relacion de la bonanza cauchera con la casa arana
-
relacion de la bonanza cauchera con la casa arana - Paul Bowles
https://gigalibros.com/la-casa-de-la-arana.htmlTres personajes muy diferentes confluyen en la ciudad marroqui de Fez: John Stenham, escritor norteamericano defensor de la cultura autoctona frente al imperialismo frances; Polly Veyron, turista estadounidense que aboga por el desarrollo de lo que considera una ciudad tercermundista, y Amar, un joven marroqui que pasa del despertar politico al desencanto.
-
Etnocidio Casa Arana - Revista Semana
https://www.semana.com/educacion/articulo/etnocidio-casa-arana/442158-3/14 sept 2015 — educacion/articulo/etnocidio-casa-arana/442158-3/ ... Horror, muerte y dolor fueron los sinónimos de la bonanza cauchera.
-
La bonanza de caucho en el amazonas colombiano
https://prensarural.org/spip/spip.php?article342618 dic 2009 — Se considera que la casa Arana Hermanos, entro en negociación con los ... indígenas en la amazonia en relación con la explotación cauchera ...
-
Casa Arana, donde murieron 40 mil indígenas en bonanza de ...
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-420627323 may 2008 — Antes del conflicto colombo-peruano (1932), la compañía cauchera peruana desplazó la población sobreviviente hacia el Perú, dejando ...
-
Fiebre del Caucho - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.wikipedia.org/wiki/Fiebre_del_CauchoCon la presencia de la Casa Arana en territorio colombiano, por cuenta del contrato que firmaría en 1904 para establecer su compañía cauchera en el Amazonas ...
-
Julio César Arana del Águila - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_C%C3%A9sar_Arana_del_%C3%81guilaJulio César Arana del Águila (Rioja, San Martín, 1864-Magdalena del Mar, Lima, 1952) fue un empresario cauchero y político peruano.
-
La casa Arana en el Putumayo | La Red Cultural del Banco de ...
https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-160/la-casa-arana-en-el-putumayoEn 1901, el comerciante peruano Julio César Arana entró en negocios con algunos caucheros colombianos de la Colonia Indiana (La Chorrera) para explotar el ...
-
La fiebre del caucho en Colombia - Banrepcultural.org
https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-262/la-fiebre-del-caucho-en-colombiaLA CASA ARANA. Desde 1886 el peruano Julio César Arana abasteció a los caucheros –siringalistas– de mercancías y herramientas varias a cambio de caucho y, con ...
-
Julio César Arana del Águila - Wikipedia, la ... - Classici Stranieri
https://www.classicistranieri.com/es/articles/j/u/l/Julio_C%C3%A9sar_Arana_del_%C3%81guila_02dd.htmlJulio César Arana del Águila, fue un empresario y político peruano, cauchero, ... en esa bonanza que trajo el caucho se encuentra Julio C. Arana del Águila.
-
Dejala que caiga de Paul Bowles
https://gigalibros.com/dejala-que-caiga.htmlNelson Dyer reside en Nueva York donde trabaja de cajero en un banco. Hastiado de la irrelevancia de su vida, se traslada a Tanger en busca de un cambio radical y acepta un empleo en una agencia de viajes regentada por un viejo conocido suyo, Jack Wilcox. Pero, de hecho, lo que le interesa es sumergirse en los bajos fondos de la ciudad: sus bares y burdeles; sus salas de cine porno; sus aristocratas y sus prostitutas; y en turbias transacciones financieras. Determinado a conseguir que algo ocurra en su nueva vida, se ve arrastrado por una serie de acontecimientos cada vez mas siniestros de los que parece imposible escapar. Esta magistral narracion de un descenso a los infiernos es para muchos la mejor novela de Paul Bowles.
-
11 ciudades de Axel Torres Xirau
https://gigalibros.com/11-ciudades.htmlEl futbol es mucho mas que un deporte que enfrenta a dos equipos de once jugadores. Axel Torres lo sabe bien y, a pesar de su juventud, es actualmente una de las voces mas brillantes y respetadas del periodismo deportivo en lengua castellana. Sus comentarios e ideas sobre el deporte rey han forjado una extensa comunidad de oyentes y telespectadores -desde el programa “Marcador Internacional”, de Radio Marca, y desde “Planeta Axel”, de Gol TV- que viven el futbol como un fenomeno que trasciende lo deportivo y que forma parte de la cultura personal de un modo vivo e intenso.
-
Sistemas Criticos de Martha Wells
https://gigalibros.com/sistemas-criticos.htmlGanadora de los premios Hugo, Nebula y Locus
-
Santiago Abascal. Espana vertebrada de Fernando Sanchez Drago
https://gigalibros.com/santiago-abascal-espana-vertebrada.html -
El gran nivelador de Walter Scheidel
https://gigalibros.com/el-gran-nivelador.htmlEl de la desigualdad es un problema que preocupa hoy en el mundo entero. Pero quienes lo estudian suelen reducirse a considerar los tiempos recientes y olvidan las lecciones a largo plazo de la historia. Este ambicioso e impresionante libro estudia la evolucion de la desigualdad desde las sociedades primitivas hasta la actualidad y nos descubre que las fuerzas que la han reducido a lo largo de la historia han sido los <
> de la violencia: guerra, revolucion, colapso de los estados y grandes epidemias. Walter Scheidel nos lleva en estas paginas a una fascinante excursion por la historia de las guerras, de las revoluciones (como la francesa o la rusa de 1917), del colapso de los estados (del Imperio romano o del de los mayas), de las pandemias (como la Peste negra). Entender como han actuado estas fuerzas niveladoras puede resultar decisivo para encontrar politicas que nos permitan combatir pacificamente la desigualdad en el futuro. -
Trimalcion de Francis Scott Fitzgerald
https://gigalibros.com/trimalcion.htmlSe ha dicho muchas veces que El gran Gatsby es una novela perfecta, lastima que no cuente un poco mas de Gatsby. Pero en el original que Fitzgerald presento a la editorial habia mas de Gatsby. Tambien tenia otro titulo: Trimalcion (Fitzgerald queria que su novela fuera el equivalente norteamericano del Ulises de Joyce). La leyenda dice que El gran Gastby se convirtio en una novela perfecta luego de pasar por las manos santas de Maxwell Perkins, su editor. Pero en Trimalcion se puede ver a Gatsby tal como lo veia Fitzgerald: mas crudo, mas epico, mas noble, mas estupido. Solo por eso vale la pena sumergirse de cabeza en este libro.
-
Denuncia inmediata de Jeffrey Eugenides
https://gigalibros.com/denuncia-inmediata.htmlUn joven viaja por el mundo en busca de iluminacion y se enfrenta a todo tipo de experiencias, no siempre agradables; una estudiante de origen indio seduce a un profesor buscando una salida desesperada a la situacion de su familia; un poeta fracasado que ha encontrado trabajo en la editorial de un antiguo pornografo acaba dejandose arrastrar por la tentacion del dinero y la America del pelotazo; un sexologo tiene un perturbador encuentro sexual en una selva remota; un matrimonio que empezo por conveniencia acaba en desastre; un musico que toca el clavicordio se enfrenta a la dificultad de combinar su arte con su condicion de esposo y padre y termina perseguido por unos cobradores de morosos; una chica decide quedarse embarazada sea como sea; una mujer visita a una vieja amiga a la que le estan haciendo pruebas para saber si padece alzheimer y le regala un libro que ambas adoraban en su juventud… Jeffrey Eugenides, que ha demostrado en tres novelas excepcionales –Las virgenes suicidas, Middlesex y La trama nupcial– su capacidad para ahondar en la complejidad de las relaciones humanas, continua su exploracion en esta envolvente coleccion de cuentos. Nos encontramos aqui una vez mas con hombres y mujeres que se enfrentan a sus miedos, toman decisiones drasticas y se adentran en territorios desconocidos. En dos de los cuentos reaparecen personajes de sus novelas, que, al igual que los nuevos, son seres humanos desamparados que el autor retrata con perspicacia y humanidad, plasmando sus anhelos y contradicciones. Elegante, sutil, a ratos ironico y en otros momentos hondo y conmovedor, Eugenides traza aqui un poderoso mapa de las emociones humanas.
-
Furia, Jonathan Kellerman de Jonathan Kellerman
https://gigalibros.com/furia-jonathan-kellerman.html -
Un escoces en la oscuridad (Escandalos y Canallas 2) de Sarah Maclean
https://gigalibros.com/un-escoces-en-la-oscuridad-escandalos-y-canallas-2.htmlLa senorita Lillian Hargrove ha vivido casi toda su vida sola, en una jaula dorada, anhelando amor y compania. Cuando un famoso artista la tienta con hermosas promesas y le ruega que pose para un escandaloso retrato, Lily no vacila., hasta que ese mentiroso canalla la deja en evidencia. Cuando el cuadro se hace publico, a Lily no le queda mas remedio que recurrir al unico hombre que puede salvarla de la ruina.
-
Mi hermana, asesina en serie de Oyinkan Braithwaite
https://gigalibros.com/mi-hermana-asesina-en-serie.htmlApuesto a que no sabiais que la lejia enmascara el olor a sangre. La mayoria de gente la utiliza indistintamente y da por hecho que es un producto que sirve para todo. No se molestan en leer la composicion en la etiqueta, ni en volver a echar un vistazo a la superficie que acaban de limpiar. La lejia desinfecta, pero para eliminar residuos no es ninguna maravilla. Por eso no la uso hasta haber eliminado cualquier rastro de vida y de muerte del cuarto de bano. Es evidente que lo han reformado hace poco. Tiene ese aspecto de no haberse utilizado nunca, sobre todo despues de haberme pasado casi tres horas limpiandolo. Lo mas complicado ha sido llegar a la sangre que se habia filtrado entre el plato de ducha y la junta, un sitio facil de descuidar. No hay nada sobre ninguna superficie: el gel, el cepillo de dientes y la pasta dentifrica estan guardados en el armario que hay sobre el lavabo. Luego esta la alfombra de ducha: una cara negra sonriente dentro de un rectangulo amarillo en una habitacion por lo demas blanca. Ayoola esta sentada sobre el asiento del inodoro, con los pies arriba, abrazandose las rodillas. Se le ha secado la sangre del vestido y no hay riesgo de que gotee sobre el suelo blanco y, ahora, brillante. Lleva las rastas recogidas en un mono para que no rocen el suelo y no deja de mirarme con sus grandes ojos marrones. Le da miedo que este enfadada, que cuando termine lo que estoy haciendo le eche un sermon. Yo no estoy enfadada. En todo caso, estoy cansada. Me cae el sudor de la frente al suelo y lo limpio con la esponja azul. Cuando me ha llamado estaba a punto de cenar. Habia dejado todo preparado en la bandeja: el tenedor a la izquierda del plato, el cuchillo a su derecha. Habia doblado una servilleta en forma de corona y la habia colocado en el centro. Habia pausado la pelicula en los creditos iniciales y el temporizador del horno acababa de sonar cuando mi telefono ha empezado a vibrar violentamente sobre la mesa. Cuando llegue a casa, la cena ya estara fria. Me levanto y aclaro los guantes en el lavabo, pero no me los quito. Ayoola mira mi reflejo en el espejo. --Tenemos que mover el cuerpo --le digo. --?Estas enfadada conmigo? Quiza una persona normal lo estaria, pero ahora lo que siento es la urgente necesidad de deshacerme del cuerpo. Cuando he llegado, lo hemos transportado hasta el maletero de mi coche para poder limpiar y fregar sin tener que estar soportando su fria mirada. --Coge tu bolso --respondo. Volvemos al coche y el sigue en el maletero, esperandonos. A estas horas de la noche, en el Puente Continental 3 apenas hay trafico y, como no hay farolas, esta muy oscuro, pero mas alla del puente se ven las luces de la ciudad. Lo llevamos al mismo sitio donde llevamos al ultimo: lo lanzamos y cae al agua. Por lo menos no estara solo. Se ha filtrado un poco de sangre en el revestimiento del maletero. Ayoola se ofrece a limpiarla, porque se siente culpable, pero yo le quito la mezcla de las manos. La he preparado yo misma con una cucharada de amoniaco y dos de agua. La echo sobre la mancha. No se si en Lagos tienen la tecnologia necesaria para llevar a cabo una investigacion rigurosa de una escena del crimen, pero Ayoola nunca podria limpiar de manera tan eficiente como yo. LA LIBRETA --?Quien era? --Femi. Estamos en mi habitacion y yo escribo el nombre. Ayoola esta sentada con las piernas cruzadas en mi sofa, descansando la cabeza sobre el respaldo del cojin. Mientras se banaba, he quemado el vestido que llevaba y ahora se ha puesto una camiseta rosada y huele a polvos de talco. --?Y su apellido? Ella arruga la frente, aprieta los labios y sacude la cabeza, como si intentara lograr que el apellido salte del fondo del cerebro hasta la parte frontal. No le sale y se encoge de hombros. Yo deberia haber cogido su cartera. Cierro la libreta. Es pequena, mas que la palma de mi mano. Una vez vi un video de TEDx en que un hombre afirmaba que le habia cambiado la vida el hecho de llevar una libreta encima y anotar en ella un momento feliz cada dia. Por eso la compre. En la primera pagina, escribi: <
>. Desde entonces no he escrito practicamente nada en ella. --No es culpa mia, ?sabes? Pero yo no lo se. No se a que se refiere. ?A su incapacidad de recordar el apellido? ?O a su muerte? --Cuentame que paso. EL POEMA Femi le habia escrito un poema. (Ella recuerda el poema, pero no su apellido. ) Te reto a que encuentres un defecto en su belleza; o a dar a luz a una mujer capaz de estar a su lado sin palidecer. Se lo habia dado escrito en un trozo de papel dos veces doblado que recordaba a nuestra epoca en el instituto, cuando los adolescentes se pasaban notas de amor en la ultima fila del aula. Todo eso la habia conmovido (pero vamos, a Ayoola siempre le conmueve que alaben sus meritos), de modo que habia aceptado ser su novia. Cuando cumplieron un mes de relacion, ella lo apunalo en el bano de su piso. No era su intencion, por supuesto que no. El se habia enfadado y le gritaba en la cara con su aliento caliente que apestaba a cebolla. (Pero ?por que llevaba la navaja?) Era por proteccion. Con los hombres nunca se sabia, querian lo que querian cuando lo querian. Ella no pretendia matarlo, solo ahuyentarlo, pero a el no le habia asustado su arma. Media mas de metro ochenta y ella le pareceria una muneca, con su cuerpo pequeno, sus pestanas largas y sus carnosos labios rosados. (Descripcion de ella, no mia.) Lo mato con la primera punalada, directa al corazon. Pero despues le asesto dos mas para asegurarse. El cayo al suelo y ella solo oia su propia respiracion. CUERPO ?Este os lo sabeis? Entran dos chicas a una habitacion. La habitacion esta en un piso situado en una tercera planta. En la habitacion hay un cadaver de un hombre. ?Como llevan el cuerpo hasta la planta baja sin ser vistas? Primero, reunen el material. --?Cuantas sabanas necesitamos? --?Cuantas tiene? Ayoola salio corriendo del bano y volvio armada con la informacion de que habia cinco sabanas en el armario de la colada. Yo me mordi el labio. Necesitabamos muchas, pero me daba miedo que su familia sospechara si la unica sabana que quedaba era la que tenia puesta en la cama. Para el hombre promedio eso no hubiera sido nada peculiar, pero este era meticuloso. En la estanteria los libros estaban ordenados alfabeticamente por autor. En el bano tenia la gama completa de productos de limpieza; hasta compraba el mismo desinfectante que yo. Y la cocina estaba reluciente. Ayoola parecia estar fuera de lugar, como una plaga en una existencia por lo demas pura. --Trae tres. Segundo, limpian la sangre. Absorbi la sangre con una toalla y la escurri en el lavabo. Repeti la operacion hasta que el suelo quedo seco. Ayoola rondaba por alli, se apoyaba en un pie y luego en el otro. Yo ignore su impaciencia. Se tarda mucho mas en deshacerse de un cuerpo que de un alma, sobre todo si no quieres que quede ningun rastro de juego sucio. Pero yo no dejaba de lanzar miradas al cadaver desplomado, apoyado contra la pared. No podria hacer un trabajo riguroso hasta que el cuerpo estuviese en otro sitio. Tercero, lo convierten en momia. Extendimos las sabanas en el suelo ya seco y ella enrollo el cuerpo. Yo no queria tocarlo. Distingui su torso esculpido por debajo de la camiseta blanca. Parecia un hombre capaz de sobrevivir a un par de heridas, pero lo mismo podia decirse de Aquiles o de Cesar. Era una pena pensar que tras la muerte, su espalda ancha y sus abdominales tonificados irian menguando hasta quedar reducidos a poco mas que hueso. Cuando llegue, le comprobe tres veces el pulso, y despues otras tres mas. Podria haber estado durmiendo, con aquel aspecto tan apacible. Tenia la cabeza hacia delante, la espalda curvada contra la pared y las piernas de lado. Ayoola empujaba el cuerpo hacia las sabanas con la lengua fuera. Se limpio el sudor de la frente y se mancho de sangre. Doblo un trozo de sabana y cubrio el cuerpo con ella, ocultandolo de la vista. Despues la ayude a hacerlo rodar y a envolverlo firmemente entre las sabanas. Nos pusimos de pie y lo miramos. --?Ahora que? --pregunto. -
No hay vuelta atras de Melinda Gates
https://gigalibros.com/no-hay-vuelta-atras.htmlUna llamada a la accion para empoderar a las mujeres y cambiar el mundo.
-
La corona partida de Martin Maurel
https://gigalibros.com/la-corona-partida.htmlTras el exito de las novelas Isabel y Carlos, Rey Emperador, la serie se completa con La corona partida, situada cronologicamente entre ambas, que narra los hechos acontecidos tras la muerte de Isabel la Catolica y las luchas de poder entre Fernando de Aragon y Felipe el Hermoso.
-
Mutatis mutandis (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida
https://gigalibros.com/mutatis-mutandis-versos-canciones-y-trocitos-de-carne.html -
A un latido de ti, Monica Maier de Monica Maier
https://gigalibros.com/a-un-latido-de-ti-monica-maier.htmlHay sucesos que en un solo instante cambian tu vida para siempre. El mismo dia que Paula volvio a nacer la existencia de Aitor se detuvo en seco. Ahora convive cada dia con sus demonios y no encuentra las fuerzas para seguir adelante. La vida prosigue inalterable a su alrededor, sin embargo, para ellos ya nada sera igual. Ambos deben encontrar su camino, su lugar en ese mundo que ya no les es familiar, y puede que el otro sea lo unico que necesiten para conseguirlo, por mas que no parezca lo adecuado. Quiza la oscuridad no sea siempre enemiga de la luz y un solo latido pueda marcar la diferencia.
-
El castillo, Luis Zueco de Luis Zueco
https://gigalibros.com/el-castillo-luis-zueco.html -
Una promesa de hermanos de Morgan Rice
https://gigalibros.com/una-promesa-de-hermanos.html“EL ANILLO DEL HECHICERO tiene todos los ingredientes para ser un exito inmediato: conspiraciones, tramas, misterio, caballeros aguerridos e incipientes relaciones repletas de corazones rotos, engano y traicion. lo entretendra durante horas y satisfara a personas de todas las edades. recomendado para la biblioteca habitual de todos los lectores del genero fantastico”.
-Books and Movie Reviews, Roberto Mattos. -
Quiero ser tu principio y tu fin (Loca seduccion) de Eva P. Valencia
https://gigalibros.com/quiero-ser-tu-principio-y-tu-fin-loca-seduccion.htmlManhattan, 27 enero de 2014 3 semanas despues del trasplante Tras entrar en el apartamento y dejar las cartas sobre el mueble recibidor, Gabriel dio un golpe seco de talon a la puerta para cerrarla. Sonrio alzando la mirada y dirigiendola hacia el final del pasillo. Una deliciosa y envolvente fragancia lo atrajo hacia el dormitorio, el cual permanecia casi en la mas absoluta oscuridad, salvo por la escasa luz de unas velas colocadas estrategicamente para recrear un ambiente enigmatico y magico. Acabo de abrir la puerta mientras se desanudaba la corbata de seda. --Jessica... --Echo un vistazo rapido hasta descubrir donde se encontraba--. ?Te pasa algo? Gabriel se descalzo y, dejando caer los zapatos de cualquier manera, camino hacia ella. --?Tienes fiebre? ?Que es todo este despliegue de romanticismo? --se burlo colocando la palma de la mano sobre su frente. Ella se carcajeo. --?Ha tenido un agradable dia en el despacho, senor Gomez? --le pregunto con voz melosa, acariciando cada palabra con su lengua. Mas asombrado si cabia, alzo una ceja sin aun descubrir las intenciones de la joven y anadio: --Definitivamente, lo reafirmo: tienes fiebre. Tras sonreirle con picardia, ella humedecio su labio inferior con ayuda de la lengua, muy lentamente, de forma morbosa y muy sugerente. --Como le gusta ponerme cachondo… --Agarro una de sus manos y la coloco sobre su latente ereccion, que crecia con descaro bajo la tela de los pantalones de pinzas--. Y debo anadir que se le da de maravilla, senorita Orson. --!Mmm! Y es asi como me gusta tenerlo... bajo mi absoluto control -- agrego realizando un suave masaje a lo largo de la envergadura de su miembro enhiesto y palpitante. Gabriel quiso acercarse para devorarla en un ardoroso beso que ansiaba desde que la habia visto, pero ella se anticipo, posando el dedo indice sobre sus carnosos y hambrientos labios. --Tranquilo, fiera. --Sonrio traviesa--. Desnudate y esperame sentado en la cama. Se rasco la nuca, pensativo, y observo perplejo como Jessica se alejaba y desaparecia de la habitacion. Zarandeo la cabeza, sin darle mas importancia que la necesaria, y comenzo a desvestirse. En cierta forma, lo agradecia; poder desprenderse de aquel atuendo de <
> era cuanto precisaba en aquel momento y... por supuesto, la racion diaria de sexo salvaje y alocado con su particular angel de cabellos negros. Primero la americana, luego uno a uno todos los botones de la camisa de firma y, en poco menos que un suspiro, yacia tendido y como Dios le trajo al mundo sobre las delicadas y suaves sabanas de saten. Miro a ambos lados. La habitacion estaba irreconocible; en solo unas semanas Jessica la habia decorado a su gusto, dandole evidentes toques femeninos, acordes a su intensa y arrolladora personalidad. Entre los detalles mas significativos habia un sillon en tono rojo fuego y de formas ergonomicas, disenado exclusivamente para practicar el tantra y llevar a cabo cada una de sus fantasias sexuales. Poco despues, bajo la vista a su entrepierna mientras apuntaba a su pene con el dedo y lo reprendia de forma inquisidora: --Mas te vale portarte bien, tu ya me entiendes... Te quiero aguantando varios asaltos como un campeon. --Sonrio--. Algo me dice que esta noche va a ser memorable... Nada mas pronunciar aquellas palabras, Jessica hizo su aparicion estelar por el umbral de la puerta. Con un erotico contoneo de caderas se deslizo sensual por la reducida estancia, sin dejar de mirarlo; el la observaba tratando de tragar saliva. Se habia quedado seco, al instante. Incapaz de pronunciar una sola palabra. Las imponentes curvas de la joven se dibujaban bajo una transparente y sensual bata de lenceria negra que haria vagar la imaginacion hasta del ser mas apocado sobre la faz de la tierra. Se acerco hasta el iPod y deslizo la yema de su dedo por la pantalla tactil hasta dar con la cancion que tenia reservada. Presiono ligeramente y, en seguida, las primeras notas de Submerge til we become the sun - Embrya, de Maxwell, envolvieron el ambiente. Sin apartar su mirada de los ojos de el, Jessica aflojo el lazo que rodeaba su estrecha cintura para desprenderse con lentitud de la bata, permitiendo que la suavidad de la seda la acariciara y erizara su piel antes de que esta cayera a sus pies. Envuelta en un halo mistico e hipnotico, subio a la cama y comenzo a gatear a cuatro patas hasta quedar a escasos centimetros de su boca. Su calido aliento acaricio los labios de el y el aroma de su perfume le aturdio los sentidos. Abrio la boca tras humedecerse lentamente los labios, mientras se acercaba a su oido para runrunearle una proposicion que no podria rechazar: --?Crees estar preparado para lo que te voy a hacer sentir? Gabriel trago costosamente saliva; su mirada penetrante y el susurro sensual de sus palabras le habian erizado todo el vello de su cuerpo. --Estoy ansioso por sentirte, mi vida. --Buen chico. --Sonrio satisfecha. Y dicho esto, libero su larga melena de un brillante negro azabache, permitiendo que cayera en cascada sobre su espalda desnuda. Luego, tras tentarlo con su mirada felina, se abalanzo sobre su boca para devorarla con tanta ansia que logro dejarlo sin aliento. --!Dios mio, Jess! --Inspiro hondo y, tras recuperar la compostura, prosiguio --: Cuando estoy contigo, pierdo por completo la cordura. Todo, absolutamente todo, deja de existir para pasar a un segundo plano y en lo unico que pienso es en hacerte el amor. Ella lo miro unos instantes antes de suspirar. La fulgida mirada verdosa de Gabriel por un momento la hizo dudar y a punto estuvo de abandonar sus planes, por lo que desvio la vista a la comoda y abrio el primer cajon para buscar algo en su interior. --Ahora, jugaremos --dijo con voz firme pero melosa. --?A los medicos? --se burlo. Ella nego con la cabeza. --Frio, frio… --anadio mostrandole un par de esposas metalicas. Gabriel enarco una ceja. --?Ahora te va el rollito bondage? Jessica no le respondio; se limito a tomar una de sus manos y, tras abrir una anilla de una de las esposas, la cino alrededor de su muneca, para luego atarla a uno de los barrotes de la cabecera. --!Que morbo me esta dando esta situacion...! ?Como no me has atado antes? --!Shhhh! --lo silencio buscando la otra mano para realizar la misma operacion--. No te muevas o te causaran heridas. --Vale, jefa. Sere obediente. Acto seguido, lo tento repetidas veces, acercando la boca a sus labios de forma muy morbosa, sin llegar a besarlo. Frustrado, observo como ella se deslizaba lentamente por las sabanas hasta salir de la cama, para poco despues colocarse de pie, justo enfrente. Las vistas desde aquella posicion eran espectaculares. La lenceria de encaje negro realzaba los innumerables atributos de Jessica, quien comenzo a moverse al son de la cancion, de forma sugerente, mientras desabrochaba los corchetes del corpino y lo dejaba caer con delicadeza. Gabriel empezo a removerse inquieto. Se imaginaba acariciando, masajeando, atrapando aquellos turgentes y prietos pechos entre sus manos. Lamiendo, succionando y mordisqueando los deliciosos pezones... --?Podras soportar mirar sin tocar? El pestaneo y luego respondio con voz ronca: --Estoy disfrutando como un enano. De momento, ve calentandome los motores... que luego no habra quien me detenga... -
La parte inventada de Rodrigo Fresan
https://gigalibros.com/la-parte-inventada.html?Como funciona la mente de un escritor?
-
Heredera de plata de Julia De La Fuente
https://gigalibros.com/heredera-de-plata.htmlLa ambicion desmedida de un monarca desata la guerra en la hasta entonces pacifica region de Adrastea.
En este mundo de venganzas, traiciones y dolor, protegida tras los muros de su castillo, una joven princesa con alma aventurera y nobles ideales suena con ser caballero.
Heredera al trono mas poderoso de los nueve reinos, la sospechosa muerte de su padre la situara en el centro de una complicada trama de intrigas. -
Dejate enganar (Citas de Amor 3) de Anna Dominich
https://gigalibros.com/dejate-enganar-citas-de-amor-3.htmlVicky es una mujer fuerte y decidida que siempre lucha por lo que desea y nunca se rinde ante nada. Tras unos anos dificiles, vive la clase de vida que siempre ha sonado. Rodeada de amigas que la quieren, independiente, propietaria de un negocio y sin preocupaciones, por fin es feliz. Ademas, tiene a Alexei, un hombre misterioso, con muchos secretos, que ha acabado convirtiendose en su confidente y mejor amigo.
Sin embargo, el tiempo pasa y siente que le falta algo. Cuando conoce por casualidad a Daniela, una nina que ha perdido a sus padres y se ha quedado sin hogar, se da cuenta de que lo que siempre ha deseado es formar una familia, asi que no duda en acogerla, quererla y cuidarla como hubiera querido que hicieran con ella.
Todo parece perfecto en la apacible vida de Vicky, hasta que un dia el pasado regresa y el unico hombre al que ha amado llama a su puerta.
Ivan no entiende el motivo por el que Vicky le dejo sin darle ninguna explicacion y ahora, al reencontrarla, esta dispuesto a obtener respuestas y cobrarse la venganza. Las cosas se complican para ambos, hay muchas preguntas sin respuesta y surgen las dudas. ?Se puede desear y odiar a una persona al mismo tiempo y con la misma intensidad?
-
Vestida de corto de Marie Gauthier
https://gigalibros.com/vestida-de-corto.htmlCuando llego, la casa estaba vacia. Felix entro rapido, con la bolsa al hombro. A partir de entonces, tendria que comer, dormir y vivir ahi, a pesar de que no conocia a nadie en la casa. Subio sus cosas al piso de arriba, tal como el hombre le habia indicado, y al bajar se detuvo en mitad de la escalera. Las paredes, los ruidos, le resultaban extranos. Pero aun se oia el motor del coche en el patio. Su madre, antes de marcharse, se habia puesto a hablar con el hombre. Pero nada importante estaba en juego ahi fuera. Solo un par de manos que se estrechaban. Lo importante era que el coche iba a arrancar de nuevo. A decir verdad, Felix y su madre no se habian despedido. Ella ya nunca lo perseguia para darle un beso. Ya no hacian esas cosas. Ni siquiera lo buscaba con la mirada. Habian llegado a buen puerto y todo estaba bien. Ella se habia entretenido hablando un poco y luego Felix habia oido el portazo al salir. Se sentia un poco perdido porque nunca habia estado en ese pueblo. Pero si lo habian dejado alli, ya vendria alguien a buscarlo. Unos dias antes, le habian pedido que rellenara unos formularios y le habian dado esperanzas sobre su futuro. En todo caso, las compras con su madre, los dias de lluvia y los largos ratos de espera dentro del coche en el aparcamiento de los grandes almacenes habian terminado. Seguro que esa especie de desazon acabaria desapareciendo. Nunca mas tendria que avergonzarse de ella. La precipitada huida de su madre habia barrido de golpe la casa familiar llena de ninos. Al fin podria respirar. Una vez hubo aplastado la colilla con el pie, el hombre del patio le dijo que regresaria mas tarde para ocuparse de el. Vio como una chica alta de cabello claro y despeinado pasaba por delante sin decir palabra. Poco despues, volvio donde estaba el y le enseno la cocina; el salon, con el sombrio aparador; la mesa rustica; el sofa de terciopelo raido. En el piso de arriba solo habia habitaciones contiguas, un bano y un aseo. Antes de escabullirse, en el pasillo de arriba, le dijo: --Me llamo Gil. --Felix penso que podria vivir bajo el nuevo techo, sentirse a gusto en aquella casa extrana, olvidar la suya, olvidar a sus padres. Seria una visita sin identidad, procedente de ninguna parte y con una bolsa y un papel en el bolsillo como unico equipaje. Aprovecharia el hecho de no tener ya pasado alguno. Su vida comenzaria a partir de ahora. Queria salir de la infancia, alejarse de aquellos a quienes habia conocido hasta entonces, deshacer los vinculos. El hombre, que apenas habia intercambiado unas palabras con su madre, no le habia preguntado gran cosa, ni siquiera con el paso de los dias. Tenia la cara redonda, el cabello abundante y los ojos claros. De pie en la cocina, el ancho cinturon de cuero le cenia el polo al vientre. Llevaba un pantalon marron y una chaqueta de tela gruesa color tabaco. Era musculoso, un poco recio y tenia la mirada dulce y brumosa. Sonreia de buena gana. Despues de comer, se fumaba un Gitanes Mais y la colilla se le iba moviendo de un lado a otro del labio inferior mientras farfullaba trozos de frases entre calada y calada. Se servia a voluntad en una copa vino blanco que bebia de dos tragos, antes de enjuagarla con el dorso del dedo y colocarla en el escurridor. Felix se quedaba mirando fijamente la colilla porque esperaba alguna indicacion sobre el trabajo que tenia que hacer. Quiza deberia intuir alguna instruccion en aquellos balbuceos. Apoyado en la pared, el senor de la colilla exhalaba el humo haciendo anillos hasta que, por fin, aplastaba el cigarrillo en el cenicero de cristal que habia en un rincon del aparador. En la cabeza de Felix, todo estaba un poco confuso. Lo habian metido alli porque no sabian muy bien que hacer con ese cuerpo torpe de adolescente. Todo el mundo opinaba que estaba hecho para el exterior. La orientadora le habia sugerido que hiciera unas practicas como aprendiz. Por eso Felix se encontraba en casa de esa gente. Iba a descubrir el trabajo al aire libre. Se suponia que el tipo de la colilla le iba a ensenar un oficio. Al principio, lo que mas le ensenaba era el bar. Por la manana se pasaban un rato, y ya entrada la tarde, se quedaban mas tiempo. Habia momentos divertidos con algo de emocion: los parroquianos, las copas, la alegria de estar juntos. Dentro hacia un calor sofocante. El alcohol que iba llegando cambiaria las cosas, traeria algo nuevo. Los hombres del mostrador no dejaban de bromear, siempre estaban abrazandose y diciendo cosas que solo ellos comprendian. Borborigmos. Imposible saber si se trataba de algo verdaderamente importante. Si versaba sobre la vida o el pueblo, si concernia al aprendiz. Felix se preguntaba si realmente estaba alli para aprender algo. Esas misas en voz baja en la barra del bar lo sumian en la duda. Quiza, simplemente, lo estaban poniendo a prueba. No parecia nada serio. Los hombres se reian de el porque aun parecia un nino. Pero el tambien se reia, incluso de las bromas mas inciertas. Como sabia que el vino lo tumbaba, fingia. Apenas mojaba los labios al llevarse el vaso a la boca. Le gustaba. Quiza su futuro consistia en eso, en beber vino blanco en el bar. Al subir a la camioneta, el senor de la colilla le pedia que se sentara a su derecha y le repetia que deseaba ensenarle el oficio. De hecho, le ordenaba que quitara las flores marchitas del monumento a los caidos, que barriera los escalones del ayuntamiento, que llevara de aqui para alla unos bidones grasientos que olian a gasolina. Despues de dar las instrucciones, el senor de la colilla se dormia en un banco. Pero eso, con la gorra puesta, no se veia. Felix ignoraba cuanto tiempo iba a permanecer lejos de sus padres. No habia nada previsto para su regreso. Habia aterrizado en esa casa solo parcialmente ocupada, al fondo de cuyo pasillo habia una puerta, y detras, un gran vacio. Y esa gente no hacia nada al respecto. Quiza una antigua granja se abria hacia el patio. Las casas viejas suelen conservar trazas algo dudosas, como esas manchas de aceite en las paredes, que dejan entrever vidas pasadas y mas bien inquietantes. Senales de peleas, cosas vagamente siniestras. En el techo habia una marca de sangre de un color desvaido por el tiempo, justo encima de la cabeza de Felix. Ahi es donde viven los fantasmas, donde luchan cada noche a lamparazos de petroleo. Felix dormia contra ese vacio, sin saber lo que habia dentro. De madrugada, las vigas crujian, la piedra rechinaba. Pero de algun modo, la casa, vasta, maciza e inmensa, se enfrentaba a todo eso. Felix nunca habia dormido en un sitio tan grande. No sabia muy bien donde estaba. Una manana temprano, mientras esperaba al senor de la colilla sin saber por cuanto tiempo, abrio la nevera para ver lo que habia dentro. Se sintio tentado por las natillas, pero supo resistir. Frente a la ventana pasaban camiones volquete cargados de gravilla. --De la empresa del Emilio --habia dicho el senor de la colilla. Hacian un ruido terrible durante todo el dia. A Felix le entraron ganas de volver a su habitacion. Como estaba en calcetines, resbalo en el suelo de madera barnizado, erro el escalon y la escalera se puso a gemir. Acto seguido aparecio el perro. La chica se lo habia presentado como una mezcla de no se sabia muy bien que. Felix se entendia bien con los perros, uno siempre puede entenderse bien con un perro. Dodo lo miraba con unos ojos negros y humedos. Habria agradecido que alguien lo sacara. Pero Felix no tenia ninguna intencion de pasearlo, de enfrentarse a la luz que ya a esa hora resultaba asfixiante, asi que lo puso a correr por el interior de la casa. Lo pico, lo excito, le metio un calcetin hecho una bola en la garganta, luego lo retiro, se lo lanzo. Intentaba que se pusiera agresivo, pero el perro retomaba su aire sumiso con una gran rapidez. Al bostezar, mostraba unos dientes blancos y desprendia un olor a croquetas. Era un pedazo de pan. Felix podia lanzarle cualquier cosa. Despues de jugar, se tumbaron en la cama. El perro se enrosco como si fuera un gato. Felix, tambien. Gil era un poco mayor que el. No paraba ni un instante. Salia, volvia a entrar dando portazos. Podia desplazarse con los ojos cerrados. Se ocupaba de todos los quehaceres de la casa, pero no hablaba mucho. Se apartaba el cabello de la cara y se lo ponia detras de la oreja con un pequeno mohin. Tenia los ojos azules, las piernas finas. Felix nunca habia visto unas piernas tan bonitas. Tenia una manera muy suya de moverse, recta y agil a un tiempo, pero con algo mas que latia ahi, enmaranado. Felix imaginaba su cuerpo bajo la ropa y, mientras ella ponia agua a hervir para la pasta, se preguntaba que aspecto tendria en la banera. El cuarto de bano era humedo, caluroso, olia bien despues de que ella saliera. Por la noche oia como ella subia la escalera, acariciaba al perro, se acostaba. No era el vino blanco del bar, ni la tierra en los zapatos, ni el monumento a los caidos que limpiaba una y otra vez lo que le gustaba a Felix. Era otra cosa. Le gustaba escuchar las idas y venidas de la chica con el perro detras, resoplando con la boca abierta. Felix se preguntaba si regresaria pronto, despeinada, si lo aceptaria en la casa. Hoy hacia fresco, a pesar del calor que hacia fuera. La aguja pequena y la grande estaban a punto de moverse, ya se acercaba la hora de la comida. Al volver, Gil solia descalzarse para ponerse unas alpargatas de un rojo descolorido. Tambien le gustaba ir descalza. A Felix le encantaba el susurro de sus pasos sobre la madera, sobre las baldosas. La contemplaba desde un peldano de la escalera, sentado con los brazos cruzados. De repente, la tenia delante. Con los ojos clavados en los suyos. Felix se sentia desamparado. La mirada de esa chica tenia algo. Nunca sabia que estaba mirando exactamente: la ropa de trabajo, las botas, las manos. Ella nunca preguntaba nada, no decia nada. Al parecer, con su actitud le otorgaba un lugar en la casa. Luego, con gran rapidez, subia a su habitacion para volver a bajar al cabo de un momento. Esa agitacion demostraba que estaba enredada en cosas mas importantes. Al principio, como Gil se ponia una blusa clara, Felix creyo que aun iba a la escuela. Pero no llevaba cartera ni se dirigia hacia la parada del autobus. Caminaba con seguridad por mitad de la calle. Tenia, sin duda, una vida fuera de la casa. Le debian de ocurrir un monton de cosas durante el dia porque por la tarde el atuendo de colegiala ya no tenia la frescura que Felix advertia por las mananas. La blusa, ligeramente arrugada, nada tenia ya de uniforme. Y cuando Gil volvia a bajar de su habitacion, aparecia emperifollada con baratijas, brazaletes y lazos de colores, sombra de ojos y pintalabios. Felix se preguntaba si iba a salir, si regresaria tarde. La presencia del sofa, de aspecto macizo, lo tranquilizaba. En realidad, trabajaba en el super que habia al final de la calle de los comercios. Por la manana, entraba temprano. El jefe le habia pedido que llevara zapatos blancos para trabajar, asi que se habia comprado unos Scholl en la farmacia. El modelo de zueco playero le habia encantado. Le dijeron que eran buenos para el calor y para la gente que pasaba muchas horas de pie. El encargado le exigia que los llevara siempre muy limpios. Con aquella blusa del super, demasiado grande para ella, Gil estaba muy guapa. Hacia bien su trabajo, la limpieza, todo lo que le pedian. Pasaba la fregona por el suelo de la tienda, ordenaba los pasillos, mantenia muy limpia la caja registradora. Sabia teclear y dar el cambio, pero era el encargado quien se ocupaba de cobrar. En cuanto a ella, con tal de que fuera guapa y pulida, con tal de que limpiara bien y llegara puntual, ya era suficiente. El tiempo pasaba rapido ordenando. Solo cuando llegaba la afluencia de clientes del mediodia se daba cuenta de la hora que era ya. Antes de cerrar, el jefe la hacia pasar primero y despues echaba la llave. Le decia: --Hasta luego. --Alli no se quitaba la blusa, en la que llevaba cosida la etiqueta de la tienda. Lo hacia despues, para ponerse el delantal antes de meterse en la cocina, puesto que era la unica mujer de la casa. Regresaba a preparar la comida, siempre cocinaba ella. No reparaba en las largas jornadas. No conocia el cansancio. Ahora Felix ya sabia adonde iba. La veia marcharse por la manana, volver a mediodia, marcharse de nuevo y regresar por la tarde. Siempre era lo mismo, para aquellos que se fijaban. El encargado lleva una camisa blanca de manga corta, tiene brazos gruesos de hombre, manos de hombre. Un cuello esbelto. Un cinturon de cuero negro le cine el pantalon de pinzas, bien planchado, de color beis claro, que moldea unas nalgas lisas como tablas y se abre en unos zapatos de punta lustrados a la perfeccion. Bellos y elegantes zapatos que rechinan sobre las baldosas del suelo de la tienda. Los pelos de las manos le llegan hasta las munecas. En la mano izquierda, lleva un reloj; en la derecha, una pulsera de plata grabada con la inscripcion <
>. Cuando levanta un poco el brazo, se le ve la piel blanca y carnosa de las axilas. Cuando va a alcanzar algo de un estante de los de arriba, por la camisa entreabierta se adivina una mata de pelo que forma una especie de agujero negro. De cerca huele a desodorante, y mas de cerca, a sudor. El encargado tiene el cabello brillante, el cuerpo nervudo, solido. Nada sobresale. Los musculos pectorales, un poco marcados, revisten importancia a la camisa. En el cuello lleva una cadena a juego con la pulsera. Los dos botones desabrochados de la camisa confirman una actitud desenvuelta. Siempre adopta la misma postura, con las manos en las caderas, para supervisar la tienda, vigilar los pasillos, hablar con los clientes, con su empleada. Pero cuando se siente observado, baja los brazos. Su despacho esta encima de la carniceria, protegido por un cristal que da al supermercado. Alli se mira a menudo. Tambien en la vitrina del aparador de las pilas, o en el pequeno espejo resquebrajado que cuelga de la pared del almacen. Por si hay que alisar un mechon, asegurarse del brillo de los ojos negros, de la linea del bigote. Quiere que todo este ordenado, sin falta. Hay que mantener ese cuerpo, esa tienda. Tiene cuadernos, registros, un ordenador. La boca fina y larga se le humedece cuando habla con los clientes, los proveedores, los repartidores. Almacena la mercancia, organiza las promociones, procura que todo resulte atractivo, fresco. Un vistazo de reojo a la vitrina y ya esta disponible, concentrado. La cantidad de articulos, el tintineo de la pulsera, el suelo fregado con lejia, el ventanal, el pantalon, la camisa de manga corta son, para Gil, algo magico. Poseen algo inmutable, reconfortante. Aunque Gil seguia viendo el autobus escolar en la parada, lleno de chicas con falda, ya no se montaba en el. Habia empezado a trabajar y descubierto cierta realidad al mirar unas revistas que habia birlado en un cobertizo. La ausencia de ropa la habia llevado a conocer la libertad de los cuerpos. De noche, muy tarde, habia puesto la television para observar a los animales en la naturaleza. Queria saber como era y lo habia visto. Las escenas mas brutales no la habian amedrentado. Un perro y una perra habian pasado por delante de sus narices enganchados, como perdidos, aullando lo mucho que les dolia el vientre. Caminaban aturdidos, de lado, sin saber adonde ir. Gil queria comprender que era eso, estar preparada, sumergirse en ese dolor, experimentarlo. A pesar de la paciencia que empleo en espiar, lo unico que alcanzo a oir fueron gritos y gemidos. La gente no se deja ver. A ella no le habria importado que la vieran. Le habria gustado tanto sorprender a una pareja al fondo de un granero lleno de heno... Desde luego, podia imaginar facilmente el vaiven de las nalgas. Las revistas y las peliculas, con sus mujeres desnudas, sus excentricos atuendos, sus posturas eroticas, le habian dado informacion, habian cambiado un poco el semblante de su propio mundo. Esas imagenes, en realidad, eran mucho mas violentas que la vision de los animales copulando. Sin embargo, en aquellas fotos no habia sufrimiento. Cuerpos desnudos que llenaban paginas y paginas de revistas, se agitaban en la television, pero, a fin de cuentas, todo quedaba interrumpido. Las revistas se cerraban, la pelicula terminaba, alguien entraba en la habitacion. Se instauraba entonces un tiempo muerto, algo insaciable, inalcanzable. Pero Gil habia podido ver como era. A ella no la enganaban ni los animales, ni las revistas, ni la television. -
Asunto pendiente de Carolina Vivas
https://gigalibros.com/asunto-pendiente.htmlNathan Mitchel no ha podido recibir sus alas, tras sufrir una larga enfermedad su espiritu se desprende del cuerpo y llega a un lugar desconocido. Muchas personas piden para que su alma encuentre su camino, pero algo lo mantiene en un lugar que no es el Cielo.
Su hermana Jo esta desesperada, la pena y las deudas han hecho que acepte un trabajo insolito, a ella le pagan por averiguar si los esposos de otras son infieles.
Una noche, Jo ve una estrella fugaz y en su desesperacion desea estar muerta tambien. Todo puede cambiar para el que desea, por eso pronto se enfrenta a una situacion inexplicable. Cuando Jo se reune con Nathan, el se rehusa al deseo de su hermana y pide a la corte celestial que la ayude a volver, a los hermanos Mitchell se les informa que regresaran a la Tierra; el como angel de la guarda y ella como humana.
Tendran varios dias para encontrar la solucion que los podria liberar del umbral que no es Cielo ni es Tierra.
?Podran descubrir cual es el asunto pendiente?
Decisiones que nos llevan a una vida de esperanza o a una muerte inevitable. -
Feudalismo de Liborio Salazar
https://gigalibros.com/feudalismo.htmlRetrato descarnado de una de las ultimas grandes pervivencias feudales: la universidad, una institucion de privilegios, servidumbres, abusos, corrupcion y luchas encarnizadas por el poder, que sirve de refugio a pederastas, parasitos indolentes, misantropos y meritorios.
-
Hazme tuya (Secuestrada 2) de Anna Zaires
https://gigalibros.com/hazme-tuya-secuestrada-2.htmlSegundo libro de la trilogia de romance oscuro lider de ventas segun el New York Times y el USA Today
-
De la furia a la victoria de Tracy Banghart
https://gigalibros.com/de-la-furia-a-la-victoria.htmlExpulsadas por Asa, Nomi y Malachi se dirigen hacia una muerte casi segura. Ahora que Asa se sienta en el trono, nada le parara para asegurarse de que Malachi no regrese a palacio. Su unica esperanza es encontrar a Serina, la hermana de Nomi, en la isla-prision de Monte Ruina. Pero cuando llegan alli, no es un panorama de mujeres sometidas lo que ven, sino una isla en plena revuelta, liderada por Serina.
-
Si los gatos desaparecieran del mundo de Genki Kawamura
https://gigalibros.com/si-los-gatos-desaparecieran-del-mundo.htmlUn joven cartero regresa a su casa despues de que el medico le diagnosticara un tumor cerebral en fase avanzada. Alli se encuentra a su gato Col y a un extrano personaje, identico a el excepto en su actitud y en su vistosa indumentaria. Dice ser el diablo y le anuncia su muerte inminente. Pero le ofrece un trato: por cada objeto animado o inanimado que acepte que desaparezca del mundo, ganara un dia de vida. Empieza por los telefonos, sigue el cine, luego los relojes… Pero cada uno le evoca aspectos de su vida, la relacion con su exnovia, con su padre cuya relacion termino mal… Cuando le llega el turno a los gatos, encuentra una carta que su madre le dejo escrita antes de morir pidiendole que se reconciliase con su padre. ?Y que pasara cuando desaparezcan los gatos? Genki Kawamura nos deleita en ” Si los gatos desaparecieran del mundo ” con una novela agil, evocadora, emotiva, fantastica…, divertida en la interrelacion entre el gris e introvertido cartero, el peculiar diablo y el gato Col. Una novela que pone en valor nuestra existencia cotidiana y lo que nos rodea, al mismo tiempo que critica a una desnortada sociedad en la que prima el individualismo y lo superfluo sobre lo esencial de la vida.
-
Aun esta oscuro de Silvia Coma
https://gigalibros.com/aun-esta-oscuro.htmlTres mujeres unidas por el arte de contar historias y las trampas de la memoria. La sombra de un pasado que vuelve
-
El Valle de Ixchel (Eres mi tiempo 3) de Sandra Lugo
https://gigalibros.com/el-valle-de-ixchel-eres-mi-tiempo-3.htmlDiario de Daniel Constantin Rosacruz. Paris 1314. --Mi senor... hemos llegado a la isla de los judios. Me dice Itzue, mi fiel amigo, protector y el mejor escudero de toda Galia, aunque en su muy lejana aldea nunca haya empunado una espada, despues de tres dias de haber atracado mi barco en el puerto de Genova de tan larga travesia, por esos misteriosos y desconocidos mundos a los que he tenido el privilegio de conocer, y que quisiera que permanezcan alejados de toda esta barbarie. He vuelto a Paris despues de veinte anos en el Valle de Ixchel, donde no necesitaba protegerme de nada, pero se que estas tierras siempre seran peligrosas hasta para alguien llamado Daniel Constantin Rosacruces, y el quinto posible rey de Francia, si mi padre, el rey Felipe III, no hubiera creido en las profecias de su hechicero de turno, donde predijo que su quinto hijo seria una maldicion y que tendria que nacer muerto para que el pudiera seguir reinando, y la desgracia no se apoderada de su linaje, pero el once de enero de mil doscientos setenta y uno, mi madre... Isabel de Aragon se cayo de un caballo y... naci prematuro una noche en Cosenza, Italia, bajo un cielo claro y una estrella de una larga cola resplandeciente como nunca se habia visto. Vivi a la sombra de mi familia, nunca existi, aunque mi padre y sus sirvientes siempre supieron de mi existencia; no entendieron que hacer con un nino como yo, con ojos de diferentes colores, ya con eso era de mal augurio, menos mal nunca conocieron mi verdadero poder. Mis padres adoptivos tampoco supieron que hacer con mis rarezas, a pesar que eran los mismos profetas que anunciaron al rey la maldicion que seria dejar nacer a un hijo como yo, pero yo a medida que fui creciendo y pude entender lo que no decian sus bocas, supe trasmitirles como debian criarme, y cuando llegue a los quince supe que era el unico hombre que podia escuchar los pensamientos, que el agua era mi segunda piel, el cielo un libro abierto y que haber nacido en estos tiempos era necesario. Hoy el gris lugubre inunda la ciudad, asi como tambien las orillas del Sena, rebosantes de curiosos tanto en el lado de los lindos jardines del palacio del rey como del mercado, diria que hay alegria entre la muchedumbre, aunque este a punto de morir un ser humano, segun Itzue, quien se ha estado informando de todo lo que acontece aqui, esto se ha convertido en un lugar de festin, aunque la fiesta sea amenizada con la muerte. En este lugar la Santa Inquisicion ejecuta a los sentenciados por herejia, idolatria, simonia y blasfemia contra la santa cruz. --Itzue... ?Sabes quien es el pobre que ejecutan? --pregunto, aun sabiendo de quien se trata, por el he salido de la selva, ese lugar que pocos conocen, aunque todo vengamos de ahi. --El ultimo templario... Jack de Molay, despues de siete anos de cautiverio, el pobre ya no tiene fuerzas para sostenerse, pero esto es un espectaculo, una fiesta, senor mio, con invitados de honor --asiento con la cabeza a mi amigo, mi fiel confidente y conocedor de muchos secretos. --Si... ya los veo --hay un... no puedo definir lo que ven mis ojos. Molay, es un despojo humano balbuceante e incapaz de mantenerse en pie; es conducido a duras penas por los alguaciles, a la visa de toda la realeza de Francia incluido mi hermano Felipe, el rey. Lo llevan frente a la pira y al preboste de Paris, que esperan inquietos el espectaculo. --Nos bajaremos aqui, senor. Es un buen lugar el que Itzue elige para ver este atroz espectaculo. Ser alguien de una inmensa fortuna por estos lares es algo que puede ser un privilegio o una ruina, aunque para mi ha sido lo primero, pero solo porque parte de mi vida la he hecho en sitios remotos e inexistentes aun para esta jauria de salvajes. --Jacques Bernard de Molay, vigesimo tercer Gran Maestre de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Temple de Salomon, conocido como templarios --dice el alguacil a viva voz--, has sido juzgado y hallado culpable por tu propia confesion de los delitos de... herejia, simonia, idolatria y blasfemia contra la Santa Cruz... por ello has sido condenado a morir en la hoguera. Se hace un silencio sepulcral por largo rato. --Fui... condenado a cadena perpetua, no a muerte... Y ahora mismo... --tose mi pobre amigo, mientras a mi se me desgarra el corazon de pena e impotencia-- me retractare de esa confesion que fue obtenida bajo la horrenda y despiadada tortura que se ha cometido ante un anciano, desvalido y amante de... Dios. Tuve el honor de conocer a este noble caballero en Tierra Santa hace algun tiempo, rebosante de juventud y senor de senores, y verlo en estas condiciones me llena de dolor, aunque supe su destino desde ese dia que lo conoci, asi como el tambien supo que podia confiar sus tesoros y misterios conmigo. Levanta la vista ante los espectadores y se encuentra con la mia, !me ha reconocido!, y... es el momento para trasmitirle lo que he venido a traerle, sabra que nada esta perdido, solo con mi presencia nuestro legado y gran secreto esta resguardado, y su muerte no sera en vano. --?Rechazas la misericordia del rey Felipe? ?Te atreves a proclamarte inocente cuando ya habias sido hallado culpable? Desgraciado, pero anades el pecado de soberbia y asi... condenas a todos los templarios a la desaparicion. --Ya no existen mis hermanos... --aun mantengo su mirada, mientras replica--, pero la orden vivira para siempre, ciento trece han sido asesinados en la hoguera... y... yo sere el ultimo. --Es voluntad del rey y de Su Santidad que la Orden sea erradicada, maldita y caiga en el olvido y... asi sera... !!!seras el ultimo templario sobre las faz de la tierra!!! --No... --tose-- les sera tan facil y... ya no me interesa servir a los vivos porque el cielo no tiene limites y el reino ahi es... eterno. Me mira y asiento con la cabeza, mientras una leve risa me confirma que esta consciente y que aun esta entre los vivos. Un ser humano como cualquiera jamas hubiera aguantado tan atroz destino, siete anos de cautiverio esperando este dia, sin perder su fe, una fe que lo ha llevado hasta aqui y asi cumplir su destino; nunca quise utilizar a esta humanidad para salvarme, pero, aunque son debiles de cuerpo, son demasiado fuertes de espiritu. Molay se desprende de la tunica que lo cubre y descubre un cuerpo huesudo y moribundo; coloca la mano izquierda en su corazon donde hay dibujada una cruz, la misma que habia guiado su existencia. El preboste y la multitud expectante hacen un quejido de repugnancia al ver la escena, pues la herida esta infectada y llena de gusanos. --Felipe y... Clemente me mataran, pero no impediran morir con la cruz... --vuelve a toser-- en el lugar donde siempre ha estado. --Pues... morira con la cruz, asi tambien su legado --dice el preboste mientras le hace senas al verdugo. El encapuchado arrastra a Molay hasta el poste, donde esta la madera seca. --Me gustaria... morir mirando a Notre Dame --el verdugo mira al preboste y este asiente--, pero antes... Clemente y, tu tambien Felipe, traidores a la palabra de los hombres... !los emplazo a los dos ante el tribunal de Dios! A ti Clemente, antes de cuarenta dias, y a ti... Felipe, dentro de este ano... Dios sabe quien se equivoca y ha pecado... la desgracia se abatira pronto contra aquellos que nos han condenado sin razon, pero existe un lugar en este vasto universo que se levantara y salvara a la humanidad de... la mugre que la cubre hasta el final de los tiempos. Un silencio gelido se cuela por el lugar ante esa maldicion dicha con tanto poder, y mientras atan al ultimo Gran Maestre Templario y hacen el ritual de cremacion, mi corazon se desgarra ante lo que ven mis ojos. Quince anos en el Valle de Ixchel, habian hecho que olvidara la crueldad humana, solo espero que la pocima hecha por mi, y que ordene serle dada durante estos siete anos aun hagan efecto para que Molay, no sufra tan horrendo final y pueda llegar a su destino. Lamento no tener el poder para detener esta locura, hay cosas que nunca he entendido de mi vida, solo se que cuando encuentre lo que me ha traido hasta aqui, entendere mi pasado mi presente y mi futuro, solo espero que haya algo que salvar cuando eso ocurra. El embravecido fuego arde, y se apaga una vida bajo la ignorancia de todos los presentes, pero el poder que ha llevado a esta humanidad a desfallecer desde hace milenios, se merma a medida que crece la maldad ante el diminuto lugar de donde venimos... El Valle de Ixchel.
-
Mis Tres Amores de Teresa Carpenter
https://gigalibros.com/mis-tres-amores.htmlLa vida de Rachel Adams cambio de repente cuando la nombraron tutora de dos pequenos huerfanos. Resultaba muy dificil convertirse de la noche a la manana en la madre de dos bebes tremendamente exigentes. que no tardaron en robarle el corazon.
-
Eras mi destino de Winter Lee
https://gigalibros.com/eras-mi-destino.html?Que pasaria si un accidente te lleva a un siglo que no es el tuyo?
La estudiante de criminologia Ailsa, esta a punto de terminar sus estudios, ella y su mejor amiga deciden hacer un viaje de fin de curso a Londres, pero por obra del destino terminan en un lugar que nunca se imagino visitar. Decididas a divertirse, un encuentro y un accidente las llevara directa al castillo de sus suenos.
Adolorida y confundida Ailsa, no sabe donde se encuentra, hasta que son atacadas y se topa con un grupo de hombres altos, fornidos y... en faldas. Ella no cree lo que sus ojos ven, hasta que aparece el jefe, un hombre altamente hermoso, intimidante y de una mirada tormentosa.
Ella esta en serios problemas.
Ronan Mackenzie, lleva anos en guerra, cuando es rescatado y por fin recupera el castillo que una vez le pertenecio, solo piensa en la manera de vengarse del clan Campbell. El clan que lo traiciono y lo entrego para que torturaran. En uno de sus viajes de regreso a su hogar, sus hombres encuentran a unas mujeres en medio de la noche metidas en problemas y Ronan lo que menos imagina es encontrarse con ella.
Sin memoria y en medio de una guerra que esta lejos de terminar, en contra de su sentido comun Ronan decide protegerla. Los sentimientos surgen, pero existen secretos, cuando las mentiras son descubiertas y las lealtades puestas en duda, esto pone en peligro a todos.
Deseo, celos, mentiras, intrigas, obsesion, traicion... ?y amor?
Ailsa no creia en el destino. Eso esta a punto de cambiar. -
Una sentencia al corazon de Hugo Sanz
https://gigalibros.com/una-sentencia-al-corazon.htmlLucia es una inspectora de policia, joven y con un futuro prometedor. Asier es un juez capaz de hacer derretir a cualquier mujer a su paso. Tras coincidir una noche, entre ellos estalla algo que va mas alla del amor que sienten hacia sus respectivas profesiones. Sin embargo, el lio que genera un capitulo no cerrado de la vida de uno de ellos los envolvera sin remedio.
-
El fruto del honor de Elif Shafak
https://gigalibros.com/el-fruto-del-honor.htmlLa historia de una familia kurdo-turca que se traslada a Londres en los anos 70 sirve de motor narrativo para contar el dificil encaje de tradiciones distintas.
-
Mi Soberano de Elena Romero
https://gigalibros.com/mi-soberano.htmlMi Soberano, una historia marcada por el dolor de un pais en crisis, pero aun mas por el dolor de amar cuando ya no es posible elegir, con una trama llena pasion, tristeza, sexo, osadia, y drama. Relata la historia de amor entre un diputado (Hanzel) y una joven estudiante universitaria (Normandia) a los cuales la vida les ensena que para el amor no hay reglas ni impedimentos y el cual puede prevalecer en tiempos violentos, mas alla de cualquier sacrificio.
-
La infancia de los dictadores de Veronique Chalmet
https://gigalibros.com/la-infancia-de-los-dictadores.htmlJoseph, Francisco, Muamar, Idi, Saloth... ?Quien sospecharia que detras de estos nombres anodinos se ocultan algunos de los dictadores mas perversos que ha conocido el siglo XX? La mancha roja que dejaron en los libros de historia nos hizo olvidar que Stalin, Franco, Gadafi, Amin Dada o Pol Pot, antes de transformarse en tiranos, alguna vez fueron ninos.
-
El mecanismo de los secretos de Jose Gil Romero
https://gigalibros.com/el-mecanismo-de-los-secretos.htmlSeptiembre de 1859. Tras la extrana tormenta solar, la ciudad aguarda en una calma tensa: esta a punto de cumplirse una amenaza escrita hace siglos.
-
Mi Irresistible Jefa de Wendy Etherington
https://gigalibros.com/mi-irresistible-jefa.html?Como podia conseguir una chica que un hombre cayera rendido a sus pies?
-
Timantti de Rebeca Stones
https://gigalibros.com/timantti.html -
Las raices del angel de Lucinda Riley
https://gigalibros.com/las-raices-del-angel.htmlUna historia de olvido y recuerdo cuyas raices se hundiran en lo mas profundo de nuestra memoria.
-
Hazme Disfrutar (Amar sin Querer 1) de Noni Garcia
https://gigalibros.com/hazme-disfrutar-amar-sin-querer-1.htmlFeria, Feria, Feria! M iercoles de feria, dia de la mujer. Rebujito, serranitos, sevillanas, bulerias, rumbas y volantes, muchos volantes. Y aqui estamos Carmen, M arina, Noelia y yo para disfrutar de un caluroso dia de mayo con nuestros trajes de flamenca. – ?Que te pasa Nuria? Alegra esa cara hija, que estamos en la feria. Para una vez que venimos a la feria sin nuestros chorbos... – He discutido con Juan, Carmen. – Pero eso no es nuevo ?por que ha sido esta vez? – Por lo de siempre, por que va a ser, por los celos. – ?Por venir con nosotros? – Si, siempre es lo mismo y estoy cansada de decirle que mal va por ese camino. Yo le quiero mucho, pero esta situacion cansa. – Chicas, ?habeis visto el grupito de cuarentones que no dejan de mirarnos desde la barra? - nos interrumpe M arina. – !Hala! disfrutad Noelia y tu, que estais solteras. Nuria y yo estamos pilladas. Con curiosidad miro hacia el grupo de hombres del que hablaba M arina y mayuscula sorpresa me llevo. Hacia como cuatro anos que no lo veia, exactamente desde que cambie de instituto. Decidida me levanto y me acerco a ellos que empiezan a murmurar. – ?Que pasa que no pensabas saludarme? – ?Nos conocemos? – Pablo, vas a tener que empezar a tomar algo para la memoria, te estas haciendo mayor. – ?M e das una pista? – A ver... soy la unica que le ha echado cojones a M anuela. La adolescente sincera y directa que te hacia reir a carcajadas cuando no tenias esa fachada de hombre serio de negocios. La que ayudaba a tu hijo mayor en ingles. Vamos, la primera novia de PJ.
-
El mundo hasta ayer de Jared Diamond
https://gigalibros.com/el-mundo-hasta-ayer.htmlEl ganador del premio Pulitzer, autor de los best sellers Colapso y Armas, germenes y acerovuelve al pasado en busca de un futuro mejor.
-
Cerebro de pan de David Perlmutter
https://gigalibros.com/cerebro-de-pan.htmlLa devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azucar y los carbohidratos en el cerebro (y un plan de 30 dias para remediarlo).
-
Phurya de Daniel G. Segura
https://gigalibros.com/phurya.htmlJamas te saltes el toque de queda.
Kyle Dwayne reside en Clevence Town, un pueblo aislado de la civilizacion con un autoritario Gobierno que impone su poder alrededor de unas ferreas leyes. -
La venganza del perdon de Eric-emmanuel Schmitt
https://gigalibros.com/la-venganza-del-perdon.htmlCuatro destinos, cuatro historias en las que Schmitt, el autor de ” El senor Ibrahim y las flores del Coran ” , con indudable sentido del suspense psicologico, explora los sentimientos mas violentos y secretos que gobiernan la existencia del ser humano.
-
La joya del Yukon de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/la-joya-del-yukon.htmlSamantha acude al territorio del Yukon para encargarse de la explotacion minera de su padre, pero se tiene que enfrentar al dueno de los terrenos y Allan Rutherford es dificil de convencer… a no ser que su oferta sea irresistible.
-
Dime que ves de Mark M.
https://gigalibros.com/dime-que-ves.htmlCuando Cristina descubre que su marido le es infiel, decide terminar con esa relacion e iniciar una nueva vida. Pero ya su enfermedad habia comenzado a dar la cara.
De todas formas, consigue su sueno, convertirse en chef. Y conoce a Marcelo, alguien que al contrario del que era su pareja, si apoya su pasion, incluso la comparte. Algo torpe a la hora de conquistarla, le demuestra cuanto la ama al acompanarla en ese duro camino en el que nuestra protagonista tendra que enfrentarse a su nueva condicion de invidente.
Una historia de superacion y mucho amor donde nunca se perderan las ganas de sonreir.
-
Evan (Los tres mosqueteros 2) de Sofia Ortega Medina
https://gigalibros.com/evan-los-tres-mosqueteros-2.htmlHabia una vez tres hermanos medicos a quienes llamaban <
> porque eran inseparables, porque se cubrian las espaldas, porque adonde iba uno los otros lo seguian y, sobre todo, porque los tres eran irresistibles…
Evan, el mediano, era el seductor, el divertido, el que derretia al sonreir… hasta que el cuento cambio y fue la Bella Durmiente la que desperto a su guerrero…
SEGUNDA ENTREGA DE “LOS TRES MOSQUETEROS” -
Coleccion Especial Policiaca de Raul Garbantes
https://gigalibros.com/coleccion-especial-policiaca.html -
El Mundo de Cameron (Fargo 1) de Lizbeth Azconia
https://gigalibros.com/el-mundo-de-cameron-fargo-1.htmlCameron Baltazar sonrie mucho; lo hace como si estuviera a punto de soltar una carcajada y, no obstante, supiera lo incorrecto que seria. He cruzado la pierna izquierda sobre la derecha, y no ha dejado de mirarme a los ojos. Tuerzo una mueca para disimular el nerviosismo. El, que no se ha molestado en vestir como uno de esos empresarios pomposos, se ajusta la manga de su camisa. Ya la lleva remangada hasta los codos. Y con desgarbo, echa su amplia espalda en la silla detras del escritorio. Como es de esperarse en una empresa que se ha declarado en quiebra, la oficina a la que me han hecho pasar se encuentra a medio vaciar. Los estantes, los dos libreros altos que estan en el muro izquierdo, el mueble detras de Cameron; se han desocupado. Me recuerda a mi habitacion en Willamette. Y tambien a la voz de Rox --mi companera de cuarto-- cuando me pregunta por que nunca coloco fotos de mi familia. Carraspeo para evitar esos recuerdos. Cam sigue mirandome y sigue sonriendo. --Dejame ver si entendi --dice de pronto, con una ceja enarcada--; me caso contigo y a cambio tu... --Arreglo el desastre que esta hecha Fargo --digo, firme--. Desde mi punto de vista, es un trato bastante justo y equilibrado. Mi abogado cree que es una locura, pero no sabe nada de la vida. Estudio en Harvard. Es lo mejor que puede decir sobre si mismo. --Debes estar bromeando --recalca mi interlocutor. Se lo nota de verdad muy sorprendido --. La semana pasada declare la quiebra de Fargo, ?si lo sabes? --Se levanta lentamente. El apoya las manos en el escritorio. Yo las observo, y la voz de Chester --mi primo-- retumba en mi cabeza, diciendo <
>. --Hemos estado en contacto por alrededor de seis meses, Cameron --le espeto. Finjo observarme una una con desinteres, pese a que lo que realmente quiero es escudrinar su gesto ante mi respuesta. Hace meses lei todo lo referente a la Petroquimica Fargo, formada por varios accionistas hace mucho tiempo y llevada a la quiebra por el ultimo director: Roy Baltazar, el hermano mayor de Cameron, quien, segun lo que me dijo mi investigador, tiene problemas con la bebida y el juego. Cameron es muy distinto de el. Por eso decidi que era el indicado. --En serio crei que estabas jugando: pense que eras una de esas sindicalistas gastandome una broma --dice, ahora en tono mas serio. --Respondias como si me creyeras. El curva sus dos cejas al tiempo que suspira. --Me gusta conservar el buen humor no importa que. --Permiteme reiterar la oferta --digo al tiempo que me pongo de pie. Contorneo el escritorio, recargo la cadera en el filo y me cruzo de brazos; la ventana detras de Cameron me ofrece una vista palida de Downtown, en Houston--. Necesito tu apellido, y tu necesitas capital y accionistas. --Parece que no sabes lo que significa la quiebra --murmura Cameron a mi lado, circunspecto. Bajo la vista para encontrarme con la suya. Es de tono azulado, aunque nada nitido; las fotos que vi de el en internet lo muestran con una sonrisa en el rostro. Incluso esas en las que no deberia de estar sonriendo. Me ha dado la impresion de que se le da bien guardar las apariencias: Chester me lo advirtio cuando le lleve la investigacion final. Cameron puede ser el centro de un circulo ominoso, rigido, elevado socialmente... pero tambien se lo conoce por su empecinamiento al tratar de salvar Fargo. Ademas, si mi primo no me hubiera dado luz verde, jamas lo hubiera hecho. Esto: proponerle matrimonio a un desconocido para, por fin, limpiar nuestro nombre. --Se lo que significa --susurro--; lo que te ofrezco es una reestructuracion completa. Nada de accionistas foraneos. Unicamente quiero a cuatro. Y al principio, yo representaria al cuarto. Tu te puedes quedar con el otro veinticinco por ciento. --A mi es que no me entra en la cabeza que una muchacha como tu, de tu edad, quiera casarse por estos fines. Disculpame, no lo entiendo. Se ha erguido por completo ahora. La silla retrocede despacio hasta golpear el mueble de atras. Cameron se lleva las manos al pelo, alborotandoselo. Es castano claro, ondulado y rebelde. O tal vez es que tampoco le importa no peinarlo lo suficiente. Me pregunto que diria Ches de su cabello. --?Traes tu movil contigo? El duda, pero como a pesar de todo sigue siendo un caballero, termina sacando el telefono de su bolsillo en el vaquero que lleva puesto. Me lo entrega. Sacudo la cabeza para rechazarlo. --Gregor McMillan --le espeto--. Goglealo. --Yo no... --Solo hazlo. Para que no cambie tu buen humor. Una ceja enarcada me senala que acabo de dar en el clavo. Con un gesto alicaido --una ligera sombra de duda--, Cameron sacude la cabeza. Pero lo hace. Teclea velozmente en su movil, y se muerde el labio inferior mientras aguarda a que el buscador le de la informacion que me ayudara a convencerlo de aceptar. Cualquiera diria que es amenazar lo que estoy haciendole, pero mis metodos para salir adelante no han sido nunca cuestionados por una persona que no haya nacido en cuna de oro, rodeada de comodidades, sin problemas de autoridad, con dos padres estables y una familia unida. Yo no tuve nada de eso. Ni siquiera cuando mi padre y el padre de Chester vivian. Tenia cinco anos y gateaba entre montanas de cocaina. Lo que sea que diga la alta sociedad de Estados Unidos me importa un pepino. Y no se que tipo de personas criaron a Cameron, pero lo que si se es que su impresion es genuina. Aun asi, lo que veo es a un tipo sencillo, de modales sencillos y con reacciones verdaderamente sencillas. No podria ser mas adecuado para el trabajo que quiero hacer este ano antes de que Chester deje la prision. Tengo que sorprenderlo. Con mirada critica, Cameron alza las cejas y pone su atencion curiosa en mi. --Eres tu --me dice al tiempo que pone la pantalla de su movil frente a mi rostro. Si, esa soy --me ha mostrado un dibujo del juicio--; en la corte cuando sentenciaron a Ches a siete anos de carcel por contrabando y otras cosas. Su condena fue reducida por el trato que hizo con la fiscalia y con el cual pudieron desmantelar toda una red antigua de mafia que gobernaba en el noroeste de EEUU. Me cuesta seguirme mirando alli, sentada detras del abogado que conseguimos a proposito para no levantar sospechas. Hubo algo que mi primo le oculto a la policia, pero en ese entonces yo solo tenia quince y si algo hacen bien los hombres es subestimar a una chica que, para ellos, seria incapaz de romper un plato. Mmm... Con veintidos, a punto de convencer a un ex nino rico de ayudarme a lavar un monton de dinero con su empresa quebrada gracias a un imbecil, ya he roto toda una vajilla. Al final, despues de analizarme ahi, delgaducha, palida y llorosa, digo--: Debi demandarlos por ese angulo horrible. --Ok --suspira Cameron--. Eres hija del fallecido capo McMillan. --Su entrecejo se arruga. Se guarda el telefono en el bolsillo trasero del pantalon. Y, pese a no verse asustado en lo absoluto, me pregunta--: ?Deberia tener miedo? -
Ultima oportunidad de Ivory Angers
https://gigalibros.com/ultima-oportunidad.htmlAno 2326
Iris Keller tiene una ultima mision antes de cogerse unas merecidas vacaciones: acabar con el peligro que supone una maquina capaz de manipular el tiempo. Pero durante el reconocimiento previo, el complejo sufre un accidente haciendo que ella, junto con su companero John y su sobrina Faith, terminen en la Escocia del siglo XIV. -
El amor no es un invento de los poetas de Rita Nixon
https://gigalibros.com/el-amor-no-es-un-invento-de-los-poetas.htmlSol tiene casi 30 anos y su vida sentimental es una montana rusa. Ya era catastrofica, pero, como siempre se puede ir a peor, entra en crisis despues de pasar una noche de loca pasion con el que parecia, una vez mas, el hombre de su vida, pero que resulto ser el hombre de la vida de su esposa.
-
De las ruinas de los imperios de Pankaj Mishra
https://gigalibros.com/de-las-ruinas-de-los-imperios.htmlEn la segunda mitad del siglo xix, las potenciasoccidentales dominaban el mundo a su antojo,mientras las distintas culturas asiaticas vivian susometimiento al hombre blanco como una catastrofe.Eran muchas las humillaciones que occidente leshabia infringido, e innumerables los corazonesy las mentes que habian soportado con resentimientola autoridad de los europeos sobre sus paises.
-
Animal de nieve de Dara Scully
https://gigalibros.com/animal-de-nieve.htmlLlego con el galope de los caballos. Los animales habian comido de su mano, habian lamido aquellas palmas blancas, hermosas: palmas hechas para la caricia. Las alumnas lo vieron desde los dormitorios. Desde las ventanas: los ojos calientes de la casa. De pie, algunas ya vestidas, otras todavia en camison, los pies desnudos, frios sobre el suelo de madera. Tenian la vista clavada en el hombre desconocido. Quien seria, se preguntaron. Quien seria aquel hombre que tocaba a los caballos con sus manos delicadas, que se quitaba luego el sombrero en un saludo correctisimo. Tal vez un ministro, se dijeron, o un predicador; sin duda alguien de importancia, pues ahi estaba Miss Bell, erguida, rigida como su baston: una mujer de negro. La expectacion ascendia en los dormitorios. Pronto lo perderian de vista, entraria en la casa, su casa, su colegio. Seguiria a Miss Bell por los pasillos, por los rellanos silenciosos, entraria tal vez en su despacho. ?Para que?, se preguntaban. Una de las maestras va a casarse. Tal vez nos deje Miss Stone, que tiene el rostro blanco de las novias. Las alumnas especulaban. Un hombre habia penetrado en sus dominios, en su colegio de paredes de piedra, de entramados de flores en los jardines. ?Acaso se aventuraban a decirlo? ?Era tal vez un maestro? ?Se atreveria Miss Bell a dejar que un hombre ensenara a las muchachas? Frederic permanecia en silencio. Habia dejado atras un hilo de pisadas suaves, un rumor en la gravilla. No habia visto a las muchachas en las ventanas. Podria haber alzado la cabeza, mirarlas: rostros pequenos como flores tras los cristales. Pero seguia con la vista a la mujer que cojeaba. Su baston acompasaba el movimiento de su cuerpo. Le recordo a un fantasma que habia conocido una vez, en un tiempo apenas perceptible. Ella tampoco hablaba. Se habia presentado con educacion; habia en sus gestos una elegancia solapada, cierta nobleza en los rasgos afilados, en sus manos. Alguien habria dicho: no es solo una profesora. Una directora de un colegio para ninas. Un animal dormido la poseia. Habitaba en su cojera, acentuada en las escaleras que llevaban al ultimo piso. Quiso preguntarle su edad. Quiso saber, aquella primera vez, ante la mirada ciega de las muchachas, cuando se habia quedado coja. Si se habia caido de un caballo. Si habia sido la enfermedad o una rotura mal curada. Pero el silencio se habia vuelto movedizo. No hubiera podido hablar, aunque lo deseara. Estaba alli, denso, caliente, un silencio que ascendia por la casa. Una palpitacion muda de las voces de las ninas, de las maestras, todo detenido ante el paso irregular de quien guiaba la vida del colegio. Era un lugar sobrio. Los pasillos estrechos se abrian a las aulas. Dijo que se las ensenaria luego, cuando se hubiera acomodado. ?Llegaria su equipaje al mediodia? Algunas de las maestras ya se habian instalado. Le senalo las escaleras, el tercer piso: los dormitorios. Alli las alumnas cuchicheaban. Una de ellas, alta, de gesto altivo, observaba desde la balaustrada. Luego les relataria como Miss Bell habia guiado al hombre por el colegio. Imaginaria el paso desigual, la voz grave, el gesto amplio de la mano ante las cosas. Imitaria con perfeccion sus movimientos. Era sin duda un maestro, de geografia tal vez, quizas un refuerzo para las matematicas. Un maestro joven, de mirada diafana. <> Las ninas sonaban con los amantes. Sonaban con las novias, con Miss Stone, que llevaba un anillo dorado. Pero la muchacha se conducia con misterio. Habia visto mas de lo que contaba, y lo que decia se alteraba a traves de sus palabras. Podia ser todo lo que ellas imaginaran. Un caballero, un religioso, un hombre del mal. Lo que ella dijera seria aceptado por las muchachas aun descalzas, aun vestidas de blanco nocturno. Tenia el poder de la que ha visto, dominaba la ceguera de las otras. <
>, les dijo. Y ellas empezaron a vestirse. Lo dejaron con la promesa de la comida. El cuarto era pequeno, desnudo; la luz aniquilaba su misterio. Veia el jardin desde la ventana. Un parterre de flores se acomodaba ante sus ojos. Al fondo, los sauces cercaban la casa, la hierba todavia humeda de rocio, fresca. Imagino sus paseos por aquel jardin cuidado, la lectura entre los sauces. De nino disfrutaba leyendo en los jardines. Aspiraba el aroma de las flores, la tibieza de la hierba; sus manos acariciaban la tierra con el cuidado de quien toca a un animal pequeno. Supo que aquel jardin lo acogeria. A diferencia de la casa, de las alumnas todavia invisibles, aquel jardin le resultaba conocido. Lo habia habitado antes, en otra vida, en otro tiempo feliz y escurridizo. Comio en su cuarto, en el escritorio que daba a la ventana. Una mujer joven le trajo una bandeja. Le dijo que pronto subirian su maleta, el baul pequeno y anticuado. El se habia quitado la chaqueta, se habia desatado los zapatos. El viaje habia sido largo. <>, le pregunto. Un cierto bullicio se habia apoderado de la casa. Las muchachas, uniformadas, calzadas ya con sus botas relucientes, cruzaban las estancias, se reconocian de nuevo, volvian a la vida del colegio. Habian pasado alejadas un verano entero. Habian aprendido palabras nuevas, tenian cosas que contarse. A el le daban jaqueca. Aquella voz caliente, unisona, trepaba por las paredes de la casa. Tomaria la cena en su cuarto. Comeria en la quietud de aquel reducto pequeno, aquel espacio blanco, limpio. Se enfrentaria a ellas a la manana siguiente. Desperto temprano, antes que la casa. En el jardin se intuia el otono; los sauces ondulaban sus ramas con el viento. El dia seria fresco. Atras quedaban el verano, las fresas maduras sobre la mesa, los largos banos en el rio. El colegio se plegaba sobre el frio, comenzaban a encenderse las chimeneas, las estufas. Pronto pasearian con mitones. Las capas largas de las ninas rozarian las hojas, la hierba a punto de escarcharse. Un invierno prematuro se intuia en los parterres. O tal vez era su propia debilidad. Su miedo creciente a haberse equivocado. Estaba en un colegio. A los treinta y seis anos ensenaria musica por primera vez. Dejaria atras las ensenanzas basicas, la botanica, el algebra, el estudio meticuloso de la ciencia. Aquello que le habian ensenado se disipaba. Tocaria como cuando era nino, ensenaria escalas, tal vez no ensenara nada en absoluto. ?Que sabrian las alumnas de musica? ?Habria alguna virtuosa entre ellas? En realidad no le importaba. Las ninas se mantenian alejadas, su voz habia enmudecido. Estaba alli como podia estar en cualquier parte, atento solo al trazado de las nubes en el cielo. Un ultimo lugar al que aferrarse, aquel colegio, aquella musica que le habia sido devuelta tras anos en la sombra. Habria preferido desayunar en su cuarto, pero aquella mujer joven de la vispera le pidio que la siguiera. Las maestras desayunaban en el comedor pequeno. Eran de edades variadas, de rostros serenos, agrietados algunos, lisos como el de las muchachas los mas jovenes. Habia un solo hombre entre ellas, anciano, ajeno sin duda a la ensenanza. No pregunto por el. Tampoco por Miss Bell, que se encontraba ausente. Las maestras mas mayores le tendieron la mano, saludaron con una educacion uniforme, aprendida tras largos anos en el colegio. Tambien su voz resultaba similar, de inflexion clara; la voz de quien gobierna multitudes. Las imagino ante las alumnas, algunas severas, otras sumisas, domadas por sus criaturas. No reconocio ningun rostro de la calle en ellas. Aquellas mujeres crecian en las escuelas, en los hospicios; caian luego en manos del colegio y alli acababan de formarse. Poseian una mirada comun; los muros de la casa las aislaban. Quizas habian sonado con viajar, con amar a hombres o a mujeres; tal vez lo hicieran todavia, tendidas sobre el lecho blanco, virginal, abiertos sus ojos a la noche. Imagenes de playas amplias o reuniones jubilosas, cualquier cosa que no fueran ninas malcriadas. --Asi que sera usted nuestro profesor de musica --le dijo una de ellas. -
La dama del museo de Pablo Poveda
https://gigalibros.com/la-dama-del-museo.htmlEn el interior de un museo, un hombre le entrega un mensaje a Caballero, antes de morir envenenado en sus brazos.