• quien tuvo la culpa tu o yo - Corin Tellado

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    Aquella manana del 21 de junio, Mary recorrio la calle Alcala con mas rabia que placer. Hacia un calor sofocante. El sol, con su rostro redondo, parecia burlarse de todo transeunte que, fatigoso cruzaba apresurado la calzada. Mary salio de la RENFE con el billete en su poder, y piso la calle tomando direccion al Retiro, donde esperaba hallar la tranquilidad espiritual que precisaba para calmar los nervios, que aquella manana se sentian a flor de piel, tensos, agudos, pareciendo salir del cuerpo y clavarse como pinchos. --!Mary! Volviose en redondo, y una sonrisita de felicidad ilumino el rostro que momentos antes mostraba solo amargura. --i Sole! ! Que alegria, chiquilla! Un abrazo, seguido de la risa franca de ambas. --?Y el veraneo? -- pregunto Sole, mirandola con picardia--. ?Cuando marchas a Gijon, con tus hermanos? Vengo del colegio, y alli me han dicho que habias salido. Mary le mostro los billetes. --Vengo de la RENFE. Salgo el dia treinta. !Me tar da mas...! La otra la miro dudosa. --?De veras, lo dices? ?Tan mal van tus asuntos sentimentales? --?Crees que me voy por eso? --Se que no. Tu familia te reclama. --No guasees, que es asi. --Si no lo dudo, querida. Pero lo de Pepe... El rostro exotico de Mary tuvo una contraccion. --Aquello paso. --?Estas segura? ?Que si lo estaba? !Cualquiera lo sabia! Ella menos que nadie, porque el corazon, por ser un organo demasiado sensible y rebelde a la vez, habia de continuar exigiendo su parte en la vida, y ella ya no tenia que darle, porque todo se lo habia llevado el amor. !Insensato amor! --Debe pasar, Sole; y eso es lo que me interesa; tener la voluntad suficiente para olvidar, para domenar el deseo, para ahogar la pasion. ?Crees que lo podre conseguir? La otra muchacha la miro con detenimiento. !Era tan alegre, tan desconcertante y linda aquella Mary un algo inconsciente, pero maravillosa en su mismo despiste...! --Si te lo propones, si -- repuso convencida, pues la conocia lo suficiente para hacer la afirmacion basada en algo concreto--. Vete a Gijon y olvida. Trata de cultivar las buenas amistades que dejaste alli hace cuatro anos, y veras como al fin y a la postre, eres feliz. Mereces ser muy dichosa, y lo seras. -- Despues, tras una breve pausa, anadio dulcemente --: Pienso que aun volveras con el. Nego, no con demasiada conviccion. --?Y tu? -- pregunto luego, con carino--. ?Cuando os llega el bebe de Paris? El rostro de Sole se ilumino. --Prontito -- dijo feliz--. !Si supieras, Mary, con que ilusion lo esperamos...! Debes casarte, Mary, y entregarte sin reservas al hombre que te toque en suerte. --?Crees que me tocara alguno? La otra respondio, totalmente convencida: --Te tocara. Mereces ser muy feliz por todo lo des graciada que fuiste hasta ahora. Muchas veces me digo, querida Mary, que tu misma has tenido la culpa de todo. --?Yo? Sole afirmo: --!Si supieras lo bonito que es perder alguna vez de nuestra parte...! Tienes un caracter complicado e irascible, y para ser feliz, todo lo feliz que ambiciona una mujer de tu temperamento, es preciso domenar los impulsos de la sangre y los sentidos para dejar solo paso al corazon. --!Vaya perorata! --?Crees que no hablo con logica? --?Quien lo duda? --Entonces, atiende mi consejo y vete a Gijon, convencida de que con Pepe ya no hay nada que hacer. En primer lugar, el no te conviene. Emboto tus sentidos, apago los deseos de tu corazon, y dejo tus ansias de mujer presas en su persona; no digo en su alma, porque dio muestras de tenerla muy mal definida. --! No hables asi! --?Es que aun le quieres? Mary suspiro hondo. !Le dolia tanto hablar de aquello...! Y no es que le causara pesar el recuerdo: es que la llaga aun sangraba, y las gotas rojas parecian subirle a la boca dejando en ella aquel amargor. --Te lo dire cuando vuelva para octubre -- dijo sonriente, cambiando totalmente la expresion de su rostro alegre por naturaleza, en aquella manana ensombrecido por la melancolia--. Creo que atendere tus consejos. Tal vez me enamore de nuevo en Gijon Sole rio alegremente. --!Si fuera asi...! --?Crees que no lo conseguire? --!Que se yo! Estoy por decir que si, puesto que jamas has deseado algo que no lo lograras. ! Pero es que esto del amor es tan diferente...! De todas formas, se me antoja que vas camino de Gijon totalmente amargada, dispuesta quiza a reirte de todo, y quien sabe si hasta de la misma vida. Mary salto impulsiva, con aquel tono que Coral, mucho tiempo despues -- cuando en la ciudad del carbon se hicieron las amigas mas intimas que Mary pudiera imaginar--, definio diciendo: <> --?No crees que la vida se reira de mi? Sole nego rotunda: --No, querida. Presiento que de ti no lograra reirse nadie. --!Pero si se rien hasta las piedras! --Sigues como siempre. Eres un torbellino donde no se puede atar un solo cabo. Ni siquiera las amarguras te hacen variar. --No consentire jamas que una amargura mengue mi alegria. --!Cuanto me satisface oirte...! Mi lema es aquel aforismo tan viejo, pero que para mi encierra un gran consuelo: <> --Tras una breve pausa, prosiguio --: Siento que marches por mi hermana Pili, puesto que le sera muy dificil adaptarse sin ti, pero por otra parte me alegro. Alli olvidaras todos los sufrimientos pasados, y te sentiras mas la Mary alegre y feliz que hemos visto a nuestro lado en aquel colegio donde reinaba la felicidad en un grupo de bellas muchachas, la principal, tu. --! Que halagador! Sole dio una palmada en la esbelta espalda de su amiga. --Te veo ardiendo por dejarme -- dijo--. Vete, y si no puedes venir a casa a despedirte, nosotros iremos al colegio a darte un abrazo. * * * Continuo caminando en direccion al Retiro. Su intencion era guiar sus pasos hacia el colegio, pero no lo hizo asi, pensando que de llegar a la residencia en aquellos instantes, todas acudirian a su lado queriendo saber lo que sucedia para que el rostro se viera crispado con aquella mueca indefinida que lo delataba todo y, sin embargo..., !decia tan poco! Muy despacito enfilo el paseo predilecto. al que acudia en aquellos momentos en que Pepe aun formaba parte de ella misma. !Que lejanos dias! !Que lejanos, y que cerquita los, sintio ahora, porque le parecia que de nuevo se hallaba viviendolos! ?Por que el corazon era tan complejo? ?Por que sentia? ?Por que no moria a la par que el amor? Desalentada dejose caer en un banco solitario, y miro con nostalgia todo lo que la rodeaba. Segun los ojos vagaban en torno, la imaginacion fue hilvanando con esfuerzo los recuerdos que aun atenazaban su corazon, y vivio por ultima vez todo lo sucedido, pues sabia por demas que aquel dia daria punto final a su novela sentimental: despues de lanzarse por la corriente de la vida, jamas tornaria a su lado: !nunca! Penso tambien, anhelando con imperio ser justa consigo misma, en que el no habia tenido toda la culpa de lo sucedido. No; ambos se habian hundido en el lodazal del olvido por no ser, quiza, ni ella ni el, lo suficientemente constantes y leales para lograr consagrar una vida a otra, dejandose de sacudidas violentas que tormentan el espiritu aunque hagan vibrar el cuerpo. * * * Siempre habia imaginado su regreso a Gijon alegre y feliz en compania del hombre que habia creido querer. Las luchas por las que habia pasado en aquellos cuatro anos transcurridos dentro de las cuatro paredes de aquella santa casa, donde la <> tanto y tanto le habia hecho recordar a Dios, parecian desvanecerse segun los dias se sucedian unos a otros y Pepe se aferraba mas a sus sentidos, pues en el corazon jamas habia tomado parte. Su vuelta a la ciudad del carbon, donde todo era negro, le pareciera blanco y atractivo a ella, que anhelaba verse envuelta en su bruma grisacea en compania de aquel hombre que habia creido amar con toda su alma. Una vez mas tuvo que confesarse que el amor no existia, que todo era mentira, y hasta la misma vida era un engano que torturaba en vez de satisfacer. !Todo mentira! La misma existencia era falsa y cruel. Pero mas que nada los hombres, que se dejaban manejar por la mano blanca de un tonto prejuicio. Ahora, todo era diferente. Perdido el, llegadas las vacaciones, nunca se sentiria todo lo feliz que quiza imaginaban los familiares que alla, en Gijon, esperaban ansiosos su llegada. El retorno a la ciudad natal, fria y deprimida, obligada a fingir lo que en forma alguna podia experimentar el corazon. De pronto, brusca y fiera, enojada consigo misma, pusose en pie y echo a andar sin rumbo fijo. Estar quieta, cuando los nervios parecian salirse del cuerpo. le parecia de todo punto imposible. Con aquel gesto, tan suyo, lanzo el rojo cabello hacia atras, dejando al descubierto la mirada intensa de sus ojos claros, quietos, que lucian la expresion entre acariciadora y fria que los hacia aun mas personales si esto era posible en Mary, la mujer que jamas dejo de ser <> aunque la vida azotara su alma con sus mas duros trallazos. Los ojos, aquellas gemas que expresaban candor y crudeza a la vez, quisieron decir: <> --Si no quiere ayudarme, que me mate de una vez y en paz -- oyose decir a si misma con la voz falsa que descubria en ella un fondo que solo guardaba para las ocasiones en que su corazon gemia, dejandola postrada, sin deseo siquiera de continuar luchando por una causa tan pobre como era la misma vida que le tocara en suerte. <> se dijo de nuevo, saliendo a la calle y enfilando la direccion del colegio. Muchos ojos se volvieron admirativos, clavandose avariciosos en la silueta estilizada de la mujer que, ajena a todo, caminaba gentil por la acera. No era bonita Mary, no; pero tenia, en cambio, algo en su persona que atraia y subyugaba. Su rostro de ovalo perfecto, aunque con pomulos un tanto agudizados, poseia un sello tan personal que nadie, despues de contemplarla, se hubiera atrevido a negar su atractivo, que se manifestaba en los menores gestos y rasgos de la carita de epidermis blanca, donde la boca grande dejaba ver unos dientes irregulares, salpicados con dos gotas de oro que hacian resaltar aquellos labios sensuales, siempre humedos y entreabiertos como pidiendo, vehementes, una caricia. Enmarcaba el exotico rostro una cabellera rojiza, sedosa y brillante, donde se perdia la mirada codiciosa del apasionado varon. II La habitacion, completamente revuelta, causaba en Mary un disgusto terrible. Ya no recordo su ruptura con Pepe, ni la conversacion que habia tenido lugar en mitad de la calle con aquella Sole, amiguita del corazon que tan bien y con tanto acierto sabia aconsejarla. Buena estaba ella en aquellos momentos para recordar nada, cuando sus ojos, muy abiertos, vagaban desesperadamente por la estancia, donde no habia cosa en su sitio. Todo se hallaba desordenado: la maleta abierta sobre una silla, los zapatos esparcidos por el suelo... !Ay, Senor, pero si ella siempre habia creido que todo cogia en una maleta, y resultaba que ahora no cabia nada! Suspiro con ansia, como si se ahogara. Y como la paciencia habia llegado al limite, dio un grito llamando a todas sus companeras, cuyas risas aun crisparon mas sus nervios ya de por si alterados: -- !Loli, Pili, Mary, Tere! !Ay, Dios, os quiero ver en seguida a mi lado! Cuatro rostros aparecieron en el quicio de la puerta abierta de par en par. --?Aun estas asi? Mary se lanzo al suelo, donde tuvo que bufar como una fiera. --! Estoy desesperada! -- grito destempladamente --. Os juro que si tengo que continuar metiendo ropa en la maleta, dejo mi viaje para cuando tenga menos. !No cabe nada! Todas a una se lanzaron sobre la maleta. Pero Mary, no conforme con la ayuda de sus atolondradas companeras, lanzo el <> grito que la caracterizaba, cuyo eco llego a los oidos de la senorita Sagrario, la encargada de contener los impetus de aquella juventud que residia dentro de las cuatro gruesas paredes de la residencia, donde ella era el angel bueno, la ayuda y el sosten espiritual de muchas de aquellas almas inconscientes que caminaban por la vida sin saber por que lo hacian. Una de ellas era Mary, que se presento anhelando mucho carino y mas amparo, y fue a encontrarlo en el corazon blando y sensible de la buena mujer que tan bien y con tanto acierto supo comprenderla. --!<>! Y al grito furioso de la muchacha, la puerta de la alcoba volvio a abrirse dando paso a la cara dulce de la <>. --<>, querida, por favor... ?Por que yo no puedo hacer nada sin usted? -- grito la muchacha, lanzandose al encuentro de la senorita--. No me cabe nada de ropa en la maleta. La <> sonrio compresiva, mirando dubitativa los ojos muy abiertos de Mary. --Jesus, Jesus, hija, estas que no hay quien te aguante. Anda, vete, y olvidate por un momento del viaje. Yo tratare de colocar tus cosas en la maleta. Y, en unos segundos, las manos agiles del angel bueno del colegio fueron colocando todo en forma que, cuando Mary y sus companeras se dieron cuenta, ya todo se hallaba dentro y las llaves en las manos de la <>. --Toma -- dijo esta, alargandoselas a Mary --. Ahora, a calmar los nervios y esperar que el tren se halle dispuesto para salir en direccion a la tierra que tanto anhelas ver. Mary, que jamas dejaba asomar a sus gemas claras el resquemor de una lagrima, sintio el reguero dilatado correr raudo por la mejilla satinada, mientras pedia con voz entrecortada, como si quisiera alegrar los corazones, y mas que ninguno el suyo, que se sentia anegado en dolor: --!La tila, <> de mi alma! Traigame esa clasica tila que calma tan bien mis nervios, y que sabe Dios cuando la volvere a tomar. En vez de romper el silencio que ella hubo dejado, con un sollozo mas, estallo una carcajada general, a la que se unio la risa de la dulce <>. --Jamas dejaras de ser tu, Mary, nunca; ni siquiera cuando te veas pasando el mayor apuro de tu vida lograras cambiar ese caracter terriblemente burlon que tan poco te favorece y que tanto divierte a los demas. Y al hablar, su rostro reflejaba la pena que le causaba ver marchar a su mejor amiguita; pena infinita que laceraba su corazon bueno, que tan bien sabia disculpar las extravagancias de la irascible chiquilla. Cuando todo hubo sido dispuesto, y Mary quedo de pie bajo el dintel, dijo la <>: --?No se te olvida nada, Mary? Esta corrio a su lado, apretandose contra ella. --Un abrazo, querida <>. La senorita nego. --?No es eso? -- pregunto Mary. --No. Tu santina... Y solo aquello basto para que a la mente de Mary acudiera la virgencita que tanto y tanto habia consolado su dolor. Fuese a la capilla, donde, postrada una vez mas, pidio amparo y consuelo para su angustiado corazon. Con la boca, nada pidio. Aunque quisiera, estaba segura de no poder conseguirlo. !Era tanto lo que deseaba, y tan grande el peso que llevaba sobre su alma...! Alli habia sufrido y disfrutado. Mas de una vez acudio al rinconcito donde la santina, sonriente, la miraba con sus ojos acariciadores como si se dispusiera a hablar y reir, pidiendole que jamas dejara de domenar su voluntad que era lo unico que le quedaba, y lo unico tambien que podia sostenerla en su lugar, en el lugar que corresponde a toda mujer de bien, de dignidad que no claudica ante un tonto y falso oropel, cuando la vida no es oro y alegria, sino dolor y crudeza, falsedad y algo mas que ella no queria analizar porque lo temia... -- Diviertete mucho -- dijo la <>, dandole el ultimo abrazo --; comulga mas, y no olvides a Santa Gema, que tanto te protege. Mary asintio en silencio, devolviendo con ansia el abrazo. Mas tarde, cuando en compania de muchas de sus discipulas y companeras de fatigas, se vio ante el tren que habia de conducirla a la querida tierrina, dijo alguien, sonriendo con picardia: --Todo esto lo hubieras cambiado por una sola despedida. Mary se encigio de hombros. --Ahora solo pienso en llegar alli. --?No llevas recuerdos? --Los vuestros, muy gratos. --?Nada mas? Mary se encogio de hombros. --No debo llevar mas. Es impropio de mi lo contrario. Y como el tren habia advertido que la marcha se hallaba proxima, Mary subio al vagon, asomando luego la cabeza rubia por la ventanilla. --Adios, queridas. Nada respondieron. !Dolia tanto verla marchar! --Hasta octubre -- dijo Pili, limpiando una lagrima. --Hasta octubre. Y como el tren se perdia lentamente, solo se vio la mano larga y fina que, temblorosa, se alzaba diciendo el ultimo adios. Luego, la mole negra fue un puntito tenue, difuso en la lejania hasta que desaparecio camino de Gijon, donde Mary no contaba hallar la tranquilidad espiritual que tanto necesitaba para calmar su desasosiego y su congoja.

  • ¿Quién tuvo la culpa? - Corín Tellado | PlanetadeLibros

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    14 feb 2017 — Quien tuvo la culpa: “No era bonita Mary, no; pero tenía, en cambio, ... Comprar. Solos tú y yo ... Descubre más libros de Novela romántica.

  • LA PREGUNTA DEL MILLÓN - Los Dos Carnales - Letras de ...

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    Porque de querer sí quiero. Aun que sé bien que no debo. Porque eso es rogar, y no se me da. Y aquí la pregunta del millón. Quien tuvo la culpa, ¿tú o yo?

  • TRILOGIA CULPABLES (PACK CON: CULPA MIA - Casa del ...

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    Reunidos en un pack, los tres libros de la exitosa trilogía«Culpables». Dicen que del amor al odio solo hay un paso... Peligro, pasión, amor y fuerza.

  • De Lo Que Yo Soy Pa Ti / Por Culpa De Tu Carino - Amazon.es

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  • Échame la culpa (canción) - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    «Échame la culpa» es una canción del cantante y compositor puertorriqueño Luis Fonsi y la ... Es ese juego de palabras, ese famoso cliché de 'No eres tú, soy yo' que ...

  • Tu no llegaste tarde de Corin Tellado

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    P CAPITULO PRIMERO ero, bueno, bueno, tanta prisa... ?No podias haber esperado a la noche? Con la de trabajo que yo tengo... Lo entiendes, ?no, Minou? De repente, llega Mac por la Facultad, y me dice: <>. Tenia una reunion con dos profesores. Tu sabes que debemos dar el pecho, porque de lo contrario... Minou levanto la cabeza rogando silencio. Pero Peter Aubert no era de los que se callaban facilmente. --?Alguna buena noticia? Bueno, por la noche era bastante pronto. Mira, Minou, tu sabes que si nos callamos, nada conseguiremos jamas. ?Quien crees que capitanea a esos? Yo. Nadie mas que yo. Sin mi --hizo un gesto desdenoso-- no son nada. Yo, siempre digo: <>. Te das cuenta, ?verdad? --Si, Peter. Pero si yo quise verte ahora, es porque te necesito mucho. Peter hincho el pecho. Miro a un lado y a otro. En aquel cafe de un barrio de Montmartre apenas si a aquella hora habia dos o tres personas, que no se fijaban en ellos para nada. Minou Fonteyn vestia una zamarra de tela oscura, forrada a cuadros. Una capucha caida; calzaba altas botas y bajo el brazo apretaba unos libros de texto. Tenia el pelo castano claro, lacio, cayendo en suaves crenchas hacia la cara. Los ojos negros, inmensos, enturbiados en aquel instante por una expresion de angustia. Peter Aubert, apenas si se fijo en aquella angustia. El, en aquel instante, estaba haciendo teatro, pero Minou aun no se habia percatado de ello. --Yo no se que pasa --rio Peter, divertido--. Todo el mundo me necesita. Pero tu, vida mia, ya sabes donde me tienes. ?Miedo? ?Quien habla de miedo, estando yo aqui? ?No me has visto siempre quitar todos los obstaculos? ?Cuando nos conocimos? De eso hace mas de dos anos, ?no? ?Has tenido queja de mi? --No, Peter. Por eso te busco ahora. Ayer no te vi. --?Si? !Claro, claro! Estuve muy ocupado. --?No podemos ir a nuestro cuarto? Peter miro el reloj. Era un chico bastante alto, rubio, de largos cabellos. Vestia un pantalon de pana negro, un jersey del mismo color, de cuello de cisne, y, sobre todo esto, una pelliza casi blanca, forrada a cuadros como la de Minou, si bien la de el no tenia capucha y le llegaba apenas a las rodillas. Desabrocho un poco la pelliza y busco una cajetilla. --Mira, ?ves esto? --Cigarrillos. --Los he comprado con los ultimos francos. No puedo darte dinero. ?Te haces cargo? --No te pido dinero, Peter. Este respiro. --No obstante, dentro de unos dias te lo dare. Cobro las clases. Me revientan esos hijos de papa a quienes doy clases todos los dias, pero... --se alzo de hombros--. Yo te aseguro que un dia sere uno de los mejores periodistas de Francia, aparte de todo lo que hare para la television y la radio. Me gusta mi carrera, Minou. Cuando me licencie en Filosofia y Letras, tu seras mi secretaria. Pero te aseguro de que solo en casa, ?eh? Nada de que tu trabajes. Minou se agito. Ella no habia ido a buscar a Peter a aquel cafe, para hablarle de sus respectivas carreras. Ya sabia que Peter era muy listo y que un dia, los dos formarian una gran familia, pero entretanto..., habia que solucionar aquello. --?Que te parece si te fueras al cuarto? Eso es --se restrego las manos satisfecho--. Podiamos vernos alli por la noche. Tu estudia mientras yo llego. ?Te parece bien? La empujaba blandamente hacia la salida. Minou no deseaba marcharse. Tenia que decirle aquello a Peter. Ademas, se vio negra para encontrar a Mac y decirle: <>. Y alli estaba. Pero, por lo visto, Peter estaba tremendamente liado con el asunto de la Facultad de Filosofia y sus profesores. --Te digo que deben de hacernos caso. Nunca me meti en esto. Pero todos los companeros me buscaron a mi para dar la cara, y es lo que pienso hacer. ?Iras para el cuarto? Come algo antes de ir. ?Me entiendes? Aqui cerca tienes un autoservicio. Despues hablaremos. Ya te contare..., cuando llegue. --Peter... --Tu, tranquila, mujer. ?No estoy a tu lado? ?No te amo? Pues entonces... La vida es bella, Minou. ?Por que esos temores? ?No me ves a mi? Le admiraba profundamente por eso. Peter era decidido; a su lado nadie se aburria. Y todos los que dependian de el, podian vivir seguros. --?Me has oido, carino? Estas guapisima esta tarde. ?Que te parece si me permitieras decirtelo dentro de cuatro horas en nuestro cuarto? --Esta bien --se resigno--. Pero no faltes. La miro cegador. --?Cuando falto yo? --Esta bien, esta bien. Te espero alli. Peter la beso en la nariz y echo a correr abrochandose la pelliza. Minou apreto su zamarra contra el pecho y miro el reloj. Tenia tiempo. Irse al cuarto en aquel instante era... como morirse un poco mas. No. Tenia tiempo de pasar por casa de Maggy Font. Cierto que Maggy vivia al otro extremo de Paris, pero..., ?no tenia un subterraneo que en menos de media hora la dejaba ante el apartamento de su amiga? Necesitaba ver a Maggy, necesitaba decirselo todo. * * * No contesto nadie a la energica pulsacion del timbre. Quedose pegada a la pared del rellano y contemplo absorta cuanto la rodeaba. Maggy vivia casi bien. Trabajaba mucho, es cierto, pero... Merecia la pena trabajar tanto. Claro que Maggy y ella eran distintas. Mientras Maggy dejaba la carrera, apenas llegada al tercer ano, y se dedicaba a escribir para una revista frivola, ella picaba mas alto. Sufrir privaciones, comer mal. Vestir de cualquier manera y adorar a Peter... Pero terminaria la carrera. No era tan facil. Apenas si tenia dieciocho anos y cursaba el segundo de Filosofia y Letras. Por nada del mundo dejaria la carrera. Pero..., aquello..., ?no era una terrible contrariedad? Oyo el zumbido del ascensor y casi, en seguida, la detencion de aquel, y la fragil figura de Maggy, cargada con una bolsa de comida. --!Minou...!, ?tu aqui? --miro en torno--. ?Donde has dejado a Peter? --Esta en una reunion. Yo he venido... --Ya te veo. Le envio un beso con la punta de los dedos, y, oprimiendo la bolsa contra la barbilla, empezo a buscar las llaves en el bolso. --No las encuentro. ?Sabes que siempre me ocurre asi? ?Quieres ayudarme? Que me cae el bolso. Oh... El bolso, en efecto, cayo al suelo, pero su contenido no se desparramo. --Busca la llave y abre, Minou. Esta lo hizo asi. --Aqui esta --murmuro. --Abre la puerta. ?Que milagro por aqui? Desde que deje la carrera te vi dos o tres veces, y eso cuando yo decido ir por Montmartre. Tu no te acercas aqui ni por recomendacion. --Los estudios son duros. --Ciertamente. Por eso lo deje yo. --Pasa --dijo Minou, franqueando la puerta--. ?Tienes algo nuevo? Maggy rio y fue a depositar la bolsa de la compra en una silla. --Puaf, que frio hace y que sofocada estoy yo. ?Pasaras aqui las Navidades? ?O te iras con tus tios? --Creo que me quedare aqui. Me pasa algo... Maggy empujo la puerta y con un gesto senalo el pasillo. --Vamos dentro. ?Quieres tomar algo? ?Te, cafe? --He tomado un cafe con Peter hace poco mas de media hora. --?Que tal tus cosas con el? Ya estaban en el interior de la salita. Maggy apreto el conmutador de la luz y respiro. --Me he cansado. Pero dos veces por semana, no tengo mas remedio que salir de compras. Lo meto todo en el frigorifico, y, !hala!, a vivir tranquila --se echo a reir al tiempo de desplomarse en una butaca--. ?No te sientas? Me cuesta mucho comer por ahi. Las comidas del mediodia las hago en la redaccion de la revista. Oye, ?sabes que aquello marcha muy bien? Si quisieras dejar la carrera, te daria trabajo. Llevo toda la seccion de modas, cocina, labores. Ya se que no soy licenciada, Minou. Ya se que tu picas mas alto. Pero... --se alzo de hombros--, hay que vivir, ?no? De suenos..., no se vive.

  • Lo que no esperaba de Christian Martins

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    Violeta Bairina es la fundadora de "Amour et vie", la famosa revista a la que ha dedicado toda su vida. Sale con Fernando, el mayorista principal de su revista y tiene una familia..., muy peculiar. Violeta cree que la felicidad radica en el exito, que el amor puede existir de muchas formas diferentes y que la familia no siempre es tan importante como uno piensa. Pero muchas veces la vida es capaz de sorprender incluso al mas esceptico de todos.
    ?Te apetece sumergirte en la revista de Violeta?

  • Maldito karma de David Safier

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    La presentadora de television Kim Lange esta en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estacion espacial rusa. En el mas alla, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha enganado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cual es su castigo: esta en un agujero, tiene dos antenas y seis patas. !es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel tras haber eludido los hidratos de carbono toda su vida. Ademas, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Solo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escala de la reencarnacion y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser plagado de contratiempos. Un millon de lectores en Alemania ya han disfrutado de esta hilarante novela, que ha colocado a David Safier en lo mas alto de la escena literaria europea. Maldito karma es una historia de desbordante fantasia, una entranable fabula que, entre carcajadas, nos ayuda a reflexionar sobre las prioridades de nuestra vida. Leela y descubre el secreto de la felicidad.

  • El unico Maestro en esta deseada Sumision (The Crossroad Company 3) de Nisha Scail

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    Cuando Camden O'Rourke encontro a esa mujer medio muerta en la parte de atras de su restaurante supo que iba a tener problemas. No se trataba solo del hecho de que su companero y policia, Logan Cooper, hubiese estado alli para hacerse cargo del caso, sino que la victima resultase ser una nina salida de su pasado recordandole una infantil promesa.
    Siobhan Carrigan era todo lo que Cam no queria en su vida: una mujer calida, compasiva, necesitada de afecto y con alma de sumisa, justo lo que no buscaba. Entonces, ?como se las habia arreglado para aceptar el encargo de uno de los socios de la Crossroad Company para cuidar de ella? ?Por que su companero de casa parecia mas decidido que nunca a resolver el caso y cuidar de esa mujer? ?Y por que diablos debia ocurrir todo eso bajo su propio techo?
    Camden estaba a punto de descubrir que no siempre se obtiene lo que se quiere, sino lo que un par de maltrechos corazones necesitan.

  • El secreto de los Assassini de Mario Escobar

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    Roma, ano 813. Una expedicion se dirige a la boca del Nilo. Su mision es descubrir un secreto que los faraones negros de Meroe ocultan desde hace siglos. El Cairo, ano 1075. El Gran Visir recibe un extrano regalo que protegio a la peligrosa secta de los Assassini. El arma que les ayudo a resistir a las fuerzas cruzadas y el ataque de Saladino. Estambul, ano 1914. Una misteriosa princesa arabe esconde un secreto que puede cambiar la historia de la humanidad, pero tendra que recorrer con Hercules Guzman Fox y sus amigos George Lincoln y Alicia Mantorella el desierto de Egipto, luchar a los pies de la Acropolis y atravesar una Tur-quia en guerra para llegar al Valle de los Asesinos, donde se esconde un misterio que podria provocar la ultima cruzada contra el islam.

  • Grande y fabulosa de Larissa De Silva

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    “Tienes que decirme como estuvo”, dijo mi mejor amiga. Ella me miraba fijamente. Habia sido una noche tranquila en la sala de emergencias y nos habiamos entretenido con las historias de nuestros antiguos novios, incluyendo a nuestros companeros de la escuela de medicina, cuando no estabamos actualizando los historiales o revisando a los pacientes. No es que ninguna de las dos hubiera tenido mucho tiempo para salir con exito con alguno de nuestros companeros. Ellos estaban ocupados y nosotras tambien, y la mayor parte del tiempo, estabamos demasiado ocupadas para salir o tener aventuras de una noche con nuestros companeros. Las cosas no estaban tan agitadas despues de graduarnos, pero no se hicieron mucho mas faciles. Finalmente estaba saliendo de nuevo y me resultaba dificil mantener el contacto con algunos de los hombres que me interesaban. Al menos ellos parecen estar interesados en mi, lo cual era agradable, pero apenas podia recordar sus nombres. No queria nada serio, no tenia tiempo para nada serio, pero me gustaba pasar tiempo con algunos de ellos. No es que hubiera encontrado a alguien que pudiera recordar tan bien. Ella me pincho en el hombro. “Hola”, dijo. “?Vas a decirmelo o que?” Le sonrei. “Eso es inapropiado, Dra. Comely”. Levanto las cejas. “Oh, ?asi es como estamos haciendo esto?” Me rei, sacudiendo la cabeza. “No”, respondi. “Desafortunadamente, no hay mucho que informar. Fue amable y me hizo reir, pero no se, faltaba alguna chispa”. Bajo su voz a un susurro mientras se acercaba un poco mas a mi. “?Asi que no te acostaste con el?” Abri los ojos en un simulacro de shock. “No lo hice”, respondi. “Queria hacerlo, pero me acobarde. No quise llevarlo a mi casa, porque, ?y si fuera un asesino o algo asi?” “Pero no te preocupaste por eso antes de tu cita”. “Si, lo hice”, dije. “No pense exactamente que me iba a asesinar delante de todos los demas en un restaurante. Eso definitivamente haria que la gente dejara de comer”. a “Y crees que a un asesino le importaria eso”, dijo. Me rei. Estabamos sentadas en la parte de atras de Urgencias y ella habia subido la cortina a nuestro alrededor. Las pequenas salas de consulta que teniamos estaban frecuentemente sobrecargadas y aunque el hospital habia estado hablando de construir una nueva ala de urgencias durante anos, parecia que nunca se llegaba a hacer por una razon u otra. Por eso teniamos estas improvisadas y anticuadas bahias de cortinas. No proporcionaban mucha privacidad, pero eran mejores que nada en una crisis. Afortunadamente, nada parecido a una crisis parecia estar sucediendo en esa tranquila noche de miercoles. Cam miro su tablet y suspiro. “?Sabe lo que le paso al Sr. Hysinger?” “Si”, dije. “Lo transfirieron a urologia”. “Huh, extrano. Creo que hay un problema con…” La interrumpieron los fuertes pasos de alguien que se acercaba a nosotros. Ambas nos dimos la vuelta para ver a la enfermera de turno, una mujer mayor blanca de pelo negro azabache y cejas finas. La mirada de Teri se interpuso entre nosotros antes de decidir que no le importaba. “Acaba de entrar un joven”, dijo. “Las constantes vitales estan bien, pero fue apunalado en el brazo y el cuchillo esta… en movimiento”. Levante las cejas. “?Lo esta moviendo?” “No”, dijo. “Se esta moviendo, como, cuando mueve su cuerpo. No creo que sea profundo, pero no quiero…” “Entiendo”, dije. “?Algo mas?” “Debe tener entre veintitantos y treinta anos, esta lucido, creo que hay otras lesiones porque debe haberse metido en una pelea, pero no me dejo examinarlo a fondo”, dijo. “Le pedi que se quitara la ropa, pero no quiso hacerlo”. “Vaya”, dije. “Bien”. Gracias, Teri.” “De nada, Dra. Meyer”, dijo, mostrandome una pequena sonrisa, que era la mayor aprobacion que iba a obtener de ella. “Esta en la habitacion tres”. Asenti con la cabeza. Camine hasta la habitacion, mirando mi tablet para ver el historial del paciente. Mis ojos pasaron por alto su nombre mientras miraba sus signos vitales, su edad y la descripcion de su condicion. Llame a la puerta. “Pasa”, dijo una voz masculina apagada. Abri la puerta y mire hacia arriba desde la tablet. Inmediatamente, senti que el suelo se habia movido y que iba a ser tragada por la tierra. Nunca habia sido una buena actriz, asi que estaba haciendo todo lo posible para fingir que todo estaba bien, aunque definitivamente no todo lo estaba. Este no era un paciente. No era un paciente cualquiera, era alguien que conocia, alguien que habia intentado olvidar. Y se veia mejor que nunca. Solo tuve un segundo para decidir como iba a reaccionar al hecho de que Jody Banks estaba sentado en una silla azul en un rincon de la habitacion, el era el chico con el que habia salido en la secundaria. El que me habia roto el corazon. En esa epoca era delgado, alto y guapo, con hombros anchos y una complexion atletica facil. Todavia era delgado, alto y hermoso, pero habia trabajado en esculpir esos musculos en una obra de arte, tenia un tatuaje negro envuelto alrededor de su brazo como una vid, hasta su cuello, y desaparecia en la parte de atras de su camisa. Parecia mas alto tambien, pero podia decir que era solo porque estaba sentado derecho. Tambien me miraba a mi, con unos curiosos ojos abiertos que no dejaban de moverse. Se lamio los labios cuando me acerque a el, mi mirada se dirigio hacia el suelo. No queria mirarlo y no queria necesariamente que pensara que lo reconocia. Aunque yo era una mala actriz y lo sabia, las posibilidades de que me reconociera eran muy altas. “?Sr. Banks?” Pregunte cuando me acerque a el. “Puedes llamarme Jody”, dijo. Podia oir la risa en su voz. “?Como debo llamarte?” “Dra. Myer”, respondi, mirandolo a los ojos por primera vez mientras dejaba la tabla en la mesa de al lado. “?Que le paso?” “Me cai en el estante de los cuchillos”, dijo, mostrandome una sonrisa. Me fije en sus dientes. No habian sido arreglados, y sus caninos, que siempre habian sobresalido un poco, eran quizas mas visibles ahora que habia crecido. “Es un problema. Dra. Myer.” “Se cayo en el estante de los cuchillos”, repeti, lentamente. “?Como?” Parpadeo. “?Como que como?” “?Se resbalo?” “Yo… si, claro”, dijo. “Me resbale”. “?Y por que sobresalia el cuchillo?” Pregunte. “Bueno, me cai, tirandolo, y luego… ya sabe, cayo al suelo, y estaba sobresaliendo, y no pude detenerme, asi que me apunalo. ” Me mordi los labios. “?Sabes por que se cayo?” “Porque me resbale”, dijo. “El suelo de la cocina estaba resbaladizo”. “?Estaba cocinando?” Penso por unos segundos. “Si”, dijo, eventualmente. “Lo hacia”. “Genial”, dije. “Voy a mandarle a hacer una radiografia. No hay muchas venas o arterias donde usted, uh, cayo en su cuchillo, exactamente, pero me gustaria descartar cualquier cosa que pueda significar que necesita cirugia.” Hizo un gesto de dolor, y por primera vez desde que lo vi en la oficina, parecia asustado. “?Cree que necesitare cirugia?” Hice lo que pude para mantener mi voz neutral. “Es una posibilidad”, dije. “Pero es muy pequena. Solo quiero estar segura. Los accidentes de cocina no son una broma”. Asintio con la cabeza. “Bien”. “Me gustaria examinarlo”, dije. “O puedo buscar que lo haga otra persona, si se siente mas comodo con eso. Sus heridas podrian ser un poco peores de lo que parecen a primera vista. ” “?Quiere examinar mi brazo?” “Toda la parte superior de tu cuerpo”, dije. “?Puede quitarse la camisa?” Parpadeo. “Claro”, dijo. “Quiero decir, supongo.” “?Puede hacerlo?” Se miro a si mismo y sacudio la cabeza. “No”, dijo. “No puedo”. “Bien”, respondi. “Normalmente, nuestros paramedicos la cortarian, pero…” “Esta camisa es cara.” “Entiendo”, dije. “Tendre cuidado, entonces.” Me acerque para enfrentarlo. La camisa parecia cara, una camisa de manga corta azul bebe y verde ceruleo claro con botones blancos que se ajustaban a su cuerpo. La camiseta blanca de cuello en V debajo de ella al menos hacia las cosas un poco menos incomodas, aunque no lo suficiente. Agarre el cuello de su camisa con la punta de los dedos y respire profundamente mientras me concentraba en la camisa y no en el hombre que la llevaba puesta. Intentaba ser lenta, delicada, porque no queria tirar del cuchillo o empeorar su herida. Era dificil hacer algo asi con cuidado, especialmente cuando podia sentir la mirada de Jody sobre mi. Me miraba fijamente, sin dejar de hacerlo nunca, mi calma fabricada no era rival para su tranquila pero resuelta intensidad. Pense que probablemente era mejor romper la tension y admitir finalmente que nos conociamos. De esa manera, al menos las cosas podrian ser un poco mas… manejables. Tal vez no, pero valia la pena intentarlo. “Entonces”, dije mientras desabrochaba el boton superior de su camisa, mirando directamente a sus ojos verde avellana. “?Como esta tu madre?” “Esta bien”, dijo. “Bien, pero decepcionada”. “Me alegro de oirlo. ?Y tu hermano?” “Esta bien”, respondio. “Ahora vive en Japon, ensenando ingles a los ninos de las zonas rurales.” Sonrei. “Bien”, dije. “Eso parece el tipo de cosa que le vendria bien. ?Es feliz?” “Esta feliz porque esta lejos de aqui”, respondio, encogiendose ligeramente de hombros, lo que hizo que mis dedos resbalaran un poco, y termine tocando su piel por una fraccion de segundo. Me aleje, sintiendo las puntas de mis dedos como si me hubiera quemado. No queria que me tocara, sobre todo cuando parecia tener tanto efecto en mi. Pense que no lo haria… habia superado lo de Jody Banks, habia intentado toda mi vida olvidarme de el. Y, en su mayor parte, lo habia hecho. Pero el estaba sentado frente a mi, vulnerable y con mejor aspecto que nunca y yo… Dios, yo era inutil frente a el, aunque el era el paciente, y aunque el era el que estaba sentado en la mesa del paciente y tenia un cuchillo en el brazo. Tosi y me aleje de el. “?Estarias mas comodo si otro medico hiciera esto?” Sonrio, su mirada se encontro con la mia. “No dejaria que nadie mas hiciera esto”, dijo. “Asi que no”. Casi habia terminado. Su camisa estaba abierta y tuve que tirar de su manga para que no tocara el cuchillo, que sobresalia de su brazo. Extendio su brazo izquierdo, ileso, para que yo pudiera quitarle la manga. Me puse detras de el para tener una mejor vista de lo que estaba haciendo. La tela de la manga se habia recogido detras del boton, lo que significaba que iba tener que ser muy cuidadosa para bajarla sin hacerle dano. Eso era bueno, al menos, porque no queria tirar del cuchillo y hacer que su herida fuera peor de lo que ya era. Camine a su alrededor, hacia su brazo derecho, y tire de su camisa y la aleje, sacando la tela de su cuerpo y luego lenta pero seguramente empujandola hacia abajo y alejandola de el. Finalmente la aleje de su brazo lo suficiente como para evitar el cuchillo. Contuve mi respiracion mientras el se agarraba la manga y tiraba hacia abajo tan fuerte como podia. Cuando la camisa aterrizo en el suelo de baldosas delante de nosotros, senti que podia respirar de nuevo

  • Contigo es todo de Carmina D.

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    Odiaba esto. No habia nada peor que hubiera experimentado en toda mi vida que tener que visitar a mi hermano en el hospital. Ni siquiera sabia -nadie sabia- si Julian iba a salir adelante o no. Cada vez que venia aqui, era un gran signo de interrogacion sin respuesta aparente. Y aun con todo eso, amaba a mi hermano. Creia en el y queria que mejorara. Asi que segui viniendo a verlo, a pesar de que estar aqui era muy dificil, por no decir otra cosa. La vista del vestibulo del hospital se cernia sobre mi mientras la gente iba y venia, algunos en camillas y otros en sillas de ruedas. Julian no merecia este destino, no merecia tener que estar aqui. Mi hermano era grande, ruidoso y carinoso, era de los que hacia una broma de todo, su alegria llenaba los espacios, nada lo perturbaba, nada lo sacaba de su centro. No pertenecia a un lugar como este, sin importar cuan amables fueran las enfermeras o cuan vanguardista fuera la tecnologia. No deberia estar quieto, con tubos entrando y saliendo de el, luchando por su vida. Este no debia ser su destino. Pero lo era, y ese era un golpe demasiado duro para mi. Me trague mi depresion y reuni todo el coraje que pude, pero aun asi arrastre los pies cuando entre al hospital y volvi a subir a su habitacion por lo que me parecio la milesima vez. El ascensor hubiera sido mas facil, pero necesitaba mantenerme en movimiento hasta que lo viera. Los ascensores estaban empezando a sentirse un poco claustrofobicos. Llegue a su habitacion y atravese la puerta con determinacion y una actitud fabricada para disimular mi verdadero estado. --Julian, no creerias esta nueva…-- Su cama estaba vacia. Oh, Dios, ?que habia pasado? --!Enfermera, enfermera!-- Corri a la pequena estacion de enfermeras a unos pasos de la puerta de Julian. --?Que le paso a mi hermano? ?Por que no esta en su habitacion? --Oh, Mila, calmate--, dijo una de las mujeres, levantandose de su escritorio y abrazando mis hombros. Su tono y la forma en que me dio palmaditas en la espalda como si fuera una nina me hizo saber que todos aqui estaban hartos de la frecuencia con la que me asustaba y sobre reaccionaba. Pero no era algo que podia evitar, se me conocia por decir lo que pensaba y por estar un poco nerviosa e hiperactiva sin importar la ocasion, y ?quien podria culparme por estar preocupada en una situacion asi? Me alegre de que las enfermeras fueran amables, pero empezaba a darme cuenta de que les estaba poniendo los nervios de punta. --Esta bien--, continuo la enfermera. --Acaba de ser trasladado a otra habitacion del hospital. Respire un tembloroso suspiro de alivio y me limpie los ojos. Me llevo a otra estacion en un costado. Mientras yo me quedaba parada esperando, haciendo todo lo que podia para ser paciente -lo cual ciertamente no era mi fuerte-, ella hojeo algunos papeles y se puso a hacer clic en su computadora. Mila, deja de ser debil. Tienes que ser fuerte. Si algo hubiera pasado, habrian llamado a la familia. Respira. Julian estara bien. Luego podras reganarlo de nuevo por su molesta tendencia a dejar la tapa del inodoro levantada. -Me dije mentalmente para tratar de calmarme. Esto no era justo. Julian era un buen tipo, y un hermano increible aun que dejara el bano hecho un desastre. --Aqui vamos, esta en el ala norte del hospital, en la habitacion 24B. Te llevare alli. Puede ser confuso tratar de llegar a esa ala del hospital. Vamos carino. Ella me sonrio, su humanidad la hizo ver suave-o tal vez estaba feliz de deshacerse de mi- pero, de cualquier manera, yo estaba agradecida. Le devolvi la sonrisa. --Gracias. En el camino, la enfermera empezo a hablar de su familia. Supongo que fue para calmar mis nervios. Cada palabra que decia me entraba por un oido y salia por el otro. Trate de prestar atencion mientras ella me contaba algo sobre sus planes para el fin de semana, incluyendo una barbacoa familiar, y luego me pregunto cuales eran mis planes. Tuve una vision de tunel, pensando que estaria aqui todo el fin de semana, por supuesto. Todo lo que me importaba era mi hermano. Ya era bastante dificil que mama y papa estuvieran demasiado ocupados para venir a verlo. Pero si tuviera que cuidar de el yo sola, lo haria. El Senor sabia que me cuidaba con suficiente frecuencia, era un hermano muy protector conmigo. Y siempre necesitaba de el para sentirme mas segura de mis acciones, asi que, era habitual vernos juntos o que yo le pidiera consejos, sobre todo. --Bien, estamos en el ala norte, y su habitacion esta al final del pasillo. Avance rapido siguiendo la direccion que me indico, contando las habitaciones a medida que pasaba por cada puerta. Alli. Lo encontre. Le hice senas a la enfermera y ella se despidio con su mano antes de girarse para volver a su puesto. Tal vez nunca se habia enfadado conmigo, y todo estaba en mi cabeza. Parecia que me estaba volviendo loca debido a la ansiedad ultimamente. Tire de la puerta y entre. --!Julian! Ahi estas. No respondio. Sabia que estaba en coma, pero cada vez que hablaba con el, sentia que era mas cercana la esperanza de que se despertara y me contestara. Despierta, por favor, despierta pronto. Le limpie el pelo de la frente a un lado. Los moretones estaban bajando, y parecia tranquilo. Dijeron que no tenia ningun dolor, y me aferre a esa tranquilidad. Moriria si supiera que estaba sufriendo. Me acomode en la silla junto a su cama, poniendome comoda para una larga visita. --Asi que, queria que supieras que estoy probando algunos trucos con los tragos en la barra-- dije, tomando su mano. --Es en un club de striptease raro, pero no soy una de las chicas que baila. Lo juro. Su mano estaba caliente, un buen recordatorio de que estaba vivo y que aun podia volver a mi. --No gano dinero como ellas, pero la paga es decente y las propinas tambien. Pero tuve que dejar la universidad. El dinero ha estado un poco escaso en la casa. Pero volvere, ?de acuerdo? Asi que no me grites por abandonar. Es solo temporal. Le frote la mano y mire los monitores y las maquinas que estaban conectadas a el. --Estamos demandando a la persona que te choco--, continue, --pero los tribunales se estan tomando su tiempo. Hacemos todo lo que podemos. Pero estaras bien. Y si ganamos tal vez tengamos una casa mas grande y tu tengas tu propio bano para estropear todo lo que quieras-- Sonrei. ?A quien estaba enganando? No habia forma de que pudiera sentarme aqui y fingir que era la Srta. Risitas. Tenia un corazon, y estaba siendo apunalado repetidamente. Ojala hubiera podido evitar que saliera esa noche. ?Pero como iba a saber que lo iban a chocar? Comence a tararear y luego a cantar una cancion. --Don't worry, be happy... La cancion era tanto para mi como para el. Necesitaba recordarme a mi misma que preocuparse no servia de nada. Pero mientras continuaba cantando, no pude evitar sonreir nuevamente. Era raro tratar de no reirme en una habitacion de hospital, en una de mis horas mas oscuras. Sin embargo, tambien era gracioso que yo estuviera cantando, porque Julian siempre se burlaba de que yo no tenia oido para la musica. Cuando eramos pequenos me gritaba: <>, y yo seguia adelante, solo para seguir molestandolo, que era mi trabajo como su hermana. Era un juego que haciamos a veces, en largos viajes en coche cuando estabamos aburridos, o mientras pescabamos en el arroyo. Me decia que dejara de cantar porque ahuyentaba a los peces, decia que tendria que alejarse de mi porque mi voz era muy mala y le daria dolor de cabeza. O le diria a mama y papa que me echaran del auto por someter a todos a mi horrible voz. Aunque era una broma exagerada y desproporcionada, sabia que tenia razon, que no podia cantar para salvar mi vida. Pero ahora esperaba poder cantar para salvar la suya. Sabia lo ridiculo que sonaba, pero tenia que concentrarme en algo para no volverme loca. De repente, hubo algunos golpes suaves en la puerta. Me relampaguee -otra frase que Julian me decia que hacia mientras cantaba- y me di la vuelta para ver a un hombre de mediana edad con un traje de tres piezas entrando. --Tu debes ser uno de los Foster. Esta relacionada con Julian Foster, ?correcto? ?Como estas?--, pregunto. --Si, soy Mila. Su hermana. Y supongo que estoy bien.-- Mire hacia atras a Julian y a su gran cantidad de maquinas, queriendo preguntarle al tipo como pensaba que yo estaba, pero no dije nada. A veces se necesitaba todo lo que tengo para contener mis comentarios sarcasticos. --Lo siento, acabamos de mudarnos a esta ala--, le dije. --?Quien eres tu?. --Soy de la administracion del hospital--, hablo bruscamente. --Srta. Foster. Me gustaria que me diera mas informacion sobre el seguro de su hermano, si es que sabe. --Ya tienen su informacion-- Me puse un poco nerviosa --Lo se--, dijo, frunciendo el ceno, --pero ese seguro nos ha llamado recientemente, para decirnos que ya no podia cubrir sus necesidades medicas. Salte de mi silla. --!Eso es imposible! !Todavia esta en el seguro de nuestros padres! ?Que hay del hombre que lo choco? Tambien lo trajeron aqui, ?verdad? ?Por que no le preguntas a el?. El hombre reviso su portapapeles. --Lo siento, Srta. Foster. Pero el fallecio esta manana. No podia comprender porque estaba pasando todo esto, mi corazon comenzo a latir fuertemente en mi pecho, queria gritar y llorar, pero en el fondo de mi sabia que este no era el lugar para actuar de esa forma, y tampoco frente a mi hermano. Tenia que salir de aqui. --Permiso-- dije, mientras intentaba dar cabida al mar de emociones que tenia en mi pecho. El otro conductor habia muerto y yo lamentaba eso, por su familia, pero mi hermano estaba donde estaba por su culpa y eso no era todo, ahora resulta que el seguro no cubriria. Pase al lado del hombre y camine tan rapido como pude por el pasillo. ?Por que tuvo que pasar toda esta mala mierda? Este era mi hermano, un hombre bueno con todo el mundo y todo lo que le importaba al hospital era el maldito dinero. Me tope con gente, tropece con la pierna de una persona, pero no importaba el obstaculo que se interpusiera en mi camino para frenarme, tenia que salir de este hospital. No podia sentarme alli con Julian sabiendo que el pensaria que era una cuenta mas que teniamos que pagar. Que frivolo era todo cuando su vida estaba en juego y todo se resumia a la cantidad de dinero que podiamos conseguir. Por primera vez desde el accidente, esperaba que no pudiera oir lo que sucedia a su alrededor. No queria que se enterara de que no habia dinero para ayudarle a mejorar, porque entonces podria darse por vencido. Capitulo 2 Mila Cuando llegue a la parada del autobus, me puse a llorar. Saque mi telefono celular y a traves de mi vision borrosa, presione el boton de marcacion rapida para mi padre. --Hola, carino. ?Como estas?--, pregunto el. --!Papa! El hospital dijo que el seguro ya no cubre lo de Julian. Dijeron que el seguro lo dejo. Y el tipo que lo choco esta muerto. Suspiro, dejando un momento de silencio entre nosotros antes de responder. --Mila, querida, ya lo sabia. Estamos tratando de llegar a un acuerdo, tu madre y yo. Mi agarre alrededor del telefono se intensifico. --?Que? ?Lo sabias y no me lo dijiste?-- Mi voz temblo. --Lo visito todos los malditos dias. ?Soy la unica persona que viene a verlo y no me lo dijiste? --Mila, por favor--, dijo cansado. --Tu sabes... Colgue. Odiaba cuando mi padre tenia ese tono condescendiente, y sabia que no valia la pena pelear con el. Me dolio que no confiara en mi para informarme sobre las cosas importantes que pasaban, pero ya habia aprendido que no podia hacer nada al respecto. El autobus llego y abrio sus puertas. Lo mire en blanco. Todavia no podia superar toda la informacion, habia estado protegida por Julian y ahora estaba sin el, mis padres no me incluian en esto y mi hermano necesitaba dinero, necesitaba tener todas las condiciones para vencer a la muerte. Dios, todo esto era demasiado. Era una mujer adulta, pero siempre al alero de la proteccion de mi hermano. Nunca tuve la necesidad de enfrentar las cosas, de ser fuerte o de tener que solucionar algo tan grande. Me arrastre en el autobus y pase mi tarjeta de transferencia por la maquina. Mi cuerpo se sentia sin vida. Mi familia se habia desmoronado despues del incidente del coche, y estaba empezando a pensar que no iba a volver a se la misma nunca. En lugar de regresar a casa, me detuve en los servicios sociales locales y obtuve un monton de papeles que contenian informacion de lugares que ayudaban con las facturas medicas. Una breve resena, sin embargo, no hizo sino aumentar la tristeza y la perdicion ante mis ya terribles noticias. Medicaid no iba a cubrirlo, no podiamos permitirnos una nueva poliza privada, y las iglesias que estaban en la lista solo ofrecian atencion medica de hasta cien dolares. Tire los papeles y opte por ir caminando al trabajo para despejar mi mente. Todo va a estar bien. Julian podria despertarse y salir de esto. Siempre ha sido un bastardo con suerte. Realmente necesita hacer una de sus acrobacias mas grandes de la vida ahora. Estaba recordando cuando eramos pequenos y Julian me llevo a dar un paseo en la ATV de nuestro primo. Iba demasiado rapido y se estrello contra una valla. Ambos salimos volando del vehiculo, pero Julian permanecio ileso, mientras que yo termine en el hospital con un brazo roto. En ese momento, yo habia estado enojada con el por ponerme en peligro sin experimentar ninguna consecuencia. Siempre pense que nunca aprenderia. Pero ahora, mirando hacia atras, no puedo evitar sonreir un poco por su suerte, y espero que continue ahora en su edad adulta, cuando mas lo necesita. Diez minutos mas tarde habia llegado finalmente a mi trabajo, lo que me dio un poco de consuelo. Al menos tenia algo mas en lo que concentrarme. Tan pronto como entre en el bar, mi jefe me miro, levantando una ceja. --Bueno, hola, Mila. Llegas media hora antes. ?Puedo ayudarte en algo?. --Hola Sr. Eliott. Solo queria venir temprano--, le dije. --No tengo nada mas que hacer. --Hmm, bueno, esta bien. Sabes que no pago horas extras. Senalo con su cigarro, y unas cenizas cayeron al bar. Mi jefe era un tipo duro, por asi decirlo, al que le gustaba declarar con orgullo que se habia registrado en la ciudad con su bar de puros para obtener una licencia especial, para que nadie pudiera decirle que no podia fumar su cigarro en su propio establecimiento. Una tonteria que solo para el parecia importante. Agite la cabeza y busque un trapo para limpiar las cenizas. --Si, lo se. Trabaje en el bar, limpiando botellas y vasos de chupitos. Al Sr. Eliott no parecia importarle, siempre y cuando yo no fichara todavia. Una vez que mi turno comenzo oficialmente, comence a preguntar a los clientes que les gustaria beber. Al final de la tarde me acomode mientras caminaba de un lado a otro, sirviendo cerveza, mezclando cocteles y tratando de conversar un poco con los clientes. Era dificil en un lugar como este, donde el tipo de charla que querian hacer incluia las palabras: <<Muestrame tus tetas>>. Por mas que lo intente, no podia olvidar la situacion de mi hermano. La cara pacifica de Julian en mi mente me destrozo. ?Cuanto tiempo pasara hasta que lo saquen de la maquina? ?Podrian hacer eso? ?Era legal? No podia ver en que se diferenciaria esto de un asesinato si mi hermano moria por falta de dinero. Mientras mi mente se perdia en un monton de interrogantes, una de las bailarinas se sento en la mesa del bar y saco un fajo de billetes. Comenzo a contarlo, y no pude evitar mirarlo como si fuera un faro de luz. Sabia que ganaban dinero. Pero automaticamente lo asocie con la cantidad de dinero suficiente para pagar las cuentas medicas. --Karen--, le pregunte, dandole un trago de tequila, que sabia que era su favorito. --?Es eso lo que puede hacer una bailarina en una semana? Ella empujo sus labios a un lado, pensando, y lanzo su trago por la garganta. --En realidad no. Quizas si eres nueva. Hice esto anoche, estaba demasiado ocupada para contarlo. El Sr. E. saca doscientos por noche y nosotros nos quedamos con el resto. Se me salieron los ojos de las orbitas. --Espera, ?el se lleva doscientos y todavia te queda todo eso?. Ella se rio. --Si. Asi no tenemos que preocuparnos por un porcentaje. Mis ojos se detuvieron en el dinero por un segundo. Sacrificio. Fue lo primero que pense. Habia que hacer un sacrificio. Ahora, lo que pasaba por mi mente era una solucion a todos mis miedos. Yo sabia que tenia que hacer algo y justo ahora esta en mi mesa la respuesta. Al menos esta era la unica solucion rapida que tenia en mis manos. Sin pensarlo mas y convencida por la cantidad de dinero que vi en las manos de Karen. Le di un ultimo trago a cuenta de la casa y fui a la oficina del Sr. Eliott. --Oiga, ?jefe?-- Le pregunte, espiando con mi cabeza en su oficina. --Adelante, Mila. Entre y me sente frente a su pequeno escritorio. --?Que pasa?--, pregunto. --Sabia que algo te pasaba hoy. --Quiero ser bailarina-- solte. Lo dije con prisas, antes de que pudiera cambiar de opinion. --?Quieres bailar para mi?-- Sonrio y se volvio a meter el cigarro en la boca. --Ya era hora de que me lo pidieras. ?Quieres saber cuantos hombres han preguntado si ibas a salir de detras de esa barra y subirte a un poste? --Tal vez prefiera no saberlo… Pero me encantaria empezar cuanto antes. Esta noche si usted quiere. Se levanto e hizo un gesto para que lo siguiera. Me llevo a otra parte del edificio en la que nunca habia estado antes; era el area de las bailarinas. Habia armarios y mucho espacio en el mostrador con espejos en la parte superior, con el maquillaje derramandose sobre todas las superficies. Los diminutos y brillantes pedazos de ropa que llevaban estaban colgados en bastidores, asi como colgados en las sillas. Los que ya habian usado en el escenario habian sido claramente arrojados a favor de un nuevo atuendo, y llenaron el piso, junto a toneladas de tacones altos. Quiero enfatizar, tacones muy altos. --Vistete con la menor ropa posible, puedes usar cualquier cosa aqui. Ya que eres nueva, me quedare con el 15% hasta que des un paso adelante y mejores. Me agarre a mi camisa. --Gracias, Sr. Eliott. Realmente aprecio esto. Asintio con la cabeza. --Dime, siempre has sido la dulce chica de modales suaves aqui, la chica a un costado y todo eso, ?que te hace querer hacer esto? --Bueno, el seguro medico para mantener a mi hermano en el respirador dejo de cubrirlo, asi que…. --Ya veo-- Agito la cabeza, su cigarro se tambaleo de un lado a otro. -- Malditos hijos de puta codiciosos. Les gusta recaudar dinero, pero no quieren pagarlo. Mi abuelo fallecio asi--, me dio una palmadita en el hombro. -- Estaras bien. Sal y baila un poco. Eso te ayudara a alegrar tu estado de animo y a llenar tu cuenta bancaria. Y la suya tambien. --Gracias, Sr. Eliott. Se fue a su oficina y yo me quede quieta en medio de la habitacion como un poste fuera de lugar. --Esto es muy poco--, murmure para mi misma, recogiendo una tanga. Pero no era diferente a un traje de bano, ?verdad? Bien, sigue diciendote eso…. --Hola, ?que haces aqui atras?-- pregunto Karen, apareciendo detras de mi. --Ahora soy bailarina--, dije, encogiendome un poco de hombros. --?En serio? ?El Sr. E. te dejo entrar, asi como asi? Vaya, que rapido. Me hizo una audicion para el y me dijo que engordara un poco. Dijo que a los chicos de aqui les gustan las mujeres con carne en los huesos y que yo era demasiado flaca. Que maldito, ?verdad?-- --Si, eso es grosero--. Respondi con autentica empatia. Me senti mal por ella. Pero por una vez, ese peso extra que nunca pude bajar parecia haber funcionado a mi favor y no en mi contra. Karen se sento en su estacion de maquillaje. --No importa. Nunca subi de peso porque mi metabolismo es bueno sin importar cuantas hamburguesas coma.

  • La buena cosecha de Sheila Maldonado

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    El padre McGrath ha sido destinado recientemente a Kilkenny para ocupar el puesto de reverendo en la Iglesia de Santa Maria.
    Sus ideas renuevan el panorama social , cosa que no agrada a determinadas personas que ejercen cierto poder en la localidad y que quieren controlarlo todo.

  • La amiga de Teresa Driscoll

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    <> Cuando se mudo a Tedbury, Sophie buscaba la seguridad de un pueblo pequeno donde criar a Ben, su hijo de cuatro anos, pero nada esta saliendo como esperaba. No tuvo en cuenta que se sentiria sola. Que su nueva amiga, Emma, despertaria rumores en el pueblo. Que alguien moriria. Un dia, mientras viaja en tren con su marido, lejos de su hogar y de su hijo, Sophie recibe una estremecedora llamada. Dos ninos estan hospitalizados tras un tragico accidente. Uno de ellos es Ben. Entonces, Sophie se da cuenta de quiza ha cometido un terrible error y de que toda su familia esta en peligro. Al fin y al cabo, ?cuanto conoce a Emma?

  • Jaque al rey (House of Cards) de Michael Dobbs

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    <> Daily Mail

  • La noche fenomenal de Javier Perez Andujar

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    El equipo de un programa de television dedicado a los fenomenos paranormales descubre que unos hechos anomalos, hasta entonces nunca registrados, se hacen realidad en la misma Barcelona desde la que emite. Al mismo tiempo la ciudad es azotada sismicamente por la meteorologia y por la repentina irrupcion de personajes procedentes de otra Barcelona, que vienen a pedirles auxilio a los integrantes de La noche fenomenal, que asi es como se llama el programa de este grupo de amigos. A lo largo de esta novela a ratos hilarante, a ratos melancolica y a ratos filosofica, el narrador presentara a cada miembro del equipo. Conoceremos, entre otros, al director, bon vivant y empenado en salvar el programa de su desaparicion; a De Diego, esceptico en todo menos en su fe en los animales inexistentes; al Jugador de Ajedrez, ardoroso activista, con su pipa apagada entre los dientes; a Paulina, conocedora de las civilizaciones desaparecidas, que prepara un monografico sobre el templo mas antiguo de la humanidad; a Ro, la guionista y coleccionista de casos de platillos volantes; a Hermosilla, editor de una revista esoterica y pusilanime para lo importante de la vida…

  • No sabes cuanto te odio..(Serie Sweet love 3) de Moruena Estringana

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    Thew y Nora nunca se han soportado. De hecho muchos creen que cuando se reencuentren en la universidad, saltaran chispas entre los dos y asi es.
    No pueden evitar odiarse…
    Thew ha cambiado en los siete anos que ha pasado lejos de todo. Lo que no entiende es por que, cada vez que esta cerca de Nora en vez de decirle lo que piensa, acaba por soltarle algo que sabra que la hara saltar y replicarle.
    Nora por su parte pretende pasar de Matty, como lo llama ella, pues se niega a llamarlo de la forma que a el le gustaria, aunque solo sea para fastidiarlo. Tiene un novio al que adora, por mucho que su mejor amiga Roni diga que es un idiota. Ella no lo ve asi.
    Thew y Nora se odian…el problema es que no saben como lo hacen, pero, al igual que les pasaba de ninos, no pueden evitar estar cerca el uno del otro siempre.

  • La reina descalza de Ildefonso Falcones

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    En la Espana del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasion y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrador por la libertad.

  • La flor mas oscura de P.m. Freestone

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    EN EL IMPERIO DE ARAMTESH EL PERFUME ES PODEROSO.
    Un mundo en el que el perfume es magico y los secretos son mortales.
    Una novela embriagadora que despertara todos tus sentidos.

  • El pensionado de Neuwelke de Jose C. Vales

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    El Pensionado de Neuwelke es la historia de una joven institutriz francesa aquejada de una rara y terrible afeccion que la convierte en una proscrita. Tras recorrer Europa huyendo de un implacable exorcista, la maestra llega al Pensionado de Senoritas de Neuwelke, en los gelidos y desolados parajes de Livonia. Alli, por fin, Emilie cree haber encontrado el sosiego y la paz que anhelaba: el propietario del colegio, los profesores, las damas de compania y las alumnas, junto a un viejo y malhumorado jardinero escoces, conforman un paisaje humano en el que la amistad, la generosidad y la honradez se veran forzadas a luchar contra los celos, las ambiciones y el fanatismo. Una gran novela que rinde homenaje a la mejor literatura decimononica.

  • Maestro Daniels (La sumisa elegida 1) Labouche de A.c. Labouche

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    Nicole es una veinteanera recien llegada de la parte occidental de los Estados Unidos, tratando de triunfar en la ciudad de Nueva York. Pero las cosas no le estan saliendo del todo bien. Se ha estancado trabajando como mesera y su novio poco confiable, un fotografo siempre luchando por encontrar un trabajo estable, parece incapaz de mantener una vida estable.

  • Lo que dice mi voz en la noche de Esther Llull

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    Sasha suena con viajar y escribir como copywriter en una agencia publicitaria de San Francisco. Pero aunque se tiene que conformar con trabajos temporales ella consigue tener sus pequenos rituales de juego para salir fuera de su realidad, para sacarla de lo de siempre. Habia tenido una pareja estable pero su mundo emocional se habia tambaleado al llegar a la madurez. Ella logra no desperdiciar el poder del tiempo en esos pequenos rituales que la ayudan a salir de su realidad. Pero sigue buscando trabajos insolitos, con dementes y personas discapacitadas, y refleja tambien su mundo a traves de la lectura de sus libros. Su vida debe dar un giro pero no sabe a que agarrarse hasta que un dia recibe un mensaje especial en un sobre de papel. Nuevamente entra en su vida un aire nuevo, un nuevo ritual o juego que puede ser transformador porque le permite convertirse durante un momento en una persona diferente. Lo bonito de esto es saber crear una realidad alternativa que le permite regresar a su mundo habitual habiendo cambiado un poco lo que ella era y sin tener que fingir.

  • Selfies (MAEVA noir) de Jussi Adler-olsen

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    Cuando en un parque de Copenhague aparece el cuerpo sin vida de una mujer mayor, el comisario Carl Morck recibe el encargo de esclarecer ese asesinato brutal, cuyas circunstancias parecen estar relacionadas con otra muerte sucedida anos atras. Al mismo tiempo, un asesino en serie se dedica a atropellar a mujeres jovenes. Por si fuera poco, las instancias superiores del Departamento Q estan todo menos contentas con el bajo porcentaje de resolucion de casos y se plantean suprimir gran parte de la financiacion del departamento. Ademas, Rose, ayudante de Carl Morck y pieza fundamental de su equipo, pasa por un mal momento. Vive atormentada por recuerdos de acontecimientos espeluznantes de su pasado que la obligan a ingresar en un hospital psiquiatrico. ?Que tienen que ver con todo esto una trabajadora social resentida, Anne-Line Svendsen, y tres jovenes muy atractivas y obsesionadas con su apariencia, Michelle, Jasmin y Denise, que se conocen en la sala de espera del despacho de Svendsen y para inmortalizar el momento se hacen un selfie?

  • La ciudad silenciosa de Jose Luis Caballero

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    ?Que ocurriria si un dia, de forma inexplicable, toda la poblacion del planeta quedara atrapada en edificios y espacios cerrados, incapaz de salir al exterior?

  • Mariposas en tu estomago 08 de Natalie Convers

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    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad.

  • Conversacion bajo la lluvia de Jessica Machado

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    Era de dia, era de noche, era de tarde. Era un tiempo sin tiempo. Fueron horas, minutos, segundos que no pasaron y que se esfumaron en el viento.
    Las estrellas brillaban, el cielo era unicamente alumbrado por la luz de la luna, el sol cegaba a la vista, los pajaros y los grillos cantaban todos al mismo tiempo.
    Era una cupula de cristal en la que el tiempo no pasaba, donde el tiempo no existia.
    Era su cuarto. Ese lugar magico y tragicamente real que me tomaba como rehen. La musica sonaba y al mismo tiempo el silencio era impregnable.
    Diez anos despues de dejar de ver a su primo del cual se enamoro perdidamente al ser solo una adolescente, ella intentara hacerle saber sus sentimientos. ?Lograra encontrar la valentia de decirle lo que ha callado por anos?

  • El grito de las mariposas de Rafael Soler

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    Era un caluroso dia de verano, de los que en la costa mediterranea se dice de autentico bochorno, el aire quemaba sus mejillas, el poniente soplaba con fuerza, el sol, una autentica tortura. Martin habia elegido un mal dia para una de sus largas rutas en bicicleta. Consternado por la imagen, que habia vivido minutos atras, solo pensaba en refugiarse en el pueblo mas cercano. La bateria del movil, que apenas tenia un 2% de su capacidad, y la falta de cobertura hizo que optara por apagar su Iphone para una llamada al servicio de emergencias. Tal vez en lo alto de la colina, que asomaba al final de la carretera, llegara la senal de algun repetidor cercano. En su maillot tenia media barrita de cereales y tan solo una cuarta parte de agua en su bidon. La situacion no pintaba bien, pero no podia volver por donde vino. Aprovecho una pequena bajada para acelerar con su fiel amiga, una Orbea de 29 pulgadas que le habia acompanado en cientos de rutas. El corazon se le salia por la boca, incluso notaba el sabor a sangre de la lengua. Ya no sentia el calor, ni tan siquiera le molestaba el resol en los ojos, a pesar de su sensible color azul topacio. La adrenalina estaba disparada, tan solo pensaba en huir, al mismo tiempo que oia como gritaban;--!Martin, Martin, espera! Llego al final del camino asfaltado, el cortafuegos paso a convertirse en un estrecho sendero que ascendia a un pequeno monte, desde lo alto, probaria llamar a emergencias. La estrechez del camino, las piedras y los surcos que habian dejado las lluvias de mayo complicaban el ascenso. A lo lejos se oia el ruido de un motor, parecia acercarse, no habia tiempo que perder, tras un par de resbalones de la rueda trasera, decidio dejar su Mountain Bike para subir a pie. Antes de emprender su camino hacia arriba, reviso una pequena bolsa de herramientas que tenia bajo el sillin, normalmente llevaba una pequena navaja, una herramienta multifuncion, de esas que venden en cualquier centro comercial en la seccion de bicicletas, y un kit repara pinchazos. Ese dia, la navaja no estaba, en cuestion de un segundo, recordo como el dia anterior la habia colocado en la bolsa de la playa !Mierda! penso al tiempo que seguia haciendose reproches, todo el mundo me lo decia "un dia vas a tener un percance por ahi tu solo. ?Por que no te apuntas a algun club? por lo menos irias acompanado", retumbaba la voz de su madre en una cabeza sin hueco para mas clamores. Lo que en un principio parecia la huida mas rapida, resulto ser una autentica odisea, los 41oC, la fatiga y el terreno parecia reirse de el. La rigidez de las botas de ciclismo, no estaban hechas para la montana, pronto, los 75km que llevaba a la espalda y el calor sofocante de aquella tarde empezaron a hacer mella !a que mala hora no me apunte al club de ciclismo! Por la cabeza de Martin se le pasaban preguntas de todo tipo mientras ascendia por la ladera. El cuerpo cada vez parecia mas pesado, las calas patinaban sobre las piedras que sobresalian, pego un pequeno sorbo de agua y continuo el ascenso. Desde la cima pudo ver como llegaba la vieja furgoneta blanca al final del camino, exhausto por el esfuerzo decidio probar suerte con el telefono, pero fue en vano, seguia sin cobertura. Tan solo tenia dos opciones, adentrarse en las montanas o hacer frente a la situacion, sin tener del todo claro a que clase de monstruo se enfrentaba. Mientras barajaba toda clase de posibilidades, decidio reponer al maximo las fuerzas. "Si me como la media barrita que me queda, llenare los musculos de hidratos, necesito energia rapida", se decia para si mismo. Miro lo que le quedaba de agua y de un trago se la bebio "?de que me sirve la energia si por efecto de la deshidratacion empiezo a marearme?" se preguntaba para convencerse de que hacia bien. Calculo que le sacaria unos 15 minutos de ventaja, tiempo que le habia costado subir. !Bien, vamos a seguir, venga Martin! se decia una y otra vez intentando motivarse, "seguro que en la siguiente montana encuentras un camino que enlace hacia abajo, direccion al canal del Jucar". Si llegaba hasta alli, estaria salvado, podria pedir ayuda. CAPITULO 1 El Boeing 714XT llevaba un retraso de 20 minutos. Luis, esperaba en la puerta de llegadas internacionales de Manises. Estaba nervioso, miraba su reloj una y otra vez mientras se preguntaba ?se habra echado para atras? Estaba todo preparado, llevaba meses chateando con Isabella, lo que empezo siendo una breve charla con intencion de mejorar su ingles se convirtio en algo mas que una amistad, tantas confidencias habian despertado un extrano sentimiento entre ambos. Eran las 23,25 cuando, tras la puerta de llegadas, podia verse, al fondo de aquel pasillo iluminado a media luz, la silueta de Isabella. La reconocio enseguida, esos ojos manchados de rimel la delataban. Iba cargada con una mochila a la espalda, el equipaje de mano y un nino al brazo medio dormido. Al lado, sin despegarse de su madre, Daniela, con el mismo color azul intenso que su hermano. Su mirada inocente y tierna, se le quedaria marcada a Luis durante mucho tiempo. Empujaba una maleta de piel marron, casi mas grande que ella, apenas podia verse tras ella. --Hola Isabella --dijo Luis. --Bienvenida a tu nueva casa. Con un fuerte, pero tierno acento aleman, le pidio que le ayudara con el nino. --Estoy agotada, ha sido un dia muy duro. Los 4 se dirigieron hacia el parking, alli les esperaba el Corsa de Luis. Martin apenas hablaba, a sus 4 anos, se le veia un nino introvertido, lleno de miedos. Pregunto a su madre... --?Ya hemos llegado? --Si, carino --respondio con la ternura que solo una madre es capaz de inspirar. --Ahora duerme un poco mas que nos espera un largo trayecto hasta Tortosa. Tras colocar todo el equipaje en el maletero y el hueco que quedaba en la parte trasera del vehiculo, arranco el coche. Se podia respirar cierta tension en el interior, no era lo mismo sentarse frente la pantalla del ordenador y empezar a escribir que estar alli sentados, el uno al lado del otro, tan solo unos centimetros les separaban. Luis no sabia muy bien que decir, sabia que la decision habia sido dura, ademas, no estaban solos, aunque el nino no sabia castellano, la nina llevaba 3 anos de clases de espanol. --Esperare a manana --penso, entretanto se limito a comentar planes para el dia siguiente. --Ya vereis que bonito, os va a encantar el castillo de Peniscola, por la tarde daremos un paseo por el pueblo y veremos el atardecer desde lo alto del castillo templario. Pasando el viejo seminario de Tortosa, se desviaron hacia la derecha, la urbanizacion parecia un laberinto, tras un serpenteo de caminos, cruzaron una rotonda y a tan solo unos 400m llegaron a su destino. Isabella quedo maravillada con la casa, regentando un bar de carretera, en su pais era inconcebible vivir en un chalet asi, definitivamente, venir a Espana habia sido una decision acertada, su sol, su gente, su cultura, sin ninguna duda, aqui sabian disfrutar mejor de la vida. La noche duro poco, los primeros rayos de sol atravesaban las persianas de la habitacion, pronto Martin salto sobre su madre, lleno de energia, su hermana le recrimino hacer tanto ruido, Daniela, no se hubiera levantado de la cama en todo el dia, su cabeza necesitaba asimilar todos los cambios que habia sufrido en tan poco tiempo. Sin entender muy bien que sucedia, sabia que no estaban alli de vacaciones como le habia dicho su madre, con 12 anos, no alcanzaba a comprender la magnitud de los acontecimientos, se sabe si te estan ocultando algo o no, y algo raro estaba sucediendo. Al oir que estaban despiertos, Luis se acerco hacia el dormitorio donde habian pasado la noche, se sento en la cama junto a ellos y pregunto --?Que tal habeis descansado? Isabella respondio --A mi, me costo bastante conciliar el sueno, pero por lo que se ve, los crios han cargado las pilas. Hacia tiempo que Isabella no veia tan contentos a sus hijos. Luis, movido por la magia del momento, se sento al borde de la cama, cogio al pequeno del brazo haciendole cosquillas, en seguida, Daniela quiso participar en el juego y se unio, fueron unos minutos, un efimero instante, pero suficiente para alegrar durante todo el dia a Isabella, por fin parecian una familia. --Tengo que dejaros, en la mesita del recibidor os he dejado una copia de las llaves, la nevera esta llena, disculpad que no os haya preparado nada para desayunar, tengo que irme, llego tarde y seguro que ya hay gente en el bar esperando a que abra hay clientes que no perdonan su carajillo de las 7. Y con un guino de ojos, salio por la puerta. Aquel 19 de junio era el inicio de una nueva vida para Isabella y sus pequenos. En Austria, cuando todavia no habia cumplido los 17 anos se enamoro perdidamente de un finlandes bohemio, que habia obtenido una beca para estudiar en el Joseph Haydn Konservatorium. Andersson tenia el don de tocar practicamente cualquier instrumento. Desde muy nino, habia aprendido solfeo, practicamente al mismo tiempo que aprendia a leer. Sus padres, al ver de sus capacidades empezaron a exigirle cada vez mas, lo llevaron a clases de piano, violin, tal vez, por esa exigencia Andersson fue adquiriendo un punto de rebeldia que fue acentuandose a medida que crecia. Durante la adolescencia, quiso dejar los estudios, tan solo se interesaba en una vieja travesera que habia comprado en una casa de empenos y sacarse unos cuantos marcos tocando por las calles. Sus padres, temiendo que se desviara del camino que le habian designado, decidieron enviarlo interno a estudiar a la capital A los 23 anos no habia acabado sus estudios musicales en la escuela politecnica de Helsinki, no por falta de capacidad, sino por falta de disciplina y constancia. Fueron unos anos de fiestas universitarias, primeras borracheras y primeros contactos con drogas blandas. El cambio de pareja, era algo habitual, practicamente a la semana, el viernes se enamoraba perdidamente de una chica, para el lunes siguiente no recordar ni su nombre. Neida, su tutora y profesora de fundamentos de composicion, lo llamo a su despacho. --Andersson, no puedes repetir otro curso, eres el alumno con mas capacidad que ha pasado por este centro, no malgastes tu vida, todavia estas a tiempo de licenciarte, reacciona por Dios, no nos gustaria tener que expulsar a alguien con tanto talento. Estas palabras, hicieron replantearse que queria hacer con su vida, Neida tenia razon, sus palabras resonaban en su cabeza como si de campanas se tratase, expulsion, talento, expulsion, talento…Durante aquella semana estuvo algo atormentado por aquella conversacion, llevaba 7 anos fuera de casa, el politecnico era su hogar ?que iba a hacer si lo expulsaban? La posibilidad de volver a casa con sus padres le hizo reaccionar. En el segundo semestre saco las mejores notas de la escuela, al final lo habia conseguido, consiguio licenciarse, pero no solo eso, sino que saco 7 matriculas de honor. El rector de la universidad quiso felicitarlo personalmente --Andersson, enhorabuena por el final de tus estudios, lastima que no sacaras todo tu potencial antes, pero queria hacerte una propuesta, sabemos que puedes dar mucho mas de lo que has mostrado en esta universidad, he solicitado una beca para que hagas el postgrado en un conservatorio de Viena, tal vez, con la disciplina que has mostrado estos ultimo meses, podamos verte en el concierto que retransmiten cada ano nuevo, o quien sabe, hasta dirigir la Filarmonica de Viena, eso siempre nos daria un prestigio anadido.

  • Sobre la naturaleza humana de Roger Scruton

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    Scruton lleva a cabo una defensa radical de la singularidad humana. Frente a pensadores utilitaristas y materialistas como Richard Dawkins y Daniel Dennett, defiende que el ser humano no puede entenderse solo como un objeto biologico.

  • Calle Este de Philippe Sands

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    En las paginas de este libro excepcional se entretejen dos hilos: por un lado, el rescate de la historia del abuelo materno del autor a partir de un viaje de este para dar una conferencia en la ciudad de Lviv, que fue polaca y actualmente forma parte de Ucrania. Por el otro, la peripecia de dos abogados judios y un acusado aleman en el juicio de Nuremberg, cuyas vidas tambien confluyen en esa ciudad invadida por los nazis. Los dos judios estudiaron alli y salvaron sus vidas porque emigraron a tiempo -uno a Inglaterra, el otro a Estados Unidos-, y el acusado -tambien brillante abogado y asesor juridico de Hitler- fue gobernador durante la ocupacion. Y asi, a partir de las sutiles conexiones entre estos cuatro personajes -el abuelo, los dos abogados judios que participan en Nuremberg, uno con el equipo de juristas britanico y el otro con el americano, y el nazi, un hombre culto que acabo abrazando la barbarie-, emerge el pasado, la Shoa, la Historia con mayusculas y las pequenas historias intimas. Y frente al horror surge la sed de justicia -la lucha de los dos abogados por introducir en el juicio el concepto de <>- y la voluntad de entender lo sucedido, que lleva al autor a entrevistarse con el hijo del criminal nazi. El resultado: un libro que demuestra que no todo estaba dicho sobre la Segunda Guerra Mundial y el genocidio; un libro que es al mismo tiempo un bellisimo texto literario con tintes detectivescos y de thriller judicial, un relato historico sobresaliente sobre el Holocausto y los ideales de unos hombres que luchan por un mundo mejor y una meditacion sobre la barbarie, la culpa y el deseo de justicia. Pocas veces esta tan justificado aplicar a una obra el calificativo de imprescindible.

  • Amigos del placer (Libertinos Enamorados 3) de Vanny Ferrufino

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    Ashley Answorth, hija de los condes de Worcester, desea casarse por amor y no descansara hasta encontrar al hombre indicado con quien compartir su vida. Sin embargo, todo se sale de su control cuando sus sentimientos empiezan a inclinarse hacia el peor libertino de Gran Bretana, el marques de Sutherland, que esta a un paso del ostracismo social y a quien el matrimonio no parece interesarle mucho por ahora.
    Decidida a olvidarse de su absurdo enamoramiento, Ashley acepta el cortejo del duque de Blandes, encontrandose con un rotundo obstaculo en su camino: los celos del marques de Sutherland.

  • Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian

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    La luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.

  • Mongo Blanco de Carlos Bardem

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    Carlos Bardem vuelve a la escritura con la apasionante epopeya de un personaje real, el poderoso y legendario Mongo Blanco, en una epica y ambiciosa novela plagada de accion.

  • No Me Odies, Quiereme de Ale Pena

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    Cuando Alonzo se enamoro, le rompieron el corazon y desde ese
    momento se cubrio con una armadura para que ninguna mujer pueda llegar a lo mas profundo de su alma.
    Ahora solo trata de seguir adelante, sin embargo, la vida parece querer cobrarle algo que hizo en vidas pasadas, aunque no se trata de lo que hizo, sino de lo que tiene que hacer para que el y su hijo puedan ser felices.
    Pero las cosas no suelen ser como parecen y Alonzo nunca imagino que la mujer que conocio en la biblioteca y le regalo una sonrisa pueda ser la misma que tenga solucion a sus problemas, aun asi, su reticencia no lo deja confiar al 100%.
    ?Sera posible que de alguna manera vuelva a confiar en el sexo opuesto y junto a su hijo encuentren una oportunidad de ser feliz?

  • Mentiras de hielo de Marta Andres

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    Un sorprendente thriller romantico protagonizado por Elsa Maqueda, una joven psicologa que se vera atrapada en un misterioso asesinato.

  • El bosque de los hombres olvidados de M. G. Aranguren

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    Una historia que te atrapara desde el principio y que no podras dejar de leer hasta el final ?Puede el pasado hacerse presente?Esto es lo que acaban preguntandose todos cuando Aurora acude a la policia para denunciar la desaparicion de su marido. Una extrana cita y un cadaver tendran en jaque a toda la policia de la ciudad. ?Debe el dolor causado quedar impune? El inspector al cargo de la investigacion descubre que el hombre asesinado sometio a sus companeros de clase, siendo solo unos ninos, a humillaciones y vejaciones dificiles de olvidar.Unos meses antes, un grupo de exalumnos asiste a una cena organizada por Aurora. En dicha velada, la victima comparte mesa y mantel con algunos de los damnificados por su crueldad. De esta forma, lo que a priori se presentaba como una reunion cordial entre viejos amigos, acaba convirtiendose en un pequeno acto de venganza. El inspector Ponce debe resolver un caso complejo en el que nada es lo que parece y donde lo razonable, se vuelve impredecible.

  • Siempre seras tu (FBI 3) de Vega Manhattan

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    No podia quitarme esa frase de la cabeza. Llevaba dias martirizandome y haciendome sentir como lo peor del mundo. No se le podia decir eso a nadie, era lo mas cruel del mundo. Sobre todo para alguien como yo. Habia tenido pocas relaciones en mi vida. La verdad es que casi podia asegurar que ninguna. No era problema de mi fisico, no en el lado negativo al menos. Al contrario, por culpa de mi fisico es que eso ocurria. Los hombres me veian como un trofeo en su cama, pero como nada mas. No me habia importado hasta el momento, no es que yo quisiera nada con nadie, asi que vivia y disfrutaba del momento. Pero llega un punto o una edad en la que necesitas o quieres algo mas. Mis hermanos, Liam y Alice eran felices con sus parejas, habian encontrado el amor. Y yo seguia sola, parecia que eso no estaba hecho para mi. Era algo que costaba asimilar, pero que se terminaba aceptando. Otra cosa muy distinta es que el hombre por el que empezaba a sentir algo porque creia que era diferente, me dijera, claramente y sin tapujos, que solo era sexo. Un polvo muy bueno, si, pero solo un polvo. Como si con esa aclaracion estuviera arreglando las cosas... Toda mi familia habia estado en casa de mis padres y no hacia mucho que se habian marchado. Yo estaba alli, en el jardin, mirando a la nada. Aun vivia con ellos y como me iban las cosas, iba a tardar en poder independizarme. Tampoco era algo que me preocupase, con ellos no estaba cohibida en ningun sentido. --?Que haces aqui tan sola? Me sobresalte al escuchar la voz de Alan. Se sento a mi lado, en el cesped y miro al cielo. --Pense que te fuiste con los demas. --Tu madre me puso un chocolate caliente al que no me pude resistir --rio. --A mi madre le encanta cebarnos a todos --resople. --Como a la mia. --Siempre lo hizo. Una sonrisa se dibujo en mi cara cuando recorde algunos de los momentos vividos con la familia de Alan. Momentos que gracias a la union de las dos familias, volvian a repetirse. Eso me encantaba. --?En que piensas? --En todo y en nada --suspire y me deje caer en el cesped. El hizo lo mismo y los dos miramos al cielo. --Estan preocupados por ti. --Lo se --resople. Mi hermana Alice habia estado intentando sonsacarme que era lo que me ocurria, pero sin exito. No era algo de lo que quisiera hablar con nadie. Aunque sabia que necesitaba hacerlo. --Me he acostado con mi jefe --solte de sopeton. Mire a Alan de reojo, para ver como reaccionaba. Creo que ni pestaneo... --Ah... --fue toda su respuesta. --Varias veces. --No necesito detalles, Hannah, creeme. --Esta casado. --Entiendo... --apreto la mandibula. --Creia que sentia algo por mi, ?como pude ser tan ingenua? --Supongo que todos lo somos de vez en cuando. --?No vas a criticarme? --?Quieres que te juzgue? --giro la cabeza y me miro-- No lo hare nunca. Es tu vida, tu decides como la vives. --Meti la pata. Me crei cada una de sus palabras. Eres especial, voy a dejarla... Seis meses he estado asi, Alan. Seis malditos meses y cuando le he reclamado un poco mas de atencion, ?sabes que ha hecho? --Sorprendeme --dijo con ironia. --Me ha dicho que soy un simple polvo para el --lo dije con toda la rabia que sentia dentro. Resople y volvi a mirar al cielo. Estaba precioso y yo podria pasarme horas alli, solo mirandolo. --?Y que vas a hacer? --pregunto. --Olvidarlo. No quiero nada con el. Pero me siento tan idiota... --?Y el trabajo? --Tengo que quedarme. Me amenazo con una demanda si lo rompia. Tendre que aguantar los dos meses que me faltan y marcharme. --Puedes romperle las pelotas e irte. --No es tan facil. --Si pudieras demostrar lo que hubo entre vosotros y el chantaje si. --Ya... Pero no puedo --suspire. El se quedo unos segundos en silencio. --Me ire cuando termine, con el finiquito montare mi empresa. --Espero que asi sea... Nos quedamos callados, solo disfrutando de esa hermosa vista. --A veces los envidio, ?sabes? --?A quienes? --pregunto. --A Liam y a Eva. A Alice y a Noah... Es tan bonito verlos enamorados --suspire cual quinceanera. --Lo viviras. --No creo --sonrei con tristeza. --?Por que no? ?No quieres eso? --Pues hasta hace poco no --rei, negando con la cabeza, el me miro con una sonrisa--. Pero desde hace un tiempo... Es bonito imaginar que tal vez hay alguien en el mundo para mi y con los mismos deseos que yo. --Seguro que si. --?Que deseas tu, Alan? El no tuvo que pensarlo demasiado antes de responder. --Lo quiero todo. --?Que es todo? --Boda. Hijos. Casa grande. Un para siempre... --rio, avergonzado-- Como ves, por algo estoy solo. --Mereces eso y mas, seguro que lo consigues. --No lo se, Hannah --miro al cielo. --Tienes que creer en ello, ?no es asi? Si me dices que yo crea, ?por que no hacerlo tu? --Porque la persona con la que quiero mi "todo" ni siquiera se da cuenta de que existo. Lo mire con el ceno fruncido. --No pasas desapercibido para nadie, Alan. Las mujeres suspiran por ti. Y lo sabes. --Pero no la que quiero --se levanto del cesped y me ofrecio la mano--. ?Un chocolate caliente conmigo y me despido? Agarre su mano y me ayudo a ponerme en pie. --Solo si me cuentas quien es ella. --Va a ser que mejor me despido ya... --comenzo a caminar y yo a seguirlo. --Vamos, Alan --rei--. Yo te cuento mis secretos, es tu turno. --Algun dia, que no sera hoy. --?Por que no? --Ahora preocupate por estar tu bien --puso su mano alrededor de mis hombros--. Ellos se preocupan de verdad. Yo tambien. Solo queremos verte feliz. Sonrei, la verdad es que todos eran de lo mejor. --Lo hare, todo estara bien. --Lo se --sonrio--. Y nosotros estaremos contigo. Al menos los tenia a ellos. La mejor familia y amigos del mundo. Aunque mi autoestima como mujer fuera una mierda. Aunque odiara que me vieran como un simple objeto sexual y que nadie se parase a querer conocer que habia en mi interior. --Si acabamos los dos solos, siempre podemos irnos juntos de viaje cuando seamos viejos -- rei--. Con las dos parejas de tortolitos. --?Con esos cuatro? Ni muerto --exclamo haciendome reir. Igual que no se soportaban, no podian estar unos sin los otros. A la vista estaba de que Alan se pasaba ya media vida en casa de mis padres, no se le podia echar de alli ni con agua caliente. Mi vida sentimental podia ser un desastre, pero la familiar... Esa era, ademas de para no aburrirse, casi perfecta gracias a todos ellos. --?Sabes, Alan? Creo que yo tambien quiero un "todo" de los tuyos --suspire, haciendolo sonreir. Alan Estaba enamorada de su jefe. Maldita fuera mi suerte, ?por que me lo tenia que contar a mi? A veces odiaba ser su amigo porque habia cosas que preferia no saber. Que Hannah estaba rara ultimamente y que su humor estaba mas agriado de lo normal era cierto, pero ahora entendia por que. Estaba enamorada de alguien que la habia usado, de un tipo que solo la habia tratado como a un objeto. Maldito imbecil, no tenia derecho a hacer sentir mal a nadie. Llegue a mi casa y, tras una ducha, me tumbe en la cama. Sentia una pequena opresion en el pecho desde que Hannah se habia sincerado conmigo. Hubiera preferido que se lo hubiese guardado para ella. Hannah era una gran amiga para mi. Sobre todo desde que nuestras familias, con el paso de los anos, volvieron a unirse. Eramos adultos y la amistad entre nosotros se retomo rapidamente, convirtiendose en una mejor. Porque en el pasado eramos dos crios que no entendiamos lo que verdaderamente significaba el ser amigo de alguien. Pero ella me hacia sentir algo mas. No sabia que, solo que necesitaba verla bien. No echa una mierda, como parecia estar, por un gilipollas como debia de ser su jefe. Era lo que habia... Era el precio a pagar por ser amigo de una mujer. Ser invisible para ella mientras escuchaba las penas sobre los demas. Ese era mi papel y no es que yo quisiera otro, que va. Solo... Bueno, que habia cosas que preferia que se las contara a su hermana o a la mia antes que a mi. En fin... Que para que iba a negarmelo a mi mismo. Habia cosas de mi amiga, de la mujer por la que sentia algo mas que una simple amistad, que no queria saber. Porque aunque Hannah a mi no me viese de esa manera, para mi desgracia y con el paso del tiempo, yo estaba enamorandome de esa mujer. Y por eso mismo iba a hacer lo que un hombre maduro haria: iba a salir corriendo hasta que se me pasase la jodida calentura. Porque habia que estar loco para enamorarse de una mujer como Hannah. Una asi, me atraparia cada vez mas y el dolor por no ser correspondido podria llegar a hacerme mucho dano. Yo no estaba dispuesto a sufrir. Claro que tampoco estaba dispuesto a sacarla, por completo, de mi vida porque joder, era mi amiga. Asi que eligiera lo que eligiera, estaba jodido. Esa era la unica cosa que sacaba en claro con todo esto. Eso y que tenia que alejarme un poco y quizas, al volver, me diese cuenta de que estaba equivocado y exagerando las cosas. Era posible, ?no?

  • Cuadernos De Rusia. Diario 1941 de Dionisio Ridruejo

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    Estos Cuadernos de Rusia, la obra cumbre de la literatura memorialistica sobre la Division Azul, los redacto Dionisio Ridruejo entre otono de 1942 y primavera de 1943, desde el confinamiento en Ronda, a su vuelta del frente ruso. Editados de forma postuma a finales de los anos 70 del siglo pasado, ahora cobran nueva luz en esta edicion critica y definitiva, a cargo del historiador Xose M. Nunez Seixas, cuando su figura ha quedado ya situada sin vacilaciones en la historia intelectual y politica espanola del siglo xx.

  • Companias silenciosas de Laura Purcell

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    UNA HISTORIA DE FANTASMAS VICTORIANA QUE EVOCA UN MIEDO INQUIETANTE QUE ATRAVIESA LA CONCIENCIA
    DE LA MANERA MAS INESPERADA,
    AL IGUAL QUE LOS ACOMPANANTES SILENCIOSOS
    Ambientada en una mansion rural en ruinas, Companias silenciosas es una turbadora historia gotica de fantasmas que provoca escalo- frios.
    Elsie, recien casada y tambien recien enviudada, es enviada a vivir su embarazo en la deteriorada casa de campo de su difunto esposo. Rodeada de sus nuevos y resentidos sirvientes y de aldeanos hos- tiles, Elsie solo cuenta con la incomoda compania de la prima de su marido.
    En su nuevo hogar, en una habitacion que durante un breve instante aparecera abierta, encuentra un diario de doscientos anos, con la inquietante historia de la madre de una nina muda y de su poco natu- ral concepcion. Y de unas figuras de madera pintada con un pare- cido sorprendente a los personajes de esta novela que lo dejara sin aliento

  • Uno siempre cambia al amor de su vida de Amalia Andrade Arango

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    Cambiar no es una renuncia sino una promesa, nos dice la autora. Porque si algo no funciona, SIEMPRE habra un nuevo amor o una nueva vida. Amalia se enfrenta a un corazon roto. ?el suyo? Con una mirada positiva, energica y con toques de humor, construye un kit de primeros auxilios absolutamente interactivo: muy util para combatir el desamor a traves de reflexiones, consejos, recetas y montones de listas e ideas ingeniosas capaces de transformar una experiencia negativa en una fuerza liberadora. Porque en el amor y en el desamor nunca estamos solos.

  • Dime que no es cierto. Perdon (Emily 2) de Sarah Rusell

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    Una mentira tras otra, eso es lo que llevo recibiendo de la gente desde que tengo uso de razon. El desprecio de todo el mundo, que me usen como si no valiera nada en absoluto. ?Que le habia hecho yo a Kevin Acker para que jugara conmigo las ultimas semanas? ?Que? ?Y a mis hermanas? Ellas lo tenian todo desde que nacieron, eran las favoritas de nuestros padres, sus ojitos derechos, las consentidas, las que todo lo que pidieran les llegaba en apenas unas horas, cosa que, a mi, no. Ellas no saben lo que es tener que ganarse la vida pasando penurias como yo, no se hacen una idea de lo mal que se pasa cuando tienes facturas que pagar y no sabes si tendras suficiente dinero a fin de mes. Nunca me ha faltado un plato de comida en la mesa, pero estoy segura de que ellas no pasan el dia con una sopa de sobre y un sandwich en sus delicados estomagos. Estaba entrando en casa, me volvia a sonar el movil, ya no sabia ni cuantas lo habia hecho. Lo saque del bolso y vi que era Kevin. Se corto antes de que lo cogiera, pero es que no me apetecia hablar con el. Tenia varias llamadas y mensajes suyos, asi como de Jens. Pidiendome que contestara, que les llamara, que volviera. Pero iban listos si pensaban que iba a hacer lo que ellos me pidieran. Sono de nuevo y pense que si, que iba a contestarle, pero no le daria opcion alguna a que dijera la mas minima palabra. --Escuchame bien, Kevin Acker --dije, en tono serio--. Deja de llamarme, no me escribas mas, olvida que existo --dije, en tono serio--. Deja de llamarme, no me escribas mas, olvida que existo y no se te ocurra presentarte en mi casa, o cerca de ella, porque llamo a la policia y te denuncio por acoso. Y quiero que me ingreses el finiquito de los dias que he trabajado, y lo quiero ya en mi cuenta. No te olvides de los extras por el viaje a Varsovia, que capaz eres de no ponerme ese dinero. Mandame los papeles con un mensajero y los firmo, porque no quiero verte la cara nunca mas en mi vida. Colgue, sin darle tiempo a replica, y automaticamente le bloquee para no recibir mas llamadas ni mensajes suyos. Pense que al menos a Jens le debia una respuesta, asi que le mande un mensaje. Emily: Estoy bien, he llegado viva a casa, procura que tu hermano cumpla con lo que le he pedido por telefono. Cuidate, Jens. Listo, a este no lo iba a bloquear, por el momento. Me deje caer en la cama llorando, cansada de lo que llevaba soportando todos esos anos. Estaba mal y no podia hablar con nadie, ni desahogarme, no tenia cerca una persona que me abrazara y me dijera que todo iba a salir bien. Nadie se preocupaba por mi, nadie. Sola, siempre sola. ?Quien iba a echarme en falta si me pasara algo? Nadie en absoluto. No sabia de donde salian todas esas lagrimas que parecian no acabarse nunca, pero no podia dejar de llorar. La impotencia de saber que mis hermanas, sangre de mi sangre, habian tramado un plan en mi contra, utilizando a Kevin, me habia desgarrado el alma. Pero mas aun lo habia hecho el saber que el, se habia prestado para eso, que me habia estado utilizando a conciencia sin importarle el dano que estuviera haciendome. Tenia el corazon roto en pedazos, y es que esa traicion no la esperaba de un hombre como el, ese a quien yo tenia por una persona integra y de fuertes valores. Pero no le habia temblado el pulso a la hora de jugar conmigo y mis sentimientos, tratarme con dulzura y conseguir aquello que los tres habian planeado, que me enamorara de el. Porque si, lo habia hecho, sin apenas darme cuenta me fui enamorando poco a poco de el. Las palabras de Dana de dias anteriores se me vinieron a la cabeza, yo era la otra, la tonta que no sabia nada de lo extras por el viaje a Varsovia, que capaz eres de no ponerme ese dinero. Mandame los papeles con un mensajero y que estaba pasando a su alrededor. Desde luego, que bien se lo habria estado pasando ella que sabia todo el tejemaneje que se traian el jefe y las gemelas entre manos. ?Y ellos tres? La de risas que se habran echado a mi costa, pensando en lo tonta que era la pobrecita de Emily. Las horas se pasaron mientras lloraba, al punto de que cuando quise darme cuenta, ya era de noche. Me levante y, tras volver a ponerme el abrigo, sali de casa con una idea en mente. Camine por las calles de la ciudad sin un rumbo fijo, contemplando todo cuanto me rodeaba. Las risas de los ninos que paseaban de la mano de sus padres, seguramente de vuelta a casa tras una cena en familia. Las parejas que caminaban de la mano, sonrientes y felices, o aquellas que, sin importar lo que pensara el resto del mundo, se paraban en mitad de una plaza a darse un bonito beso diciendose asi, sin palabras, lo mucho que se querian. Habia llegado alli donde queria, donde sabia que podria ponerle fin a todo, a absolutamente todo. Nadie iba a echarme de menos, ni siquiera mis padres, esos que me dieron la vida para que la viviera al limite de mis fuerzas constantemente. Mucho menos lo harian mis hermanas, si habian conspirado en mi contra para terminar de hundirme la vida mas de lo que ya estaba. Me apoye en la barandilla, mirando el agua que corria y pasaba por debajo de esa carretera. Durante unos minutos, me quede ahi si pensar en nada, pero decidida a lo que habia venido a hacer. Comprobe que no venia nadie por un lado ni por el otro, apenas pasaban coches y, tras tomar aire y soltarlo de nuevo, me sente en la barandilla, agarrandome a ella. Cerre los ojos y pense en soltarme, en abrir las manos y dejarme caer hacia adelante. Asi acabaria con esos anos de sufrimiento, y con los que sabia que estaban por llegar. --No crei que fueras a ser tan cobarde --dijo una voz de hombre a mi espalda. Las parejas que caminaban de la mano, sonrientes y felices, o aquellas que, sin importar lo que pensara el resto del Me apoye en la barandilla, mirando el agua que corria y pasaba por debajo de esa carretera. Durante unos minutos, Abri los ojos y le mire, sin soltarme de la barandilla, para encontrarme con Mike alli de pie, vestido con su traje negro, sin corbata, y las manos metidas en los bolsillos. --Pues ya ves que las personas no siempre son lo que pensamos --conteste, encogiendome de hombros y volviendo a mirar hacia el agua que habia bajo mis pies. --No puedes querer hacer esto de verdad, Emily, aun eres joven, te queda mucho por vivir. --Es precisamente por eso que lo hago, porque he vivido mucho, y nada ha sido ni bueno, ni bonito. Miento -- levante el dedo, pero sin soltarme de la barandilla--, si que he vivido dias bonitos estas ultimas semanas, pero no han sido mas que una farsa. --Kevin me ha puesto al corriente, y siento todo esto. --No me hables de el, si quieres que tu y yo nos llevemos bien, al menos, ahora mismo --le pedi. --Esta bien. --?Que haces aqui, de todos modos? ?No me habra puesto un chip de rastreo de esos en el movil, el muy gilipollas? --Frunci el ceno. --No --Mike sonrio, mientras negaba--. Me pidio que te llevara la maleta a casa, iba a salir del coche cuando te vi empezar a caminar, asi que, te segui hasta aqui. Crei que ibas a tomar un cafe o algo, no a recorrerte la ciudad. --Ya no voy a necesitar la maleta --conteste--. Ni nada de lo que tengo, que es poco. --Emily, la vida es lo mas valioso que tenemos, te lo digo yo. --No intentes convencerme, voy a saltar. --No, no lo vas a hacer. ?Quieres saber por que? --Ilustrame. --Porque si saltas, voy detras para intentar salvarte. Y puede que lo haga, o puede que no, y que yo tampoco salga de esta. En caso de que fuera lo segundo, dejaria a mi hijo de cinco anos solo, viviendo con sus abuelos. Aquello me dio que pensar, desde luego, y es que yo sabia lo que era no tener el carino de mis padres cuando lo habia necesitado. --Porque si saltas, voy detras para intentar salvarte. Y puede que lo haga, o puede que no, y que yo tampoco salga Mire a Mike, y ya habia empezado a quitarse la chaqueta. --Ponte eso, y ayudame a bajar de aqui, que me estoy mareando y como me caiga, veras que alegria para el cuerpo nos llevamos los dos. --?Tienes vertigo? --arqueo la ceja, aguantandose la risa. --Y aqui he estado diez minutos como una campeona aguantando. Mike, por tu madre, cogeme que me caigo. Se echo a reir, camino hasta mi y me cogio en brazos para bajarme. --?En serio ibas a tirarte, pequena? --Y tanto, no me iba a echar nadie de menos, ya te lo digo yo. --Vamos, te acompano a casa --dijo, pasandome el brazo por los hombros, y no se por que, pero le rodee la cintura, abrazandome con fuerza. En ese momento, aquel hombre se habia convertido en mi salvavidas. No dijo nada en todo el camino, permanecio en silencio tan solo haciendome compania. Cuando llegamos a mi calle, fuimos directos al coche, cogio la maleta y me acompano hasta el apartamento. --?Seguro que vas a estar bien? --pregunto, cuando entre y el se quedo en la puerta. --Si, seguro. --Bueno, te llamare manana para comprobarlo. --No me voy a tomar un bote de pastillas, si es lo que piensas. Mas que nada, porque no tengo, y porque tampoco puedo comprar, estoy con el dinero justo para subsistir. --?Quieres un prestamo? --dijo, sacando la cartera. --!No! Ni se te ocurra --le sujete la mano para que no sacara el dinero--. Si no se lo cogi al imbecil de tu jefe, no te lo voy a coger a ti. Ademas, no creo que tarde mucho en llegarme el finiquito. --Como quieras, pero que si algun dia necesitas algo... me lo pides. --No me voy a tomar un bote de pastillas, si es lo que piensas. Mas que nada, porque no tengo, y porque tampoco --!No! Ni se te ocurra --le sujete la mano para que no sacara el dinero--. Si no se lo cogi al imbecil de tu jefe, no --Tranquilo, que no hara falta. Gracias por acompanarme, Mike --le abrace y el me correspondio. --Manana hablamos, pequena. Se marcho y cuando empece a deshacer la maleta para lavar la ropa, se me vino el mundo encima. Habiamos pasado un bonito fin de semana en Potsdam, y se habia ido todo a la mierda por sus mentiras. Ahora entendia las llamadas, los mensajes, debia ser alguna de mis hermanas para preguntarle si la tonta de Emily ya estaba enamorada por completo. De todos modos, ?que clase de hermanas tenia? Una de ellas estaba saliendo con Kevin, y le pedia que me sedujera, y se acostara conmigo, solo para hacerme dano a mi. No lo entendia, de verdad que, por mas que lo intentaba, no entendia nada. Me hice un cacao caliente, era lo que me pedia el cuerpo en ese momento, y es que, haber estado sentada en la barandilla, pensando si tirarme o no, me habia dejado con mal cuerpo. Tan mal me vi, tan mal me encontraba despues de saber que no valia nada, ni siquiera para mi propia familia, que no les importaba lo mas minimo hacerme dano a toda cosa, que quise acabar con todo, poner fin a esta vida a la que, como todo el mundo, yo no pedi venir. Me seque las lagrimas que habian comenzado a salir de nuevo, y me dije a mi misma que hasta ahi. Ese habia sido el final de una etapa, ahora tenia que comenzar una nueva. Buscaria un empleo, empezaria por ahi y despues, que pasara lo que tuviera que pasar. --Tranquilo, que no hara falta. Gracias por acompanarme, Mike --le abrace y el me correspondio. --Manana hablamos, pequena. Se marcho y cuando empece a deshacer la maleta para lavar la ropa, se me vino el mundo encima. Habiamos pasado un bonito fin de semana en Potsdam, y se habia ido todo a la mierda por sus mentiras. Ahora entendia las llamadas, los mensajes, debia ser alguna de mis hermanas para preguntarle si la tonta de Emily ya estaba enamorada por completo. De todos modos, ?que clase de hermanas tenia? Una de ellas estaba saliendo con Kevin, y le pedia que me sedujera, y se acostara conmigo, solo para hacerme dano a mi. No lo entendia, de verdad que, por mas que lo intentaba, no entendia nada. Me hice un cacao caliente, era lo que me pedia el cuerpo en ese momento, y es que, haber estado sentada en la barandilla, pensando si tirarme o no, me habia dejado con mal cuerpo. Tan mal me vi, tan mal me encontraba despues de saber que no valia nada, ni siquiera para mi propia familia, que no les importaba lo mas minimo hacerme dano a toda cosa, que quise acabar con todo, poner fin a esta vida a la que, como todo el mundo, yo no pedi venir. Me seque las lagrimas que habian comenzado a salir de nuevo, y me dije a mi misma que hasta ahi. Ese habia sido el final de una etapa, ahora tenia que comenzar una nueva. Buscaria un empleo, empezaria por ahi y despues, que pasara lo que tuviera que pasar.

  • La luces y sombras de Lucifer de Charlotte Bennet

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    Alexander Crawford, alias "Lucifer", sabe que he descubierto su juego de seduccion asi como todas sus mentiras. Es por ello por lo que decido romper cualquier clase de vinculo con el. Algo que el arrogante multimillonario no encaja nada bien. De ahi que insista en que nos veamos, aunque yo solo aspiro a encauzar mi vida, y, simplemente, olvidar lo sucedido. Pero el caracter indomable, impulsivo, y autoritario del enemigo no facilita mucho las cosas, sino que las empeora, y tanto que Linus cree que debo de tomarme la revancha por todo el dano que me ha hecho, aunque...?hasta donde estaba dispuesta a llegar yo con tal de darle un escarmiento a Lucifer? ?Como encajara este mi repentina amistad con Dylan Caine? ?Permitira Natasha una relacion entre su hijo y yo? Y sobre todo, ?quienes son los Crawford, y que secretos esconden, ahora que nada es lo que parece?... No dejaba de ser una situacion, cada vez, mas complicada y compleja en la que tenia todas las de perder, o eso pensaba yo... ” LAS LUCES Y SOMBRAS DE LUCIFER” es la esperada continuacion de “EL OSCURO JUEGO DE LUCIFER”, una trilogia erotica con tintes de intriga en la que nada es lo que parece.

  • El arte de conducir bajo la lluvia de Garth Stein

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  • Yo soy aquel de Osvaldo Bossi

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    ABRO LOS OJOS, cierro los ojos. ?Soy un arbol o soy un nino? Soy un nino. Tengo nueve anos y esta es mi casa: cuatro paredes de madera y un techo de carton, nada mas que eso. El bano esta afuera y es casi lo mismo. Cuatro tirantes y un par de chapas y una cortina de tela. Abro los ojos, los cierro. Que mas, que mas... En el fondo hay un arbol de eucaliptus, la bomba de agua, un patio de tierra, un caballo que se llama Tornado, y el carrito de mi papa. Si llueve se escucha la lluvia, pero ahora no llueve. Las chapas duermen su sueno tranquilo despues de soportar, todo el dia, el sol del verano. A veces crujen un poco, como si estiraran las piernas, pero en general estan dormidas o mirando la noche. Acostado en mi cama, las miro. ?Estoy dormido o estoy despierto? La luna, desde la ventana, me mira y se sonrie. ?Es importante eso? La miro y le digo que no. Creo que no, le digo. Luego pasa un mosquito, zumbando. Chau, nos vemos otro dia, me dice, de refilon y a las apuradas. Aca no se puede respirar... Y me senala el humo de los espirales que estan apoyados, haciendo equilibrio, cada uno sobre el pico de una botella. --Chau --le digo. Abro los ojos, los cierro. PAPA SE QUITA la camisa, apaga la luz de la cocina y vuelve a la pieza. Se acerca hasta la ventana y mira el cielo, de un negro purisimo, como una mancha de alquitran. Del bolsillo de su camisa saca un paquete de cigarrillos y el encendedor. Mama lleva puesto un camison blanco, holgado; parece una nube. Lo mira a mi papa, se le acerca. Apoya la cabeza sobre su hombro. Papa se lleva un cigarrillo hasta los labios, espera un segundo, mira por la ventana y despues lo enciende. De su boca, de su nariz, salen dos chorros de humo. Largos, espesos. Mama lo mira y luego mira la noche por la ventana. El aparta el cigarrillo de sus labios; ella se suelta el pelo, negro, hasta la cintura. El la mira, la atrae junto a si. Ella se rie. A lo lejos, se escucha el run-run de la radio y las aletas de un ventilador dando vueltas. Cierro los ojos, pero no puedo dormirme. Mama se da cuenta y se aleja enseguida de mi papa. Ahora vengo, le dice. El trata de retenerla, pero ella se aleja, se escurre, se acerca hasta mi cama. --Hola --me dice. No le contesto nada. La escucho. --Se que estas despierto. Abro los ojos. --No tengo sueno... --?Queres que te cante una cancion? --Bueno. Entonces se pone a cantar, bajito. Casi no se le escucha la voz. Papa sigue en la ventana, le da una ultima pitada al cigarrillo y le pregunta: ?Se durmio? Ella le dice que si. Me da un beso tibio, como un pajarito, sobre la frente y luego otro, sobre la mejilla, y vuelve a su lado. Al rato, me duermo. En el sueno, atravieso el cielo de una punta a la otra, como un cometa que no sabe si va a chocar contra la Tierra, o dar la vuelta y seguir su camino por la galaxia. Al verme, mi papa se sonrie. Mama apoya la cabeza sobre su hombro, como si estuviera muy enamorada o muy cansada, o las dos cosas a la vez. En eso, sin dejar de mirar el cielo, papa le senala un punto brillante que cruza la noche a toda velocidad. --Mira, es un cometa --le dice--. ?Lo ves...? Pero cuando mi mama levanta los ojos para verme, ya estoy en otra parte, muy lejos... --A donde. Parece una nina. Papa se rie. --No importa --le dice, y aspira el humo de su cigarrillo, y luego lo arroja al aire, y luego se acerca. Mama lo mira, mira esa rafaga de humo, y cierra los ojos. AL LADO DE MI CASA esta la casa de mi tia Magdalena. Y un poco mas alla, la casa de mi padrino Serafin y de mi tia Rosa. Y otro poco, pero mas lejos, la misma casilla de madera en donde viven mi tia Pirucha y el tio Carolo. Desde afuera parece una villa, pero no es una villa, porque somos todos de la misma familia, dice siempre la tia Nene, con su cara redonda, como un plato. Mama la escucha y se sonrie. Cuelga las camisas de mi papa y un solero lleno de flores azules y anaranjadas, y mi ropa, que ocupa la mitad de la soga. Cuando llega la tia Pirucha (un poco enojada, como siempre) agarra la ropa y la tira toda junta adentro del fuenton. Mama se rie otra vez. Tia Pirucha cuenta que no pudo pegar un ojo en toda la noche, con este calor insoportable, y dice una mala palabra. Es temprano. No corre una gota de aire. Cada tanto, abro el cuaderno y trato de concentrarme en la tarea de la escuela. Pero a mi alrededor todo arde, tiembla, como si no estuviera en el patio del fondo, bajo la sombra del eucaliptus, sino adentro de un panal de luz, y mis tias y mi mama fueran un punado de abejas transportando enormes carretillas de miel. En eso, tia Pirucha deja la ropa y vuelve hasta su casa y pone en el tocadiscos una cancion, a todo volumen. Es una cancion que habla de cosas tristes, pero a mi y a mi mama nos gusta. A tia Magdalena, en cambio, parece que no, porque dice que para sufrimientos esta la vida, y que mas lindas son las canciones alegres. Igual le pregunta: ?El que canta es un ciego, no? Tia Pirucha le dice que si, e inmediatamente se olvida de todo lo que esta pasando a su alrededor. Se olvida de mi mama, de la ropa en la soga, del calor, y se pone a cantar a los gritos. Yo la miro, un poco encandilado, como si todo lo que le esta pasando al muchacho de la cancion, le estuviera pasando a ella en realidad. Al verla, tia Magda se vuelve corriendo para la cocina. Mama y yo, todo lo contrario, nos quedamos mirandola, los ojos muy abiertos, como hipnotizados. A ella, y al ciego que mato a la chica de la que estaba enamorado, y ahora, en la carcel, espera ser llevado a la silla electrica. Tio Carolo se asoma por la ventana de la cocina, en cueros, con un mate en la mano, y se sonrie. A mi mama se le cae una lagrima, y enseguida la seca, con el dorso de la mano. Yo, al principio, no se que hacer; pero despues lo entiendo al ciego y pienso: Si yo fuera la chica, aunque estuviera muerta, lo perdonaria. Lo perdonaria, estoy seguro. --Lo que pasa es que sos muy bueno --dice mi mama, que lee todos, o casi todos mis pensamientos. Levanto los ojos y la miro. Sin darle tiempo a nada, como si estuviera poseido por el espiritu de la chica, le contesto, con absoluta conviccion: --No se confunda, senora, lo que pasa es que estoy... esta, la chica quiero decir... enamorada... Solo eso... ?Es tan dificil de entender? Aparentemente si, es muy dificil, ya que ella me mira, un poco aterrorizada, y sin saber que hacer, exactamente, conmigo. Si llevarme de un brazo, corriendo, fuera del alcance de mi tia Pirucha, o si pedirme que la disculpe y darme la razon. Yo aprovecho el barullo y me dejo transportar, con los ojos llenos de lagrimas, hasta el cielo, y en el cielo me abrazo con el muchacho recien electrificado. Tanto, que puedo sentir yo tambien, en mi propio cuerpo, el mismo cortocircuito. Y ahi nomas nos perdonamos, el uno al otro, y nos olvidamos de todas las cosas horribles que nos pasaron en la Tierra. ES LA HORA de la siesta. Estoy acostado en mi cama y mama en la suya, los ojos cerrados, como si estuviera dormida. A veces da vueltas para un lado y a veces para el otro, o se acurruca, o estira los brazos y las piernas como si llevara, en secreto, una incesante actividad. Yo hago todo lo contrario: me quedo quieto y pienso en el frio. Pienso en grandes bloques de hielo, y en una tormenta de nieve acercandose hasta los pies de mi cama. ?Estare dormido o despierto? Abro los ojos y miro la pieza. Miro la luz que entra por las hendijas de madera y pienso: Dormido o despierto, tengo que irme... Y antes de que pudiera darme cuenta, ya estoy afuera, en el patio. Empujo la puerta de alambre. El sol, en lo alto, como una bola de fuego incandescente. A unos pocos metros, veo la casa de mi amigo Luis. Es una casa grande, de material. Un rectangulo de pasto con algunas flores adelante; la puerta principal y la puerta del pasillo, a un costado.

  • Lo mejor de ti de Claudia Osborne

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    Antes de que empieces a recorrer estas paginas, me gustaria darte la enhorabuena por el momento que estas viviendo. Si este libro te ha encontrado es porque estas en el camino del crecimiento personal y te has dicho SI a ti mismo. Quiza alguien ha sabido reconocer que estas en este camino --o bien ha notado tu necesidad de comenzar a transitarlo-- y te lo ha hecho llegar. Sea cual sea el motivo por el que tus manos sostienen ahora este libro, quiero que sepas que te siento. Se que no ha sido facil recorrer esta senda y que, seguramente, todavia sigue siendo duro. Se que te has podido sentir confundido, hasta perdido. Se que, ante ti, se esta abriendo un mundo de posibilidades sobre lo que deberia ser y no es, o sobre lo que podria ser y nunca has considerado que sea. Se que este aluvion de ideas y de pensamientos te estan impulsando a emprender un viaje completamente nuevo y que, en ocasiones, da miedo. A este camino algunos lo llaman despertar, y es doloroso, casi como una perdida porque, efectivamente, lo es. Se trata de un viaje en el que pierdes partes de ti que te resultan muy familiares y recuperas otras que habias olvidado. Por eso, porque se que el camino es largo y duro, he escrito este libro. Para que esta aventura de autoconocimiento sea mas sencilla y para que lleves en tu maleta las herramientas necesarias para deshacerte de lo que ya no sirve y encontrar lo que te llena. Este libro te acompanara en un viaje unico a lo mas profundo de ti. En esta travesia conoceras tus luces y tus sombras, descubriras como funcionas y encontraras todas las respuestas a tus preguntas. A medida que vayas desgranando sus paginas aprenderas a liberarte de tu condicionamiento interno y a alinear tu cuerpo, tu mente y tu corazon para que aflore tu yo autentico. Tambien haras otros hallazgos importantes: averiguaras como cuidar de ti de la forma que necesitas y a sostener la sensacion de paz interna. ?Y como vas a aprender todo eso? Como si se tratara de un proceso de coaching real. Por eso, este no es solo un libro para leerlo: tambien es para vivirlo, para experimentarlo. Asi, ire intercalando explicaciones que te ayuden a comprenderte mejor; vivencias propias y de testimonios que he tenido la oportunidad de conocer; meditaciones guiadas por mi que podras escuchar en Soundcloud y ejercicios de journaling (escribir un diario personal) que podras hacer en el propio libro. Tanto las meditaciones como los ejercicios son herramientas perfectas e indispensables para autoconocerse y elevar la consciencia. Meditar y escribir lo que notamos en nuestro interior estimula nuestra capacidad metacognitiva, es decir, nos hace capaces de observar nuestros pensamientos y nuestras emociones desde fuera, como si nuestro cuerpo se convirtiese en una nave y, por primera vez, estuviesemos al mando, pilotando hacia donde nosotros hemos decidido. Ya no eres la nave que transita un recorrido establecido, eres el capitan que dirige la nave. Es importante que sepas que estos ejercicios y estas meditaciones estan pensadas especialmente para interiorizar aspectos importantes de cada capitulo y para conectar con partes de tu ser a las que no podrias acceder a partir de meras explicaciones teoricas. Por este motivo, gran parte del aprendizaje y de la transformacion que te brinda este libro reside en la experiencia practica. Mi deseo es que, con todas estas ensenanzas, descubras lo mejor de ti y brilles con mas luz que nunca. Un poquito de mi Hace exactamente tres anos estaba en Nueva York a punto de embarcar en un avion con destino a Madrid. Mientras mis ojos se perdian entre el ajetreo de la terminal, no podia dejar de pensar en que no habia marcha atras: la decision ya estaba tomada. Habia vivido dos meses muy duros dandole vueltas a la idea de dejar mi vida en la Gran Manzana y emprender mi camino de regreso a casa. Adios a mi hogar, a mi trabajo, a mis amigos y al entonces amor de mi vida. Aunque mi vida neoyorquina tal vez no fuera la que necesitaba en aquel momento, era dificil dejarla atras porque habia puesto todo mi corazon en ella. Pero, pese al nudo en mi garganta, ahi estaba yo, en el aeropuerto John F. Kennedy, con veintiocho anos, a diez grados y con un sombrero de paja en la cabeza que no habia conseguido meter en las cuatro maletas que llevaba encima. Los ultimos tres anos de mi vida cabian en cuatro maletas: todas mis pertenencias, mis vivencias, mis recuerdos... Rota, con los ojos hinchados y sin saber muy bien por que estaba haciendo algo que dolia tanto recorde algo que habia anotado en mi cuaderno tiempo atras: <>. Aquella frase tan lucida me calmo. Pese a que en aquel momento no estaba preparada todavia para entender por que me iba, el universo, que tiene esas maravillosas maneras de mandar senales de que estas donde tienes que estar, hizo algo que me dio la esperanza que necesitaba. En el mostrador de la aerolinea atendia un azafato de unos cincuenta anos. Tenia el pelo canoso y la sonrisa mas amable que habia visto nunca. Con una expresion de lo mas prudente y, a la vez, preocupada me pregunto que me pasaba. Fue entonces cuando perdi la poca entereza que me quedaba y me desplome encima del mostrador dispuesta a contarle todo mi drama. El me escuchaba atentamente y me regalaba palabras de consuelo una y otra vez hasta que consiguio tranquilizarme. De repente, alguien me toco el hombro. No reconocia su cara, pero enseguida adverti que iba vestido con el uniforme de piloto. <>, me dijo. No entendia por que me hablaba con tanta cercania cuando no lo conocia de nada, pero me parecio otra persona amabilisima y muy sonriente. De nuevo, el universo me enviaba otra presencia reconfortante. Estaba segura de que el piloto se daria cuenta de que no estaba bien, sobre todo, por la pinta que debia tener despues de la llorera con el azafato, pero me inspiraba tal confianza que no me importo mostrar mi vulnerabilidad ante un desconocido y ponerme a hablar con el hasta que se despidio de mi con un intrigante <>. Poco mas tarde, ya sentada en el asiento del avion donde pasaria las proximas ocho horas, una azafata se acerco a mi y me dijo: <>. Algo extranada, obedeci y la segui por el pasillo hasta que, para mi sorpresa, me invito a entrar en la cabina del piloto. Mi nuevo amigo resolvio las dudas que surcaban mi mirada de asombro: <>. Con una mezcla de sorpresa y pena, me sente en silencio y me limite a observar las vistas que se desplegaban majestuosas frente a mi. Si, mi amigo el piloto tenia razon: desde esa perspectiva, Nueva York era sobrecogedora. Nunca olvidare ese gesto de generosidad. Para mi, aquel paisaje nocturno se convirtio en la despedida perfecta de la ciudad que, hasta aquel entonces, habia sido mi hogar. La llegada a Espana fue un poco caotica y tarde unos meses en decidir cual seria mi siguiente paso. A nivel profesional, habia dejado mi empresa en Estados Unidos y, hasta que mi brujula interior no decidiera adonde ir, me mantenia haciendo colaboraciones como imagen de marca. Por otro lado, no tenia casa. Vivia a caballo entre la casa de mi hermana Eugenia y la casa de mi mejor amiga. Sabia que tenia que rehacer mi vida, pero no sabia por donde empezar. Una vez mas, el universo hizo de las suyas y coincidi con un amigo que hacia anos que no veia. Mientras nos contabamos las mil y una cosas que habian sucedido en todo aquel tiempo, me comento que estaba terminando la formacion de coaching. Hasta ese momento, yo no sabia mucho de coaching, pero me parecio muy interesante, sobre todo cuando me dijo que se trabajaban muchisimas cosas personales. Fue entonces cuando pense: <>. De pronto, senti que encontraba una pieza que llevaba mucho tiempo buscando. Movida por la intuicion de que me esperaba algo bueno, empece a buscar informacion y me apunte a una escuela que me gusto. Ese fue el primer paso de mi viaje de autoconocimiento, de entendimiento, de perdon y de transformacion. Asi descubri que la decision rompedora de volver a Espana no la habia tomado guiada por el miedo, tal y como pensaba, sino por el amor hacia mi misma, un amor que, en aquellos momentos, sentia muy ajeno a mi. Gracias a aquel descubrimiento volvi a conectar conmigo, a conocerme, a aceptarme y, en definitiva, a amarme. Ahora siento que es momento de compartir lo que he aprendido y, por eso, con este libro te quiero regalar las claves para que inicies un camino hacia dentro y halles todo el amor hacia ti mismo que habita en ti.

  • El septimo puente de Becka Black

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    Tras la terrible noche en La Cripta, Martin, Nina y sobre todo Will, deben asumir las consecuencias. De la morgue de Manhattan desaparece un cuerpo con destino desconocido. El mal acecha tras cada esquina y Nina se convence de que la regla se reduce a matar o que te maten. Mientras, Will se desplaza hasta Londres atraido por el caso del destripador. Su relacion con el agente encargado del caso lo sacara de quicio pero… traera de vuelta el amor. Sin embargo, giros totalmente inesperados convertiran su vida en una montana rusa donde el dia final que marcara la guerra entre angeles y demonios, es decisiva.
    ?Que ocurrira el 15 de febrero en el Septimo puente?

  • Podria decirte la verdad de Elena Vega

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    Tras la buena acogida de la novela “La primera vez” y ante la peticion de algunas lectoras de contar la historia de Namir y Nora, se presenta “Podria decirte la verdad”.Nora es una joven introvertida, emocionalmente cohibida y volcada en su trabajo. Se siente el patito feo y totalmente negada para las relaciones amorosas. Mientras que su hermano Namir, es todo lo contrario, extraordinariamente atractivo, extrovertido, y coleccionista de amantes, incapaz de mantener relaciones duraderas.Dos personalidades distintas, dos maneras de enfrentarse al mundo y una cosa en comun, no creen en el amor.

  • Cafe contigo al despertar de

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    Maria Lopez, Abogada Dominicana de Veintisiete anos, decide que no esta lista para casarse, su pareja Reed se llena de venganza y odio hacia ella y comienza a crear rumores sobre supuestos sobornos aceptados por Maria, sobornos de los cuales siquiera eran por parte del defendido por ella. Despues de una discusion con los directivos del Buffet, Maria decide tomarse unas vacaciones a su tierra natal en vispera de Noche Buena.
    En el avion conoce a Julio Medina, un hombre de piel canela, ojos color Miel y mirada cautivadora, que recientemente habia encontrado a su mujer siendole infiel. Julio se interesa por Maria y le propone a una noche de sexo sin compromisos. Ella despues de todo, ya no esta prometida con nadie y decide aceptar la propuesta indecente.
    Julio es el cambio que ella necesita en su vida, un hombre tierno, atento, romantico y lo mas importante…AMA EL CAFE!
    ?Sera que es muy tarde cuando Maria se da cuenta que el amor a primer cafe si existe?
    ?Aguantara Julio a que Maria se de cuenta que lo ama?

  • La decision de Julie (Bilogia Julie 2) de Carlota Manzano

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    Tras pasar cinco meses de lo acontecido con Brian y Frank, los dos hombres que habian ocupado su corazon, Julie decide que ya es hora de volver a tomar las riendas de su vida. Para ello se instala de nuevo en su duplex y marca distancia con ambos.
    No obstante, una serie de acontecimientos hara que descubra que lo que ella cree real, no lo es en absoluto. En ese momento, el desconcierto se apodera de la protagonista.
    ?Se volvera loca al descubrir que una vez mas ha caido en las redes de la mentira?

  • Una proposicion en navidad de Kate Dawson

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    Jane Bradford vive en Nueva York.
    Jane es disenadora de juguetes para una empresa coreana.
    Y Jane odia la Navidad.
    No es facil que te guste una fecha que cada ano te recuerda el dia en el que descubriste a tu novio dandose el lote con otra, justo una semana despues de encontrar el vestido de novia perfecto.
    Pero lo que Jane no sabe es que este ano la Navidad va a ser muy diferente.
    Alguien tiene una proposicion que no podra rechazar.

  • Camino al este de Javier Sinay

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    Para Javier Sinay viajar no era una aspiracion prioritaria. Sin embargo, un dia de 2017 metio unas pocas cosas en una mochila y emprendio una travesia desmesurada. ?El motivo? Una mujer llamada Higashi, su pareja, que pasaria todo ese ano en Kioto dedicada a estudiar la ceremonia del te. Si el era capaz de ir a buscar a una mujer al otro extremo del mundo, ?que cosas --atroces, magnificas, inesperadas-- son capaces de hacer las personas por amor?

  • Mi mejor error de Gema Samaro

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    Yago llevaba una hora de lectura placida recostado en una de las tumbonas mas alejadas de la piscina, cuando le sobresalto una musica atronadora: --?Que es eso? --pregunto levantando la cabeza de su Kindle. Diego, su sobrino, que estaba a su lado, respondio como si tal cosa, con la vista clavada en su libro: --Fonsi y Demi Lovato. --Ya, ya se quienes son. Conozco la cancion. Pero ?nos van a tener toda la manana dando por saco con la musiquita? --Imagino que la tarde tambien. !Me encanta! --Te encanta porque no estas leyendo Antifragil de Taleb, un tocho de ochocientas paginas que es incompatible con este atroz ruido ambiental. --Lee otra cosa, si quieres te paso uno de Los Compas --replico Diego, risueno. Yago bufo, miro a ese pequeno diablo que no entendia aun como podia habersela jugado de esa manera, y dijo: --Para ti todo es muy divertido, pero... Yago no pudo acabar la frase porque, de repente, se escucho una voz dulce canturrear: --!Hola, hola, caracola! !Buenos dias! !Bienvenidos a nuestro hotel Atardeceres Rosas! !Comenzamos el dia con un temazo y lo que nos queda! !Va a ser genial! !Que disfruteis mucho de la manana y os recuerdo que en diez minutos comienza la clase de aquagym! !Os espero, caracolas! Yago se quedo mirando al kiosco de madera de donde procedia la voz y la vio a ella tras un equipo basico de musica. De pronto, en medio de ese desproposito aparecio una chica con una sonrisa enorme y preciosa, ojazos que intuia verdes, nariz fina y puntiaguda, media melena ondulada castana con reflejos naturales de color rojo y miel, de estatura normal y curvas que se intuian a traves de una horrible camiseta naranja de dos tallas mas y unos pantalones azules cortos que le llegaban a mitad del muslo. El uniforme no podia ser mas antisexy, pero daba lo mismo, hasta con ese atuendo tan espantoso ella destacaba como una flor de hibisco en medio de un estercolero. --?Que te pasa que te has quedado atontado? ?Te gusta la animadora? --inquirio su sobrino metiendole un codazo. Yago dio un respingo, miro ofuscado a su sobrino y respondio agitando el Kindle al aire: --Pasa que esto es un infierno, pasa que yo no tenia que estar aqui, pasa... Diego le interrumpio muerto de risa para preguntarle con los ojillos chispeantes: --Pasa que te has quedado pillado por la animadora. ?Quieres que me entere de como se llama y luego que te la presente? Yago clavo la mirada a su sobrino, bufo y respondio para que dejara de decir estupideces: --La culpa de todo esto la tiene tu madre. --?Mi madre? ?Que tiene que ver mi madre con que te hayas quedado pasmado al ver a esa chica tan guapa? --pregunto Diego, que no podia parar de reir. Yago se paso la mano por la cara, resoplo y le contesto muy serio, pues tenia que pararle los pies ya mismo: --Tu madre te tiene todo el dia viendo peliculas y series romanticas y eso te tiene trastornado. --!Tu eres el que se ha quedado flipado al ver a esa chica! --exclamo Diego, apuntandole con el libro. Yago se recosto otra vez en la tumbona, clavo la vista en la lectura al tiempo que mascullaba: --!No digas bobadas! --Digo la verdad, por eso estas asi de picado. Por cierto, ?te has dado cuenta de todos los idiomas que habla esa chica? Ahora esta dando los buenos dias en klingon... Yago se habia dado cuenta perfectamente porque esa chica no paraba de repetir lo mismo en distintas lenguas: --Es neerlandes, pero celebro que conozcas el klingon. Eso me da alguna esperanza. --He visto Star Trek con el abuelo. Es un hombre muy sabio que, por cierto, dice que vamos a ser muy felices en este sitio. --Pues yo de buena gana me marchaba ahora mismo --aseguro Yago, que solo tenia ganas de huir. --Porque eres un trol de fango que no sabe disfrutar de lo bueno de la vida. Yago alzo la vista hacia las laderas deserticas, hacia los cultivos hidroponicos de tomates y hacia ese mar que languidecia al fondo y solo pudo refunfunar: --!No me toques las narices! Estoy que me subo por las paredes desde que tuve que cancelar mis vacaciones a Indonesia para venirme a este sitio horripilante contigo. --Te gane una apuesta --le recordo Diego, feliz. --!Me pillaste volando bajo! Tuve un mal dia, me dolia la cabeza, estaba desconcentrado... Y paso. Me ganaste esa maldita partida de ajedrez. !Pero una y no mas! Diego dejo el libro en el regazo, coloco las manos detras de la cabeza, suspiro y luego musito: --!Te gane porque el amor mueve montanas! Yago le miro ofuscado, apreto las mandibulas y casi que gruno: --!Ya estamos! Diego con la mirada sonadora puesta en el cielo que para el lucia mas azul y mas bonito que nunca, confeso sin importarle para nada lo que pudiera pensar su tio: --Creo en el amor. Llegados a ese punto, Yago considero conveniente abrirle los ojos al pobre pardillo de su sobrino antes de que la vida lo cosiera a guantazos: --A ti te han hecho que creas, porque por culpa de tu madre te pasas el dia consumiendo esas mierdas romanticas. Y los deseos son mimeticos... --?Y eso que es? --pregunto Diego, convencido de que por mucho que dijera su tio no iba a dejar nunca de amar a Yasmina Trujillo. Yago se puso mas serio todavia, ya que habia llegado la hora de quitarle la venda a ese mocoso, aunque le doliera y contesto: --Muchas veces creemos que nuestros deseos son nuestros y realmente son los deseos de los otros. Tu crees que estas enamorado, pero en verdad lo que haces es imitar lo que te venden en esas peliculas y series. Sin embargo, a Diego esa verdad de su tio le parecio tan absurda que mascullo: --Yo se muy bien lo que siento. !A mi no me cuentes cuentos! --Algun dia me agradeceras que te este abriendo los ojos. !Espabila! Diego se incorporo para replicar a su tio, al que le costaba asumir su derrota: --!Espabila tu! Y acepta de una vez que perdiste una apuesta y que estas en el mejor lugar del mundo con tu sobrino favorito. A Yago no le quedo mas remedio que soltar una carcajada, pues aquello no podia ser mas gracioso: --Jojojojojo. --Te ries porque sabes que tengo razon. --Si, seguro que si --murmuro ironico. --Ademas no se de que te quejas tanto si no tenias deseos de nada. --!De estar tranquilo! --!Que aburrimiento! --repuso Diego, fingiendo un bostezo. --?Te parece poco? Pues para mi no hay nada mejor que estar tranquilo mientras disfruto de la naturaleza, de la belleza salvaje, de la aventura... Joder, !solo de pensar en que a estas horas tendria que estar subiendo el volcan Merapi, me pongo enfermo! --!Que perezon subir a un volcan con este calor! --?Hay algo que a ti no te de perezon? --!Y encima solo! --exclamo Diego con cara de asco. Yago se envaro y dijo con orgullo, pues era algo que llevaba muy a gala: --Solo estoy tan ricamente. No hay nada que disfrute mas que de mi soledad. --Pero esos deseos de estar tranquilo, ?son tuyos o es lo que te dicen que tienes que desear? Yago fulmino a su sobrino con la mirada y, antes de que se le siguiera subiendo a las barbas, le exigio: --!No me vaciles, Diego! Y escuchame... Una de las grandes lecciones que debes aprender en esta vida es a estar solo y a disfrutar de estar contigo mismo. --Ya, bueno, si. Que me vas a contar si soy hijo unico. De todas formas, el abuelo dice que la familia es lo mas importante. Estas mucho mejor aqui y conmigo. A Yago no le extrano que su sobrino sacara a colacion a su abuelo, porque para el era su dios, pero con todo le aclaro: --A ti te padezco todo el ano. Y yo necesito unas vacaciones de verdad, no esta tremebunda pesadilla. Diego fue a replicar algo, pero no pudo ya que ansioso por reencontrarse con Yasmina y por dejar de escuchar al plasta de su tio, le dio por mirar a la puerta de acceso a la piscina y aparecieron ellos. Los Trujillo. Y los miro admirados porque no podian molar mas... Eran tan guapos y estaban tan felices que parecian sacados de un anuncio de Halcon Viajes. El padre con su gorra Goorin Bros con un gallo estampado, su porte de bombero de calendario y cargado con dos bolsones de paja. La madre con un impecable look piscinero al que no le faltaba de nada, ni las unas decoradas con pequenas sandias, pues para algo regentaba un centro de unas. El hijo pequeno, que tenia siete anos, el pelo de pincho y la cara de travieso, y que habia salido disparado hacia la piscina infantil y luego estaba ella... Yasmina. Con el pelo largo de sirena, rubio y liso, los ojos azules, la sonrisa divina y los andares de princesa de cuento, aunque llevara unas sandalias de dedo de plastico. Diego creyo que se le iba a salir el corazon y musito llevandose la mano al pecho: --!Ya estan aqui! Capitulo 2 Yago miro a su sobrino con el ceno fruncido porque no sabia que mosca le habia picado y replico: --Ya estan aqui, ?quienes? ?Los de la invasion zombi? ?Por que tienes esa cara? --Porque acaban de llegar los Trujillo y no hay nada mejor en el mundo que ellos. Yago conocia a los Trujillo de los cumpleanos y las fiestas del colegio de Diego y sabia perfectamente lo que a su sobrino le pasaba con ellos. Pero decidio no ahondar en la herida y decir restandole importancia: --Son una familia mas. Diego nego con la cabeza y preciso, pues no podia consentir que su tio dijera semejante cosa: --No. Son lo mas. Mario es un bombero que salva vidas, Barbi es una gran artista de unas, Iker es el nino mas divertido que conozco y Yas es mi crush. Yago miro a su sobrino horrorizado y le pidio para que no continuara por ahi: --!No sigas diciendo esas cursilerias porque estoy a punto de vomitar el desayuno de la manana! Diego guardo su libro en la mochila, se levanto, se quito la camiseta blanca que llevaba y replico a su tio encogiendose de hombros: --Es lo que siento. Y, ahora, levanta el culo que tenemos que ir a hacer aquagym. --Yo ya he ido al gimnasio esta manana mientras tu dormias como un oso. --!Tu si que roncas como un oso! !Me he despertado ochenta veces por tu culpa! Y eres mi tio, no puedes dejarme solo en esto. Yasmina me ha contado que todas las mananas y todas las tardes hacen aquagym. !Vienen a este hotel desde siempre! Y, miralos, !ya se han quitado la ropa y estan en traje de bano! !Tenemos que hacer lo mismo que ellos! Y no porque sea un mitetitico, es porque necesito estar cerca de ella. Y contigo doy menos el cante. Disimulo mas. ?Lo pillas? Yago tenia tan claro que no iba a meterse en la piscina para hacer coreografias absurdas al son de la musica que se limito a responder manteniendo la calma: --Mimetico. Se dice mimetico. Y no cuentes conmigo para hacer el ridiculo. Gracias. Yago se enfrasco de nuevo en la lectura de su ensayo en tanto que Diego se acuclillo a su lado y le suplico: --Por favor, Yagui, hare lo que me pidas. Yago no pensaba ser el que le ensenara a su sobrino que las cosas no se conseguian con burdos chantajes, pero si el que le ensenara a negociar. Por eso replico con una sonrisa de oreja a oreja: --!Hecho! Yago se desabrocho la camisa blanca, la dejo sobre la tumbona, se levanto y se calzo las chanclas a la vez que su sobrino se incorporaba de un salto y exclamaba exultante de felicidad: --!Genial! Yago, que no pudo evitar sentir ternura por esa pobre criaturita, saco el protector solar de su mochila y le pidio a sobrino: --!Antes de ir al agua, dejame que te ponga crema!

  • Presidente (La Casa Blanca 1) de Katy Evans

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    .Sube la temperatura en la campana electoral de Estados Unidos

  • Secretos entre vinedos de Ann Mah

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    Kate, una joven estadounidense que estudia para lograr el dificilisimo titulo de Master of Wine decide viajar a la Borgona, a los vinedos que han pertenecido a su familia durante generaciones y pasar una temporada en Francia, como en los veranos de su infancia. Alli, detras de un gran armario, descubre una habitacion oculta que contiene algunos folletos de la Resistencia, valiosos vinos y la pista de un misterioso pariente del que nunca tuvo noticia. Kate decide indagar e intenta descubrir secretos que llevan guardados desde la Segunda Guerra Mundial.

  • Un rincon llamado hogar de Isabella Marin

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    Lo dejo plantado en su baile de graduacion. Anos mas tarde, cuando toda su vida empieza a desmoronarse, Zooey regresa a casa y sus caminos se cruzan de nuevo. ?Sigue siendo T.J. el mismo chico enamorado de ella, o la vida le ha hecho cambiar? ?Y que es lo que siente Zooey exactamente por el?

  • Embrujo dorado de Leila Mila

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    El final de la lucha se acerca… y Kelan Salem sabe que es hora de afrontar sus propios demonios del pasado si quiere tener un futuro.Perdonarse tanto a el mismo como a la mujer que forma parte de su alma y completa su esencia.

  • La peligrosa amante del jeque de Elizabeth Lennox

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    Shanelle Basara se subio un poco mas el formal vestido, irritada por tener que llevar un atuendo como ese. El hecho de que tuviera que estar alli era ridiculo, sobre todo porque se habia tenido que arreglar tanto para un idiota arrogante y engreido. Habia dejado bastante claro a los poderes facticos que no tenia ningun interes en estar alli ese fin de semana, pero alli estaba. Desgraciadamente, no tenia la opcion de ignorar la citacion sin mas. !Era el jeque! ?Pero que hacia ella alli? Shanelle miro a su alrededor y vio a muchisimas mujeres ansiosas y entusiasmadas, la mayoria de ellas mas bellas y preparadas que ella. Claro que algunas de esas diferencias eran intencionadas. Habia restado importancia a su aspecto a proposito, apenas se maquillo y eligio el vestido menos favorecedor que pudo encontrar. El vestido sin espalda era de un gris plateado que hacia que su piel pareciera palida y amarillenta. El corte del vestido hacia que sus caderas parecieran enormes y sus pechos apenas eran visibles, a diferencia de las elecciones hechas por muchas de las senoritas presentes. El corte del dobladillo probablemente mostraba demasiada pierna, pero era lo mejor que pudo conseguir con tan poco tiempo. Nadie diria que estuviera gorda, pero se negaba a morirse de hambre como muchas otras mujeres. Tenia una cintura pequena, ?pero a quien le importa la linea? Sus piernas eran bonitas, pero no demasiado tonificadas como las de la mujer que tenia a la derecha. Ni eran tan largas y delgadas como las de la mujer a su izquierda. Caminaba al lado de su madre y de su padre sintiendose inepta, cohibida y amargada, deseando ser otra persona y estar en otro lugar. No entendia por que habia tantas mujeres invitadas al gran baile en el palacio. Si los rumores eran ciertos, el jeque buscaba una esposa. Pero el hombre tenia treinta y seis anos y habia estado soltero hasta el momento. ?Por que cederia a la tradicion y se casaria ahora? No tenia ningun sentido. Desde luego, tampoco tenia mucho sentido que ella y sus padres estuvieran alli. Su padre era adinerado y caia en gracia al gobierno, pero no era un funcionario de alto nivel ni el director de una institucion. Su madre no trabajaba, pero ayudaba a su padre con la socializacion, lo que Shanelle sabia que era una parte muy importante de la vida en Canaan. Igual que en muchas carreras politicas gubernamentales, gran parte del trabajo del gobierno se realizaba durante los eventos sociales, durante negociaciones discretas con una copa de vino o bourbon que terminaban con un apreton de manos. Pero aquello no tenia nada que ver con Shanelle, asi que le resultaba muy extrano que la invitaran cuando nunca habia formado parte de esa red social hasta el momento. Asi que los rumores de que el jeque necesitaba encontrar una esposa debian ser ciertos. Puesto que aquella no era una posicion a la que Shanelle aspirara, deseaba darse la vuelta y volver a casa, acurrucarse en su comoda silla y leer un buen libro. Claro que tambien podria dedicar unas cuantas horas mas a estudiar para los examenes de derecho del proximo mes en los que se habia inscrito. Mientras esperaba en la cola a que la anunciaran, miro alrededor intentando averiguar como escabullirse de esa ridicula charada. No queria llamar la atencion, queria pasar desapercibida. Estar en segundo plano. -Papa, necesito ir a refrescarme -dijo ella y solto la mano de su brazo antes de que el pudiera replicarle. Sonrio a su madre para tranquilizarla, pero giro sobre sus tacones y se marcho en direccion opuesta. Detuvo a uno de los sirvientes que llevaban una bandeja con copas de champan, le pregunto donde estaba el servicio y se dirigio hacia alli lo mas rapido posible. Si tuviera mucha suerte, podria quedarse en la zona lujosa hasta que acabaran todos los anuncios. Shanelle tenia un plan. No era un plan muy bueno, pero le permitiria permanecer invisible. Volvio a asomarse al cabo de diez minutos e inspecciono el pasillo. Seguia habiendo una fila de personas que avanzaban hacia el salon de baile, pero al menos sus padres ya estaban dentro. Eso queria decir que ya no era necesario que la anunciaran formalmente a su llegada. !Podia ser anonima! Sonrio, se levanto la falda y recorrio el pasillo por donde los camareros iban de un lado para otro. Ser invisible seria mucho mas facil si pudiera pasar por la entrada de los sirvientes en lugar de la puerta principal. Sospechaba que el jeque y su sequito estaban esperando al pie de la escalera, saludando a cada uno de los invitados a medida que los anunciaban. Con una sonrisa de deleite, oteo el pasillo, entusiasmada por la idea de haber despreciado al jeque de esa manera. Era poca cosa y quiza insignificante, pero no era buena idea despreciar abiertamente a un hombre tan poderoso. Asi que esas pequenas rebeliones eran todo lo que podia ingeniar de forma segura. Se detuvo en la esquina, se giro un poco y miro al salon, intentando descubrir si era seguro entrar por ese pasillo o si debia buscar otro. Malik Badri del Rahal, Jeque de Canaan, vislumbro con el rabillo del ojo el destello de plata en la esquina. Levanto la mano y el ayudante que caminaba a su lado quedo en silencio inmediatamente. Si no hubiera sufrido tantos intentos de asesinato recientemente, jamas habria accedido a la celebracion de ese fin de semana. Pero incluso Malik acepto que la mejor manera de detener los atentados contra su vida era casarse rapidamente y engendrar un heredero. O varios herederos, como le habian aconsejado en muchas ocasiones. Malik se habia resistido a la idea, pues preferia concentrarse en hacer que el pais creciera. La idea de tomarse el tiempo para casarse y engendrar un heredero le parecia un desperdicio ridiculo. Pero tras el cuarto atentado contra su vida, Malik supo que debia hacerse algo drastico. No era que no le gustara la compania de mujeres. No, indudablemente disfrutaba esa parte de la vida. !Incluso con mucho placer! Lo que le fastidiaba era simplemente la idea de estar atado a una mujer. Sus consejeros le habian dicho una y otra vez que estar casado no implicaba que no pudiera disfrutar de la variedad, solo que deberia ser mas discreto al hacerlo. Ese pensamiento le dejo un mal sabor de boca, pero ya se habia hecho a la idea del matrimonio. Y la manera mas apropiada de cumplir la tarea era reunir a tantas mujeres aptas como fuera posible en el palacio y seleccionar una que pudiera cumplir el trabajo. Aquel era el tercer fin de semana y, hasta el momento, ninguna mujer le habia llamado la atencion. En ese momento, Malik deseaba senalar a una de ellas y terminar ya con la decision. Aquello parecia vulgar, pero estaba cansado de aquellos fines de semana llenos de bailes y cenas elaboradas. Tenia cosas que hacer y pasar el tiempo socializando con un grupo de mujeres excesivamente maquilladas, acicaladas y muertas de hambre no parecia una buena forma de pasar el tiempo ni de gastar el dinero. El destello de plata desaparecio por el pasillo de los sirvientes y Malik camino rapidamente en esa direccion con la determinacion de capturar a quien estuviera colandose en el salon. Sabia que no era un sirviente, ya que estos llevaban uniformes dorados y bermellones. Se le paso por la cabeza que, si pudiera capturar el destello de plata, quiza podria conseguir algunas respuestas sobre el plan para librarse de el. Si pudiera descubrir quien intentaba matarle, podria eliminar la amenaza y no tendria la necesidad urgente de casarse y engendrar un heredero. Malik sabia que su ayudante lo seguia, sin saber por que no estaban yendo hacia el salon de baile. El publico ya se estaba reuniendo con ansias por ver al jeque y presentarle a sus hijas para que las examinara. Pero lo que vio cuando giro la esquina era mucho mas fascinante que cualquier intencion criminal. El trasero curvo y exuberante que habia ante el hizo que su cuerpo reaccionara con un interes inesperado. ?Por que alguien enviaria a una mujer para matarlo? Cuando el bonito trasero desaparecio bajo el voluminoso vestido de baile, observo con un interes mayor como una pierna larga y esbelta aparecia por la parte frontal. La mujer tiro del material plateado que tenia sobre esa pierna pero a Malik no le importo, ya que aquello hizo que levantara un poco la mirada. La agradable y seductora vision del pecho de la mujer cautivo su atencion. Solo pudo ver el costado y la mayor parte del pecho estaba cubierta con el fabuloso vestido, pero pudo entrever suficiente para captar su interes. <>, penso con placer. Malik recorrio el pasillo e hizo una senal a sus guardias para que se adelantaran a la mujer por el pasillo paralelo pero sin detenerla. Sus ordenes eran esperar mientras el descubria cuales eran sus intenciones. Mientras observaba, la belleza del vestido plateado caminaba sigilosamente por el pasillo. Por que intentaba ser tan silenciosa era un misterio, pero la forma en que echaba un vistazo a cada pasillo perpendicular era adorable, dandole a el otra vision de su adorable pompis. A medida que ella avanzaba por el pasillo, comenzo a sospechar que esa mujer no era del tipo criminal. Era demasiado obvia y muy poco sigilosa. Ademas, la expresion de su cara tenia algo que no parecia propio de alguien con intenciones de asesinar. Parecia demasiado alegre, demasiado encantada con su travesura. Cuando llego al final del pasillo, se acerco con intencion de verle la cara. Despues de haber observado su cuerpo durante los ultimos minutos, admitio que estaba mas que un poco intrigado. Fascinado seria una expresion mas adecuada. Se acerco mas y observo con interes como ella cruzaba los dedos a su espalda para despues asomarse a la entrada del salon de baile. <>, penso el. De ninguna manera iba a permitir que esa pequena belleza se perdiera entre la multitud, como sospechaba que intentaba hacer. Una asesina no cruzaria los dedos a su espalda. Sacaria una pistola u otra arma. Tampoco llevaria un vestido plateado que atrapara la luz, haciendo que toda su figura brillara. No, una asesina pasaria desapercibida, posiblemente con un vestido negro o incluso marron. Algo que muchas otras mujeres vistieran. O se vestiria como una camarera. Pero aun asi, ella destacaria. Ese cabello negro y reluciente trenzado en la parte trasera de su cabeza resaltaba su delicada estructura osea. <>, penso el mientras la luz del salon de baile iluminaba sus rasgos. Sus ojos eran de un marron chocolate oscuro, su piel tenia un color cremoso con tonos melocoton que el no creia que fuera maquillaje. Tenia unas pestanas largas y gruesas que rodeaban esos ojos almendrados, haciendo que tuviera un aspecto sensual sin usar montones de maquillaje. Incluso el hecho de que llevara menos de la mitad de maquillaje que las demas mujeres habria hecho que destacara. Por no mencionar el entusiasmo de sus adorables y expresivos ojos cuando se mordia su carnoso labio inferior. No, esa mujer no era una asesina. El se apostaba la vida literalmente con ese instinto cuando se acerco mas y se apoyo contra la pared justo detras de ella. En esa posicion, ella estaba demasiado ocupada mirando a la vuelta de la esquina, pero el pudo ver debajo de ese bonito vestido aquellos pechos que sus manos repentinamente ansiaban sostener y examinar. Eran abundantes y exquisitos y el corte del vestido le dio una seductora vision del profundo escote y las interesantes sombras. Sus ojos percibieron el lazo que mantenia el corpino sin espalda en su lugar y deseo con desesperacion estirar de ese provocador cordel para poder ver completamente esos pechos

  • Cuando estoy sin ti de Pat Casala

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    Kristie ha pasado seis meses en un reformatorio, tras ir de una casa de acogida a otra desde los ocho anos. Necesita encontrar la manera de independizarse del estado para construir su futuro junto a su hermana y olvidarse para siempre su fallida relacion con Dennis, el amor de su vida.

  • Cocinar un oso de Mikael Niemi

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    Verano de 1852. Durante un paseo por los bosques del norte de Suecia, el pastor Lars Levi Laestadius y el joven Jussi descubren el rastro de una joven desaparecida dias antes. Los malos presagios se cumplen al encontrar poco despues el cuerpo de la chica con indicios de haber sido atacada por un oso. Laestadius, gran aficionado a la botanica y con un ojo muy bien entrenado para los detalles mas pequenos, no ve tan claro que la muerte sea obra de un animal. Cuando una segunda joven sea atacada, en esta ocasion por un desconocido, Laestadius y su joven acompanante emprenderan una atipica investigacion que pondra contra las cuerdas a toda la comunidad.