• sherlock holmes a la caza de jack el destripador - Arquimedes Gonzalez

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    En noviembre de 1889 Francis Tumblety, senalado como la persona vinculada a los asesinatos de varias mujeres en Whitechapel, Inglaterra, escapo en barco con destino a Nueva York, Estados Unidos. Los policias enviados por Scotland Yard para capturarlo jamas lo localizaron...
    Entre enero y febrero del siguiente ano se reportaron las muertes de seis mujeres en diferentes ciudades de Nicaragua.
    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela historica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y tambien el arribo del famoso detective britanico Sherlock Holmes en su busqueda del asesino mas famoso de todos los tiempos.
    Este libro fue publicado en el 2002 con un prologo del escritor Sergio Ramirez Mercado (incluido en la contraportada), con un tiraje de 4,500 ejemplares. El libro fue reimpreso en el 2005 con un tiraje de 3,500 ejemplares. Una ultima edicion se hizo en el ano 2007 de 3,500 ejemplares.
    En el ano 2005 el detective britanico Trevor Marriot publico el libro Jack El Destripador, La Investigacion del Siglo XXI, en el que asegura que efectivamente el asesino pudo haber viajado de Nueva York a Nicaragua.
    En enero de 2009 el libro se presento en la Libreria Estudio en Escarlata, en Madrid, Espana. Entre el ano 2010 y el ano 2011, este libro fue el mas vendido en el genero de Suspenso, Crimen y Misterio en Amazon en espanol.

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador - Amazon

    https://www.amazon.es/Sherlock-Holmes-caza-Jack-Destripador/dp/9992448415

    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador : González, Arquímedes, González, Arquímedes: Amazon.es: Libros.

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador eBook

    https://www.amazon.es/Sherlock-Holmes-caza-Jack-Destripador-ebook/dp/B0748JPMTX

    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela histórica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y también el arribo ...

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador ...

    https://www.goodreads.com/book/show/18743578-sherlock-holmes-a-la-caza-de-jack-el-destripador

    La muerte de Acuario es una novela policial y de suspenso que relata la llegada del escurridizo asesino en serie Jack El Destripador a Nicaragua y, también, el ...

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador - IberLibro

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    8 oct 2013 — Great Britain. 23 cm. 220 p. Encuadernación en tapa blanda de editorial ilustrada.. Este libro es de segunda mano y tiene o puede tener ...

  • sherlock holmes caza jack destripador de gonzález arquímedes

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    Sherlock Holmes a la Caza de Jack El Destripador (Paperback) de Arquimedes Gonzalez y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible ...

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador - Libros Ninja

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    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela histórica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y también el arribo ...

  • A LA CAZA DE JACK EL DESTRIPADOR - Casa del Libro

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    El libro A LA CAZA DE JACK EL DESTRIPADOR de KERRI MANISCALCO en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • A la caza de Jack el destripador - Libros y Literatura

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    23 jul 2021 — Reseña del libro “A la caza de Jack el destripador”, de Kerri Maniscalco ... son todo un acierto para los que adoramos a Sherlock Holmes, ...

  • Sherlock Holmes A La Caza De Jack El Destripador

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    Sherlock Holmes a la caza de Jack EL Destripador es una novela histórica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y también el ...

  • Sherlock Holmes a la Caza de Jack El Destripador - Books-A ...

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    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela policial y de suspenso del escritor Arqu medes Gonz lez, ganador del Premio Centroamericano ...

  • Las chicas de Rosewood de Osvaldo Semrik

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    Anne no es como todas las ninas.
    No tiene las mismas habilidades que los demas para comunicarse. Su familia resuelve entonces enviarla a un instituto de salud mental.
    Al poco tiempo, pierden contacto con ella.
    Anne ha desaparecido.

  • Tu rancho por mi olvido de Erina Alcala

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    Derek Porter ha trabajado toda su vida para Daniel Hunter, el anciano dueno de un rancho en Dirvin Village, un pueblecito de Wyominig. Derek habia trabajado duro en el, desde que termino la universidad, pero cuando sabe que a Daniel Hunter le queda poco tiempo de vida, su vida da un rumbo que no esperaba.
    Nadie sabia que Daniel Hunter tenia una nieta espanola, llamada Susana. Por eso es una sorpresa cuando quiere traerla desde Sevilla y hacerla su heredera. Solo hay una condicion: Susana debera casarse con el capataz del rancho: Derek Porter.
    ?Sera tan buena idea realizar un matrimonio de conveniencia? ?Se casara Derek para no tener que dejar el rancho que tanto ama? ?Sera capaz Susana de casarse con alguien que apenas conoce?

  • Tu piel en mi piel de Karina Reisberger

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    Nadie queda libre del poder del subconsciente… incluso cuando el objeto de tus fantasias es tu jefe.

  • En el ultimo volumen de Divino B'atista

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    "?Que harias si tu banda favorita recien terminara de lanzar una nueva marca de ropa?"

  • ?Sueno o realidad? (The diaries of the dandelion 1) de Laura Keller

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    Septiembre de 1991, mi primer dia de instituto.

  • Belgravia, Julian Fellowes de Julian Fellowes

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    La nueva novela del creador de Downton Abbey.

  • La frontera de Don Winslow

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    La explosiva y mas que esperada conclusion de la trilogia Cartel.

  • El cementerio de los recuerdos rotos de Silvia Ibanez Cambra

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    Miguel y Adelaida son dos jovenes que se abren paso a la vida en la Zaragoza de los anos 30. Con mucha curiosidad ante el mundo y la vocacion de escritor Miguel comienza una investigacion sobre una joven chica cuyo extrano entierro presencia en compania de su amiga Adelaida, una oscura noche en un mausoleo familiar, a la cual alguien le dirige cartas que deja sobre su lapida.

  • Theodora de Christina Mcknight

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    Amistad…

  • Amigos o algo mas (Divalentis Romantica 6) de Deborah F. Munoz

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    Ana no ha decidido aun que hara durante sus vacaciones. Lo que si que tiene claro es que el primer dia se va a hartar a dormir. Pero cuando su amiga Tam se rompe una pierna al intentar subir la escalera con unas cuantas copas de mas, esta la manipula para que le haga un favorazo y se encuentra, de pronto, al cuidado de dos gemelas. Al principio es duro, pero justo cuando le empieza a coger el tranquillo a eso de ser ninera, las dos diablillas suben a la habitacion de su misterioso tio, a pesar de que lo tienen prohibido, y la vida de Ana cambia para siempre.

  • El hijo zurdo de Rosario Izquierdo

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    Lola es una madre de tendencias progresistas, divorciada y con dos hijos, que asiste a la deriva del menor de ellos, Lorenzo, hacia las oscuridades de un grupo neonazi. Rosario Izquierdo sigue en esta novela la huella de la actualidad mas incomoda, y abunda, al narrar el conflicto de Lola, en la maternidad temprana y el antiguo estigma de ser zurdo: “cuando observaba a Lorenzo usar con libertad la cera y los rotus de colores con la mano izquierda, algo se activaba dentro que me procuraba un alivio inexplicable, como si el gesto natural del nino estuviera recomponiendo fracturas interiores que me habian dividido tiempo atras”. En el intento por comprender y recuperar a su hijo, Lola se relacionara con Maru, madre de diferente clase social que vive una situacion similar a la suya. De fondo cobran peso el juego de espejos entre mujeres, las periferias de las ciudades o el potencial de las redes de apoyo ante las carencias de quienes han sido madres muy jovenes, temas a los que la autora ya se aproximo desde otro angulo en Diario de campo.

  • Nuncanoche (Cronicas de Nuncanoche 1) de Jay Kristoff

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    En una tierra en la que sus tres soles casi jamas llegan a ponerse, la joven asesina Mia Corvere acaba de unirse a la banda mas mortifera de la Republica.

  • Luna de gato de Christian Martins

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    Amanda, la chica de los labios azules, es timida, sonadora y vive en su propio mundo. Trabaja en una editorial y dibuja lunas de gato.
    Brett es abogado, es extrovertido y trabaja en un bufete. Aunque no tiene muy claro lo que le tiene preparado el futuro.
    No tienen mucho en comun, excepto que son vecinos. Y que trabajan en la misma calle. Y que ambos acabaran embarcados en una aventura comun que cambiara sus vidas para siempre.
    ?Te apetece conocerles?

  • Tantos dias felices de Laurie Colwin

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    Guido y Vincent son amigos desde ninos, estudian en Cambridge (Massachusetts) y comparten suenos: Guido quiere escribir poesia y a Vincent le gustaria ganar el Premio Nobel de Fisica. Cuando Guido se encuentra con la extravagante Holly a la salida de un museo se enamora perdidamente de ella, pero presiente que no tendran una relacion facil. Vincent, mas abierto y alegre, conoce a Misty en el trabajo y, aunque ella es una misantropa terrible, estaria dispuesto a darlo todo por salir con ella.

  • Nunca fui un angel (Hija de la mafia 1) de Blanca Santoro

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    John Preston no era un buen tipo, aunque tampoco se enorgullecia de serlo.
    Al contrario, sabe muy bien que solo es un hijo de puta con suerte. Y, quizas por esto, cuando le proponen matar al don de la mafia italiana, Giaconno Spavanta, acepta el encargo. Solo es un muerto mas en su dilatada carrera como profesional del crimen. Lo unico que ignora es que el destino tiene otros planes para el y que debera de arriesgar la vida para salvar a la mujer que ama.

  • Entre el Valle y las Sombras – Isabel Acuna de Isabel Acuna

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    Olivia Ruiz Manrique, trabajadora social con especializacion en resolucion de conflictos, regresa a su pueblo natal despues de diez anos de ausencia. Trae consigo una valija llena de proyectos y buenas intenciones, pero tambien de dolor y culpa.
    Para Miguel Robles, hacendado prospero de la region, el regreso de Olivia es un golpe duro a su corazon, pues no solo ella es la unica mujer que ha amado en la vida, sino tambien la culpable de que un grupo ilegal haya asesinado a su padre.
    En medio del encuentro y los sentimientos que siempre han estado alli; Miguel y Olivia quedaran inmersos en una serie de hechos confusos y desacuerdos sentimentales que los obligaran a enfrentar un viaje a las profundidades del alma.
    Victimas, desplazamiento forzado, injusticias, amor y erotismo son el eje fundamental de esta historia que nos habla de la pasion verdadera: esa que no se apaga con el correr del tiempo y para la cual siempre existe el perdon, el dolor y la valentia.

  • Anonimos infinitos de Marina Bernal Guerrero

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    Este libro esta hecho con relatos pequenos, microrrelatos, sobre gente anonima que ha tenido la suerte de cruzar sus vidas con la de la autora de todos ellos, Marina Bernal. Anonima, pero real. Personas que sufren, se divierten, emocionan, se separan, se quieren, cumplen anos, hacen el bien, en una palabra… viven. De ahi el titulo, gente real que esta reflejada de forma anonima. E infinito, como el mar que tanto gusta a la autora, y porque estas historias van a continuar, como continuara la vida. …Todas las breves historias que se relatan en este libro son reales, con protagonistas reales y hechos reales. Marina tiene la suerte de que muchas personas le hagan participes de sus deseos, de sus sentimientos y de sus vidas… y luego le gusta describirlos respetando su intimidad y la confidencialidad. Lo cuenta, pero la mayoria de las veces no los identifica, por eso forman parte de estos Anonimos Infinitos……

  • La ciudad, Luis Zueco de Luis Zueco

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  • La Heredera del Sello (La Orden de los Varones 2) de Antia Eiras

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    Alaina O’Brien es una mera becaria que trabaja en el museo nacional de Escocia, con la unica intencion, en su anodina vida, de acabar su doctorado en historia y arqueologia. Pero una noche de fiesta en Edimburgo, su mundo se trunca cuando unos desconocidos intentan atacarla, si bien no se espera ser salvada por un misterioso y <>. Lo que ella no sabe, es que el peligro esta mas cerca de lo que piensa y que la oscuridad la quiere para sus propios fines.

  • Nada que no desees de Tessa Cooper

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    Roberto no queria sentir y, mucho menos, enamorarse. Permitir que alguien llegase a su corazon, podria tener consecuencias desastrosas. Pero conocio a Tessa, y lo que consideraba valido hasta entonces, empezo a dejar de serlo. Sus ideales se agrietaron y se asusto, porque cuando estaba con ella, cualquier cosa era posible.

  • El ano del Oraculo de Charles Soule

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    La vida es impredecible pero…

  • Amor Latente; Romance y Pasion con el Jefe de Policia de Isabel Conde

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    Argentina, Buenos Aires, 2015. Barbara Jensen se desperto de mal humor. Su vecino, la plaga del barrio, habia llegado a su casa a las tres de la madrugada haciendo un ruido insoportable. Si su automovil tenia un silenciador, hacia mucho tiempo que habia dejado de funcionar. Por desgracia, su dormitorio estaba situado justo al frente de la entrada del vecino; ni siquiera tapandose la cabeza con la almohada pudo amortiguar el ruido de aquel Volkswagen. Cerro la puerta oxidada de golpe, encendio la luz del porche --la cual, por algun cruel y desconocido proposito, estaba colocada de forma que le daba a ella directamente en los ojos si se volteaba de frente a la ventana, tal como era el caso--, dejo que la puerta de rejilla golpeara tres veces al entrar, salio de nuevo unos minutos mas tarde, luego volvio a entrar en la casa, y evidentemente se olvido de la luz del porche, porque momentos despues se apago la luz de la cocina, pero aquella maldita lampara del porche permanecio encendida. Si antes de comprar aquella casa hubiera sabido que iba a tener aquel vecino, jamas de los jamases habria firmado los papeles que decian legalmente que estaba destinada a la desgracia junto aquel sujeto. En las dos semanas que llevaba viviendo alli, aquel tipo habia conseguido el solito estropearle toda la alegria que le habia causado el hecho de comprarse su primera casa. Era un borracho. ?Pero por que no podia ser un borracho feliz?, se pregunto con amargura. No, tenia que ser un borracho desagradable, de los que hacian que una tuviera miedo de dejar salir al gato cuando el estaba en casa. Pantera no era gran cosa como gato --ni siquiera era de ella--, pero su madre le tenia mucho carino, de modo que Barbara no queria que le sucediera nada mientras estuviera temporalmente bajo su custodia. Jamas podria volver a mirar a su madre a la cara si sus padres regresaran de las vacaciones de sus suenos, un viaje de seis semanas por Europa, y se encontraran con que Pantera habia muerto o desaparecido. * * * * Por suerte para ella, se marchaba a trabajar a la misma hora que el; por lo menos, en principio creyo que el se iba a trabajar. Ahora pensaba que probablemente iba a comprar mas bebida. Si es que trabajaba, desde luego tenia un horario de lo mas extrano, porque hasta el momento no habia logrado percibir pauta alguna en sus entradas y salidas. De todas formas habia intentado mostrarse simpatica el dia en que el descubrio las huellas del gato en el parabrisas de la cafetera que tenia por coche; incluso le sonrio, pero el tipo no presto la menor atencion a aquel sonriente ofrecimiento de paz, sino que en cambio salto furioso de su automovil casi en el mismo momento de haber puesto las posaderas en el asiento. -- ?Que te parece si no dejas que tu gato se suba a mi coche? A Barbara se le congelo la sonrisa en la cara. Odiaba desperdiciar una sonrisa, sobre todo con un individuo sin afeitar, malhumorado y que tenia los ojos inyectados de sangre. Le vinieron a la mente varios comentarios feroces, pero los reprimio. Al fin y al cabo, ella era nueva en el barrio y con aquel tipo ya habia empezado con mal pie. Lo ultimo que deseaba era declararle la guerra. Asi que decidio probar una vez mas con la diplomacia. --Lo siento --dijo, manteniendo un tono tranquilo--. Procurare vigilarlo. Estoy cuidandolo hasta que vuelvan mis padres, asi que no va a estar aqui mucho tiempo. --Solo otras cinco semanas. El vecino contesto con un grunido murmurando cosas, volvio a entrar en el coche cerrando de un portazo y se alejo haciendo rugir el potente motor con un ruido de mil demonios. Barbara ladeo la cabeza, escuchando. La carroceria del Volkswagen ofrecia un aspecto deplorable, pero el motor sonaba suave como la seda. Habia muchos caballos debajo de aquel capo. Era evidente que la diplomacia no funcionaba con aquel tipo. Pero alli estaba ahora, despertando a todo el vecindario a las tres de la madrugada con aquel maldito automovil. La injusticia de ese hecho hizo que le entraran ganas de ir una noche hasta su casa y pulsar el boton del timbre hasta que el estuviera tan levantado y despierto como todos los demas. Solo que habia un pequeno problema. Le tenia un poco de miedo y eso no le gustaba. Barbara no estaba acostumbrada a retroceder ante nadie, pero aquel individuo la ponia nerviosa. Ni siquiera sabia como se llamaba, porque las dos veces que se habian visto no fueron encuentros de los de "Hola, me llamo fulano de tal". Lo unico que sabia era que era un personaje de aspecto desalinado y que por lo visto no tenia un empleo fijo. En el mejor de los casos, era un borracho, y los borrachos pueden ser mezquinos y destructivos. En el peor, estaria metido en algo ilegal, lo cual agregaba a la lista el calificativo de peligroso. Era un individuo grande y musculoso, con cabello oscuro y tan corto que casi parecia un militar. Cada vez que lo veia tenia el aspecto de no haberse afeitado en dos o tres dias. Si a eso se le anadian los ojos inyectados en sangre y el mal genio, la palabra que le venia a la cabeza era borracho. El hecho de que fuera grande y musculoso no hacia sino incrementar su nerviosismo. Aquel barrio le parecia muy seguro, pero ella no se sentia segura teniendo a semejante tipo por vecino. Grunendo para sus adentros, salto de la cama y bajo la persiana de la ventana. Con los anos se acostumbro a no cerrar las persianas, ya que era posible que no se levantase con el ruido del despertador, pero si con la luz del sol. El amanecer era mejor que un molesto sonido metalico para levantarse de la cama. Como varias veces se habia encontrado el despertador tirado en el suelo, supuso que la habria reanimado lo suficiente para atacarlo, pero no lo bastante para despertarla del todo. Ahora su sistema consistia en usar visillos y una persiana; los visillos impedian que se viera el interior del dormitorio a no ser que estuviera la luz encendida, y levantaba la persiana solo despues de haber apagado la luz para dormir. Si hoy llegaba tarde a trabajar, seria por culpa del vecino, por obligarla a depender del despertador en vez del sol. De vuelta a la cama tropezo con Pantera. El gato dio un salto con un maullido de sorpresa, y Barbara estuvo a punto de sufrir un infarto. -- !Dios santo! Pantera, me has dado un susto de muerte. No estaba acostumbrada a tener un animal domestico en casa, y siempre se le olvidaba mirar donde pisaba. Siguio balbuceando cosas referente a su vecino insoportable y el bendito gato de sus padres. Pensando que su vecino le impediria volver a dormirse, Barbara cruzo las manos por detras de la cabeza y contemplo el oscuro techo mientras trataba de enumerar todas las cosas que queria hacer con la casa. La cocina y el bano necesitaban modernizarse un poco, lo cual constituia una reforma muy cara que economicamente no estaba preparada para afrontar. Pero pintar la casa y poner persianas nuevas haria mucho por mejorar el interior, y ademas queria derribar la pared que separaba el salon y el comedor. Despejar aquel espacio para que el comedor fuera mas una continuacion que una habitacion independiente, con un arco que podria decorar con una de esas pinturas de falsa piedra para que pareciera de roca… Se desperto con el molesto sonido del despertador. Por lo menos aquel maldito trasto la habia despertado esta vez, penso mientras rodaba hacia un costado para silenciar la alarma. Los numeros rojos que brillaban ante sus ojos en la penumbra de la habitacion la hicieron parpadear y mirar una vez mas. --Mierda --gimio disgustada al tiempo que saltaba de la cama. Las seis cincuenta y ocho; la alarma llevaba casi una hora sonando, lo cual queria decir que era tarde. Muy tarde. --Maldita sea, maldita sea --recalco, mientras se metia en la ducha y, un minuto despues, volvia a salir. Mientras se lavaba los dientes, corrio a la cocina y abrio una lata de comida para Pantera, que ya estaba sentado junto a su cuenco mirandola con el gesto torcido. Escupio en el fregadero y abrio el grifo para que el agua arrastrara la pasta de dientes. --Precisamente hoy, ?no podias haber saltado encima de la cama cuando te dio hambre? Pero no, hoy decides esperar, y ahora soy yo la que no tiene tiempo de comer nada. Pantera dio a entender que no le preocupaba lo mas minimo que ella comiera o no, siempre que el tuviera su comida.

  • Dirige tu vida de Pau Forner Navarro

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    En la escuela aprendimos ortografia, algebra y algunos hasta latin, pero nadie nos enseno las habilidades necesarias para hacer frente a los obstaculos de la vida y relacionarnos con los demas. Por eso vivimos acorralados por nuestros miedos, incapaces de defender nuestros propositos y encadenados a relaciones toxicas.

  • Manson. La historia real de Tom O'neill

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    El fiscal Vincent Bugliosi creo un relato falso sobre los crimenes de la familia Manson, pero ?que sucedio realmente en Hollywood el verano del 69 en Cielo Drive?
    Entra en los secretos del FBI, de la CIA y en la era psicotropica de los anos 60. Entra en la mente de Charles Manson.

  • El dominio mundial de Pedro Banos Bajo

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    Si en su primer libro, Asi se domina el mundo, Pedro Banos exponia como, para que y con cuales estrategias los poderosos intentaban, en dura pugna entre ellos, controlar a paises y personas, en esta nueva obra da un paso mas hacia la plena democratizacion de la geoestrategia y detalla cuales son los instrumentos que se emplean para lograr ese predominio planetario.

  • Mi doctor ideal de Francesca Duran

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    Soy un distinguido medico, joven y reconocido por mis habilidades con el bisturi y mi propia herramienta.
    No hay enfermera que se queje de trabajar conmigo. A nadie le molesta, las mujeres quedan satisfechas y mis amigos ya me conocen y aceptan.
    Tener que viajar a ayudar a la hermana de mi amigo en el Boston General sera algo facil y nueva carne para gozar.
    No me gustan las mujeres mayores asi que sera facil mantener mi miembro quieto con la hermanita de mi amigo, Bea. Ella es quisquillosa y grunona, pero una gran Doctora, una profesional en su area, se que puedo aprender de ella tambien, y no es nada parecido a mi tipo de mujer (tontas y plasticas).
    Pero conocerla es una ilusion, su cuerpo, cabello, su elegancia, su dureza, ella es un sueno. Como me gustaria tenerla, pero puedo ver que esta rota por dentro, su corazon es un roca en su pecho, quisiera abrazarla, hacerla mia. Maldicion, mi amigo no me lo perdonaria y es como mi hermano.
    Debo controlarme.
    Pero ese cuerpo me llama a gritos, yo podria con fuego ablandar ese hierro. Ya no tengo como sacarla de mi mente...
    ?Que hago? ?La hago mia o controlo mis instintos? ?Que pasara cuando me entere de su verdadero dolor?

  • Tres mujeres y una historia de Lily Carmona

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    Alba encuentra una fotografia donde aparece, siendo aun adolescente, entre dos mujeres, Ruth y Laura, amigas de su padre. Se pregunta que habra sido de ellas mientras comienza una busqueda. Uniendo los hilos de cada uno de los personajes ira tejiendo la historia de las dos mujeres, que la llevara a reencontrarse consigo misma.

  • Eric de Terry Pratchett

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    Lo ultimo que sabiamos de nuestro amigo Rincewind era que, al final de Rechicero, habia quedado atrapado en las Dimensiones Mazmorra cuando intentaba salvar el mundo. Algun tiempo mas tarde, tanto en el reino de la Muerte como en la Universidad Invisible se empieza a oir regularmente un sonido como de pasos corriendo y una voz que dice: Ohmierdaohmierdavoyamorirvoyamorir. Los magos se ponen extremadamente nerviosos, pero no tanto como cuando por fin averiguan que Rincewind vuelve a estar sobre el Mundodisco. Al fin y al cabo, el tipo en cuestion fue testigo de ciertos comportamientos poco dignos de los que hicieron gala los magos no hace mucho tiempo... Un demonologo, por otra parte, ha invocado lo que el cree que es un demonio muy poderoso y decide pedirle los tres deseos basicos de todo hombre, aunque como (en el caso que nos ocupa) dicho hombre tenga trece anos: dominio sobre todo el Disco, estar con la mujer mas hermosa del mundo y vivir para siempre. Pero es muy posible que no todo le salga como espera... Y finalmente, el Infierno esta en plena remodelacion. Un demonio joven con alma de director de empresa ha asumido el control y ahora el Infierno es eficiente, pero esto no gusta ni a las almas en pena ni a los demas demonios... Eric es una novela corta del Mundodisco, profusamente ilustrada en su edicion original inglesa por Josh Kirby (el autor de las portadas hasta Ladron del tiempo). Es la ideal para empezar a leer en ingles, y ademas se pueden hacer muchas camisetas chulis con las ilustraciones. La edicion espanola, por desgracia, no lleva ilustraciones.

  • Miranda. Una historia de almas de Karla Espino

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    Miranda, una joven de veintitres anos, estudia el ultimo grado de la carrera de Historia del Arte, en el Colegio Los Alpes de la Ciudad de Mexico. Una noche, tras una inesperada decepcion, Miranda comienza a tener una secuencia de suenos extranos que ocurren en el del siglo XV, cuando Napoles Italia fue invadida por Francia. En estos suenos conoce a un hombre, Diego.
    Es en este mundo onirico donde se desarrolla la historia. Miranda tendra que descifrar la tragedia que viene arrastrando desde su primera vida. La ilusion que ha creado el hombre la lleva a recorrer un camino lleno de misterios por el mundo esoterico, despertandola hacia una realidad que va mas alla de lo virtual.

  • Tengo los huesos desencajados de Miranda Trauma

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    ?Como sobrevive nuestro pie a unos zapatos de tacon? ?Y nuestros hombros a esos fantasticos bolsos de ocho kilos llenos de cosas <>? ?Por que hay que perder peso si sufres artrosis? ?Se puede prevenir un latigazo cervical? ?Como evitar posturas sexuales que danen tus articulaciones?

  • La isla de cristal (Los Guardianes 3) de Nora Roberts

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    Tercer libro de la <<Trilogia de los Guardianes>>.

  • Lissy de Luca D’andrea

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    Dos golpes ligeros y estas palabras: Crunch, crunch, crunch. ?Quien roe, roe? ?Quien mi casita me come? Marlene, veintidos anos, un metro sesenta, o algo mas, ojos color azul melancolia, un lunar al final de la sonrisa, indudablemente hermosa e indudablemente asustada, se miro reflejada en el acero de la caja fuerte y se dijo a si misma que era idiota. Era metal, no el mazapan del cuento. Y no habia ninguna bruja en las inmediaciones. Es el miedo, se dijo, solo es eso. Movio los hombros, dejo de respirar, como su padre antes de apretar el gatillo de la escopeta, vacio los pulmones y volvio a concentrarse. Las brujas no existian. Los cuentos mentian. Solo la vida importaba, y Marlene se preparaba para cambiar la suya definitivamente. La combinacion era facil de recordar. Uno. Tres. Dos. Luego un cuatro. Un giro de muneca, otra vez cuatro y ya estaba. Tan simple que las manos de Marlene lo hicieron todo por si solas. Aferro el tirador de acero, lo bajo y apreto los dientes. Un tesoro. Fajos de billetes de banco apilados como lena para la Stube . Una pistola, una caja de municiones y una bolsita de terciopelo. Por debajo de la caja asomaba una libreta que valia mas que todo ese dinero multiplicado por cien. Habia sangre y tal vez incluso un par de cadenas perpetuas guardadas entre sus paginas arrugadas: una interminable lista de acreedores y deudores, nombres de amigos y de amigos de amigos escritos con la caligrafia pequena, delgada e inclinada de Herr Wegener. Marlene no le dedico un segundo vistazo. No le interesaban la pistola, las balas ni los fajos de billetes. La bolsita de terciopelo, en cambio, hizo que le sudaran las palmas de las manos. Conocia su contenido, conocia su poder, y estaba aterrada. El suyo no era un simple robo. Llamemos a las cosas por su nombre. Lo que la mujer joven estaba haciendo con el corazon en un puno era… traicion. Marlene Taufer in Wegener, legitima esposa de Robert Wegener. El hombre frente al que todo el mundo se quitaba el sombrero: cuarenta anos transcurridos en la construccion de una carrera hecha de intimidaciones, contrabando, emboscadas y asesinatos. Nadie bromeaba con un hombre como Wegener. Nadie se atrevia ni a utilizar siquiera su nombre de pila. Para todo el mundo Robert Wegener era Herr Wegener. Incluso para ella. Marlene. Su esposa. Espabila. El tiempo apremia. Sin embargo, tal vez precisamente debido al acoso de las agujas del reloj, durante un parentesis entre un tic y un tac, cuando Marlene abrio la bolsita de terciopelo, la fabula volvio a tomar la delantera sobre la realidad y la mirada de la mujer joven se cruzo con la azul, profunda y terrible, de criaturas minusculas y puntiagudas. Cobolds. Le parecio incluso obvio. A los cobolds les gustaba el metal, el frio y la muerte: caja fuerte, pistola, dinero y libreta. Un nido perfecto. Los cobolds reaccionaron con ferocidad ante ese allanamiento. Se apoderaron de la luz de la habitacion, la apresaron en sus ojitos crueles y la transformaron en un destilado de odio tan salvaje que por poco a Marlene no se le cayo la bolsita de los dedos. Eso la hizo volver al presente. A la caja fuerte completamente abierta. A la villa en el Passirio. Es decir, a la realidad. La bolsita de terciopelo estaba repleta de zafiros. Carbono condensado que, debido a una broma de la fisica, habia aprendido a brillar como una estrella. Toda, o casi toda, la fortuna de Herr Wegener apretada en su puno. Pero nada de brujas ni de cobolds. Porque, se dijo de nuevo Marlene, no existian las brujas, ni tampoco los cobolds; en cambio, esas piedras preciosas no solo eran reales, sino que tambien eran la llave para su nueva vida. Siempre y cuando dejara de perder el tiempo y se largara. Sin prestar mas atencion al mundo de los cuentos, y sin pensar en la cadena de consecuencias que acababa de poner en marcha, Marlene cerro la bolsita, la escondio en el bolsillo interior de su chaqueta acolchada, cerro la caja fuerte, la oculto detras del cuadro, enderezo la espalda, le dio un toquecito a un mechon que amenazaba con acabar dentro de los ojos y dejo atras el dormitorio. Recorrio el pasillo, un tramo de escaleras, el salon, el vestibulo con innumerables espejos, la escalinata exterior. La noche la acogio con una suave brisa que soplaba del norte. No se detuvo. Puso en marcha el Fiat 130 gris y se marcho. La villa que se desvanecia en el espejo retrovisor. El discurrir de las farolas. La alianza de oro tirada por la ventanilla sin volver a pensarselo. La ciudad dormida. El desguace. Una parada rapida y, gracias a un abultado sobre de dinero, el Fiat 130 se convirtio en un Mercedes W114 color crema, con matricula <>, la documentacion en regla, los neumaticos recien estrenados y el deposito lleno. Nada de gracias. Nada de saludos. Directa hacia el oeste. Aparte de los primeros copos de nieve, todo iba de acuerdo con los planes. Al menos hasta el puesto de control a pocos kilometros de Malles. Un autentico engorro. Al final de una serie de curvas que Marlene habia empezado a enfilar, vio una furgoneta con las luces de emergencia apagadas y un par de carabineros con el aspecto de alguien que se esta muriendo de frio. O de sueno. O de quien, furtivo, esta esperando a alguien o algo. Herr Wegener tenia ojos y oidos en todas partes. Tambien entre los uniformes. De manera que: ?tentar a la suerte o cambiar de itinerario? Si no fuera por la ansiedad y el miedo, Marlene habria podido mantener todavia su plan a salvo de los imprevistos. Sin embargo, la ansiedad, el miedo y la nieve cada vez mas densa la llevaron a pisar el freno, cambiar de sentido y enfilar una carretera secundaria, desencadenando una nueva serie de acontecimientos. La carretera secundaria la llevo a otra, aun mas estrecha y sinuosa, que atravesaba un pueblecito sumido en el sueno hasta un cruce (?derecha o izquierda?, ?cara o cruz?), y aun mas adelante, con la nieve que se acumulaba en capas. Y cuando el coche empezo a dar bandazos, la chica con el lunar al final de la sonrisa decidio continuar de todos modos, con un ojo puesto en la calzada cada vez mas empinada y otro en el mapa en el que, no hace falta decirlo, ese paso (malditos sean ellos y sus mapas llenos de errores) no aparecia marcado. No era cierto. El mapa era inexacto, tal vez, como todos los demas, ?pero erroneo? Era de 1974, y en 1974 el hombre ya habia dejado su huella en el polvo lunar: no era posible que un mapa se equivocara. Marlene simplemente tendria que haber estacionado, echar el freno de mano, encender la luz del interior, respirar profundamente un par de veces y verificar mejor. Las cosas habrian ido de otra manera. Pero Marlene no se detuvo. A la ansiedad se le habia anadido la incredulidad de quien descubre que se ha perdido. Dale gas, pero adagio , se dijo, y sigue adelante. Tarde o temprano la carretera conducira a alguna parte. Un pueblo, un refugio, una explanada. Se sentiria satisfecha incluso con un espacio abierto que fuera lo bastante ancho para consentirle maniobrar y volver atras, dispuesta a desafiar el puesto de control: cualquier cosa con tal de interrumpir esa nueva e inexorable secuencia de acontecimientos y retomar el control de su propio destino. No fue asi. Tal vez la nieve, tal vez los ojos que no podian despegarse del mapa; en cualquier caso, Marlene percibio de repente que el Mercedes perdia adherencia, derrapaba a la izquierda, hacia un trompo y volaba . Fue horroroso. La negrura barrida por los faros. La nieve oscura que remolinaba en enjambres. Las fauces del precipicio. Los troncos de los arboles, inmoviles y perfectamente perceptibles en todos sus detalles. La colision. Violenta. Un fogonazo de dolor sofocado por el ruido de chapas rasgadas. Un aullido infernal, esta vez si, demasiado parecido al chirrido de la puerta de la bruja. Marlene grito el nombre de Dios. Y mientras la montana, negra y sin nombre, se cernia sobre ella, su grito se convirtio en un jadeo. Pero fue el amor lo ultimo que invoco. El amor que la habia empujado a traicionar al hombre mas peligroso que habia conocido en su vida. Ese amor que tenia un nombre. --Klaus. La ultima palabra de Marlene antes de la oscuridad. 3 Casi al amanecer. De no haber sido por el reloj, nadie se habria dado cuenta. La nevada se habia convertido en una tormenta de nieve. No habia nada de luz en el exterior, tan solo una neblina blanca. Tampoco habia nada de luz dentro de la habitacion. La arana de cristal parecia incapaz de iluminar nada, limitandose a dibujar una masa informe en el suelo. Si uno la observaba largo rato, se arriesgaba a que le asaltaran malos pensamientos. Tanto el hombre como la mujer evitaban hacerlo. Se parecia demasiado a una mancha de sangre. Aparte del tictac del reloj de pendulo y de su respiracion, solo habia silencio. La mujer estaba sentada en una butaca, las manos entrelazadas sobre los muslos apretados. Rigida como un soldadito de plomo, los rasgos faciales cristalizados en una mueca que la envejecia una decada. Llevaba una especie de uniforme. La falda hasta la rodilla, un delantal muy blanco y el pelo recogido en una trenza. De no ser por la expresion cenuda (?o asustada?), habria sido hermosa. Se llamaba Helene, y desde hacia mas de cinco anos era el ama de llaves en la villa del Passirio. Hacia mas o menos el doble de tiempo que habia dejado de morderse las unas. Esa habia sido una de las primeras lecciones en la Escuela de Economia Domestica de Bresanona, donde aprendio los fundamentos del oficio. Las manos de una buena ama de llaves, le explicaron sus profesores, son su tarjeta de visita. Nunca sucias, siempre arregladas, bien cuidadas. Dejar de morderse las unas habia sido casi como dejar de fumar, pero luego se acostumbro a ello. Durante anos la idea de volver al viejo habito ni siquiera se le habia pasado por la cabeza. Hasta que empezaron los gritos. ?Que clase de hombre podia emitir semejantes sonidos? Basto solo un instante y volvio a caer. Mordisqueaba, roia, y cuando los dientes alcanzaban la carne viva, Helene, con un gesto irritado, dejaba caer sus manos sobre el regazo para martirizarse el delantal. Luego empezaba de nuevo. Manos. Boca. Unas. Dientes. Una pequena punzada de dolor. Delantal. Y otra vez mas, desde el principio. Helene habia intercambiado una unica mirada con el hombre alli de pie, apoyado en la gran chimenea que nadie usaba nunca. Una unica mirada. Mas que elocuente. El hombre se llamaba Moritz. Habia cumplido recientemente los treinta, tenia unas ojeras como hematomas y una pistola automatica en una funda, oculta bajo la americana de su traje oscuro. Por regla general, ese traje le sentaba de maravilla. Habia pagado por el una cantidad desorbitada, pero habia valido la pena. Se lo decia por las mananas, mientras se hacia el nudo de la corbata o le daba un ultimo retoque al pelo engominado, y se lo confirmaba el interes de las mujeres con las que se cruzaba por las calles del centro. En ese amanecer, en cambio, con o sin traje oscuro, Moritz se habria sentido en cualquier caso incorrecto y torpe como un espantapajaros. Porque cuando sus ojos se reflejaron en los de Helene, el hombre de la pistola vio algo que lo aterro. Una mirada de las que habia ya captado bastantes, desde que entrara a formar parte del circulo de Herr Wegener. La mirada de una victima. Y eso no estaba bien. No estaba bien, porque Moritz era un hombre sencillo que dividia el mundo con el lanzamiento de una monedita. ?Victima o verdugo? Facil: nada mejor que el sonido de una nariz al romperse. Con su metro noventa y sus noventa kilos de peso, y su propension natural a la violencia, Moritz nunca habia sentido el miedo de la victima. Hasta el momento en que, reflejandose en los ojos de Helene, se pregunto: <>. Pero tambien: <>. Por eso dejo de mirar al ama de llaves. Y la mancha en el suelo de la habitacion. Demasiadas, demasiadas preguntas. Moritz odiaba las preguntas. Porque a las preguntas uno no podia romperles la nariz. A las preguntas no les podia meter una bala en el corazon (y otra en la cabeza, por seguridad) y hacer que se callaran para siempre. Las preguntas eran como esos insectos repugnantes, todo boca y paciencia que, famelicos y canallas, eran capaces de derrumbar incluso el mas solido de los castillos. Silencio. Eso es lo que le habria gustado a Moritz. Pasar por completo de los gritos y desaparecer durante unos minutos. Los suficientes como para ahuyentar los malos pensamientos. Un cigarrillo en el jardin. O una copita de brandi. Pero las ordenes eran las ordenes. Las ordenes, para alguien como Moritz, le cortaban la cabeza a los signos de interrogacion. Marcaban la frontera entre lo que se podia hacer y lo que estaba prohibido. Las ordenes trazaban una linea recta, simple, y el era un hombre simple. Ademas, hacian que la desobediencia fuera mucho mas emocionante. Y era esto, si queremos ser sinceros hasta el fondo, lo que le habia provocado problemas. Asi que Moritz permanecia inmovil, erguido en su traje oscuro, apoyado en la chimenea apagada. Escuchando los gritos y sintiendo el peso de la automatica, que lo aplastaba contra el suelo. Sobre la mancha informe del suelo. Helene, sin embargo, tenia una vision mas compleja del mundo. No existian unicamente el blanco y el negro. La obediencia y la transgresion, las victimas y los verdugos. Habia todo un oceano de grises en los que navegar. Bastaba poco para transformar una orden en un consejo y los consejos no eran trampas, siempre ofrecian alguna escapatoria. Sus obligaciones, por ejemplo, guardaban relacion con la villa. No con su empleador. Villa y empleador eran dos cosas diferentes. Aqui habia una via de escape. Cuando decidio que ya habia tenido suficiente de aquellos gritos, Helene se levanto de golpe y salio de la habitacion. Silenciosa como un fantasma. 4 El amanecer. Mas que verla la sintio en los huesos. No habria podido hacer otra cosa. Las ventanas que daban al jardin estaban cerradas. Solo la pantalla de una lampara, rota pero aun en funcionamiento, iluminaba la habitacion sumida en el caos. Armarios completamente abiertos, cajones fuera de sitio, mantas y ropa hechas jirones, una infinidad de papeles, joyas, cuadros, libros (menos uno) por los suelos, victimas inocentes de su furia. En el centro de la sala, toda ella de estuco y con cortinas de terciopelo bordadas en oro, sentado en la cama sin hacer, Herr Wegener se dio cuenta de que si no dejaba de gritar y empezaba a razonar de manera lucida y racional todos los logros que lo habian llevado a ser lo que era se convertirian en una montana de estiercol y esfuerzo desperdiciado. El autocontrol habia sido durante anos su orgullo. Los nervios de acero y la sangre fria le habian permitido llevar la batuta de lo que, en secreto, habia bautizado como <>. Un imperio listo para dar el salto que, ese era el plan, le consentiria elevarse desde el rango del hombre ante el que uno se quita el sombrero al del hombre en cuya presencia es obligatoria una genuflexion . En ese gelido amanecer, por mucho que se esforzara en recuperarlo, el autocontrol seguia siendo una quimera. Lo era porque Wegener no queria creer lo que sus nervios de acero y su sangre fria le sugerian. Y la que era la unica y simple explicacion: Marlene. Imposible. Marlene nunca lo habria traicionado. Marlene era su esposa. Marlene era la mujer a la que amaba. Por encima de todo, Marlene era una mujer y nunca se habia visto que una mujer lograra joder a alguien como el. O tal vez si, tal vez en algunas partes del mundo habia mujeres capaces de atreverse a tanto, pero Wegener estaba seguro de que Marlene no pertenecia a esa categoria. Ni en broma. Nervios de acero y sangre fria no estaban de acuerdo. No hacian mas que repetirselo. Ha sido ella, ha sido ella, ella, ella.

  • Todas Nuestras Vidas (Luna 3) de Violet Haze

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    Un pasado misterioso.

  • Dulce desvelo 2 de Megan Marsell

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    Tanto Beth como Maddox tienen un pasado oscuro y traumatico, un pasado marcado que les causa horribles pesadillas, obligandolos a permanecer despiertos.
    Cuando Maddox y Beth se conocen, establecen una conexion que los unira cada vez mas en las largas horas de desvelo.

  • El Proceso de la Presencia de Michael Brown

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    En esta extraordinaria obra, el fluido y lucido texto nos conduce hacia una experiencia transformadora y nos conecta con el vivo resplandor de la Conciencia del Instante Presente, donde nos esperan la liberacion, la salud y nuestra innata sabiduria. La simple lectura de este libro, sus percepciones, nos purificara y hara que recobremos la salud vital. Lo que en otro tiempo fue dificil de explicar ha quedado ahora plasmado lucidamente en este libro. Aquello que se consideraba antes un territorio de paz accesible tan solo a los <> esta ahora al alcance de todo el mundo.

  • Humeda de Francisco Correa

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    La distancia es el olvido, o por lo menos eso es lo que dicen, y esa es la esperanza que tiene Alicia, al emprender un crucero solo para solteros, valga destacar. Lo ha hecho por la insistencia de sus amigas, que no dejan de alentarla para que se olvide de las terribles circunstancias que le han sucedido durante los ultimos anos. Mientras se dirige en taxi al aeropuerto para tomar un vuelo, que la llevara de Madrid a Bari en Italia, donde se encuentra el puerto para abordar el crucero, no puede evitar recordar todo lo que sufrio por culpa de un supuesto amor. Uno que, en vez de sumar, le resto, le rompio el corazon y la autoestima en mil pedazos, y que ella no supo terminar a tiempo, de no ser por la intervencion de sus grandes amigas Lucia y Rocio. Le parecia increible que, lo que habia comenzado como una bonita relacion llena de amor y detalles, se habia convertido en un infierno. Alicia conocio a Sergio hace mas o menos tres anos, cuando ella comenzo en un nuevo trabajo en una compania de publicidad, y el tambien trabajaba alli hacia ya dos anos. Era un hombre muy guapo, alto, rubio, con muy buen cuerpo, unos ojos color avellana muy grandes y unos labios delgados, pero con una sonrisa que a cualquier mujer hacia temblar. Siempre se mostraba considerado, la ayudo a ponerse al dia con los clientes y sus requerimientos. Una maravilla, o por lo menos eso parecia. Empezaron a compartir almuerzos, y salir de copas los viernes con companeros del trabajo. Se enfrascaban en largas conversaciones de las series de moda, peliculas de estreno, musica y libros. Tenian tambien en comun, ser hijos de padres divorciados y tener dos hermanos cada uno. Al paso de los meses, comenzaron a quedar para recorrer los sitios turisticos de Madrid, porque el era de Barcelona, y con el trabajo apenas la habia quedado tiempo en dos anos para conocer mejor la ciudad. Recorrian juntos El Retiro, pasando las tardes de domingo juntos, o salian de copas el sabado por la noche. Nunca surgian insinuaciones romanticas de ningun tipo, solo disfrutaban el tiempo juntos. Habia mucha complicidad entre ellos y eso se notaba. Ella continuaba saliendo en citas con algunos chicos, pero nada pasaba a mayores, en realidad tenia bastante tiempo sin tener una relacion, ni siquiera de sexo ocasional. El salia con chicas muy guapas, rubias con piernas interminables, con porte de modelo, ese era el tipo de mujeres que le gustaban a Sergio. Nada que ver con ella, que era guapa, no porque ella lo sintiera asi, si no, porque la gente solia decirselo. Alicia es de piel morena clara, con cabello castano abundante y con unas ondas naturales muy bonitas, ojos verdes con unos toques amarillos, labios carnosos, no muy alta y con curvas. Pero el problema no era la percepcion de los demas, el problema era su propia percepcion. No tenia muy alta autoestima, siempre se sintio la chica fea. Ella preferia pasar el tiempo leyendo, sacando buenas calificaciones y destacar en el ambito laboral, que dedicarse horas y horas como lo hacian sus amigas para arreglarse, ya que, segun ella, no tenia "arreglo". Con el paso de los anos comprendio que era guapa, porque los chicos siempre querian salir con ella, y aparentemente supero todos los complejos que habia tenido en la adolescencia. Pero luego se dio cuenta que no habia sido asi, nunca los supero del todo. Un dia despues de una semana dificil en la oficina, Sergio invito a Alicia a las acostumbradas copas de los viernes. Pero esa semana todos estaban complicados con otros compromisos, y fueron solo ellos dos. Alicia que no solia tomar mucho alcohol, se tomo tres gin-tonic, y se sentia un poco achispada. Despues de tantos meses de sequia sexual, nunca habia sido una mujer con un apetito sexual muy grande, pero, ya mas de seis meses era mucho. Y para que negarlo, Sergio estaba muy bien. El por su parte, siempre habia visto guapa a su amiga y companera de trabajo. Pero no queria estropear la relacion que tenian, por un simple revolcon de una noche. Pero esa noche habia algo que fluia entre los dos, una energia que no se podia describir con palabras. Algo de lo que mas adelante, ambos se arrepentirian. En el lugar donde se encontraban pusieron una cancion que le encantaba a Alicia, ella lo invito a bailar, y el la tomo por la cintura, ella paso sus brazos por el cuello de el, quedando bastante cerca. Podian oler la fragancia uno del otro. El le paso los labios por el lobulo de la oreja, buscando proximidad, ella giro el rostro y le dio un beso suave, primero, sin abrir la boca. Luego se besaron con ganas. Se marcharon juntos al piso de el. Nada mas al entrar, se quitaron la ropa y tuvieron por primera vez un encuentro apasionado que los dejo sin aliento. Ambos se sentian muy bien, ella se quedo a dormir y a la manana siguiente repitieron. Se dieron cuenta que no habia sido un polvo de una noche, querian mas. Las cosas fueron fluyendo, convirtieron su vida en una rutina. Asistian al trabajo, compartian almuerzo y luego salian en el coche de el. Iban al piso de ella, pedian algo para cenar, veian alguna pelicula, hacian el amor y luego el, se marchaba a su piso. Trataban de que en el trabajo no se enteraran de la relacion que tenian, no querian que se prestara para rumores o malas interpretaciones, por lo menos hasta que no estuvieran seguros, que querian algo mas serio. Llevaban casi seis meses con la relacion, cuando Sergio decidio lanzarse y pedirle a Alicia que se mudara a su piso, ya que, segun el, era mas grande y mas cerca de la oficina. Alicia acepto sin pensarlo mucho. Se mudo al piso de Sergio con mucha ilusion y muchos planes, en ese momento ella ya estaba enamorada hasta la medula de el. La vida en comun comenzo siendo un lecho de rosas, compartian gastos porque ella habia insistido, el no se lo tomo muy bien, porque decia que, "el hombre debe ocuparse de todo lo de su mujer". Esta era la primera senal de alerta. En la oficina, ya todos estaban al tanto que estaban juntos, y eso no suponia ningun problema. No habia reglamento que se los impidiera, ambos cumplian con sus trabajos de manera eficiente. Al llegar a casa se amaban, y en la cama se complementaban muy bien, Sergio era buen amante y ella hacia lo posible por complacerlo. Aunque algunas cosas no terminaban de gustarle, ella aceptaba. Como el hecho de que siempre el tenia que tener el control, habia momentos en que el la azotaba y eso no la ponia muy caliente. Le encantaba ver porno, eso si lo veia solo, parecia obsesionado, hubiese preferido que la dejara a ella poner en practica todas las fantasias que tenia. Cada vez, que esta se lo mencionaba, le decia que una mujer decente no hacia esas cosas. Segunda senal de alerta. Pero lo que desencadeno el desastre, ocurrio al ano de estar viviendo juntos. En la oficina quedo vacante el puesto de gerente de cuentas, por el que se encargaba de supervisar a todos los publicistas del departamento, y se tomarian en cuenta a algunos de los chicos y chicas, que ya contaban con experiencia en la compania. Era de suponer que tomarian en cuenta el tiempo que estuviesen trabajando, los estudios, es decir, varios factores. Sergio contaba con mas experiencia en el area, en la empresa y estudios de postgrado en negocios, que lo hacian el candidato por excelencia para el puesto. Por su parte Alicia, tambien era especialista en marketing digital y hablaba ingles, frances e italiano. Habia hecho un master en negocios y lo mas importante, era muy accesible a las personas. Caso contrario de Sergio, que tenia un caracter un tanto dificil. Los directivos de la empresa se decidieron por Alicia, cosa que aparentemente no molesto a Sergio, que se mostro feliz por el nombramiento de su chica. Para Alicia, como era logico, le aumentaron el sueldo, le dieron un despacho para ella sola y le asignaron una secretaria, un cambio total en las condiciones de trabajo, y bien merecidas. Pero lo mas importante que cambio en la vida de Alicia, fue su relacion de pareja. A los pocos dias de estar en el cargo, la agencia gano un cliente muy importante que significaria miles de euros. Ella tenia que asignarle la cuenta al creativo con mas experiencia, y se decidio por Sergio. Alicia se reunio con el cliente y con Sergio, para definir la estrategia promocional de un nuevo producto. Durante la reunion, Sergio se mostro prepotente, llevandole la contraria a ella en todo lo que mencionaba. A lo que reacciono dejandole en claro y de manera muy profesional, que la que tomaba las decisiones finales en cuanto a la campana, eran ella y el cliente. Eso lo tomo de muy mala manera. Esa tarde ella se marcho sola a casa, porque el desaparecio de la oficina. Aparecio a eso de las dos de la madrugada, muy tomado y la desperto. -- Sergio, ?Que ha ocurrido? ?Por que vienes borracho? -- Le pregunta Alicia. -- ?A ti que te importa? ?O tambien tu decides cuando puedo beber o no? -- Le responde Sergio con altaneria. -- No carino, no quise decir eso. Solo que me extrana, porque tu no sueles beber. ?Vamos a dormir vale?, que manana tenemos que madrugar. -- Cierto, si no mi jefa me puede correr del trabajo. -- Dice de nuevo con sarcasmo. -- Sergio, dejalo ya, ?si? -- ?Y si no lo dejo que? -- Le grito con violencia, tomandola del cabello. -- Ya carino, esta bien… Esta bien. -- Dice Alicia llorando y tratando de zafarse del agarre. Sergio parecio reaccionar y la solto, se dio cuenta de lo que habia hecho y le pidio disculpas. Se fue al bano y se dio una ducha, al regresar se acosto a dormir como si nada habia pasado. Tercera senal de alerta. Alicia se volteo dandole la espalda y lloro todo lo que restaba de noche, sin poder pegar un ojo. A la manana siguiente, el le pidio disculpas de nuevo, diciendole que no sabia que le habia pasado, que no volveria a ocurrir. Que era un imbecil y que la amaba muchisimo. Ella, como una tonta lo perdono, y pasaron unos cuantos dias de relativa tranquilidad. No digamos felicidad, porque despues del episodio de la borrachera, algo como que se comenzo a resquebrajar entre ellos. Alicia hacia lo posible por pedirle las cosas en el trabajo, de una forma que el no se sintiera disminuido. Tampoco es que ella tratara mal a nadie, pero es que a la menor diferencia en el plano laboral, el se ponia como un monstruo. Cosa que estaba haciendo que la gente comenzara a hablar, porque eso le estaba quitando seriedad y credibilidad a Alicia. Por otro lado, a la menor discusion que tenian, Sergio desaparecia y llegaba al dia siguiente a cambiarse la ropa para ir al trabajo. Siempre venia con una historia nueva, "que se habia quedado con algun amigo, porque estaba molesto y queria evitar encontronazos con ella". Las cosas se pusieron peores un dia que ella se esmero unas cuantas horas, en preparar una cena especial. Puso velas y musica, como solian hacer cuando comenzaron a estar juntos. El llego a casa y la saludo con un beso. Alicia le pidio que destapara una botella de vino que tenian guardada. Se sentaron a la mesa a disfrutar de la comida. Comenzaron a hablar de muchas cosas, con un ambiente tranquilo, saboreando el filete de ternera con vegetales que estaba delicioso. Hasta que tocaron el tema de trabajo. -- Sergio, se que estas semanas hemos estado un poco agobiados. Pero te recuerdo que para el martes a primera hora necesito la propuesta del cliente para el lanzamiento. Hubo un silencio previo, como acumulando una potente respuesta. -- !Joder, Alicia! Yo se lo que tengo que hacer, no tienes por que repetirlo todo el tiempo. -- Le dice alzando la voz. -- No tienes por que molestarte, es un simple comentario. Ademas, yo soy la que tiene que dar la cara ante los directivos de la empresa, y ante el cliente. -- Le responde Alicia, levantando tambien la voz. -- Si, eres la jefa, y no se porque. Aunque ya me lo imagino. -- ?Que quieres decir con eso? -- Que supongo que debes haberte follado a medio mundo, para que te pusieran por encima de mi, que tengo mas experiencia que tu para ese cargo. -- Le grito. Se quedo estupefacta, no parecia una respuesta de alguien a quien "amaba". -- Si seras imbecil, ?como te atreves? Ella se pone de pie para irse a su habitacion. El la tomo con fuerza del brazo, haciendole dano. -- !Sueltame! -- Le grita Alicia. Ella trata de soltarse, a lo que el reacciona agarrandola con mas fuerza aun.

  • Los pacientes del doctor Garcia de Almudena Grandes

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    Tras la victoria de Franco, el doctor Guillermo Garcia Medina sigue viviendo en Madrid bajo una identidad falsa. La documentacion que lo libro del paredon fue un regalo de su mejor amigo, Manuel Arroyo Benitez, un diplomatico republicano al que salvo la vida en 1937. Cree que nunca volvera a verlo, pero en septiembre de 1946, Manuel vuelve del exilio con una mision secreta y peligrosa. Pretende infiltrarse en una organizacion clandestina, la red de evasion de criminales de guerra y profugos del Tercer Reich que dirige desde el barrio de Arguelles una mujer alemana y espanola, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. Mientras el doctor Garcia se deja reclutar por el, el nombre de otro espanol se cruza en el destino de los dos amigos. Adrian Gallardo Ortega, que tuvo su momento de gloria como boxeador profesional antes de alistarse en la Division Azul, para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la ultima defensa de Berlin, malvive en Alemania, ignorando que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Peron.

  • Amante Despierto de J. R. Ward

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    Antiguo esclavo de sangre, el vampiro Zsadist todavia lleva las cicatrices de un pasado lleno de sufrimiento y humillacion. Conocido por su innegable furia y su siniestro caracter, es un salvaje temido tanto por humanos como por vampiros. La rabia es su unica compania, y el terror su unica pasion, hasta que rescata a la hermosa aristocrata de la diabolica sociedad de restrictotes. Bella se siente irremediablemente atraida por el increible poder que Zsadist posee. Pero incluso mientras su mutuo deseo empieza a apoderarse de ambos, la sed de venganza de Zsadist contra los secuestradores de Bella le lleva a la locura. Ahora Bella debe ayudarle a superar las heridas de su tortuoso pasado, y encontrar un futuro con ella...

  • Casada, contigo de Pilar Parralejo

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    La melodia de una famosa cancion de Whitney Houston resonaban en la suite, y el aroma de las velas de rosa y vainilla se mezclaban con el del bano de burbujas de mora que Audrey se estaba dando. Adoraba su vida justo en ese momento, donde su felicidad no podia ser mas plena. Todo en ese preciso momento era mas que perfecto. Las luces bajas en la habitacion, el champan enfriandose, una heladera llena de fresas. Era un dia perfecto. Otras chicas probablemente preferirian una cena romantica en un restaurante lujoso en el centro de la ciudad, otras, quizas, preferirian pasar la noche entre las sabanas de su amado, pero ella estaba en Las Vegas. El padre de Sam habia recibido, como premio de su empresa, una noche en la ciudad de los excesos para dos personas y, como tanto Sam como Audrey estaban felices por cumplir un ano de novios, el senor Pear les regalo el primer viaje de sus vidas. Y alli estaba ella, dandose un bano super relajante y super romantico mientras hacia tiempo para que Sam volviera de su paseo por el hotel, luego bajarian juntos al restaurante y cenarian alguna exquisitez antes de pasear por las calles de aquella ciudad. Cerro los ojos y se dejo llevar por la musica, imaginando, con aquellos acordes, como seria su vida si todo siguiera por ese camino. Salio del bano envolviendose en un suave y esponjoso albornoz y se abrazo con el. Ya se acercaban las nueve de la noche y debian ir a cenar. Sam no subia a la suite y por un momento penso que quizas esperaba que ella bajase para reunirse con el, asi que no dudo que hacer. Corrio a por su reducido equipaje y saco de el un precioso vestido que habia comprado para la ocasion: blanco, fino, muy elegante, con un decorado metalico en la zona de los pechos y finos tirantes de brillantes que hacian aun mas marcado el ya de por si acentuado escote. Un vestido con dos telas y dos cortes: por encima de la rodilla en la parte frontal y por los gemelos en la parte trasera. De la maleta saco una bolsa de tela en la que habia un par de zapatos de tacon a juego. Antes de vestirse dio vueltas por la habitacion abrazada a esa ropa. --!Oh! ?Te imaginas que en un arrebato te pide que te cases con el? --Exclamo, dejando volar su imaginacion--. Ya iria de blanco… --Sonrio hundiendo la cara en el vestido--. Solo llevamos un ano. Es imposible que con tan poco tiempo… Le encantaba fantasear con el amor. Le encantaba imaginar que el era tan romantico como ella, aunque en realidad el era un chico, y como tal, el romanticismo lo veia de otra forma. Le encantaba imaginar un futuro en el que nada ni nadie podria separarlos. Termino de vestirse, recogio su larga y ondulada melena color chocolate de forma que le caia por un hombro dejando toda la espalda al descubierto. Se miro al espejo y lanzo un beso a su reflejo antes de coger el micro bolso y salir de la habitacion. Se sentia tan feliz que se veia radiante, y todos parecian poder apreciar su resplandor. Sonreia a todos, saludandolos animadamente mientras caminaba hacia el ascensor. Bajo con una sonrisa en los labios hasta la planta baja y camino hasta recepcion con intencion de preguntar por su novio cuando, de pronto, sintio como si alguien le hubiera dado un golpe en el estomago seguido de un punetazo en la cara. ?Aquel que se besaba apasionadamente con aquella mujer era Sam? Se acerco despacio al salon repleto de asientos de cuero negro con el pulso tan acelerado que parecia un solo latido y ahi estaba el: Sam. Su Sam. El chico con el que llevaba un ano de relacion y con el que habia venido a celebrar su primer aniversario. Se dejo caer en uno de los asientos y se cubrio la cara con un cojin, tratando de borrar la horrible imagen que se habia grabado en sus ojos. Sam tenia las manos metidas por debajo de la falda de esa muchacha, apretando sus muslos contra si mientras la besaba de una forma que ni siquiera habia hecho con ella. Lo peor era que no estaba enfadada. En ese momento no era ira lo que tenia, sino un dolor en el pecho, un dolor tan intenso que le impedia pensar con claridad. Sam se puso en pie arrastrando a esa chica consigo. Ella sonreia juguetona mientras el le susurraba algo en el oido. La nueva pareja paso por al lado de Audrey sin que el se diera cuenta de que la chica que estaba sola a pocos metros de ellos era su novia. Cuando Audrey perdio de vista a ese par supo que ahi acababa de terminar su relacion. Ella no era de las que perdonaban infidelidades, no era de las que toleraba una mentira, no era de las que dan segundas oportunidades. Tendria veintiun anos, pero tenia bastante conocimiento de la vida como para saber que una infidelidad no es solo una falta de respeto, sino de amor, y si Sam no valoraba su relacion, ella no podia hacer nada. Tampoco iba a llorar. Beberia hasta perder el conocimiento y por la manana volveria a casa sin mas, acortando un dia aquel que habia prometido ser un fin de semana de cuento de hadas. Atraveso el vestibulo para ir derecha a uno de los muchos bares de aquel magnifico complejo y se sento en uno de los taburetes que perfilaban la barra. La primera copa no tardo en llegar, ni la segunda, ni la tercera, y tampoco la cuarta. Pero siempre que tomaba algo con alcohol, por poco que fuera, siempre sentia la imperiosa necesidad de ir al bano. Y ahora no iba a ser diferente. Aunque aguantase como una campeona aun con la vejiga a punto de estallarle. Aun no estaba borracha. Habia bebido tan seguidas las cuatro copas que su organismo no habia tenido tiempo de asimilar la primera. De camino a los aseos cruzo miradas con un guapo desconocido que sonreia en su direccion. Busco a su alrededor a otra persona a quien pudiera ir dirigida esa sonrisa seductora, pero no encontro a nadie, asi que le sonrio en respuesta. Su expresion no habia mostrado una sonrisa sincera, sino mas bien una mezcla forzada entre cortesia e incredulidad. Orino como si se hubiera bebido el Lago Ness, se miro en el espejo, se humedecio la cara con cuidado de no estropear el maquillaje y salio, creyendo que iba tan derecha como una modelo en una pasarela. Nada mas lejos de la realidad. El alcohol habia empezado a hacer efecto de una manera exageradamente efectiva (si es que queria perder la razon). Se acerco al guapo de mirada cristalina y de sonrisa seductora y se sento frente a el. --Hola… --saludo, intentando mostrarse sexy e irresistible, pero lejos de conseguirlo. --Hola --sonrio el--. ?Has venido sola? --No. He venido con el capullo de mi… --empezo a gimotear, arrugando el rostro pero sin soltar ni una lagrima--. Ex. Eso es lo que es ahora mismo. El esta en una de las habitaciones con una chica que ha conocido esta tarde, espero. Y yo estoy… Creo que borracha. --Tranquila. Quedate aqui y bebe agua o come algo para que se te pase. --Me llamo Audrey Doherty. Pero todos me llaman O, ?y tu? --Edward. Edward Harrelson. Pero todos me llaman Eddie o Ed. --Tienes un nombre sexy. --Tu tambien. Y ademas una bonita cara y una figura muy sensual. Las insinuaciones no habian hecho mas que empezar, pero Audrey no dejo de beber, y cada vez que Edward pedia una copa, ella pedia otra, hasta que ya ni siquiera supo su nombre. El sol matutino entraba a raudales por la cristalera de su suite. Se llevo las manos hasta las sienes como si con ese gesto pudiera conseguir que doliera menos, pero parecia tener una docena de pajaros carpinteros martilleandole el cerebro. Al cubrirse la cabeza con la sabana se dio cuenta de que estaba completamente desnuda. Miro a su lado temiendo encontrar a alguien que no fuera Sam, pero ese pensamiento le devolvio a la realidad: Sam la habia enganado, y lo habia hecho con un descaro ofensivo, asi que ni siquiera Sam debia estar a su lado. Evidentemente estaba sola, pero tenia el vago recuerdo de haber llegado acompanada a la suite. --?Aquel guapo desconocido de sonrisa bonita? ?Un botones…? !Que mas da! Se incorporo sintiendo aun mas fuertes las punzadas de sus sienes, pero siguio hasta ponerse en pie y fue derecha al cuarto de bano. Tenia claro lo que debia hacer, y lo que debia hacer empezaba por una buena ducha. Al quitar el vaho del espejo para mirarse pudo ver un chupeton en su escote, en la parte de arriba de su pecho derecho. Un chupeton que parecia haber hecho un muerto de hambre, un chupeton grande y oscuro. --Madre mia, ?Y esto? --dijo mirandose el cuello, donde habia otro mas de iguales caracteristicas. Trato de pensar que habia hecho despues de levantarse de la barra para ir a orinar, pero un recuerdo confuso era todo lo que lograba alcanzar. Se habia sentado en la mesa de aquel tipo, pero nada mas, no recordaba nada mas. Ni siquiera como diablos habia llegado hasta la suite. Despues de vestirse no tuvo muchas vueltas que darle. Bajo a la recepcion para cancelar su estancia en el hotel, pidio un taxi y horas despues, estaba sentaba en un asiento en primera clase del vuelo que le devolveria a la realidad. Ni siquiera habia visto a Sam despues de que se fuera con la chica a la que habia estado manoseando y besuqueando frente a ella. No supo donde habia pasado la noche o con quien. No lo busco, y tampoco el la habia buscado a ella, asi que dio por hecho que ni siquiera iba a pedirle disculpas por lo que le habia hecho. Pero tampoco necesitaba que la buscase para llenarle la cabeza de mentiras.

  • Sinfonia del destino de Graci Suarez

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  • Dejame ser tu chico malo de Silvia Garcia Ruiz

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    Roan Miller es un nino estirado y altivo al que sus padres intentan moldear para que se convierta en el digno sucesor de su abuelo, un rico empresario. Falto de carino y sintiendo su casa como una prision, no puede evitar enamorarse de su traviesa vecina, quien lo reta siempre a seguir sus juegos y a convertirse en su chico malo.

  • La lluvia de Tokio es gris de Nisa Arce

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    Inmerso en la voragine de las largas jornadas de trabajo y su soledad, Kenzo siente que ya nada le emociona en Tokio, en la que reside desde hace casi veinte anos. Cuando le llega el rumor de que han visto a alguien determinante de su pasado en el barrio gay de Ni-chome, en Shinjuku, decide probar suerte e ir a su encuentro, sin saber que con ello tendra la oportunidad de darle un giro a su vida y, ademas de aceptar las consecuencias de sus actos, reconciliarse consigo mismo.

  • Amor en Venecia (Amor 2) de Esther Llull

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    " 1 Querida Cosima: Nadie se enamora de las mujeres contradictorias y absurdas como yo. Frente a mi tengo un ventanal abierto que enmarca un fragmento de jardin iluminado por infinidad de estrellas y una farola cuya luz deslumbra demasiado e impide ver la extension de todo el campo de estrellas. Y, por primera vez, comprendo que entre nosotras se esta interponiendo un fluido nuevo y excitante que no repara en igualarnos en una pretendida camaraderia. Pero no comprendo, solo percibo ese halo inesperado que trastoca el matiz de nuestra intimidad y nos obliga a disparar hacia arriba la gota de mercurio de nuestros respectivos termometros". Era una manana ya firme y muy diafana. Aquella manana habia decidido tomar un barco que me llevaria a las islas del Dodecaneso y luego deberia volver. El barco iba a navegar, en consecuencia, por el canal de San Marco y el de la Giudecca, para mostrarnos la imagen mas teatral de Venecia, desde sus islas. El barco entraba ya por el puerto del Lido. Los islotes, la vegetacion, las torres, todo era hermoso. Mas que nada, la luz… Pero yo supe que todo tambien era una trampa. No, no es absolutamente necesario seguir enganandome. En esta ciudad siempre me desoriento y me pierdo. Hay que esperar a la luz, para que pase del mediodia a la sombra, de la silenciosa penumbra a los clamores del color, casi sin transiciones, y para que cambien tanto las fachadas, las tapias, los reflejos, que parezca que se pasa ante ella por primera vez. Canaletto es un pintor que pinta siempre lo mismo a horas distintas. Y es que hay muchas Venecias inmersas en su laberinto. Por eso, he descubierto que lo mejor es abandonarse a ella. Los palacios del Gran Canal son, en su mayor parte, medievales, fuertes y delicados: ventanales ojivales coronados por treboles o cuadrifolios, logias adornadas con flores y mas flores; la fantasia gotica con su encaje de marmol, nunca tetrico ni grotesco, siempre alado; y el Renacimiento, con sus plantas superpuestas entre columnas delicadas… El porfido y la serpentina, incrustado en sus vetas, que sobre las suntuosas puertas se abren sobre tres escalones. Fachadas rosas o de colores multiples, segun la hora, e intimos. Arabescos que semejan los dibujos que abandonan las olas sobre la arena fina. Esta arquitectura es inconfundiblemente veneciana y todo se impregna de ella. D 2 e regreso, muy tarde ya, los palacios del Canal, silenciosos, eran mas esbeltos, pero estaban descoloridos y turbados, mudos bajo la tenue luna. Una escultura parecia haber conservado algo de vida, y note como se estremecia, como me contagiaba su vida y me aprete contra mi pecho. Carpaccio pinta una Venecia verde aun y apretada; Tiziano y los suyos ya se escapan al dulzor de los zumos, al fasto retumbante. Sin embargo, Canaletto y Guardi miran desde fuera: ven lo que hay y tambien a veces surgen las tinieblas… Y Tintoretto pinta gigantes retorcidos, entre la sabiduria y la condescendencia hacia los hombres comunes. Ningun ser resiste el empujon de esta belleza. No hay prima donna que resista la competencia de este don, minucioso y tan candida y habilmente ofrecido en esta bandeja de cristal. Me he echado a la calle. Me he vuelto una compradora. Venecia entera es una exposicion en que todo esta en venta. Aqui todo esta para ser visto: sombras, luces, disenos, pinturas, mascaras de un carnaval. Para ser visto por el ojo, que compartimos con los peces, o sea, el organo mas primario… Si, todo es muy primario y, a la vez, es muy vistoso y engreido de si mismo. Descubri una Venecia distinta, de fuera para adentro. Era como alguien que penetra en el secreto de lo que ya conocia, sin haber averiguado ni adivinado su verdadera intimidad. O sea, como la "renovatio amoris" de Ovidio. Me produjo una impresion extrana. Apenas embarque en una gondola, le rogue al gondolero que se detuviera ante el lugar de la Giudecca: el que tiene a los lados y de frente el esplendor del mundo. Donde yo me senti acunada, lo mismo que una nina en una gondola. Y el gondolero me introdujo en la autentica ciudad, en la otra cara de Venecia. Me vi habitante suya de un modo diferente al que hasta entonces lo habia sido. El gondolero me paseo por lugares que no reconocia: los habia contemplado desde un punto de vista mas alto, como formando parte de ellos. Ahora navego entre pequenos puentes, adelantando gondolas o acompasandolas. Ahora no me sorprendia tanto que este pueblo, juntos todos, quisiera resucitar a La Fenice. Era su permanente simbolo: el Fenix resucitando de forma interminable. Mucho mas que el Leon alado de San Marcos, reproducido infinidad de veces por toda la ciudad. El fenix significaba la ciudad renovada renovandose siempre. Siempre la misma y nunca repetida. T 3 ropece con la ciudad del siglo XVIII, cuando fue la mas libre de Europa, su valvula de escape, el refugio de los perseguidos por razones morales o politicas, el prostibulo mayor de su epoca… Con lentitud veia alzarse, ante mi y a mis lados, todas las condescendientes tolerancias que por razones economicas o de acuerdo, recibian la indefinida variedad de lujurias, de desenfrenos y de extravagancias de la Serenisima. En estos dias convalecientes me encontre envuelta por una ciudad que era la permisiva quebrantadura de sus propias normas, la legisladora flexible de cualquier infraccion. Desde el juego, que prohibia para cerrar luego los ojos ante los jugadores que la inundaban desde cualquier sitio, hasta la compasion por las livianas monjitas que se marchitaban sin amor en sus conventos de los que, indulgente, las libraban por horas. Que dos grandes pasiones, la del azar y la de la carne, confluyeron siempre entre los canales de entonces. Esta ciudad estuvo llena de proxenetas. Las mujeres que habitaban los palacios, vendian, para jugar, su cuerpo y hasta la ropa interior. Hubo que controlar, por medio de licencias, la proliferacion de chulos… Claro esta que para sacar beneficios de sus beneficios: recoger para dar. Las grandes damas jugadoras se entregaban a los ricos de entonces, que no eran ya los aristocratas, sino incluso los lujuriosos desbocados. Venecia podia haber sido una fiesta, como lo fue para Hemingway Paris. Una fiesta desenfrenada y profesional, como la que se armaria en cualquier sitio que tuviese sus dias contados. Jacobo Casanova no fue el unico. Pero si muy representativo. En esta ciudad se hacia el amor, pero siempre primero se apostaba y luego se escuchaba musica. El comienzo del Barroco se llama Venecia. Capitulo 2 COSIMA HABLA T 1 odo favorecia los encuentros simulados, los fingidos raptos de las mujeres en las gondolas, tan favorecedoras del amor. El bullicio y la alegria, mas o menos visibles, hacian cerrar los ojos de quienes no deseaban darse cuenta de que eran todos, cuando no les tocaba a unos actuar: hoy por ti, manana por mi era la ley mayor. Esta ciudad, en apariencia inmovil, que yo veia desde la motora con mas rapidez que antes, habia sido una de las mas disolutas de la Historia. Con la agravante de que fue, y continua siendo, la que mejor supo venderse, la que se entrega, pero dejando intacto lo que le conviene que sobreviva siempre. Como una pelandusca que deja que le metan mano, o lo que sea, por donde sea, pero exige que no le toquen el sombrero. Y de la cartera mejor no hablar. Me rei en un instante conmigo misma. Si, pero eso era Venecia. "Corramos un tupido velo y disfrutemos lo que sea posible". Ayer todo parecia que el mundo era una granada y que se abria, porque todo estaba en sazon y mostraba sus granos rojos y apetecibles, besables, comestibles. No importa que lo que se sea, cuando lo seas, lo seas a toda costa, con fruicion y con desprendimiento. Si no es asi, ?que mas da un papel u otro? El de esclava o el de senor, el de maestro o el de alumna. Un papel mal interpretado sera una bagatela siempre, por muy bien que este escrito… La vida en esto es igual que un teatro. La naturaleza humana es como una grieta, sin luz, sin horizontes, sin posibilidad de comprension. Yo misma me sentia fallecer o flaquear con tantos imprevistos. Y mi deseo, que buscaba seguridad, habia encontrado lo contrario. Pero el hecho de que yo haya estado equivocada mucho tiempo, quizas porque me convenia, no me autoriza a meter a todo el mundo en la misma maleta. Habia sido, hasta ahora, sumisa y docil. " 2 Querida Cosima: El tiempo de calidad es simplemente un tiempo de atencion sostenida. En esta sociedad apresurada el tiempo de calidad que compartimos es un regalo generoso porque supone el sacrificio de tiempo para uno mismo. Es mas sencillo ofrecer contacto fisico y palabras de afirmacion a nuestros seres queridos porque no requieren tanto tiempo. El factor decisivo no es tanto la actividad que se lleva a cabo, sino el hecho de compartir algo juntos, sin presiones ni obligaciones, por puro placer. En esta sociedad las personas son cada vez mas espectadoras que participantes, la atencion personalizada casi no existe. Pero para percibir y demostrar amor, para emprender este camino compartido con los demas es fundamental encontrar el tiempo necesario para conversar y esto es clave para aprender a comunicarse de una forma intima y sosegada. Un gesto de carino --un abrazo, una palmada en la espalda, una caricia, una mirada-- ayuda a reconfortar al otro y a transmitirle nuestro afecto de forma casi instantanea. Pero algunas personas evitan el contacto fisico o lo convierten en algo puramente utilitario. Despojan asi de contacto fisico cualquier carga emotiva. Es cierto que tratamos nuestro cuerpo como una barrera, algo que nos protege de los demas en vez de ayudarnos a comunicarnos. Pero es muy importante cuando una persona esta enferma o triste que le demos un abrazo, porque es un contacto directo y calido, y no tiene otra doblez. Ahora se que es preferible disculparse cuando no se han podido evitar las palabras negativas. Aunque las palabras hirientes no se puedan borrar del todo, el nino sabe que con ese intento de disculpas sinceras se paliara en parte el efecto negativo, y sabe que se esta intentando mejorar la forma de comunicar ese amor".

  • Mariposas en tu estomago (Sexta entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.

  • Lucky Jim de Kingsley Amis

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    Jim Dixon se encuentra en una situacion delicada. No sabe si va a poder conservar su puesto de profesor de Historia Medieval en la universidad, ya que para ello tendria que publicar un articulo que le granjeara la admiracion de la academia. Y no solo eso:tambien ha de mantener una buena relacion con el profesor Welch, el jefe de su departamento, un hombre pedante y despistado que probablemente no olvide con facilidad que Jim proviene de una familia de clase media baja y que las altas esferas academicas no son precisamente su fuerte. Y todo esto mientras intenta conquistar a Margaret, una de sus companeras de trabajo que se esta recuperando de un intento de suicidio a causa de la ruptura con su exnovio. ?Le acompanara a Jim la suerte para conseguir sus propositos? Una nueva traduccion de la primera y aclamada novela de Kingsley Amis, que le valio el prestigioso Premio Somerset Maugham. Una satira de la vida universitaria britanica que, aderezada con una deliciosa y mordiente misantropia, constituye una de las obras mas inolvidables de la literatura comica britanica.

  • Retractate de Sophie Saint Rose

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    Muriel Daniels odiaba a Parker Montgomery. Le odiaba de veras y no solo por la disputa que habian tenido sus familias durante generaciones, sino porque el aprovechaba cada oportunidad para intentar ridiculizarla como habia hecho por primera vez cuando tenia quince anos. Pero habia llegado el momento de vengarse de veras y en cuanto tuvo su oportunidad, no la desaprovecho. Era una pena que no hubiera salido como esperaba.

  • Hasta que me pidas de Charlize Clarke

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    El la necesita mas que al aire para respirar, ella necesita respirar…
    Alice y Chris estan conformes con su relacion de sexo sin compromiso, pero los sentimientos reales empiezan a aflorar ante el inminente compromiso de el con otra mujer, complicandolo todo.
    Posiblemente nunca sera nada serio. Justamente en eso se basa lo que ambos comparten: en la libertad de no estar bajo presion y el secreto que tienen es mas emocionante que una relacion comun. Hasta ahora, Alice, no tuvo problema con eso, pero con la aparicion de la hija del nuevo socio de Chris, empieza a dudar de todo lo que habia vivido hasta el momento.

  • El juguete del jefe (Hector 2) de Hugo Sanz

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    No pude dejar de llorar hasta el lunes. Y cuando digo que no pude dejar de llorar, me refiero exactamente a eso, a que mis ojos solo dejaron de verter lagrimas en las pocas horas que logre conciliar el sueno. El despertador sono y con ello, la vuelta a la realidad fue un hecho; tenia que enfrentarme a la crudeza de ver en el dia a dia a la parejita, haciendo planes de boda. Que me aspen si lo comprendia. Por el amor del cielo, a el se le veia tan feliz cuando estaba conmigo y tan amargado cuando aparecia ella, ?que clase de hombre era Hector que se dejaba comprar de tal forma con tal de guardar las apariencias y no dar un escandalo en su elitista circulo? No lo sabia, pero si tenia algo claro; desde luego que no era el hombre que yo queria como padre para mi bebe, esa criatura que crecia en mi vientre y que yo podia tomar como un regalo de la vida o como un dardo envenado del destino, que se habia dedicado a jugar conmigo. Me quedaba con lo primero, por muy dificiles que se pusieran las cosas, por mucho que la sombra de la traicion tratara de oscurecer mi vida, esa criatura que crecia en mi interior era lo mejor que me habia pasado nunca. Hablo de traicion y es que, pese a todo, hubo un momento en el que albergue esperanzas. Fue la noche de Halloween, cuando aparecio en mi casa. Nunca me quedo claro, porque Hector no hablaba de sus cosas, como logro zafarse de esa otra fiesta a la que debia ir con Paloma para asistir a la mia, como si fuera un mago, por arte de magia. En ese instante, cuando aparecio aquel cazavampiros (que me habia chupado las energias como si mas que cazarlos fuera uno de ellos), fui tan tonta que pense que igual las cosas habian cambiado y su corazon imperaba por fin sobre una razon que inclinaba la balanza hacia el lado de la infame de Paloma. Tonta es quedarse corta, fui una ilusa, una idiota que penso que los cuentos de principes y princesas pueden hacerse realidad, como si la suerte hubiera estado alguna vez de mi lado, como si no fuera una pobre chica de barrio en la que el solo se fijo para tener una aventura sexual que llenara el hueco que su fria relacion dejaba en su persona. El despertador sono y con ello, la vuelta a la realidad fue un hecho; tenia que enfrentarme a la crudeza de ver en el el hueco que su fria relacion dejaba en su Ahora tocaba pagar el precio, Hector habia perdido su oportunidad de saber y, en contraposicion, yo me sentia con el derecho de callar...De callar una verdad que, de saberla, quizas cambiara el curso de las cosas, pero no. No estaba dispuesta a tener que hablar para que el reaccionara de algun modo. El debio apostar por mi sin presiones y no lo hizo, que le fuera bonito. No sabia lo que me depararia el futuro, pero de momento mis labios estarian sellados. Aun tenia margen de maniobra, porque estaba tan solo de una falta y tardaria en notarseme. Mas incluso si partiamos de la base de que el uniforme de trabajo era muy holgado. Quizas pudiera trabajar un par de meses o tres mas y despues pedir la cuenta, sin dar mas explicaciones, como el habia hecho conmigo. El problema seria donde ir despues, como mantenerme y dar de comer al fruto de mi vientre. Tiempo al tiempo, no podia pensar tantas cosas de golpe. Y menos con aquella hambre atroz que, pese al sufrimiento, no dejaba de acompanarme. --?Ya has tomado una decision? --me pregunto Marta cuando entro en la cocina, dandome un beso en la mejilla y un abrazo. --Si, carino, no le pienso decir nada. --?Le vas a ocultar el embarazo? Nina, pero eso no es viable. --Durante un tiempo si. Luego me tendre que marchar con una mano delante y otra detras, pero ya encontrare el modo de subsistir. --No es justo, yo solo te digo que no es justo, ?por que tendras tu que pasar calamidades cuando el padre de tu bebe esta forrado? --Porque el tendra mucho dinero, cielo, pero yo tengo mucho orgullo. --No se yo, ?eh? Todo esto va a ser muy complicado y lo sabes. --Nadie dijo que la vida fuera facil. Me tengo que ir, Martita. --Suerte, mi nina, mucha suerte. Llegue a la oficina y ese dia si que puse cara de poker, no por mandato de Hector, como en aquella otra ocasion Ahora tocaba pagar el precio, Hector habia perdido su oportunidad de saber y, en contraposicion, yo me sentia con estaba dispuesta a tener que hablar para que el reaccionara de algun modo. El debio apostar por mi sin presiones y con su novia, sino porque me salio del alma. La primera en la frente. Fue llegar y encontrarme a Paloma con una pava que no era la recepcionista de siempre. --Mira, tu, que sepas que esta es Linda, la nueva recepcionista. Y mi mejor amiga, por cierto. --?Pero tu tienes amigas? No era consciente de ello, que sorpresas le da a una la vida. --Muy graciosa. Es que, ya sabes, me caso--la miro con total complicidad. --?Con Hector o con Linda? No entiendo muy bien lo que me quieres decir. --Con Hector, con Hector, que mas quisieras tu que te lo hubiera dejado libre. Y Linda esta aqui porque voy a necesitar mucha ayuda con la boda. Es que ya lo imaginaras, va a ser el gran acontecimiento social del ano, hasta prensa habra. --?Que te vamos a ver en el "Salvame"? Pues avisare a Gertrudis, la duena de mi piso, que le encanta ese sarao. --No, en el "Salvame" no, pero en las cronicas de sociedad si. Le daremos al evento toda la publicidad que merece. --?Y a mi que me cuentas? No se, es que de repente me vas a hacer tu confidente o que, ?me lo puedes explicar? --?Tu mi confidente? Antes escojo al chaval que suele hacer de payaso en la esquina. No, bonita, lo unico que queria era ponerte al dia de todo, por si te quedaba alguna duda. Es que no te vi en la fiesta despues del anuncio de nuestro compromiso. --?No? Ah, pues no se, yo andaba por alli, ?te has revisado la vista ultimamente? Igual ya vas necesitando gafas, que tu eres mayor que yo. --Cierto, yo no soy ninguna ninata. Y mi vista sigue fenomenal, creo que cogiste las de Villadiego porque no lo pudiste soportar. --?Has terminado ya de decir tonterias o ahora me pagan por escucharte? --No, te sigo pagando porque limpies a base de bien. Y aprovecha que, por poco tiempo, ya me encargare yo... Nueva amenaza al canto, aunque no sabia ella que yo cogeria el pescante antes de que fuera jefa, como ella misma decia. queria era ponerte al dia de todo, por si te quedaba alguna duda. Es que no te vi en la fiesta despues del anuncio de Nueva amenaza al canto, aunque no sabia ella que yo cogeria el pescante antes de que fuera jefa, como ella misma --Anda que no ha llegado hoy tempranito esta--me comento Eva en los vestuarios. --Es verdad, ella no se suele dejar caer por aqui tan pronto. --No, pero es que como comienza hoy su amiguita, pues habra querido ponerla al dia, es muy considerada ella. --Si, lo que yo considero es que ahora vamos a estar doblemente espiadas con estas dos, !vaya telita! --Patri estaba un tanto preocupada. --Oye, Vania, ?a que hora te fuiste tu de la fiesta? No te vimos el pelo mas...--Se intereso Ana. --Es que estaba indispuesta y me fui para casa, gracias. --Pues te perdiste el derroche de amor de los tortolitos. Mejor dicho, el de Paloma, que estaba exultante tras el anuncio del compromiso. --Mejor, porque igual me da un subidon de azucar con tanto dulce--ironice. --Dicen que va a ser una boda de esas de cuento, Dona Amelia ya lo dejo caer, estaba que no cabia en si de gozo --suspiro Ana--, !quien tuviera una asi! --?Una suegra? --le pregunto de lo mas extranada Eva. --No, mujer, una boda. Es que sera preciosa y como no es el novio guapo ni nada... --Si que lo es, el jefe esta para hacerle un favor--anadio Eva. --Y mas de uno y encima a mi me da que el tio debe ser estilo empotrador--Patri tambien dejo volar su imaginacion. Poco lo sabia ella, eso quien lo habia probado era mi menda lerenda, pero los dias de sexo con Hector habian tocado a su fin. Me fui a limpiar, con mis cascos, conteniendo mi rabia, pero sin llorar mas... Pude controlar mis lagrimas por suerte, porque no era plan de ir como una Magdalena por los pasillos. Y entonces lo vi venir. Hector aparecio ante mi guapisimo como era, pero con el rictus mas serio que le habia visto hasta el momento, y vino flechado a hablarme. --Necesito que pases por mi despacho, Vania, por favor. --Espera que me situe que ando un poco desubicada, ?quieres hincar con la pobre para quitarte las tensiones que te producen la boda con la rica? Es que me voy a tronchar aqui mismo y no se si estaria bonito. --Vania, entiendo perfectamente tu dolor, pero es que tu no lo comprendes. --Mira Hector, el que no lo comprende eres tu. A mi me sobra inteligencia, por poco que haya estudiado, para saber que has jugado conmigo, como siempre sospeche. Ahora no me vayas a pedir tambien que te de la enhorabuena por tu compromiso con la Barbie porque a ella no la he podido ver nunca, pero es que a ti ya tampoco. Y si me quieres despedir, me despides y terminas de demostrarme lo ciega que he estado contigo. Y si no vas a hacerlo, quitate de mi vista y no me vuelvas a dirigir la palabra nunca. --Tu misma dijiste una vez que nunca es una palabra muy grande, ?no fue asi? --Si, una de esas palabras que se reservan para las ocasiones especiales como estas. Y ahora, si no te importa, tengo mucho que limpiar. --Necesito que pases por mi despacho, Vania, por favor. --Espera que me situe que ando un poco desubicada, ?quieres hincar con la pobre para quitarte las tensiones que te producen la boda con la rica? Es que me voy a tronchar aqui mismo y no se si estaria bonito. --Vania, entiendo perfectamente tu dolor, pero es que tu no lo comprendes. --Mira Hector, el que no lo comprende eres tu. A mi me sobra inteligencia, por poco que haya estudiado, para saber que has jugado conmigo, como siempre sospeche. Ahora no me vayas a pedir tambien que te de la enhorabuena por tu compromiso con la Barbie porque a ella no la he podido ver nunca, pero es que a ti ya tampoco. Y si me quieres despedir, me despides y terminas de demostrarme lo ciega que he estado contigo. Y si no vas a hacerlo, quitate de mi vista y no me vuelvas a dirigir la palabra nunca. --Tu misma dijiste una vez que nunca es una palabra muy grande, ?no fue asi? --Si, una de esas palabras que se reservan para las ocasiones especiales como estas. Y ahora, si no te importa, tengo mucho que limpiar. Capitulo 2 Llegaba a casa al mediodia cuando me tope con mi padre, que tambien volvia del trabajo. Para eso seguiamos viviendo en el mismo barrio. --Mi nina, ?como estas? --Me abrazo y me dio un beso en la frente. No sospechaba el lo mucho que yo necesitaba sus abrazos. --Bien, papa, ?y tu? ?Que tal en el trabajo? --Muy bien, carino. Me ha caido del cielo, se ve que las malas rachas no duran eternamente. El seguia sin atar cabos de por donde vino su oferta, claro. --No sabes lo que me alegro por ti, papa, me alegro tanto...--Tontona de mi, comence a llorar porque la sensibilidad la tenia a flor de piel y no lo podia remediar. --Ya, ya, hija mia, lo supongo, ?tu estas bien, Vania? --Bien, bien, papa, ?y tu? --Yo muy bien, hija, pero ?a que vienen estas lagrimas? --No me eches cuenta, papa, que tendre un dia tonto, solo es eso. --Vania, yo te conozco muy bien, quien te va a conocer mejor y tu tienes algo metido ahi en el corazon. --Que cosas dices, papa--En el corazon no tenia yo nada metido, pero en el vientre... --Pues la verdad, carino, ?te ha hecho dano algun chico? Porque si es asi tu me lo dices, que le parto el alma. --No, no es eso, papa. --Y entonces, ?que es? Porque a mi no me la das, Vania, suelta lo que sea. No pensaba yo hacerlo tan pronto, esa es la realidad, pero mi padre insistio e insistio y al final lo logro. --Papa, si te cuento una cosa, ?tu me guardas el secreto? --Carino, ?soy yo de ir pregonando por ahi tus cosas? --Ya se que no, pero es muy delicado y no quiero que se sepa todavia. --Hija, ?estas embarazada? No me hizo falta pronunciar a mi unas palabras que me impresionaban bastante. Afirme con la cabeza y entonces si que me abrazo fuerte. Entre nosotros se hizo un silencio que termine yo. --Papa, pero que esto no cambia nada, yo estoy bien. --?Y el padre de la criatura? ?Lo conozco? --la pregunta estaba cantada. --No, papi, ni lo conoces tu ni lo conocia yo, porque ese no es ya nadie en mi vida. --?Te ha enganado, carino? Ay, mi pobre nina. Si yo lo cojo, no se lo que le hago

  • A tu lado 4 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • Vacaciones al amor de Isabel Keats

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    Pase, el senor Anglada la recibira enseguida --anuncio la desdenosa secretaria, al tiempo que abria la puerta de un amplio despacho de paredes de cristal. El contraste entre el antiguo edificio senorial, con sus grandes ventanales, y la decoracion vanguardista del interior llamaba la atencion. Detras de la mesa interminable un hombre de pelo castano claro, sentado de espaldas, hablaba por el movil. Cuando termino la conversacion giro el sillon de cuero hacia mi y pude verle la cara. Le reconoci de inmediato. Su rostro permanecio inexpresivo; sin embargo, sus ojos turquesa, que brillaban con regocijo al devolverme la mirada, le delataron. Era evidente que el tambien se acordaba de mi, y esos ojos burlones me obligaron a retroceder en el tiempo hasta la semana anterior… Como marcaba la tradicion, las antiguas alumnas de las Esperanzadas en la Fe --una especie de nucleo duro de las Ursulinas--, promocion de… (he olvidado la fecha), celebrabamos nuestro aquelarre anual navideno. Una cena en la que el vino fluia como el petroleo en el golfo de Mexico y donde las colillas parecian castellers intentando fugarse del cenicero, a pesar de los ingentes esfuerzos de los camareros que no daban abasto vaciandolos; mientras nosotras, inseparables desde el colegio, poniamos a caldo a los maridos que quedaban o a los ex que aumentaban de ano en ano. Yo seguia soltera y, tras cortar con mi ultimo novio --la lista de nombres comenzaba a ser dificil de recordar--, sin compromiso. Mis amigas me acusaban de inmadura, de tener una puntuacion de once --en una escala del uno al diez--, del sindrome de Peter Pan. Quiza fuera cierto, pero, como yo les decia a menudo, su ejemplo no invitaba a tirarse de cabeza al abismo del matrimonio y al averno de los hijos, precisamente. La verdad es que no estabamos sacando conclusiones provechosas sobre aquel tema recurrente. Las casadas hacian proselitismo de la familia y los ninos, a pesar de echar pestes de ellos, y las separadas exaltaban la libertad de volver a bailar la danza del apareo una vez cumplido el ciclo natural de la reproduccion y cuidado de las crias; pese a quejarse amargamente de que, a esas alturas, no quedaba ni un solo tio al que se le pudiera aplicar el calificativo de normal. En realidad, dudo mucho que ninguna de ellas estuviera capacitada para extender a nadie el certificado ISO de <>. Cualquier fulano que viera su actitud de perras en celo, siempre a la caza y captura, no entenderia que alguna de ellas hubiera pasado mas de cinco anos en el delicioso estado marital; es mas, incluso podria llegar a pensar que esos anos transcurrieron entre los muros inexpugnables de un convento de clausura, en el que el unico polvo que entro jamas fue el que se acumulaba en los reclinatorios. Yo hacia loas de la vida sin ataduras de ninguna clase. Por un lado, no tenia que aguantar por obligacion los ronquidos de un tipo a mi lado cada noche, conteniendo las ganas de tirarlo al suelo de una buena patada. Tampoco debia soportar la presencia de pequenas alimanas pululando a mi alrededor volviendome la cabeza del reves y sin posibilidad de mandarlas a jugar a la autopista. Pero, al mismo tiempo, renegaba de los donjuanes canis y, a veces, de la soledad. En ese momento de la noche, mi estado era bastante… como lo diria… quiza la palabra mas adecuada fuese <>. Hacia rato que las ganas de hacer pis no me permitian atender a la conversacion, asi que me levante -- estuve a punto de tirar la copa de vino y el platito del pan-- y, un poco tambaleante, me dirigi al lavabo. Aliviada como un hipopotamo en el zoo, me di un retoque de brillo en los labios, ahueque mi melena y sali. Justo en ese instante, se abrio la puerta del bano de caballeros y de el salio un hombre alto, de unos cuarenta anos, de pelo castano y unos impactantes ojos color turquesa. --Oiga! --exclamo y me agarro del brazo. Indignada, me desasi con brusquedad y grite: --No se le ocurra tocarme, baboso! --Solo queria decirle… --insistio el hombre a pesar de todo. No le deje terminar. Sintiendo una agresividad que se me escapaba hasta por las unas de los pies --puede que como consecuencia de la conversacion con mis amigas o, quiza, fuera el efecto de los dos gin-tonics que me habia tomado-- le espete: --?Pero es que no puede una mujer decente salir a cenar sin que cualquier viejo verde se vea en la obligacion de intentar ligar con ella? Los derechos de las mujeres, ?los enmarcamos y nos olvidamos de ellos? ?Acaso seguimos en la Edad Media, aquella deliciosa epoca en la que cualquier pelado barrigon tenia derecho de pernada? A medida que iba disparando una pregunta tras otra, implacable, sentia que de un momento a otro comenzaria a soltar espuma por la boca. El tipo parecio encogerse ante semejante retahila de cuestiones de dificil respuesta y se hizo a un lado asustado. Envalentonada con mi victoria, ergui la cabeza y me deslice triunfante hacia mi mesa, esquivando las de los demas comensales. Debian haberlo oido todo, pues, a medida que avanzaba, podia escuchar a mis espaldas risas disimuladas de apoyo, lo que me produjo una gran satisfaccion. Al llegar donde estaban mis amigas, Ana me dijo: --A ver, date la vuelta, oh, reina de la liberacion de la mujer! De manera teatral, di una vuelta sobre mi misma, sintiendome como una modelo de pasarela o, tal vez, la Bella bailando sin la Bestia; pero, de repente, repare en que las risas de mis amigas se habian convertido en carcajadas histericas. Ahi estaban todas ellas retorciendose en sus sillas, mientras se les saltaban las lagrimas. --?Que pasa? ?Que pasa? --masculle, al tiempo que mi sonrisa se convertia, poco a poco, en una mueca rigida. Por fin, Angela, que era el alma candida de la pandilla, me lo solto: --Hija, al ir al bano se te ha quedado la falda metida por la goma de las bragas y te las ha visto todo el restaurante; pero no te preocupes, que son bastante monas. --Y estan limpitas… --anadio la mala pecora de Isabel, que siempre disfrutaba con las desgracias ajenas. Con la rapidez del viento cuando no hay, coloque la falda en su sitio y me sente, agachando la cabeza hasta que mi larga melena me cubrio la cara. Ahora oia las carcajadas sin reservas de todos presentes; tenia la impresion de que incluso el cocinero habia abandonado sus fogones para venir a reirse de mi. Por un resquicio entre los mechones de mi pelo mire hacia la mesa de al lado… y alli estaba el hombre del bano, mirandome y sufriendo convulsiones. Incapaz de resistir aquella sonada humillacion por mas tiempo, me levante, tire unos cuantos billetes sobre la mesa, y me fui a casa corriendo, dispuesta a no salir de ella durante el tiempo que me quedara de vida. ?Alguien puede imaginarse mi sorpresa y mi consternacion cuando, pocos dias despues, al ir a realizar una entrevista de trabajo --para la que me habia preparado a conciencia durante semanas-- resulto que mi entrevistador era, nada mas y nada menos, que el tipo odioso del restaurante? --Bueno --exclamo aquel mismo hombre, cascando como una nuez el opresivo silencio que reinaba en el despacho--, quiza habria sido mejor que viniera usted hoy con pantalones… Completamente abochornada, senti que me ruborizaba hasta el blanco de los ojos. Entonces, eche mi silla hacia atras, aranando sin piedad el inmaculado parque, le lance mi mejor mirada de desprecio, agarre el bolso con fuerza y me largue de alli dando un portazo; aunque, si tenemos en cuenta que la puerta era de cristal, el efecto no resulto muy dramatico que digamos. Lo que mas rabia me daba de todo el asunto era que, durante un segundo de enajenacion letal, habia encontrado atractivo a ese aborrecible bicharraco. Taconeando con fuerza, sali al vestibulo y me dirigi a toda prisa --es decir, a la velocidad de crucero de una muneca de Famosa dirigiendose al portal que era lo maximo que me permitia mi estrecha falda de tubo-- hacia el ascensor. Las pesadas puertas de acero comenzaban a cerrarse cuando una mano, de dedos largos y fuertes y unas cortas e inmaculadas, aparecio de la nada y las obligo a abrirse de nuevo. --Senorita Poliakova, si fuera tan amable de volver a mi despacho. Todavia no ha terminado la entrevista --comento muy tranquilo. --Para mi si lo ha hecho, senor Anglada, no voy a permitir que nadie se ria de mi.

  • Lilium de Danney Evans

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    Lilly Russell es una chica millonaria la cual viajara por todo el mundo buscando algo o alguien que la llene, viajara junto a su fiel mayordomo Jaime. Ella conocera a ocho chicos que le cambiaran la vida, ella dice ser su salvadora, pero, ?Realmente lo sera? o tal vez ellos la salvaran a ella.

  • Libertad emocional de Ferran Salmurri

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    Durante cientos de anos el progreso y el crecimiento, desde este punto de vista, han sido lentos y han estado llenos de obstaculos. Sin duda, uno de los principales ha sido el sometimiento a nuestros sentimientos y emociones. El odio, la envidia y, principalmente, el miedo, entre otros, han sido los guias de nuestro comportamiento, mucho mas que la racionalidad. El inmovilismo, la esclavitud emocional y la ignorancia de las propias posibilidades nos convierte en seres mas faciles de someter y dominar. Pero ?como liberarnos de las prisiones y las tiranias en que a veces se convierten nuestros sentimientos y emociones? Actualmente disponemos del conocimiento necesario para mejorar nuestra libertad emocional. El objetivo de este libro es, precisamente, poner sobre la mesa una porcion de este conocimiento y, con ello, servir de motivacion y guia para mejorar nuestra salud psicologica. En otras palabras, disponer de las estrategias necesarias para un control mas adecuado del estres y disfrutar de un mejor indice de felicidad y bienestar.