• sangre pasado - Jose Alberto Gutierrez

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    Una impactante novela donde el terror se ensana contra un hombre y su familia; donde el misterio y lo insospechado hacen alardes de poder e intensidad. Descubre el misterio de una vida y acompana a Jose Gabriel Valentino por las paginas de “Sangre del pasado”, por un rumbo plagado de misterios, suspenso, intriga, crimen y, desde luego, secretos del olvido.

  • Sangre del pasado (El misterio de una vida): Una novela de ...

    https://www.amazon.es/Sangre-del-pasado-misterio-vida/dp/1070630624

    Sangre del pasado (El misterio de una vida): Una novela de suspenso, crimen, ... y locura (Secretos del olvido) : Gutiérrez, José Alberto: Amazon.es: Libros.

  • Una novela de suspenso, crimen, misterio y locura (Secretos ...

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    Amazon.com: Sangre del pasado (El misterio de una vida): Una novela de suspenso, ... olvido) (Spanish Edition): 9781070630625: Gutiérrez, José Alberto: Libros.

  • El Peso de la Sangre, el pasado, presente y futuro del Sida en ...

    https://finde.latercera.com/libros/el-peso-de-la-sangre-libro-sida-juan-luis-salinas/

    14 ene 2020 — El Peso de la Sangre, el pasado, presente y futuro del Sida en un solo libro ... En El Peso de la Sangre, el periodista Juan Luis Salinas hace un ...

  • A sangre fría (novela) - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/A_sangre_fr%C3%ADa_(novela)

    Truman Capote con la edición en neerlandés de A sangre fría durante el estreno de la película basada en ese libro en Ámsterdam, 1968.

  • La sangre helada : Ian McGuire - Roca Libros

    https://www.rocalibros.com/roca-editorial/catalogo/Ian+McGuire/La+sangre+helada

    «La sangre helada recrea un tiempo pasado y un ambiente palpable. Ian McGuire muestra con una belleza inquietante la oscuridad y violencia de la maldad.

  • Novela de la fuerza de la sangre - Biblioteca Virtual Miguel de ...

    https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-fuerza-de-la-sangre--0/html/ff314dee-82b1-11df-acc7-002185ce6064_15.html

    No habría pasado, a su parecer, media hora, cuando sintió abrir la puerta del aposento y que a ella se llegó una persona; y, sin hablarle palabra, con un ...

  • Antigua sangre (Charlie Parker 17) – John Connolly - Marta ...

    https://martaentrelibros.com/2021/07/16/antigua-sangre-charlie-parker-17-john-connolly/

    16 jul 2021 — Ese es el número de libros de la serie protagonizada por Charlie Parker que he llevo leídos, y no, no solo no me he cansado ni del personaje, ni ...

  • Magia en tus brazos de Belen Urcelay

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    Elizabeth temia que su madre fuera a desmayarse en cualquier momento. Caroline Simmons estaba sofocada, tenia la cara roja, la vena de la frente muy visible y el peinado desarreglado de tanto llevarse las crispadas manos a la cabeza. <>, se dijo. Si ella misma no se hubiera sentido tan hundida, se habria echado a reir. Queria a su madre, pero siempre habia pensado que sus reacciones a casi todo eran exageradas, aunque jamas se lo habia siquiera insinuado. Elizabeth era, ante todo, una dama virtuosa, una esposa leal y una hija ejemplar. O, al menos, lo habia sido hasta hacia poco. --!Un nuevo escandalo! --exclamo Caroline al tiempo que dejaba la taza de te con tanta fuerza que se desbordo y creo un charquito marron sobre el platillo de porcelana--. Primero tu hermana y ahora tu... Pero ?como puedes hacerme esto, Elizabeth? !Vais a matarme entre las dos! Ella continuo sentada en el borde del sofa, con la espalda tan recta como siempre, con las manos placidamente cruzadas sobre el regazo, con los musculos de la cara inmoviles. Caroline habia regresado la noche anterior de un corto viaje para visitar a una prima viuda y se habia encontrado a su primogenita instalada de nuevo en su casa junto con una desagradable noticia... Mas que desagradable, en realidad. Se trataba de algo tan inaudito, tan espantoso, tan contrario a todas las normas del decoro y de la buena sociedad, que costaba creer que una cosa como esa pudiera estar ocurriendo de verdad. Y, sin embargo, asi era. Elizabeth Simmons, la docil, apacible y disciplinada lady Ashton, acababa de pedir el divorcio. --No te hago nada a ti, madre. --Y anadio en voz mas baja, como si le bastara con decirselo a si misma--: Solo quiero ser feliz. --?Como vas a ser feliz convirtiendote en una mujer divorciada? !Y de lord Ashton, nada menos! !No puedo ni imaginarlo! --Caroline agito la cabeza para demostrar su total incomprension--. ?Es que te has vuelto loca? Elizabeth se mordio los labios para evitar responder que, en todo caso, habia sido al aceptar la oferta de matrimonio de Robert cuando debio de volverse loca. Miro a su padre para averiguar si el pensaba lo mismo que su madre, y descubrio que ya la estaba mirando con una mezcla de lastima y desconcierto. --Caroline, querida --intervino Harold Simmons al fin--, es evidente que nuestra hija ya ha tomado su decision, y no nos queda mas remedio que aceptarla. Si, todo esto es muy desagradable y sumamente incomodo, pero... --?Desagradable e incomodo? --repitio Caroline, incredula. Parecia que los ojos se le iban a salir de las orbitas--. ?Como eres capaz de definir como <> que pretenda divorciarse de Robert? !Y sin ninguna razon en absoluto! Era cierto que, de puertas para fuera, su matrimonio con Robert no era ni mas ni menos infeliz que el de muchas otras mujeres de la alta sociedad. Elizabeth habia conocido a lord Ashton en un baile, durante su primera temporada social, cuando tenia dieciocho anos. Su madre y su institutriz la habian preparado a fondo para que su debut fuera un exito, y realmente lo fue: ese ano no hubo en Londres una joven mas bella, educada, elegante y encantadora, que supiera bailar mejor o que fascinara mas a todos los hombres de su alrededor. Elizabeth deslumbraba con su perfeccion, y Caroline no podia estar mas orgullosa de ella. O eso imaginaba, porque cuando descubrio que entre sus muchos pretendientes estaba lord Ashton, creyo volverse loca de contento. Lord Ashton era, de lejos, el mejor partido disponible ese ano, y Caroline se preparo para la batalla con mas paroxismo que un general, desplegando todas sus armas para que el cortejo no acabara malograndose por culpa de la apatia de su poco entusiasta hija. Despues de meses de insistencia (tanto por parte de su madre como de Robert), una Elizabeth aun adolescente, facil de manipular y bastante hastiada acepto la propuesta de matrimonio y se convirtio en lady Ashton. No era que lo amase, desde luego, y en realidad ni siquiera le gustaba como persona, pero desde los doce anos habia tenido muy presente cuales serian sus deberes como mujer de familia acomodada, y no parecia haber muchas mas opciones que casarse con un caballero de buena posicion como el, trasladarse a su mansion y darle un heredero, cosa que cumplio un par de anos despues de la boda, cuando dio a luz a Bobby. A partir de ahi, su vida se convirtio en una sucesion de dias en los que sus unicos momentos de verdadera felicidad consistian en estar con su hijo y tocar el piano. La casa de Mayfair en la que vivian era enorme y lujosa, y tenian todo lo que se pudiera comprar con dinero, pero Robert empezo a ignorarla en cuanto se percato de que su esposa, aunque de comportamiento intachable, no sentia ningun afecto --ni respeto-- por el, y muy pronto se hizo con una larga ristra de amantes que no se molestaba demasiado en ocultar. Poco a poco, Elizabeth fue cayendo en la cuenta de que, quiza, los valores y ensenanzas que habian grabado en su mente desde pequena, y que compartian todas las mujeres de su clase, podian no ser los correctos. El cambio fue tan paulatino que solo cuando su hermana menor, Lillian, se fugo con su enamorado, acepto el pozo de tristeza que escondia en su interior, asi como el hecho de que tal vez merecia algo mejor. Paso casi un ano hasta que se atrevio a decirse a si misma que lo que deseaba era divorciarse, y le costo varios meses mas reunir el valor suficiente para decirselo a Robert. Su marido primero se habia reido de ella, luego habia montado en colera y, finalmente, habia adoptado una actitud gelida que en la actualidad mantenia. Robert solo se mostraba preocupado por el escandalo que un divorcio podia acarrearle a el, e insistio mucho en que hicieran parecer que era el propio Robert quien lo habia solicitado, y no Elizabeth. --Admitiras que tienes un amante, Beth, y que yo lo he descubierto y por eso te pido el divorcio --le habia exigido una noche de la semana anterior, de pie frente a la chimenea y de espaldas a ella. --?Por que iba a decir que tengo un amante? !Eres tu el que las tiene! --repuso Elizabeth. Despues de casi una decada de matrimonio, solo entonces habia empezado a replicarle. --Querida, no seas ingenua. --El se habia reido, girandose para mirarla con desprecio--. Ya sabes que un hombre puede tener amantes sin que eso sea razon necesaria ni suficiente para que la esposa pida el divorcio. Y tampoco tienes pruebas de ello. Era cierto. Para que una mujer obtuviera el divorcio, ademas del adulterio por parte de su marido debia demostrar tambien que este era culpable de otros cargos, como desercion, crueldad, incesto o bigamia. En cambio, bastaba con que un hombre acusara a su mujer de adultera (sin necesidad de presentar ninguna prueba) para que se le concediera el divorcio casi al instante y se quedara con todos los bienes de ella, incluyendo, la mayoria de las veces, a sus hijos. Esto ultimo era lo que mas le preocupaba a Elizabeth: la posibilidad de que le arrebatara la custodia de Bobby. Por ello, de ninguna manera iba a admitir que tenia un amante cuando no era cierto, ni siquiera para agilizar los tramites. Elizabeth habia acudido a ver al abogado de sus padres, el senor Milton, y este habia asegurado hacer todo lo posible por ayudarla, aunque, como dijo alzando las cejas desde el otro lado de su gran mesa de despacho, no podia prometer nada. Al menos ya habia preparado para ella los primeros documentos legales, que Elizabeth guardaba en el secreter de su antiguo dormitorio de soltera en casa de los Simmons. --Madre, apenas he cumplido veintiocho anos, y he pasado los ultimos ocho siendo desgraciada -- trato de argumentar--. ?Eso es lo que quieres para mi? Caroline se disponia a replicar cuando Martha, la doncella, entro para recoger el servicio de te. --Martha, sera mejor que me traigas una copa de licor, a ver si con eso se tranquilizan mis nervios. Traeme aquel tan fuerte de hierbas que utilice despues de que Lillian se fugara como una vulgar... !Oh, ni siquiera se que nombre dar a lo que hizo! --Si, senora Simmons --respondio la criada, acostumbrada por completo a la rabia que Caroline llevaba expresando por su hija menor desde hacia tiempo. Miro de reojo a Elizabeth mientras recogia su servilleta--. ?Desea tambien una copa de licor, lady Ashton? Caroline respondio por ella: --No desea mas que dar problemas, Martha, exactamente igual que su hermana... --Caroline... --murmuro Harold con tono levemente amenazante. --Y sera mejor que dejes de llamarla <> --continuo, sin hacerle caso--. Ya no sera tratada de <> nunca mas. --Miro a su hija con frialdad--. Eso es lo que quieres, ?no? Elizabeth bajo los ojos. --En realidad, si. Caroline emitio un bufido exasperado y la doncella parecio confusa, pero recogio la pesada bandeja con la tetera de plata y las tazas, y salio en silencio. --?Cuando piensas volver a tu casa, querida? --pregunto Harold a Elizabeth. --Manana ire a entregar a Robert los documentos que me ha dado el senor Milton. Pero no se si permanecere alli. Quiza sea mejor recoger algunas cosas mas y volver aqui, con Bobby. --!Pobre pequeno! --exclamo Caroline--. Verse desde tan temprana edad envuelto en un escandalo semejante... ?Que familia lo recibira en su casa cuando sea mayor? --Cualquiera que lo aprecie por lo que es: un nino encantador e inteligente. --Eso ya lo veremos. !Y ya veremos tambien en que posicion quedare yo cuando esto se sepa! --?Tu? --!Si, yo, Elizabeth! --Caroline se levanto del sillon y se acerco a la ventana. Se asomo al exterior como si temiera encontrar una multitud enardecida a las puertas de su casa--. La gente dira: <>. ?Es que no tienes cabeza? De tu hermana casi me lo esperaba, !pero de ti...! --Lillian solo hizo lo que su corazon... --!Oh, por Dios, no me salgas con esas, nina! --Caroline volvio a sentarse, aunque mas bien dio la impresion de que se desplomaba entre un revuelo de tafetan y encajes--. Lillian ha sido una pesima influencia para ti. Como su hermana mayor, debiste haber enderezado a esa chica tozuda e insensible, y no solo no lo hiciste, sino que ahora te vuelves igual de loca... --!No hables asi de ella! La mencion de Lillian lleno de lagrimas de rabia y anoranza los ojos de Elizabeth. Echaba de menos a su hermana pequena, tan lista y voluntariosa, mas de lo que podia expresar, y sobre todo en momentos como aquellos, pero se alegraba de que fuera feliz. O al menos confiaba en que lo estuviera siendo, porque hacia casi un ano y medio que no la veia. Lillian habia huido de Londres con el hombre del que se habia enamorado, envueltos en el escandalo de un robo que todavia no se habia aclarado del todo. Su fuga habia conmocionado a su familia y a toda la alta sociedad londinense. Tambien a Elizabeth, pero de un modo positivo: la habia ayudado a descubrir que ella tambien merecia encontrar ese tipo de amor. Y por ello, estaria eternamente agradecida a su hermana, aunque nunca mas volviera a verla. --Creo que ya es suficiente, Caroline --intervino Harold. Habia permanecido sentado en actitud serena, sin alterarse en ningun momento, pero todos en la habitacion sabian que Lillian era su preferida y que oir hablar del tema de su fuga era muy doloroso para el--. Sera mejor que dejemos tranquila a Elizabeth. Martha entro de nuevo con la bandeja, portando en esta ocasion una botella de cristal tallado llena de licor y unas copitas diminutas. --Martha, tomare el licor en el jardin trasero --dijo Caroline--. Necesito que me de un poco el aire. Caroline salio de la sala seguida por la doncella, que solto un levisimo suspiro de cansancio por encima de la bandeja del licor. Harold se levanto tambien y puso una mano sobre el hombro de su hija. --Se fuerte, Elizabeth. Lo que te espera a partir de ahora sera duro --dijo con voz suave. --Lo se, papa. Pero no sera mas duro que mi vida hasta ahora. Harold se inclino para besar su cabeza y la dejo sola. Elizabeth se quedo sentada, aun muy erguida, aunque nadie la viera, con las manos todavia cruzadas sobre la falda y una lagrima deslizandose lentamente por su mejilla. Al dia siguiente, Elizabeth entro en la mansion de Mayfair en la que habia vivido durante su vida de casada. El mayordomo, Townsend, recogio su pequena maleta y la saludo con tanto respeto como siempre, pero su expresion le parecio algo mas lugubre que de costumbre. <>. Supuso que cada uno tendria su propia opinion al respecto, y que lo mas probable era que la de Townsend fuera negativa. Suspiro para si misma y se quito el sombrero para dejarlo a continuacion en manos de Jane, una de las doncellas. --Jane, ?esta lord Ashton en casa? --quiso saber. No sentia ningun deseo de ver a Robert, pero no le quedaba mas remedio; queria entregarle los documentos de su abogado y zanjar el asunto cuanto antes. Levanto la mirada hacia la doncella, extranada de su tardanza en responder. Ella tambien tenia una expresion rara en su cara redonda. --?Esta lord Ashton en casa? --repitio. --No, milady. Elizabeth se alegro. Asi dispondria de unos momentos a solas para prepararse. --Bien, avisame cuando llegue, por favor. Estare en mis habitaciones. Se dirigio a la ancha escalinata de marmol y comenzo a subir, pero se detuvo al oir la tosecilla nerviosa de Jane, que continuaba inmovil al pie de la escalera. --?Sucede algo? --pregunto. De pronto sentia su corazon latir con mas fuerza, como en prevision de una mala noticia. Las mejillas de la joven habian adquirido un tono rojo, y parecia cada vez mas nerviosa. --?No le ha dicho nada Townsend?

  • El diablo en invierno (Las Wallflowers 3) de Lisa Kleypas

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  • El caso Rosso (Comisario Tempesti 1) de Javier Vazquez Aponte

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    Bruno Barone ha cerrado la puerta de la adolescencia con exito, dejando su pasado empaquetado y sellado en su pueblo natal con la esperanza de mantener a los fantasmas de aquella epoca a raya. Se adentra en la edad adulta sin cicatrices visibles. Ahora es agente de policia, tiene un futuro y un proposito en la vida. Pero, en los rincones mas oscuros de su conciencia sabe que tan solo es un yonqui mas, uno con un poco mas de suerte, uno que ha salido del abismo y que se diferencia muy poco de los otros zombies, esos que deambulan por la gran urbe cargados de miseria.

  • Libre de Promesas (Blackish Masters 2) de Nisha Scail

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    *2a entrega de la serie Blackish Masters / 5ade la Crossroad Company*

  • A veces, solo un segundo de Rachel Rp

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    Todos conocemos la historia del chico malo que se enamora de la chica buena en la universidad, pero, ?que ocurre con el chico malo reformado si la chica buena lo deja? ?Podra superarlo y enamorarse otra vez o el primer amor es irreemplazable? Descubre que pasa cuando para siempre, a veces, es tan solo un segundo…

  • La dama de hielo. Los casos de Jennifer Palmer de Arthur R. Coleman

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    Un trepidante thriller policiaco, una novela de intriga, sensualidad y sexo desde una optica nueva y fresca, un personaje diferente, pleno de originalidad y fuerza: Jennifer Palmer. El nuevo y mas sorprendente personaje de la novela criminal y erotica.
    Un novedoso enfoque de la literatura de asesinos en serie. Un autentico psicopata del crimen busca un adversario de su talla y reta a la criminologa Jennifer Palmer a traves de sus asesinatos: Los desafios del hombre. Es el kraken de los criminales. Un monstruo que sale de las profundidades cuando quiere y causa el terror en la ciudad de Nueva York.
    Un thriller excepcional narrado con gran maestria. ?Quien se esconde tras las siglas D.H. con que firma cada uno de sus estudiados y elaborados crimenes?
    Esta impactante novela nos lleva a las aventuras de una joven y bella criminologa y su agencia, Solution Channel, y de Mark Crowell, un apuesto y atletico inspector de la brigada contra el crimen de la ciudad de Nueva York, desde que se descubre el extrano y cruel asesinato de un conocido marchante de arte.
    Unos personajes en los que la sexualidad y la sensualidad estan en constante ebullicion. La apasionada belleza de la protagonista, su inteligencia y su espiritu independiente llevan al lector a descubrir nuevos limites en la forma de entender la vida, la sexualidad y el deseo de forma libre y sin barreras.
    Una trama asombrosa, con personajes, giros, asesinatos y posibles culpables con la gran incognita a desvelar que solo llega al final de un equivoco y apasionante recorrido en esta incomparable novela negra y erotica.

  • Manana. Capuchinos, bikinis #love de Agnes Ruiz

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    Cassie Gauthier y su mejor amiga se van a las Baleares. En sus maletas hay todo lo necesario para unas vacaciones de ensueno. Bikinis, proteccion solar, gafas de sol… ?Encontraran el amor bajo las palmeras? ?Quiza delante de un capuchino? Pero no hay que fiarse de las apariencias…

  • Nunca subestimes el poder de la estupidez de

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    Pase unos dias en Madrid de puro relax, simplemente paseando por la calle y dedicando la tarde a tomar el sol en la amplia terraza de mi habitacion del hotel, visitando museos y yendo a ver peliculas en los geniales Cines Golem y Cines Renoir. Mi rutina en estos dias de relax me llevaba a comer siempre en el mismo restaurante, donde me sentia atendido y ademas donde se habian acostumbrado ya a mis habitos; al fin y al cabo soy un hombre de costumbres. En uno de los ultimos dias entable una agradable (y larga) conversacion con el encargado del local y hablamos sobre la politica que empezaba a llevar su empresa, una empresa multinacional dedicada a la restauracion. Normalmente suelo comer temprano, casi con un horario europeo (que no mediterraneo), por lo que tuvimos tiempo de tener una conversacion profunda en la que me dijo esta frase: – Durante la epoca de la expansion economica a niveles que no eran normales, se contrataba a cualquier persona porque lo importante era mantener las mesas llenas, circulando y servidas. Ahora la politica ha cambiado y se han dado cuenta de que lo importante no es servir mesas, sino atenderlas. Esta ultima frase en especial me dio que pensar por lo que tiene de cierto. Puedes tener muchos clientes en un momento de pujanza economica pero su nivel de fidelidad sera muy bajo porque realmente solo les estas dando un producto, pero no les estas cuidando. Una empresa en la que unicamente te dedicas a servir los productos sin dar un plus que es el cuidado y atencion personal, que se sientan queridos al fin y al cabo; puede funcionar mientras te encuentras en una etapa de crecimiento economico coyuntural y tu empresa sera arrastrada por la situacion circundante; pero en momentos en que el crecimiento es menor, la atencion al cliente pasa a tener una importancia fundamental. Voy a poner un ejemplo que gustara a algunos y a otros no… McDonalds es una empresa que no se caracteriza por el servicio personalizado a sus clientes: autoservicio, rapidez, despersonalizacion, etc…. En el primer trimestre de 2015 ha tenido un importante descenso en ingresos y ganancias (ver noticia en https://goo.gl/SiznXj). En algunos paises asiaticos han tenido algunos escandalos alimentarios y ademas el crecimiento en EEUU tiene una dura competencia. Sistemas de servicio rapido no permiten personalizacion ni trato cercano con el cliente. El crecimiento en estos casos unicamente se puede conseguir mediante la mejora de los margenes operativos y un intento de aumentar la venta mediante incorporacion de nuevos productos. Por eso siempre es importante dar un trato personal a los clientes, pero mucho mas en una situacion de crecimiento moderado de la economia. Como decia muy bien mi interlocutor en Madrid: “Servir a los clientes no es igual que atenderlos.” En las RRSS, la velocidad de respuesta es muy importante Comenta el articulo visitando este enlace: https://goo.gl/qbqZvr 14 Septiembre 2015 Ayer por la tarde estaba en una sala de cines a punto de entrar a ver una pelicula de terror. Habiamos cinco o seis personas en cola, y justo delante de mi habia una pareja con un nino pequeno. En un momento dado empezo a sonar una estridente musica hardcore a todo volumen por el hilo musical del cine y el nino se tapo los oidos. – ?Que es eso papa? – Musica, carino. – ?Porque no cantan y esta tan fuerte? Se trataba de una musica que entiendo que haya gente a quien pueda gustarle, pero que no me parece la mas adecuada a un cine o centro comercial donde puede acudir gente con todo tipo de sensibilidades musicales. Como estoy acostumbrado a que las redes sociales de las grandes empresas funcionen adecuadamente, escribi un tweet advirtiendo de esta circunstancia en el dia de ayer, cuando empezaba el turno, a eso de las cuatro de la tarde. No he tenido noticias sobre este asunto hasta hace una media hora, es decir, unas !20 horas! despues de que se produjese mi queja. La contestacion indicaba basicamente que pasaban la nota al departamento correspondiente… !20 horas despues! Imaginemos que se trata de la queja de otro tipo como unas butacas en mal estado, escalones rotos o un escape de agua… En 20 horas pueden ocurrir muchas cosas muy desagradables. Por eso siempre digo lo mismo… el community manager debe de adecuarse a los horarios de los clientes de su cliente. Si se trata de un restaurante que sirve desayunos, comidas y cenas, el community manager, debe de estar especialmente alerta en horarios de desayunos, comidas y cenas. Si se trata de un cine, debe de prestar especial atencion a los horarios de proyeccion, etc. Si se trata de un comercio que trabaja de 9:00 a 22:00, el horario del CM debe de ser consecuente. El Community Manager no puede tener un horario de oficina de 8:00 a 18:00 si su cliente tiene un horario mas amplio. Lo mas importante es estar cuando surge la crisis. Si el cliente tiene un problema y no estamos disponibles…. el problema se magnificara. En las RRSS, la velocidad de respuesta es muy importante Comenta el articulo visitando este enlace: https://goo.gl/6Ed8Cr 11 Octubre 2015 La semana pasada fue una semana intensa, ya que un amigo me invito a asistir al South Summit 2015, un encuentro entre emprendedores e inversores, el trampolin para muchas empresas que a partir de esta semana podran empezar a desarrollar su labor gracias a estas nuevas inversiones. Durante estos dias he asistido a charlas de Steve Wozniak, Gwynne Shotwell, y mucha mas gente que podeis consultar en www.southsummit.co; pero para mi lo mas enriquecedor ha sido las conversaciones que he escuchado en restaurantes, salas de reuniones, y salas VIP donde se hacian tratos de lo mas interesante. De todas estas conversaciones, la primera que escuche el dia antes de que empezase el South Summit me resulto especialmente reveladora. Fui a cenar a un restaurante cercano a mi hotel; un restaurante de tipo medio y para mi sorpresa eran varias las mesas con personas vestidas de forma mas o menos formal donde se estaban cerrando tratos y presentado propuestas empresariales. Los ordenadores portatiles abiertos, tablets con documentos y graficos y la actitud de los comensales me lo dejaba muy claro: alli se estaba cocinando algo mas que ricos platos. Tome asiento en uno de los rincones del restaurante intentando conseguir un poco de tranquilidad para responder a los emails que habian quedado al final del dia (siempre llegan correos a todas horas). Saque mi pequeno portatil de 11 pulgadas y un raton inalambrico que suelo utilizar porque me resulta mucho mas comodo que los trackpad integrados, y empece a revisar mi correo electronico. La conexion a internet del restaurante resultaba tediosa, por lo que finalmente comparti los datos de que disponia en mi telefono movil para no tener que esperar una eternidad mientras se cargaban los emails. Justo cuando estaba terminando de escribir el ultimo email de la noche, aparecieron dos hombres y se sentaron en una mesa junto a la mia. Uno de ellos tenia unos 25 anos y vestia ropa desenfadada (camiseta y vaqueros junto con unas deportivas). El otro tendria unos 45 anos y llevaba una camisa cubierta con un jersey de colores chillones, pantalones de vestir y unos mocasines. Pidieron un cafe con leche y una porcion de tarta (el joven) y un cafe solo (el mayor de los dos). Efectivamente se trataba de un chico que pretendia lanzar su empresa y un posible inversor. Esta fue una de las conversaciones de las que mas aprendi en el South Summit. Se que esta feo escuchar conversaciones ajenas, pero en este caso me perdono a mi mismo por todo lo que aprendi de esta. El inversor empezo haciendo las primeras preguntas sobre la viabilidad del proyecto, la necesidad que se cubrira en los usuarios (dijo usuarios y no clientes), etc. Me parecia increible que solo hacia preguntas, una tras otra, sin aportar nada a la conversacion. De momento solo queria saber cosas sobre el proyecto. Despues de bastantes minutos de plantear cuestiones a las que el chico respondia claramente y en ocasiones apoyandose en datos de tu tablet Samsung, paso a la pregunta fundamental: – ?Cuantos fondos necesitarias para lanzar el proyecto en una primera fase? – Unos 250. 000 euros serian adecuados para una primera fase. – Bueno, ya tienes 300.000. Ahora hablemos de como habria que hacerlo. Primero planteo todas las dudas que tenia sobre el proyecto, sin aportar nada al mismo, y una vez que se aseguro de que el proyecto era suyo, entonces empezo a plantear cuestiones sobre como habria que desarrollarlo. Durante los siguientes minutos valoraron a que personas colocar en el puesto comercial, director de departamento de proyectos, etc. Resultaba curioso lo rapido que ocurria todo. Estaba asistiendo al nacimiento de una empresa en menos de 40 minutos. De esta conversacion me quedo con algo importante: el inversor hizo preguntas durante todo el tiempo, buscando los posibles problemas de la empresa, pero no planteandolos como problemas, sino unicamente como preguntas a las que esperaba que el emprendedor diese respuesta adecuada. Decia Warren Buffett que no invertia nunca su dinero en un negocio que no entendia completamente. Intentaba que se lo explicasen una y otra vez hasta que finalmente lo entendia y si no lo entendia, sencillamente no invertia alli su dinero. Podemos aplicar esto a nuestras relaciones comerciales con los clientes. En mi caso que trato con productos que requieren de un cierto grado de idoneidad a la aplicacion para funcionar adecuadamente, no dejo de hacer preguntas al cliente sobre para que quiere el producto, las circunstancias que lo van a rodear, etc. Haz a tu cliente todas las preguntas que consideres necesarias para asegurarte de que el producto sea adecuado para el. Si luego el producto no es el adecuado, el cliente no pensara que el estaba equivocado, sino que tu no le hiciste las preguntas correctas. No te canses de hacer preguntas todo el tiempo para evitar posibles malentendidos. Aprende de las necesidades de tu cliente para cubrirlas adecuadamente.

  • El Sendero Del Dragon de K. Spencer

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    La tarde presentaba un aire plomizo que se pegaba a las nubes, convirtiendolas en masas gigantescas que caerian de un momento a otro sobre la faz de la Tierra aplastando todo vestigio de vida de un plumazo. La ciudad convivia con la agitacion propia de cada tarde: vehiculos que desfilaban en una y otra direccion, llevando y trayendo gente sin parar por las principales avenidas que parecian un circuito infinito de carreras. Manipulados por alguna voluntad que jugase con un mando a distancia, a la que le gustara jugar con los humanos y ver hasta donde son capaces de soportar entre tanto estres e insufrible rutina. En los suburbios se respiraba, sin embargo, el esperpentico lado trasero de ese espejo donde todo parecia brillar y resultar consumible, apetecible. Alli, en construcciones extremadamente humildes y pesimas en habitabilidad, se ve a quienes no pueden acceder a la voragine empresarial, financiera, y glamurosa de Detroit. Y es en esas condiciones --muchas veces miserables-- donde se encuentran, entre quienes acaban como carne de canon de la delincuencia, las verdaderas perlas de la ciudad, pues han sabido apartarse de ese margen de vertigo en medio de la adversidad conservando un minimo de dignidad humana. En algunos centros educativos, como el que tiene a Pamela como profesora, parece que se producen milagros, que se intenta llevar a cabo una nueva integracion de jovenes de esos suburbios para ofrecerles algo mejor que no sea delinquir, drogarse, o entrar en negocios clandestinos. Pero puede que algo oscuro se este fraguando en esas altruistas intenciones. Algunos de esos jovenes estan empezando a demostrar un nivel de vida demasiado alto para lo que se pueden permitir. Estamos hablando de chicos con 16 anos que, aunque a duras penas pueden sus familias pagar el suministro de luz en sus casas, ellos llevan al instituto demasiado dinero en sus bolsillos... y eso esta empezando a ser demasiado sospechoso. Pues ni sus padres estan al corriente de donde viene esa fuente de ingresos. Y aqui comienza esta historia, en esa tarde en la que nuestra profesora va a tener una extrana visita... Pamela seguia en su despacho, rodeada de dossiers por corregir. Todos en el instituto habian marchado ya, pero ella se quedo para estudiar un caso especialmente particular: el de su alumno mas problematico, tratando de comprobar si la ayuda recibida por parte del equipo psicopedagogico habia surtido efecto, o no, en sus avances academicos. Tampoco queria que ese muchacho cayera --como los otros-- en esa red que seguramente estaria poniendole el cebo hasta que picara. Tenia obsesion por conseguir mejoras en todos sus alumnos, hasta el punto de sacrificar su vida privada, entregandose por completo a su labor como tutora. Y aun mas ahora que sentia que podria desenmascarar toda una mafia que quizas se aprovechaba de algunos de sus alumnos. Despues, seria ya demasiado tarde, todo se desvaneceria como la niebla al amanecer. El instituto cerraria sus puertas el curso siguiente. La arquidiocesis tenia problemas financieros y decidio vender colegios para salir a flote. Solo los seleccionados profesores pasarian --desde su entonces central ubicacion-- al nuevo edificio: en el ala superior oeste de la ciudad. Por ello, se dejaba el alma en su particular investigacion, ademas de ser una perfecta educadora. En el dossier de ese muchacho, llamado Oliver, figuraban los ejercicios de la semana, todos ellos llenos de garabatos y tachaduras, haciendo que la frustracion se apoderara cada vez mas de Pamela, agotada tras una jornada intensa de valoraciones del segundo trimestre. Se echo las manos a la cara, intentando apaciguar la sensacion de impotencia que la estaba invadiendo. ?Como podia hacer para que ese atormentado estudiante se tomara en serio las clases? Sabia de sus problemas personales. Practicamente, se habia criado solo, en ausencia de los grandes pilares paternales, que desaparecian continuamente de su atormentada vida. Abrio el cajon de la derecha y saco una caja de aspirinas. Le dolia mucho la cabeza y no le hacia gracia tener que conducir hasta su casa con un nuevo episodio de migrana que le impidiera siquiera manejar su vehiculo. Dio un sorbo del cafe que le quedaba ya frio en la taza para tragar la pastilla, cerrando los ojos, como de costumbre. Permanecio asi unos instantes, entrando en un estado de relajacion que le hacia falta para olvidar todos sus problemas, todos sus pesares. Para concentrarse en algo mas placentero, cogio entre sus manos el colgante que llevaba puesto: una cadena de plata con un espejito enmarcado. Se miro a traves de el buscando el reflejo de todo lo que ese objeto representaba. Aparto unos mechones del flequillo para ver mejor sus ojos…tal y como le habian indicado en un extrano grupo de amistades que hacia muy poco habia conocido en internet. De repente, sintio como si alguien estuviese detras de su espalda. Una corriente de panico atraveso su cuerpo, dejandola inmovil, quizas para congelar ese momento y que no avanzase, tratando de considerarlo una alucinacion. Pero no lo era. Alguien, con extranas intenciones, habia entrado en su despacho. En silencio, sin que ella se diera cuenta. Iba vestido de negro, con una capucha que ocultaba su cabeza; y su rostro, tras una mascara. Acto seguido, unas manos frias rodearon su cuello. Una voz masculina, llena de tension, pronuncio: --No te des la vuelta o te mato. Quedate quieta y escuchame bien --un tipo le ordenaba mientras pasaba la hoja de un cuchillo por delante de su cara a la vez que con el otro brazo la sujetaba contra su cuerpo. Pamela, desde su asiento, sin poder moverse apenas, con el corazon a todo galope, queria girarse para ver su rostro, pero sus ojos no pudieron ver mas que una masa oscura, una capucha y la mascara blanca, que sonreia igual que un nino ante su tarta de cumpleanos, y que cubria toda la cara del misterioso intruso. --He dicho que no te gires --insistio el asaltante, con la voz amortiguada por la careta, y siguio--: Y ahora quiero que grabes esto en tu puta cabeza: !Deja en paz a Oliver, o tendras que lamentarlo! --?Oliver? Yo solo quiero ayudarle --dijo temblorosa Pamela, a punto de darle un infarto. --Se lo que estas haciendo. Te lo advierto. Deja de meterte en su vida --ordeno el tipo--. No juegues a salvar vidas. ?Te ha quedado claro? --No se a que se refiere. Soy su tutora, nada mas --intento justificarse Pamela. --la hoja del cuchillo iba dando vueltas, como si el agresor quisiera deslumbrarla con el brillo de su acero. --Si que lo sabes, senorita Pamela, lo sabes perfectamente. Y como sigas metiendo tus narices en todo lo que haga o diga Oliver, te puede ocurrir una verdadera desgracia. Y seria una pena. Tanto trabajar para acabar pasto de las ratas --sentencio el cinico extrano, con un tono realmente siniestro. Las manos de ese individuo rozaron las mejillas de la tutora, estremecida al maximo, la cual esparcio una lagrima que recorria su cara como si fuera puro acido. Despues, bajaron por su cuello y presionaron un poco. Ella intento tragar saliva, notando sus gruesos dedos, que le parecian mortalmente repudiables. El intruso enmascarado retiro sus manos del cuello de Pamela, bajando aun mas hacia sus pechos, pero se detuvo. Pamela emitio un quejido, queria desembarazarse de esas manos, apartandolas con las suyas, y eso provoco que el atacante se exasperara y continuara con su advertencia. --Dejeme, por favor. Hare lo que me dice. Pero dejeme. --suplicaba Pamela, viendo que podria acabar agredida en su intimidad, en manos de ese hombre que, por su voz, estaba deseando hacer dano y disfrutar con ello. --Espero que todo se solucione por las buenas. A ver, ?te ha quedado suficientemente claro lo que no debes hacer? --exigio el, alzando el cuchillo para indicar que se levantara. Ella tenia casi inmovilizadas las piernas. Era como si el cerebro la ordenase quedarse asi, quieta, esperando que --de alguna manera-- esa orden fuera enseguida anulada, y, mientras, las neuronas trabajasen en inteligentes sinapsis para convencer al agresor de que lo que queria hacer con ella no podia ser, que eso no estaba bien. Que el minimo resquicio de conciencia y humanidad que le quedara en su cabeza le hicieran desistir en su empeno por dejarle una marca de espanto de por vida. --Ya le he dicho que lo he entendido, y que no intervendre mas en cuanto a Oliver. Ahora dejeme ya, por favor. Vendra enseguida el conserje. --concluyo Pamela, mintiendo, ya que no quedaba nadie en todo el instituto. Solo estaba ella. Y el asaltante, claro. --Mentirosa. ?Te crees que soy idiota? Se muchas cosas de este instituto. Y tambien sobre ti -- dejo bien claro ese tipo que estaba al corriente de los movimientos del centro, y que no se andaba con rodeos. Iba en serio. --Esta bien. No le miento. Puede que haya salido, pero el conserje suele quedarse hasta tarde supervisando el trabajo de las limpiadoras --se excuso Pamela. Su mente no paraba de buscar pruebas para no sentirse desamparada. Pero la realidad era que asi lo estaba. Estaba completamente a merced de ese hombre, cuya mascara le producia, ahora que se habia levantado y podia verle de soslayo, verdadero terror. --Date la vuelta --le exigio mirandola, como si estuviera mordiendola con sus ojos afilados. --No hagas algo de lo que te puedas arrepentir. --?Arrepentirme? Eso se lo dejo para las santurronas como tu, que van de Madres Teresa de Calcuta por la vida. Pero no te preocupes, haga lo que haga, iras derechita al cielo. Te lo has ganado --la asusto al limite. Pamela se iba acercando a la pared con gran nerviosismo. Solo la idea de sentir el filo de ese cuchillo por su fina piel, la dejaba en estado de shock… Porque, aunque saliera viva de alli, ya no seria lo mismo. Habia caido en un pozo del que no se puede salir mas que cuando en este se deja caer una cuerda por la que subir. Y alli no habia ni Dios ni cuerda alguna. El hombre seguia mirandola, y a la vez iba haciendo saltar el cuchillo para sujetar su mango en cada vuelta al aire que lo lanzaba, a escasos centimetros de su mano, pero de vez en cuando la apuntaba como si se lo fuera a lanzar de un momento a otro. --No me mate, por Dios. Hare todo lo que me diga, sin decirselo a nadie. Y deje de apuntarme con el cuchillo. Me esta dando algo. No me haga sufrir, por favor. Yo no he hecho nada, y si le molesta que me preocupe por Oliver, desde ahora dejare de hacerlo. Se lo juro --confesaba presa del panico, espantada de pies a cabeza. --Venga, dejate de suplicas. No te voy a matar, solo quiero que sepas de lo que soy capaz -- volvia a recordarle su falta de escrupulos. --Perfecto, senorita --murmuro el, con un tono de conformidad--. Tiene un cuello precioso. Fragil, delicado... --?Le gusta asustar a las mujeres? Pues que sepa que lo esta consiguiendo. Asi que dese por satisfecho. --Ella se oponia por dentro a atacarle verbalmente. Pero tenia delante al mismisimo diablo, con la intencion de pasar el filo de la hoja de ese cuchillo por su delicada piel si es que le incitaba a ello, y aunque lo intentara, sabia que no podia huir de esa situacion. --Esta bien, senorita. Date la vuelta y quedate ahi hasta que me haya ido, ?entendido? Ella vio salir el sol en ese momento. Se giro y se puso contra la pared, apretando su cuerpo con sus manos, como si se abrazara recuperando su vuelta a la vida, dejando atras, literalmente, al terror y a la muerte. Y ese individuo, tal como habia entrado por la ventana, desaparecio subitamente, en silencio y el aire de la calle entro y lleno los pulmones de Pamela, como si acabara de nacer. Ella se dirigio, tras unos segundos, hacia la ventana que, en un primer piso, era facilmente accesible, al poder ser escalada la pared de ladrillos de la fachada con la soltura propia de una persona atletica. Juraria que tenia la ventana cerrada antes de que ese tipo entrara, pero quizas una de las hojas de la ventana quedara sin ajustar. Se asomo pero no vio a nadie, era evidente que ese hombre habia torcido a la derecha. Justamente, su despacho estaba ubicado hacia la esquina del edificio. Cogio sus cosas: su bolso, su abrigo y se tapo por delante con una mano. Abrio la puerta del despacho y se dirigio por el pasillo hacia la salida del centro, pasando por las clases en las que retumbaban sus tacones al estar con las puertas abiertas en medio de aquel vacio que hacia eco. Ya en la puerta, metio la llave que no acababa de centrar y salio apresuradamente del instituto, dirigiendose a su coche, que estaba estacionado en el aparcamiento, a unos diez metros. Busco sus llaves en el bolso, y se le iban cayendo cosas con los nervios, como recibos de los supermercados y algun que otro pintalabios, se agacho a recogerlas mientras maldecia por no haberse ido, como todos, a la hora del cierre del centro. Encontro por fin el llavero con la inicial P, apreto el boton del mando y, antes de sentir el clic de apertura de puertas, acciono la maneta de la puerta, lo que bloqueo el sistema y hubo de esperar para volver a activar el sistema de apertura: cosa que acabo por desquiciarla en su intento por escapar de alli lo antes posible. Mientras tanto, uno de sus pechos se habia salido con los movimientos. Al verse asi, expuesta a las miradas de quienes en ese momento pasaban por alli, y darle igual si habian visto o no su semi desnudez, no escucho o no lo quiso hacer, los comentarios de esas personas que la miraban: <>. Eso si, ganas le dieron de decirles lo que le acababa de pasar. <>, penso. Se sento, cerro las puertas, bloqueandolas, puso la llave en la toma de contacto y la giro para arrancar. Nada, no arrancaba. Siguio intentandolo, una y otra vez pero lo que en realidad estaba haciendo era ahogar el motor. Ya no pudo mas, se estiro sobre el volante, apoyando los brazos contra su frente, descargando en el llanto toda la tension, todo el miedo que se habia aduenado de su cuerpo dejandola incapaz ni siquiera a reaccionar. Un golpe seco en la ventanilla de alguien que se habria acercado a su coche, hizo que cesara el llanto y se preparara para lo peor, abriendo de golpe los ojos --ya desorbitados de tanta angustia --, echandose hacia el asiento del copiloto, tratando de evitar ser de nuevo violentada por el misterioso agresor. Con las manos protegiendo su cara, a traves de los dedos trato de ver, muerta de panico, lo que le esperaba; cuando una voz amable resono como las campanas de un despertador de pesadillas, pues no parecia ser el agresor que en su despacho la violento, y algo le decia en su interior que podria confiar en quien estuviera ahi fuera picando a la ventana de su coche. Una cara amable de un hombre de mediana edad se asomaba para ofrecerle ayuda. --!Hola! !Tranquila, solo queria ayudarla! He visto que tenia dificultades para arrancar su vehiculo. ?Esta usted bien? -le dijo, mostrando su mejor voluntad para sacarla del apuro. --!Ah!…Si, gracias, es que me asuste pensando que se trataba de otra persona. !Por favor, ayudeme! !Alguien ha intentado matarme! --le respondio, soltando el lastre de desconfianza del que estaba poseida. Desbloqueo las puertas para poder salir, pues veia por la cara de incertidumbre que ese hombre no escuchaba nada a traves del cristal de la ventana, aunque ella si pudo escucharle, dado que su tono era lo suficientemente alto para conocer su bienintencionado proposito. El hombre acompano la puerta hasta abrirla del todo, facilitando que Pamela fuera socorrida. --!Dios mio! !Gracias que ha aparecido usted! !Casi me matan ahora mismo en el instituto! Y siguio desahogandose: --!El coche no arrancaba, y ...! Entonces, un mar de lagrimas inundo sus ojos, ahogando sus palabras. --!No se altere, tranquila! Llamaremos a la policia. Ahora respire y deje que ellos se ocupen. --!No! !La policia no! --interrumpio Pamela horrorizada ante la idea de "molestar" con su declaracion al misterioso asaltante, que seguro no tendria escrupulos en acabar con ella en cualquier momento, en el instante mas inesperado. --Bueno, esta bien, pero al menos deje que la lleve a tomar una tila, ahi mismo --propuso, senalando el bar que se veia al otro lado de la carretera. --!Esta bien! !Gracias! Sera lo mejor --reconocio Pamela mirando hacia los lados intentando identificar a su agresor en toda persona que deambulaba por esas calles. Se fijo, algo mas detenidamente, en su "angel de la guardia". Era todo un gentleman: por su exquisita forma de vestir y ademanes corteses, propios de un ejecutivo que esta acostumbrado a llevar su imagen siempre impecable, asi como la actitud: inspiraba confianza, la que requiere alguien que debe defender la representacion de una gran firma empresarial. Su cabello estaba cortado en un estilo jovial, con esa graciosa caida de flequillo que invitaba a desordenarlo, como cuando tocamos la cabeza de un nino mostrando afecto revolviendo su pelo. El corte y la calidad de su traje bien podrian ser de los mejores modistos italianos, a la vanguardia de la elegancia y la comodidad. Pamela cerro el coche cogiendose del brazo de ese amable desconocido, pues le faltaban las fuerzas con todas las angustias que acababa de sufrir. --Me llamo Alexander Stone, he venido a Detroit unos dias para firmar un acuerdo con una sucursal de nuestra compania. La Central esta en Paris, donde resido habitualmente, aunque mi origen es britanico. --Su presentacion no podia ser mas "glamurosa". Solo oir "Paris" parece que las neuronas aplican una transmision de sensualidad y elegancia en todo aquel que pronuncia esa palabra..."Paris", esa ciudad que representa la esencia del romanticismo y la exquisitez. --!Vaya! !Alli me querria ir ahora mismo, para olvidarme de todo lo que me ha pasado! --!Nunca se sabe!… dijo el galante ejecutivo, que, mirandola a los ojos, arqueo una ceja como si del Arco del Triunfo se tratara... Caminaron hasta la cafeteria "Chance" donde una pareja solitaria, al fondo, se confesaba en un cuchicheo divertido. --?Que deseas tomar? --le pregunto el empresario a la tutora, que no cesaba de mirar a la pareja para ver si se daba la vuelta el chico y poder comprobar si se trataba del "sospechoso". --!No temas! --la calmo Alexander--. No estara aqui... ese individuo debe estar bien lejos ya. Cuentame, ?que te ocurrio? Pamela conto con todo detalle el suceso ocurrido en su despacho: el asalto, la amenaza (que quedo grabada en la memoria de los miedos que jamas se olvidan), las sensaciones de impotencia injustas que devoraron esos interminables segundos... haciendo que Alexander cada vez expresara mas preocupacion en su rostro. La apariencia amable de Alexander se fue convirtiendo en rabia contenida. Hasta sus manos, antes acogedoras, ahora se cerraban en vengativos punos dispuestos a hacer justicia. El ceno fruncido y los labios apretados siguieron a un golpe seco en la mesa con su mano, haciendo sonar uno de los gemelos de su camisa. --!Ese malnacido no deberia seguir asustando asi a ninguna mujer y menos a usted, que se ha preocupado tanto por todo alumno conflictivo! La tarde se iba cerrando en una oscura noche, que invadio de repente la atmosfera con voluminosas nubes de un gris cercano al negro, en su avance al centro de Detroit. Una mujer y su hijo corrian por la calle tratando de huir de la tormenta que se avecinaba. No se esperaba este cambio de tiempo tan brusco en un dia de lo mas soleado, propio de mediados de abril, en plena primavera. --Deberia ir ya hacia el vehiculo, pronto se desatara la tormenta y no se podra conducir --dijo Pamela algo asustada, comenzando a poner los pies en el suelo y seguir dirigiendose a su rutina diaria. --No utilizo aqui el coche, me desplazo en taxi, es mas comodo. ?No le importaria llevarme unas calles mas alla? No tengo ninguna prisa en llegar al hotel --dijo Alexander, intentando estar mas tiempo con ella. Pamela le miro y por su mente se cruzaron pensamientos enfrentados: por una parte, se sentia halagada de tal peticion; por otra, aparecian miedos ante los numerosos crimenes que habia visto en las series policiacas. No se consideraba una rompecorazones ni una Dulcinea para nadie, pero siempre guardaba un aspecto delicadamente femenino que, sin saberlo, causaba una especial atraccion a algun que otro companero del centro. Podria contemplar la posibilidad de que ese hombre quisiera tener un affaire con ella, pues es lo que muchos hombres de negocios hacen cuando salen de su guarida y prueban a soltar una cana al aire. Pero, en cuanto penso en todas sus responsabilidades, dio carpetazo a cualquier tentacion al respecto: en cuando llegara a casa tendria que dar de comer al gato, o este daria la serenata a todo el vecindario; poner la lavadora, darse una ducha, cenar algo y preparar la comida del dia siguiente. Siempre se llevaba un tapper al centro para comer alli, pues seguia una dieta estricta para mantener la figura. Ensaladas, tofu o seitan, hamburguesas vegetales y sobre todo fruta para ir calmando el apetito entre horas.

  • Contigo hasta el infinito de Niamh Byrne

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    ?Pueden los polos opuestos enamorarse sin remedio?
    Cuando Frances y Georgia se conocieron en sus anos de instituto nadie hubiera apostado ni un penique por que hicieran buena pareja. Ni siquiera mala. No podian ser mas diferentes ni vivir en mundos mas separados. Frances es la hija menor de un matrimonio que se sostiene a duras penas; con un padre alcoholico y un hermano boxeador y bastante conflictivo, su infancia y adolescencia han sido una constante huida hacia delante. Por el contrario, Georgia MacFarland es la hija unica de una pareja dedicada al mundo de la publicidad, que atesora una herencia noble dentro de la sociedad escocesa.
    Pero lo que Facebook unio anos atras. No parece que nada ni nadie pueda separarlo, ni siquiera Brianna, pese a todo su empeno. O Niall Campbell, que parece haberse encaprichado de Gigi.
    Cuando Frankie deja Amsterdam y vuelve a Glasgow para reencontrase con los viejos fantasmas familiares no imagina que su relacion con Gigi va a llegar a un punto sin retorno: una encrucijada vital donde las decisiones que tome marcaran su destino.
    Esta pareja tan dispar se vera enfrentada, cuestionada y desafiada constantemente a lo largo de su relacion; solo la inquebrantable voluntad de Frankie y el amor a prueba de bombas de Gigi podran superar todos los obstaculos y mantener su amor a flote contra viento y marea.
    Juntas son capaces de llegar al infinito y mas alla.
    ?Las acompanas?

  • Salvada (Los verdugos de Hades 2) de Tillie Cole

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    La esperadisima segunda entrega de la saga de Los Verdugos de Hades

  • Danalia (Spanish Edition) de Tomas Altamiranda

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    Por un lado, Natalia forma parte de la comunidad gitana. Ella es una poderosa hechicera que fue bendecida por el Creador con un indomable poder, el cual debera aprender a usar para el bien. Luchara contra ella misma en un intento de que su propio poder no la corrompa. Dante Alvarez, un muchacho de dieciocho anos, cuya vida y forma de ser pertenecen a un mundo introvertido. Desconoce los demonios dormidos que yacen en su interior, como asi tambien su potencial para salvar al mundo del ejercito de espiritus del agente Smith. Vas caminando por la calle principal de tu pueblo o ciudad, de pronto, impulsado por un estimulo de desconocida procedencia, decidis entrar a ese Centro bibliotecario que, a lo lejos, se divisa algo anticuado y polvoriento. Tomas la iniciativa de buscar en la seccion de Escritos Varios. Por un destello del corazon, te avalanchas sobre un colorido cuaderno que te llamo la atencion arrebatadamente. Lo abris guiado por una fuerza amorosa y pura comenzas a leerlo. Laura 2/1/17 Hola. Encontre este cuaderno escondido en el viejo placar del living. Tuve que quitar libros empolvados, ropas viejas y algunos trapos para llegar hasta el. Me encuentro fatal, me siento destrozado, inutil e impotente. Simplemente ya no puedo seguir guardandome todo lo que llevo dentro, creo que es momento de ir soltando de a poco lo que me ha sucedido. Ayer a la madrugada, mas precisamente a las dos y media, vi algo horrible, asqueroso, repulsivo. Fue la gota que rebalso el vaso. Sabia que no era buena idea ir a esa fiesta de ano nuevo, mi intuicion asocial me decia que era mejor quedarme en casa con mi familia, comer ensalada de frutas y garrapinadas, todo junto, en un coctel explosivo para mi digestion. ?Por donde empiezo? Creo que con el momento en que ella se alejo de mi para conversar con sus amigas. Me quede solo, no conocia a nadie, la musica me asqueaba, el humo del hachis me provocaba arcadas. Un autentico baratro era para mi esa reducida morada sin pintar, con apenas tres ambientes y un bano medio descuajeringado. Para continuar, ella me evito toda la noche. Siempre que intentaba acercarme para que hablaramos, se alejaba con excusas del tipo "tengo que ir al bano" o "voy a agarrar una birra". Mientras yo tomaba una latita de Speed, apoyado en una de las paredes, vi como ella se paseaba con un tipo, de estatura baja y con un notable sobrepeso, pelo rizado, cara repleta de acne y dos espansores grandes como moneda de un peso. ?Quien sospecharia? ?Quien podria sospechar de ese vago destartalado? Si lo haria de un muchacho que fuese de una altura considerable, rubio y con un cuerpo de ensueno, pero de esa aberracion de la naturaleza. Aun no se me ocurren posibles explicaciones esto. Cuando la vi en la habitacion sobre un catre medio rasgado, montandoselo con ese malnacido que habia divisado anteriormente, casi me desvanezco al contra piso. En medio de un oceano de extasis y lujuria, apenas debieron de haber notado que estuve alli. Fue como un derechazo de Mayweather, un pichicatazo tranquilizante, no se como describirlo. Si hubiese cargado una Colt en ese momento, ya estaria en el penal, con cargo de homicidio agravado. Pero no reaccione como ahora deseo haber reaccionado, simplemente me aleje corriendo abriendome paso entre la muchedumbre de adolescentes embriagados. Lo siguiente que hice fue buscar desesperadamente las llaves de mi moto. Revise los bolsillos de mi pantalon, nada. Segui por los de mi chaqueta de cuero, nada. Finalmente recorde que las habia puesto entre mi calcetin y mi zapatilla izquierda. Me monte a mi vehiculo con desasosiego, estaba en estado de completo shock. Acelere a fondo y pase varios semaforos en rojo. Un autentico maniatico al volante. No aguantaba mas, me estaba quebrando, por mis mejillas comenzaban a rodar las primeras lagrimas. Detuve la motocicleta en una estacion de servicio de las antiguas, me baje y sente junto a uno de los surtidores. En mi corazon yacia un vortice de emociones, estaba nervioso, con ira y, a la vez, vacio y sin fuerzas. El empleado de la estacion me pregunto si me encontraba bien, al menos eso creo que me pregunto, yo lo mire con los pomulos humedecidos y le pedi que me dejara solo. Estuve sentado y acurrucado junto al surtidor hasta que el sol se dejo ver, llorando y maldiciendo a todos los santos, y tambien a los familiares de Laura quien, supongo, ahora es mi exnovia. Ahora estoy en mi casa. Mientras escribo estas memorias, voy echandole un ojo al WhatsApp, otro poco de ojo al Facebook y al Instagram. Ella esta en linea, mas no me atrevo a hablarle. Quizas sea mejor bloquearla. Lo he hecho, la he bloqueado. Mi madre me esta mirando con indiferencia, seguro esta pensando "?que esta escribiendo ahora este loco?". Creo haber mencionado al principio que esto era la gota que rebalsaba el vaso. Con Laura ya veniamos de hace meses con problemas de pareja, discusiones bastante fuertes, a decir verdad. Todo era un problema, "que no me sacas a pasear", "tus regalos son de tacano", "le miraste la cola a esa". Yo soy taurino, y me parece que no hace falta aclarar como eran mis reacciones ante estas sonseras. Si, lo reconozco, la insulte e incluso una vez estuve a punto de golpearla. No lo hice, pero si lo hubiese hecho, lo tendria bien merecido. Mis acciones me contradicen, lloro al ver que me han enganado, y enfurezco cuando me provocan. Pero asi soy yo. Esta bien, necesitaba desahogarme, continuare escribiendo luego, otro dia, o la semana que viene, no lo se. 5/2/17 Hola. Estos dias estuve conversando mucho con Lydia. Lydia es mi mejor amiga, mi hermana, mi compinche. Si yo soy Bonnie, ella es Clyde. Como Palermo y Schelotto. Le conte sobre lo de Laura. Aun la tengo bloqueada en el WhatsApp. Lydia me dijo que es mejor que no la desbloquee nunca mas, esto al menos es lo mas saludable para mi corazon y mi mente. Sonseras de adolescentes. Deberia concentrarme en mi. Le doy la razon, pero la extrano. Extrano sus besos deliciosos, sus caricias suavecitas, sus abrazos magicos, su afecto revitalizante. Aunque no se si era amor, o solo eran besos calentones. Pero ultimamente nos besabamos de una forma un tanto... un tanto opaca e insipida. Ya no existia la homogeneidad que teniamos al rozar nuestros labios, ya no se mezclaban en una danza romantica. Eran secos y frios, sin pasion ni energia. Aun no puedo calmar mi mente. No comprendo como fue que paso, ?de donde conoceria a ese tipo de la fiesta? ?como se atreveria a echar todo este tiempo de relacion a la basura? Son preguntas que no me dejan conciliar el sueno por la noche. Yo le adverti aquella vez: "Laura, si alguna vez me sos infiel, olvidate de mi, de inmediato y para siempre." ?Que he hecho mal? Si he sido el novio perfecto, siempre daba lo mejor de mi. ?Acaso se olvido cuando la rodeaba con mis brazos, y la llenaba de besos en la nariz? O quizas se olvido cuando estuve a su lado diez dias, mientras estaba internada en esa clinica, llena de saches de suero y medicamentos. Al parecer si se ha olvidado de todo esto. Necesito dejar de pensar tanto, solo me produce dolor recordar todo lo que fuimos e imaginarme lo que podriamos haber sido. Gracias al universo Lydia siempre esta a mi lado. Su amistad me ha acobijado en mis momentos de pena y dolor. Decidimos con Ricitos (asi le llamo a Lydia, por sus cabellos rubios) que seria una buena idea para que ambos despejemos la mente, emprender un viaje a las sierras. La Falda, mi lugar favorito en el mundo. Tranquilo, boscoso, repleto de lugares para conocer, disfrutar y relajarse. Es un buen destino, creo yo. Lydia tambien esta pasando por problemas de pareja. No quiero profundizar en esto, porque tampoco tengo mucho con que profundizar, pero por lo que me conto brevemente (aclaro que Lydia es muy cerrada en cuanto a sus sentimientos) su novio, Juan, la ha enganado con Jimena, la morochita de lentes de nuestro curso. Sera unas dos semanas de estadia. Los hoteles en La Falda son baratos y accesibles. Dicho lugar es el favorito para las parejas de clase baja de Capital, que desean irse de luna de miel. Necesito no pensar tanto, este martirio me esta hundiendo. Solo estoy evadiendo el problema, tengo que desbloquearla del Whats App y encarar la situacion como un hombre. No, aun no, aun no es tiempo. Estoy sentado bajo el sauce central de la plaza de mi barrio. No se por que decidi instalarme aca, creo lo hago porque es el lugar donde soliamos pasar con Laura horas y horas conversando sobre la vida, de musica, de ciencia, de todo. Si me concentro un poco, aun puedo sentir su aroma rondando por el aire. Creo que ya estoy alucinando. Miro mi muneca y noto que aun no me quite la pulserita de plata que me regalo para mi cumpleanos. Debo tener tendencia al masoquismo sentimental, me gusta martirizarme con sus recuerdos. No puedo olvidarme la fecha exacta en que conoci a Laura.: 6 de agosto del 2015. Voy a escribir un poco como fue que nos conocimos. En el centro vecinal de mi barrio, todos los 6 de agosto (vaya a saber uno por que escogieron esta fecha) se realiza una pequena reunion organizada por el administrador del centro, en donde nos juntamos los adolescentes y preadolescentes de la zona.

  • Confusion de Elisabeth Tower

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    Os presento el primer tomo de una triologia, deseo que sea una gran historia para todo aquel que la lea. Este primer libro lo tendreis en tapa blanda tambien.
    Triologia “INTRUSA”
    Tomo 1:”Confusion” – Tomo 2:”Mentiras” – Tomo 3:”Verdades”
    Argumento de la Triologia completa:
    Francisco Cortes, primogenito y el cabeza en los negocios de vinedos de una acaudalada familia espanola de la maravillosa Isla de Lanzarote, creia conocer a Carmen.
    La tenia por una mujer liberal, inmoral, una caza fortunas y sobre todo por una mala madre, capaz de entregar a los pequenos Juan y Daniela a los parientes de su padre a cambio de poder vivir comodamente gracias a una suma escandalosa de dinero y olvidarse de ellos.
    Pero Francisco Cortes tras su primer encuentro con ella, jamas podria haberse imaginado que secreto guardaria aquella hermosa mujer y como lograria enganarlo tras una falsa identidad .

  • Frio de Jordi Sierra I Fabra

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    En su mundo aseptico de asesino a sueldo no habia sitio para los sentimientos, aunque el destino le deparaba una sorpresa dulce, sensual y amarga a la vez.

  • En busca de Anastasia de Irene Adler

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    Londres, 1919. Una pequena multitud se ha reunido para el funeral del doctor Watson. Entre quienes rinden homenaje al ayudante del gran detective esta Irene Adler, que casi cincuenta anos despues ha regresado para buscar a sus viejos amigos. Solo con ayuda de ellos podra defender a Mila, su hija adoptiva, de las intenciones de un enemigo muy poderoso. ?Conseguira convencer al arisco e infalible Sherlock Holmes y a Arsene Lupin, el fascinante y poco fiable bandido, para recomponer el extraordinario trio de otros tiempos?

  • Una decision personal (Edentown 11) de Annabeth Berkley

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    Valerie Campbell, somnolienta, escucho la voz de su hermano en el piso inferior. Se cubrio con una mano sus grandes ojos verdes apenas abiertos. ?Ya era de dia? ?Por que habia amanecido tan pronto? se pregunto ahogando un suspiro. Solto el aire que no sabia que estaba reteniendo mientras se incorporaba en la cama. No podia ser que se despertara tambien con esa sensacion en casa de su madre, se recrimino. Sobre todo, cuando acababa de tomarse unas vacaciones despues de una ajetreada temporada en el hospital donde trabajaba. Respiro profundamente por la nariz y solto el aire suavemente por la boca. Varias veces. Miro a su alrededor para distraerse. La luz de la manana entraba por la ventana. El papel de pequenas flores que habia escogido cuando era adolescente seguia decorando la pared. Sus viejos peluches y unos cuantos libros se apilaban en la estanteria de color blanco. Las cortinas en color crudo, a juego con la colcha que habia a los pies de la cama, le transmitian la calidez que habia ido buscando. Estaba en casa, se repitio. Parecia que se encontraba mejor. Suspiro. Su hermano iba a casarse con la mujer de su vida, literalmente. Nunca hubiera apostado porque ese tipo de suenos se hicieran realidad. Ella habia tenido posters de Leonardo Di Caprio en la pared de su habitacion y jamas se habia planteado en serio encontrarselo cara a cara y casarse con el. Hizo una mueca. Probablemente tambien la hubiera dejado. Igual que Stan. Volvio a suspirar. Nego con la cabeza y se forzo a sonreir. No podia seguir pensando en cosas negativas. Se lo habia dicho su medico y companero en el hospital. Le habia dado a elegir entre unas vacaciones o una baja medica por ansiedad. Habia elegido las vacaciones. Ella no tenia ansiedad... o no mucha. Lo que le ocurria realmente era que estaba en una epoca un poco mala. Solo eso. Stan Barrows, su pareja, la habia dejado alegando susceptibilidad y mal caracter. Ella no tenia mal caracter. Solo se le habia agriado un poco despues de largas y agotadoras jornadas en el hospital del que no queria salir. Habia llegado a sentir, inexplicablemente, que, si se iba del hospital a su casa, no querria volver. Le gustaba su trabajo como enfermera... mas o menos. Aunque ultimamente se habia obsesionado demasiado y habia descuidado su relacion con Stan. Resoplo de nuevo. Debia dejar de pensar, y estaba escuchando hablar a su madre y a su hermano en la cocina. Seguro que Dexter habia llevado algo para desayunar, como su madre le habia contado que se habia acostumbrado a hacer. Habia llegado muy tarde la noche anterior y tras hablar un poco con ella se habia escondido en la cama; porque era lo que realmente habia hecho, esconderse. Su madre no parecia haberse creido que se habia tomado quince dias de vacaciones para celebrar la boda de su hermano, pero no le apetecia darle mas explicaciones, por lo menos, de momento. Bajo en pijama, con su cabello castano despeinado y con una sonrisa en el rostro. La casa olia a cafe. Entro en la cocina y su hermano la recibio con los brazos abiertos. Seguia tan guapo y carinoso como siempre. Sus ojos verdes brillaban alegres. --Me alegro de verte, Valerie --le dijo sincero--. ?Que tal todo por Nueva York? Valerie dio un beso en la mejilla a su madre antes de mirar los vistosos cupcakes que habia sobre la mesa de la cocina. --Que buena pinta tienen --comento distraida evitando la pregunta de su hermano--. Supongo que la tarta de la boda se la habreis encargado a Carolyn. --Si --le respondio Dexter dando un sorbo a su cafe--. Pero yo quiero que sea un brownie gigante y Bronwyn quiere una de tres pisos de nata y fresas. --Tu quieres un brownie para hacerle rabiar --le sonrio Adrianne Campbell a su hijo--. ?Que infusion te preparo, Valerie? --?Que tienes, ademas de te? --le pregunto Valerie cogiendo un cupcake con frosting de color verde. Adrianne rebusco en su caja de infusiones. --Valeriana, tila, lavanda... --Si, pues las tres me vendran bien --respondio Valerie evitando la mirada de su madre y dando un mordisco al cupcake--. Que bueno esta.... ?Que tal los nervios de la novia? Dexter le sonrio. --Creo que yo estoy mas nervioso que ella --le dijo divertido--. Me alegro de que te hayas cogido unos dias de vacaciones. ?Cuando vendra Stan? Valerie miro a su hermano tragando a duras penas lo que llevaba en la boca. --No vendra... lo hemos dejado --le respondio con una mueca. No le habia dolido la ruptura. Mas bien le habia incomodado y sorprendido. --?Estas bien? --le pregunto Dexter sentandose a su lado. --Si, si.... Ya sabes, horarios incompatibles, mucho trabajo en el hospital... Dexter miro a su madre incomodo. --Lo importante es que tu estes bien, hermanita --le dijo carinoso--. Bueno, sera mejor que me vaya al taller. Se levanto y despues de dar un beso a su madre en la mejilla, salio por la puerta, dispuesto a disfrutar del nuevo dia. Adrianne acerco la infusion a su hija y se sento en el sitio que habia dejado libre Dexter. --El creia que habias venido antes por su boda. --Lo superara --le dijo ironica, con carino. --?Me lo vas a contar? --?El que? --Lo que te ocurre. Valerie empezo a notar que le faltaba el aire. Su respiracion se agito, un sudor frio recorrio su cuerpo. Desenfoco la mirada. Adrianne le puso una mano sobre su hombro. --Vamos, Valerie --le dijo transmitiendole seguridad y templanza--. Respira tranquila. No pasa nada. Valerie asintio cogiendo aire profundamente y expulsandolo por la boca, varias veces. Poco despues miro a su madre. Siempre habia sido el pilar de la familia. Tan fuerte, tan sensata, tan carinosa. Observo que se habia puesto algunas mechas de color mas claro sobre su cabello castano y ligeramente ondulado y, aunque tenia algunas arrugas junto a los ojos, le parecia que el tiempo no pasaba por ella. --No se que me ocurre --le confeso. --?Tiene que ver con Stan? --le pregunto Adrianne. --Creo que no --le respondio no muy convencida--. Creo que he estado trabajando demasiado. He hecho muchas horas seguidas en el hospital. No he descansado mucho. --?Y por que lo has hecho? Valerie miro a su madre y se encogio de hombros. --Valerie, ?que te ocurre, carino? --No lo se. --?No lo sabes o no lo quieres pensar? --Las dos cosas --murmuro bajando la mirada. Adrianne suspiro. --Ya hacia tiempo que no veia tus ataques de ansiedad --le comento--. ?Recuerdas como te ponias cada vez que tenias un examen? Valerie asintio apretando los labios. --Ahora no tienes examenes. La joven nego con la cabeza. --?Entonces? --insistio Adrianne. --No lo se, mama... Supongo que se me habra juntado todo. --?Que es todo? --Mucho trabajo, lo de Stan, los treinta anos... Adrianne enarco las cejas, escuchando atenta a su hija. --Parece que nos vamos acercando... ?que ocurre con los treinta anos? --Siempre habia pensado que a los treinta estaria felizmente casada, con hijos y seria feliz en mi trabajo... y mira. Adrianne asintio. --Bueno, una cosa son los suenos que tienes de nina y otra cosa es que esos suenos no hayan cambiado a la vez que tu. ?Tienes los mismos suenos que a los diez anos? Espero que no. Has madurado. ?Que te preocupa? --Todo... --le confeso--. No. Nada. No lo se. No estoy preocupada, mama, es que siento que no tengo nada. No tengo marido, no tengo hijos, me ahogo en el trabajo... mama, no hay nada bien en mi vida... y veo a Dexter que sigue en Edentown, trabajando en un taller mecanico y es feliz. Mama… Es feliz --le repitio--. Y yo no se que hacer con mi vida. Adrianne habia apoyado el codo en la mesa para poder sujetar la cabeza sobre una de sus manos. --Bueno, pues ya lo has sacado. --?El que? --Lo que te pasa. --No le tengo envidia a Dexter. Me alegro por el. --No lo dudo. --?Entonces? --Crei que te gustaba el trabajo. --Y me gusta --le respondio Valerie con voz mas baja. --Acabas de decir que no. --Solo es que ha habido mucho trabajo de repente, he tenido que doblar turnos y supongo que me he sentido sobrepasada. Adrianne asintio mientras la veia levantarse. Valerie evito la mirada de su madre. No sabia como lo hacia, pero siempre le hacia pensar en cosas que no queria. --Voy a ducharme. Creo que salir a dar una vuelta y dejar de pensar, me vendra bien. --Tu sabes que no puedes huir de ti, ?verdad? Valerie le hizo una mueca antes de salir de la cocina. Adrianne elevo los ojos al cielo. ?Cuando dejaba una madre de preocuparse por sus hijos? Grant Correll miro satisfecho las ultimas fotos que habia hecho del lago. El paisaje le transmitia calma, vida y algo mas que no sabia como definir. Sin duda eran muy buenas fotos, no porque el fuera un reconocido y prestigioso fotografo, sino porque el entorno era, sin saber por que, <>. Se fijo en una joven que caminaba distraida y sin prisa. Enfoco la camara. Estatura normal, peso normal, vestido de color oscuro bailando con la brisa, cabello castano con reflejos en caoba... Aposto mentalmente a que tendria los ojos verdes. Hizo varias fotos. Le parecia pensativa, quiza triste, melancolica... Miraba al lago de vez en cuando, como si pudiera escuchar sus pensamientos y responderle. Sin duda, no era una turista, supuso. No admiraba el lago, parecia formar parte de el. --?Te gusta lo que ves? --escucho una voz femenina a su espalda. Grant sonrio antes de girarse para ver a una de las mujeres mas bellas que habia conocido nunca. Seguia tan bonita como recordaba. Alta, con el cabello castano y largo, con sus oscuras pestanas enmarcando unos preciosos ojos azules... a juego con el agua del lago... El dia de la boda le haria unas fotos increibles en ese entorno, penso. --Bronwyn --la abrazo con carino--. Me alegro mucho de verte. --Yo tambien --le sonrio ella--. Gracias por venir. --Te dije que lo haria --le recordo terminando el abrazo--. Edentown te sienta bien. --Si --acepto complacida mirando con el hacia el lago--. ?Que tal estas tu? Grant la miro sonriendo. Muchas horas de confesiones compartidas por las que parecia que no habia pasado el tiempo. --Bien... como siempre... Bronwyn Evans lo miro de reojo. --Bien y como siempre son dos cosas diferentes. Grant le sonrio con carino mientras se encogia de hombros. Muy lejos habia quedado la epoca de excesos en la que habia conocido a Bronwyn y que lo habian llevado a su etapa mas oscura en todos los sentidos. Llevaba bastante tiempo en calma, demasiado tranquilo, demasiado acomodado en una rutina predecible y, a veces, incluso aburrida. Pero no aspiraba a mas, ni queria mas. --Ya queda poco para el gran dia --le comento mirando a su alrededor--. Espero que Dexter sepa lo afortunado que es. --Lo sabe --le confirmo con dulzura--. Y me lo repite todos los dias. ?Has hecho suficientes fotos? Grant se giro buscando con la mirada a la mujer del lago. No la vio. Asintio. --Puedo venir en cualquier momento --asintio--. El lago no va a moverse. Bronwyn le cogio del brazo para empezar a andar. --Por lo menos esta vez has venido con mas tiempo que cuando viniste para tu exposicion -- le dijo con una sonrisa. Grant asintio. --Me he tomado unos dias. --?El ermitano Grant Correll ha decidido salir de su cueva? Grant sonrio divertido. --Nueva York no podria considerarse una cueva. Bronwyn le sonrio con carino. --Tu sala de revelado es una cueva de la que nunca sales, me da igual que este en Nueva York, Los Angeles, o Vancouver. --Exageras un poco. --?Tu crees? --Te recuerdo que a ti la soledad tambien te gustaba. Bronwyn se encogio de hombros. --Supongo que por eso siempre nos llevamos bien. Grant asintio dandole la razon. --Y vas a cambiarla por crear tu propia familia. --Yo tampoco lo hubiera imaginado nunca, pero ya ves --le sonrio con los ojos brillantes--. El destino parece que tiene reservadas sorpresas inesperadas. --Pues espero que no para mi. Bronwyn sonrio a su amigo. --?Sabes algo de tu padre? Grant la miro de reojo. --No... ?por que iba a saber nada?

  • Salvaje de Nicola Marsh

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    Hudson Watt era el mejor amigo de Makayla Tarrant. Sin embargo, le rompio el corazon y ahora, cinco anos despues, ha regresado. Esta mas sexy que nunca y puede hacer que Mak triunfe como bailarina. o que fracase. Ella quiere odiarlo. Quiere demostrarle que es inmune a su atractivo. Pero, sobre todo, Mak quiere. !tenerlo todas las noches y de todas las maneras posibles

  • En honor a la verdad de Rosa Alcantara Menendez

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    Tras llegar del funeral se quito de malas maneras el traje negro en su dormitorio y no dudo en meterse bajo la ducha. Llevaba indignado con ella varios anos, una barbaridad insoportable que no fue capaz de afrontar cuando pudo cortar la farsa de un matrimonio acabado. Siendo realista, o sincero consigo mismo, por esa cobardia estaba envuelto en una injusta situacion con pocos visos de mejorar gracias a esta cruel jugada del Destino. Encima de todo lo aguantado --entre otras cosas, que estuviera embarazada de otro--, encima, habia muerto arrojandose al rio sin pensar en que abandonaba a sus hijas. Eso era imperdonable; jamas lo superarian ni el podria olvidarlo. Echando humo por cada poro de piel en contacto con el agua, apoyo la cabeza en los azulejos y dejo pasar el tiempo con intencion de relajarse; aunque no le sirvio de nada porque la espesa capa de rabia que recubria su cuerpo era demasiado profunda y dolorosa, tan gruesa que lo oprimio hasta hacerlo caer dentro de un abismo donde se vio rodeado por la mas absoluta desolacion. Odiaria siempre a Harriet. El destino baraja las cartas Jueves, 11 de junio de 2015. Londres Harriet <> A su edad, recien cumplidos los treinta y seis el dia de san Antonio, salir de una empresa de trabajo temporal con una oferta para cuidar dos ninas, de ocho y diez anos, no podia decirse que fuese la noticia del siglo; sin embargo, para Candela Baez, una espanola que residia a sus anchas en Londres desde los veinticinco y bajo ningun concepto se planteaba regresar a su pais, como opcion para prescindir de gastos --llamense alquiler y medios de transporte, mientras le surgia algo en su campo, el diseno grafico -- fue una tabla de salvacion cuando ya no podia enganar mas a su casero y estaba harta de sandwiches frios. En el exclusivo barrio de Fitzrovia, enfrente del Hotel Sanderson, Fitzroy Place y muy cerca de un socorrido supermercado Sainsbury's, espero unos minutos en el vestibulo de un edificio de cinco plantas. En cuanto entro, atraveso el interior del lujoso portal, imaginando que tipo de vivienda encontraria dentro. El ruido de sus pisadas en el marmol blanco y el conocimiento de que estaban observandola en un circuito cerrado de camaras de seguridad casi logran hacerla dar media vuelta. Luego, en el ultramoderno ascensor solo habia tres botones en un elegante panel dorado. No existian ni la planta tercera ni la quinta, incomprensible. Pulso el numero 4 y suspiro mientras subia. La cabina se abrio en unos segundos, y vio que tenia acceso directo al apartamento del senor Holt. Llego a sentir vertigo, parecia un loft. Observo un desmesurado salon, apabullante; por lo menos de cien metros cuadrados; tambien, una cocina abierta con muebles blancos y electrodomesticos de acero, integrada en ese espacio donde resaltaban en un rincon: un sofa oscuro con forma de "ele", un aparador bajo con una pantalla de television, una mesa rectangular de cristal rodeada por seis sillas, y una chimenea moderna que no supo si era electrica o de gas. Habia un balcon con cuatro puertas que llegaban hasta el techo, por donde circulaba durante unos metros la tuberia de acero inoxidable del aire acondicionado. Frente a la barra de la cocina vio una escalera blanca, suspendida en el aire, con un parapeto de cristal como proteccion sin restarle protagonismo. Candela penso que daria acceso a la quinta planta, la de los dormitorios. <> Le gusto el estilo contemporaneo entre el suelo de roble y la iluminacion indirecta, conseguia un equilibrio agradable. Echaba un vistazo por el balcon cerrado cuando oyo unos pasos a su espalda y giro el cuerpo. Sonrio a la senora de mediana edad y una estatura igual a la suya, la percibio contenta al tenderle la mano. --Supongo que eres la senorita Baez. --Si --dijo Candela, atenta a unos ojos dulces como la miel--, he venido lo antes posible. --Te lo agradezco mucho --comento la mujer con un deje de alivio--. ?Te apetece un cafe? ?Has desayunado? --No se preocupe, gracias. En cuanto el senor Holt me explique que espera de mi, si le parece, nos tomamos un te juntas. Imagino que trabaja aqui, ?no? --Si, llevo la casa y la cocina. Me llamo Mary Barber. Y sere yo quien te explique en que consiste el trabajo. ?Has cuidado ninos con anterioridad? --Bueno..., vera... --hablo dubitativa--. No se por que la empresa de trabajo temporal me ha seleccionado porque no tengo experiencia, hasta ahora he trabajado como disenadora grafica --explico un poco avergonzada, pensando que haber marcado la casilla de la categoria "Child Care" pudo influir --. No voy a mentirle, Mary, necesito el empleo. Se manejarme bien con los ninos, y no se me da mal la cocina, podria echarle una mano. --Tampoco voy a mentirte, Candela --dijo Mary, amigable, le gusto la sinceridad de la espanola y necesitaban a alguien en cuanto las ninas estuvieran en el nuevo colegio. Con ser sensata y carinosa seria suficiente para acompanarlas a la parada del autobus, prepararles la cena y distraerlas mientras Ashton estuviera en el trabajo--. Mia y Bronte estan en un internado en Sussex, terminan el curso en unos dias y despues del verano ya no volveran. Iran a un colegio de aqui, la Escuela Highgate. Tu obligacion principal sera atenderlas, y pueden resultar agotadoras. El senor Holt quiere que paseis el verano juntas para que las ninas vayan acostumbrandose a ti. --Me parece bien. ?Mia tiene diez anos y Bronte ocho? --Candela vio el rostro sonriente de Mary, asintiendo, y comento confiada--. Creo que sabre manejarlas. --?Estas dispuesta a trabajar todos los dias sin horario? --?Incluidos los fines de semana? --Si. Ash --empezo a decir, pero de inmediato rectifico--. Ashton de vez en cuando tiene que ausentarse por compromisos laborales, el acuerdo es sin horarios fijos pero con un maximo diario. Como viviras aqui, te daria permiso para recibir visitas siempre que no interfieran con tus obligaciones -- comento, trasmitiendole una parte del acuerdo que Ashton creyo justo para compensar la disponibilidad de tiempo--. ?Quieres ver tu habitacion? --?Tengo alojamiento y comidas? --pregunto para asegurar. Mary movio la cabeza afirmando--. ?El salario es el anunciado? --Por supuesto. De buena sintonia atravesaron el salon, pasaron por delante de la impoluta cocina --pese a la olla que habia en el fuego indicando actividad-- y rodearon las paredes claras del ascensor. Tras las dos puertas blancas que habia, Candela se sorprendio al descubrir un aseo impecable, moderno y funcional, y una escalera de bajada. <>, penso. Daba acceso a una habitacion cuadrada, oscura e intima, con el techo algo mas bajo que la planta principal y el suelo de tarima flotante. No quiso pensar cuanto costaria en pleno centro de Londres un triplex de esas caracteristicas. ?Para que? Jamas podria pagarlo. --Este es tu dormitorio --dijo Mary, encendiendo la luz--. Espero que te guste. Se ha redecorado hace unos meses. --Es... esta muy bien... Candela no podia coordinar muchas ideas ingeniosas para disimular el impacto de "su dormitorio" <> <> <>. Habia una pequena cocina con la encimera de cemento; una cama grande en una estructura negra, con un cobertor blanco; una zona de estar, con dos sofas, una television y una chimenea de hierro; un vestidor empotrado que solo se distinguia de las paredes por los pomos, bastante amplio, con cajones a los lados, dos barras y un frontal para los zapatos; y un bano completo debajo de la escalera, en tonos ocres y blancos; siguiendo la linea sencilla del resto. Si las Holt no resultaban unos demonios podia asegurar que habia encontrado el chollo del siglo, retractandose de su propia percepcion; por probar no perdia nada; aunque para no lanzarse al vacio en picado, Candela no dejo de darle vueltas al asunto. Tras la breve visita, subieron por la escalera suspendida a los dormitorios de las ninas. Caminando por el suelo enmoquetado, beige, ese corredor ya mostraba con mas claridad la personalidad de los senores Holt. O, siendo precisos, de Ashton Holt, ya que su esposa, Harriet, se habia suicidado el mes anterior. La noticia, dando a conocer vagamente la historia del matrimonio, circulo como la polvora por los periodicos locales y las televisiones. Ashton Holt, abogado de cuarenta y un anos, y Harriet, de soltera Barlow, medico de treinta y nueve, llevaban casados catorce anos y en apariencia eran felices; si bien, ella acababa de suicidarse, embarazada de seis meses y dejando tras de si dos ninas de corta edad. Acostumbrada por desgracia como la mayoria de los ingleses a los suicidios diarios, aunque ocurrian en el metro o en las vias de los trenes, no en el Puente Waterloo, Candela no habia prestado demasiada atencion a la informacion de la prensa, pero en este momento, por aquello de saber con quien iba a convivir, penso en averiguarlo todo sobre Holt. --Lo siento, Ash --dijo Nadia melosa, acaricio el pecho macizo del abogado, que tenia en ese instante los ojos cerrados y una sonrisa de oreja a oreja, sin dejar que ese sosiego le afectara, con mas rotundidad, hablo--. Tienes que irte, en serio. Manana tengo que madrugar y me gustaria dormir un rato. --No tengo ganas, no te molestare. --No, tienes que irte. Nadia retiro la mano, a la vez que Ashton abria los ojos y la fulminaba con una rafaga de soberbia. --No vuelvas a llamarme mas --dijo seco al incorporarse. --?Por que te enfadas? --pregunto alzando la voz--. Nunca te quedas, ?por que hoy te has empenado en dormir conmigo? --No quiero dormir contigo --espeto cinico, se puso los boxers y de un tiron cogio la camisa blanca del suelo--. Que no tenga que repetirtelo, Nadia. No me llames nunca mas. --?Porque no quiero que duermas aqui? --pregunto indignada, se levanto y se encaro con el, totalmente desnuda, sin complejos y consciente de la perfeccion de su cuerpo de ebano--. Eres peor que un nino. --!Te pago! --grito enfurecido, no toleraba referencias a los ninos, por no regresar a su casa estaba discutiendo con alguien que realmente le importaba poco, aunque podia recurrir a ella cuando se le antojaba--. Es mejor que lo dejemos --Recogio la corbata, el pantalon y la chaqueta--. Que duermas bien. Salio del dormitorio con mala leche, termino de vestirse y abandono la casa cerrando la puerta de un portazo. Cuando pudo reclinar la cabeza en el asiento de un taxi, rogo para que la senora Barber hubiese contratado a una canguro. No se veia lidiando solo con las ninas sin ni siquiera dejar de machacarse por la muerte de Harriet. Tampoco pasaria por ninguna prueba de paternidad para demostrar que ese nuevo hijo no era de el ni abriria la incognita sobre la identidad del padre biologico. Gracias a la discrecion de Harriet el nombre de su amante habia sido una incognita; todo en esa relacion fue secreto, incluso mantuvo oculto el embarazo hasta los cuatro meses de gestacion. El dia que se lo anuncio no murio de un infarto porque no le habia llegado la hora, aunque su corazon desbocado intentara huir de su pecho. Fue una humillacion, el palo mas rastrero que nunca sono recibiria. Y pese a todo, para salvaguardar la reputacion del bufete y la propia de Harriet en el hospital, prefirio seguir con ella hasta que estuviera recuperada del parto. Entonces, se divorciarian. Lo que no intuyo al aceptar esa mentira fue que le impediria conciliar el sueno porque se instalaba enroscandose en su cabeza y la martilleaba sin descanso con la misma pregunta: ?Quien era el hombre que Harriet protegio con tanto celo?

  • Las Palabras y los Mitos de Isaac Asimov

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    Las informaciones y comentarios de este ameno e instructivo ensayo conducen al lector por los vericuetos de la creacion mitologica griega como si se tratase de una novela de aventuras, comentando la poderosa influencia que los mitos han ejercido en la genesis y evolucion del pensamiento humano, con particular enfasis en la formacion de las principales lenguas que se hablan en el mundo.

  • La Venus de las Pieles de Leopold Von Sacher-masoch

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    En La Venus de las pieles el lector descubrira en Severino al sujeto que busca una dominadora a la cual esclavizarse, acudiendo inclusive a obligarse formalmente mediante un contrato que consagrara con detalle su deber, voluntariamente consentido, de someterse a las mas diversas situaciones humillantes y a las sofisticadas torturas que ofrece la imaginacion depravada de los dos firmantes, con el fin de provocarse la ansiada excitacion sexual, al tiempo que el sujeto pasivo que recibe el beneficio del sufrimiento es puesto en el centro de un ritual de dolor, humillacion y sumision, de desdenosa frialdad y de castigos fisicos y morales, que entre mas insufribles le resulten, le propiciaran el extasis buscado. No olvidemos que es Severino quien fuerza a Wanda, contra la voluntad de ella, a adoptar el papel de ama y a aceptarlo a el como esclavo, para lo cual la obliga incluso a firmar un contrato, una de cuyas clausulas estipula que debera ir envuelta en pieles tan a menudo como pueda y, en particular, cuando se muestre cruel con su esclavo. Asi que ya saben: sumerjanse en la lectura de esta novela que con tanta agudeza profundiza en la imposible igualdad de las relaciones amorosas y quizas hallen aqui esas alegrias verdaderas que la vida tan cruelmente nos niega.

  • Lady Brianna de Jane Mackenna

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    Lady Brianna de Clarence se ve obligada a casarse con Alexander Mackencie, el Laird mas temido de las Tierras Altas.
    Su Rey esta castigando a sus padres por desobedecer sus ordenes, ahora dieciocho anos mas tarde es hora de que paguen el precio.
    Alexander Mackencie odia a los ingleses y por ende a la mujer que se convertira en su esposa por ordenes del Rey, ya que tira por la borda sus suenos de matrimonio y felicidad con Isabella, la unica mujer duena de su corazon desde su adolescencia y su amante.
    Alexander y Brianna deberan luchar contra ellos mismos , pues ninguno estara dispuesto a rendirse y sucumbir ante el deseo.

  • La fragancia de lo infinito de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Hay algo mas irresistible que el amor?

  • Ya no creo en el amor de Jenny Del

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    Un dia completo sin levantarme de la cama, veinticuatro horas exactas segun el reloj, pero es que, ?por que me iba a levantar si no contaba con ningun aliciente para hacerlo? A decir verdad, lo unico que me apetecia era un cafe, asi que me levante como si fuera un zombi y meti la capsula en la cafetera. En ese instante, mi mirada se fue a una cajetilla de tabaco que olvido Manolo sobre la encimera de la cocina; yo habia dejado de fumar cinco anos atras, pero con el agobio que sentia no dude en coger un cigarrillo y encenderlo. Manolo se habia marchado la tarde anterior, llego de trabajar a las tres y le tenia la comida en la mesa cuando me dijo que se iba, que se habia enamorado de una companera del trabajo y que estaban esperando un bebe. Asi sin anestesia, mi marido, con el que llevaba casada dos anos y con el que los ultimos dos meses me aventure a buscar un bebe. Tan cruel como sonaba, menos mal que en ese momento tenia el periodo, de lo contrario me hubiera terminado de dar un chungo. El que vivi el dia anterior fue un episodio de esos que siempre piensas que vas a ver en las peliculas, pero que ni por asomo imaginas que tendras que soportar en primera persona. Logico, lo que una suena desde nina es que venga un principe azul que la convierta en una princesa, y no un sapo ponecuernos que la haga una desgraciada. Pero claro, es el destino quien tiene la sarten por el mango y debia estar aburridillo, porque le habia dado por ensanarse conmigo, pero bien. No obstante, al menos estaba orgullosa de mi reaccion pues, aunque si me llegan a pinchar en el momento de la confesion de aquel patan no me sacan ni una gota de sangre, yo habia guardado la compostura. Recorde esas palabras que siempre me decia mi madre, "Martina, que una mujer vale todo lo que se de a valer..." Mi madre, esa mujer que ejercia conmigo y con mi hermano labores de angel de la guarda y a quien por nada en el mundo queria yo hacer dano. Por ella tendria que sacar fuerzas de flaqueza, pero por el amor de Dios, ?como se hacia eso? Ni idea, sencillamente no tenia ni idea... Me encontraba mas perdida que el barco del arroz y dudaba mucho que hubiera tutoriales sobre como recomponer un corazon partido en tiempo record. Ya me imaginaba al YouTuber en cuestion: "se cogen los pedazos y, con el pegamento en la otra mano..." Iba a ser que no era el caso, hasta esboce una leve sonrisilla ironica pensando en el video imaginario... Por mucho que me hubiera propuesto no hacerlo, rememore cada uno de los movimientos de Manolo del dia anterior. Como dolia recordar el rato que estuvo introduciendo todas sus pertenencias en cajas de carton que traia ya listas para llenar; no dejo ni el cepillo de dientes, pero bueno, suyo era y yo no queria nada. Mierda, mierda y mierda, que me iba a meter en una espiral dolorosa de la que me costaria Dios y ayuda salir. Si es que me daba la impresion de que aquella sabandija todavia seguia delante de mi, achicharrando mi corazon con sus palabras como si de un hierro candente se tratara. ?Como era posible acumular tanto dolor en un solo organo? Ahora, mas que nunca, mi corazon iba a tener que demostrarme la pasta de la que estaba hecho... La cosa estaba bastante clara, y es que, como buena seguidora de Marta Quintero, yo a mi marido solia cantarle eso de "Tu eres mi mundo, mi principio y mi fin", y ahora mi mundo se habia desmoronado cual, si de un castillo de naipes se tratase, abruptamente. Dolor y mas dolor, eso era lo que se reflejaba en los rincones del que hasta el dia anterior habia sido nuestro hogar, y que ahora se me antojaba como un recinto frio y vacio, en el que faltaba el alma de la casa... Un alma al que no queria volver a ver ni en pintura, porque yo seria sevillana, pero a Dios ponia por testigo que ese no volvia a ser "miarma". La nuestra habia sido la tipica historia de amor, no voy a decir que de cine, pero para mi maravillosa, porque yo de Manolo habia estado enamorada hasta el tuetano... Nos conocimos en bachillerato y, desde el primer dia que nuestras miradas se cruzaron, supe que deseaba vivir una historia de amor con el. ?Que mas da si eso se llama amor a primera vista o un flechazo certero de Cupido? Yo lo unico que se es que pense que estabamos hechos el uno para el otro... Y no fui la unica que debio pensarlo, porque pronto la vida nos puso en bandeja un noviazgo que disfrute hasta la saciedad. En cuestion de pocos meses nos hicimos totalmente inseparables, tanto que a menudo nuestros companeros se hacian los graciosos entonando cancioncitas de enamorados a nuestro paso... ?Y que? A mi me sobraba el mundo mientras fuera de su mano... Mas tarde yo pase a ocupar un puesto en el despacho de abogados que regentaba mi padre y Manolo se preparo para la guardia civil, no tardando en aprobar las oposiciones. Asi las cosas y, en menos de lo que canta un gallo, ya teniamos la vida resuelta; toda una suerte habida cuenta de lo dificil que lo tienen muchos jovenes de hoy en dia para poder abandonar el nido paterno. El siguiente paso estaba cantado, porque si algo deseabamos ambos era unir nuestras vidas y pasar todo el tiempo posible juntos, gozando de las mieles de la intimidad sin intromisiones. Por esa razon, con veinticuatro anos estabamos dandonos el "si quiero" y comenzando una vida en comun que me habia reportado interminables satisfacciones y que yo hubiera puesto la mano en el fuego porque duraria hasta el fin de nuestros dias... Pero se me hubiera puesto al rojo vivo, esa era la realidad, porque solo habia durado hasta ayer y lo mas terrible es que seguramente mi marido llevara una doble vida desde mucho antes. Cuantas veces habia escuchado eso de que el cornudo es el ultimo en enterarse y que poco podia imaginar que yo no tardaria en engrosar tan lamentable listado. ?Y ahora que? Esa era la pregunta que se repetia una y otra vez en mi cabeza y a la que yo no sabia como dar respuesta. Por suerte, que algo de eso si debia tener, la casa en la que viviamos me la regalaron mis padres, de modo que no tendria que hacer ningun reparto; me la quedaria yo y punto redondo. Y para mejorar aun mas la cuestion, en lo economico tambien lo teniamos todo solucionado, pues el tenia su cuenta y yo la mia. A partir de ahi, todos los meses poniamos un fondo comun para gastos, pero el resto quedaba en nuestras cuentas personales. Por ultimo, del divorcio se encargaria mi padre, asi que por ese lado podia estar mas que tranquila. Intentando ver la parte positiva del asunto, pense que menos mal que me dejo un viernes por la tarde, asi aquel dia no tuve que ir a trabajar, ya que yo lo hacia de lunes a viernes por la manana... Tenia un fin de semana por delante para intentar reponerme una mijilla y no llegar al despacho con esa cara de muerta de tres dias que se reflejaba en el espejo. No obstante, y por muchas vueltas que quisiera darle, que triste era comenzar de cero sin estar preparada para ello; viendo como el hombre con el que tenia la certeza de que iba a compartir el resto de mi vida, se esfumaba con otra formando una familia en un santiamen. Que si, que ya me imaginaba leyendome una pila de libros de autoayuda de esos que tanto se llevan ahora, y compartiendo en el Face cantidad de frases motivadoras, como todos los separados... Pero que aquello dolia un huevo era un hecho y si no que me lo dijeran a mi, que de la opresion que estaba sintiendo en el pecho me costaba hasta respirar. Tenia que poner al dia a mis padres y a mi hermano Leo, se iban a llevar el palo del siglo... De hecho, ellos veian a Manolo como un gran hombre y lo querian como a un hijo y hermano; pero claro, es que todos pensabamos que era una persona integra, con sentimientos bonitos y puros, y ya veis por donde me habia salido el chaval, por la via de Tarifa... Ni que decir tiene que me tome el cafe y me fume un cigarrillo tras otro. Ea, ahora Martina a fumar como un carretero, ?seria posible? Pues lo era, porque la sensacion de echarme un piti parecia calmarme. Y calma era lo que yo necesitaba a punados. Antes de que quisiera darme cuenta, pues de lo impactada que estaba apenas tenia nocion del tiempo, comenzo a anochecer y claro, vuelta a la cama, ?que pintaba deambulando por aquella casa que de repente se habia vuelto tan fria y vacia? Una oveja, tres cabras, unos cuernos, un bebe... todo menos coger el sueno, asi que me volvi a levantar, me prepare un te de esos que ayudan a dormir y me lo tome triple... Necesitaba desconectar, necesitaba despertar sin tanta tristeza. No se a que hora logre conciliar el sueno, pero si que cuando lo hice cai rendida, despues de llorar y llorar... Me iba a levantar bonita al siguiente dia, con los ojos como dos huevos duros. Mire el reloj cuando vi que unos golpes iban a tirar la puerta abajo, las diez de la manana y diez llamadas perdidas de mi hermano Leo. Abri y era el. --Hermana te llame mil veces --entro directo a la cocina. --Estaba durmiendo, ahora vi las llamadas --lo segui y me fui enflechada a la cafetera, como una yonqui de la cafeina. --Ayer sali a cenar y vi a tu marido con otra, sin esconderse, ?me puedes decir que esta pasando? Te juro que me quede loco, no he pegado un ojo en toda la punetera noche. --Pues te informo de que me dejo por ella, vino despues del trabajo, me conto que se habia enamorado, que estaban esperando un bebe y recogio sus cosas y se fue. Asi de rapido, de frio y de cruel, ?puedes creerlo? --?Cuando fue eso? --su rostro reflejaba mucha preocupacion. --Ayer, ayer... --me eche a llorar, estaba intentando hacerme la fuerte, pero como que no podia. --Que hijo de la gran... --resoplo y me abrazo. --?Me lo dices o me lo cuentas? No he visto menos verguenza junta en toda mi vida, ya le vale al muy... --Lo vi al pasar con el coche por aquella terraza, no me lo podia creer, el no me vio, pero me quede en shock. No te quise decir nada en ese momento pues eran las once y pico, mire tu estado y hacia una hora que no estabas conectada, no te quise despertar; aunque por tus ojos veo que tardaste en poder dormir. --Si, anda que me he levantado bonita, parece que los tengo inyectados en sangre --suspire. --Martina, tu estas bonita hasta vestida de buzo y debajo del agua, con la escafandra y todo. Otra cosa es que hayas tenido dias mejores, hermanita... --Si, esto es una pesadilla, Leo, ?quien me lo iba a decir? Por el amor de Dios, pero si el fin de semana pasado estabamos todos en casa de nuestros padres... Y el alabando la comida de mama y el trabajo de papa, como siempre, en total normalidad, esto es de locos, te lo juro, para que se me vaya la pinza es... --Veo que estas mal --acariciaba mi pelo mientras dejaba que me desahogara. --Para irme de feria no estoy, no... --suspire, dejando salir todo el aire del interior de mis pulmones; un aire que sentia viciado, como todo a mi alrededor, pues mi entorno parecia haberse vuelto toxico. --Pues tengo una idea mejor, vamos a ir a ver a los abuelos unos dias. No voy a permitir que en tu estado estes aqui encerrada y menos que vayas a trabajar hasta que no estes mas repuesta, asi que prepara la maleta mientras yo hablo con papa y mama, porque tu y yo nos vamos a Portugal. --No, por favor, yo quiero dormir, quedarme sola, no quiero ir a ningun lado --la sola idea de tener que preparar el equipaje y salir de mi casa me horrorizaba, por Dios que sentia que no tenia fuerzas ni para echar viento.

  • A contraluz (Baltimore 2) de Claudia Cardozo

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    Logan llego al edificio principal de la Escuela de Arte de Maryland quince minutos antes de que iniciara la clase de Retrato y figura humana a la que llevaba asistiendo cada sabado desde los ultimos tres meses. Su premura no estaba relacionada con el hecho de que era escrupulosamente puntual, que tambien. En realidad, y le habia costado reconocerlo en tanto hacia el camino de ida, se sentia un poco nervioso. Hasta entonces, la clase habia sido netamente teorica; incluso, habian llevado un interesante seminario de Anatomia Artistica en que aprendio todo lo relacionado con el estudio de las articulaciones, las proporciones humanas y las perspectivas de movimiento. Ahora, sin embargo, tocaba llevar todo ese conocimiento a la practica. Como un artista aficionado que llevaba dibujando desde que tenia uso de razon, a Logan le gustaba pensar que tenia ya una base solida sobre la cual trabajar y no era tan modesto como para no reconocer que era bastante bueno. Pero nunca habia trabajado con modelos vivos y la idea no dejaba de ser un poco extrana. Dibujar algo que se le ocurria de la nada o recordar a algo o a alguien que deseara perpetuar en el papel no era en absoluto lo mismo que contemplar a un ser humano cuyo unico fin era posar durante horas ante un auditorio que podia analizar cada detalle de su cuerpo para plasmarlo en un block de dibujo. Tal vez se inquietara por nada de cualquier forma, se dijo segun ascendia las escalinatas de marmol que conducian al salon principal. Quiza el fuera un principiante en todo aquello, pero sin duda los modelos no lo eran, y tampoco la extraordinaria maestra que impartia el curso. Casi como si la hubiera conjurado, oyo una voz pronunciando su nombre y giro a su izquierda para encontrarse con la avida mirada de Lisa Vossler. La claraboya en lo alto del vestibulo arranco destellos de su cabello de un rubio dorado que caia en lisas cascadas hasta los hombros y que ella despejo con un movimiento elegante. Iba de negro, como acostumbraba, con un vestido cenido hasta debajo de la rodilla; Logan suponia que era muy consciente de lo bien que le quedaba el color y de la forma en que resaltaba sus curvas, y procuraba sacar al mejor partido a aquello. Cuando un conocido le hablo de ese taller no dudo dos veces en inscribirse. Seguia la obra de Lisa desde que descubrio su trabajo en una galeria de Baltimore y creyo que seria fascinante conocerla y aprender de ella. Y asi habia sido, reconocio componiendo una sonrisa al verla llegar a su lado y ponerse de puntillas para depositar un par de besos sobre sus mejillas, una costumbre a la que no creia que fuera a acostumbrarse. Apoyo las manos sobre sus codos para apartarla con delicadeza y dio un paso hacia atras de forma casi inconsciente. Habia algo en ella, en la forma en que lo veia y la postura que asumia cada vez que se encontraban, que no dejaba de hacerlo sentir incomodo. Se trataba de una mujer muy atractiva, sin duda; voluptuosa y con una sensualidad casi palpable; era, en suma, totalmente su tipo. Y era evidente, ademas, que ella lo encontraba tambien muy atractivo. Sin embargo, Logan no podia evitar el mantener la guardia en alto cuando se encontraba cerca. Deformacion profesional, lo habria llamado su madre. --Has llegado justo a tiempo para acompanarme al salon --Lisa le sonrio y se hizo a un lado la melena con un movimiento delicado; tenia una voz aspera y extranamente musical--. Nos espera una buena clase. --Precisamente pensaba en eso al llegar. Logan la siguio por las escalinatas camino al segundo nivel y, en tanto, desvio la mirada de su rostro para admirar el vestibulo desde lo alto antes de girar en un recodo en direccion al ala destinada a las clases de arte y diseno. Nunca dejaria de estremecerse al contemplar la belleza del edificio; era, de lejos, su favorito en la ciudad. --?Nervioso? Logan parpadeo y llevo su atencion a Lisa, que lo observaba a su vez con una pequena sonrisa sardonica. --Algo, supongo --reconocio el con sencillez encogiendose de hombros--. Nunca he trabajado con modelos vivos; sera un reto. --Lo haras bien. Eres bueno, Logan; mejor de lo que piensas --ella lo sondeo con la mirada y sus tacones resonaron sobre el marmol del corredor--. No entiendo como no te dedicas al arte en exclusiva. --Bueno, eso se debe a que no soy tan bueno como crees; estas siendo demasiado generosa. No soy un artista de verdad, no como tu. Lisa entorno los parpados y lo observo con interes. --Nunca he creido que la modestia sea una virtud tan atractiva como algunos piensan --senalo ella--. Aunque debo reconocer que en ti resulta encantadora. Logan sonrio, sin responder, y dio una mirada hacia adelante, agradecido al reconocer la puerta que conducia al auditorio destinado a la clase, y donde un pequeno grupo aguardaba la llegada de la maestra. Esta, al notar su mirada, hizo un pequeno mohin y simulo una expresion animada de bienvenida que engano a todos, excepto a el. ?Por que no?, se pregunto Logan tras ingresar al salon en tanto ella se ocupaba de saludar a los otros estudiantes. Estaba claro que cualquier avance suyo seria bien recibido y, considerando que aquel era un curso libre, no tenia que enfrentarse a ningun problema de etica por involucrarse con la maestra que lo impartia. Lisa era preciosa, inteligente, y una artista renombrada; la consumacion de sus suenos humedos. Estaba claro, ademas, que lo mismo que el, no estaba interesada en una relacion seria, lo que la hacia practicamente perfecta. Podria invitarla al final de esa clase, llevarla a cenar y algo le dijo que no encontraria muchos obstaculos para pasar una noche estupenda a su lado. ?Por que no, ciertamente?, se repitio al dar un rodeo a las sillas dispuestas alrededor de la plataforma en que se ubicaria el modelo. Eligio el lugar mas apartado a la izquierda en primera fila y rebusco en su mochila para sacar el block de dibujo y los utiles que tendria que utilizar durante la clase para disponerlos en el caballete situado a su derecha. Los otros estudiantes empezaron a entrar tambien y a ocupar sus lugares y dio una nueva mirada a la mujer que se ubico en el centro de la clase. Su mirada se detuvo un segundo en su rostro afilado y ella, al notarlo, le dirigio una pequena sonrisa que termino por convencerlo de que se estaba portando como un idiota. Tan pronto como terminara esa clase le propondria una salida, se prometio, aliviado en parte de haber tomado una decision. Lisa cerro la puerta a la hora exacta en que iniciaba la clase y atenuo las luces del salon hasta que quedaron sumidos en una semi penumbra; pero mantuvo una potente lampara encendida sobre la plataforma. Logan dio una mirada alrededor y comprobo que los otros estudiantes parecian encontrarse en su misma posicion: expectantes y un poco nerviosos. Supuso que todos esperaban que en cualquier momento se abrieran las puertas tras la plataforma y un hombre con el tipo de Apolo reencarnado apareciera para empezar la clase. El auditorio estaba compuesto por hombres y mujeres en similar proporcion: todos artistas aficionados, como el, aunque Logan pudo reconocer a un par de expositores que conocia de sus recorridos por las galerias de la ciudad. Ellos captaron su mirada y le sonrieron alzando las manos; Logan hizo un gesto discreto de saludo y volvio su atencion a la plataforma precisamente en el momento en que las puertas batientes tras ella se abrieron y una figura alta y espigada se abrio paso. Lo primero que Logan penso al mirarla con atencion fue que se habia equivocado de plano con la idea de Apolo reencarnado. Era Artemisa. Sus dedos sujetaron el lapiz que acababa de afilar y lo sostuvo de forma casi inconsciente ante su rostro en tanto analizaba los rasgos de la modelo. Ella vestia una bata blanca que la cubria del cuello a los tobillos y por un momento se permitio admirar su rostro. Tenia una fisonomia realmente extrana, se dijo el; pero en el buen sentido. Unas cejas bien perfiladas enmarcaban unos ojos grandes y de un tono cafe con matices de verde que destellaban bajo la luz; sus pomulos pronunciados y una nariz aquilina remataban en una barbilla puntiaguda que lo llevo a pensar irremisiblemente en un ser sobrenatural. Un duende, tal vez. Y su boca... labios de proporcion perfecta que mantenia entreabiertos en tanto veia a la nada. La vio intercambiar un rapido gesto con Lisa, que se habia puesto un metro a su lado, y una marana espesa de cabello castano corto hasta la barbilla refulgio en el momento en que se puso de espaldas y dejo caer la bata a sus pies. Logan estaba seguro de que no imagino el suspiro colectivo que emitio la clase por el asombro al observar la piel expuesta bajo la luz de la lampara. Hasta entonces habia creido que se sentiria incomodo al encontrarse ante una persona que se desnudaba con el fin de que un grupo de gente estudiara sus formas y la plasmara en el papel; pero en ese momento comprendio que se sentia demasiado fascinado como para hacer nada que no fuera admirarla. Habia visto mujeres desnudas antes. Varias y en distintas circunstancias, y definitivamente estaba lejos de ser un mojigato. Asi que no vio nada que no hubiera contemplado antes; sin embargo, recorrer el cuerpo de la mujer en la plataforma le hizo pensar que nunca se habia detenido a apreciar los muchos matices de la naturaleza humana. Tal vez las ultimas clases tuvieran algo que ver con eso, supuso al tomar el lapiz con mayor fuerza y asentarlo sobre el papel sin ser muy consciente de lo que hacia. Las lineas del cuerpo de la mujer le parecieron perfectas bajo la luz; tenia una figura delgada pero atletica; los musculos de los hombros y los brazos estaban bien definidos y hacian un conjunto armonioso con la linea de los omoplatos y su estrecha cintura. Sus caderas delgadas se unian a unas piernas que le parecieron interminables. --El modelo es una de las armas primordiales del arte. La voz de Lisa lo volvio a la realidad y aparto la mirada de la joven para fijarla en ella, que alternaba sus ojos azulados alrededor de la clase con una expresion levemente sardonica. --Es importante no olvidar esa frase; me la dijo mi maestro de anatomia durante mi primera clase de dibujo humano y la repito ahora --continuo ella iniciando un lento paseo alrededor de la modelo--. Admiren la perfeccion humana e intenten replicarla lo mejor que puedan. Ya hemos estudiado la teoria y ahora es momento de llevarla a la practica; hoy nos centraremos en el contorno. Recuerden la importancia del analisis, la atencion al detalle y dejen que su imaginacion fluya. No se preocupen si tienen problemas esta primera vez y no se encuentran satisfechos con su trabajo al final de la clase; lo intentaremos de nuevo en la siguiente. Lisa apenas habia terminado de decir la ultima frase cuando el sonido de los blocks de dibujo y los lapices siendo afilados reemplazaron a su voz. Logan, que tenia todo ya listo y en las manos, le presto atencion a medias; todos sus sentidos estaban puestos en la modelo y en la forma en que permanecia de pie sobre la plataforma sin mover un solo musculo y sin que pareciera como si le afectara que la maestra se refiriera a ella como un cuerpo sin emociones. Claro que no podia verle el rostro, concluyo Logan; tal vez estuviera lejos de sentirse tan serena como aparentaba. Trazo unas lineas sobre el papel con los ojos entrecerrados; alternaba la mirada de la modelo a sus manos e iba bosquejando el contorno con expresion concentrada. Fue mas sencillo de lo que habia pensado que seria y al mismo tiempo lo mas complejo a lo que se habia enfrentado en su vida; al menos en lo que a su inclinacion artistica se referia. El tiempo paso de una forma extrana, lo que le ocurria siempre que se hallaba embebido en su trabajo. Dibujo sin pausa excepto para beber un trago de agua de la botella que llevara consigo y para tender un borrador al hombre ubicado a su derecha y que por algun motivo parecia haber olvidado algo tan importante. Cuando su mirada se encontro con la suya luego de que le diera las gracias en un murmullo, lo reconocio como uno de sus conocidos de las galerias. Este le sonrio y senalo a la modelo con una cabezada y un guino lascivo que, por algun motivo que no se vio capaz de analizar en ese momento, le provoco estampar su rostro contra el caballete. Tal vez se debiera a que no soportaba a la gente que no podia controlar sus instintos, se dijo luego desviando la mirada con una mueca de desagrado y retomando su trabajo. Se perdio de nuevo en lo suyo y no se detuvo hasta que una campanilla marco el final de la clase. El sonido de los lapices rasgunando el papel se detuvieron de golpe y el dejo caer el suyo con un suspiro y un molesto adormecimiento en la muneca. Al mirar en direccion a la modelo, advirtio que ella se inclinaba para tomar su bata y se vestia con ella con movimientos calmados; luego, se perdio por las puertas por la que habia llegado en un parpadeo. Por un momento, Logan se pregunto si no la habria imaginado, pero al mirar a su caballete y encontrarse con el contorno de su figura y la linea de su espalda que habia dibujado y vuelto a dibujar una y otra vez, se dijo que no, que desde luego que habia sido muy real. Lisa dio otro breve discurso entonces antes de dar una mirada a los trabajos de la clase; senalo errores y alabo avances. Al detenerse ante el suyo, arqueo las cejas y le dirigio una mirada entendida, sin decir una palabra; tal vez quisiera implicar con eso que estaba impresionada, Logan no lo tenia muy seguro, pero no se quedo a averiguarlo. Sus companeros comenzaron a despedirse y el hizo otro tanto, pero cuando llego a la puerta del auditorio recordo que se habia prometido invitar a Lisa al salir. Sin embargo, cuando la vio en medio del salon, reuniendo sus cosas, y sus miradas se encontraron un segundo, la suya expectante, tan solo atino a elevar una mano en senal de despedida y se dirigio a la salida del edificio sin pensarlo dos veces. De alguna forma, la idea de pasar el tiempo con ella le parecio menos tentadora que antes. Estaba cansado, se dijo al encaminarse al estacionamiento en busca de su auto. Habia tenido una semana dificil y le esperaba una mas dura aun. Quiza el sabado siguiente, decidio al iniciar el regreso a casa. Entonces estaria bien. Tara olisqueo el aire y emitio un corto gemido de anhelo al tiempo que su estomago empezaba a rugir. Estaba mucho mas hambrienta de lo que habia pensado y el delicioso aroma proveniente de la cocina que le salio al paso tan pronto como puso un pie en casa solo incremento la sensacion. Pasta. En salsa bolonesa, si su olfato no la enganaba. --?Papa? --llamo en voz alta. --!Lavate las manos primero! Tara sonrio y se encogio de hombros, dirigiendose al bano bajo la escalera para hacer lo que su padre ordenara. No importaba la edad que tuviera, los habitos de higiene del senor Duncan permanecian inalterables. Cuando fue a la cocina, lo encontro afanandose ante la estufa; la pequena mesa bajo la ventana que acostumbraban compartir cuando coincidian a la hora de las comidas se encontraba puesta y Tara se acerco a darle un beso en la mejilla antes de llevar unos vasos y el agua que saco de la nevera. --?Que tal el trabajo? --Pregunto su padre. Tara se encogio de hombros y doblo unas servilletas con expresion concentrada antes de responder. --Aburrido. Como siempre --dijo ella al fin observandolo servir el contenido de la cacerola en una fuente--. Pero esta bien. --Bueno, es una suerte que lo tengas y que sea solo los sabados. No podrias hacerlo entre semana con la escuela y todo lo demas. --Me las arreglaria. Su padre arqueo una ceja rojiza y le tendio la fuente que ella se apresuro a sostener en tanto el cogia el baston que dejara apoyado contra la encimera de la cocina. --Si, claro --comento el-- ?Y cuando dormirias? --En clase, claro. ?Donde mas? El senor Duncan se dejo caer sobre la silla con un suspiro ahogado y sostuvo su plato para que Tara lo rellenara luego de ocupar el asiento frente a el. --Mas te vale estar bromeando --dijo el senalandola con el tenedor. Tara no respondio. No hacia falta; el sabia que bromeaba. Comieron en un silencio armonioso, roto apenas para que ella respondiera las preguntas acerca de como habia ido su dia y si la semana siguiente tendria que salir tambien tan temprano como lo hizo en esa ocasion. Tara respondio con monosilabos, y no solo porque se encontrara encantada con el almuerzo; nunca se sentia comoda respondiendo a las preguntas de su padre referidas a su empleo de fin de semana. --En serio. No es nada interesante; de no ser por lo bien que pagan ni siquiera me lo plantearia --comento ella ante su insistencia. El senor Duncan se limpio la comisura de los labios con una servilleta y la observo por encima de su vaso con el ceno fruncido. --No deberias de hablar asi --la reprendio el--. Y vaya que te pagan bien; en especial considerando que es solo por unas horas. ?Que clase de dibujos dijiste que hace esa gente? Tara bajo la mirada a su plato.

  • La corona maldita de Mari Pau Dominguez

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    Mari Pau Dominguez vuelve a desvelarnos los secretos mas intimos de los protagonistas de nuestra Historia en esta novela sobre Felipe V, el primer Borbon que reino en Espana, y la mujer que estuvo a su lado en el lecho y en el trono.

  • Finales que merecen una historia de Albert Espinosa

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    Relatos para sonar despierto y sanar el alma dormida.

  • Entre espias anda el juego de Carolina Gattini

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    Genevieve es una madre divorciada con dos ninos a la que un agente del MI6 confundido toma por la espia francesa que esta buscando. El hecho de que esquive a los agentes que la persiguen cada vez que va a hacer la compra o que no deje de hablar del “arma definitiva de ultrasonidos” que se va a vender a todo el que pague por ella, no ayuda a que alguno de ellos se de cuenta de que solo tiene un nivel de estres que roza la apoplejia como no se trate pronto, y que de espia no tiene nada. Cuando se den cuenta sera demasiado tarde y ya no sabra si es chica Bond, agente secreto, o una mujer muy pero que muy harta de los errores que cometen los “espias de verdad”, de los que las unicas virtudes que puede apreciar son sus dotes de seduccion, porque de inteligencia dejan mucho que desear en el servicio.

  • Confusion. Cronicas de los Cazalet de Elizabeth Jane Howard

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    Primavera de 1942, el mayor conflicto armado de la historia de la humanidad se adentra en su cuarto ano. Las incursiones aereas y el racionamiento son moneda corriente, el caos se ha convertido en una forma de vida. Sin embargo, algo empieza a moverse entre los jovenes Cazalet: el tiempo de espera ha terminado y el ingreso en el incitante mundo adulto parece haber llegado por fin. Bajo la petrea moral victoriana del sacrificio y el esfuerzo belico apuntan, sobre todo para las mujeres, unos habitos menos encorsetados que permiten amar y trabajar con mayor libertad. Y asi, en una sucesion de nacimientos y perdidas, de matrimonios y relaciones ilicitas, va desarrollandose la vida del clan, de sus amigos y de sus amantes, que con la cabeza alta siguen adelante y suenan con la paz despues de la guerra, con el momento en que las familias volveran a reunirse y las heridas empezaran a sanar, con la igualdad y la justicia que el nuevo orden traera consigo, con el dia en que, definitivamente, acabara tanta confusion.
    La monumental saga de Elizabeth Jane Howard, una de las construcciones novelisticas mas ambiciosas y acabadas de la literatura inglesa del siglo XX, sostiene con toda precision en este tercer volumen el tempo y la intensidad a los que nos tiene habituados.

  • Mujeres que matan de Alberto Barrera Tyszka

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  • Territorio Comanche de Arturo Perez-reverte

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    Un relato apasionado que se lee como una novela y obliga a preguntarse si existe una etica en el filo entre la vida y la muerte. En Territorio Comanche, abandonando por primera vez su faceta de narrador de ficciones, Perez-Reverte nos enfrenta con la vision mas real y descarnada, no exenta de ternura e ironia, sobre el trabajo de los corresponsales de guerra en Yugoslavia. <>. Asi define Arturo Perez-Reverte el escenario inquietante en que se ha movido como reportero de guerra durante los ultimos veintiun anos.

  • Ayer mate a mi madre de Adriana Patino

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    El sufrimiento nunca termina. El dolor nunca desaparece para siempre. La felicidad no dura para siempre. Y la muerte es inevitable. Y solo el hombre mismo decide quien vive, quien muere y quien sera por siempre esclavo. ?Pero hay suficiente coraje para que otros se liberen de estos grilletes?

  • Kidon, los verdugos del Mossad de Eric Frattini

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    Desde la creacion del Mossad en marzo de 1951, sus agentes se dedicaron a buscar a los oponentes al Estado de Israel en lo mas recondito del planeta. La primera operacion autorizada ‘politicamente’ por un jefe de gobierno a la entonces unidad de Nokmin (Vengadores) sucederia en mayo de 1960, cuando David Ben-Gurion permitio a Isser Harel el secuestro y posterior traslado a Israel de Adolf Eichmann, uno de los maximos responsables de la llamada ‘Solucion Final’ nazi, que vivia bajo otra identidad en la ciudad de Buenos Aires. Eichmann seria ajusticiado en la horca en 1962.

  • Un dia en la vida de una mujer sonriente de Margaret Drabble

    https://gigalibros.com/un-dia-en-la-vida-de-una-mujer-sonriente.html

    Esposas sin maridos, madres y hermanas, mujeres que se debaten entre el arte y la familia. Amor, vanidad y soledad. Una madre trabajadora que puede con todo y acaba sus enloquecidos dias con una sempiterna sonrisa, un prestigioso cientifico que acaba de recibir el Nobel por el descubrimiento de <> o una mujer que suspira aliviada cuando se entera de la muerte de su esposo son parte de un exquisito elenco de personajes que protagonizan unas historias que son un trasunto de la vida cotidiana de nuestra epoca. Sumamente atractivos, los relatos destilan los temas que han marcado la narrativa de Drabble: mujeres y relaciones, Inglaterra y el extranjero, melancolia y exaltacion, trabajo y familia, clase y modales, feminismo, sensualidad y claustrofobia.

  • Una noche en el paraiso de Lucia Berlin

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  • Los Hermanos Siniestros de Ibeyise Pacheco

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    Los ultimos anos en Venezuela han inspirado este libro, en el que eventos y personajes existen, aun cuando algunos han sido modificados y presentados en circunstancias distintas. Por eso es relevante precisar que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Los hermanos siniestros es el retrato del estiercol, el viaje al infierno. Ese rostro dantesco que no habiamos imaginado como parte de nuestro ecosistema. Torturadores, dictadores, violadores, pillos, canallas. Bestias insensibles y amorales que con su maldad han activado el rostro oscuro de los venezolanos. Este libro lo escribi porque soy de las convencidas de que a esa inmundicia hay que mantenerla en el registro de los capitulos de lo aborrecible que nunca mas se deberia repetir. Agradezco a mis amigos que me han apoyado con nobleza. Destaco la confianza y valentia de incontables e inimaginables informantes. Sin su ayuda este libro no habria sido posible. Cuando regrese la libertad a mi pais, el mundo podra conocer sus nombres, si asi lo desean. En Los hermanos siniestros sobresale la portada, obra de Rayma Suprani, amiga genial, valiente, sensible, generosa. Sin ella este libro estaria incompleto. Gracias, Rayma. Quisiera tambien rendir homenaje a la honestidad y el coraje de muchos que han entregado su vida en esta lucha que lleva veintiun anos. Cada victima muerta o que ha sobrevivido, permanece en mis pensamientos. Espero que las proximas generaciones se encarguen con exito de que los culpables de tanto dolor paguen ante la justicia y jamas regresen al poder. Ibeyise Pacheco Miami, 2020. A Celina Rivas y Guimar Parra, angeles por Miami PRIMERA PARTE I Llevaba la prisa de la muerte. Su mente habia considerado el tiempo para cada detalle. Con malestar de jet lag, por su regreso a Caracas de Lisboa, programo recuperar su pistola, que habia dejado enterrada en el cerro Avila hacia mas de un ano, tres dias despues del derrumbamiento de las Torres Gemelas. Cuatro curvas a la derecha, una a la izquierda, la pequena quebrada, el arbol que a sus pies tiene una piedra en forma de gnomo... El arma la obtuvo a cambio de droga con unos clientes del bar donde trabajaba en Chacaito. Demasiado loco hay en la calle. Todo legal, registro EEK499. Bonita pistola, una Glock punto 40, de esas que lanzan cuatro tiros por segundo. !Pam, pam, pam, pam! Retumbo su cerebro. Regreso al edificio Tejar de Parque Central, directo a la tienda de municiones. Compro dos cajas de balas tipo hollow-point. Su bolso koala negro amarrado a la cintura, alojaba el peso del arma. Entro a la peluqueria Formula II. Le gustaba ese nombre. Destacaba un asiento en forma de carro destinado a ninos que le habria encantado ocupar. Con rudeza que las peluqueras atribuyeron a cierta verguenza para ocultar su coqueteria, solicito que le tineran el cabello de rojo y le aclararan las cejas. Se dejo llevar por las manos expertas. Fue el unico cliente. Despues, aun de dia, entro a un cine de peliculas pornograficas. En la quinta escena se quedo dormido; no le gustaba masturbarse en publico. Lo arrullaron los gemidos en la sala. Al despertar se sintio un poco confundido. La luz suele sorprender al sexo pagado. En la calle pregunto la hora. 6:42 pm en tiempo para cumplir su mision. Fernanda lo noto enseguida. El pelirrojo con rizos desordenados sacudia cabeza y manos conversando con la nada. Fernanda administraba desde hacia doce anos el kiosco de periodicos en la plaza Francia. Tenia un lugar privilegiado para observar centenares de transeuntes diariamente. El sol sale siempre, era su saludo hasta en dias de lluvia, el cual acompanaba con gel desinfectante que frotaba confianzuda en las manos de los clientes. Mucho microbio en el ambiente. A los ninos solia regalar algun caramelo. Fernanda dice que los ojos del hombre dispararon primero. Cuando lo avisto cruzando desde el otro lado de la calle, no le gusto. Sintio la cercania del demonio. El sujeto con camisa gris y pantalon verde esquivo temerario carros y motos en la avenida Francisco de Miranda. Al llegar a la plaza se freno. Entonces se levanto sobre uno de los bancos donde ancianos cansados suelen brindar a sus extremidades una pausa en la vida. Hizo un paneo sobre la masa. Con las piernas fijas como una tijera abierta clavada, introdujo la mano derecha en su bolso. Su cuerpo giro en direccion al Avila, tomo aire, miro el cielo y luego apunto. El primer disparo fue certero. A la cabeza de una joven victima. Fernanda venia trabajando horas extras hacia algo mas de un mes. Las ventas habian mejorado desde que alli los militares lanzaban, en las noches, discursos contra Chavez. En la plaza abundaban tarantines improvisados bajo paraguas de colores con la oferta de banderas, pitos, gorras, estampitas de santos, constituciones, rosarios convertidos en pulseras y collares. Habia cierta organizacion dentro del caos. Una tarima se crecia con el escenario que se apoyaba en el Obelisco, de cuya punta descendian tres largas telas con los colores de la bandera de Venezuela que se crecian con el verde del cerro Avila. Los fotografos hacian de las suyas. A la caida de la noche el ambiente se iba animando. Llegaba a ser un buen plan para un viernes. La plaza estaba cerca de la salida del Metro y en sus esquinas convergian varias paradas de transporte publico. El lugar habia sido bautizado como la Plaza de la Libertad luego de que mas de una docena de oficiales de la Fuerza Armada reto al gobierno de Hugo Chavez a partir del alzamiento que ocho meses atras habia fracasado. La conspiracion muto en un paro petrolero que presionaba para su salida del poder. En una accion poco convencional, los militares tomaron la plaza donde arengaban a los venezolanos. Contaban con las simpatias de los transeuntes y de buena parte del pais. Los medios de comunicacion desplegaron sus equipos para cobertura constante. El facil acceso al lugar y la posibilidad de servicios habia pesado en la decision estrategica de seleccionar ese punto como centro de concentracion que, ademas, estaba en Chacao, un municipio opositor. Los oficiales alzados se alojaban en el hotel Four Seasons. Solo tenian que cruzar la avenida. El general Enrique Medina Gomez, quien habia sido el agregado militar en la embajada en Washington, funcionaba como el jefe de la operacion. En la plaza se habian instalado banos portatiles y carpas de asistencia de salud y seguridad. Unas gradas estaban colocadas mirando hacia la tarima que se prolongaba en un aparatoso equipo de sonido. El espacio, usualmente destinado al esparcimiento entre bancos de cemento y jardines con flores moradas, rojas y amarillas, cedio el turno a la militancia politica. Ese 6 de diciembre de 2002, recibio unas trescientas personas. Las balas estallaban. El hombre esperaba que su victima lo mirara. Una madre nunca veria a su nina crecer. La pareja joven sentia que iba a morir abrazada. El anciano --ya nada tengo que perder-- arrojo su cuerpo para proteger al nieto. Despues de los primeros disparos, el pelirrojo apunto a Fernanda que, congelada, era una de las pocas que habia quedado de pie. Enfoco para no fallar. Ella no grito, no respiro, no pestaneo, no rezo. Un senor corrio hacia el atacante. Valiente, vacio de miedo y de armas, choco su hombro derecho contra el brazo del pistolero y suspendio la matanza. Cayeron los dos al piso, pero el pelirrojo, con agilidad, se repuso del ataque. Aprovecho el impulso para cambiar el peine de la Glock y continuar la masacre. A pesar de los disparos, de los gritos y la sangre, a muchos les costaba entender que un lugar familiar fuese el centro de ese espanto. Hasta ese viernes, las noches en la plaza convidaban a encendidos --y a veces aburridos -- discursos politicos que se fusionaban con los ninos y sus globos que explotaban junto a su risa. Eso no fue lo que estallo.

  • SALVAJE (Alastir 1) de Miguel A. Fuentes

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    El primer libro de la saga Alastir nos narra las aventuras de Lerno, un adolescente que vive la tierra de los Na’rin. Una raza de seres que le detestan por provenir del mundo de los salvajes. Tratara de ganarse su lugar entre las gentes del gran arbol en un mundo repleto de misterios y seres sobrenaturales y una trama que nace de un amor prohibido.

  • El anillo del millonario de Lynne Graham

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    La boda del magnate Zac con Freddie, una inocente camarera, fue de conveniencia. Zac, un hombre de corazon sombrio, ayudaria a que la familia de Freddie no se separara si ella le daba un hijo. Tenia la seguridad de que su insaciable pasion pronto se apagaria. Pero, cuando Freddie se quedo embarazada, el se dio cuenta de que ansiaba algo mas que un heredero: !deseaba que Freddie se quedara en su lecho para siempre!

  • 22 Gemidos, Noelia Medina de Noelia Medina

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    Si has llegado hasta aqui buscando esas historias romanticas que caracterizan a Noelia Medina, estas en el lugar equivocado. 22 gemidos es una recopilacion de relatos cortos eroticos, exentos de amor y colmados de sexualidad, con los que la autora consigue sacar la parte mas perversa del lector mientras redacta fantasias camufladas que, quiza, alguna vez, han paseado por tu cabeza, pero nunca serias capaz de confesar.
    Oculta bajo el seudonimo MissRelatos, Noelia se fue haciendo un hueco en las paginas mas prestigiosas de relatos eroticos, posicionandose en poco tiempo en las primeras del ranking y quedando anclada hasta el dia de hoy, varios anos despues. Utilizados por sexologos como terapia para parejas y ahora aqui, en tus manos, pidiendote la oportunidad de disfrutar del mundo erotico que guardan sus paginas.

  • Mi nombre es Can Yilmaz de Kate L. Morgan

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    Olivia es una mujer que trata de salvar su maltrecho matrimonio que se ha convertido en enteramente convencional y rutinario. Ella siempre se imagino que su vida en Londres y al lado de Charles seria completamente diferente, pero se equivoco.
    En un momento decisivo de su vida, Olivia conocera a Can Yilmaz, un apuesto y viril turco que la ayudara a reencontrarse asi misma, y enfrentarse a todos sus fantasmas. Can Yilmaz parece ser su redencion y supervivencia, hasta el punto de valorar si continua con su actual vida o no.

  • Cautiva del Dragon de Annett Furst

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    Nadine habia llamado a su asistente cuando recordo repentinamente que le habia dado el dia libre a la mujer regordeta y sin sentido de la moda. Involuntariamente levanto las comisuras de la boca. Susanne habia trabajado como su mano derecha imprescindible, desde que se habia hecho cargo del bufete de su difunto padre. Ella no se arrepentia de esta decision, aunque cada vez que entraba en la oficina por la manana, un dolor punzante le recorria el cuerpo al ver a su asistente. La aficion de Susanne por las blusas con disenos florales y los colores mas vivos, no encajaba en la antesala de una abogada comercial. Fuera de eso, la madre de tres hijos era increiblemente inteligente y parecia anticiparse a los deseos de Nadine. Sin duda, esta capacidad la cualificaba para contribuir a la exitosa carrera de Nadine, por lo que le perdonaba cada uno de sus errores en materia de moda. Lo que la molestaba un poco eran las detalladas descripciones de Susanne sobre su vida familiar y los progresos de sus hijos. A ella no le interesaba en lo mas minimo, lo que su marido habia arreglado en su casa o como su hijo de siete anos habia brillado en su primera obra teatral escolar. Hoy, Susanne le habia pedido el dia libre porque queria celebrar con su marido el decimo aniversario de boda. Su asistente estaba tan emocionada que no habia podido negarle esta peticion. Nadine puso los ojos en blanco. Ciertamente no se comprometeria con un hombre. Para ello, tendria que comprometerse e involucrarse sentimentalmente con el. Eso, a su vez, la distraeria de su trabajo y desequilibraria su ordenada vida. !Un pensamiento inimaginable! Tecleo unas cuantas instrucciones en su ordenador portatil que, a su vez, Susanne encontraria en su pantalla al dia siguiente, en cuanto encendiera el ordenador. -- Presentar los papeles del caso Schober & Co. en el juzgado, renovar el contrato de alquiler de la oficina, concertar una cita con la peluqueria, pedir una mesa en el restaurante italiano, informar a Simon. Susanne lo arreglaria todo a su gusto en el transcurso de la manana siguiente. Ella se reuniria con la asistente de Simon, que tambien trabajaba como abogado, y juntas fijarian una hora adecuada para la cena. Programaria la cita en la peluqueria para que Nadine pudiera conducir desde alli, bien peinada, hasta su cita. Alli, Nadine tendria una linda conversacion con Simon durante una deliciosa comida acompanada de una musica discreta, y luego se iria un rato con el a su apartamento para un encuentro amoroso. Ella dejaba que la satisficiera, el hacia lo mismo y luego regresaba a su ordenado apartamento. Su asistente ya se habia burlado varias veces de este acuerdo comercial. Ella pensaba que Simon era sofisticado pero, de alguna manera, no era un verdadero hombre. Si realmente estuviese interesado en Nadine, deberia tomarla y besarla apasionadamente en medio de la calle. Nadine sonrio para si misma. Susanne seguia suspirando por su marido con total devocion, incluso, despues de tanto tiempo, una idea que ella misma habia calificado de bastante extrana. Ningun hombre conseguiria provocar una reaccion semejante en ella. Decidio irse a casa a pasar el dia. Sin su asistente, se habia sentido extranamente frustrada. Un bano caliente y un buen vaso de vino, en este momento, le vendrian bien. Nadine tomo su cartera y se habia dirigido al estacionamiento subterraneo, donde la esperaba su BMW gris plateado. Capitulo 1 -- El Clan necesita mujeres -- murmuro Jaryk. -- Voy a escoger a cualquiera, y luego salgamos de aqui. El hecho de que hubiera sido el, entre todos, el elegido a traves de un sorteo para ir a una incursion, lo habia molestado. Al fin y al cabo, el no queria una pareja, pero era esencial que se trajeran nuevas mujeres. ?De que otra forma, podrian los miembros del Clan producir su descendencia, si su pueblo no era capaz de producir ninguna descendencia femenina? Una vez habia participado en una inusual competencia por una pareja, y eso, solamente porque su padre se lo habia aconsejado. Tras un breve periodo de combate, habia fingido agotamiento y se habia rendido, tras reconocer en los ojos de su oponente el ardor con el que deseaba a la mujer en cuestion. Sin embargo, se habria librado completamente si el jefe de su Clan, no hubiera roto el tratado que el gobernante habia negociado con los habitantes del continente vecino. Entonces, cada guerrero de su asentamiento podria buscar una pareja por si mismo. Pero no, en su lugar, el gobernante habia decidido como castigo, que solamente uno podia ir de caza y eso, solo si el lo permitia. Asi que su Clan estaba en un aprieto, porque las mujeres que habian robado a sus vecinos tenian que devolverlas. Debido a eso, muchos guerreros se quedaron, sin una futura pareja y el estado de animo en casa, se hundia mas cada dia que pasaba. En un determinado momento, habia llegado la noticia que se les permitia tomar otra mujer. Para evitar una gran refriega, sobre quien podria viajar a la Tierra, lo habian dejado a la suerte. Jaryk tuvo que participar, lo quiera o no y, por supuesto, habia tenido la gran desgracia de resultar ganador. Ahora, caminaba penosamente por este sotano abovedado, que estaba atestada de los extranos medios de transporte de los terricolas. Estaban hechos de un metal ridiculamente fino y habia observado que echaban humo, ademas hacian ruidos feos cuando se ponian en marcha. Jaryk se habia ido ahi tras su llegada para planificar sus proximos pasos. Ya habia oscurecido cuando aterrizo cautelosamente en la azotea del rascacielos, pero comprobo que las calles seguian bastante animadas. Por lo tanto, las circunstancias no eran favorables. No podia, despues de todo, tomar a una mujer en medio de la multitud, envolverla con sus alas y largarse. La primera regla de caza era no dejarse atrapar. Asi que, se habia arrastrado por las escaleras para esperar hasta que pudiera proceder sin ser visto. De vez en cuando venia gente, se subia a sus vehiculos y se alejaba a toda velocidad. El habia podido esconderse facilmente detras de los enormes pilares y cuando todo ya estaba silencioso. Aburrido, se habia sentado en la parte delantera de un coche gris plateado ya que, era casi del mismo color que su larga trenza. Se habia balanceado un poco hacia arriba y hacia abajo. No le habia importado que el metal cayera al suelo con un chirrido y que algunas partes crujieran. El sonrio, ya que la gente no parecia ser especialmente fuerte, si sus medios de transporte estaban tan mal construidos. -- Dime ?has perdido la cabeza o que? A su lado habia una mujer que parecia estar a punto de sacarle los ojos. -- !Que le has hecho a mi coche, demonio! -- Se paseo a su alrededor, sacudiendo la cabeza mientras examinaba los fragmentos que habia a su alrededor. Levantando el dedo indice, se acerco a el amenazadoramente. -- Me compensaras por los danos. No te muevas !Llamare a seguridad inmediatamente! Mientras ella rebuscaba en su cartera, el habia aprovechado para mirarla mas de cerca. La mujer era alta, tanto que el la superaba por apenas dos cabezas. El era mas alto que la mayoria de sus companeros de Clan y, debido a eso, las mujeres solo le llegaban como mucho por debajo del pecho. Esta era una de las razones por lo que no queria una pareja. Todas parecian tan fragiles y la idea de aplastarlas, tal vez, en una union sexual amortiguaba su deseo. Sus ojos brillaban con el mismo gris que se posaba sobre las montanas de su tierra natal cuando se anunciaba una tormenta de nieve. Bajo la blusa sobresalian unos pechos perfectos, que el podria rodear con una de sus enormes manos. Su cintura, en cambio, era estrecha formando una clara transicion hacia sus caderas bien redondeadas. La ajustada falda se cenia a sus largas y torneadas piernas, en cuyas pantorrillas pudo ver como se contraian los musculos. !Que buen especimen! Los guerreros se pelearian por ella, ya que esta mujer garantizaba una descendencia fuerte que desafiaria los rigores de las montanas con facilidad. Por alguna razon, su virilidad se agito ante este pensamiento. Se apreto con fuerza contra su pantalon y habia sentido una necesidad urgente de montar en ese mismo momento a la mujer. Energicamente, aparto el impulso de agarrarla. Ella no estaba destinada a el, y si la tomaba ahora, estaria traicionando a su futuro companero. O bien, despues de todo, cederia a su lujuria, pero entonces tendria que quedarse con ella, cosa que no se sentia atraido a hacer en absoluto. Mientras tanto, la mujer parloteaba en una caja negra que sostenia junto a su oido. Mientras lo hacia, golpeaba impacientemente el suelo con su asombrosamente pequeno pie que, al igual que el otro, estaba metido en unos zapatos negros y planos que se estrechaban en punta en la parte delantera. -- Si, en el estacionamiento subterraneo, seccion C justo al lado del ascensor. -- Luego lo miro con detenimiento de la cabeza a los pies. -- Traigan cuatro o mejor aun, cinco hombres fuertes. -- Volvio a deslizar el dispositivo en su bolsillo con sus largos dedos, con las unas pintadas de un llamativo rojo. -- Bueno, ahora tu, amigo. -- Ella se encabrito frente a el, pero Jaryk sonrio y siguio apoyandose despreocupadamente en el coche. -- ?Identificacion? -- Exigente, le habia tendido la mano. No sabia que se suponia que era eso, asi que ladeo la cabeza en senal de interrogacion. -- Tu identificacion, la pequena tarjeta cuadrada con tu nombre. -- No le gusto nada su tono cinico. La mujer aun no habia aprendido su lugar. El se puso de pie y, aunque ahora tuvo que estirar el cuello para mirarlo a los ojos, no retrocedio ni un centimetro. -- Me llamo Jaryk -- le espeto bruscamente, a proposito. Sin embargo, no consiguio el efecto deseado, ya que ella seguia sin apartarse de el. -- ? Jaryk que? -- Ante eso, ella enarco una ceja y lo miro como si estuviera hablando con un tonto. Alargo un dedo, lo coloco bajo su barbilla y lo elevo un poco mas. -- Primero dime como te llamas. Ella le aparto la mano de un manotazo y le abronco. -- Bueno, si quieres saberlo, me llamo Nadine Stiehmann. Luego anadio. -- Soy abogada. Echo la cabeza hacia atras triunfalmente, haciendo que su cabello rubio hasta los hombros, que antes habia recogido cuidadosamente detras de las orejas una y otra vez, rebotara alrededor de su cabeza. -- Tus palabras no tienen sentido para mi, mujer. -- Estaba claro que ella habia querido provocar una reaccion en el, como lo demostraba ahora su expresion confusa. Sin embargo, inmediatamente despues, se sonrojo y empujo la barbilla hacia delante con beligerancia. -- !Mujer! No soy una mujer... ?De que pueblo de mala muerte te has escapado? -- Ante esto, dejo que sus ojos se deslizaran con desden por su camisa de cuero hasta sus piernas, que llegaban hasta las rodillas con suaves pieles y envueltas fuertemente con correas de cuero. Levantando la cabeza, su mirada se detuvo en el bulto claramente visible entre sus piernas. De repente, Jaryk se dio cuenta, de que estaba disfrutando de esta rina y de que su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, ya que su ereccion no cedia. -- !Increible! -- la oyo quejarse. -- !No solo eres un gamberro, sino un libertino! -- De hecho, en ese momento, estaba caminando hacia atras unos cuantos pasos. -- Ts, ts, ts. -- El la amenazo con su dedo indice. -- !Bastante atrevida!

  • Queria Olvidarte de J. Kenner (1)

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    Parecia el plan perfecto. Llevarme a un tio a la cama. Dejar que me tocara. Dejar que me follara. ?Por que no? Al fin y al cabo, estaba desesperada. Y ya sabes lo que dicen sobre las epocas de desesperacion. Ademas, tampoco es que fuera a enamorarme de uno de mis clientes. No soy una de esas repipis a las que conquistan con una palabra amable o una caricia tierna. A mi no me conquista nadie. Ningun hombre. Ninguna persona. Me han jodido demasiadas veces. Y si me van a joder otra vez, mas me vale sacarle algun beneficio. Eso fue lo que pense, la verdad. Hasta que abrio la puerta y vi ese rostro tan atractivo y esos ojos atormentados. Unos ojos que insinuaban secretos casi tan dolorosos como los mios. Me acaricio... y, pese a todas mis defensas, me conquisto. Y ahora... Bueno, ahora solo espero que cuando me caiga no me rompa en mil pedazos. Y que, si ocurre, el este ahi para recogerme. 1 El sol poniente lanzaba un calido brillo sobre Hollywood Hills mientras las camareras casi desnudas se movian entre la multitud con bandejas llenas de coloridos chupitos en probetas. O, para los invitados mas tradicionales, con copas altas de vodka y bourbon de primera calidad. El alcohol corria, los invitados se reian y cotilleaban, el grupo de moda de Los Angeles amenazaba con echar la casa abajo y los periodistas especializados en el mundo del espectaculo hacian fotos y grababan videos, que luego compartian en las redes sociales. En otras palabras, la elegante fiesta en el Reach, la nueva terraza de moda, era el evento publicitario perfecto. Por supuesto, el objetivo era anunciar oficialmente que Lyle Tarpin, una de las estrellas mas fulgurantes del momento, se habia unido al reparto de M. Sterious, la nueva entrega de la popular franquicia de peliculas de accion, Blue Zenith, que se estrenaria al ano siguiente. El guion era muy bueno y la accion, trepidante; y Lyle no terminaba de creerse que lo hubieran contratado para el papel, mucho menos que fuera a interpretar a M., el antiheroe con un trauma emocional que le daba titulo a la pelicula. Era un papel que podria catapultarlo desde los primeros puestos de la lista hasta lo mas alto, convirtiendolo en una megaestrella con capacidad de escoger entre los mejores papeles y con el sueldo multimillonario con el que sonaba cuando emprendio su andadura por Hollywood. En resumen, se trataba de una oportunidad que no pensaba desperdiciar. Razon por la cual se obligo a no poner mala cara y a darse media vuelta cuando Frannie lo miro a los ojos y le sonrio. La vio echar la cabeza hacia atras, de modo que sus rizos cobrizos se mecieron mientras se acercaba a el, con un vestido de lentejuelas que dejaba a la vista unas piernas kilometricas y rematadas por unas sandalias de tiras que, a su vez, dejaban a la vista una pedicura perfecta. Francesca Muratti, una de las estrellas de Hollywood mas rentables, iba a interpretar a la pareja romantica de Lyle, una agente de Blue Zenith que alejaba a M. de sus malos habitos y lo reclutaba para luchar por la justicia, salvandolo y, con suerte, anadiendo un nuevo heroe a la franquicia. --Hola, guapo --le dijo al tiempo que le echaba los brazos al cuello y se pegaba a el. Frannie tenia reputacion de ser muy discola y de acostarse con casi todos sus coprotagonistas masculinos, y no habia ocultado que queria que Lyle se uniera a esa fraternidad. La verdad, el no sabia si era insegura, estaba cachonda o simplemente era una actriz de metodo. Solo sabia que no le interesaba. Algo que, teniendo en cuenta el dano que podia hacerle una Francesca cabreada a su carrera profesional, era mas que inconveniente. --Besame como si quisieras hacerlo --susurro ella antes de inclinarse, preparada para convertir la orden en realidad, pero Lyle echo la cabeza hacia atras y le tomo la barbilla con una mano, sujetandola mientras ella lo fulminaba con la mirada. --Expectacion, Frannie. --Se inclino hacia ella, que se estremecio al sentir su aliento en el oido cuando le hablo--. Si les damos ya lo que quieren, ?para que van a ir a ver la pelicula? --A la mierda los fans --susurro ella al tiempo que bajaba una mano para acariciarle el paquete--. Esto es lo que quiero. Y, joder, Lyle se dio cuenta de que empezaba a ponersele dura. No porque la deseara, sino en respuesta a una necesidad mucho mas familiar y basica. Una habitacion a oscuras. Una mujer dispuesta. Y solo una vez, con tanta fuerza y pasion que acabaria agotado. Que calmaria la culpa y el dolor que sentia. Que silenciaria los fantasmas de su pasado, el horror de sus errores. Tanta que aguantaria hasta la siguiente vez. La siguiente mujer. Y tal vez, si tenia suerte, resquebrajaria un poco el muro que habia construido alrededor de su corazon. La cabeza le daba mil vueltas y se imagino la sensacion de la delicada piel de una mujer bajo los dedos. Una mujer que no lo miraria con los ojos de Jennifer. Que no le recordaria el lugar del que habia huido ni lo que habia hecho. Una mujer que se entregaria a el. A quien le darian igual sus defectos mientras el se dejaba arrastrar, con fuerza y pasion, desesperado, hacia la salvaje y oscura bendicion del anonimato. --Mmm, no se, Lyle --susurro Frannie con la mano pegada a su ereccion--. Aqui tengo la prueba de que nuestra quimica en la pantalla es real. Si me das la oportunidad, seguro que podemos izar la bandera de verdad. --Me caes bien, Frannie --le dijo mientras retrocedia un paso maldiciendose por haber cedido a la fantasia--. Pero no vamos a follar. A juzgar por el brillo que vio en sus ojos, estaba seguro de que su famoso genio estaba a punto de estallar, pero en ese momento se acerco a ellos un editor de Variety y Frannie adopto una actitud encantadora. Lyle se quedo lo justo para saludar al hombre y contestar unas preguntas sobre el papel, pero cuando la conversacion paso a tratar el tema de la nueva promocion de Frannie, se escapo. Cogio un bourbon de una camarera que pasaba por alli y se bebio un sorbo mientras cruzaba la terraza hasta la barandilla. No le gustaban las alturas, y por eso precisamente las buscaba. Joder, ese era el motivo de que su apartamento estuviera en el piso treinta de un rascacielos de Century City y de que se hubiera pasado incontables horas sacandose la licencia de piloto. Cuando algo lo molestaba, lo conquistaba; no sucumbia. Y ese era en parte el motivo de que toda esa gilipollez con Frannie lo irritase tanto. --Nunca me has parecido un idiota. Lyle reconocio esa voz ronca y femenina y se volvio para mirar a su agente, Evelyn Dodge. Era una mujer atractiva de cincuenta y tantos anos y llevaba en el negocio desde siempre; conocia a todo aquel que merecia la pena conocer y era mas dura que el granito. Ademas, no se dejaba amedrentar por nadie. Lyle la miro en un intento por averiguar que estaba pensando. No hubo suerte. Su agente se mostraba completamente inexpresiva. Algo bueno para las negociaciones de contratos. No tanto cuando era el quien intentaba sonsacarle algo. --Esa chica tiene mas poder de lo que te crees --anadio ella al ver que guardaba silencio--. ?Quieres montarte en un expreso hacia un pozo sin fondo? Porque la parada de salida es la guapa de tu coprotagonista. Como cabrees a Frannie, Garreth Todd interpretara a M. y tu tendras suerte si protagonizas algun anuncio de coches usados en un canal local. --Gracias por hablarme sin rodeos --replico con sorna. --?Crees que exagero? Creia que diferenciabas tu culo de un agujero en la pared. ?O te he malinterpretado todo este tiempo? --Por Dios, Evelyn. No soy un ingenuo. Pero no me voy a acostar con Frannie solo para que las cosas en el rodaje vayan bien. ?Me estas diciendo que deberia hacerlo? --Joder, no, Iowa --contesto ella, llamandolo por el nombre del estado donde habia nacido Lyle--. Solo te digo que tienes que ser listo. Mientras sigas soltero y sin compromiso, no va a dejarlo estar. --Suspiro--. Has trabajado muy duro para llegar hasta aqui y estas volando alto. Pero deja que te recuerde, por si te crees invencible, que, cuanto mas alto estas, mas dolorosa es la caida cuando regresas a la tierra. --No voy a meter la pata, Evelyn. --No conoces a Frannie tan bien como yo. Ha destruido carreras mas solidas que la tuya... Y eso fue antes de que tuviera una bonita estatuilla dorada en la estanteria. <>, penso mientras se pasaba los dedos por el pelo. --?Cuanto tiempo llevamos trabajando juntos? --le pregunto, aunque era evidente que no esperaba una respuesta--. ?Dos anos? ?Tres? Y ni una sola vez en todo este tiempo te he visto salir con una mujer. En alguna que otra ocasion has ido acompanado a alguna fiesta, pero lo normal es que vayas solo. --?A que cono viene esto, Evelyn? --Sabia que habia sonado a la defensiva, pero Evelyn estaba a punto de tocar unos botones que el no queria que nadie tocara, y de asomarse a rincones oscuros que era mejor dejar en la sombra. --Me dijiste una vez que no eras gay y me parece bien. Hay miles de adolescentes en todo el pais durmiendo mas tranquilas porque saben que estas en el mercado. --?Me quieres decir algo con todo esto? --Intento, sin conseguirlo, que no se le notara la irritacion. Evelyn lo miro con los ojos entrecerrados. --Solo digo que si tienes una novia escondida en el atico por alguna parte es el momento de desempolvarla y sacarla. Porque aqui la buena de Frannie es como un perro con un hueso. Un perro muy mimado y acicalado, con unos dientes que hacen mucho dano cuando no se sale con la suya. Pero no toca a hombres casados. --?Y que me estas diciendo? ?Se supone que tengo que irme a Las Vegas y casarme con una bailarina? --Solo te digo que seas listo. Y si tienes de verdad una novia oculta por ahi, que te acompane a alguna que otra fiesta. Y si no la tienes, buscatela. --Que gilipollez --replico en voz baja--. Pero lo tendre en cuenta. --Bien. Ahora vamos a socializar.

  • Las rosas de Stalin de Monika Zgustova

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    Mi nombre es Svetlana Alliluyeva. Naci el 28 de febrero de 1926. Mi padre murio en 1953. Se llamaba Yosif Stalin.’ Svetlana Alliluyeva fue la hija unica del dictador sovietico. Y su destino parecio reunir las peores catastrofes. Su madre se suicido cuando Svetlana tenia seis anos, harta de la convivencia con su esposo. A los dieciseis Svetlana se enamoro de un cineasta judio, a quien su padre envio al gulag. Mas tarde, en 1963, se enamoro de nuevo, en esta ocasion de un intelectual de izquierdas hindu, y cuando el murio Svetlana quiso llevar sus cenizas a la India. Una vez alli, solicito asilo politico a traves de la embajada de Estados Unidos.

  • El roce de tu piel de Mita Marco

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    Logan MacLean, el hijo del laird de un poderoso clan escoces, recibe el encargo de llevar personalmente una importante misiva a uno de sus aliados. No obstante, por el camino es sorprendido por un grupo de salteadores y acaba malherido e inconsciente en medio del bosque. Entre la bruma del dolor, y sus escasas fuerzas, solo llega a escuchar la risa malvada de una mujer, que le roba mientras no puede defenderse, y de la que jura vengarse en cuanto se recupere, del mismo modo que hara con los demas malhechores.

  • La tierra de Alvar Fanez – Antonio Perez Henarez de Antonio Perez Henarez

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    Siglo XI, frontera del Reino de Castilla, es tiempo de heroes. La mejor novela historica de una epoca convulsa que marcaria nuestra historia.

  • La tentacion del principe de Sandra Bree

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    Envidias, celos, falsas apariencias, amor#

  • Oportunidad prohibida de Eva Nieto

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    Aquel dia habia amanecido mas oscuro de lo normal, tocaba asistir al funeral de su padre, de quien ni siquiera habian podido recuperar el cuerpo. Era una ceremonia simbolica que reunia familiares y amigos para despedir a Daniel Duncan, un afamado reportero que habia dedicado su vida a cubrir algunos de los ataques terroristas mas relevantes ocurridos a partir de los anos 80. Su ultima mision como reportero investigador de la cadena Global News, no habia salido muy bien, fue capturado por un grupo de extremistas como parte de una serie de negociaciones que se estaban llevando a cabo con el gobierno de los Estados Unidos. En condiciones deplorables mantuvieron en cautiverio al infortunado reportero, pero sus dias estaban contados, ya que no habia forma de que saliera de aquella situacion con vida, pues ya habia sido marcado por sus captores como el proximo en ser ejecutado. Aun si las demandas de aquel grupo eran cumplidas, en un plazo de 72 horas ejecutarian a Daniel frente a las camaras en una transmision en vivo. El video que se difundio mundialmente, Daniel Duncan era degollado y quemado ante mirada fria e inhumana de sus ejecutores. Este hecho conmovio a la comunidad mundial y se realizaron manifestaciones en diferentes paises, incitando a una respuesta masiva por parte del gobierno, ya que este no era el primero de los periodistas que era asesinado de aquella forma y no seria el ultimo. Daniel Duncan, habia perseguido aquella noticia que lo catapultaria a ganar el premio Pulitzer de periodismo. Pero en su intento desesperado de conseguir fama y prestigio en el mundo de la comunicacion, habia sido victima de uno de los grupos mas violentos y mercenarios del continente asiatico. Para una nina de apenas nueve anos de edad, no era sencillo tener que afrontar la idea de que su padre habia sido asesinado ante los ojos del mundo, a pesar de que sus familiares intentaron mantenerla aislada de aquella tormenta mediatica que se habia formado en torno a su padre. Era casi imposible evitar que sus companeros de la escuela realizaran comentarios al respecto, lo que finalmente la llevo a descubrir la dolorosa verdad de que su padre jamas volveria a casa. Demasiadas preguntas para una mente tan inocente comenzaron a surgir en la cabeza de Eva Duncan, una pequena que no tenia la menor idea de la cantidad de maldad que podria existir en el mundo. Por muchas explicaciones que recibiera por parte de sus tutores y familiares, Eva no terminaba de entender los motivos de porque unos sujetos extranos asesinarian de aquella forma tan terrible a su padre. Este no tenia culpa alguna de los problemas que estuviesen afrontando aquellos monstruos que le quitaron la vida. Eva sintio desde el momento que perdio su padre, la necesidad de experimentar esa pasion que habia llevado a su padre hasta aquel lugar, por lo que se comprometio con ella misma a convertirse en una periodista exitosa. A traves de esto, le daria al mundo la posibilidad de conocer las realidades mas crudas a costa de lo que fuese. Esta situacion habia convertido a Eva en una nina muy reservada, no solia hablar demasiado con nadie, y era victima de las burlas de los ninos mas crueles de la escuela, quienes hacian representaciones de como habia sido asesinado a su padre. Mientras caminaba por el pasillo principal de la escuela hacia su clase de geografia, la cual detestaba, se cruzo con un grupo de estos desagradables chicos, los cuales intentaron una vez mas intimidarla y hacerla llorar. Parecia que esa era su actividad favorita durante el dia. Pero aquel dia fue totalmente diferente, ya que mientras los chicos hacian su representacion de costumbre, uno de ellos recibio un golpe tan fuerte en su cabeza que cayo desmayado en el suelo. -- Ya dejala en paz. -- Se escucho. El grupo de ninos huyo rapidamente del lugar, dejando su companero tendido en el suelo, mientras Eva miraba atonita una escena que para ella era totalmente nueva, nadie la habia defendido de esa forma en el pasado. -- ?Estas bien? -- Si. ?Quien eres? -- Pregunto Eva. -- Soy Roberto Murray. -- Hola, gracias por tu ayuda. Pero, creo que estaras en problemas. Roberto tomo de la mano a Eva y abandonaron el lugar tan rapido como fue posible, ya habria tiempo para hablar y comentar acerca de aquella situacion. Si los descubrian en ese lugar, no solo Roberto, sino que tambien Eva pagaria las consecuencias del dano que habia sufrido aquel nino desmayado en el medio del pasillo. ACTO 1 Antes de irte Desde aquella oportunidad en que ese par de ninos se cruzaron, algo ocurrio en el universo, de alguna u otra forma aquellos dos chicos estaban destinados a estar juntos por alguna razon. Asistian a la misma escuela, pero veian clases diferentes, Eva nunca se habia percatado de la existencia de Roberto, que al igual que ella era un chico timido, que no tenia demasiadas buenas relaciones con el resto de sus companeros. El golpe que le propino Roberto a aquel molesto nino, lo hizo con su maleta de cuero semidura, la cual contenia algunos libros y facilmente dejaria inconsciente a cualquiera. Estuvieron escondidos al menos 30 minutos luego del incidente, ocultos detras de las cortinas del auditorio de la escuela. Parecia que todo esta en calma cuando volvieron a los pasillos y cada uno asistio a sus respectivas clases. El timbre sonaba, dando la senal de que era la hora de salida, todos los ninos se apresuraban abandonar las aulas mientras Eva y Roberto caminaban en busca de coincidir nuevamente. Ya a la pequena no le preocupaba demasiado que la molestaran, solo queria encontrarse con su pequeno superheroe. Hasta ese momento era el unico en la escuela que le habia demostrado empatia y alguna preocupacion por ella luego de haber afrontado la tragedia de perder a su padre. Camino a la salida de la escuela, logro ver como Roberto, a lo lejos, subia a su bicicleta y se marchaba, intento correr para alcanzarlo, pero ya este se habia marchado rapidamente. Desde el coche la madre de Eva tocaba la bocina con insistencia tratando llamar su atencion, pero esto era una total perdida de tiempo, ya que Eva estaba entregada a aquella imagen de Roberto perdiendose en la distancia. Al llegar a casa tenia una rutina bastante regular, amaba tocar el Cello, por lo que pasaba algunas horas practicando en el estudio que era de su padre. Luego realizaba las actividades que asignaban en la escuela para luego pasar el resto de la tarde en el parque, leyendo algun libro. Le fascinaba leer novelas de guerra y suspenso, una combinacion poco usual pero que la apasionaban. Con el tiempo, Eva se fue haciendo mucho mas habil con la lectura, podia devorar dos libros en una semana. Era su manera de desconectarse del mundo y alimentar esa pasion que estaba forjando a una futura periodista que eventualmente seria especialista en crimenes de guerra, secuestros, terrorismo y corrupcion. Una tarde, mientras leia uno de sus libros favoritos, recostada de un gran arbol en el parque, vio pasar a Roberto en su bicicleta, no sabia que hacer, si correr detras de el e intentar alcanzarlo o simplemente dejar que pasara la oportunidad una vez mas. Eva tenia la extrema necesidad de agradecerle a Roberto lo que habia hecho por ella. A pesar de los minutos que pasaron juntos luego el incidente, esta no tuvo la oportunidad de darle las gracias y preguntarle por que lo habia hecho. Tampoco era el tipo de nina que gritaria desesperadamente el nombre de Roberto para captar su atencion, pero al parecer algo capturo la atencion de Roberto y lo hizo voltear justo a la direccion donde se encontraba Eva, como si un poder sobrenatural hubiese logrado que Roberto voltease controlado por la voluntad de Eva. Justo en ese momento Eva quedo paralizada, totalmente sorprendida, y tan solo puedo agitar una de sus manos saludando al pequeno nino que decidio dar vuelta y dirigirse hasta ella. -- ?Como te va, Eva? -- Pregunto Roberto. -- Muy bien, han pasado muchos dias desde… Bueno ya sabes, aquel incidente. -- Si, aun no habido consecuencias, tampoco espero que las haya. -- No tuve la oportunidad de darte las gracias, fuiste muy amable al defenderme. Roberto se sento justo al lado de Eva comenzaron a charlar acerca de multiples temas, que parecian no acabarse. Entre tantas cosas de las que hablaron, se pasearon por los libros favoritos de Eva y las comidas favoritas de Roberto, el cual estaba un poco pasado de peso para su edad. Los manjares que preparaba su madre no eran faciles de rechazar, a pesar de que sabia que sufria de sobrepeso, para el no era algo importante contar con un aspecto agradable, era un nino feliz, para el, eso era suficiente. Los constantes ataques de otros ninos hacia su contextura habian hecho desarrollar un temperamento bastante volatil, el cual podria ser detonado solo con una burla minima hacia el o hacia cualquier persona que considerara inocente y fragil, tal como el caso de Eva. Mientras conversaban, la nina hablaba sobre su pasion por el periodismo y las comunicaciones, narraba como sonaba con convertirse en una reportera famosa y cubrir las noticias mas importantes del mundo mientras se dirigia a la poblacion mundial a traves de una prestigiosa cadena de television. Roberto conocia la situacion por la que habia pasado Eva, pero siendo un nino bastante reservado, prefirio no tocar el tema. De alguna manera forma le preocupaba que Eva estuviese siguiendo los mismos pasos de su padre y que estuviese en camino a un final similar. Tambien se imaginaba que aquella chica simplemente queria tomar venganza y acabar con aquellos terroristas que han matado a su padre. Solamente eran teorias inocentes del nino, que apenas estaba conociendo a Eva. Aquellos encuentros en el parque pasaron de ser casuales y esporadicos a ser mucho mas frecuentes y planificados, cada tarde se convertia en una oportunidad para Roberto de conocer mucho mas a fondo a su nueva amiga Eva. Por otra parte, Eva conseguia en Roberto todo ese afecto que no recibia por parte de sus companeros de escuela, su circulo de amigos estaba conformado unicamente por sus libros, aunque ella no comprendia muy bien porque. Parecia que no les hacia falta absolutamente mas nada en el mundo para divertirse que la compania mutua, mientras Eva era una nina intelectual, analitica y discreta, Roberto era un nino ocurrente, espontaneo y con muy buen sentido del humor. Por esto podian pasar horas juntos sin experimentar ni un poco de aburrimiento. Pero la felicidad de algunos es la infelicidad de otros, y para algunas personas es muy dificil lograr comprender y aceptar que otros sean mucho mas felices que ellos, esto lo comprenderia Eva de una manera muy dramatica, durante una tarde, mientras esperaba la llegada de Roberto. Cada dia que decidieron encontrarse lo hacian puntualmente a las 5:00 p.m., generalmente Eva ya se encontraba en el parque cuando llegaba Roberto con el sonido del doblar de las campanas de la iglesia cercana al parque. Pero aquella tarde no habian salido las cosas como todos los dias, las campanas dejaron de sonar y Roberto aun no llegaba, pasaron los minutos y esto preocupo a Eva. Era la primera vez que el chico faltaba a una de sus reuniones, por lo que Eva tomo sus libros y se dirigio hasta la casa del chico. Al llegar alli, toco la puerta tan fuerte como pudo para ser atendida por el padre de Roberto. -- !Eva! Que sorpresa. -- Exclamo. -- ?Como esta, senor Miller? -- Muy bien Eva, llevas un lazo muy bonito en el cabello. -- Gracias. -- Contesto --. Quisiera saber si Roberto esta en casa. -- No, Roberto salio al parque hace mas de una hora. Aquella afirmacion del padre, dejo a Eva paralizada, ya que su instinto le indico que algo no estaba bien, el retraso de Roberto, se debia a otra causa, ya que no se encontraba en su casa y debio llegar al parque a tiempo, segun los datos proporcionados por el senor Miller. -- ?Te pasa algo? Pregunto el padre del chico.

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    La nueva novela de la inimitable Marian Keyes.

  • Un sueno hecho realidad de Malina W. M

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    Patricia desde que se habia separado de Gabriel se sentia muy sola. No podia creer que todo hubiese acabado. Aunque ella sabia mejor que nadie que esa relacion no iba a ninguna parte no podia desacostumbrarse al suave toque de las expertas manos de Gabriel sobre su piel, extranaba esos besos con olor a cigarrillo y el silbido matutino luego de una noche de pasion.
    Eran muchos los problemas, Gabriel estaba frustrado no conseguia lo que deseaba y veia que sus suenos se alejaban cada vez mas, Patricia por su parte habia logrado todo lo que se proponia y mas; vivia del arte, disfrutaba de montar una exposicion diferente cada dia en su galeria y era reconocida en el ambito.

  • Antes de caer de Erika Fiorucci

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  • El sol y sus flores de Rupi Kaur

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    Segundo y poderoso poemario de esta autora best seller. Dividido en cinco movimientos (marchitarse; caer; enraizar; crecer; florecer), este poemario se desliza desde las profundidades de un desamor y el dolor que conlleva hasta la fuerza y la alegria que pueden florecer tras ese sufrimiento. Un vibrante y trascendental viaje sobre el crecimiento y la curacion, la descendencia y el honor por las raices de uno, la expatriacion y la busqueda del hogar en uno mismo