• que la vida te de todo lo que merezcas - Leire Milanesi

    https://gigalibros.com/que-la-vida-te-de-todo-lo-que-merezcas.html

    Toda la escena parece sacada de una mala pelicula americana. David cuelga de su propia corbata atada a la lampara y las zapatillas se le han caido al suelo dejando al descubierto sus pies desnudos. El Gran Hombre se fija en sus dedos que miran hacia arriba. Por ellos gotea la orina del joven muerto que forma un charquito amarillo en el suelo. <>. Aunque le cueste admitirlo, al Gran Hombre le ha sorprendido la profesionalidad de Harry, que ahora esta apostado a su lado, como si fueran dos camaradas. Desde el momento en que lo conocio, penso de el que era un animal, un ser violento que solo servia para intimidar, amenazar o dar palos. Sin embargo, ha eliminado las pocas pruebas que han dejado de una forma tan metodica que el Gran Hombre no ha podido evitar admirarlo. Y ahora Harry, a su lado, mira el resultado de su trabajo con orgullo. Incluso hace un gesto de asentimiento con la cabeza. --Creo que da el pego --dice--. Fijo que esto pasa por un suicidio. El Gran Hombre prefiere no contestar. Ha intentado por cualquier medio posible que David no lo fastidiase todo como lo ha hecho, que las cosas no llegaran hasta donde han llegado. Pero no ha sido posible y ahora la sensacion de fracaso esta tan presente como si cargara una loza sobre sus hombros. --Vamos, hermano, no te hagas mala sangre. El se lo ha buscado. A Harry le gusta llamarlo hermano, pero el Gran Hombre se alegra de que no sea su hermano. Ni siquiera podria ser su amigo, es demasiado imprevisible. Por eso no puede dejar que del siguiente paso se encargue el. --Deja que me ocupe yo de la mujer --dice--. Esto no se puede repetir. --?Que quieres que te diga, hermano? Si me hubiera encargado yo desde el principio, nada de esto habria sucedido. --No te acerques a ella. Lo estropearas todo. Harry se rie, pero no esta contento. Le molesta ese aire de superioridad que emplea siempre con el. --Ya veremos --contesta y se aleja. Cuando se marcha deja tras de si su aliento a tabaco y su olor a perfume barato que se aplica despues de afeitarse. El Gran Hombre lo ve dirigirse hacia la puerta del piso. Los atisbos de admiracion que ha sentido por el se han desvanecido. Ahora vuelve a despreciarlo. Harry representa todo lo que el detesta. El instinto contra la razon, la doctrina contra las ideas... Por eso se arrepiente de lo que ha sucedido esta noche, de haber cedido a sus impulsos, de haberse puesto en sus manos. Al dedicarle la ultima mirada al cadaver de David, antes de irse, siente la necesidad inevitable de disculparse, de pedirle perdon. Pero sabe que ya todo es inutil. CAPITULO I Seis, seis, dos. Son las cartas que estan sobre la mesa. No se puede tener mas suerte. Vuelvo a mirar las mias --un seis de picas y un as de corazones--. He ligado un trio que me puede hacer recuperar en una sola mano los ochocientos euros que llevo perdidos. Un buen jugador de poquer pensara que puedo llevar cualquier cosa, porque ese es precisamente mi problema. Soy una jugadora compulsiva que juega todas las manos. De hecho, la unica razon por la que juego en una de estas timbas ilegales es porque yo misma me he registrado como adicta al juego en todos los casinos de Tenerife y, cuando tengo una crisis, estos son los unicos sitios en los que puedo entrar. Por desgracia, en tugurios como este les importan bastante poco mis problemas. Me toca apostar y empiezo flojo. No quiero asustar a mis rivales. Si se huelen que llevo algo, se retiraran y sacare poco dinero, asi que pongo una ficha negra de cien en el bote. Todos me cubren la apuesta y yo empiezo a frotarme las manos. Todos menos unos que arrastra el solito la totalidad de sus fichas hacia el centro de la mesa. Unos mil y pico euros. Lo miro fijamente y me pregunto que llevara para hacer una apuesta como esa. Los demas jugadores se retiran y solo quedo yo. Esta claro que tengo la mejor mano, asi que no me da miedo. Sacristan es un gorrilla enclenque que se saca una pasta en el aparcamiento del Hospital Universitario. Por la noche, acude a timbas de poquer como esta a jugarse las propinas de los coches que vigila y casi siempre acaba perdiendolo todo. En el argot se le considera un pescado o un fish. Como a mi. Unos pringados que nos dejamos los cuartos para que los buenos jugadores se vayan satisfechos a casa. Tambien se ven por estos antros a algunos profesionales que viven de desplumar pescadillas, pero no muchos. Casi todos son peninsulares que vienen de vacaciones y que aprovechan para ver si los pescados se las pagamos. Casi siempre lo consiguen. --?Cuanto hay? --le pregunto al crupier para saber lo que tengo que apostar. Es un chico joven al que es la primera vez que veo por aqui. Muy profesional y serio se pone a contar las fichas. --Mil cincuenta --dice. Yo tengo unos mil trescientos. Es una pena, porque el imbecil de Sacristan ha espantado a los demas y ahora no sacare tanto como pensaba. --Vale, all in --digo. --Espera --me detiene el gorrilla--. ?Cuanto tienes? --Mil trescientos --respondo. Sacristan se vuelve hacia el tipo que esta sentado en un sofa en un extremo de la habitacion y que no pierde detalle. Todos alli sabemos quien es. Su apellido es Martel y le llaman por el. Nadie tiene ni idea de cual es su nombre de pila. Es el que organiza la timba y el usurero que presta dinero a ludopatas como Sacristan y yo. --?Me cubres, Martel? --pregunta el gorrilla. Martel mira las cartas y luego me mira a mi. --Claro --dice--. Dale mil mas --le ordena al crupier. Este le obedece y le entrega un nuevo monton de fichas. --Vale, veo tus mil tres cientos. --?All in? --me pregunta el crupier por si quiero pedir prestado yo tambien. Me lo pienso. Miro sus cartas, que estan bocabajo. Debe de tener el otro seis. Ha ligado un trio y se cree que me va a desplumar. Con as seis le gano seguro --Yo te cubro, Karo --dice una voz con acento peninsular desde el otro extremo de la sala. Todos los jugadores giramos nuestras cabezas hacia el. Es un tipo con barba y pelo cano peinado a modo de cresta, en plan moderno. Y va vestido con traje azul marino y corbata roja, como si acabase de salir de la oficina hace un momento. Esta sentado en la pequena barra donde se sirven las bebidas y sostiene un whiskey con hielo en la mano. No lo he visto en mi vida. --?Nos conocemos? --le pregunto. --No, pero seguro que tienes la mejor mano. Es un buen negocio. --Bueno --le digo al crupier--, vamos a ver el turn. El chico aparta una carta y pone sobre el tapete la siguiente. Es un as. Las cartas comunitarias son seis, seis, dos, as. Tengo un full house. Mi noche se acaba de volver tan luminosa como si acabara de salir el sol, pero debo disimular para que no se me note. Solo hay una cosa que la puede mejorar y esta a punto de ocurrir. Sacristan toma aire y arrastra el resto de los mil que le ha prestado Martel hasta el centro de la mesa. Tiene un trio de seis, estoy segura. Se va a jugar todo lo que pueda porque cree que le ha tocado la loteria, cuando en realidad el decimo bueno lo tengo yo. Me vuelvo entonces hacia mi prestamista misterioso y le pregunto con la cabeza. El saca una tarjeta de credito de color negro y la pone sobre la mesa. --Adelante --dice. --Los veo --le digo al crupier y este anade las fichas. --?All in? --vuelve a preguntarnos el crupier viendo que cada uno tenemos nuestra propia financiacion. --Cuidado, Karo, este lleva algo --dice otro jugador. Se llama Anselmo, tiene unos sesenta anos y me conoce desde hace tiempo. Casi siempre se muestra condescendiente conmigo porque soy una mujer y se cree en el deber de protegerme. No me molesta demasiado, es de otra generacion. El crupier levanta la ultima carta. Un cinco de corazones. Ya esta todo hecho, solo necesito saber cuanto le voy a sacar al pringado del gorrilla y llevarme mi dinero. --?Ocho mil? --le pregunta Sacristan a Martel. Este asiente y el crupier coloca las fichas --Cuidado, Karo --me advierte Anselmo, pero yo voy lanzada. He ligado un full de seis y ases y ahora pienso en cuanto tengo que subir la apuesta para que el gorrilla no se eche atras. O al menos para que no lo haga Martel, que es el que va a decidir. --?Once mil? --le pregunto al mio, que asiente con el whiskey en la mano--. Once mil, entonces. Sacristan se acaricia el menton con el pulgar intentando ver a traves de mis cartas que es lo que llevo. A mi tambien me gustaria saber con que ha apostado tan fuerte. ?Doble pareja o el trio de seis? En cualquier caso, gano yo. --Subo a quince --dice satisfecho. --No te emociones --responde Martel--, que como sea un farol vas a tener que ampliar ese descampado en el que te aparcan los coches para pagarme. --Venga, Martel, que lo tengo ganado. Cubreme. ?Lo tiene ganado? Muy seguro lo veo. Solo hay una mano que me gane. Solo una entre las decenas que puede tener. --No, esto se acaba aqui --Martel se dirige de nuevo al crupier--. Cubrele la apuesta y que levanten las cartas. El crupier coloca las fichas que faltan hasta los once mil euros y luego me mira para que ensene mi mano. Yo levanto mi as seis. Confirmo mi full y sonrio feliz. Una felicidad que se nubla al instante cuando veo que la boca de hiena de Sacristan suelta una carcajada. Se me eriza el vello de la nuca, como si el mismo silencio que se ha hecho a mi alrededor fuera el de mi funeral. El gorrilla levanta sus cartas y veo dos malditos ases como si fueran dos lapidas con mi nombre. --!Joder! --dice uno de los jugadores. --!Full de ases y seis! --exclama Anselmo--. Mira que te lo dije, Karo, que tuvieras cuidado. Yo lo oigo todo como si fuera la television sonando de fondo. Tengo delante de mis ojos la unica mano que podia ganarme. ?Cuantas veces se pierde con un full house? No tengo ni idea, pero muy pocas. Tan pocas que a todos se les han quitado las ganas de seguir jugando. Empiezan a levantarse y se dirigen a la barra a cambiar sus fichas. --Si es que... Mira que ponerte a jugar con profesionales --me dice el gorrilla con sorna. Su cuerpo enclenque parece haberse inflado y ahora hasta se asemeja a un hombre de verdad. Se cree un tiburon el muy idiota. Me dan ganas de pegarle una hostia. Cuando la sala se ha quedado practicamente vacia, me levanto de la mesa como si estuviera sonambula. Aun me resisto a apartarme de las cartas. Mi as y mi seis siguen frente a mi. Me pregunto que es lo que he hecho mal. Revivo una y otra vez las fases del juego, como si esta vez pudiera ganar la partida. --Tranquila, Karo, estas cosas pasan --dice Martel. --Y tanto que pasan. Sobre todo, a mi. --Tomate un whiskey, estas invitada. No tengo animos ni para darle las gracias, aunque el whiskey lo voy a pagar yo con la comision que le he hecho ganar. Me acerco a la barra y le pido un ron a Juanito, el whiskey me sentaria mal. --Lo siento, Karo --me dice el camarero cuando me pone la copa. Mi prestamista esta a mi lado, mirandome. --Supongo que el trato es el de siempre. Diez por ciento al mes --le digo. Estaba tan confiada en que iba a ganar que he aceptado el dinero sin establecer las condiciones. Vaya una lumbrera. --No te preocupes por la deuda, ya lo resolveremos. Estoy de tu parte. --El prestamista comprensivo --respondo con la vista hundida en mi vaso. El tipo se levanta, recoge su tarjeta y siento su mano sobre mi hombro antes de verlo irse. --Espera --lo detengo. --?Si? --No soy una puta. No voy a prestarme a nada raro para reducir la deuda. No, no soy una puta. Solo una profesora interina de Historia que no sabe que cono hace en un sitio como este. --Es bueno saberlo --responde mientras sale por la puerta. Es vasco, estoy segura. Por su acento. No es muy pronunciado, pero me ha parecido identificarlo. Hace tres dias estaba en una terapia de grupo y todos me felicitaban por llevar dos meses sin jugar y ahora me encuentro arruinada y viendo mi vida pasar ante mis ojos. La sala se ha vaciado sin que me haya dado cuenta y yo solo tengo energias para encender de nuevo mi movil y mirar las llamadas perdidas de David. Dos llamadas la anterior madrugada que tenia que haber contestado. Tal vez asi las cosas habrian sido diferentes. El estaria vivo y yo no me habria jugado mis pocos ahorros mas otros doce mil euros en una partida de cartas. Desde luego no habria recibido el mensaje de mi excunada, hace tres horas y cincuenta y dos minutos. <>. Las manos me tiemblan tanto que me cuesta introducir la llave en el contacto y arrancar. No estoy segura de si es por el frio humedo y nocturno de La Laguna, porque mis problemas economicos se han multiplicado en una sola noche o por la impresion de saber que David esta muerto. Comprendo que Agatha, mi excunada, me haga responsable de lo ocurrido, yo misma me siento como si hubiese apuntado una pistola a su pecho y disparado con ella. Una imagen se me viene a la mente con una claridad que casi parece que la este viviendo en este momento. David esta sentado en el sofa del piso que compartiamos en La Salle. Tiene la mano apoyada en la frente, con la vista fija en el suelo, y mueve la cabeza diciendo que no como si la sola idea de que lo deje le resulte imposible. Yo he metido mis cosas mas urgentes en una bolsa de viaje que ahora esta aparcada junto a la mesa del comedor y me encuentro sentada frente a el sin saber muy bien como actuar.

  • Que la vida te dé todo lo que merezcas: Thriller Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Que-vida-todo-que-merezcas-ebook/dp/B08B46YX6Y

    Que la vida te dé todo lo que merezcas: Thriller eBook : Milanesi, Leire: Amazon.es: Libros.

  • Que la vida te dé todo lo que merezcas: Thriller : Milanesi, Leire

    https://www.amazon.es/Que-vida-todo-que-merezcas/dp/B08B35X2MP

    Que la vida te dé todo lo que merezcas: Thriller : Milanesi, Leire: Amazon.es: Libros.

  • Que la vida te dé todo lo que merezcas: Thriller - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Milanesi-Que-la-vida-te-de-todo-lo-que-merezcas-Thriller/110933

    Críticas, citas extractos de Que la vida te dé todo lo que merezcas: Thriller de Leire Milanesi. ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Que la vida te dé todo lo que merezcas de Leire Milanesi

    https://www.holaebook.com/book/leire-milanesi-que-la-vida-te-d-todo-lo-que-merezcas.html

    Que la vida te dé todo lo que merezcas libro para descargar gratis en formato epub, mobi y pdf. Baja todos los libros de Leire Milanesi para tu Kindle o ...

  • Que la vida te de todo lo que merezcas - Leire Milanesi - PDF ...

    https://www.debeleer.com/que-la-vida-te-de-todo-lo-que-merezcas-leire-milanesi/

    Toda la escena parece sacada de una mala película americana. David cuelga de su propia corbata atada a la lámpara y las zapatillas se le han caído al suelo ...

  • Descargar Que La Vida Te De Todo Lo Que Merezcas - Libros ...

    https://librospdfgratismundo.com/que-la-vida-te-de-todo-lo-que-merezcas-leire-milanesi-2020/

    Descargar Que la vida te de todo lo que merez PDF - EPUB Gratis ✓ Descarga Directa del libro Que la vida te de todo lo que merezcas - Leire Milanesi (2020)

  • Xoel López – Todo Lo Que Merezcas Lyrics - Genius

    https://genius.com/Xoel-lopez-todo-lo-que-merezcas-lyrics

    Todo Lo Que Merezcas Lyrics: Que la vida te de / Todo lo que merezcas / Y que recojas un día / Lo que sembraste ayer / Al menos por un instante / Se haga ...

  • Fuerteventura de Alberto Vazquez-figueroa

    https://gigalibros.com/fuerteventura.html

    Alberto Vazquez-Figueroa vuelve a la novela de aventuras con una historia trepidante basada en hechos reales ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial.

  • Campanita, la decision de Samuel de Belgica Cortes Jimenez

    https://gigalibros.com/campanita-la-decision-de-samuel.html

    Hace cuatro anos que Samuel Hardy estudia pedagogia en Historia en la PUCV, no solamente es considerado uno de los mas inteligentes de la carrera, sino que es uno de los mas atractivos de su generacion con su atletico fisico, largo cabello rubio e intensa mirada verde. Aunque es un chico relajado y casanova dentro de sus conocidos, nadie sabe realmente que sus pensamientos estan posados en Ginevra Jones, la enigmatica chica considerada la Reina del Hielo dentro de sus companeros.
    Descubre si Samuel es capaz de seguir con la travesia de conocerla, y si es que logra decidir avanzar adelante con su vida luego de conocer a la verdadera Campanita.

  • El fin de la historia de Luis Sepulveda

    https://gigalibros.com/el-fin-de-la-historia.html

    Juan Belmonte vive en el sur de Chile, frente al mar, llevando una vida sencilla y casi anonima, acompanado de algun amigo insobornable y de sus recuerdos de viejo guerrillero que ha trabajado tambien como agente y ha aceptado encargos de algunos de sus viejos mandos. Despues de dar con las monedas de oro que evadieron unos nazis de la prision de Spandau, Juan Belmonte recibe una llamada: debe localizar a los que quieren rescatar a un preso en el Chile de Bachelet. Se trata de un famoso torturador, descendiente de cosacos, que sabe mucho sobre quienes apoyaron la dictadura de Pinochet y lo protegieron durante este periodo. Pese a sus contactos, Juan Belmonte nunca se ha jugado tanto la piel. El fin de la Historia revalida a Luis Sepulveda como un gran narrador, experto y agil, capaz no solo de trazar una peripecia pegada a la actualidad, sino de desplegar ante el lector sus conexiones historicas con la Revolucion rusa y con el ejercito de cosacos, que juraron un odio anticomunista feroz.

  • El tesoro mas preciado de Rangel M. Bellerose

    https://gigalibros.com/el-tesoro-mas-preciado.html

    U CAPITULO 1 Presencia del Reino no de los mas bellos parajes de todo el Reino, en la provincia de Paris alla por el ano 955 D.C., bajo el dominio de Hugo el grande, fue testigo de una de las mas bellas historias de amor jamas contadas. En aquella epoca de numerosos conflictos, entre casas feudales, por hacerse con el trono de todo el territorio de los franco, en la zona occidental de lo que hoy es Francia, la casa de los Robertinos disputaban los demas territorios a traves de Hugo, el cual alcanzo la corona anos mas tarde entregandosela a su hijo, Hugo Capeto. Pero no adelantemos acontecimientos; por aquella fecha los valles de Paris eran prosperos, con grandes recursos para sustentar a su poblacion, en la aldea hacia el Oeste, junto a la orilla del rio Sena, vivia yo a mis veinte anos y trabajaba la tierra para el noble de la aldea, siempre con un gran optimismo a pesar de mi pobreza. Acabando el trabajo, siempre me dirigia de inmediato a mi casa, para seguir colaborando en ella; al caer la noche mi madre sabia que pronto entraria por la puerta de su humilde vivienda. Mis dos hermanas pequenas no desatendian a Marie, mi madre, pero los quehaceres en la construccion o reparacion de la choza recaian sobre mi, era huerfano de padre, como casi todos en aquella epoca, y las pocas horas nocturnas de las que disponia en las noches, siempre trataba de dar confort a mi familia. --Regis… ?cielo no deberias acostarte ya?--, me dijo mi madre. La oscuridad de la noche hacia ya tiempo que envolvia la aldea, apenas unos sonidos de la naturaleza rompian el silencio, no disponia de suficiente tiempo para que mi familia viviera en las mejores condiciones posibles, --acuestate tu… quiero terminar la cama de Amabel, no puedo posponerlo mas tiempo. --Ella no tiene que levantarse antes que el alba, piensa un poco en ti--, insistia ella. Una mujer fuerte y luchadora, bella hasta decir basta o al menos lo era para mi, su delgadez y pelo negro resaltaban sus verdes ojos, su tez blanca como la de todos en la aldea mostraba una piel aterciopelada; en verdad no era mi verdadera madre, yo fui acogido por esta familia cuando era un bebe, justo antes de que mi hermana naciera, si yo la llamo hermana aunque no fuera de sangre, lo era de familia. --No puedo ver a Amabel durmiendo en el suelo… dejame terminarla y luego me acuesto--, le dije.--Esta bien, pero no dejes que te alumbre el sol sin dormir nada. Amabel era mi hermana pequena, con quince anos era ya una mujer, comenzaba a atender las necesidades del hogar, ayudando en todo lo que podia a la familia, muy responsable y guapa, no podria describir cuanto la quiero, al igual que a mi madre y a mi otra hermana, Marian de dieciocho anos. El silencio atronador de aquella noche me inquietaba, ni los grillos emitian su particular ruido, tal vez fuera la presencia inminente de una tormenta o algo peor, lo cierto es que sali al exterior de mi pequena carpinteria, y vi en el cielo una luz extrana, no era la tipica de la luna reflejada en las nubes, mas bien una luz que iluminaba el suelo, que llenaba mi alma de paz, de tranquilidad, quede exhorto durante un buen tiempo hasta que desaparecio. No sabria explicar con exactitud lo visto, pero desde esa noche mis miedos abandonaron mi cuerpo, yo era alegre desde siempre, pero aquella luz en la mas profunda oscuridad me alento a ver con esperanzas el futuro. Antes del amanecer, el cielo se derrumbaba en forma de agua, una tormenta oscurecia al poderoso astro, para mi era una bendicion dado que no se podia trabajar el campo, no para resguardarnos del temporal, sino para no danar los cultivos. Unicamente encontraba descanso en esos dias grises de lluvia, en esos dias grises de tormenta, aunque debia trabajar en la carpinteria para Melendo, el noble de la casa de nuestra comarca. Cuando el alba despertaba a los gallos, era la hora de continuar el trabajo, el techo de mi carpinteria no aguantaria mucho tiempo el torrencial que caia, pero eso no detuvo a Amabel para visitarme y traerme el desayuno, lo cual agradeci, ya no solo por el acto sino por verla tan risuena y encantadora, hasta aquella luz en la noche, su bella sonrisa era mi mayor motivacion para no descansar. --Gracias por la cama--, me dijo. --Gracias a ti por el desayuno… esta noche quiero dejartela montada, espero que estes mas comoda. --Seguro que si, me gusta mucho verte trabajar la madera. --Es bonito ver lo que los troncos esconden en su interior… algun dia, cuando crezcas te ensenare a trabajarla. --Por mi bien--, dijo. Se sento sobre la estropeada mesa mientras yo comia. --?Y Marian?… ?esta ayudando a mama? --Si, tiene que hacerlo para poder ver despues a su novio… sino mama no la deja ir por agua. --Hoy le va a ser dificil ir al rio por agua, con la que esta cayendo. --?Crees que no va a ir?… el amor puede con una mojada y mas--, me dijo con su sonrisa picara. Amabel era una joven muy parecida a Marie, ella tenia el pelo rubio, pero si no fuera por eso serian identicas, sin embargo, Marian era una chica mas parecida a su padre, morena y ojos miel, con un bello rostro que ya enamoraba a muchos jovenes. --Las chicas os volveis locas por ese amor… a ver si tu no eres tan caprichosa. --Los chicos no me van a hacer que haga tantas tonterias. --Ja, ja, eso tengo que verlo--, le dije. Estuvo a mi lado un buen rato, pero a la hora de comer ya estaba en casa, las tres lo estaban preparando el caldo que nos alimentaba cada dia. Al entrar en la humilde vivienda encontre a Marian molesta con mama, --?que te pasa? --Parece ser que hoy no puedo ir al rio… ya ni llueve. --Le he pedido que se quede en casa hoy que esta la tarde tan mala, no quiero que salga, esta lloviendo y pronto no habra luz--, me contesto Marie. En el comedor solo habia una mesa de madera, sillas y al fondo la cocina de lena, la cual nos servia para calentarnos en los dias frios, --no te preocupes que yo la acompano, no temas que no le va a pasar nada. --?De verdad?… ?me vas a acompanar?--, salto Marian con una sonrisa. --Si, pero otros dias no me digas que no quieres ir cuando te mande mama. --No se la necesidad que tiene de salir en un dia tan malo--, dijo Marie. --?Tu nunca has estado enamorada?--, solto Amabel mientras comia. El alimento no sustentaba demasiado, pero al menos estaba caliente. --El amor no es como os creeis… pensamos que todo cambiara a mejor al casaros, pero solo cambia la casa donde viviras… poco mas--, dijo mama. Yo solo escuchaba la conversacion que mantenian, no me gustaba mucho hablar de esas cosas. --Papa murio muy pronto, pero si estuviera aqui, ?no te alegraria? --Solo digo que el matrimonio os traera unas consecuencias que os marcara la vida--, expuso la madre. --Ya vas a contarnos otra vez lo de la primera noche… yo no quiero saber de eso--, dijo la mayor. --Pues si piensas casarte tendras que saber de eso. --Dejalo ya mama… ella ya sabe lo que acarrea el matrimonio--, le dije al ver apenada a Marian y Amabel. Al caer la tarde, acompane a mi hermana al rio con la intencion de encontrarse con Mercero, el joven que pretendia a Marian, la llovizna no les impedia mantener la unica ilusion de sus vidas, lo unico que en esos momentos les dejaba descansar en las noches, el amor. Con mi capa me resguarde bajo un frondoso arbol, la luz abandonaba el lugar despacio, pero sin pausa, al fondo las siluetas de los enamorados me mostraban su comportamiento, una conversacion que animaba sus corazones, ese joven llevaba tiempo detras de mi hermana hasta conseguir su proposito, yo estaba muy tranquilo, le conocia desde pequeno y era un buen amigo. En aquel instante pensaba en lo pronto que Marian abandonaria el nido, lo pronto que buscaria su futuro junto a Mercero; la rafaga de viento me incomodaba y la fina lluvia mojaba mi cara, que triste era pensar en lo poco que valia una persona y en lo poco que valia una mujer, con lo amable que era, simpatica y carinosa, no podia entender que derecho tenia el noble sobre su cuerpo, acepto que seamos usados para trabajar y poco mas, pero llegar mas lejos de eso ya no era comprensible, pero aceptado entre la poblacion. Ademas, si mas de uno habia desaparecido y a nadie le importaba, que importancia tenia pasar la noche de la boda con el noble. --Ya podemos irnos--, me dijo Marian. Ni me habia dado cuenta de que se estaba acercando a mi, por unos momentos les habia perdido la vista, la mente se me fue hasta aquellos apenados pensamientos. De camino a casa mi hermana me contaba con ilusion todo lo que habia hablado con Mercero, para mi lo unico importante era la cara de Marian, su felicidad se reflejaba en su rostro, su sonrisa bajo la fina lluvia, su pelo mojado al igual que su unico vestido, la miraba y solo pensaba en cuanto daria para que nunca tuviera que pasar por ninguna mala experiencia, --me alegro que estes contenta… ?de verdad planeais casaros? --Tengo muchas ganas, el me quiere y yo a el… no quiero esperar mas tiempo… tengo muchas ganas de estar con el. --Modera ese vocabulario… no me expliques nada. --?Y tu no piensas en buscar a nadie?… se te va a pasar la edad--, me dijo. La noche ya no dejaba ver el camino, debiamos andar por inercia, sabiendo donde poniamos los pies. --No quiero enamorarme… no puedo pensar en...--, decia cuando me interrumpio. --No lo digas… ese paso lo pasamos las mujeres sin pensar en ello… no formara parte de mis recuerdos. --Eso espero… te deseo lo mejor--, le dije. Se detuvo y me miro en la oscuridad, al instante se acerco a mi y me abrazo, todo su cuerpo temblaba por el frio, pero eso no la detenia, luego busco mi mirada y me dijo, --siempre has demostrado ser el mejor hermano del mundo… vivire al otro lado de la calle… no me voy a ir lejos. --Lo se, y eso me alegra profundamente... no conozco otra vida que junto a vosotras tres, te quiero y quiero tu felicidad. Aquella mirada me produjo escalofrios, no solo por la mala noche, era la mirada de la bondad, del amor mas sincero, de todo lo que podia desear en aquellos momentos. Seguimos andando hasta llegar a la casa, no esperabamos encontrar en la aldea al sequito de Melendo, los caballeros se alumbraban con antorchas, no era costumbre salir en las noches sin un motivo importante; sobre el terrizo de las calles, los cascos de los caballos abandonaban la aldea entre rafagas de llama y viento. --?Que ha pasado?--, pregunte al vecino. --El rey, Hugo viene a la comarca y va a pasar por el camino de las piedras, Melendo ha comunicado que todos debemos estar en el camino para vitorear su paso. --?Para que viene?--, pregunte. --Eso no nos lo comunican… busca el apoyo de los feudos y las casas de nobles, ahora las guerras se ganan llenando las barrigas de los senores. --Ya… quien mas casas tenga mayor posibilidad de llegar al trono, bueno espero que no altere mucho la paz de la que ahora disfrutamos. --Tu padre dio su vida por ellos, y el mio, el de Marian y Amabel… no les importamos lo mas minimo… puedes ser su mejor guerrero que cuando pierdes la vida en la batalla, ni se acuerdan. --Nunca luchare por nadie, no pienso ir a la guerra por ellos… ojala no nos hagan elegir. --Tu vida es de ellos… y la de tu familia, no lo olvides--, me dijo. En gran parte llevaba razon, eso no iba a cambiar por mucho que lo desearamos, tal vez pudieramos conseguir algo con sus mismas armas, pero por el momento no. Al entra en casa, Marie estaba sentada en la silla frente al fuego, Amabel y Marian fueron a sus habitaciones, --?estas bien?

  • Caminos separados (Bombers & Devils 1) de Mimi G. Moliner

    https://gigalibros.com/caminos-separados-bombers-038-devils-1.html

    Mc/Dark Romance. #Hillstrandt1#.

  • Ya no quedan junglas adonde regresar de Carlos Augusto Casas

    https://gigalibros.com/ya-no-quedan-junglas-adonde-regresar.html

    Un viejo apodado <> espera semana tras semana la llegada del jueves. Es el dia en el que vera a Olga, una joven prostituta que despliega sus encantos de saldo en la calle Montera. Pero al viejo no le interesa el sexo. Durante el tiempo que pasan juntos, ambos abandonan las pequenas mezquindades de sus respectivas vidas para convertirse en otra mujer y otro hombre. Irreales y hermosos, como los suenos. Un dia Olga es brutalmente asesinada. Cuatro abogados son los sospechosos de haber cometido el crimen y el viejo decide que ya esta harto de que la vida le arrebate todo lo que ama. Ya no le queda nada, solo la venganza. Comienza a hacer planes para matarlos uno por uno. El hombre mas peligroso es aquel que no tiene nada que perder. porque ya lo ha perdido todo.

  • Iluminacion y fulgor nocturno de Carson Mccullers

    https://gigalibros.com/iluminacion-y-fulgor-nocturno.html

    Escrita al dictado meses antes de morir, esta impactante narracion contiene la segura, certera y deslumbrante capacidad poetica de los mas importantes escritos de McCullers. Con la espontaneidad de un soliloquio confidencial, la autora nos relata su infancia feliz en Georgia, las consecuencias de su precoz exito como escritora o su implicita bisexualidad. El rostro desconocido de la vida americana de la primera mitad del siglo XX, con la fuerza de una existencia contemporanea.

  • Vacaciones en el Caucaso de Maria Iordanidu

    https://gigalibros.com/vacaciones-en-el-caucaso.html

    En julio de 1914, cuando Ana partio de Constantinopla con destino a Rusia, dejo atras la digna Constantinopla del siglo pasado. La Constantinopla de su abuela y de su madre. La Constantinopla de los movimientos lentos de los cocheros y de los estibadores, y tambien del barrio europeo donde la sombra de las abuelas aun planeaba por encima de las cocinas con los braseros y las hachuelas de destazar. Aquella era la epoca en que la Virgen extendia su mano y paraba la lluvia cuando Loxandra hacia la colada. <>, decia Loxandra, y en Constantinopla ese dia no caia ni una gota de lluvia. En agosto de 1920, cuando Ana volvio de Rusia, paso del medievo al siglo XX de un solo salto. La plaza de Karakoy estaba abarrotada de militares ingleses y franceses, de soldados griegos, de refugiados rusos, de judios, levantinos[1] y griegos que habian amasado su fortuna recientemente. Los estibadores y los arabadzides habian desaparecido... Ahora circulaban... !automoviles! En las angostas callejuelas de Galata, los camiones del ejercito frances bocineaban hasta dejarte sordo y eran capaces de matar a la gente con tal de rebasar a los vehiculos ingleses que corrian como omnipotentes angeles del cielo... !Ay de los derrotados! Nous avons gagne la guerre..., cantaba la Madelon de la victoire[2] invitando a cervezas en los bares y en los grill rooms que habian proliferado por todos lados como champinones. Ya ni en la confiteria de Retzepis se podia entrar porque frente a su puerta habia apilados un monton de barriles de cerveza vacios. Uno que se parecia al gobernador general de la provincia de Astracan deambulaba por el puente de Galata con una bandeja en las manos vendiendo pirozhki. Tres Johnnies ebrios, frente a la panaderia de Karakoy, querian golpear al bugatsero porque no vendia whisky. Los organillos, con banderitas griegas clavadas entre las flores de papel que enmarcaban el retrato de Pulu, tocaban melodias patrioticas como <>.[3] !Fotografias de Elefterios Venizelos en los cafes![4] Y por doquier, la gente entonaba al unisono el largo camino a Tipperary...[5] En Pera,[6] ahi donde esta el hotel Londres, era imposible pasar, porque una decena de soldaditos jovenes se habia puesto a media calle a bailar un kalamatianos. Y en la avenida principal el transito estaba detenido porque los escoceses, ataviados con pieles de leopardo, desfilaban tocando sus gaitas y golpeando sus tambores. El hotel Tokatlian daba la impresion de un cadaver hinchado que acabo por reventar. Frente a sus puertas pululaba un hervidero de gusanos: empresarios, agentes extranjeros, traficantes de droga, proxenetas y prostitutas de todos tipos. Un lujo desvergonzado, una juerga enloquecida, !un carnaval! La gran ramera de Babilonia, vestida de purpura y escarlata y adornada de oro, se paseaba por las calles de Pera y de Galata. Ochi chiorniye...[7] sonaba una y otra vez en los cafe-chantant. <>, cantaban las aristocratas rusas vendiendo sus ultimos diamantes para pagar el espumoso vino. Levantinas y judias de Avanos y Tahtakale llevaban velo y se hacian pasar por turcas, porque habia demanda de colorido local y las turcas de verdad se habian escondido. Un negro senegales del regimiento de Mac Mahon se comio la teta de una gran duquesa rusa. Y dos bailarinas del Bolshoi, de puro miedo, sufrieron convulsiones frente al Galatasaray.[8] A Ana le daba vueltas la cabeza. Arrastrando los pies, intentaba subir la cuesta de Akartsa preguntandose: <>. En lo que llegaba a Tatavla, cayo la noche. Las ventanas de las casas comenzaron a encenderse paulatinamente. Habia muchas puertas abiertas y gente sentada afuera, tomando el fresco. Algunos eran conocidos, pero nadie la reconocio. Como una sombra venida de otro mundo, Ana fue pasando frente a ellos, hasta que llego a la iglesia de San Demetrio y dio vuelta a la izquierda. Al cabo de muy poco fue a dar frente a la casa de la tia Agatho, donde estaba segura de encontrar a su mama. Miro hacia arriba, todo estaba oscuro. Se detuvo un momento, los dientes apretados, la frente perlada de sudor, <>. <>. Un gato se froto contra su pierna. Un gato gris. Un gato peludo como el Aslan que tenian. Como el As... !Aslan! --!Aslan! !Aslan!--exclamo Ana llorando--. Aslan querido, ?donde esta Dick? ?Donde esta nuestro perrito? ?Se murio? Una ventana del primer piso se abrio y se oyo un <>. Cuantos anos hacia que Ana no habia oido ese <> de la tia Agatho. Y segundos mas tarde la voz histerica de su mama: --!Me voy a volver loca! !Sostenedme! !La nina! Dos ventanas se iluminaron. Una puerta rechino. La escalera de arriba crujio. Porque asi era esa escalera, crujia. <>, penso Ana, y sabia que en cuanto alcanzaran el pie de la escalera, tropezarian con la mesita en la que esta el jarron chino y comenzarian a discutir. Lo dicho, ya empezaron. --Pero mujer, !que mania la tuya de poner esta mesita aqui! !Un dia nos vamos a matar! Y la tia Agatho: --Pero si su lugar es este, ?donde quieres que la ponga, Klio? El lugar de la mesita era ese, cerca de la escalera. El lugar del taburete pequeno, frente al sillon de terciopelo. Y cuando te sentabas en el canape, no tenias taburetito para los pies. Y es que en las casas, cada objeto tiene su lugar, porque cuando Dios hizo las mesitas y los taburetes y todo lo habido y por haber, lo coloco, en su inmensa sabiduria, tal y como luego lo encontraron las amas de casa en sus hogares. Y las amas de casa, todas, son iguales. Los zares pueden ser derrocados en Rusia, la faz de la tierra puede cambiar, pero a Varvara Vasilievna le sigue mortificando que caiga agua en su sillon de raso--ese sillon que unos dias despues seria lanzado por la ventana junto con sus otros muebles y acabaria, cojo, en la acera--. Y Praskovia Afanasievna, con tal de no perder ninguno de sus enseres domesticos, decidio quedarse en su casa, que estaba en la zona del fuego, y acabo quemandose viva. Lo mismo podria haberle ocurrido a la tia Agatho, y a su mama... Pero no, ahi estaban, tal como las dejo. --!Que no te me adelantes, te digo! Detras de la puerta discutian por quien cogeria primero la llave, quien levantaria primero la tranca. <>. <>. Algunas palabras resuenan como un semantron en el oido,[10] como una voz venida de otro mundo. De un mundo que ya no existe, y runrunean nostalgicas en el mundo que empieza. 2 El primer mundo de Ana habia sido el entorno festivo y hogareno de su casa constantinopolitana. Personas ahitas, de buen corazon, sencillas. Una fiesta ininterrumpida habia sido aquella primera vida suya, siempre pegada al delantal de su abuela Loxandra, y dentro de su cocina. ?Que necesidad tenia de los juguetes de pacotilla del Bon Marche si todo lo habido y por haber en su casa estaba a su disposicion? <>. !Que no harian! ?Abrir los atadijos de las telas y encontrar un trapito para coger las ollas calientes, o limpiar las rosas para hacer mermelada, o tenir los huevos y amasar la harina para los tsurekis de Pascua, o ir a Therapia[11] a felicitar al tio Kotsos que hoy celebra su santo? Cada ano en verano iban al campo, a Halki. Mas tarde, cuando la familia se instalo por un tiempo en el Pireo, ya no tenian necesidad de ir al campo porque su casa estaba sobre el mar, en Kastella. !Ah, que bonitos anos aquellos que Ana vivio en el Pireo! Aunque... ?y que me dices de los anos del colegio, cuando regresaron a vivir a Constantinopla? ?Eh? Esos anos fueron felices entre los mas felices. Tan felices que uno lamenta que hayan pasado. Otros tres anos asi de dichosos le quedaban a Ana por delante hasta terminar el colegio. Y luego se habria ido a estudiar a la universidad si no hubiera llegado aquella fatidica carta desde Batumi. La carta que partio su vida en dos. Por lo general, en su casa, una carta de Batumi era sinonimo de pelea, porque Ana estaba obligada a contestar. Y es que en Batumi vivia el hermano de su madre, el que las mantenia. --Que escribas, te digo--ordenaba Klio. Ana se sentaba con la pluma en la mano y dibujaba un gallito en el papel secante. --Ana, he dicho que escribas. --?Y que le digo? --Dile que le pides a Dios que nos reste dias de vida a nosotras para darselos a el. --!Y un cuerno! Y acto seguido comenzaba la pelea. Ana no era desagradecida y sabia muy bien que el tio Alekos, el que vivia en la Santa Rusia, era quien pagaba un monton de liras para que ella pudiera estudiar en el colegio; era quien antano --es decir, antes de que se casara con la tia Claude, que lo manejaba a su antojo--mandaba caviar y tambien iconos recubiertos de oro, y aquellas cucharitas y vasitos rusos banados en oro y con el aguila bicefala del zar estampada. <>, aprendio a decir Ana de su abuela, y al Paraiso se lo imaginaba ahi, en Rusia, donde todo era grande y abundante, donde todo era interminable, todo, incluso las horas. <>, le decia Loxandra al verdulero cuando este se demoraba. Ana veia al tio Alekos en aquel Paraiso ruso como a un dios. El dios terrible de Abraham y de Isaac, al que habia que cantar himnos con panderos y danzas, con laudes y flautas para ganarselo, porque aunque por un lado ofrecia la Tierra Prometida, por el otro no se lo pensaba mucho para pedir un sacrificio de sangre. Cada ano, cuando se acercaba septiembre, Ana lo pasaba fatal hasta que llegaba la noticia de que la matricula del colegio habia sido cubierta. En cuanto a la universidad, que le habian prometido para despues, Ana estaba dispuesta a hacer por ella todos los sacrificios del mundo. Si hubiera tenido el arpa de David o los cimbalos de Jerusalen, quiza habria podido producir el ruido necesario para expresar su agradecimiento, pero teniendo unicamente la pluma le era imposible. Y, por eso, siempre habia pleito. ?Que le podias escribir o que le podias decir a una persona a la que no habias visto mas de tres veces en tu vida y de la que corrias a esconderte debajo de alguna mesa o detras de algun ropero cada vez que aparecia? La ultima vez que ese tio habia ido a su casa habia traido con el a su mujer para que besara la mano de la abuela, es decir, de su madre, Loxandra. La mujer que el tio Alekos habia tomado por esposa se llamaba Claude y era francesa, una francesa muy delgada que entro en la casa como un huracan y la recorrio completita, por dentro y por fuera. Queria verlo todo, queria saberlo todo. Cuanto aceite se usaba para la comida, cuanto dinero se le pagaba a la sirvienta, por que vivian en esa casa situada en la calle principal de Pera y no se iban a vivir a una casa mas economica. Por que tenian animales. Los animales son portadores de microbios. Habia que deshacerse de ellos. A Aslan, el gato, que por aquel entonces tendria un ano, no le vieron el pelo durante todos los dias que duro la visita de la tia Claude. Se iba muy temprano por la manana y volvia muy tarde por la noche para guardarse bien guardadito en la cocina. A Dick, el perro de Ana, hubo que amarrarlo porque cada vez que veia a la tia Claude grunia. La abuela, que ya no salia de su recamara y que apenas oia, no se percato de nada de todo aquello. A sus noventa anos, ?que sentido tenia decirselo y mortificarla? En cuanto aquellos huespedes se fueron de la casa, el mundo entero respiro aliviado. <>, dijo la madre de Ana apenas cerrar la puerta detras de ellos. Y desde entonces el nombre de la nuera fue <>. El tio Alekos era <> y la culpa de todo la tenia <>. --Estas son maquinaciones de aquella--volvio a decir Klio en cuanto termino de leer la fatidica carta, y estaba a punto de romperla cuando Ana se la arrebato de las manos. Da vertigo pensar de que cosas tan pequenas depende la vida del hombre. Si Klio hubiese roto la carta aquel dia, !que distinta habria sido la vida de Ana! Pero ?quien iba a saber? <>, dicen. Y asi es. La carta era una invitacion a Ana para que hiciera un viajecito de placer a Rusia, un viajecito de un mes. Es decir, hasta que la escuela abriera sus puertas a principios de septiembre. Ana podria tomar rapidamente el Sicilia de la Lloyd Triestino, cuyo capitan era amigo de su tio Alekos. Su madre la embarcaria en Constantinopla y el capitan, personalmente, se la entregaria a la tia Claude en Batumi. La tia Claude, decia la carta, la estaba esperando para recorrer juntas el Caucaso y visitar a una pariente que vivia en el norte, en una ciudad llamada Stavropol.

  • Cada minuto cuenta de Kate L. Morgan

    https://gigalibros.com/cada-minuto-cuenta.html

    Completamente desnuda, y de espaldas sobre la cama, sentia los empujes de el sobre ella. El cuerpo musculoso brillaba por el sudor del esfuerzo. Percibia que le costaba respirar, pero Linda se mantenia ausente. No participaba del acto sexual que para ella se habia convertido en una pesada carga. En un intento de hacerla participe, el hombre la beso larga y profundamente, pero ella seguia pensando en irse, tenia que marcharse, y valoro hacer un viaje a Texas. Entonces noto que el se tensaba, se corria dentro de ella, y rodo hacia un lado para apartarse. Linda junto las piernas, pero no se cubrio con la sabana. Seguia callada mirando hacia el techo. --He disfrutado mucho --escucho que decia--. Aunque hoy no hayas estado perfecta. --Te dije que no tenia ganas --respondio con voz baja. Lo escucho suspirar, levantarse para ponerse los calzoncillos. Entonces Linda se giro, y se cubrio con la sabana. --Esta noche he preparado algo especial, confio que si te apetezca y que le pongas ganas. Desde hacia varios meses, Linda no sentia deseo sexual sino un agobio que la asfixiaba. Sentia la necesidad de huir, de marcharse. --No --respondio seca. --?Que has dicho? --el, se quedo plantado frente a ella. --No habra una proxima vez, he decidido marcharme. El hombre clavo la mirada en la figura de ella recostada en la cama, y no supo si hablaba en serio. --Se acabara cuando yo lo decida --sentencio. Ella habia tomado una decision. --Visitare a mi tia --le explico--. Hare un viaje a Texas. El hombre se tomo la informacion como una pausa en la vida sexual de ambos, y no como una ruptura definitiva. --?Te quedaras mucho tiempo? --quiso saber. --El que sea necesario. Ella lo miro, y no sintio nada. Simplemente ya no le provocaba nada. --?Por que pienso que me mientes? Lo de visitar a tu tia es una excusa. ?verdad? --No --contesto firme--. Pero mis sentimientos han cambiado --le explico con gesto cansado. --El sexo no tiene fecha de caducidad --le aclaro el. --Para mi si. --?Tratas de decirme que no ya no deseas esto como antes? Ella no tuvo ni que pensarlo. --Tengo que ser sincera contigo, conmigo, porque ya no siento por ti lo mismo que en el pasado. Ella se lo habia dicho semanas atras, pero el habia hecho caso omiso. Linda Sheridan era una mujer unica, especial, pero muy complicada. Acostada en la cama, y completamente, desnuda parecia que habia perdido el rumbo. --?Necesitas tiempo? --le pregunto--. Creo que estas confundida. El, se habia puesto ya los pantalones y la camisa. --No necesito tiempo --respondio suave. Ahora lo escucho blasfemar. --Sabes que siempre te he deseado. Si, el se lo habia dicho en infinidad de veces durante todos los meses que habian estado juntos, pero ella ya no queria estar con el. Se habia dado cuenta de que necesitaba irse, escapar de su control. --Pero yo he cambiado, y ya no quiero seguir contigo. No fue dura, no fue vengativa al decirlo, simplemente estaba constatando una verdad ineludible. Linda queria romper la relacion con el, y no se iba a ir por las ramas. El hombre tomo el resto de sus pertenencias que estaban sobre la mesilla, y se planto frente a ella. Linda se sento sobre la cama, y lo miro atenta. --Te dare un tiempo para que lo pienses, y luego volveras aqui. No le hacia falta que le diera tiempo porque ella habia tomado una decision. Ya no sentia placer cuando tenian sexo. Y esa falta de placer retroalimentaba su bajo o nulo deseo de corresponderle. Lo que sentia por Larry, estaba muerto. --Cuando regrese a Nueva York --le dijo de pronto--, no te vere mas porque no querre saber nada mas sobre ti --su sinceridad aplastante no le gusto a el en absoluto. --No voy a permitirlo --le advirtio--. Y recuerda que esta noche he preparado algo muy especial e inolvidable. Confio que no te retrases en el trabajo, te tendre preparado un coctel de esos que te gustan tanto. Linda desvio la mirada hacia los cristales de la habitacion esperando que se marchara, y el lo hizo en silencio. CAPITULO 1 Lake Tawakoni, Dallas, Texas Lo que veian sus ojos no se parecia en nada a Nueva York. La geografia de Texas era muy diferente. Con un variado y rico territorio, Texas tenia zonas escasamente pobladas en las que la naturaleza y las actividades agricolas eran dominantes, pero tambien era una metropolis internacional. Texas era la zona de transicion entre las llanuras del Este y las montanas del Oeste. A Linda le sorprendio la vegetacion similar a la de Luisiana, y sobre todo el clima. Con un suspiro largo, admitio que se habia equivocado de ruta. Aparco el jeep a un lado de la estrecha carretera de montana, aunque tuvo la precaucion de encender los intermitentes. Tomo el mapa del asiento del acompanante y lo desplego sobre el volante. Por las indicaciones de la carretera que seguia, debia de estar en algun punto medio entre las poblaciones de Emory y Wills Point. Ella iba en direccion a Grenville, y tenia que coger la carretera comarcal en antes de llegar a Royse City, pero estaba perdida, o eso al menos creia. Miro el reloj de su muneca. El sol estaba bajo, y oscureceria pronto. A Linda no le hacia nada de gracia estar perdida en un lugar desconocido. Busco en el interior de su bolso el movil pues tenia que llamar a su tia para que no se preocupara porque llevaba ya dos horas de retraso, habia salido pronto de Buro, pero habia encontrado mucho trafico por la autovia. Cuando marco el numero se dio cuenta de que no habia senal. Se dijo que todo empeoraba. Salio del coche con el movil en la mano buscando un punto alto donde pudiera tener un minimo de cobertura. Camino unos pasos carretera arriba y llego a una propiedad en ruinas que estaba frente a una arboleda. Curiosamente al movil le llego una senal debil de cobertura, pulso el boton de llamada, y espero a que su tia respondiera. --Hola, soy yo --al otro lado de la linea se escuchaba el tono de una mujer preocupada--. Creo que me he perdido. Linda escucho en silencio las preguntas que su tia Laura le formulaba al telefono. --Si, he dejado la estatal atras. Me he desviado en Emory. Si, pero no he llegado. Estoy en la 276 --continuo escuchando las preguntas de su tia con total atencion. Los primeros dias de octubre seguias siendo templados en Texas, como fuera del coche no hacia falta chaqueta, ni se habia dado cuenta de que no la llevaba puesta. --No, ya te he dicho que no estoy en la carretera estatal --siguio explicando de forma paciente --. He cogido una desviacion con senalizacion a Quinlan, pero ahora estoy en una carretera secundaria muy cerca de un lago. Linda hizo un giro de ciento ochenta grados para observar el entorno. --Tengo poca cobertura al lado de esta casa antigua en ruinas... ?Que te la describa? Tiene un cartel... si, espera. Linda utilizo la manga del fino jersey para limpiar la placa oxidada y llena de telaranas. Habia muchas ramas apiladas en el suelo. --Creo que pone King Mountain o algo asi --Linda se mantuvo en silencio mientras escuchaba a su tia--. ?Ya sabes donde estoy? !Que alegria! ?Que tengo que volver por…? Su tia Laura le estaba dando indicaciones de como volver de nuevo hacia la carretera estatal y seguir en direccion a Grenville. --Vale, si, entiendo. Nuevamente guardo silencio escuchando las indicaciones. --?Que me esperas en el motel del cruce? Si dices que estoy tan cerca creo que no tardare mas de treinta minutos. ?Que tu tardas un poco mas? De acuerdo. Bien, nos vemos.

  • La princesa de marmol y cristal de Malenka Ramos

    https://gigalibros.com/la-princesa-de-marmol-y-cristal.html

    Samuel Ross es un escritor y psiquiatra conocido por sus estudios sobre la conducta criminal. Tras una noche de borrachera es testigo de la muerte de Arturo Coelho, socio del empresario Markus Pastrana, investigado por trafico de armas, malversacion de fondos y la desaparicion de varias mujeres jovenes. Todo aquello lo recuerda como un sueno, retazos en su cerebro sin orden alguno hasta que una semana despues recibe una carta. Salome, la joven que acabo con la vida de aquel hombre, le recuerda en sus letras cada minuto de aquella noche atroz y le pide un favor; su ayuda. Esa misma noche Salome aparece en casa de Samuel. Necesita contarle su historia, confesar las razones que le llevan a toda esa locura.
    Una historia sobre el amor, sobre dolor, sobre la crueldad mas inhumana por la que una joven puede pasar. Una historia que se anuncia tragica y que cambiara la vida de su protagonista para siempre. Porque en esta historia... Nada es lo que parece.

  • Las Palabras y los Mitos de Isaac Asimov

    https://gigalibros.com/las-palabras-y-los-mitos.html

    Las informaciones y comentarios de este ameno e instructivo ensayo conducen al lector por los vericuetos de la creacion mitologica griega como si se tratase de una novela de aventuras, comentando la poderosa influencia que los mitos han ejercido en la genesis y evolucion del pensamiento humano, con particular enfasis en la formacion de las principales lenguas que se hablan en el mundo.

  • Hija unica, Anna Snoekstra de Anna Snoekstra

    https://gigalibros.com/hija-unica-anna-snoekstra.html

    Tu casa puede ser el lugar mas peligroso del mundo.

  • Ligeros Libertinajes Sabaticos de Mercedes Abad

    https://gigalibros.com/ligeros-libertinajes-sabaticos.html

    Ligeros libertinajes sabaticos reune todos los requisitos que pueden satisfacer tanto al mas refinado erotomano como al lector que comience a iniciarse en el campo de la literatura erotica... He aqui una serie de historias rebosantes de imaginacion, llenas de sugerencias mas o menos veladas y, por encima de todo, llenas de deseo en el mas carnal de los sentidos. Sin perder un apice de su eficacia erotica, cada uno de estos relatos contiene un barniz de ironia que les hace apelar no solo a la sensualidad sino tambien a la inteligencia y al sentido del humor del lector.

  • La muneca desnuda de Mercedes Gascon Bernal

    https://gigalibros.com/la-muneca-desnuda.html

    Acuciado por la crisis y obsesionado por proteger a su hija Laura, el arquitecto Mario Puigvert encuentra una solucion inaudita a su desesperada situacion economica. Decide dedicarse a algo que nunca jamas hubiera imaginado: trabajar como acompanante de mujeres.

  • Que estas mirando de Carolina Ortigosa

    https://gigalibros.com/que-estas-mirando.html

    Luna Garcia estaba mirando por la ventana con gesto aburrido, cuando alguien llamo su atencion. Le costo varios minutos reaccionar. Estaba tan ensimismada en sus recuerdos, que ni siquiera se percato de que su jefa la observaba con preocupacion y su tono de voz no podia ocultar cierto tono reprobatorio. Desde que empezo a trabajar en la inmobiliaria, la relacion con Belinda y Fabian, duenos de la agencia y tambien padres de su mejor amiga, habian sido como unos segundos padres para ella. No es que no lo fueran antes, pues ella y Tania Sanchez se conocian desde que eran ninas; pero la relacion se habia estrechado aun mas desde que se veian cada dia. Luna tuvo sus dudas en un principio... ya se sabe, la confianza a veces es demasiado... pero no fue el caso. Eran como una segunda familia sin contar con la abuela Aurora. Madre de su madre, la habia criado desde que sus padres fallecieran en un incendio que arraso su hogar cuando ella apenas era una adolescente. Ahora a sus veintiseis anos, habia pasado por algo parecido. Igualmente traumatico, ya que su novio, con el que llevaba saliendo dos anos, habia sufrido un accidente al saltar desde unas rocas en el mar. Aunque todo apunto al principio a que se recuperaria, no sobrevivio y Luna llevaba sin ir a la playa desde entonces. Tampoco habia vuelto a salir con nadie, a pesar de que desde la muerte de Hugo ya habian pasado mas de once meses. De hecho, en dos semanas seria el aniversario del fatidico dia y por eso su mente divagaba con mas frecuencia de lo normal. No era nada extrano porque habia estado muy enamorada. Conocio a Hugo Vidal en una discoteca y congeniaron de inmediato, era de esas personas que caen bien a todo el mundo, atractivo y muy divertido. Desde que le puso los ojos encima, estuvo segura de que ese chico era para ella, y como solo se llevaban unos meses, pues tambien tenian en comun muchas cosas, como las ganas de salir y pasarlo bien, sin pensar demasiado en el futuro. Hugo era demasiado temerario para el gusto de Luna, pero siempre le gusto esa faceta de su personalidad. No le temia a nada y aunque eso le hacia ser tan especial, tambien fue su perdicion. Le apenaba recordar que ese fin de semana habian discutido porque ella pensaba que se estaba pasando con tanta aventura. El le espeto de malos modos que era su manera de ser, le gustaba la adrenalina y sin ella no pensaba vivir. Muy a su pesar, se dio cuenta de que Hugo podria vivir perfectamente sin ella, pero no sin sus actividades de alto riesgo. Sin embargo, como siempre, se habia resignado y se despidio con un <> sin mucho sentimiento. El ni siquiera respondio. Detestaban discutir y cuando eso sucedia, a menudo Hugo se iba durante dias para que el ambiente se relajara entre ellos. Asi funcionaba el la mayoria del tiempo.

  • Lo bueno del amor [LGBTI] de

    https://gigalibros.com/lo-bueno-del-amor-lgbti.html

    Esta es la historia de una chica que conoce a un chico, se enamora y acaban juntos.
    O no.
    Porque en realidad Molly Peskin-Suso ha vivido 26 enamoramientos no correspondidos. Como siempre le reprocha su hermana Cassie, al final nunca hace nada por su miedo al rechazo.
    Y ahora Cassie acaba de empezar a salir con una chica y Molly se siente mas sola que nunca. Bueno, excepto por Will, el encantador pelirrojo que esta sorprendentemente interesado en ella. Y su nuevo companero Reid, mas comodo con los personajes de Tolkien que con la gente en general. Con el es muy facil hablar porque jamas podria llegar a gustarle.
    ?Verdad?

  • Asuntos ocultos (eLit 2) de Maggie Price

    https://gigalibros.com/asuntos-ocultos-elit-2.html

    La sargento Carrie McCall iba a romper la primera norma del cuerpo, pues tenia la mision de investigar al sargento Lincoln Reilly. A pesar de su brillante historial, habia pruebas circunstanciales que sugerian que Reilly mataba a delincuentes ya absueltos con la frialdad del peor asesino.

  • En el calor de tus brazos de Lori Foster

    https://gigalibros.com/en-el-calor-de-tus-brazos.html

    Un prometedor luchador de artes marciales mixtas queria algo mas que una noche con una mujer que huia de su pasado.

  • Despertar en tus brazos, Cathryn de Bourgh de Cathryn De Bourgh

    https://gigalibros.com/despertar-en-tus-brazos-cathryn-de-bourgh.html

  • Asesina otra vez (Los casos de Marina Altamirano 3) de Mar P. Zabala

    https://gigalibros.com/asesina-otra-vez-los-casos-de-marina-altamirano-3.html

    Tercera entrega de la trilogia negra <>.

  • El susurro de la acuarela (La luz de la sombra 1) de Sofia Ortega Medina

    https://gigalibros.com/el-susurro-de-la-acuarela-la-luz-de-la-sombra-1.html

    La furiosa tormenta ahogaba los llantos y los gemidos desconsolados de las numerosas personas que habian asistido al entierro.

  • Reflejos de justicia (El reflejo de la injusticia 2) de Hector Bueno Martin

    https://gigalibros.com/reflejos-de-justicia-el-reflejo-de-la-injusticia-2.html

    LA ESPERADA SECUELA DE "EL REFLEJO DE LA INJUSTICIA" Tras la aparicion de un secreto familiar oculto, J.C. tratara de buscar justicia por la muerte de sus padres a manos de la organizacion "5 Senadores", un grupo que trabaja a la sombra del gobierno por su propio beneficio. Sin embargo, sus actos solo encenderan la mecha de una ira mas temible: la venganza de Lucio Tanjamino. Marel Marno volvera a enfundarse la mascara de nuevo para reflejar la injusticia que oscurecera sus vidas. El bilbilitano Hector Bueno continua la saga iniciada con "El Reflejo de la Injusticia", una historia de la busqueda utopica de un mundo justo en una sociedad injusta. Su otra novela, "Proyecto Tempus", sigue liderando los primeros puestos de ciencia ficcion en Amazon.

  • El arte del fuego de Daniel Hume

    https://gigalibros.com/el-arte-del-fuego.html

  • Proxima estacion, Atenas de Petros Markaris

    https://gigalibros.com/proxima-estacion-atenas.html

    En su serie de novelas policiacas, Petros Markaris envia siempre al comisario Kostas Jaritos a investigar por el laberinto de Atenas, al principio en su Mirafiori, luego en su Seat y ultimamente, debido a la crisis, en autobus. Ahora, el autor se lleva al lector consigo y lo acompana por la ciudad, siguiendo la
    linea mas antigua de metro de la capital griega. Es un viaje por todos los estratos sociales: desde la ciudad portuaria del Pireo hasta el centro, y de alli, a traves de los barrios mas pobres, a la noble Kifisia. Como en una maquina del tiempo, el pasajero viaja a la Antiguedad, a pleno siglo xix y al presente; y si
    quiere huir del ajetreo, encuentra, bajo la guia experta de Markaris, rincones escondidos donde el tiempo parece suspendido.

  • El taller de libros prohibidos de Olalla Garcia

    https://gigalibros.com/el-taller-de-libros-prohibidos.html

    Un thriller historico ambientado en el fascinante mundo del libro en el siglo XVI.

  • La casa entre los cactus, Paul Pen de Paul Pen

    https://gigalibros.com/la-casa-entre-los-cactus-paul-pen.html

    El autor espanol de exito internacional, Paul Pen, regresa con un inquietante thriller psicologico.

  • Pequenas dosis de amor. Relatos de Noni Garcia

    https://gigalibros.com/pequenas-dosis-de-amor-relatos.html

    Recopilacion de relatos escritos a lo largo de los ultimos seis anos.
    Porque la vida, como el amor verdadero, esta hecha de pequenas dosis.
    1. Un cafe y un beso
    2. No me tientes
    3. Ano nuevo, vida nueva
    4. Se que aun me amas
    5. Por que, Zeno, por que
    6. Entre dos mares
    7. ?Bailamos?
    8. Algo mas que un verano
    9. Sin mascaras

  • De Dublin a Nueva York de Maeve Brennan

    https://gigalibros.com/de-dublin-a-nueva-york.html

    Lo mejor de una autora inmensa, admirada por William Maxwell, Alice Munro, John Updike o Edna O’Brien.

  • Podrias hacerlo mejor de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/podrias-hacerlo-mejor.html

    Meredith, sentada en el banco del parque, revisaba el periodico buscando algun casting que fuera con ella. Gruno tachando el de payaso de fiesta. Estaba harta de actuar en fiestas infantiles. Empezaba a tener autenticas pesadillas con ninos chillones, que la seguian corriendo con esos globos largos en sus sucias manitas por las golosinas, para acorralarla y golpearla con ellos, hasta que la tiraban al suelo mientras ella pedia ayuda a las madres que sonrien indulgentes, las muy brujas. Siguio leyendo los anuncios, dispuesta a meterse a camarera para pagar el alquiler de su cochambroso piso. Se ajusto el gorro de lana y redondeo un anuncio para un restaurante de cocina rapida del centro. Miro su reloj de pulsera de plastico violeta porque no podia llamar hasta las cinco. Todavia quedaba una hora. Siguio mirando y un anuncio le llamo la atencion. "Se necesita mujer joven, refinada, de conversacion inteligente, estudios superiores y buena presencia para trabajo temporal. Bien pagado. Abstenerse ex presidiarias, personas bajo tratamiento psiquiatrico, embarazadas, casadas o mujeres con hijos." Meredith se echo a reir. Menudo chiflado el que habia puesto ese anuncio. Aunque ella cumplia todos los requisitos. Era joven. Vamos, tenia veintiseis anos, asi que entraba en esa categoria. Y era refinada. Su conversacion era la leche, asi que con ella no se iban a aburrir. Podia hablar por los codos si hacia falta. Ademas, tenia estudios superiores en arte dramatico. Sus cuatro anos le habia costado de hacer de mimo moviendo las manos de un lado a otro, aparentando estar metida en una punetera caja invisible. Tenia buena presencia. Se toco sus rizos pelirrojos bajo el gorro que necesitaban un corte, pero se llevaban las melenas, asi que estaba a la moda. No era ex presidiaria. Salvo una vez que la detuvieron por escandalo publico cuando se levanto la camiseta mostrando los pechos en una manifestacion, su expediente era impecable. Eso no podia considerarse ser ex presidiaria, ?o si? Habia dormido una noche en la carcel, pero la habian soltado cuando su foto salio en la prensa al dia siguiente en primera pagina del Times. No estaba en tratamiento de ningun tipo, salvo las vitaminas que se tomaba todas las mananas. No estaba embarazada, entre otras cosas porque no se acostaba con nadie desde tres anos antes. Se le erizaba el cabello de la nuca solo de pensarlo, recordando a los ninos de sus pesadillas.

  • San Francisco de Asis de G. K. Chesterton

    https://gigalibros.com/san-francisco-de-asis.html

    Esta biografia es, sin duda, uno de los mejores relatos breves escritos por Chesterton: <>.

  • Un instante eterno de Yolanda Revuelta

    https://gigalibros.com/un-instante-eterno.html

    Cuando Grace Morales llega al rancho, en Aspen, despues de recibir la peor noticia de su vida se percata de que tiene que pasar pagina lo antes posible si quiere dejar atras su pasado y hacer frente a su inminente presente. Su prioridad es que las heridas del ayer no se abran y regresar lo antes posible a Nueva York, la ciudad que ha escogido para vivir y que la mantiene alejada de Cooper. Pero no todo es tan sencillo porque se da cuenta de que no es inmune al amor del vaquero que la conquisto en su juventud.

  • ?Jugamos? Animate a amar de Samantha Young

    https://gigalibros.com/jugamos-animate-a-amar.html

    Soltar el pasado + Perdonarse = Abrirse al amor
    Creyo que una propuesta de matrimonio le permitiria escaparse, pero solo ha agregado mas dolor a su vida.
    Nada salio como lo esperaba.
    La culpa por las decisiones equivocadas no la deja dormir
    y sus suenos frustrados son una carga tan pesada...
    Cuando creia que ya no era capaz de amar ni dejarse amar, todo cambia en su vida. ?PODRA NORA ANIMARSE A SER FELIZ?

  • Tierras Negras de Gonzalo Grande Moreno

    https://gigalibros.com/tierras-negras.html

    Desde que salieron del frondoso bosque a campo abierto no pararon de escuchar todos aquellos ruidos infernales salidos de las entranas de sus peores pesadillas, de los olvidados tiempos oscuros y las epopeyas de las cruentas guerras de los reinos olvidados. La caceria estaba siendo hasta ese fatidico momento bastante buena y de los lomos de sus caballos colgaban unos magnificos jabalies y un par de venados que daban buena fe de su destreza de avezados cazadores. Pero aquellos inesperados e imprevisibles sonidos, tan inevitables en ese momento y desagradables por su falta de melodia hicieron que el siempre disfrutado juego de la caza concluyera mucho antes de lo previsto. Poco sospechaban que aquella iba a ser una de sus ultimas cacerias e irrepetible en los anos venideros. Muchos habian sido los rumores que confirmaban ahora aquel mal presagio de sombras, guerra, muerte y destruccion. Y testigos eran de tan nefasto signo aquellos curtidos cazadores que experimentaban por primera vez en sus propias carnes su temor por lo desconocido. Velcari a lomos de su majestuoso corcel blanco subio rapidamente hasta la cumbre de una pequena colina denominada de los lamentos sinceros donde segun la leyenda una pareja de enamorados encontro la muerte escapando de la incomprension de sus familias. Una vez alli, desde su privilegiada posicion pudo comprobar con sumo espanto que sus peores temores eran del todo ciertos. Inevitablemente ellos estaban alli. Los rumores ya no eran una historia quimerica de frias noches de fogatas eternas. Eran ahora una realidad parte de la nueva historia de sus vidas. Los cuentos de las noches oscuras sin luna e incluso de las noches brillantes de miles de estrellas dejaban de ser simples leyendas. Aquellos relatos que los ancianos contaban a ninos asustados, junto al fuego de inagotables chimeneas en sus chozas de adobe se manifestaban y cobraban vida con aquellos sonidos cual preciada pesadilla. Reclamaba aquella aparicion su existencia mas alla de la imaginacion de los numerosos juglares y titiriteros que recorrian por aquellos dias la gran comarca de los doce reinos. La leyenda cobraba vida desde el filo de una frontera en paz hasta el corazon del reino. Algunos de sus fieles guerreros, todos ellos valientes desde el mismo dia que sus madres los alumbraron a la luz de la vida, se fueron acercando al sorprendido Velcari. No intercambiaron mirada alguna, no pronunciaron con palabras lo que sus ojos contemplaban. Porque las palabras sobraban ante la evidencia de aquella presencia militar que se desplegaba ante sus ojos en aquel melancolico valle fronterizo. Los guerreros de la partida de caza, se limitaron unicamente a observar. A pesar de su fama de valientes, estaban casi aterrados por la temible amenaza que llegaba hasta sus entonces pacificos dominios. Era en ese preciso momento de su historia cuando entraban en el valle, en su apacible y prospero reino, los terribles y temidos hombres del norte. Habian llegado como la sigilosa bruma del mar, como el azote de la tormenta mas inesperada que en ese dramatico momento comenzaba a azotar con su tempestuosa lluvia sus curtidos rostros. Primero llego una lluvia pegajosa, luego los luminosos rayos bajo las imaginarias trompetas celestiales en forma de escalonados truenos. Ante ellos, por ultimo, llegaban amparados por las sombras de la manana los terribles vikingos del rey Erik el Temerario. Los enemigos avanzaron con suma cautela en aquel valle unos quinientos metros, con movimientos muy lentos pero seguros. Los Fredegarios contuvieron su respiracion a la espera de una posible formacion de combate. Lejos de desplegarse en su desordenada y temida formacion de combate, de repente, detuvieron su avance y ajenos a los ojos que los observaban, en la parte oriental del valle, entre el rio Balak y el bosque tenebroso levantaron su campamento de campana, aquel que habitualmente los acompanaba en sus correrias por el para ellos desconocido continente de los reinos del sur. El asentamiento fue creciendo en aquella tierra invadida con unas fuertes empalizadas de madera. La construccion quedo perfectamente establecida en apenas tres horas para proteger tras sus muros a los siete mil guerreros de aquella horda salvaje, todos ellos hijos amados del mismo Odin. Los vikingos estaban lejos de sus tierras, a cientos de millas de las marismas negras, su refugio en el corazon del Ikrustian, su hogar maldito en las gelidas tierras del norte, pero para ellos la lejania de su patria carecia de importancia. Albergaban sus desleales espiritus belicosos sus claras intenciones de guerra y su preocupacion mas inmediata era aquella nueva invasion y someter a los moradores de aquel reino. Cuanto antes sucediera mucho mejor. No temian a la muerte, porque morir en combate, siempre habia sido para aquel orgulloso pueblo un acto heroico y un digno final a la vida terrenal antes del Valhalla, la antecamara de los caidos en combate. Su frenetica marcha por tierras desconocidas habia comenzado varias semanas antes y miles de personas habian sido masacradas de forma brutal por aquellos creyentes de Asgard en los ensangrentados campos de batalla que se fueron sucediendo a su paso por los valles de los numerosos reinos del sur. Los vikingos de Erik rara vez solian hacer prisioneros. Ni siquiera respetaban a las mujeres y a los inocentes ninos. La escasez de alimento siempre presente en sus campanas no permitia tales consideraciones. Jamas pedian perdon por ello, solamente la justicia de su Dios Odin, se encargaria de juzgarles en el mas alla si morian en el arduo combate. Y con su espada en mano, siempre estaban listos para recibir el justo premio por su valor y entrega a la causa. Un premio que les hacia merecedores de compartir su segunda vida junto a las hermosas Valkirias del Valhalla en el mismisimo reino de los muertos en Asgard. Velcari no necesitaba observar por mas tiempo a los vikingos, sus intenciones no podian ser otras que la rapina y la muerte de los suyos. Inmediatamente dio media vuelta a su caballo y seguido por los suyos descendio la colina por su lado oculto a la mirada de los hombres del norte, adentrandose de nuevo en la seguridad del frondoso bosque. El rey Santrax de los Fredegarios, vio a su fiel guerrero llegar al galope y no tuvo la menor duda, algo terrible estaba sucediendo en sus dominios. Velcari desmonto de un salto de su caballo y se postro de rodillas ante su soberano. Sus ojos hablaban por si solos y el monarca no necesitaba palabras para comprender el desastre que se cernia sobre su pueblo y la corona que cenia en sus sienes. Durante muchos anos, habia rezado con toda la fuerza de sus plegarias paganas para que los vikingos nunca se acercaran a Freda. Y ahora temia la ira de los hombres del norte, tanto como la posible cobardia y desercion en masa de sus guerreros, acobardados e impresionados por la fama del invencible pueblo vikingo. – Majestad, mi muy noble senor - dijo Velcari sin elevar su vista del arido suelo - Los vikingos se han adentrado en vuestro reino y son tan numerosos como los arboles del bosque que nos rodea. Debemos cesar en nuestra caceria, volver a nuestro campamento, recoger nuestras tiendas con premura y escapar hacia la seguridad de los infranqueables muros de nuestra capital. El monarca asintio con la cabeza a la vez que sus dedos de la mano izquierda acariciaban su barbilla. La recomendacion de su jefe de armas, senor de clanes y general de sus ejercitos era de lo mas sensato dadas las circunstancias. Ya llegarian tiempos mejores en los que los Fredegarios no saldrian corriendo como ratas asustadas ante las huestes del reino vikingo. Aun asi, en la seguridad de saber y conocer que el consejo de su general era lo que se debia hacer en esos momentos de confusion, una duda invadio sus reales pensamientos. Quizas, escapar sin luchar podria volverse contra ellos y esto podria dar muestras de excesiva debilidad ante su pueblo y los doce reinos. Otro de sus generales, su segundo jefe de armas, se dirigio en esos momentos con sus palabras inquisitivas a la pensativa figura real. – ?Cual es nuestro plan de ataque para esos mal nacidos? - pregunto Osenberg a su soberano con muestras de desear escuchar de su boca la orden de una inminente ofensiva. – No seas impaciente mi buen y leal amigo. Esperaremos hasta un nuevo amanecer, es todavia posible que se retiren y no sea necesario luchar. A veces, esas alimanas del norte solo realizan incursiones en busca de agua y provisiones y una vez han colmado sus mermados suministros con actos de rapina y pillaje vuelven a sus tierras salvajes en las islas del destino - el rey titubeo, dudaba de sus propias palabras. No queria justificar la presencia invasora, pero anhelaba creer en una salida pacifica al peligro en ciernes. Todos asintieron ante la decision del rey Santrax. Nadie queria dar un paso en falso pecando de excesiva imprudencia. Por otra parte, la idea de su rey era buena y no les disgustaba en esos momentos. Aquel campamento temporal del enemigo se encontraba asentado en los limites de su frontera con los Bargos y los vikingos bien podian dar por concluida su campana de invierno en aquel punto. Los Bargos no habian sido dignos rivales para aquellos barbaros, pero ellos eran guerreros Fredegarios y los vikingos no ignoraban la fama de sus soldados y su lealtad a los clanes. No era igual cruzar su acero y fiereza contra Bargos, en su mayoria campesinos, que cruzarlo ante los entrenados, aguerridos y muy disciplinados clanes Fredegarios. No obstante, esta euforia la experimentaban aquellos dominados por cierto estado de embriaguez de la noche anterior donde el hidromiel corrio por sus venas en exceso. Y estos pensamientos, unidos tambien al panico y como no al respeto hacia la destreza de las espadas y hachas enemigas, les hacia desear ver aquel campamento vikingo lo mas lejos posible de sus fronteras. Osenberg, segundo del rey, murmuro una extrana oracion, una plegaria llena de tristeza y esperanza. Santrax, rey de Freda, miro fijamente a su general. ?Por que pedir ayuda al Dios de los clanes? Su general nunca habia dado muestras de creer en ningun juez supremo o en los dioses de sus antepasados. – !Todos vamos a escondernos lo mejor posible y nada de fuegos esta noche! - grito el monarca - Debemos estar preparados para una eventual batalla. Sus exploradores pueden encontrarnos con suma facilidad bajo este cielo lleno de estrellas. El sequito de cazadores se protegio de las posibles miradas indiscretas desde lo alto del cerro cercano al valle y para ello no dudaron en cabalgar hasta reunirse con el primer ejercito real en una vaguada cercana. Este nutrido contingente de armas se habia personado inmediatamente desde la cercana Freda nada mas recibir el aviso de los cuernos del destino y conocerse la noticia de la posible invasion vikinga. El rey desplego a sus mejores guerreros, todos miembros de su guardia personal, en lo alto de un pequeno teso coronado por una cima muy lisa. Estas medidas de vigilancia evitarian posibles sorpresas con forma de emboscada o ataque sorpresa durante la noche. El promontorio estaba muy bien situado, haciendo del todo imposible un ataque al asentamiento real sin pasar por aquel punto avanzado. Aquel grupo, fue confiado a las ordenes de un joven guerrero llamado Amiraquis. A la manana siguiente, el alba brindo al grupo del promontorio con una agradable e inesperada sorpresa. – Los muy bastardos han desaparecido Amiraquis. Sencillamente se han evaporado mas alla de las brumas de Vernaila - sus hombres se mostraron exultantes ante la huida del invasor y golpearon sus escudos con las lanzas celebrando el peligro que se habia desvanecido de la noche a la manana. El jefe Fredegario asintio con un gesto complaciente y pudo verificar por si mismo que la noticia avanzada por uno de sus exploradores era correcta y una realidad reflejo de la verdad. Era del todo asombroso e increible para Amiraquis que todos los invasores hubieran levantado su campamento en pocas horas para marcharse de nuevo presumiblemente de vuelta en la direccion de su lejano reino, atravesando de nuevo todos los territorios masacrados por su codicia y barbarie. El peligro de una larga guerra habia desaparecido en cuestion de unas pocas horas, la amenaza se habia desvanecido como la niebla en la noche mas larga de sus vidas. – Avisad a su majestad de inmediato - dijo el sorprendido joven, frotandose los ojos con ambas manos sin poder dar credito a lo que estaban viendo sus cansados ojos. – Si, jefe Amiraquis, su majestad sera informada con la mayor celeridad posible. Ya uno de los nuestros corre a su encuentro en el campamento real. – Vosotros dos - Amiraquis senalo a dos de sus exploradores - Seguir al enemigo durante unas cuantas horas. Debemos asegurarnos de que esta retirada no se trate de una sucia trampa, un ardid para sorprender a nuestra retaguardia. - los dos hombres asintieron a la vez y montando en sus caballos a todo galope obedecieron al instante la orden recibida. Veinte escasos minutos mas tarde, el rey era informado de la posible retirada del agresor vikingo. Santrax aplaudio la noticia con suma alegria, pero a su vez se mostro cauteloso. Conocia la fama de los valientes vikingos y de su maestria en el arte de la guerra. No era normal que aquella mala hierba, aquella que no tiene miedo a morir en largas luchas sin cuartel se estuviera retirando a las primeras de cambio sin presentar una misera batalla. De todas formas, era de agradecer no tener que cruzar su acero con aquellos temibles y numerosos enemigos. Miro a su alrededor y pudo comprobar que sus jefes de armas se encontraban bastante nerviosos porque sospechaban y pensaban sin reservas que aquella retirada era fingida y la antesala de una posible trampa. En efecto, esta era una posibilidad, pero solo les quedaba una cosa por hacer, esperar y esperar. Las noticias de los dos exploradores de Amiraquis eran ahora del todo vitales y necesarias para tranquilizar el desasosiego de todos. El soberano los esperaba con tal impaciencia que su llegada fue motivo de cierta paz en su mente y alegria desmedida. – ?Y bien? ?Que nuevas me traeis? - pregunto el soberano a la vez que sus dedos de la mano derecha acariciaban su nariz victima de un repentino y molesto picor. – Majestad, sabemos donde estan esos hombres sin honor. No se han retirado de nuestro reino como vaticinabamos. Nuestras fronteras del norte estan siendo atacadas por todas sus fuerzas. Vikingos del trono vasallo de Osk y otros provenientes de los desfiladeros del este se han unido a ellos. Estan aniquilando a toda nuestra poblacion a su paso por nuestro condado norteno de Kilnner, no respetan siquiera a las pequenas granjas, sus moradores estan siendo descuartizados o quemados vivos y se dirigen en estos momentos a marchas forzadas contra nuestra ciudad nortena de Wenda. Vuestro fiel general Perses, gran baron de vuestro dominio del norte, esta siendo incapaz de retener este ataque incontrolado de los vikingos. – ?Como consiguieron saber todo eso? - pregunto un intrigado Santrax. – Tenemos un prisionero - hablaba ahora Amiraquis tomando la palabra de sus exploradores - Nos puso al corriente de todos estos acontecimientos e intenciones. El prisionero, esta aqui mismo, en la otra tienda. En mi opinion deberia hablar con ese tipo - replico el joven jefe con una sonrisa, adoptando con orgullo una pose de importancia y satisfaccion - Es el mismisimo rey de los vikingos e insiste en hablar con su majestad de inmediato. El jefe Amiraquis hizo una reverencia mientras abandonaba la tienda real. El rey se encontraba muy sorprendido. De acuerdo con las leyes de su pueblo, estaba obligado a recibir al miembro de la casa real enemiga para ofrecerle su hospitalidad. Para colmo, no podia retenerlo como a un vulgar prisionero. Al revelar su identidad, se habia convertido automaticamente en su invitado y desde ese momento no era ya su prisionero, era un igual. Era esta una especie de tradicion pactada entre reyes, aunque nadie sabia por que o el origen de tal privilegio, pero las reglas de la cortesia obligaban a ello y la prudencia aconsejaba escuchar inmediatamente al soberano extranjero. Aunque Santrax hubiera deseado poder despedazar a aquel vil rey bajo los colmillos de su jauria de mastines blancos. Recordo no obstante que un rey nunca mata a otro rey, salvo en combate durante la batalla. Erik el Temerario, era un monarca barbaro muy fuerte, de un metro ochenta y nueve, poseedor de un pelo rubio casi albino, su altiva y esbelta figura delataba su noble origen y sus ojos azules lanzaban miradas tranquilas, muy contrarias a lo que marcaba su conocido caracter sanguinario y del todo belicoso. Mostraba el rey de los vikingos unos treinta anos de edad y llamaba la atencion su formidable aspecto fisico. Esto ultimo no era de extranar. Todos conocian la preparacion guerrera de los jovenes vikingos. Durante la ninez de un guerrero del norte solamente existia un objetivo para sus varones y hembras: la preparacion para la guerra. Santrax observo con sumo interes a su forzado invitado. Penso que debia hablar, despues de todo, le agradaba la idea de que aquel joven reyezuelo dependiera ahora de su indulgencia. Extendio la mano hacia la cabeza de Erik y la puso en su frente, empujando al joven rey hacia una de las sillas del improvisado trono de la tienda real. El joven estaba sorprendido por este gesto y bajo la cabeza en senal de sumision y respeto pues conocia y reconocia el vikingo con ello encontrarse ante un poderoso rey de occidente, aquel que se sentaba en el trono de los doce reinos del sur por derecho de sangre. Santrax se irguio. Trago saliva y resoplo con fuerza. Desde el otro lado de la estancia, todos sus jefes guerreros lo estaban mirando muy fijamente, sin perder detalle de aquella improvisada audiencia, todos muy pendientes de las resoluciones de su magnanimo rey. – Naturalmente he de hacerte algunas preguntas. Pero no debes preocuparte. Me parece, simplemente, que es del todo necesario. Para empezar… ?Que motivos han traido a vuestros ejercitos hasta nuestras fronteras? ?Por que nos habeis atacado? Necesito respuestas. Mi pueblo necesita saberlo para comprender lo que impulsa vuestro ataque suicida. Queremos escucharte para hacerte merecedor de nuestra clemencia - el rey se volvio sobre sus pasos a la espera de respuestas a sus numerosas preguntas. Todos lanzaron un murmullo de aprobacion ante las palabras de su monarca. El soberano llamo al orden con un ademan de su mano derecha. El rey vikingo siguio sin contestar las preguntas sumido en un silencio preocupante e innecesario. – Vamos, vamos, me estoy impacientando, salvaje. !Maldito animal sarnoso, debes hablar! - grito furiosamente el rey muy crispado ante el prolongado silencio de su oponente. Fue una sensacion terrible para el joven barbaro aquel cambio de humor en el caracter del rey de los Fredegarios. Seria mejor ganarse su favor antes de que fuera demasiado tarde. Erik penso que, si no hacia esto ultimo, se iba a estrellar contra la ira real, algo no aconsejable para sus propositos. El murmullo en la sala se hizo mas intenso, reclamaban tambien una explicacion del vikingo. De pronto, unas debiles palabras salieron de la garganta del joven. – Mi nombre es Erik, hijo de Andrex. Soy el rey de las tierras negras vikingas. Reconozco que nuestra intencion es invadir vuestro reino. No veo motivo alguno para negar lo evidente. Es cierto, que mi pueblo es belicoso y salvaje… pero no somos unos estupidos temerarios. Conocemos el inmenso poder militar de los Fredegarios y nunca osariamos invadir vuestro pais, sin una obligada razon de peso. – Eso es muy inteligente por vuestra parte - respondio Santrax, asintiendo con un ademan de su mano izquierda y senalando con su dedo indice al joven - Pero, aun asi, estais atacando nuestras fronteras del norte. – El motivo - explico el joven - De nuestra presencia en vuestras tierras es que estamos escapando de un terrible enemigo. Un enemigo, que nos ha obligado para escapar de sus garras, a luchar contra los pacificos Bargos y ahora nos obliga irremisiblemente a luchar contra vuestro poderoso reino en un avance por la supervivencia que no podemos evitar. – Sigo sin entender nada - sonrio el rey de los Fredegarios - La cuestion es sencilla y tu respuesta un poco complicada de asimilar. Pienso que estas tratando de enganarme. No seria mas facil luchar contra ese terrible enemigo del que hablais y dejar tranquilos a vuestros pacificos vecinos del sur y a la postre a nuestros poderosos reinos. En la estancia se escucho un gran murmullo de aprobacion. El rey de los vikingos se estaba burlando de ellos. Para algunos jefes militares la actitud del vikingo resultaba inaceptable. Como podia ser mas sencillo luchar contra su potente ejercito que contra… Con mucha habilidad y cierta gracia, Erik se estaba burlando de ellos y de su orgulloso pueblo. El rey vikingo, se irguio en su asiento y mirando hacia todos los jefes, que se encontraban a unos diez metros de distancia, prosiguio con su relato: – Hay una gran confusion entre vosotros nobles senores. No habeis entendido el alcance real de mis palabras, el significado de lo que expongo y la verdad que hay tras mis acciones. Nuestros enemigos, aquellos que nos obligan a luchar contra vosotros, no son para nada normales. Se trata de terribles monstruos de apariencia humana contra los que nuestras espadas, lanzas y flechas no pueden hacer mella. Dia a dia, nos obligan a abandonar nuestras tierras y nuestra unica salida es avanzar hacia las tierras de otros reinos. Nuestra ley nos obliga a no pactar con nadie y luchar solos en ambos frentes. Escapamos de quienes no podemos matar y presentamos batalla a quienes podemos doblegar bajo nuestro acero.

  • Los cuerpos del verano de Martin Felipe Castagnet

    https://gigalibros.com/los-cuerpos-del-verano.html

    Los estadisticos afirman que hacia 2020, por primera vez en la historia humana, habra mas gente mayor de 65 anos que menor de cinco. Sera un efecto de las mejoras en la salud publica y en las tecnologias de la longevidad. Desde 1990 --si uno se deja llevar por los titulares, como hacemos todos-- la muerte esta dejando de ser un problema metafisico para convertirse en un reto tecnico. La prolongacion artificial de la vida siempre parece estar a la vuelta de la esquina. Prominentes cientificos[1] han intentado hacer durar mas los cuerpos, mientras que inventores, tecnologos y visionarios se han ocupado de las posibilidades del upload[2], la subida <> de una mente humana. O de su combinacion, como en los quemados (en el sentido de quien quema un CD) de Los cuerpos del verano (2012), novela del argentino Martin Felipe Castagnet, que aqui reedita Pesopluma. Desde su distante origen en el mito, la literatura siempre ha estado cargada de fantasia. No es raro que una humanidad que entendia poco lo que pasaba a su alrededor se inclinara al chismorreo de explicaciones plausibles, a cual mas fantastica[3]. Tampoco extrana ver que todo genero literario se maneje segun (o desde) una retorica de lo irreal que le resulta caracteristica --si bien no siempre exclusiva--. La novela de Castagnet, arguiblemente, ejerce una retorica especifica: al hacerlo se inscribe en el genero de la ciencia ficcion. Su historia nos habla sobre la prolongacion artificial de la vida humana en cadaveres que se compran y queman con una nueva identidad; y, si bien aborda apenas los aspectos tecnicos de esas transferencias, si se extiende en los factores sociales (ciencia ficcion <>, que le dicen). Es corta, aguda y, aunque parte de una premisa sencilla, las vueltas de tuerca finales la complejizan al grado de suscitar interpretaciones enfrentadas y suculentas. Me propongo en estas paginas menos aclarar estas caracteristicas --o dotarlas de un contexto historico-- que exacerbar las posibilidades de la perplejidad educada que me suscita su lectura, empezando por discutir si acaso esto es ciencia ficcion o no. Pero !esto no es ciencia ficcion! El critico y autor peruano Daniel Salvo ha protestado que la critica se resista a calificar de ciencia ficcion a obras que tocan temas como la inteligencia artificial o el futuro posible, y que surjan <>. Creo que esos especialistas que denuncia Salvo estan del mismo lado que aquellos que prefieren no ver una solucion de continuidad entre la muy antigua tradicion literaria de ficcion imaginativa y la ciencia ficcion. En otras palabras, que la historia del genero empieza con la Odisea o, ya que estamos en eso, con la Liturgia de Nintud. Asi, la Historia verdadera de Luciano de Samosata no solo seria el hito (que es) en la historia de la filosofia especulativa (!y de la satira!), sino pura y dura ciencia ficcion. No es asi. Si cabe senalar una diferencia entre la ciencia ficcion y la literatura tradicional, incluso la fantastica, es que la ciencia ficcion permite a sus personajes echar a andar en direcciones diferentes a las determinadas por Dioses, Magias o Destinos. Es verdad que los personajes no siempre toman esas oportunidades, pero las tienen, las fabrican, las hacen ostensibles. Tambien es caracteristica del genero cierto repertorio de temas --lo sugiere Salvo--, pero con un anadido: la ciencia ficcion es como una espiral creciente. Cada tema nuevo expande su ambito, en la siguiente vuelta se convierte en un topico usual, y en la subsiguiente es casi normativo, mientras que temas ineditos son sucesivamente absorbidos desde la periferia. Esta figura, animada por la retorica de lo irreal, representa el parametro formal dentro del cual juega la imaginacion del autor. Armado de respeto y talento, Castagnet ha aprovechado esta friccion a su favor. ?Por que <>? La ciencia ficcion se escribe en una suerte de codigo, que a su vez se conoce y domina poco a poco, primero mediante la lectura y con la imitacion como paso siguiente. Entre los autores favorecidos por las musas electricas, el acceso a dicho codigo suele estar dado por la inmersion en lo que se conoce como <>. Este fue originalmente escrito y relativamente sofisticado, y luego mas cinematografico, superficial y agil. Piensese en los mundos narrativo/iconicos, cada vez mas traslapados, de Star Trek, Star Wars, el universo Marvel y el de DC Comics; o en las series filmicas Terminator, Transformers y X-Men. Se trata de megatextos, aunque degradados respecto del viejo y respetable universo de la ciencia ficcion clasica y sus topicos primordiales: la nave espacial, los extraterrestres, los viajes en el tiempo, los planetas misteriosos, las escalas extraordinarias de lo grande y lo pequeno. Para que un relato de ciencia ficcion sea efectivo no basta que invoque estos varios elementos, sino que tiene que hacerlo inmerso en el megatexto, mirando su tratamiento y desarrollo en el pasado del genero. Y aun asi, a pesar de los linderos arbitrarios o imaginados, cada vez es mas dificil reconocer la ciencia ficcion o discernirla de lo que no lo es. El mismo Castagnet afirma --no en esta novela--: <>. En la complejidad posmoderna abundan tanto los prestamos como los guinos entre las tiendas; las grandes mudanzas, los saltos discontinuos, el transfuguismo de ida y vuelta... Porque autores de la supuesta Gran Literatura entran y salen del genero ciencia ficcion, como Kingsley, Amis, Murakami o Houellebecq (maltratando, digamos, la linea limitrofe). Otros --Stephen King, Don DeLillo-- tienen sus raices en el genero. En America Latina vivimos en lo que parece el final de un transito: acerca del rechazo a la ciencia ficcion, el peruano Jose Guich afirma que hay (?hubo?) un <> dominado por el realismo urbano y los sellos multinacionales. De cualquier manera, senala el mismo Guich, cada vez mas parece que <>. Pero, !esto es ciencia ficcion! Empece estas lineas hablando de 2020, una fecha que aun no sucede, pero que tenemos estupendas razones para creer que sucedera. La anticipacion del futuro ha sabido mantenernos vivos durante dos millones de anos, y ha ayudado durante periodos aun mas largos a otras especies animales. En cualquiera de los casos esta anticipacion del futuro consiste en la extrapolacion lineal del pasado. Creemos que la futura existencia de 2020 es una apuesta muy segura; creemos que <> sera muy parecido a <>, y obramos en consecuencia. Asi proceden delfines, chimpances, lobos y elefantes, y toda nuestra estirpe desde los australopitecinos hasta Donald Trump. Pero, ahora que nos entrometimos con la creacion de herramientas para la expansion de la inteligencia, hemos saltado fuera de la logica evolutiva originaria. El viejo ritmo esta hecho anicos: los cambios que vendran a continuacion se sucederan en una cascada exponencial, no lineal. Y nada en nuestra historia genetica nos ha preparado para anticipar lo exponencial. Por esa razon nos resulta tan dificil admitir la alarmante proximidad de algunos avances. Contamos con una clara imagen del pasado y lo extrapolamos linealmente... En consecuencia, nos incapacitamos para admitir una idea habil o funcional de nuestro futuro mas probable en el siglo XXI. La expresion <> es nuestra manera de silbar al atravesar el cementerio de noche.

  • Me gustas de todos los colores (Volumen independiente) de Iris T. Hernandez

    https://gigalibros.com/me-gustas-de-todos-los-colores-volumen-independiente.html

    Estoy sentada en el asiento que la compania aerea me ha indicado cuando he facturado, el mas cercano a la ventanilla, rodeada de desconocidos que tendre que ver durante unas horas (ya llevo mas de tres); el viaje es largo, pero estoy segura de que valdra la pena. Me siento afortunada por ser una de los veinte elegidos para participar en el encuentro de <>. Aun recuerdo la cara que se le quedo a mi madre cuando dije esas palabras, no se adonde penso que me iba, seguramente me imaginaba participando en una orgia. No puedo evitar reir al recordarlo. Mi padre, en cambio, sonreia sin decir nada para evitar que se enfadara con el. La deje sin habla, lo unico que repetia era: <>. Ese es mi lastre: el pueblo. Yo no quiero pertenecer a ese lugar. Alli nadie me entiende, no entra en mis planes ser la cajera de la gasolinera o del unico supermercado que hay. Mis amigas pueden ser felices con esa vida, pero yo no. Mis aspiraciones van mas alla, disfruto pintando; desde pequena he tenido un pincel en las manos y desde siempre dibujo lo que veo o imagino. Por mucho que quisiera estudiar, me era imposible, siempre desviaba la atencion garabateando en cualquier trozo de papel que tuviese a mano. Hasta que por fin pude plantarme ante mis padres y decirles que queria estudiar arte. A mi madre no le parecia bien, pero tras sus intentos fallidos por convencerme de que fuera la notario del pueblo, que por aquel entonces no habia ninguno, desistio y me permitio estudiar la carrera que yo habia elegido. Hace unas semanas encontre por Internet un concurso de pintura, el tema era de libre eleccion dentro del erotismo, y sin pensarlo deje volar mi imaginacion dibujando la figura de una pareja sobre la nieve completamente desnudos. Mistico, impensable en la vida real, pero tras unos trazos suaves y delicados consegui cautivar a alguien, ya que me eligieron, y aqui estoy, camino de Nueva York, rumbo a una de las ciudades mas cosmopolitas, con la que he sonado miles de veces. Cuando aterrice me espera un duro trabajo; durante un mes estudiare en una de las escuelas mas importantes del mundo, y estoy deseando llegar. Por suerte, tengo una tableta que me regalo Pablo, mi mejor amigo, al despedirnos. No queria que perdieramos el contacto y la compro para que tuviera conexion a Internet en todo momento. Aun queda la mitad del trayecto, y necesito distraerme para no aburrirme, asi que busco musica que tenia guardada en el telefono y consigo evadirme un rato del vuelo, creo que hasta doy alguna cabezada. Sumergida en mis pensamientos, apenas me doy cuenta de que el piloto nos ha indicado que nos abrochemos los cinturones, ya que en breve aterrizaremos. En ese mismo instante siento un mareo, creo que me va a dar algo de un momento a otro, pero logro respirar hondo y trato con todas mis fuerzas de relajarme. Sin embargo, por mucho que lo intento, saber que estoy llegando me pone nerviosa, mas bien, atacada. Me abrocho el cinturon y me agarro las piernas como si con ello pudiera ayudar a tomar tierra. Unas turbulencias hacen que todos se asusten. Discretamente, me incorporo para observar las miradas de nerviosismo del resto de los pasajeros, hasta que sus rostros sonrien en el instante en que notamos que el tren de aterrizaje golpea levemente la pista. Cojo mi bolso y guardo la tableta corriendo para poder salir cuanto antes de este avion; estoy harta de estar sentada y necesito moverme de forma inmediata. En cuanto puedo levantar el culo del asiento, estiro las piernas y yergo la espalda, consiguiendo que la azafata que esta frente a mi sonria. Sin tiempo que perder, me despido de la tripulacion con la mano y salgo entre el tumulto de pasajeros en direccion a la zona de recogida del equipaje. Observo a mi alrededor, no pierdo detalle de nada, e incluso algun pasajero me empuja para apartarme de en medio. Soy una chica de pueblo y lo llevo escrito en la frente, sin duda alguna. Doy varias vueltas sobre mi misma para poder ver con detalle cada uno de los rincones del aeropuerto de esta gran ciudad, la que me ha abierto sus puertas y me va a convertir en alguien nuevo. Cruzo la salida y una fila de taxis de color amarillo me provoca una carcajada incredula que no pasa desapercibida para los que caminan a mi lado, pero es que siento que estoy en una escena de una de esas peliculas americanas que he visto cientos de veces en el sofa de mi casa. Hago un gesto con la mano a un taxista, que corre hasta mi, agarra mi maleta como si fuese un peso pluma y la lanza dentro del maletero, ante mi asombro. No digo nada, solo me dejo embaucar por lo que me rodea, y me siento feliz. El conductor, de unos cincuenta anos, de color, me pregunta adonde quiero que me lleve en ingles, y sin dudarlo un instante leo la direccion que la escuela de arte me ha enviado en un correo electronico. Entonces oigo como se rie. Pero, ?como no lo va a hacer? Si, para mi desgracia, mi lamentable pronunciacion del ingles, tenida por mi acento andaluz, debe de ser incomprensible para el. --Vamos a su apartamento --me contesta en un perfecto castellano que hace que me sienta como una autentica idiota. --Minipunto para el taxista, Maria --no puedo evitar decir en voz alta--. Gracias. --Miro por la ventanilla y sonrio al sentirme la mas panfila del mundo. Olvidandome de la escena vivida, observo cada edificio que se cruza en nuestro camino y a los transeuntes que caminan por las abarrotadas calles. El ambiente es muy diferente del de mi pueblo, y deseo con todas mis fuerzas llegar al apartamento cuanto antes para dejar mis cosas y poder pasear. Oler la ciudad y dejar que me lleve con ella. Entonces oigo musica y me doy cuenta de que el conductor esta centrado en la carretera a la vez que se mueve siguiendo el ritmo; es una especie de rap moderno, muy pegadizo, tanto que consigue que balancee la cabeza yo tambien. Cruzamos nuestras miradas a traves del espejo retrovisor y el sonrie al verme. --?Espanola? --!Si! --?Vienes a estudiar? --!Si! --vuelvo a afirmar como si no supiera unir varias palabras en una misma frase. --Dejame adivinar... Periodista. --!No! Arte. --Interesante, esta ciudad le gustara entonces. --Seguro que si. El apartamento al que me dirijo es compartido con otra joven que tambien ha obtenido la beca del mismo modo que yo. Como me llegue a reir cuando se lo conte a mi madre. Sonrio al recordar su cara cuando me dijo: <>. Como siempre, en su linea. La quiero mas que a nadie, pero en ciertos momentos de mi vida he llegado a sentir verguenza por su culpa, aunque se que no lo hace con mala intencion, ella es asi...

  • El ultimo deseo de Mash – Carmen Omana de Carmen Omana

    https://gigalibros.com/el-ultimo-deseo-de-mash-8211-carmen-omana.html

    Tas la muerte de Andres Mash, quien durante muchos anos domino y formo parte de una guerra entre familias de la Mafia, condujo a la eliminacion de clanes y obligo a muchos a emigrar, Steffi debera cumplir el ultimo deseo de su padre y entregar el sobre que este ha protegido celosamente durante los dias de su enfermedad terminal. Decidida, y considerando el viaje como una valvula de escape con la que sanar sus heridas y borrar sus tristes recuerdos, vuela rumbo a Italia sin pensar que el pasado de su familia pueda acarrearle aun mas desgracias.
    Marcos Pantani es el destinatario del misterioso sobre, y aunque enseguida se convierte en su anfitrion y tambien en su mas intimo protector, debera luchar contra sus dudas y escrupulos para descubrir los secretos que la joven guarda consigo.
    La seduccion y el poder que Marcos emana doblegaran el espiritu de Steffi, pero tambien amenazaran con liberar sus temores mas oscuros.
    Juntos deberan sanar sus heridas y perdonar las faltas de sus padres antes de abandonarse a la pasion y sucumbir a las bondades que el amor les ofrece.

  • En el momento justo de Chris De Witt

    https://gigalibros.com/en-el-momento-justo.html

    ?Volvera la protagonista de esta historia a confiar en los hombres?

  • Domingo. Relatos cronicas y recuerdos de Natalia Ginzburg

    https://gigalibros.com/domingo-relatos-cronicas-y-recuerdos.html

    Se despierta con una penosa angustia en el corazon. Algo ha terminado definitivamente. Junto a la cama ve su bata de franela roja; la otra, la de flores verdes y azules, la han guardado con la ropa de verano. Es ahora cuando se da cuenta de que ha terminado el verano, que manana empezaran de nuevo las clases. Mientras se lava, una mosca se posa sobre su espalda desnuda. La espanta con rabia. Siente que detesta la mosca, que se detesta a si misma y tambien el sosten de tul rosa que esta tendido en la silla. Afuera llueve a cantaros sobre el jardin tranquilo y sobre los pinos altos. La grava fina del patio delantero parece mas oscura. Anita baja a desayunar: el pelo mal cepillado le da un aire tosco y desalinado. Aun no hay nadie en el comedor, solo la pequena Paola en su trona. Tiene un conejo bordado en el babero. Anita le da un beso, besa sus manos rollizas. <>. Anita inclina la cabeza sobre la taza. Hace un mes que espera y teme que llegue este dia, pero no ha querido pensar en el. <>, lamenta, y se le llenan los ojos de lagrimas. Manana tendra que ir corriendo al colegio con su enorme cartera llena de libros. Ya no tendra tiempo de mirar a su alrededor, de confrontar las cosas y a si misma. Un ansia, un afan continuo: los dias breves, la noche que sobreviene como una amenaza cuando aun no ha terminado los deberes. Las manos manchadas de tinta y en los oidos un zumbido de versos en latin, y la geografia, !esa dichosa geografia! Recorre las habitaciones en busca de un rincon en el que estar a solas y tranquila, pero alla adonde va encuentra escobas, trapos para el polvo, sillas boca abajo y ventanas abiertas. Las mujeres canturrean y hacen un ruido tremendo. <>, repite despacio. ?Donde esconder su tristeza? Al final se encierra en el salon: libros y alfombras, grandes sillones de cuero; en la mesita baja de estilo oriental hay una caja de cerillas coloradas. <>. Filippo, su hermano mayor, ha entrado silenciosamente: fuma una pipa pequena, esta de pie, junto al escritorio. Anita se acerca y el le pone las manos sobre los hombros: le gusta acariciarle el menton liso, redondo, y esas pequenas arrugas que se le forman en la comisura de los labios. Ella le abraza con un placer inconsciente. Siempre que se pelea con todos y corre a llorar a su habitacion, el la sigue y la consuela bromeando un poco con ella, lo que le hace sentir aun mas ira hacia los demas mientras trata de sofocar los sollozos en su hombro. <>, querria decirle, pero no se atreve: en su relacion no hay mas que una timida ternura, disfrazada de bromas y de una ironia amable. <>, le pregunta Filippo despeinandole el pelo de la nuca. Se sientan en el mismo sillon y en el cristal de las vitrinas ven reflejados sus rostros parecidos. Anita sabe que Filippo debe marcharse, que esta noche cogera el tren y que ya tiene preparadas las maletas: va a pasar el ano en el extranjero, en Alemania. Le dice que estudie. <>. Anita no le escucha. Piensa en el invierno, en ese largo invierno sin el... Le toma la mano, una mano rolliza de unas rectangulares y mates, una mano rolliza y masculina. <>, anade Filippo, pero enseguida cambia de tema, tal vez porque se ha emocionado, y Anita deja caer su mano. Se marchara hoy mismo, esta noche, tal vez ni siquiera le de un beso. En su habitacion cerraran las contraventanas y cubriran los muebles con sabanas blancas. --?Como lo prefieres, Grazia, con leche o con limon? Llueve a cantaros en el desolado jardin. El reloj de pendulo da las cinco en la oscuridad. Anita toma el te con su amiga Grazia. --?Lo entiendes, Anita? Para mi habria sido bonito enamorarme de el, pero no podia, ?sabes?, no podia... Anita se quema la lengua con el te hirviendo. Le arranca petalos a los crisantemos marchitos que estan en el jarron de cristal del centro de mesa. --Que triste es este septiembre... Grazia, ?tu has hecho todos los deberes de vacaciones? --?Deberes de vacaciones? No los he hecho, ?que me importa a mi eso? La vieja se pondra hecha una furia, pero ?que me importa a mi?--Asi es Grazia: la vieja no le importa lo mas minimo. Ni siquiera cuando esa misma vieja, la profesora de italiano, escriba una equis azul, de falta, bajo su nombre--. !Tengo cosas mas importantes en las que pensar! Como te estaba diciendo, aquella noche, en la terraza... Anita la escucha con una sensacion de hastio. Grazia, su amiga Grazia, de vez en cuando le resulta tan ajena como una desconocida. Aquellos tres meses de verano han roto la armonia de su amistad. Grazia..., un hombre enamorado de Grazia...; de ella, de Anita, nadie se ha enamorado nunca. Se sacude ese pensamiento con furia. Se pone en pie tan de improviso que Grazia se sobresalta. --?Quieres ver a mi hermanita? En el cuarto de juegos la nodriza cose sentada en el vano de la ventana y la pequena Paola la mira con ojos como platos desde el taburete que esta a sus pies. --Y entonces el reyezuelo partio la tercera nuez y salieron las carrozas y los caballos...-- Anita y Grazia se tumban sobre la alfombra, entre los juguetes desordenados. En mitad del silencio, la voz ronca de la nodriza contando el cuento tiene un tono grave y solemne. La pequena esta tan emocionada que aguanta la respiracion--. Y asi empezo a correr hacia el castillo del ogro... La habitacion es bonita y agradable: las cortinas cuelgan lisas junto a las ventanas, las paredes blancas y sobre las paredes los estampados ingleses, todos iguales, con ninas rubias regordetas y perros peludos con grandes hocicos amables. La nodriza esta sentada en el vano de la ventana con su delantal a cuadros y el perfil de la nina tiene un aire absorto. Anita se siente de pronto tranquila y sencilla: puede que el mundo no sea asi, puede que haya sufrimiento e inmundicia, pero todas esas cosas quedan ahora lejos, muy lejos; el castillo del ogro esta muy lejos. Ha parado de llover. Anita y Grazia salen a la terraza y se asoman al jardin mojado: les llega un aroma vivo y denso de hojas podridas, de tierra, de fruta empapada. Hasta Paola corre afuera: el cuento ha terminado y el reyezuelo se ha casado con su hermosa reinona y todo ha acabado bien. Anita corre al encuentro de su hermanita, la coge en brazos y la besa: que pequena es y que caliente esta, que frescas tiene las manos, es una lastima que chille y se ria y trate de zafarse de ella. --Me gustaria tener una hija--dice Grazia en voz baja--. ?Te acuerdas de cuando hablabamos aqui de esas cosas? !Que miedo nos daban! Y sin embargo es algo simple y natural. Sonrien sin mirarse. Se han hecho mayores de verdad, pueden hablar de su pasado con desprecio y afliccion, igual que los adultos. Y tambien las envuelve una melancolia semejante, calida y vaporosa: no saben si hablar o callarse, sienten que se desata en su corazon un brote de pensamientos confusos y reprimidos. Anita contempla el campo de tenis al fondo del jardin, esta desierto y silencioso, la pista es de color parduzco a causa de la lluvia y le parece estar viendo a Filippo con sus pantalones cortos de franela blanca y la raqueta, le parece estar oyendo su voz alegre en las mananas luminosas. --Que septiembre tan triste... Pero Anita sabe que con el verano y las vacaciones ha acabado tambien algo importante y que algo importante empieza de nuevo manana con las clases. Tal vez Grazia podria entenderlo..., pero no sabe como explicarselo. Callan las dos, las cabezas cerca la una de la otra. Sin duda es muy triste que hasta eso tenga que tener un final, este momento de complicidad, de silencio compartido. Ambas saben que terminara y que ya no volvera nunca, por eso no quieren separarse aun. Frente a ellas solo se extiende una certeza: el colegio, el invierno. Todo lo demas es palpitante, intangible, incierto. !Cuantas cosas pasan en un ano! Es imposible no sentir miedo a enfrentarse a el, sabiendo que hay que recorrerlo en toda su extension. Pero Grazia dice: --Tengo que irme a casa. Y Anita la acompana a la puerta y contempla como se aleja desde el umbral: --Hasta manana. Despues de cenar Filippo llama a Anita y la agarra del brazo: --Acompaname al jardin a hacer una cosa antes de irme... En el jardin los arboles inmoviles parecen custodiar la noche. El aire nocturno, humedo y puro, se puede respirar. Anita piensa: <>. El la estrecha con el brazo para que camine muy cerca, le habla y ella trata de escuchar. --Querida, tienes que estudiar y portarte muy bien con mama. Escribeme de vez en cuando. Y cuentamelo todo, todo, siempre. Su voz, su voz. Que triste va a ser el invierno, la casa sin la voz tranquila y tierna de Filippo. Solo sus manos saben acariciar asi. --Filippo, Filippo. --Y de pronto ella siente que tiene ganas de llorar, que tiene en el corazon un pensamiento inquieto y tonto--. No te vayas, no te vayas--dice, y se abraza a el. Ya sabe que no sirve de nada, que es absurdo, que las maletas ya estan cerradas en el pasillo. Filippo se inclina para besarla y le toma la cara entre las manos. La casa, iluminada y bulliciosa, queda lejos. Estan solos en medio del jardin oscuro. Se besan. Que terrible que algo asi haya sucedido entre ellos, dos hermanos. De pronto Anita siente miedo de si misma, de el: de el que la esta besando como un amante. --Es bonito quererse tanto--dice ella, pero sabe de sobra que no es bonito, que es demasiado, que no conviene quererse de ese modo. La infancia de los dos parece clara, lejana--. Tenemos que volver--anade de golpe, reprimiendo una ultima palabra desconsolada, aferrandose a el y caminando hacia la entrada, donde la luz esta encendida. Cuando pasan los arboles, ya bajo la luz, Anita se vuelve para contemplar el rostro de su hermano: le descubre un gesto serio, sereno, como si no hubiese sucedido nada entre ellos. Tal vez sea cierto que no ha sucedido nada. Entran en casa.

  • Se que estas viva de Nacho Abad

    https://gigalibros.com/se-que-estas-viva.html

    <>. Carlos Segarra, subinspector del Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central <>. Juan Jesus Reina, comandante de la UCO <>.

  • Por nuestro amor de Maria Isabel Salsench Olle

    https://gigalibros.com/por-nuestro-amor.html

    Es al separarse cuando uno comprende la fuerza con que se ama.

  • Una pausa en el desierto (A city of love 5) de Merche Diolch

    https://gigalibros.com/una-pausa-en-el-desierto-a-city-of-love-5.html

    Un viaje con sus amigas para celebrar el final de una etapa: sus estudios universitarios; pero, un imprevisto de ultima hora, cambio sus planes.
    Viajar sola tampoco estaba mal… o eso creia Cleo hasta que coincidio con el guia mas maleducado y borde que habia en Egipto. Vale, tambien estaba bueno, muy bueno… estaba canon, pero eso no era lo importante.
    Abel era insufrible. Cada vez que se dirigian la palabra, acababan discutiendo, y cada vez que estaban juntos en la misma habitacion, las chispas saltaban. Se rehuian y se encontraban. Se evitaban y coincidian.
    La atraccion estaba haciendo de las suyas pero ni Cleo ni Abel querian ceder a lo que sentian… Aunque, quizas con un poco de ayudita, todo seria mas facil… o no.

  • El precio del silencio de Juan Infante

    https://gigalibros.com/el-precio-del-silencio.html

    Han transcurrido tres anos desde el secuestro de Lucia, la hija de Gorostiola, y hoy nos toca despedirlo. El gran capo ha muerto, nos ha dejado de una manera vulgar, de un infarto.
    Se va uno de los nuestros y eso siempre duele.
    Tomas Garrincha vive muy tranquilo desde entonces, pero su vida volvera a complicarse. Una vez mas, debera ejercer de "detective" y acercarse al mundo del delito, que no hace tanto que abandono.
    Lucia necesita su ayuda. Amenazas graves
    la acechan y Garrincha se vera arrastrado con ella, es el Precio del Silencio.
    Los inspectores de la Ertzaintza, Sara Cohen y Miguel Fabretti volveran a intervenir en un caso que esta vez no quieren que se les escape.
    Una novela intensa, con un Garrincha genial, que nos mantiene en suspense y emocion hasta el final.

  • Phoebe, una mujer indomita de Pilar Lepe

    https://gigalibros.com/phoebe-una-mujer-indomita.html

    Phoebe, vive con sus tres hijos y un padre invalido en Portreath, un pueblo minero ubicado al norte de Cornualles. Ella es viuda, y sola se ha hecho cargo de su familia, por lo cual tiene un caracter fuerte y desconfiado.
    Colby, es un conde, un hombre fino acostumbrado a la buena vida y a las malas costumbres.
    Huyendo de su ultimo desliz, se ve envuelto en un naufragio, y es asi como llega literalmente a los pies de esta mujer, cuando ella y sus hijos esperaban la llegada de los arenques.
    Las chispas saltaran entre ellos, porque desde el principio el desprecio sera mutuo. Y a pesar de que a su alrededor todos quieren que estos dos se entiendan, ellos no haran nada por facilitar las cosas: Phoebe es una mujer dificil, y por el contrario, Colby quiere que todo sea facil.
    Sin embargo, gracias a una solida promesa hecha por Colby, tendran que comenzar a limar asperzas, porque de lo contrario el futuro que les espera, sera todo, menos feliz.

  • La Princesa (Hermanas MacBride) de Kira Freitas

    https://gigalibros.com/la-princesa-hermanas-macbride.html

    Libro 03 de la Trilogia de las Hermanas MacBride

  • ?Quien cerro las puertas al amor? de India Alvarez

    https://gigalibros.com/quien-cerro-las-puertas-al-amor.html

    Dos libros en uno, dos historias de amor que te enganchara.

  • La casa del lago de Thomas Harding

    https://gigalibros.com/la-casa-del-lago.html

    ‘Si Hanns y Rudolf era una sonata La casa del lago es una sinfonia: la historia del siglo xx vista desde la casa de recreo familiar de los Alexander. Un libro admirable, fascinante, lleno de fuerza.’ The Economist En la primavera de 1993, Thomas Harding viajo a Berlin con su abuela para visitar una casita a orillas de un lago. Era su ‘lugar del alma’, decia la anciana, un refugio que se habia visto forzada a abandonar cuando los nazis llegaron el poder. Veinte anos despues, Thomas regreso a Berlin. Ahora la casa estaba vacia, en ruinas, y su demolicion era inminente. Un sendero de cemento atravesaba el jardin, senalando el lugar donde habia estado el Muro de Berlin durante casi treinta anos. Por todas partes habia indicios de lo que fue antiguamente aquella casa, rastros de cinco familias que antano tuvieron alli su hogar. Thomas Harding cuenta la historia de este pequeno edificio de madera, que es tambien la cronica de un siglo violento y agitado y de la vida de sus habitantes: un terrateniente noble; una prospera y respetada familia judia, los Alexander; un famoso compositor nazi; una viuda y sus hijos; un informador de la Stasi… Desde finales del siglo xix hasta la actualidad, desde la devastacion de dos guerras mundiales hasta la particion y la reunificacion de una nacion, esta es una historia de supervivencia, de alegrias y felicidad domestica, de terribles penas y tragedias, y de un odio transmitido a lo largo de varias generaciones.

  • Contratame y gana de Nicolas Lopez Cisneros

    https://gigalibros.com/contratame-y-gana.html

    Era el detective mas caro y exclusivo del mundo. Sus servicios solo estaban al alcance de importantes corporaciones a las que les habian robado sus secretos y necesitaban urgentemente recuperarlos.
    No tenia ni oficina, ni sede conocida y solo unos pocos sabian contactar con el. Usaba personalidades diferentes para cada caso, siendo una sombra para sus clientes e invisible para sus enemigos.
    Ninguno de sus encargos tenia nada de vulgar o corriente, pero cuando acepto su ultimo trabajo, no podia imaginar que las cosas se iban a complicar tanto: la chica, el cliente y el objeto a recuperar.

  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 1 de Andrea Adrich

    https://gigalibros.com/un-trocito-de-cielo-para-nathan-littman-1.html

    El dia que el gerente del Eurostars, el hotel mas lujoso de Madrid, anuncia que un importante empresario norteamericano se va a alojar en la suite ejecutiva principal del hotel durante un mes, Daniela, la camarera de pisos que se va a encargar de atenderlo, intuye que va a ser un mes muy largo.
    Nathan Littman es un hombre dificil, reservado, intimidante, rodeado de misterio; con muy mal genio y con una reputacion de insufrible que lo persigue alla donde va. Pero lo que no saben es que es un hombre que vive atormentado por el dolor y la culpa de un pasado que lo ha convertido en una persona altiva y solitaria.
    Si ya Nathan Littman es dificil de tratar, todo se complica aun mas cuando sale a la luz la verdadera razon por la que se hospeda en el hotel, y que no es simplemente un cliente mas del Eurostars.

  • El desvan de la casa de los Shepher de Tamar Yellin

    https://gigalibros.com/el-desvan-de-la-casa-de-los-shepher.html

    Despues de muchos anos de ausencia, Shulamit, una profesora de estudios biblicos en Inglaterra, regresa al hogar de sus antepasados: Jerusalen. Alli redescubrira su historia y la de los suyos. De la mano de antiguas cartas, diarios y documentos se topara consigo misma, al descubrir de donde y de quienes proviene. De la esperanza de su bisabuelo, que viajo hasta Babilonia persiguiendo las sombras de la mitica historia de las Diez Tribus Perdidas. Del desden de su abuelo, que huyo de la guerra. Del desengano y de la resignacion de sus padres y sus historias de amor no correspondido. De una familia tan diferente y extraordinaria como todas las demas, absorbida por el paso de los anos y el silencio de la irrelevancia: la condena al anonimato del tiempo que se va. Al poco de llegar, Shulamit descubre que los Shepher, los suyos, viven entre disputas, pendientes de un extrano y misterioso codice que, al parecer, en realidad nadie conoce muy bien, pero que concentra la atencion de estudiosos, de expertos, de religiosos, y de familiares cercanos y distantes, aunque la mayoria desconoce los motivos de tanto interes y expectacion.

  • Un buen negocio de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/un-buen-negocio.html

    Lisset lleva dos anos trabajando para el senor Madison y esta mas que satisfecha con el puesto que ocupa en la empresa. Ser la secretaria del jefe conllevaba unas responsabilidades, pero a ella le encantaba. La aparicion de Aron Carter-Morris no se la esperaba y no pensaba quedarse sin el trabajo de sus suenos por su culpa. Aquello era la guerra y haria lo que fuera para frenar a ese tiburon.

  • Sabotaje de Arturo Perez Reverte

    https://gigalibros.com/sabotaje.html

    ?Es el Guernica que conocemos el verdadero cuadro que pinto Picasso?

  • Te regalo una sonrisa de Josefina Fernandez

    https://gigalibros.com/te-regalo-una-sonrisa.html

    Maria se siente una mujer muy afortunada, hasta que un terrible accidente da un giro inesperado a su vida. Tras varias semanas en el hospital, despierta del coma, pero sus recuerdos mas felices con Miguel se borran de su memoria, y esa parte de su pasado desaparece. Miguel la quiere con locura, pero ahora, el es un extrano para ella.