• un hombre cae desde el reposo desde una altura de 100m - Jordi Baste

    https://gigalibros.com/un-hombre-cae.html

  • Ejercicios resueltos de fisica movimiento parabolico ii

    https://es.slideshare.net/NeptaCamargo/ejercicios-resueltos-de-fisica-movimiento-parabolico-ii

    libro de prob. fisica PROBLEMAS RESUELTOS DE F�SICA I ... (B) 03 Un hombre cae desde el reposo desde una altura de 100 m despu�s de caer 2 s lanza un ...

  • Movimiento Parabolico Ejercicios Resuelt - EXAMEN 02

    https://www.studocu.com/pe/document/universidad-tecnologica-del-peru/calculo-aplicado-a-la-fisica-2/movimiento-parabolico-ejercicios-resuelt/4794253

    (C) 03 Un hombre cae desde el reposo desde una altura de 100 m despu�s de caer 2 s lanza un paquete horizontalmente con una velocidad de 10 m/s.

  • Examenes de cinem�tica resueltos - profesor10demates

    https://www.profesor10demates.com/2014/08/examenes-de-cinematica-resueltos.html

    05 Un hombre se encuentra a 40 metros de un taxi , corre con una velocidad constante ... 08 Un paracaidista, partiendo del reposo, cae 50 m en ca�da libre.

  • F�SICA GENERAL I - Universitat de Val�ncia

    https://www.uv.es/dae/boletin_0607

    a 100 m de distancia y la misma altura que el arma, �sta debe apuntar a un punto por encima ... Partiendo del reposo, el hombre lanza una masa m0=1 kg con.

  • Gu�a n� 14 de ejercicios resueltos de ca�da libre - TP14 [F�sica

    https://www.fisicanet.com.ar/fisica/cinematica/tp14-caida-libre.php

    Un cuerpo cae libremente desde el reposo. Calcular: a) La distancia recorrida en 3 s. b) La velocidad despu�s de haber recorrido 100 m.

  • Las palomas de la Boqueria de Jordi Baste , Marc Artigau

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    Despues del exito de Un hombre cae, regresa el detective barcelones Albert Martinez con un nuevo caso por resolver.

  • Esa sencilla palabra de Cath Crowley

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    Rachel y Henry son amigos desde siempre. Juntos han compartido lecturas y confidencias durante horas en la libreria de la familia de el, la maravillosa Howling Books, en cuyas estanterias habitan las mas hermosas historias. Pero Rachel quiere ser algo mas, y no sabe como decirlo… Para colmo, Henry esta enamorado hasta los huesos de alguien que no le conviene.

  • Todo lo peor de Cesar Perez Gellida

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    Una novela fria como el acero, despiadada como el cruel asesino que la habita.

  • Las mutaciones de Jorge Comensal

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    Ramon Martinez es un abogado de exito, un ateo convencido y un padre de familia como otro cualquiera. Pero todo cambia el dia que Ramon tiene que ser operado y pierde la lengua -y con ella la capacidad de hablar- y comienza para el una silenciosa tragicomedia. Carmela, la mujer de Ramon, comenzara a tener discusiones diarias con un marido que no puede contestarle; Paulina y Mateo, sus hijos adolescentes, tendran que afrontar la nueva situacion mientras lidian con sus propias obsesiones (la obesidad y el onanismo). Elodia, la asistenta supersticiosa, busca una cura milagrosa para su jefe, que acude a terapia con Teresa, una psicoanalista, que cultiva marihuana en su atico. En medio de todo este barullo, Benito es el nuevo miembro de la familia: un loro de una especie en peligro de extincion con el que, paradojicamente, Ramon se comunica mejor que con sus seres queridos y que es capaz de blasfemar y gritar todo lo que Ramon no puede.
    Contada con un humor tierno y a veces un poco negro, esta tragicomedia nos muestra una familia como todas: con su dia a dia, con sus problemas, con su dosis de amor y de risas, y tambien, como en la vida misma, con su dosis de mala suerte y de lagrimas. Y con un loro.

  • El placer del pirata (Al tiempo del pirata 2) de Mariah Stone

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    C N . M encuentro en una suerte de trance observando sus ojos onix detras de sus parpados bajos. Una barba incipiente le cubre el menton definido, y una cicatriz le atraviesa la mejilla. Lleva el largo cabello oscuro amarrado detras de las orejas en una media cola, mientras el resto le cae por debajo de los hombros. Sus rasgos son duros y elegantes. Peligrosos. ?Como es posible que una pintura enmarcada me genere este sentimiento? A lo mejor este es el tipo de estupor que le provoca una serpiente a un raton antes de lanzarse sobre el y tragarselo vivo. Siento un codazo en las costillas que me sobresalta. Miro de reojo a Samantha, mi mejor amiga, que esta de pie a mi lado en el Museo Ciudad de Piratas. Observa el retrato de James Principe Barrow, colgado al lado del de Cole. Entre las pinturas, hay dos colgantes de jade antiguos, expuestos contra la pared. --!Que atractivo! --Fija la mirada en James--. Y, aun asi, no logro encontrar una cita para ir al baile. Observo el cabello dorado, los ojos violetas, el menton cuadrado y la nariz en alto de James. Es todo lo contrario a Cole. A decir verdad, James es el tipo de hombre por el que me suelo sentir atraida, el tipico Principe Encantador. Asi era Hank, mi ex prometido. --Pero, ?quien no querria ir al baile con el, Samantha? -- pregunto y siento que se me forma un nudo en la garganta--. Ningun hombre deberia verse asi de guapo. El pensar en Hank me distrae y me provoca un dolor en la piel similar al de una ducha helada luego de un bano de inmersion calido. El era todo lo que yo siempre habia querido. La mente me da vueltas, los ojos me pican, pero no hay lagrimas, gracias a las tres pinas coladas que Samantha me hizo beber en el desayuno. Samantha pone los ojos en blanco. --Pues, yo no iria. --Senala el retrato de Cole--. El otro sujeto es mi tipo. Sigo mirando a James. Es mas seguro. Me temo que, si vuelvo a mirar al Senor Peligro, se saldra del retrato, me arrojara sobre un hombro y me llevara lejos para hacer cosas obscenas y perniciosas conmigo. Placeres prohibidos y salvajes. El tipo de cosas que las chicas decorosas como yo no deberian anhelar. --Se me ocurrio que podriamos animar un poco nuestra vida sexual --recuerdo que dijo Hank. --?Estas aburrido de mi? --le pregunte mortificada, mientras el sudor me resbalaba de la piel como hielo derretido. El bajo la mirada. --Pues, si, nena. Tienes muchas reglas. Que las luces apagadas, que ni hablar de sexo oral, que ni… Dejo de hablar, suspiro y me miro. Mis brazos y mis piernas se sentian como algodon humedo. --?Y si vamos a uno de esos intercambios de pareja para que puedas sentir otros placeres? --me sugirio. --?Quieres acostarte con otra mujer? ?Tan aburrido estas de mi? El recuerdo me da vueltas en la mente y me genera dolor de cabeza. Niego con la cabeza y me obligo a mirar a Cole con la esperanza de que logre distraerme. Cole es diferente a Hank. Mientras que Hank es el encanto personificado, es evidente que Cole es un predador que usa a las mujeres para su propio placer, como si fuera su dueno. Es probable que las deslumbre, como a mi, y despues las subyugue a su poder. Al final, las termina descartando. Decido que el tiene miedo de amar. Miedo de resultar herido. Si los hombres como el se abrieran al amor, no sentirian la necesidad de acostarse con otras mujeres. El me hace acordar a alguien que conozco: a Samantha. --Ah, si, Cole el Negro parece ser mas tu tipo, Samantha -- coincido--. Al igual que tu, necesita alguien que ame su alma perdida. Ella suelta un resoplido, pero yo sonrio y niego con la cabeza. Ella se merece la felicidad absoluta al lado del hombre indicado. Creo que la terminara encontrando. Creo que, a pesar de lo de Hank, yo tambien la encontrare. Por mas que este pasando lo que deberia haber sido nuestro quinto aniversario con Samantha. Y que tenga el corazon hecho anicos. Como soy una persona leal, estaba dispuesta a trabajar en nuestra relacion. Y el… el solo queria acostarse con otras mujeres. --No puedo hacer eso --le conteste. --Entonces, se acabo --determino. Y aqui estoy. Siento nauseas en el estomago y volteo el rostro hacia la brisa que se cuela por la ventana abierta y acarrea el aroma a mango, pera y piedras calientes. A lo lejos, se ve el destellante tono azul oscuro del oceano Atlantico bajo el sol. El guia turistico personal que contrato Samantha arquea las cejas. Adonis es un isleno que lleva puesta una camiseta blanca, una panoleta de un rojo intenso en la cabeza, un colgante de cuentas de colores, y tiene consigo una serpiente viva. --No tengas miedo --me dice Adonis. --No tengo miedo --le aseguro y me acerco para ver a la serpiente que se retuerce y saca la lengua en el aire. --?Estas loca? Alejate de ese bicho --me ordena Samantha. Sonrio, entretenida por haberla sorprendido. Ella cree que me conoce, pero hay cosas que nunca le he contado. Como mi fantasia de que Hank me tomara y me dominara porque no hubiera podido seguir respirando si no lo hacia. La realidad era que siempre me hacia hacer casi todo el trabajo y, en muy pocas ocasiones, me hizo acabar. --?Hablas en serio, Sam? --pregunto mientras observo a la serpiente--. Nunca he albergado a ninguna serpiente en mi hotel. Adonis me mira lleno de curiosidad. --?Tienes un hotel? --Un hotel de mascotas en Nueva Jersey. --Le sonrio a la serpiente--. Me encantan los animales. Tengo tres perros y dos gatos, todos adoptados. Los deje con mis padres, pero los echo mucho de menos. Samantha suspira. --Que buena manera de darle uso a tu titulo de la Universidad de Nueva York: abrir un pequeno negocio en una zona aun mas pequena y no poder contratar a mas de dos empleados. Podrias tener algun trabajo en los medios, como yo, y vivir en Manhattan. Podriamos comprar apartamentos en el mismo edificio y vivir una al lado de la otra. --Oh, detente, Sam. Me encantan mis clientes peludos, y el negocio va de maravillas. Ella pone los ojos en blanco, y Adonis retoma la historia de James. Cole y James eran amigos: los dos eran piratas y los dos capitaneaban sus propios navios. Habian asaltado un barco espanol y conseguido un gran tesoro, pero James se vio en apuros y tuvo que luchar por su vida. Cole termino quedandose con todo el tesoro, pues habian acordado que, si algo salia mal, el que tuviera el tesoro lo dividiria con el otro cuando las aguas se hubieran calmado. --Cole mantuvo su palabra y escondio la parte del tesoro que le correspondia a James --nos cuenta Adonis con una sonrisa taimada. --?Ves? --exclamo--. Te dije que Cole era un alma perdida. Se podria haber quedado con todo el tesoro, pero no lo hizo. Solo se necesita un poco de amor para abrir el corazon. Samantha niega con la cabeza. --Me asombra que sigas siendo una romantica incurable tras tu ruptura.

  • Biografia de un cuerpo de Monica Rodriguez

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    El cuerpo manda. Obliga, es un tirano. Lo miro en el espejo a traves del vaho. Largo, recien amoldado a esta corpulencia que me desconcierta. Las costillas marcadas, los musculos del vientre esbozados por lineas oscuras, el ombligo. Aun las gotas de agua lo cubren. Pequenas constelaciones detenidas en la pelusa. El grifo gotea; su sonido metalico es un martilleo ritmico que no quiero escuchar, pero que escucho. Los azulejos del bano estan empanados. Bajo la neblina del vapor, contra el espejo, destellan los muslos dorados, casi blancos, el sexo entre las piernas, encogido sobre la mata oscura. Las rodillas formando un pequeno arco. Agacho la cabeza y me detengo en esa vision desde arriba. Estas no son mis piernas. Ni ese pene languido, acobardado como si no fuera un tirano, me pertenece. El vello de mis piernas sombrea la piel humeda, las gotas prendidas en los pelos, aplastados bajo el peso del agua. Son extranos vistos desde esta perspectiva. ?De quien seran esas piernas? ?Y esos pies grandes, de hombre? Levanto los dedos y se marcan los tendones como si alguien tirara de una cuerda. La piel se vuelve mansa, lisa, casi deslumbrante por los talones, los costados. Miro tanto esos pies que ya no parecen pies. Me fijo en sus dedos grandes, que debo domar y doblar, estirar. Me pongo de puntillas, desciendo. Hay un pequeno charco en las baldosas, bajo mis plantas. Y la gota del grifo. Clin, clin, clin. Vuelvo a levantar la cabeza. El espejo se ha empanado lo suficiente para que solo vea un borron de ese cuerpo. Esa pincelada impresionista soy yo. Froto el espejo con la palma de la mano. Mi rostro aparece en el agujero del vaho y se que es mio. Lo distingo porque lo he visto muchas veces en este mismo espejo, su imagen especular, ahora distinta, mas angulosa, menos dulce, con un ligero vello sobre el labio superior. Pero, aunque haya cambiado, hay algo que es solo mio, que soy yo, un punado de gestos, esa mirada hosca, timida, confusa, enmarcada ahora por las pestanas mojadas. No se que es, no se que soy yo, pero estoy ahi, en ese rostro, que hasta hace poco era suave y blanco como la piel de una cebolla. Sonrio. Los brillos metalicos de los hierros esconden mis dientes. Muevo la boca y siento el rozamiento de los brackets, paso la lengua por ellos. Todavia tengo que acostumbrarme a su presion. El agujero del espejo comienza a empanarse de nuevo. Voy desapareciendo y eso me provoca un pequeno vertigo. Entonces empiezo a tiritar. Tengo frio. Mi cuerpo tiene frio. Manda, me obliga a envolverme en la toalla. Me siento en la taza del vater. Sigo tiritando, pero no voy a vestirme, no voy a obedecerle. Miro el desodorante sobre el lavabo. El cuerpo grita cuando suda. Pero ahora tiene frio y no voy a moverme, no. Golpes en la puerta. Me sobresalto. !Haz el favor de salir del cuarto de bano! La voz de mi madre. Estoy harto de someterme siempre. El cuerpo, los adultos. Resistire aqui sentado, tiritando. Clin, clin, clin. Tengo la piel helada, como si una plancha metalica me envolviera. Los musculos tensos de tanto soportar el frio. Las plantas de mis pies mojadas son un trozo de algo que ya no siento, pero son mis pies. Mis pies. Mi torso. Los labios tiritando. El frio. Ya no lo soporto. El cuerpo gana y me envuelvo en la toalla. Salgo del cuarto de bano. Tambien mi madre, que espera fuera impaciente, gana. 2 Soy un dios alojado en el cuerpo de un toro. 3 Estira mas. No puedo. Claro que puedes. Estira. Lo hago. Te tiembla la pierna, no pongas tanta tension. Lo intento. No hay que intentarlo, hay que hacerlo. !Estira! Noto como el sudor nace en mis sienes, en mis axilas. Mis mejillas empiezan a arder del esfuerzo. No puedo controlar la tension, la pierna me tiembla ligeramente. Si me relajo deja de hacerlo, pero entonces no la estiro lo suficiente. Me concentro en el pie, en toda la fuerza del pie, y tiro de el hacia arriba. El muslo ya no aguanta mas. La pierna cae desobediente. ?Quien te ha dicho que la bajes? La profesora se ha vuelto hacia mi. Grita, golpea el suelo con uno de sus zapatos elasticos y negros. De inmediato, trato de subirla de nuevo. Noto el hormigueo de la tension. Ella se acerca, me sostiene la pierna por el tendon de Aquiles, con firmeza. La misma que desprenden sus ojos inflexibles. La levanta. Cuidado con la cadera. Controla el peso. Lo hago. Siento las fibras del musculo interno tirando. Rita, la profesora, suelta la pierna, que se baja ligeramente. Trato de sostenerla, sudo. Me inclino hacia la barra. Mi mano se aferra a ella con demasiada fuerza. Puedes hacerlo mejor, dice. Rita cambia de ejercicio, se pasea por la clase. Coloca un hombro, sube una barbilla. Pasa el dedo por la columna vertebral de una espalda que de inmediato se estira. Del cansancio veo la clase borrada por una leve neblina, las luces en el espejo. La profesora detenida frente a Alex asintiendo, el borron del piano negro, abierto como un feretro, en una esquina de la sala. Muy bien, Alex. Dos palmadas. Centro. Nos colocamos todos frente al espejo. Hay un ligero murmullo, mientras vamos buscando nuestras posiciones. Mi maillot esta sudado. Siento la humedad en la espalda. Clara me mira y sonrie, y algo se encoge dentro de mi. Ella se coloca en segunda fila. Yo trato de ponerme en la primera, no en el centro, en un lateral. Rita esta seleccionando la musica con el pianista. Alex esta en el centro y resopla mirandome complice. Nos colocamos. Veo las figuras en el espejo, todos con las espaldas muy rectas, la cabeza alta, los monos tirantes, los maillots sudados. Respiramos. Me detengo en mi imagen. Ese es mi cuerpo. Lo noto, pulsa dentro de mi, aulla cansado. Dolorido. Por un instante lo vuelvo a ver como un extrano. Un extrano que me lleva la contraria, me reta. Cierro los ojos y vuelve a ser mio. Necesito este dolor para domarlo. Para bailar. Me gusta este dolor. Adagio, dice Rita. Cuando quieras, maestro. Yo abro los ojos. El piano empieza a sonar, las notas caen como nudos de luz por el aula. Levanto un brazo... 4 ?Estas bien? Claro, por que lo dices. No se, te he visto raro en la clase. Cansado. No estoy cansado. ?Vienes a comer? Ahora voy. Te cojo sitio. Veo a Clara alejarse hacia los vestuarios, con la mochila al hombro. El corazon me golpea como cuando termino de hacer los saltos. Sin que yo pueda controlarlo. Tan rapido, tan violento. Golpes de animal vivo. Pero este fluir me gusta. Me hace sonreir y me asusta a un tiempo. Es Clara la que lo desencadena. Ella me dice que me reservara un sitio a su lado en el comedor y abre la compuerta. El torrente del pulso precipitandose. Clara manda sobre mi cuerpo. Entro en el vestuario de chicos. Alex sale de la ducha, desnudo, dejando un reguero a su paso. Se seca con la toalla el pelo humedo. Por un momento admiro su cuerpo. Es perfecto para la danza, tiene flexibilidad, empeines, potencia. Alex, muy bien. Alex, perfecto. Alex, si sigues asi, seras un gran bailarin. Alex, repitelo, que te vean todos. Alex. Alex. Alex. Agita la cabeza y su pelo en hebras castanas y rubias, del color del tabaco, desprende diminutas gotas, como una aureola. Entonces posa sus ojos, tambien rubios, en mi y vuelvo la vista hacia los banos, avergonzado, en un movimiento brusco. Simon y Manuel ya estan vestidos, el pelo empapado y negro, repeinado hacia atras. Me miran a traves del espejo cuadrado, incrustado en la pared. Desparejos: Simon, muy alto; Manuel, bajo. No te va a dar tiempo a comer si no espabilas, tio. Encojo los hombros. Mi corazon ya se ha calmado. Pienso: Clara, y esta calmado. Pero las comisuras de mi boca se dilatan en una sonrisa que provoca su nombre. La contengo mientras miro como Simon se echa colonia. Pero que haces, marica, eso huele que apesta. Manu le quita el bote, se pelean de mentira. Se insultan, se dan algun golpe en el biceps y salen del vestuario arrastrando las mochilas, a voces, riendo, las tarteras colgadas del hombro. ?Te espero? Alex me mira mientras se pone la cazadora. Inclina la cabeza ligeramente. Tiene el rostro redondo, aun imberbe, y su belleza es deslumbrante, amarilla, de nina. No, digo. Me cogen sitio.

  • Mision Exterminio de Stefania Gil

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    Madison se sentia mareada. No entendia nada de lo que estaba ocurriendo. Escuchaba voces que no reconocia; movimientos bruscos, sonidos metalicos como si estuviera en la parte trasera de un camion. Trato de levantar la cabeza, no lo consiguio. Queria hablar y no podia, algo se lo impedia. El resto del cuerpo parecia no responder en lo absoluto a las ordenes que le estaba dando. ?Que ocurria? ?En donde estaba? Las imagenes de los recuerdos en su cerebro pasaban tan deprisa y todo era tan confuso, que no lograba entender nada de lo que veia. Estaba dominada por un profundo letargo que no solo le impedia movilizarse, sino que tambien, le impedia retener los recuerdos aunque fuera por un momento para poder aclarar su situacion y comprender en donde se encontraba. El traqueteo de su cuerpo ocasionado por el movimiento del vehiculo en el que estaba, se detuvo. Ruidos fuertes y secos se produjeron. Un mecanismo que se accionaba. Parecia el engranaje mecanico de una puerta pesada. Percibio mas ruidos metalicos pero esta vez, muy cerca de ella. Y de pronto, una luz la cego. Entendio entonces que estuvo llevando la cabeza tapada y de ahi que no pudiera ver nada. La luz, ahora, tampoco ayudaba porque sus pupilas se sintieron traicionadas con el brusco cambio. La realidad se sumaba a la voragine de imagenes que pasaban en su mente haciendo que todo se balanceara en su interior. Su cuerpo parecia un barco, navegando a la deriva. Mantuvo los parpados cerrados. Tenia la boca seca. La lengua parecia pesarle una tonelada. Tal como sentia que pesaban sus extremidades. Sonaban cadenas y sentia movimiento de nuevo en el vehiculo pero no porque este se moviera, no, era ese vaiven que producen las personas de peso y tamano cuando se mueven dentro de un coche. Su cuerpo respondia asombrosamente a ese vaiven. Abrio los ojos de nuevo, parpadeo un par de veces antes de darse cuenta de que su cabeza colgaba. Las imagenes en su memoria seguian agobiandola, intentando llamar su atencion. Le era imposible fijarse al menos en una. No lo conseguia. No encontraba la forma de aferrarse a ellas. Un hormigueo empezo a recorrerle el cuerpo. Intento hablar dandose cuenta entonces de que no podia abrir los labios. Fue la primera vez que noto que dolia al intentarlo. No pudo levantar la cabeza de golpe porque tambien aquello le dolia un infierno pero si algo tenia Madison Sullivan era que no se daba por vencida tan facil; asi que, con mucha lentitud y con la precision que le permitia el lejano letargo que ahora tenia su cuerpo, fue levantando la cabeza. Parpadeo varias veces, seguia sin ver nada. La maldita luz cegadora estaba frente a ella imposibilitando la vision de las personas que estaban detras del foco. Volvio la cabeza a la izquierda y solo habia oscuridad. Lo mismo lo que pudo ver a la derecha. Su cuerpo, empezaba a despertar. El letargo desaparecia junto al hormigueo constante que la tenia dominada. Por instinto, movio la pierna derecha y fue cuando su corazon se detuvo intuyendo que todas las cosas que estaba descubriendo no estaban bien. El palpito se expandio en su pecho cuando fue consciente de que estaba colgada del techo por las munecas, dentro de un cubo cubierto de telas negras. ?Un contenedor? Mantuvo la calma intentando buscar una explicacion logica a su situacion. Aquello no podia tratarse de un simulacro porque la alarma por la que le sacaron de Quantico era real; lo vio, y Dakota converso con ella sobre lo que harian al llegar a Nueva York. Su mente aturdida, le regalo un recuerdo que le dejo en claro que, su situacion, no era un simulacro. Recordo el coche en el que ella y Nell Jenkins estaban siendo trasladadas al aeropuerto en donde les esperaba el jet de la Agencia Federal para viajar a Nueva York. Hiperventilo porque sintio el panico que se apoderaba de ella al empezar a ver, con claridad, las imagenes que se detenian, finalmente, en su cabeza; y deseo poder volver a su estado de letargo porque aquel instante le estaba sembrando un terror que desconocia. Cerro los ojos e hizo una fuerte inspiracion; queria, no, mas bien <> encontrar calma para poder pensar con claridad. La imagen de Nell, con el rostro banado en sangre, sin sentido, despues del volcamiento del coche que les trasladaba, le bloqueo la respiracion por completo. Sentia que se asfixiaba. --Es el momento, empieza a recordar lo que le ocurrio y va a transmitir el panico que quiero que los demas sientan con mi mensaje --Dominic Lane chasqueo los dedos y sus companeros asintieron encendiendo la camara y accionando el sistema para transmitir --en directo-- un mensaje a todo el pais. Capitulo 2 Mark estaba haciendo trabajo administrativo en la comisaria cuando los telefonos empezaron a sonar con desespero y sus companeros empezaron a correr para atender las llamadas. Confirmo sus sospechas de que algo grave ocurria en cuanto observo al capitan llevarse la mano a la frente mientras hablaba con alguien por telefono dentro de su oficina. Los ojos del hombre, con mucha mas experiencia en el campo que Mark, se apagaron y la preocupacion se hizo presente en ellos. Vio el reloj. 11. 00 a.m. Las pantallas de TV que tenian instaladas en puntos estrategicos dentro de la comisaria, empezaron a transmitir imagenes de varios centros educativos de la ciudad que estaban bajo amenazas de bombas unos; y tiroteos, otros. Mark fruncio el ceno. El capitan salio a toda marcha de la oficina. --?Terroristas? --No lo sabemos todavia pero creemos que son del grupo supremacista que ataco hace un ano en un centro comercial de Nueva Orleans. Mark nego con la cabeza sintiendo como su pecho se contraia al pensar en lo malvados que podian llegar a ser los seres humanos en aras de una supuesta mejora para el mundo; cuando, en realidad, era de ellos de quienes debia librarse el planeta. Para eso estaba el y el resto de las fuerzas de seguridad del estado que entrarian en accion y acabarian con todos esos idiotas llevandolos al lugar que les correspondia por naturaleza: la carcel. Megan. Corrio junto al telefono para llamar al centro educativo en el que se suponia que su nina debia estar recibiendo clases, por fortuna, no era de los que se encontraban bajo amenazas; sin embargo, dio ordenes a los directivos de enviar los ninos a casa de inmediato y cerrar el centro. Lo mismo se hizo con los demas centros educativos que estaban fuera del radar. Era mejor tomar previsiones. El capitan Henderson no podia disimular la rabia que lo consumia. Era un hombre afroamericano que a sus sesenta anos, de seguro habia recibido muchos maltratos por el color de su piel. Era la primera vez que Mark lo veia entristecido, mucho mas que cuando hablaba de la tragedia ocurrida en el gran atentado del centro financiero de la ciudad hacia varios anos en el que muchos de sus companeros murieron cumpliendo con su deber. --?Nos dejaran intervenir los del FBI? --Si. Acabo de recibir la llamada y asi como yo, otras comisarias tambien estan siendo llamados para servir de apoyo --Las tomas en TV mostraban un helicoptero que sobrevolaba los colegios en la mitad de la pantalla; mientras que, la otra mitad, se dividia en dos dejando ver al conductor del noticiero en el estudio conversando con los corresponsales en escena. Mark miro hacia el escritorio de Madison, ahora ocupado por Ross, su nuevo companero desde que Madison abandonara la comisaria y se trasladara a Quantico para recibir el entrenamiento adecuado y formar parte del FBI. Estaba tan orgulloso de ella. Le quedaban solo un par de semanas para salir de ahi y cuando lo hiciera, por fin empezarian a organizar todo para la boda. --Ross --Henderson se dirigio al joven--, te quedas a cargo del equipo que voy a dejar aqui para dar apoyo, los patrulleros iran a dar apoyo in situ y nosotros tenemos que trasladarnos a las oficinas del FBI. La Agente Especial Grant y el jefe de la division de antiterrorismo, nos esperan. --?Dakota? --Mark se sorprendio ante la mencion de la chica porque la division de ella nada tenia que ver con terroristas aunque si podia ayudar mucho en el caso.

  • Batea mi corazon de Rose B. Loren

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    Cuando todo parece ir bien, cuando tu vida se ha estabilizado y las cosas parece que funcionan, de pronto el destino te juega una mala pasada y toda tu vida se desmorona. Siete anos antes Estoy en la sala de espera del Hospital General de Massachusetts, esperando a que Jo, mi esposa, de a luz a nuestra preciosa hija. Cuando me dijo que estaba embarazada, todo mi mundo cambio, no estaba preparado para ser padre; acababa de firmar un contrato con mi actual equipo, los Boston Red Sox, nos habiamos mudado desde Nueva York, dejando a nuestra familia alli. Jo se enfado por mi reaccion ante la noticia de nuestra proxima paternidad. <<--Nena, ?estas segura? Ahora no es el momento. --Como quieras, le dire a nuestro cigoto que se espere unos anos a desarrollarse. Hasta que el senorito este preparado. !Ryan! Por favor, sabiamos que podia pasar cuando deje de tomar la pildora. --Lo se, pero ahora mismo no se si es el mejor momento para ser padres, mi futuro esta en juego, esta apuesta es muy importante, no se si podre sobrellevarlo. --Estamos hablando de tener un hijo, es lo que siempre habiamos querido, formar una familia. --Pero justo ahora... --Ryan, voy a tener este bebe te guste o no. Si te arrepientes de la decision que tomamos, lo respetare. Lo tendre sola. --Nena, no es eso, pero sabes que estamos en el comienzo de la temporada, entrenaremos todos los dias, no voy a poder ocuparme de ti como necesitas. --Se cuidarme sola --contesta malhumorada. --Carino, no te enfades, tendremos ese bebe, espero que al menos sea un nino y que le guste el beisbol como a su padre>>. Aqui estoy, ocho meses despues, deseando que todo salga bien y poder ver pronto a mi pequena princesita y a mi amor. No era lo que yo queria, pero desde el momento en el que vi la ecografia, descubriendo que era una nina, supe que me robaria el corazon. Llevo mas de tres horas en la sala de espera, sin que nadie me diga nada. Quise entrar al paritorio, pero algo se ha complicado y de momento no me han dado permiso para entrar. Mi paciencia se esta colmando y cuando veo aparecer a una enfermera, le pregunto: --Senorita, ?me podria facilitar alguna informacion sobre Josephine Farrell? --Lo siento; en cuanto pueda, saldra el medico a decirle algo. En ese momento, mi familia aparece en la sala; al menos la espera sera mas llevadera. Los he avisado en cuanto rompio aguas, pero hay casi cuatro horas de distancia entre Nueva York y Boston. Jo no tiene familia, pues sus padres fallecieron en un accidente de trafico hace unos anos. --Ryan, hijo, ?como va todo? --Aun no me han dicho nada, no me han dejado entrar, dijeron que el bebe venia con una vuelta de cordon y que era posible que tuvieran que hacerle una cesarea. Pero de momento no tengo ninguna noticia. --Tranquilo, estas cosas son normales --expone mi hermana, que es enfermera en el hospital NYC Salud--, intentare enterarme de algo, ahora mismo vuelvo. --Hijo, todo va a salir bien --mi padre me estrecha entre sus brazos y me reconforta. No se por que, pero tengo un mal presentimiento; quizas solo sea uno de mis muchos desvarios, pero sea lo que sea, mis nervios comienzan a crisparse. Mi hermana sale al poco rato, su cara de preocupacion nos alerta a todos. --Cath, ?que ocurre? --Jo esta grave, ha habido complicaciones en el parto, ha perdido mucha sangre, esta muy debil y... --?Y? --le pregunto agarrandola con fuerza. --Ryan, quiero que te pongas en lo peor, puede que no sobreviva ninguna de las dos. Van a hacerle la cesarea ahora mismo porque al bebe le han bajado las constantes. --?Como es posible? ?Han esperado todo este tiempo y aun no le han hecho la cesarea? --Siempre se intenta por el metodo natural antes de hacerla. Todo mi cuerpo tiembla ante la posibilidad de perder a Jo y tambien a mi bebe, que aun no tiene nombre. Las lagrimas se agolpan por salir ante la estupefaccion de toda la familia, que se han quedado mudos. --Me van a dejar entrar --dice Cath--, os mantendre informados. Mi hermana regresa al paritorio y todos permanecemos en silencio, esperando lo que sea que tenga que pasar. No puedo perderla ahora, no seria justo para nosotros. Solo llevamos tres anos casados; nos conocimos en el instituto y pese a que al principio Jo se nego a tener una relacion, yo supe, desde el primer momento en que la conoci, que seria la mujer de mi vida. Una hora mas tarde, mi hermana sale con cara de desolacion y con el bebe en brazos. --Ryan, esta es tu hija --la deposita en mis brazos y la observo; es preciosa, tan pequenita, con esos preciosos ojos azules, con la cara sonrosada y esas pequenas manitas, es casi tan guapa como su madre. --Cath, dime algo de Jo. --Carino... --me dice con lagrimas en los ojos--, Jo no lo ha conseguido. Pero antes de morir me pidio que te dijera que te quiere con todo su corazon y que cuides de vuestra hija. Que le gustaria que su nombre fuera Jo, para que siempre te acuerdes de ella. Estrecho a la pequena Jo entre mis brazos, cuando las lagrimas se apoderan de mi. No es posible, no es justo perder a la mujer de mi vida, a la madre de mi hija... Le entrego la nina a mis padres ante sus vidriosos ojos al recibir la noticia, y salgo rapido a la calle. Esto no esta pasando, necesito gritarle al mundo que no es justo que mi hija crezca sin una madre. --?Por que?--chillo cuando estoy fuera golpeando todo lo que se encuentra en mi camino--. ?Por que? Sentado en un banco de la calle, dejando que la suave brisa inunde mis sentidos, lloro desconsolado. No se cuanto tiempo permanezco de esa manera, sin poder remediarlo. Mi padre se acerca a mi cuando parece que me he calmado un poco. --Hijo, la vida nos pone muchos obstaculos, pero todo sucede por algun motivo; quiero pensar que Jo estara ahora descansando en un lugar privilegiado, que te cuidara, velara por ti y por vuestra hija. --!No es justo, papa! --Lo se, Ryan, pero no podemos hacer otra cosa, ahora mismo lo unico que debemos hacer es recordarla y evitar que el dolor se apodere de tu alma. --No puedo vivir sin ella... --Lo conseguiras, tienes que tener paciencia y dejar que pase el tiempo... --Necesito pediros un favor, ahora mismo mi carrera esta en su punto mas alto, aunque no se si podre seguir adelante… No puedo cuidar a la pequena Jo... --Hijo, no puedes desentenderte de tu hija. --Papa, ahora no puedo tenerla conmigo, es igual a ella... --Hablare con tu madre, pero tu hija te necesita, ya ha perdido a su madre, no permitas que se crie tambien sin su padre. Podemos mudarnos por un tiempo a Boston para ayudarte si es lo que quieres... --Necesito ayuda, no se como podria cuidar a un bebe yo solo.

  • Desafiando al destino de Susana Oro

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    Anastasia Jones a los veinte anos lo tenia todo: Un vestidor lleno de prendas y muchos zapatos. Montones de amigos. El novio que quisiera. Su vida giraba en torno a sus compras y sus salidas. No queria estudiar, y no necesitaba trabajar. Con solo chasquear los dedos sus deseos se hacian realidad.
    Hasta que un dia lo perdio todo.

  • La camara de obsidiana de Douglas Preston

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  • Magia Blanca (Novelas del Tarot 3), Malala Macaroni de Malala Macaroni

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  • La ultima bala de plata de Arwen Grey

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    En Fort Worth solo hay dos tipos de personas: los Kavanagh y los que osan enfrentarse a ellos.
    A Gereon Meier le robaron su vida, su rancho y su futuro, ahora volvera para descubrir lo que ocurrio hace cinco anos y vengarse de los que se lo arrebataron todo.
    Arabella DuPont solo quiere una nueva vida, sin importarle quien se interponga en su camino.
    Cuando las barreras entre enemigos y amigos son tan difusas como la niebla, solo puedes fiarte de tu instinto.
    La libertad y la verdad solo estan a cinco balas de plata de distancia.

  • De Cupido nadie se enamora, Vanessa Gonzalez Villar de Vanessa Gonzalez Villar

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    Lola Cupido es la conductora del espacio radiofonico “El amor esta en el aire”. ?A quien se le ocurriria que Lola Hermosilla diera consejos de amor? Si no existe persona con mas mala suerte en las relaciones de pareja. Hay quien se enamora de la persona equivocada alguna vez en su vida, el problema es que Lola siempre lo hace. Y luego acaba con algun plato roto; ademas de su corazon. El caso es que. los consejos de Lola Cupido siempre funcionan. Un admirador secreto, un amigo ?o algo mas?, un novio posesivo y celoso.. ?Podra Lola encontrar finalmente el amor? ?O sera verdad que DE CUPIDO NADIE SE ENAMORA?

  • ?Y si nos perdemos? de Paris Yolanda

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    Blue, una famosa cantante mundialmente conocida, disfruta de su publico y su trabajo. Sin embargo, harta de las presiones de su manager, decide tomarse unas vacaciones y ser solamente Celeste Ortiz, sin imaginarse lo trascendental que sera este viaje en su vida. De haberlo sabido, jamas lo hubiera hecho, ?o si?

  • Mil caras y un destino de Gerard Ruiz Millon

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    La personalidad de Raul se va desarrollando marcada por su situacion familiar. Su empeno en convertirse en una persona importante lo lleva a una deriva por la vida en busca de su principal objetivo, sin importar el como ni el donde.
    Veintinueve capitulos con un “tempo” dinamico y de facil lectura que permiten tener atrapado al lector.
    Cantabria, Logrono, Barcelona, Mexico y Madrid son los escenarios donde nuestro protagonista dejara su huella.

  • Kim Ji de Cho Nam-joo

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    Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 anos y el nombre mas comun de Corea. Su historia ha incendiado Asia entera.

  • Alter Ego de Jose Antonio Suarez

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    Te pierden todo el respeto cuando mueres.

  • El precio de la pasion de Gabriel Rolon

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    El nuevo libro de Gabriel Rolon echa anclas en las aguas profundas de la pasion. Esa fuerza primitiva que grita en nosotros desde el principio de los tiempos, y nos lleva a un limite en el que la distancia entre el placer y el dolor es nada mas que una respiracion. Un territorio habitado por dioses y demonios, por heroes epicos que han dado batallas antologicas, y esos otros cotidianos y de a pie, heroes anonimos que dan pelea poniendo en juego su piel con la misma intensidad, con el mismo arrebato. Mitos e historias: hombres y dioses que caminan de la mano por ese borde en el que la razon trastabilla y pierde sus herramientas para explicar el mundo.

  • El dia que se fue de Adrian De La Torre

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    David nunca fue un nino normal, no lloro cuando nacio, ni siquiera cuando su hermano menor le ocasiono por accidente una quemadura que le dejaria el rostro marcado de por vida. Unos dias antes de navidad, David observa como un hombre se lleva al pequeno Alan y decide no decir lo que vio, ni a las autoridades ni a sus padres. Anos despues, David se prepara para ser policia mientras Alan es liberado del encierro sin ningun recuerdo previo a su secuestro, buscando al hombre que en su cabeza cree que lo amo. El encuentro con la verdad se vuelve cada dia mas inevitable mientras David hace todos sus esfuerzos por enterrar el pasado.

  • Las brujas de San Petersburgo de Imogen Edwards Jones

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    Un retrato oscuro e inquietante sobre la corte de los Romanov y dos mujeres que no se conformaron con el destino que les tenia reservado la Historia.

  • El acuerdo (Terciopelo), Melanie Moreland de Melanie Moreland

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  • Bajo el mismo techo de Viqqii Galiano

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    Abi Bennet jamas tuvo una familia, se la pasaba en casas de acogida. Sin embargo, toda su vida se puso patas arriba cuando a tan solo un ano de cumplir sus dieciocho anos, una familia decide mantenerla temporalmente. Lo que no pudo imaginar es que iba a tener que compartir semejante mansion con cuatro hermanos. Y lo que menos sospechaba, era enamorarse de uno de ellos.

  • Clavicula de Marta Sanz

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    Durante un vuelo, a Marta Sanz le duele algo que antes nunca le habia dolido. Un mal oscuro o un flato. A partir de ese instante crece el comico malestar que desencadena Clavicula: <>

  • Mi vaquero indomable de Emma G. Fraser

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    Michael es un vaquero que intenta salvar su rancho de la ruina para evitar venderlo a Aaron Walker, un millonario que se esta haciendo con todos los ranchos de la zona a cualquier precio. Emelie es una veterinaria que vivio su ninez en un rancho justo al lado de Michael. Ambos fueron amigos y no han podido olvidarse a pesar del tiempo y la distancia.Emelie vuelve al rancho anos despues para ponerlo en venta, pero su reencuentro con Michael le traera recuerdos y sentimientos que creia olvidados. La joven intenta ayudarlo con su rancho, pero su incursion le causara problemas con Aaron Walker. ?Podran dar rienda suelta a sus sentimientos y sortear los peligros que conlleva enemistarse con Walker?

  • Crimenes de cafeteria (Cuentos largos de cafe 3) de Jorge Sacha

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    La mayor asesina de la historia escala una montana con un proposito que ella misma desconoce.

  • Sendino se muere de Pablo D’ors

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    ?Puedo comentarte algo? -le dije a J. C. D.; y, antes de que pudiera reaccionar-: Tengo un cancer de mama. >>-!Todavia estara por confirmar! -me respondio el. >>-No -le replique y, sosteniendole la mirada-, ya esta diagnosticado. >>No quiso rendirse a los hechos hasta que le demostre que ya tenia hora para hacerme un estudio de extension. Como tantos de los que mas tarde serian informados, J. C. D. no acepto la dimension de la noticia.>> Asi es como comienza el diario de la doctora Africa Sendino, quien, a la hora de morir, alcanzo un comportamiento que no dudaria en calificar de <>, un adjetivo que, en este caso, no solo considero justo o apropiado, sino exacto. En las notas que siguen, Sendino relata como se vistio tras haberse enterado de aquella terrible noticia, y como salio del laboratorio con aquel nuevo peso que comenzaba a gravitar sobre su vida. Desde aquel momento se inicio para ella un intenso y prolongado dialogo con su Dios: <>. Tuve el honor de conocer y frecuentar a Sendino durante las ultimas semanas de su vida. En el hospital todos la llamaban por su nombre de pila -Africa-; para mi, en cambio, Sendino fue Sendino desde el mismo dia en que, al poco de conocerla, escribi en mi cuaderno de notas: <>. Estas tres palabras parecen el titulo de una novela; pero esto no es una novela ni puede serlo -por mucho que habria podido escribirse una (al estilo, por ejemplo, de La muerte de Ivan Illich, de Tolstoi) con buena parte de las experiencias que tengo la intencion de recoger aqui. Ademas, lo que la propia Sendino quiso que ofreciera en su nombre al mundo fue algo asi como un testimonio, lo mas fidedigno posible, de su vivencia de la enfermedad. Y todos estamos obligados a respetar las ultimas voluntades de nuestros muertos. Este escrito se justifica solo por esta voluntad, y esto conviene dejarlo claro desde el principio: no me guia ninguna otra pretension; escribo porque asi se me pidio. Y me gustaria comenzar haciendolo con esta afirmacion: si es cierto que los ultimos dias y hasta las ultimas horas en la vida de una persona simbolizan bien lo que esa persona ha sido o querido ser, entonces debo pensar que Sendino era lo que en el catolicismo se entiende por santo. Como es logico, esto no significa que todo en ella fuera perfecto o que Sendino careciera de esas fallas o lacras que caracterizan a los mortales y sobre las que cabria atribuirle alguna responsabilidad. Yo acepte a Sendino con estas presuntas deficiencias o imperfecciones, y es asi, en todo caso, con ellas, como me parecio -y ello casi desde el momento en que la conoci- un ser muy especial. Este calificativo, especial, se transformo pronto en admirable; y el admirable, con el tiempo, paso a insigne. Y no lo digo porque su figura haya quedado engrandecida en mi recuerdo tras su muerte, como tan a menudo nos sucede con los difuntos. Resulta facil encontrar virtudes a quienes ya no estan en este mundo. Casi se diria que lo necesitamos para justificar su biografia, tantas veces lamentable o, al menos, triste y mediocre. Lo que a mis ojos hace grande a Sendino, en cambio, no es la muerte sino el morir, el modo de morir. Quiza convenga saber que trabajo como capellan de un hospital desde hace algunos anos y que, como no podia ser menos, en dicha institucion sanitaria he tenido la oportunidad de atender a muchos enfermos y moribundos. Me han requerido en incontables ocasiones para administrar la uncion de los enfermos, por ejemplo, o para escuchar en confesion a quien queria reconciliarse antes de someterse a una importante intervencion quirurgica, o incluso para la llamada recomendacion del alma y despedida del cadaver. Informo sobre todo esto solo para dejar claro que, por mi actual ocupacion, son muchos los enfermos terminales que han pasado ante mis ojos y por mis manos sacerdotales; y que de este modo he podido constatar como suelen morir los hombres: inconscientes, atormentados, tranquilos, angustiados... Ninguno como Sendino. La muerte de Sendino destaca en mi corazon sobre todas las demas. Y no porque fueramos amigos -pues no creo que la relacion que mantuvimos pueda calificarse de este modo-; ni porque tuvieramos una particular afinidad. No, Sendino y yo eramos muy diferentes, y aunque compartiamos la fe cristiana, nuestra forma de vivirla y nuestra sensibilidad religiosa eran muy distintas. La suya, con toda seguridad, incomparablemente mas firme y meritoria que la mia. Remarco esta no afinidad emotiva e intelectual para dar a mi texto, en lo posible, una cierta neutralidad con la que espero que se incremente su valor. Entre por vez primera en la habitacion de Sendino, la 305-D de Oncologia, en el mes de mayo de 2008, si las fechas de mi diario no me enganan. Lo que primeramente me llamo la atencion en ella -pues era lo mas visible- fue su compostura. Sendino estaba acostada con dignidad, casi me atreveria a decir que con elegancia. Y es que hay enfermos a quienes se ve acostados de cualquier manera: con su cuerpo desmadejado e informe, o tenso, o abandonado a su suerte y como preparado para la rendicion final. El cuerpo de Sendino no. Ni siquiera cuando su declive fisico estuvo en su nivel mas alto, llego a perder su porte. En sus movimientos -nunca bruscos- siempre hubo armonia. En la postura que finalmente asumia, aun en medio del dolor, habia esa firmeza y flexibilidad que hacen que un cuerpo humano pueda ser calificado de hermoso. Si, Sendino era hermosa: tenia una mirada franca y limpia, una sonrisa timida y amable -nunca coqueta-, una piel blanca y tersa, unas manos graciles -aunque grandes- y una feminidad totalmente natural, nada impostada o estudiada y, por eso quiza, tan encantadora como desconcertante. Su forma de vestir, por otra parte, aunque fuera con un simple camison y unas zapatillas, era siempre cuidada, nunca afectada. La colcha o sabanas con que se cubria, siendo las comunes del hospital, estaban siempre perfectamente dobladas. Pero -repito-, no con esa rigidez propia del perfeccionista o del maniatico del orden, sino flexiblemente, amablemente. Aunque uno entrara a verla con cierta prisa, habia algo en aquella habitacion (ahora entiendo que era la compostura de la enferma, su aura quiza) que invitaba a tomar asiento frente a ella y a quedarse a su vera al menos unos minutos. Asi pues, el cuerpo de Sendino era femenino pero asexuado, elegante sin afectacion, flexible pero no amorfo, terso, pero no rigido. Lo segundo que mas llamaba la atencion en Sendino era su manera de hablar. Aunque no me dijo que era medico, desde el principio supe que se trataba de una persona culta. No lo digo, como es obvio, por los tecnicismos medicos que, ocasionalmente, salpicaban su discurso, sino por la inusual correccion de su expresion hablada. Sendino no era como la inmensa mayoria de nosotros, que en el lenguaje hablado dejamos buena parte de las frases sin terminar, dando mucho por sobrentendido o montando una idea sobre la otra, con la intencion de no dejar ninguna sin decir. No. Tanto en el lexico, de gran precision, como sobre todo en la sintaxis, rica y hasta compleja, Sendino cautivaba a quienes la escuchabamos. Nunca asisti a ninguna de sus clases de medicina, pero estoy convencido de que tuvo que ser una excelente profesora. Exponia sus ideas, ademas, de forma muy sistematica y concienzuda; quiza demasiado analitica, lo que en algunos casos podia hacerla parecer prolija. Pero ella misma se percataba de su prolijidad, y no eran pocas las ocasiones en que se reprimia. Le vencia el deseo de ser didactica. Supongo que sentia una autentica pasion por la ensenanza. Tambien por aprender (y esto resulta particularmente loable en quien tanto sabia), y ello tanto en el campo sanitario, que fue en el que se formo, como en el mas especificamente cristiano, que fue del que bebio para nutrirse por dentro. De modo que cuando yo entraba en su cuarto sabia que iba a asistir a una especie de leccion magistral. Sendino iba a explicarme su estado de salud con todo detalle, pues a ella no le bastaba un simple <> o un <> (nunca me confeso que se sintiera verdaderamente mal). <> De forma que describia sus sintomas, los derroteros que habia tomado su ultima conversacion con los medicos, las hipotesis mas plausibles que se habian abierto, las terapias mas convenientes que le habian propuesto y sus contrapartidas, el pronostico previsible y, en fin, otras tantas particularidades sobre las que ella se extendia sin recato. No se debia preguntar a Sendino como se encontraba si es que realmente no se deseaba ser informado. Lo tercero que mas llamaba la atencion de esta enferma (y hablo de un tercer lugar por ser lo menos visible de forma inmediata) era su altisimo nivel espiritual. Claro que ya su compostura y lucidez testimoniaban la excelencia de su interioridad, pues no hay cuidado del alma que no termine por redundar en el cuerpo y en la inteligencia. Pero, en el caso de Sendino, a este nivel espiritual solo se accedia tras varias conversaciones. ?Por que? Por discrecion, pues Sendino vivia su fe religiosa con una reserva exquisita, casi diria que con pudor. Esta ha sido una de las virtudes que he valorado mas en ella. Porque no es que escondiera al Cristo que la sostenia; no es que ocultase los signos religiosos que -para quien quisiera verlos- podian distinguirse en su habitacion (un libro de piedad y el rosario en la mesilla de noche, una estampa pegada en la pared...). Era que todos aquellos objetos de culto estaban ahi sin ostentacion ni verguenza, sino con amable naturalidad. Quiza la discrecion fuera uno de los rasgos preponderantes de la espiritualidad que Sendino profesaba, lo ignoro. El caso es que si lo religioso brotaba de sus labios era porque de esos labios no podia brotar, en ese momento, mas que lo religioso.

  • Las virtudes de la perdida de David Arrabal Carrion

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    Acompana a un grupo de refugiados sirios en su penoso camino hacia la libertad, blande la espada junto a un vengativo samurai, huye de ti mismo en lo mas profundo de Africa, espera a tu esposo para cenar, contrata a un sicario para que ponga fin a tu enfermedad, levantate como un dios contra la humanidad o desciende hasta el mismo corazon del Infierno. Entra en estas paginas sin miedo, pues como todos los personajes de estos cuentos, lo creas o no, ya estas sentenciado. En esta coleccion de 18 relatos seremos conducidos a traves de una oscuridad cotidiana hacia la ausencia, el dolor, el anhelo, la venganza, la impotencia, la resignacion y la muerte.

  • Una navidad para Lola de Hugo Sanz

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    La vida de Marc parecia completa gracias al carino de su pequeno hijo, el apoyo de sus padres, un trabajo que le entusiasmaba y buenos amigos con los que pasar el tiempo libre. Unicamente el amor parecia darle esquinazo...
    Sin embargo, aquella Navidad el destino le tenia preparado el mejor de los regalos: conocer a Lola, una chica muy especial que desde el principio despunto como candidata ideal para ocupar su corazon.
    Lo suyo se fue forjando poco a poco, disfrutando ambos jovenes con intensidad de cada uno de los momentos que podian compartir, tanto a solas, como en compania de sus respectivos complices, Alex y Carmen, presos a la vez de una fascinante atraccion.
    El mimo de Lola hacia Nico, el hijo de Marc, fue el detonante para que el entendiera que ella representaba una oportunidad que no podia dejar escapar...
    ?Era oro todo lo que relucia? ?Por fin triunfaria el amor, desinteresado y sin reservas? ?Representaba aquello el principio de una romantica relacion alumbrada por las brillantes luces propias de las fechas mas entranables del ano?
    Una historia preciosa con sabor navideno...

  • Ahora que te vas de Eva Blanch

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    A lo largo de un dia, dos mujeres -Ruth y Andrea- conversan y repasan la vida de la primera, mientras Andrea se enfrenta a unos sentimientos que luchaba por olvidar. El titulo hace referencia por un lado al viaje fugaz que hace la protagonista y por otro lado alude a su menstruacion, pues es el elemento que la autora ha elegido para vertebrar la narracion. A traves de distintos episodios relacionados con su regla, Ruth reflexiona acerca de las diferentes fases de su vida y como han influido en su cuerpo. No es una novela de formacion pero si de primeras veces, pues en ella se narran muchas de las primeras experiencias vitales de la protagonista.

  • El verano de la Ubume (Novela Policiaca), Natsuhiko Kyogoku de Natsuhiko Kyogoku

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  • Selene, flor de cristal de Luna Villa

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    Patrick trabajaba en una importante empresa minera, hasta que es despedido. El amor por su madre, y el de esta por las piedras preciosas, le llevo a estudiar Geologia. Tras su inminente despido, decide viajar en busca de nuevas perspectivas y posibilidades. En ese viaje, encuentra una extrana cueva. Lo que Patrick no sabe es que no se trata de una simple cueva, sino de un portal hacia otro tiempo. Alli le espera Selene, una hermosa mujer encargada de mostrarle su mundo; un lugar lleno de increibles criaturas gigantes y diminutos seres magicos… Sin embargo, no todo es luz. Las tinieblas quieren establecer su dominio y separar lo que el destino y el amor han unido en un mundo tan bello como fragil.

  • Siempre dire tu nombre de Olivia Chipres

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  • El tren de Ivano Ferrari

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    Son horas que nieva sin parar, el tren esta parado enfrente a la estacion, esperando la senal de salida para este largo viaje, en una silenciosa noche de Navidad, donde parece que hasta el tiempo se ha parado. Mirando el cielo ves una luna blanca redonda y sola, sin miedo y sin prisa, como tu, que la miras queriendo que te hable, que te diga que falta poco, brilla tanto que parece el sol, alargas una mano para tocarla, casi lo consigues, te pones de puntillas y haces otro pequeno esfuerzo, pero todavia sigue demasiado lejos, te ries pensando en el juego de poderla rozar con los dedos, lo habias visto hacer a un nino con su madre, hace tiempo, durante una noche de luna llena. A traves de la densa nieve ves unas figuras acercandose, faltan pocos minutos para el inicio de esta aventura, los motores ya estan calientes y los pasajeros estan llegando. Te masajeas las piernas, sabiendo que te espera una dolorosa noche, sacas el termo de cafe del bolso de piel que llevas colgado al hombro y bebes la mitad, te pones la gorra y abres la puerta del tren, llamando a las pocas personas que en esta noche de fiesta estan obligadas a estar aqui, empezando un aburrido y frio viaje, que termina al amanecer con una sola parada, la ultima. Bajo la luz de esta inalcanzable luna, que tiene la misma sonrisa arrugada y dulce de una abuela. Donde nadie se conoce, pero todos tienen una cosa en comun, la llegada. Donde tu sabes los secretos de todos, antes de verles las caras. Donde tu decides si les llevaran regalos o carbon, si se han portado bien o mal este ano. Donde tu controlas los billetes de solo ida, de un duro viaje en un viejo tren que solamente tiene un vagon. --Senores, pueden subir, salimos-- CAPITULO 1 EL REVISOR "Pesado, enorme y cansado, comiendo carbon y escupiendo fuego, ahora descansa, esperando un largo viaje entre el blanco de la nieve y el negro de las tinieblas. Paciente, mirando a la cara al frio metal de los railes, que lo guiaran al final de una vida y al inicio de otra" Te obstinas en mirar a traves de las pequenas ventanas del tren, son anos que lo haces, en cada viaje buscas algo diferente, un particular que se te haya escapado el dia anterior, te esfuerzas por alcanzar con la mirada aquel impalpable horizonte que no tiene comienzo y no tiene fin, sabiendo que lo que ves es siempre lo mismo. En esta noche de Navidad donde todo es blanco por la nieve, donde las personas felices estan cenando con sus propias familias, donde los ninos que han sido buenos esperan a Papa Noel, y tu, ?te has portado bien este ano? Tienes las piernas hinchadas, te duelen, pero tu sigues estando de pie frente a la ventana, mirando un paisaje inexpresivo y silencioso, esperando que hoy cambie, con la ilusion de que suceda. Sabes que te estas enganando, asi despues de un largo suspiro te masajeas suavemente las rodillas, y empiezas tu viaje en este pequeno tren que hace solo una parada. Tu, frente a la puerta del vagon de pasajeros, antes de desplazarla y entrar, te paras a pensar que rara es la vida, gente que no se conocen viajando hacia una unica estacion de llegada, pero cada uno de ellos buscando algo diferente, hay quien se escapa, quien va por amor, por dinero, o para vengarse de alguien, pero todos van al mismo sitio, que ofrece solo una cosa, nada. Tu los conoces, sabes las verdades de todos ellos, ya nada te sorprende, ninguna historia te hace sentir feliz o triste, ya no hay mas relatos que te dan miedo, te has acostumbrado, para ti es solo un trabajo, y con una sonrisa estampada en la cara entras solicitando... --!Billetes! !Billetes por favor! -- CAPITULO 2 ANTONIO RODRIGUEZ "El vagon tenia el mismo olor a viejo y moho de su casa, por eso le gustaba, le hacia pensar en su madre" Te acercas y lo ves, un hombre acabado, cansado de una vida que nunca le ha dado nada a cambio. Ojos amarillos, enfermos y tristes, sentado con las manos en las rodillas, agarrandolas con todas sus fuerzas, como si alguien se las quisiera quitar, mirandote fijo sin ninguna expresion, ?te estara escuchando? --Billete por favor-- Lo coge del bolsillo izquierdo de la chaqueta y casi te lo tira en la cara. !Si! Te habia escuchado. Tu sigues mirandolo con una mascara de falsa sonrisa y eterna paciencia, y con educacion y calma le das las gracias y te vas. Lo conoces, conoces a todos, sabes que su vida no ha sido facil, portero de un edificio de una pequena ciudad, donde todos se conocen, donde nacer, sobrevivir y morir son las unicas cosas que se pueden hacer. Toda una vida pasada en aquel sitio entre trabajo, casa y hermano. Hacia anos que cuidaba de el, condenado para toda la vida en una silla de ruedas, sin piernas y sin ganas de hacer nada. Haciendo de padre y madre, el primero casi desconocido y la segunda muerta asesinada, tambien le hacia de enfermero y de cuidador, lavandolo, medicandolo y ayudandolo en todas las cosas que el no podia y no queria hacer. A pesar que le hacia de esclavo todo el dia, el hermano menor lo odiaba, le echaba en cara a cada momento su situacion de minusvalido, haciendole sentir responsable por la perdida de sus piernas. Los dias pasaban, todos iguales, pequenos trabajos de mantenimiento, limpieza de las escaleras y de la entrada al edificio, el correo, y todas aquellas cosas que hace un portero, y el lo hacia bien. Con el tiempo habia aprendido a detestar aquel trabajo, no tanto, como a la gente que vivia en el bloque, descuidando a veces, por despecho, detalles que molestaban a los residentes, como meter los folletos publicitario en los buzones, o regar demasiado las plantas, haciendo que el agua sobresaliera, inundando el suelo para luego pisarlo y volver a su casa, escondiendose detras de la puerta y espiando a la gente enfadandose. Eran cosas infantiles, de nino, como su cabeza, que se habia parado hacia mas de cuarenta anos. Buenos dias y buenas tardes, las unicas palabras que decia, era muy reservado y asocial, no le interesaban los cotilleos y se ponia nervioso cerca de desconocidos o en grupos superiores a tres personas, intentaba evitar a los vecinos, no le gustaba ver sus caras siempre educadas y sonrientes. Para todos era el senor Rodriguez. Envejeciendo al lado del hermano, sin haber conocido nunca el amor, un poco por falta de tiempo y un poco porque no queria enamorarse, pero sabia lo que era, lo veia en los demas, los veia atormentarse, pelearse y llorar, y a el no le gustaba sufrir, nunca mas. Se acercaba el dia para jubilarse y abandonar todo. Coger el coche y viajar, conocer todo aquello que no habia podido visitar, pero no podia hacerlo, no con su hermano enfermo. La Navidad estaba al caer y los inquilinos estaban haciendo una recolecta para regalarle algo especial, no el clasico sobre con dinero o una caja de puros, algo diferente, pero, ?se habra portado bien este ano? Te alejabas sin pensar en nada, no estas alli para juzgarlo, solo quieres hacer tu trabajo, quieres terminar pronto para poder sentarte y dar descanso a tus piernas, pero todavia es temprano, asi sigues con tu deber, pensando en toda la nieve que esta cayendo en esta fria noche que acaba de empezar.

  • A la sombra de Einstein de Marie Benedict

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  • Susurrale mi nombre al viento (Hermanos McGregor 3) de Josephine Lys

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    Escocia 1180 Nerys MacLeod miro a su marido y jefe del clan, Thane MacLeod. Sabia por experiencia que cuando estaba en silencio durante tanto tiempo, con la mirada perdida, la respiracion cada vez mas agitada y los labios duramente apretados, era que algo le preocupaba tanto como lo enfurecia. Y en este momento no podia negar que Thane parecia a punto de estallar. Intento esperar pacientemente a que le contase que era lo que ocurria, pero llegado a ese punto, la espera la estaba matando y no estaba precisamente en su mejor momento. --Thane, carino, ?puedes decirme que es lo que ocurre? Me estas asustando. Nerys sabia que con esas palabras sacaria a su marido del letargo que lo consumia. Sabia que por nada del mundo queria alterarla, asi que, aunque no estaba orgullosa de sus palabras, una ayudita no vendria mal. Y la verdad es que la espera ya estaba empezando a afectarla. Thane miro a su esposa. Estaba tan hermosa como cuando la conocio y se caso con ella, hacia ya dieciocho anos. Su pelo rubio hasta la cintura, como el oro reluciente, recogido a su espalda, le hizo desear enredar sus dedos en ellos y acariciar la suavidad de los mismos igual que cuando hacian el amor y su calor los envolvia a ambos. Sus expresivos ojos azules lo miraban de forma inquisitiva y tambien preocupada. Por nada del mundo queria que se alterase. Despues de que naciera su hija Isobel, pensaron que ya no podrian tener mas hijos tras varios abortos espontaneos que llevaron a su esposa a perder toda esperanza. Sin embargo, ahora estaba embarazada y de cinco meses. Habian pasado la temida barrera de los primeros meses, cuando los anteriores embarazos se habian interrumpido abruptamente. Sin embargo, el miedo a que esa nueva vida se perdiera los hacia ser demasiado cautos y temerosos. Thane no podia evitar sentirse feliz por la posibilidad de tener otro hijo, y si fuese un nino no podia ocultar que lo haria inmensamente feliz, pero lo que hacia que deseara que aquel embarazo llegase a termino con mayor intensidad, era la felicidad de Nerys, a la que amaba mas que a su propia vida. Temia por la salud de su mujer y aquella noticia, aquel pergamino con el sello del rey Guillermo, seguro que la alteraria como lo habia hecho con el. --No es nada Nerys, solo que me ha sorprendido el mensaje del Rey Guillermo. Nerys no se dejo enganar. Conocia demasiado bien a su marido como para saber que aquella furia que sujetaba con mano ferrea, no era ninguna nimiedad. Asi que se acerco a Thane hasta estar a su lado y le toco la mejilla con suavidad. Su marido, y jefe del clan MacLeod, la miro con una media sonrisa de pesar. --?No puedo enganarte verdad? Nerys sonrio ampliamente viendo como aquel guerrero, fuerte y maravilloso, intentaba protegerla, intentaba en vano ocultarle sus preocupaciones. --No --contesto Nerys con voz suave y casi susurrada. Se acerco a los labios de su marido y le dio un beso suave y tentador que Thane no dejo vacio de respuesta. Acomodo a su esposa encima de sus piernas, sentada sobre su regazo, la envolvio con sus brazos y la beso a conciencia, como deseaba desde que el suave roce de sus labios alimento y avivo su hambre, como siempre hacia que su mujer le tocaba. Con un leve gemido Nerys, interrumpio el beso cuando este estaba tomando un cariz demasiado intimo. --?Y ahora vas a decirme de una vez que es lo que pasa? Se que estas furioso y que es algo que te preocupa profundamente. Lo puedo ver en tus ojos --dijo Nerys tocando con la yema de sus dedos el entrecejo de Thane. Este estaba ligeramente fruncido debido a la tension de sus musculos que se adueno de ellos desde el preciso instante en que el pergamino de Guillermo volvio a ser el centro de sus pensamientos. --Si, pero debes prometerme que no te alteraras y que no te preocuparas. No soportaria que nada te pasase. Juramelo. La fuerza que imprimio a sus ultimas palabras hizo que el corazon de Nerys latiese mas deprisa. El calor que inundo su pecho por la preocupacion y la intensidad de los sentimientos de Thane, solo comparables a los suyos, la hizo temblar. Aunque habian pasado casi dos decadas juntos, Thane seguia amandola como el primer dia. --No puedo prometerte eso, mi amor, pero hare todo lo posible. Y ahora dime que dice el dichoso pergamino antes de que lo destroces con la fuerza de tu mano --dijo Nerys alzando una ceja. Thane miro la mano en la que todavia tenia el trozo de pergamino. De el apenas quedaba algun borde intacto. Era un amasijo arrugado y roto en determinadas partes. --No importa, puedo hacerte un resumen, y creeme que sera lo mejor. Al rey parece que le ha dado por crear lazos entre los clanes. Despues de lo que ha pasado en los ultimos meses sobre el robo de ganado con violencia, con muerte de miembros involucrados, teme que, aunque todo se ha resuelto y la paz parece haber vuelto a los clanes, ciertos odios alimentados durante este tiempo no se extingan y vuelva a haber revueltas y descontentos. Asi que ha pensado que la mejor manera de asentar una paz duradera es que se creen alianzas entre los distintos clanes, y mas despues de que la union entre los McAlister y los McGregor le saliera bien. Por todos era conocido el odio encarnizado que habia enfrentado a esos dos clanes durante mas de un siglo. El rey, harto de los continuos ataques entre ambos, habia decretado el matrimonio del jefe del clan McAlister con una de las hijas del clan McGregor y ahora parecia que ambos clanes, fruto de esa union, habian salvado gran parte de sus disputas, mas despues de que solo un mes atras se hubiesen unido en matrimonio el hermano de McAlister con otras de las hermanas McGregor. --?Y eso que tiene que ver con nosotros? Este clan no ha tenido problemas en cuanto a robos ni han atacado a ningun miembro. Estamos demasiado al norte. --Eso lo sabemos los dos y el rey tambien, pero le ha dado la fiebre por las uniones entre clanes. Nerys comprendio de golpe a lo que se estaba refiriendo. --?Isobel? --pregunto con un nudo en el pecho. Su preciosa hija tenia diecisiete anos y estaba en edad casadera. Thane miro a los ojos a su esposa antes de contestar, aunque Nerys vio la respuesta en la mirada de su marido. --Si, aunque no es un decreto real, no es una orden para que se case con nadie determinado, pero si una cortes invitacion para que Isobel pase unas semanas en territorio del clan MacLaren. El jefe de dicho clan, Grant MacLaren, va a ser el anfitrion de varios miembros de otros clanes por unos dias, con el fin de que determinadas mujeres conozcan a miembros de otros clanes y puedan pensar en la viabilidad de realizar enlaces matrimoniales entre ellos. Una de ellas es Isobel. Nerys sabia que ese dia llegaria pero el temor la inundo de repente. Queria lo mejor para su hija. Era una mujer con un genio vivaz y un tierno corazon. Ella se habia jurado que no obligarian a Isobel a contraer matrimonio en contra de su voluntad, y por lo mas sagrado que no romperia esa promesa. Ella sabia lo que era que la obligaran a casarse con alguien a quien no conocia y en contra de sus deseos. Y, aunque en su caso habia sido lo mejor que le habia pasado en la vida, sabia que normalmente esos enlaces conducian a una vida llena de amargura y pesar. --Sabes que no voy permitir que nadie obligue a Isobel a hacer algo que no quiera --dijo Nerys con un tono de voz duro. Thane esbozo una sonrisa. Ahi estaba su rebelde esposa. Todavia recordaba cuando la conocio. Se habia quedado sin habla cuando la vio aparecer en el salon de aquella misma casa. Tan hermosa, tan desafiante. Con la barbilla levantada, la mirada fuerte y segura y una fuerza interior que haria temblar hasta al hombre mas bragado. --Lo se, y yo tampoco lo permitiria, pero no podemos dejar de acatar esta invitacion. Es como si fuese una orden real. Dejaremos que vaya, y si no encuentra a alguien de su agrado, nada ni nadie la obligara a tratar a un pretendiente para un posible enlace. Volvera de vuelta a su hogar. Y conociendo a tu hija, eso sera seguramente lo que pasara. Nerys por primera vez se permitio una pequena sonrisa. Isobel era muy exigente consigo misma pero tambien con los demas, y habia jurado mas de una vez que nunca se casaria con ningun ignorante cabeza dura de los que abundaban entre los Highlander. Nerys sabia que eso no era cierto, pero a la edad de Isobel poco se podia hacer hasta que ella no tuviera sus propias experiencias. Thane volvio a ponerse serio de nuevo. Nerys lo miro con atencion antes de preguntar. --?Hay mas verdad? Thane asintio con la cabeza antes de responder. Su pelo largo hasta los hombros de color castano rojizo se movio por el impetu de su gesto. --En el pergamino se menciona a alguien mas. Sutilmente dice que, tras lo que ha sido un periodo de luto mas que adecuado, tu sobrina deberia tambien asistir a dicha reunion. Es un miembro importante de nuestra familia y ademas una McEwen de nacimiento y que seria interesante un posible futuro enlace tambien para ella. --?No ha sufrido ya lo suficiente? ?Por que no la dejan tranquila? --pregunto con enojo Nerys apretando los punos por lo injusta que era a veces la vida. --?Como crees que se lo tomara? --pregunto Thane mirando a su esposa, que parecia demasiado alterada. Eso no le gustaba en absoluto. --Ella va a todos lados con Isobel, y tambien ira con ella a esta reunion, aunque sepa lo que conlleva. Nadie podria impedirselo. La quiere y la protege como si fuese su hermana mayor. Pero ten por descontado que no lo aceptara de buen grado. Nerys penso en su sobrina. Hacia cuatro anos que habia llegado alli apenas con un aliento de vida entre sus labios. No queria pensar en todo por lo que habia pasado porque las ganas de matar a su hermano por lo que le habia hecho a su sobrina volvian con fuerzas. Edine habia pasado un autentico calvario. Al principio habian temido por su vida, pero la fuerza interior de Edine era titanica. La habia visto levantarse poco a poco, y convertirse en la mujer extraordinaria que ahora era. Su amistad, su paciencia, su empatia y su amor incondicional hacia Isobel, como si fuese su propia hermana, siempre la habian emocionado. Nadie mejor para acompanar a Isobel, porque aunque Edine era solo cinco anos mayor que su hija, su experiencia vital la habia marcado y la habia hecho madurar demasiado para ser tan joven. --De todas formas ira con Isobel. En tu estado tu no puedes hacer un viaje tan largo --dijo Thane. --Lo se, pero no me gustaria ser tu y tener que decirle que esta vez no solo hara de acompanante de Isobel, sino que tambien sera una posible candidata a casarse. --?Yo? --dijo Thane alzando una ceja en senal de sorpresa --Francamente, esperaba que se lo dijeras tu. Creo sinceramente que asumira mejor la noticia si la escucha de tus labios. Nerys esbozo esa sonrisa triunfal que tanto le gustaba como odiaba, porque significaba que le iba a dar el golpe de gracia y a ganarle con todas las de la ley. --Sin duda es una broma, porque ambos sabemos que una noticia de ese calibre debe comunicarla el jefe del clan y, por cierto, cunado de mi sobrina. No olvides que estuvo casada con tu hermano Brian. Un halo de tristeza cruzo la mirada de Thane. Nerys sabia que a pesar de haber transcurrido tres anos desde su muerte, su marido seguia llorando la perdida de su hermano como el primer dia. Brian habia sido un hombre excepcional. Ella lo habia querido como a un hermano, y un hombre como aquel, culto, sabio y generoso, no se habia merecido aquella larga enfermedad ni tampoco su final. Se habia casado con Edine ya muy enfermo. Cuando Edine llego alli, Brian ya llevaba meses sin poder levantarse de la cama, con sus libros como unica compania. Habia quedado fascinado y prendado de su sobrina y, aunque no podia ser un marido en toda la extension de la palabra, al saber de su historia y de su situacion, le pidio que se casara con el. Queria darle la proteccion de su apellido para que su familia no se atreviera a reclamarla jamas. Estaba segura de que aquello le dio a Brian un motivo para vivir un poco mas, y un fin despues de la muerte. --Entonces nos olvidamos de que se lo digas tu, ?verdad? --pregunto Thane dubitativo. --Si no fuera porque eres el guerrero mas temible que haya conocido jamas, podria pensar que le tienes miedo. Thane endurecio su mirada como si aquellas palabras hubiesen sido el peor de los insultos. --?Como puedes insinuar algo parecido? Yo solo intento velar por sus tiernos sentimientos y siempre es mejor recibir una noticia desagradable de alguien mas cercano y tu eres su tia. ?Que yo le tengo miedo? Pero !que ...! Ni siquiera voy a decir en alto lo que estoy pensando. Creo que no piensas con claridad, mujer, para decir algo asi. Nerys lo miro todo el tiempo y Thane sintio el peso de esa mirada inquisitiva e intuitiva, conocedora de su interior mas que el mismo. --!Maldita sea! De acuerdo, no quiero decirselo yo, pero no porque le tenga miedo, simplemente es que tu sobrina tiene un genio de mil demonios cuando se enfada. Todas las McEwen sois de armas tomar. El otro dia Lane le hizo un comentario de mal gusto y el muchacho todavia no se ha recuperado del susto. Tu sobrina lo acorralo y, sin subir ni si quiera la voz, le dijo algo que le hizo salir como alma que lleva el diablo. Creo que el pobre infeliz todavia esta corriendo. Estoy pensando seriamente pedirle a Edine que tome parte en el entrenamiento de los mas jovenes, para ensenarles tacticas de intimidacion. Nerys solto una pequena carcajada. --?Que te parece si lo hacemos juntos? --dijo Nerys todavia con la sonrisa en la boca. Thane sabia que esa era la mejor oferta que iba a recibir. --Esta bien, preciosa. Asi se hara. ?Sabes? Tu estas preocupada por nuestra hija y por Edine, y yo solo puedo sentir lastima por los posibles pretendientes. Juntas seran como una plaga. Nerys volvio a soltar una carcajada al escuchar las palabras de su marido. Ahora sentia que estaba mas relajada y que en cierta forma el peso que se habia instalado en su pecho desde que Thane le habia dado la noticia se habia desvanecido. Sabia que su esposo era un exagerado, pero habia cierta verdad en sus palabras. Tanto Isobel como Edine, cada una de forma distinta, eran dos mujeres de armas tomar y mas les valia a los futuros pretendientes elegir bien sus palabras y sus acciones, si no acabarian mal parados. Eso definitivamente la dejo mas tranquila. Sin duda serian unas semanas interesantes y ella lamentaba no poder estar junto a su hija durante ese tiempo, aunque tambien, por que no decirlo, lamentaba no ser testigo de la tenacidad y la fuerza de las MacLeod. CAPITULO II Edine levanto la vista al escuchar pasos apresurados. No le hacia falta mirar para saber quien era. Una sonrisa se instalo en sus labios antes de que apareciera. --Buenos dias. ?Pensabas salir a montar hoy sin mi? --pregunto Isobel con una ficticia cara de enfado. Edine la conocia lo suficiente como para saber que esa expresion era pura fachada. El brillo travieso en sus ojos y la tenue sonrisa que trataba de ocultar lo indicaban. --!Vaya! --exclamo con expresion seria--. Sinceramente pensaba que hoy lo lograria. Siempre que voy contigo me retrasas y esta manana tenia ganas de dejar atras al viento. Su prima prorrumpio en una carcajada, y Edine rio con ella. <>, eso era motivo de broma entre ellas. Cuatro anos atras, cuando llego alli, Isobel tenia trece anos y la primera vez que fueron a montar juntas, cuando vio lo buena amazona que era su prima Edine y lo veloz que era capaz de cabalgar, le dijo con expresion asustada que era capaz de dejar atras al viento. A Edine le hizo mucha gracia y desde entonces, cuando le apetecia volar a lomos de Travieso, recordaba las palabras de Isobel. --Pero no te preocupes, yo seguire tu estela y masticare el polvo que vayas levantando --dijo Isobel con una mueca. Edine volvio a reir. En ese instante, Radge, travieso en celta, le dio un suave empujon con su hocico en el hombro. Sabia que estaban hablando de el y queria que le prestaran atencion. -- ?Que, precioso? ?Volamos un poco hoy y hacemos que Isobel y Manchas solo vean tu trasero? --pregunto Edine tocando suavemente a Radge, que buscaba constantemente el contacto de la mano de Edine. --!Ehhh...! Que tampoco hay que exagerar. Manchas no es tan lento y yo me estoy convirtiendo en una gran amazona. --Y modesta tambien --le dijo Edine guinandole un ojo. --Eres terrible --dijo Isobel sacandole la lengua. Edine rio con ganas antes de hablar. --Muy madura. --Asi soy yo. Un dechado de virtudes a cual mas noble. Y Edine tuvo que admitir que su prima se acercaba a esa definicion. La queria como a una hermana, como a esa hermana que, aunque tuvo, perdio por la envidia y los celos. Isobel habia sido para ella lo que Lesi nunca fue. Recordarlo fue hundir un poco mas el punal que tenia clavado en el pecho desde hacia anos, desde que la traicion de su hermana fue casi igual de dolorosa que la de su padre y la de su clan. Iain entro en las caballerizas sacandola de sus pensamientos. --Hola Iain, ?estos pequenos te dan muchos quebraderos de cabeza? --pregunto Edine senalando a Radge y Manchas. --Buenos dias. --Saludo Isobel con su alegria habitual. Iain era el encargado de cuidar los caballos y las caballerizas. Un hombre ya entrado en anos, pero con una vitalidad envidiable. La cicatriz que partia su labio superior hasta la mejilla y la falta de dos dedos en su mano izquierda hablaban por si solas de su pasado como guerrero. --Lamento interrumpirlas --contesto con una sonrisa--. No tengo queja alguna de mis huespedes. Edine sonrio mientras le prestaba mas atencion a Travieso acariciandolo. --He venido a avisarlas de que quieren verlas a las dos en el salon lo antes posible. --?Mi padre? Esta vez no he hecho nada que recuerde --dijo Isobel intentando hacer memoria. --Su padre con seguridad, aunque cuando me lo dijeron estaba tambien presente su madre. --Entonces es grave --dijo Isobel haciendo un verdadero esfuerzo por recordar algo que pudiese haber provocado aquello. Una idea ilumino su cara--. !Espera! A lo mejor no he sido yo, a lo mejor es por ti --dijo con cara de pilla mirando a su prima. Edine no pudo mas que volver a sonreir. --Buena defensa, pero floja, muy floja. Sabes que si yo hiciese algo, jamas me pillarian. En cambio, tu todavia eres joven, inexperta, descuidada... --Vale, vale, lo entiendo. He sido yo, sin remedio. Pero me gustaria saber por lo menos que es lo que he hecho, mas que nada para ir preparando algun tipo de argumento. Edine enlazo uno de sus brazos en el de su prima. --No te preocupes. Yo te ayudare. --?Harias eso por mi? --pregunto Isobel con una ceja alzada y el tono de voz reticente. --La verdad... no. Pero la intencion es lo que cuenta. Isobel rio con ganas cuando vio la cara de su prima. Sabia que la ayudaria en lo que fuera. Desde que llego alli, siempre habia estado a su lado, incluso cuando Edine habia estado tan debil como para no poder abandonar la cama. *** Thane MacLeod miro a las dos mujeres que tenia frente a si. Tan distintas y a la vez tan iguales. Isobel tenia el pelo largo y lacio de su madre. Una extensa melena rubia que llegaba hasta sus caderas. Sus ojos azules y su mirada limpia y cristalina le hacian parecer una delicada flor. Su estatura, un poco por debajo de la media y su constitucion delgada creaban una imagen de ella fria y angelical. Nada mas lejos de la realidad. Edine, sin embargo, tenia el pelo del color del fuego, rojo y ondulado hasta la cintura. Sus ojos verdes, con motas de color pardo, eran grandes y expresivos y su mirada era desafiante e inteligente. Alta y esbelta, pero con curvas, tenia un genio vivo y una personalidad de mil demonios que habia aprendido a sujetar con mano ferrea, lo que le daba una apariencia tranquila y de caracter afable. Pero Thane sabia que dentro de aquella mujer habia una guerrera que podia hacer temblar la tierra que pisaba cuando la llevaban al limite. -- Padre, ?por que nos has mandado llamar? Thane estaba intentando encontrar las palabras adecuadas para iniciar una conversacion que sabia a ciencia cierta que no iba a ser nada facil y que iba a traer tempestades. --Estaria bien saberlo antes de que finalice el dia. Thane miro a Edine con cara de pocos amigos. La sonrisa que curvo los labios de su cunada al decir esas palabras resto cualquier tono mordaz o cinico con el que se podia haber interpretado las mismas. --Eso no ayuda --dijo Thane alzando una ceja. Edine le guino un ojo, lo que hizo que Thane sonriera tambien a su pesar, al igual que Nerys, que miro a su sobrina con carino.

  • El arte perdido de las Escrituras de Karen Armstrong

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    En nuestro mundo cada vez mas secular, los textos sagrados se consideran, en el mejor de los casos, irrelevantes y, en el peor, una excusa para incitar a la violencia, el odio y la division. Entonces, ?que valor, si es que tiene alguno, puede tener la escritura para nosotros hoy? Y si nuestro mundo ya no parece compatible con las Escrituras, ?es quizas porque su proposito original se ha perdido?

  • Si te atreves, amame de Olga Salar

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    ?Se atreveran a arriesgar de nuevo o el temor a sufrir los separara?

  • Vestidas para un baile en la nieve de Monika Zgustova

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    Desde que Aleksandr Solzhenitsyn sorprendio al mundo con su libro Archipielago Gulag, se han publicado diversos testimonios y estudios que han ido completando el retrato de lo que fue el mayor sistema de campos de trabajo forzado de la historia de la humanidad. Pero han sido sorprendentemente pocos los textos que han tratado la historia de las mujeres en el gulag. Como si ellas hubieran tenido un papel residual en los campos y en la brutal represion del regimen estalinista en general. Fue todo lo contrario. Monika Zgustova, una de las especialistas en literatura e historia rusas mas importantes de nuestro pais, ha buscado durante los ultimos nueve anos a las pocas mujeres que siguen con vida de entre las que sobrevivieron al gulag para escuchar y transmitir su testimonio antes de que se perdiera para siempre. Las ha visitado en sus hogares en Moscu, Londres y Paris, y el resultado, contra lo que pudiera parecer, es un canto a la vida, a la literatura, a la amistad, a todas las personas y a todo aquello que les permitio sobrevivir. A traves de los recuerdos y los objetos, libros y cuadernos que perviven de ese tiempo, Vestidas para un baile en la nieve, (la policia secreta sovietica se llevaba a sus victimas en cualquier momento, tambien cuando estaban a punto de acudir a un baile) traza el retrato de nueve mujeres y su tiempo en el gulag pero tambien su regreso a la vida cotidiana. Nueve mujeres, cientificas, actrices, maestras, matematicas, poetas, que son otros tantos ejemplos de superacion y de profunda humanidad.

  • Detras de un beso de Adriana Rubens

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    Despues de Detras de la mascara y Detras de tu mirada, llega la esperada tercera entrega de la saga ambientada en el Londres de finales del siglo XIX.

  • Sinfonia del destino de Graci Suarez

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  • Mientras tu no estabas de Carmen Ro

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    En los anos treinta, a Hollywood llegaban muchas mujeres hermosas, incluso demasiadas mujeres hermosas, pero solo unas pocas alcanzaban el exito entre las trampas del cine, la mafia de los hombres y la maldad de las companeras de reparto. Asi, entre esas elegidas:

  • El universo en expansion de Mario Hamuy

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    El destacado astronomo chileno construye en este libro

  • Sexy Summer Love de Lorraine Coco

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    !Mierda, Stephen! ?Tan dificil es ponerse unos pantalones? --Summer puso una mano ante la pantalla de su portatil, colocado sobre la encimera de la cocina, y aparto el rostro para evitar que su mente se llenara con las imagenes que aparecieron ante ella. Hablaba con el cada dia y la mayor parte de las veces a traves del ordenador, pues sus horarios rara vez eran compatibles como para poder quedar a tomar un cafe siquiera. --No es dificil, pero si innecesario. Cualquier cosa que puedas estar viendo ahora mismo, asumo que ya la has visto antes. Y te recuerdo que durante muchos anos yo te vi banarte en pelotas. --!Era un bebe! Pero tu eres un maldito exhibicionista. --Y tu una mojigata, hermanita --resoplo--. Y ahora, vamos al grano. Me has sacado de la cama a las... ?Que hora es? --pregunto Stephen guinando los ojos mientras dirigia el rostro a la ventana que tenia a su espalda. Se habia sentado en el sofa, estirado las piernas cruzandolas por los tobillos y las habia apoyado sobre la mesa. Despues, para tranquilidad de Summer, dejo caer un cojin sobre sus partes, ocultandolas de su vista. --Son las nueve y media. Una hora mas que razonable para estar en pie -- le recrimino como una madre a un hijo rebelde. En ocasiones le daba la sensacion de que el era el hermano pequeno y no ella. --No cuando te has acostado a las seis --replico el revolviendose el cabello. Despues bostezo exageradamente y sacudio la cabeza. --?Y que hacias a esa hora? !No! No me respondas --se apresuro a decir batiendo la mano frente al rostro cuando vio la sonrisa ladina que se paseo por sus labios. Ya imaginaba a que tipo de actividades habia estado entregado. Stephen y ella no podian ser mas diferentes. Aunque fisicamente tenian cierto parecido, pues compartian el mismo color avellana de ojos y el cabello oscuro y ligeramente ondulado. Sin embargo, su hermano poseia un atractivo canalla acorde con su personalidad y vision bohemia de la vida, que no tenia nada que ver con la suya. Ella sin embargo solo era mona, <>, como la habia llegado a llamar un ex novio, pero carecia de ese magnetismo que hacia que Stephen estrenase amante cada noche. Y daba gracias por ello. A ella le gustaba la comodidad de una relacion estable. De conocer bien a tu pareja, de saber que podian contar el uno con el otro. En definitiva, la seguridad y el compromiso. Y por eso su relacion era sencillamente perfecta. Lo que le recordaba que habia llamado a su hermano para cerciorarse de que el catering para la cena que daba su prometido en una semana iba segun los planes establecidos. --?Tienes controlado todo lo de la cena? --comenzo preguntando mientras abria la agenda y revisaba la lista de tareas que precisaban su supervision para el evento--. Bradley se juega mucho. Las personalidades mas relevantes de Nueva York han confirmado su asistencia y espera que consigamos una gran recaudacion de fondos. Stephen parecio aburrirse con la segunda palabra de su discurso, pues se paso todo el bostezando cual leon de la Metro Goldwyn Mayer. --Tu prometido me aburre, y tu, cuando actuas como su perrito faldero, aun mas. Summer abrio y cerro la boca un par de veces como un besugo antes de contestar enfurecida. --!Eres incorregible! ?Es que no puedes tomarte nada en serio? --El pequeno golpe que dio a la encimera acompanando su pregunta la sorprendio hasta a ella. Sin embargo, su hermano ni parpadeo. --Me tomo muchas cosas en serio. Sobre todo las concernientes a mis restaurantes y mi reputacion. Tengo siete estrellas Michelin, y por eso, que pongas en duda mi profesionalidad y creas que servire a vuestros invitados algo por debajo de la excelencia culinaria, me ofende. Su rostro sin embargo no demostro dicha ofensa, muy al contrario, explayo una de sus sonrisas traviesas a la par que frias. --Pero no te lo tendre en cuenta --continuo en un tono condescendiente que la enfado aun mas--. Tu novio, el congresista, es un grano en el culo y se que solo me llamas porque ha debido pedirte que lo hagas una docena de veces antes de marcharse esta manana. Summer se mordio el labio inferior y aparto el rostro. Su hermano, que la conocia mejor que nadie, tenia razon. Bradley no solo se lo habia pedido esa docena de veces, sino que le habia dejado dos notas con el encargo; una sobre la mesita de noche y otra en la encimera de la cocina. Y aunque esa falta de confianza en su tarea de supervisar la cena pudiera ofenderla no se lo tenia en cuenta, pues sabia que, aunque exagerado, estaba nervioso por lo mucho que se jugaba si algo salia mal. Su prometido habia sido nombrado el congresista mas joven del estado de Nueva York, y ahora estaba a punto de conseguir un escano en el senado. Estaba muy orgullosa de el. Tanto como para haber abandonado temporalmente su carrera como marchante de arte y dedicarse a apoyarlo debidamente en su ascension politica. --Stephen... ?no vuelves a la cama? Las voces melosas de dos mujeres jovenes llegaron hasta sus oidos antes de que sus cuerpos desnudos apareciesen tambien en la pantalla. Las chicas se aproximaron a su hermano y empezaron a insinuarsele, acariciando su rostro y torso expuesto, sin ningun pudor. ?No eran ambas dos famosas supermodelos?, se pregunto durante un segundo mientras acercaba el rostro a la pantalla. --Hermanita, tengo que dejarte. El deber me llama --aseguro su hermano justo antes de cerrar la conexion, sin miramientos y dejandola con los ojos como platos. Summer sacudio la cabeza al tiempo que imitaba a su hermano y bajaba la tapa de su portatil, escandalizada. Tardaria algun tiempo en olvidar esa escena. Durante varios minutos miro a su alrededor, tamborileando con los dedos sobre la encimera de marmol en la soledad de su enorme cocina, una estancia diafana decorada en su totalidad en blanco. Desde que se mudaron a aquel atico en Tribeca, pensaba que ese espacio estaba totalmente desaprovechado. Ni Bradley ni ella cocinaban mas alla de alguna ensalada, unos sandwiches o las tostadas francesas que solia prepararle los fines de semana que estaba en casa. Nunca se habia sentido segura en la cocina, pero ademas, aquel ambiente tan pulcro y aseptico no despertaba tampoco la poca creatividad que tuviese para enfrascarse en la tarea. Con la taza en las manos, sentada en uno de los taburetes de diseno en medio de aquella masa blanca, volvio a sentirse muy sola. Asi pasaba los dias, esperando que Bradley la necesitase u ojeando paginas de viajes en internet. El recuerdo de que tenia que revisar algunas ofertas le arranco una sonrisa. Antes de pensarlo por segunda vez abrio de nuevo el ordenador y con pulsaciones rapidas tecleo la direccion de su buscador favorito de viajes. Mientras las diversas ofertas aparecian ante sus ojos con los destinos mas exoticos y sugerentes, dio un largo sorbo a su cafe, dejando que las imagenes llenasen sus retinas. !Viajar! Se moria por volver a hacerlo. Fue una de las razones por las que oriento su carrera hacia el arte. Ser marchante le habria permitido hacerlo con frecuencia en busca de las piezas mas cotizadas para sus clientes. Y durante los dos anos que estuvo ejerciendo tras la universidad lo habia disfrutado minuto a minuto. Pero entonces Bradley fue nombrado congresista. Mientras su prometido, entonces novio, habia estado dedicandose a la abogacia, no vio problema alguno en que ella pasase tiempo fuera del pais, ya que su apretada agenda tampoco les daba la oportunidad de disfrutar de demasiado tiempo juntos. Pero al comenzar su carrera politica, los multiples eventos a los que debia asistir cambiaron la mecanica de la relacion. Recordaba que durante aquellos dias estuvo a punto de negarse a dejar su carrera y de repente, Bradley la sorprendio pidiendole matrimonio. Su declaracion en uno de los restaurantes mas exclusivos de la ciudad fue perfecta y conmovedora. El le dijo lo mucho que la necesitaba y lo mucho que ansiaba compartir su exito, juntos. Y ella, sencillamente, cedio a su entusiasmo y suplica, convencida de que era el momento de sacrificar parte de si misma por apoyarlo. A fin de cuentas, si no se hacen sacrificios por la persona que amas, ?por quien si no? Pero haber tomado dicha decision totalmente convencida no quitaba que, en ciertos momentos como aquel, sintiese que parte de ella se habia perdido durante los ultimos anos. La agenda politica y sus compromisos como congresista mantenian a Bradley cada vez mas ocupado y con menos tiempo para ella. La mitad del tiempo que disfrutaban juntos era en presentaciones, discursos, cenas y eventos beneficos. Y la otra mitad la dedicaban a dormir en la misma cama. Por eso, ella se pasaba el resto de sus horas libres planificando viajes en los que pudiesen disfrutar de unos dias a solas y recuperar la locura y pasion que los llevo a enamorarse. Unos dias en los que solo se vieran el uno al otro. Y en los que el gabinete de asesores, secretarios, agentes de prensa y responsables de la campana de su prometido no los acompanasen como una pesada e incesante escolta. En ocasiones pensaba que su relacion se habia ampliado a una docena de personas que, por otra parte, ni la veian a ella. Y eso no hacia mas que incrementar su soledad. Tras el ultimo sorbo con el que apuro su cafe, una de las alertas de paquetes vacacionales llamo su atencion sobre las demas. El mar azul bajo el sol dorado inundo su retina como una promesa idilica. Casitas blancas salpicaban la costa griega mientras de sus balcones y terrazas, buganvillas fucsias rebosaban como queriendo precipitarse al mar. ?No seria el lugar perfecto para celebrar su proximo y septimo aniversario juntos? La pregunta desaparecio de su mente de un plumazo cuando un par de pitidos, anunciando un mensaje, la sacaron de su ensonacion. Tomo el movil de la encimera y abrio la aplicacion para leer: Carino, no me esperes esta noche. Tengo que quedarme a solucionar un par de problemas. Lo siento. Dejo el movil sobre la encimera con el mensaje abierto y miro por la ventana al tiempo que dejaba escapar el aire lentamente de los pulmones. Sin mirar, volvio a cerrar la pantalla del ordenador, sintiendo que le ardian los ojos por las lagrimas. Al instante se vio a si misma como una nina egoista y caprichosa. No tenia derecho a sentirse asi cuando sabia que Bradley estaba trabajando con ahinco por su futuro, por el futuro de ambos. Solo tenia que pensar que cuando por fin fuese senador se casarian y su vida juntos cambiaria para siempre. Se levanto del taburete con determinacion y limpio de su mejilla la unica lagrima que habia conseguido escapar a su control. Tomo aire una ultima vez y salio de la cocina con el proposito de ocupar ese dia en revisar personalmente cada aspecto del gran evento. Seria la mejor anfitriona del mundo y el se sentiria tan orgulloso que la colmaria de besos y atenciones. Seguro que mas adelante encontrarian el momento de hacer un viaje juntos.

  • Alguien esta mintiendo de Karen M. Mcmanus

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    Todo el mundo tiene secretos, ?verdad? Pero, ?que serian capaces de hacer para protegerlos?

  • Antifa de Mark Bray

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    En una investigacion inteligente y apasionante, el historiador y ex organizador de Occupy Wall Street, Mark Bray, proporciona un estudio detallado de la historia completa del antifascismo desde sus origenes hasta nuestros dias: la primera historia transnacional del antifascismo de posguerra. Basado en entrevistas con antifascistas de todo el mundo, ‘Antifa’ detalla las tacticas del movimiento y la filosofia detras de el, ofreciendo una idea de la creciente pero poco comprendida resistencia que lucha contra el fascismo en todas sus formas. Simplemente, ‘Antifa’ tiene como objetivo negar a los fascistas la oportunidad de promover su politica opresiva y proteger a las comunidades tolerantes de los actos de violencia promulgados por los fascistas.

  • Los juegos de Nemesis (The Expanse 5) de James S. A. Corey

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    La quinta entrega de la saga superventas en la que se basa la serie de TV The Expanse.

  • El beso del ocaso (Bilogia Hermanos Bellardi 1), Mary Shepherd de Mary Shepherd

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    Donnan Bellardi es, junto a su hermano Lenard, el lider de su clan. Todos confian en el, le respetan y obedecen. salvo un par de excepciones, Aretha y Aryana, sus tias. brujas, literalmente y no es que les tema, no, el es un vampiro, pero es que ellas le machacan, dia si y dia tambien, con una profecia en la que no cree, sin embargo se mantiene fuerte y nada ni nadie lo desestabiliza. hasta que una noche salva a una mujer, Dairine MacMahon, una preciosidad con ojos de gata que no para de hablar, dulce y ?timida? Y que le contradice, le planta cara y lo vuelve loco, en especial su boca y no precisamente cuando habla.
    A partir de ese momento toda su vida se vuelve patas arriba. Los Alvise, otro clan de vampiros y a los que odia a muerte, estan decididos a que no se cumpla la profecia. Tendra que luchar contra ellos, mantener a salvo a Dairine, evitar que, ella misma, se meta en lios, controlar a sus <> tias, mantenerse firme en su venganza y demostrar que el amor no es necesario en una relacion. ?demasiado para un vampiro <>?

  • Una lista de jaulas de Robin Roe

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    <>. Todo el mundo conoce a Adam Blake: es el chico mas amable y sonriente del instituto, ese un poco torpe con tanto carisma que cualquiera pasa por alto sus despistes. A Julian, en cambio, no lo conoce nadie. Excepto Adam Blake. Hace anos fueron hermanos adoptivos durante un breve periodo de tiempo, hasta que un familiar reclamo su custodia. Cuando se reencuentran, Adam se entusiasma. Julian sigue siendo el mismo de siempre: generoso, algo callado, aficionado a escribir historias y leer libros infantiles. Pero tambien revela otros aspectos que ignoraba, como una actitud huidiza y el rechazo a hablar de como son las cosas en su nuevo hogar. Porque hasta la persona mas invisible puede ocultarse tras un velo de secretos y, si uno esta dispuesto a descubrirlos, <>. <>.

  • Una noche en el Eden de Olga Salar

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    Cuando Eva decide salir esa noche, a pesar de que sus amigas la dejan plantada, lo que menos espera es terminar en el Eden, viviendo una serie de misteriosas y sorprendentes coincidencias. La mayor de ellas, Adam, un tipo que le acelera el corazon y le funde el cerebro con sus besos.
    ?Pero que le deparara la noche mas tentadora de su vida?

  • With This Man (Traduccion) de Jodi Ellen Malpas

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    !Jesse Ward esta de regreso en la novela mas nueva del Sunday Times y del New York Times, la exitosa serie de This Man !

    La vida es buena para Jesse ‘The Lord’ Ward. Perfecto, en realidad. Todavia tiene el encanto, esta en gran forma, y aun reduce a su esposa, Ava, a un grupo de deseo con una simple mirada. El tiene el control total, como le gusta.

  • Preterito presente de Nelly Ortiz Perez

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    Los rayos de sol, de un sabado de primavera, inciden alternativamente cada vez que aparece ante mi uno de mis pies, que se bambolean sin que yo tenga conciencia de ello, han adquirido su propio ritmo pausado, pero a la vez parecen irradiar una energia, que manifiestan su proposito, que de un momento a otro van a salir en estampida a su libre albedrio, sin tenerme en cuenta; ?como seria quedarme alli sentada en el alfeizar de la ventana?, viendo como mis pies emprenden un camino desconocido del que yo no voy a formar parte. Pies, ?a donde quereis ir?, cuando elaboro en mi cabeza esta pregunta, me siento ridicula, pero, asi y todo, los pongo paralelos y los contemplo, por supuesto no obtengo ninguna respuesta, los miro, me miran y nada, nula comunicacion. La sola idea me pone furiosa, a la vez que me parece injusto ser troceada de esa manera, por ello cuando desaparece un pie y reaparece otro, me esfuerzo y lo detengo de su constante oscilacion, lo contemplo, veo un pie, nada mas, me afano en enfocarlo con mas detalle, a ver si aparte de los cinco dedos, me dice ese apendice lejano algo mas, lo primero que siento es que esta caliente, es agradable, pero este hecho me hace tomar conciencia de las diferentes temperaturas de mi cuerpo, la espalda, la siento helada, es la misma trampa que sucede cuando nos situamos delante de una chimenea porque estamos gelidos y sentimos un fuerte calor en el rostro, las manos que nos quema, pero el resto del cuerpo continua glaciar. Levanto la mirada y me sorprende un cielo aborregado que se aproxima, es evidente que en pocas horas se va a producir un cambio de tiempo, seguro que esta noche habra tormenta. Me giro sobre mi misma y de un salto, entro en la habitacion. La cama esta cerca de la ventana, asi, cuando me despierto el sol roza mis mejillas, estoy tentada a tumbarme, miro la cama, para finalmente ceder y caer atravesada. Contemplo el cuadro de Wassily Kandinsky, <>, al volver la cabeza veo el que yo misma habia hecho para honrar a mis padres que no estan entre nosotros, cierro los ojos y me quedo muy quieta, boca arriba, cuando los abro me centro en el techo que esta cubierto por un papel especial que se parece al cielo por la noche con sus estrellas. Mi madre siempre decia que, cuando morimos, nos convertimos en una estrella, por eso al dormir me sentia mas cercana a ellos. Los minutos pasan, siento lo comoda que es mi cama, es como estar en las nubes, le doy cuerda a mi imaginacion, y pienso ?como seria vivir en el cielo?, ?estara el Olimpo alli, junto con todos los dioses?, ?seriamos angeles?, ?la gente dormiria en las propias nubes? y ?veria a mis padres otra vez? Pero, mientras entro en el mundo de la fantasia, reflexionando todas estas remotas utopias, alguien me llama: --!Olimpia!, baja que ya es hora de cenar. Es mi abuela, que desde que yo era peque me mima mucho como si aun fuera una cria, ahora vivimos juntas y cuidamos la una de la otra. Me pongo una ropa mas abrigada porque se ha levantado un viento frio y los pies se me han quedado helados. Bajo y me topo con mi perro, Percy, que, como siempre, esta tumbado como una alfombra al pie de la escalera, he de tener cuidado para que no haya accidentes pues, es enorme, todo blanco como la nieve, parece un oso y le encanta el agua, su nombre ya lo dice todo, teniendo en cuenta que es un homenaje al hijo de Poseidon, el dios de los mares. Entro en la cocina, veo a mi hermano, Miguel, que ya esta sentado a la mesa. Como de costumbre, su pelo rubio esta todo alborotado y con un pijama viejo lleno de agujeros, me recuerda a mi de mas joven, despreocupada, toda tirada, sin problemas existenciales alguno. La mesa ya esta puesta, vasos de cristal, platos y la comida distribuida en medio y, como de costumbre, me invade un olor que es una divinidad, y aunque parezca exagerado, lo podria sentir a kilometros de distancia, pero esta tarde no ha ocurrido, creo que estaba muy ensimismada en mis pensamientos para haberlo notado. Miro, tras la cena por la ventana, los rayos del sol que antes incidian, han desaparecido y la tormenta llega de golpe, hemos tenido la suerte de haber cenado pronto esta noche, porque en pocos minutos se fue la luz. Oscuridad total, no se ve nada, asi que nos liamos a poner velas por toda la casa y despues de haberlo hecho, nos sentamos en el sofa, propongo un juego hasta que vuelva la luz. Consiste en dibujar, yo hago un trazo y mi abuela lo sigue, esperando que surja algo al final, que suele resultar harto dificil pero algunas veces nos sorprendemos con los resultados. Es una tarea que a las dos nos gusta mucho: dibujar y pintar, ella me conecto con el mundo del arte y despues, incluso, hice un curso de dibujo. Amor eterno No es la carne ni la sangre, sino el corazon, lo que hace una buena convivencia. F. Schiller Mientras ellas se afanan en la tarea que se traian entre manos, con risas y protestas mas fingidas que reales, Miguel se ha despatarrado en el sofa y parece totalmente concentrado en su movil. --Miguel, ?por que no juegas con nosotras?, venga tio, mira que eres soso... Por respuesta se escucha el silencio, la tormenta parece que se va alejando, pero el repiquetear de la lluvia es constante, justo en ese momento regresa la luz, Olimpia se levanta y comienza a apagar velas. --Abuela, ?quieres tomar algo? --No voy a decir que no, me he quedado algo destemplada, estos cambios tan bruscos de temperatura… --Estamos en primavera abuela, vale, ?un te?, pero tu sigue ?eh? --!Uf!… pero si tenemos un atasco de mil demonios. --Pues a desatascarlo. Segun pronuncia estas palabras se aleja hacia la cocina, se escucha una risa mal sofocada. --!Te escucho! …, un te, un te… Lo que tu querias era dejarme con el tinglado sola, !que morro tienes Olimpia! A los pocos minutos reaparece en el salon, aparta hojas y lapices y coloca la bandeja en la mesa, para tomar despues asiento. --?Que vas a hacer manana, hija? --Pues esta claro abuela, todo lo que no he hecho hoy, que me he pasado el dia vagueando. -- Emite un largo y sonoro suspiro--. --Ya, ya, ?se puede saber que hacias sentada en la ventana? --Pensar. --Vale, pero para pensar no hace falta partirse la crisma. --?Como te has enterado? --Mis pajaritos, ya sabes… --De pajaritos nada, <>, y punto. --Hija, habria que estar ciega para no verte sentada en un doceavo piso, en el alfeizar de una ventana y no me ha avisado un <>, sino tres, !figurate!, y me he visto obligada a tildarte de <>, para borrar el estigma de <>, porque eso era lo que parecias, ?no? --!Que tonteria!, ?ves?, cotillas, y tu, que ni te has molestado en ir a verme. --Porque algo te conozco y seguro que estabas al sol y sentada en la poyata de dentro, pero esto no lo saben los que te ven desde fuera, por eso porfa no lo vuelvas a hacer, la proxima vez me llamara todo el vecindario y de rarita puedes pasar en un pispas a loca y a alguno se le puede ocurrir llamar a la policia, figurarte el follon. <>, vamos, que nos encierran a las dos. --?Y a ese? <>. --Tambien, seguro, seguro, ?no lo ves?, tiene una pinta bastante apropiada para acompanarnos al manicomio. Las dos se rien sonoramente sin ningun control, Miguel ni se inmuta, Olimpia piensa que no se entera de nada, porque esta escuchando a todo el volumen el tipico pachan-pachan de la musica disco, mientras esta liquidando supuestos enemigos, terrestres o marcianos. --Ahora en serio, ?que planes tienes? --No voy a salir, solo por aqui a correr un rato a primera hora, despues tengo que hacer ejercicios de elasticidad. El lunes tenemos ensayo general y estoy un poco bluf… --Claro, este lunes, y al otro, tu trabajo te obliga a estar en plena forma, mira que meterte en musicales. --?Que vas a hacer cuando tengas mi edad? --Bailar, bailar, siempre bailar. --Ja, Ja, ya veremos, esto es un decir, pero este donde este, te echare un ojo para verte, bailar… --!Que cosas dices! De polvo a las cenizas El sol de los vivos ya no calienta a los muertos. A. Lamartine El fin de semana ha pasado como una flecha, y ahora todos vuelven a sus tareas cotidianas. Olimpia se tiene que ir al ensayo general, Miguel a la Universidad y Lola que ya esta jubilada por lo que nunca se sabe que hace en realidad. Los hermanos se despiertan pronto y juntos se marchan al metro. --Miguel, ?como te van las clases?, ?te estan gustando? --Ahora estamos haciendo practicas sobre Epidemiologia Veterinaria. --!Ay madre!, solo a ti podria gustarte esas cosas, recuerdo que yo no soportaba biologia cuando iba al colegio. --No solo a mi me gusta, ?y la abuela?, ?te has olvidado de que era profesora de biologia? --!Que no, hombre!, es solo una manera de hablar, a veces eres tan serio. Hay que tener un poco mas de humor --Vale, lo que digas. Olimpia, ya estamos en tu estacion, preparate para bajar, nos vemos en casa esta tarde. --De acuerdo, que tengas un buen dia. Ella se toma su tiempo caminando sin prisas por las calles de Madrid, un leve viento le alborota el pelo y el sol le templa las mejillas, como a ella le gusta, admira el entorno. Hoy hace un dia estupendo para dar un paseo, pero no puede darse el lujo de retrasarse en llegar al trabajo, su jefe por supuesto le echaria una bronca pues es unas de las protagonistas de la obra, no le queda mas remedio que ser el ejemplo para los demas, como dice el director. En el ensayo no ha habido muchos problemas, solo algunos desacuerdos por aqui y por alli, como de costumbre suele pasar. Olimpia hace el papel de una joven campesina, llamada Blanca, que vivia a finales del siglo XIX, donde aun existia la esclavitud. En los descansos se comenta cual sera la reaccion de los espectadores, pues ignoran que la historia esta contada al reves, asi que es dificil averiguar cual es el final y, aunque a algunos de los miembros de la compania este hecho les produzca ambivalencia, a Olimpia no, el misterio siempre es algo bueno. La tarde lentamente va dando paso a la noche, Olimpia regresa a casa, ha estado todo el dia enfrascada en los ensayos, piensa que en cuanto llegue tendra que repasar alguna de las letras, pero se siente exhausta y por eso, cuando se acerca a la interseccion de las calles, decide cruzar el parque, el trayecto se reduce a la mitad, ademas aun hay luz, y se ve gente... Cuando ya lleva un rato caminando, nota en la pierna derecha un tiron a la altura de los gemelos, mira en su entorno y localiza un banco, duda, pero finalmente toma asiento y se masajea con vigor la pierna, se reprende a si misma, pues ultimamente no esta dedicando el tiempo necesario al ejercicio. Parece que se le pasa el dolor, pero mientras tanto se queda alli y contempla el entorno, la primavera ha traido consigo color, olor y ruido, una multitud de pajarillos comienzan a anidar en los arboles en un gran jolgorio.

  • Mi nombre es Lago y estoy hablando de Noelia de Abril Lainez

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    A punto de llegar al fin de una prolongada convalecencia, Noelia recibe un libro de un remitente desconocido, cuyo titulo provoca en su alma un seismo, transportandola de golpe a su pasado. La dedicatoria, misteriosa, asi como el contenido, que relata los cuatro mejores anos de su vida, contados por una persona que lleva nueve anos intentando olvidar, la sumergen sin poder evitarlo de pleno en sus paginas. Desde ese momento, tendra que enfrentarse a una complicada aventura emocional que la traslada al sur de Espana. Una aventura en la que rememora una batalla acontecida en 1808 y unos versos escritos en latin diez siglos antes. Una aventura para la que no esta preparada, pero que debe afrontar si desea conocer todos los misterios que quedaron sin resolver.

  • Mordida de Gema Perez

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    Alisa era la campesina mas deseada.
    Humilde. Atractiva. Buena. Amable.
    James era el hombre mas problematico.
    Peleas de bares. Amenazas.