• raul garcia reglero - Raul Garcia Reglero

    https://gigalibros.com/cuando-el-olvido-nos-alcance-8211-raul-garcia-reglero.html

    En un mundo sin memoria, cuatro personas conviven con el resto de la poblacion en un planeta distribuido por comunidades donde la gente se agrupa en funcion de su capacidad economica. No existen las fronteras. Cualquiera puede residir en cualquier lugar, siempre que se lo pueda permitir.
    La historia de la humanidad ha sido eliminada. La manipulacion mental, ampliamente aceptada, permite borrar los recuerdos mas dolorosos, otorgando a las personas que se someten a ella, una nueva libertad.
    El hacking mental es utilizado por grupos mafiosos sin escrupulos con la intencion de manipular a su antojo a una parte de la poblacion. Solo la Amapola, un movimiento que no se resigna a aceptar este orden, se opone con vehemencia.
    Sin embargo, la intrinseca confusion ligada a esta sociedad, hace que nadie sea lo que aparenta.

  • Raúl García Reglero: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Ra%C3%BAl-Garc%C3%ADa-Reglero/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3ARa%C3%BAl+Garc%C3%ADa+Reglero

    Compra online entre un amplio catálogo de productos en la tienda Libros. ... de Raúl García Reglero | 1 julio 2017. 4,7 de 5 estrellas 34.

  • Cuando el olvido nos alcance Tapa blanda - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Cuando-el-olvido-nos-alcance/dp/1521726647

    Así que no sé si podría vivir en el mundo que propone Raúl García Reglero en Cuando el olvido nos alcance. En esta novela nos adentramos en un mundo ...

  • Asimetría (por Raúl García Reglero) - Libros - Ediciones Atlantis

    https://www.edicionesatlantis.com/libro/asimetria/

    Envíanos tu obra y si la valoración de tu libro es positiva, ... Autor: Raúl García Reglero ISBN: 978-84-943234-8-5 Categoría: Descatalogados. 18,00€.

  • Página del escritor Raúl García Reglero en Escaparate Literario

    https://escaparateliterario.com/raulgarciareglero/

    Lector de libros relacionados con la física y la cosmología, comenzó a aficionarse por las novelas de ciencia ficción. Se introdujo en el mundo de la escritura ...

  • Cuando el olvido nos alcance | Raúl García Reglero - Bubok

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    4 nov 2019 — Comprar Libro en papel por 19.50€ · Comprar eBook en ePub por 9.35€ · Comprar eBook en PDF por 9.36€ ...

  • Raúl García Reglero - Libros de este autor - Bubok

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    Día de fin de año. En la ciudad de Horologium, ideada y concebida tras un acuerdo sin precedentes entre los gobiernos de los países más [...] Ver libro.

  • Todos los libros del autor Garcia Reglero Raul

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  • Cuando el olvido nos alcance - Goodreads

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  • Raúl García Reglero - Babelio

    https://es.babelio.com/auteur/-Raul-Garcia-Reglero/16558

    Lector de libros relacionados con la física y la cosmología, comenzó a aficionarse por las novelas de ciencia ficción. Se introdujo en el mundo de la escritura ...

  • Las mujeres de la casa de las lilas de Martha Hall Kelly

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  • Cuernos de vikinga de Regina Roman

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    Los cuernos no siempre son lo que parecen.
    Mientras <> no se entera y Dom se lo pasa en grande, Noa, <>, combina momentos de sexo efervescente e inesperada diversion, con otros de autentica autodestruccion.

  • A contraluz de Fernando Lalana

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    ?Quien dice que no existen los flechazos? En aquel torrido verano de principios del milenio yo vivi al menos dos. El primero, absolutamente improbable, hizo trizas uno de los mitos de mi infancia: el de mi tia Sole, que de joven habia sido Miss Murcia con Gafas y a la que yo tenia en un altar. El segundo me afecto en primera persona cuando Elisa irrumpio en mi vida a contraluz, en la playa, de improviso, sin mas argumentos que su minusculo bikini. Aquella misma tarde, dispuesto a conquistarla a toda costa, acudi junto a mi amigo Nicolas a la superfiesta que la hija de aquel famoso escritor daba en su pedazo de chale del paseo maritimo. Todo pintaba de maravilla, hasta que descubrimos que La Muerte tambien habia decidido pasarse por alli.

  • Un highlander de ensueno de Kathia Iblis

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    Un viaje en el tiempo hara que Camila se encuentre con un antiguo guerrero y lo que al principio fue desconfianza despues se convirtio en amor.

  • Unas vacaciones en invierno de Bernard Maclaverty

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    Libro del ano 2017 segun The Guardian, The Sunday Times, The Irish Times, The Herald Scotland y Mail on Sunday

  • Herencia maldita de Nicole Negron

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    Luego de diecisiete anos de estar bajo el cuidado de su padre y su protector. El manto del engano cae, dejando al descubierto un mundo fantasioso hacia su vista, sin embargo, lo que nunca espera es que esa vida empeore. Llevandola a un oscuro universo, lleno de secretos, donde encuentra seres despreciables ante los humanos tambien conocidos como brujos, quienes se dejan guiar por el odio y la avaricia.

  • Sweet Manhattan de Lina Galan

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    Aquel fue un gran descubrimiento para Brooklyn. A sus cinco anos, la nina obedecia fielmente a Jocelyn, su nanny, que solia acostarla cada noche y le leia un cuento hasta que se quedaba dormida. Pero, en aquella ocasion, la inocente lectura no fue suficiente para que su sueno se volviera profundo. Unas voces en la planta de abajo le hicieron levantarse y caminar descalza por el pasillo, con su primoroso camison blanco de encajes. Su curiosidad infantil la llevo a la parte superior de la escalera, donde, agarrada a la baranda de madera, oteo el horizonte en busca de los acontecimientos que tenian lugar en la parte inferior de la casa. Aquellas voces y risas resultaron deberse a una de las veladas sociales que organizaban sus padres mientras ella y su hermano, Kayden, cuatro anos mayor, dormian apaciblemente en sus habitaciones. Observo a su madre, Alice, tan elegante como siempre, y a su padre, Cameron Edwards, candidato por aquel entonces a la alcaldia de Nueva York y que necesitaba de aquellas reuniones para obtener votos y popularidad. Tambien observo al hombre que ella conocia como el abogado de su padre y que aquella noche aparecio con su hijo, un chico de unos dieciocho anos, alto, moreno y con una contagiosa sonrisa. En cierto momento, el joven elevo su mirada y se topo con la de Brooklyn, cuya carita permanecia entre los barrotes de la balaustrada. El muchacho sonrio, le guino un ojo, y ella le devolvio la sonrisa, aunque despues el volviera a sus cosas de adulto, como estrechar manos y saludar. El caso es que aquella no fue la unica vez que la nina aparecio en lo alto de la escalera. A partir de entonces, cada vez que Brooklyn oia algo que le hiciese sospechar que habia visitas, se hacia la dormida tras la lectura del cuento por parte de Jocelyn y, minutos despues, andaba descalza hasta la escalera, se sentaba en el primer escalon y apoyaba su rostro entre los barrotes. En su mente infantil, sonaba que aquel joven un dia decidia subir los peldanos, la tomaba de la mano y la acompanaba a mundos lejanos, con caballos que volaban y arboles de gominola. La cria fue creciendo, y los suenos con aquel chico se transformaron en otros muy diferentes. Ya era una adolescente cuando continuo con la misma rutina nocturna. Aunque ya no necesitaba a su ninera para arroparla, ni cuentos que la hiciesen dormir, se levantaba a hurtadillas y corria hacia la escalera para buscar con la mirada a Jonathan Reed, el protagonista de sus suenos ya nada infantiles. Incluso, si alguna vez invitaba a alguna de sus amigas a dormir, todas ellas corrian hasta el descansillo en plena noche para poder comentar los vestidos de las mujeres, sus peinados o la aparicion de algun chico que pudiese suscitar algun interes, algo que no solia ocurrir muy a menudo en reuniones de politicos de la edad de sus padres como minimo. Brooklyn tenia catorce anos y calculo que Jonathan tendria sobre los veintisiete el dia que este se presento en su casa con su prometida, una rubia a la que odio de inmediato a pesar de su cara de angel. --Es muy mayor, te lo he dicho mil veces --comento Sally, una de sus amigas--. ?Como te puede gustar un tipo tan viejo? --No es viejo --gruno Brooklyn--, y es guapisimo. ?No habeis visto los bonitos hoyuelos que se le forman cuando sonrie?, ?y sus ojos verdes? Jamas en mi vida he visto unos ojos como esos. --Sin dejar de contemplarlo, suspiro ruidosamente. --A mi tambien me parece mayor --intervino Kimberly, otra de sus mejores amigas--, aunque lo salva bastante como va vestido. Me gustan los chicos con uniforme. Jonathan, por aquel entonces, ya era el teniente Reed. Despues de sus estudios en Harvard, se alisto en el cuerpo de Marines --Brooklyn no supo nunca el motivo, aunque oyo hablar a su padre sobre el disgusto de su amigo-- y lo solian enviar a misiones en el extranjero, por lo que sus visitas se habian espaciado considerablemente. Su padre, Samuel Reed, fiscal asistente del distrito, no parecia estar muy contento con el hecho de que su hijo no continuase con la tradicion familiar de dedicarse al derecho, pero parecia ser que Jonathan tenia bastante claro su futuro militar. --Vale, aceptamos que sea guapo --continuo Sally--. Pero ?que me dices del detalle de que tenga novia? !Y encima es una belleza! --No es la primera novia que presenta --se defendio Brooklyn--. Seguro que con esta tambien acaba rompiendo. --Tal vez, pero se ven muy enamorados --la pincho Sally. --Como con todas las demas --volvio a defenderse. --Y, luego, ?que? --pregunto su amiga--. ?Te casaras tu con el? --Lo veo un poco improbable --dijo Kimberly, con petulancia--. Hasta aqui llegan los destellos del enorme anillo de prometida que lleva la chica en el dedo. Brooklyn sintio unas enormes ganas de empujar a sus invitadas escaleras abajo. !Debian apoyarla! ?Para que estaban las amigas, si no? --!O puede que se muera y acabe viudo! --grito, presa de la rabia. --Oh, vamos, Brook, no te pongas dramatica. ?De verdad vas a desear que se muera la pobre chica? --Yo no he dicho eso, pero podria pasar. --Brooklyn se sentia ligeramente mal por su comentario desafortunado, pero no pensaba retractarse ante ellas--. Las personas tienen accidentes todos los dias... --!Deja de decir eso, Brook! --exclamo Kimberly--. ?Por que no admites de una vez que un hombre como ese jamas se fijaria en ti? !Eres una nina! --Muchas gracias, amiga --gruno, enfurrunada. Le sento muy mal que no le dieran ninguna esperanza, aunque fuese fingida, como haria cualquier amiga. Algo asi como <> o <>. !Las amigas estaban para lo bueno, para lo malo y para mentir si era necesario! Lo malo, en aquel asunto, fue que llevaban toda la razon. Jonathan y su prometida se casaron un ano despues. El dia de la boda, Brooklyn se paso el tiempo engullendo canapes y probando a escondidas todas las bebidas alcoholicas que ofrecieron en el banquete. Como resultado, pillo su primera borrachera y, para colmo, no llego ni a acercarse al novio, que, por cierto, con su uniforme militar estaba espectacular. La ultima vez que Brooklyn vio a Jonathan en su casa fue la noche que aparecio con su mujer embarazada. La joven ya no apoyaba su cara en los barrotes de la escalera, pero si se quedo en el piso superior, para poder contemplarlo, como siempre, desde la distancia. Los vio tan felices que sus suenos infantiles murieron aquel mismo dia, puesto que ella misma ya era una mujer adulta, que estudiaba, salia con chicos, se divertia... y en cuya vida ya no habia espacio para el joven de bonita sonrisa que siempre contemplo desde la altura de una escalera. Ese chico se habia convertido en un hombre casado y futuro padre, muy lejos de su alcance. Aunque si que volvio a saber de el: en el funeral de su esposa. El dia que Brooklyn supo la noticia, lloro amargamente, sintiendose culpable. Ella habia llegado a desear la muerte de esa mujer y dicho deseo se habia cumplido... El ya capitan Reed estaba destinado en Tunez, donde hubo un atentado en los alrededores de la embajada norteamericana. La mala suerte quiso que ese dia, el y su esposa estuviesen invitados, junto al resto de oficiales, a una recepcion con el embajador. Un coche bomba mato a varios soldados y diversos civiles, entre los que se encontraba la mujer del capitan. Tambien hubo heridos, uno de ellos Jonathan, que no pudo asistir al funeral de su difunta esposa debido a la gravedad de sus heridas... --Es bonita la cicatriz --le dice el chico. El corazon le da un vuelco y se lleva la cabeza de muneca al pecho. --?Bonita? Es una cicatriz. --Es una senal de haber sobrevivido. JULIANNA BAGGOTT, Puro Capitulo 1 Un agudo dolor de cabeza, sed y sensacion de nauseas fueron los sintomas que reconoci en el momento de despertarme: aquello era una horrible y pesada resaca. Ciertos flashes de la noche anterior asaltaron mi mente embotada, pero preferi intentar levantarme antes de que pensar demasiado terminara haciendome explotar el craneo. Nada mas abrir los ojos, parpadee por la intensa claridad que ya entraba por la ventana, lo que me hizo incorporarme de golpe en la cama, a pesar de los pinchazos en las sienes. Porque, si entraba tanta luz, se debia a que ya serian mas de las ocho... --!Mierda! !Voy a llegar tarde! !Otra vez! Fue justo al desprenderme de la sabana que descubri mi cuerpo desnudo. ?Desde cuando me acostaba yo asi si tenia una buena coleccion de pijamas? Temiendo responderme a mi misma a esa pregunta, ladee la cabeza hacia el otro lado y me encontre con lo que mas temia: un desconocido durmiendo junto a mi, en mi cama, acurrucado en mi almohada, tan en pelotas como yo. --!No, no, no! Pero !?que hice anoche?! Por mas que escarbaba en mi cerebro, no encontraba mas que unas pocas imagenes de mi misma en la fiesta de Patrick, de mis amigas, del retumbar de la musica, de un bailecito sexy encima de una mesa... Ya no habia tiempo para eso. Debia deshacerme de aquel tipo ya. --!Eh, tu, despierta! --grite mientras lo zarandeaba--. !Despierta de una vez, joder! El desconocido parpadeo, me miro y despues miro a su alrededor. --?Donde estoy? --En la Casa Blanca, capullo. !Levantate ahora mismo! --Le di un empujon y el cuerpo del hombre impacto con un golpe seco contra el suelo de madera. Hasta a mi me dolio. --!Oye, guapa! --se quejo, tras incorporarse--. !Seguro que anoche no me echaste asi de tu cama! --!?Que paso?! --le exigi saber--. ?Tu y yo...? Ya me entiendes... --!Y yo que se, no me acuerdo! --refunfuno mientras buscaba su ropa y sus zapatos--. ?Donde demonios estan mis cosas? --Ay, Dios... --murmure--. !Mira en el bano! ?Me habria metido en la ducha con ese tipo? ?Y que habiamos hecho con la ropa? !La mia tampoco estaba por ninguna parte! --Solo he encontrado los calzoncillos y los zapatos --dijo el chico antes de salir con esas pocas prendas sobre su cuerpo. Me habria reido ante semejantes pintas si hubiese sido buen momento para hacerlo. --?De verdad no puedes acordarte de si nos acostamos tu y yo? --insisti. --Lo ultimo que recuerdo es verte caer de una mesa --me explico--. Te tuve que coger al vuelo porque estabas muy borracha, te enganchaste a mi cuello y, despues de eso, nada. --Oh, genial --me lamente. !Ni siquiera podia saber si habia usado proteccion! --A ver, a ver, no entremos en panico. --Me coloque una camiseta que saque de un cajon, para taparme, y retire las sabanas hasta tirarlas al suelo--. Tu mira debajo de la cama, yo lo hare entre las sabanas. --?Y que se supone que tengo que buscar? --!Un condon usado, idiota! --Ah, vale, entiendo... Por si lo hicimos a pelo, ?no? --Oh, callate... --gemi. Con tan solo oir aquella posibilidad, me inundo el panico... porque aquello me hizo recordar que mi vida sexual era un autentico desastre. En las pocas relaciones que habia tenido, ni siquiera habia sido capaz de disfrutar del sexo, y, para una vez que parecia haberme desmelenado y decidido meter a un desconocido en mi cama, resultaba que no me acordaba de nada. ?Y si esa vez habia tenido un orgasmo colosal? !Nunca lo sabria! Mire al tipo, tirado en el suelo, buscando un condon, con solo unos zapatos y unos feos calzoncillos de color gris sobre su cuerpo. Arrugue la nariz. Dudaba mucho que hubiese sido el polvo de mi vida. Di un respingo cuando unos golpes en la puerta resonaron en toda la habitacion. --!Brooklyn, cielo, abre la puerta! !Te has quedado dormida! !Llegaras tarde al trabajo! --!Voy, Jocelyn! --grite--. !Un momento! --?Quien es Jocelyn? --murmuro el chico. --Mi nanny, tienes que largarte. --?Tu nanny? ?Como vas a tener ninera con...? --Fruncio el ceno--. ?Cuantos anos tienes? --Tengo veintiseis, y, ahora, largate de aqui. --?Y por donde quieres que salga si tienes a tu ninera aporreando la puerta? --Por donde va a ser, !por aqui! --Abri la ventana y le senale el alfeizar y la pared cubierta de enredadera por donde debia deslizarse. --!?Por la ventana?! --exclamo--. !Ni hablar! !Puedo matarme! !Y estoy casi desnudo! --Al menos llevas el culo tapado. --Sonrei ante la suerte que tuvo de haber encontrado al menos los calzoncillos--. !Agarrate a las ramas, veras que facil! --Joder... --refunfuno mientras colocaba las rodillas en el alfeizar--. Si me he acostado contigo, puede resultar el polvo mas caro de mi vida si me rompo un hueso. Y si no lo hemos hecho... demuestro ser muy estupido. --!Brooklyn, carino, abre! --insistia una y otra vez Jocelyn. --!Ya voy, espera un segundo! --Despues de contestar, volvi a dirigirme al supuesto desconocido--. !Vamos, baja! !Solo es un piso! --!No, espera...! Pero la negacion se perdio entre las hojas de enredadera cuando lo empuje y, a continuacion, cerre la ventana, puesto que los gritos y los intentos de abrir la puerta me estaban poniendo nerviosa. Crei captar un golpe sordo sobre el parterre de hortensias, pero lo ignore. Tras dar un suspiro, corri a abrir. --!Nina! --exclamo al entrar en mi cuarto--. ?Por que has tardado tanto? --Ya no soy una nina, Jocelyn. Puedes pillarme con el culo al aire. --?Quieres decir como estas ahora mismo? --La mujer elevo una ceja al senalar mi indumentaria, que no me tapaba, precisamente, ni el trasero. Poco despues, arrugo la nariz y se dirigio a la ventana--. !Y abre un poco, por el amor de Dios! !Huele a...! Me dirigi con rapidez a asomarme, en busca de un joven medio en pelotas que quiza yacia, inconsciente, sobre las hortensias... pero, al parecer, habia logrado sobrevivir, porque no encontre a nadie. Suspire, aliviada de que no le hubiese pasado nada y, no lo voy a negar, para no tener que dar explicaciones a Jocelyn, lo que en aquel momento me parecio lo mas importante. --?A que huele? --le pregunte a mi nanny con una sonrisa candorosa, intentando disimular el nerviosismo que aun me atenazaba. --A que tienes que meterte en la ducha ahora mismo --me apremio--. Pero no tardes en bajar, porque, antes de irte, tu padre tiene que hablar contigo. Ah, y Kayden tambien esta aqui. --?Mi padre quiere hablar conmigo? --solte, escamada--. ?Y que diantres hace aqui mi hermano? !No puedo atenderlos ahora! !Ya voy con media hora de retraso! --Pues sera una hora entera, no creo que a Harper le importe. !Vamos! !Espabila! --Joselyn puso los brazos en jarras al mirar a su alrededor mientras yo me metia rauda en el bano--. Menudo desastre de cuarto. !Y luego dice que ya no es una nina! Me duche a toda prisa, desenrede mi melena cobriza y me vesti con un pantalon negro y una blusa verde esmeralda. Cogi mi neceser para maquillarme en el taxi y ahorrar tiempo, y baje hasta el comedor, donde me esperaban mis padres y mi hermano en mitad de un espeso silencio. En lo primero que pense fue en que debia buscarme cuanto antes un lugar donde vivir, independizarme, pues ya no tenia edad para tener ninera ni para aguantar las broncas de mi progenitor. Aunque, con toda probabilidad, este iria a buscarme donde quisiera que viviese para imponer sus normas de politico. --!Lo siento, pero ya voy tarde! --exclame en un intento de salir corriendo e ignorarlos a todos. --Alto ahi, jovencita --me detuvo mi padre--. Creo que sabemos el motivo de tu tardanza de hoy. --Vamos, papa, no necesito un sermon a esta hora de la manana. Si, ayer sali de fiesta; si, bebi un poco; si, Harper me matara. Pero no creo que nada de eso pueda empanar tu imagen. --?Estas segura de eso? Cameron Edwards, mi padre, exalcalde de Nueva York y candidato a gobernador, tecleo en su telefono movil y lo planto delante de mi. Suplique que se me tragara la tierra cuando contemple aquel video subido a YouTube, donde podia verme a mi misma, borracha, bailando y cantando encima de una mesa, de donde cai en brazos de un tipo que me cogio al vuelo y que reconoci como mi companero de cama. Solte un jadeo al contemplar como nos besabamos en la boca, aunque quien estuviese grabando se centro en la parte inferior de mi anatomia, ya que se me subio el vestido hasta la cintura y mostre mi tanga de encaje negro a toda la concurrencia. Palideci. !Mi trasero ocupaba toda la pantalla! --!Por Dios, papa! --grite, alterada--. ?No puedes hacer que lo eliminen? --Oh, claro, ?por que no se me habra ocurrido antes? --respondio con ironia--. Pero me extrana que una milenial como tu no recuerde que existen las capturas de pantalla y toda clase de herramientas para conservar algo asi. Mi animo cayo al suelo en ese mismo instante. No era la primera vez que avergonzaba a mis padres, aunque juro que jamas lo habia hecho a conciencia. --Lo siento, papa, yo... --?Y que me dices de mi, Brook? --intervino Kayden--. ?Crees que no voy a ser el hazmerreir de la prensa britanica... otra vez? La mala suerte --al menos para mi-- quiso que, si no habia bastante con tener un padre con cargo publico, tuviera un hermano prometido a una joven y noble inglesa, Elizabeth, hija del conde de Pembroke. Se conocieron en una fiesta de amigos comunes, recibieron el impacto de Cupido y, unos meses mas tarde, se encontraron inmersos en la ceremonia de peticion de mano. A la vista estaba que Kayden se movia en circulos mas selectos que yo. --!Oh, vamos, dejad de mirarme como si creyerais que pretendo humillaros por deporte! -- estalle--. !Tengo veintiseis anos! !Tengo que divertirme!

  • El cielo sobre Darjeeling de Nicole C. Vosseler

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    Exitosa novela alemana en la linea de Sarah Lark con una nueva ambientacion exotica: la India, en concreto las primeras plantaciones de te en Darjeeling a finales del siglo XIX.

  • Festin de buitres de Alfonso Lopez Araujo

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    Del autor de “El enigma del topo” nos llega otra cautivante novela. Un joven ejecutivo bancario, que maneja cuentas de gente muy importante en la sociedad local, aparece muerto en su departamento, sin que ninguna posta pueda llevar a descubrir quien lo hizo o por que. Una hora mas tarde, un famoso sicario colombiano, conocido por cuidar al maximo de su persona y de los detalles de su “trabajo”, es atropellado por un carro fantasma y su autopsia revela que, extranamente y no acorde con su personalidad ni “modus operandi”, estaba drogado al momento de su muerte. Luego de algunas averiguaciones, la conclusion a la que llega la Policia es inmediata: este joven sicario, de sobrenombre “Mortino”, fue el autor del crimen. Lo que no se sabe es ?por que?.
    La amistad de Gabriel Tomas Sanchez con el Mayor de Policia Ramiro Recabarren, Jefe de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado, lo lleva a involucrarse en este caso, conjuntamente con su joven y brillante pupilo Carlos Maldonado.
    Al adentrarse en la solucion del crimen, empiezan a descubrir una trama de corrupcion que podria impedir el acceso al poder de un candidato, al parecer honesto y con ideas capaz de lograr el progresoy bienestar de su pueblo.
    Nos encontramos con una novela que mezcla romance, investigacion policial, corrupcion politica y narcotrafico. Elementos prersentes en nuestras sociedades del Siglo XXI. Gente con principios, morales y eticos, frente a malandrines que ponen al poder (politico-econ-omico) por sobre cualquier otra consideracion, inclusive por sobre el valor de la vida humana.

  • El caso Newton de Anton Arriola

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    Bilbao, noviembre de 2001. Transcurridos apenas dos meses desde la destruccion de las Torres Gemelas, se desata en la ciudad vasca una cadena de extranos atentados. Uno tras otro, los pilares de la sociedad se ven golpeados: simbolos religiosos, centros culturales, patrimonio cientifico. Mientras la ciudadania se va sumiendo en el desconcierto, el asalto a la biblioteca de un catedratico de la Universidad de Deusto ha dado inicio a una segunda cadena de crimenes.

  • De que vas, princeso de Rosario Martin Martinez

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    Antes de darte a conocer mi historia me presento, mi nombre es Carla. Siempre fui una chica del monton, de esas que solian pasar desapercibidas y que evitaban, a toda costa, ser el centro de atencion. Nunca me ha gustado destacar sobre el resto y siempre me ha dado bastante rabia las personas que se creen el ombligo del mundo o hacen todo lo posible para ser el centro del universo... Me mude a las afueras de la ciudad porque lo que mas me gusta del mundo, y lo considero un autentico privilegio teniendo en cuenta en el mundo frenetico y caotico en el que vivimos, es la tranquilidad, la paz y la calma. Soy de las que se quedan horas observando a la nada en cualquier postura que me permita estar relajada. Soy una chica que detesta el ruido y que necesita que todo este tranquilo y en calma para realizar cualquier cosa, sea lo sea. Aquel pequeno apartamento luminoso era todo cuanto necesitaba para sentirme a gusto. Un edificio bastante antiguo en el que apenas viviamos cinco familias con dos miembros, como maximo, por apartamento. Un bloque de apartamentos de cuatro plantas y un bajo en las que, sin haberlo planificado, viviamos una familia por planta. Todo en calma, un lujo. Vivia sola desde hacia cinco anos, siempre estuve deseando cumplir la mayoria de edad para independizarme. Mis padres eran de esos padres conocidos como "chapados a la antigua", no querian que me relacionara con chicos, tenia hora de llegada cuando ni el sol ni siquiera habia comenzado a ocultarse, tenian control absoluto de todos los pasos que daba fuera de casa, y un largo etcetera que lo unico que conseguia era despertarme mas necesidad de echar a volar lejos de aquella casa. Solo tengo un hermano, Aitor, el no entendia mis prisas por salir de aquella casa que yo consideraba practicamente una prision en la que estaba presa por el unico hecho de haber nacido chica. Mi hermano jamas tuvo hora de llegada, ni recibio aquella charla bochornosa sobre el uso de los condones que recibi yo a los dieciseis (con la posterior advertencia de que ni se me ocurriera tener relaciones sexuales con algun chico). Mis padres habian hecho muchas distinciones entre Aitor y yo y, sinceramente, estaba harta. Llegue incluso a cogerle un poco de mania a mi hermano a pesar de saber perfectamente que el no tenia culpa de nada. La relacion con mis padres no era buena por esas diferencias que hicieron entre Aitor y yo, digamos que un dia me revele y eche a volar. Ellos no entendian como su hija pequena se habia marchado de casa de un dia para otro, a ver como les explicaba que yo no eche a volar de un dia para otro, yo, con sus formas, fui saliendo de aquel hogar, que para mi era una prision, poco a poco y lo ultimo que saque de alli fue mi cuerpo. Estudiaba arquitectura, era algo que me apasionaba, disenar era una de las partes que mas me gustaba de la carrera. Me sentaba en aquel escritorio de madera oscura de una de las habitaciones vacias de mi pequeno apartamento y alli dejaba volar mi imaginacion sobre los planos vacios. Sabia que aquella carrera era larga pero no me importaba porque, cuando haces algo que te apasiona, poco te importa el tiempo que le dediques... Los estudios lo compaginaba con un trabajo a media jornada en una pequena tienda esoterica, la verdad que cuando empece a trabajar alli pense que no era un trabajo que fuese mucho con mi personalidad pero la verdad que poco a poco fui conociendo algunas cosas que rodeaban aquel mundo que me fascinaban como por ejemplo los olores de aquellos inciensos y velas que vendiamos alli. Empece a tener en mi apartamento velas e inciensos que me daban calma con sus olores y que regulaban la energia de mi pequeno apartamento haciendome sentir en el aun mejor. Como ya he dicho, aquel pequeno apartamento a las afueras parecia estar hecho a mi medida; un salon (con un gran ventanal) hacia tambien de recibidor, no tenia muchos muebles solo un sofa de dos plazas, una mesa en la que cinco comensales ya no comerian a gusto y una pequena estanteria horizontal en la que sobre ella estaba el televisor. Aquella estanteria colmada de libros y de velas reflejaban dos de mis grandes vicios. La cocina estaba separada por una barra americana que odiaba con todas mis fuerzas, me parecia una absoluta horterada que no pegaba ni con cola en aquel apartamento antiguo. El bano no era muy grande pero era super bonito: muebles de madera oscura con tiradores envejecidos, una banera de esas que salen en las peliculas de terror con patitas del mismo color que los tiradores de los muebles, un gran espejo que me encantaba (hasta que llegaba el momento de tener que limpiarlo que ya dejaba de encantarme), una ventana que llenaba la estancia de luz y una estanteria con toallas perfectamente dobladas (ya me encargaba yo de ello) y con velas aromaticas que llenaban la estancia de un olor maravilloso a canela. Aquel apartamento solo tenia dos habitaciones, una la usaba como mi dormitorio en el que tenia una cama con un cabecero de forja, un par de mesitas de noche, un armario bastante mas grande de lo que necesitaba y una alfombra de pelo largo marron a juego con las flores de mi colcha y las lineas de las cortinas. El otro dormitorio lo utilizaba para trabajar en los diferentes proyectos que debia ir entregando en la universidad y estaba practicamente vacio, a excepcion de una silla giratoria y un escritorio. Como has podido leer, todo lo que me rodeaba era paz y armonia, pobre de mi que estaba ajena en aquel momento a lo que estaba a punto de llegar a mi vida y que bien podria describirlo como el caos personificado... Capitulo 2 Fin de la calma Era un lunes de julio como cualquier otro, o al menos eso creia yo, que seguia ajena a lo que pasaria. Estaba sentada en el sofa mezclando mi bol de cereales con leche cuando oi un tropel de personas en el descansillo. Extranada y curiosa, practicamente a partes iguales, me asome a la mirilla. No alcanzaba a ver mucho, solo podia ver algunas cajas apiladas y tres o cuatro hombres "organizando", porque poca organizacion veia yo alli, aquel desastre. --!Es aqui! --escuche como grito aquella voz masculina y seguidamente oi abrirse la puerta del apartamento colindante al mio. No alcance a ver al dueno de aquella voz grave pero, el saber que iba a tener vecinos, me angustio bastante. Pense en esas series de television en las que los vecinos son desastrosos y rece porque los recien llegados fueran personas civicas y que, al igual que yo, adoraran la paz y la tranquilidad. Aquellas cajas apiladas sin ton ni son me ponian de los nervios, juro que estuve por salir y ayudarles a organizar semejante caos pero decidi seguir alli, detras de aquella mirilla coronandome como la maruja del edificio. Era consciente de que mi desayuno se enfriaba sobre la mesa pero el chisme me podia, nunca imagine que yo podia llegar a ser tan cotilla. Los hombres salian y entraban ruidosamente del apartamento de al lado, introduciendo dentro de este las cajas que iban arrastrando por el suelo. Algunas, por el ruido que hacian al caer, intui que eran echadas a volar como si de gorriones se trataran. Un autentico desastre lo mirase por donde lo mirase... Llegue a pensar que los verdaderos duenos de aquellas pertenencias metidas en cajas no debian andar cerca porque yo jamas, en la vida, hubiera permitido que tratasen de esa forma cualquier cosa mia. Cansada de mirar por la mirilla y ponerme enferma ante aquel despliegue de poco tacto, me volvi a sentar frente a mi bol de cereales completamente frio y me dispuse a desayunar. La universidad no empezaria hasta septiembre pero yo seguia inmersa en uno de los proyectos que debia presentar a finales de ano porque yo no soy de esos que lo dejan todo para el ultimo dia. Estaba sentada en la silla giratoria que tenia en el cuarto al que yo llamaba "el cuarto del castigo", le puse aquel nombre porque, cuando entraba en el, no sabia a que hora saldria, era como si yo misma me castigara metiendome entre aquellas cuatro paredes que, a pesar de tener un gran ventanal, era la parte mas oscura de todo el apartamento. Tenia sobre el escritorio un gran despliegue de papeles que intentaba colocar de forma ordenada, a pesar de no estar segura al cien por cien de que los estaba colocando bien. Te preguntaras que, siendo tan ordenada como yo era, como es que el orden de aquellos papeles se me resistia, pues bien, en el apartamento colindante aun seguia el ruido incesante de cajas, muebles y decenas de ruidos mas. Pense en golpear la pared, o acercarme directamente a pedirle a los nuevos vecinos que cesaran un poco con los ruidos, pero no queria empezar con mal pie asi que me puse los auriculares y puse a reproducir, de forma aleatoria, mi lista de reproduccion de sonidos de la naturaleza.

  • Si hubieras bailado para mi de Ines Apraiz Castellanos

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    Esta es una historia que habla del amor y de la amistad, y de lo dificil que resulta a veces trazar esa fina linea que supuestamente divide ambos sentimientos. Tambien es una mirada tierna al pasado, y una reflexion acerca de como determinados hechos dramaticos del presente incitan a replantearse el rumbo de cada uno, y a valorar lo distinta que habria sido la vida si por el camino se hubieran tomado otro tipo de decisiones.
    O no.
    Gorka no se lo penso dos veces a la hora de aceptar ese puesto de corresponsal en Washington D.C. que le ofrecio el periodico para el que trabaja. Y la decision fue a todas luces la acertada porque en su nuevo destino comienza a irle francamente bien, tanto profesional como personalmente. Atras queda su ciudad adoptiva, Barcelona, y con ella, los infortunios de una situacion sentimental insostenible de la que escapo huyendo, aunque nadie de su entorno sospeche siquiera de los verdaderos motivos que provocaron su precipitada marcha.

  • En el mar de Dirac de Antonio Reina

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    <> Continuan desnudos y abrazados tumbados sobre un sillon junto a la piscina, amparados por la noche y un silencio tranquilo que no se atreven a romper. Hace ya un buen rato que Maria dejo de hablar, de relatar la historia de su vida, pero el eco de sus ultimas palabras juega insistente con los recuerdos de Gael, resucitando en su mente las imagenes de aquella lejana tarde hasta que acaba por sumergirse en ellas. Un hombre joven espera en el interior de un coche azul aparcado a unos cien metros de la casa. La impaciencia le consume, pues sabe que esta a punto de dar un paso definitivo. Es una tarde de mayo, de esas que solo se ven en la ciudad con el mayo mas bonito del mundo. La luz dorada y el olor del mismo aire conjuran para ofrecer un espectaculo propio de una pintura de Sorolla. A pesar de los nervios, contempla la escena consciente de que la gente que se mueve por las zonas de alrededor es incapaz de reparar, al menos en apariencia, en la increible belleza de ese instante tan unico como irreversible. Aunque es una calle poco transitada, un nino con uniforme, que debe venir del colegio, pasa corriendo junto a el perseguido por otros dos que le gritan que pare. Detras una senora, seguramente madre de uno o de todos ellos, clamando a su vez para que miren antes de cruzar. Son la nota que rompe, y a la vez complementa, la perfecta sinfonia para los sentidos compuesta por la ciudad, especialmente para ese momento. Incluso cuando la tiene delante, mas que verla la imagina. La adora. En este momento, sentado y a su espera, la idealiza mas aun. Con los ojos entornados recrea las formas que dibuja su cuerpo al moverse y el perfume tenue que juega entre su cabello, como una espiral de brisa apenas perceptible al pasar a su lado. La conoce perfectamente y, aunque sabe exactamente de lo que es capaz, para el todo en ella es perfeccion. A solas, en el coche, imagina su sonrisa abierta y franca decorando uno de aquellos gestos, aun hoy casi infantiles, que tanto le gusta prodigar. La oye reir con ese tono inconfundible, repleto de desinhibicion, que siempre lo ha cautivado y que lo transporta muchos anos atras, a los dias que compartieron tan lejos de casa. Alicia es la duena de su mente, hasta el punto de sentir que cada segundo que no la piensa es un pedazo de vida que ha perdido para siempre. La ama tan profundamente que se sabe capaz de traspasar cualquier barrera por conservar su amor tal y como es ahora, como ha sido desde que la conocio. Necesita tener la certeza de que solo es el quien da sentido a su vida. Aunque son pocos los dias, para el es una eternidad entera el tiempo transcurrido desde la ultima vez que estuvo a su lado, y hoy, que han vuelto a quedar citados, no resta en su alma espacio para albergar tamanas ansias de verla. Tal es el sacrificio de su espera. Casi las cinco y media de la tarde. Cae en la cuenta de la hora y sabe que esta a punto de llegar. Acudira puntual a la cita, como es su costumbre, seguro, y volvera a ofrecerle sin saberlo, mientras se acerca a el, el majestuoso espectaculo de su presencia. Tal vez porque no habra mas esperas como la de hoy o, quiza, porque son muchos los anos que lleva perdidamente loco por esa mujer, no puede evitar la sensacion de que hasta el entorno reclama su protagonismo en la escena, pues el ambiente, la luz y el ruido encajan a la perfeccion en el puzle para los sentidos en que su mente convierte cuanto le rodea. Sin previo aviso, fija la vista en la casa al contemplar como comienza a abrirse la puerta. Su corazon, suplicando que sea ella quien la cruce, se desboca primero y se marchita despues cuando el que sale a la calle es el: Cain, el hermano, el mentor, el que en otros tiempos fuera su dueno y senor, en cambio, mutado ahora en su perdicion. Viendolo jugar con el setter de la familia, con el impecable aspecto que la elegancia innata proporciona a quien la posee --con independencia incluso de la forma de vestir--, resulta sencillo comprender la atraccion que genera ese hombre. Cain dirige, con gran exito ademas, la pequena empresa que heredo de su padre y que solo su genialidad ha conseguido convertir en una poderosa multinacional. Software en general, aplicaciones de defensa en especial. Un gran negocio con una competencia feroz y en el que es imposible destacar, a exclusiva expensa del genio de un visionario. Es necesario tener instinto depredador, actitud de comer antes de ser comido y, por supuesto, saber disfrutar con ello. Cain es asi, es mucho mas que asi, es la definicion perfecta del estereotipo del triunfador, un compendio, elevado a la enesima potencia, de todas esas exigencias. Cain, que en su mundo es Dios, aspira en realidad a ser Dios para el mundo entero. Sentado en el interior del coche azul, contempla como se aleja calle abajo lanzando al perro una pelota, mientras piensa que, si es verdad que Dios ha muerto, ni siquiera el Diablo acordaria la vileza de sustituirlo por semejante cabron. Fuera del alcance de su vista el hermano, vuelve su pensamiento a Alicia para dejarse llevar por la ilusion de lo que, sin haber ocurrido nunca, podria haber llegado a ser entre los dos. La imagina sobre las sabanas blancas de algodon, ligeramente cubierta una pequena parte de su cuerpo desnudo, y se estremece de pasion. Se detiene en la mirada encendida de unos ojos verdes, profundos, que suplican su atencion urgente y, cediendo a sus deseos, se tumba junto a ella con la voluntad fulminada por el extasis que le provoca contemplarla en toda su belleza. Impaciente, como si fuera un nino, la abraza por detras, tumbados ambos sobre el costado, y la besa en el cuello. Un beso que, mas alla del deseo, es una ofrenda de sumision total de su alma vencida, cargado de amor, pero tambien de fiebre e incontinencia a duras penas domada, que ella recibe con un gemido suave que lo excita mas aun. Los brazos que la rodean a la altura de los hombros acaban en manos que bajan lentamente recorriendo el sendero entre sus pechos hasta alcanzar un vientre tembloroso que se agita suavemente con el calor de cada roce, de cada caricia. Piel contra piel, conscientes del deseo del otro, los amantes convierten la paciencia en una audacia que parece no tener limite porque, ya sin freno, la carne pide a gritos mas sitios donde besar, mas lugares donde regalar placer y huecos que provoquen una respuesta en el otro que haga subir la intensidad de la batalla, una contienda que ambos saben destinados a perder frente al agotamiento de un orgasmo prolongado. Y asi, continua su espera en el interior del coche azul imaginando que, exhaustos y satisfechos, fundidos en un abrazo, como si fueran uno, aguardaran entre susurros confidentes y risas con sordina a que la radio vuelva a poner su cancion, y comenzar de nuevo a amarse. La radio, si... suena en el coche otra vez el estribillo de moda para devolverlo a la realidad de ese momento, dejando atras los suenos. Absurdo, ganas de torturarse, termina por pensar de lo imaginado. Comienza a impacientarse. Pasan dos minutos de la hora que el tenia prevista, pero los cuenta como ciento veinte interminables segundos. Sigue vacia la calle. Ni un alma. Centrica pero apartada, es una via paralela a una con mucho transito de la que solo llega el ajetreado murmullo del transcurrir de la vida. Junto al coche aparcado, detras, hay un contenedor de basura y un callejon corto y sombrio a modo de acceso a una antigua bodega que ha cerrado sus puertas hace ya varios anos. Incluso desde la calle, aun se percibe el olor del vino que encerraban sus barriles. Pasan ya cuatro minutos de las cinco y media de la tarde cuando, por fin, la puerta vuelve a abrirse y por ella sale Alicia. Su madre junto a ella, en el ultimo escalon de los que suben a la casa, la besa y parece recitarle consejos mil veces oidos que la chica recibe con cara de resignacion y una sonrisa. Aparcar a cierta distancia le permite recrearse en la vision de la mujer que se acerca. Quiere recordarla asi por siempre, como un ser mas alla de lo mortal que camina por la estrecha acera a su encuentro. Su piel tostada brilla asomando por encima de una blusa blanca que deja los hombros al descubierto. Y sobre los hombros un pelo oscuro, rizado en una melena que se bambolea con cada paso. Hoy lleva puesto un pantalon rojo perfectamente ajustado a las curvas de su cuerpo y unos tacones altos que la hacen aun mas imponente. Realmente es una diosa y el es el hombre mas afortunado del mundo por tener la oportunidad de amarla como lo hace. Alicia se detiene apenas a cuarenta metros del coche. Es el perro de la familia que viene corriendo hacia ella el que la hace girar mientras Cain, de vuelta hacia la casa, la saluda de lejos con la mano. Juno, que asi se llama el setter, trae en la boca la pelota de goma dura que pone a los pies de la chica mientras espera a que ella vuelva a lanzarla lejos. Alla va la pelota, esta vez en direccion al hermano que la deja caer al suelo mientras llega corriendo a su altura el perro y, enganchando al collar la correa, lo introduce en la casa. El, que inadvertidamente ha salido del coche hacia el callejon de la bodega, ha registrado cada fotograma de esta escena en su memoria con la seguridad de que todos y cada uno de los movimientos de Alicia formaran ya siempre parte y ejemplo de la devocion que ha sentido por ella. Y ahi, escondido en la penumbra, la ve reemprender el camino que la acerca. Son apenas sesenta pasos los que les separan y, mirandola sin que ella lo distinga aun, se dispone a disfrutarlos en cada detalle. La desea con tanta fuerza que se asquea de si mismo porque, sin pretenderlo, vuelve a sentir la excitacion que solo hace un momento le provocaban las imagenes de su cuerpo desnudo. Apenas puede contener el dolor que siente ante la certeza de tenerla, ahora si, a salvo y para siempre a su lado. Diez metros, tan cerca ya que hasta puede adivinar su perfume, Alicia pasa junto al coche indiferente y sin que, en apariencia, haya reparado en el. Emboscado e inmovil, junto a la puerta de la bodega mirando hacia la acera, su mundo tiene el ancho del oscuro callejon que le oculta, ralentizado el tiempo como si un segundo fueran diez; y por fin, desde el fondo, ve aparecer a Alicia. Sabe que ella no lo espera y que, por tanto, tiene tiempo de admirar su presencia prodigiosa una vez mas, siquiera sea por tres pasos. Desde donde esta puede ver el movimiento de sus brazos al caminar y el gesto confiado de su rostro apenas maquillado porque, el lo sabe bien, no existe color alguno que pueda realzar lo que ya de por si es sublime. Dando gracias al cielo por poseer el don de percibir el transcurrir de esas pequenas porciones de tiempo, que a cualquiera estan vedadas, sale al instante del trance como un felino de entre la hierba. Es entonces cuando el hombre emboscado en la puerta de la bodega, con movimientos de tal seguridad y rapidez que parecen ensayados previamente, agarra a la chica por la cintura mientras le tapa la boca y, arrastrandola a la oscuridad, le corta el cuello de un solo tajo. La sangre derramada sobre la blusa blanca y la expresion sorprendida de su rostro lo conmueven como la ultima expresion de un amor tan intenso que nunca pudo haber tenido otro final. Sentado a horcajadas sobre el vientre amado contempla la luz que se escapa de sus verdes y profundos ojos ya casi muertos, mientras, con las dos manos sobre el cuello, late su corazon con la frecuencia que le impone la garganta abierta. Hasta que todo acaba. Se ha tomado un momento para amarla por ultima vez con la mirada. Al fin, solo cuando esta saciado, da media vuelta y la abandona en la oscuridad del callejon con olor a barrica vieja. Con un sentimiento de enorme vacio, el trisar de las golondrinas flotando en la luz dorada de la tarde de mayo mas bonita del mundo, entra en el coche y se marcha de la solitaria calle derramando lagrimas de rabia y de impotencia, pero con la mente despejada y lista para dirigirse de inmediato al lugar donde habia quedado citado con ella. <> CAPITULO 2 Hoy ha perdido su primera batalla frente al espejo. Tal vez la hubiera perdido antes, pero es ahora cuando el reflejo de su cara grita entre el vidrio y el mercurio para llamar su atencion. Su rostro de mujer, aun joven, ha cedido al tiempo pequenas parcelas de piel junto a los ojos y se ha endurecido ligeramente con un marco alrededor de la boca que antes no existia. --!Hola! ?Como estas? --saluda la imagen en el cristal. --!Estoy bien! --responde Maria--. !Mejor que nunca! Tiene gracia que preguntes eso, justo ahora que me habia convencido de ser invisible. Desnuda frente al espejo, por dentro y por fuera, Maria se siente sola. Ya metida de lleno en la treintena ha fracasado en dos relaciones, mas o menos estables, y anda aun buscando una oportunidad de trabajo definitiva que le permita, si no vivir desahogadamente, al menos llegar a fin de mes. Sola y, lo que es peor, con la sensacion de remar en el punetero rio de la existencia contra una corriente muy poderosa a la que, lo sabe, nunca podra derrotar. La pequena cicatriz que parte en dos su ceja izquierda le recuerda su suerte. Es un signo minusculo que, mas que marcar su aspecto, define su destino, o asi quiere que sea. Perdonado, no olvidado. Hacia ya mas de diez meses que su novio, al que conocio una tarde de otono cuando apenas tenia veintidos anos, la habia abandonado para irse con otra mujer. Eran casi las ocho y media cuando, despues de una agotadora tarde de plancha y ropa en la casa donde prestaba sus servicios como asistenta por horas, cayo en la cuenta de que necesitaba andar un poco, despejar su mente ocupada en los problemas economicos con los que convivia a diario junto a sus padres; parado el, enferma ella. Las luces de la calle principal del barrio acogen los ultimos estertores de una tarde de compras, a punto de cerrar los comercios. Maria no quiere... no puede comprar nada. Se contenta con mirar. Se acerca al escaparate de Bensons porque se ha enamorado de unas botas de piel azul que jamas estaran a su alcance. Mirandolas a traves del cristal se imagina otra vida, una en la que todo comienza de manera distinta y le ofrece oportunidades que la suya desecho hace tiempo. Y se ve a si misma, por no atreverse a sonar mas lejos, con la falda corta que le hizo su madre hace anos ya, y que tan bien le queda, las botas y una camisa azul, que ya ha visto pero tendria que comprar. Con una sonrisa triste apenas esbozada, compone en su mente la imagen de la mujer que quisiera ser: segura de si misma, profesional y con un futuro prometedor. Justo lo que no es. La gente pasa a su lado sin percatarse de la princesa altiva que se dibuja en el escaparate de la zapateria, aunque ella no lo necesita, placenteramente inmersa en su sueno como esta. Una voz, a su lado, la devuelve a reganadientes al mundo real. --Senorita, le digo que tengo que bajar la persiana; vamos a cerrar. --Lo conoce. Hace mucho tiempo que ha reparado en el. Lucas se llama y atiende al publico en el establecimiento desde hace tres anos o mas, al menos que Maria recuerde, los que lleva como asistenta en casa de los Perez.

  • El sol sale por el oeste de Isabel Keats

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    Aisha Brooks lleva mas de tres anos en los que, mas que vivir, sobrevive amargada. El accidente de trafico que la obligo a olvidarse de sus suenos de convertirse en una estrella del ballet ha tenido otros efectos colaterales igual de catastroficos. El ultimo de ellos es que, por decision de un juez, debera pasar unos meses en el rancho ganadero de uno de los mejores amigos de su hermano Raff. En un paraje perdido de Wyoming, rodeada de vacas y caballos, de majestuosas cordilleras y de praderas sin fin, aprendera a vivir de nuevo y encontrara, de paso, algo con lo que ya no contaba: el amor.
    ?Puede la combinacion del amor y la naturaleza en estado puro sanar las heridas mas profundas?

  • Cita con el jefe de Brenna Day

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    Bufo intentando recogerme en un mono los largos rizos rebeldes que se niegan a permanecer en su sitio a la vez que sostengo el tubo del telefono con el hombro contra mi oreja cuando la voz al otro lado de la linea vuelve a chillar con estridencia. –!Prometo no meterte en problemas si me pones con Zadir! –aprieto el boli entre mis dientes y pongo los ojos en blanco suspirando porque mi nuevo puesto de secretaria rapidamente se esta volviendo el trabajo mas estresante del mundo–. !Te lo suplico por lo que mas quieras! Solo dejame hablar un momento con el… –Lo siento, alteza –respondo tratando de adoptar una voz distante y profesional–. Pero ya hemos hablado acerca de esto. Doy unos golpecitos nerviosos con el boli y miro las luces de la centralita. Estoy tentada de cortar la comunicacion, pero es mi trabajo atender cada una de las llamadas. He perdido la cuenta ya de cuantas princesas han llamado en lo que va del dia suplicando para que las ponga con el jeque. Y la verdad es que la paciencia se me empieza a agotar. Echo un vistazo a mi alrededor. La sala esta repleta de administrativos, todos ellos con las narices metidas en sus ordenadores, ajenos a los malabares que debo hacer para aplacar a estas mujeres… Vaya dia he tenido, hoy si que esto se me ha hecho eterno. Por fortuna no falta tanto para que acabe mi turno y llegue mi reemplazo. Que ganas de salir de aqui, encerrarme en mi cuarto, tumbarme en el sofa con un libro en las manos y leer hasta quedarme dormida. –Debes hacer una excepcion conmigo–insiste la princesa. Suspiro largamente. –Conoces las reglas, sabes que no puedo poner en contacto a su majestad con ninguna princesa. –!Pero yo no soy cualquier princesa, soy la prima de Zadir! Cierro los ojos porque no se que mas decirle. Cuando acepte el puesto de secretaria mi idea acerca de lo que involucraria era muy distinta. Pero las cosas han cambiado en el reino desde que el principe Zadir se ha convertido en jeque y ha anunciado que pronto tomara esposa. Si quiero permanecer aqui y no volver a mi pais, esto es lo que toca. –Lo siento, pero el jeque lo ha dejado claro. No quiere ver a ninguna princesa, ni siquiera a su prima –digo con voz cortante pero al instante me arrepiento de haber sido tan directa. Me muerdo el labio inferior cuando oigo su gemido de pena y cuando empieza a sorberse la nariz a punto de romper en llanto, me apresuro a anadir–. Oye, se lo dificil que debe ser para ti esta situacion, pero creeme que no puedo hacer nada. –?Crees que lo sabes? !Pues dejame decirte que tu no tienes ni punetera idea! Y te puedes considerar afortunada por ello, porque ser una princesa no es tan guay como parece. Si tan solo supieras lo estresante que puede llegar a ser… Suspiro para mis adentros pensando si tan solo supieras quien soy en realidad… pero no puedo decirselo a ella ni a nadie porque estoy aqui de incognito. Y si, estoy de acuerdo en que ser una princesa en estas tierras puede ser una condena. Como heredera del reino de Nueva Macedonia estoy destinada a casarme mediante un matrimonio arreglado, igual que lo han hecho mis hermanas. Pero me resisto a ello. Soy un espiritu libre y el dia que me case quiero estar enamorada de un hombre que me quiera por lo que soy, y no por razones de estrategia politica. Por eso en cuanto vi la oportunidad de salir de mi casa paterna no la desperdicie. Cumplidos mis veintiun anos pedi permiso a mis padres para tomar un empleo fuera del reino. Naturalmente se opusieron rotundamente, no esta bien visto que la hija de un rey renuncie a sus privilegios. Por otra parte siempre he amado el arte y mis padres me han animado desde nina a que desarrolle mis talentos artisticos. Asi que decidi aplicar a la escuela de Bellas Artes de Lederland, la mas prestigiosa de la region. En cuanto mi aplicacion fue aceptada, a mis padres no les quedo mas remedio que dejarme marchar. !Tenia un ano para vivir mi vida a mi aire, sin condicionamientos ni ataduras! Sin decirle nada a mis padres, en el ultimo momento cancele mi matricula en la escuela y en cambio decidi arriesgarme a venir a una entrevista de trabajo a Nueva Abisinia para un puesto de secretaria que, para mi sorpresa, finalmente obtuve. Ser secretaria de un jeque sonaba exotico y excitante, lo opuesto de mi vida en casa. Pero aqui estoy, !haciendo de celestina entre el jeque y sus pretendientes! Vaya ironia. Al parecer no puedo huir de los dramas amorosos. Miro el telefono con un suspiro. Me pregunto que cara pondria Nadia si le dijera que soy una de las suyas… –Comprendo, alteza, pero ordenes son ordenes –digo en cambio, y del otro lado de la linea puedo oir el gemido de frustracion de la princesa. –?De verdad el no te ha hablado de mi? Me quedo en silencio sorprendida por su pregunta. Carraspeo antes de responder en el mismo tono impersonal de antes. –Lo siento, pero las secretarias no tenemos permiso para hablar con su majestad. O al menos eso creo, pues yo nunca lo he hecho. En lo que llevo trabajando aqui apenas le he visto una vez, y eso porque era la ceremonia de su asuncion al trono. Recuerdo que yo estaba en la ultima fila, mas atras imposible, pues era el sitio que se nos habia indicado a los administrativos. Pero el problema es que soy tan bajita que ni siquiera en puntillas alcanzaba a distinguir lo que sucedia alli delante. Al ver mi frustracion, Dumar, el jefe de guardias, se apiado de mi e hizo que le siguiera hasta uno de los palcos reservados para los visitantes extranjeros. Y al llegar alli alucine, pues el palco estaba justo arriba del escenario y el principe estaba tan pero tan cerca que me parecia que si alargaba el brazo podria tocarle. Estaba sentado en un trono antiguo rodeado de su guardia real y se veia tan grande y musculoso que, aun sentado, su figura conseguia empequenecer a todos los demas hombres que estaban a su lado. El joven principe se habia ganado su reputacion luchando codo con codo con los guerreros mas feroces del reino, y podia entender su fama, porque en verdad su sola presencia imponia y transmitia una fuerza descomunal. Sus amplias espaldas y su pecho macizo hacian que la seda de su tunica negra se tensara hasta con su movimiento mas leve. Era una pared de musculos y cuando se levanto para recibir la corona de manos de su madre, senti que las rodillas se me aflojaban y el pulso se me disparo de tal forma que me vi obligada a aspirar el aire por la nariz para no desmayarme. Cada uno de sus pasos resonaban como truenos en la inmensidad del salon silencioso. El publico parecia hipnotizado a la espera de sus palabras. Y cuando por fin hablo, su voz grave y profunda vibro estremeciendo mis entranas. Madre mia, no era asi como yo me imaginaba a los reyes en mi infancia, cuando mi nana me contaba las historias de principes andantes de modales suaves y refinados. Este hombre no tenia nada de refinado, !y mucho menos de suave! Todo lo contrario, se rumoreaba que el principe era un cavernicola sin escrupulos, un bruto que cuando queria algo lo reclamaba para si arrebatandolo sin miramientos. !Y ademas tenia la boca mas sucia que una letrina! Eso lo sabia yo porque una vez le oi discutir con alguien cuando una de las lineas telefonicas quedo abierta por accidente. !Jamas habia escuchado a alguien usar semejantes palabrotas! Madre mia, estaba tan avergonzada que tuve que darme aire con ambas manos para que la cara dejara de arderme. A pesar de todo lo que se decia acerca del nuevo jeque, desde aquel dia quede tan impactada por su aura de poder que no pude evitar empezar a tener fantasias con el. Por las noches cuando no puedo dormir me siento en la cama, abro mi portatil y me paso horas mirando fotos del principe. En ellas siempre sale serio, con expresion reconcentrada, como si sonreir fuera un delito. Entonces amplio las imagenes para tratar de descubrir lo que ocultan esos ojos color cafe. !Hay tanto misterio en ellos! Un enigma por el que siento mucha curiosidad y algo de temor. A veces siento que el corazon se me encoge al pensar que el jamas me dedicara una sola de sus miradas misteriosas. Mejor asi, me digo, porque como lo hiciera estoy segura que me impondria tanto que probablemente me quedaria mirandole balbuceando como una tonta. El sonido de la voz de Nadia al otro lado de la linea vuelve a sacarme de mis ensuenos. –Oye, tendrias que hablar con mi primo algun dia. Es muy majo y estoy segura que le caerias bien. ?Majo? ?El gran Zadir? ?De veras estamos hablando de la misma persona? Yo no usaria esa palabra para describirle. Quizas mandon, bruto, arrogante, cabezota, controlador o excentrico. ?Pero majo? Definitivamente no. Impaciente echo un vistazo a mi reloj. –Alteza, debo cortar la comunicacion, hay otras prince… eh. quiero decir otras personas en linea, y casi se me ha hecho la hora de… –!Espera un momento! –desesperada grita a pleno pulmon y del susto que me he pegado casi me caigo de la silla–. !No me cuelgues, por favor! Hay algo que debes saber. No pensaba decirtelo, pero me has demostrado que puedo confiar en ti –entrecierro los ojos porque cuando una princesa empieza a hacerme la pelota es senal de que nada bueno se trae entre manos–. Es algo para el jeque –continua–. Tengo que darselo cuanto antes porque lo necesitara si quiere casarse. Hago una mueca apretando el telefono en la mano. Vaya, esto es nuevo… ?un objeto que necesitara para casarse? !Estas princesas si que tienen imaginacion! Es increible los disparates que estan dispuestas a decir con tal de obtener una cita con el jeque. –Ya, me imagino… –respondo ironica con el dedo indice suspendido sobre el boton rojo lista para cortar la llamada. –No comprendes. No es ningun pretexto. Tampoco es un juego. !Es un asunto de estado! Si no me haces caso, Zadir jamas podra tomar esposa. Y como el gabinete se entere de que tu lo has permitido… Enderezo mi espalda frunciendo el entrecejo. –?Me estas amenazando? –Solo te estoy advirtiendo de manera amistosa. Oye, Luana, se que estas atareada y que hablar todo el dia con chaladas como yo no debe ser nada facil –sonrio ante sus palabras suavizando mi expresion tensa–, pero te prometo que no seran mas que unos minutos. Hago una mueca mirando el tubo del telefono con perplejidad. ?Un asunto de estado? ?Que el jeque no podra tomar esposa? Esto si que se sale de lo habitual. Suspiro con resignacion. –Vale, tienes treinta segundos para explicarte. La princesa toma aire y empieza a hablar a toda velocidad. –Mira, hace anos me he quedado con algo que es de Zadir. El probablemente se haya olvidado que alguna vez me lo dio. Pero ahora que se que le urge tomar esposa me gustaria devolverselo. Es un objeto muy significativo para el. Comprenderas que no puedo decirte que es por motivos de confidencialidad, pero te aseguro que le estaras haciendo un gran favor. –Aun asi no puedes ver al jeque… –No, pero podrias recibirlo tu. Confio en ti y estoy dispuesta a dejarlo en tus manos. ?Que dices? A decir verdad no suena tan mal, y hasta donde yo se recibir paquetes a nombre del jeque forma parte de mis obligaciones. Resoplo mirando el reloj. Igual puedo hacerlo. Me gustaria ayudar a la princesa, ella ha sido la unica que me ha tratado con respeto y amabilidad… Ademas, no estare haciendo nada en contra del reglamento. Mordisqueo la punta del boli debatiendome. –Por favor, di que si –suplica la princesa–. !Te prometo que despues de esto te dejare en paz! No sabes lo doloroso que es tener esto aqui conmigo, sabiendo que el no me quiere… Oigo que su voz se quiebra en un sollozo. Pronto el llanto es incontenible, y alejo el tubo del telefono de mi oido haciendo una mueca. Incomoda me revuelvo en mi asiento forzando una sonrisa al darme cuenta que mis companeras se me han quedado mirando. Seguro que me han visto gesticular como una trastornada y creeran que soy demasiado blandengue para cumplir con mi trabajo. !Dios mio, odio que la situacion se me vaya de las manos! Debo tomar una decision de inmediato. Me aclaro la garganta y anado en un susurro para que nadie mas que la princesa pueda oirme. –De acuerdo, lo hare. Pero tiene que ser en una hora o asi porque debo esperar a que cambie el turno. –!Estupendo, en una hora estoy alli! –Antes debo pedir autorizacion para que nos dejen entrar la encomienda al palacio. ?Es muy grande el paquete? –!No, que va, si es una cosita de nada! Pero preferiria que esto quede entre tu y yo. Puedo confiar en ti, ?verdad? –Esto… –miro a mi alrededor y bajo la voz hasta que practicamente no se me oye–. Vale, esperame al final de la avenida de entrada, !y no te acerques demasiado al palacio, hay guardias por todos lados! –!Sabia que podia contar contigo! Al colgar el telefono me dejo caer agotada sobre el respaldo de la silla. Esto no es vida. Cierro los ojos pensando que estoy a punto de meter la pata hasta el fondo. Eres una inconsciente, me digo mordiendome el labio inferior.

  • Simbolo de amor de Cynthia Thomason

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    Llevaba veinte anos tratando de dejar atras la violenta historia de su familia. Ahora Nate Shelton tenia que volver en contra de su voluntad a Finnegan Cove, donde habia empezado todo... y donde debia terminar. Y no solo por su padre.

  • Algo tan estupido como un. Te quiero de Vanessa Lorrenz

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    Que sucede cuando el hombre al que amas, esta enamorado de otra mujer que resulta ser tu mejor amiga.
    Cuando Carol conocio a Ian se enamoro perdidamente de el, pero Ian habia entregado su corazon a Anne jurando que no volveria amar a otra mujer como la amaba a ella, cuando Mark entra en accion provocado los celos de Ian todo puede suceder.
    Lograra Carol conquistar el amor de Ian, acompanala a enfrentar los fantasmas del pasado que volveran para atormentarla, mientras se embarca en la busqueda su gran amor, en esta apasionante historia.
    !Solo recuerda una cosa, nunca y digo nunca le digas a un hombre en la primera cita algo tan estupido como un TE QUIERO!

  • El chico de las bobinas de Pere Cervantes

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    Barcelona, 1945. Nil Roig es un chiquillo que se pasa el dia en bicicleta transportando de un cine a otro viejas bobinas de peliculas. El dia de su decimotercer cumpleanos es testigo de un crimen cometido en el portal de su casa. Mientras el asesino huye despues de haberlo amenazado de muerte en caso de no mantener la boca cerrada, el moribundo le entrega el misterioso cromo de un actor de cine de la epoca; un objeto perseguido y anhelado por un excomandante de la Gestapo y un policia sin escrupulos. El hecho de que el moribundo le de el cromo a Nil pronunciando el nombre de David, el padre desaparecido del muchacho, arrastrara a este a resolver un secreto del pasado por el que pagara un alto precio.

  • Resilio (Atrevete a Amar 2) de Lorena Fuentes

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    Hace mucho tiempo, en Londres, quisieron destruirme, solo que esta vez casi lo logro yo misma. El dolor puede cegarte y llevarte a las situaciones mas extremas.
    Connor fue lo mas hermoso que la vida me ha regalado despues de tanto sufrimiento. Sin embargo, tambien es el recuerdo mas doloroso de mi regreso, porque me enseno que podia dejar los miedos atras para atreverme a amar, y luego destrozarme el alma con su engano.
    Londres es mi Infierno personal, hay personas que desean verme muerta. Regreso para luchar por todo lo que me han quitado, di un rebote y sane aquellas heridas que mi corazon se negaba a cerrar.
    Mi resilio no es mas que mi hija y la vida que deseo vivir junto a ella, porque deje ir a mis demonios para amar lo unico que me hace sentir viva.

  • Latidos de una bala de Alexandra Roma

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    Berta viaja a Napoles con sus dos mejores amigas para practicar italiano. Esa es la excusa. El verdadero motivo es pasear en esas calles llenas de adoquines hasta no sentir los pies, comer pizza hasta que le duela el estomago y banarse en el Mediterraneo hasta que se le arruguen las yemas de los dedos.

  • Hueles a lluvia de Dona Ter

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    Agotada. Felizmente agotada. Asi se sentia Chloe cuando salio del edificio donde habia pasado el dia trabajando. Reunion tras reunion. Era lo que menos le gustaba, ella preferia el trabajo de campo, de laboratorio para ser mas exactos; el resto era pura obligacion que siempre esperaba hasta el ultimo momento para hacerla. Lo suyo eran las esencias, la burocracia no le inspiraba nada. Saco el telefono y se puso a revisar los mensajes y llamadas, solo levanto la cabeza para fijarse en que habia un taxi parado frente a ella. Abrio la puerta y se subio en el. Estaba tan despistada, algo que su madre le recriminaba desde nina, que ni se dio cuenta que el taxista no espero a tener un destino para perderse entre las callejuelas de la ciudad. Otro problema que su progenitora le recordaba continuamente, dejarse llevar y no ser consciente de lo que pasaba a su alrededor. Cerca de ella, una melodia distorsionada, y bastante mal afinada, la hizo reaccionar. --Perdone, pero no recuerdo haberle dicho a donde quiero ir --advirtio Chloe al volver a la realidad pero sin despegar los ojos del telefono. Estaban parados en un semaforo, y a pesar de la llovizna, un ciclista estaba parado junto a ella apoyandose en el cristal y canturreando una cancion. Le parecio que era un villancico, un aviso en forma de cancion de la epoca en la que estaban. No habia mas hojas en el calendario, otro ano mas que pasaba, pero ese habia sido tan especial que aun le costaba reaccionar y asimilar todo lo ocurrido. --Lo se, pero se donde llevarla. Esa voz eclipso a Chloe, sin ser consciente, sus labios esbozaron una sonrisa, cerro los ojos y su mente se perdio en los recuerdos. Dos anos antes. Nervioso y loco. Sobre todo un "loco chiflado" es lo que se repetia una y otra vez Paul, sentado en su taxi esperando en la calle frente a un hotel. En lugar de aprovechar el mal tiempo que hacia aquel domingo por la tarde de mediados de marzo en Paris y hacer algo de dinero, sobre todo llevando a turistas que no querian mojarse, el habia decido esperar alli sentado. Creia en las casualidades, pero tambien que a veces hay que provocar la situacion para que ocurran. Por eso estaba alli, "esperando" su oportunidad. El amor incita a hacer locuras, eso todo el mundo lo sabia, fueran, o no, creyentes de Cupido; ademas estaba en la Ciudad del Amor, ?que se podia esperar? Que ocurriera, era solo cuestion de tiempo y parecia que habia llegado su momento. Tentado estuvo, pero aun no lo habia hecho, de llamar a su hermana Marion y contarselo. Ella, que con sus veinte anos era un romantica de libro, ella que creia ver amor, miradas dilatadas, almas de colores buscando su gemela en cada hombre que se cruzaba, estaria entusiasmada de que por fin el hubiera sucumbido. Refunfuno para si mismo, pero una sonrisa ladeada escapo de sus labios. Si hasta se habia puesto una camisa, que habia planchado instantes antes de salir de casa, lo nunca visto. El que era de camisetas con todo tipo de logos y colores, el de tejanos y zapatillas, el que lo de afeitarse era algo semanal y no ir a cortarse el pelo hasta que no le tapaba los ojos... se miro en el espejo del retrovisor como si con ese gesto pudiera ver algo que no hubiera visto en los ultimos veintiseis anos... Sabia que no era feo, pero tampoco un hombre irresistible. Era alto y delgado, pero no porque se privara ni machacara su cuerpo en gimnasio, habia nacido asi. Moreno, ojos verdes, nariz un poco aguilena, cara cuadrada, labios gruesos... nada resaltable, un conjunto de lo mas banal. Marion siempre le recordaba que no esperara que las chicas se le tiraran encima a la primera, "tu tienes "charme" ese encanto para seducirlas cuando te conocen, y esa es tu arma, porque luego no querran soltarte". <>, se repetia Paul, pero la sobrecarga adrenalina que llevaba desde el viernes le hacia sentir de algun modo mas vivo y con ganas de seguir esa aventura. Todo habia empezado el viernes noche cuando sobre las ocho habia acompanado a una chica desde la estacion de Montparnasse hasta su hotel en la zona de le Marais. La gente no presta atencion a lo que dice en un taxi, hablan por telefono como si estuvieran solos, detalles que frente a un desconocido nunca se les ocurriria hablar, alli dentro, parecian olvidarlo. Habia escuchado de todo, cerrar temas espinosos de contratos, citas clandestinas, peleas, palabras de amor, donde esconder las llaves o hasta la clave de ordenador de oficina... Todo ello era lo que habia llevado a escoger ese trabajo. Paul tenia una libreta siempre a mano, donde iba apuntando algunas frases, anecdotas. La inspiracion nunca sabia por donde podia aparecer. Y la chica de aquel viernes era todo un enigma. Habia algo en aquella mujer que cada vez que pensaba en ella le era imposible no suspirar como un adolescente. Desde que se subio al coche y la vio deshacerse el panuelo que llevaba en el cuello, sus ojos se habian quedado prendados por la sonrisa que ella le ofrecio al darle la direccion del hotel. El telefono de la pasajera sono y Paul se obligo a mirar hacia delante y hacer su trabajo. Con mas interes que otras veces, presto atencion a todo lo que ella decia mientras contestaba la llamada. Era una tal Annette, pronto entendio que era una amiga. En un viaje de media hora escasa, sabia que sus abuelos se habian ido a Benidorm en busca del sol y le habian dejado a ella a Coco, un loro parlanchin que tenia prediccion por Edith Piaff y desde entonces en casa solo se oia a la reina de la musette [1]francesa. Que esa misma manana se habia peleado con el que imaginaba era su novio, un tal Rene, el habia esperado hasta el ultimo momento para decirle que no la acompanaba en su viaje a Paris, y ella, harta de harta de tanta discusion, habia decidido poner fin y con palabras texturales "ir sin equipaje a la ciudad del amor". Y alli estaba el ahora, apurando el segundo cafe, ya frio de aquella tarde. Un paquete de galletas ya vacio tirado sin miramientos sobre el asiento del copiloto, junto a una libreta... y la musica de la radio sonando bajito para que no le impidiera pensar y afectara a sus frescos recuerdos. En la conversacion le recordo a Annette la hora exacta de llegada para que la fuera a buscar a la estacion, las nueve y treinta y seis minutos. Eso, junto el comentario "al pasar por Poitiers he saludado con la mano como me dijiste, aunque dudo que tu madre me viera" y algo sobre una patisserie [2] llamada David y sus famosos eclairs que no tenian nada que envidiar a las conocidas pastelerias parisinas eran las pistas que aquella noche utilizo Paul en su casa para descubrir de donde era la chica y a que hora salia su tren. "!Burdeos, te encontre!, Grito feliz." Cuando la vio salir, el corazon le empezo a bombear con rapidez, igual que un sabueso detras del maldito hueso de plastico, levanto los brazos en senal de victoria, ni que hubiera ganado la Champions. Se planteo hasta cambiar de oficio. No se le daba tan mal ser espia. Puso la luz en verde y se acerco a ella. Verla de nuevo fue una confirmacion que la espera habia valido la pena. No sabia como describirla, el era un hombre, solo llegaba a decir que llevaba el mismo chaqueton rojo y los zapatos de tacon del mismo color del viernes. Solo se le ocurrian palabras como elegante, sensual, preciosa. Siguio con precision cada paso de ella, el bamboleo sensual que hacia al caminar hacia el, completamente ignorante de los ojos hambrientos con los que Paul la observaba. Se bajo de un salto y abrio el maletero para guardar el pequeno equipaje que ella llevaba. --A la estacion de Montparnasse, por favor --dijo Chloe antes de resguardarse en el interior, se la quedo mirando absorto aun pensando en la suerte que habia tenido. Vale que el habia ayudado un poco a que se diera "esa" casualidad, ya que llevaba mas de dos horas frente a aquel hotel esperando que ella saliera, pero habia merecido la pena. Se sento y se dio cuenta de lo nervioso que estaba, hasta le temblaba una poco la mano cuando la puso en el cambio de marchas y emprendio el camino. --Maldita ciudad, estoy empapada --dijo buscando algo en el bolso. El sin anadir nada le entrego una caja de panuelos. No podia apartar los ojos de ella, estaba preciosa asi despeinada, mojada. No era la primera vez que alguna mujer aprovechaba el trayecto para maquillarse, pero para Paul, verla secarse la cara, peinarse un poco con los dedos y como remate sacar un pintalabios del bolso y pintarse los labios fue lo mas sensual que habia visto nunca, tanto como para sentarse mas erguido y recolocarse la camisa tirando de ella hacia abajo. Era preciosa, sexi. Media melena morena y algo ondulada que envolvia una cara pequena en forma de corazon, lo que mas resaltaba era sus ojos. Una mirada verde marina, grande, limpia, atrayente. El taxista no podia apartar los ojos de aquellos labios ahora rojos pasion, pasion que despertaba en el aquella boca de pinon. Sin hacer referencia a un cuerpo menudo pero con unas marcadas curvas que le hicieron hervir la sangre. Ella, ajena a los pensamientos de el, habia perdido la vista en la ciudad que un cristal cubierto de lluvia dejaba entrever. --Espero que no vaya con el tiempo justo, entre que es domingo por la noche y la lluvia esto es un caos. --No, lo imaginaba y voy con margen. Ademas el viaje ha resultado nefasto. --?No le ha gustado Paris? --pregunto el, feliz de poder empezar a hablar con ella, nada le apetecia mas. --La ciudad es preciosa pero me voy con las manos vacias. --?Venia con el o pensaba encontrarlo aqui? --No sabia porque le habia preguntado eso, pero queria saber todo de ella. --?El que? --inquirio ella sin entenderle. --El amor. --Era un tema de recurso para un taxista de Paris. --?Perdon? --dijo y antes de que pudiera contestarle le dejo claro que si que habia entendido-- No, se confunde. --?Y entonces a que ha venido? --insistio. Levanto un poco la vista, lo suficiente para verla a traves del retrovisor, parecia molesta y eso lo inquieto. --Por lo que se ve a darle conversacion a un taxista --contesto sin pensar. Una vez dicho se dio cuenta de lo mal que habia sonado y lo poco educado de la misma. Tanta espera tenia que valer para algo mas... aunque tenia que reconocer que le gustaba que no se lo pusiera facil. <> se dijo Paul. --Perdone, solo intentaba hacer mas ameno el viaje --se justifico... pensando en que decir para seguir pudiendo hablar con ella. Pero nada se le ocurria. --He venido buscando un olor --le informo Chloe al cabo de unos minutos. --Un olor... ?en la ciudad? --Estaba sorprendido. --Soy, o mejor dicho, quiero ser perfumista. Acabo de terminar Ciencias Quimicas y para entrar en Givaudan, la mejor escuela del mundo de perfumistas, tengo que dar con una excelente idea para la presentacion... --?Y que esperaba encontrar exactamente? Croissant, cafe, curry, especias, pis, y otros excrementos, humo, contaminacion... no veo yo donde esta esa inspiracion para un perfume... --Queria plasmar el olor del Paris nostalgico, el que todos los romanticos le venga a la memoria al pensar en la ciudad del amor. El Paris que inspiro a tantos artistas de la pluma como Hemingway, a los de pincel como Dali, a los de la alta costura... queria esa inspiracion... un perfume son emociones, son recuerdos...

  • Mi algo maravilloso de Jill Barnett

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    La tomo por todo lo que alguna vez conocio, le pidio que confiase en el, cuando mas necesitaba alguien en quien confiar, y ella le siguio con el corazon, sin saber que poseia un secreto oscuro que podia apartarlos.

  • El Laberinto Griego de Manuel Vazquez Montalban

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    Pepe Carvalho, investigador privado, recibe de una extrana pareja francesa, Claire y Lebrun, el encargo de hallar el paradero de Alekos, el marido griego de Claire, un griego fugitivo del amor de la muerte. Mientras recorren los antiguos barrios industriales de la Barcelona preolimpica en busca del oscuro personaje, el corazon de Carvalho sucumbira ante la belleza inalcanzable de Claire. Paralelamente otras dos mujeres tambien buscan al hombre de su vida, y una de ellas, Charo, acaba convirtiendose en el principal personaje, aunque ausente, de una novela dedicada a la irracionalidad del amor.

  • Seras mi luz siempre de Luna Duenas Jaut

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    Apasionante romance que apasionara a sus lectoras, con unos personajes maravillosos y una prosa fantastica.

  • Sangre de Clara Penalver

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  • Cinco minutos de Faith Carroll

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    --No puedo creer que me hayas convencido para venir aqui. Elyse arrugo la frente cuando, a su lado, un chico empezo a vomitar en los arbustos. En todo el campus eran conocidas las fiestas salvajes de la fraternidad Gamma Kappa, un grupo de chicos que se unian bajo el lema de "Diversion, sexo y hermandad" y no tenian reparos en cumplirlo a rajatabla. Ella llevaba dos anos en la universidad y no sentia predileccion por esas fiestas. Sin embargo, su amiga Eva parecia haber estado sonando con ir a una desde hace meses. --Me la debias, Elyse--dijo ella. Eva era su unica amiga, con la que compartia muchas horas de clases. Al contrario que la morena Elyse, la chica tenia una envidiable melena rubia que llamaba la atencion de muchos chicos. Y esta noche no era una excepcion. Cuando entraron en la fraternidad, el olor a cigarrillos y alcohol era evidente. No eran las unicas chicas, aun asi estaban en minoria. Un par de ojos masculinos se detuvieron en el vestido de la rubia, sobre todo en la parte de su escote. Otro lo intento con el trasero de Elyse, enfundado en un apretado short tejano, hasta que ella le asesino con la mirada. --Es la ultima vez que dejo que me cubras--dijo Elyse. Esa semana no habia podido terminar el trabajo de una de las asignaturas que se le atravesaba por lo que opto por perder una clase. Eva habia confirmado al profesor lo enferma que estaba su amiga, era tan creible cuando se lo proponia que, al dia siguiente el profesor se habia acercado a la morena, preocupado por su salud--. No merece la pena. --No seas tan sosa y disfruta--respondio Eva, soltando una sonora carcajada--. Los chicos invitan a las cervezas, hay buena musica y es viernes. ?Que mas necesitas? Espera... ya lo se. !Un buen polvo! El rostro de Elyse se contrajo. Miro a su amiga con seriedad, no era un buen momento. Todavia no. --No estoy para eso --dijo, casi bufando. Eva la entendio, no por algo ella habia sido su pano de lagrimas esos dias. --Alex es un cretino. El decidio dejarte, asi que no le debes nada y mucho menos un tiempo de celibato por el. --No es por el, soy yo --dijo Elyse, incomoda. Habia venido a divertirse, aunque ese no fuera su ambiente se sentia capaz. Pero con el recuerdo de ese desamor, las cosas empezaban a torcerse. Eva se dio cuenta, sin previo aviso le dio un cachete en el culo que la hizo saltar mientras ella se reia y varios chicos las miraban, cachondos. --Un clavo saca a otro clavo, te lo digo por experiencia. O, en este caso, mejor deja que el clavo entre. La chica le dio un punetazo suave al hombro. La habia hecho sonreir con sus insinuaciones obscenas, lo necesitaba. Llevaba con Alex desde el instituto, primero como amigo hasta llegar a mas. Poco a poco, con gestos y detalles romanticos la habia enamorado. Alex era un buen chico, todo lo que ella deseaba. Elyse no creia en las peliculas Disney; eso no quitaba poder pensar que habia encontrado al amor de su vida. Pero el no tenia la misma idea. Quizas su amiga tenia razon. No le debia nada a nadie asi que se atuso su camiseta de tirantes con la imagen de un gatito pequeno con gafas hipster y se adentro en la fiesta. Tal como habia dicho Eva, en esa fraternidad tenian la costumbre de ocuparse de que las mujeres tuvieran en la mano siempre algo de beber. Ellas no eran tontas, sabian las razones por lo que controlaron sus bebidas, bebiendo poco a poco. La musica era buena, las chicas se fueron relajando, incluso Elyse aprendio a ignorar a los borrachos y el olor, riendo y bailando con su amiga. Eva la cogio y la hizo dar vueltas alrededor de si misma, mareandola. Elyse le siguio el juego entre risas, hasta que sus miradas se cruzaron. No podia ser. El no. ?Que diablos hacia Keith Durham ahi? Elyse se paro de golpe, arrastrando consigo a su amiga que casi se da bruces con ella. Se recompuso en sus altos tacones y miro a su amiga. --Eh, ?hola? --Eva movio la mano frente a su cara pero nada--. Elyse, ?estas bien? --?Que? --dijo ella, volviendo a su mundo. Su amiga la miraba, extranada y sin entender nada. Pero Elyse estaba pendiente de otras cosas en su mente. No, era imposible. Un tipo como Keith no hubiera llegado a una universidad tan prestigiosa como esta, era pura casualidad. --Parece que hayas visto un fantasma --dijo Eva, mirando al rincon. Por suerte para la chica, habia dos universitarios mas por lo que no podia saber a quien miraba ella--. Siento que me pierdo algo. --No pasa nada, fue un mareo. De verdad, confia en mi. Eva no las tenia todas consigo, aun asi siguio a la chica hasta una mesa donde se unieron a una partida de cartas. Elyse busco el sitio que no le permitiera ver al joven de pelo negro que tanto se parecia a aquel amor estupido. Lo que no podia saber es que esos ojos azules estaban fijos en ella. ** Keith la habia visto antes que ella a el. Ver la cara de sorpresa al reconocerlo le provoco un sentimiento de orgullo que oculto bajo una capa de indiferencia. Nunca sabia como actuar frente a esa joven de melena color chocolate y sonrisa perfecta. Y le recordaba, despues de ese tiempo. Bueno, el se habia ocupado de crear una marca imborrable en la vida de Elyse Miller. Aunque, puede que no fuera buena idea volver a verse. Ella le odiaria. A no ser que aquello estuviera olvidado. --?Algo interesante, Durham? --Nathan, su amigo, se apoyo en sus hombros, colgandose en busca de la nueva presa de Keith--. Si no te convence me la quedo yo. Y, a todo esto, ?a quien miramos? --?Ves la chica del gato? --senalo con disimulo hacia Elyse--. Fuimos juntos al instituto. --Oh, vaya. ?Te la tiraste? --No. Le hice la vida imposible. --?Pegabas a las ninas, Durham? Eras un cabron. --No era eso, imbecil --dijo Keith empezando a sentirse ofuscado. No le gustaba recordar mucho esa epoca. Con diecisiete anos Keith era el adolescente de pelo negro y revoltoso que vestia cadenas y camisetas de sus grupos de punk acido mientras, gracias a su estilo y el respeto que obligaba a que todos le tuvieran, se maquillaba los ojos con delineador sin que nadie le insultase por ello. Se convirtio en ese joven en el que nadie confiaba, siendo reciproco. No tenia ninguna razon para ser asi: sus padres le trataban bien, no cargaba tras sus espaldas una mochila de abusos, dolor o humillacion. Sin embargo, sentia como si nadie le entendiera. Era demasiado joven y estupido, asi se definia el chico de ahora. Sabia la suerte que habia tenido en encauzar su vida antes de que su fama de rebelde sin causa tuviera una base policial, gracias a una sustanciosa beca habia llegado a la universidad. E iba a sacar su carrera, por los disgustos a su familia, con el sudor de su frente. Pero verla alli le recordaba lo unico por lo que no se pudo retractar jamas. Habia estado enamorado de Elyse Miller desde el primer dia que habia llegado a su instituto. Era todo lo contrario a el: Una chica dulce, alegre, con una vision mucho mas positiva de la vida que el. Ella le habia sonreido mientras caminaba por el pasillo en busca de su sitio. Keith se prometio que hablaria con ella, que la haria recordarle. Solo que no supo como. Y ahi, la cago. Por completo. --Entonces, ?me la puedo pedir? --?Que? --dijo Keith, tardando en asimilar lo que su amigo acababa de decir-- No, claro que no. Grito sin darse cuenta, llamando la atencion de los companeros mas cercanos. Su corazon se paro, rezando para que la joven no formara parte de ellos. Pudo respirar tranquilo cuando la vio continuar a lo suyo, jugando a las cartas con otra chica y dos de la fraternidad. --Vale, era una broma. No te pongas asi, tigre --dijo su amigo dandole un golpe en la espalda. --Me pongo como me da la gana --gruno, provocandole una risotada mas fuerte. Nathan dio un sorbo largo a su cerveza y dejo el bote en una mesa cercana. Conocia a su amigo y sabia mejor que el cuando necesitaba un pequeno empujon. --No te preocupes, tu amigo Nathan esta aqui. Voy a ayudarte a sacarte esa espinita. --Nathan, no --le advirtio su amigo. Palabras fatuas para un chico borracho--. No es asunto tuyo.

  • De las cenizas renaceras de Laura Marquez Garcia

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    Lo que parece haber sido una noche demasiado larga de la que Marta no recuerda nada, se convierte en el inicio de la busqueda de su pasado, un pasado que parece haber sido borrado de su memoria como por arte de magia. Las situaciones que va viviendo durante esa busqueda le van recordando fragmentos de un pasado que poco a poco debe ir uniendo, como las piezas de un puzle, para llegar a descubrir el origen de todo. Por el camino, Joaquin, un autentico desconocido que se ofrece a ayudarla, jugara un papel muy importante.Narrada en flashback, la historia te sumerge en la mente de Marta para conocer en primera persona como fue su juventud, su primer amor, su amor verdadero, el peor acontecimiento y la peor perdida de su vida y como lo supero para renacer de las cenizas.

  • Todo por perdido de Jennifer Capdevila

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    Tras el accidente, Arianna no se acuerda de absolutamente nada de su vida pasada. En su mente, ni Aidan, ni Ian, ni Nathan existen. Aidan se siente culpable de lo que le ha pasado a Arianna e intentara por todos los medios posibles volverse a hacer con su corazon, pero ella no se lo pondra facil. Arianna creara un rechazo automatico hacia Aidan, poniendole muy dificil acercarse a ella y volver a conseguir que le quiera. En cambio, Dylan se convertira en su mayor aliado, su tranquilidad y su dulzura haran que Arianna se aproxime mas a el y ponga una barrera imposible de atravesar por Aidan. El mundo idilico que crearon juntos se ha tambaleado y resquebrajado. ?Conseguira Arianna recobrar la memoria antes de que Aidan tire la toalla?

  • TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE de Sabina Rogado

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    Una pregunta que Alexia le hace al que sin ninguna duda es el amor de su vida…
    Una respuesta que no es la esperada…
    Y una decision que hara que todo cambie, en la particular historia de dos jovenes, que no saben muy bien como llevar la historia de amor en la que estan envueltos…
    Asi comienza TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE. Una historia en la que Robert no estara dispuesto a consentir que nadie, (ni siquiera la unica mujer que ha logrado llegar hasta su corazon), irrumpa en su vida poniendola patas arriba despues de atreverse a formular una pregunta que nunca debio hacer, dando lugar a un empeno desmesurado de establecer unos limites infranqueables que no estara dispuesto a permitir.
    Y por la otra parte, una Alexia realista, intentara afrontar el tipo de relacion que Robert esta dispuesto a ofrecer (sin compromisos de ningun tipo), para finalmente tomar una decision trascendental, y que posiblemente sea la mas dificil de su vida, y que hara, sin ella pretenderlo, que todo vuelva a cambiar a raiz de la dura decision.
    Si crees en el amor y en los finales felices, sin ninguna duda TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE es tu novela…
    ?Te atreves a leerla?

  • Neuroeducacion de Francisco Mora

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    ?Que es la NEUROEDUCACION? ?Se puede hablar de NEUROEDUCADORES, una nueva profesion?

  • Sentencia de pasion de Marta De Diego

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    Brendam, un exitoso abogado, que no cree en los compromisos y disfruta de la vida. O al menos eso cree el.
    Laura, exitosa abogada, que lleva una vida sexual activa, pero no de un modo tradicional.
    Una noche, un incidente, un beso de agradecimiento.

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • el ultimo invierno de Encarna Bernat

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    Castillos de tristeza habitados por fantasmas. Cunas repletas de olvido, mares construidos a base de lagrimas desbordantes de dolor, llanto de viejos… Habitadas en su interior por espectros, almas atrapadas en el pasado, cuerpos que ni siquiera son la sombra de lo que han sido. Frio, mucho frio y soledad, una inmensa y exasperante soledad llenan los dias de los que alli habitan. Te busco entre todos los rostros llenos de amar gura, de arrugas que fueron instalandose por todo el cuerpo. Manos temblorosas, voces apagadas... Miro los cabellos plateados, busco acaso un gesto, cualquier detalle, un perfil. Pero no te encuentro y me desespero, porque veo ojos sin vida, y me miran implorando que llegue el final o acaso una alegria, algo que para bien o para mal, cambie sus vidas y los saque de esta brutal monotonia. Observo sus caras llenas de sufrimiento y mi desespero aumenta porque no te veo. Entonces contribuyo a hacer que ese inmenso oceano de lagrimas crezca un poco mas, y resbala por mis mejillas un llanto inconsolable. Comprendo que te he perdido, porque aunque te vuelva a ver se que no me reconoceras, y si lo haces, sera tan solo un instante. Se que no tendre tiempo de decirte nada, y te habras marchado para siempre, si no lo has hecho ya. Encarna Bernat Aquella manana la television anunciaba que la ciudad de Milan amanecia cubierta por un gran manto blanco de nieve. En Florencia, donde yo me encontraba, en cambio, se esperaban fuertes lluvias para el resto de la semana. En aquel momento aquello era la noticia del dia, junto al descenso tan brusco de las temperaturas. La enorme avenida era un ir y venir de gente, un mar de caras donde todas las personas a las que veia caminaban abrigadas y con prisa de llegar a donde quisiera que fuesen. Por suerte para mi, era un domingo, no necesitaba salir a ninguna parte. Algo que por otro lado agradeci. Una vez mas, me sentia un ser privilegiado. Fuera debia de hacer un frio espantoso, el cristal se empanaba con mi respiracion y la calefaccion estuvo funcionando toda la noche. Tenia que corregir unos trabajos de la facultad, era una maravilla poder trabajar en casa. El destino me habia llevado hasta alli, hasta aquella ciudad a la que tanto queria y de la que me enamore desde el primer momento en que pise su suelo anos atras. Florencia tenia magia. Podias pasear por sus calles y respirar el arte por donde fueras, sentirlo alla donde posaras la mirada. Apague la television y me puse musica, esta vez elegi a Chopin. Me relajaba escuchar las notas de su piano mientras corregia. En aquel momento, lejos de Espana, lejos de todo, me sentia tranquila. Era un dia cualquiera, en una vida cualquiera como tantas otras. No tenia nada de especial pero durante mi estancia en Florencia, en el poco tiempo que llevaba, me sentia bien dentro de mi rutina. Tenia mi orden establecido. El apartamento que alquile, al principio de llegar, estaba cerca de la facultad, lo que suponia una ventaja para mi. Coloque una taza de cafe bien caliente sobre la mesa de trabajo despues de vestirme con ropa informal, queria sentirme comoda. Sentada en la butaca comence a leer las recensiones de la asignatura de Arte de segundo curso; el tema era libre, solo pedia que estuviera relacionado con la pintura. En caso de ser italiana, la epoca que pedia era el Renacimiento; tambien les di la opcion a mis alumnos de poder escoger algun pintor espanol. Cuando llevaba ya un buen rato sumergida corrigiendo trabajos, me quede sorprendida. De entre todos mis alumnos solo uno de ellos habia hecho el trabajo sobre Velazquez, el titulo era <>, de Kiara Carrici. Aquel trabajo llego a mis manos, y hubiera sido uno mas, si ese no fuera el titulo de mi tesis doctoral. Respire hondo y me quede mirando las letras como si intentara buscar un significado a todo aquello. Aquel trabajo, que ahora tenia ante mis ojos, me habia devuelto a una realidad hasta entonces casi olvidada para mi. El escrito era de Kiara, una de mis mejores alumnas. Pasaron unos minutos y volvi a la realidad sintiendo las lagrimas resbalar por mis mejillas. La musica seguia sonando, me quede pensativa. La vida continuaba. Nada se habia detenido, ni en aquel momento ni en ningun otro. Fuera, en la calle, la lluvia persistia, cada vez lo hacia con mas fuerza, golpeando constantemente los cristales. La avenida era un ir y venir de paraguas, predominaban los colores tipicos de aquellos dias de frio tan caracteristicos, el marron, el gris y el negro sobre todo. Atras quedaban los dias de primavera donde todo se engalana, las gentes con colores llamativos, los escaparates, hasta el cielo se vestia de un azul mas intenso en aquella epoca del ano. La ciudad entera se llenaba de vida e invitaba a caminar por cualquier calle y disfrutar de la buena temperatura. En cambio, ahora parecia adormecida o recien acabada de levantar. Los dias son mas oscuros en invierno, la gente sonrie menos. ?Que habia sido de mi vida? Por primera vez en mucho tiempo me di cuenta de lo deprisa que pasa todo; cuando nos parece que el dolor se va a instalar para siempre en nuestras vidas, y en cierta manera asi es, te das cuenta de que ya todo ha pasado y de que nada volvera a ser igual que antes. Llevaba ya unos meses en Florencia y ver el trabajo de mi alumna sobre la me s a me hi z o p e n s a r , me hi z o r e c o r d a r l o q u e v i v i p o c o a nt e s d e d e j a r E s p a na ... Todas las mananas subia al tren que me llevaba de camino a la ciudad, para mas tarde coger el autobus con objeto de llegar hasta la universidad. Recuerdo las mananas de invierno de pie, esperando a que llegara la locomotora que me llevaria a otra provincia, lejos de mi ciudad. Recuerdo los madrugones para poder asistir a las clases que tenia a primera hora. Mi universidad tenia buena fama en cuanto a su nivel academico. Y asi, el tiempo que duro mi formacion universitaria, dia tras dia, mi vida transcurria entre la estacion de tren y la facultad, donde pasaba casi todo el tiempo entre clases, trabajos y tutorias, con las pertinentes colas en la puerta del despacho del profesor de turno. El ferrocarril siempre me ha hecho recordar cosas que, si bien nunca he olvidado, han permanecido bajo el efecto de la ensonacion. Le recuerdo como si fuera ayer mismo. Sobre todo, cuando escucho el sonido de algun tren en la lejania acercarse hasta mi. Le recuerdo de pie con el silbato en sus grandes y fuertes manos. Su uniforme siempre impecable. Mis padres tuvieron que cambiar de ciudad por razones de trabajo, asi que las vacaciones las pasabamos con mis abuelos maternos. Recuerdo el olor a aceite de oliva impregnando toda la casa, la tibieza de aquellos cuerpos cargados de anos, !con que amor y con que ternura nos abrazaban cuando llegabamos! Todo se llenaba de risas, de alboroto infantil. Pasar las vacaciones con ellos era como visitar otro mundo, acostumbrada como estaba yo a vivir en la ciudad. Alli todo cobraba nuevas dimensiones. La vivienda de mis abuelos era la tipica casa valenciana, tenia dos alturas, a mi me parecia que era la mas grande y bonita del pueblo. Cuando llovia, mi abuela solia poner una madera para que el agua no de colase adentro. Mi abuelo trabajaba en los ferrocarriles, era capataz. Nos decia, sin nosotros comprender el significado, que preferia el humo a la escarcha. Con el tiempo supe que cuando nevaba, y en Baneres por aquel entonces nevaba mucho, el tenia que salir con sus trabajadores a despejar las vias para que el tren pudiera pasar sin ningun tipo de problema. Le recuerdo con el rostro serio, pero aunque estuviera cansado, siempre tenia una sonrisa para mi y yo lo queria, no solo por eso sino por muchas cosas mas. Siempre que iba al pueblo a pasar unos dias con ellos, al doblar la esquina, alli estaba el esperandome con una enorme sonrisa dibujada en la cara. A mi me parecia que aquella sonrisa llenaba todo mi universo infantil. Que la calle se hacia mas grande cuando le veia frente a mi, sonriendo. Llego el dia en que no habia nadie. Nadie aguardaba mi llegada en la esquina como siempre. Entonces me di cuenta de que nunca mas volveria a verle. Y aquel dia, simplemente me hice mayor. Supe lo que aquello significaria a partir de ahi en adelante en mi vida. Desde entonces, cada vez que subo a un tren no puedo evitar acordarme de mi abuelo, de todo lo que me enseno, de lo mucho que aprendi a su lado.

  • Algo mas que un deseo de Rocio Perez

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    Carol no penso que, debido al viaje de luna de miel de su mejor amiga, su instinto maternal se despertaria con tanta fuerza que no podria quitarse de la cabeza la idea de ser madre. Una vez decidida a dar el paso, solo una cosa tenia clara, y era que queria hacerlo sola. Pero. ?que pasara cuando el dueno de sus fantasias se oponga y quiera compartir algo mas que un deseo?
    No te pierdas esta historia en la que las risas y el amor estan asegurados. Enamorate de Mark y rie con Carol mientras cautivan tu corazon.

  • Recuerdos del pasado de Chris Razo

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    Huir de una vida pasada y de unos recuerdos dolorosos, nunca fue tan complicado.
    Triana, decide cambiar su vida radicalmente y empezar de cero. Lo que no imagina es que, de la manera mas inesperada, el amor volvera a ella, porque este, siempre lo hace sin llamar.

  • La fragilidad de un corazon bajo la lluvia de Maria Martinez

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    Es duro aferrarse a un sueno. Lo hice durante mucho tiempo, y nunca deje de creer que debia de haber algo mejor que aquella vida erratica por la que mi madre me arrastraba. Lo habia. Lo descubri a los doce anos. Cuando estaba a punto de rendirme. Cuando ya habia dejado de esperar. Llegue a un lugar en el que encajaba. Poseia todo lo que siempre anhele: luz, calor, risas, momentos extraordinarios… seguridad. Y ellos. Sobre todo, ellos. Deje que abrieran la caja donde habia guardado mis latidos, mis palabras y la esperanza, recubierta por una fina pelicula de polvo. Confie y me deje llevar, permiti que alimentaran mis suenos. Cruce al otro lado del espejo, creyendo que alli todo seria eterno. No lo fue. No salio bien. Termino, y lo unico que aprendi de aquel tiempo es que hay personas que nacemos para ser abandonadas. Antes o despues, siempre acaba pasando. Se deshacen de nosotros. No importan las promesas. Es tan facil incumplirlas como lo fue pronunciarlas. <> Cuanto dolor pueden causar esas cinco letras, hasta que descubres que no existen tiritas ni medicinas para calmarlo, y solo puedes protegerte de el. Evitar esa sensacion de abandono, cuyo unico tratamiento es el olvido. Un olvido meticuloso y selectivo. Esa certeza me transformo y cambio mi forma de relacionarme con los demas. Aquel dia, sentada frente a Eliza, aun no era consciente de hasta que punto habia desaparecido dentro de mi propio cuerpo. Ni de que los ultimos ocho anos solo habian sido una sucesion de dias, semanas y meses sin mas trascendencia que el simple paso del tiempo. Porque el tiempo habia pasado y yo no. Mis miedos se habian transformado en cadenas invisibles a las que me acostumbre sin darme cuenta. No hacer nada era mejor que arriesgarse, avanzar o cambiar. Mejor que abrirse, confiar e ilusionarse. Porque, si solo me limitaba a ser, las posibilidades de descubrir cual era esa tara que me hacia tan prescindible en la vida de los demas se reducian bastante. Apenas recuerdo como empezo ese dia. Podria haber sido un dia mas. Un martes cualquiera como tantos otros. Pero no lo fue. Tuve que perderlo todo para darme cuenta de que nunca habia tenido nada. Que para poder avanzar, debia retroceder. Para encontrarme, debia perderme de nuevo. Un martes cualquiera --Deberias decirle algo --me susurro Eliza--. El diseno es tuyo y mereces que se reconozca tu talento. Esa mujer se lleva todo el merito, mientras tu vives a su sombra y nadie sabe que existes. Me humedeci los labios, incomoda, y pasee la vista por la gente que abarrotaba el restaurante espanol en el que comiamos un par de veces a la semana, a medio camino entre mi trabajo y la floristeria de Eliza. Esa misma manana, mi jefa habia presentado el nuevo logo para una discografica independiente neozelandesa. Mi logo. Mi diseno. Del que se habia aduenado sin ningun reparo, otra vez. Llevaba tres anos aguantando aquella situacion, esperando un contrato como disenadora que no llegaba nunca, malviviendo como una estudiante becaria en practicas indefinidas. Tres anos, nueve campanas que habian funcionado gracias a mis ideas y mi trabajo. Por las que habia sacrificado tantas cosas. Sin embargo, para el mundo yo solo era la chica que servia cafes, tomaba notas y hacia los recados. Sabia que Eliza tenia razon. La culpa era mia por permitir que Veronica se apropiara de mis obras. Al principio, porque valoraba mas la experiencia que iba adquiriendo y las perspectivas de futuro que danzaban en mi horizonte una vez que me licenciara. Ahora, porque esa mujer era el Demonio y, si me marchaba sin su consentimiento, ya podia olvidarme de volver a trabajar en el sector. Tenia mucha influencia en el mundillo y frustraria cualquier oferta que pudiera recibir. --Tu jefa es una bruja. --Lo se --admiti. Veronica era una mujer muy complicada y dificil de tratar. No brillaba por su comprension ni su simpatia. Era fria y, en ocasiones, muy despotica. Por suerte, yo nunca habia sido el objetivo de sus arrebatos. El truco consistia en no abrir la boca, entregar el trabajo a tiempo y darle siempre la razon. --Podrias dejarla en evidencia y que sus clientes descubrieran la verdad. --Dudo de que mi palabra sea suficiente para convencer a nadie --replique. Di un sorbo a mi cafe--. Necesito el dinero, Eli. No puedo permitirme perder este trabajo. --?Y vas a conformarte sin mas? --Yo no he dicho eso. Solo que debo esperar un poco, antes de tomar otras medidas. --?Como cuales? --Ahora que conozco todos los entresijos, montar mi propia agencia de publicidad seria una opcion. --?Y por que esperar para eso? Andrew podria echarte una mano. Las cosas le van bastante bien. Sonrei sin poder ocultar lo orgullosa que me sentia de el. Tras graduarse en la universidad, se habia arriesgado a crear su propio negocio. Desarrollaba aplicaciones para telefonos moviles y en el ultimo ano habia logrado posicionarse entre las empresas mas punteras del sector. --Ya sabes lo importante que es para mi no depender de nadie, y menos de Andrew. --No creo que aceptar su ayuda te convierta en una mujer dependiente. Llevais dos anos viviendo juntos y algun dia formareis una familia. Compartireis muchas cosas y el dinero sera una de ellas. --Quiere que deje de trabajar cuando nos casemos. Me lleve a la boca un pellizco de la tarta de manzana que compartiamos y rehui su mirada suspicaz. --No me habias contado nada de eso. --Es algo a largo plazo y tenemos que hablarlo con calma. Por eso no te he dicho nada. --Una cosa es dejar que te ayude y otra muy distinta que lo abandones todo. --Bueno, lo que quiere en realidad es que deje la agencia y monte un pequeno estudio en el que trabajar, que cree algunas obras, busque un agente y trate de exponer. Incluso intentarlo en el mundo editorial, ya sabes, ilustrar libros, cuentos, disenar cubiertas… Eliza se inclino sobre la mesa y pude ver como sus ojos se iluminaban. --Pero !eso es genial, Darcy! Ser artista profesional es tu sueno desde… desde siempre. Por eso elegiste Bellas Artes como carrera. --Asi es… pero… Guarde silencio sin saber muy bien como explicar ese sentimiento que me llenaba el pecho cada vez que pensaba en esa posibilidad. Pintar, ilustrar, crear arte desde un simple papel. --!Eh! --Eliza me tiro una bolita de pan. Me habia quedado ensimismada, divagando. Insistio --: ?Pero? Suspire con ese deje de derrota que solia impregnar mi voz cuando hablaba sobre el tema. --?Sabes lo dificil que es convertirse en una artista que logre exponer sus trabajos? Y de ganar dinero con ello ni hablamos. --Apure el cafe y negue con la cabeza--. Si no sale bien, y no saldra, perdere todo lo que he conseguido hasta ahora. --?Te refieres a trabajar cuarenta y cinco horas a la semana y ser la esclava de Veronica el resto de tu vida? !El sueno de cualquiera! La fulmine con la mirada. Ella encogio un hombro sin ningun indicio de arrepentimiento. No podia culparla por ser tan directa conmigo. Era asi desde que nos conocimos en la residencia de estudiantes, cuando la casualidad nos hizo companeras de habitacion y se convirtio en mi mejor amiga. --Bueno, prefiero ser la esclava de una loca egocentrica que una esposa mantenida y culona. --?Culona? Me aparte el pelo de la cara con ambas manos. --Anna ha comentado una de nuestras fotos en la cuenta de Instagram de Andrew: <>. --!Menuda arpia! Se muere de envidia. --Esta enamorada de el desde la universidad. --Pues que lo supere de una vez, es tu chico y ella no deja de perseguirlo. ?Acaso no tiene dignidad? Sonrei. --No me importa. --Pues deberia importarte un poquito. Las chicas como ella no tienen ningun reparo a la hora de inmiscuirse en una relacion, y ya sabes lo que dicen… <>. El estomago me dio un vuelco. Andrew era la parte mas estable y segura de mi vida, la idea de perderlo me provocaba un gran malestar. --Andrew no me enganaria. Ni tampoco me dejaria. --Claro que no, es un chico estupendo y te quiere muchisimo. --Con los codos en la mesa, Eliza hundio el rostro entre las manos y solto un grunido--. Si tu tienes el trasero grande, entonces el mio deberia llamarse Moby Dick. Frunci el ceno.

  • Descubriendo a Valentina de Mara Macbel

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  • El pozo del cielo de Cristina Cerezales Laforet

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    Andres y Florinda inician una historia de amor oculta, mientras juegan a llamarse Ariadna y Teseo. Pasados los anos, la pasion entre los dos amantes se va enfriando hasta conducir la relacion a un punto muerto. Pero un dia, durante un viaje de Andres, Florinda recibe una visita que trastoca su existencia y le hace abandonar su casa, el lugar de su amor secreto, sin dar ningun tipo de explicacion.Cuando el regresa, se encuentra con una casa sin Florinda, en la que no soporta vivir con su ausencia pero de la que tampoco puede escapar, no consigue dejar de esperarla.

  • Construyendo un amor (Los alemanes 3) de Noni Garcia

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    L legar hasta este hotel, en pleno centro de la ciudad, ha sido una locura total. Se que estamos en la principal fiesta de Cadiz, que los carnavales son algo mas sagrado que el Oktober Fest en Alemania, pero esto es muy pequeno para albergar a tanta gente. Bueno, lo importante es que Sabine y yo por fin hemos podido acceder al aparcamiento, dejar el coche en la plaza que teniamos reservada y subir hasta el salon donde se va a celebrar la gala de carnaval. Cuando mi amiga me comento que su novio la habia dejado y que tenia la reserva hecha, no me apetecio mucho asistir; estoy en un momento en que necesito mucha paz, tranquilidad, templar mis nervios y no tener que estar dando explicaciones a nadie, y aqui trabajan varios amigos de mis padres, entre ellos el director. Pero despues me convencio y decidimos disfrazarnos de forma que nadie nos reconociera: ella de Frankenstein, yo de zombi. He de decir que la maquilladora es increiblemente buena, tremendo susto me he llevado al mirarme al espejo cuando ha terminado. No parezco ni yo, asi que he decidido usar mi segundo nombre; asi nadie podra encontrarme, saber quien soy y atosigarme a preguntas. Esta noche sere Nicole, Maria se ha quedado en Zahara de los Atunes. Es alucinante la decoracion que han usado para la fiesta: las luces, los efectos, la musica y el ambiente son inmejorables. Hay mucha gente, pero no hasta el punto de no poder moverte, de ser asfixiante; todos tenemos suficiente espacio vital para no agobiarnos. Nos dirigimos a la barra y Sabine pide por las dos. Para ella, un refresco de naranja, ya que nunca bebe alcohol, y para mi un ron con cola. Lo remuevo mientras sigo deleitandome con todo lo que me rodea y avanzo hacia una de las cristaleras para mirar la calle. La gente tiene mucha imaginacion en esta tierra, se ven los disfraces mas inusuales, desde el tipico hombre vestido de mujer hasta un elaborado traje de superheroe. Me giro para buscar a Sabine, pero algo se interpone en mi camino y mi copa acaba estrellada en el suelo. Y si, es algo, porque no tengo muy claro de que va disfrazado este chico... o chica. No sabria decir. --Disculpe, marinera. !Jar! --se excusa con voz de pirata. --La culpa es mia, que no se por donde voy, todavia no he sorbido suficientes cerebros --le suelto en aleman al bicho mas chungo de Piratas del Caribe, que el muchacho ya podria haberse disfrazado de Jack Sparrow. Una sonora carcajada brota de su garganta y yo me quedo a cuadros. No se si se rie porque le hace gracia mi idioma, mi horripilante cara o porque habla aleman y ha entendido perfectamente lo que acabo de decir, y mucho me temo que ha sido por esto ultimo. <>. --Lo que menos esperaba encontrarme aqui, esta noche, es a una alemana con humor --me dice en un aleman, con tono de pirata nuevamente, tan perfecto que creo que ni yo soy capaz de conseguir, y eso que soy autoctona. --Pues ya ves, no todos los alemanes son unos estirados --le espeto ya en espanol. --?Y tiene nombre la alemana que hay debajo de ese horroroso zombi? --Yo sere una zombi horrorosa, pero tu no te quedas atras... Mi nombre es Nicole. --El mio es Jacobo --se presenta mientras me tiende la mano para que se la estreche, y yo hago lo propio. Me mira a los ojos, sonrie y tira de mi. Me pilla tan de sorpresa que me dejo arrastrar hasta no se donde, porque no tengo ni idea de adonde me lleva, hasta que para en seco en medio de la sala, coloca mi mano izquierda sobre sus biceps, agarra mi cintura con la mano del brazo que estoy tocando y entrelaza la otra con la que me queda libre. Entonces soy consciente de que suena Valio la pena de Marc Anthony. <>, sonrio para mi misma mientras lo pienso. Llevo anos dando clases de bailes latinos y flamenco, a ver que es capaz de hacer, tampoco quiero dejarlo en ridiculo. Empieza suave, sin dar mucha cana, pero cuando ve que le sigo el ritmo, va aumentandolo poco a poco. <>. Lo damos todo en la pista, incluso se forma un cerco a nuestro alrededor para que tengamos espacio suficiente para hacer todos los giros y movimientos. La cancion termina e intentamos recobrar el aliento mientras recibimos una gran ovacion de los que nos rodean. Yo, que queria pasar desapercibida, que nadie me reconociera, soy el centro de todas las miradas junto a este desconocido que estoy segura de que tampoco se llama Jacobo; es mucha casualidad que su nombre sea la traduccion del nombre del protagonista de la pelicula de la que va caracterizado. Aun cogidos de la mano, nos dirigimos a una de las barras que hay en el salon. Yo pido un ron con cola, el pide lo mismo, y brindamos por nada en concreto. --Bueno, voy a buscar a mi amiga, que la he dejado esperando su bebida... --Creo que tu amiga esta de lo mas entretenida con mi amigo. --!Madre mia! Nos habiais echado el ojo... Acabo de ser consciente de que el golpe que nos hemos dado, y que se ha saldado con mi copa en el suelo, no ha sido casual. --Realmente, mi amigo se fijo en tu amiga, yo solo tenia que entretenerte para que el le entrara... --Pues, hala, ya me has entretenido, vete a dar una vuelta, que no te necesito para disfrutar de la noche --le escupo sin miramientos. Reconozco que me ha sentado como una patada en el estomago que su unico proposito fuese alejarme de Sabine. --No me has dejado terminar de hablar. --No es necesario. --Nicole, escuchame, que ha sonado muy mal. El muy maldito tiene un tono de voz tan sensual, que escuchar mi nombre ha hecho que decida darle la oportunidad de terminar de hablar. La cuestion es que me suena de algo ese tono grave. --Si bien tus pintas no habrian hecho que me acercara a ti por decision propia, al igual que tu no te hubieras acercado a mi, que de hecho ese era el proposito de este disfraz, me alegra haber podido bailar contigo y estar ahora compartiendo una copa. --Tienes razon. Y mi intencion era la misma que la tuya, que nadie se acercara a mi, pasar desapercibida. Los dos nos echamos a reir, estamos en la misma situacion y, sin quererlo, nos hemos juntado. Cuando conseguimos controlar el ataque de risa, brindamos y damos un largo sorbo a la copa. Mucho me temo que los dos tenemos problemas del corazon, me lo cuenta su mirada triste, la que esta oculta bajo kilos de maquillaje. --Pues creo que nadie se nos iba a acercar con nuestras pintas, pero si queremos asegurarnos de que sea asi, deberiamos permanecer el resto de la noche juntos. Se que tiene toda la razon del mundo, pero me apetece picarlo un poquito, le vendra bien volver a reirse, puede que asi se difumine un poco la bruma de sus ojos. --!Que forma mas rara tienes de ligar, pirata! --Pero yo no estoy... --No puedo aguantarlo mas y me rio--. !Eres mala, zombi alemana! Suelta la copa, esto va a costarte otro baile. Y casi no tengo tiempo de hacer lo que me pide, tira de mi de nuevo hasta la pista, aunque esta vez la cancion es mas lenta y puedo disfrutar mas del contacto con sus musculados brazos, de su aroma a perfume caro, del intenso color marron de sus ojos... Es alto, fuerte y ahora mismo me un coraje tremendo no poder ver su rostro, estoy segura de que es un hombre muy guapo y, si no lo es, lo suple con la sensualidad de sus movimientos y con esa voz que juraria haber escuchado antes. Y asi pasamos la noche, bailando una cancion tras otra y bebiendo una nueva copa cada vez que parabamos para recobrar el aliento, cosa que pasaba demasiado a menudo debido a la intensidad con la que nos moviamos. --Nicole, ?has bebido demasiado? --La voz de Sabine nos interrumpio cuando estabamos brindando por los arboles del campo, ya que no nos quedaban mas motivos por los que hacerlo. --Creo que si, Sabine. Y no importa si hablas en aleman o en castellano, aqui el pirata chungo lo entiende perfectamente. --Hola... --Jacobo --se presenta, tendiendole la mano a mi amiga. --Pues nada, no te preocupes, nos volvemos... --!Anda ya, tonta! Tu termina la noche con Batman, que yo me vuelvo en un taxi. --?Estas loca? Va a salirte muy caro un taxi hasta Zahara. --?Y que mas da? --Como Batman se va a quedar contigo, yo pago el taxi hasta Chiclana y ella el resto del trayecto. Asi no le sale tan caro, ?os parece bien? --Vale, pero escribeme cuando llegues, ?de acuerdo? Sabine se despide de mi con un abrazo y repitiendome que le escriba cuando llegue a casa, aunque dudo mucho que ella vaya a estar pendiente del telefono en las proximas horas, ademas, sabe de sobra que yo nunca me acuerdo de avisarla cuando llego. Jacobo y yo apuramos la copa antes de salir de la sala. Una vez en la salida, pedimos al recepcionista que nos consiga un taxi y nos vamos a la puerta para esperarlo. Sigue sin soltarme la mano, a pesar de que ya no estamos arriba, de que no estamos bailando. Tiemblo porque hace frio, estamos en pleno mes de febrero y mi ropa no abriga mucho. Se da cuenta y me rodea con sus fuertes brazos. Levanto la cara para mirarlo, el baja la suya para sonreirme, y no necesitamos hablar. Los dos sabemos que ese taxi no llegara hasta Zahara, que se quedara en Chiclana. No tengo ni idea de quien es el hombre que se esconde bajo el disfraz, pero si se que me apetece pasar un buen rato de cama con el, por el simple hecho de haber convertido en estupenda una noche que se planteaba aburrida, por su conversacion, por su forma de bailar y porque me atrae, no hay mas. Unimos nuestros labios hasta que el contacto se ve interrumpido por la llegada del taxi. Nos subimos a el y Jacobo le da la indicacion: --Al hotel Riu Chiclana. <>, pienso mientras me abrocho el cinturon de seguridad. Buen botin tuvo que conseguir este piratilla para permitirse pasar una noche de sexo en uno de los hoteles mas caros de Chiclana. N os bajamos del taxi y tiro de su mano hacia el interior del hotel. Ahora creo que no ha sido muy buena idea traerla a mi lugar de trabajo, pero ya estamos aqui y esa habitacion siempre esta disponible para mi. Le pido que me espere en los butacones que hay frente a la recepcion, asi evitare que conozca mi verdadero nombre, que es lo menos oportuno en este momento. --Leo, dame la tarjeta de mi habitacion. --?Disculpe? --!Joder! Soy Roberto, que estoy disfrazado y borracho, no quiero llegar asi a casa porque puede que este por alli mi padre, quedo en venir en estos dias. --Porque me lo dices y he reconocido tu voz... Ni loco hubiera pensado que eras tu. Aqui la tienes, ?necesitas algo mas? --Si, que me subas una botella de ron, refrescos de cola y me des dos tarjetas mas, estoy esperando a un par de amigos, y por la manana tendran que salir. --?Un par de amigos o una zombi...? --No seas indiscreto, dame las tarjetas y que me suban lo que te he pedido. Leo desaparece detras de la recepcion y me dirijo hasta donde esta Nicole, que imagino que sera su nombre real, no creo que sea tan mentirosa como yo, que he usado uno que no tiene nada que ver con el mio... O si, porque asi era como queria mi madre que me llamara; menos mal que a mi padre se le ilumino la bombilla y termino por registrarme como Roberto. Le tiendo la mano para ayudarla a levantarse. Sinceramente, no se cual de los dos esta mas borracho, pero de lo que no pienso preocuparme en este momento es de eso. Necesito un respiro, desintoxicarme un poco de Carmela; muy a mi pesar, estoy muy colgado de ella, y ella ama a Sebastian, por mas que se niegue a reconocerlo. Casi acabamos en el suelo antes de llegar al ascensor. Debido a la gran cantidad de alcohol que hemos tomado, nuestro cuerpos son incapaces de andar al mismo ritmo y chocamos sin control. Una vez dentro, no duda ni un momento en lanzarse a devorar mi boca. Esta chica, que tengo la impresion de que es bastante mas joven que yo, es puro fuego, pura pasion, y voy a disfrutarlo sin pensar en nada mas, aunque... --Me encantaria ver tu rostro sin este espantoso maquillaje. --Es carnaval, y este espantoso maquillaje ha conseguido llevarte a la cama. --?Vas a seguir echandome en cara que no me fijara en ti, que yo fuera el compinche? --Hoy use este disfraz porque no queria ser yo, si me deshago de toda esta pintura, volvere a serlo. --?Yo tampoco puedo? --No lo compliques, me ire a Alemania el lunes. Dejemos que esto sea un bonito recuerdo de carnaval. --?Ni tan siquiera las lentillas? Me arden los ojos... --Pues sera de otra cosa, porque las lentillas las perdiste en el tercer cubata --se rie y me contagia la risa. Ahora recuerdo ese momento, me deshice de ellas en el bano, no las aguantaba mas. --Entonces bastara con un poco de colirio. Vuelvo a besarla hasta que se abre la puerta. Por el camino a la habitacion, cada uno empieza a desabrochar sus ropas, parece como si nos fuera a faltar tiempo. Entramos a empujones, cerramos de un portazo y comenzamos a tirar prendas por la habitacion, hasta que suena el toc toc de la puerta; seguro que son las bebidas. Le pido que se esconda bajo las sabanas, ya que solo le queda puesta la ropa interior. Despacho rapido al camarero y Nicole aparece de entre las sabanas muerta de la risa. Mas bien, sale volando de ellas su lenceria, lo que quiere decir que esta completamente desnuda, y yo no tardo ni treinta segundos en estar igual que la jovencita que me espera en la cama. Tiro del nordico y mi vista se deleita con su cuerpo desnudo. Me cuelo entre sus piernas, devoro con ansia sus labios, aunque no tardo mucho en abandonarlos y mordisquear su cuello, y, lejos de quejarse, se arquea y me regala varios suspiros de placer. Mi lengua se pasea libremente por su torso desnudo hasta llegar al pezon de uno de sus perfectos y redondos senos, juego con el hasta que se endurece y hago lo mismo con el otro. Continuo mi camino por su vientre plano adorando por unos sutiles abdominales y un pequeno lunar junto al ombligo con forma de corazon. Llego hasta su depilado pubis y mi sorpresa es mayuscula al descubrir tatuado en el una preciosa Campanilla.

  • Baile De Primavera de M. Cavani

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    Elizabeth Bennet esta visitando a su amiga Charlotte, ahora la nueva esposa de su primo, el senor Collins, cuando recibe una importante invitacion al baile de primavera que se realizara en Rosings, bajo los dominios de la estirada e inflexible, Lady Catherine de Bourgh. Baile de primavera es la continuacion de Baile de invierno, la serie relatos austenianos que fueron publicados por partes, y por primera vez, en el blog de la autora, Ficcion Femenina. Estas son versiones corregidas y ampliadas de los mismos y contienen material exclusivo.

  • Despues del <> (Bianca), Chantelle Shaw de Chantelle Shaw

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  • Sistemas Criticos de Martha Wells

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    Ganadora de los premios Hugo, Nebula y Locus

  • Ensename a amarte de Jana Westwood

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    Henrietta Tomlin se miraba en el espejo con aquella expresion entre acida y deprimida con que se enfrentaba siempre a ese momento tan dramatico: el visto bueno de su madre. --Henrietta ya te dije que el color verde no te favorece nada --dijo ladylady Margaret mirando a su hija con reprobadora expresion--. El de encaje blanco hubiese sido mucho mas adecuado para... tu fisico. Henrietta sabia perfectamente lo que su madre estaba diciendo, en su cabeza habia escuchado, una a una, todas las palabras que lady Margaret no se habia atrevido a pronunciar. <<--Henrietta ese vestido fue hecho para una joven hermosa y no para alguien con un fisico tan vulgar y corriente como el tuyo.>> --Querida mia --dijo su madre acercandose a ella y haciendole un gesto, que queria ser una caricia, en una de sus palidas mejillas--. No debes angustiarte, ya sabes lo que siempre digo, lo mas importante es reconocer nuestros defectos y carencias. No es aconsejable esperar a que sean los demas los que los descubran por nosotros --Si, mama. Me lo has dicho muchas veces y gracias a ti tengo todas mis carencias muy asumidas. Mi nariz es demasiado pequena, mis ojos demasiado grandes, mi boca excesiva... --recito la joven. --!Eso es! Eres igualita que tu padre --sonrio lady Margaret caminando hacia la puerta--. Tienes tiempo de cambiarte, pero apurate, salimos en cuanto tu hermana este lista. !Lidia! ?A donde vas? --A ver a mi hermanita. !Oh, Henrietta, estas preciosa! El color verde hace juego con tus ojos. Lidia era la hija menor de los Tomlin. Era una joven elegante y muy hermosa que en nada se parecia a su hermana mayor. Lady Margaret siempre decia que era como ella cuando era joven. --Estaba a punto de quitarmelo -- dijo la primogenita de la familia--. Mama piensa que no me favorece nada. --?Por que dices eso, mama? -- dijo Lidia mirando a su madre--. Esta guapisima. --Para eso tendria que serlo -- murmuro lady Margaret. --?Que has dicho mama? -- pregunto Lidia ahuecando la falda del vestido de su hermana--. No hables tan flojito que no se te entiende. --Debes terminar de arreglarte, Lidia, la fiesta es en tu honor y no puedes descuidar ningun detalle. Lidia miro a su hermana con cara de fastidio aprovechando que su madre estaba a su espaldas y no podia verla. --Ya estoy casi lista, mama, solo tengo que ponerme las joyas y bajare. Por cierto, papa te estaba buscando -- mintio. --!Este hombre no sabe hacer nada sin mi! !No se que va a ser de el el dia que yo no este! Lady Margaret salio de la habitacion y las dos hermanas se quedaron solas. Lidia puso a Henrietta frente al espejo y asomo la cabeza por encima de su hombro. --Estas guapisima, no hagas caso de lo que diga mama, nunca quiso a la abuela Nancy y tu le recuerdas a ella. --Querida Lidia, sabes que nunca me importo no ser guapa. --La joven se encogio de hombros--. Lo prefiero, me resultaria agotador ser como tu y tener que bailar con todos los jovenes que asistan a la fiesta, y ser agradable y tener que sonreir todo el tiempo. Lidia se echo a reir. --Aun recuerdo lo que le hiciste al pobre senor Bradley en el ultimo baile del ano pasado. !Jajajajaja! --Lidia no podia parar de reir al recordar. --Estoy segura de que escuche a lady Natalie decir que le habia reservado un baile --dijo Henrietta poniendo cara de inocente. --!Eres mala! !Jajajajajaja! -- Lidia abrazo a su hermana y la beso en la mejilla--. Te adoro, ?lo sabes verdad? --No mas que yo a ti --dijo Henrietta devolviendole los carinos. --Hoy va a ser un baile maravilloso --dijo Lidia apartandose y dando vueltas para lucir su precioso vestido azul turquesa--. No quiero que olvides nunca lo feliz que me siento, Henrietta. --No lo olvidare --dijo la joven sonriendo--, pero tu siempre te sientes feliz, Lidia. --No es cierto --dijo acercandose y cogiendo las manos de su hermana--. Recuerda que hace un tiempo estuve muy triste, casi desesperada. Henrietta fruncio el ceno. --Fue cuando Robert estuvo fuera tanto tiempo. Es normal, es tu prometido y le echabas de menos. Lidia miro hacia la puerta y luego sonrio. --Si, si, fue entonces. Henrietta percibio algo extrano en su hermana. --Lidia, ?tu quieres a lord Worthington, verdad? Lidia estaba dando vueltas y se detuvo dandole la espalda. --Claro, hermanita. Henrietta seguia con el ceno fruncido cuando se acerco a su hermana y se puso delante de ella obligandole a mirarla. --Lidia, dime la verdad. Hoy es vuestra fiesta de compromiso, papa necesita el dinero que le ha prometido lord Worthington, pero lo importante es que tu seas feliz. No debes sentirte obligada a sacrificarte, si no amas a... --Tranquila, Henrietta, te doy mi palabra de que solo me casare por amor --dijo con intensidad. Lidia respiro hondo y luego le brindo la sonrisa mas dulce a su hermana pequena. --Tu no deberias preocuparte de esas cosas de hombres --dijo--. Lord Worthington es inmensamente rico y que procede de una de las familias con mayor abolengo de toda Inglaterra. Ademas es muy atractivo y culto. Es solo que preferiria que fuese un poco mas divertido, menos serio

  • Un amor en la conquista de Ivy Bass

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    Un amor en la conquista, por Ivy Bass, es un romance historico que mezcla el realismo magico con la fantasia. Se desarrolla alrededor de 1808, en el territorio de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.
    Patriotas y colonizadores, criollos y espanoles, todos enfrentados en uno de los momentos cruciales para la inestable independencia de la Nueva Granada alimentada por el fuego de los ejercitos confundidos.
    Un amor de raices enemigas, nace en el epicentro de la revolucion, alimentandose del miedo, la separacion y el duelo que sustentan los sentimientos de los corazones heridos. Un amor inevitable, y como no, si el amor es otro juego mas de la naturaleza y uno de sus favoritos. Cuanto lucharan mas alla de la muerte. Ni toda la sangre derramada seria parigual de la envergadura de tal amor. Un amor verdaderamente eterno.

  • Factor de riesgo de Harlan Coben

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    LA ESPERANZA PUEDE CONVERTIRSE EN EL PEOR ASESINO
    Un laboratorio de Manhattan esta a punto de encontrar la cura para una de las enfermedades mas aterradoras de las ultimas decadas. Los resultados de las pruebas estan siendo un exito, pero el ensayo esta provocando muertes inesperadas. En menos de un mes, alguien ha asesinado a dos de los cuarenta pacientes sometidos al tratamiento y a uno de los doctores responsables de la clinica. Y seguramente no se detendra ahi.

  • Amor descontrolado (Sweet love 2), Moruena Estringana de Moruena Estringana

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    Debbie no sabe como pero acaba metida en un juego del que espera no salir lastimada.
    Neill le propuso algo simple: explorar su sexualidad juntos, ese deseo que los consume cuando estan cerca y que les quema la piel cada vez que se tocan, y ver donde les lleva. Como amigos claro, ella no quiere enamorarse de el, sigue teniendo el gran defecto de ser capitan del equipo de futbol.

  • El muneco de nieve (Harry Hole 7) de Jo Nesbo

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    El muneco de nieve, septima entrega de la serie de novela negra noruega protagonizada por el atormentado detective Harry Hole, es un combate cara a cara con el mal absoluto.

  • Feliz final de Isaac Rosa

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    Esta novela reconstruye un gran amor empezando por su final, la historia de una pareja que, como tantas, se enamoro, vivio una ilusion, tuvo hijos y peleo contra todo -contra ellos mismos y contra los elementos: la incertidumbre, la precariedad, los celos-, lucho para no rendirse, y cayo varias veces.
    Cuando el amor se acaba, surgen las preguntas: ?donde se torcio todo?, ?como hemos acabado asi? Todo amor es un relato en disputa, y los protagonistas de este cruzan sus voces, confrontan sus recuerdos, discrepan en las causas, intentan acercarse. Feliz final es una autopsia implacable de sus deseos, expectativas y errores, donde afloran rencores sedimentados, mentiras y desencuentros, pero tambien muchos momentos felices.
    Isaac Rosa aborda en esta novela un tema universal, el amor, desde los muchos condicionantes que hoy lo dificultan: la precariedad y la incertidumbre, la insatisfaccion vital, las interferencias del deseo, el imaginario del amor en la ficcion.
    Porque es posible que el amor, tal y como nos lo contaron, sea un lujo que no siempre podemos permitirnos.

  • Mis rincones oscuros de James Ellroy

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  • Los dias grises, y tu mirada azul de Lorraine Coco

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    Tara es diferente desde el dia de su nacimiento. Su naturaleza la convierte en una entre un millon. Pero eso no la hizo sentir especial. Muy al contrario, la obligo a vivir en una burbuja que la protegia del mundo, y de ella misma. Tras la muerte de su madre, se ve obligada a vivir bajo el techo de su padre; un hombre con el que hace trece anos que no tiene contacto y al que solo puede reprochar su abandono. Pero tras las puertas de su impuesto hogar, se abrira para ella un nuevo mundo lleno de oportunidades e inesperadas experiencias.

  • El camino de los Madigan de Anne Enright

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    <>. VICENTE MOLINA FOIX, Babelia Hace tiempo que los cuatro hijos de Rosaleen Madigan abandonaron su pueblo natal en la costa atlantica de Irlanda en pos de unas vidas que nunca habrian sonado, en Dublin, Nueva York o Segu. Ahora que su madre, una mujer tan dificil como fascinante, ha decidido vender la casa familiar y dividir la herencia, Dan, Constance, Emmet y Hanna regresan a su antiguo hogar para pasar alli la ultima Navidad, con la sensacion ineludible de que su infancia y su historia estan a punto de desaparecer para siempre… Hay pocos escritores que, como Anne Enright, sepan dotar al lenguaje de tanta tension y tanto brillo, que puedan mostrar como las vidas de sus protagonistas estallan en mil pedazos para luego volver a fundirse en un cristal perfecto. O en palabras de la propia autora: <>.

  • No contar todo de Emiliano Monge

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