• trilogia olimpo bajo fuego - Luis A. Santamaria

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    EL SECRETO DE OLI:
    OS CONTARE LA HISTORIA DE COMO FUI ENGANADO POR LA HISTORIA QUE MAS QUERIA.
    Asi comienza Alfonso Morales el relato sobre como, hace 23 anos, se vio sumergido en una atipica historia con una joven ambarena que le cambio la vida.
    En la actualidad, Oli, un entrometido nino de diez anos, descubre que una enfermedad letal amenaza la vida de su madre. Inmediatamente construye en su peculiar imaginacion un plan para salvar a su familia. Para ello cuenta con la ayuda del ‘Yayo’, sarcastico cirujano retirado, conocido por los inmorales tratos utilizados con sus discipulos y que tiene buenas razones para no preocuparse por las consecuencias del manana. Juntos se adentraran en los oscuros misterios de la familia y en una trama en la que saldran a la luz algunos turbulentos sucesos ocurridos en el pueblo pesquero de Ambar: venganzas, corrupciones, traiciones... y un secreto que cambiara el destino de todos para siempre.

  • Olympus Has Fallen - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Olympus_Has_Fallen

    Olympus Has Fallen (Ataque a la Casa Blanca en Hispanoamérica, Olimpo Bajo Fuego en Colombia y México, Operación: Casa Blanca en Centroamérica y Chile, ...

  • Gerard Butler completa su trilogía con otro “Presidente bajo ...

    https://www.impulsonegocios.com/gerard-butler-completa-su-trilogia-con-otro-presidente-bajo-fuego/

    10 sept 2019 — “Presidente Bajo Fuego”, la última parte de la franquicia de acción ... Lionsgate decidió hacer su secuela “Londres Bajo Fuego” en 2016, ...

  • RESEÑA |Agente bajo fuego, un cierre adecuado para la ...

    https://www.sinembargo.mx/30-08-2019/3635790

    30 ago 2019 — RESEÑA |Agente bajo fuego, un cierre adecuado para la trilogía de Gerard ... El agente Mike Banning (el mismo de Olimpo bajo fuego y Londres ...

  • Descargar Saga HAS FALLEN (Olimpo Bajo Fuego ...

    https://peliculasmp4hd.com/2020/11/20/saga-has-fallen-olimpo-bajo-fuego-londres-bajo-fuego-agente-bajo-fuego-hd-720-latino-mega/

    20 nov 2020 — Descargar Gratis Película Saga HAS FALLEN (Olimpo Bajo Fuego / Londres Bajo Fuego / Agente Bajo Fuego) [HD 720, Latino, ...

  • Gerard Butler regresa con una cuarta entrega en Night Has ...

    https://vos.lanacion.com.py/destacado-vos/2020/11/10/gerard-butler-regresa-con-una-cuarta-entrega-en-night-has-fallen/

    10 nov 2020 — Ataque a la Casa Blanca, Londres bajo fuego y Presidente bajo fuego son tres películas de una misma saga de acción protagonizada por Gerard ...

  • ¡Confirmado! Gerard Butler protagonizará una cuarta parte de ...

    https://www.cinebooom.cl/confirmado-gerard-butler-protagonizara-una-cuarta-parte-de-ataque-a-la-casa-blanca/

    30 nov 2020 — En su tercera parte, “Presidente Bajo Fuego” (2019), ... Sinopsis: Tras las amenazas a la Casa Blanca y Londres, el agente Mike Banning ...

  • [Reseña] «Presidente Bajo Fuego»: De guardián a enemigo ...

    http://www.canalfreak.net/resena-presidente-bajo-fuego-de-guardian-a-enemigo-publico/

    22 ago 2019 — “Presidente Bajo Fuego” es la tercera entrega de una saga ... Después de los hechos ocurridos en “Londres Bajo Fuego” (2013) Mike Banning ...

  • Gerard Butler vuelve con la película Presidente Bajo Fuego

    https://g21.peru21.pe/publi/entretenimiento/cine/cine-gerard-butler-vuelve-con-la-pelicula-presidente-bajo-fuego-noticia/

    9 sept 2019 — Es la tercera entrega de la saga Has Fallen (Olimpo bajo fuego y Londres bajo fuego), que fue creada por Creighton Rothenberger y Katrin ...

  • El aleteo de la mariposa (Oli 2) de Luis A. Santamaria

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    Cierto dia del verano de 2006, cuando el pequeno Oli se atrevio a husmear en los resultados medicos de sus padres, una mariposa cualquiera aparecio de la nada, y, sin ningun motivo aparente, batio sus alas.
    Ese otono, en Oxford, un solitario agente de policia es atracado mientras dormia, la misma noche que se produce un sangriento asesinato en la otra punta de la ciudad.
    Ajena a ello, una joven inglesa toca el violin en la calle mientras piensa en un amor imposible del pasado.
    En Madrid, un talentoso neurocirujano es acusado del homicidio de su propio paciente, el multimillonario dueno de una famosa empresa.
    Aparentemente, ninguna de estas historias esta relacionada con los sucesos del pasado 12 de octubre protagonizados por Oli y el Yayo.
    Aparentemente...

  • La nina de maiz de Joan Llensa

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    Llevandose una tostada untada con mantequilla y azucar a la boca, la pequena Martina dejo que el crujido eliminase cualquier sonido. Sentir los trozos de pan mezclandose con la deliciosa mantequilla que se derretia en su paladar era algo que percibia como una maravilla. Y cuando el azucar con su edulcorado sabor le impregnaba la lengua, miles de cristalitos brillantes la convertian en un hada de los bosques. Asi lo apreciaba ella. Y ese pequeno detalle, que al parecer de muchos pudiera ser considerado insignificante, para ella tenia un significado especial. Magico. --Abuela --la llamo con los labios untados--, ?ya se han ido todos? --Claro, chiquilla. Hoy hay reunion de ultima hora en el ayuntamiento para la Feria y han salido pronto para que tengamos el mejor sitio posible. Ya sabes que a quien madruga, Dios le ayuda y, si veneramos a las Virgenes y los Santos como merecen, nos bendeciran con un ano lleno de buena prosperidad. Martina dio un gran bocado y desvio la mirada hacia la ventana. La claridad del cielo era de ese color pastel que cuesta definir. Cuando el sol se apresura a tenir con trazos largos y gruesos la oscuridad con sus pinceles de luz. --Creo que hara un buen dia, abuela. --Asi lo quiera Dios --sentencio. Tras terminarse el desayuno, la pequena Martina recogio las migajas que quedaron en la mesa y ayudo a la abuela a fregar los platos. Las dos salieron al exterior por la puerta de la cocina. Vivian en un antiguo molino que era el sustento de la familia. En total, eran siete miembros; la abuela era la mas mayor, despues estaba Valentina, su hija, y Pancracio, el marido de esta. Casados desde hacia anos y tocados por la mano del senor, como decian ellos, por el fruto de su amor: sus cuatro hijas. Josefina, la mayor y mas seria a quien todos llamaban Fina; Jacinta, la rebelde; Maria, la buena; y la pequena Martina. El viejo molino consistia en una construccion de dos plantas. En la primera, se distribuia una amplia sala que hacia a la vez de comedor y cocina, todo junto con una gran mesa de madera maciza y sus sillas, con frondosos y mollencos cojines que ellas mismas se habian encargado de hacer. En uno de los rincones, un gran fuego a tierra daba el calor necesario a las frias noches de la comarca. De la estancia, aparecian en el rincon contrario las escaleras. Unas ascendian hasta la primera planta, donde se encontraba una sala comun con un sillon desvencijado de color crema y una mesa con cuatro sillas. Esta sala se comunicaba con tres puertas que comunicaban con los respectivo dormitorios. Uno, de los padres; otro, de las tres hijas mayores; y un tercero que compartian Martina y la abuela. Por otro lado, y debajo de la planta inferior, la sala del molino con las grandes piedras de moler y todos los engranajes que aprovechaban la corriente del rio para las harinas y demas. En el exterior, el viejo molino tenia el aspecto de una casa normal y corriente, con una construccion que recordaba a las casas de la zona; sus paredes de piedra y cemento, sus ventanas de un tamano mas bien pequeno y las tejas marrones con tenedores de barro colocados en las esquinas. <>, segun decia la abuela. --Abuela --llamo la nina al salir de la casa, tirandole de la falda de cuadros negros y grises--, ?has visto? Uno de los tenedores se ha roto. La abuela alzo la vista y se cercioro de que Martina tenia razon. Una de las horquillas se habia caido. --?Significa eso que las brujas podran entrar en casa? -- pregunto la pequena con evidente cara de susto. --Ni hablar --le puso la mano en la cabeza y la zarandeo de un lado a otro--, aun quedan mas. Ademas, antes de que esas hijas del mal se den cuenta de ello, tu padre lo habra arreglado. --?Y como lo va a hacer si no esta aqui? --Debe de estar al caer. El pueblo de Camprodon no esta muy lejos y sabe que para la Feria es necesario que este aqui. Mientras, le pediremos a tu hermana que vaya a la iglesia a bendecir el barro con el que haremos la nueva pieza y asi cuando tu padre haya vuelto podra solucionarlo. --Tengo muchas ganas de verle... --Pero recuerda que llegara muy agotado. El viaje en carro agota hasta al hombre mas fuerte. --Lo cuidare como a un rey. --No tengo la menor duda de ello, cielo. --La abuela puso una mano en la cabeza de la nina y le revolvio el pelo--. Pero antes ven, una doncella debe estar siempre presentable, y con esa melena al viento pareces una salvaje. Martina se rio a carcajadas y, mientras la abuela le recogia la melena en una trenza, ella se imagino recorriendo los bosques de la comarca y descubriendo tesoros de valor incalculable. En cuanto acabaron, abuela y nieta siguieron el caminito que ascendia al lado del molino hasta un monticulo. En el, la familia habia adecuado el terreno con un huerto bastante grande. Se podian ver los surcos en los que hortalizas y verduras crecian esplendorosas, dando sus mejores frutos. A un lado, dos grandes bidones de color azul oscuro almacenaban el agua de la lluvia que recogian las canaletas situadas estrategicamente y les servia para poder regar las plantas cuando era necesario. Asi se ahorraban traerla del rio, cosa que agradecian sus articulaciones. A unos pasos de alli, un terreno mas grande con plantaciones mas generosas cubria la mayor parte del prado. Alli sembraban maiz, colza y demas segun la temporada. --Vamos, pequena. Queda mucho por hacer y el tiempo no se detiene por nadie, excepto por los muertos. A Martina le dio un escalofrio. <>, habia dicho. Enseguida, recordo aquella chica que se le aparecia entre los campos. ?Era posible que se tratara de una muerta? Y, si asi era, ?que queria de ella? Capitulo 2 Jacinta se relamio los labios al ver al mozo apoyado en la columna de madera del pajar. Oteo a ambos lados asegurandose de que nadie se fijaba en ella mientras daba unos pasos en direccion a el y se mordia el labio inferior. El joven sonrio y le guino un ojo, dio un brinco, se puso a la carrera y se perdio entre las callejuelas de la ciudad. Jacinta se levanto la larga falda plisada hasta las rodillas y emprendio la persecucion. Cada esquina le permitia ver durante el tiempo justo la direccion que tomaba el joven. Aunque podia ver que el aguardaba el tiempo justo para estar seguro que ella veia la direccion que tomar y el brillo de su sonrisa picara y luminosa. Aunque si le hubiera perdido, los rastros le permitirian seguir sus pasos con certeza. No tenia la menor duda. Con cada paso, su respiracion se agitaba, se aceleraba y le hacia sonreir un poco mas. En cada esquina, le aguardaba la senal. Como si se tratara de migajas de pan como en el cuento de Hansel y Gretel, la joven doncella iba encontrado las suyas. La flores talladas de un color lila brillante destacaban en los alfeizares oscuros y las paredes humedas. Ella las recogia y se las llevaba a la nariz aspirando su aroma dulzon. Era un tesoro. Se habia alejado del centro y una enorme puerta de madera entreabierta aguardaba ante ella. En la cerradura, un pequeno ramillete colgaba de el. Jacinta lo cogio entre sus manos y lo junto con las flores que ya tenia. Dio la espalda a la puerta apoyandose en ella como quien no quiere la cosa. Sus ojos repasaron la calle, las ventanas y las sombras dando un rapido vistazo al exterior y, en lo que dura un parpadeo, camino hacia atras, dejandose engullir por la oscuridad. El establo estaba a oscuras. Los ojos de la joven tardaron unos segundos en acostumbrarse a la penumbra y las sombras que, poco a poco, dieron paso a perfiles mas definidos del lugar donde se encontraba. Aunque no le hacia falta ver mucho, ya que conocia aquel sitio a la perfeccion, Jacinta agradecia tener las referencias visuales bien presentes. El suelo blando, las columnas de madera, los cercados paralelos a estas y los movimientos de los animales al otro lado. La primera vez que entro en el establo se asusto cuando los caballos relincharon y profirio un grito que retumbo en el vacio, devolviendole un eco sordo seguido del consiguiente estruendo de patadas de los animales. Aquel dia, Jacinta tuvo que salir por patas --y nunca mejor dicho-- del establo. Imagino los rostros asustados de los vecinos pensando que un demonio les habria hecho una visita a los animales. O que las brujas querian llevarselos. Incluso ella misma tuvo pesadillas durante semanas en las que se repetia una y otra vez. Ahora, Jacinta tanteo las escaleras de madera que la llevaban a la parte superior, en un altillo desvencijado. Peldano a peldano, su cuerpo esbelto ascendia al tiempo que su corazon palpitaba con mas fuerza y teson. Cuando su cabeza supero el limite, las balas de paja esparcidas por alli le hicieron resoplar. <>, se pregunto sin hacer ruido recorriendo con la mirada las porciones doradas.

  • La guerra mas larga de la Historia de Lola Venegas

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    La violencia contra la mujer, la intromision violenta del Estado y de los hombres para controlar el cuerpo de las mujeres, esta documentada desde hace casi 4000 anos.

  • Sonrisas y lagrimas (Suaves petalos de amor 1) de Encarna Magin

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  • Tu por mi de Raquel Moreno

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    Dos extranos, cada uno arrastrando las consecuencias de su propio pasado se encuentran una noche como resultado de un error fatal. Emma se recluye en lo mas profundo del bosque huyendo de todo contacto humano. Jacob solo puede pensar en la venganza de su familia. Pero la terrible historia de odio, traicion y muerte que les rodea les va a atrapar a los dos de tal manera que su unica opcion sera depositar su confianza en el otro.

  • El laberinto de Ariadne de G. S. Santos

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    G. S. Santos presenta una nueva aventura de ciencia ficcion, con trepidante accion y suspense, ademas de un romance que trascendera la muerte, la distancia y los universos paralelos.

  • Lanzado al vacio de A.a Espigares-sanchez

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    “El ano es 2048.
    En una peninsula iberica arruinada e incomunicada del resto de Europa por un infranqueable muro, un hombre despierta una manana de invierno sin el mas minimo recuerdo de su pasado en la memoria. Como unica respuesta tiene una escueta nota: por sus crimenes pasados ha sido expulsado de las Islas Baleares, alli donde las personalidades espanolas mas poderosas se refugiaron cuando la Peninsula colapso. Este hombre sin nombre ha sido condenado de por vida a vagar por un territorio enfermo de pobreza, violencia y odio. Pero no esta solo; alguien de su pasado olvidado parece dispuesto a sacarle de alli a cualquier precio, aunque no es una tarea sencilla.”

  • Llamame idiota (Cruel amor 2) de Flor M. Urdaneta

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    <>. Axxel Wilson. ?Como paso esto? ?Como fue posible que el mujeriego, egoista, imbecil, y egocentrico de Axxel Wilson terminara con el corazon roto? Pues la respuesta es simple, fue un idiota. Aunque primero tienes que saber como conocio a... ?Que estoy diciendo? Mejor lee la historia y saca tus propias conclusiones. 5 ANOS Y UNOS MESES ANTES --!Eh, Axx! ?Vas a la fiesta de Mack? --grito Tyler desde el asiento de su Runner. --?Cuando he faltado a una, Ty? No puedo dejar solas a mis chicas.--respondio fanfarron. Axxel era eso que llaman un Don Juan, Playboy, mujeriego o como sea que quieras decirle; uno con grandes musculos y lindos ojos marrones. Bueno... mejor sigo. --Dile a Maison que no falte. Hay varias chicas que estan haciendo fila por el. --agrego su amigo. --Creo que ese bastardo esta liado con alguien. --le contesto. Tyler se partio de risa ante su absurda excusa; Maison Hudson nunca se perderia una fiesta de Mack, el era la version rubia de Axxel, un mujeriego con todas las letras y su mejor amigo. Axxel se alejo de el y camino hasta los vestidores del instituto para ponerse su uniforme, jugaba en el equipo de futbol y ese dia iniciaba la temporada de entrenamiento. --!Oye, idiota! ?Vas a ir a la fiesta de Mack? --le pregunto a Maison, mientras terminaban de vestirse. --No, imbecil. Recuerda que el sabado es mi cita con Rebeca. --!Mierda! ?Quien lo diria? El gran Maison Hudson enamorado; es una verdadera lastima. --!Callate, Axx! Ya te vere, tarde o temprano vas a caer. --lo sentencio y Axxel le respondio sacandole el dedo medio. Esos dos eran esa clase de amigos que se querian pero fingian no hacerlo. Y que Hayley, la hermana pequena de Axxel, estuviese dentro de la ecuacion, generaba un plus para su amistad. <>. & Las fiestas en casa de Mack solian ser concurridas. Chicas sexys, bebidas y estruendosa musica que dificultaba llevar cualquier tipo de conversacion. Aunque, nadie iba alli a conversar. Era una de esas casas privadas en la costa de Miami que ofrecia juerga y mucho alcohol. Sus pantalones gastados, una polo negra y llevar la billetera cargada de preservativos, era lo unico que Axxel necesitaba para ir a la fiesta de Mack, lugar que siempre le garantizaba chicas ardientes y mucho, pero mucho sexo. El no tenia preferencia con ninguna en particular, solo un fetiche con los <>, pero esa noche centro toda la atencion en Melanie, una rubia que siempre le habia gustado. <>. Desde que Melanie entro a la fiesta, con en esos pantalones ajustados, no podia quitarle un ojo de encima. Su unico pensamiento era tenerla entre sus piernas y no tenia intencion de seguir esperando para conquistarla. En el pasado, intentar ligar con ella no era una opcion, porque Maison estaba interesado en Melanie y no perderia su amistad <>, cosa que dejo de importar desde que su amigo se fijo en Rebeca. <>, se pregunto al ver que ella se marchaba. Camino entre sus estupidos companeros de juerga y empujo a unos cuantos para poder salir de la casa y seguirla. <>. Melanie se habia alejado de la casa de Mack para buscar un poco de paz entre tanto alboroto y fue a parar a la orilla de la playa. --Ya te vi. --murmuro, mientras se acercaba a la rubia mas sexy que habia conocido en su vida. ?Que hacia sola en la oscuridad? No le importaba mucho saber la razon, lo unico que queria era tenerla y hacerla gemir, pero de puro placer. --El cielo se va a quedar sin estrellas si las siguen dejando caer. --murmuro cerca del oido de Melanie y se quedo detras admirando su voluminosa retaguardia. <>, penso con petulancia. --!Wow! ?Eso es lo mejor que tienes?--se mofo ella y se dio la vuelta para volver a la fiesta. --Melanie, me rompes el corazon. --murmuro y se toco el pecho teatralizando dolor. <>. La rubia fingio restarle importancia cuando en realidad estaba muy nerviosa. Axxel le gustaba y mucho, pero caer rendida a sus pies, por un par de palabras tontas, no estaba en sus planes. No pretendia ser una mas del monton, planeaba conquistarlo. ?Como lo haria? Aun no estaba segura, pero el primer paso fue ir a la fiesta con aquellos pantalones ajustados para tratar de llamar su atencion y, al parecer, su pequeno plan estaba funcionando. --?No hay alguna chica esperando por ti arriba? --sugirio mientras seguia caminando. --Quizas mas de una pero pueden esperar. En este momento estoy tratando de descifrar el misterio que te envuelve ?Eres virgen todavia? Porque puedo ayudarte con eso.--le pregunto, haciendo que ella se detuviese. <>. --Eres un…olvidalo. --gruno y siguio caminando. Estaba conteniendo las ganas de gritarle a la cara todos los insultos que se le vinieron a la cabeza. Jamas se habia sentido tan avergonzada en la vida. <>. --Dilo, carino. Llamame idiota. --solto Axx ironico. --Si, eso eres !Un enorme idiota! --le grito a la cara y trato de girarse para dejarlo solo, pero Axxel la retuvo cogiendola por las caderas, la pego a su cuerpo para que sintiesesu excitada virilidad. --?A donde vas, fierecilla? -- pregunto el con un susurro. <>. Melanie retuvo un gemido al sentir aquel enorme paquete presionando su vientre y no lo podia creer, Axxel Wilson, el chico que la traia loca, estaba a segundos de besarla. Un calor intenso invadio la parte baja de su pelvis y lo empujo aterrada por lo que su cercania implicaba. <>. No podia entender su actitud ?Por que lo empujo? Nunca antes le habia pasado, era la primera chica que reaccionaba de esa manera y tambien la primera que le calentaba el miembro en segundos. Deseaba besarla y mucho mas que eso....queria llevarsela a la cama; o al asiento trasero de su auto, lo que fuera mas facil. --!Axxel! Te acaban de postular para ping-pong beso. Trae a tu chica --grito Mack desde el balcon. --Ni lo suenes. --advirtio Melanie levantando las manos al aire. --?Por que te sientes aludida? Tu no eres mi chica, pero si quieres puedes venir conmigo. --le sugirio, tentandola. <>. --No, gracias. --respondio, ocultando con su actitud la verguenza de haberse creido su chica. Huir era una opcion muy tentadora despues de aquella metida de pata. Estaba apenada y a la vez perturbada por experimentar aquel remolino de emociones que desperto Axxel en su cuerpo. Nunca antes habia deseado besar a nadie con tanta necesidad y desenfreno. Melanie entro de nuevo a la fiesta, seguida por el, quien seguia sin entender que habia pasado segundos antes. Para el era inaceptable que una chica lo rechazara dos veces una misma noche. <>, se impuso como un reto; uno que no pensaba perder. --Todos saben las reglas, quien deje caer la bola toma cinco cervezas y el ganador besa a la chica que este participando en el juego. --explico Tyler. --Deja de hablar tanta mierda, Ty.--ordeno Axx y saco a <>, que resulto ser una raqueta de ping-pong. Habian jugado cientos de veces, y el era uno de los mejores, pero era la primera vez que Mel seria el premio final y estaba mas que motivado a ganar. <>, juro en silencio y le guino el ojo a su premio. Ella sonrio, se acerco a Jackson Spencer --el contrincante de Axx-- y le susurro algo al oido. <>. Axxel inicio el juego y golpeo la bola sin problemas, determinado a ganarle a Jackson y ser el dueno de aquel premio tan codiciado, un beso de la rubia que le activo todos los sentidos minutos antes. <>, se quejo al no poder concentrarse en el juego sino en ella y lo cerca que estaba de Jack. --!Si! Te gane. Bebe toda la cerveza, idiota --se burlo su contrincante. --Imbecil. --murmuro Axxel y contuvo las ganas de golpearlo solo porque no queria iniciar una pelea con su princesa en medio. Se bebio los cinco vasos de cerveza como penitencia y tiro el ultimo al suelo enojado por haber perdido un sencillo juego de mesa. --Ahora si, nena. Dame mi beso --pidio Jack. <>. Melanie sonrio y se acerco con lentitud hacia el, sabia lo que hacia <>, prometio mientras se dejaba sostener por Jack. La distancia entre ellos era inexistente; estaban tan cerca que ni un papel pasaria entre los dos. Los nudillos de Axxel se pusieron blancos y ardia en celos al ver a ese par a punto de besarse. <>. --!Quiero la revancha! Si gano, ese beso sera mio. --propuso como ultima alternativa. <>. --No jodas, Axxel. Yo gane. --se quejo Jack y tomo a Melanie por las caderas. --Te dare dos billetes de los grandes por ese beso. --ofrecio. --Acepto. --respondio Jackson. <>. --!Son un par de idiotas! --grito Melanie y salio corriendo, decidida a no volver. La situacion se le escapo de las manos; habia hecho el ridiculo delante de todos y se sentia avergonzada por su reaccion de nina tonta. Se alejo lo suficiente de la casa y lloro tanto que las lagrimas le nublaron los ojos. --Genial, Mel. Tu primera vez en una fiesta y sales huyendo como una estupida. --se levanto de la arena, donde habia llorado por un buen rato y comenzo a caminar, pero no sabia hacia donde debia ir. <>. --No grites, dulzura. Disfrutaras esto, te lo prometo. --le ordeno una voz masculina. El hombre la tomo por la cintura con una mano y con la otra le cubrio la boca. Melanie no sabia quien podia ser, peroel hombre apestaba a basura. <>. El hombre la tenia inmovilizada y a su merced; podia hacer lo que quisiera con ella y no habia forma de evitarlo. Estaba aterrada y comenzo a llorar tan fuerte que su cuerpo se sacudia sin control. --!Sueltala ahora mismo, pedazo de mierda! --grito Axxel enojado. <>. La estuvo buscando por una hora y no pensaba rendirse hasta encontrarla. Por suerte llego justo a tiempo para salvarla de aquella basura humana. <>. --Ella esta conmigo ?Verdad, dulzura? --pregunto el sujeto muy cerca del rostro de Melanie. Ella no sabia que hacer, lo unico que queria era que ese hombre la dejase ir con su idiota amor. --!Sueltala ahora! --ordeno el, gritando mas fuerte. --Y si no lo hago ?Que haras, muchachito? --lo reto el aberrado sexual. <>. Aquel hombre, cuyas sucias manos tocaban a su princesa, colmo la paciencia de Axxel. No estaba dispuesto a seguir jugando su juego mientras ella temblaba y lloraba por su culpa. Corrio hacia ellos y golpeo el costado del sujeto liberando asi a Melanie. Siguio pegandole una y otra vez hasta que Mel grito que se detuviese. Axx se levanto del suelo y la vio temblando. Camino hasta ella y la abrazo para tratar de consolarla. ?Que habria pasado siel no hubiera aparecido? La sola idea le daba asco. --Ya te tengo, Mel. --susurro y le acaricio el cabello. Un dolor extrano le golpeo el pecho cuando la sostuvo; tenerla tan cerca lo hacia sentir debil. Era una mezcla de extasis yfelicidad; algo que jamas habia sentido con ninguna chica. <>. --Gracias, Axxel. Yo…no se de donde salio.--balbuceo con voz temblorosa. --!Chist! Tranquila. Estas a salvo conmigo.--aseguro sin dejar de acariciarla. --Quiero ir a casa. --pidio ella y el se alejo de su cuerpo lo suficiente para caminar hasta la casa de Mack. Antes de irse, Melanie subio a uno de los banos de la casa y se lavo el rostro hasta que se le puso rojo. Se miro al espejo y volvio a llorar sin parar; las lagrimas se convirtieron en quejidos y se deslizo hasta el suelo abrumada. --?Estas bien, Mel? --pregunto Axxel desde la puerta. --Si. Ya salgo. --respondio y se seco las lagrimas con el dorso de la mano antes de salir. <>. Subieron al Mustang GT de Axx y ella se resistia a mirarlo a la cara. Por alguna razon, se sentia avergonzada por lo que paso con aquel hombre. --Melanie ?Por que te fuiste? --ella fruncio los labios, sopeso sus opciones, que no eran muchas, y decidio decirle la verdad; no tenia nada que perder. --Odio que los chicos me traten como un objeto. Querias pagar por mi como si fuera una puta. --dijo enojada. --!Joder, Mel! No lo hice por eso... yo... Lo siento. --murmuro. --?Tu que? --pregunto ante el tono de duda que escucho en su voz

  • El Plan C de Anna Polux

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    Sandie Davies y Elizabeth Cooper trabajan juntas en una revista para mujeres lesbianas y bisexuales y, a pesar de que

  • Arcoiris de Ana Alvarez

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    Carla se miro al espejo tratando de adivinar como la verian los demas. No podia hacer mucho con su aspecto y sabia que este no era el mas apropiado para una entrevista de trabajo, pero de un dia para otro no podia hacer mas. Miro el pelo rosa cortado estilo Bob, solo lo suficientemente largo para que le cubriera el cuello por detras y bastante mas largo por delante. De todos los colores de pelo que se habia puesto este era, desde su punto de vista, uno de los que mejor le quedaba. Y el corte atrevido daba a su cara un aire travieso que le encantaba. Aunque aun recordaba la cara de su madre cuando la vio a su vuelta de Madrid al terminar los examenes. Tambien habia buscado en su armario algo convencional, aun sabiendo que le iba a costar trabajo encontrarlo, pero no habia tenido tiempo de salir a comprar nada, todo habia sucedido demasiado rapido. Habia terminado la carrera hacia apenas un mes; despues de acabar los examenes en junio, habia preparado el proyecto durante el verano y lo habia presentado en diciembre, y hacia dos dias habia recibido una carta de la facultad comunicandole que una empresa de Madrid estaba interesada en contratarla y que se pondria en contacto con ella a traves de su telefono. Su sorpresa habia sido grande cuando la noche anterior habia recibido una llamada telefonica del director en persona citandola para aquella manana a las nueve. Tendria que coger el primer AVE que saliera de Puertollano, donde vivia con sus padres desde que termino la carrera, para estar en Madrid a la hora fijada. Y deberia tambien conseguir algo de ropa, que sin traicionar su estilo, pudiera resultar apropiado para determinadas ocasiones, sobre todo si iba a entrar en el mercado de trabajo. Los vaqueros quedaban descartados, estaban demasiado gastados y rotos, pero no tenia otro tipo de pantalones; las minifaldas tambien eran demasiado cortas. Si el entrevistador era un hombre pensaria sin lugar a dudas que iba ofreciendo sexo a cambio de trabajo, aparte de que con las medias de colores no quedarian muy finas. Tendria que ponerse una de las faldas de lana gruesa, largas hasta el tobillo con las que habia afrontado durante su carrera el intenso frio de Madrid. Se decidio por la negra, descartando las de vivos colores, y la bajo de la cintura al maximo, tratando de que tapara lo mas posible las medias de rayas grises y negras. Los zapatos presentaban otro problema; tendria que elegir entre las botas de piel vuelta al tobillo y las deportivas grises, porque no tenia otro tipo de calzado. Mejor las botas. Eligio tambien un jersey naranja que no desentonaba demasiado, al menos era de un solo color, y se puso encima una rebeca larga y ancha negra, y se dijo que estaba pasable. Esperaba que la empresa no fuera una de estas que exigen chaqueta y corbata y a las mujeres tacon de aguja y medias finas, porque entonces no le permitirian siquiera entrar a hacer la entrevista. Tendria que arriesgarse a ir asi, aunque si lo que les interesaba era su curriculum, brillante por cierto, la contratarian a pesar de su aspecto, y si no, procuraria estar preparada la proxima vez. La verdad era que le interesaba conseguir un trabajo cuanto antes. Despues de tener su tiempo ocupado hasta el ultimo segundo entre la carrera de ingeniero informatico y los nueve idiomas que hablaba a la perfeccion, paso a encontrarse con todas las horas libres. Lo peor y lo que le resultaba mas dificil era tener que volver a casa, al regimen opresivo y convencional que su madre imponia en la misma, despues de cinco anos de estudiar fuera. Sentia que si no encontraba trabajo pronto se volveria loca. Cogio el bolso de bandolera que hacia juego con las botas y se dirigio a la estacion dispuesta a probar suerte. No tenia ni idea de que tipo de empresa le estaba ofreciendo trabajo, pero lo que si sabia era que se habian tomado la molestia de ir a la facultad e investigar en los expedientes de los alumnos que acababan de terminar y que, entre todos, la habian elegido a ella. Cuando se paro delante del edificio sintio que sus animos se venian abajo. Era una torre de oficinas de varias plantas con suelo de marmol y mostrador de informacion de madera. La mirada que le dirigio la chica a la que pregunto, vestida con un traje de chaqueta azul con una pequena chapa con su nombre en la solapa, termino de desilusionarla. Pero ya estaba alli, lo intentaria de todas formas. Subio a la segunda planta como le habian indicado, y localizo el despacho en cuestion. Este era menos formal que la entrada, aun asi era elegante, con sus muebles modernos de madera clara y dos sillas tapizadas de gris. Tras la mesa estaba sentada una chica joven, rubia, vestida con un pantalon verde oscuro y un jersey negro. --Buenos dias, soy Carla Suarez. Estoy citada para una entrevista de trabajo. --Si, pasa, te estabamos esperando. Inmediatamente Carla sintio simpatia por aquella mujer que no la habia mirado como si tuviera cuatro ojos, y se sintio comoda por primera vez desde que habia entrado en el edificio. Le ofrecio una silla. --Sientate. Yo soy Veronica. Te explico como va esto. Primero te dare unos formularios para que los rellenes con tus datos personales y academicos y un test psicotecnico, que tambien deberas cumplimentar. Luego pasaras a la entrevista con el director. Estara presente en la misma nuestro psicologo. No te importa, ?verdad? --?Un psicologo? No, no me importa, pero me resulta un poco extrano. --Es normal en este tipo de trabajo. Sabes de que va esto, ?no? --Pues la verdad es que no, nadie me ha dicho a que se dedica la empresa. --Bueno, nos ocupamos de investigar y resolver problemas informaticos de otras empresas que solicitan nuestros servicios. Virus, fallos tecnicos, fallos humanos… Ese tipo de cosas. --?Y para eso hace falta un psicologo? ?Para trabajar con maquinas? Veronica se echo a reir. --No solo tendras que trabajar con maquinas. La evaluacion psicologica es para saber a que tipo de empresas enviar a cada empleado. No es lo mismo un banco que un instituto. --Entiendo. --Tengo que advertirte de una cosa: despues de la entrevista, si el psicologo lo considera oportuno, puede solicitar otra con el en privado. Una campanita de alarma se encendio en la cabeza de Carla. --?Es de los que meten mano? Veronica se echo a reir. --!No, mujer! Es un hombre muy correcto, ya lo veras. Eso si, te advierto de que te mirara como si te estuviera viendo por dentro, y eso produce una sensacion de desasosiego en quien no le conoce. No le mires, porque te pondras muy nerviosa. --No me pongo nerviosa facilmente. --Tu misma, yo solo te estoy avisando. --A lo mejor ni siquiera me hacen la entrevista… !Cuando me vean entrar con esta pinta! --No creas, aqui lo que se valora es la capacidad. Tal vez te pidan que cambies un poco tu forma de vestir para encajar en alguna de las empresas a las que te envien, pero aqui dentro no tendras problema con eso. Rafa es el primero que viste a su aire. Solo si vas a algun banco o sitio parecido tendras que arreglarte un poco, pero el sueldo compensa el tener que hacer esas pequenas concesiones. --?Son altos los sueldos? --Varia segun la capacidad y los resultados, pero aqui nadie se queja. No puedo decirte a priori lo que te pagaran a ti, eso lo decide Rafa despues de la entrevista, pero en general todo el mundo esta satisfecho. Y si resuelves un problema especialmente grave, casi siempre hay gratificaciones. --Gracias por informarme de todo esto. --No hay de que, es mi trabajo. Carla se concentro en rellenar el formulario y a continuacion en el test psicotecnico, que era de lo mas elemental; habia hecho decenas de ellos a lo largo de su vida. Despues, Veronica la hizo pasar a un despacho contiguo. En el mismo la recibio un hombre de unos treinta y cinco anos, de mediana estatura, ligeramente grueso y de expresion afable. Vestia una chaqueta desabrochada encima de una camisa de cuadros, sin corbata. Se levanto al verla y le tendio la mano. --?Carla, verdad? Yo soy Rafa. Ella respiro aliviada al verle y le estrecho la mano. Le gusto oir Rafa, en lugar de don Rafael, y mas aun le gusto el apreton fuerte y amistoso que le dio. --Sientate y relajate. Esto es una charla informal mas que otra cosa. Enseguida vendra nuestro psicologo. El estara presente en la entrevista. No te importa, ?verdad? --No. --Hay personas a las que no les gusta, pero es norma en esta empresa. No tienes que preocuparte, relajate y se tu misma. --De acuerdo. En aquel momento se abrio la puerta y un hombre alto y delgado hizo su aparicion. Vestia un traje azul oscuro con una camisa blanca y la corbata correctamente anudada, que contrastaba con el aspecto un poco desalinado de Rafa. Cuando se fijo en su cara, Carla sintio que sus animos se venian abajo. Incredula, pregunto: --?Victor? --Si, el mismo. Hacia anos que no nos veiamos, ?verdad? --Si, desde que empece la carrera. --Mas o menos. Rafa extendio la mano. --Este es el psicologo del que te hable, pero veo que ya os conoceis. Carla penso que ya podia marcharse si dependia de Victor que ella entrara a trabajar en la empresa. --Si, es el hermano de mi mejor amiga. Nos conocemos desde ninos, aunque hacia anos que no nos veiamos. !Dios, de todos los psicologos del mundo tenia que haberle tocado este! !Ni de cona iba a pasar su examen! El no podria evitar que sus diferencias de ninos y de adolescentes pesaran en su decision, por muy imparcial que pretendiera ser. Se habian odiado a muerte durante anos y ella se habia burlado de el hasta la exasperacion: de su seriedad, de sus incontables horas ante los libros sin salir a divertirse, y lo que era peor, de su sexualidad frustrada de adolescente. El tambien habia intentado fastidiarlas a ella y a Irene todo lo que habia podido cuando estuvo en posicion de ventaja. No, no iba a ser imparcial, no podia serlo. Victor se sento junto a Rafa, frente a ella y comento: --Podeis empezar cuando querais. Carla, olvida que yo estoy aqui. Esto es simplemente una charla entre vosotros. Yo mientras estare echando un vistazo al test que has rellenado antes. ?Como demonios pretendia que se olvidara de que estaba alli? Le hubiera costado hacerlo con cualquier otro, pero con el seria imposible. Sobre todo porque sabia que lo tenia en contra desde el principio. Le observo de reojo; se habia recostado contra el respaldo de la silla y aparentemente miraba el test que tenia en la mano, pero ella sentia clavada su mirada como si fueran alfileres que le pinchaban. Supo que no se le escapaba ni uno solo de sus gestos. --Bueno, Carla, hablame de ti --pidio Rafa--. ?Por que te hiciste ingeniero informatico? --Para empezar porque me apasionan los ordenadores y porque creo que tengo una especial facilidad con ellos. Desde nina, en casa ha habido siempre alguno y me he sentido muy comoda con ellos. Tambien he sido muy intuitiva, siempre lograba reparar o solucionar los problemas que se presentaban cuando fallaban los demas. --?Te resulto muy dificil la carrera? --No demasiado. Ya le he comentado que tengo intuicion y facilidad. Mis profesores siempre han dicho que tengo una mente logica y meticulosa con los ordenadores, aunque en el resto de mi vida no sea igual. Rafa sonrio mirando su atuendo, pero no dijo nada. --Ya he visto tus notas. Espero que no te moleste que le haya echado un vistazo a tu expediente. Son brillantes. --Gracias. Se me daba bien. --?Y como has tenido tiempo para aprender… dice tu curriculum que nueve idiomas? --Si, en efecto. Nueve. Frances, ingles, italiano, aleman, griego, ruso, arabe, chino y japones. --?Y los hablas con soltura? --Los hablo, los leo y los escribo. --?Tambien el chino y el japones? --Tambien. Esos me han costado un poco mas, pero tambien. Puede hacerme una prueba si quiere. --Mas adelante.

  • Las chicas desaparecidas de Paris de Pam Jenoff

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    De la autora best seller de El vagon de los huerfanos llega una nueva novela basada en hechos reales de la Segunda Guerra Mundial
    Las chicas perdidas de Paris es una emotiva historia de amistad y traicion durante la Segunda Guerra Mundial, inspirada en hechos reales, de la autora best seller internacional Pam Jenoff.
    1940: Con el mundo en guerra, Eleanor Trigg lidera un misterioso grupo de agentes secretas femeninas en Londres. Doce de estas mujeres son enviadas para ayudar a la Resistencia francesa.
    Nunca regresaron a casa.
    1946: Al pasar por la Estacion Central, en Nueva York, Grace Healey encuentra una maleta abandonada escondida debajo de un banco. La maleta contiene una docena de fotografias, cada una de una mujer diferente.
    En busca de las mujeres reales de las fotos, Grace se siente cada vez mas atraida por su misterioso destino. Y a medida que profundiza en los secretos del pasado, descubre una historia de amistad, valentia impensable y, en ultima instancia, de la mas despreciable de las traiciones.

  • Desaparecido, C. L. Taylor de C. L. Taylor

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    Cuando Billy Wilkinson, de 15 anos, desaparece en mitad de la noche, su madre, Claire, se culpa a si misma. No es la unica en hacerlo. No hay un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los Wilkinson estan tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses despues. Claire esta segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver con la desaparicion. El instinto de una madre nunca se equivoca… ?O si?

  • Jugando a las casitas de Lorraine Coco

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    El dia que Lukas se cruzo en la vida de Monica ella penso que no era mas que un chulo, engreido, demasiado desalinado y seguro de si mismo. Y Lukas que Monica era una mosquita muerta, remilgada, estiradilla y con un flequillo espantoso. Lo que ninguno imagino era que, a pesar de aquella primera y nefasta impresion, ambos se verian obligados a compartir piso, convivir, y asumir lo que aquella convivencia traeria a sus vidas.
    No hay mas ciego que el que no quiere ver, y los dos han decidido ponerse durante largo tiempo una venda enorme en los ojos. Pero sus locos amigos, unos caseros excentricos y alguna que otra sorpresa, les obligaran a hacerlo, poniendolos a prueba.
    ?Conseguiran salir airosos?

  • Rosy & John (Un caso del comandante Camille Verhoeven 3) de Pierre Lemaitre

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    Despues de Irene y Alex, llega la tercera entrega de la serie del comisario Camille Verhoeben, por el autor ganador de un premio Goncourt, de dos Dagger Awards, del Premio de Novela Negra Europea y del Permio Best Novel Valencia Negra, con mas de medio millon de lectores.

  • Fruto prohibido de Cathryn De Bourgh

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    Una historia llena de pasion y romance.

  • Muertes pequenas de Emma Flint

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    Elegida entre las diez mejores novelas negras de 2017 por los periodicos The Guardian, The Wall Street Journal y The Irish Times.

  • Lord John y la Hermandad de la espada de Diana Gabaldon

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    Corre el ano 1758. En plena guerra de los Siete Anos, Gran Bretana lucha junto a sus aliados en las tierras del Rin. Para lord John Grey y su hermano Hal, el campo de batalla supone una agradable tregua en la complicada situacion que vive la familia y que amenaza con arruinar su honor. Diecisiete anos atras, el padre de lord John, el duque de Pardloe, fue hallado muerto con una pistola en la mano. Tras ese supuesto suicidio, corrieron rumores que lo acusaban de ser un traidor jacobita. Ahora, los fantasmas del pasado acosan a los Grey de una forma muy misteriosa: Hal ha recibido una pagina de uno de los diarios de su difunto padre, pero el muchacho, que tiene sus propios secretos, se niega a seguir indagando y le ruega a su hermano que haga lo mismo. Frustrado, lord John se embarca en una complicada investigacion y pide ayuda al hombre que ha sido su prisionero y confidente: el escoces jacobita James Fraser, que revelara la pieza que falta de este asombroso rompecabezas… Atrapado entre su deber y su conciencia, lord John tendra que decidir si vale la pena arriesgar la vida a cambio del honor de su familia.

  • Vuelves loco mi corazon de Sophie Saint Rose

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    Es una broma? --Robert Callaghan Tercero miraba a su socio con sus ojos grises refulgiendo de furia. --?Desde cuando soy una ninera? --No lo veas de esa manera, Rob. Es muy simple. Queremos ese contrato y Cristian Tanner necesita un favor. ?Que hay de malo en ello? --?Me estas diciendo que para que Tanner nos conceda ese contrato, tenemos que dar trabajo a su hija en nuestra empresa? ?Desde cuando las ninas ricas trabajan de secretarias? --Le miro con desconfianza. --!Ese quiere endilgarmela! Larry se echo a reir. --Que no. Que por lo visto les ensena a sus hijos como ser independientes y autosuficientes. Como el empezo desde abajo... Y no quiere hacerlo en su empresa, porque considerarian que los favorece. --!Es que los favorece, joder! !La esta enchufando en nuestra empresa! --No la esta enchufando. Consideralo parte del contrato. Como una clausula mas. --?Y por que tiene que trabajar para mi? --Una rubia, que estaba buenisima, paso a su lado y perdio el hilo de la conversacion, girandose para mirarle el trasero, que era digno de ver con aquel vestido negro ajustado. Su amigo chasqueo los dedos ante sus ojos y divertido se giro en el taburete para mirarle. Bebio de su cerveza. --?Que? Que tu estes fuera del mercado, no significa que el resto seamos eunucos. --Centrate. Hablo en serio. Necesitamos a Tanner. Rob levanto el brazo para llamar al camarero, que recorrio la barra a toda prisa. --Dos cervezas. --Que sea la ultima. Clare me espera. Miro a su amigo, que hacia tres meses que se habia casado, y decidio no meterse con el por tener que llegar a casa a su hora como si fuera un corderito. --Vamos a ver, no pienso despedir a Terry, porque una nina rica quiera jugar a ser responsable. !Es una secretaria estupenda y tiene casi sesenta anos! --No pensaba despedir a Terry. !Y tu tambien eres un nino rico! --No es cierto. !Mi padre tiene el dinero, pero nosotros hemos levantado la empresa de la nada y sin su ayuda! --siseo furioso con ese tema. Larry se echo a reir al ver que se pasaba una mano por su cabello rubio, porque le exasperaba ese tema. --Eres muy sensible respecto a tu padre. --Sera porque me pone de los nervios. El Segundo todavia me ha llamado hoy para que fuera a una reunion de accionistas. Como si hubiera ido a alguna. --No le piensas perdonar que no te pagara la carrera. --?Me ves a mi de abogado? Cuando le dije que queria estudiar ingenieria, puso el grito en el cielo y me echo de casa. Se puede meter sus acciones por donde le quepan --dijo antes de beber media cerveza. Larry decidio cambiar de tema. --Sobre el contrato... --Trabajara para ti. Yo tengo demasiado que hacer para... --Ni hablar. Yo he llevado las conversaciones con su padre. Te toca a ti cargar con este marron. --?Durante cuanto tiempo? --Cuando compruebe los buenos que son nuestros motores, me importara un pepino que la eches a la calle. Pero mientras tanto, tienes una nueva ayudante. --?Ayudante? --Como es nueva y no tiene ni idea de que va nuestra empresa, creo que el mejor puesto para ella. Rob le miro con malicia. -- Una ayudante. Puedo ordenarle lo que me de la gana, ?verdad? Larry se echo a reir. --Lo que quieras. De eso se trata. ?A que ahora no ves tan mal tener una esclava para ti solo? --Eres un amigo. --Pero no te distraigas, que quiero que trabajes en la nueva propulsion. --Tranquilo. Eso esta casi listo. --Miro de reojo a la del vestido negro. --?Y esta buena? --Ah, no. Por ahi no vayas, que como acabemos mal con Tanner, nos dara mala fama. --!Solo he preguntado si esta buena! --!Como si es la mismisima Elizabeth Taylor! Te lo advierto, no la cagues --dijo fulminandolo con sus ojos castanos--. Hablo en serio. Esto son negocios. Rob asintio. --Tranquilo. Puteare a la princesita, pero no me la tirare.

  • Amor por destino 2 de Sophie Saint Rose

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    Jenny bajo de su ranchera y dio un portazo. Gimio cuando la manilla cayo al suelo y resignada se agacho para recogerla. --Estupendo --siseo intentando colocarla de nuevo, pero al parecer esa vez no habia suerte y algo se habia salido de su sitio. La tiro a traves de la ventanilla abierta y suspirando se paso el dorso de la mano por la frente apartando un mechon rubio platino. Hacia un calor espantoso--. Mierda de dia. --A traves de las ventanillas sus ojos azules vieron el rostro de Bob Bentley en la acera y se le corto el aliento agachandose de golpe. Gimio al ver sus zapatillas desgastadas. Estaba hecha una pena, asi que agachada fue hasta el final de la camioneta intentando que no la viera. Su risa le llamo la atencion y se incorporo poco a poco para ver como hablaba con una morena guapisima que reconocio enseguida porque habia ido con ella al instituto. Gruno porque Alison Reidy era muy simpatica y agradable. Ademas su padre era el dueno del concesionario y tenia dinero. Seria una buena novia para Bob, que era el hermano del dueno del rancho mas grande del condado. Desde alli vio como le guinaba un ojo antes de alejarse y como ella se le quedaba mirando antes de suspirar. Estaba loca por el y no era para menos porque no solo era guapo, era un buen hombre y siempre estaba dispuesto a echar una mano. Muchos le llamaban oso porque era enorme. Media uno noventa y gracias a su trabajo con el ganado tenia buenos musculos. Mas de uno se habia arrepentido de meterse con los Bentley despues de enfrentarse a Bob o a su hermano Marc. Eran los duenos de la zona y hasta que su hermano se habia casado hacia unos meses con su mejor amiga, eran los solteros mas cotizados por cualquier femina a cien kilometros a la redonda. Suspiro recordando sus ojos grises y su sonrisa socarrona cuando alguien carraspeo tras ella sobresaltandola. Se volvio de golpe para ver ante ella a su mejor amiga acariciando su voluminoso vientre de siete meses. Megan divertida levanto sus cejas pelirrojas sin quitarle sus preciosos ojos verdes de encima. --?Que haces? --Oh... Nada. --Se incorporo. --Es que le he hecho otro rayon a la camioneta. Su amiga vio su machacado vehiculo que tenia rayones por todos lados e incluso un abollon en la defensa. --Si quieres... --Ni se te ocurra decirlo, Megan. Ya has hecho bastante. --Puedo hacer mucho mas y lo sabes. --?Como esta Marc? --pregunto para que cambiara de tema. --Esta bien. Algo nervioso con la llegada de nuestro primer retono. Ya no me deja salir de casa sola por si tengo un frenazo y mi barriga choca contra el volante. Me ha traido Bob. --Sonrio maliciosa. --?Le has visto? --?Yo? No --dijo haciendose la tonta--. Bueno, me voy a comprar que necesito... -- Penso rapidamente. --Compresas. --Creo que he llegado en mal momento a esta conversacion. --Jenny gimio por lo bajo y se volvio para encontrarse a Bob tras ella con una sonrisa en el rostro. --Hola, Jenny... Su voz la estremecio de arriba abajo y sonrojada susurro --Hola, Bob. El se aparto el sombrero texano de la frente mostrando el principio de su cabello negro. -- ?Que tal? ?Como van las cosas por el rancho? --Muy bien, desde que Megan se encarga van muy bien, gracias. --Yo no me encargo. Solo te he prestado a cinco de mis chicos. Jenny chasqueo la lengua. --Miente como una bellaca. Esta todo el dia diciendome lo que tengo que hacer. Su amiga jadeo mientras Bob sonreia aun mas. --?Y que tal tu padre? Hablar de el la avergonzaba un poco. --Mucho mejor, gracias. Si todo va bien en un mes podra venir los fines de semana. --Eso es estupendo --dijo Megan alegrandose por ella. --Me han llamado esta manana, por eso no te lo habia dicho. --Sonrio mirando a su amiga. --Y se que te alegras. Gracias. --Mucho, me alegro mucho por ti. Jenny sonrio mirando de reojo a Bob y se hizo un silencio que le resulto muy incomodo. -- Bueno, debo irme. Tengo algo de prisa. --?Por que no vienes a cenar esta noche al rancho? --pregunto su amiga tan amable como siempre para que no se sintiera sola en su casa--. Asi te ensenare lo que me ha comprado Alice. Esta como loca con el nacimiento de su primera biznieta. --Oh, me encantaria, pero esta noche no puedo. Te llamo, ?vale? --dijo antes de salir casi corriendo. Megan confundida la vio alejarse. --Que raro. ?Que puede tener que hacer? --Desde que regreso de la universidad para cuidar a su padre esta muy rara. Y conmigo ni te cuento. Como si fuera tonta miro a su cunado interrogante. --?Y eso por que? --No tengo ni idea --dijo molesto--. Pero es verme y parece que le ha comido la lengua el gato. Debo caerle mal o algo. Ni idea --dijo como si le importara poco. La miro de arriba abajo--. ?No has comprado nada? --Esta en la camioneta. --Megan, como Marc se entere de que has cargado pesos, me rompe las piernas. --Por eso no se lo vas a contar. Sobre Jenny... --Bah, igual son imaginaciones mias. Cuando su padre se emborrachaba todos los dias se volvio rara con todo el mundo. ?Nos vamos? Tengo mil cosas que hacer en el rancho. Preocupada camino a su lado hasta su camioneta negra y su cunado le abrio la puerta como todo un caballero. --No es rara. Paso un mal momento --dijo subiendose y poniendose comoda. Bob chasqueo la lengua cerrando la puerta. Cuando se sento a su lado y arranco el motor ella pregunto --?Por que piensas que es rara? --Mira, antes de irse a Nueva York no es que la conociera mucho, era una cria. La veia contigo de vez en cuando y nunca fue de hablar demasiado, ?pero despues de que muriera su madre y tuviera que regresar de la universidad por el alcoholismo de su padre...? Ya no abria la boca. Y no es lo que opino yo. Mucha gente piensa que es algo rara. Megan jadeo llevandose la mano al pecho. --No puede ser. Pero si es un amor. Intento cuidar al senor Parker y abandono una carrera que le apasionaba... --Pues sera un amor contigo y con su padre, pero con los demas es hosca y muy seca. --?De veras? --La ultima vez que hable con ella fue poco despues de tu boda. Una manana me la encontre en el banco. Coincidi tras ella en la cola. Intente ser amable, pero solo me respondia con monosilabos y estuvimos alli media hora. Me miraba como si quisiera salir corriendo y te juro que hubo momentos en que me senti como un pesado de primera. Megan no salia de su asombro. --Marc dice que se avergonzaba por la situacion que estaba pasando. Se quedaron en la ruina y encima su padre no dejaba de beber... Para ella que era tan buena estudiante y que sonaba con ser el medico del pueblo, tuvo que ser un shock con todo lo que habia trabajado. Siempre odio el rancho. --Miro la carretera. --Me gustaria poder ayudarla mas. --Si no hubiera sido por ti lo hubieran perdido todo. Tu pagaste sus deudas y le prestas a tus vaqueros para que la ayuden en el rancho. Has hecho muchisimo mas que nadie. --Es lo que hacen los amigos. Bob la miro de reojo. --Pues solo a ti te considera su amiga. Asi que supongo que dio gracias a Dios porque regresaras con tu gente. --?Por que dices eso? --pregunto extranada. --Venga Megan, ?no te has dado cuenta? No tiene mas amigos que tu en la ciudad. No se relaciona con nadie. Cuando murio su madre muchos quisieron ayudarla al ser conscientes de su situacion y la situacion de su padre. Les rechazo a todos. Y debo decir que algunos de muy malas maneras. --No me lo puedo creer. Jenny siempre es muy agradable. --Marc y yo fuimos a verla un dia que tuvo que sacar a su padre del calabozo por una bronca en un bar. Tu marido le ofrecio nuestra ayuda, incluso con el rancho a pesar de que en ese momento teniamos muchisimo trabajo. ?Y que le dijo ella? Que se arreglaba muy bien sola y que no necesitaba la ayuda de los Bentley. Casi nos echa del rancho a patadas. Megan se sonrojo. --Eso debio ser porque yo me habia enfadado con Marc. Siempre ha sido una amiga fiel y eso que necesitaba vuestra ayuda. --Bob gruno entrando en el rancho y ella vio que estaba molesto. --Ahora todo mejorara. El rancho empezara a dar dinero de nuevo y cuando su padre se encargue del trabajo otra vez, podra volver a estudiar. De eso me encargo yo, vaya que si --dijo tozuda--. Con lo lista que es, no puede llevar el rancho.

  • Los caminantes (Aeternum 4) de Carlos Sisi

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    Llega la continuacion de la saga de zombis mas famosa de nuestra geografia. En esta cuarta novela Carlos Sisi recupera a sus personajes mas emblematicos y da respuesta a los interrogantes que planteo en Hades Nebula.

  • El nino escondido de Rhys Bowen

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    Una carta. Una revelacion. Un viaje de descubrimiento.

  • ?De donde vienen las brujas? Los Ausentes de Nesa Costas

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    Hay errores imperdonables y deudas eternas. Con trece anos, Rita traiciono a su familia y a su mejor amigo. A la nina que fue la dieron por muerta, y en su lugar aparecio una enorme mentira.

  • Patito bueno (Geminis) de Lui Jim

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    Erase una vez un patito bueno que descubrio lo mucho que duele el amor, pero quiso ser fuerte aferrarse a su sueno, pero aunque todo era perfecto sentia tanto dolor por dentro, como se puede olvidar lo que se desea con tanta fuerza.

  • Rey (Mount 1) de Meghan March

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    Rey es la primera entrega de la <>, la saga best seller de The New York Times, de la autora que ha vendido mas de 2.000.000 de ejemplares de su obra.

  • Menu de amor de Nicolas Barreau

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    Una deliciosa historia sobre el amor y sobre los momentos verdaderamente unicos de la vida.

  • En lo mas oscuro de mi de O. M. Courtly

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    Despertar y encontrar que tu mundo ha cambiado; la vida que conocias ha dejado de existir.
    ?Que serias capaz de hacer para reponer la realidad? Por lograr lo que tanto suenas y no herir a nadie en el trayecto.
    Deberas sacar lo mas oscuro de ti.
    Un misterio por resolver, un secreto por revelar, una mision que cumplir.

  • El secreto de tu amor de Cathryn De Bourgh

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    Sophia se enfrenta al momento mas dificil de su vida y de pronto comprende que esta sola, sola con sus propias fuerzas y siente que lentamente la abandonan. Entonces aparece ese guapo y excentrico millonario neoyorquino amigo de su esposo para ofrecerle su ayuda incondicional. Le ofrece su hombro para llorar, la consuela y ella sucumbe a la pasion que despierta en todo su ser…

  • Rendicion de Magenta Perales

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    Un secuestrador. Y un artista.
    Pero Alicia se resistio...
    ... a ser su nueva obra.

  • Despiertame con un beso, Clara Albori de Clara Albori

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    Nerea, una mujer insegura que no confia en los hombres. Hugo, un hombre mujeriego que jamas se ha enamorado. Tres amigas muy liantas y dos cincuentones muy celestinos. ?A que esperas para descubrirlos?

  • las vueltas que da la vida de Cristin Ferro

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    Esa noche Vicky estaba de fiesta con su mejor amigo Fran y sus amigas Almudena y Alba, juntos celebraban el final de su epoca de universidad y el inicio de las practicas laborales. Copa tras copa y brindis tras brindis la noche iba avanzando, todos llevaban tanto alcohol en el cuerpo que no eran conscientes ni de la mitad de las cosas que decian y menos aun de las que hacian. Vicky y Fran bailaban juntos en el centro de la pista disfrutando de su ultima noche de juerga antes de pasar a formar parte de la lista de becarios, esos que casi no cobran pero trabajaban tanto como los demas. La musica atronadora impedia cualquier tipo de charla, aunque tampoco era necesaria, tras anos de amistad se entendian solo con mirarse y cualquiera de los dos era capaz de descifrar los gestos del otro sin necesidad de palabras. Estaban bailando ajenos al mundo, cuando de la nada aparecio un hombre tan alto y guapo que atrajo la atencion de todo aquel que estaba a su alrededor, Fran guino un ojo a su amiga y se escabullo hacia la barra en busca de Almudena y Alba, que seguro que habian encontrado con quien pasar un buen rato bailando o tomandose una copa. Con el valor que aporta el alcohol lejos de dejar de bailar, Vicky, siguio meciendo sus caderas de manera sensual consciente de la atenta mirada de aquel atractivo desconocido, envalentonada por su atencion se atrevio a recorrer su cuerpo con la mirada mientras se relamia los labios. La mirada dorada del desconocido se hizo mas intensa ante su escrutinio, que con paso decidido y sin apartar la mirada se paro a solo unos centimetros de ella. Sonriendo como un depredador no espero su permiso y pego su cuerpo al de Vicky, de manera insinuante, a la vez que posaba una mano en su cintura mientras enredaba la otra en su larga melena, sin previo aviso acerco su labios al cuello de ella desde donde se impregno de su aroma y susurro en su oido. --Mi nombre es Alex y me encantas Vicky no fue capaz de articular palabra aunque no era porque no lo deseara, mas bien estaba alucinada porque un hombre asi se hubiera fijado en ella, con disimulo busco a su amigo entre la gente y cuando sus miradas se encontraron el asintio y no hizo falta mas. Vicky agarro la mano de Alex y tiro de el hacia la salida del club, el alcohol le dio la valentia que en un estado normal no tenia, ella nunca habia hecho algo asi en su vida. Sus amigas decian que era un poco mojigata, menos mal que no la vieron en ese momento o se lo recordarian el resto de su vida. Cogidos de la mano se subieron a un taxi, al cual Alex dio una direccion y ella ni siquiera presto atencion a cual era, Vicky estaba tan absorta mirandole que no pudo apartar la vista de el en todo el trayecto. No hablaron y tampoco hizo falta, cuando llegaron a su destino entraron en el hotel donde el taxi los dejo y tras pedir una habitacion subieron en el ascensor. El aire en ese espacio tan reducido estaba cargado de tension sexual, las miradas de los dos no dejaban lugar a dudas de lo que ambos deseaban, cuando el ascensor se paro, Alex, agarro la mano de Vicky y la arrastro hasta la habitacion. Introdujo la tarjeta y la puerta se abrio, en cuestion de segundos estaban dentro y esta cerrandose de una patada que Alex le propino. Con la tension acumulada y sin ganas de perder el tiempo, la apreto contra la pared y ella solo atino a balbucir. --Me llamo Vicky --dijo mientras la boca de Alex la devoraba. Ella no estaba muy segura de haber escuchado su respuesta, pero podria jurar que habia podido distinguir las palabras que ya lo sabia o algo similar. No hubo tiempo de nada mas, su cerebro ya no proceso mas informacion desde el momento que la mano de el se colo por debajo de su vestido y lo subio. Esa noche se dejo llevar como nunca antes, no cabia duda de que ese hombre sabia lo que hacia y disfruto de cada instante que compartio con el. De madrugada Vicky se desperto y un tremendo dolor de cabeza la saludo, gimiendo se incorporo en la cama y con la poca claridad que entraba por la ventana, ya que aun era de noche, extendio la mano por la cama y encontro algo calido y duro, dio un respingo y retiro la mano veloz. Permanecio quieta un par de minutos por si le habia despertado, al no percibir movimiento y con sus ojos ya acostumbrados a la penumbra. Se tomo la libertad de observalo mas de cerca, la sabana dejaba entrever la parte inferior de su cuerpo, que dejaba su torso expuesto. Como una voyeur lo contemplo recreandose en cada parte de su anatomia, aun no se podia creer que ella estuviese ahi con ese hombre. Recordaba vagamente el momento en que se habian encontrado en el bar y como ella se habia insinuado hasta que subieron a un taxi... su cabeza estaba llena de lagunas... Tenia que salir de alli, asustada camino lo mas rapido que pudo y sin hacer ningun sonido que pudiese despertarle se vistio sin dejar de mirarle, estaba a punto de ir al bano a lavarse al menos un poco cuando reacciono y negando se encamino hacia la puerta, en el fondo era un poco cobarde y no se atrevio por temor a que el sonido del agua lo despertara, asi que, se ato el pelo con una goma que siempre llevaba en la muneca y con los zapatos en la mano salio de la habitacion. Mi vida. Mi nombre es Victoria Salinas, Vicky para los amigos, me gusta pensar que soy una buena persona, aunque mas de uno diria que soy un poco desagradable. Esta bien, lo admito, soy un poco desagradable, siempre me he regido por mis propios principios y no me importa lo que los demas opinen de mi, asi soy feliz, o lo intento. Mido un metro y sesenta y nueve centimetros aunque si me preguntan digo uno setenta, asi me ahorro los chistes faciles con el sesenta y nueve, no es una gran altura, lo se, pero es mas que suficiente. Si fuese mas alta, con mi fuerte personalidad la gente me tendria un poco de miedo. Si, soy una persona con un caracter dificil ?que se le va a hacer? Mis ojos son de un color raro, ni verdes ni marrones, dependiendo de mi estado de animo o de la luz del sol, es un rasgo tipico de mi familia materna, la mayoria comparten esos ojos indescriptibles. Mis facciones son de lo mas comunes, nariz ligeramente puntiaguda sin parecer un pajaro, labios normales aunque definidos, pomulos un poco elevados, piel fina y muy palida, lo mas destacable de mi cara son las pecas que al primer rayo de sol inundan mi piel y me hacen parecer muy nina, cosa que odio. Mi cabello es un tono de rubio muy confuso, entre dorado y anaranjado, pero que suele impactar a la gente. Tengo una bonita melena, o al menos a mi me lo parece, mi pelo ondulado me llega hasta la cintura. No soy una mujer delgada, mas bien diria que me sobran unos kilos, pero... ?quien puede resistirse al chocolate? Desde luego, yo no. Uso una talla cuarenta, una mujer normal a mi parecer, pero si las modelos son mas delgadas que un junco solo puede significar que no soy el prototipo de mujer de lo que esta sociedad considera atractiva. Si soy realista nunca quise ser el prototipo de nadie asi es que no veo ningun problema con esto. He tenido una vida complicada, a mis veintiocho anos he pasado por la separacion de mis padres, con mas pena que gloria, cuando no era mas que una adolescente. Siempre se dice que las separaciones son para bien y que los mas afectados son los hijos, bueno, es cierto, pero tambien son los mas beneficiados, cada vez que queria algo y uno te me decia que no, iba al otro a probar suerte. Siempre con la esperanza de que me lo cumplieran, lo malo era cuando ninguno me concedia mi capricho, a mi esa tecnica no me funciono muy bien pero puedo asegurar que lo intente. Lejos de mantener una relacion cordial por mi o por lo anos que compartieron juntos, mis padres se odian y eso hace mi vida aun mas complicada. Estar en un lugar donde esten los dos es como vivir en plena guerra fria, por suerte ya apenas se ven, pero cuando era nina vivia en continua tension, lo unico que hacia era estar quieta y callada esperando que la batalla empezara y me pillara en medio. Ellos nunca supieron lo que yo sentia, aunque tampoco se preocuparon en saberlo, asi que, he de admitir que yo tambien los odie y aun hoy lo hago la gran mayoria del tiempo. Me convirtieron en la persona que hoy soy y quiza deberia de agradecerselo, con todas esas corazas que ayudaron a poner en mi corazon, es muy dificil que alguien me haga dano. Con dieciseis anos empece a trabajar de camarera, no es algo que se me de muy bien, pues no tengo la santa paciencia que se necesita para ese oficio tan sacrificado y menos aun para aguantar borrachos. Desde entonces he ido cambiando de trabajo aunque nunca he vuelto a la hosteleria. Mi curriculum laboral va desde cajera de supermercado a repartidora de propaganda y de pizzas, es decir, todo trabajo temporal que podia lo aceptaba, siempre y cuando no afectara a mis estudios, eso siempre fue lo primero, y si no ya se encargaban mis hermanas y Fran de recordarmelo. Tengo dos hermanas, Paula y Silvia, que son lo opuesto a mi, algo logico si tenemos en cuenta que son mayores y, se supone que mas maduras. En este caso ser lo opuesto se refiere a que ellas son alegres y confiadas, la mayoria del tiempo al menos. Quiza Paula no sea tan alegre... ni tan confiada.... !yo que se! La vida nos trato mal a las tres, ellas no deberian ser muy diferentes a mi, ?no? Silvia esta casada con Carlos y tienen un hijo que es un trasto, Santi, que es la alegria de la casa. El resto de la familia, es decir mama y papa no son ni de lejos importantes, desde que soy mayor de edad les evito como si tuviesen la peste, se que suena muy fuerte el hecho de que casi ni les hable, pero deberiais poneros en el lugar de una pobre nina de doce anos soportando que sus padres la usen como caballo de Troya, no es divertido, creedme y menos aun si se dedican a recordartelo las pocas veces que les ves. Ahora os hablare de mis amigos, no tengo muchos, como dije antes mi forma de ser no atrae precisamente a la gente, tengo algo que o caigo muy bien o por lo contrario soy la persona que mas odian en el mundo, que es lo que mas suele pasar. Es por ello que la gente no suele acercarseme, y los que se atreven sudan sangre para llegar a conocerme de verdad. Fran es mi amigo de toda la vida o mas bien mi amigo desde el divorcio de papa y mama. Alba y Almudena son amigas recientes, no por ello menos importantes. ?Mis demas amigos? Se quedaron en el pueblo donde vivia antes de que mis padres tomasen la decision de que deberian separarse y por ello sus hijas debian cambiar de vida. Si los llamara estoy segura que querrian quedar y verme, pero soy yo las que los evita, es como un recordatorio constante de la parte mas dolorosa de mi vida. Se que parece egoista, puede que lo sea, pero tengo que cuidar de mi misma ya que nadie mas lo hace. Hasta aqui las presentaciones, como podreis comprobar no hay demasiada gente a mi alrededor. La verdad es que soy de la opinion que la falsedad es algo innecesario, por ello no la acepto ni la aplico, asi es que tengo pocos amigos, si, pero son los mejores que se puede tener. Vivo en el barrio del Pilar, en Madrid, comparto piso con mi amigo Fran, en ningun momento al venir aqui tuvimos idea de separarnos, cuando estabamos en el instituto nos prometimos que nunca lo hariamos. Por ello, el dia que Fran me vio llorando por la enesima discusion con mi madre, me hizo jurar que ambos ahorrariamos y nos iriamos de Santiago a la capital. Alli la gente se suponia que no era tan intransigente y a los dos nos gusto la idea de estar sin nuestros padres. Cuando elegimos la universidad no lo dudamos, iriamos a la misma o al menos lo mas cerca uno del otro que nos fuera posible, el siempre quiso hacer derecho yo por mi parte no lo tenia tan claro. Al principio pense en hacer Bellas Artes, por eso de que me encanta la fotografia, pero no deja de ser un hobby, ?que hubiese pasado si empiezo la carrera y a mitad me doy cuenta que como aficion esta bien pero me aburre como el infierno para todos los dias? Luego me plantee Publicidad y Marketing, quedaria genial Victoria Salinas publicista, me lo imagino y sonrio, lo malo es que odio la publicidad. Ya se, medio mundo la odia, pero yo la odio de un modo muy extremista. Cada vez que estoy viendo la tele y empiezan los anuncios practicamente le gruno. Fran se divierte haciendome sufrir y no me deja cambiar el canal. Como comprendereis, no era la mejor opcion, por muy bien que sonara mi nombre. Finalmente opte por la carrera que mayor salida tendria y con la que mas facil encontraria trabajo, Economicas. Al unico que parecio gustar mi decision fue a mi cunado, sera porque es lo suyo, todo numeros y eso. Ni yo estaba muy convencida de mi decision, pero ese era el menor de los males

  • Agua de Claudio Hernandez

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    Siempre, en alguna parte, debia brillar el sol; pero en Chamberlate, una amorfa cara opaca parecia sonreir desde lo alto del cielo mas negro que el culo de una marmota. La mezquina luz lamia el cementerio, con sus estacas incluidas, y los Fresnos que lo rodeaban en unos bosques realmente frondosos extendian sus copas como refugios a las almas perdidas de su interior, igual que a los cuervos. Sean tenia puesta la gabardina de color beis que le llegaba hasta las punteras de sus zapatos. Estaban tan desgastados que, ahora, empezaban a brillar mas que el mezquino destello de la que venia despues del astro rey. Un puro humeante como la chimenea de un vapor hacia las delicias en los pulmones de Sean, un anciano retirado que habia sido detective, pero que narices, el pensaba que todavia lo era. ?Por que no? Se enjuago la boca con gran cantidad de saliva y escupio un enorme chorro de espesa mucosa sobre una lapida. La cruz, que parecia un espantapajaros, con los brazos extendidos y laxos sobre una superficie llena de vacio, ignoro tal guarrada. Y, con todo eso, la cosa no habia hecho mas empezar para Sean Rickman (apodado y conocido como Coningan). Apoyando su barbilla poblada de una barba gris, como las cenizas, sobre una de sus manos, concretamente la derecha; clavo la mirada en otra de las tumbas y penso como se encontraria el fiambre alla abajo, es decir, bajo tierra. Se inclino en creer que simplemente dejaba pasar el tiempo mientras el cuerpo se descomponia en medio de guturales ruidos, grunidos ignorados y flatulencias repentinas. Y penso en el. El asesino. Entonces, de repente, el cielo tosio un par de veces haciendo estremecer la tierra bajo sus pies, y, al mismo tiempo, solto un graznido como un perro cabreado. La lluvia, una de las mas intensas de aquel jodido otono del 99, en Chamberlate, habia retomado de nuevo su proyecto para repiquetear el suelo y todo lo que habia sobre el, con sus grandes gotas, al ritmo de decenas de pajaros carpinteros. Sean Rickman levanto ahora la mirada hacia el cielo y dijo: --Mierda. Sabia por que. 2 Locos los hay en todas partes del mundo, pero como David Harring no lo habia. Sus ojos oscuros parecian proyectar una luz disciplinariamente roja, pero era frialdad lo que arrojaban, como destellos oscuros, si, era eso. Una mirada profunda. Traumatizada y perturbadora. Inquietando incluso para las miradas perdidas o aviesas de aquellos que estaba encerrados en un psiquiatrico. Su camisa de fuerza era ella: Melissa Harring, de soltera Aarons. Y para nada hacian pensar que era del estado de Maine: ni por sus nombres, ni por sus costumbres. Solo eran forasteros, y su acento dejaba loable el deseo de pertenecer a un pueblo tranquilo. Su acento estaba lejos de ser sureno. Todas las noches, cuando el astro rey se estrellaba en los picos de las montanas rocosas desangrAndose, levantaba el pie derecho y lo apoyaba sobre un taburete cojo de una pata. El jodido perro, es decir, Dan, lo habia mordisqueado como a un hueso. Entonces dejaba que el palillo correteara por toda la cantera de los dientes mientras se mesaba la barba rala. Profundamente relajado, pensaba en lo bien que lo hacia. Como la amaba y que polvo iba a echar esa noche, quisiera Melissa o no. Era una rata de alcantarilla. O peor aun: Una mierda aplastada por las botas sucias del sheriff del condado. Que, a decir verdad, era un borracho embaucado por las deudas del juego y la escoria de Chamberlate. Tan corrupto como los politicos del mundo. Solo que el era ignorado. Pero ?por que todos los hijos de puta -- bueno, los cabrones-- tenian tanta suerte de ocupar puestos tan ostentosos? David era uno de ellos. Abogado de profesion habia dejado atras los problemas de sus clientes --mayoritariamente lunaticos y obsesionados con las leyes-- para cambiar su vida por completo. Menos el de seguir siendo el mas capullo del mundo, pero eso tenia diferentes connotaciones. Cabron, perturbado, celoso patologico, asesino… Todo se quedaba corto cuando estaba frente a ella. Y su capacidad para ser tan amable como un mayordomo ante las estupidas sonrisas de los testigos de Jehova, no hacia que Melissa pensara lo contrario de el. Hijo de la gran puta. Y Dan empezo a ladrar al sol que habia dejado el rastro sangriento a la deriva. 3 Habia un loco suelto y Sean lo sabia. Cada atardecer, como una esposa en pena, acudia a visitar el cementerio bajo una manta de agua. Tosia como un descosido y se encendia un enorme puro que lo sacaba de ese estado penoso a su edad. Rondaba los setenta anos y ya habia decidido parar de contar los cumpleanos. A partir de cierta edad, los huesos sonaban como unas piedras en el interior de una bolsa y los dolores reumaticos se extendian hasta la polla. Ademas, habia descubierto que los huevos crecian sobremanera a partir de los sesenta. Sin mujer ni hijos, ni trabajo a que dedicarse mas que aplastar cucarachas con un cuarenta y dos de pie: tenia la impresion de que el asesino no se retorcia como un gusano en ningun lugar de ese cementerio, que era visitado por un oscuro gato dando por culo con sus maullidos desgarrados. Sean lo miraba con cierta incomprension y bajaba la vista. El jodido gato siempre estaba en lo alto de una de aquellas cruces que miraban a un cielo tan zozobrante como un mar embravecido. Despues el gato saltaba al suelo y se hundia en el lodo. Sean Rickman, ajeno a los poderes mentales de algunos perturbados que pasaron por Castle o Boad, o incluso Derry, estaba mas tieso que una estaca en el cementerio. Astillada y sin vida, bueno, ninguna estaca tiene vida, pero las habia que brillaban cuando salia el sol, y ese otono no habria mas sol que una lampara en lo alto de su cabello de color cobrizo. Era su cabello natural que, al contrario que la barba, no conocia mas ceniza que la de una chimenea muerta en el interior de una casa de una familia que no tenia ni lena para calentarse. Camino hasta la cripta. Solo habia una y se detuvo a dos metros mientras el humo del puro se arremolinaba alrededor de su cabeza con la intencion de arrancarsela y elevarla al aire. Sus dedos rollizos tiraban del puro, que se despegaba de sus labios secos, y entonces movia el cuello como queriendo hacer un circulo, aunque le crujian las cervicales como las bielas de un motor viejo. --Maldito seas. Se que no estas aqui --murmuro entre el ruido de la lluvia. En lo alto de todo, algo ilumino el cielo y la tierra, pero despues no sucedio nada mas. El detective retirado se quedo con las ganas de sentir el atronador ruido como una de las bombas del Vietnam. El gato le respondio. Pero el asesino no. 4 --Hoy no tengo ensalada --dijo Melissa con cierto temblor en su voz, la cual formaba un vibrato que se paseaba por la cocina como un chorro de aire lleno de obstaculos. --?Y que se supone debo cenar esta noche? --pregunto arrogante David. Le clavo la mirada como dos chinchetas. Ella estaba apoyada en el fregadero. Su tez era palida y el estaba sentado en la silla, con los brazos laxos sobre la mesa rugosa. Ella cabeceo un instante. El repentino dolor del miedo la sobrecogio. --Ya sabes que hoy no hemos bajado al pueblo y… De pronto, un puno cerrado quiso agujerear la tabla de la mesa, y los ojos de ella casi saltan de sus cuencas para botar como bolas en el suelo. Los dientes de el estaban rechinando de tanto que los apretaba. --!?Acaso no tenemos huerto?! --grito mientras permanecia encorvado como un buitre al borde de la mesa. Le dolia el puno, es decir, el canto de la mano. Los cubiertos habian saltado como unas ranas plateadas, pero seguian sobre la dichosa mesa. --No he… podido... recoger nada --termino de decir ella, visiblemente asustada. El miedo se cruzo de nuevo delante de sus ojos y, bajo sus tetas --bueno, bajo su pecho-- aquello golpeo el esternon. Su corazon. --!Estas temblando! ?Por que? ?Te han hablado de mi esas pellejas? --Su mirada acusadora evoco la puerta y parecio verlas a traves de ella. Eran dos amigas, entre comillas, para un monstruo como el. Solo tenia cuarenta y dos anos, era de estatura alta, atletico y guapo, pero por dentro bombeaba petroleo en lugar de sangre. Hasta los demonios huian de el. Ella no pudo responder. No, al menos, de inmediato. --Me ayudan… --!Callate! --El golpe, esta vez, fue con la palma de la mano abierta, que sono tan fuerte que parecia que se le iban a salir todos los dedos como lapices. Su profunda mirada le mostraba el monstruo que nunca habia estado dormido y que habitaba en el. Incluso cuando usaba la cosmetica de su mujer, para ver a un payaso reflejado en un espejo que acusaba con romperse en mil pedazos en un vomito repentino. Si, David hacia eso cuando ella no estaba en casa. 5 La insignia de policia relucia de manera imponente sobre su pecho, pero no era asi siempre. Burt no era el tipo de agente que se las daba de algo que no podia ser competente. De modo que siempre tenia la jodida insignia guardada en algun bolsillo del pantalon. Junto a la funda cerrada del revolver. A la gente del pueblo le importaba un bledo que la llevara brillando bajo su hombro. Todos sabian quien era el. Incluso Sean, el viejo detective. Burt decia que el pueblo no se dedicaba a hacer insignias ni tampoco a rozarlas con sus miradas de desacuerdo. En realidad pensaba que a todos se la inflaban si la tenia o no. Pero por supuesto que todo el mundo en Chamberlate sabia quien era el. Su ayudante Harris tambien tenia una, y por supuesto que este si la llevaba clavada en su pecho. En su piel, y los dientes le brillaban junto a la insignia. Eso solo cuando hacia sol en el mes de junio, julio y el punetero agosto, en el que los lagartos sacaban sus rosadas lenguas en las canteras. Harris no comprendia la decision de Burt de llevarla en la billetera o junto a las llaves de casa. Era algo que el hombre de la ley jamas habia podido entender. Claro que en el pueblo todo el mundo sabia que el era el agente. El mas borracho de todo el estado de Maine, pero habia que tener en cuenta la tradicion centenaria, desde que los indios MickMac desaparecieran de alli. Pero habia que tener en cuenta la responsabilidad y la seriedad. Cuando se estaba al servicio de la ley, habia que pensar en esas cosas y en las tetas de la vecina de enfrente. Harris pensaba frecuentemente en ellas, es decir, en las cosas de la ley, aunque solo podia ser agente con dedicacion parcial, dado que casi todo el tiempo Burt estaba resoplando en el viejo sofa de su casa. Y asi fue como unos degenerados mentales construyeron un lago de sangre en el pasado, que, visto lo visto, parecia no haber acabado todavia. Si, ahora habia detectives. Y lo sabia. Mejor. 6 Pero Sean era el protagonista, porque no dejaba de pensar en el asesino que se ocultaba en el silencioso cementerio, que, a su vez, sonaba como miles de exhalaciones de todos los que reposaban panza arriba. No tenia sombrero y ni falta que le hacia. Su cabello mojado era ahora una plaga de algas sobre su cabeza y las gotas se columpiaban en su menton, agarradas en el pelo de la barba. Sus ojos mantenian aviesamente la mirada sobre aquellas tumbas, dia tras dia, mientras recordaba. El jodido gato aparecia maullando todos los malditos dias, y eso le cabreaba de forma lenta y oficiosa, hasta estar a punto de gritarle, pero no lo hacia. Todo su temple era un abedul esperando que el tiempo pasara ante sus ojos…, bueno, sus hojas verdes. --Te llevaste a todas esas pobres chicas a la tumba de la forma mas asquerosa que pueda emanarse de un monstruo como tu. Eras algo horrible. Una especie de locura a la que cualquier autoridad no se puede enfrentar. Ni siquiera un maldito psiquiatra, con sus gafas de empollon sujetandose con cierto malabarismo en su descendente curva de la nariz. Claro que no. Te condenaron a la cadena perpetua y, despues, a la muerte. No vi tus cenizas, cabron, pero eso es porque no te metieron por el culo todo aquel fuego, cabron. Se que no estas aqui tampoco; pero, como soy un idiota, vengo cada dia por si veo una bota tuya en medio de un charco de agua. Que jodido eres. A veces creo que yo mismo me estoy volviendo loco. ?Lo sabias? La edad me sienta fatal. ?Por que no me contestas ya de una punetera vez? El detective abrio mas los ojos y clavo su fria mirada en el gato que cada dia parecia mas negro. Sus ojos verduzcos brillaron en aquel atardecer de lluvia intensa, y mostro sus afilados colmillos cuando maullo de forma aguda. Sean sonrio con la menor intensidad del mundo, tanto, que su rostro no lo reflejo. Y se sintio un verdadero capullo cuando supo que le estaba hablando al gato. Si, al jodido gato. Y, mientras tanto, seguia lloviendo con tal intensidad que el cementerio parecia ya un lago con las cupulas de los edificios asomando en el agua, como cabezas humanas que se iban a ahogar. 7 Melissa se encontraba ajetreada con los platos sucios de la cena de esa noche. El ruido era ensordecedor y a veces golpeaba la vajilla de porcelana contra el metal del fregador para descargar la ansiedad que el comportamiento de David le generaba. Habian pasado los primeros dias idilicos en la nueva casa de la colina. Si, esa que estaba en lo mas alto de la misma y desde donde se podia divisar la carretera polvorienta --ahora llena de lodo-- que llevaba al centro del pueblo tras una serpentina brillante. Y por mas que golpeaba y pensaba, no conseguia encontrar un solo pedazo de carino en el. Era puro odio y un enfermo mental, enajenado por las psicopatias de las manias, los celos y las peculiaridades. --Maldito seas --mascullaba mientras sus hermosos labios se arrugaban como una cuerda enrollada. Su cabello rubio le cubria los hombros, y las puntas le llegaban a la parte mas baja de la espalda. Normalmente solia tenerlo atado con una goma elastica que chillaba cada vez que se tensaba, pero esa noche no. Lo tenia suelto y, de espaldas, cualquier hombre la veria hermosa aunque sus manos se movieran como remos al ritmo de los tambores de guerra. Su corazon estaba convulsionado y sabia que… Arriba, en la habitacion, su marido estaria haciendo algo extrano. No para el, sino para ella. Si hubiera subido las escaleras de puntillas, le habria visto pintarse los labios de rojo, de forma sutil, y, despues, apretando con un poco mas de fuerza la barra de labios, mientras decia: eres preciosa, Keti. Y en eso estaba. 8 --La maldita lluvia me tiene hasta los huevos, Forrest. Me duele hasta eso. --Se senalo la entrepierna de un pantalon vaquero, tan gris como su cabello. Estaba sentado en lo alto de un taburete que podria ser un atril perfectamente y ser el reverendo repartiendo ostias a sus feligreses.

  • Mil soles esplendidos – Khaled Hosseini de Khaled Hosseini

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    Superando con creces el rotundo exito de Cometas en el cielo, la segunda novela de Khaled Hosseini salto de inmediato al primer puesto en todos los paises donde se ha publicado. Nueva demostracion del asombroso instinto de gran narrador de que goza el autor, el libro cuenta la conmovedora historia de amistad entre dos mujeres afganas de origenes muy dispares, cuyos destinos se entrelazan por obra del azar y de las convulsiones que ha sufrido Afganistan en los ultimos treinta anos. Hija ilegitima de un rico hombre de negocios, Mariam se cria con su madre en una modesta vivienda a las afueras de Herat. A los quince anos, su vida cambia drasticamente cuando su padre la envia a Kabul a casarse con Rashid, un hosco zapatero treinta anos mayor que ella. Casi dos decadas mas tarde, Rashid encuentra en las calles de Kabul a Laila, una joven de quince anos sin hogar. Cuando el zapatero le ofrece cobijo en su casa, que debera compartir con Mariam, entre las dos mujeres se inicia una relacion que acabara siendo tan profunda como la de dos hermanas, tan fuerte como la de madre e hija. Pese a la diferencia de edad y las distintas experiencias que la vida les ha deparado, la necesidad de afrontar las terribles circunstancias que las rodean, hara que Mariam y Laila vayan forjando un vinculo indestructible que les otorgara la fuerza necesaria para superar el miedo y dar cabida a la esperanza.

  • Ojos que no se abren de Claudio Hernandez

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    Tenia las fotografias de aquellas siete pobres desgraciadas a las cuales se habian dado por desaparecidas y muertas, cuatro anos atras. Sin saber por que, habia abierto su cajon que carraspeo cuando mostro cuan largo era, en forma de lengua oscura. En su interior un buen monton de carpetas verdes; porque el las queria de ese color, una mania como tantas otras que tenia, que pugnaban por salir a flote, como si un muelle en la parte inferior del cajon las estuviese empujando. Dos de aquellas carpetas destacaban sobre las demas y por supuesto, estaban las primeras, las cuales cogio con su rechoncha mano. Volvio a sentir el aspero tacto del papel o la cartulina vieja; habian pasado cuatro anos viajando de un lado para otro, mientras por las noches, reposaban en el fondo del cajon, hasta que este, se lleno, y ocuparon la parte superior para poder manosearlas, como seguramente aquel hijo de perra las habia manoseado a todas ellas. O quiza no. Ava, Madelyn, Hannah, Emily, Zoe, Kilye y Audrey. Y como un despistado coleccionista las habia pegado en la pared de su despacho con cinta adhesiva; la pintura se resquebrajaba con cada fotografia que llenaba la pared, hasta que se repantigaba en su asiento giratorio para observarlas con detenimiento y desconcierto a la vez. Todas ellas estaban desaparecidas y su asesino en la carcel pudriendose; tenia un cancer terminal y Andrew esperaba escuchar el timbre de su telefono para descubrir que todo se habia acabado, pero su don de <> le decia que volveria a mirar el rostro de estas mujeres, que ahora solo eran fotografias descoloridas por el paso del tiempo, pegadas como chicles. No sabia por que, pero tenia la certeza de que algo extrano iba a suceder. Andrew no gozaba de este poder mental, sino de dos; la anterior mencionada y la Vision Remota. Sabia que algo iba a suceder. Vaya si lo sabia. Una de sus manias, era volver una y otra vez a releer las investigaciones de todos los casos que habian llegado a sus manos; muertes, infidelidades, desapariciones, ninas que habian sido... No, no queria pensar en esa maldita palabra. Su mano menuda, ahora en un puno, apretaba su frente hasta sentir el peso de un martillo. Y he aqui que el buen hombre tuvo la idea de sacar la carpeta de ellas y la de el; como si de pronto regresara al pasado. Una obsesion que le habia tenido obcecado toda la noche. No se habia tomado la maldita pastilla. No se habia tomado ninguna de ellas, solo el riego fresco de varias cervezas atravesando su garganta le hacia olvidar, pero regresaba a su mente, esas jodidas imagenes. No era normal en el, tampoco, que bebiera tantas cervezas. Las fotos. El asesino con un diente partido y con cara de loco. Las pruebas recogidas como las prendas de ropa de esas pobres mujeres, llenas de sus huellas y su saliva y sabe Dios que mas. No recordaba. Pero ahora, por la manana, mientras los rayos del sol quedaban atrapados en las rendijas de la persiana y apenas alargaban sus dorados dedos hasta la mesa con la lengua fuera, sabia de que se trataba. Semen. El liquido sedoso o peor aun, pegajoso, de un color blancuzco como la pus, que contenia millones de seres vivos dentro, que a buen seguro eran mejores que el. Parker Atkinson. El que se estaba muriendo lentamente sin decir donde cojones estaban los cuerpos de ellas. Hasta que, el telefono sonara y adios al secreto. La boca que podria expulsar con escupitajos los lugares donde habian sido enterradas o emparedadas o quien sabe; en el fondo de algun lago, se iba a cerrar para siempre llevandose el silbido con la expiracion final. Eso tambien lo sabia. Su incipiente calva se ilumino con uno de aquellos rayos de sol de primavera en CastleLakeHill; una pequena ciudad con frondosos bosques y seis profundos lagos, en el condado de Maine. Donde al parecer; todo lo mas extrano del mundo, sucede. Pero solo sucedio en tres de esos lagos. Eso todavia no lo sabia. Andrew Moore estaba ya casi jubilado, que no retirado, porque sus manias, se lo impedian. Las chicas como cuadros lo miraban a el con unos ojos inexistentes y el, las miraba a ellas, con unos ojos castanos. Mientras pensaba en el monstruo de Parker Atkinson. Y recordo que tampoco habia ido a la cita con su mejor amigo; su Psiquiatra. Un tipo alto y rubio y sobre todo joven, que se llamaba Grayson Lee. Recordaba como siempre le estrechaba la mano y le mostraba al mismo tiempo, de forma instintiva, una amplia sonrisa que no parecia tener fin. Una raya dibujada que podria rodear toda la cara hasta la nuca. Y vio. Cuando su corazon subia por el esofago es que algo iba mal; un dia vio de antemano el clavo que iba a atravesar el pie de mama; alla en los anos cuarenta, pero no se lo dijo y lo piso hasta tal punto que la punta afilada salio por la otra parte del pie, manchada de sangre. Nunca se lo perdonaria, pero ahora lo estaba viendo. Detras de sus ojos, donde el nervio optico acaba en una conexion con alguna parte del cerebro; la vio. Era Ava y estaba durmiendo. A su lado, a lo largo de su cabello de color azul, se enredaban las flores y las malas hierbas, como una fina telarana que lo cubre todo. Pero en su caso podia percibir olores y escuchar ruido. Era algo chapoteando en el fondo, como una vaga banda sonora; era agua y algo que rezongaba sobre el nivel de ella, una rana que se desganitaba mientras su boca permanecia abierta y su ridicula lengua colgaba hacia un lado. Otro animal le habia mordido la lengua tiempo atras, y la pobre rana debia conformarse con la vida. Con la dudosa existencia de Ava privada de esa vida, con los ojos que no se podian abrir. Le resulto algo trivial como todas las veces; veia las cosas que le sucederian despues, pero ahora habia visto algo que le hizo saltar todas las alarmas de su cuerpo. Su corazon golpeo con fuerza el fofo pecho y sus manos empezaron a sudar. El aspero o acido liquido subio hasta la amigdala de su garganta y se detuvo ahi con un escozor. Esta vez habia sido diferente. Pero seguia siendo el resultado de la Precognicion. A sus sesenta y tres anos, todo le habia parecido diferente. De pronto sono el telefono. Algo que la Precognicion no le habia avanzado. El que estaba sobre la mesa de madera caoba, en una esquina de la misma. Era uno de esos inalambricos, pero sonaba como una campanilla de los anos setenta; el mismo sonido que los telefonos antiguos. El estaba de espaldas al telefono y le habia pillado de imprevisto. Se movio bruscamente dentro de su silla giratoria al tiempo que algo frio se le subia a la cabeza. No habia visto detras de sus ojos ese escenario. No habia presagiado nada. Al fin y al cabo solo era una llamada de telefono, penso mientras se daba la vuelta con la silla acomodada. Era negra y estaba acolchada. Tenia un respaldo que le llegaba hasta la nuca. Cuando lo compro, muy caprichoso el; habia leido que tenia un respaldo con basculante con balanceo y que se podia ajustar al modo Toplift. Que lindeza. Dicho respaldo y donde iba a sentar la mayoria del tiempo su enorme culo, era de doble capa. Se habia asegurado bien de ello y ademas en el cartel ponia; puedes usar la silla mas de ocho horas todos los dias. Sus ojos habian brillado al leer aquello y lo siguiente; buena base estable con ruedas duras. El era grande y pesado, no gordo, sino pesado; cien kilos por lo bajo. Los reposa-brazos estaban desgastados por el constante refriego de su antebrazo. En verano, cuando se remangaba la camisa, su piel se aranaba con lo que parecia plastico, pero era cuero. Quejumbroso, hizo deslizar o mejor arrastrar, las cuatro ruedas de la silla hacia donde estaba el telefono. Solo le distanciaba de esos timbrazos un metro y medio, y decidio que no era bueno levantarse de la silla tan pronto como se habia sentado despues de pegar todas aquellas jodidas fotografias. Al cuarto timbrazo descolgo el telefono. --Le habla el detective Andrew Moore. ?Quien me molesta a estas horas? --Su voz grave y desgarrada a la vez habia aumentado de tono paulatinamente. Andrew no era uno de esos tipos con voz melosa y carinosa, sino todo lo contrario. Voz fuerte y grunon, pero sabia hacer bien su trabajo. --Son mas de las nueve y media Andrew --le dijo una voz de pito en el otro extremo de la linea. Andrew reconocio esa voz y fruncio el ceno. Sabia que algo malo o no, iba a decirle. --Maldito hijo de perra, ?para que me has llamado Colton? --Sus pies se apoyaron al suelo de linoleo y se impulso para darse la vuelta de nuevo hacia la pared. Hacia esas fotografias. Colton Allen era el alcaide de la prision del Centro Penitenciario en Warren, Maine. Un centro que solo tenia un cupo de 915 presos. Todo un lujo para el capullo de Parker Atkinson, porque tenian todas las comodidades del mundo; hasta television, eso si, en una sala. Un buen dia alguien dijo que los presos estan en la carcel para pagar una deuda con la sociedad, no para criar musculos y asaltar a gente inocente cuando dejen la prision. A Andrew siempre le habia quedado esa espina. --Detective Andrew, tengo que darle una buena noticia --respondio Colton jocosamente. Andrew parecia que lo estaba viendo escurriendo una risa contagiosa mientras su enclenque cuerpo se doblaba en dos y sus largos dedos, finos como boligrafos, estaban cerrados, probablemente en el telefono de la prision. --!Vaya! Una noticia. ?Que le hace tanta gracia? En el otro extremo, en una zona remota de Maine, Colton cerro sus estirados labios en un rictus serio, como si fuera un nino travieso que habia sido reganado por su padre. --?Se me ha escuchado reir? --Como si lo estuviera viendo --respondio Andrew con cara de malas pulgas. El siempre tan serio y pensativo. --Lo siento, pero dado que tenemos una cierta amistad me limite a dejar llevarme por mis impulsos, ya que creia que no le molestaria...

  • La elite de Kiera Cass

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    No soplaba el aire en Angeles, y me quede un rato alli tendida, inmovil, escuchando el sonido de la respiracion de Maxon. Cada vez era mas dificil pasar con el un momento realmente tranquilo y placido. Intentaba aprovechar al maximo esos ratos, y me alegraba comprobar que cuando el parecia estar mas a gusto era cuando nos encontrabamos a solas. Desde que el numero de chicas de la Seleccion se habia reducido a seis, se mostraba mas ansioso que al principio, cuando eramos treinta y cinco. Me imagine que pensaria que tendria mas tiempo para hacer su eleccion. Y aunque me sentia culpable al pensarlo, sabia que yo era el motivo por el que deseaba ese tiempo de mas. Al principe Maxon, heredero al trono de Illea, le gustaba. Una semana atras me habia confesado que, si yo admitia que sentia lo mismo, sin reservas, acabaria con el concurso. Y a veces yo acariciaba la idea, preguntandome como seria estar con Maxon, sin nadie mas, solo nosotros dos. Sin embargo, el caso era que no era solo mio. Habia otras cinco chicas alli, chicas con las que salia y a las que susurraba al oido, y yo no sabia como tomarme aquello. Y ademas estaba el hecho de que aceptar al principe implicaba asumir tambien una corona, idea que solia pasar por alto, aunque solo fuera porque no estaba segura de que podia significar para mi. Y luego, por supuesto, estaba Aspen. Tecnicamente ya no era mi novio --habia roto conmigo antes incluso de que escogieran mi nombre para la Seleccion--, pero cuando se presento en el palacio como soldado de la guardia, todos los sentimientos que habia intentado borrar invadieron de nuevo mi corazon. Aspen habia sido mi primer amor; cuando le miraba... era suya. Maxon no sabia que Aspen estaba en el palacio, pero si sabia que habia dejado atras una historia con alguien, algo que intentaba superar, y habia accedido a darme tiempo para pasar pagina mientras el intentaba encontrar a otra persona con quien pudiera ser feliz, si es que yo no me decidia. Mientras movia la cabeza, tomando aire justo por encima de mi cabello, me lo plantee: ?como seria querer a Maxon, sin mas? --?Sabes cuanto tiempo hace que no miraba las estrellas? --pregunto. Me acerque un poco mas sobre la manta para protegerme del frio: la noche era fresca. --Ni idea. --Hace unos anos un tutor me hizo estudiar astronomia. Si te fijas, veras que las estrellas, en realidad, tienen colores diferentes. --Espera. ?Quieres decir que la ultima vez que miraste las estrellas fue para estudiarlas? ?Y por diversion? Chasqueo la lengua. --Por diversion... Tendre que hacerle un hueco a eso entre las consultas presupuestarias y las reuniones del Comite de Infraestructuras. Oh, y las de estrategia para la guerra, que, por cierto, se me da fatal. --?Que mas se te da fatal? --pregunte, pasandole la mano por la camisa almidonada. Animado por el contacto, Maxon trazo circulos sobre mi hombro con la mano con la que me rodeaba la espalda. --?Por que quieres saber eso? --respondio, fingiendose importunado. --Porque aun se poquisimo de ti. Y da la impresion de que eres perfecto en todo. Resulta agradable comprobar que no es asi. El se apoyo en un codo y se quedo mirandome. --Tu sabes que no lo soy. --Te acercas bastante --replique. Sentia los pequenos puntos de contacto entre nosotros. Rodillas, brazos, dedos. El sacudio la cabeza y esbozo una sonrisa. --De acuerdo. No se planear guerras. Se me da fatal. Y supongo que seria un cocinero terrible. Nunca he intentado cocinar, asi que... --?Nunca? --Quizas hayas observado el monton de gente que te atiborra de pastelillos a diario, ?no? Pues resulta que a mi tambien me dan de comer. Se me escapo una risita tonta. En mi casa yo ayudaba a preparar casi todas las comidas. --Mas --exigi--. ?Que mas se te da mal? El me agarro y se coloco muy cerca, con un brillo en sus ojos marrones que indicaba que escondian un secreto. --Hace poco he descubierto otra cosa... --Cuentame. --Resulta que se me da terriblemente mal estar lejos de ti. Es un problema muy grave. Sonrei. --?Lo has intentado? El fingio que se lo pensaba. --Bueno..., no. Y no esperes que empiece a hacerlo ahora. Nos reimos sin levantar la voz, agarrados el uno al otro. En aquellos momentos, me resultaba facilisimo imaginarme que el resto de mi vida podia ser asi. El ruido de pisadas sobre la hierba y las hojas secas anunciaba que alguien se acercaba. Aunque nuestra cita era algo completamente aceptable, me senti algo violenta, y ergui la espalda de inmediato, para quedarme sentada sobre la manta. Maxon tambien lo hizo. Un guardia se acercaba a nosotros rodeando el seto. --Alteza --dijo, con una reverencia--. Siento importunarle, senor, pero no es conveniente permanecer aqui fuera tanto tiempo. Los rebeldes podrian... --Comprendido --replico Maxon, con un suspiro--. Entraremos ahora mismo. El guardia nos dejo solos. Maxon se volvio hacia mi: --Otra cosa que se me da mal: estoy perdiendo la paciencia con los rebeldes. Estoy cansado de enfrentarme a ellos. Se puso en pie y me tendio la mano. Se la cogi y observe la frustracion en sus ojos. Los rebeldes nos habian atacado dos veces desde el inicio de la Seleccion: una vez los nortenos (simples perturbadores), y otra vez los surenos (cuyos ataques eran mas letales). Y no tenia mucha experiencia al respecto, pero entendia muy bien que estuviera agotado. Maxon estaba recogiendo la manta y sacudiendola, descontento por que nos hubieran interrumpido de aquel modo. --Eh --dije, llamando su atencion--. Ha sido divertido. El asintio. --No, de verdad --insisti, dando un paso adelante. El cogio la manta con una mano para tener el otro brazo libre y rodearme con el--. Deberiamos repetirlo algun otro dia. Puedes contarme de que color es cada estrella, porque la verdad es que yo no lo veo. --Ojala las cosas fueran mas faciles, mas normales --repuso el, con una sonrisa triste. Me acerque para poder rodearlo con los brazos. Maxon dejo caer la manta para abrazarme. --Siento ser yo quien desvele el secreto, alteza, pero, incluso sin guardias, no tiene usted nada de normal. Relajo algo el gesto, pero seguia serio. --Te gustaria mas si lo fuera. --Se que te resultara dificil de creer, pero a mi me gustas tal como eres. Lo unico que necesito es mas... --Tiempo. Ya se. Y estoy dispuesto a dartelo. Lo que me gustaria saber es si al final querras quedarte conmigo, cuando pase ese tiempo. Aparte la mirada. Eso no podia prometerselo. Habia sopesado lo que significaban Maxon y Aspen para mi, de corazon, una y otra vez, pero no estaba segura... Salvo, quiza, cuando estaba a solas con uno de los dos. En ese momento, estaba tentada de prometerle a Maxon que seguiria a su lado para siempre. Pero no podia. --Maxon --susurre, viendo lo desanimado que parecia al no obtener una respuesta--. Aun no te puedo decir eso. Pero lo que si puedo decirte es que quiero estar aqui. Quiero saber si tenemos... --dije, y me quede cortada, sin saber como plantearlo. --?Posibilidades? Sonrei, contenta al ver lo bien que me entendia. --Si. Quiero saber si tenemos posibilidades de que lo nuestro funcione. El me aparto un mechon de pelo y me lo puso detras del hombro. --Creo que si, que hay muchas posibilidades --contesto, con toda naturalidad. --Estoy de acuerdo, pero, solo... dame tiempo, ?vale? Asintio. Parecia mas contento. Asi era como yo queria que acabara nuestra noche juntos, con cierta esperanza. Bueno, y quizas algo mas. Me mordi el labio y me acerque a Maxon, diciendolo todo con la mirada. Sin dudarlo un segundo, se inclino y me beso. Fue un beso calido y suave. Hizo que me sintiera deseada. De hecho, quise mas. Podria haberme quedado alli horas, pidiendo mas. Sin embargo, Maxon enseguida se echo atras. --Vamonos --dijo, sonriente, tirando de mi en direccion al palacio--. Mas vale que entremos antes de que lleguen los guardias a caballo, con las lanzas en ristre. Cuando me dejo en las escaleras, senti el cansancio de golpe, como si me cayera un muro encima. Practicamente me arrastre hasta la segunda planta, pero, al rodear la esquina para llegar a mi habitacion, de pronto me desperte de nuevo. --!Oh! --exclamo Aspen, sorprendido el tambien al verme--. Debo de ser el peor guardia del mundo; todo este rato he supuesto que estarias dentro de tu habitacion.

  • Dulce Tortura de Jenifer Demichelis

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    Jessica se quedo de pie frente al salon de clases. Era su primer dia de universidad. Hacia apenas un par de minutos habia ingresado a un artistico, construido por uno de los arquitectos mas famosos del pais y que por muchos anos fue sede del Ateneo, hasta que las autoridades gubernamentales se habian hecho de el y ahora formaba parte de la Universidad de las Artes, el inmueble no se prestaba mucho para ser instituto educativo, pero sin duda se sentia la vibra de las artes en el lugar, ese aire bohemio, despreocupado, pero a su vez creativo. --!Pasa! --Le grito Alondra, su amiga, quien era su vecina y con la que habia decidido empezar esta aventura de estudiar artes. --Pareces una loca ahi parada mirando la nada. Entra. La universidad se jactaba de ser muy enfatica con la puntualidad, quien llegara tarde se quedaba afuera. Solo por esa razon ya el lugar estaba convirtiendose en uno de los mejores institutos del pais Se acomodo junto a Alondra, disimuladamente miraba el reloj, ligeramente ansiosa por la primera clase, quien seria el maestro o maestra, como serian las evaluaciones, los companeros. Por un momento dudo de su talento. Tenia el don innato de hacer arte con su pincel y lienzos, en casa tenia varios cuadros sin terminar o algunos listos que eran su pequena galeria intima. Aunque era consciente de que aun le faltaba mucho por aprender, por mas autodidacta que fuera, la guia de los maestros seria idonea para conectar y poder lograr las grandes obras que deseaba trazar en la tela en blanco. Abrio su libreta que tenia arriba la imagen de una mariposa azul con negro, bautizada con el feo nombre de Morpho Peleides, los cientificos tenian un don para darle nombres terribles a tan maravillosas creaciones de la naturaleza. Comenzo a pasar las paginas, buscando una que estuviera en blanco, en las primeras, las escritas, reposaban poemas que en momentos de inspiracion escribia, en casa, en su ordenado, reposaban un par de poemario que estaban en proceso de poda, correccion y busqueda de palabras mas idoneas para algunos de sus versos. Durante los ultimos anos habia pulido sus poemas dejando un trabajo mas hermoso... Ella, sin duda alguna era una artista, solo le faltaba ese empujon, alguien qe la encarrilara para que pudiera encontrarse y mostrar al mundo lo que por esa cabecita bullia. Finalmente consiguio la hoja en blanco, anoto la fecha del dia y miro a Alondra, quien estaba inmersa en su movil. Vio para los lados y ya habia mas estudiantes, todas caras desconocidas que estaban inmersas en sus mundos, futuros amigos y seguramente enemigos que se gestarian en esa comunidad que se formaba. Jessica se iba a rendir a su propia introspeccion metiendose en alguna red social de su movil, cuando recibio un codazo de Alondra, la miro y esta le senalo con la boca la puerta. Alli estaba de pie el hombre mas guapo que habia visto nunca. Alto, llegaba casi al quicio de la puerta. Sintio como si una suave brisa acariciara los vellos de su espalda. Su mandibula estaba bien marcada, su boca poseia una sensual curvatura, su ojos eran verde, un tono extrano, porque no eran claros como los muchos ojos que habia visto en su vida, sino de un verde oscuro, militar, el cabello negro, fino, seguramente rebelde, se contenia en una cola de caballo, que aunque a ella nunca le habian gustado, por alguna razon a ese hombre le quedaba bien. Ademas, su manera de vestir era despreocupada y elegante. Parecia que cada una de sus prendas estaba hecha a su medida y le quedaba bien. No era el profesor, era otro companero de clases. Pero vaya que era hermoso. Poco rato despues entro la maestra. Quien luego de las presentaciones pertinentes y hablar de su plan de evaluacion, fue al grano. --Jovenes, a mi me encanta trabajar en grupo. --A nosotros no... --Dijo uno de los estudiantes, algunos de los presentes rieron. Se veia que era el bromas del salon. --Pues les tocara acostumbrarse --dijo la maestra sonriendo-- desde hoy comenzaremos a formar grupos y seguramente repetiran en muchas ocasiones. Como se que ustedes no se conocen, esta vez los organizare yo. La maestra tomo la lista donde aparecian los nombres de los estudiantes y comenzo a nombrarlos. --A medida que vaya nombrando, ustedes se iran cambiando de puesto con el de al lado y asi cada quien quedara al lado del otro y armaremos el grupo para comenzar a trabajar. Asi fue, a medida que los nombraba todos se iban moviendo de sus puestos y cambiandose con otros para irse acomodando. El salon tenia bastantes puestos vacios, era facil ubicar otro asiento mientras la maestra citaba su nombre. --Ojala nos toque juntas --Dijo Alondra-- y casi como si hubiera dicho un maleficio, su nombre fue mentado por la profesora. Alondra abrio los ojos, esperando escuchar el de Jessica. Pero nombraron a Marcos, al girare a buscarlo, se consiguio con un hombre de lentes, un tanto nerd, nervioso en sus movimientos, quien se le ilumino la cara cuando vio la mujer que le habia tocado en suerte como companera. Alondra miro a Jessica, como pidiendole auxilio, ella solo sonrio con la comisura de los labios y se quedo apertrechada, esperando a ver quien le tocaba en suerte. --Alessandro Mccoy --Dijo la maestra. Jessica, disimuladamente giro la cabeza, buscando al protagonista de ese nombre. Era el, el guapo que habia robado su aliento un rato antes. La profesora paseaba el dedo por la lista, buscando el companero para el. Dio un respingo cuando escucho --Jessica Alvarez. Miro a la maestra con una interrogacion grabada en su rostro, y ella parecio leer su duda. --?Que paso? Tu y Alessandro son companeros. Jessica solo atino a asentir con la cabeza. El hombre, con un gesto serio, casi arrogante vino y se sento a su lado. Puso su bolso encima de la mesa, la miro, saludo con la cabeza con cortesia y no la miro mas, puso su vista en la maestra. Jessica se sintio incomoda como nunca lo habia estado en su vida. Poco rato despues la maestra habia formado grupos. --Bueno, estamos listos. Aqui no hemos venido a jugar, asi que vamos a la accion. La maestra salio hizo unas senas desde la puerta y dos jovenes entraron con una silla de esas de madera que se usaban antes en los bares de mala muerte y detras venia una mujer con poco mas de 40 anos, unas de esas que a todas luces es ama de casa, que tiene un poco de sobrepeso y un par de hijos con algun nieto en camino. Una mujer madura. Se veia que no habia tenido buenos tiempos, su figura la verdad no era la mejor. Venia envuelta en una toalla. La silla de madera fue colocada en el centro, donde todos pudieran verla desde sus angulos. La mujer se quito el pano y estaba totalmente desnuda, se sento en la silla y adopto una posicion donde una pierna tocaba el suelo, la otra estaba en el peldano de la silla, un brazo reposaba en el espaldar y el otro en la pierna. En su estomago se dibujaban pliegues de sobrepeso, sus senos caidos mostraban que en algun tiempo fueron unas buenas tetas, su rostro, toda ella, aunque no entraba en los estereotipos de belleza, tenian una extrana belleza, supongo era su alma de artista, que no tenia reparo en venir y posar alli, desnuda ante esos estudiantes que al verla quedarse desnuda, chiflaron a modo de piropo. --Se podran imaginar lo que vamos a hacer. Quiero que cada pareja comience a dibujar a la modelo, ustedes veran como se organizan, la idea es que entre los dos, dejen un solo dibujo. Pueden tomarse la hora de clase en eso. ?Vale? Alessandro miro a Jessica, levanto una ceja, como esperando que ella actuara. --Aqui tengo hojas --Dijo ella-- ?como nos organizamos? --Te prestare un lapiz de unos buenos que traigo aqui. Vas a usar esos. Su voz era aterciopelada y hermosa, gruesa, varonil. Hacia que el autoritarismo con el que hablaba sonara sexy. Le dio un lapiz, normal, similar a los que ella tenia en el bolso, pero igual lo acepto y comenzaron a dibujar. --Se me dan bien los rostros, vamos a hacer el boceto y ahi vamos uniendo a medida, pero empezare con su cara ?Vale? --Si --respondio Jessica. Le molesto que en el rato que estuvieron dibujando, ni una sola vez el la mirara ni un momento, estaba solo inmerso en rayar la hoja y formar la figura de la mujer desnuda frente a ellos. <> tan sobrado, tan crecido, se cree que porque es guapo, ya las tiene todas ganadas. Idiota. No soportaba a los hombres crecidos, que se creian superiores, que pensaban que la belleza fisica era lo unico, que no tenian nada mas. Alondra sabia que su amiga era medio rebelde, por eso le habia advertido que tenia que hacer amigos en el lugar y ser callada, no salir con cosas a los demas cuando estos le hicieran algo que no le gustara, por ella, se quedaria callada. Pero sin duda no dejaba de molestarle que el no le regalara ni una mirada. Estuvo tan concentrada, quejandose en su interior por Alessandro, que apenas si presto atencion a su dibujo, los resultados eran evidentes, los trazos de ella se veian un poco descuidados, en cambios los de el, habian esculpido un rostro que parecia una fotografia en blanco y negro, que iban transformandose en una cuasi caricatura del cuerpo, el contraste entre el trabajo de Alessandro y el de Jessica. --?No sabes dibujar? --dijo-- Es elemental saber para estudiar esto. --Si se dibujar --respondio Jessica mirandolo con los ojos brillantes. El miro el dibujo, la miro a ella y dijo. --Ya. Fue el unico momento en el que le dedico una mirada, siguio mirando a la maestra y a la modelo, como un muneco obediente. Como si estuviera en la escuela. <> se dijo para sus adentros. --?Ya terminaron? --pregunto la maestra que se acerco y los vio sin hacer nada. --?Quien hizo esta parte? --senalo el rostro y el trabajo de Alessandro. Al descubrir la parte de cada uno, miro con una sonrisa fingida a Jessica. --?Desde cuando dibujas? --Desde siempre. Es mi vida. --Debes practicar mas, tus trazos son muy duros. Igual es la primera clase, pero mira como la hizo tu companero y como aqui el trazo cambia bruscamente. La maestra le dio la espalda y se dirigio a la clase. --Muchachos, la idea con esto, es que ustedes aprendan a trabajar en equipo, que puedan formar un trabajo donde no se note que hubo cuatro manos, sino solo una, que trazo y formo el arte. Por eso los uno, porque quiero que todos se formen igual. Asimismo les digo, si sienten que esta no es su carrera, que no saben dibujar, estan a tiempo de salir por esa puerta e irse a estudiar Abogacia, alla no tienen que dibujar. Luego de decir esto le dio una rapida mirada a Jessica, ella se sintio terrible. Alessandro se dio cuenta de todo, tomo el lapiz y dijo. --Mira, si pones el lapiz asi, podras hacer mejor el trazo porque... --Joder, yo se dibujar. Dame eso --le quito el lapiz, tomo el borrador, y toda la parte que ella habia hecho la elimino en unos segundos, ahora tomo el lapiz y en pocos minutos habia trazado toda la figura de la mujer, con una calidad casi identica a la de Alessandro. Este por primera vez la miro con otros ojos, cambiando el punto de vista que tenia sobre ella. Jessica lo noto y una rafaga de calor recorrio su cuerpo, sus ojos de madreselva la estudiaban. ?Seria capaz de arder en ese momento, sintiendo que era taladrada por ese hombre? Alessandro la estudio, su piel canela clara, su cabello listo, hermoso que caia en cascada por su espalda, sus labios gruesos y delineados, hechos para besar, con unos ojos grandes, expresivos, que parecian sonreir y mostrar una ternura en el tono oscuro. Sus pomulos anchos, que daban la tentacion de morderlos y mojarse en la miel de la que parecian estar hechos. Tambien vio su cuerpo, esto sin reparo, sin disimular, se quedo mirando la figura de guitarra, sus pechos redondos, su cintura mediana y las piernas gruesas y contorneadas, por su sangre corria sangre africana, eso le regalaba un tono suave pero una figura gruesa y hermosa como las mejores negras. Era muy hermosa. --Dibujas muy bien. --Dijo--Eres buena ?Por que el primer dibujo fue tan horrible? Ella tenia la respuesta, pero no la dijo, al menos no en palabras, porque la mirada que el le dio, parecio comprender lo que pasaba y por un instante se quedaron mirando fijamente y para Jessica este fue un intercambio mucho mejor que muchos encuentros sexuales que hubiera tenido. Finalmente desconectaron y cada uno parecio ir a lo suyo. La clase finalmente termino y todos fueron saliendo. --?Como te fue? --Le pregunto Jessica a Alondra. --Pues el nerd que me toco dibuja como los dioses. Asi que bastante bien. ?Y a ti? Estabas bien acompanada. Que envidia. Seguro te lo miraste de arriba abajo. !Guarra! --Terrible, el primer dibujo me quedo fachas y la maestra me vio como si fuera una retrasada. --?Fue por ti que recomendo irse a estudiar abogacia? Ella dijo que si con la cabeza. Alondra solto una gran carcajada. --Calla. Todo fue por culpa de Alessandro. --Ajaaa. --Es que me dio su lapiz y me quiso decir como hacer las cosas. --Te has quedado prendada de el, que eres guarra. Bueno, no fuiste la unica, todas te envidiamos en la clase, queriamos que nos tocara el. Cuando Jessica iba saliendo de la universidad junto con Alondra, suena su movil. --?Senorita Alvarez? --Pregunto una voz masculina al otro lado. --?Si? --Le habla el agente Tucson de la Policia Central. Su pecho dio un vuelco. La policia no llama nunca a nada bueno. --?Que paso? --Lamento informarle que su piso se incendio. --?Como? --Los bomberos ya apagaron las llamas, pero lamento informarle que el siniestro consumio todo. --?Como consiguio mi numero? --Me lo dio el conserje. ?Donde se encuentra ahora? --Saliendo de la universidad, precisamente iba para alla. --Aun nos encontramos aqui, estamos investigando el origen y nos interesaria mucho hablar con usted ?puede venir de inmediato? Por la mente de Jessica pasaron muchas teorias, ella, la verdad no tenia problemas con nadie, era alguien muy juiciosa, entregada a su estudio y no tenia ni ex toxicos ni enemigos conocidos, todo tenia que ser producto de un accidente. A su vez paso por su mente el donde dormiria hoy, que se pondria, que seria de su vida de ahora en mas y lo mas importante, si ella tendria la culpa de este incendio. Mientras iba casi corriendo a casa, la cual quedaba a unas siete cuadras, por su mente cruzaba si habia dejado la hornilla encendida, o el cargado del movil conectado, la plancha enchufada, alguna cosa encendida que provocara el incendio, no era fumadora asi que tampoco podia ser que dejo algo encendido. No conseguia explicacion. Llego. Alli un hombre regordete, con una gran calva parecio reconocerla, vestia de traje, con una camisa que ya no era tan amarilla y una corbata barata, al verla se acaricio la calva como seguramente lo hizo cuando tenia una cabellera que su consciente e inconsciente extranaban. --Senorita Alvarez, lamento lo sucedido. --?Como ocurrio? --No parece provocado por ninguna otra persona, pero los expertos buscan el origen para ello. El movil mas solido es el de un cortocircuito, una cortina o una tela que no estaba en el lugar correcto. Lo curioso es que todo inicio muy rapido, segun testigos cuando fueron a llamar a los bomberos ya el incendio estaba en su maximo cenit y para cuando llegaron solo apagaron el carbon, no queda nada. --Solo soy una mujer con mala suerte entonces. --?Tiene algun enemigo? --?Como dice? --Que si tiene enemigos que hayan podido causar este incendio. --No... no que lo sepa.

  • Los amantes anonimos de Salvador Gutierrez Solis

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    Carmen Puerto esta despierta desde hace una hora, pero no quiere comenzar este lunes, esta semana, y finge dormir. Continua, ficticiamente, el sueno de la pasada noche. Ha sonado que paseaba entre las dunas de una blanca y luminosa playa, como si fuera una de las mujeres que aparecen en el cuadro de Alex Katz que cuelga en una de las paredes del salon; que se banaba en un mar esmeralda, agua templada, acogedora; que se tumbaba en la arena, desnuda, relajada. Corria, gritaba, era feliz. Ha sonado que un hombre, alto, moreno y guapo, muy musculoso, el pelo corto y rizado, encrespado, la esperaba tumbado sobre una toalla, tambien desnudo. Cuando llegaba a su lado, el hombre la abrazaba, la besaba, la acariciaba, y comenzaban a hacer el amor. El hombre, se parecia a Alberto pero no era Alberto y hacia el amor hasta quedar sin fuerza, felices ambos, desmayados de tanto placer. A continuacion, reian, bebian cerveza y comian bocadillos, antes de volver a hacer el amor. Cuando desperto, Carmen estaba desnuda y muy excitada, y siguio sonando, ficticiamente, mientras se acariciaba con un pequeno vibrador violeta. Quiere seguir sintiendo a ese hombre a su lado, volverse a banar en ese mar esmeralda, cuando la pantalla del ordenador portatil, que la acompana en la cama, se ilumina. --?Estas despierta? --No, por eso te respondo. --Ese humor tuyo... --El humor tiene horario nocturno. --A veces ni eso. --No escoges la serie adecuada. --No te imagino riendote con una teleserie. --Deberias llevar tu imaginacion al gimnasio... --?Hay gimnasios para la simpatia? --Los cerraron con esto de la crisis. --Y a ti no te pillaba uno cerca... --Te dejo, me voy al gimnasio --en la pantalla de su Iphone puede leer JJ1 . Carmen Puerto minimiza la ventana del chat y atiende la llamada de telefono. --Dime --su voz es seria y ronca, como si pretendiera exhibir que le molesta que la llamen tan temprano, todavia en la cama. Al mismo tiempo, Carmen abre una fotografia en la pantalla de su ordenador portatil: un hombre de unos cuarenta anos, moreno, alto, con nariz prominente, ojos grandes, marrones, cejas muy pobladas, y negras, como su cabello, con facciones agradables, con una gabardina de un gris verdoso. Es Jaime Cuesta. --Carmen, disculpa la hora, pero necesitamos tu ayuda -- la conoce Jaime y sabe que tono de voz y que palabras debe emplear. --?Estas con esa? --enfadada, interrumpe a Jaime. --?Como, quien? --Esa, tu companera o lo que sea, la tal Julia... --Si, si... --disimula Jaime, pero Julia, a su lado, sabe que habla de ella y recrea un gesto de incertidumbre. --Dile que no vuelva a intentar localizarme, que no lo vuelva a intentar, que me deje en paz -- dice Carmen muy despacio, grave, amenazante. --Yo se lo digo, no te preocupes. --Jaime, no me has entendido, quiero que se lo digas ahora mismo... --?Ahora? --Ahora. --Diselo tu --le indica, y Julia arquea las cejas, preguntando. --?Que cono pasa? --le susurra Julia a Jaime, muy cerca del oido. --Yo no voy a hablar con esa tipa, diselo tu... --ordena Carmen. --No creo que... --divaga Jaime, en medio de una situacion, violenta y embarazosa, ante la que no sabe como reaccionar. --Adios, Jaime, adios... --amenaza Carmen con finalizar la conversacion. --Cono. --Adios, adios... --Espera. --Diselo. --Julia, por favor, no vuelvas a intentar localizar a Carmen --por fin dice Jaime, que se lleva un dedo a la sien, escenificando locura, mientras que Julia frunce el ceno, visiblemente contrariada. Hace por hablar, pero Jaime se lo impide, tapandole la boca con la palma de la mano. --Que no lo vuelva a hacer --imagina Carmen la escena al otro lado del telefono. Puede ver a Julia muy enfadada, histerica, haciendo lo imposible por arrebatar el movil de Jaime. --No lo hara --trata Jaime de conservar el equilibrio, contentando a Carmen, manteniendo en silencio a Julia. --Si lo hace... --no concluye Carmen la frase. --No te preocupes. Tras un incomodo silencio de varios segundos, Carmen pregunta con desinteres: --?Que habeis encontrado? --Julia te lo acaba de enviar al WhatsApp. --Julia... --Si, ya lo tienes. Carmen abre una nueva fotografia en la pantalla del ordenador. En ella se puede ver a una mujer de unos treinta y largos, cuarenta tal vez, pelo rubio muy corto, cara delgada, mas atractiva que guapa, cuello muy estilizado, ojos amplios, luminosos, de un azul cielo, sin pendientes en las orejas, de piel blanca. Es una fotografia de Julia Nunez. --Ahora te llamo --interrumpe Carmen bruscamente la conversacion. Julia se separa de Jaime, se muerde los labios y golpea con fuerza su hombro derecho. --!Eres el puto perro de la pirada esta, el puto perro, puto perro, que lo sepas! --le recrimina con violencia. --Vete a la mierda. No se detiene Carmen a contemplar las tres imagenes que ha recibido en su telefono movil, directamente las reenvia a su cuenta personal de correo electronico. El dormitorio permanece a oscuras, apenas unos rayos de sol se cuelan por las primeras rendijas de la persiana. Sin embargo, Carmen se mueve con agilidad en la oscuridad, esta acostumbrada a ella. Abandona la cama, busca a sus pies la parte superior de un chandal azul marino con tres rayas blancas en las mangas, que se coloca a toda velocidad, no cierra la cremallera, y recorre el pasillo y el salon, entre una densa penumbra que fabrica un decorado fantasmagorico; en la cocina, introduce una taza de agua en el microondas, selecciona un minuto en el temporizador, escoge al azar un tarro de capuchino --varios tarros se apilan sin orden junto a la placa de vitroceramica, sobre la encimera--; lia un cigarrillo con tabaco, Cutters Choice; anade dos pastillas de sacarina al agua caliente y cuatro cucharadas de capuchino en polvo; se dirige al desordenado y oscuro salon, durante varios segundos contempla un cuadro de Alex Katz en el que aparecen dos mujeres caminando entre las dunas de una playa --Partida --, en la pared que prosigue al pasillo, y el sueno de la pasada noche regresa fulgurante y electrico durante un segundo. Enciende el cigarrillo y lo coloca sobre un cenicero de cristal, transparente, toma asiento en un sofa de cuero marron, frente a una pantalla de plasma de 50 pulgadas, bajo otra reproduccion de Alex Katz, Blue umbrella , que representa a una mujer con la cabeza cubierta con un panuelo y bajo un paraguas en un dia de lluvia. Conecta la pantalla de plasma y, ayudandose de un teclado inalambrico, accede a su correo electronico y comienza a examinar las tres fotografias que se ha reenviado desde su telefono movil. En la primera fotografia puede ver una blanca y palida mano de mujer, seccionada limpiamente donde arranca la muneca, con las unas pintadas de un rojo intenso. --Un corte limpio, una sierra electrica con toda probabilidad. Sin rastros de sangre, unas en perfecto estado, pintadas una vez fallecida --repite en voz alta lo que escribe en una libreta de pastas verdes. La segunda fotografia corresponde a un pie, seccionado a mitad de tobillo, igualmente blanco y palido, tambien limpio de restos de sangre, igualmente las unas perfectamente pintadas, pero en esta ocasion de un azul marino muy brillante. Con una pequena cicatriz junto al menique, no reciente , tal vez un corte de la infancia, deduce mentalmente Carmen. --?Te gusta el color? --se gira Carmen, y le pregunta al cuadro de Alex Katz que tiene a su espalda: Karen (La sonrisa de Karen ). En la tercera fotografia aparece un corazon humano, cortadas las arterias y venas a ras, dentro de una de esas bolsas de plastico transparente que se utilizan para conservar alimentos. --Vaya, ha pasado por el super --murmura Carmen Puerto, sin apartar la vista de la pantalla. Carmen abandona momentaneamente el sofa de cuero, se coloca en cuclillas delante de la pantalla y, como si estuviera escaneando o memorizando las imagenes, examina las tres fotografias centimetro a centimetro. Se detiene especialmente en las unas pintadas de la mano y pie, en sus llamativos colores. Bebe el resto de capuchino con un gesto de desaprobacion, ya frio, y a ella le gusta muy caliente, lia un nuevo cigarrillo, y marca el telefono de Jaime (JJ1 ). --?Por que habeis sacado el pie y la mano de sus bolsas? --le recrimina a Jaime, nada mas escuchar su voz. --Ahhh --duda Jaime, se lleva la mano libre a la nuca, centra su mirada en Julia, que continua furiosa--, para que se vieran mejor en las fotografias --concluye. --No alteres mortajas, hijo mio ... Habeis manipulado unas pruebas --le advierte Carmen. No puede evitar pensar en Hilario Pino cada vez que habla con Jaime. --Nosotros no hemos hecho nada, ya sabes... De todos modos, lo han hecho siguiendo el procedimiento, no temas, las bolsas tambien van a ser analizadas --trata de ser convincente Jaime. --Cuando hagan las pruebas los batiblancas descubriran que los restos corresponden a tres personas diferentes, a tres mujeres, con toda probabilidad. Pero esto no quiere decir que sean victimas preferenciales --explica Carmen Puerto mientras recorre con su mano la pantalla, tal si estuviera acariciando los miembros encontrados. --Tres mujeres... --intenta decir Jaime. Julia escucha cerca de su hombro. --Tres mujeres de mas o menos la misma edad, si, tres mujeres... --se detiene un instante Carmen, hipnotizada por el azul de las unas del pie--. Estan congelados todos los restos, y me atreveria a decir que hasta hace no tanto estuvieron en un congelador, a muy baja temperatura, veinticinco o treinta grados bajo cero. Seguramente, no se trata de un congelador domestico, mas potente. --Si, estaban congelados... --confirma Jaime, sorprendido. --Teneis que haberlos encontrado en un lugar muy publico, muy popular, necesita llamar la atencion, presentarse ante todos como es debido... a lo grande: es su carta de presentacion. Ya estoy aqui , nos esta diciendo --sigue hablando Carmen mientras no cesa de mirar las fotografias de la pantalla. --Carmen, los han encontrado en tres puntos diferentes -- le rectifica Jaime, y los labios y ojos de Julia fabrican un gesto de satisfaccion. --Joder, tres sitios diferentes, joder, mas a lo grande de lo que imaginaba... Va a por todas el hijo de la gran puta. --Si, en tres. --?Donde? --Madrid, Barcelona y Sevilla. --Joder, joder, si que apunta alto. --Si, y en lugares muy populares, como tu decias --una apostilla de Jaime que contraria a Julia. --Evidente. --El pie en Madrid, en la Plaza del Callao, a escasos metros del edificio Capitol. En Barcelona, en Plaza Catalunya, la mano. El corazon, en Sevilla, a unos pocos metros del Ayuntamiento. En los tres casos, dentro de papeleras, perfectamente envueltos, bien protegidos, en esas bolsas... -- le informa Jaime. --Esas bolsas que han estropeado. --Las van a analizar --repite Jaime. --?Ya hemos comprobado las camaras de seguridad? --Si, y de momento no hemos encontrado nada. --Nada, nada... --replica Carmen y amplia nuevamente las fotografias de los tres miembros. Conoce la posicion de las camaras , escribe Carmen Puerto en su libreta. --Estamos tratando de buscar con cuantas de las denuncias por desaparicion que tenemos coinciden. Estamos en ello, ya sabes... --le gustaria a Jaime ser mas preciso. --Con ninguna coincidira, ya te lo digo --sentencia Carmen y se dirige a la cocina para prepararse otro capuchino--. Todavia no hay denuncias. --?Tu crees? --Necesita llamar la atencion --dice Carmen a la vez que abre fotografias de los lugares indicados, a traves de la aplicacion de Google. --No te puedes imaginar la que se ha montado --comienza a decir a Jaime, pero Carmen lo interrumpe. --?Cuando los habeis encontrado? ?Con cuantas horas de diferencia? --pregunta Carmen, con un lapiz en la mano. --La mano de Barcelona, ayer por la noche. El pie de Madrid cuatro horas despues, sobre las dos de la madrugada y el corazon de Sevilla hace un rato... a las siete. En ese orden los hemos encontrado. --Vaya juerga que se ha metido el cabron --comenta Carmen. Anota en una libreta: BCN, ?sabado 31M/1J?, Mad 1J, ?Sev 1J/2J? --Estamos comprobando si le podria haber dado tiempo a una sola persona... --dice Jaime. --Le ha dado --y rodea con un circulo las abreviaturas de las fechas y de las ciudades anotadas. --?Tu crees? --escucha Jaime en su telefono el crujido, al quemarse, del papel del cigarrillo que Carmen esta fumando. --Estos han sido los fuegos artificiales... --masculla Carmen. --?Fuegos artificiales? --Volvera a matar --sentencia Carmen, al tiempo que despliega sobre la pantalla un programa pirata por el que puede acceder a las camaras de seguridad de los tres lugares en los que se han encontrado los miembros. --?Como? --Volvera a matar. Y no tardara en hacerlo. LUNES, 2 DE JUNIO DE 2014. 9:00 H. A pesar de la llamada que la saco de la cama poco antes de las ocho, Carmen Puerto se entrega a su rutina diaria. Como cada manana, salvo la de los domingos, a las nueve en punto conecta la camara del videoportero de la puerta al ordenador y aguarda la llegada de Jesus mientras fuma, toma un capuchino y escucha las noticias en la radio. Aunque ella misma ha sido la que ha construido y mantiene esta excusa a lo largo de los anos, en realidad no solo lo hace por esperar la llegada de Jesus. En estas esperas, frente a la pantalla del ordenador, cada manana contempla a sus personajes habituales: los clientes del bar de la esquina, en direccion a la Avenida de Andalucia, Manuel, el propietario del taller de motocicletas, y sus caracteristicos silbidos; la duena de la fruteria de la esquina, Rocio, ese anciano de estirado pelo negro que saca a pasear su perro, un boxer con el cuello blanco, a Monica, la dependienta de la pequena tienda de ultramarinos de enfrente. Con suerte, tambien puede contemplar Carmen a otras nuevas personas, desconocidas, anonimas, a las que asigna actividades y personalidades de todo tipo. <>. Cuando era una nina, con su hermana Ana, Carmen Puerto jugaba a algo parecido, se asomaban al balcon y trataban de adivinar quien apareceria bajo el arco de la plaza. Contabilizaban los aciertos en una libreta y la que antes llegaba a diez era la ganadora. A las 9.02 h. aparece Jesus en la pantalla del ordenador. A pesar de que la imagen no es lo nitida que Carmen desearia, puede verle ojos de sueno y gesto de lunes. Carmen se reincorpora, apoya los antebrazos sobre el cristal que cubre la mesa. Repite Jesus la camisa negra, con doble cuello, que se compro en las ultimas rebajas y unos vaqueros gastados, manchados en la parte posterior de la rodilla izquierda, descubre Carmen. Como siempre, su bolsito azulon colgando de su hombro derecho. Y como casi siempre, justo despues de levantar la persiana metalica, Jesus se queda un instante, menos de un segundo, mirando hacia la camara del portal adyacente a su establecimiento. Tal vez sea su manera de desear buenos dias cada manana. --Buenos dias --dice nada mas dejar de verlo--. Karen, se ha cortado demasiado el pelo esta vez, le hace cara de tonto -- se gira Carmen sobre ella misma y le comenta al cuadro que tiene a su espalda. Como la mayoria de las ubicadas en la zona, la casa de Carmen Puerto cuenta con dos plantas, fachada estrecha, rectangular, rematada por una azotea. Calle Padre Pedro Ayala, barrio de Nervion, en Sevilla. Es una zona muy tranquila, familiar, con aspecto de pueblo en la mayoria de sus calles. Muy cerca de la antigua fabrica de cerveza Cruzcampo y de la Prision Provincial, <>, como se la conoce en la actualidad. Nada dejo al azar, la situacion geografica de la vivienda de Carmen Puerto surgio de un minucioso estudio previo: a menos de 15 minutos, caminando, de la estacion de tren de Santa Justa; a menos de dos kilometros, tras finalizar la Avenida de Andalucia, de la SE30 , que conecta con Cadiz, Huelva, Malaga y Cordoba; y a menos de 10 minutos, en coche, del aeropuerto de San Pablo. La planta baja de la casa de Carmen Puerto la ocupan la puerta de entrada, tras la que se encuentra la empinada escalera que conduce a su vivienda, y la peluqueria para <> de Jesus, Jesus Fernandez Cortes, su particular inquilino. Aunque exteriormente pueda parecer mas amplio, a tenor del tamano de la fachada, el piso de Carmen Puerto, situado en la primera planta del edificio, es relativamente pequeno: 66 metros cuadrados. Un dormitorio con dos ventanas que dan a la calle, pero que siempre estan cerradas, las persianas hasta abajo; un amplio salon cuadrado y oscuro; un cuarto de bano y una cocina rectangular, que concluye en un pequeno lavadero, en el que se eleva una escalera metalica, de caracol, que conduce a la azotea. Todavia sentada frente a la pantalla de plasma, Carmen da por concluida la conexion con la calle de esta manana, una vez que Jesus ha accedido a la peluqueria. Recupera las fotografias de los tres miembros seccionados que le han enviado Jaime y Julia. Contempla las imagenes una a una, las examina y analiza de forma individual, y a continuacion de manera colectiva, estableciendo posibles vinculos que desarrolla mentalmente. No escribe en su libreta, de momento. Visita las portadas de las ediciones digitales de algunos periodicos, necesita comprobar que, de momento, nadie ha filtrado la noticia. A traves de una de sus cuentas falsas, escoge @arga2 en esta ocasion, accede a la cuenta de Twitter de Pedro Gines, un periodista de <>, celebre por sus apariciones televisivas y por sus informaciones <>. --De momento este cabron no ha dicho nada --murmura Carmen, tras comprobar que su ultimo tuit es del 31 de mayo. A continuacion, como si alguien le indicase los pasos a dar, Carmen se coloca unas gafas de sol, unas Rayban metalicas con cristales verdes, descuelga un manojo de llaves de un clavo en la pared, a la izquierda del cuadro de Alex Katz de las dos banistas que pasean relajadamente entre las dunas y se dirige a la cocina. Se prepara un capuchino: agua muy caliente, cuatro cucharadas y dos comprimidos de sacarina. Introduce una de las llaves en la cerradura de seguridad de la reja metalica negra que separa la cocina del lavadero. Una lavadora, un pequeno tendedero y tres estanterias de pvc . Nada mas comenzar a subir la escalera de caracol, escucha: <>, que exclama un My Little Pony de tonos violetas, rosas y grisaceos, con voz aguda de cuento infantil, sentado en el septimo peldano. La voz del pequeno unicornio no sorprende a Carmen Puerto, que se detiene a medio camino de la escalera e introduce una llave en la cerradura que hay en la trampilla del techo. Ayudandose de las dos manos levanta la portezuela de acero y una avalancha de luz, de rayos de sol, se proyecta sobre su rostro. Por unos segundos, instalada en la oscuridad, Carmen Puerto se siente indefensa, vulnerable, atropellada, a pesar de la proteccion de las gafas. Aun asi, la rutina traza el recorrido, repite los movimientos de cada manana, tiene memorizadas todas las distancias, y accede a la azotea sin mayores complicaciones. Flanqueada en sus cuatro costados por un tupido y alto canizo artificial, desde la azotea de Carmen solo se contempla el cielo, interminable y azul, como una infinita cupula monocolor. Ningun edificio, antena o similar a la vista, como si se tratara de un lugar en mitad de la nada o por encima de todo. Carmen Puerto camina hasta la parte delantera, donde se alza la fachada principal del edificio hacia la calle Padre Pedro Ayala y ayudandose de una manguera azul marino riega un amplio arriate donde crecen sus plantas de marihuana. Verdes y frondosas, rezuman salud y atencion permanente. Comprueba el estado de las hojas, busca imperfecciones, examina el color y grosor de los tallos, toca la tierra para cerciorarse de que la humedad es la adecuada. Seguidamente, busca en la parte inferior de un armario de aluminio una llave, oculta en la parte interna, que no tarda en encontrar. Abre el armario, de la balda superior coge un cenicero, papel de fumar y boquillas marrones, un encendedor y una cajita de madera. Toma asiento en una hamaca de lona, en el centro de la azotea, y lia dos cigarrillos con marihuana. Durante unos segundos contempla el cielo, sin nubes, azul, monotematico, que lo cubre todo, mas alla de los canizos que la protegen de posibles miradas. A continuacion, con naturalidad, es un ritual que repite la mayoria de los dias que luce el sol, se despoja del chandal azul marino que la cubre, tambien de la ropa interior, bragas y sujetador blancos, de algodon, y desnuda se deja caer sobre la hamaca. Comienza a fumar la marihuana con los ojos cerrados. Sigue teniendo Carmen un cuerpo menudo y armonico, los anos aun no se han cebado con ella; su piel continua siendo palida y tersa, con un mapa de pecas en el pecho y en las mejillas. Delgada, de ojos inquietos, de un marron miel, nariz con intencion aguilena. Desde los veinticinco, dentro de unos meses cumplira cincuenta anos, Carmen tine su pelo de una intensa tonalidad cobriza que subraya la delgadez de su rostro. Raramente usa pendientes, anillos o pulseras, como en tantas otras cosas es una mujer sencilla, austera. Si tuviera que elegir Carmen una parte de su cuerpo se decantaria por sus manos, puede que lo haya confesado en alguna ocasion, afiladas, de unas cuidadas, jamas pintadas. Le gusta mirarlas cuando habla por telefono o cuando fuma marihuana desnuda en la azotea, como en este momento. Pero ahora, Carmen no mira sus unas, sigue reproduciendo las tres fotografias que le han enviado Jaime y Julia. Trata de establecer conexiones, puentes, con otras imagenes similares que conserva en su memoria. Una mano, un pie y un corazon congelados, envueltos en bolsas de plastico de las que se emplean para la conservacion de alimentos. <>, deduce.

  • Uno de los nuestros de Tawni O'dell

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    <>.
    Library Journal

  • Una estrella para el demonio de Ahna Sthauros

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    El antano general ruso Leivan Angelovitch se ha convertido en demonio de la lujuria por culpa del engano del Angel Caido llamado Dazel. Su hermosura y esa sensualidad que exuda de forma automatica lo han llevado a ser uno de los demonios mas poderosos, pero, ahora, sus existencia gira alrededor de dos conceptos: el odio y la venganaza.

  • Pachinko de Min Jin Lee

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    Yeong-do, Corea, 1911

  • Los nombres epicenos de Amelie Nothomb

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    Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia el (Claude) despliega un gran empeno en casarse con ella (Dominique), y despues en dejarla embarazada. Al fin logra su objetivo y como resultado nace una hija llamada Epicene. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento la obsesion procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporaneo, una fabula cruel, narrada con concision, precision y contundencia.

  • Ese chico de Kim Jones

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    V.1: octubre de 2020 Titulo original: That Guy (c) Kim Jones, 2018 (c) de la traduccion, Cristina Riera Carro, 2020 (c) de esta edicion, Futurbox Project S.L., 2020 Todos los derechos reservados. Diseno de cubierta: Taller de los Libros Imagen de cubierta: Marko Marcello | Shutterstock Publicado por Chic Editorial C/ Arago, 287, 2o 1a 08009 Barcelona [email protected] www.chiceditorial.com ISBN: 978-84-17972-33-2 THEMA: FR Conversion a ebook: Taller de los Libros Cualquier forma de reproduccion, distribucion, comunicacion publica o transformacion de esta obra solo puede ser efectuada con la autorizacion de los titulares, con excepcion prevista por la ley. Ese chico Atractivo, rico, poderoso, enigmatico y muy sexy... Jake Swagger es ese chico Penelope es una autora en busca de inspiracion y, cuando conoce a Jake, un empresario al mas puro estilo Christian Grey, idea un plan muy simple: hacer que se enamore de ella, descubrir los secretos que Jake oculta tras esa fachada de tipo duro y escribir una novela con el como protagonista que la lance a la fama. Pero Penelope esta jugando a un juego muy peligroso... Llega Kim Jones, la nueva reina de la comedia romantica y erotica <> Colleen Hoover, autora best seller Dedico este libro a todas las mujeres que estan buscando a ese chico. Y a todas las mujeres que ya lo han encontrado. Capitulo 1 Nunca en la vida habria pensado que estaria corriendo por la acera con una bolsa de caca de perro calentita en la mano mientras me pisaban los talones un golden retriever muy lanzado y su dueno, fuera de si. La gente de Chicago se toma la mierda demasiado a pecho. ?Quien demonios tuvo la genial idea de que todo el mundo recogiera el zurullo caliente de un perro? El parque que hay aqui incluso tiene un dispensador de esas bolsitas gratuitas con la imagen de un perro que lleva una bolsita llena de su propia caca en la boca. En el pueblecito en el que creci, Mount Olive, en Misisipi, a nadie le importa donde caga tu perro. Si por casualidad pisas una mierda, restriegas el zapato en la hierba hasta que consigues eliminar la mayor parte. Si entras en una tienda y ves que la gente se pone a olisquear, como si pensara <>, la reaccion habitual es que todo el mundo compruebe sus zapatos. Entonces, es de buena educacion que la victima diga <>. Y todo el mundo asiente y le indica donde esta la parcela de hierba mas cercana. Sin embargo, ahora mismo me da la sensacion de que estoy a miles de kilometros de casa. Esquivo un parquimetro y casi arrollo a una mujer que lleva un cochecito. --!Lo siento! --Levanto las manos y corro marcha atras mientras me disculpo. La mujer me fulmina con la mirada y se agacha para bajar la cremallera y comprobar que su bebe esta bien. Me siento fatal. Hasta que su chihuahua minusculo estira el cuello adornado con un panuelo hacia mi. <>. Me cago en Chicago. Me cago en el perro. Me cago en la mierda. Me cago en Luke Duchanan. Han pasado muchos anos desde que hice el ridiculo en unos grandes almacenes y tuve que enrolarme en un curso de control de la ira. Sin embargo, aun oigo la vocecita del instructor cada vez que me cabreo. <>. Claro, venga. Repasemoslo. Luke Duchanan le robo el corazon a mi mejor amiga cuando ella vino a Chicago en un programa de practicas de verano. Seis meses despues, se lo rompio cuando ella lo pillo con la polla metida en el culo de otra. Mi amiga volvio a Misisipi. A mi apartamento. Y he tenido que ver como lloraba y gimoteaba y se tragaba todo mi vino durante estas ultimas dos semanas. Asi que cuando me conto que Luke tenia fobia a la caca de perro, supe que debia hacer: llegar al limite de la tarjeta de credito para volar a Chicago la vispera del peor tormentazo de nieve que ha asolado el estado de Illinois, poner un poco de caca de perro en una bolsita, prenderle fuego en el porche de casa de Luke y grabar como intentaba apagarla. Luego, subo el video, se vuelve viral y le arruino la vida a Luke. Hago que mi mejor amiga, Emily, sonria. Nos vamos a un bar. Se lo explica a un chico que esta mas bueno que Luke. Echan un polvo en el aparcamiento. Emily supera su mal de amores. Y entonces, se muda a otra parte y me deja vivir en paz, joder ya. Sencillo, ?verdad? Pues no. ?Por que? Porque es complicadisimo encontrar mierda de perro en Chicago, Illinois. Asi, cuando me he acercado al monton de caca, con el brazo metido en seis bolsas de plastico gratuitas, el amo del perro me ha preguntado que que hacia. Y yo se lo he dicho: --Mira, hombre, de verdad que necesito la caca del perro, ?vale? Pero no creia que me fuera a perseguir por toda la ciudad, y en esas estamos. Y ni de cona se puede decir que nada de esto sea culpa mia. <>. Los ladridos del perro suben de decibelios. Me arriesgo a volver la vista atras y veo que estan cerca. Demasiado. Doblo enseguida la esquina a la izquierda y me meto en una calle todavia mas concurrida y llena de coches. El aire abrasador me da de lleno en la cabeza y me acribillan rafagas de viento artico tan heladas que de verdad que noto como la neumonia se apodera de mis pulmones. Sin resuello, muerta de frio, con las piernas ardiendo y un dolor en el pecho, tomo una mala decision. Abro la puerta trasera de una limusina negra y me meto en el asiento del pasajero. En cuanto se cierra la puerta, amo y perro pasan junto al coche. Suelto un suspiro de alivio. Que dura solo dos segundos. Estoy en el coche de otra persona. Todo es de cuero negro lustroso y asientos suaves. Tapiceria limpia y ventanas tintadas. Hay una licorera cara llena de un liquido ambarino. La mampara de cristal tambien esta tintada. <>. Pues claro.

  • El chico de los ojos secos de Fabian Tapia

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    Me alquilo para sonar, para sonar que aun me suenas porque ese sueno ya no ha acudido. Me alquilo para sonar con una nueva primavera, con una mariposa que se pose en mi ventana y me avise que llovera. Me alquilo para sonar con un tren que me lleve a ti. Ya todos los mapas no funcionan: me tienen perdido. [Mas que tus ojos] Me alquilo para sonarte con los brazos abiertos, con un panuelo para cuando llore sobre tus hombros, con tu sweater gris dandome calor, un espacio en tu abdomen donde alcance a escuchar tu corazon y tocar tu pecho. Me alquilo para sonar, porque es lo unico que hago en esta soledad. Ya no pienso en los atardeceres, ni en el amanecer, estoy en un limbo, donde solo puedo flotar mientras te pienso. Lo odio. Pero a veces tambien me alquilo para sonar para ya no sonarte. ALGUIEN QUIERE HACER UNA FUENTE CON MIS LAGRIMAS Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas. Una que adorne su jardin de plantas putrefactas y lirios venenosos. Como un trofeo, de quien impacta para dejar cicatrices, como un meteoro que extinguira la vida. Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas. Me dice que necesito drenarme y me ofrece sus manos para juntarlas. Oh, si te dijera. Tus manos no las acapararan todas. Dentro de mi siempre llueve y no hay paraguas. Alguien quiere hacer una fuente con mis lagrimas y no sabe que para eso esta el cielo. Que para como he sufrido ya, estamos igual de llanto. Mis lagrimas parecen ser de plata liquida, de algo en extincion, porque cuando alguien las provoca, cada una hace sentir su desprendimiento como algo sagrado. No te preocupes, carino, tendras tu fuente, sera lo unico eterno en esto tan efimero; mis lagrimas son para siempre. ORGANS Da la casualidad que siempre descuido mi torax (es muy facil de penetrar) y cuando entra la luz, todo el polvo se va y parece venir la primavera. … Pero es un nuevo otono sin arboles, todo plateado, sin mar, todo desolado, muerto, frio, porque se transforma en iniverno y me recuerda que debo ser de titanio, no de huesos, no de sangre, no de piel, no de musculo. Necesito saber que para pelear con monstruos y salir bien de ese amor, requiero de armaduras, no de historias, no de poesia, requiero renacer y morir y renacer y no quebrarme aunque odie al invierno. Y aunque la nieve quiebre mis femures. GIRANDULAS Espero que las estrellas me consuelen. Estan gloriosas, girando en anillos por encima de mi como girandulas, despidiendo una luz que deseo guardar con mis manos. Quiero que me digan secretos, que le susurran al cielo cuando llega la noche, si la luna las quiere o solo es algo mas. Algo como tu, que solo aparecio en mi cielo para asombrarme, para capturar mi mirada, para que olvidara las demas estrellas. Les pregunto si sienten frio en la soledad del universo, si al estallar dejan recuerdos, que si al estar lejos tambien se enamoran de lo pasajero. Pero solo resplandecen. Ojala cuando alguien me pregunte si estoy bien, tambien pueda solo resplandecer. DEJAME EXPLICARTE Dejame explicarte que me has dejado sin explicaciones. Que cada paso que doy cuesta porque parece que retrocedo cuando intento acercarme y la gravedad pesa mas. Que los puentes se han destruido al declamarte poesia; no soportan el dolor de una voz interrumpiendo el silencio a herida abierta. Dejame explicarte que a veces la detonacion no tiene por que dejarte sordo. A veces, solo te deja admirar el fuego para decir “no habra forma de apagarte”. Eres el arte que sobrevivio a mi bomba atomica. El secreto mas guardado de quien no tiene llave. Eres mas amanecer que el mismo amanecer. Y mas desolacion que un aeropuerto. COMATOSO Oh, podria darte una lista de lo que me hace entrar en coma en esta vida. Por ejemplo, cuando tocas cada lunar de mi cuerpo con tu respiracion. Cuando mueves la lengua para humectar tus labios. Cuando ries a rabiar y me haces reir [estallar]. Cuando contienes las palabras para no herir y hieres mas. Cuando dices estar frio para que te abrace. [Y solo es un pretexto. Estas hirviendo] Cuando agitas tu mano para decir adios. Pero, oh, mierda. Detras de la ventana de un avion A cien metros de mi. EL ARTE DE AMARTE VIENDOTE LA ESPALDA Mientras tu me das la espalda, me imagino todo un lienzo sobre el cual puedo pintarnos en medio del mar, con las olas golpeandonos y el sol nadando entre nuestros ojos, con tu pelo lleno de arena y tus labios rebozando verano, con tus manos buscandome los hombros mientras yo me hundo muy profundo para que vengas a mi rescate. Dibujo en tu lienzo todo en acuarelas; una despedida vestida de bienvenida, unos llantos vestidos de sonrisas largas, unos brazos languidos sujetando todo mi cuerpo, un grito desesperado vestido de orgasmo, unos ojos secos vestidos de oceanos. El arte de amarte viendote la espalda consiste en hacerme nudos la garganta queriendo gritarte lo que ya has escuchado mil veces. Consiste en arrancarle las alas a las mariposas para que ya dejen su revolucion, en apretar las nubes para que llueva de una vez y dejar de ser nublado para quien es sol. EL LADO DE LA VENTANA Siempre elijo el lado de la ventana para perseguir las gotas de lluvia con mi dedo, para ver quien va quedando dormido tras un dia agotador, o quien encuentra mi mirada y la rechaza. Ya ves lo que dicen: el dolor es una casa y a veces me gusta ver otras para distraer lo que late con insistencia. Asi, puedo ver que alguien levanta sus brazos al cielo como diciendo que aun no se ha rendido, alguien que espera un cambio de luz en el semaforo para suicidarse, alguien que viene de una cita fallida con una rosa que se marchita a cada segundo, alguien que piensa en el pasado como si lo pudiera amasar, alguien que no tiene tiempo mas que para ver el dia en blanco y negro, alguien que espera el autobus y que extrana los brazos de mama. Siempre elijo el lado de la ventana, porque cuando veo una gota de lluvia me imagino lo ultimo que paso por la cabeza de Virginia Woolf, me hace pensar que todos vamos a ir a un lago a pesar de no saber nadar; nacemos en el agua y morimos en el agua… Nacemos en el lago de la vida Y morimos en el lago de las lagrimas. DUELE TANTO AFERRARSE Duele tanto aferrarse a la misma herida, a lo que nunca pudo ser pero que sucedio en tu cabeza… Es como aferrarse a un tren en movimiento con tu cuerpo colgando y listo para caer al vacio, solo que no es un sueno. Es una realidad recalcitrante en un cuerpo autoinmune al dolor que, de tanto sentirlo, ya no puede vivir sin el. Duele tanto aferrarse y duele tanto sangrar pero la sangre es lo unico vivo que recorre mi piel.

  • 6000 kilometros de amor (Unicornios 2) de Noni Garcia

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    R 1 odrigo miraba al techo tumbado en la cama. El sexo con Daniel siempre lo dejaba exhausto, su fogosidad y entrega eran tales que podian pasarse las noches enteras dandose placer. Daniel se acurruco en su pecho. Siempre habia sido un hombre carinoso con todos, aunque con el era aun mas especial. Rodrigo siempre penso que su excesivo carino era por la culpabilidad que sentia por tenerlo oculto, por no querer que nadie lo viera con el, que nadie llegara a la conclusion de que era gay. Para el eso era algo absolutamente imposible, su carrera estaba despegando... En realidad, ya habia mas que despegado, pero siempre habia algun motivo por el que postergarlo. No hizo por abrazarlo, sabia lo que venia a continuacion: se vestiria y saldria de aquella habitacion como si fuera cualquier persona que habia ido a cenar o estar con cualquiera; el lo haria al dia siguiente, cuando despertara, desayunara y tuviera una buena sesion de spa. Esa era la rutina de todos sus encuentros, y ya empezaba a cansarle. Esa noche, una vez mas, mientras se corrian, habia jurado que pronto todo saldria a la luz, que serian libres para amarse sin miedos. Si, eso era lo que el siempre habia querido, lo que tanto habia ansiado, porque era el primer hombre del que realmente se habia enamorado, el unico que le habia llenado hasta el punto de permitir esa relacion oculta. Salio de la cama, fue al bano, se echo agua fria en la cara y se miro en el espejo. ?Quien era ese hombre que se reflejaba en el? Porque ese no era el Rodrigo de siempre, el hombre fuerte, decidido, al que no le importaba el que diran, que jamas habia ocultado su sexualidad a nadie. Regreso a la habitacion y comenzo a vestirse. Daniel lo miro desde la cama, lo que menos queria era que se fuera ya, aun tenian mucha noche por delante, y sabia que al dia siguiente no tenia que trabajar. Se le antojaba un buen plan pasarlo sin salir de entre las sabanas, pidiendo comida al servicio de habitaciones, viendo alguna pelicula en la tele o bajando a la piscina... Cada uno por su lado, obviamente. Tenia una imagen que mantener, aunque su agente le habia comentado que en breve podria soltar la bomba, que le haria mas bien que mal. Lo que no le gustaba nada era que le dijo que antes debia suceder algo, el sabria lo que habia que hacer, era un experto en ese tipo de asuntos. --?Ya te vas? --le pregunto Daniel, acercandose a Rodrigo y abrazandolo por la espalda. --Si. --No te vayas. Manana no tienes que trabajar, y yo no tengo nada que hacer. --Ya... Nos quedaremos todo el dia en la habitacion, veremos alguna peli, follaremos sin descanso y pediremos comida al servicio de habitaciones, ?no? --Tambien podemos bajar a la piscina. --Cada uno por su lado, como dos extranos que no se conocen de nada, ?verdad? --Rodrigo... --Me voy. --Por favor... --No tengo ganas de discutir, siempre es lo mismo y empiezo a cansarme. --Alberto me ha dicho que ya no queda mucho para que podamos hacerlo publico. --Eso lleva diciendo dos anos, y seguimos en las mismas. --Me ha dicho que esta sera la definitiva, mi amor --besaba su espalda en cada palabra, consiguiendo que Rodrigo se debilitara por momentos. Aun asi, siguio abrochandose la correa del pantalon. Sabia que terminaria por ceder, siempre lo hacia, estaba loco por ese hombre, pero queria hacerselo pasar un poquito mal antes de que lo consiguiera. --?De verdad lo crees? --Esta vez, si. Le he dejado claro que, pase lo que pase, en un par de meses... --?Vas a desobedecer sus ordenes? Daniel guardo silencio, y Rodrigo sabia que significaba eso, que de nuevo eran palabras que se llevaria el viento. Una gran pena se alojo en su pecho, y sus planes de hacerlo sufrir y despues quedarse ya no fueron viables, necesitaba salir de aquella habitacion, le ahogaba estar encerrado en un armario que era de otro cuando el suyo siempre habia tenido las puertas abiertas. Cogio el polito de Pedro del Hierro que descansaba sobre el butacon que estaba junto a la cristalera que daba acceso a la terraza de la habitacion y no tardo mas de unos segundos en ponerselo, haciendo que Daniel se separara de el. --Por favor, Rodrigo, no te vayas. Rodrigo no contesto a su ruego, no dijo ni una sola palabra. Se sento en la cama y empezo a calzarse los nauticos. Daniel se subio, se coloco detras de el y comenzo a masajearle los hombros, para despues besarle el cuello. Lo conocia demasiado bien, sabia que no era capaz de resistirse a esas caricias, que solo necesitaba unos segundos para que estuviera de nuevo quitandose la ropa. Siempre pasaba lo mismo, siempre solucionaban ese gran problema que existia entre ellos de esa manera, con una buena sesion de sexo, donde volveria a sentirlo dentro de el, donde le demostraria que nada ni nadie podria nunca terminar con el amor que se tenian. Rodrigo, a pesar de su voluntad de salir de aquella habitacion, sabia que tenia la batalla perdida, que terminaria cediendo. Solo esperaba que esa vez fuera verdad, que en tan solo un par de meses dejaran atras esa pesadilla que llevaban viviendo casi dos anos, no creia que pudiera soportarlo mucho mas. Se quito el unico zapato que habia tenido tiempo de ponerse. Se giro en la cama, tomo su cara entre sus manos y lo beso con rabia, porque asi eran sus besos cuando discutian por ese tema, porque asi reaccionaba su cuerpo y su mente a esos desplantes que tanto le dolian. --Sabes que cuando salgas de esta habitacion no vas a poder sentarte en una semana, ?verdad? --Usare el flotador, fingire que han vuelto mis almorranas, pero necesito que me folles. Sabes que eres mi unica droga, que sin ti no puedo vivir. Rodrigo se deshizo de la ropa con rapidez y se tumbo en la cama, entrelazando las manos tras su cabeza. Daniel sabia que tenia que hacer, asi que no tardo mas de unos segundos en lamer su polla, que ya estaba dura como una roca. La engullo hasta que toco la campanilla, provocandole una arcada, y Rodrigo gimio; eso si que era musica para sus oidos. Tiro de su pelo, provocando que abandonara su tarea. Lo miro a los ojos y pudo ver la lujuria y la entrega en su mirada. --Ahora voy a follarte, pero ni se te ocurra correrte. Despues de este mal rato, me merezco que este orgasmo sea solo mio hasta que yo lo decida. Si te corres, me voy. Daniel no dijo nada. Haria todo lo que el quisiera. Se aparto y espero ordenes, aunque no las necesitaba, conocia todos y cada uno de sus pasos, sus gustos, sus preferencias, asi que se tumbo bocabajo y se dejo hacer. Rodrigo cogio el bote de lubricante que descansaba sobre la mesita de noche y un condon. Era tal la rabia que tenia, que no pensaba pararse a prepararlo demasiado. Si a el le dolia el corazon, iba a encargarse de que a Daniel le doliera el culo, aunque sabia que eso, su brusquedad, le gustaba mas que cualquier dano que pudiera infringirle. Se puso el condon, vertio lubricante en el canal que se abria entre sus nalgas, e introdujo dos dedos en el sin previo aviso, haciendo que diera un respingo y contrajera un poco los musculos. Ante la reaccion, le dio una sonora palmada en el culo que le dejo marcados los dedos y le arranco un gemido de autentico placer. Rodrigo abandono la invasion de los dedos, poso su glande en la entrada del ano, presiono y lo penetro de una sola embestida. Daniel contuvo la respiracion, aquello habia dolido, pero poco a poco fue haciendose a la invasion, no le quedaba de otra, ya que su amante habia emprendido un frenetico galopar que hacia que sus testiculos chocaran en cada envite, hasta que sintio como se corria; el tambien queria hacerlo, pero tenia que aguantar, por nada queria que se fuera de aquella habitacion. Rodrigo, con la satisfaccion mas absoluta, salio de el y lo obligo a tumbarse. Ni siquiera se paro a quitarse el condon, su boca fue directa a la ereccion de Daniel, que sabia que estaba a un tris de correrse, pero debia aguantar, asi eran sus juegos. Se conocian bien, Rodrigo sabia que tenia que hacer para que se derramara en su boca, aunque tambien que haria hasta el mayor de sus esfuerzos para no hacerlo. Engullo su falo sin descanso, saboreo la gota preseminal que precedia al orgasmo, a su estallido, y no quiso que siguiera sufriendo, deseaba que lo disfrutara tanto como lo habia hecho el hacia tan solo un momento, necesitaba que se corriera en su boca, sentir que solo el provocaba todo en Daniel. --Correte. Solo necesito un par de succiones mas para sentir el calor de su semen invadiendo su boca. Lo trago y saboreo, era el mas dulce y salado elixir que nunca habia probado, y habian sido unos cuantos; nunca habia sido persona de un solo hombre. Hasta que lo conocio a el. Cayeron exhaustos de nuevo sobre la cama. Aquel era el pistoletazo de salida a muchas horas en las que no saldrian de aquella habitacion, en la que, una vez mas, se amarian en secreto. R 2 odrigo salia del hotel en el que entro mas de veinticuatro horas antes. Como siempre, pasar tiempo con Daniel era maravilloso, anhelaba a diario estar con el, sentirlo cerca, levantarse cada manana y verlo a su lado... Y esos mismos sentimientos eran los que hacian que en ese instante se sintiera como una autentica mierda. Cada vez que se veian, su salud emocional sufria un fuerte varapalo que lo dejaba bastante tocado. Se subio al coche y condujo hasta la que habia sido la casa de sus tios. Ahora vivian en Washington, y el se habia trasladado alli para cuidarla y, de paso, se ahorraba el alquiler. Tenia un buen sueldo, pero eran setecientos los euros que iban a la cuenta de ahorro; si todo iba bien, pronto podria realizar su sueno de tomarse un ano sabatico y recorrer el mundo. Lo unico que le frenaba era que Daniel no podria acompanarlo, aunque si le habia prometido que se escaparia e iria a buscarlo en algunos de los puntos donde estaria. Promesas. Nunca habia cumplido ninguna de ellas, esa no tenia por que ser menos, sabia a ciencia cierta que no irian juntos a ninguno de esos lugares, igual que dudaba de que lo que habia entre ellos viera la luz en un par de meses... Pero lo queria tanto que no podia evitar creer todas y cada una de ellas, ilusionarse, sonar con que en algun momento se cumplirian.

  • Odiame de Olivia Saint

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    No estamos listos, hasta que sucede

  • La vida a traves del espejo de Nathaly Melendez

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    La vida de Sofia no es inusual, es una hija modelo, estudiante ejemplar, buena amiga y novia. La perfeccion es su meta, su obsesion, pero nadie parece notarlo, nadie tiene problema con ello. Asi que, cuando por fin deja el nido y se marcha de casa para estudiar en la universidad, cree tenerlo todo cubierto, cree que llevar su vida sera mas sencillo y que podra controlarlo todo. Pero la universidad no resulta ser tan sencilla como esperaba y el control que creia tener, comienza a escurrirse como el agua entre sus dedos cuando conoce a Samanta y Andrea, unas chicas vivaces y extrovertidas. Porque ella esconde un gran secreto con el que ha cargado gran parte de su vida y la presencia de Angel y la montana rusa de emociones a su lado, la llevaran a tener que enfrentarse a su mas grande miedo.
    A veces, tu peor enemigo, eres tu mismo.
    Una novela basada en hechos reales, la vida de una chica que batalla contra unos ideales irrisorios de belleza en la busqueda de una perfeccion inalcanzable. Un amor juvenil con ansias de ser suficiente para sanar las heridas del pasado y del presente.
    ?Podra el amor ser suficiente para hacerte libre? o, ?el monstruo que ve en el espejo ganara esta batalla una vez mas?

  • La amenaza hacker de Deepak Daswani

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    La tecnologia nos ha traido toda clase de comodidades, pero tambien una serie de riesgos que hasta hace poco eran desconocidos para la mayoria de la gente. En los ultimos tiempos, las noticias sobre incidentes de ciberseguridad son cada vez mas habituales: a diario se roban millones de cuentas de correo, datos de tarjetas de credito, credenciales de banca online y se cometen toda clase de delitos informaticos. Todo ello ha motivado que cada vez seamos mas conscientes de los riesgos implicitos que conlleva nuestra dependencia de la tecnologia.

  • Un error en las Vegas de Erina Alcala

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    Los hermanos Morgan, Luca y Gabriel Morgan, habian heredado un gran Rancho a las afueras de Austin, la capital del Estado de Texas cuando su padre se jubilo. Eran texanos puros, criados en el rancho desde pequenos. Se parecian mucho, altos, 1,87, casi iguales de estatura, ojos azules y el pelo claro. Gabriel Morgan era el mayor, 34 anos y se casaba en dos semanas con Anna, una chica de Austin, secretaria, buscando trabajo, aunque habia trabajado en un ar de empresas, ahora estaba en paro. Una chica rubia, alta y preciosa. Luca, sin embargo, decia que el no se casaria nunca, era mas mujeriego, gracioso, ironico, 32 anos. Su hermano Gabriel era mas serio y formal. Ambos habian estudiado derecho en Austin. Pero lo de ellos era el rancho, el aire libre donde se habian criado. Su madre, Claire Morgan, habia muerto joven, cuando Luca tenia apenas 17 anos y entraba en la universidad el ano siguiente. Y se quedaron solos los tres en el rancho. Y cuando su padre, Luke Morgan se jubilo a los 60 anos y volvio a casarse al cabo de 15 anos de la muerte de su madre con Ivy, una viuda como el, rica, decidio retirarse e irse a vivir a Florida donde el clima era bueno, se habian comprado una casa en los Cayos y pasaban casi todo el tiempo alli. Les dejo a sus hijos la mitad del dinero de la herencia, que pertenecia a su madre y el rancho entero. Pero los hermanos decidieron comprar unos terrenos colindantes al rancho y hacer del rancho dos ranchos distintos. Repartieron el dinero que quedaba, y echaron a suertes las dos partes en que se dividio el rancho. Llegaron al acuerdo de poner todo lo necesario en cada parte, casa, edificaciones necesarias, reformar el de su padre y asi ambos tendrian lo mismo. Cuando acabaron de repartir, hasta las reses. Cada uno se hizo con su rancho. A Luca, le toco el de las edificaciones nuevas. Ya no era el gran rancho que tenian, pero era los suficientemente grandes como para vivir muy bien de ellos y cada uno queria un rancho para llevarlo a su manera. Con el tiempo compraron mas ganado y se repartieron a los vaqueros, aunque tuvieron que contratar con el tiempo a mas chicos. Y poco a poco, despues de tantos gastos empezaban a ahorrar y a funcionar. Estaban satisfechos, se llevaban muy bien y estaban pendientes uno de otro, y su padre estaba orgulloso de sus hijos. No necesitaba nada, tenia su paga de jubilacion y su dinero bien invertido mas el de su nueva esposa, e iba a ver a sus hijos dos veces al ano. Ivy no tenia hijos, pero ya llevaba con el padre de ellos cinco anos casada y queria a los chicos como si fuesen suyos. aunque ahora estaban lejos, pero hablaban mucho por telefono. Los ranchos Morgan I y Morgan II, el Morgan I era de Gabriel y el II de Luca. Tenian tres amigos rancheros, ademas, cuyos ranchos lindaban unos con otros y se conocian de ninos, ya que eran de las mismas edades, habian ido al colegio, al Instituto y a la Universidad. Algunos trabajaban con su padre y otros compartian el rancho con su hermano, como Connor, tambien soltero, alto y guapo, que llevaba con su padre el rancho, y Carter y Aiden, hermanos que llevaban un rancho a medias y se planteaban hacer lo que los hermanos Morgan habian hecho. Ellos no tenian padres. Y ahi estaban los cinco, haciendo una maleta para pasar la despedida de soltero de Gabriel Morgan en Las Vegas. Anna se iba con sus primas y amigas a California, pero llegaron al acuerdo que, de acostarse con otros, nada. Se lo prometieron. Asi, uno de los vaqueros de Gabriel, los llevo a todos al aeropuerto con sus sombreros e iban a pasar seis dias en Las Vegas, de muerte. Habian reservado uno de los hoteles de cuatro estrellas. Cinco habitaciones juntas en la misma planta. Iban contentos cuando subieron al avion. Se notaba su presencia, con el cachondeo que llevaban. En el otro lado del planeta, un grupo de chicas malaguenas, que habian ido a la universidad juntas, contables, y que ademas trabajaban en una empresa auditora importante de Marbella y recorrian toda Andalucia y Malaga junto con los pueblos de la provincia, la costa del sol, auditando empresas, se preparaban para irse a Las Vegas, estaban en el aeropuerto. Todas tenian 27 anos y llevaban trabajando en la empresa ya cuatro anos. Soraya, una de ellas, se casaba con el subdirector de la empresa, Ruben Varea y decidieron irse a Las Vegas una semana para celebrarlo, claro que casi dos dias eran de viaje, mientras los amigos de Ruben y el mismo, iban a Dubai a ver el campeonato de formula uno y despues a Italia. Las chicas, Soraya, Julia, Patricia, Blanca y Claudia, que tenia miedo a los aviones, se montaban en el avion. -Vamos Claudia tienes que relajarte. Toma valeriana. -Y le dio una caja de pastillas -y luego te tomas un par de botellitas. -Y voy borracha todo el camino. -Y vamos a ir, a beber y a divertirnos, un buen coche descapotable para pasearnos. Apostar lo que hemos acordado, y vosotras a ligar un buen americano. Yo no puedo. Ya sabes mi Ruben...- decia Soraya. -Tu quietecita -y Soraya se reia. -!Ay, Dios! que esto sube para arriba -y Soraya le agarraba la mano fuerte a Claudia. El viaje a Las Vegas duro una eternidad. 19 horas de vuelo. Gracias que la mayor parte era de noche y fueron dormidas hasta el amanecer en que empezaron a poner los desayunos. No llegarian hasta casi la noche. Iban a coger un taxi grande para ir al hotel de cuatro estrellas que habian reservado. Todas las habitaciones juntas en la misma planta. Los chicos llegaron un dia antes y les dieron en el hotel sus habitaciones en la planta 15. Tenian unas vistas fantasticas de la ciudad tan colorida, sobre todo por la noche. Salieron a cenar y se fueron en un coche descapotable a recorrer la ciudad. Iban con sus sombreros, y las chicas los saludaban y ellos les gritaban. Las Vegas era espectacular. Cuando volvieron al hotel, esa noche se fueron a ver el espectaculo de chicas que habia con poca ropa. Y despues se fueron a una sala de baile a tomar unos chupitos y unas copas. Con un punto de alcohol se recogieron a las cinco de la manana para el dia siguiente ir a desayunar juntos. Luca cayo en la cama a pulso. Vestido y todo. Por la manana, se levanto, se ducho y se cambio de ropa, le dolia un poco la cabeza. Llamo a su hermano y a los demas, eran casi las doce, y ya no habia desayunado a comer directamente con un buen cafe caliente. Fueron al museo de cera y al mirador de la Torre Eiffel de Paris en Las Vegas. Les quedaba ir al gran canon y un vuelo nocturno en helicoptero sobrevolando la ciudad. Llegaron de noche de las visitas y subieron a darse una ducha y a vestirse para la noche, cuando vieron a cinco chicas con maletas arrastrandolas por la moqueta dentro del pasillo del hotel de su planta a sus habitaciones y se miraron. Estaban en las habitaciones justo enfrente de las suyas. -Hola saludo Luca, -que era un ligon junto con Connor. -?Os ayudamos? – dijo este ultimo. -No hace falta, gracias. -?Sois extranjeras? -Si, espanolas, -dijo Claudia que era la que mejor hablaba ingles, ya que la mayoria de las empresas que auditaba ella, eran inglesas o americanas. -?Y habeis venido a Las Vegas desde tan lejos? Se acerco a ella Luca ocupando su espacio vital. Ella lo miro hacia arriba, era tremendamente sexy y arrebatador. Si se empinaba un poco podia besar esos labios que tenia, de largas piernas y los vaqueros desgastados le sentaban como un guante, tenia el sombrero en la mano y sus ojos azules le traspasaron el alma. No habia visto un tio mas bueno y atractivo en toda su vida y su vos arrastrando las palabras sensualmente era lo mas. Si estaba en sus manos, se lo tiraba, eso seguro, pero esos vaqueros eran tan altos y ellas no eran tan altas y buscarian chicas despampanantes. -Si, mi amiga Soraya se casa, – y la senalo. -Vamos a estar cinco dias. - dijo Julia. -!No me digas!, mi hermano Gabriel se casa, y hemos venido seis dias, llegamos ayer. -Venga vamos a presentarnos, si no conoceis a nadie ni nosotros tampoco... Y se presentaron. Luca, se los presento a todas. -?Que vais a hacer ahora? -Bajar a cenar, estamos muertas de hambre, vamos a ducharnos y bajamos a cenar y nos quedamos esta noche a ver que hay en el hotel. Manana vamos de excursion al canon. -?En serio? nosotros tambien. Vamos juntos. Lucas era un caso organizando. -Bueno. Y miro a las chicas y estas sonreian, eso era un si. -De acuerdo. -Vale, en media hora para la cena, os ensenamos donde esta el comedor- dijo Luca. -40 minutos. -40 minutos. Y se encerro en su habitacion justo enfrente de la de Claudia. Hicieron una videollamada para no salir de las habitaciones. -?Has visto que tipazos?- dijo Julia. Y vaqueros, Dios. -El rubio es tuyo Claudia- le dijo Soraya- por como te ha mirado, casi se te tira encima y esta de muerte. -Esta la mar de bueno, si, si me voy a desmelenar ese es el mio. Tu no puedes Soraya, a ti Gabriel para charlar de bodas. -!Joder!... -No puedes. Asi se fueron asignando los chicos que luego mas tarde se recompusieron ellos, pero desde luego el que no cambio fue Luca que iba con Claudia. Le habia gustado, ese pelo liso, los ojos verdes grandes, la naricilla y ese estilo elegante que se gastaba al andar. Tambien le miro el culo y los pechos, pero Claudia tambien miro, iban a pasar esos dias con los vaqueros, fue llegar y pegar. A no ser que ellos se fueran solos. Pero ya seria mala suerte, con lo buenos que estaban. -?Que tal la comida?- le dijo Luca, a Claudia en el comedor. -Me encanta la carne, pero he tenido que pedirla muy hecha, no me gusta al punto. Los otros tambien hablaban de dos en dos. -?Y a que te dedicas en Espana? -Pues somos auditoras. Todas. En la misma empresa. Vivimos en Marbella, en Malaga. Y ella se senalo en el movil. -!Que bonito! -Si -Es grande. Yo llevo las empresas de habla inglesa. Y viajo bastante. -?Eso es hacer la contabilidad de una empresa? -Parte, pero en general si, que coincidan las cifras. ?Y tu que haces? -Tengo un rancho. De vacas. -?Tuyo? -Mio propio. Bueno era muy grande, pero mi padre nos lo dejo a los dos y lo hemos dividido. Cada uno tiene su parte, y estamos al lado y los demas chicos tambien, son vecinos, algunos lo llevan con sus padres, pero nosotros solos. -?Y tu hermano se casa? -Si, en un par de semanas.

  • Corazones de Africa de Rita Black

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    Una historia de amor con el increible paisaje africano como telon de fondo.

  • Contigo amor de Ester Davo

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    TU HERMANA VOLVERA a la ciudad esta noche. Esperaba que pudieras quedarte por aqui hasta entonces, al menos hasta que llegue, seria lo ideal. --No se si puedo. El trabajo ha estado agitado y necesito volver a la ciudad. Mi mama me miro como si no me creyera o no pensara que era lo suficientemente importante como para dejar de lado lo que ella estaba pidiendo. No era el trabajo lo que me iba a retrasar. Era el hecho de que tenia otras cosas que hacer. No era el trabajo de 9 a 5 lo que me mantuvo ocupado, sino lo que hacia en mi tiempo libre y que ella no conocia, lo que me causo tanto dolor. Lo que se suponia que no debia saber, pero siempre sospecho algo cuando su regalo costaba demasiado durante las fiestas. Todavia estaba tratando de mantenerla en la oscuridad sobre el trabajo, asi que nunca fue una buena idea tratar de usarlo como mi excusa. --Vas a tener que hacer tiempo para Karla. No la he visto en todo el ano y seria bueno tener a mis dos hijos de vuelta en el mismo lugar. Sabes que nunca se queda mucho tiempo. ?No extranas a tu hermana? Aqui viene la culpa y sabia que iba a perderme en ella si no encontraba rapidamente una razon por la que no pudiera quedarme. --La echo de menos, pero creo que va a regresar por un tiempo. ?No se va a demorar un tiempo en volver a irse? Se suponia que me encontraria con Mario mas tarde. --Bueno, dile que venga. Yo tampoco lo he visto en mucho tiempo. Nunca te veo desde que te mudaste a la ciudad. Espero que Karla no haga lo mismo. Ustedes se van a la universidad y no regresan. Se supone que debes volver a casa despues de graduarte. --Tuve que ir donde estaba el dinero. Nadie de por aqui quiere pagar nada, asi que a menos que quieras que extraiga gasolina en la estacion, no hay nada para mi aqui. Se mecia de un lado a otro en su mecedora de madera, con un te en la mano. El porche ofrecia una buena vista y mama estaba disfrutando de la brisa. Lo que no entendia era por que todo se reducia a esto. ?Por que ella no podia ver que era miserable en este pequeno pueblo para alguien menor de cincuenta anos? No habia trabajos, ni gente a la que realmente quisiera ver por ahi. Hartford siempre habia sido el tipo de lugar que querias dejar. No importaba como llegabas alli, no era un lugar para quedarse. Era un lugar para saltar y no queria volver a la vida lenta que tenia aqui. Preferia la vida acelerada que habia hecho para mi en la ciudad. --Lo se hijo. Ojala estuvieras mas cerca y no tan ocupado… --Intentare venir mas. El viaje no es tan malo. Ella se sonrio a si misma y ambos sabiamos que habia ganado. Mama conseguia lo que queria con sus suaves sugerencias porque Karla y yo sabiamos que era su manera de manipularnos para que hicieramos lo que ella queria. Aunque lo sabiamos, no cambio la eficacia de sus tacticas despues de todos estos anos. --Bueno, me gustaria verlos mas y por una vez me gustaria que ambos estuvieran en casa al mismo tiempo y cenaramos juntos, echo de menos eso. Si ustedes empezaran a tener sus propios hijos, yo tendria nietos para mantenerme ocupada. --Vale, tu ganas. Me quedare hasta que vuelva Karla, pero no hablemos de nietos. Ni siquiera tengo una novia estable ahora mismo, asi que eso va a tener que esperar. --?Que hay de Andrea? Parecia una buena chica. Me rei para mi mismo y movi la cabeza. Andrea fue una chica con la que tuve un buen sexo y lo hacia como si su vida dependiera de ello, pero ella no era realmente el tipo de mujer con la que me gustaria casarme, si es que existiera tal cosa. Era algo pasajero y solo la habia mencionado antes para evitar una conversacion similar sobre mi vida amorosa. Nunca fue lo que queria conversar con mi madre. --Simplemente no funciono. Solo tengo veinticuatro anos. Nadie que yo conozca esta casado todavia. Es mejor encontrar la correcta, ?no? --Supongo, pero no esperes demasiado. Me estoy haciendo vieja y tu padre tiene cinco anos mas que yo. Me gustaria ver a mis nietos antes de dejar este mundo. Le sonrei y volvi a mover la cabeza. Era dificil que me irritara con ella y en este momento no podia hacerlo. Se salio con la suya, siempre lo hizo y no pude hacer nada al respecto. Los que nos conocian a los dos me decian que obtuve ese rasgo especifico de ella. Ni siquiera el diablo podria rechazarme. Bueno, ella era la unica persona a la que no podia convencer. --Bien, entonces tengo un par de llamadas que hacer y luego voy a recoger a Mario. --Vuelve para la cena. Voy a hacer tu plato favorito. Ahora me estaba sobornando con comida. Monica usaria cualquier cosa que estuviera en su poder y como siempre habia sido una gran cocinera lo utilizaba para chantajearme. No podia decirle que no a su lasana y ella lo sabia. --Estare aqui a las seis. Papa estara en casa para entonces, ?verdad? Monica asintio con la cabeza. --Como un reloj. Me gustaria que tuvieras algo como para que yo sepa donde estas y cuando esperarte. --Vale mama, tengo que irme. Volvere en un momento. Sali del porche antes de que me arrastrara a otra cosa. Realmente necesitaba volver a la ciudad de inmediato, pero iba a tener que esperar y ver como me iba. No habia forma de salir de la cena y luego ver a Karla. Karla era hostigosa como mi madre. Ella me obligaba a hacer las cosas. Eso es lo que habia hecho antes de cruzar el pais para ir a la universidad. Dudaba de que algo hubiera cambiado. La unica diferencia que vi en el verano cuando ella regreso fue que era mas molesta de lo normal. Al subirme a mi pequeno coche rojo, sali de la entrada, pero no lo suficiente, podia mirar a la mujer mayor en el porche. Me lo diria si pensara que estoy siendo demasiado torpe. Mire hacia atras en mi espejo retrovisor y juro que pude ver el ceno fruncido en su cara. Suspirando para mi mismo, pense en no volver. Sabia que la proxima vez que la viera habria consecuencias. Solo seria una cena, ?verdad? Entraria y saldria en un abrir y cerrar de ojos. Mario y yo tendriamos que conducir cuando todo terminara. Tenia asuntos de los que habia que ocuparse esta noche, de una forma u otra. Si no, tendria que resolverlo todo cuando volviera. Odiaba dejar el club desatendido por mucho tiempo, especialmente un sabado por la noche. Era como buscar problemas. CAPITULO 2 MARIO --?COMO demonios sabia que te encontraria aqui, Mario, con una mujer sexy en tus brazos? -- Mire a Camilo y movi la cabeza. --Porque vienes en el peor momento como siempre y solo hay un bar en toda la ciudad. ?Donde diablo iba a estar si no aqui tratando de probar la comida local? Ha pasado un tiempo desde que encontre una tan dulce. La mujer a mi lado se puso a reir, le gusto la atencion y me dio a entender que ella era el tipo de chica que estaba buscando. --Cierto. ?Y a quien tenemos aqui? Estaba mirando a la rubia sexy que acababa de conocer con el nombre de Lucy. Estaba seguro de que no era su nombre real, pero no importaba. La mujer era dulce y me apetecia un poco de azucar. Lucy lo haria muy bien. Ademas, queria ser bailarina y ser famosa en Chicago, asi que, ?quien era yo para matar sus suenos? Eramos duenos de un club en Chicago y siempre estabamos buscando chicas nuevas. Todas las chicas tenian otras aspiraciones, esperando esa unica oportunidad. Lucy queria ser actriz algun dia. Por ahora le iria bien desnudandose en el escenario. --Quiere venir con nosotros al club. Ella es Lucy y quiere bailar para nosotros, Camilo. Le dije que tiene lo que hace falta, ?no crees que si? Bonito cuerpo y una cara bonita. Creo que los chicos pagaran bien por verla desnuda. ?No lo harias? El la miro de arriba a abajo y yo pude ver un ligero brillo en sus ojos. --Si, ya lo veo, pero no es un buen momento para traer mas chicas. Tenemos que volver a cenar a mi casa antes de irnos. Monica no nos dejara ir sin compartir la cena y esperar a que llegue Karla. Dijo que tu tambien debes venir, asi que estoy aqui para recogerte. No quiero entrometerme en tu diversion que sin duda estas a punto de tener con esta encantadora jovencita. No iba a discutir con la madre de Camilo, especialmente si estaba cocinando. Desde que Camilo y yo eramos amigos desde hacia anos, siempre me habia encantado su cocina. Pero tenia razon sobre para que estaba alli. Queria deslizarme en esta mujer inmediatamente. No queria esperar, pero lo haria. Mi mama se habia ido hace mucho tiempo y ni siquiera la recordaba, asi que la mama de Camilo siempre me habia invitado a pasar las fiestas. Monica me hizo sentir bienvenido y no podia rechazarla. --Bueno, ella consigue lo que quiere. --Si que lo hace. ?Quizas puedas recoger a tu amiguita mas tarde cuando salgamos? Siempre podemos usar otra cara hermosa en el club. Lucy y si, tienes lo que hace falta. Estoy seguro de que muchos hombres van a perder mucho dinero tratando de estar de tu lado. Ella se rio y parecio tomarse un minuto para seguir la conversacion, pero no reacciono muy pronto. Era guapa, pero seguro que no era tan lista. Se trataba de como me gustaban. Menos pensamientos siempre es bueno para menos dolores de cabeza. Cuando le deje claro que estaba a punto de salir, le di mi numero y le dije que preparara algunas cosas para el viaje. Tambien le prometi que iba a hacerla gritar esta noche cuando todo estuviera dicho y hecho. --Tenemos algunos departamentos en la ciudad y puedes compartir con una de las otras chicas. Creo que esto va a ser un buen cambio para ti, Lucy. Chicago es una ciudad hermosa con todo tipo de oportunidades para mujeres atractivas como tu. Ella me miro fijamente y luego me beso en los labios antes de salir a hacer lo que le pedi. No me gustaba demasiado, pero era exactamente lo que los chicos buscaban en casa y yo siempre me apresuro a probar a las chicas nuevas. Tenia un anhelo por la rubia y me lo sacaria muy pronto. Era una situacion en la que todos saldriamos ganando.

  • El chico que siguio a su padre hasta Auschwitz de Jeremy Dronfield

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    En 1939, Gustav Kleinmann, un tapicero judio de Viena, fue capturado por los nazis. Junto a Fritz, su hijo adolescente, fueron mandados al campo de Buchenwald, en Alemania. Empieza asi una desgarradora historia en la que sus protagonistas seran victimas del hambre y de las palizas, mientras participan como mano de obra en la construccion del mismo campo de concentracion en el que permaneceran cautivos.
    Cuando Gustav reciba la noticia de su traslado a Auschwitz, una segura sentencia de muerte, su hijo Fritz hara todo lo posible por no separarse de su padre y seguirlo hasta Polonia.

  • El Juego de Ripper de Isabel Allende

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  • Prohibido contar verdades de Jorge Zuniga Flores

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    No siempre la vida universitaria marca a uno. De hecho, muchas de las personas que conozco o que he conocido, me comentaron alguna vez entre reuniones de trabajo academico, que les encantaba la universidad porque llegaba uno a sentir un grado de independencia, un sitio donde puedes construirte un nuevo tu, un nuevo inicio o una nueva carta de presentacion. A veces me pongo a dudar de las personas que dicen extranar la escuela. En algunos casos, si tu extranaras la escuela, estas diciendo que admites las llamadas de atencion, el jalado de ojeras por parte de la auxiliar de turno, el hecho de reprobar ese curso o materia que no te gusta (que por lo general es fisica o matematica) y demas cosas. Dudo mucho que alguien extrane por un momento ese tipo de vida. La universidad era un nuevo comienzo que toda persona que va a estar en ella debe pasar, debe temer, pero debe vivir. Habia pasado ya 2 anos desde que Juan aprendio a convivir en esa universidad a ejecutar su nueva carta de presentacion. No le fue facil. No por el hecho de no creersela para aprobar los cursos, sino por el hecho de formar vinculos de amistad. Era un tipo timido, pero con ganas de comerse al mundo. Dos anos despues era el mismo, pero pensaba quizas diferente. Habia logrado un cierto nivel de madurez y tenia mas claro lo que queria para su vida. Era la primera semana de la universidad y el comedor principal estaba repleto en su mayoria por becarios en todas sus mesas. Grupos de 4 o 5 estudiantes las ocupaban y habia una cola larga esperando las raciones de la comida diaria, muy basico para cualquier campus. Juan no tenia apetito alguno y se dispuso a ir a la Casa Guzman a sentarse en un comodo sofa y decidio leer Los Miserables. Era un libro que Juan lo habia tratado como meta personal. El profesor de literatura Pancho Navarro (que en paz descanse), senalo alguna vez en su curso de literatura que dicho libro era una de las mas grandes obras de la literatura, que tenia el mismo nivel que Hamlet de Shakespeare, que Ulises de Joyce o que tenia tanta aventura como los cuentos de Verne. Habia dicho alguna vez en su clase: "Si alguno en esta sala quiere dedicarse a la literatura o ser un pinche escritor en secreto, tiene que leer este libro. Si no, abstenganse a escribir", dijo provocando las risas de las cachimbada. Ese era Pancho. Los que han estudiado a partir del 2016 no lo entenderan, pero siempre considere que una manera de ser bautizado en la Ruiz era recibir un coscorron del querido profesor Navarro. Imponia disciplina mediante la comicidad, y eso es muy dificil para el mundo en el que vivimos hoy. Era la clase de profesor que todo estudiante queria tener y creo que fue el perfecto puente de la vida escolar hacia la vida universitaria. No era de gritar ni de llamar la atencion, ni mucho menos de resondrar a todo aquel que no hacia caso. Lo que imponia era una suerte de orden a la ligera. Como buen dotador de artes, entendia, creo yo, la vertiginosa vida juvenil. Por eso, sus coscorrones era una forma de adaptarse a esa vida tan ajetreada, pero a la vez comica y risible. Una vez, trabajabamos uno de los capitulos de Don Quijote de la Mancha. Eran las 11 o 12 por lo menos, y como que a esa hora no sabiamos decir si queriamos salir a tomar un poco de aire o pedir que prendan el aire acondicionado, porque era un marzo caluroso. Pancho, como siempre, llevaba sus lentes grandes y a cada rato se pasaba la mano a su cabello. Todos coincidiamos de que el peinado del profesor era posible gracias a los dotes de la energia electrica, pues siempre parecia muy despeinado el pobre docente. – Tienen que entender muchachos la complejidad que tiene esta obra. Esta pieza fundamental de la literatura universal vio la luz en 1605, en pleno nacimiento del siglo XVII. Dulcinea es un imaginario presente en la vida del quijote y tambien por su puesto para la vida de Sancho. ?No lo crees asi Juan? - dijo acercandose a Juan poniendole una cara de asombro y abriendo bien los ojos. – Pues si, lo creo. - dijo nervioso el pobre. Emilia tuvo que contener la risa. – ?Has leido el capitulo? – ?El que estamos viendo? – ?Cual otro mas Juan? - Muchos empezaron a reir. – No - dijo apenado. – Ven aqui - dijo con voz resignada. Hizo que Juan agache su cabeza y Pancho le dio su merecido coscorron. Ese era el espiritu del profesor Francisco Navarro, quien carinosamente todos llamaban Pancho, de aquel dotador de arte refugiado tiernamente en la fe. Son el tipo de profesores que te dejan un mensaje oculto que agarra significado anos despues cuando te dices a ti mismo que fuiste feliz sin darte cuenta. Ese momento cumplia todos los requisitos para que perdure en el tiempo y dificilmente aquello se podra borrar uno de la memoria. 2 Habiendo pasado media hora, los estudiantes iban y venian en la casa Guzman. Unos minutos despues de que Juan habia logrado cierta concentracion, entro Carlos por el lado izquierdo del lugar. Era uno de los pocos amigos cercanos de la universidad, aunque a veces renegaba de el. Iba exhausto y caminaba de forma indignada. – !Carlos! - dijo Juan ni bien noto su presencia. – Juancito - respondio - Disculpa. No te habia visto. Mas bien, antes que nada. ?Has visto a Liliana? – No. ?Por que? – ?Como que por que? ?No te has enterado? – ?Enterarme de que? Soy el ultimo en enterarme de cualquier cosa. - dijo Juan a reganadientes Carlos no perdio tiempo y le mostro un comunicado redactado por el consejo estudiantil. En el, mostraban su profunda indignacion a la universidad por contratar a Elena Torres como profesora de Teologia e Introduccion al Derecho. Bajo la perspectiva del consejo, el estilo de ensenanzas morales no iba acorde a la universidad, y que era un grave error contratarla como docente. Invocaban a todos los alumnos interesados a una reunion de emergencia para el miercoles 15 a las 2 en punto. Juan habia escuchado aquel nombre antes y se acordo inmediatamente de un par de entrevistas que habia escuchado en la radio cuyo tema era la union civil y de unos cuantos discursos moralistas que sinceramente a nadie le interesaba. A el le encantaba renegar cada vez que la veia o escuchaba en cualquier medio de comunicacion. – ?Cuando publicaron esto? – Lo vi en una publicacion en Facebook y yo me encargue de pasarlo a Word para hacerlo mas notorio. De hecho, iba a pegarlo cerca a la fotocopiadora o en la entrada del comedor. – ?Sabes algo de Francisco? – ?Que tiene que ver el? Si es el mas feliz. - dijo Carlos – Cholo, acaban de declararle la guerra a su vieja. ?No crees que lo minimo que puede pasar es que Francisco le menta la madre a Lili o a alguien del consejo? – ?Para que? – ?Como que para que Carlos? Francisco es el primero que quiere que su madre este ensenando en la Ruiz. Y te puedo apostar que incluso lo quiere mas que el propio rector o quien quiera que haya tenido la idea de traerla - dijo Juan y al terminar se tomo la cara – ?En serio fue idea de la Ruiz? – Ni siquiera una fuerza sobrenatural ha querido desgraciar la tranquilidad aqui. - dijo Carlos - Me niego rotundamente a creer que la idea de traerla haya salido de aqui. Serian unos huevones. Traer a esa mujer es lo equivalente a una santa inquisicion. – Y somos jesuitas, ?verdad? - dijo Juan provocando la risa de su amigo. – Por supuesto estas en contra. ?Verdad? - dijo Carlos – Mira, su nombramiento me va y me resbala. Puede haber otras terroristas de la religion si quieren, pero ella no. Las veces que la veo en programas o en el celular me da pena. Es como una mujer que quiere tener la razon a todo, y yo aborrezco a esa clase de personas. Por lo general, terminan siendo incompetentes. – ?Vas a ir? Creo que hasta cierto punto es importante que tus vayas, para que la reunion este balanceada. – Tu sabes que nunca he sido bienvenido a ese colectivo. Lo comprobe el ano pasado cuando fueron las presidenciales. Ya no veia las horas para que terminaran las elecciones. Si te contara todo el bullying que me hicieron. – Vamos pues Juan. Por esa pavada puedo comprenderlo - dijo Carlos - pero aqui estan en juego intereses de la universidad huevon. Tienes que estar ahi. – ?Tengo? – Bueno, eres de la Ruiz ?No? ?No defendias las causas humanistas? – Lo siento. Anda y representame. No puedo estar en esa reunion. Si quieren botarla, haganlo. Pero me sentiria incomodo estar rodeado de personas con quien no me llevo bien. Juan se paro y no tuvo reparo en despedirse de Carlos de una forma agridulce. En su mente, si quiera ir a batallar o dar pelea verbal. Necesitaba hacer sentir su voz de protesta, en especial a Monica, una estudiante de tendencia izquierdista. Apoyaba cualquier idea de hacerle a Elena Torres una especie de callejon oscuro. Intervenir en esa asamblea era una buena oportunidad. Sin embargo, cuando sus deseos iban en un crescendo rapido, se acordo de los personajes que iban a estar. No era malos, pero por cuestiones meramente politicas y por lo tanto meramente estupidas, habia cierto roce y malestar. Por algo, los politicos en la Ruiz eran llamados fosforitos. Armado el problema, armada la huelga, solian decir algunos. Muchos simpatizantes izquierdistas que iban de huelga en huelga marchaban contra cualquier medida por parte del gobierno de turno que "infrinjan" a los estudiantes. Lamentablemente, la Ruiz no era exclusiva de aquellas marchas. Dicho colectivo se pronunciaba con la esperanza de ganar mas adeptos. Hay estudiantes que de verdad les encanta perder el tiempo en alguna manifestacion que, al final de cuentas, no llevara a nada. La epoca de Hugo Blanco se termino y las marchas de San Marcos tambien, amigos mios. Eso pensaba Juan. 3 Al llegar a la avenida Bolivar, Juan no dudo en ponerse los audifonos, segun decia para aislarse de ese ruido gris llamado Lima. Fue al paradero de siempre y se puso a esperar a que pase la linea 11 o la 32-B, buses que lo dejaban mas cerca de su casa por ese entonces. Mientras venia los carros venir de su lado, volteo y se dio cuenta que, al otro lado de la calzada, una chica le estaba alzando la mano. Parecia gritar, pero Juan no podia oir porque escuchaba a Charly Garcia. Se dio cuenta que era Juliana. Tras cambiar el semaforo en rojo, ella cruzo y fue directo a su amigo a intercambiar palabras. Tras ello, quedaron (y al decir quedaron significa que Juliana obligo a Juan) en subir a la 40, linea de buses que la dejaba a ella en su casa y a el en la Avenida San Luis, un poco lejos para ir a pie, pero no era cosa seria. Tenian suerte porque habia varios asientos desocupados. – ?Vos te enteraste de Lili? - pregunto Juliana – Justo me encontre con Carlos y me conto lo que paso. Quiere que este en la reunion. – Yo voy a ir. A mi me da asco que esa mujer ensene en la Ruiz. Da ganas de irse a la catolica enserio. - dijo ella – ?Y que? ?Quedarte sin plata? – Amigo, vos estas hablando con alguien que tiene plata. Asi que dejate de preocupar, che. - dijo Juliana cruzando las piernas y poniendole la mano en la mejilla. – ?Sabes? Lei un articulo donde senalaba una pregunta interesante. ?Que prefieres? ?Estudiar tu maestria en la catolica o comprarte una casa o un departamento? Porque ambas cosas tienen el mismo precio. No te preocupes, que se que me vas a responder la casa. – Vaya, no lo vi desde esa logica. - dijo ella reflexionando – Pero enserio Juan, conforme pasan los anos la Ruiz se esta volviendo cada dia mas cerrado. – Lo entiendo, pero no es para que digas eso. ?o acaso quieres ir a estudiar mas abajo? Si es asi, tienes suerte de que la 40 llegue hasta la catolica. – Si lo pones como tu dices, no. - dijo Juliana – Si quieres ir manana, anda y ve. - dijo Juan retomando el dialogo anterior – Pero te digo lo que le dije a Carlos. Yo podre estar en contra, pero por cuestiones de ciertas personas que no puedo ver, me abstengo a ir. – ?No vas por Monica? - dijo ella. – No es solamente Monica. Ella me cae bien, pero te apuesto que el miercoles va a hacer un recital absurdo sobre sus ideas politicas y tantas cosas. Para mi resulta un tanto incomodo observar su supuesta indignacion. Es como si Eva Peron y Zuleika Esnal hubieran hecho el amor y de esa transmutacion salio ella. – ?Quien es Zuleika Esnal? – Una argentina progresista que le falta huevo. Parece que nunca se lo dieron porque la chica para amargada cuando habla. – dijo el haciendo reir a Juliana – Bueno, yo manana voy a ir. Si quieres te cuento como fue. – Vale, pero yo estoy preocupado por algo. – ?Que cosa? – dijo ella mientras miraba su celular – Lamentablemente, tu y yo somos amigos de Francisco, y en el comunicado, la firma de Liliana esta en la parte final. Le dije a Carlos que lo minimo que va a hacer el es mentarle la madre. Y si Lili fuese hombre, olvidate le puede dar un punete. – Juan, ?En serio crees que haga eso? - pregunto Juliana – ?Tu no? ?Soy el unico que vela por la integridad de Liliana acaso? Me encontre con Carlos tambien me dio a entender de que no cree que pase cualquier cosa. – Bueno, yo tambien lo creo capaz, pero hay dos posibilidades. Si lo hace, posiblemente lo haga fuera del campus o en los alrededores. De pasar eso, te apuesto que se va a armar un escandalo en el grupo de Facebook de la Ruiz. Si no lo hace, posiblemente quede como el nino que no hizo nada por su madre. – En ambos va a tener rabia. – Relajate, Juan - dijo Juliana – Francisco tiene mierda en el cerebro, pero no tanta. No es como su madre. Lo mas probable es lo primero. Y eso si es que se da, porque ese huevon grita un culo, pero a la hora de la hora se caga de miedo.

  • Dracula. El origen de Dacre Stoker

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    Bram Stoker es un nino enfermizo que apenas sale de su casa.
    Una noche, la fiebre que le asalta casi a diario lo lleva a las puertas de la muerte. Su ninera, Ellen Crone, echa a todo el mundo de la habitacion del pequeno y lo salva por medios que nadie conoce. Tras este episodio Bram se recupera, y crece su fascinacion por Ellen. El y su hermana Matilda descubren cosas muy extranas de la ninera y antes de que puedan hablar con ella, esta desaparece de sus vidas. Obsesionado con ella, quince anos mas tarde los hermanos vuelven a reunirse para encontrarla y sus caminos se cruzan con el del Conde
    Dracula…
    Inspirada por notas y textos escritos por el propio Stoker, la precuela de Dracula revela no solo el origen de Dracula y el de Bram Stoker, sino la historia de la enigmatica mujer que les conecta.