• si yo te contara letra carlos macias - Mayte Pascual

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    Voy a vomitar, voy a vomitar, voy a vomitar...>>. --?Te encuentras bien, Nel? Alejo me saca de mis ensonaciones desquiciadas. Trago saliva e intento enfocarlo con un gesto de fingida profesionalidad. --???Yooo??? Perfectamente. --Vale. Lo que tu digas. --?Han llegado ya? --Aun no, pero no te preocupes. He hablado con Pedro y nos avisara cuando entren. <>. Alejo adivina mis pensamientos. --El guardia de seguridad, Pedro. --Perfecto. Avisame, por favor. En cuanto Alejo sale de mi despacho, me hundo en la silla. Estoy en un tris de meterme debajo de la mesa y no hacer acto de presencia hasta manana, pero estoy decidida a mantener el tipo como pueda. Rebusco en el primer cajon de la mesa y encuentro las pastillas que compre el ano pasado cuando tenia una gripe horrible que deberia haber pasado en cama. No hay ni rastro del ibuprofeno, asi que tendran que servir. Me tomo dos con un trago de Coca-Cola helada y noto cada una de las burbujas como cristales clavandose en mi garganta. No habia otro dia. No habia dias en la semana, en el mes, en el ano. Solo podia ser el dia despues de la cena de Navidad de la empresa el elegido por los socios del bufete para convocarnos a una reunion de grupo y tratar los objetivos del proximo ano. --!Ya estan aqui! !Estan en el ascensor! Alejo entra como un loco en el despacho y estoy a punto de tirarme toda la CocaCola encima. --!!Joderrrrr!! --Lo siento, lo siento, lo siento... --Se acerca a mi como una moto y comienza a revisarme el jersey que, como no, hoy he decidido que sea blanco--. No, no hay ni gota, no te preocupes. --Me observa frunciendo el ceno--. ?Seguro que estas bien? --Mira, Alejo, carino... --Intento hablar calmadamente y no perder los nervios--. Si vuelves a preguntarme eso, te juro que el que no estara bien seras tu. --Vale, vale, estas genial, lo pillo. --Alejo resopla y su flequillo se mueve teatralmente--. Espero que estes tan genial con los jefes y no con esa mala leche que te gastas, hija. --No te preocupes. Igual cuando acabe la reunion no me tienes que aguantar mas y me voy a mi casita a vivir del Estado... --Dices unas tonterias, nena... Justo cuando Alejo esta haciendo el mono en medio del despacho, la puerta se abre sin avisar. --Buenos dias, Penelope. --Marcos nos mira sin mostrar ninguna expresion. Echa un vistazo a mi companero y lo saluda con un gesto casi imperceptible--. Alejo. Cuando querais pasamos a la sala de juntas. --Claro que si, ahora mismo vamos. --Cojo todos los documentos que tenia preparados y voy hacia la puerta, aprovechando el camino para darle un empujon a Alejo, que se ha quedado petrificado. Me encantaria arrancarle la cabeza ahi mismo, pero me limito a lanzarle una mirada de grado diez, que recibe con gesto de panico. Correteamos por el pasillo detras de Marcos como sus perritos falderos y entramos en la sala de juntas los ultimos. Como no. --Buenos dias a todos. --Marcos espera a que Alejo y yo estemos sentados mientras los demas nos miran disimuladamente. Y yo me siento la mas gilipollas del mundo. Se positivamente que es muy probable que tenga los mismos coloretes que Heidi--. En primer lugar, nos queremos disculpar por no haber podido asistir anoche a la cena anual, pero acabamos de volver de Bruselas. Miro a Jacques y a Beltran, pero los dos tienen la misma expresion que Marcos: ninguna. No se si va con el puesto o si cuando tienes tanta pasta te da un aire y te conviertes en un muneco de cera, pero jamas he visto tres caras tan inexpresivas. --Por otro lado, hemos estado analizando todos los expedientes de este ano y, aunque no podemos negar que los resultados han sido muy buenos, queremos que los proximos doce meses sean, cuanto menos, excelentes. No puedo evitar mirar de reojo a Maria, que no hace mas que carraspear y tomar sorbos de su botella de agua. A pesar de sus cincuenta y cuatro anos, anoche se quedo con los mas jovenes hasta que no quedo ninguno. Juraria que la ultima vez que la tenia localizada estaba bailando una cancion de JLo con una pajita como microfono. Cuando nuestras miradas se cruzan, no hace falta nada mas. Ya es oficial. Somos dos miembros exclusivos del selecto club de la resaca. --Omar, Maria, Penelope. Nos gustaria hablar con vosotros cuando acabemos la reunion. Nos miramos con cara de terror. Ya esta. Se acabo. Manana mismo empiezo a actualizar el curriculo y a buscar trabajo. O quiza podria montarme mi propio bufete en casa, organizarme a mi ritmo, ir a clases de yoga y darme un tiempo para mi... --Penelope... --!Si! --Estoy a punto de saltar de la silla. Alejo me da en la espinilla con el tacon de su zapato y veo las estrellas. --?Has traido la sentencia Franklin? --Por supuesto. --Me levanto con paso vacilante y se la entrego. Por un momento, creo atisbar en su rostro de cera un gesto burlon que apenas dura un microsegundo. --Gracias. Debo felicitarte por este caso en concreto. Fue un exito rotundo. Sonrio discretamente, sintiendo que todo el mundo me esta mirando. --Muchas gracias, Marcos. Ha sido uno de los casos mas interesantes de mi carrera. Alejo se atraganta intentando aguantar la risa, y anoto mentalmente asesinarlo en cuanto estemos fuera de la reunion. --Por nuestra parte, no hay mucho mas que decir. Unicamente felicitaros las fiestas y desearos un feliz Ano Nuevo, ya que no se aun si tendremos oportunidad de vernos antes. --Igualmente --soltamos al unisono, como alumnos bien educados respondiendo al profesor. En cuanto ellos tres se levantan, todo el mundo sale por la puerta lo mas rapido que puede. Alejo me aprieta el hombro dandome animos y sale el ultimo, cerrando la puerta a su paso. --Bien, chicos. --Siento la tension en el aire y no es solo la mia--. Nos gustaria aprovechar la ocasion de nuestra visita para hablar con vosotros seriamente. Oigo una exclamacion ahogada. Omar se sujeta la cabeza con las dos manos y se que esta a punto de darle un infarto. En eso, Maria y yo tenemos cierta ventaja: nos sentimos tan mal fisicamente que este varapalo no nos hara tanto dano. --Nos gustaria agradeceros los anos y el esfuerzo que habeis dedicado a esta empresa... --Si, blablabla, blablabla, blablabla... Ya esta: se acabo. Vamonos a casita--... Y ofreceros puestos de mayor responsabilidad, que en un futuro muy cercano derive en ser socios de la empresa. <>. Los tres nos quedamos congelados, sin habla y absolutamente anonadados. --?Que habiais pensado? --consigo articular intentando romper el hielo. --Bueno, lo tenemos bastante claro: Maria, laboral; Omar, penal, y tu, el resto, Penelope, con especial interes en tema fiscal. Vaya por Dios. Me acaba de caer el marron mas grande de toda mi carrera profesional. Ahora mismo, el despido no sonaba tan feo. --Por supuesto, iria acompanado de una subida sustancial del sueldo. --Cuenta conmigo. --Se que Maria esta emocionada. Es la mejor abogada laboralista que conozco y va a disfrutar de lo lindo con este trabajo. --Yo acepto encantado, por supuesto. --?Penelope? --Claro, claro que si. --Aun estoy algo abrumada. Y aun tengo ganas de salir corriendo al bano y vomitar--. Estare encantada. Marcos echa hacia atras la silla y se levanta a camara lenta. --Solo queria pediros un poco de discrecion hasta que pasen estas fechas y podamos daros esos puestos de manera oficial. --No hay problema. --Bien, chicos, buen trabajo, a por ellos. Cuando estamos saliendo, aun absorta en la decision que he tomado, Marcos me detiene

  • Letra de la canción Si Yo Te Contará - Carlos Macias

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  • Letra de SI YO TE CONTARA de Carlos Macias - Musica.com

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    Letra Si yo te contara ... las veces que soñado con tenerte. ... el tiempo que pasamos no me basta. ... el corazón. ... salvar estas caricias que se mueren en mi piel.

  • Letra de Si yo te contara - Carlos Macias

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    17 sept 2015 — Carlos Macias Letra de Si yo te contara: Si he aceptado lo que me das, / no es porque este coforme con eso, / s...

  • Letra de Si Yo Te Contara de Carlos Macias | Musixmatch

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    10 sept 2021 — Letra de Si Yo Te Contara de Carlos Macias. Si he aceptado lo que me das No es porque esté conforme con eso Sino que no puedo pedirte ...

  • Letra de Si Yo Te Contara - En Vivo de Carlos Macias

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    19 oct 2021 — Si yo te contara, si tu alma escuchara, las veces que he soñado con tenerte. Si tu imaginaras que estando contigo, el tiempo que pasamos, ...

  • Si Yo Te Contara de Carlos Macías en Amazon Music

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  • Aló Deportes | Aló San Luis | Page 22

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    Pero mientras eso sucede te dejamos algunas canciones para la Friendzone. “Algo Contigo” Andrés Calamaro. “Si yo te contara” Carlos Macias ...

  • Noticias - Feria del Libro de Las Palmas

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    Los tres ciclos programados (Tinta en Malva; Arcoíris; y Letras africanas) se ... mientras entre los escritores canarios arrasan Coralia Quintana y Carlos ...

  • El que faltaba de Mayte Pascual

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    La clase entera exploto de risa ante sus narices. El senor Wright se acerco a la tarima y, tras unos momentos que aprovecho para limpiar sus gafas y crear misterio, la miro sonrio con el desprecio que lo caracterizaba. --Perfecto, senorita, no dudo que si sigue asi, tendremos un futuro premio Nobel entre nosotros. De novela rosa, por supuesto. La clase al completo volvio a reir. Ella los miro desafiante, y todos disimularon, sin poder evitar alguna sonrisa burlona. Todos menos Caleb, que solto una carcajada y la examino con descaro, guinandole un ojo. Entonces, y a la tierna edad de doce anos, Cloe lo entendio todo. Lo habia leido en muchas novelas, e incluso su padre hablaba de ello con su madre en la cocina mientras preparaban la cena. En la vida de toda persona se cruzaba un tonto de remate, un idiota que entorpecia tus planes y al que debias recordar toda tu vida, para aprender a reconocer a los de su especie y no volver a tener la mala suerte de cruzarse con ninguno. Caleb era un especimen unico en aquel campo. Era el cretino mayor del reino, de esos de libro. Vamos, un completo imbecil. Y aquel dia, como si nada, entendio que lo recordaria siempre. I Las siete de la manana no es buena hora para escribir a nadie, y menos aun aquel tipo de mensaje, lleno de emoticonos histericos y letras en mayuscula. ALICE: ?TIENES TODO PREPARADO? !HOY ES EL GRAN DIA!!!!!!!!!!!! Estoy a punto de contestar una serie de improperios por los que mi madre sin duda me desheredaria, pero por una vez me contengo. El simple hecho de contestar cualquier cosa desembocara en un sinfin de mensajes y en la creacion de un grupo llamado Chupi Pandi o algo similar, con miles de whatsapp mas acerca de una conversacion estupida. Y es mas, muchisimo mas de lo que puedo soportar a estas horas. Ya es suficiente con el planazo que me han preparado. Un fin de semana largo. Tres puneteros dias en los que habria podido estar en cualquier parte menos en aquella reunion. Pero ya no hay forma de escapar. Me estiro, sintiendo como todos los musculos de mi cuerpo se elongan al hacerlo. Cuento hasta diez, intento visualizar una imagen de paz y salgo de la cama, de mi maravilloso y seguro refugio. Solo setenta y dos horas. Bueno, quizas unas pocas mas, pero despues de eso habre cumplido, podre volver a mi estresante vida y olvidar estos dias para siempre. Solo eso. No es para tanto, vamos. Media hora, tres cafes y cinco cigarros despues estoy histerica perdida. Moira me llama para ultimar algunos asuntos de los que se ocupara esa tarde, pero, como temia, tambien quiere tranquilizarme y darme animos. --Animate, mujer. Eres Chloe D'Valliere, !!por favor!! Nos reiremos juntas de todo esto el lunes, ya veras. A lo mejor hasta podrias escribir sobre la experiencia en tu blog. No. Rotundamente no. Es Cloe la que ira a este fin de semana, en categoria de amiga de toda la vida. Chloe D'Valliere, sencillamente, no hace algo asi. Ella vive en un mundo paralelo, ajena a cosas como aquellas, tan mundanas y pasadas de moda. Cloe no es Ms D'Valliere, y D'Valliere no querria nunca verse en una como la de Cloe. Alice vuelve a escribir, ignorando mi silencio, esta vez, mas en su estilo. ALICE: !!No se os ocurra llegar tarde!!!YO YA HE SALIDO! Miro a mi alrededor, sumida en la desesperacion mas absoluta. Tengo el pelo empapado, la maleta a medio hacer y unas ganas locas de desaparecer del mapa. ?Que se le habra ocurrido a Alice? Es imposible saberlo. Sin pensarlo mas, meto en la maleta un variado repertorio de camisetas, vaqueros y ropa interior y un vestido de coctel que, aunque no me haga mucha gracia pensar, se que necesitare. Sofia llama al timbre a las diez y cuarto, cuando yo ya he pasado por la negacion, el nerviosismo, el enfado mas absoluto y la pena por mi misma. --!Cloe! !Estas fantastica! --Sofia entra en el piso mirando todo, sorprendida. -- Es precioso, en serio... !Que luz! --Gracias, lo elegi precisamente por eso. --!Que maravilla! Todo tan ordenado, tan limpio, tan minimalista... La miro consternada, localizando de reojo el monton de papeles que hacen desaparecer la mesa de cristal, el ordenador aun encendido y los cargadores que asoman por todos los enchufes. Sofia me lee el pensamiento y sonrie. --Entiendeme, con dos ninos y un marido que no hace ni el huevo en casa, las cosas se me van de las manos. Es tranquilizante ver que aun existen pisos de adultos, donde no hay juguetes esparcidos por el suelo y dedos pegajosos en todos los cristales. --Todo tiene sus inconvenientes. Despues de dos dias aqui, te aseguro que no podrias soportar mis montanas de papeles. Que sepas que he recogido en tu honor. Me voy hacia la habitacion, haciendo senas a Sofia para que me siga. --?Ya tienes todo preparado? --Hace una mueca, mirando la gran maleta--. Lo mismo tienes que meter algun modelito mas... --Me empuja carinosamente, burlandose de mi. --Pufff... Ya, lo se, pero es que no tengo ni idea de que llevar... --A ver... --Revuelve las prendas de la maleta, contabilizandolas--. Unos vaqueros, dos camisetas, no, perdon, !diez!, un pijama, calcetines, un modelito, no, dos, para las noches... ?Y la ropa interior? Ah, aqui... Vaya, vaya... --Saca un sujetador negro de encaje transparente...--. Pero ?que...? --Descubre una caja de preservativos que no me ha dado tiempo a esconder--. ?Y esto? De repente me siento como una nina pequena. --Soy una mujer soltera, ?recuerdas? --digo, encogiendome de hombros. Sofia suspira. --?Esto es por Aiden? Comienzo a meter todo de nuevo en la maleta sin contestarle. --Venga ya, Cloe, te conozco desde los cuatro anos. ?Me quieres decir que locura se te ha ocurrido ahora? Me siento en la cama, manoseando la delicada lenceria. --?Que que pasa? Mira a tu alrededor, Sofia: tengo una casa preciosa, con mucha luz, un monton de espacio y un vestidor para mi sola... Y ningun juguete por en medio... ?tu que crees? --?En serio? --Sofia se agacha y me coge la cara con las manos para asegurarse de que la miro fijamente--. ?Quieres tener un hijo? No puedo aguantar la risa y suelto una carcajada ante la mirada atonita de Sofia. --No, Sofia, no, al menos de momento. Pero no estaria mal poder practicar de vez en cuando. Desde que volvi de Londres... No es que me sienta sola, pero imagino que me falta algo. Me acostumbre a Chris, y aunque eramos mas amigos que otra cosa, echo de menos acostarme con alguien, salir de vez en cuando... Bueno, ya sabes... Sofia vuelve a mirar el sujetador. --?En serio que no tiene que ver con Aiden? --Pues no se, no tengo ni idea. --Cierro la maleta, ignorando el hecho de que seguramente me olvido de algo--. Si te digo que no me importaria... ?te molestaria mucho? Sofia va hacia la puerta, mirandome pensativa. --?Un polvo? --Sonrie maliciosamente--. No, en absoluto. Algo mas haria que te arrancara la cabeza. Recuerdalo.

  • Corazon escoces de Miranda Bouzo

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  • Por encima de la lluvia de Victor Del Arbol

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    Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da panico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramatico suicidio de un companero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus ultimos dias recordando y anorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidiran emprender el viaje de sus vidas, en el que descubriran que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

  • Los recuerdos son mentira de Noe Casado

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    Ignacio ha pedido una excedencia como profesor universitario para dedicarse en exclusiva a su gran pasion: escribir novelas de intriga.

  • Te regalo mi corazon de Alma Fernandez

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    Ya lo estas mirando otra vez, Debora, despues dices que no, pero es que se te cae la babita con el forastero. --Vaya tela, Pili, lo dices como si fuera un indio sioux, que el muchacho solo es de Texas. --Ea, y lo dices asi, "solo" como si en realidad fuera de Triana. Pues tu misma, pero que te digo yo que se te esta notando y, como Mateo diga eso de "que te veo", no vas a tener hospital para correr, te vas a encontrar con la boda anulada. --Anda y callate ya, Pili, que eres mas exagerada que el cine. ?No tienes otra cosa que hacer que estar a mi lado dandome la vara? --Yo siempre estoy a tu vera, a la verita tuya, como dice la cancion, guapa, ?o es que alguna vez has tenido una mejor amiga que yo? --Tendria que pensarlo, ahora mismo no caigo. --Me la gane y ella no tardo en darme con el portafolios que tenia entre sus brazos en plena cocorota. El buen rollo que imperaba entre nosotras era conocido en todo el hospital. Pili y yo estabamos alli desde que aprobamos el MIR y obtuvimos plaza en nuestra especialidad; la traumatologia. Dicho asi parece una cosa de lo mas normalita, pero nuestro dia a dia transcurria entre miembros partidos y hasta cabezas abiertas, como si de una nuez se tratase. En ese entorno, habia que echarle humor y eso se nos daba de fabula. La tierra en la que viviamos, Jaen, tambien ayudaba lo suyo porque no hay un solo rincon de Andalucia que no este regado de alegria a borbotones, y las tierras jiennenses no constituian una excepcion, ni mucho menos. El hospital en el que trabajabamos era para nosotras nuestra segunda casa, dadas las muchas horas que pasabamos alli, entre turnos y guardias que, a nuestros veintiocho anitos, estabamos como quien dice "empezando a vivir" y todo el dinerito extra que caia en nuestras manos nos parecia poco. En el habia conocido tambien a Mateo, un pediatra cuatro anos mayor que yo con el que iba a contraer matrimonio el siguiente verano, por lo que estabamos a seis meses del gran dia. Mateo era el prototipo de hombre que siempre me habia gustado, uno de esos que tienen las ideas claras y que, cuando quieren a una mujer, no dudan en ir directos a por ella. Esa fue su tactica para conquistarme y no puede decirse que le fuera mal, ya que en unos meses nos hicimos inseparables y un tiempo despues ya teniamos un pie casi en el altar. Mi amor hacia el no era obice para que una, que tambien tiene ojitos en la cara, le echara un vistacito de vez en cuando al bombon aquel que nos habian enviado sin caja ni nada por el estilo, desde Texas, semanas atras. John, que asi se llamaba el vaquero en cuestion, no solo era una moneria, con aquel pelo dorado y sus ojazos azules enmarcados en un rostro siempre risueno, sino que ademas tenia un piquito de oro con el que se habia metido en el bolsillo a todo el personal femenino. E incluso a parte del masculino, como Ivan, un enfermero gay que se quedaba hipnotizado ante el. Cuando nos lo trajeron, dudamos un poco de si tendria algun hueso entero, tras el brutal accidente de trafico que acababa de sufrir y que habia dejado su coche como un acordeon. Vale que he exagerado un poquito, pero si que tenia fracturas para parar un tren. Ahora ya estaba a punto de obtener el alta, por lo que en breve perderiamos de vista al que constituia la principal atraccion del hospital, dado que la mayoria de sus fracturas habian sanado y ya parecia tenerlo todo en su sitio. Si graciosa resultaba su cara peluseando con unas enfermeras y con otras, mas divertido era escucharle hablar en su perfecto castellano, eso si, con un acento americano que tiraba para atras. Por lo que nos habia contado, su madre era espanola y desde su mas tierna infancia el aprendio ambos idiomas, pero claro, su acento era el que era y eso le hacia todavia mas interesante. Vi avanzar hacia a el a Melisa, la auxiliar de clinica mas pamplinosa del mundo mundial, que se las daba de artista, y senti una cierta rabia. Un poquillo si que me estaba pasando yo de la raya, puesto que no era ella la que tenia novio, sino yo. Otra cosa era que yo no pudiera ni verla. Lo mismo no es que tuviera nada que ver con John, sino solamente que me daba coraje su afan de protagonismo. O lo mismo si que lo tenia y, aunque yo quisiera negarlo, en mi fuero interno el vaquero me hacia un poco de tilin. ?Podia ser eso? Esperaba que no, porque yo estaba enamorada de Mateo y punto pelota. Claro esta que con el no me reia como lo hacia con John, pero sin duda era el hombre de mi vida y la persona que se partia la cara porque yo estuviera siempre happy, pero happy de verdad... --?Donde esta la enfermera mas sexy del globo? --me pregunto Mateo al llegar a mi altura y yo aparte todo tipo de pensamiento ajeno a nosotros, sobre todo aquellos que me pudieran dar algo de remordimientos. --Aqui, exhausta y cansada, pero ?a que no lo parece? --Claro que no lo parece, yo te veo preciosisima como siempre, mi nina. --?Que haces por este ala? Lo tuyo es estar con los mocosos, ?o me equivoco? --Yo no lo hubiera dicho mejor, pero estaba deseando verte y decirte que te invito a comer a la salida, ?lo ves bien? --Lo veo estupendo, pichoncito mio. Eso si, hoy toca comida basura y no me repliques, que estoy de tus verduras hasta donde yo te dije. Mateo y yo viviamos juntos desde hacia unos meses y, aunque nos llevabamos fenomenal, la dieta estricta que el seguia me iba a encanijar a marchas forzadas. En la vida habia conocido yo a nadie que se cuidara mas, lo que incluia que no perdonara unas maratonianas sesiones de gimnasio que hacian que luciera un cuerpazo de esos de quitar el hipo, que tampoco pasaba desapercibido entre el personal femenino que nos rodeaba. Pili a menudo solia bromear al respecto. --Pues no se que le ves ni al uno ni al otro, porque a mi es que no me entran por el ojo ninguno de los dos. --Y si te entraran seria la bomba, que para eso eres lesbiana, bonita. Siempre la misma cantinela que nos hacia reir. Pili mantenia una relacion con Camila, una enfermera mejicana de armas tomar por la que ella bebia los vientos. Claro esta que mi amiga tampoco era una hermanita de la caridad, de modo que de vez en cuando formaban entre las dos unos fandangos que duraban dias... Eso si, luego se les pasaba y tan campantes, aunque por medio se hubieran puesto la una a la otra las maletas en la calle y discutido sobre cual de las dos era la que tenia que irse a tomar vientos de alli. Despedi a Mateo y me acerque a la cama de John, aprovechando que ya Melisa se habia esfumado. --Dicen que te vas manana, ?no es asi? --?Como que dicen? Pero si eres tu la que tienes que darme en alta, ?no? --En alta no, se dice darte el alta, pero si, eso parece, de modo que igual me lo pienso. --Yo tampoco estoy seguro de querer irme, la verdad, aqui me habeis atendido como en ninguna parte y esto parece un repertorio de modelos, ?donde mejor que en este lugar? No era broma, nos iba a dar pena que se fuera. John habia sido un paciente muy especial porque, ademas de la gravedad del estado en el que ingreso, sufrio amnesia durante unas cuantas semanas, de modo que supimos de su vida poco mas que lo que indicaban sus documentos de identidad. Poco a poco fue recordando, para lo que tambien fue providencial la llegada de su hermana Sara, quien le ayudo con fotografias y un millar de relatos a recomponer su olvidadiza cabecita. Cuando Sara volvio a partir rumbo a su tierra, el ya tenia bien claro quien era y cual habia sido su vida, aunque no logramos sacarle ni media palabra de cual era el motivo de su viaje a Espana. Pili y yo suponiamos que, dado que nos conto que era aventurero hasta la saciedad, probablemente habria sido su deseo de conocer nuestro pais (que vio nacer a su madre) el que le habria traido hasta aqui, donde alquilo un coche con el que se pego la gran papa de su vida una lluviosa noche. --Tu diras lo que quieras, pero los vaqueros le dan mucho al drinking y a mi no me extrana que el muchachito estuviera pasado y mas que pasado de copas la noche que ingreso, y seguro que fue por el mero placer de empinar el codo--especulaba mi amiga a menudo. --Pues yo no se que decirte, es verdad que la tasa de alcoholemia a punto estuvo de reventarla, pero yo no creo que uno se ponga a beber asi sin mas hasta tener alcohol en vez de sangre en las venas. --Eso lo dices tu porque no conoces a mi tio Valentin, ese desayuna todos los dias con un vaso entero de aguardiente, que lo sepas, listilla... --No jodas, ?pero un vaso lleno? -- Lleno y de esos de tubo. Mira que de nina yo pensaba que era agua, de modo que una manana le eche mano al vaso en un despiste suyo y, cuando me quise dar cuenta, el gaznate me ardia como si me hubieran prendido fuego. Y a renglon seguido me cai y pensaban que estaba muerta, hasta que alguien me abrio la boca y se percato de que borrachuza era poco... --Ay, que me parto, Pili, asi que tu has sido viciosilla desde la cuna... --Muy graciosa, dejate de cachondeo, que no probe una cerveza hasta los veinte anos, del asquito que le cogi al asunto. --Ah, eso lo explica todo, y ahora tienes que recuperar el tiempo perdido... Yo no tenia mas guasa porque no entrenaba. Mi amiga no es que bebiera tanto ni mucho menos, solo en ocasiones en las que podia pillarse una buena melopea como cualquiera. En realidad, la rarita del grupo era yo, que no bebia nada, pero es que a mi el alcohol no me llamaba. Mateo tampoco es que fuera especialmente bebedor ni trasnochador, por lo que ibamos al compas. --Si, pues cuando seas tu la que tengas que recuperarlo vas a tener el acumulado como en los premios de la loteria, que te vas a haber perdido medio siglo, que sosita eres, hija de mi vida... Volviendo al tema de John, que me he dispersado mucho, le di la razon en que en ningun lado le iban a mimar como lo habiamos hecho nosotras. Incluso Melisa le habia dejado alli una caricatura, como si fuera el tipico modelo de una marca de cigarrillos, en cuyo pie indicaba que era el nino bonito de la clinica. --?Y que piensas hacer ahora? ?Te vuelves a tu tierra o te quedas para venir a visitarnos una temporadita? --Me quedo, me quedo, llevaba solo un dia en Jaen cuando me di la torta en el coche, no me ha dado tiempo a ver nada. --Pues, si te apetece, podrias llamarme una tarde y nos tomamos un cafe. No es por nada, pero soy una buena cicerone. Lo dije sin pensar demasiado y despues eche un poco el freno, ya que no sabia si aquello le iba a hacer demasiada gracia a Mateo y yo no queria gresca. Poniendo las cosas en su sitio; mi novio no es que fuera un neandertal ni mucho venos, pero una chispilla celoso si que se manifestaba a veces. Eso no queria decir que yo no tuviera mis amigos, que hasta ahi podria llegar la broma, pero que quedara de buenas a primeras con alguien que habia sido un paciente lo mismo le hacia ya menos gracia. Y sobre todo con uno que sabia que era blanco de una impresionante cantidad de miradas. --Claro que te llamare y, ademas, te contare un secreto; todas os habeis portado fenomenal conmigo, pero tu eres mi favorita. --?Yo soy tu favorita? ?Y eso a santo de que? --No te entiendo muy bien, ya sabes que algunas hechas frases como que no las pillo. --Ah, ya, algunas frases hechas, quieres decir. Bueno, que te preguntaba que por que. --Porque tu tienes un duende de esos, como dice Pili. --Un duende, no, se refiere a "duende", pero ?tu sabes lo que es eso? --Si, un duende muy bonito dentro, eso es lo que tu tienes. Por Dios que sus palabras me encendieron como a una bombilla. Resultaba que el de Texas era un cobista de cuidado y yo iba a tener que poner un poco pie en pared si no queria que aquello se me fuera de las manos. Pensandolo bien, tampoco seria tan complicado, con decirle que me habia pillado mas liada que la pata de un romano cuando me llamara, asunto concluido.

  • NINOS SIN OJOS de Enrique Laso

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    CUARTA ENTREGA DE LA SERIE DEL AGENTE DEL FBI ETHAN BUSH
    !UNA SAGA DE NOVELA NEGRA CON MAS DE 550.000 LECTORES EN TODO EL MUNDO!
    El agente mas prometedor de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI decide no presentar su dimision y es enviado desde Quantico a Phoenix (Arizona) para colaborar con la oficina del sheriff de Maricopa en la investigacion de unos horrendos crimenes. Un monstruo ha asesinado ya a cuatro ninos. Su modus operandi es aterrador: les extirpa los ojos y despues los asfixia valiendose de un film de plastico con el que envuelve sus rostros.
    Un caso que pondra a prueba la madurez de Ethan y sus capacidades. Una de las oficinas del sheriff mas grandes y modernas de todos los Estados Unidos necesita dar un nuevo enfoque a la investigacion y esperan mucho del agente de la UAC.
    Cuarta entrega de una serie de thriller y suspenso que esta batiendo records de ventas y que cuenta con cientos de miles de fans en todo el mundo. Todo un fenomeno en ingles, castellano, italiano y frances cuya primera entrega ya tiene los derechos de adaptacion al cine comprometidos con Hollywood.

  • La pasion dormida de Nuria Rivera

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    Diego no puede creer que su novia lo plante en el altar sin explicacion. Tras varios dias de borrachera se va a Menorca a lamerse las heridas. Su hermano Javier y su amigo Sergio no lo dejan solo. No quiere nada con las mujeres. Para el cuanto mas lejos, mejor. Hasta que ella se acerco.

  • Preston y Lisa (Hermanos Sullivan 3) de Abril Camino

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    --?Que voy a hacer sin ti, mi pequena Lisa Simpson? Lisa sonrio ante el comentario de Emily. Desde que tenian uso de razon, su mejor amiga la habia torturado con el apodo de la celebre empollona de los dibujos animados amarillos. En aquella calida tarde de primavera, sentadas en el sofa del apartamento que habian compartido durante casi siete meses, habria permitido que Emily le llamara como quisiera. Estaban celebrando una pequena fiesta de despedida. Despedida, porque hacia ya algunos dias que Emily se habia mudado a vivir con su flamante novio, Travis Sullivan. Y pequena, porque ambas se habian negado a invitar a nadie mas. Con casi una botella de vodka compartida, varias bolsas de patatas fritas de diferentes sabores a medio comer y un par de cigarrillos que Lisa guardaba para emergencias festivas, parecia que habia llegado el turno de ponerse sentimental. --?Que que vas a hacer? Follar como una loca con el chulazo de tu novio y acabar la carrera cuanto antes para darme un sobrino. Eso es lo que vas a hacer. --?No vas un poco deprisa? --?Yo? Te recuerdo que te has ido a vivir con el despues de tres semanas de relacion. --?Crees que me estoy equivocando? ?O que te estoy dejando colgada? --!No! !Claro que no! A ninguna de las dos cosas. Travis es fantastico, te va a tratar como a una reina. Y yo no creo que tarde demasiado en encontrar a otra companera de piso. --Pero tu dejaste toda tu vida en Boston para venir aqui a vivir conmigo, y ahora yo me marcho. --!Deja de torturarte, Emily, por Dios! Nos vamos a ver casi a diario. No pienso permitir que Travis Sullivan te acapare, tonta. --?De verdad no estas molesta? --Que noooo... Em, ?tu sabes lo que me alegro de que hayas encontrado a un hombre que te hace feliz? ?Es que te olvidas de todo lo que hemos pasado juntas? -- La voz de Lisa se quebro un poco. El alcohol y los recuerdos eran los claros culpables. --?Y tu que, Lis? ?Cuando vas a encontrar tu a alguien que te haga feliz? --!Aaaah, no! !Esto si que no! No voy a aguantar un sermon en tu fiesta de despedida. --Ya esta bien de tomartelo a broma, Lisa. Tienes que dejar de disfrazarte. --Emily... No quiero que nos peleemos en tu ultimo dia aqui. --Ni yo. Pero no soporto ver como te escondes del mundo. --No me escondo del mundo, Em, no me cabrees. Tengo un monton de amigos en la facultad, salgo con las chicas de vez en cuando... Hasta he socializado con los Sullivan, pese a que queria matar a dos de ellos hace menos de un mes. --Tienes que buscar ayuda, Lisa. Esto ya no tiene gracia. Mirate. Por Dios santo, !si estas buenisima! --se burlo Emily, senalando a su amiga. El aire acondicionado de su apartamento llevaba semanas estropeado, asi que habian tenido que aligerarse de ropa para celebrar aquella pequena reunion. Con un short blanco de algodon y una camiseta a juego atada bajo su pecho, el cuerpo de Lisa presentaba una version que nadie mas que Emily conocia. O, al menos, que nadie habia visto en los ultimos cinco anos. Lisa se apresuro a soltar el nudo de su camiseta, dejando que le cayera languida hasta las caderas, mientras emitia un sonoro bufido que habria asustado a cualquiera. A cualquiera menos a Emily, claro, que no solo la conocia lo suficiente como para saber que era inofensiva, sino que no cejaba jamas en su empeno de hacerla entrar en razon. --?Es que nunca vas a entender que lo ultimo que quiero en este mundo es estar buena? --Lisa, por favor. Aquello ya paso. Han pasado cinco anos, joder. --Emily... --Lisa reunio fuerzas para hablar; los nervios se le habian quedado atravesados en la garganta--. Aquello nunca pasara. || Una semana despues del traslado definitivo de Emily, Lisa se encontraba ante el tablon de anuncios de la escuela de Leyes de Columbia, tratando de hacer un hueco a su cartel. Mas le valia que apareciera alguien pronto o tendria que buscarse un trabajo para pagar la parte del alquiler de la que Emily se habia hecho cargo hasta entonces. Sus padres se habian ofrecido a aumentar el dinero mensual que le pasaban, pero Lisa preferia solucionar el problema de la companera de piso cuanto antes. Cuando empezo a recular para comprobar el efecto que producia su cartel en medio de aquella marana de anuncios, sintio que su talon se clavaba con fuerza en el pie de otra persona. --!!Ah, joder!! --chillo a su espalda una voz que le resulto conocida. Cuando se giro, se encontro cara a cara con Preston Sullivan, el hermano gemelo de Travis. --Lo siento, lo siento, lo siento --se disculpo, acalorada. Ella no era alumna de aquella universidad, pero no podia evitar morirse de verguenza tras su involuntario ataque a uno de los profesores. --?Laura? --Lisa. --?Que? --Que me llamo Lisa. --?No eres Laura, la amiga de Emily? --No. --Le sonrio--. Soy Lisa, la amiga de Emily. --Vaya. Mierda, perdona. No soy muy bueno con los nombres. --Ya veo. --Lisa senalo el pie de Preston--. ?Te he hecho dano? --No, que va. No te preocupes. --Pues gritaste como una nina. --?Eh? Ah... ya, ya. Es solo que me pillaste por sorpresa. --Vale. --?Estudias aqui? --No, estudio Informatica en la Universidad de Nueva York[1]. He venido a Columbia a colgar los carteles porque es la facultad mas cercana al piso. --?Estas buscando companero de piso? --Companera. --Ah, ya. --Si supieras de alguien interesado, ?podrias comentarselo a Emily, por favor? --!Claro! --Bueno, Peter, ya nos veremos por ahi --se despidio Lisa, guardando el resto de carteles en su maletin de cuero de forma apresurada. --Preston. --?Que? --Que me llamo Preston --respondio el con una gran sonrisa. --Lo siento. Yo tampoco soy muy buena con los nombres. --Le devolvio la sonrisa y se marcho por donde habia venido. Ya llegaba bastante tarde a la cita para comer con Emily en el restaurante de comida organica favorito de su amiga. Lisa cruzo la seccion de Broadway que atraviesa el campus de Columbia a toda la velocidad que le permitia el peso de su maletin. La parte incomoda de estudiar una carrera que le apasionaba era cargar con el portatil como un apendice mas del propio cuerpo. Echo un vistazo por el enorme ventanal del restaurante y arrugo la nariz con un poco de fastidio al divisar a Travis sentado junto a Emily. Se sintio asquerosamente egoista por un instante. Emily era su mejor amiga desde que tenia uso de razon. Habia sufrido una adolescencia horrible, postrada primero en una cama, y despues en una silla de ruedas. Habia superado todos sus complejos y miedos -algo cuya dificultad Lisa comprendia mejor que nadie- y se habia enamorado de un hombre encantador, que la trataba tan bien que ni siquiera Lisa tenia nada que objetar. Pero no podia evitar echar de menos las comidas de chicas a solas. Egoista, si, sin duda. --Perdon, perdon, perdon. Llego tardisimo, lo se. He tenido una manana de locos. --No te preocupes, nosotros acabamos de llegar --la disculpo Emily. --!Cono, Peter! --espeto Lisa en cuanto levanto la vista y se encontro de frente con el gemelo de Travis, del que se habia despedido apenas un cuarto de hora antes. --Laura... Travis y Emily se miraron con incomprension, justo antes de que a Lisa y a Preston les diera un pequeno ataque de risa. --No voy a preguntar --dijo Travis, entornando los ojos hacia su hermano. --Mejor. || Preston y Travis se pelearon por compartir la parte de los postres a la que renunciaron Lisa y Emily. Por mucho que las chicas hablaran maravillas de aquel restaurante tan moderno, los gemelos Sullivan seguian siendo unos buenos chicos del oeste que solo quedaban satisfechos despues de comer unas cuantas libras de proteina animal. Preston se repantigo lo mejor que pudo en aquella incomoda silla de diseno y analizo de arriba abajo a Lisa. No es que estuviera interesado en ella - !Dios lo librara!-, pero habia costumbres que iban ligadas al ADN de cada uno y la de repasar a cualquier mujer que se le pusiera delante era intrinseca a el. El aspecto de la amiga de Emily era terrorifico. Era bastante alta, mas que la propia Emily, pero no podria adivinarse su cuerpo ni con la vision de un superheroe, ya que siempre lo escondia tras capas y capas de ropa deportiva. Y ropa deportiva no eran, ni por asomo, tops de licra y mallas ajustadas. No. Eran chandales informes y sudaderas masculinas. Llevaba el pelo, de un color indeterminado entre el marron y el negro, mas corto que el propio Preston. No prestaba especial atencion a la depilacion, ya que siempre tenia sobre el labio superior una sombra de vello que, incomprensiblemente, parecia ser pelirrojo. Tenia los ojos claros, verde azulados, pero jamas la habia visto sin unas espantosas gafas redondas de montura metalica. Completaban el conjunto unos brackets metalicos que serian la pesadilla de cualquier adolescente y una cadena al cuello de la que colgaba una llave USB con forma de pinguino. Si todas las mujeres fueran asi, seria sencillisimo para Preston cumplir la promesa que habia hecho semanas atras a su asesor de campana de no volver a meterse en lios de faldas. Por desgracia, no lo eran, y el sabia que aquella promesa iba a ser muy dificil de cumplir. II --Una mas y me marcho, Preston. Emily va a matarme. --Por Dios santo, Trav, no seas calzonazos. Empiezas a parecerte a Parker... --No digas tonterias --rebatio Travis, como si le hubiese mentado al diablo--. ?Vas a ir a casa en las vacaciones de primavera? --No creo. Me apetece hacer una escapada a Londres para ver a mis amigos. La vuelta a Nueva York fue tan precipitada que de algunos ni siquiera pude despedirme. Ni de algunas... --Preston sonrio, al tiempo que indicaba a la camarera con un gesto de su mano que les sirviera otras dos copas y, con una sonrisa, que estaria disponible para lo que ella dispusiera. --No vas a cambiar nunca, ?no? --!Ojala! Me va a tocar cambiar dentro de poco. Mi asesor de campana me obliga a portarme bien. --Preston, ?tu estas seguro del paso que vas a dar? ?No seria mejor que siguieras dando clase y meterte en politica dentro de unos anos? --Es que el momento es ahora. Todo el partido quiere hacer una campana para modernizarse, sobre todo en la costa este. Y yo parezco la persona adecuada. Les gusta el hecho de que haya vivido en Europa, que tenga experiencia en derecho internacional, tambien una cuestion de imagen... --O sea, que te quieren por guapito --se burlo Travis. --No es eso, listo. Es por la edad, mas que nada. Quieren venderme como el futuro congresista mas joven del pais. --?Y como vas a llevar lo de portarte bien? --Pues mal. Lo que peor llevare, seguro. --Preston exhalo un suspiro resignado--. Asi que tendre que aprovechar el tiempo hasta que mi cara empiece a salir en la prensa. Travis se distrajo consultando el movil lo que a el le parecieron cinco segundos. Suficientes para que Preston invitara a sentarse con ellos a dos amigas que debian de ser, como minimo, modelos de Victoria's Secret . Cuando volvio en si de la sorpresa, la mano de una de ellas reptaba por su muslo, dejando muy claras sus intenciones. La cara de Emily se represento en su cabeza como si se hubiese hecho corporea alli mismo, lo que le hizo sonreir. Se levanto, le guino un ojo a su hermano y empezo a despedirse. --Senoritas, las dejo en buena compania. Yo tengo que irme. --!Oh! !Que pena! --dijo una de ellas, con tono tan impostado que hizo que Travis deseara estar ya en el taxi. --Mi querido hermano gemelo es un hombre emparejado. Vais a tener que conformaros conmigo. --Preston fingio un puchero. Travis puso los ojos en blanco y trato, sin exito, de contener la risa, cuando escucho aquella tecnica tan burda, incluso para Preston. --Adios, Preston. Nos vemos manana. A las ocho, ?de acuerdo? --?Manana? --Cena en Harlem. ?Recuerdas? --Pues, si no me lo llegas a recordar, ni de cona... Nos vemos alli. --Choco un puno con su hermano y, a continuacion, se dirigio a sus dos companeras de mesa--. Bueno, senoritas, ?sabeis que tengo un piso en Brooklyn con unas vistas fantasticas de la ciudad? Las risas de Travis aun se escuchaban mientras se subia al taxi camino del apartamento que compartia con Emily en Hell's Kitchen. || --Dios mio, esto esta increible, Amy --comento Lisa, con la boca medio llena. Los tres hermanos Sullivan, junto a Emily, Amy y la propia Lisa llevaban ya mas de una hora degustando las delicias de la cocina afroamericana. --?Verdad que si? El restaurante es de un amigo de mi madre. Han abierto hace poco tiempo. --?Y tu madre trabaja aqui? --pregunto Emily. --Si. Ahora que Katie vive ya con nosotros de forma casi definitiva, puede permitirse los horarios. --?Todo listo para la boda? ?No te has arrepentido aun de casarte con este imbecil? --se burlo Preston, ganandose un punetazo de Parker en el hombro. --Iremos a Arizona en las vacaciones de primavera para dejarlo todo cerrado --los informo Amy, riendose todavia de la indignacion de su novio. --Estais completamente locos. --Dejalos en paz, Preston. Que tu le tengas aversion al amor, no significa que ellos esten locos por casarse. --?Quien mas opina que hay que estar mal de la cabeza para casarse antes de los veinticinco? --pregunto Preston, medio en broma, medio en serio, al tiempo que levantaba la mano para emitir su voto. Todos se rieron, entre otras cosas porque Preston tenia, desde nino, la capacidad para reirse de todo y de todos sin que nadie se ofendiera. Solo Lisa alzo su mano tambien, ganandose una sonrisa radiante de Preston y un pequeno vuelco interior al ver que el le lanzaba un beso y un guino desde el otro lado de la mesa. La proxima boda de Parker y Amy monopolizo la conversacion de las chicas, y los planes de despedida de soltero, la de los chicos, pero la cabeza de Lisa estaba muy lejos de aquella mesa. ?Por que le habia afectado ese beso de broma de Preston? Hacia cinco anos que no recibia ningun tipo de atencion por parte de un hombre, y eso era justo lo que deseaba. Que nadie la mirara, que nadie se sintiera atraido por ella, pasar inadvertida. Y, ahora, ante la primera muestra de afecto, incluso en aquel tono frivolo, se estremecia por dentro. Parker y Travis debian de estar muy interesados en la despedida de soltero para no darse cuenta de que Preston tenia la mente en otro lugar. Sabia que el coqueteo era inherente a su comportamiento, pero no tenia ningun sentido haberse puesto tonto con Lisa. Llevaban cerca de un mes coincidiendo con frecuencia, y cada vez le caia mejor aquella chica. Sus hermanos siempre habian bromeado con que era imposible que Preston tuviera una amiga, porque tardaria apenas unas horas en llevarsela a la cama. Lisa parecia desafiar aquella afirmacion, por mucho que Preston se avergonzara de que el motivo fuera su aspecto fisico. Y, ahora, de repente, le lanzaba un beso, le guinaba un ojo y se comportaba como si de verdad estuviera intentando acostarse con ella. --Entonces, ?Las Vegas? --escucho, como a lo lejos, a su hermano Travis. --Las Vegas. Sin duda. --Preston retomo el contacto con el mundo real, y se le hizo la boca agua al pensar en lo que Las Vegas podria ofrecerles en esa despedida de soltero. --Por cierto, Preston, ?te tiraste ayer a las dos rubias del bar? --Pseeee... Un caballero no habla de esas cosas. --O sea, que si. --Parker se echo a reir, al tiempo que alcanzaba un paquete de cigarrillos del bolsillo de su cazadora y le hacia un gesto a Preston para que lo acompanara fuera. Hacia una noche excelente, asi que salieron a la calle en manga corta. Los seis ojos femeninos siguieron cada uno de sus movimientos, desde los tatuajes de Parker tensandose sobre los musculos de sus brazos hasta las largas piernas de Preston enfundadas en unos vaqueros que le quedaban como un guante. --Hola, chicas... Sigo aqui --protesto Travis entre risas--. !Emily! !Al menos tu, mirame a mi! --No seas bobo, no estabamos mirandolos a ellos --se defendio su novia, apoyando, carinosa, la cabeza sobre su hombro. Lisa y Amy ni siquiera hicieron amago de justificarse. En la calle, Preston trataba de convencer a Parker para salir esa noche. --No puedo. Es la primera vez que dejamos a Katie con una canguro, y quiero ver que tal le ha ido. --Eres todo un padre de familia --se burlo Preston, encendiendo el cigarrillo que le habia ofrecido su hermano. --Si, no te lo voy a negar. Tu puedes reirte, pero yo estoy encantado. --Ya lo se. Sabes que te lo digo de broma, ?verdad? --Claro que si. --Parker le sonrio--. Y tu, ?que rollo te traes con Lisa? --?Yo? ?Con Lisa? --?Era cosa suya o su voz se habia agudizado unos cuantos tonos?--. Nada, joder. Hemos coincidido un monton de veces con Travis y Emily, y me cae muy bien, pero nada mas.

  • El asesinato de Road Hill de Kate Summerscale

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    Una noche de verano de 1860, en una elegante mansion de la campina inglesa, todo esta en calma. Tras los ventanales la familia Kent duerme tranquilamente. A medianoche se oye un ladrido. Luego, todo vuelve a quedar en silencio. Cuando a la manana siguiente se despiertan, los Kent descubren con horror que el mas pequeno de sus hijos ha desaparecido de su cuna. Un escalofrio recorre toda la casa y empieza una busqueda febril hasta que el nino aparece finalmente, asesinado. ?Quien cometio semejante atrocidad? Las pocas pistas indican que fue alguien que estaba en la casa, alguien del servicio o algun miembro de la familia. No tarda en aparecer en la escena del crimen el inspector Jack Whicher de Scotland Yard, el detective mas brillante y respetado de su tiempo, encargado de resolver un caso oscuro y complejo, de apariencia irresoluble, el asesinato que conmociono a la sociedad victoriana y que inspiro a escritores como Dickens, Conan Doyle o Wilkie Collins. El asesinato de Road Hill es el relato veridico de aquellos sucesos, uno de los episodios mas siniestros y estremecedores de la historia del crimen. Kate Summerscale ha llevado a cabo una detallada, exhaustiva e hipnotica reconstruccion de los hechos en un texto narrativo compuesto con el ritmo de las grandes novelas. No en vano se ha llegado a decir que este libro es una suerte de A sangre fria victoriano.

  • Mi guardaespaldas de Carolina Paz

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    Lukas Parker es el negociador del equipo SWAT de la ciudad de Los Angeles, pero un acontecimiento inesperado hace que se aleje de su unidad por un tiempo y que decida aceptar un trabajo como guardaespaldas.
    Asi es como llega a trabajar para la familia Cross los cuales estan siendo victimas de una serie de ataques en su contra. Su mision, cuidar la vida de Nicole Cross.
    Desde el primer dia en que la ve, Lukas sabe que esta mujer le pondra el mundo de cabeza, aunque trate de ser lo mas profesional posible y no dejarse dominar por lo que comienza a sentir luego de conocer un poco mejor a su protegida.
    El esta ahi para protegerla, no para involucrase mas alla con ella y se llama a la cordura diciendose que, algo entre dos personas de mundos tan distintos, no puede ser.
    Un suceso pone en riesgo la vida de Nicole y Lukas sabe que todo lo que se diga para mantener sus sentimientos a raya no vale de nada. El tiene que salvarla, aunque en el camino tenga que dejar su corazon.
    ?Podra Lukas llevar a cabo la mision mas complicada de su vida?

  • Aprendiendo a amar de Covadonga Perez-lozana

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    Miro el presente y veo muchos seres humanos despistados. Pareciera que nos interesa mas encontrar agua en Pluton o lograr acelerar un proton que aprender a vivir nuestras vidas en plenitud y agradecimiento. No sabemos vivir, y una de las pruebas de ello es que la gran mayoria de nuestras relaciones aun albergan algun tipo de conflicto. Les pedimos a los demas que nos hagan felices o, por lo menos, que no nos hagan dano. Esa mirada externa, tan practicada en nuestra forma actual de vivir las relaciones, nos distrae de la mirada interna: aquella que se mira a si misma y se encuentra, aquella que al encontrarse entra en paz. Todos buscamos amor, felicidad y paz, sin embargo, la perspectiva externa de esa busqueda no tiene nada que ver con su perspectiva interna. La primera reclama a la vida y a los demas que nos aporten aquello que creemos que no somos capaces de alcanzar por nosotros mismos. La segunda, en cambio, se basa en un autodescubrimiento que agradece todo lo que ocurre, porque, al ocurrir, nos permite conocernos un poquito mas. La primera mirada camufla nuestras debilidades y construye una mascara atractiva para atraer a aquellos que nos van a hacer felices. La segunda mirada considera la debilidad como una oportunidad de crecimiento y la mascara como un obstaculo innecesario que oculta una vision honesta hacia uno mismo y el mundo que le rodea. Somos una especie aun inmadura que cree estar realizada y completa. Creemos que ya hemos terminado nuestro viaje de autodescubrimiento cuando conseguimos el ultimo modelo de telefono movil. Sin embargo, todavia mendigamos amor, respeto y comprension a los demas, convirtiendo asi las relaciones en una especie de bufe libre de desequilibrios emocionales: culpa, resentimiento, remordimientos, frustracion e ira son los mas solicitados del menu. ?Te imaginas a dos personas cuyo discurso matutino dentro de sus cabezas sea decirle constantemente al otro: <>? Esta inmadurez de la que hablo no es, ni mucho menos, algo malo. Mas bien refleja un enorme potencial por descubrir y ser vivido. De ahi nace mi gran interes en invitarte, por un lado a que seas consciente de esta bella inmadurez, y por el otro a que te des cuenta de tu ignorancia (que es la de todos nosotros). Reconozcamoslo, no sabemos como relacionarnos de forma pacifica y amorosa con los demas, ni tampoco sabemos hacerlo con nosotros mismos. No sabemos respetarnos, escucharnos ni amarnos. Nos escondemos detras de nuestra personalidad pensando que esto nos hara sentirnos mejor con nosotros mismos y tambien con los demas. Quiza con este libro descubras que existe otra manera de relacionarse. Quiza sientas en tu corazon que es hora de dar un paso mas alla del temor, las quejas y los caprichos, y encontrar una forma de relacionarte basada en la unidad, que, a su vez, nace de la mirada interna. Covadonga nos invita a poner el foco en ello desnudando a la protagonista en las paginas de este libro, exponiendo su ignorancia a la luz del Sol y compartiendo con nosotros, los lectores, el resultado de esta valentia. Aprender a culpar a los demas de nuestras desdichas o responsabilizarlos de nuestra felicidad es una leccion mas que aprendida. Somos grandes maestros del victimismo, del drama y de regalar nuestra integridad a todos aquellos que tienen pinta de poder hacernos felices, aunque luego solo nos hagan desgraciados. Nacemos integros y, a medida que crecemos, aprendemos a desintegrarnos regalando a los demas algo que solo nos pertenece a nosotros: la capacidad de alcanzar la felicidad. Te invito a andar, junto a Covadonga, hacia ese proposito. Su forma de narrar y su manera de alcanzarlo son suficientemente claros y honestos como para que el camino personal de la protagonista de esta historia se vuelva transparente y te permita vislumbrar ese proposito que todos compartimos. No temas ser feliz. Sergi Torres INTRODUCCION Este libro comienza con el <>. Escribo las primeras lineas reproduciendo ese tortuoso patron de pensamiento egoico que dirigio y domino la existencia de la protagonista de este libro hasta mas alla de la treintena. Afortunadamente, la vida, en su infinita sabiduria, supo proveer a Guadalupe de las experiencias vitales necesarias para su dulce transformacion. Guadalupe no es una victima, nunca lo ha sido. Ha vivido muchas experiencias que la sociedad catalogaria como desgracias, pero ella sabe que no han sido tales, y tambien sabe que ha sido responsable de todas y cada una de ellas. Guadalupe esta agradecida a sus maestros por mostrarle el camino hacia su interior, hacia el empoderamiento personal. En este libro quiero compartir su experiencia para que del mismo modo que ella pudo transformar su mente, este relato ayude a otras personas a transformar la suya. Comienzo describiendo su egoica forma de pensar y finalizo mostrando una mente mas alineada con su conexion esencial, una mente mas limpia. Una mente que le permite vivir relajada y en paz. Espero que este relato ayude a otras personas a transformar su mente y responsabilizarse de su vida. INDICE 1. El desamor 2. Naranjas completas 3. Aprender a amarme 4. Que es el ego 5. El sistema de creencias 6. Mi flamante nuevo novio 7. Mi nueva vida 8. Repeticion de patrones 9. Quien no aprende de su historia... 10. Mi vida en soledad 11. Cuando tu cambias, todo cambia 12. La vida es un espejo 13. ?Desde cuando sabe la humanidad que la vida es un espejo? 14. La pareja como espejo 15. El enamoramiento 16. La pareja como maestro 17. El amor no implica sacrificio 18. Los contratos 19. Decir <> es un acto de amor hacia ti mismo 20. La presencia 21. El nino interior 22. Como influye el estado de presencia en nuestras relaciones 23. El estado de presencia y el sexo 24. Aceptacion 25. La aceptacion aplicada a la pareja 26. La victima 27. El compromiso 28. Los celos y la confianza 29. Si tu pareja te engana o te abandona 30. Liberate de la necesidad de tener razon 31. Mi relacion plena 32. El apego 33. La aceptacion de una ruptura 34. La independencia emocional 35. El origen de la dependencia emocional 36. Mi descubrimiento 37. La influencia del sistemico en los ordenes del amor 38. El perdon 39. El perdon en los ordenes del amor 40. Escuchar al corazon, la intuicion 41. El espacio de tu corazon y el amor universal 42. La pulsion de unicidad 43. La mision 44. La mision compartida: puro extasis vital 1. EL DESAMOR Me llamo Guadalupe y quiero contarte mi historia, la historia de un descubrimiento que me cambio la vida para siempre y que quiero plasmar en estas paginas para ayudarte a que tu tambien lo hagas. Pero antes de llegar a eso empecemos por el principio. Me quedaban dos meses para cumplir treinta anos y mi cabeza no paraba de darle vueltas a la idea de que iba a cambiar de decada y aun no me habia casado. Una parte de mi se repetia que eso eran historietas, convencionalismos sociales pasados de moda, pero otra parte, que en ocasiones tomaba el control, sentia que habia fracasado. Era como si en algun momento hubiera apretado la tecla equivocada, hubiera escogido el camino erroneo y todo hubiese dejado de funcionar. Me sentia profundamente vacia. <>, me repetia a mi misma. Llevaba 3 anos con Rodrigo, que era lo que oficialmente se considera un tio bueno. Era guapo, elegante, fino... tenia un lenguaje culto y elaborado, y era tremendamente atractivo. De lunes a viernes se vestia de traje para ir a la oficina y, por si esto fuera poco, encima se ponia una gabardina que le daba un toque misterioso. Parecia salido de un anuncio de Massimo Dutti. Yo podia sentir la envidia de otras mujeres cuando caminaba cogida de su brazo, cuando iba con el a una fiesta o cuando se enteraban de que era mi novio. Me sentia afortunada de estar con un chico tan guapo y elegante; llevaba su foto en mi cartera y subia constantemente fotos nuestras al facebook. Me encantaba mostrar en la red social fotos en las que saliamos abrazandonos, besandonos o haciendo planes juntos. Eramos la viva imagen de la felicidad, los dos tan ideales. En esa epoca descubri una aplicacion que te informa de quien te visita en facebook, y me regodeaba contando el alto numero de visualizaciones que tenian nuestras fotos y disfrutando de la atencion que suscitabamos. Sin duda eramos una pareja perfecta. Sin falsa modestia he de decir que yo siempre he sido muy atractiva fisicamente, sobre todo en aquella epoca. Aunque iba a cumplir treinta aparentaba veintitantos; estaba delgadita pero tenia formas muy sensuales. Mido 1,76, tengo unos ojos de color verde intenso y mis facciones desprenden feminidad. Siempre he llamado la atencion de muchos hombres, y en aquella epoca eso me parecia importante.

  • Miguel Superacion de Nanda Gaef

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    Miguel, un abogado de renombre que lo tenia todo. Una espiral de autodestruccion le hizo tocar fondo, perder su dignidad, trabajo, amigos y a si mismo. Nadie lo queria cerca. Estaba a punto de perder a la unica persona que seguia teniendo fe en el.
    Divisando un futuro negro, con el apoyo de Rafa, busco ayuda. Con lo que nadie contaba es que las mismas personas que lo curaron le traicionarian y volverian a enfermarlo.

  • Amor que hiere de Ulises Novo

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    Una manana de otono, Michael, un atractivo profesor de Literatura, y Sheila, una joven universitaria de ultimo curso de Estudios Ingleses, se encuentran casualmente en una libreria.

  • Sexy, Yogi, Sandwich 3 de Coco Duval

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    Me llamo Johanna Mayer, tengo 36 anos y estoy decidida a recuperar mi vida. Estoy harta de persecuciones y asesinatos. Y harta de que nadie entienda la relacion que tenemos Bruno, Alexander y yo. Porque si, lo digo en voz alta: me gusta tener dos maridos, y si, me gusta mi nueva vida de espia improvisada. Voy a descubrir la verdad, voy acabar con esta locura.

  • Seducida de Janelle Denison

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  • Mujeres en pie de guerra de Susana Koska

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  • El diario de una bastarda (Diarios nobles 1) de Maria Isabel Salsench Olle

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    Alice Smith es una bastarda y no soporta que se lo digan. Ha vivido siempre a la sombra de sus perfectas hermanas reconocidas por la sociedad y lo unico que desea es llevar una vida tranquila lejos de las habladurias. Por fin encuentra la paz en Francia o eso piensa hasta que… un hombre muy apuesto y de ojos plateados le hace pedir perdon de rodillas, humillandola en publico.
    Ese sera el inicio de una rivalidad en la que Alice buscara recobrar su dignidad. Sin embargo, lo que no espera es enamorarse en el camino…
    Hugo Silvery es un acaudalado noble de origen ingles que se ha instalado en Francia para dejar correr sus vicisitudes lejos de la reprobacion de su padre. No soporta a la gente de clases inferiores y asi se lo demuestra a Alice, a la que considera poco mas que una campesina, pero no contaba con que ella fuera la mujer mas hermosa que habia visto nunca. Y sera la belleza femenina lo que le hara dificil despreciarla por ser una bastarda.

  • La seleccion de Kiera Cass

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    Cuando llego la carta, mi madre se puso euforica. Ya habia decidido que todos nuestros problemas se habian solucionado, que habian desaparecido para siempre. Pero su plan tenia un gran problema: yo. No creo que fuera una hija particularmente desobediente, pero ahi fue donde dije basta. No queria pertenecer a la realeza. Y no queria ser de los Unos. No queria ni siquiera <>. Me escondi en mi habitacion, el unico lugar donde no llegaba el parloteo que llenaba la casa, para pensar en algo que pudiera convencerla. De momento, tenia toda una serie de opiniones claramente formadas..., pero estaba segura de que no escucharia nada de lo que alegara. No podia seguir dandole esquinazo mucho mas tiempo. Se acercaba la hora de la cena y, al ser la mayor de los hermanos que seguiamos en la casa, me tocaba a mi ocuparme de la cocina. Me levante de la cama y decidi enfrentarme al enemigo. Mama me lanzo una mirada, pero no dijo nada. Ejecutamos una danza silenciosa por toda la cocina y el comedor mientras preparabamos pollo, pasta y unas rodajas de manzana, y poniamos la mesa para cinco. Si levantaba la vista de lo que estaba haciendo, ella me lanzaba una mirada furiosa, como si asi pudiera avergonzarme y hacerme desear las cosas que ella queria. Era algo que hacia a menudo, como cuando me negaba a aceptar un trabajo en particular porque sabia que la familia que nos acogia se mostraba innecesariamente maleducada; o cuando queria que yo hiciera una limpieza a fondo porque no podiamos permitirnos pagar a un Seis para que se ocupara de ello. A veces le funcionaba. A veces no. Y en esta ocasion no tenia ninguna oportunidad. Mama no me soportaba cuando me ponia tozuda. Pero aquello lo habia heredado de ella, asi que no tenia por que sorprenderse. De todos modos, en este caso no se trataba solo de mi. Ultimamente ella tambien habia estado tensa. El verano llegaba a su fin, y muy pronto nos enfrentariamos al mal tiempo. Y a las preocupaciones. Mama dejo la jarra de te frio en el centro de la mesa con un golpe de rabia. La boca se me hacia agua al pensar en el te con limon. Pero tendria que esperar; seria un desperdicio tomarme mi vaso ahora y luego tener que beber agua con la comida. --?Tanto te costaria rellenar el formulario? --dijo por fin, incapaz de contenerse ni un momento mas--. La Seleccion podria ser una magnifica oportunidad para ti, para todos nosotros. Solte un sonoro suspiro, convencida de que rellenar aquel formulario seria en realidad una experiencia proxima a la muerte. No era ningun secreto que los rebeldes --las colonias subterraneas que odiaban Illea, nuestro gran y relativamente joven pais-- lanzaban ataques sobre el palacio, violentos y frecuentes. Ya los habiamos visto en accion en Carolina. Habian calcinado la casa de uno de los magistrados, y habian destrozado los coches de unos cuantos Doses. Una vez incluso se habia producido una fuga sonada de una prision, pero, teniendo en cuenta que solo habian liberado a una adolescente embarazada y a un Siete que era padre de nueve hijos, no pude evitar pensar que en aquella ocasion habian hecho bien. No obstante, aparte del peligro potencial, sentia que se me romperia el corazon solo de plantearme participar en la Seleccion. No pude evitar sonreir al pensar en todos los motivos que tenia para quedarme exactamente donde estaba. --Estos ultimos anos, tu padre lo ha pasado muy mal --anadio ella, enfadada --. Si tuvieras la mas minima compasion, pensarias en el.

  • La sospecha de Sofia de Paloma Sanchez-garnica

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    La anodina vida de Sofia y Daniel cambia radicalmente cuando el recibe una carta anonima en la que se le dice que Sagrario, a la que venera, no es su verdadera madre y que si quiere conocer la verdad de su origen debe ir a Paris esa misma noche. Intrigado, pregunta a su padre por esta cuestion y el le recomienda que lo deje pasar, que no remueva el pasado.

  • La mision de Bullsi de Alfonso San Eugenio

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    ?Hasta donde estarias dispuesto a llegar para conseguir tu sueno? Bullsi, un joven campesino que aspira a ser un gran aventurero legendario, sale de su pequeno pueblo natal para buscar aventuras que lo conviertan en una leyenda.

  • No creo en las despedidas de Enrique Garcia Diaz

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    Crissie, agente del cuerpo de jovenes policias, esta acostumbrada a infiltrarse en los ambientes estudiantiles para evitar que otros cometan delitos. Siempre ha salido airosa, y espera tambien en este caso.

  • Buenos Aires Noir de Varios Autores

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    Una antologia de cuentos policiales que transcurren, cada uno, en un barrio de Buenos Aires. Un recorrido por la ciudad de la mano de autores como Claudia Pineiro, Gabriela Cabezon Camara, Pablo De Santis, Ines Garland, Ernesto Mallo, Ariel Magnus, entre otros.

  • Pensadores de la nueva izquierda de Roger Scruton

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    Scruton inicia este estudio sobre los fundamentos de la Nueva Izquierda en 1985, publicando un libro con este mismo nombre. En el analizaba a Sartre y Foucault, Habermas, Galbraith y Gramsci. Ha revisado el texto, incluyendo a pensadores de influencia creciente como Lacan, Deleuze y Guattari, Said, Badiou y Zizek. La edicion de 1985 fue controvertida y recibio numerosas criticas en los circulos intelectuales europeos, por su estilo provocativo. Mientras tanto -eran los anos de la caida del Muro-, era traducido en numerosos paises de herencia comunista. Scruton trata de explicar “que hay de bueno en los autores que trato, y que hay de malo. Mi esperanza es que el resultado pueda beneficiar a lectores de todas las opciones politicas”.

  • Los poderes de la oscuridad de Bram Stoker

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  • La quimica del odio de Carme Chaparro

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    ?QUE HARIAS SI, TRAS HABER SOBREVIVIDO A LA QUE CREISTE QUE ERA LA PRUEBA MAS DURA QUE PODIAS SOPORTAR, EL DESTINO TE LLEVARA OTRA VEZ AL LIMITE?

  • La promesa (Los caballeros del tiempo 3) de Jimena Cook

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    Llega la ultima entrega de la trilogia <>, iniciada en La elegida, con la historia de Aldan y Monica.

  • El hijo de las cosas de Luis Mateo Diez

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    Dos hermanas y un hermano forman un trio familiar tan habitual que apenas nos llama la atencion. Dos hermanas que asumen, con frecuencia, una responsabilidad afectiva que cobra todavia mayor relieve cuando los padres faltan. Ellas son dos personajes cruciales en esta novela con la que Luis Mateo Diez vuelve a sorprendernos con un giro humoristico llevado a sus ultimas consecuencias, intensificando el aliento desorbitado de su escritura expresionista. A las dos hermanas les ha caido en esta historia, que no concede sosiego al lector, un hermano tarambana, disoluto, lo que podriamos considerar una penosa herencia que puede llevarlas a la ruina moral y material, si se descuidan. Otros personajes las amparan y ayudan o, en el peor de lo casos, las ponen de los nervios. La historia nos lleva por derroteros sorprendentes, inusitados o absurdos. Ellas no cejan en el empeno de salvar al hermano, un hijo de las cosas que tanto merece lo que no es capaz de ganar, como si en su vida todo se lo debieran. Estamos ante una fabula, tan verdadera como inquietante, entre la risa y la melancolia, sobre los sentimientos manipuladores, la impostura de los afectos, las coartadas de los bienes familiares, la desgracia de lo que tan penosamente se reparte en las responsabilidades de las hermanas y los hermanos. Esta puede ser la novela mas divertida de un autor del que conocemos muchos registros, un prolifico novelista dueno de un mundo inagotable.

  • A finales de enero de Javier Padilla

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    A mediados de los anos sesenta, algunas universidades espanolas vieron nacer una movilizacion, cada vez mas organizada y resuelta, contra la dictadura franquista. El regimen respondio primero con desconcierto y enseguida con represalias sistematicas y una durisima represion policial que dejo muchas victimas por el camino. Esta obra reconstruye los pormenores de una revuelta estudiantil -no menos intensa que el Mayo frances del 68-, y narra el compromiso con la libertad de tantos jovenes que hicieron historia y la padecieron, afrontaron palizas y penas de carcel al tiempo que se enamoraban y discutian entre cervezas y tabaco sobre marxismo, psicoanalisis y el amor libre.

  • ?Quien mato a Palomino Molero? de Mario Vargas Llosa

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    Un joven soldado de aviacion aparece muerto y con signos evidentes de haber sido torturado. Dos policias, un teniente y un guardia, emprenden la investigacion del crimen. A traves de sus pesquisas, los policias van descubriendo poco a poco las peculiaridades de la sociedad en la que se desenvuelven --el Peru de los anos 50--, adentrandose cada vez mas en un inexorable mecanismo de corrupcion en el que ambos son solo dos piezas que no acaban de encajar... Esta novela, que oscila entre el relato de intriga y la denuncia social, se cuenta entre las mas representativas del autor peruano.

  • Susurros de amor (El corazon de un libertino 4) de Kathia Iblis

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    Continua la serie <> con esta cuarta entrega.

  • El jardin de los ciervos de Patricio Sturlese

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    Una novela de aventuras e intrigas por el autor de la superventas El inquisidor.

  • La Casa del Crepusculo de Laura Gallego Garcia

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    Lazaro es un joven de trece anos obligado a trasladarse de la ciudad al pueblo donde vive el resto de su familia. En este aburrido y caluroso verano, Lazaro se siente irremediablemente atraido por un viejo caseron abandonado donde, tras colarse en el jardin una noche, ve el espectro de una joven. Desde entonces dedicara todo su tiempo a desentranar el misterio de su muerte.

  • Mi Jefe. Un atrevido romance de oficina de Mia Ford

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    ?Ya es de dia? Es lunes por la manana y mi estomago retumba como un despertador, pero lo peor de todo es que todavia estoy en la oficina. Trabajare para Inversiones Stern durante el verano, pero la compania deberia llamarse Inversiones Slave Driver, porque el director ejecutivo es un adicto al trabajo. Conseguire mi titulacion, ya que he trabajado como una bestia y sere una secretaria competente. Por desgracia, eso tiene un precio. Vivo en una caja de zapatos, la unica que puedo pagar en la ciudad porque todo es muy caro. En mi casa, en Kansas, tengo todo lo que necesito… desde mi novio, Leo, hasta mi familia. Aqui, solo poseo este trabajo, cuatro paredes y nada mas. Supongo que estar ocupada hace que mi mente este enfocada en mi objetivo. Llevo aqui quince dias, en los que he trabajado doce horas diarias y cuento con los fines de semana para recuperarme. Suena el telefono y siento calambres en el estomago. Prefiero comer antes que contestar, aunque sera una cena y almuerzo al mismo tiempo. Los restaurantes chinos de la zona tienen precios estupendos y, con mi ajustado presupuesto, me veo obligada a aprovechar los descuentos. !Maldita sea! Leo esta llamando de nuevo. --Hola, nene. --Sonrio, pensando en sus ojos azules y su pelo rubio. Decir que estoy loca por el es quedarse corta. Llevamos saliendo desde el instituto y se que no esta muy contento con mi decision de venir aqui. --?Donde estas? --Estoy en la oficina. --Suspiro, otra vez, pensando en las cuatro paredes y el lugar que llamare hogar durante las proximas seis semanas--. Te llamare cuando llegue a mi cuarto. Desde que lo alquile, supe que no se parecia en nada a la fotografia. Fui una ingenua al pensar que seria igual que las imagenes que habia en internet. Al parecer, el dueno tomo una foto de la habitacion y olvido actualizarla con la que he alquilado. Segun Heather, se trata de una estafa que llevan a cabo la mayoria de los propietarios que trabajan en Finanzas. Ademas, ella dijo que tendria suerte si conseguia algo al mismo precio, asi que deberia aguantar. Es facil decir eso, cuando extrano mi casa como una loca. --Solo te he llamado para decirte algo. Me levanto y me dirijo a la oficina de mi jefe; debe haber dejado la luz encendida porque estoy segura de que se ha ido a casa. --?Que quieres decirme? --Me levanto para escucharlo, aunque tengo una pista, creo que se trata de lo mismo que ha estado amenazando con hacer desde que me fui de casa. --Se acabo. --No. --Empiezo a llorar cuando pienso en mi novio del instituto. Me prometi a mi misma que nos casariamos, por eso intento conservar mi virginidad para el, para poder darsela en nuestra noche de bodas. Dijo que lo entendia, cuando estabamos en el instituto, pero desde que le comente que queria ser secretaria, no ha sido tan comprensivo. Todos mis familiares trabajan en la granja, y los suyos tambien. Ninguno comprende que quiera ser feliz, haciendo algo mas que tener cuatro hijos y ser la esposa de un granjero, como todas las mujeres de nuestras familias. --Quieres cosas grandes. Ir a la universidad. Obtener un titulo. Sacudo la cabeza cuando empiezo a entrar en panico. --No, solo quiero que seamos felices. --Quieres decir que quieres ser feliz. Mira, Dede Wells sigue invitandome a salir y ella es el tipo de chica adecuada para mi. La zorra que intento acostarse contigo en el baile de graduacion y vive en una caravana. ?Esa Dede Wells? <>, grito, mentalmente. --?Isobel, estas ahi? --Si, y quiero mostrarte algo. Ve al chat en vivo. --No tiene sentido… --Por favor, por favor, Leo. Cuelga antes de que tenga la oportunidad de explicarle que hago esto por mi. No quiero ser solo la esposa de un granjero; quiero mas que eso. ?Por que le resulta tan dificil entenderlo? Apuesto a que sus amigos, Neil y Paul, se estan riendo de el. Diciendole cosas como que probablemente lo estoy enganando con algun chico de la ciudad. Activo la camara con manos temblorosas y miro alrededor, para asegurarme de que no me ve nadie. Es tarde y todos se han marchado de la oficina, solo estoy yo. Podria volver a mi escritorio, pero creo que es mejor hacer esto desde la oficina de Christian. Si hay alguien por aqui, no vera lo que voy a hacer. --Leo, por favor no me dejes por Dede. --Tienes que saber que esto tambien me duele a mi. --Sacudo la cabeza, desesperada por encontrar una forma de que se quede conmigo. De repente, agrega--: !Desnudate! --?Que? --Si quieres que me quede contigo, demuestrame lo que me pierdo si me voy con Dede. --Me quedo perpleja, mientras insiste--: Has dicho que no hay nadie en la oficina. Asi que, desnudate. --Quieres ver lo que te falta y a lo que renuncias si te vas con Dede. --Mas que una pregunta es una afirmacion. No dice una palabra, solo asiente con la cabeza y empieza a lamerse los labios con anticipacion. No se que diablos hacer, pero parece que esta funcionando. Improviso y empiezo a desabrocharme la falda y no estoy de cara a el. Me quedo solo con la lenceria y sonrio. --?Te gusta lo que ves? El grune: --Quitatela. No se lo que quiere decir, ?mi sujetador o mis bragas? Le guino un ojo. --Espera un poco, muchachote. Cierro los ojos cuando pienso en perderlo por Dede. Ella tiene tetas grandes, no se parecen a las mias. Leo siempre dice que le encantan mis tetas, ni muy grandes ni muy pequenas, lo suficiente para jugar con ellas. Desabrocho mi sosten mientras pienso en el como mi hombre, el de nadie mas, mucho menos de Dede. Mi telefono vibra en el escritorio, pero lo ignoro. Sostengo el sujetador en la mano. --Tocate. Quiero correrme. Mueve la camara hacia abajo, para ensenarme que ha puesto las manos entre sus pantalones. Nunca he hecho esto delante de el, y no quiero decepcionarlo. Nuestra relacion depende de ello. Giro la silla de cuero detras de mi y me siento. Luego muevo el dispositivo para que el pueda ver lo que hago. Mis bragas siguen puestas. Son las de encaje que me compro cuando fuimos al baile de graduacion y penso que seria nuestra noche. Entonces, tampoco estaba preparada. Suspiro cuando pienso en las veces que lo he decepcionado y no puedo hacerlo ahora. No, no lo hare. Asi que me bajo las bragas y abro bien las piernas. --Si, nena, te lo voy a dar ahora mismo --gimio al otro lado. Pienso en nosotros en la habitacion, haciendo el amor. Un par de veces estuvimos a punto de llegar al final y trato de imaginarlo, mientras deslizo un dedo por mi rendija sin dudarlo, al tiempo que cierro los ojos. Puedo oir a Leo meciendose al otro lado y me concentro en lo que hago. --Mirame, nena, hazlo mas despacio. Me estas llevando al limite. Mirame. --Su deseo es una orden para mi--. Imagina que son mis manos las que te tocan. Quiero darte placer... --Pienso en sus ojos azules como el mar y comienzo a disfrutar de la intimidad que compartimos--. Despacio... Tengo una pierna sobre la mesa. Dejo una mano en mi sexo y con la otra acaricio mis pezones. A Leo le gusta tocar mis pechos y lo hago como si fuera el. Me froto en circulos suaves y veo la pasion reflejada en sus ojos. Cuando comienza a acelerarse, jadeo y siento que soy yo la que controla su placer. Enseguida, sin tocarlo, solo con el pensamiento de lo que estamos compartiendo, hago que se corra. Solo de pensarlo empiezo a sentirme al limite. Echo la cabeza hacia atras y siento que viene un orgasmo. --Estas tan jodidamente caliente ahora mismo. Te estoy jodiendo en linea. ?Es esto lo que me he estado perdiendo? Leo se agita muy rapido y yo froto mi clitoris con tanta necesidad que no puedo evitar correrme. Quiero aguantar, pero no puedo y grito: --Si, Leo. !Si! Es como si nuestras pasiones se alimentaran al mismo tiempo, porque no pasa mucho tiempo antes de que lo vea masturbarse fuera de control. Mientras mi cuerpo tiembla, en un minuto siento frio y al siguiente calor. Estoy teniendo la madre de todos los orgasmos. La idea de que lo hagamos de verdad no parece tan mala. ?Que diferencia hay si lo hacemos ahora o en un par de anos? Ninguna. Me estoy corriendo mientras grita que quiere repetir. Despues se rie y pienso que lo deseo dentro de mi. --Mierda, Isobel. No sabia que escondias tanta pasion. No puedo hablar porque todavia estoy tratando de recuperar el aliento. Es como si me hubiera quitado todo y tambien me echo a reir. --Te deseo tanto. Al oirme, se detiene de forma brusca. --Tengo que irme. Hay alguien en la puerta. Estoy a punto de decir que no he oido nada, pero entonces corta la conexion. Estoy sentada en la silla de mi jefe y no tengo claro que hacer. Corro a su bano, me lavo las manos y luego me limpio entre las piernas. Al mismo tiempo, pienso que Leo ya no me dejara. Me siento tan orgullosa. Tal vez, ha sido la idea de tocarme delante de el, o en la oficina de Christian Stern, lo que me hace sentir asi. De cualquier manera, se que seguiremos juntos y nada va a cambiar eso. Recuerdo que el guardia de seguridad suele caminar por la oficina a esta hora y siento la necesidad de salir corriendo con urgencia. Agarro mi telefono. Ya no tengo ganas de comer y los calambres de estomago son cosa del pasado. La curiosidad se apodera de mi. Estoy vistiendome y me pregunto quien me ha llamado antes. Miro los mensajes y todos son de mi mejor amiga, Agnes. Tambien me ha enviado una foto. Miro la fecha y la foto y me quedo paralizada, con las bragas en la mano. Despues, dejo caer el telefono al suelo. No puedo creer lo que acaba de enviarme. No puedo creer que haya estado ciega todo este tiempo.

  • La huida de Jim Thompson

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    El atraco al banco ha salido a la perfeccion. La traicion a su peligroso socio, tambien. Ahora, a Doc McCoy solo le queda planificar la huida con su esposa Carol hacia el otro lado de la frontera. Ya no hay tiempo de mirar atras: al final del camino les espera el cielo o el infierno.

  • Un vaquero dificil de Erina Alcala

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    Por fin acababa sus estudios. Ese era el ultimo dia y no podia ser mas feliz. Emma llevaba a casa las notas de su master en Derecho Financiero. Y ya por fin, tras cinco anos de estudio a conciencia intensivos, estaba preparada para encontrar trabajo y adentrarse en el mundo laboral. Aunque quiza, se tomara julio y agosto de vacaciones en la casa que tenian en Torremolinos, al lado de la playa y donde vivia con su padre desde que tenia tres anos. Los dos solos. Toda la vida. Ahora tenia veinticuatro anos. Si su padre se tomaba un mes de vacaciones iban a disfrutar los dos juntos. Y en septiembre empezaria a enviar curriculums. No hacia falta que fueran de viaje lejos, ni fuera de Espana, ella ya habia ido a Londres y a Irlanda todos los veranos y sabia ingles a la perfeccion. Ya no necesitaba ir de nuevo, pero si su padre queria ir a algun lugar, irian, y si queria ir solo, se quedaria en casa, banandose en la playa y paseando por la arena. Descansando, porque estaba agotada de esos anos de estudios intensivos. Su padre, Juan Carlos Sanchez, era un neurocirujano de prestigio. Trabajaba en una clinica particular que era suya y en la que tenia acciones con otro socio. Era un hombre alto y atractivo. Lo habia sido mas en su juventud, educado y con clase, tenia los ojos verdes como ella y el pelo castano oscuro. Llevaba gafas y era un hombre tranquilo y paciente. La clinica en la que trabajaba y de la que era socio, era grande e importante en el centro de Malaga y trabajaba mas horas de la cuenta. Emma estaba deseando llegar a casa y esperar a que su padre terminara su jornada laboral y contarle que habia sacado un sobresaliente en el master. Cuando llego, tomo algo que la chica que tenian para limpiar la casa habia hecho, y se echo una siesta. Estaba cansada. Bajaria a la playa mas tarde. La senora de la limpieza se fue a su casa y ella se quedo tumbada en el sofa con las cortinas echadas, dejando el salon en penumbra. La casa a oscuras y en silencio. Y penso en su padre. Tenia sesenta y dos anos. A ella la tuvo con treinta y ocho anos y era hija unica. Provenia de una familia adinerada y tenia mucha clase. Era todo un senor. Y Emma estaba muy orgullosa de el. No entendia como no habia encontrado a otra mujer ni habia querido vivir con ella. Suponia que habia tenido relaciones, pero imaginaba que, para su padre, ella era lo mas importante y nunca quiso traer a casa a ninguna mujer. Su padre era todo su mundo, su vida, y lo queria mas que a nadie en la vida. Cuando sus abuelos murieron, al ser hijo unico, se quedaron solos, sin mas familia, pero habia procurado que nada le faltase a su hija. Era un hombre risueno y amable, tranquilo y carinoso con ella y no recordaba que su padre le rinera nunca. Su padre conocio a su madre, Marina, una noche en que ambos salieron por las discotecas de Marbella, por primera vez. Su padre era diez anos mayor que su madre, tenia treinta y siete anos y su madre veintisiete, y se acostaron juntos. Su madre quedo embarazada y se casaron a los tres meses, sin apenas conocerse. Solo por el hecho de estar embarazada, o sea, por ella. Su padre, por lo que le contaba, si que le gustaba su madre, pero para ella solo habia sido una noche loca. Y cuando ella cumplio tres anos, conocio a un americano y los abandono a los dos, dejando a su padre sumido en el dolor de verse solo, con una nina pequena. Pero habia hecho un buen trabajo. Nunca se hablaba de su madre en casa. Solo Emma le pregunto por su madre cuando estaba en el instituto y su padre le dijo la verdad. Y hasta ahi. Habian sido muy felices durante esos anos. Su padre compro la casa en la playa y alli vivieron anos tranquilos, y metio a una mujer para cuidar a su hija, la casa, y ahora le tocaba a ella buscar trabajo. Cuando desperto de la siesta, se tomo un refresco y bajo un rato a la playa. Solo tenia que cruzar una pequena carretera y estaba en el mar. Su casa estaba en primera linea de playa y era maravillosa. Por las noches, en verano y en invierno, podia oir el mar, el arrullo de las olas y disfrutar de los sonidos del baile del agua. Tenia cinco escalones que subian a una terraza o porche a la entrada de la casa, bastante amplia. En la terraza, tenian su padre y ella largas conversaciones, sobre todo en verano. Sacaban los balancines y una mesa, y alli se contaban de todo, cenaban, leian. La casa tenia dos despachos, un gran salon y comedor, una gran cocina y un patio amplio con todo, incluso una piscina mediana. Y en la parte alta de las dos plantas que tenia, cuatro dormitorios amplios y dos banos. Era preciosa y tenia acceso al bus para ir a Malaga, aunque ella ya no lo necesitaba. Se saco el carne el ano que termino el instituto y su padre le compro un coche para ir a la Universidad. Tenian dos plazas de garaje, una para su padre y otra para ella. Cuando subio de la playa, estaba tan contenta... Se dio unos largos en la piscina y se ducho, esperando que vinera su padre a cenar. Su padre vino a las ocho de la tarde. Serio y taciturno. --?Que pasa, papa? Hoy tengo muy buenas noticias. He sacado sobresaliente en el master. Ya he terminado por fin. --Y lo abrazo. --Me alegro tanto por ti, pequena... --lo dijo con cierta tristeza, abrazandola. --?Papa, que pasa? --Voy a ducharme y hablamos, hija. --?Es algo serio? --Ahora hablamos. Y se quedo preocupada. Su padre siempre se alegraba tanto de sus logros... Seguro que alguna operacion habia ido mal. !Pobrecillo! Cuando bajo de ducharse, ella estaba impaciente y se sentaron en el salon. --Hija, ya eres una mujer, tienes veinticuatro anos, has terminado los estudios que elegiste. Creo que he hecho un buen trabajo contigo. Eres una hija maravillosa que nunca me has dado problemas, ni siquiera te he visto salir con chicos, solo has estudiado. --Lo se, papa. Y tu eres el mejor padre. --Ya no volvere a trabajar. Hoy es el ultimo dia. He estado arreglando documentos esta semana. Llevo dias haciendolo. --Pero, papa, ?te jubilas? --Forzosamente, hija, sabes que mi pasion es la neurocirugia. --?Entonces? Eres joven. Tienes sesenta y dos anos. --Lo se. Tu ya estas preparada para estar sola y vivir tu vida. --A ver, cuentame de verdad, ?que pasa? --Tengo un tumor inoperable en el cerebro. Yo mejor que nadie lo se. Emma se echo a llorar desesperada y lo abrazo. --Papa, pero hay neurocirujanos como tu, radioterapia y quimioterapia. --No voy a hacer eso, es demasiado tarde para mi. No me he notado nada hasta que ha sido demasiado tarde. Me quedan apenas tres meses de vida y no pienso pasarlas en el hospital, el tumor se ha extendido, tengo metastasis en varios organos importantes, no te voy a dar los detalles, porque quiero pasar ese tiempo contigo. Tengo planes para ti. Emma no dejaba de llorar. --No llores, hija. De todas formas, tu tienes que hacer tu vida. Dios me ha dado el tiempo suficiente para dejarte preparada. Y estuvo mas de una hora llorando. El padre tenia que consolarla. --Vamos, hija, eres una mujer. Tenemos que hablar en serio. Debemos dejar muchas cosas solucionadas. --Papa, ?que voy a hacer sin ti? --Vivir, hija, vivir cada dia como si fuese el ultimo. Cuando pasaron unos dias, ella se calmo un poco y pasaban todo el tiempo juntos. Iban a desayunar juntos, a la playa, hablaban de todo y del futuro. Su padre le dijo que queria morir en casa y que solo deberia ponerle morfina los ultimos dias que estuviese en casa, ya estaba al tanto su socio en la clinica y se lo proporcionaria. Le conto que tenia un seguro de vida de cuatrocientos mil euros desde hacia tiempo, y uno de decesos. Queria que lo incineraran y esparcieran las cenizas al mar frente a la casa, una noche, cuando ella quisiera. Emma, a veces, no podia soportar la tranquilidad que su padre tenia y no habia momento que no llorara cuando no la veia. Le dijo que habia vendido la clinica a su socio. Y le dijo el dinero que tenia, aparte de la casa, y que pusieron a nombre de los dos. Le aconsejo que no vendiera la casa de momento, porque tenia planes para ella. Entre el seguro, lo ahorrado y la mitad de la clinica, su padre tenia mas de cincuenta millones de euros. --Papa, esa es una gran cantidad de dinero. --Por eso no quiero que vendas la casa, cuando te vayas, si no te va bien, siempre tienes un lugar donde volver y si estas bien, siempre puedes venderla. --?Donde voy a ir, papa? --Con tu madre a Estados Unidos. He hablado con ella. --Pero, papa, si no la conozco. No he hablado con ella ni una sola vez. --No quiero que estes sola, te quiere alli. Siempre te ha querido. Toma. --Y le dio unas cartas. --Van dirigidas a mi, le ha dado verguenza escribirte a ti, pero nunca te ha olvidado. Me escribia cada mes durante todos estos anos. --Pero, papa, no quiero ir a Estados Unidos. --Quiero que vayas, alli tienes una familia; si no te gusta, te vuelves. Tienes dinero para no trabajar en la vida, pero se que quieres hacerlo, porque has estudiado para eso, podras montar tu bufete alli y tendras a tu madre. Cuando nos divorciamos, se caso con Donald Jones, un ranchero de Montana. Vive en un rancho alli, en Montana. --?En un rancho en Montana?, ?y que voy a hacer alli? --Hay un pueblo grande cerca. Donald, con el hombre con el que vive, es un buen hombre y te acepta alli en el rancho. Ya he hablado con ellos, tenia un hijo antes de conocer a tu madre. Su mujer murio. El hijo, es unos anos mayor que tu. Tendras otra familia.

  • Agathe de Anne Cathrine Bomann

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    Me hallaba sentado en el salon mirando por la ventana cuando ocurrio. Sobre la alfombra, el sol de primavera formaba cuatro cuadrados escalonados y se desplazaba lenta pero decididamente por encima de mis pies. Junto a mi descansaba una primera edicion sin abrir de La nausee que desde hacia anos intentaba empezar. Las piernas de ella eran flacas y palidas, y me sorprendio que la hubiesen dejado salir con tan solo un vestido en epoca tan temprana del ano. Habia dibujado en la calle las ventanas de una rayuela y saltaba muy concentrada, primero sobre una pierna, despues sobre ambas, para cambiar de nuevo. Llevaba el pelo recogido en dos coletas, tendria unos siete anos y vivia mas arriba de la calle, en el numero cuatro, con su madre y una hermana mayor. En este punto podria pensarse que yo era una especie de ejemplar unico que filosofaba sentado a la ventana todo el dia, contemplando cosas de mayor enjundia que el tejo de la rayuela y el recorrido del sol por el suelo. Pues no. La verdad era que yo me sentaba ahi porque no tenia nada mejor que hacer, y tambien a causa de esa especie de vitalidad afirmativa de aquellas exclamaciones triunfantes que en ciertas ocasiones penetraban en mi cuando la nina habia ejecutado una combinacion de saltos especialmente dificil. En un momento dado me levante para prepararme una taza de te y al volver a mi puesto vi que ella no estaba. Seguro que se le habria ocurrido otro juego mas divertido, pense; ambas, piedra y tiza, habian quedado en medio de la calle. Y entonces ocurrio. Acababa de colocar la taza en el alfeizar de la ventana para que se enfriara y extender la mantita sobre mis rodillas cuando vi caer algo en los margenes de mi campo de vision. Al mismo tiempo que un grito estridente me alcanzaba, logre poner de nuevo en pie mi cuerpo rigido y me aproxime a la ventana todo lo que pude. Ella yacia a la derecha, un poco mas abajo de la calle, al pie de un arbol donde comienza el sendero que conduce al lago. Sentado arriba, sobre una de las ramas, atisbe un gato que hacia oscilar la cola. Debajo, la nina se habia incorporado hasta sentarse con la espalda apoyada en el tronco mientras se agarraba un tobillo gimiendo entre hipidos. Retire mi cabeza. ?Debia ir con ella? Yo no habia hablado con un nino desde que era uno de ellos, y eso no cuenta. Pero ?no le causaria mayor disgusto que de pronto apareciese un hombre a quien no conocia para intentar consolarla? Eche otro vistazo furtivo afuera; seguia sentada en la hierba con el rostro lloroso alzado y la mirada puesta calle arriba mas alla de mi casa. Mejor seria que nadie me viese. ?Acaso no es doctor?, comentarian entre si, ?y que hace entonces ahi parado mirando? De manera que me lleve la taza de te para ir a sentarme frente a la mesa de la cocina. Pero aunque me repetia a mi mismo que dentro de un momento la nina se levantaria e iria cojeando hasta su casa sin mayor problema, permaneci sentado igual que un profugo en mi propia cocina mientras pasaban las horas. El te se enfrio y enturbio, y la oscuridad cayo antes de que por fin me escabullese de vuelta al salon y medio oculto tras la cortina escrutase la calle abajo. Por supuesto ella ya no estaba. RASTRO Desde que la contrate, Madame Surrugue me recibia cada manana de la misma manera. Dia tras dia aparecia sentada tras el gran escritorio de caoba como una reina en su trono y cuando yo entraba por la puerta descendia de el para tomar mi baston y mi abrigo mientras yo dejaba el sombrero en el estante por encima de la hilera de perchas. Entretanto, ella me ponia al corriente de la agenda del dia y al final me entregaba una pila de historiales, que el resto del tiempo permanecian pulcramente archivados en una enorme estanteria modular detras del escritorio. Intercambiabamos algunas palabras mas y despues no volviamos a vernos por lo general antes de la una menos cuarto, momento en el que me ausentaba del despacho para comer en un restaurante mediocre de los alrededores. Al regresar la encontraba siempre sentada exactamente igual que la habia dejado, y a veces me daba por pensar si ella comeria. Yo no detectaba olor a comida y jamas vi nada parecido a una miga debajo de su escritorio. ?Realmente Madame Surrugue no necesitaria alimentarse para vivir? Aquella manana me conto que una mujer alemana habia telefoneado con el fin de pasar mas tarde a pedir cita. <> <>, dije categorico, <> <> Madame Surrugue me dirigio una mirada interrogativa, pero yo sacudi la cabeza. <> Cuando llegue el dia de mi retiro habre ejercido cerca de medio siglo, tiempo mas que suficiente. Lo ultimo que necesitaba era una nueva paciente. Madame Surrugue continuo mirandome todavia un momento, aunque luego prosiguio su repaso de la jornada sin insistir en el tema. <>, dije, y tome de ella la pila de historiales para dirigirme despues a mi despacho. Se hallaba al fondo, en el extremo opuesto de la amplia antesala donde reinaba Madame Surrugue y los pacientes se sentaban a esperar su turno. De ese modo no me distraian durante mi trabajo ni el repiqueteo de la maquina de mi secretaria ni las posibles conversaciones entre los pacientes y ella. Mi primera paciente, una mujer adusta de nombre Madame Gainsbourg, precisamente acababa de llegar y sentada hojeaba una de las revistas que Madame Surrugue traia de vez en cuando. Exhale un profundo suspiro y me recorde a mi mismo que despues de ella solo me quedarian setecientas cincuenta y tres conversaciones mas. La jornada transcurrio sin puntos de inflexion hasta que regrese al despacho despues del almuerzo. Entonces estuve a punto de chocar con una mujer morena, de palidez mortal, parada justo detras de la puerta de entrada, y me disculpe por la torpeza. La mujer era llamativamente delgada y tenia unos ojos enormes en su rostro afilado. <>, dijo, y se adentro en la sala. <> Hablaba con un inconfundible acento y comprendi que debia de tratarse de la mujer alemana. Apretaba contra su pecho una carpeta con el logotipo de Saint Stephane. <>, respondi, sin embargo la mujer dio de inmediato un paso hacia delante y me dijo con encarecimiento: <> De manera instintiva retrocedi. Sus ojos pardos brillaban como si tuviese fiebre y la mirada era tan intensa que me sentia como si me hubiera agarrado un brazo. Sin duda alguna habria que batallar para librarse de ella otra vez, y yo no disponia de tiempo ni fuerzas en ese momento. Hice un gesto en direccion a Madame Surrugue intentando esbozar una sonrisa amable. <>, dije, y bordee a la mujer de soslayo, <> Madame Surrugue tenia la culpa de que a la mujer se le hubiese ocurrido aparecer por alli, asi que ahora lo propio era que ella misma la rechazara de nuevo. Me escabulli pasando junto a la mujer, que por fortuna me acompano hasta el escritorio, y alli la deje delante de Madame Surrugue con una mirada elocuente. Mi secretaria alzo la ceja izquierda unos milimetros. <>, le solicite, movi la cabeza rigido en senal de despedida y me apresure al refugio de mi despacho. Sin embargo, la imagen de la mujer palida permanecio en mi, y el resto de la jornada senti como si el rastro de su perfume hubiese quedado flotando en el aire y formara remolinos igual que el polvo cada vez que yo abria mi puerta. RUIDO El tiempo corria a traves de mi igual que agua por un filtro oxidado que a nadie le apeteciera cambiar. Era una tarde lluviosa de color plomizo. Habia hablado ya con siete pacientes sin involucrarme lo mas minimo y solo me faltaba una antes de que pudiese irme a casa. Antes de acompanar a Madame Almeida al interior del despacho, eche un vistazo a mi secretaria. Estaba sentada en completa quietud frente al ordenado escritorio mirando fijamente la mesa. El flexo arrojaba su sombra fosilizada sobre la pared detras de ella, y parecia tan abatida que por un instante considere si debia decirle algo. Pero ?que? En lugar de ello cerre la puerta tras de mi y me volvi hacia la paciente. Madame Almeida, que me sacaba casi una cabeza, circunstancia por la que siempre causaba bastante impresion, se desembarazo del paraguas y el chubasquero con freneticos movimientos y se sento en el divan. Aliso su falda color vomito y me lanzo una mirada de reproche a traves de las gafitas que guardaban el equilibrio al borde de su nariz ganchuda. <>, declaro, y se recosto en el divan. <> Madame Almeida siempre se enervaba, en ningun momento de su existencia tenia un periodo bueno. No parecia que la terapia le sirviera de nada en absoluto, y sin embargo acudia fielmente con paso firme dos veces por semana y me reganaba. Hasta la idea de que su vida pudiese mejorar parecia alterarla, y hablando con sinceridad no era facil entender por que ella seguia viniendo. Normalmente dejaba que hablase, aunque de vez en cuando intercalaba un comentario o probaba a hacer una interpretacion, que ella ignoraba por completo. <<… y entonces ella dijo que yo le debia tres francos de la semana pasada, !habrase visto semejante descaro! Eso me llego al alma y estuve a punto de marearme justo ahi en mitad de la tienda, pero entonces le dije a mi vez…>> Muchos anos de entrenamiento me permitian emitir un murmullo en los momentos adecuados sin necesidad de escuchar verdaderamente, y con algo de suerte no llegaba a enterarme de una palabra antes de que se fuera. Mire hacia abajo y vi que habia atravesado el papel con la punta del lapiz de pura frustracion. Entonces comence una de mis caricaturas de aves. <>, dijo casi a voz en grito Madame Almeida. Fuera llovia con tal violencia en ese instante que no era posible ver a traves de las ventanas nada mas que contornos imprecisos y, por desgracia, los golpes de las gotas contra los cristales no hacian sino animar a mi paciente a hablar a un volumen todavia mayor de lo habitual. Por lo visto estaba destinado a soportar trivialidades, pense resignado mientras me fijaba en una zona de su coronilla que aparecia sospechosamente rala. Me regocijo el hecho de que pudiera estar quedandose calva y que en tal caso yo lo hubiese sabido mucho antes que ella. De inmediato anadi aquel detalle a mi dibujo. Me imaginaba el dia en que viese un destello de si misma desde atras capturado entre un espejo y un cristal, como sus gruesos dedos palparian febriles el lugar, apartando el pelo para dejar al descubierto el cuero cabelludo mientras gritaba: <> Y asi, de un modo u otro, transcurrio otra hora de mi vida. Madame Almeida me agradecio la sesion y sujete la puerta para que pasase mientras daba la vuelta al bloc cuidadosamente para que no viera el avestruz calvo. Faltaban seiscientas ochenta y ocho conversaciones. En ese preciso instante, seiscientas ochenta y ocho me parecian una barbaridad.

  • La casa que ame de Tatiana De Rosnay

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    Querido: Puedo oir como suben por nuestra calle. Es un rugido extrano, amenazante; sacudidas y golpes. El suelo tiembla bajo mis pies. Tambien oigo los gritos, unas voces masculinas, altas, excitadas, el relincho de los caballos y el martilleo de sus casas. El rumor de una batalla, como aquel terrible mes de julio tan caluroso en el que nacio nuestra hija, aquella hora sangrienta en la que la ciudad se erizo de barricadas. Hay nubes de polvo sofocantes, un humo agrio, tierra y escombros. Le escribo estas letras sentada en la cocina vacia. La semana pasada embalaron los muebles y los enviaron a Tours, a casa de Violette. Dejaron la mesa, era demasiado voluminosa, tambien la cocina de esmalte, muy pesada. Tenian mucha prisa y yo no pude soportar el espectaculo. Aborreci cada minuto. La casa despojada de todos sus enseres en un brevisimo instante. Su casa, la que usted pensaba que se salvaria. !Ay, amor mio! No tema, yo no me marchare jamas. Por las mananas, el sol se cuela en la cocina, eso siempre me ha gustado. Pero hoy, esta cocina, sin Mariette apresurada, con la cara enrojecida por el calor de la estufa, y sin Germaine refunfunando mientras se recompone los rizos que se le escapan del mono prieto, es un lugar muy lugubre. Con un ligero esfuerzo, casi puedo oler las bocanadas de humo del ragu de Mariette, que tejian lentamente una apetitosa redecilla por la casa. Nuestra cocina, antano llena de alegria, esta triste y desnuda, le faltan las cazuelas y las ollas resplandecientes, las hierbas, las especias en sus tarritos de cristal, las verduras frescas del mercado y el pan caliente en la panera. Recuerdo el dia que llego la carta, el ano pasado, un viernes por la manana. Yo leia Le Petit Journal junto a la ventana del salon, mientras tomaba un te. Siempre me ha gustado ese momento apacible, antes de que comience el ajetreo diario. No era nuestro cartero habitual. A ese, no lo habia visto nunca. Un hombreton grande y huesudo, con una gorra de plato verde que le cubria el pelo de lino. Llevaba una bata de color azul con el cuello rojo que parecia demasiado ancha para el. Vi como se llevaba una mano agil a la gorra y entregaba el correo a Germaine. Luego desaparecio y lo oi silbar bajito mientras seguia su ruta por la calle. Despues de dar un sorbo al te, volvi al periodico. Aquellos ultimos meses, la Exposicion Universal estaba en boca de todos. Siete mil extranjeros invadian los bulevares todos los dias. Una voragine de invitados de prestigio: Alejandro II de Rusia, Bismarck, el vicerrey de Egipto. !Que triunfo para nuestro emperador! Distingui los pasos de Germaine en la escalera y el frufru de su vestido. Es raro que yo reciba correo. Generalmente, una carta de mi hija, cuando considera que tiene que mostrarse atenta, o de mi yerno por la misma razon. A veces, una postal de mi hermano Emile o de la baronesa de Vresse, desde Biarritz, junto al mar, donde pasa los veranos. Eso sin contar los recibos e impuestos esporadicos. Aquella manana, me fije en el sobre blanco y largo. Le di la vuelta: <> y mi nombre en grandes letras negras. Lo abri. Las palabras se distinguian claramente, pero no pude comprenderlas. No obstante, tenia las gafas bien sujetas en la punta de la nariz. Me temblaban tanto las manos que tuve que dejar la hoja en las rodillas y respirar profundamente. Cogi de nuevo la carta y me obligue a leerla. --?Que ocurre, senora Rose? --gimio Germaine. Debia de haber visto mi expresion. Meti la carta en el sobre, me levante y me alise la falda con las palmas de las manos. Un bonito vestido de color azul oscuro, con el numero justo de volantes para una senora mayor como yo. Usted lo habria aprobado. Tambien recuerdo el calzado que llevaba puesto, unas simples zapatillas, suaves y femeninas, y recuerdo el grito que solto Germaine cuando le explique lo que decia la carta. Mas tarde, mucho mas tarde, sola en nuestra habitacion, me derrumbe encima de la cama. Por mas que supiera que aquello podia suceder en cualquier momento, la impresion fue terrible. Entonces, mientras todos los de la casa dormian, cogi una vela y el plano de la ciudad que le gustaba observar. Lo desplegue encima de la mesa del comedor y tuve cuidado de no verter cera caliente encima. Si, veia la progresion inexorable de la calle Rennes, que surgia derecha hacia nosotros desde la estacion del ferrocarril de Montparnasse, y del bulevar Saint-Germain, ese monstruo hambriento, reptando hacia el oeste desde el rio. Con dos dedos temblorosos, segui el rastro hasta donde se unen. Exactamente en nuestra calle. Si, nuestra calle. En la cocina reina un frio glacial, tengo que bajar a buscar un chal y tambien unos guantes, pero solo para la mano izquierda, porque con la derecha quiero seguir escribiendole. Hace unos quince anos, cuando nombraron al prefecto, usted se mofaba: <>. Luego supimos lo que iba a ocurrir con la casa de mi hermano Emile, pero usted seguia sin tener miedo: <>. A menudo voy a sentarme a la iglesia, tranquila y apacible, para pensar en usted. Ahora hace diez anos que murio, pero para mi es como si hubiera pasado un siglo. Contemplo los pilares y los frescos, recien restaurados, y rezo. El padre Levasque se acerca a mi y cuchicheamos en la penumbra. --!Senora Rose, hara falta mas que un prefecto o un emperador para amenazar nuestro barrio! Childeberto, rey merovingio y fundador de esta iglesia, vela por su creacion como una madre por su hijo. Al padre Levasque le gusta recordarme cuantas veces se ha saqueado, destrozado, quemado y arrasado la iglesia desde la epoca de los normandos, en el siglo IX. En tres ocasiones, creo. Amor mio, que equivocado estaba. La iglesia se salvara, pero nuestra casa no. La casa que tanto amaba usted. Capitulo 2 El dia que recibi la carta, el senor Zamaretti, el librero, y Alexandrine, la florista, que habian recibido el mismo correo de la prefectura, subieron a visitarme. No se atrevian a mirarme a los ojos. Sabian que a ellos no les resultaria tan terrible; siempre habria un hueco en la ciudad para un librero y una florista. Pero sin la renta de los locales comerciales, ?como llegaria yo a fin de mes? Soy su viuda y sigo alquilando los dos locales que me pertenecen, uno a Alexandrine y el otro al senor Zamaretti; como lo hacia usted, como lo hizo su padre antes que usted, y el padre de su padre. Un panico frenetico se apodero de nuestra callejuela, que no tardo en llenarse del bullicio de todos los vecinos, carta en mano. !Que espectaculo! Todo el mundo parecia haber salido de sus casas y todos vociferaban, hasta la calle Sainte-Marguerite: el senor Jubert, el de la imprenta, con el delantal manchado de tinta, y la senora Godfin, de pie en el umbral de su herboristeria. Tambien estaba el senor Bougrelle, el encuadernador, fumando en pipa. La picaruela senorita Vazembert, la de la merceria (usted no la conocio, alabado sea el Senor), iba y venia por la acera, como pavoneandose, con un mirinaque nuevo. Nuestra encantadora vecina, la senora Barou, me dedico una gran sonrisa cuando me vio, pero me di cuenta de lo desesperada que se sentia. El chocolatero, el senor Monthier, era un mar de lagrimas. El senor Helder, el propietario de ese restaurante que tanto le gustaba a usted, Chez Paulette, se mordia nervioso el labio, lo que le agitaba el poblado bigote. Yo llevaba puesto un sombrero, nunca salgo sin el, pero, con las prisas, muchos olvidaron el suyo. El mono de la senora Paccard amenazaba con desmoronarse cuando meneaba con furia la cabeza. El doctor Nonant, tambien con la cabeza descubierta, agitaba el dedo indice rabioso. El senor Horace, el tabernero, consiguio que se le oyera entre el tumulto. Desde que usted nos dejo, el sigue siendo el mismo. Quiza tenga el pelo rizado algo mas gris y su panza haya adquirido una pizca de volumen; sin embargo, sus maneras estridentes y la risa sonora no se han debilitado. Sus ojos, negros como el carbon, echan chispas. --Senoras y senores, ?que hacen chismorreando a voz en grito? ?De que nos servira eso? Les invito a una ronda a todos, !tambien a los que no frecuentan mi antro! Por supuesto, se referia a Alexandrine, la florista, a quien le repugna la bebida. Un dia me conto que su padre habia muerto alcoholico.

  • Me conformo con un para siempre, Paris Yolanda de Paris Yolanda

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  • Geranios en el balcon de Carolina Pobla

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    Cuando la familia se convierte en fuente de inspiracion: una cautivadora novela basada en la historia de los abuelos de la autora.

  • Millonario Rescatado de Francisco Correa

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    Los Lawson, eran una de esas familias norteamericanas de pelicula, bien educados, miembros de la elite social, todos, muy inteligentes, personas de clase, y, sobre todo, extremadamente ricos. Contrariamente a como sucede en la mayoria de estas familias tan rigidas, en el caso de los Lawson, el amor y la union familiar eran autenticos, disfrutaban de pasar tiempo juntos, y compartir las actividades mas basicas, era un ritual casi sagrado en el Opalo, la mansion de los Lawson. Michael Lawson, el padre de la familia, habia crecido en una familia comoda de la ciudad de Boston. Su apellido habia tenido relacion con la gesta independentista norteamericana desde la masacre de Boston en 1770, por esto, el apellido Lawson gozaba de gran prestigio incluso antes de que George lograra amasar su enorme fortuna. Michael se caso con Romina Stanley, hija de un importante academico, rector del Instituto Tecnologico de Massachusetts por muchos, anos, siendo esta una de las instituciones academicas mas prestigiosas en materia de ingenieria y ciencias de todo el mundo. Michael desde muy joven, fue habil con los negocios, tenia una vista de halcon para identificar oportunidades, y jamas mantuvo el dinero sin circular. El secreto de su dinero habia sido la diversificacion, por esto, luego de varios anos de amasar un capital significativo, su negocio ya no fue uno solo, era un enorme conglomerado de empresas con presencia practicamente en todo Estados Unidos. Los negocios de Michael habian sido pensados de tal manera, que cubrieran al menos un sector del mercado importante en cada estado en el que se encontraran, y varias de estas, tenian participacion de miembros del circulo politico norteamericano. Esto, de cierta manera facilitaba la expansion de las empresas, y quien estuviese en contra, seria absorbido por el enorme imperio mercantil. La pareja Lawson, tuvo dos hijos, Alejandro, el mayor, y George, el menor, ambos como era de esperarse, crecieron bajo los mas estrictos valores familiares, y contaron con una educacion sobresaliente cortesia de su madre. Pero tambien, con el ejemplo de su padre, adquirieron ese sexto sentido, la intuicion, tan util para la vida. Alejandro, siempre fue aficionado a varios deportes, el ciclismo y la natacion formaron parte importante de su ninez, pero a medida que fue creciendo, cambio la bicicleta por la motocicleta, anadiendo algo de adrenalina a las dos ruedas. Aun continuaba haciendo natacion, pero preferia entrenar con pesas en su gimnasio personal. Alejandro intercalaba sus deportes con sus estudios, luego de cursar su licenciatura en comercio internacional, su tiempo lo ocupaba en terminar su doctorado en administracion de negocios. La idea era poder ayudar a su padre en lo mas posible antes de su retirada, y una vez que quisiera disfrutar de su fortuna, Alejandro se ocuparia de amasar la suya propia. George por otro lado, desde pequeno fue mas timido, pasaba muchisimo tiempo con su madre, y es que sus problemas de salud lo habian hecho un chico retraido, permanentemente sufria de alguna enfermedad, pero con los recursos practicamente ilimitados de su familia. Se le daban los mejores tratamientos y obviando algunos cuidados especiales que se debian tener, vivia como cualquier otro chico. Contrariamente a Alejandro, George preferia el arte por sobre el deporte, disfrutaba de la musica, tocaba el piano, el violin, el cello, y la flauta casi como un maestro. Pintar era su otra pasion y lo hacia con muchisima calidad, varios de sus cuadros adornaban la mansion, y tampoco faltaban en la oficina de su padre. George era 4 anos menor que Alejandro, asi que, por lo general, era quien tenia la atencion de su madre. Alejandro no tenia problema en comprenderlo, incluso el mismo dedicaba buena parte de su atencion a vigilar el estado de salud de su hermano, desde que era muy pequeno se preocupaba por protegerlo. El joven George, curso estudios desde casa, por una falla en su sistema inmunologico era muy debil, practicamente cualquier bacteria representaba un riesgo, asi que, conservando su ambiente controlado, no tenia ningun tipo de problema. Alejandro, por otra parte, si vivio una vida academica normal, la preparatoria y la universidad fueron etapas cargadas de aprendizaje para el, pero la mayoria del tiempo la pasaba con su querido hermano menor. Hacian practicamente todo juntos, Alejandro siempre preferia pasar un fin de semana en casa con su hermano que de fiesta. Esta relacion se mantuvo asi siempre, no habia nada que pudiera separar a los hermanos Lawson, Alejandro siempre salia con chicas hermosas. Pero eran relaciones pasajeras, ninguna tuvo mas importancia que George, y eso no era problema para el. Cuando Alejandro cumplio los 30 anos, su padre, Michael, le hizo el regalo que tanto esperaba, le cedio el control de una de sus empresas mas grandes, Lawson Genetic Research, un enorme laboratorio dedicado a la investigacion genetica, con miras a desarrollar curas a nuevas enfermedades. Esta empresa, cuyo nombre anterior era Genetic Research Solutions, fue absorbida por el conglomerado de Michael precisamente para investigar acerca de la enfermedad de George, y eran precisamente, los encargados de proveer el tratamiento. Que Michael le cediera una responsabilidad tan grande a Alejandro significaba mucho para el, mas que la responsabilidad de mantener la empresa, le estaba dando la responsabilidad de la vida de George. La mejor manera de agradecerlo era impulsar la empresa al futuro, que nuevas tecnologias fueran desarrolladas para ayudar a George y a la humanidad. Michael le dijo a Alejandro que cuando George cumpliera los 30 anos, tambien le daria la posibilidad de dirigir y administrar uno de sus negocios. Sus dos hijos serian los mas indicados para llevar sus empresas cuando llegara el momento de que el y su madre se retiraran. Esto emociono enormemente a Alejandro, tener a su hermano como socio, como companero de lucha, como lo habia sido toda la vida. Pero ahora, con la capacidad de construir un imperio, era exactamente lo que habia sonado. Esa noche celebraron juntos en el Opalo con una espectacular cena, cuando la comida fue servida y la champana espumaba, el momento del brindis habia llegado, y Alejandro, no queria que nadie mas que su hermano George dijera las palabras para celebrar. George, se levanto de la mesa y tomo la copa, y justo antes de comenzar a hablar, se quedo en silencio. Varios minutos pasaron, y George no hablaba, todos lo observaban con detenimiento, pero su mirada parecia perdida. -- ?Que pasa hermano? -- Pregunto Alejandro. George no contesto, parecia dormido, pero tenia ambos ojos bien abiertos. -- Hijo, ?Que sucede? -- Pregunto Romina preocupada. -- Yo... Lo olvide. -- Dijo George, aparentemente volviendo en si. -- ?Lo olvidaste? ?Como que lo olvidaste? -- Pregunto Alejandro. -- Si, olvide lo que iba a decir... Perdonenme. -- Dijo George. -- No te preocupes hermano... Vamos a comer. -- Dijo Alejandro mientras cruzaba miradas con sus padres. Que George olvidara algo era sumamente extrano, su cerebro era una esponja enorme que nunca dejaba de sorprender con su capacidad, recordaba fechas y hechos historicos como si hubiese estado presente, y la facilidad de memorizar complejas piezas musicales dejaba muy en claro que tenia una memoria tremenda. Por estas razones, que olvidara algo tan sencillo como las palabras que querria decirle a su hermano, resultaron muy extranas para toda la familia, pero sin embargo continuaron con la cena. George, lucia, disperso, comio solo un poco y volvio a su habitacion. Despues de la cena Alejandro se fue a hablar con George, queria compartir todas las nuevas ideas que tenia para la empresa, y como siempre, saber la opinion de su hermano. Alejandro toco la puerta de la habitacion de George, y este, se tardo unos segundos en contestar, esto era muy extrano pues siempre lo hacia de inmediato. Alejandro volvio a insistir y en esta oportunidad si contesto de inmediato, dandole permiso para entrar. Cuando Alejandro abrio la puerta se encontro con George, acostado en la cama visiblemente triste, esto era algo inusual pues a pesar de ser muy timido, con sus familiares solia ser bastante carismatico. -- George, ?Que sucede? -- Pregunto Alejandro.

  • Amor, brackets y Rock’N’Roll (Let’s rock) de Natalia Sanchez Diana

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    Despues de un concierto de su grupo de rock, Danny Blackdadder descubre que le han robado la maleta en el aeropuerto de Valencia, dejandolo solo con su guitarra y cinco libras. Tras intentar un par de cosas, solo se le ocurre pedir ayuda a sus seguidores a traves de una red social. Nicolette, una joven fan de dieciocho anos que hasta ese momento ha sido seria y responsable, decide responder, ofreciendole la habitacion disponible que hay en su casa. Cuando Danny acepta la invitacion, la vida de ambos cambia. ?Que pueden tener en comun una incipiente estrella del rock cuyo rostro es muy conocido en el mundo de la moda y una timida chica con aparato dental? Durante unos dias, Nicolette y Danny van a vivir una historia llena de amistad, dudas, miedos, risas y canciones. Una historia de amor, brackets y rock and roll, en la que decir “te quiero” no sera suficiente.

  • 8 de Francisco Palacios

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  • Deseo salvaje (Weretigers 1), Brianne Miller de Brianne Miller

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    Los Weretigers son una organizacion de mujeres y hombres cambiantes que se dedican a salvar a mujeres inocentes de las garras de Sammael, un demonio nocturno. Cuando en una de sus rondas Nahuel se choca con Leah, siente la llamada de los de su especie. Es ella… su companera, y ahora que la ha encontrado no piensa dejarla escapar. El problema no es solo explicarle que es el rey de los cambiantes… Lo peor de todo es que Leah no es solo su companera… Tambien lo es de Sammael.

  • Una Mancha en la Cama de Magela Gracia

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    El parque. Horas que nos pasamos sentadas en el banco con los tacones enterrados en la arena, viendo las nubes pasar por encima de nuestras cabezas. Gritos de ninos, gritos de madres peleando con los ninos. Gritos de madres hablando con otras madres... Abuelas que dan de comer a las palomas y menean sistematicamente un cochecito de bebe, buscando que el sol no incida directamente sobre la cara del crio. Hace mucho tiempo que acudo al parque sola. No tengo hijos, pero si una perrita a la que le encanta perseguir mariposas entre las flores. Los ninos salen de su zona acotada de vallas de colores para ir a rascarle la cabeza entre las orejas, en cuanto llegamos a nuestro banco. Y alli, desde hace unos meses, me da por ponerme a sacarle historias a las personas que lo frecuentan. No que me las cuenten ellos, por supuesto, que para eso ya tengo yo mi imaginacion... y me encanta usarla. Parejas de enamorados que pasean por los caminos que rodean la arboleda; adolescentes tirados en el cesped, jugando al juego de estar enamorados; mujeres solitarias con un libro en la mano, sentadas al borde de la fuente de piedra; hombres corriendo por las pistas de atletismo, sorteando bicicletas... ?Cuantos de ellos llevarian meses sin tener sexo? ?Cuantos todavia llevaban prendidos sus olores en el cuerpo? ?Cuantos, al igual que yo, morboseaban con la idea de follar, alli, con cualquier desconocido? ?A cuantos les apeteceria poder mirar, por una rendijita de la puerta abierta, el combate de dos cuerpos entregados a los deleites del desenfreno? Debia confesarlo. De cualquier escena saco algo erotico, algo libidinoso, algo pornografico. Va a ser que tengo la mente sucia... Me siento, observo, elijo. Y cuando llego a casa, me centro en escribir. No me dedico a ello, pero es una buena forma de pasar mi tiempo libre tras la dura jornada laboral. El ocupar unos minutos estando delante del papel, con la pluma que me regalaron por navidades entre los dedos, hace que mis fantasias cobren un poco mas de vida. Ver las palabras plasmadas en el blanco folio, jugando entre ellas para unirse, hace que mi estancia en el parque requiera mucha mas atencion al detalle de las personas a las que observo. Cada matiz en la forma de acercar una mano, cada destello en la mirada, cada rubor. Asi me pruebo la piel de la persona a la que imagino. Siento sus deseos, se me acelera el corazon recordando los contactos, me revoluciona el fondo del abdomen con el calor que se despierta alla abajo. ?Te has sentido alguna vez observado en el parque? Puede que haya sido yo... Puede que formes parte de las fantasias que escribo. Luego, en la intimidad de mi dormitorio, cuando los folios se han amontonado ya en una pila de hojas que cogeran polvo a medida que les va llegando el olvido, me acuesto en la cama y ensucio las sabanas... FANTASIA I Una mujer lleva un rato sentada en una de las sillas que componen la zona de la terraza, en la cafeteria del parque. Ha pedido una botella de agua sin gas, muy fria. Esa mujer es infiel. Lo se porque lleva un panuelo cubriendo todo su cabello. Tambien usa unas enormes gafas de pasta, oscuras como el carbon. Y una gran pamela. Mira con nerviosismo su reloj de pulsera, e imagino que su amante se esta retrasando, y que no le gusta estar expuesta a las miradas indiscretas. No lleva maquillaje, pero va muy bien vestida. Esta estrenando zapatos de tacon, vertiginosamente altos. Y luce un collar muy vistoso, destacando en el escote de la perfecta blusa planchada, que no insinua nada y, sin embargo, promete todo... Se ha arreglado para un hombre, y ese no es su marido. Esta mujer va de caza. Bueno, puede que solo este esperando a una amiga que llega tarde, y se acabe de hacer un tratamiento en la piel y no quiera coger sol. Si me acercara a preguntarle, probablemente, habria miles de explicaciones a su indumentaria, tan de anuncio de perfume caro, propio de un paisaje con mar de fondo y un coche descapotable brillando a la luz del sol. Pero me encanta la idea de que vaya a serle infiel a su pareja. ?Cual es el motivo por el que se decide que se va a traicionar sexualmente a la persona con la que compartes algo mas que mananas estresantes al levantarse, o noches de confidencias entre las sabanas? Enfado, aburrimiento, distanciamiento, oportunidad... El calenton que hace que todo pierda sentido. ?Va en el caracter, igual que lo de ser constante? ?Se puede ser infiel solo una vez en la vida, y nunca mas volver a pensar en otra persona? ?O cada vez que tenemos una fantasia con alguien distinto a nuestra pareja, somos infieles? Creo que la gracia esta, seguramente... en que eso nunca se decide. Simplemente, ocurre. INFIEL La pregunta que nunca debi hacerte... -- ?Donde se deja de ser fiel? Y la respuesta que nunca debiste darme... -- Probemos... Bajar la cremallera de mi vestido negro, dandote la espalda, mostrando la piel del hombro, sacando una manga. Terminar de bajarla, sabiendo que tus ojos acompanan mis dedos en el proceso. Pense, y dije despues, que desnudarme delante de ti no era ser infiel... Y tu, complice, no dijiste nada. Sacar el otro brazo y dejar caer el vestido a mis pies, para mostrarte la lenceria que en mi intimidad para ti habia comprado, fantaseando con algun dia poder mostrarte. Negras braguitas de topitos blancos; sujetador a juego con el escote engalanado en encaje, desdibujando la linea del busto abultado. Separar las piernas para que las braguitas se hundan en mi raja y quede la mayor porcion de nalga expuesta a tus ojos malditos. Inclinarme para mejorar mis vistas, y para verte devorarme a su vez... Que te abras la bragueta en dos movimientos puede que tampoco sea ser infiel... Y ver tu polla tiesa entre tus dedos supongo que tampoco. Esbelta, tersa, con el capullo rosado, hinchado y babeante. Saber que si no hubiera un anillo en mi mano esa verga estaria ahora recorriendo mis entranas calientes. Eso es aun mas excitante. Ojala las ataduras y los juramentos desaparecieran tan convenientemente como se puede esconder por unas horas un anillo en el bolsillo de una chaqueta... !Que digo unas horas, unos simples minutos! No me hace falta para saciar la sed que me atormenta la garganta mas que unos cortos y maravillosos minutos, entregada a los placeres de tu carne traviesa. Tu mano aferrando tu polla, y el brillo de un anillo en uno de tus robustos dedos. Ese anillo ahora se frota contra la piel endurecida por el morbo que te ofrece mi cuerpo, y no puedo evitar imaginarme el momento en el que tu esposa lo puso alli, vestida de blanco, tal vez sin haberte separado todavia las piernas para que pudieras olerla. Me encanta observar el oro rozarse con tu polla, haciendola tan prohibida... Puede que tampoco sea considerado infidelidad apartar un poco las bragas para ensenarte mi conito rasurado y mojado... Y al hacerlo comprendo que el hecho de que te masturbes mirando como muevo la tela negra sobre mi entrepierna, estimulando mis zonas nobles, no puede ser tan malo... !Como va a ser malo si me esta gustando tanto! Esto no es ser infiel, es disfrutar de mi imaginacion mientras hay un hombre que hace lo mismo con la suya. Ahora, en tu cabeza, me la estas metiendo fuerte... Lo se, lo intuyo... En esa misma postura, por detras, apartando las braguitas a un lado para que tu verga se empotre contra el fondo que te ofrezco, una y otra vez... La siento menearse en mi interior como si en verdad lo hiciera. Deliciosa plenitud contra la que apretarse mientras me torturo el clitoris con la yema de los dedos a traves de la tela de las braguitas elegidas. No, definitivamente verte masturbar no puede ser serle infiel a mi marido... No te estoy tocando... Ver como te la machacas con la mano cerrada contra la carne dura es lo mas excitante que he hecho en anos. Tu imagen empalmada mientras te muerdes los labios y me clavas los ojos en las nalgas como harian tus dedos si te estuviera permitido me tiene tremendamente mojada. !Maldita moralidad la tuya! Horrible sensacion de impotencia al saber que si me acerco un poco mas a ti huiras con la polla tiesa a medio meter en la bragueta, a la carrera. O tal vez no... Invitarte a que entres... Invitarte solamente a tocarme. Me acuesto en la cama boca abajo y separo las piernas. El dormitorio de la casa de tu amigo es tan impersonal como puede ser cualquier otro de un hombre que solo lo usa para follar. Esa etapa la pasamos ambos hace ya mas de una decada, cuando eramos jovenes y pensabamos que comerse el mundo incluia comerle el sexo al menos a una pareja distinta cada semana. Las cosas se complicaron con el paso de los anos, y se desdibujaron los deseos en pos de una estabilidad tan efimera que cuando nos quisimos dar cuenta lo unico que quedaba para sustentar nuestra realidad era el punetero anillo en el dedo indicado. Anillo de condena. Anillo de castigo. Aun asi, impersonal y todo, la cama es comoda y amplia. Una pena que los dos seamos fieles a nuestras parejas, y no te animes a tumbarte a mi lado, o sobre mi, como deseo tanto. Aunque este boca abajo puedes ver mis dedos entrar y salir de mi cono, y escuchar el chapoteo. De eso estoy segura, porque yo lo escucho y se que se te sigue endureciendo, ya que te veo a traves del espejo que hay al lado de la cama. Me miras tocarme, te miro yo hacerlo... Y me excito con la idea de que me poseas y me retuerzo por ello entre las sabanas de la cama. Te enseno mi anillo de casada... juego con el mientras lo deslizo de mi dedo y enmarco mi clitoris con el para hacerme sentir mas atada a algo que ahora mismo no comprendo. El anillo cae a la cama con el juego, y tu lo observas entre mis piernas, depositado en las sabanas de tu amigo. ?Gemir pensando en otro es ser infiel? Porque estoy gimiendo... Empiezo a no ver la linea y me doy cuenta de que no me molesta tanto. Pero, sobre todo, te escucho gemir. Me estremezco al verte temblar a mi lado, ya que te has acercado a la cama. Estas parado a un lado, con la verga en la mano, dura como una roca. Me duele el cuerpo de la impotencia, me duele el alma por la falta de contacto y el cono porque esta vacio... Y me duele el dedo porque he perdido el anillo. Aun asi estoy tan excitada que no puedo contenerme, y me pregunto si un avance mas sera posible estando tan cerca tu cuerpo del mio. -- ?Se puede considerar infidelidad ofrecerte mi culo para que lo huelas? Te he herido de muerte, y lo sabes... Elevo las nalgas, hinco las rodillas en la cama, y te ofrendo mi culo... tal como siempre quisiste. Se que estas a punto de caer, y no se si podre sostenerte. Provocarte hasta ese extremo ha sido peligroso, pero sabia que no podia dejar de ofrecerte mi olor, con lo que se que lo deseas. Tal vez, solo tal vez, sea miedo lo que brilla en mis ojos, a la vez que deseo. Pero tu te inclinas con toda tu mala leche, y dices, con tu rostro junto a mi culo, que si no hay roce, no hay pecado... Y tus palabras retumban en mi cuerpo mientras te escucho olerme, aspirando fuertemente mi aroma. Y pareces satisfecho, porque la polla, tan dura como la llevas, ha empezado a babearte, con un brillo delicioso que estoy deseando llevarme a la boca. Estoy segura de que te falta poco para eyacular encima de mi. Algo, por otro lado, que nunca creimos que fuera a llegar a ser posible. Aun recuerdo tus primeras palabras, cuando nos conocimos. Eras de esas personas con las que te encuentras en el mundo, de vez en cuando, y piensas que conocias de toda la vida. Un hombre resuelto, picaro y decidido, que hacia que lo miraras de arriba abajo mientras te lo cruzabas en el supermercado... y mientras te recorria el a ti, tambien, de arriba abajo. Ahora, medio desnudo a mi lado, poco te parecias a ese hombre que me hizo volver la cabeza mientras tu volvias la tuya, y soltabas con gran desparpajo una frase que me acompano durante muchos dias... y muchisimas mas noches. -- Si quieres te doy mi numero de telefono--, me habias comentado, antes de seguir cogiendo un bote de tomate frito para ponerlo en tu carro, justo con los panales de recien nacido. -- Si quieres te doy yo el mio... En mi cesta de la compra iba amontonando poco mas que un par de cosas para los rapidos desayunos antes de salir al trabajo, ya que pasaba la mayor parte de mi tiempo fuera de casa, al igual que mi marido. Y aquella noche, cuando ya el sueno me vencia, la ocurrencia de intercambiarnos los numeros escritos en sendos botes de mahonesa hizo que mi vida cambiara. Aun estaba por verse si para mejor... -- Sexo telefonico no se considera infidelidad, ?no? -- Depende... -- te habia contestado yo--. Si es solo decirme que me harias o si te tocas mientras lo haces... -- ?Y que diferencia habria, si no es a ti a quien mis manos tocan? -- ?Y a quien tocarias, a tu esposa? La idea te habia encantado. Follarme por telefono mientras te imaginabas haciendole lo mismo a tu esposa habia resultado ser una fantasia de lo mas excitante para ambos. Cosas que no te habias atrevido a hacerle nunca salian de tu boca perversa y me calentaban el cuerpo, mientras me retorcia en la cama imaginando que estaba mi marido conmigo, haciendome lo mismo. Tarde mucho en llevar mi mano a mi entrepierna, pero cuando lo hice no pude entender por que habia tardado tanto. Por fin conseguiste que me escondiera bajo las sabanas, con la luz apagada, para correrme con tu boca traviesa. Mi marido trabajaba tantas noches... No, habia pensado entonces. Masturbarme con tu voz no es ser infiel... Follar con nuestros respectivos luego, con los olores despertados en los sexos por el otro, tampoco. Escucharte decirle a tu esposa las cosas que me habias dicho a mi, dejando el movil encendido en la mesilla de noche mientras la follabas al otro lado de la ciudad fue lo siguiente. Escucharte gemir por lo que ella te hacia, aunque fuera pensando en mi cono y mi boca, me excitaba. Y yo... seguia preguntandome... ?Estoy siendo infiel al escucharte?

  • Regalo de Navidad de Marisa Maverick

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    Con REGALO DE NAVIDAD queremos agradecer vuestra fidelidad durante todo este ano; por ello, que mejor manera que con los relatos Paz (Bea Melworren) y Esperanza (Marisa Maverick), los cuales forman parte de la antologia <>.
    Deseamos que esta lectura os haga pasar un buen rato y os anime a seguir descubriendo que mas podemos ofreceros a traves de nuestras letras, que es mucho y variado.
    Feliz Navidad y un prospero 2019

  • El aprendiz de artista de Francesc Mari

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    Para los padres de Ian la abogacia es la profesion que le dara a su hijo la vida que ellos no tuvieron, para Ian eso no es suficiente. Ante el hastio del joven no dudaran en mover sus contactos para encontrarle un trabajo que le llene y, en esa busqueda, daran con Frank Shawe, el artista del momento y al que muchos consideran el Leonardo Da Vinci del siglo XX. Ian se convertira en su secretario personal, algo que le dara la oportunidad de salir de la asfixiante ciudad de Londres y descubrir junto a Frank una nueva vida.

  • Al otro lado de Enrique Gomez Medina

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    ?Harry Potter o El Hobbit? ?J. K. Rowling o Tolkien? Quiza no tengas que decidir entre los libros mas vendidos para jovenes de la historia. Llega Piedras Verdes, un universo de aventuras, suspense y fantasia que te arrastrara entre dos mundos en guerra.
    Al otro lado es el esperado desenlace de la saga. En el, nuestros cuatro amigos se internaran en otro mundo en pos de una mision imposible: terminar con el Rey Rojo y su invencible ejercito.
    En su viaje a traves de los Cuatro Reinos aprenderan que nada es lo que parece y descubriran lo mas importante de todo: a si mismos.
    “Ssshhh… que no te cuenten el final”

  • Un angel se enamora (Amor amor 2) de Mile Bluett

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    Continua la serie, ambientada en La Habana del siglo XIX, <> con esta apasionante segunda entrega.

  • Imposible es nada de Elena Pita

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    Aquella manana le tocaba ir al hospital, probablemente el lugar que mas habia odiado nunca; aquel hospital de paredes sucias y pasillos atestados de enfermos dolientes como animas sin vida, de personal atropellado y a punto de la desidia. Tenia que recoger los resultados del ultimo PET, una de esas tomografias nucleares que evaluan el dano en los tejidos. A Carmen Lopez le habian descubierto un cancer de pulmon, iba a hacer ya dos anos. Dos anos ganados a la vida porque el tumor se habia diagnosticado en fase muy avanzada (estadio IV) y propagado en dos metastasis. Ella no se habia resignado y, blindada de la energia positiva y la fuerza que contagian la responsabilidad y el amor de dos hijos aun pequenos, se sometio con excelentes resultados a tratamientos de radio y quimioterapia que habian logrado disipar aquellas oscuras manchas, ramificadas en la columna vertebral y el esofago, y reducir el tumor principal, que amordazaba la vena cava. Eran resultados excepcionales que los doctores habian presentado en simposios medicos; admirable fortaleza la de Carmen, que durante aquellos largos meses fue capaz de ocultarle la enfermedad al mundo e incluso a su anciana madre: detestaba dar lastima. Y en su intimidad, sus horas de mayor soledad, recordaba la lectura de La sonrisa etrusca, tierna novela en la que Jose Luis Sampedro relata la lucha de un viejo partisano contra el peor enemigo jamas enfrentado en su vida: la Rusca, un cancer de estomago que acabaria robandole a mordiscos hasta el ultimo soplo, y que encima el escritor habia bautizado con el nombre de las perras pastoras de la madre de Carmen, transmitido el nombre de generacion en generacion canina. No tenia por que ser distinta aquella manana de principios de diciembre. El mismo e infecto hospital, el cielo cubierto, las calles mojadas. Llego a la consulta del oncologo con optimismo, esperando escuchar lo que ya se habia convertido en una tonica progresiva: una vez mas el tumor primigenio habria reducido su tamano y actividad, pese a que una nueva sombra les inquietaba desde la ultima radiografia. <>. Las palabras de su admirado oncologo taponaron los oidos de Carmen. Ya no escucharia mas que un zumbido en su cabeza. Eran sus palabras una sentencia de muerte irrevocable y pronta que ella se negaba a aceptar. Aun noqueada por el shock, percibio sin embargo que el doctor estaba dejando una pequena espita abierta, una diminuta posibilidad de vida que su esposo si pudo escuchar con nitidez. Se trataba de un joven cirujano que habia desarrollado una tecnica quirurgica minimamente invasiva que, a traves de una sola incision y valiendose de una camara, operaba proezas y se atrevia con los mas endiablados tumores de torax. <>. <>, le estaba diciendo el doctor Firvida cuando Carmen pudo volver a escuchar: <>. * * * La camilla de Carmen esta siendo introducida en el ascensor de planta camino al quirofano. Han transcurrido apenas dieciocho dias desde su sentencia. Dieciocho dias con sus noches de espanto y panico, abrazada a su marido, ocultando a sus dos hijos y a su madre todo indicio de la grave situacion. Dieciocho dias y sus noches de ferreo control mental para no desesperarse. Carmen padecio siendo aun bebe la poliomielitis, durante la ultima y temida plaga del virus que se propago en Espana en los anos cincuenta. Fue primero intervenida, con solo tres anos, por un doctor aleman que en Madrid le fijo a la tibia el pie que habia quedado suelto y desarmado, y luego con trece se sometio a la tecnica quirurgica experimental del doctor Esteve de Miguel, que, sirviendose de un hierro colocado en forma de zeta, lograba alargar hasta cinco centimetros las tibias de aquellos ninos de la polio. Su padre, urologo, no dudo en confiar en la experimentacion de su colega catalan: fueron ocho operaciones en total para el estiramiento de la tibia, un dolor inenarrable que al primer asalto le haria adelgazar once kilos en veintiocho dias, y cuya sola contemplacion noquearia a su madre en el viejo Hospital Quiron de Barcelona: <>, le rogaba a su esposo. Y el, que las visitaba los fines de semana: <>, a la nina. Una memoria tan atroz que ensenaria a Carmen <>. <>. Asi pues, dieciocho dias de espera con la seguridad de que todo iba a ir mejor: <>. Dieciocho jornadas de carreras recopilando pruebas e historial clinico y siguiendo los pasos de aquel cirujano prodigioso que curiosamente tenia su plaza en la Seguridad Social a tan solo ciento setenta kilometros de distancia de su ciudad, pero que al parecer viajaba por todo el planeta sin descanso ensenando su innovacion. El joven cirujano que, !Dios le bendiga!, despues de recibir las imagenes del tumor habia dicho que si, que el la operaria aunque su equipo lo hubiera descartado o simplemente no se sintiera capaz de abordar el caso: una masa localizada en el hilio pulmonar, esa cavidad central, entre ambas visceras, donde nacen los vasos del corazon, atravesada por las principales arterias toracicas. Media catorce centimetros de diametro, invadia el lobulo superior derecho y estaba literalmente incrustado en la vena cava; ademas, habia sido sometido a una radio y quimioterapias limites durante dos anos, con la consecuente debilitacion de los tejidos. El diagnostico de los cirujanos que le correspondian por la Seguridad Social habia sido tajante y volvio entonces a ser tajante: <>. Pero consiguen hablar con Diego y hacerle llegar todo el historial y las ultimas pruebas, y el esposo de Carmen, el doctor estomatologo Ignacio Romero, jamas podra ya olvidar lo que aquel cirujano ofrecio como respuesta. <>. Expuso con claridad al esposo y cunado de Carmen (medicos ambos) los riesgos de la intervencion, que eran muchos, pero que el asumia como cirujano y ella como paciente: <>. Tampoco les parecio una historia increible, un cuento, casualidad o supercheria que aquel cirujano tuviera su plaza de origen en A Coruna, tan cerca, <>. Se lo comunica al oncologo jefe del equipo, y el doctor Firvida dice que si, que es bueno tener esa segunda opinion. Carmen se dirige entonces con todo su historial al equipo del doctor Josep Baselga, quien acababa de ser nombrado director medico del Memorial Solan Kettering Cancer Center de Nueva York, el mas prestigioso centro oncologico del mundo. El insigne doctor catalan recibe personalmente sus pruebas y la emplaza a una cita con la jefa del programa de cancer de pulmon en su instituto de Barcelona. La doctora Felip (gran conocida de Firvida), tras un sinfin de examenes, descarta la compatibilidad de su tumor con los tratamientos inmunoterapeuticos que estan aplicando, y le aconseja que abandone toda quimioterapia, porque le va a destruir. Algo que la paciente una vez mas no admitira: <>. Y continua con la quimio hasta que, como ya contamos, se revela inoperante. * * * Se celebraban elecciones generales en Espana y, de nuevo, como si la casualidad existiera, el cirujano vendria a votar en un plazo de, eso precisamente, dieciocho dias. Carmen dio gracias incluso a la politica. Ni tiempo hubo de consulta previa, apenas se habia visitado con su equipo medico, que no se sintio capaz pero que no dudo en remitir las pruebas a su colega, que impartia esos dias entre Shanghai y Estados Unidos. Acostumbrado el equipo a que el si asuma retos que para cualquier otro resultarian un imposible: sobradamente conocian aquellos medicos la intolerancia de Diego al termino <>. * * * Estan introduciendo su camilla en el ascensor de la planta para bajar a quirofano y de pronto hace su aparicion decidida un chico jovencisimo enfundado en un plumifero azul, acompanado por su colega (y hoy jefa de servicio) Mercedes de la Torre, tocada de un gorrito de lana. El joven se acerca a la camilla: <>. Le cogio una mano y se la apreto con suma delicadeza y a la vez firme teson.

  • Nueva historia de la Revolucion rusa de Sean Mcmeekin

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    La historia mas original, polemica y definitiva sobre la Revolucion Rusa en el ano de su centenario.

  • Mandibula de Monica Ojeda

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    Una adolescente fanatica del horror y de las creepypastas (historias de terror que circulan por internet) despierta maniatada en una cabana en medio del bosque. Su secuestradora no es una desconocida, sino su maestra de Lengua y Literatura, una mujer joven a quien ella y sus amigas han atormentado durante meses en un colegio de elite del Opus Dei. Pero pronto los motivos de ese secuestro se revelaran mucho mas oscuros que el bullying a una maestra: un perturbador amor juvenil, una traicion inesperada y algunos ritos secretos e iniciaticos inspirados en esas historias virales y terrorificas gestadas en Internet.

  • El ermitano del Rey de Julio Manuel De La Rosa

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    A punto de redactar testamento, Benito Arias Montano encuentra un papel olvidado con un nombre escrito: Desiderii. Desiderii es Erasmo de Rotterdam y ese papel le recuerda la voluntad perdida de haber elaborado una biografia sobre el maestro humanista.
    El que fuera capellan de Felipe II comienza asi un viaje en el que nos habla de unos anos cruciales para la historia y el pensamiento de la Europa del siglo XVI.
    El concilio de Trento, la redaccion de la Biblia Regia o los oscuros pasadizos por los que se deslizaba la Inquisicion Espanola son algunos de los acontencimientos que rememora este gran humnista espanol, al mismo tiempo que abre las puertas de ese paraiso personal que fue la pena de Alajar (Sierra de Aracena, Huelva), portal de sus recuerdos mas intimos y sus reflexiones sobre filosofia y alquimia.

  • A orillas del rio Piedra me sente y llore, Paulo Coelho de Paulo Coelho

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