raquel campos
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raquel campos - Raquel Campos
https://gigalibros.com/con-sabor-a-muerdago.htmlEleanor Raven estaba acostumbrada al esplendor de Londres, se habia criado rodeada de lujos. Las fiestas no empezaban sin ella, pues era la mas popular. Todas las damas querian su compania pero para irritacion de todas ellas, su mejor amiga era Gabrielle Carter, una joven sencilla, sin titulo ni abolengo. Se habian conocido en una residencia para senoritas. Los padres de Gabrielle habian hecho el esfuerzo de llevarla a esa residencia para que se convirtiera en una dama. Era su unica hija y quisieron darle lo mejor. Ella lo habia pasado mal al principio rodeada de tanta joven de alcurnia, pues se habia sentido desplazada. Pero habia conocido a Eleanor y su vida habia cambiado. Habian sido inseparables desde ese instante. Gracias a Gabrielle, el caracter caprichoso de la otra se suavizo, y Eleanor enseno a la otra a tener mas confianza en si misma. Eran jovenes y hermosas, y tenian toda la vida por delante. Los padres de Eleanor la llevaron porque era una residencia con mucho nombre, y se decia que de alli salian autenticas senoritas. No se esperaban esa profunda amistad por parte de su hija, pero pronto tuvieron que aceptarla al darse cuenta de que la joven era muy noble y se hacia de querer enseguida. Gabrielle amaba en silencio a Peter, el hermano mayor de Eleanor. A pesar de que decian que era un libertino y un crapula, ella no podia dejar de adorarlo en silencio. En cambio, Eleanor no habia estado enamorada nunca. Algunos hombres habian empezado a cortejarla, pero no habian logrado nada con ella. La Navidad llegaba y las amigas hablaban entusiasmadas de sus planes. Los padres de Gabrielle le habian dicho que podia ir a la casa de sus tios y pasar alli las fiestas, y podia invitar a Eleanor si queria. Pensaron que seria bueno para ella cambiar el clima de la capital por un ambiente calido y hogareno. A Eleanor le entusiasmo la idea, y mas el hecho de pasar las fiestas con su amiga. Ademas de conocer otro sitio, ya que no habia salido nunca de Londres. -Sera maravilloso pasar las Navidades fuera de casa… -Es muy diferente de aqui, Ellie. Mis tios no tienen criados que les hacen las cosas y… -Sera bueno hacer las tareas por una misma y que te dejen vivir un poco sin tantas normas. -Si, alli no hay tantas normas. Mis tios son muy sencillos, y te aseguro que las Navidades con ellos son entranables. No las olvidaras, siempre las guardaras en tu corazon. -Que bien, Gabi. Ademas, mis padres tienen un concepto equivocado de mi. No soy como ellos creen, lo que sucede es que tengo que comportarme como una dama delante de ellos. -Alli podemos ser libres durante unos dias -las dos jovenes rieron, felices por su pronta y merecida libertad. -Le pedire permiso a mis padres esta misma tarde. No creo que pongan problemas si vamos juntas, y ademas a casa de tus tios. -El unico problema es el camino, es largo y tedioso y mas aun en carruaje. -Seguro que mi padre nos ofrece su carruaje, el cochero es de confianza. Lleva anos trabajando con nosotros. -Seria estupendo. Voy a hablar con mis padres en cuanto vengan, estaran encantados de que vayamos a ir. Las muchachas paseaban por Hyde Park, era una soleada manana invernal y la gente habia aprovechado para salir a la calle despues de unos dias nevando. Adoraban pasear y gracias que habia parado, porque Eleanor estaba aburrida en casa. No tenian problemas de dinero, su casa era una de las mas bonitas de la manzana. Pero no era plenamente feliz, habia ido un dia a visitar a Gabrielle, que estaba enferma y quedo horrorizada al ver que la casa donde vivia era pequenisima. Mas no tenia importancia, porque cuando conocio a los padres de su amiga quedo encantada con ellos. Eran una familia unida, un verdadero hogar. El suyo no se podia llamar asi; su padre casi siempre estaba fuera en sus negocios, su madre siempre estaba en casa de alguna amiga o en el club que habian formado. El unico que vivia su vida libre era su hermano, y sus padres no tenian muy buen concepto de el, ya que habia elegido trabajar fuera del negocio familiar, y nada menos que de periodista. Eleanor lo envidiaba, vivia su vida sin dar explicaciones. Se habia comprado una pequena casita en un bonito barrio lejos del lujo de donde vivian ellos porque decia que se acercaba mas a la realidad de la vida. Su padre habia discutido mucho con el y al final lo habia dejado por imposible. Ahora se veian una vez a la semana, asi no tenian problemas. Y Eleanor disfrutaba de esas visitas como si fueran un balsamo para su corazon. Claro, la gente pensaba que eran una familia modelo y en las fiestas eran los primeros en ser invitados y los ultimos en marcharse. A ella le cansaba esa vida, necesitaba un cambio. Por eso, cuando venia su hermano lo escuchaba embelesada mientras hablaba de la clase obrera, de los problemas que tenian y de las huelgas que organizaban para reivindicar sus derechos. Le habia dicho muchas veces que se fuera a su casa a vivir con el, pero en el fondo queria a sus padres aunque sabia que ellos iban a la suya. Sabia que si se iba con Peter, para ellos seria como un escandalo. Tenian en un alto concepto lo que la gente pudiera opinar sobre ellos. Era como si viera su reaccion, asi que aguantaba y se comportaba como una hija perfecta. No queria tener problemas y disgustarlos. -Te has quedado callada de pronto, ?en quien pensabas? -En mi hermano, va a estar solo estas fiestas y se me hace un nudo en el estomago. Gabrielle observo a su amiga, la conocia tan bien como a si misma y sabia que era verdad. Eleanor queria a su hermano… y ella tambien; pero claro, en silencio. Nadie sabia nada de lo que sentia y nunca se creia los comentarios que se decian de el, para ella era un hombre maravilloso y preocupado por las personas que lo rodeaban. -Vente a mi casa a comer, le daremos la noticia a mis padres. Seguro que les encanta verte. – Gabrielle estaba muy feliz. Eleanor sonrio, siempre era un placer visitar la casa de Gabi. Se sentia tan bien en esa casa que las visitas pasaban en un suspiro. Las jovenes se dirigieron a ese hogar, donde olia a dulces y recibian carinosos abrazos. Sus padres no se preocuparian, a veces no estaban ni a la hora de comer y eso lo convertia en un hogar frio. Los padres de su amiga se alegraron mucho al verla. Las muchachas contaron los planes que tenian y ellos pensaron que el viaje era largo y que tendrian que pernoctar a mitad de camino. No podian ir ellas solas. -Es un contratiempo, pero podeis encontrar a alguien que os acompane. Eleanor, ?no tienes un hermano? -La joven asintio-. Pues lo invitas y ya esta. Yo mando una carta para avisar cuando vais a llegar y arreglado. -No se si mi hermano querra acompanarnos, a lo mejor tiene trabajo y… -Se lo podemos preguntar. Es raro que trabaje en unos dias tan senalados y… Eleanor observo a su amiga, cada vez que su hermano salia a relucir en alguna conversacion, ella no podia evitar ponerse roja. Aquello ya empezaba a mosquearla. -Ya nos contaras, Eleanor, el interes de mi hija en tu hermano si casi no se han visto y… -Mama, no tengo interes… -Hija, aunque te gustara… aunque solo fuera un poco, no pasa nada. Tienes edad suficiente para estar casada, yo lo hice con tu edad. Ademas eres una joven muy bonita y… Eleanor a lo mejor se nos queda encandilada con Derek y… -?Quien es Derek, Gabrielle? -Derek es mi primo, vive con mis tios -Eso no me lo habias contado. -Eleanor abrio los ojos como platos. -Amiga, has rechazado a casi todos los solteros de Londres. ?Por que te iba a interesar mi primo? Eleanor no dijo nada mas, pero se quedo pensando en ese misterioso hombre y en como iban a pasar las fiestas. Cuando acabaron de comer, decidieron que irian las dos a hablar con Peter, tenian que saber si las acompanaria en el viaje. Luego, si no queria pasar alli las fiestas, bien podria volverse de nuevo a la capital. Fueron andando hasta el edificio donde trabajaba Peter, pues se encontraba muy cerca de su barrio. El Daily News era uno de los periodicos con mas tirada de la ciudad. Trabajaban muchos periodistas y demas profesionales de las letras y la comunicacion. Su hermano llevaba trabajando desde hacia ya unos anos, habia estudiado derecho para seguir los pasos de sus padres, pero a ultima hora e influenciado por las cosas que habia vivido alli, decidio hacer algo que le gustaba mucho: contar las cosas que sucedian de manera objetiva. A el no le gustaba enmaranar las noticias para sacarlas mas partido; no, lo que mas le gustaba era esclarecer los hechos de algun suceso. Era algo que sus superiores siempre le habian alabado, eso era lo que siempre le contaba a Eleanor.
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Raquel Campos: Libros - Amazon.es
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Libros y Ebooks de Raquel Campos - Amazon
https://www.amazon.es/Raquel-Campos/e/B00IY3EIJEpor Raquel Campos · ( 11 ). 0,99 € 7,28 €. Dana Shelton regresa a su hogar tras cinco años de ausencia. Atrás dejó a su gran amor, y su valiosa recompensa ...
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RAQUEL CAMPOS | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/raquel-campos/20093487Raquel Campos. En ocasiones la vida nos pone piedras en el camino, en otras las ponemos nosotros mismos. Marisa se dio cuenta de su piedra demasiado tarde, ...
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Raquel Campos - El Rincón de la Novela Romántica
https://www.rnovelaromantica.com/escritores/item/raquel-campos19 mar 2020 — "Empecé a leer muy joven gracias a los libros que tenían mis padres en casa. Siempre recordaré con cariño que la primera novela romántica que ...
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besos de muérdago - Librería Publics.
https://www.llibreriapublics.com/es/libro/besos-de-muerdago_1495147BESOS DE MUÉRDAGO, RAQUEL CAMPOS, 6,90€. Eleanor Raven y Gabrielle Carter preparan unas Navidades especiales. Quieren desaparecer del ambiente de Londres y ...
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Raquel Campos - Catálogo de Derechos de Editoriales ...
https://es.catalat.org/autor/raquel-campos/Libros de este autor: 1 ... El Catálogo de Derechos de Editoriales Universitarias Latinoamericanas es un proyecto de la Asociación de Editoriales Universitarias ...
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CAMPOS HERRERA, RAQUEL - ICVV
https://www.icvv.es/campos-herrera-raquelCAMPOS HERRERA, RAQUEL · 941 05 30 92 · Ext. 433260 - [email protected] -. Finca La Grajera, Ctra. de Burgos Km. 6 (LO-20 - salida 13) 26007 Logroño (La Rioja) ...
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Señuelo al corazón - Libros De Mario
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Raquel Campos Pico - Cofundadora y editora - Librópatas
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Almas Guerreras de Raquel Campos
https://gigalibros.com/almas-guerreras.htmlBrekken, frontera de Suecia con Noruega, 872 d.c Los dos ejercitos esperaban la senal para blandir sus armas contra los que cada uno consideraba sus enemigos. !Que equivocados estaban! Pues ambos bandos pertenecian al mismo pueblo. En el de Harald luchaban los mas grandes jarls del reino. Uno de ellos era Sulke, de la aldea de Trondheim. A su derecha se encontraba su hijo Thorkell, que blandia una espada casi tan grande como la suya. Lo observo de reojo, el joven se habia acerado con las continuas luchas y su caracter se habia encurtido tambien. A su izquierda estaba Bjorn. Lo habia adoptado tras la muerte de su padre y ambos ninos se habian criado juntos, ademas de ser inseparables. Hacia anos que la paz se tambaleaba, y esperaba que este fuera uno de los ultimos enfrentamientos, ya que su cuerpo no le respondia como antano. Un gran cuerno sono y su sonido reverbero hasta en las ultimas montanas, donde la vista se perdia. Los dos bandos se lanzaron en un amasijo de hierro y madera. Las estocadas de espada y hacha se lanzaban por doquier y los escudos de madera amortiguaban los poderosos golpes. Ni el gran Loki habia sonado nunca con una lucha de tal magnitud. Los guerreros no miraban, tan solo asestaban golpes con el pensamiento de que alguno fuese certero. Los guerreros de Trondheim se dispersaron, cada cual inmerso en una lucha sin cuartel. Eran fieros luchadores que aprendian desde una temprana edad el arte de la lucha. Thorkell de vez en cuando buscaba a su padre con la mirada, no le gustaba perderlo de vista y, sin darse cuenta, se habian alejado bastante unos de otros. Bjorn luchaba contra dos hombres, con la espada en una mano y el hacha en la otra. Su estatura era propicia para batir a cualquier guerrero en una lucha justa y lo demostraba en la batalla con un valor inusitado. --!El gran Sulke ha caido! El grito resono en la mente de Thorkell, que se negaba a admitir tal cosa; se giro para comprobar que continuaba luchando, pero ahogo un gemido en su pecho. El gran guerrero yacia herido de muerte. Un grito estremecio a todos, un grito que retumbo mas alla del cielo y que llego a Asgard. Una espada se abria paso entre los guerreros hasta el gran Jarl, dando golpes a diestra y siniestra para llegar a capturar el ultimo halito de vida de ese gran hombre. Sulke no sentia nada, salvo una extrana paz que se estaba tejiendo en el interior de su cuerpo. Estaba feliz, pues el Valhala lo esperaba. Tan solo...una cosa empanaba su viaje a la vida eterna. El joven guerrero, preso de la furia, se abria paso a traves de la batalla. Nada conseguia detenerlo, con su espada enarbolada en una mano y el hacha en la otra, parecia un berserker en pleno trance. Sulke sintio la tibieza de un cuerpo y miro al joven guerrero a los ojos. Ese era su ultimo deseo. --!!!Padre... --El joven se agacho junto al cuerpo del hombre al que habia venerado desde que nacio. La mirada vidriosa y la sangre perdida presagiaban que la vida se le escapaba muy deprisa. --Hijo…, pronto vendran las valquirias a por mi. Dirige el clan con honor y cuida de todos. Ademas... --Su cuerpo se negaba a seguir adelante--, te dejo la mision de seguir los pasos de Harald en su lucha por la unificacion. --Lo hare, padre, sere digno de la confianza que deposite en mi y... --El cuerpo de su amado padre sufrio un par de violentos estertores y dejo la vida con una fina sonrisa en los labios. Se levanto preso de la furia y, con la espada en la mano, se dirigio a buscar al asesino de su padre. Su hoja vencio a muchos guerreros, pero ninguno de ellos era el maldito Kjove. Alzo la cabeza al cielo y grito de nuevo. -- !Te vengare, padre! Aunque sea lo ultimo que haga en este mundo, mi espada vencera al hombre que te asesino de manera tan infame. Ese juramento llego hasta el rincon mas oscuro de su corazon y se quedo alli. Desde ese momento, el joven no volvio a ser el mismo. Su ser y su corazon estaban ansiosos de venganza. Capitulo 1 Thorkell tenia el cuerpo cubierto de sangre, las heridas comenzaban a escocerle, mas curarian. Pero la perdida de su padre no cicatrizaria. Nunca habia pensado que ese hombre, fuerte y robusto, podria llegar a morir algun dia; para el siempre habia sido un ejemplo ver las ganas de vivir y de libertad que poseia su amado padre. Ahora, mientras se quitaba la cota de malla, miraba el cuerpo frio y sin vida de su progenitor. No sabia muy bien que hacer, tan solo pensaba en atrapar a Kjove con vida y retorcerle el pescuezo hasta ver como la vida le abandonaba poco a poco. Sin querer, sus punos se cerraron con furia y con un dolor que no podia soportar. Mientras dejaba caer la pesada armadura, una imagen se forjo en su mente. Un rostro bello, de facciones suaves y expresivos ojos azules. Su madre. ?Como iba a contarle lo que habia sucedido? Ni el mismo se perdonaba, ya que podia haberlo impedido si hubiera luchado a su lado. La puerta de la tienda se abrio, no tenia necesidad de girarse para ver quien osaba interrumpir su dolor, solo habia una persona que se atreviera a hacerlo. Su fiel amigo Bjorn. Deposito la espada que tantas veces habia empunado su padre sobre una mesa pequena; al hacerlo, el rostro de su amigo se recorto a la luz de las velas. Pudo notar el dolor que invadia a su companero. Se habian criado juntos como hermanos, cuando el gran Sulke habia decidido que ese jovenzuelo desgarbado y casi abandonado viviria con ellos. --?Piensas volver? --pregunto Bjorn en un hilo de voz casi inaudible. Ahi estaba, la maldita pregunta que le estaba mortificando en esos mismos instantes. Un suspiro salio de su garganta. --No puedo..., necesito tiempo..., es egoista de mi parte, pero... --Nada es mezquino por tu parte. Todos comprenderan el dolor que invade tu alma. Yo hablare con tu madre. --Ruego a los dioses que me perdonen..., solo soy un cobarde. --Su amigo atraveso la estancia hasta llegar junto a el--. No digas nada, tan solo marcharos antes del alba. Cuando este preparado, volvere. Bjorn sabia que nada podia hacer para que cambiara de opinion, asi que salio de la tienda con la cabeza inclinada. Se llevarian el cuerpo de Sulke y lo engalanarian, solo esperaba que Thorkell volviera para enterrarlo con todos los honores. Al dia siguiente los guerreros se despidieron y cada uno tomo un camino diferente. Bjorn y Knut viajaban hacia su hogar. La aldea de Trondheim los esperaba, y esta vez sus gentes no festejarian ninguna victoria. Eran portadores de una triste noticia. Thorkell recogio todo lo que poseia en esos momentos y se dirigio, con su montura, hacia las frias y desiertas tierras del norte. Alli no tendria que lidiar con nadie, no le preguntarian donde habia estado cuando mataron a su padre. Pensar que no habia podido ayudarlo le embargaba de una culpa que atenazaba su corazon tornandolo frio y resentido. * Tras unos dias de marcha forzada, la caravana llego a las lindes de la aldea; era temprano y no se oia nada en las cercanias. Bjorn cabalgaba el primero, tras el iba Knut el jovial, a quien toda la alegria le habia abandonado y lucia un rostro serio y cetrino. Los demas guerreros portaban en un camastro el cuerpo sin vida del gran hersir de su aldea. Conforme se acercaban, iban reduciendo la marcha de los corceles. No querian llegar para contemplar la fatidica escena de dolor y desolacion de esas sencillas gentes. Isgendur estaba cosiendo, hacia horas que no lograba conciliar el sueno. Un oscuro presentimiento latia en su corazon. Las palabras que Fenja le habia dicho la noche anterior mientras le tiraba las runas la habian dejado muy preocupada y apenas habia sido capaz de dormir. "La oscuridad y el dolor vendran a esta aldea. Solo quien empune de nuevo la espada del hersir podra devolver la luz. Su camino sera dificil, el sentimiento de culpa sera superior a cualquier otra cosa que piense y, hasta que no se apacigue su espiritu, nada se podra hacer" Habia amanecido hacia un rato y salio a la puerta para sentir el sol sobre su piel, quizas eso calmara el desasosiego que sentia. A lo lejos, vio que se acercaba un grupo de caballos. !Por fin regresaban su amado esposo y su hijo! Esta vez habian estado ausentes un par de semanas, pero ahora todo volveria a ser como antes. Se equivoco. El grupo marchaba de forma lenta, como si no quisieran llegar nunca. Portaban algo arrastrando de un camastro y cerro los ojos con dolor al pensar que podia ser. El grupo se acerco y reconocio a Bjorn. Este, al darse cuenta de su presencia, se bajo del caballo. --Isgendur, somos portadores de una gran desgracia --dijo casi sin voz Bjorn. La mujer cerro de nuevo los ojos, aguantando el dolor que empezaba a lacerarle el corazon. Una lagrima rodo por su mejilla. --?Que ha pasado, Bjorn? --dijo Isgendur mirando a ese joven a los ojos. No era su hijo, pero lo trataba como a uno mas. --Quizas sea mejor que nos sentemos y...
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El dia que me calle me salen subtitulos de Anabel Garcia
https://gigalibros.com/el-dia-que-me-calle-me-salen-subtitulos.htmlMi vida era perfecta hasta que ese mendrugo con cara de seductor forajido irrumpio en ella. Todo empezo aquella maldita noche en la que el se colo en mi playa privada de Los Angeles. En ese momento comenzo mi fatal descenso hacia los abismos de la locura, pero hare cuanto este en mi mano para recuperar la perfeccion. !Como que me llamo Zoe O'Connor!
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Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar de Ame Soler
https://gigalibros.com/somos-las-nietas-de-las-brujas-que-no-pudisteis-quemar.htmlEl manifiesto feminista autobiografico de Tres Voltes Rebel, una de las jovenes promesas la ilustracion en nuestro pais, que nos empodera y recuerda que nada podra con nosotras.
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El Angel de los barrios pobres de Annemarie Brear
https://gigalibros.com/el-angel-de-los-barrios-pobres.htmlHuerfana, Victoria Carlton, fue adoptada por su tio, un banquero, para que fuera una dama y tuviera un buen matrimonio. Sin embargo, a ella le atrae ayudar a las familias de bajos recursos en los barrios pobres, algo que a su familia le disgusta. Cuando su tio muere repentinamente, su prima Victoria la culpa y la hecha de la casa sin nada. Victoria huye a la parte pobre de York para empezar nuevamente en un mundo lleno de obstaculos. Para lidiar con la idea de que su familia la ha dejado, se hace amiga de una mujer y unos ninos en el barrio. Sin embargo, con ello vienen enfermedades, la pobreza y la amenaza de un hombre brutal le podria costar todo.
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La muerte de la verdad de Michiko Kakutani
https://gigalibros.com/la-muerte-de-la-verdad.htmlEn Los origenes del totalitarismo, Hannah Arendt escribio que “el sujeto ideal para un gobierno totalitario no es el nazi convencido ni el comunista convencido, sino el individuo para quien la distincion entre hechos y ficcion, y entre lo verdadero y lo falso han dejado de existir”. En este libro, Michiko Kakutani advierte que las palabras de Hannah Arendt ya no parecen referirse a acontecimientos de hace mas de un siglo sino que describen lo que ocurre en el mundo en que hoy vivimos. Kakutani analiza como los diversos populismos y fundamentalismos erosionan la idea de verdad y las instituciones democraticas al imponer el miedo y la ira por encima del debate razonado, y de que manera se imponen aquellas construcciones retoricas que apelan unicamente a la emocion y al sentimiento. ?Como ha sido posible que la verdad y la razon se hayan convertido en especies en peligro de extincion? ?Que augurasignifica su agonia para nuestro discurso publico y el futuro de nuestras politicas y nuestra gobernanza? Responder a todas estas cuestiones es el objeto de este libro.
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Promesa de venganza (Miniserie Deseo 3) de Yvonne Lindsay
https://gigalibros.com/promesa-de-venganza-miniserie-deseo-3.htmlEn cuanto ella dijo “si, quiero”, su plan se puso en marcha...
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El Codigo de Willyam Thums
https://gigalibros.com/el-codigo.html?Alguna vez te has preguntado que hay detras de cada click que haces en internet? ?Que si los datos de tu vida online fueran usados para cambiar tu propio futuro?Asi como el internet da forma a una nueva era, tres corporaciones se vuelven las gobernantes de un mundo virtual llamado Etherea. El senor Davis, directivo de Apollo Corporations, tiene que luchar contra dos enemigos sin precedentes que buscan la supremacia del universo. Mientras la historia espera que escojas un bando, el mundo fisico presencia la carrera espacial entre Estados Unidos y China.
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El encuadernador de Bridget Collins
https://gigalibros.com/el-encuadernador.htmlUn relato de deseos enterrados y traiciones indescriptibles.
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La habitacion cerrada (Inspector Martin Beck 8) de Maj Sjowall
https://gigalibros.com/la-habitacion-cerrada-inspector-martin-beck-8.htmlLas campanas de Santa Maria daban las dos cuando ella salia de la estacion del metro de Wollmar Yxkullsgatan. Antes de apresurarse hacia la plaza de Maria, se detuvo y encendio un cigarrillo. El ruido ensordecedor y continuado de las campanas de la iglesia resono en el aire, haciendole recordar los tristes domingos de su infancia. Ella habia nacido y se habria criado a unas pocas manzanas de la iglesia de Santa Maria, donde tambien fue bautizada y confirmada (de esto ultimo hacia casi doce anos). Todo lo que ella podia recordar de su preparacion para la confirmacion, era que el vicario le pregunto por que habia citado a Strindberg al escribir aquello del <
> de las campanas de Santa Maria. Pero ella no recordaba su respuesta. El sol le daba en la espalda. Despues de cruzar St. Paulsgatan, aminoro el paso, pues no deseaba empezar a sudar. De repente se dio cuenta de lo nerviosa que estaba y lamento no haber tomado un tranquilizante antes de salir de casa. Al llegar a la fuente que hay en medio de la plaza, metio el panuelo en el agua fresca y, habiendose alejado, se sento en un banco a la sombra de los arboles. Se quito las gafas y se froto la cara con el panuelo mojado, se limpio las gafas con una punta de su camisa azul claro, y se las volvio a poner. Los grandes lentes reflejaron la luz, ocultando la mitad superior de su rostro. Se quito el amplio sombrero azul de dril, se levanto el liso pelo rubio, tan largo que le caia sobre los hombros, y se paso la mano por la nuca. Luego, volvio a ponerse el sombrero, se lo encajo hasta las cejas y se quedo sentada e inmovil, con el panuelo arrugado y hecho una bola entre las manos. Al cabo de un rato extendio el panuelo ante ella, sobre el banco, y se froto las palmas de las manos sobre los pantalones tejanos. Miro su reloj: eran las dos y media. Unos minutos para calmarse antes de que tuviera que irse. Cuando el reloj dio las 2.45, ella alzo la tapa del bolso colgante de lona verde oscuro que tenia sobre el regazo, tomo el panuelo, que ahora estaba completamente seco, y, sin doblarlo, lo metio en el bolso. Entonces se levanto, paso sobre el hombro derecho la correa de cuero del bolso, y empezo lentamente a caminar. Al acercarse a Hornsgatan sintio menos tension; y se persuadio a si misma de que todo saldria bien. Era viernes, el ultimo dia de junio, y para muchas personas las vacaciones de verano acababan de empezar. En Hornsgatan, tanto en la calzada como en las aceras, el trafico era muy animado. Saliendo de la plaza, ella giro a la izquierda y penetro en la sombra de las casas. Esperaba haber elegido bien el dia. Sopeso los pros y los contras y se dio cuenta de que podia haber demorado su proyecto hasta la semana siguiente. No habia nada de malo en ello, pero no habia tenido muchas ganas de exponerse a tal tension mental. Llego alli antes de lo que habia pensado, y se detuvo en el lado sombreado de la calle, observando el gran ventanal que tenia enfrente. El cristal reluciente reflejaba el brillo del sol, y el denso trafico le tapaba parcialmente la vista, aunque se dio cuenta de una cosa: las cortinas estaban corridas. Fingiendo mirar escaparates, anduvo lentamente arriba y abajo por la acera, y aunque habia un gran reloj que colgaba en el exterior de una relojeria cercana, siguio mirando al suyo. Y mientras tanto no dejaba de observar la puerta en el otro lado de la calle. A las 2.55 se dirigio hacia el paso de peatones en el cruce. Cuatro minutos mas tarde se hallaba frente a la puerta del banco. Antes de empujarla para abrir, alzo la tapa de su bolso. Al entrar, echo una mirada de reojo a la oficina, la sucursal de uno de los bancos mas importantes de Suecia. Era larga y estrecha; en la pared frontera estaba la puerta y la unica ventana. A la derecha un mostrador iba desde la ventana a la breve pared del otro extremo, y a la izquierda habia cuatro mesas fijadas a la larga pared. Mas alla, habia una mesa baja, redonda, y dos taburetes tapizados con un material rojo a cuadros. Aun mas lejos, una escalera empinada desaparecia hacia lo que probablemente era la camara acorazada del banco. Solo un cliente habia entrado antes que ella: un hombre, que estaba de pie ante el mostrador, metiendo billetes de banco y documentos dentro de su cartera de mano. Tras el mostrador vio sentadas a dos empleadas. Mas alla un empleado permanecia de pie hojeando las cartulinas de un indice. Dirigiendose hacia una de las mesas, la joven saco una pluma del bolsillo exterior del bolso, mientras observaba con el rabillo del ojo como el cliente de la cartera de mano salia por la puerta de la calle. Tomo un impreso de ingresos y empezo a garrapatear en el. Al cabo de un rato observo que el empleado se dirigia hacia la puerta y la cerraba con llave. Luego se inclino y solto el gancho que mantenia abierta la puerta interior. Mientras esta se cerraba con ruido silbante, el volvio a su sitio tras el mostrador. Ella saco el panuelo del bolso. Sujetandolo en la mano izquierda, la hoja de ingresos en la derecha, se acerco al mostrador, fingiendo limpiarse la nariz. Entonces metio la hoja de ingresos en el bolso, saco una bolsa de compra, de nailon, que estaba vacia, y la puso sobre el mostrador. Asio la pistola, apunto con ella a la cajera y, manteniendo el panuelo ante la boca, dijo: --Esto es un atraco. La pistola esta cargada, y si usted hace el menor ruido, disparare. Meta en este bolso todo el dinero que tenga. La mujer que habia detras del mostrador se la quedo mirando con fijeza, tomo despacio la bolsa de nailon y la puso ante si. La otra mujer interrumpio el peinado de su cabello, y dejo caer las manos lentamente. Abrio la boca para decir algo; pero no salio el menor sonido. El hombre, que seguia de pie detras de su mesa, tuvo un violento sobresalto. Inmediatamente, ella le apunto con la pistola y le grito: --!Estese quieto! Y ponga las manos donde yo pueda verlas bien. Haciendo un gesto impaciente con la pistola encanonando a la mujer que tenia delante, evidentemente paralizada por el terror, prosiguio: --!Dese prisa con el dinero! !Pongalo todo! La cajera empezo a meter fajos de billetes en la bolsa. Cuando hubo terminado, la solto sobre el mostrador. De repente, el hombre de la mesa dijo: --Nunca escapara con eso. La policia... --!Callese! --grito ella. Entonces metio el panuelo en el bolso abierto, y agarro la bolsa de nailon, que le parecio agradable y pesada. Retrocediendo lentamente hacia la puerta y apunto por turno con la pistola a cada uno de los empleados del banco. De repente alguien corrio hacia ella desde la escalera, en el extremo opuesto de la habitacion: un hombre alto y rubio con pantalones muy ajustados y una chaqueta ligera de franela azul con botones brillantes y un gran emblema dorado prendido en el bolsillo del pecho. Se oyo en el local un estruendo cuyo eco atrono el espacio cerrado entre las paredes. Y mientras, a causa del retroceso, el brazo de ella se movia hacia el techo, vio caer violentamente hacia atras al hombre de la chaqueta de franela. Sus zapatos eran de calidad, nuevos y blancos, con gruesas suelas acanaladas de goma roja. Solo cuando su cabeza choco contra el suelo de piedra con un horrible golpe sordo, ella se dio cuenta de que lo habia matado. Solto la pistola en el bolso, y miro fija y salvajemente a las tres personas horrorizadas que habia tras el mostrador. Luego echo a correr hacia la puerta. Mientras descorria torpemente el pestillo, tuvo tiempo de pensar antes de salir a la calle: < >. Pero en cuanto se vio en la acera, apresuro el paso hacia el cruce. No veia a la gente que la rodeaba; solo se dio cuenta de que tropezaba con algunas personas, y le parecia que el disparo seguia resonando en sus oidos. Dio la vuelta a la esquina y echo a correr, con la bolsa de compra en la mano y el pesado bolso golpeandole la cadera. Abrio de golpe la puerta de la casa donde habia vivido de nina, siguio el viejo camino familiar hacia el patio, y trato de contenerse y andar al paso. Paso directamente bajo el soportal de una glorieta mirador y salio a otro patio trasero. Bajo por la empinada escalera hasta una bodega, y se sento en el escalon inferior. Trato de meter la bolsa de nailon sobre la pistola en el bolso colgante, pero no habia bastante espacio. Entonces se quito el sombrero, las gafas y la peluca rubia y las metio en el bolso. Su pelo verdadero era negro y corto. Se levanto, se desabotono la camisa, se la quito, y la metio en la bolsa. Bajo la camisa llevaba un jersey de algodon negro, de manga corta. Colgando el bolso sobre su hombro izquierdo, tomo la bolsa de nailon y subio por las escaleras hasta el patio. Salto por un par de muretes antes de encontrarse al fin en una calle en el extremo de la manzana de casas. Entonces entro en una pequena tienda de comestibles, compro dos litros de leche, metio los botes de carton encerado en una gran bolsa de papel, y luego puso encima de ellos la bolsa de nailon. Despues, se dirigio hacia Slussen y alli tomo el metro hasta su casa. -
En la linea de fuego de James Brabazon
https://gigalibros.com/en-la-linea-de-fuego.htmlReporteros de guerra, agentes infiltrados, fuego cruzado: un apasionante thriller sobre la vida en el frente.
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La noche fenomenal de Javier Perez Andujar
https://gigalibros.com/la-noche-fenomenal.htmlEl equipo de un programa de television dedicado a los fenomenos paranormales descubre que unos hechos anomalos, hasta entonces nunca registrados, se hacen realidad en la misma Barcelona desde la que emite. Al mismo tiempo la ciudad es azotada sismicamente por la meteorologia y por la repentina irrupcion de personajes procedentes de otra Barcelona, que vienen a pedirles auxilio a los integrantes de La noche fenomenal, que asi es como se llama el programa de este grupo de amigos. A lo largo de esta novela a ratos hilarante, a ratos melancolica y a ratos filosofica, el narrador presentara a cada miembro del equipo. Conoceremos, entre otros, al director, bon vivant y empenado en salvar el programa de su desaparicion; a De Diego, esceptico en todo menos en su fe en los animales inexistentes; al Jugador de Ajedrez, ardoroso activista, con su pipa apagada entre los dientes; a Paulina, conocedora de las civilizaciones desaparecidas, que prepara un monografico sobre el templo mas antiguo de la humanidad; a Ro, la guionista y coleccionista de casos de platillos volantes; a Hermosilla, editor de una revista esoterica y pusilanime para lo importante de la vida…
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Ponte en Mi Piel de Emma Lira
https://gigalibros.com/ponte-en-mi-piel.html1537, isla de Tenerife. Un grupo de mujeres, mientras entonan antiguos cantos, forman un circulo alrededor de una joven parturienta. Sus alaridos resuenan en todo el valle. De repente, se hace el silencio. Y un ultimo grito desgarrador. Entre las cobijas que debian arropar a un bebe, asoma lo que parece una
pequena mano cubierta de pelo. Ha nacido Petrus Gonsalvus, un rey guanche. Y esta es su historia. -
Cuando el carabo cante de Soledad Palao Sires
https://gigalibros.com/cuando-el-carabo-cante.htmlAdelina es una muchacha sencilla que vive en un pequeno pueblecito, cerca del nacimiento del rio Mundo. Incansable trabajadora, ayuda a su madre en el cuidado de sus nueve hermanos, hasta que su aficion por la lectura le hace desear ampliar sus estudios y conocer otra clase de vida. Con ayuda del cura de su pueblo, llega a Madrid a servir en una vivienda de postin, sin sospechar siquiera que el destino le tiene preparado vivir en primera persona los terribles acontecimientos que se produciran en aquella casa. Sus investigaciones, y pesquisas la convierten en una colaboradora indispensable para la policia. Un pequeno carabo que solamente ella puede ver, sera el anuncio de una final totalmente inesperado para el lector, que a lo largo de la trama se ira preguntando el porque de cada una de las misteriosas desapariciones de algunos de los personajes que forman esta apasionante novela.
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Contigo siempre de David Roca
https://gigalibros.com/contigo-siempre.htmlA veces, el tiempo mezcla la amistad con el amor.Enrique y Queta se conocen desde los diez anos, cuando los padres de ella se fueron a vivir al lado de los de el. Fueron a colegios separados pero cursaron el bachillerato en el mismo instituto y se hicieron amigos. Mientras Enrique se ha ido a Nueva York a estudiar violin, Queta se ha quedado en Barcelona. Enrique ha empezado a salir con una famosisima bloguera y mantiene la amistad con Queta a traves de skype. Sin embargo, este vinculo que los une desde siempre esta a punto de ponerse en peligro.
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Atardecer (Voces del pasado 2) de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/atardecer-voces-del-pasado-2.htmlLos secretos no han hecho mas que empezar.
Todos giran en torno a un pasado que se esperaba dormido. Que se ansiaba acallado.
Hasta ahora.
Es el momento de posicionarse y de hacerse fuertes. Sobre todo cuando Will y Andy caminan en bandos separados y todos luchan por alejarnos el uno del otro.
?Sera mas fuerte su amor? ?Merece la pena la busqueda de la verdad si esto te separa de la persona amada?
Solo la fuerza de una union perfecta podra lograr ese ansiado atardecer que se abre paso tras un largo dia de lluvia. -
?Quien me lo iba a decir? – Mercedes Perles de Mercedes Perles
https://gigalibros.com/quien-me-lo-iba-a-decir-8211-mercedes-perles.htmlNOVELA GANADORA DEL X PREMIO TERCIOPELO DE NOVELA ROMANTICA.
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Tres periodistas en la revolucion de Asturias de Manuel Chaves Nogales
https://gigalibros.com/tres-periodistas-en-la-revolucion-de-asturias.htmlLa madrugada del 5 de octubre de 1934, animados por una convocatoria de huelga general que fracasara en el resto de Espana, los mineros de Asturias se alzan contra las autoridades y toman el control de ayuntamientos y cuarteles de la Guardia Civil. Desde el gobierno de la Republica se opta por responder con toda la dureza posible para sofocar la <
>, que tardaria dos semanas en ser derrotada. El balance fue durisimo: casi 1.500 muertos, mas de 2.000 heridos y mas de 30.000 prisioneros. Manuel Chaves Nogales y Josep Pla -corresponsales de los diarios Ahora y La Veu de Catalunya- fueron dos de los primeros periodistas que pudieron entrar en Asturias una vez restablecido el orden republicano; desde alli contaron los sucesos acaecidos durante las dos semanas anteriores, en las que se llego a acunar moneda propia y ciudades como Oviedo quedaron destrozadas. Jose Diaz Fernandez, para quien los hechos eran muy cercanos, publicaria al ano siguiente el libro Octubre rojo en Asturias, un reportaje novelado sobre el mismo tema. Este volumen recoge los textos de estos tres grandes escritores sobre la revolucion de Asturias, un capitulo clave de la historia espanola del siglo XX. -
La Torre Tesla de Ruben Azorin Anton
https://gigalibros.com/la-torre-tesla.htmlSiga a ese coche>>. Largo siempre mi frase romantica contra la pegadiza melodia de saludo cuando subo a un City Cab. Soy un clasico y la he usado en cientos de ocasiones en los casi ocho anos que las calles de Clifton me ven defenderme como detective privado. No se si esa copla fue pensada expresamente para el cine, pero desde que en las grandes ciudades no se pueden poseer, ni mucho menos usar, vehiculos particulares, no le queda razon de ser. De hecho, en la persecucion que acabo de iniciar casi muere antes de brotar de mis labios, obligados a invocar con siglas absurdas una APP que ajusta automaticamente mi ruta a la deriva del vehiculo que he senalado como target. ?Que seria de Frank Bullitt si no pudiese romper las reglas? Si en su persecucion no se pudiese saltar una sola senal de trafico ni exceder el limite de velocidad, si no pudiese derrapar... Ahora los flujos de circulacion de vehiculos autonomos estan regulados. No hay, no queda, ninguna emocion humana en ninguna carrera. Prefiero no hablarle. Solo mi dispositivo movil, magia sin alma, dicta el camino a una maquina carente de pasion. Si. Soy un amante del cine negro. Del antiguo y verdadero cine negro. Quiza por eso me hice detective privado cuando me expulsaron del cuerpo de policia y me uni a los ciudadanos de ninguna parte. El cine mantiene mi vana frase con vida al rescatarla de la realidad. Se vendio bien la campana de reciclaje de vehiculos propios previa a su rapida prohibicion, ?verdad? Las tasaciones personalizadas que nos ofrecio el Gobierno para retirarlos junto a la campana de concienciacion y multas, consiguieron que una gran mayoria de la poblacion las aceptasemos. El resto sencillamente los perdio. Ya no serian necesarios los garajes, los vados ni las plazas de aparcamiento. Los nuevos motores electricos no contaminarian. La conduccion con piloto se limitaria, y solo en determinados casos, a policia, bomberos o ambulancias. Asi se evitaria el cansancio frente al volante y los errores humanos. Esto reduciria drasticamente los accidentes. Cualquier ciudadano identificado podria disponer de una Cab en menos de cinco minutos, a cualquier hora, en cualquier lugar. Todo eran ventajas. Y lo fueron, no podemos negarlo. Pero ?que opinais de la nueva <
>? Con la Trans Tax nos la colaron. Debemos tener el carnet de tripulante para ser usuarios de taxis, aunque no los lleguemos a utilizar. Y no es facil obtenerlo, casi mas complicado que el antiguo examen del carnet de conducir y con la exigencia de un certificado de procedencia virtuosa y convicciones moderadas. Un simple plastico sin fotografia y sin codigos que muestra el nombre del propietario cuando confirma su huella. En el mio se rotula Philippe Hawk con tinta electronica. Preferiria la traduccion de mi apellido al espanol, como me llaman los que me conocen, Halcon. Os dire tambien que al principio las carreras eran tan economicas como el transporte publico, pero hoy los costes se asemejan a los de un taxi de antano. Otro handicap, en cuanto a nuestra profesion se refiere, es no poder hacer las rondas de vigilancia desde el coche. Ha supuesto el punto final a la estrategia del cazador que acecha desde el fondo de su asiento los ciclos rituales de su presa. Ya no hay interminables cinturones de vehiculos aparcados en las calles, ni dobles filas entorpeciendo el trafico. Ya no hay hamburguesa en bolsa de papel. Para evitar un mal uso de los City Cabs autonomos, como por ejemplo dormir o resguardarte en ellos, si superas los quince minutos estacionado, el propio vehiculo te alerta de que envia una senal a la policia. Si ignoras el aviso, en pocos minutos eres desalojado. Asi que, aunque se pudiese conducir, un vehiculo con pasajero parado mas de diez minutos levantaria sospechas. Tampoco se puede llevar arma sin licencia o el coche la detectaria y tambien avisaria de inmediato a la policia. Con este sencillo sistema de seguridad detuvimos a cientos de incautos en mis anos en el Departamento como agente. Pobres diablos que nunca sabian como los habiamos descubierto. No eran tan inocentes, claro esta, los delincuentes profesionales, con los que aprendiamos ciertos trucos. De forma que he tenido que alquilar un cuartucho de hotel en la ciudad a la que me ha llevado mi nuevo caso. La misma ciudad, por cierto, en la que habia trabajado de policia y a la que habia prometido no regresar. No creo que mi vuelta le sorprenda a nadie. Mi palabra nunca ha tenido mucho valor, ni siquiera para mi. Ademas, esta vez no se trata de una esposa celosa y no iba a dejar escapar un encargo por un precipitado calenton que tuve hace varios anos. Volviendo a mi nuevo caso, ando tras mi objetivo. Varon de mediana edad. Raza caucasica. Estatura, 1,80 metros, y pelo oscuro. No se si sospecha que le sigo, pero aunque asi sea, tampoco podra hacer demasiado, esta igual de atrapado que yo. La persecucion es sencilla. El cambio de la circulacion caotica de hace solo unos anos por la ordenada y silenciosa actual ha sido sorprendente y tiene mas pros que contras. A mi me sigue gustando recalcar mis contras; es una cruzada personal. Nos estamos alejando del casco urbano y aqui no hay casi trafico. Solo circulamos tres vehiculos por la carretera y pronto sere descubierto. Hago una foto al identificador que persigo y una llamada. --Hola, Margaret. --?Halcon? --El mismo. Pasaba por la ciudad y he pensado que estaria bien que nos vieramos. --?Que quieres, Halcon? Tengo trabajo. --Solo un pequeno favor, por los viejos tiempos. Te acabo de enviar el identificador de un vehiculo. ?Podrias enviarme un split de seguimiento al movil? --Ni lo suenes, Halcon. --Me rompes el corazon, companera. Pero ha sido un placer escucharte despues de tanto tiempo. --Lo mismo digo. Adios, Halcon. Maldicion. Si no quiero perderlo he de continuar tras el. Amplio la distancia. El otro vehiculo toma una carretera interminable que conecta Nueva York con Nueva Jersey. Dejamos los edificios y entramos en amplias extensiones de terreno cada vez mas despoblado a ambos lados de la carretera. No me gusta, nos estamos alejando demasiado. Mis temores se ven confirmados por un aviso del altavoz interno. --Este vehiculo no tiene autorizacion para circular fuera del casco urbano. Por favor, elija otro destino. Caso omiso a la advertencia y, como estaba escrito, pocos metros despues el vehiculo se detiene e insiste en que elija otro destino. Vuelvo a recurrir al telefono movil. --Margaret... --Dime... Tendre que desplegar todo mi encanto personal para persuadirla. Necesito su ayuda si no quiero tirar por la borda estos dias de trabajo. Sin embargo, la situacion cambia radicalmente cuando mi perseguido se detiene a unos cien metros delante de mi. Nadie se apea. No creo que sea de corto recorrido, como en el que yo viajo. Y, aun asi, alli esta. Parado. Obviamente me ha descubierto. No puede ser nada bueno. --?Sigues ahi, Halcon? --pregunta mi antigua companera, de la que ya me habia olvidado. --Claro, muneca. Solo queria pedirte perdon por haberte puesto en un compromiso. Sabes que no soy asi. Cuelgo antes de escuchar su respuesta sarcastica o irritada. Ahora me preocupa mas la situacion en la que me encuentro. ?Alguien me ha tendido una trampa? Indico fin de trayecto para acallar la molesta voz del coche repitiendose. Alli estamos los dos City Cabs. Solos. Sin nadie en kilometros. Monto mi arma camuflada y espero a que mi presa mueva ficha. --Por favor, abandone el vehiculo. Este nuevo aviso juega a mi favor. Esperare hasta que venga la policia a comprobar el porque de un taxi parado y con un pasajero armado. Prefiero ese incomodo encuentro que cometer un error frente a gente dispuesta a asesinar. Ahora no se quien vigila a quien. Todavia es de dia, pero creo adivinar atravesando su luna trasera un destello dirigido hacia mi. --Por favor, abran el vehicu... El mensaje se repite cada treinta segundos. Pero ahora esta enrarecido con interferencias. La voz suena entrecortada, las luces interiores de mi Cab han parpadeado y parece que no llegan a apagarse. Piensa, Halcon, piensa. Por fortuna, acude la caballeria. Desde luego han mejorado los tiempos de respuesta desde mi marcha del cuerpo. ?Sera alguno de los viejos conocidos? --Por favor, salga del vehiculo con las manos en alto. Ahora escucho a la policia por el altavoz interior. Veo que el otro coche empieza a alejarse. Lo voy a perder, pero ha pasado el peligro... ?O quiza no? No salgo. No me atrevo a tocar la puerta. --Salga del vehiculo con las manos en alto. El coche de policia ha estacionado a pocos metros. Baja uno de los agentes y se me aproxima con la mano acariciando la culata del arma. --!No se acerque al coche! No parece escuchar mi advertencia. Muevo las manos para que se aleje, pero en vez de hacerme caso, mis gestos le ponen en alerta y saca el arma. Se aproxima apuntandome mientras su companero insiste a traves del comunicador para que baje del vehiculo. Con las dos manos sujetando la Smith & Wesson y presto a disparar, golpea suavemente el cristal de la ventanilla para indicarme que salga. Las luces interiores vuelven a oscilar. No le conozco. Es joven, debe ser una incorporacion reciente. Levanto las manos y vuelvo a prevenirle: --Por favor, no toque el coche. Otra frase inutil. Cuando acerca la mano a la manilla exterior se escucha un chasquido seco y el abnegado policia se desploma como si fuese de carton piedra. Jamas he visto algo asi. Su companero, todavia en el coche patrulla, me creera responsable. Puedo darme por muerto. Solo tengo segundos. Busco y abro la puerta con las manos metidas en los plasticos de la documentacion del coche. Salgo aun a riesgo de correr la misma suerte que el agente caido. No me ocurre nada. Me dejo caer al suelo de rodillas con las manos en la nuca para que el otro agente me vea entregado antes de reaccionar y acabar conmigo. El cadaver yace a mi lado en una postura antinatural y grotesca, como si aun estuviese de pie. Me recuerda a las fotos de aquellos cuerpos petrificados por la erupcion del Vesubio. El rictus desprende un fuerte olor a chamuscado. El ambiente a chamusquina. 2 COMISARIA Mi vieja comisaria. Vuelvo a los ocho anos. Ha cambiado poco. El ambiente tenso al verme entrar no es muy distinto al que se creaba la mayoria de veces, cuando lo hacia sin esposar. Las caras nuevas me sentencian con la mirada. Ya deben estar al tanto del asesinato de un companero. Espero que, aunque me vean arrestado como principal sospechoso, ninguno de los viejos colegas a los que saludo con la mirada piense que puedo haber sido yo. La incredulidad y la sorpresa que recibo no me lo confirman. Como siempre, nadie habla a mi paso. Ni siquiera mi antigua companera Marga. A ella le sonrio. Randle me espera en la puerta de su despacho, al menos tiene el miramiento de no despacharme a una celda o a una sala de interrogatorio. Debe ser el unico que conoce los detalles de mi implicacion en este asunto. El agente que me conduce me sienta bruscamente y me clava en el cuello dedos como garras. Quiere venganza. Pero Marvin le ordena que salga sin darle opcion a relatar lo ocurrido. No le gusta, pero obedece y mis cervicales vuelven a su orden. El capitan Marvin Randle, mi antiguo jefe, baja los estores para apartar una docena de miradas de reojo y pasea por su despacho frotandose las manos y la nuca. --Cuando te expulsaron del cuerpo y prometiste no volver nunca mas a esta ciudad pense que me habia tocado la loteria. ?Podrias explicarme por que se ha acabado mi buena suerte? Nunca me deja responder. --?Que ha sucedido? ?Por que tengo a uno de mis hombres carbonizado? Espera, no me lo digas. --Levanta las palmas de las manos--. Ha sido un accidente. Pasabas por alli y casualmente hubo algun fallo tecnico en el vehiculo y... --Veo que no ha perdido su astucia. --Muy gracioso, Halcon. Muy gracioso. Tira un expediente sobre la mesa y se me encara a voces. --Apareces hace un par de dias como por casualidad haciendo preguntas en la escena de un crimen perpetrado en mi ciudad. Enseguida supe que eras tu... --Abre el dosier y saca algunas fotos del cadaver--. !Muerte por electrocucion! Un dia despues, te encuentras donde un policia de mi Departamento es victima de otro asesinato. ?Y como?... !Por supuesto! !Tambien electrocutado! Supongo que es solo una coincidencia y que no hay ninguna relacion entre ellos. Da un violento golpe sobre la mesa. --!Estoy esperando una explicacion! --Lo siento, jefe. --?Lo siento, jefe? ?Cuantas veces he escuchado lo mismo? Yo ya no soy tu jefe y por dios que me alegro de ello. Al igual que se alegran tus companeros de no tenerte ya como tal. Senala hacia la ventana con la cara roja. Siempre le ocurre cuando se enfada y en mi presencia alcanza el bermellon. --Me gustaria poder ayudarle... --Eras tu el objetivo, ?verdad? ?En que estas metido? Esto te queda grande, Halcon. Este ultimo comentario me pone sobre aviso. Sin duda el tiene mas informacion que yo sobre lo que esta sucediendo. Tomo una de las fotografias de la primera victima y simulo ojearla con desinteres antes de volver a lanzarla sobre la mesa. --Quiza podria ser de mas ayuda si no me hubiesen echado a patadas de la escena del crimen. ?Como me queda de grande? Me vuelve a atravesar con la mirada -
Lo que significas para mi de Mile Palma
https://gigalibros.com/lo-que-significas-para-mi.htmlElla pensaba que los amores de la infancia eran eternos y Harry, ese amor que tenia desde pequena, quizas le de la razon a sus pensamientos. Alexia lo dara todo, pensando que el final sera feliz, pero en la vida, todo tiene un final. ?Lo tendra tambien este amor?
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Otra oportunidad para el amor de Robyn Grady
https://gigalibros.com/otra-oportunidad-para-el-amor.htmlJack Prescott salio de la habitacion del hospital con una desagradable sensacion de aturdimiento. Habia recibido la llamada a las diez de la manana. De inmediato se habia subido a su bimotor y habia volado a Sydney con el corazon en la garganta. Hacia anos que Dahlia y el no hablaban y ahora ya no tendria oportunidad de decirle adios. Ni de pedirle perdon. Echo a caminar por el pasillo. Le escocian los ojos. El aire olia a detergente y a muerte. A partir de aquel dia, era el unico superviviente de los Prescott y no habia nadie a quien culpar excepto a si mismo. En ese momento se cruzo con un medico que iba tan absorto en la conversacion que se choco contra el sin darse cuenta. Jack se tambaleo un instante, luego se miro las manos y se pregunto cuanto tiempo tardaria en venirse abajo, en asimilar la verdadera dimension de aquella pesadilla y maldecir aquel mundo despiadado. Dahlia solo tenia veintitres anos. Una mujer que habia sentada en la abarrotada sala de espera atrajo su atencion por algun motivo. El cabello claro le caia por los hombros. Llevaba un nino entre los brazos. Jack se froto los ojos y volvio a mirarla. Tenia los ojos llenos de lagrimas y estaba mirandolo. Jack se pregunto si se conocian y, cuando la vio esbozar una sonrisa de condolencia, se le encogio el estomago. Era amiga de Dahlia. No estaba seguro de poder hablar aun. No se sentia con fuerzas para darle las gracias por estar alli o por darle el pesame y luego excusarse lo mas rapido posible. La mujer siguio esperando mientras le sujetaba la cabecita al pequeno y Jack se dio cuenta de que no podia huir. Dio un paso, luego otro y finalmente acabo frente a ella. --Eres el hermano de Dahlia, ?verdad? --le pregunto ella--. Eres Jack --tenia las mejillas sonrojadas y manchadas de lagrimas, las unas mordidas y los ojos... Sus ojos eran de un azul intenso. Jack se sorprendio a si mismo. Hacia siglos que no se fijaba en los ojos de una mujer. Ni siquiera estaba seguro de saber de que color tenia los ojos Tara. Quiza deberia fijarse cuando volviera. Claro que el suyo no iba a ser esa clase de matrimonio, al menos para el. Tras la muerte de su esposa hacia tres anos, Tara Anderson habia pasado cada vez mas tiempo en Leadeebrook, la explotacion ganadera de Queensland en la que vivia Jack. Habia tardado en apreciar la compania de Tara; seguramente porque en los ultimos tiempos, a Jack no le gustaba mucho hablar. Pero poco a poco Tara y el se habian hecho casi tan amigos como lo habian sido su mujer y ella. Y entonces, la semana anterior, Tara le habia ofrecido algo mas. Jack habia sido muy claro con ella. Jamas se enamoraria de otra mujer. Llevaba la alianza de boda colgada de una cadenita que jamas se quitaba del cuello, mientras que la de su mujer descansaba junto a una foto suya que tenia en el dormitorio. Sin embargo Tara le habia explicado que creia que necesitaba una relacion estable, y que ella necesitaba alguien que le ayudara a dirigir su propiedad. Aquello habia dado que pensar a Jack. Veinte anos antes su padre se habia visto obligado a vender la mitad de sus tierras a un vecino, el tio abuelo de Tara. Despues habia intentado volver a comprar la tierra, pero a Dwight Anderson no le habia interesado vendersela. Despues de la muerte de Sue, Jack habia tenido la sensacion de que su vida no tenia sentido. Ya no disfrutaba de actividades que en otro tiempo le habian apasionado, como montar a caballo por las extensas llanuras de Leadeebrook. Sin embargo la idea de cumplir el sueno de su padre de recuperar aquellas tierras le habia hecho albergar una nueva ilusion. Tara era una buena persona y cualquier hombre la consideraria atractiva. Quiza si que pudiesen ayudarse mutuamente. Pero antes de casarse con ella, debia resolver algo. La raza humana dependia en gran parte del poder del instinto maternal; las mujeres deseaban tener hijos y sin duda Tara seria una madre estupenda. Pero el no tenia el menor deseo de ser padre. Ya habia cometido suficientes errores, uno de ellos imperdonable. Pensaba en ello a menudo y no solo cuando visitaba la tumba diminuta que habia junto a la de su esposa en Leadeebrook. Ningun hombre podria soportar que le desgarrasen el corazon una segunda vez. No pensaba tentar al destino engendrando otro hijo. Si Tara queria un matrimonio de conveniencia, tendria que renunciar a la idea de tener familia. Habia asentido cuando Jack se lo habia explicado, pero el brillo de sus ojos hacia pensar que esperaba que algun dia el cambiara de opinion. Pero eso no ocurriria. Jack estaba completamente convencido de ello. Jack tenia la mirada clavada en el pequeno cuando la mujer del vestido rojo volvio a hablar. --Dahlia y yo eramos amigas --murmuro con voz debil--. Muy buenas amigas. El respiro hondo, se paso la mano por el pelo y trato de ordenar sus pensamientos. --El medico dice que el que la atropello se dio a la fuga. La habian atropellado en un paso de peatones y habia muerto solo unos minutos despues de ingresar en el hospital. Jack le habia tocado la mano, aun caliente, y se habia acordado de cuando la habia ensenado a montar a Jasper, su primer caballo, y de cuando la habia consolado tras la muerte de su corderito. Cuando ella le habia suplicado que lo comprendiera... cuando mas lo habia necesitado... --Recobro el conocimiento solo un momento. Aquellas palabras agarraron desprevenido a Jack. Sintio tal debilidad en las rodillas que tuvo que sentarse, pero enseguida se arrepintio de haberlo hecho porque eso implicaba que queria hablar, cuando lo que queria era quitarse las botas, beberse un whisky y... Levanto la mirada y sintio que se le nublaba la vista. ?Que le esperaba ahora? ?Documentacion, la funeraria, elegir el ataud? --Hablo conmigo antes... antes de irse --a la mujer le temblaba el labio inferior al hablar--. Me llamo Madison Tyler --se coloco al bebe en el regazo y se sento junto a Jack--. Mis amigos me llaman Maddy. Jack trago saliva. --Ha dicho que recobro el conocimiento... que hablo con usted. Pero seguramente no habria sido sobre el. Dahlia se habia quedado destrozada tras la muerte de sus padres. Ni siquiera la paciencia y el apoyo de su mujer habian servido para anidarla. Aquella ultima noche Dahlia habia dicho gritando que no queria tener nada que ver con su hermano, con sus estupidas reglas ni con Leadeebrook. Despues habia acudido al funeral de Sue, pero Jack habia estado demasiado aturdido como para hablar con ella. En los siguientes anos, habia recibido sus felicitaciones de Navidad, pero todas ellas habian llegado sin direccion del remitente. Apreto los punos con rabia. Dios, deberia haber dejado a un lado su orgullo y haber tratado de encontrarla. Deberia haber cuidado de ella y haberla llevado de vuelta a casa. Un movimiento del bebe hizo que Jack se fijara en su carita, en sus mejillas regordetas. Un rostro lleno de salud y de promesas. Lleno de vida. Respiro hondo, se puso en pie y trato de recuperar el control. --Podremos hablar en el funeral, senorita... --Maddy. Jack se saco una tarjeta de visita de la cartera. --Si necesita cualquier cosa, puede ponerse en contacto conmigo en este numero. Ella tambien se puso en pie y lo miro a los ojos. --Jack, necesito hablar contigo ahora --miro un segundo al bebe--. Yo no sabia... Dahlia nunca me habia hablado de ti. Cuando volvio a mirarlo, lo hizo con los ojos suplicantes, como si buscase una explicacion. Parecia amable y estaba comprensiblemente afectada por la muerte de su hermana, pero no importaba lo que Dahlia le hubiese dicho, Jack no iba a justificarse ante una completa desconocida. Ni ante nadie. --La verdad es que tengo que irme. --Me dijo que te queria mucho --solto ella, acercandose un poco mas--. Y que te perdonaba. Jack se detuvo en seco despues de dejar la tarjeta sobre la silla. Cerro los ojos con fuerza y trato de acallar el zumbido que sentia en los oidos. Queria que pasase el tiempo. Queria volver a casa, a lo que conocia, a aquello que no podian arrebatarle. El bebe estaba moviendose, parecia inquieto. Jack sintio la tentacion de mirarlo, pero por otra parte solo deseaba taparse los oidos y salir corriendo. Lo ultimo que le faltaba era oir el llanto de un nino. --Aqui no puede hacer nada --dijo por fin--. Deberia llevar a ese nino a su casa. --Eso intento --respondio ella y lo miro fijamente. --Lo siento, pero no comprendo. La mujer se limito a morderse el labio inferior, tenia los ojos abiertos de par en par. ?Estaba asustada? Jack la observo detenidamente. Tenia la piel del color de la porcelana, unos rasgos perfectos y, a pesar de todo, Jack sintio una ligera excitacion. ?Estaba tratandole de decir que el hijo era suyo? Un tiempo despues de la muerte de su mujer, muchos amigos suyos habian intentado sacarlo de su encierro, lo habian convencido para que fuera a verlos a Sydney y conociera a algunas mujeres de su circulo social y, aunque tenia un muro de acero alrededor del corazon, en un par de ocasiones habia pasado la noche con alguna de esas mujeres. ?Seria por eso por lo que le resultaba familiar el rostro de aquella mujer? La miro de nuevo. No. Habria recordado aquellos labios. --Escuche, senorita... --Maddy. Jack esbozo una tensa sonrisa. --Maddy. Creo que ninguno de los dos estamos de humor para juegos. Sea lo que sea lo que quieres decirme, te agradeceria que lo soltases cuanto antes. Ella no se inmuto ante tal brusquedad, mas bien adopto un aire mas firme. --Este bebe no es hijo mio --dijo por fin--. Dahlia me lo ha dejado hoy. Es tu sobrino. Pasaron varios segundos antes de que Jack asimilara el significado de aquellas palabras, y entonces fue como un golpe en la cabeza. Parpadeo varias veces. Debia de haber oido mal. --No... no es posible. De los ojos de Maddy cayo una lagrima. --El ultimo deseo de tu hermana ha sido que os presentara el uno al otro. Jack, Dahlia queria que te quedases con su hijo. Que lo llevases contigo a Leadeebrook. Capitulo 2 Quince minutos despues, sentada frente a Jack Prescott, Maddy se llevo la taza a los labios, convencida de que nunca habia visto a nadie tan demacrado. Ni tan guapo. Con una mirada cada vez mas oscura, tanto como su gesto, el movia su cafe con la cucharilla. La megafonia reclamo la presencia del doctor Grant en la sala diez. Una anciana que habia sentada en una mesa cercana sonrio al bebe antes de tomar un bocado. Junto a la caja, a una enfermera se le cayo un plato; el estruendo retumbo en toda la cafeteria y sin embargo Jack parecia ajeno a todo. Su mirada parecia centrada en su propio interior. Maddy analizo con discrecion su rostro de estrella de cine; la mandibula marcada, la nariz recta y orgullosa. Era curioso, pero resultaba apasionado y distante al mismo tiempo. Percibia en el, bajo su mascara, una intensa energia que casi daba miedo. Era el tipo de hombre que podria enfrentarse a un incendio el solo y evitar que aquello y aquellos que le importaban sufrieran el menor dano. La pregunta del millon era: ?que era lo que le importaba a Jack Prescott? Apenas habia mirado al bebe, su sobrino huerfano al que acababa de conocer. Parecia de piedra, todo un enigma. Quiza Maddy nunca se enterase del motivo por el que Dahlia habia apartado de su vida a su hermano. Y si no fuera por el pequeno Beau, tampoco habria querido saberlo. Jack dejo la taza sobre el plato y miro al bebe, que habia vuelto a quedarse dormido en el cochecito. Habia sido Jack el que habia sugerido que tomaran un cafe, pero despues de un silencio tan largo, Maddy ya no aguantaba mas aquella fria calma. Tenia una mision, una promesa que debia cumplir... y un tiempo limitado para hacerlo. --Dahlia era una madre magnifica --le dijo ella--. Termino la carrera de Marketing despues de que naciera el nino. Ahora se habia tomado un ano libre antes de ponerse a buscar un buen trabajo --Maddy bajo la mirada mientras algo se le rompia por dentro. Era el momento de decirlo. El momento de confesar--. Dahlia apenas habia salido de su casa desde que llego con el pequeno --continuo--. Yo la convenci para que fuera a la peluqueria, que se hiciera la manicura... Maddy sintio que se le encogia el estomago y se le hundian los hombros bajo el peso de la culpa
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La esclava de Manila de Jesus Maeso De La Torre
https://gigalibros.com/la-esclava-de-manila.htmlAl amanecer, los expedicionarios del Galeon de Manila se concentraron en el malecon de Cavite. Una brisa humeda les cortaba el resuello. Las chozas y los baluartes emergian de las sombras y una luz amarillenta difuminaba las siluetas del mastodontico barco. Dos jovenes, ama y esclava, olieron el mar y oyeron el silbido del viento zumbando entre las arboladuras gigantescas de la embarcacion. Temblaban con el estruendo de la partida y se cogian del brazo de un criado. La esclava filipina se ocultaba de las miradas indiscretas bajo una capa de lana parda, y se pegaba a su tambien asustada duena. Desde el primer instante, la sobrecogio el desafiante perfil de la colosal nave: la Santa Rosa de Lima, con su soberbio mascaron de proa que representaba un leon policromado de singular belleza. Imelda del Rosario era esclava del armador don Natalio Zornoza y dama de compania de su hija Aurora, una joven de su misma edad, diecinueve anos, rubia, fragil y asustadiza. Ella era en cambio una mujer esplendorosa a la que todos miraban por su exotismo. No necesitaba afeites ni polvos, pues su semblante brillaba con luz propia. Ya desde el mismo momento de embarcar, la tripulacion cayo de inmediato en el embrujo de su natural seduccion, y corrio el rumor de que era hija del emperador de China. Don Natalio, cansado de vivir en Manila, deseaba presentar en sociedad a su hija, demasiado influenciada para su gusto por su confesor, y acaparada por los oficios religiosos. El armador era un hombre que vivia con desahogo, pues poseia, ademas de sus naves, una plantacion cerca de Manila de te de Wulong, el llamado <
>, el mas puro de Fujian, de la misma China, que vendia en exclusiva a mercaderes ingleses en su casa comercio de la calle de la Carne de Cadiz. Cuando el navio se hizo a la mar entre el griterio de la gente y se cargaron en el baluarte de Santiago las arcas y las cajas de seguridad llenas de doblones, perlas de Ceilan y las joyas hindues de oro-- la carga mas valiosa, que esperaban los oficiales del rey en Cadiz--, siete canonazos, numero de la suerte en Filipinas, despidieron a la Nao de la Seda y, de paso, a su sangrante corazon que se alejaba de los suyos. El criado Maximiliano, un mulato libre que trabajaba en la casa desde nino y al que las muchachas querian como un padre, se arrodillo en la cubierta y rezo al milagroso Nino Jesus de Manila, para que los preservara de todo peligro, mientras las jovencitas se exponian en la proa a las brisas del oceano del Sur. Imelda tuvo el palpito de que ya nunca regresaria a su amada tierra natal. La esclava, --cuyo nombre natal era Xiao--, temia la larga travesia desde Manila a Acapulco en el Galeon de Manila --el < > lo designaban los nativos--, y luego desde Veracruz a Cadiz. Pero tras dos meses de tormentosa navegacion avistaron Acapulco, y, tras trasladarse por tierra y descansar en Veracruz, cruzaron el Atlantico, protegidas por la segura Flota de Indias, y finalmente arribaron a Cadiz sin novedad. La ciudad vivia un siglo magico, donde las riquezas se multiplicaban en manos de los comerciantes y los cargadores de Indias. Gentes de todo el orbe merodeaban por su puerto, y cerca de cien mil almas se afanaban por sus calles. Era tal la claridad del aire de Cadiz que la luz reverberaba en las torres miradores que oteaban sin desmayo el oceano, y en las azoteas y los balcones sembrados de geranios que miraban al mar. Imelda del Rosario, o la Filipina, como dieron en llamarla en los mentideros gaditanos, seguia siendo un misterio para los vecinos, no asi Maximiliano, que ya habia estado con el patron otras veces en Cadiz. Solo salia de la casa en las grandes celebraciones de la Iglesia, de la era fervorosa creyente, luciendo su belleza junto a Aurora, aunque caminando, eso si, un paso atras de su ama, junto al mulato, al tiempo que despertaba la envidia de las jovenes casaderas y damitas atildadas del puerto gaditano. A la filipina le seducia el embrujo de la bulliciosa ciudad andaluza, donde nadie se sentia extrano y el rumor del oceano armonizaba sus aires como una orquesta. Pero lo realmente hermoso de Cadiz apenas si se veia. Se hallaba oculto en el interior de las casas y en sus estancias guarecidas tras las puertas, rodeadas de patios y zaguanes donde crecian los nardos y los jazmines blancos. Cadiz hacia las veces de centro neuralgico del comercio nacional, y en sus salones, donde se hablaba en todos los idiomas, se servia cafe y chocolate. Y entre las acaloradas partidas de billar, una copa de brandy y el humo de un habano, los armadores de buques, entre ellos don Natalio, arreglaban tratos, ordenaban fletes, enrolaban tripulaciones, disponian los precios del palo de Campeche, de las salazones, del cacao, o de las sedas de Manila, o tasaban el valor del real de plata con el doblon mexicano. Las casas de Cadiz maravillaban a la filipina, que no habia visto nunca tal lujo. Olian a especias y vainilla, y los comerciantes destinaban los bajos para tiendas y almacenes donde se mostraban al publico los escaparates y mostradores de venta. El reloj de la fortuna habia sacado a Imelda de la indigencia en la que vivia en Manila. Apenas si se acordaba de su familia, que habia escapado de la pobreza con los dos mil pesos que habia recibido por su compra, siendo una nina de cuatro o cinco anos. Y daba gracias al cielo por su buena ventura. Si, el reloj de su vida y de su fortuna marchaba acompasado y, aunque debia soportar el celo indisimulado del padre de su ama, don Natalio, entre platonico y enfermizo, se hallaba satisfecha por el trato que recibia de sus senores, y en especial de Aurora, su confidente, amiga y casi hermana. Imelda poseia dotes curativas, inventaba y elaboraba balsamos, pomadas y esencias y conocia las virtudes saludables de las plantas. En sus ratos libres, y a la tremula luz de los flameros del sotano, creaba balsamos y cremas reparadoras y maceraba hojas con las que preparaba afeites y lociones para las damas gaditanas. Destilaba luego en su alambique aguas olorosas, que luego su amo vendia en la tienda de la calle San Francisco de monsieur Fatou, que las suministraba a precios prohibitivos. Una vez a la semana, el laborioso Maximiliano llevaba al frances tres cajas atiborradas de tarros de perfumes y redomas de fragantes unguentos para las damas burguesas de los puertos. A veces, el aroma intenso de las resinas adormecia mansamente los sentidos y Aurora e Imelda se quedaban dormidas en el obrador, con Aurora acurrucada en su pecho, como si anorara la madre a la que apenas recordaba, pues murio siendo ella muy nina. El derroche odorifico de las mas sofisticadas esencias orientales las transportaba a suenos deliciosos. Penetradas por una irresistible sutilidad de olores y, con el vaho de la amalgama de fragancias, permanecian horas con las manos entrelazadas y sus cuerpos jovenes apretados, en un afecto que duraba horas a la luz titubeante de las lamparas de aceite. Despertaban con el rayo tibio del sol del postmeridiano que entraba por el tragaluz, henchidas de emociones que debian guardar en sus memorias. Como suele ocurrir cuando la bonanza bendice a una familia, la paz y el sosiego se quebraron en la mansion de don Natalio, que perdio una de sus dos naves en un tifon que asolo las Antillas. Hallaron los restos en las costas de Barbados y lo que quedo fue expoliado por las gentes de las islas. Estaba casi arruinado. Pidio un prestamo a la Banca Aramburu de veinte mil reales para cambiar su negocio, y dedicarse con la que le quedaba a la importacion de cochinilla de Mexico y del azogue de Brasil, donde, por otra parte, existia gran competencia. En la Natividad del segundo ano de estancia en Cadiz, tuvieron que prescindir de la mitad del servicio, excepto del bueno de Maximiliano, que puso dinero suyo, ahorrado durante anos, para contribuir a la subsistencia de la familia. Natalio vendio a un consorcio holandes la nave que le quedaba, la mas marinera y querida: la Atrevida. Se distancio de las muchachas, pero ellas, en cambio, ante la adversidad, unieron aun mas sus corazones. Despues de la Epifania, Aurora, cada dia mas melancolica, comenzo a visitar el dormitorio de la asiatica y a quedarse con ella a dormir, costumbre hasta entonces inexplorada por ellas. Y entre platicas y complicidades aminoraban sus penas. El vino dulce y la difusa atmosfera alimentaban sus intimidades y exploraban su piel y sus partes mas ocultas. La exotica camara de Imelda, repleta de redomas de aromas y cremas, se convirtio para Aurora en un lugar de sortilegios y sexo fuera del tiempo. Y la desgracia de su padre le parecio menor y sin importancia. --Me has devuelto el deseo de vivir y recompuesto mi alma rota. No me separare nunca de ti, Xiao --llego a confesarle la pasional Aurora, cuando un amanecer abandonaba la estancia con las luces de la alborada. Aurora seguia recibiendo el cristiano consuelo del prior del convento de San Agustin, el vitalista fray Sebastian Gomez, asi como su asistencia en los sacramentos, y acudia a el acompanada por Maximiliano, su inseparable y protectora sombra. Pero un dia nefasto, en el que la bruma se dispersaba desdibujando el perfil de una luna rotunda, las mas terribles dudas afloraron en la mente de Aurora, testigo casual de una conversacion que penetro en su alma como un estilete turco. Aurora, tan asustadiza como un pajarillo, escucho la platica de su padre en el despacho con un adinerado tratante genoves, micer Jose Jacome, un hombre de barba rizada y larga cabellera anudada con un lazo negro en la nuca, que mostraba un inusitado interes por su adorada Imelda, la Filipina, la llamaba una y otra vez, su refugio y abrigo de amistad imperecedera. Aguzo los oidos. Hablaban de la asiatica como si de un barril de polvora se tratara, y eso la exaspero sobremanera. --Yo me hago cargo de vuestra deuda, y vos me traspasais a la filipina. Para cuando regrese de Gibraltar, en unas tres semanas, firmaremos el contrato y esa esclava pasara a ser de mi propiedad --le ofrecio tentador. --Asi sera, don Jose --reconocio don Natalio--. Teneis mi palabra. --Espero sacar buenos dineros con su saber en los emplastes, esencias y pocimas curativas, que vendere en mi almacen --hablo el negociante con voz ronca, y sus palabras entraron como un trueno en el cerebro de Aurora. -
Buscame y me encontraras de Roberto Rosillo Espinosa
https://gigalibros.com/buscame-y-me-encontraras.htmlEl detective Carcosa recibe el encargo de la senora Gertrudis, una adinerada mujer de la capital granadina, que desea saber si su esposo, un ambicioso y reputado empresario puede tener alguna relacion con el horrible crimen que hace estremecer la ciudad. Carcosa, con su amplia experiencia en homicidios, su arrojo y su capacidad analitica y deductiva tendra que infiltrarse en los entresijos de un grupo de hombres de poder que al amparo de la impunidad que les da su estatus y su anonimato, parecen estar vinculados con una serie de crimenes en la ciudad, y no desistira atando un cabo tras otro hasta llevar a buen puerto la resolucion del caso, poniendo en jaque a un punado de hombres de poder pertenecientes a una secta que practica el canibalismo gourmet.
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Entre las nubes y las estrellas (Between 1) de Gema Martin Munoz
https://gigalibros.com/entre-las-nubes-y-las-estrellas-between-1.htmlPrimera entrega de la serie Between.
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Un dueto oscuro de Victoria Schwab
https://gigalibros.com/un-dueto-oscuro.htmlEl mundo cae a pedazos. Y ellos tambien. Kate Harker no teme a los monstruos. Los caza. Y lo hace muy bien. August Flynn alguna vez tuvo el anhelo de ser humano. Pero ya no. Tiene un papel que cumplir. Y va a cumplirlo, cueste lo que cueste. EMPEZO LA GUERRA. LOS MONSTRUOS ESTAN GANANDO. Kate tendra que regresar a Verity. August tendra que dejarla entrar otra vez. Y un nuevo monstruo espera… un monstruo que se alimenta del caos y que hace aflorar los demonios internos de sus victimas. ?Cuales seran mas dificiles vencer: los monstruos contra los que pelean, o sus monstruos internos?
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Mas que una condena: 2 (Trilogia Sin mentiras), Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton de Norah Carter
https://gigalibros.com/mas-que-una-condena-2-trilogia-sin-mentiras-monika-hoff-norah-carter-patrick-norton.html -
Delicadeza de Caitlin N. Howley
https://gigalibros.com/delicadeza.htmlLord Conall Wiseman era un conde. Su castillo era mas pequeno que el de Lord White y poseia menos tierras, pero a diferencia de este ultimo, Lord Wiseman nunca habia perdido el carino y el respeto de Emily. Ella le conocia desde que era una nina. El padre de Conall y el de Emily habian sido grandes amigos. Ninguno de los dos estaba ya en este mundo, pero sus buenas acciones serian recordadas durante mucho tiempo. Mientras Emily esperaba a que uno de sus criados llamara a las puertas del castillo, se acordo de su padre. Habia muerto hacia solo dos semanas. Al menos, habia partido sabiendo que Emily ya no estaba entre las garras del conde. Recibimiento Lord Wiseman era alto y fuerte, pero ella nunca se habia sentido intimidada en su presencia. Los ojos del marques siempre estaban llenos de ternura cuando la miraba. Era rasgados y de color gris. Tenia el cabello marron rojizo y normalmente, llevaba se dejaba un poco de barba. Cuando las puertas del castillo se abrieron, Emily se sorprendio al verle. Habia esperado ser recibida por un grupo de criados y ser conducida hasta una de las habitaciones, donde tendria que aguardar a que el marques apareciera. Sin embargo, alli estaba: alto, con una capa negra y unos guantes del mismo color. El hombre hizo una reverencia. --Mi senora, es un placer veros. Espero que hayais tenido un viaje agradable. --Asi ha sido, muchas gracias --le contesto Emily. Se fijo en que la expresion de sus ojos era diferente. Si, seguian mostrando la ternura habitual, pero podian leerse mas emociones en ellos. Al observarlos con mas detenimiento, Emily se dio cuenta de que transmitian dolor, rabia y tambien, culpa. Se sorprendio. ?Por que culpabilidad? ?De que se arrepentia? El le tendio la mano derecha y volvio a hablar: --Acompanadme, mi senora. Os ensenare vuestro dormitorio. Emily alargo el brazo con algo de vacilacion. Al percibirlo, el dolor en la mirada de Conall se intensifico, pero el no dijo nada. En lugar de ello, esbozo una sonrisa de animo y espero con paciencia a que ella decidiera darle la mano. Emily tambien llevaba guantes, pero, aun asi, sintio un ligero estremecimiento cuando le toco. Con delicadez, el le estrecho la mano y amplio su sonrisa. Despues, ambos caminaron en silencio hacia las escaleras. Apaciguar el dolor Tres criados les siguieron varios metros por detras con el equipaje de Emily. Cuando llegaron a la habitacion, lo dejaron junto a la cama y se retiraron tras hacer una reverencia. El ultimo de ellos cerro la puerta. Emily no pudo evitar soltar un respingo cuando oyo ese sonido y sus ojos fueron directos al picaporte. Lo miro con nerviosismo. Conall siguio la direccion de su mirada y al entender lo que pasaba, se apresuro a recorrer la distancia que le separaba de la vuelta y volvio a abrirla. --Ya esta --le dijo a Emily con un tono que sono falsamente alegre--. No teneis nada de que preocuparos. Aqui estais a salvo. Emily aparto los ojos del picaporte y le observo. Enseguida, puso una mueca y su respiracion se agito. --Ey, ey, no pasa nada. --Conall se acerco a ella y le toco los hombros--. Aqui estais a salvo. Nadie os hara dano. Os lo prometo. Emily se echo a llorar. El rostro del marques se lleno de tristeza. Muy despacio, le puso una mano en la espalda y la otra en la nuca, y la acerco a el. Emily no opuso resistencia. Enterro el rostro en su pecho y siguio sollozando durante unos minutos mas hasta que se calmo. Conall no dijo nada en todo ese tiempo. Se limito a acariciarle la espalda y a susurrar Shhh Shhh de vez en cuando. Fue Emily la que se aparto de el. Se seco las mejillas con las mangas del vestido y le miro con verguenza. --Lo siento --dijo con un hilo de voz--. No queria reaccionar asi, pero no soporto las habitaciones cerradas. Me empieza a faltar el aire y tengo la sensacion de que las paredes van a derrumbarse y me voy a quedar atrapada bajo los escombros. Lo siento. --Varias lagrimas mas rodaron por sus mejillas. Conall se las seco con las yemas de los pulgares. --Mi senora, no pasa nada. Soy yo quien deberia sentirlo. Emily puso un gesto de extraneza. --?Vos? ?Por que? --Debi darme cuenta del sufrimiento que padeciais con el conde. --Vos no teneis la culpa. Yo no se lo dije a nadie. Pense que no serviria de nada y que era mi obligacion aguantar con estoicismo. Ademas, debo confesaros que me daba verguenza airear mi situacion. --No teniais por que sentir verguenza. El era el monstruo, el que deberia haberse sentido mal. Vos fuisteis su victima. No hicisteis nada malo. --Vos tampoco hicisteis nada malo. --Emily le dedico una pequena sonrisa triste--. Mi padre fue el unico que se entero, poco antes de que el conde muriera, pero yo trate de convencerle de que mi vida con el no era tan mala como parecia. Mi padre estaba muy enfermo. No queria que por mi culpa se agravara su situacion. Sin poder resistir el impulso, Conall le dio un beso en la frente y le dijo: --Debeis desterrar la palabra culpa de vuestro vocabulario cuando os refirais a vos misma. Sois la mujer mas maravillosa que conozco. No habeis cometido ningun error por el que tengais que sentiros asi. Emily volvio a sonreir, pero esta vez con alegria. --Solo si me prometeis que vos dejareis de sentiros culpable por no haberos dado cuenta de mi situacion. --Emily, yo... --Por favor --le corto ella. Conall respiro hondo y cerro los ojos. --Esta bien --murmuro--. Os prometo que me esforzare para desterrar el sentimiento de culpa de mi interior. Emily le acaricio una mejilla y a continuacion, le dio un beso en ese mismo lugar. Noto que el hombre temblaba y vio que seguia con los ojos cerrados. Su respiracion era calida y olia a canela. Emily sonrio al recordar que a Conall le encantaba el bizcocho de centeno, miel y canela. Seguramente, habria comido una rebanada en el desayuno. Le acaricio los labios. Al instante, la respiracion del hombre se volvio mas rapida y el abrio los ojos. La miro con una infinita ternura. --Emily... --susurro. Poco a poco, inclino el rostro hacia delante, los dedos de Emily todavia sobre su boca. Cuando solo les separaban unos milimetros, el se detuvo para darle la oportunidad de que se apartara si queria. Emily no lo hizo. Permanecio quieta y muy despacio, bajo el brazo. Esa fue la senal que Conall que necesitaba para besarla. Cuando sus labios se tocaron, un estremecimiento les recorrio a ambos. Emily apoyo su mano izquierda en el pecho de el, muy cerca de su corazon, pero no lo hizo para apartarle. Fue mas bien como una necesidad de reforzar ese contacto, de sentirse todavia mas cerca de el. Conall la besaba de forma lenta, como si temiera asustarla. Sus movimientos eran suaves, gentiles. Le estaba dando la oportunidad a Emily de acostumbrarse a esa sensacion. Sabia que a ella nunca la habian besado. No, lo que el conde le habia hecho no era besarla. Conall se negaba a utilizar ese nombre para hablar de una demostracion de violencia y poder. Un sabor salado le sobresalto. Enseguida, noto que la boca de Emily dejaba de seguir sus movimientos y escucho un sollozo contenido que reverbero en sus labios. Se aparto de la joven al instante y le tomo el rostro entre las manos. --Lo siento --volvio a disculparse ella. --Shhh, shhh, no pasa nada. --La miro preocupado--. Decidme que deseais. ?Quereis que me vaya para que podais descansar hasta la hora de la comida? Emily nego con la cabeza. Conall no la habia entendido. Inspiro hondo y le explico: --Me habeis conmovido con este beso. Nunca pense que podria ser algo tan hermoso. Conall sonrio y la beso en la frente, y despues en la nariz, y a continuacion en las mejillas. Emily se rio y eso para el fue como un balsamo. Sin apartar sus manos de ella, le dijo: --Cualquier demostracion de carino es hermosa. Estar con la persona adecuada puede haceros sentir cosas maravillosas. Emily se sonrojo. --?Os referis a...? Conall volvio a besarle la frente antes de contestar: --Si, me refiero a hacer el amor. Por favor, no sintais verguenza, no es un acto pecaminoso. Compartir ese grado de intimidad con alguien a quien amas y respetas es algo hermoso. --Vos... ?vos sabeis de lo que hablais? --le pregunto ella. Conall podia notar el calor de sus mejillas y eso le enternecio. Sabia que para Emily resultaba dificil hablar sobre esa clase de temas. Con suavidad, le respondio: --No, no lo se. Por desgracia, nunca he podido estar con la mujer que amo. --Oh... --Emily aparto los ojos y parecio triste de repente. El le giro el rostro con delicadeza para que volviera a mirarle y le dijo: --Nunca he podido estar con la mujer que amo porque nunca me atrevi a confesarle lo que sentia. Cuando se caso, hace once meses, crei que la pena me consumiria por completo, pero la esperanza de que fuera feliz con el conde que su padre habia elegido, sirvio para consolarme. Por eso, cuando me entere de que Lord White era un desgraciado, yo... No pudo seguir porque en ese momento, Emily se puso de puntillas y lo beso con pasion. A Conall se le olvido como seguia la frase, y la imagen del conde se esfumo su mente como si fuera humo. Cuando se separaron, Emily volvio a ponerle la mano en el corazon y sonrio al notar que lo tenia acelerado. El le acaricio la mejilla derecha y le dijo: --Ojala pudiera borrar estos ultimos once meses. Ojala pudiera eliminar vuestro sufrimiento, apaciguar vuestro dolor. La contestacion de ella le sorprendio: --Podeis hacerlo. --Le miro con intensidad--. Hacedlo, os lo pido. Conall dejo de respirar durante unos segundos. Con la voz tenida de emocion, le pregunto: --?Que me estais pidiendo exactamente, mi senora? Los ojos de Emily mostraban una leve pizca de temor, pero su voz no temblo cuando le contesto: --Quiero que calmeis mi dolor, que me ayudeis a enterrar los malos recuerdos. --Hizo una pausa y anadio decidida--. Quiero que hagamos el amor. Pradera Al escucharla, Conall creyo que el corazon se le iba a salir del pecho. Emily, la persona a la que mas queria le estaba pidiendo lo que el llevaba anos con hacer. Las manos empezaron a temblarle. --?Estais segura? --le pregunto con la voz entrecortada. --Si. Necesito saber que el sexo no va siempre asociado con violencia, humillacion y terror. Conall sonrio con tristeza y los ojos se le humedecieron. Muy despacio, volvio a inclinarse hacia ella y le dio un pequeno beso en los labios. --El sexo nunca deberia ir asociado con ninguna de esas tres cosas. Siempre deberia ser motivo de alegria y placer. --?Es agradable incluso cuando no amas a la otra persona? Conall sabia que le estaba preguntando por sus amantes. Suspiro y le contesto: --Si. Y el respeto nunca deberia faltar, no importa como sean las circunstancias. Os prometo que, si estais decidida a seguir adelante, vosotras controlareis la situacion en todo momento. Seguire todas vuestras indicaciones. Parare si me lo pedis. --?Incluso aunque esteis...? --Emily bajo la vista hacia sus pantalones. El sonrio y le levanto el rostro con suavidad para que volviera a mirarle. Entonces, le contesto: --No importa cual sea mi estado. Jamas os obligaria a hacer nada que no quisierais o antepondria mi placer al vuestro. Conmigo no teneis anda que temer, os lo juro. Emily le sonrio nerviosa y le dio un beso rapido. Despues, le pregunto: --?Podemos hacerlo ahora? Conall le devolvio la sonrisa. --Podemos hacerlo cuando lo deseeis. Pero me temo que tendra que ser aqui dentro, o en una de las otras habitaciones, y no nos quedara mas remedio que cerrar la puerta. Si hiciera buen tiempo, podriamos alejarnos unos metros del castillo y tumbarnos en la hierba. Emily cerro los ojos y sonrio como si se lo estuviera imaginando. Al cabo de unos segundos, dijo: --No importa. Estoy segura de que conseguireis aplacar mis miedos. --Lo hare. --Conall la beso, esta vez con un poco mas de pasion que la primera vez. Cuando se separaron, le dedico una sonrisa luminosa y camino hasta la puerta. La cerro procurando hacer el menor ruido posible para no inquietarla y despues regreso junto a ella. Noto que estaba un poco mas nerviosa que antes. Le acaricio una mejilla y le pregunto con tono reconfortante:
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No soy yo (Chic) de Tillie Cole
https://gigalibros.com/no-soy-yo-chic.htmlHace anos, dos ninos de mundos diferentes conectaron de una forma unica que les cambiaria la vida para siempre. Salome no conoce nada mas alla de los limites de la comuna del profeta David, pero despues de un terrible suceso, no puede aguantar mas y decide arriesgarlo todo para escapar a un mundo desconocido y oscuro para ella. Styx ha nacido para vestir el cuero. Presidente de los Verdugos, uno de los clubs de moteros mas infames del pais, vive rodeado de violencia, sexo, drogas y motos, y no busca nada mas en la vida. Hasta que un dia, aparece en su puerta una mujer al borde de la muerte. Una mujer que le resulta extranamente familiar. *Este libro esta dirigido a mayores de 18 anos debido a su lenguaje explicito, situaciones de ambito sexual y violencia que pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.*
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Poniente de Alber Vazquez
https://gigalibros.com/poniente.htmlEsta novela narra una de las aventuras mas increibles de la historia de la Humanidad: la primera circunvalacion al globo terraqueo. Un viaje unico donde las distancias asombran, la voluntad triunfa sobre las limitaciones y el tiempo deja de ser relevante cuando de alcanzar la gloria se trata.
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Cambiaste mi vida de Vega Manhattan
https://gigalibros.com/cambiaste-mi-vida.htmlEmma gimio y, lentamente, abrio los ojos. Volvio a cerrarlos con fuerza. Tras resoplar, se removio un poco, notando que se encontraba en la cama. Un segundo intento y consiguio abrirlos. Suspiro. Le dolia la cabeza. Como si se hubiese golpeado con algo. Y es que conocia muy bien la sensacion, no seria la primera vez. Porque si algo definia a Emma, era su torpeza. Eso y que solia vivir en las nubes. Los moratones que siempre lucia eran una clara evidencia de ello. Lo raro era que siguiese con vida y con todos los miembros de su cuerpo en su sitio. Bien... Ella haria un inciso aqui si leyese esto. Porque en su sitio, donde se dice en su sitio... No era eso lo que ella pensaba cuando se miraba al espejo y se ponia a calcular cuanto tendria que ahorrar para operarse los pechos y levantarlos, para hacer lo mismo con el trasero, a ver si de una vez lucia con mas volumen que una maldita tabla de planchar. Y podriamos seguir hasta el infinito, pero no es eso lo que nos interesa conocer. Al menos no ahora. Asi que volviendo a su extrano despertar... --Mierda --refunfuno mientras se incorporaba un poco, apoyandose sobre sus codos. Tras otro suspiro y sin hacer movimientos bruscos, logro sentarse en la cama. Miro alrededor y... --?Donde demonios estoy? --casi exclamo, asustada cuando se dio cuenta de que aquella no era su habitacion. Ni siquiera era su casa. Joder, !que no conocia ese lugar! !?Y ella estaba en una cama?! Porque estaba en una cama, ?verdad? Palpo el objeto donde estaba sentada. Si, era una cama. !?La cama de quien?! Por Dios, Emma, !piensa! Con los ojos moviendose a la velocidad del rayo, observo la estancia de esquina a esquina. Habia algo que le resultaba familiar, pero la verdad era que, en ese momento, no tenia ni idea de donde se encontraba, no recordaba nada. Y su mente parecia no despertar aun para ayudarla a ubicarse. A ver, relajate, ?que es lo ultimo que recuerdas?, se pregunto a si misma. El sonido de una respiracion a su espalda le puso el vello de punta. Su primer instinto fue gritar y pegar un salto, sobre todo cuando al sentir el aire en su espalda, se dio cuenta de que estaba desnuda. En una cama que no era la suya. Iba a entrar en panico. Y con razon. !Porque no se acordaba de nada! Sin saber como se controlo en ese momento, giro la cabeza muy lentamente mientras su cuerpo temblaba. No sabia que pensaba que iba a ver. O a quien. Pero, desde luego, no esperaba "eso". Emma abrio los ojos como platos, dejo caer la mandibula y se tapo la boca con la mano. No podia ser. Aunque claro, ya entendia por que le resultaba familiar ese lugar. Sabia donde estaba, pero !no podia ser! !No precisamente ahi! !No en esas circunstancias! Un ronquido de "eso" y, entre la incredulidad y el susto, fue entonces cuando Emma boto, levantandose como un resorte, con tan mala pata (y nunca mejor dicho) que, al hacerlo, se doblo el tobillo y acabo en el suelo. No se abrio la cabeza de milagro. --!Oh, joder! --exclamo al caer. --Oh, si, nena. A Emma se le corto la respiracion al escuchar a "eso" hablar. Y ni caso hizo al tono ronco de su voz. !Que va! Miro rapidamente hacia la cama mientras, con las manos, intentaba tapar sus zonas intimas y espero unos agonicos segundos, en los que ni respiraba, para verlo aparecer. Porque si habia hablado era porque estaba despierto, ?no? Joder, !y la iba a ver! ?Y que iba a pensar? Pues lo mismo que ella, !no iba a poderse creer que...! --!Ay, Dios mio! --sollozo en un susurro, martirizada. Los recuerdos comenzaban a volver a su mente y era evidente que habia bebido mas de la cuenta. Lo raro era que no hubiese terminado padeciendo un coma etilico porque para terminar con "aquello" en la cama tenia que estar mas que borracha. !Completamente loca! Ni una cosa ni la otra, la verdad. Un poco achispada, pero bien consciente de lo que hacia. Viendo que "eso" no se manifestaba, espero un poco mas, pero nada. "Eso" estaba dormido. Debia hablar en suenos. Por una parte aliviada y por otra maldiciendo mentalmente a los dioses, a la vida, al universo, al karma y a todo lo que podia tener la culpa de aquella locura, comenzo a levantarse. No, sin antes, recoger su ropa. Esa que estaba tirada por el suelo. Como su bolso. ?Y sus bragas? Ah, si, ahi... ?Donde, por el amor de Dios, estaban sus zapatos? Porque no los veia. A la mierda, descalza que me voy, penso. No le paso desapercibido mientras se vestia a toda prisa (bendita la hora en la que eligio un vestido) que "eso" se habia dado la vuelta. Ya no le podia ver la cara, lo cual, en parte, era un alivio. Pero claro, al girarse, la sabana que cubria sus verguenzas delanteras dejo de cumplir su funcion y no cubrian las traseras. Emma gimio. Mas que nada porque... Joder, ?ese culo es real? Oh, si, el recuerdo de haberlo palpado le llego bien nitido. Puso los ojos en blanco por ese desacertado pensamiento y mas por el recuerdo. Sin poder creerse su atontamiento, se termino de colocar el vestido y metio las bragas en el bolso. No pensaba ponerselas de nuevo. !No pienso ponerme otras hasta que me lave con jabon Lagarto!, penso, volviendo a la realidad. Su abuela lo usaba para todo tipo de "emergencias" y aquella lo era, seguro que valia para sus zonas intimas tambien. Porque si aun tenia alguna duda de que ellos dos... Porque no podian... Pero no la tenia porque se estaba acordando de todo... Pues claro que fue que si, el escozor que sentia ahi abajo era un claro indicio de que ellos dos si. Y de que o fueron muchas veces si o debia de tener algo tan perfecto como su culo que escocia la habia dejado. En realidad fueron las dos cosas... Reganandose, de nuevo, a si misma por semejantes pensamientos y empezando a ponerse morada por no respirar en condiciones por el miedo a que "eso" se despertase, se girase y la viese... comenzo a moverse. Camino de espaldas, sin perder de vista a "aquello", quien yacia placidamente y le ensenaba un culo que ya quisiera ella para si. --Bonito lunar... --suspiro, sin poder evitarlo. Mierda, Emma, espabila, se rino a si misma mentalmente cuando su voz la saco de su ensonacion y se dio cuenta de que se habia quedado embobada, otra vez, mirando ese perfecto trasero. Comenzo, otra vez tambien, a moverse. Sin mucha prisa. Cualquiera pensaria que, en un momento asi, lo mejor seria salir corriendo como alma que lleva el diablo. Eso seria lo mas logico y normal para cualquier persona. Que no para Emma. Porque ella se conocia bastante bien y por eso mismo no se dejaba llevar por el panico. Y no era porque no lo sintiese. Lo sentia y muchas mas veces de la que le gustaria ya que su cuerpo solia correr peligro con tanto golpe y con tanta caida. Y por eso mismo tambien sabia que actuar de una manera tan impulsiva la llevaria a nuevos golpes que terminarian por despertar a "eso". Era la explicacion logica y nada tenian que ver esas mas que divinas nalgas. !Claro que no! Por suerte y despues de casi haberse matado al tropezarse con sus tacones y caer de espalda, llego hasta la puerta de la habitacion. Levanto la mano que tenia libre y agarro el picaporte que estaba a su espalda. Ejercio un poco de presion y... --Quiero que te corras. --Dios, no --gimoteo Emma, espantada. No sabia por que exactamente. Si por el miedo a que despertase y la viese alli o por la excitacion que inexplicablemente le producia esa voz ronca, adormilada, sexy... Y tremendamente insoportable. Pero bien que consiguio su objetivo... !No es el tema! Centrate, Emma, !por Dios!, exclamo una voz en su cabeza. A ver si, por una vez, le hacia caso. --Dios no, nena. Yo. Yo hare que te corras. Mas bien que corra..., penso Emma. Que corra tanto que ni Forrest Gump. Y si no fuera por la situacion y por todo lo que se le pasaba por la cabeza, Emma habria puesto, inevitablemente, los ojos en blanco al escuchar algo asi. Sobre todo viniendo de quien venia. Gilipollas. Y ella... No existia un calificativo que la describiese para haber acabado en la cama, desnuda, con "eso". Centrandose de nuevo en marcharse de alli y en terminar con esa pesadilla, consiguio abrir la puerta, salir, cerrarla, girarse y largarse de alli como alma que lleva el diablo. No sin antes caerse por el camino. Si es que no se rompia la crisma porque tenia un angel de la guarda, que si no... Capitulo 2 Horas antes... --?Y que es lo que quieres que haga? Ian hizo un gesto con el dedo a su amigo cuando abrio la puerta de la casa y lo vio para que entrase tras el. Lucas lo siguio tras cerrar la puerta. --?Con un poco te refieres a que firme esa mierda que me pusiste por delante? --continuo Ian, sin cortarse en absoluto. Y es que asi era el. Un hombre sin pelos en la lengua y al que no le gustaba perder el tiempo. Cansado y frustrado, se dejo caer en el sofa donde apenas llevaba cinco minutos antes de que su amigo llegase, coloco los pies, aun con los zapatos puestos encima de la mesa y suspiro--. No, Pedro, no voy a firmar nada. --?Una copa? --pregunto Lucas. Ian asintio con la cabeza. Una para empezar. --?Que por que no? !Porque no me interesa! --exclamo, levantandose del sofa y cogiendo la copa de whisky que le ofrecia Lucas. A la mierda el relax-- Vamos a ver si lo entiendes. He sobrevivido sin tu cliente y seguire haciendolo. Las condiciones de mi empresa son claras y no negociables. Si quiere trabajar conmigo, perfecto. Si no... Tiene a toda la competencia para elegir --bebio un trago y suspiro--. Pues no me querra demasiado cuando no deja de poner trabas, ?no te parece? Joder, que me conoces. Ni siquiera deberias de estar intentado convencerme de algo que sabes que sera imposible --suspiro--. Que no y punto, ya quieras vendermelo como quieras, la respuesta es "No firmo si no es con mis condiciones". En fin --se apreto el puente de la nariz --, es tarde y tengo visita. No, no voy a cambiar de idea. Habla con tu cliente y explicale bien las cosas. Hazle saber con quien trata. Dile que si quiere trabajar con mi empresa, que firme el contrato que se le dio. Si no, que no me haga perder mas el tiempo. Corto la llamada y tiro el movil encima del sofa. --?Un dia dificil? --Nada a lo que no este acostumbrado --le dio otro trago al whisky--. ?Que haces por aqui? ?Va todo bien? --?No habiamos quedado aqui? --?Quedado? --Ian enarco las cejas y se quedo mirando al chico castano que tenia enfrente. Le dio vueltas a la cabeza, ?que se le olvidaba?-- Hostias, !felicidades! Se acerco a su amigo y le dio un fuerte abrazo. --Gracias. Y menos mal que te acordaste --rio. --Lo siento, tio, es que tuve un dia larguisimo. --?Problemas con el negocio? --En realidad no, solo este cliente que me esta tocando la moral. Las condiciones son las que son. Si no te gustan, contrata a otros. Pero nada, el tipo sigue intentando ver hasta donde aguanto. Ian se dedicaba a la importacion y exportacion por via naval y con lo estrictas que eran las leyes, el no se la jugaba. Su empresa se habia consolidado como la mejor por algo. --Bueno, olvida ya el tema. Y duchate rapido que nos estan esperando. --?Esperando? --Joder, tio, ?en serio no padeces de Alzheimer o algo asi? --rio Lucas-- Lara y Emma deben de estar ya en el restaurante. Ian gimio. Todos los anos igual, ?como podia olvidarse? --?Y por que no las dejas alli? Total, ya las tienes muy vistas a las dos. Podemos irnos por nuestra cuenta. --Mmm... --Lucas hizo que se lo pensaba-- Pues porque si hago eso, duermo en el sofa y no me apetece en absoluto. Tengo una cama bastante comoda y el pecho de mi mujer es mejor aun. --Joder, no tienes que ser tan explicito --resoplo Ian y camino hasta su dormitorio. --Entonces deja de decir gilipolleces. ?Habra alguna vez donde asistas a la celebracion de mi cumpleanos sin poner alguna traba? --pregunto, siguiendolo. Ian abrio el ropero y saco un vaquero y una camisa. Informal. Estaba hasta donde del traje de chaqueta. --No --dijo simple y llanamente, respondiendo a la pregunta de Lucas. --Ya lo imaginaba --suspiro este, divertido. Conocia bien a Ian desde hacia anos y poco lo iba a espantar su caracter a esas alturas. --Viene sola. Ian entro en el bano, abrio el grifo de la ducha y se desnudo, ignorando a Lucas. Lo habia escuchado, pero se haria el tonto. Como siempre que se hablaba de Emma. Porque esa mujer era jodidamente insoportable. Y a el no le quedaba mas remedio que aguantarla por su hermano. A ella y a cada novio que traia, porque siempre estaba cambiando. Mira que se veian poco, un par de veces al ano, pero joder, siempre lo sorprendia con un ligue nuevo. Le duraban poco. Normal, si no habia quien la soportase. Con las manos apoyadas en los azulejos, miro hacia abajo. ?Se puede saber en que momento te has puesto asi?, le pregunto a su pene. Y no, no es que soliera hablar con el, no estaba tan zumbado. Pero esa cosa tampoco estaba normal si se endurecia con el simple hecho de escuchar hablar de ella. Siempre le pasaba, nunca lo entendia y, por eso mismo, siempre se ponia de mal humor. De muy mala hostia ya, se dio un rapido enjuague y salio de la ducha cuando eso volvio a ablandarse. Ya tenia el humor jodido para toda la noche. Siempre era culpa de la misma persona. --?Me escuchaste? --Lucas estaba tumbado en la cama, apoyado en el cabecero. Ian salia con la toalla bien enrollada en su cintura. --No. Lucas puso los ojos en blanco. Eso era mentira. Esa cara no la tenia asi, de repente, por nada. Solo Emma era capaz de cabrearlo por el simple hecho de respirar. El sabia que se llevaban a matar, aunque no tenia ni idea de por que. Y tampoco es que le importara. Porque eran su hermana y su mejor amigo, casi hermano, asi que... Que se jodieran, tendrian que soportarse toda la vida. --Entonces te lo repito. --No hace falta. Tengamos la fiesta en paz. Lucas solto una carcajada. --?Sereis capaces alguna vez de eso? No, quiso decir, pero suspiro. Ya eran mayorcitos para seguir soltandose puyas, pero, al menos el, no lo podia evitar. Era verla y le entraban las mil cosas por el cuerpo. Los demonios se apoderaban de el. Sabia que su actitud incomodaba, muchas veces, a Lucas, pero era superior a sus fuerzas. Dejo caer la toalla al suelo y comenzo a vestirse. Iba a ser una noche muy larga. *********************** --Vaya, estas preciosa --Ian abrazo a Lara, hacia dias que no la veia, habia estado hasta arriba de trabajo y ni tiempo habia tenido para molestar a sus amigos y disfrutar de una de sus barbacoas. Lara sonrio, su dulce rostro haciendola lucir mas hermosa aun cuando sonreia. Era una mujer alta, casi de la misma altura que Lucas, su marido. Delgada, guapa. Una mujer natural, nada artificial. Lo que le hacia ganar muchos puntos para Ian. Sobre todo por su caracter y su sentido del humor. Lucia dulce, como si nunca hubiese matado una mosca. Pero nada que ver con la realidad. --Tu hecho un adonis, como siempre --sonrio ella--. ?Todo bien, casanova? Ian rio. Lo de adonis no era para tanto. Y la fama de casanova aun menos, pero era la que le acompanaba y parecia que nunca podria deshacerse de ella. Ian tenia rollos pasajeros, nada mas de un par de noches, tres a lo sumo. A partir de ahi empezaban a dar problemas y el no estaba dispuesto a eso. Habia tenido bastante para toda su vida. Y por si no fuera suficiente, tenia muchas gilipolleces que aguantar mientras sacaba adelante su empresa.
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Una muchacha indecente (Los Kinsberly 4) de Evelin Mordan
https://gigalibros.com/una-muchacha-indecente-los-kinsberly-4.htmlLlega la cuarta entrega de la serie de romance historico <
> de Evelin Mordan. -
Los peces solo flotan muertos de Jose Luis Caballero
https://gigalibros.com/los-peces-solo-flotan-muertos.htmlBarcelona, 1972. Un misterioso asesinato en el Club Nautico que pondra en jaque a la policia, a las mas altas esferas de la burguesia de la ciudad y a los Servicios Secretos de la Casa del Principe Juan Carlos de Borbon.
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Un matrimonio a la fuerza de Alicia Hertz
https://gigalibros.com/un-matrimonio-a-la-fuerza.htmlAlexandra Leichmann esta dentro de una espiral de alcohol, drogas y sexo de la que no quiere salir. Esto cambia cuando su padre la obliga a casarse con un hombre al que ni siquiera conoce. ?Que pasaria si ese hombre tiene un gemelo y este la atrae? ?Y si le atraen los dos hermanos? ?Podra dejarse llevar por la situacion y aceptarla? Una historia que tiene sexo, amor, romanticismo, misterio y una trama muy interesante. ?Te atreves a descubrir a Alexandra, Luc y Liam?
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Bajo tu toque de Rebeca B
https://gigalibros.com/bajo-tu-toque.html -
El pequeno libro de Bob de James Bowen
https://gigalibros.com/el-pequeno-libro-de-bob.html<
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A tumba abierta de Alfonso Domingo
https://gigalibros.com/a-tumba-abierta.htmlDe como, por una venganza, robaron en secreto el cadaver de Franco
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Escalofrios de Douglas E. Winter
https://gigalibros.com/escalofrios.htmlHe aqui un libro estremecedor que reune a los maestros de la literatura de terror contemporanea. Desde el entusiasmo maniaco de Stephen King hasta el elegante ingenio de Paul Hazel, pasando por el simbolismo enigmatico de M. John Harrison, el psicologismo inquietante de Clive Barker, el estilo implacable de Denis Etchison y el erotismo refinado de Thomas Tessier, esta obra recopila seis pequenas joyas del horror universal. Se trata de seis largos relatos que, por distintos medios, logran un mismo resultado: sacudir las fibras intimas del lector, hacerle participe de espeluznantes experiencias que bordean los imprecisos limites entre la realidad y la ficcion. Una lectura imprescindible para conocer lo mejor de un genero apasionante.
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La traicion progresista de Alejo Schapire
https://gigalibros.com/la-traicion-progresista.htmlDesde hace un tiempo, en Occidente, la batalla contra la normalidad es la epica burguesa. Foucault y su critica al poder se volvieron covers para las masas ansiosas: Lady Gaga les canta a los raros su <
>, mientras las masas criadas entre likes y seguidores se aferran a su tentativa de monstruosidad como un triunfo politico sobre la opresion. El cuerpo propio es la utopia y el cuidado de si es la tierra prometida, bajo los ojos implacables de una sociedad que ya no busca reprimir desde afuera, sino que invita a autoclasificarse hasta la exasperacion y a gestionar la performance de si, porque todos somos iguales al competir (como mini-Gagas) por el favor de nuestras audiencias, sanguinarias o benevolas. Este libro es un viaje a las entranas de esa prolifica y polifacetica madre monstruo, la izquierda contemporanea. Alejo Schapire disecciona el devenir irreconocible de una gauche divine en cuyos valores se educo, pero con cuyas configuraciones actuales ya no se puede identificar. Desde el inicio advierte que este libro narra una ruptura amorosa; criado por esta madre, sintiendose parte sentimental de la familia cultural de izquierda, nunca sospecho que deberia disociarse de ella ni que seria la fidelidad a esos valores liberales primigenios la que terminaria expulsandolo. Pensar aqui es una actividad violenta, una apostasia: es senalar la deriva autoritaria de una traicion. En este sentido, La traicion progresista es una salida del closet y una herejia dolorosa, que medita acerca del desencanto con urgencia y lucidez. Interpela a la buena conciencia de izquierda apuntandole a la yugular. Como senala Schapire, < >. El imperialismo tiene caminos inescrutables: en efecto, el progresismo puritano es la mayor exportacion cultural de un imperio en decadencia y su avanzada cultural mas sorprendente. La izquierda tradicional, que siempre denosto los productos culturales norteamericanos, no tardo en engullir los pruritos puritanos y el sistema de valores de la izquierda norteamericana, que sustituyo el multiculturalismo por una guerra racial sorda donde ser victima es una forma de meritocracia. Si Francis Fukuyama expreso que la historia habia terminado (que con la caida del Muro de Berlin el capitalismo, y con el, la Historia, habia triunfado), el progresismo se hace eco de que la historia termino, y que por lo tanto su mision es ordenarla, aplicando su superioridad moral triunfal a la revision de todas las historiografias y canones, los productos culturales y el lenguaje. Como Pangloss en Candido, esta izquierda omnirrevisionista da por sentado que vivimos en el mejor de los tiempos posibles: lo que piensa es lo mejor pensable, y esta arrogancia le permite abocarse a la demolicion (y prohibicion) de obras y sistemas que no cierran dentro de su egida. La historia no existe: solo existe el presente de lo que puede ser pensado o dicho. Y los indeseables, los perversos y los malos, o los que no puedan probar su inocencia, deben ser excluidos. Los preceptos puritanos del nuevo progresismo norteamericano, que fluyen desde Estados Unidos hacia las versiones ecualizadas de cada pais occidental, son la norma actual que ha creado nuevos excluidos, nuevos raros que no tienen de donde asirse, que boyan entre configuraciones politicas a las que une el espanto. Schapire examina este nuevo closet, expone aquello de lo que no se habla. Organiza los ropajes argumentales brindando un estado de la cuestion en torno al lenguaje inclusivo, la construccion de un orden moral puritano que recuerda a las fantasias victorianas, la ya demodee libertad de ofender (o de escribir cosas que puedan ofender a la burguesia). Nota como incluso la condena al antisemitismo se ha visto revisada bajo este espiritu epocal. Como si haciendo a un lado Auschwitz y las condensaciones cristalizadas por los ritos de la memoria (la montana iconica de zapatos, los cadaveres apilados, los uniformes severos y los pijamas a rayas), el antisemitismo explicito de atacar a los judios por su condicion de judios en Europa ya no fuera un crimen de odio, para ser recatalogado bajo el mantra favorito de la actitud ilustrada de izquierda: < >. Schapire muestra los atavios hipocritas de este progresismo para el cual < >, y a la vez, expone como estas discusiones niegan la realidad de la violencia inspirada por el odio racial. Al exhibir el ajuar de bodas entre la izquierda y los intolerantes racistas, Schapire describe nuestra desnudez. La traicion progresista narra un problema cognitivo. Aquel que, con tal de no estigmatizar al diferente, no tiene reparos en estigmatizar lo que esta frente a el. Quizas el problema radica en que nuestras teleologias de la represion -que forjaron el pensamiento de izquierda como reaccion- ubicaron siempre al Otro afuera. Es el panoptico de Bentham, es la produccion de saberes y sexualidades de Foucault. Pero no nos prepararon para la represion que viene de lo mismo (tomo prestada esta nocion de Byung-Chul Han), cuando la cultura ya no es otra mas que si misma (ahora que la historia ha terminado, que solo existe el mercado y la competencia por lo mismo, por likes, privilegios y audiencias) y busca generar un sistema saturado de su mismidad para rehacer la historia a su imagen y semejanza. Orwell: < >. Este lado es el giro copernicano: la nueva Iglesia es la izquierda, y el hereje es quien ose criticarla. La izquierda tradicional buscaba responder a una pregunta secular por fuera de la religion y de la Iglesia: ?como ser buenos? Este libro desafiante arroja una respuesta. Como ser buenos equivale, una vez mas y como siempre, a ser valientes. A batallar la hipocresia. A no temer senalar toda forma de odio basado en la raza y la diferencia. A mostrar la injusticia de querer identificar el arte y la historia con sus creadores humanos y falibles. A apostar por los valores liberales universales para cambiar el mundo, o simplemente para tener una vida etica en el. Introduccion Estas paginas son el relato de una ruptura sentimental. Describen el divorcio de una pareja, alguien que despues de decadas de convivencia se habia vuelto irreconocible. Escribir sobre la propia familia es un ejercicio doloroso y arriesgado. Exponer las pequenas y grandes miserias de los suyos es disparar los mecanismos de defensa de quienes se sentiran intimamente agraviados. El precio de la desercion es alto. Para quien ha crecido y se ha educado en una tradicion intelectual, para quien ha defendido con el verbo, la manifestacion publica y el voto una vision del mundo, supone consumar una separacion en los peores terminos. Las acusaciones de quien traiciono a quien seran mutuas; la de no haber sido realmente parte de la familia tambien. Resultara esteril desplegar viejas credenciales de izquierda. Ademas, ?que registro queda de mi indignacion ante el descubrimiento de las injusticias sociales y el estimulante hallazgo de las armas intelectuales y el compromiso del campo ideologico que adopte en mi juventud? ?Donde esta el testigo de mi felicidad al ver publicada mi primera nota en el diario de izquierda que llevaba en la mochila a la escuela secundaria y al que envie mi primer curriculum? ?Como convocar hoy a los profesores universitarios, tan entusiastas al comprobar que su alumno podia reproducir con exito en los parciales los analisis marxistas que absorbia? De las discusiones estudiantiles, de las manifestaciones contra las politicas economicas de ajuste que pesaban sobre los mas vulnerables, primero en Argentina y despues en Francia, quedan apenas rastros: en la bisagra de los siglos XX y XXI, no se consignaban en las redes sociales. Tampoco hay testigos en el cuarto oscuro para dar fe de una fidelidad a lo que puede llamarse someramente el campo progresista. Si subsisten trabajos periodisticos en papel o en la web que reflejan, en la eleccion de los temas, sus enfoques, y en el manejo de los codigos, la pertenencia a esta corriente en la que he evolucionado. Tambien quedan la incomprension y la amargura de amistades rotas, la benevolencia de quienes supieron separar los tantos o compartieron el desasosiego. De todos modos, de nada serviran las pruebas ni importan, maxime para una izquierda fragmentada en una constelacion de capillas --revolucionarias o reformistas--, donde cada quien es un experto catador de la pureza ideologica, y la excomunion de sus semejantes, moneda corriente. Menos aun en el contexto de polarizacion argentino, enrarecido por el factor peronista. Este libro no va dirigido a ellos, o no principalmente, sino a otros huerfanos de la izquierda, en su sentido mas amplio, que se han visto abandonados por su familia politica como un barco que se aleja olvidando en el muelle sus valores cardinales. Estas lineas son para quienes han comprobado azorados como la izquierda que ayer luchaba por la libertad de expresion en Occidente hoy justifica la censura en nombre del no ofender; esa que ayer comia curas y ahora se alia con el oscurantismo religioso en detrimento del laicismo para oprimir a la mujer y a los homosexuales; esa que a la liberacion sexual responde con un nuevo puritanismo, que de la lucha contra el racismo ha pasado a alimentar y justificar su forma mas letal en las calles y en los templos de Europa y de las Americas: el antisemitismo. Estos capitulos son un intento por comprender las razones, los mecanismos y las consecuencias encerrados en esta traicion. El mandato de no decir verdades inconvenientes para < > es una intimidacion que funciono, durante demasiado tiempo, con eficacia. Es finalmente una autocensura que ha sido aprovechada desde el otro extremo del arco politico, por los que no se sentian amedrentados por una exclusion del sistema mediatico y academico al que no pertenecian. Asi empezaron a capitalizar en las urnas las claudicaciones, los silencios, el terreno desertado por la izquierda, allanando el camino para el ascenso de populismos de derecha y ultraderecha de ambos lados del Atlantico. El colapso de la Union Sovietica y su modelo llevo a una parte significativa del progresismo a cambiar de sujeto historico, la clase trabajadora por las minorias, y a abrazar nuevos aliados liberticidas: autocratas, teocracias de Oriente Medio y las identity politics, sepultando de esta manera la promesa de la emancipacion universalista. En esta reconfiguracion del paisaje ideologico, se fortalecieron dos polos iliberales, aplastando juntos cualquier legado de la tradicion de la corriente secular, humanista y antitotalitaria de la izquierda occidental. -
La horda de los Malditos de Peter Sword
https://gigalibros.com/la-horda-de-los-malditos.htmlEn un mundo donde la magia es tan comun como el aire, la amenaza de una nueva guerra contra el Imperio supone un duro golpe para los reinos del sur. Neoludan, uno de los paises afectados, decide liberar de su cautiverio a un poderoso mago, considerado un portento de la magia y capaz de realizar sortilegios ya olvidados. Sin embargo, este mago tiene sus propios intereses y demostrara que no es una persona sencilla de dominar, jugando el solo con el equilibrio de la guerra que se cierne sobre el continente. Magia, caballeros, duelos entre magos, politica, traiciones… Todo tiene cabida en La horda de los Malditos, el primer volumen de la saga Ocaso de Leyendas, escrita por Peter Sword.
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Venganza… el principio de B.g Lopez
https://gigalibros.com/venganza-8230-el-principio.htmlDesde muy temprana edad, Katherine sufre y de manera violenta la perdida de su madre; ese acontecimiento la cambia profundamente. Mas adelante en su vida conoce a Jessica, quien se convierte en su amiga inseparable y le ensena de nuevo, la alegria de vivir. El asesinato brutal de su amiga por parte de un desconocido, y el encuentro de forma accidental con el asesino de su madre, seran los desencadenantes que haran de Katherine una asesina a sangre fria, que no se detendra hasta lograr cumplir su objetivo… vengar la muerte de sus seres queridos.
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Navidad ?y algo mas? – Priscila Serrano de Priscila Serrano
https://gigalibros.com/navidad-y-algo-mas-8211-priscila-serrano.htmlDicen que la Navidad es la mejor epoca del ano. Dicen que es el mejor momento para pasar en familia. Dicen muchas cosas, pero no todas son ciertas. ?Y por que es asi? Porque nadie menciona el hecho de vivir una Navidad sin amor. Porque para que sea perfecta, para que cada dia y noche de la mejor epoca del ano sea asi, tienes que estar rodeado de todo.No es solo una Navidad, sino algo mas.
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Melocotones de vina de Lola Lopez De Lacalle
https://gigalibros.com/melocotones-de-vina.htmlEn la inmediata postguerra, Pilar y Paulina, dos sencillas vecinas de un pueblo de la Rioja Alavesa, temerosas de Dios, que nunca se han saltado una misa en una fiesta de guardar, comparten un terrible secreto. Viuda una con dos hijos, despues de que su marido fuese cuneteado por los falangistas, y madre de doce criaturas la otra, tejeran una urdimbre de lealtad para protegerse a si mismas y a sus familias, incluso mas alla de la muerte.
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25 noches de insomnio de Marcelo Di Marco
https://gigalibros.com/25-noches-de-insomnio.htmlEl terror psicologico, el humor negro, el horror sobrenatural y la apocaliptica sensacion de vacio existencial de la posverdad son los motores que ponen en marcha a estas oscuras narraciones. Muchas de ellas se inspiran en hechos reales a los que el autor sobrevivio para contarlos: el secreto del exito de Marcelo di Marco es sacar a pasear a sus monstruos bajo la tenebrosa y digna luz de un plenilunio comun a todos los que se atreven a sumergirse en las profundidades del alma.
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?Alguna vez fue real? de Erika Fiorucci
https://gigalibros.com/alguna-vez-fue-real.htmlSolo cuando estamos en las sombras no necesitamos mascaras.
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La portavoz de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/la-portavoz.htmlKatherine tiene la mala suerte de tener que cumplir con una obligacion civica. Formar parte de un jurado en un juicio por asesinato. Pero su mala suerte no termina ahi pues se enamora perdidamente de la persona que menos le conviene. El acusado, Sean Crawford no recuerda lo que ocurrio esa noche y ella estaba dispuesta a todo para librarle de la carcel para poder conocerle.
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Una semana contigo (Una semana contigo 1), Monica Murphy de Monica Murphy
https://gigalibros.com/una-semana-contigo-una-semana-contigo-1-monica-murphy.htmlFable no ha tenido una vida facil. Tiene dos trabajos y es quien se encarga de cuidar a su hermano pequeno. A pesar de ser una chica preciosa e inteligente, siempre acaba saliendo con chicos que no le convienen y solo buscan divertirse un rato con ella.
Drew no solo es uno de los chicos mas populares y la estrella del equipo de futbol, tambien es el chico mas guapo de toda la universidad.
Cuando Drew le pide a Fable que finja ser su novia durante una semana ninguno de los dos se imagina que las mentiras puedan dar paso a algo mucho mas real.
Pero todo el mundo guarda secretos, y Drew tiene mas de los que le gusta reconocer. ?Conseguira Fable averiguarlos todos?
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Varsovia de Carlos Sisi
https://gigalibros.com/varsovia.htmlLa humanidad por fin se ha puesto de acuerdo en algo: hemos decidido dormir y sonar hasta desaparecer.
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Tus pasos en la escalera de Antonio Munoz Molina
https://gigalibros.com/tus-pasos-en-la-escalera.htmlUn hombre anticipa con ilusion el momento de reunirse con su esposa mientras ultima los preparativos de su nuevo hogar en Lisboa. Atras queda una etapa de sus vidas en Nueva York marcada por el indeleble recuerdo del 11-S. El se adelanta con la mudanza mientras Cecilia organiza el traslado de su proyecto cientifico sobre los mecanismos neuronales que rigen la memoria y el miedo.
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Amor y tequila de Maria Jose Vela
https://gigalibros.com/amor-y-tequila.htmlEs curioso como, en los peores momentos, aquello que odias puede convertirse en tu unica salvacion. A Sara no le gustaba conducir y, sin embargo, hacia meses que no perdia la oportunidad de hacerlo. Y es que asi, con las manos en el volante y la mirada fija en la carretera, nadie podia pedirle que preparara un biberon, que realizara una craneotomia de urgencia o que hiciera el amor. Cuando conducia, solo cuando conducia, el mundo parecia detenerse y darle una tregua. Por eso, aquella manana no dudo en hacerse con las llaves del monovolumen para ir al aeropuerto. No le importo la cara de sorpresa que puso Juan ni tampoco el hecho de que fueran mal de tiempo. Porque iban mal. Muy mal. Para evitar mirar el reloj otra vez y estresarse mas que un camaleon en un parque de bolas, Sara echo un vistazo por el retrovisor. Mala idea. Juan intentaba dormir apoyado en la silla de la pequena Loreto, su bebe de veinte meses. Estaban cogidos de la mano y, por como fruncian el ceno, hundiendo algo mas la ceja derecha que la izquierda, seguian disgustados. Sara emitio un largo suspiro, directo desde su pecho. Estaba cansada. Preparar un viaje como aquel en tiempo record no habia sido nada facil. Y eso que su destino era Cancun, un paraiso del Caribe mexicano donde puedes vivir experiencias trepidantes, como ponerte hasta arriba de micheladas y tacos al pastor, [1] bailar en el Coco Bongo hasta morir o, si eres idiota, perder la virginidad. Pero el de Sara no era un viaje de placer, no. Se trataba mas bien de una aventura improvisada, una desgracia en toda regla, una pesadilla dantesca que se desato cuando Cayetana, su hermana pequena, la llamo en plena noche para anunciar: <
>. Ante semejante drama, Sara no dudo en prometerle que irian a verla lo antes posible. De nada sirvio la insistencia de Juan en recordarle aquella tonteria sin importancia de que llevaban trece anos sin dirigirse la palabra ni enviarse una postal por Navidad. No, no habia sido facil organizar un viaje asi. Ni siquiera le habian hecho a la nina el pa... sa... por... te... --Juan, ?puedes mirar en mi bolso si llevo el pasaporte, por favor? --pregunto Sara. Juan busco la mirada de Sara en el retrovisor y, aunque no la encontro, pudo sentir su nerviosismo. --?Donde lo tienes? --Mira en el bolsillo interior. --Aqui solo esta el de Loreto. --?Puedes buscarlo donde sea, por favor? --lo insto Sara, el corazon a mil por hora. Tras adentrarse en las profundidades del inmenso bolso de su mujer, donde encontro un tanga medio mojado que olia a suavizante, un estetoscopio y hasta un tubo pegajoso de pomada para hemorroides, Juan sentencio: --No esta. Sara se revolvio nerviosa. Quiso tragar saliva, pero tenia la boca seca. Miro el reloj. Iban con el tiempo tan justo que dar la vuelta y volver a casa para buscar el pasaporte ya no era una opcion. Si hubieran salido a la hora prevista... Pero fue imposible. Juan se empeno en despertar a Loreto, una decision absurda tratandose de un bebe que no dormia nunca mas de cuatro horas seguidas. Y a ella no le gusto, claro. El desconcierto inicial de verse obligada a dejar de dormir, dio paso a un tremendo llanto del que tuvo que hacerse cargo Sara mientras le preparaba un biberon y recogia algunas prendas del tendedero que termino metiendo arrugadas en su bolso. Nada parecia consolar a la pequena, ni siquiera Po, el perrito de peluche marron que siempre la acompanaba. Solo cuando tuvo que concentrar toda su energia en hacer algo de suma importancia (una caca bien grande), el llanto ceso. Sara la llevo a la habitacion, le quito el panal y se dio cuenta del desastre. Cuantos panales y toallitas tenian en casa estaban repartidos entre las maletas y la mochila de la nina, y todo, absolutamente todo, se lo habia llevado Juan al monovolumen sin preguntar. Sara lo llamo al movil, pero como todo el mundo sabe, los garajes subterraneos se disenan a proposito para que no haya cobertura. Lo intento una vez mas y otra y otra... No pudo localizarlo hasta que aparecio por la puerta, nervioso porque su mujer no bajaba con la nina. Juan tuvo que correr de vuelta al coche a por toallitas y un maldito panal y asi, con media hora de retraso, consiguieron salir de casa. --Sara, no puedo creerlo, ?se te ha olvidado el pasaporte? --balbuceo Juan desde el asiento de atras. --Creo que si. --Hay que ir a la comisaria y no tenemos tiempo. --Calla, dejame pensar... --?En que, Sara? Sin pasaporte no puedes volar a Mexico. Tenemos que ir a la comisaria del aeropuerto a para ver si te hacen uno provisional --insistio Juan. Como si de las trompetas del Apocalipsis se tratara, los altavoces del monovolumen comenzaron a sonar con desesperacion. Era una llamada de Loreto, la amiga de Sara responsable de que su hija se llamara asi. --Dime, Lore --contesto Sara, casi sin voz. --?Se puede saber donde estais? Os estamos esperando. --Estamos llegando, pero tenemos un problema. Me he dejado el pasaporte en casa --dijo Sara. Un tenso silencio se formo a ambos lados de la linea. --?Me estais vacilando? --!No! --gritaron Sara y Juan a la vez. --Vale. A ver, no os pongais nerviosos. --Hay que ir a la comisaria --dijo Juan. --Si, eso me suena. A Abi le paso algo parecido hace poco. Ella sabe que hay que hacer, os la paso. Abi y Loreto, las amigas de Sara, habian quedado con ellos en el aeropuerto para hacerse cargo del monovolumen. Asi no tendrian que pagar un dineral de parking si su estancia en Cancun se alargaba mas de lo previsto. --Sara, tranquila, en la comisaria de policia de la T4 pueden hacerte un pasaporte provisional. Creo recordar que esta en un extremo de la terminal --dijo Abi, cuya torpeza habitual la habia convertido en una experta en solucionar situaciones tan extraordinarias, que podria sobrevivir hasta en Gilead, la republica de El cuento de la criada. --Abi, ?podeis buscarlo en internet y confirmarmelo, por favor? --suplico Sara. --Si, espera, Loreto lo esta mirando. Pongo el altavoz. Aunque solo tardaron unos segundos en consultarlo, dentro del monovolumen parecieron horas. --La comisaria esta al final de la zona de salidas y esta abierta --confirmo Loreto--. ?A que hora teneis que embarcar? --A las nueve, tenemos menos de dos horas. ?Crees que nos dara tiempo? --De sobra. Id hasta el fondo de la terminal, nosotras vamos para alla. Con los nervios de punta, llegaron al aeropuerto. Sara siguio con suma atencion las senales para no equivocarse de camino, solo le faltaba aparecer en la terminal equivocada. En cuanto enfilo el carril habilitado para dejar pasajeros, no le costo mucho identificar a sus amigas. Abi trataba de compensar sus problemas de estatura saltando para llamar su atencion. Loreto, sin embargo, no necesitaba moverse. Le bastaba su estilo gotico, sus piercings y sus tatuajes para que la reconocieran. Sara detuvo el coche frente a ellas y, antes de que pudiera tirar del freno de mano, Loreto salto al asiento del copiloto y empezo a dar instrucciones precisas: --Sara, ve con Abi. Ya tenemos localizada la comisaria. Juan, tu y yo vamos a dejar el coche en el aparcamiento por si todo sale mal y no podeis viajar. --!Leto! --grito el bebe, que se alegraba de ver a su siniestra tocaya. --!Hola, Mini Yo! !Te vas a Mexico! --exclamo Loreto. Con el alma llena de esperanza y el corazon a punto de explotar, Sara salio del coche y corrio junto a Abi hacia la comisaria. Una vez alli, fueron directas hacia un hombre uniformado que guardaba la puerta y que bien podria haberse llamado Goliat. --Buenos dias, ?que desean? --las saludo con una enorme sonrisa. --Hola --jadeo Sara--. Tengo que coger un vuelo a Cancun, en Mexico, y no tengo mi pasaporte. Ademas, voy con una nina pequena. ?Puede ayudarme? --?A que hora tiene que embarcar? --A las nueve. El agente Goliat miro su reloj y torcio el gesto. --Los companeros que realizan estos tramites no llegan hasta las ocho. --?Hasta las ocho? Eso es casi una hora y no tengo una hora, !voy con un bebe! --protesto Sara. --Senora, es lo que hay. Sientese ahi y espere --ordeno Goliat, con una templanza envidiable hasta para un monje budista. --Sara, tranquila, yo me quedo esperando. Tu ve a ese fotomaton de ahi y hazte unas fotos. Te las van a pedir --dijo Abi. --Buena idea --confirmo el agente Goliat, que miraba a Abi con inusitada atencion--. Me suena mucho su cara, ?la conozco de algo? Abi sonrio emocionada y le dedico una coqueta caida de ojos. --Si, puede ser, presento las noticias de madrugada del Canal 12 --dijo apartandose el pelo de la cara como si fuera una celebrity. Goliat entorno los ojos y ladeo la cabeza. --?Canal 12? Ni siquiera sabia que existia. --Vaya por Dios... --suspiro Abi, de vuelta al anonimato. --Pero estoy seguro de que la conozco... !Ya se! Usted estuvo aqui hace poco. !Es la periodista que se desmayo! Una repentina y sospechosa tension se apodero de todos los musculos de Abi. --?Cuando te desmayaste? --pregunto Sara, extranada por no conocer esa historia. --?No te acuerdas? Te lo conte, tonta. Iba a Paris con un companero para hacer un reportaje y me deje el DNI en la oficina. Me enviaron aqui y, con los nervios, me desmaye --mintio Abi. Mintio, si, porque en realidad no se desmayo. Tan solo simulo un desvanecimiento para que la atendieran antes que a nadie y, aunque se salio con la suya, ahora ese policia podria descubrir el engano si Sara no dejaba de mirarla con cara de sospecha. --Sara... !Las fotos! --dijo Abi. Con los nervios de nuevo en el estomago, Sara fue hacia el fotomaton que habia a unos pocos metros. Abrio las cortinas y se sento en la banqueta. La cabina era agobiante, demasiado pequena para su metro ochenta de estatura. Al ver su aspecto en el reflejo de la pantalla, saco de su bolso el tubo de pomada para hemorroides y se aplico a pequenos toques una buena cantidad bajo el parpado inferior. Era un ritual mas que otra cosa, porque hacia meses que ese truco ya no funcionaba. Enderezo la espalda y se dio cuenta de que su cabeza se salia de los limites de la foto. Se levanto y bajo la altura del asiento dandole vueltas hasta que llego al tope. Volvio a sentarse y compuso un poco sus rebeldes rizos dorados. Siguio las instrucciones que vio en la pantalla y... Tres. Dos. Uno. !Flash! Listo. Las fotos estarian en un minuto. -
El invernadero de los tres elfos de Sabrina Blanco
https://gigalibros.com/el-invernadero-de-los-tres-elfos.htmlMadame Yuvenia no quiere envejecer.
Duena de la firma de cosmeticos “Belleza del Jardin” elaborados en sus laboratorios que iluminan la ciudad de Mildred Oscura, mientras ofrecen los remedios mas milagrosos para sus clientes, desde tener el rostro perfecto hasta la cura de las depresiones, su vida de riquezas estara a punto de cambiar cuando su perfido cientifico el Doctor Maquiavelli le informe de que ya no crecen las rosas de oro y plata elficas, fuente del poder de sus productos. Acompanada de su cocodrilo, Dena, Yuvenia recurrira a cualquier medio para no perder su poder, conjurando los mas terribles planes y traiciones . -
El fino hilo de la mentira de Emma J. Care
https://gigalibros.com/el-fino-hilo-de-la-mentira.html -
Besos de agua (Reporteros 2) de Marilo Lafuente
https://gigalibros.com/besos-de-agua-reporteros-2.htmlLas esperanzas de Andrea por recuperar su vida, se esfumaron de repente de la forma mas cruel. Nadie se lo conto, no hizo falta, la casualidad la llevo, entre los miles de bares que hay en Madrid, al mismo donde se encontraba Mateo besando apasionadamente a otra mujer. Todas las esperanzas que mantuvo durante meses creyendo que volveria a su lado, desaparecieron de un plumazo.
Paso el duelo de aquella perdida recordando su vida junto a el, pero un dia llego el momento de acabar con ese dolor y se dio cuenta de que estaba preparada para pasar pagina
La vida y el amor volvieron a sonreirle. Nacieron nuevos proyectos e ilusiones llenando una existencia que tras la marcha de Mateo creia vacia y sin ningun sentido.
Sin embargo, a veces los fantasmas del pasado regresaban sembrando dudas y amenazaban su actual felicidad.
?Seran solo fantasmas o quedaran sentimientos enterrados?
Besos de agua es la segunda entrega de la serie Reporteros -
Red de mentiras de Liah Jones
https://gigalibros.com/red-de-mentiras.htmlLa tarde pasaba muy lentamente para ella; a pesar de vivir en una casona de los anos treinta, remodelada por su marido y con mas de diez habitaciones, las paredes se le hacian pequenas, porque para ella eran como una prision. Y es que Raquel era una mujer que siempre habia llevado el control de su vida y ahora se sentia impotente de ver que formaba parte de una vida preparada a medida por su marido. A veces pensaba que era egoista por no valorar los esfuerzos que Javier, su esposo, habia hecho para darle todos los caprichos; incluso llego a pensar que, en los circulos sociales donde ellos se movian, estaria mal visto que ella se dedicara a algun oficio... Pero recordaba cuando trabajaba como comercial de Marina d'Or, para vender apartamentos de lujo y como, aunque no era el trabajo de su vida, se sentia realizada. De hecho, asi fue como conocio a Javier. El era un ejecutivo importante en una multinacional dedicada a las inversiones de capital en el extranjero y, en una reunion comercial con su empresa, coincidio con el. Fue encantador con Raquel, a pesar de la diferencia de edad - es doce anos mayor que ella-, y de estar recien divorciado de su primera mujer, y tras cerrar un trato de muchos apartamentos como inversion, la invito a cenar aquella noche. Ese fue el principio de una relacion estable pero corta porque, menos de un ano y medio, se estaban casando, en una boda por todo lo alto pero que ya era una muestra de lo que seria su posterior matrimonio: en aquella boda, aparte de la poca familia que asistio de parte de ella, no conocia a casi nadie por ser compromisos laborales y negocios de su reciente esposo. Pero se acostumbro pronto a ese ritmo de vida... Gimnasio, clases de aerobic, compras a todas horas y viajes a donde quisiera, incluso sin necesidad de que el viajara con ella. Ahora me direis tonta por odiar este tipo de vida, por no estar feliz de tener todo lo que Javier me ofrecia solo por ser su munequita en fiestas de postin y reuniones sociales de alto standing. Pero digamos que todo era una fachada, porque pasabamos muy pocos momentos juntos; el cada vez tenia mas viajes al extranjero y, cada vez, mas largos. Nuestra relacion era distante, como si yo fuera uno de los adornos de sus estanterias y me sentia fatal por ser simplemente "la mujer de". Aquella tarde estaba dispuesta a hablar con el, porque queria trabajar en algo que me hiciera crecer como persona, que me supusiera un reto personal interesante. – Buenas tardes carino, ?Que tal el dia?- dijo Javier dejando el maletin en el mueble del hall y entrando directamente a la cocina, sin parar en el salon a darme, siquiera un beso. – Pues igual que siempre... Aburrida.- dije con desgana, intentando provocar que fuera el quien empezara la conversacion. – ?Por que no has llamado a algunas de tus amigas? ?No teneis nada que comprar?- dijo volviendo al salon con la corbata ya desabrochada y la camisa desabrochada. – !No es eso! Javier es que me aburre estar aqui, todo el dia sola... Quiero hacer algo... – No se.- inquirio sin prestarme la minima atencion.- Pues apuntate a algo, que te entretenga. Y dicho esto se metio en la ducha como si la conversacion se hubiera acabado para el, cosa que me puso muy nerviosa. Pero bien pensado lo que habia dicho no era mala idea; habia muchos cursos para el fomento del empleo y podia empezar por hacer algo asi... Sonrei ante las posibilidades que se abrian para mi y decidi que me pondria a ver posibilidades antes de que mi marido cambiara de opinion. Una semana despues, la ilusion inicial se habia desvanecido un poco ante las perspectivas de que no habia ningun curso que no requiriera una edad maxima o una formacion especifica inicial. Y las pocas posibilidades que existian eran cosas como cursos de corte y confeccion o de cocina, que la verdad no eran los tipos de cursos que yo viera como un gran desarrollo personal para mi. Pero aquel dia, y por sorpresa porque mi marido se habia mostrado totalmente indiferente a mi busqueda, fue el mismo quien me abrio el camino: – Mira esto, carino... Creo que te puede interesar...- dijo dejando caer sobre la mesa del salon un folleto de un curso. Lo cogi con indiferencia, creyendo que podia ser un anuncio de una exposicion de moda o de un nuevo restaurante de lujo al que quisiera ir a cenar esa noche. Pero, al tenerlo entre mis manos, vi que se trataba de un curso de gestion empresarial dedicado a emprendedores. "Jornadas para el Fomento Empresarial basado en nuevas ideas de empleo" – De... ?De donde has sacado esto?- dijo sin dejar de mirar el folleto y leyendo hasta la letra pequena. – Son unas jornadas en las que participa mi empresa y te he apuntado... – ?COMOOOO?- grite levantandome del sillon y dandole un abrazo que casi hace que caigamos al suelo. – !Tranquila mujer! ?No es lo que querias? Para que veas que si te escucho a pesar de lo pesada que eres...- dijo aflojandose el nudo de la corbata. – Esto...- le susurre al oido mientras mi mano se apoyaba en su entrepierna.- Esto tengo que agradecertelo, ?no? Y es que, si es verdad que nuestra vida sexual no es que fuera para tirar cohetes, mi marido nunca rechazaba el ofrecimiento de una racion de sexo oral, por parte de su querido Raquel. Lo cogi de la mano y lo sente en el sofa del salon, dejandose caer con pesadez; abri muy despacio el cierre de su pantalon y meti la mano en el slip para sacar su miembro y comenzar a masajearlo con mi mano. En un momento estaba bastante duro y no dude un momento en comenzar a lamer el tronco para poco despues besar su glande descubierto. El resoplaba quedandose quieto y mirando con gesto serio lo que su mujercita le hacia. Javier siempre habia sido muy poco expresivo durante nuestras relaciones sexuales, cosa que al principio me chocaba un poco pero a lo que acabe acostumbrando con el tiempo. – Y, ?cuando empieza esa curso?- dije mientras me metia ya su polla en la boca. – Ufff... Empieza manana mismo, he tenido que mover algunos hilos pero... Ummm... Podras asistir. Yo aceleraba el ritmo de la mamada, escuchando sus palabras y sin dejar de mirarlo a los ojos. Note que comenzo a tensarse mientras su respiracion se agitaba, lo que me anunciaba que su corrida estaba apunto de llegar; la saque rapidamente y comence a sacudirla para que se corriera bien a gusto encima de mi pijama. No es que no hubiera probado nunca el sabor de su semen, pero sabia que era una cosa que a el no le gustaba... La "doble moral" del marido que no quiere que esas cosas las haga su mujercita. Su polla perdio su dureza casi al instante y se levanto resoplando del sofa con esfuerzo y abrochandose el pantalon mientras se lo ajustaba a la cintura; esos kilos de mas que habia cogido en el ultimo ano le estaban pasando factura. Yo me quede de rodillas alli en el salon viendo como iba al bano sin decir una sola palabra; cogi mi folleto de nuevo y volvi a leer con una sonrisa en los labios cada una de las palabras que llevaba escritas.
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Gritos antes de morir de Laura Falco Lara
https://gigalibros.com/gritos-antes-de-morir.htmlComo tantos otros martes, al salir de la oficina Tom se acerco hasta la libreria de la esquina de Brekley y Preston Street. Le encantaba pasarse horas rebuscando entre todos aquellos libros viejos hasta encontrar algun ejemplar interesante; algun libro que le permitiese enriquecer aun mas su mente, y de paso fortalecer el increible ego que tenia. Aquella tarde, sin embargo, no estaba Ronald, el viejo propietario. En su lugar atendia la tienda un hombre de mediana edad, pelo canoso y aspecto desalinado. Sin hacerle demasiado caso, Tom avanzo hasta el fondo del local y empezo a hojear las ultimas incorporaciones. Tras una media hora, aquel peculiar individuo se acerco y le pregunto: --?Busca algo en especial? --No --contesto, algo molesto por la interrupcion--. Me gusta ver los libros a solas y elegir sin prisas --dijo en tono cortante, casi desconsiderado. --Ya, pero ?puedo aconsejarle? --?Como dice? ?Aconsejarme usted? ?Que podria yo aprender de un simple dependiente? -- respondio, altivo e ironico. --Bueno, a veces la persona mas insospechada es la que mejor sabe lo que necesitas. Tom se sintio algo presionado, cosa que por otro lado le molestaba sobremanera. --Tranquilo... No me hace falta. Tengo claro lo que quiero, y dudo que usted me pueda ayudar -- contesto, con grandes dosis de suficiencia y de soberbia. --Creo que hay un libro que deberia ver --insistio el hombre, subiendose a la escalera para poder alcanzar el ultimo estante. Esa fue la primera vez que Tom lo vio. Era un libro antiguo, de piel repujada y mas de seiscientas paginas que amarilleaban por los extremos. Fue tanta la insistencia del dependiente que Tom accedio a darle un vistazo. Nada mas tenerlo entre sus manos pudo observar algo que le inquieto bastante. En la cubierta, grabado a fuego, se podia leer el siguiente titulo: Historia de Tom Abnett. --?Que es esto? --inquirio, mirando fijamente a aquel extrano personaje. --?Nunca se ha preguntado sobre el final de su vida? ?Sobre lo que los demas piensan de usted, lo que siente su mujer hacia su persona? --?Que clase de broma de mal gusto es esta? --interrumpio Tom, algo nervioso. --No es ninguna broma. Usted sabra si quiere leerlo --contesto el hombre mientras se alejaba. Entonces, justo cuando Tom se disponia a abrirlo, se giro en seco y dijo: --Pero tenga cuidado: si empieza no podra parar. Saber demasiado no siempre es bueno. Perplejo, Tom observo detenidamente aquel tomo. Muerto de curiosidad, lo abrio por una pagina al azar y empezo a leer. Tom sabia que ella era la chica con la que siempre habia sonado, pero le faltaban agallas para decirle lo que sentia. Debian de faltar diez minutos para que la pelicula terminara cuando por fin se decidio. Le tomo la mano entre las suyas y sin dudarlo le planto un beso en los labios, temiendo su reaccion. Por su lado, Mia estaba nerviosa. Hacia mucho tiempo que esperaba que Tom se decidiera a besarla, y, cuando este lo hizo, creyo que se iba a desmayar. Noto que las piernas le flojeaban y el corazon le latia mas rapido de lo normal. Ella tambien sabia que Tom era el chico que mas le gustaba de todo el instituto. Tom cerro el libro, impresionado por la exactitud con que sus hojas reflejaban el momento preciso en que beso a una chica por primera vez. ?Como era posible? ?De donde habia salido aquel misterioso volumen? Inquieto, lo abrio de nuevo, esta vez por la pagina 110. No era la primera vez que discutia con Mike, su companero de trabajo. Entendian la empresa y su labor en ella de formas muy distintas. Sin embargo, esta vez, Mike, harto del desprecio y la soberbia con que Tom le trataba, estaba dispuesto a conseguir que le despidiesen. Ese fue el motivo por el cual filtro aquellos informes falsos que dejaron a Tom en evidencia ante sus superiores y llevaron a su despido. El siempre penso que se habia tratado de un error burocratico, que se debieron entregar algunos borradores hechos por los becarios en vez de su informe original. Nunca sospecho de Mike. Con los ojos encendidos y completamente fuera de si, Tom volvio a cerrar el libro. --!Sera cabron! --exclamo a voz en grito, haciendo que el resto de clientes le mirasen. Luego, tras una breve pausa, se dirigio al mostrador y le dijo al dependiente: --!Me lo llevo! ?Que otras verdades ocultaria ese libro? ?Cuantos secretos mas descubriria al adentrarse en el? Poseido, cegado por un ansia enorme de saber, Tom llego a casa, se sento en el orejero del salon y lo abrio por la primera pagina. Iba a leerlo de cabo a rabo, penso. Queria saber todo lo que los demas pensaban de el. Aquella noche, para la sorpresa de Amy, su mujer, Tom estaba tan absorto en la lectura que no quiso probar la cena, ni tampoco irse a la cama. De madrugada, Tom seguia leyendo sin descanso. Las horas habian pasado pero el continuaba ahi, enfrascado en aquellas paginas. --Asi que no soy un buen amante, ?eh? --le dijo a Amy en cuanto la vio aparecer por la puerta del salon. --?Como dices? --pregunto ella, perpleja. --Y, por cierto, dile a tu madre que no soy un fracasado, si acaso lo sera su marido, que no tuvo mas remedio que casarse con ella cuando la dejo embarazada. --Pero... ?a que viene semejante sarta de idioteces? Colerico, enfurecido con el mundo entero, Tom agarro el libro y se encerro en su habitacion; definitivamente, aquel dia no iria a trabajar. Cuando Amy regreso a casa por la tarde, encontro a Tom sentado en el sofa con la mirada perdida; parecia sumido en su mundo, lejos de alli. Preocupada, se acerco y se sento junto a el, pero este seguia ignorandola. Entonces tomo el libro de Tom de encima de la mesa y lo examino atentamente. --?Que es este libro? --pregunto, al ver su titulo. --Una condena --respondio Tom, con expresion desencajada. Amy lo miro sin comprender el sentido de sus palabras.