• pio moa blog - Pio Moa

    https://gigalibros.com/la-reconquista-y-espana.html

    Desde que Ortega y Gasset puso en duda la existencia de la Reconquista se han sucedido diversas polemicas e interpretaciones: desde la negacion de la invasion islamica hasta la lamentacion por la derrota de la <>, pasando por el mito de las <> o la denegacion del caracter espanol a hispanorromanos y visigodos, entre otras muchas ideas y enfoques.

  • PÍO MOA

    https://www.piomoa.es/

    De ahí la censura y la oposición a un libro como Los mitos de la guerra civil, ... Creo que este blog (www.piomoa.es) es el único lugar en que se ha ...

  • Más España y más democracia - Pío Moa

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    Para el próximo mayo se publicará mi libro La hegemonía española (1475-1640) y el comienzo de la Era Europea (1492-1945) Por el título se entiende que será ...

  • Pío Moa - Libertad Digital

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    Pío Moa · Nació en 1948, en Vigo. Participó en la oposición antifranquista dentro del PCE y el PCE(r)-Grapo. En 1977 fue expulsado de este último partido e ...

  • Pío Moa - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    Luis Pío Moa Rodríguez (Vigo, 1948) es un escritor y divulgador español sobre la historia de España del siglo XX principalmente. Sus libros abordan temas ...

  • Pío Moa: Books, Biography, Blog, Audiobooks, Kindle

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    Este libro aborda uno tras otro los mitos de la Guerra Civil, acercándonos a su realidad histórica mediante un examen lógico de los datos y una rigurosa crítica ...

  • Pío Moa: "La historia se repite: estamos igual que en la ...

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    6 jul 2021 — Pío Moa es uno de los historiadores más destacados de este siglo. Autor de novelas de gran éxito como 'La Segunda República Española: ...

  • Pío Moa los saca de quicio - La Ilustración Liberal - Club de ...

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    Hace tiempo que me pregunto qué es exactamente lo que provoca las histéricas reacciones de una parte de las gentes de izquierda ante los libros de Moa.

  • La Segunda República Española de Pío Moa - La cueva de ...

    https://lacuevadeloslibros.blogspot.com/2021/01/la-segunda-republica-espanola-de-pio-moa.html

    9 ene 2021 — Uno de ellos ha sido el último ensayo de Pío Moa: La Segunda ... Dicho libro, a pesar de ser un compendio de tres obras previas del autor ...

  • Pío Moa...

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    Francisco Franco y Pío Moa, 8 de noviembre de 2005. "Muchos 'criticaban' mis libros sin haberlos leído siquiera, y hasta jactándose de no tener intención de ...

  • PIO MOA | Casa del Libro

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    Pío Moa es historiador, novelista y analista político. Sus estudios han revolucionado la percepción de España en el siglo xx con la trilogía Los personajes ...

  • En los negocios y en el placer 3 de Carolina Gattini

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    Penelope Doyle al fin se hace cargo de los negocios de la familia, pero no sera tan facil como habia previsto. Collin McLeod representa la competencia mas sucia que podia encontrar y contra la que su hermano Robert no puede defenderse. Penelope idea el plan de hacerse pasar por la secretaria de su hermano y asi descubrir a quien soborna McLeod. Por su parte Collin no podra resistirse a intentar sobornar tambien a Penelope, creyendo que es la secretaria inocente de Robert para que lo traicione, sin saber que ella es ahora la duena de todo, sin saber por que sus intentos de seduccion son tan desastrosos y sin saber hasta donde es capaz de llegar ella por seguir manteniendo la farsa… O que sus labios y sus deseos son mas adictivos de lo que habia previsto.

  • La manguera que nos unio de Elena Garcia

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    Son mas de las doce y el encargo que le hice a la distribuidora sigue sin llegar. Llevo mas de dos semanas esperando a que me envien un paquete con medicamentos importantes y aqui no aparece nadie con ellos, y lo peor de todo es que cada vez que entra un cliente y se marcha con las manos vacias, se que no volvera. Los he llamado infinidad de veces y me dan largas continuamente. Como a ellos esta situacion no les genera perdidas, no llevan ninguna prisa. Si ya de por si en el negocio me va mal, esto sin duda lo empeorara. Salgo del mostrador aprovechando que no hay nadie y repongo los productos de higiene que se ha llevado la ultima persona que entro. Alzo la mirada y vuelvo a fijar mis ojos en la caja de las bolas chinas. Llevo vendiendolas en la tienda mas de seis meses y cada vez llaman mas mi atencion. Las ofrezco como ejercitadores de suelo pelvico para mujeres que acaban de dar a luz o que tienen algun problema de incontinencia, pero mi mente no deja de llevarlas a otro lugar. Mi amiga Lucrecia se las compro en un sex shop hace algunos meses y dice que es de lo mejorcito que ha probado, y eso que de esto tiene un buen arsenal. Yo, en cambio, en el tema sexo siempre he sido muy tradicional. Quizas mucho mas de lo que deberia, pues nunca he llegado a probar nada fuera de lugar. Mi expareja quiso experimentar conmigo en la cama y siempre me negue, asi que nunca he ido mas alla de las cuatro punaladas de carne. Asi me fue… En cuanto tuvo la oportunidad me dejo por otra. Por mi vecina para ser exactos. Por lo visto, y segun llego a mis oidos despues, va contando por ahi que esa si que se la chupa bien. Como si yo le hubiese hecho eso alguna vez. !Que asco! Imagino que esta especie de frigidez que me atormenta viene de atras y sospecho que se debe a que me he criado en un hogar un tanto puritano. Mi madre siempre criticaba a quienes lo hacian y mi padre, si era necesario, nos metia los dedos en los ojos a mi hermano y a mi para evitar que viesemos una escena subida de tono en la television. Eso si, el no le quitaba el ojo de encima, hasta que mi madre se daba cuenta y se armaba la guerra. Que tiempos aquellos… Ojala no vuelvan. --Buenos dias--. Margarita, la estirada e insoportable duena del local donde tengo instalada la botica, entra como cada dia a revisar que todo este en orden. --Hola… --respondo carente de entusiasmo. Esta mujer saca lo peor de mi. Si llego a saber esto el dia que firme el alquiler, me busco otro lugar. Es la persona mas pesada y agobiante que he conocido en mi vida. Por su avanzada edad quiero creer que ya chochea porque no logro hacerle entender que si estoy pagando por un espacio, es mio hasta que deje de hacerlo y puedo colocar el mobiliario como me de la gana. --?Que es eso? --Se inclina y rasca con una de sus unas recien pintadas el yeso de la pared. <> protesto para mis adentros. Ayer por la tarde, el senor Tomas casi se cae al entrar por mirarme los pechos y con la garrota golpeo una de las paredes, haciendo que un trocito insignificante de la pintura se desconchara. La imperfeccion apenas medira un par de centimetros. ?Como ha podido verla? Ojala mi abuela, que debe tener sus anos, tuviera tambien su vista. Dios se la bendiga mucho tiempo. --No lo se. --Trato de ignorarla para que se marche. Como se me ocurra darle alguna explicacion, la cosa se pondra mucho peor. --Tendras que pedir que lo arreglen o te lo descontare de la fianza. Todos los dias es la misma historia. Me tiene hasta los ovarios. En cuanto ve algo, por pequeno que sea, que pueda estar mal, comienza con las amenazas. Me duele la lengua de mordermela y si me he callado hasta ahora ha sido por respeto a sus canas. Si tuviera unos anos menos se iba a enterar. La suerte parece estar de mi lado y tras pasearse a sus anchas durante algunos segundos mas, observandome por el rabillo del ojo como si me perdonase la vida, finalmente se marcha. Expulso el aire de mis pulmones con alivio y continuo con lo que estaba haciendo. Alzo de nuevo la mirada y vuelvo a encontrarme de frente con las puneteras y llamativas bolas. Las observo varios minutos mas y juraria que puedo oir como me llaman: “Mariajo… Mariajo… dejanos ser tu badajo”, pestaneo varias veces pensativa y, cuando por fin sucumbo a la tentacion, estiro mi brazo para hacerme con una de las cajas. No puedo aguantar mas este suplicio, tengo que saber que se siente con ellas. La abro para sacar su contenido y, nada mas hacerlo, las pego contra mi pecho imaginando mil cosas que hacer con ellas, aunque en realidad solo sirvan para una. Cuando mas entregada estoy al fantaseo, el sensor de la puerta me indica que alguien esta entrando y en un acto reflejo las lanzo bajo el mostrador para evitar ser descubierta. --Buenos dias. --La voz de un hombre suena a mi espalda y rezo para que no lo haya visto. Despues de tanto como me ha costado tomar esta jodida decision, lo ultimo que quiero es que alguien me pille con las manos en la masa--. Si esta tratando de jugar a la petanca con eso, le va a ir muy mal. --Mis ojos se abren con sorpresa y toda la sangre del cuerpo se me agolpa en la garganta. Permanezco inmovil unos segundos mas, sin saber muy bien que hacer debido a la verguenza y, viendo que no me muevo, continua--. Siento decepcionarla, pero, para que el lanzamiento funcione, las bolas deben ser metalicas. Por su acento deduzco que no es de la zona. Cuando oigo como se rie, no se donde meterme y me giro poco a poco con intencion de recuperarme antes de encararlo. Al hacerlo, me encuentro de frente con un hombre enormemente atractivo y bastante alto. Casi tanto como mi primo Juanra, que mide alrededor de un metro noventa, pero ni que decir tiene que este le da mil vueltas y nada tiene que ver con mi pariente el larguirucho que, ademas de idiota, se cree guapo, cuando es mas feo que un gato sin pelo. Tambien parece mas joven, calculo que no alcanzara la treintena, y aunque eso es algo que en otro momento me agradaria, ya que practicamente solo atiendo a personas mayores durante todo el dia, esta vez no esta siendo asi. ?Que estara pensando de mi? Ojala en vez de el hubiese entrado el senor Tomas que, aunque es un poco acosador, no sabria que es eso que anda rodando por ahi y mi dignidad, de alguna forma, seguiria intacta. --Ho…la. --Mi voz suena forzada, como si alguien me estuviese estrangulando desde atras. Si a algo le doy gracias es a que todavia esos trastos del demonio estan fuera de mi cuerpo. De no ser asi, de tanto como estoy apretando el culo ya se me habrian subido a la traquea--. Ya se que no son para eso… --finjo reir y sueno como una puerta oxidada--. La caja estaba rota y, bueno…, se me han caido. Ahora las recogere. ?En que puedo ayudarle? --Aprieto la mandibula mientras el aguanta la risa al ser testigo de mi bochorno. --Necesito… --carraspea para seguir disimulando--, lubricante. --?Como? --Ya no se si habla en serio o es que esta pretendiendo hacerse el gracioso. --Quiero un bote grande de lubricante. El mejor que tenga. --Me mira directamente a los ojos y mis piernas flojean. Tiene la mirada mas sexi y empotradora que he visto en mi vida. Con un maromo asi seguro que se me quitaban las ganas de andar jugando con pelotitas. Lastima que los tipos como el ni siquiera se fijen en las mujeres como yo, porque a este si que le chuparia hasta el tuetano. ?Que cono acabo de pensar?--. Tambien quiero una caja de condones. Con esa frase logra sacarme de mis pensamientos y, por fin, me centro para prestarle atencion. --Ahora mismo. Me giro para ir a buscarlos y, por sorpresa, me detiene sujetando mi mano. --Espera. --Observo como su enorme brazo oprime mi muneca y mi mente vuelve a divagar. Debo de estar con la ovulacion porque, si no, no me lo explico--. Los condones deben ser grandes. De talla especial. --Ammm… Ok. --Muerdo mi labio y un enorme pene aparece en mis pensamientos. Por alguna razon que nunca sabria explicar, lo imagino como si fuese un tripode y sonrio sin darme cuenta. Cuando vuelve a hablar, soy consciente de lo que estoy haciendo y guardo las formas para ponerme seria. --?Tiene la talla XXL? Busco en su mirada algo que me indique que esta bromeando, aun a riesgo de parecer tonta, y al no encontrarlo me disculpo para entrar a la parte de atras y buscarlos. Si no recuerdo mal, esa talla equivalia a mas de veintidos centimetros, asi que ahora es la imagen de una anaconda la que me atormenta. Rio a placer aprovechando que no puede verme y, tras un par de minutos revisando las estanterias, por fin doy con ellos. Los guarde aqui hace un par de meses al no venderse por ser una talla poco usual y aproveche el lugar que dejaron en la vitrina para colocar otras cosas. --Aqui tiene. Los coloco sobre el mostrador y veo aparecer una sonrisa de satisfaccion en su cara. --Es curioso --habla, y le miro atenta esperando a ver que dice--. Es la primera vez que los compro sin tener que hacerlo por encargo. --No se a que se refiere. --De sobra lo se, pero prefiero disimular. Tampoco sabria que decir y, con lo nerviosa que estoy, apostaria lo que fuera a que suelto algo que todavia me ridiculice mas. --Mi...., bueno --rie y rapidamente me arrepiento de no haberle dicho otra cosa--. Mi Miniyo tiene unas medidas un poco… --Mi cara se vuelve tan roja como un tomate--, fuera de lo comun, ya me entiende. --Nah, no se crea… --Cada vez lo arreglo mas. ?Por que narices he dicho eso y por que no cierro la bocaza de una jodida vez? --Pues la experiencia me dice todo lo contrario. --Levanta una ceja, picaro, y ruego para que la tierra me trague de una vez. --No se preocupe, aqui vienen muchos asi --miento para salir del paso--. Si necesita mas de lo mismo, ya sabe donde encontrarme. --En el momento en que acabo la frase me doy cuenta de que se puede malinterpretar y rectifico--: Quiero decir… que cuando se le terminen o caduquen… --Mierda, ?acabo de insinuarle que no mantendra relaciones? --Quiero decir…, que si quiere mas… --Con cada palabra que suelto me siento mas absurda--. Tengo mas de lo que quiere en la parte de atras. --Suena bien eso. Creo que le tomare la palabra. --Me guina un ojo, deja el dinero en el mostrador y, en el momento en que se marcha, resoplo cubriendome la cara con las dos manos. --Madre del amor hermoso… --balbuceo. Es la primera vez que deseo que un cliente no regrese. CAPITULO 2 A la hora de cerrar todavia no he logrado sacarme de la cabeza el suceso y mi mente tampoco me ayuda. Y, para colmo, cada vez que tiene oportunidad me lanza una imagen clara y concisa del posible tamano de ese… animal. Recojo lo que puedo y, procurando dejar todo preparado para la jornada de manana, me marcho. Odio llegar a casa y saber que todavia me quedan cosas por hacer. Si quiero desconectar del trabajo esta es la unica manera. Cuando estoy bajando el cierre de seguridad, dando por hecho que ya he terminado, recuerdo que no he desconectado los automaticos y tengo que volver a subirlo para regresar. Desde hace meses noto que, si apago todo, a excepcion de las neveras, desembolso casi la mitad en la factura de la luz. Algo me dice que la estirada duena del local tiene algun tipo de enganche ilegal y es a mi a quien estan cobrando su consumo. Con lo racana que es Margarita podria apostar lo que fuese y no lo perderia. Abro la puerta del cuadro electrico, bajo los diferenciales que no necesito y, cuando estoy presionando el ultimo, una rafaga de luz sale proyectada en mi direccion. --!Que mierda ha sido eso! --Apenas he sentido dolor, pero el brillo inesperado de la luz me ha dejado ciega. Busco con las manos la pared para guiarme y, tras luchar contra cientos de destellos oculares, poco a poco voy recuperando la vista. Vuelvo la atencion al cuadro de luz buscando una explicacion y lo unico anormal que encuentro son unas motitas de hollin en el suelo. Definitivamente, la bruja de arriba me la esta jugando y manana sin falta hablare con ella. Igual que a mi me cobra por todos los desperfectos externos, esto es algo interno y debe hacerse cargo. Compruebo que los interruptores de las neveras estan bien, esta vez presionandolos con un liston de madera por si las moscas y, al ver que todos funcionan a la perfeccion, hago lo que deberia haber hecho hace rato y me voy. A medio camino, mientras conduzco, abro un poco mi ventanilla e inspiro profundamente el dulce aroma que desprenden las flores de azahar. Soy sevillana de nacimiento y si por cualquier razon tuviese que marcharme de aqui, lo primero que echaria de menos seria este adictivo perfume. Solo Sevilla puede oler asi. Aunque ya es tarde y apenas hay luz solar, no puedo evitar echar una mirada a traves de los cristales. Desde la carretera se aprecia la Giralda en todo su esplendor y, aunque paso cerca de ella todos los dias, me tiene totalmente enamorada. No se si sera por su altura, ya que durante anos fue la torre mas alta del mundo, o por su portentosa estructura con la que logra impactar a todos los que la visitan, pero lo cierto es que cada vez me gusta mas. Aunque quizas, pensandolo bien, tenga mas que ver con mi abuelo y el amor con el que me habla de ella. Alli fue donde beso por primera vez a mi abuela y eso debio de calar muy hondo en su corazon. Es tal su pasion por este campanario, que hasta llego a encargar un cuadro del Giraldillo, la escultura que corona la torre sobre una gran bola de bronce. --!Mierda! --Piso el pedal del freno-- !Las bolas! --Al pensar en la de bronce recuerdo que las he dejado encima del mostrador de la farmacia--. !Sabia que al final me olvidaria de algo! -- Golpeo el volante y por suerte no viene nadie detras. Es muy tarde para volverme ya y, por descuidada, me toca esperar hasta manana. !Con las ganas que tenia de probarlas! Al llegar a casa mi hermano esta en ella y me sorprende verlo. Es solo dos anos mayor que yo, pero se independizo hace, al menos, cuatro. --!Hola, hermanita! --Se acerca a mi y me besa en la frente--. Cada dia estas mas guapa. --Y tu mas pelota --rio mientras lo abrazo. Me parece increible que ahora nos llevemos tan bien, cuando siempre nos hemos estado peleando y hasta sacando trozos de piel. Aun recuerdo la vez que, en venganza por romperle uno de sus coches, me coloco varias cerillas entre los dedos de los pies mientras dormia y las encendio. !Menudo hijo de perra! Era mas malo que la carne de cabra vieja--. ?Que haces aqui? --Vive, al menos, a cien kilometros de distancia y, por las horas que son, entreveo que tambien se quedara a dormir. --Manana tengo una reunion importante aqui al lado y he aprovechado para venir ya y asi pasar un poco mas de tiempo con vosotros. --Llevabamos cuatro meses sin vernos--. ?Como va el negocio?

  • El Toque de las Sombras de Magenta Perales

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    Katrina no era nadie. No era nada.
    Un bebe abandonado mas.
    Una huerfana mas.
    Hasta que Kael aparecio en el orfanato.

  • Salitre de Diana G. Romero

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    Cuenta la leyenda que una joven sirena quiso saber lo que era sentir emociones humanas. Para ello, tuvo que adentrarse en las profundidades marinas y aceptar un intercambio. Cambio su corazon helado por uno fragil, inestable... humano. Para ello, tuvo que dar algo a cambio. Algo que afectaria al rumbo de su existencia. Esta es la historia de Natalia, la hermana de Alex, en su busqueda por conocer el amor. Una busqueda que irremediablemente cambiara no solo su destino, sino tambien el de Alex, Alba y Alvaro. Si te quedaste con ganas de mas sobre los protagonistas de Marejada y Sizigia, esta historia es para ti. Eso si… el rumbo de los acontecimientos, como la marea, es totalmente impredecible.

  • La dama del paso, Marisa Sicilia de Marisa Sicilia

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    Los rumores de guerra se ciernen sobre el apartado valle de Svatge. Los hombres deben acudir al combate y Arianne tiene que contraer matrimonio. Su padre ha acordado su boda, pero ella se niega a obedecer, aunque eso le cueste el desprecio de su padre y la ira de sus hermanos.

  • Ni el es un juego… Ni tu el amor de mi vida de Ariadna Baker

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    Alex irrumpe en la vida de Estela inesperadamente.
    Un encuentro fortuito entre un padre soltero que ha conseguido una plaza como ginecologo en el hospital de la isla y Estela, trabajadora de la guarderia que cuidara de su hija, hara que entre ellos todo se convierta en mucho mas.
    Una relacion que podria terminar cuando un hecho inesperado en la vida de Estela cambia todo su mundo.
    El secreto que esconde Alex la lleva a huir y a comenzar un viaje que cambiara todo su mundo.
    Una relacion con altibajos. Una novela donde el erotismo tomara el control y el deseo los llevara al limite.
    Una historia donde nada fue, es ni sera lo que parece.

  • AZUL TORMENTA, LLUVIA ANIL, A. V. San Martin de A. V. San Martin

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  • Como caer en tus redes (Estrellas del basket 3) de Lola Cooper

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    Marie Lovefield ha llegado a la ciudad dispuesta a comerse el mundo. Todavia es una simple becaria, pero tiene claro que, antes o despues, se convertira en una de las mejores reporteras de la NBC. Lo malo es que Matt Storm, alero del equipo de basket de los Ottawa Owls y el mejor amigo de su hermano mayor, esta empenado en vigilarla y protegerla como si aun fuera la misma cria de pueblo que bebia los vientos por el.

  • Rialto, 11 de Belen Rubiano

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    Un dia de principios de otono de 2002, la luz de una pequena y recondita libreria de la plaza del Rialto de Sevilla se apago, sin ruido ni apenas despedidas, definitivamente. Su fundadora habia empezado a vender libros diez anos antes en otras librerias, donde aprendio muchas cosas, ademas de su oficio. En la sucesion de vivencias que conforman estas deliciosas memorias parciales, Rubiano comparte con los lectores la insobornable vocacion que le llevo a establecerse como librera en una esquina del mapa. Y lo hace con humor y con candida sinceridad, porque salvo la satisfaccion de trabajar entre libros y lectores entendemos desde el principio que nada es como habia sonado y que en el oficio no faltan tormentas, marejadas y amargas decepciones. Pero tambien hay, afortunadamente, momentos delirantes, impagables lecciones y grandes alegrias. Ante todo, la valia de estas paginas, que el lector recorrera entre la carcajada libre y la mas profunda empatia, reside en la vitalidad y el personalisimo estilo con el que Rubiano nos habla de su particular devocion por los libros y de como uno puede llegar a arriesgar cualquier seguridad por perseguir un sueno.

  • El amor no se puede pintar de Miranda Bouzo

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    “Cuando me dejes abrazarte, la nieve se fundira a nuestro alrededor”

  • Asesinos multiples de Vicente Garrido

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    La atractiva fascinacion del mal.

  • Con mucho amor y mucho limon de Irene Mendoza

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  • En la oscuridad de la noche (HQN) de Alissa Bronte

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    <> Lola maldecia entre dientes mientras aquel hombre la obligaba a seguirlo. Su padre era un mal nacido que la habia vendido a ese degenerado que mantenia sus vicios ocultos bajo el uniforme. El, que estaba en la cuspide del poder, era un gran hijo de perra. No entendia por que su esposa, la dulce Catalina, permanecia a su lado, aunque supuso, no era capaz de plantarle cara. Igual que le sucedia a ella. Nunca iba a borrar de su memoria el dia que su padre la entrego para salvar su avejentado y alcoholizado culo de los calabozos, con la excusa de que trabajaria como dama de compania de la esposa. Asi leeria y hablaria con la pobre mujer, que habia perdido la vista y que, lentamente, iba perdiendo tambien la movilidad de los musculos. <>, comentaban en el pueblo. Y ahi estaba, inocente y confiada, pensando que su padre por una vez en la vida habia hecho lo correcto, lo mejor para ella, algo bueno y desinteresado por su hija. Hasta que sintio el putrido aliento del capitan en su boca y su sudor sobre el vestido. Habian pasado algunos dias sin que la reclamara. Habia estado mas ocupado de la cuenta tratando de dar caza a la banda de forajidos liderados por el Caballero. Habia rezado, a pesar de ser algo contrario a sus creencias, rogando para que le sucediera algo terrible y, a ser posible, perdiese la vida en ello. Pero esa noche habia vuelto enfurecido por ser incapaces de dar con ellos a pesar de sus continuadas pesquisas; la gente del pueblo los protegia con celo. Habia escuchado algunas historias acerca de ellos y la verdad era que no le parecian peligrosos, mas bien hombres que se sublevaban contra animales como el capitan. Lo odiaba con todas sus fuerzas y sabia que esa noche iba a ser dura; pagaria sus frustraciones con ella. Siempre lo hacia. Le indico que lo siguiera a su despacho, su guarida, en la que cometia esos actos despreciables contra ella. Las piernas le temblaban, sentia que no iba a ser capaz de soportarlo de nuevo. Aun le quedaban algunos moratones en las piernas y en el cuello despues de su anterior visita a su cuerpo. Saboreo la bilis que lleno su boca con ese sabor amargo, tanto como lo estaba siendo su vida. No habia sido feliz nunca. Era duro admitirlo, pero era la realidad. Se agarro a la barandilla de madera que adornaba la escalinata hasta la planta superior, cuando llamaron a la puerta. Era el dia libre de Hector, el mayordomo, por lo que el dirigio su voluminoso cuerpo hacia la puerta farfullando improperios acerca de quien seria a esas horas. Abrio la puerta y varios guardias, sin esperar invitacion, entraron ocupando el gran vestibulo de la planta superior. Llevaban a un hombre maniatado y flanqueado por dos de ellos a los lados y varios mas a su espalda que esperaban la oportunidad de asestarle algun golpe si se atrevia a intentar escapar. Lola permanecio a un lado rezando para que su amo tuviese algo mejor que hacer que yacer sobre ella para descargar su frustracion y saciar sus bajos instintos. El preso levanto la cabeza y Lola pudo ver que sus ojos, grises al igual que una nube de tormenta, la miraban directamente, no a ella, sino dentro de ella, leyendola como un mapa abierto. Sintio un escalofrio que recorrio su larga espina dorsal y la dejo anclada en el sitio; helada. El preso no dejo de mirarla ni un solo instante. Ninguno se atrevio a pestanear para no romper el hechizo que los habia hipnotizado, atrapandola en el turbulento mar que eran sus ojos. El capitan los miro sin entender que sucedia. -Lo hemos pescado mientras haciamos la ronda. No hemos sido capaces de dar con el campamento, tampoco sabemos si estabamos lejos o cerca... No ha soltado prenda. - ?Acaso es mudo? -bramo con esa rabia animal que lo gobernaba. -No lo sabemos, pero no ha dejado escapar el mas leve sonido; ni siquiera cuando le hemos golpeado -confeso el guardia con satisfaccion. Lola observo el color purpura que adornaba su mejilla advirtiendo en ese momento que tenia el labio inferior inflamado y que un reguero de sangre, ya reseco, cubria la herida. -Quiero verlo -exigio el capitan. Uno de los guardias, ansioso, golpeo al joven en el estomago y este, a pesar de doblarse por el dolor, no dejo escapar nada mas que el aliento. Ella no podia creer lo que estaba viendo. Quizas si que era mudo, pues no era posible que un hombre aguantase esa embestida brutal en el estomago sin soltar ni la mas leve de las quejas. -Otro -pidio curioso.

  • La historia de amor mas bonita del mundo, Brendan Kiely de Brendan Kiely

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    Hendrix es un joven de diecisiete anos solitario e interesado en la poesia. Su madre viaja mucho por trabajo y su abuelo reside en un complejo de apartamentos adaptados para enfermos de alzheimer. Siente que su familia se esta desmoronando. Entonces conoce a Corrina, una joven de su clase de poesia que canta en la calle. Corrina quiere huir a Nueva York y Hendrix decide ayudarla. El camino es largo, esta lleno de aventuras, imprevistos y sorpresas.Un viaje en el que no hay vuelta atras y que les cambiara para siempre.

  • Confesiones a medianoche de Nora Roberts , Robyn Carr , Susan Wiggs

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    DESEOS DE NAVIDAD Los gemelos Zeke y Zach habian pedido a Santa Claus un unico regalo: !una nueva mama! Y su profesora, la senorita Davis, era una mama perfecta. Pero el papa Mac Taylor no estaba dispuesto a arriesgar su corazon, hasta que Nell llevo amor y alegria a sus vidas. ?Conseguiran al final los chicos su regalo de Navidad?

  • La favorita del Marques de Maria Isabel Salsench Olle

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    Los secretos de Brandon, marques de Suffolk, llevaran a Sophia a convertirse en un instrumento de venganza.
    Sophia es joven, cautivadora y exquisitamente casadera. Eternamente coqueta, se desliza por el jardin de su propiedad para llegar a la de su vecino, Brandon. Lo que ella no sabe es que su misterioso vecino es un trabajador clandestino del gobierno, un espia sin normas ni moral que la usara para vengarse de su peor enemigo.
    Brandon es un libertino empedernido con gustos peculiares que no tendra mas remedio que pedirle matrimonio a esa mujer que ha usado para sus fines vengativos. Pero ella, tras saberse enganada, no se dejara convencer tan facilmente.
    Asi empezara un ardiente cortejo en el que la pasion no sera suficiente para apaciguar los corazones de estos dos amantes.

  • La abadesa de Bingen de Maria Elisa Cortina

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  • Cactus de Rodrigo Munoz Avia

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    Viaje a Estados Unidos durante el verano de 2009, huyendo de todo aquello que pudiera recordarme a mi mismo, a mi pasado y tambien, incluso, a mi futuro, un futuro que me aburria ya antes de haberlo vivido. Fue Lidia, mi prima, tan tenaz, siempre velando por mi estabilidad, la que casi me obligo a hacerlo. --?Cactus? --le pregunte. --Cactus y suculentas. Les he dicho que eres un gran experto y que hacer ese curso es el sueno de tu vida. Lidia es de esas personas que piensan que no pasa nada por mentir un poco si las cosas se hacen de corazon. Para ella, decir que yo era un gran experto en cactus era solo mentir un poco. Me habia sacado de la cama, en un sabado que ya debia de ser de abril. Estaba muy exaltada al otro lado del telefono. --Lidia, falta mucho para el verano, estaba durmiendo --le dije. En realidad era incapaz de asimilar nada de lo que me habia dicho hasta ese momento. --He conseguido que te dejen una casita en Escondido Village, donde ibamos nosotros. El curso es barato, te gustara, no sabes como es Stanford para estas cosas. Jenny me ha insistido en que si no haces un curso, no puedes alojarte en el campus. Te va a encantar aquello. Me das mucha envidia, se me saltan las lagrimas solo de recordarlo. --A mi se me saltan las lagrimas de pensar lo a gusto que estaba en la cama, Lidia. Mi prima no dijo nada. Creo que realmente estaba llorando. Tiene una gran facilidad. A Lidia no le hacen llorar ni los alumnos ni ninguno de los especialistas en provocar el llanto ajeno que tanto abundan en nuestro colegio. A Lidia solo le hacen llorar los momentos de felicidad, ya sea suya o de las personas a las que quiere. En cuanto esta muy contenta llora, es increible. Es una persona bastante intensa. Esta convencida de que el mundo esta lleno de felicidad, y tiene un radar especial para detectarla. La Universidad de Stanford esta en California, en la bahia de San Francisco, al lado de Palo Alto. Palo Alto ofrece la mayor densidad de millonarios menores de treinta anos de todo el mundo. Todos se metieron en algun garaje mientras estudiaban la carrera y se inventaron alguna chorrada de internet que los hizo ricos. Lidia siempre me hablaba de todo esto. Ella habia pasado muchos veranos alli con su marido y sus hijos. Su marido es un cientifico reputado, pero el no se metio en ningun garaje para hacerse rico. En realidad es rico de familia, gracias a la conservera de anchoas de sus padres. A mi personalmente las anchoas me parecen una manera mucho mas digna de hacerse rico. Mi trayectoria personal en aquel ano hizo que Lidia pusiera todo su empeno en mandarme a Stanford. Solo conociendo a Lidia puede uno hacerse idea de lo que esto quiere decir. Que me gustaran o no los cactus, que estuviera en condiciones economicas de afrontar un verano asi, o que no hubiera manifestado en ningun momento interes alguno por una propuesta que consideraba tan ajena a mi eran, desde el punto de vista de Lidia, obstaculos menores. --No quiero ir, Lidia, no se me ha perdido nada alli. --Por eso mismo. En lugar de quedarte aqui lamentandote por todo lo que has perdido te propongo ir a un lugar donde no has perdido nada. Ya lo veras, alli nadie ha perdido nada, es impresionante. Solo miran hacia delante. --?Cuando me he lamentado yo de algo? Aqui o en Pernambuco seguire siendo el mismo, digo yo. Me parecio oir un ruido. --?Mama? --dije--. Mama, cuelga ahora mismo, por favor. Te he oido. Mi madre tenia casi ochenta anos. Estaba sorda como una tapia. Era imposible mantener una conversacion telefonica con ella y, sin embargo, le encantaba escuchar las conversaciones ajenas. Sorprendentemente, se enteraba de bastantes cosas. Lidia intervino y le dijo que se iba a acercar un dia por casa para llevarle un par de frascos de anchoas, pero a mi madre no era eso lo que le interesaba. Tuve que asegurarle dos veces que no tenia ningun proyecto de viaje a Pernambuco, y que ignoraba por completo donde se encontraba tal sitio. Luego, cuando mi madre colgo el telefono, le dije a Lidia que ya hablariamos de los cactus y de Estados Unidos, pero que dificilmente se podrian aunar dos conceptos que me interesaran menos. Habia sido un curso malo, tenia que reconocerlo. Las cosas empezaron a torcerse el dia en que insulte a cuatro alumnos en una sola clase y el director me llamo a capitulo en su despacho. Eso fue en enero. Luego llegaron la gripe y las otitis que se me iban pasando alternativamente de un oido a otro. Mi cabeza retumbaba como una sandia hueca y el timpano me crepitaba. No soportaba que mis alumnos hablaran a la vez. A uno le dije que si no se callaba en ese mismo momento haria huevo hilado con sus testiculos. Quiza fue excesivo. Mas tarde, al comienzo de la primavera, el director me llamo de nuevo a su despacho y me dijo que al ano siguiente no continuaria de profesor de Literatura en su colegio. Entre otras cosas estaba molesto porque en Navidades habia puesto notable a un alumno que llevaba dos meses sin aparecer por el centro y porque unos padres me habian visto fumando con sus hijos cerca del aparcamiento. Sali del despacho del director y me fui a comer con el profesor de Religion de los pequenos. Comiamos juntos con frecuencia. Hicimos nuestro particular ranking de alumnos indeseables y luego hablamos de temas mas elevados que el conocia mejor que yo: el panteismo, la vida despues de la muerte o la espiritualidad de los animales. En el computo total nos bebimos dos botellas de vino tinto. El, media, yo, el resto. Despues cogi el coche y de camino a casa me trague una furgoneta en un semaforo en rojo que por algun misterio yo no habia visto de ese color. Fue un desastre. Tras la multa me quede sin coche, sin carnet y practicamente sin dinero. Llegue a casa bastante tarde (no se si fue ese dia, pero da lo mismo) y no encontre a Eva. Me extrano. Baje a preguntarles a mis padres, que vivian en el piso inferior de mi duplex. Mejor dicho, era yo el que vivia con Eva en el piso superior del duplex de mis padres. Eva habia sido mi companera en los ultimos seis anos. Habia estudiado Bellas Artes y por entonces preparaba la tesis doctoral sobre un artista conceptual y aragones cuyo nombre, la verdad, no viene al caso. Se suponia que lo que le gustaba era pintar, pero lo unico que hacia era estudiar. Mi madre me dijo que se habia cruzado con Eva en el portal. Que se iba el fin de semana a Zaragoza, a ver a sus padres. Pero no volvio. La llame por telefono. Aunque era ella la que me abandonaba, adopto completamente el papel de victima. Dijo que yo ya no era la misma persona. Que era imposible intercambiar dos frases en serio conmigo. Que no le hacia caso. Que cada dia me comprometia menos con las cosas y bebia mas. Que no hacia mas que rehuirla y en el fondo rehuirme a mi mismo. Que me estaba convirtiendo en un ser pasivo y conformista. Que no le plantaba cara a la vida y no asumia que yo tambien era responsable de las cosas que me pasaban. Que estaba harta de vivir en casa de mis padres y compartir la asistenta, la vajilla y la tortilla de patatas. Que para eso se iba a vivir con los suyos. Fue muy convincente. Los primeros dias llegue a creerme que a la pobre chica no le habia quedado mas opcion que irse. Luego ya no se muy bien lo que pense. Creo que me entregue a un victimismo bastante lastimero. Unas dos semanas mas tarde decidi llamarla para que entre los dos reconsideraramos la situacion y hablaramos despacio. Pero Eva ya no estaba en casa de sus padres, sino en casa del artista conceptual y aragones. Aquello escocia bastante. Me habia dejado solo, en el centro de la cama, con las sabanas y las mantas cada dia mas embarulladas. Fue entonces cuando Lidia aparecio en escena. Lidia, ademas de mi prima, era profesora de Ingles en mi colegio. Fue ella la que, cinco anos atras, me recomendo al director. Primero fue capaz de convencerme a mi de que ser profesor de Literatura era una de las cosas que mas me pegaban en el mundo. A mi favor tenia mis estudios de Filologia y mi aficion a la lectura, era cierto. Lidia pensaba que mis experiencias como dependiente de libros en la Fnac, como guia turistico por Madrid y como redactor en una revista de fotografia tambien me ayudarian en mi labor frente a los alumnos. <>. Sin embargo, yo solo encontraba elementos en contra: mi caracter, mi poca empatia con el mundo adolescente y mi desconocimiento total de la materia (hacia mas de quince anos que habia terminado la carrera). En realidad, de los grandes autores sabia el precio con IVA de sus libros, pero poco mas. <>, y algo asi fue lo que debio de pensar el director del colegio. Creo que albergaba tanta confianza en Lidia que no necesitaba mas razones para darme el puesto. Le bastaba con una: era primo de la mas convincente y entusiasta de sus empleadas. Ahora, tras los reveses de las ultimas semanas, Lidia se sentia obligada a impulsar de nuevo mi vida. Ella no se creia responsable de lo que habia sucedido, pero si se creia responsable, siempre lo creia, de lo que podia llegar a suceder. De modo que si me habia hecho pasar por experto en literatura en un colegio, pensaba ella, ?por que no me iba a hacer pasar ahora por experto en cactus en California? Para Lidia no habia duda de que aquel momento de mi existencia era el idoneo para dar el salto americano, abrir mi mente y olvidar mis pesares entre estudiantes del mundo entero. La cuestion es: ?por que le hice caso? Realmente, no lo se. Creo que fue una mezcla de cosas y ninguna en particular. En cierto modo fue algo ciego, es lo que tiendo a pensar. Tambien creo que hubo una especie de sabiduria interior de mi cuerpo, una certeza no enunciada de que un cambio le vendria bien. Y aunque la idea de que Lidia ejerciese de tour operator podia ser cansina por momentos, a decir verdad resultaba muy comoda. Ademas estaba el hecho de que mi madre me animara por todos los medios a quedarme en Espana. Me sugirio que, dado que ese ano no tenia la compania de Eva, a lo mejor podia ir con mi padre y con ella a Galicia en el verano, ya que la tia Celsa tenia muchas ganas de verme y queria reeditar la foto de familia con todos los primos, esa que llevabamos tantos anos sin hacer. --?Por que no cenas en casa, hijo? --me dijo un dia--. Ya no tiene sentido que te empenes en cenar solo todas las noches… Te basta con bajar las escaleras. Fue el detonante. La tercera vez que me dijo esto, sali de casa y me acerque a la libreria del barrio. Habia varios libros sobre el tema que buscaba, pero supe perfectamente cual era el que mejor se adaptaba a mis necesidades. Su titulo era Manual del experto en cactus. Por la noche llame a Lidia. --Lidia, estaba pensando una cosa: ?las casas de Stanford tienen lavadora? Se quedo en silencio. Supe que unas lagrimas grandes le nublaban los ojos al otro lado del telefono.

  • Las tres llaves de Palanco Vazquez Carlos

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    Cuatro paredes construidas en granito, una puerta de madera, una cama de hierro oxidada, una silla y una pequena mesa redonda era todo lo que Marcos podia ver gracias a la debil luz que se desprendia de una bombilla que colgaba de una de las paredes…
    Marcos vive una vida tranquila hasta que recibe la carta de un desconocido que le informa de la existencia de un gran secreto cuya revelacion solo le corresponde a el. A pesar de sus reticencias por abandonar su comoda y segura vida, a traves de las tareas que el desconocido le va marcando se ira introduciendo poco a poco en la busqueda del gran secreto, sin apenas ser consciente de ello.
    Es un secreto que en palabras del desconocido <> y es precisamente en la historia real donde se encuentran las claves para llegar al final de este gran enigma. Multitud de personajes y hechos historicos se suceden en la trama, sin que parezca haber una conexion clara entre ellos.
    En medio de toda la aventura aparece de repente una mujer, Maria, la cual incrementara la incertidumbre y el desconcierto en las ya de por si agitadas aguas que ahora conforman la vida de Marcos.
    Accion, misterio, pasiones e historia son los pilares de esta novela, cuya lectura no podra dejar indiferente a nadie.

  • Megacapitalistas de Peter Phillips

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    Siempre nos preguntamos: ?Quien maneja los hilos del mundo? Las dimensiones de la concentracion de la riqueza en el mundo son apabullantes… Y temibles. Megacapitalistas es la respuesta detalladisima a esa pregunta.

  • El diamante de los Tudor de Will Whitaker

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    Una atmosferica novela de espionaje ambientada en la corte de los Tudor.

  • Oonagh (Anam Celtic 3) de Angy Skay

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    La incesante lucha por los tesoros irlandeses sigue su curso de la mano de dos autenticas rivales; Maureen y Taragh, quienes no descansaran hasta conseguir su objetivo.
    Ambas se enfrentaran a multitud de adversidades que se interpondran en su camino, haciendo que todo se tuerza y que, quiza, no les quede otro remedio que unirse a su rival. Con demasiadas trabas en sus andaduras, tendran que luchar contra una fuerza mucho mas poderosa que todas las demas: sus corazones.

  • La penumbra que hemos atravesado de Lalla Romano

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    La habitacion, pequena como una celda, estaba pintada de un fiero amarillo; la cama, enorme, de hierro, con unas rayas que trataban de imitar la madera. En el aire, bochornoso, flotaba un desagradable olor a humo. Revoloteaban dos moscas, como las que tiemblan en unos ojos enfermos. Me habia tumbado y trataba de no pensar. El somier, a cada minimo movimiento, gemia con un sonido de organo. De pequena oi muchas veces criticar los hoteles. Decian que habia pulgas. A mi, aquello me parecia una especie de privilegio que tenian los hoteles. En las casas saltaba la alarma si se encontraba una pulga, que apenas vista desaparecia como un duende, y habia que buscarla con empeno y aplastarla entre las unas. Algo horrible que yo observaba con repugnancia. Los ninos pobres, las companeras de escuela, tenian infinidad de ronchas rojas en el cuello, eran picaduras de pulga. Porque dormian sin sabanas. Tambien Muro tenia pulgas a veces; pero las pulgas de los perros no atacaban a las personas. Una vez, papa encontro chinches en un hotel. (Los chinches, mas temibles aun que las pulgas, eran una rareza, casi un lujo. ) Habia levantado la almohada: los chinches, negros, planos, corrian por la sabana. Papa lo contaba despacio, con una precision fabulosa. Y yo veia los chinches como la imagen lejana, minuscula, de un ejercito de guerreros protegidos con sus escudos, en marcha sobre una llanura nevada. Aunque quiza no fue en un hotel. Quiza fue en el Santuario de Sant'Anna di Vinadio, donde papa era alojado con gran consideracion. Tenia derecho a una habitacion para el solo, la de la administracion; mientras el resto de peregrinos dormian todos juntos. De aquel lugar, papa nos traia a los ninos escapularios. Eran pequenos retales de felpa con imagenes de Santa Ana, atados a un cordon de aspera lana negra. Debian colgarse al cuello, bajo la ropa. Pero nunca llegamos a llevarlos. Papa no regresaba jamas de un viaje sin un regalo. De Turin nos traia ramilletes de miosotis o de muguete en cucuruchos de papel; de la montana nos traia flores raras, como la llamada <>, una flor azul, rigida y de hojas dentadas como un broche. En Ponte nunca estuve en un hotel; todos los parientes solian alojarse en nuestra casa. Pero es cierto que, en aquel tiempo, los hoteles empezaron a encontrar su lugar en la forma de vida del pueblo. El mas familiar era el Europa, que ocupaba dos pisos del edificio de nuestra casa; eramos amigos de Lino, dueno del Tre Colombe, que se llamaba asi porque el era cazador; luego estaba el Hotel del Giglio, en la Piazza Nuova, que habia disenado papa y era de lujo. Quiza no era de lujo ni siquiera el Giglio. Una vez lei en una guia que todos los alojamientos de Ponte Stura eran de cuarta categoria. Me dio pena. ?Acaso era tan misero el pueblo donde papa habia sido admirado, amado, donde <> habian sido felices, donde <>? Me parecio un desprecio, una humillacion. (La pobreza manifiesta del pueblo no me importaba mas que la de cualquier otro. ) Lo increible fue que Ponte Stura continuara existiendo. Inmediatamente despues de irnos, desde la ciudad a la que nos habiamos mudado, miraba hacia las montanas que cercaban el horizonte y pensaba: alli esta... pero en realidad lo que queria decir es alli estaba... Respecto a nuestra partida, solo recuerdo que era otono y llovia. Tambien que mama repartia toda suerte de objetos: animales disecados que habia encontrado en la casa cuando llego recien casada, algunos muebles, los cuadros que no vinieron a la nueva vivienda. Quiza regalo tambien todos mis preciosos tebeos pensando que, puesto que ya iba a pasar a secundaria, no volverian a interesarme. No recuerdo nada mas. Se que estabamos en guerra, fue el otono de Caporetto, y se respiraba un aire de derrota. Nos dabamos cuenta, de pequenas, de que mama evitaba hablar de Ponte. Apretaba los labios, como con gesto de desden. Aquello me entristecia. Sabiamos que habia estado Madrina, y que habian estado <>. (En la ciudad, mama no recibio mas visitas ni frecuento a mas senoras.) Segun nosotros, eran tonterias. Ella no se explicaba. Le parecia, incluso, que en verano Ponte no era fresco, que no habia paseos a la sombra. Pero en uno de sus ultimos dias, en una tregua de su enfermedad, exclamo subitamente: <>. La antigua felicidad que mama habia perdido junto con Ponte, cuando era pequena, yo la percibia solo por breves instantes, en inesperados relampagos. Era, creo, como una corriente profunda que alimentaba mis raices, mientras yo me sentia azotada por conflictos, incertidumbre y miedo. En esos momentos me esforzaba por aislar o recuperar el hilo de los recuerdos. La singularidad de ese esfuerzo consiste en que pertenece a aquel tiempo. Fue entonces cuando empezo. Apenas fui capaz de reflexionar, consegui distinguir un presente y un pasado; en el mismo pasado distinguia dos tiempos; uno comprendia mi primera infancia y la vida de mis padres, tiempos de los que, a retazos, lograba rescatar la memoria; antes se daba otro tiempo aun mas vago, los antecedentes: episodios de la infancia y juventud de mis padres. (La historia y los cuentos coinciden en algo que no es temporal, porque no iba ligado a mi existencia ni a la de los mios.) Esta cronologia era amplia, compleja y, ademas, esquematica, igual que decimos: alto, medio y bajo Imperio. El sentimiento dominante era el de haber llegado tarde: cuando lo mas importante ya habia sucedido. El tiempo maravilloso era siempre <>. Tambien pertenecian al <> algunas fiestas que yo trataba de imaginar. Su encanto venia sugerido por la forma en que mama nombraba los lugares, las personas. Los nombres eran pronunciados por ella con expresion hieratica mas que nostalgica y, sin embargo, fugazmente, como solia hacer, de forma que aparecian y desaparecian y resultaban mucho mas misteriosos. Papa y mama fueron en trineo a Festiona. Festiona la recuerdo muy bien: era una aldea al lado del Stura, oculta en el bosque, adonde se iba a recoger setas; estaba algo lejos, no muy conocida, sin ninguna particularidad, solo que era muy humeda, como todas las poblaciones que se encuentran cerca de los bosques. Pero pensando que habian ido hasta alli con un trineo, una tarde de invierno -?llevaban tambien cascabeles?- y que regresaron por la noche -?usaron antorchas?- se convertia en un lugar remoto y fabuloso. Habian alcanzado el Ponte di Festiona pasando por la carretera nacional. El trayecto no es muy largo cuando se hace en verano. Pero yo lo imaginaba larguisimo y, ademas, recorrido a velocidad de sueno.

  • Rebelde, Pobre, Rey (De Coronas y Gloria 4) de Morgan Rice

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    Thanos sentia un dolor en el estomago mientras su barco se balanceaba a traves del mar y la corriente lo alejaba cada vez mas de su hogar. Hacia dias que no divisaban tierra. Estaba en la proa de la barca, observando el agua, aguardando el momento en el que finalmente divisaran algo. Solo se contenia de ordenar al capitan que diera media vuelta al barco al pensar en lo que podria haber mas adelante, en quien podria haber mas adelante. Ceres. Estaba alli, en algun lugar, y el la encontraria. "?Esta seguro de eso?" pregunto el capitan, acercandose a su lado. "No conozco a nadie que quiera ir de viaje a la Isla de los Prisioneros". ?Que podia decir Thanos al respecto? ?Que no lo sabia? ?Que se sentia un poco como la barca, empujada hacia delante por los remos aunque el viento intentaba empujarla hacia atras? Pero la necesidad de encontrar a Ceres superaba todo lo demas. Dirigia a Thanos, llenandolo de emocion ante la posibilidad de encontrarla. Habia estado seguro de que habia desaparecido, de que nunca la volveria a ver. Cuando escucho que podria estar viva, el alivio lo abrumo, le hizo sentir que podia desplomarse. Pero no podia negar que los pensamientos sobre Estefania tambien estaban alli y lo hacian mirar hacia atras e incluso, por un instante fugaz, pensar en volver. Al fin y al cabo, era su esposa y el la habia abandonado. Estaba embarazada de su hijo y el se habia marchado. La habia dejado alli en el muelle. ?Que clase de hombre hacia eso? "Intento matarme", recordo Thanos. "?Como?" pregunto el capitan, y Thanos se dio cuenta de que lo habia dicho en voz alta. "Nada", dijo Thanos. Suspiro. "La verdad es que no lo se. Estoy buscando a alguien, y la Isla de los Prisioneros es el unico lugar al que podria haber ido". Sabia que el barco de Ceres se habia hundido de camino a la isla. Si habia sobrevivido, entonces tenia sentido que hubiera ido hasta alli, ?verdad? Aquello tambien explicaba por que Thanos no la habia visto desde entonces. Si hubiera podido volver hacia el, Thanos pensaba que lo habria hecho. "Parece un peligro excesivamente grande que correr para no saberlo", dijo el capitan. "Ella lo merece", le aseguro Thanos. "Debe ser algo especial para ser mejor que Lady Estefania", dijo el contrabandista con una mirada maliciosa, que hizo que Thanos deseara darle un punetazo. "Esta hablando de mi esposa", dijo Thanos, e incluso el reconocio el evidente problema que habia con ello. No podia defenderla cuando el habia sido el que la habia dejado atras, y cuando ella habia sido la que habia ordenado su muerte. Probablemente merecia todo lo que cualquiera dijera sobre ella. Ahora, deseaba convencerse de ello. Si sus pensamientos sobre Ceres no continuaran siendo interrumpidos por pensamientos sobre Estefania, como habia estado con el en los festines del castillo, como habia sido en los momentos de tranquilidad, el aspecto que tenia la manana despues de la noche de bodas... "?Esta seguro de que puede llevarme a la Isla de los Prisioneros de manera segura?" pregunto Thanos. Nunca habia estado alli, pero se suponia que la isla entera era como una fortaleza bien protegida, inexorable para aquellos a los que llevaban alli. "Oh, es muy facil", afirmo el capitan. "Pasamos por alli a veces. Los guardias venden algunos de los prisioneros que han explotado como esclavos. Los atan con cuerdas a palos en la orilla para que los veamos al acercarnos". Thanos habia decidido hacia tiempo que odiaba a aquel hombre. Pero lo escondia, pues el contrabandista era en aquel momento la unica oportunidad que tenia de llegar a la isla y encontrar a Ceres. "Encontrarme con los guardias no es exactamente lo que quiero", puntualizo. El otro hombre encogio los hombros. "Es muy sencillo. Nos acercamos, lo dejamos alli con una barca pequena y sigue como si fuera una visita normal. Entonces nosotros lo esperaremos cerca de la costa. No mucho tiempo, recuerde. Si esperamos demasiado, podrian pensar que estamos haciendo algo sospechoso". Thanos no tenia ninguna duda de que el contrabandista lo abandonaria si presentara alguna amenaza para su barco. Solo lo habia llevado hasta alli la perspectiva de ganar dinero. Un hombre como aquel no comprenderia el amor. Para el, probablemente era algo que alquilabas en los muelles por horas. Pero habia llevado a Thanos hasta alli. Aquello era lo que importaba. "Piense que aunque encuentre a aquella mujer en la Isla de los Prisioneros", dijo el capitan, "puede que no sea como usted la recuerda". "Ceres siempre sera Ceres", insistio Thanos. Escucho como el otro hombre resoplaba. "Es muy facil decirlo, pero usted no sabe las cosas que hacen alli. Algunos de los que nos venden como esclavos, apenas son capaces de hacer algo por ellos mismos a no ser que se lo digamos". "Y estoy seguro de que eso le encanta" respondio bruscamente Thanos. "No le gusto mucho, ?verdad?" pregunto el capitan. Thanos ignoro la pregunta, mirando fijamente al mar. Ambos conocian la respuesta y, en aquel momento, tenia cosas mejores en las que pensar. Tenia que encontrar un modo de encontrar a Ceres, costara lo que... "?Aquello es tierra?" pregunto, senalando con el dedo. Al principio, no era mas que un punto en el horizonte, pero incluso asi, parecia desalentador, rodeado de nubes y con olas agitadas. Al acercarse mas, Thanos tenia la sensacion de que un terror amenazante crecia en su interior. La isla se levantaba como una serie de picos de granito gris como los dientes de una gran bestia. En el punto mas alto de la isla estaba situado un bastion, por encima de el, ardia constantemente un faro, como si quisiera advertir a todos los que pudieran venir alli. Thanos veia arboles a un lado de la isla, pero en su mayoria parecia estar vacia. Al acercarse todavia mas, vio unas ventanas que parecian estar talladas directamente en la piedra de la isla, como si hubieran ahuecado toda la isla para hacer la prision mas grande. Tambien vio playas de pizarra, con unos huesos blancos destenidos sobresaliendo de ellas. Thanos escucho chillidos, y se quedo palido al ver que no podia distinguir si eran aves marinas o personas. Thanos deslizo su pequena barca por la pizarra de la playa, e hizo un gesto de repulsion al ver esposas dispuestas alli bajo la linea de la marea. Su imaginacion inmediatamente le dijo para que eran: torturar y ejecutar a los prisioneros usando las olas que llegaban. Unos cuantos huesos abandonados en la orilla hablaban por si solos. El capitan del barco de contrabando se giro hacia el y sonrio. "Bienvenido a la Isla de los Prisioneros". CAPITULO DOS Para Estefania, el mundo parecia inhospito sin Thanos alli. Parecia frio, a pesar del calor del sol. Vacio, a pesar del bullicio de gente que habia alrededor del castillo. Miraba fijamente a la ciudad, y tranquilamente podria haberle prendido fuego, pues no significaba nada. Lo unico que podia hacer era sentarse al lado de las ventanas de sus aposentos, sintiendose como si alguien le hubiera arrancado el corazon. Quizas alguien lo haria. A fin de cuentas, lo habia arriesgado todo por Thanos. ?Cual era el castigo exacto por ayudar a un traidor? Estefania conocia la respuesta a aquello, porque era la misma que a todo lo demas en el Imperio: lo que el rey decidiera. No dudaba mucho de que querria su muerte por ello. Una de sus doncellas le ofrecio un reconfortante balsamo de hierbas. Estefania lo ignoro, incluso cuando la chica lo dejo sobre una pequena mesa de piedra que habia a su lado. "Mi senora", dijo la chica. "Algunas de las demas... se preguntan. ?no deberiamos prepararnos para abandonar la ciudad?" "Abandonar la ciudad", dijo Estefania. Escucho lo plana y estupida que sono su propia voz. "Es que... ?no estamos en peligro? Con todo lo que ha sucedido... y todo lo que nos hizo hacer... para ayudar a Thanos". "!Thanos!" El nombre la saco de golpe de su estupor por un instante, para seguirle la ira a continuacion. Estefania cogio el brebaje de hierbas. "!No te atrevas a mencionar su nombre, estupida! Fuera de aqui. !Fuera de aqui!" Estefania lanzo la taza con su infusion humeante. Su doncella la esquivo, lo que ya fue irritante de por si, pero el ruido de la taza al hacerse anicos lo supero con creces. El liquido marron se derramo por la pared. Estefania lo ignoro. "!Que nadie me moleste!" exclamo a la chica. "O hare que te arranquen la piel por ello". Estefania necesitaba estar a solas con sus pensamientos, aunque fueran unos pensamientos tan oscuros que una parte de ella deseara tirarse desde el balcon de sus aposentos solo para acabar con todo aquello. Thanos se habia ido. Con todo lo que ella habia hecho, por todo lo que ella habia trabajado y Thanos se habia ido. Antes de el, ella nunca habia creido en el amor; estaba convencida de que era una flaqueza que solo te abria las puertas al dolor, pero con el parecia valer la pena arriesgarse. Ahora, resultaba que ella estaba en lo cierto. El amor solo facilitaba las cosas al mundo para que te hiciera dano. Estefania escucho el ruido de la puerta al abrirse y se giro de nuevo, buscando algo mas para lanzar. "!Dije que no me molestaran!" grito antes de ver quien era. "Esto no es ser muy agradecida", dijo Lucio al entrar, "despues de que mande que te escoltaran hasta aqui con cuidado para asegurarme de que estarias a salvo". Lucio iba vestido como un principe de cuento, con terciopelo blanco trabajado con motivos de oro y piedras preciosas. Llevaba su punal en el cinturon, pero se habia quitado la armadura dorada y la espada. Incluso su pelo parecia recien lavado, sin ninguna impureza de la ciudad. Para Estefania, tenia mas el aspecto de un hombre preparado para cantar canciones bajo la ventana que para organizar la defensa de la ciudad. "Escoltarme", dijo Estefania con una sonrisa tensa. "Es una buena palabra para eso". "Me asegure de que viajaras a salvo por las calles de nuestra ciudad rotas por la guerra", dijo Lucio, "mis hombres se ocuparon de que no cayeras presa de los rebeldes, o de que no te secuestrara el asesino de tu marido. ?Sabias que escapo?" Estefania fruncio el ceno. ?A que estaba jugando Lucio? "Por supuesto que lo se", contesto bruscamente Estefania. Se puso de pie, pues no le gustaba que Lucio estuviera por encima de ella. "Yo estaba alli".

  • La cinta de M. C. Andrews

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    Daniel Bond lo tiene todo bajo control. A pesar de su tormentoso pasado, o quiza gracias a el, se ha convertido en uno de los abogados mas reputados de toda Inglaterra. Su vida, planeada al milimetro, esta dominada por unas estrictas normas que rigen todas sus relaciones. Jamas se ha planteado transgredirlas con ninguna mujer... hasta que conoce a Amelia Clark. Amelia hace que se lo cuestione todo; lo reta con cada mirada, con cada caricia. Si solo fuese una cuestion de sexo, Daniel sabria a que atenerse, pero el problema es que cada vez que estan juntos siente la tentacion de explorar placeres que hasta entonces consideraba prohibido. La cinta es un relato corto que complementa la novela Noventa dias. De la mano de Daniel Bond, narrador y protagonista, descubriremos que cada historia de amor es unica e irrepetible.

  • Salvadores Duros de Tatiana Garcia

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    Cavernicola: Romance con el Vecino y Padre Soltero
    Bruno parece el hombre perfecto. Alto, guapo, atletico, padre soltero y un autentico manitas que se gana la vida como carpintero y mecanico. Ademas, es mi nuevo vecino. Bueno, el y su hijo, que dificilmente llegara a los 7 anos.
    De lejos parece el partido perfecto, la clase de hombre que en la universidad hubiera tenido a todas las animadoras detras, muriendose por sus huesos.
    Sin embargo, Bruno es un cretino integral. Un alma atormentada sin modales. No podia soportarlo, y lo queria cuanto mas lejos mejor, hasta que llamaron a mi puerta los problemas de mi ex-novio, el cual, al parecer, debia dinero a los rusos equivocados.
    Estaba muerta de miedo, ante tres gorilas de 2×2 metros en mi puerta. Pero mas al ver a Bruno volver del trabajo y, sin mediar palabra, agarrar a uno de los tipos y tirarlo por las escaleras. Los otros dos no acabaron mucho mejor.
    Hablamos. Hablamos mas, y mas. Me sentia en deuda con el, asi que acepte quedarme con su hijo mientras el trabajaba. Y asi, poco a poco, comence a conocer al pequeno y a Bruno. Seria otro bruto de 2×2, pero parecia importante, y a cada conversacion parecia un poco menos cretino y mas. dulce.
    Aun asi, sabia que no me convenia. Pese a su instinto por protegerme, y lo j*didamente sexy que pudiera parecerme, Bruno equivalia a problemas. Por otro lado. no es como si no tuviera ya problemas, considerando que habia una mafia pidiendome el dinero de mi ex.
    Poco a poco comprendi que Bruno tenia sus propios problemas de los que ocuparse, sus propias razones para comportarse como lo hacia, y asi, poco a poco, fui enamorandome como una tonta sin remedio.

  • Ana de Marilo Lafuente

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    Ana es una mujer de aspecto delicado, dulce, carinosa, y la mas presumida de las cuatro hermanas. Sin embargo, ese aspecto nada tiene que ver con su trabajo ni con su principal hobby. Estudio Ingenieria Industrial y, su cometido, dentro de la empresa familiar, es el arreglo y adaptacion de nueva maquinaria. Su tiempo libre lo dedica a tunear su coche para cumplir un sueno.
    Hugo es un famoso corredor de rallies.

  • Un verano en Saint de Mayte Salmeron Almela

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    "Un verano en Saint-Malo" es una historia de misterio y de grandes emociones en la que la protagonista, Clara, conocera a diferentes personajes y vivira situaciones que haran que su verano sea menos tranquilo de lo que hubiera deseado.
    Con la aparicion de un cadaver en un ascensor, la historia empieza a moverse entre tres etapas distintas de su vida: la de su ninez mas tardia, cuando la noticia mas comentada era la desaparicion de unos ninos en las comarcas cercanas; la de su juventud, con su viaje a Saint-Malo y en donde los sucesos que acontecen dejan sin respiracion a la propia protagonista; y por ultimo, la de su vida adulta donde tendra que lidiar con todos esos recuerdos y entender mejor por que se encuentra con el cuerpo de un conocido en un ascensor.

  • Chispas de Luis Goytisolo

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    La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de portico a este libro, que contempla sin piedad -y con un humor de lo mas singular- la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de vinetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas paginas desfilan los moviles que acaparan toda la atencion, las hirsutas barbas hipsters y la moda de la depilacion corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo politicamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artistica. Y tambien situaciones disparatadas como las de un par de menages a trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la aficion de Joyce por la escatologia.

  • El secreto de Breton de Vicente Garrido , Vicente Garrido Genoves

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  • Amnesia de Federico Axat

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  • Sumisa obligada (sumisas 6), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Elena es una mujer normal y muy trabajadora llamada por una empresa de empleo temporal accede a trabajar de camarera una noche en el hotel mas lujoso de Madrid, lo que no espera de esa noche es que seis ?hombres? se obsesionen por ella hasta el punto de querer matarse, secuestrarla o darle unas citas increibles, pero ella no cree en el amor para siempre y menos entre unos hombres que se obsesionan con ella como unos animales o seres de otro mundo, ?O si?

  • Random de Kiara Espinales

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    “Yo era un chico bueno, pero ellas prefiero chicos malos.”
    London acepta una apuesta inocente que la ayudara a ganar cien dolares solo por ilusionar a un hombre con irse a la cama con ella. Lo que es un juego, termina con una deuda de un millon de dolares a una red de prostitucion elite.
    Si no paga, muere.
    Es vendida al mejor postor para saldar la deuda. Uno que hara con ella lo que se le plazca hasta que la venta sea culminada, sometiendola a cosas que la haran desear no haber aceptado apuesta alguna.
    Pero ?quien es el benefactor?
    Su nombre es Random, y si quieres saber mas, el mismo te lo dira.
    Preparate para sumergirte en una red de mentiras y apariencias.

  • Cinco destinos, catorce paradas de Lorena Perez Nolasco

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    Cinco destinos, catorce paradas, no es un libro al uso. En el no encontraras una historia con un principio y un final, sino muchas de ellas.
    En cada destino, prima la esencia de su naturaleza, en las historias que descubriras entre sus paginas.
    Un viaje que te mostrara todo tipo de emociones. Vivirlas, es tu eleccion.
    Leer es viajar y cualquier destino es perfecto.

  • La invasion del pueblo del espiritu de Juan Pablo Villalobos

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    Trece mil ochocientos millones de anos despues del nacimiento de nuestro Universo, en una ciudad del poniente, dos amigos inmigrantes enfrentan una crisis vital. Max acaba de perder su restaurante porque el propietario no le ha renovado el contrato de alquiler; Gaston debe dormir a su perro, Gato, diagnosticado con una enfermedad terminal. Max se encierra en el local del restaurante a vegetar, mientras Gaston deambula por las paginas de esta novela intentando rescatarlo. El cierre del restaurante no es mas que otro signo de la imparable transformacion del barrio, que inquieta

  • Los archivos de Van Helsing de Xavier B. Fernandez

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    El padre Abraham Van Helsing, un anciano sacerdote jesuita que, de nino, sobrevivio a los campos de exterminio nazis, descubre la existencia de un fondo documental que pertenecio a su tio abuelo, el respetado teologo. Mientras examina los diversos documentos que lo componen -cartas, diarios, memorandums-, el padre Van Helsing va reconstruyendo la genealogia de su familia, la cual, generacion tras generacion, ha dedicado sus esfuerzos a luchar contra un hombre que, para vencer a la muerte, escogio convertirse en un demonio. Desde el siglo XV hasta nuestros dias, las andanzas del malvado inmortal y las de diferentes miembros de la saga de los Van Helsing se entrecruzan con multitud de personajes historicos: entre otros, el Sultan Murad, el rey Matthias Corvinus de Hungria, la condesa Bathory, Napoleon Bonaparte y su medico, el doctor Larrey, la Reina Victoria de Inglaterra, los escritores Oscar Wilde y Arthur Conan Doyle, Heinrich Himmler, Adolf Hitler, el papa Juan Pablo II y Nicolae Ceaucescu.

  • El aspecto del diablo de Craig Russell

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    ?Como atrapas a un asesino cuando estas rodeado de locura?

  • Metales rojos de Rodrigo Diaz Cortez

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    Los personajes que dan forma a “Metales rojos” cautivan por su arrojo y por el modo de hacer frente a las situaciones. Un violochenlista que toca en las escaleras del metro vive un idilio con una muchacha que huele a gasolina, dos adolescentes roban a un viejo que se dedica a la compraventa de motocicletas de la Segunda Guerra Mundial, dos amigas con ganas de diversion salen escarmentadas de una fiesta, un payaso que en su ultima actuacion tiene que defender a una mujer atracada en una calle oscura..., personajes en su mayoria con una vocacion artistica contenida. El mundo solo les ofrece fragilidad y desesperanza. Rodrigo Diaz Cortez da cuenta en estos doce relatos de su contrastada intensidad narrativa, pegada al aliento de los sucesos.

  • Amarte sin tiempo de Abril Olguin

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    “El amor no es eso que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer”

  • Escrito con la sangre de mi corazon (Forastera 8) de Diana Gabaldon

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    Junio de 1778. El mundo esta completamente revolucionado: la armada inglesa se esta retirando de Filadelfia en busca de George Washington y, por primera vez, parece que los rebeldes pueden ganar. Pero a Claire Fraser y su familia les estan afectando peores revoluciones. Su anterior marido, Jamie, ha vuelto de entre los muertos, y le exige saber por que, en su ausencia, se caso con su mejor amigo, Lord John Grey. El hijo de este, el noveno conde de Ellesmere, parece no sorprenderse al descubrir que su padre es en realidad el resucitado Jamie, cuyo sobrino descubre que su nuevo primo tiene mucho interes en la mujer que esta a punto de casarse con el. Mientras Claire piensa que uno de sus maridos es capaz de matar al otro, sus descendientes deben afrontar cambios importantes en el siglo XX. Su hija Brianna intenta proteger a su hijo de un terrible criminal, mientras su marido Roger ha desaparecido en el tiempo.

  • Al otro lado del mundo de Jose Luis Perales

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    Llega la novela mas autobiografica de Jose Luis Perales. Una emotiva y tierna historia en la que el cantante y escritor ahonda a traves de la ficcion en su infancia, su formacion, sus deseos y el comienzo de su pasion por la musica.

  • Solo una dama lo lograra (Casarse con un picaro 5) de Tamara Gill

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    Londres 1812 Como se las habia arreglado para meterse en este lio? Josh Worthingham, duque de Penworth, bajo la cabeza e intento usar los helechos y la abundante vegetacion que su madre habia colocado alrededor de su casa en Londres para que el baile ocultara su ubicacion. Habia insistido en que queria que la habitacion representara el encantador aire libre, los arboles, el musgo, la hierba y las flores que crecian en los parques alrededor de su finca, Dunsleigh. Su madre habia logrado el efecto y era impresionante. Quiza un poco exagerado para el gusto de Josh, pero el follaje al menos le permitia esconderse. Los invitados tambien jadeaban y sonreian, miraban con asombro, justo lo que su madre adoraba, siendo este su ultimo ano como duquesa de Penworth, una celebracion por su epoca como uno de los pilares de la sociedad. Una debe salir con algo extraordinario si quiere ser recordado. No es que su madre estuviera yendo demasiado lejos, pero se debia a su declaracion de que esta temporada se debia casar. Encontrar una esposa adecuada para el papel de duquesa y dejar que su madre le entregue las ocupadas riendas de su posicion en la sociedad. Solo podia esperar que el colosal error que habia cometido el ano pasado en Hampshire no lo siguiera a la ciudad. Vio a Lady Sophie y se encogio. Ser respetable y amable no significaba que ofreciera la mano del matrimonio. Habia mostrado tanto respeto a muchas mujeres a lo largo de los anos y no les habia propuesto matrimonio. No podia comprender por que habia surgido el rumor que le preguntaria a lady Sophie, ni permitiria que continuara. ?Cuando cambiaron las reglas? Habia bailado y tenido charlas con muchas mujeres durante sus anos raspando tablas en Londres. ?Cuando hablar y bailar se habia transformado en su eleccion de novia? Una nocion absurda. Vio a Lady Sophie, rodeada de sus muchos pretendientes, pero no deseaba ser uno de ellos. En un momento, ella pudo haber despertado su interes, pero eso ya habia pasado. Tampoco habia mostrado nunca mas interes del que deberia mostrar un caballero. Su madre lo habia criado bien y el era un duque que no transgredia las reglas. Habia algo en la dama que no le gustaba, una pequenez en ella que era fea por muy hermosa que fuera. Ninguna cantidad de colorete o diamantes podria alterar la personalidad de uno si estuviera podrida en su esencia. Un dedo movio su oreja y se sobresalto. Su hermana mayor Elizabeth se rio, acercandose a su lado. Veo que sigues escondido. Llevamos un mes en Londres, querido Josh. Creo que es hora de que salgas de las sombras y te enfrentes a la dama que parece estar contando a todo Londres de lo enamorado que estas. Por supuesto, solo se lo esta contando a unos pocos de sus amigos para que el rumor no se extienda demasiado, pero parece que al menos se ha esparcido a los oidos de mama”. Josh gimio, odiando tener que huir de la Temporada si no podia encontrar una salida a este lio. Quizas a Elizabeth le gustaria que el viajara al norte de Escocia y verificara su propiedad mientras estaban en Londres este ano. “Es un lio del que no puedo escapar. Baile con ella en Hampshire y converse como con cualquiera ya que eran los anfitriones del baile. ?Como puede una dama con eso, formarse la opinion de que una propuesta es inminente?” Se encontro con la mirada divertida de su hermana y fruncio el ceno. ?Ningun hombre estaba a salvo de esas mujeres? ?Era asi como pensaban las damas atrapar a los hombres en sus redes matrimoniales? Bueno, no sucumbiria a tales payasadas. Elegiria a su dama cuando encontrara una adecuada para el puesto de duquesa. No cualquier dama lo seria. Oh no, su dama necesitaba ser ingeniosa, inteligente y hermosa si el podia ser tan vanidoso como para desear tal cosa. Pero, sobre todo, necesitaba ser de una familia honrada, sin reproches, sin una mancha en su nombre y una dote considerable. No es que necesitara esos fondos, pero no queria ser uno de esos padres que dejaba todo a su hijo mayor y no tenia nada para sus otros hijos. Sus padres habian donado fortunas a todos sus hijos y el queria hacer lo mismo. “Debes haber causado una gran impresion en Hampshire”. Elizabeth bebio un sorbo de su negus y observo a la multitud de invitados detras del follaje verde con el. “Tambien debes dejar de esconderte, volver al baile y hablar con todo tipo de damas y caballeros para sofocar los rumores. Si bien no sugeriria evitar a toda costa a Lady Sophie, creo que pedirle a otra de sus amigas que baile y no prestar demasiada atencion a la dama, seria prudente. Estoy segura de que, al actuar asi, pronto pasaran todas estas tonterias, y habra otra apuesta en Whites que no te incluya a ti”. El gimio. “?Conoces la apuesta?” Como detestaba ese libro y los problemas que causaba. No solo en esta temporada, sino en el pasado. Y por su culpa. Tonto. Elizabeth arqueo una ceja dudosa. “Por supuesto, ?no todos la conocen?” Probablemente eso tambien era cierto. A su buen amigo Anthony, Conde Thetford, le habia parecido una broma hacer una apuesta a sus expensas. ?Quien seria la dama con la que se casaria el duque de Penworth? Se enumeraron varios nombres, el de Lady Sophie con las mejores probabilidades. Ninguna de ellas seria la mujer con la que se casaria. Todavia no la habia encontrado. Sus hermanas se habian casado por amor. Lo sabia hasta la medula. La forma en que miraban a sus conyuges le recordaba como su mama miro una vez a su padre antes de que el muriera. Queria eso para el. Casarse era de por vida, y no queria arrepentirse de su eleccion en caso de que fuera incorrecta, porque no podria cambiarla despues de hacerlo. “Ese libro deberia ser quemado por todos los problemas que ha causado a muchas familias en Londres”. Elizabeth le lanzo una mirada curiosa pero no se entrometio en sus pensamientos. “?Escuchaste”, dijo, cambiando de tema, “que mama va a apadrinar a la hija de su amiga mas cercana esta temporada? No podria asistir esta noche, pero estara aqui manana”. Josh gimio por dentro, habiendo escuchado ya. La hija de un vicario cuya madre habia nacido hija de un conde, pero se caso por debajo de su posicion y, segun los informes, su familia la rechazo por sus esfuerzos en el amor. Sabia que su mama habia debutado con la madre de la joven el mismo ano, y su amistad habia permanecido en la pluma ya que la familia nunca llego a la ciudad. “Escuche que iba a llegar manana. Me mudare a mi alojamiento de soltero durante el tiempo que dure su estadia, que espero no sea larga. Cuanto antes se case, mejor”. “Se amable con ella, Josh. Siempre has sido un hermano carinoso. Espero que ayudes a encontrar una pareja adecuada para la dama y no te escapes en tu club y garitos mientras ella esta aqui en la ciudad. No ha tenido una vida facil, por lo que he oido. Tienes que ser amable”. Apenas podia ser cruel con sus hermanas o con la amadrinada de su mama, aunque quisiera. No estaba en su naturaleza ser un imbecil. “Le prometi a mama que las acompanarias varias veces a la semana a bailes o eventos musicales, operas y demas. Hare lo necesario y examinare a los pretendientes que se acerquen por su mano. Me asegurare de que se case bien”. Elizabeth le lanzo una mirada astuta. “Necesitara toda nuestra ayuda si quiere casarse bien. No tendra nada mas que su ingenio, encanto y buscara tener un matrimonio sin dote ni titulo. Esperemos que tenga los tres en abundancia”. “?La condesa Buttersworth, su abuela, no querra guiarla? Seguramente, despues de todos estos anos, ?no podria seguir enojada porque su unica hija se casa con un vicario?” Elizabeth termino su bebida y se la entrego a un lacayo que pasaba. “Mama escucho que la condesa esta bastante molesta porque su nieta volvera a la ciudad. Tuvo una temporada hace varios anos, pero no tuvo exito. No se todos los detalles, pero mama dijo que la condesa esta lista para ignorarla”. Lady Buttersworth era una bruja vieja malhumorada. ?Quien podria tratar a la familia con tanta crueldad? “Confio en la eleccion de amigos de mama. Si siente carino por esta joven y su madre, estoy seguro de que tendra pareja. Con o sin la ayuda de su abuela”. “?Y tu vida, querido hermano? ?Cuando podre dar la bienvenida a una duquesa como mi nueva hermana? ?Crees que sera este ano? Otro rumor que te rodea dice que asi sera”. Josh se froto la mandibula, pensando en las palabras de su hermana. Sin duda, su madre les habia contado a sus hermanas su declaracion. “Estoy decidido a encontrar una novia adecuada para el puesto de duquesa esta temporada. He decidido que debe ser una dama de la mejor raza, bien hablada y educada y, sobre todo, que conquiste Londres con su belleza y gracia”. Elizabeth resoplo, cubriendo su lapsus de modales con una tos que Josh no se trago ni por un segundo. “Que hermoso. Te deseo todo lo mejor en la busqueda de esta joya.” Se dirigio hacia donde estaba su mama, pero se volvio antes de ganar demasiada distancia. “Quizas deberias ir a pescar y atrapar una sirena, querido hermano. Estoy seguro de que tendras mas suerte en encontrar una de esas criaturas miticas que la que acabas de mencionar”. Josh se quedo boquiabierto antes de cerrar la boca con un chasquido. Su idea de una novia no era un ser mitico. Su dama perfecta podria estar aqui esta noche, escondida en la vegetacion como el. Salio de su escondite, decidido a encontrar su joya y coronarla con una corona ducal. La temporada era joven, y el tambien, y probaria que su hermana estaba equivocada y disfrutaria presentar a su novia perfecta ante ella cuando encontrara su pareja. Cornualles “Ven aqui, pequeno.” Iris alcanzo al lechon, pero no vio al pequeno acaro. Se escabullo hacia el corral justo cuando su pie se atasco en el comedero. Con un chasquido y un grito, aterrizo boca abajo en la suciedad de cerdo. “Maldito seas. Voy a disfrutar mucho comiendote esta noche”, murmuro ella, levantandose. El hedor a excremento de cerdo, a restos podridos de su casa, hizo que se le humedecieran los ojos. Se arrodillo, usando la valla para incorporarse y volvio a intentarlo. El cerdo era rapido, y con su cojera, ella era mas lenta que el animalito, pero estaba mas decidida que nunca a atraparlo. “?Ya atrapaste el lechon, carino? La cocinera quiere ponerlo en el horno en la proxima hora, o no estara listo para tu cena de despedida esta noche”. Iris gimio, mirando al cielo. Londres. Se estremecio ante la idea de viajar hasta alli, a ser cortejada por esos novatos hambrientos de dinero que no le interesaban ni un apice. Tampoco tenia el dinero para tentarlos a casarse con una lisiada. No despues de lo que habia sucedido la primera vez que habia viajado a la ciudad. Hace ya siete anos, llena de esperanzas y suenos. Como se habian derrumbado, junto con ella, dejandola coja y con una horrible cicatriz a lo largo de la sien hasta la ceja. Dudley, Baronet Redgrove, su difunto prometido. Iris hizo a un lado el doloroso recuerdo, busco al lechon y lo encontro mirandola. Su pequeno cofre subia y bajaba rapidamente, y sus ojos asustados la hicieron detenerse. Se dio la vuelta, abrio la puerta del corral y dejo solo al animalito. Esta noche podrian cenar algo mas. No se atrevio a matar a la pobre criatura, sin importar lo que su madre dijera sobre el hecho. Se quito el barro y el estiercol de las botas y el vestido mientras se dirigia al pozo en la parte trasera de la vicaria. Probablemente tambien tendria que desnudarse hasta su camisola antes de que su mama tambien la dejara entrar. “?Donde esta el lechon?” pregunto su mama, con las manos en las caderas, un delantal envuelto alrededor de su cintura con todo tipo de suciedad y comida. Los labios de Iris se levantaron al ver a su mama, la hija de un conde y heredera en otro tiempo. Iris estaba segura de que si su abuela, la condesa Buttersworth, viera a su unica hija ahora, caeria muerta. Su mama parecia pensar que era su lugar molestar a la cocinera en la cocina, a pesar de que ella misma era una cocinera terrible. La hija de un conde nunca habia pisado las cocinas de su finca en Derbyshire y tuvo que aprender a hervir agua. Su mama se habia casado por amor y habia adaptado su vida a su corazon y a la carrera de su esposo en la iglesia. Era una buena mujer e Iris estaba decidida a ser como ella si podia. “En el corral. No puedo atraparlo. Tendremos que comernos el pollo que los Smiths trajeron ayer para nosotros.” Su mama salio al pozo y la ayudo a recoger un vaso de agua. “?Que vamos a hacer contigo, Iris? No puedes viajar a Londres oliendo a estiercol. Tendremos que banarte durante la noche en vinagre para eliminar el hedor”, dijo, desabrochando los botones de la espalda de su vestido. Cuando tuvieron el balde encima de la pared de piedra del pozo, Iris lavo la mayor cantidad de suciedad y corral de cerdo que pudo. “Siempre podrias permitirme quedarme aqui. Estoy mas que dispuesta a encontrar un tranquilo hacendado rural con quien casarme. No tengo que viajar todos esos kilometros para encontrar un caballero adecuado. Y no lo olvides, mi cadera coja te lo agradecera si no lo hago “. Su mama extendio la mano, lavandose una pequena mancha de Dios sabe que de su mejilla, una tristeza en sus claros ojos azules. “Te mereces mucho, querida, mas que un hacendado rural. Te mereces tener la Temporada que te fue robada. Ahora que estas lo suficientemente bien, ha llegado el momento de que te cases, te establezcas y seas feliz. Dejame hacerlo para ti. ” “?Pero tiene que ser con la duquesa de Penworth que tenga mi temporada? No quiero ser una carga para ellos”. “No seras una carga. La duquesa esta muy emocionada de tenerte este ano. Es una mujer encantadora y una gran amiga. No te decepcionaras. Ojala pudiera estar contigo, pero con nuestra posicion aqui en la parroquia, la gente nos necesita. A ti, querida, no. Eres una mujer inteligente y hermosa que tiene el mundo a sus pies. Creo que tomaras Londres por asalto”. O no lo haria, y simplemente cojearia por las calles como la vieja invalida que se sentia a veces. “Apenas conozco a la duquesa. ?Y si no le agrado?” “Ella te amara, porque me ama a mi. Nuestra amistad es fuerte, y ella no tiene un hueso desagradable en su cuerpo. Todas sus hijas estan casadas ahora, y agradece tener compania en su casa esta temporada. Ahora, ven, querida. Deberas banarte antes de la cena y no podemos mantenerte despierta hasta muy tarde. Tienes un largo viaje por delante.” Iris decidio no seguir debatiendo el tema de quedarse en Cornwall, que no era algo que deberia perseguir. Su madre estaba decidida y, como hija de un conde hasta la medula, por lo general se salia con la suya. Pero algo le dijo a Iris que cuando se trataba de tomar Londres por asalto, de ser el exito que creian que seria, sus padres la estaban viendo a traves de lentes color de rosa. Ella no era una joya. Tenia cicatrices por dentro y por fuera; sin dudas algo de lo que se burlarian durante los proximos meses aquellos sin empatia. Su tiempo para un futuro habia pasado. Habia enterrado todas sus esperanzas hace siete anos con Dudley.

  • Contra la simpleza de Daniel Roberto Altschuler

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    “Este libro me divierte y me instruye a partes iguales. Y muchas veces ha conseguido provocarme. Pero no quiero quitarles la emocion de sentirse llevados de la mano de una mente muy sagaz hasta el fondo de muchos asuntos: temas que nos ocupan quiza desde que somos humanos en mas de una ocasion y otras veces nuevos desafios. Quiza antes de tirar la toalla y concluir que para la humanidad no hay futuro posible, que la simpleza generalizada ha calado ya demasiado hondo, conviene empezar el viaje con el "loco" Altschuler, y entrar en un universo que esta esperando de nuestra razon y nuestra ciencia para ser leido mas alla de las afirmaciones de moda. Comiencen ya este viaje de la razon.”

  • Un cerezo en Nueva York de Alba Biznaga

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  • Molobo de Vidal Fernandez Solano

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    Jim, un exitoso corredor de bolsa espanol afincado en Estados Unidos, se traslada de Nueva York a Hazard, un pequeno pueblo de Nebraska, por motivos de salud. Tras una vida azarosa y agitada en el mundo de los altos negocios, el medico le recomienda la estabilidad y el sosiego del campo tras un amago de infarto. A medida que va conociendo a los habitantes del pueblo,Jimse da cuenta poco a poco de la existencia de macabros secretos. Un rastro de violentas muertes ocultas tras el temor y la supersticion locales va apareciendo ante sus ojos. Sorprendido, descubre que no es la primera vez que esto ocurre. Una extrana presencia, jamas revelada a los ojos del mundo, habita en los bosques que rodean el pueblo.Seres salidos de una pesadilla que vuelven de forma periodica reclamando un tributo. en sangre.

  • La boda de lady Emma de Kate Morgan

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    Adam Mayer, es el libertino mas perversamente posesivo y seductor de Londres, y es el heredero del ducado de Herby, pero su poderoso rango viene acompanado de una responsabilidad que el no desea: la de contraer matrimonio con una extranjera, y una, precisamente, que viene de Boston.

  • El despertar de Bella de M. C. S

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    ?Que harias si te despertaras de un coma cinco anos despues y descubrieras que otra persona esta viviendo tu vida?
    Mayra Costa acaba de despertarse de un coma. Ella recuerda que estaba a punto de dar a luz a su hija y que estaba casada con Victor, su amor desde la universidad. Al despertarse aturdida en un hospital, no tiene idea de que paso cinco anos en coma y perdio todo el crecimiento de su hija. Decidida a recuperar el tiempo perdido, Mayra descubrira que aunque los anos no han pasado para ella y que mantiene los mismos sentimientos del pasado hacia Victor, descubrira que no le ha sucedido lo mismo a su esposo.
    Al principio ella quiere recuperarlo, a pesar del hecho de que el la ha lastimado profundamente, pero a veces renunciar al pasado y darle la oportunidad a un nuevo amor y ganarse el corazon de su hija sera la unica forma para que Mayra cure las heridas que muchos han causado en su corazon.

  • Tres Maestros de Stefan Zweig

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  • Trigesimo cumpleanos de Jossy Loes

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    Trigesimo cumpleanos es una novela escrita en el 2014 y reeditada incluyendo escenas y un extendido epilogo.
    Emma es una joven anglo-canaria, con una carrera exitosa y grandes amigos, aunque no todo en su vida es como esperaba, su parte sentimental es nula. El dia de fin de ano anunciaria su ascenso de directora creativa en una gran agencia de publicidad y su hermana menor decide opacar la noticia con otra: !se casa!
    Todas las miradas recaen en Emma, haciendole recordar un detalle importante. !Su edad! Emma cumpliria treinta anos en el recien comenzado ano 2013 y deberia asentar cabeza.

  • El vestido de Gala de Gemma Garcia Veiga

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    Navarro, doctora en psiquiatria, ha decidido que la rutina es necesaria para alcanzar cierta tranquilidad y mantener la incertidumbre a raya. La llamada inesperada del teniente Fernandez, Guardia Civil, pidiendole su ayuda y alegando que ella es capaz de resolver un caso, la sumira en una voragine de recuerdos, conversaciones y sentimientos del pasado que mantenia encerrados.
    Unas horas antes, una muchacha aparece vestida de novia, descalza, con las manos y los pies ensangrentados, caminando por la Gran Via de Madrid. Presenta un cuadro de estres postraumatico y un escaner revelara el infierno que ha sufrido. Tres dias mas tarde, otra joven, en identicas condiciones, es descubierta por un grupo de turistas andando por los jardines del Palacio Real.
    Navarro se enfrentara a su mayor desafio, no solo profesional, sino tambien personal. Tendra que solucionar sus propios conflictos y encarar el rechazo de otros agentes para poder resolver: el Caso de la Novia.
    Una novela que demuestra que no te puedes fiar de tus sentidos, que la mente es nuestro mayor enemigo, que mucho de lo que ves y oyes es una construccion manipulada por ella, que inventa tus recuerdos y que tus razonamientos son resultado de sus intereses.

  • El secuestro de la justicia de Ignacio Escolar , Joaquim Bosch

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    Joaquim Bosch (ex portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia) e Ignacio Escolar (director de eldiario.es) han unido fuerzas para escribir un libro necesario, incisivo y pedagogico sobre la Justicia.

  • La sirena de Florencia Etcheves

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    En el cierre de su novela Cornelia, Florencia Etcheves deja flotando la ilusion de que la protagonista ya no es una amenaza. Sin embargo, en La Sirena, hay quienes sienten lo contrario. No basta con que Cornelia Villalba porte una nueva identidad y goce de una mejor vida en el pueblito espanol en el que se ha refugiado, ni que trabaje en una panaderia de Besalu horneando y decorando torteles. Hay alguien que aun padece por ella. Y no se trata de una cobarde sensacion de amenaza. Cornelia, la Sirena, es una espina clavada en el cuerpo, que pide a gritos un castigo.