• sofia rhei esperame en la ultima pagina - Sofia Rhei

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  • ESPÉRAME EN LA ÚLTIMA PÁGINA | SOFIA RHEI - Casa del ...

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    Sofía Rhei (Madrid, 1978) es escritora. Ha publicado libros de poesía (Alicia Volátil), además de títulos infantiles (las series «El joven Moriarty», ...

  • ESPÉRAME EN LA ÚLTIMA PÁGINA - RHEI SOFÍA

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    Es la amante de Alain, un hombre casado que cada noche le cuenta la misma historia para retenerla; ella, a pesar de saber que ese cuento no es cierto, cae una y ...

  • Reseña: Espérame en la última página de Sofía Rhei - Libros ...

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    2 sept 2018 — En resumen, Espérame en la última página ha sido un libro que me ha gustado mucho. La historia es original y muy bonita, la protagonista sufre ...

  • ESPÉRAME EN LA ÚLTIMA PÁGINA - Sofía Rhei

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    Reseña, crítica, opinión de Espérame en la última página de Sofía Rhei una novela sobre las relaciones tóxicas y del poder sanador de los libros.

  • Reseña Espérame en la última página Sofía Rhei - El Templo ...

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    Aconsejada por Isabel, asistirá a una curiosa terapia basada en los libros. ¿Podemos curarnos leyendo a Oscar Wilde, Gustave Flaubert o incluso Terry Pratchett?

  • Espérame en la última página - Libro de Sofía Rhei - Lecturalia

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    Tiene la literatura la capacidad de curar? Esta novela nos muestra que estar con la persona inadecuada puede convertirnos en inadecuados y que la vida ...

  • Espérame en la última página - Sofia Rhei - Babelio

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    Críticas (2), citas extractos de Espérame en la última página de Sofia Rhei. Si hubiera escrito mi crítica en cuanto terminé el libro le habría pue...

  • La importancia del quince de febrero de Sofia Rhei

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  • Oye, Bombon! de Indhira Jacobo

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    Me encanta, me encanta -- murmuro para mi misma al terminar de aplicar mi pintalabios rojo mate. Miro mi cabello y contemplo las ondas perfectas. Tengo el pelo liso y pase una hora con la tenaza para obtener este resultado. !Estoy euforica! Hoy voy a salir a celebrar mi cumpleanos; no cumplo veintiseis hasta manana, pero como todos los anos lo paso con mi mama y los pesados de mis tres hermanos he decidido salir hoy sabado a festejarlo con mis amigos. Guardo el tubo de labios en mi bolso de mano negro y le echo una ojeada a mi vestido rojo, segun los expertos de la moda es el color de temporada. Suena mi telefono mientras estoy embobada mirando mi atuendo. --!Hola nena! --Hola carino, --me saluda Samia -- ya estoy aqui. --De acuerdo bajo en dos minutos --replico antes de colgar. Guardo el Samsung en mi bolso y giro una vez mas sobre mis zapatos negros Jimmy Choo. Son hermosos, comodos y me costaron un dineral, no obstante, valen cada centavo. <> --pienso con una sonrisa. Le pedi a Samia que pasara por mi ya que esta noche pienso beber hasta que se olvide el nombre y lo que no pueda tomar me lo pienso untar porque hoy es mi noche y me la pienso gozar. En primer lugar, pense en pedirle a Carlos que me viniera a buscar dado que llevamos unos cuantos meses saliendo, saliendo no.... mas bien follando como locos, pero luego me lo pense mejor y me arrepenti; no quiero que se haga falsas ideas. Acordamos que lo nuestro seria solo sexual, nada de compromisos y me va bien de esa forma. Cuando tengo ganas de pasar el rato, lo llamo, echamos un buen polvo, de esos que me gustan, salvajes, duro y ya esta. No quiero que eso cambie. Ni siquiera se lo he contado a las chicas, si lo hago se van a poner pesadas con el temita; me van a cantar las cuarentas y no habra quien las detenga. Entro en el salon buscando las llaves, pero como cada vez, no las veo por ningun lado. Creo que es tiempo que empiece a usar el portallaves que Adri me regalo hace unos meses. Despues de buscar durante casi diez minutos, les echo las manos bajo una montana de papeles sobre mi escritorio y salgo flotando sobre mis adorados zapatos. La noche me espera. Bajo la escalera, salgo a la calle y me recibe el calor asfixiante. Ya se que estamos en verano, pero cono son pasada las nueve, la noche deberia estar mas fresca. Visualizo el Fiat Punto azul oscuro de Sam frente a mi edificio; en cuanto repara en mi baja el cristal del coche y lanza un silbido de admiracion. --!Oye bombon! --me grita Miguel desde el asiento del copiloto--. ?Quieres una bola? Me rio y camino en direccion del carro contoneando mi cadera al mismo tiempo que balanceo mi melena castana clara suelta. Toda digna de uno de los Angeles de Victoria Secret. Al llegar, apoyo la mano en la puerta del conductor y me inclino ligeramente.

  • Tu, yo, todo de Catherine Isaac

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  • Tiempo de tormentas de Boris Izaguirre

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    Desde muy nino, Boris sabe que es diferente. Muy temprano se detectan problemas de motricidad y dislexia, y el pequeno actua con unos gestos y una forma de hablar amaneradas. Los adultos dicen que su madre, Belen, una bailarina de renombre, y su padre, critico de cine, rodean al nino de malas companias. En Caracas se habla de sus amigos intelectuales y de toda esa gente homosexual con la que ella trabaja. Tambien que Boris esta enamorado de Gerardo, el hijo de la influyente periodista Altagracia Orozco. Sin embargo, Belen no se rinde al prejuicio y por mas golpes que llegan de fuera, convierte su casa en un refugio para esa diferencia. Primero cara a cara, luego unidos por la linea telefonica, pero siempre juntos bajo el inquietante influjo de un cuadro lleno de historia, Tiempo de tormentas.
    Los dias de escuela, un amor, una violacion, el silencio; sus primeros pasos como columnista o escritor de telenovelas, el salto a la fama en Espana con Cronicas marcianas y el finalista del Premio Planeta, el glamur, los abismos, de nuevo el amor y la violencia. Una enternecedora y envolvente novela autobiografica donde Boris Izaguirre construye una vida a veces complicada, siempre apasionante, a caballo entre dos paises que tambien estaban creciendo.

  • Un Vecino Encantador de Lupita Palma

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    Las personas siempre han pensado que yo no era una ‘persona sociable’, no estoy muy segura del porque de eso. Bueno, la verdad es que yo creo que era una persona agradable con el resto de las personas. Habia muchas cosas que me gustaba de tratar con la gente. Me gustaba ver como le pasaban cosas un poco desafortunadas a quienes se lo merecian. Me gustaba incomodar a la gente con mis frases directas. Solo porque sentarme a conversar en un campo de hierba con mi mejor amigo y una canasta de picnic en la mano no era mi idea del paraiso, no me convertia en un harisco. Pero el hecho de que probablemente elegiria salvar la vida de un gato antes que la vida de una persona… Bueno, eso podria llevarme un poco mas lejos hacia el extremo psicopata del espectro, pero nadie es perfecto. Todos tenian que encontrar sus alegrias en la vida. Placeres culpables. Mis alegrias solo se referian a la desgracia de los demas. Aunque tal vez haya una forma menos perturbadora de decir que… No me gusta la mayoria de la gente, y me gusta verlos sufrir. Basicamente, asumi que todo el mundo tenia un mal karma en camino, y si yo tenia la suerte de verlo, era una bonificacion. El tipo que acaba de derramar cafe en su corbata mientras se dirigia al trabajo probablemente paso al lado de su inocente Golden Retriever, que solo queria un masaje en la barriga hace unas horas. Karma. La mujer que tenia un trozo de papel higienico en el talon despues de la hora del almuerzo probablemente le hizo pasar un mal rato a una trabajadora de servicio al cliente por su cupon que no funciono. Peor aun, la razon por la que el cupon no funciono fue probablemente porque no se molesto en leer la fecha de vencimiento en la parte de atras. Boom. El Karma ataca de nuevo. Pero hay algo que disfruto aun mas que los actos casuales del gran espectaculo de equilibrio del universo. No me emociono facilmente, y no tengo el habito de sonreir, pero disfruto especialmente esperando que el karma golpee a alguien cuando me ha cabreado. Y asi es como empezo todo. Vivia al otro lado del pasillo del Sr. Perfecto. No sabia su nombre, a pesar de que habia vivido frente a mi durante unas semanas, y tampoco pensaba saberlo. Probablemente era algun nombre tonto como “Marc”, “Ben”. Tipos como el siempre tenian nombres como ese, como si acabaran de salir de un yate usando un sueter envuelto alrededor de sus hombros, si, asi como lo imaginas. El Sr. Perfecto no se vestia asi, pero se veia muy bien. Algo sobre el pelo o la forma en que tenia ese tipo de rostros odiosos que probablemente se verian bien hasta calvos. O que al mirarlo no podia evitar pensar en la larga e ininterrumpida linea de personas absolutamente hermosas que tuvieron que dormir juntas a lo largo de los siglos para producir un hombre con una genetica tan perfecta. O tal vez era la forma estupida en que se mantenia en tan buena forma – quiero decir, vamos, ?quien necesita que su cuerpo luzca como si se estuviera tratando de salir de la ropa para mostrar cada uno de sus musculos perfectamente moldeados? Habia decidido, en un momento muy extrano, darle una oportunidad el primer dia que se mudo. Es importante notar que mi decision no tuvo casi nada que ver con lo bien que se veia o con cualquier fantasia extrana que pudiera haber tenido sobre el. No fue nada de eso. Solo pense que seria un buen vecino. En lugar de mi mirada habitual, simplemente mire hacia su lado y espere a que se presentara. Incluso le hice uno de esos sutiles asentimientos de cabeza que veo que los chicos se hacen el uno al otro. Habia visto tanto la inclinacion de la barbilla hacia arriba como la variacion de la inclinacion de la barbilla hacia abajo, asi que elegi una. No esperaba mucho a cambio. Tal vez una respuesta igual de regreso. Tal vez una sonrisa. Tal vez que me arrastrara a su habitacion porque nunca habia visto una belleza tan salvaje como yo. Pero me ignoro por completo. Ni siquiera contacto visual. Nada. Asi que, el karma estaba en marcha. ?Queria ser perfecto? Tal vez queria llevar un cartel alrededor de su cuello que dijera ‘mi vida es mejor que la tuya’. Bien. Podia hacerlo. Pero si me esfuerzo por mirarte fijamente cuando te veo, mas vale a que al menos me des una inclinacion de cabeza. Ese fue el error numero uno. Su siguiente error fue seguir pareciendo como si tuviera un alijo de la suerte del universo de Harry Potter escondido en su apartamento, como si cada dia de su vida fuera una serie interminable de coincidencias perfectamente afortunadas. Se le veia en los ojos. Pero los detalles no son lo que importa. Lo que importaba era que me irritaba. Asi que habia estado esperando agresivamente a que el universo se diera cuenta de que le debia unos treinta anos de mala suerte, todo en un solo momento. No queria que le pasara nada grave, pero me habria alegrado el dia si lo hubiera visto caer de bruces una vez. Incluso me conformaria con una lesion osea. Tal vez su inodoro podria inundar su apartamento de mierda. Lo que sea, de verdad. Me habia sentido como una sombra bajo el glorioso rayo de luz que era su vida desde el dia en que se mudo, y ya habia tenido suficiente. Era martes, lo que significaba que probablemente me encontraria con el antes de llegar a mi apartamento. Puede que haya tenido una vaga idea de la hora en que regresaba al complejo de apartamentos despues del trabajo, pero no es como si yo fuera una acosadora. El hombre seguia su vida como un reloj. Sali de mi apartamento alrededor de las cinco, no porque quisiera encontrarme con el, sino porque era cuando tenia que salir para llegar a tiempo a mi destino. Tarde unos dos minutos en llegar desde las escaleras hasta el buzon, asi que el estaba entrando justo cuando yo estaba saliendo de la escalera. No se vestia ostentosamente. Gafas de sol baratas, camiseta azul descolorida y vaqueros. Por supuesto, hacia que todo pareciera de un millon de dolares, lo que me hizo querer hacerle tropezar. Si el karma no iba a hacer el trabajo, me encantaria ayudar a que las cosas tomen su rumbo. Los buzones para los residentes se ubicaban en la pared y estaban disenados para gigantes. Yo media 1,65 metros, pero tenia que pararme de puntillas para girar la llave de mi buzon y meter la mano dentro. El buzon del Sr. Perfecto estaba justo al lado del mio. El no tenia problemas para alcanzar el suyo mientras yo trataba de mantener algo de dignidad en mis puntas de los pies y con mi cara aplastada contra la pared. Saque un paquete sorprendentemente grande de mi buzon. Ambos salimos de nuestras casillas con paquetes en las manos: el mio era una caja beige discreto, y la suya era una caja rosa muy femenina con una cinta blanca y sedosa para mantenerla cerrada. “Bonito paquete”, dije. Me sorprendio un poco oir mi propia voz. Pense que mi cerebro y mi cuerpo habian acordado una tactica pasivo-agresiva estricta, pero tampoco estaba dispuesta a disculparme por lanzar un pequeno sarcasmo en su camino. Se volvio para mirarme con una ceja levantada. Dios. El tipo era guapo. Fue casi repugnante, como si no estuviera satisfecho con el buen aspecto de estrella de cine que tenia. No, tuvo que seguir subiendo en la lista hasta ser perfecto. Ni siquiera se le podia llamar excesivamente perfecto al punto de ser aburrido, porque parte de su perfeccion era precisamente la imperfeccion en los puntos correctos, como sus cejas que eran demasiado oscuras o demasiado gruesas, pero que de alguna manera armonizaban en su cara. Luego estaba su nariz. Nunca habia pasado mucho tiempo estudiando la nariz de un hombre, pero era una nariz bonita. Dignificada. Noble, incluso. Era una nariz que me hizo preguntarme si de alguna manera me habia convertido de repente en una ‘especialista en narices’. ?Eso existe? “El tuyo es mas grande”, dijo, asintiendo hacia el paquete que tenia en mis manos. Habia una nota juguetona en su voz que me hacia luchar para suprimir una sonrisa. Normalmente no tenia que luchar para no sonreir. Todo eso de no ser muy simpatica era algo natural. Tampoco me ponia nerviosa con los chicos, asi que la sensacion extrana e incomoda en mi estomago debe haber sido lo que intensamente odiaba a este ser. “Si, bueno, el consolador que pedi era extra grande.” Le di a la caja un poco de inclinacion y lo mire con ira. Se rio. Era un sonido profundo y rico. “?Debo enviar a los paramedicos al otro lado del pasillo si no sales de tu apartamento para manana?” “No”, dije. “Envia un plomero”. Volvio a reir, y me vi a mi misma casi sonriendo mientras lo miraba a el y a sus dientes blancos y bien arreglados. “No te distraere. Grandes planes. Lo entiendo”. “Si, planes extra grandes”, murmure antes de girarme y subir las escaleras. Que imbecil. Podia fingir todo lo que quisiera ser encantador y agradable, pero nunca se habia presentado ante mi. ?Solo enciende el encanto cuando hablo de consoladores enormes? Probablemente es un pervertido…. En realidad, habia ordenado un consolador, pero era uno de tamano normal, y el no necesitaba saber nada de eso. Tampoco suscribi la idea de que poseer un respetable arsenal de juguetes sexuales tuviera implicaciones sobre tu vida sexual o la falta de ella. Podrias hacer el trabajo a mano, tener buenas herramientas, o llamar a alguien para que lo haga por ti. ?Yo? Prefiero estar preparada con un buen equipo. Una vez que volvi a mi apartamento, pase unos minutos mas maltratando el paquete porque era demasiado perezosa y terca para caminar cinco pasos hasta la cocina por las tijeras. Esperaba encontrar mi cita de pulgadas de largo y dos de ancho para esta noche. En vez de eso, solo habia un sobre. Lo tome y lo voltee. Un par de tarjetas de plastico se cayeron, pero el paquete de papeles de adentro se atasco. Si esta era una nueva tactica de correo no deseado, estaba funcionando, porque mi curiosidad estaba en su apogeo. Roosevelt, mi gato, tambien estaba interesado. Era una raza de munchkin, que era basicamente el corgi del mundo de los gatos: piernas muy cortas en un cuerpo de tamano normal. Se podria argumentar que era un poco confuso criar un gato con patas cortas y rechonchas. Si alguna vez salieran a la naturaleza, probablemente perderian las peleas callejeras con otros gatos porque no tendrian el mismo alcance, o lo que sea. Pero tambien se podria argumentar que era completamente increible. Tome una de las cartas que se habian caido y entrecerre los ojos ante la foto. Era la licencia de conducir de mi vecino. ?Ted Smith? Supongo que me equivoque en el juego de nombres, pero Ted era casi peor. Imbecil. Tire la tarjeta de vuelta a la caja y pense largo y tendido. Abrir el correo de alguien por error era bastante perdonable, pense. Asi que, hasta este punto, no me sentia demasiado culpable. Por otro lado, si me meto en los papeles del sobre, puede que tenga que empezar a sentirme mal. Gruni enojada y cerre las solapas de la caja. Cualesquiera que fueran los secretos que Ted Smith tenia, no me importaba lo suficiente como para someterme a la pequena dosis de culpa que sentiria al escarbar en su correo a proposito. Alguien golpeo fuerte en mi puerta. Le rasgune la barbilla a Roosevelt y luego fui a ver quien era. Arregle cuidadosamente mi cara antes de abrir. Reflejaba algo como ‘has interrumpido algo extremadamente importante’, pero tan pronto como vi a mi vecino en la puerta, mi expresion se quedo en blanco. Estaba sosteniendo un consolador, mi consolador purpura que tenia unas venas muy bonitas y prominentes trabajadas en el molde. Normalmente, me habria tomado un momento para apreciar y disfrutar de la artesania. Molde solido. Buen acabado en la silicona, y una gran base con capacidad de succion. Todo lo que una chica puede sonar. Profundo. Probablemente me debi sentir avergonzada, pero hace mucho tiempo aprendi que era mejor ser duena de tu verguenza que esconderse de ella. “Oh bien. Encontraste mi cita”, le dije, cogiendo el consolador de su mano. Enfatice mi punto al golpear la ventosa en la parte posterior de las bolas contra el marco de la puerta donde se atasco y luego comenzo a tambalearse amenazadoramente entre nuestros ojos. Me miro con una leve distraccion. “Tu cita encontro el camino a mi buzon. Me preguntaba si tambien recibiste mi paquete”. “Creo que sabria si tuviera tu paquete”. El no parecia pensar que mi juego de palabras era divertido. Tenia los brazos cruzados de tal manera que sus biceps y pecho se veian lamibles, aunque pense que preferiria morderlos. Tipos como el tenian suficiente placer en sus vidas, despues de todo. “?Estas segura?”, pregunto. Habia tension en su voz. Por alguna razon, su tono me hizo querer mentir sobre mi descubrimiento. Tal vez el universo finalmente habia encontrado una manera de lanzarle al Sr. Perfecto una muy merecida bola curva. A menos que tener a sus padres llamandolo “Ted Smith” fuera su unico intento de equilibrio. Tal vez vio dentro de mi oscuro y retorcido corazoncito y supo que yo era la complice perfecta. Cruce mis brazos hacia el y le hice un encogimiento de hombros digno de un premio de la Academia. “Si. Bastante segura. Acabo de comprar comida para gatos. Tal vez no tenian suficiente espacio para poner los dos paquetes en mi buzon, asi que metieron mi consolador en tu agujero”. Sus fosas nasales se abrieron un poco. Eran bonitas fosas nasales si eso era posible, y ver un poco de ira en su cara solo parecia hacerle parecer mas intocable, como un dios. Tenia el pelo oscuro y ojos gris claro. Su piel estaba un poco palida, pero eso me gusto. Significaba que al menos no se pavoneaba afuera, flexionando sus musculos, o peor aun, engrasandose y deslizandose dentro de una de esas camaras de radiacion que ellos llaman camas de bronceado. Despues de una larga y tensa pausa, suspiro. “Si aparece, ya sabes donde encontrarme”. “Claro”. Golpee el consolador, lo vi tambalearse, y luego lo arranque del marco de la puerta con un agarre a dos manos. Hizo un vulgar ruido de schlup mientras lo liberaba. “Gracias por traer a mi cita de vuelta, por cierto”. Volvio a suspirar y cerro la puerta. Mi puerta. ?Que clase de persona cierra la puerta de otra persona para terminar una conversacion? Mire al consolador con el ceno fruncido, como si tuviera las respuestas para mi. Lo lance aun mas enojada hacia el sofa, lo que desafortunadamente puso a Roosevelt en su camino directo. Solto un pequeno grito de guerra asustado mientras se apartaba del camino. Tome el grueso sobre que habia dentro de la caja una vez mas, dude, y luego volvi a meter los papeles sin mirar. Lo siento, universo. No quiero ser arrastrada a esto. CAPITULO 2 CARL Comprobe dos veces el correo electronico de mi telefono. El paquete habia sido entregado esta tarde. O la chica del otro lado del pasillo estaba mintiendo, o se habia metido en el buzon de otra persona. No habia manera de comprobarlo a menos que quisiera perder la tarde sentado en el vestibulo mientras miraba a cada persona revisar su correo. Incluso eso no tenia sentido porque no sabia de que tamano o tipo de caja era, o si habia sido retirada mas temprano en el dia. Nada de eso importaba. Sabia en mis entranas que la vecina lo tenia. No podia imaginarme cual era su problema. Desde que me mude, ella no ha hecho nada mas que quedarse mirandome fijamente. Era como si ella lo supiera, como si de alguna manera viera a traves de mi y las mentiras endebles en las que me habia envuelto en las ultimas semanas. No era inconcebible, despues de todo. La mezquindad de mi hermanastra tenia muy pocos limites, y no descartaria que sobornara a gente al azar en toda la ciudad para que estuviera atenta a alguien que coincidiera con mi descripcion. La vecina podria estar mandando un mensaje a Tanya sobre el paquete ahora mismo. Me hundi en el borde de mi cama y rastrille mis manos a traves de mi cabello. Todavia estaba esperando que alguien me dijera que los ultimos meses habian sido un mal chiste. Mi hermanastra siempre habia estado loca, pero sus recientes payasadas opacaban todo lo que habiamos vivido en el pasado. No queria pensar en ello. Nada de esto. Si sigo escondiendome y pasando inadvertido, se calmara. Defenderse o hacer un gran escandalo solo prolongaria la frustracion. Si no le daba municiones nuevas, se aburriria como siempre, y podria volver a mi vida normal. No mas de estas ridiculas distracciones o juegos a los que me habia forzado a jugar. Me sentiria libre para concentrarme en mi compania de nuevo, aunque incluso esa idea se sintiera vacia en este momento. La compania habia sido mi unica preocupacion durante anos, y tener que retirarme de ella, aunque fuera temporalmente, me estaba haciendo cuestionar por que estaba dejando de lado toda mi vida por mi trabajo. Hice todo el dinero que podia necesitar. Habia logrado los objetivos que me habia propuesto. Era muy bueno en lo que hacia, y no habia ningun imperativo para mi de seguir esforzandome por ser mejor, pero me sentia obligado a volver a la oficina, al trabajo y a la competencia. Ninguna relacion habia sido capaz de ganar contra esa compulsion, pero cada dia que pasaba escondiendome me hacia cuestionar aun mas mi dedicacion. Tal vez era hora de relajarse, de soltar el peso y liberarse un poco. Alguien llamo a mi puerta. Me apresure en ira ver de quien se trataba y cuando abri la puerta, encontre a la chica del otro lado del pasillo que estaba alli de pie, viendome con la mirada perdida por sus ojos cubiertos de lapiz de ojos. “Aqui esta tu estupido paquete. Resulta que tu nombre estaba en el. Whoops.” Como era de esperar, no parecia ni remotamente arrepentida. Su voz tenia una cualidad de inexpresiva que no coincidia con la mirada que tenia en los ojos, como un desafio constante, un reto de algun tipo, pero cualquiera que fuera el desafio, no podia ni siquiera empezar a adivinarlo. Mi corazon se hundio cuando vi que el paquete estaba abierto. No me atrevi a preguntarle si habia leido el contenido del sobre, asi que intente mirarla fijamente. La mayoria de la gente no se sentia comoda con el silencio, especialmente cuando se combinaba con el contacto visual. Era la manera mas rapida de juzgar la fuerza del caracter de alguien, en mi opinion. Asi que cuando pasaron diez segundos y luego veinte, sin que ella siquiera se apartara de mi mirada, decidi que su apariencia dura no podia haber sido una actuacion despues de todo. “Gracias”. Dijo de una manera tan seca y desinteresada despues de medio minuto. “Eso es lo que dices cuando alguien hace algo bueno por ti”. Le dio a la caja un fuerte empujon hacia mi y se dirigio hacia su puerta. “Espera. ?No miraste dentro?”, le pregunte. “Lo creas o no, no me importa saber que clase de cosas raras te envian por correo”, dijo. Saque el sobre y vi que el sello estaba roto en la solapa. “?Entonces por que abriste esto?” Esos ojos marrones profundos de ella se alejaron de los mios y luego volvieron de nuevo. Era la primera senal de debilidad que habia mostrado, y me ayudo a saber que era humana bajo el muro de desinteres que estaba mostrando. “?Por que abriste mi caja de consoladores?”, respondio ella. “Pense que era mia”, dije con los dientes apretados, aunque sabia que me estaba preparando para lo que estaba por venir. “Boom”, dijo, enfatizando la palabra con un movimiento perezoso de sus cejas. “Tambien pense que tu estupida caja era mia. ?Alguna otra pregunta cientifica?” Entrecerre los ojos. “No te creo. Y no me importa”, dije. Cruce los brazos y espere. “?Que?”, pregunto ell

  • La estrella del bosque de Roberto Mendaza Acedo

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    Salir del fuego para caer en las brasas. Elisa, una nina natural de Sartaguda (Navarra) es enviada fuera de su pueblo con objeto de evitar que sufra los desmanes del bando vencedor en el conflicto civil espanol. El destino la vapuleara sumergiendola en el horror de la segunda guerra mundial y de los campos de concentracion alemanes. Tendra que luchar por su propia supervivencia y encontrar un motivo por el que seguir viviendo. Cuando todo finalice, se habra convertido en otra persona al haber quedado despojada de una parte de si misma, de su adolescencia.

  • La reina sin reino de Jose Maria Perez Peridis

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    Con Esperando al rey, su primera novela, Peridis alcanzo un mas que notable exito de critica y publico. Las claves de su logro fueron contar, de una manera cercana y personal, un episodio fascinante de la historia medieval. Esa tambien es la formula de La maldicion de la reina Leonor y de La reina sin reino, con la que cierra su trilogia sobre la Reconquista, que pueden leerse de forma totalmente independiente.

  • Cartas de Veronica al atardecer de Sara M

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    Veronica una nina que se siente sola,perdida,desprotegida y desconsolada. Su unico momento de paz lo encuentra los domingos por la tarde,cuando se queda sola en la casa y puede escribir estas desgarradoras cartas en las que habla de su dia a dia ,del dolor, de las ausencias,de la guerra,del hambre…

  • Zona de amigos de Marina Sol

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    La encantadora, arriesgada y joven Sandra, sin darse cuenta, comienza a tener fuertes sentimientos por uno de sus mejores amigos. El tiempo hace que, poco a poco, esa relacion este a punto de materializarse en algo mas. Pero cuando la joven menos esperaba, un acontecimiento hara que su corazon se ponga en alerta. Sandra, luchara por encontrar una explicacion que haga que su corazon se sosiegue, mientras pasa a formar parte de la Zona de amigos. Alli hara lo imposible por cambiar el destino para lograr estar con... su mejor amigo.

  • Un affaire casi perfecto de Elizabeth Subercaseaux

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    ?Sera ese el juez Rementeria?, se pregunta un periodista que debe entrevistarlo una hora mas tarde, mientras lo ve escapar del lugar donde ha muerto Amalia Griffin. ?Que hacer en un caso asi? ?Le preguntara que hacia en el Club de Golf? Por otro lado Teresa, la amiga de Amalia, ?aceptara la explicacion que se ha dado a pesar de existir un escrito que incrimina al juez? o ?escarbara hasta saber la verdad? Haber visto a ese hombre escapando y silenciarlo se convierte en la pesadilla de este periodista. Descubrir al asesino se convierte en la unica meta de Teresa. Escapar de si mismo es el ultimo anhelo del juez.

  • La inocente 1 de Rangel M. Bellerose

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    E CAPITULO 1 La ola de cuerpos n la oscuridad de la noche, dos cuerpos se encontraban bajo la tenue luz que alumbraba la habitacion, la pobre iluminacion que entraba por la ventana, daba brillo a los cuerpos sudorosos por el placer, las curvas de la mujer se dibujaban en las sombras de la pared sobre el cuerpo extasiado del hombre, nada molestaba a los amantes mas que el gemido de sus voces en la mas absoluta soledad de la vivienda, el telefono sono antes de acabar lo que sus cuerpos ansiaban. Ella encendio la luz y se incorporo, mientras se acercaba a su movil, el hombre admiraba en silencio sus perfectas curvas al caminar, -Diga-, contesto ella. Al rato de conversar, la joven se apresuro a vestirse, -?te vas?-, le pregunto el amante desde la cama. -Tengo trabajo... han encontrado un cuerpo sin vida y tengo que ir inmediatamente. -?Piensas irte sin recibir tu placer?…, ?vas a ser capaz de concentrarte en tu trabajo cuando te arde la entrepierna?-, le dijo. Ella le miro con deseo, el cuerpo desnudo y pecaminoso sobre la cama estaba muy bien formado, moreno de pelo y piel y con las abdominales bien marcadas, sus labios le decian ven y aprovecha el tiempo. -Me vas a meter en un lio-, respondio ella. Se volvio a bajar la prenda intima y sin pensar se subio sobre el hombre como si lo fuese a cabalgar. -Victoria... eres unica, no creo que pueda vivir sin ti-, alcanzo a decir el joven entre suspiros. Ella le miro entre sudores y con la respiracion agitada, -pues vas a tener que hacerlo..., yo ya me he corrido, lo siento-, solto. Luego se levanto, se vistio y le dejo alli tirado sobre la cama como un papel usado, a Victoria le encantaba el sexo, pero su trabajo era su prioridad. Al llegar al embarcadero, la mujer se encontro con sus companeros de comisaria, -espero que no me hayas molestado para nada-, le dijo al teniente. -Llegas tarde, hace bastante que te llame y ahora me vienes con enfados…, si no fueras la mejor de la unidad no te hubiera reclamado... esto es serio. -Dime..., informame de lo que ha pasado. -Ven y miralo tu misma-, le respondio. Saltaron el cordon policial y se acercaron hasta el muelle, parecia haber un cuerpo bajo una sabana blanca y el teniente la levanto, -?has visto antes algo asi?. -He visto muchas cosas., solo veo un muerto. -?Un muerto?, esta desfigurado y le faltan los testiculos y... -La polla, ya lo veo…, sera algun caso de violencia machista o conyugal-, le dijo Victoria. Se puso en cuclillas junto al cadaver, examino tanto como pudo, al rato se volvio a levantar, -?a quien le vas a dar el caso? -A ti., es por lo que te he llamado, ?no crees? -Entonces que hace aqui Alejandro, ya sabes que no pienso trabajar con nadie, te conozco y no me lo vas a endosar. -Lo se, pero no estaba seguro de que llegaras a tiempo…, ultimamente vives muy ocupada-, le solto. El teniente era un hombre de color, fornido y alto, casi siempre usaba traje para vestir y le encantaba llevar corbata. -Lo que haga en mi tiempo libre es cosa mia... no creo que tenga que darte explicaciones. -Mientras cumplas con tus horarios no me entrometere. -?Con mis horarios?, ?acaso este trabajo tiene horarios?, ?sabes lo que estaba haciendo cuando me has llamado?…, me estaba follando a un joven atleta, tenia para toda la noche y me he tenido que correr para apresurarme en atender tu llamada. -Victoria..., no me gusta conocer tus intimidades, y mucho menos que me hables con ese lenguaje... ?Puedo contar contigo para este asesinato? -Todavia no sabemos si ha sido un asesinato…, tal vez se haya suicidado-, le dijo volviendose a examinar el cuerpo con una media sonrisa. -No puedo contigo…, Resuelvelo-, le respondio alejandose de ella, -!Alejandro!, recoge y vamonos. Se quedo sola en la escena del crimen, sola con los agentes de calle y el forense claro, ya era suyo el caso del hombre sin rostro. Victoria era una joven inspectora con un talento innato, aunque algo borde y despreocupada, su hermosa figura podria hacer babear a cualquiera, pero su vocabulario echaba para atras a mas de uno, sus prendas tampoco eran muy sofisticadas, pantalones anchos, camisetas ajustadas y deportivas casi siempre desatadas, con el pelo corto negro y ojos verdes, bastante guapa y admirada por la mayoria de sus companeros, aunque se empenara en ir de dura y solitaria. -?Que sabes?-, le pregunto al forense. -Parece que murio entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas, por el rigor mortis, pero debo confirmarlo en el laboratorio, en la escena no hay mucho que recoger…, lo han sacado del mar en una red de pesca, buscare algo que nos pueda dar alguna pista, pero el agua siempre es un aliado de los asesinos. -Bien., en cuanto sepas algo me llamas al movil, supongo que no estara identificado aun. -No llevaba ropa ni documentacion. , buscare en sus huellas y en cuanto tenga algo te lo dire. -Estupendo-, dijo ella. Seguia en cuclillas junto al muerto, volvio la cara para agradecer al forense, este no le quitaba ojo a su trasero, el pantalon se le habia bajado y mostraba buena parte de su prenda intima, -?nunca has visto unas bragas?. -No me imaginaba que usaras ropa de encaje rosa…, me ha sorprendido. -Ya…, bueno informame cuando descubras algo-, le dijo levantandose y marchandose hacia su coche. El suelo del muelle estaba mojado, lo cual era de agradecer en aquella noche calurosa de verano, el sonido del mar traia consigo la brisa desde el interior del oceano, ese agradable viento refrescaba a los agentes que se quedarian hasta el levantamiento del cadaver. Victoria subio a su coche y se marcho a casa, al llegar a su adosado, la recibio en la entrada su mascota, un gato blanco de ojos azules que hacia las delicias de la joven, amante incondicional de los animales. Le sujeto en sus manos y se dirigio al salon, una vivienda de dos plantas, arriba sus dos dormitorios y un bano, y en la parte de abajo la cocina, salon comedor y un pequeno patio trasero donde el animalito pasaba casi todo su tiempo mientras Victoria no estaba en la casa. Dio de comer al gato en la cocina y luego regreso al salon donde habia soltado su arma, golpeo el boton del contestador automatico y se tumbo en el sofa apoyando la cabeza sobre sus manos para escuchar los mensajes. " Me ha encantado estar contigo esta noche, espero poder verte pronto ". Bip " No me has vuelto a llamar, soy Eduardo, pensaba que lo de la otra noche significaba algo para ti ". Bip " Victoria, soy Javier, es la ultima vez que trato de contactar contigo, si no quieres volver a quedar dimelo ". Bip " Como no me devuelves las llamadas... -, sonaba la grabacion cuando apago el aparato. -Follas un dia con ellos y ya se creen que eres su mujer... que simple son los hombres-, decia en voz alta, -para que despues nos llamen sensibles a las mujeres. Se levanto del sofa algo molesta por los mensajes del contestador, ella era una mujer libre y muy independiente, no buscaba ninguna relacion formal y eso lo sabian ellos, en la planta de arriba se ducho con agua fria y luego, con la lenceria fina que tanto le gustaba usar, se acosto, – vente, Lucky-, dijo. El gato no tardo en echarse a sus pies despues de apagar la luz. Otra manana de rutina, la luz ya entraba por la ventana y Victoria seguia acostada cuando sono el telefono, -?diga?-, pregunto. -No me digas que sigues en la cama Victoria, el teniente ya ha preguntado por ti varias veces…, Tengo nuevas evidencias del cadaver-, le dijo el forense. -Me acoste anoche a las tres, ?es que no me da ni un respiro?, dile que ya voy por favor..., o mejor dile que estuve ya en la oficina y que sali a investigar al muelle. -Si lo que quieres es no venir por aqui, te puedo dar la direccion de la mujer del hombre que encontramos muerto anoche. -Mucho mejor, asi desayuno tranquila…, ?como se llama?. -La mujer se llama Brenda Smith y vive en la calle Costa de la miel numero 3., ?lo has escrito? -Si, pero no conozco esa calle. -Porque no esta en ciudad, ella vive en una urbanizacion de lujo a las afueras..., pudiera ser que el mar trajera el cuerpo hasta nuestro muelle, son un matrimonio ingles, el se llamaba Jorge y llevaban en la costa varios anos como residentes…, ya tienes trabajo, hablare con el teniente para cubrirte otra vez. -?Cubrirme?…, ya quisieras tu estar en esas-, dijo con una sonrisa. -Me refiero con tu impuntualidad preciosa. -Ya te habia entendido soso, pero gracias..., Luego cuando llegue a comisaria hablare contigo para que me des los detalles de la autopsia-, termino diciendo. La joven inspectora era una buena profesional, pero un poco desordenada con su vida, despues de alimentar al gato y vestirse con sus vaqueros y camiseta negra, salio hacia la urbanizacion para hablar con la viuda. Sobre las doce de la manana estaba frente a la puerta del bonito chalet de los Smith, llamo al timbre y fue recibida por una adolescente con mirada dulce y triste, -?que desea?. -Soy inspectora de policia, queria hablar con Brenda Smith. , ?es posible? -Claro pase, es mi madre…, ella esta muy afectada desde que desaparecio mi padre, sigame por favor-, dijo educada la jovencita. Por las palabras de esta, Victoria adivino que seria ella quien tendria que dar la noticia de la muerte a su familia, algo que detestaba. -Buenas tardes, senora me llamo Victoria y soy inspectora de la policia..., Me han asignado el caso de su marido-, se presento ante la mujer. -Buenas tardes, ?saben algo ya de Jorge?-, le pregunto la mujer. Una mujer de unos treinta y ocho anos, rubia y bastante guapa se levanto del sofa para dar la mano a Victoria. -Me gustaria hablar del tema a solas si fuera posible-, le respondio la policia mirando a la adolescente. -Por supuesto., ?hija te importa? -No me importa, pero luego me cuentas-, respondio saliendo del salon la joven. -?Y bien?…, Sientese y digame-, dijo la viuda que aun no sabia que lo era. -Hemos encontrado a su esposo, anoche aparecio muerto. -?Muerto?, ?como que muerto?-, dijo sorprendida la mujer. -Lo siento... no habia venido para darle esta mala noticia sino para investigar sobre su asesinato-, le dijo con poco tacto. -?Lo han asesinado?, ?quien?…, no puedo creerlo-, solto. La mujer se quedo en shock, tapando su cara con las manos y sollozando. -Entiendo que es duro recibir una noticia asi, pero vamos a trabajar para encontrar al culpable…, necesito hacerle unas preguntas... si esta en condiciones para responder. -?Como ha sido?… no me lo puedo creer, Jorge era un buen hombre, nunca tuvo problemas con nada. -La entiendo... ?desde cuando noto su desaparicion? La viuda estaba muy afectada, se le notaba su afeccion, pero no dudo en colaborar con la inspectora, -desde hace tres dias, debia regresar de uno de sus viajes de negocios…, estaba en Malaga, pero ya no supe mas de el, esa noche no regreso como esperabamos.

  • Darien. El Imperio de sal de C.f. Iggulden , Conn Iggulden

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    La ciudad de Darien se encuentra en el corazon de un imperio a punto de extinguirse. Doce familias mantienen el orden gracias al control del monarca, a las alianzas y a las intrigas, aferrandose a una paz voluble que se desmorona. Los habitantes de la ciudad
    soportan una realidad que no pueden cambiar.
    Sin embargo, viejas disputas desembocan en un complot para matar al rey, una conspiracion que convocara a seis forasteros a la ciudad: Elias Post, un cazador, Tellius, un viejo espadachin expulsado de su hogar, Arthur, un nino que no habla, Daw Threefold, un chancero y jugador, Vic Deeds, mercenario sin remordimientos, y Nancy, una chica cuyo talento podria ser la ruina de todos.
    Su llegada a las murallas de la ciudad con el ocaso desatara una serie de acontecimientos explosivos. Antes de que el sol vuelva a levantarse, juntos forjaran el destino del Imperio de sal.

  • La mentira os hara libres de Fernando Vallespin

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    Como decia D'Israeli, la politica es el <>.En efecto, el espacio de lo politico se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresia y la simulacion.Y, sin embargo, los politicos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ?Para que hacerlo si es posible enganar por otros medios? Entre estos el mas eficaz es la construccion de la realidad a la medida de sus intereses. Han adquirido autentica maestria en el arte del enmascaramiento detras de marcos, narrativas u otros instrumentos dirigidos a manipular la percepcion del mundo. Sobre todo en unos momentos en los que necesitan encubrir su impotencia frente a los dictados de la economia detras de todo tipo de estratagemas. Su objetivo es convencernos de que son algo mas que meros gestores de un sistema economico sobre el que han perdido toda capacidad de iniciativa, impedir que veamos que la democracia ha devenido ya casi en un mero simulacro, y reafirmarnos en la idea de que ellos <>.Los ciudadanos, ante un mundo huerfanoya de una realidad objetiva que sirva de referente comun frente al cual contrastar nuestras opiniones, y en ausencia de eficaces medios de argumentacionpublica, nos mostramos encantados antela posibilidad de pronunciarnos liberrimamentesobre casi todo.

  • Matices de la magia de Lorena A. Falcon

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    La magia que acumulas define la maga que eres.

    Johanna siempre supo que seria maga. Habia entrenado toda su vida, solo le restaba elegir el tipo de magia que practicaria. Su familia daba por descontado que eligiria la magia blanca, estaba en su sangre.

  • Cuando amar demasiado es depender de Silvia Congost Provensal

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    ?Estas atrapado en una relacion de pareja en la que no eres feliz? ?Crees que has perdido el control de tu vida y que estas condicionado por tu pareja? ?Sientes que te has perdido a ti mismo o que ni tan solo recuerdas como eras antes de conocerle? Si es asi probablemente sufres dependencia emocional.

  • La reticente amante del principe (Atracciones innegables 2), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Los moteros del MidWay (Serie Completa) de Patricia Sutherland

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    !Las historias de la serie Moteros que siempre has querido leer!

  • La casa de los pintores de Rodrigo Munoz Avia

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    El relato personal, lleno de emocion y amor, de dos artistas contemporaneos de primer nivel, los pintores Lucio Munoz y Amalia Avia, vistos a traves de la mirada de su hijo.

  • Sirenas de Joseph Knox

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  • Amor y Virtud 2 de Rolly Haacht

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    Nueva edicion 2017 ampliada con ilustracion de personajes, mapa de la ciudad, calendario, etc. Un ano despues de la tragedia, los hermanos Becker deben seguir adelante con sus vidas. Zane no consigue afrontar la perdida y Derek y Arabia regresan a casa para ayudarla. Jake se ha vuelto mas reservado, Louis oculta un peligroso secreto, y Emily Wathson sigue creyendo que las cuatro virtudes del alma estan encarnadas en Arabia, Derek, Jake y ella misma; de tal forma que, solo si estan juntos, alcanzaran la autentica felicidad gracias al amor. En su nuevo camino les esperan celos, envidias y drogas. Pero tambien el amor de sus vidas, las primeras experiencias y los corazones rotos. Y es que esta atipica familia sigue viviendo su mayor aventura: vivir. Ejemplar con ilustraciones de Miss Arilicious Art

  • Segunda piel de Nadia Noor

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    La atraccion, el amor y el deseo llevaran a los protagonistas de esta novela de Nadia Noor a dejarse llevar por sus sentimientos y vivir una apasionante historia.

  • El legado de Camila Winter

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    Luego de morir su padre Evie recibe una misteriosa carta en frances de un coleccionista que le reclama un libro que al parecer esta en la biblioteca de su padre. La joven lo busca y espera devolverlo a su dueno pero el libro no esta por ninguna parte.

  • Escandalo en primavera (Las Wallflowers 4) de Lisa Kleypas

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    Cuatro bellas jovenes forman las <>, un grupo unido por un mismo objetivo: conseguir marido.

  • El lado oscuro del sexo de Sara Toledano

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    Mosquita Muerta: Joven Virginal convertida en Esclava del Amo Millonario
    Ir al trabajo. Ir a casa. Dormir. Repetir.
    Una vida bastante aburrida, ?no?
    Y aun asi, la de la mayoria.
    Incluyendome.

  • Chupame… la sangre de Fernando Neira

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    Desde que recibio la llamada, supo que recordaria ese fin de semana toda su vida. Tras una noche de jueves con demasiado alcohol, se levanto a contestar creyendo que seria un amigo. Para su sorpresa era uno de sus mejores clientes el que llamaba y al no poder escaquearse, se tuvo que vestir para ir a sacar a su hija de la comisaria.
    Ahi se entero que la policia acusaba a su retono de ser la asesina en serie que llevaba aterrorizando Madrid las ultimas semanas. Su modus operandi la habia hecho famosa y todos los periodicos seguian sus andanzas y es que, tras seducir a sus victimas, las mataba drenando hasta la ultima gota de su sangre.
    En este libro, Fernando Neira nos vuelve a demostrar porque es uno de los estandartes de la nueva literatura erotica en espanol.

  • Con sabor a muerdago de Raquel Campos

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    Eleanor Raven estaba acostumbrada al esplendor de Londres, se habia criado rodeada de lujos. Las fiestas no empezaban sin ella, pues era la mas popular. Todas las damas querian su compania pero para irritacion de todas ellas, su mejor amiga era Gabrielle Carter, una joven sencilla, sin titulo ni abolengo. Se habian conocido en una residencia para senoritas. Los padres de Gabrielle habian hecho el esfuerzo de llevarla a esa residencia para que se convirtiera en una dama. Era su unica hija y quisieron darle lo mejor. Ella lo habia pasado mal al principio rodeada de tanta joven de alcurnia, pues se habia sentido desplazada. Pero habia conocido a Eleanor y su vida habia cambiado. Habian sido inseparables desde ese instante. Gracias a Gabrielle, el caracter caprichoso de la otra se suavizo, y Eleanor enseno a la otra a tener mas confianza en si misma. Eran jovenes y hermosas, y tenian toda la vida por delante. Los padres de Eleanor la llevaron porque era una residencia con mucho nombre, y se decia que de alli salian autenticas senoritas. No se esperaban esa profunda amistad por parte de su hija, pero pronto tuvieron que aceptarla al darse cuenta de que la joven era muy noble y se hacia de querer enseguida. Gabrielle amaba en silencio a Peter, el hermano mayor de Eleanor. A pesar de que decian que era un libertino y un crapula, ella no podia dejar de adorarlo en silencio. En cambio, Eleanor no habia estado enamorada nunca. Algunos hombres habian empezado a cortejarla, pero no habian logrado nada con ella. La Navidad llegaba y las amigas hablaban entusiasmadas de sus planes. Los padres de Gabrielle le habian dicho que podia ir a la casa de sus tios y pasar alli las fiestas, y podia invitar a Eleanor si queria. Pensaron que seria bueno para ella cambiar el clima de la capital por un ambiente calido y hogareno. A Eleanor le entusiasmo la idea, y mas el hecho de pasar las fiestas con su amiga. Ademas de conocer otro sitio, ya que no habia salido nunca de Londres. -Sera maravilloso pasar las Navidades fuera de casa… -Es muy diferente de aqui, Ellie. Mis tios no tienen criados que les hacen las cosas y… -Sera bueno hacer las tareas por una misma y que te dejen vivir un poco sin tantas normas. -Si, alli no hay tantas normas. Mis tios son muy sencillos, y te aseguro que las Navidades con ellos son entranables. No las olvidaras, siempre las guardaras en tu corazon. -Que bien, Gabi. Ademas, mis padres tienen un concepto equivocado de mi. No soy como ellos creen, lo que sucede es que tengo que comportarme como una dama delante de ellos. -Alli podemos ser libres durante unos dias -las dos jovenes rieron, felices por su pronta y merecida libertad. -Le pedire permiso a mis padres esta misma tarde. No creo que pongan problemas si vamos juntas, y ademas a casa de tus tios. -El unico problema es el camino, es largo y tedioso y mas aun en carruaje. -Seguro que mi padre nos ofrece su carruaje, el cochero es de confianza. Lleva anos trabajando con nosotros. -Seria estupendo. Voy a hablar con mis padres en cuanto vengan, estaran encantados de que vayamos a ir. Las muchachas paseaban por Hyde Park, era una soleada manana invernal y la gente habia aprovechado para salir a la calle despues de unos dias nevando. Adoraban pasear y gracias que habia parado, porque Eleanor estaba aburrida en casa. No tenian problemas de dinero, su casa era una de las mas bonitas de la manzana. Pero no era plenamente feliz, habia ido un dia a visitar a Gabrielle, que estaba enferma y quedo horrorizada al ver que la casa donde vivia era pequenisima. Mas no tenia importancia, porque cuando conocio a los padres de su amiga quedo encantada con ellos. Eran una familia unida, un verdadero hogar. El suyo no se podia llamar asi; su padre casi siempre estaba fuera en sus negocios, su madre siempre estaba en casa de alguna amiga o en el club que habian formado. El unico que vivia su vida libre era su hermano, y sus padres no tenian muy buen concepto de el, ya que habia elegido trabajar fuera del negocio familiar, y nada menos que de periodista. Eleanor lo envidiaba, vivia su vida sin dar explicaciones. Se habia comprado una pequena casita en un bonito barrio lejos del lujo de donde vivian ellos porque decia que se acercaba mas a la realidad de la vida. Su padre habia discutido mucho con el y al final lo habia dejado por imposible. Ahora se veian una vez a la semana, asi no tenian problemas. Y Eleanor disfrutaba de esas visitas como si fueran un balsamo para su corazon. Claro, la gente pensaba que eran una familia modelo y en las fiestas eran los primeros en ser invitados y los ultimos en marcharse. A ella le cansaba esa vida, necesitaba un cambio. Por eso, cuando venia su hermano lo escuchaba embelesada mientras hablaba de la clase obrera, de los problemas que tenian y de las huelgas que organizaban para reivindicar sus derechos. Le habia dicho muchas veces que se fuera a su casa a vivir con el, pero en el fondo queria a sus padres aunque sabia que ellos iban a la suya. Sabia que si se iba con Peter, para ellos seria como un escandalo. Tenian en un alto concepto lo que la gente pudiera opinar sobre ellos. Era como si viera su reaccion, asi que aguantaba y se comportaba como una hija perfecta. No queria tener problemas y disgustarlos. -Te has quedado callada de pronto, ?en quien pensabas? -En mi hermano, va a estar solo estas fiestas y se me hace un nudo en el estomago. Gabrielle observo a su amiga, la conocia tan bien como a si misma y sabia que era verdad. Eleanor queria a su hermano… y ella tambien; pero claro, en silencio. Nadie sabia nada de lo que sentia y nunca se creia los comentarios que se decian de el, para ella era un hombre maravilloso y preocupado por las personas que lo rodeaban. -Vente a mi casa a comer, le daremos la noticia a mis padres. Seguro que les encanta verte. – Gabrielle estaba muy feliz. Eleanor sonrio, siempre era un placer visitar la casa de Gabi. Se sentia tan bien en esa casa que las visitas pasaban en un suspiro. Las jovenes se dirigieron a ese hogar, donde olia a dulces y recibian carinosos abrazos. Sus padres no se preocuparian, a veces no estaban ni a la hora de comer y eso lo convertia en un hogar frio. Los padres de su amiga se alegraron mucho al verla. Las muchachas contaron los planes que tenian y ellos pensaron que el viaje era largo y que tendrian que pernoctar a mitad de camino. No podian ir ellas solas. -Es un contratiempo, pero podeis encontrar a alguien que os acompane. Eleanor, ?no tienes un hermano? -La joven asintio-. Pues lo invitas y ya esta. Yo mando una carta para avisar cuando vais a llegar y arreglado. -No se si mi hermano querra acompanarnos, a lo mejor tiene trabajo y… -Se lo podemos preguntar. Es raro que trabaje en unos dias tan senalados y… Eleanor observo a su amiga, cada vez que su hermano salia a relucir en alguna conversacion, ella no podia evitar ponerse roja. Aquello ya empezaba a mosquearla. -Ya nos contaras, Eleanor, el interes de mi hija en tu hermano si casi no se han visto y… -Mama, no tengo interes… -Hija, aunque te gustara… aunque solo fuera un poco, no pasa nada. Tienes edad suficiente para estar casada, yo lo hice con tu edad. Ademas eres una joven muy bonita y… Eleanor a lo mejor se nos queda encandilada con Derek y… -?Quien es Derek, Gabrielle? -Derek es mi primo, vive con mis tios -Eso no me lo habias contado. -Eleanor abrio los ojos como platos. -Amiga, has rechazado a casi todos los solteros de Londres. ?Por que te iba a interesar mi primo? Eleanor no dijo nada mas, pero se quedo pensando en ese misterioso hombre y en como iban a pasar las fiestas. Cuando acabaron de comer, decidieron que irian las dos a hablar con Peter, tenian que saber si las acompanaria en el viaje. Luego, si no queria pasar alli las fiestas, bien podria volverse de nuevo a la capital. Fueron andando hasta el edificio donde trabajaba Peter, pues se encontraba muy cerca de su barrio. El Daily News era uno de los periodicos con mas tirada de la ciudad. Trabajaban muchos periodistas y demas profesionales de las letras y la comunicacion. Su hermano llevaba trabajando desde hacia ya unos anos, habia estudiado derecho para seguir los pasos de sus padres, pero a ultima hora e influenciado por las cosas que habia vivido alli, decidio hacer algo que le gustaba mucho: contar las cosas que sucedian de manera objetiva. A el no le gustaba enmaranar las noticias para sacarlas mas partido; no, lo que mas le gustaba era esclarecer los hechos de algun suceso. Era algo que sus superiores siempre le habian alabado, eso era lo que siempre le contaba a Eleanor.

  • Aunque sea su hermano de Magela Gracia

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    La culpa era de mis amigas. ?Como si no iba a estar pasando por esto? Ellas habian sido las que me lo habian puesto delante, las que me hicieron mirarlo con otros ojos, las que me hicieron desearlo en silencio. La culpa tenia que ser de ellas... ?Como podia ser de otra manera? ?Acaso yo habria empezado a espiarlo si no llega a ser porque me hicieron verlo como lo veian ellas? Con lascivia... Odiaria por siempre a mis amigas, y los putos viernes. Los viernes siempre me traian a Victor a casa, sin prisas, con sus amigos y sus bromas, con sus palabras obscenas y sus confesiones de alcoba. Los viernes siempre llegaban tras desear a Victor durante toda la semana, mientras me llevaba en coche a la universidad y me acompanaba en silencio en la cena, con algun sandwich hecho a la carrera. Y tras ver a mis amigas babear por el cada vez que se les ponia delante. Los viernes eran malos... porque me daba tiempo de dar rienda suelta a mis fantasias. Y en ellas siempre estaba el. Victor... Aunque fuera su hermano...

  • Entre la mentira y la ilusion de Gloria Losada Pena

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    Marta es una chica normal de principios de los anos 80 cuya maxima aspiracion es poder estudiar y hacerse maestra, pero Luis y un embarazo imprevisto se cruzan en su camino, obligandola a casarse y a renunciar a sus suenos. A pesar de ello, los primeros anos de su matrimonio Marta es feliz, hasta que Luis comienza a cambiar a la vez que prosperan economicamente. El comportamiento agresivo de su marido lleva a Marta a huir con su hija y buscar refugio en casa de una amiga. Durante un tiempo permanecen separados, sin embargo cuando el regresa pidiendole perdon, Marta cree que tal vez merezca la pena intentar recuperar la relacion. Pero no cuenta con que ya ha conocido a alguien que se ha colado en su corazon sin remedio.
    Marta tendra que luchar entre la duda de salvar un matrimonio que ya esta muerto, o intentar hacer real esa nueva ilusion que la ronda.

  • Sinceramente de Cristina Fernandez De Kirchner

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  • Corona de Flores de Cesar Altolaguirre Vazquez

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    Hector, un joven aprendiz de panadero, escucha una confesion que hace tambalear los cimientos de su vida. Se obliga a iniciar un viaje a lo desconocido para recuperar a sus hermanas antes de que la proxima luna nueva cruce el cielo. Pero, ?hasta donde estara dispuesto a llegar para salvarlas a ellas y el mundo que conoce? ?En quien podra confiar en un camino repleto de peligros? ?Quien controla los hilos que mueven su tierra, la politica o la religion? Decidete a acompanarle mientras a su alrededor, sin que el lo sepa, se desata una lucha por el poder que puede destruir el Imperio o hacerlo mas fuerte.

  • El Jinete de Wyoming de Luna Davers

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    ‘Chica de ciudad conoce a robusto y atractivo vaquero…’

  • Solo tuya de Christian Martins

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  • La senorita Amelia pesca a un duque de Sandy Raven

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    "No tengo la costumbre de ir pidiendoles a las damas que se casen conmigo. De hecho, sois la segunda mujer que ha recibido nunca tal... invitacion." Se aproximo un poco mas a ella, hasta acercarse tanto que podia ver el leve temblor de su delicioso labio inferior. "Y me devolvio el beso, Amelia, no pretenda que no."

  • Marte. La proxima frontera de Jose Maria Maza

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    ?Llego el hombre a la Luna?

  • Un amor oscuro y peligroso. Almas mortales de Molly Night

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    La Tierra, ano 2438. El mundo ha cambiado y ahora los vampiros dominan a los hombres. El poder esta en manos del Rey, un monstruo despiadado, cruel y el vampiro mas anciano y poderoso de todos. Alto y de bellos ojos verdes, es incapaz de mostrar amor por nadie, pero se ha obsesionado con una humana y tiene claro que Evelyn Blackburn le pertenece, aunque ella este enamorada de otro. Separada de los suyos y atrapada en un mundo oscuro y frio, en el que su unico confidente es la mano de derecha del rey, un vampiro joven y apuesto que la entiende, Evelyn debera decidir quien ocupara su corazon y como conseguir su libertad.

  • Lo que oculta la nieve de Rocio Mulas

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  • El color de las buganvillas de Maria De Piano

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    Aventura, crueldad, magia y traicion se entrelazan en una historia de amor que trasciende el tiempo y las fronteras. La historia inicia en Espana en los tiempos de la conquista con un naufragio en las costas cubanas y culmina en la Cuba fidelista de los tiempos presentes.
    El jurado que premio novela, galardonada con el premio Foro Taller Sagitario de Novela Corta 2017, destaca que “su trama resulta interesante ya que nace en el Siglo XV, tiene presencia en el XVIII culminando en pleno siglo XXI. Vemos que el fenomeno migratorio, la busqueda de identidad y sus implicaciones genealogicas ha estado siempre con nosotros. Bien escrita y documentada, de ritmo agil. Sensual y con descripciones vivas y adecuadas. Sorprende el nivel cultural de la obra, de estructura ambiciosa evidenciada en sus saltos temporales y de escenarios.”
    “Maria Laura De Piano nos ha recordado, en sus interesantes y absorbentes paginas; que vivir es ser eslabon en una secuencia de realidades, y que aunque solemos desconocerlas, de alguna forma nos estan tocando” – Beatriz Valdes.

  • Dulce Prohibido de Ingrid Petrov

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    Intente <> -!Amaaanda! -La voz de mi madre me despierta devolviendome a la cruda realidad. Esa en la que no tendre nunca un hombre asi. -!Amanda no lo repetire! El desayuno debe estar listo y eso es un gran alivio porque, desde que me despierto, tengo un hambre voraz. Me pongo una sudadera de mi talla, es decir una XXL, con noventa kilos de peso, es la unica que me queda bien. Unos leggins para no sentirme apretada dentro de la ropa, y estoy lista. Odio que mi cuarto este en el ultimo piso de la casa. Me hace bajar escalones cada dia. En la encimera de la cocina tengo huevos fritos, bacon y tortitas. Todo a completar con el sirope. Mientras hago las pausas dentro de mi desayuno me deleito con la imagen de un pequeno pajaro que hay en mi ventana. Quiza, como moverme cada vez me resulta mas molesto, me gusta tanto la fotografia. Desde mi quietud me fijo en cosas que para otras personas pasan desapercibidas. Ojala tambien pasaran de esa forma para mi. Significaria que tengo algo mejor que hacer. -?Puedes traerme helado cuando vuelvas? -Mi madre coge las llaves del coche y se gira para mirarme solo una vez cuando oye mi pregunta que mas bien parece una suplica. Niega un poco con la cabeza pero se que lo traera. No se por que le molestaria a ella lo que yo comiera. -!Gracias! - Grito siendo consciente de que aun deberia poder oirme. ?Y ahora cual es el plan del dia? Saldre al jardin de atras con mi camara fotografica para sentarme bien a gusto al sol sin que nadie tenga que observarme y esperar a que algun pequeno animalito se pose de manera curiosa a mi vista para poder fotografiarlo. Hay quien dice que deberia salir mas y que, de ese modo, tambien frenare un poco mi creciente subida de kilos, pero no estoy tan mal, solo habre engordado unos veinte kilos en los ultimos anos, quiza treinta. Todo es circunstancial. Ademas, no me impide hacer nada de lo que me gusta. O eso intento creer. Por suerte para mis dudas tengo una nevera en el jardin y puedo aplacar mis pensamientos con un buen polo de vainilla. Lo saboreo como si fuera lo mas feliz que tendre en el dia y, muy probablemente, asi sea. Un pajaro de colores curiosos por fin ha hecho acto de presencia y destapo el objetivo de mi camara. Me concentro en no respirar demasiado alto como para asustarle. Lo tengo a tiro. Es una fotografia que quedara preciosa. Ya casi esta. Un ruido estrepitoso lo espanta y me pregunto que diablos es eso en la casa abandonada de mi vecino. Muy a disgusto aparto la manta que cubria mis piernas y me acerco al muro que nos separa. ?Un camion de mudanza? ?Se ha vendido por fin la casa abandonada del pueblo? Voy a girarme de nuevo, volver a mi tranquilidad, a mi comida, a mi rutina de vida... ?Ese quien es? Un chico, practicamente con el que habre sonado toda mi vida desciende del camion sin camiseta. Sus musculos perfectamente marcados cual escultura con su cincel. La cintura acabada en uve. El cuello en una perfecta ele. Brazos como para poder imaginarmelo sosteniendome.... Eso debe ser pecado. Su rostro angelical gira en mi direccion y me tiro, literalmente, por mi cesped para no ser vista. Hecho una ojeada entre los palos de madera que nos separan y puedo fijarme en que su sonrisa esta llena de perlas blancas y sus ojos son verdes. ?Habre visto o sonado alguna vez un hombre como ese? Revuelve su pelo negro como el azabache mientras se rocia con una botella de agua intentando aplacar el sudor. Es la imagen mas erotica que habre visto en mi vida y, aunque no debo, dejo caer el dedo sobre el boton de la camara para inmortalizar ese momento. Estoy euforica y algo excitada. Al menos tendre algo mejor que contemplar cada manana aunque sea desde un angulo muerto. ?Me convierte eso en alguna clase de pervertida? No lo creo. Quiza si midiera unos cuantos centimetros mas y pesara algunos kilos menos simplemente iria y diria "Ey, Hola, soy tu vecina. Creo que tenemos mas o menos la misma edad y si no conoces la ciudad podria ensenartela". Pero la realidad es muy distinta. Posiblemente un tio como el se reiria de los suenos bienintencionados de una gordita que aun vive con su madre. No cabria en un vestido de lentejuelas de los que posiblemente desabrocha cada noche y nunca probare sus labios, los cuales, por alguna razon, sospecho que saben a te de limon. Me arrastro por el cesped a cuatro patas hasta llegar a la cristalera que da al salon. Me pongo el pie con algo de dificultad y cierro la puerta corredera tras pasar. Cierro al sol y al chico que podria ser mi mayor y la mas dulce tentacion. -?Amanda? -La voz de mi madre me sobresalta de nuevo en la manana. Me mira de arriba abajo preguntandose por que tengo barro en los pantalones a la altura de las rodillas. -Al final te lo he traido. Pero es el ultimo. -Deja la terrina sobre la mesa aunque ambas sabemos que manana traera mas. La cojo para subir lo mas rapido posible a mi cuarto. Desde mi ventana, se ve parte de la casa de mi vecino.

  • Solo una noche de Lucy Morton

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    Existen ocasiones en la vida -aunque sean minoritarias-, en las que solo una mirada basta para saber que significa el amor. Ese momento que te da la vida y te la gira del reves sin esperarlo. Ese momento por el que lo darias todo para que se detuviese aunque fuera por un instante. Solo un instante eterno; ese que merecera la pena explicar a tus nietos cuando, con el cabello cano y la sonrisa desdentada, vuelvas atras en el tiempo y decidas quedarte aunque solo sea con el recuerdo. Ese recuerdo que se apodera de tu mente, una y otra vez, con una unica mision: hacerte sonreir. Hacerte feliz cuando tu mundo, desgraciadamente, no es como el de aquel momento. Ya no es como el de antes; como el de aquel efimero instante. Me enamore de su mirada azul como el cielo. De su sonrisa traviesa algo aninada y de su voz ronca. De su copa de vino y de como movia los dedos produciendo una melodia preciosa contra el cristal. De los cigarrillos que fumaba; uno tras otro, sin prisa, con calma. De su melena castana desalinada y de aspecto desenfadado. De lo que le mostraba al mundo. De lo que me mostro a mi. El era el tipo de personas a las que siempre he admirado. Que mas da lo que dijesen. Que mas da lo que pensasen. Si no te gusta, mira hacia otro lado y deja de observarme. El era asi o, al menos, esa es la sensacion que me dio aquella noche. Nuestra unica noche. Lo vi desde el principio; supe reconocer que tipo de persona era. Mi corazon se acelero cuando nuestros dedos, casi sin querer queriendo, se rozaron por un cambio de billete a las 2:20h de la madrugada de un dia cualquiera en un bar perdido del desierto de Texas. Un billete que me devolvio la sonrisa solo una noche, cuando creia que no podia haber en el mundo nadie con peor suerte que yo. EL Nunca crei en el destino hasta esa noche en la que, quedarme tirado en medio de la nada, fue lo mejor que pudo pasarme. Despues de patalear mi moto unas cuatrocientas cincuenta y dos veces, decidi buscar una solucion tras observar que mi movil no tenia cobertura en ese camino de tierra del desierto de Texas, a la una y media de la madrugada. Pocas probabilidades de que pasase un coche por ahi, y muchas, al menos un 75% segun mis calculos, de ser decapitado por un loco con mascara llamado Jack el destripador. Camine sin rumbo y sin mirar atras. Fumando cigarrillos y contemplando las estrellas. Como un mal momento puede ser aliviado por ellas. Estrellas muertas, estrellas eternas, estrellas en paz, en calma; en un cielo que las acoge y las protege junto a una luna que, esa noche, resplandecia como nunca. ?Era un presagio acaso de lo que estaba por venir? Vi una luz a lo lejos. Achine los ojos para ver de que se trataba. ?Una gasolinera? ?Una casa? ?Un bar? Mire el reloj; solo habia caminado media hora a paso tranquilo, por lo que la moto no debia estar muy lejos. A medida que me fui aproximando, me di cuenta que se trataba de un pequeno bar en medio de la nada. Tenia un par de mesas fuera; parecian abandonadas. En el interior, por lo que pude vislumbrar a traves de sus dos ventanas, habia luz. Habia vida ahi dentro. Al fin la suerte se habia dignado a dar la cara. Podria pedir ayuda, utilizar un telefono y que la grua me salvase la vida. Pero al entrar y verla, decidi que lo dejaria para mas tarde. Todo puede esperar, menos lo que de verdad importa. A veces, lo urgente, no es lo importante. Eramos dos almas solitarias que, sin estar destinadas a encontrarnos, teniamos la oportunidad de conocernos justo en el momento en el que mas lo necesitabamos. <>, pense, nada mas fijar mi mirada en esos ojos verdes que, al instante, me transportaron a otro mundo. Si el cosmos quiere que se encuentren, aunque esten muy lejos, se encontraran. Si no quiere, aunque esten cara a cara, no se veran. Alejandro Jodorowsky CAPITULO 2 ELLA No era comun tener clientes a las dos de la madrugada. Raras veces sucedia. Cuando alguien se habia perdido o habia sufrido una averia en su coche en el desierto de Texas, pero no era muy habitual. No al menos que fuesen como el. El entro, algo avergonzado y con la cabeza gacha. Me fije en como se despeino, quiza en un acto reflejo, y miro a su alrededor hasta toparse con mi curiosa mirada. Supongo que la atraccion llego desde el primer momento y yo, que siempre se me ha dado mal disimular, se que me ruborice. El no. Luego sabria que eso de ruborizarse es demasiado superficial para alguien como el. Es mejor fingir. Saber mantener las distancias. Al menos en un primer momento. Luego, ya se vera. Yo, detras de la barra, limpiando unos cuantos vasos de cristal mas por aburrimiento que por necesidad, correspondi a la sonrisa mas luminosa que habia visto en mi vida. Tardo cero segundos en sonreir a pesar de las circunstancias de las que me enteraria mas adelante; de su moto y del caos de su vida. El era un autentico torbellino dispuesto a poner patas arriba mi vida en una sola noche. Una sola noche. Y aun me lo sigo repitiendo cada vez que pienso en las horas mas fascinantes de mi vida. --Hola --saludo. Voz ronca y decidida. Un hombre de unos veinti muchos anos que quiza ya haya cumplido los treinta, pero que no los aparenta. Barba de tres dias. Tal vez cuatro. Melena castana; ojos azules con forma rasgada que me miraban con la misma curiosidad que yo a el. Labios apetecibles y carnosos que al sonreir, mostraban unos dientes perfectamente alineados y blancos, dignos de cualquier anuncio publicitario de pasta dentifrica. Hoyuelos: inconfundibles e inimitables, le daban ese aire travieso y juvenil. --Hola --logre decir yo, moviendo de un lado a otro nerviosa el esparadrapo. <>, diria mi jefe, un gordinflon de cincuenta y cuatro anos que dormia en la trastienda. <>, le rogue a un Dios en el que no creia. --?En que te puedo ayudar? --me atrevi a preguntar. --?Tienes vino? --Es un bar --rei. --Claro. --?Tinto? --Tinto es genial. --?Quieres algo para comer? --le ofreci. --No. Solo vino. Cogio un paquete de tabaco del bolsillo y me lo mostro, como preguntandome si podia fumar. Instintivamente mire hacia atras, donde dos puertas me separaban de los ronquidos del jefe. Me encogi de hombros, volvi a dedicarle la mejor de mis sonrisas y le solte: --?Por que no? --?Quieres uno? --me ofrecio, mientras le servia la copa de vino. --No fumo. --Una vez al ano no hace dano --insistio. --No, mejor no. Pero gracias. --Mejor. No me gustan las mujeres que fuman. Me guino un ojo. Me fije en su camiseta, de los Rolling Stones. En sus vaqueros desgastados y en sus zapatillas Converse negras. Si, no parecia importarle lo que pensasen de el. ?Le importaria lo que pensaba yo? No se que fue lo que le atrajo de mi, pero durante los dos minutos mas largos de mi vida, no dejo de mirarme. Interrogante, quiza algo altivo pero sereno, con esa confianza en si mismo de la que no alardeaba y que, sin embargo, tanto le gustaba demostrar en todo momento. EL A veces, los tios, somos idiotas. No reconocemos que en el fondo de este duro caparazon se esconde un corazon sensible con las puertas totalmente abiertas al amor. Siempre he sido un romantico empedernido. Nunca me ha gustado demostrarlo. En realidad, creo que nunca me ha gustado demostrar nada. En silencio le di breves sorbos a mi copa de vino mientras fumaba el cigarrillo. La mire disimuladamente; ella me miro de reojo, mientras limpiaba con frenesi un vaso que, ya de por si, brillaba y no necesitaba de sus cuidados. De fondo se escuchaba una cancion procedente de un antiguo tocadiscos. Mire al techo y pense, pense... ?Que cancion era? ?De quien podia ser? Anos noventa, tenia toda la pinta... --Footsteps --me interrumpio ella--, de Chris de Burgh. --Oh. Me leyo el pensamiento. Me sonrio. Quise preguntarle su nombre. --?Como te llamas? --Laura --respondio dulcemente. --Tom. --Bienvenido, Tom. ?Que te trae por aqui? --quise saber. --Mi moto. Me ha dejado tirado. --?Necesitas el telefono? --propuso. --Esperare. --?No tienes prisa? ?Nadie te espera? Medite la respuesta unos segundos. ?Quien me esperaba? Hacia dos anos que Lisa me dejo para irse con mi primo, un dentista forrado con el que se fue a vivir a una mansion de los Angeles. Desde entonces, nadie me esperaba en casa y, supongo, Lisa tambien se canso de esperar a que yo me decidiera a pasar por el altar, a tener hijos, a adoptar un perro de la perrera... esas cosas que quieren las mujeres cuando cruzan la barrera de los treinta. --Nadie me espera --termine diciendo. --?Y te gustaria? --?El que? --Que te esperase alguien. --A veces --reconoci--. Pero solo si ese alguien merece la pena. Asintio. --?A ti te espera alguien? Me refiero a cuando termines tu jornada laboral. --Si me esperase alguien --empezo a decir--, no estaria trabajando de madrugada en un bar de mala muerte

  • Mientras sonries de Laia Sinclair

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    Todo ocurrio con demasiada rapidez. Estaba frente a Alvaro Ojeda, calibrandolo con los ojos, cuando vi esa sonrisa suya que ya me habia puesto los pelos de punta cuando la habia visto en las fotos que el teniente me habia ensenado casi un ano antes. --?Quieres probar la mercancia? --me dijo, y sus ojos oscuros relampaguearon un instante--. Adelante, no te cortes. Echate unas rayitas, invita la casa. Habia sido un duro y largo camino llegar hasta aqui, un camino que me habia costado un ano de mi vida. Alvaro era el mayor narcotraficante de Boston, un distribuidor a gran escala. No trataba con los camellos a pie de calle, sino con otras mafias y bandas a las que les hacia llegar el material para que ellos la distribuyeran. Trataba directamente con los carteles colombianos y hacia de intermediario, llevandose un buen porcentaje por el trabajo. Si conseguiamos quitarlo de la ecuacion, el movimiento de cocaina se detendria y durante mucho tiempo las calles de Boston estarian limpias. Y si teniamos suerte y lo convenciamos para testificar, quiza podriamos desmantelar la mayoria de mafias y bandas de la zona. Me habia costado mucho acercarme hasta el para conseguir este encuentro cara a cara, meses de trabajo y de hacerme pasar por una narcotraficante dispuesta a gastar mucho dinero para conseguir buen material hasta ganarme su confianza y que accediera a reunirse conmigo. El trato era millonario, y le deje bien claro a su subalterno, con quien habia estado haciendo negocios hasta aquel momento, que no iba a ceder en mi demanda: queria hacer el trato directamente con Alvaro Ojeda. Los millones que iban a moverse esta noche, bien valian que el estuviera presente. --No suelo cagar donde como --le solte, en mi mas puro estilo de chica dura--. Las drogas hacen que el ser humano pierda el control de si mismo, y a mi me gusta mantener siempre el control. Estabamos en las afueras de Boston, en medio de un descampado oscuro rodeado por naves industriales. La unica iluminacion que teniamos eran los faros de nuestros propios coches, y la luz difuminada que llegaba, mas mal que bien, de las calles adyacentes donde se amontonaban los almacenes y las fabricas. --Una chica sensata. --Alvaro volvio a sonreir, y tuve que hacer un esfuerzo por no echar a correr. Siempre me pasaba lo mismo. Desde que habia entrado en el Departamento de Narcoticos de la policia de Boston, todos se maravillaban por mi sangre fria, y por la facilidad que tenia de meterme en el papel de una narcotraficante dura como el acero. ?La verdad? Cada vez que tenia que <> con uno de estos hijos de puta, temblaba por dentro. Era como si una alarma chillona me gritara en la cabeza <>. Pero no lo hacia. Me quedaba alli, quieta como un roble en mitad de un campo, cumplia con mi parte, y acababamos enchironando al sospechoso con un buen punado de cargos y pruebas en su contra. Pero esa noche todo se fue a la mierda. --?Sabes que? No me fio una mierda de las zorras como tu. --Me repaso de arriba abajo con ojos encendidos, como si me desnudara, y se paso la lengua por los labios--. No me fio una mierda --repitio. Aquello se estaba yendo al carajo, asi que improvise. No podia permitir que el tio dudara de mis intenciones, ni del personaje que estaba interpretando. Me acerque a el en dos zancadas, con las manos bien separadas del cuerpo para que ningun gatillo facil de los que lo acompanaban, pensara que tenia la intencion de hacerle dano a su jefe, o se desataria un infierno que me costaria la vida. Me quede a dos centimetros de su nariz, y lo mire con los ojos destilando frialdad. --Me importa una mierda que no te fies de mi --le espete siseando, recalcando con dureza la palabra mierda--. Mis credenciales estan limpias, yo tengo el dinero, tu la mercancia, y vamos a hacer negocios. No intentes joderme, Alvaro. El sonrio de medio lado. He de reconocer que si el tio no fuese pura escoria, quiza si dejaria que me jodiera un rato. Era guapo, del tipo latino, como yo, con el pelo oscuro y los ojos de un color chocolate muy apetecibles. Con el cuerpo musculoso, parecia un atleta de triatlon. Pero era pura escoria, y yo no me acostaba con ratas. --Eso es precisamente lo que estoy intentando, nena --me susurro--. Siempre les hago una prueba a mis compradores, ya sabes, para asegurarme que no son polis encubiertos. Normalmente me conformo con que se pongan hasta el culo de coca, pero en tu caso... --Me volvio a repasar de arriba abajo, senti su mirada acariciandome, desnudandome, mientras se pasaba la lengua por los labios. Solo le faltaba echar a babear--. En tu caso, --repitio. Me miro fijamente los labios y tuve que esforzarme por no apretarlos, y seguir manteniendo esa postura relajada, como si aqui no estuviera pasando nada fuera de lo normal, que por regla general, hacia que ellos tambien se confiaran--. Me conformare con que le hagas un buen trabajito a mi pequeno Dick Tracy. Al principio no lo entendi, hasta que comprendi el juego de palabras. El muy cabron queria una mamada. --?Asi, en frio? --le segui el juego--. ?Sin una cita previa? Soy una chica tradicional, no me van esas cosas. --Sonrei, coqueta, y di unos pasos atras para poner distancia entre ambos--. Pero despues de una buena cena, quien sabe... El se echo a reir con desgana y yo tuve la compulsion de gritar el codigo rojo que haria que todo el descampado se llenara de polis, pero aprete la mandibula y pude contenerme porque todavia no habia pasado nada por lo que pudieramos encerrar a aquella rata de cloaca y tirar la llave. --Asi que eres una chica tradicional... En ese caso, nena, estamos perdiendo el tiempo. Se giro e hizo un gesto con la mano a sus secuaces, cuatro hombres gigantes como armarios empotrados, con grandes bultos bajo los sobacos que me indicaban claramente el tipo de material que escondian alli: armas grandes, potentes, de las que la revientan a una de un disparo. --!Espera! --grite. No quise parecer desesperada, pero mi voz sono como un graznido--. He venido a hacer negocios, no a venderme como una puta en un burdel. ?Es que una mujer no puede mantener su dignidad? Se giro para mirarme, a medio camino de su coche. --No me gustas, princesa de hielo --solto con desprecio--, a pesar de todos tus antecedentes y de lo que la gente dice de ti. El lugar de una mujer esta en la cama con las piernas abiertas, para que su hombre pueda follarla bien, y no aqui, intentando comprar la mierda que vendo. La feminista que hay en mi se revoluciono al oir esas palabras, pero me mordi la respuesta sarcastica que asomaba a mis labios. Tenia un papel que interpretar, y debia cenirme a el. --Quiza cuando encuentre al hombre adecuado me convertire en una idiota babeante --conteste bromeando--, pero hasta que ese dia llegue, una chica tiene derecho a buscarse la vida. --Quiza el hombre adecuado esta aqui delante de ti. --Abrio los brazos, senalandose a si mismo --. Un hombre capaz de ponerte en tu lugar, que es de rodillas y con la boca abierta. ?Quieres hacer negocios conmigo? Ya sabes que tienes que hacer. Joder. Mierda. El tio no iba a bajarse del burro. --No lo hagas --susurro una voz a mis espaldas. Mike. Joder. Me habia olvidado completamente de el. Mike era mi companero y mi respaldo. En cada encuentro, se mantenia unos pasos por detras de mi, metido en su papel de secuaz y guardaespaldas. Nunca hablaba, y a veces incluso llegue a pensar que ni siquiera respiraba, siempre en un segundo plano y casi invisible a pesar de su estatura y corpulencia. --Debo hacerlo --conteste entre dientes. Alvaro seguia con la mirada fija en mi, esperando mi respuesta, sabiendo que habia ganado esa partida. --Nita, joder --exclamo Mike, y me agarro del brazo. Los ojos de Alvaro relampaguearon, y entonces se desato el infierno. Empezo con un leve reconocimiento en los ojos del narco, un fruncimiento imperceptible de su frente y una orden dada con voz fria. --Matadlos. No se que vio Alvaro en la estampa que formabamos Mike y yo alli, con mi brazo sujeto por su fuerte mano, enmarcados por las luces de los coches, en mitad del descampado, bajo el cielo oscuro de aquella noche desastrosa, pero lo que vio no le gusto nada y decidio cortar por lo sano. Todo ocurrio como en camara lenta y, al mismo tiempo, como en una de esas peliculas mudas que van mas rapido de lo normal. Alvaro se giro y se dirigio a su coche mientras sus secuaces sacaban las armas. Mike me empujo con fuerza para sacarme de la linea de tiro mientras desenfundaba y gritaba. Yo cai golpeandome el hombro y la cabeza contra el suelo. Las balas silbaron. Grite <>, que era el codigo que haria que los policias apostados en las calles adyacentes, o escondidos dentro de las naves industriales, cayeran sobre el descampado como un enjambre de abejas furiosas. Rode sobre mi misma y saque mi arma. Dispare, furiosa, sin ver realmente a donde. Algo me emborronaba la vision, y ante mi solo veia bultos que se movian sin ton ni son. Gritos. Maldiciones. Intente levantarme y algo impacto en mi pierna, haciendo que doliera como mil demonios, como si el infierno se hubiera apoderado de ella. Cai de nuevo, sin dejar de disparar, apretando la mandibula para no gritar. Me pase la mano por la cara, intentando despejar los ojos. Algo caliente y humedo la empapo. Entonces llegaron. El descampado se lleno de los uniformes oscuros del SWAT, de las luces azules y rojas de los coches, y todo acabo tan rapido como habia empezado. --?Mike? --grite, o por lo menos eso es lo que crei. La realidad fue que mi voz a duras penas salio por la boca mas que como un susurro. Me levante, cojeando, y arrastre la pierna hasta donde, unos segundos antes, habia estado Mike, dispuesto para protegerme. Todavia seguia alli. Por lo menos, lo que quedaba de el.

  • Neandertal 1, Mary Ferre de Mary Ferre

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    Nancy Sullivan es una joven emprendedora que lo tiene todo, familia, amigos y ha conseguido un trabajo del que se siente orgullosa. En su ultimo dia en Ravenswood, su descaro hizo que cruzara una puerta prohibida para el resto de los trabajadores y se encontro con alguien que cambiaria su vida para siempre.

  • El imperio espanol de Hugh Thomas

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    El imperio espanol fue una de las mas grandes creaciones politicas europeas. Concebido a principios del siglo xvi, perduro trescientos anos en la America continental y casi otros setenta en el Caribe y Filipinas.
    Hugh Thomas, con el estilo que le ha granjeado tantos lectores, emprende un estudio completo de la genesis de este imperio, mostrandonos las hazanas de las dos primeras generaciones de exploradores, colonizadores, gobernadores y misioneros que abrieron el camino al imperio americano de Espana. De la caida de Granada al viaje de Magallanes, pasando por el descubrimiento de Colon o la coronacion de Carlos V, Hugh Thomas se embarca en la narracion epica de una de las mas grandes aventuras de la humanidad.

  • 48 Horas para un destino de Emi Negre

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    ?Hasta donde llegarias para recuperar todo aquello que amas?

  • La Ciudad del Fuego de Kate Mosse

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    Carcasona, tierra de cataros, 1562. La joven catolica Minou Joubert recibe una carta anonima sellada con el emblema de una poderosa saga, solo cinco palabras:

  • Susurros de amor (El corazon de un libertino 4) de Kathia Iblis

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    Continua la serie <> con esta cuarta entrega.

  • El pecado de Meg Ferrero

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  • Sobre lagartijas y monstruos de Carlos Diaz

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    Pepa y Corso, un matrimonio en la cincuentena, rememoran en primera persona los acontecimientos del verano de 1980, cuando Los Once (su pandilla de amigos del colegio) se disponia a disfrutar de unos meses repletos de mananas de playa, tardes de pesca, amores juveniles y confidencias. Aquel prometedor verano, en la transicion entre la escuela y el instituto, se vera truncado por una tragedia que definira la vida de todos para siempre.

  • Las palabras heridas de Jordi Sierra I Fabra

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    La nieve era blanca. Parecia lo mas normal. Pero ?cuanto llevaba sin ver nieve blanca? Era como si ya cayese sucia del cielo. Sucia por las pisadas de las botas, por el silencio, el miedo y la desolacion. Sucia porque era como si los propios pensamientos de unos y otros, soldados y prisioneros, la contaminaran. Sucia porque en el aire flotaba la misma niebla, gris y opaca, que se les metia en el cuerpo y les anulara los sentimientos. Sentimientos, alli. Li Huan se detuvo frente al barracon. Si, la nieve que lo rodeaba era blanca. Impoluta. Una extrana sensacion. Como si aquello fuese una isla. Estaba cansado, habia sido un viaje largo. Cuanto antes terminara con los prolegomenos y la burocracia, mejor. Aun asi, permanecio quieto unos segundos, con la puerta a menos de cinco pasos. La puerta tras la cual se adivinaba un cierto calor, porque de la chimenea salia una columna de humo oscuro que se elevaba directa hacia el cielo. No habia viento. Nada. Solo el silencio. Li Huan enderezo la espalda, estiro su maltrecho uniforme, se calo bien la gorra. En el cuartel del que procedia, un simple boton mal abrochado representaba gritos, un castigo, una cruz en el expediente militar. Claro que alli, tan lejos de ninguna parte, en un campo de prisioneros politicos, tal vez las cosas fueran distintas. Se miro las botas embarradas. Imposibles de limpiar. Pese a ello, hizo lo que pudo con la mano izquierda. Cinco pasos. Dio el primero, y con el ultimo abrio la puerta de madera. Al otro lado, un soldado, como el, levanto la cabeza. Estaba sentado detras de una mesa llena de papeles y parecia muy concentrado en ellos. Su cara no cambio de expresion. Siguio siendo hieratica. Tendria tres o cuatro anos mas y debia llevar mucho tiempo haciendo lo mismo. La piel era tan blanca como la nieve que rodeaba el barracon. Li Huan penso que, probablemente, el sol nunca iluminara aquel rincon sombrio de la tierra. --Cierra la puerta --le espeto el soldado al ver que se detenia mas de la cuenta en el umbral. Le obedecio. El frio quedo en el exterior. --?Eres el nuevo? --volvio a hablar el soldado. --Si. --Papeles. --Oh, claro. Los saco del bolsillo derecho del uniforme y se los entrego. El examen fue rapido. Tampoco le tocaba a el darle la bienvenida. Eso le correspondia al oficial al mando. El soldado acabo poniendose en pie. --Espera. --Si --asintio. La siguiente puerta estaba a espaldas de su anfitrion. Le vio desaparecer tras ella y se quedo solo. Li Huan miro a su alrededor. Nada. Pragmatismo puro. Algunos estantes, un mapa de la zona, ningun libro. La chimenea debia de estar en el despacho del oficial. La sensacion de desaliento acabo impregnandole mas y mas, como consumacion de su largo viaje. Que lejos estaba la capital. Su mundo. Su casa. Por su cabeza revolotearon las voces. --Cuanto mas lejos llegues, mas mundo conoceras --le habia dicho su padre. --Cumpliras una mision sagrada. Hay muchas formas de servir a la patria -- le habia dicho su madre. --Haz bien tu trabajo y volveras --le habian dicho los amigos. --!Que suerte tienes! --le habia dicho su hermano pequeno--. !No haras sino vigilar a unos desgraciados, lejos de cualquier problema! ?Suerte? ?Alli? !Suerte la de el, que por ser el segundo se quedaba a cuidar de sus padres, escapando de la obligacion del servicio militar que le correspondia al hijo mayor! Tardaria no menos de tres anos en regresar a casa. Para entonces quiza Shi Lin estaria ya prometida o casada con otro. Li Huan volvio a sentir aquel dolor. Aquella frustracion. Recupero el semblante serio al volver a abrirse la puerta. Si alguien interpretaba sus pensamientos, veia un resquicio o leia en sus ojos, acabaria alli mismo, pero preso. Cualquier duda equivalia a una sentencia. No podia cundir el desanimo ni el desaliento entre la tropa. Servian al lider. Servian al Partido. Servian a una idea. Defendian su libertad frente a la opresion caduca y ruin del decadente Occidente. Esa era su fuerza. --Te recibira ahora mismo --le dijo el soldado. --Bien. El otro no se sento. Dio un par de pasos, se apoyo en la mesa y cruzo los brazos sobre el pecho. --?Que tal va todo por ahi fuera? --pregunto de manera mas amigable. --Como siempre. --Li Huan se encogio de hombros. --?Como siempre? --Si. --Repitio el gesto--. Todo esta muy tranquilo. --Aqui no llegan muchas noticias, ?sabes? --Lo imagino. --Ya te acostumbraras. --Supongo. La voz del superior llego hasta ellos con fuerza. El soldado se aparto de la mesa y le dejo paso. --Le gusta controlarlo todo personalmente --dijo. --Gracias. Li Huan cruzo el segundo umbral. --Entra --ordeno el oficial al mando. No levanto la cabeza para mirarle. Siguio escribiendo algo en un cuaderno. Li Huan cubrio la breve distancia, tres pasos, y se cuadro. El oficial llevaba galones de capitan, asi que alli la maxima autoridad tenia un rango inferior a comandante. Una prueba mas de lo lejos que estaban de todo. El fuego rugia en la estufa. Unos troncos de madera se apilaban junto a ella. Por detras del hombre, presidiendo la estancia y sus vidas, un enorme retrato del lider, el Gran Padre, con su mirada seria y penetrante. La leyenda decia que algunos incluso habian muerto al estar en su presencia o al mirarle directamente a los ojos. Nadie se atrevia a negarlo. Para algo eran leyendas. Cuando acabo de escribir, el oficial levanto por fin la cabeza y hundio en el sus acerados ojos. Los papeles que acababa de entregarle al soldado de la entrada estaban alli, a un lado. No hizo falta que los leyera de nuevo. --Li Huan. --Si, mi capitan. --Dieciocho anos. --Si, mi capitan. --Sabes leer y escribir mucho mas alla de la evaluacion media. --Si, mi capitan. El oficial se reclino en su silla. Unio las dos manos frente a si mismo y las apoyo en la mesa. Seguia muy serio. --Deja de llamarme capitan, ?quieres? --Su tono rezumaba fastidio--. Tengo dolor de cabeza. --Hizo una pausa--. Llamame camarada, o mejor solo asiente. Li Huan hizo esto ultimo. --Ahi dice que eres listo. --Senalo el expediente--. Y que eras un buen estudiante. --Si, camarada. --?Que pretendias con eso? --Queria ser escritor. --Fue sincero, porque mentir significaba una traicion al Sistema--. No era mas que un nino, claro. Fue antes de la Revolucion. Por suerte tuve buenos maestros y me di cuenta de mi temeridad. Eso me hizo reflexionar. Se sirve con la fe ciega, no con las ideas o las palabras. El capitan fue ahora el que asintio con la cabeza. --Nos vendras bien aqui --dijo--. Son nuevos tiempos, nuevas directrices, y se necesitan nuevos empujes para llevarlas a cabo. Por eso te han mandado a este campo. --Si, cap… camarada. --?Sabes que clase de prisioneros tenemos aqui? --Politicos. --No. --Chasqueo la lengua--. Es algo mas que eso. Mucho peor. --Volvio a aproximarse a la mesa y se acodo en ella, sin apartar los ojos del recien llegado--. Aqui tenemos a la escoria, al cancer de nuestra sociedad. Los disidentes politicos son los peores, Li Huan. Un traidor es un traidor, un enemigo. Pero un disidente, un intelectual, que dice amar a la patria pero niega el orden, el Sistema, el Estado popular, las directrices del Partido y de nuestro Gran Padre… --Arrastraba las palabras con asco--. Este no es un campo de prisioneros normal. Tenemos a lo peor de nosotros mismos, de nuestro pueblo. Podriamos matarlos, y eso seria lo mas sencillo. Muerto el perro, muerta la rabia. Sin embargo, no somos bestias. Esa es la magnanimidad de nuestro lider. Aqui intentamos que juzguen su mal por si mismos, con la esperanza de una reeducacion ejemplar. A la mayoria les bastaria una palabra, pero no la pronuncian. Prefieren morir. Son obstinados. Nuestra mision, pues, no es facil. Pero el Gran Padre confia en nosotros. Por cada uno que se salva, ganamos todos. ?Entiendes lo que estoy diciendote, Li Huan? --Si, camarada. El capitan le apunto con un dedo. --No hables con ellos. Eso lo hacen los reeducadores. Ten mucho cuidado: te envenenan con las palabras y te confunden con las ideas. Va a haber cambios, de los que te informare oportunamente. De momento haz tu trabajo y sirve a tu patria. Es un honor del que pocos pueden presumir. Li Huan asintio. El oficial tambien lo hizo. Fin del primer encuentro. --Presentate al sargento de guardia. El te dara instrucciones. --Gracias, capitan. --Se cuadro de nuevo--. Servire con lealtad al maximo de mis capacidades. Su superior correspondio al saludo. Un minuto despues, caminando sobre la nieve, Li Huan penso que todo habia ido mejor de lo esperado. A fin de cuentas, aunque <>, no era mas que un soldado. ?O no? 2 El sargento de guardia estaba en el barracon central. Recogio su petate de la entrada, donde ya se lo habian inspeccionado y controlado, y se dirigio a el. No tuvo que preguntar. Lo primero que escucho fueron sus gritos, su vozarron grueso, de tono marcadamente grave, como si no hubiera hecho otra cosa en la vida que gritar y gritar. Cuando se cuadro ante el hombre, se sintio empequenecido por su envergadura, el doble de la normal. Se pregunto si era sargento mayor a causa de ello o si por su tamano lo habian colocado en aquel escalafon militar. --?Tu eres el nuevo? --le aullo en la cara. --Si, mi sargento mayor. --?Como te llamas? --Li Huan, mi sargento mayor. --?Vas a repetir siempre eso? --?El que, mi sargento mayor? Tenia la cara a un palmo de la suya. Pero seguia gritandole. Mirada afilada. Aliento podrido. --!Wu! --Sono como si quisiera asustarle--. !Mi nombre es Wu! --Si, sargento Wu. --?Que edad tienes? --Dieciocho. No le gusto. Lo demostro con su cara de desprecio, sin cortarse. --?Ahora nos mandan ninos? Li Huan no se atrevio a contestarle. --Algo traman --rezongo Wu--. Pero aqui no nos dicen mucho. ?Has visto ya al capitan Qun Ming? --Si, mi sargento. --?Y? --Ha ordenado que me presente, camarada. El corpachon vacilo un par de segundos. Debia gustarle que le llamaran camarada. --Descansa. --Dejo de hablarle tan cerca de la cara--. Pareces un palo tieso. Li Huan adopto una posicion mas relajada. Sin bajar la guardia. --?De donde vienes? --Del Centro Asistencial 9. --Esta vez se ahorro el tratamiento. No paso nada. --?Y te mandan aqui? --Wu movio la cabeza de lado a lado--. Si, algo traman. En lugar de arrasar este lugar nos envian a chicos como tu. De la capital, nada menos. --Miro por la ventana, hacia la oscuridad exterior--. Yo nunca he estado en la capital, ?sabes? No era una pregunta. Solo un comentario en voz alta. Tal vez una queja. Transcurrieron cinco, seis segundos. Hasta que el sargento mayor recupero su tono mas agresivo. Se volvio hacia el. --Escucha, soldado. --Senalo al otro lado de la ventana--. Estamos aqui para cuidar de unas bestias. Si por mi fuera, ya estarian todas bajo tierra. Pero yo no soy nadie. Si nuestros lideres se empenan en no rendirse, demostrando su valor y buen juicio, ?quien soy yo para obstinarme en lo contrario? Si ellos creen que recuperarles sirve a un bien comun y es una victoria para el Sistema, !haremos lo posible para que asi sea! ?Estas de acuerdo? --Si, sargento Wu. --Pero eso no significa que debamos bajar la cabeza, ni ser debiles, ni respetar a quien no nos respeta. !Si para reeducarles hay que emplear el latigo, se emplea! !Si para hacerles ver la verdad hemos de hacerles sangrar, les hacemos sangrar! !Y si ellos prefieren morir, van a morir, pero no a su manera, sino a la nuestra! --Volvio a aproximar su rostro al de Li Huan--. !Esos intelectuales nos miran con superioridad aun estando aqui! !Se creen superiores! !Viven en un mundo falso creado por sus mentes fanaticas! No podemos mostrar la menor debilidad, soldado. !Jamas! Si ellos creen que tenemos dudas, a su modo van a ganar. !Y eso no podemos consentirselo! !Si para que uno entienda hay que matar a diez, mataremos a diez, y finalmente a ese uno si, a pesar de todo, sigue sin cambiar de actitud! !Ese es el desafio, soldado Li Huan! !Ese y no otro! ?Lo has entendido? --Si, sargento Wu. Volvio a apartarse de el y, tras los gritos, acompaso la respiracion. Wu era calvo, pero mantenia un fino bigotito que iba de un lado a otro de su labio superior. Tenia las manos grandes. Manos capaces de aplastar a una persona con solo un golpe. --Quiero el maximo de disciplina. --Si, camarada. --Me contaras a mi personalmente todo lo que veas, todo lo que oigas, todo lo que intuyas, todo lo que pienses. No al capitan: a mi. Soy yo el que debe informarle a el. --?Y si es el quien me pregunta? --?Me tomas por tonto? !Entonces le respondes, naturalmente! --Perdone, sargento Wu. --Se estremecio de manera instintiva. --?Tienes frio? --Si, camarada. --Ve a que te den ropa de abrigo. Luego te llevaran a tu alojamiento. Descansa esta noche. Manana, a las seis en punto, en pie. Que tu companero de habitacion te cuente las normas del campo. ?Alguna pregunta? Tenia muchas, pero no quiso hacerlas. No al sargento Wu. El barracon de intendencia estaba justo al lado. No habia mucho donde escoger. Tenian media docena de uniformes, de abrigos, de botas y de casi todo lo demas. El soldado que lo examino de pies a cabeza lo evaluo sin hacerle preguntas y le entrego un abrigo y un gorro. Luego le puso un papel sobre el mostrador. --Pon aqui tu nombre. --?He de firmar conforme recibo esto? --?Tu que crees? --El soldado le miro con sorna--. Abrigo numero 57 y gorro numero 35. Pobre de ti si cuando te vayas no los devuelves. --?Y si se rompen? --Se cosen y en paz. --?Y si pierdo algo? No hizo falta que le contestara. Basto con la nueva mirada de <>. Recogio las dos cosas y salio sin ponerselas. Las distancias en la zona exterior no eran grandes. De hecho, el campo tampoco lo era. La <> residia en el hecho de que estaban muy lejos de cualquier pueblo, ciudad o lugar habitado. Fugarse era una locura. Le habian dicho que alli permanecian encerrados menos de doscientos hombres. Pocos salian

  • Por siempre mi chica de Dani Eliott

    https://gigalibros.com/por-siempre-mi-chica.html

    Desde jovenes esa chica se robo mis suspiros, siempre hermosa, inteligente y virtuosa.
    Hoy la vida nos vuelve a juntar, se casa mi mejor amigo y el hermano de ella. Y alli estaba, mas bella que nunca, deslumbrandome, haciendome pecar con cada pensamiento que me nacia hacia ella.
    La deseo, la quiero, sigue siendo ella la que me nubla el pensamiento. Lo que no tenia como advertir era el vernos inmersos en una situacion de miedo y sorpresa, el matrimonio se cancelaba y la intriga nos llevo a tener que estar mas juntos que nunca. Habia que salir de esta... sobrevivir todos juntos.
    Pero cuando las aguas por fin se calman, nuestra historia nos tiene deparado un camino que no esperaba...

  • Los hambrientos y los saciados de Timur Vermes

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    Alemania ha restringido el numero de solicitantes de asilo y Europa ha bloqueado su acceso a traves del norte de Africa. Mas alla del Sahara, se estan construyendo enormes campamentos donde millones de refugiados esperan, esperan y esperan.
    Cuando la presentadora estrella Nadeche Hackbusch visita el campamento mas grande, el joven Lionel reconoce que tienen ante si una oportunidad unica: con 150.000 refugiados, la atencion de la audiencia televisiva esta garantizada cuando empiezan a marchar en direccion a Europa. Pero si el publico esta hipnotizado enfrente de sus pantallas y los anunciantes encantados, no pasa lo mismo con la politica alemana que reacciona de manera tibia, intentando ignorar lo que se avecina. Cuanto mas avanzan, mas se requiere una reaccion del ministro del Interior, y se hace aun mas urgente que tanto el como el resto de alemanes se enfrenten a dos preguntas: ?Que se puede hacer? Y sobre todo ?en que tipo de paises queremos vivir?

  • Detras de las montanas de Richard Moran

    https://gigalibros.com/detras-de-las-montanas.html

    El mal que dormia en el interior de las montanas ha despertado, Ina, Margaret, Nicolas y el resto de los sobrevivientes tendran que luchar contra fuerzas sobre naturales para conservar la supervivencia de la raza humana. Los Demonios , las Brujas, Duendes , monstruos ..etc seran sus enemigos, se veran obligados a aliarse con sus enemigos para pronto enterarse que uno de ellos sera llevado a una trampa.

  • La revolucion del metabolismo de Haylie Pomroy

    https://gigalibros.com/la-revolucion-del-metabolismo.html

  • Amurao. Las princesas no lloran de Fran Barrero

    https://gigalibros.com/amurao-las-princesas-no-lloran.html

    La aparicion de un cuerpo enterrado en la playa es solo el comienzo de un macabro hallazgo que pondra a prueba los nervios y la paciencia de los investigadores. El Ministerio del Interior quiere tapar el suceso, la prensa, por contra, sacar tajada y exprimir a la Policia. El inspector Marcos Navarro llegara a su limite personal.