• secretos del destino - Jenifer N. Luna

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    El destino no te dejara guardar secretos por tanto tiempo.

  • Secretos del Destino Versión Kindle - Amazon.es: Libros

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    Secretos del Destino eBook : Luna, Jenifer N.: Amazon.es: Libros.

  • SECRETOS DEL DESTINO | STACY CONNELLY - Casa del ...

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  • secretos del destino (ebook) - stacy connelly - Casa del Libro

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  • Reseña: Secretos del Destino-Jenifer N. Luna - El Olimpo ...

    https://olimpoentrelibros.blogspot.com/2020/02/resena-secretos-del-destino-jenifer-n.html

    16 feb 2020 — Bueno, el día de hoy les traigo una nueva reseña del primer libro de una ... El destino no te dejará guardar secretos por tanto tiempo.

  • Secretos del destino - Caótica

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    Otros libros del autor. Romance inesperado. Titulo del libro: Romance inesperado; Connelly, Stacy: 9788468762173: HARLEQUIN: Pedido a proveedor.

  • SECRETOS DEL DESTINO - LAURA MOLINA GARCIA

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  • Secretos del Destino by Jenifer N. Luna - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/36559611-secretos-del-destino

    #ApasionadasLiterarias. Primero que nada agradecer a la autora y al grupo dejarme participar en la lectura. El libro me ha gustado mucho, me enganche al ...

  • el gran libro de los oráculos o los secretos del destino ...

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  • Secretos del destino – Stacy Connelly | Ebook and PDF

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    20-nov-2015 - Descargar Secretos del destino – Stacy Connelly PDF, eBook, ... Los Hermanos, Descargar Ebooks Gratis, Libros En Espanol, Destino, Libros ...

  • La Chica V de Mya Robarts

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    En la Norteamerica post-apocaliptica, las violaciones son legales. Lila Velez necesita perder su virginidad antes de que las tropas visiten su pueblo y la tomen por la fuerza. Ella hace planes para seducir a su mejor amigo. Lila no lo ama, pero el es el unico que le ha demostrado un carino que ella esta dispuesta a usar como sustituto del amor.

  • Como romper las reglas… y no morir en el intento de Kaera Nox

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    Cuando se trata de hombres, Paula tiene tres reglas basicas en su vida:
    1o Polvos rapidos en lugares neutrales.
    2o “Una y no mas, Santo Tomas”.
    3o NUNCA mezcles negocios y placer.

  • Los chicos del calendario 4: Agosto, septiembre y octubre, Candela Rios de Candela Rios

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    Me llamo Candela Rios. Supongo que a estas alturas del ano no hace falta que te explique quien soy o por que estoy recorriendo el pais de norte a sur y de este a oeste. Los chicos del calendario ha llegado a su ecuador y cada vez estoy mas cerca de acabar esta aventura. Cada mes he vivido una experiencia unica y he conocido a personas maravillosas con las que he aprendido lecciones inolvidables.
    En agosto, septiembre y octubre visitare tres nuevas ciudades para continuar con mi busqueda de un hombre que valga la pena y me haga cambiar de idea sobre el sexo opuesto. Aunque ?quereis saber algo? Creo que empiezo a atisbar lo que buscaba. No tanto al hombre en si, sino la respuesta. Empiezo a entender que todo es cuestion de perspectiva o del momento vital de atravesamos. Y que la cuestion no es tanto dar con ese ejemplar perfecto y unico en su especie, sino encontrar ese chico cuyo momento coincida con el tuyo y haga que este caos que es el dia a dia sea tan intenso que ya no te importe subirte a la montana rusa del amor.

  • El jardin de los secretos de Ivan Soler Real

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    Aquella manana, la inspectora Robin comenzaba su rutina como si se tratara de un dia cualquiera. El aroma del cafe recien hecho ayudaba a sus sentidos a irse despertando. Como cada manana, una casa sobria y vacia le daba los buenos dias; el tipo de vida que habia elegido no le dejaba mucho tiempo para conocer a nadie. Tras una ducha rapida, se dirigio a su puesto de trabajo en la Brigada de Patrimonio Historico de la Policia Nacional. Pero este no seria un dia mas, de camino recibio una llamada telefonica, uno de los cuadros mas importantes del Museo Nacional del Prado en Madrid habia sido sustraido. Debia dirigirse al lugar inmediatamente, el director del museo requeria su presencia. De un volantazo, cambio el rumbo de su vehiculo y se dirigio hacia el lugar de los hechos. En la puerta su companero, el subinspector Gonzalez, la esperaba impaciente fumando un cigarrillo. La prensa no tardaria en enterarse y su comisario necesitaba material para poder afrontar ese cumulo de preguntas al que se enfrentaria. --Buenos dias jefa, el director del museo nos esta esperando. --?Donde esta el fuego? No se a que vienen esas prisas --contesto la inspectora con su habitual mal humor matutino. El museo permaneceria cerrado al publico ese dia. Al acceder por la puerta principal, un empleado ataviado con traje y corbata hizo un gesto a los agentes para que le siguieran. Atravesaron varias salas y pasillos hasta llegar a un gran despacho de aspecto senorial. En el fondo quien parecia ser el director del museo. --Buenos dias agentes, tenemos que actuar con velocidad, El Jardin de las Delicias ha sido robado. --?El Jardin de las Delicias? --repitio el subinspector Gonzalez. --Es un cuadro de El Bosco, si no me equivoco, --contesto Robin. --Efectivamente. Es la obra maestra mas importante que pinto el autor, y una de las piezas mas preciadas de nuestro museo --puntualizo el director. --Pero ?Como han podido burlar las medidas de seguridad de este museo?, y ?como demonios no se han dado cuenta de la sustraccion hasta ahora? --Bien inspectora, ha sido un cumulo de circunstancias. El cuadro fue llevado a los sotanos del museo para realizarle labores de conservacion. Lo que en principio se trataria de un par de dias, se convirtio en una semana debido a que los dos expertos restauradores que debian realizar esas labores contrajeron una enfermedad, creo que gripe, y no vinieron a trabajar durante varios dias. Esta manana iban a volver a colocar el cuadro en la exposicion y los encargados del transporte se percataron de que ya no se encontraba alli. --?Que dicen las camaras de seguridad? --pregunto la inspectora. --Los vigilantes han estado revisando las camaras y no han visto nada anormal. --Pues caso cerrado, el cuadro se ha volatilizado --dijo Robin sarcasticamente. --Inspectora, esto es muy serio. Esta manana he hablado con el Ministro de Cultura, el cual, a su vez, ha telefoneado a su Comisaria General, este caso es de maxima importancia -- comento el director del museo con voz amenazante. Robin sabia de primera mano que cuando los politicos se inmiscuyen en el trabajo policial, siempre es para empeorar la situacion. La burocracia y la eficacia rara vez van de la mano. Asi que intentaria recuperar esa obra maestra antes de que ningun jefe pudiera meter las narices en su trabajo. Despues de la interesante conversacion con el director, Robin fue guiada hasta el lugar de los hechos, los sotanos del majestuoso Museo del Prado, los cuales albergan una de las mayores colecciones de arte del mundo. La seguridad parecia ser impenetrable, puertas blindadas, camaras de seguridad, sensores de movimiento, guardias armados; parecia imposible que algo pudiera salir de alli sin ser detectado. Al llegar a los accesos del cuarto donde debia de estar la pieza sustraida, pudieron ver como el equipo de Policia Cientifica aguardaba la llegada de los investigadores. La inspectora comenzo a repartir tareas. --Podeis empezar con la inspeccion ocular, extraer cualquier huella o muestra genetica que pudiera haber en esta habitacion, no importa donde se encuentre ni a quien pertenezca. Gonzalez, quiero los nombres de los restauradores que debian haber trabajado estos dias y no lo hicieron. Disculpe director, necesitaria los nombres de todos los empleados que tienen acceso a esta camara, asi como los vigilantes de seguridad que estuvieron anoche de servicio. Les tomare declaracion a todos ellos. Tambien necesitaria las imagenes de todas las camaras de seguridad de todo el Museo referente a las ultimas veinticuatro horas. Un cuadro de dos metros de alto por dos metros de ancho no puede haber desaparecido sin dejar rastro. --Disculpe inspectora, pero por motivos de seguridad no le puedo facilitar todas las grabaciones de las camaras. Piense que en este lugar hay obras de un valor incalculable. Cada empleado tiene una serie de claves unicas de acceso, y nuestro sistema de seguridad es uno de los mejores del mundo, considerado de alto secreto. Si le entregase las imagenes seria una intromision en nuestra seguridad. --Si su sistema de seguridad fuera tan bueno yo no estaria aqui. Si no me las facilita voluntariamente volvere con una orden judicial. Usted preocupese por su trabajo que yo hare el mio. Tras unos segundos de silencio, el director del museo puso cara de pocos amigos mientras contestaba. --Hable con mi ayudante, el le facilitara todo lo que necesite. Tras esas palabras, se dio la vuelta y abandono la estancia sin despedirse. Se veia a primera vista que aquel hombre no estaba acostumbrando a recibir ordenes, y menos provenientes de una mujer veinte anos mas joven. El cerebro de la inspectora comenzaba a funcionar a toda velocidad. Habia aun muchas dudas que despejar. ?Por que ese cuadro? Una vez en el interior, los ladrones podrian haberse llevado lo que hubieran querido. ?Por que ese en especial? Quizas algun comprador estuviese interesado especificamente en esa obra. Habia mucho trabajo que hacer. El resultado de la inspeccion ocular fue negativo. Ni huellas, ni vestigios, ni nada por donde empezar a tirar del caso. Parecia ser obra de un fantasma. Algo no encajaba en ese robo. Eso no se parecia a ninguno de los casos que habia dirigido la inspectora. Normalmente, la mayoria de los robos de obras de arte se producian en iglesias o museos con pocas medidas de seguridad. Incluso los lardones de guante blanco dejaban alguna pista, una imagen, una huella de pisada, trazos de herramientas en puertas forzadas, algun testigo presencial, algo por donde empezar a investigar; las cosas no desaparecian por si solas, y menos una obra maestra sustraida del interior de la camara acorazada que el Museo del Prado tiene por sotano. La teoria de que el autor pudiera ser alguien de dentro cada vez cobraba mas fuerza. Todos los trabajadores que tuvieron acceso a esos sotanos fueron pasando por la oficina de la inspectora uno por uno; todos ellos fueron interrogados. Las tarjetas de seguridad de los empleados dejaron constancia electronica de todos y cada uno de los movimientos que hicieron. Las entradas y salidas, los dias y las horas, el tiempo que estuvieron, nada se salia de lo normal. Mas tarde, los vigilantes de seguridad que custodiaron el recinto esa noche dieron su version de lo sucedido. Nadie vio nada; todos hicieron las rondas establecidas, nadie falto a su puesto de trabajo. Los ultimos en ser oidos en declaracion fueron los dos expertos restauradores encargados de realizar los trabajos de conservacion de la pintura. Ambos habian caido enfermos en circunstancias similares. Segun ambas versiones, hacia cinco noches salieron con un grupo de empleados del museo para celebrar la jubilacion de uno de ellos. Estuvieron cenando en un restaurante de Sushi y algo les provoco una fuerte intoxicacion. Permanecieron en cama con gastroenteritis aguda hasta el dia en el que ocurrieron los hechos. Esa manana, tras obtener el alta medica, los expertos realizaron los debidos cuidados y procedieron a la limpieza de la obra en cuestion, abandonaron los sotanos del museo a las 17:05 horas, juntos y con las manos vacias. Nada parecia sospechoso. Este caso iba a provocar mas dolores de cabeza de lo esperado. Despues de una larga jornada de trabajo, Robin dejo irse a casa a los miembros de su grupo y se quedo sola en la oficina. Queria saber algo mas acerca del cuadro sustraido. El Jardin de las Delicias era una obra maestra realizada por el pintor holandes Jheronimus Bosch, conocido en el mundo del arte como "el Bosco". El cuadro, pintado al oleo, era lo que se denominaba un "triptico", hecho en tres laminas, una central y mas grande, y otras dos laterales que se cierran, a modo de puertas, sobre la tabla del medio. El contenido del cuadro habia sido siempre polemico, habiendo diferentes teorias en cuanto a lo que representaba. La principal era que la obra pretendia mostrar la historia del mundo, desde su nacimiento, hasta el apocalipsis. Cuando el triptico permanecia cerrado, el cuadro dejaba ver un planeta oscuro y sin vida; sus tonos grises y vacios daban un aire tetrico a las tablas. Pero abierto, la pintura arrojaba una explosion de color y alegria que lo inundaba todo. En el panel izquierdo se observaba un mundo verde y con fauna animal y tres personas en el; al parecer representaba el paraiso. El panel central y mas grande, mostraba una amalgama de personas y animales realizando diversas actividades, al parecer unicas, todos estaban completamente desnudas y parecian disfrutar de lo que hacian. La pintura central daba a Robin una sensacion extrana de sobrepoblacion. Por ultimo, la tabla de la derecha mostraba la decadencia del mundo; muertos y heridos se agolpaban por todos los lados proyectando en ese lateral un aire siniestro. Ese cuadro le resulto interesante a la inspectora Robin. Se trataba de una de esas piezas, repletas de detalles, que se puede estar mirando durante dias y siempre se descubre algo nuevo.

  • Beautiful. Resistance de Daniela Sk

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    Dylan lleva una vida sin complicaciones, disfrutando los beneficios de la fama, y sabe que jugar al heroe va a transformar a la mujer frente a sus ojos por completo.?Quien iba a pensar que gracias a su pequeno acto de rebeldia, pondria en peligro todo lo que conoce?

  • El dia que se perdio el amor de Javier Castillo

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    Adictiva, trepidante y absorbente, Javier Castillo, autor del exitoso thriller El dia que se perdio la cordura, nos introduce de nuevo en una historia frenetica cargada suspense y amor a partes iguales.

  • Antologia de Novelas Policiacas 1 de Jack Rosewood

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  • 3 noches en Oslo de Paula Gallego

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    Kenny se lo ha jugado todo a una carta; su ultima carta. Se ha despedido de sus padres y de su hermano. Esta preparado para irse.
    Sin embargo, las cosas cambian cuando conoce a Lena, una artista como el que ama la belleza en el desorden y las contradicciones. Ella es puro caos; es anarquia. Con ella, llega un atisbo de mejoria. Y, por primera vez en mucho tiempo, Kenny se permite tener esperanza. Pero tenerla es peligroso; puede ser cruel y devastador y ambos tendran que hacer frente al miedo y a la incertidumbre mientras su amistad toma un rumbo arriesgado.
    ?Que hay tras los dibujos de Lena? ?Que esconde la tinta en los versos de Kenny?
    Tomaran decisiones, haran promesas dificiles y, quiza, pasen tres noches en Oslo.

  • Lo que encontre cuando te perdi [LGBT] de Fabian Tapia

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    La vida de Zile Thorn se esta cayendo a pedazos y su unica forma de sobrellevar el dolor es destrozando a la unica persona que lo habia hecho sentir completo. Hasta ese fatidico accidente en un concurso de ballet cuando Rob Hilsen se equivoco en su melodia y le ocasiono el retiro perpetuo de las pistas. Su relacion -una en la que no cabian las pesadillas- ahora se ha vuelto tormentosa volcada en ese precipicio de rencor, lagrimas y canciones rotas. Zile no solo no podra volver a bailar, sino tampoco volver a amar, pues lidiar con ese abismo le resulta abrumador y prefiere cobrar venganza rompiendo un corazon en todas sus formas posibles.

  • Nunca mas olvidada de Christina Mcknight

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    Una dama olvidada por todos…

  • Tierra sin hombres de Inma Chacon

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    El aguacero descargo sobre el camposanto como si quisiera cobrarse una deuda. Los goterones rebotaban sin interrupcion sobre los paraguas que rodeaban el ataud, resignado a recibir el diluvio soportando el sonido constante de la lluvia al estrellarse contra la tapa. Mientras, los deudos permanecian con la mirada clavada en el hoyo. Ni una sola corona de flores, ni una lagrima, ni un ramo descuidado, ni un suspiro, ni un rezo, ni un gesto de desolacion. Solo el ruido del agua. Y, a lo lejos, el mar, embravecido y triunfante, levantado sobre si mismo para que todos supieran que tambien el habia acudido al entierro. Ninguno de los presentes recordaba haber vivido un temporal semejante. Se habia formado cinco dias atras, cuando el horizonte comenzo a llenarse de nubes que se ennegrecian a medida que se acercaban a tierra y alcanzaban la costa, alimentandose unas a otras, despacio, amenazantes, hasta formar una masa de nubarrones que encapoto el cielo de Cobas y se precipito sobre las colinas donde se desperdigaba la aldea. Desde entonces, no habia dejado de llover. Desde el promontorio donde se encontraba el cementerio se divisaba el monte que albergaba la mina de oro que cambio el destino de Elisa, una mina explotada a cielo abierto en tiempos de los romanos, que permanecio dormida hasta poco antes de la Gran Guerra, cuando una empresa britanica decidio abrir un tunel para acceder a la antigua explotacion, en busca de recursos con que financiar el conflicto que se avecinaba. Las expectativas de la compania fueron tan grandes que comenzo a extenderse por los alrededores, como una plaga invisible, una enfermedad contra la que los lugarenos trataron de protegerse: la contagiosa fiebre del oro. La aldea empezo a llenarse de mineros que alteraron la vida cotidiana de la localidad. Se construyeron casas importantes para los ingenieros --con sus trajes de chaqueta, sus pajaritas y sus sombreros de bombin-- y barracones para los trabajadores, cuyas constantes trifulcas se resolvian con demasiada frecuencia a tiros de pistola que resonaban como el presentimiento de una maldicion. Los ingleses comprendieron enseguida que los beneficios no compensaban los costes y, para alegria de los vecinos, no tardaron en marcharse. Pero aun no se habian apagado los ultimos suspiros de alivio cuando llego una empresa francesa para horadar una nueva galeria desde la mina hasta la orilla del mar. Para lavar los minerales construyeron una estructura de hormigon frente a la playa de Ponzos, que muy pronto se convertiria en la mayor atraccion de la chiquilleria y en lugar prohibido para las mozas casaderas. Elisa no recordaba si aquel laberinto de hormigon llego a funcionar alguna vez, porque la presencia de los franceses en la zona tambien resulto muy breve. Sin embargo, ya fuera producto de su memoria o de su fantasia, se veia a si misma extasiada, mirando como llegaba hasta el lavadero el oro entreverado en la piedra, en vagonetas que se desplazaban por medio de railes, para terminar despues en unas balsas de decantacion donde se separaba el metal noble de las impurezas. Tampoco sabia si era cierto o no, pero ella diria que desde cualquier punto y desde cualquier casa, imponiendose de nuevo como la premonicion de un maleficio, se podia oir el sonido que producian las calderas de vapor al impulsar las ruedas de dos inmensos molinos donde se trituraban las extracciones. Y mientras los parroquianos vivian los ecos de la mina como una amenaza constante, Elisa los escuchaba como el preludio de una emocion desconocida. Con los franceses volvieron las peleas y las pistolas, los escandalos de faldas, los conflictos entre trabajadores y patronos, el alcohol, el juego, el espejismo de la abundancia en las manos de los mineros y el derroche. La fiebre y el delirio. El mal del que habian intentado protegerse los aldeanos. El tiempo habia pasado sobre la mina como un tornado, el antiguo lavadero se encontraba abandonado a su suerte, cubierto de hierbas, envuelto en el mismo manto de agua que rebotaba sin misericordia sobre los paraguas del cementerio y habia convertido el suelo de Cobas en un lodazal. Elisa se miro los zapatos, empapados y hundidos en la tierra que esperaba el cuerpo sin vida del hombre con el que hubiera querido ser feliz. Junto al cumulo de arena que le cubriria para siempre, habia una pila de conchas que ella misma ordeno recoger en la playa de Ponzos para que las colocasen sobre la sepultura. Las mas pequenas irian en los bordes y las grandes sobre el lecho, a modo de un manto que le protegiese de la humedad. El viento desplazaba las rachas de agua de un lado a otro, transformadas en remolinos que acabaron por traspasar la tela de su vestido negro. El rugido era tan fuerte que ni siquiera permitia escuchar el rezo del sacerdote en el ultimo responso. Sin embargo, entre acometida y acometida, Elisa creyo oir el sonido de las campanas que doblaban desde la ermita de la isla de Santa Comba, el lugar donde habia empezado la historia que estaba a punto de enterrar. Antes de que los oficiales cargasen sus palas, mientras el cura pronunciaba el Requiescat in pace, y sin que nadie lo hubiera podido predecir, las nubes comenzaron a abrirse y dejo de llover. Elisa cerro su paraguas, miro hacia arriba y presto atencion a las campanas. !Si, eran las de la ermita! Las mismas que redoblaban en las romerias de cada ultimo domingo de agosto desde que ella tenia memoria. Las que sonaban la tarde en que se comprometio con el hombre mas bueno de la tierra. El que la habia querido toda una vida. El mas dulce y sonriente de la vecindad. Eloy el de las cesteiras, el hijo del tio Mauricio y la tia Juanita. No habia otro, desde el cabo Prior al alto de La Bailadora, que supiera mirar con mas ternura que el, con sus ojos enormes y oscuros, profundos como la bocamina y serenos hasta decir basta. Las mujeres de su familia se habian dedicado, de generacion en generacion, a vender cestos de mimbre en las ferias del concejo. Elisa las habia visto desde su ventana cientos de veces, una detras de otra, desde la zona donde se situaba su casa, las Covarradeiras, hasta perderse de vista en la ladera del monte, cargadas de cestos que transportaban sobre la cabeza atados entre si para formar un solo bulto que superaba con creces el tamano de sus cuerpos. Y a medida que avanzaban aquellas procesionarias por la carretera bordeada de pinos que conducia a Ferrol, se iban incorporando las vendedoras de leche con tres grandes cantaras de zinc cargadas del mismo modo, unidas por las asas, sobre la cabeza, sin mas proteccion que <>, un panuelo enrollado como un pequeno cilindro que actuaba de base para la carga. Cuando era pequena, Elisa solia preguntarse como conseguian aquellas mujeres mantener el equilibrio durante las dos horas que tardaban en cubrir la distancia que las separaba de Ferrol: casi nueve kilometros que tambien harian de vuelta en fila de a uno. Su madre, Rosalia la de las leiteiras, era una de esas mujeres. La hija de un marinero que se pasaba la vida en barcos mercantes y de una mujer enfermiza que aprendio a escribir para que nadie tuviera que leerle las cartas que de vez en cuando le enviaba el marido, y que murio antes de que Rosalia cumpliese los catorce anos, no sin haberle ensenado a equilibrar el peso de las lecheras sobre la cabeza, y a leer y a escribir cuando llegaba la noche. Rosalia se habia casado a los dieciseis anos con Mateo, un mozo de la zona del Priorato que regreso de la emigracion argentina para hacerse cargo de la herencia de sus abuelos, y le dio a Rosalia dos hijas y una vida repleta de ausencias.

  • Caracteres de Alvaro Uribe

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    “Solo ambiciono ofrecer al lector eventual, sobre todo si le incumbe la vida literaria, un espejo de mano donde pueda examinar con otros ojos las imperfecciones de su propio maquillaje.”

  • Destino un nuevo comienzo, Katy Colins de Katy Colins

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  • Sin final (Sin compasion 4) de W. Winters

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    ARIA unca he visto a Tyler, solo se como es por fotos. Pero incluso antes de eso, cuando tuve el sueno por primera vez, supe que el chico era alguien relacionado con Carter. Todos los hermanos Cross se parecen. El me miro en el sueno, sus ojos oscuros me atravesaron incluso desde el otro lado del jardin sembrado de azul y blanco. Deberia haberme asustado porque sabia que no pertenecia a esta tierra ficticia evocada por mi sueno, pero una suave sonrisa permanecio en sus labios. Acogedor y entranable. El fue muy amable conmigo. Un alma buena entre las flores, aunque sus palabras fueron todo lo contrario. --Ella te mintio --dijo casualmente. Palabras que grabaron confusion en mi rostro, pero enviaron una punzada de miedo que me helo la sangre. Entonces escuche a mi madre. En un instante reconoci su voz, sonamos tan parecidas. Un susurro vino de algun lugar a mi derecha mientras caminaba por el hermoso jardin. Su nombre suplicaba salir de mis labios, raspando desde lo profundo de mi garganta, pero mi voz estaba en silencio. Mi cuerpo anhelaba moverse a su lado, mas cerca de donde ella estaba mientras se alejaba lentamente de mi. Pero mis extremidades nunca se movieron. Quede atrapada en el lugar mientras se acercaban el uno al otro, pero seguian hablandome, mirandome. Como si supieran que yo estaba alli a pesar de que estaba prisionera de lo que me mantenia inmovil y en silencio. Las lagrimas se filtraron por las comisuras de mis ojos y calentaron mi piel mientras rodaban por mis mejillas. Mi padre siempre hablaba de la belleza de mi madre y yo sabia que era verdad, pero ella era mayor en los suenos de lo que yo recordaba. Sin embargo, habia envejecido bien. Trate de llamarla de nuevo, ignorando al chico, el hermano Cross que habia fallecido hacia mucho tiempo. --Nunca menti --me dijo mi madre, todo lo que pude sentir fue la forma en que sus palabras calmaron mi alma. Habia pasado tanto tiempo desde que escuche su voz. Demasiado tiempo. Mis dedos ansiaban moverse, extender la mano hacia ella y sentir su abrazo una vez mas. Yo necesitaba tanto que me abrazaran y mi respiracion se detuvo, imaginando que ella vendria a mi ya que yo no podia ir a ella, pero ella no lo hizo. Sus ojos color avellana estaban empapados de dolor mientras susurraba--: Nunca le menti. -- El viento cortante llevo su voz por el campo. Como si sus palabras fueran una senal, el cielo se oscurecio y un rayo seco lo partio en dos. --?La amabas acaso? --pregunto el chico, mirandola--. En todo esto... ?siquiera la amabas? El insistia en preguntarle a mi madre y la ira que senti fue inmediata, empujando las palabras hasta mi garganta, aunque todavia colgaban silenciosas en el aire. Por supuesto que ella me amaba. Una madre siempre ama a sus hijos. A pesar de que las palabras habian pasado desapercibidas, ambos me escucharon y me miraron, juzgando mi comentario silencioso, pero ninguno me respondio. Lo que les digo en silencio cambia cada vez que vuelve el sueno, pero la falta de respuesta nunca lo hace. --Por supuesto que si, la sigo queriendo hasta el dia de hoy --ella dijo y la voz de mi madre se arrastro con pesar--. Mori por ella. Sus palabras eran claras, aunque el dolor acribillo sus palabras y la expresion de Tyler solo mostro mas agonia cuando nego con la cabeza. Con la cabeza gacha, mi madre se aparto el pelo de la cara y se enjugo delicadamente las lagrimas de debajo de los ojos. El brillo de sus lagrimas hizo que sus ojos fueran mas vividos y me llamaron para que aliviara su dolor. Grite llena de desdicha una y otra vez, rezando para que pudiera entender mis palabras diciendole lo mucho que la amo. Que la extrano. Pero eso no hizo nada por cambiar lo que sucedio a continuacion. Con el cielo gris oscuro abriendose y el granizo cayendo sobre nosotros sin piedad, fragmentos de la vision caen como una pintura empapada en agua. Los colores se vuelven manchas borrosas y corren juntos antes de desvanecerse hasta convertirse en un lienzo en blanco, y me quedo sin nada. Nada mas que el sonido de ellos discutiendo sobre su odio contra su amor y lo que realmente importaba la noche en que ella murio. Y otra noche... la noche en que cambio el curso del destino. Ella grita que murio por mi. Su confesion esta llena de una nota de ira que me duele hasta el tuetano. Pero lo ultimo que siempre escucho antes de despertarme gritando es su murmullo--: Hacemos cosas estupidas por los que amamos. No importa cuantos anos pasen, la pesadilla nunca me abandona. La primera vez que sucedio, estaba en la celda. Hace todos esos anos cuando Carter, mi amor, me tomo por primera vez. Pero las visiones me han perseguido a lo largo de los anos, me han manchado el alma. --N C A P I T U L O 1 ARIA o grites. Con el aliento atascado en mi garganta, mi cuerpo paralizado por la oleada de miedo forzada en cada centimetro de mi cuerpo, escucho la voz, pero no obedezco. Mi grito es amortiguado por su gran mano y me abraza con mas fuerza, acercandome a su duro pecho, sus fuertes dedos clavandose en mi piel. El sonido de su voz silenciandome mientras pateo, golpeando mi cabeza inutilmente contra la pared de musculo contra la que estoy apoyada, ese sonido es lo que me calma. Lo he escuchado antes. Daniel. Mi cuerpo se relaja lentamente, apenas sostenida por mis piernas debiles. La adrenalina todavia corre por mis venas, pero soy consciente de que es el. El hombre que me agarro y me abrazo con fuerza, es Daniel. --No grites --repite, sus labios cerca de la curva de mi oreja. Tan cerca que su calido aliento me hace cosquillas en el cuello y me pone la piel de gallina en el hombro. Demasiado cerca. No solo me asusto; casi me mata de un infarto. Tardo en quitar mis dedos de su antebrazo, uno por uno, sabiendo que mis afiladas unas se clavan en sus brazos. La sangre esta por todas partes y tantas punzadas de dolor recorren mi cuerpo, prefiero estar entumecida. Entumecida despues de todo lo que acaba de pasar. Solo entonces el afloja su agarre y se mueve lentamente frente a mi, una mano aun agarrando mi muneca. --?Que estas haciendo? --Las palabras salen de mi en un suspiro, pero Daniel no responde. Mientras mi corazon late con mas fuerza, el solo me observa de cerca, evaluando mi expresion. El aire de la noche se siente mas frio, y que esta mucho mas oscuro ahora que el esta aqui que hace un momento. El mira detras de mi antes de encontrar mi mirada y preguntarme--: ?Ibas a huir? De todo lo que podria haberme preguntado en este momento, esta pregunta me produce mas culpa de la que jamas admitiria. Con Eli muerto en el suelo detras de nosotros, Addison arriba en alguna parte, escondiendose de todo lo que acaba de suceder, el hecho de que incluso haya pensado en huir me revuelve el estomago. Yo podria haberlo hecho. Podria haber huido y dejar todo esto atras como una horrible pesadilla. Y tambien lo considere seriamente. --No --susurro la palabra, sin saber si es verdad o mentira. El aire de la tarde lame a lo largo de mi piel expuesta mientras me paro en la puerta abierta de la casa de seguridad. La noche es oscura e implacable, muy parecida a la mirada de Daniel. No puedo aguantar, sabiendo que las emociones que siento estan escritas en mi rostro. Dando medio paso hacia atras, siento el dolor de un pequeno corte en mi talon dispararse hacia mi pierna, pero no es nada. Nada comparado con el dolor de saber lo que paso. Todos los pequenos rasgunos que obtuve de la ventana rota, destrozada por las balas, no significan nada. La guerra esta aqui. Los sonidos ensordecedores de disparos han ido y venido. Pero la muerte acaba de empezar. --?Que paso? Expreso la pregunta con dolor crudo presente en cada palabra. --?Carter? --le pregunto y abro los ojos para encontrarme con los suyos mientras se suavizan, luego agrego--: ?Mi padre? --Tu padre no vino. Nikolai tampoco. --Su respuesta es clara y no tiene ninguna pretension de lo que son sus pensamientos mientras sus ojos vagan por mi rostro. Antes de que pueda pronunciar el nombre de Carter de nuevo, sintiendo el familiar dolor de la perdida que ya adormece mi corazon, dice--: Carter esta bien. Los hombres de Talvery recibieron un golpe al venir aqui. Deberian haberlo sabido mejor. Hombres de Talvery. Hombres, a los que se supone que debo ser leal y aliada con ellos. Ya no se que sentir o quien es el verdadero enemigo. Solo quiero que todo se detenga. El aliento que no sabia que estaba conteniendo finalmente se escapa, deslizandose a traves de mis labios entreabiertos mientras me apoyo en la puerta, dejando que el aire frio se deslice por mi cara acalorada. Pero mi garganta esta apretada, las palabras y las emociones se entrelazan y tratan de escapar de mi al mismo tiempo. --?Cuantos...? --Empiezo a preguntar, pero no puedo terminar mi pregunta con el nudo en la garganta. ?Cuantos murieron esta noche? --Muchos --me responde Daniel y mis ojos se dirigen a los suyos, exigiendo mas--. Docenas, Aria. Agarro la parte superior de la blusa de mi pijama, juntando la tela justo en mi pecho, retorciendola y deseando poder borrar el dolor, pero permanece, creciendo con cada latido de mi corazon.

  • El don de la sensibilidad de Elaine Aron

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    Muchos de los grandes artistas y pensadores de la historia de todos los tiempos fueron personas altamente sensibles (PAS). En la actualidad una de cada cinco personas nace con una elevada sensibilidad. Este es el primer libro que le ayudara a descubrir y comprender este don de la personalidad en usted mismo y que le mostrara como obtener el maximo partido de el. Combinando una solida investigacion con la experiencia clinica acumulada durante muchos anos, la doctora Aron ofrece tests de autoevaluacion, estudios de casos reales, testimonios, consejos practicos y reflexiones sobre el universo de las personas altamente sensibles y su contribucion al desarrollo humano y tecnologico de la humanidad.

  • Rio Fugitivo de Edmundo Paz Soldan

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    En la ciudad boliviana de Cochabamba una clase de muchachos inicia su ultimo curso en el Don Bosco, un colegio privado y catolico al que asisten sobre todo hijos de familias acomodadas. Las borracheras, los primeros escarceos con las drogas y el sexo, las fanfarronadas, y las continuas faltas de disciplina son algunos de los ritos de paso con que los alumnos intentan, sin saberlo, afirmar su individualidad y liquidar su adolescencia.

  • El maestro del Prado de Javier Sierra

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    Al mas puro estilo de los relatos de enigmas de Javier Sierra. El maestro del Prado presenta un apasionante recorrido por las historias mas desconocidas y secretas de una de las pinacotecas mas importantes del mundo, el Museo del Prado.

  • La receta del amor en pareja de Victoria Cardona

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    ?Como animar y revitalizar el amor para que perdure una union profunda, la correspondencia de sentimientos y asi alcanzar la felicidad? Las claves para un amor en pareja que perdure las encontramos en las demostraciones de carino, la entrega total con ternura y pasion, el respeto por la autonomia y promocion de la personalidad del conyuge, la comunicacion sincera y el buen humor ante les dificultades.

  • Afortunada de Monica Garcia

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    Lucia es una chica con un pasado complicado, Daniela es una chica con una vida sin preocupaciones hasta que la enfermedad de su madre lo cambio todo, Lucia y Daniela afrontaran juntas la enfermedad de Pilar que no se sabe a ciencia cierta como evolucionara. Una historia de superacion, reflexion y autoayuda. La historia contiene relatos reales mezclados con ficcion para ayudar al lector a seguir la vida de Lucia.

  • Todo mi otono 1 de Victoria Vilchez

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    Sean Donaldson tiene un gemelo que no podria ser mas diferente a el, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de futbol de la universidad de California. Mucha diversion y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quien sabe que.
    Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiendole en un lio diferente cada vez que se presenta por sorpresa.
    Poco a poco, sin que apenas se de cuenta de ello, la curiosidad por descubrir quien es y por que se muestra tan esquiva despertara otra clase de sentimientos en el, y Sean tendra que decidir si, ademas de dejar que se cuele en su apartamento, permitira que lo haga en su corazon.

  • El cojo y el loco de Jaime Bayly

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    El cojo no nacio cojo. Nacio jodido, pero eso no lo sabian sus padres ni, por supuesto, el mismo. No nacio jodido porque sus padres fuesen pobres o no lo quisieran; sus padres tenian dinero y lo esperaban con amor. Nacio jodido porque su destino era el de ser cojo, cojo desde nino, y que sus padres se avergonzaran de el y lo escondieran de sus amigos y lo trataran como a un apestado. Eso, tener una pierna mas corta que la otra y ser un indeseable en su propia familia, le jodio la vida. Pero cuando nacio todo era felicidad porque era el hijo mayor, el que llevaba el nombre de su padre, y porque era robusto, rollizo y varon, como sus padres deseaban, y porque lucia saludable y apuesto, a pesar de que sus padres no eran precisamente guapos. Su padre, don Bobby, era alto, flaco, enjuto, el gesto adusto, la mirada severa, la flema britanica, la disciplina de hierro para hacer dinero en esa ciudad sudamericana, Lima, a la que habia emigrado desde Dublin. Su madre, dona Vivian, de origen chileno, era baja y gordita, y tenia debilidad por el trago y los juegos de naipes. Se habian conocido en el casino de Valparaiso y poco despues se habian casado en una iglesia de Lima. Al cojo le llamaron Bobby porque asi se llamaba su padre irlandes y asi se habia llamado su abuelo irlandes. Le decian Bobby o Bobby the Third o Bob. Su padre le hablaba en ingles y su madre en un espanol suavizado por la dulce musicalidad del acento chileno. El cojo fue un nino querido y feliz los primeros ocho anos de su vida, es decir, los anos en que no fue cojo. Fue querido desmesuradamente por su madre, que lo colmaba de regalos y dulces y lo llevaba a los parques de diversiones y le hacia las mas esplendidas fiestas de cumpleanos, y fue querido con el rigor y la severidad que se esperaban de su padre irlandes, que entendia que el carino excesivo podia ablandar el caracter de su hijo mayor y convertirlo en un pusilanime, en un sujeto apocado y abulico, como le parecia la mayor parte de los peruanos, cuyo pais habia elegido para vivir y en el que habia prosperado rapidamente en el negocio de la venta de neumaticos y luego en el de la venta de autos. De esos primeros ocho anos felices de su vida, el cojo no solia acordarse de nada porque a menudo los recuerdos felices son los que mas facilmente se difuminan. Pero hay abundante constancia grafica del amor que sus padres prodigaron al cojo en los anos en que fue normal, en que no cojeaba. Era un nino mofletudo, moreno de tanto ir a la playa, de anchas espaldas y piernas de futbolista, con la contextura de un boxeador en miniatura. En el colegio se hacia respetar porque era bueno dando trompadas y patadas y porque le gustaba pelearse aunque la cosa no fuese con el, solo por el puro gusto de repartir punetes y escupitajos y mentarle la madre a alguien. En esto el cojo, que todavia no era cojo, parecia haber heredado el caracter agrio de su padre, que era un jefe implacable, despiadado, que llegaba a la fabrica de neumaticos a las seis de la manana y se paraba en la puerta para tomar nota de los empleados que llegasen cinco o diez minutos tarde, a los que les descontaba el sueldo por la tardanza, sin escuchar siquiera sus disculpas o explicaciones. Era un jefe temido y respetado, pero tambien odiado, y mas de uno de sus empleados penso alguna vez secuestrarlo o matarlo para vengar las humillaciones a las que los sometia ese irlandes espigado y de bigote, con cara de mala leche. El cojo era un alumno mediocre. No sacaba buenas notas. No hacia las tareas ni tenia buena memoria ni se aplicaba en las clases y por eso su padre lo renia severamente. Pero su madre lo consolaba, le regalaba chocolates y galletas importados, le decia que las notas no eran tan importantes, que lo unico importante era que fuese un chico sano y feliz. Sano y feliz fue durante ocho anos, pero luego se enfermo y ya no fue sano ni feliz el resto de su vida. Enfermo de un mal llamado osteomielitis, que no era precisamente polio pero se le parecia, y que le carcomio ocho centimetros de la pierna derecha. Sus padres lo llevaron a los mejores medicos de la ciudad, hicieron todo lo posible por curarlo, pero todos los tratamientos fueron en vano. El cojo tenia una pierna mas larga que la otra y era probable que la pierna corta se le siguiera achicando. Por eso lo subieron a un avion y lo llevaron a una clinica en Baltimore, donde lo sometieron a un tratamiento que al menos impidio que el hueso danado siguiera encogiendose. Su padre queria que lo dejaran normal, que saliera del hospital de Baltimore con las dos piernas del mismo tamano, sin ser cojo para toda la vida. Pero los medicos le explicaron que eso era imposible, que el hueso se habia empequenecido y ya no habia forma de hacerlo crecer. --Entonces cortenle la otra pierna --dijo el viejo Bobby, sin titubear--. Mochenle ocho centimetros de la pierna izquierda. Asi me lo emparejan y me lo regreso a Lima mas chato, pero como un chico normal. Los medicos se negaron a amputar parte de la pierna sana del cojo. Su madre se indigno tanto con la sugerencia de don Bobby, que le dio una bofetada y le dijo en ingles que era un borracho hijo de puta, y se lo dijo en presencia de los medicos, que se hicieron los distraidos. --Si Dios nos ha mandado a un hijo cojo, lo trataremos con amor --dijo dona Vivian, los ojos acuosos por la emocion y por los whiskys que se habia echado para mitigar la emocion. --El problema es que ademas de cojo pinta para cojudo --sentencio don Bobby, y por suerte el cojo no lo escucho, porque estaba dormido, anestesiado. Cuando regresaron a Lima, todo cambio. Don Bobby dispuso que construyeran una habitacion con bano al fondo del jardin, donde dormiria su hijo el cojo, acompanado siempre de una empleada domestica. El cojo no entendio por que no podia seguir durmiendo en su cuarto, por que lo mandaban a dormir a esa casita al fondo del jardin, lejos de todos. Ya don Bobby y dona Vivian habian tenido dos hijos mas, de cuatro y dos anos, a los que llamaron Charles y Peter. En los dos anos siguientes al descubrimiento de la enfermedad del cojo tuvieron dos hijos mas, Vivian e Ian, con una premura que solo podia entenderse por la verguenza que sentian de su hijo cojo y la necesidad de tener mas hijos que caminasen normalmente. Cuando el cojo cumplio doce anos, ya era un nino jodido, acomplejado, lleno de rencor contra sus padres. Porque no lo dejaban participar de las fiestas, de las comidas, de los cumpleanos de sus hermanos. Porque lo habian sacado del colegio y le daban clases particulares en su casita oscura al fondo del jardin, alli donde lo habian confinado como si fuera un leproso. El cojo entendio, porque era tonto pero no tanto, que sus padres querian esconderlo del mundo, que era una mancha en la familia, un error genetico, una molestia para todos. Sus hermanos menores se burlaban de su cojera y hasta las empleadas domesticas se reian, cubriendose las bocas desdentadas, cuando hacian chistes crueles sobre el cojito, al que llamaban El Rey de la Cumbia. La vida del cojo parecia condenada a la clandestinidad impuesta por sus padres y al escarnio de sus hermanos y amigos. El cojo lloraba amargamente cuando habia una fiesta y lo dejaban encerrado en la casita al fondo del jardin para que nadie supiera que existia y cojeaba notoriamente, que don Bobby, el gran empresario irlandes que habia triunfado en Lima y acababa de fundar un banco, tenia un hijo cojo y medio tonto, que no caminaba bien ni se expresaba con la propiedad y la lucidez que se esperaria de su hijo mayor. El cojo se sentia una mierda, una basura, cuando lo escondian de los demas. Yo no tengo la culpa de ser cojo, pensaba. Dios, hijo de puta, por que mierda me hiciste cojo, se lamentaba. Y un dia que era el cumpleanos de Charles, el cojo se rebelo y rompio el cautiverio en el que se hallaba y le dio un punete y una patada a la empleada que estaba obligada a vigilarlo y salio corriendo y cojeando a la vez hasta llegar al comedor donde los invitados estaban cantandole Happy birthday al nino Charles. Todos enmudecieron cuando vieron entrar al cojo cojeando con la cara encabronada y el animo de venganza. Su padre le grito: --Bobby, ?que demonios haces aca? !Vuelve inmediatamente a tu cuarto! La torta blanca estaba coronada por unas velas encendidas que Charles debia soplar cuando terminasen de cantarle Happy birthday. El cojo no le hizo caso a su padre: se subio a la mesa, pisando sanguchitos, alfajores y gelatinas, se bajo la bragueta ante la mirada atonita de las senoras y los amiguitos de Charles, y empezo a mear sobre la torta, apagando las velas. Luego lanzo una risotada feroz, malvada, que dio escalofrios a su madre y que hizo que su padre, don Bobby, sentenciara en voz baja: --Te jodiste, cojo de mierda. Ahora te mando al internado ingles. El loco no nacio loco. Nacio feo y tartamudo y eso le jodio la vida y termino por volverlo loco. No todos los feos y tartamudos se vuelven locos, pero el loco nacio con un talento natural para la locura y para hablar de una manera tan violenta y atropellada que nadie podia entenderlo, asi que estaba en su destino que nadie lo entendiera y ser por eso un loco y no un loco cualquiera sino uno del carajo, un loco memorable, el loco mas enloquecido de una ciudad llena de locos como Lima. Casi todos los padres dicen que sus hijos son lindos y encantadores, pero los padres del loco, cuando lo vieron nacer, quedaron asustados por lo feo que era y por lo espantosos que sonaban los alaridos que lanzaba. No parecia un bebe nacido para ser feliz, parecia un amasijo peligroso de rabia y fealdad, un bicharajo hediondo, peludo y pingon que movia los pies como queriendo patear a todo el que pudiera y lloraba de una manera entrecortada, anunciando su brutal tartamudez. Era el primer hijo de don Ismael y dona Catalina y habia sido concebido con amor, pero no por eso les parecio menos feo y odioso. Lo odiaron desde la primera vez que lo vieron y lo siguieron odiando cuando crecio y siguio gritando y pateando y rompiendo todo y cuando empezo a hablar en ese idioma fragmentado y frenetico que parecia haberse inventado para joder a todo el mundo y en el que nadie podia entenderlo. Podia perdonarsele que fuera tartamudo, pero ademas era feo, antipatico, chillon, peludo y peligroso como una tarantula, y sus padres se sentian avergonzados de haber procreado a una criatura que, a los ojos de cualquiera, resultaba horrenda e insoportable de mirar. Como era previsible, don Ismael y dona Catalina vengaron ese primer fracaso inesperado teniendo cinco hijos mas, cinco hijos que les salieron guapos y bien hablados, cinco hijos que borraron esa mancha oprobiosa que era el loco, y procuraron alejarlos todo lo posible del primero y mas fallido de sus hijos, al que entregaron al cuidado de las empleadas domesticas y al que, para no afearse la vida o para no recordar ese fracaso genetico, trataban de ver lo menos posible. El loco supo desde muy nino que sus padres no lo querian, que sus hermanos no lo querian, que las empleadas que lo cuidaban tampoco lo querian ni le tenian paciencia y le jalaban las orejas y le decian groserias a escondidas, sin que oyeran los patrones. El loco supo que era un estorbo, un asco, un fastidio para todos, solo que al comienzo no entendia bien por que nadie lo queria, si por tartamudo o por feo o porque le crecian pelos por todas partes y parecia una arana venenosa. El loco no iba al colegio porque era mas bruto que una pared de cemento y no entendia nada y nadie lo entendia a el. Sus padres contrataron a un profesor particular para que le ensenase a leer y escribir y sumar y multiplicar, pero el loco era una bestia redomada y no aprendia un carajo y cuando le hablaba al profesor no se sabia si lo estaba insultando o halagando o si estaba pidiendole permiso para ir a cagar. Lo raro era que el loco no se empantanaba con las palabras, no era un tartamudo normal, al loco las palabras le salian tan atropelladamente que se montaban unas sobre otras y terminaba diciendo en una palabra incomprensible lo que habia pensado decir en tres o cuatro. Era una ametralladora verbal, disparaba las palabras como balas o cartuchos y estallaban en la cara de quien hiciera el esfuerzo de escucharlo y entenderlo, un esfuerzo que siempre resultaba inutil, porque a veces ni el propio loco entendia lo que habia dicho o querido decir. No habia cumplido trece anos el cojo cuando sus padres lo llevaron al puerto del Callao y lo subieron a un barco que lo llevaria a Londres, a un colegio internado. El cojo subio las escaleras cojeando y no volteo para despedirse de sus padres. No queria verlos mas. Su madre lloraba, arrepentida, pidiendole a don Bobby que bajase al nino de ese barco y que tuviese un poco de piedad con su hijo mayor. Pero don Bobby era duro como los mas duros y por eso habia triunfado en los negocios y no dejaria que ese cojo malnacido le jodiese la vida, avergonzandolo frente a sus amigos, los grandes senores de Lima. Habia que mandar al cojo lejos de Lima y que otros se encargasen de educarlo y hacerlo un hombrecito y meterlo en vereda, carajo. No por cojo iba a ser un marinconcito engreido por su madre, no por cojo iba a ser un tontito que se pasaba el dia comiendo marshmellows, oyendo la radio y tirandose pedos estruendosos que a don Bobby lo ponian de muy mal humor. El cojo tenia que irse lejos, a un internado en Londres, donde lo someterian a severas reglas de disciplina que forjarian su caracter y lo salvarian de ser un imbecil redomado. Era lo correcto, era lo que habia que hacer por su bien, pensaba don Bobby. Solo asi el cojo no sera el grandisimo cojudo que es ahora, que seguira siendo si lo dejo apanar por Vivian y las empleadas. Por eso don Bobby permanecio de piedra, como una estatua, y el cojo no volteo a hacerles adios a sus padres y dona Vivian grito cuidate Bobby, ya te vamos a ir a visitar en el verano.

  • Un desconocido en apuros (eLit 1) de Gina Wilkins

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    Edstown, Arkansas. Ayer tarde, Serena Schaffer, la propietaria del periodico local, encontro a un hombre herido en una zanja cerca de su domicilio, en Edstown. El hombre mostraba signos de haber sido brutalmente golpeado y robado, y se encontraba al borde de la muerte. Schaffer lo condujo rapidamente al hospital de la ciudad, donde se recupera de sus heridas en la habitacion 205. Se rumorea que no va a pasar mucho tiempo antes de que los dos se rindan ante la poderosa atraccion que ha surgido entre ellos…

  • Por ultimo, el corazon de Margaret Atwood

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    Duena de una de las mentes mas lucidas del panorama literario actual, Margaret Atwood no es solo una institucion de las letras canadienses, sino tambien una figura relevante que se ha volcado por igual en la promocion de la literatura y la proteccion del medioambiente. Esta novela, su ultima obra publicada, se inscribe en el ambito de la ficcion especulativa, genero en el que Atwood ha cosechado algunos de los mayores exitos de su formidable bibliografia.
    Victimas de la debacle economica, Stan y Charmaine se instalan en el coche tras perder su casa. Malviven gracias a los escasos ingresos que ella consigue en un bar de poca monta. Es entonces cuando llama su atencion un anuncio acerca del Proyecto Positron, un experimento social en el que los habitantes de la idilica ciudad de Consiliencia se dividen en dos grupos que alternan su modus vivendi cada treinta dias: mientras el cincuenta por ciento se recluye en la Penitenciaria Positron para mantener el sistema, la otra mitad disfruta de plena libertad y lleva un estilo de vida propio de la clase media. Al cabo de un mes, intercambian sus roles: los libres ingresan en prision y los encarcelados se instalan en las viviendas que ocupaban los nuevos reclusos, haciendo uso comun de todos los objetos, enseres y aparatos. Agotado el entusiasmo inicial, Stan y Charmaine no tardan en percatarse de que Consiliencia no es el paraiso que habian imaginado y pronto se ven envueltos en una serie de aventuras disparatadas, atrapados en un torbellino de lujuria que les hara cuestionarse sus valores y sentimientos mas profundos.

  • Azul De Medianoche, Simone van der Vlugt de Simone Van Der Vlugt

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  • 99 Mentiras de Sonia Pasamar

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    Brenda nunca habria podido imaginar que una linea muy delgada separaba su dia a dia del trepidante destino que se le presento una fria tarde de Lluvia. Un encuentro con un elegante personaje precipitara una escalada de mentiras que la llevaran a un cambio radical en su vida. Su trabajo y su pasion por la ciencia preservaran un tiempo mas la vida en el planeta.
    Espionaje, agentes encubiertos, guerra bacteriologica, asesinatos a sangre fria y una compleja conspiracion --de la que la protagonista no se podra escapar facilmente-- son algunos de los ingredientes de un coctel de emociones en el que se entremezclan amor, odio y venganza.

  • Besos bajo la lluvia, Joana Arteaga de Joana Arteaga

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  • Victor Ros y el Gran Robo del Oro Espanol de Jeronimo Tristante

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    Victor Ros se ha tomado unas vacaciones despues de un caso que casi le cuesta la vida. Pero el crimen nunca cesa y, de nuevo, la Brigada Metropolitana de Madrid requiere sus servicios. El Banco de Espana ha sufrido un intento de robo, pero solo era una maniobra de distraccion mientras se cometia el autentico delito: la sustraccion de las dos terceras partes del tesoro nacional en lingotes de oro que se encontraba en otro bando de la capital. La unica pista con la que cuentan es el nombre que pronuncia uno de los asaltantes del Banco de Espana antes de morir: Aldanza. Ros es el unico que da credito a este testimonio, ya que ve en esta gran puesta en escena la impronta del criminal Aldanza, al que todos consideran muerto. Una serie de pistas senalan Londres como el lugar donde encontrara al sospechoso y, en consecuencia, el oro. Pero las cosas no son faciles para nuestro protagonista; una sombra del pasado intentara acabar con su vida aprovechando las distracciones del caso. Lo que no esperaba Ros es contar con la ayuda de todo un mito de la historia del siglo XIX: su admirado y celebre Sherlock Holmes.

  • La luna en las minas de Rosa Ribas

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    Habia aullado de hambre toda la noche. A la madre se le habia cortado la leche. El padre se acerco a la cuna y lo miro. Las frazadas revueltas parecian a punto de engullirlo, pero se resistia, apretaba con fuerza los punos diminutos. Lo levanto con morosidad, esperando una voz que lo detuviera. La criatura abrio los ojos. Esos ojos. Las ojeras debajo, un presagio de luto si el no hacia nada. Lo envolvio para protegerlo del frio. Era febrero y una gruesa capa de nieve cubria las calles del pueblo. Hizo un fardo prieto, el llanto ceso y lo sucedio una queja aguda, como la de los gatitos cuando los metian en un saco para tirarlos al pozo. Percibio tras de si un roce entre las sabanas, ella se movia, tal vez dejaba de darle la espalda a esa cuna odiada. Cargo el fardo en el brazo derecho y se volvio. Despeinada y amarillenta, su mujer reptaba para sentarse. No le quitaba la vista de encima, pero seguia muda. El avanzo hasta la puerta. Antes de abandonar el dormitorio, se giro de nuevo para que viera a la criatura. --Llevatelo. --Tenia la voz rasposa, como si no solo se le hubiese cortado la leche, sino que se hubiera secado toda--. !Vete! !Llevatelo! --Un grito de papel de lija antes de cerrar los ojos. Salio. Bajo la escalera de piedra que llevaba a la planta inferior. Sus dos hijos se habian apostado frente a la puerta de la casa. Dos pequenos centinelas temblorosos. El mayor tenia seis anos; el pequeno, tres. Cogidos de la mano, miraban el bulto del que salia un debil sonido. Se calo el sombrero de fieltro sin soltar al bebe, ya que veia en los ojos de los hermanos la decision de arrebatarselo, y se planto delante de ellos. El mayor levanto la vista implorante; el pequeno bajo la cabeza para contemplar sus recias botas engrasadas con manteca. En uno reconocio su mismo remolino de pelo en la coronilla; en el otro, la forma de la nariz. Tambien la boca, el grueso labio inferior que temblaba al hablar. --No se lo lleve, padre. Le respondio que era mejor para todos. --Por favor, padre. Le dijo que era mejor tambien para la criatura que, de lo contrario, moriria. --No es culpa de Ximo, padre. Fue la bestia que entro en la casa y… Y callo para siempre al recibir la bofetada. --No se contradice tres veces a un padre --le grito al hijo, mientras se lo gritaba a si mismo para convencerse de que esa y no otra habia sido la razon de su manotazo. El golpe lanzo al mayor hacia la derecha y lo arranco de la mano del pequeno, quien se aparto hacia el otro lado mientras repetia en un murmullo <>, y se cubria la cara con el brazo recien liberado. El hizo como si no lo hubiera oido pronunciar las palabras prohibidas y abrio la puerta. Los hijos quedaron dentro, pegados a la hoja. Dos pequenos centinelas inanes. El llanto del bebe arranco de nuevo al salir de la casa, como si supiera que no iba a volver nunca mas. El padre habia cargado las alforjas de la mula con ropa para la criatura. La habia cogido sin fijarse en si era grande o pequena, gruesa o delgada; ni siquiera en si los otros dos todavia la necesitaban. Ya les traeria cosas nuevas cuando bajase a Castellon. Habia metido tambien unas mantas, una piel de borrego y, cada vez mas confuso, incluso una boina que habia sido de su suegro. Bajo la calle empinada al final de la cual vivian. La nieve de la noche estaba todavia intacta y acolchaba sus pasos y los de la mula. Aun asi, el crujido lanoso debajo de las botas proclamaba a cada paso las silabas de su verguenza. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. El sonido que debia de acompanar el resto de su vida a los padres cobardes de los cuentos. Se detuvo un momento al llegar a la esquina de la plaza. Tambien estaba desierta, si bien cruzada por huellas madrugadoras de personas y animales. Dio un suave tiron a la brida de la mula y siguio caminando. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. Estuvo a punto de dar media vuelta para dejar de oir esas silabas. No lo hizo. Un paso mas, otro y otro. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. La enorme sombra que proyectaba una iglesia desmesurada en un pueblo tan pequeno no era lo bastante oscura para ocultarlo a el con su paquete en brazos. En la fachada, siete hornacinas: dos entre los pares de columnas que flanqueaban la puerta; cinco alineadas sobre el portal. Todas vacias. Ningun santo que le ofreciera una mirada de indulgencia o le levantase un dedo amonestante. El chirrido de unos goznes que despertaban entumecidos le hizo volver la cabeza a la izquierda. La duena de la tienda de ultramarinos, al otro lado de la plaza, salia a barrer la nieve y, tras un saludo mudo, se quedo observandolo con los brazos cruzados y la cabeza ladeada como un grajo. Paso de largo. Un mensajero invisible habia avisado a los vecinos. A pesar de la hora temprana, los visillos se apartaron sin disimulo en una de las casas de la calle Mayor. Paso de largo. Bajo las arcadas, la sombra de la boina sobre los ojos del viejo panadero fingia la indiferencia con que se contempla todo aquello de lo que se hablara despues en voz baja. Paso de largo. Unas casas mas adelante se abria la puerta de la taberna y dejaba escapar una vaharada de tabaco y vino. El remolino de rumores acres encerrados alli toda la noche le rozo los oidos antes de morir en el aire helado. Es el hijo de… dicen que la bestia… dicen que los ojos… dicen que la madre… dicen que… verguenza. Oprobio. Paso de largo. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. Al doblar la esquina para tomar el camino al mas, dos mujeres enlutadas, cobijadas detras de la hoja baja del porton de la casa, se santiguaron al verlo con el bulto gimiente en el brazo derecho. Mudas, como su esposa, como el pueblo entero, mientras el estuviera presente para mirarles a la boca. A su espalda las voces se arrastrarian unas a otras con el estrepito sordo de los aludes. Miralo, miralo, se lo lleva a la madre, al mas, fuera, lejos de Vistabella. Paso de largo. La nieve cubria los tejados, los alfeizares, los arcos de piedra de las puertas; de algunos balcones colgaban afilados carambanos. Dejo atras las calles angostas y las casas apretujadas, apoyadas unas en las otras como si temieran caer cuesta abajo. Tomo el camino de San Juan de Penagolosa. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. Para llegar al mas tenia que pasar por delante del cementerio. Trato en vano de acelerar el paso. La cruz de piedra sobre una columna frente a la portada de acceso estaba torcida, vencida por el peso del frio, que tambien aplastaba las tejas de la ermita contigua. En el campanario vacio, una urraca que lo seguia desde que habia abandonado el pueblo lanzo un graznido aspero, como la voz de su esposa. Se detuvo en seco. Le habia parecido vislumbrar una sombra deslizandose entre la pared del cementerio y el porche de la ermita. Esta vez fue la mula, llevada por la inercia del paso, la que lo obligo a seguir. Temeroso de que los muertos le reclamasen lo que casi era suyo, empezo a cantar. Seria la unica vez que cantaria a ese hijo. La vibracion del pecho del padre lo desperto. El bebe emitio un gorjeo. Seria el unico sonido de gozo que el padre iba a escucharle. Paso de largo del cementerio. Tras cruzar unos bancales en los que incluso los resquicios entre las piedras estaban cubiertos de nieve, llego al bosque y dejo de cantar. Los pies se le hundian y tenia que arrancarlos a la fuerza de una masa humeda empenada en dificultarle cada paso. Date la vuelta. Regresa. Date la vuelta. Decian ahora los crujidos bajo sus botas. Morira. Lo dejara morir. Respondia cada vez. Apretado contra su pecho, el bebe dormia. La urraca lo seguia y marcaba su camino en el aire; cada graznido negro un insulto, para que todos supieran. Por ahi va. Se aleja. Por ahi va. Se lo lleva. Volvera con las manos vacias. Tomo la pista de tierra que llevaba al mas en el que se habia criado. Avisada por las voces de la urraca, la abuela se habia asomado y lo vio acercarse. Una mancha negra al principio; despues distinguio la figura humana y la mula que se movian penosamente en la nieve. Reconocio a su hijo; le parecio, por la posicion del brazo, que portaba algo, pero no podia imaginarse que le traia a un nieto. Y, a pesar de que ella se sentia demasiado vieja para criar a un nino, no estaba dispuesta a que muriera de hambre porque la nuera le tuviera miedo. Porque sentia que con cada gota de leche le robaba la vida, decia, porque estaba maldito, decia. --Porque tiene esos ojos… --anadio el padre mientras dejaba el fardo en los brazos de la abuela. En ese momento la criatura se desperto y la miro. La abuela se estremecio, pero lo apreto con mas fuerza contra su cuerpo. --Entonces, que sepas que renuncias a el. El habia asentido sin poder apartar la mirada de la criatura. --A partir de ahora este nino sera mio, el mio. Los otros ya no me interesan en absoluto. Y ahora, vete --le ordeno a su hijo. Tambien le dijo que se llevara toda la ropa que habia traido. --Si me vive, yo le hare y le comprare ropa nueva. Lo mantuvo con vida con leche de oveja diluida hasta que consiguio que lo amamantara una nodriza que hizo venir de otro pueblo durante medio ano. Como ya habia corrido la voz de que el padre lo habia sacado de casa porque la madre le tenia miedo, la nodriza le abrio la boca para comprobar que no tuviera dientes y le pidio a la abuela un pago mas alto y quedar libre de hacer tareas pesadas en la casa. Mientras lo amamantaba le tapaba los ojos con un panuelo. Por si acaso. Y los rumores fueron creciendo a la par que el nino. Porque tenia los ojos verdes y el pelo de color pajizo, porque aprendio muy pronto a caminar, porque era algo mas pequeno que otros ninos de su edad, pero mas fuerte que otros mayores, porque hablaba poco y miraba con fijeza. Porque todos recordaban la noche en que la bestia habia entrado en la casa de la familia, esa en la que el no vivia.

  • Por mucho que pase el tiempo de Priscila Serrano

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    La vida puede cambiar en un segundo. Puedes decir “nos vemos manana” y no estar al siguiente dia. Ni siquiera pudieron despedirse, ocurrio tan rapido…
    La de Elsa cambio y ese hueco que creia vacio, se lleno de un amor del que no podria escapar por mucho que se negara. Y se enamoro, lo hizo de la persona que menos pensaba y de la que no puede sentir nada mas que un simple carino.
    Pero, ?que pasa si el siente exactamente lo mismo que ella? ?Que pasa cuando sus corazones comienzan a latir con tanta fuerza que incluso podrian lastimar a otros?
    Dicen que su amor es prohibido. Dicen que es mejor separarlos. Dicen, dicen. Todos hablan, todos opinan. Pero ningun amor, cuando es real, debe ser negado y destruido.

  • Mano grande, mano pequena de Basajaun

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    Tras la aparicion del cadaver de un cura, horriblemente mutilado, dos hombres se entregan a la justicia. Durante la investigacion llevada a cabo por la guardia civil, cada uno de ellos contara lo que sabe al teniente que les interroga, un hombre cruel que ve como, por momentos, las declaraciones de los detenidos van mas alla de lo que el mismo se hubiese podido imaginar jamas. . . llevandole a vivir el que sera el peor dia de su vida.Abusos de poder, sucesos paranormales, venganza y honor perdido, se dan cita en esta pequena historia. Una historia banada en sangre que emerge desde las entranas de la Espana mas negra, seca y polvorienta. Una pequena historia que transcurre en un recondito lugar, vivo reflejo de una Espana olvidada por muchos, y que solo pretende ser un homenaje a los hombres y mujeres de esa Espana que, azada en mano, arremetian contra sus propias penurias regando la tierra con el sudor de su frente, y tragaban sus miserias con vino y orujo. Un homenaje a los heroes de verdad.

  • Angeles y Luciernagas de Junior Perez Lagombra

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    Una inesperada tragedia ha derrumbado los cimientos de la familia Robles. En un intento de recuperar, por lo menos, una parte de su unica hija, y con las esperanzas de escribir un nuevo capitulo en sus vidas, un pequeno pueblo pintoresco se ha convertido en su nuevo hogar temporal. Camila debera luchar contra si misma para salir del limbo en que se encuentra, donde la culpa y el constante recuerdo de su pasado no le permite abrirse a lo unico que la librara de las cadenas que la atan.

  • El tablero del Creador de Antonio Martin Luque

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    ?Quien es Ezequiel? ?Por que es un nino distinto a todos? ?Debe prepararse para el mundo hostil donde vive, o mas bien es ese mundo quien no esta preparado para su presencia?

  • Doble Filo de Carlos Rubio

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    Basada en un hecho real sucedido en la ciudad de La Habana a finales de los anos 40s (el asesinato de una prostituta llamada Lola a manos de uno de sus amantes), la novela Doble Filo nos conduce a traves de sus paginas hasta este violento suceso.

  • Yo, La Peor de Monica Lavin

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    La novela definitiva sobre sor Juana Ines de la Cruz. Una mujer fuera de epoca, una escritora flagrante, apasionada y sensual que entregada a la razon y consagrada en su fe, tomo los retos mas grandes para lograr que su alma se dejara conducir por los seductores caminos del conocimiento.

  • La amante del marques de A. R. Cid

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    Poco tenia que opinar al respeto, pero eso no importaba, no al hombre que tozudamente continuaba con su perorata. El marques tenia ganas de arrancarle la cabeza, aunque ambos sabian que no lo haria y, precisamente por eso, iba mas pendiente de lo que acontecia en las calles que recorrian. -- ?No tiene nada que decir? ?No comprende la situacion en la que se encuentra? - inquirio el baron Camoys, golpeando el techo del carruaje con su baston con fuerza. -- ?Ya hemos llegado? -- Debe tomar una decision - insistio el baron -. Amenaza con delatarlo si no lo hace. -- ?Paseamos? - le sugirio, al tiempo que abria la portezuela con rapidez y se lanzaba fuera. El frio no le importaba, no tras toda una vida soportandolo, en cambio, las nubes negras que se desplazaban sobre su cabeza ya no le hacian tanta gracia. Se llevo la mano instintivamente hasta la chistera, sabiendo que no serviria de mucho si el aguacero que se avecinaba era tan fuerte como podia oler en el ambiente. El baron Camoys toco su hombro, el marques ni siquiera se giro para mirarlo. No, sus ojos se habian detenido en un joven de hermosos ojos grises. Sus movimientos suaves, su forma de moverse, se acerco a el sin comprender el motivo. Se detuvo a unos metros, el marques llamo su atencion alzando la mano. Paso por alto el barro que cubria su piel, la ropa raida y los zapatos agujereados que dejaban pasar el frio y la humedad. Lo paso todo por alto, concentrandose solo en su tersa piel, en sus labios rojos y carnosos. No, a el no le gustaban los hombres y, o mucho se equivocaba o, bajo tan burdo disfraz, no se escondia un muchacho. -- Milord, ?desea una? - se atrevio a preguntar el "joven", estirando sus finos dedos, en los que una rosa rosa se mecia. -- ?Cuantas tiene? - pregunto el marques de Carisbrooke llegando hasta ella y torciendo la nariz. No era su olor el que lo llamaba, era lo que intuia bajo la superficie. El color de sus ojos invitaba a perderse en ellos, su forma de morderse el labio era mucho mas sensual que los estudiados movimientos de las amantes que habia tomado los ultimos anos. -- Doce, milord - replico el "joven" bajando la cabeza, encogiendose ante el escrutinio. Maximilian se acerco y rozo la mano de la pordiosera que queria aparentar lo que no era. El marques quiso descubrir lo que ocultaba, jugar con la ratoncita que fruncio el morro. Todo tenia un precio y sobre todo cuando no se tenia nada. -- Deberiamos regresar. Debe tomar una decision para que podamos actuar. - El baron se detuvo al comprender que ni siquiera lo escuchaba. No, el marques estaba perdido en la "interesante" conversacion que mantenia con uno de los muchos vagabundos que alli se congregaban para poder ganar unas cuantas monedas. -- ?Las traeria a mi casa? - pregunto con voz ronca el marques, dejando que sus cuerdas vocales extendieran las silabas mientras se imaginaba desnudandola, observandola al limpiar su cuerpo e impregnarlo con el sutil aroma de las rosas. Era imposible que bajo tanta mugre no se escondiese una beldad, solo una autentica beldad podria ser hermosa incluso cuando trataba de evitarlo. -- Milord, no seria conveniente. Yo... no debo alejarme tanto - replico la joven mirandose los pies, sintiendo que mancharia el hogar del hombre que, plantado ante ella, no se daba por vencido. Tambien temia sus intenciones, no lo reconoceria. -- Podria ofrecerle una buena recompensa por el camino. No me haga perder el tiempo, ambos sabemos que precisa cuanto pueda obtener de mi y yo estaria mas que contento de darselo. - Alzo las cejas y fijo sus ojos azules en los diminutos, casi imperceptibles, bultos que su holgada y sucia camisa trataba de ocultar. ?Por que la joven que tenia ante el habia logrado detener su caminata? ?Que tenia el gris de sus iris que era capaz de hacer que olvidase las palabras que tenia en la punta de la lengua? Quiso vestirla de sedas, cubrir su esbelto cuello con joyas y observarla sonreir, no preciso mas que una acuosa mirada de unos ojos que parecian suplicar por atencion, consuelo y carino. -- Si asi lo quiere... - susurro la joven Noemille, Noemille sin mas. No tuvo que decirle el precio, pues eso habria sido de mal gusto cuando solo tenia que observar el abrigo del marques, su chistera, la cadena dorada del reloj de bolsillo que acababa en su pantalon. Max habria querido acercarse, rozar la palida piel de la joven, provocar, quizas, que se sonrojase, pero estaban en medio de una autentica multitud y no era el lugar, no cuando preparaba planes de boda. Bufo ante la idea de contraer matrimonio con una dama aburrida que nunca podria calentarlo por dentro, que no conseguiria que sus entranas ardieran y desease atarla al lecho. No, la damita era un mal necesario que no lograria evitar que buscase lo que necesitaba, que no tendria de el mas que su titulo, ni siquiera un heredero le regalaria. -- Venga antes de cenar, es cuando mas benevolo soy - gruno, acercandose a Noemille hasta que sus pechos se rozaron. Ella no logro retroceder, sus piernas no le respondieron. El poder que el transmitia la ato, impidiendole reaccionar. No tomo todas las rosas, solo una. La recogio y arrastro con pereza desde la mano femenina, se la llevo a la nariz sin dejar de observarla, memorizando cada uno de sus gestos. -- Huele a belleza, a la pureza mas absoluta - dejo caer el marques con la indiferencia de quien esta acostumbrado a que sus palabras sean tomadas como la ley mas absoluta. -- Gracias milord. - Y acaricio las rosas que quedaban en sus manos, soltando una sonrisa sonadora que la hizo volar lejos y no paso desapercibida a ninguno de los dos. -- No me referia a las rosas. -- ?Y a que se refe...? - Noemille no pudo terminar, no cuando el marques se inclino y anadio sobre su oido: -- Se lo dire a la noche, se lo prometo. - El calido aliento del marques rozo su oreja, su cuello, convirtio sus palabras en una caricia maliciosa que sabia como hacer temblar a una joven inexperta, que sabia crear imagenes en la mente de quien nunca habia hecho el amor. Noemille lo vio marchar con las piernas debiles y la mente embotada, boqueo al comprender que ya no tenia mas que hacer en todo el dia, no cuando ya no le quedaban flores que vender. Se habria alegrado si las horas muertas no fueran el escenario perfecto para que se recrease en el hambre que carcomia sus entranas. La joven tardo mas de media hora en irse, el marques ya estaba muy lejos entonces. Llevo la mano al pantalon y apreto la unica moneda que le quedaba con una sonrisa triste, mientras se colocaba la mascara que siempre portaba cuando regresaba al unico hogar que conocia. -- Hermanito, he llegado. Hoy he tenido suerte, hoy cenaremos como reyes, pero por ahora has de conformarte - solto la joven del tiron, mientras llegaba hasta un nino de tres anos que temblaba sobre un monton de paja diseminada por el suelo. Era dos cucarachas que se escondian en las grietas de una ciudad que no tenia corazon con quienes no contaban con quien los defendiera. Lo recogio en su regazo, lo acuno con la pena de no poder darle mas, no tener mas que ofrecer. El era su vida, lo unico que tenia para no dejarse morir, caer ante cualquier carruaje y permitir que las ruedas la aplastasen. -- ?Por que callas? ?Estas triste? - Su vocecilla tremula, acompanada con un fuerte ataque de tos, consiguio que las lagrimas pendieran de las pestanas femeninas y no tuviera otra opcion que negar con la cabeza -. Deberias dejarme, las mujeres lo dicen. -- ?Por que habria de hacer eso? - consiguio preguntar ella. -- Morire... - jadeo el diminuto y escualido Marcus, sonriendo sin ganas. -- No lo haras. Te lo prometo.

  • Testigo secreto de Jessica Andersen

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  • El mar de Tristan (Route 66 1) de Elisabet Arranz

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    Olimpia, una chica sin nada que perder, decide que no puede seguir sobreviviendo y que la solucion mas facil para su penosa vida es adentrarse en el mar donde hace siete anos perdio a toda su familia en un naufragio.
    Tristan, un hombre que el mismo dia que perdio a su madre, encontro el amor, pero que le fue arrebatado tal y como lo habia encontrado, con un golpe de marea.
    Dos almas unidas por la desgracia vuelven a reencontrarse en el mismo lugar donde se perdieron la una a la otra.
    ?Podran redimirse de la culpa? ?Podra Tristan admitir que el amor de su vida decidio no seguir adelante por su culpa? ?Podra Olimpia volver a sonreir y apreciar la vida que una vez creyo que no merecia?

  • Esto te va a doler de Adam Kay

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    Bienvenido al estimulante trabajo de medico: 97 horas a la semana y disponibilidad los 365 dias del ano. Bienvenido a un sunami de fluidos corporales compensados por unos ingresos economicos inferiores a los de un parquimetro. Di adios a tus relaciones familiares, amorosas y a tus amistades. Bienvenido a tu vida como medico en practicas.
    Tras cinco anos sin ejercer la medicina y dedicado a escribir series de comedia para television, Kay recibe un aviso del colegio de medicos comunicandole que le van a quitar la licencia. Aprovecha entonces para rescatar sus diarios de medico en practicas y hacer un repaso a sus anos en la sanidad publica.
    El resultado es un tronchante diario no exento del mejor humor negro, lleno de anecdotas e historias protagonizadas por medicos, pacientes y administrativos asqueados y hartos. Una mirada ironica y desmitificadora de la vida en los hospitales que ha sido un fenomeno en Reino Unido y que pronto se convertira en serie.

  • Quedate solo esta noche de Norah Carter

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    Desperte temprano. Aun tenia un poco de resaca de la noche anterior. Habia cenado con mi amiga Marta en un restaurante italiano y el lambrusco estaba haciendo estragos, pero tenia que sacar fuerzas y salir pitando para el aeropuerto. --Ten cuidado, hija, me da miedo que viajes sola. --Mama, ni que fuera la primera vez... --Bueno, pero recuerda tener precaucion con todo, ya sabes que hay mucho loco suelto y no quiero por nada del mundo que te pase nada. --Lo mismo vuelvo con novio --bromee. --No me importaria, solo espero que tengas buen ojo. --Tranquila, prometo tenerlo. Dos escarmientos han sido suficientes. Dicen que a la tercera va la vencida --le solte mientras besaba su mejilla y me iba con mi pequeno equipaje hacia la puerta. --Llama en cuanto llegues. --Claro, no te preocupes. El avion despegaba. Estaba feliz. El dia anterior habia cumplido treinta y dos anos, y tenia una vida con un futuro bastante prometedor. Hacia dos meses que me ascendieron a directora de marketing de la empresa en la que trabajaba, "Medison". Llevaba alli ocho anos. Ese fin de semana era el evento anual de la empresa. Esta vez seria en Bruselas, asi que ahi estaba en el primer vuelo que salia hacia ese pais. Iba sola, pues la noche anterior se fueron los jefes de departamentos, pero yo, como era mi cumpleanos, preferi salir mas tarde. De todas formas, hasta el dia siguiente no se celebraria la reunion. Tres dias eran los que iba a pasar alli, tres dias completos. Era viernes, pero aterrizaria en la capital a las diez de la manana. La vuelta la tenia para el lunes a primera hora. Me encantaba conocer lugares y en Belgica nunca habia estado, asi que esta era mi oportunidad de hacer un poco de turismo. Un taxi me llevo hasta el hotel, en pleno centro de la ciudad. Me registre y sali a la calle a hacer un poco de turismo. No me habia preparado nada. Cuando viajaba, me gustaba estudiar la ciudad antes de ir, pero en este caso, un dia por otro, y nunca lo hice, asi que cogi hacia la derecha y decidi perderme, descubrir por instinto todo. Estaba feliz, me sentia bien conmigo misma. Por esa razon, me deje llevar y comence a caminar. Enseguida me di cuenta de que estaba en un sitio importante, La Grand Place, una belleza ante mis ojos. Solo el hecho de leer el nombre imponia. Me puse en el centro. Queria observar todo. Sabia que en cada edificio espectacular habia una historia detras, asi que puse el nombre de la plaza en Google y descubri que estaba el ayuntamiento, la casa del Rey, panaderias, sastrerias, cervecerias, pastelerias, todo estaba ante mis ojos. Despues de unos minutos observando, me compre un gofre con un delicioso chocolate y me sente a observar, solo eso, aquello era magia, un escenario imprescindible para deleitarse un rato. --No puedo, carino, te he dicho que no --escuche a un chico hablar por telefono. Por su acento juraria que era de Galicia. Me hizo gracia, se sento en la mesa de al lado-- No me puedes liar estos petates cada vez que salgo de viaje, asi no se puede vivir --dijo en voz baja pero muy enfadado. Yo hacia que miraba a la plaza embelesada por el atractivo que ofrecia, pero me hacia mucha gracia escuchar a ese chico discutir con la novia o mujer que le estaba liando la de Dios. --Estas quedandote loca, no es normal las cosas que me estas diciendo, esto es trabajo, ese que mantiene nuestro hogar, vives enferma de celos, esto no es vida, Natalia --recriminaba cada vez mas acelerado--. Mira, ya me has terminado de enfadar, no te voy a coger el telefono hasta el lunes, es imposible hablar contigo, cada vez que viajo, un numerito... !Ya esta bien! --colgo el telefono. Lo mire y vi que estaba tan enfadado que lo tiro sobre la mesa y el movil salio lanzado para el suelo. El telefono se habia roto en mil pedazos. No sabia si cogerlo y darselo, si echarme a reir, calmarlo o quedarme quietecita, que seria lo mejor... No, yo no me podia quedar quietecita, el si, ni se inmuto en mirar el movil. Estaba muy enfadado. Me levante y fui a cogerlo, pero antes de agacharme, lo mire. --Perdone, se le ha caido el movil --dije aguantando la risa mientras me agachaba para recogerlo. Podia ver que se estaba levantando apresuradamente. Aquella escena me habia parecido como recien sacada de una comedia americana, de esas que solemos ver a mediodia o por las noches, cuando estamos aburridos y nos apetece reir un poco. --No te preocupes. Ya lo recojo yo --decia mientras se agachaba y se quedaba en cuclillas, como yo. --No pasa nada --iba recogiendo y entregandole a el los pedazos. Estaba aguantando la risa cada vez mas. Parecia que me estaba haciendo efecto el lambrusco de la noche anterior. --?Eres espanola tambien, verdad? Me llamo Rodrigo --se acerco a darme dos besos. --Yo me llamo Hanna --dije reventando a reir. --?Y esa risa? --pregunto sonriendo. --Perdona, es que vi como lanzabas el movil... --dije a trancas y barrancas, llorando de la risa. --?Te sientas? --senalo a la silla de su mesa, sorprendido gratamente por lo que yo le habia revelado. --Vale --cogi las cosas de mi mesa y me fui para la suya. --?Has venido de viaje sola? --pregunto intrigado. --Si, aunque estas calles deben estar inundadas por companeros mios. He venido a un evento de mi empresa, se celebra manana. --?No seras empleada de Medison, verdad? --!Si! ?Tu tambien? --Si, soy de las oficinas centrales de Vigo. !Que coincidencia! --No, no lo es, solo a un espanol se le ocurriria estampar un movil por una discusion con su pareja --solte riendo aun mas. --!Mi madre! Te has enterado de todo --dijo poniendo sus manos sobre la cara. --No, tranquilo, a ella no la escuchaba --sonrei de forma malefica. --Mejor... --volvio a ponerse las manos en la cara. --No te preocupes. Las mujeres sacamos de quicio, lo llevamos en las venas por naturaleza -- intente suavizar el tema. --Pues esta lo debe llevar en el cuerpo entero. Que de numeritos cada vez que salgo de viaje. Me ha montado un pollo en un momento... impresionante. Esta se cree que soy Richard Gere o algo por el estilo, no la entiendo. Hombre, Richard Gere no, pero vamos, que bueno y guapo era bastante, de esos que a muchas no les importaria tener un rato en su vida. Ese pelo castano, un poco largo, engominado hacia atras, esos ojos color miel, esa mandibula tan acentuada, ese cuerpo tan definido, con ese polito blanco que le hacia unos brazos impresionantes, esos vaqueros ajustados.... Ni que fuera Richard Gere decia... aguante para no reir solo de pensarlo. --No te preocupes, se le pasara. --Mas le vale, porque llamar ya no puede --miro hacia el movil que estaba en la mesa roto en mil pedazos, los dos nos reimos. --No se yo si eso la enfadara mas --encogi los hombros. --Paso, para tres dias que voy a estar aqui, no voy a estar amargado. Total, ella, hasta que no llegue, no se va a quedar tranquila --puso ojos en blanco. --Algunas mujeres no tenemos solucion --dije de sopeton. Nos miramos con complicidad y, en el brillo de sus ojos, pude leer que yo le habia caido en gracia. Permanecimos callados durante un instante, un instante que para mi fue magico y creo que, para el, tambien. Pero la magia tambien tiene fecha de caducidad, como los yogures. Ya sabreis por que dentro de nada. Cuando viajas a otro pais, tienes la sensacion de que estas en otro mundo, en otra realidad y que tienes libertad para hacer muchas cosas que, en tu entorno, eres incapaz de hacer. Creo que a nosotros nos estaba pasando algo parecido. El hecho de que el hubiera roto el movil en mil pedazos me decia que las cosas con aquella joven no iban tan bien. Los celos son de las peores emociones que puede experimentar una pareja. Y, como el habia dicho, su chica estaba siendo presa de ellos. La verdad es que cada vez que lo miraba me recordaba mas a Richard Gere. Pero solo era una fantasia de las que se producian en mi cabeza constantemente. Lo estaba pasando genial con aquel chico. De repente, me di cuenta de que se estaba poniendo cada vez mas nervioso. Note que estaba completamente morado. Se habia atragantado con uno de los aperitivos que nos habian servido junto a la cerveza. Ya no podia ni hablar. Yo me asuste tanto que me levante para intentar ayudarlo. Rodrigo se atragantaba y no habia forma de que pudiera respirar.

  • Invisible de Pablo Poveda

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    Primero le quitaron su vida, despues la identidad. Ha llegado la hora de vengarse de todos.

  • Perros de caza (Cuarteto Wisting 2) de Jorn Lier Horst

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    La segunda novela del cuarteto WISTING,
    que ha inspirado la serie televisiva revelacion de AMC.

  • Ella piso la Luna. Ellas pisaron la Luna de Belen Gopegui

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    El libro mas personal de Belen Gopegui: un texto poderoso, leido en su dia como conferencia, que reivindica a todas las mujeres cuyos logros no han visto la luz.

  • Eterno de Neleb

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    La primera vez que Lilah vio a Christopher penso que era el chico mas guapo que jamas veria. Su madre acababa de morir y su padre le habia ordenado que se mudara con ellos a Nueva York.

  • Dominada por el vikingo de Esmeralda Lynn

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    La dama Juliet Bowen esta aburrida de su vida como noble; mientras sus padres ya le han elegido un marido, ella solo fantasea con un muchacho vikingo que estuvo a punto de secuestrarla diez anos atras.

  • Mi condesa irlandesa (El ducado de Chester 2) de Claire Phillips

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    Lord Lucas, conde de Cornelly habia pasado de ser uno de los cuatro condes del apocalipsis, tildados como unos seductores irredentos, a ser la presa a abatir por toda matrona y debutante de las islas y todo porque su primo Sebastian, duque de Chester y cabeza de toda la familia, habia contraido matrimonio con “su duquesa espanola” abriendo, al parecer, a los ojos de la sociedad y muy especialmente de todas las damas casaderas, la veda sobre el y sus cuatro primos, todos ellos cabezas de titulo. Y sin duda, el era el siguiente en la linea, cosa que detestaba mas alla de lo imaginable. Huia de las debutantes como si fueren la peste por lo que la atraccion que sentia por la pupila del duque de Sucre empezo a tornarse incontrolable por mucho que se dijese a si mismo y a los demas que el no estaba listo ni para desposarse ni para asumir ese papel que, antes que el, habia adoptado Sebastian de caballero atado y cazado.
    Tras varios anos viajando por el continente en compania de su madre, tras la muerte de su padre, lady Ashton, hija del vizconde de Brocher, lo que menos deseaba era regresar a Inglaterra con el unico fin de ser presentada en sociedad y, con ello, comenzar con el que a ella se le antojaba un ritual tortuoso para las jovenes, lucir como perfectas damas con el unico fin de poder encontrar esposo. Lo que no esperaba es que ese conde que primero lograba enervarla y despues aturdirla, acabaria conquistandola por mucho que se resistiese y por muy terca que se mostrase, especialmente porque tenia la habilidad de aguijonearla y con ello llevarla por el camino que el queria marcar.
    Si, el destino a veces predetermina lo que ni siquiera sus protagonistas parecen dispuestos a aceptar

  • El gran lobo feroz de Daniel Santos

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    Durante siglos, el bosque del pueblo de Hellen ha vivido gobernada bajo el yugo de una manada de lobos peligrosos, agresivos y poderosos. Este ano, como cada ano, el pueblo se jugo a suertes a quien debian ofrecer como tributo. Hellen fue la elegida.

  • Del miedo a la esperanza de Jaime Uribe

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    <>, es una afirmacion rotunda del primer capitulo del Eclesiastes que se aplica a una humanidad desconcertada por un flagelo que la hirio en su prepotencia y desfachatez. Pocas veces en la historia humana una criatura tan diminuta habia causado tantos estragos en una sociedad embelesada por el conocimiento cientifico y la tecnologia A comienzos de la segunda decada del siglo XXI y en ano bisiesto, precisamente el primer dia del calendario occidental del ano 2020, aparece en una ciudad remota de China, Wuhan en la provincia de Hubei, un mal que se extiende con velocidad inusitada en el pais mas poblado de la tierra, con cerca de mil quinientos millones de habitantes. La humanidad confiesa la impotencia ante la agresividad del mal. Es una epoca en la que el hombre se cree autosuficiente, capaz incluso de crear vida, como lo afirma el fisico ingles Ball Philip, autor de "Como crear un ser humano". Esto sucede, afirma el autor ingles, cuando se da la fecundacion in vitro en un laboratorio. La ciencia se ufana, ademas, de realizar clones de animales como ha sucedido en los ultimos anos. Sin embargo, una enfermedad denominada covid-19, causada por un nuevo coronavirus, reta su capacidad cientifica y difunde el miedo y el panico por los cuatro puntos cardinales. Los seres humanos se llenan de temor, estres y ansiedad porque afecta a todos, es especialmente agresivo y mortal en las personas mayores en edad. El coronavirus, causante del covid-19 es una pandemia, como la denomino la OMS - Organizacion Mundial de la salud-, presente en todas las naciones. Es un virus que afecta las vias respiratorias. Los sintomas son similares a los de una gripa normal, y que se difunde a gran velocidad, en parte porque los contagiados son en un 80 % asintomaticos. No es la primera vez que la humanidad se enfrenta a una pandemia o a una enfermedad letal. En la Edad Media la peste negra acabo con un tercio de la poblacion. En los ultimos cien anos han aparecido enfermedades tan graves como la gripa espanola que entre 1918 y 1919 causo cincuenta millones de muertos y afecto a quinientos millones de personas. Esta epidemia se origino al regreso de soldados enfermos de la Primera Guerra Mundial. La historia muestra que entre el siglo sexto a. C. y la epoca moderna ha habido mas de cien epidemias y pandemias que han cobrado la vida de millones de seres humanos. En el siglo sexto a. C. la plaga de Atenas acabo con la vida de ciento cincuenta mil personas. La peste bubonica o peste de Justiniano azoto a todo el imperio bizantino y en cuatro meses acabo con el cuarenta por ciento de la poblacion. Se extendio a Europa, Asia y Africa. En los siglos mas recientes ha habido innumerables epidemias y pandemias. En Mexico, el conquistador Hernan Cortes y sus companeros introdujeron la viruela a la poblacion nativa y se produjeron cincuenta y seis millones de muertos. El colera, que aparecio en Inglaterra en 1817 y duro hasta 1823, produjo un millon de muertos. En el ano 1800 aparecio la fiebre amarilla en Africa y la peste bubonica, originada en Yunnan, China, y causo diez millones de muertes. En las dos ultimas decadas han aparecido diversos tipos de coronavirus que han causado enfermedades como el ebola, el H1N1, el sars y el zika y ahora el covid-19. No es algo extrano en el planeta, pero esta ultima es especialmente agresiva, universal y letal, y su expansion exponencial, quizas porque el mundo es desde hace varias decadas, como escribe Marshall McLuhan, una aldea global. El contagio de una enfermedad que se inicio en China ha sido muy rapido porque las personas viajan diariamente de un pais a otro. Hace 101 anos Laureano Gomez, expresidente de Colombia, le escribio una carta a su amigo Andres Arturo Andrade que estaba en san Andres, en la que contaba como vivia Bogota la pandemia de la gripa espanola en octubre de 1918. Las circunstancias eran similares a la situacion actual y podria ser una carta escrita en el ano 2020. <> Laureano Gomez cuenta, mas adelante, el problema para enterrar a centenares de muertos porque no habia sepultureros ni espacio para enterrarlos porque unos se habian enfermado y otros estaban muertos. Ademas, se refiere a la grave situacion economica que atravesaba y atravesaria el pais porque algunos paises y, en especial EE. UU., habian cerrado sus fronteras. La gripa espanola causo mas muertos que la Primera Guerra Mundial. Se calcula que murieron cincuenta millones de personas. En un comienzo muchas naciones minimizaron el poder del virus y lo situaron en un pais lejano de la civilizacion occidental, subestimaron su expansion y letalidad. En poco mas de mes y medio en China ya habia cerca de cien mil afectados y mas de tres mil muertos. El mundo continuo derrochando el dinero en cruceros, fiestas, festejos, congresos y encuentros. Muchas reuniones podrian haberse efectuado, como esta ocurriendo en la actualidad, mediante los medios de la era digital. Las ciudades modernas se jactan de la construccion de aeropuertos futuristas como sucede en ciudades de algunos paises arabes y en Pekin, la capital china. Solo un aeropuerto moderno como El Dorado, en Bogota, transporta anualmente cerca de cuarenta millones de personas. Diariamente ingresan a Colombia, por ese aeropuerto, mas de veinte mil y por alli entro la enfermedad. La primera contagiada con el virus fue una estudiante de modas procedente de Milan, lo que fue confirmado el 6 de marzo. La joven, por fortuna, fue la primera persona en recuperarse. La impotencia para contener su expansion nos hace pensar en la pequenez humana y sus limitaciones e invita a ser mas humildes y sencillos y acudir a Dios. Dios no nos envia un mal tan agresivo, pero El escucha siempre al hombre, es cercano y respeta la libertad. <> (Homilia delViernes santo en Roma, Raniero Cantalamesa) <> (Ibidem) La produccion industrial, por primera vez en la historia, se paralizo en el mundo entero. Solo se producen alimentos y elementos de aseo y proteccion de la salud. El panico y el miedo contagiaron a los hombres tanto o mas que el virus. En parte, se debio a la rapidez de su transmision y a que todos podemos morir. Los profetas de desgracias, siempre presentes en la humanidad, afirman que nos podriamos llegar a extinguir y que esta cercano el juicio final. Afortunadamente expertos y cientificos recuerdan como otras enfermedades como las del corazon, la diabetes, la influenza y la malaria, por nombrar unas pocas, causan cada ano millones de muertos en todo el mundo. Los muertos por imprudencias en autopistas del mundo entero se cuentan por millones. La humanidad permanece indiferente ante tantas muertes por violencia y enfermedad.

  • La joya del Yukon de Sophie Saint Rose

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    Samantha acude al territorio del Yukon para encargarse de la explotacion minera de su padre, pero se tiene que enfrentar al dueno de los terrenos y Allan Rutherford es dificil de convencer… a no ser que su oferta sea irresistible.

  • Operacion Munich de Rosa Tellez

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    Cuando Elena se reencuentra con Nando tras siete anos sin saber nada el uno del otro, la pasion que desbordaban cuando se conocieron resurge cual Ave Fenix de sus cenizas.
    Su historia comienza cuando Nando salva la vida a Elena tras un atentando de los insurgentes en la base de PRT en Afganistan, donde se encontraban realizando labores de reconstruccion del pais por encargo del Ministerio de Defensa de Espana.
    Tras aquel acontecimiento, nada sera igual. Elena y Nando emprenderan un camino juntos que cambiara sus vidas para siempre y que les adentrara en situaciones extraordinarias, teniendo que llevar a cabo acciones extremas de las que dependeran sus vidas.
    Nada, ni nadie, es lo que parece.
    Pasion desenfrenada, intrigas, mentiras. todo para conseguir un objetivo incierto.
    Adentrate en esta aventura que no te dejara indiferente.

  • La canguro de los Parker de Norah Carter

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    Faltan solo dos horas para mi cumpleanos, !lo se!, no esperaba comenzar mis veintiun anos cuidando a los hijos de los Parker, pero el dinero me viene bien. Hoy asisten a una fiesta y estaran fuera de casa hasta las tantas de la madrugada. Como buena ninera que soy, les dije que no era ningun problema hacer horas nocturnas para cuidar y velar los suenos de sus hijos, que sufren de pesadillas, total, duermo mejor que en mi propia cama... No me puedo quejar de los Parker. Tienen una hermosa casa, muy lujosa para mi gusto. Tengo una habitacion asignada para cuando me tengo que quedar a dormir. Es comoda y practica, se ha vuelto mi tercera estancia, ya que vivo en la universidad, y en casa de mis padres tengo mi dormitorio original. --Hola, Elena, ?que haces, chochete? --mensaje de Lucy. Suspire recostada en el sofa de cuero de la sala de estar de los Parker. --Nada, mirando el techo y medio ojeando Facebook --respondi. De respuesta, me envia una carita riendose a carcajadas, seguido de: --Mas bien diras, espiando el perfil de Ed, ?no? Pongo los ojos en blanco y le respondo: -- ?Que haces tu? -- !Claro chocho, tu cambia de tema hija!, estoy esperando a Rick, tenemos casa sola para nosotros, hoy mis padres estan en una cena de negocios del trabajo de papa. Me siento rapidamente en el sofa y le doy al boton de marcado rapido. !Jajaja!, oigo como se rie Lucy. Sonrio y le pregunto: -- ?Lo haras hoy? -- ?El que? --responde con aire de inocencia. Pongo una vez mas los ojos en blanco. -- !Ah, no se! ?Ponerte a tejer los calcetines de tu abuela? Se rie con fuerza del otro lado de la linea y dice con malicia: --tejer no, joder !siii! Me rio con ganas y le contesto: !dije tejer, no, joder! Ella suelta una risita y dice: --igual, me voy a "correr", jajaja... Nos reimos a mas no poder. Despues de unos minutos, le digo en voz baja: --Ten cuidado Lucy... -- !Que siii...! --y finalizo la llamada. Suspire viendo la pantalla del movil, 10:15 p.m. Mire a mi alrededor, esta casa es una belleza. Soy ninera de los hijos de los Parker, desde los diecisiete anos de edad, sus peques apenas tenian un ano de vida cuando los conoci, son dos hermosos gemelos varones de cinco anos. Se mudaron hace seis meses a esta casa, su antiguo hogar era lindo, pero este te quita el aliento, es mucho mas grande. Me rei, su casa anterior era grande, mas que la de mis padres la cual es de estilo clasico, esta es de estilo toscano y la antigua de los Parker, muy moderna para mi gusto. Aqui solo he estado tres veces y aun no me acostumbro. Movida por la curiosidad, me levanto para recorrer la casa, ya que las veces que me quedo a dormir, siempre lo hago acompanada de los padres, sobre todo de la Senora Karen, que se pasa todo el dia ocupada con su trabajo de diseno de interiores. El Senor Parker, "Jim", es uno de los mejores abogados, segun dice su esposa, con mucho orgullo. Son gente amable, no son engreidos, lo que si, son muy ricos, pero no son de aparentar. Contemple, la gran sala de estar, habia unas puertas grandes que guiaban a la piscina, no tenian cortinas que las cubrieran, ni falta que les hacia, dejaba apreciar la hermosa cascada artificial de la piscina. De noche, con las luces encendidas, parecia un cuento de hadas. Me pare delante de las puertas sin tocarlas, no queria dejar marcas en los vidrios. Suspire una vez mas, me di cuenta que toda la noche lo habia estado haciendo. El mensaje que me dejo Ed, hace menos de una semana, me traia malos recuerdos, ya habian pasado casi seis anos... no le echaba de menos, fue un completo imbecil conmigo. Me pregunte, ?cuando iba a superar lo que me hizo? Mosqueada por ese pensamiento, camine hacia la sala de juegos. La distribucion de las habitaciones era: dos, en la primera planta, (la de los ninos y una de invitados) y dos en la planta baja, (la habitacion principal y otra mas de invitados). Entre en la sala de juego, la cual tenia una mesa redonda como la de los casinos de poker supuse, un comodo sofa de tres plazas, de color marron con un contraste rosado claro, cuatro cojines con tonos a juego con el sofa y el resto de la sala. Sinceramente, no sabia nada de diseno. Segui mirando. Habia dos butacas, un mueble y una mesa de madera, con algunos adornos tallados encima. Apague las luces y continue mi recorrido. Fui a parar a la sala de TV, era mucho mas pequena que la de juegos. Habia una television de pantalla plana encastrada en la pared, un sofa de cuero negro en forma de media luna. Entre el sofa, y un carrito de licores, descansaba una mesa redonda con revistas. A cada lado del carrito, habia dos butacas algo incomodas a simple vista. Presidia la sala, una chimenea, esta, mas pequena que la de la sala de estar. Un bonito reloj de pared, una hermosa lampara de techo circular y otras dos de pared y ventanas con cortinas verdes, no habia mas que ver. Mire la pantalla considerando ver una pelicula, pero aquella salita con el sofa dandole la espalda a la puerta, me generaba incomodidad. Pase por el estudio, pero no entre, ya sabia como era, lo vi un dia cuando el Senor Parker me llamo para pagarme mis servicios como ninera, se me hacia raro entrar, el Senor Parker, "Jim" lo usaba mucho, sentia que era como entrar sin permiso en su dormitorio. Lo que me quedaba por ver del piso inferior era la cocina y el comedor, el cual tiene una pared divisoria con tres ventanas sin vidrios, donde hay jarrones grandes en cada una, "molaba mucho". Del otro lado de esa pared, se encontraba la sala para desayunar, el resto era la habitacion principal de los Parker y mi habitacion de invitados. Decidi ir a la cocina. De pronto, un ruido de algo rompiendose me sobresalto. Me quede quieta en el pasillo, fuera del estudio. Notaba mi corazon a mil, respire profundo presa del panico, y recorde que los ninos a veces se levantaban por alguna pesadilla, pero el hecho de estar husmeando por las salas de recreacion y que me pillaran los senores Parker (Si es que regresaron mas temprano de lo acordado), me hacia morirme de verguenza. Aunque la senora Parker, me dijo que me sintiera como en mi casa, que usara las salas a mi antojo, era obvio que se referia a la sala de estar, la sala de TV, la cocina, y mi habitacion temporal. Apresure el paso y oi vidrios siendo arrastrados. Ahogue un grito al ver una figura alta, un hombre sin duda, estaba barriendo lo que sea que se le habia caido. Para mi suerte no se habia percatado de mi presencia, pues estaba de espaldas. Mire a mi alrededor y lo primero que logre tener a mano, fue una piedra mediana, bueno, realmente era una estatuilla tallada en piedra porque tenia, ojos y boca. Me acerque despacio, sin hacer ruido hacia su espalda con la piedra/estatuilla en la mano, le pregunte casi gritandole, ?quien eres? !Lo se!, es lo mas estupido que he hecho en mi vida, en las pelis no preguntan, golpean primero y luego preguntan. El hombre dio un brinco y seguidamente, solto un taco. -- !Joder!, ?pero que cojones…? --se volvio y me miro sobresaltado. Mis ojos se abrieron y mi mandibula casi se desencaja cuando lo vi de frente. Si, sin duda es un hombre, !y que hombre...! !Joder! No creo que pase de los veinticuatro anos. Es impresionante. Ojos marrones, para perderte en ellos, nariz recta, boca con unos labios carnosos, que seguro harian maravillas... Tenia el cabello largo, por lo que pude apreciar cuando estaba de espalda, de color marron oscuro que se le rizaba un poco a los lados y en el medio. -- !Joder!, me acabas de matar del susto. -- ?Yo?, ?pero que dices?, tu eres el que entras y rompes, lo que sea que hayas roto --dije moviendo las manos en el aire con reproche. Su expresion cambio, se torno suave y burlona, para mi sorpresa y timidez repentina. Me observo sin disimulo de arriba abajo y sin dejar de sonreirme, mientras su mirada me recorria completamente, todo mi cuerpo se estremecio. --Tu, debes de ser la ninera, disculpame si te asuste o te di una mala impresion -- ?Mala impresion? Si casi me corro cuando me ha repasado de arriba a abajo... --Soy Hal, el hijo de Karen --dijo con expresion neutra, pero en su voz note recelo. --Yo soy Elena, y bueno, efectivamente soy la ninera --dije tratando de sonreir, con un molesto brote de timidez. !Y como no! El, lo noto. Para no caer en un silencio incomodo, le dije que obviamente, sus padres no estaban… bueno, su madre y su padrastro, ya que no era un secreto que Hal, no era hijo del Senor Parker. La Senora Parker, mencionaba con carino a su hijo. Recuerdo una vez, una semana exacta despues de mis diecinueve cumpleanos, la Senora Parker, estaba muy sentimental hablando de su hijo. "Esta casi terminando la universidad" la oi decir, pero lo dijo con un aire de tristeza, que no entendi. --Tu madre y el Senor Parker, regresaran sobre las cinco de la manana. No sabia como referirme al Senor "Jim". Hal, sonrio sin ganas. --Lo se -- dijo. Luego termino de barrer los pocos cristales que quedaron esparcidos por el suelo, logre ver que era un vaso de cristal. Sin saber que mas decir, el rompio el silencio que se estaba formando. --Descuida, no te quitare tiempo, solo vine a… --se quedo pensando con expresion dura por unos segundos, mirando hacia mi direccion, pero perdido en sus pensamientos, luego su expresion relajada regreso y me miro a los ojos, continuo hablando --, buscar unas cosas y me voy --finalizo sin sonreir. -- Descuida, es decir, esta es tu casa no tienes que explicarme nada, solo supuse que no sabias que ellos... Mire hacia el montoncito de cristales rotos apilados en el recogedor de basura. Me senti como una idiota, era obvio que el estaria al tanto de lo que hacen o no hacen su madre y el Senor Jim. Sentia como el calor se concentraba en mis mejillas e hice una nota mental, descubrir mas tarde que "cono" me estaba pasando, jamas me mostre insegura con ningun chico, bueno mentira, solo cuando tuve mi primera vez con Ed... -- !Esta, no es mi casa! Su tono de voz, me hizo subir la mirada, al encontrarme con sus ojos marrones que se tornaron mas oscuros y ver su expresion, supe que estaba molesto. --Es la casa de mi madre, yo nunca he vivido aqui --dijo moderando el tono, pero aun asi se le escuchaba irritado. --Bueno, de ambos --finalizo volviendose, dandome la espalda con el recogedor en mano. Como no sabia que mas decir, me volvi y me fui de la cocina. Sin pensar, mis pies me llevaron a mi habitacion, no queria subir a ver a los peques, la ventaja de que tengan cinco anos, es que no es necesario ir a verlos a cada rato como cuando tenian un anito de vida. Sin embargo, sufren de pesadillas desde hace ocho meses y aunque sus padres me dijeron que solo fuera a verlos cuando griten o me vengan a buscar, yo, los supervisaba al menos una vez cada rato, hasta que me fuese a dormir. Cuando fui a encender la luz de la habitacion de invitados de abajo, senti una mano en mi hombro y esta vez solte un grito. -- !Joder...! Tranquila, soy yo. --Pero, ?estas loco o que? Solte aun con el corazon en la boca. Hal Se rio con ganas. --Lo siento de verdad, desde que llegue solo te he asustado --dijo sonriendome con un brillo en los ojos. No se si eran ideas mias o las luces que se reflejaban en sus ojos, pero su color marron claro, parecia cambiar con su humor. No pude contestarle nada, ya que no solo sus ojos captaron mi atencion, tambien esos dos hoyuelos en cada lado que se le formaban al sonreir ampliamente, sin duda es demasiado guapo para su propio bien. Y mis mejillas una vez mas, me traicionaron volviendose fuego. Me miro divertido. -- Eres muy asustadiza, ?no? Negue con la cabeza. --Yo creo que si --insistio. -- !Pues no! --dije encendiendo la luz del techo de la habitacion y entrando en ella. Entro detras de mi. Y bueno, ?el no tenia que ir a recoger sus cosas? Suspire con ese pensamiento y me volvi para mirarlo, seguia con esa expresion como de burla y algo mas. !Ya, vale!, no podia mas con este tio, me estaba tocando las narices. -- ?Que te causa tanta gracia? --Pregunte cruzandome de brazos y mirandolo con cara de pocos amigos. --Nada, eres, adorable --dijo mordiendose el labio inferior. Lo mire atonita y me descruce de brazos, luego me pellizque el puente de la nariz. --Mira, no se que decir, cosa rara en mi, que no diga nada. --Asi que, te deje sin palabras, !que interesante...! --dijo paseandose por la habitacion, con aire arrogante y divertido al mismo tiempo. Cosa que me hizo sentir mucho mas calor, solo que ahora no se alojaba en mis mejillas... Comenzaba hacer calor en esta habitacion. --Voy a ver a tus hermanos --dije tratando de finalizar la conversacion, logre decirselo mirandolo a los ojos, no queria seguir echando mas lena al fuego... Su expresion ahora era de horror, estoy segura que la vi por unos segundos antes de que se volviera rapidamente hacia la ventana. -- ?Estas bien? --Le pregunte sin pararme a pensar, que le hizo poner esa cara de miedo. No tardo mas que dos segundos y se dio la vuelta con expresion neutra. --Si, ya me tengo que ir -- paso por mi lado hacia la puerta. Suspire, por... ya ni se cuantos suspiros he dejado escapar, !vaya noche!, que tio tan misterioso. Por un segundo se me cruzo por la cabeza que, a lo mejor, no era el hijo de la Senora Karen, pero en varias zonas de la casa, hay fotos de un nino pequeno con esos mismos ojos marrones que me miraron llenos de horror, hacia un momento. No son dificiles de reconocer, claro que en el momento que lo sorprendi en la cocina, estaba de espaldas a mi. Sali de la habitacion, para buscar como ocupar mi mente, camine hacia la sala de estar y me dirigi al sofa para sacar de mi bolso, una camara digital. Desde que conoci esta casa, me apetecia mucho tomar fotos de la cascada y mas de noche. Con camara en mano y movil en el bolsillo trasero de mis jeans, ya que mi atuendo del dia de hoy consistia en unos vaqueros azul claro, algo gastados con rotos en ambas rodillas y ajustados a la cadera. Una blusa de manga larga en color gris sin cuello, casi que parecia mas un sencillo sueter solo que esta, se amoldaba a mi pecho y a mi pequena cintura. Bueno no soy una tia de pechos enormes, me gusta pensar que caben en mi mano. Bueno..., no entran en mis manos, son mas bien medianas, ni grandes, ni pequenas, son perfectas. Total..., mientras me gusten a mi, esta bien. Al abrir las puertas, senti el aire fresco que me dio en la cara. Una leve brisa con ese deje de calor que indicaba que estabamos en verano. Mis ojos recorrieron maravillada el lugar, la paz que senti comenzo a despejar mi cabeza, inhale y exhale profundamente. La piscina se veia tan apetecible... Lamentablemente, no se nadar y estoy en horas de trabajo. No creo que los senores Parker, aunque me tengan confianza, me inviten alguna vez a nadar. Me acerque al borde de la piscina. Habia dos hamacas que se veian muy comodas para tumbarse y echarse una siestecita. En ese momento mirando el agua de un azul tan oscuro como el cielo, me pregunte como de profunda estaba. Me agache y meti una mano en el agua, estaba calida. Me sorprendi, pense que estaria fria. Mire alrededor de los bordes, buscando algo que me indicara que la piscina era templada, nunca supe como funcionaba eso, a lo mejor solo estaba calida, por estar expuesta al sol todo el dia. Cuando me fui a levantar, repentinamente se me resbalo de la muneca mi pulsera favorita, llevaba tiempo que el seguro se abria facilmente, con un quejido me puse de rodillas e hice todo lo posible con las manos para que no siguiera hundiendose, pero era inevitable, la pulsera pesaba ya que estaba hecha de plata. -- !No, no, no! --dije frustrada, al perder de vista la pulsera. Me levante y camine en busca del lugar donde guardaban los Parker las cosas para la limpieza de la piscina, si tenia suerte, conseguiria una red limpia piscinas, y asi, intentaria pescarla. -- !Aja!, !bingo! -- Vi una puerta metalica, camuflada con el mismo color de la pared. Rece para que no estuviera cerrada con llave, por suerte estaba abierta. Usando la linterna de mi movil, di con el interruptor de la luz casi de inmediato y me sorprendio un poco, ver aquel armario de la limpieza. No necesite buscar mucho ya que practicamente tenia frente de mi, la herramienta que necesitaba, la tome y di un grito, cuando una arana me subio por la mano derecha, sacudi el brazo violentamente. Cogi la red que se me habia caido al suelo del susto, y sin detenerme a cerrar la puerta, corri de vuelta a la piscina. Cuanto antes recuperara mi pulsera mejor. Seguia imaginandome siendo pillada por los Parker, en una situacion comprometida, al tomarme la confianza de abrir puertas y coger cosas de su propiedad, sin consentimiento alguno

  • cuando menos te lo esperes de Maria Angeles Lopez Rodriguez

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    Las bodas lo cambian todo... Y precisamente eso es lo que sucedio cuando mi mejor amigo, Marcos, me llamo hace unas semanas. Para poneros en situacion os puedo contar que hemos pasado la vida juntos y que no hay un solo recuerdo desde mi infancia en el que Marcos no este presente. Mi primer dia de colegio, el recreo en quinto curso en el que me rompi la muneca, nuestra primera borrachera, las primeras vacaciones de desfase total en Ibiza a los dieciseis... y podria continuar con el dia que decidimos abrir nuestra propia agencia de publicidad y llegar hasta esta misma manana, mientras desayunabamos juntos en el bar de Carlos, debajo de la oficina. Por eso, volviendo a lo que os decia al principio, si tu mejor amigo te llama, cuando podria caminar los escasos tres metros que separan su despacho del tuyo, es porque no sabe como contarte hasta que punto su vida y la tuya, aunque sea de rebote, estan a punto de ser arrolladas por un tsunami llamado "compromiso". --Hola tio --me saludo Marcos inocentemente cuando respondi al telefono. --Marcos, ?que pasa? ?Como ha ido la comida con los clientes? --Todo bien, pero no te llamo por eso. Ana quiere que te invite el domingo 28 de agosto a una barbacoa en casa de sus padres --me propuso con una voz divertida. --Aun quedan dos semanas, ?por que me avisas con tanta antelacion? ?Me estoy perdiendo algo? No habra sido su cumpleanos o algo por el estilo, ?no? --Mas bien algo por el estilo. Vamos a anunciar nuestro compromiso. --?Que? Espera, espera --de repente estaba hiperventilando y necesitaba respirar profundamente. --David, !espabila! Tio, !me caso! Y una vez solto esa bomba de relojeria, !me colgo! Asi como si nada. ?Os lo podeis creer? Tu mejor amigo decide que se casa y de lo primero que eres consciente es de que, despues de anos de vidas paralelas, tu hermano de vida ha tomado la primera decision importante de su existencia sin contar contigo. Asi que en lugar de alegrarme, empece a experimentar una serie de emociones completamente desconocidas para mi hasta ese momento. En cuestion de segundos, empapado de un sudor frio que me mantenia pegado a mi escritorio como una estatua de hielo, empece a luchar contra una retahila de sentimientos absurdamente contradictorios y desconocidos. Pasaba del rechazo a la incomprension, de la rabia a la envidia, de la estupefaccion al miedo. De repente, una gran verdad me golpeo duramente y fue como si Obelix hubiera dejado caer sobre mis hombros un dolmen de 600 quilos. !Adios a nuestros dias de salvaje solteria! Mi amigo Marcos, que el mayor compromiso que habia asumido en su vida habia sido el contrato de permanencia con la compania telefonica, me abandonaba para casarse con Ana. ?Por que no podian seguir viviendo juntos?, ?que diferencia habia? Mi subconsciente se debatia en una autentica batalla campal y el panico que me invadia se materializo en el recuerdo de las sabias palabras de mi adorable abuela, que siempre me decia: "David, cuando una manzana se pudre, hay que tirar el cesto". Y por si no tenia suficiente, podia escuchar alta y clara la implacable sentencia de mi madre: "hijo, ya te lo dije, a cada cerdo…". Vamos, que si Marcos se casaba, al que le iba a llegar su San Martin era a mi. Tras el miedo, en la espiral de los sentimientos en la que me hundia cada vez mas, alcance el bucle de la autocompasion. ?Como me podia estar pasando esto a mi? No es por presumir, pero tengo treinta y cinco anos, soy mi propio jefe y vivo en mi propio apartamento, lo que me permite disfrutar de la independencia que cualquier soltero necesita. Y es que, a pesar de que mi "cama" ha visto desfilar a un buen numero de bellezas en los ultimos anos, la noticia de Marcos desperto en mi el sentimiento mas vil que un ser humano puede padecer: la envidia. Porque en el fondo, yo sabia que Marcos habia encontrado a esa persona con la que despertarse el resto de su vida. En lo que a mi respectaba, hasta ahora la busqueda de "mi otra mitad", esa de la que tanto hablo Platon en El banquete, habia sido un fracaso continuo. Siempre me gusto ser el primero en todo, asi que a los diecinueve anos quise ver en Esther el amor de mi vida. Nos conocimos en la cafeteria de la universidad y podria enganaros diciendo que me fulmino su mirada, que me enamore de su belleza interior, pero lo cierto es que Esther era lo que se conoce como una "tia buena" y a esa edad, mas que nunca, se piensa con la polla. El sexo con ella era genial, lo haciamos en todas partes. Asi que pasados tres meses, me dije a mi mismo "?que mas se puede pedir?", y me embarque en una relacion seria que convirtio el sexo espontaneo y fortuito en comidas los domingos en casa de mis suegros. Dos anos mas tarde, mientras los muchachos se divertian, emborrachaban y empalmaban una juerga con otra, yo jugaba a ser adulto, intentando afrontar la peor noticia que podia recibir a los 21: Esther estaba embarazada, o eso pensabamos. Y ese fue el principio del fin. Imagino que ser conscientes de la responsabilidad que debiamos afrontar fue tan grande que, al ver que la prueba de embarazo daba negativo, sentimos un alivio que hizo aflorar la autentica realidad, ya no sentiamos nada el uno por el otro. Imagino que aprendi la leccion temprano ya que, desde entonces, he estado con muchas mujeres, pero no me he vuelto a enganar a mi mismo confundiendo sexo con amor. El sexo es siempre bienvenido pero las relaciones, no. En los ultimos anos, he visto caer en las redes del matrimonio a muchos de mis amigos, pero nunca me importo porque siempre podia contar con Marcos. Y lo digo en pasado porque una nueva llamada suya me saco de mis cavilaciones y dio paso a un nuevo tsunami: --David, Ana quiere que me confirmes si vendras solo, ?que dices? Y en ese preciso instante fue cuando la decision de Marcos empezo a modificar el devenir de mi existencia. No es que la maldita pregunta hiciese replantearme la escala de valores por la que felizmente me regia desde hacia anos, no. Lo unico que ocurria es que sabia reconocer un reto cuando lo veia y Marcos me estaba desafiando a conseguir una chica a la que poder llevar a un acontecimiento como aquel. --Si estas insinuando que no conozco a ninguna mujer que me quiera acompanar a tu fiesta de compromiso, estas muy equivocado. --Estoy seguro de que cualquiera de tus ultimas amiguitas estaria encantada de acompanarte aunque, si lo haces, igual piensan que quieres algo mas serio. Ademas, no creo que ninguna de ellas te haga quedar muy bien delante de mis suegros y nuestros clientes mas importantes --anadio Marcos con sorna. --No tienes que recordarme de donde viene tu familia politica. Pero como mi mejor amigo que eres, deberias tener un poco mas de fe en mi. Aun quedan dos semanas para el gran dia y te apuesto lo que quieras a que acudire del brazo de la combinacion perfecta entre una primera dama de los EEUU y una top model internacional. --Estoy deseando que llegue el momento y verlo con mis propios ojos. El tiempo pasaba volando y ya solo quedaban setenta y dos horas para que se cumpliera el plazo. Aunque aun no habia encontrado a la mujer adecuada que me acompanase a la fiesta de compromiso de Marcos, tenia dos opciones. Podia rendirme, asumir la derrota y dar a Marcos un motivo para machacarme los proximos meses, o bien, podia luchar hasta que el arbitro pitase el final del partido. O lo que es lo mismo, tirar de agenda y probar suerte. Por mucho que Marcos me tomase el pelo, entre todas las mujeres que habian pasado por mi vida, tenia que haber mas de una que estuviera encantada de acompanarme. Con mi venerada Biblia de soltero en la mano, hice una short list con los mejores contactos que encontre en la agenda, tras lo cual decidi empezar llamando a Marta. Eramos muy amigos en la universidad y tras dejarlo con Esther fuimos folla-amigos hasta que todo termino cuando ella se lio con un tipo mayor. Con la moral muy alta, marque el numero de su casa y tras varios tonos una voz femenina respondio desde el otro lado de la linea telefonica: --Buenos dias. ?Podria hablar con Marta, por favor? Soy David, un companero de la universidad. --Supongo que esta de broma. Mi hija termino la universidad hace anos. --Disculpe, creo que me he explicado mal, lo que queria decir es que somos amigos desde la universidad. ?Esta ella en casa? --?Y dice que son amigos? Permitame que lo dude. Si asi fuera sabria que mi hija Marta no vive aqui desde hace mas de cinco anos. ?Mas de cinco anos? Tirando de mi encanto natural consegui que la madre de Marta se relajara y me contara que Marta se habia ido de casa cuando se caso y que acababa de tener su segundo hijo, un bebe que ya tenia ocho meses. La siguiente en la lista de muy probables era Sonia y como me sentia muy osado y estaba casi seguro de que iba a aceptar en cuanto le hiciera la propuesta, decidi dejarla para el final. La verdad era que me picaba la curiosidad, y mi espiritu de cazador de las cavernas me llevaba a querer explorar todas las posibilidades. Con Sonia sentada en el banquillo de suplentes, decidi que era el momento de probar suerte con Patricia y Lucia. Dos llamadas, dos negativas. Igual no era mi dia de suerte. Patricia parecia algo dolida por el modo en el que lo dejamos. Segun ella, cuando le dije que la llamaria no pensaba que iban a pasar anos... y Lucia, en cuanto respondio a mi llamada, me espeto: --Ni te atrevas a preguntarmelo. Acabo de hablar con Patricia y para tu informacion desde que nos dejaste somos muy amigas. !Que agresividad! Con el convencimiento de que nunca fundarian mi Club de Fans, pense de nuevo en Sonia. Era el momento de sacarla al terreno de juego. ?O no lo era? La puerta de mi despacho se abrio de repente y ahi estaba de nuevo Marcos preguntandome con sorna: --?Ya has encontrado victima? Te recuerdo que el domingo es el gran dia. --Y yo te recuerdo que eres un capullo. --?Tomamos algo? --pregunto cambiando de tema. --Esta bien. Esperame en el bar de Carlos. --Ok, recojo y te veo alli en veinte minutos

  • Silencio (Don 4) de Pablo Poveda

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    Un enjambre de turistas transitaba por la vieja plaza del mercado de la ciudad. La mayoria, visitantes extranjeros, buscaban la foto perfecta delante de la torre del Reloj Astronomico, el reloj medieval mas famoso del mundo. El sol comenzaba su retirada. Eran las siete de la tarde y una gelida brisa soplaba por las terrazas que ocupaban la plaza, bajo la mirada de las coloridas fachadas de influencia gotica y Art Noveau. Sentado en una mesita del Caffe Italia, un restaurante que de italiano solo tenia el nombre, terminaba su agua con gas mientras clavaba la mirada en el edificio de tonos rojizos y pasteles que tenia en frente: la Narodni Galerie. Ricardo Donoso, vestido de traje y con un abrigo de tres cuartos de color negro, pidio la cuenta con un ademan de mano, mientras una pareja de britanicos devoraba un codillo y saciaba su sed con dos cervezas Pilsner de medio litro. La mujer atendia a la pantalla de su telefono, mientras el hombre comia como si no existiera manana. Don los miro seriamente, hasta que la mirada del extrano se cruzo con la suya. La tension se alargo unos segundos, obligando a que este dejara de masticar, pero el arquitecto no vacilo en retirarse. Intimidado, el desconocido regreso a su plato con desaire y sin mediar palabra con la mujer que lo acompanaba. Las religiones occidentales habian instaurado el concepto de que el cielo y el infierno no eran sino lugares a los que se iba una vez muerto. Destinos como consecuencia de nuestras acciones en vida. Sin embargo, Don tenia otra idea. El arquitecto creia en el infierno como un lugar accesible, real, en el que la mayoria de las personas vivian, con suerte, en algun momento de sus vidas o, sin fortuna, para siempre. Por esa misma razon, no podia sentir pena por nadie, ni siquiera por sus victimas. La lastima no era mas que una invencion que postergaba la solucion del problema. Volvio a mirar al matrimonio. Ellos vivian atrapados, como el, en celdas distintas, pero en un mismo lugar. De repente, atisbo un grupo de personas a la salida de la Galeria Nacional. Era el, su objetivo estaba alli y debia ponerse en movimiento. Un hombre alto, de tez bronceada, cabello oscuro peinado hacia un lado y barba frondosa, salia acompanado de dos mujeres esbeltas, otro tipo de piel mas palida y movimientos torpes. Nicos Thalassinos, el cacique griego que los hombres de Velez tenian en el punto de mira desde el inicio de la crisis economica. Tsipras habia prometido destruir a los oligarcas que controlaban los medios del pais, pero solo consiguio que nacieran nuevos. Cuando esto sucedio, Thalassinos apenas rozaba los cuarenta anos, pero habia aprendido rapido las reglas del juego. Su destreza en los negocios, heredada de su padre, un magnate nautico griego; le ayudaron a escalar rapido y adquirir un fuerte poder social y politico. Pero esa no fue la razon por la que los hombres de Velez le habian encargado al arquitecto encontrar al griego. Durante la crisis y las fuertes oleadas de inmigracion que sufrio Grecia, el empresario se aprovecho de imagen publica, dono millones de euros para ayudar a los refugiados y, entre las sombras, introdujo su garra aprovechandose de la desesperacion humana y desarrollando una fuerte red de prostitucion ilegal que llegaba hasta Portugal. Un objetivo facil, a simple vista, pero delicado. Thalassinos conocia el precio de su cabeza, asi como el del silencio de sus clientes mas privilegiados. El encargo de Don era simple: sacarle los nombres de los politicos europeos que le protegian de los tribunales. Empero, nadie le indico si debia quedar vivo. Harto de esperar, introdujo la mano en el bolsillo del pantalon y dejo una moneda de cincuenta coronas en la mesa. Se puso en pie, levanto las solapas del abrigo y camino hacia el museo. Cuando menos se esperaba, el cielo se tenia de rojo. Un BMW de color negro los recogio frente a la entrada del edificio del Ministerio del Desarrollo Regional y se adentro por una estrecha calle empedrada. Don se aproximo a un viejo Mercedes de color blanco que se encontraba vacio y le pidio en ingles que siguiera al coche. El conductor, un checo cercano a la jubilacion, con fuerte olor a cigarrillos y una camisa blanca con cuadros, puso en marcha el contador y siguio la serpiente de coches que atravesaba la calle del casco antiguo. --?Italiano? --Pregunto el chofer mirando por el espejo retrovisor con una ligera sonrisa. El arquitecto guardo silencio y dudo en contestar por diferentes razones. Aquel chofer solo pretendia ser amable, pero le era indiferente. El corazon bombeaba con tanta fuerza que podia sentirlo en la frente. Hacia tiempo que no lograba saciar la necesidad de matar. Despertarse cada manana con la certeza de ser controlado, avivaba su deseo. Por otro lado, le costaba horrores lidiar con ello en silencio desde que su relacion con Marlena habia progresado. Lo mas duro era aceptar que jamas podria contarselo. Ni a ella, ni a nadie. El silencio era su unico aliado. Siempre habia un precio que pagar, penso. --Si --respondio finalmente. Podia haberle explicado que era espanol, pero eso solo lo exponia aun mas, en cualquiera de las situaciones. Ninguno de los dos hombres que estaba en ese vehiculo conocia el final de aquella noche. El taxista balbuceo algo en el idioma vecino, pero Don lo ignoro por completo. Con la mirada siguio el trayecto del coche que iba delante. Los vehiculos abandonaron el casco antiguo para alcanzar la ladera del rio Moldava, que separaba la ciudad en dos, incorporandose a la Ludvik Svobody, una gran avenida de asfalto arropada por los aledanos del parque Lannova y los barcos atracados que funcionaban como locales de ocio en verano. Don miro por la ventanilla y llego a la conclusion de que, en cierto punto, todas las grandes ciudades eran iguales. Aguardo silencioso, expectante por lo que iba a encontrar una vez se bajara del sedan. Mantente concentrado, repetia la voz de Velez en su interior. Jamas creyo que el tono de aquel indeseable le resultara familiar. El vehiculo en el que viajaba el griego con sus acompanantes se detuvo en la entrada de un gran edificio rectangular iluminado y acristalado con espejo. En lo mas alto, luces rosadas alumbraban el cielo. --Aha... --dijo el taxista mientras reducia la velocidad--. Hotel Hilton Prague, signore. En efecto, penso el arquitecto. Miro el contador y saco un billete de doscientas coronas. Acto seguido vio salir a su victima junto a las dos mujeres. El otro tipo se quedo en el interior del coche. Dos obstaculos. Era parte del plan de Thalassinos. Deshacerse de ellas no seria muy dificil. --Dekuji --respondio el espanol haciendo uso de las palabras en checo que habia aprendido para su viaje y le entrego el billete. El taxista senalo al contador para explicarle que le habia dado de mas, pero Don levanto la mano. --Dekuji... --murmuro asombrado gratamente sin rechistar. Cuando vio como el empresario desaparecia tras la puerta giratoria del hotel, salio al exterior y cerro de un portazo el viejo coche aleman. Decidido, camino hacia el interior del edificio escuchando el ruido de la suela de sus zapatos bajo el gelido sosiego de la noche. Asi como por fuera el hotel parecia un bloque hermetico, el interior revelaba el porque de su forma. Era extrano, atipico y con un sobrecargado aspecto futurista, como si estar alli dentro perteneciera a otro lugar. Don recordo algunas ciudades de Oriente Medio en las que los centros comerciales se convertian en autenticas pequenas ciudades ficticias. Suelo de marmol blanco, palmeras de decoracion, luz tenue de tonos rosados y unas escaleras subian hasta la primera planta. Los alrededores estaban formados por las ventanas interiores de las habitaciones, apiladas en torres blancas de mas de diecisiete alturas. Cuando el espanol alzo la mirada al firmamento, no vio mas que un techo formado por vigas de hierro y una gran bola de acero dividida en laminas que formaba parte de la decoracion. Sin duda, un lugar estridente para los sentidos con un exceso de modernidad. A lo lejos, vislumbro las tres figuras humanas caminar hacia los ascensores. Tomo aire y se dirigio hacia ellos. No temia que lo descubrieran, pues nadie sabia quien era el y por eso iba a realizar su trabajo con eficacia. Cuando el ascensor llego, las puertas se abrieron y el empresario espero a que entraran las dos mujeres, ambas checas y mas jovenes que el. Entonces, las miradas de los varones se cruzaron por un instante.