de parar el coche y decirle que se bajara, como tenia previsto. La dejo al lado de un gran parque, en las afueras de la ciudad. Ahora todo habia terminado. En la carretera empezaba a oscurecer. Se juro que esa era la ultima vez; ya estaba cansado. Tenia que enfrentarse a su maldita timidez. En el asiento de al lado llevaba el botin: una bolsa con varias cajas de preservativos.

  • Conexion de Julian Gough

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  • Vuelta a la Tierra (Los 100 3) de Kass Morgan

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  • #Sexy, #Yogi, #Sandwich (Terciopelo), Coco Duval de Coco Duval

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  • La desaparicion de Josef Mengel de Olivier Guez

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    Desde 1949, ano en que llego clandestinamente a Argentina, y hasta su muerte en 1979, Josef Mengele, bajo otros nombres (pero por un tiempo con el suyo), se escondio, o vivio <>, en Argentina, Paraguay y Brasil. Sostenido economica y moralmente por su familia desde Alemania o por oportunos <> filonazis, y protegido por Peron y Stroessner (entre otros), el medico que en Auschwitz cometio atrocidades sinnumero nunca fue detenido ni juzgado, a pesar de que lo buscaban el Mosad y Simon Wisenthal. Soberbio, vanidoso y convencido hasta el final de haberse sacrificado por Alemania y la humanidad, el llamado Angel de la Muerte trato de llevar una vida corriente (casarse, tener hijos, trabajar), e incluso regreso en dos ocasiones a Europa, hasta que se convirtio en un claustrofobico prisionero de sus propias esperanzas.
    El relato frio, preciso y esclarecedor de sus pasos hasta el fin de sus dias, y de todas las complicidades personales y politicas que explican por que nunca pago por sus crimenes, dibuja un retrato muy dificil de olvidar.

  • Un instante eterno de Yolanda Revuelta

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    Cuando Grace Morales llega al rancho, en Aspen, despues de recibir la peor noticia de su vida se percata de que tiene que pasar pagina lo antes posible si quiere dejar atras su pasado y hacer frente a su inminente presente. Su prioridad es que las heridas del ayer no se abran y regresar lo antes posible a Nueva York, la ciudad que ha escogido para vivir y que la mantiene alejada de Cooper. Pero no todo es tan sencillo porque se da cuenta de que no es inmune al amor del vaquero que la conquisto en su juventud.

  • El Chico de las Estrellas de Chris Pueyo

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    Erase un nino que jamas vivio mas de dos anos seguidos en una misma casa, por lo que decidio pintar las paredes de todas sus habitaciones con estrellas. Su rechazo al colegio y una familia inusual le empujaran a emprender un viaje donde no todo seran constelaciones y pedirle deseos a la luna. Es hora de bajar al barro, equivocarse con una princesa y terminar encontrando un principe. ?o no?

  • 14 razones para pasar de ti (Mujeres unicas 2) de Begona Gambin

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  • La traicion del Alur de J .b. Caplan

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    Londres dormia profundamente en una noche humeda y triste. La luna desprendia un extrano color carmesi, aquello desde luego no podia significar nada bueno. Era el color de la sangre el que banaba las calles de la capital britanica. El Mercedes SLK atravesaba de forma sigilosa la avenida, con cautela, con miedo a llegar a su destino, pues una vez lo alcanzase, se iniciarian una serie de acontecimientos de gran trascendencia para el mundo. Quiza de tal importancia que el propio mundo como lo conocemos podria dejar de existir. El coche fue reduciendo la marcha hasta quedar detenido junto a la entrada principal de la mansion. El chofer descendio dispuesto a abrir la puerta trasera del vehiculo. Cuando lo hizo, no se atrevio a mirar a la cara de su pasajero. Observo como unas grandes botas con punta de metal se estrellaban contra el suelo y quedo impresionado, una vez mas, ante la envergadura del hombre. Le vio marcharse en la oscuridad y atravesar la verja del recinto. Como una sombra que se funde en las tinieblas. Cerro la puerta, se sento en su asiento y puso la radio. Intento relajarse pero estaba demasiado nervioso. Aquel hombre le daba mala espina, casi tanto como su jefe, el senor Ditrov. Todas las emisoras comentaban la misma noticia. Un multimillonario famoso por sus donaciones a la caridad y sus proyectos para salvar el medio ambiente habia amanecido muerto. Asesinado en su propia casa, mientras dormia. El chofer cerro los ojos dispuesto a descansar un rato, sus ordenes eran claras, llevar al senor Nattan a la mansion y esperar hasta que el encuentro hubiera acabado para poder llevarle de regreso a su hotel. Nattan se detuvo un instante frente a la verja de forja. La agarro con la diestra y sintio el frio penetrar a traves de su piel. Caras deformes de angeles de hierro le devolvieron la mirada. Empujo el enrejado y se perdio en la noche. El camino hasta la casa serpenteaba de forma sinuosa bordeado por un bosque denso de encinas, como un rio que se pierde en mitad de la jungla, escondiendo en cada recodo misterios y bestias arcanas capaces de acabar con la existencia de un simple mortal en una sola mirada. La tenue luz que desprendia la luna era absorbida por las copas de los arboles. Apenas un par de farolas alumbraban el camino. Su luz titilaba al son del viento, creando sombras de figuras fantasmagoricas sobre el asfalto, mientras, la niebla comenzaba su suave danza sobre las crestas de los arboles y descendia hacia la senda con la amenaza de absorberlo todo. Cualquier persona normal hubiera dado la vuelta solo con contemplar semejante paisaje, con la certeza de que aquella mansion estaba embrujada, o que algun demonio del averno habia decidido hacer de ella su morada. Pero Nattan no era una persona normal. Sonrio ante la estampa y siguio la senda. Tras el ultimo giro del camino se encontro frente a la entrada principal. Una fuente le saludo en la distancia. De entre las aguas surgia una espada que apuntaba al cielo. Una garra mitad humana mitad animal la asia por la empunadura. Tres escalones de marmol daban acceso a la puerta de la casa. A ambos lados dos guerreros de piedra caliza protegian la entrada. Con las cabezas giradas en direccion al paso, escudrinaban al ser que se atrevia a internarse en sus dominios. El paso del tiempo y las inclemencias del clima habian convertido sus blancas formas en piedra gris erosionada, dandoles un aspecto mas amenazador, si es que aquello era posible. Sus brazos extendidos de forma horizontal apuntaban hacia la puerta, en un acto entre la burla y la invitacion. Sus ojos inertes parecian haber sido testigos del paso de los siglos, de los seres que penetraban en aquel reino de muerte y de las sentencias que en el interior de la heredad se pronunciaban. Espero frente a la puerta pese a que sabia que estaria abierta. Fijo su atencion sobre un pequeno llamador de metal. Se trataba de un triangulo equilatero atravesado por una franja desde la mitad de su lado izquierdo hasta el vertice derecho, separando la imagen en dos triangulos mas pequenos pero del mismo tamano. Equilibrados. Golpeo dos veces y la puerta se abrio. --Bienvenido senor Nattan. Un mayordomo que daba la impresion de ser mas viejo que la propia casa le hizo una reverencia y le invito a pasar. Vestia con un traje negro su enjuto cuerpo. Parecia sacado de una novela de Charles Dickens del siglo XIX. Su tez era afilada y denotaba su avanzada edad. Dos ojos grises y trasparentes, carentes de vida, adornaban su rostro. --El senor Ditrov le espera en la biblioteca. Acompaneme si tiene usted la bondad --dijo el sirviente. No era la primera vez que visitaba al viejo en su casa y aun asi quedo impresionado, una vez mas, por la grandeza de la misma. Mirase donde mirase solo podia ver obras de arte de todos los tiempos y lugares. Mascaras funerarias de origen prehelenico rescatadas de la antigua Troya, convivian con armaduras completas de la baja edad media. Escudos de grandes batallas plagados de magulladuras se podian observar por toda la estancia, haciendo asi honor a los hombres que antes o despues habian perdido la vida tras ellos. Las armas de filo eran las verdaderas protagonistas de aquella coleccion. Armeros repletos de espadas poblaban los rincones del macabro salon. Convivian entre ellas como si sus origenes dispares solo hubieran sido una cuestion temporal. Entre algunas de aquellas <>, Nattan pudo contemplar cimitarras arabes, kalis orientales, catanas de la dinastia Song o incluso una maravillosa claymore de las tierras altas de Escocia. Pero sin duda habia una pieza a la que el viejo tenia especial carino, estaba justo en la mitad de la sala y disponia de una vitrina para si sola. Una daga curvada se mostraba orgullosa tras su prision de cristal. Su mango era de marfil rematado con joyas preciosas. Sobre la empunadura el mismo simbolo de la puerta. El emblema de una orden antigua, quiza tanto como la propia humanidad. Estaba tan ensimismado en la coleccion que cuando Nattan se quiso dar cuenta el ciego mayordomo se habia perdido entre las sombras. Apreto el paso y se dirigio a la biblioteca. Se aproximo a la puerta y recordo como el viejo habia cambiado en los ultimos doscientos anos. Como la oscuridad habia inundado su corazon y su parte humana habia desaparecido para siempre. No es facil portar el destino del mundo sobre los hombros y saber que de tus decisiones depende todo cuando se conoce. Nattan sintio un escalofrio y por primera vez en muchos anos se sintio vulnerable. Sin embargo el solo era un soldado. No tenia porque cuestionar las ordenes de su maestro. Su unica mision era acatarlas por el bien de la orden. Dos grandes hojas de madera maciza le separaban del viejo. Las aparto con ambas manos y penetro en la sala. La luz lo inundo todo. A su espalda pudo escuchar el ruido seco que produjo la puerta al cerrarse tras el, como si de un lamento o una despedida se tratara. La biblioteca no era menos impresionante que el resto de la casa. Miles de tomos le saludaron desde sus estantes escritos en todas las lenguas conocidas. Compendios de todo el saber almacenados durante siglos y seleccionados de forma escrupulosa. Se maravillo ante la vision. Estanterias de formas imposibles ascendian hasta el infinito como serpientes que atrapan en su regazo las presas que ya nunca han de ver la luz. Su mirada seguia los trazos de las prodigiosas estructuras de madera cuando se poso sobre el mural del techo. No pudo evitar abrir la boca en senal de asombro y de respeto. En el se revelaba el verdadero comienzo del mundo. Los dos grandes dioses, representados como angeles alados, dirigian a sus tropas en la batalla que daria lugar a la vida. Las huestes chocaban de forma brutal y el fuego creaba los continentes sobre la tierra. De enormes simas manaban como una plaga miles de pequenos humanos que se unian a la contienda defendiendo alguno de los dos bandos, de tal forma que en ambos lados el numero de guerreros era el mismo. En el centro de la imagen dos sombras blandian dagas manchadas en sangre y sobre sus pies, decapitados, angeles de ambos ejercitos. Estaba tan absorto en sus pensamientos que por un momento casi olvido el motivo de su visita. Escucho unos pasos y supo que el ruido habia sido intencionado. Se giro para enfrentar la mirada perniciosa del hombre que esperaba a su espalda. Apoyo la rodilla sobre el suelo, inclino la cabeza en senal de respeto y espero el permiso necesario para mirar al lider de su orden. Sintio un ligero roce sobre su hombro, se incorporo y saludo a su maestro con una leve inclinacion de cabeza. Ante el se mostro un hombre normal, no debia aparentar mas de cuarenta anos. Vestia un traje oscuro con chaleco y una camisa blanca de seda. Sus ojos eran negros como la noche y sus facciones duras y afiladas. Tenia una mirada infinita que solo acrecentaba el aura tetrica que parecia envolverlo. Un aura que destilaba perdicion y sabiduria. Un aura fermentada en la oscuridad desde hacia ocho siglos. Sobre sus manos portaba un antiguo grimorio escrito en una lengua perdida. Las tapas eran de cuero curtido, grabadas en oro con runas de una religion olvidada. Con una delicadeza casi mistica, Ditrov cerro el libro y lo apoyo en su regazo. --Maestro, todo ha salido segun lo previsto --dijo Nattan a modo de saludo. --Es la hora de comenzar aquello para lo que nos hemos estado preparando, esta guerra en la que llevamos inmersos tantos siglos debe llegar a su fin. La balanza ha perdido su equilibrio --contesto el maestro. Mantuvo una pausa teatral, observando la reaccion de su predilecto. Con un gesto de la mano libre le invito a acompanarle junto al ventanal de la biblioteca. Desde alli se veia el camino de la casa y la funebre fuente del jardin. Pasaron apenas dos minutos en silencio, pero a Nattan se le hicieron eternos. --Desde el principio de los tiempos hemos combatido fieles a los juramentos de la orden. Hemos mantenido el equilibrio y hemos acabado con quien ha osado pervertirlo. Sin embargo ahora debemos tomar partido para una vez mas cumplir con nuestra promesa. Las batallas cada vez son mas frecuentes y las consecuencias mucho mas catastroficas. Los humanos han ideado en apenas dos siglos armas capaces de acabar con toda la existencia. Por eso debemos iniciar la purga de la vida. La unica forma de volver al equilibrio es acabar con cuanto existe, sumir al mundo en la oscuridad para poder ver la luz nuevamente. Una luz mas radiante, mas bella. Sin esa plaga que asola el mundo, esas marionetas al servicio de dos dioses aburridos que llevan demasiado tiempo disputando una partida. Es hora de acabar con todo, el mundo debe sumirse en el mas profundo de los infiernos para que de sus cenizas nazca una nueva esperanza. Una sonrisa desprovista de sentimientos se dibujo en los labios del maestro. --Se que estamos preparados, pero sin embargo antes de empezar hay algo que aun debes hacer --continuo Ditrov. Se giro hacia su aprendiz y le miro directamente a los ojos. --He consultado el libro de la sangre y he visto el destino --dijo mientras palpaba el grimorio con una delicada caricia--. En nuestro camino se interpone uno de los nuestros. El cuarto nos ha traicionado. Su lealtad se ha visto comprometida y ha dado la espalda a la hermandad y a sus obligaciones. Evans debe morir. Nattan trago saliva y sintio como el mundo se le venia encima. ?Acabar con uno de los ocho? En toda la historia de la orden nunca habia sucedido. Ditrov, regocijandose en la duda que habia despertado en su interlocutor, continuo con su explicacion: --Evans siempre ha sido especial, con el paso del tiempo se ha convertido en una pieza clave para nosotros. Sin embargo no podra entender el nuevo rumbo que han tomado los acontecimientos. Su fidelidad a la orden es evidente, sin embargo su corazon humano le hace terriblemente vulnerable. Llegara el momento en que no podra cumplir con sus objetivos y se volvera contra nosotros. Por eso debemos erradicar el problema de raiz. Se ha vuelto demasiado fuerte y puede suponer un grave problema. --Asi sera maestro. Un hilo de voz fue cuanto salio de la garganta de Nattan. --?Es duda acaso lo que leo en tus ojos Nattan? Nattan nunca cuestionaria las palabras de su lider ni los designios del libro sagrado. Eso supondria cuestionarse la propia razon de su existencia. El viejo, en otras muchas ocasiones, habia visto el futuro y siempre los habia guiado con mano de hierro por el camino correcto. El era la orden y la orden lo era todo para el. Recuperando el aplomo que habia perdido nada mas entrar a la mansion, se llevo la mano al pecho y convencido de sus palabras respondio: --La orden tiene mi vida a su servicio y la palabra del maestro es la ley. El cuarto sera eliminado. --Quiza esa vida que con tanta seguridad empenas te sea pronto requerida. Nattan no sintio miedo ante la amenaza, porque el no podia sentir. Aun asi, como un acto reflejo de su vida anterior, trago saliva y abandono la mansion. El golpe de una puerta al cerrarse sobresalto al chofer. De forma instintiva observo el espejo interior del vehiculo. Dos ojos rojos como las brasas de una hoguera se posaron en el. Aparto la mirada aterrado y arranco el Mercedes. Pocos instantes despues la estela del coche se perdio en mitad de la noche. En su interior un guerrero atormentado planeaba de forma minuciosa como acabar con aquel nino al que habia salvado tantos siglos atras. Un nino al que acogio como a su propio hijo y al que forjo como uno de los asesinos mas letales de cuantos habia conocido el mundo. Nattan tuvo muy claro en aquel momento, que si su alma no estuviera muerta desde hace tantos anos hubiera llorado. Incluso creyo la ilusion de que una lagrima negra como su interior se deslizaba sigilosa a traves de su mejilla.

  • BULLY (Fall Away 1) de Penelope Douglas

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    Ha pasado un ano desde que Tate sufrio acoso en el instituto … y al final, ha decidido luchar.
    Me llamo Tate. Pero el no me llama asi. Nunca se referiria a mi de una manera tan informal, eso es el caso de que me dirigiera a la palabra. No, casi ni yo habla. Aun asi, nunca me deja sola.
    Hubo un tiempo en que fuimos muy amigos. Luego me dio la espalda y hizo de arruinarme la vida a su objetivo. Me han humillado, me han gritado y han murmurado sobre mi durante toda la secundaria. Sus burlas y los rumores se volvieron cada vez mas sadicos segun iba pasando el tiempo, mientras tu volvias la hora tratando de no disparar en su cancion. Incluso me fui a Francia durante un ano, solo por evitarlo.
    Pero ya me has cansado de esconderme y no pienso consentir que me arruine tambien el ultimo ano. Puede que el no haya cambiado, pero yo si. Ha llegado el momento de luchar.
    !No hay nadie que te permita volver a acosarme nunca mas!

  • Saludos nada cordiales de Christophe Carlier

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    En este cozy mystery ambientado en una pequena isla frente a la costa de la Bretana francesa, un remitente anonimo envia cartas malintencionadas que hacen que salgan chispas de los buzones.

  • Vidas en Peligro (Amor en Seattle 2) de Rachel Van Dyken

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    Todos guardamos un secreto

  • La eleccion de Esther de Carlos Portela , Purita Campos

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    Esther acaba de cumplir cuarenta anos.

  • Violetas para Olivia de Julia Montejo

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    Madelaine, una joven doctora de treinta y seis anos, se ve obligada a regresar a la casa que sus antepasados, los Martinez Durango, tienen en San Gabriel tras la muerte de su tia Rosario. Los Durango, la principal familia del pueblo, es duena de la mayor parte de las tierras y de los mas prosperos negocios, pero tambien pesa sobre ellos una larga leyenda de infortunio y numerosas habladurias… Para Madelaine, que siempre sintio aversion hacia la casa y todo lo que la rodeaba, su vuelta significara el reencuentro con su otra tia, Clara --una anciana de caracter dominante y aferrada a un mundo que ya no existe--, y con su pasado. Un pasado oscuro en el que flotan demasiadas preguntas jamas resueltas: ?que sucedio con su abuela Olivia, que fue borrada de la historia de la familia? ?por que su madre desaparecio sin siquiera despedirse de ella? ?que relacion unia a su madre con sus tias?

  • Besos salados de Elena Castillo Castro

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    E sta no es una buena idea. De hecho, ahora me doy cuenta de que el cerebro enquistado de donde salio esta ocurrencia no es capaz de originar un pensamiento ni original ni aceptable. Encaramada a la ladera de la montana siento los dedos agarrotados sobre la piedra humedecida. A mis pies, el nivel del mar crece por momentos y, lo peor no es que mis piernas empiecen a salpicarse con la espuma que salta desde la cresta de las olas, lo peor es que me acabo de dar cuenta de que llevo falda y Fabrice me esta viendo las bragas desde abajo. Llevaba anos sonando con un nuevo vecino para el adosado color tierra de la calle de enfrente. Cada verano imaginaba que llegaba una ranchera familiar de la que salia un chico apuesto, alto y, a ser posible, con exotico acento extranjero. Desde luego, mis fantasias culminaban con un romance apasionado a la luz de la luna, acurrucados en la pequena cala de agua cristalina que hay justo detras de casa. Ano tras ano, diferentes parejas de jubilados han alquilado aquel adosado enterrando mi sueno en la arena. En una urbanizacion costera, dominada por vegetacion tropical mantenida a base de circuitos de agua, paso cada verano con mi familia. Son mis meses favoritos del ano, en los que intento alejarme de la insulsa vida en la ciudad, donde mi mayor preocupacion es aprobar las atragantadas matematicas en el instituto de secundaria, un lugar tan insipido como los companeros de clase que tengo. A excepcion de Ruth, ella es mi inseparable amiga con la que comparto los bocatas de atun. En la playa todo es diferente, un mar de posibilidades se abre, o al menos eso me repito a mi misma todos los veranos. Me monto en el coche, con una maleta repleta de libros y banadores, me despido del Parador (en el que siempre he sonado que me casare) y en cuanto el horizonte confunde el azul del cielo con el del mar la algarabia en mi interior explota. Felipe es siempre el primero en estrenar el veraneo, viene desde Albacete, con sus tres videoconsolas, dos perros, tres hermanas y sus padres (a los que yo siempre he apodado Popeye y Olivia). Me espera cada ano sentado en un banco y en cuanto ve que mi coche asciende la cuesta se apura para ayudarnos a subir el equipaje. Obviamente, mi padre le adora. Mis primeras semanas de julio consisten basicamente en suspirar mirando hacia el adosado y arrastrar a Felipe hacia la playa. En su cuadriculada mente no entra el concepto de "tumbarse a tomar el sol" por lo que nuestras horas a orillas del mar son en esencia, un continuo ir y venir de una punta a otra de la playa. Mi objetivo de ponerme morena surte efecto y la tonicidad en mis piernas adquiere un nivel de escandalo. Entrado el verano llegan Edu desde Aranjuez y su padre divorciado/guapo de infarto. Entonces, los paseos por la playa se convierten en largos paseos en barca en los cuales yo me tumbo, el rema y Felipe nos sigue a nado. Son los unicos adolescentes de mi edad en la urbanizacion pero no me importa, me encantan las videoconsolas y los paseos en barca. Pero este ano, ha sido diferente. A las dos semanas de llegar, mientras los chicos y yo regresabamos de la playa transportando la barca sobre nuestras cabezas (bueno, para ser sinceros, yo finjo soportar el peso), frente a la cancela del adosado descubrimos aparcado un modelo de coche que jamas habia visto. --?Que clase de coche es ese? --Es un BMW pero ese modelo solo se fabrica en Francia --me respondio Edu, el cual adora el mundo de automovilismo. Todos mis sentidos se pusieron en alerta. La posibilidad de que mi sueno se estuviera haciendo realidad era tan remota como que Ruth y yo dejasemos de hablar un solo dia por telefono. Sin embargo, alli estaba aquel coche con su maravillosa matricula forastera. Cuando intente salir de debajo de la barca para poder ver a quien pertenecian los pares de pies que veia junto al maletero los chicos se quejaron. Al parecer sin mi ayuda se desestabilizaba el reparto del peso. Mentira, obviamente, pero no podia contradecirles. En cuanto la barca quedo guardada en la cochera de Edu intente hacerme paso entre las afiladas hojas de las palmeras que delimitaban unas pegadas a otras la acera. Tras mi espalda escuche una risotada a la par que yo descubria en la puerta del adosado a una pareja de ancianos que llevaban calcetines con chanclas (no se puede ser mas guiri). --Ahi tienes a tu Romeo, Vero, uno que te susurrara palabras de amor en frances al oido si su barriga cervecera no se lo impide. --!Je t'aime, je t'aime!. Mua mua mua. Edu y Felipe se reian de lo lindo mientras lanzaban besos al aire en mi cogote. --Sois unos idiotas en punto de no retorno --me distancie de ellos atravesando las palmeras para poner rumbo a ninguna parte. Estaba enfadada y decepcionada, me esperaba por delante otro verano de vecinos jubilados. Decidi dar media vuelta y entrar en mi casa para llamar a Ruth, ya que compararme con ella que moria abrasada de calor en la ciudad siempre me consolaba. En cuanto subi a la acera escuche que las risas cesaban de golpe. --Hola. Un simple pero bello y dulce cual trino de pajarillo saludo afrancesado hizo que volviera la cara hacia el exclusivo coche. Era el, mi sueno hecho realidad: esbelto, rubio, de ojos verdes y labios finos pero acabados en hoyuelos marcados por aquella sonrisa ladeada. Antes de contestar gire la mirada hacia los chicos que habian enmudecido y parecian a punto de sufrir un desvanecimiento. --Hola, mi nombre es Fabrice y acabo de llegar con mis abuelos. ?Vives en la urbanizacion? --dio unos pasos hacia mi y su altura se me hizo imponente. --Si --estaba tan nerviosa que a penas lo susurre. Me regalo una sonrisa con confianza y miro a los chicos que andaban hacia atras con intencion de perderse entre las palmeras. --?Son tus amigos? --me pregunto con su acento frances que redondeaba las silabas. --Ahora mismo me gustaria decir que no pero me temo que si. Soy Veronica. --Encantado de conocerte Veronica, no esperaba encontrar compania de menos de cincuenta anos por aqui. Ha sido un alivio descubrirte. En aquel momento habria saltado sobre el para rodearle con mis piernas por la cintura y descubrir la fama del beso frances. --Ven, te presentare a esos dos que fingen no escucharnos al otro lado de las plantas. Te advierto que aunque tengan quince anos sus mentes no se han desarrollado en exceso desde los siete. Edu y Felipe fingieron amabilidad aunque al menos se ofrecieron a compartir una velada de jugadas a "Call of duty" con el. Aunque hubiese preferido ensenarle los alrededores, aquella noche me acoste con la sensacion de que mi vida por fin habia cambiado. Lo habia visto en sus ojos, supe que Fabrice y yo terminariamos viviendo un romance playero. Con los anos puede que me fuera una temporada a vivir a Francia, deberia apuntarme sin mas remedio a clases de frances el proximo curso. Nos casariamos en una boda bilingue a las faldas del Parador. Mi padre estaria encantado con el vino y el queso frances, y mi madre disfrutaria con sus pequenas nietas: Emili y Brigitte. Fabrice resulto ser un excelente remero, se alquilo una barca con vela en el club nautico y nos acompanaba en nuestros paseos diarios. Termine por cambiar de embarcacion al descubrir la sensacion que produce la velocidad de la navegacion: el viento salpicado de agua salada en la cara y la inclinacion con angulos imposibles sobre las olas. Edu se enfado conmigo por abandonarle pero ver manejar la vela a Fabrice era disfrutar de arte en movimiento. Cuanto mas enamorada estaba yo de Fabrice, mas cruzado lo tenian los chicos, que sufrian cambios de humor inesperados. Si decidiamos ir al cine, ellos hacian lo posible por sentarse entre nosotros; si por la noche decidiamos quedarnos a hablar sentados en un banco, ellos aparecian para sugerirle a Fabrice un plan alternativo mas emocionante. Incluso cuando me ofreci a ayudar a los abuelos de mi amado a cocinar un menu tipico espanol, los chicos desarrollaron unas desconocidas cualidades culinarias preparandoles gazpacho y tortilla de patatas. Por su parte, Fabrice parecia encantado de estar con ellos por lo que la extrana relacion entre los cuatro continuo. Los dias de veraneo para Fabrice tocaban a su fin, y con el se comenzaba a evaporar la ilusion de vivir un romance juntos. Todo lo que habia tenido con el se habia limitado a una amistad compartida y accidentada. No podia consentir que la oportunidad se me escapara de las manos y decidi echar toda la carne en el asador. Iba a declararme, conseguiria un momento a solas y le declararia mi amor, en el caso de que no lo hiciera el antes. Aquel dia amanecio con el viento algo mas agitado que de costumbre y aunque Fabrice sugirio no sacar la barca yo le rogue hasta casi el pataleo. !Que mejor sitio para declararse que estar en alta mar lejos de las molestas intrusiones de Felipe y Edu! Rebusque en los cajones hasta encontrar el bikini a rayas marinero, le cogi prestada la pamela a mi madre y su maquillaje resistente al agua. Mi esperanzado corazon salio de casa hacia la playa corriendo. Ese iba a ser el dia, aquel dia me iban a besar con un beso frances y comenzaria nuestra historia de amor. Un consejo: no saqueis una barca minuscula con vela maradentro un dia de ventisca sin al menos haber tomado algo para el mareo. La experiencia no pudo resultar mas desastrosa: Fabrice se golpeo la cabeza con la vela, yo perdi mi pamela y termine vomitando por la borda. Aquella tarde me encerre avergonzada en casa. ?Que hombre querria besarme despues de haber echado hasta la primera papillas delante de el? --?Se puede pasar? Los chicos asomaron sus cabezas por la ventana de mi habitacion, esas son las ventajas/inconvenientes de que tu habitacion se encuentre en la planta baja, que sea verano y la mantengas abierta para no morir de calor. --?A caso valdria de algo que dijese que no? Llevais todo el verano saboteandome --proteste.

  • El Sol de Monet de Miguel Angel Itriago Machado

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    El senor Jean Claude Leclerq, director del Museo Marmotan Monet de Paris, recibe en su casa un cuadro que reconoce como el original de una de las pinturas mas famosas del mundo:
    Se trata, a nada menos que del original de Impresion, Sol naciente, la emblematica obra de arte del gran pintor Claude Monet, a la cual debe su nombre el movimiento impresionista; obra que supuestamente en ese momento estaba siendo expuesta al publico en el museo dirigido por Leclerq.

  • Ni la muerte nos puede separar de Mano Book

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    Edward Mu es el soltero mas codiciado de la ciudad, nacido en una familia rica, nunca supo lo que era el amor, algo que jamas obtuvo de sus padres. Rocio era una mujer especial. Como una coronel del ejercito, estaba acostumbrada a llevar una vida dura y sacrificada, sin embargo, su principal objetivo era luchar como madre soltera por criar al hijo que tuvo con Edward seis anos atras y del quien el ni siquiera conocia la existencia. Un dia, finalmente, ella decidio reaparecer en su vida con el pequeno… Pero lo que no esperaba era que esa decision transformaria por completo la vida de los tres. Cautivado por esta mujer tan especial, esta vez Edward la amaria con locura. ?El destino les daria una nueva oportunidad?

  • Manana. Capuchinos, bikinis #love de Agnes Ruiz

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    Cassie Gauthier y su mejor amiga se van a las Baleares. En sus maletas hay todo lo necesario para unas vacaciones de ensueno. Bikinis, proteccion solar, gafas de sol… ?Encontraran el amor bajo las palmeras? ?Quiza delante de un capuchino? Pero no hay que fiarse de las apariencias…

  • Veinte mil leguas de viaje submarino de Jules Verne

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    ” Veinte mil leguas de viaje submarino ” es una gran narracion poetica, furibunda, impregnada de tintes romanticos y descripciones sublimes, presidida por el mar y por uno de los mejores personajes de Jules Verne, el capitan Nemo, y su legendaria maquina, el submarino Nautilus. Verne ha inspirado a lectores y escritores de todo el mundo. Turgueniev, Tolstoi, Bradbury, Rimbaud, Perec o Le Clezio son solo algunos de los que lo han leido con pasion. Ahora, cuando celebramos el sesquicentenario de la publicacion de esta obra, podemos recordar las palabras de Fernando Savater, que afirma que para interesarse por Verne basta con que el lector ” no haya perdido la capacidad de gozar leyendo ”