• un baile mas - Katherine Pancol

    https://gigalibros.com/un-baile-mas.html

    La novela que dio origen a la trilogia <>

  • UN BAILE MAS | KATHERINE PANCOL | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-un-baile-mas/9788499703077/2078610

    12 feb 2013 — El libro UN BAILE MAS de KATHERINE PANCOL en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Un baile más - Libro de Katherine Pancol - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/79191/un-baile-mas

    Resumen y sinópsis de Un baile más de Katherine Pancol. Devaluarse es propio de la mujer. El 99'9 por ciento de mujeres creen sinceramente que no valen un ...

  • Un Baile Más (Ficción) Tapa blanda – 12 febrero 2013

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  • Un baile mas : Pancol, Katherine - Amazon.es

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  • UN BAILE MÁS - PANCOL KATHERINE - Sinopsis del libro ...

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    Devaluarse es propio de la mujer. El 99,9 por ciento de mujeres creen sinceramente que no valen un comino. Siempre se consideran demasiado bobas o demasiado ...

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  • un baile más - Librería Sinopsis

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    UN BAILE MÁS. (LA NOVELA QUE DIO ORIGEN A LA TRILOGÍA "ANIMAL"). PANCOL, KATHERINE. 21,06 €. En stock. Editorial: LA ESFERA DE LOS LIBROS ...

  • Un Baile Mas | Librotea

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    Un Baile Mas. Pancol, Katherine. Editorial: La Esfera De Los Libros. Sinopsis. Devaluarse Es Propio De La Mujer. El 999 Por Ciento De Mujeres Creen ...

  • un baile más - Librería Luces

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    UN BAILE MÁS. PANCOL, KATHERINE. 8,15 €. IVA incluido. Disponible en 3 dias. Editorial: LA ESFERA DE LOS LIBROS S.L.; Año de edición: 2013 ...

  • Tres besos de Katherine Pancol

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    Si te gustaron Los ojos amarillos de los cocodrilos, El vals lento de las tortugas, Las ardillas de Central Park estan tristes los lunes o Muchachas, no te puedes perder Tres besos.

  • El negociado del yin y el yang de Eduardo Mendoza

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    En la primavera de 1975 Franco tiene los dias contados. Inquieto y estimulado por los nuevos aires de cambio y esperanza que comienzan a respirarse en Espana, Rufo Batalla planea su regreso a Barcelona. Cuando esta a punto de abandonar Nueva York recibe una sugerente propuesta del principe Tadeusz Maria Clementij Tukuulo relacionada con su disparatado plan de reconquista del trono de Livonia, un pais hoy inexistente.

  • Donde el viento nos lleve (Oceano y Viento 2) de L. Costa

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    “En el colegio no tuve novio, Nathan fue lo mas cercano a ello. Sobre Liam es mucho lo que deberia decir pero en este momento en lo unico que pienso, es en lo tan parecidos que somos; dos ninos que tuvieron que hacer frente a situaciones complicadas y dolorosas, y que ahora estan limpiando sus heridas mutuamente, cada vez que estan juntos”. April no penso que dejar entrar a Liam en su vida de nuevo, iba a trastocar sus planes, poner su mundo de cabeza, y menos enamorarse de el. Ahora ambos tendran que sobrellevar los obstaculos que amenazan con separarlos, la verdad de lo sucedido en el pasado y sus anteriores relaciones. ?Podra su amor superar todo lo que hay en contra?

  • El trono de ambar. Exiliados de Paula Rossello Frau

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    La Gran Desgracia obliga al exilio al grupo de los Leales. Derrotados y heridos viajaran a un lugar muy distante de su adorado hogar. Una raza poderosa y ancestral luchara por ocupar un lugar propio en un sitio extrano que rechaza, por temor y desconocimiento, a su especie.
    Kronnan, un joven dragon carmesi accede por fin a sus nuevos dominios. Pero su vida no es facil y cuando en su camino se cruza una joven humana, tan solitaria como el, ideara un nuevo plan para terminar con la impuesta soledad a la que es sometido.
    Inheray, entusiasta admiradora secreta de esa especie ancestral desde que tiene memoria, se deleita pensando, en ese dragon de mirada celeste, mas de una vez y cuando el la reclama no lo duda a la hora de huir de una vida de esclavitud y servidumbre.
    Pero la presencia del poderoso Caudillo de los Leales trastocara sus destinos. Orthan es responsable del bienestar de los suyos y no permitira que una humana interfiera.

  • La nueva vida de Jimena de Ariadna Baker

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    Y te levantas un buen dia y te das cuenta de que nada tiene sentido, que no puedes vivir encerrada llorando las penas por mucho tiempo y que a mis veintiseis anos era joven, necesitaba vivir, queria volver a ser feliz... Me estoy refiriendo a que una no esta poseida por el espiritu de David Bisbal, y por tanto, lo de "llorare las penas..." debia quedar en el baul de los recuerdos. Lo habia pasado muy mal cuando mi novio me dejo por otra, de la noche a la manana, despues de diez anos de relacion. Comenzamos cuando yo solo contaba con quince y me dejo con veinticinco, sin esperarlo, cuando acabamos la carrera. Asi de premio, un premio que no me supo a gloria sino mas bien a cuerno quemado, me explico... Lo peor de todo es que lo hizo una noche por mensaje y a la manana siguiente ya lo habian etiquetado en una foto, una chica abrazada a el diciendo que era su principe azul de esos que no destinen y por supuesto que el le contesto que ella era el amor de su vida. Cero tacto, cero empatia, cero respeto... Me quede en shock y debi maldecir en arameo y en otras lenguas hasta entonces desconocidas para mi. No era para menos, pues ademas de ser lo mas humillante que me habia pasado en la vida, nuestros amigos en comun, todos lo tenian de contacto en la red y lo vieron al igual que yo, asi que imaginad, todo el mundo preguntandome por algo que ni yo sabia, que me habia cogido tan de sorpresa como a ellos, esos que luego me dieron de lado. Asi que de la noche a la manana me quede mas sola que la una, esa era la realidad; compuesta y sin novio y con los que hasta entonces consideraba mis amigos riendoles las gracias a la parejita de moda. Una autentica delicia de esas que o te matan o te hacen mas fuerte, porque otro camino no ves. Esa manana comenzaba a trabajar, era mi primer dia, habia culminado con exito la carrera de Periodismo en junio y ahora a finales de octubre tenia por fin el puesto que tanto deseaba y por el que habia luchado y encima en mi revista favorita. Dicen que "la suerte es loca y a cualquiera le toca" y debia ser que la providencia quiso recompensarme con algo mas que con un par de cuernos de esos bien puestos. Menos da una piedra, que se le iba a hacer... Mi vida no habia sido facil, mis padres murieron dos anos atras, yo no tenia hermanos, estaba sola, primero Dios se llevo a mi padre en un accidente laboral y luego a mi madre a los seis meses de esa maldita enfermedad que no quiero ni nombrar. Bueno digo Dios como podria decir lo que quiera que haya alli arriba o el mismo universo, porque cuando pasan esas cosas una no sabe ya que creer ni a que agarrarse, esa es la unica verdad, verdadera. Tuve que armarme de valor y no puedo negar que emocionalmente Pablo, mi ex, me ayudo mucho. Lo cortes no quita lo valiente y el hecho de que luego se convirtiera en un gusano miserable no es obice para que reconozca que en ese momento lo hizo como si fuera un hombre, cosa que mas tarde el solito se encargo de poner en tela de juicio. Yo me quede en mi casa, de todas maneras, pues la habia recibido en herencia, al igual que los ahorros de mis padres y aquella indemnizacion por el accidente laboral, asi que sali adelante con el alma rota de dolor, pero prometiendo acabar esa carrera que tanta ilusion le hacia a mis progenitores y a mi, que para eso la habia escogido. Si hubiera querido ser astronauta, estoy segura de que mi padre y mi madre me hubieran llevado de la manita a la misma NASA, pues menudos eran ellos en lo tocante a mi futuro. Para ambos no habia una hija mejor en el mundo y hubieran hecho el pino puente con tal de que yo me hubiera convertido en aquello que deseara. Y lo que yo deseaba por encima de todas las cosas era ser una periodista de pro. Y luego vino lo de Pablo, asi que imaginad que los dos ultimos anos de mi vida habian sido los mas tristes y penosos desde que naci, pero hoy queria volver a renacer, sacudirme los hombros y comenzar una nueva etapa en la que comenzaria a cambiar todo. Es mas, pasaria de ser "la depresiva oficial del reino" a ver todo con ilusion y solo necesitaba actitud, asi que lo iba a intentar por todos los medios. La tarea que tenia por delante no era moco de pavo y yo lo sabia, para lo que habia echado mano de un arsenal de libros de esos de inteligencia emocional que prometian hacer de mi una personita mas feliz que una perdiz en un periodo no demasiado dilatado de tiempo. Y en ello estaba. Me tome un vaso de agua en ayunas como cada manana y despues mi vaso de leche, ese que era el pan nuestro de cada dia, mi madre siempre me decia que me habia quedado en la epoca del biberon y tenia razon. No me gustaba el cafe, ni el Cola Cao, ni nada tipico con lo que la mayoria del planeta desayunaba, eso si, los tes me encantaban de todas clases y sabores. Ay, mi madre... No habia dia que no la echara de menos hasta decir basta. Como me costaba que el dia echara a rodar sin ella; sin sus consejos, sin sus recomendaciones, sin su ayuda y sin esa sempiterna sonrisa que jamas de los jamases se borraba del rostro de la que yo consideraba la mujer mas buena que habia conocido. Me cuidaba muchisimo, pero yo tenia curvas y cuando digo curvas, es que las tenia, un buen pecho, cintura plana, pero caderas anchas, nada de ser una nina fina, delgada de esas que no tenian ni que cuidarse, yo si me pasaba me ponia mas redonda. Eso si, no me desagradaba y fea no era, a pesar de no ser el estereotipo de mujer que hoy en dia nos quieren inculcar. En eso si tenia suerte, las cosas como son, porque yo no soy de esas que se mueren por subirse al carro de la moda y, si lo que se lleva es la delgadez, me mato a lechuga hasta conseguir que la bascula marque lo que la sociedad diga que debe marcar. Yo siempre me he negado a ese tipo de sandeces y he lucido mis curvas con arte y salero. Me mire al espejo, por un lado, por el otro, de frente, de culo y todo para ver que ese pantalon vaquero ajustado me quedaba bien y si, me hacia bien mujerona; una camisa suave arriba de color marfil a juego con los tacones y un panuelo en el cuello con un nudo hacia un lado, maquillada y lista para mi primer dia de trabajo. Me veia francamente bien, esa era la realidad, y el mejor complemento que podia lucir era un halo de seguridad que indicaba que estaba dispuesta a comerme el mundo, porque en lo tocante a dejar que fuera ese mismo mundo el que me comiera a mi, no estaba dispuesta. En el ascensor me coloque a la perfeccion la chaqueta roja, me quedaba muy bien a juego con el color de mis labios y es que me veia guapa, hacia mucho que no me arreglaba y me quitaba ese roete que me habia acompanado los ultimos seis meses, ahora no, mi melena lucia lisa y perfectamente planchada. Se acabaron el look marujona y las ojeras esas que ya parecia que formaban parte de mi rostro. Hasta ahi habia llegado la broma y era hora de coger el toro por los cuernos, no en sentido literal, que tanto valor como para meterme a torero no habia acumulado, pero si en el ficticio. Me dirigi a buscar el coche que lo tenia aparcado dos calles mas atras, era el problema de mi zona que habia poco aparcamiento y siempre terminaba dejandolo a bastante distancia, por un lado, me venia bien para andar un poco, bueno realmente deberia de andar bastante cada dia, pero yo para eso era muy floja. Si, si, lo reconozco, para algunas cosillas era mas floja que un muelle guita y yo andar no es que anduviera demasiado y en lo tocante a correr... eso era cosa de cobardes, menos todavia. Llegue al poligono donde estaban las oficinas de la revista, aparque el coche y me dirigi a la entrada donde pase la tarjeta que me habian asignado por la puerta y el acceso se abrio. No puedo describir la sensacion de alegria que percibia al hacerlo. ?He dicho alegria? Bueno quizas fuera satisfaccion, una satisfaccion no exenta de nervios, eso si, pero satisfaccion, al fin y al cabo. El jefe de equipo me esperaba en su despacho a las ocho para ponerme al dia, yo ni lo conocia, solo sabia que se llamaba Carlos y que era un estupido, el grado no tenia ni idea, pero tocaba averiguarlo. Y seguro que a no tardar mucho. Recorde aquella frase tan tipica de mi madre de "mal trago, pasarlo pronto" y me puse manos a la obra. Me puse bien el panuelo y toque a la puerta, un "adelante" me hizo abrirla sonriente. --Buenos dias, soy Jimena, la nueva. --Buenos dias --su rostro reflejaba una seriedad que daba respeto, me senalo a la silla para que me sentara--. En tu despacho tienes los articulos que hay que preparar para la columna, cada uno de ellos te da las directrices de palabras orientativas que debes de hacer y el grado de formalidad que le debes dar a cada uno. --Entendido. --Cada dia tiene que estar todo el trabajo listo antes de irte. --Claro. --Y por supuesto, tienes que revisarlo mucho ya que no puede ir con ningun error ortografico. --No se preocupe por eso, creo que no he tenido faltas de ortografia ni de pequenita. --Claro que me preocupo, soy el responsable de que esta revista funcione como lo lleva haciendo desde que me asignaron este puesto. --Lo entiendo. --Bueno, pues que tengas un buen dia. --Igualmente. Me levante y me fui conteniendo el aire, todo lo que tenia de guapo lo tenia de imbecil y no tenia ni idea de como se trataba a una persona, quizas por eso estaba en la revista pues mandaba al punto de la informacion para sacar los mejores titulares y sin importarle a quien se llevara por delante. Carlos era justo la tipica persona que yo consideraba que estaba en el mundo porque tenia que haber de todo, pero que le iba a hacer, tampoco podia pretender que todos los que estuvieran en la redaccion fueran de mi gusto. Ademas, yo estaba alli para trabajar y no para crear una "chupipandi", asi que era mejor que pensara en ponerme a trabajar codo con codo con cada uno de mis companeros, con independencia de que unos me cayeran mejor y otros como el culo. Me dirigi a mi despacho y salude a dos companeras que levantaron su mano, pero siguieron hablando, por lo visto todos iban a pasar de mi, que buen recibimiento en mi primer dia de trabajo. A ver si los que me iban a caer como el culo iban a ser la mayoria, jolines vaya un comienzo. Justo antes de entrar observe como otras dos companeras me miraban de arriba abajo y hablaban entre ellas ?No les gustaba mi cuerpo o que diantres pasaba? Madre mia que era mi primer dia y ya me daban ganas de irme por donde habia venido, pero no, ya no iba a permitir mas sufrir por los demas; ya estaba bien, estaba asqueada de una sociedad donde no amaban de verdad, donde un fisico delgado prevalecia ante todo y donde cualquier jefe se pensaba que te podia tratar por encima del hombro. Me estaban poniendo a caer de un burro y todavia no me conocian, menuda panda de desgraciados, pero yo a lo mio; no podia dejar que aquello condicionara lo que yo habia ido a hacer alli y que no era otra cosa que trabajar. Me sente en mi despacho despues de colgar el bolso y la chaqueta, me coloque el pelo detras de la oreja y comence a leer todas las directrices de los articulos que tenia que hacer. No eran pocas y aquello requeria grandes dosis de concentracion, pero de eso tenia yo para dar y regalar. A mi no me iban a amilanar asi como asi, eso lo tenia mas claro que el agua. Escribi uno por uno y los revise mil veces, ni la media hora del desayuno utilice, la pase ahi disfrutando de relatar unos buenos articulos que no dieran malos comentarios sino todo lo contrario, que causaran una muy buena impresion. Se iban a enterar todos esos de lo que valia un peine, o mejor dicho, de lo que valia Jimena. A ultima hora se lo envie al jefe de equipo, al senor simpatico, esperaba que me contestara algo en contra de ellos, pero ni para bien ni para mal dijo nada. Mejor asi, los americanos siempre han dicho que la falta de noticias, son buenas noticias, de modo que lo interpretaria de ese modo y santas pascuas. Sali de las oficinas con la sensacion de que todas hablaban a mi espalda, los chicos se veian mas simpaticos y me saludaban amablemente, pero las mujeres... Que pena que seamos entre nosotras mismas las que nos hagamos esas cosas. Mis amigos eran los amigos de mi ex, los teniamos en comun y cuando el me dejo al final terminaron dejandome de lado, quedaban con el y su nueva pareja, realmente todos tenian parejas y saliamos asi por lo que imagino que fue mas facil estar a su lado que al mio que estaba sola, pero bueno, ya me habia acostumbrado a sentir la soledad como unica compania. Estaba comenzando a llover y el dia se vestia de gris, para colmo era viernes, mi primer dia de trabajo y ya me iba de fin de semana, la verdad que mejor, tenia que canalizar esas sensaciones tan feas que habia tenido ese dia y es que me habia sentido el patito feo de la oficina. Compre el pan y me fui para mi casa, aquel lugar en el que me sentia segura ya que era como mi burbuja ante la vida. Encendi la calefaccion, me puse el pijama y calente el puchero que deje preparado y coci un poco de arroz. Comi llorando, asi de tonta era, se me saltaban las lagrimas, tenia pena, me parecio muy feo que nadie me hubiera dedicado una sonrisa de mis companeras y que me miraran como un bicho raro y encima el jefe, ese chulesco que no tuvo ni una leve sonrisa para recibirme. Tras comer con esa tristeza, recogi la cocina y me tumbe en el sofa a ver la tele con una mantita, esa era mi vida, manta, sofa y soledad, pura diversion. Asi me pase toda la tarde con esa pena que me ahogaba, pero me repetia a mi misma que yo era mas fuerte que todo eso y que me tenia que levantar y reconducir mi vida, tenia que salir la chica alegre que fui un dia, la que era feliz con cualquier cosa y disfrutaba de lo que tenia sin necesidad de necesitar mucho mas.

  • Tu, hielo…Yo, fuego de Andrea Lopez

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    Cuando el conocido cantante, Leo Lago, tras diez anos sin verla, se vuelve a encontrar con Camila, no entiende como la chiquilla desgarbada, timida e insegura que el recordaba, se ha convertido en una mujer tan atractiva, sexy, fuerte y segura de si misma, capaz de hacerlo enloquecer y abrasarse por dentro cada vez que lo mira.
    Tampoco logra comprender por que ella parece disfrutar amargandole la vida, llevandolo al limite, y poniendolo en situaciones incomodas, a la minima ocasion.
    Aun asi, tiene claro que la quiere a su lado, y que necesita descubrir lo que esconde tras esa frialdad e indiferencia.
    Camila dirige, junto a su mejor amiga Lena, una de las mejores agencias de seguridad del pais. Por ello, esta acostumbrada a enfentarse a cualquier peligro…Menos a lo que Leo le hace sentir, a pesar de su empeno en odiarlo. Por eso, no piensa ponerle las cosas faciles, y decide apartarse de el lo antes posible.
    ?Sera capaz Camila de protegerlo a toda costa, a pesar de que el precio a pagar sea arriesgar su propio corazon?
    ?Conseguira Leo derretir esa barrera de hielo que Camila ha levantado entre ambos?
    ?Haran caso a su cabeza, o se dejaran llevar por el corazon?

  • Servicio incompleto de Nina Minina

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    Podriamos resumir en unas pocas lineas con mas o menos gracia de que va esta historia, el problema es que aun no lo tenemos demasiado claro.

  • De rodillas vuelvo a ti de Marian Sanoja

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    Un amor a primera vista.
    Una intriga bien plantada… una decision egoista y una declaracion.
    < !No me hagas elegir, por favor! prometimos apoyarnos siempre.>>
    <>

  • Pyongyang de Hernan Vanoli

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    Cuentos de ciencia ficcion politica y biologica por uno de los autores jovenes que mas agitan la escena literaria argentina.

  • Te necesito esta noche: (need you tonight…), Sarah Wall de Sarah Wall

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  • La noche mas linda, Lorena Fuentes de Lorena Fuentes

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    Huyendo del mito de que su pais es la cuna de las mujeres mas bellas, Alejandra llega a Milan para cambiar su vida, y en la ciudad de la moda se convierte, ironicamente, en una famosa modelo de talla grande. Sin embargo, aunque su nombre se cotizaba en sumas desorbitantes, ella no logra ser feliz.
    Andrea es un empresario exitoso que esta decidido a dejar atras toda una vida de frivolidades y a llenar el vacio que lo ahoga.
    El representaba todo lo que Alejandra odia, pero tambien es lo que mas desea.
    Ella es todo lo contrario a lo que Andrea acostumbra, pero, al mismo tiempo, lo unico que necesita.
    La noche mas linda de Milan sellara el destino de ambos y sus vidas cambiaran para siempre.
    Juntos viajaran por el Infierno, el Purgatorio y el Cielo, mientras el amor sera el guia para las almas atormentadas.
    Lorena Fuentes nos trae una novela llena de romance y drama, en la cual se aprecia el poder sanador del amor y el valor del perdon.

  • Desafiando las normas de Maria Martinez

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    Con esta novela se cierra la trilogia Cruzando los limites, con un gran exito de ventas y critica, que afianza a Maria Martinez como la gran autora New Adult de nuestro pais. Maria recoge a dos personajes de Rompiendo las reglas para crear una historia fascinante, sexy y muy actual. Un broche de oro para concluir una serie destinada a ser un clasico del New Adult espanol. A veces, el camino que mas temes es el que te lleva a casa. Un solo segundo basta para cambiar toda una vida. Spencer lo sabe muy bien. Su pasado esta lleno de perdidas que la han ido marcando desde muy nina. Aunque nunca imagino que la mas tragica de todas ellas llegaria en el mismo instante que su camino se cruzo con el del chico equivocado. Han transcurrido casi tres anos desde ese fatidico encuentro. Tres anos en los que ha intentando recomponerse, dejando atras a la chica que una vez fue y de la que tanto se averguenza. Y por fin cree haberlo conseguido. Eric necesita pasar pagina. Quiere empezar de nuevo, cerca de su familia, y olvidar todas las mentiras con las que ha crecido. Sin embargo, cuando te has pasado la vida yendo de un lado a otro sin descanso, establecerse puede resultar mucho mas dificil de lo que en un principio parecia. Y el no deja de pensar que su lugar esta en alguna otra parte muy lejos de Port Pleasant. Spencer y Eric encajan como dos mitades. Ella esta rota de muchas formas distintas y no permite que nadie se le acerque demasiado. El tiene problemas que no esta dispuesto a admitir y lo que mas teme es lo que mas desea. Aun asi, pronto se daran cuenta de que no pueden estar lejos el uno del otro. Y lo que comienza siendo una amistad, se ira transformando en otro sentimiento mucho mas intenso, incapaz de enganar al corazon. Un alma perdida. Un corazon roto. A veces, la persona que menos esperas se acaba convirtiendo en la mas importante de tu vida.

  • Curcuma Azul de Halo Summer

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    --!Pues si que eres rara! --dice mi hada madrina--. Cualquier muchacha en tu situacion estaria contentisima de poder ir a un baile. Y mas aun si tiene la oportunidad de enamorarse y huir de su miseria.

  • El sabor del ultimo verano de Emma J. Care

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    La emocionante precuela de la novela El fino hilo de la mentira.

  • El prisionero del cielo de Carlos Ruiz Zafon

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    Aquel ano a la Navidad le dio por amanecer todos los dias de plomo y escarcha. Una penumbra azulada tenia la ciudad, y la gente pasaba de largo abrigada hasta las orejas y dibujando con el aliento trazos de vapor en el frio. Eran pocos los que en aquellos dias se detenian a contemplar el escaparate de Sempere e Hijos y menos todavia quienes se aventuraban a entrar y preguntar por aquel libro perdido que les habia estado esperando toda la vida y cuya venta, poesias al margen, hubiera contribuido a remendar las precarias finanzas de la libreria. --Yo creo que hoy sera el dia. Hoy cambiara nuestra suerte --proclame en alas del primer cafe del dia, puro optimismo en estado liquido. Mi padre, que llevaba desde las ocho de aquella manana batallando con el libro de contabilidad y haciendo malabarismos con lapiz y goma, alzo la vista del mostrador y observo el desfile de clientes escurridizos perderse calle abajo. --El cielo te oiga, Daniel, porque a este paso, si perdemos la campana de Navidad, en enero no vamos a tener ni para pagar el recibo de la luz. Algo vamos a tener que hacer. --Ayer Fermin tuvo una idea --ofreci--. Segun el es un plan magistral para salvar la libreria de la bancarrota inminente. --Dios nos coja confesados. Cite textualmente: --A lo mejor si me pusiera yo a decorar el escaparate en calzoncillos conseguiriamos que alguna femina avida de literatura y emociones fuertes entrase a hacer gasto, porque dicen los entendidos que el futuro de la literatura depende de las mujeres, y vive Dios que esta por nacer famula capaz de resistirse al tiron agreste de este cuerpo serrano --enuncie. Oi a mi espalda como el lapiz de mi padre caia al suelo y me volvi. --Fermin dixit --anadi. Habia pensado que mi padre iba a sonreir ante la ocurrencia de Fermin, pero al comprobar que no parecia despertar de su silencio le mire de reojo. Sempere senior no solo no parecia encontrarle gracia alguna a semejante disparate sino que habia adoptado un semblante meditabundo, como si se planteara tomarselo en serio. --Pues mira por donde, a lo mejor Fermin ha dado en el clavo --murmuro. Le observe con incredulidad. Tal vez la sequia comercial que nos habia azotado en las ultimas semanas habia terminado por afectar el sano juicio de mi progenitor. --No me digas que le vas a permitir pasearse en gayumbos por la libreria. --No, no es eso. Es lo del escaparate. Ahora que lo has dicho, me has dado una idea... Quiza aun estemos a tiempo de salvar la Navidad. Le vi desaparecer en la trastienda y al poco regreso pertrechado de su uniforme oficial de invierno: el mismo abrigo, bufanda y sombrero que le recordaba desde nino. Bea solia decir que sospechaba que mi padre no se habia comprado ropa desde 1942 y todos los indicios apuntaban a que mi mujer estaba en lo cierto. Mientras se enfundaba los guantes, mi padre sonreia vagamente y en sus ojos se percibia aquel brillo casi infantil que solo conseguian arrancarle las grandes empresas. --Te dejo solo un rato --anuncio--. Voy a salir a hacer un recado. --?Puedo preguntar adonde vas? Mi padre me guino el ojo. --Es una sorpresa. Ya veras. Lo segui hasta la puerta y lo vi partir rumbo a la Puerta del Angel a paso firme, una figura mas en la marea gris de caminantes navegando por otro largo invierno de sombra y ceniza. 2 Aprovechando que me habia quedado solo decidi encender la radio para saborear algo de musica mientras reordenaba a mi gusto las colecciones de los estantes. Mi padre creia que tener la radio puesta en la libreria cuando habia clientes era de poco tono, y si la encendia en presencia de Fermin, este se lanzaba a canturrear saetas a lomos de cualquier melodia --o, peor aun, a bailar lo que el denominaba << ritmos sensuales del Caribe>> --, y a los pocos minutos me ponia los nervios de punta. Habida cuenta de aquellas dificultades practicas, habia llegado a la conclusion de que debia limitar mi goce de las ondas a aquellos raros momentos en que, aparte de mi y de varias decenas de miles de libros, no habia nadie mas en la tienda. Radio Barcelona emitia aquella manana una grabacion clandestina que un coleccionista habia hecho del magnifico concierto que el trompetista Louis Armstrong y su banda habian dado en el hotel Windsor Palace de la Diagonal tres Navidades atras. En las pausas publicitarias, el locutor se afanaba en etiquetar aquel sonido como llass y advertia que algunas de sus sincopas procaces podian no ser apropiadas para el consumo del oy ente nacional forjado en la tonadilla, el bolero y el incipiente movimiento ye-ye que dominaban las ondas del momento. Fermin solia decir que si don Isaac Albeniz hubiera nacido negro, el jazz se habria inventado en Camprodon, como las galletas en lata, y que, junto con aquellos sujetadores en punta que lucia su adorada Kim Novak en algunas de las peliculas que veiamos en el cine Femina en sesion matinal, aquel sonido era uno de los escasos logros de la humanidad en lo que llevabamos de siglo XX. No se lo iba a discutir. Deje pasar el resto de la manana entre la magia de aquella musica y el perfume de los libros, saboreando la serenidad y la satisfaccion que transmite el trabajo simple hecho a conciencia. Fermin se habia tomado la manana libre para, segun el, ultimar los preparativos de su boda con la Bernarda, prevista para principios de febrero. La primera vez que habia planteado el tema apenas dos semanas atras todos le habiamos dicho que se estaba precipitando y que con prisas no se llegaba a ninguna parte. Mi padre trato de convencerle para posponer el enlace por lo menos dos o tres meses argumentando que las bodas eran para el verano y el buen tiempo, pero Fermin habia insistido en mantener la fecha alegando que el, especimen curtido en el recio clima seco de las colinas extremenas, transpiraba profusamente llegado el estio de la costa mediterranea, a su juicio semitropical, y no veia de recibo celebrar sus nupcias con lamparones del tamano de torrijas en el sobaco. Yo empezaba a pensar que algo extrano tenia que estar sucediendo para que Fermin Romero de Torres, estandarte vivo de la resistencia civil contra la Santa Madre Iglesia, la banca y las buenas costumbres en aquella Espana de misa y NO-DO de los anos cincuenta, manifestase semejante urgencia en pasar por la vicaria. En su celo prematrimonial, habia llegado al extremo de hacer amistad con el nuevo parroco de la iglesia de Santa Ana, don Jacobo, un sacerdote burgales de ideario relajado y maneras de boxeador retirado al que habia contagiado su desmedida aficion por el domino. Fermin se batia con el en timbas historicas en el bar Almirall los domingos despues de misa, y el sacerdote reia de buena gana cuando mi amigo le preguntaba, entre copa y copa de aromas de Montserrat, si sabia a ciencia cierta si las monjas tenian muslos y si de tenerlos eran tan mollares y mordisqueables como venia el sospechando desde la adolescencia. --Va a conseguir usted que lo excomulguen --le reprendia mi padre--. Las monjas ni se miran ni se tocan. --Pero si el mosen es casi mas golfo que yo --protestaba Fermin--. Si no fuese por el uniforme... Andaba y o recordando aquella discusion y tarareando al son de la trompeta del maestro Armstrong cuando oi que la campanilla que habia sobre la puerta de la libreria emitia su tibio tintineo y levante la vista esperando encontrar a mi padre, que regresaba y a de su mision secreta, o a Fermin listo para incorporarse al turno de tarde. --Buenos dias --llego una voz, grave y quebrada, desde el umbral de la puerta. 3 Al contraluz de la calle, su silueta semejaba un tronco azotado por el viento. El visitante vestia un traje oscuro de corte anticuado y dibujaba una figura torva apoy ada en un baston. Dio un paso al frente, cojeando visiblemente. La claridad de la lamparilla que reposaba sobre el mostrador desvelo un rostro agrietado por el tiempo. El visitante me observo unos instantes, calibrandome sin prisa. Su mirada tenia algo de ave rapaz, paciente y calculadora. --?Es usted el senor Sempere? --Yo soy Daniel. El senor Sempere es mi padre, pero no esta en estos momentos. ?Puedo ayudarle en algo? El visitante ignoro mi pregunta y empezo a deambular por la libreria examinandolo todo palmo a palmo con un interes ray ano en la codicia. La cojera que le afligia hacia pensar que las lesiones que se ocultaban bajo aquellas ropas eran palabras may ores. --Recuerdos de la guerra --dijo el extrano, como si me hubiese leido el pensamiento. Lo segui con la mirada en la inspeccion de la libreria, sospechando donde iba a soltar anclas. Tal y como habia supuesto, el extrano se detuvo frente a la vitrina de ebano y cristal, reliquia fundacional de la libreria en su primera encarnacion alla por el ano 1888, cuando el tatarabuelo Sempere, entonces un joven que acababa de regresar de sus aventuras como indiano por tierras del Caribe, habia tomado prestado dinero para adquirir una antigua tienda de guantes y transformarla en una libreria. Aquella vitrina, plaza de honor de la tienda, era donde tradicionalmente guardabamos los ejemplares mas valiosos. El visitante se aproximo lo suficiente a ella como para que su aliento se dibujase en el cristal. Extrajo unos lentes que se llevo a los ojos y procedio a estudiar el contenido de la vitrina. Su ademan me recordo a una comadreja escudrinando los huevos recien puestos en un gallinero. --Bonita pieza --murmuro--. Debe de valer lo suy o. --Es una antiguedad familiar. May ormente tiene un valor sentimental -- repuse, incomodado por las apreciaciones y valoraciones de aquel peculiar cliente que parecia tasar con la mirada hasta el aire que respirabamos. Al rato guardo los lentes y hablo con un tono pausado. --Tengo entendido que trabaja con ustedes un caballero de reconocido ingenio. Como no respondi inmediatamente, se volvio y me dedico una de esas miradas que envejecen a quien las recibe. --Como ve, estoy solo. Quiza si el caballero me dice que titulo desea, con muchisimo gusto se lo buscare. El extrano esgrimio una sonrisa que parecia cualquier cosa menos amigable y asintio. --Veo que tienen ustedes un ejemplar de El conde de Montecristo en esa vitrina. No era el primer cliente que reparaba en aquella pieza. Le endose el discurso oficial que teniamos para tales ocasiones. --El caballero tiene muy buen ojo. Se trata de una edicion magnifica, numerada y con laminas de ilustraciones de Arthur Rackham, proveniente de la biblioteca personal de un gran coleccionista de Madrid. Es una pieza unica y catalogada. El visitante escucho con desinteres, centrando su atencion en la consistencia de los paneles de ebano de la estanteria y mostrando claramente que mis palabras le aburrian. --A mi todos los libros me parecen iguales, pero me gusta el azul de esa portada --replico con tono despreciativo--. Me lo quedare. En otras circunstancias hubiese dado un salto de alegria al poder colocar el que probablemente era el ejemplar mas caro que habia en toda la libreria, pero habia algo en la idea de que aquella edicion fuese a parar a manos de aquel personaje que me revolvia el estomago. Algo me decia que si aquel tomo abandonaba la libreria, nunca nadie iba a leer ni el primer parrafo. --Es una edicion muy costosa. Si el caballero lo desea le puedo mostrar otras ediciones de la misma obra en perfecto estado y a precios mas asequibles. Las gentes con el alma pequena siempre tratan de empequenecer a los demas y el extrano, que intui que hubiera podido ocultar la suya en la punta de un alfiler, me dedico su mas esforzada mirada de desden. --Y que tambien tienen la portada azul --anadi. Ignoro la impertinencia de mi ironia. --No, gracias. El que quiero es ese. El precio no me importa. Asenti a reganadientes y me dirigi hacia la vitrina. Extraje la llave y abri la puerta acristalada. Podia sentir los ojos del extrano clavados en mi espalda. --Todo lo bueno siempre esta bajo llave --comento por lo bajo. Tome el libro y suspire. --?Es coleccionista el caballero? --Podria decirse que si. Aunque no de libros. Me volvi con el ejemplar en la mano. --?Y que colecciona el senor? De nuevo, el extrano ignoro mi pregunta y extendio el brazo para que le entregase el libro. Tuve que resistir el impulso de regresar el libro a la vitrina y echar la llave. Mi padre no me habria perdonado que hubiese dejado pasar una venta asi con los tiempos que corrian. --El precio es de treinta y cinco pesetas --anuncie antes de tenderle el libro con la esperanza de que la cifra le hiciera cambiar de opinion. Asintio sin pestanear y extrajo un billete de cien pesetas del bolsillo de aquel traje que no debia de valer ni un duro. Me pregunte si no seria un billete falso. --Me temo que no tengo cambio para un billete tan grande, caballero. Le hubiese invitado a esperar un momento mientras corria al banco mas proximo a buscar cambio y, tambien, a asegurarme de que el billete era autentico, pero no queria dejarlo solo en la libreria. --No se preocupe. Es genuino. ?Sabe como puede asegurarse? El extrano alzo el billete al trasluz. --Observe la marca de agua. Y estas lineas. La textura... --?El caballero es un experto en falsificaciones? --Todo es falso en este mundo, joven. Todo menos el dinero. Me puso el billete en la mano y me cerro el puno sobre el, palmeandome los nudillos. --El cambio se lo dejo a cuenta para mi proxima visita --dijo. --Es mucho dinero, senor. Sesenta y cinco pesetas... --Calderilla. --En todo caso le hare un recibo. --Me fio de usted. El extrano examino el libro con un aire indiferente. --Se trata de un obsequio. Le voy a pedir que hagan ustedes la entrega en persona. Dude un instante. --En principio nosotros no hacemos envios, pero en este caso con mucho gusto realizaremos personalmente la entrega sin cargo alguno. ?Puedo preguntarle si es en la misma ciudad de Barcelona o...? --Es aqui mismo --dijo. La frialdad de su mirada parecia delatar anos de rabia y rencor. --?Desea el caballero incluir alguna dedicatoria o alguna nota personal antes de que lo envuelva? El visitante abrio el libro por la pagina del titulo con dificultad. Adverti entonces que su mano izquierda era postiza, una pieza de porcelana pintada. Extrajo una pluma estilografica y anoto unas palabras. Me devolvio el libro y se dio media vuelta. Lo observe mientras cojeaba hacia la puerta. --?Seria tan amable de indicarme el nombre y la direccion donde desea que hagamos la entrega? --pregunte. --Esta todo ahi --dijo, sin volver la vista atras. Abri el libro y busque la pagina con la inscripcion que el extrano habia dejado de su puno y letra: Oi entonces la campanilla de la entrada y, cuando mire, el extrano se habia marchado. Me apresure hasta la puerta y me asome a la calle. El visitante se alejaba cojeando, confundiendose entre las siluetas que atravesaban el velo de bruma azul que barria la calle Santa Ana. Iba a llamarlo, pero me mordi la lengua. Lo mas facil hubiera sido dejarlo marchar sin mas, pero el instinto y mi tradicional falta de prudencia y de sentido practico pudieron conmigo.

  • La Esencia – Mila Martinez de Mila Martinez

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    Durante la estancia de fin de semana en un complejo enologico, el grupo formado por cinco amigas muy dispares se ve envuelto en una peligrosa trama, que da comienzo cuando desaparece repentinamente una de ellas.

  • Vientos de guerra de Elena Garquin

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    Estados Unidos, 1861.
    La apacible existencia de Brianna Fallon en Boston cambia cuando se ve obligada a aceptar un empleo en el hogar de Wyatt Miller, el dueno de una de las plantaciones de algodon mas importantes de Atlanta. Un hombre oscuro, atractivo y enigmatico que despierta en ella emociones que no creia poseer, hasta el punto de poner a prueba su juramento mas sagrado.
    Para Wyatt, la presencia de Brianna supone encarar un pasado que intenta olvidar para enfrentarse a sus propias emociones y a una mujer llena de secretos que no puede manejar, pero que debe desentranar para salvar su vida, su corazon y su alma.
    Mientras ambos luchan por superar la atraccion que sienten, el inicio de una guerra que sacudira los cimientos del pais pondra a prueba la fortaleza de unos sentimientos que apenas han empezado a surgir.
    Cuando dos almas danadas se encuentran, estan destinadas a sanarse.
    Cuando dos corazones laten al unisono, deben luchar por mantenerse a flote.
    Cuando el viento habla el lenguaje de las armas, el amor puede ser la unica salvacion.

  • Go west, mutil de Alvaro Ordonez Iragorri

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    N CAPITULO 1 inguno de los alli reunidos podia imaginar que el edificio en el que se encontraban saltaria por los aires anos mas tarde. Es mas, nadie habria creido, si un nigromante se lo hubiera contado, que veintiseis anos despues seguiria en este mundo pensando en las toneladas de bombas, de todo tipo, que iban a convertir aquel lugar en uno de los sitios donde se perpetrara el primer gran bombardeo aereo de la Historia. Pero asi fue. Aunque, claro, que aquel vetusto edificio saltara por los aires no tuvo nada de particular. De hecho, todo el pueblo volo la manana del veintiseis de abril de 1937. La Legion Condor alemana fue la encargada de hacerlo desaparecer minuciosamente. !Guernica! En fin, como ya he mencionado, aquello sucedio muchos anos despues de la reunion que voy a describir y que tuvo lugar en la notaria. Casi un mes antes, don Fermin, el pasante del notario, dio un saltito sobre el cojin de terciopelo magenta sobre el que llevaban acomodadas dos horas sus posaderas. Se encontraba despachando todo tipo de papeleo, arrojando a una papelera dorada de rejilla las cuestiones que pudiesen abrumar a su patron, y acumulando en la gran mesa de caoba los asuntos sobre los que, a su leal saber y entender, valia la pena que se posasen los sabios y cansados ojos del Gran Hombre. El motivo por el que don Fermin pego aquel salto fue una de las cartas. La habia abierto desganadamente con un abrecartas de marfil, unica coqueteria que se habia permitido en mas de treinta anos de trabajo, y se encontro con algo extraordinario. Entre pasitos cortos y nerviosos, solicito permiso para traspasar el umbral del despacho de su jefe, el notario don Silvestre Ibarlucea y Zarraga, que, para el, era algo asi como Dios vestido de paisano. Don Fermin estaba como un flan. Se notaba en como se acentuaban sus pasitos cortos, su risita nerviosa y sus manitas apretadas contra los punos de celuloide. Y es que debia leer a don Silvestre aquella carta, una carta escrita por alguien a quien todos conocian, pero al que daban por muerto. Bueno, eso, los que lo recordaban. Espero Fermin a que don Silvestre terminara su cafe-cafe (no esa achicoria aguachinada que se trajinaba en el resto del pueblo) y diera un sorbito de conac-conac (no ese saltaparapetos) para leer el contenido de la misiva. Tan pronto como este levanto la vista del papel, Fermin lo miro como lo haria un ratoncito hipnotizado con el gato que lo ha descubierto. Atusose don Silvestre el bigote, estirose el chaleco de seda, pasose la mano por la leontina de oro con monedas, aclarose la garganta y proclamo: --!Valgame Dios! !Esto es prodigioso! --Dicho lo cual, se levanto haciendo crujir el cuero de su silla y provocando un nuevo respingo en Fermin, como si hubiera sonado un canonazo. --Me voy --dijo don Silvestre consultando su reloj Roscoff antes de agitarlo como una maraca y aplicarlo a su oido para sonreir mas tarde como una novicia recien casada con Dios. --?Adonde? --quiso saber el perrito, perdon..., el pasante. --!Adonde va a ser, alma de cantaro! A hacer exactamente lo que nos han encomendado. !A hacer correr la noticia por ahi! --proclamo. Volvio a atusarse el bigote, a estirarse el chaleco, a pasarse la mano por la leontina y aclararse la garganta. Pero esa vez, ademas, echo mano del leviton de terciopelo negro que estaba colgado del perchero de nogal castellano. No llego a ponerselo por si mismo porque, en menos que canta un gallo, el servil don Fermin se lo ayudo a calzar y ajustar y, de no se sabe donde, saco un cepillo. De un par de rapidas cepilladas, dejo al notario mas bonito que un san Luis. Salieron juntos del despacho y avanzaron por el largo pasillo que daba a la puerta de la calle, no sin antes haber saludado a sus empleados, que, solicitos, devolvian el saludo casi sin levantar la vista de sus respectivos escritorios. Cuando don Fermin le entrego a su dueno la chistera y el baston a la velocidad del rayo, observo consternado una motita en el hombro de ese gran hombre que era don Silvestre, de modo que le pidio permiso para quitarsela, se la limpio y respiro aliviado. Salio el notario, cerro el pasante la puerta. En ese momento, don Fermin alzo la vista al cielo, que, en este caso, era de estuco de yeso con hojas de acanto, y exclamo, juntando las manos como si orase: --!Gracias, Dios mio, por haber puesto en mi vida a este benefactor de la Humanidad! Entonces bajo la cabeza con tal fuerza que su ojo izquierdo, de cristal (y de segunda mano) cayo en la alfombra rodando. !A ver quien lo encontraba en esa pradera de lana! Cualquiera que haya visto las peliculas del gran John Ford, por poner solo un ejemplo, se habra hecho una idea de lo que son los grandes espacios abiertos. Una nube aqui y otra alla, como para hacer bonito; la tierra calcinada bajo un sol opresivo; la serpiente de cascabel saliendo de una roca y refugiandose rauda en otra; el saguaro..., en fin, la iconografia clasica de la leyenda del Far West. Todos tenemos esas imagenes en la cabeza. Pero los cuatro desgraciados que cruzaban el desierto de Nevada, no. Y no las tenian por la sencilla razon de que no habian visto una pelicula en su vida. Habian llegado desde muy lejos, desde la otra parte del mundo, y en esa parte del mundo no habia cinematografo, ni nadie conocia a los hermanos Lumiere. Donde se encontraban en esos momentos, faltaban muchos anos para que alguien conociese las hazanas de Tom Mix. Estaban agotados porque venian huyendo de sus amos. ?De sus amos? ?Pero no habian ganado los yanquis la Guerra de Secesion? !Ahi esta la almendra del asunto! Esos cuatro pobres diablos estaban pasandoselas canutas a diez mil kilometros de sus casas precisamente porque Abraham Lincoln habia abolido la esclavitud. Sus perseguidores se habian retirado. Y se habian retirado porque sabian lo que era bueno. Se estaban adentrando en territorio indio. Casi todo lo que se cuenta de los indios es verdad. Casi todo. Son silenciosos, son sinuosos, son invisibles, son peligrosos. Son crueles y estan espoleados por el natural odio hacia quien ocupa una casa sin haber sido invitado. Casi todo lo que se cuenta. Hay algo que me cuesta aceptar, !las senales de humo! ?Como seres tan silenciosos y discretos, tanto que fue la guerra de guerrillas su principal arma, eran capaces de realizar senales en el impoluto cielo de Nevada, que podian ser vistas a kilometros de distancia? En fin. En todo caso, en el momento que estoy narrando no habia ninguna senal en el cielo que anunciase nada, a no ser una muerte lenta por deshidratacion. Ya ni siquiera hablaban entre ellos. Al principio, cuando se percataron de que sus perseguidores habian desistido, se abrazaron y dieron saltos de alegria, pero de eso hacia horas. Tenian las caras llenas de pustulas; las mejillas, hirsutas; y la boca, llena de una indescriptible pasta que algunos optimistas podrian describir como saliva. Uno de ellos se puso a llorar desesperado, pero de sus ojos no brotaba nada; las lagrimas se evaporaban antes de aparecer. Por fin se sentaron en ese roquedal lunar que es el suelo del desierto de Nevada. Tres lo hicieron en el propio suelo; el cuarto, que se llamaba Martin y era de Elanchove, lo hizo sobre una gran piedra redonda y anaranjada, pero se levanto como una flecha entre aullidos, agarrandose las nalgas con las dos manos. La piedra estaba al rojo vivo. Nada mas ponerse en pie, una fuerza inmensa como la mano de un dios, volvio a sentarlo en la piedra, que ya ni quemaba ni nada. Hace un momento he mencionado la palabra <>. Pues bien, el bueno de Martin tenia tres en el cuerpo. Repartalas el amable lector por donde buenamente quiera. Corrio como un pollo sin cabeza, esa vez sin aullar ni gritar, hasta que Nuestro Senor corto la cuerda que le unia a la vida y cayo al suelo como una marioneta sin dueno. Los otros tres companeros, a pesar de los cerca de sesenta grados a la sombra que parecian a punto de reventar las piedras, temblaban como hojas en medio de un monzon y se pusieron a rezar. ?Que otra cosa iban a hacer? Se sentian estafados, utilizados y explotados. Los habian enganado en Guernica, los habian estafado en Nueva York y los habian utilizado en Winnemucca, Nevada. !Por sus propios paisanos! Y eso les daba rabia y mucha pena. Hasta que unas cuantas flechas los despenaron.

  • Mister Mayfair de Louise Bay

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    BECK --Kevin Bacon es un capullo --dije mientras devolvia la pequena pelota de goma negra con la raqueta. Dexter se aparto a un lado al ver que la bola iba derecha a sus partes. --?Que te ha hecho? --Eso de los seis grados de separacion es una gilipollez. --?Que? --pregunto Dexter, jadeando. Le estaba dando una paliza, y sabia que eso tenia que herir su delicado ego. Sin duda, atribuiria su derrota a la lesion de esqui de la que todavia se quejaba. Desde mi punto de vista, cualquiera que se dedicara a esquiar se merecia todas las secuelas que sufriera: bajar a toda velocidad con unas planchas metalicas en los pies solo podia acabar de una manera. --Ya sabes, esa idea de que todos los habitantes del planeta estan a seis personas de distancia. Asi que un amigo de un amigo de... --No puedes culpar de eso a Kevin Bacon. No es que lo haya inventado el -- protesto Dexter antes de sacar. --De acuerdo, vale; si te vas a poner tiquismiquis, Frigyes Karinthy es una gran mierda. --No se si me estas insultando o estas hablando en ucraniano. --Es hungaro --respondi, secandome la frente con la manga. Yo no media el ejercicio por las calorias quemadas ni por el tiempo que pasaba en el gimnasio, sino por la cantidad de sudor. Alguien deberia desarrollar una maquina para medir la transpiracion; pagaria lo que costara. En lo que a mi respectaba, el esfuerzo era lo que siempre daba los mejores resultados--. Es el responsable de esa teoria de mierda. Lo busque en Wikipedia. --Joder --escupio mientras la pelota impactaba en la pared de yeso por debajo de la linea roja, lo que me dio la victoria que esperaba desde que pisamos la pista. Dexter solo perdia al squash cuando tenia problemas con los negocios, asi que no iba a recrearme en mi victoria. --Ya, lo entiendo. ?Que te ha pasado? Me agache para coger la bola que habia salido fuera y que rodaba hacia mi. --Esa teoria es erronea. He tocado a cada uno de mis contactos y no logro llegar a Henry Dawnay. --?Sigues intentando conseguir una reunion con ese viejo rico? --Dexter sonrio, como si mi fracaso en los negocios pudiera compensar su patetica actuacion en la pista de squash--. Puede que tengas que olvidarlo. --Henry Dawnay no es solo un viejo rico. Es el viejo rico que se interpone entre nueve millones y medio de libras y yo. Y no voy a renunciar a esa cantidad de dinero. He probado con todos mis contactos y no he obtenido nada. Pensaba que alguno de vosotros tendria algun tipo de conexion con el. ?De que me sirve rodearme de amigos ricos que han alcanzado el exito si no me ayudais en mis propositos? --?No te ayudamos? ?Te refieres a tus cinco mejores amigos, los que atravesariamos el fuego por ti? Sabia que estaba bromeando con la misma seguridad con la que sabia que el United iba a ganar la liga. El hecho de que los chicos con los que habia forjado una buena amistad de adolescentes fueran ricos y tuvieran exito habia sido simplemente una circunstancia del azar. Sus trabajos no eran lo importante; eran los mejores hombres que conocia ademas de mi propio padre. Y atravesaria el fuego por ellos igual que ellos lo harian por mi. Pero eso no significaba que no pudiera quejarme de la circunstancia de que ninguno hubiera sido capaz de conseguirme una cita con Henry Dawnay, aunque eso me hiciera parecer el imbecil malhumorado que Dexter siempre me acusaba de ser. Puse los ojos en blanco y senale los vestuarios con un gesto de cabeza. Necesitaba una ducha, y luego pensaria un plan. --No necesito que nadie atraviese el fuego por mi: solo necesito que alguien me presente al hombre que posee la propiedad que se interpone entre diez millones de libras y yo. --Acabas de decir que eran nueve y medio. --?Te he dicho ya que eres un conazo? --Un par de veces --afirmo Dexter, empujando la puerta del vestuario--. Mira, si no puedes lograr que te lo presente alguien que conoces, ?por que no lo localizas, te haces el encontradizo con el y te presentas tu mismo? Le lance una mirada de fingido agradecimiento ante aquel consejo paternalista. --Ya lo he hecho. El mes pasado en el vestibulo del Dorchester. Me estrecho la mano, y se esfumo sin pararse a preguntar mi nombre. Dexter hizo una mueca, y con razon. Habia sido humillante. Me habia sentido como un nino de nueve anos con ganas de conocer a Cristiano Ronaldo. Abri la puerta de mi taquilla y saque el movil para ver los mensajes. Habia dos llamadas perdidas de Danielle. Mierda. Otra cosa mas con la que tenia que lidiar. --He logrado acceder a su agenda, asi que... --?Como cono lo has conseguido? --No preguntes. Es mejor que no sepas nada para no acabar en la carcel. -- Estaba seguro de que habia infringido varias leyes britanicas y un par de acuerdos internacionales al obtener esa informacion. Confiaba en que valiera la pena. --Bueno, espero que Joshua y tu termineis en la carcel. Ignore aquella suposicion de que otro de nuestros hermanos de armas, Joshua, estaba involucrado, porque era algo evidente: a Joshua le gustaba hackear agencias gubernamentales por diversion. Los demas jugabamos al squash. --Estoy bien conectado; se podria decir que soy poderoso en los circulos inmobiliarios. Tengo dinero y recursos. Por el amor de Dios, si hasta conozco la marca de papel higienico que utiliza ese tipo... Pero, al parecer, nada de eso es suficiente para obtener una reunion con el. --Pense que la situacion seria muy diferente si en mi partida de nacimiento figurara el nombre de mi padre biologico. --Tienes que calmarte y buscar una solucion. --Que buen consejo... --murmure mientras revisaba mis correos. Uno era de Joshua, y en el me enviaba el itinerario y la agenda de Henry durante los dos proximos meses. Me desplome en el banco del vestuario y abri el archivo adjunto, esperando encontrar que por fin habia organizado una comida o una reunion con alguien conocido. Pero no. Nada. Aunque habia una semana bloqueada. ?Se iba de vacaciones? --Este es el tipo al que quieres comprar ese edificio de Mayfair, ?verdad? --Si. Soy el dueno de todas las demas propiedades de la manzana salvo de esa, la mas deteriorada de todas, y no ha hecho nada con ella. Esta desocupada, y es ideal para llevar a cabo un plan de recuperacion conjunto; de hecho, es ideal para que sea yo el que se encargue de todo. --Era un edificio que me obsesionaba desde que tenia uso de razon. --Mira, en el peor de los casos, puedes trabajar en los de alrededor... Negue con la cabeza. --Yo no trabajo alrededor de las cosas. Yo meto a las cosas una bola de demolicion. Habia hecho numeros. No obtendria beneficios si no incluia el edificio de Henry, y no aceptaba sufrir perdidas. Y, de todos modos, no se trataba solo del dinero. Era el edificio en el que vivia mi madre cuando descubrio que estaba embarazada de mi. Era el edificio del que desalojaron a mi madre en cuanto su novio --dueno del edificio y mi padre biologico-- se entero de que estaba embarazada. Cuando el murio, lo habia heredado un primo lejano, y desde que mi madre me conto toda la historia cuando yo era adolescente, me habia obsesionado con comprar ese edificio. Tal vez pensaba que si lo poseia --aunque deberia haberlo heredado--, se haria cierta justicia poetica. Entonces podria derribarlo y empezar de nuevo. Reescribiria la historia. Estudie el documento que Joshua me habia enviado. ?Por que Henry tenia bloqueada una semana? Ese hombre no se tomaba vacaciones nunca. Estudie el horario con mas atencion; la unica referencia en toda la semana era <>. Introduje las siglas en el buscador del telefono. ?Que podia significar <>? Mientras me desplazaba por los resultados, supe que una tienda de muebles en Wigan o un DJ americano no podian ser relevantes. Henry no solo tenia dinero, sino que ademas poseia un titulo, era conde o algo asi, aunque no parecia utilizarlo. Estaba bastante seguro de que no compraba en Wigan ni contrataba DJS para entretenerse. Cambie de pantalla y, justo cuando iba a llamar a Joshua para intentar obtener mas informacion, aparecio otro correo suyo con un archivo adjunto. Cuando lo abri, lo primero en lo que me fije fue en la fecha de la semana de M&K. Se trataba de una invitacion de boda electronica. Al parecer, Joshua habia sentido tanta curiosidad como yo. ?Una boda que duraba una semana entera? ?Es que esa gente y sus allegados no tenian que trabajar? M de Matthew y K de Karen; los novios. Introduje sus nombres en Google. No los conocia ni el Tato, pero no era ninguna sorpresa. Parecian el tipo de personas que se habian criado en un campo de croquet: Matthew era el tipico tio que usaba americana deportiva y canotier. Yo no sabia en que se diferenciaban los antiguos alumnos de Eton y los ricos herederos de la mayoria de los seres humanos normales, pero habia algo en ellos que los distinguia. Debia de ser por el pelo alborotado o el aire de superioridad con el que se movian. Una boda de la jet set seria la circunstancia perfecta para que pudiera acercarme a Henry. Se encontraria relajado y de buen humor por pasar tiempo con su gente. Claro, que su gente no era mi gente... Mi dinero era tan nuevo como un amanecer, y eso me dejaba fuera de la lista de invitados de esa boda; me dejaba en la calle, al final de la lista de llamadas telefonicas no devueltas y sin poder acercarme a Henry Dawnay. --Hablando de bolas de demolicion: ?como te va con Danielle? ?Has conseguido ya poner fin a esa relacion? --pregunto Dexter, arrancandome de mi obsesion por Henry. Levante la vista el movil. --?Que? Bien. --No estaba seguro de que nada fuera bien. Nos habiamos enfadado otra vez. En la ultima conversacion que habiamos mantenido una noche mientras cenabamos, ella habia empezado a hablar de llevar la relacion a un nivel mas profundo. Pero a mi me gustaba lo superficial: cenar un par de veces a la semana y luego <>. No tenia tiempo para nada mas. El resto de mi existencia lo dedicaba a trabajar, a pensar en el proximo negocio, a buscar nuevas oportunidades y a resolver los problemas actuales. En mi vida no quedaba hueco para nadie mas que mis cinco amigos. Por mucho que eso me hiciera parecer idiota, las mujeres solo eran importantes en un sentido generico; una sola mujer en particular no era importante. Asi que durante los ultimos meses habia sido Danielle. Antes de ella fue Juliet, y a finales de verano seria otra. Pero debia devolver las llamadas a Danielle. Habia estado ocupado, y todo ese asunto de Henry me estaba afectando demasiado. --?Cuando fue la ultima vez que la llevaste a cenar? ?O que mantuviste una conversacion con ella fuera del dormitorio? --Dios, ?ahora eres psicologo? --El sentimiento de culpabilidad me hacia sentir mal, y mantuve la mirada clavada en el telefono. Habia cancelado una cena el sabado otra vez; ella se habia enfadado, asi que le habia dado algo de tiempo. Sin embargo, ya estabamos a jueves. Mierda. Deberia haberla llamado ya. Y si se lo decia a Dexter, me diria que era idiota. No era que lo hubiera planeado asi; solo me habia centrado en todos los demas asuntos que me traia entre manos, y de alguna manera me habia olvidado de Danielle. Cambie de pantalla y me puse a escuchar mi buzon de voz para comprobar su tono y ver si seguia de un humor de perros. Borre al instante los tres mensajes en los que se limitaba a decir <> en tono seco. En el cuarto su mensaje era un <>. El quinto volvia a ser <>, pero sonaba mas tranquila, mas relajada. Perfecto... Tal y como esperaba. Pero el sexto mensaje de voz me pillo desprevenido. O tal vez no. Tuve que escuchar sin decir palabra como me dejaba, en tono resignado y con palabras cortantes. --?Estas bien? --pregunto Dexter, estudiando mi expresion. Apague el aparato. --Si. Soy un egoista, un adicto al trabajo. Y el exnovio de Danielle Fisher. Por segunda vez esa manana, recibi una merecida mueca reprobatoria de Dexter. Me encogi de hombros, como si no pudiera evitarlo; como si no fuera del todo culpa mia. --Deberia haberla llamado antes. Dexter asintio mientras se ponia una toalla alrededor de la cintura. --Si, deberias haberlo hecho. Claro, que, si fuera la mujer adecuada para ti, no te olvidarias de llamarla. Ni evitarias oir sus mensajes. Querrias hablar con ella. --?Y que cono sabes tu de salir con la mujer adecuada? --Algo se... --se limito a decir. --Pero no es Stacey --dije, refiriendome a la mujer con la que actualmente compartia la cama. --No, no es Stacey. Que yo haya metido la pata con la mujer adecuada no significa que tu tengas que hacerlo tambien. Aprende de mis errores. Puse los ojos en blanco y volvi a abrir el correo electronico de Joshua. --La proxima vez que vea a Stacey, me asegurare de mencionarle que solo es una interina en tu cama. --No seas idiota. --El que lo dice lo es... --respondi. Estaba siendo idiota. Danielle habia sonado algo resignada, como si yo no hubiera estado a la altura de sus expectativas, y eso me habia dolido. Era el tono que habia utilizado mi tutora del instituto cuando le dije que no tenia intencion de ir a la universidad. Sacaba buenas notas, pero no me interesaba seguir estudiando. No encajaba en ese mundo, queria empezar a ganar dinero. Dudaba mucho que mi tutora usara el mismo tono conmigo si me la encontrara en la actualidad. Esa mujer habia pensado que era un vago, pero se trataba justo de lo contrario. La universidad estaba bien para gente como Henry, o para Matthew y Karen, fueran quienes fueran; yo tenia cosas mejores que hacer. Necesitaba ganar una fortuna cuanto antes. Sin embargo, por muy rico que hubiera llegado a ser, seguia sin poder entrar en los circulos en los que se movia Henry Dawnay. Bien, pues eso tenia que cambiar. Tenia que encontrar la manera de conseguir una invitacion a la boda del ano.

  • Dia de San Valentin de. 3 de Lisa Aidan de

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    Hacia unos ocho anos que Sandra compartia piso con la siempre delgada Silvia, de ojos pardos casi como el pelaje de un oso, su estomago bien podria ser el de uno porque por mas que comiera, y no era de las que tenian miramientos por las calorias, siempre permanecia en el mismo rango de peso, y con Marta, la amiga alta y rubia del grupo, esa a la que nada mas pisar una discoteca, el resto de mujeres odiaba automaticamente. Las dos eran modelos y actrices cuyas carreras habia dado una buena vuelta de tuerca durante el ano anterior. Decidieron viajar juntas a varios castings en otros paises de Europa y se apuntaron en agencias de modelos internacionales, dentro y fuera de Espana, sus agendas empezaron a llenarse poco a poco, mas que antes, con trabajos mejor remunerados. Claro que, desde entonces tambien debian viajar mas. Andrea, otra de sus amigas y a la que parecian haber adoptado pues pasaba mas tiempo alli que en su casa, tambien habia visto como la vida empezaba a sonreirle de nuevo los pasados meses. Encontro trabajo de lo suyo, era disenadora grafica; al principio fue algo temporal, pero luego empezaron a llamarla de anteriores trabajos para que realizara tareas aqui y alla, los clientes que pedian sus servicios cada vez eran mas importantes y termino fichando por una empresa extranjera que pagaba la mar de bien. Y no tenia que desplazarse por lo que acabo instalando oficialmente un despacho en su casa. Habia vuelto a cambiar su color de cabello, ahora lo llevaba morado claro con mechas rosas y violetas, mas oscuras conforme se aproximaban a la raiz, y como aquel color conjuntaba con sus ojos azules, habia dejado de usar las lentillas. Al menos durante un tiempo. O eso decia ella. Con Becca triunfando como autora de exito internacional en Estados Unidos, su grupo parecia pasar por un bache separacional importante. Esta bien, de acuerdo, aquella palabra no existia, pero deberia. Sandra sentia el vacio de sus amigas cada dia, mientras en su trabajo todo se mantenia exactamente igual. Era administrativa en un bufete de abogados y eso estaba bien, era un trabajo fijo, estable, seguro y todo eso pero sin ningun aliciente. Y la falta de las locas de sus amigas alrededor, encerradas en sus propias burbujas laborales, hacia tiempo que habia creado un hueco en su vida muy dificil de rellenar. La primera en volar fue Rebecca, le siguieron las modelos Marta y Silvia y lo de Andrea fue algo mas paulatino pero ella… permanecia alli, estancada, anclada a su vida de nueve a seis. Al lado del suyo, cualquier trabajo parecia mas emocionante. La separacion de su grupo, momentanea, se repitio, le habia hecho pensar y darse cuenta de algunas cosas; en primer lugar: de lo mucho que dependia de sus amigas para casi todo. Desde hacer las compras, pensando en sus preferencias, a encargar comida a domicilio o ir de tiendas. Estaba muy sola tambien, eso era algo a lo que, hasta entonces, no presto ni la mas minima atencion, no le habia dado importancia siquiera. Si tuviera un novio, al menos podria compartir sus cosas, sus secretos, suenos y trivialidades con alguien mas aparte de las chicas. Su vida junto a ellas tenia todos los condimentos que echaba de menos; sin ellas, era monotona y sin chispa. --Sandra, ?acudiras a la fiesta de la oficina este ano? --?Eh? ?Que fiesta? --La de San Valentin, mujer. Ya sabes que al nuevo jefe le agrada mantener las tradiciones de su otra sucursal y hermanarlas de ese modo. Dicen que este ano sera mejor que la del ano anterior. Era cierto, ese habia sido un cambio. Hacia cinco anos los puestos de trabajo de todos en la oficina pendieron de un hilo al conocer que un grupo extranjero queria comprar la empresa para la que trabajaba. Sus anteriores jefes cogieron la pasta y, como ella predijo, salieron corriendo sin echar la vista atras ni mirar por sus trabajadores. Por suerte, el nuevo dueno cubrio sus pagas extras, a pesar de no tener necesidad alguna de hacerlo. Desde ese momento se convirtio en el heroe trajeado de cada persona del despacho. Lo idolatraban aunque no lo hubieran visto nunca. De hecho lo unico que hizo fue traer a un director de su sucursal en Atlanta. ?Que llevaba a un hombre, un abogado, rico de Atlanta a comprar una empresa mediana de abogados? Era un misterio que estuvo en boca de todos mucho tiempo, pero en la actualidad nadie se lo cuestionaba. Bajo la tutela del nuevo director, habian crecido e incluso aumentaron la plantilla y el numero de clientes. Algo debian estar haciendo muy bien. Con todo, por mucho que eso hubiera sucedido cinco anos atras, sus companeros de oficina lo seguian llamando: El nuevo jefe. Y ahora llegaba de nuevo esa fecha del ano en que todos los trabajadores estaban invitados a una fiesta el dia de San Valentin. Sandra solia escaquearse de asistir y lo celebraba con las chicas, saliendo a tomar algo o quedandose en casa para ver una maraton de peliculas romanticas con litros de helado y panuelos. Pero ese ano… Ni siquiera sabia cuando volveria a verlas de nuevo. --Lo pensare. --Ah, es verdad. Seguro que tus amigas y tu salis a quemar la ciudad esa noche --repuso Adela, su companera mas veterana, una mujer de casi cincuenta anos con uno de los espiritus mas jovenes que habia conocido. --En realidad todavia no lo… sabemos. Se dio cuenta a tiempo de que si decia de buenas a primeras que no tenia plan alguno, era muy posible que se viera arrastrada en contra de su voluntad a la fiesta de la empresa y no queria verse en ese brete, por lo que reacciono a tiempo decorando un poco su respuesta tras un momento de duda. --Esta bien, estaria muy bien que vinieras. Asi podrias asistir por primera vez, creo que eres la unica de toda la oficina que no ha ido nunca. --No sera para tanto… Lo cierto era que toda la oficina hablaba y especulaba acerca de la fiesta. Era algo continuo, el tema de conversacion favorito de sus companeros, aunque ella no era capaz de inmiscuirse en toda aquella excitacion y dicha, mucho menos desde que era consciente de cuan insignificante e insulsa era su vida. Ya en casa el catorce por la tarde, habia hecho una compra de varios litros de helado y busco en la television de pago algunas peliculas para ver mas tarde. No pensaba salir. Decidio que lo mejor seria rebozarse un poco en su patetico dolor y en su soledad. Si pensaba en ello no era la unica que tendria un dia de los enamorados de pena. Rebecca habia llamado, se dirigia a Italia para una reunion de trabajo con su agente que ya la esperaba alli. Si habia algo peor que estar solo, era tener pareja y estar cada uno en una parte del planeta pasando aquel dia, dedicado al amor, separados por miles de kilometros como le ocurria a su mejor amiga. En pijama, escogio uno de los sabores de helado y se tiro en el sofa dispuesta a dejar pasar el resto del maldito dia. Se sentia empachada del dichoso Valentin. Su empresa hacia una semana que estaba decorada con corazoncitos y querubines aqui y alla. El telefono sono, detuvo la pelicula pulsando el boton de pausa, clavo la cuchara en el helado de vainilla con cookies que estaba comiendo como si fuera la Bridget Jones espanola y respondio sin muchas ganas. --!Sandy! Que la reunion era una tapadera. !Craig acaba de pedirme que me case con el! --!No jodas! --Se compincho con Astrid para sorprenderme. Ay, Sandra, soy muy feliz ahora mismo. --Se nota, cielo. Me alegro mucho por ti. Disfruta. Aquello era grande, muy grande. ?Que tio movia medio mundo para pedir la mano de una mujer? Pues uno verdaderamente enamorado.

  • Un misterio en Toledo de Anne Perry

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    La apasionante nueva novela de Perry protagonizada por Charlotte y Thomas Pitt nos invita a regresar al Londres victoriano, donde la codicia y la ambicion nunca duermen y las pasiones a veces se desbocan.

  • Un juego muy peligroso 3 de Norah Carter, Monika Hoff, Patrick Norton

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    No, no me lo podia creer. Sola en esa celda, con esa chica que, gracias a Dios, se la llevaron rapido. Mi cabeza iba a reventar. Ahora tenia que esperar ahi a pasar a disposicion del juez. La noche era un calvario. Por un lado, odiaba a Ethan con todas mis fuerzas. Por otro, pensaba que era un sueno. Esa cama fria me daba asco, era incapaz de acostarme sobre ella. Pase toda la noche en el suelo sentada, lloraba sin consuelo, no se me quitaba de la mente la imagen de mi padre derrumbado. Era un dolor muy grande. Por la manana, escuche que venian hacia la celda. De repente, aparecio Bruno y me derrumbe. Era incapaz de recriminar nada. Solo queria respuestas. --Bruno ?Tu eres comisario de verdad? -- dije mientras el abria la celda con un policia nacional y yo me agarraba a los barrotes desesperada esperando respuesta. --Soy el jefe de Narcoticos, del departamento antidroga -- dijo mientras terminaba de abrir la puerta y me cogia para abrazarme. -- ?Que esta pasando Bruno? ?Por que me dijo que era juez? ?Por que lo acusan de narco? -- pregunte desesperada agarrando su camisa. --Escuchame, Maika. Vamos ante el juez. Tengo en mi poder el contrato que firmaste con Ethan para estar un ano trabajando con el. Tambien me dio tu amigo Marcelo todos los papeles de tu vida laboral. Avise a tu abogado y me he reunido con el. Quiero sacarte de esto hoy mismo. Vamos para el juzgado y di toda tu verdad, que te enamoraste de el y lo que te conto. Hazme caso, no digas nada que no sea eso. --Entonces... ?Es verdad lo que el me conto y que ahora lo estan metiendo en otro lio? --No, no es verdad lo que te conto, pero tampoco es un narcotraficante exactamente. Es muy dificil de explicar. Prefiero que lo haga el, ahora vamos primero a intentar sacarte de esto. --No entiendo nada -- dije siguiendolo mientras el pedia al policia que no me esposara. --No te lo digo mas, centrate en ti, deja que te saquemos de esta y ya hablaremos. Entenderas muchas cosas. --Bruno, lo odio -- dije metiendome en el coche. --Lo se, pero yo lo quiero como un hermano. Confio en el mas que en nadie en este mundo y creeme... lo apoyo. --Y a ti ?Por que no te han detenido? --Contra mi no tienen nada. Estoy ayudando en la investigacion. --Sigo sin entender nada. --Bueno, prometo que, si sales libre por esa puerta, quedo contigo y te cuento todo, luego tu decides si ver a Ethan o no. --No lo quiero ver, esto no se lo perdono y si no salgo del juzgado, dile de mi parte, que ojala se muera -- mis palabras estaban llenas de rabia cuando solte aquello por mi boca. Bruno ya no dijo nada. Callamos durante el resto del trayecto hacia los juzgados. El coche se detuvo despues de media hora y unos agentes que me iban a escoltar abrieron la puerta del coche para que bajara. Bruno no me acompano. Lo mire desde afuera y su rostro transmitia confianza. Pero yo me estaba sintiendo como si fuese una asesina, como si fuese una delincuente muy peligrosa a la que llevan anos persiguiendo. Y yo no era mas que una estudiante fracasada, una dependienta de una tienda de ropa, de esas tiendas que hay a miles en cualquier lugar del mundo. Ahora estaba alli, en un juzgado. Seria condenada por una serie de delitos que yo ni siquiera conocia. Quiza me habian involucrado en una serie de acciones criminales de las que yo no era consciente. Joder, yo no hice nada malo. Yo no apunte con un arma a nadie. Ni amenace, ni chantajee. Solamente me enamore de un tipo que me dijo que era juez. De un hombre que quiso ser amable y generoso conmigo. Cierto es que su personalidad a veces era cambiante y existia la sospecha de que me ocultaba algo. Pero, ?narcotraficante? No daba credito. !Que cojones estaba pasando con ese hombre y que demonios estaba pasando conmigo! Senti la humillacion. Obedecia y arrastraba los pies como una automata. No sabia que iba a ser de mi vida. Pero se me paraba el corazon con solo pensar que podia acabar en una celda, teniendo como companera a una asesina o a cualquier mujer violenta. Temblaba con el hecho de que podia pasar el resto de mi juventud entre rejas. No. No podia ser verdad.

  • El mundo hasta ayer de Jared Diamond

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    El ganador del premio Pulitzer, autor de los best sellers Colapso y Armas, germenes y acerovuelve al pasado en busca de un futuro mejor.

  • El aprendiz del tejedor de Cristina Palacio

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    Ano 1535. Escalonilla es un pueblo perdido en la meseta castellana, similar a cualquier otro, con su iglesia y su fuente, su cura y su alcalde, sus viejos tomando el sol en la plaza, sus mujeres con el cantaro en la cadera y sus ninos jugando.
    Se acerca el dia de Navidad y la fecha de elegir los nuevos cargos municipales.
    Una noche de tormenta, un asesinato, un testigo.
    ?Que oculta un pueblo que parecia tan inocente?

  • Cuando vuelvas a mi de Tania Sexton

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    Cuando el duque de Allthon descubre a esa preciosa muchacha en una de las salas de su casa de Edimburgo, se le hace la boca agua. Se pregunta quien sera, que hace alli y, sobre todo, a quien pertenece. No tarda ni un segundo en coquetear con ella y quedar hechizado por el candor que desprende. Pero, cuando a los pocos minutos aparece su sobrino y la presenta como su esposa, el duque cambia por completo.
    William tendria que haberse casado con la cunada del duque, como estaba acordado, no con una extranjera, que habla un ingles deplorable y que, para colmo, no es aristocrata. En que demonios estaba pensando William trayendo a... a... ese bocadito precioso, a… esa nina bellisima.
    Pese a su desacuerdo, acepto. No ordeno anular aquel matrimonio pues, aunque el no lo supiera, Rosalia ya se le habia metido en la piel. Ya estaba horadando el camino hacia su corazon.
    Cuando ella se da cuenta de que la relacion con su reciente marido no es como esperaba, conoce al duque, y es entonces cuando descubre la realidad de la pasion, el poder de lo prohibido y las encrucijadas de la vida.

  • Se acerca el invierno de Jesus Nieto Quintana

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    <>, <> o <> son algunas de las frases que han pasado de la serie Juego de Tronos a la cultura popular. Pero ?que hay detras de ellas mas alla de lo puramente televisivo para que tengan tanta repercusion y las utilicen millones de personas en los cinco continentes, seguidoras o no de la serie?

  • El amanecer de tu sonrisa de Inma Cerezo

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    Un ranchero empenado en olvidar.

  • La infancia de los dictadores de Veronique Chalmet

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    Joseph, Francisco, Muamar, Idi, Saloth... ?Quien sospecharia que detras de estos nombres anodinos se ocultan algunos de los dictadores mas perversos que ha conocido el siglo XX? La mancha roja que dejaron en los libros de historia nos hizo olvidar que Stalin, Franco, Gadafi, Amin Dada o Pol Pot, antes de transformarse en tiranos, alguna vez fueron ninos.

  • Noches de vendaval de Taylor S

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    Cada noche tocabamos el cielo, mientras las estrellas celosas de las palabras que jamas les dirigirian; nos observaban con sigilo esperando el momento en que pudieran transformar la noche en dia y asi romper aquel hechizo.

  • Vision binocular de Edith Pearlman

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    Edith Pearlman fue hasta hace poco una desconocida para el grueso de los lectores, pese a que a sus ochenta y un anos ha escrito unos doscientos cincuenta cuentos que han visto la luz en revistas y se han reunido en varios libros publicados a partir de 1996 en pequenas editoriales. Todo empezo a cambiar con la aparicion de Vision binocular, antologia con treinta y cuatro de sus mejores piezas que ayudo a darla a conocer en Estados Unidos y Europa y recibio una larga lista de premios, entre los que destaca el prestigioso National Book Critics Circle Award.
    Los cuentos de Pearlman son una prodigiosa combinacion de sutileza, elegancia, ironia y deslumbrante capacidad de exploracion de los sentimientos y conflictos humanos. Su hondura psicologica y riqueza de matices los convierte en inagotables. En el prologo, Ann Patchett, que compara a la autora con Updike y Alice Munro, dice: <>
    Buena parte de los relatos aqui reunidos estan situados en Estados Unidos, pero los hay tambien ambientados en Latinoamerica y Europa, donde aparece la diaspora judia tras el Holocausto, como en el cuento sobre un grupo de judios alemanes que en 1947 esperan papeles para emigrar; en otro retoma a dos de los personajes, un matrimonio ya instalado en Nueva York que recupera el mundo perdido a traves de un abrigo. Pero el repertorio de situaciones es muy variado: la nina que espia a sus vecinos con unos binoculares; la exiliada polaca que vive en Centroamerica, de donde debera huir por segunda vez; la doctora jubilada que se confronta con la muerte en un solitario paraje natural.
    En este libro bellisimo, que elude ostentaciones y florituras, Pearlman nos deslumbra sin estruendo, porque le basta apenas un susurro.

  • No te dejaria escapar de Sophie Saint Rose

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    Lori vive en un pueblo muy pequeno y fue inevitable que se enamorara de uno de los hermanos Taylor. Desgraciadamente desde que eran adolescentes habian dicho que se casarian con dos hermanas y Lori era hija unica… Pero tenia una prima

  • La vina del odio de Sarah Wall

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    Cristina es la heredera de la poderosa familia Monferrat, propietaria de una de las mas importantes bodegas del pais.Cree tener una vida maravillosa junto a su marido Raul y sus hijas Mia y Mara.Sin embargo, tras unos dificiles momentos personales, abre los ojos para descubrir la inimaginable realidad que le rodea. Nada es lo que parece.Todo lo que ella creia idilico es en realidad una farsa.Entre esos vinedos se guardan secretos del pasado que comprometen su legado.La verdad se oculta entre las vides con el centenario olivo como testigo.?Quieres saber que esconde con tanto celo la familia Monferrat?Una novela donde pasado y presente estan muy unidos condicionando inevitablemente el destino de Cristina.?Estas preparado para la mejor cata de vino literario que jamas hayas probado?

  • Su salvador oscuro de Renata Garcia

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    Cuando la mejor amiga de Marisa, Angelica, desaparece de repente despues de una cita a ciegas, Marisa se encarga de buscar a su amiga hasta encontrarla. Despues de meses de busqueda, Marisa finalmente descubre que Angelica fue secuestrada por una criatura con la intencion de mantenerla con ellos por toda la eternidad.

  • Encuentro afortunado de Emma Sheridan

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    El frio de la manana de invierno le calaba los huesos y lo odiaba. Llevaba su set de tres calentadores de manos en su bolsillo derecho, pero no se atrevia a usarlos todavia, esperaria a estar realmente congelada para usar los tres juntos, como acostumbraba. Estaba muerta de sueno, las pesadillas de la noche anterior por los nervios no la habian dejado descansar, sumado a todo lo que respiraba y se movia dentro de la casa donde vivia, la cual ya no era su espacio de relax, ya no la sentia como su hogar. Todo la estresaba. Estaba esperando el charter privado que la llevaria al microcentro de Buenos Aires, donde se llevaria a cabo un encuentro de escritoras y lectoras. Ella estaba en medio de esos dos grupos. Era fanatica de la lectura, habia encontrado otro modo de terapia para poder canalizar todo lo que la rodeaba y, perdida entre los personajes creados por autoras a quienes ella admiraba, evadir la realidad. Su realidad no le generaba ningun tipo de placer, salvo lo que estaba a punto de vivir. Decia que era un setenta y cinco por ciento lectora y el resto un simple proyecto de escritora. Sus amigas la habian impulsado a publicar las cuatro novelas que tenia en el tintero. El resultado habia sido sorprendentemente exitoso. Sin embargo, ella no se lo creia. Cuando estaba a punto de presionar el primer boton del calentador en forma de corazon que estaba sosteniendo dentro de su bolsillo derecho, vio el charter doblando la esquina y estacionando casi a sus pies. Cerro el boton del mismo y acomodo su mochila en un solo hombro. <>, penso. --!Hola! --saludo al chofer--. Estaba a punto de morir congelada. Hasta creo que si estornudo me sale en forma de escarcha --dijo con una mueca comica. --Buen dia, dejame ayudarte con ese bolso --ofrecio el hombre. Ella solo hizo un gesto con los hombros y lo dejo ayudarla, el chofer deposito el bolso en el suelo del vehiculo. Se noto que no tenia intenciones de mas cortesias. Era muy temprano para intentar buscar alguna cara conocida; con la fuerza que la impulsaba a moverse, acomodo sus pesadas pertenencias en el lugar libre debajo de sus piernas, solo por si alguna otra persona subia. Se quito el abrigo, se sento estirando sus piernas, busco su movil y se perdio en la musica que salia de sus auriculares: Ravi Shankar en vivo en Francia. La transportaba a momentos felices, sin complicaciones, sin aburrimiento y con mucha adrenalina, era una combinacion perfecta, casi como un balsamo para relajarse. El vehiculo emprendio su recorrido. Sabia que tardaria aproximadamente media hora en llegar al lugar de encuentro. El ambiente calefaccionado hizo que sus pies se calentaran y a partir de ese punto de su cuerpo, todo el resto; ya no sentia frio. Guardaria los corazoncitos para mas tarde, tal vez para la vuelta. Cerro sus ojos y se relajo. Cuando terminara la musica, sabia que habria llegado a su lugar de destino. A pocas cuadras, el charter freno. Ella sabia que en algun momento dado, el chofer pasaba por un control. Le parecia que era muy pronto para llegar a ese lugar de control, pero como habia estado absorta en su musica, no le dio mucha importancia, ni siquiera abrio los ojos. Solo dejo que ese pensamiento fluyera y siguio en su mundo de ensuenos. El vehiculo no habia frenado tan lejos como ella pensaba, sino que lo habia hecho en la siguiente parada, a cuatro cuadras del lugar, y el conductor solo lo hizo porque quedaba un asiento libre, le habian avisado que un pasajero habia cancelado. El hombre que subio, agradecio, pago y fue a buscar lo que habia visto unos minutos atras. A la bella mujer de cabello largo. A la preciosa Abigail. La suerte estaba de su lado, el unico asiento vacio era el que estaba pegado al de ella. Asi era como el queria volver a estar, pegado a su lado, pero desnudo. Sacudio su cabeza y con ese movimiento borro sus pensamientos lujuriosos y la observo. Estaba casi igual, solo que algunas lineas de expresion estaban mas marcadas. Lucia preciosa, seguia siendo una mujer exotica para el y aun llevaba ese aire misterioso que lo volvia loco y le agitaba todo dentro de sus pantalones. Mientras estaba tomando un cafe en el bar de la esquina del centro de la ciudad donde habia vivido durante su infancia, la habia visto, o habia creido verla. Trato de recordar la cantidad de anos que habian pasado sin que se volvieran a ver y sus calculos le tiraban un gran numero, casi ocho. No era poco tiempo. Siguio su impulso, algo que no hacia desde hacia mucho tiempo, en el momento en que vio el charter moverse. Esa sensacion de seguir su propia locura, lo libero de su ajetreada y monotona vida. *** Ella respiraba profundo, inspiraba en tres tiempos y exhalaba en cinco, exactamente como le habia ensenado su profesor de yoga. Era una de las tantas herramientas que tenia para relajarse y sentirse plena. Liberada y sin peso ajeno. Sintio el calor de un cuerpo que se sento a su lado. Inspirando, percibio un aroma masculino que su olfato reconocia como familiar. Se nego a abrir los ojos, tal vez era la musica que la hacia pasear por lugares magicos y quizas era su propia imaginacion que estaba lista para crear un nuevo personaje. Hacia meses que no escribia nada y ni siquiera se habia dado lugar para sentir culpa por eso. Por unas milesimas de segundos se contento. Un nuevo personaje masculino le estaba a punto de hablar, pero solo se presentaba en forma de aroma que al parecer iba a mojar bragas. <>. El, en cambio, tenia los ojos mas abiertos que nunca, no podia creer lo que veia. Abigail en toda su esencia a centimetros de el, entregada, relajada, casi sonriendo. O al menos era lo que el podia observar desde el lugar donde se encontraba. Su cabello perfectamente alisado, sus ojos impecablemente maquillados y su boca... cuantos recuerdos le regalaba esa carnosa boca. Esa mujer seguia siendo una invitacion al pecado. En ese momento de su vida, seria pecado con todo lo que esa palabra conllevaba. Elimino ese pensamiento y volvio a actuar sin pensar. Se movio con lentitud para acercarse a ella. Habia sentido muchisimo frio al salir de la cafeteria, pero en ese momento estaba hirviendo, casi empapado en sudor, sentia que le pesaban sus partes mas intimas al compas con sus latidos que se agolpaban con locura. Llevo un dedo indice al labio inferior de ella, y lo acaricio con posesividad. Ella salto del susto y abrio los ojos de par en par. --?Que haces, idiota? --pregunto, elevando el tono de voz, descruzando sus brazos, tirando de sus auriculares para poder escuchar algo de la boca de ese atrevido, desubicado; tal vez una disculpa. Estaba a punto de boxear al acosador. --No pude evitarlo, fue un impulso. No lo lamento. --Hizo un gesto gracioso con la nariz y boca, como arrugando ambas. Abigail reconocio al instante al dueno de ese aroma tan penetrante. Era Alex, el joven que con solo mirarla la encendia. No podia creerlo, era una maravillosa sorpresa inesperada. Creyo que jamas lo volveria a ver. Relajo las manos, enderezo su espalda, lo volvio a mirar y le sonrio, sus mejillas se sonrojaron al punto que sintio mas verguenza por mostrarse asi, timida. --Es el unico asiento libre --dijo levantando sus hombros y sonriendo con la boca cerrada. Abigail no podia sacarle la mirada de encima, esos ojos, esa boca, ese cabello, esa cara de nino bueno que aun conservaba, aunque tambien recordo todo lo que habian vivido, flashes de recuerdos de fugaces encuentros sexuales que no habia vuelto a tener. Al menos no de la forma en que el la habia hecho sentir. Se le veia condenadamente sexy. --Sientate. --?Como estas, boquita hermosa? --pregunto Alex mientras se acomodaba cerca de la mujer. Trato de buscar una posicion en que no le doliera lo que se agrandaba en su entrepierna, pero fue en vano. --Muy bien… --titubeo--. ?Tu como estas? --Con dolor en los..., y con el amigo estrangulado, perdoname por lo que voy a hacer, pero necesito acomodarme --respondio y se acomodo lo que le molestaba en su entrepierna. Ella sonrio recordando la desfachatez de ese hombre que, a pesar de la cantidad de anos sin verlo, parecia mantenerse intacta. --?Desde cuando pides disculpas por acomodarte el paquete? Si mal no recuerdo, es algo que hacias cuando nos veiamos, entre otras cosas, y jamas pediste perdon. El volvio a sonreir ante tanta complicidad, era lo que solian tener juntos, sin filtros, sin medir palabras. Que eso siguiera igual, lo ponia a mil. --Tienes razon, antes no pedia disculpas porque, si queria, me desquitaba contigo, aliviaba mi deseo y tambien el tuyo, o ?acaso me equivoco? Ella creyo que no volveria a hablar tan abiertamente con un hombre, pero supo que con Alex la realidad superaba la ficcion y todo era valido. Le encantaba. --No te equivocas en absoluto --sonrio mordiendose el labio superior, escondiendo lo que le causaban esas palabras. --Esos labios... ?han seguido ejercitando o perdieron la practica? --Por Dios, Alex, las cosas que dices. ?Que tal un <>? --Okay, ?como te las arreglaste todos estos anos sin mi grandioso amigo? Ella hizo un gesto de asombro, y el comenzo a carcajearse. Ella no pudo evitarlo y tambien se carcajeo.

  • Lady Shadow de Mar Vaquerizo

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    Nerea es coleccionista y marchante de arte, un empleo digno pero, sobre todo, legal. Es la tapadera perfecta para su otra profesion, ladrona de guante blanco y, segun la policia, de las mejores que han existido.

  • Cazadores de nazis de Damien Lewis

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    CASI AL TERMINO DEL HOLOCAUSTO NAZI, uno de los episodios mas escalofriantes y crudos de la historia, sesenta agentes del Special Air Service (SAS) se enfrentaron a las ultimas defensas del Tercer Reich. El resultado fue catastrofico, treinta y uno de estos agentes sufrieron un destino terrible al ser masacrados por las tropas alemanas.

  • El editor indiscreto – F. Bellart de F. Bellart

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    Una embarazada en reposo absoluto que se aburre sola en casa.
    Un marido editor con mucho trabajo.
    Una pareja de nuevos vecinos que parece esconder algo.
    Unas paredes estrechas.
    El misterio esta servido para cualquier amante del domestic noir.Cristian y Miriam estan esperando su segundo hijo. Su matrimonio no pasa por su mejor momento. Por riesgo a un parto prematuro, los medicos han ordenado a Miriam reposo absoluto. Su marido anda muy liado con el trabajo en la editorial y no tiene tiempo para estar con ella. Confinada en casa, sola, Miriam procura escapar del tedio leyendo novelas policiales y espiando a sus nuevos vecinos, Juan y Sara, una joven pareja que acaba de llegar de Madrid. A medida que pasan los dias, debido a una serie de extranas circunstancias, Miriam empieza a sospechar que la pareja esconde algun secreto. Su marido la tacha de paranoica, pero ella esta empenada en llegar al fondo del asunto.

  • Supertrucos mentales para la vida diaria de Jorge Luengo

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    Saber lo que esta pensando la persona que tenemos enfrente puede ser muy provechoso en las relaciones laborales, economicas, de pareja y familiares. Los mentalistas saben como hacerlo y Jorge Luengo nos lo ensena de un modo ameno y lleno de <>, juegos y acertijos. Con el mismo sistema podemos comportarnos de manera que quienes nos rodean se hagan la imagen de nosotros que queremos.

  • Nunca fuimos heroes de Fernando Benzo

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    Gabo es un comisario de policia retirado que ha dedicado toda su carrera a la lucha contra el terrorismo. Harri es un terrorista que ha pasado los ultimos veinte anos en Colombia tras conseguir escapar de numerosos intentos de captura.
    Cuando los servicios de inteligencia espanoles descubren que Harri ha vuelto a Madrid, el comisario general de Informacion le pide a su antiguo amigo y subordinado, Gabo, que averigue extraoficialmente el motivo de su regreso. Aunque se habia prometido mantenerse alejado de su antigua vida, la vieja fijacion por detener a Harri y saldar cuentas pendientes arrastra a Gabo a iniciar una investigacion en la que se cruzara con las redes internacionales de narcotrafico, el crimen organizado, el yihadismo y el oscuro mundo de los confidentes.

  • El expreso de Tokio de Seicho Matsumoto

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    Los cadaveres de un oscuro funcionario y una camarera aparecen una manana en una playa de la isla de Kyushu. Todo parece indicar que se trata de un caso claro: dos amantes que se han suicidado juntos tomando cianuro.

  • Protegida; Romance, Accion y Pasion con el Militar de Alena Garcia

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    La gala de la ONU para periodistas, miembros de seguridad y agencias colaboradoras se celebraba en un hotel de Ginebra, en Suiza. Era invierno y la nieve caia en grandes copos que descendian a la tierra con lentitud. Susana salio a la terraza, pese a llevar un vestido de gala con los hombros desnudos. Necesitaba respirar aire puro. Ademas, le encantaba ver nevar. Gaditana de nacimiento, no vio la nieve hasta bien entrados los quince anos, cuando fue a Sierra Nevada con los companeros en un viaje de fin de curso. Adoraba sentir los copos cayendole sobre la piel. El silencio que envuelve una nevada copiosa no es comparable a nada. Cuando estaba empezando a temblar de frio, aparecio un hombre a su lado. --Senorita, se va a congelar --dijo en un ingles bueno, pero con acento que Susana no pudo identificar. --Si, es verdad. Me gusta tanto la nieve… Pero no llevo la ropa adecuada para estar aqui. --Ademas, es peligroso estar fuera. Tengo ordenes de no dejar salir a nadie a las terrazas --dijo Victor. --Ah, ?usted trabaja aqui? --pregunto ella. --Hoy colaboro, aunque de incognito, con la seguridad del hotel. No es seguro permanecer aqui, se lo digo en serio -- dijo el con frialdad profesional. --De acuerdo --se le escapo a ella en espanol --, ya entro. --Es usted espanola --dijo Victor ensordeciendo la "d" y convirtiendola, por ello, en "t" y con una "l" similar a la catalana. --Si, soy andaluza. --Encantado de conocerla. Me gusta mucho Espana. En realidad, vivo alli gran parte del ano, por eso se espanol. Me llamo Victor. --Yo soy Susana, mucho gusto. Ambos pasaron dentro y Victor cerro la puerta corredera de la terraza. --Espere aqui un segundo, ahora vuelvo --dijo el. El hombre regreso con una toalla caliente para los hombros y el cuello de Susana, que estaban llenos de copos de nieve en pleno proceso de derretimiento sobre la piel helada. --Oh, que caballero tan amable. Hombres como usted estan en riesgo de extincion, no se si lo sabe. Muchas gracias --dijo ella mientras se pasaba la toalla por los hombros y la clavicula. --Es lo esperable ante una dama -- replico Victor. Victor Serguieyevich Smirnov era un ex militar del Ejercito Sovietico. Tenia cincuenta y ocho anos, pero casi nadie le echaba mas de treinta y muchos o cuarenta y pocos. Rubio, con el pelo cortado a cepillo, y unos profundos ojos grises, su mirada podia tornarse metalica o calida segun el interlocutor. El salio a la terraza para echar un vistazo rutinario. Debajo del hotel habia un pequeno bosque de pinos. A unos cien metros de distancia, le parecio ver una sombra oscura que se movia sobre la nieve de manera sospechosa. Sin pensarselo dos veces, salto al suelo. La distancia era de unos cuatro metros, pero la capa de nieve amortiguo la caida. Habia formado parte, en su juventud, del prestigioso cuerpo militar ruso VDV (Vozdushno --Desantnye Voiska), los paracaidistas, miembros de uno de los cuerpos especiales mas respetados y valorados por los rusos.

  • Presidente (La Casa Blanca 1) de Katy Evans

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    .Sube la temperatura en la campana electoral de Estados Unidos

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

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  • Complices de Estefania Jimenez

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    Un valiosisimo diamante. Un misterioso cuadro de Picasso con una historia oculta. Aire, el ladron mas embaucador y atractivo del mundo. . y Sofia, que puede caer en sus redes. A Sofia, joven directora de seguridad, la contrata su tio, el poderoso magnate del mundo del arte Ricardo Marquez, para que proteja su coleccion privada.

  • La ideologia invisible de Javier Benegas

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    "Nos enfrentamos a un nuevo y temible totalitarismo, una ideologia invisible, liquida y polimorfica que desborda las tradicionales fronteras ideologicas. Un monstruo con vida propia que apela a las emociones y no a la razon, a las ensonaciones y no a la realidad, que promete proporcionar aquello que cada uno desee, aunque sea una identidad imposible. Incrustado dentro del propio poder, compra voluntades, proporciona prebendas a quienes son sus complices y castiga con la muerte civil a quienes lo desafian.

  • Ama de Jose Ignacio Carnero

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    Ama. Madre en euskera, o quiza la tercera persona del presente del verbo amar. Pero tambien las memorias de un joven abogado que descubre que la literatura ni siquiera puede embellecer las miserias de la vida -la precariedad, el desamor, o el duelo-.

  • A tu lado de Adrianne Holt

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    Nina bajo del auto de Tyler y entro corriendo al West Inn, evadio a un grupo de turistas que salian en ese momento del hotel y se abrio paso hasta llegar al elevador. Cuando las puertas se abrieron y ella se dispuso a entrar, tropezo con William, quien en ese momento iba saliendo. --?Nina? --!Will, que sorpresa! --observo sus maletas--. Crei que te irias manana. --No, es decir si pero cambie de opinion, nada tengo que hacer aqui. --Ya veo --respondio indiferente y apreto el boton del elevador al ver que las puertas se cerraban. --?Y Alex? --pregunto al ver su nerviosismo-- ?Sucede algo malo? --!No! --se apresuro a contestar--. No pasa nada, el y yo… el… --no pudo disimular su tristeza y los ojos se le llenaron de lagrimas. --?Me diras que paso? --Lo siento no puedo hablar ahora, tengo algo de prisa --dijo entrando al ascensor. --!Nina, espera! --lanzo un suspiro, metio el pie e impidio que las puertas se cerraran--. Alexander tiene un caracter dificil, lo conozco desde hace muchos anos y se que si se alejo sin decir nada es porque no quiere lastimarte --dijo pensativo recordando la actitud de Eve--, supongo que les viene de familia, si de verdad lo quieres tendras que hacerte a la idea. --?Que quieres decir? --Bueno que hasta no hablar con el no debes llenarte la cabeza con pensamientos absurdos. --?Lo dices por Eve? --Eve esta molesta conmigo por alguna razon que desconozco. Es realmente frustrante no saber que paso --dijo angustiado-- la amo, no he podido dejar de pensar en ella desde que terminamos, jamas me dio ninguna explicacion. Creeme que su silencio me esta matando, de verdad ya no puedo mas con esto, es por eso que te digo que les viene de familia comportarse de ese modo tan inmaduro, huir en vez de afrontar sus problemas. Nina guardo silencio, penso en decirle donde podia encontrarla pero quiza Eve se molestaria con ella. --Siento no poder ayudarte --dijo lamentandose. --!Nina! --la miro a los ojos haciendo que se sonrojara-- ?Tu sabes donde esta? ?Cierto? --Will no se si es buena idea decirtelo. --!Necesito hablar con ella, estrecharla entre mis brazos, pedirle perdon de rodillas si es necesario! --la tomo de la mano suplicando. --Eso quiere decir que conoces las causas de su enojo. --Quiere decir que la amo y ya no puedo vivir sin ella. --Supongo que no estaria del todo mal si se reconcilian --se mordio el labio ansiosa--. ?Tienes Waze? William saco su celular y se lo dio a Nina, ella marco en el mapa una direccion y la agrego a favoritos, le entrego su celular y se despidio de el. Al llegar a su suite, se apresuro a sacar todas sus cosas. Habia demorado demasiado, corrio a la puerta y al abrir encontro a Tyler a punto de tocar. --!Nina! Comenzaba a preocuparme, ?por que demoraste tanto? ?Sucede algo? --Nada, ya iba a salir. --Dame tu maleta --dijo arrebatandosela y tomandola del cuello-- todo estara bien. Caminaron hasta salir del hotel rumbo al lugar en donde el habia dejado su auto. --No Ty, no lo estara, no despues de lo que hice esta noche. --?Ir a buscarlo? No creo que eso le moleste. --No lo digo por eso --respondio y lo miro esbozando una tierna sonrisa. --Estoy seguro que cuando se le baje el berrinche te buscara. Tyler abrio la puerta del coche y ella subio de inmediato, fijo su mirada en un punto sobre la ventana y se perdio en medio de sus pensamientos. --!Llegamos! El se estaciono afuera de la casa que sus padres rentaban en Praga. --?Por que me traes aqui? Crei que me llevarias al aeropuerto --reprocho. --Recibi un mensaje de Mauleen mientras te esperaba. Esta aqui, no conoce Praga y es el unico lugar al que sabe llegar --dijo y apago el auto--. ?Sabes? No hay nadie aqui --volteo a verla esperanzado--, ?por que no te quedas? Al menos hasta manana, es muy probable que no encuentres un vuelo de ultima hora y no dejare que duermas en el aeropuerto. --Supongo que tienes razon. --Siempre la tengo. Puedes quedarte en el cuarto de huespedes, le dire a la senora Doubek que lo prepare --dijo y la tomo de la mano--. Sera mejor que entremos, Mauleen debe estar esperandonos. Evangeline estaba preparando la cena cuando escucho el timbre, se quito el mandil y abrio sin asomarse al visillo. --Hola --susurro. --!Will! ?Que haces aqui? ?Como me encontraste? --pregunto nerviosa. --Creo que tu y yo necesitamos hablar. --Crei haber sido lo bastante clara contigo. --!Eve! --suplico tomandola de la mano-- te extrano, no puedo vivir asi, aun te amo, no he podido superarte, ?no crees que merezco al menos una explicacion? --Ahora no puedo hablar, mi madre vendra a cenar y Alex esta arriba. --?Arriba? --Si, el vive en el ultimo piso, puede venir en cualquier momento, pense que el te habia dicho donde estaba --respondio dudosa. --Crei que solo estaba de paso por Praga. --?No te lo dijo? --guardo silencio y prosiguio-- !Ok! Ese no es el punto, el no sabe nada de lo que paso entre nosotros y preferiria que no lo supiera. --?Por que, tan mal partido me consideras? --No es eso, eres uno de sus mejores amigos y ya sabes como es el, nunca le dijimos que tu y yo teniamos una relacion por miedo a su reaccion, eres dos anos menor que yo, ?como crees que lo hubiera tomado? --!Eso no tiene nada que ver! --respondio burlon-- !La edad es solo un numero, yo no jugue contigo, te amaba, aun lo hago! --!Baja la voz! --!Eres increible! --se paso la mano por el cabello y sonrio ironico conteniendo su frustracion -- Te acabo de decir lo que siento y tu solo te preocupas por que nadie me escuche --tomo una profunda bocanada de aire y bajo la mirada-- !Ya entendi! descuida, no te volvere a buscar ni a ocasionarte problemas --dijo y se dio la vuelta. --!Will! Evangeline grito su nombre desesperada, el timbre de su voz desperto a Carly quien inoportunamente comenzo a llorar haciendo que ella se diera la vuelta de inmediato dejando la puerta abierta. El entro sin que ella lo invitara, la siguio hasta la sala y la vio cargando a su bebe. --Que rapido te olvidaste de mi, ?quien es el padre? --?Para eso querias verme? Para reprochar mis decisiones. --No, pero admito que me ha tomado por sorpresa --dijo refiriendose a la nina-- ?Quien es el padre? ?Esperaste al menos que me fuera para irte con el o es que ese fue el motivo por el cual me dejaste sin una explicacion? Evangeline lo miro con los ojos llenos de lagrimas y se aferro a Carly. --?De verdad me crees capaz de algo asi? --!Eve por favor! Me fui a Amsterdam a dar un concierto y cuando volvi ya no estabas en el departamento, no dejaste ni una nota, no sabia donde buscarte. Crei que habias regresado a L.A. --Si tan preocupado estabas por mi, ?por que no me buscaste en casa de mis padres? --Lo hice pero tu padre dio la instruccion de no dar informes a nadie respecto a donde te encontrabas. --!Pasaron dos anos Will! --!Si de acuerdo! Admito que fue muy estupido de mi parte ofuscarme y no buscar otros medios, pero localizar a Alexander tambien me fue imposible, la tierra se lo trago, despues me entere que habia terminado con Nola y fue lo ultimo que supe de el. --!Claro! --susurro incredula. --!No te miento! Casualmente me encontre con el en el lobby del hotel y crei que estaba de viaje por aqui, ni siquiera me dijo que vivia aqui. --Sera mejor que te vayas. --Tienes una hija --musito lleno de dolor--, no sabes cuanto me arrepiento de mi estupidez --se acerco a ella mientras abrazaba a Carly-- yo pude haber sido su padre --se lamento. --Carly --susurro. --?Perdon? --Se llama Carly. --?Le pusiste el nombre de mi madre? --dijo sorprendido. Evangeline se giro, lo miro llena de angustia mientras intentaba calmar a su hija. --?No te imaginas por que? El palidecio, se sento en el sillon intentando entender lo que ella le estaba diciendo entre lineas, se sintio mareado, no podia creerlo.

  • Una chica como ella de Tanaz Bhathena

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    Una exploracion atemporal de los romances arriesgados, el autodescubrimiento y lo que somos capaces de hacer para amar y ser amados
    Zarin Wadia, de dieciseis anos, es una estudiante brillante y vivaz, ademas de huerfana y temeraria. Y tambien es la clase de chica de la que los padres advierten a sus hijos que se mantengan alejados: una joven problematica cuyos numerosos romances son objeto de infinidad de cotilleos en el colegio. “No te conviene mezclarte con una chica como ella”, dicen. Entonces, ?como es que Porus Dumasia, de dieciocho anos, siempre ha estado colado por ella? ?Y como acabaron Zarin y Porus muertos en el mismo vehiculo tras estrellarse en una autopista de Yeda, en Arabia Saudi?

  • Sobre la felicidad de Lucio Anneo Seneca

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    Todos los hombres, hermano Galion, quieren vivir felices, pero al ir a descubrir lo que hace feliz la vida, van a tientas, y no es facil conseguir la felicidad en la vida, ya que se aleja uno tanto mas de ella cuanto mas afanosamente se la busque, si ha errado el camino, si este lleva en sentido contrario, la misma velocidad aumenta la distancia. Hay que determinar, pues, primero lo que apetecemos; luego se ha de considerar por donde podemos avanzar hacia ello mas rapidamente, y veremos por el camino, siempre que sea el bueno, cuanto se adelanta cada dia y cuanto nos acercamos a aquello que nos impulsa un deseo natural. Mientras erremos de aca para alla sin seguir a otro guia que los rumores y los clamores discordantes que nos llaman hacia distintos lugares, se consumira entre errores nuestra corta vida, aunque trabajemos dia y noche para mejorar nuestro espiritu. Hay que decidir, pues, a donde nos dirijamos y por donde, no sin ayuda de algun hombre experto que haya explorado el camino por donde avanzamos, ya que aqui la situacion no es la misma que en los demas viajes; en estos hay algun sendero, y los habitantes a quienes se pregunta no permiten extraviarse; pero aqui el camino mas frecuentado y mas famoso es el que mas engana. Nada importa, pues, mas que no seguir, como ovejas, el rebano de los que nos preceden, yendo asi, no a donde hay que ir, sino a donde se va. Y ciertamente nada nos envuelve en mayores males que acomodarnos al rumor, persuadidos de que lo mejor es lo admitido por el asentimiento de muchos, tener por buenos los ejemplos numerosos y no vivir racionalmente, sino por imitacion. De ahi esa aglomeracion tan grande de personas que se precipitan unas sobre otras. Lo que ocurre en una gran catastrofe colectiva, cuando la gente misma se aplasta, nadie cae sin arrastrar a otro y los primeros son la perdicion de los que siguen, puedes verlo suceder en toda vida; nadie yerra solo por su cuenta, sino que es causa y autor del error ajeno. Es danoso, pues, apegarse a los que van delante; y como todos prefieren creer que juzgar, nunca se juzga acerca de la vida, siempre se cree, y nos perturba y pierde el error que pasa de mano en mano. Perecemos por el ejemplo de los demas; nos salvaremos si nos separamos de la masa. Pero ahora la gente se enfrenta con la razon, en defensa de su mal. Y sucede lo mismo que en los comicios, en los cuales los mismos que han nombrado a los pretores, se admiran de que hayan sido nombrados, cuando ha mudado el inconstante favor; aprobamos y condenamos las mismas cosas; este es el resultado de todo juicio que se falla por el voto de la mayoria. Capitulo 2 Razon y opinion Cuando se trata de la vida feliz, no es propio que me respondas, segun la costumbre de la separacion de los votos: "Esta parte parece ser la mayor"; pues por eso mismo es la peor. No marchan tan bien los asuntos humanos, que las cosas mejores agraden a los mas; la prueba de lo peor es la muchedumbre. Busquemos que es lo mejor, no lo mas acostumbrado, y lo que nos ponga en posesion de una felicidad eterna, no lo que apruebe el vulgo, pesimo interprete de la verdad. Y llamo vulgo tanto a los que visten clamide como a los que llevan coronas; pues no miro el color de los vestidos con que se adornan los cuerpos; no me fio de los ojos para conocer al hombre; tengo una luz mejor y mas cierta para discernir lo verdadero y lo falso; el bien del espiritu, el espiritu lo ha de hallar. Si este tuviera alguna vez ocasion de respirar y de entrar en si mismo, !oh! Como se torturaria, confesaria la verdad y diria: "Todo lo que he hecho hasta ahora, preferiria que no hubiera sido hecho; cuando pienso en todo lo que he dicho, envidio a los mudos; cuanto he deseado, lo juzgo maldicion de mis enemigos; todo lo que he temido, !justos dioses!, cuanto mejor fue que lo que he deseado. Me he enemistado con muchos y del odio he vuelto a la amistad (si es que hay alguna amistad entre los malos): aun no soy amigo de mi mismo. He hecho los mayores esfuerzos por salir de la multitud y hacerme notar por alguna cualidad: ?que he hecho sino ofrecerme como un blanco y mostrar a la malevolencia donde podia morderme?. ?Ves a esos que elogian la elocuencia, que escoltan a la riqueza, que adulan al favor, que ensalzan el poder? Todos son enemigos o, lo que es igual, pueden serlo; tantos son los admiradores como los envidiosos. ?Porque no buscar mas bien algo bueno realmente, para sentirlo, no para mostrarlo?. Esas cosas que se contemplan, ante las que se detienen las gentes, que uno senala a otro con asombro, por fuera brillan, por dentro son deplorables". Capitulo 3 La felicidad verdadera Busquemos algo bueno, no en apariencia, sino solido y duradero, y mas hermoso por sus partes escondidas; descubramoslo. No esta lejos: se encontrara; solo hace falta saber hacia donde extender la mano; mas pasamos, como en tinieblas, al lado de las cosas, tropezando con las mismas que deseamos. Pero para no hacerte dar rodeos, pasare por alto las opiniones de los demas, pues es cosa larga enumerarlas y refutarlas; oye la nuestra. Cuando digo la nuestra, no me apego a ninguno de los maestros estoicos: tambien yo tengo derecho a opinar. Por tanto, seguire a alguno, pedire a otro que divida su tesis, tal vez despues de haberlos citado a todos no rechazare nada de lo que decidieron los anteriores, y dire: "Esto opino tambien". Por lo pronto, de acuerdo en esto con todos los estoicos, me atengo a la naturaleza de las cosas; la sabiduria consiste en no apartarse de ella y formarse segun su ley y su ejemplo. La vida feliz es, por tanto, la que esta conforme con su naturaleza, lo cual no puede suceder mas que si, primero, el alma esta sana y en constante posesion de su salud; en segundo lugar, si es energica y ardiente, magnanima y paciente, adaptable a las circunstancias, cuidadosa sin angustia de su cuerpo y de lo que le pertenece, atenta a las demas cosas que sirven para la vida, sin admirarse de ninguna; si usa de los dones de la fortuna, sin ser esclava de ellos. Comprendes, aunque no lo anadiera, que de ello nace una constante tranquilidad y libertad, una vez alejadas las cosas que nos irritan o nos aterran; pues en lugar de los placeres y de esos goces mezquinos y fragiles, danosos aun en el mismo desorden, nos viene una gran alegria inquebrantable y constante, y al mismo tiempo la paz y la armonia del alma, y la magnanimidad con la dulzura, pues toda ferocidad procede de debilidad.

  • Cerca de ti (Un amor para siempre 3) de Isabel Acuna

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    Lilian Norton es una sobreviviente, lleva las cicatrices de una amarga experiencia a cuestas, brillante y hermosa, vive escondida en alguien que no es. ?Que oculta Lilian Norton? ?Quien es ella? ?Y por que a el le interesa tanto? Esas son las preguntas que inquietan a Peter Stuart. En medio de una agresiva campana publicitaria se pondran las cartas sobre la mesa y todo el pasado de Lilian saldra a flote, sumiendolos en una cadena de acontecimientos que pondra a prueba la templanza de su amor y los llevara por los senderos del alma, obligandolos a enfrentarse a ellos mismos. De la autora de De vuelta a tu amor y Entre el valle y las sombras, llega esta nueva historia que nos habla del poder redentor del amor, el erotismo y el perdon.

  • Apostando el corazon de Helena Pinen

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    Tanner Montgomery se ha dedicado a su rancho y a la familia en cuerpo y alma. Pero ahora puede perder la custodia de su hija y la unica persona que puede evitarlo es Rebeccah.

  • El caso Telak (Un caso del fiscal Szacki 1) de Zygmunt Miloszewski

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    <> (Paris Match). Una novela adictiva, ganadora del Premio Nagroda Wielkiego Kalibru (Mejor Novela Negra del Ano).

  • El juego de la horca de Gina Peral

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    Me llamo Di; soy era una chica de lo mas normal, una friki del cine con una vida monotona y aburrida. Mi curiosidad por saber si una antigua leyenda sobre una princesa persa era cierta me llevo a aceptar la aventura que mi hermana Bianca me regalo por mi cumpleanos, pero nunca imagine que la expedicion arqueologica pudiera salir tan mal.Acusada de asesinato, mi unica compania es una libreta en la que he volcado todo lo sucedido durante los ultimos dias, en los que encontrar a Bianca fue todo mi mundo. Mientras la buscaba tuve que huir, esconderme, robar, defenderme y disparar. Encontre el amor, pero acabe encerrada, esperando ir a la horca mientras relato mi historia con la esperanza de que, entre sus paginas, tu puedas descubrir que paso. <El juego de la horca. ?Te animas a jugar?>>. .