• tras el recuerdo julie elizabeth leto pdf - Julie Elizabeth Leto

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  • Tras el recuerdo (eLit 2) - Julie Elizabeth Leto - Debeleer.com

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    —Déjame que lo adivine —dijo Sydney, con ironía—. Estás estudiando psicología popular en Tulane. —No, pero he leído muchos libros de psicología y además tengo ...

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    Descargar libro Tras El Recuerdo - Afortunadamente, eran tres cosas que no le faltaban a la escritora de novelas románticas Sydney ... Julie Elizabeth Leto ...

  • Tras el riesgo (HARLEQUIN PASION) PDF - Descargar, Leer

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    Tras el recuerdo Julie Elizabeth Leto. 2 La escritora de novelas románticas Sydney Colburn decidió buscar al único hombre al que no había podido olvidar, ...

  • Julie Elizabeth Leto - Descarga Novelas Romanticas

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    27 oct 2013 — domingo, 27 de octubre de 2013. Julie Elizabeth Leto. Atado y decidido · Eternamente juntos · La mirada del deseo · No tan inocente

  • Julie Elizabeth Leto - NOVELAS ROMÁNTICAS

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    Fue entonces cuando descubrió aquel apasionante libro que le demostró que tenía todo lo que necesitaba para convertir en realidad todas sus fantasías...

  • agosto 2015 - NOVELAS ROMANTICAS H

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    28 ago 2015 — Después de quedarse viudo, Sam se había convertido en un experto ... Leer o Descargar "Julie Elizabeth Leto - Atado y Decidido" en PDF (BOX).

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  • Lee Tres seducciones y una boda de Julie Leto - Scribd

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  • noviembre 2015 - Novelas Románticas

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    30 nov 2015 — Por su parte, él estaba empezando a desear dejar de ser un padre ... Leer o Descargar "Julie Elizabeth Leto - Atado y Decidido" en PDF (BOX).

  • Gemelos y Mellizos (Listado) - Cazadoras del Romance

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    es decir, que ambos gemelos o gemelas tengan libro, o da igual si hay por ahí un gemelo malvado que no tiene ... Gemelos Masterson de Julie Elizabeth Leto.

  • Kentukis de Samanta Schweblin

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    Una nueva novela de la prestigiosa autora argentina Samanta Schweblin que desvela el lado mas inquietante de las nuevas tecnologias.

  • Pasion por el Highlander de Aitor Ferrer

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    Mirar a su alrededor y no reconocer ni un solo detalle que le resulte familiar, sume a Diana en la mas absoluta de las desesperaciones cuando se despierta de su ?accidente? Ni siquiera eso tiene claro.

  • Las mujeres que no salen en los libros de Mercedes Gallego Moro

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    Una historia de amistad, de amor y solidaridad que relata la vida de las mujeres que lucharon de forma anonima para lograr una igualdad, que en pleno siglo XXI todavia no se ha conseguido.
    Consuelo y Laura entablan amistad de forma casual cuando ambas acuden a unas clases de frances. La primera, abogada, hija de la burguesia madrilena y Laura, que tras la muerte de su marido, se enfrenta a las dificultades que entranaba ser mujer en la posguerra espanola, a pesar de que antes de ser viuda, era ella la que llevaba las riendas del negocio, una tienda de comestibles que ambos poseian en el madrileno barrio de Chamberi.

  • Espadas y Calendulas de Lucia Moya Sanchez

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    Cuando Gwen decubre que le van a asignar un guardia personal, sabe que su vida va a dar un giro completo, y mas si este es su primo politico y amigo de la infancia, el principe Alexander. Ambos terceros herederos de sus respectivos reinos, son como el dia y la noche. Para ella, el es un chico molesto, rigido y estricto. Para el, ella es igual que cuando eran ninos: un torbellino de energia incontenible. Los reyes contienen el aliento, y esperan que ambos se influencien entre si… A ser posible, para bien. [Una historia de amor en boca de una princesa que no se acobarda ante ningun obstaculo, y de un principe que acepta su destino sin rechistar.]

  • La venganza de un hombre paciente de Alfonso Tello

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    En un pequeno pueblo andaluz, que sobrevive a los anos de carestia y miedo de la posguerra, aparece un cadaver en mitad de la plaza. La investigacion apunta a asuntos de contrabando, pero nada esta claro en un lugar donde todo el mundo guarda secretos

  • El malogrado de Thomas Bernhard

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    Tambien Glenn Gould, nuestro amigo y el mas importante virtuoso del piano de este siglo, llego solo a los cincuenta y un anos, pense al entrar en el meson. Solo que el no se mato como Wertheimer sino que, como suele decirse, murio de muerte natural. Cuatro meses y medio Nueva York y, una y otra vez, las Goldbergvariationen y Die Kunst der Fuge, cuatro meses y medio Klavierexerzitien, como decia Glenn Gould, una y otra vez, solo en aleman, pense. Hacia exactamente veintiocho anos habiamos vivido en Leopoldskron y estudiado con Horowitz, y (por lo que se refiere a Wertheimer y a mi, pero no, como es natural, a Glenn Gould) habiamos aprendido mas de Horowitz, durante un verano totalmente echado a perder por la lluvia, que en los ocho anos anteriores de Mozarteum y Wiener Akademie. Horowitz habia dejado a todos nuestros profesores nulos y sin efecto. Pero aquellos profesores horribles habian sido necesarios para comprender a Horowitz. Durante dos meses y medio llovio ininterrumpidamente, y nos habiamos encerrado en nuestras habitaciones de Leopoldskron y trabajamos dia y noche, el insomnio (!de Glenn Gould!) se habia convertido en nuestro estado decisivo, y profundizabamos de noche en lo que Horowitz nos habia ensenado de dia. No comiamos casi nada y tampoco tuvimos en todo el tiempo dolores de espalda, que por lo demas nos habian atormentado siempre cuando estudiamos con nuestros viejos profesores; con Horowitz esos dolores de espalda no aparecian, porque estudiabamos con tal intensidad que no podian aparecer. Cuando hubimos terminado las lecciones con Horowitz, fue evidente que Glenn era ya mejor pianista que el propio Horowitz, de pronto yo habia tenido la impresion de que Glenn tocaba mejor que Horowitz y, a partir de ese momento, Glenn fue para mi el mas importante virtuoso del piano del mundo entero, por muchos pianistas que escuchara a partir de ese momento, ninguno tocaba como Glenn, y ni siquiera Rubinstein, al que yo habia amado siempre, era mejor. Wertheimer y yo eramos igual de buenos, y tambien Wertheimer decia una y otra vez que Glenn era el mejor, aunque todavia no nos atreviamos a decir que fuera el mejor del siglo. Cuando Glenn se volvio al Canada, perdimos realmente a nuestro amigo canadiense, no pensabamos volver a verlo jamas, el estaba obsesionado por su arte de tal forma que, teniamos que suponer, no podria prolongar ya ese estado mucho tiempo y moriria en plazo breve. Pero dos anos despues de haber estudiado con el bajo Horowitz, Glenn toco en los Festivales de Salzburgo las variaciones Goldberg, que dos anos antes habia practicado dia y noche y repetido una y otra vez con nosotros en el Mozarteum. Los periodicos escribieron despues de su concierto que ningun pianista habia tocado tan artisticamente las variaciones Goldberg, asi pues, escribieron despues de su concierto de Salzburgo lo que nosotros habiamos afirmado y sabido dos anos antes. Nos habiamos citado con Glenn despues de su concierto, en el Ganshof de Maxglan, un meson antiguo y querido por mi. Bebimos agua y no hablamos de nada. Sin vacilar, al volver a vernos yo le habia dicho a Glenn que nosotros, Wertheimer (que habia venido a Salzburgo desde Viena) y yo, no habiamos creido ni por un momento que lo volveriamos a ver a el, Glenn, siempre habiamos pensado unicamente que, despues de volver de Salzburgo al Canada, pereceria rapidamente, por su obsesion artistica por su radicalismo pianistico. Realmente, yo habia dicho radicalismo pianistico. Mi radicalismo pianistico, decia Glenn luego, una y otra vez, y se que utilizaba tambien esa expresion, una y otra vez, en el Canada y los Estados Unidos. Ya en aquella epoca, o sea, casi treinta anos antes de su muerte, Glenn no amaba a ningun otro compositor mas que a Bach, y en segundo lugar a Handel, a Beethoven lo despreciaba, y ni siquiera Mozart era aquel que yo amaba mas que a ningun otro, cuando el hablaba de el, pense al entrar en el meson. Ni una sola nota toco Glenn jamas sin cantarla al mismo tiempo, pense, ningun otro pianista tuvo esa costumbre jamas. El hablaba de su enfermedad pulmonar como si fuera su segundo arte. Que habiamos tenido al mismo tiempo la misma enfermedad y la habiamos tenido luego siempre, pense, y en fin de cuentas tambien Wertheimer contrajo esa enfermedad nuestra. Pero Glenn no perecio por esa enfermedad pulmonar, pense. Lo mato la falta de soluciones en la que, durante casi cuarenta anos, se metio tocando, pense. No renuncio al piano, pense, como es natural, mientras que Wertheimer y yo renunciamos al piano, porque no lo convertimos en la misma monstruosidad que Glenn, que no salio ya de esa monstruosidad, y que tampoco quiso en absoluto salir de esa monstruosidad. Wertheimer hizo que subastaran su piano de cola Bosendorfer en el Dorotheum, yo regale un dia mi Steinway a una nina de nueve anos, hija de un maestro de Neukirchen, junto a Altmunster, para que ese piano no me atormentase mas. La hija del maestro echo a perder mi Steinway en el plazo mas breve, y a mi el hecho no me dolio, al contrario, observe aquella destruccion estupida con perverso placer. Wertheimer, segun decia el mismo una y otra vez, habia penetrado en la ciencia del espiritu, y yo habia iniciado mi proceso de atrofia. Sin la musica, que de la noche a la manana no pude soportar ya, me atrofie, sin la musica practica, la teorica habia tenido solo en mi, desde el primer momento, un efecto devastador. En un momento, habia odiado el piano, mi propio piano, no habia podido oirme ya tocar; no queria maltratar ya mas mi instrumento. Por eso, un dia fui a ver al maestro para anunciarle mi regalo, mi Steinway, habia oido que su hija estaba dotada para el piano, le habia dicho, y le habia anunciado el transporte a su casa del Steinway. Yo habia llegado a tiempo al convencimiento de que yo mismo no tenia cualidades para hacer una carrera de virtuoso, le habia dicho al maestro, y como siempre queria en todo solo lo mas alto, tenia que separarme de mi instrumento, porque con el no alcanzaria con toda seguridad, como de pronto habia comprendido, lo mas alto, y por eso era logico que pusiera mi piano a la disposicion de su dotada hija, ni una sola vez volvere a abrir la tapa de mi piano, le habia dicho al desconcertado maestro, un hombre bastante primitivo, casado con una mujer mas primitiva aun, igualmente de Neukirchen, junto a Altmunster. !Los gastos de transporte correrian como era logico de mi cuenta!, le habia dicho al maestro, al que conozco y con el que estoy familiarizado desde la infancia, como tambien con su simplicidad, por no decir su tonteria. El maestro acepto mi regalo inmediatamente, pense al entrar en el meson. Yo no habia creido ni por un momento en el talento de su hija; de todos los ninos de los maestros del campo se dice siempre que tienen talento, sobre todo talento musical, pero en verdad no tienen talento para nada, todos esos ninos son siempre totalmente carentes de talento, y el que uno de esos ninos sepa soplar en una flauta o puntear en una citara o teclear en un piano no es ninguna prueba de talento. Sabia que abandonaba mi precioso instrumento a la indignidad absoluta, y precisamente por eso hice que se lo llevaran al maestro. La hija del maestro, en el plazo mas breve, echo a perder, dejo inutil mi instrumento, uno de los mejores en general, uno de los mas raros y por consiguiente mas buscados y por consiguiente mas caros tambien. Pero la verdad era que yo habia querido precisamente ese proceso de echar a perder mi amado Steinway. Wertheimer entro en las ciencias del espiritu, como decia una y otra vez, y yo entre en mi proceso de atrofia y, al llevar mi instrumento a casa del maestro, inicie ese proceso del mejor modo posible, Wertheimer, sin embargo, anos aun despues de haber regalado yo mi Steinway a la hija del maestro, habia tocado el piano, porque siguio creyendo durante anos que podia convertirse en virtuoso del piano. Por lo demas, tocaba mil veces mejor que la mayoria de nuestros virtuosos del piano que se presentan en publico, pero en definitiva no le habia satisfecho ser, en el mejor de los casos, un virtuoso del piano como todos los demas de Europa, y dejo de tocar y entro en las ciencias del espiritu. Yo mismo, segun creo, habia tocado mejor aun que Wertheimer, pero no hubiera podido tocar jamas como Glenn y, por esa razon (!es decir, por la misma razon que Wertheimer!) renuncie en un momento a tocar el piano. Hubiera tenido que tocar mejor que Glenn, pero eso no era posible, quedaba excluido, y por consiguiente renuncie en un momento a tocar el piano. Me desperte un dia de abril, no se ya exactamente cual, y me dije se acabo el piano. Y la verdad es que no volvi a acercarme al instrumento. Fui inmediatamente a casa del maestro y le anuncie el transporte del piano. A partir de ahora me dedicare a lo filosofico, pensaba mientras iba a casa del maestro, aunque, como es natural, tampoco podia tener la menor idea de que era eso de filosofico. No soy en absoluto un virtuoso del piano, me dije, no soy un interprete, no soy un artista reproductor. Ni un artista siquiera. Lo degenerado de aquel pensamiento me habia atraido enseguida. Todo el tiempo, mientras iba a casa del maestro, habia dicho, una y otra vez, esas palabras: !Ni un artista siquiera! !Ni un artista siquiera! !Ni un artista siquiera! Si no hubiera conocido a Glenn Gould, probablemente no habria renunciado a tocar el piano y me habria convertido en virtuoso del piano y quiza, incluso, en uno de los mejores virtuosos de piano del mundo, pense en el meson. Cuando encontramos al mejor, tenemos que renunciar, pense. A Glenn, curiosamente, lo habia conocido en el Monchsberg, la montana de mi infancia. Desde luego, lo habia visto ya antes en el Mozarteum, pero no habia cruzado con el palabra antes de ese encuentro en el Monchsberg, al que llaman tambien monte del suicidio, porque se presta al suicidio mas que nada y la verdad es que todas las semanas se precipitan desde el en el abismo tres o cuatro por lo menos. Los suicidas suben a el en el ascensor del interior del monte, dan unos pasos y se precipitan a la ciudad que hay abajo. Las personas reventadas en la calle me han fascinado siempre y yo mismo (!como, por lo demas, tambien Wertheimer!) he subido muy a menudo al Monchsberg, a pie o en ascensor, con la intencion de precipitarme desde el, pero no me he precipitado desde el (!como tampoco Wertheimer!). Varias veces (!como tambien Wertheimer!) me habia preparado ya para saltar, pero, como Wertheimer, no salte. Me di la vuelta. Naturalmente, hasta ahora son mas los que se han dado la vuelta que los que han saltado, pense. A Glenn lo encontre en el Monchsberg en el llamado Alto de los jueces, desde donde se tiene la mejor vista de Alemania. Yo le habia dirigido la palabra, le habia dicho los dos estudiamos con Horowitz.

  • Botones y dolor 3 de Penelope Sky

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    Cuando se me presento la oportunidad de escapar, lo hice. Ahora estoy en Nueva York, intentando rehacer mi vida. A pesar de llevar un rastreador en el tobillo, Crow no ha venido a buscarme. Ni siquiera me ha llamado. Le confese la profundidad de mis sentimientos, pero el los rechazo con crueldad. A lo mejor se ha olvidado de mi. Un dia, vi los botones sobre la encimera al entrar en mi apartamento. Yo no los habia dejado alli, y no habia mas que una explicacion para su presencia. A lo mejor Crow no se habia olvidado de mi, despues de todo.

  • Siempre Contigo de Christian Martins

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    Blair no era mas que un nino inocente cuando una flecha de su arco marco una maldicion y confirmo un destino ya escrito. Ese destino se llamaba Ailsa; tenia los cabellos dorados, la piel blanquecina y los ojos celestes. Se parecia a un angel. Pero en aquellas tierras altas el destino podia torcerse con mucha facilidad, y la maldicion que anos atras habia marcado a esos dos jovenes amenazaba con destruirles. Una guerra entre clanes, el poder de dirigir a un pueblo y la necesidad de proteger a Ailsa seran la perdicion que arrastre a la locura al joven Blair Sinclair, cuyo corazon late unicamente porque ella lo mantiene con vida. Un amor. Una guerra. Una Escocia plagada de peligros, secretos y magia. ?Te apetece viajar con ellos a las antiguas Highlands?

  • Solo un deseo de Olga Salar

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  • El laberinto de Aragon, Diana C. Acosta de Diana C. Acosta

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  • La recepcionista que sabia holandes de Cristina Perez Feito

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    Maria, recepcionista florero de un elegante edificio de oficinas en La Castellana, ve como todo su mundo se viene abajo en un solo dia: pierde su trabajo, su pareja y la casa donde vive en apenas unas horas. “Un cambio de aires no es forzosamente malo”, piensa para consolarse. Pero eso solo es cierto si no te persigue un policia corrupto y la prensa del corazon, si no guardas documentacion de alto secreto en tu zapato y si evitas enamorarte de la unica persona que te esta ayudando en todo ese caos: un tranquilo funcionario del INEM de profundos ojos verdes.

  • Hippie de Paulo Coelho

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    En su libro mas autobiografico, Paulo Coelho narra el encuentro entre dos jovenes: Paulo, que suena con ser escritor y llega a Amsterdam en busca de libertad y de un sentido para su vida, y Karla, una veinteanera de Rotterdam decidida a cambiar su forma de ver el mundo. Juntos recorreran “la ruta Hippie” que realizaba el legendario Magic Bus, un viaje por Europa y Asia rumbo a Katmandu. Durante esta experiencia unica y transformadora viviran una gran historia de amor. Con ellos iran pasajeros de diferentes nacionalidades que a lo largo del recorrido se plantearan sus prioridades y valores vitales.

  • Siempre has sido tu de Maya Alvarez

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    Siempre que me necesites, yo estare para ti; Le jure cuando la vi. Despistada, hermosa, acomodando sus gafas y analizando todo. Ella es imposible de describir, tiene demasiadas aristas. Quizas yo sea un Alfa en la universidad, pero al lado de ella eso no sirve. Podria darle la vida si me lo pidiera, sin dudarlo, con la unica recompensa de obtener su atencion. Pero esta chica es distinta de todas, de las que esta enfocada en sus estudios y yo adoro que ella siga sus metas, debo ser paciente por que lo merece.
    Asi es. Han pasado los anos y ni el dinero, ni tener la facilidad de obtener todo lo que quiero como un caprichoso, compensa el saber que la chica de mis suenos aun no se fija en mi. Ella se ha convertido en una exitosa empresaria. Y ahora, despues de tantos anos, se presenta la oportunidad de pararme frente a su hermoso rostro y mostrarle que este es nuestro momento... para ser los dos. Es el momento de que ella se entere que nadie mas que yo puede amarla como merece, por que siempre ha sido ella para mi, en mis pensamientos y corazon.

  • Morder la manzana: La revolucion sera feminista o no sera de Leticia Dolera

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    Es este uno de esos libros esenciales que nacen de la necesidad y de la urgencia. Porque Leticia Dolera necesita contar por que es feminista y por que todas deberiamos serlo. Un camino vital en el que se ha encontrado con personas inspiradoras, lecturas reveladoras, anecdotas --de las buenas, de las malas y de las peores-- vividas muy de cerca o en primera persona.
    Este libro es tambien la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y tambien a ensenar a las mas jovenes.
    Empezando por Eva, la primera que mordio la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que sonamos con una sociedad justa.
    Por mucho que nos hayan repetido que Eva peco al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ?que?, ?te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades.

  • La historia universal de Ali Smith

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    La historia universal reune doce historias que recorren un ano completo.
    Ali Smith es una de las mejores escritoras del Reino Unido. Este libro, en el que nos encontramos con algunos de sus mejores textos, contiene doce cuentos en los que el amor, la tristeza y, muy especialmente, los libros y los libreros son los protagonistas. Doce cuentos que recorren un ano completo, comenzando en febrero, el mes en que transcurre el primero, “La historia universal”, y terminando en enero, con el relato “El principio de las cosas”.
    En algunos cuentos se menciona el mes especificamente, en otros solo se hace una referencia a la estacion. Las estaciones son una imagen recurrente en los cuentos, como tambien lo son los libros y las plantas, sobre todo, los arboles. Historias unicas que se entrelazan en un laberinto de coincidencias, oportunidades, conexiones perdidas y reencontradas.

  • No dejes para manana las ganas que me tienes hoy de Maca Ferreira

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    ?Te gustan las historias de amor, tan reales como la vida misma?
    Si la respuesta es afirmativa, sigue leyendo.
    ?Y si a eso le anadimos un toquecito de humor, de ese que se paladea tras una carcajada espontanea?
    ?He oido si a eso? De acuerdo, continua.
    Como condimento habia pensado aderezarlo todo con algo picante, como ese gustito tan interesante que provoca el sexo.
    ?Te sigue apeteciendo? Ya me imaginaba, ya.
    Para rematar, lo cocinare a alta temperatura y lo sazonare con una buena dosis de pasion, algo de superacion personal, una madre un poquito especial, un italiano seductor dispuesto a enredarlo todo, unos vecinos algo escandalosos en la alcoba, una hermana que se convierte en companera de piso, un descubrimiento masculino sumamente interesante y unas amigas candidatas a formar parte del manicomio mas proximo…
    Y como guinda del pastel, un viaje loco y totalmente atipico en un barco donde la poca ropa y el placer son los protagonistas.

  • El camino hacia ti (Creek Canyon 1) de Catherine Bybee

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    Parker se miro al espejo, cerro un ojo y trazo una linea perfecta sobre el borde del parpado para darse un aire felino de ojos rasgados. Se seco el delineador liquido dandose aire con la mano antes de abrir el ojo por completo. Dio un paso hacia atras y movio la cabeza de un lado a otro para comprobar su pericia con el maquillaje. Su companera de piso, Suzzie, estaba a su lado, compitiendo por el espacio en el bano minusculo de su apartamento. --Ojala no tuvieras que trabajar esta noche; Marcus me ha dicho que la fiesta va a ser apoteosica: el momento mas memorable del verano. Era finales de agosto y ya habian completado la primera semana de clases del primer semestre. A sus veinticuatro anos, Parker habia pasado mas tiempo con gente como Marcus haciendo fogatas en la playa que en las clases, y sus padres se habian puesto firmes. Tenia un ano para terminar la carrera y conseguir un titulo universitario, dos objetivos perfectamente asequibles si pasaba de las puestas de sol rodeada de botellas de tequila y se mataba a estudiar. Solo trabajaba los sabados y los domingos, y como los fines de semana era cuando recibia las mejores propinas, eso era lo que iba a hacer. --Ya va siendo hora de que madures un poco, Parker. Tu padre y yo hemos tenido mucha paciencia contigo, pero ya se nos ha agotado. --Su madre y su padre estaban sentados frente a ella, al otro lado de la mesa del comedor, haciendo que se sintiera como el objeto de una intervencion. Sus padres tenian cincuenta y pocos anos y eran personas de mentalidad abierta --. Cuando dijiste que te tomarias un par de anos para decidir que hacer, nos parecio bien. Cuando empezaste la universidad a los veinte, estuvimos encantados de ayudarte y hacerlo posible, pero es que han pasado ya cuatro anos y vemos que no te lo estas tomando en serio. --Eso es porque todavia no se lo que quiero hacer --les habia dicho. Su padre sonrio y le dio una palmadita en la mano desde el otro extremo de la mesa. --Ya nos dimos cuenta de eso cuando cambiaste de especialidad por tercera vez. Tambien sabemos que en la Universidad Estatal de San Diego se hacen muchas fiestas, y nosotros tambien fuimos jovenes... Le dieron ganas de responder que muchos universitarios cambiaban de especialidad, y que ella no salia de fiesta tanto como ellos insinuaban, pero se callo. Su madre solto un prolongado suspiro de sufrimiento y la miro directamente a los ojos. --A Mallory la han aceptado en cuatro universidades, y la verdad es que no podemos permitirnos pagaros mas de un ano de la carrera a las dos al mismo tiempo. Pensabamos que, para cuando ella empezara el primer curso, tu ya habrias acabado, y a Austin solo le quedan tres anos para terminar el instituto e ir a la universidad el tambien. Y ya sabes cuanto dinero tuvimos que gastar el ano pasado, antes de que muriera Nana... Su abuela habia vivido con ellos en la casa de invitados antes de sufrir un derrame cerebral y de que atenderla se convirtiera en una carga demasiado pesada para su madre. La residencia y los cuidados que habia necesitado a partir de entonces no habian sido baratos, precisamente. Parker miro a su alrededor, a la casa familiar, un amplio rancho que se extendia unas dos hectareas en una zona residencial de clase alta en el valle de Santa Clarita. Era lo mas parecido a vivir en el campo que se podia conseguir estando a menos de cuarenta minutos en coche de Los Angeles. Se habia criado rodeada de todo cuanto necesitaba y de muchas de las cosas que queria, pero eso no significaba que sus padres nadasen en la abundancia. Cuando eran pequenos, su padre siempre les decia a gritos a ella y a sus hermanos que apagaran las luces, y no les dejaban desperdiciar la comida cuando habia sobras. Al final, Parker opto por no llevarles la contraria. Sus padres tenian razon: ya iba siendo hora de que se comportara como una mujer adulta, y eso empezaba por terminar la universidad y conseguir un trabajo de verdad. Parker retiro la funda del pintalabios y se lo puso dandose tres toques suaves. --Dile a Marcus que, si salgo pronto, me pasare por alli un rato. Se deslizo por detras de Suzzie y salio del bano. Despues de coger su delantal y una goma para el pelo, se guardo el movil en el bolso y salio a toda prisa del apartamento. En San Diego hacia un calor exagerado, incluso para ser el mes de agosto, y en su fuero interno esperaba que no le asignaran el patio para el turno de noche. Enchufo el cable auxiliar al telefono y se deslizo por su lista de reproduccion para escuchar algo de musica durante el breve trayecto al trabajo. En ese momento, sono el movil y el nombre de su hermana aparecio en la pantalla. Parker lo silencio y continuo rebuscando en su lista de reproduccion. Maniobro con la palanca de cambios y salio marcha atras de su plaza de aparcamiento. Su hermana la llamo de nuevo. En lugar de ignorarla por segunda vez, Parker respondio la llamada y mantuvo el pie en el freno. --Voy conduciendo, camino del trabajo, ?puedo llamarte mas tarde? --!Parker! --Mallory grito su nombre, histerica. A Parker se le paralizo todo el cuerpo. --?Que pasa? --Se trata de mama y papa. Ven a casa ahora mismo. --?Que pasa, Mallory? Su hermana empezo a llorar y el panico se apodero de Parker. --Dios... Dime que pasa... ?Que ha pasado? Se oyo movimiento y una voz desconocida hablo por la linea de telefono. --Hola, ?hablo con Parker? Las lagrimas ya amenazaban con salir. Era como si todo estuviera ocurriendo a camara lenta y Parker no pudiese detener lo que estaba a punto de suceder. --?Que pasa? --Soy una de las enfermeras del hospital Henry Mayo. Ha habido un accidente. DOS ANOS DESPUES Capitulo 1 --Vamos a llegar tarde. --Confia en mi. Es la tercera vez que hago esto. --Parker espero pacientemente a que la puerta del rancho se abriera para dejarlos salir--. Da igual a la hora que llegues, entraremos en una salita enana con un monton de chavales de tu escuela, anotaran tu nombre en una lista y tendras que esperar. Tener cita previa no sirve de nada. Atravesaron la puerta y enfilaron con el coche hacia la carretera privada que compartian con setenta de sus vecinos. Parker puso el aire acondicionado a tope, con la esperanza de combatir el calor infernal que irradiaban las ventanillas. --Es que no soporto llegar tarde. Parker miro a su hermano de diecisiete anos, que tenia la mirada fija al otro lado de la ventanilla. Cada dia se parecia mas a su padre. --Podrias haber ido tu solo --le recordo. El chico se encogio de hombros. El mes siguiente iba a empezar su ultimo ano de instituto, y ese dia iban a hacerles a los alumnos las fotografias de la orla, de ahi las prisas por llegar a la pequena sala abarrotada de chavales con la cara llena de granos y a punto de inaugurar su nuevo futuro. Si, claro, Austin podria haber ido el solo con el coche, pero la verdad es que queria que ella estuviera alli, acompanandolo. No podia ser una sustituta para la madre de ambos, eso no, pero si la mejor alternativa. De los tres, Austin era quien lo habia pasado peor tras el accidente de sus padres. Exteriorizo su dolor en forma de una rebeldia que se prolongo seis meses y que casi acaba obligando a los jueces del tribunal de menores a encerrarlo. Parker ahuyento los malos recuerdos y se concentro en lo que tenia delante. --Cuando mama me llevo a mi, la obligue a llegar casi una hora antes --dijo Parker mientras abandonaban el camino privado y se incorporaban a la calle principal que atravesaba su vecindario--. Al final acabamos teniendo que esperar una hora y media. --Espero que hoy no tardemos tanto. Les dije a mis amigos que quedaria con ellos en el In-NOut a las dos. Pasaron por delante de la hamburgueseria en cuestion y entraron en la autopista. --Pues es muy posible que llegues tarde. --No soporto llegar tarde --murmuro por segunda vez. Parker miro por el retrovisor mientras se incorporaba a la autopista y vio una columna de humo remontando hacia el cielo. --Oh, no... Austin se volvio en el asiento. Para entonces, Parker ya se habia incorporado al carril y estaba examinando el horizonte que acababan de dejar atras.

  • La alondra (Noches en Florencia 2) de Sylvain Reynard

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    Raven Woods pasa los dias en la galeria de los Uffi zi de Florencia restaurando valiosas obras de arte renacentistas. Una noche, cuando regresa a casa, ve a unos desconocidos dandole una paliza a un mendigo y decide intervenir para impedirlo. Los asaltantes la arrastran hasta un callejon, aunque, de pronto, el ataque se interrumpe entre una cacofonia de cuervos y los gritos de sus asaltantes. Por suerte para ella, pierde el conocimiento tras ver la sombra de una figura que le susurra: <>.
    Cuando Raven se despierta, esta inexplicablemente cambiada. Nadie la reconoce en la galeria y, lo que es mas grave, se da cuenta de que ha estado ausente durante una semana. La joven no recuerda nada de lo que sucedio antes de su desaparicion que, casualmente, coincide con uno de los robos mas importantes de la historia de la galeria: el de un conjunto de ilustraciones de Botticelli de un valor incalculable.
    Cuando la policia la senala como la principal sospechosa del robo, Raven trata desesperadamente de limpiar su nombre. Para ello, contacta con uno de los hombres mas ricos, enigmaticos y esquivos de la ciudad y le pide que la ayude a aclarar que hay tras su desaparicion.
    Con el se vera arrastrada a un inframundo oscuro cuyos habitantes matan para mantener sus secretos a salvo.

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

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    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • Hasta que me pidas de Charlize Clarke

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    El la necesita mas que al aire para respirar, ella necesita respirar…
    Alice y Chris estan conformes con su relacion de sexo sin compromiso, pero los sentimientos reales empiezan a aflorar ante el inminente compromiso de el con otra mujer, complicandolo todo.
    Posiblemente nunca sera nada serio. Justamente en eso se basa lo que ambos comparten: en la libertad de no estar bajo presion y el secreto que tienen es mas emocionante que una relacion comun. Hasta ahora, Alice, no tuvo problema con eso, pero con la aparicion de la hija del nuevo socio de Chris, empieza a dudar de todo lo que habia vivido hasta el momento.

  • Todos Los Dias Es Sabado de J. A. H. Carrera

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    Sabado, El telefono sono como de costumbre al cuarto para la diez y luego de dos timbrazos colgarian indicandome que yo era de nuevo victima de una mala broma. Odio el sabado. Es un dia muy aburrido ya que Abraham y yo no salimos a ningun lado, eso queria decir que tenia que sacudir, limpiar el piso, lavar el piso y los banos. Odio limpiar banos. En realidad llevo una vida de rutina. Mis jefes los senores Pastor, me pagan para que cuide de Abraham, su hijo de apenas un ano de edad, ellos nunca estan y yo me siento muy sola en esa casona del centro del pueblo de Shushupan. Mi nombre es Rosa Elena, pero todos me conocen como Rosy. Naci en este lugar y cuando yo tenia 15 anos quede huerfana por un incendio que hubo en el pueblo. Los senores Pastor me dieron casa y comida, a medida que fui creciendo se dieron cuenta de mi responsabilidad y comenzaron a encargarme cosas de la casa. Luego Abraham nacio y en cuanto se aseguraron de que yo sabia todo lo necesario para cuidar bebes me lo dejaron encargado. Ahora han pasado casi 5 anos desde el incendio. Todavia recuerdo el olor de la locion de mi Papa o los clasicos postres que mi Mama preparaba cada jueves. Los extrano mucho. Oculto mi dolor distrayendome con las diversas ocupaciones que implica cuidar un bebe, y cuando duerme me la paso haciendo el quehacer de la casa. No tengo muchos amigos, platico con Juan el panadero cuando voy por el pan, Miguel el administrador de los bienes de los senores Pastor cuando tengo que recoger el dinero para la casa y mi pago mensual, y hasta en ocasiones con Jorge el florista, si es que me lo encuentro camino de regreso a la casa cuando salgo a hacer las compras. Suena el timbre, puedo adivinar que Tino esta haciendo de las suyas otra vez. Tino es mi vecino. Su nombre es Valentino y tiene 22 anos y es creo el unico verdadero amigo que tengo. --!Hola Rosy! --Hola Tino, ?que me cuentas de nuevo? --Mi perro Juancho esta enfermo, no se que le habra dado, puede ser que se mojo ayer toda la noche durante la lluvia. --No creo que por solo mojarse se enferme. Seguramente no le has dado bien de comer. --Pues no quiere salir a dar la vuelta, ni molestar al gato de la Senora de al lado, ni siquiera ladrar. En verdad me preocupa. Tino siempre se preocupa por todo, lo que hace que tenga mucho estres y yo por mis ocupaciones no tengo tiempo para escuchar sus problemas. Eso si, no ha habido dia en que no vaya a visitarme. Creo que se siente solo. La mayor parte del tiempo se queda viendo como cuido al nino. --Llevalo al veterinario, ahi lo curan porque lo curan. Mientras terminaba de decir la frase escuche los llantos de Abraham porque ya era la hora de comer. Subi las escaleras hasta su cuarto y lo lleve a la cocina donde Tino ya se encontraba curioseando como de costumbre. --?Como sobrevives comiendo solamente fruta? --pregunto mientras yo colocaba al nino en su silla. --Mis alimentos incluyen muchas cosas ademas de fruta. Ademas Abraham tiene que comer sano. Sus papas me mandan que solo coma alimentos naturales, a mi en lo personal no me encanta, prefiero el pollo asado. --?Y donde esta el pollo? --dijo mientras se asomaba en el refrigerador. Empece a desesperarme y a desear que Tino se fuera a su casa porque no dejaba concentrarme. --Siempre como pollo recien comprado. No he tenido tiempo de ir al mercado hoy. --?Entonces no has comido? --No Tino, no he comido. --!Que barbaridad, debes estar muerta de hambre! --No Tino, los sabados desayuno tarde. --Aun asi, dejame ir a comprarte algo de comer antes de que sientas hambre. --No gracias. Estoy bien. --?Y que haras cuando sientas hambre? --Me preocupare por eso cuando la tenga. Tino se dio cuenta de mi respuesta tan cortante e inteligentemente guardo silencio. Afortunadamente Abraham comio todo sin chistar y pude tener unos momentos de paz. Pronto tuve hambre y me di cuenta de lo grosera que habia sido con Tino, tal vez era porque sabia que el tenia razon y yo no quise aceptarlo. Pero no me importaba mucho, Tino de seguro comprenderia que yo tengo muchas ocupaciones y que por eso puedo ser un poco desesperada en ocasiones. Sin hacer caso de los comentarios de Tino decidi comer fruta ese dia ya que no tenia ganas de ir hasta el mercado solo por un pollo y ademas no podia dejar solo al nino y menos con Tino en la casa. Hasta donde se no esta acostumbrado a cuidar bebes. El telefono volvio a sonar. Esta vez conteste y era el Senor Pastor haciendo su clasica llamada de cada mes para saber si todo estaba bien. Siempre he pensado que solo llama para hacerse el preocupado por su hijo. Tiene mas de un ano de que se fueron y nunca han parado por aqui para ver a Abraham. Estaba pensando todo esto cuando escuche un fuerte ruido, como si miles de platos se rompieran. Me pude imaginar a Tino curioseando de nuevo por la cocina. El no puede estar tranquilo, siempre anda viendo cosas nuevas y eso ha sido siempre un dolor de cabeza para mi. Nunca faltaba el tiempo donde lo que tocaba lo destruia, y claro, yo tenia que pagarlo. Jarrones, ventanas, copas y hasta una vez y sin explicarme como lo hizo rompio una silla. Pronto no quedaria nada de la casa que le faltara romper. El bebe rompio a llorar y la desesperacion me entro de repente. Me puse a pensar que hacer y me fui corriendo hasta donde el ruido habia salido. Calcule cuantos platos tuvo que haber roto para que se escuchara asi. Ahi se iba mi dinero de la semana otra vez. Ya me imaginaba el desastre que yo iba a tener que limpiar. Nada mas queria atraparlo para que ahora si me escuchara. Y fue cuando llegue a la cocina. *** CAPITULO II Un charco de sangre cubria el piso. Tino estaba tirado boca abajo inconsciente. Se habia estrellado contra el vidrio de la puerta del patio. Me asuste mucho, el bebe lloraba; por primera vez en mi vida no estaba segura de que hacer. Tome el telefono y llame a una ambulancia. Tino desperto y en vez de entender que habia chocado contra la puerta se puso de pie y me dijo que sentia la cara muy caliente. Yo no supe que decir y luego se acordo de como habia estado el accidente: Estaba jugando con Chester, nuestro perro y al correr hacia la casa no se fijo en que la puerta estaba cerrada y entonces fue a dar contra el vidrio rompiendolo completamente. No tardo en darse cuenta de que toda la sangre era de el. La ambulancia llego a tiempo y le comentaron que era necesario llevarselo al hospital. --?No quieres venir conmigo? --me pregunto en tono preocupado, sus padres no estaban en casa y tendria que hacer el recorrido solo hacia el hospital. --No Tino, no puedo dejar solo al bebe. Solo es cuestion que te revisen para descartar que hayas cortado alguna arteria importante. Prometo estar pendiente de ti.- Me empezo a doler la cabeza, el bebe lloraba por la falta de atencion acostumbrada de mi parte. Sin decir mas observe como la ambulancia se alejaba con su circo de luces encendido. En cuanto tranquilice al bebe me fui a la cama. No pude dormir por el gran trauma que tuve al ver la sangre. Al dia siguiente fui a visitarlo al hospital. Al final la sensacion de culpa por no haberlo acompanado me hizo pensar que podia hacer una visita rapida con el bebe. --!Buenos dias!, busco el cuarto de Valentino Rosas. --Cuarto 202. Una enfermera malhumorada me indico el camino mientras no dejaba de mirar su revista. --No puede entrar con un bebe al hospital. Regrese mas tarde antes de terminar el horario de visita. --Solo vengo 5 minutos, ?hay algun problema? --Son las reglas del hospital querida --dijo en actitud prepotente. Frunciendo el ceno di media vuelta y comence a caminar hacia la salida. No podia creer que no podia entrar con Abraham. ?Realmente habria problema de entrar con el bebe por solo cinco minutos? De pronto las puertas de un elevador de carga se abrieron y un trabajador salio empujando un contenedor con sabanas sucias. Decidi escabullirme y buscando el piso dos presione el boton y se cerraron las puertas. No habia vuelta atras. El pequeno Abraham sonrio con una pequena mueca. Normalmente yo era de las personas que siguen las reglas, pero un poco de adrenalina en la vida no hace dano. Antes de lo esperado las puertas se abrieron frente al cuarto 201. Con una pequena zancada abri la puerta del cuarto de Tino y cerre con delicadeza. Al llegar el se encontraba dormitando. Observe el pequeno cuarto de hospital con paredes y sabanas blancas. El sol entraba fuertemente por la ventana del bano la cual yacia entreabierta. Una estela de vapor continuaba saliendo de ahi indicando que alguien habia tomado una ducha recientemente. En ese momento dimensione la situacion: Por la proximidad de la sutura conclui que tuvo suerte de no haberse cortado la yugular o podria haber muerto. Su chistecito le habia costado 20 puntos de sutura en la cabeza y parte del cuello. --?Como te sientes muchacho? --Bien Rosy, muchas gracias por la visita. --?Te duele mucho? --Ya no. Debiste ver como me atendieron, casi me ignoraban y el doctor no quiso platicar conmigo mientras me suturaba. Aparte el cuarto es muy pequeno y no tengo television. La cama esta floja y se ladea bastante cuando intento acomodarme. No tengo una linda vista, ni siquiera pega el sol en este lado del cuarto y la comida es horrible. Tu sabes que soy muy sensible del estomago. Lo peor para mi es ir al bano, dependo de la enfermera para que me ayude a pararme. Yo no quiero que me ayuden y me amenazan con ponerme un panal si no me dejo ayudar para la proxima vez. --Lo interesante es que ni aun asi dejas de hablar como perico, como si nada te hubiera pasado. --le dije mientras Tino terminaba de contarme todas sus penas. En eso la enfermera entro al cuarto con una bandeja variada de comida. --?De donde viene usted y que hace aqui con un bebe? --me pregunto en tono reprobante al mismo tiempo que dirigia la mirada hacia el pequeno Abraham. --Visitando a mi amigo, le dije con una sonrisa timida. Abraham, que estaba acostado boca abajo en la cama comenzo a gatear hacia Tino. Parecia que queria probar un poco de la gelatina verde y rara que le habian servido. Yo estaba de acuerdo en que el estaba harto de comer fruta pero no era para que su comida fuera esa gelatina que ni yo misma me atrevia a probar. Lo quite de la cama y lo puse en un sillon junto a Tino. --Bueno Tino me voy. Que bueno saber que estas bien. --Espera ?ya te vas?, mira que no tardan en darme de alta. Es cuestion de unos minutos, si me esperas puedo acompanarte a casa. --Me tengo que ir, tengo cosas que hacer y al parecer no dejan que el bebe este aqui. --No te vayas por favor. Me sentire mas tranquilo si te quedas. --Gracias Tino pero de verdad no puedo. Que estes bien. Me sali de su cuarto y comence a caminar al lado de la enfermera reganona. Algo tienen los hospitales que la mayoria de las veces todos los que trabajaban ahi parecian enojados. Era eso o era mi culpa por haber metido a un bebe dentro de las instalaciones cuando no estaba permitido. Me sentia tan enojada que ni siquiera recuerdo haber comprado todo lo necesario. Pan, leche, huevos...es todo lo que necesito. Cuando se empezo a disipar mi enojo pense en que se me hizo muy raro el comportamiento de Tino y que tuviera tanta insistencia en que me quedara. Por un momento senti feo pero la verdad no me la pasaba bien con una persona tan monotona. Tino era un poco aburrido en ocasiones. Lo unico interesante era cuando hacia una de sus locuras. Aunque esta vez si se habia pasado de la raya con eso de estrellarse contra el vidrio. Llegue a la casa rapido. El vidrio que Tino habia roto daba directo a la calle principal. Lo bueno es que en este pueblo todos son bastante honrados, no me preocupo mucho dejar la casa sola con el gran agujero en la puerta. Tome el telefono y llame al Senor Pastor para pedirle dinero extra para el vidrio. Estaba pensando una buena excusa cuando me di cuenta de que faltaba algo... !Abraham!

  • Siempre fue Nairobi de Maria Marts

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    Hace anos que Ana habia dejado de buscar las razones por las que su madre se habia ido, hasta que descubre quien es. Una carta de su padre le confiesa que ella es Aure Balle, la famosa escritora de best sellers que desaparecio hace mas de veinte anos.

  • Te buscare mientras viva de Paco Lobaton

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  • La casa del lago de Thomas Harding

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    ‘Si Hanns y Rudolf era una sonata La casa del lago es una sinfonia: la historia del siglo xx vista desde la casa de recreo familiar de los Alexander. Un libro admirable, fascinante, lleno de fuerza.’ The Economist En la primavera de 1993, Thomas Harding viajo a Berlin con su abuela para visitar una casita a orillas de un lago. Era su ‘lugar del alma’, decia la anciana, un refugio que se habia visto forzada a abandonar cuando los nazis llegaron el poder. Veinte anos despues, Thomas regreso a Berlin. Ahora la casa estaba vacia, en ruinas, y su demolicion era inminente. Un sendero de cemento atravesaba el jardin, senalando el lugar donde habia estado el Muro de Berlin durante casi treinta anos. Por todas partes habia indicios de lo que fue antiguamente aquella casa, rastros de cinco familias que antano tuvieron alli su hogar. Thomas Harding cuenta la historia de este pequeno edificio de madera, que es tambien la cronica de un siglo violento y agitado y de la vida de sus habitantes: un terrateniente noble; una prospera y respetada familia judia, los Alexander; un famoso compositor nazi; una viuda y sus hijos; un informador de la Stasi… Desde finales del siglo xix hasta la actualidad, desde la devastacion de dos guerras mundiales hasta la particion y la reunificacion de una nacion, esta es una historia de supervivencia, de alegrias y felicidad domestica, de terribles penas y tragedias, y de un odio transmitido a lo largo de varias generaciones.

  • OJOS DE DRAGON (STEEL 9) de Rose Gate

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    Cuenta la leyenda que las almas humanas estan conectadas por un hilo rojo que los dioses atan al dedo menique.
    Esas almas estan predestinadas a encontrarse sin importar el lugar, el tiempo, o la circunstancia.
    El hilo puede enredarse, liarse, o tensarse hasta tal punto, que puede parecer que quiera romperse. Pero eso jamas ocurre, el hilo rojo que une a dos almas humanas predestinadas a encontrarse es indestructible.

  • Seremos recuerdos (Canciones y recuerdos 2) de Elisabet Benavent

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  • Unas cuantas calles de Juan Francisco Polo

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    Politica, sexo y rock’n’roll para los chicos de barrio en el Madrid de los setenta.

  • Mi historia de Michelle Obama

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  • En un lugar del Caribe de Irene Mckinstry Oria

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    Mientras el Imperio espanol y el Reino de la Gran Bretana se enfrentan en elCaribe en la Guerra del Asiento, la hija de un almirante ingles se enamora de unmarino vasco, prisionero de la Real Armada britanica. Anne Stewart e Inigo deIturriaga deciden romper las rigidas normas de una sociedad que habia previstodos destinos muy diferentes para ellos y, a partir de ese momento, se enfrentan alas consecuencias de su arriesgada decision.

  • La Marca Del Silver Wolf de Marcia Dm

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    El Silver Wolf andaba suelto, todos lo sabiamos.
    ?Quien es? Bueno, el es el hombre que hace que no puedas dormir por la noche, el es la sensacion de que alguien te esta observando, el es la adrenalina que corre por tu cuerpo cuando crees que te estas por morir...o al menos eso nos han dicho.
    Lo unico que se con seguridad es que:
    El es el hombre que cambiaria mi mundo por completo.
    El es el hombre que me haria sentir cosas que no sabia que podia sentir.
    El es el hombre que me marcaria para toda la vida.
    El es el Silver Wolf.
    Lo unico que no se es como sobrevivir a el.

  • Juego de Sombras de Aitor Angelats

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    Siguiendo las indicaciones de una desesperada carta de auxilio que ni siquiera lleva su nombre como destinatario, Ted Legentrell, un desconocido cientifico de Domstrool, se ve empujado a embarcarse en el Cillian y atravesar el mar con rumbo a Angra. Al pisar por fin tierra firme, Ted conocera al senor ToddCodge, responsable de tal llamada de socorro. Juntos investigaran una oleada de muertes y desapariciones y se adentraran en un laberinto de pistas desordenadas y desconcertantes, que les conduciran a desenmascarar el nudo de mentiras y sombras que se cierne sobre Cliffdavil.
    Al final de todas las pesquisas, descubriran que tras aquel oscuro cortinaje de misterio siempre estan “ellas”; una sombria incognita vestida de feminidad.

  • Cumplir 40 a los 60 de Raimon Samso

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    ?Deseas una mejor salud, un mayor bienestar, mas energia, y restar anos a tu edad? Descubre la experiencia del autor que consiguio todo esto, y ademas resolver sus graves crisis de dolor de cabeza mediante una nueva alimentacion

  • 59 Segundos de Richard Wiseman

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    Para realizar un cambio efectivo y duradero en tu vida, no hace falta invertir mucho tiempo. De hecho, puede hacerse en menos de un minuto. Gracias a sus investigaciones cientificas, el psicologo mas innovador de la actualidad te proporciona las pautas para cambiar cualquier aspecto personal con el que no estes satisfecho: desde tu situacion laboral hasta tu relacion sentimental, pasando por tu entorno familiar o por problemas de estres o autoestima. Solo necesitas 59 segundos o menos.

  • El castillo de hielo de Irene Adler

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    l tren se detuvo justo en mitad del valle. Al otro lado de la ventanilla, los bosques de abetos que tapizaban las laderas de las montanas se dejaban acariciar por el sol de la tarde. Todo parecia inmovil y sereno, como en un paisaje colgado en el salon de alguna anciana de la alta sociedad. El contraste entre aquel panorama y mi estado de animo me arranco de los labios un corto suspiro. Debiamos de llevar parados un rato, pero no me di cuenta hasta aquel momento, como si me hubieran despertado las voces que ahora se oian en el valle. --Una vaca en las vias... o algun otro pequeno incidente por el estilo --me explico Horace Nelson, nuestro fiel mayordomo, con una sonrisa apenas esbozada--. Estoy seguro de que dentro de poco nos pondremos en marcha de nuevo. Mire por la ventanilla y no vi vacas pastando, pero si me parecio ver algo, apenas una sombra huidiza en el verde brillante del prado que desaparecio enseguida entre los abetos. Yo, distraida por muchos otros pensamientos, no le di importancia. Tendrian que pasar algunos dias para que me percatara de que aquel episodio insignificante habia sido, en realidad, el primer indicio de un gran misterio. El mas denso e intrincado con el que me habia tropezado nunca. Por entonces, de todos modos, no tenia la menor sospecha y no hice mas que asentir, esbozando a mi vez una palida sonrisa para Horace. Reflexione, por contra, acerca de cuanto habia cambiado el comportamiento del senor Nelson con respecto a mi en aquellas ultimas semanas. Era como si hubiera retrocedido varios pasos para volver a la discreta cortesia que siempre me habia reservado, hasta unos meses atras. Aquella era su manera de hacerme saber que comprendia la convulsion en que se hallaba mi espiritu y que, en lo que de el dependiera, tenia intencion de dejarme en paz. Pero la paz en si era para mi algo extremadamente distante, inalcanzable, en aquellos dias. De hecho, ?como podia encontrar la paz quien acababa de ver como el destino ponia patas arriba su vida y como todo lo que le parecia seguro de repente se escurria entre sus dedos? www.lectulandia.com – Pagina 6 Todo habia ocurrido pocas semanas antes, mientras me encontraba en Paris: acababa de salir de un oscuro asunto en el que Sherlock y Arsene, mis grandes amigos, y yo misma nos habiamos visto involucrados, no sin grandes peligros, cuando el destino habia decidido imponer un brusco giro a mi vida. Una senora de hermoso rostro y ojos profundos con la que me habia encontrado en varias ocasiones en el pasado, siempre de manera fugaz y un tanto misteriosa, esta vez se habia sentado a hablar conmigo y me habia desvelado por fin su (!nuestro!) secreto; se llamaba Alexandra Sophie von Klemnitz y era mi verdadera madre. Muchas veces, con el transcurso del tiempo, he vuelto a pensar en las horas siguientes a aquella revelacion con la esperanza de comprender, al menos en mi recuerdo, cuales fueron mis sentimientos. Pero cada vez que la memoria trata de aferrar aquellos momentos, todo se vuelve borroso y no puedo dejar de ser avasallada de nuevo por la misma confusa sinfonia de impresiones y estados de animo. Recuerdo, por ejemplo, que tuve la sensacion de encontrarme en un extrano sueno en el cual nada de lo que me ocurria era real. Y tambien recuerdo que pense largo y tendido en mis sentimientos hacia el senor y la senora Adler; por mucho que los quisiera, especialmente a mi padre, ?acaso no habia advertido siempre una inexplicable sensacion de que me eran ajenos? Asi era. Pero !que desconcierto habia provocado en mi el enterarme de que no se trataba de la intangible impresion de una muchachita de animo inquieto, sino de algo que tenia todo el peso y toda la crudeza de la realidad! Y recuerdo, ademas, ciertos pensamientos que trataba de mantener alejados y que retornaban continuamente para herirme como punzadas. ?Por que aquella mujer de aspecto tan amable me habia abandonado, aceptando separarse de mi, de su hija? ?Como habian podido los senores Adler vivir tanto tiempo ocultando aquella mentira? ?Como habian podido, dia tras dia, prestarse con tanta dedicacion a tal farsa? Y, sobre todo, ?quien era yo realmente? ?Quienes eran mi padre y mi familia? Tal vez sea precisamente ese sentimiento el que recuerdo con mayor nitidez: la intransigencia de la chica que era yo por entonces, deseosa de obtener todas las respuestas de inmediato para poder poner fin asi al carrusel de mentiras en que me parecia que se habia convertido mi vida. Y estos son, tambien, los recuerdos para mi mas dolorosos hoy. Porque el odio y el desprecio que en aquellos dias rezumaba mi alma herida no excluian siquiera a quien, como el senor Leopold Adler, no merecia en realidad ninguna condena, pues habia tomado cada una de sus decisiones guiado por una innata bondad de espiritu. Pero el corazon de una chica es impetuoso y considera enganos o viles excusas todo lo que no contribuya a aplacar su sed de verdad. Con tal turbulencia animica viajaba entre los majestuosos perfiles de los Alpes suizos en direccion a Davos, donde precisamente iba a encontrarme con Alexandra Sophie von Klemnitz, la desconocida, la que debia esforzarme en aprender a llamar <>. Aquel encuentro, obviamente, habia sido decidido de comun acuerdo con los senores Adler. Porque mis padres adoptivos, pese a mi insistencia cada vez mas vehemente, www.lectulandia.com – Pagina 7 se habian empenado en no darme ninguna explicacion sobre las circunstancias de mi adopcion. --Son explicaciones que una madre tiene el derecho, es mas, el deber de dar a su hija mirandola a los ojos --me habia dicho la senora Adler, tensando los musculos de la cara para contener las lagrimas--. Tendras que esperar, pues, a poder hablar con la senora Von Klemnitz.

  • ?De quien te escondes? – Charlotte Link de Charlotte , Charlotte Link

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    La novela que desbanco a J.K. Rowling, Elena Ferrante, Henning Mankell, Stephen King y Jojo Moyes en las listas de libros mas vendidos en Alemania.

  • Conquistando a Lord Wesley (Minstrel Valley 9) de Elizabeth Urian

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    Continua la rompedora serie de <>, creada por catorce autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • Para hacer contigo lo que quiera (RNR), Raquel Mingo de Raquel Mingo

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  • Alas para volar de Miriam Prados

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    Volver a Madrid fue un sueno en si: perderme en sus calles, entre la multitud, sentarme en una cafeteria a leer un guion y vivir sus noches llenas de vida, tambien de recuerdos. Habia cosas a las que todavia no conseguia acostumbrarme, como llamar a ese estudio en el que vivia hogar o el sentimiento de soledad que a veces me invadia; no obstante, al final del dia siempre sentia que era el lugar en el que queria estar, y aunque aun se me escapase el trabajo, estaba recuperando aquella parte de mi en una ciudad que, sin saberlo, guardaba promesas. El tiempo que paso fue... revelador. Echaba en falta a los mios, especialmente a Lucas, quien casi todos los dias que llamaba me preguntaba cuando iba a volver y siempre le contestaba que pronto. Se me rompia un poco el corazon cada vez que lo escuchaba, pero el cambiaba de tema al momento y me contaba cualquier cosa a la que yo prestaba total atencion. Oscar y Nuria se las apanaron bastante bien, mi cunada pidio una reduccion de jornada que le permitia pasar mas tiempo con el nino y, a su vez, invertir en lo que una vez dejo aparcado: su trabajo como maquilladora profesional. Candela me echaba de menos como la que mas, habia venido a visitarme unas tres veces desde que me fui. Cada vez estaba mas cansada de su trabajo, era algo que hacia por inercia, pero aun le daba miedo apostar por algo diferente, algo que ella realmente quisiera hacer. Por otra parte, estaba aprendiendo a respetarse y quererse un poco mas, a dedicarse tiempo y crecer, era algo que admiraba de ella. En cuanto a Hugo, sabia que estaba bien, me lo dijo en algun mensaje que intercambiamos y Candela, que se refugio mucho en el cuando me fui, me aseguraba que asi era. La boda seguia hacia delante y con ello sus planes de futuro. ?Que si lo echaba de menos? Mentiria si dijese que no, sin embargo, es como si sintiera que ambos lo estabamos haciendo bien, quiza porque estabamos creando una calma ficticia, imaginaria, antes de volverla a romper. Capitulo 1 <> Me desperece y remolonee un rato en la cama mientras me llegaba el olor a cafe recien hecho. Matias era una de esas personas que preferian la cafetera italiana y que el olor a cafe tostado inundase la casa antes que someterse a un cafe de capsula. Por si os lo estais preguntando, no, Matias y yo no teniamos una relacion seria, simplemente intentabamos fluir, haciamos cosas juntos de vez en cuando y lo pasabamos bien. Yo diria que nos entendiamos en muchos aspectos, y aunque nunca me presiono ni saco el tema de conversacion mas que algun comentario al aire, se que a el le gustaria que siguiesemos fluyendo mas... a menudo. Algo como dejar mi cepillo de dientes en su casa y viceversa para no cargar con una bolsa cada vez que haciamos planes, pero yo lo tomaba como un paso mas, me asustaba y tiraba balones fuera. A veces, cuando la conversacion se acercaba, maniobraba con un beso y conseguia que nos olvidasemos de ello. Decidi levantarme de la cama y me fui directa al bano a poner en orden mi pelo y lavarme los dientes. Cuando estuve, volvi a mi habitacion, agarre la camisa de Matias para cubrir parte de mi desnudez y me la puse. Sali al salon, lo encontre con un pantalon liviano de pijama, apoyado en la barra de la cocina mientras consultaba su movil. Dejo de mirarlo en cuanto noto mi presencia y esbozo una de esas sonrisas descaradas con las que lograba que me sonrojase. --Buenos dias, Bella Durmiente --dijo apartando su cafe a un lado y colocandome entre sus piernas. Me saludo con un beso casto en los labios y me apoye en el hueco de su cuello--. Vaya, ?te has levantado retozona? Ronronee acariciando su piel con la punta de mi nariz y me estrecho aun mas contra si. --Matias... ?Que haces aqui conmigo? Todavia me lo sigo preguntando. Lo hacia porque el era un hombre pragmatico, profesional, detallista y un amante de categoria mientras yo... Yo era un desastre que vivia de ahorros y pequenos trabajos a la espera de que ocurriese un milagro. --Alejandra... --Levanto mi cara y me miro con esos ojos de un profundo azul--. Me siento bien contigo, ya te lo he dicho mil veces. --Mirate y despues mirame a mi. Por favor, es como si yo fuera la Sirenita macarra y tu el principe Eric con un palacete convertido en atico. Matias se rio y nego con la cabeza, divertido. --Olvidate de los mil motivos que te alejan de mi y piensa en los que te acercan. --?A parte del sexo? --A parte del sexo. Me quede pensativa y me mordi el labio. El sabia que yo era de las que cocinaban los sentimientos a fuego lento, muy, muy lento, especialmente cuando aun no habia olvidado a quien ya sabemos. Eso de que un clavo saca a otro clavo es mentira, ni lo saca ni lo sustituye, solo hace de ese vacio algo mas llevadero. --Tengo que entrar a trabajar en un rato, ?me devuelves mi camisa? --Ni hablar, me queda mejor que a ti. --Nos reimos y le rodee el cuello con mis brazos para acercarlo y juntar mis labios con los suyos en un beso que, segundos despues, dejo de ser inocente. --?Me vas a hacer quitartela? --Me miro con lascivia y mordio mi labio inferior. --Te espero en la ducha. --Me fui tras guinarle un ojo y lo deje terminando aquella taza de cafe. Las mananas de lunes eran, como decirlo, un asco. Olivia, mi amiga y agente, decidia que era dia de vernos para hacer cosas de provecho y asi poder localizar los castines que estaban abiertos. Llegue tarde a aquel Starbucks, tarde y atontada, para que negarlo, el agua y los orgasmos de buena manana eran un somnifero mas que un chute de energia y una patada en el culo. Cuando entre la localice en una de las mesitas con dos comodos sillones, ya que soliamos hablar largo y tendido. Olivia y yo nos conocimos cuando ambas estabamos terminando nuestras carreras, vino al musical que se estreno en mi promocion y se ofrecio desde un primer momento a ser mi agente. Recuerdo que me dijo que iba a parecerme algo de locos, pero que sin conocerme ya creia en mi. Poco despues comenzamos a trabajar juntas y no tardamos en depositar la confianza de la una en la otra, el problema fue que un tiempo despues... Bueno, ya sabeis lo que paso. Por eso, en cuanto volvi a Madrid no dude en llamarla. Me sorprendi cuando me conto que durante varios anos ella tampoco trabajo de agente, se habia dedicado a hacer varios cursos, le encantaban los idiomas, y acabo trabajando como profesora en una academia hasta que se quedo embarazada. Le propuse que volviesemos a trabajar juntas, yo necesitaba una agente y ella vio la oportunidad de volver a retomar todo aquello que una vez dejo y que echaba de menos, asi que volvimos a conectar en una especie de tandem que se extendia mas alla de lo profesional. --Buenos dias, Oli. ?Como esta mi pequenaja? --pregunte acariciando su ya abultada barriga. --Me ha dado una noche horrible, no pienso comer mas chocolate despues de las doce, le gusta demasiado, y lo peor es que me lo hace saber en forma de patadas --se lamento--. No aprendo. --Dile a Ivan que te lo esconda. Eso si, luego no lo amenaces de muerte si no te lo da. Nos reimos, me escape a la barra a pedir nuestros cafes y volvi minutos despues sentandome frente a ella y tendiendole su descafeinado. --?A que se debe hoy tu retraso? --Matias..., ya sabes. Olivia dibujo una sonrisa comprensiva. --Lo intenta. --Y lo aprecio. De verdad, lo hago, aunque aun me cuesta... --Me frote la sien y mire a Olivia --. Es como si sintiera que no es el mejor momento, pero cuando estamos juntos todo va bien. --Piensas demasiado, Ale, tanto que parece que no eres consciente de que no solo Matias lo esta intentando, sino que tu tambien. --Acaricio mi mano en un gesto carinoso y saco su agenda en la que tenia apuntadas mil fechas en un monton de colores a cual mas fluorescente. Estuvimos hablando de ese anuncio en el que participe, de la campana de publicidad que hice con una marca de zapatos y, en especial, de las audiciones fallidas a las que me presente desde que volvi. Le exprese un poco ese desaliento que me agitaba cuando algo se me resistia hasta que, finalmente, ambas nos recordamos que este mundo era asi de incierto, parecia que no cabian las seguridades en el. --Ayer publicaron una nota de prensa. Al parecer van a hacer una adaptacion de la pelicula Por primera vez. No se si sabes cual es, yo la vi hace anos y la verdad es que me gusto. --?Cuando es la audicion? --El dieciocho de mayo --contesto mientras subrayaba la fecha. --En poco mas de un mes... --Di un sorbo a mi cafe y rasque nerviosa ese carton que lo rodeaba. --Tienes que intentarlo, Ale. Yo confio en ti, si no ?que iba a hacer aqui con un bombo de cinco meses? Me hizo sonreir y asenti. Olivia se habia convertido en ese apoyo que necesitaba alli, ella me rescataba cuando me invadian sensaciones poco amables que me hacian dudar de lo que era capaz. Habian pasado muchos anos desde que nos vimos por ultima vez, pero decia que nada de lo que yo era habia cambiado, que seguia teniendo esa luz por la que desde que nos conocimos sintio que tenia que acompanarme ya que, segun ella, iba a llegar alto y lo queria ver. Cuando salimos de la cafeteria dimos un paseo por la Gran Via, me obligo a entrar en una de esas tiendas que tenia cositas en miniatura y a la que no se podia resistir. Cada vez que ibamos salia con algo para Alma, aquella vez fue un conjunto playero de lo mas mono. --Ay, Alma, tu madre no tiene remedio. --No puedo esperar a verla con estas cositas. Voy a esconder la bolsa, como Ivan vea que le compre algo mas me echa de casa. --Tienes muy poca fuerza de voluntad. --Ni te lo imaginas. Tan poca que mira como acabe aquella noche. --Miro hacia su barriga y me rei. Anduvimos hasta la estacion de metro y nos despedimos alli, prometiendole que la llamaria para comer un dia de esa semana. Al llegar a casa recogi todo lo que no me dio tiempo por la manana y me sente en el sofa mientras esperaba a que el suelo se secara. Mi telefono comenzo a sonar apoyado en la barra de la cocina, tuve que saltar del sofa a la silla, apoyar las rodillas en la pequena mesa y estirar uno de mis brazos hasta que lo alcance. --?Si? --respondi con la respiracion agitada. --?Te he chafado un polvo? No me digas que te he chafado un polvo. --No, mas bien ha sido un intento de <>. --Un dia de estos me llaman diciendo que te has roto la crisma por ahi. --Hoy no ha sido el dia, sali victoriosa. --Nos reimos y volvi al sofa--. ?Ya es tu hora del almuerzo? --Podria decirse que si. Mire el reloj y agite la cabeza.

  • Algodon de azucar de Jane Seymour

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    Yo era una chica normal y corriente hasta que se cruzo en mi camino una estrella de Hollywood. De pronto lo tenia todo: lujo y riqueza., pero tambien lo peor de ese mundo.

  • Eclipses de Jose Maria Maza Sancho

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    Los fenomenos astronomicos nos han obsesionado desde tiempos inmemoriales, en especial los que se vinculan con el Sol, fuente principal de energia de nuestra Tierra. Por eso los eclipses tienen un lugar especial en la historia de la humanidad, y el hecho de que ocurran dos durante los proximos anos ha motivado al profesor Jose Maza a introducirnos en el tema.

  • Cain. la sombra de un caido de Cristo Alcala

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    El carrusel gira. De pie y frente a el, lo observo maravillada. Miro a mi alrededor algo confusa. Porque no se, si es de dia o de noche. Pero el carrusel brilla con sus luces encendidas, por los pequenos focos que en hilera y uno al lado del otro, lo forman y rodean como si fuera esto ultimo. Decorando y sobre el, los caballitos en madera que solo de eso se componen y suben como bajan, desde su eje multicolor y al compas de la musica. Melodia que me recuerda a la cajita de joyas que tenia mi abuelita. Y cual, abriendo esta. Su cancion brotaba de forma suave y pausada mientras una pequena bailarina clasica giraba sobre ella. El carrusel es dorado con sus disenos alegres e infantiles. ?O de oro? Y sobre el medio de este, mientras rota de forma alegre. Un gran arbol de frutos. Un manzano. Muy dentro mio, presiento a verlo visto alguna vez. No lo se. Creo. Pero su grueso tronco con sus ramas y frutos rojos, me es familiar. Aliso mi vestido blanco que llevo puesto para luego con mis manitos entrelazadas por delante dar unos pasos hacia el carrusel, algo timida. Porque es hermoso y te invita a jugar con el. Te llena de paz… Extiendo mi brazo para montarlo, pero en ese momento un llanto llama mi atencion. Crei que estaba sola. Pero, no. Hay un nino y solo un poco mayor que yo. Que en un rincon sentado en el suelo, rodillas desnudas y contra su pecho abrazado a si mismo; llora. Aunque su rostro lo tiene oculto contra el, puedo sentir su dolor y sus lagrimas. Mucho. Como si fueran mios… No lleva ropa, mas que unos pantalones cortos del color de mi vestido. ?Sus lagrimas de dolor, sera por frio? --?Por que lloras, nino? --Pregunto de forma dulce, acercandome e inclinada a el. No me contesta como tampoco eleva su rostro para mirarme. Pero al sentir mi voz, deja de hacerlo. Y un rubor sube a mis mejillas, al sentir su rechazo y juego con un pie en el suelo a la espera. Pero, solo silencio. La melodia del carrusel me llama y me volteo a el sonriendo, mientras me saco el abrigo que me cubre tambien de tono blanco y se lo apoyo sobre sus hombros desnudos. El contacto suave. Calido. Y contra el frio por su textura. Lo hace estremecer y con asombro levanta su barbilla para mirarme, pero sin moverse de su postura. Y para sorpresa mia. Sus ojos son del mismo color de su pelo, algo largo como desordenado. Un plata ceniciento. Hermosos. --Gracias… --Murmura calido. Y extiendo mi mano hacia el. --Ven. --Digo y sin dudar, acepta. Y siento que las luces del carrusel brillan mas fuerte, al entrelazar nuestras manos. Su lindo rostro infantil, hace una mueca curiosa. --?A donde? --Pregunta, incorporandose y sin sacarse mi abrigo sobre sus hombros, mientras se deja llevar por mi y limpia sus lagrimas con el dorso de su otra mano. Le sonrio y senalo el carrusel. --!A montarnos! --Exclamo alegre y por notar que su llanto fueron reemplazado por una timida sonrisa--. Me llamo Sandra… --Me presento. --Septiembre… --Repite, el mes que nos encontramos. Rio con ganas y negando. --No, Septiembre… --Miro a sus ojos plata. --…Sandra… Ahora, el niega. --Para mi, Septiembre… --Dice dulce y timido. Pero decidido. Y mi carcajada infantil, se siente. --Esta bien… --Le murmuro sin soltar su mano--… Septiembre, entonces… --Acepto su forma de llamarme. Y algo golpea mi pecho al decirlo, por sentir mi nuevo sobrenombre en voz alta por mi. Y lo confirma su sonrisa de satisfaccion. Notando. Que esa presion en mi pecho. Es como un sello. Y su mirada sonriente. ?Al igual que el arbol frutal, familiar? Sacudo mi cabeza, porque no puede ser. Somos ninos y lo acabo de conocer. --?Cual es el tuyo? --Pregunto, caminando con el a mi lado. Siendo por la poca edad que parece llevarme, mucho mas alto que yo. Sus pies descalzos se detienen y se cubre mas con mi abrigo, borrando esa linda sonrisa que dibujaban sus labios. --Por eso lloraba… --Susurra triste. --…no recuerdo nada… Oh. Y mi abrazo de consuelo repentino, lo estremece. Porque lo necesita. Senti, la necesidad de hacerlo. --No importa… --Digo apartandome de el y tirando mi rubio pelo hacia atras, pero sin soltar su mano. --…voy ayudarte a que lo descubras… - Le digo convencida. Y sus ojos claros de color casi blanco y ceniciento como su pelo, se abren y un rubor en sus mejillas se iluminan, pese a su palidez. --Septiembre… --Solo repite ese sobrenombre que me puso, sorprendido ante ese contacto, mirandome a mi, para luego mis bracitos envueltos sobre el. Entre feliz. Asustado. ?Y agradecido? Pero no le doy tiempo a ninguna emocion, porque no deseo volver a verlo triste. Yo no quiero, verlo nunca mas asi. Y lo jalo, sonriendo con la musica invadiendo el lugar con nuestras risas y con ella, disfrutando sobre los caballitos multicolor de madera al montarnos al carrusel. Me giro del mio sobre mi hombro y riendo, para ver al nino de cabellos y ojos color plata detras mio sobre otro. El tambien, rie. Mucho. Ambos lo hacemos felices al ritmo bajando y subiendo de ellos. No se, si esto es un sueno o no. Elevo mi mirada al techo multicolor y con su dorado luminoso del carrusel, sobre nuestras risas de felicidad. Y le ruego. En realidad al cielo, sobre el. A Dios. Que yo, quiero. Le pido con mi alma. Que no lo sea. Y bajo mi pedido, por ese ruego. Y ambos nos miramos asombrados por eso. Que el carrusel con sus luces. Y cientos de plumas blancas, caen como si fueran delicados copos de nieve en suspension, bajando por su delicada suavidad. Brilla, mucho mas… Capitulo 1 El par de hielo, flota en miBourbonen un clasico vaso de whisky y con pequenas gotas de miel. Intenso y con cierto dejo dulce, pero sin quitarle su origen escoces como antonomasia de toda la vida de una unica cebada malteada y pura, sintiendo su choque y sostenido este, por mis dedos acoplandose al sonido del agua por estar sentado fuera de un pintoresco bar y a pocos metros de la costa, que por el movimiento con su suave oleaje chocando con ella, como gran y paradisiaco lugar turistico como veraniego que es. Que por su hora y sobre el ocaso. Como un pendulo en su color fuego en tonos naranjas, dorados y ocres, se oculta sobre el horizonte maritimo. Haciendo que pierda mi mirada plata, detras de mis lentes de sol que llevo puesto al paisaje nautico y playero, como gente disfrutando de este e interrumpa mi lectura del libro que sostengo en mi otra mano y apoyandolo, en una pierna cruzada sobre la otra con cierta postura como aire elegante y mi por demas, fino traje en tres piezas que llevo puesto en su negro oscuridad y de corte sastre europeo conforme a la temporada. Pero, muy acorde pese al lugar. No lo mal interpreten, por favor. Dejenme explicarles. Pese a estar en un sitio llamenlo playero. Vacacional. O de descanso y asueto, que por su clima tropical como paisajes y plazas, conformadas por prestigiosas cadenas hoteleras que superan las cuatro estrellas sin titubear. Y donde es eleccion, tanto de familias para distenderse de sus obligaciones rutinarias o puede laboral como social y hasta de ejercitos juveniles con sus hormonas a flor de piel en sus periodos de descanso para venir. Sonrio. Para disfrutar del dia a dia con sus playas y mujeres a la orden de estas, en sus sugerentes bikinis o del abuso excesivo que la noche con sus fiestas y juergas. Que otorgan. Sonrio mas. Y te llevan. A la tentacion. Puedo vestir armonico al lugar en que me encuentro, que bajo su musica calma como tranquila que rodea y envuelve el recinto a la ocasion incitando e invitando a ello. A la elegancia. Por ello, no se confundan damas. Ya que, puedo. Si notan mi presencia. ?Como, les explico? Suspiro dando un pequeno sorbo a mi etilica bebida, para luego apoyar mi brazo en la mesa que estoy y mi barbilla en mi puno de forma tranquila, pero sin perder mi postura refinada en la silla mientras pienso. Y mi media sonrisa vuelve, ante el ciento de sinonimos que me han puesto a lo largo de los tiempos, pero eligiendo uno de mis favoritos. Ser un camaleon. Si, como leyeron. Uno de muchos y que varias veces he sentido que me nombran asi. ?Por que, dicen? Simple. Porque, tengo la asombrosa facultad de cambiar. En el nombrado animal, su color. En mi. De acuerdo a las circunstancias que amerite. Su lengua es rapida. Sonrio mas, sobre otro trago a mi whisky. La mia, tambien. Sus ojos por esa gran capacidad de vision, fascinan y desconciertan. Mientras los mios y en su color unico. Mezcla de agua y el tono plata, al igual que el color natural de mi pelo, cual siempre llevo a medio recoger por su cierto largo. Confunden.

  • Cuchillo (Harry Hole 12) de Jo Nesbo

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    EL CASO 12 DE HARRY HOLE.

  • La estrategia del cocodrilo de Katrine Engberg

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    Katrine Engberg cambia los pasos de danza por giros literarios inesperados.

  • Como no escribir una novela de Howard Mittelmark

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    En Como no escribir una novela, Howard Mittelmark y Sandra Newman aplican sus anos de experiencia como editores y escritores para identifi car los 200 errores mas comunes que cometen los escritores y ensenarnos como evitarlos. Muchos libros ofrecen consejos sobre como escribir bien. Este no es uno de ellos.

  • A Escocia con amor (Quilts&Quilts 1), Patience Griffin de Patience Griffin

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    Caitriona Macleod renuncio a su carrera como periodista de investigacion para ser la perfecta esposa. Tras encontrar a su marido muerto en la cama de su amante, Cait esta devastada y deja chicago para volver a su lugar de nacimiento, al que no ha vuelto desde que era nina. Espera poder curarse y volver a conectar con ella misma.
    Lo ultimo que esperaba era encontrar en Grandigow al hombre mas sexy que nunca haya visto. Tal vez ha tropezado con el billete necesario para reavivar su carrera como periodista, siempre y cuando su corazon no se interponga en su camino.
    Graham Buchanan es una estrella de cine con muchos secretos. Nativo de Gandiegow, se esconde muchas veces en su pueblo natal para descansar de los rodajes. Ademas, tiene un hijo por el que haria cualquier cosa solo para protegerlo, pero Cait Macleod es demasiado atractiva, incluso para ser periodista.

  • La Dama y La Bestia de C.s Luis

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    Evelyn es una reina dedicada, gobernada por deberes reales y leal al clero. Pero son estas las mismas reglas de las que desea separarse.
    Mientras da un paseo se encuentra en las ruinas de un antiguo castillo, perdida en los placeres sucios de sus deseos y excitada por el descubrimiento de su cuerpo despertando.
    Cuando es seductoramente obligada a someterse por una criatura parecida a una bestia, esta convencida de que sus suenos ya no son meras fantasias.
    Abriendo asi un mundo completamente nuevo que ella habia anhelado profundamente. Mientras tanto, sin que Evelyn lo sepa, todo su clero ha estado ocultando una fantasia sexual propia y podria ser un secreto que Evelyn podria arrepentirse de descubrir.

  • Besame primero de Lottie Moggac

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    ?Dejarias tu vida para asumir la de otra persona?
    Una intensa opera prima sobre los peligros del mundo online.

  • El sueno de Sancho de Manuel Lozano Leyva

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    ?Ver para creer o creer para ver?

  • Tu eres lo que deseo de Moruena Estringana

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    Kennan y Bell han sido amigos desde la infancia. Su amistad fue siempre prohibida, marcada por una diferencia de clases sociales. Pero aquello no impidio que cayeran presos de un amor adolescente que no pudieron confesarse antes de que la vida los separara. Anos mas tarde, en el momento en el que Bell descubre que su marido la engana con otra, Kennan regresa. La vida de Bell se trastocara por completo: el recuerdo de su amor de juventud vuelve con fuerza, aunque al mirar a los ojos a Kennan no vea reflejado al dulce chico que la enamoro. Ella necesitara averiguar que le paso, por que ha cambiado tanto.

  • Corre de Celinda Labrousse

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    El juego

  • F*llame como si salieras de la carcel de Jorge Borges

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    Toda mi vida he sido su protegida.
    Desde los 16 anos.
    Ahora tengo 21.
    Erik lleva 3 anos en la carcel.

  • La inocente pregunta de Fuencis de Marisa Maverick

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    La inocente pregunta de Fuencis es una novela donde la protagonista nos narra su historia a su manera y con otro tempo, ademas de regalarnos una primicia. Pero es mejor que ella os lo cuente…