• un sueno hecho realidad - Malina W. M

    https://gigalibros.com/un-sueno-hecho-realidad.html

    Patricia desde que se habia separado de Gabriel se sentia muy sola. No podia creer que todo hubiese acabado. Aunque ella sabia mejor que nadie que esa relacion no iba a ninguna parte no podia desacostumbrarse al suave toque de las expertas manos de Gabriel sobre su piel, extranaba esos besos con olor a cigarrillo y el silbido matutino luego de una noche de pasion.
    Eran muchos los problemas, Gabriel estaba frustrado no conseguia lo que deseaba y veia que sus suenos se alejaban cada vez mas, Patricia por su parte habia logrado todo lo que se proponia y mas; vivia del arte, disfrutaba de montar una exposicion diferente cada dia en su galeria y era reconocida en el ambito.

  • Un sueño hecho realidad - Algar Editorial

    https://algareditorial.com/albumes-ilustrados-en-castellano/7854-un-sueno-hecho-realidad-9788491423461.html

    Es autor de diferentes títulos, especialmente álbumes ilustrados, como Felicio, rey del rebaño (premio landerneau Album Jeunesse), La vida de los minihéroes o ...

  • Un sueño hecho realidad: 107 (Álbumes ilustrados) - Amazon ...

    https://www.amazon.es/sue%C3%B1o-hecho-realidad-%C3%81lbumes-ilustrados/dp/849142346X

    Un sueño hecho realidad: 107 (Álbumes ilustrados) : Olivier Tallec, Tallec, Olivier, Broseta Fandos, Teresa: Amazon.es: Libros.

  • TU SUEÑO HECHO REALIDAD: DESCUBRE LA AVENTURA ...

    https://www.amazon.es/TU-SUE%C3%91O-HECHO-REALIDAD-DESCUBRE/dp/8416579717

    TU SUEÑO HECHO REALIDAD: DESCUBRE LA AVENTURA QUE DARÁ SENTIDO A TU VIDA : GUILLEBEAU, CHRIS, GÓMEZ BELASTEGUI, ELSA: Amazon.es: Libros.

  • Reseña: "Un sueño hecho realidad" - Apegoyliteratura

    http://apegoyliteratura.es/resena-un-sueno-hecho-realidad/

    Un libro original no solo por la historia, sino también por la organización del texto respecto a las ilustraciones, ya que las palabras quedan en la parte ...

  • un sueño hecho realidad-olivier tallec-9788491423461

    https://www.casadellibro.com/libro-un-sueno-hecho-realidad/9788491423461/10065161

    1 sept 2019 — El libro infantil UN SUEÑO HECHO REALIDAD en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • un sueño hecho realidad (ebook) - tiguel mena - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/ebook-un-sueno-hecho-realidad-ebook/9788413310213/9477832

    Sinopsis de UN SUEÑO HECHO REALIDAD (EBOOK). Intriga, superación y amor a un escudo. El escritor gaditano nos narra la historia de un abuelo (Patxi) y su ...

  • Libro: Un sueño hecho realidad - Tiguel Mena - Círculo Rojo

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    Libros; Un sueño hecho realidad. Un sueño hecho realidad. Tiguel Mena - Círculo Rojo. Autor: Tiguel Mena; Editorial: Círculo Rojo; Año: 2019; Páginas: 88 ...

  • "Un sueño hecho realidad" - Olivier Tallee - Libros que hay ...

    http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com/2019/10/un-sueno-hecho-realidad-olivier-tallee.html

    20 oct 2019 — "Un sueño hecho realidad" - Olivier Tallee. Editorial: Algar. ISBN: 9788491423461. Páginas: 24. Sinopsis. Estoy muy contento.

  • Un sueño hecho realidad | Bichitos Lectores

    https://www.bichitoslectores.es/un-sueno-hecho-realidad/

    16 jul 2020 — Un sueño hecho realidad está publicado en España por Algar editorial y escribe e ... Un libro que nos ayuda a hablar de cuidado de mascotas, ...

  • La mitad invisible de Juan Gallardo

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  • Esposa de Papel de Tara Pammi

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    El multimillonario Dante Vittori habia pasado anos labrandose una reputacion impecable, cosa nada sencilla despues de la encarcelacion de su padre, pero su puesto corria peligro y, para hacer frente a la amenaza, tenia que hacer lo impensable: !casarse!

  • Humeda de Francisco Correa

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    La distancia es el olvido, o por lo menos eso es lo que dicen, y esa es la esperanza que tiene Alicia, al emprender un crucero solo para solteros, valga destacar. Lo ha hecho por la insistencia de sus amigas, que no dejan de alentarla para que se olvide de las terribles circunstancias que le han sucedido durante los ultimos anos. Mientras se dirige en taxi al aeropuerto para tomar un vuelo, que la llevara de Madrid a Bari en Italia, donde se encuentra el puerto para abordar el crucero, no puede evitar recordar todo lo que sufrio por culpa de un supuesto amor. Uno que, en vez de sumar, le resto, le rompio el corazon y la autoestima en mil pedazos, y que ella no supo terminar a tiempo, de no ser por la intervencion de sus grandes amigas Lucia y Rocio. Le parecia increible que, lo que habia comenzado como una bonita relacion llena de amor y detalles, se habia convertido en un infierno. Alicia conocio a Sergio hace mas o menos tres anos, cuando ella comenzo en un nuevo trabajo en una compania de publicidad, y el tambien trabajaba alli hacia ya dos anos. Era un hombre muy guapo, alto, rubio, con muy buen cuerpo, unos ojos color avellana muy grandes y unos labios delgados, pero con una sonrisa que a cualquier mujer hacia temblar. Siempre se mostraba considerado, la ayudo a ponerse al dia con los clientes y sus requerimientos. Una maravilla, o por lo menos eso parecia. Empezaron a compartir almuerzos, y salir de copas los viernes con companeros del trabajo. Se enfrascaban en largas conversaciones de las series de moda, peliculas de estreno, musica y libros. Tenian tambien en comun, ser hijos de padres divorciados y tener dos hermanos cada uno. Al paso de los meses, comenzaron a quedar para recorrer los sitios turisticos de Madrid, porque el era de Barcelona, y con el trabajo apenas la habia quedado tiempo en dos anos para conocer mejor la ciudad. Recorrian juntos El Retiro, pasando las tardes de domingo juntos, o salian de copas el sabado por la noche. Nunca surgian insinuaciones romanticas de ningun tipo, solo disfrutaban el tiempo juntos. Habia mucha complicidad entre ellos y eso se notaba. Ella continuaba saliendo en citas con algunos chicos, pero nada pasaba a mayores, en realidad tenia bastante tiempo sin tener una relacion, ni siquiera de sexo ocasional. El salia con chicas muy guapas, rubias con piernas interminables, con porte de modelo, ese era el tipo de mujeres que le gustaban a Sergio. Nada que ver con ella, que era guapa, no porque ella lo sintiera asi, si no, porque la gente solia decirselo. Alicia es de piel morena clara, con cabello castano abundante y con unas ondas naturales muy bonitas, ojos verdes con unos toques amarillos, labios carnosos, no muy alta y con curvas. Pero el problema no era la percepcion de los demas, el problema era su propia percepcion. No tenia muy alta autoestima, siempre se sintio la chica fea. Ella preferia pasar el tiempo leyendo, sacando buenas calificaciones y destacar en el ambito laboral, que dedicarse horas y horas como lo hacian sus amigas para arreglarse, ya que, segun ella, no tenia "arreglo". Con el paso de los anos comprendio que era guapa, porque los chicos siempre querian salir con ella, y aparentemente supero todos los complejos que habia tenido en la adolescencia. Pero luego se dio cuenta que no habia sido asi, nunca los supero del todo. Un dia despues de una semana dificil en la oficina, Sergio invito a Alicia a las acostumbradas copas de los viernes. Pero esa semana todos estaban complicados con otros compromisos, y fueron solo ellos dos. Alicia que no solia tomar mucho alcohol, se tomo tres gin-tonic, y se sentia un poco achispada. Despues de tantos meses de sequia sexual, nunca habia sido una mujer con un apetito sexual muy grande, pero, ya mas de seis meses era mucho. Y para que negarlo, Sergio estaba muy bien. El por su parte, siempre habia visto guapa a su amiga y companera de trabajo. Pero no queria estropear la relacion que tenian, por un simple revolcon de una noche. Pero esa noche habia algo que fluia entre los dos, una energia que no se podia describir con palabras. Algo de lo que mas adelante, ambos se arrepentirian. En el lugar donde se encontraban pusieron una cancion que le encantaba a Alicia, ella lo invito a bailar, y el la tomo por la cintura, ella paso sus brazos por el cuello de el, quedando bastante cerca. Podian oler la fragancia uno del otro. El le paso los labios por el lobulo de la oreja, buscando proximidad, ella giro el rostro y le dio un beso suave, primero, sin abrir la boca. Luego se besaron con ganas. Se marcharon juntos al piso de el. Nada mas al entrar, se quitaron la ropa y tuvieron por primera vez un encuentro apasionado que los dejo sin aliento. Ambos se sentian muy bien, ella se quedo a dormir y a la manana siguiente repitieron. Se dieron cuenta que no habia sido un polvo de una noche, querian mas. Las cosas fueron fluyendo, convirtieron su vida en una rutina. Asistian al trabajo, compartian almuerzo y luego salian en el coche de el. Iban al piso de ella, pedian algo para cenar, veian alguna pelicula, hacian el amor y luego el, se marchaba a su piso. Trataban de que en el trabajo no se enteraran de la relacion que tenian, no querian que se prestara para rumores o malas interpretaciones, por lo menos hasta que no estuvieran seguros, que querian algo mas serio. Llevaban casi seis meses con la relacion, cuando Sergio decidio lanzarse y pedirle a Alicia que se mudara a su piso, ya que, segun el, era mas grande y mas cerca de la oficina. Alicia acepto sin pensarlo mucho. Se mudo al piso de Sergio con mucha ilusion y muchos planes, en ese momento ella ya estaba enamorada hasta la medula de el. La vida en comun comenzo siendo un lecho de rosas, compartian gastos porque ella habia insistido, el no se lo tomo muy bien, porque decia que, "el hombre debe ocuparse de todo lo de su mujer". Esta era la primera senal de alerta. En la oficina, ya todos estaban al tanto que estaban juntos, y eso no suponia ningun problema. No habia reglamento que se los impidiera, ambos cumplian con sus trabajos de manera eficiente. Al llegar a casa se amaban, y en la cama se complementaban muy bien, Sergio era buen amante y ella hacia lo posible por complacerlo. Aunque algunas cosas no terminaban de gustarle, ella aceptaba. Como el hecho de que siempre el tenia que tener el control, habia momentos en que el la azotaba y eso no la ponia muy caliente. Le encantaba ver porno, eso si lo veia solo, parecia obsesionado, hubiese preferido que la dejara a ella poner en practica todas las fantasias que tenia. Cada vez, que esta se lo mencionaba, le decia que una mujer decente no hacia esas cosas. Segunda senal de alerta. Pero lo que desencadeno el desastre, ocurrio al ano de estar viviendo juntos. En la oficina quedo vacante el puesto de gerente de cuentas, por el que se encargaba de supervisar a todos los publicistas del departamento, y se tomarian en cuenta a algunos de los chicos y chicas, que ya contaban con experiencia en la compania. Era de suponer que tomarian en cuenta el tiempo que estuviesen trabajando, los estudios, es decir, varios factores. Sergio contaba con mas experiencia en el area, en la empresa y estudios de postgrado en negocios, que lo hacian el candidato por excelencia para el puesto. Por su parte Alicia, tambien era especialista en marketing digital y hablaba ingles, frances e italiano. Habia hecho un master en negocios y lo mas importante, era muy accesible a las personas. Caso contrario de Sergio, que tenia un caracter un tanto dificil. Los directivos de la empresa se decidieron por Alicia, cosa que aparentemente no molesto a Sergio, que se mostro feliz por el nombramiento de su chica. Para Alicia, como era logico, le aumentaron el sueldo, le dieron un despacho para ella sola y le asignaron una secretaria, un cambio total en las condiciones de trabajo, y bien merecidas. Pero lo mas importante que cambio en la vida de Alicia, fue su relacion de pareja. A los pocos dias de estar en el cargo, la agencia gano un cliente muy importante que significaria miles de euros. Ella tenia que asignarle la cuenta al creativo con mas experiencia, y se decidio por Sergio. Alicia se reunio con el cliente y con Sergio, para definir la estrategia promocional de un nuevo producto. Durante la reunion, Sergio se mostro prepotente, llevandole la contraria a ella en todo lo que mencionaba. A lo que reacciono dejandole en claro y de manera muy profesional, que la que tomaba las decisiones finales en cuanto a la campana, eran ella y el cliente. Eso lo tomo de muy mala manera. Esa tarde ella se marcho sola a casa, porque el desaparecio de la oficina. Aparecio a eso de las dos de la madrugada, muy tomado y la desperto. -- Sergio, ?Que ha ocurrido? ?Por que vienes borracho? -- Le pregunta Alicia. -- ?A ti que te importa? ?O tambien tu decides cuando puedo beber o no? -- Le responde Sergio con altaneria. -- No carino, no quise decir eso. Solo que me extrana, porque tu no sueles beber. ?Vamos a dormir vale?, que manana tenemos que madrugar. -- Cierto, si no mi jefa me puede correr del trabajo. -- Dice de nuevo con sarcasmo. -- Sergio, dejalo ya, ?si? -- ?Y si no lo dejo que? -- Le grito con violencia, tomandola del cabello. -- Ya carino, esta bien… Esta bien. -- Dice Alicia llorando y tratando de zafarse del agarre. Sergio parecio reaccionar y la solto, se dio cuenta de lo que habia hecho y le pidio disculpas. Se fue al bano y se dio una ducha, al regresar se acosto a dormir como si nada habia pasado. Tercera senal de alerta. Alicia se volteo dandole la espalda y lloro todo lo que restaba de noche, sin poder pegar un ojo. A la manana siguiente, el le pidio disculpas de nuevo, diciendole que no sabia que le habia pasado, que no volveria a ocurrir. Que era un imbecil y que la amaba muchisimo. Ella, como una tonta lo perdono, y pasaron unos cuantos dias de relativa tranquilidad. No digamos felicidad, porque despues del episodio de la borrachera, algo como que se comenzo a resquebrajar entre ellos. Alicia hacia lo posible por pedirle las cosas en el trabajo, de una forma que el no se sintiera disminuido. Tampoco es que ella tratara mal a nadie, pero es que a la menor diferencia en el plano laboral, el se ponia como un monstruo. Cosa que estaba haciendo que la gente comenzara a hablar, porque eso le estaba quitando seriedad y credibilidad a Alicia. Por otro lado, a la menor discusion que tenian, Sergio desaparecia y llegaba al dia siguiente a cambiarse la ropa para ir al trabajo. Siempre venia con una historia nueva, "que se habia quedado con algun amigo, porque estaba molesto y queria evitar encontronazos con ella". Las cosas se pusieron peores un dia que ella se esmero unas cuantas horas, en preparar una cena especial. Puso velas y musica, como solian hacer cuando comenzaron a estar juntos. El llego a casa y la saludo con un beso. Alicia le pidio que destapara una botella de vino que tenian guardada. Se sentaron a la mesa a disfrutar de la comida. Comenzaron a hablar de muchas cosas, con un ambiente tranquilo, saboreando el filete de ternera con vegetales que estaba delicioso. Hasta que tocaron el tema de trabajo. -- Sergio, se que estas semanas hemos estado un poco agobiados. Pero te recuerdo que para el martes a primera hora necesito la propuesta del cliente para el lanzamiento. Hubo un silencio previo, como acumulando una potente respuesta. -- !Joder, Alicia! Yo se lo que tengo que hacer, no tienes por que repetirlo todo el tiempo. -- Le dice alzando la voz. -- No tienes por que molestarte, es un simple comentario. Ademas, yo soy la que tiene que dar la cara ante los directivos de la empresa, y ante el cliente. -- Le responde Alicia, levantando tambien la voz. -- Si, eres la jefa, y no se porque. Aunque ya me lo imagino. -- ?Que quieres decir con eso? -- Que supongo que debes haberte follado a medio mundo, para que te pusieran por encima de mi, que tengo mas experiencia que tu para ese cargo. -- Le grito. Se quedo estupefacta, no parecia una respuesta de alguien a quien "amaba". -- Si seras imbecil, ?como te atreves? Ella se pone de pie para irse a su habitacion. El la tomo con fuerza del brazo, haciendole dano. -- !Sueltame! -- Le grita Alicia. Ella trata de soltarse, a lo que el reacciona agarrandola con mas fuerza aun.

  • Otro para ti de Elva Martinez Medina

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    Acelerada, con el corazon a punto de saltar y traspasar la cavidad toraxica, Natalia entro en el edificio de oficinas, con una rapida sonrisa saludo a Manuel, el guardia de seguridad de la entrada, que le devolvio la sonrisa e hizo un guino de complicidad al verla bucear entre el maremagnum de cosas de su bolso en busca del movil que no paraba de sonar. Una nueva llamada se iniciaba cuando las puertas de los abarrotados ascensores se cerraban, poco le importo al ver quien la llamaba. --Hola, esto si que es una autentica sorpresa--Una amplia sonrisa acompano el saludo al que se habia convertido en mucho mas que uno de sus mejores amigos en los ultimos cuatro anos y medio. Confesor, psicologo, sin la menor de las dudas, era la mejor de sus terapias al final del dia. Sensacion mutua, aquel era el mejor momento del dia para ambos, que deseaban el momento de tumbarse movil en mano y olvidar los enfados, el estres y cualquier problema del dia a traves de sus largas conversaciones de WhatsApp. --. Gracias--dijo al senor que mantenia la puerta abierta para que ella pudiera entrar en el ascensor. --. A la octava, por favor--. Tan repleto estaba el ascensor que le era del todo imposible pulsar el boton por ella misma--. Perdona, Mike, me has pillado entrando en el ascensor--Natalia empezo a hablar en ingles, poco era el conocimiento de espanol de su amigo. --, no imaginas el comienzo de manana que he tenido. He estado hora y media en un atasco, te puedo asegurar que tu llamada le ha dado otro color a mi dia --. Una sonrisa ilumino su rostro, porque aquella afirmacion era del todo cierta, mucho mas de lo que ella misma creia. --Me alegra saber que soy ese <>--riendo respondio Mike. --Creeme tras un inicio de manana entre bocinazos y conductores enfadados, cualquier cosa me alegra el dia. --!Nat! --Solto una sonora carcajada--. !Seras bruja! ?Por que rompes mi ilusion? Me gustaba la idea de ser el que te alegra el dia y ahora resulta que soy <>. A las risas de Mike se sumaron las de ella mientras intentaba bajarse del ascensor sin propinar muchos codazos. --Perdona, es verdad, tienes razon--respondio riendo al escuchar los grunidos de Mike--. ?Por cierto, ?a que se debe tu llamada? ?No es un poco temprano para ti? --Si, he venido antes a la oficina. Lios de ultima hora. ?Te pillo mal? --Llego con el tiempo justo a una reunion, pero para ti tengo unos minutos--Con la mirada saludo a un par de companeros antes de entrar en su despacho y cerrar la puerta. --Manana estoy en Madrid. Como si de un encantamiento se tratase, sus palabras consiguieron que las risas se congelasen, un silencio atronador se adueno de la conversacion. Aun con el abrigo y el bolso colgado en el hombro Natalia se sento, necesitaba procesar la informacion. No estaba segura del significado, motivaciones e implicaciones de aquella repentina visita. --Nat, ?estas ahi? --Si...Si...Perdona... --Veo que mi viaje no te causa la misma alegria que mi llamada--comento serio. --No, no es eso. ?Como no me va a alegrar? Solo me ha pillado por sorpresa, hablamos cada noche y no me habias dicho nada, ni tan siquiera insinuado la posibilidad de venir a Madrid. ?Vienes de vacaciones? --No, es un viaje de trabajo. No estaba en mis planes, por eso, no te lo habia dicho. Todo se ha acelerado de pronto, asi que manana voy y vengo, pero crei que podriamos vernos y brindar por el ano que termina--Mike se giro en su asiento, su despacho tenia una vista privilegiada sobre el Tamesis, pero no en dias como aquel en el que la lluvia no permitia ver mas alla de los cristales. --. Se que siempre hemos dicho de no vernos ni en Londres, ni en Madrid, pero creo que ya hace mucho que nos conocemos y...--hizo una pausa--no quiero ir a Madrid y no verte. Mucho menos no decirtelo y que, por casualidad, nos tropecemos por la calle--. Mike se levanto, camino hacia la ventana, nada estaba yendo como lo habia imaginado media hora atras--. No te preocupes, si no te apetece o, no lo crees oportuno, no tenemos por que vernos. Solo queria que lo supieras. --Mike...--Sin exito intento interrumpirlo. --No se cuanto me va a llevar la reunion, asi que nos veremos el proximo verano, bueno, solo si seguimos desparejados... --Mike...--insistio. --Yo seguro, tu a saber... --!Mike! --Grito, levantandose de golpe como si aquel movimiento consiguiera captar la atencion de su amigo--. ?Puedes callar un momento? ?Tu estas del todo seguro que eres britanico y no espanol o italiano? --Natalia deposito el bolso sobre la mesa y sin soltar el movil se quito el abrigo. --. Yo no he dicho que no quiera verte--dijo mirando por la ventana, percatandose de las oscuras nubes que se aproximaban y amenazaban--. No montes un drama digno de tu Shakespeare o mi Calderon. ?Como no voy a querer verte? ?Eres tonto? --Sonrio al escuchar las quejas de Mike--. Si, ya se que dijimos que nada de vernos en nuestras ciudades, pero tu mismo lo has dicho, tras casi cinco anos nos podemos saltar esa regla absurda. Dime, ?a que hora llegas? --A tus nueve--Su sonrisa fue sentida por ella. --No puedo ir a por ti, la manana la tengo bastante liada, no podre verte hasta la hora de comer--explico, no pudiendo borrar una sincera sonrisa producto de la emocion por aquel encuentro--. Estos dias estan siendo una autentica locura y manana mas aun, en principio, tendria un brindis con los de la oficina, pero me escapare a comer contigo, asi que ni por un momento dudes de que me encantara verte. --?Comemos juntos entonces? --Si--Un ligero cosquilleo recorrio su cuerpo con la idea de aquella inesperada cita--. Mike, te tengo que dejar o llegare tarde a la reunion. Luego hare reserva para manana, a la noche te cuento. --Genial, brindaremos por el ano nuevo y planearemos nuestro proximo encuentro. --Aun falta para julio--dijo risuena. --Siempre podemos vernos antes--Ni el mismo terminaba de creerse haber dicho aquello. --Nat, nos estan esperando. Natalia dio un salto, la entrada de su companero la habia pillado desprevenida. --Perdona--dijo al ver la cara de susto de Natalia--, no queria asustarte. --Me pillaste despistada. --Nos estan esperando. --Si, enseguida voy, Daniel, necesito un par de minutos. --No tardes--respondio cerrando la puerta. --Mike, te tengo que dejar--Volvio a su perfecto ingles--, me estan esperando. --Tu voz es bonita si o si, pero en espanol es increiblemente sensual--comento totalmente en serio, pero sin parar de reir--. No te quito mas tiempo hablamos esta noche. Un beso. --Otro para ti--Aquella frase provoco una sonrisa en Mike, que repetia mentalmente la frase con la que su amiga siempre se despedia. ***** --Vaya, vaya, asi que manana tienes una cita con el inglesito--Con una picara sonrisa en la mirada comento Marga--. ?Cuanto tiempo hace que os conoceis? --Este verano hara cinco anos. --Cierto, este verano hara cinco anos que me case con el imbecil de tu querido companero... --Y el tuyo--interrumpio divertida--, y Daniel no es un imbecil, lo sabes perfectamente. --?Te vas a poner de su parte ahora? Te recuerdo que tu y yo nos conocemos desde la universidad, dieciocho anos de amistad me conceden ciertos privilegios. --No, bien sabes que no me voy a poner de su parte, pero Daniel no es un imbecil. --Bueno, da igual, ahora eso es lo menos importante, al fin y al cabo, gracias a nuestra boda fuimos de despedida de soltera al crucero por las islas griegas. --Si, la verdad es que fue un viaje estupendo, aunque tu y el resto seais incapaces de recordar la ultima noche. --!Era mi despedida! En las despedidas todo esta permitido. --?Liarte con otro? --Claro, ahora soy la unica que se salio del plato esa noche. --No, pero tu te casabas en unos dias--La miro seria--. Mucho quejarte de Daniel, que no lo voy a defender, y tu hiciste exactamente lo mismo. Por cierto, ?te dije que Eliah tambien se ha divorciado? --?Quien es Eliah? --El amigo de Mike, el que estaba de despedida de soltero en el crucero y se casaba el mismo dia que tu. Se divorciaron el mes pasado. --Pues, ya duraron mas que nosotros. ?Esta bueno el amigo de Mike? Si es como tu inglesito, hay que reconocer que tiene un buen polvo. --!Marga! --No te escandalices, no estoy pensando en liarme con un ingles y mucho menos con el tuyo. --No es mio--Salto a la defensiva--. ?Por que me miras asi? --Porque tu y el inglesito os traeis mucho rollito, no entiendo vuestra amistad y mucho menos que en todos estos anos no hayais sucumbido a la tentacion. --Solo somos amigos, si el sexo estuviera por medio nuestra amistad se hubiese jodido. Nada seria igual. --Amigos--Con sorna apunto--. Yo no os definiria asi. No os entiendo, os conoceis y pasais toda una noche hablando, contandoos vuestras vidas, os intercambiais numeros y empezais a mensajearos. La casualidad hace que coincidais en el mismo hotel de Paris y decidis pasar esos dias juntos, pero ni un beso, ni un...ni un...nada de nada, eso si, tomais la decision de pasar siempre cinco dias de vuestras vacaciones juntos en algun punto de Europa. Natalia, !hablais cada noche! ?Pensais seguir con este juego toda la vida? --Somos amigos, ?que hay de malo en hablar? ?No nos vemos nosotras casi todos los dias al salir del trabajo? Y bueno, lo de los viajes juntos sabemos que se acabara el dia que uno de los dos tenga pareja. --Nat, llamame loca si quieres, pero yo estoy segura que tu misma boicoteas tus relaciones y es por Mike. --Eso no es cierto.

  • Sonando Contigo de Claudia Velasco

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    SONANDO CONTIGO
    Devoradora de libros, sonadora, imaginativa, inconformista. Clara Corona vive, trabaja y se relaciona con su entorno durante el dia, pero las noches son para sus suenos.
    Amiga fiel, hija atenta, una profesional eficiente y respetada, Clara camina por el mundo de los suenos con paso firme, siendo capaz de vivir grandes aventuras en los escenarios de sus novelas de cabecera y de protagonizar las historias de amor mas intensas junto a sus heroes romanticos favoritos.
    Un prodigio, un regalo que la desvincula de una realidad que no siempre es la mas feliz, ni la mas perfecta, y que le regala una maravillosa e idilica vida paralela que, sin embargo, se vera interrumpida por varios acontecimientos que la haran plantearse si ha llegado la hora de abandonar tanta felicidad onirica para mirar a su alrededor y empezar a vivir un poco.
    “Sonando contigo” nos habla de los suenos lucidos, del poder de los libros, de la magia de esas historias que nos permiten vivir las aventuras mas extraordinarias, y tambien de la posibilidad de mejorar nuestras vidas gracias a los pequenos cambios, a los primeros pasos y, por supuesto, gracias al amor.

  • !O no hay trato! 2 de Carolina Gattini

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    Paula Garcia vive en el caos y el estres, rodeada de sobrinos desquiciantes y la locura de su familia. Tanto es asi, que el hecho de tener que trabajar durante dos semanas en la casa de los Garmendia, en medio de la montana, es como irse de vacaciones. Tener que tratar con el hurano hombre que vive ahi, o estar aislados del resto del mundo, no supone ningun problema. El unico inconveniente es que la terapia contra su adiccion al sexo no esta haciendo el efecto que deberia. Sobre todo cuando el le propone hacer un trato absurdo que echa por la borda todo su autocontrol.

  • El Secreto de Malcom de Kate Danon

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    1314, Escocia
    Tras perder a su padre en la ultima batalla contra los ingleses, Lena MacLaren ha sido convocada por el rey de Escocia para decidir su destino. Como hija de un laird de las Highlands, debe contraer matrimonio para salvaguardar los intereses de su clan. Sin embargo, el candidato elegido por el monarca es el ultimo hombre con el que jamas hubiera pensado desposarse. Su pasado en comun es una barrera que considera infranqueable y las heridas en su corazon todavia no han cicatrizado…

  • El Tutor (The Crossroad Company 2) de Nisha Scail

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    Cuando Charlotte perdio inesperadamente a su marido, el mundo de le vino abajo. El habia sido su mejor amigo, su amante y el unico que la habia comprendido. Por ello, cuando un ano despues recibe una carta suya recordandole su juego privado, sabe que solo tiene dos opciones, participar de sus planes o perderse a si misma por completo.
    Nolan prometio a su hermanastro encargarse de su mujer y lo hizo a sabiendas de lo que eso significaria para el. Ahora, tras el primer aniversario de su muerte, el fantasma de Chase vuelve a irrumpir en su vida para recordarle su promesa y darle la oportunidad de conquistar a la mujer que siempre ha deseado.
    Un juego de misterio y anhelos ocultos que desvelara las mas oscuras pasiones del alma y del corazon.

  • Adios, Tomasa de Geney Beltran

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  • Los trucos de los ricos de Juan Haro

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    Nadie nos ensena los trucos para, legalmente, incrementar nuestro patrimonio y ponerlo a resguardo de Hacienda. Pero existir, existen. Y los mas ricos, bien asesorados, los utilizan para maximizar su patrimonio y minimizar los impuestos a pagar. Y, tambien, para evitar que en un golpe de mala fortuna bancos o acreedores puedan quedarse con lo acumulado a base de esfuerzo y trabajo.

  • Soy tu primera vez, Laurie Elizabeth Flynn de Laurie Elizabeth Flynn

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    En Milton High todos los chicos tienen algo en comun, por muy diferentes que sean entre ellos. Empollones, deportistas, raperos, frikis y los que pasan desapercibidos… Ese algo en comun tiene curvas y toda una historia detras de su melancolica sonrisa: Mercedes Ayres.
    Con un nombre extranjero y una familia que la tiene completamente olvidada (no conocio a su padre y su madre nunca habla con ella), Mercedes ha decidido ayudar a todas las chicas del instituto en su camino hacia la perdida de la virginidad y evitar asi que tengan una primera vez patetica. ?Como? Convirtiendose ella misma en la <> de todos esos chicos que estan a punto de hacerlo con sus novias. Evan, Tobby, Jeremy… Mercedes parece obsesionada con la idea de que toda chica tiene que tener una primera vez perfecta y sin <>.
    Aunque la idea de Mercedes era que no pasaria de cinco chicos, llega a diez y en estos momentos se esta acostando con el doce. Lo que al principio creia que era una acto de ayuda para que otras chicas no sufriesen lo que ella sufrio, se le va de las manos. Entonces se reencontrara con Zach, y Mercedes descubrira que los sentimientos pueden ser mas fuertes de lo que creia y que a veces es conveniente poner limites para poder vivir en libertad.

  • Sensible (Insensible 2) de Veronica A. Fleitas Solich

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    Conocerse los obligo a ver mas alla de lo que deseaban ver. Compartir sus miedos, a sentir mas de lo que se atrevian. Enfrentarse puso en evidencia para Felix y Gabriela que no solamente guardaban secretos ante otros sino tambien ante si mismos.
    Con la ruptura de la corta relacion que tuvieron, ambos intentan regresar a sus vidas pero ni ellos ni sus existencias son las mismas que antes de que sus caminos se cruzaran. El hombre que se sentia poderoso, intocable y ajeno a su propia humanidad ahora apenas si puede despegarse de los sentimientos que lo abruman, y la mujer que se creia demasiado debil para enfrentar sus propios deseos, comienza a aceptar que puede empujar sus limites cada vez mas, para alcanzar sus metas.

  • El ano del hambre de Aki Ollikainen

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    Los escalamos chillan como un pajaro. En el fondo de la barca yacen dos lucios flacos, que mas que peces parecen serpientes. Ya no colean, con este frio se han quedado tiesos. Por las mandibulas entreabiertas todavia les chorrea sangre, lentamente, que se mezcla con el agua y forma finas florituras a los pies de Mataleena. Mataleena mete la mano en las aguas gelidas del lago y la deja flotar junto a la barca, ociosa, hasta que comienzan a dolerle las articulaciones. El viento entresaca ondas en la superficie del agua, el cielo se refleja moteado, fragmentado, como si lo hubieran quebrado a golpes. Juhani estira el cuello como una grulla; mira al cielo. Mataleena observa el pescuezo nervudo de su padre, luego el fino caballete de la nariz, y finalmente levanta la vista al cielo, una inmensa cuchara de plata que desciende sobre el lago. --Ya vuelan hacia el sur --suspira Juhani. --?Quienes? --Los cisnes. --Yo no veo ningun pajaro. --Es que ya se han ido. La mirada de Juhani se posa en Mataleena. --Pero al menos hemos conseguido pescado. Juhani arrastra la barca entre los arbustos. Marja ha salido a recibirlos; deja a Juho en el suelo y Mataleena toma a su hermano pequeno de la mano. Marja se asoma a la barca. --Que flacos estan. Los arboles de la otra orilla se reflejan negros en la superficie del agua. De algun lugar llega el aullido de un colimbo artico. Pronto, tambien el emprendera el vuelo hacia el sur. Caminan a traves del bosque por un sendero estrecho. Cuando Marja se agacha para buscar arandanos rojos, se oye un siseo rapido, airado, como si un tizon candente cayera en el agua. Marja chilla, salta hacia atras; sus pies no encuentran tierra al descender y se desploma de costado entre las ramitas. Primero distingue los arandanos, lividos por el azote de las noches de frio intenso, como puntos difusos. Luego escudrina en la direccion del siseo y poco a poco el ovillo negro comienza a adquirir la forma de una culebra. Sus ojos contienen el color de una baya escarchada, los dos colmillos son como carambanos. Pero la vibora no ataca, solo sisea. Juhani avanza a grandes pasos con una gran piedra levantada en alto, sobre la cabeza. Entonces ataca. La serpiente queda aplastada bajo la roca. De un soplo, Marja libera el aire que el miedo habia encerrado en su estomago. Juhani le tiende la mano y la ayuda a incorporarse. --Pobre bicho, ya estaba aterido. No tenia escapatoria. Marja observa el pedrusco, le parece ver la culebra a traves de el. --?Esta viva todavia? --No --responde Juhani, y se agacha para levantar la piedra. --!Por amor de Dios, no! Dejalo. No quiero verla. --Esta bien, que se quede ahi. Se oye un suave chisporroteo cuando el extremo ardiente de la tea toca el agua del balde. La tenue luz aun tiene fuerzas para dibujar la sombra de Juhani sobre los troncos de la pared cuando este se incorpora del catre, le levanta el vestido a Marja, posa la mano sobre su rodilla y le separa las piernas. Marja agarra su miembro en ereccion. Tambien a ella le apeteceria, pero el miedo es mayor incluso que el deseo ardiente. ?Y si se queda embarazada? Mas bocas que alimentar en esta miseria. Y asi empuja a Juhani de regreso al colchon. El suspira, tratando de ocultar su decepcion. Marja mueve la mano despacio, de arriba abajo, mientras aprieta el miembro de Juhani. El deja escapar un debil gemido. Ella se lleva la otra mano entre las piernas. Juhani termina primero. Marja se muerde el cuello del camison, las olas recorren su cuerpo. Cuando han pasado, la sensacion es otra v e z d e v a c i o. A c a r i c i a e l m i e m b r o f l a c i d o d e J u h a n i y p i e n s a e n l o s l u c i o s f l a c o s. Octubre 1867 Hay que sacrificar al peon. Si no, la reina blanca arrinconara al rey y el alfil no llegara a tiempo al rescate. Todavia esta a unos movimientos. Lars Renqvist no tiene mas remedio que admitir que la situacion sobre el tablero parece desesperada. Teo, nervioso, tamborilea con los dedos en el borde de la mesa. --?No te rindes aun? --le dice a su hermano--. Dejemos la partida por ahora y retomemosla en otra ocasion. --Esta bien. La acabamos en la proxima visita --responde Lars. Teo observa divertido el rostro de su hermano mientras este sigue escudrinando las piezas sobre el tablero. Nota que Lars ha aprendido a fruncir el ceno como su adorado superior en el Senado. --En mi opinion, ese senador tuyo esta equivocado --dice. --Tu no entiendes la esencia de este pueblo --suspira Lars, al tiempo que se levanta para servir ponche en vasos pequenos. Le ofrece uno a su hermano y continua--: a la gente hay que darle trabajo. Si se le llena el granero a cambio de nada, este no tendra fondo. Nuestro deber supremo es procurarles trabajo a aquellos que no lo tienen. --El trabajo resulta de bien poca utilidad y no da sus frutos si no hay comida que comprar con el salario. Lars se irrita. El senador ha obtenido un prestamo sin garantias de la casa bancaria Rothschild. Y se lo han concedido unicamente gracias a la buena reputacion del Estado. Es una confianza que no ha de deteriorarse perdiendo los nervios ante el primer contratiempo. --No me cabe en la cabeza que no lo entiendas --dice Lars, enojado. En ese instante se abren las puertas del salon y Raakel entra con la bandeja del te, que coloca en la mesita. Justo a tiempo. Lars toma aliento y se apacigua ante la mirada tierna de su esposa. Teo piensa que Raakel es mas sensata que su hermano. Si alguien hubiera tenido la ocurrencia de pedirselo, seguro que para entonces ella ya hubiera resuelto el problema de los mendigos. Le hubiera pedido a todo el mundo que regresara a sus hogares: habra comida en cuanto encontremos un puchero lo suficientemente grande. Solo hay que tener paciencia y esperar. --La idea era gestionar la compra del cereal de emergencia a traves de comerciantes. Esa era la propuesta del senador y llevaba toda la razon. No es culpa suya que los comerciantes no hayan sido lo suficientemente diligentes --aclara Lars, como un padre paciente que explica lo mismo a su hijo por septima vez. --No dio tiempo a adquirir nada de cereal. Y puedes pedirle a un comerciante que alimente a los pobres tanto como le pedirias a un pastor que le entregue la camisa al projimo --replica Teo. La mencion de los curas hace que Lars guarde silencio un instante, y Teo supone que su hermano aun siente cierta culpabilidad porque ninguno de los dos cumpliera el gran deseo de su padre y se dedicara a la teologia. --Por lo que a mi respecta, conozco a uno que estaria bien dispuesto a renunciar a su camisa por las putas del barrio de Punavuori --interviene Raakel. --Soy el medico de los pobres, igual que el gran Paracelso --responde Teo extendiendo los brazos. --Entonces las putas de Helsinki no tienen de que preo cuparse, con nuestro Paracelso velando por ellas. Lars suelta una carcajada. Raakel, exultante por su victoria, cierra la puerta de un portazo al salir. Tambien Teo se divierte al imaginar que en los labios de Raakel se esta dibujando una sonrisa triunfal al haber sido ella quien ha pronunciado la ultima palabra. Que buena madre seria si no fuera esteril. Aunque el problema bien podria tenerlo Lars, piensa Teo; quiza su familia este condenada a extinguirse con ellos. Tal vez sea ese el quid de la cuestion. La hambruna elimina a los mas debiles de la nacion, igual que un jardinero poda las ramas podridas de un manzano. Una vez que Teo se ha ido, Lars se concentra de nuevo en la situacion sobre el tablero. Con el peon podria ganar tiempo para unos cuantos movimientos mas, pero hasta para acabar en tablas seria necesario que su hermano cometiera un error garrafal. La partida esta perdida y Lars supone que Teo la ha dejado a medias a proposito, tal vez con la intencion de que el tuviese tiempo de estudiar la situacion y comprender lo desesperado de su posicion. A su mente acude la expresion de agonica crueldad del senador cuando dijo, irascible: --?El asistente de cuentas tiene algo que anadir? He dictado mi mensaje, !vaya a entregarlo! De eso hace ya un mes. Lars se habia quedado de pie en el umbral del despacho del senador; apretaba en la mano el telegrama enviado por el gobernador Alftan, cuidandose, sin embargo, de no arrugarlo, pues el senador se reservaba para si el derecho de estrujar los telegramas y arrojarlos al suelo en un arranque de colera. En el norte se habia acabado el cereal y Alftan requeria auxilio urgente. Lars solo era el insignificante mensajero, pero el senador dirigia contra el su enojo. Tal vez la situacion alli era verdaderamente desesperada, se habia atrevido a sugerir Lars, a lo que el senador habia respondido que seguramente, por lo menos en lo que respectaba a la gestion financiera. Lars habia salido del despacho entre juramentos, y en un principio se habia odiado a si mismo, su actitud vacilante, y luego habia odiado a todos los Alftanes del mundo, burocratas que, llegado un contratiempo, mostraban debilidad y se doblegaban ante el primer viento fuerte y dejaban solo a un hombre de la talla del senador, solo frente a la tormenta. Por ultimo, habia maldecido a los estupidos campesinos del interior, a los holgazanes, gordos propietarios de haciendas que ponian a sus jornaleros en la calle para que a ellos les quedara mas, cuando hubiesen debido alimentar a sus pobres, ya fueran asalariados o mendigos. --Se acabo por este otono --anuncia Raakel. Lars se espabila y mira interrogante a su esposa. Ella esta de pie junto a la rosa china y acaricia con delicadeza sus hojas verdes. --Hace mas de una semana que no echa ni una flor. --Vaya, antes daba flores hasta despues de Todos los Santos, ?no? Lars se fuerza a levantarse de la silla y se acerca a su mujer. Cada vez que la rosa china comienza a hibernar, a Raakel la abate la misma melancolia, y otra vez no tiene nada a lo que consagrarle su calor y afecto. ?Y si ya no florece mas? El mismo temor todo el invierno, la misma frase cada vez, cada ano, cuando Lars regresa del trabajo y encuentra a su esposa acariciando las hojas de la rosa china. --Bueno, entonces florecera en primavera de nuevo. --Quiza, quiza. Pero es que estos dias todo lo hermoso parece marchitarse. Un hombre con turbante cabalga por el desierto con una doncella de rostro velado en el regazo; de fondo, los rayos del sol poniente banan de oro un palacio. Cecilia esta desnuda, se pone en cuclillas sobre la jofaina y se enjuaga entre las piernas. Los hilillos de agua resbalan por el oscuro vello pubico. Los pequenos rizos se estiran, de su extremo caen gotas en la palangana. Cecilia endereza la espalda, posa las manos sobre las rodillas y abre las piernas un poco mas. La vulva aun esta abierta de resultas del coito. --Pareces bobo con la barbilla colgando --advierte. Teo le alarga un pano de lino con el que ella se seca entre las piernas. --?Como te llamas? Quiero decir, ?como te llamas de verdad? --?Es que Cecilia no te vale? Me llamo Elin. Pero Madame quiso llamarme Cecilia. En realidad, era Cecile. --?Y de verdad eres sueca, de Dalecardia? --Si. Dentro de una hora, la mujer podria ser Ulrika, de Polonia, si asi se lo piden. Empuja la palangana bajo la mesa, con la grupa levantada hacia Teo, mas alta de lo necesario. Con su exhibicion, logra lo que se propone. Teo trata de darle la espalda, pero los pies parecen estar clavados al suelo; los ojos, en las nalgas desnudas; en su piel blanca aun se distinguen las marcas rojo palido del colchon. Sabe que tengo que irme, piensa Teo. Algo le oprime el pecho. Cecilia toma la bacina de porcelana junto a la jofaina y se agacha sobre ella. La vision de una mujer meando le parece excitante, pero Teo decide que no permitira que ella gane la partida. En todo caso, no desea mostrar su derrota. --Tu lo que eres es una campesina, y de eso no te libras.

  • Traicion en el Norte de Pedro Urvi

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    La Campana en el Continente Helado ha fracasado. La guerra retorna a Norghana y con ella la muerte y destruccion.

  • Posesion agradecida de Jorge Borges

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    ?Que quiere un hombre que lo tiene todo?
    Dinero, fama, mujeres.
    Salud, un cuerpo de infarto.
    El poder corrompe. Demanda excesos.

  • Sirena Atrapada de Rocio Verdejo

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    Gasira siempre habia sido una sonadora, desde muy nina, habia vivido como esclava de un barco pirata, y esto, no le habia dado demasiadas oportunidades de tener aspiraciones a ir mas alla, de donde sus amos lo permitian. Desde que nacio, habia tenido una falsa percepcion de la libertad, ya que, su madre, esclava de piratas al igual que ella, se habia embarazado del capitan del barco El Albatro, quien despues de saber que estaba embarazada, le habia lanzado al mar, con la unica mision de asesinarla. Los tiburones se encargarian de acabar con el problema, ya que, lo ultimo que necesitaba era una mujer estorbando en sus operaciones, durante las misiones de robo y saqueo que se llevaban a cabo en todos los pueblos a donde llegaban. El capitan Gordon, no habia tenido piedad alguna al lanzar a la madre de Gasira por la borda, esta, sin saber que hacer, habia nadado tanto como podia, ya que, no solo luchaba por su vida, tambien luchaba por la nina que tenia en su vientre. Habia tratado de guardar el secreto, utilizaba ropas anchas, intentaba hacer todas las labores sin oponer resistencia, ya que, de esta forma pasaria desapercibida y absolutamente nadie, podria darse cuenta de que estaba esperando un hijo del capitan. El barco la perla, uno de los navios mas grandes, con velas imponentes de color blanco que se izaban y podian verse a kilometros de distancia. Aquella mujer, de origen africano, se habia enamorado profundamente del capitan Gordon, el cual, tambien habia quedado completamente cautivado, con los encantos de aquella mujer, que, a pesar de su piel negra, tenia facciones muy delicadas y hermosas. Un romance de una noche habia dado como resultado un apasionado encuentro en el cual, Siara habia entregado su cuerpo por primera vez a un hombre con 20 anos de edad. Esta, habia experimentado sensaciones que nunca antes habia vivido, su cuerpo desnudo, era poseido por aquel imponente capitan, el cual, la habia desnudado de una forma muy romantica, acariciando su piel, besando su carne, dejando que esta se desconectara de cualquier preocupacion o compromiso como esclava. Mientras estuvieron en el camarote del capitan, ella simplemente era una mujer, y el un hombre hambriento y deseoso de poder drenar toda su tension sexual. Aquella chica, habia estado en el barco desde que tenia 15 anos de edad y habia sido secuestrada por los piratas, habia crecido en medio de un contexto violento, agresivo, despiadado, pero esto, no habia afectado el espiritu de la esclava, la cual, continuaba teniendo un corazon noble y humilde. Siempre habia admirado a su capitan, ya que, desde el momento en que habia llegado al barco, siempre la habia protegido de los deseos de otros hombres, los cuales hubiesen deseado tenerla entre sus brazos y disfrutar de la virginidad de aquella adolescente. Pero el capitan Gordon, siempre se habia dado la tarea de cuidarla, creaba un muro de contencion entre la chica y los piratas de su tripulacion, los cuales, mostraban constantemente su apetito. Pero cuando el capitan Gordon dejo muy en claro que cualquiera que pusiera una mano encima de su esclava protegida, seria decapitado y lanzado al mar, absolutamente todos comenzaron a tomar distancia. Las amenazas de un hombre como Gordon, no podrian ser tomadas a la ligera. Pero a pesar de ese sentimiento extrano que existia entre ellos y que se habia materializado aquella noche, cuando habian hecho el amor por primera vez, lo ultimo que queria Gordon, era verse vinculado a una mujer a traves de una responsabilidad tan grande como un hijo. Toda la humanidad que quedaba en su corazon, habia sido lanzada al mar junto con el cuerpo de la esclava africana, la cual, simplemente fue abandonada y vio con ojos de terror como el gran barco El Albatro la perla, se alejaba gradualmente, dejandola en medio de la nada y con unas esperanzas que se desvanecen gradualmente con cada minuto que pasaban, ya que, las probabilidades de sobrevivir, eran casi nulas. Parecia que los dioses del mar, habian protegido a Siara, la cual, en contra de todo pronostico, habia logrado sobrevivir. Ella no podia hacer nada absolutamente nada, se habia desvanecido, y se habia rendido, lloraba continuamente, pensando en que habia defraudado a su hija, antes de que tan siquiera hubiese nacido, ya que, se habia rendido sin luchar mas, pero no tenia de donde aferrarse o hacia donde nadar. Estaba en medio del oceano Atlantico, a la deriva, a merced de los tiburones hambrientos, los cuales, tarde o temprano se darian un gusto tremendo con su carne. Pero a pesar de que la probabilidad de sobrevivir era practicamente nula, inexplicablemente, Siara fue rescatada por un barco, una fragata que se dedicaba a trasladar polvora entre el continente americano del continente europeo liderado por el Capitan Johnson. Esta embarcacion, habia sido la unica esperanza de vida de Siara, la cual, al ver que no se trataba de un barco pirata, sintio que finalmente tenia una posibilidad de ser libre. Pero parecia que la desgracia estaba vinculada estrechamente a la vida de Siara, la cual, tan solo a una semana de poder dar a luz en condiciones normales, habia tenido que enfrentar el terror una vez mas. A medianoche, mientras la luna se posaba hermosa, radiante, iluminando con sus destellos las aguas tranquilas del mar, se habia visto aparecer un barco pirata, que habia llegado de manera silenciosa e imperceptible. Con una cubierta absolutamente negra, velas oscuras, y una tripulacion limitada pero despiadada, habian asaltado la fragata que era comandada por el capitan Johnson. Este, no habia podido lidiar con la violencia de aquellos sujetos, los cuales habian abordado el barco y habian matado a absolutamente todos los que no prestaran colaboracion. --Tomaremos el barco, no importa cuanto traten de resistirse, robaremos lo que necesitemos y una vez que hayamos terminado, lo quemaremos. --Dijo el capitan Green, un hombre de baja estatura, pero cuyo liderazgo, era mucho mas superior que el de cualquier hombre que hubiese conocido antes Siara. Frente a todos, habia cortado la garganta del capitan Johnson, y se habia aduenado, tal y como lo habia advertido, de aquel barco. Todos los contenedores de polvora, habian sido sacados del navio y habian sido llevados a la pequena embarcacion oscura que trasladaba muerte, destruccion y desesperacion a cualquier tierra hacia donde iba. Siara, muy cerca de dar a luz, habia tratado de mantener se oculta, pero aquellos hombres, habian buscado en cada rincon de aquel lugar algo que fuese util. Por alguna razon, les habia llamado profundamente la atencion esta mujer embarazada de piel oscura. --Capitan, he encontrado a esta mujer oculta entre las redes. ?Que quiere que haga con ella? -- Dijo uno de los hombres del Capitan Green. --!Que bella mujer! Y un gran vientre el que tienes alli. Vendras con nosotros, no tengo corazon para asesinarte, muy pronto daras a luz, y me vendria bien una nueva esclava en mi tripulacion. -- Dijo el capitan. --Por favor, solo soy una mujer solitaria. Me rescataron en ese barco por simple casualidad, no me quites la oportunidad de ser libre finalmente. Hazlo por mi hija, dejame ser libre. -- Imploro Siara, mientras caia de rodillas frente aquel hombre. --No puedo ir en contra de los designios de los dioses. Quiza, Neptuno te ha traido hasta mi simplemente para que sirvas ante un mejor capitan. --Dijo el pirata. Siara habia sido tomada de los brazos, y aunque quiso resistirse, no tenia la fuerza suficiente, para ser un oponente en contra de aquellos hombres que necesitaban obedecer las ordenes de su jefe. Acto seguido, acabaron con todo en aquel lugar, destruian todo cuanto tocaban, y despues de matar a toda la tripulacion de la fragata, abandonaron el barco para finalmente incendiarlo. En medio de la noche, parecia ser una antorcha en medio del mar, ardiendo con furia, mientras los piratas observaban con mucha felicidad, orgullosos de lo que habian hecho. --Eso no era necesario, capitan. Eran buenos hombres. --Dijo Siara, mientras trataba de ablandar un poco el corazon del asesino. --!No te atrevas a juzgarme! Solo eres una esclava, y a partir de ahora, me debes absoluta lealtad y respeto. --No puedo respetar a un hombre que no valora la vida de los inocentes. He vivido en este mundo los peores escenarios, he visto como mueren personas sin ninguna necesidad, estoy harta de ello. --Dijo la mujer. --Te perdone la vida… Pude haberte asesinado, pero te perdone, te di esa alternativa que no tuvieron los hombres de ese barco. Pero si no quieres seguir viviendo, ahora mismo te cortare la garganta. Siara habia luchado mucho para llegar hasta este punto. Pero ya estaba agotada, estaba cansada de implorar piedad a hombres que no tenian ni la mas minima intencion de ofrecerle una vida digna. Tenia una nina en su vientre que ameritaba el esfuerzo, pero Siara ya estaba en el punto de quiebre. Asi que, simplemente cerro sus ojos, y espero el corte de la navaja del pirata. Pero este ataque nunca llego, parecia que el capitan Green, tenia cierta conexion con aquella mujer, y en lugar de cortarla, la habia tomado de la mano y le habia ayudado ponerse de pie. --Tienes mas valor para mi con vida. No hago nada asesinandote, simplemente manchare la cubierta de mi barco con sangre barata. Te buscare un lugar para que descanses, se que estas en los ultimos dias, pronto daras a luz. Cuando finalmente aquella mujer, en medio de gritos desgarradores, habia parido a una nina en medio de la nada, rodeada de agua, guerreros asesinos, velas y polvora, finalmente habia dado por cumplida su tarea. Pero Siara no habia resistido el parto, en medio del proceso, habia sufrido un colapso de su corazon, el cual, no habia resistido el profundo dolor que habia generado el nacimiento de su hija. Apenas, habia tenido oportunidad de tenerla entre sus brazos, ya que, cuando le dio el nombre de Gasira, finalmente, se rindio, su corazon dejo de latir, y Siara habia muerto. Su cuerpo, fue lanzado al mar, sin ningun tipo de piedad. Aunque los planes del capitan Green eran muy diferentes, este habia visto en la pequena nina una esperanza de poder materializar sus planes, ya que, realmente lo que necesitaba era una sirviente que pudiese hacer todo lo que este quisiera sin oponer resistencia. Entre piratas y asesinos, Gasira habia crecido viendo el mundo desde ojos de inocencia, tratando de sonar con un futuro totalmente diferente. La libertad era su anhelo, queria despertar un dia, y poder caminar por un jardin de flores, sin tener que temer por su vida. Pero mientras la noche representaba descanso, para ella, era momento de sonar, se ubicaba en la cubierta del barco. En ocasiones, sonaba con saltar, nadar hasta un punto en el cual, ya nadie pudiese alcanzarla, y alli, comenzar una nueva vida, alejada de los piratas, en los asesinos y los soldados. Todos eran tan peligrosos para ella que la confianza simplemente no podia habitar en su corazon. En ocasiones, el propio capitan Green, se encargaba de narrarle en las historias de sus aventuras, en otras ocasiones, le contaba acerca de lo hermosa que era su madre. Esto generaba una curiosidad tremenda de la chica, por saber como hubiese sido su madre si hubiesen tenido la oportunidad de compartir juntas. Todos estos pensamientos e ilusiones, se llevaban a cabo mientras observaba el mar, le encantaba mirar de noche como la luna se reflejaba en el agua, y de alguna manera, se convertia en una comunicacion entre la naturaleza. Mira como si la luna hablara con el mar y este de alguna u otra forma contestara con sus olas y ondas, en una danza que mantenia a Gasira como una de las invitadas principales. Pero la vida de esta chica cambiaria por completo una noche en la cual, algo habia emanado del agua sin que esta pudiese explicar con claridad lo que habia visto. Muchos mitos existian en torno a la aparicion de criaturas en el mar, las llamadas sirenas, gran parte de los mitos e historias de muchos navegantes, los cuales, habian dejado registros de sus avistamientos en el papel a lo largo de la historia. Muchos piratas habian contado sus experiencias, pero parecian ser relatos de hombres borrachos que no tenian conciencia, en el momento en que vieron lo sobrenatural. Pero lo que habia visto Gasira, no era producto del licor, no fue una ilusion, no era parte de una de esas fantasias en las cual es esta se sumergia, para tratar escapar de su realidad. En medio de la noche, mientras la luna embellece el panorama con sus rayos de luz delicada, pudo ver como del agua, salio una figura humana, saltando al menos 2 metros de altura sobre el fluido, y era evidente su cabello largo, que hacia entender a Gasira que se trataba de una mujer. Su cola se sacudio de una manera violenta en el aire, para finalmente entrar al agua, y no volver a salir. Dudaba en creer si realmente era real lo que habia visto, asi que, corrio rapidamente hacia el unico hombre al que podria recurrir; el capitan Green. --Mi senor, lamento molestarlo. Pe... pero he visto algo en el agua… --Gasira, sabes muy bien que no me gusta que me molesten mientras escribo. ?Que es lo que has visto?

  • Enlazando el destino de Claudia Cardozo

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    Claire Jones es una joven abogada con un prometedor futuro, un empleo envidiable y una solida relacion con David, el hombre que ama. Cree ser feliz y considera que su vida es casi perfecta, pero todo cambia cuando conoce a Simon, un detective de policia que parece decidido a obligarla a replantearse toda su existencia y la seguridad de sus sentimientos.

  • Juegos Turbios de Evelyn Romero

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    Me desplazo una vez mas por los mismos pasillos de la famosa infraestructura conocida como Casa De las damas. Un lugar donde el placer se obtiene mediante las fantasias o los fetiches mas extranos y por supuesto que yo tengo muchos. Algunas de las mujeres que trabajan aqui al mirarme pasar con mi traje de marca, se les eriza la piel, y otras bajaron la mirada, seguramente estaban rogando que no las enviaran conmigo. Ellas sabian que mi presencia solo significaba una cosa: La bestia estaba a punto de cazar. Tomo el pomo de la puerta e ingreso a la ya conocida habitacion numero cinco donde numerosamente he estado. Beatriz la duena de este lugar me habia informado que una nueva chica queria estar conmigo. La muy inocente no sabia que ella sera mi proxima presa, sonrio levemente al verla como lo solicite. Perla como me dijo Beatriz que se llamaba, estaba de rodillas sobre la alfombra, vestida de falda a cuadro, tacones de punta y camisa blanca casi transparente sin sosten. Eso comenzo a excitarme, mi polla comenzo a crecer debajo de mi pantalon. Sin perder tiempo me coloco frente a ella bajandome el pantalon. --Comienza a chuparmela--le ordeno con voz autoritaria. Perla comenzo a cubrir mi polla con su boca, comenzo a chuparmela dejandome un leve calor estimulandome de inmediato. La saliva me daba esa humedad que me gustaba sentir. Ella lamia, succionaba y pasaba su lengua como la puta experta que era. Luego se concentro en solo chuparme la cabeza de mi polla, mientras que con su mano frotaba mi polla de arriba hacia abajo, provocando que mi ereccion creciera a un mas. --Esta puta si sabe como chupar una polla bien rico--dije para mi mismo disfrutando de ese placer . Perla comenzo a chuparmelo mas, mas y mas rapido, eso hizo que acabara dentro de su boca, Perla trago todo mis fluidos con lujuria, pero la muy puta paso su lengua por mi polla saboreandolo. Luego de haber tenido un poco de esa relajacion oral, decido comenzar con uno de mis juegos. Me quito la ropa por completo, no queria ensuciar mi ropa fina, Perla al verme quedo anonadada, se mordio el labio con picardia, seguramente ya se estaba imaginandome sobre ella, y no la culpo valia la pena pasar horas ejercitandome para que se deleitaran con verme y sentirme. Estaba seguro que ella deseaba que la follara, pero lo que no se espera es que lo haria una manera que no le iba a gustar. Me desplazo hacia una mesa amplia con varios accesorios y juguetes sexuales. Tomo dos objetos y los coloco al borde de la cama. --Ponte de pie y quitate la blusa --fue mi primera orden. Ella me obedecio quitandose la blusa. Tome el primer objeto: eran unas pinzas. Me acerco mas a ella y se lo coloco en los pezones. Ella al sentir el dolor gimio de placer. --Ahora pon las manos hacia atras--le dije, ella me obedecio de inmediato, seguramente imaginandose otro escenario en su mente. Uno de mis practicas favoritas era el Bondage, asi que comienzo atarla de la cintura para arriba teniendo cuidado de no presionar las pinzas que todavia estaban en lugar, Perla jadeo un poco al sentir que las cuerdas en su cuerpo era demasiado fuerte, provocandole dolor. Luego gimio pero esta vez no era de placer, eso realmente me fascinaba. Segui apretando las cuerdas con mucha mas fuerza, pude ver que su piel se comenzaba abultar por la presion, la soga comenzaba a incrustarse en su piel volviendola violeta, el dolor cada vez era insoportable lo supe por los gritos de dolor que salia de su boca. Con la presion, las pinzas en sus pezones provoco que estos sangraran. Mi polla estaba completamente dura, ver sangre era mi frenesi, pero necesitaba mas que una simples gotas. --!Detente mal nacido!--grito entre lagrimas. Sus palabras solo hicieron que la adrenalina en mi fuera aumentando la presion de la cuerda. Ella sin poder resistir grito arrodillandose del dolor. --!!Te lo ruego !! --exclamo con desesperacion. Rei a lo bajo ante sus suplicas, hice un nudo con las dos puntas de la cuerda para que ella no pudiera zafarse. Me acerque a su oido para decirle algo . --Tomaste la fatal decision de venir sabiendo los rumores sobre la bestia. Y ahora lo conoceras --musite con un tono de voz que la asusto . La tome de los hombros para levantarla del suelo, la lance bruscamente de espaldas sobre la cama, abri inmediatamente sus piernas y la penetre de golpe por el ano. Ella intento moverse, pero yo era mas fuerte. Ella no podia hacer nada ante la agresividad de la bestia, para mi sus gritos y llantos solo provocaba que me excitara mas y mas. La penetre una y otra vez, no me importaba que sus paredes vaginales no se contrajeran, no me importaba que ella estuviera llorando y suplicando que se detuviera, solo me importaba mi propio placer. Mis embestidas fueron tan fuertes que el ano de perla comenzo a sangrar. Al ver su sangre, me excito tanto que pude eyacular satisfactoriamente dentro de ella. Cuando llegue al climax y pude relajar sali de su interior. Perla lloraba sin parar, seguramente se habia arrepentido de haber pedido estar con la bestia. Me acerque a ella y la desate. --Sera mejor que seques tus lagrimas, la diversion apenas comienza--le dije con una mirada que la asusto . Ella al escuchar mis palabras se puso mas blanca que una hoja de papel, salio corriendo de la habitacion completamente desnuda. Acostumbrando a este tipo de huida, comienzo a frotarme yo mismo mi polla, solo basto con revivir en mi mente los gritos y el llanto de Perla para obtener otro orgasmo. Luego de vestirme baje al primer piso hacia la oficina de la senora Beatriz. --Dalton, toma asiento por favor--pronuncio ella desde su asiento--. Ya me entere de la huida que tuvo que dar Perla despues de su encuentro contigo- dijo entre suspiros. Me sente en la silla frente a ella. Me acomode mi traje y suspire con pesadez. --Tus chicas no resisten a mis juegos y no comprendo porque si son sumamente divertidos-- respondi con Sarcasmo. Ella elevo una de sus cejas ante mi comentario. --Quizas se deba porque eres muy rudo y has mandado a mas de una al hospital. Y es por eso que todas te temen--me recordo poniendose de pie para servir unos tragos de licor del mini bar--. ?Sabes? Me llego un rumor sobre una mujer que puede llegar a tu talla, vive en New York y es clienta de tu amigo El senor B-- comento entregandome el trago. Tome el vaso por inercia, me habia quedado pensativo ante el comentario de Beatriz. --No creo que exista mujer que siga mi ritmo-conteste incredulo de que eso fuera posible. Beatriz regreso a su asiento para solo mirarme con atencion. --No pierdes nada en ir y comprobar por ti mismo lo que dicen de ella. Ademas me mencionaste que tenias un viaje a New York la proxima semana ?no es asi?--menciono dejandome con mas intriga. --Sera mejor que me digas que dicen de ella y posiblemente lo piense-musite tomando de una vez el trago.

  • No llores, pequeno de Ngugi Wa Thiong'o

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  • Salvando el Para Siempre 3 de Lexy Timms

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    Charity Thompson esta encontrando su camino en la vida. El Dr. Elijah Bennet esta demostrando ser la tentacion consumidora que ella no quiere perder. Charity todavia esta tratando de demostrarle a su obstinado padre que tiene exito, que no tenia derecho a estar decepcionado de ella por haber abandonado la facultad de medicina.

  • El Libro Rojo del Sexo de Eva Nieto

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    El Libro Rojo – escondido en mi oficina, esconde a las mujeres mas f*llables de los Estados Unidos de America. Fotografia, nombre, direccion, telefono y gustos sexuales. Lo que comenzo como un secreto de nuestra hermandad, en la universidad, se convirtio en el mayor secreto de los hombres mas poderosos de todo Los Angeles. Sin embargo, el poder corrompe. De un punado de empresarios millonarios salidos de la universidad, a todo el condado de California, y luego todo Estados Unidos. Cirujanos, ingenieros, pilotos, inversores, e incluso mafiosos. Si te acuestas con una tia buena y repetirias, DEBES, PONERLA, EN EL LIBRO. Esa es la unica norma. Funciono bien. Durante un tiempo. Joder, funciono de p*uta madre. Daba igual a que ciudad fueras, siempre podias elegir a tu. juguete. Hasta hoy. Hoy he conocido a Alice. No sabe quien soy yo, no sabe con quien me junto, y no sabe los pecados que he cometido, pero me quiere. Y yo, por primera vez en mucho tiempo, tambien siento algo por ella. Algo mas que deseos de partirla por la mitad en la cama. Por primera vez en mucho tiempo, el boligrafo vacila en mi mano. No quiero ponerla en el libro. Pero si no lo hago. todo lo que he construido podria venirse a bajo. Yo soy el guardian del libro; no en vano, soy el dueno de una productora de porno artistico. Por supuesto, eso ella no lo sabe. Sin pretenderlo, he abierto la caja de Pandora, y ahora todo esta en juego. Mi dinero, mi reputacion, y su vida. La mera existencia de Alice amenaza El Libro Rojo, y es mi turno de mover ficha. Advertencia: Una novela cargada de romance y erotica, con toques de novela negra debido al material sensible. Dirigida a un publico adulto y maduro.

  • Princesa Vendida de Gema Perez

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    Clarissa era hermosa.
    La mujer mas hermosa del reino.
    Y la princesa. La heredera.
    . y la moneda de cambio de su padre.

  • Melancolia de izquierda de Enzo Traverso

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    Con el derrumbe del comunismo en 1989 las utopias del siglo xx desaparecieron y dejaron lugar a un presente cargado de memoria pero incapaz de proyectarse en el porvenir. Este nuevo vinculo entre historia y memoria permite redescubrir una tradicion oculta, una vision melancolica de la izquierda que atraviesa la historia revolucionaria. A partir de un archivo vasto y heterogeneo de teoria, testimonios e imagenes, Enzo Traverso explora esta constelacion melancolica desde perspectivas diversas: el analisis de una cultura izquierdista de la derrota, la descripcion de una concepcion marxista de la memoria, la construccion de una vision del duelo, y la investigacion de la tension entre el extasis y la pena que da forma a la bohemia revolucionaria.

  • Un vestido a mi medida de Raquel G. Estruch

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    Paula, Arnau e Iris forman un trio inseparable desde la universidad. Los gemelos siempre han apoyado a Iris en todos los momentos de su vida, especialmente cuando su madre, Carmen Roig, la famosisima disenadora de moda, la apartaba de su vida negandole el afecto que ella tanto necesitaba.
    Aunque Iris ha aprendido a vivir sin el carino de su poderosa y arisca madre, un diagnostico demoledor alterara drasticamente su relacion. Y justo en ese momento, en el que Iris
    parece vivir los momentos mas bajos de su vida, Arnau empezara a sentir algo mas por ella; algo de lo que Iris no quiere ni oir hablar.
    Madre e hija emprenderan un inesperado viaje por la Toscana en el que descubriran que las cosas no son siempre lo que parecen, que grandes mentiras pueden ocultarse bajo muchas capas de maquillaje y de ropa de marca y que tienen mucho mas en comun de lo que ninguna de las dos quiere admitir.

  • Desaparicion en Tregastel (Comisario Dupin 6) de Jean-luc Bannalec

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    El comisario Georges Dupin se enfrenta a la mision mas dificil de su vida: descansar durante dos semanas enteras. Pero odia estar inactivo y aprovecha la minima oportunidad para merodear por los alrededores, de modo que su incansable curiosidad no tarda en verse recompensada. Primero desaparece una estatua de la capilla del puerto, mas tarde una diputada es agredida durante una manifestacion y poco despues una mujer se esfuma sin dejar rastro. Pero el golpe que perturba definitivamente la tranquilidad de Dupin es el hallazgo de un cadaver. La tentacion es demasiado fuerte y el comisario empieza a investigar a escondidas.

  • Companias peligrosas de Cassie Miles

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    Anya Bouchard Parrish era una madre soltera que vivia con su hijo en una institucion donde el pequeno recibia una educacion privilegiada. Todo parecia encajar en su sitio. Sin embargo, Anya jamas se habia sentido mas inquieta… y mas atraida hacia un hombre que cuando estaba con Roman Alexander, el guapisimo ejecutivo que no dejaba de observarla. Ademas, Anya no podia quitarse de la cabeza la sensacion de que le ocultaba algo. Y era cierto, porque Roman Alexander tenia una mision secreta…

  • El secreto perdido (Lottie Parker 3) de Patricia Gibney

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    Hay secretos que no pueden permanecer ocultos

  • Dejaria todo por ti de Alison Mingot

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  • El rastro de un susurro (Asesinos e hijos de la luz 1) de M. Markusen

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    Desde las profundidades de un inmenso acantilado espero la venida de mi inevitable destino. El mar infinito se extiende sobre los restos de un ejercito de amantes desesperanzados que, a lo largo de los tiempos, han entregado sus almas al dios del abismo como sacrificio. Como ellos, le regalo mi existencia a una inevitable muerte que me observa acariciando su guadana. Cientos de gotas de lluvia sacian su lujuria sobre mi piel y me refrescan de una forma deliciosa. Me ilusiona pensar que disfruto de un intenso placer entre tanto dolor, pero no puedo estar mas equivocado, ya que una tras otra, titanicas olas se esfuerzan por expulsarme de su territorio. Trago agua, escupo agua. La tormenta crece y el mar se agita con rabia. Mi mano izquierda, aferrada a una roca con toda su fuerza, pierde demasiada sangre. La derecha, bajo la espuma del mar retiene a un par de dedos que no me pertenecen y conecta nuestros latidos con ferocidad. Apoyo mi suela sobre la cabeza del propietario de los dedos y hago fuerza para hundirlo en las profundidades. Puedo sentir como se ahoga lentamente. Su sufrimiento se agrava, luchando por sobrevivir, agita mi pierna con ambas manos. Decenas de burbujas escapan de sus pulmones y suben a la superficie. Mi victima no tiene ninguna posibilidad de escapar. Cuento mentalmente los segundos que han pasado desde el inicio de sus clases de buceo involuntarias. Noventa y uno, noventa y dos, noventa y tres... El desgraciado es bueno, pero no es inmortal. Tomo oxigeno profundamente, lo expulso gradualmente y le digo a mis remordimientos que acepten ser los responsables de despojarle de la vida. Puedo explicar mi falta de empatia hacia el; durante dias he matado a mi enemigo de terribles y grotescas formas entre la soledad de mis pensamientos. ?Como me siento? Con escalofrios emocion y nervios; perdiendo la virginidad. La tormenta se hace mas intensa y levanta olas mas altas. Ciento siete, ciento ocho, ciento nueve... Mi acompanante apenas se mueve. La muerte se esta apoderando del escaso oxigeno que perdura en el interior de sus inundados pulmones. Un poco de tierra humeda se desprende de mi mano como la suela de una zapatilla de imitacion y pierdo el equilibrio. Me golpeo la barbilla accidentalmente contra una piedra afilada. Sangro. Vuelvo a apoyarme en un pequeno saliente y consigo mantenerme a salvo lo mas rapido que puedo. Miro al cielo y contemplo la colosal roca que descansa sobre mi. Es imposible trepar a traves de sus brazos, tengo que hacerme a la idea. Mi invitado deja de moverse al fin, eso me reconforta. Suelto su mano y su cadaver se hunde muy docilmente en la oscuridad, alejandose de mi vista. Sin una segunda oportunidad; sin solucion ni vuelta atras. Suenos y susurros, buscandome noche tras noche... Suenos y susurros... 1 Alan Brody El origen de todas las grandes tragedias ?Por que a mi? No puedo creerlo. ?Esto es real? Mi credulidad descansa apaciblemente sobre un lejano horizonte perdido en otro mundo y aun asi no puedo evitar darme cuenta de la realidad de la situacion. El sufrimiento que aflora de mi interior es inmenso e insoportable. Todo espiritu tiene un limite marcado por una linea y cuando la agonia la sobrepasa, la cordura emprende una muerte lenta y la locura renace como una raiz en el cerebro que crece despacio, controlandolo todo poco a poco. Dios misericordioso, eres incapaz de imaginarte lo mucho que ahora te odio. Calentado por una pequena manta y en mitad de la noche observo bajo la seguridad de la parte trasera de una ambulancia como, en el exterior, el fuego purifica mi casa y la transforma en polvo gris. Un dios arroja incontables lagrimas sobre el mundo que aplauden al tocar el suelo y empapan a los curiosos que se amontonan tras un muro resguardado por policias. Mis padres compraron la hermosa montana de ladrillos que arde meses antes de mi nacimiento. Dos pisos rebosantes de una independencia lo suficientemente solida como para dar refugio a una pequena familia y a su felicidad durante muchos anos. El exterior esta, o quizas deberia rectificar y decir estaba, decorado con un delicado y minusculo jardin donde se podian almacenar un par de matorrales, ni uno mas. Mi madre siempre me solia decir que plantar un punado de flores a lo largo de toda nuestra vida no iba a cambiar el mundo, nuestros actos tenian que ser mas intensos para dejar una huella en los demas; opino que algo es algo, ?no? Decenas de residencias perfectamente simetricas a la mia abrian un largo circulo lunar que llegaba hasta el horizonte. Las paredes eran gruesas e impedian que alguno de mis vecinos se enfadase por escucharme improvisar un estornudo o por ir al bano a altas horas. En las noches mas iluminadas se podia ver al final de la carretera el reflejo de las luces de los edificios altos que estaban en el centro de la ciudad. Mis padres trabajaron muy duro durante muchos largos y pesados anos para conseguir quitarse de encima la asquerosa deuda de la casa. Ambos murieron en un grave accidente de trafico durante un viaje que hicieron por sus bodas de plata y al ser hijo unico no tuve problemas para repartir la herencia entre uno solo. Al principio disfrute de la soledad, pero con el tiempo la casa se hizo cada vez mas grande, hasta que conoci a Judith y la comparti con ella, con el amor de mi vida, el mismo amor que estoy viendo en este instante salir por lo que queda de la entrada principal de mi casa metida dentro de una bolsa de plastico negra para cadaveres. Si, es real. Ahora no tengo con quien dormir ni donde hacerlo; solo una pequena manta sobre mi espalda se ha quedado conmigo. Mi vieja vecina, como es costumbre en ella, me observa desde la seguridad de su solitaria morada de piedra. La anciana nunca aparta sus brillantes ojos de los movimientos de los demas residentes en ningun momento para contarselos a su almohada. Maldita seas un centenar de veces. --Entra en tu cueva y vuelve a quedarte a solas con tus gatos, insolente y nauseabunda vieja arrugada. --susurro. Los bomberos corren de un lado para otro, esforzandose por eliminar los ultimos vestigios del fuego que aun permanece latente. Ya no queda nadie dentro asi que pierden el tiempo. ?Un gato quizas? Imposible, los odio y no recuerdo el motivo, pero los detesto y los temo. Lloro... lloro en soledad. Unifico todos los lamentos de mi vida y los expulso como uno solo, fuerte y uniforme. Segun avanza el tiempo, las sirenas inician el cese de su canto y las voces de los bomberos se silencian, un simbolo indudable de que su trabajo esta llegando al final. He intentado salvarla con todas mis fuerzas, lo juro por dios, pero no han sido las suficientes. Tendria que haber sido mi turno... En mi cabeza veo su cuerpo envuelto entre intensas llamas, retorciendose de un lado para otro; es ciertamente una escena insufrible, una pesadilla perfecta. Un hombre entra en la parte trasera de la ambulancia en mitad de mi lamento. Viste un elegante traje negro y lleva puesta una reluciente corbata gris, todo recien lavado y planchado, un uniforme demasiado refinado para pertenecer a un simple agente, debe tratarse de un oficial. Sus mejillas rebosan cicatrices y su cuerpo desprende un aroma a cerveza repugnante, similar al de un maton barato. En su mano derecha sujeta una carpeta plana y un boligrafo atado con un nudo simple cuelga de esta. Se sienta frente a mi y cierra la puerta del vehiculo con suavidad. Fuera llueve tan intensamente que al quedarnos solos lo unico que escucho es el traqueteo de las gotas rebotando sobre el techo. --Menuda tormenta, ?no le parece? --me pregunta. ?Como le puede hacer esa pregunta a un hombre que acaba de perderlo todo? Me hace pensar que es imbecil y que ha conseguido el puesto de oficial... bueno, ya os imaginais como. --No me habia dado cuenta, estaba mas pendiente del olor a quemado de los restos de mi mujer. --respondo. --Obviamente. Disculpeme, senor Brody. ?Que tal se encuentra?, ?tiene alguna herida? --estoy trastornado y en estado de shock absoluto, lo cual es algo razonable y logico teniendo en cuenta el drama que estoy atravesando, pero guardo silencio; no me veo capaz de contestarle cortesmente --Lo que ha hecho usted ha sido muy valiente, aunque muy arriesgado para su vida. Comprendo su reaccion a la perfeccion, senor Brody, yo habria hecho lo mismo por mi esposa si se hubiera visto envuelta en algo similar, pero tiene que comprender que salvar a una persona retrasa el rescate de otra, ?lo entiende? --?Insinua que ella ha muerto por mi culpa? --le pregunto muy enfadado. El oficial suspira. --No, usted se confunde, nada mas lejos de mi intencion el ofenderle, pero si no hubieramos entrado a sacarle a usted todo se habria agilizado mas y... bueno... ?Comprende lo que le intento decir, senor Brody? Quiero partirle su boca diente por diente y mostrarle el resultado tras una larga sesion fotografica, pero me contengo. Demasiado estres por hoy. --Por supuesto que lo comprendo, --miento --sin embargo, solo me he dejado llevar por el instinto, sin importar las consecuencias en lo mas absoluto. Por mucho que usted me diga que lo entiende, estoy convencido de que no es asi. Medito durante un pequeno instante y mi vigilante respeta mi deseo sin pronunciar palabra alguna. Los ojos de Judith, el amor de mi vida, resaltan entre la oscuridad de mi interior, volando libres a traves de mi dolor. --Lamento mucho lo sucedido, sinceramente. Se que no es el mejor momento para hacer esto, pero tendra que contestarme a unas preguntas. --interrumpe mi meditacion. Mas lagrimas se deslizan a traves de mis mejillas. --Pregunte lo que quiera. Ayudare en lo que pueda, le doy mi palabra. --cedo. Da unos ligeros toques en su libreta con el boligrafo. --?Donde estaba usted cuando se inicio el incendio, senor Brody? --inicia el interrogatorio. Seco mis lamentos con la manta que me han prestado. --Trabajando. --contesto --Soy camarero en un restaurante cercano desde hace dos anos, mas o menos. Justo cuando llegue a casa al terminar mi turno, el fuego estaba muy avivado y los vecinos acababan de llamarles a ustedes. Ninguno de ellos tiene mi telefono y no pudieron comunicarse conmigo. Intentaron evitar que entrara en la casa cuando me vieron correr hacia la puerta con un ataque de panico; no lo consiguieron, ya lo sabe. --?Puede probarlo? --me pregunta. Me doy cuenta del rumbo que estan tomando sus preguntas. --Hay camaras de seguridad en el local, si pide las grabaciones a mi encargada seguro que se las mostrara sin ningun inconveniente. Mis companeros tambien me vieron trabajando, pregunteles a ellos. --le explico. --?Garantiza que todos dirian lo mismo? --Bueno... siempre hay algun gilipollas, como en cualquier parte, ?no? En nuestro trabajo todos tenemos a un insoportable, vago, sucio y prepotente companero capaz de amargarnos el dia y al que es mejor ignorar por completo. Se convierte en una excusa para arrojar el despertador con furia contra la pared al apartar las sabanas para levantarnos. No lo hagas contra el suelo si lo que pisas es parque de calidad, no hace falta ser tan estupido. Inexplicablemente, a el lo ascienden antes que a ti. --Tras revisar las escrituras he comprobado que usted es el unico propietario del inmueble incendiado, ?no es asi?

  • Una casa en amargura de Elisa Vazquez De Gey

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  • @daniela: No voy a seguir las reglas del juego, Susana Rubio Girona de Susana Rubio Girona

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    Daniela es una joven periodista desenfada, descarada y poco amiga de las relaciones formales hasta que conoce a Bruno… y entonces su mundo empieza a tambalearse…

  • Brianda de Gema Samaro

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    Brianda de Valdivia, duquesa de Encinares, es una joven viuda que debe defender su legado en un mundo hostil. Su primo, el marques de Moncada, esta dispuesto a todo para hacerse con su patrimonio. Incluso a contratar los servicios de Baldassare, un mozo de cuadras, para que espie y controle los movimientos de Brianda, con el fin de que descubra algun secreto con el que poder chantajearla y tenerla al fin a su merced.
    Sin embargo, los planes del marques se trastocan desde el momento en el que Brianda se encuentra por primera vez con Baldassare, un joven atractivo y descarado que asegura ser un principe venido de un lugar lejano. ?Pero quien es realmente ese hombre? ?Un impostor? ?Tal vez un loco? El caso es que el sirviente no solo decide ser leal a la duquesa sino que la atraccion y la fascinacion iran creciendo entre ambos hasta el punto en el que se veran inmersos en una pasion irrefrenable que podria hacer peligrar todo.

  • La jugada de mi vida: Memorias, Andres Iniesta de Andres Iniesta

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    Este libro sincero es el resultado de una necesidad del propio Andres Iniesta: la de explicarse como jugador de futbol, pero sobre todo como ser humano. Para lograrlo utiliza su propia voz y nos cuenta como fue su infancia y su adolescencia en Fuentealbilla y en la Masia -el mundialmente conocido vivero del Futbol Club Barcelona[?], como vivio los momentos mas felices y mas tristes de su carrera deportiva y como es su vida cotidiana, rodeado de su familia y de sus amigos. Pero ‘La jugada de mi vida’ tambien cuenta con los testimonios de todos aquellos que han compartido muchos de los grandes momentos de Iniesta. Sus companeros en el Barca (Messi, Pique, Busquets, Mascherano, Jordi Alba, Neymar, Luis Suarez, Thierry Henry, Bojan Krkic, Samuel Eto’o.), sus amigos de la infancia, sus companeros en la seleccion espanola de futbol (Fernando Torres, David Silva.), sus entrenadores (Rexach, Van Gaal, Guardiola, Del Bosque.) y un gran numero de testigos de su trayectoria nos ofrecen su vision sobre Iniesta.
    A traves de sus palabras descubrimos muchos aspectos del genio de Fuentealbilla que hasta ahora nunca habian sido publicos. Iniesta no solo se ocupa de sus triunfos y buenos recuerdos, tambien recupera los momentos amargos, cuando el futbol y todo lo que le rodeaba se convirtieron en una pesadilla que tuvo que superar. Tal como el mismo declara en ‘La jugada de mi vida’: <> Esta es, sin duda alguna, la historia de alguien que cree firmemente en la superacion, en el trabajo y en las personas.
    ‘La jugada de mi vida’ descubre a la persona que se esconde detras del mito.

  • El regreso de !Y tenia que ser mi jefe! 5 de Monica Hoff , Norah Carter

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    La felicidad cuesta y no es eterna. Eso lo descubre Davinia tres anos despues de su idilica vida junto a Peter.

  • Amarte de Olivia Saint

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  • Rompiendo con el pasado de Lori Foster

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    Rowdy Yates, propietario de un bar, no era la clase de hombre al que una mujer pudiera resistirse. Por eso, cuando se insinuo a la camarera Avery Mullins, lo hizo convencido de que podria llegar a conocerla a fondo. Pero aquella esquiva belleza tenia sus razones para guardar las distancias… Entre ellas, un pasado que podia volver para perseguirlos a los dos.

  • Ese verano a oscuras de Mariana Enriquez

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    Un calor que no da tregua. Una noche cuya oscuridad se alarga. La adolescencia y su rebeldia y las primeras experiencias.

  • El ladron de tatuajes de Alison Belsham

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    El thriller mas impactante y adictivo de la temporada.

  • Cuentos Descorteses de Leon Bloy

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    Leon Bloy, coleccionista de odios, no excluyo de su amplio museo a la burguesia francesa. La ennegrecio con lobregas tintas que justifican el recuerdo de los suenos de Quevedo y de Goya. No siempre se limito a ser un terrorista; uno de sus mas curiosos relatos "Les captivs de Longjumeau" prefigura asimismo a Kafka. El argumento puede ser de este ultimo; el modo feroz de tratarlo es privativo de Bloy. (...)

  • Motera Adolescente de Marta Escudero

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    Clara no sabia lo que queria.
    Su vida era un pozo sin fondo.
    Enterrada entre libros.
    Sin amigos. Deprimida.

  • El dilema de Espana de Luis Garicano

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    Espana se enfrenta, en los proximos anos, a una encrucijada historica. Por un lado, se le presenta un camino aparentemente facil, el del estatismo y el populismo, la via hispana al subdesarrollo seguida por Venezuela y por Argentina, por la que Espana siempre se ha visto tentada. Por el otro, esta una senda que exige cambios importantes a corto plazo, pero que puede hacer que la economia y la sociedad sean mas productivas.
    Elegir el segundo camino supone llevar a cabo reformas al menos en tres areas prioritarias: la educacion, para que sea menos memoristica y se centre mas en los aspectos analiticos; las instituciones economicas, para asegurar un mercado mucho mas transparente, y las instituciones politicas, para incrementar la calidad de nuestras elites y que de verdad rindan
    cuentas ante los ciudadanos.
    En este libro, el economista y catedratico de la London School of Economics Luis Garicano apuesta decididamente por esta segunda via, basada en la inversion en capital humano, la reforma en profundidad del Estado y de la justicia, y el obligado cumplimiento de las normas, y propone una vision realizable de lo que Espana tiene que hacer para salir del marasmo en el que se encuentra.

  • Amor entre lagrimas (Club del Crimen 2) de B. Amann

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    Tras una vida desgraciada buscando el carino de una familia que siempre le dio la espalda, Julia Brears descubrio que el amor no se busca sino que este te encuentra.
    Criado en la pobreza y obligado a pelear en los bajos fondos, Doyle Brandon era un hombre hecho a si mismo. Un hombre leal y testarudo que disfrutaba con sus discusiones, que la sacaba de sus casillas y al que no ahuyentaba con sus manias de solterona. Un hombre que jamas conocio lo que era el amor hasta que descubrio a la mujer de su vida, terca, vulnerable y con un sorprendente sentido del humor.

  • El Crimen del Ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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    Seguir a tu corazon puede ser un crimen. La boda de un miembro de la realeza es el sueno de muchas chicas. Implica una celebracion tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversion hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. Kestrel esta convirtiendose en una maestra del engano. Ha empezado a hacer de espia en la corte. Si la descubren, su pais la considerara una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo. y, en el proceso, esta a punto de descubrir un espeluznante secreto.

  • Espera, Ponte Asi de Andreu Martin

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    Un director de teatro ensaya con un grupo de actores una obra de Ibsen; falta poco para el estreno, y todo iria sobre ruedas si el azar no le hubiera llevado, unos dias antes, a una habitacion de hotel en compania de la joven, atractiva e insolente actriz que, en la obra, interpreta a la Senora Linde. A partir de ese momento no puede quitarse de la cabeza lo que en principio parecia una simple aventura mas. De repente, el imborrable recuerdo de esa experiencia se convierte dia a dia en una mortificante obsesion. Una y otra vez reproducira, en la realidad o mentalmente, aquella inesperada pero intensa vivencia sexual. Esa obsesion modificara no solo su relacion con Laura, su mujer, sino tambien con actores y actrices que intervienen en la obra. En su huida hacia delante, mientras intenta sobreponerse a la cada vez mas cautivante obsesion. El protagonista toma caminos que lo llevaran, lenta pero inexorablemente, a trastornar su vida laboral, matrimonial y sexual hasta limites que poco podia sospechar.

  • Chispa (Electrico 2) de E. L. Todd

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    Me he enamorado de Taylor.

  • Ratas en el subte de S. Alfredo Gallone

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    Cuando Gabriel salio de su departamento se encontro con una manana tenida de un gris oscuro, desde la madrugada que la lluvia no cesaba. Observo como el viento sacudia las ramas de los arboles produciendo un sonido crepitante cuando las hojas chocaban entre si. Penso que la tormenta persistiria todo el dia. Resignado levanto el cuello de su campera, introdujo las manos en los bolsillos y camino con brio hacia la avenida. Era un dia muy frio del mes de mayo de 2012 en la ciudad de Buenos Aires, y como casi todos los dias se tomo su tiempo para pasar por el tradicional bar de la calle Corrientes, lugar al que concurria con su padre desde su adolescencia. Pero ahora que su padre ya no estaba lo hacia solo para saludar a Manuel, el viejo policia retirado a quien desde horas muy tempranas se lo podia encontrar tomando un cafe apenas cortado con un poco de leche, en el fondo del anejo y descascarado local. Gabriel sentia que Manuel siempre lo estaba esperando, es por ello que a pesar de estar a menudo apremiado por el tiempo, lo mismo disponia de un momento para pasar a saludarlo, compartir un frugal desayuno y contarle algo sobre su amada policia. El reloj del joven marcaba las diez y treinta de la manana justo en el momento en que salia presuroso del bar. Se encorvo, apreto la solapa de su campera contra su pecho y comenzo a caminar contra la pared de los edificios y comercios tratando de protegerse del agresivo temporal de viento y lluvia. Lamento olvidar su paraguas y el no haberse puesto unas botas. Sus clasicos mocasines marrones al momento de llegar a la entrada del subterraneo estaban completamente empapados. Gabriel Tomasini tenia veintiseis anos. Hacia dos meses que habia fallecido su padre, policia Federal retirado, unico familiar vivo que le quedaba y hombre al que amaba y admiraba profundamente. Es por ello que al hondo pesar se le sumaba la tremenda soledad. Alto, de porte imponente, sus cabellos largos y ondulados tenian un color dorado tirando a rojizo. Desde su graduacion, cinco anos atras, de la academia de policia, estaba asignado a la division homicidios de la superintendencia de investigaciones de la policia Federal Argentina. Por alguna amistad importante que en su momento tuvo su padre dentro de la fuerza, pudo elegir ese destino. Desde muy chico sonaba con ser un investigador de homicidios, y ahora, con su sueno ya cumplido, solo restaba perfeccionarse, acumular mas conocimientos y experiencias a los ya adquiridos en estos cinco anos. Bajo con cautela las escaleras de la estacion Malabia de la linea B del subterraneo. Los escalones con terminacion de metal simulaban una cascada de agua turbia que arrastraba consigo las hojas caidas de los arboles y panfletos que generalmente se reparten en la zona y la gente los termina arrojando descuidadamente a la acera. Todo esto era un condimento ideal para resbalar y darse un buen golpe. Llego a los molinetes, paso la tarjeta por la ranura lectora y empujo con sus piernas la barra de metal que giro hacia adelante permitiendole el acceso a un anden que se encontraba extranamente desierto. El joven policia sentia algo especial en ese lugar, como cuando era nino y se escondia en algun sitio tratando de que nadie lo encontrara, era como una sensacion de aventura que le producia un agradable hormigueo en su estomago... En el subte, esta sensacion era inexplicablemente similar a aquella, muy placentera. De alguna manera esto hacia que se olvidara momentaneamente de la incomodidad que le producia el estar empapado hasta los pies. Podia ver el vaho de su aliento delante de su cara mientras pensaba resignado que hasta la noche no regresaria a su departamento. Micaela Paez tenia veinte anos, sus familiares y amigos le decian Micky. Desde los diecisiete vivia en un hospedaje de senoritas en la calle Malabia. Oriunda de la Ciudad bonaerense de Chivilcoy, hija de chacareros en muy buena posicion economica. Estudiaba medicina en la UBA. Habia sido dotada de un fisico privilegiado, de estatura media, cabellos renegridos largos hasta su cintura, su tez daba la impresion de estar permanentemente bronceada, lo que hacia resaltar sus enormes ojos claros, a estos atributos se le sumaban grandes senos dificiles de ocultar. Compartia su cuarto con otra estudiante, Carina Braco, seis anos mayor que ella. Esta joven carecia completamente de atributos fisicos femeninos, sus modales parecian mas los de un hombre que los de una mujer, estaba mucho mas adelantada que Micaela en la carrera de medicina, reconocida por sus pares y profesores como una alumna brillante, siendo para Micaela una ayuda importante, siempre y cuando no estuviera de mal humor. Carina nunca hablaba de su vida privada, no se sabia si tenia familia ni de donde provenia, solia cambiar rapidamente de tema cuando se le mencionaba algo al respecto. Trabajaba en una farmacia de una amiga en el centro de la ciudad, acomodando sus horarios a conveniencia. Acostumbraba ser muy amable y servicial en los pocos momentos en que no se encontraba estudiando. Ese dia Micaela tenia que rendir un parcial y quedo en encontrarse en la esquina de Malabia y Corrientes con Roberto, quien cursaba con ella. Ambos oriundos de la misma ciudad, en el caso de Roberto de un pueblito cercano a Chivilcoy. Roberto Spada tenia veinticinco anos y estaba un poco atrasado en sus estudios. Micaela cumplia un rol fundamental en su vida. Cuando este se deprimia y queria dejar la facultad, ella le trasmitia confianza, dandole la fuerza necesaria para continuar un poco mas. Roberto vivia en un caseron alquilado por varios estudiantes en la zona de Chacharita. Trabajaba algunas horas por la tarde en un importante laboratorio en el barrio de Barracas. Era un joven muy extrovertido, simpatico, de cara redonda, con una permanente sonrisa como dibujada en su rostro, de mediana estatura, sus cabellos lacios castanos claros le caian permanentemente en su frente estorbandole la vision y en un acto reflejo los acomodaba con su mano hacia atras. Tenia manos pequenas y muy bien cuidadas, se preocupaba mucho en mantenerlas asi, decia que para ser un buen cirujano sus manos deberian estar siempre impecables. Desde el dia en que se conocieron se sintio muy atraido por ella, pero nunca se atrevio a decirle nada. Con el paso del tiempo se fue forjando una sana amistad que el nunca se atrevio a arriesgar; es asi que desde entonces, aparentemente resignando, pareciera conformarse con esa relacion. Roberto la estaba aguardando debajo del alero de un banco HSBC que se encontraba justo frente a la bajada del subterraneo de la linea B que recorria de Leandro. N. Alem a la avenida De los Incas. Cuando la vio venir corriendo con la cabeza gacha en su direccion, se apresuro en ir a su encuentro para protegerla de la copiosa lluvia. Se saludaron con un beso en la mejilla y cruzaron juntos la avenida Corrientes para acceder al subte en direccion al centro. Arreciaba de tal manera el viento y la lluvia que llegaron mojados al anden. Micaela miro la hora y se tranquilizo, venian bien con el tiempo. Escucharon a lo lejos una formacion que se acercaba. Las unicas tres personas que se encontraban en la estacion se aproximaron a las vias para ver de que lado venia el tren. Fue inevitable para el joven policia no prestarle atencion a aquella morocha de cabellos largos renegridos y de grandes ojos claros que se encontraba tan solo a tres o cuatro metros de el, tambien advirtio que un joven la acompanaba. Como el decia ser un hombre de codigos, jamas podria mirar a una mujer que estuviese acompanada por un hombre... Pero, en este caso en particular le costaba abstraerse, pensaba que no podia dejar de admirar tanta belleza. Es asi que en un determinado momento en que muy discretamente la estaba observando de reojo, sus miradas se cruzaron y entonces, algo magico ocurrio, la joven aparto rapidamente la suya un tanto confundida y ruborizada. En ese preciso momento distrajo su atencion un tren que gruno a la distancia y un olor rancio los asalto casi de inmediato. Se acercaron a las vias para comprobar que una formacion se acercaba rapidamente. El tren inundo la estacion con un chirrido insoportable, era el sonido de hierros rozando entre si al aplicarse los frenos. Cuando la formacion finalmente se detuvo accedieron, por distintas puertas, los tres al mismo vagon. La mayoria de los asientos se encontraban vacios. El joven policia aguardo disimuladamente a que la pareja se ubicara, luego lo hizo el de frente a ellos a no mas de tres metros y junto a una de las puertas. A Gabriel todo le parecia muy loco, pero necesitaba cruzar de nuevo una mirada con esa joven, aunque sea una vez. Queria corroborar si lo experimentado en el anden se volvia a repetir, --?o tan solo se trato de un momento unico e irrepetible? --se preguntaba. Pasaron varias estaciones sin que Micaela prestara atencion a otra cosa que no sean los apuntes que tenia entre sus manos. Gabriel se desesperaba tratando de buscar su mirada, debia hacerlo muy discretamente para no llamar la atencion y ofender al hombre que la acompanaba. Pero nada ocurrio, la joven seguia inmersa en sus papeles. Micaela se sobresalto con el suave codazo de Roberto advirtiendole que debian bajar en la proxima estacion. Cuando el tren se detuvo la joven doblo rapido sus apuntes, los coloco bajo sus axilas, se levanto, tomo la cartera que habia dejado en el asiento contiguo y giro para ver donde estaba Roberto, quien ya se encontraba parado frente a una de las puertas de salida, (casualmente junto a la que estaba sentado Gabriel). Micaela se apresuro y se ubico detras de el. Cuando las puertas se abrieron y Roberto dio un paso hacia adelante, Micaela y Gabriel quedaron enfrentados, sus miradas nuevamente se cruzaron, ella tuvo que esforzarse para avanzar, se sintio nuevamente confundida y ruborizada, ninguno de los dos podia dejar de mirarse, esta vez la sensacion fue mucho mas profunda que la anterior, Gabriel solo pudo esbozar una timida sonrisa que Micaela no pudo evitar devolver mientras pasaba lentamente junto a el. Ni bien accedio al anden tropezo de frente con Roberto, quien evidentemente habia sido testigo de lo ocurrido. Le costo seguir el ritmo de su companero, quien contrariado, dio media vuelta y salio como disparado vertiginosamente hacia la salida. Gabriel descendio en la estacion Florida. Entretanto caminaba como un sonambulo por la estacion en busca de la salida, una voz estridente pronunciando su nombre lo hizo salir de su agradable letargo. --!Gabriel!

  • El legado de Europa de Stefan Zweig

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    Richard Friedenthal, editor y gran amigo de Stefan Zweig, reunio, en “El legado de Europa”, aquellos ensayos en que el escritor austriaco rinde homenaje a los artistas que supieron expresar la esencia de la conciencia comun europea. Tras la fragmentacion de esa patria compartida que fue Europa, Zweig la reconstruyo en el unico mundo que le era posible, el del espiritu. En esta reconstruccion le ayudaron aquellos autores que fueron sus companeros de viaje: Montaigne, Chateaubriand, Wassermann, Rilke, Roth… Artistas y amigos que, a modo de herencia, nos lega para inmortalizarlos en el tiempo, para que permanezcan imperecederamente en nuestra conciencia.

  • La chica que oia canciones de Kurt Cobain de Miguel Aguerralde

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    Comedia romantica ambientada decada de los 90.

  • El secreto de la Tritona de Manuel Pinomontano

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  • El espejo agrietado de Katherine Anne Porter

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  • Angel y Diablo de Kate L. Morgan

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    NACIO EN MEDIO DE LA TORMENTA... crecio arropada con el fuerte granizo, y vivio con los temblores de la pobreza extrema que convierte la esperanza en polvo de ceniza. Fiona Connor vino al mundo llevandose la vida de su madre, y por eso fue rechazada, no solo por su padre, sino tambien por el resto del mundo que veian en el color gris de sus ojos, la ensena del diablo. Una fria y oscura noche, su padre, el hombre que debia protegerla, la dejo a las puertas de un orfanato. No le importo la espesa niebla, ni al aullar de los lobos. La pequena estaba maldita, y el debia alejarla de todos. Las desgracias, el hambre, y los golpes, persiguieron la infancia de Fiona, aunque no logro quebrar la bondad y la fe que eran innatos en ella, porque el destino de Fiona era mucho mas importante de lo que todos creian. Vivio en una casucha minuscula en una callejuela sucia, conviviendo con las pulgas y los chinches. Ademas, compartia una unica letrina con el resto de los ninos del orfanato. Fiona se vio obligada a vivir de la caridad, subsistiendo principalmente a base de te y pan. Pero su animo siempre fue el mismo, y su determinacion, inmensa. Fiona llego a esta vida con la tormenta, pero en sus ojos siembre brillo el sol. CAPITULO 1 Cementerio de Highgate, Londres, Inglaterra La nieve embarrada crujio bajo la suela de sus botas. Estaban marcadas con las salpicaduras del lodo desde hacia dias, ademas tenian varios raspones de aranarlas contra los adoquines irregulares de las calzadas. Parecia que contaban su propia historia a traves del eco del sonido de sus pasos en el silencio del cementerio. El enterrador cruzo por delante de el sin mirarle, escondiendo la cara en capas de ropa para soportar la helada. El abrigo de Aidan estaba humedo por la intensa neblina de la manana, pesandole en los hombros y goteandole en el ruedo, ahi donde no podia evitar empaparse por las salpicaduras de los charcos. La gorra no le calaba hasta las orejas que las tenia enrojecidas por la intemperie y descubriendo una nuca erizada por la exposicion a las dentelladas del invierno. El vaho se acumulaba frente a el con cada respiracion ritmica mientras escuchaba el sermon del sacerdote en esa gelida manana de enero. Los restos mortales del alferez Williams, iban a reposar en el nicho de forma eterna. El entierro habia comenzado a las nueve, a esa hora el cementerio apenas habia despertado al mundo de los vivos, solo tres personas aguardaban el camposanto; el sacerdote que oficiaba el responso, el enterrador, y el capitan de la fragata HMS Constant Warwick, el mismo. Como si el cielo quisiera rendirle un tributo al cuerpo sin vida de William, comenzo a descargar su pena con una precipitacion de agua que resulto inesperada. El alferez habia muerto en combate, y por eso la tripulacion del HMS Constant Warwick estaban en tierra. Cuando el oficio religioso concluyo, Aidan se dirigio sus pasos hacia comandancia. Tenia que recoger unas ordenes antes de marchar a la casa que sus abuelos le habian dejado, mientras lo preparaba todo para iniciar su nuevo destino, pero antes de girarse, el alferez O'Sullivan llego a su encuentro, el subordinado le hizo el saludo reglamentario, el, devolvio el saludo tocandose la visera de la gorra. --Despachos de comandancia que no podian esperar --le dijo el alferez O'Sullivan--. Nos extrano su retraso. La verdad es que se habia entretenido al cruzar el Tamesis. El rio estaba congelado, permitiendo que los ciudadanos pudieran cruzarlo andado, incluso patinar en el. Se habia quedado mirando a varios ninos que se perseguian lanzandose bolas de nieve, riendose a carcajadas del intento de un gran perro negro por morder los proyectiles en el aire. Se le instalo un sentimiento agradable en el pecho al verlos, porque solian estar trabajando o mendigando monedas. Aquellos ninos estaban sucios, les faltaban dientes y se reian, como tendrian que hacer todos los ninos. --?Tan importantes son los despachos que no podian esperar a mi regreso a comandancia? --pregunto extranado. --Necesitan su firma para que comience la reparacion del HMS Constant Warwick --O 'Sullivan no levanto la vista de la carpeta de piel que le tendia a su oficial. Aidan fue discreto al echar un vistazo. --?Cuando esta previsto que zarpemos? --?El capitan me pregunta a mi? --le pregunto el marino. --?Acaso no te enteras de todo antes que yo? El marinero sonrio de medio lado. --Eso es porque visito el meson de Charly. --?El meson de Charly? O'Sullivan fruncio el ceno sin mirarlo, con esa gravedad en su expresion que decia que no sabia de donde habia salido Aidan que nunca se enteraba de lo que estaba pasando en la ciudad. El local era la comidilla de los marineros pues todos querian su oportunidad de cazar en el extenso jardin trasero. Pero Aidan si se enteraba. Leia el periodico todas las mananas, salvo que los espacios de ocio no eran de su interes. --Sirven la mejor cerveza negra de todo Londres, y, por un modico precio, el dueno del meson nos permite disparar a los patos del lago que hay detras de la casa --Aidan le indico con un ruido de garganta que lo habia escuchado y que no le interesaba continuar con la conversacion, solo que O'Sullivan tenia mas cosas que anadir--: Harrison y Peter iran esta tarde, podria acompanarlos. --Podrias aplicarte tu propia sugerencia, parece que te hace mas falta a ti que a mi. --Y lo haria encantado, pero me arriesgaria a que mi madre me despellejara vivo. Los ojos verdes de Aidan se detuvieron en el un instante antes de volver a la carpeta de piel que sostenia entre sus manos. --Conozco a tu madre, y te aseguro que en modo alguno te despellejaria. O'Sullivan tardo en decidirse a contestar. --Tengo cinco hermanas menores que me exigen atencion diaria cuando estoy en tierra. Siempre pidiendo que les presente a algun oficial, y por eso detesto tanto cuando el HMS Constant Warwick atraca en Londres y nos deja en tierra por tiempo indefinido. Nadie puede culparme si no quiero aparecer por mi casa. La ausencia de lluvia dejaba un dia gris y frio, el viento cortante le abofeteo el rostro cuando se giro para dar el primer paso. Firmaria los despachos en comandancia. Y de repente, sus ojos se clavaron en una figura femenina que estaba arrodillada sobre una tumba. No lloraba, pero maldecia de una forma que le llamo la atencion. Por el raido abrigo que cubria su fragil cuerpo, supo que no era una dama, ademas, parecia una mendiga. Su cabello arrastraba por el suelo, y se dijo que debia llevarlo muy largo. --Mi senor --lo llamo el alferez al ver que su capitan se habia detenido y miraba a una mendiga que seguramente robaria lo que pudiera de las tumbas. --Regresemos a comandancia. Firmare los despachos alli. Se le hundieron las botas en el barro cuando se dirigio hacia la salida seguido por O 'Sullivan. El carruaje les llevo a comandancia en un tiempo record. --Capitan Baquer --lo saludo un suboficial--. Presentese en el despacho del almirante Smith, senor. --Gracias... --entorno los ojos y escudrino el rostro poco familiar del marinero--. ?Ross? --Russell, senor --corrigio amablemente, cuadrando un poco los hombros con orgullo porque ese capitan de fama increible hubiera recordado su nombre. Aidan asintio, inclino la cabeza como despedida, y se dirigio al despacho del almirante. Sus nudillos resonaron contra la puerta con determinacion antes de abrir sin aguardar. Si Robert Smith lo habia llamado directamente a su despacho, el asunto debia de ser importante. --Aidan --lo saludo el marino. El almirante Robert Smith era un hombre casi tan alto como el, y de corpulencia evidente. Cuando se levanto para saludarlo, tuvo la misma fuerte sensacion de siempre: el tamano de su cuerpo no se correspondia con el de sus manos. Procuro mantener los ojos fijos en los de su superior mientras apretaba con decision aquella mano demasiado calida y demasiado pequena a la vez. --?Que tal esta tu padre? Aidan mantuvo silencio durante un par de segundos. El, no queria hablar sobre su padre, pero lo hizo. --Bien, senor --respondio forzado. Robert asintio. No regreso a su lado del escritorio, sino que se apoyo contra el, cruzando los pies y los brazos. --Digale a su padre que ire a visitarlo muy pronto. ?Y el grumete Bay? Aidan solto el aliento porque la conversacion que esperaba sobre su padre habia quedado suspendida. --Continua convaleciente, los medicos no tienen claro cuando recuperara la movilidad de la pierna. --Ya veo. Transmitele mis deseos de su mejora-- el joven cabeceo con lentitud, apreciando otros detalles de la postura del lugarteniente: queria imponerse. Queria suprimir cualquier oportunidad de dialogo. Por tanto, Aidan aguardo con cautela y adopto una actitud reservada. --La familia es importante --le dijo el almirante--. Es lo que sostiene a uno en pie, lo que dejamos en el mundo. Los hijos dan prestigio, orgullo, deben ser el reflejo de nuestros valores, los valores que mantienen esta sociedad, pero, a veces, los hijos son unos desagradecidos --se incorporo para acercarse a un rincon del escritorio y servirse un whisky. El capitan acepto el vaso que se le tendia por educacion. Se lo llevo a los labios y trago, procurando no paladear el intenso sabor ahumado, aunque le colapso los sentidos igualmente. Robert dejo con mas fuerza de la necesaria la licorera en la mesa. --Ha llegado a mis oidos informacion que es de mi desagrado. Uno de mis ahijados ha sido visto reuniendose con los comunistas de la Fulham. Quiero pedir tu confianza y absoluto compromiso para que investigues. Me consta que tienes conocidos en esa fabrica de comunistas, y quisiera saber quienes son, y que hace mi ahijado reuniendose con ellos. No estoy dispuesto a tolerar esa desviacion de conducta, ni que a mi familia se la asocie con anarquistas. Aidan entendio el motivo para el regreso del HMS Constant Warwick a Inglaterra con la excusa de la reparacion y puesta a punto para surcar de nuevo las aguas. Si el hubiera sido un hijo docil, si hubiera obedecido a su padre, si fuera obediente y nada impulsivo, ahora no estaria en deuda con el hombre mas poderoso de la armada britanica. Estaba en deuda con aquel hombre, y las deudas siempre acababan pagandose. --Tiene garantizada mi discrecion, senor --termino aceptando. No tenia otra opcion. Sus ojos eran granito cuando el almirante relajo la postura y le mostro una sonrisa medio oculta en el frondoso bigote, antes de acercarse a estrecharle la mano de nuevo y palmearle el hombro. --Gracias, Aidan. Mi confianza esta en ti como lo estaria en mi propia sangre. --Senor --casi gruno--. ?De quien se trata? --De Raymond Samuelson. Asintio y no anadio nada mas, realizando el gesto de tocarse la gorra para despedirse. Al salir del amplio despacho la expresion se le mudo en una de contrariedad y sintio de nuevo la opresion en la garganta, el whisky seguia dando vueltas en su estomago. Se escudo en su capa larga y apoyo su mano en su espada abrochada al cinto cuando se marcho de comandancia. Le dijo a su cochero que le apetecia pasear, que regresara a la casa. Y cuando se fijo en las ruedas que comenzaban su andadura, se percato de que no habia firmado los despachos, pero lo haria por la tarde. Ordenaria a O'Sullivan que se los llevara a su casa para hacerlo. El frio viento lo acompano por las calles londinenses. Aidan se miraba las puntas de las botas y luego contaba las ventanas de los edificios que pasaba mientras era testigo pasajero de las vidas al otro lado de los cristales. La fabrica de carbon Fulham, era uno de los gigantes que alimentaba las chimeneas y fogones de la ciudad. Al almirante Smith no le habia hecho falta especificar cuando o como queria que se encargara de aquello. Y Aidan no podia identificar a nadie si no reconocia primero el terreno. Antes de llegar al puerto, el rugido de la fabrica de carbon ya era audible en la distancia. Se detuvo a admirar los barcos anclados en el puerto, desde la distancia pudo ver su fragata. Daria lo que fuera por embarcar de nuevo y no tener que actuar de espia para el almirante. Pero era inevitable. Cuando alcanzo los muros de la fabrica de carbon, se quedo en las inmediaciones unos minutos antes de que los obreros hubieran acabado el turno. El humo de las chimeneas enrarecia el aire, y la oscuridad alli era mas densa. El olor era penetrante y acido, se le quedaba en la garganta, le escocia en los ojos. Se resguardo cerca de la entrada, para poder ver quienes abandonaban el lugar de trabajo. Conocia a Raymond Samuelson. No estaba seguro del aspecto que debia tener en los ultimos anos, pero suponia que su cara no habia cambiado demasiado. Si se acercaba por alli, seguramente el tambien podia reconocer a Aidan. Solo que Aidan tenia una excusa para estar en la fabrica, como bien habia dicho Robert Smith: el, conocia a alguien alli. Al apoyarse en la pared se le clavo la espada en la cadera, y no se molesto en acomodarla. --?Senor Baquer? Levanto la mirada con la misma rapidez con la que se irguio, entreabriendo la boca para contestar, sin que saliera ningun sonido. Ver al hijo de su cochero trabajando en la fabrica de carbon, lo pillo desprevenido. Era el nino con el que habia jugado en su infancia. --?Ha estado esperandome? Le juro que mi trabajo aqui no entorpece el que realizo en Brent Cross --Arthur, lo miraba con fijeza, aunque visiblemente incomodo--. ?Ha venido desde comandancia porque le ha sucedido algo a mi padre? --el, continuo sin contestar--. Mire... tengo que irme, no puedo quedarme, pero regresare a la misma hora --se quito la boina y la amaso entre las manos. Al final se volvio a colocar la gorra y se marcho sin despedirse. Aidan lo siguio con los ojos, y sopeso que cruzarse con Arthur era la mejor forma de tener una justificacion para estar alli. Se recoloco la espada a la cadera, y miro en derredor, confirmando que si habia obreros juntandose con la aristocracia londinense no era de forma expuesta.

  • La mirada del highlander (Guerreras) de Emma G. Fraser

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    14 de noviembre de 1650 Aquel dia de noviembre habia amanecido lluvioso. El invierno se aproximaba y pronto no podria cabalgar a ese lugar tan especial en el que siempre se veia con el que consideraba que era su gran amigo del alma, aunque en su joven corazon tenia ciertos sentimientos a los que aun no habia podido ponerles nombre debido a que jamas nadie le habia explicado que era amar de verdad. El viento rozando sus rosadas mejillas hacia que Sheena MacLeod, unica hija del jefe del clan MacLeod del norte de Escocia, cerrara los ojos y disfrutara de la humedad que arrastraba la fina llovizna. La joven cabalgaba a toda prisa hacia otra de sus innumerables citas que tenia con el que era su amigo desde la infancia: Alasdair Mackay. Este era hijo de Ian Mackay, gran enemigo de Arthur, padre de Sheena, desde hacia muchisimos anos. Sin embargo, hubo un tiempo en el que ambos padres eran intimos amigos, pero un malentendido entre ellos provoco que la amistad que los unia desde que eran pequenos desapareciera y diera paso a un intenso rencor que duraba ya gran parte de la vida de ambos. No obstante, ambos jovenes habian coincidido en innumerables ocasiones y habian forjado una amistad tan fuerte que ni siquiera el yugo de sus padres era capaz de romper. Desde hacia varios anos, Sheena y Alasdair se veian a escondidas de sus respectivas familias a orillas de una pequena charca a medio camino de las casas de ambos. Por eso, aquel dia de comienzos de noviembre Sheena se habia preparado para acudir al encuentro de Alasdair. Su pelo siempre suelto y rebelde como ella ondeaba con el intenso viento y comenzaba a humedecerse con la lluvia. Sin embargo, no le importaba. A pesar de que las instructoras que su padre habia puesto a su cargo habian intentado hacer de ella una joven fina y educada que dedicara su vida a la labor y a tener hijos como todas y cada una de las chicas con las que se habia cruzado, Sheena habia forjado su propio futuro y siempre habia tomado las decisiones que le dictaba su joven corazon. Era una rebelde por naturaleza, y el hecho de haber crecido sin una madre que sirviera como referente de educacion y buenos modales habia provocado que la joven fijara sus ojos en su padre. Por ello, desde muy pequena habia mostrado interes por las espadas y el arte de la lucha, ya que desde su habitacion siempre habia visto a su padre entrenar en el patio junto a sus hombres. Siempre se sentaba al lado de su padre para que este le contara historias de sus incontables aventuras desde que era apenas un adolescente, y Sheena sonaba con ser algun dia una buena guerrera como el. Con el paso del tiempo, la joven habia aprendido a manejar la espada como cualquier otro hombre del clan, aunque una de sus grandes habilidades era el manejo del arco, pues poseia una punteria que era envidiada por todo el clan. Sheena sonrio cuando espoleo al caballo para que este fuera mas deprisa. Le encantaba sentir la libertad que le proporcionaba el animal cuando este aumentaba la velocidad. Le quedaba tan solo media milla para llegar al lugar de encuentro, y a medida que se acercaba sentia que este se encontraba cada vez mas lejos de ella. No entendia el motivo de su nerviosismo. Disfrutaba de la compania de Alasdair y siempre se le encogia el corazon cuando llegaba el momento de la despedida. Su corazon se acelero cuando diviso la charca y a sus oidos llego el sonido del agua cayendo por la pequena cascada. Su sonrisa se ensancho aun mas e intento disfrutar del increible paisaje que habia a su alrededor. Un manto de color verde se extendia bajo los pies del caballo y cuyo fin le era desconocido. La arboleda que la rodeaba se alzaba sobre sus hombros impidiendo que la poca luz del dia penetrara entre las hojas y le iluminara el camino hacia su deseado destino. El canto de los pajaros la acompanaba y parecia haberse contagiado del entusiasmo de la joven y le daba la bienvenida como otras tantas veces desde hacia varios anos. Cuando tan solo quedaban unos metros para llegar a las rocas que bordeaban la charca, Sheena bajo del caballo y decidio recorrer el trecho a pie, disfrutando de la soledad del momento. La joven se aproximo a uno de los arboles, amarro fuertemente al caballo y despues se aproximo al agua para disfrutar del sonido que desprendia la cascada mientras esperaba impacientemente la llegada de Alasdair. Sabia que esa seria una de las ultimas visitas a ese lugar antes del comienzo del invierno, que traeria consigo intensas lluvias y nevadas que harian practicamente imposible una visita a ese precioso lugar. Por ese motivo, y sin saber aun por que, habia dedicado mas tiempo esa manana a acicalarse para el encuentro. Sheena se arrodillo en una de las piedras que sobresalian del agua y acerco su rostro al agua para ver su reflejo en ella. Deseaba saber que todo estaba en su sitio antes de la llegada de Alasdair, sin embargo, su reflejo le devolvio la misma vision de siempre: su pelo castano y ondulado se mostraba encrespado por la humedad que la lluvia habia traido consigo. Su rostro ovalado y fino aparentaba una calma que en realidad no sentia en ese momento. Y la ropa se habia humedecido y descolocado con la intensa cabalgata a la que habia sometido al caballo. Sheena se paro unos segundos para mirar detenidamente su rostro. Su padre siempre habia mostrado admiracion por su belleza, indicandole que la habia heredado de su fallecida madre, que habia muerto en el parto de la joven. Desde muy pequena, los ninos que vivian en los alrededores del castillo habian mostrado su interes por ella, sin embargo, Sheena nunca habia entendido esa fascinacion que sentian hacia ella, ya que la joven no era capaz de reconocer la belleza de su rostro, que se habia intensificado cuando llego a la adolescencia. Por eso, a sus escasos dieciseis anos aun no se habia dedicado a mirarse detenidamente para averiguar que tenia su rostro de especial. Y menos aun comprendia por que habia elegido precisamente ese momento para admirarse. Sus ojos eran de un intenso color aguamarina, poco comun entre las mujeres que ella conocia. Sobre sus labios gruesos y rosados asomaba una nariz pequena y chata que estaba plagada de numerosas pecas, al igual que en sus palidas mejillas, que en ese momento estaban rosadas por el frio. Su cuello era delgado y largo y se escondia entre los ropajes que habia elegido para la ocasion: un cenido corpino de color verde con un bordado plateado de flores y un pantalon de lana con los colores tipicos del clan MacLeod. Se arrepintio de no haberse puesto una de las faldas que guardaba desde hacia tiempo en el fondo del arcon de su dormitorio, aunque ella siempre habia preferido usar para montar a caballo un pantalon, ya que le resultaba mas comodo. Sonrio al recordar los gritos de sus cuidadoras cuando la veian lucir esos pantalones que ellas consideraban de hombres. Pasados unos minutos, Sheena se incorporo y decidio sentarse a la orilla de la charca a esperar. Estaba segura de que Alasdair no tardaria en llegar, por lo que, tras un suspiro, se sento en una de las piedras que bordeaban el agua y se dedico a observar con detenimiento la caida de la cascada. Desde que habia descubierto aquel lugar tan especial se sentia enamorada de el. No era una cascada facil de encontrar para quienes atravesaban el bosque, y siempre se habia sentido segura y protegida de miradas indiscretas que pudieran descubrir su amistad con el que debia ser su enemigo. No podia ni queria imaginar lo que diria su padre si en algun momento de su vida descubria su amistad con el hijo de su peor enemigo. Sheena habia crecido escuchando barbaridades del clan Mackay, especialmente de Ian, su jefe y padre de Alasdair. Sin embargo, estaba completamente segura de que el joven al que aguardaba con insistencia era diferente de lo que su padre contaba de Ian. Siempre habia mostrado respeto hacia ella y la habia tratado como a un igual, tan igual que a veces pensaba que la veia como a una hermana a pesar de que ella se ponia nerviosa cada vez que se aproximaba el momento de verlo. Sheena fruncio el ceno ante ese pensamiento. ?Que sentia realmente por Alasdair? Durante unos segundos, la imagen del joven aparecio en su mente. Siempre lo habia considerado un chico muy atractivo, con el rostro demasiado varonil para tener tan solo diecisiete anos. Ademas, debido al entrenamiento al que era sometido, sus musculos comenzaban a asomar entre la tela de sus ropajes e incitaban a Sheena a desear tocarlos por encima de cualquier otra cosa. Se pregunto si aquellos pensamientos eran cercanos al amor o simplemente era una joven demasiado desvergonzada que unicamente deseaba retozar con el sobre la hierba que rodeaba aquel lugar tan bonito.