• sus nombres son leyenda - Juan Antonio Garrido Ardila

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    La longeva historia de Espana se ha fraguado en buena medida gracias a las acciones y proezas de individuos excepcionales, cuyos altos empenos la conformaron como ente cultural, social y politico. A esa categoria de hombres y mujeres, protagonistas de sus epocas y artifices del progreso, los antiguos denominaron <>.

  • Sus nombres son leyenda - Juan Antonio Garrido Ardila

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    5 jun 2018 — Sus nombres son leyenda, de Juan Antonio Garrido Ardila. ... Suscríbete y recibe todas las novedades de libros de Historia. Cargando.

  • Sus nombres son leyenda: Españoles que cambiaron la historia

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    En Sus nombres son leyenda el autor sopesa y ensalza la grandeza de algunos ... Autor y preparador de más de veinte libros, entre sus obras más recientes se ...

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  • SUS NOMBRES SON LEYENDA - LAIE

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    SUS NOMBRES SON LEYENDA. ESPAÑOLES QUE CAMBIARON LA HISTORIA. Garrido Ardila, Juan Antonio · Editorial Espasa Calpe, S.a.. 2018. 512 Páginas. Formato: Rústica.

  • SUS NOMBRES SON LEYENDA - JUAN ANTONIO GARRIDO ...

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  • La casa del lago Patria de Federico Correa Gil De Biedma

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    La novela narra la vida de las dos familias protagonistas sin ningun nexo en comun. Una partira en 1926 hacia Moscu atraida por la Revolucion Rusa. Otra, saldra de Madrid en los albores de la Guerra Civil espanola para instalarse en casa de unos familiares.
    Dos de sus miembros, unos adolescentes, Nora y Bruno, se conocen en Salamanca durante la contienda. Con el paso del tiempo se convertiran en un matrimonio aparentemente normal hasta que una noche sus vidas se romperan en mil pedazos:
    Madrid 1952. Bruno Hayward, prestigioso abogado, despierta sobresaltado sobre la alfombra del salon de su casa cubierto de sangre. Fuertes e insistentes golpes en la puerta de su casa. Es la policia.

  • Amiga. me tienes loco de Maria Beatobe

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    Aquella tarde estaba tumbada en el sofa viendo la television, no tenia ganas de hacer nada, cuando el sonido de un mensaje en el movil me desperto de mi letargo. Me levante, saque el telefono del bolso y lo lei. -- Nai, ?una cerveza esta tarde en "La bodega" a las nueve? Era Isaac, mi mejor amigo desde que teniamos apenas doce anos. !Ay! perdonadme que no me he presentado, me llamo Naia, pero todos me llaman Nai, tengo veinticuatro anos y soy disenadora de moda, o al menos eso pretendo ser en un futuro, me estoy preparando a conciencia para ello y voy haciendo mis primeros trabajos. Isaac, como antes os contaba, es mi mejor amigo desde la infancia. Nos conocimos porque ambos viviamos en el mismo barrio e hicimos pandilla con mas gente. El y yo conectamos desde el principio, lo cual me extrano por lo vergonzosa que yo era en esa epoca, cualquier chico que se me pusiera a menos de cinco metros hacia que me pusiera colorada y me paralizaba, pero tal cual. Menos mal que la edad y la experiencia me ha ido espabilando un poco en temas de hombres, porque si no, menudo futuro amoroso me esperaba... Recuerdo que en el colegio, cuando tenia unos cinco anos, habia un nino rubio con el pelo a melenita que me parecia guapisimo. Nunca jugaba conmigo, pero un dia se acerco a mi para intercambiar unos cromos de futbol (tema que no me interesaba absolutamente nada) y !casi me muero de la verguenza! Es curioso que ya con esa edad sintiera esas cosquillas en el estomago. Pero es que os prometo que era guapisimo, o mis cinco anos de vida me hacian verlo asi. Una noche en plenas fiestas del barrio, entre bailes y festividad, cuando yo tenia diecisiete anos e Isaac diecinueve, me propuso dar una vuelta y salir del jaleo de la celebracion. He de reconocer que teniamos una quimica especial, dificil de explicar, pero que con solo mirarnos ya sabiamos lo que el otro pensaba. ?Quien no ha tenido alguna vez un mejor amigo asi? Con el que tienes unas confianza tan ciega que serias capaz de contarle cualquier cosa por intima que fuera. Pero como todo en la vida, la cosa se complico aquella noche. Paseamos bromeando y jugueteando, riendonos mientras compartiamos un mini de cerveza. Evidentemente no era la primera vez que paseabamos solos, pero esa noche no se si por la luna o por que, el ambiente estaba raro... mas desinhibido diria. Acabamos en un parque cercano a casa. No habia nadie, rozaban las dos de la manana y nos sentamos en un banco. Sin saber como, la mirada de Isaac cambio y de repente, con un semblante serio pero decidido, me pregunto: -- Nai ?puedo besarte? - clavo sus ojos en los mios con firmeza, mientras retiraba el mini de cerveza de mi mano, para dejarlo en el suelo, y despues acercarse a mis labios, poco a poco, sin dejar de mirarlos. Aturdida y con el corazon a mil por hora, cerre los ojos y me deje llevar, de hecho creo que mi inconsciente llevaba anos esperando este momento. Y ahora me lo acababa de brindar. Nos besamos con ternura, con dulzura mientras el paseaba su mano por mi nuca y yo sentia un cosquilleo en mi estomago... hasta que, sin pensarlo, me sente a horcajadas sobre sus piernas y empezamos a besarnos con pasion. Me acariciaba la espalda con deseo apretandome hacia su cuerpo y yo le cogia por la nuca como si me fuera la vida en ello. Daba la sensacion de que los dos deseabamos hacer eso desde hacia mucho tiempo. Nuestros cuerpos hablaban por si mismos. No podiamos dejar de besarnos, nuestras lenguas bailaban al mismo ritmo y desee que el tiempo se parara. Nos separamos un segundo para coger aire y dar voz a mi jodido subconsciente. -- Que estamos haciendo... - susurre apoyando mi frente en la suya. --Esto es una locura... ?verdad? - respondio con la respiracion agitada y una sonrisa torcida tremendamente atractiva. No me dio tiempo a responder cuando tenia de nuevo su boca sobre la mia. No tuve poder de reaccion para retirarme, y lo cierto es que no queria hacerlo. Era mi mejor amigo y sabia que esto iba a cambiar el rumbo de nuestra amistad sin ninguna duda, pero no me arrepentia para nada de lo que ahora mismo estaba pasando. Esa noche ya no volvimos con los demas, nos devoramos a besos por cada rincon como si se fuera a acabar el mundo. Me acompano a casa al amanecer con los labios rojizos e hinchados de tanto besarnos. Nos abrazamos durante minutos sin pronunciar palabra, hasta que rompi el silencio. --... ?Y manana que? - pregunte apoyando mi cabeza en su pecho. --No pienses en manana... los dos sabemos que sera complicado, pero disfrutemos del ahora. - susurro posando un beso en mi sien. --No quiero estropearlo - dije a pocos milimetros de su boca. --No dejemos que pase... - musito casi pegado a mis labios y su mano acariciando mi mejilla. Y nos despedimos con un beso devorador, que nos hizo estremecernos por dentro y por fuera. Pero paso, y al dia siguiente no nos vimos, yo no se el, pero yo, no me atrevi. Ni el me llamo ni yo le llame. Cuando volvimos a vernos habian pasado un par dias y no sabiamos ni como actuar. Nuestras miradas coincidian y enseguida la retirabamos como si nos quemara reconocer con los ojos lo que habiamos disfrutado con el cuerpo. Era como tener miedo a reconocer que aquello habia ocurrido, y no solo eso, si no que nos habia gustado...y mucho. Me habia pasado esas dos noches sonando despierta y rememorando todo lo que habiamos vivido aquella noche de las fiestas. Imaginandonos como una pareja mas que se deja ver regalandose besos por la calle sin pensar que pasara con nuestra amistad ahora que habiamos pasado esa delgada linea. Pero a los dos se nos atragantaron las palabras en la garganta, y suponia que la edad, la inexperiencia y la sensacion de haberlo estropeado, pudo mas. Que raro fue todo... No se por que pero no llegamos a hablarlo. Mantuvimos el buen rollo durante meses aunque a veces, y de manera algo forzada, seguiamos hablando, llamandonos, pero poco mas. Ni una palabra del famoso dia. Aproximadamente un ano despues, a fuerza del dia a dia, recobramos la amistad que habiamos perdido por aquel rollo de una noche, yo me sentia bien con el y conmigo misma por haber recobrado casi toda aquella confianza, e incluso una noche hablamos de lo que paso, hasta conseguimos reirnos de ello y nos prometimos que no volveriamos a estropearlo todo por un calenton (ambos sabiamos que fue mucho mas que eso...jodido orgullo) Fue una conversacion que saco el una noche entre risas y bromas, cuando nos quedamos solos en el bar tras tomar unas cervezas con los amigos. Reconozco que se me encogio el estomago cuando dijo: --Que noche aquella cuando caimos en la tentacion ?eh Nai? - dijo con media sonrisa y la voz ronca, tras dar un sorbo a su cerveza. Al principio me quede un poco cortada, me pillo fuera de juego, pero me miraba de una manera que estaba mas que claro que se referia a aquella noche. Suspire antes de responder. Y tras dar un trago a la cerveza, mas largo de lo habitual para coger fuerzas y darme tiempo antes de hablar, hable: -- Si... mordimos la manzana - respondi con media sonrisa. -- ?Te supo bien? La manzana, digo - pregunto vacilon. --No estuvo mal - dije entrecerrando los ojos y manteniendole la mirada. - mejorable diria yo - otro trago a la cerveza. -- ?Perdona? - contesto alzando las cejas jocoso. Y asi, riendo a carcajadas, conseguimos quitarnos esa espinita que teniamos los dos clavada y tanto dano nos estaba haciendo teniendola enquistada. Ahora con veinticuatro anos volvemos a ser los mismos de siempre. Mas mayores, menos gamberros y mas centrados. El ha empezado una relacion con Rosa, una chica del barrio, llevan unos tres meses juntos y yo tengo mis amigos con derecho a roce. No me apetece mucho meterme en una relacion seria ahora mismo. Estoy dedicada a sacar mi profesion adelante y reconozco que lo paso bien, sin compromisos. Me prepare para quedar con Isaac a tomar una cerveza como otras tantas veces. Me puse unos vaqueros tobilleros, una camiseta blanca basica de pico y sandalias negras de cuna. Me deje el pelo suelto y me puse una base de maquillaje, mascara de pestanas y gloss color coral. Fui al bar donde habiamos quedado y alli estaba, sentado en una de las mesas del fondo de la terraza fumandose en cigarro y mirando el movil, ajeno a mi llegada. Estabamos en primavera y los bares ya empezaban a montar su negocio fuera de sus cuatro paredes. Me acerque y debio de sentirme porque levanto la vista y me recibio con una sonrisa. -- ?Que pasa, nino? - le pregunte mientras le daba dos besos. Siempre le habia llamado "nino", despues de volver a recobrar la amistad que habiamos perdido, empece a llamarle asi de manera casual, y termino siendo la manera en que me dirigia a el siempre. -- Pues nada, aqui estamos, tomando una cervecita esperandote...-respondio con una sonrisa forzada. -- Uyyy...a ti te pasa algo - afirme frunciendo el ceno y mirandole a los ojos. --No, que va, no seas tonta...- respondio evitando mi mirada y dando una larga calada al cigarro. --A ver Isaac, nos conocemos desde hace tantos anos que podria adivinar cuando ha sido la ultima vez que te has acostado con alguien - una pequena carcajada salio de su boca - Asi que ya puedes empezar a hablar. --Hay que ver que grafica eres, joder. --Ya me conoces, no tengo filtro. - sonrei triunfante al ver que habia conseguido que me mirara. Le pedi al camarero que me trajera un tercio y una bolsa de patatas, la tarde prometia ser mas seria de lo que yo me planteaba. No pasaron ni dos minutos cuando ya tenia la bebida y la comida sobre la mesa. Le di un trago a la cerveza y suspire. --Soy toda oidos, nino...- dije acercando mi silla a la suya. Me miro de soslayo y medio sonrio, pero sus ojos no hicieron lo mismo. Inspiro con fuerza... exhalo despacio y lanzo la bomba. -- Nai, me marcho - dijo sosteniendome la mirada esperando mi reaccion. -- ?Como te me marchas? ?Donde? - pregunte frunciendo el ceno confundida. --Me marcho una temporada a Londres. El gesto de la cara se me transformo. -- ?Como? ?A Londres? - dije cogiendole las manos. - ?Ha ocurrido algo? ?Tu familia esta bien? -- Si, tranquila. No es por ellos. - hizo una pausa - Bueno...quiero aprender el idioma, ya sabes, me vendra bien para el curriculo y ahora que estoy en paro quiero aprovechar -cogio su cerveza y le dio un trago largo. No me parecia del todo sincero, no se... estaba muy raro. Le costaba en algunos momentos sostenerme la mirada. No se mostraba contento, al reves, daba la sensacion de que se iba por obligacion. --Pero a ver...espera, espera - dije alzando mis manos - aqui algo no me cuadra. ?Te ha pasado algo con Rosa? --A ver Nai... -- ?Es eso? ?Las cosas no van bien entre vosotros? --Rosa y yo lo dejamos hace unos dias. Ahora si que estaba fuera de juego totalmente, ?pero no se supone que es mi mejor amigo y deberia de haberme enterado de esto cuando sucedio? Estaba totalmente desconcertada. -- Pero Isaac, ?que ha pasado? ?Por que no me lo has dicho antes? -- No lo se Nai, no se explicarlo, es complicado -dijo mirando sus manos mientras jugueteaba con ellas - La relacion no terminaba de llenarme del todo, no sentia que esto fuera a llegar a ninguna parte y no me parecia justo para ella. --Pero se os veia bien. -- Mal no estabamos, pero bien tampoco -levanto la mirada hacia mi- Nai, no estaba enamorado de ella. Nunca estas preparada para mantener conversaciones de este tipo, porque ahora que le digo, ?que lo siento? ?Que me alegro si es por su bien? No se... -- Y ella ?como se lo ha tomado? -- Bueno, regular la verdad, y la entiendo. Pero tenia que hacerlo bien y hablarlo antes de que la cosa fuera a mas y nos hicieramos mas dano. --Has hecho bien- y me levante para acercarme a el, cogerle la mano para se levantara y darle un fuerte abrazo. Apoyo su cabeza en mi hombro y note su respiracion en el hueco de mi cuello. Le di un beso en el pelo y nos separamos. Le cogi las manos de nuevo y le pregunte. -- ?Por eso te vas a Londres? --Bueno... tambien influye .Necesito irme de aqui unos meses, creo que me va a venir bien. -- ?Me abandonas, eh? - dije con media sonrisa y los ojos acuosos. -- Ey... nina no te iras a poner a llorar ?verdad? - me volvio a abrazar. --Ya sabes... tengo un numero de lagrimas al dia para gastar y estas son las de hoy- force una sonrisa. --Sabes que estoy a nada en avion ?verdad? - asenti con la cabeza- Y el telefono aunque no lo creas tambien llega hasta alli. --No te olvides de mi ?eh? - trague saliva -?A quien vas a encontrar tu tan cabra loca como yo alli ,que son todos tan estirados? Sonrio ante mi comentario. --?Pero tu crees que voy a querer olvidarte?Ni quiero ni creo que pueda- respondio serio cogiendome la cara entre sus manos y limpiando mis lagrimas con sus pulgares. -- ?Y cuando te vas? - pregunte con miedo. --Me marcho en dos dias. -- ?Ya? ?Tan pronto? --Si Nai, creeme, es lo mejor. -- Esto estaba ya planeado hace tiempo ?verdad? - Bajo la cabeza - ?Por que no me lo contaste antes? --Porque para mi habria sido insoportable estar un mes despidiendome de ti. Quiero creer que asi es mas facil. Llamame iluso. -- ?Puedo al menos acompanarte al aeropuerto? --No te preocupes, me lleva Andres. --Porque si para ti es algo bueno, a mi me duele tanto... - me lance a decir. Me miro serio, pasaron unos segundos que nos miramos con tension. Se hicieron eternos. --Porque supongo que algo te importo - respondio apretando los labios. Sonrei triste y le volvi a abrazar. Fue la ultima vez que nos vimos. Nos despedidos en la terraza de aquel bar y nos dimos un abrazo del que eramos incapaces de separarnos. Llore y el tambien derramo alguna lagrima. No queria de ninguna de las maneras que se marchara, pero si para el era lo que debia hacer, lo aceptaria aunque me costara. No volvimos a vernos durante cinco anos. Cinco largos anos en los que al principio hablabamos casi a diario, luego semanalmente...y mas tarde cuando podiamos. La cosa se enfrio, el hizo nuevos amigos alli. Yo empece a trabajar en un estudio de moda y me llevaba muchisimas horas al dia... y el cambio de numero de telefono. Un dia que fui a llamarle me salto una voz que decia que ese numero de telefono no existia. Me quede desconcertada, no entendia nada. Algo murio dentro de mi. Ahora tengo veintinueve anos y me acuerdo mucho de el. Creo que nunca podre olvidarle, una amistad como la nuestra se queda tatuada de por vida, y me niego a no saber nada de el. Una tarde entre en una conocida libreria, disfruto mucho en estos establecimientos mirando los libros, me pierdo entre sus letras y me relaja mucho. Mientras sostenia uno de ellos y leia su sinopsis escuche una voz tras de mi. -- ?Nai? - pronuncio una voz masculina. Me gire en seguida y me quede de piedra. Isaac estaba delante de mi, con la misma mirada y sonrisa de siempre. -- ?Isaac? - dije perpleja. --Vaya, aun no te has olvidado de mi - respondio con media sonrisa. --Pero... -parpadee sin creerme tenerlo delante de mi. -- Lo siento, Nai - dijo sin dejarme terminar. Trague saliva y le mire con sorpresa, una parte de mi estaba muy enfadada con el por haber desaparecido de mi vida de esa manera, tan brusca, sin explicaciones, ni palabras... nada. -- ?Cuando has vuelto? - me atrevi a preguntar algo tensa. --Bueno...volvi la semana pasada- dijo jugando con sus manos nervioso. -- No pensabas llamarme por lo que veo.

  • La desaparicion de Josef Mengel de Olivier Guez

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    Desde 1949, ano en que llego clandestinamente a Argentina, y hasta su muerte en 1979, Josef Mengele, bajo otros nombres (pero por un tiempo con el suyo), se escondio, o vivio <>, en Argentina, Paraguay y Brasil. Sostenido economica y moralmente por su familia desde Alemania o por oportunos <> filonazis, y protegido por Peron y Stroessner (entre otros), el medico que en Auschwitz cometio atrocidades sinnumero nunca fue detenido ni juzgado, a pesar de que lo buscaban el Mosad y Simon Wisenthal. Soberbio, vanidoso y convencido hasta el final de haberse sacrificado por Alemania y la humanidad, el llamado Angel de la Muerte trato de llevar una vida corriente (casarse, tener hijos, trabajar), e incluso regreso en dos ocasiones a Europa, hasta que se convirtio en un claustrofobico prisionero de sus propias esperanzas.
    El relato frio, preciso y esclarecedor de sus pasos hasta el fin de sus dias, y de todas las complicidades personales y politicas que explican por que nunca pago por sus crimenes, dibuja un retrato muy dificil de olvidar.

  • ?Por que la gente odia la politica? de Ernesto Ganuza

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    Nuestra relacion con la politica en los ultimos anos ha sido aparentemente contradictoria: nunca habiamos desconfiado tanto y a la vez (casi) nunca nos habiamos implicado con tanta intensidad. En ?Por que la gente odia la politica?, a partir de una serie de datos cuantitativos y cualitativos que dan lugar a un interesante dialogo en relacion a estas cuestiones, se examina en profundidad esta relacion amor-odio que tienen las personas con la politica y cuales son las alternativas que se proponen frente a ello: ?mejoramos los sistemas de representacion y tratamos de conseguir mejores politicos?, ?profundizamos la democracia con mas participacion?, ?recurrimos a expertos que puedan ser neutrales y eficaces? Esta obra nos muestra que aspectos nos atraen mas y cuales nos convencen menos en cada una de estas alternativas.

  • Laboratorio lector de Daniel Cassany

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    Laboratorio lector presenta una vision amplia, interdisciplinaria y divertida de la lectura. Es solo un libro, pero incluye toda clase de experimentos, como en unos autenticos <>: comprobar la amplitud de las fijaciones oculares, descubrir los automatismos del cerebro, tomar conciencia de las inferencias que hacemos o de la manera en que trabaja la memoria o revisar las estrategias con que exploramos un escrito para detectar su intencion, su estructura o su ideologia.

  • La prisionera de los krinar de Anna Zaires

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    Una novela romantica independiente de la autora superventas en las listas del New York Times de las obras Secuestrada y de Las cronicas de Krinar.

  • El chico del chubasquero amarillo de Sweet Melibea

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    Alice Evans, disenadora de moda, esta comprometida con Edward Brown, socio del padre de Alice del emblematico hotel de los Evans.
    No obstante, no esta muy segura de dar ese paso, sobre todo cuando Josh, un profesor de musica, sencillo, con pelazo y ojos de infarto se cruza en su camino de forma accidental.
    El destino, a pesar de que Alice no cree en el, pondra a prueba su capacidad de eleccion para poder alcanzar la felicidad.
    ?Y Josh? ?Que papel tendra el en esa decision?
    Descubre esta divertida historia en la que el amor es el protagonista.

  • Lo que descubri de ti de Sibila Freijo

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    Continua la historia de Carlota, la protagonista de Lo que no sabia de mi.

  • El hundimiento del muelle de Mark Haddon

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    Los nueve relatos de esta lirica y poderosisima coleccion se adentran en diversos territorios (la aventura clasica, la ciencia ficcion, el cuento alegorico o el realismo despiadado), pero Haddon despliega en todos ellos su inigualable destreza estilistica y esa empatia que ha hechizado a los lectores de sus novelas. El resultado final es una fascinante reflexion sobre la condicion humana, la soledad que nos atrapa y los vinculos que, pese a todo, siguen uniendo a los seres humanos. Quienes gozaron con “El curioso incidente del perro a medianoche” hallaran aqui al mejor Haddon.

  • Prometeme todos tus dias de Clara Albori

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    ?Que harias tu si te sintieras amenazada de muerte?
    Eso se pregunto Aria tras presenciar la muerte de su gemela y ser atacada y casi asesinada por el novio de esta.
    Asustada tras su posible futuro, Aria decide huir sin nada mas que algo de dinero y un poco de ropa. Confundida y perdida, piensa en regresar a Espana y enfrentarse a su destino, pero Zach Lowell se interpondra en su camino para ayudarla en el cambio de su vida.
    Aria tendra que superar sus miedos, sobrevivir ante el hecho de que el asesino de su hermana siga suelto, hacer frente a sus recuerdos y pesadillas e intentar seguir adelante, pero tendra que enfrentarse a nuevos desafios durante su estancia en Leicester.
    ?Estara algun dia preparada para volver?

  • Querido John de Nicholas Sparks

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    John Tyree, es un muchacho rebelde que vive en Carolina del Norte. Despues de pasar una infancia complicada sin madre y con un padre obsesionado con la numismatica decide alistarse en el ejercito para poder huir de su pueblo y de su disfuncional familia. Sin embargo, en uno de los permisos que se le conceden, volvera a su ciudad natal y alli conocera a Savannah. Las visitas de John a Savannah se suceden y en ellas el amor que sienten el uno por el otro no hara mas que aumentar. John conseguria ademas, con la ayuda Savannah, descubrir el porque del alejamiento de su padre y reconciliarse con el.

  • Hasta que el viento te devuelva la sonrisa, Alexandra Roma de Alexandra Roma

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  • Yoga, un estilo de vida de Vanesa Lorenzo

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    < Aprender a estar presente en el aqui y el ahora, a conectar con la respiracion y tomar conciencia del cuerpo es un privilegio que esta al alcance de todos y que solo aporta cosas positivas.
    El yoga te permitira enfrentarte a retos fisicos ejercitando posturas nuevas que te daran equilibrio mental y fuerza fisica y que sirven para el dia a dia en cualquiera de las otras facetas vitales.
    Por ello, hemos elaborado este libro incorporando el conocimiento del maestro y la experiencia del practicante para ofrecer unos consejos y metodos practicos para llevar una vida sana, al alcance de todos.>>

  • Mal nacido de Francisco Javier Olmedo Vazquez

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  • Vindicta de Monique Amoedo

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    Daniela tiene un futuro prometedor como periodista, pero ha aparcado todo sus proyectos por permanecer al lado de Alex. Hasta que descubre quien es el realmente. Herida y llena de rencor urdira un plan para vengarse con la intencion de devolverle todo el dano que el le ha causado.
    La intriga y la expectacion son los elementos conductores de esta historia de ajuste de cuentas y vindicta

  • Corredora del Desierto de Dawn Chapman

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    Acompana a Maddie Vies en su peligrosa aventura a traves del desierto de Maicreol. En plena temporada de cria del tromoal, la corredora contara con la ayuda de su fiel vehiculo Hog para cruzar sus peligrosos territorios de caza. Y no lo hara sola. Tendra que aprender a dejar de lado sus instintos y confiar en un visitante, Alex, que cumple un papel fundamental para poder cumplir con su mision. Juntos atravesaran el caluroso desierto para llegar a Port Troli y entregar un importante paquete, ademas de informacion muy valiosa para la politica de las ciudades.

  • Un angel en la oscuridad: Nueva York V de Mariah Evans

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    Quinta entrega de la serie Ciudad de reyes.
    Una lucha encarnizada, una huida desesperada, una cuenta atras de la que dependen sus vidas.Samantha es la nueva integrante de la division de elite. Su don supera cuanto conocian hasta entonces, pero un tragico pasado, de quien nadie sabe nada y que la atormenta, le provoca dificultades al tratar de controlar sus poderes.Nathan sera el encargado de supervisarla, instruirla y de garantizar su seguridad en las implacables batallas. Y aunque es contrario a que una chica sea la nueva integrante del grupo, no podra evitar sentirse irremediablemente atraido por ella. Su objetivo sera protegerla, pues el don de Samantha sera el mas codiciado por las fuerzas oscuras. Quien lo posea sera invencible y podra someter al resto de sus adversarios. Quien posea a Samantha tendra en sus manos la victoria.?Sera capaz Samantha de no dejarse doblegar por la oscuridad? ?Podra proteger a sus companeros cuando se desate la batalla final por el control de la ciudad?

  • Yo voy, tu vas, el va de Jenny Erpenbeck

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    A Richard, profesor universitario aleman con una exitosa carrera profesional a sus espaldas, le ha llegado el momento de la jubilacion. Desde el escritorio de su casa, mientras contempla el lago tras la ventana, se pregunta como llenar todo el tiempo libre del que dispondra. Se entera entonces de la existencia de un campamento de refugiados en Berlin y decide echar una mano.
    Alli escuchara historias desgarradoras y esperanzadas de jovenes llegados desde paises lejanos, que vienen huyendo de la guerra y la miseria. Pero la comunicacion no siempre es facil, y en mas de una ocasion se producen malentendidos o directamente choques culturales, mientras las autoridades se limitan a aplicar la ley con fria determinacion.
    Esta es una novela que aborda sin maniqueismos, sensibleria o topicos faciles una tragedia candente de la Europa actual. Pero no es solo eso: es tambien el potente retrato de un grupo de seres humanos, cada uno con sus cuitas, en cuyo centro se situa el recien jubilado Richard. Y a traves de su peripecia personal emergen en el libro otros temas de calado: como afrontar la vejez, la soledad y las heridas abiertas del pasado -la desaparicion de la mujer con la que compartio su vida, fallecida hace anos-, pero tambien como convivir con el deseo que pervive, y que le despierta una etiope mucho mas joven que ensena a los refugiados aleman y los rudimentos de las formas verbales: Yo voy, tu vas, el va…
    Una novela deslumbrante forjada con la suma de muchas pequenas historias personales que se entrecruzan y dan forma al gran drama del presente. Un libro que nos muestra la verguenza de la crisis de los refugiados y la necesidad de entender a los otros por encima de las diferencias culturales.

  • Bitna bajo el cielo de Seul de Jean-marie Gustave Le Clezio

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    El Premio Nobel de Literatura sorprende y cautiva con una fabula urbana en el corazon de Seul.

  • 20 Dias de Carlos Merenciano

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    Alex decide dejar el confort de su hogar en Espana y tomar un avion con rumbo a Estados Unidos para vivir durante los proximos 20 dias en Stateville, una pequena ciudad de Pensilvania, ya que ha decidido embarcarse en un intercambio que organiza su instituto. Acompanado de Laura, amiga desde su infancia, deciden que aquel viaje sea la mejor aventura de sus vidas, y lo sera, pero no por el motivo que ellos imaginaban, sino porque el amor se cruza en su camino por primera vez.

  • El agente ingles de Ignacio Gimenez

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    Un joven agente ingles, infiltrado en la antigua URSS, se enamora de una funcionaria sovietica y vive con ella una apasionada relacion que se prolonga durante unos meses, hasta que la vida termina por separarlos.

  • Una deuda por amor de Erina Alcala

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    Papa --le dijo su hija mayor Isabel, que tenia 25 anos y acababa de llegar de la asesoria en la que trabajaba de secretaria en Ubeda, un pueblo de la provincia de Jaen. --?Que pasa Isabel? --Tienes una carta certificada de un bufete de abogados de Jaen. --?De un bufete de abogados de Jaen? ?y eso? --?Te la abro? --le dijo Isabel ya que su padre se encontraba bastante enfermo del corazon. --No. ?Ha llegado tu hermana? --Esta acabando el master. Hoy no venia a comer. --Vale. La casa en la que vivian en Ubeda desde que el se caso, no era suya y lo sabia, pero habian pasado ya 28 anos de aquello. Era una casa enorme, de las mejores del pueblo. Una casona senorial que el habia ido reformando con el tiempo. Aunque hacia tiempo que estaba igual. Y los olivos tampoco eran suyos. Y se imaginaba de que iba la carta del bufete y se echo a temblar, porque sus hijas no sabian que ninguna posesion era suya, y hacia diez anos que no le enviaba el dinero de los olivos a su amigo y dueno de todo. Su amigo de la infancia y vecino, Jesus Fuentes Eugenio Martin y Jesus Fuentes, eran amigos de la infancia y cuando hubo una desbandada de gente para irse a Australia en la que se dijo habia mucho trabajo, Jesus se fue a Nueva Zelanda. A la isla sur, en concreto al este, a Little River. Un pueblo maravilloso que con el tiempo se convirtio en turistico hasta tal punto en el que el y su hijastro, Hunter, tenian un pequeno hostal con 25 habitaciones, con rutas turisticas, tenian una pequena granja de alpacas para el turismo, y hacian bajadas sobre todo en rafting por el rio, senderismo, ofrecian comidas y actividades a los turistas. Jesus, habia comprado una buena casa y con el dinero que le iba enviando su amigo de la cosecha anual de la aceituna, hizo en los anos siguientes el hostal y su casa, preciosos, en lo alto de una colina, una gran explanada con vistas maravillosas. Era lo mas bonito que habia visto en su vida y alli se quedo. Se caso con una turista, Eva, que tenia un hijo de cinco anos, Hunter Wilson. Y no tuvo mas hijos, asi que Hunter era tan hijo suyo como si fuera propio, y Hunter, no conocio a otro padre. Y Fuentes le cambio el apellido por el suyo. Hunter se habia hecho un hombre, con 29 anos, al terminar la carrera de Derecho, se hizo cargo de las rutas, era un aventurero nato, y entre el y un chico Jacob, contratado, llevaban todo el turismo del hostal. Ademas, Hunter llevaba la contabilidad, porque su padre, ya no era sino relaciones publicas. La madre de Hunter murio cuando el tenia doce anos y se quedaron solos. Ahora tenia un trabajador para la granja, otro para tener a punto el almacen de las canoas y lo que hiciese falta. Una senora para la limpieza, cocinero y ayudante y dos camareros para el salon comedor. A veces contrataban una orquesta o el mismo chico del almacen de las canoas, divertia a los pequenos y a los mayores con juegos. Eran una pequena familia que fue aumentando con el tiempo. Pero Jesus estaba preocupado. Hacia diez anos que su amigo Eugenio no le contestaba y supo que estaba vivo y tenia dos hijas, pero se habia quedado con todo su dinero y propiedades y no le mandaba ni un dolar. Estaba irritado, y no tuvo mas remedio que llevarlo a juicio. No queria que su hijo Hunter supiera nada, ni siquiera sabia la cantidad de terreno que tenia y la casa. Porque Hunter tenia caracter y hubiera ido personalmente a sacarle los ojos por robar a su padre. Eugenio leyo la carta y supo todo el dinero que debia devolver e irse de la casa en 10 dias, asi como devolver las tierras a una agencia que las llevaria a partir de ese momento. Pero el no tenia dinero para pagarle lo que se le exigia y sus hijas no sabian nada. Y no tuvo mas remedio que llamarlo. --!Hola Jesus! --?Si? ?quien es? --Eugenio, Eugenio Martin. --Hombre, ya te he mandado que debes hacer, llevas 10 anos sin enviarme el dinero. He consultado con la fabrica de aceite y me debes cinco millones de euros, y mi casa. --Veras Jesus, hombre, no tengo ese dinero. --?Ah no? ?y en que te lo has gastado? --le dijo mas enfadado de lo normal. --He jugado, lo siento mis hijas ni lo saben. Desde que Rosa murio... --!Tienes hijas! --Dos, si. Una tiene novio, la mayor, Isabel, de 25 anos. --?Y la pequena? --23. --?Y debes dinero? --No, gracias a Dios no debo, pero no tengo, hare lo que quieras, pero estoy enfermo. --?De que? --Del corazon? --?Y juegas mi dinero? ?no estas enfermo? --Por Dios Jesus, perdoname. Hare lo que quieras. --?Tu hija menor como es? --Preciosa, ha estudiado turismo y acaba el master en un mes. --Muy bien, una asesoria me va a vender las tierras y me enviara el dinero. --Pero Jesus, ?de que voy a vivir? --De tu hija, tiene novio ?no? --Si y trabajan los dos. --Pues ya esta, --?Y la casa? --La casa te la dejare diez anos mas, si muero yo, se vendera, si mueres tu lo mismo. Ya tengo eso encargado. --Gracias, al menos... --!Ah! y quiero a tu hija menor. --?Como? --Que tengo un hostal turistico y la quiero. --Pero no puedes quitarme a mi hija. --?Ah no?, ?quieres vivir en la calle y pagarme los cinco millones que me debes? --No puedo, pero mi Raquel... --Bonito nombre, estara bien aqui, quiza tenga mas suerte y le guste a mi hijo. --!No puedes hacer eso! --Piensalo. En un mes todo lo tengo vendido. Te llamare y contesta. Te mandare el pasaje y algo de dinero para tu hija. Asi que ya sabes. Y le colgo. Y Eugenio se echo a llorar. --Papa, papa, ?Que te pasa? --le dijo Isabel. Y su padre le conto todo. --No se lo digas a Raquel. --Pero papa, ?como has gastado ese dinero? --Jugando. --Papa son cinco millones de euros, demasiado benevolo es ese hombre. Era tu amigo y confio en ti. Y hemos vivido muy bien gracias a el. Ya puedes despedirte de las tierras. --Si, estan en venta ya, si no estan vendidas ya. --Al menos yo gano algo y podemos quedarnos Luis y yo contigo. Tengo un sueldo y Luis y tu tienes la paga. Nos apanaremos. Pero el se viene a casa. --Hasta que nos la quiten. --Diez anos. --No voy a vivir diez anos hija. --Bueno, si Luis y yo podemos ahorrar para un piso, o alquilar uno, luego hablare con el en la asesoria. Luis trabajaba en la asesoria llevando comunidades de vecinos, y se habian enamorado. Pensaban vivir juntos en poco tiempo. --El problema es como se lo decimos a Raquel, pobre mi nina, no la veremos. --?Como puede pedirte a una hija? --Me la quiere quitar por la deuda. Mi hija vale mas de cinco millones y la casa. --Miralo por el lado bueno, ha hecho turismo, quiza si le decimos que tu amigo le ha propuesto irse a trabajar alli. Ella es aventurera. --?Y si no la tratan bien? --Cuando te llame el mes que viene, se lo dejas claro, que, si no la trata bien, nos vamos, lo malo es que en cuanto venga tu hermana y le digamos lo de mi amigo se pondra a hacer las maletas loca de contenta. --No tengo nada que darle, ni para el viaje. --Le pagan el pasaje, pero necesitare algo para que se lleve. --Yo le dare algo que tengo ahorrado. --Hija... --llorando. --Papa, lo has hecho muy mal, ese amigo tuyo confio en ti. Podiamos vivir bien y darle su parte y ?que has hecho?... no me lo puedo creer. Pero su padre se puso tan mal que lo tuvo que llevar al hospital. Habia tenido un infarto y llamo a su hermana y al trabajo para no ir. Por la noche le repitio el infarto y murio. --Dios mio --dijo Isabel--, ahora ?que hacemos? A los tres dias estaban en casa por la noche. Habian enterrado a su padre e Isabel cogio el papel de su amigo. --?Senor Fuentes? --Si digame. --Soy Isabel la hija de Eugenio Martin, mi padre ha muerto. En un mes intentaremos salir de su casa y cumplir lo acordado. Hablare con mi hermana. --Lo siento por tu padre, no lo esperaba. --No se preocupe, estaba ya muy enfermo. --Le mandare a tu hermana un sobre, con los pasajes y algo de dinero. --No hace falta, tengo algo ahorrado. --Se lo mandare. Utilizalo para alquilarte un piso. --Como quiera, tengo que hablar con ella y buscar un piso. Cuando lo tenga todo listo pueden vender su casa. --Lo siento hija. --Lo siento yo, por condonarnos la deuda de mi padre. Pero por favor trate bien a mi hermana. --No te preocupes, aqui estara bien. Bueno, ahora ya no tiene importancia. --Por la noche --Isabel le dijo a Raquel: --Sientate. --?Que pasa? Y le conto todo lo que habia pasado. --?Las tierras y la casa no eran nuestras? --Nada, no tenemos nada, cinco millones de euros de deuda. --Cinco millones, ni que trabajaramos las dos toda la vida podriamos pagar eso. --Lo se, por eso Luis y yo buscaremos un piso, el senor Fuentes quiere vender su casa. --?Y yo?, me quedaban dos semanas para acabar el master. --Te vas con el. --?Con quien? ?con el senor Fuentes? --A Nueva Zelanda, sola. --Si, es lo que papa le prometio. --Pero Isabel... --Tiene un hostal turistico te vendra bien, querias salir de Espana. Te va a mandar los pasajes hasta llegar a ese pueblo y dinero. --?Y los cinco millones? --Por los cinco millones, debes irte. --Por Dios, Dios mio y estuvo llorando un buen rato. ?Que hizo nuestro padre? --Lo que nunca debio hacer. El senor Fuentes confio en el le dejo una gran casa y un monton de terreno y podiamos ser ricos y se ha gastado todo y no ha mandado durante diez anos lo que le debia. --?Pero por que yo? --Ahora ya no sufrira papa. Es una buena oportunidad para ti, Raquel. --?Tu crees? --He estado viendo el pueblo, los paisajes y el hostal, toma mira... --Es maravilloso. --Si, el rio, los bajos, senderismo... --Pero tan lejos de ti... --Estoy con Luis, hermana.

  • Dulce Tortura de Jenifer Demichelis

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    Jessica se quedo de pie frente al salon de clases. Era su primer dia de universidad. Hacia apenas un par de minutos habia ingresado a un artistico, construido por uno de los arquitectos mas famosos del pais y que por muchos anos fue sede del Ateneo, hasta que las autoridades gubernamentales se habian hecho de el y ahora formaba parte de la Universidad de las Artes, el inmueble no se prestaba mucho para ser instituto educativo, pero sin duda se sentia la vibra de las artes en el lugar, ese aire bohemio, despreocupado, pero a su vez creativo. --!Pasa! --Le grito Alondra, su amiga, quien era su vecina y con la que habia decidido empezar esta aventura de estudiar artes. --Pareces una loca ahi parada mirando la nada. Entra. La universidad se jactaba de ser muy enfatica con la puntualidad, quien llegara tarde se quedaba afuera. Solo por esa razon ya el lugar estaba convirtiendose en uno de los mejores institutos del pais Se acomodo junto a Alondra, disimuladamente miraba el reloj, ligeramente ansiosa por la primera clase, quien seria el maestro o maestra, como serian las evaluaciones, los companeros. Por un momento dudo de su talento. Tenia el don innato de hacer arte con su pincel y lienzos, en casa tenia varios cuadros sin terminar o algunos listos que eran su pequena galeria intima. Aunque era consciente de que aun le faltaba mucho por aprender, por mas autodidacta que fuera, la guia de los maestros seria idonea para conectar y poder lograr las grandes obras que deseaba trazar en la tela en blanco. Abrio su libreta que tenia arriba la imagen de una mariposa azul con negro, bautizada con el feo nombre de Morpho Peleides, los cientificos tenian un don para darle nombres terribles a tan maravillosas creaciones de la naturaleza. Comenzo a pasar las paginas, buscando una que estuviera en blanco, en las primeras, las escritas, reposaban poemas que en momentos de inspiracion escribia, en casa, en su ordenado, reposaban un par de poemario que estaban en proceso de poda, correccion y busqueda de palabras mas idoneas para algunos de sus versos. Durante los ultimos anos habia pulido sus poemas dejando un trabajo mas hermoso... Ella, sin duda alguna era una artista, solo le faltaba ese empujon, alguien qe la encarrilara para que pudiera encontrarse y mostrar al mundo lo que por esa cabecita bullia. Finalmente consiguio la hoja en blanco, anoto la fecha del dia y miro a Alondra, quien estaba inmersa en su movil. Vio para los lados y ya habia mas estudiantes, todas caras desconocidas que estaban inmersas en sus mundos, futuros amigos y seguramente enemigos que se gestarian en esa comunidad que se formaba. Jessica se iba a rendir a su propia introspeccion metiendose en alguna red social de su movil, cuando recibio un codazo de Alondra, la miro y esta le senalo con la boca la puerta. Alli estaba de pie el hombre mas guapo que habia visto nunca. Alto, llegaba casi al quicio de la puerta. Sintio como si una suave brisa acariciara los vellos de su espalda. Su mandibula estaba bien marcada, su boca poseia una sensual curvatura, su ojos eran verde, un tono extrano, porque no eran claros como los muchos ojos que habia visto en su vida, sino de un verde oscuro, militar, el cabello negro, fino, seguramente rebelde, se contenia en una cola de caballo, que aunque a ella nunca le habian gustado, por alguna razon a ese hombre le quedaba bien. Ademas, su manera de vestir era despreocupada y elegante. Parecia que cada una de sus prendas estaba hecha a su medida y le quedaba bien. No era el profesor, era otro companero de clases. Pero vaya que era hermoso. Poco rato despues entro la maestra. Quien luego de las presentaciones pertinentes y hablar de su plan de evaluacion, fue al grano. --Jovenes, a mi me encanta trabajar en grupo. --A nosotros no... --Dijo uno de los estudiantes, algunos de los presentes rieron. Se veia que era el bromas del salon. --Pues les tocara acostumbrarse --dijo la maestra sonriendo-- desde hoy comenzaremos a formar grupos y seguramente repetiran en muchas ocasiones. Como se que ustedes no se conocen, esta vez los organizare yo. La maestra tomo la lista donde aparecian los nombres de los estudiantes y comenzo a nombrarlos. --A medida que vaya nombrando, ustedes se iran cambiando de puesto con el de al lado y asi cada quien quedara al lado del otro y armaremos el grupo para comenzar a trabajar. Asi fue, a medida que los nombraba todos se iban moviendo de sus puestos y cambiandose con otros para irse acomodando. El salon tenia bastantes puestos vacios, era facil ubicar otro asiento mientras la maestra citaba su nombre. --Ojala nos toque juntas --Dijo Alondra-- y casi como si hubiera dicho un maleficio, su nombre fue mentado por la profesora. Alondra abrio los ojos, esperando escuchar el de Jessica. Pero nombraron a Marcos, al girare a buscarlo, se consiguio con un hombre de lentes, un tanto nerd, nervioso en sus movimientos, quien se le ilumino la cara cuando vio la mujer que le habia tocado en suerte como companera. Alondra miro a Jessica, como pidiendole auxilio, ella solo sonrio con la comisura de los labios y se quedo apertrechada, esperando a ver quien le tocaba en suerte. --Alessandro Mccoy --Dijo la maestra. Jessica, disimuladamente giro la cabeza, buscando al protagonista de ese nombre. Era el, el guapo que habia robado su aliento un rato antes. La profesora paseaba el dedo por la lista, buscando el companero para el. Dio un respingo cuando escucho --Jessica Alvarez. Miro a la maestra con una interrogacion grabada en su rostro, y ella parecio leer su duda. --?Que paso? Tu y Alessandro son companeros. Jessica solo atino a asentir con la cabeza. El hombre, con un gesto serio, casi arrogante vino y se sento a su lado. Puso su bolso encima de la mesa, la miro, saludo con la cabeza con cortesia y no la miro mas, puso su vista en la maestra. Jessica se sintio incomoda como nunca lo habia estado en su vida. Poco rato despues la maestra habia formado grupos. --Bueno, estamos listos. Aqui no hemos venido a jugar, asi que vamos a la accion. La maestra salio hizo unas senas desde la puerta y dos jovenes entraron con una silla de esas de madera que se usaban antes en los bares de mala muerte y detras venia una mujer con poco mas de 40 anos, unas de esas que a todas luces es ama de casa, que tiene un poco de sobrepeso y un par de hijos con algun nieto en camino. Una mujer madura. Se veia que no habia tenido buenos tiempos, su figura la verdad no era la mejor. Venia envuelta en una toalla. La silla de madera fue colocada en el centro, donde todos pudieran verla desde sus angulos. La mujer se quito el pano y estaba totalmente desnuda, se sento en la silla y adopto una posicion donde una pierna tocaba el suelo, la otra estaba en el peldano de la silla, un brazo reposaba en el espaldar y el otro en la pierna. En su estomago se dibujaban pliegues de sobrepeso, sus senos caidos mostraban que en algun tiempo fueron unas buenas tetas, su rostro, toda ella, aunque no entraba en los estereotipos de belleza, tenian una extrana belleza, supongo era su alma de artista, que no tenia reparo en venir y posar alli, desnuda ante esos estudiantes que al verla quedarse desnuda, chiflaron a modo de piropo. --Se podran imaginar lo que vamos a hacer. Quiero que cada pareja comience a dibujar a la modelo, ustedes veran como se organizan, la idea es que entre los dos, dejen un solo dibujo. Pueden tomarse la hora de clase en eso. ?Vale? Alessandro miro a Jessica, levanto una ceja, como esperando que ella actuara. --Aqui tengo hojas --Dijo ella-- ?como nos organizamos? --Te prestare un lapiz de unos buenos que traigo aqui. Vas a usar esos. Su voz era aterciopelada y hermosa, gruesa, varonil. Hacia que el autoritarismo con el que hablaba sonara sexy. Le dio un lapiz, normal, similar a los que ella tenia en el bolso, pero igual lo acepto y comenzaron a dibujar. --Se me dan bien los rostros, vamos a hacer el boceto y ahi vamos uniendo a medida, pero empezare con su cara ?Vale? --Si --respondio Jessica. Le molesto que en el rato que estuvieron dibujando, ni una sola vez el la mirara ni un momento, estaba solo inmerso en rayar la hoja y formar la figura de la mujer desnuda frente a ellos. <> tan sobrado, tan crecido, se cree que porque es guapo, ya las tiene todas ganadas. Idiota. No soportaba a los hombres crecidos, que se creian superiores, que pensaban que la belleza fisica era lo unico, que no tenian nada mas. Alondra sabia que su amiga era medio rebelde, por eso le habia advertido que tenia que hacer amigos en el lugar y ser callada, no salir con cosas a los demas cuando estos le hicieran algo que no le gustara, por ella, se quedaria callada. Pero sin duda no dejaba de molestarle que el no le regalara ni una mirada. Estuvo tan concentrada, quejandose en su interior por Alessandro, que apenas si presto atencion a su dibujo, los resultados eran evidentes, los trazos de ella se veian un poco descuidados, en cambios los de el, habian esculpido un rostro que parecia una fotografia en blanco y negro, que iban transformandose en una cuasi caricatura del cuerpo, el contraste entre el trabajo de Alessandro y el de Jessica. --?No sabes dibujar? --dijo-- Es elemental saber para estudiar esto. --Si se dibujar --respondio Jessica mirandolo con los ojos brillantes. El miro el dibujo, la miro a ella y dijo. --Ya. Fue el unico momento en el que le dedico una mirada, siguio mirando a la maestra y a la modelo, como un muneco obediente. Como si estuviera en la escuela. <> se dijo para sus adentros. --?Ya terminaron? --pregunto la maestra que se acerco y los vio sin hacer nada. --?Quien hizo esta parte? --senalo el rostro y el trabajo de Alessandro. Al descubrir la parte de cada uno, miro con una sonrisa fingida a Jessica. --?Desde cuando dibujas? --Desde siempre. Es mi vida. --Debes practicar mas, tus trazos son muy duros. Igual es la primera clase, pero mira como la hizo tu companero y como aqui el trazo cambia bruscamente. La maestra le dio la espalda y se dirigio a la clase. --Muchachos, la idea con esto, es que ustedes aprendan a trabajar en equipo, que puedan formar un trabajo donde no se note que hubo cuatro manos, sino solo una, que trazo y formo el arte. Por eso los uno, porque quiero que todos se formen igual. Asimismo les digo, si sienten que esta no es su carrera, que no saben dibujar, estan a tiempo de salir por esa puerta e irse a estudiar Abogacia, alla no tienen que dibujar. Luego de decir esto le dio una rapida mirada a Jessica, ella se sintio terrible. Alessandro se dio cuenta de todo, tomo el lapiz y dijo. --Mira, si pones el lapiz asi, podras hacer mejor el trazo porque... --Joder, yo se dibujar. Dame eso --le quito el lapiz, tomo el borrador, y toda la parte que ella habia hecho la elimino en unos segundos, ahora tomo el lapiz y en pocos minutos habia trazado toda la figura de la mujer, con una calidad casi identica a la de Alessandro. Este por primera vez la miro con otros ojos, cambiando el punto de vista que tenia sobre ella. Jessica lo noto y una rafaga de calor recorrio su cuerpo, sus ojos de madreselva la estudiaban. ?Seria capaz de arder en ese momento, sintiendo que era taladrada por ese hombre? Alessandro la estudio, su piel canela clara, su cabello listo, hermoso que caia en cascada por su espalda, sus labios gruesos y delineados, hechos para besar, con unos ojos grandes, expresivos, que parecian sonreir y mostrar una ternura en el tono oscuro. Sus pomulos anchos, que daban la tentacion de morderlos y mojarse en la miel de la que parecian estar hechos. Tambien vio su cuerpo, esto sin reparo, sin disimular, se quedo mirando la figura de guitarra, sus pechos redondos, su cintura mediana y las piernas gruesas y contorneadas, por su sangre corria sangre africana, eso le regalaba un tono suave pero una figura gruesa y hermosa como las mejores negras. Era muy hermosa. --Dibujas muy bien. --Dijo--Eres buena ?Por que el primer dibujo fue tan horrible? Ella tenia la respuesta, pero no la dijo, al menos no en palabras, porque la mirada que el le dio, parecio comprender lo que pasaba y por un instante se quedaron mirando fijamente y para Jessica este fue un intercambio mucho mejor que muchos encuentros sexuales que hubiera tenido. Finalmente desconectaron y cada uno parecio ir a lo suyo. La clase finalmente termino y todos fueron saliendo. --?Como te fue? --Le pregunto Jessica a Alondra. --Pues el nerd que me toco dibuja como los dioses. Asi que bastante bien. ?Y a ti? Estabas bien acompanada. Que envidia. Seguro te lo miraste de arriba abajo. !Guarra! --Terrible, el primer dibujo me quedo fachas y la maestra me vio como si fuera una retrasada. --?Fue por ti que recomendo irse a estudiar abogacia? Ella dijo que si con la cabeza. Alondra solto una gran carcajada. --Calla. Todo fue por culpa de Alessandro. --Ajaaa. --Es que me dio su lapiz y me quiso decir como hacer las cosas. --Te has quedado prendada de el, que eres guarra. Bueno, no fuiste la unica, todas te envidiamos en la clase, queriamos que nos tocara el. Cuando Jessica iba saliendo de la universidad junto con Alondra, suena su movil. --?Senorita Alvarez? --Pregunto una voz masculina al otro lado. --?Si? --Le habla el agente Tucson de la Policia Central. Su pecho dio un vuelco. La policia no llama nunca a nada bueno. --?Que paso? --Lamento informarle que su piso se incendio. --?Como? --Los bomberos ya apagaron las llamas, pero lamento informarle que el siniestro consumio todo. --?Como consiguio mi numero? --Me lo dio el conserje. ?Donde se encuentra ahora? --Saliendo de la universidad, precisamente iba para alla. --Aun nos encontramos aqui, estamos investigando el origen y nos interesaria mucho hablar con usted ?puede venir de inmediato? Por la mente de Jessica pasaron muchas teorias, ella, la verdad no tenia problemas con nadie, era alguien muy juiciosa, entregada a su estudio y no tenia ni ex toxicos ni enemigos conocidos, todo tenia que ser producto de un accidente. A su vez paso por su mente el donde dormiria hoy, que se pondria, que seria de su vida de ahora en mas y lo mas importante, si ella tendria la culpa de este incendio. Mientras iba casi corriendo a casa, la cual quedaba a unas siete cuadras, por su mente cruzaba si habia dejado la hornilla encendida, o el cargado del movil conectado, la plancha enchufada, alguna cosa encendida que provocara el incendio, no era fumadora asi que tampoco podia ser que dejo algo encendido. No conseguia explicacion. Llego. Alli un hombre regordete, con una gran calva parecio reconocerla, vestia de traje, con una camisa que ya no era tan amarilla y una corbata barata, al verla se acaricio la calva como seguramente lo hizo cuando tenia una cabellera que su consciente e inconsciente extranaban. --Senorita Alvarez, lamento lo sucedido. --?Como ocurrio? --No parece provocado por ninguna otra persona, pero los expertos buscan el origen para ello. El movil mas solido es el de un cortocircuito, una cortina o una tela que no estaba en el lugar correcto. Lo curioso es que todo inicio muy rapido, segun testigos cuando fueron a llamar a los bomberos ya el incendio estaba en su maximo cenit y para cuando llegaron solo apagaron el carbon, no queda nada. --Solo soy una mujer con mala suerte entonces. --?Tiene algun enemigo? --?Como dice? --Que si tiene enemigos que hayan podido causar este incendio. --No... no que lo sepa.

  • El castillo, Luis Zueco de Luis Zueco

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  • Indomable. La historia de Trevor de Encarna Magin

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    El destino ha unido a Trevor y a Grace de una manera temeraria. Lo unico que tienen es la esperanza, y tal vez sea bastante para que curen o destruyan sus corazones.

  • El espiritu de la imagen de Carlos Alberto Gonzalez Sanchez

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    La imagen, como objeto historiografico y fuente documental de suma utilidad, parece estar constituyendo en la actualidad un campo de investigacion interdisciplinar que algunos denominan ” historia de la cultura visual ” ; donde, sobre todo, confluyen la Historia y la Historia del Arte. Asi, el estudio de la iconografia, desde una perspectiva diferente a la tradicional, otorga una especial relevancia al contexto y el acervo ideologico-cultural en el que surge y cumple su funcion.

  • Las horas muertas de Jorge Caneda

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    Samuel e Izan viven aislados en una casa al borde del acantilado. Hace anos que no ven un infectado de cerca. El anciano, testigo del mundo previo al apocalipsis climatico que estallo hace decadas, esta obsesionado con sobrevivir lejos de los zombis y del contacto humano. A diario lucha contra las inquietudes de su nieto, quien ansia saber que habra mas alla de las estacas que los protegen. La rutina diaria se rompe cuando Samuel lleva por primera vez al joven a explorar un pueblo abandonado. Alli encontraran un cuaderno con un extrano mensaje.

  • La caceria – J.M. Peace de J.m. Peace

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    Samantha Willis es una oficial de policia de Queensland, Australia, y una mujer convencida de su capacidad de cuidar de si misma. Al menos hasta que cae en manos de un peligroso psicopata, cuyo juego consistira en cazarla como a un animal.

  • Un ruso blanco en la Division Azul de Xose Manoel Nunez Seixas

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    Este libro recoge las memorias ineditas -con edicion, estudio introductorio y notas de los historiadores Xose M. Nunez Seixas y Oleg Beyda- del exiliado ruso blanco Vladimir Ivanovich Kovalevski (1892-?), quien tras servir en la Legion Extranjera francesa recalo en Espana en 1938 como voluntario en las filas franquistas. Tras establecerse en San Sebastian, en junio de 1941 se alisto como voluntario e interprete en la Division Azul. Desde su perspectiva de veterano anticomunista y patriota ruso, Kovalevski muestra en sus memorias su pronta decepcion con el proceder de la Wehrmacht en Rusia como ejercito ocupante, y adopta una postura critica hacia el comportamiento de los soldados de la Division Azul y sus mandos -desde el general Munoz Grandes hasta Fernando Castiella, posterior ministro de Asuntos Exteriores franquista.

  • Juegos Salvajes 3. John de Lena Wolf

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    Hasta ese momento, John habia tenido una vida apacible y sin sobresaltos. Estaba siguiendo al pie de la letra su plan: vivir, divertirse y terminar siendo un gran medico. Puede que dicho de este modo no parezca muy emocionante, pero a el le bastaba con eso.

  • Otra vez tu, Julie Fisher de Isabella Marin

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    Para James, Julie Fisher es un incordio. Aparece cuando menos se lo espera, le roba el corazon y. !ni siquiera tiene la decencia de disculparse por ello!
    Para Julie, James es la promesa de la mayor aventura de toda su vida.
    De acuerdo, ese rufian la besuquea en un bosque, la saca de quicio constantemente y la arrastra a una granja llena de cerdos (que, !Cielo Santo!, !pretende que Julie alimente con sus delicadas y aristocraticas manitas!), pero. ?que seria de ella sin el?
    !Se aburriria terriblemente!
    Una divertida comedia sobre bandidos, piratas, la importancia de pescar un buen marido y el rifirrafe de una pareja que se quiere (!matar!) durante casi toda la novela.

  • Cartas para Claudia de Jorge Bucay

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    Jorge Bucay, decidio publicar las Cartas para Claudia por el interes que estas despertaron entre sus allegados, colegas y amigos. Pero eso no quiere decir que hayan sido escritas para unos cuantos. Como Zulema Saslavsky afirma en su prologo: A el, como a mi, no le alcanzan las formas comunes de expresion, y entonces nos salimos del plano para encontrarnos en el camino de la vida haciendo caminos, infinitas formas de comunicar y dar lo que tenemos. El secreto del pensamiento de Bucay, puesto en evidencia en esta obra, es concebir al ser humano como un universo unico, pero capaz de encontrarse con los universos de los demas y vivir a plenitud a traves del reconocimiento mutuo, la riqueza expresiva y un proceso profundo de curacion interior. Jorge Bucay es medico y psicoterapeuta gestaltico. Una amplia cultura sobre los mitos antiguos y una innegable sabiduria derivada de su propia vida confluyen en su obra, a la que recurren miles de personas que desean comprender sus retos vitales.

  • Una corte de alas y ruina de Sarah J. Maas

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    Feyre ha vuelto a la Corte Primavera decidida a desvelar las artimanas de Tamlin y las razones del rey que amenaza Prythian. Pero para hacerlo, tendra que jugar al mortal juego del engano. un solo paso en falso podria condenarla, no solo a ella sino a todo su mundo. La guerra se cierne sobre todos, y Feyre tendra que elegir muy bien en quien confiar.

  • Una mascara imperfecta de Nina Andrassy

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    Disfrazar sus emociones era su arte y forma de vida.
    Alejandro Forrester era un bastardo que habia tenido que adaptarse a llevar una vida de la que siempre habia renegado. Forzado por su padre, desde muy joven debio enfrentar las decepciones y las burlas de las que fue objeto, por eso su compromiso con la descarada Berenice Valencia era un triunfo y un medio para conseguir un fin, aunque significara sacrificar a la mujer que queria.
    La sumision y la obediencia siempre habian regido su vida.
    Sofia Valencia era la hija perfecta con los padres perfectos y el novio perfecto de cara al mundo, pero en su corazon siempre estaria a la sombra del hombre al que en realidad amaba y que nunca tendria. Despreciada por su padre y obligada a aceptar un compromiso que no la hacia feliz, ademas debia ser testigo de como Alejandro, su gran amor, y su hermana planeaban su boda.
    Pero aunque el verdadero amor tarda en llegar, cuando se encuentra no hay poder humano que pueda contra el.

  • Shades & Lights de Daniela Alessandra

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    Nicholas es un atractivo empresario que durante una decada ha trabajado duro para obtener la fortuna que hoy posee. Acostumbrado a tener todo lo que desea, no invierte en cenas romanticas, flores o chocolates porque lo unico que realmente busca en una mujer es sexo.
    Sin embargo, su ordenado y vacio mundo se pondra de cabeza al conocer a Elizabeth, una joven fotografa, enemiga de los zapatos de tacon y la vida social, que con su alegria, dulzura y determinacion luchara para que Nicholas acepte el sentimiento que ha nacido entre ellos, sin imaginar que, al hacerlo, el tendra que enfrentar a los fantasmas de un pasado que marco su vida y lo convirtio en el hombre desconfiado que es hoy.

  • El internado suizo de Joanna Goodman

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    Una noche de primavera de 1998, la bella Cressida Strauss se precipita desde un balcon del tercer piso del Lycee Internationale Suisse y las consecuencias son catastroficas.
    Lo ultimo que las autoridades quieren es que el internado, un bastion de la riqueza y del glamour europeo, sea victima de la mala prensa. Por eso, la policia rapidamente clasifica lo sucedido como un <>, pero todavia quedan dudas: ?Fue un intento de suicidio? ?O alguien empujo a Cressida? No era un secreto que ella tenia una veta egoista ni que, a lo largo de sus anos en el internado, habia acumulado tantos enemigos como aliados. Kersti Kuusk, su mejor amiga y estudiante becada del Lycee, no puede dejar de pensar en las incognitas que rodean la muerte de Cressida, aun cuando ya ha pasado tiempo desde su graduacion.

  • El Sueno de Nerea de Manuel Iglesias Hernandez

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    Nerea, una anciana vasca afincada en Abina (Vizcaya), cuenta la historia de su vida a su nieto. Le habla de como su amistad con Nicolasa, esposa del fundador del PNV, le permitio conocer y convertirse en fiel seguidora de este lider y, con ello, ser persona defensora de las creencias religiosas de sus antepasados, de las antiguas leyes nacidas siglos atras. Una convencida de que el pueblo vasco siempre fue un pueblo elegido por Dios, creencia de la que presumia. Mas, conforme paso el tiempo, dejo de ser seguidora del nacionalismo carlista que proclamaba el lema "Dios y Ley Vieja", tal como hiciera su maestro, en defensa de un "Dios-Nacion", transmutacion que haria del independentismo una nueva religion.

  • Una oportunidad para el amor de Maureen Child

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  • El perro que comia silencio de Isabel Mellado

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    Peces y espejos, colores esperando en los museos, celos, ombligos en fuga, amores oniricos, un masoquista que llora de oreja a oreja, son algunos de los ejes que conforman este libro desfachatado y tierno. Insolito y fragil. Como un concierto, El perro que comia silencio consta de tres movimientos: Mi primera muerte, La musica y el resto y Huesos. Escritos en un tono ludico e intenso, en estas paginas el lector transitara por una gran variedad de temas donde la musica es quiza la unica certeza. Sobre El perro que comia silencio se ha dicho: "Pocas veces se tiene el privilegio de encontrar un primer libro capaz de transmitirnos tanto asombro literario, tanto placer del lenguaje. Un banquete de talento, humor e ingenio melancolico", Andres Neuman; "Sin dejar de ser originales, en estos cuentos de Isabel Mellado resuena el eco del piano de Felisberto Hernandez y el tam-tam de las greguerias de Gomez de la Serna.

  • Los abrazos robados de Pilar Mayo

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    Irene, madre soltera de una adolescente, Clara, por fin ha conocido el amor verdadero: Mario.

  • Seduciendo Al Jefe de Mia Ford

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    Cliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. <>, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. <>, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion.

  • Los hijos del rey vikingo. Saqueo de Lasse Holm

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    Primavera de 868. Una flota de 80 barcos partira de Nourmoutier, en la costa de Francia, en direccion sur. Su objetivo: Al-Andalus, la Espana musulmana. A bordo viajan Rolf y sus companeros de batalla, acompanados por 2.000 vikingos de pura sangre guerrera.

  • Amor, siempre mi amor de Connie Daniels

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    Fui una fisioterapeuta por obligacion pero de eso ya un buen tiempo. Ahora me dedico a realizar mis suenos. Tengo un pequeno cafe en la ciudad y es lo justo y necesario para hacer de mis dias los mas luminosos. Hasta ahora.
    Ver pasar por la puerta a mi ex, que no solo era alguien a quien me costo olvidar si no que su presencia traia a mi un doloroso recuerdo, fue algo mas que sorprendente. Verlo revivio todo por lo que pasamos. Lo ame con todas mis fuerzas, pero su vida como jugador de futbol americano no se podia complementar con formar un familia y finalmente todo se desmorono.
    Ahora, despues de tantos anos, estaba aqui, y elevaba mi pulso, no lo odiaba pero no estaba segura de quererlo cerca. Pero las circunstancia de la vida son como son y aqui estaba, ayudandolo para ayudarme.
    De aqui en mas este pedazo de mi vida, se vuelve enredos, enfrentar miedos y tomar decisiones... No es facil darse cuenta que a quien se ama de verdad nunca se le olvida y tampoco es facil saber si vale la pena perdonar a este nivel. Pero donde hubo fuego, cenizas quedan y aqui esto se puede volver incendio...

  • Contra las estrellas, Claudia Gray de Claudia Gray

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    Una batalla intergalactica. Una alianza forzosa. Una pasion imposible.
    ?Suenan los androides con amores electronicos?

  • Los dias que nos faltan (Stonebridge 2) de Diana Scott

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    Despues de la peor de las mentiras, Anne esta dispuesta a olvidarse por completo de Reed Blackman. El dolor le ha demostrado que no tiene que esperar a que otros le ofrezcan lo que ella misma puede conseguir y disfrutar.

  • Aquella playa desierta de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Puede el encuentro de dos personas ser como un destello de luz?

  • Entrega certificada de Sophie Saint Rose

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    Symone cruzo la calle a toda prisa cargando con su pesada bolsa de cartera y esquivando un taxi que hizo sonar el claxon. Al llegar a la acera suspiro abriendo la bolsa para hacer el reparto y sonrio al ver el sobre rojo -- Claro, hoy es jueves. -- dijo para si subiendo las escaleras del numero cuarenta y siete. El portal estaba abierto y no veia al portero por ningun sitio. El senor Patterson bajaba en ese momento, asi que encantada se acerco con los sobres en la mano-- Le ha llegado carta, senor Patterson. Como todos los jueves. -- miro en el monton del edificio y saco dos cartas para el. --Gracias, ?Sybil? --Symone. Symone Murray. El hombre ya debia tener sesenta y tantos, pero era tan atractivo como un actor de cine. Incluso con su pelo moreno cubierto de canas, se conservaba muy bien para su edad. -- ?Eres nueva en este trabajo? Creo que antes repartia las cartas un hombre, ?verdad? --Phill, pero se jubilo hace un ano. Ahora esta zona es mia. --lo miro maliciosa-- Usted es mio. El hombre se echo a reir y Jack, el portero, se acerco poniendose la chaqueta. Estaba claro que habia ido al bano-- Buenos dias, Symone. --Buenos dias, Jack. ?Como va ese intestino? --Mucho mejor, gracias. --Ya sabes, come mucha fibra. Hasta manana. -- se volvio y le guino un ojo al senor Patterson, que sonrio agradablemente. Hizo su ruta saludando a todo el mundo y charlando un rato con ellos, pero se puso a llover, algo que no era extrano en Nueva York a finales de septiembre. Su pelo castano, que habia tardado una hora en dejar impecable con la plancha la noche anterior, ahora era una masa de rizos desgrenados -- Mierda de tiempo. -- era lo que mas odiaba de su trabajo. El tiempo. En invierno era una pesadilla repartir el correo porque siempre llegaba empapada y muerta de frio cuando nevaba. Desde el ano anterior, que era cuando habia empezado a trabajar en correos, habia pillado cinco resfriados. Habia tenido la nariz roja durante todo el invierno y eso que habia probado de todo. Su amiga Tavie decia que parecia una payasita. Y no solo eso. En verano se asaba con aquellos pantalones ridiculos y los zapatones con cordones. Ademas, la camisa azul le quedaba enorme. Era el uniforme menos sexy del mundo. Asi no se comia ni un rosco y llevaba sin sexo... bueno ahi su trabajo tenia poco que ver, porque hacia dos anos que no echaba un polvo. Cuando por fin llego a casa, se quito la chaqueta de punto azul y puso los ojos en blanco al oir los jadeos de su companera de piso en su habitacion. -Esto es estupendo. -- siseo viendo que el piso estaba hecho un asco mientras iba hacia la nevera y cuando la abrio, pudo comprobar que Tavie no habia ido a comprar esa manana como habia dicho que haria. --Espaguetis otra vez. -- dijo resignada abriendo la alacena. Se puso a cocer los espaguetis sacando una lata de salsa bolonesa ya preparada y cuando tenia la comida ya a punto, escucho el grito de satisfaccion de Tavie terminando la faena. Su novio salio de la habitacion con unos gayumbos rojos sonriendo como un bobalicon mientras se apartaba el cabello rubio de la cara -- Ehh. Ese era el saludo de Cris. Siempre decia Ehh. Estaria bueno, pero era el tio con menos cerebro del mundo. Todavia no entendia como Tavie estaba con el. Por los orgasmos que le proporcionaba seguramente. Cuando su amiga salio de la habitacion atandose la bata de seda rosa que su madre le habia regalado a Symone por Navidad, se dijo que ya tenia bastante-- Esto no puede seguir asi. --Vamos, ?estas enfadada? --No trabajas, tengo que encargarme yo hasta de hacer la comida. !No has ido a la compra! -- dijo enfadada-- !Y hasta coges mis cosas sin mi permiso! -- !Somos amigas! -- exclamo Tavie recogiendo su cabello rubio en una coleta alta mientras la miraba como si dijera disparates. -- !Precisamente por eso! !Si queremos seguir siendo amigas, esto tiene que cambiar! Tavie la miro con sus ojos azules mientras que los verdes de Symone brillaban de rabia por no pegarle cuatro gritos -- Esta bien. Veo que igual me he pasado, pero no me he dado cuenta, te lo juro. -- !Solo faltaria que hubieras sido tan egoista a proposito! --Necesita un polvo. -- dijo Cris cogiendo de la olla unos espaguetis con la mano y metiendoselos en la boca. -- !Cierra la boca, Cris! -- dijeron las dos a la vez. --Esta bien. A partir de ahora colaborare mas. -- su amiga se acerco a los espaguetis y saco un plato de la alacena sirviendose. Cogio un tenedor y se sento sobre la encimera comiendo tranquilamente -- Ire a la compra por la tarde. --dijo sin darle importancia. Cuando un espagueti cayo como a camara lenta sobre la bata que ni ella habia estrenado, lo vio todo rojo-- !Largo! Tavie mastico lentamente dejando el plato sobre la encimera-- Cris, corre. -- ?Que? -- pregunto su novio con la boca llena. -- !Corre! !Tiene esa mirada de loca! Cris la miro y ella indignada grito -- !No tiene gracia! Tavie solto una risita-- Lo siento. Prometo ser buena. Siempre le decia lo mismo y por muy amigas que fueran, aquello ya era el colmo. Nego con la cabeza y Tavie perdio la sonrisa poco a poco-- Hablas en serio. --Mira el apartamento, Tavie. !Tienes veinticinco anos y no limpias, no colaboras, te comes todo lo que compro y este gorron tambien! !No aportas dinero a la renta porque no trabajas y encima tienes el descaro de reirte de mi! !Y me has estropeado una bata que me ha regalado mi madre! --Tavie se sonrojo-- Nos conocemos desde hace anos y cuando te dije que podias vivir aqui, se suponia que era algo temporal. !Llevo un ano manteniendote y estoy harta! --Entiendo. -- dijo muy digna bajando de la encimera-- Hare las maletas. -- ?Y a donde vas a ir? -- pregunto Cris con la boca llena. --A tu casa. Cris abrio los ojos como platos-- !No puedes venir a mi casa! !No entro ni yo! Tavie jadeo indignada-- ?No me quieres en tu casa? --No es eso palomita...-- siguio a su furiosa novia y Symone se mordio el labio inferior sintiendo remordimientos. --No cedas, no cedas. -- se dijo a si misma en voz baja. Saco un plato del armario y cuando llego a la olla vio que estaba casi vacia. Eso la decidio. Furiosa fue hasta la habitacion y cerro de un portazo. Se quito el horrible uniforme y salio con su albornoz rosa hacia el bano. Alli se encontro con Tavie, que estaba recogiendo sus cosas. Symone se sintio fatal sobre todo porque se conocian desde los diez anos y Tavie abrio los ojos como platos cogiendola de la muneca y metiendola en el cuarto de bano a toda prisa-- !No lo digas! -- ?El que? --Cris me acaba de decir que esta bien que me quede en su casa y si te echas atras, nunca querra que viva con el. Symone entrecerro los ojos-- !Lo has hecho a proposito! --Tecnica de supervivencia. -- hizo una mueca--Siento lo de la bata. Ahi me he pasado. --se volvio y siguio recogiendo sus innumerables potingues-- Vamos, parece que no me conoces. Tampoco soy tan desordenada. --Increible. -- siseo-- Tu no estas bien de la cabeza. --En el amor y la guerra todo vale. -- se volvio y le dio un beso en la mejilla-- Te llamo manana. Atonita la vio irse del bano como si nada. Miro el estante casi vacio, pensando que ese pringado no tenia ninguna oportunidad con su amiga. Se lo iba a comer vivo. Se paso lo que quedo del dia recogiendo el apartamento y yendo a la compra. Cuando al fin se tumbo en la cama hizo una mueca porque echaba de menos a Tavie. Siempre hablaban antes de irse a dormir y era un habito que echaria de menos. -- Bueno, Symone... es hora de buscarte un novio. Una semana despues estaba en la central de correos recogiendo la correspondencia de su zona, cuando repasando que todas las cartas estuvieran colocadas por calles, se dio cuenta que faltaba algo. Sin saber que era, las reviso dos veces, pero tenia las cartas de todos los portales y de todas sus calles--Que raro. -- susurro metiendolas por orden de entrega, para ir sacandolas segun las iba necesitando. Esa vez llevaba un carrito porque tenia demasiado volumen y no le cabian en la bolsa. Odiaba el dichoso carrito. Sonrio porque afortunadamente no llovia. Cuando llego al numero cuarenta y siete de la cincuenta y ocho, sonrio cogiendo las cartas para entregarlas-- Buenos dias, Jack. --Buenos dias, Symone. -- de repente se puso palido y salio corriendo. --Vaya. -- subio las escaleras --Pobre hombre. --iba a dejar las cartas sobre la mesa, pero se decidio a meterlas en los buzones para que no tuviera que hacerlo el. Estaba echando las cartas en el buzon de Patterson cuando se detuvo en seco. Paso una carta tras otra -- !Mierda! !La carta roja! Seguro que la habia dejado en la central porque nunca faltaba. Hizo sus entregas en tiempo record corriendo por su zona sin detenerse con nadie. Cuando llego a la central, dejo el carrito en su sitio y fue a la zona de reparto para revisar su cajetin. Al verlo vacio, se llevo la mano a la frente pensando en ello--Mierda, mierda. -- ?Que ocurre? -- pregunto su supervisora mirandola fijamente a traves de sus gafas de pasta negras. --Oh, nada. Creo. Es que un usuario esperaba una carta y me he pasado a mirar por si estaba alli. --No habra llegado. Si se hubiera enviado, la habrias repartido. -- entrecerro los ojos--A no ser que la hayas perdido. Symone abrio los ojos como platos-- Por supuesto que no, senora Liles. Yo no he perdido nada. La mujer sonrio asintiendo-- Nunca hemos tenido una queja de ti y seguro que esta vez sera igual. Esa carta no ha llegado. Punto. --Si, senora Liles. --Bien. ?Has terminado? --Si, senora. Miro su reloj y sonrio encantada-- Muy bien. Un tiempo excelente. Puedes irte a casa. Cuando la mujer se volvio a echarle la bronca a otro, gimio mirando su cajetin-- !Mierda! Despues de darle vueltas durante una hora, se acerco al portal del senor Patterson para disculparse. Estaba convencida que la carta habia desaparecido en algun punto porque las recibia todos los jueves y se sentia culpable porque era mas que evidente que eran cartas de amor. Symone se imaginaba que seria un amor imposible y que solo les era posible comunicarse asi, como en los romances del siglo diecisiete. La posibilidad de que por culpa de ella no hubiera recibido la carta de la semana, le provocaba una desazon que no se iba. Asi que como decia su madre, cuando habia que disculparse, cuanto antes mejor. Entro en el portal y saludo a Jack-- ?Como estas? El hombre que debia tener unos treinta anos sonrio como si estuviera encantado con la pregunta y Symone incomoda porque pensara que tenia interes en el, miro a su alrededor disimulando. -- Mucho mejor. Es que tengo el colon irritable, ?sabes? Y si me pongo nervioso...-- de repente palidecio y salio corriendo. Symone se quedo mirando su espalda con la boca abierta y entonces comprendio que se ponia nervioso al verla. Hizo una mueca esperando que se le pasara, porque le iba a ver casi todos los dias a no ser que la cambiaran de ruta. Algo poco probable. Sujetandose la correa del bolso que cruzaba su pecho fue hasta el ascensor y pulso el octavo. Se miro al espejo y se aparto un rizo castano de la frente. Se paso el dedo por debajo de sus ojos verdes para quitar algo del rimel que se le habia corrido y tomo aire dandose valor porque no sabia como iba a reaccionar el pobre hombre. Esperaba que estuviera en casa. Salio del ascensor y admiro un precioso cuadro que estaba en el pasillo. Era una preciosidad que representaba un puente sobre un rio lleno de flores acuaticas. En su barrio ese cuadro duraria alli tres minutos. Fue hasta la puerta A y toco el timbre. Miro a su alrededor y se sobresalto cuando abrieron la puerta. Una mujer de la edad del senor Patterson le sonrio dulcemente y Symone fruncio el ceno mirando la letra de su puerta. Se suponia que ese hombre no tenia esposa. Nunca habia enviado una carta a la mujer de Patterson, pero temio meter la pata, asi que pregunto-- ?Es la senora Patterson? --Oh no, querida. Soy su asistenta. ?Traes una carta certificada para Richard? Suspiro de alivio-- No, pero necesito hablar con el de un asunto importante. La mujer asintio con una agradable sonrisa mirandola con sus ojos azules --Por supuesto. Pasa, que le aviso. La llevo a un salon que estaba elegantemente decorado. Era masculino en tonos marrones y el gran sofa de cuero le recordo a los que se veian en las peliculas inglesas. Todo estaba puesto con mucho gusto. Habia un cuadro que le llamo la atencion porque no pegaba con la decoracion clasica de ese hombre. Era el retrato de una mujer en tonos pastel. Era preciosa, con su pelo rubio y sus ojos verdes brillando de alegria mientras se reia. Seguro que era alguien importante para el. --Enseguida le aviso. ?Quieres tomar algo? --No, gracias. --se sento en el sofa sacando la correa del bolso por la cabeza para colocarlo a su lado en el sofa-- Acabo de tomarme un cafe. La mujer asintio girandose y yendo hacia una puerta que habia a su izquierda. Llamo a la puerta -Adelante. La senora entro en lo que parecia un despacho. Desde el sofa vio que el senor Patterson estaba sentado detras de un escritorio muy fino. La mujer le dijo algo que ella no llego a entender desde alli y el hombre se levanto rodeando el escritorio. Cuando salio, Symone sonrio levantandose del sofa. Al verla sonrio agradablemente --Pero si es nuestra repartidora de noticias. --Que manera mas delicada de decir repartidora de facturas. El hombre divertido le indico el sofa -- Por favor, sientate. Tienes que estar cansada despues de recorrer las calles toda la manana. Symone se sento mientras la mujer recorria el salon para entrar en otra puerta a su derecha. --Bueno, Symone... ?ha ocurrido algo? -- se sento en la butaca al lado del sofa y ella pudo ver en sus ojos que tenia la esperanza que hubiera sido asi. --Queria disculparme por no haberle traido el sobre rojo hoy. -- dijo preocupada-- En realidad no se que ha pasado y temo haberlo perdido. --Tuteame, por favor. -- la miro con sus ojos grises y apreto los labios-- ?Por que te disculpas si no sabes que ha ocurrido? --Me he imaginado que la culpa ha sido mia, porque ella no falla ni una semana. -- se sonrojo intensamente-- Perdon. Supuse que era una mujer quien... --Tienes razon. -- la interrumpio con una triste sonrisa-- En treinta y dos anos no ha fallado nunca. --eso la hizo sentirse peor aun. Que hubiera pasado en su turno, era tener mala suerte --Desgraciadamente creo que a ella puede haberle pasado algo y por eso no ha escrito la carta de esta semana. --Pero puede enterarse, ?verdad? --pregunto ansiosa. Richard nego con la cabeza --No puedo llamar a su casa. --Entiendo. -- susurro mirando la tristeza en sus ojos -- Si esta casada, puedo ... --No esta casada. Es viuda. Symone le miro confundida-- ?Y si es viuda por que razon no pueden mantener contacto? -- al darse cuenta que habia preguntado algo demasiado personal, se puso como un tomate y susurro --Lo siento, no es asunto mio. El hombre suspiro y miro el cuadro --Cuando conoci a Valeria si que estaba casada. --a Symone se le corto el aliento-- Llevaba casada cinco anos y tenia una hija con su marido. -- ?Como se conocieron? Richard sonrio con nostalgia-- En el cine. Habia ido sola porque su marido no soportaba el cine europeo. Estabamos en la cola de las palomitas y tropece con ella. Fue amor a primera vista. --Oh, que bonito. --Intentamos separarnos, de verdad. Pero era superior a nuestras fuerzas. --miro a Symone a los ojos-- Le pedi mil veces que le dejara y cuando lo iba a hacer, su marido tuvo un problema de salud que le impidio hacerlo. --Algo de corazon, seguro. -- dijo haciendole reir-- En las grandes historias de amor siempre pasa algo asi. --No paso solo eso. Yo me enfade y... --Se separaron. --No queria hacerle dano a su marido, ni a su hija, asi que cuando se entero de que estaba embarazada de mi, no me dijo nada. -- Symone se llevo una mano al pecho sintiendo mucha pena por el -- Yo me case con otra, pero el matrimonio no duro ni dos anos. Me estaba divorciando cuando vi a Valeria en Central Park con el nino en el carricoche. Cuando nos encontramos, volvimos a sentir lo mismo que cuando estabamos juntos, asi que fue inevitable. Pero cuando un dia el nino me llamo papa en uno de nuestros encuentros, ella me miro con horror y ya no quiso volver a verme, sintiendose muy culpable por todo lo que habiamos provocado. --Asi que tu hijo vive en la ignorancia. Richard asintio. -- ?Y su marido? --Murio hace siete anos. -- ?Y por que no estan juntos, si se puede saber? El senalo una foto que habia sobre una estanteria y Symone abrio los ojos como platos al ver a un hombre guapisimo, riendo con la mujer rubia al lado. Tenia los ojos grises y miraba a la camara, pero Symone sintio que la miraba a ella --Esta buenisimo. Richard se echo a reir a carcajadas-- Segun su madre, tiene un exito terrible con las mujeres. No le extranaba nada-- Seguramente usted tambien lo tendria porque son igualitos. -- Symone miro la foto y a su anfitrion varias veces. --Ese es el problema. Que cuando me vea, sabra todo lo que ha pasado y su madre no puede soportar que sepa que le ha enganado. Que ha enganado a toda la familia. Seria demasiado para ella. -- !Por Dios, llevan asi treinta anos! -- dijo ella indignada-- Tienen derecho a ser felices de una vez. El se cabreara, pero tendra que aceptarlo. !No es un nino! Richard la miro con admiracion --Eso mismo le he dicho a Valeria, pero... --Se niega. --Sus hijos son el amor de su vida. --Symone suspiro mirando la foto-- Ademas, no se lo que ha pasado, asi que hasta que no se ponga en contacto conmigo tengo las manos atadas. --Pues me voy a enterar. -- dijo levantandose del sofa decidida-- ?La direccion? Richard abrio los ojos como platos-- ?Que? -- !No puedes pasarte con esta incertidumbre varios dias! Me das la direccion y voy a preguntar por ella. !Soy cartera! De algo tiene que servir mi profesion. El hombre parecio pensarlo-- No es mala idea. --Tu no puedes ir, pero yo si. -- sonrio radiante-- Y si tengo suerte puede que vea a tu hijo. --No le contaras nada, ?verdad? --Soy cartera. -dijo ofendida-- Soy discreta por naturaleza. Si supieras las cosas que se. -- ?Como que? --Soy una tumba. Richard se echo a reir y sus ojos brillaron. Se levanto y fue hasta su despacho donde escribio en un post-it lo que suponia que era la direccion. Cuando volvio, parecio pensarselo mejor con el post- it en la mano-- No dudes mas. Por mi no se enterara de nada. Preguntare por ella. !Incluso puede que no pase nada y yo haya perdido la carta! Richard apreto los labios y le entrego la nota-- Valeria Thorton. --Muy bien. Volvere. -- dijo yendo hacia la puerta con paso firme --Tardare un par de horas. Tengo que pasar por la central. --De acuerdo. Estare aqui esperando. Saliendo del piso apreto los labios. Pobre hombre. Llevaba esperando toda su vida. Su unico nexo de union con su familia eran esas cartas y ella iba a descubrir que estaba pasando. Capitulo 2 A toda prisa fue hasta la central con la esperanza de que hubiera en el cajetin de su calle alguna carta a nombre de Valeria Thorton. Sonrio porque tuvo suerte y discretamente cogio la carta, que era de un banco. Hizo una mueca porque le vendria mejor una certificada, pero le serviria para tener una excusa. Cuando la habia guardado en el bolso, paso su supervisora ante ella. --Symone, ?que haces todavia aqui? --Se me olvido algo en la taquilla y me he pasado a ver como iba el trabajo para manana. La senora Liles la miro asombrada-- No deberias pensar tanto en el trabajo. Eres joven. Sal a divertirte. --Es que me gusta que todo este en orden. --Esta entrega en tu trabajo, me hace pensar que puede que te recomiende para un ascenso a clasificacion. !Dios mio, que horror! Estar todo el dia sentada clasificando cartas por codigo postal. Preferia helarse de frio. --No se moleste. Ya conozco a los vecinos y estoy muy a gusto en la ruta. --Estupendo. Ahora vete y disfruta de lo que queda del dia. --Lo hare. Hasta manana. Salio de alli a toda prisa y corrio a la parada de metro para ir a la calle sesenta y cuatro este. Estaba claro que tenian mucho dinero y Symone esperaba que eso no hubiera tenido nada que ver a la hora de no separarse de su marido. Cuando llego a la casa de tres pisos, miro la fachada de ladrillo rojo y se paso las manos sudorosas por su chaqueta antes de sacar la carta de su bolso. Con la carta en la mano cruzo la calle y subio los cinco escalones que llevaban a la puerta, decorada con un llamador de cobre en forma de leon. --Vamos alla. -- toco el timbre y puso una sonrisa en la cara. -- !Ya voy yo! -- escucho desde dentro de la casa y cuando abrieron la puerta Symone sintio que se le detenia el corazon. El hijo del senor Patterson estaba ante ella con una camisa blanca y unos pantalones negros. Las mangas de la camisa estaban enrolladas hasta los codos mostrando su vello negro y Symone trago saliva al ver el color dorado de su piel. Estaba para comerselo -- ?Si? La voz grave del macizo le hizo levantar la vista a sus ojos grises, igualitos a los de su padre. -- ?Queria algo? --Oh. -miro la carta como si leyera el nombre que se sabia de memoria-- ?Valeria Thorton? --Es mi madre. -- extendio la mano, pero ella la aparto de el sorprendiendolo. -- ?Y eso como lo se? -- ?Perdon? -- ?Esta en casa? --Mi madre esta en el hospital. -- respondio molesto-- ?Me da la carta? -- ?En el hospital? -- pregunto alarmada-- Estara bien, ?no? Richard la miro asombrado y respondio entre dientes-- ?Es asunto suyo? -- !Me gusta saber que mis asignados estan bien! Es de buen cartero. --Querra decir de buena cartera cotilla. Symone jadeo ofendida-- ?Esta bien o no? --Ha tenido una infeccion de vesicula y han tenido que operarla de urgencia. Iba a entregarle la carta cuando la volvio a apartar-- ?Pero esta bien? --Los medicos dicen que si. Tardara unas semanas en recuperarse, pero se pondra bien. Le tendio la carta y Richard iba a cogerla cuando volvio a separarla-- ?En que hospital esta? --Oiga, senora... -- !Senorita! --exclamo ofendida-- Senorita Murray. -- ?Me da la carta de una buena vez? -- !Es por si algun vecino quiere enviarle flores! --En el Lenox Hill. -- respondio entre dientes. -- ?Habitacion? --Trescientos dieciseis. Ella sonrio radiante-- Gracias. -- le entrego la carta, pero cuando el la cogio Symone no la solto-- Por cierto. ?Esta soltero? La miro asombrado-- ?Y eso que tiene que ver con mi madre? --No, si esa pregunta es para mi informacion personal. --No es asunto suyo. --Pues veras… ?te importa que te tutee? No, ?verdad? Pues veras... si de algo me he dado cuenta en el dia de hoy, es que no hay que desaprovechar las oportunidades, porque luego vienen los arrepentimientos. --?No me diga? -- tiro de la carta, pero ella no la solto cogiendola con la otra mano--!Esto es ridiculo! -- ?Esta soltero o no? -- !Si! Y si todas las mujeres son como usted, lo estare muchos anos. Ella se echo a reir dejandolo de piedra-- ?Novia? Se dio por vencido -No. --No eres gay, ?verdad? -- !No! --Tengo un trabajo estable y no estoy mal. ?Quieres casarte conmigo? La miro como si le hubieran salido dos cabezas antes de cerrarle la puerta en las narices. Symone parpadeo mirando el llamador. Parecia que el dichoso leon se reia de ella. -- ?Eso es que no? -- pregunto en alto para que la oyera --Vale, te meto la carta por debajo de la puerta. -- metio la mitad de la carta por la ranura y cuando la carta desaparecio sonrio sin poder evitarlo-- !Por cierto, me llamo Symone! Espero su respuesta, pero al no escuchar nada bajo los escalones lentamente sonriendo como una tonta. !Que hombre! Caminaba por la acera y volvio la vista a la ventana. !La estaba mirando! Ella le saludo con la mano y el cerro la cortina a toda prisa. --Le has gustado. Sino no se hubiera quedado mirando. -- dijo para si loca de contenta. Cuando llego a casa de Richard padre, entro en el portal donde Jack en cuanto la vio se sonrojo intensamente. -- Hola. --Hola, Symone. Sobre lo de antes... --Hablamos luego, tengo prisa. -- dijo entrando rapidamente en el ascensor dejandolo con la palabra en la boca. Cuando llego al octavo, Richard abrio la puerta el mismo, lo que demostraba el estado de nervios en el que se encontraba-- Sabes que estamos en el siglo veintiuno y que existen los moviles, ?verdad? -- ?Esta bien? Entro en el piso sonriendo de oreja a oreja-- Esta bien. La han operado de la vesicula de urgencia, pero esta bien. Richard suspiro de alivio pasandose una mano por la frente -- ?Por que no vas a verla? Esta en el Lenox Hill. Habitacion trescientos dieciseis. -- ?Como te has enterado de eso? --Sonsaque a tu hijo. -- le guino un ojo-- Se me resistia, pero al final hablo. Por cierto, ?como es que no os llamais por telefono? Richard se sento en la butaca --Empezamos con lo de las cartas. En aquella epoca no habia moviles y cuando Richard le regalo uno hace diez anos, no me quiso dar el numero porque su marido pagaba las facturas. --Entiendo. --Despues Richard se encargaba de esas cosas y seguimos como estabamos. --Pero os veis, ?verdad? En algun momento teneis que veros. --Una vez a la semana nos vemos aqui. Suele venir el lunes porque es el dia que tiene mas desocupado. Su hija tiene dos hijos y le quitan mucho tiempo. Ademas, tiene que seguir yendo a sus causas beneficas porque si no sus hijos se extranarian. --Asi que esta muy ocupada con la familia y eso. --Viene cuando puede. A veces me sorprende cuando tiene una tarde libre. Le parecia terrible tener que esperar siempre a que ella pudiera hacerle un hueco. Ese hombre tenia la paciencia del santo Job. Symone se sento en el sofa-- ?Vas a ir a verla? --Por mi iria ahora mismo, pero si Steffani esta alli, se sabra enseguida la verdad. --Por tu parecido con el. --Exacto. --Steffani es su hija mayor, supongo. Richard asintio preocupado-- Ya no lo soporto mas. Todo esto es... --Has tenido mucha paciencia. ?Como lo has soportado? La miro a los ojos-- Si hubieras conocido al amor de tu vida, harias lo que fuera por estar con el, aunque sea un minuto al mes. -el corazon salto en su pecho al oirle hablar -- Se que ella sufre tanto como yo, pero el amor que siente por sus hijos la retiene. Y a mi tambien. No quiero hacerles sufrir. Despues de tantos anos le tengo tanto carino a Steffani como a mi hijo. --senalo una foto donde estaba toda la familia junta. Una chica rubia rodeaba con el brazo al que debia ser su marido, un hombre moreno con cara de buena gente. Al lado del marido estaba Valeria y al otro lado Richard que miraba a sus dos sobrinos sentados en el suelo ante ellos. El gran arbol de Navidad indicaba que estaban en fiestas. El unico que faltaba era el y miro a Richard con pena. --Lo siento. Richard sonrio intentando disimular su estado de nerviosismo-- Nunca nos habia pasado algo asi y estoy preocupado. -- ?Quieres que manana vaya a verla? Si no hay nadie, le dare mi telefono para que hable contigo. Sus ojos grises brillaron-- ?Haras eso por mi? --Claro. -le miro maliciosa-- Ademas, tengo la intencion de ligarme a tu retono. Richard se echo a reir a carcajadas --No te rias. -- dijo indignada-- Lo conseguire. Me gusta. -- ?Te gusta, eh? -- dijo hinchando el pecho --Es un partido estupendo. --Eso ya lo he visto. --Y lleva su empresa con mano de hierro. -- se notaba que estaba muy orgulloso de el. --Eso a mi no me importa. -- dijo levantandose del sofa-- Yo me mantengo sola. Richard la miro pensativo-- ?Sabes que eres una persona estupenda? Nada me gustaria mas que se uniera a una mujer como tu. Symone se sonrojo por el piropo-- Hare lo que pueda. -- fue hasta la puerta y Richard la siguio-- ?Quieres que le diga algo si no puede llamarte? --Que la amo mas que a mi vida. Esa respuesta le corto el aliento y espero que alguien la amara asi algun dia --Lo hare. -- susurro. Forzo una sonrisa y salio del piso. --Gracias, Symone. Gracias por todo. --No es nada. Estamos para servir. -- le guino un ojo haciendole reir y Symone se sintio mucho mejor. Al dia siguiente hizo su reparto como todos los dias, deseando que llegara el fin de semana porque estaba agotada. Antes de ir al hospital, decidio cambiarse de ropa y se puso unos vaqueros ajustados negros y un jersey verde que resaltaba el color de sus ojos. Se maquillo ligeramente y como no le daba tiempo a plancharselo dejo sus rizos castanos sueltos, llegandole la melena a mitad de la espalda. Como no podia presentarse con las manos vacias a visitar a una enferma, decidio comprarle algo de parte de Richard. Entro en la floristeria del barrio y miro a su alrededor. -- ?Puedo ayudarla en algo? Se volvio hacia un chico que por su camisa supo inmediatamente que era gay. Un heterosexual no se pondria ese tono de rosa--Quiero el ramo de flores mas bonito del mundo. Quiero que cuando lo vea, se quede con la boca abierta y sepa que la persona que se lo regala la quiere con locura. --Tu novio es muy afortunado. -- dijo mirandole las piernas. Pues no, no era gay. --No es mi novio. Es un amor imposible que perdura a lo largo de los anos. -- comento distraida mirando un pequeno ramillete de violetas. -- ?Cual es su flor favorita? --No tengo ni idea. -le miro a los ojos que eran de un increible color azul. Llevaba lentillas, era gay -- ?Alguna sugerencia? --Oh carino, tengo miles. -- se volvio hacia los jarrones de cristal llenos de flores que tenia metidos en un expositor refrigerado -- Las rosas son tan tipicas en estos casos. No, tiene que ser algo especial. Gladiolos. -- ?Esas no son para los funerales? --Que va. Los que te vendo son un hibrido con colvillei. -- a ella le sonaba a chino --Mira, estos blancos enormes son magnificos. Eran bonitos. Sus grandes petalos blancos que se curvaban hacia abajo eran delicados y con clase. Perfectos para Valeria. -- ?Son muy caros? --Te hare precio y te saldran mas baratos que las rosas. --Muy bien. Hora de demostrar lo que vales. --Eso es todo un reto. Cogio todo el jarron y lo puso sobre la mesa de trabajo. En menos de cinco minutos habia hecho un enorme ramo envuelto con un precioso celofan y un gran lazo de seda rojo. Era perfecto. -- Eres un artista. --Gracias. -dijo cogiendo la tarjeta de credito que le tendia. --Te recomendare por ahi. El sonrio divertido --Te iba a hacer descuento igual. --Ahora te recomendare mas. El florista se echo a reir y cuando le entrego el recibo, lo firmo pensando que ese mes tendria que hacer algun ajuste por los setenta pavos que se acababa de gastar. Pero si le gustaba, mereceria la pena. Cogio el ramo de flores que casi la cubria y se lo coloco en el costado-- Hasta la proxima... --Alan. --Symone. -- le tendio la mano-- Hasta la proxima, Alan. El se la estrecho divertido y la acompano hasta la puerta. Cuando se la abrio para que saliera, la sorprendio tendiendole una rosa azul. Symone abrio los ojos como platos-- !Es azul! --Preciosa y fuera de lo normal. Como tu. -- ?Es de verdad? -- toco los petalos suavemente y si que era de verdad. Le miro a los ojos-- Gracias es muy bonita. --Ya me contaras si le ha gustado. Symone sonriendo casi se choca con un hombre que entraba y que le dio un beso a Alan en los labios. --Claro que te lo contare. Adios Alan. Cuando llego a la tercera planta del Lenox, salio del ascensor y busco la habitacion trescientos dieciseis. La puerta estaba cerrada, asi que llamo. Cuando se abrio la puerta y vio frente a ella a su Richard sonrio radiante-- !Hola! --Dios, ?que haces aqui? -- pregunto exasperado. --He venido a ver a tu madre. Richard la miro atonito y ella se lo comio con los ojos. Iba con un traje gris que resaltaba el color de sus ojos y la camisa blanca con la corbata azul le sentaban de miedo. -- ?Quien es, hijo? --Tu cartera. Symone le puso una mano en el pecho para empujarlo y que la dejara pasar. La mujer rubia que habia visto en las fotos estaba sentada en la cama algo despeinada y con cara de cansancio. Symone se quedo de piedra al ver la habitacion repleta de flores y algunos ramos eran impresionantes. --Hola, no se si se acuerda de mi, pero soy la sobrina de Patt-- la miro a los ojos mientras se acercaba a la cama y Valeria sonrio sonrojandose -- ?La recuerda? --Si, por supuesto. -- ?La sobrina de Patt? ?Que Patt? -- Richard se cruzo de brazos mirandola como si fuera un peligro. --Va, tu no la conoces. --se volvio hacia Richard y le sonriendole le tendio las flores -Para ti. -- ?Para mi? --Si, ella ya tiene muchas. Valeria se echo a reir---Eso es cierto. ---a miro a los ojos-- Asi que eres la sobrina de Patt. ?Como se encuentra? --Se asusto un poco al enterarse de que estabas en el hospital, pero ahora esta mucho mejor. Esta deseando que le hagas una llamadita para tranquilizarse. --Llama a esa amiga tuya, mama. -- dijo Richard mirando el enorme ramo de gladiolos --Si esta preocupada... Valeria la miro a los ojos emocionada-- No tengo aqui el movil y no se me el numero. --Tranquila. -- ella saco el telefono que tenia preparado y busco al padre de Richard en la agenda. Ahora tenia que entretener a Richard para que no escuchara la conversacion y lo haria encantada. Pulso el boton verde tendiendole el telefono y se giro hacia Richard, que miraba a su alrededor sin saber que hacer con el ramo. -- ?Como estas, guapo? --el la miro como si quisiera salir corriendo-- ?Me has echado de menos, cielito? -- ?Cielito? -- ?Te gusta mas carinito? -- dio un paso hacia el y Richard dio un paso atras con el ramo en la mano -- ?Te gustan mis flores? Son gladiolos. -- ?Esto no se usa en los funerales? Ella se echo a reir porque habia preguntado lo mismo que ella-- Pues no. Pero en las bodas si. ?Te has pensado mi proposicion? Richard buscando una salida miro a su madre, que hablaba con Patt sonriendo radiante. -- Te aseguro que soy un buen partido. -- dijo llamando su atencion. La fulmino con sus preciosos ojos grises rodeados por unas pestanas oscuras y muy largas. Symone suspiro sin poder evitarlo-- Se cocinar muy bien. --Tengo asistenta. --Y hago unos masajes estupendos. Soy fisioterapeuta, ?sabes? -- ?No eras cartera? --La crisis economica. -- dio otro paso hacia el. --Tengo un masajista increible. --Pero no serian como los mios. --Richard puso los ojos en blanco e impaciente volvio a mirar a su madre -- ?Que tal si vamos a comernos una hamburguesa? --Tengo una cena de negocios. -- dijo mirando su reloj de pulsera --Y creo que tengo que irme. -- !No fastidies! !Lo estoy haciendo yo todo! -- puso las manos en las caderas mirandole con el ceno fruncido-- ?Lo de la cena es cierto o es una manera de decirme que no quieres nada conmigo? --Lo primero y lo segundo. Le miro decepcionada-- No te gusto. En sus ojos leyo que creia que estaba chiflada y Symone se echo a reir-- Vamos, dimelo. Si no te gusto, no hay nada que hacer. -- ?Siempre haces esto con los tios? -- pregunto interesado. -- !Ja! !No has dicho que no! -- le senalo con el dedo-- Vamos carinito, si quieres vamos al cine. --Me gusta llevar a mi la iniciativa. -- dijo molesto. -- ?Es eso? Pero si hubiera sido por ti, hubieras cogido la carta sin preguntarme nada... --Sigo sin preguntarte nada. ?Eso no te dice algo? -- dejo el ramo sobre el alfeizar de la ventana. Con lo grande que era se cayo al suelo. Symone entrecerro los ojos. --Ese ramo me ha costado una pasta. Lo menos que podias hacer, es meterlo en un jarron y aparentar que te gusta. --No era para mi. -- !Te lo he regalado yo! !Si tu me regalaras algo, lo cuidaria! Richard se agacho a cogerlo enfadado-- No quiero que me regales nada. -- le puso el ramo en el pecho soltandolo y ella lo agarro antes de que cayera al suelo --De hecho, no quiero saber nada de ti. No me interesas. ?Lo entiendes? -- !Richard! -- exclamo su madre mirandolo asombrada-- ?Y tus modales? --su hijo se sonrojo por la reganina --!Disculpate ahora mismo! --Mama, si me disculpo, no me librare de ella. -exasperado se acerco a su madre y la beso en la mejilla-- Me tengo que ir. Symone se coloco ante la puerta y sonrio --Vale, puede que haya ido demasiado deprisa, pero estoy segura que te volveras loco por mi. --Richard no salia de su asombro -- Eres mi media naranja y no me voy a dar por vencida facilmente. ?Ahora me das un besito de despedida? Richard se volvio hacia su madre-- ?Ves lo que queria decir? Valeria solto una risita-- Dale el besito para que te deje salir. -- !Ni hablar! No pienso dejar que me chantajee. --Symone puso morritos y cerro los ojos esperando su beso. Richard gruno-- Esto es increible. --Me van a doler los mofletes. -- dijo sin apenas mover los labios. -- ?No tenias prisa? -- pregunto Valeria divertida. --?Sabes lo que es el acoso? Symone no se movio de su sitio. Esperaria lo que hiciera falta. Cuando se abrio la puerta empujandola hacia delante, Richard se escabullo antes de darse cuenta. La enfermera que llevaba una bandeja en la mano les miro asombrada. -- !Ya te pillare! -- !Que mas quisieras! Bufo mirando a Valeria que sonreia con su telefono en la mano-- ?Que tal todo con Patt? --Fantastico. ?Que tal todo con Richard? --Se resiste, pero todavia no he utilizado todas mis artimanas. --Estoy impaciente por enterarme de ellas. Sonriendo se acerco a la cama-- ?Como te encuentras? Patt esta algo nervioso. --Me duele un poco, pero no se lo digas. -la miro a los ojos-- ?Como os habeis conocido? --Soy su cartera. --Valeria abrio la boca entendiendo-- Falto tu carta. Se pasaron hablando una hora de como habia logrado enterarse de donde estaba y charlando de todo un poco. -- ?Como puedes vivir asi? -- pregunto sentada a su lado sin recriminarla. --No lo se. -- susurro con la mirada perdida-- Todo empezo sin buscarlo y era tan inevitable...A veces me pregunto como seria mi vida sino hubiera entrado en ese cine hace treinta y dos anos. -- ?Y el verdadero amor? -- ?Que clase de amor es este? Richard no conoce a su hijo y he mentido a todo el mundo. -- sus ojos se llenaban de lagrimas-- Me da tanto miedo hacerles dano. Que me odien por lo que hice... No sabia que decir a eso. Ella no tenia hijos, pero suponia que el amor a un hijo era superior a todo lo que se puede sentir. --Bueno, espero que lo arregleis. -dijo levantandose de su silla--Ahora tengo que irme. --Gracias por venir y por todo lo demas. --No me lo agradezca. He conocido a su hijo. -- le guino un ojo mientras ella se reia -- Por cierto, ?donde trabaja? --En el edificio Thorton de Beekman Street. -- !No! -- exclamo asombrada. !Tenia su propio edificio! --Si. Le encontraras en la ultima planta, querida. Symone hizo una mueca-- Algo se me ocurrira. --Seguro que si. -- sonrio divertida-- No tengo ninguna duda.

  • El desenlace (Enjaulada 2) de Sara M. James

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    A veces me arrepentia de la decision que habia tomado, pero tenia que seguir adelante. Por sorpresas de la vida, Oscar acabo ayudandome y, desde ese momento, mi vida dio un nuevo giro.
    No solo nos convertimos en buenos amigos, si no que, ademas, teniamos un motivo en comun por el que luchar: desenmascarar a Rebeca y quitarle la venda en los ojos a Javier.
    No iba a ser facil, pero teniamos un as bajo la manga.

  • El secreto de la isla de Viveca Sten

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    La sospechosa muerte de un joven hace cuarenta anos nunca fue resuelta, y hay alguien que no desea que caiga en el olvido.

  • Contra el separatismo de Fernando Savater

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    A modo de panfleto, este libro pretende ser un golpe directo a la sinrazon de los separatismos. Porque el
    separatismo no es una opinion politica o un ensueno romantico, como puede ser el nacionalismo, sino una agresion deliberada, calculada y coordinada contra las instituciones democraticamente vigentes y contra los ciudadanos que las sienten como suyas. No es un delirio mas o menos grave, sino un ataque en toda regla al nucleo mas importante de nuestra garantia de ciudadania, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay mas arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propositos.

  • Florecer 1 de Silvia Cruz

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    Florecer es una saga que refleja la colision que producen varias personas en las vidas de los otros. Nick y Sally son los protagonistas principales de una intensisima historia de amor llena de mentiras, prohibiciones y falta de experiencia en cuanto al amor se refiere. Ambos estan tocados por realidades personales bastante duras y destinados y obligados a convivir bajo el mismo techo.

  • Di mi nombre (Samsari 1) de Mia Martin

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