• tormenta en la habana clive cussler - Clive Cussler

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    Dirk Pitt regresa en esta nueva y emocionante novela del maestro de la aventura, el autor superventas mundial Clive Cussler.

  • TORMENTA EN LA HABANA (DIRK PITT 23) | CLIVE CUSSLER

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  • Tormenta en La Habana - Libro de Clive Cussler - Lecturalia

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    Resumen y sinópsis de Tormenta en La Habana de Clive Cussler. Acción y aventura sin fin en el mar en la entrega vigésimo tercera entrega de la serie «Dirk ...

  • Tormenta en La Habana (Dirk Pitt 23) | Penguin Libros ES

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  • Si me traicionas (Los hermanos MacCarrik), Kresley Cole de Kresley Cole

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  • El Beneficio de la Duda de Flor M. Urdaneta

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    Laurel Moore es una abogada exitosa, decidida y tenaz. La vida le ha ensenado a no confiar en nadie, mucho menos en los hombres.

  • Tu ley es mi salvacion de Alexandra Granados

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    “Las ultimas palabras que pronuncio dirigidas hacia mi, las tengo grabadas en mi memoria a fuego candente. Murio en mis brazos, y Dann no creyo en mi inocencia. En cuanto me encontro, me puso las esposas y me envio directamente al calabozo. Ahora estoy lista para enfrentarme a mis demonios y a mis pecados. Estoy decidida a enfrentarme a todo con tal de que la verdad salga a la luz, pero ?podre hacerlo? ?Triunfara la justicia o quienes me han metido en todo esto, se saldran con la suya? ?Estare condenada o el amor que siento por Dann me salvara de todo?
    El final ya esta aqui y aun nadie ha dictado mi ultima sentencia”.

  • Los anos que amamos locamente de Rosa Villacastin

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    Una cronica imprescindible, atrevida y desvergonzada de la Transicion espanola.

  • Tiempo roto de Margot Chamorro

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    Sigue viva entre nosotros la memoria de la Guerra Civil, y tambien la de los largos y crueles anos de la posguerra; una epoca gris y amarga, sobre todo para quienes tuvieron que ver como sus ideales quedaban aplastados. Ese es el tiempo roto del que se nos habla en este emotivo libro. Visto a traves de los ojos de Margot Chamorro, una nina nacida entre los vencidos, es un relato testimonial que, con su apasionada sinceridad, nos llega directamente al corazon.

  • Lucia en la noche de Juan Manuel De Prada

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    Alguien dijo que los angeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejandonos con la sensacion de que, quiza, nunca estuvieron a nuestro lado.

  • La consentida de la Reina de Sophie Saint Rose

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    Lady Marian Andover, ahijada de la Reina Victoria, antes de su presentacion en sociedad conoce al Marques de Brentwood en un baile de mascaras poco recomendable. Encandilada por el atractivo libertino decide que sera su marido. Tanto si quiere, como si no.

  • El susurrador de Donato Carrisi

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    Goran Gavila, jefe de un equipo de criminologos, se enfrenta a uno de los homicidios mas misteriosos y perturbadores de su carrera: seis brazos derechos que conducen a cinco cuerpos. Pero ?a quien pertenece el sexto? Mila Vasquez, una investigadora especializada en la busqueda de personas desaparecidas, se une a las pesquisas. Los metodos del asesino no se parecen a nada de lo que han visto antes y cada vez que creen estar acercandose al culpable, en realidad se adentran mas y mas en un juego de pesadillas, aceptando un continuo desafio que los obligara a mirar hacia la oscuridad que todos llevan en su interior.

  • Un asunto demasiado familiar de Rosa Ribas

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    La agencia de detectives de Mateo Hernandez tiene su sede en una centrica calle del popular barrio barcelones de Sant Andreu. Alli, junto a Mateo, trabajan sus hijos Marc y Amalia, y un asistente, Ayala, encargado de los trabajos mas sucios. A veces, ademas, colabora de una forma peculiar Lola, la mujer de Mateo, cuyas intuiciones sobre los casos suelen ser desconcertantemente certeras. Hasta hace unos meses tambien formaba parte del equipo Nora, la hija mayor del matrimonio, pero en la actualidad se encuentra en paradero desconocido; una preocupacion que, como un silencioso cancer, esta erosionando la convivencia de la familia. y de la empresa.

  • La catedral del mar, Ildefonso Falcones de Ildefonso Falcones

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    Una catedral construida por el pueblo y para el pueblo en la Barcelona medieval es el escenario de una apasionante historia de intriga, violencia y pasion.

  • La llave de mi destino, Karol Miller de Karol Miller

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    Manuel Baena es un doctor malagueno que pide su traslado a Londres para conseguir al amor de su vida, Alisa MacLeod. Ella es una joven reacia al compromiso, pero tampoco quiere que otras mujeres disfruten de la compania de el.
    Vanesa es una joven universitaria, alegre y divertida, que pasara las navidades con su hermano Manuel en Escocia junto con los amigos de este, los hermanos MacLeod. Alli conocera a Ian, el espiritu libre de los MacKenzie.
    ?Se hara Manuel con el amor de su vida? ?Descubrira Vanesa a un Highlander en sus navidades en Escocia?

  • Besos bajo la lluvia, Joana Arteaga de Joana Arteaga

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  • Los cuerpos de la habitacion roja de Inigo Aguas

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    Me llamo Eric y tengo tres normas:
    Nadie puede descubrir mi secreto.
    Solo podemos hacer el amor dentro de la habitacion roja.
    Y la mas importante, no voy a enamorarme de el.

  • Lady Sarah (Lady`s 2) de Jane Mackenna

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    Desde que Sarah conocio a James el cunado de su hermana Brianna, se enamoro perdidamente, pero su amor no era correspondido, por lo que al ver su amor despreciado, toma una decision drastica matando asi cualquier posibilidad.
    James por su parte conoce a Helen McBree de quien se enamora, luego de pensar que no volveria a amar a otra mujer que no fuera Brianna, su cunada.
    Sin pensarlo demasiado se casa con ella y asi comienza lo que el piensa sera un amor de esos que duran para siempre, conoce la felicidad y en vispera de su primer hijo, la vida le arrebata a la mujer que ama, sumiendolo en la pena y el dolor.
    Pero los caminos de James y Sarah se volveran a cruzar cuando ella decida tras la muerte de su esposo, dedicar su vida a Dios.
    James ira por ella en un intento por resarcir el dano ocasionado en el pasado.
    ?Lo hara por sentimiento de culpa? ?Podra salvar a Sarah de otra errada decision? Ambos descubriran que hay que perderse para encontrarse.

  • Dia de San Valentin de. 3 de Lisa Aidan de

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    Hacia unos ocho anos que Sandra compartia piso con la siempre delgada Silvia, de ojos pardos casi como el pelaje de un oso, su estomago bien podria ser el de uno porque por mas que comiera, y no era de las que tenian miramientos por las calorias, siempre permanecia en el mismo rango de peso, y con Marta, la amiga alta y rubia del grupo, esa a la que nada mas pisar una discoteca, el resto de mujeres odiaba automaticamente. Las dos eran modelos y actrices cuyas carreras habia dado una buena vuelta de tuerca durante el ano anterior. Decidieron viajar juntas a varios castings en otros paises de Europa y se apuntaron en agencias de modelos internacionales, dentro y fuera de Espana, sus agendas empezaron a llenarse poco a poco, mas que antes, con trabajos mejor remunerados. Claro que, desde entonces tambien debian viajar mas. Andrea, otra de sus amigas y a la que parecian haber adoptado pues pasaba mas tiempo alli que en su casa, tambien habia visto como la vida empezaba a sonreirle de nuevo los pasados meses. Encontro trabajo de lo suyo, era disenadora grafica; al principio fue algo temporal, pero luego empezaron a llamarla de anteriores trabajos para que realizara tareas aqui y alla, los clientes que pedian sus servicios cada vez eran mas importantes y termino fichando por una empresa extranjera que pagaba la mar de bien. Y no tenia que desplazarse por lo que acabo instalando oficialmente un despacho en su casa. Habia vuelto a cambiar su color de cabello, ahora lo llevaba morado claro con mechas rosas y violetas, mas oscuras conforme se aproximaban a la raiz, y como aquel color conjuntaba con sus ojos azules, habia dejado de usar las lentillas. Al menos durante un tiempo. O eso decia ella. Con Becca triunfando como autora de exito internacional en Estados Unidos, su grupo parecia pasar por un bache separacional importante. Esta bien, de acuerdo, aquella palabra no existia, pero deberia. Sandra sentia el vacio de sus amigas cada dia, mientras en su trabajo todo se mantenia exactamente igual. Era administrativa en un bufete de abogados y eso estaba bien, era un trabajo fijo, estable, seguro y todo eso pero sin ningun aliciente. Y la falta de las locas de sus amigas alrededor, encerradas en sus propias burbujas laborales, hacia tiempo que habia creado un hueco en su vida muy dificil de rellenar. La primera en volar fue Rebecca, le siguieron las modelos Marta y Silvia y lo de Andrea fue algo mas paulatino pero ella… permanecia alli, estancada, anclada a su vida de nueve a seis. Al lado del suyo, cualquier trabajo parecia mas emocionante. La separacion de su grupo, momentanea, se repitio, le habia hecho pensar y darse cuenta de algunas cosas; en primer lugar: de lo mucho que dependia de sus amigas para casi todo. Desde hacer las compras, pensando en sus preferencias, a encargar comida a domicilio o ir de tiendas. Estaba muy sola tambien, eso era algo a lo que, hasta entonces, no presto ni la mas minima atencion, no le habia dado importancia siquiera. Si tuviera un novio, al menos podria compartir sus cosas, sus secretos, suenos y trivialidades con alguien mas aparte de las chicas. Su vida junto a ellas tenia todos los condimentos que echaba de menos; sin ellas, era monotona y sin chispa. --Sandra, ?acudiras a la fiesta de la oficina este ano? --?Eh? ?Que fiesta? --La de San Valentin, mujer. Ya sabes que al nuevo jefe le agrada mantener las tradiciones de su otra sucursal y hermanarlas de ese modo. Dicen que este ano sera mejor que la del ano anterior. Era cierto, ese habia sido un cambio. Hacia cinco anos los puestos de trabajo de todos en la oficina pendieron de un hilo al conocer que un grupo extranjero queria comprar la empresa para la que trabajaba. Sus anteriores jefes cogieron la pasta y, como ella predijo, salieron corriendo sin echar la vista atras ni mirar por sus trabajadores. Por suerte, el nuevo dueno cubrio sus pagas extras, a pesar de no tener necesidad alguna de hacerlo. Desde ese momento se convirtio en el heroe trajeado de cada persona del despacho. Lo idolatraban aunque no lo hubieran visto nunca. De hecho lo unico que hizo fue traer a un director de su sucursal en Atlanta. ?Que llevaba a un hombre, un abogado, rico de Atlanta a comprar una empresa mediana de abogados? Era un misterio que estuvo en boca de todos mucho tiempo, pero en la actualidad nadie se lo cuestionaba. Bajo la tutela del nuevo director, habian crecido e incluso aumentaron la plantilla y el numero de clientes. Algo debian estar haciendo muy bien. Con todo, por mucho que eso hubiera sucedido cinco anos atras, sus companeros de oficina lo seguian llamando: El nuevo jefe. Y ahora llegaba de nuevo esa fecha del ano en que todos los trabajadores estaban invitados a una fiesta el dia de San Valentin. Sandra solia escaquearse de asistir y lo celebraba con las chicas, saliendo a tomar algo o quedandose en casa para ver una maraton de peliculas romanticas con litros de helado y panuelos. Pero ese ano… Ni siquiera sabia cuando volveria a verlas de nuevo. --Lo pensare. --Ah, es verdad. Seguro que tus amigas y tu salis a quemar la ciudad esa noche --repuso Adela, su companera mas veterana, una mujer de casi cincuenta anos con uno de los espiritus mas jovenes que habia conocido. --En realidad todavia no lo… sabemos. Se dio cuenta a tiempo de que si decia de buenas a primeras que no tenia plan alguno, era muy posible que se viera arrastrada en contra de su voluntad a la fiesta de la empresa y no queria verse en ese brete, por lo que reacciono a tiempo decorando un poco su respuesta tras un momento de duda. --Esta bien, estaria muy bien que vinieras. Asi podrias asistir por primera vez, creo que eres la unica de toda la oficina que no ha ido nunca. --No sera para tanto… Lo cierto era que toda la oficina hablaba y especulaba acerca de la fiesta. Era algo continuo, el tema de conversacion favorito de sus companeros, aunque ella no era capaz de inmiscuirse en toda aquella excitacion y dicha, mucho menos desde que era consciente de cuan insignificante e insulsa era su vida. Ya en casa el catorce por la tarde, habia hecho una compra de varios litros de helado y busco en la television de pago algunas peliculas para ver mas tarde. No pensaba salir. Decidio que lo mejor seria rebozarse un poco en su patetico dolor y en su soledad. Si pensaba en ello no era la unica que tendria un dia de los enamorados de pena. Rebecca habia llamado, se dirigia a Italia para una reunion de trabajo con su agente que ya la esperaba alli. Si habia algo peor que estar solo, era tener pareja y estar cada uno en una parte del planeta pasando aquel dia, dedicado al amor, separados por miles de kilometros como le ocurria a su mejor amiga. En pijama, escogio uno de los sabores de helado y se tiro en el sofa dispuesta a dejar pasar el resto del maldito dia. Se sentia empachada del dichoso Valentin. Su empresa hacia una semana que estaba decorada con corazoncitos y querubines aqui y alla. El telefono sono, detuvo la pelicula pulsando el boton de pausa, clavo la cuchara en el helado de vainilla con cookies que estaba comiendo como si fuera la Bridget Jones espanola y respondio sin muchas ganas. --!Sandy! Que la reunion era una tapadera. !Craig acaba de pedirme que me case con el! --!No jodas! --Se compincho con Astrid para sorprenderme. Ay, Sandra, soy muy feliz ahora mismo. --Se nota, cielo. Me alegro mucho por ti. Disfruta. Aquello era grande, muy grande. ?Que tio movia medio mundo para pedir la mano de una mujer? Pues uno verdaderamente enamorado.

  • Una familia para Elena de Galder Izarzugaza

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    Elena es una joven colombiana de 24 anos, estudiante de enfermeria, con un pasado un tanto convulso y ciertas carencias emocionales. A la vez que intenta sacar adelante la carrera universitaria trabaja en dos sitios para intentar ayudar en la economia familiar: por las tardes trabaja en una tienda de ropa y por las noches da un giro a su vida trabajando de modelo webcam.

  • El corazon de una Campbell de Edith Stewart

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    Colin McGregor ha conseguido salir con vida del paramo de Culloden, no sin gran esfuerzo. Herido, busca refugio en una cuadra donde sus fuerzas le abandonan y cae desmayado.
    Brenna Campbell, duena y senora del castillo de Cawdor, no puede creer que el herido en sus cuadras sea un McGregor. Sabe que si los ingleses lo descubren alli, el clan sera acusado de traicion a la corona. Pero ese no es su unico problema, Brenna tiene que lidiar con las atenciones del capitan Fullarton quien pretende cortejarla. Pero ella jamas se casara con un sassenach, asi que esta dispuesta a pedirle a Colin McGregor, una vez repuesto de sus heridas, que se haga pasar por su prometido para alejar al baron ingles.
    Lo que comienza como una farsa ante los ojos de todos, pronto dara paso a la pasion mas abrasadora.

  • El secreto de tu mirada de Raquelita Gomez

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    Segunda y ultima parte de la Bilogia Secretos. Tracy es una chica alocada que, a sus dieciocho anos de edad, solo quiere vivir la vida y pasarselo bien. Esto se intensifica cuando se abre la posibilidad de viajar a Grecia. Alli conoce a su "amor fugaz de Grecia al que nunca volvere a ver". Pero quiza esa definicion no le agrade tanto al destino como le gusta a ella. Gael es famoso por impresionar y ser impredecible. Su naturaleza le hace querer ser un alma libre, pero lo que no espera es la conexion invisible que tiene con Tracy. Quiza los dos necesiten descubrir lo que es el amor. Quiza los dos esten hechos el uno para el otro. Quiza sean alma gemelas y no quieren darse cuenta.Quiza solo tengan que descubrirse. Eso lo decidira el destino.

  • Tu me salvaras de Angie Garcia Lopez

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  • Naska. El Guardian de Joaquin Perez Ruiz-adame

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    ?Como reaccionarias si descubrieras que en otra vida... hace muchos siglos... fuisteis un rey/reina, o un general, un politico, o un chaman/una bruja o un sabio/sabia o incluso un dios o una diosa? Por que no, ?quien dice que no es posible?
    Alex no ha tenido una vida facil, pero a pesar de todo se ha hecho rico, en tiempo y dinero. Domina una de las profesiones (actividades) mas complicadas que existen en el mundo, el trading intradia en los mercados financieros. Pero algo no va bien. Aun habiendo conseguido su sueno se sigue sintiendo un nino raro e inadaptado. Todo ese malestar le llevara a hacer un viaje, a su pasado mas remoto; la antigua Grecia.
    Una historia de amor. Que te hara reir y reflexionar sobre los mismos temas de siempre. Los que eternamente han existido en cualquier epoca de la humanidad.

  • El adulto de Gillian Flynn

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    El adulto es un original y aterrador homenaje a los cuentos de fantasmas escrito por Gillian Flynn, autora de Perdida.

  • Casualidad o destino de E. Manzanares

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    A veces creemos que la casualidad en la vida nos hace ir hacia un evento que nos cambia por completo el camino que llevamos trazado, otras veces creemos que el destino nos hace cambiar de rumbo en la vida.
    Enamorarse puede ser quizas por una obra del destino o simplemente por la casualidad de estar en el momento y el lugar indicado donde conoceras a esa persona que hara que tu destino tome un rumbo diferente al que tenias planeado.
    La historia de Andrea es tal vez manipulada por el destino, perder de la noche a la manana a su familia no puede ser una casualidad y que tuviera que tomar las riendas de todo lo que su padre construyo tampoco debio ser una casualidad. Quizas el conocer una tarde al hombre que le hizo latir desbocado el corazon si fue obra del destino.
    Ella se enamoro de Emilio y el penso que podria manejar su atraccion por ella, sin contar que el destino podria tener marcado que sus vidas un dia se unieran y que fue una casualidad conocerla aquella tarde.

  • Objeto de amor de Edna O'brien

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    Estos extraordinarios relatos de Edna O’Brien, publicados por primera vez en castellano en una edicion a cargo de Marta Orriols, son una muestra brillante de la capacidad de su autora para manejar tramas y para manipular cada palabra con el detalle de una artesana y la delicadeza de una amante.

  • Edith (Las feas tambien los enamoran 3) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Cosas que pasan cuando conversamos de Estrella Montolio

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    ?Que implica que dos personas hablen simultaneamente o se interrumpan con frecuencia? ?De que modo podemos expresarnos asertivamente o defendernos de las agresiones verbales? ?Las formas comunicativas tecnologicas amplian las ventajas del hablar cara a cara?

  • Cambiaste mi vida de Vega Manhattan

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    Emma gimio y, lentamente, abrio los ojos. Volvio a cerrarlos con fuerza. Tras resoplar, se removio un poco, notando que se encontraba en la cama. Un segundo intento y consiguio abrirlos. Suspiro. Le dolia la cabeza. Como si se hubiese golpeado con algo. Y es que conocia muy bien la sensacion, no seria la primera vez. Porque si algo definia a Emma, era su torpeza. Eso y que solia vivir en las nubes. Los moratones que siempre lucia eran una clara evidencia de ello. Lo raro era que siguiese con vida y con todos los miembros de su cuerpo en su sitio. Bien... Ella haria un inciso aqui si leyese esto. Porque en su sitio, donde se dice en su sitio... No era eso lo que ella pensaba cuando se miraba al espejo y se ponia a calcular cuanto tendria que ahorrar para operarse los pechos y levantarlos, para hacer lo mismo con el trasero, a ver si de una vez lucia con mas volumen que una maldita tabla de planchar. Y podriamos seguir hasta el infinito, pero no es eso lo que nos interesa conocer. Al menos no ahora. Asi que volviendo a su extrano despertar... --Mierda --refunfuno mientras se incorporaba un poco, apoyandose sobre sus codos. Tras otro suspiro y sin hacer movimientos bruscos, logro sentarse en la cama. Miro alrededor y... --?Donde demonios estoy? --casi exclamo, asustada cuando se dio cuenta de que aquella no era su habitacion. Ni siquiera era su casa. Joder, !que no conocia ese lugar! !?Y ella estaba en una cama?! Porque estaba en una cama, ?verdad? Palpo el objeto donde estaba sentada. Si, era una cama. !?La cama de quien?! Por Dios, Emma, !piensa! Con los ojos moviendose a la velocidad del rayo, observo la estancia de esquina a esquina. Habia algo que le resultaba familiar, pero la verdad era que, en ese momento, no tenia ni idea de donde se encontraba, no recordaba nada. Y su mente parecia no despertar aun para ayudarla a ubicarse. A ver, relajate, ?que es lo ultimo que recuerdas?, se pregunto a si misma. El sonido de una respiracion a su espalda le puso el vello de punta. Su primer instinto fue gritar y pegar un salto, sobre todo cuando al sentir el aire en su espalda, se dio cuenta de que estaba desnuda. En una cama que no era la suya. Iba a entrar en panico. Y con razon. !Porque no se acordaba de nada! Sin saber como se controlo en ese momento, giro la cabeza muy lentamente mientras su cuerpo temblaba. No sabia que pensaba que iba a ver. O a quien. Pero, desde luego, no esperaba "eso". Emma abrio los ojos como platos, dejo caer la mandibula y se tapo la boca con la mano. No podia ser. Aunque claro, ya entendia por que le resultaba familiar ese lugar. Sabia donde estaba, pero !no podia ser! !No precisamente ahi! !No en esas circunstancias! Un ronquido de "eso" y, entre la incredulidad y el susto, fue entonces cuando Emma boto, levantandose como un resorte, con tan mala pata (y nunca mejor dicho) que, al hacerlo, se doblo el tobillo y acabo en el suelo. No se abrio la cabeza de milagro. --!Oh, joder! --exclamo al caer. --Oh, si, nena. A Emma se le corto la respiracion al escuchar a "eso" hablar. Y ni caso hizo al tono ronco de su voz. !Que va! Miro rapidamente hacia la cama mientras, con las manos, intentaba tapar sus zonas intimas y espero unos agonicos segundos, en los que ni respiraba, para verlo aparecer. Porque si habia hablado era porque estaba despierto, ?no? Joder, !y la iba a ver! ?Y que iba a pensar? Pues lo mismo que ella, !no iba a poderse creer que...! --!Ay, Dios mio! --sollozo en un susurro, martirizada. Los recuerdos comenzaban a volver a su mente y era evidente que habia bebido mas de la cuenta. Lo raro era que no hubiese terminado padeciendo un coma etilico porque para terminar con "aquello" en la cama tenia que estar mas que borracha. !Completamente loca! Ni una cosa ni la otra, la verdad. Un poco achispada, pero bien consciente de lo que hacia. Viendo que "eso" no se manifestaba, espero un poco mas, pero nada. "Eso" estaba dormido. Debia hablar en suenos. Por una parte aliviada y por otra maldiciendo mentalmente a los dioses, a la vida, al universo, al karma y a todo lo que podia tener la culpa de aquella locura, comenzo a levantarse. No, sin antes, recoger su ropa. Esa que estaba tirada por el suelo. Como su bolso. ?Y sus bragas? Ah, si, ahi... ?Donde, por el amor de Dios, estaban sus zapatos? Porque no los veia. A la mierda, descalza que me voy, penso. No le paso desapercibido mientras se vestia a toda prisa (bendita la hora en la que eligio un vestido) que "eso" se habia dado la vuelta. Ya no le podia ver la cara, lo cual, en parte, era un alivio. Pero claro, al girarse, la sabana que cubria sus verguenzas delanteras dejo de cumplir su funcion y no cubrian las traseras. Emma gimio. Mas que nada porque... Joder, ?ese culo es real? Oh, si, el recuerdo de haberlo palpado le llego bien nitido. Puso los ojos en blanco por ese desacertado pensamiento y mas por el recuerdo. Sin poder creerse su atontamiento, se termino de colocar el vestido y metio las bragas en el bolso. No pensaba ponerselas de nuevo. !No pienso ponerme otras hasta que me lave con jabon Lagarto!, penso, volviendo a la realidad. Su abuela lo usaba para todo tipo de "emergencias" y aquella lo era, seguro que valia para sus zonas intimas tambien. Porque si aun tenia alguna duda de que ellos dos... Porque no podian... Pero no la tenia porque se estaba acordando de todo... Pues claro que fue que si, el escozor que sentia ahi abajo era un claro indicio de que ellos dos si. Y de que o fueron muchas veces si o debia de tener algo tan perfecto como su culo que escocia la habia dejado. En realidad fueron las dos cosas... Reganandose, de nuevo, a si misma por semejantes pensamientos y empezando a ponerse morada por no respirar en condiciones por el miedo a que "eso" se despertase, se girase y la viese... comenzo a moverse. Camino de espaldas, sin perder de vista a "aquello", quien yacia placidamente y le ensenaba un culo que ya quisiera ella para si. --Bonito lunar... --suspiro, sin poder evitarlo. Mierda, Emma, espabila, se rino a si misma mentalmente cuando su voz la saco de su ensonacion y se dio cuenta de que se habia quedado embobada, otra vez, mirando ese perfecto trasero. Comenzo, otra vez tambien, a moverse. Sin mucha prisa. Cualquiera pensaria que, en un momento asi, lo mejor seria salir corriendo como alma que lleva el diablo. Eso seria lo mas logico y normal para cualquier persona. Que no para Emma. Porque ella se conocia bastante bien y por eso mismo no se dejaba llevar por el panico. Y no era porque no lo sintiese. Lo sentia y muchas mas veces de la que le gustaria ya que su cuerpo solia correr peligro con tanto golpe y con tanta caida. Y por eso mismo tambien sabia que actuar de una manera tan impulsiva la llevaria a nuevos golpes que terminarian por despertar a "eso". Era la explicacion logica y nada tenian que ver esas mas que divinas nalgas. !Claro que no! Por suerte y despues de casi haberse matado al tropezarse con sus tacones y caer de espalda, llego hasta la puerta de la habitacion. Levanto la mano que tenia libre y agarro el picaporte que estaba a su espalda. Ejercio un poco de presion y... --Quiero que te corras. --Dios, no --gimoteo Emma, espantada. No sabia por que exactamente. Si por el miedo a que despertase y la viese alli o por la excitacion que inexplicablemente le producia esa voz ronca, adormilada, sexy... Y tremendamente insoportable. Pero bien que consiguio su objetivo... !No es el tema! Centrate, Emma, !por Dios!, exclamo una voz en su cabeza. A ver si, por una vez, le hacia caso. --Dios no, nena. Yo. Yo hare que te corras. Mas bien que corra..., penso Emma. Que corra tanto que ni Forrest Gump. Y si no fuera por la situacion y por todo lo que se le pasaba por la cabeza, Emma habria puesto, inevitablemente, los ojos en blanco al escuchar algo asi. Sobre todo viniendo de quien venia. Gilipollas. Y ella... No existia un calificativo que la describiese para haber acabado en la cama, desnuda, con "eso". Centrandose de nuevo en marcharse de alli y en terminar con esa pesadilla, consiguio abrir la puerta, salir, cerrarla, girarse y largarse de alli como alma que lleva el diablo. No sin antes caerse por el camino. Si es que no se rompia la crisma porque tenia un angel de la guarda, que si no... Capitulo 2 Horas antes... --?Y que es lo que quieres que haga? Ian hizo un gesto con el dedo a su amigo cuando abrio la puerta de la casa y lo vio para que entrase tras el. Lucas lo siguio tras cerrar la puerta. --?Con un poco te refieres a que firme esa mierda que me pusiste por delante? --continuo Ian, sin cortarse en absoluto. Y es que asi era el. Un hombre sin pelos en la lengua y al que no le gustaba perder el tiempo. Cansado y frustrado, se dejo caer en el sofa donde apenas llevaba cinco minutos antes de que su amigo llegase, coloco los pies, aun con los zapatos puestos encima de la mesa y suspiro--. No, Pedro, no voy a firmar nada. --?Una copa? --pregunto Lucas. Ian asintio con la cabeza. Una para empezar. --?Que por que no? !Porque no me interesa! --exclamo, levantandose del sofa y cogiendo la copa de whisky que le ofrecia Lucas. A la mierda el relax-- Vamos a ver si lo entiendes. He sobrevivido sin tu cliente y seguire haciendolo. Las condiciones de mi empresa son claras y no negociables. Si quiere trabajar conmigo, perfecto. Si no... Tiene a toda la competencia para elegir --bebio un trago y suspiro--. Pues no me querra demasiado cuando no deja de poner trabas, ?no te parece? Joder, que me conoces. Ni siquiera deberias de estar intentado convencerme de algo que sabes que sera imposible --suspiro--. Que no y punto, ya quieras vendermelo como quieras, la respuesta es "No firmo si no es con mis condiciones". En fin --se apreto el puente de la nariz --, es tarde y tengo visita. No, no voy a cambiar de idea. Habla con tu cliente y explicale bien las cosas. Hazle saber con quien trata. Dile que si quiere trabajar con mi empresa, que firme el contrato que se le dio. Si no, que no me haga perder mas el tiempo. Corto la llamada y tiro el movil encima del sofa. --?Un dia dificil? --Nada a lo que no este acostumbrado --le dio otro trago al whisky--. ?Que haces por aqui? ?Va todo bien? --?No habiamos quedado aqui? --?Quedado? --Ian enarco las cejas y se quedo mirando al chico castano que tenia enfrente. Le dio vueltas a la cabeza, ?que se le olvidaba?-- Hostias, !felicidades! Se acerco a su amigo y le dio un fuerte abrazo. --Gracias. Y menos mal que te acordaste --rio. --Lo siento, tio, es que tuve un dia larguisimo. --?Problemas con el negocio? --En realidad no, solo este cliente que me esta tocando la moral. Las condiciones son las que son. Si no te gustan, contrata a otros. Pero nada, el tipo sigue intentando ver hasta donde aguanto. Ian se dedicaba a la importacion y exportacion por via naval y con lo estrictas que eran las leyes, el no se la jugaba. Su empresa se habia consolidado como la mejor por algo. --Bueno, olvida ya el tema. Y duchate rapido que nos estan esperando. --?Esperando? --Joder, tio, ?en serio no padeces de Alzheimer o algo asi? --rio Lucas-- Lara y Emma deben de estar ya en el restaurante. Ian gimio. Todos los anos igual, ?como podia olvidarse? --?Y por que no las dejas alli? Total, ya las tienes muy vistas a las dos. Podemos irnos por nuestra cuenta. --Mmm... --Lucas hizo que se lo pensaba-- Pues porque si hago eso, duermo en el sofa y no me apetece en absoluto. Tengo una cama bastante comoda y el pecho de mi mujer es mejor aun. --Joder, no tienes que ser tan explicito --resoplo Ian y camino hasta su dormitorio. --Entonces deja de decir gilipolleces. ?Habra alguna vez donde asistas a la celebracion de mi cumpleanos sin poner alguna traba? --pregunto, siguiendolo. Ian abrio el ropero y saco un vaquero y una camisa. Informal. Estaba hasta donde del traje de chaqueta. --No --dijo simple y llanamente, respondiendo a la pregunta de Lucas. --Ya lo imaginaba --suspiro este, divertido. Conocia bien a Ian desde hacia anos y poco lo iba a espantar su caracter a esas alturas. --Viene sola. Ian entro en el bano, abrio el grifo de la ducha y se desnudo, ignorando a Lucas. Lo habia escuchado, pero se haria el tonto. Como siempre que se hablaba de Emma. Porque esa mujer era jodidamente insoportable. Y a el no le quedaba mas remedio que aguantarla por su hermano. A ella y a cada novio que traia, porque siempre estaba cambiando. Mira que se veian poco, un par de veces al ano, pero joder, siempre lo sorprendia con un ligue nuevo. Le duraban poco. Normal, si no habia quien la soportase. Con las manos apoyadas en los azulejos, miro hacia abajo. ?Se puede saber en que momento te has puesto asi?, le pregunto a su pene. Y no, no es que soliera hablar con el, no estaba tan zumbado. Pero esa cosa tampoco estaba normal si se endurecia con el simple hecho de escuchar hablar de ella. Siempre le pasaba, nunca lo entendia y, por eso mismo, siempre se ponia de mal humor. De muy mala hostia ya, se dio un rapido enjuague y salio de la ducha cuando eso volvio a ablandarse. Ya tenia el humor jodido para toda la noche. Siempre era culpa de la misma persona. --?Me escuchaste? --Lucas estaba tumbado en la cama, apoyado en el cabecero. Ian salia con la toalla bien enrollada en su cintura. --No. Lucas puso los ojos en blanco. Eso era mentira. Esa cara no la tenia asi, de repente, por nada. Solo Emma era capaz de cabrearlo por el simple hecho de respirar. El sabia que se llevaban a matar, aunque no tenia ni idea de por que. Y tampoco es que le importara. Porque eran su hermana y su mejor amigo, casi hermano, asi que... Que se jodieran, tendrian que soportarse toda la vida. --Entonces te lo repito. --No hace falta. Tengamos la fiesta en paz. Lucas solto una carcajada. --?Sereis capaces alguna vez de eso? No, quiso decir, pero suspiro. Ya eran mayorcitos para seguir soltandose puyas, pero, al menos el, no lo podia evitar. Era verla y le entraban las mil cosas por el cuerpo. Los demonios se apoderaban de el. Sabia que su actitud incomodaba, muchas veces, a Lucas, pero era superior a sus fuerzas. Dejo caer la toalla al suelo y comenzo a vestirse. Iba a ser una noche muy larga. *********************** --Vaya, estas preciosa --Ian abrazo a Lara, hacia dias que no la veia, habia estado hasta arriba de trabajo y ni tiempo habia tenido para molestar a sus amigos y disfrutar de una de sus barbacoas. Lara sonrio, su dulce rostro haciendola lucir mas hermosa aun cuando sonreia. Era una mujer alta, casi de la misma altura que Lucas, su marido. Delgada, guapa. Una mujer natural, nada artificial. Lo que le hacia ganar muchos puntos para Ian. Sobre todo por su caracter y su sentido del humor. Lucia dulce, como si nunca hubiese matado una mosca. Pero nada que ver con la realidad. --Tu hecho un adonis, como siempre --sonrio ella--. ?Todo bien, casanova? Ian rio. Lo de adonis no era para tanto. Y la fama de casanova aun menos, pero era la que le acompanaba y parecia que nunca podria deshacerse de ella. Ian tenia rollos pasajeros, nada mas de un par de noches, tres a lo sumo. A partir de ahi empezaban a dar problemas y el no estaba dispuesto a eso. Habia tenido bastante para toda su vida. Y por si no fuera suficiente, tenia muchas gilipolleces que aguantar mientras sacaba adelante su empresa.

  • La buena esposa de Meg Wolitzer

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    Joan Castleman, mujer de un famoso escritor norteamericano, acompana a su marido a Helsinki, donde posiblemente le den un premio literario casi tan importante como el Nobel. Ya en el avion, el lector se entera de que pase lo que pase, despues de toda una vida juntos, ha decidido dejarle. Esta harta de el y de su egolatria. Al mismo tiempo empieza a rememorar como lo conocio en la Universidad donde era uno de sus profesores y como acabo casandose con el despues de separarse de su mujer anterior y de una hija pequena a las que abandono. Tambien ella ha tenido dos hijos con Joe, pero no se llevan bien con su padre. En un texto muy agil, tipico de Wolitzer, se van desarrollando dos temas paralelos: el triunfo literario de Joe y su pasion por las mujeres, y la frustracion creciente de una mujer que, de joven, queria convertirse en una gran escritora.

  • Lord John y el prisionero escoces de Diana Gabaldon

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    Ano 1760. La <> existencia de Jamie Fraser -jacobita escoces- esta a punto de desmoronarse debido a la aparicion de Tobias Quinn, un antiguo camarada del Levantamiento.

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • Nuestra casa en el arbol – Lea Velez de Lea Velez

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    Tras la muerte de su marido, Ana decide que la vida de ciudad, las mil extraescolares, los problemas educativos, los infinitos deberes repetitivos y la dislexia galopante de su hijo mayor son demasiado para ella. No puede mas. No tiene tiempo para vivir del modo que el sistema le impone y a la vez estar con sus ninos. Entendiendo que ella es la mejor <> para ellos, decide romper con todo. Escapa de un mundo derruido y lleno de dolor, vende todo lo que la ata a Madrid y se marcha al sur de Inglaterra, al hostal ingles que su marido le dejo en herencia.

  • Un amor y un contrato de Julianne May

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    ?Quien no ha tenido que lidiar alguna vez con una suegra insportable?

  • Ladron de Almas de Kim Richardson

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    Alexa tiene un severo problema. Esta muerta.
    Peor aun. En lugar de encontrarse con su creador, se encuentra envuelta en el mundo de la Legion de Angeles de la Guarda, una banda secreta de los Angeles dedicada a proteger a las almas mortales de los demonios.

  • Cruzare la eternidad de Donna Kenci

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    Alejandria, ano 30 a. C. --Date prisa, muchacho. No hay tiempo que perder --me dijo en voz baja, tras descubrirme bajo las capas de mi atuendo. --?Es aqui? --interrogue a mi viejo amigo. --Si. --Se detuvo mirando hacia un lado y hacia el otro, para cerciorarse de que nadie me habia seguido--. ?Que ha pasado? ?Hemos caido otra vez? --inquirio. --Nos han vuelto a derrotar --le confirme. Echo un ultimo vistazo hacia la oscuridad de la noche, antes de dejarme paso. --?Cleopatra esta...? --Esta bien, hemos escapado --le asegure--. Vive, pero no por mucho tiempo. Esta decidida a quitarse la vida, antes de dejarse atrapar por ellos. No me hizo falta anadir nada mas, su silencio fue acompanado de un gesto de nerviosismo. Una vez en el interior, aparte de mi cabello la gruesa tela con la que me habia cubierto para no ser reconocido. Al instante, el viciado aire de la camara inundo mis fosas nasales. Olia a muerte y no pude evitar sentir una profunda desolacion. Otee la sala con dificultad, hasta que mis ojos se habituaron a la tenue luz que provenia de la abertura, justo al otro extremo de la entrada. --?Donde esta Neith? --pregunte al anciano, sin dejar de atisbar a mi alrededor. --En esa habitacion --me contesto, indicando el lugar con su mano. Al volver a mirarme, su rostro se mostro compungido--. Te dejare con ella a solas, pero no debemos esperar mucho mas o no funcionara. Asenti con la cabeza, incapaz de articular palabra. Mi cuerpo temblaba y un nudo en mi garganta me impedia tragar saliva, pero hube de armarme de valor para enfrentar a lo que me esperaba en aquel lugar. Avance despacio, con pasos titubeantes hasta llegar al umbral, entonces la vi. Yacia sobre una superficie de piedra, apenas cubierta por un fino tejido de lino. Estaba inmovil. Me aproxime para taparla mejor, sin ser consciente realmente de lo que ocurria. No podia ser cierto. No lo era. Me incline sobre su cuerpo con lentitud. Tenia los bellos ojos cerrados, rodeados por sus largas pestanas y coronados por sus perfectas cejas. No debi hacerlo, pero sin lograr reprimirme, la toque. Di un respingo al sentir la frialdad de su piel y me lleve la mano a la frente tratando de contener un lamento, aunque resulto inutil. Mis lagrimas comenzaron a brotar sin remedio, resbalando por mis mejillas. --?Por que lo has hecho? --le susurre con una mezcla de rabia y dolor--. Mi dulce y preciosa Neith. Grite para soltar toda la afliccion que me consumia por dentro, a la vez que estampaba mi puno contra la pared. --?Por que me has dejado? --Me enjugue el reguero salado que corria por mi cara--. Tan solo un dia mas y habriamos sido libres. --Solloce, mientras acariciaba su mano. Recorde su risa, su voz, su intensa mirada. Contemple sus hermosas facciones, esperando que abriera los ojos y me sonriera como tantas veces habia hecho al despertar entre mis brazos. Sin embargo, no ocurrio. ?Que le habia impulsado a quitarse la vida? Tras el anuncio de su padre que acababa de prometerla para contraer matrimonio con el tio de Cleopatra, Neith le confeso que aun seguiamos viendonos, le amenazo con escaparnos si no cejaba en su intento por casarla con aquel hombre. Pero no pudo impedir que su padre se saliera con la suya en contra de su voluntad, asi que Neith y yo decidimos fugarnos en cuanto regresara de la mision que se me habia encomendado. Una suave palmada en la espalda me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarme con la expresion preocupada del sacerdote sem. --Mi joven Sekani, comprendo tu dolor, pero sabes que no surtira efecto si nos demoramos mas. Esa era mi unica esperanza, asi que intente recobrar fuerzas para concentrarme en lo que tendria lugar a continuacion. Asenti con conviccion. --Adelante, comienza cuando quieras --le confirme. Sus arrugadas manos levantaron mi brazo derecho, palpando mi muneca, no sin antes observarme con gesto interrogante. --?Estas seguro, muchacho? --Sus ojos mostraban lastima--. No habra vuelta atras. Tienes que entender que no es posible saber cuantas veces regresaras de la muerte hasta encontrarla. A lo mejor tienes suerte y en tu primera reencarnacion hallas a Neith, pero ten en cuenta que si la fortuna no esta de tu lado, podrian transcurrir mas de mil anos sin que se cruce en tu camino. Suspire, totalmente convencido de lo que iba a hacer. No me importaba vivir una y otra vez durante cientos de anos, si con eso conseguia permanecer un solo dia mas junto a ella. La idea de perderla para siempre no era una opcion. --No puedo vivir sin ella --conteste. El sabio anciano supo que no cambiaria de opinion, que estaba decidido a llevar a cabo aquella locura, costara lo que costase. Meneo la cabeza con un gesto de desaprobacion, mientras repetia el movimiento que acababa de realizar conmigo. Sujeto el brazo de Neith para girar su palma hacia arriba; a continuacion extrajo de su tunica un objeto punzante, que no logre identificar y comenzo a grabar algo en su muneca, a la vez que susurraba una oracion ininteligible. Me mantuve en silencio, presenciando el extrano ritual que tenia lugar frente a mi, siguiendo cada movimiento con atencion, hasta que me di cuenta de que habia dibujado un ankh en la piel de Neith. --Ella no te reconocera --solto de improviso el sacerdote, sin levantar la vista--. Al estar muerta durante la ceremonia, una de las partes de su alma ya ha comenzado a olvidar, aunque aun no es demasiado tarde--. Se interrumpio para sondear mi expresion--. Tu si lo recordaras todo y tendras la mision de hacer que rememore su primera vida. Neith sentira el vinculo que os une, pero eso la confundira. Debes ser paciente para ganarte su confianza e impulsarla a recuperar sus recuerdos. --Lo hare --le dije con solemnidad. --Es importante que nunca le reveles su pasado --me advirtio--. Si lo haces, Neith no recobrara su memoria jamas. Tendra que hacerlo por ella misma. --Puedo ayudarla, pero no desvelarle nuestro secreto --resumi. --Asi es. El sacerdote sem se dirigio al otro extremo de la sala para limpiar los utensilios en un recipiente con agua. Acto seguido me hizo extender mi brazo para proceder a esculpir otro ankh en mi piel, repitiendo la misma invocacion entre murmullos. El simbolo de la vida eterna quedo marcado en la parte interna de mi muneca. Con cuidado, intente limpiar los restos de sangre, pero no me dio tiempo, senti un tiron en el brazo y vi como el anciano unia mi mano con la del cuerpo sin vida de Neith, quedando las dos palmas pegadas, frente a frente, al tiempo que pronunciaba unas palabras dirigidas a la diosa Isis. --Isis es la unica que puede hacerlo posible, aunque esto va en contra de nuestras creencias, pero ella nunca me ha fallado con este ritual. Funcionara --me explico. Cuando finalizo, avanzo unos pasos hasta detenerse frente a la pared y presiono un pequeno bloque de piedra que sobresalia. La sorpresa me invadio al descubrir como se abria un resquicio, revelando la entrada a una camara secreta. --?Eso es lo que creo? --pregunte con intriga. --Si, es la estancia donde han depositado todas sus pertenencias de valor --me confirmo, mientras se introducia en la oscuridad del habitaculo. Al momento regreso con un objeto en las manos--. Toma. Poseer objetos de su antigua existencia acelerara la recuperacion de sus recuerdos. --Extendio su brazo hasta dejar caer en mis manos un colgante--. Guardalo en un lugar donde nadie pueda acceder a el, para que puedas rescatarlo en el instante en que os reencontreis y se lo entregues. Mi corazon dio un vuelco al fijarme con atencion en la joya. Se trataba del amuleto que yo mismo le habia regalado, una preciosa piedra de lapislazuli, engarzada en un borde grueso de oro. Sin dudar, lo colgue de mi cuello y lo escondi bajo mi atuendo. --Asi sera --le prometi. Me palmeo el brazo para infundirme animo. --?Que pasara con Egipto ahora que hemos sido derrotados? --Cambio bruscamente la conversacion. --No lo se. El destino de Egipto esta en manos de Roma --le explique, abatido. Se llevo las manos a la boca, mientras su mirada se entristecia. Resoplo, pero se recompuso con rapidez, aclarando su garganta antes de hablar

  • ?Quien viene a cenar esta noche? , Merche Diolch de Merche Diolch

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    La rutina es el peor enemigo de una pareja. A veces no es suficiente querer, hay que esforzarse por cuidar, mimar y mantener la chispa dentro de una relacion.
    Alvaro y Daniela llevan anos separados y sin verse, pero ninguno de los dos ha solicitado el divorcio todavia. Conocieron el amor mas intenso, vivieron la felicidad plena compartiendo todos sus suenos hasta que sus propios intereses los separaron, llevandoles por direcciones opuestas.
    No se quieren, no sienten nada el uno por el otro o eso afirman, pero cuando la vida los vuelva a unir su mundo cambiara. Las miradas arderan y los silencios hablaran. Las cartas se pondran sobre la mesa y... los platos. Daniela no esta dispuesta a vivir de la caridad de su <> y convertira su lujosa casa en un restaurante de lo mas variopinto y alocado.
    El pasado se presentara con fuerza ante Daniela cuando menos lo espera y no podra huir de el. Alvaro solo quiere ayudarla... y recuperar a la mujer a la que en realidad nunca olvido.
    ?Quedaran cenizas donde antes hubo fuego? ?El amor triunfara o es solo un sueno? ?Existen los finales felices?

  • Cuento De Hadas de Danielle Steel

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    Christophe y Joy eran una pareja profundamente enamorada cuando convirtieron su suntuosa propiedad en California en una pequena bodega de prestigio. En ese entorno de ensueno criaron a Camille, su unica hija, que no tardara en regresar tras terminar los estudios para ayudar con el negocio familiar.

  • Mientras sonries de Laia Sinclair

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    Todo ocurrio con demasiada rapidez. Estaba frente a Alvaro Ojeda, calibrandolo con los ojos, cuando vi esa sonrisa suya que ya me habia puesto los pelos de punta cuando la habia visto en las fotos que el teniente me habia ensenado casi un ano antes. --?Quieres probar la mercancia? --me dijo, y sus ojos oscuros relampaguearon un instante--. Adelante, no te cortes. Echate unas rayitas, invita la casa. Habia sido un duro y largo camino llegar hasta aqui, un camino que me habia costado un ano de mi vida. Alvaro era el mayor narcotraficante de Boston, un distribuidor a gran escala. No trataba con los camellos a pie de calle, sino con otras mafias y bandas a las que les hacia llegar el material para que ellos la distribuyeran. Trataba directamente con los carteles colombianos y hacia de intermediario, llevandose un buen porcentaje por el trabajo. Si conseguiamos quitarlo de la ecuacion, el movimiento de cocaina se detendria y durante mucho tiempo las calles de Boston estarian limpias. Y si teniamos suerte y lo convenciamos para testificar, quiza podriamos desmantelar la mayoria de mafias y bandas de la zona. Me habia costado mucho acercarme hasta el para conseguir este encuentro cara a cara, meses de trabajo y de hacerme pasar por una narcotraficante dispuesta a gastar mucho dinero para conseguir buen material hasta ganarme su confianza y que accediera a reunirse conmigo. El trato era millonario, y le deje bien claro a su subalterno, con quien habia estado haciendo negocios hasta aquel momento, que no iba a ceder en mi demanda: queria hacer el trato directamente con Alvaro Ojeda. Los millones que iban a moverse esta noche, bien valian que el estuviera presente. --No suelo cagar donde como --le solte, en mi mas puro estilo de chica dura--. Las drogas hacen que el ser humano pierda el control de si mismo, y a mi me gusta mantener siempre el control. Estabamos en las afueras de Boston, en medio de un descampado oscuro rodeado por naves industriales. La unica iluminacion que teniamos eran los faros de nuestros propios coches, y la luz difuminada que llegaba, mas mal que bien, de las calles adyacentes donde se amontonaban los almacenes y las fabricas. --Una chica sensata. --Alvaro volvio a sonreir, y tuve que hacer un esfuerzo por no echar a correr. Siempre me pasaba lo mismo. Desde que habia entrado en el Departamento de Narcoticos de la policia de Boston, todos se maravillaban por mi sangre fria, y por la facilidad que tenia de meterme en el papel de una narcotraficante dura como el acero. ?La verdad? Cada vez que tenia que <> con uno de estos hijos de puta, temblaba por dentro. Era como si una alarma chillona me gritara en la cabeza <>. Pero no lo hacia. Me quedaba alli, quieta como un roble en mitad de un campo, cumplia con mi parte, y acababamos enchironando al sospechoso con un buen punado de cargos y pruebas en su contra. Pero esa noche todo se fue a la mierda. --?Sabes que? No me fio una mierda de las zorras como tu. --Me repaso de arriba abajo con ojos encendidos, como si me desnudara, y se paso la lengua por los labios--. No me fio una mierda --repitio. Aquello se estaba yendo al carajo, asi que improvise. No podia permitir que el tio dudara de mis intenciones, ni del personaje que estaba interpretando. Me acerque a el en dos zancadas, con las manos bien separadas del cuerpo para que ningun gatillo facil de los que lo acompanaban, pensara que tenia la intencion de hacerle dano a su jefe, o se desataria un infierno que me costaria la vida. Me quede a dos centimetros de su nariz, y lo mire con los ojos destilando frialdad. --Me importa una mierda que no te fies de mi --le espete siseando, recalcando con dureza la palabra mierda--. Mis credenciales estan limpias, yo tengo el dinero, tu la mercancia, y vamos a hacer negocios. No intentes joderme, Alvaro. El sonrio de medio lado. He de reconocer que si el tio no fuese pura escoria, quiza si dejaria que me jodiera un rato. Era guapo, del tipo latino, como yo, con el pelo oscuro y los ojos de un color chocolate muy apetecibles. Con el cuerpo musculoso, parecia un atleta de triatlon. Pero era pura escoria, y yo no me acostaba con ratas. --Eso es precisamente lo que estoy intentando, nena --me susurro--. Siempre les hago una prueba a mis compradores, ya sabes, para asegurarme que no son polis encubiertos. Normalmente me conformo con que se pongan hasta el culo de coca, pero en tu caso... --Me volvio a repasar de arriba abajo, senti su mirada acariciandome, desnudandome, mientras se pasaba la lengua por los labios. Solo le faltaba echar a babear--. En tu caso, --repitio. Me miro fijamente los labios y tuve que esforzarme por no apretarlos, y seguir manteniendo esa postura relajada, como si aqui no estuviera pasando nada fuera de lo normal, que por regla general, hacia que ellos tambien se confiaran--. Me conformare con que le hagas un buen trabajito a mi pequeno Dick Tracy. Al principio no lo entendi, hasta que comprendi el juego de palabras. El muy cabron queria una mamada. --?Asi, en frio? --le segui el juego--. ?Sin una cita previa? Soy una chica tradicional, no me van esas cosas. --Sonrei, coqueta, y di unos pasos atras para poner distancia entre ambos--. Pero despues de una buena cena, quien sabe... El se echo a reir con desgana y yo tuve la compulsion de gritar el codigo rojo que haria que todo el descampado se llenara de polis, pero aprete la mandibula y pude contenerme porque todavia no habia pasado nada por lo que pudieramos encerrar a aquella rata de cloaca y tirar la llave. --Asi que eres una chica tradicional... En ese caso, nena, estamos perdiendo el tiempo. Se giro e hizo un gesto con la mano a sus secuaces, cuatro hombres gigantes como armarios empotrados, con grandes bultos bajo los sobacos que me indicaban claramente el tipo de material que escondian alli: armas grandes, potentes, de las que la revientan a una de un disparo. --!Espera! --grite. No quise parecer desesperada, pero mi voz sono como un graznido--. He venido a hacer negocios, no a venderme como una puta en un burdel. ?Es que una mujer no puede mantener su dignidad? Se giro para mirarme, a medio camino de su coche. --No me gustas, princesa de hielo --solto con desprecio--, a pesar de todos tus antecedentes y de lo que la gente dice de ti. El lugar de una mujer esta en la cama con las piernas abiertas, para que su hombre pueda follarla bien, y no aqui, intentando comprar la mierda que vendo. La feminista que hay en mi se revoluciono al oir esas palabras, pero me mordi la respuesta sarcastica que asomaba a mis labios. Tenia un papel que interpretar, y debia cenirme a el. --Quiza cuando encuentre al hombre adecuado me convertire en una idiota babeante --conteste bromeando--, pero hasta que ese dia llegue, una chica tiene derecho a buscarse la vida. --Quiza el hombre adecuado esta aqui delante de ti. --Abrio los brazos, senalandose a si mismo --. Un hombre capaz de ponerte en tu lugar, que es de rodillas y con la boca abierta. ?Quieres hacer negocios conmigo? Ya sabes que tienes que hacer. Joder. Mierda. El tio no iba a bajarse del burro. --No lo hagas --susurro una voz a mis espaldas. Mike. Joder. Me habia olvidado completamente de el. Mike era mi companero y mi respaldo. En cada encuentro, se mantenia unos pasos por detras de mi, metido en su papel de secuaz y guardaespaldas. Nunca hablaba, y a veces incluso llegue a pensar que ni siquiera respiraba, siempre en un segundo plano y casi invisible a pesar de su estatura y corpulencia. --Debo hacerlo --conteste entre dientes. Alvaro seguia con la mirada fija en mi, esperando mi respuesta, sabiendo que habia ganado esa partida. --Nita, joder --exclamo Mike, y me agarro del brazo. Los ojos de Alvaro relampaguearon, y entonces se desato el infierno. Empezo con un leve reconocimiento en los ojos del narco, un fruncimiento imperceptible de su frente y una orden dada con voz fria. --Matadlos. No se que vio Alvaro en la estampa que formabamos Mike y yo alli, con mi brazo sujeto por su fuerte mano, enmarcados por las luces de los coches, en mitad del descampado, bajo el cielo oscuro de aquella noche desastrosa, pero lo que vio no le gusto nada y decidio cortar por lo sano. Todo ocurrio como en camara lenta y, al mismo tiempo, como en una de esas peliculas mudas que van mas rapido de lo normal. Alvaro se giro y se dirigio a su coche mientras sus secuaces sacaban las armas. Mike me empujo con fuerza para sacarme de la linea de tiro mientras desenfundaba y gritaba. Yo cai golpeandome el hombro y la cabeza contra el suelo. Las balas silbaron. Grite <>, que era el codigo que haria que los policias apostados en las calles adyacentes, o escondidos dentro de las naves industriales, cayeran sobre el descampado como un enjambre de abejas furiosas. Rode sobre mi misma y saque mi arma. Dispare, furiosa, sin ver realmente a donde. Algo me emborronaba la vision, y ante mi solo veia bultos que se movian sin ton ni son. Gritos. Maldiciones. Intente levantarme y algo impacto en mi pierna, haciendo que doliera como mil demonios, como si el infierno se hubiera apoderado de ella. Cai de nuevo, sin dejar de disparar, apretando la mandibula para no gritar. Me pase la mano por la cara, intentando despejar los ojos. Algo caliente y humedo la empapo. Entonces llegaron. El descampado se lleno de los uniformes oscuros del SWAT, de las luces azules y rojas de los coches, y todo acabo tan rapido como habia empezado. --?Mike? --grite, o por lo menos eso es lo que crei. La realidad fue que mi voz a duras penas salio por la boca mas que como un susurro. Me levante, cojeando, y arrastre la pierna hasta donde, unos segundos antes, habia estado Mike, dispuesto para protegerme. Todavia seguia alli. Por lo menos, lo que quedaba de el.

  • A traves de Escocia (Highlands 1), Alexia Seris de Alexia Seris

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  • La donante, Stevie Turner de Stevie Turner

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    Cuando sabes que has conocido al amor de tu vida, lo ultimo que esperas es que tu hermana lo atraiga y lo aleje de ti. Clare Ronson se encuentra en esta situacion cuando su hermana Isabel se casa con el cantante y guitarrista Ross Tyler. Para empeorar la amargura y los celos de Clare, Ross alcanza la fama y el exito y se convierte en un exiliado fiscal multimillonario con una casa en Francia. Clare decide no hablarse con Ross e Isbael durante treinta anos, pero cuando una tragedia ocurree en 2002, Ross aparece en Inglaterra y llama a la puerta de Clare. Ahora ella debera intentar olvidar el pasado para ayudar a su hermana.

  • Ensueno Apasionado (El ensueno 1) de Nico J. Genes

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    La Lucha de una Mujer que Debe Escoger Entre sus Suenos y El Verdadero Amor Despues de Descubrir su Sexualidad

  • Adios, Tomasa de Geney Beltran

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  • Imperio (Las Guerras Del Loto 2) de Jay Kristoff

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    Tras la muerte del Shogun, en el Imperio de Shima se desata una terrible lucha entre los clanes para hacerse con el poder. Con el fin de evitar la guerra civil, el Gremio del Loto conspira para restaurar la dinastia Kazumitsu. El proximo Shogun es alguien que conoce muy bien a Yukiko. Alguien que no descansara hasta verla muerta. Mientras las habilidades de Yukiko aumentan mas alla de su control, se acentuan tambien las pesadillas de Kin, el rebelde del Gremio del Loto que ayudo al tigre del trueno. Muestran visiones de un futuro perturbador e inconcebible. Ni siquiera el miedo a la muerte frenaran a Kin cuando trate de evitar que esas pesadillas premonitorias se hagan realidad. Los rebeldes planean asaltar el palacio del Shogun antes de que pueda dar inicio la nueva dinastia, pero, desde lejos, un inesperado enemigo aprovechara la debilidad del Imperio para asestarle un golpe mortal a el y a todos sus habitantes. Yukiko y Buruu deberan volar a traves de los oceanos tempestuosos, hasta las islas del cristal negro, donde aguardan rivales que no temen a las garras del tigre del trueno y que no caeran ante ninguna katana.

  • La teoria de Marie de J. R. Valk

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    Mark es un joven ruso que vive en la ciudad de Samara, en la cual tiene una gran amistad con sus vecinos.
    su pasion por la ciencia y la escritura, le sirven como refugio y esperanza para encontrar respuestas a lo que acontecera en el dia que comience a escribir este diario.
    las secuelas y el desamparo, le haran buscar las raices de los suenos y el pensamiento humano entre libros.
    como lo que desato el comienzo de la sentencia de quienes lo abrazaban, cuando el alma Alemania dormia en un sueno, del cual solo los afortunados lograron despertar.

  • El sargento Barbancho de Eduardo Rodriguez Perea

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    En un pueblo de la sierra cordobesa y a plena luz del dia, aparece el cadaver de una bellisima muchacha.

  • Lo que fuimos de Golnaz Hashemzadeh Bonde

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    A Nahid le queda poco tiempo. O, al menos, eso le acaban de decir los medicos. Es una superviviente, pero la idea de que el mundo seguira girando sin ella la perturba. Ella, que lucho por la revolucion sin saber el alto precio que pagaria. Ella, que huyo de Iran y trabajo para construir un nuevo comienzo y plantar raices en un pais que no era el suyo, con el fin de que su unica hija tuviera un manana. Y ahora debe sobrevivir de nuevo, por ella, por su hija, por el futuro que ya esta en camino.
    Escrita desde la honestidad, la fuerza y el ingenio, Lo que fuimos es una novela de amor y supervivencia, una reflexion sobre los poderosos vinculos entre madres e hijas.

  • Independizate de Papa Estado de Carlos Galan Rubio

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    Eres consciente de que invertir para tu futuro es importante y cada vez tienes mas dudas acerca de la sostenibilidad del sistema de pensiones. Es posible que cuando llegue tu turno para cobrar la pension no quede ni un duro. Estas preocupado. Y con razon. Aun con todo, crees que todavia eres joven y ya habra tiempo de invertir.
    Quiza cuando te asciendan, o cuando recibas un dinero inesperado (herencia, premio etc), o cuando conozcas a un millonario que te revele el truco definitivo para ganar en bolsa. Estas esperando el momento perfecto.
    Aunque te decidieses a hacerlo hoy mismo, ?por donde empezar? Hay tantos bancos, tantos productos distintos, tantas teorias, tantos libros... que te sientes abrumado. ?A quien hacer caso?
    De alguna forma sabes que tienes que hacer algo pero despues de investigar superficialmente sobre el tema te sientes confundido y no haces nada. El TIEMPO pasa…

  • Besos humanos de Francisco Ferrer Lerin

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    Puede que el adjetivo que mas convenga a los relatos reunidos en este volumen sea el de <>. Pero la crueldad que los distingue no se desprende solo de la materia que muy a menudo los ocupa -atrocidades sin cuento, salvajadas sin nombre, bestialidades que hielan la sangre-, sino que tiene que ver, ademas -y sobre todo-, con la actitud del narrador, con su modo tan despiadado de tratar esa materia, de tratar al lector mismo. Como en ese monton de miembros y visceras informes en el que se reconoce sin embargo un cuerpo humano, asi tambien, en no pocas de estas piezas, se reconoce su condicion de relatos a pesar de que carecen de casi todos los atributos del genero. Tanto mayor es el impacto de su escritura directa, cargada de tension y de peligro, de suspense y de misterio, y tambien de humor. Porque el humor -un humor tan eliptico como desopilante- es el clavo ardiendo que al lector se le brinda para sustraerlo al horror que tan a menudo inunda estas paginas, repletas de crimenes, de monstruos, de pesadillas, de enormidades. De sorprendentes confesiones, ademas. Asi como de una belleza inesperada.
    Estos Besos humanos vienen a proclamar abiertamente una evidencia hasta ahora apenas susurrada: que, camuflada bajo su reputacion de poeta esquivo, de escritor <>, <>, la obra de Ferrer Lerin esconde una de las propuestas mas audaces y radicales de la narrativa espanola de las ultimas decadas. Espigadas tanto de sus diferentes libros como de su blog personal, las piezas reunidas en este volumen recorren esta faceta insuficientemente destacada de un autor en todos los sentidos politicamente incorrecto: un maestro del miedo que es a la vez, sin paradoja alguna, un seductor.

  • Claroscuro (Luces y Sombras del Amor y el Sexo) de Paz Iribarne

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    Recopilacion de relatos cortos que indagan en la belleza y en la oscuridad que a veces encierran las relaciones. El amor y el sexo no son otra cosa que aquello que las personas definen con su propia naturaleza, haciendo reales algunas historias, que parecieran sacadas de la mejor serie de ficcion.

  • Malicia de Celia Velasco-saori

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    Salvador Nunez llega desde Aguilas (Murcia) a Madrid para estudiar periodismo. La casualidad hace que entre a desayunar en la taberna de Tomas, donde sus duenos le acogen con tal amabilidad y carino, que se convierten en su segunda familia. Alli conoce a un singular personaje quien, durante muchos dias reunidos, le cuenta su tragica historia, manteniendole en vilo hasta conocer su final, y de la que es protagonista Mali, una bella tailandesa sin escrupulos que le ha destrozado la vida.

  • La Serpiente Y El Baculo de Barbara Wood

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    Recuerdo dos cosas de la noche en que cayo Jerico. Recuerdo que tenia dieciseis anos y que estaba enamorada. Daba vueltas en la cama, escuchando los sonidos de la ciudad mas alla de mi balcon --Jerico, junto al rio Jordan, nunca dormia--, y en lo ultimo en lo que pensaba era en la guerra. No podia quitarme de la cabeza el hermoso rostro de Benjamin. Aquella noche escuche truenos lejanos. Una tormenta primaveral procedente del Mar Grande, pense. Nubes negras se cernian sobre las poblaciones costeras, sobre Jerusalen, para saciar la sed de Jerico. Demos gracias al Senor, rece para mis adentros. Las palmeras de datiles de mi padre necesitaban la lluvia. En aquel momento mi padre estaba en el templo, sacrificando un cordero joven y pidiendole al Todopoderoso que nos librara de la sequia. Su hermano, mi tio, que era un prestigioso medico, estaba en el barrio pobre, donde la sequia habia causado mas estragos. Todos los pobres lo conocian y lo llamaban <>. Pero aquella fatidica noche de primavera yo no podia pensar en las acciones caritativas de los hombres piadosos. Cerre los ojos, vi la imagen de Benjamin y me deleite en su sonrisa, en sus anchos hombros y en su manera de andar. Sonaba con casarme con el. Benjamin era hijo de una rica familia que controlaba el prospero comercio textil de Jerico. Su padre era un buen amigo del rey. Estabamos prometidos. Aquella noche, mi padre me habia dado un beso de buenas noches y me habia prometido hablar con el padre de Benjamin sobre la fecha de la boda. Se celebraria en verano, porque no hay epoca mas feliz para casarse. Mi vida era perfecta. Mi padre era uno de los ciudadanos mas ricos de Jerico, y mi madre era descendiente de un rey de Siria, en el norte. Viviamos en una casa palaciega con columnas de marmol, dentro de las altas murallas de una ciudad fortificada. Jerico era la ciudad mas segura del mundo, y nuestra casa --la mas elegante despues del palacio del rey-- estaba bajo la sombra protectora de la formidable torre del sudoeste de Jerico, desde la que los soldados defendian la ciudad desde hacia siglos. Teniamos criados y muebles elegantes. Mis hermanas y yo nos vestiamos con ropa de la lana mas delicada, llevabamos joyas de oro y comiamos en platos de plata. Veia ante mi, como un festin servido en una mesa, una vida prospera, feliz y llena de posibilidades. Era la chica mas feliz del mundo. Aquella noche, los truenos se acercaron rodeando las montanas del oeste. Por el balcon me llegaron gritos procedentes de las calles y me pregunte por que podia alguien temer la lluvia primaveral. Y entonces oi un chillido en el piso de abajo. Un estrepito. Pasos recorriendo el brillante suelo de piedra. Salte de la cama y corri hacia la galeria interior que rodeaba el segundo piso de nuestra casa. Mire hacia abajo, hacia la sala central, donde recibiamos a los invitados y celebrabamos fantasticos banquetes. Cuando vi a soldados entrando a grandes zancadas, se me salieron los ojos de las orbitas. No llevaban las tunicas verdes de las tropas cananeas, sino faldas blancas, corazas de piel y cascos cenidos en la cabeza. Al oirlos gritar ordenes a los aterrorizados criados me di cuenta de que eran egipcios. Me di cuenta tambien de que los truenos que habia oido no eran el sonido de la lluvia acercandose a Jerico, sino el ruido de carros de guerra avanzando por las llanuras que rodeaban la ciudad. Me quede paralizada al ver a un soldado agarrando del pelo y arrastrando por el suelo a una de nuestras criadas, que pataleaba y gritaba. Aparecio una ninera con un bebe en brazos: mi hermana menor, que todavia no tenia nombre. Un soldado arranco a la criatura de los brazos de la ninera, la agarro por el pie con su poderosa mano y la lanzo contra la pared. Vi los sesos y la sangre brotando de su blando craneo. Oi pasos detras de mi y me gire rapidamente. Era mi tia Raquel, con un quinque en las manos. Oi el sonido sordo de sus sandalias pisando el suelo de marmol. Su tunica blanca flotaba en el aire como una nube. Estaba palida. --Corre, Abigail --me dijo--. Vistete. Tenemos que ponernos a salvo. Me vesti a toda prisa y bajamos a la planta baja por una escalera de la parte de atras. Encontre a mi familia reunida ante la puerta de un pasadizo secreto. Mi madre abrazaba a mis dos hermanas menores con ojos aterrorizados. Al verla me asuste. Mi madre era una belleza de sangre real, con un aplomo que maravillaba a todo el mundo, pero en aquel momento era la viva imagen del panico. Oiamos los gritos que invadian la casa, el ruido de objetos rompiendose, y temblabamos. Aquellos hombres gritaban en egipcio. Seguro que estaba sonando. Aquello era una pesadilla de la que no tardaria en despertarme. El rey nos habia asegurado la paz entre Jerico y Egipto; habian firmado un tratado. Aparecio el mayordomo, con su larga tunica negra desalinada y el fajin rojo colgando. Se llamaba Abraham y llevaba dos generaciones con nuestra familia. --La casa no es segura, senora --le dijo a mi madre--. Los egipcios estan invadiendo todas las casas. Estaremos mas seguros al otro lado de las murallas. Las llevare a las montanas. --Pero mi marido… --Deprisa, senora. Mi tia Raquel me cogio de la mano. --Vamos, Abigail, tenemos que ponernos a salvo. Mi tia estaba palida. El miedo invadia sus ojos. Su marido --mi tio-- estaba en el barrio pobre, y mi padre estaba en el templo. ?Los protegeria el Todopoderoso? Seguimos a Abraham por un estrecho pasadizo que habian construido entre las paredes hacia mucho tiempo para salir huyendo, porque Jerico habia sido saqueada muchas veces a lo largo de los siglos. Corrimos asustados, con el corazon latiendonos a toda velocidad y los gritos de nuestros criados golpeandonos los oidos. De pronto salimos al caos y al tumulto de la noche. La gente corria por las calles, perseguida por soldados extranjeros a caballo. Nos apinamos y esperamos a que Abraham encontrara la manera de trasladarnos a los campos del otro lado de las murallas. Junto a las puertas abiertas de la ciudad vimos escenas terribles: antorchas encendidas, soldados luchando cuerpo a cuerpo, generales en carros dorados, gritos fantasmales y sangre, mucha sangre. Corrimos. Los habitantes de Jerico huian por todas partes, por las calles y por los campos de cultivo, cargando con sus hijos y algunas posesiones, algunos medio desnudos. Los soldados egipcios los perseguian con espadas y lanzas. Nuestro grupo cruzaba un campo de cebollas a la luz de la luna llena cuando un egipcio montado en un inmenso caballo aparecio de pronto de la nada galopando hacia nosotros. Gire bruscamente para escapar de las tremendas pezunas del animal. Mi madre salio corriendo en sentido contrario y se libro tambien de las pezunas, pero el soldado levanto la espada y trazo un espantoso arco. La hoja rebano el cuello de mi madre tan limpiamente como una guadana segando una gavilla de trigo. Vi su cabeza volando por los aires, con una mirada de estupefaccion en el rostro. El caballo paso de largo y vi el cuerpo de mi madre, con su tunica blanca, derrumbandose como una estatua derribada. Me detuve con la boca abierta. En aquellos momentos no entendia lo que estaba viendo, lo que habia pasado. Busque la cabeza de mi madre con la mirada. No se por que lo hice, pero en aquel momento me parecio importante encontrarla. Despues, lo unico que recuerdo es que unos fuertes brazos me sujetaron y que todo se volvio negro. Cuando recupere la conciencia estaba con un grupo de refugiados en las montanas del oeste de Jerico. Todavia no habia amanecido. Muchos se habian puesto a salvo en las cuevas y en las densas arboledas. Se apoyaban unos en otros y observaban horrorizados como Jerico caia en manos del poderoso ejercito del faraon. Una figura alta y delgada surgio de la oscuridad. Alabado sea el Todopoderoso, era el hijo de Raquel, mi primo Yacov. Me contaron que habia sido el quien me habia trasladado a las montanas y luego habia vuelto a la ciudad para enterarse de lo que estaba pasando. --Rezad una oracion --dijo Yacov--. Los hombres han muerto. Los han acorralado, los han llevado al Templo de la Luna y los han asesinado. Lo he visto con mis propios ojos. --?Mi padre? --le pregunte. --Y el mio --me contesto Yacov con ojos sombrios--. Lo han arrastrado desde la cama de un paciente y lo han matado de forma salvaje. Pero ahora estan con el Todopoderoso. Alabado sea. --Senor Todopoderoso, que sus almas esten contigo --murmuro mi tia Raquel cubriendose la cara con las manos. Se le resbalo el velo, que dejo al descubierto su abundante melena caoba. El pelo y la barba de Yacov eran del mismo color. --!Es el fin de Jerico! --gritaron los demas--. El fin del mundo. --El faraon no destruira la ciudad --intervino Yacov--. No es eso lo que pretende. Lo que quiere es ocupar Jerico, una rica ciudad por la que pasan gran cantidad de lucrativas rutas comerciales, pero no podemos volver a nuestras casas, porque se las daran a ciudadanos egipcios. --Y anadio amargamente--: Asi es como el faraon expande su imperio, conquistando las ciudades y los pueblos de Canaan y convirtiendolos en vasallos de Egipto. Mis hermanas, de nueve y once anos, se estremecieron y gimieron llevandose las manos a la cara. --?Que vamos a hacer? ?Adonde vamos a ir? --Yacov, ?podemos esperar? --pregunto mi tia Raquel--. ?Podemos quedarnos aqui hasta que concluyan las hostilidades y negociar para recuperar nuestra casa? Mi tia se retorcia las manos con fuerza intentando no perder el control. Mis padres muertos. Su marido asesinado. De Raquel y de su joven hijo dependia que los demas nos salvaramos. Yacov nego con la cabeza. --Los egipcios estan violando a las mujeres. Lo hacen para esparcir la semilla egipcia, y asi, con sus bastardos mestizos, asegurarse la futura lealtad al faraon. Madre, ni tu ni las ninas podeis volver. --Pero ?por que, hijo mio? --grito Raquel, que necesitaba entender aquella calamidad. --Dicen que el faraon necesita trabajadores para construir su nueva ciudad. Sus tropas estan asaltando las tierras del sur para capturar prisioneros y llevarselos por la fuerza a Egipto. En su mayoria son habiru, porque los habiru son pastores nomadas indefensos a los que pueden capturar facilmente, pero se han llevado tambien a algunos cananeos.

  • El Hombre Sentado en el Pasillo de Marguerite Duras

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    Con la mirada indiscreta de la cineasta que tambien es, a la vez distante y comprometida en la accion, Marguerite Duras se las ingenia para sorprender a ese hombre sentado en el pasillo oscuro y a esa mujer acostada al sol en sus desgarrados encuentros amorosos, que se desarrollan en un apoteosico escenario romantico. De esta incursion de voyeur, de <> descarada, en la actividad sexual de una pareja a la que ve, cree ver o imagina, obtendremos una pequena pero no menos soberbia obra maestra del genero.

  • Nuestro momento de Mina Vera

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    Una novela llena de amor y esperanza de mano de la fantastica pluma de Mina Vera.

  • Sonreir jugando al poker de R. Freire

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    Las dos tenian claro que su encuentro estaba destinado a ser un romance fugaz y sin importancia: vivian en ciudades distintas, tenian edades diferentes y ataduras sentimentales imposibles de olvidar. Si se trataba solo de sexo sin compromiso, ?que las llevaba a mantener el contacto desde la distancia, a concertar siempre una ultima cita donde ninguna se atrevia jamas a decir adios? ?Puede el miedo a confesar la verdad arruinar nuestra vida para siempre?