• poder contarlo libro - Ferran Torrent

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    Valencia, ano 1982. Messie y Llargo regentan varios negocios sospechosos, como una sala de juegos clandestina y combates de boxeo irregulares. Esta relativa calma se ve truncada cuando Messie convence a Llargo para rememorar los viejos tiempos y unirse a un antiguo socio y a dos jovenes de extrema
    izquierda que planean robar el importante banco Intrans.

  • PODER CONTARLO | FERRAN TORRENT | Casa del Libro

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  • Poder contarlo - Ferran Torrent | PlanetadeLibros

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    10 sept 2019 — Apúntate y descubre cada mes todas las novedades de narrativa literaria. Cargando... Otros libros de Novela literaria.

  • Poder contarlo (Áncora & Delfín) Tapa blanda - Libros - Amazon

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  • Poder contarlo - Libro de Ferran Torrent - Lecturalia

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    italiano, castellano, francés, alemán? y versiones cinematográficas de muchos de sus libros, como por ejemplo Un negre amb un saxo (1989) [Un negro con un saxo ...

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  • Poder contarlo - Los Pequeños Seres

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  • PODER CONTARLO - FERRAN TORRENT - 9788423356010

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  • Damas oscuras de Charlotte Bronte , Elizabeth Gaskell

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    Veintiun cuentos de fantasmas escritos por algunas de las maestras victorianas del relato escalofriante. Un regalo perfecto para Navidad y para leer al amor de la lumbre. ?Que hace que las historias victorianas de fantasmas sean tan perfectas para leer al calor de una chimenea en una noche oscura? Historias de mansiones abandonadas, de viajes en coches de caballos por paramos desolados, de castillos en acantilados, de bellas mujeres sepulcrales, de oscuras historias familiares en las que los antepasados no acaban de irse del todo... Un genero en el que algunas eminentes damas novelistas, especialistas en lo escalofriante, marcaron tendencia. Las veintiuna historias incluidas en este volumen abarcan el reinado de la reina Victoria y cuentan con aportaciones de autoras clasicas como Charlotte Bronte, Elizabeth Gaskell, Margaret Oliphant o Willa Cather, junto con otras no tan conocidas pero no por ello menos especialistas en lo tenebroso y lo sobrenatural. Ambientados en las montanas de Irlanda, en una villa mediterranea o en una tetrica mansion de Londres, estos relatos evidencian la fascinacion victoriana por la muerte y por lo que habia mas alla, con atmosferas sugerentes, ingenio y mucho, mucho humor.

  • Los angeles de hielo de Toni Hill

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  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

    https://gigalibros.com/frio-y-calor-los-secretos-de-boira-no-2-gina-peral.html

  • Para siempre contigo (Eres mi adiccion 3) de Laurelin Paige

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    El desenlace de la trilogia superventas <>. Un viaje vertiginoso y torrido de la mano de la pareja mas excitante.

  • La leyenda de las dos piratas, Maria Vila de Maria Vila

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    Londres, ano 1579. Dos jovenes aristocratas -la futura condesa Ines Braukings y la princesa bastarda Victoria Dudley- se rebelan contra la vida que les corresponde por nacimiento y escapan en busca de libertad. Para huir lejos de la jaula de oro que el futuro les tiene reservada, se embarcaran en El Miguel, barco pirata que capitanea el habil y frio Miguel Saavedra, amigo personal de la reina Isabel, la cual no sospecha de las actividades criminales del espanol. Cuando la relacion con el capitan y su tripulacion pirata comience a complicarse, Ines y Victoria se veran obligadas a alejarse y fletar -con ayuda de la letal y audaz Shatidje- su propio navio.

  • Esta tormenta de James Ellroy

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    James Ellroy retoma la historia de Perfidia con esta nueva y brutal entrega del segundo Cuarteto de Los Angeles, durante los anos de la Segunda Guerra Mundial.

  • La Hermana Favorita de Jessica Knoll

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    Una novela llena de giros y suspense, sobre el pressing social al que viven sometidas muchas mujeres, que nos recuerda a Big Little Lies de Liane Moriarty.

  • El hombre Z de Pedro Suarez Ochoa

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    Una ciudad en Venezuela se paralizo por un extrano evento ocurrido en 1998. Algunos hablaban del advenimiento de la era zombi, pero 21 anos despues se conocio la verdad.

  • Cuarta Generacion de Isaac Asimov

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    El gusto por la paradoja, un acido humor que arranca de sus raices chestertonianas, la lucidez y un fondo critico que contrasta con el esquematismo --que no es mas que una prueba de conservadurismo intelectual--

  • Tu tan jefe y yo. !Tan caprichosa! – Ariadna Baker de Ariadna Baker

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    Con una vida de ensueno y un trabajo como subdirectora de una de las revistas mas importantes del corazon de Miami, Jennifer cree tenerlo todo.
    Cuando el dueno de esta se jubila y es su hijo quien viene a tomar el control, la atraccion entre ellos hara explotar una serie de acontecimientos para los que no estaban preparados.
    El es un misterio, con una vida oculta que ella intenta sacar a la luz. Sin saber que, de camino, sera arrastrada a un mundo desconocido y que a la vez necesitara.
    Una historia de romance y pasion que te enganchara a ella desde el primer momento.

  • Paraiso a lo cubano de Jocy Medina

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    Cruda y emotiva, una novela de olores y obsesiones. Dalia es una bellisima cubana, cuyo unico deseo es ser invisible ante el mundo. Pero Waldo, un vecino psicopata y chivaton, la acosa sin descanso. Cuando un apuesto brasileno promete convertirse en la solucion de sus problemas, Waldo la reporta como jinetera. De su oscuro hueco existencial la salvan, un amigo que la adora, una abuela que predice las tormentas a traves de la religion yoruba y un amor sincero que ella encuentra donde menos lo imagina.

  • La silueta del olvido de Joaquin Camps

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    La inspectora Claudia Carreras quiere ser una buena policia, y una buena persona. Por ese orden. Pero ambos objetivos le resultan inalcanzables por culpa de la desolacion que siente tras el asesinato en Madrid de su companero y amante, Tomas.
    Para olvidarlo se traslada a Valencia, donde debe investigar el extrano secuestro de Lara Valls, la hija de una adinerada familia. Pronto descubre que nada en este caso es lo que parece, y poco a poco empatiza con Lara: ambas son adictas a la literatura, al pasado y al sufrimiento. Tres drogas que pueden llegar a ser mortales.
    Una trama intrigante, una prosa aparentemente ligera pero repleta de guinos y cargas de profundidad, junto con unos personajes que viven como si trepasen por una cascada, impediran al lector dejar de pasar las paginas de La silueta del olvido.

  • Uno. Jugada Perfecta de Moruena Estringana

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    Cam no podia creer que su novia, su mejor amiga, su mitad perfecta le hubiera hecho aquello. No podia ser verdad… El habia visto a Blanca con ese chico y habia temido que lo dejara, que se diera cuenta de que eran tan diferentes que no estaban hechos para estar el uno con el otro. Cam era muy serio. Siempre habia sido un nino responsable, y Blanca era divertida, amante de las emociones y de los planes creados en el ultimo segundo. <>, penso el joven. Fue a buscar a su chica y, en cuanto la vio, dijo lo primero que se la paso por la cabeza. Estaba tan triste que hablo sin pensar. —Me has sido infiel… Me has puesto los cuernos. Blanca lo miro impactada. —?No me vas a permitir dar mi version? —pregunto Blanca dolida. —Os he visto juntos. Soy iguales…, tan perfectos… Ni siquiera se que haces con alguien como yo. Para ti solo ha sido un juego. —!!Yo no me he liado con Noel!! —?Y como sabes que estoy hablando de el? —!Porque es la unica persona con la que me pueden relacionar! —!Porque sabes que tengo razon! ?Como has podido hacerme esto? —Como has podido tu, Cam. Confiaba en ti mas que en nadie, y me has juzgado sin mas. Creia que tu si eras capaz de ver como soy en verdad, pero me equivoque. Que te aprovechen tus prejuicios. Blanca se marcho corriendo para que Cam no viera sus lagrimas deslizarse por sus mejillas. Lo queria mas que a nadie y, aunque eran diferentes, eso no cambiaba lo que sentia. La habia juzgado como todos, pensado de ella cosas que no son. No pensaba volver a dirigirle la palabra… Solo asi conseguiria olvidarlo. Capitulo 1 Blanca La madrastra de Cam me ha dejado con el para ir a su casa a darse una ducha. No puedo creer que haya estado a punto de morir por conducir rapido. El, que se sabe al dedillo todas las normas de seguridad y es el cenizo que te las recuerda si te las saltas. Ha salido del peligro, pero, hasta que no despierte, no pueden saber el alcance de sus heridas en la cabeza. Me acerco a el. No he sido capaz de irme de su lado desde que supe la noticia. Colin, su hermano mellizo, me llamo para decirmela. El estaba de viaje y ahora ha regresado para estar junto a su hermano. Me imagino que esas horas lejos de Cam se le hicieron eternas. Miro a Cam deseando que despierte y me mire con sus ojos verdes. Seguramente me taladrara con la mirada y me dira que me marche, pero hasta que eso ocurra, pienso seguir aqui. Sin aparentar que no me importa, que me da igual lo que le suceda. Una parte de mi siempre sera suya. De repente, noto que Cam se mueve… Me sobresalto y lo miro. Su mirada esta vidriosa, y sus ojos, rojos por el golpe en la cabeza. —Eres una aparicion… —Eso quisieras tu, que aparte de ser infiel estuviera muerta —le digo mordaz. Sonrie de medio lado antes de dormirse de nuevo. Con el corazon dolorido y acelerado, voy a buscar al doctor para informar que ha despertado; que hable es buena senal, pero sus palabras no nos aclaran si va a tener una lesion cerebral o no. Informan a la familia de todo y regreso al lado de Cam hasta que la puerta se abre, y aparece Colin. —Cam… —Colin ni me ve. Solo puede mirar a su hermano. Llega a su cama y lo abraza con cuidado al tiempo que llora como un nino—. Si te pasa algo, me muero… Me marcho para dejarles intimidad. Voy a la zona de espera y veo a la novia de Colin. Me acerco a ella. Es un poco rara, pero llevan ya mucho tiempo y ellos se entienden bien. —Hola. ?Como esta? —me pregunta. —Esperan que lo peor haya pasado, aunque yo no me quito de la cabeza que Cam corriera tanto con el coche. —Yo tampoco —dice Luke, que acaba de volver con Roy. Han estado yendo y viniendo desde lo sucedido. —Cam no iria a esa velocidad a menos que pasara algo grave —anade Roy—. Esperemos a que se despierte para saber lo sucedido. —Mira por la sala—. ?Y su querida prometida? ?Sigue sin aparecer? —Si, tiene el movil apagado. No han podido localizarla —respondo. —A saber si no paso algo con esa bruja —dice Luke, al que no le cae muy bien la que fue su ex hace anos. Bueno ni a el, ni a nadie. No se como Cam pudo no confiar en mi y sigue al lado de alguien con tan pocos escrupulos como Carla, su prometida. Le ha dado mil y un motivos para no confiar en ella, pero sigue ahi. Cuando el padre de Carla acabo en la carcel por todos los delitos que cometio, todos esperabamos que rompiera su compromiso, pero Cam no… Cam se ha mantenido fiel a su palabra y ha protegido a esa arpia, que es igual de mentirosa y mala que su padre. Que Carla no este aqui me hace pensar si ella no ha tenido la culpa de lo sucedido. Me espero todo de ella. Al final me convencen para irme a casa a descasar. Al llegar, Emily y Peyton me preguntan por Cam y les cuento lo que ha pasado al despertar. —No deberia volver… —digo agotada—, pero tampoco puedo estar lejos hasta que no este bien y pueda seguir odiandolo como siempre. —Te entendemos. Me despido de ellas y me meto en mi dormitorio. Me tiro sobre la cama y me quedo dormida al instante. * Nada mas despertar, me doy una ducha, como algo y me marcho al hospital. Al llegar, Colin me informa que se ha despertado otra vez y que sus recuerdos estan todos bien salvo las ultimas horas antes del accidente. No recuerda por que iba a esa velocidad. —Mis padres se han ido a tramitar unos papeles en la comisaria. Yo tengo que ir con mi hermano pequeno. ?Puedes quedarte un momento hasta que regresen? —Claro. Si sucede algo, os informo. —Gracias. De mis amigos, soy la que no tiene trabajo. He acabado la carrera y me esta costando encontrar algo. He echado curriculums y hasta ahora no he conseguido nada. Nada que no sea trabajar con mi padre, el nuevo alcalde de la ciudad. Cada vez que pienso que ha vuelto para ser alcalde y no por mi, me enfado con el… Mi madre me abandono al nacer y siempre hemos sido el, yo y sus negocios. Siempre me ha dicho lo siento con un regalo caro por no poder pasar mas tiempo conmigo, y lo entiendo. Tiene mucho trabajo. Cuando era nina contrataba nineras para que me cuidaran. No siempre eran las mismas, porque no queria que me encarinara demasiado con ellas y, cada seis meses, buscaba una nueva para que no olvidara que ellas no eran mi familia, sino simples trabajadoras. Se que tenia miedo de que otra persona ocupara su lugar y las quisiera mas que a el, pero eso nunca paso. No tenia tiempo para quererlas y, como cambiaban tanto, me daba tanta tristeza despedirme que acabe por ser fria con personas que en verdad no queria dejar de ver. Era mejor eso que sufrir sus despedidas. Conozco a Cam de toda la vida. Mi padre es amigo de sus padres y su casa esta aqui, aunque no viva mucho en ella. Por eso, cuando empece la universidad, tras la ruptura de Cam, decidi independizarme y vivir sola, para que asi dejara de contratar cada seis meses personas para mi cuidado y poder vivir con gente que no se marchara. Fue la mejor decision, aunque provoco que mi padre aumentara el numero de regalos, porque sentia que estaba mas sola. El nunca ha tenido tiempo para mi, pero se que me quiere; no por los regalos, como el piensa, sino por las veces que me llama para preguntarme si estoy bien. El tiempo ha pasado y conozco poco al hombre del que llevo su sangre, y ahora que ha vuelto, es peor. Siempre esta liado para sacar esta ciudad para adelante tras el destrozo que hizo el anterior alcalde. Entro al cuarto de Cam y me siento cerca. Lo miro fijamente y, sin quererlo, recuerdo el dia que me di cuenta de que ese chico al que conocia de siempre me gustaba mas de lo que debia. Habia una comida en su casa y a mi padre le habian invitado, pero, como no podia acudir, me mando en su lugar. La tarde caia y algunos jovenes aburridos de la fiesta propusieron jugar a algo. Colin saco unas barajas de cartas del juego del Uno y, a los que no sabiamos como jugar, nos explico las reglas. Jugamos todos menos Cam, que estaba sentado cerca viendolo todo sin participar. Algo que hacia siempre

  • El demonio entre las piernas de Cristina Brocos

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    Marta se enamoro, siendo una nina, del cura de su pueblo. Creyo que ese amor se diluiria con el paso del tiempo, pero, como decia la abuela, “el amor, cuando es verdadero, no se olvida, se acrecienta”. Siguiendo los dictados del corazon, que es el unico que conoce el camino verdadero, regreso anos despues, convertida en una mujer de bandera y dispuesta a derribar las Murallas de Jerico. ?Podra el amor luchar contra la fe mas profunda? ?Podra lidiar con todo un pueblo y sus inquinas?

  • Protegeme (Spanish Edition) de Sophie Saint Rose

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    Laia se llevo una mano a la cabeza sintiendo que le iba a explotar. Se giro en la cama y cuando la bilis le subio por la garganta, abrio los ojos de golpe levantandose de un salto y tropezando con uno de sus zapatos de tacon, se dio cuenta de que no estaba en su casa. Vio la puerta del bano abierta y corrio hacia el water para soltar hasta la primera papilla. Gimio apoyando el codo en la fria loza mirando a su alrededor con los ojos llenos de lagrimas del esfuerzo. ?Donde cono estaba? Sintiendose peor que en toda su vida, vio los frasquitos de un hotel en la banera. --Oh, Dios mio --susurro antes de vomitar apartando sus rizos pelirrojos. Se paso alli tirada tanto tiempo, que creyo seriamente que debia llamar a una ambulancia, pensando que se estaba muriendo en lugar de tener una resaca de aupa. Nunca en su vida la bebida le habia sentado peor y estaba claro que antes de volver a beber chupitos de vodka, se pegaba un tiro. Consiguio ponerse de pie y desnuda llego hasta la habitacion cogiendo el vestido del suelo. Entonces vio el calzoncillo debajo. Se le paralizo el corazon, aunque era logico que hubiera ido alli a echar un polvo, pues no estaba en su casa. --Laia, la has hecho buena. Se sento en la cama y penso. Habia salido con sus amigas del trabajo para la despedida de soltera de Grace y en la discoteca donde estaban, habia bailado con varios. Nego con la cabeza porque no podia haberse ido con un desconocido, por muy borracha que estuviera. Ella no hacia esas cosas. Por Dios, si la ultima vez que se habia acostado con un hombre habia sido tres anos antes y llevaba saliendo con el unas semanas. Que fuera un desastre en la cama, la decidio a dejarlo. Igual era por eso. Igual habia querido probarle antes de iniciar algo con el. !Pero que tonterias estaba pensando, si ni sabia su nombre! Se agacho apoyando los codos en las rodillas y frotandose la cara como si eso la ayudara a recordar. Entonces una cara le paso por la cabeza. Un hombre moreno le sonreia ofreciendole una copa. Llevaba una camisa blanca y le susurraba al oido que le encantaban las pelirrojas. Otra imagen de Grace y sus amigas en el bano, riendo mientras le decian que se lo iba a llevar a la cama, a la vez que ella reia asintiendo, casi la hizo vomitar de nuevo. Madre mia, las tonterias que se hacian bebida. Resignada mirando los calzoncillos blancos de Calvin Klein, se dijo que al menos esperaba que hubiera pagado la habitacion, porque aquel hotel no era precisamente barato. Se vistio con su ropa interior deseando salir de alli y se puso el vestido rosa. Los tacones le hacian dano en los talones y vio que tenia heridas. Ni se habia dado cuenta. Asustada busco su bolso y se arrodillo debajo de la cama para suspirar del alivio al verlo alli tirado. Estiro la mano cogiendolo y lo abrio para comprobar que lo tuviera todo. Al menos los treinta pavos que le quedaban, seguian en su monedero. Se mordio el labio inferior mirando los calzoncillos. No podia dejarlos alli. Cogio una bolsa del bano y los metio dentro para tirarlos a la basura. Salio de la habitacion con ganas de tirarse por la ventana, que llegaba antes. --No te preocupes --dijo Grace cogiendo su mano por encima de la mesa mirandola con pena con sus ojos azules--. Te ira bien. --Claro que si. --Saco otro panuelo de papel del bolso apartando su mano. -- Embarazada, soltera y con un trabajo temporal. Me va a ir de miedo. --Se sono la nariz dejandosela bien colorada mientras sus ojos verdes estaban cuajados en lagrimas. -- Una noche. Una maldita noche y destrozo mi vida. --No digas eso --dijo Milly preocupada--. Te ayudaremos en todo. Y tu trabajo no es temporal. Estas a prueba. --Estoy alli porque me habeis enchufado, pero en cuanto se enteren de que estoy embarazada, me echaran a patadas. --Tienes otra opcion. --Milly miro de reojo a Grace con sus ojos castanos y vio aliviada que su amiga estaba de acuerdo mientras que Laia casi se echa a llorar de nuevo. --?Crees que no lo he pensado? Millones de veces desde ayer, pero no me siento capaz. --Yo lo hice una vez --dijo Grace sorprendiendolas mientras que se apartaba su cabello rubio tras la oreja. --?Lo hiciste? --Si, tenia diecisiete anos. John lo sabe. Se lo dije hace un ano y lo entendio. Fue un error. --Pero eras muy joven. !Joder, yo soy una mujer adulta de veintiseis anos! Deberia saber lo que hago. --Un error es un error. No puedes castigarte por ello y tomar una decision que estara presente el resto de tu vida --replico Milly. Las miro fijamente y apreto los labios antes de decir --Yo no puedo hacerlo. Le siento parte de mi.

  • Condenada por tu amor de Sophie Saint Rose

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    Lady Esther esta cumpliendo condena en la lavanderia de Palacio por desobedecer las ordenes de la Reina y poner en peligro a la Marquesa de Brentwood. Los malos tratos y las vejaciones la han llevado a una situacion extrema, asi que decide enviarle una carta a su tia abuela a Escocia pidiendo ayuda pero aparecio el Conde de Hackford.

  • La gran travesia de Shion Miura

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    Cuando el responsable del departamento de diccionarios de la editorial Genbu Books esta a punto de jubilarse, se propone elegir a un sustituto para que se embarque en un ambicioso proyecto: la creacion del nuevo diccionario La gran travesia. Y Majime, un timido joven de escasas habilidades sociales aunque con una gran pasion por las palabras, resulta ser la persona adecuada.

  • Luz de febrero de Elizabeth Strout

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    A primera hora de la tarde de un sabado de junio, Jack Kennison se puso las gafas de sol, se monto en su deportivo descapotable, se abrocho el cinturon de seguridad pasandoselo por encima de la prominente barriga y se fue hasta Portland, a casi una hora de viaje, a comprar una botella grande de whisky, cualquier cosa con tal de no encontrarse con Olive Kitteridge en el colmado de Crosby, Maine. Ni con aquella otra mujer que le habia hablado del tiempo mientras el esperaba en la cola del colmado con el whisky en la mano. !Del tiempo! Aquella otra mujer (no recordaba su nombre) tambien era viuda. Mientras conducia, se apodero de el algo muy parecido a la calma y, una vez en Portland, aparco y fue a dar un paseo junto al mar. El verano ya habia hecho acto de presencia y aunque todavia hacia frio para mediados de junio, el cielo estaba azul y las gaviotas sobrevolaban el muelle. Habia gente en las aceras, muchos jovenes con ninos pequenos o empujando cochecitos de bebe, y todos parecian conversar. Aquello no dejaba de asombrarlo: !como daban por sentado el hecho de estar los unos con los otros, de hablar! Nadie parecia prestarle atencion y se dio cuenta de algo que ya sabia pero que ahora entendia de otro modo: que era solo un viejo con una barriga fofa en quien no merecia la pena fijarse. Y casi resultaba liberador. Atras quedaban esos anos en que habia sido un hombre alto y guapo, sin barriga, que se paseaba por el campus de Harvard, y que llamaba la atencion. Los alumnos lo miraban con respeto y las mujeres, las mujeres tambien lo miraban. En las reuniones del departamento imponia; se lo decian sus colegas y el no lo dudaba, porque precisamente ese era su proposito. Ahora, al pasar por uno de los muelles frente a los que habian construido zonas residenciales, se le ocurrio que tal vez debiera trasladarse a vivir alli, donde habia agua por todas partes, y tambien gente. Saco el telefono movil del bolsillo, le echo un vistazo y volvio a guardarlo. Era con su hija con quien queria hablar. Por la puerta de uno de los edificios de apartamentos aparecio una pareja de su misma edad: el hombre tambien tenia barriga, aunque no tan grande como la suya, y la mujer parecia preocupada, pero por su manera de estar juntos le parecio que llevaban muchos anos casados. <>. Pasaron por delante de el (sin advertirlo) y cuando se giro para mirarlos un instante despues, le sorprendio --vagamente-- ver que la mujer se habia cogido del brazo del hombre mientras avanzaban por el muelle hacia aquella ciudad pequena. Jack se quedo alli quieto, mirando el mar; primero hacia un lado, despues hacia el otro. Una brisa que no habia notado hasta ese momento levantaba unas cabrillas en el agua. Alli atracaban los ferris que venian de Nueva Escocia. Una vez, Betsy y el se habian subido a uno. Habian pasado tres noches en Nueva Escocia. Hizo un esfuerzo por recordar si Betsy lo cogia del brazo; tal vez si. Y le vino a la mente una imagen de ellos dos bajando del ferri, ella cogida de su brazo. Se dio la vuelta para irse. --Menudo cabeza de chorlito. Nada mas decirlo, vio que un nino que habia cerca, en el muelle, se habia girado y lo miraba desconcertado, lo que queria decir que era un viejo que hablaba solo en un muelle de Portland, Maine. Y no conseguia comprender como el --Jack Kennison, con sus dos doctorados-- habia llegado a ese punto. --!Vaya, vaya! Eso tambien lo dijo en voz alta, despues de adelantar al nino. Habia unos bancos y se sento en uno que estaba vacio. Saco el movil y llamo a su hija; todavia no debia de ser mediodia en San Francisco, que era donde vivia ella. Le sorprendio que respondiera. --Papa --dijo--. ?Pasa algo? El alzo la vista al cielo. --Ah, Cassie --dijo--. Solo queria saber como estas. --Estoy bien, papa. --Ah, vale, bien. Me alegro de oirlo. Ninguno de los dos dijo nada durante unos instantes, hasta que ella le pregunto: --?Donde estas? --Oh, estoy en el muelle de Portland. --?Y que haces ahi? --le pregunto ella. --Nada, se me ha ocurrido venir a Portland. Ya sabes, para salir un rato de casa. Jack entorno los ojos y miro hacia el agua. Otro silencio. Entonces ella dijo: --Bien. --Oye, Cassie --dijo Jack--. Solo queria decirte que ya se que soy una mierda. Eso lo se. Para que lo sepas, nada mas. Se que soy una mierda. --Papa --dijo ella--. Venga, papa. ?Y ahora que se supone que tengo que decir yo? --Nada --respondio el, afable--. No tienes que decir nada. Solo queria que supieras que lo se. Se hizo otro silencio, esta vez mas largo, y el tuvo miedo. Ella dijo: --?Esto es por como me has tratado o por la relacion que tuviste todos esos anos con Elaine Croft? El bajo la vista y la clavo en los tablones del embarcadero, se fijo en las zapatillas deportivas negras, de senor mayor, sobre los tablones desgastados. --Por las dos cosas --dijo el--. O escoge tu la que prefieras. --Ah, papa --dijo ella--. No se que hacer. ?Que se supone que tengo que hacer por ti? El meneo la cabeza. --Nada, nina. No tienes que hacer nada por mi. Solo queria oir tu voz, nada mas. --Papa, ibamos a salir. --Ah, ?si? ?Y donde vais? --Al mercado de productos locales. Es sabado, y los sabados vamos a ese mercado. --Esta bien --dijo Jack--. Pues idos. Ya hablaremos. Adios. Le parecio oirla suspirar. --De acuerdo --dijo ella--. Adios. Y nada mas. Nada mas. Jack se quedo mucho rato sentado en el banco. La gente pasaba por delante, o tal vez habia ratos en que no pasaba nadie, pero el seguia pensando en su mujer, Betsy, y le entraban ganas de aullar. Solo entendia una cosa: que se merecia todo lo que le habia pasado. Se merecia estar llevando en ese momento una compresa para las perdidas como consecuencia de su operacion de prostata; se lo merecia. Se merecia que su hija no quisiera hablar con el, porque durante anos el no habia querido hablar con ella. Su hija era lesbiana; era lesbiana, y eso aun le provocaba cierta sensacion de incomodidad. Pero Betsy no merecia estar muerta. El que merecia estar muerto era el, pero Betsy no. Aun asi sintio una rabia repentina hacia su mujer: <>, murmuro. Cuando se estaba muriendo, era ella la que estaba furiosa. Le dijo: <>, y el le dijo: <>. Y ella le dijo: <>. Pero el se lo decia en serio. ?Como iba a echarle la culpa a ella? No podia hacer eso. Y las ultimas palabras que le dijo fueron: <>. Al levantar la vista y ver una gaviota, penso: <>. * * * El bar del Hotel Regency estaba en el sotano, las paredes eran de un verde oscuro y las ventanas daban a las aceras, pero estas quedaban muy arriba y casi lo unico que veia el eran piernas que pasaban. Se sento en la barra y pidio un whisky solo. El camarero era un tipo agradable. --Bien --respondio Jack cuando el joven le pregunto como estaba. --Pues me alegro --dijo el camarero.

  • La tercera Frida de Enrique Escalona

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    Esa manana, la ciudad amanecio oculta por un manto de niebla que flotaba en silencio. El oficial aleman Karl Gurlitt salio del Hotel Le Royal seguido por dos soldados. Se internaron en la Plaza de Bellecour, caminando entre la bruma, sin poder ver los edificios de ventanas altas, balcones de hierro forjado, chimeneas de ladrillo y buhardillas con tejados que rodean la explanada. Tampoco era posible admirar la basilica que domina la colina de Fourviere en el horizonte. Solo quedaba a la vista, ademas de la blancura, la tierra rojiza que cubria la plaza. Oyeron gritos en la lejania y se detuvieron; era mejor ser precavidos. Lyon era conocida como la capital de la Resistencia, el movimiento frances que luchaba contra el invasor; es decir, contra ellos. Retomaron el paso. El sol habia aparecido como un halo entre las nubes. Un sol frio, sin fuerza para disipar la bruma de la noche. Karl penso que ya debian de haber llegado al otro lado de la plaza y temio haber perdido la linea recta. Nunca habia sido bueno para orientarse. Antes de la guerra atendia la tienda de antiguedades de su familia y rara vez salia de Hamburgo. Un viento gelido disipo algo la neblina y revelo la estatua del rey Luis XIV a caballo y senalando con un dedo la calle Emile Zola: la direccion que debian tomar. Caminaron en fila india por una banqueta estrecha y llegaron al edificio que hace esquina con la Plaza de los Jacobinos. Afuera estaba estacionada una camioneta de la que descendieron tres cargadores que se apresuraron a hacer el saludo nazi. Karl saco la llave del porton, lo abrio y el grupo paso frente a la puerta del departamento del matrimonio Mercier, los conserjes del edificio. --Estan subiendo. Han de traer las llaves de monsieur Barda --murmuro Claire. --Mejor. Asi no vendran aqui --susurro Antoine, su esposo. El dia anterior, un grupo de agentes de la Gestapo se habia llevado a Daniel y Berthe Barda, arquitectos franceses, de religion judia y habitantes del tercer piso. Karl Gurlitt estaba ahi para saquear su hogar. Su trabajo consistia en apropiarse de los bienes de las familias judias deportadas a campos de concentracion. Los muebles, las joyas, las antiguedades y las prendas lujosas se vendian en el mercado negro. Si aparecia alguna obra de arte clasico, la mandaba como regalo para el Fuhrermuseum que construia Adolf Hitler en Austria, el cual reuniria las obras incautadas a los paises ocupados. Karl abrio la puerta y encontro una decoracion peculiar, con muebles escasos y modernos, hechos con tubos cromados, tapizados en telas lisas y sin florituras. La duela de madera estaba libre de estorbos; unas discretas lamparas de acabado metalico decoraban las esquinas y habia una enorme pintura abstracta en la pared principal. --?Que es esto? --pregunto un soldado y senalo una pintura que mostraba frutas hechas con formas geometricas coloridas. --Es arte degenerado --contesto Karl. "Degenerado" era el termino que usaba el regimen nazi para describir el arte moderno y de vanguardia. Algunas de esas obras eran destruidas, y otras, revendidas a coleccionistas. Karl descolgo la obra, la coloco sobre la mesa y saco un sello que estampo en la parte posterior: la marca de la ERR, organizacion responsable de confiscar bienes culturales. Indico a los cargadores que se la llevaran, junto con una escultura de dos personajes abrazados y fundidos en un beso. Reviso un librero, encontro catalogos de exposiciones de arte, tratados de arqueologia y manuales tecnicos sobre arquitectura. Nada que le interesara. Entro a la recamara principal, se puso unos guantes y saco la ropa de los armarios. Encontro joyas que metio en una bolsa y un reloj que deslizo en su bolsillo. Siguio con la recamara de los ninos. Husmeo en un armario; movio algunos juguetes; no encontro nada interesante. Ordeno a los cargadores vaciar el piso. Dio instrucciones: los muebles, la estufa y los abrigos irian a una bodega; las cosas restantes serian usadas como combustible para la calefaccion. La memoria de una familia seria consumida por las llamas. Antes de irse, Karl se fijo en un cuadro sobre la chimenea. Era un dibujo hecho de lineas negras: parecia un laberinto y tenia algo de enigmatico. Lo descolgo y le coloco el sello por la parte de atras. Como era pequeno, decidio llevarselo el mismo. Los conserjes escucharon las botas militares bajando las escaleras. Temian que tocaran a su puerta, asi que contuvieron la respiracion hasta que escucharon que se cerro el porton. Antoine espero un instante, busco una silla, la puso cerca de la entrada, subio en ella y abrio la puerta de una alacena empotrada sobre el pequeno cuarto de bano. Un nino de tres anos se asomo, silencioso, y Claire lo recibio con un abrazo. --La senora Barda me lanzo una mirada insistente cuando paso por el pasillo. Ahi entendi que habia escondido al nino. El pequeno, de cabello rubio y lacio, tenia ojos de color gris muy claro, que transmitian miedo y tristeza. Se chupaba el dedo, abrazado a la senora Mercier. Aunque no comprendia a donde se habian llevado a sus papas, intuia que ya no volverian. Karl regreso a su habitacion en el Hotel Le Royal y se asomo por la ventana hacia la Plaza de Bellecour. La neblina se habia disipado. Habia soldados a un costado de la escultura del rey. Alguien habia pintado en la base VIVE LA FRANCE LIBRE con la Cruz de Lorena, simbolo de la Resistencia. Los alemanes solian decir que no les importaba quien lo habia hecho, sino quien pagaria por ello, asi que detenian a cualquiera que pasara para interrogarlo y amedrentarlo. El sol ya no se veia a simple vista; habia cobrado fuerza y deslumbraba. En un mes comenzaria la primavera y brillaria con toda su intensidad. Los dias cortos y oscuros del invierno no durarian por siempre. Tampoco la ocupacion alemana. Karl sabia que el Tercer Reich se derrumbaria antes de los mil anos que Hitler habia prometido. Mucho antes. Ya tenia listos sus documentos falsos y escaparia de Europa en la primera oportunidad que se le presentara. Admiro su botin personal. Se puso el reloj; la cubierta debia ser de oro; le quedaba bien. Luego coloco el cuadro sobre el buro para admirarlo. Personalmente no tenia nada contra el arte moderno, y ese dibujo de lineas en tinta negra le parecia bien hecho. ?Seria una obra valiosa? Ya no parecia un laberinto, sino dos piramides vistas desde arriba. Encontro algo escrito a mano en la parte inferior; una palabra en una lengua desconocida, que pronuncio con lentitud. Decia: "TEOTIHUACAN". 1 TU LO SERAS Esa manana de febrero las jacarandas de la Ciudad de Mexico amanecieron llenas de florecitas moradas. Los arboles de la colonia Roma lucian una explosion violacea y los ciclistas se detenian para sacar sus telefonos, tomar una foto y ser los primeros en reportar el inicio de la "temporada jacarandosa" en las redes sociales. Los turistas senalaban la colorida invasion desde el segundo piso del Turibus e incluso los automovilistas --que en esta ciudad de trafico suelen ser irascibles o indiferentes-- bajaban la ventanilla para contemplar el paisaje. Era un hermoso dia con un cielo azul que anticipaba el final del suave invierno capitalino. Damian Diosdado llego hasta el cruce de Mazatlan y avenida Veracruz y se detuvo para dar una vuelta completa sobre su eje y admirar las jacarandas en flor. Era un joven sensible a la belleza. De hecho, habia sido entrenado para reconocerla y encontrarla: era un detective especializado en buscar tesoros. Habia aprendido bien el oficio de su padre y de su abuelo, el fundador de la Agencia Diosdado. Era capaz de rastrear el destino de una escultura robada, de localizar una moneda o de investigar donde andaria el timbre faltante de una coleccion. Su aspecto era el de un joven alto, pero no demasiado; delgado tirando a flaco; moreno y de cabello negro. Usaba ropa anticuada: pantalon de pinzas, camisa negra abotonada hasta el cuello y un saco de lana a cuadros que habia encontrado entre las cosas que dejo su abuelo. Hay que decir que su estilo vintage no desentonaba entre la gente que habitaba ese barrio de artistas y creativos que vestian como les daba la gana: chicas con botas a la rodilla y piernas tatuadas; barbones de saco, chaleco y reloj de bolsillo, o corredores en ropa deportiva fosforescente que pretendian seguir en la decada de 1980. Esa manana, a Damian lo habia despertado la llamada de don Fernando Mondragon, un conocido exfuncionario de cultura y coleccionista de arte que le pidio ir a su casa de inmediato. Como se trataba de algo urgente, le entusiasmaba la posibilidad de conseguir un buen caso. Llego a la calle Valladolid, llena de flamantes edificios de departamentos que tienen por fachada entradas de garaje y letreros de no estacionarse --como si fueran hogares para carros y no para personas--. La unica casa antigua que sobrevivia era aquella de don Fernando, un pequeno castillo de ventanas altas y vitrales que reproducian el escudo de su familia. En cada esquina tenia remates de cantera con forma de dragon y en las paredes, frondosas enredaderas verdes. El lugar se veia tal y como hacia un siglo, excepto por las camaras de vigilancia que monitoreaban el exterior. Damian se detuvo frente al porton de madera, que tambien tenia tallado un dragon en relieve, y toco el timbre del interfon. Mientras esperaba a que abrieran, saco su celular para fotografiarse frente a la casa. Tenia una coleccion de selfies en sitios de la Ciudad de Mexico que parecian ser de otro pais. En esa foto podria decirse que estaba en Europa, tal vez en Francia. Claro, era una mera suposicion, porque Damian nunca habia estado en el Viejo Continente. Su trabajo como detective de tesoros era esporadico y ni siquiera podia pagar la renta de un departamento; dormia en el sillon de su despacho, sus gastos eran limitados y la posibilidad de un viaje al extranjero era mas bien lejana. Se oyo el tono indicador de que la puerta estaba abierta. Damian la empujo y se encontro con don Fernando. Era un hombre delgado, bien conservado, de abundantes canas, que vestia un traje de pana. Aunque no lo conocia en persona, lo habia visto en los diarios y en la television, inaugurando exhibiciones o dando entrevistas. Tras saludarse, caminaron por un pasillo cubierto de azulejos gastados, entre jarrones, plantas y medias columnas decorativas. Entraron a un salon de techo alto con vigas de madera e iluminado por los vitrales de dragones que se veian desde el exterior. Las paredes tenian cuadros de distintos tamanos. La mirada entrenada de Damian reconocio los azules intensos de Rufino Tamayo y un paisaje con un volcan en erupcion, el cual solo podia ser obra del pintor Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl. Don Fernando se veia apurado, poco dispuesto a hacer una visita guiada de su coleccion. Tomo asiento en una silla de respaldo alto y madera dorada que parecia un trono --algo excesiva y cursi, para ser sinceros-- y senalo a Damian un sillon estilo rococo para que se sentara. --Agencia de Detectives Diosdado --leyo don Fernando en la tarjeta que Damian le habia entregado. --Asi es. Me especializo en investigaciones sobre obras de arte y antiguedades. Mi abuelo la fundo y la continuo mi padre, pero el se fue de Mexico y ahora yo estoy al frente... --No necesita leerme sus cartas credenciales --lo interrumpio don Fernando--. Supe de usted por el caso de la moneda de la muerte y me sorprendio que hubiera encontrado ese extrano peso de plata para la familia Lorca. Ahora soy yo quien necesita sus servicios y tengo prisa por mostrarle algo. --?De que se trata? Don Fernando se levanto y camino hacia una de las esquinas del salon. Alli habia un caballete con una pintura de grandes dimensiones, tapada con una tela blanca, que descubrio de un tiron. Era una pintura al oleo de un par de metros de largo y poco mas de un metro de alto. Mostraba una de las escenas mas extranas que Damian hubiera visto: un escenario teatral enmarcado por unas gruesas cortinas rojas y una escenografia de hojas gigantes. En medio habia una mesa con patas de animal de la que salia sangre. Los primeros personajes eran un nino y una nina bien vestidos que miraban al espectador con gesto tranquilo; enseguida habia un monstruo de brazos largos, overol y cabeza diminuta que parecia ser un judas de cartoneria, como los que queman en Semana Santa. En el otro lado de la mesa habia un venado, un esqueleto gigante de carton y un personaje largo y flaco que tenia un brazo clavado en la mesa y el otro unido al munon de la figura central, nada menos que la inconfundible Frida Kahlo, en huipil y falda de tehuana. El conjunto recordaba la pintura de La ultima cena, de Leonardo da Vinci, pero en version de pesadilla. --?Es lo que estoy pensando? --pregunto Damian y se acerco a ver la firma de la pintora--. Esta debe ser La mesa herida. Don Fernando. !usted ha hallado la pintura perdida de Frida Kahlo! Don Fernando levanto los hombros con indiferencia y senalo el cuadro con la barbilla para que Damian continuara con su inspeccion.

  • El cielo de piedra (La Tierra Fragmentada 3) de N.k. Jemisin

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  • Cuando el destino nos encuentre de Pat Casala

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    Cuando nuestro corazon esta roto buscamos formas de recomponerlo o no hallaremos el rumbo de regreso a la felicidad perdida. Quizas a veces el destino solo es caprichoso, pero siempre acaba encontrandonos.

  • El Club Rojo de Rocio Verdejo

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    Alexa, no discutas, te guste o no te guste voy a ampliar tu seguridad. Puedo ceder en muchas cosas, pero no en eso. -- Por favor papa, lo menos que quiero es andar por la vida con dos nineras. Tengo veinticuatro anos, soy una mujer. -- Ya te lo dije no quiero hablar mas del asunto. He dicho que a partir de hoy te acompanaran Bruno y Jorge. No quiero correr ningun riesgo contigo. La chica no discutio mas con su padre sabia que cuando se ponia en ese plan era dificil convencerlo de nada. Esa discusion era comun entre Alexa y Gonzalo. Ambos tenian un caracter muy dificil, y la mayor preocupacion del hombre era la seguridad de su unica hija, pero tambien el tenerla vigilada. Gonzalo Martin Casado era un abogado y politico muy importante, perteneciente a una de las familias mas ilustres de Espana. Habia desempenado los mas diversos cargos dentro del gobierno, todos de gran importancia, habia sido ministro, diputado, e incluso habia llegado a ser asesor del Presidente de Gobierno. Tenia setenta anos, pero muy bien llevados, el estilo de vida que habia tenido le habia permitido mantenerse asi. Nacido en una cuna de oro, nunca habia tenido que trabajar fuerte, era el encargado junto con su hermano de los negocios de su familia. Pero la carga mayor la habia llevado Pablo, su hermano menor, porque Gonzalo desde muy joven se dedico a la politica, esa era su verdadera vocacion. Era un hombre muy respetado y muy influyente entre los miembros del partido, y en general en todo el pais. Se habia casado hace treinta y cinco anos con Ana Velazquez De Los Rios, por supuesto, tambien de una de las mejores familias de Madrid, ella con sesenta anos tambien aparentaba muchos menos, siempre se ha dedicado a ser la esposa perfecta. Siempre vestida de manera muy elegante, con excelente educacion y unos modales exquisitos, habian sido perfectos el uno para el otro, ella lo habia ayudado a escalar posiciones dentro del partido, era muy lista y siempre habia motivado a su marido a asumir retos. En realidad, ella era el cerebro y el el ejecutor, pero de cara a la sociedad ella era una esposa florero. Se habian casado muy enamorados, el con 35 anos ella con diez menos, por supuesto querian tener familia, necesitaban un heredero, perpetuar el apellido Martin. Pero se les hizo muy dificil, luego de diez anos de incontables tratamientos se rindieron. Pero ocurrio el milagro, quedo embarazada, y el dia de su aniversario de bodas numero once, nacio Alexa Martin Velazquez, una hermosa nina que llego a completar la felicidad de la pareja. Luego por mas que lo intentaron no pudieron tener mas hijos, pero para ellos la dicha de tener a su preciosa hija era mas que suficiente. Durante su ninez, Alexa vivio entre algodones y lujos, habia ido a los mejores colegios del mundo, sus amistades o mejor dicho conocidos pertenecian a la realeza y a las mas altas esferas sociales. Habia viajado por todo el mundo, con veinticuatro anos seguia siendo la nina mimada de papa. Tambien tenia una ventaja adicional, era una verdadera belleza, cuerpo de modelo, delgada, alta, una cabellera negra como el azabache, los ojos grises como un cielo tormentoso, labios carnosos y cara de muneca. Nunca habia trabajado a pesar de tener una carrera de leyes, estudio en Oxford como su abuelo, su padre, su tio y uno de sus primos. Todo por complacer a su padre, la chica era inteligente y no tuvo dificultad ninguna en terminar con buenas calificaciones la carrera. No tenia ningun interes en ejercer, aunque no tenia duda que mas pronto que tarde tendria que hacerlo. Su familia tenia, entre otros negocios un despacho de abogados, uno de los mejores de Madrid, pero iba a retrasar lo mas posible esa situacion. Afortunadamente su tio Pablo no tenia intenciones de retirarse y para beneficio de ella tenia dos hijos que si querian dedicarse a esto. Ella tenia otros intereses, o por lo menos eso le hacia creer a todos, era fiestera, compradora compulsiva, caprichosa, era una referencia en cuanto a vestir. La prensa de cotilleo la seguia por todas partes, era habitual en desfiles de modas, inauguraciones de restaurantes, discotecas, y todos los mejores sitios de la ciudad. Eso era lo que se esperaba y por supuesto lo cumplia a cabalidad. Todo el mundo queria estar cerca de Alexa, eso era sinonimo de estatus, pero no era tonta, no confiaba en nadie, simplemente les seguia el juego. Sus unicos y verdaderos amigos eran Brad y Sofia. La Alexa que ellos conocian era la real, la que conocian los demas era un personaje, ella solo interpretaba un papel. A Brad Taylor lo habia conocido en Oxford, era ingles, ambos empezaron a estudiar el mismo dia. Era muy guapo, alto, rubio, ojos azules, delgado, pero con musculos definidos, y lo mejor de todo era encantador, tanto, que Alexa perdio la virginidad con el a los dieciocho. Pero luego de un tiempo se dieron cuenta que funcionaban mejor como amigos que como novios. El chico era de una excelente familia de Londres, era el primer abogado, su padre era medico, pero el no tenia esa vocacion. Cuando Gonzalo lo conocio, le agrado, pero nada mas, para el, Alexa estaba prohibida para todos. No queria que nadie se le acercara con otras intenciones. Cuando terminaron la carrera, Alexa lo invito una temporada a Espana, y le habia gustado tanto que se quedo. Luego de unos meses comenzo a trabajar en el despacho de abogados de la familia Martin. Sofia Jimenez y Alexa eran amigas desde que eran ninas porque ella era hija de una de las mejores amigas de su madre y apenas se llevaban un ano de diferencia, asistieron a los mismos colegios, y siempre habian sido inseparables. Ella estudio veterinaria, tenia una clinica pequena, pero se sentia muy orgullosa de ella. A pesar de que su familia tenia dinero habia querido comenzar por algo pequeno. Igual que Alexa, iba a los mejores sitios, pero ella era diferente a su amiga, su familia la habia dejado hacer siempre lo que quisiera, no era asidua a las compras, ni tampoco se aguantaba a nadie que no le agradara, y no le gustaba seguir esos estupidos codigos sociales. Era una rebelde, pero en el buen sentido de la palabra. Ahora le habia dado por ponerse el cabello azul, tenia piercings en "sitios divertidos", como decia ella, y unos cuantos tatuajes. Pero era una chica bastante centrada, que amaba a los animales, y se involucraba en organizaciones que los defendian, amaba tambien la naturaleza y sobre todo amaba su cuerpo. Era vegetariana, hacia muchos ejercicios, nunca habia usado drogas, no bebia casi alcohol, aunque con semejantes amigos, en ocasiones no podia negarse a esto ultimo. Los tres a pesar de ser muy diferentes, eran los mejores amigos, y disfrutaban mucho estando juntos. Y sobre todo eran amigos incondicionales. Alexa tambien tenia intereses profesionales, pero nada que ver con las leyes, a ella le gustaban los negocios, y sobre todo lo relacionado con los inmuebles. Le encantaba el diseno de interiores su sueno siempre habia sido dedicarse a eso, y de hecho estaba buscando la manera de hacerlo. Con el dinero que su padre le asignaba, compro un pequeno departamento, en Malasana, lo iba a remodelar y luego lo venderia. Pero necesitaba dinero para eso, le gustaban mucho ese tipo de proyectos y tenia talento para ello, le habia decorado en su totalidad la clinica de Sofia y el resultado habia sido maravilloso. Pero si su padre lo supiera estaria en problemas. Estaba empenado en controlarle la vida, en todos los aspectos, profesional, sentimental, y su propia privacidad ya que estaba segura que no solo era vigilada por Bruno y Jorge, su padre nunca estaria tranquilo solo con ellos dos. Debian estar siguiendola por lo menos tres o cuatro personas mas. Esas ultimas semanas habia estado mas paranoico que nunca. Ella desconocia la causa, pero estaba muy molesta por ello. Pero ella siempre optimista le veia el lado bueno a todo, Bruno su guardaespaldas estaba para comerselo, era un mulato, muy guapo, era de Brasil, experto en artes marciales y experto en armas tambien. Por lo menos tenia algo agradable que admirar. -- Alexa, ?como piensas comenzar con el proyecto de Malasana con esos dos siguiendote a todos lados? -- Le pregunto Sofia, mientras revisaba un gatito que le habian traido a consulta. -- No tengo ni idea… Con Jorge podia, porque se quedaba en el coche y yo tenia un poco mas de libertad de movimiento, pero Bruno no se me despega. Ahora mismo esta plantado en la puerta de entrada. -- Le respondio Alexa con cara de hastio. -- Si ya lo vi, pero que suerte tienes amiga, ese Bruno esta guapisimo y tiene cara de ser un semental. Y la reputacion que tienen los brasileros es que son muy calientes y sexuales. ?Porque no te lo ganas a fuerza de polvos? -- Dijo Sofia sonriendo. -- No creas que no lo he pensado, pero estoy esperando para hacer mi jugada. Tiene muy pocos dias en el puesto. -- Dijo Alexa mirando por la ventana, hacia donde estaba su guarda espaldas. -- Asi voy a matar dos pajaros de un tiro. Le doy a mi cuerpo alegria y de paso consigo algo de libertad de movimiento. -- Eres una perra maquiavelica, pobre tipo. -- No te hagas la inocente, tu misma me has dado la idea. -- Si, pero del dicho al hecho… -- Dijo Sofia. -- Y acerca de eso de darle alegria a tu cuerpo, ?no saliste el sabado con Ricardo? -- Si, pero no terminamos enrollados. Ese hombre es insipido, sali con el solo porque mi padre me lo pidio, y para no tener problemas acepte. Ambas familias tienen negocios y tienen la falsa ilusion de que podamos llegar a mas. Pero creo que la misma noche de bodas me moriria del aburrimiento. -- Pero es guapo, tampoco seria mucho sacrificio. -- Le dijo Sofia, mientras terminaba con su paciente felino. -- Creeme si es un sacrificio, el chico no tiene ni idea de lo que hace, es puro estuche, la unica vez que nos acostamos intento hacerme sexo oral, y mientras lo hacia casi que me pongo a limarme las unas. Ambas soltaron una carcajada, el pobre Ricardo habia sido un tema de conversacion muy divertido. Cuando Alexa salio Bruno la siguio de manera automatica, aprovechando la oportunidad se contoneo mas de la cuenta, necesitaba comenzar a trabajarlo. Mientras lo hacia miro de reojo y vio que el moreno estaba muy concentrado y no precisamente en la seguridad. Ya habia plantado el gusanito, aunque todavia no estaba segura de que esa fuera una buena opcion, lo que menos queria era perjudicar a nadie, y si su padre se enteraba lo despediria de inmediato. Luego de salir de la clinica de Sofia fue a su departamento, habia conseguido mudarse sola, muy a disgusto de Gonzalo, la unica condicion es que estuviera cerca de su casa, en el Barrio Chamberi. A ella no le importo, de momento eso serviria. Esa noche tendrian una cena en el club social donde asistian, la familia Martin tenia una de las membresias mas antiguas y esa noche era el aniversario. Afortunadamente para Alexa, Sofia y Brad tambien asistirian. Por lo menos no se iba a aburrir. Para esa noche se decidio por un vestido verde esmeralda, bastante discreto, era largo, con un drapeado hasta la cadera que le hacia un cuerpo precioso. Alexa era delgada, pero con unas formas perfectas, se hizo un recogido que la hacia lucir bastante elegante, y un maquillaje muy suave, pero con los labios rojos, siempre los llevaba de ese color cuando salia por la noche. Sus padres pasaron por ella en la limusina, les gustaba mucho alardear de lo que tenian. Se saludaron como siempre y Gonzalo lleno de cumplidos a las dos mujeres mas importantes de su vida

  • Variaciones enigma de Andre Aciman

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    La nueva y mejor novela del autor de Llamame por tu nombre.

  • Diccionario amoroso del psicoanalisis de Elisabeth Roudinesco

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  • El gran nivelador de Walter Scheidel

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    El de la desigualdad es un problema que preocupa hoy en el mundo entero. Pero quienes lo estudian suelen reducirse a considerar los tiempos recientes y olvidan las lecciones a largo plazo de la historia. Este ambicioso e impresionante libro estudia la evolucion de la desigualdad desde las sociedades primitivas hasta la actualidad y nos descubre que las fuerzas que la han reducido a lo largo de la historia han sido los <> de la violencia: guerra, revolucion, colapso de los estados y grandes epidemias. Walter Scheidel nos lleva en estas paginas a una fascinante excursion por la historia de las guerras, de las revoluciones (como la francesa o la rusa de 1917), del colapso de los estados (del Imperio romano o del de los mayas), de las pandemias (como la Peste negra). Entender como han actuado estas fuerzas niveladoras puede resultar decisivo para encontrar politicas que nos permitan combatir pacificamente la desigualdad en el futuro.

  • Salvame de mi de Rose B. Loren

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    Hace cuatro anos que estoy trabajando para la empresa de un amigo de mi padre, desde que mi novio decidio abandonarme. Y hoy, por primera vez en mucho tiempo, sentada en mi despacho, leyendo un informe, me he sentido vacia.

  • Mi prima Rachel de Daphne Du Maurier

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    Philip Ashley, el narrador de esta novela, es un joven huerfano que ha sido criado por su primo Ambrose, un terrateniente de Cornualles veinte anos mayor que el, en una gran casa aislada, de rutinas amables e incontestadas, sin conflictos y sin mujeres. Cuando el primo debe viajar a Italia por razones de salud, conoce a una mujer, Rachel, una pariente lejana educada en Florencia, viuda de un conde que murio en un duelo y la dejo cubierta de deudas. Se casa con ella y poco despues muere subitamente. <>, se dice Philip al conocer la noticia. Pero apenas han pasado unas semanas y Rachel se presenta en Cornualles... y esa animosidad irracional que el joven sentia por ella se va convirtiendo poco a poco en una fascinacion incontrolable que no disminuye a medida que las circunstancias de la muerte de su primo se revelan cada vez mas sospechosas.
    Mi prima Rachel (1951) es una gran novela psicologica, llena de suspense, en la que Daphne du Maurier exploro, como en Rebeca, la influencia fantasmal en una casa de una figura ausente. Es tambien un sutil estudio de lo que un hombre cree que es una mujer y del accidentado viaje que dan los prejuicios cuando se enfrentan a una realidad inesperada.

  • Leona de Celia Del Palacio

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    Obligada a ocultarse en una cueva, como fiera perseguida, una mujer embarazada delira entre la fiebre y los dolores de su inminente parto. Las llagas en la cara, la oscuridad del cubil y la suciedad del cuerpo, ocultan el esplendor de una vida llena de lujos, luces y libros.

  • Una relacion inapropiada de Hilda Rojas Correa

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    Lady Olivia ha pasado los ultimos tres anos enclaustrada en un bosque, al norte de Inglaterra. Sin embargo, no lo lamenta,
    esta conforme con su existencia llena de esfuerzo y estrecheces, muy lejos de Londres y de las estrictas normas que rigen a
    la alta sociedad. Esas mismas normas provocaron que su familia la repudiara, y apenas le permitieron quedarse con lo mas
    preciado de su vida, su hijo.
    Andrew Witney, antes de ser el vizconde Rothbury, era veterano de las guerras napoleonicas y tenia la vida de un hombre comun. Nada hacia presagiar que obtendria su titulo gracias a una tragedia familiar, y junto con ello, hacerse cargo de un
    sinfin de responsabilidades propias de su posicion, para las cuales nunca estuvo preparado, entre ellas, engendrar un heredero.
    Eso es lo mas complicado, no porque no quiera, sino porque nadie es capaz de mirarle a la cara sin hacer una mueca de
    repulsion. Su fealdad y cojera le dan el triste apodo de <>.
    En las aguas heladas de un lago comienza la verdadera historia. Un encuentro fortuito desencadenara la union de sus vidas de manera dulce y natural. Pero para el resto de la sociedad, ese amor que nace entre ellos solo podra ser catalogado de una
    manera: como una total y absoluta relacion inapropiada.

  • El jeque que me amo de Loreth Anne White

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    Cuando el mar arrastro a aquella bella y misteriosa mujer hasta la isla del jeque David Rashid, la vida del guapisimo ejecutivo dio un vuelco. Aquella belleza desperto poderosas pasiones en el, pero ocultaba un secreto que podria destruirlos a ambos.

  • Los Wadlow I: ?Azar, destino… o premeditacion? de Marisa Maverick

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    “?AZAR, DESTINO… O PREMEDITACION?” es la historia de Kathy y Adam, primer volumen de la Saga Los Wadlow y con FINAL CERRADO. La segunda entrega se titulara “?Atraccion, amor… o gratitud?”, donde conoceremos como es la vida de Johan y del resto de la familia Wadlow. ?Me acompanas?
    <>
    Celebrar el buen fin de su ultimo caso en los tribunales fue la razon que llevo a Kathy a entrar en ese afamado local. Aceptar, y solo por esa vez, la insistente invitacion de su companera de trabajo para tomar una copa, el motivo de Adam.
    El amor surgira entre ellos de forma arrolladora, con una pasion que marcara sus propios tiempos. Y esa sera la fuerza que los ayude a enfrentarse tanto a personas que quedaron en el olvido como a miedos y traumas del pasado.
    Sin embargo, un estricto sentido del deber, unido al imperioso deseo de hacer justicia, llevara a un miembro de la familia Wadlow a remover acontecimientos del ayer. Pero toda accion conlleva una reaccion, que afectara de forma implacable a sus seres mas queridos y empujara a la joven pareja hacia un letal peligro que decidira su futuro.
    ?Quizas el azar, caprichoso, les jugo una mala pasada?
    ?Tal vez estaban marcados por el destino?
    ?O el que sus caminos se cruzaran solo fue premeditacion?...
    Como cita Norbert Wadlow: Omnia vincit amor, et nos cedamus amori.

  • No quiero hacerte dano 1 de Veronica C. Herrero

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    Eva es administrativa en una agencia de viajes, es carinosa, romantica y esta casada.

  • Tu primer cerebro de Xavi Canellas

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    Existen dos grandes relatos acerca del origen de la humanidad. Dos versiones que satisfacen dos vias de sensibilidad y comprension de la vida y del mundo. Por un lado, hay quien dice que la humanidad nacio con el invento y la utilizacion de la herramienta, instrumento que, ademas de facilitar el trabajo, define un campo dividido entre los que la poseen y los que no la poseen. El uso de la tecnologia establece la jerarquia de la dominacion de unos sobre otros. La imagen del ascenso del primer cohete a la Luna ofrecio una percepcion significativa de ello: nos permitio ver quien esta instalado en la nave y quien recibe el fuego destructivo de su propulsion. La pelicula de Kubrick 2001: Una odisea en el espacio ilustra este mito. Por otro lado, esta el relato que dice que la humanidad nace con el intercambio, la accion de compartir viveres y otros elementos vitales. La hipotesis Gaia es la gran representante de este mito. Se encuadran aqui los ritos de compartir como acto de pertenencia a la comunidad. La obligacion de que cada miembro regale a otro la pieza cazada es lo que consolida el vinculo del clan. Este mito prioriza los procesos, el intercambio de energia y la transformacion de sus interacciones. Desde esta perspectiva, la civilizacion humana se funda en la prohibicion del autoconsumo. Ante el claro predominio actual del relato instrumental y tecnologico de la herramienta conviene recobrar practicas basadas en el intercambio. Es preciso compartir relatos, canciones y recetas de cocina. Es necesario intercambiar practicas de pesca, modos de cultivo y de organizacion social ante la adversidad. Contrastar politicas, modos culturales, practicas medicas y educativas. En definitiva, viajar al exterior de nosotros mismos para superar el miedo y la obsesion de que solo hay un modo de hacer las cosas. Quiza el antidoto contra el poder de la herramienta sea someterla a intercambio. Procurarle un uso mas creativo que los actuales sistemas de sometimiento fisico y psiquico entre miembros de distintas culturas o niveles sociales. La obra que tiene en sus manos se encuadra en esta propuesta. En la confianza que tiene Xavi Canellas, su autor, en la fuerza del intercambio. Transaccion, en este caso, de informacion y sabiduria sobre la mejora de nuestra propia salud para que las herramientas esten en manos de quien deben estar. Es decir, al alcance de cada uno de nosotros. Xavi lanza un proyecto entusiasta y vigoroso de confianza en el que defiende que, si tenemos la informacion adecuada, podemos mejorar nuestra salud y, por tanto, la vida de un modo optimo. El autor se mueve con agilidad entre varias de sus facetas. Por un lado, nos muestra su rostro de terapeuta, por otra parte, expone el texto desde su oficio de cientifico y tambien hace una incursion decidida en su faceta de educador. Los tres ambitos buscan con pasion descubrir en el lector su poder para transformar su vida. Esta obra nos hace recobrar la confianza en el hecho de que las personas disponemos de los recursos necesarios para afrontar la vida y las dificultades que ello entrana. Y lo muestra cientificamente. Quiere persuadir al lector de que vivir una vida mejor esta en su mano. En este sentido, el libro emprende una accion decidida para que las personas dispongan de la herramienta que les otorgue el poder para gestionar su propia salud. Xavi Canellas es un autor que escribe porque tiene cosas que decir. Esta formado en fisioterapia, psiconeuroinmunologia, biologia molecular, biomedicina, neurociencia, programacion neurolinguistica, terapia breve, estrategica y psicogenealogia. Su propuesta es ilustrada y meditada. Y, sobre todo, de fusion transversal entre estas disciplinas. Lo que mueve su obra es el afan de explicar el funcionamiento de la vida. El autor propone al lector un compromiso en la mejora haciendo una promesa que cumple en el transcurso del libro: <>. Este libro es novedoso y tiene un punto insurrecto y rebelde, pero va mas alla de oponerse a lo convencional. Busca la restitucion verdadera de los significados. Dice cosas con las que es dificil discrepar, como: <>, en este caso, para referirse al gluten. Xavi nos muestra ejemplos de gran transversalidad del conocimiento. Es fascinante el concepto del protagonismo del intestino en nuestro proceso de toma de decisiones y que, si no se mantiene en parametros aceptables de salud, proveera a la mente de informacion inflamada y, por tanto, inadecuada para la toma de decisiones. Este texto esta comprometido con devolvernos la confianza en que las palabras nombran lo que quieren nombrar. La obra esta escrita a la luz de la deconstruccion intelectual, por lo tanto, carece de palabras y conceptos vacios de contenido. Lleva la vanguardia cientifica a las recomendaciones mas sencillas y cotidianas. Cuando la palabra se convierte en discurso sustituye a la accion y amputa su fuerza. JESUS IBANEZ El libro es un dialogo continuado con el lector en el que el autor va informando de lo que nos interesa saber para optimizar la salud. Parece una conversacion en consulta o un conjunto de varias de ellas en las que extrae lo esencial para acompanarnos en este viaje. Su estilo define un tipo de relacion de complicidad con quien desee leerlo. El autor busca que el lector se apropie de la informacion en lugar de elegir la via alternativa en la que el conocimiento es una informacion sagrada e intocable que no se puede cuestionar. Asi pues, la consulta no es un oraculo infalible que predetermina la realidad, sino una invitacion a la construccion de sentido desde una perspectiva de interlocutor cualificado. Xavi nos propone la autogestion y la implicacion del lector en el pensamiento por encima de la sumision a la ciencia. De ahi que, aunque se define a si mismo como cientifico, aborde la revision critica de la ciencia. Parafraseando sus palabras, la ciencia ha producido un cisma entre la razon y las emociones, ha incurrido en una excesiva especializacion con la consiguiente perdida de matices y abusa a menudo del mecanicismo, de modo que abandona la contemplacion de la incertidumbre. Desde esta perspectiva nos anima a protagonizar el proceso. Aun estamos a tiempo de tomar las riendas de nuestra vida. Y cita a Oscar Wilde cuando afirma: <>. Xavi defiende los procesos naturales de la vida, a los que hay que hacerles un lugar en nuestro analisis, y pone al descubierto algunas practicas que debilitan la existencia humana hasta convertirla en una debil caricatura comparada con lo que podriamos llegar a ser. Es relevante en este sentido su afirmacion del porcentaje tan elevado de personas que se toman cinco o mas medicamentos a la vez: <>. Pese a la firmeza de sus convicciones, el texto muestra que Xavi tampoco esta dispuesto a esperarnos eternamente. Manifiesta un gran respeto a la decision que cada uno tome. Podemos intercambiar informacion y motivarnos lo que haga falta, pero el que no quiera puede quedarse en la estacion de tren que estime mas oportuna. Xavi sabe que hay personas que desean llevar una vida llena de satisfaccion y oportunidades. Pero, por el contrario, tambien hay otras personas que no desean curarse totalmente, que se contentarian con mejorar su salud lo justo para evitar males mayores. Sanar la enfermedad, mejorar lo minimo, tener la salud justa para pasar el dia con una cierta dignidad. El autor respeta lo que cada uno elija, pero tampoco desea que lo entretengan a si mismo demasiado en su proyecto de vida saludable. Lea este libro. Es algo mas que una propuesta puntual. Forma parte de un proyecto global y ambicioso acerca de como puede ser una vida digna de ser vivida. Esta obra es una gota de miel destilada a lo largo de muchas horas de trabajo en consulta con sus pacientes y de formacion con los alumnos que acuden a sus cursos de Regenera, la institucion de la que es cofundador y en la que imparte su formacion de psiconeuroinmunologia clinica. BERNARDO ORTIN PEREZ Doctor en Filosofia y Ciencias de la Educacion La Eliana (Valencia), a 4 de febrero de 2020 Introduccion Estas a punto de iniciar un viaje. Es como si fueras a visitar un castillo, un plato de television o una fabrica de cervezas, para conocer y descubrir que es lo que alli sucede cada dia. Pues este libro es una guia de lo que sucede en tu cuerpo. Vas a conocer a tus bacterias y vas a darte cuenta de que tu relacion con ellas determina tu vida fisica, psicologica y emocional. Este libro es como un portal, cuando lo atraviesas no hay vuelta atras. ?Te acuerdas de la frase de Cesar despues de cruzar el Rubicon? El dijo: -Alea jacta est (la suerte esta echada). En aquel momento, los generales romanos tenian prohibido acercarse a la ciudad con su ejercito y el limite estaba en el rio Rubicon. De alli no podian pasar; solo podian entrar con una guardia de tres o cuatro soldados. Pero Cesar lo cruzo con su ejercito y eso marco un antes y un despues en la historia del Imperio romano. Pues tu ahora mismo estas a punto de cruzar tu Rubicon. Lo que hagas con el sera cosa tuya. Pero tengo que advertirte de algo: la via del conocimiento no es reversible; no puedes fingir que no sabes lo que sabes. Con lo cual, una vez que finalices el libro, sabras exactamente que sucede en tu cuerpo cuando comes determinadas sustancias, cual es la relacion entre tu sistema digestivo y tu cerebro y en que medida tu puedes hacer algo, !o mucho!, por tu salud. Conoceras a unas senoras bacterias, poderosas ellas, de distintas familias, que habitan en ti y aprenderas la importancia de llevarte bien con ellas. Si tuviera que quedarme con una de las conclusiones basicas del libro, creo que seria: no molestes a tus bacterias. No lo hagas, porque son muy delicadas y te van a joder la vida si lo haces. No es por venganza, no es por maldad, pero, si enfadas a tus bacterias, ellas van a producirte inflamacion, y esa no es la mejor forma de vivir. Vas a descubrir un monton de cosas en esta guia paso a paso explicadas de forma amena para que pueda entenderlo cualquier persona que sepa leer. Te daras cuenta de que tu cerebro es egoista, que quizas tu vida este mas escrita de lo que pensabas, que incluso tu energia lleva su contabilidad y que no te permite excesos cuando dice !basta! Vas a descubrir un hotel fabuloso, que es tu sistema neuroendocrino. Y vas a llegar a la conclusion de que, aunque creas que hay cosas que no se pueden cambiar, quedan resquicios de esperanza: hay un monton de cosas que aun puedes hacer. No hace falta un master en nada para poder seguir este libro. Y, ademas, me propuse que el trayecto fuera divertido, y creo que lo he conseguido. Fijate, es un tres en uno: aprendes, te diviertes y mejoras tu salud. Pero, eso si, todo lo que yo te diga, todo lo que descubras, no va a servirte de nada si no modificas tus habitos. Y te voy a contar algo mas. No vamos a tirar de fuerza de voluntad; vamos a tirar de motivacion. Cuando entiendes lo que sucede en tu cuerpo al vivir de determinadas formas y las consecuencias nefastas que eso tiene para ti, te va a resultar mucho mas facil modificar ciertos aspectos. Al final vas a descubrir que la microbiota esta presente como hilo conductor a lo largo de toda tu existencia. Si ingieres porquerias, la estaras afectando, pero, si llevas una vida de desorden y estres, tus bacterias tambien se resienten, y van a inflamarte y a estropear tu salud. Vas a descubrir que la salud es un poligono de muchos lados y que, al incidir en cualquiera de ellos, puedes mejorarla o empeorarla. Lo vamos a ir viendo a lo largo de todo el libro. Si te va la aventura, adentrate en esas paginas. Te deseo una travesia feliz. Calzate las botas que vamos al barro. Tu vida esta a punto de pasar al otro lado. Y te garantizo que no es el lado oscuro, sino todo lo contrario.

  • Se aceptan cheques, flores y mentiras de Luis Alberto De Cuenca

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    Una seleccion de poemas amorosos, a veces traicioneros, siempre divertidos y causticos, del poeta de culto y Premio Nacional de Poesia Luis Alberto de Cuenca.

  • Ladron de Almas de Kim Richardson

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    Alexa tiene un severo problema. Esta muerta.
    Peor aun. En lugar de encontrarse con su creador, se encuentra envuelta en el mundo de la Legion de Angeles de la Guarda, una banda secreta de los Angeles dedicada a proteger a las almas mortales de los demonios.

  • El Diablo le da ojos a quien no ve de Juan Jesus Urbano Martinez

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    El ambiente festivo reina en la romeria de San Bernabe. Cientos de personas inician su ascension hacia la ermita del santo cuando una grotesca escena detiene a la comitiva entre los gritos ahogados de los asistentes. Martin Vilches, un inspector de policia que lucha contra sus adicciones, es asignado al caso por peticion expresa de su jefe. Lo que parece un claro ajuste de cuentas se acaba convirtiendo en un crimen ritual meticulosamente preparado por un brutal asesino. Vilches debera buscar la manera de atraparlo adentrandose en un submundo donde la adoracion al Diablo es la unica salvacion.

  • La casa del almendro, Laura Mcveigh de Laura Mcveigh

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  • La Marca Del Silver Wolf de Marcia Dm

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    El Silver Wolf andaba suelto, todos lo sabiamos.
    ?Quien es? Bueno, el es el hombre que hace que no puedas dormir por la noche, el es la sensacion de que alguien te esta observando, el es la adrenalina que corre por tu cuerpo cuando crees que te estas por morir...o al menos eso nos han dicho.
    Lo unico que se con seguridad es que:
    El es el hombre que cambiaria mi mundo por completo.
    El es el hombre que me haria sentir cosas que no sabia que podia sentir.
    El es el hombre que me marcaria para toda la vida.
    El es el Silver Wolf.
    Lo unico que no se es como sobrevivir a el.

  • Victoria de Begona Blasco Laffon

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    Mi abuela siempre tenia a mano un refran. Mas vale callar lo que se sabe, que decir lo que no se sabe. Me pregunto que hubiera sido de mi familia si hubiera hecho caso de este. Por fin han salido a la luz los secretos que guardo tantos anos, y el desastre que origino por decir lo que no sabia. En el salon en el que pase mi infancia, observo a Victoria dormida en el capazo. No estoy segura de cual hubiera elegido la abuela para este momento, pero si de lo orgullosa que se hubiera sentido al saber que su nombre se perpetuaba en la familia. Oigo en mi cabeza su voz dulce: "?ves?, todo llega". Han pasado casi cincuenta anos de su muerte, y me pregunto como es posible que aun recuerde con tanta claridad la ternura con la que me hablaba. Mi madre, en cambio, parecia que solo se hubiera aprendido un refran, y lo repetia cada vez que se le presentaba alguna oportunidad de cambio: mas vale malo conocido que bueno por conocer. Con que ganas le diria lo confundida que estaba. Todavia me invade la tristeza si pienso en las veces que la culpe de no quererme lo suficiente. Ahora que se lo que paso, me asombra que fuera capaz de sacarme adelante. !Que mejor manera de demostrarme su amor y que poco supe apreciarlo! Me acerco a la cuna y acaricio la mano de mi nieta. Desde que viaje a Munich cuando nacio, hace cuatro meses, solo la habia visto en las fotos y videos que mi hija me envia a menudo. Llevan un par de dias instaladas en casa, pero hoy es la primera vez que me quedo a solas con ella. --Madre, te he dejado el biberon en la nevera --ha dicho, como si no hubieramos estado juntas en la cocina mientras lo preparaba--. No creo que lo necesite, normalmente duerme seis o siete horas seguidas. De verdad, en cuanto tomemos las uvas nos volvemos. Sabine, harta de las instrucciones que Paula no paraba de darme por el pasillo, con la excusa !llegaremos tarde!, ha conseguido cerrar la puerta. La pequena hace un puchero y me apresuro a mecerla, al tiempo que con el mando apago la tele. Siempre me ha gustado ver los programas que resumen lo ocurrido durante el ano, pero, hoy, mirar a mi nieta me parece mucho mas interesante. !Una nueva Victoria en la familia! No tengo claro si me gusta que hayan elegido nuestro nombre. Me alegro de que, por lo menos, no comparta tambien nuestra fecha de nacimiento. Aunque recuerdo con carino los cumpleanos compartidos con la abuela, es mejor que Victoria tenga su propia fiesta. Deseo que empiece una nueva saga de mujeres en la familia que sabran mirar al futuro sin el lastre del pasado. Sin prejuicios, sin secretos. Victoria se ha dormido de nuevo. Me acerco al balcon y observo a traves de los cristales el ir y venir de la gente. Las luces de los escaparates y las estrellas que decoran los arboles de la plaza me parecen mas brillantes que las del ultimo ano. Aunque he insistido en que estare dormida antes de que den las doce, Paula me ha comprado esta manana una lata con las doce uvas, ya peladas, y las ha puesto en un cuenco que ha dejado en la mesita, al lado de la lampara. Sin piel, se amontonan en el fondo, languidas, casi translucidas. Me ha hecho prometer que me las comere aunque este sola. Pero no estoy sola. Si entorno los ojos puedo ver a la abuela, que sentada en su butaca frente a la tele, me pide que le pele las suyas; y a mi madre, enfadada porque creia firmemente en la necesidad de cumplir el ritual sin trampas, para que la suerte nos acompanara durante todo el ano. Conocer los secretos de la abuela ha servido para que comprenda por que mi madre se sintio, hasta su muerte, una nina abandonada. Ya no tengo nada que recriminarle, lo unico que lamento es que se fuera sin poder decirselo. Me alejo de la ventana. Con cuidado acerco el capazo al sillon. Me acurruco en el sin perder de vista a Victoria que, dormida, esboza sonrisas que se desvanecen casi al mismo tiempo de aparecer. Siento como si tuviera todo el tiempo del mundo, y protegerla fuera mi unica tarea. Me sorprende ese sentimiento porque ni siquiera con mis hijos he tenido una conexion tan profunda. Recuerdo con pena su nacimiento. Mi instinto maternal quedo oculto tras el parto por un velo de tristeza que no me permitio, hasta mucho mas tarde, disfrutar de ellos. Esta noche dormire de nuevo en el que fue mi cuarto, pero las obras han conseguido, por fin, que el piso deje de pertenecer al pasado. El corcho con las fotos y recortes que mi madre mantuvo durante tantos anos ya solo esta en mi memoria. Sin embargo, solo ha pasado un ano desde aquella manana en la que tuve la sensacion de que el dormitorio me miraba con extraneza, como si se preguntara el motivo por el que, despues de tantos anos, habia vuelto. No supe contestarle. Quiza la llamada de Juan el dia anterior, para decirme que hiciera algo con el piso de mi madre, provoco en mi la absurda pretension de que, si amanecia en mi cama de nina, la pesadilla terminaria, mi familia permaneceria intacta, y la abuela vendria a darme los buenos dias con un beso, como cada manana. El deseo de leer sus cartas y escritos me lleva a levantarme sin pereza del sillon. Hace unos meses que encuaderne todo ello. Me acerco a la estanteria. Se me ha ocurrido la tonta idea de hablarle a mi nieta mientras duerme. Quiero que Victoria conozca sus origenes. Quiza tengan razon los que dicen que de pequenos somos capaces de guardar informacion de cosas que vivimos, aunque despues nuestra mente consciente no pueda recordarlas. Con un poco de verguenza al principio, empiezo a hablar. Mi voz es apenas un susurro en la habitacion hasta ahora silenciosa. --Tienes que imaginar a mi abuela Victoria joven y enamorada. Me quedo pensativa un momento. Si pretendo contarle lo ocurrido estos ultimos meses no puedo irme tan atras en el tiempo. Comienzo de nuevo, mi voz mas firme. --Mejor empezare hace justo un ano, el 31 de diciembre de 2013. Asi sabras como me entere de los sucesos que nuestras antecesoras me ocultaron durante tanto tiempo. 1 Me encogi bajo las sabanas sin ganas de levantarme. La habitacion seguia helada. Por la hora que era, el portero acabaria de encender la calefaccion y aun los radiadores estarian templados. Saque la mano y tantee en el suelo en busca de la manta que recordaba haberme puesto la noche anterior. Sin molestarme en estirar las sabanas revueltas, la eche por encima en un intento de entrar en calor. Sabia que no me iba a resultar facil, el frio habia pasado a formar parte de mi vida desde hacia un tiempo. La conversacion que habia mantenido con mi marido, lejos de haberse borrado tras la noche, continuaba grabada en mi mente. Su habilidad para convertir cualquier intento de dialogo en un monologo cargado de reproches me habia dejado agotada. Quedo claro que lo unico que queria de mi era que desapareciera de su vida, y cuanto antes, mejor. !Como olvidar sus palabras!: Joder, Mavi, siempre llegamos al mismo punto, vendamos nuestro piso de una puta vez, repartimos y se acabo el problema. Ahora que el de tu madre esta vacio ya no tienes excusa. Ya han pasado mas de dos meses, y seguimos igual. Asi que haz algo. Tengo planes y no voy a esperar mucho mas, dijo antes de colgar sin ni siquiera despedirse. Que tenia planes... !Que cabron! ?Y nuestros planes? Cuando Diego se fue a estudiar su master a Vancouver, nos parecio buena idea hacer un viaje para revivir las veces en las que dejabamos a los chicos con mi madre y nos escapabamos un fin de semana en el viejo coche. Su enfermedad hizo que fueramos posponiendo nuestros planes, pero, ahora, tenia claro que la unica ilusionada habia sido yo. Me sobrecogio la forma en la que Juan hablaba de ella. Ni siquiera me habia preguntado que tal estaba. No mejoraba tanto como nos habiamos imaginado, pero eso no significaba que su muerte fuera inminente. Solo pensar lo que costaba la residencia me hacia temblar. ?Cuanto duraria el dinero de su cuenta? Cada mes que pasaba subia la factura, tantas cosas que no estaban incluidas, pero que al parecer eran indispensables para su cuidado. Lo ultimo que me faltaba era Juan con sus prisas y sus maravillosos planes. La rabia que senti al recordar la forma tan ruin en la que me dijo que se iba, me quito el frio de golpe. Hacia una semana que habiamos ingresado a mi madre. Necesitaba volver a la rutina con la que pasabamos tantos fines de semana, yo, leyendo un libro en la butaca, y Juan, tumbado en el sofa, mientras cambiaba una y otra vez de canal sin intencion mas que de dejar pasar el rato hasta la hora de acostarse. Dos meses ya, y todavia me parecia que fue ayer. Acababa de terminar el telediario. La casualidad hizo que le mirara justo en el momento en el que apago la tele. Dejo el mando encima de la mesa, se sento en el sillon y levanto la vista hacia mi. --Quiero decirte algo. He esperado porque sabes que aprecio mucho a Ana Maria y no queria que sufriera todavia mas. --?Algo de mi madre? --pregunte. Volvio a coger el mando de encima de la mesa, por lo que por un momento pense que iba a encender la tele, pero se limito a pasarselo de una mano a otra. Cuando ya estaba a punto de decirle algo, por romper ese silencio que empezaba a asustarme, comenzo a hablar: --Sera mejor que te lo diga sin rodeos. Me marcho. --?Que te marchas? Juan viajaba con frecuencia por su trabajo, no entendia por que me lo anunciaba, esta vez, de una manera tan rara. --Si, he decidido que me voy. --?Adonde? Se levanto del sillon y se quedo en pie, frente a mi. --Lo que intento decirte es que me voy de casa. Quiero a Carla y hemos decidido empezar una nueva vida juntos. --?Carla? Mi mente hacia verdaderos esfuerzos por intentar poner cara a un nombre que me sonaba familiar. --?Tu secretaria? --Bueno, ahora no es secretaria. Hace tiempo que ejerce tambien de abogada en el bufete -- intento justificar Juan, y antes de que pudiera decir nada, continuo: --Si no lo he hecho antes es porque no queria que tu madre tuviera que pasar por esto, pero ahora no veo razon para aplazarlo mas tiempo. ?Entiendes? Incapaz de hablar o moverme, escuche sus explicaciones, sin asimilar todo lo que me decia. --... seamos razonables. A los chicos les parece bien. Oir que hablaba de nuestros hijos me hizo reaccionar. --?Me estas diciendo que sabian que estabas con otra tia? --Bueno, no desde hace mucho. Se lo conte a Paula la ultima vez que vino, y ella me dijo que se lo diria a su hermano. --!Eres un cabron de mierda! Me parecio que se acobardaba ante mi rabia, pero enseguida se envalentono de nuevo. --Solo quieren que seamos felices. --?Felices?, ?!Felices!? Mi grito no consiguio nada mas que una mirada tensa por su parte. --Espero que lo entiendas. Estoy decidido. Me ire manana. --!Como que manana! --conteste hecha una furia, y sin pensarmelo dije--. Si quieres irte, vete, !pero vete ya! --Si es asi como lo quieres... Aun no me habia movido del sillon cuando Juan salio de nuestra habitacion arrastrando dos maletas. Al pasar por mi lado me dijo: --Adios Mavi, hablaremos cuando estes mas calmada. Me gire en la cama incapaz de encontrar una postura comoda. Mi chuleria me habia salido rana. Por lo poco que tardo, tenia que haber preparado las maletas aquella tarde. Las habia visto en la habitacion, pero no imagine que ya estuvieran llenas. !Como habia podido ser tan tonta! El dia que ingresamos a mi madre en la residencia se habia mostrado muy carinoso. Llevabamos tanto tiempo fingiendo una convivencia que no existia, que tendria que haberme dado cuenta de lo que tramaba. Con la pena que tenia, si llego a saber lo que me esperaba, se hubiera acostado aquella noche con el su puta madre. Seguia sin ganas de levantarme. Tenia todo el dia por delante sin nada que hacer mas que esperar a que dieran las doce y tomar las uvas, sola en casa. Mis recuerdos seguian aferrados a aquel fin de semana de hacia dos meses, en el que me resistia a creer que Juan se hubiera marchado y que mis hijos le apoyaran. Me sentia traicionada en lo mas profundo. Aquella noche, cuando consegui reaccionar, cogi el movil y marque el numero de Paula. El timbre continuo sonando hasta que se corto la llamada. Al intentarlo de nuevo me fije en la hora, !eran las dos de la manana! Tendria que esperar hasta el dia siguiente para que me explicara por que no me habia dicho nada. Paula se limito a mandarme un par de wasaps. Alegaba que tenia un trabajo pendiente que entregar y que hablariamos cuando viniera en Navidad. Diego, en vez de darme la razon, habia intentado calmarme, lo que me enfurecio todavia mas. Despues de colgar, sin pensarmelo dos veces meti en bolsas de basura toda la ropa de Juan. Habia esperado a que anocheciera, no queria que los vecinos se enteraran de lo que pasaba, y las tire, con mas rabia aun que la que habia usado mientras vaciaba hasta el ultimo cajon, en el contenedor de la esquina. Ya no hacia falta que volviera, que Carla le comprara lo que le diera la gana. Me habia sentido como Malefica cuando, al final de la pelicula, lucha contra su amado. Aunque yo no pensaba ser tan tonta como ella, que casi muere por creer que el muy traidor se arrepentia. Si Juan queria volver tendria que hacer algo mas para convencerme. Que ilusa. No habian pasado ni veinticuatro horas cuando, un poco borracha, despues de beberme unos buenos tragos del guisqui que Juan reservaba para las grandes ocasiones, me arme de valor y le llame. ?Si?, una voz femenina hizo que mi corazon se acelerara al compas de la ira que empezo a subir desde mi estomago. !Asi que ella si podia usar su movil! !Cabron! Colgue sin contestar. Tire el mio con tanta fuerza que reboto en el respaldo de la butaca y termino en el suelo. Mire el movil, en la mesita de noche, a mi lado. La raja que se habia hecho en el cristal aquel domingo aumentaba cada dia. Decidi que el jueves, en cuanto abrieran las tiendas, iria a por uno nuevo. Ya que no esperaba regalos en Reyes, me compraria el mas caro que encontrara. Que diferencia con las navidades de los ultimos anos, en las que todavia jugabamos a ser una familia normal. Recoger a Paula y a Diego, contagiada de la felicidad que se respiraba en el aeropuerto en esas fechas; los regalos comprados a ultima hora en los que se incluia siempre un tique para facilitar su devolucion, las sobremesas en las que dejabamos a Juan extenderse sobre las ventajas laborales que encontrarian los chicos al terminar sus estudios en el extranjero, sin querer ver que su vuelta a casa estaba cada dia mas lejana. Todo me habia parecido artificial y forzado. Ese dia, en cambio, hubiera dado cualquier cosa por recuperar el dos mil trece, aun con todos sus sinsabores. Ni siquiera habia llamado a mis amigos para decirles que no pensaba acudir al restaurante en el que, en los ultimos anos, nos reuniamos para cenar y tomar las uvas. Lo ultimo que me apetecia era ver las miradas de compasion de las mujeres del grupo al acabar de besar a sus maridos cuando dieran las doce. Recogeria un poco y volveria por la tarde a mi casa en la que me esperaba una lasana congelada. Debia de llevar siglos en el congelador. Cenaria sola, delante de la tele, sin saber siquiera si mis hijos se acordarian de mi. Me entretuve un rato con la mirada fija en las figuras que la luz que atravesaba la persiana entreabierta dibujaba en la pared. No recordaba haberme fijado nunca en ellas, aunque mi cama no se habia movido desde que me instale en esa habitacion unos meses despues de morir la abuela. Se oia ya el bullicio de la gente en la calle. Echaba de menos poder ir de tiendas o tomar algo en un bar sin tener que coger el coche. Juan, sin embargo, siempre habia preferido la tranquilidad del extrarradio de Madrid. La urbanizacion cerrada contaba con vigilancia las veinticuatro horas. Creo que se sentia importante cuando el vigilante le saludaba con respeto al abrirle la verja metalica. A mi me convencio con el argumento de que los ninos podrian jugar libremente en los jardines o banarse en la piscina comunitaria, sin tener que depender de que tuvieramos tiempo para llevarles a un parque o un polideportivo. Sin embargo, tiempo fue lo unico que me sobro en esos anos, hasta que harta de estar en casa, me arme de valor y, aun en contra de su opinion, me acerque al colegio en el que habia trabajado un tiempo antes de casarme. Se apiadaron de mi, y lo que empezo como una sustitucion, se habia convertido en un contrato indefinido. No tenia un gran sueldo, pero eso mejor que nada. Intente pensar en otra cosa, pero solo consegui volver a las palabras de Juan: !haz algo con el piso de tu madre! No me sentia con fuerzas para quitar sus cosas. ?Y si ocurria un milagro y mi madre al volver a casa se la encontraba distinta a como ella la dejo? Pero reconoci que mi resistencia tenia mucho que ver conmigo. A este piso volvio mi madre al quedarse viuda, todavia embarazada, y los recuerdos de mi ninez y juventud estaban asociados a aquellas estancias en las que habian convivido en una armonia un tanto peculiar los mas variados estilos, herencia de la costumbre familiar de no tirar nada. Ahora me iba a tocar a mi hacer lo que mi madre no pudo. La huella dejada por la abuela Victoria, mimamita, habia sido tan profunda que desistio desde el primer momento de la pretension de hacerla suya, nuestra. Para enfrentarme al piso necesitaba alejar los fantasmas de los que habiamos vivido alli, y probablemente la unica manera era tirar todas nuestras pertenencias. Una lucecita roja en el movil, que indicaba que la bateria estaba a punto de acabar, hizo que me levantara de la cama. Abri la persiana para disolver en la luz del mediodia los recuerdos que se resistian a abandonarme, y me vesti rapido, necesitaba un cafe bien cargado. Entre en la cocina y mi ninez cobro vida: encaramada en la banqueta mientras cortaba verduras bajo la atenta mirada de la abuela, el aroma a azafran de sus guisos, el ultimo cumpleanos que celebramos juntas. La nina que fui volvio con fuerza corriendo inocente de la cocina, donde mimamita me llamaba para que le ayudara a decorar la tarta, al salon, en el que mi madre intentaba colgar los globos de colores que habiamos inflado entre todas. Despues de morir la abuela, mi madre no supo encontrar las fuerzas para continuar con las celebraciones en casa, y fue una de mis tias la que tomo el relevo en las ocasiones en que nos reuniamos toda la familia. La cocina estaba aun mas fria que el resto de la casa. El ventanuco del cuarto de la plancha, utilizado tambien como despensa, se habia quedado abierto toda la noche. Mi madre me habia contado que cuando ella era nina, la criada de la abuela, Carmela, dormia alli. Era dificil imaginar una cama en ese espacio tan reducido. Me lleve el cafe al salon y, de pie, pegada a uno de los radiadores, observe el espacio que todavia llamabamos el gabinete de la abuela. Tras su muerte, mi madre decidio comunicar la estancia con el salon. Aun recuerdo lo mucho que me dolio que no respetara esa habitacion en la que tantas y tantas veces mimamita y yo nos encerrabamos. Era nuestro rincon. Me sentaba a su lado a hacer los deberes mientras ella escribia con una pluma de capuchon plateado. Alguna vez me dejaba usarla, y me dedicaba a decorar los margenes con estrellitas de colores o soles sonrientes. Deje la taza en la cocina y el resto de la manana me dedique a clasificar el contenido de las estanterias del gabinete de la abuela. Monte una caja de carton y escribi en su parte superior "guardar" con un rotulador rojo. Me entretuve un buen rato en sacar las fotos de los marcos que no pensaba conservar, regalos de compromiso que siempre me habian parecido horrorosos. La de la boda de mis padres, sin embargo, estaba en un marco de plata que mi madre limpiaba cada cierto tiempo con un liquido que olia muy mal y lo dejaba muy oscuro. Era yo despues la encargada de sacarle brillo. La foto, en blanco y negro, se habia tomado al terminar la ceremonia y los novios y padrinos posaban con el altar al fondo. La primera vez que le pregunte por mi otra abuela, mi madre me explico que no, que la madrina en su boda habia sido una tia de mi padre, ya que mi abuela habia muerto antes de que ellos se casaran.

  • Soy Leyenda de Richard Matheson

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    Robert Neville es el unico superviviente de una guerra bacteriologica que ha asolado el planeta y convertido al resto de la humanidad en vampiros. Su vida se ha reducido a asesinar el maximo numero posible de estos seres sanguinarios durante el dia, y a soportar su asedio cada noche. Para ellos, el autentico monstruo es este hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido. Todo un clasico en su genero, este es un perturbador relato sobre la soledad y el aislamiento y una reflexion sobre los binomios como normalidad y anormalidad, bien y mal, que se evidencian como una mera convencion derivada del temor y el desconcierto ante lo diferente.

  • Infidelidad (Mentiras con amor 1) de Chris Razo

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    Primera entrega de la trilogia <> de Chris Razo.

  • Hacia los mares de la libertad, Sarah Lark de Sarah Lark

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  • El Sultan y la Plebeya de Maya Blake

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    El recien coronado sultan Zaid Al-Ameen estaba decidido a acabar con la corrupcion en su pais. Desafortunadamente para Esme Scott, eso significaba detener a su padre por estafador, y obligarla a ella a alcanzar un acuerdo con quien lo mantenia prisionero.

  • 1775 Calles de Jose A. Gomez Iglesias

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    Imagina que toda la inmensidad de tus suenos y anhelos, tus sentimientos y emociones, buenos o malos, pudieran ponerse en fila ante tus ojos. Imagina pasarles revista, ponerles nombre y descubrir que cada nombre tiene un lugar y cada lugar una calle. 1775 son las calles de Vigo, 1775 formas de ponerle un nombre al amor.

  • Grandes juicios de la historia de Jose Antonio Vazquez Tain

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  • Eva es la tentacion de Esperanza Riscart

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    Una historia de amor con un inicio tormentoso y doloroso en el que la joven e inexperta Eva se sentira aprisionada por los fuertes sentimientos que Daniel despierta en ella.

  • La piel intrusa de Yanina Rosenberg

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    En el primer libro de la argentina Yanina Rosenberg, los matices de la literatura fantastica se entreveran sutilmente con una realidad fragil, distorsionada. Todo puede quebrarse en un momento dado y sera en ese instante cuando una madre reniegue de la maternidad, lo monstruoso se confunda con lo domestico o un viaje apunte en todas las direcciones. Estas historias, que sacuden, empujan y tironean hasta la angustia y el misterio de hallar lo desconocido en ellas, sin duda suman a su autora al actual auge del cuento protagonizado por escritoras.

  • Laponia. Un viaje a Rovaniemi de Ariadna Baker

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    Evelin, junto a su hija Nicole, se sumerge en un viaje a Rovaniemi, el corazon de la Navidad en Laponia, con el deseo de vivir unas fiestas especiales.
    Lo que no imagina Evelin es que alli conocera a Scott y Chloe, un padre viudo que viaja con su hija con el mismo deseo que ella.
    Algo surge entre los dos desde el momento en que sus miradas se cruzan.
    ?Sera solo un amor de Navidad o algo mas duradero?

  • Barreras del pasado de Sophie Saint Rose

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    Ava Rawson intentaba reconstruir su vida despues de que su novio la dejara plantada en el altar ante trescientos invitados. Lo unico que le quedaba era la herencia de su abuela y habia llegado la hora de tomarse tiempo para pensar sobre que queria hacer con su vida. Pero su llegada a Friedman Valley le demostro que sus nervios no estaban destrozados del todo, porque conocer a Sean y a sus nuevos vecinos fue la gota que colmo el vaso.

  • Luchando contra sus fantasmas, Marian Arpa de Marian Arpa

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    Sandra Molina es una mujer joven con un pasado tormentoso. Ejerce como ayudante del fiscal, y el personal a su cargo valora su alto grado de exigencia y el desempeno brillante de su labor diaria.
    Adam Guerrero es un agente que se traslada de Madrid a Barcelona y que esta desencantado con la ley. Su trabajo consiste en arriesgar su vida para limpiar las calles de malhechores y, sin embargo, los delincuentes vuelven a estar libres antes incluso de que el termine de completar el papeleo.
    Cuando se conocen, ella recela de el, pero con el tiempo descubre que tras su fachada se esconde un hombre con un gran corazon.
    Dos personas en apariencia tan opuestas ?podran resistirse a la irrefrenable atraccion que sienten desde el primer momento en que se ven?

  • Duma Key de Stephen King

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