• un matrimonio por escocia edith stewart - Edith Stewart

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    Robert Bruce y sus principales caballeros permanecian reunidos en el salon del castillo de Edimburgo. Este habia sido arrebatado a los ingleses por las tropas de Thomas Randolph, conde Moray. El rey escoces seguia con su particular cruzada de recuperar todas las fortalezas que todavia estaban bajo dominio ingles. Tenia la mirada fija en el mapa desplegado sobre la mesa. Su atencion se fijaba de manera obsesiva en un solo punto: Stirling y su fortaleza. --Solo nos restan dos fortalezas para tener los principales castillos de Escocia bajo nuestro dominio --dijo senalando uno de los ultimos reductos ingleses en Escocia--. Y toda la nacion pasara a estar en nuestras manos. Lograremos expulsar a los ingleses de una maldita vez. El resto de hombres permanecian callados contemplando el mapa y escuchando a su rey. --En lo que va de ano hemos logrado arrebatarles a los ingleses los castillos de Roxburgh, Linlithgow y hace unas semanas este de Edimburgo. Los hombres estan cansados de pelear, pero tambien lo estan ansiosos de terminar esta ambiciosa empresa, senor --le informo James Douglas con cierta preocupacion. --Necesitamos tropas de refresco. Hombres procedentes de otros clanes que remplacen a los caidos en las batallas si pretendemos continuar la guerra --aseguro el conde de Moray--. El rey Eduardo tiene miles de soldados a su servicio. De Gales, de Irlanda y Francia a los que anadir grupos de mercenarios y lamentablemente algunos clanes escoceses --finalizo diciendo con repulsa por lo que eso significaba. --Si pudieramos atraernos a parte de esos clanes partidarios de Comyn y de Eduardo de Inglaterra --exclamo Edward Bruce, el hermano del rey. --Es algo imposible a mi modo de ver despues de lo sucedido entre vos y el --apunto Douglas mirando a Bruce y recordando lo acontecido en hacia ocho anos en la iglesia de Greyfriars en Dumfries. Nadie supo con exactitud que sucedio entre ellos, solo que Robert Bruce apunalo a Comyn frente al alta mayor. Desde ese momento los seguidores de este apoyaron a Eduardo de Inglaterra porque consideraba a Robert Bruce un asesino que conduciria a la nacion al desastre. --!Que mas quisieramos! El tiempo ha pasado, pero muchos de ellos no han olvidado lo sucedido. Llevamos anos luchando por la libertad de Escocia y algunos clanes se obstinan seguir apoyando a los ingleses --se lamento el rey Robert apoyandose contra el respaldo de su silla. Tenia la mirada ausente y el gesto turbado. El conde de Moray tenia razon: necesitaban aumentar sus tropas. Pero, ?como demonios iba a hacerlo? --Podriais intentar convencer a alguno de sus lideres ofreciendoles algo a cambio. Algo que no puedan rechazar como el castillo de Stirling una vez que este en nuestras manos --le aseguro James Douglas mirando de manera fija a su senor. Robert parecio reaccionar. Fruncio el ceno en un primer momento y despues miro a su consejero con extraneza. --?Hablais en serio? ?Ofrecerle el castillo de Stirling? --Seria un botin que pocos estarian dispuestos a rechazar, senor --le aseguro con total conviccion. --Si os soy sincero no me agrada la idea de dejarlo en manos de alguien que apoya a Eduardo de Inglaterra. Podria devolverselo a este una vez que el Murray se asentara en el trono --le confeso con temor a que eso pudiera suceder--. Y entonces todos nuestros esfuerzos y las vidas que se han perdido y se perderan en su toma, habran sido en vano. --Hablad con el jefe del clan Murray. Siempre os apoyo, y cuando sucedio lo de Greyfriars se mantuvo neutral mientras los demas tomaron partido por uno u otro pretendiente. Luego, quiero creer que las circunstancias de la guerra lo empujaron a aliarse con los Comyn buscando el bienestar de su clan. Ofrecerle el castillo de Stirling a cambio de su ayuda --le sugirio Edward Bruce--. No podra negarse a ello. Ya lo vereis. --No sera nada sencillo convencerlo para que se una a nosotros. Pese a que en su dia tuviera su apoyo --comento el rey sacudiendo la cabeza. --Si los Murray se unen, tal vez algun clan mas lo haga --sugirio el conde de Moray--. Pensadlo. --Si, pero debo ofrecerle algo mas que un castillo. Ademas, quiero tener cierto poder sobre este. No puedo dejarlo en manos de un seguidor de los Comyn, ya os lo he dicho --murmuro el rey dejando su mirada puesta en James Douglas, quien se la devolvia con expectacion por lo que estuviera considerando. --?Que mas podriais ofrecerle? --le pregunto este. --Murray tiene una hija --dijo el conde de Moray. --Si. Bronwyn --le informo Edward Bruce--. Al parecer no esta casada. James Douglas esbozo una cinica sonrisa. --?Por que os estais riendo? --pregunto el rey con curiosidad. --Ofrecerle un compromiso entre su hija y vuestro hijo --aseguro Edward Bruce senalando al jefe Douglas. Este fruncio los labios y asintio antes de echarse a reir. --?Con mi hijo? ?Estais borracho? --No, ni lo mas minimo. Pero pensadlo con detenimiento por un segundo. Ese compromiso nos otorgaria tener poder sobre Stirling y su castillo. Con el joven Douglas al frente de este casado con Bronwyn Murray, todos ganamos. Y seria una manera de recompensar su lealtad y su pericia en el combate --resumio el hermano del rey contemplando como el semblante del viejo Douglas cambiaba a medida que pensaba en esa proposicion. Robert Bruce permanecia callado escuchando la exposicion de los hechos de su hermano. Bien pensado, este tenia toda la razon. Un matrimonio en la hija del jefe Murray y el joven Douglas contentaria a ambos clanes. Y Stirling y su fortaleza estarian bajo el mando un clan leal a Escocia. --Id a buscarlo --pidio el rey con autoridad haciendo un gesto con el menton para que su propio padre fuera a por el--. ?Estas seguro? --le pregunto a su hermano Edward cuando James Douglas se hubo marchado. --Si poneis a un Douglas al frente del castillo de Stirling, podreis dormir tranquilo porque ningun ingles se atrevera a intentar tomarlo dada la fama de ese clan --le aseguro Edward Bruce al rey conociendo la clase de hombre que era William. Este permanecia en el patio del castillo junto a varios de sus leales seguidores. Su padre era el jefe del clan, pero el tenia su grupo de amigos y de fieles guerreros que le seguian en la batalla. Su destreza con la espada era mas que conocida, de igual manera que su astucia y su fiereza en el combate. Se habia distinguido como uno de los soldados mas despiadados del ejercito del rey Robert en su cruzada particular por recuperar los castillos de la nacion. --?Crees que atacaremos Stirling? --le preguntaba uno de los hombres que estaban junto a el William chasqueo su lengua y sacudio la cabeza. --No estoy seguro. Deberiamos hacerlo ya que es el ultimo castillo que retienen los ingleses en Escocia. --Te olvidas de Berwick... --Ya. Pero teniendo Stirling, los ingleses se lo pensaran antes de seguir la lucha o abandonarlo. Creeme Malcom. --Pero.... Mira, ahi viene mi padre. El mejor que nadie nos dira que han acordado con el rey --dijo el tal Malcom senalandolo cuando se acercaba a ellos. James no estaba seguro de como reaccionaria su hijo ante la propuesta del rey. Pero tendria que acatarla como leal vasallo suyo. Y por el bien de la nacion. Aunque no mirara a la cara a la hija del Murray, ni la tocara o ni tan siquiera durmiera en la misma cama. Eso eran aspectos sin importancia en estos momentos tan importantes para la nacion. --?Que ha dicho el rey? No parece que tengas buena cara. James bufo y se paso la mano por su poblada barba. --Stirling y su castillo son su principal objetivo. Tomarlo seria arrojar a los ingleses de Escocia. --Perfecto. --?Y Berwick? --De momento lo importante es Stirling. Luego ya veremos. --?Cuando partimos? ?Se sabe ya? --William se mostraba ansioso por volver a entrar en combate. Llevaban dias enteros en la corte y estaba algo cansado de comer, dormir, y frecuentar las tabernas y los burdeles de la ciudad. --Cuando sumemos mas hombres a nuestro ejercito --le confeso su padre contemplando como el gesto de su hijo y el de los hombres a su lado cambiaba. --Lo sabia. Lo estabamos comentando antes de que llegaras. Los hombres estan cansados y hemos sufrido numerosas bajas en la toma de la capital y de este castillo --aseguro haciendo un gesto a la fortaleza--. ?Como piensa el rey reclutarlos? ?Mercenarios franceses o de alguna otra nacion europea? Por que no creo que ni los galeses ni los irlandeses nos apoyen despues de haber sido poco menos que masacrados en tiempos de Wallace. E incluso tengo dudas acerca de los franceses. Son los unicos candidatos que conozco y ya te aseguro que no creo que muchos esten dispuestos a hacerlo. --No, no ha pensado en estos. --?Y de donde piensa sacar mas tropas? --pregunto uno de los hombres que permanecian al lado de William. --Va a ofrecer un trato al clan Murray --anuncio James Douglas con seguridad y parsimonia. --?Un trato? Pero ellos forman parte de ese grupo de clanes leales a John Comyn, el que fuera opositor al trono de Escocia junto al rey Robert. No aceptaran. --Les va a ofrecer Stirling y su castillo. William se quedo con la boca abierta. --?A los Murray? Es una locura. En cuanto Archibald Murray tome posesion de este se lo entregara de vuelta a los ingleses --le aseguro William enojado por esa decision del rey. Estaba furioso con este. James Douglas sacudio la cabeza. Estaba convencido de que no seria asi. --Estas equivocado. --?No me digas? ?Y como demonios va a evitarlo? ?Le hara firmar un documento que despues sera papel mojado? --No. Ese no sera el trato. No habra problemas con el trato que va a ofrecerle y en el entras tu. --?Yo? ?Que pinto yo con los Murray? --William entorno la mirada hacia su padre con cierto recelo por lo que este tuviera que contarle. --Te convertiras en el senor de Stirling. De ese modo el rey Robert se asegura de que no caera en manos inglesas. William dio un paso atras y sonrio algo nervioso. --Un momento. ?Y que pintan los Murray si yo sere al final el senor del castillo de...? --De repente se detuvo. Una idea inverosimil se le cruzo por la cabeza. Una a la que no queria prestar atencion. --Hijo, esto no va a ser sencillo. Pero tendras que acatar la voluntad del rey. Se que no has pensando en un compromiso, pero.... William jadeo porque no era capaz de sonreir. De repente tenia la impresion de que se ahogaba por falta de aire. Miraba a su padre primero y a sus dos amigos despues deseando que aquello fuera una pesada broma que habian urdido entre ellos. --Empiezo a entender cual es tu papel en todo esto, amigo --le aseguro Malcom asintiendo con toda intencion--. ?Que dices Angus? El otro hombre fruncio el ceno y los labios en un claro gesto de que no le gustaba lo que estaba pensando. Pero menos gracia le iba a hacer a William cuando se lo dijera. --Creo que se que clase de relacion guarda todo esto con los Murray o mas bien con la hija del jefe. William jadeaba porque no era capaz de reirse. Los nervios parecian tenerlo atenazado en ese instante. --Asi es. El rey va a ofrecerle al jefe Murray un matrimonio para su hija a cambio de su ayuda para tomar Stirling y su castillo. --?Por que yo? --William se encaro con su padre. --Eres mi primogenito y tienes que acatar lo que te ordene que hagas. --?Ves con buenos ojos un matrimonio con la hija del jefe Murray? --No nos queda otra. Necesitamos Stirling a toda costa, pero no podremos hacerlo sin mas tropas. Y el rey considera oportuno atraernos al clan Murray. Uno de los mas poderosos de los que apoyan al clan Comyn y por extension a Eduardo de Inglaterra. Pero para ello hay que negociar y ofrecerle algo que no pueda rechazar. --?Por que un compromiso con su hija? --William estaba furioso. Miraba a su padre con el ceno fruncido y las manos cerradas en punos. Sentia la sangre hirviendole en las venas. Deseaba golpear a alguien o incluso acabar con su vida. --Porque los Douglas nos hemos comportado como los mas leales y fieros guerreros. ?Nos ves que es una manera de reconocer tu valor y destreza en el combate? --?Con un compromiso que no deseo? Me basta con que Escocia sea libre. No necesito castillos, ni tierras, ... y menos una esposa --dijo como si escupiera la ultima palabra. --No me importa que ella no te guste. Como si no la miras. Una vez que estes instalado en el castillo podras vivir a tu aire, en una parte del mismo o en la propia ciudad. Eso es lo de menos. Como si no vuelves a verla. ?Que te importa? Lo unico que de verdad vale es expulsar a los ingleses y continuar la lucha. --?Y si su padre no acepta? ?O ella? --Ella acatara su voluntad como tu la mia. Y su padre no rechazara una joya como es el castillo de Stirling. Ahora deberiamos regresar dentro y decirle al rey que aceptas. Que es un honor que haya pensado en ti. William resoplo. --Ya lo creo que lo es --murmuro sacudiendo la cabeza camino del interior del castillo sin mirar a su padre. !Un compromiso con la hija de los Murray! !Por San Andres que era un completa locura! !No queria una mujer a su lado a todo momento! Se repitio una y otra vez negando con la cabeza antes de entrar en el salon donde el rey lo aguardaba. Al verlo aparecer, Robert Bruce se sintio mas tranquilo. Al ver que James Douglas se demoraba, el rey habia temido lo peor. Confiaba en la lealtad de los Douglas despues de sus hazanas en la guerra contra los ingleses. Y entendia que un compromiso tal vez no fuera lo que William esperaba, pero era necesario para vencer de una vez por todas. --Mi senor --dijo el joven Douglas con las manos a la espalda y un leve movimiento de cabeza en senal de respeto. --William. Tu padre te habra puesto al corriente de la situacion. --Si, senor. --?Que tienes que decir? Me interesa tu opinion franca y sincera. William parecio titubear unos segundos. Como si estuviera pensando en lo que debia decirle al rey. Llevaba combatiendo por el desde que este fue coronado en Scone, y de eso hacia ya ocho anos. Durante ese tiempo habia derramado sangre inglesa, y algo de la suya propia. No podia desobedecerlo con lo que habia en juego. Si queria ver a su nacion libre de los ingleses deberia sacrificarse. --Sera un honor complaceros una vez mas, mi senor. --Es una manera de recompensar la lealtad del clan Douglas durante todos estos anos de guerra. Creo que entregaros el gobierno de Stirling me dara tranquilidad en todo momento, porque no caera en manos inglesas. Por otro lado, ofrecerle la posibilidad de que su hija se convierta en senora del castillo, creo que puede animarlo a apoyarnos en esta guerra. --Lo entiendo, senor. --?Tengo vuestra palabra de que una vez que toda esta guerra termine, desposareis a la hija de Archibald Murray? William deslizo el nudo que acababa de apretar su garganta al sentir la mirada fija de su rey. Era como el lazo del verdugo y penso que no podria hablar. De manera que se limito a asentir primero, y responder a continuacion. Mientras recuperaba la templanza. --Lo estoy. Si no muero en las proximas jornadas --aclaro con una chispa ironica que provoco la sonrisa en todos los alli presentes. --Hasta ahora os habeis conducido con la prudencia y la sagacidad de un buen guerrero. Procurad no dejarla viuda antes de desposarla o perderemos posibilidades en Stirling --le pidio el rey con la misma chispa ironica que habia empleado el. --Lo intentare, mi senor. --En ese caso, lo prepararemos todo para partir los antes posible hacia las tierras de los Camero. Como no podia ser de otra manera, formareis parte de la expedicion --le aclaro mientras el joven Douglas asentia. William saludo a Robert por ultima vez antes de abandonar el salon. Habia dado su palabra y la cumpliria. Solo tenia que pensar que lo hacia por el bien de su nacion. Y no porque en verdad deseara atar su vida a la de una mujer. Horas mas tarde William disfrutaba de la bebida y la compania de sus amigos en una taberna. Pero en ciertos momentos no podia evitar quedarse pensativo dandole vueltas a la situacion a la que se veia abocado. --Entonces, ?cuando marchas a conocer a tu futura esposa? La pregunta de Angus, un escoces de cabello y barba castanos, parecio despertar a William de sus pensamientos. Sacudio la cabeza y contemplo a su amigo con los ojos entrecerrados. --?Por que no lo dejas estar? ?O quieres que parta la cara? --Dejalo o lo cabrearas de verdad. Bastante tiene con haber aceptado --comento Malcom, el otro fiel amigo saliendo en defensa de este--. Si te lo hubiera pedido el rey Robert en persona, tu habrias aceptado igual que el. O yo mismo. No se puede ir contra la voluntad de este. Decidimos rendirle pleitesia cuando fue coronado en Scone, de manera que no nos queda otra que acatar sus ordenes. --Creedme que no lo hago por mi voluntad, sino porque necesitamos mas hombres para tomar Stirling. Y como has dicho, rendimos vasallaje al rey Robert --resumio el joven Douglas mirando a Malcom y dejando luego la mirada suspendida en el vacio. --Es verdad. El castillo de Stirling es una de las ultimas fortalezas que retienen los ingleses junto con el de Berwick. Si los expulsamos de esta habremos dado un paso definitivo porque no creo que tengan intenciones de defender esa ultima fortaleza --dijo Malcom con orgullo--. La muerte de Wallace y las de tantos compatriotas no pueden haber sido en vano. Estamos ganando la guerra a Inglaterra. --El clan Murray es uno de los mas poderosos. Muchos hombres de otros clanes lo seguiran si el rey Robert consigue atraerlo a su causa --advirtio Angus. --Siempre fue partidario del rey. Pero el hecho de que este apunalara a Comyn en la reunion que ambos tuvieron en Greyfriars, lo hizo desconfiar --apunto Malcom. --Si, decidio no tomar parte por Bruce y se mantuvo neutral durante algun tiempo. Pero seguro que las circunstancias de la guerra hicieron que tomara partido por Comyn y Eduardo. Quiero creer que fue por el bienestar de su clan --resumio William expresando su opinion personal en ese asunto. --Ahi es donde entrais tu y la hija de Archibald Murray --senalo Malcom. --Y la propiedad del castillo de Stirling. No lo olvides. Sera la dote del propio rey Bruce a la pareja --aseguro Angus--. Por cierto, ?que sabes de ella? William fruncio los labios y encogio los hombros. --No me importa quien sea, ni como sea. Solo tengo que cumplir mi parte del trato y ya esta. --Si, viviendo en un castillo tampoco es necesario que os veais --apunto Angus convencido de que su amigo se comportaria de esa manera. --Ella tendra su propio servicio de damas. Podras hacer lo que le plazca. No me interesa -- insistio sacudiendo la mano para dejar claro que no le importaba lo mas minimo lo que ella pudiera hacer. --Pero admite que tendra que engendrar un heredero --le aviso Malcom con toda intencion. William gruno. --Si, bueno. Es su deber. No hace falta que nadie se lo diga. --?Y si es una vieja solterona? Ya me entiendes... Una mujer entrada en anos a la que su padre no ha conseguido casar --La risa de Angus enervo, mas todavia, el animo de Malcom. --He dado mi palabra. Si conseguimos que los Murray se unan a las huestes del rey, y con ello liberemos Escocia del yugo ingles, bienvenida sea --William apuro de un trago su bebida sin hacer mas caso a sus dos amigos. Apreto los dientes con rabia pensando en que ademas de haber aceptado el compromiso, su prometida no fuera nada agraciada. Si al menos fuera una muchacha joven y atractiva... se dijo en un intento por animar un poco. --Te aconsejaria que te desfogaras antes de ir a las tierras de los Murray a conocer a tu futura esposa --le jaleo Angus entre risas. Pero William no dijo ni una palabra mas. Se limito a mirar a los dos y sacudio la cabeza sin entenderlos. --Me gustaria veros en mi situacion. Estoy seguro de que no os estarias riendo. Decidio que lo mejor era alejarse de aquellos dos y estar a solas. No solo no se trataba de tener una esposa sino de que esta le diera un hijo que siguiera con el apellido Douglas. Pero eso a el no le importaba en ese momento. Ya se preocuparia cuando llegara. Por lo pronto, solo queria entrar en batalla y que volvieran a ser una nacion libre que tomara sus propias decisiones. Habia sido educado para pelear, para ser algun dia el senor del clan Douglas y procurar que todos lo respetaran. Desde que comenzo la guerra contra Inglaterra, no habia pasado ni un solo dia sin combatir al lado de su padre, conduciendo a su clan junto a otros tantos a la batalla. Y aun despues de muerto Wallace habia seguido combatiendo para liberar los castillos escoceses en manos de los senores feudales ingleses. Y lo haria hasta el final porque era su cometido. No habia cabida para el amor cuando habia visto su pais sometido y desangrado por Eduardo de Inglaterra.

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  • El arte de ser normal de Lisa Williamson

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    Los invitados a mi fiesta estan cantando el Cumpleanos feliz. No suena muy bien. Mi hermana pequena, Livvy, apenas canta. Con solo once anos ya ha decidido que las fiestas de cumpleanos familiares son tragicamente vergonzosas, y deja que mama y papa continuen con el resto de la cancion. La aguda voz soprano de mama choca con el desafinado bajo de papa. Suena tan mal que Phil, nuestro perro, sale de su cesta y se escabulle a mitad de la actuacion algo asqueado. No lo culpo; todo es algo deprimente. Hasta los globos azules que mi padre ha estado hinchando toda la manana se ven palidos y tristes, especialmente los que tienen escrito con rotulador negro: <>. Ni siquiera estoy seguro de que todo este espectaculo que se esta desarrollando delante de mi pueda clasificarse como una fiesta. --!Pide un deseo! --me dice mi madre. Tiene la tarta inclinada para que no me de cuenta de que esta algo torcida. Pone <> en letras de glaseado rojo como la sangre. El <> de <> esta muy apretujado; seguramente se quedo sin espacio. Catorce velitas azules forman un circulo alrededor del borde de la tarta y gotean cera encima de la cobertura de crema. --!Date prisa! --me dice Livvy. Pero no dejare que me den prisa. Quiero hacer esta parte como toca. Me inclino hacia delante, me coloco el pelo detras de las orejas y cierro los ojos. Intento bloquear los chillidos de Livvy y las lisonjas de mi madre e ignorar a papa, que no deja de trastear con los ajustes de la camara, y de repente todos los sonidos parecen amortiguados y lejanos, como cuando sumerges la cabeza debajo del agua en la banera. Espero unos segundos antes de abrir los ojos y soplar todas las velas de un tiron. Todos aplauden. Mi padre abre un lanzador de confeti manual, pero ni siquiera se dispara, y cuando saca otro del paquete, mama ha abierto las cortinas y ha comenzado a quitar las velas de la tarta, y el momento ya ha pasado. --?Cual ha sido tu deseo? !Me apuesto lo que quieras a que ha sido algo estupido! --exclama Livvy de manera acusadora, enroscandose uno de sus rizos castanos con el dedo corazon. --No te lo puede decir, tontita, o no se cumplira --dice mama, llevandose la tarta a la cocina para cortarla. --Si --corroboro yo, sacandole la lengua a Livvy. Ella enseguida me saca la lengua a mi. --?Donde estan tus dos amigos? --me pregunta, poniendo enfasis en la palabra <>. --Ya te lo he dicho: Felix esta en Florida y Essie en el balneario Leamington. --Que lastima --dice Livvy con cero simpatia--. Papa, ?cuanta gente vino cuando celebre mis once anos? --Cuarenta y cinco. Todos con patines. Una absoluta carniceria --balbucea papa con tono serio, a la vez que saca la tarjeta de memoria de la camara y la introduce en la ranura de su portatil. En la primera foto que aparece en la pantalla salgo yo, sentado a la cabecera de la mesa con una chapa enorme que dice <> y un gorro puntiagudo de cartulina. Tengo los ojos semicerrados y la frente me brilla. --Papa --gimo--. ?Tienes que hacer eso ahora? --Solo corrijo los ojos rojos antes de enviarselas por correo electronico a tu abuela --dice, haciendo clic con el raton--. Esta destrozada por no haber podido venir. Eso no es verdad. La abuela juega al bridge todos los miercoles por la tarde y no se lo pierde por nadie, y menos por el nieto que menos le gusta. Livvy es su favorita. Pero bien pensado, Livvy es la favorita de todos. Mi madre tambien habia invitado a la tia Jane y al tio Trevor, y a mis primos Keira y Alfie. Pero esta manana Alfie desperto con unas manchas raras por todo el pecho que podrian ser de varicela, asi que tuvieron que disculparse, dejandonos a los cuatro solos para la <>. Mama regresa alsalon con la tarta cortada en porciones, y la pone sobre la mesa. --Mirad todas estas sobras --dice, frunciendo el ceno mientras inspecciona los montones de comida que hemos picoteado--. Vamos a tener suficientes hojaldres de salchicha y pasteles hasta Navidad. Solo espero tener suficiente film transparente para envolverlo todo. Genial. Una nevera llena de comida para recordarme lo increiblemente impopular que soy. Tras la tarta y la accion intensiva de envolver todo en papel film, vienen los regalos. De mama y papa recibo una nueva mochila para el instituto, el set de DVD de la serie completa de <> y un cheque regalo de 130 euros. Livvy me regala una caja de bombones Cadbury y una funda de color rojo brillante para mi iPhone. Luego todos nos sentamos en el sofa a ver una pelicula llamada Ponte en mi lugar. Trata de una madre y una hija que comen una galleta de la fortuna encantada y, entonces, intercambian sus cuerpos durante un dia. Por supuesto que todo el mundo aprende una valiosa leccion antes del inevitable final feliz, y por centesima vez este verano lamento mi incapacidad vital para seguir el argumento de una simpatica pelicula para adolescentes. Papa se queda dormido hacia la mitad de la pelicula y se pone a roncar con ganas. Esa noche no puedo dormir. Estoy despierto tanto tiempo que mis ojos se acostumbran a la oscuridad y puedo distinguir los bordes de los posteres en las paredes y la pequena sombra de un mosquito volando de aqui para alla por el techo. Tengo catorce anos y se me esta acabando el tiempo. 3 Es el ultimo viernes de las vacaciones de verano. El lunes vuelvo al colegio. He tenido catorce anos durante exactamente nueve dias. Estoy acostado en elsofa con las cortinas cerradas. Mama y papa estan en el trabajo. Livvy esta en casa de su mejor amiga, Cressy. Estoy viendo un episodio repetido de <> mientras un paquete de galletas de chocolate hace equilibrios sobre mi barriga. Tyra Banks acaba de decirle a Ashley que no sera la proxima top model de America. Ashley llora a lagrima viva y todas las demas chicas la abrazan, aunque han pasado todo el capitulo hablando de lo mucho que odiaban a Ashley y que querian que abandonara el programa. La casa de <> es de lo mas cruel. Las lagrimas de Ashley son interrumpidas por el sonido de una llave en la puerta de entrada. Me siento y con mucho cuidado pongo el paquete de galletas en la mesita de centro que hay a mi lado. --David, ya he llegado --grita mama. Ha regresado temprano de su reunion. Frunzo el ceno mientras oigo como se quita los zapatos y tira las llaves con gran estruendo en el platillo que hay cerca de la puerta. Rapidamente cojo la manta de ganchillo que tengo a los pies, la subo para taparme el cuerpo y me la meto debajo de la barbilla, poniendome en posicion justo antes de que mama entre en elsalon. Ella pone mala cara de inmediato. --?Que? --pregunto, mientras me limpio las migas de galletas de la boca. --A lo mejor te gustaria abrir las cortinas, David --me sugiere con las manos en las caderas. --Pero entonces no podre ver bien la pantalla. Ella me ignora y se dirige directamente hacia la ventana y abre las cortinas. La luz del sol de ultima hora de la tarde inunda la habitacion y hace que el aire se vea polvoriento. Yo me retuerzo en elsofa y me protejo los ojos. --Por Dios, David --dice mama--. No eres un vampiro. --Puede que lo sea --murmuro entre dientes.

  • Leonardo da Vinci. La biografia de Walter Isaacson

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  • La Carpa y las Escrituras de los cuatro elegidos de Leonardo Ibarra

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    Dos mundos: el magico y el humano.El Guardian del Norte, mago sabio y enigmatico, tiene la importante mision de viajar al otro mundo para encontrar a los elegidos. Asi lo dicen las Escrituras.Se trata de cuatro humanos que deberan iniciarse en la magia y enfrentarse en una ineludible batalla contra la Legion del Oeste, liderada desde el mas alla por el poderoso y malevolo Lord Balfour, quien no se detendra hasta obtener el control total de los mundos.Es una carrera contra el tiempo y depende de Ostin, Emmy, Susan y Martin impedir que ocurra lo peor.

  • Sin Rostro ni Rastro de Juliana Corrales

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    Doce del mediodia y el calor agobiante caracteristico de Ciudad Bolivar se hace inclemente para los habitantes de aquella pintoresca ciudad, capital del Estado Bolivar ubicado al sureste de Venezuela, localizada en la ribera sur del Rio Orinoco, se puede ver el agite de sus pobladores, presurosos por llegar a sus casas para luego regresar a sus labores. Los semaforos cambian constantemente y ni a si el trafico cesa, se pueden ver tambien los malabaristas que de momentos entretienen a mas de uno de los que en la cola aguardan esperando que el semaforo cambie a luz verde y asi seguir a sus destinos, desde malabares con aros y pelotas hasta cuchillos, piruetas con llamas, los mas osados. Por su parte las paradas de los transportes colectivos estan abarrotadas. Se escuchan los gritos de los vendedores ambulantes y en las aceras mas de un mendigo esperando la caridad de quien amablemente les de algo de comer. Sumergidos en este panorama se encuentran los indigenas provenientes de vecinos estados del oriente venezolano, entre guaraos del Delta, descendiente de los chaimas del Estado Monagas, de igual modo los pemones del mismo Estado Bolivar; llegados de la Gran Sabana, los piaroas de Amazonas y por ultimo los karinas de Anzoategui. Todos ellos caracterizados por aquella inocencia, tranquilidad y habilidades para todo tipo de artesania, migraron con la finalidad de conocer otro estilo de vida, dejaron sus culturas para vivir en el calor de la ciudad, viviendo en plazas, terminales de pasajeros, algun terreno baldio de la ciudad o donde los agarre la noche y mientras no llega esta, se dedican a las ventas callejeras de artesania y flores traidas de sus tierras, es lo que a simple vista se puede visualizar en aquel estado venezolano. Santo tomas de Guayana o Angostura del Orinoco, como era conocida antes de 1846, la actual Ciudad Bolivar, que se caracteriza por ser una ciudad universitaria, muchos de sus pobladores son jovenes estudiantes que migraron de distintas partes del pais desde el occidente hasta el oriente, reconocida por formarse alli profesionales de diversas carreras desde ingenieros hasta profesionales de la salud. En esta ciudad se encuentra una de las escuelas de medicina, mas reconocidas del pais, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oriente Nucleo Bolivar. Es una nueva semana de clases en la mencionada escuela, los estudiantes regresan luego de un fin de semana, unicos dias que son duenos de su tiempo, por asi decirlo, debido a las exigencias academicas de esa reconocida universidad; por aquel porton azul entrada principal, se ven venir a mas de un estudiante, todos presurosos por entrar a las aulas y laboratorios de las distintas asignaturas, esperando reunirse cada quien con su grupo de amistades para contarse anecdotas del fin de semana y planificar las actividades universitarias. La escuela tiene un pasillo algo oscuro, y al final de este los laboratorios de anatomia, los estudiantes que cursan la materia aguardan en la entrada, una vez vista la teoria para proceder a las practicas. !Permiso por favor! Abrire el laboratorio. Se escucha la voz de Medina, -uno de los obreros encargados de realizar esta tarea, "den un permiso que el senor necesita abrir" continua diciendo unas de las estudiantes. Dando paso todos se hacen a un lado, se empujan y gritan unos con otros! Sudorosos y con deseos de entrar, hasta que por fin el encargado logra abrir el laboratorio, pasan todos de forma desorganizada y se ubican a cada lado de los mesones; cuya caracteristica principal es su hechura en granito, en el centro de los planchones se podia ver un drenaje central para que el formol que destilaban los cadaveres que alli reposaban corriera por el mismo, estos cadaveres se encontraban cubiertos con sabanas blancas, las cuales hacian juegos con las paredes pulcras del laboratorio y con las batas que lucian orgullosamente todos los estudiantes que en el laboratorio se encontraban presentes, tambien se podian visualizar amplios ventanales que en cada practica era obligatorio abrir debido a la carencia de extractores para que los vapores emanados por el formaldehido del que estan impregnados los cadaveres puedan salir, dejando que la brisa desahogue un poco el ambiente. Entusiasmados los estudiantes por aprender de la interesante asignatura que mostraba a detalle cada una de las partes del cuerpo humano de forma macroscopica permanecen atentos. Lo unico que hacia desagradable la estadia en el lugar era la congestion que mas de uno sentia en las mucosas nasales, pero en especial la conjuntiva ocular producida por el asfixiante vapor de aquel quimico irritante, lagrimeaban por lo fuerte que era aquel producto empleado para la preservacion de los cuerpos sin vida. Ocho estudiantes por meson era la distribucion para la practica, pero en mas de uno de ellos se encontraban un numero superior a ocho, debido a la poca capacidad que este laboratorio tenia y la sobrepoblacion. Todo los estudiantes dispuestos a aprender y a acatar las indicaciones que el profesor instructor les suministraba paseandose por todo el laboratorio con su bata blanca puesta dando ejemplo de la disciplina que debian tener, pide que retiren las sabanas blancas que cubrian los cadaveres que posteriormente serian diseccionados por capas empezando por la piel seguido por el plano subcutaneo, muscular y oseo para lograr la apertura de las cavidades toracicas y abdominales, dejando expuestos todos los organos de aquellos cuerpos frios sin vida y donados por el servicio de anatomia patologica, o de medicina forense del hospital de la ciudad. Al fondo del laboratorio un grupo de ocho estudiantes retiran la sabana y se deja ver el cadaver de una joven mujer con rasgos indigenas, con facciones unicas, cabello largo, negro y lacio de labios gruesos piel triguena, quien aun estando en aquel meson conservaba un rostro angelical y en su pelvis resaltaba la presencia del utero en estado de gestacion. Parecia dormir placenteramente, la muerte no logro quitarle su belleza nativa sin igual de las mujeres de su tierra, cada uno de los estudiantes compartia acerca de sus experiencias gustos ajenos a la medicina el cual tenian todos en comun, aquella confianza entre todos crecio tanto a tal punto que llegaron a conocerse tan bien que sin ser iguales en personalidad formaban grupos de amigos y las practicas en los laboratorios se hacian amenas. Todos los lunes el laboratorio era un sitio de encuentros, donde planeaban sus reuniones para estudiar en las residencias de cada uno de ellos o simplemente para salir a bailar, comer helado y asi cualquier actividad que les fuese de agrado. Uno de estos tantos lunes reunidos en las practicas. Juan Camilo un joven estudiante invita a todos los que en ese grupo se encontraban y al cual el pertenecia al cumpleanos de una amiga que vivia en el edificio donde el residia, la reunion tendria lugar el dia viernes por la noche, pero parecia ser que a Mariano y Ana Elisa la idea de asistir no les resultaba atractiva. Mariano no compartia ese tipo de reunion, era de conocimiento por todos que frecuentaba mas los lugares donde hacian presencia bandas de rock, se hablaba de grupos musicales reconocidos en este genero; Mariano era apasionado por la lectura y mas si estaba relacionada a los acontecimientos de la segunda guerra mundial y en especial al personaje Adolfo Hitler, por el hecho de que los bisabuelos del joven, llegaron a Venezuela huyendo de una muerte segura por ser estos judios, resultaba ser sus gustos diferentes a las ciencias medicas; por su lado la joven Ana Elisa dedicaba sus dias a solo estudiar, siempre apatica a la hora de salir a otro sitio distinto a la universidad; un poco acomplejada por unos cuantos kilos de mas, obsesionada por cualquier tipo de dieta de la que le hablaran, pero nunca lograba verse como ella deseaba y era de saber por ella que su desespero por lograr rapido los resultados la hacian decepcionarse de cuanta dieta hiciera, su unico refugio para desligarse un poco de su problema de peso era la carrera universitaria y obtener el mejor promedio.

  • Ellas hablan de Miriam Toews

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    Durante anos, en la recondita colonia menonita de Molotschna, decenas de mujeres han sido sistematicamente drogadas y violadas mientras dormian. Despertaban doloridas y sangrando. La comunidad se empenaba en mantener que todo era producto de su absurda imaginacion, o quiza del demonio, que las castigaba por sus pecados. Los violadores, sin embargo, eran hombres de la propia colonia: tios, hermanos o vecinos que finalmente acabaron en prision pero que en apenas dos dias seran liberados bajo fianza y regresaran a casa. Ocho de esas mujeres que padecieron abusos y violaciones estan a punto de reunirse en secreto para tomar una decision que determinara su futuro. ?Que deben hacer? ?Perdonarlos, como pide el Pastor? ?Responder a la violencia con mas violencia? ?O marcharse para siempre?

  • November 9, Colleen Hoover de Colleen Hoover

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  • En tierra de nadie (John Puller 4) de David Baldacci

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    John Puller, ante su reto mas dificil.

  • Una esposa para Navidad de Carolyn Connor

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    Como cada dia, Hope estaba en la cocina preparando todo lo necesario para hacer la comida. Bajo la luz de la manana, cortaba verduras mientras tarareaba y revisaba el pollo en el horno para que quedara perfecto. Le gustaba su vida sencilla y tranquila, aunque no fuera la habitual para una muchacha de su edad. La familia poseia una pequena, pero comoda casa, en un barrio situado no muy lejos del centro del pueblo. Su ubicacion les permitia tener cierta intimidad y a la vez estar cerca de las tiendas, la iglesia y el mercado. Pero Providence no era su ciudad natal. La familia Dobbs se habia mudado de Boston hacia ya casi tres anos, cuando a su padre Edward Dobbs le ofrecieron un trabajo como encargado del mantenimiento de la presa de esa ciudad. Un trabajo que les permitio empezar de nuevo y dejar atras todo el dolor que habian sufrido. A Hope no le gustaba recordar sus dos ultimos anos en Boston, le traia el recuerdo de la muerte de su madre Madelene. Una mujer dulce y buena que fallecio por culpa de unas fiebres, y que la dejo al cuidado de su padre y del pequeno de la casa: Harry, de tan solo dos anos. Desde esa tragica muerte, Hope se habia convertido en la hermana y en la madre de Harry, a pesar de que ella, por aquel entonces, solo contaba con quince anos. Ahora, cinco anos despues, Harry ya era un nino de siete anos y ella una mujer de veinte primaveras. Sabia que pronto tendria que casarse, pero estaba en una encrucijada de la que no encontraba salida. Por una parte, no podria permanecer soltera por mucho tiempo, si queria formar su propia familia; pero tampoco podia abandonar a su padre y a Harry cuando estaban tan unidos y tanto la necesitaban. Tampoco podia imponer a su futuro esposo que vivieran los cuatro juntos, al no ofrecerles la intimidad necesaria en un matrimonio. Por ese motivo, el tiempo pasaba y Hope seguia soltera. Pero ante una manana tan esplendida como esa, ningun problema parecia importante. El sol estaba en lo alto del cielo y todo indicaba que el buen tiempo del verano se negaba a marcharse. --Bueno, esto ya esta --declaro satisfecha al haber terminado de preparar las verduras. Ahora solo le quedaba esperar a que el asado estuviera y cocer las verduras que lo acompanarian. Decidida se aparto del mostrador para coger una olla cuando la puerta de la cocina, que comunicaba al patio trasero, se abrio de golpe. --?Ya esta la comida? Como si se tratara de un huracan, Harry entro en la cocina, completamente despeinado y con las ropas sucias y arrugadas. Al verlo Hope suspiro, pues era una tarea imposible mantener a su hermano limpio. --Harry, ?cuantas veces te he dicho que te limpies el barro de los zapatos antes de entrar en casa? --No lo se, han sido tantas que ya ni las cuento. A Hope le encantaba el espiritu inquieto y travieso de su hermano, aunque en ocasiones como esta lo que de verdad deseaba era estrangularle. Queriendo asustarle, Hope cogio la cuchara de palo y la oscilo delante de su cara. --Pues sera mejor que te acuerdes o la proxima vez te voy a dar con esto en el trasero. Harry la miro a la cara con ojos apesadumbrados y Hope supo que estaba perdida. Harry podia hacer todas las travesuras del mundo, pero cuando le ponia esos ojillos lastimeros estaba perdida. Y por como la observaba el granuja, este lo sabia. --?Que voy a hacer contigo? --dijo exasperada mientras dejaba la cuchara de palo sobre el mostrador. --No me has contestado. ?Esta la comida? --No, le falta media hora. Asi que aprovecha este tiempo para lavarte y recoger tu cuarto. Harry no parecio haber escuchado esto ultimo, pues se acerco a ella con una brillante sonrisa. --?Que tienes en las manos? --pregunto Hope cuando vio que su hermano mantenia las manos unidas, una sobre la otra, como haciendo una pequena prision entre sus dedos. Ensanchando la sonrisa, Harry se le acerco otro paso y alzo las manos hasta dejarlas frente a la cara de Hope. Luego, orgulloso, abrio las manos revelando un gran sapo sentado entre sus palmas, con la piel nudosa y verrugosa, ojos de color ambar brillante y pequenos dedos palmeados. --!Puaj! !Harry! --grito, alejandose de el--. ?Por que tienes eso? --Voy a hacerle una broma a papa --declaro convencido--. Tengo que buscar un buen escondite donde dejar al sapo hasta la hora de comer. --Ni se te ocurra tener esa cosa dentro de la casa. Y menos aun en mi cocina. --?Por que no? Es solo un sapo. --Por eso mismo. No puedes... --Te hace falta ese molde que esta sobre la mesa --le interrumpio Harry, pues no prestaba atencion a sus palabras. --Claro que me hace falta. --Entonces lo guardare dentro de una cacerola. --!De eso nada! La pequena criatura trato de escapar de las manos de Harry que se esforzo por mantenerlo bien sujeto. Desesperada, Hope se puso firme al no estar dispuesta a consentir que ese animal siguiera sufriendo. Por no mencionar que le daba asco. Aunque, por supuesto, no podria demostrar su animadversion por el sapo, o todos los dias se encontraria uno escondido en algun lugar de la casa. De eso estaba segura, pues solo hacia un dia que su padre, mientras comian, le confeso a Harry su miedo a estas criaturas y Harry ya habia encontrado uno para asustarle. Y solo Dios sabia de donde lo habria conseguido. --!Harry! !Saca a ese pobre sapo de la cocina! --indico Hope. Harry la observo sonriendo y haciendo que sus mejillas, normalmente rojas, se enrojecieran aun mas. Con su cabello rojo rizado, sus pecas, sus ojos verdes y sus hoyuelos, Harry parecia la viva imagen de un duendecillo irlandes. El cabello de Hope, sin embargo, era una mezcla entre el de su padre rubio y su madre pelirroja, y sus pecas ya no se le notaban tanto. Algo que ella agradecia pues, aunque eran encantadoras en su hermano, en su cara no le resultaban tan interesantes. Lo que si compartia con su hermano era su mirada de color verde jade. --?Por que no puedo tener un sapo en la cocina? --inquirio el pequeno--. Tu traes muchos animales y yo no te digo nada. Hope suspiro, luego tomo aire y conto hasta tres para tranquilizarse. --Los pollos, los peces, las perdices y los conejos son para comer, no para tenerlos de mascota en la cocina. Harry miro con asco al pobre sapo que lo observaba con ojos inexpresivos. --Entonces, ?si quiero tener al sapo en la cocina hasta que venga papa, luego tendre que comermelo? Hope estuvo a punto de soltar una carcajada, pero se contuvo y continuo mirandolo seria. --!Eso es algo asqueroso! !No pienso comermelo! --solto Harry enfurrunado. --Entonces, ya sabes lo que tienes que hac... El sonido estridente de la puerta al abrirse de golpe y chocar con la pared hizo que se callara. --Coge todo lo que puedas de valor y salir corriendo al bosque. --La voz alterada de su padre estremecio a Hope y a su hermano. --?Que pasa, papa? Edward estaba visiblemente alterado, asi como sudoroso. Parecia que habia llegado corriendo, y por la expresion de espanto de su rostro, no parecia traer buenas noticias. --Ahora no hay tiempo para que te lo explique. Solo coge lo que te he dicho y marchaos al bosque. Cuando Edward, aun en la puerta de la cocina vio que ninguno de sus hijos se movia, les grito: --!Quereis hacerme caso! Edward odio los rostros asustados de sus hijos, pero no habia tiempo para explicaciones. Si queria salvarlos debian darse prisa o seria demasiado tarde. --Por favor. --Cambio su tono de voz y se mostro mas dulce--. Tengo que seguir avisando a la gente. Vosotros solo hacerme caso. Hope asintio mientras se acercaba a su hermano. No sabia por que, pero algo en la expresion de la cara de su padre le indicaba que tenia que protegerlo. --Os quiero --senalo su padre con ojos vidriosos. Y mirando a Hope le dijo--: Cuida bien de tu hermano. Despues la sirena del pueblo comenzo a sonar y su padre se marcho dejandolos solos en la cocina. --?Que sucede? --se pregunto. Hope trepidaba a causa del miedo. Algo muy grave debia de estar pasando. Con las piernas temblando se asomo por la ventana y vio a gente apurada que salia de sus casas. Tambien observo a su padre corriendo calle arriba mientras gritaba que se pusieran a salvo en el bosque. Pero el no huia desesperado en esa direccion, sino todo lo contrario. Corria hacia la presa. --!La presa! Sin perder ni un segundo mas Hope fue hacia la habitacion de sus padres y con manos temblorosas abrio el pequeno joyero de su madre. En su interior habia un par de pendientes, un broche y un collar de perlas. Sin detenerse a pensar, metio todo en su bolsillo y regreso a la cocina donde Harry permanecia en el mismo sitio, llorando y con el rostro palido y asustado. --?A donde ha ido papa? --pregunto el pequeno. --Creo que a la presa --le contesto. Sin mas, lo cogio de la mano y tiro de el hacia el exterior de la casa. Mas personas habian salido de sus hogares y miraban freneticas a su alrededor, como si esperaran que en cualquier momento algo espantoso llegara al pueblo. Otras, sin embargo, habian decidido huir tras escuchar la sirena de aviso de la presa y corrian hacia el bosque lo mas rapido posible. El caos entre los que se quedaban parados sin saber que hacer, los que escapaban asustados y los que cargaban carros con sus pertenencias llego a ser tan grande, que resultaba dificil andar por la calle sin chocar con alguien. Hope penso si debia detenerse e informar a los menos osados para que se marcharan, pero al mirar a su hermano supo que lo unico que podia hacer era ponerlo a salvo. --Harry --llamo a su hermano para que le prestara atencion--. Ahora tienes que agarrarte fuerte a mi mano y correr lo mas rapido que puedas. Y si por algun motivo nos separamos.... --!No! --la interrumpio Harry llorando. --Escuchame con atencion, si nos separamos, corre lo mas rapido que puedas hacia el bosque y subete a un arbol. ?Lo entiendes? Harry asintio y se seco las lagrimas de su cara con la manga. --Te juro que si nos separamos te encontrare --le prometio Hope para que Harry no estuviera tan asustado. Y sin mas, Hope comenzo a correr por la calle en direccion al bosque. Mientras lo hacia, no queria pensar en la gente que se quedaba atras, ni en su padre; solo podia pensar en apresurarse y en sujetar fuerte la mano de Harry. <>, pensaba. Apretaba la mano de su hermano tan fuerte, que sabia que le estaba haciendo dano. Aun asi, no la aflojo y agradecio en silencio a Harry que no protestara ni se parara. Apenas les quedaban unos metros para salir del pueblo, cuando escucharon un fuerte y atronador crujido que resono por todo el valle. Hope estaba sin aliento, pero no se detuvo para mirar hacia atras. Ese sonido indicaba que algo horrible habia sucedido y que el tiempo para ponerse a salvo, se les acababa. De pronto, Harry tropezo y cayo al suelo. Delante de ellos estaba el bosque, y a sus espaldas, un sonido estridente que cada vez sonaba mas cerca. --Vamos Harry --le animo a que se levantara y continuara. Cuando miro los ojos de su hermano vio tanto horror y tristeza que su corazon se partio. Harry era muy pequeno, pero entendia lo que estaba pasando. Incluso, si lo pensaba con claridad, estaba segura de que todas las personas del valle ya lo sabian, pero solo unas pocas se atrevian a admitirlo y corrian hacia el bosque. --Se ha roto la presa --alguien grito tras ellos confirmando sus peores temores. El agua llegaria hasta ellos en cuestion de segundos y los ahogaria. Pero Hope no estaba dispuesta a parar, no cuando tenia que salvar a su hermano como su padre le habia pedido. Miro hacia atras y vio como una enorme ola de agua se precipitaba ladera abajo escapando de su confinamiento. Resultaba impactante observar esa enorme cantidad de agua fluyendo a toda velocidad montana abajo, sin que pudiera hacerse algo para impedirlo. A Hope le hubiera gustado gritar y que su padre la abrazara, pero no podia aflojar su determinacion. Ella era lo unico que tenia su hermano para salvarse, y aunque le costara su propia vida, estaba dispuesta a hacerlo. Con esfuerzo, consiguio mover sus pies, los cuales parecian pegados al suelo, y temblorosa cogio en brazos a su hermano y continuo corriendo. Notaba como la tierra temblaba cada vez mas y supo que la ola gigantesca estaba cerca. Ya habian conseguido llegar al bosque, pero necesitaban encontrar un terreno mas elevado. Sus fuerzas la estaban abandonando y no creia que pudiera seguir aguantando. De pronto, escucho gritos tras ella, asi como crujidos, y supo que la ola habia llegado al pueblo. Penso en todas esas personas que habia visto paradas en sus porches, con la mirada perdida. Sintio como su cuerpo se estremecia. El estruendo tras ella fue tan fuerte, que supo que la ola estaba arrasando todo a su alrededor. Casas, tiendas, personas, todo lo que conocia estaba siendo engullido por el agua. <>, se recordo. Tambien habria sido destruida y con ella... su padre. --Papa --susurro entre lagrimas al necesitarle. Temia no ser lo suficientemente fuerte para poner a su hermano a salvo. Entre sollozos escucho a Harry llorando y noto como este se aferraba a ella con todas sus fuerzas. Y lo supo. Tenia que ser fuerte y protegerlo, costara lo que costara. Su hermano solo la tenia a ella y no pensaba defraudarle. --Lo vamos a conseguir, Harry. Papa y mama nos ayudaran. Resoplando por el esfuerzo, comenzo a subir con mas brio la pendiente, hasta que vio como una pareja que corria delante de ellos se subia a un arbol. A su alrededor, otras personas optaban por seguir corriendo para alejarse lo maximo posible, pero Hope comprendio que apenas le quedaban fuerzas para continuar. Si decidia seguir corriendo, podia acabar demasiado cansada para trepar o para resistir el envite del agua cuando les alcanzara. Tenia que tomar una decision en un segundo y asi lo hizo. Se paro en un arbol robusto y alto y se dejo caer de rodillas al suelo. --Tienes que subir al arbol --le dijo a su hermano. Hope sabia que Harry treparia sin esfuerzos, pues era algo que le encantaba hacer. Sin embargo, ella con sus faldas y su cansancio, no lo tendria tan facil. --Vamos Harry --le insto, apartandole los brazos de su cuello. Tembloroso, Harry la miro y asintio sin decir nada. A Hope le hubiera gustado abrazarlo y consolarlo con palabras tiernas, pero no habia tiempo. Ahora, lo importante era salvarse, despues vendrian los abrazos. Para ganar tiempo, alzo a Harry por la cintura y lo observo subir. El rugido del agua estaba cada vez mas cerca y sabia que le faltaba poco para que los alcanzara. Los gritos ya apenas se escuchaban en la lejania, asi como tampoco se oia el canto de los pajaros o cualquier otro sonido que no fuera el del agua. Darse cuenta de que el cese de los gritos solo podia significar que la gente del pueblo ya estaba muerta, la estremecio, y le hizo desear estar en otro lugar donde la muerte no la acechara. Sin saber por que, miro hacia atras, y lo que contemplo la dejo paralizada por el horror. Providence habia sido sepultada por la gigantesca ola y solo podia verse el campanario de la iglesia. Pero eso no fue lo peor, lo que de verdad la asusto, fue ver como la ola estaba mucho mas proxima a ella de lo que esperaba. Desesperada, comenzo a subir el mismo arbol donde se encontraba Harry. Notaba como la aspera corteza danaba sus manos y como se desgarraba su ropa. Pero no le importo y continuo subiendo. Harry estaba trepando justo delante de ella, con mas agilidad. --Sube todo lo que puedas --insistio Hope, con el fin de darle animos. Sentia las manos pegajosas, pero no ceso. Continuo sin descanso cuando escucho mas gritos cerca de ella. Subio con determinacion y rezo a Dios para que los salvara, no solo a ella, sino a toda la gente que estaba a su alrededor. A los que se quedaron atras y a los que iban mas adelantados. De pronto, noto como el arbol se tambaleaba y desesperada aferro el cuerpo de su hermano. Habian llegado lo mas alto que podian y solo esperaba que fuera suficiente. --Agarrate con fuerza. --Habia conseguido su proposito. Estaban en la parte mas elevada y solo les quedaba esperar. Rezo cuando sintio el agua fria mojando su ropa y supo que el tiempo se les habia acabado. Ahora estaban en manos de Dios y solo el podia salvarlos. Cerca de ellos, vio el cuerpo inmovil de un hombre flotando en el agua y sintio deseos de gritar. Necesitando consuelo busco a la pareja que se habia subido a un arbol, y se quedo horrorizada. El agua lo habia sacudido con mas fuerza y estaba mas inclinado. Tal vez fuera, porque soportaba mas peso al tener dos personas adultas aferradas a su tronco, o porque el arbol era mas estrecho. Lo unico que Hope sabia, era que la mujer permanecia agarrada al tronco con una mano, y con la otra trataba de sujetar al hombre para que la corriente no se lo llevara. Y un segundo despues, las manos se separaron y el hombre fue brutalmente apartado de una desconsolada mujer, que tuvo que observar mientras gritaba, como su companero era empujado por las aguas contra el tronco de otro arbol. La fuerza con que fue empujado fue tan brutal, que se pudo escuchar con total claridad el crujido de su espalda al romperse. Despues, el cuerpo se alejo inmovil y laxo siguiendo la corriente. Desesperada por un poco de esperanza continuo rezando, sin perder de vista a su hermano. Si eso le sucediera a Harry, si la corriente se lo llevara, ella se lanzaria a por el sin pensarselo. No porque fuera muy valiente, sino todo lo contrario, era demasiado cobarde para enfrentarse a la vida sola. Como la mujer del otro arbol. Despues de lo que parecio una eternidad, el agua comenzo a bajar y su fuerza descendio de intensidad. El peligro parecia que habia pasado. Ahora solo quedaria descubrir quien habia sobrevivido y quien habia muerto. Hope no tenia muchas esperanzas de encontrar a su padre con vida.

  • Vacaciones al amor de Isabel Keats

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    Pase, el senor Anglada la recibira enseguida --anuncio la desdenosa secretaria, al tiempo que abria la puerta de un amplio despacho de paredes de cristal. El contraste entre el antiguo edificio senorial, con sus grandes ventanales, y la decoracion vanguardista del interior llamaba la atencion. Detras de la mesa interminable un hombre de pelo castano claro, sentado de espaldas, hablaba por el movil. Cuando termino la conversacion giro el sillon de cuero hacia mi y pude verle la cara. Le reconoci de inmediato. Su rostro permanecio inexpresivo; sin embargo, sus ojos turquesa, que brillaban con regocijo al devolverme la mirada, le delataron. Era evidente que el tambien se acordaba de mi, y esos ojos burlones me obligaron a retroceder en el tiempo hasta la semana anterior… Como marcaba la tradicion, las antiguas alumnas de las Esperanzadas en la Fe --una especie de nucleo duro de las Ursulinas--, promocion de… (he olvidado la fecha), celebrabamos nuestro aquelarre anual navideno. Una cena en la que el vino fluia como el petroleo en el golfo de Mexico y donde las colillas parecian castellers intentando fugarse del cenicero, a pesar de los ingentes esfuerzos de los camareros que no daban abasto vaciandolos; mientras nosotras, inseparables desde el colegio, poniamos a caldo a los maridos que quedaban o a los ex que aumentaban de ano en ano. Yo seguia soltera y, tras cortar con mi ultimo novio --la lista de nombres comenzaba a ser dificil de recordar--, sin compromiso. Mis amigas me acusaban de inmadura, de tener una puntuacion de once --en una escala del uno al diez--, del sindrome de Peter Pan. Quiza fuera cierto, pero, como yo les decia a menudo, su ejemplo no invitaba a tirarse de cabeza al abismo del matrimonio y al averno de los hijos, precisamente. La verdad es que no estabamos sacando conclusiones provechosas sobre aquel tema recurrente. Las casadas hacian proselitismo de la familia y los ninos, a pesar de echar pestes de ellos, y las separadas exaltaban la libertad de volver a bailar la danza del apareo una vez cumplido el ciclo natural de la reproduccion y cuidado de las crias; pese a quejarse amargamente de que, a esas alturas, no quedaba ni un solo tio al que se le pudiera aplicar el calificativo de normal. En realidad, dudo mucho que ninguna de ellas estuviera capacitada para extender a nadie el certificado ISO de <>. Cualquier fulano que viera su actitud de perras en celo, siempre a la caza y captura, no entenderia que alguna de ellas hubiera pasado mas de cinco anos en el delicioso estado marital; es mas, incluso podria llegar a pensar que esos anos transcurrieron entre los muros inexpugnables de un convento de clausura, en el que el unico polvo que entro jamas fue el que se acumulaba en los reclinatorios. Yo hacia loas de la vida sin ataduras de ninguna clase. Por un lado, no tenia que aguantar por obligacion los ronquidos de un tipo a mi lado cada noche, conteniendo las ganas de tirarlo al suelo de una buena patada. Tampoco debia soportar la presencia de pequenas alimanas pululando a mi alrededor volviendome la cabeza del reves y sin posibilidad de mandarlas a jugar a la autopista. Pero, al mismo tiempo, renegaba de los donjuanes canis y, a veces, de la soledad. En ese momento de la noche, mi estado era bastante… como lo diria… quiza la palabra mas adecuada fuese <>. Hacia rato que las ganas de hacer pis no me permitian atender a la conversacion, asi que me levante -- estuve a punto de tirar la copa de vino y el platito del pan-- y, un poco tambaleante, me dirigi al lavabo. Aliviada como un hipopotamo en el zoo, me di un retoque de brillo en los labios, ahueque mi melena y sali. Justo en ese instante, se abrio la puerta del bano de caballeros y de el salio un hombre alto, de unos cuarenta anos, de pelo castano y unos impactantes ojos color turquesa. --Oiga! --exclamo y me agarro del brazo. Indignada, me desasi con brusquedad y grite: --No se le ocurra tocarme, baboso! --Solo queria decirle… --insistio el hombre a pesar de todo. No le deje terminar. Sintiendo una agresividad que se me escapaba hasta por las unas de los pies --puede que como consecuencia de la conversacion con mis amigas o, quiza, fuera el efecto de los dos gin-tonics que me habia tomado-- le espete: --?Pero es que no puede una mujer decente salir a cenar sin que cualquier viejo verde se vea en la obligacion de intentar ligar con ella? Los derechos de las mujeres, ?los enmarcamos y nos olvidamos de ellos? ?Acaso seguimos en la Edad Media, aquella deliciosa epoca en la que cualquier pelado barrigon tenia derecho de pernada? A medida que iba disparando una pregunta tras otra, implacable, sentia que de un momento a otro comenzaria a soltar espuma por la boca. El tipo parecio encogerse ante semejante retahila de cuestiones de dificil respuesta y se hizo a un lado asustado. Envalentonada con mi victoria, ergui la cabeza y me deslice triunfante hacia mi mesa, esquivando las de los demas comensales. Debian haberlo oido todo, pues, a medida que avanzaba, podia escuchar a mis espaldas risas disimuladas de apoyo, lo que me produjo una gran satisfaccion. Al llegar donde estaban mis amigas, Ana me dijo: --A ver, date la vuelta, oh, reina de la liberacion de la mujer! De manera teatral, di una vuelta sobre mi misma, sintiendome como una modelo de pasarela o, tal vez, la Bella bailando sin la Bestia; pero, de repente, repare en que las risas de mis amigas se habian convertido en carcajadas histericas. Ahi estaban todas ellas retorciendose en sus sillas, mientras se les saltaban las lagrimas. --?Que pasa? ?Que pasa? --masculle, al tiempo que mi sonrisa se convertia, poco a poco, en una mueca rigida. Por fin, Angela, que era el alma candida de la pandilla, me lo solto: --Hija, al ir al bano se te ha quedado la falda metida por la goma de las bragas y te las ha visto todo el restaurante; pero no te preocupes, que son bastante monas. --Y estan limpitas… --anadio la mala pecora de Isabel, que siempre disfrutaba con las desgracias ajenas. Con la rapidez del viento cuando no hay, coloque la falda en su sitio y me sente, agachando la cabeza hasta que mi larga melena me cubrio la cara. Ahora oia las carcajadas sin reservas de todos presentes; tenia la impresion de que incluso el cocinero habia abandonado sus fogones para venir a reirse de mi. Por un resquicio entre los mechones de mi pelo mire hacia la mesa de al lado… y alli estaba el hombre del bano, mirandome y sufriendo convulsiones. Incapaz de resistir aquella sonada humillacion por mas tiempo, me levante, tire unos cuantos billetes sobre la mesa, y me fui a casa corriendo, dispuesta a no salir de ella durante el tiempo que me quedara de vida. ?Alguien puede imaginarse mi sorpresa y mi consternacion cuando, pocos dias despues, al ir a realizar una entrevista de trabajo --para la que me habia preparado a conciencia durante semanas-- resulto que mi entrevistador era, nada mas y nada menos, que el tipo odioso del restaurante? --Bueno --exclamo aquel mismo hombre, cascando como una nuez el opresivo silencio que reinaba en el despacho--, quiza habria sido mejor que viniera usted hoy con pantalones… Completamente abochornada, senti que me ruborizaba hasta el blanco de los ojos. Entonces, eche mi silla hacia atras, aranando sin piedad el inmaculado parque, le lance mi mejor mirada de desprecio, agarre el bolso con fuerza y me largue de alli dando un portazo; aunque, si tenemos en cuenta que la puerta era de cristal, el efecto no resulto muy dramatico que digamos. Lo que mas rabia me daba de todo el asunto era que, durante un segundo de enajenacion letal, habia encontrado atractivo a ese aborrecible bicharraco. Taconeando con fuerza, sali al vestibulo y me dirigi a toda prisa --es decir, a la velocidad de crucero de una muneca de Famosa dirigiendose al portal que era lo maximo que me permitia mi estrecha falda de tubo-- hacia el ascensor. Las pesadas puertas de acero comenzaban a cerrarse cuando una mano, de dedos largos y fuertes y unas cortas e inmaculadas, aparecio de la nada y las obligo a abrirse de nuevo. --Senorita Poliakova, si fuera tan amable de volver a mi despacho. Todavia no ha terminado la entrevista --comento muy tranquilo. --Para mi si lo ha hecho, senor Anglada, no voy a permitir que nadie se ria de mi.

  • Atrapada en el boton de tu vaquero de Mayeda Laurens

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    Laura es divertida y menos dura de lo que pretende aparentar.

  • Eclipses de Jose Maria Maza Sancho

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    Los fenomenos astronomicos nos han obsesionado desde tiempos inmemoriales, en especial los que se vinculan con el Sol, fuente principal de energia de nuestra Tierra. Por eso los eclipses tienen un lugar especial en la historia de la humanidad, y el hecho de que ocurran dos durante los proximos anos ha motivado al profesor Jose Maza a introducirnos en el tema.

  • Miedo. Trump en la Casa Blanca de Bob Woodward

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  • Para antes del olvido de Tomas Gonzalez

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    Para antes del olvido es una historia de amor truncada. Alfonso beso una sola vez a Josefina, y de ahi en adelante la vida entre los dos fue estar separados. Alfonso, con romanticas aspiraciones de escritor, decide irse de Envigado para conocer la Bogota supuestamente cosmopolita de principios del siglo XX. Mientras Josefina vive en la quietud de la espera, el se deslumbra con las nuevas experiencias en la capital y con los poetas malditos que la padecen, y termina embarcandose hacia Europa, donde el recuerdo de Josefina se convierte en una nostalgia casi imperceptible y los horrores de la Primera Guerra Mundial lo devastan todo.

  • Vivir y morir en Dallas de Charlaine Harris

    https://gigalibros.com/vivir-y-morir-en-dallas.html

    Sookie Stackhouse esta pasando una mala racha: su companero de trabajo ha sido asesinado y ella es atacada por una criatura sobrenatural, pero afortunadamente los vampiros le salvan la vida. Cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento. Eso si, pone una unica condicion: ningun humano debe ser danado. Pero eso es muy facil decirlo? Esta serie, transgresora en su planteamiento, rompe con la imagen tradicional de los vampiros y ofrece una nueva y fresca vision de los mismos. <> Chicago Sun-Times <> The Hollywood Reporter <> The Boston Globe

  • Amar de nuevo de Giselle Renarde

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    Karen no pensaba perder el contacto con sus amigos de la secundaria, pero la vida se interpuso; no contesto un par de llamadas y de repente habian pasado cuarenta anos. Cuando Karen se reune con Karl en un funeral, el ya no es el adolescente flaco que una vez fue. Karl ahora es un hombre seguro, amable e increiblemente apuesto. Karen no ha pensado en volver a salir desde el divorcio, pero su hija adolescente la anima a darse una oportunidad con aquel zorro plateado. ?Puede Karen volver a encontrar el valor para adentrarse al mundo de las citas de nuevo?

  • Seduciendo a Eros de Adrian Blake

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    Eros es un profesor de quimica de la universidad de Oxford que conoce a una mujer en un bar, con la que mantiene una torrida sesion de sexo desenfrenado. Cual sera su sorpresa al descubrir que no es otra que la sicologa con la que debe debatir sobre su tema mas odiado: el amor.

  • Lambs of God de Marele Day

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    La novela en la que se basa la serie de HBO Espana
    TODOS LOS CUENTOS DE HADAS TIENEN SU LADO OSCURO
    Para Iphigenia, Margarita y Carla, las ultimas tres hermanas de santa Ines, el monasterio en ruinas en el que viven es todo su mundo. Ellas son las unicas habitantes de su remota isla australiana, olvidada de la iglesia y del mundo, en la que el tiempo parece haberse detenido.

  • El color de los angeles de Eva Diaz Perez

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    Un dia de enero de 1682 Bartolome Esteban Murillo cae desde el andamio en elque pinta un cuadro. Obligado al reposo, se refugia en el recuerdo de su vida remontandose a su ninez y adolescencia en la aun poderosa Sevilla, ciudad que poco a poco entrara en su decadencia, asolada por las riadas del Guadalquivir o por epidemias como la de la peste en la que el pintor pierde a tres de sus hijos. Una Sevilla devota y lujuriosa, que se disfraza de la falsa alegoria de su glorioso pasado.
    Murillo, pintor de Inmaculadas, santos y milagros, tambien sera el favorito de acaudalados mercaderes y aristocratas caprichosos. El mejor pintor de angeles que se vera envuelto en un turbio asunto que descubre el lado lubrico y secreto de una Sevilla contradictoria.

  • El poder de la intuicion de David Topi

    https://gigalibros.com/el-poder-de-la-intuicion.html

    Todos hemos experimentado en mas de una ocasion la magia de la sincronicidad. A veces nos vemos ante situaciones que tachamos de enormes casualidades, eventos que nos suceden en el momento justo en el lugar justo, precisamente cuando mas los necesitamos y sin saber ni como ni por que han irrumpido en nuestra realidad. Nuestra vida esta repleta de mensajes, senales, acontecimientos que nos empujan hacia un lado, obstaculos que nos impiden ir hacia otro… Pero, ?quien o que genera y organiza todo eso que nos ocurre de forma tan milimetrica? ?Es la sincronicidad el mecanismo que subyace bajo la Ley de la Atraccion? ?Cual es el papel del inconsciente colectivo en todo esto?

  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • Secreto Oscuro de Aina Castillo

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    Su Secreto: Sumisa Rota y Amo Millonario Alfa
    Mar era una chica normal.
    Un poco solitaria y triste.
    Vivia con sus padres.
    Iba a la universidad.

  • Los Confines del Tiempo de David Orange S

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    Llega el libro que todos estaban esperando

  • TE QUIERO EN MI VIDA de Sabina Rogado

    https://gigalibros.com/te-quiero-en-mi-vida.html

    Cuando Alexia, (una chica timida e introvertida), descubre al unico chico que ha pasado por su vida liado con otro hombre, todo se viene abajo. Y si por un instante cree que ahi se acaban los contratiempos esta muy equivocada, porque todo parece complicarse a cada paso que da… Pero de repente, una invitacion completamente casual, hace que su vida de un giro inesperado en el momento en que termina en una discoteca donde tiene el privilegio de conocer al actor de moda y del que todo el mundo habla. El guapisimo Robert Brownn, (un hombre atormentado y que acaba de grabar su primera pelicula de genero erotico), provocando que todo cambie a partir de conocerse, y es que… por una parte Alexia no dejara que la hagan mas dano, y por la otra, un Robert desubicado por la reaccion desmesurada de ella al conocerle, hace que sienta, irremediablemente, una gran curiosidad hacia aquella chica que esta dispuesta a pasar desapercibida ante todo y todos, incluido el. Algo que le va a terminar costando demasiado despues de aparecer en la portada de una revista en los brazos del atractivo y guapo actor…
    Te quiero en mi vida es una novela romantica llena de pasion en la que las inseguridades, los celos, y sobre todo las sorpresas, estaran presentes de principio a fin.

  • Dejemos atras el pasado de Grace Marie March

    https://gigalibros.com/dejemos-atras-el-pasado.html

    Henry tenia nuevas vecinas, su desconocida hermana y una amiga, quien precisamente poco despues pide trabajo en su empresa. ?Como puede ayudar a su padre despues de descubrir la gran traicion de su madre?
    Cynthia tenia claro que no pensaba aprovecharse de su amiga para ayudar economicamente a su familia, viajaria junto a ella para conocer a su padre y a su hermano, pero no se quedaria en casa esperando que otros solucionaran sus problemas, lo que no esperaba era trabajar para Henry despues de la vergonzosa forma en que se habian conocido.

  • Perfecta de Sofi Bautista

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  • Dejaras La Tierra de Renato Cisneros

    https://gigalibros.com/dejaras-la-tierra.html

    Un silencio antiguo sello durante doscientos anos el misterio de una familia demasiado parecida a las tragedias y ambiciones de un pais como Peru. Patriarcas decolorados, mujeres sacudiendose el peso de su tiempo; personas, al fin y al cabo, que han sido rescatadas en este libro para redimensionar la historia. Esta novela nos recuerda que las familias estan hechas de todo lo que se ocultan y que solo una prosa capaz de atravesar lo visible y lo soterrado puede rastrear el cauce de eso que llamamos identidad.
    Si la voluntad de forjarse una estrella propia llevo a Renato Cisneros a escribir La distancia que nos separa, lo que nos entrega en Dejaras la tierra es, al mismo tiempo, el cierre de aquella historia y la confirmacion de un narrador capaz de ver el precipicio y dar un paso mas.

  • Me van a matar en agosto de Luis Andres-vazquez

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    La odisea del espia ingles que fotografio el asesinato de Federico Garcia Lorca.

  • Felices los cuatro (Doble o Nada 5) de Veronica L. Sauer

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    “-Te estas equivocando, Santiago-me espeto Ivan ni bien Camila se marcho-. Nos estas fallando. ?Que es esto? ?Felices los cuatro?
    Lo que me faltaba: el dedito acusador de Ivan y una escena de celos. Era la primera vez que un tipo me montaba una. Pero ademas, ?como se atrevia despues de lo que me hicieron con Veronica?
    -No se como te da la cara para acusarme de algo. Anda a cagar, infeliz.
    Eso era una declaracion de guerra a toda regla. El se quedo de piedra y yo me fui con la certeza de que estabamos ante el principio del fin”.

  • Una libreria con magia de Thomas Montasser

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    Si alguien hubiera mirado por la ventana, no habria visto nada mas que la espalda encorvada de una senora mayor vestida con gran esmero, cuyo mono blanco como la nieve y un poco deshecho se balanceaba sobre la caja registradora envuelto en la indulgente luz de una tenue lampara de techo. Si acaso, habria observado como la mujer trazaba una energica raya debajo de una lista que habia anotado en un antiquisimo cuaderno de contabilidad. Luego, la anciana cerro el cuaderno con el mismo brio con el que abrio el bolso de mano que estaba al lado, extrajo de el un monedero del que a su vez saco un billete de un valor mas bien escaso y lo deposito en la caja. El observador habria visto que su estrecha mano salpicada de las manchas propias de la edad, pero por lo demas aristocraticamente palida, cerraba a continuacion la caja registradora y luego la rozaba de nuevo --como quien da un golpecito en el hombro a un viejo amigo para consolarlo--, para levantarse al fin, recorrer las estanterias que llegaban hasta el techo, contemplarlas y susurrarles algo y, por ultimo, apagar la luz y salir de la pequena tienda por la puerta de atras. De este modo, nuestro observador se habria convertido en testigo de ese suceso que se puede resumir en cuatro palabras: la desaparicion de Charlotte. Ahora bien, no hace falta tener una especial clarividencia para reconocer que tal observador no existia. En esa --significativa, como veremos mas adelante-- noche de invierno no habia ningun transeunte que echara un vistazo por la ventana o, digamos mas bien, por el escaparate. En otras palabras, era una noche completamente normal, en modo alguno inusual, una noche como cualquier otra. Pero eso no habia que atribuirlo a la falta de gente deambulando por la zona. Al contrario, la pequena tienda de la anciana se hallaba, si bien algo retirada, a un tiro de piedra del centro, como suele decirse. Una boutique del pan habria hecho seguramente un buen negocio, y tambien una licoreria... por no hablar de una pequena sala de fitness. En ese sentido, la anciana, a la que podria haber visto al principio nuestro inexistente observador, lo tenia mas dificil. Mucho mas dificil. Porque como es sabido, la clientela de paso es una especie rara, caprichosa, obstinada e imprevisible, pero sobre todo se caracteriza por estar ausente cuando se la necesita. Aunque, en honor a la verdad, hemos de mencionar que el ramo concreto del comercio de la anciana no depende en modo alguno solo de la clientela de paso, sino en mayor medida de la clientela fija. Pues en este tipo de negocio no se ofrece genero de batalla para un rapido consumo, ni tampoco efimeras beldades que enseguida se marchitan, sino algo esencialmente mas sustancial o, digamoslo asi, mas trascendente. Aqui se trata, en mas de un sentido, del ser o no ser. De ahi que la desaparicion de Charlotte pueda tambien considerarse con razon como un acontecimiento cultural... aunque desde luego nada agradable. Pero de eso hablaremos mas adelante. Aun tendria que pasar un tiempo hasta que la puerta de la pequena tienda se www.lectulandia.com – Pagina 7 abriera de nuevo. Aunque en unas circunstancias completamente distintas. www.lectulandia. com – Pagina 8 Dos La pintura tenia ya algunos desconchones y el cristal de la puerta presentaba una grieta en una esquina. Valerie meneo la cabeza. Cuando por fin logro abrir aquella especie de castillo antiguo --la puerta estaba ya un poco oxidada y no encajaba bien por arriba--, le vino el olor del aire enrarecido por las semanas de cierre. Dejo la puerta abierta y lo primero que hizo fue ir al fondo del todo, al despacho, y abrir alli tambien una ventana. Por suerte, era un calido dia de primavera. Valerie dejo caer el bolso desde el hombro hasta el suelo e intento no desesperarse tan pronto. !Santo cielo!, ?por donde empezar? La tienda era como un vestido que la anciana se hubiera confeccionado a su medida. A ella seguro que le sentaba bien. Pero a la joven le resultaba incomodo y nada practico. Lentamente, tomo asiento en el raido sillon que la tia Charlotte habia colocado junto a la ventana para tener mas luz. --?En que lio me habre metido? --suspiro Valerie. Sobre una mesita auxiliar habia una pila de tarjetas de visita con el nombre de la tienda escrito en letras de caligrafia. Valerie tomo una de ellas y noto que irradiaba una peculiar fascinacion. La superficie parecia de terciopelo y las letras estaban estampadas en un color rojo oscuro. Valerie no pudo reprimir una sonrisa. --Ringelnatz & Co. --dijo en voz baja. En parte le hacia gracia y, en parte, le resultaba patetico. Saltaba a la vista que la tia Charlotte habia querido emular la libreria parisina Shakespeare and Company que tanto admiraba. Ya puestos, ?por que no habria llamado a su tienda directamente Goethe & Co. ? Valerie se sentia incapaz de resolver el enigma. Pero quiza no tuviera ninguna explicacion. Tal vez se debiera sencillamente a que la tia Charlotte era de otra epoca. ?Cuanto tiempo hacia que Valerie no pisaba la libreria? Anos. Varios anos. Desde la muerte de su madre, habia dejado de frecuentar a su tia, con la que su padre nunca se habia llevado demasiado bien. Como catedratico de economia, siempre acababa sacando temas financieros en las conversaciones. Y entonces la tia Charlotte le crispaba los nervios. --Sencillamente no eres una mujer de negocios, Charlotte. !A ver si te entra de una vez en la cabeza! --le gritaba en todas y cada una de las conversaciones que tenian. Despues le daba la espalda y movia la cabeza con gesto de resignacion. Nunca encontraron un tema de conversacion del que pudieran participar los dos. Y ahora era precisamente Valerie la que debia liquidar la vieja libreria, donde tan a menudo y tan a gusto habia estado de nina, aunque luego le pareciera un tanto extrana y anticuada. La casualidad habia querido que ella fuera el pariente mas proximo de la anciana y que, gracias a su titulo recien sacado de economia www.lectulandia.com – Pagina 9 empresarial, dispusiera tambien de los necesarios conocimientos. Solo que en realidad tenia otros planes para cuando terminara la carrera. Queria dedicar cuatro semestres a hacer un master y, al mismo tiempo, adquirir cierta experiencia profesional trabajando media jornada y prepararse como consultora para Escandinavia y las economias emergentes de los paises balticos. Mientras seguia sentada en la vieja libreria de la tia Charlotte, fuera le esperaba la respuesta de dos docenas de solicitudes que habia enviado a empresas punteras: servicios de asesoramiento empresarial, sociedades de auditorias, agencias de marketing y departamentos de estudios. Ahi es donde queria llegar: al meollo de los acontecimientos, donde palpitaba el business, donde chisporroteaba el ingenio y se inventaba el futuro. Sin embargo, habia ido a parar entre papeles viejos y no podia ni imaginarse lo que le esperaba en los libros de contabilidad de su tia. Pero de eso solo adquirio conciencia cuando ya estaba metida hasta el cuello en esta historia. O incluso mas tarde. Todo este asunto era mucho mas complicado todavia porque la tia Charlotte, aunque habia desaparecido, no estaba registrada como fallecida. Sencillamente no la habian encontrado por ninguna parte. Tan pocos indicios habia de que se hubiera marchado voluntariamente como de que se hubiera ido involuntariamente a algun sitio... aunque fuera al mas alla. Pero como es natural, nadie se hacia ilusiones, y menos Valerie. Siempre le habia caido bien su tia Charlotte, y le atormentaba que la anciana --para entonces estaria cerca de los ochenta anos-- se hubiera despedido tan misteriosamente de la vida. Nadie la habia vuelto a ver. Simplemente, habia abandonado su existencia, tan apacible como extravagante. Y la nota que habian encontrado encima de la mesa de su cocina ni siquiera servia como testamento oficial porque le faltaba la firma; ademas, bien mirado, lo que importaba no era la posesion de los bienes relictos, sino unicamente su paradero. La nota decia: <>. Nada mas. Daba la impresion de que la tienda no habia cambiado nada desde la epoca de su fundacion; es decir, desde finales de la decada de 1950. Desde luego, las estanterias contenian otras lecturas, y el samovar --casualmente eso lo sabia Valerie con exactitud-- habia sido anadido en los anos noventa, despues de un viaje de su tia a la Rusia liberada del comunismo, el pais de Dostoievski, Tolstoi y Pushkin, la tierra anorada por Charlotte hasta que hizo ese viaje y volvio algo desencantada. En aquella epoca, la madre de Valerie le habia dicho: <>. (Pero por lo demas: viejas estanterias de madera que llegaban hasta el techo y que necesitaban desde hacia tiempo una mano de barniz, suelo de tarima desgastado, tres lamparas con unas anticuadas pantallas verdes sobre tambaleantes mesitas auxiliares, y unas pesadas cortinas de terciopelo con volantes y www.lectulandia.com – Pagina 10 con los bordes recamados de oro, que separaban el escaparate del resto del espacio y que, probablemente, en otro tiempo habian sido un telon teatral de alguna epoca anterior a la guerra). Los anos de la posguerra en los que la tia Charlotte habia abierto la libreria no eran malos para ganar dinero con la letra impresa; al fin y al cabo, la gente estaba intelectualmente hambrienta y anhelaba buenas historias y sabios pensamientos. En principio, una idea comercialmente acertada, penso Valerie, para aquella epoca. Solo que la anciana no supo adaptarse a los tiempos, en todos esos anos no habia cambiado nada esencial. Naturalmente, habia sido arrollada por la profesionalidad de los modernos conceptos comerciales y por el glamour de los nuevos medios de comunicacion. ?Quien, si se puede saber, leia hoy un libro en serio? Sobre la puerta de entrada colgaba un reloj, y a Valerie le extrano sinceramente que no estuviera parado, tratandose de un lugar en el que el tiempo llevaba muchos anos detenido. Las once menos cuarto. Y ningun cliente a la vista.

  • El hundimiento del muelle de Mark Haddon

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    Los nueve relatos de esta lirica y poderosisima coleccion se adentran en diversos territorios (la aventura clasica, la ciencia ficcion, el cuento alegorico o el realismo despiadado), pero Haddon despliega en todos ellos su inigualable destreza estilistica y esa empatia que ha hechizado a los lectores de sus novelas. El resultado final es una fascinante reflexion sobre la condicion humana, la soledad que nos atrapa y los vinculos que, pese a todo, siguen uniendo a los seres humanos. Quienes gozaron con “El curioso incidente del perro a medianoche” hallaran aqui al mejor Haddon.

  • Baluarte, Elvira Sastre de Elvira Sastre

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  • El encanto, Susana Lopez de Susana Lopez

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    En el puerto de La Habana desembarca una manana de principios de los anos 50 un joven asturiano, Patricio, sin otro patrimonio que sus ganas de comerse el mundo y sin otro afan que dejar atras una aldea aun envuelta en las sombras de una posguerra interminable.
    A su encuentro sale una ciudad luminosa y hospitalaria en la que pronto hace amigos y donde enseguida encuentra trabajo en El Encanto, los grandes almacenes que son un simbolo y el orgullo la ciudad. Patricio empieza a ascender y a ocupar puestos de mas responsabilidad que le abren un mundo nuevo, pero que tambien atraen hacia el muchas envidias.
    El Encanto sera tambien el lugar que propicie su encuentro con Gloria, una de las mujeres mas hermosas y, sin duda, la mas prohibida de toda la isla, ya que su marido es un ganster implacable de los bajos fondos habaneros.

  • Los cuatro habitos de la gente delgada de Luis Navarro Sanz

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    Con este revolucionario metodo aprenderas a gestionar tu ansiedad y tus emociones y a aplicar, poco a poco, los 4 habitos cotidianos que te ayudaran a perder peso progresivamente y sin esfuerzo. Es decir, adelgazaras de una forma natural y saludable. Es, ademas, una aventura en la que descubriras la inteligencia de tu estomago, aceptaras tu cuerpo y te liberaras de la mentalidad de dieta, que es la causante de la ansiedad, la culpabilidad y el sobrepeso.

  • Secretario de Compania de Noni Garcia

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    Los rayos del sol entraban tenuemente por la acristalada pared del despacho de Daniela. A pesar de ser tan solo las siete y media de la manana, ella ya habia tenido tiempo de hacer varias gestiones y contestar mas de diez correos. Era adicta al trabajo desde que creo, un par de anos atras, su empresa de organizacion de eventos. Se levanto de la silla maldiciendo que todavia no hubiera llegado Adrian, su secretario, para prepararse un cafe, aunque no podia quejarse. El chico, a sus veinticinco anos, habia resultado un gran fichaje unos meses atras, cuando su amiga Aitana se habia ido a vivir a Nueva York con Henry. Recordar la boda que le habia organizado con aquel rubio larguirucho la hizo sonreir mientras la maquina siseaba al expulsar el cafe de la capsula. Hacia un par de dias que no sabia nada de ella, ahora sus horarios eran tan diferentes que era complicado coincidir, asi que saco su movil y le mando un mensaje que leeria unas horas despues. La echaba mucho de menos, pero sabia que Henry era su felicidad y que estaba donde debia estar. Soplaba el cafe que ardia como el mismo infierno cuando escucho a alguien abrir la puerta. Bien podia ser la persona que enviaba la empresa de limpieza cada manana, pero no, era Adrian, que como siempre llegaba con bastante tiempo de antelacion a su hora de entrada. Adrian era alto, pelo castano, ojos verdes, cara aninada y desbordaba timidez, siempre escondido tras sus gafas de pasta y su mirada gacha. Lo observo durante el tiempo que el no fue consciente de su presencia, vio como se deshacia del abrigo y, sin entender muy bien por que, deseo que siguiera quitandose ropa. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos de su cabeza y carraspeo para que el supiera que estaba alli, que ella estaba observandolo. El chico levanto la mirada, en ese momento desnuda de sus gafas, que estaban impregnadas de la fina lluvia que estaba cayendo en ese momento sobre Madrid. Por primera vez, en el tiempo que llevaba trabajando para ella, Daniela se encontro con una mirada llena de seguridad que hizo que su corazon saltara un latido. --Buenos dias --dijo Adrian, volviendo a esconderse en su halo de timidez. --Buenos dias, Adrian. ?Que tal el fin de semana? --Bien. Tranquilo. Estudiando en casa y poco mas. --No sabia que estabas estudiando. --Si, un master. --Me has dejado sorprendida. ?De que es? --De Direccion de Empresas. --Si te soy sincera, no entiendo que haces trabajando de secretario para mi. Estoy segura de que podrias aspirar a mucho mas. --El mercado laboral no esta muy bien, y necesitaba el dinero, aunque voy a tener que seguir trabajando los fines de semanas para poder pagar todo... --Adrian puso cara de no haber querido pronunciar esas ultimas palabras. --?Trabajas los fines de semana? ?De que? --En la noche. --Eres una caja de sorpresas, chico. Bueno, vamos a trabajar que hoy tenemos muchas cosas que hacer. Adrian siguio a su jefa pensando en la conversacion que acababan de tener. Cuando unos meses atras encontro el trabajo, se prometio que dejaria de hacerlo en el mundo de la noche, pero eran tantos los gastos que tenia con los estudios y la hipoteca, que mucho se temia que tendria que volver a retomarlo. Solo esperaba que no le afectara en su actual empleo. Se sento donde le habia indicado con su bloc de notas y su boligrafo, y espero pacientemente las tareas que Daniela tenia para el. Tenia razon su jefa al decir que tenian mucho trabajo por delante ese dia y toda la semana. No tendria tiempo para aburrirse, y menos para estudiar, porque mucho se temia que iba a trabajar bastantes horas extras. Salio del despacho, se sento en su sitio y comenzo a hacer llamadas. Con un poco de suerte, terminaria temprano y tendria tiempo de ir a alguna clase esa tarde, aunque tuviera que comer un bocadillo en la cafeteria que habia en la esquina. La manana paso volando y el reloj marcaba las dos y media cuando la puerta del despacho se abrio y salio Daniela. Lo miro extranada, hacia media hora que habia terminado su jornada laboral y pensaba que, probablemente, Adrian le habia dicho que se iba, pero, como estaba tan enfrascada en sus cosas, no se habia dado cuenta. --Crei que ya te habias marchado. --No, me quedan por enviar un par de correos... --Pues ya lo haras manana. Ahora vete a casa a descansar que el dia ha sido bastante intenso. --Ya no me da tiempo de ir a comer a casa. Tengo clase a las cuatro y no quiero faltar. --?No vas a comer? --Si, ahora parare en la cafeteria de la esquina y pedire un bocadillo para comermelo en el metro. --No vuelvas a hacer eso. Tu hora de salida es las dos, si no te da tiempo a terminar algo, me avisas y listo. Yo lo hago o se hace al dia siguiente. --Vale. Pero ya hoy voy a terminar... --No vas a terminar nada. Te invito a comer y te llevo adonde tengas que ir. --No... --Siii. Daniela lo aparto de su mesa, aprovechando que la silla tenia ruedas, y apago el ordenador. Adrian sonrio y no pudo evitar que el pulso se le acelerara al ver tan de cerca el precioso trasero de su jefa. Sacudio la cabeza y desecho cualquier pensamiento calenturiento que pudiera provocarle la mujer que tenia delante. Su madre siempre le habia dicho un refran que cumplia a rajatabla: <>. Incluso en su otro trabajo, cosa que solia ser bastante complicada, pero esa era el unico limite que habia puesto cuando empezo a trabajar para la agencia. Salieron del edificio y se dirigieron al bar de la esquina, donde Adrian tenia pensado comprar el bocadillo, pero Daniela hizo que se sentara y pidieron algunas tapas. --Y... ?donde trabajas los fines de semana? --No me gusta hablar de ello. --Organizo eventos, no voy a asustarme de nada. --Ya... Bueno... Soy un poco reservado. --No hace falta que me lo jures, creo que esta es la conversacion mas larga que hemos mantenido desde que empezaste a trabajar para mi. --No soy muy hablador. --Ya no te hablo mas de tu otro trabajo. ?Tienes que hacer practicas para el master? --Si, pero las hare cuando termine el curso... --?Estas hablandome en serio? --Si. --Manana tienes una nueva tarea que hacer. Incluye Dan Events en la red de empresas colaboradoras del master. Asi convalidare las practicas con tus horas de trabajo. --Pero... Yo solo soy tu secretario. --Haces labores que van mucho mas alla de las de un secretario, y pondre mis conocimientos a tu disposicion. --Pues estaria bien. Asi podre ir a visitar a mi familia cuando tenga vacaciones. --?De donde eres? --De un pequeno pueblo de Cadiz. --?Y que haces en Madrid? --Estudiar. Continuaron hablando durante un buen rato de los estudios de Adrian, hasta que llego la hora de ir a sus clases. Daniela lo llevo hasta el lugar que el le indico y volvio a la oficina. Tenia muchas cosas que dejar resueltas antes de volver a casa y darse ese bano relajante que tanto le gustaba

  • El Amor Rescatado Del Jeque de Jessica Brooke

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    Sarah Johnson esperaba paciente en las oficinas de Dubai de Al-Khalid International, sorbiendo un cafe turco mientras aguardaba a que el rey del Emirato de Varapur la recibiera en una improvisada reunion. Cuarenta y ocho horas antes, habia estado en Praga visitando varios castillos buscando inspiracion para un proyecto renacentista en el que su hermana la habia involucrado. Sin embargo, la asistente personal del rey Tariq Al-Amad se habia puesto en contacto con ella con la promesa de un anticipo muy lucrativo simplemente por reunirse con el y discutir su propuesta. Su creciente fama en los ultimos dos anos le habia proporcionado una gran cantidad de proyectos, pero, aun asi, la oferta del rey Tariq Al-Amad habia sido toda una sorpresa. Lo ultimo que esperaba es que un rey del petroleo se interesara por su trabajo con energias alternativas y edificios autosustentables. Tras una exhaustiva investigacion, Lori descubrio que el rey era un astuto hombre de negocios que gobernaba un pequeno pais, Varapur, en los Emiratos Arabes. Su familia llevaba reinando mas de un siglo y se le conocia por ser un lider muy tradicional y querido. Sarah no sabia si podria trabajar con las restricciones que impondria un rey tan tradicional, pero la oferta era lo bastante tentadora como para hacer juegos malabares con su agenda y aceptar la reunion. La oportunidad de edificar en Dubai era un sueno hecho realidad para cualquier arquitecto. Solo con ver las brillantes torres de la ciudad desde su asiento en primera clase habia quedado impresionada, aunque aun no estaba convencida de la idea al cien por cien. Pese a haber nacido y haberse criado en Texas, no le atraia demasiado la idea de estar en una ciudad con altisimas temperaturas en octubre y donde se suponia que habia que ir tapada de los pies a la cabeza. "Senorita Johnson, el rey Al-Amad la esta esperando," dijo su asistente. En su placa ponia "Tufa Kabir." Era una mujer impresionante, vestida con un sobrio traje de chaqueta azul marino. Debia estar en la treintena y llevaba el pelo recogido con un hermoso panuelo verde. Su maquillaje era ligero, pero el khol oscuro que delineaba sus suaves ojos marrones les daba un brillo especial. La senorita Kabir le mostro el camino, atravesando las grandes puertas que conducian al despacho del rey. La mujer le hizo un gesto para que entrara y Sarah encontro al rey Tariq conversando aun con su anterior interlocutor. "Eso es todo, Ahmed. Pero que sea la ultima vez que me decepcionas o tendras que buscarte otro empleo. ?Queda claro?" ordeno con su voz de baritono en tono autoritario. "Si, mi rey," afirmo el hombre agachando la cabeza. "Pues marchate, y no hagas que me arrepienta de mi decision." El hombre se dio la vuelta y salio a toda prisa, pasando junto a Sarah y Tufa. El rey Tariq AlAmad se puso entonces de pie, quedando patente su imponente figura. Mediria perfectamente 1,95 metros, por lo que la enorme mesa de caoba ante el parecia de juguete. Sus amplios hombros se adivinaban bajo su Armani de seda a medida, que resaltaba su tez bronceada. Su cabello era oscuro como la noche y enmarcaba su rostro, cubierto por una barba frondosa pero bien mantenida. "Senorita Johnson, gracias por aceptar reunirse conmigo. ?Puedo ofrecerle algo antes de que empecemos?" "Otro cafe si es tan amable y ?podria tomar un brioche? Aun estoy bajo los efectos del jet lag." "Tufa." El rey Tariq le hizo un gesto y la mujer hizo una reverencia antes de ir a por el refrigerio. "Sientese," dijo senalando el gran sillon acolchado frente a el. El despacho era enorme, con suelo de vetas de madera en tonos medios, paredes grises que potenciaban la luz solar que se filtraba a traves de una hilera de ventanas a lo largo de la pared de la oficina y muebles tapizados en torno a una enorme mesa de reuniones. "Gracias, rey Al-Amad. Debo decir que su invitacion ha sido toda una sorpresa," dijo Sarah, tomando asiento. "Si, sospecho que debe resultarle contradictorio que un imperio construido sobre... ?Como lo llaman ustedes los americanos? ?Oro negro?… se interese por la construccion de un palacio autosustentable." "Resulta, cuanto menos, curioso," anadio Sarah con una sonrisa, mientras Tufa colocaba los refrigerios en una mesita junto a su asiento. Inclino la cabeza en senal de agradecimiento al marcharse la mujer y dio un sorbo disfrutando del distintivo sabor de la cafeina. El rey dio un largo trago de su propia taza humeante. Sabia que la estaba evaluando mientras contemplaba su largo cabello rojo oscuro, su rostro palido cubierto de pecas y su atuendo informal de negocios consistente en una blusa beige y falda negra a la altura de la rodilla. La observaba con sus ojos color cafe y aunque su intencion era mantener una actitud puramente profesional, la intensidad de su mirada le provocaba algo mas que piel de gallina. "?Me permite?" pregunto Sarah educada, senalando el brioche. Al asentir el rey, dio un pequeno bocado al dulce, que acompano con otro sorbo de cafe. La habian tratado bien en primera clase, pero tener un aperitivo a mano la ayudaba a controlar los nervios. "Para serle sincera, alteza, tambien me intriga el hecho de que piense en una mujer para dirigir el proyecto, y mas, uno tan inusual." Tariq alzo una ceja en direccion a la joven pelirroja sentada frente a el. "Es comprensible. No, al principio no tenia en mente que una mujer estuviera a cargo del proyecto, pero no crea que soy tan necio como para ignorar a aquellas personas cualificadas para la tarea. Procuro alcanzar el exito en todo lo que emprendo y, tras mucho indagar, usted es la mejor eleccion." Hacia mucho tiempo que la voz de un hombre no la afectaba tanto. "Digame. ?Que ha descubierto al investigar sobre mi?" "Licenciada en el Texas A&M College of Architecture donde obtuvo su master a la edad de veintiuno. Despues se inscribio en el programa de maestria en sostenibilidad de Harvard y, con veinticuatro anos, ya habia ganado el Gates International Challenge con sus disenos Johnson Quick Deploy Habitat de viviendas autosustentables y a prueba de desastres naturales." El rey Tariq unio los dedos frente a su rostro y se inclino hacia delante de forma casi imperceptible. "Desde entonces, su talento ha sido muy demandado, no solo por sus conocimientos sobre edificios 'verdes', sino por sus impresionantes disenos." "Vaya," exclamo Sarah y sus ojos color jade brillaron traviesos, "?Lo ha leido en una entrevista de Vanity Fair?" "No se burle de mi," le advirtio y Sarah se pregunto si sus ojos siempre tendrian ese fuego en su interior. "No lo hago, pero lo que acaba de decir no es mucho mas de lo que obtendria al hacer una busqueda en Internet. Dice que soy la mejor, pero ?que le hace pensar asi? Un hombre de su calibre no se queda en la superficie y va mucho mas alla." "Me informaron sobre usted, y tengo muchos colegas que han podido admirar su trabajo de primera mano. He colaborado personalmente con el senor Gates en varias empresas y su nombre aparecia en la breve lista de personas que recomendaria para este proyecto en particular. Nadie mas posee la mezcla adecuada de conocimientos de ingenieria y arquitectura para lograr la perfeccion estetica y funcional que exijo. Busco lo mejor, senorita Johnson, y creame cuando le digo que, si no pensara que es usted la persona mas idonea para el trabajo, no malgastaria un segundo de mi tiempo en esta conversacion" dijo en tono severo. "Quien exige perfeccion en todo, se decepciona en gran medida," dijo Sarah con cierto sarcasmo. "?Es su intencion decepcionarme?" pregunto el rey mirandola con ojos fieros. "No, pero creo que la impresionante muestra de autoridad que presencie al entrar al despacho era una advertencia para que supiera quien esta al mando," dijo, dando otro bocado al brioche. Tariq tenso lo mandibula. "Hace falta mano dura para un liderazgo solido. Espero que todo el que trabaja por o conmigo lo tenga claro." "Deber ser ya la quinta vez que me encuentro en una situacion asi. Indepedientemente de la cultura, las demostraciones de poder no son para nada originales." No habia sido su intencion inclinarse hacia el como si le estuviera contando un gran secreto ni dirigirle aquella amplia sonrisa. "Pero es obvio que tiene mi atencion, asi que, cuenteme mas sobre ese palacio de ensueno." "Antes de entrar en materia, le recuerdo que ha de firmar el acuerdo de confidencialidad." "Cierto, disculpeme. " Sarah busco en el interior de su bolso, saco los contratos y los deposito en la enorme mesa. "Mis abogados los han revisado y han anadido una clausula estandar que siempre solicito. Lo que viene a decir es que si acepto el proyecto y me mienten en cuanto a la clasificacion verde para la tecnologia empleada o se lleva a cabo alguna ilegalidad, me reservo el derecho a denunciar a las autoridades o medios de comunicacion oportunos. Es la unica condicion que pongo en los acuerdos de confidencialidad. Lo toma o lo deja." Noto como volvia a apretar los dientes por un movimiento casi imperceptible de su barba, pero paso las hojas hasta llegar a la pestana coloreada que marcaba la rectificacion de su abogada sin mediar palabra. Sarah lo observo mientras inspeccionaba el documento, tomaba una pluma que probablemente costaria mas que muchos coches, y dejaba su rubrica. "Soy un hombre de palabra, senorita Johnson, y espero que, en caso de encontrar algun problema, se dirija tambien a mi personalmente." "Es un placer oir eso. Por favor, llameme Lori," dijo sonriendo. "Como desee." El le devolvio la sonrisa y extrajo del cajon a su izquierda un par de gafas con lentes oscuras. Sarah las conocia. Las habia empleado en varios proyectos para visualizar prototipos de diseno y no le sorprendio. Si podia permitirse oficinas en Dubai, un par de gafas de realidad virtual no eran nada. Sarah saco un coletero del bolso y se recogio los largos rizos color rubi. Habria jurado que el rey miraba el rastro de pecas de su escote, pero le molesto mas el hecho de que a ella no parecio importarle. La pelirroja no sabia a ciencia cierta que le estaba ocurriendo, pero habia algo en la presencia dominante del hombre frente a ella que la hacia estremecerse de placer. "Tome," dijo tendiendole un par de gafas de realidad virtual, "Creo que le ayudara a entender mejor mi idea." Ella se coloco las gafas y, en el centro de la mesa del despacho, aparecio un artefacto flotante. Parecia un aparato de aire acondicionado exterior cubierto de una chapa hexagonal. "Esta," continuo el rey, "es mi empresa personal, financiada con mi propia fortuna, disenada por las mentes mas brillantes que he podido contratar. El modelo a escala completa puede, en teoria, dar energia a una casa media de los Estados Unidos durante cinco anos con un mantenimiento minimo. Lo llamo Modulo de Energia Verde, G.E.M, por sus siglas en ingles, la joya de Varapur." Lori abrio los ojos como platos. "?Cinco anos? ?Que demonios lo impulsa?" Se tapo la boca con la mano nada mas hablar. "No se preocupe. Lo cierto es que esperaba exabruptos mucho mas...pintorescos," dijo Tariq con una sonrisa amplia y luminosa por una vez. "En su forma mas rudimentaria, es un tipo de celda de combustible de hidrogeno. Sin embargo, su eficacia no radica en el combustible, sino en un microorganismo unico descubierto en Varapur hace muchos anos." "?Funciona con la unica aportacion de un tanque de agua salada durante cinco anos?" pregunto Sarah una vez mas. El G.E.M explosiono, mostrando su funcionamiento interno con dos enormes tanques en el centro. "Agua con sal y tambien dioxido de carbono. Los organismos usan ambos en un proceso unico que proporciona no solo altos niveles de energia, sino tambien, en teoria, la capacidad de interactuar facilmente con los aparatos que se encuentran en la mayoria de hogares. Y con un peso aproximado de 450kg, puede convertirse en nucleo de carga para vehiculos electricos." Sarah se quito las gafas y miro atonita a Tariq. "?Y no es un suicidio para usted? Si lo que afirma es cierto, supondria una enorme revolucion en el campo de las energias alternativas y dudo que nadie espere una noticia asi de un imperio petrolero." "Tiene razon. Por eso he financiado esta operacion de forma privada. Si se supiera, podria causar estragos en los mercados. No, tenia que asegurarme de que la tecnologia estaba lista y hallar una prueba de concepto que valiera la inversion personal. Quiero disenar un palacio que sea accionado en su totalidad por tecnologia G.E.M," concluyo, juntando los dedos de ambas manos sobre sus labios. "Es un proyecto muy ambicioso," afirmo Sarah. "Tendria que aparcar o delegar los proyectos en los que estoy trabajando actualmente para sacar tiempo..." "Le pagare cincuenta millones de dolares," la interrumpio Tariq. "Y veinte millones adicionales para que los done entre las organizaciones beneficas que crea convenientes." "?Lo dice en serio?" "No tengo tiempo para juegos, senorita Johnson. Por esos honorarios, su tiempo es mio y solo mio hasta que finalice nuestro negocio." No habia sonrisa ni brillo en sus ojos, solo hechos. "?Es que quiere comprarme, rey Al-Amad?" "No intente provocarme." Pero noto una leve contraccion en su labio. "Sabe a lo que me refiero. Su sueldo sera acorde al nivel de mis exigencias. El petroleo es un recurso limitado. No me malinterprete, si Ala quiere, habra crudo de sobra para proveer a Varapur durante generaciones, pero el hombre cuya casa esta hecha sobre arena, terminara hundiendose, y quiero asegurarme de que mi imperio permanezca. " La miro intensamente con sus ojos oscuros, sin suplicarle, pero implorandole que se uniera a el. "Hay unas reglas basicas que quiero que se cumplan," respondio ella. Tariq fruncio el ceno, pero respondio, "Continue." "Uno, comprendo que esta acostumbrado a ciertas tradiciones. Hare lo posible por cumplirlas, pero mi vida privada es solo mia, y espero que la respete." "Estoy de acuerdo." "Dos, cuando se trate de mi parte del proyecto, la jefa soy yo y respondo solo ante usted. Mis subordinados deben ser capaces de trabajar para una mujer, en caso contrario, se iran. Me crie entrenando ponis en San Antonio y si no entraban en vereda, los mandaba a pastar. No me importa lo que digan a mis espaldas mientras hagan su trabajo. " "Estoy seguro de que es usted un torbellino, senorita Johnson. Me encargare de que no tenga problemas con el personal, pero no olvide que tiene que responder ante mi." Volvio a tensar la mandibula, pero no aparto la mirada de la suya. "Y, por ultimo, los terminos anadidos al acuerdo de confidencialidad que tan amablemente ha aceptado. Por lo que, rey Tariq Al-Amad, creo que este es el comienzo de una relacion bastante fortuita." Sarah se puso en pie y le ofrecio una amplia sonrisa y su mano derecha. El la acepto y le beso el dorso, dejando un rastro de cosquillas al rozar la piel con su barba. "Eso espero. Senorita Kabir, me he tomado la libertad de enviar sus cosas a su habitacion de hotel en el Burj Al Arab." "Gracias, mi rey," dijo Sarah guinando un ojo antes de darse la vuelta para marcharse. "Una cosa mas, senorita Johnson," dijo deteniendola. "Tengo un hueco inesperado esta noche. Espero que pueda venir a cenar conmigo." Sarah hizo una pausa y el la aprovecho para continuar, con una sonrisa. "Dijo que conoce las costumbres que tenemos en Dubai. Si es asi, deberia saber que es de mala educacion rechazar una invitacion asi." "Que diablos. Una tambien tiene que comer," dijo, sonriendo nerviosa.

  • La terquedad de las estrellas de Lara Beli

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    Anne es timida, sonadora y un poco torpe. Trabaja de barista en un casino (o de barwoman, como le gusta decir a ella porque suena a superheroina) y espera pacientemente un amor que no llega.

  • Una casa al sur de Munich de Lola Munoz

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    Elena Morey, una joven estudiante espanola, viaja a Munich para perfeccionar su aleman trabajando como au pair.
    En un desafortunado incidente durante la Oktoberfest conoce a Gerhard Huber, un atractivo ingeniero con el que inicia una intensa pero complicada relacion.
    La desaparicion de su vecina, Aileen Bauman, hace que la policia empiece a investigar su entorno. Los extranos comportamientos de quienes le rodean le llevan a sospechar de todos, incluso del hombre del que no ha podido evitar enamorarse.
    Una espiral de intrigas, pasiones, infidelidades y ambiciones que estara a punto de terminar con su vida.

  • Las mariposas de tu luna de Roma Garcia

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    <>. Dafne admiraba la luna como cada noche cuando, de repente, una colonia de mariposas entro por la ventana de su habitacion. Todo cambio aquel dia, pues a partir de ese momento, tendria una mision: salvar a Lilian, Gerpelin y Lucinda, su madre, de las garras del dios de la luna. Para ello, contara con la ayuda de Marlfield, un chico totalmente desconocido, que le hara cambiar la percepcion de su mundo y la acompanara en tal complejo cometido. Nada sera lo que parece y todo lo que aparentemente es facil, sera todo lo contrario. ?Podran salvar a las chicas de la luna? ?Derrotaran a Kavenski, su dios? ?Moriran en el intento? ?Terminara sintiendo por Marlfield algo mas que una amistad?

  • Tess. Princesa de Mercedes Gallego

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    Tess, Maria Teresa Mendoza, regresa a su ciudad natal, dispuesta a reencontrarse con sus amigos y a comerse el mundo . Sin embargo, el azar trastoca sus planes al colisionar con unos ojos negros que la encadilan y despiertan en ella el deseo de cometer locuras. Lo que ignora es que esos ojos pertenecen a uno de los calaveras mas reputados de Veracruz, y para colmo, hijo de su madrina.
    A Juan Santacruz le cuesta dar credito a que la atractiva joven que aparece una manana en el club maritimo sea el juguete de su infancia, la <> a quien cambiaba los panales. Fascinado, se deja atrapar en una apuesta para enamorarla.
    Cuando la ingenua Tess descubre la identidad de Juan, ve en su vecino la posibilidad de experimentar, de tener un guia en el mundo del romance con la confianza de que su corazon no saldra herido. Para el, supondra la excusa perfecta de tenerla a su lado.
    Pero ninguno de los dos cuenta con que, entrando los sentimientos en danza, las buenas intenciones fracasan.

  • No eres mi dueno (El Club 5) de Nina Klein

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    No eres mi dueno es la quinta parte de la serie "El Club".

  • El despertar de Bella de M. C. S

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    ?Que harias si te despertaras de un coma cinco anos despues y descubrieras que otra persona esta viviendo tu vida?
    Mayra Costa acaba de despertarse de un coma. Ella recuerda que estaba a punto de dar a luz a su hija y que estaba casada con Victor, su amor desde la universidad. Al despertarse aturdida en un hospital, no tiene idea de que paso cinco anos en coma y perdio todo el crecimiento de su hija. Decidida a recuperar el tiempo perdido, Mayra descubrira que aunque los anos no han pasado para ella y que mantiene los mismos sentimientos del pasado hacia Victor, descubrira que no le ha sucedido lo mismo a su esposo.
    Al principio ella quiere recuperarlo, a pesar del hecho de que el la ha lastimado profundamente, pero a veces renunciar al pasado y darle la oportunidad a un nuevo amor y ganarse el corazon de su hija sera la unica forma para que Mayra cure las heridas que muchos han causado en su corazon.

  • El verano de la lluvia de Maria Herreros

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    El verano de la lluvia es la historia de una busqueda y de diferentes encuentros. Su protagonista, Soledad, vive en la carcel que una madre maltratadora y opresiva ha tejido a su alrededor. La muerte de su progenitora y el descubrimiento de un gran secreto suponen el punto de inflexion que la saca del abismo de su triste vida. Es entonces cuando emprende un viaje que la llevara a reencontrarse con su familia perdida y reconciliarse consigo misma.

  • Amenaza de Tormenta de Nora Roberts

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    La posada The Pine View estaba confortablemente situada en las montanas Blue Ridge. Despues de dejar la carretera principal, el serpenteante camino cruzaba un estrecho vado del rio con la anchura suficiente como para que pasara un coche. La posada estaba a muy a poca distancia del vado. Era un edificio con mucho encanto, lleno de personalidad, de lineas tan limpias que disimulaban su ruinosa estructura. Tenia una altura de tres plantas y estaba construido en un ladrillo rojo que el tiempo habia deslucido hasta un rosa claro. En la fachada habia ventanas estrechas con contraventanas de color blanco. El tejado, de cuatro aguas, habia ido perdiendo color hasta adquirir un tono verde claro. En el se erguian tres chimeneas. El edificio estaba rodeado por un porche de madera de color blanco y habia puertas para acceder a el en todos los laterales de la casa. El prado que la rodeaba estaba perfectamente cuidado. A menos de cincuenta metros de la posada, los arboles y los afloramientos de roca reivindicaban su presencia en el prado. Era como si la naturaleza hubiera decidido que la casa podia ocupar ese espacio y ni un milimetro mas. El efecto era impresionante. La casa y las montanas permanecian en pacifica convivencia sin que ninguna le restara a la otra un apice de belleza. Mientras dejaba el coche en la zona destinada al aparcamiento, Autumn conto cinco coches, el viejo Chevy de su tia incluido. Aunque todavia estaban en temporada baja, al parecer ya habia algunos huespedes. Soplaba un ligero viento frio de abril. Los narcisos todavia tenian que abrirse y la flor del azafran estaba comenzando a marchitarse. Algunos capullos de azalea mostraban ya algun punto de color. El campo parecia estar esperando la llegada de la primavera. Las montanas mas altas todavia vestian sus abrigos de invierno, pero comenzaban a salpicarlas algunos toques grisaceos. No continuarian vestidas de marron y de gris durante mucho tiempo. Autumn se colgo la camara a un hombro y el bolso al otro, el bolso siempre ocupaba el segundo lugar en importancia. Del maletero del coche todavia habia que sacar dos enormes maletas. Tras un pequeno esfuerzo, consiguio colocar el equipaje de tal manera que pudo llevarselo en un solo viaje. Despues, subio los escalones de la entrada. Como siempre, la puerta estaba abierta. No habia nadie en el interior de la posada. El descabalado cuarto de estar que hacia las veces de salon estaba vacio, aunque el fuego crepitaba en la chimenea. Autumn dejo las maletas en el suelo y entro en la habitacion. No habia cambiado nada. Viejas alfombras salpicando el suelo y mantas de ganchillo en sendos sofas. En las ventanas, cortinas estampadas de flores. La coleccion de figuritas Hummel continuaba sobre la repisa de la chimenea. La habitacion estaba limpia, pero distaba mucho de estar ordenada, algo que siempre la habia caracterizado. Habia revistas por todas partes y un cesto de costura a punto de rebosar. Los cojines apilados en el asiento de la ventana mas que decorativos eran simplemente comodos. El ambiente era acogedor, con un encanto ligeramente descuidado. Autumn penso sonriente que aquella habitacion encajaba perfectamente con la personalidad de su tia. Sintio un extrano placer. Siempre era reconfortante descubrir que algo que uno amaba no habia cambiado. Echo un ultimo vistazo a la habitacion y se paso la mano por el pelo. Le llegaba mas alla de la cintura y lo llevaba revuelto por haber conducido con las ventanillas abiertas. Se le paso por la cabeza la idea de que debia cepillarselo, pero lo olvido en cuanto oyo pasos en la entrada. -!Autumn, estas aqui! Tipico de ella, su tia la saludo como si acabara de volver despues de haber estado una hora en el supermercado, y no tras haber pasado un ano en Nueva York. -Me alegro de que hayas llegado antes de cenar. Estamos haciendo carne guisada, tu plato favorito. Autumn sonrio, no tuvo valor para decirle a su tia que ese era el plato preferido de Paul, uno de sus hermanos. -!Tia Tabby, me alegro mucho de verte! -camino rapidamente hasta ella y le dio un beso en la mejilla. El familiar olor a lavanda de su tia la envolvio. Su tia Tabby no se parecia en nada al gato en el que su nombre hacia pensar. Los gatos eran animales arrogantes hasta resultar esnobs, desdenosamente tolerantes con el resto del mundo. Eran conocidos por su rapidez, su agilidad y su astucia. Su tia Tabby era conocida por sus absurdas divagaciones, sus conversaciones inconexas y sus pensamientos confusos. No tenia ninguna astucia. Y Autumn la adoraba. Se separo de su tia y la observo con atencion. -Estas magnifica. Era una verdad inmutable. Su pelo continuaba siendo tan castano como el de su sobrina, aunque con numerosas hebras grises. Tambien el pelo encajaba con su personalidad. Lo llevaba corto y anarquicamente rizado alrededor de su cara redonda. Sus facciones parecian hechas a pequena escala: la nariz, la boca, las orejas, incluso las manos y los pies. Los ojos eran de un neblinoso azul claro. Aunque tenia mas de cincuenta anos, su piel se negaba a arrugarse. Tenia un cutis tan suave como el de una nina. Era unos quince centimetros mas baja que Autumn y tenia unas formas agradablemente redondeadas. Autumn se sentia desgarbada y flaca como un palillo a su lado. La volvio a abrazar y le dio un beso en la mejilla. -Estas absolutamente maravillosa. Tabby alzo la mirada hacia ella y le sonrio. -Que guapa eres. Siempre supe que serias guapisima, !pero eres tan delgada! -exclamo palmeandole la mejilla. Mientras abrazaba a su tia, Autumn penso en los cuatro quilos que habia engordado al dejar de fumar. Habia vuelto a perderlos muy rapidamente. -Nelson siempre fue muy delgado -anadio Tabby, pensando en su hermano, el padre de Autumn. -Sigue siendolo-contesto Autumn. Dejo la camara en la mesa y le sonrio a su tia-. Mama siempre le esta amenazando con ponerle una demanda de divorcio. -!Vaya! -Tabby chasqueo la lengua y la miro pensativa-. No creo que sea muy sensato despues de llevar tantos anos casados. Comprendiendo que no habia entendido la broma, Autumn se limito a asentir mostrando su acuerdo.

  • Perversa fantasia (El Asesino de las rubias 3) de Sebastian Listeiner

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    ?Supiste algo de Thomas y los otros? --Randy y Melody continuan haciendo trabajados administrativos en Alaska, castigados como si fueran ninos --respondio masticando bronca--; y de Thomas ni noticias. ?Crees que haya hecho alguna locura? --No lo se; ni siquiera puedo imaginar lo duro que fue todo aquello para el. --!La encontre! --vocifero haciendo saltar a Stephanie de su silla--. Al fin sabremos quien era esa mujer. --Necesitamos su nombre, direccion, antecedentes; todo. --En un segundo podre decirte hasta su crema dental favorita --respondio con una sonrisa dibujada en los labios. --Ojala pueda darme las respuestas que busco o cuanto menos guiarme hacia ellas. --No vas a creerlo, pero tenemos un problema grande como esta nacion --farfullo sin quitar los ojos de su monitor. --No me asustes, ?de que se trata? --Nuestra mujer misteriosa es Madelyn Gagnon --Imposible... --susurro mientras llevaba las manos a su rostro palido. --Esto no me gusta nada amiga; tal vez sera mejor que desistas de hacer este viaje. Si la ministro de educacion canadiense estuvo en esa subasta, significa que lidiamos con gente muy peligrosa; una red que ni siquiera podemos imaginar donde termina. --Voy a necesitar que me proporciones toda la informacion que puedas recabar de esa maldita -- insistio tragando saliva, fingiendo fortaleza. --?Sabes que es una locura, cierto? --?Tienes otra idea para llegar hasta Daisy Corvelo? --Thomas es un hombre inteligente, astuto y demente que de seguro puede arreglarselas solo -- respondio tomandola de las manos. --El haria esto y mas por cualquiera de nosotros. --No me malinterpretes --carraspeo--, sabe Dios que amo a Thomas y estare siempre a su disposicion, pero esto es muy grande; es un mundo que no conocemos. --Por eso debemos prepararnos bien, no debemos dejar ningun detalle librado al azar. Estaba aterrada. Desplomada en el sillon que adornaba la sala de comandos en el departamento de su buena amiga, simulaba que dormia mientras pensaba que la mision suicida que tenia por delante bien podria ser lo ultimo que hiciera Stephanie Turner. No podia recordar cuando fue que tomo la decision de hacer justicia por mano propia. Sin embargo, pese a su impetu soberbio y osadia caprichosa, resultaba innegable que la fuerza que la movia tenia su raigambre en algo mucho mas profundo que cualquier conviccion, en algo invisible, en esa cosa indescriptible que nos ata y nos empuja a realizar cualquier locura por mas demente que fuera; esa pulsion inmanejable que recorre las venas y la sangre y va directo, no al cerebro, sino al corazon; fiel y leal promotor de aquellas irreversibles situaciones que no tienen solucion ni sentido. Solo un sentimiento de ese calibre podia explicar o dar respuesta a los incontables e inimaginables caminos sinuosos que estaba por recorrer en soledad, apenas con la compania perpetua pero vacia de un dolor que habia hecho propio, tatuandoselo en la sangre como si fuera un juramento, un pacto indeleble con la muerte. Entrada la madrugada, bajo el monopolio absoluto del silencio alarmante, Charlotte termino la expedicion que la llevo mucho mas lejos de lo que pensaba y aunque la recompensa fue bien recibida, las consecuencias del hallazgo encendian todas las alarmas de la operacion por venir. --Si ya estabas sorprendida, espera a que te comparta lo que descubri buceando en las alcantarillas inexpugnables de Internet. --Me estas asustando. --Existe un mito, una leyenda urbana sobre una mujer misteriosa que se pasea por las calles de Canada a altas horas de la madrugada, recaudando el dinero de largas y agotadoras noches de lujuria --solto como un murmullo. --No entiendo nada lo que estas diciendo --se quejo Stephanie mientras se desperezaba. --Segun entiendo, en las calles de la capital hay un amplio catalogo de oferta sexual. --?Prostitucion, explotacion de personas? --pregunto frunciendo el ceno. --Me inclino mas por la prostitucion; pero seguramente ambas. --?Y que tiene que ver eso con la ministra? --Las muchachas deben dar el dinero de esas relaciones furtivas a sus representantes. --Cafishios querras decir --refuto vehemente. --Y esos sinverguenzas, a su vez, pasan toda la recaudacion a una mujer a la que apodan << La dama de plata >> --Sigo sin ver la conexion... --Pues, estoy casi segura que << La dama de plata >> no es otra que Madelyn Gagnon. --?Dices que la ministro de educacion canadiense pasa las noches recolectando dinero de la prostitucion? --pregunto con los ojos a punto de salirse de sus orbitas. --Y quien sabe de que otras actividades tambien --suspiro abatida, elevando las pestanas--, despues de todo, no te olvides que estaba en ese hotel donde lo que se subastaba no eran diamantes u objetos historicos. --Eran ninos y ninas, lo se. --Stephie, te lo pido por enesima vez, recapacita --suplico. --Necesito encontrar la forma de acercarme a ella. --Pide una audiencia. --No voy a entrevistarme con la ministro sino con la mujer misteriosa que dirige las miserias de la luna. --?Y como haras eso sin que te maten o algo peor? --Debo ser una mas de ese mundo. --?Acaso estas demente? --grito tan alto que las puertas parecieron temblar--. ?Piensas ir a prostituirte a un pais extranjero solo para acercarte a una mujer que bien podria no existir? --?Tienes una idea mejor? --Cualquier idea es mejor que esa --replico desaforada. --Te escucho --dijo cruzandose de brazos. --Quedate aqui y continuemos combatiendo el crimen. --Me despidieron, ?lo olvidas? --Entonces busca un empleo en un restaurante, en una cadena de ropa, como secretaria de un estudio de abogados, como maestra jardinera; ?por que no puedes hacer algo normal? --Estamos combatiendo el crimen Charlotte; solo que a otra escala. --A una escala mas alla de nuestras posibilidades --se lamento--. ?Que ocurrira si te descubren? --Ruego a Dios que eso no suceda. << Bienvenidos a la Ciudad de Ottawa >> fue la frase que la recibio en el aeropuerto internacional de Canada dando inicio a una autentica odisea. Temblorosa y al borde del colapso emocional, se subio a un taxi con destino a los suburbios, sitio donde esperaba entrar en contacto con ese mundo oscuro que se desarrollaba a plena vista al margen de la realidad. Luego de registrarse en un hotel de mala muerte, se vistio con lo mas provocativo que aguardaba en su equipaje y se dirigio a un bar donde, segun las malas lenguas, paraban a descansar las trabajadoras de la noche que alquilaban su intimidad y fingian el placer que no se compra con dinero. Copa tras copa soportaba los cotilleos inaudibles de los viejos clientes que parecian encastrarse con las mesas redondas que destilaban vulgaridad, a la vez que se regocijaban en lo malicioso de sus pensamientos cuando de tanto en tanto algun ebrio ponia de manifiesto la perversidad de sus fantasias mas retorcidas. --Cantinero, un whisky doble por favor --ordeno una mujer sentandose en la barra, con largas medias de red y una falda de jean tan corta que apenas cubria sus nalgas. Entretanto, con la frente en alto y una altaneria impropia de su repertorio, Stephanie abandono la comodidad de su mesa junto a la ventana y emulando el espejo en el que esperaba reflejarse copo el centro de la escena, ansiosa de no pasar desapercibida. --Cantinero, sirvame un Martini --ordeno mientras cruzaba las piernas ensenando la sensualidad que solia esconder en su vida rutinaria. --Enseguida senorita --respondio el barman guinandole un ojo. Pese a sus esforzados intentos por parecer una clienta mas, una habitue de las rondas nocturnas tenidas de fetiches inenarrables, su falta de tacto y gestos mas ampulosos de lo necesario la dejaban en evidencia, haciendola pasar mas por policia infiltrada que mujer de la noche. --?Acaso estas siguiendome? --pregunto aquella mujer pelirroja en medio de un callejon tenebroso. --Solo queria hablar contigo. --Te vi coqueteando en el bar; sea cual fuere tu propuesta, la respuesta es no. --Pero ni siquiera escuchaste lo que tengo para decir. --Ese es el punto --dijo mientras hurgaba en su cartera--. No perteneces a este ambiente, sal de aqui mientras puedas. --?Por que dices que no pertenezco? --En primer lugar tu acento, ?americana, cierto? --sonrio--. Y en segundo lugar eres demasiado espamentosa, poco sutil; lo que me dice que eres policia o periodista. --Soy extranjera, si --respondio--. Y estoy buscando ganarme la vida, tengo problemas economicos y ya no se que hacer. --Este es un viaje de ida; mejor prueba otra cosa --respondio mientras encendia un cigarrillo. Stephanie quedo en silencio sin saber como doblegar las intenciones de una mujer obstinada que, pese a su distancia, la estaba protegiendo de un monstruo mas grande que la inmensidad de la noche misma. --?Cindy por que no estas trabajando? --pregunto un hombre de mediana edad con la camisa desabrochada, ensenando sus pectorales-- Estas haciendome perder dinero. --Estaba teniendo una conversacion con una amiga --se excuso con la mirada hacia abajo. --?Acaso esa conversacion va a volvernos millonarios? --pregunto mordaz. --Disculpe senor, yo solo... Una bofetada furiosa fue lo que Stephanie recibio por pretender hablar cuando no le era permitido. --Quiere trabajar para ti --se apuro la pelirroja intentando calmar las aguas. --?Es eso cierto? --pregunto fingiendo simpatia. --Ya no estoy segura --respondio Stephanie acariciando su mejilla adolorida. --?De donde eres preciosa? --Norteamerica --respondio timidamente. --Ya veo --susurro mientras la rodeaba con la mirada--. Seras una estrella por aqui, ya puedo sentir el dulce candor de los billetes en mis manos.

  • Venganza y placer (Deseo 3) de Cat Schield

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    Zoe Alston, que se tambaleaba por un divorcio atroz, hizo un pacto con otras dos mujeres igual de vapuleadas. Su mision era hundir al impresionante empresario Ryan Dailey y para conseguirlo tenia que sabotear la campana politica de su hermana.

  • Maldad latente de Sandra Brown

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    Un vibrante thriller que plantea la eterna pregunta: <>, y le da la vuelta por completo.

  • No solo el fuego de Benjamin Prado

    https://gigalibros.com/no-solo-el-fuego.html

  • Historia argentina de Rodrigo Fresan

    https://gigalibros.com/historia-argentina.html

    Con Historia argentina, su primer libro (que contiene, dice, el germen de todos los libros posteriores), Rodrigo Fresan causo conmocion y fue considerado el abanderado de la llamada joven narrativa argentina.

  • Bradley (Sueno americano 1) de Emma Madden

    https://gigalibros.com/bradley-sueno-americano-1.html

    ?Cual seria tu sueno americano?… para millones de personas seria Bradley Williams, estadounidense de pro, deportista de elite, quarterback de los New England Patriots, seis veces ganadores de la Super Bowl, y un verdadero heroe para sus cientos de seguidores y miles de admiradoras que lo consideran el hombre perfecto.
    Un hombre perfecto si, pero distante y frio, alergico a las relaciones, que encontrara la horma de su zapato en una periodista espanola a la que conoce por casualidad y la que, tras innumerables desencuentros, le pondra la vida patas arriba, convirtiendolo en un tipo mas feliz, pero mucho mas vulnerable.
    BRADLEY es el primer libro de la serie SUENO AMERICANO, de la autora Emma Madden.

  • Deseo (Mount 3) de Meghan March

    https://gigalibros.com/deseo-mount-3.html

  • Mi error fue no ser yo misma. Parte 2 de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/mi-error-fue-no-ser-yo-misma-parte-2.html

    Allison Wharhol es una joven muy hermosa perseguida constantemente por la prensa y admirada por todos. Ella eligio esta vida para salvar a su padre de la ruina y poder hacer realidad el sueno de su progenitor, pero, a ella, esta situacion le ha costado la libertad.

  • Un rincon del corazon que nadie pisa de Nuria Espert

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    Esta novela se abre paso, desde el corazon, a un lugar donde las historias se entretejen entre las sombras de los recuerdos y la necesidad de reinventarse.