• tu eres mi sueno hecho realidad - Chris Guillebeau

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    Al igual que los heroes de antano se lanzaban a realizar sus suenos y a lomos de un caballo se adentraban en bosques encantados, muchos hombres y mujeres siguen recorriendo un camino para <> a si mismos. Como descubrio don Quijote hace muchos anos, una mision no siempre resulta ser como se habia planeado. Los viajeros sufren contratiempos inesperados o se pierden porque alguien les ha orientado mal, y algunas situaciones que han de afrontar son un autentico reto. Sin embargo, por extrano que parezca, las desventuras (y a veces hasta los desastres) generan confianza. Este libro trata sobre esta oportunidad de aprender. Vas a estar en compania de hombres y mujeres que iniciaron grandes aventuras y dieron un proposito a sus vidas trabajando en pos de algo que para ellos tenia un profundo sentido. Encontraras aqui sus relatos y las lecciones que aprendieron. Sabras lo que les sucedio por el camino, pero, sobre todo, sabras por que ocurrio y por que importa. Fabuloso… Bien escrito, entretenido e inspirador. HUFFINGTON POST. Las increibles aventuras a las que Chris Guillebeau nos remite en Tu sueno hecho realidad, incluida la suya propia de viajar a todos los paises del mundo, me dejaron exhausto.

  • TU SUEÑO HECHO REALIDAD: DESCUBRE LA ...

    https://www.amazon.es/TU-SUE%C3%91O-HECHO-REALIDAD-DESCUBRE/dp/8416579717

    TU SUEÑO HECHO REALIDAD: DESCUBRE LA AVENTURA QUE DARÁ SENTIDO A TU VIDA : GUILLEBEAU, CHRIS, GÓMEZ BELASTEGUI, ELSA: Amazon.es: Libros.

  • Eres Mi Sueño Hecho Realidad Tapa blanda - Amazon.es

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    Tu mano de obra es maravillosa; qué bien la conozco" (Salmo 139: 14, NTV). Este libro para niños bellamente ilustrado da vida a esta Escritura al ver ...

  • TU SUEÑO HECHO REALIDAD | CHRIS GUILLEBEAU

    https://www.casadellibro.com/libro-tu-sueno-hecho-realidad/9788416579716/4161257

    5 oct 2016 — "¿Te va la mediocridad? Entonces, no leas este libro. Es peligrosamente inspirador y querrás hacer cosas alucinantes.

  • «Tu sueño hecho realidad», de Chris Guillebeau: ¿Por qué ...

    http://www.lareinalectora.com/2019/04/tu-sueno-hecho-realidad-de-chris.html

    17 abr 2019 — Pero en mi segunda lectura, la cual me llevó a finalizar el libro, vi que en él había algo más. No es solo la crónica de las experiencias de ...

  • Tu eres mi sueño hecho realidad:$ - Inicio | Facebook

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    Tu eres mi sueño hecho realidad:$, profile picture ... Una buena mujer es como un buen libro, al alcance de todos pero incomprensible para los idiotas.

  • Tu Sueño Hecho Realidad - Carrefour

    https://www.carrefour.es/tu-sueno-hecho-realidad/9788416579716/p

    Comprar Tu Sueño Hecho Realidad Baratos con las Mejores OFERTAS en la Tienda Online ... La felicidad de hacer realidad nuestros sueños es una invitación a ...

  • El rompecabezas de los gatos blancos de Vlad Strange

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    Despues de dos anos, Arturo regresa a Mexico para asistir al funeral de Andrea, una companera de preparatoria. Ahi se reencuentra con Blanca, su exnovia y hermana gemela de su mejor amigo. Ella, totalmente destrozada, le comenta a Arturo sus sospechas sobre el supuesto suicidio de Andrea. Llevado por los sentimientos que Arturo aun tiene por Blanca, el accede a ayudarla a resolver el misterio tras la muerte de Andrea, sin prever que en su investigacion no solo descubriran las incognitas de un posible crimen, sino que tambien se destaparan los secretos de todos los que los rodean.

  • 7 things de Natalia Olmedo

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    Ariadna se siente enjaulada bajo la obsesion de su madre por las apariencias y el protocolo.
    Rodrigo tiene un sueno: conquistar a Ariadna.
    Los destinos de ambos se cruzan para ponerlos a prueba.
    ?Sera el amor tan fuerte como para superar todo tipo de adversidades?
    Adentrate en esta intensa historia de amor donde nada es como te esperas y la musica tiene un papel protagonista en la vida de Ariadna y Rodrigo.
    ?Te atreves?

  • El nacimiento del pensamiento cientifico de Carlo Rovelli

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    ?Como descubrieron los griegos que la Tierra flota en el espacio? ?O que sigue habiendo cielo tambien bajo nuestros pies? ?Quien llego a imaginarsela asi y como lo logro? Este esfuerzo por “reinventar el mundo”, aspecto central de la busqueda cientifica del conocimiento, no comenzo con la sintesis newtoniana o con las experiencias pioneras de Galileo, ni tampoco con los primeros modelos matematicos de la astronomia alejandrina. Empezo mucho antes, con lo que conviene llamar la primera gran “revolucion cientifica” de la historia de la humanidad: la revolucion de Anaximandro. El hombre que dio ese gran paso es el protagonista de las paginas que siguen: Anaximandro, nacido hace veintiseis siglos en la ciudad griega de Mileto, en la costa occidental de la actual Turquia. El es el origen de una transformacion conceptual radical en la misma de la ciencia tal y como la conocemos.

  • El retorno (Titan 1), Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • Tu me salvaras de Angie Garcia Lopez

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  • La vida despues de ella de Abril Camino

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    Esta es la historia de un encuentro que no tendria que haberse producido.
    Es la historia de cuatro dias en una casa en las montanas.
    La historia de dos personas que ya no tienen ninguna razon para ser familia. O quiza si.

  • Un angel en la oscuridad de Maria Laura Gambero

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    ?Puede el amor redimir un corazon oscuro?
    ?Puede un corazon oscuro dejarse seducir por la luz del amor?
    Mirko Milosevic desde nino vivio inmerso en la oscuridad de una existencia miserable. Su temprana adiccion a las drogas lo arrastra al delito poniendolo en manos de una red mafiosa que se aduena de su vida, quebrantando su voluntad. Obligado por la necesidad que lo consume y una deuda que debe pagar, seduce a una joven de quien se aprovecha sin segundas consideraciones.
    El destino lo coloca frente a Gimena Rauch, un ser luminoso que, aun cargando sus propias tristezas y decepciones, es duena de un espiritu libre, apasionado e intenso y de unas sonrisas que llenan de color los rincones mas sombrios de su ser.
    Tarde descubre en ella al angel que puede salvar su alma; al angel que despierta suenos y concreta realidades; al angel a quien pudo haberle quebrado las alas y tal vez, si la verdad llegara a revelarse, ya no desee llevarlo hacia la luz.

  • Este Highlander No Es Para Mi de Becca Devereux

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    Duncan Soy el hombre mas famoso de mi pais. Las abuelas me adoran, las madres quieren que sea su yerno, y las mujeres... que puedo decir, ?tengo la culpa de haber nacido con este aspecto? Dinero no me falta. A los dieciseis anos me descubrio un cazatalentos y desde entonces me llovieron las ofertas. Empece desfilando como modelo para las mejores pasarelas del mundo. Milan, Nueva York, Paris... luego vinieron los catalogos de calzoncillos masculinos, los anuncios de perfume y aquella serie de television que me catapulto a la fama. Inverti la mitad de mis ingresos en varias empresas locales que dan trabajo a miles de personas y entonces, ademas de lo anterior, me converti en un respetable empresario. Duncan McGregor es un emblema. Para mi pais soy modelo, actor, empresario, filantropo y, que cojones, estoy como un tren. El soltero mas codiciado de Escocia. El escoces de Hollywood. Un orgullo para su pais. Y, cuando lo tienes todo... --Duncan, ?te has vuelto loco? --Scott ha empezado a gritar. Al principio comenzo con un discurso muy elaborado. Luego, con suplicas. Ahora esta empezando a cabrearse. Supongo que no puedo culparlo. Voy a dejar tirada a mucha gente con mi decision, pero lo tengo claro. He tardado seis meses en averiguar que lo que me sucedia tenia un nombre: aburrimiento. He conseguido todo lo que me proponia. Ya no puedo aspirar a mas. Tengo mi futuro y el de mis herederos asegurado. ?Para que seguir? A mis treintaisiete anos es hora de sentar la cabeza, formar una familia y disfrutar de mi fortuna. --Me retiro. Scott me observa tan palido como una estatua. Fue el quien me descubrio hace veintiun anos. Desde entonces ha sido mi representante. Los dos hemos ganado mucho dinero, ?por que sigue insistiendo? --Creo que deberias tomarte unas vacaciones. ?Que tal Bali? Un mes de relax. Cuando vuelvas lo veras todo con perspectiva... --Scott --mi voz, cargada de determinacion, lo obliga a callarse--. Nada de lo que digas o hagas podra hacerme cambiar de opinion. Sera mejor que lo aceptes cuanto antes. --?Que hay de los contratos? ?De los proyectos? Las clausulas de cancelacion... --Les pagare una compensacion. Sabes de sobra que el dinero no es ningun problema. --!Me haras quedar como el culo! --Tienes bastante dinero como para retirarte y prestarle atencion a esa familia a la que casi nunca ves. ?Cuando fue la ultima vez que llevaste a cenar a Sarah? ?O que te fuiste de vacaciones con tus hijos? --Me encanta mi trabajo --responde irritado--. Que tu quieras retirarte no significa que a mi me apetezca tirar mi carrera por la borda. --En ese caso, sera mejor que busques a otro. Seguro que puedes descubrir a un nuevo talento tal y como hiciste conmigo. Scott tuerce el gesto. --Solo hay un Duncan McGregor en el mundo, maldita sea. Coge su maletin, chasquea la lengua y me dedica una mirada cargada de decepcion antes de marcharse. Scott es el primero de una larga lista de personas que estan cabreadas conmigo. Sinceramente, me trae sin cuidado. No hay nadie que pueda hacerme cambiar de opinion. Nadie. 2.En la ruina Malena Los numeros no salen. Llevamos mas de dos horas buscando una solucion. Max esta cada vez mas pesimista y yo soy incapaz de darme por vencida. La empresa que creamos hace cinco anos esta en la ruina. Somos los duenos de una pequena empresa de publicidad que hace aguas por todos lados. --Deberiamos despedir a alguien. Me sobresalto en cuanto las palabras salen de su boca. Supongo que a los dos se nos ha pasado por la cabeza, pero aunque me llamen Malefica, en el fondo soy incapaz de echar a nadie. Tenemos cinco empleados que dependen de nosotros. Tienen familia, hipoteca, gastos... ?como vamos a hacerle eso a alguno de ellos? Me estremezco de solo pensarlo. --Debe de haber otra manera... --insisto apesadumbrada--. Tenemos que seguir insistiendo con las facturas pendientes. --Facturas que cobraremos vete tu a saber cuando --responde de mal humor--. Ya hemos iniciado la via judicial, no hay nada mas que podamos hacer. --Tengo ahorros. Podria hacerle un prestamo personal a la empresa. --No. La respuesta de Max es tajante y me deja hecha polvo. Sospecho que lleva un tiempo sopesando la idea de cerrar la empresa. --No pienso permitir que te arruines por culpa de esta empresa que ya no es rentable. Ahora esta hablando mi socio y mejor amigo. Por un lado lo entiendo, pero por el otro sigo pensando que es una injusticia hacerle eso a nuestros trabajadores. ?Donde quedo nuestro espiritu luchador? --Y yo no pienso echar a nadie a la calle porque te hayan ofrecido un puesto en la empresa de tu novia --le espeto furiosa. --Malena, eso no es... --aprieta los punos y me contempla con un deje de frustracion--. El puesto nos lo han ofrecido a los dos. --Si, pero tu eres el unico que se plantea aceptarlo. No lo niega. Genial, detesto tener razon. Sabia que se lo estaba pensando. --?Tan malo seria? Dejariamos de preocuparnos por llegar a fin de mes y tendriamos un sueldo fijo. Es una gran oportunidad para los dos. Seguiriamos trabajando juntos en una de las mejores empresas de publicidad de Espana. --!Y tirariamos todo nuestro esfuerzo por la borda! --exclamo furiosa. Me levanto con tanto impetu que tiro la silla al suelo y lo senalo con un dedo. --Si no estas dispuesto a seguir luchando, vendeme tu parte y vete a la competencia. Yo asumire el riesgo. --No puedes comprar mi parte. Estas arruinada --me recuerda con aspereza. --Que sabras tu. --Se que utilizar la herencia de tu madre para revivir esta empresa es una locura. Seguro que ella hubiera querido que te gastaras su dinero en algo que no fuera un suicidio empresarial. !Piensa en ti! --No vuelvas a hablar de mi madre --le advierto, y me tiembla la voz. Paso por su lado hecha una furia y me dirijo hacia la salida. Maxima es mi vida. Mi sueno. Y no hay nadie en este mundo que pueda convencerme de tirar la toalla. Nadie. 3.Quiero formar una familia, pero... Duncan Tengo treinta y nueve anos y siempre he querido tener hijos. Se me cae la baba con mis sobrinos, me encantan los bebes y se que mis padres serian muy felices si los hiciera abuelos. ?El unico problema? No encuentro a la mujer ideal. He tenido seis o siete novias a lo largo de estos anos que me han durado menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Pero, al final, termino cansandome de ellas. Mujeres atractivas e interesantes con las que nunca termino de encajar. Porque, de repente, vuelvo la cabeza hacia la rubia de la terraza que esta de muy buen ver. Y... que quieres que te diga, supongo que la monogamia y yo no funcionamos. Mi hermana dice que no se mantener la bragueta cerrada. Dire en mi defensa que... a ver... puede que tenga razon, pero tampoco tengo la culpa de ser un hombre debil. Te juro que yo pongo de mi parte, pero es complicado cuando eres atractivo de cojones, millonario y famoso. Ligar es como montar en bicicleta: nunca se olvida. Mi deporte favorito. Lo se, soy un caso perdido. El caso es que crei que Claudia, mi ultima novia, seria la definitiva. Tiene veinticinco anos, unas piernas kilometricas y un bronceado que le dura todo el ano. Claudia es modelo de Victoria's Secret, asi que te puedes imaginar lo buena que esta. Lo nuestro fue atraccion a primera vista. A eso le unimos un sexo bestial y crei haber encontrado a la mujer de mi vida. ?El problema? Me saca de mis casillas que sea una adicta a las redes sociales. Necesita exponerse constantemente y arrastrarme con ella. Y eso, cuando acabo de decidir que me retiro, es lo que menos me apetece. No es que tengamos demasiado en comun... Claudia es una compradora compulsiva a la que le encanta salir de fiesta, y yo, a mis treinta y nueve anos, empiezo a abogar por una vida mas tranquila. Hace tres semanas que tuvimos una gran bronca. Ella queria que la acompanase a una fiesta, a mi no me daba la gana... discutimos y supongo que di la relacion por zanjada. Entonces decidi llorar mis penas con Joanna, y, como tengo mala suerte, Claudia regreso en ese preciso instante para hacer las paces. ?Resultado? Claudia me pillo con Joanna y entonces si que se cabreo de verdad. Y bueno... ahora vuelvo a estar soltero. --No me gustaba para ti --me dice mi hermana, al otro lado del telefono--. No teneis nada en comun. --Claudia es un bombon. --Todas las mujeres con las que has salido lo son. A lo mejor es hora de que vayas buscando otras aptitudes. ?No te has planteado que la razon por la que terminas aburriendote es que siempre sales con la misma clase de mujer? Que tonteria. --?Deberia salir con una fea? Se que Bella esta poniendo los ojos en blanco si necesidad de verla. --No tienes remedio. --?He dicho algo malo? --Nunca encontraras a una mujer que valga la pena porque en el fondo eres un machista. --No soy machista. Adoro a las mujeres. --!Ese es el problema! --No lo entiendo. --!Aaaah! --Bella se exaspera, como cada vez que mantenemos esta conversacion--. ?Por que no asumes de una vez que vas a quedarte solo? Supongo que no todos nacemos para estar en pareja... --No voy a quedarme solo --al menos si puedo convencer a Claudia para que me de otra oportunidad--. Quiero formar una familia. Bella carraspea. --Entonces aprende a pensar con la cabeza, y no con la... --es demasiado educada para acabar la frase--. ?Vendras a ayudarme con la boda? --Sabes que si. Estare alli dentro de un par de dias. --Ni se te ocurra presentarte con otra amiguita, ?me oyes? Nuestros padres no se merecen que les presentes a una nueva novia en sus bodas de oro. Son demasiado respetuosos para fingir que toleran a esas cabezas de chorlitos que nos presentas. --?Por quien me tomas? --me hago el indignado--. Pero Claudia no cuenta como una nueva, ?no?--Uf, eres un caso perdido. Si no fueras mi hermano... Le digo que la quiero y le hago la pelota porque se que eso le encanta. Cuando cuelgo, voy hacia la cocina para buscar una lata de cerveza. Bella tiene razon, no puedo llevar a una nueva novia a casa de mis padres. ?Que pensarian? Me asomo a la terraza y observo a mi vecina. Esta haciendo yoga en su balcon. Me saluda con la mano y le devuelvo el saludo. Es una rubia con una delantera considerable. Intento reprimir el impulso de invitarla a una copa. Tengo que ser un hombre decente. Saco el telefono y le escribo un mensaje a Claudia. Yo: vamos, Clau, se que me echas de menos. ?Por que no me das una segunda oportunidad? Hacemos una pareja estupenda. Lo de Joanna fue algo sin importancia. Te echaba tanto de menos que necesitaba sentir el carino de otra mujer. Soy un idiota. Por favor, perdoname. No se si va a colar. Claudia me dijo cosas horribles cuando se marcho de casa. Y me las merecia todas. Pero estoy convencido de que lo nuestro puede funcionar. Ha sido la unica mujer con la que he durado mas de seis meses, eso debe de significar algo. Vale, me acoste con Joanna, pero eso fue porque acababamos de dejarlo. Entonces no cuenta como infidelidad, ?no? Dios, necesito echar un polvo. Y... teniendo en cuenta que ahora estoy soltero, tampoco estaria haciendo nada malo, ?no? Es una necesidad fisiologica, solo eso. No puedo poner en riesgo mi salud. Ademas, seria una tonteria desperdiciar una oportunidad cuando no se si Claudia me va a perdonar. Levanto la vista de la pantalla y la centro en mi atractiva vecinita. Ojos que no ven... --Eres increible. ?Como consigues aguantar tanto tiempo en esa postura? Un halago siempre funciona. Mi vecina se vuelve con las mejillas arreboladas. --Eh... entrenando. --Eres una chica dura --le doy un trago a la cerveza y le dedico una sonrisa radiante--. No puedo creer que todavia no nos hayamos presentado. ?Katy? --Sarah. --Duncan --le ofrezco la mano por encima de la valla. --Se quien eres --responde impresionada, y comprendo que la tengo en el bote. --Algun dia podrias darme unas clases --digo con el tono adecuado para que se de cuenta de lo que le estoy proponiendo. Ella se muerde el labio. --Eh... si... claro, cuando quieras. --?Te apetece tomar algo? --voy directo al grano, y anado con tono seductor--. No puedo creer que seamos vecinos y todavia no te haya invitado a tomar una copa. Sarah se sonroja de la cabeza a los pies. --Me encantaria. Intento disimular mi sonrisa de satisfaccion. ?Lo ves? ?Que culpa tengo yo de que la vida me de este tipo de oportunidades? No soy un mal tipo, lo juro. Solo un hombre debil al que le encantan las mujeres.

  • El Coleccionista de munecas de Loli Sanchez

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    Desaparecen sin dejar rastro para luego aparecer torturadas y terriblemente asesinadas.
    El que sean ninas le trae sin cuidado, no tiene piedad.
    En Beacon Hill, Boston, una serie de asesinatos, que ya dejaron huella en el pasado, vuelven con mas fuerza.
    Lea Mayo una detective con problemas de alcohol, se enfrenta a un asesino en serie que la pone a prueba una vez tras otra…
    Atrapar al asesino se ha convertido en su unico objetivo, sin intuir que el quiere que ella forme parte de su macabra coleccion.
    Podra Lea escapar con vida y capturarlo??
    O por el contrario se convertira en una de las obras del asesino??
    Adelante… La puerta esta abierta para que conozcas sus historias.
    Porque la pesadilla no ha hecho mas que comenzar….

  • El efecto tulipan y otros sindromes de Sarah Wall

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    Julia Martos es periodista y, aunque su trabajo en la discreta seccion de cultura de un periodico de tirada nacional no le disgusta, desea mas.

  • La comunidad de Helene Flood

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    Me preguntas que cuando conoci a Jorgen. ?Te puedes creer que no me acuerdo? Debio de ser en el jardin o en la escalera o en el portal de casa, pero no lo recuerdo. Mi hijo habia nacido justo despues de la mudanza y habia sido prematuro. Eran tantas las consultas en el hospital, tantas las cosas que nos preocupaban… No lo digo por eludir el tema. Es la pura verdad. Sencillamente no me acuerdo. Pero si que me viene a la memoria la primera vez que lo vi. Tuvo que ser a principios de julio del ano en que nos mudamos. Lo puedo situar con precision porque fue pocos dias despues de adquirir el apartamento, una calurosa tarde de verano, cuando Asmund y yo aun viviamos en el viejo y ya no pude aguantarme mas: tenia que ir a ver la casa donde estaba a punto de empezar nuestra nueva vida. Ellos estaban sentados en la terraza del jardin cuando llegue. Ya sabes que el camino de la entrada pasa justo al lado. Los mire al cruzar, preparada para saludarlos, pero estaban comiendo en la mesa y ni siquiera me vieron. Eran cinco, y por lo visto buenos amigos. Yo estaba sola. Me encontraba en las ultimas semanas del embarazo, con una tripa enorme, y habia caminado a paso rapido, asi que estaba sudando muchisimo. Ademas, no los conocia. Me encerre en mi nuevo hogar. El apartamento estaba vacio. Los anteriores duenos se habian llevado sus cosas, pero habian quedado sus olores. No olia a nosotros, ?sabes a lo que me refiero? Cuando nos hicimos con el apartamento era como si hubiesemos comprado tambien un cierto estilo de vida, un espacio social, algo asi. Como si, por alguna razon, fueramos mas distinguidos que antes solo porque eramos los propietarios de esa casa, en esa direccion. Pero ahora que el apartamento se ha vaciado de su elegante mobiliario, ahora que mis pasos resuenan entre las paredes, desnudas y con agujeros de clavos, me asaltan las dudas. No encuentro otra manera de explicarlo: tengo la impresion de haberme disfrazado con unos zapatos demasiado grandes para mi. En la cocina, me acerque a la ventana y observe la terraza y a quienes estaban sentados alli. No abri la ventana aunque hacia calor. No se. Tal vez no queria importunarlos. Por lo visto habian terminado de cenar. Habia algunas botellas de vino en la mesa. Charlaban y yo oia sus voces pese a que las ventanas estaban cerradas; no lo que decian exactamente, pero si el tono. Fuera el tema que fuese, el debate parecia intenso, si bien el ambiente era bueno. De tanto en tanto rompian a reir, los cinco a coro. Eran tres hombres y dos mujeres. Reconoci a uno de los hombres: era un cineasta que habia realizado un polemico documental un par de anos atras. No recuerdo sobre que…, los refugiados, su integracion o algo asi. La prensa habia escrito mucho sobre ello. Tambien una de las mujeres me sonaba; tenia la impresion de haberla visto en la television. Sentados a uno de los lados largos de la mesa habia un hombre y una mujer que claramente eran pareja. El tenia el brazo apoyado en el respaldo de la silla de la mujer, y, en una de esas, cuando algo los hizo reir a todos, ella se volvio hacia el sonriendole y le retiro algo de la mejilla. Luego el movio el brazo y se lo puso en la parte baja de la espalda. La mujer se acerco hacia la mesa para decir algo. Llevaba el pelo largo, de un rojo intenso, recogido en una trenza espesa y bien atada, y al inclinarse hacia delante para hablar la trenza se le deslizo a un lado. Su marido, sentado junto a ella, la tomo con cuidado para recolocarla en su lugar. La mujer se volvio hacia el, consciente de que la tocaba, y siguio hablando sin dejar de sonreirle. Tal vez estaba contando algo que habian vivido juntos. El hombre me daba la espalda, de modo que no me resultaba facil verle el rostro, pero cuando miro hacia un lado pude apreciarlo. Era guapo, con el cabello ondulado tirando a gris. Pomulos prominentes y una sonrisa amplia y seductora que parecia usar a menudo. Le eche cuarenta y pico, quien sabe si ya rozaba los cincuenta. Era Jorgen. Aquella fue la primera vez que lo vi. Como no parecian advertir mi presencia, me quede alli y segui mirandolos: cinco amigos que hablaban de cosas importantes en torno a una mesa durante una noche de verano en un jardin de Kastanjesvingen. La mujer de la trenza se levanto. Cogio una bandeja vacia de la mesa y se dirigio hacia el camino que lleva al portal de la casa. A mitad de trayecto me vio. Era evidente que yo estaba ahi, de pie, en medio de la ventana. No es que estuviera fingiendo que no los observaba. Me habia quedado como fascinada, y no se me ocurrio que tendria que haberme apartado de alli. La mujer se detuvo para mirarme. Alce la mano en un gesto de saludo. La mujer no se movio. No me devolvio el saludo. No me sonrio, pero tampoco parecia molesta. Su expresion era casi neutra. Se quedo un instante ahi mirandome, solo un momento, luego siguio su camino. Desde donde estaba la oi abrir la puerta del portal. Me aleje apresuradamente de la ventana, avergonzada por haberlos estado observando con tanto descaro. Lo note en el estomago: me habia comportado de manera inapropiada. Me senti abochornada. El primer sabado Los arboles que me rodean son de hoja caduca, con copas enormes y ramas robustas, muy distintos a los abetos del bosque cercano a la casa donde creci. Y, sin embargo, se, a la manera en que saben los que suenan, que me encuentro en el bosque de mi ninez. Lo conozco bien: se lo facil que es desaparecer en su interior. Recorres senderos que conoces. De repente te sales del camino siguiendo el ruido de un ciervo o porque atisbas unos arandanos exuberantes un poco mas alla, y, al volver, todo ha cambiado. Mires donde mires, hay arboles oscuros y silenciosos, hileras y mas hileras, y ninguno se parece a los que ya conoces. En el sueno estoy buscando a alguien que ha desaparecido. Al principio no se de quien se trata. Luego caigo en la cuenta de que son mis hijos. !Lukas!, grito, y echo a correr. !Emma! Ante mi, el bosque se abre a un calvero. No es grande, como mucho cinco metros hasta que el bosque espeso empieza de nuevo, pero aqui el sol se cuela entre las copas; es un sitio luminoso y calido, en las laderas crece hierba joven. Me detengo. El lugar es hermoso, pero algo no encaja. Siento un nudo en la garganta y me cuesta respirar. Algo espantoso ha sucedido. En el salon hace frio por las mananas. Cierro a mis espaldas la puerta del dormitorio con sigilo: no quiero despertar a los demas. En la luz sin relieves de la manana, el salon me resulta desconocido. Tal vez mi cuerpo aun este sumido en la pesadilla, porque los muebles parecen enormes y severos. Los estantes parecen cerrados y la mesita del cafe, desacostumbradamente pulcra. Mis pies absorben el frio del suelo. Junto a la entrada encuentro mis zapatillas. Me las calzo y voy a la cocina. Tambien aqui me sorprende la pulcritud. Anoche Asmund y yo compartimos una botella de vino mientras veiamos una pelicula bastante mala, aunque quien sabe si luego mejoro algo. Me entro sueno y me fui a la cama a media pelicula. Asmund debio de limpiar cuando acabo. La luz roja del lavavajillas me dice que el programa ha terminado, de modo que, por una vez, se acordaria de ponerlo en marcha antes de acostarse. Me apoyo en la encimera de la cocina. Este espacio es el principal argumento en la venta de nuestro apartamento. Fue aqui donde se tomo la fotografia que ocupaba por entero la primera pagina del folleto que nos mostraron en nuestra primera visita. La cocina es grande y luminosa, y mientras que el resto de las ventanas dan o bien a un muro lleno de vegetacion que se levanta detras de la casa, o bien al edificio de al lado, las de la cocina se asoman al jardin. Para aprovechar mas la luz, el arquitecto que diseno el edificio alla por los anos cincuenta hizo de esta pared una larga sucesion de ventanas. Hemos colocado la mesa de la cocina justo delante, de modo que, cuando nos sentamos ahi, podemos ver el pequeno jardin entero: la terraza con sus muebles de exterior, el anoso manzano, la hilera de buzones y la valla de listones blancos. Mas alla se extiende Kastanjesvingen, la calle sin salida que termina en una rotonda a unos cuarenta metros de nuestra puerta. Al otro lado de la calle hay casas unifamiliares; algunas de ellas datan de la decada de los cincuenta, como nuestro edificio de cuatro apartamentos, pero otras son mas recientes. Y mas alla de esas casas se alza Bakkehaugen, la colina que nos separa del centro de la ciudad. Y, aunque no pueda verla desde las ventanas de la cocina, saber que la ciudad esta justo ahi detras me produce una calida sensacion de hogar. Pensar que vivimos asi, en una apacible calle cerrada, pero con la ciudad tan a mano que casi se puede tocar. Me siento. Estoy en silencio, a la escucha. ?Hay alguien despierto ahi arriba? ?Se mueve? ?Los ruidos que oigo provienen de el? Es demasiado pronto, eso si que lo se. Puede que sea yo la unica que no duerme en toda la casa. Con todo, el silencio no es total. Las paredes no estan bien aisladas; se oyen incluso vientos moderados, las ramas del castano cuando chocan contra la ventana del salon, el crujido de los tablones cuando algun vecino camina. Todavia tengo sueno y me desperezo. Anoche me dormi profundamente. No he oido a Lukas subirse a nuestra cama. Me he despertado a oscuras y asustada por la pesadilla; al abrir los ojos, he visto su cabello revuelto, su manita cerca de la mia, los deditos con mugre bajo las unas y una tirita verde que le cubria una herida invisible en el dedo indice. He sentido un alivio enorme despues del sueno. Alli estaba el. Todo estaba bien. Le he revuelto el pelo. ?A que hora habra entrado en la habitacion? Al otro lado de la calle veo a Rikard Hoffmo salir de su casa marron. Se detiene en los escalones de la entrada y mira a su alrededor como un terrateniente que vigila sus dominios. Tiene los brazos en jarras, las manos a cada lado de su voluminosa barriga. Se estira, lleva las caderas a un lado y luego al otro; la barriga le cuelga y se balancea por encima de la cintura. Se prepara para salir a correr, pues el es asi: ya ha cumplido los setenta y va a correr dos veces por semana, haga el tiempo que haga. Su conjunto deportivo azul, con una tira blanca en cada pierna, es un superviviente de los anos setenta, lo que le confiere un aspecto si cabe aun mas comico. Pero Hoffmo tiene algo, una especie de autoridad natural, que te quita las ganas de encontrarlo risible. Nos llevamos bien, el y yo. <> Nos llamamos por el apellido a modo de broma. Ahora se dobla hacia delante. Toca el suelo. Es agil para un hombre de su edad y corpulencia. Vuelve a erguirse, hace un estiramiento y ya esta listo para correr. Levanto la mano para saludarlo desde la ventana, pero no me ve. Oigo pisadas de nino antes de que Lukas entre en la cocina, con esos piececitos veloces que golpean en el suelo. Se agarra a mi y se me sube al regazo. Me apoya la cabeza en el hombro y cierra los ojos. Seria perfectamente capaz de quedarse alli dormido; es capaz de dormirse donde sea. Una parte de mi quisiera que lo hiciera y pasar el tiempo asi, sentada en paz con el nino adormilado encima. --Lukas --le digo--, ?esta noche has entrado tu solito a nuestro cuarto? Abre los ojos y me mira. --Si. Pero no es una afirmacion, sino mas bien una pregunta. ?Si? ?Yo hice eso? --Es que no te he oido entrar --le comento. No considera que esto merezca respuesta. Apoya de nuevo la cabeza en mi hombro y cierra los ojos. Respiro hondo, atenta a senales de vida en el apartamento de arriba. Lukas abre de nuevo los ojos. --Mami, ?podemos buscar mi tiranosaurio grande? Me levanto y veo a Hoffmo correr con pasos cortos y ligeros por el camino de acceso a su garaje. Se apoya en el porton y me ve. Alza la mano para saludarme y le devuelvo el saludo con un gesto militar en honor a su hazana deportiva, lo que le produce una risa que sacude en oleadas su voluminosa humanidad. Despues de desayunar, hacemos las camas y nos preparamos para un dia que se presenta de lo mas ajetreado. Ya hace tiempo que lo hemos planificado todo. Ahora solo falta poner los planes en marcha. Asi seran nuestros fines de semana hasta diciembre. A veces pienso que somos hamsteres en una rueda, de camino a una cita para luego acudir a la siguiente, en una cuesta arriba que no termina jamas. Hace algunos anos fantaseaba con la idea de poner la casa en alquiler, retirar nuestros ahorros del banco y comprar cuatro billetes para volar a Vietnam. Vivir alli de un hotelito que tendriamos junto a la playa. Vivir en el ahora. Disponer de tiempo para nosotros, para los ninos. Ver los dias pasar. No vivir contra reloj, cumpliendo tareas y terminandolo todo antes de desplomarnos en la cama para recuperar fuerzas y empezar de nuevo al dia siguiente. No. Yo quiero vivir. De verdad. Una vida autentica, en contacto con la naturaleza. Hoy ya no pienso asi. En la playa de Vietnam habrian pasado otras cosas: nos habria preocupado la rentabilidad del hotel; a los huespedes les habria molestado esto o aquello; habriamos sufrido inundaciones y temporadas de sequia; las tuberias estarian deterioradas por los anos y resultaria demasiado caro reemplazarlas. Y asi sucesivamente. Asmund rescata una camiseta de entre la ropa que se amontona en un rincon. Mientras hago la cama le hablo de mi sueno, aunque ya no logro recordar los detalles: estaba buscando algo y tenia miedo. --Debo de haber dormido profundamente --le digo--, porque Lukas entro en el cuarto y se acosto entre los dos sin que me despertara. --Tenemos que quitarle esa costumbre --comenta Asmund mientras se ajusta el reloj a la muneca--. Ya es lo bastante mayor como para dormir solo. --Solo tiene cuatro anos --replico. --A los cuatro anos Emma dormia toda la noche en su cama --senala Asmund--. Y eso de dormir de dia…, de verdad que eso tiene que acabar, Rikke. Ya es muy mayor para necesitar una siesta por las mananas. --Claro --contesto sin ganas de seguir discutiendo. Lukas es mi nino de la suerte. Nacio dos meses antes de tiempo. Estabamos mudandonos al apartamento cuando llego. Yo estaba sacando tazas y abriendo cajas cuando un dolor muy agudo se me extendio por el estomago y la espalda. No se donde estaba Asmund, probablemente trayendo muebles nuevos. Emma se hallaba en casa de la abuela. Yo me encontraba delante de los armarios vacios de la cocina y pense: ?Me habre pasado? ?Habre hecho demasiados esfuerzos? ?Deberia sentarme un rato? Llegue al hospital ya casi de parto. Llame a Asmund mientras esperaba al taxi. Se precipito al coche y llego al hospital justo a tiempo. Se llevaron al nino en cuanto nacio: tenian que hacerle pruebas, medirlo, pesarlo. El tiempo era oro y algo de informacion debio de perderse en medio de aquel frenesi, o puede que me extraviara en las brumas del parto, porque no entendia la situacion, porque no sabia como estaba el nino. ?Estaba vivo o no? Solo sabia que se lo habian llevado. Me volvi hacia Asmund: --?Hemos vuelto a ser padres? Asmund estaba llorando, pues el es asi, no lo puede evitar, se le saltan las lagrimas en bodas y bautizos. Entro una doctora, ceno fruncido y labios apretados, y yo al verla asi pense: El nino ha muerto. Senti el miedo primero como un golpe en el estomago, pero luego se extendio por los brazos y las piernas, se apodero de todo mi cuerpo. Ni la doctora ni Asmund se dieron cuenta, pero en los segundos que pasaron antes de que nos dijera que todo estaba bien, que el nino era pequeno pero fuerte, que habria que hacer un monton de pruebas, que tal vez resultase necesario realizar un seguimiento en el hospital, pero que todo saldria bien…, durante esos segundos estuve segura de que lo habia perdido. Era mi realidad. Y luego, al caer en la cuenta de que no lo habia perdido, probablemente, mi alivio fue tan grande que todo lo demas, el riesgo de asma y de TDAH, o los posibles problemas pulmonares, no me preocupo lo mas minimo. He vuelto a ese momento una y otra vez. Aun lo hago. Mi nino de la suerte. De una forma u otra es un premio. Lo habia perdido. Lo recupere. --Ya estoy --dice Asmund. Va vestido de ciclista, conjunto negro con rayas amarillas. Mientras yo llevo a Emma al teatro del colegio, y desde ahi ire a un cafe donde he quedado con mi hermana, el se llevara a Lukas de paseo a Baerum para que vea a amigos. Claro, va con la bici electrica, pero vestido como si fuese a correr un maraton. Ha engordado algo en estos ultimos anos. No tiene nada de extrano, estas cosas pasan. Sus amigos tambien han cogido peso. Algo les ha ocurrido mediada la treintena. Algo que ha dejado huellas fisicas. --?Que pasa? --me pregunta. --?Que pasa de que? --?Que me miras? Sonrio. --Tu atuendo --le contesto. --Ya. Eso. ?Me aprieta? ?Me queda muy justo? --No, para nada. Se ve muy profesional. Me hace un guino. --El Tour de Tasen, carino --dice mientras va al salon. Lo oigo alzar a Lukas en alto y soltar un rugido. Lukas se rie. La culpa me raja el estomago, rapida y dolorosa. Alla va. El padre de mis hijos, el hombre al que prometi amar y honrar. Termino de hacer la cama y recojo la ropa sucia del suelo. Arriba el silencio sigue siendo total.

  • Iluminas mi vida de Bella Winters

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    Un chico atractivo que es multimillonario y… ?bombero?Lance es todo un misterio que esta metido en un grave problema. A pesar de ser todo un playboy y el heredero de una gran fortuna, no podra disponer del dinero hasta que se case.Es entonces cuando se le ocurre la brillante idea de ofrecerme cinco millones de dolares para hacerme pasar por su prometida. Y cuando se desata el caos.El trato era que el me diera el dinero, pero, tonta de mi, al final le acabe entregando mi corazon junto a una pequena sorpresa.Pero, ?podre retener a mi lado a un hombre que puede tener a cualquier mujer que desee?

  • Dias temibles de A. M. Homes

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    Tensiones familiares; crisis de pareja; personajes desnortados; el apasionado encuentro de una novelista transgresora y un corresponsal de guerra en un congreso sobre genocidios; un chat en el que asoma una historia de abusos sexuales a una menor; una jornada de compras en un supermercado que acaba con una candidatura a la presidencia de Estados Unidos; un encuentro en Disneylandia, donde el protagonista estuvo de nino en un ultimo viaje familiar antes de que todo se desmoronase.

  • Nadie mas que tu (Para toda la eternidad 1) de E. L. Todd

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    La primera entrega de la serie Para toda la eternidad.

  • Esclava de sangre de Laura Lago

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    Los talentos para la arquitectura del Gran Duque Danes Christopher Vita, y unos contactos algo envidiables, le otorgan la oportunidad de oro de viajar a Paris, Francia, para formar parte de la historia junto al equipo de trabajo de Eiffel & Co., llevando consigo a su unica hija, Beatrice Vita; una chica angelical con sus ojos azules y rulos dorados que encajan perfectamente con sus dotes de mujer. Con una vision que difiere de la norma establecida por la sociedad de aquel entonces, esta deseosa de formarse una carrera como escritora de poesia, y decidida a dejar los frenos de vuelta en su pais natal, Dinamarca.

  • En tu casa o en la mia de Luz Guillen

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    Asi que te niegas a venir con nosotras esta noche, ?no? --Si, ya te he dicho que no me gusta ir de ligoteo. Nunca sabes a quien te vas a encontrar. --Lo eliges tu. Si el tipo te gusta... pues te lanzas y disfrutas de el. Si no, le das puerta y buscas a otro. --No me va eso, Merche. Yo ya tengo mis necesidades cubiertas y no me hacen falta nuevos alicientes. --No se que rollo te llevas con ese hombre. Si te gusta... pues vale. Pero si solo es sexo... podrias ir cambiando de pareja de baile de vez en cuando. Dudo de que a el le importase, Dani. --No es a el. Es a mi. Con Bruno la cosa funciona. Es bueno en la cama, ademas de amable, inteligente y simpatico. --Pero no hay nada emocional con el, por lo que dices. Nada te ata a esa pseudorrelacion. Puedes disfrutar de la variedad, de la nov... --No --la interrumpio Dani. Con cierta violencia, levanto la mano en senal de stop; estaba cansada de oir siempre la misma cantinela--, no me vas a convencer. Si quiero sexo en algun momento, llamo a Bruno y me doy un buen revolcon. No me apetece gastar mi tiempo en buscar una pareja sexual de una noche de la que no estoy segura de que pueda darme lo que me gusta en la cama. Con Bruno no tengo que molestarme en decir como, que y cuando. --Es una relacion de lo mas extrana la que mantienes con ese chico. En serio que no lo entiendo --enfatizo negando con la cabeza. --No tienes por que. A mi me funciona y es todo lo que importa. -- Aparto la mirada de los ojos de su amiga y fingio buscar algo entre los papeles que descansaban sobre su mesa. --De acuerdo. No voy a volver a discutir contigo sobre el tema, si no quieres. Aun asi, reconoceras que muy normal no es --insistio airada. --?Y quien te ha dicho que yo quiero una relacion normal? --Alzo los ojos hasta encontrarse con la mirada enfurrunada de Merche--. Bruno me da sexo. Sexo del bueno. No tengo complicaciones ni implicaciones de ningun tipo --afirmo decidida. Merche levanto la barbilla con chuleria, giro sobre sus talones y salio del despacho de su amiga para dirigirse al suyo. No entendia a Dani. Llevaba anos manteniendo la historia esa con Bruno y la situacion se conservaba como al principio. Ella lo llamaba, quedaban, tenian un sexo fantastico, al parecer, y se despedian hasta la siguiente llamada de Dani. Sin preguntas, sin mas acercamiento salvo el puramente sexual... No, Merche no concebia una relacion asi. Una cosa era el sexo ocasional, pero aquello era algo muy diferente. Dani miro la puerta por la que acababa de salir su amiga y companera entrecerrando los ojos. La queria, por supuesto, pero a veces era muy cargante. Con el tema de Bruno siempre se ponia extremadamente pesada. Si no entendia que preferia a Bruno, un hombre atractivo que la llevaba al septimo cielo en cuanto la tocaba y cuya charla era siempre interesante, a la incertidumbre de pasar un rato con un tipo del que no sabia nada, que podia tener el pito pequeno y hasta le podian oler los pies... pues peor para ella. Bruno era siempre una buena eleccion. Con el no habia error posible. Por otro lado, nunca le habia pedido pasar a otro nivel. Bruno tenia tan claro como ella que lo suyo era solo y llanamente sexo, buenisimo, sin nada mas que anadir a la ecuacion. Tanto pensar en su companero sexual provoco que se le despertara el deseo de sentir sus manos sobre su piel, su boca en sus pezones, su sexo anclandose en el suyo. Automaticamente, cogio su telefono movil y le mando un WhatsApp para quedar con el esa misma noche. ?En tu casa o en la mia? No obtuvo la replica rapida que solia recibir al mandar un mensaje como aquel. Espero durante una hora, sin exito. Mientras los minutos pasaban, iba alternando las miradas furtivas al aparato con su trabajo en el ordenador. Pero no hubo respuesta de Bruno. Volvio a intentarlo de nuevo. Tal vez no habia recibido el mensaje, aun a pesar de que se veia como leido.

  • Fantasias Eroticas 1 de Jacinda Minx

    https://gigalibros.com/fantasias-eroticas-1.html

    Una coleccion erotica de historias prohibidas y fantasias que atraparan sus sentidos y satisfaran sus deseos traviesos.

  • La Montana de Jorge Borges

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    Roberto Montana.
    “Montana” para los Amigos.
    Ex-boxeador profesional.
    Hoy, boxeador de los suburbios.

  • Los amantes de Hiroshima (Inspector Salgado 3) de Toni Hill

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    En una ciudad que se alza contra los poderosos, hay secretos que siguen bajo tierra.
    Cierre de la trilogia del inspector Salgado.

  • Pequeno pais de Gael Faye

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    Galardonado con el prestigioso Goncourt des Lyceens, entre otros muchos premios, este <> fue la sensacion literaria en Francia en 2016. Su desgarradora belleza, su honda melancolia y su intenso dramatismo conquistaron el corazon de miles de lectores, un fenomeno extraordinario que ha generado una venta de mas de setecientos mil ejemplares hasta la fecha.

  • Ayantek de Miriam Jimenez Iriarte

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    A pesar de descender de muchas generaciones de Bendecidos, Kora no logra despertar el Don. Es la hija del director de la escuela de sanacion de Avacornis y, cuando su padre muera, se vera obligada a vivir en el barrio de los Durmientes, el estrato mas bajo de la sociedad.

  • Pensadores de la nueva izquierda de Roger Scruton

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    Scruton inicia este estudio sobre los fundamentos de la Nueva Izquierda en 1985, publicando un libro con este mismo nombre. En el analizaba a Sartre y Foucault, Habermas, Galbraith y Gramsci. Ha revisado el texto, incluyendo a pensadores de influencia creciente como Lacan, Deleuze y Guattari, Said, Badiou y Zizek. La edicion de 1985 fue controvertida y recibio numerosas criticas en los circulos intelectuales europeos, por su estilo provocativo. Mientras tanto -eran los anos de la caida del Muro-, era traducido en numerosos paises de herencia comunista. Scruton trata de explicar “que hay de bueno en los autores que trato, y que hay de malo. Mi esperanza es que el resultado pueda beneficiar a lectores de todas las opciones politicas”.

  • Desde las sombras de M.c. Sark

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    Romantica, victoriana y llena de sombras.

  • Angel y Diablo de Kate L. Morgan

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    NACIO EN MEDIO DE LA TORMENTA... crecio arropada con el fuerte granizo, y vivio con los temblores de la pobreza extrema que convierte la esperanza en polvo de ceniza. Fiona Connor vino al mundo llevandose la vida de su madre, y por eso fue rechazada, no solo por su padre, sino tambien por el resto del mundo que veian en el color gris de sus ojos, la ensena del diablo. Una fria y oscura noche, su padre, el hombre que debia protegerla, la dejo a las puertas de un orfanato. No le importo la espesa niebla, ni al aullar de los lobos. La pequena estaba maldita, y el debia alejarla de todos. Las desgracias, el hambre, y los golpes, persiguieron la infancia de Fiona, aunque no logro quebrar la bondad y la fe que eran innatos en ella, porque el destino de Fiona era mucho mas importante de lo que todos creian. Vivio en una casucha minuscula en una callejuela sucia, conviviendo con las pulgas y los chinches. Ademas, compartia una unica letrina con el resto de los ninos del orfanato. Fiona se vio obligada a vivir de la caridad, subsistiendo principalmente a base de te y pan. Pero su animo siempre fue el mismo, y su determinacion, inmensa. Fiona llego a esta vida con la tormenta, pero en sus ojos siembre brillo el sol. CAPITULO 1 Cementerio de Highgate, Londres, Inglaterra La nieve embarrada crujio bajo la suela de sus botas. Estaban marcadas con las salpicaduras del lodo desde hacia dias, ademas tenian varios raspones de aranarlas contra los adoquines irregulares de las calzadas. Parecia que contaban su propia historia a traves del eco del sonido de sus pasos en el silencio del cementerio. El enterrador cruzo por delante de el sin mirarle, escondiendo la cara en capas de ropa para soportar la helada. El abrigo de Aidan estaba humedo por la intensa neblina de la manana, pesandole en los hombros y goteandole en el ruedo, ahi donde no podia evitar empaparse por las salpicaduras de los charcos. La gorra no le calaba hasta las orejas que las tenia enrojecidas por la intemperie y descubriendo una nuca erizada por la exposicion a las dentelladas del invierno. El vaho se acumulaba frente a el con cada respiracion ritmica mientras escuchaba el sermon del sacerdote en esa gelida manana de enero. Los restos mortales del alferez Williams, iban a reposar en el nicho de forma eterna. El entierro habia comenzado a las nueve, a esa hora el cementerio apenas habia despertado al mundo de los vivos, solo tres personas aguardaban el camposanto; el sacerdote que oficiaba el responso, el enterrador, y el capitan de la fragata HMS Constant Warwick, el mismo. Como si el cielo quisiera rendirle un tributo al cuerpo sin vida de William, comenzo a descargar su pena con una precipitacion de agua que resulto inesperada. El alferez habia muerto en combate, y por eso la tripulacion del HMS Constant Warwick estaban en tierra. Cuando el oficio religioso concluyo, Aidan se dirigio sus pasos hacia comandancia. Tenia que recoger unas ordenes antes de marchar a la casa que sus abuelos le habian dejado, mientras lo preparaba todo para iniciar su nuevo destino, pero antes de girarse, el alferez O'Sullivan llego a su encuentro, el subordinado le hizo el saludo reglamentario, el, devolvio el saludo tocandose la visera de la gorra. --Despachos de comandancia que no podian esperar --le dijo el alferez O'Sullivan--. Nos extrano su retraso. La verdad es que se habia entretenido al cruzar el Tamesis. El rio estaba congelado, permitiendo que los ciudadanos pudieran cruzarlo andado, incluso patinar en el. Se habia quedado mirando a varios ninos que se perseguian lanzandose bolas de nieve, riendose a carcajadas del intento de un gran perro negro por morder los proyectiles en el aire. Se le instalo un sentimiento agradable en el pecho al verlos, porque solian estar trabajando o mendigando monedas. Aquellos ninos estaban sucios, les faltaban dientes y se reian, como tendrian que hacer todos los ninos. --?Tan importantes son los despachos que no podian esperar a mi regreso a comandancia? --pregunto extranado. --Necesitan su firma para que comience la reparacion del HMS Constant Warwick --O 'Sullivan no levanto la vista de la carpeta de piel que le tendia a su oficial. Aidan fue discreto al echar un vistazo. --?Cuando esta previsto que zarpemos? --?El capitan me pregunta a mi? --le pregunto el marino. --?Acaso no te enteras de todo antes que yo? El marinero sonrio de medio lado. --Eso es porque visito el meson de Charly. --?El meson de Charly? O'Sullivan fruncio el ceno sin mirarlo, con esa gravedad en su expresion que decia que no sabia de donde habia salido Aidan que nunca se enteraba de lo que estaba pasando en la ciudad. El local era la comidilla de los marineros pues todos querian su oportunidad de cazar en el extenso jardin trasero. Pero Aidan si se enteraba. Leia el periodico todas las mananas, salvo que los espacios de ocio no eran de su interes. --Sirven la mejor cerveza negra de todo Londres, y, por un modico precio, el dueno del meson nos permite disparar a los patos del lago que hay detras de la casa --Aidan le indico con un ruido de garganta que lo habia escuchado y que no le interesaba continuar con la conversacion, solo que O'Sullivan tenia mas cosas que anadir--: Harrison y Peter iran esta tarde, podria acompanarlos. --Podrias aplicarte tu propia sugerencia, parece que te hace mas falta a ti que a mi. --Y lo haria encantado, pero me arriesgaria a que mi madre me despellejara vivo. Los ojos verdes de Aidan se detuvieron en el un instante antes de volver a la carpeta de piel que sostenia entre sus manos. --Conozco a tu madre, y te aseguro que en modo alguno te despellejaria. O'Sullivan tardo en decidirse a contestar. --Tengo cinco hermanas menores que me exigen atencion diaria cuando estoy en tierra. Siempre pidiendo que les presente a algun oficial, y por eso detesto tanto cuando el HMS Constant Warwick atraca en Londres y nos deja en tierra por tiempo indefinido. Nadie puede culparme si no quiero aparecer por mi casa. La ausencia de lluvia dejaba un dia gris y frio, el viento cortante le abofeteo el rostro cuando se giro para dar el primer paso. Firmaria los despachos en comandancia. Y de repente, sus ojos se clavaron en una figura femenina que estaba arrodillada sobre una tumba. No lloraba, pero maldecia de una forma que le llamo la atencion. Por el raido abrigo que cubria su fragil cuerpo, supo que no era una dama, ademas, parecia una mendiga. Su cabello arrastraba por el suelo, y se dijo que debia llevarlo muy largo. --Mi senor --lo llamo el alferez al ver que su capitan se habia detenido y miraba a una mendiga que seguramente robaria lo que pudiera de las tumbas. --Regresemos a comandancia. Firmare los despachos alli. Se le hundieron las botas en el barro cuando se dirigio hacia la salida seguido por O 'Sullivan. El carruaje les llevo a comandancia en un tiempo record. --Capitan Baquer --lo saludo un suboficial--. Presentese en el despacho del almirante Smith, senor. --Gracias... --entorno los ojos y escudrino el rostro poco familiar del marinero--. ?Ross? --Russell, senor --corrigio amablemente, cuadrando un poco los hombros con orgullo porque ese capitan de fama increible hubiera recordado su nombre. Aidan asintio, inclino la cabeza como despedida, y se dirigio al despacho del almirante. Sus nudillos resonaron contra la puerta con determinacion antes de abrir sin aguardar. Si Robert Smith lo habia llamado directamente a su despacho, el asunto debia de ser importante. --Aidan --lo saludo el marino. El almirante Robert Smith era un hombre casi tan alto como el, y de corpulencia evidente. Cuando se levanto para saludarlo, tuvo la misma fuerte sensacion de siempre: el tamano de su cuerpo no se correspondia con el de sus manos. Procuro mantener los ojos fijos en los de su superior mientras apretaba con decision aquella mano demasiado calida y demasiado pequena a la vez. --?Que tal esta tu padre? Aidan mantuvo silencio durante un par de segundos. El, no queria hablar sobre su padre, pero lo hizo. --Bien, senor --respondio forzado. Robert asintio. No regreso a su lado del escritorio, sino que se apoyo contra el, cruzando los pies y los brazos. --Digale a su padre que ire a visitarlo muy pronto. ?Y el grumete Bay? Aidan solto el aliento porque la conversacion que esperaba sobre su padre habia quedado suspendida. --Continua convaleciente, los medicos no tienen claro cuando recuperara la movilidad de la pierna. --Ya veo. Transmitele mis deseos de su mejora-- el joven cabeceo con lentitud, apreciando otros detalles de la postura del lugarteniente: queria imponerse. Queria suprimir cualquier oportunidad de dialogo. Por tanto, Aidan aguardo con cautela y adopto una actitud reservada. --La familia es importante --le dijo el almirante--. Es lo que sostiene a uno en pie, lo que dejamos en el mundo. Los hijos dan prestigio, orgullo, deben ser el reflejo de nuestros valores, los valores que mantienen esta sociedad, pero, a veces, los hijos son unos desagradecidos --se incorporo para acercarse a un rincon del escritorio y servirse un whisky. El capitan acepto el vaso que se le tendia por educacion. Se lo llevo a los labios y trago, procurando no paladear el intenso sabor ahumado, aunque le colapso los sentidos igualmente. Robert dejo con mas fuerza de la necesaria la licorera en la mesa. --Ha llegado a mis oidos informacion que es de mi desagrado. Uno de mis ahijados ha sido visto reuniendose con los comunistas de la Fulham. Quiero pedir tu confianza y absoluto compromiso para que investigues. Me consta que tienes conocidos en esa fabrica de comunistas, y quisiera saber quienes son, y que hace mi ahijado reuniendose con ellos. No estoy dispuesto a tolerar esa desviacion de conducta, ni que a mi familia se la asocie con anarquistas. Aidan entendio el motivo para el regreso del HMS Constant Warwick a Inglaterra con la excusa de la reparacion y puesta a punto para surcar de nuevo las aguas. Si el hubiera sido un hijo docil, si hubiera obedecido a su padre, si fuera obediente y nada impulsivo, ahora no estaria en deuda con el hombre mas poderoso de la armada britanica. Estaba en deuda con aquel hombre, y las deudas siempre acababan pagandose. --Tiene garantizada mi discrecion, senor --termino aceptando. No tenia otra opcion. Sus ojos eran granito cuando el almirante relajo la postura y le mostro una sonrisa medio oculta en el frondoso bigote, antes de acercarse a estrecharle la mano de nuevo y palmearle el hombro. --Gracias, Aidan. Mi confianza esta en ti como lo estaria en mi propia sangre. --Senor --casi gruno--. ?De quien se trata? --De Raymond Samuelson. Asintio y no anadio nada mas, realizando el gesto de tocarse la gorra para despedirse. Al salir del amplio despacho la expresion se le mudo en una de contrariedad y sintio de nuevo la opresion en la garganta, el whisky seguia dando vueltas en su estomago. Se escudo en su capa larga y apoyo su mano en su espada abrochada al cinto cuando se marcho de comandancia. Le dijo a su cochero que le apetecia pasear, que regresara a la casa. Y cuando se fijo en las ruedas que comenzaban su andadura, se percato de que no habia firmado los despachos, pero lo haria por la tarde. Ordenaria a O'Sullivan que se los llevara a su casa para hacerlo. El frio viento lo acompano por las calles londinenses. Aidan se miraba las puntas de las botas y luego contaba las ventanas de los edificios que pasaba mientras era testigo pasajero de las vidas al otro lado de los cristales. La fabrica de carbon Fulham, era uno de los gigantes que alimentaba las chimeneas y fogones de la ciudad. Al almirante Smith no le habia hecho falta especificar cuando o como queria que se encargara de aquello. Y Aidan no podia identificar a nadie si no reconocia primero el terreno. Antes de llegar al puerto, el rugido de la fabrica de carbon ya era audible en la distancia. Se detuvo a admirar los barcos anclados en el puerto, desde la distancia pudo ver su fragata. Daria lo que fuera por embarcar de nuevo y no tener que actuar de espia para el almirante. Pero era inevitable. Cuando alcanzo los muros de la fabrica de carbon, se quedo en las inmediaciones unos minutos antes de que los obreros hubieran acabado el turno. El humo de las chimeneas enrarecia el aire, y la oscuridad alli era mas densa. El olor era penetrante y acido, se le quedaba en la garganta, le escocia en los ojos. Se resguardo cerca de la entrada, para poder ver quienes abandonaban el lugar de trabajo. Conocia a Raymond Samuelson. No estaba seguro del aspecto que debia tener en los ultimos anos, pero suponia que su cara no habia cambiado demasiado. Si se acercaba por alli, seguramente el tambien podia reconocer a Aidan. Solo que Aidan tenia una excusa para estar en la fabrica, como bien habia dicho Robert Smith: el, conocia a alguien alli. Al apoyarse en la pared se le clavo la espada en la cadera, y no se molesto en acomodarla. --?Senor Baquer? Levanto la mirada con la misma rapidez con la que se irguio, entreabriendo la boca para contestar, sin que saliera ningun sonido. Ver al hijo de su cochero trabajando en la fabrica de carbon, lo pillo desprevenido. Era el nino con el que habia jugado en su infancia. --?Ha estado esperandome? Le juro que mi trabajo aqui no entorpece el que realizo en Brent Cross --Arthur, lo miraba con fijeza, aunque visiblemente incomodo--. ?Ha venido desde comandancia porque le ha sucedido algo a mi padre? --el, continuo sin contestar--. Mire... tengo que irme, no puedo quedarme, pero regresare a la misma hora --se quito la boina y la amaso entre las manos. Al final se volvio a colocar la gorra y se marcho sin despedirse. Aidan lo siguio con los ojos, y sopeso que cruzarse con Arthur era la mejor forma de tener una justificacion para estar alli. Se recoloco la espada a la cadera, y miro en derredor, confirmando que si habia obreros juntandose con la aristocracia londinense no era de forma expuesta.

  • Un pie en el paraiso de Ron Rash

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    Oconee, condado rural de los Apalaches, principio de los anos cincuenta. Un antiguo territorio cheroqui esta a punto de ser de nuevo arrebatado a sus legitimos pobladores: la compania electrica Carolina Power ha adquirido todas las tierras del valle para construir una presa, un inmenso lago que anegara por igual granjas y cultivos. Sin embargo, una inclemente sequia castiga ese verano y el maiz y el tabaco crujen bajo los pies en los agostados surcos. El sheriff y veterano de guerra Will Alexander es el unico en kilometros a la redonda en haber pisado una universidad, pero ?de que sirve eso si no se es capaz de encontrar un cuerpo? El de Holland Winchester, que no regreso a casa a mediodia y cuya madre oyo un disparo en la propiedad vecina…

  • Amor en la fila 27 de Eithne Shorthall

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    ?Que pasa cuando Cupido juega a ser copiloto? Todavia recuperandose de una ruptura, Cora Hendricks ha renunciado a encontrar el amor. Para ella, en realidad. Para pasar el tiempo, mientras trabaja en el mostrador de check-in de Aer Lingus en Heathrow, Cora empieza a jugar a ser cupido con parejas solteras durante el vuelo. Utilizando solo su intuicion, Internet y la afable asistente complice, Nancy, la fila 27 se convierte en el laboratorio del amor de Cora. En lugar de sentarse al azar, dos pasajeros, de forma involuntaria, se sentaran junto a la persona de sus suenos, o no. Cora asegura que la fila 27 es solo algo de diversion, pero mientras ella esta ocupada haciendo que salte la chispa a gran altura, el amor que habia abandonado para si misma podria haber aterrizado justo en frente.

  • El destino de Elisabeth de Laura Frantz

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    Lady Elisabeth Lawson lleva haciendo encajes desde que tenia cinco anos. Su tranquilo mundo se pone patas arriba cuando en el Williamsburg colonial la paz salta por los aires en visperas de la Revolucion Americana. Su prometido la abandona y por si fuera poco, la acusan de ser una espia britanica. Todos odian a los britanicos, asi que ella se queda sola, sin nadie que la apoye salvo Patriot Noble Rynallt, un hombre que ya tiene suficientes enemigos de por si. ?Y que hacer ahora? ?Podra confiar en el? ?Se quedara con los revolucionarios o se mantendra fiel a sus raices britanicas?

  • La peor parte de Fernando Savater

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    El libro mas personal, emotivo e intimo de Fernando Savater.

  • Bilogia completa Nadie mas que tu de Claudio Hernandez

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    En este libro encontraras dos los libros que protagoniza el nuevo inspector del ano.

  • En mal lugar de Esther Mor

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    Ella solo se ha registrado en ese hotel apartado de la civilizacion para una transaccion rapida, un intercambio sin complicaciones con un ciente habitual. Nada debia complicarse, pero desde el primer momento se ve envuelta en una misteriosa trama en la que nadie es lo que parece, empezando por Harold, el anciano gerente del establecimiento. ?Te parece que estas ante un relato sobrecogedor? ?Crees que vas a leer algo espeluznante o terrorifico?Pues te equivocas, querido lector, lo mas probable es que tus carcajadas sean escuchadas por los vecinos a traves de las paredes.

  • Diez de S. B. R.

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  • Infectum de David Pardo

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    Ano 2020. La civilizacion se consume.

  • Una casa en amargura de Elisa Vazquez De Gey

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  • ?Es broma?, Tamara Kruger de Tamara Kruger

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  • Pasaje al misterio de Francisco Renedo

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    Pasaje al misterio es un libro de viajes hacia el enigma y lo insolito. Entre sus paginas podemos encontrar extranos objetos voladores que atemorizaron a sus observadores, personas desaparecidas en extranas circunstancias, pueblos que sufrieron terribles maldiciones, o apariciones y milagros que unos catalogan de divinos y otros de demoniacos.

  • Te debo un sueno (Bdb) de Sandra Heys

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    Serie El quinteto de la muerte

  • La noche no entiende de luces de David Navarrete Utrera

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    Tom es un chofer descontento con su insulsa vida y apesadumbrado por la gran trayectoria de sus padres en comparacion con el.
    Sin embargo, la aparicion de dos distinguidas y atractivas mujeres a las que debe conducir al congreso de los diputados cambiara su existencia. Seducido por la posibilidad de cambiar de estatus y de tener todo lo que habia sonado decide aceptar el misterioso encargo que estas le realizan.
    Dicho encargo le llevara a trabajar en Londres al servicio de uno de los hombres mas poderosos del mundo: Jamie Rowling.
    De lo que no es consciente, es de ser tan solo un peon mas de un juego del que ni siquiera conoce las reglas.

  • La tumba de Sarah (Tracy Crosswhite 1) de Robert Dugoni

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    Hace veinte anos que Sarah desaparecio. Desde entonces su hermana Tracy duda de que el violador que cumple condena por su asesinato, Edmund House, sea realmente el responsable de aquel crimen.

  • Un amor inesperado + Un amor delicioso de Olga Salar

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    Un amor inesperado

  • Un verano en Chatsworth, Alexandra Risley de Alexandra Risley

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    Mientras la mayoria de las jovenes de su edad suenan con enamorarse y lograr un matrimonio conveniente, Fanny Thorton apunta mucho mas alto: desea ingresar a una prestigiosa universidad para cursar la carrera de medicina.
    Aunque los muros que el mundo academico ha erigido para las mujeres se derrumban en una era de avances y trasformaciones, Fanny sufre al no poder concretar sus objetivos. hasta que un golpe de suerte la pone a un solo paso de ellos. Es invitada a asistir al prestigioso retiro intelectual de Chatsworth House, una temporada vacacional reservada para los alumnos mas destacados de la Universidad de Cambridge, que se celebra cada ano en la magnifica mansion campestre del duque de Devonshire.
    En aquel exclusivo entorno de recreacion y erudicion -pero tambien de rechazo de parte de quienes la consideran una arribista con suerte-, Fanny reafirmara su determinacion de estudiar y de demostrar que una mujer es tan capaz como un hombre de convertirse en medico.
    En Chatsworth House conocera a dos brillantes y atractivos estudiantes que compartiran su pasion por la medicina: el enigmatico Gabriel Seymour, cuyo talento es minimizado por su terrible reputacion, y el arrogante lord Everett Sinclair, quien pone en duda la tenacidad de una mujer para ejercer la medicina. Gabriel y Everett reviviran viejas rencillas y crearan nuevas cuando ambos pongan sus ojos en la resuelta jovencita que aspira matricularse en Cambridge a como de lugar y convertirse en medico.
    Alexandra Risley continua escudrinando en la flamante era victoriana y se detiene en los inicios de la medicina moderna, en el limitado acceso a la educacion para la mujer y en su denodada lucha por lograr la igualdad.

  • No Soy Ella (Amores Imposibles 4) de Amaya Evans

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    Para Brianna Doyle, una chica rebelde, con un espiritu libre y un alma sonadora, conocer a David Bentham, conde de Darmond es todo un acontecimiento, pues a sus ojos es el hombre mas guapo y galante que haya conocido, sin embargo al enterarse de que es el antiguo novio de su prima, decide alejarse. El unico problema es que David tiene otros planes porque al verla queda tan sorprendido ante el parecido que ambas mujeres; Ursula, su antiguo amor y Brianna la chica que acaba de conocer tienen entre si, que decide hacerla suya y no descansara hasta lograrlo. Pero cuando por fin logra lo que desea, se da cuenta de que tal vez ha cometido la mayor equivocacion de su vida, pues al corazon nadie puede enganarlo, y el en su afan de hacerlo, tal vez termine perdiendo el tesoro mas valioso que ha podido encontrar.

  • Vientos de Escocia de Miranda Bouzo

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  • Mr. Mercedes (Trilogia Bill Hodges 1) de Stephen King

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    Mr. Mercedes, primera novela de la <>, es la historia de una guerra entre el Bien y el Mal. Un retrato inolvidable de la mente de un asesino obsesionado y demente.

  • Los caminantes. Hades Nebula de Carlos Sisi

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  • Contando estrellas (Bdb) – Christina Birs de Christina Birs

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    Mencia de Cusanza, una joven erudita del siglo XV, regresa a Compostela tras haber pasado los ultimos anos en Roma. Consciente de que alguien la persigue, se refugia en la iglesia de Santa Maria Ligure, al sur de Genova, a sabiendas de que alli estaran a salvo tanto ella como el contenido del pequeno cofre que porta consigo.
    En la actualidad, la figura de Mencia es objeto de estudio por parte de un equipo de investigadores encabezado por la arqueologa Sira Lopez, quienes, con el proposito de aportar luz sobre ciertos detalles un tanto oscuros de la historia, acometen una excavacion en el entorno de las ruinas de Santa Maria Ligure. Inmersa en el trabajo que la acercara al objetivo profesional que tanto ansia, un expolio llevado a cabo en extranas circunstancias hara que la vida planificada al milimetro de Sira se desestabilice. Pero no tanto como lo supondra la llegada del lugarteniente Enzo Fossati, con quien, muy a su pesar, se vera obligada a trabajar con el fin de esclarecer el caso.

  • Un beso en Navidad de Jonaira Campagnuolo

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    La Navidad puede ser una epoca de mucha tension, capaz de desequilibrar las emociones de cualquiera. Jessie es una de ellas. Sus problemas familiares y las exigencias en su trabajo la obligaran a descargar su frustracion en una familia de munecos de nieve que adorna la cafeteria de Ethan Martin, poniendo a prueba las fortalezas de ese hombre, quien esta dispuesto a atrapar y aleccionar a la agresora asi tenga que invertir su vida en ello.
    ?Que ocurrira cuando se encuentren?

  • La invasion de las tinieblas (Condenados 3) de Glenn Cooper

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    Historia, intriga, accion y aventura se aunan en La invasion de las tinieblas, la ultima entrega de una fantasia apocaliptica imaginada por Glenn Cooper, el mago del thriller historico.

  • Un te quiero por Navidad de Christian Martins

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    Los dias pasaban con demasiada rapidez y a Gabrielle Reuben se le acababa el tiempo en el preciso instante en el que el calendario le daba la bienvenida al festivo y alegre mes de diciembre. Treinta y un dias de plazo para presentar la nueva novela, ni uno mas, ni uno menos. Despues todo habria terminado para Gabrielle. Aquella noche, la muchacha se desperto con las sabanas empapadas en sudor y una extrana sensacion de fracaso en el vientre. Se levanto de la cama a reganadientes, tan solo por el mero hecho de sentirse util. Se sirvio una taza de cafe y se dirigio hacia el umbral de su despacho; ese rincon de la casa que en los ultimos meses habia logrado causarle verdadero pudor. La mesa del escritorio estaba despejada, limpia, ordenada. El portatil pulcramente colocado en el centro, junto al raton. Tiempo atras aquello habia sido un verdadero desastre, con papeles por todas partes y cuadernillos con anotaciones por cada esquina. Pero esos dias, los dias en los que Gabrielle habia tenido inspiracion, se habian esfumado. -- Necesito una musa... -- murmuro, repasando mentalmente todos aquellos consejos que le habian dado y que, por experiencia, podia afirmar que no servian para nada. Aun era temprano y la luz se colaba levemente a traves de las cortinas. Pulso el interruptor y paso a la habitacion, sin soltar su taza de cafe. Se sento frente a la mesa, recordando aquellos anos en los que nada mas levantarse de la cama se habia dirigido a ese rincon, ansiosa por continuar con aquellos personajes, aquellas historias, aquella sucesion de palabras que lograba darle vida a todo lo que rondaba en su cabeza. El cafe siempre habia tenido que esperar, y aun asi, se lo habia tomado a pequenos sorbitos, entre tecla y tecla, sin desperdiciar un solo segundo. "Uno tiene que estar siempre en el mismo lugar, a la misma hora, para que la inspiracion pueda encontrarle". "El mejor truco para escribir con fluidez es leer; leer mucho, leer todo". En aquel mundillo literario, todo el mundo tenia algo que decir. El peor de los errores de Gabrielle habia sido confesar abiertamente su bloqueo literario. Hasta entonces, a pesar de su frustracion, habia logrado "sacar algo" de su cabecita. Desde que dijo en voz alta que se encontraba sin inspiracion, bloqueada, no habia logrado sacar nada con sentido. Uno de diciembre. Se acababa el ano. Escucho el telefono fijo resonar en el salon y se pregunto a si misma si debia responder la llamada o no. Al final, suspirando hondo, decidio acercarse; estaba convencida de que era Ruth. Ruth era su agente literario y, a su vez, su mejor amiga. Era una suerte, porque cualquier autor en su situacion no habria sabido que decirle a su "pesado" agente para salir del paso y quitarselo de encima, pero ella no tenia ese problema. -- ?Hola? -- !Buenos dias, escritorzuela! -- exclamo Ruth, con un buen humor poco habitual en ella. Aunque no era, en absoluto, una amargada, Ruth solia encontrarse demasiado estresada en cada pequeno instante de la vida, cosa que menguaba su humor. -- Ahora mismo me iba a poner a escribir... -- bromeo, mientras sorbia los ultimos posos de cafe del fondo de la taza -- . ?Me llamas para escuchar mi dulce voz? -- En realidad, no. No te vas a creer lo que he conseguido... -- canturreo con felicidad. Esa frase habria sido magica para los oidos de Gabrielle en otra epoca, pero dadas las circunstancias, lo unico que le provocaba era pavor. Gabrielle tenia veintiseis anos, con diecisiete habia escrito su primer best seller y con veinticuatro el ultimo de todos. Los contratos editoriales le habian llovido desde entonces, y Ruth siempre se habia encargado de rastrear las mejores ofertas entre las propuestas que tenian sobre la mesa. De la ultima, Gabrielle habia cobrado un cuantioso anticipo que poco a poco se habia esfumado de su cuenta. Se suponia que el primer borrador del manuscrito tendria que haberlo tenido disponible para el caluroso mes de junio, pero la cosa no habia salido exactamente segun lo planeado. Uno de diciembre. La ampliacion del plazo llegaba a su final. -- ?Gabi? -- pregunto Ruth a traves del auricular -- , ?puedes prestarme un poco de atencion y bajar de las nubes? Una gran parte de ser escritora se debia a su incesante imaginacion. Gabrielle no solo tenia la capacidad de inventarse lugares, personas, escenarios, tramas... Si no que sonaba despierta. Era algo extrano. En ocasiones, se imaginaba la proxima conversacion telefonica que tendria con su madre y la recreaba en voz alta, riendose con las ocurrencias que su padre gritaria de fondo. -- Te estoy escuchando, te estoy escuchando... -- canturreo . -- Pues entonces, !atenta! -- exclamo, recuperando el buen humor de su tono de voz -- . Creo que ya he encontrado la solucion a todos tus problemas. -- ?La solu...? -- Fantasy Book necesita doce historias para una antologia y esta buscando autores nuevos para su plantilla -- continuo explicando con rapidez, sin permitirle a Gabi interrumpir -- , como solo sera una antologia y los relatos tendran la tematica asignada, no incumpliremos el contrato que ya tenemos firmado para la novela. "La novela". Esa que no existia. Esa que dudaba que fuera a existir en algun momento del futuro. -- Estoy bloqueada, Ruth... -- musito con voz de melancolica, recordandole a su agente aquello que ya sabia -- , no creo que pue... -- Seran solo cuatro mil palabras -- continuo con entusiasmo -- , ni una mas, ni una menos. !Y eso no es nada para ti, Gabi! !Te he visto escribirlas en una sola tarde! Ella suspiro desde el otro lado de la linea. Era cierto, cuatro mil palabras no eran demasiado pero... ?Pero como iba a escribirlas si no podia siquiera sacar doscientas? -- Veras, no creo... -- Sabia que te negarias, asi que me he tomado la libertad de poner al dia tu cartilla bancaria. ?Sabes cuanto dinero te queda en el banco? Gabrielle dudo. No tenia ni la menor idea, asi que guardo silencio. -- Me lo imaginada -- continuo Ruth -- , cero. No te queda dinero en el banco. -- !Mierda! Aquellos ultimos meses se habia alimentado de sobras, cereales y cafes, asi que no le habia prestado demasiada atencion a su cuenta bancaria. En realidad, ?para que necesitaba mas? No salia de casa, y se pasaba el dia por completo sentada en una silla donde ni siquiera movia los dedos de las manos. ?Para que necesitar, entonces, la energia que le proporcionaban los alimentos? -- Cuatro mil palabras y, por arte de magia, recibiras doscientos dolares. Gabrielle guardo silencio. ?Y que demonios iba a hacer con doscientos dolares? Con eso no le llegaba ni para pagar el alquiler. -- Mira, Gabi... -- continuo Ruth, adivinando sus pensamientos -- , creo que ha llegado la hora de poner las cartas sobre la mesa, ?vale? Tienes que bajarte de esa nubecita en la que estas subida. -- Lo se... -- murmuro, procurando cortar cuanto antes con aquella desagradable conversacion. -- Vas a tener que cambiar de habitos y empezar a pensar seriamente sobre tu futuro. "!Oh, oh!", penso, "!peligro!" Odiaba cuando Ruth se ponia en plan madre preocupada por su futuro literario a echarle la bronca. Ademas, si se metia en ese papel, no habia nadie que lograse sacarla. -- No te preocupes tanto... -- Gabi, por favor -- gruno -- , abreme la puerta de casa. -- ?Que te abra que...? -- pregunto, justo en el instante en el que el timbre resonaba todo su apartamento. Colgo el auricular del telefono y se dirigio a la puerta arrastrando un pie delante del otro. No tenia demasiadas ganas de hablar con ella, menos aun de recibir una visita, pero, ?que iba a hacer? ?Echarla? Abrio la puerta y alli estaba Ruth, tan perfecta como siempre y radiante a pesar de las tempranas horas. Vestia un pantalon de pata de gallo y una americana negra que le iba perfecta. -- !Oh, Dios, Gabrielle! -- exclamo, repasandola de hito a hito -- . !Pero si estas en los huesos! Ella, con los ojos en blanco, se separo de la puerta para dejar paso a su amiga. -- ?Cafe? -- pregunto, mientras se dirigia sin esperar respuesta hacia la encimera.

  • El reglamento de Tony Peake

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    Durante una intensa semana de octubre de 1962, la crisis de los misiles en Cuba trajo consigo un aumento de la tension politica mundial. En la otra cara del planeta, en un prestigioso internado de Pretoria, los colegiales escrutaban el horizonte en busca de signos de que el mundo se acababa. Tambien entre ellos hay tension, luchas y crueldades, un reflejo de la Sudafrica profundamente dividida, sobre todo en visperas de que se inicie el juicio contra Nelson Mandela. Uno de los alumnos, Paul Harvey, sensible, solitario y ansioso por integrarse en el internado, hara lo que sea para complacer al lider de la clase y poder entrar en el club que este capitanea y cuyo reglamento tendra que aceptar. Una experiencia simultanea a su despertar sexual.

  • Romance de la luna llena de Juanjo Lamelas

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    Esta es la fiel historia del caballero Martin y de Candela, su dama, contada por un trovador que les semeja en estampa. Intrigas, celos, mentiras. Angustias y penitencias. Guerras, sangres y venganzas. Regresos, huidas y olvido. Agravios que se reparan. Luna llena fue testigo de cuantas cosas pasaban. Una novela caballeresca llena de aventuras y desventuras en la epoca de Alfonso X, el Sabio, en el imaginario Condado de Valmayor del Reino de Sevilla.

  • El legado de Camila Winter

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    Luego de morir su padre Evie recibe una misteriosa carta en frances de un coleccionista que le reclama un libro que al parecer esta en la biblioteca de su padre. La joven lo busca y espera devolverlo a su dueno pero el libro no esta por ninguna parte.

  • La conspiracion de los Illuminati de G. L. Barone

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    En lo mas profundo de la noche, una inmensa fogata ilumina repentinamente la ciudad de Turin y la peor de las noticias se dispersa por todo el mundo: el Santo Sudario ha sido destruido. Cuatro meses despues, en Roma, un escandalo convulsiona al Vaticano: el coronel Weistaler, jefe de la guardia suiza, ha sido asesinado brutalmente. ?Que une a estos acontecimientos aparentemente tan distantes? La investigacion de Stella Rosati, una joven fiscal italiana, revela la extrana relacion entre la elite de la Santa Sede, el presidente del Banco Vaticano, traficantes de armas y celulas terroristas islamicas. A la investigacion de Stella se unira Andreas Henkel, un exagente checo ahora al servicio del Vaticano.