• piel de topo catedral leon - Jon Arretxe

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    Arrastrado por la rutina, te dejas caer sobre la misma silla de todos los dias y fijas tu mirada en los monitores alineados en la estancia. Las camaras capturan para ti fragmentos de realidad que empiezas a engullir junto con el cafe de la manana. El menu parece variado, aunque, en el fondo, es mas de lo mismo: gitanos, negros, moros, sudacas, putas, yonquis... Observas sus idas y venidas, su hacinamiento en las calles y plazoletas, sus encuentros a la puerta de locutorios, tiendas, teterias... Hoy, en el barrio, la vida transcurre en un estado de aparente normalidad, de momento todo se mantiene en calma, y piensas que con un poco de suerte no te daran excesivos quebraderos de cabeza. Pasan las horas, la manana se va consumiendo lentamente, sin sobresaltos, y por fin, a mediodia, decides orientar una de las camaras hacia la farmacia Arteta. En cuanto obtienes el encuadre deseado, te fijas en el reloj digital que aparece en un angulo de la escena. Ya falta poco, pero no te impacientes, aun tienes que aguantar unos minutos mas. Para entretenerte, vuelves la vista hacia otra de las pantallas, la que muestra la calle de las Cortes, la de las putas. Ahi estan las muy guarras, pululando alrededor de esos clubs asquerosos, cutres donde los haya, mientras esperan aburridas la visita de algun cliente, algun hombre atraido por el olor de la carne a precio de saldo. Las tarifas han bajado mucho, es cierto; sobre todo desde que llegaron las ultimas nigerianas intentando hacerse un hueco en el mercado. Has oido que ahora se puede echar un polvo por quince euros. Te parece una cantidad ridicula, aunque, a la vista del genero, poco mas se puede pedir. Lo cierto es que el catalogo es un autentico horror: dentro de la oferta nacional, fulanas viejas y yonquis esqueleticas; y, para gustos mas exoticos, ahi estan esas sudacas amorfas o esas mugrientas africanas. Da lo mismo, cualquier opcion hace que se te revuelvan las tripas, ni borracho meterias la polla en uno de esos agujeros. Lo unico que clavarias a esas zorras seria la punta de tu pistola, eso si que lo harias a gusto... Encanonandolas bien, hasta el fondo, y entonces... !Pum! Te estremeces de placer solo con pensarlo. De repente, algo llama tu atencion, algo sucede en las cercanias del Marylin. Unas cuantas prostitutas echan a correr sobresaltadas, al principio no entiendes lo que pasa, pero enseguida captas la escena: un moro las persigue con un palo en la mano. No tardas en ponerle cara, se trata del Boxeador, ese argelino que siempre viste pantalon militar. Por ahi se dice que si no hubiera tropezado con las drogas, hoy seria un gran campeon del ring; pero para ti solo es un idiota. Lo habeis detenido infinidad de veces y no espabila, al contrario, cada vez esta peor. Los efluvios del pegamento y el alcohol le han debido de secar la sesera, ya no le queda ni siquiera un poco de sentido comun para esperar a que oscurezca para cometer sus fechorias. Miralo, ahi va el muy imbecil, corriendo detras de las putas a plena luz del dia. Como en los documentales sobre animales salvajes, el depredador siempre va a por el miembro mas debil de la manada, en este caso una gorda sudamericana que ha quedado rezagada de sus companeras. Tiene las piernas cortas y le pesa demasiado el culo, esta claro que no podra escapar. De hecho no tarda en ser cazada, una zancadilla y la mujer estampa sus narices contra el pavimento. El argelino ya tiene a su presa y, sin darle opcion a levantarse, comienza a descargar golpes contra ella. Luego le arranca el bolso, lo abre, extrae un movil y sigue rebuscando hasta dar con algun billete perdido en el fondo. Su cabreo es notable cuando se dirige a la fulana para reprocharle no llevar mas dinero encima. Al final levanta la vista buscando a las otras putas, pero las que aun no se han refugiado en el interior de algun club ya estan muy lejos y parece que al tipo no le quedan excesivas ganas de seguir corriendo, ?o quizas si? El episodio no termina ahi, ahora el moro va tras dos mujeres negras. Un buen poli avisaria a la patrulla, pero que hostias, tu no eres un buen poli. Te limitas a mirar de nuevo el reloj, esas zorras te importan una mierda y no vas a joder a tus colegas en el ultimo minuto de su turno. Ademas, tienes otras cosas en mente. Ya casi es la hora, cinco minutos para que cierre la farmacia. Mientras te incorporas de la silla, el Boxeador atiza un buen lenazo en la cabeza a una de las negras. Ves la escena en uno de los monitores: el golpe hace que la peluca de la furcia caiga al suelo. Que les den por saco. Coges tu cazadora y abandonas la central de vigilancia desde donde se controla todo lo que ocurre en la Pequena Africa. Antes de pisar la acera ya tienes un pitillo entre los labios, aspiras con fruicion mientras se te llenan de humo los pulmones. Llegas a la calle que da nombre al barrio, San Francisco, y continuas hacia arriba. Como de costumbre, hay un monton de hombres desempleados sin otra cosa que hacer, aparte de matar el tiempo formando corrillos a la puerta de los comercios. Algunos no te reconocen sin el uniforme, otros si, aunque traten de disimularlo haciendose los despistados cuando pasas junto a ellos. Percibes una tensa quietud, no puedes evitar sonreir satisfecho, la vida de toda esta escoria esta bajo tu control gracias a la informacion privilegiada que, minuto a minuto, te proporcionan las camaras. Nada puede complacerte mas que esa sensacion de poder. Adviertes la presencia de un colega de Toure, su companero de piso, el maliense Osman, un desgraciado mas. Se encuentra a la puerta del locutorio de su primo, donde supuestamente trabaja, con un vaso de te en la mano. El tambien te ha visto, sabe que te aproximas, pero esquiva tu mirada y hace como si no oyera cuando le saludas: "Hasta luego, Osman". Te alejas sonriendo cinicamente. Continuas caminando hasta la tienda de los chinos donde sueles proveerte de whisky. Es uno de los comercios que mas frecuentas, siempre envuelto en el halo de omnipotencia que te da tu estatus. Segun el dia que tengas, pagas por la botella o simplemente la coges y te la llevas, sin mas. Seguro que la joven pareja que atiende el negocio se habra sentido aliviada al ver que hoy pasas de largo. Que no se hagan ilusiones, ahora es otro tu destino y no quieres perder el tiempo, pero ya encontraras el momento de volver. Accedes a la farmacia Arteta a falta de dos minutos para el cierre. Te entretienes mirando los productos de las estanterias mientras la farmaceutica pelirroja se despide de la ultima clienta, una vieja pesada. Tan pronto como esta sale a la calle, la chica echa el cierre y, sin decir nada, se dirige a la trastienda. Tu la sigues en silencio. --Hoy estas muy guapa, Cristina --le dices, mientras se va despojando de sus ropas--. ?O prefieres que te llame Sa Kene, como tus amigos africanos? Ella te mira y en sus ojos puedes ver claramente el odio que te profesa. Eso termina de ponerte a tono, sientes como se te pone dura y sin mas preambulos te desabrochas el pantalon. La chica saca un condon que tu rechazas. --Chupamela --le dices tirando la goma al suelo--. Esa era tu especialidad, ?no? Le dedicas una sonrisa burlona, sabes cuanto le jode que le recuerden cual era su oficio antes de entrar a trabajar en la farmacia. Aun asi, ella no dice nada, seguro que esta deseando escupirte a la cara, pero tendra que tragarse la bilis en silencio. La rabia y el asco hacen que se contraiga el gesto de sus labios, los mismos labios que en cuestion de segundos rodearan tu pene con una suave caricia. Tu imaginacion se anticipa a ese momento produciendote un estremecimiento. --Es la ultima vez --dice ella, rompiendo su silencio. --Sabes que no --respondes mientras haces que se arrodille. --Cualquier dia te la arranco de un mordisco. --No te atreveras, ya sabes que pasaria si lo haces. Tras esa conversacion de breve recorrido, la farmaceutica se dispone a pagar un plazo mas de la deuda infinita a la que esta condenada; pero apenas ha empezado cuando se oye una musiquilla proveniente de uno de los bolsillos de tu cazadora. Vaya fastidio, te preguntas quien sera el inoportuno. Tras un instante de duda, sacas el telefono y echas un vistazo a la pantalla. La expresion de tu rostro pasa de la contrariedad al sarcasmo en cuestion de segundos. "!Que casualidad!", piensas al reconocer el numero. Se trata de Toure, el mismo que tantas veces habra ocupado el lugar donde estas tu precisamente ahora. Tienes la tentacion de responder a la llamada del africano para contarle donde te encuentras y que pueda escuchar en directo lo bien que te lo estas pasando con su complaciente amante. Pero al final decides dejarlo y vuelves a guardar el movil, ya hablaras mas tarde con ese pringado. La chica continua de rodillas, dandote placer. Tus dedos se hunden en su cabellera de fuego, hasta que la muy puta aparta tus manos, no quiere que la toques. Aun asi, tu insistes, intentas acariciar su pelo, pero en cuanto siente el mas leve roce, ella vuelve a rechazarte, entrando en un juego que te excita todavia mas. Su actitud rebelde y desafiante te pone a cien, tienes que hacer un ejercicio de autocontrol para no correrte demasiado rapido, deseas prolongar este momento tanto como sea posible, saborear cada segundo ralentizandolo. No todo el mundo tiene a su disposicion semejante hembra; pero tu si, tu tienes barra libre siempre que quieras y para lo que quieras. De todos modos, andate con cuidado porque esta zorra ya ha demostrado en muchas ocasiones lo inteligente que es; nunca te fies de ella. Una vez mas, pones tus manos sobre su cabeza; una vez mas, ella se las quita de encima. La fiesta continua.

  • leyendas del camino de santiago – el topo de la catedral ...

    https://www.alberguecofradiadelsanto.com/leyendas-del-camino-de-santiago-el-topo-de-la-catedral-de-leon/

    14 feb 2018 — LEYENDAS DEL CAMINO DE SANTIAGO – EL TOPO DE LA CATEDRAL DE LEÓN ... la piel del animal fue colgada en el interior de la catedral, sobre la ...

  • El topo maligno de la Catedral de León - ABC

    https://www.abc.es/cultura/20150421/abci-topo-maligno-catedral-leon-201504201454.html

    3 jul 2015 — Sobre la Puerta de San Juan, en el interior de la Catedral de León, cuelga un extraño pellejo oscuro. Es el « topo maligno», el responsable ...

  • El Mole. La piel de un topo que, según cuenta la leyenda ...

    https://www.alamy.es/el-mole-la-piel-de-un-topo-que-segun-cuenta-la-leyenda-destruye-los-cimientos-de-la-catedral-durante-la-construccion-capitulo-de-la-catedral-de-leon-castilla-y-leon-espana-image210136901.html

    La piel de un topo que, según cuenta la leyenda, destruye los cimientos de la catedral durante la construcción. Capítulo de la Catedral de León. Castilla y León ...

  • El topo era tortuga - Las ciudades invisibles | Blog de ...

    https://www.cascanueces-blog.com/post/el-topo-era-tortuga

    11 mar 2020 — Breve reseña de una de las extrañas leyendas de la Catedral de León. · Ya en una entrada anterior hacíamos referencia a un libro de cuentos del ...

  • Leyenda DEL TOPO EN LA Catedral DE LEON - StuDocu

    https://www.studocu.com/es/document/universidad-complutense-de-madrid/historia/leyenda-del-topo-en-la-catedral-de-leon/3007409

    Pero hace unos años, se accedió a dicha zona de la catedral y tras descolgar el trozo de pellejo. del animal, se apreció que no era un trozo de piel de topo ...

  • Leonino. La leyenda del topo de la catedral de León

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    Leonino. La leyenda del topo de la catedral de León. Tipo de material. Libro. Autor. Sánchez Varela, Emma. Editorial. El Forastero. Lugar de publicación.

  • Catedral de León - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Le%C3%B3n

    La catedral de Santa María de Regla de León es un templo de culto católico, sede episcopal de la diócesis de León, España, consagrada bajo la advocación de ...

  • La Leyenda del Topo - Web Oficial de la Catedral de León

    https://www.catedraldeleon.org/index.php/catedral-informacion/la-leyenda-del-topo

    Sobre la puerta de San Juan, por el interior, cuelga un pellejo, a modo de quilla, que la tradición leonesa ha identificado siempre como un "topo maligno".

  • Las Ramonas de Ana Cabaleiro

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    Mi marido se acuesta con esta pobre ilusa, vuelve a pensar Mona Otero. Vuelve a pensarlo por tercera o quiza ya por cuarta vez desde que se subio al coche y se desespera, porque no llevan ni tres minutos de trayecto. Esta imagen, la de la pobre ingenua seducida, ya la ha tenido antes, al menos unas veinte o treinta veces mas durante la boda del sabado. Y en simultaneo tambien piensa que ya es mala suerte que le haya tocado ir en el maldito coche con ella. Todavia van a la altura del cruce del gallinero, que ademas de no ser lo que se dice un cruce, no tiene cerca ningun gallinero, solo la granja de pollos de los Novo, que forma parte del paisaje historico del entorno desde que a Mona le alcanza la memoria. Lo que si es cierto es que ese cruce, que es mas bien el empalme de una pista en otra, es como una frontera, el final de Saidres, la parroquia de Mona y el comienzo del exterior, sea cual sea ese exterior, Silleda o Lalin, o incluso Pontevedra o Compostela, esos sitios a los que habitualmente hay que ir por alguna causa: comprar, ir al medico o arreglar algun papel. Ahora ya no es sabado, es lunes, y Mona Otero tiene, en efecto, todo el cuerpo de lunes, acido y pesado, y se ve metida en un coche con una tia que sin duda es la amante de su marido y se siente arrasada por dentro por el fin de semana terrible que acaba de padecer, que ha sido como un rosario de pesadillas extenuantes. Mona Otero sonrie. No sera ella la perdedora de la historia. Nunca lo ha sido en casi quince anos de matrimonio. --Oye, me alegre mucho el sabado cuando vi que te habian contratado. Eres la unica fotografa que conozco que saca guapa a cualquiera. La conductora del coche, la amante de su marido, Ra Meixide, entabla la conversacion justo con lo que mas le puede doler, el machaque de su espiritu profesional con la maldita frase de sacame guapa. Ambas saben que esa fue la causa del encontronazo del sabado y Mona trata de dilucidar si su interlocutora es valiente o una simple inconsciente al volver a hurgar en la herida. --A ti te ha pasado como a mi. Por un lado teniamos que trabajar y, por el otro, ibamos de invitadas, y de tanto atender al trabajo al final no disfrutas de la fiesta. Ra Meixide sigue perorando animada sobre la maldita boda. Demasiado animada, le parece a Mona. Empieza a preocuparse por el rumbo que esta tomando la conversacion, pero no le queda mas remedio que entrar en el juego. --Era la primera boda que hacias, supongo. Como llevas aun tan poco tiempo de concejala... --Si, si, me hizo muchisima ilusion, ?sabes? Porque los novios pidieron ex profeso que los casara yo. Al oirla, a Mona le viene como una rafaga de compasion. Ya no es solo que Ra Meixide le parezca algo ingenua, sino tambien egolatra profunda. Entiende que la flamante concejala de Participacion Ciudadana y Turismo esta ensayando para labrarse la pose de politica humilde, de las que quieren seguir siendo pueblo llano. Para empezar, hoy pone su coche particular a disposicion del projimo, en este caso, a disposicion de Mona, para los viajes compartidos. Ra Meixide, una politica de su tiempo que no malgasta el erario publico, que contribuye a la conservacion del medio ambiente y bla, bla, bla, una persona maravillosa. !Cuantas como ella ha conocido! Apenas estan llegando al atajo que atraviesa la parroquia de Negreiros y que va a dar a la nacional 525, justo antes de la recta de Rolan. !Lo que aun le queda metida en ese coche! Cuarenta kilometros por lo menos. --?Como es que vas hoy a Compostela? Y tan temprano. --Tengo una reunion a primera hora en San Caetano, a primerisima hora, la verdad. Por eso cuando vi tu solicitud en BlaBlaCar me parecio perfecto aprovechar el viaje. A Mona le parecen demasiadas explicaciones. Una reunion en la Xunta en agosto ni siquiera le suena creible, pero Ra Meixide continua hablando como una metralleta, con un soniquete estridente, tal como la recuerda en los mitines de la campana electoral. Al pasar por el trecho de carretera desde donde se ve el lugar de Riobo, todavia en la parroquia de Negreiros, Mona deja volar la parte tonta de la neurona hacia el grupusculo de casas donde paso su primera infancia, en casa de tia Milita, que ni era tia suya ni nada. No era mas que la casa en la que se habia criado su padre despues de que lo hubieran recogido de dios sabe donde. Nunca le han contado ese momento de la historia familiar. Alli queda, escondido, no se ve desde la carretera, el puente de piedra que pasa sobre la via del tren, junto a la casa de Penido. Era en otro tiempo un territorio autonomo, una reserva independiente y secreta, todo un mundo propio, con un pretil de piedra que se curvaba en arco por encima de los railes, que se veian alla al fondo y que atesoraban todo un universo maravilloso de fabulas pobladas de monstruos que vivian entre las zarzas de las lindes y entre las traviesas de la propia via. Era un mundo oscuro, el de los cuentos que se inventaban desde la atalaya del puente, donde no habia espacio para princesas, porque en los cuentos de aldea solo habitan ogros y dragones deformes y amenazantes contra los que hay que luchar a muerte en batallas terribles e imaginadas cada dia, siempre peligrosisimas. Por eso llegaba tarde a comer a casa de tia Milita. Piensa, como de pasada, como si fuera un pensamiento dormido en una galaxia paralela, que deberia plantearse algun proyecto sobre los puentes de piedra, o sobre las vias del tren, o sobre los terraplenes que las limitan infestados de zarzas y maleza, algo que por fin impactara a su galerista. --Me encantaron tus zapatos, de lo mas elegante que he visto en mucho tiempo. La gran Ra Meixide, la concejala animosa, parece sonreirle en senal de paz. Acaban de entrar en A Bandeira, y ante el semaforo en rojo, paradas de un modo absurdo en una calle desierta, silenciosa, desolada a esas horas tan tempranas, se ve a si misma y a la amante de su marido como si estuvieran en la via principal de un poblado del Oeste despues de un tiroteo. Mira con algo de ansia a las aceras, a las ventanas de los bajos, a los escaparates, y no ve ni un triste gato ni un perro callejero ni un pajaro despistado que surque el aire a esas horas de la madrugada. Son apenas las siete y cuarenta de una manana de lunes. Y ademas de ser lunes, es agosto, y llueve malamente y sin ganas, como por tocar las narices. Y ya ha pasado mucho desde la espera en el punto de encuentro, a la puerta de la taberna de Saidres, la de Concha, rogando a los dioses profanos que el conductor de BlaBlaCar no se hubiera perdido. Andar por las aldeas no siempre es tan facil como parece en Google Maps. Diez minutos resguardada bajo el balcon del bar, mirando obsesivamente hacia el lado de A Pena, que era por donde tendria que aparecer el coche, atisbando a la nada, o sea, hacia unas cuantas fincas y la casa abandonada del cura al fondo, con la iglesia en lo alto, y al final, Ra 32 anos conductor nivel experto era la maldita concejala parlanchina. --Y ademas de elegantes, parecian comodos. Eran comodos, ?no? La voz aguda no le da tregua, voz de politica competente y dispuesta, que la devuelve a la noche del sabado, al claustro en ruinas del monasterio de Carboeiro, decorado para la ocasion por algun pijo con infulas artisticas, imitando una especie de jardin silvestre entre piedras historicas. Alli estaba ella, a las siete de la tarde, con sus zapatos dorados recuperados directamente del arcon del desvan de la casa de Saidres, que acumulaba quincalla de cuya procedencia ya nadie en su familia sabia responder; podian ser las cosas del tio Ernesto de cuando estuvo embarcado, o los restos del equipaje de una hermana de la bisabuela que volvio de Brasil rota y moribunda, o simplemente trastos sin historia, restos desvalidos de la vida de cada uno que habian ido llenando, a lo largo de los anos, el arcon del desvan. --Si, eso si, comodisimos. Van pasando por Loimil y grandes nubes grises y bajas siguen lagrimeando mansas. Ra Meixide conduce al limite de la prudencia, pero sin sobrepasarlo, con un punto de correcta contencion. Habla animadamente de la boda, de como conocio a los novios, ahora ya matrimonio, de como le pidieron que fuera ella, la nueva concejala, la del recien formado Gobierno municipal, la que oficiara la ceremonia civil. Ni diez semanas hacia que ostentaba el cargo, era su primera boda. --Me ha encantado la experiencia, la verdad. En general las bodas son momentos de tanta felicidad, todo el mundo se esfuerza para que salga todo perfecto, para que tenga ese toque como de magia, ?no? Ademas, la novia iba taaan espectacular, ?a que si? Para Mona, la novia podria haber ido envuelta en celofan y no habria ido mas espantosa. En realidad, no le apetece hablar de la boda. No quiere hablar de nada con esa tia, pero contribuye a la conversacion como cabe esperar. --La que iba espectacular eras tu. Me encanto el vestido que llevabas, !que tela!, con esos brillos, con esos matices irisados... Le agrada comprobar que Ra Meixide es tan simple como egolatra, y no tiene reparo en seguir con frivolidades. --Bueno, chica, es que en eso de las telas yo juego con ventaja, quieras que no, es una asignatura que me ha tocado estudiar desde la cuna. Mona recuerda la tension en la fiesta patronal de San Juan, cuando ella y sus primas estrenaban sus vestidos, todas tiesas y temerosas de mancharlos o estropearlos. Por aquel entonces, conocia a la gran Ra Meixide por ser la hija de Mucha, la de los retales, en cuya tienda la tia Milita compraba las telas para hacerles los vestidos, todos identicos, a lo mejor cambiando el color de un lazo o de un volante. Las llevaba a sesiones interminables para escoger el genero en los escasos diez metros cuadrados de local, que mas bien parecia el despacho de un estanco, con estanterias y cajas de rollos de tela, de hilos, de gavetas llenas de muestras de botones, de presillas, de pasadores, de corchetes, alli toqueteando, sobando y palpando calidades, consistencias y resistencias, mientras se desgranaba, una a una, la vida de cuanta conocida habia. Y alli estaba ella, la hija de Mucha, la de los retales, sentada en una banqueta en un rincon, entre el mostrador y el escaparate, con el libro abierto sobre las rodillas, atenta a lo que se le mandase: nina, cogeme ahi en ese cajoncito los botones nacarados, ese, si; sacale aqui a la senora esa tira de puntilla fina que acaba de llegar, que me parece a mi que le va perfecta a la cinturilla de estos conjuntos. La pequena Ra Meixide, callada y obediente, podria muy bien haber protagonizado una pelicula de esas de como se alcanza el gran sueno americano, con teson y esfuerzo, la hija de soltera que ayuda en el negocio familiar, estudia con becas publicas y suda sangre y lagrimas hasta que consigue la plaza en propiedad de profesora de quimica en un instituto, que llega incluso a directora del centro, y que se permite una excedencia para ponerse al servicio de la ciudadania en el Gobierno municipal. Y todo antes de la edad de Cristo. Sin perder, por tanto, ni un minuto de su vida. --La del vestido rojo con cristalitos cosidos, ?sabes cual te digo? Claro que Mona sabe cual le dice. Iba armada con una reflex ultimo modelo y un juego de flashes nuevecitos. Mucha idea de fotografia no se le veia, porque se movia de una punta a otra como si tuviera que hacer fotos desde todos los angulos, cuando una profesional de verdad lo que hace antes de empezar es buscar la direccion de la luz y localizar los espacios para ir a tiro fijo. --Me toco compartir mesa con ella, y era simpatiquisima. !Vaya personaje! Estuvo contando anecdotas de sus viajes. Resulta que ha recorrido medio mundo. Simpatica seria, pero Mona recuerda a la supuesta senora viajera usando la camara en automatico y disparando cuando se le antojaba, muchas veces al mismo tiempo que ella, quemandose mutuamente el trabajo con tanto flash, y consiguiendo que le cayeran bien todos los demas invitados que andaban por alli incordiando con sus moviles de ultima generacion para hacerse el tipico selfie con los novios. --!Que risa! Nos conto que en la India tenia que ducharse con un cubo y un cazo, y que un dia por lo visto le toco un cubo con rana y que se fue duchando como pudo mientras la rana la miraba fijamente. !Nos tronchamos! !Si hasta imitaba a la rana y todo! La concejala prosigue animada con las anecdotas del sabado, y Mona, viendo lo mucho que se enrolla con ese tema, sabe que acabaran llegando a la parte espinosa. Dejan atras el puente sobre el rio Ulla, cubierto de niebla y calabobos, y se van acercando ya a Santa Cruz de Ribadulla. Mona se da cuenta de que Ra Meixide hace gala de una mezcla curiosa de politica abierta y dicharachera, de conversacion amable y campechana, con un poso cotilla y desinhibido, que identifica con la herencia de los anos que paso en la tienda materna de los retales. Ya a la altura de la senal de la limitacion a cincuenta, en la entrada de Lestedo, a Mona le viene a la boca un regusto a bilis. Alli, justo alli, pero yendo en sentido inverso, le habia puesto la guinda a la desastrosa jornada del sabado. Alli la paro el agente de trafico, barra luminosa en ristre, y perdio los pocos puntos del carne que le quedaban. Atraviesan Lestedo, y la boda y toda la hecatombe que desencadeno siguen planeando sobre su animo. Es justo en ese punto cuando cae en la cuenta de que la concejala no le ha preguntado que hacia en Saidres, sola y sin coche, un lunes por la manana, cuando ella y su marido viven en Compostela. Y piensa de nuevo lo que ya pensaba en aquel instante preciso de la boda, el sabado por la tarde, lo que lleva pensando desde que se monto en ese coche: mi marido se acuesta con esta pajarraca. Y a continuacion algo aun peor, y el muy cabron me la manda para que me haga de choferesa hasta Compostela. Le entran ganas de abrir la puerta y tirarse en marcha. Quien la habra mandado montarse.

  • Parpados de Toni Quero

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    Duna y su companero se instalan a principios de junio en un desierto y fantasmal delta del Ebro con la intencion de trabajar durante el verano en un restaurante de la zona y fortalecer su relacion. Pronto, vencidos por el aburrimiento y el hastio, deciden emprender un viaje en moto sin rumbo fijo hacia el norte de Europa, que los llevara de Paris a Copenhague. Durante el trayecto, mientras consumen kilometros y sus escasos ahorros, Duna intenta aprehender en su cuaderno de dibujo una realidad que se desvanece; su pareja, en cambio, captura la vida a traves del visor de una camara fotografica.

  • La ridicula idea de no volver a verte de Rosa Montero

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    Cuando Rosa Montero leyo el maravilloso diario que Marie Curie comenzo tras la muerte de su esposo, y que se incluye al final de este libro, sintio que la historia de esa mujer fascinante que se enfrento a su epoca le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridicula idea de no volver a verte nacio de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino.

  • Amor entre cenizas de Reyes Ramirez

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    Una historia de amor que te sorprendera. El debate entre el corazon y la razon. Una joven judia y un oficial nazi. La Segunda Guerra Mundial. ?Podra el amor sobreponerse al drama de un campo de concentracion? Amor, erotismo, deseo, aventura, sentimientos, …

  • Recuerdame (Welcome to London 3) de Yunnuen Gonzalez

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    Algunos dicen que los primeros dias de clase siempre seran inigualables, llenos de cosas nuevas y excitantes. Yo concordaba con esa aseguracion. Para mi era un viaje a lo desconocido, en donde todo era posible si ponia empeno en ello. Sobre todo en la universidad. Me apresure a hacer todas las cosas cotidianas que uno hace usualmente en la manana. Tenia que salir a tiempo para ir a la universidad y registrarme para el nuevo semestre. Habia quedado de verme con mi mejor amiga, Vera, a las afueras de las oficinas para inscribirnos juntas. Este no era un primer dia, ni siquiera era de la semana, pero aun asi presentia que estaria a la altura de uno maravilloso. --!Hola, Vera! --llame a mi amiga que hacia fila para inscribirse. Para molestia de los alumnos de atras, me metio en la fila. Vera era mi mejor amiga desde el primer dia de clases. Ambas habiamos cruzado la puerta de la universidad juntas, con esa mirada asombrada y palpitaciones aterradas. Coincidio que ibamos en las mismas clases. Ella era de Gales y vivia en una de las casas para estudiantes que tenia la universidad a algunos minutos caminando, cerca de Waterloo. --Hola, Ally. ?Como estas? --!Muy bien! ?Y tu? --No tanto. Volvi a pelear con Tom. --?Otra vez? Vera asintio mientras hacia muecas de fastidio. --Si no fuera porque lo amo mucho, ya hubiera terminado lo nuestro... --respondio en lo que tomaba de su bolso el celular que no paraba de sonar. Por supuesto era Tom que, de acuerdo a las respuestas de Vera, deseaba verla para hablar y posiblemente conciliarse. Espere pacientemente a que terminaran de hablar. Su noviazgo con Tom databa de la preparatoria. Sus personalidades eran tan diferentes que no sabia como habian durado ya tanto. Justo termino de hablar cuando era nuestro turno de entrar. Quince minutos despues, salimos las dos con nuestro nuevo horario. Nos sentamos en una banca para revisar las asignaturas que tomariamos ese semestre. Al poco rato se acercaron Mason y Luke, nuestros mejores amigos, y nos arrebataron los horarios para averiguar cuantas clases compartiriamos. Al parecer, Vera estaria todas con Luke, una noticia que no le agrado mucho porque el la ha pretendido desde que la conocio. Aun recuerdo cuando los conocimos. Era una historia que empezo conmigo odiando a Mason y Vera sintiendose incomoda con el constante escrutinio de Luke. Pero ?como no podia odiar a Mason en un principio? Quitando que me parecio guapo, se habia acercado a mi con la tonta excusa de que necesitaba una regla, como si yo aun fuera una nina de primaria que cargara con una. Mi respuesta logica fue una sonrisa ironica que le dio la oportunidad de derretir el hielo entre los cuatro. Dias despues, llegue a la conclusion de que yo no le gustaba, y solo me habia hablado para que su amigo llegara a Vera. Solo que no sabian que ella ya estaba harta de el. A donde fueremos, ahi estaban siempre vigilando nuestros movimientos desde lejos. Con el paso de los dias, porque compartiamos un par de clases con ellos, platique mucho con Mason, y me di cuenta de que me caia mejor de lo que creia. Igual le sucedio a Vera con Luke. La amistad crecio sin mucho esfuerzo, hasta el punto en que ibamos mucho al pub a divertirnos y los extranabamos cuando no nos veiamos entre clase y clase. Me puse de pie para estirarme un poco. Vi de reojo que Mason me escudrino con la mirada. --?Que sucede? --le pregunte revisandome de pies a cabeza. Esperaba descubrir que me habia puesto zapatos disparejos, u otra cosa. --?Como le haces para verte bien aun sin arreglarte? Me sonroje, no pude evitarlo. Mason rio por lo alto, como si yo hubiera caido en una de sus tantas bromas. Aunque esta no lo parecia, ya que estaba muy serio cuando me hizo la pregunta. No quise averiguarlo, por eso le pique las costillas para alejar esa incomodidad que sentia. Mason era guapo, pero era uno de esos casos en que no sentia quimica con el; con todo y que eramos juguetones con el otro, como ninos de primaria. --!Es en serio! Eres preciosa hasta mas no poder --siguio coqueteando conmigo. Volvi a picarle las costillas en lo que el reia. Luke y Vera se interesaron por nuestro jugueteo, entonces, Mason quiso abrazarme para detenerme pero su toque incomodo me dio escalofrios, por lo que retrocedi torpemente. Al instante senti como unas manos me tomaron por la cintura sorpresivamente; habia chocado contra alguien. Mi mirada se encontro sin dificultad con el tipo que aun me tenia sujetada por la cintura; unos escalofrios extranos me atacaron y mis latidos se aceleraron sin razon alguna. Jamas me habia pasado esto. No dijo nada; de hecho, se veia molesto porque tire su documentacion y le habia pisado un pie cuando chocamos. --Lo siento --murmure alejandome de el; nuestras miradas chocaron de nuevo sin querer. Quise ayudarlo con sus cosas pero su mirada aun estaba en mi; se sentia como un peligroso fuego que me llamaba a fundirme con el, y no podia resistirme. Termine escondiendome detras de la atractiva presencia de Mason. El tipo termino de levantar sus papeles y se alejo. Tras tal encuentro, fui a sentarme a la banca, aun intimidada. --Ally --me llamo Vera--, ?no hay problema si te dejo? Luke va a darme un aventon a casa. --No hay problema. Tambien tengo que irme. Las despedidas iniciaron, siempre acompanadas con los usuales comentarios tontos. Cuando llegue a Mason, me tomo del brazo para retenerme unos segundos mas a su lado. --Por favor, no te vayas aun. Quiero hablar contigo --me dijo al oido. Asenti. No estaba nerviosa, no era la primera vez que nos quedabamos solos. Generalmente, ibamos a comer algo para seguir conversando de cosas vanales; nos gustaba pasar el tiempo juntos. Tras que Vera y Luke se marcharon, volvi a sentarme en la banca. Mason no se decidia en sentarse, quedarse de pie o seguir paseando frente a mi muy nervioso; parecia gatito enjaulado. Empece a balbucear acerca de mi dia para relajar el momento. Mason me puso aun mas nerviosa con ese gemido callado que me decia que me estaba escuchando. Entonces, finalmente se sento a mi lado. --?Que sucede? --pregunte, acomodandome de tal manera que quedaba frente a el. Pero apenas nuestras miradas se encontraron, sonrio conquistador y sujeto mi rostro entre sus manos sin esperarlo para robarme un beso. Logicamente me sorprendi, pero no se por que no lo rechace; aunque hubiera terminado cediendo. Mason era tenaz cuando queria algo. Como un lindo cachorrito que no soltaba el hueso hasta que lo conseguia. --?Quieres andar conmigo? --pregunto despues de detener sus labios un segundo para averiguar si estaba feliz o no. Retiro algunos cabellos que cayeron sobre mi rostro. Si no supe por que no rechace su beso, mucho menos por que le susurre un si. Mason volvio a besarme y, no, no senti nada aun, pero decidi que le daria algunos dias para que esos sentimientos escondidos salieran a la luz. Solo porque recorde que alguna vez me senti celosa cuando una companera le acomodo un mechon de cabello mientras conversaban durante un cambio de clases. Ademas, me gustaba pasar el rato con el. Si era un buen amigo, tambien seria un buen novio. Despues de haber ido a comer una hamburguesa, Mason me llevo a mi casa. Por suerte no me pidio pasar y solo se despidio con un beso apasionado. Finalmente senti un hormigueo en mi estomago y algo de emocion. Tal vez, muy en el interior, Mason si me hacia estremecer. Por todo ese fin de semana no lo vi. Lo cual fue mejor porque me dio tiempo para analizar mis sentimientos por el. A decir verdad, no me sentia incomoda con la idea de ser su novia; por el contrario, me alagaba que alguien tan guapo quisiera estar conmigo, y que se estremeciera al besarme. Porque sus labios temblaron de emocion y torpeza cuando me robo ese beso. Mason me gustaba, eso siempre lo he tenido claro desde el momento en que lo conoci. Solo tenia que darle tiempo al tiempo para que esa atraccion se convirtiera en amor. LUNES Mason me telefoneo la noche del domingo para decirme que pasaria a recogerme, pero le dije que preferia verlo en la universidad. Nadie sabia aun que eramos novios, ni siquiera Vera y Luke. No queria hacerlo con pompa y circunstancia y muy agarraditos de la mano al entrar a la universidad. Sali temprano de casa. Queria llegar antes para hablar con Vera y comentarle de la nueva. Espere pacientemente en la misma banca de siempre, en donde se reunia el pequeno grupo de amigos. La banca en cuestion estaba en el pasillo principal que llevaba a los salones de clase, podia ver quien entraba y con quien. Tenia a toda la universidad vigilada desde ahi. Nadie se me escapaba. --!Ally! --escuche que me grito Vera--. ?Por que no me llamaste para platicarme el chisme? --Veo que ya te enteraste. --!No puedo creerlo! !Tu y Mason! !Wow! --!Shhh! --No sabia que te gustaba. --Siempre me ha gustado. Que sintiera algo por el, eso es otro asunto. Le platique todo lo que llegue en conclusion durante el fin de semana. De que le daria una oportunidad al romance. --?Sabe Mason como te sientes respecto a el? --No. --Creo que lo mejor es que le pongas las cosas en claro, Ally. Asi si te arrepientes, no le rompes el corazon. --?Decirle que esta a prueba? --Si, tal y como lo esta Luke. --?Disculpa? ?Que tiene que ver Luke en todo esto? --Deje a Tom por Luke --revelo como si nada. --!?Que?! --exclame asombrada. ?Como podia hacerle eso a Tom? --Termine con el el viernes. Ya estaba fastidiada de tanto drama. Hablamos y nos dimos cuenta que llegamos a un punto en que ya no sentiamos nada uno por el otro. Ya era rutina. --!Pero me dijiste que lo amabas! --!Exacto! !Lo amaba!… Tiempo pasado. Me quede boquiabierta, pero finalmente pude hablar. --?Quieres a Luke? --Un poco. Me gusta. Es por eso que le hice "rogarme", queria saber que tan seguro estaba de sus sentimientos por mi. --?Y? --Salimos a tomar un cafe, hablamos y... Me quiere y vamos a probar. --!Sorprendente! ?Quien diria que empezariamos este semestre con novio? --Nadie. Ambas reimos. Vera me relato como fue su fin de semana romantico con Luke. Nuestro amigo era realmente detallista y trataba a mi amiga como una princesa. Era logico, tanto habia molestado a Vera con que le hiciera caso, que ahora que por fin era suya no iba a descuidarla para que Tom la convenciera de regresar con el. Vera siguio parloteando cuando, de pronto, perdi la mirada en un tipo que me cautivo con su sonrisa desde lejos. !Ah! Todo paso a segundo termino al instante: mi amiga, las risas de los demas estudiantes... mi respiracion. Era como si alguien hubiera robado el boceto de mi chico ideal y lo hubiera moldeado en arcilla solo para darme una sorpresa. Desafortunadamente, no pude ver sus ojos porque los cubrian unas gafas oscuras. Miro su reloj deportivo en lo que seguia andando cual top model. Mi corazon se desboco de nervios porque pasaria frente a mi, lo que me permitiria ver con mas detalle toda su persona. !Nunca me he sentido asi de atraida por un hombre! El venia platicando con quienes supuse eran sus amigos. No noto que me tenia totalmente fascinada. Segui cada uno de sus movimientos: como traia su cuaderno en la mano, marcando ligeramente los musculos de su antebrazo; como se acomodaba las gafas, como torcia sus labios en una sonrisa ironica pero igual de seductora cuando la chica de alado lo hizo sonreir. !Argg, la odie por eso! --!Hey! !Despierta! --grito Vera por lo alto, al mismo tiempo que aplaudio frente a mi cara. Sali del embobamiento con un exagerado sobresalto. Todo el barullo hizo que el y compania voltearan a vernos. Por supuesto, sus amigos se dieron cuenta de que estaba babeando aun por el. Lo que no le gusto, porque de inmediato apreto los labios hasta desaparecer y solto un resoplido molesto. Desvio la mirada y apresuro el paso en lo que sus amigos se burlaban de como me habia puesto. Baje la cabeza muy apenada hasta que crei que ya se habian alejado. --?Quien es el? --pregunte a mi misma en un susurro. --?Quien? ?El de los lentes oscuros? --me inquirio Vera. --Si. ?Lo conoces? --pregunte emocionada. --No. ?No lo recuerdas? --No. --Es el tipo con el que chocaste el miercoles pasado. --!?Es el?! --exclame realmente sorprendida. Voltee a verlo. No recordaba que fuera tan atractivo; a decir verdad, solo recordaba que su mirada me habia acribillado por cruzarme en su camino, nada mas. --!Vaya, necesitas lentes! --No los necesito. Es que no vi su rostro lo suficiente para poder recordarlo... Es mas, solo recuerdo el choque electrico que me dio al tocarme --confese en un suspiro mientras que lo seguia a lo lejos con la mirada. Rogaba a mis adentros que volteara para deleitarme con su perfecta fisionomia. --?De que choque electrico hablas? --escuche que me preguntaron por detras. La sorpresa me levanto rapido. Eran Mason y Luke. --Hola, nena --saludo Luke a Vera con un beso rapido. --El que tu le das --respondio Vera sagazmente. Mason sonrio de oreja a oreja, muy satisfecho, cuando vio que yo asentia como loca. --Buenos dias --dije a Mason. Me acerque a el y le di un beso rapido para que ya no preguntara mas. Me dio pena ser carinosa en publico. --?Nos estaban esperando? --pregunto Mason al aire. --Si --respondio Vera en lo que tomo la mano de Luke. --Bien, vamonos o llegaremos tarde --dijo Luke en lo que cambio la tomada de manos por un abrazo. Zigzaguee para que Mason no tomara mi mano tambien. No queria que el averiguara que tenia novio. Ahora me arrepentia de ser la novia de Mason. MESES DESPUES El semestre corrio con una inusual rapidez. Me sorprendieron mucho cuan rapido mis sentimientos por Mason crecieron. En realidad, su forma de ser no cambio mucho de amigo a novio. Lo que queria decir que si seguia siendo galante, dedicado a mi y, sobre todo, me hiciera reir como loca, terminaria amandolo. Muchas no tienen la fortuna de tener a un amigo en su novio, alguien que supiera distinguir cuando estar ahi para apoyarme y cuando estar ahi para apapacharme. Era feliz, mas de lo que crei llegar a ser. Sin embargo, dentro de toda esa felicidad habia una pequena nube que opacaba el carisma de Mason por momentos: el tipo con el que quede en ridiculo. No lo habia vuelto a ver. Logico, era una universidad grande con muchos alumnos. Muchas veces llegue temprano a la universidad para esperar en la entrada y verlo llegar; quizas se atreveria a acercarse a mi. Pero no tuve tal suerte tampoco. Tenia una necesidad desesperante de conocerlo bien. El recuerdo de sus intimidantes ojos no se acoplaba bien con el resto de su cuerpo. Parecia mas un cuadro de Picasso que un ser humano. Y, por lo que comento Vera, era muy guapo. Tanto que merecia el ridiculo que hice, segun ella. Para la semana de examenes finales, me rendi en buscarlo y me concentre en Mason tanto que me olvide por fin de el. No era justo para Mason estar pensando en alguien mas. --?Que haremos despues de clases? --pregunte casual a Mason. Estabamos tonteando con las manos. --Tengo el departamento para mi solo --comento--. ?Quieres pasar la tarde conmigo?… !Mmm!, tengo mucha hambre de ti --enfatizo la palabra hambre con connotacion sexual. --Tu... Yo... ?Solos? --dije en lo que me acercaba a el para acomodar un mechon de su cabello castano claro. El tambien retiro parte de mi cabello para que mi rostro estuviera libre--. !Me encanta la idea! --agregue en lo que me ponia de puntas para besarle. Besar a Mason en publico se volvio un placer, sobre todo cuando al andar conmigo fue descubierto por muchas estudiantes que empezaron a pavonearse frente a nosotros para atraer su atencion. El solo tenia ojos para mi. --Ally, es hora --me llamo uno de mis companeros. Me separe de Mason a reganadientes. --Suerte, nena --dijo en lo que yo caminaba al salon. --Igualmente, carino --conteste en lo que le aventaba un beso cual caricatura sexy. Entre al salon y fui a sentarme en el lugar de siempre. --Bien... --dijo el profesor para llamar nuestra atencion--, ya saben las reglas. No me hagan repetirselas, por favor. Acomode todo lo que iba a necesitar para el examen, mientras que el profesor entregaba los examenes a cada estudiante sin olvidar desearnos buena suerte. Segui pensando en Mason y su invitacion, en lo mucho que nos ibamos a divertir teniendo sexo, hasta que me di cuenta que habia desperdiciado diez minutos en el. Deje de fantasear y me apresure a contestar las preguntas mas faciles. Dedicaria el resto del tiempo a las dificiles. Tras una hora recordando, analizando y respondiendo, me tome un descanso. Me perdi en el escenario antiguo que me dejaba ver la puerta abierta del salon, o sea la pared. Senti una punzada en la cabeza, no era buena senal; un dolor de cabeza se avecinaba. Me restregue los ojos fuertemente y, cuando los abri, lo vi pasar. Por una fraccion de segundo crei que estaba tan agotada que mi cerebro me jugaba una mala pasada, trayendome su recuerdo sin desearlo. Pero algo me aseguro que si era el y me arrojo a salir corriendo del salon detras de el. Escuche al profesor exclamar en trasfondo: "!Cuando tienes que ir, tienes que ir!" Mis companeros se carcajearon. Trote por el pasillo, buscandolo, pero no habia nadie. Me apresure al cubo de las escaleras, y desafortunadamente tampoco estaba ahi. ?Como podia ser? ?No podia ser en realidad un fantasma para desaparecer como tal? Aunque eso explicaria por que no lo he visto en todo el semestre. No, Vera lo vio tambien. Lo mas logico era que habia entrado a uno de los tantos salones que corrian a lo largo del pasillo.

  • La boda de Rachel Chu de Kevin Kwan

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    La vispera de su boda con Nicholas Young, heredero de una de las grandes fortunas asiaticas, Rachel deberia sentirse feliz. Tiene un diamante sin igual, un vestido de novia de ensueno y un novio que esta dispuesto a ignorar a sus entrometidos familiares y a renunciar a su fortuna con tal de casarse con ella. Sin embargo, a Rachel le entristece la ausencia de su padre biologico, al que nunca conocio. Cuando un fortuito accidente le revela su identidad, Rachel se ve inmersa de repente en el fastuoso esplendor de la alta sociedad de Shanghai. En ese mundo de lujo desmedido conocera a Carlton, un chico malo con tendencia a estrellar Ferraris; a Colette, una celebrityde las redes sociales perseguida por enfervorecidos paparazzi, y al hombre al que Rachel ha estado esperando toda su vida: su padre.

  • El infierno de Ian (Saga Security Ward 6) de N. Q. Palm

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    Las cosas no podian ir peor para Ian Porter. Despues de buscar a Isabella y de encontrarla, todo se viene abajo. El destino les ha jugado una mala pasada.
    Ha estado ausente de su equipo por no poder concentrarse, algo que el capitan de su unidad, Slade Ward, exige al maximo. Hasta que despues de incorporarse a una mision de riesgo descubre que la vida le tiene reservadas algunas sorpresas. En Europa, vivira en sus propias carnes lo que han sufrido otras victimas. La impotencia y la rabia terminan por consumirlo.
    ?Puede una operacion en Budapest convertirse en el peor de los escenarios? ?Puede el amor superar una mala decision?

  • Lunes De Ceniza de Kathy Reichs

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    En el sotano de una pizzeria de Montreal han encontrado los esqueletos completos de tres mujeres jovenes. La policia no esta muy interesada en el hallazgo, porque son huesos antiguos y podria tratarse de un crimen que ya ha prescrito. En cambio, la antropologa forense Temperance Brennan sospecha que son mucho mas recientes de lo que parece y, ante un caso en el que se intuye un culpable despiadado, hara lo que sea para llegar hasta el final.

  • MI OSCURA IDENTIDAD de Priscila Serrano

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    Una historia acabada, una vida perdida y una identidad que acabaria con ella.
    ?Que pasaria si un dia te despiertas sin saber quien eres? ?Y si la vida que conocias no es ni la sombra de lo que creias tener? ?Como puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo mas parecido a un angel cuando te sonrie?
    Descubre la oscuridad que envuelve esta historia.

  • El dia que me quieras (Los Collinwood 1) de Victoria Magno

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  • Palmira Blues de Lorenzo Silva

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    En el septimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Palmira blues. Vidas.zip. Ano VII es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por septimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2015 hasta la del 2016. En estos articulos, el autor reflexiona sobre los grandes titulares con su habitual sintesis y las observaciones afiladas a las que nos tiene acostumbrados. La masacre de Paris que conmociono al mundo; la foto viral e insoportable de Aylan, el nino sirio tendido inerte sobre la arena de una playa griega; y el atasco democratico que sucedio a las elecciones espanolas del 26 de diciembre de 2016 son algunas de las noticias que el autor trata en este volumen. Eso si, sin dejar de cuestionar las lacras, injusticias e irregularidades que arrastra nuestra sociedad: desde la violencia de genero hasta la baja presion fiscal que se aplica a los millonarios futbolistas de elite en contraposicion a las declaraciones de gente humilde que <>. Como el propio Lorenzo Silva explica, <

  • Cientos de miles de millones de sonrisas de Veronica Diaz

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    Cientos de miles de millones de motivos para perseguir tus suenos.

  • Biodiscografias de Iban Zaldua

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    Mientras lees este libro, la vida es eso que suena al fondo. Lo que te interrumpe para banar a un nino, para ceder el asiento del metro, para bajar del autobus en la consulta del medico, para dormir cuando el cansancio te impide permanecer con los ojos abiertos. Como en los relatos de Iban, la vida sucede mientras la musica tambien sucede. Las canciones nos enfrentan al conflicto, nos plantean una duda o bien desenlazan nuestras relaciones

  • La Huella. Relatos de Mikel Santiago

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    “Me llamo Eric Rot y escribo estas ultimas lineas de mi vida para confesarme: soy un asesino.Yo lo hice. La mate. Linda Fitzwilliam esta muerta. Ni huida con su amante, ni jugando a esconderse para irritar a su familia, como apuntaron en su momento las revistas del mundo rosa. La hija del magnate John Fitzwilliam, mi jefe y amigo durante los ultimos 20 anos, murio estrangulada la noche del 13 de agosto de hace cinco anos, en Paris. Esa es la verdad.”Asi comienza HISTORIA DE UN CRIMEN PERFECTO el relato de cabecera de esta coleccion que reune los primeros relatos de Mikel Santiago. Con estas piezas, inicialmente publicadas en un blog para amigos y lectores casuales, Mikel consiguio llegar a a la lista de best sellers en Espana y Estados Unidos y suscitar el interes del mundo editorial. En LA HUELLA reunimos ocho de sus mas aplaudidas creaciones cortas.

  • Enoch Soames de Max Beerbohm

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    Enoch Soames es un poeta decadentista tan mediocre como pedante, autor de tres obras que, muy a su pesar, no le han procurado fama ni prestigio alguno. Convencido de ser un escritor de talento injustamente ignorado, suena con el reconocimiento que, quiza, reciba de manera postuma. Un dia, mientras cena en el Soho londinense con Beerbohm, el involuntario testigo de sus desgracias, un personaje con pinta de pendenciero que afirma ser el diablo le ofrece la oportunidad de viajar al futuro para comprobar que le depara la posteridad.

  • Chica Dura de Elena Romero

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    Angela no es una mujer cualquiera.
    Es una boxeadora profesional.
    Y muy prometedora.
    Hasta que necesito dinero. Mucho.

  • ?Quien mato a Charmian Karslake? de Annie Haynes

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    Una estrella de cine de misterioso pasado, un zafiro maldito, un millonario indignado, un entorno memorable, un caballero con monoculo. Una creacion magistral de diferentes elementos y personajes para una gran novela representativa de la edad de oro del misterio. Charmian Karslake, una bellisima y celebre actriz estadounidense, aparece asesinada en la mansion de una honorable familia el dia despues de un gran baile. ?Estan implicados de alguna manera sus anfitriones, los respetables Penn-Moreton? ?Quien es el misterioso Mr. Hailsham que ha estado presente en el baile pero al que, al parecer, se ha tragado la tierra? ?Conseguira el inspector Stoddart unir las piezas y resolver el enigma? A medio camino entre Sherlock Holmes y Agatha Christie, la coleccion inedita de libros policiacos de la edad de oro del misterio de Sherlock Editores entretiene, intriga y divierte a partes iguales, rememorando una epoca glamurosa ya desaparecida.

  • El hijo del acordeonista de Bernardo Atxaga

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    La novela mas personal de Bernardo Atxaga.

  • La sed de sal de Gonzalo Hidalgo Bayal

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    <> Asi comienza el relato de su aventura el narrador de esta extraordinaria novela, un hombre que viaja a Murania tras las huellas de un hispanista que recorrio la region en los anos treinta. Es tiempo de fiestas, de <>, y, por intrigas del conductor que lo recoge en el camino, Travel es arrestado en relacion con la oscura desaparicion de una joven. Desde el calabozo siente que, fuera, la muchedumbre quiere lincharlo. Y ni las conversaciones con los guardias ni la huida, frustrada, logran rescatarlo de la pesadilla, que por momentos parece diabolica y despues tal vez sea una extrana y peculiar estratagema. Con los referentes cinefilos de Sed de mal, de Orson Welles, o Al final de la escapada, de Godard, el narrador no puede dejar de pensar en el destino y la culpabilidad, el desamparo o la traicion, mientras trata de reconstruir, con obsesion, sediento de sal, la red y los intereses de los posibles culpables.

  • Si no hubiera manana de Alexis Ravelo

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    Hay amores que pueden joder cualquier negocio y hay negocios que podrian joder el amor mas grande. A Eladio Monroy se le ocurrio pensar esto mientras encendia un cigarrillo para ahumar el hambre. Los cruasanes y el cafe con leche los habia metabolizado hacia rato y la cosa no tenia pinta de que pudiese almorzar temprano. Por supuesto, podria haberse metido en el Bodegon Suso, el bar que tenia casi delante del coche, o ir al Europan para comprarse algo con lo que entretener la muela. Pero no queria arriesgarse a perderle la pista al del chandal. Habria sido dificil: la plaza donde habia aparcado estaba solo a una decena de metros del portal en el que habia entrado el tipo y, aunque no hubiera sido asi, no habria podido marcharse sin que el lo viera, porque el coche permanecia enmarcado en su retrovisor izquierdo. Sin embargo, mas valia un por si acaso. Asi que ahi estaba el, al filo del mediodia, fumando y echando la ceniza por la ventanilla de Naranjito, preguntandose por que carajo seguia dejandose arrastrar por la corriente, metiendose en lios como este mismo, que lo habia conducido hasta ese aparcamiento en los bloques de viviendas de La Pantera Rosa. En medio de la manana grisacea del barrio obrero por cuya unica acera realeaba el paisanaje, miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo tardaria el tipo en bajar para que el pudiese regresar a casa con la satisfaccion del deber cumplido. Baja ya de una puta vez, plasta de los cojones, acabo diciendole mentalmente al del chandal. Y entonces, como si lo hubiera estado escuchando, el tipo bajo. Bajo rapidamente. A toda velocidad. Tanta que a Monroy casi no le dio tiempo de verlo antes de oir el taponazo contra el pavimento a unos metros del coche. Cayo a plomo desde vaya usted a saber que piso del edificio y acabo despatarrado sobre la acera. UNA COSA DE AMORES Por supuesto, todo habia empezado antes. Todo, siempre, ha empezado antes y seguro que, en la cadena causal que conducia hasta aquel instante, uno podria haberse remontado al momento en el que el papa de Jorge Mesa deposito su semillita en los fertiles ovarios de su mama, pero para Eladio Monroy aquel lio habia comenzado como solian empezar todos sus lios, con un cortado en el bar Casablanca, con un encargo que llegaba en uno de esos momentos en los que Eladio andaba sin perras o con el suficiente aburrimiento encima como para dejarse enredar en un trifostio de ese tamano. Era viernes, se avecinaba octubre, los incendios forestales le habian dado a Gran Canaria un verano de mierda y las camaras acababan de disolverse, con lo cual se estaba quedando un otono estupendo para volver a votar por no se sabia que vez en un par de anos. En el Casablanca, Casimiro trasteaba tras la barra, Juan el del Pescao casi sesteaba sobre ella con el arrullo de la television donde una presentadora de magazin matinal y unos tertulianos de lo mismo intentaban que la inminente separacion de un matrimonio de cachanchanes resultase un asunto de interes, y Monroy se aburria. Si, se aburria. Y puede ser que eso haya sido la causa de todo o, al menos, un aspecto importante de la cuestion. Porque ese dia (igual que los inmediatamente precedentes) Monroy se aburria como un sordo en un concierto de arpa solista mientras hojeaba (o, mas bien, ojeaba) los periodicos manchados de grasa y cafe que Casimiro ponia a disposicion de su cada vez menos distinguida clientela. Monroy ya no compraba El Pais. Uno de los motivos era que Forges habia muerto. El segundo, que entre Manolo y Las Tres Desgracias lo habian ido acostumbrando a picotear la prensa en digital y hasta se habia suscrito a un par de periodicos online. Por eso, a la hora del cortadito, solo echaba un vistazo a los ejemplares de La Provincia y el Canarias 7 comprados por Casimiro en el estanco de enfrente y que, cuando el llegaba, ya se habian convertido varias veces en un monton de hojas impresas, como contaba Cortazar que ocurre con los diarios una vez leidos. Amen de la ventaja economica (los periodicos no son caros, pero leerlos gratis es todavia mas barato), eso le permitia disfrutar tanto de las vinetas de Morgan como de las de Padylla y Montecruz. Entre los tres acumulaban suficiente ingenio y mala baba como para que la ausencia del maestro Antonio Fraguas doliese un poco menos. Aunque doliese. Asi, echandose el cortadito, fue como Eladio Monroy se entero de que Garcia Medina parecia haber encontrado al fin su sitio en la politica. Tras quince anos intentandolo, primero entre la derecha insular y luego entre el neoliberalismo nacional, el muy malnacido se habia hecho un hueco a la derecha de la derecha de la derecha e iria en las nuevas elecciones de numero dos en las listas de Democracia Espanola Nacional, que no arrasaria en Canarias (donde hay poco Opus y casi ninguna aficion a los toros), aunque contara con el suficiente numero de desinformados como para aranar algun escano. Leyendo aquello, se le comenzo a calentar la sangre, como siempre que se acordaba del millonetis. Si no llego a alcanzar el punto de ebullicion fue porque una mujer entro en el Casablanca, se planto frente a el y pronuncio su nombre. Eladio Monroy alzo la vista y se quedo mirandola, preguntandose de que la conocia. --No te acuerdas de mi, ?verdad? Monroy busco en su base de datos los ojos marrones y achinados, el rostro alargado de bronceado a punto de caducar, la mandibula algo ancha para hacer sitio a unos dientes quiza demasiado grandes pero bien ordenaditos en una sonrisa amplia. Le sonaban aquellos ojos y aquella sonrisa, pero no la melena tenida de caoba ni el vestido rosa palo demasiado fresco para la epoca. Enseguida descubrio la chamarrita de falso cuero azul puesta de traves sobre el bolso que pendia de uno de sus hombros. Volvio al rostro, intentando dar con un nombre. Ella, divertida, se dejo observar y el le calculo la edad entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos y registro el colgante con una pequena pintadera de plata, los pendientes discretos, la cicatriz casi imperceptible en el extremo de la quijada, muy cerca de la oreja izquierda. Unicamente entonces, al percatarse de la cicatriz, vino a su memoria una casa en Escaleritas, un nino triste, el olor de un caldo de pescado, la amable hospitalidad de unos ancianos. --?Sonsoles? Sonsoles, la hija de Paco Nieves, el ferretero, asintio. --Muchacha, ni te conoci --dijo Eladio, sonriente. --Normal. Hace tiempo. --?Cuando fue la ultima vez? --En el funeral de mi padre. Ambos asintieron y mantuvieron una sonrisa de cortesia. Sonsoles podria haber disimulado. Habria sido facil para ella decir que lo habia visto al pasar o, incluso, que habia entrado a tomar algo y se lo habia encontrado. En lugar de eso, le pregunto si podia sentarse y eso dejo claro que venia expresamente para verlo a el. En el Casablanca nunca sabes si el tuerto Casimiro te atendera en la mesa o te hara ir a la barra. Dependera de lo atareado que este, de lo mal o bien que le caigas, de si ha dormido mejor o peor, de si le sale de los huevos. Puede que le apetezca, que levante una mano para indicarte que permanezcas en el sitio y venga a preguntarte que se te ofrece, condescendiendo incluso a mirarte con su ojo operativo. O puede que, despues de sentarte en una de las tres mesitas miserientas, lo descubras apoyado en el bastidor de la cafetera, fingiendo que has caido en el angulo muerto de su visual y aguardando a que te levantes a pedir porque el no es un esclavo y que cono te habras creido tu, que ya es bastante con que soporte tu presencia en su puto bar. Ese dia Casimiro no tenia una manana especialmente buena: a primera hora habia intentado reclamar una factura de Endesa y luego habia discutido con un proveedor. Pero su oido y su memoria funcionaban mejor que su percepcion de la profundidad espacial y, al entender que se trataba de la hija de Paco Nieves, acudio no solo a tomarle el pedido, sino hasta a preguntarle por su madre. Y, para variar, con buena intencion. Sonsoles conto, para el y para Eladio, que Sarito estaba estupenda. Se pasaba fuera todas las tardes, entre cursos de ganchillo, excursiones y clases de tango. Ahora hasta se habia apuntado a un club de lectura. --Ahi, en la Biblioteca Insular --explico, ante el asombro divertido de ambos hombres--. Yo, despues de lo de mi padre, pense que iba a tener que estar mas pendiente de ella y, mira tu, para verla tengo que coger numero. Los tres se sonrieron al pensar en Sarito yendo del tingo al tango con las amigas. Pero Monroy tambien la imagino sola entre figuritas de porcelana siempre expuestas para unas visitas inexistentes, viendo la telenovela en la soledad de la casa que habia compartido con Paco Nieves durante casi cinco decadas, y se alegro por ella. --A tu hermano si lo veo a veces, en la ferreteria --dijo Casimiro, inesperadamente locuaz. --Si, ahi sigue. El negocio aguanta, aunque con tanto Leroy Merlin y tanto centro comercial, ya sabes… --Quita pa'lla, muchacha --convino el tuerto--. A los chicos, si nos dejamos, nos quitan hasta la cerilla de los oidos. --Eso es verdad. --Bueno, ?que se te apetece, mi hija? Sonsoles pidio un cafe con leche y un vasito de agua de Firgas, si podia ser, y Casimiro, por una vez, se dio prisa en prepararlo y traerlo. Luego, para dejarlos tranquilos, regreso a sus labores y a su mala leche habitual. No obstante, si alguien se hubiese tomado la molestia de fijarse, habria podido observar que su expresion se habia ablandado hasta casi resultar amable. Quiza por la visita de la mujer a quien habia dado caramelos cuando era nina, o por lo que le habia contado acerca de su madre, a quien apreciaba, o por el recuerdo del difunto Paco Nieves, el ferretero que los habia surtido a el y a media ciudad de herramientas y materiales durante anos sin enganar nunca, aconsejando siempre y hasta fiando cuando hacia falta. Vaya usted a saber exactamente, pero lo cierto es que su gesto casi parecia simpatico. A Paco Nieves, Monroy le debia mas que un buen consejo o un fiado. Sin embargo, siempre habian sido Paco Nieves y su familia quienes se habian considerado en deuda con el. Especialmente Sonsoles. No hablaron de eso. Mientras ella endulzaba el cafe con leche, Eladio prefirio interesarse por su hijo, aquel nino triste que tenia sus motivos para serlo. --?Y el pibe? --pregunto. A Sonsoles volvio a iluminarsele el rostro, como al hablar de su madre: --?Aitor? En Granada esta. Ya en la universidad. ?Te puedes creer? Le dio por la filologia: Lenguas Modernas. --Un garbanzo negro le sale a cualquiera --se sonrio Monroy. --Dicen que no tiene mucha salida. Pero ?que carrera te da hoy en dia una seguridad, muchacho? Mira yo, que estudie veterinaria y me pase un monton de anos sin trabajar. Para como esta la cosa, por lo menos que estudie algo que lo haga feliz. --Dices bien. Por supuesto, Monroy no le pregunto por el padre del chico. Despues de su ultimo encuentro con Eladio, a Carmelo Jimenez Vega no le habrian quedado ganas de volver a molestar a Sonsoles. O, quiza, simplemente, el tiempo lo habia ido amansando. El no recordaba la fecha con exactitud, pero si el nino que habia visto como golpeaban a su madre estaba ya en la universidad, tenia que haber pasado un buen punado de anos. --?Y tu, a que te has dedicado? Sonsoles sonrio y sus ojos buscaron la respuesta mas alla de el. No volvio a mirarlo a la cara hasta que la hubo encontrado. --A madurar, supongo. --Hizo una pausa. Sin perder la sonrisa, acaricio con dos dedos el filo de la mesa, como si pensara en arreglos florales o en una cesta de mimbre con cachorritos. Luego explico--: Me centre mucho en Aitor. Al final, he conseguido que no se parezca al padre. O eso creo. Pero tambien me dedique tiempo a mi misma. Volvi a trabajar. Monte una clinica pequenita, con un par de companeros de la facultad. --?Ah, si? ?Donde? --Monroy no tenia animales, pero le parecio cortes preguntarle. Ella saco como de la nada una tarjeta y se la entrego. La clinica estaba en el extrarradio, en uno de los barrios que se distribuian en diseminados a lo largo del Guiniguada. --En realidad, no me hacia falta; mi padre siempre nos dio buen echadero. Pero ya sabes: la independencia. O, mejor dicho, la autosuficiencia. No es lo mismo vivir de las rentas que ganarte el jornal. Monroy asintio. No necesitaba mas explicaciones, pero si un cigarrillo y empezo a temerse que la cosa fuera para largo. Pero Sonsoles debia de tener el terreno casi preparado para contarle lo que hacia alli, porque tomo un sorbo de su taza, se quedo mirando la mancha de carmin que habia dejado en el borde como si pudiese borrarla con la vista y dijo: --Mi padre te apreciaba mucho. --Y yo a el. --Siempre decia que eras de fiar. Y se que te debo un favor. --?Un favor? ?Que dices, muchacha? Yo no… --A ver, Eladio --lo corto Sonsoles--, mis padres nunca entraron en detalles, pero yo se sumar dos y dos. Con lo poquito que me contaron ellos, lo que le paso a Carmelo y el cambio de actitud que tuvo luego, tuve suficiente para solucionar la ecuacion. Las ganas de fumar socavaron la cortesia de Eladio lo suficiente como para que le dijese a Sonsoles: --?A que viniste? ?A hablar de matematicas? Sonsoles se rio. Tenia una risa amable, de las que convidan. --Me estoy yendo por las ramas, ?no? --Un poquito. --De acuerdo, vamos a centrarnos. Necesito que me ayudes con una cosa. --Monroy comenzo a hacer un gesto de rechazo. No obstante, ella se apresuro a anadir--: No, no es nada violento, ni ilegal. Pero es algo que no puedo hacer yo y se me ocurre que tu, que tienes mucho mundo y eres un hombre discreto, me podrias echar una mano. --?Con que? Sonsoles volvio a reirse, pero esta vez con cierto pudor, mirando a los lados como si estuviese prohibido. --Te vas a descojonar, pero es una cosa de amores. Eladio Monroy no se descojono. Ni tan siquiera le parecio cursi la expresion elegida por Sonsoles. A estas alturas de su vida, las cosas de amores eran ya casi las unicas que le inspiraban respeto. Esa reaccion animo a Sonsoles a sacar del bolso un telefono movil, buscar una imagen en la pantalla y ponerla ante el. Era una de esas fotos que uno se saca a si mismo junto a personas a las que quiere o de cuya relacion desea presumir o ambas cosas. Mostraba a la propia Sonsoles con un hombre que era quien debia de manejar el telefono con el que habia sido hecha la retratadura. Ambos vestian de verano, sonreian, bebian vino en un restaurante con terraza, eran felices y, por el fondo y el entorno, debian de estar en las inmediaciones de una playa de alguna de las islas orientales. El tipo era mas bien apuesto, de cabellos castanos y rizados y hermosos ojos que tiraban al gris. El afeitado perfecto, la nariz y la boca hechas de encargo, la ausencia de marcas visibles y hasta el polo color violeta hicieron a Eladio sospecharle una vida mas o menos confortable, sin demasiados contratiempos fisicos o economicos, unos padres orgullosos de haber criado a aquel muchacho tan guapo y agradable. Monroy dejo de mirar la fotografia un momento antes de que el movil entrara en hibernacion. --Se llama Diego --dijo Sonsoles. --?Y que le pasa? -- E s o e s l o q u e q u i e r o s a b e r.

  • Harry Potter. La Coleccion Completa de J. K. Rowling

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    Harry Potter es una heptalogia de novelas fantasticas escrita por la autora britanica J. K. Rowling, en la que se describen las aventuras del joven aprendiz de mago Harry Potter y sus amigos Hermione Granger y Ron Weasley, durante los siete anos que pasan en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechiceria. El argumento se centra en la lucha entre Harry Potter y el malvado mago Lord Voldemort, quien mato a los padres de Harry en su afan de conquistar el mundo magico. Desde el lanzamiento de la primera novela, Harry Potter y la piedra filosofal en 1997, la serie logro una inmensa popularidad, criticas favorables y exito comercial alrededor del mundo. Para diciembre de 2007, se habian vendido mas de 400 millones de copias de los siete libros, los cuales han sido traducidos a mas de 65 idiomas, entre los que se incluyen el latin y el griego antiguo. El septimo y ultimo libro, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte fue lanzado mundialmente en ingles el 21 de julio de 2007, mientras que en espanol se publico el 21 de febrero de 2008.

  • Perdon de Ida Hegazi Hoyer

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    Habia una cama en la acera. Desde el cruce al final de la calle, se veia que habia una cama delante de nuestro portal, alguien que se estaba mudando al bloque, o del bloque, algo que cortaba el paso. Pero hasta que estuve muy cerca, hasta que ya estaba entrando, no vi que era nuestra cama, que eran nuestro edredon y nuestras almohadas, y que todo parecia una instalacion en medio de la calle, visible de pronto, quiza por fin, bajo la luz adecuada. Era festivo, ya casi verano, llegue a casa y nuestra cama estaba en la calle. La habias hecho. El edredon estaba bien doblado, las almohadas sin huellas de cabezas y la colcha, que en realidad nunca usabamos, tendida sobre el cabecero. Un corte de la noche eternamente interrumpido. Es probable que me detuviera, que sintiera un espera, un para, no subas. Y hacia calor, era mediodia, el cielo estaba en llamas. Subi una planta. Dos peldanos, dos pasos, luego el resto de la escalera. No habias dejado la puerta abierta. Habias echado el pestillo. Y eso no lo olvidaria nunca, sabias que yo era la unica que tenia llave. La perra salio corriendo. En cuanto abri la puerta, salio disparada. Y entonces vi. Y entendi. Tus fotos, nuestras fotos, ya no estaban colgadas en la pared. Los rascacielos estaban en el suelo, dandome la espalda, dos marcos blancos. Este era el aspecto que tenia la habitacion: la ventana estaba cerrada y las persianas bajadas. Las puertas de los armarios cerradas, las lamparas apagadas y, en medio del cuarto, donde tendria que haber estado la cama, una silla de la cocina volcada. No habia ruidos ni aire que se dejara respirar. Eran las doce del mediodia. No me acerque a ti. Pero entre en la habitacion. Di un rodeo a lo largo de las paredes, hacia la ventana, hacia el dia. Subi las persianas, abri la ventana y podria haber saltado, no habria pasado nada, al fin y al cabo nuestra cama estaba abajo, a mis pies, situada con precision para las caidas. Pero no salte, senti arcadas, eso fue todo lo que consegui, una infima gotita de bilis que cayo a los pies de nuestra cama, luego respire profundamente, una vez, y sali corriendo. Fue la ultima vez que te vi, al pasar note que no olias a nada y, cuando llegue abajo, cuando sali, la calle era otra y el cielo habia cambiado, las casas se habian ladeado y los tejados estaban a punto de derrumbarse, los arboles galopaban, los coches eran de otro mundo y las personas, todas las personas, ya no eran humanas. No tenia adonde ir. Me tumbe bajo el edredon y me deje sentir lo que quedaba de ti y de nosotros. Me tumbe bajo nuestro edredon, en la cama que estaba en la calle bajo el cielo devorador y supe, ya, que siempre veria distinto aquel cuarto. La otra habitacion: la ventana esta abierta, la lampara de la mesilla encendida. Llego a casa medio dia antes. Son las doce de la noche. Estas durmiendo en la cama. O te has acostado y te vas a dormir. O estas en el bano cepillandote los dientes. O estas en el salon viendo la tele. O estas sonando. Estas caliente. Tienes un calor. Estas dormido en la cama. Me tumbo a tu lado. 2 La primera vez que te vi, acabe completamente desnuda. Estabamos junto al mar, era verano o finales de primavera. Fue dos anos antes, al final de la tarde, y la luz se alargaba. No recuerdo con quien habia ido, pero en ese momento estaba sola, paseaba por la orilla y habia mas gente, gente comiendo, gente cantando en competicion con las gaviotas, y yo paseaba por la orilla, sintiendo la arena hundirse bajo mis pies, con el sol de frente, diez mil flechas sobre el mar de brillos. Cuando te vi, todo desaparecio. Tu tambien estabas solo. Sentado mas adentro, mas alejado del agua. No vi lo que hacias, no vi si leias o dibujabas o escribias, pero mas tarde me contaste que pensabas, que era eso lo que hacias, que habias ido al mar a filosofar y que entonces llegue yo, y esta fue nuestra historia, el unico comienzo. Te vi y acabe completamente desnuda. Te vi y, que quede claro, yo te vi primero. Estuve un buen rato mirandote. El agua me llegaba a la mitad de las pantorrillas y estaba fria, pero tu dabas la impresion de ser un mundo mas calido. No porque tuvieras una belleza extraterrenal, ni una tranquilidad inquietante, ni un flirteo incomodo, no tenias nada de todo eso. Pero te atrevias a estar presente sin entablar ningun contacto con nadie. Estabas tan solo... y eras lo mas hermoso que habia visto en mi vida. Y cuando me miraste, cuando me viste, debiste de verme negra y sagrada al mismo tiempo, fue como si asumieras y descartaras en una sola y unica mirada. Entre nosotros se extendian todas las personas. Entre nosotros se extendian los gritos, la arena, las piedras y las voces. Y no pense, ni un solo pensamiento me cruzo la mente, no vi todos los ojos que habia ante mi, sencillamente me desvesti. Para ti. Me solte la goma del pelo, me arranque la ropa y me plante frente a ti, frente a ese mundo sin amo que se extendia entre nosotros, y tu te levantaste y viniste hacia mi, habia un aplauso en las olas. Viniste hacia mi y yo estaba de pie en el agua y no desviaste la mirada y no desvie la mirada y eras alto y flaco y yo era baja y estaba desnuda y tenias veinticinco anos y yo veinte y bajaste hasta el agua y pisaste mi ropa y yo permaneci inmovil en la tremula luz. Jamas volveria a ver nada parecido. Levantaste la piedra mas grande que encontraste. Estaba medio hundida en el agua, a mis pies, y debia de pesar como un hombre joven. Pero lograste levantarla y llevartela al pecho, aunque te temblaron los brazos y, al pasar a mi lado, me miraste, hasta muy abajo, y pasaste tan cerca que pude oler tu sal, y supe que procedia de algo limpio. Olias exactamente como debias, llevabas vaqueros y te adentraste en el agua, despacio, con aquella piedra enorme, mientras el agua iba subiendo, mas adentro, mas arriba. No llegaban ruidos de tierra. Habia silencio en las masas. Y cuando el agua te llego a las caderas, te paraste, y con el mar hasta el vientre, me esperaste, y cuando llegue, tenias los brazos rojos. Estabamos de pie en el mar. Estabamos de pie en la luz. Tu eras alto y flaco, yo era baja y estaba desnuda, y arrojaste la piedra mas grande del mundo. Y lo hiciste por mi. Y aunque no llego muy lejos, tampoco se trataba de eso. Despues nos quedamos sentados en la hierba, teniamos frio, no dijimos gran cosa. La basura flotaba en el borde del agua, casi todo el mundo se habia marchado, y entonces me rodeaste con el brazo y dijiste: Soy realista y de ciencias, y lo dijiste con una sonrisa y no tuve nada que replicar a eso. Yo trabajo en una guarderia, dije, y retomamos el silencio. Estabas manipulando un sedal y yo simulaba no fijarme en lo que hacias. En lo grandes que tenias las manos. En lo largas que tenias las pestanas. En como se te abria la boca cada vez que mirabas mar adentro, como si anoraras algo, como si te inventaras algo. Estabamos muy pegados el uno al otro. Tambien la piel tiene un lenguaje. Al montarnos en el ultimo autobus, ya eramos novios. Al bajarnos, me diste el anillo. Ya no hay ni un tu ni un yo, me dijiste, y tuve la certeza de entender a que te referias. Habias trenzado el sedal para formar un circulito que me pusiste en el dedo. El anular izquierdo, vena amoris, llega directamente al corazon, me susurraste. Era un anillo de sedal transparente, firmemente trenzado y de puntas afiladas, y despues de ponermelo, lo ajustaste y le hiciste un nudo. El sedal de pesca es lo mas fuerte que hay, me dijiste, y luego lo cortaste con los dientes. Te metiste mi mano entera en la boca. El sol estaba desapareciendo y la sal ya empezaba a picar sobre la piel. Note enseguida que era un anillo incomodo, un anillo que iba a molestarme, pero tu decias que era fuerte, mas fuerte que el oro, mas fuerte que la sangre, que ya no habia ni un tu ni un yo. Este anillo no se rompera nunca, esas fueron tus palabras y tuviste razon. Asi fue como nos prometimos, con un sedal. Y recuerdo aquel dia. Recuerdo como nos hicimos mayores el uno al otro. Como insistimos en no ser una casualidad. La primera noche. Las primeras palabras que siguieron. Como ya nada parecia casual.

  • El Don de la Diosa. La Redencion de Arantxa Comes

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    Un mundo amenazado por una Diosa. Una sociedad sometida y dividida por ideologias.

  • Mi error fue no ser yo misma. Parte 1 de Moruena Estringana

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    Allison Wharhol es una joven muy hermosa perseguida constantemente por la prensa y admirada por todos. Ella eligio esta vida para salvar a su padre de la ruina y poder hacer realidad el sueno de su progenitor, pero, a ella, esta situacion le ha costado la libertad.

  • En el jardin de ayer de Niko Montemer

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    <> es un cuento para jovenes y adultos sobre la imaginacion, el temor, la alegria y la pureza del amor; y sobre el impacto magico que pequenos gestos producen en el tiempo.

  • La mentira que nos unio de Rose Days

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    Madeleine no penso dos veces cuando la casamentera del Londres le consiguio matrimonio con el unico heredero del conde de Yorkshire. Esa boda era muy importante para la joven, por muchos motivos.

  • Mo Vikingr de Angy Skay , R. Cherry

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    Egil Thorbransson, un vikingo de los pies a la cabeza, hijo del Jarl Thorbran, de la aldea de; Rygjafylki. Tras la perdida de su madre, y el fuerte sentimiento de repudia que se creo en su interior, Egil tuvo que permanecer junto a su gente, hasta que ella aparecio.
    Gala, una mujer de cabellos rojizos como el fuego, fuerte, tan salvaje y delicada a la vez, como la mismisima Freyja, hara que Egil pierda la cabeza, arriesgando su propia vida.
    Sobre ellos se cernira la profecia de la volva, pero hasta que el cielo no se tina de rojo y la sangre caiga del Valhalla, nada ocurrira. Raudharr, la hechicera de Arnar, creara dolor y sufrimiento, haciendo que tras el lloro de Freyr este marche, dejando atras a la criatura que nacera, y al que los dioses protegeran.
    Mo Vikingr es una novela en la que la mitologia nordica predomina en todo su apogeo, mientras un amor arriesgado y complicado surge entre sus protagonistas.

  • Hasta cuando volvamos a encontrarnos (La rendicion de un libertino 3) de Laura Merce

    https://gigalibros.com/hasta-cuando-volvamos-a-encontrarnos-la-rendicion-de-un-libertino-3.html

  • La justicia de los invisibles 1 de Joaquin Euler

    https://gigalibros.com/la-justicia-de-los-invisibles-1.html

    La Justicia de los invisibles. Sin Salida (Libro I)

  • Devuelveme la luna de Elena Moreno Scheredre

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    No importa si alguien oso prometerte la luna y le creiste, lo importante es descubrir que nadie puede darte aquello que no posee.Al destino se le puede esquivar, pero el corazon siempre te encuentra.

  • La Curandera de Carlos Valdelagua

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    Francisca, curandera y orgullosa de serlo, no tiene problemas viviendo de la mendicidad, el engano, y sus trucos de adivinacion. Y aunque la Inquisicion esta empezando a mostrar signos de decadencia, cualquier sanadora podria ser acusada de brujeria.

  • El amor esta en la toalla de al lado de Christian Martins

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    La vida de Beca se desmorona cuando Jorge, su marido, le pide el divorcio.
    Beca no sabe como salir adelante, ni como enfrentarse a la realidad, ni que sera de ella si no consigue recuperar el amor de Jorge.
    Pero entonces conoce a Marcos. Marcos es especial, diferente. Le gusta el mar, cree en el amor a primera vista y no cree en las casualidades.
    Y ella. ella esta convencida de que el unico hombre capaz de proporcionarle estabilidad es el padre de su hija, Jorge.
    ?Recuperara el amor o lo volvera a encontrar

  • Buenos Aires Noir de Varios Autores

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    Una antologia de cuentos policiales que transcurren, cada uno, en un barrio de Buenos Aires. Un recorrido por la ciudad de la mano de autores como Claudia Pineiro, Gabriela Cabezon Camara, Pablo De Santis, Ines Garland, Ernesto Mallo, Ariel Magnus, entre otros.

  • Mi medio limon de Carlota Laupani

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    La vida de Alicia es casi perfecta. Tiene un trabajo que le encanta, una casa preciosa, una hermana pequena a la que adora… si no fuera por su mala relacion con su madre y su aversion por las relaciones sentimentales, su vida seria completamente idilica. Sin embargo, cuando, de un dia para otro, se queda sin trabajo, todo cambia. Su mundo se viene abajo y no sabe como solucionar sus problemas. Hasta que conoce a Alex, un guapisimo camarero que la ayudara a salir del pozo en el que
    se encuentra.
    La quimica entre ellos es brutal, pero Alicia no esta por la labor de perderse en una relacion.
    ?Podra Alex hacerla cambiar de parecer?
    Y sobre todo, ?podra hacer que vuelva a creer en el amor?

  • Mi amigo invisible de Guillermo Fesser

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    Con la mezcla de cotidianeidad y surrealismo que le ha convertido en un referente del humor contemporaneo en Espana, Guillermo Fesser hace en esta novela una version 2.0 de La tesis de Nancy, la cara B de su best-seller A cien millas de Manhattan. Su protagonista, Ingelmo, es un autor en crisis, incapaz de enfrentarse al reto de escribir su segunda novela tras el moderado exito de la primera. A su crisis creativa se le suma un tsunami vital y matrimonial que el personaje va desgranando en primera persona. Por si esto no fuera ya lo suficientemente complicado, nuestro heroe tiene que soportar todo el dia los sermones que le suelta Agenjo, su amigo invisible. Cuando Ingelmo piensa que no podra soportar mas dosis de neurosis al cuadrado y de surrealismo al cubo, Agenjo le hara una propuesta que no podra rechazar.

  • Alex Maravilla. Y la Hija de su Mejor Amigo de Isabel Conde

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    De joven era un bala perdida. Alcohol, motos, sexo y una decepcion para mi familia. Me gradue en administracion y direccion de empresas de rebote, entre resacas y noches de juerga, solo para que a mi madre no le diese un infarto.

  • Mala Coincidencia de Miki Russo

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    Termine de redactar el mensaje, adjunte el archivo con el presupuesto y le di enviar al correo electronico. Acto seguido cerre mi laptop y cogi el abrigo tan rapido como pude; el reloj marcaba las seis y treinta de la tarde y la reunion de padres era a las siete en punto. Corri al metro y, de pura buena suerte, llegue a la escuela cuando los apoderados ingresaban al salon. Me apresure porque no queria ser la ultima en entrar, pero accidentalmente choque contra un hombre de traje gris que iba hablando por celular. --Perdon --me disculpe. --Fijese por donde camina, senora --me gruno. Me dio una mirada de desprecio, se sacudio el saco donde lo habia tocado y continuo hablando. Era extrano: jamas lo habia visto en las reuniones anteriores, en los cuatro anos de secundaria, y eso que Melisa, mi hija, habia estado siempre con los mismos companeros. Tome asiento y puse atencion porque en el ultimo ano habia muchas cosas de las que hablar; la graduacion, el viaje final, los test vocacionales que ayudarian a los chicos a decidir que hacer con su futuro y un monton de asuntos mas. Al terminar la sesion, Franco, el profesor, alzo la voz. --Necesito que se quede un momento, senor FitzGerald --anuncio. El hombre del traje gris, aquel desagradable sujeto con quien me tropece en la entrada, puso una expresion de ira y se detuvo. Bingo, el era el padre cuyo hijo seguramente seria un problema y por eso debia quedarse tras la junta. Cuando pase junto al maestro no dudo en alabar a mi pequena. --Maya, digale a Melisa que le fue muy bien en el examen de geometria --sonrio. --Claro que se lo dire --le devolvi la sonrisa. Me despedi de las demas madres y sali triunfante, porque Melisa era una de las mejores estudiantes y tenia una conducta intachable, asi que jamas recibia quejas por ella, solo felicitaciones. 2 Llegue a casa cerca de las nueve de la noche. Me encontre a Melisa sentada en el sofa frente al televisor; apenas me vio entrar se levanto y corrio a la cocina a encender el microondas. Dos minutos mas tarde me servia un suculento trozo de pizza napolitana, mi favorita. --?Como estuvo todo, mama? --pregunto, bajandole un poco el volumen al televisor. --De maravillas --respondi, tragando mi pizza. --?El profesor Franco se quejo de mi? --Muchisimo --bromee, arqueando una ceja--. Dijo que tu examen de geometria esta excelente. --Y eso que casi no estudie --alardeo. --Engreida --resople, dandole un pellizco en la mejilla. Charlamos un rato, mientras limpiabamos la casa, y a eso de las diez Melisa me dio un beso en la mejilla y se fue a su cuarto. Le gusta leer un rato antes de dormir, asi que cogio su Kindle que se cargaba sobre la mesita lateral y se la llevo a su cuarto. Melisa y yo somos solamente las dos, ella es mi razon de vivir y por eso me gaste un dineral en comprarle el Kindle, una buena laptop y su movil, cosas que jamas me pidio pero que yo crei que de sobra merecia. Es una excelente hija, carinosa y atenta, ademas de una estudiante de primera ?Que mas puede pedir una madre? Ella es perfecta para mi. La que ha cometido los errores he sido yo. A los quince anos me enamore de un chico y el dijo sentir lo mismo por mi. A los dieciseis nos hicimos novios y a los dieciocho, poco antes de graduarme, supe que estaba embarazada. Mi novio fue aceptado en una universidad al otro lado del pais, a donde se marcho con sus padres. Me prometio que me ayudaria, que estariamos juntos para siempre y que se pondria en contacto conmigo apenas se instalara en su nuevo hogar, pero... no volvi a saber de el. Al principio puse mis esfuerzos en buscarlo, pero al cuarto mes mis padres supieron de mi estado y se volvieron locos de ira. Me echaron de la casa, unicamente con un bolso con ropa y un par de libros bajo el brazo. Habia arruinado mi vida, dijeron, ya no podria ser una profesional ni viajar por el mundo como era mi sueno. Mis notas en la escuela eran excelentes, pero no pudieron ayudarme cuando me vi sola en el mundo. A duras penas llegue donde mi abuela paterna, que vivia a cien kilometros de mi antigua casa. La veiamos poco porque no se llevaba bien con mi madre, pero apenas estuve de pie en su puerta, asustada y con una criatura creciendo en mi interior, me sonrio y me hizo pasar. Claro, una vez que mis padres supieron que ella me recibio dejaron de hablarle y no volvieron a hacerlo nunca mas. Yo era la verguenza de la familia y ella la traidora que le tendia la mano. Trabaje limpiando casas en un condominio hasta que estuve muy gorda para continuar, entonces tuvimos que vivir de mis escasos ahorros, de la pension de mi abuela y de la venta de algunos muebles y electrodomesticos, que ambas fingiamos no necesitar. Cada noche lloraba pensado en mi novio, que seguia sin volver, hasta que una madrugada en medio del llanto comenzaron las contracciones. Mi abuela pidio ayuda a algunos vecinos y me llevaron hasta el hospital, donde una manana de primavera nacio mi pequena Melisa, una preciosa criatura de piel clara y ojos verdes, quien me devolvio la alegria y, de paso, me ayudo a resignarme y asumir que su padre no regresaria jamas. Durante los primeros dos anos de Mel continue trabajando aseando casas, hasta que mi abuela aparecio un dia con una inscripcion para el examen de seleccion universitaria. --Ya has perdido mucho tiempo --suspiro--. Tienes que estudiar una carrera. --Pero Abue, no podemos pagar una universidad --dije triste. --Lo solucionaremos --sonrio. --Pero Melisa esta muy bebe y... --!Basta de peros, Maya! --exclamo--. Yo cuidare a la nina, tu preocupate de estudiar para el examen. Y lo hice; en cada rato libre que tuve, por las noches y temprano antes de ir a trabajar, estudie duro para el examen, y al publicarse los resultados supe que habia quedado aceptada en la universidad nacional, tenia una beca de gratuidad de carrera y, como si fuera poco, me daban un trabajo en el campus, en labores administrativas. El sueldo era escualido pero en mi caso era una ayuda celestial. Despues de ocho semestres de sacrificio, donde estaba todo el dia en la universidad mientras mi abuela cuidaba a mi hija, obtuve mi titulo de disenadora de interiores y ambientes. En aquella epoca Melisa ya tenia casi siete anos y mi abuela rondaba los ochenta, pero seguia manteniendo intacta su energia, esa que le permitia cargar a su bisnieta a caballo sin mayores inconvenientes, a pesar de mi oposicion ante esos juegos para los que claramente ya no estaba en condiciones. Consegui empleo en una oficina de decoracion de departamentos y, por primera vez, comence a recibir un sueldo digno, lo que nos permitio darnos pequenos lujos, como reponer los muebles que habiamos vendido en aquellos dificiles anos. La vida comenzo a sonreirnos, ya que por fin tenia un trabajo fijo. Tambien por primera vez pude celebrarle un cumpleanos a mi hija, el numero nueve: invito a sus amiguitos del colegio, comimos pasteles y dulces y recibio muchos regalos. Incluso contrate un servicio de juegos inflables y un malabarista. Fue el cumpleanos perfecto, el que ella siempre recordaria. Por la noche, al marcharse los invitados, mi abuela me pidio que terminara de ordenar sola, porque se encontraba cansada. Me parecio rarisimo, pues jamas antes se quejo de cansancio. Dos dias despues, un frio lunes, el autobus recogio a Melisa para llevarsela a la escuela y yo fui al cuarto de mi abuela. Ahi estaba ella, metida en la cama, demacrada. De inmediato tuve un mal presentimiento y llame a la oficina avisando que no podria ir. Volvi a su habitacion, me sonrio y me pidio que me acostara a su lado. --Abue, deberiamos ir al doctor... --sugeri. --No, Maya, no estoy enferma --contesto--. Simplemente llego mi hora. Nos cogimos de la mano y durante horas charlamos, recordamos esos anos de vida en comun, nos reimos de algunas anecdotas y llore cuando note que comenzaba a despedirse de mi. --No llores, May, la muerte es parte de la vida --me consolo. --No quiero que te mueras... --Estaran bien --tosio--. Ahora abre el armario y trae la caja que esta al fondo. Obedeci; del closet cogi una caja de carton roida por la humedad y la puse en la cama. A una sena suya la abri y vi que su interior estaba lleno de fotos: de ella, de otros familiares, mias y de Melisa. --Tu y Mel le han dado luz a la existencia de esta pobre vieja, asi que esta es tu herencia -- hablo firme--. No son solo las fotos. Busca abajo. Debajo de las fotografias habia una carpeta verde y en su interior estaba su testamento, donde me nombraba unica heredera y, por tanto, duena de la casa. --Vende la casa y mudate a un barrio mejor. No te daran mucho dinero, pero de algo te servira. No estuvo muchos minutos mas conmigo. Ya nos habiamos dicho todo lo que necesitabamos, nos habiamos despedido de la forma mas tranquila y carinosa posible. No queria que Melisa la viera muriendose, por eso dejo de respirar antes de que la nina volviera de la escuela. La agitacion de los dias siguientes a la muerte de mi abuela fue enorme. Tanto el velorio como el funeral fueron muy concurridos, por vecinos y otras personas que apreciaban a mi Abue, pero ningun familiar asistio. Sus hijos la habian abandonado por completo, sus hermanos estaban muertos y su unica familia eramos mi hija y yo. Durante algunas semanas pense en sus palabras sobre vender la casa, lo que me causaba una pena enorme; esa no era solamente una casa, habia sido nuestro hogar en aquellos anos que fueron los mejores y los peores de mi vida. Pero ella, siempre tan sabia, tenia razon, el barrio ya no era el mismo de antano y lentamente se habia contaminado con delincuencia y drogas. No era el mejor lugar para una madre soltera y su hija pequena. Puse un anuncio y rapidamente logre vender la casa de mi abuela. Fue triste, pero eran sus deseos. Con la mayor parte del dinero pague el pie para una casa mas bonita y moderna, en un vecindario seguro, cuyo dividendo, pactado a treinta anos, pagaba mes a mes sagradamente. No era lujosa, pero si muy acogedora. En la oficina donde trabajaba conoci a Claudia, una chica casi de mi misma edad y de la misma profesion y nos hicimos buenas amigas. Durante mucho tiempo hicimos planes, medio en broma medio en serio, de abrir nuestra propia agencia de decoracion de ambientes... hasta que lo hicimos. Nos lanzamos a la piscina, pedimos un credito de emprendedores en el banco y nos asociamos. No nos podemos quejar, porque las cosas resultaron bastante bien, aunque en base a muchisimo esfuerzo. Con treinta y seis anos habia conseguido vivir en completa paz junto a mi hija, que gracias al cielo era una buena chica. Y, sobre el estante junto a la escalera, nos observa la fotografia de la mujer que lo hizo posible... mi amada Abuela.

  • La memoria secreta de las hojas de Hope Jahren

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    La memoria secreta de las hojas no es solo un libro, es el fascinante debut de una mujer consagrada a la ciencia, el retrato conmovedor de una larga amistad y una exposicion sorprendente del mundo de las plantas que cambiara radicalmente nuestra forma de contemplar la naturaleza.

  • La duquesa ultrajada (Damas poderosas 1) de Noa Pascual

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    El duque de Whellingtton debe proteger a su unica hija antes de morir. Para ello, llega a un acuerdo con el marques de Bristol sellando un contrato en el que el segundo hijo del marques, Duncan St. John, y su hija Penelope, se desposaran a finales de verano, ofreciendoles un tiempo de cortejo; una decision que no es bien recibida por los protagonistas, puesto que ninguno tiene intencion de casarse.
    Sin embargo, la muerte del gran duque trastoca todos los planes, convirtiendo a Penelope en la mujer mas poderosa de las islas britanicas; una mujer que tendra que luchar para llegar a ser la gran duquesa que se espera de ella y poder doblegar a cualquier persona, pues debe proteger sus ducados y no puede amilanarse ante nadie.

  • Asesinato en directo de Mary Higgins Clark

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  • El secreto de Amara de Susana Aguilera Sanchez

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    Amara es una adolescente que siempre se sitio diferente, mas del otro mundo que de este. Quizas es por culpa de su nombre que significa “Eternidad”. La maldita Eternidad que la persigue en cada rincon, en cada dia, en cada momento en que percibe cosas que no deberia, que no son de este mundo y no tendria que saber. Por eso Amara es distinta y todos en casa la rechazan.
    Este verano su padre el ultimo Marques de Aguilas se ha empenado en que pasen el verano en su antiguo Mayorazgo, un olvidado castillo en el valle del Tietar; el lugar mas recondito y alejado de la civilizacion. !Y encima sin cobertura ni wifi! Menos mal que hay un jardinero muy interesante…

  • Con las manos en las bragas de Noelia Medina

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    La expresion <>, al igual que la aburrida existencia de Amber, cambiara el dia que se encuentre a su cunado, el perfecto, adinerado y elegante de su cunado, encerrado en el bano, con el pantalon levemente bajado y masturbandose con una de sus bragas de la noche anterior. Pero claro, la vida de cualquier persona puede cambiar despues de una situacion de tal envergadura. Sobre todo si, minutos antes, brindando con un caro champan, anunciaba que llevaria a su hermana mayor al altar dentro de pocos meses.
    Ella intentara olvidarlo, hacer como si nada hubiese ocurrido, pero el destino no esta dispuesto a permitir que todo termine ahi, y los envolvera en un excitante, prohibido y peligroso juego.
    Eso si, Amber debera tener en cuenta que, en todo juego, por mucho que el azar este de tu parte, siempre hay un jugador que destaca en estrategia

  • Diluvia en Madrid de R. Freire

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    Una sola realidad. tres formas distintas de verla y sentirla.
    Entre tres, las posibilidades se multiplican, lo sencillo se complica y lo inimaginable puede suceder. Marta, Jara y Candela tendran que aprender que la vida no es el cuento de hadas que les contaron de ninas, que el principe azul no existe y que, a veces, la bruja termina convirtiendose en un personaje dulce y vulnerable capaz de hacer que se tambaleen nuestras mas firmes convicciones.
    “Mis insultos entre forcejeo y forcejeo no hacen sino avivar el deseo que nos sacude a ambas. Mis manos encuentran sus pechos, que me parecen tan duros y majestuosos como imaginaba. Si Newton levantara la cabeza, tendria que reformular su Ley de la Gravedad, que tal vez funcione con estupidas manazas, pero desde luego no sirve para explicar la firmeza de los senos de Jara”.
    “Si ninguna de ellas impide que la bola se haga mas grande. ?debo ser yo la que vele por la estabilidad de su matrimonio?”
    “De repente, las dos nos estamos mirando, y por un segundo tengo la lacerante seguridad de que ambas pensamos lo mismo: si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre como pasar un fin de semana juntas, puede que nuestra relacion este mucho mas deteriorada de lo que nos gustaria asumir.”
    “?Quien decide lo que esta bien y lo que esta mal? ?Como puede la sociedad establecer el modo en que las personas tienen que ser felices? ?Que es lo normal? ?Copiar lo que hace todo el mundo, aunque no te guste? ?Lo normal es ser heterosexual? ?Por que creemos que lo que hace la mayoria es siempre lo mas acertado?”

  • Conviene tener un sitio adonde ir de Emmanuel Carrere

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  • Eulalia de Arlette Geneve

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    En el interior de la cripta cerrada, Eulalia se despojo de las prendas que vestia, y se dispuso a colocarse el vestido que habia guardado toda su vida. Era su mayor tesoro, porque para ella era como la carta escrita con letras de plata y oro que nunca recibio del amor de su vida. Toco la tela, y contuvo un sollozo. El vestido de encaje color perla habia sido disenado para ser muy voluminoso, pero Eulalia habia dejado en su alcoba de Redtower las diversas capas de enaguas que lo acompanaban. Con el vestido en las manos, se permitio recordar el pasado cuando era una muchacha de dieciseis anos completamente enamorada del hombre mas maravilloso del mundo. Habia conocido a Alonso Miguel en una feria de ganado en Sevilla. Su familia gitana vendia caballos de tiro y aperos de labranza. Despues se volvieron a encontrar en el cafe Tarantos, y ese fue el detonante de la relacion que comenzaron ambos. Alonso Miguel la miro la primera vez, y el cuerpo de Eulalia se estremecio de la cabeza a los pies. Todo dejo de existir para ella salvo el hombre misterioso y atractivo que no dejaba de mirarla. Se fijo en su esbelta figura, en su caminar decidido. Era un hombre de reales porque las ropas que vestian era de la mejor calidad que ella habia visto nunca. Eulalia se escabullo hasta el lugar donde se encontraba el, y cuando le susurro si era un angel o una hechicera, Eulalia solo pudo ocultar la mirada y bajar los ojos. Ese fue el comienzo de algo muy especial entre ambos, y que siguieron alimentando en cada ocasion que podian, ya fuese en la feria, en el puerto, o en el Cafe Tarantos. De las conversaciones pasaron a los besos, de los besos a las caricias superfluas, y poco despues a los encuentros intimos que tan feliz la hicieron. Vivio junto a Alonso Miguel momentos unicos e inolvidables, donde no existia la separacion de clases ni de pensamientos. Eran dos personas que se amaban con toda su alma, pero que no podian estar juntas porque la sociedad no lo permitia, ni su etnia tampoco. Para estar mas cerca de el, Eulalia habia convencido a sus padres de que la dejaran visitar a su familia materna de Lora del Rio, y alli, en una vivienda que el duque de Alcazar habia rentado, dieron rienda suelta al amor que se profesaban. Pero todo termino descubriendose. Alonso era un hombre demasiado importante para pasar desapercibido, y, hasta que las murmuraciones y las complicaciones no los alcanzaron, ella ignoraba que estaba enamorada de un duque. Conocer esa verdad no vario ni un apice los sentimientos que seguian naciendo y fructificando en su interior, pero ambos pertenecian a dos mundos muy opuestos: el, a la nobleza, ella, a los gitanos. Despues del amor, vino el desastre pues la familia de Eulalia busco la venganza a la deshonra que ella habia consumado. La apartaron sin contemplaciones del lado de el, y la encerraron en un cortijo en Malaga. Durante semanas, el llanto era lo unico a lo que Eulalia podia recurrir para dar desahogo a su desesperacion, y entonces descubrio que estaba encinta, y cuando hizo calculos, se llevo la mano a la boca porque estaba embarazada de casi cuatro meses. La ilusion y la angustia convergieron en su interior porque conocer esa noticia tan maravillosa podria cambiar su existencia, pero Eulalia se equivoco pues su familia no se atuvo a razones, e hicieron planes para mandarla a la ciudad portuaria de Cartagena. Supo que el duque la buscaba, y que habia hablado con su familia. Llego a saberlo por una de sus primas que se habia compadecido de ella al constatar su embarazo. Tambien fue la que le informo de los planes que tenia su familia para ella, pero Eulalia no pensaba conformarse e hizo todo lo posible por escapar, y lo consiguio. Eulalia trato en vano de ponerse en contacto con el, pero en Silencios le dijeron que se encontraba de viaje. Regreso varias veces, pero el duque estaba ausente, y a ella no le quedo mas remedio que esconderse lejos de Sevilla, y lo hizo en la serrania de Malaga, pero poco le duro la libertad porque su padre y su tio Raimundo la encontraron meses despues. Cuando su padre vio su vientre pronunciado, la miro con tal odio, que Eulalia supo que su vida corria peligro. Trato de escapar de nuevo, y entonces fue cuando la golpearon hasta casi provocarle la muerte. Su padre la maldijo, y la dejo tirada en una zanja en el campo. Alli la encontro su nina Ines, y sin nada mas que el vestido raido que llevaba puesto y empapado en sangre. Eulalia, cuando se recupero de sus heridas bajo los cuidados amorosos de los Velasco, regreso tiempo despues a la zanja donde la habian tirado como a un perro, y rescato el saco que contenia todas sus ilusiones. El hermoso vestido no habia sufrido dano alguno, y ella lo guardo con celo en el interior de un arcon que siempre la acompanaba alli donde iba. Habia pasado mucho tiempo desde entonces. Anos de ilusiones perdidas, porque jamas podria verse frente a un altar acompanada del el amor de su vida. Saco el velo que tenia algunos jirones, tambien la corona de perlas que lo sujetaba. A Eulalia le habian sobrado razones para guardarlo todo porque en el fondo de su corazon siempre habia tenido la esperanza de regresar junto a el, y ser la esposa que perfecta que Alonso Miguel se merecia. Habia secado las flores del unico ramo que Alonso Miguel le habia regalado en uno de sus encuentros intimos. Eulalia habia pretendido engarzarlas junto al que seria su ramo de novia, pero no pudo ser. Se llevo las secas flores a la nariz, e inhalo el poco olor que todavia desprendian. El olor de las flores era seco, como el conjunto de sus ilusiones. Decidio no perder mas tiempo. Se paso el vestido por la cabeza, y se lo ajusto al busto y a las caderas. No pudo abotonarse los ultimos botones de la espalda porque no llegaba, pero no le importo. Se quito la peineta de bronce que sujetaba su cabello, la redecilla, y deshizo el mono prieto. Dejo la pequena peineta sobre el sepulcro de piedra al mismo tiempo que se masajeaba el cuero cabelludo. Que Eulalia guardara una de las llaves de la cripta familiar de los Penword, habia sido toda una ventaja, pues era consciente de que la buscarian en el momento que notaran su ausencia en Redtower, pero en el interior de la cripta, y frente al sepulcro del anterior duque de Arun, nadie la buscaria. Confiaba que Elina O'Brien cumpliera sus deseos y repartiera las cartas que le habia confiado, sobre todo la de el: el hijo de sus entranas que la habia despreciado. Eulalia habia llorado durante horas hasta quedarse sin una gota de liquido en el interior de su cuerpo, pero las lagrimas no habian limpiado su alma ni habian detenido los inmensos dolores que la habian azotado hasta el ultimo de sus cabellos. Dolia tanto conocer la verdad. Dolia tanto el engano infame al que la habian sometido, y precisamente por las personas a las que amaba, a las que consideraba su familia. Eulalia contuvo un nuevo sollozo. Ella habia hecho lo propio, y como gitana que era, habia vengado el agravio vertido sobre su persona. La mujer que habia sido la instigadora de todos su infortunio, estaba maldita, aunque tenia que entregar algo muy valioso para que la maldicion fuera eterna, y para que nada ni nadie pudiera deshacerla. Eulalia guardo las prendas que se habia quitado en un saco de arpillera. No se olvido de la peineta, dejarla sobre el marmol de la tumba del duque era toda una intencion. Aurora la veria, cuando el primer dia de cada mes y como era costumbre, llegara a la cripta familiar para cambiar las flores marchitas por frescas. Se coloco el velo de novia sobre el cabello para ocultar el rostro. Fuera del cementerio tomaria un carruaje de alquiler para que la llevara al lugar que seria su ultimo destino. Sin titubear un momento, Eulalia sujeto el saco bajo su brazo, se despidio del difunto duque, y salio de la cripta en silencio bajo el anonimato del velo. Su intencion era la de parecer una viuda, y penso que lo habia logrado. Fuera del cementerio tomo un carruaje, y le dio la direccion al cochero cuando la ayudo a introducirse en el interior. Llegar hasta el lugar escogido le llevaria unas horas, pero Eulalia tenia todo el tiempo del mundo. No durmio durante el trayecto, y tampoco se permitio el lujo de llorar de nuevo. Todas las lagrimas habian sido ya derramadas, y ahora tenia que cumplir su ultima mision. El cochero la dejo muy cerca de Richmond Bridge. Como era tarde, todo estaba desierto. No habia ni un alma por las calles, ni ella las esperaba. Eulalia habia escogido ese lugar porque lo habia visitado en una ocasion con la Familia Beresford: era un lugar tranquilo y alejado de todo. Lo mas importante, nadie lo recordaria, por ese motivo se habia decidido por ese sitio. Vestida de novia, y con el velo cubriendole el rostro, Eulalia camino decidida. Una vez que alcanzo la mitad del puente, se subio a la barandilla de piedra. Observo durante un momento las aguas que discurrian bajo sus pies. Parecian mansas, pero ella intuia que no lo eran. Inspiro profundo varias veces, pero no por miedo, sino por una cierta vacilacion de ultimo momento. Eulalia habia tomado una decision: iba a saltar sobre las aguas y se dejaria llevar por ellas. Como no sabia nadar, su muerte estaba garantizada. --Yo te maldigo, Maria --susurro entre dientes--. Maldito seas tambien, hijo de mi carne. Que nunca encontreis la paz como no la he podido encontrar yo, y por eso, malditos ambos. Eulalia termino de decir las palabras, y salto...

  • Maldita mi suerte (Suerte 1) de Ana Martin Manas

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    ?Que pasa cuando juntas a dos desconocidos en un viaje alrededor del mundo?

  • Lecciones apasionadas de Debbi Rawlins

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    Gina Ferraro habia crecido en un internado de monjas, pero eso no le habia impedido ver Sexo en Nueva York y aprender varias cosas sobre los hombres. De modo que, cuando fue a la Gran Manzana para visitar a su familia, tenia muy claro que necesitaba a un hombre atractivo que la ayudara a profundizar en su educacion sexual.

  • La doble sorpresa del italiano (Las hermanas Hart 2), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Setenta millones de mariposas (Los Zuccarelli 3) de Mar B. Prat

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    AVISO: No sigas leyendo si no has leido “Sangre de una estrella violeta”

  • Un acuerdo con el Diablo (Una Propuesta casi Indecente 3) de Mia Del Valle

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    Conocer a mi padre a los 18 anos, no significo un trauma. Todo lo contrario, mi viejo supo plasmar su amor y seguridad apenas se entero de mi existencia. Luego que nos mudaramos desde Colonia del Sacramento a la capital, mi vida cambio 180 grados. Claro que cambio para bien. En este lugar encontramos la familia que nos faltaba... antes eramos mama y yo... mas nadie. Pero al encontrar a mi padre, junto a el se agrego un grupo de amigos y familiares extraordinarios... esta Sofia su esposa, una joven y simpatica mujer que puso el mundo de mi padre patas para arribas y en parte el mio tambien. Esta Leopoldo... mi abuelo, un personaje digno de ganarse mi carino y respeto al instante, gran companero de charlas y excelente consejero. Junto a ellos se unieron mas personas que me adoptaron desde el lado del carino... Diana y Nicolas <>, mis tios Federico y Victoria, Mario que es el tio de Victoria, Lechuga y Lola <>, en fin... un grupo de seres que me envolvio en su calidez y nos hicieron sentir en casa desde el vamos. Pero desde la muerte de mama nada me hace feliz. Desde ese momento el vacio inundo mi vida. Se que tengo a mi familia y amigos. Pero me falta ella... mi madre. La mujer que me dio la vida... que me cobijo en su pecho, la que seco mis lagrimas, limpio las raspaduras de mis rodillas y lleno con besos la falta de otras tantas cosas que no teniamos. --!Dios! ?Por que me la arrebataste tan pronto? No me dejaste cumplirle su mayor sueno... verme felizmente casado y darle un nieto. Aun revivo ese fatidico dia una y otra vez. Creo que fue en ese momento cuando ocurrio un quiebre en mi vida y desde entonces me encuentro enojado con el mundo, con la vida y sobre todo con Dios. --Juan tenes que venir pronto... es mama. --?Que paso con ella?… ?esta bien? --Si, pero veni a casa rapido hijo, la estamos por trasladar a la clinica nuevamente. --Ya salgo para ahi papa. Tomo mi saco y las llaves de mi coche. --Serena... me tengo que ir ya. Mi vieja se descompuso otra vez. Apaga mi computador y cancela toda la agenda del dia de hoy y de manana. Hay veces en que no se que haria sin Serena, mi asistente, mejor amiga y pilar fundamental en mi vida desde que me mude a la capital. Mi amiga me toma por las mejillas, besa mi frente y susurra... --Todo va a estar bien. --No se que hacer nena... estoy agotado. Es tan doloroso, que hay veces que creo que me desgarro por dentro. --Ahora anda tranquilo --susurra Serena --que tu madre te necesita... y manana si queres y podes... nos tomamos unos tragos a la salida. ?Te parece? --?Noche de mojitos un martes?… ?segura? --reimos. --!Claro que me parece amigo! Recuerda que los mojitos son terapeuticos y antibacterianos... ideales para combatir tristezas, problemas del corazon y dolores de garganta --. Guina su ojo, me ayuda a colocar el saco y me despide de nuestra oficina. Subo al ascensor, si bien son cuatro pisos nada mas, hoy no estoy de animo para cumplir con mi actitud deportista de ir siempre por las escaleras. <> Salgo a la calle con la familiar sensacion de opresion en el pecho. Las lagrimas se niegan a salir, provocando un efecto de falta de aire. Garcia me acompana como de costumbre hasta la puerta, y palmea mi espalda antes de continuar con su tarea... <> Camino tres cuadras hasta el estacionamiento, en el cual mi coche espera las horas que me encuentro en la oficina. La cabeza me va a mil. Pienso que tengo que hablar con el medico personalmente. !Me niego a creer que no se pueda hacer nada mas! <> Subo a mi coche, enciendo algo de musica y salgo a la claridad del dia. Esta me ciega por un instante. Veo que el mundo continua girando, las personas viviendo, y me siento mas solo que nunca, con mas furia y ajeno a todo. Se que no es normal que tenga ese rencor con el mundo. Pero no lo puedo evitar. No dejo de pensar que entre tantos seres despreciables que habitan el planeta tierra, Dios eligiera a mi madre. !Justo a ella!, el ser con mas corazon que jamas vi en mi vida, magnanima y amorosa. Solo su olor... <> es un balsamo de paz para mi. --!Mierda! --grito y golpeo el volante. Necesito un psicologo. Pero no caere en manos de Sofi, se que en cada charla con ella y con mi padre, soy analizado, pero me niego a terapia de divan. No lo hare. Jamas. Tres... cuatro, cinco semaforos en rojo. Estoy que reviento de bronca. No puede ser... cuando estoy apurado, !la gente se mueve extremadamente lento! Inutiles de mierda. Cambio la melodia que suena en el mp3 y comienza una del grupo "Las pastillas del abuelo" pienso en lo peculiar de ese nombre, y comienza una suave melodia, la que provoca que, preste atencion a su letra y calmar a mis demonios por al menos un instante. Sabes que no sueno con vos al dormir, No es bueno sonar con los angeles de hoy. Sabes que miento siempre que hay una buena ocasion. Tambien sabes que un consejero me dijo "hecho el amor, hecha la trampa" y al pie de la letra sigo ese consejo cruel. "El que no arriesga no gana" dijiste, "el que arriesga puede morir por amor" te dije, y comprendiste que no iba a ser yo. El que cubra tu cuerpo en noches de frio. El que te regale rosas sin espinas, El que aparte de ser sexo sea un amigo, El que derroche... amor en cada esquina. Me gusta... pienso. Dulce y acida, creo que aplica en mi vida. Desde mi ultima relacion seria, me prometi que ya no mas. Las mujeres de hoy, solo quieren comodidad, un respaldo, y ser tratadas como princesitas... !un sponsor! Definitivamente no soy el principe azul de los cuentos infantiles, si me tuviera que identificar con alguno de los integrantes de los cuentos... creo que podria ser el ogro Shrek o el lobo feroz de Caperucita. No el principe. !Nunca el principe! Finalmente llego al edificio donde vive mi madre, y en el departamento superior mi padre con Sofia y mi hermanita Sol. Con la enfermedad de mama debilitando dia a dia su salud, Sofia en un admirable y noble gesto, indico que la queria cerca. Ellas se hicieron muy buenas amigas en cuanto se conocieron, y cuando nacio Solcito, Sofi encontro en mi madre una consejera y fiel amiga. Ellas dos junto a Victoria se hicieron inseparables, muchos no entendian esa relacion tan extrana entre la ex y la actual mujer de mi padre, pero para ellos era algo muy normal y poco les importo el que diran. Mudaron sus pertenencias al departamento que se encontraba libre, un piso por debajo al de ellos. Mi pequena hermana Sol saltaba de alegria por tener a su titi cerca. Sol es el fruto del amor entre mi padre y Sofia, y es la luz de mi madre. Una chispa de alegria y amor en este dificil momento. La pequena diablilla de dos anos y medio, adora pasar horas con ella. --Tia Anita... me "leyes" un cuento --. Acostumbra decir. --Leer --la corrige mama, y ambas rien cuando la pequena imita su tono de voz... "Leeeer" Subo hasta su piso, y nuevamente me falta el aire. !Sensacion de mierda! Siempre lo mismo. Contener las ganas de arrodillarme y depositar mi cara en su regazo para llorar. Se que no puedo. Se que soy un hombre de 29 anos que debe tragar sus lagrimas para no preocupar mas a su madre. Pero me cuesta. Es como subir una pendiente al rayo del sol. Se me seca la boca, mi frente transpira, mi corazon late a mil por horas y mis ganas de resignarme al agotamiento son fuertes. Tomo aire y entro en el departamento. El olor que hay de antisepticos y alcohol no se ira mas de mi memoria. Es nauseabundo y triste. ?Hay olores tristes?… si, este lo es claramente. No hay olor a hogar... nada de aroma a pan recien horneado ni a lavanda, como lo habia antes. No. Solamente olor a hospital y muerte. Penumbras y silencio. Sofia sale a mi encuentro con una cara que no me gusta nada. Ella siempre tiene una sonrisa para mi, y palabras positivas. Pero esta vez su cara muestra algo que no me gusta nada... en ella denoto ?compasion? --?Donde esta Sofi? --En su dormitorio Juani. No se encuentra bien. El doctor no sabe si trasladarla o no. Ya no quiere hacerla sufrir mas. En este momento le esta pasando un calmante. <<"Ya no quiere hacerla sufrir mas">> Esas palabras !no!... !esas putas palabras no por Dios!, las cuales desee no escuchar nunca, estaban sonando. !Mi mama!… !mi viejita linda! --!Noooo! --grito con furia. Sofia con cara de preocupacion toma mi mano entre las suyas. Y habla con firmeza.

  • Insondable de Joaquin Serrano Diaz

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    Transcurre el ano 1491. Dragan, un adinerado buscador de reliquias que intuye su final inminente a manos de mercenarios, le entrega tres pequenas cajas de alabastro a Victoria, su hija adolescente, apercibiendola de que en su interior esconden el fruto del trabajo de toda su vida, y que de su custodia dependera la de ella.
    Una de las cajas contiene un arcano del Tarot.
    Otra, fragmentos de un poema de caballeria.
    La siguiente esta vacia.
    Antes de huir a traves de un oscuro pasadizo subterraneo, su padre le da un ultimo consejo:
    <>

  • Un amor de emergencia de Aitor Ferrer

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    Cuando conoces a esa persona de la que te enamoras, te hace sentir completo, que todo lo tienes, que sereis felices para siempre, que, como dicen en los cuentos, comereis perdices, y llegado el momento de afianzar la relacion lo haces. Te lanzas a la piscina, compras el anillo mas bonito que has visto en tu vida, te arrodillas despues de una cena en plan sorpresa y haces la pregunta que cambiara tu vida y la de esa persona, para siempre. --Celia. ?Quieres casarte conmigo? Esa, esa fue la pregunta que, cuando tenia treinta y un anos, cambio mi vida. Celia y yo nos casamos un ano despues, con la ilusion de sabernos enamorados el uno del otro, con el amor flotando en el aire y las ganas de formar una familia. Eso, al menos, es lo que yo pensaba. Siempre nos habia ido bien, desde que nos conocimos ya no pudimos volver a separarnos, en palabras de nuestros amigos, eramos la pareja mas envidiada del grupo. La boda fue preciosa, la luna de miel donde ella siempre habia sonado, Holanda, la casa que compramos, la de sus suenos... Todo era idilico, aquello que imagine cuando me decidi, despues de algun tiempo juntos, era lo que queria. Y a ella, a Celia la amaba como nunca antes habia hecho y, si soy sincero, como nunca hare. Si, la amaba, porque, cuando supe lo que me ocultaba, el golpe que recibi fue tan grande que deje de hacerlo. Vale, nadie deja de amar a otra persona de la noche a la manana, por mucho que lo intentes, pero con el paso de los dias, ese amor quedo en el rincon en el que ella lo dejo mucho antes, puesto que yo la quise hasta el ultimo momento que estuvimos juntos. Llevo anos ejerciendo como medico de urgencias y aquella noche sali de mi turno antes de tiempo. Cuando llegaba a nuestra casa, no me podia creer lo que veia. Mi mujer, mi Celia, una calle antes, besandose con otro, apoyados en un coche. Ni que decir tiene que no llegue a casa, no en ese momento. Me fui al piso de un companero que, por aquel entonces, vivia cerca de donde trabajabamos, tenia copia de sus llaves porque solia quedarme alli cuando acababamos un turno y habia que hacer otro de seguido. Esa noche necesitaba estar solo y pensar que era lo que podria haber pasado entre mi mujer y yo, para que estuviera con otro. A dia de hoy, esa pregunta me la sigo haciendo. Seis anos de casados a la basura y otros tantos de novios, porque decidio dejarme por ese hombre, que resulto ser un companero del banco donde trabajaba. Creia que ella era el gran amor de mi vida, la mujer con la que formaria una familia y llegariamos a ser un par de ancianos rodeados de nietos. Que ilusa puede llegar a ser la gente por amor. Cuando nos divorciamos me compre una casa, fue en ese momento y no antes, cuando comence a asimilarlo todo y empezar a sobrellevarlo. Me gusto la casa en cuanto la vi, era adosada y con un pequeno jardin donde podria disfrutar de una de mis pasiones, los libros, y garaje. Pero no me vine solo, mi hermana Judith, una psicologa diez anos menor que yo, se compro la casa de al lado, pasando a ser mi vecina, asi que vivimos puerta con puerta. Cuando le ensene la casa que iba a comprar, ella se enamoro y dijo que queria otra, asi que nos lanzamos a la aventura los dos, de ese modo no me sentiria tan solo, siendo realista. Y es que, Judith, ademas de mi hermana, siempre ha sido mi mejor amiga, a pesar de la diferencia de edad. Podriamos haber seguido viviendo con Lidia, nuestra madre, puesto que ella estaba sola desde que murio nuestro padre cuando nosotros eramos pequenos, pero tanto Judith como yo, queriamos esa independencia y no darle disgustos ni quebraderos de cabeza, no mas de los necesarios. Ademas, mi madre tiene su vida, sus amistades y esos viajes que planean y visitan lo que quieren. Con la pension que le quedo de nuestro padre, que era juez, se mantiene y vive bien, eso si, desde que nos compramos la casa, solemos cenar todos juntos alguna noche en casa de mi hermana o en la mia, y ella se queda en la que toque a dormir, nos echa de menos y es normal, siempre seremos sus polluelos. Hacia dos anos de aquello, de la separacion de mi mujer, esa a la que tanto quise y por la que di siempre mi vida. Con ella lo tenia todo, lo queria todo y sabia que me costaria volver a sentir una conexion tan fuerte como la que tuve con ella. Mi hermana solia preguntarme si me dolia pensar en mi ex mujer. Claro que dolia. Habian sido muchos anos juntos, anos en los que lo ultimo que sentia al acostarme eran sus labios sobre los mios con ese beso de buenas noches que, durante semanas, tal vez meses, tanto extrane. Dolia, porque nunca habia concebido una sola manana sin ella a mi lado, sin nuestros desayunos entre risas, quedar para comer cuando yo no tenia turno, pasar un sabado en el centro comercial de tiendas, en el cine o cenando en nuestro restaurante favorito, ese en el que le pedi matrimonio y al que no volvi a ir tras el divorcio. Y, dolia, porque cuando supe que aquello era real, que la habia perdido sin saber por que, decidi que era hora de dejar todo atras, todo lo que me recordara a ella, y hasta cambie mis cuentas a otro banco. El simple hecho de ir por alli y verla a ella, o a los dos, era insoportable. Habian pasado dos anos de mi divorcio, dos anos en los que mi madre y mi hermana fueron mis pilares, esos que me sostenian cuando ni yo mismo me soportaba. Fueron ellas las que me levantaban el animo y me obligaban a salir, las que dejaban todo por mi, sus noches de cenas con amigas, sus viajes, sus dias libres. Todo. Dos anos, quien lo diria cuando a mi me parecia que apenas hubieran pasado unos meses. Pero estaba superado, de eso no me cabia la menor duda, el dolor de la perdida se acabo, igual que para ella se acabo aquel amor que una vez sintio por mi. En este tiempo habia conseguido recomponerme y me dedicaba en cuerpo y alma a mi trabajo, a hacer aquello que siempre quise, ser medico. Tal vez haya quien pueda decir que soy un sensiblero, que no es de hombres llorar. Pero, ?acaso no tenemos los hombres tambien un corazon que bombea y late? Por supuesto que si, y es ese, el corazon de toda persona, el que mas sufre el dolor de saber que se ha amado a alguien con toda la fuerza de uno, y mil latidos, y descubre que, para la otra parte, ese sentimiento se acabo, en el tiempo exacto que dura el aleteo de una mariposa. Como he dicho, una de mis pasiones son los libros, la otra es el cine, y en lo que respecta al amor, esta es una de las mayores verdades que he leido nunca: <> Capitulo 1 --Mujer, treinta y cuatro anos, accidente de coche, no responde a los estimulos, pero tiene las constantes vitales estables. --Vamos para quirofano --dije, mientras pedia a otro companero que avisara a mi equipo. Traumatismo craneoencefalico, un brazo roto, pero lo peor era el golpe en la cabeza que la mantenia inconsciente. Una vez que se le trato todo, se la llevaron para cuidados intensivos, asi que mande a que localizaran a su familia, tenian sus datos, se llamaba Ruth. La manana se me paso volando y cuando me di cuenta ya era la hora de irme, era lo que tenia trabajar en urgencias, que no parabas, ademas, yo era el jefe con lo cual era hacer de todo, menos estar cruzado de brazos. Sali de alli y me dirigi a ver a mi vecina, o sea, a mi hermana, habia salido temprano de trabajar y me dijo que estaba preparando un buen pescado al horno, asi que no me pude resistir. --Hermano, te juro que hoy por poco me da un soponcio. --?Que te paso? --Me vino a la consulta Pedro. --?Tu ex? --Ese mismo... --Volteo los ojos. --?Y que queria? --Una sesion --solto una carcajada. --?No me digas? --Asi mismo, total que le di una cita para la semana que viene en la que me contara sus penas, por lo visto su novia lo dejo, asi que me toca hacer de hombro donde llorar. --Madre mia, para lo que hemos quedado. --Yo, ni que tu lo tuvieras que atender --reia. --Tambien es verdad. --?Y tu dia que tal? --Pues mira, lo mismo de siempre, accidentes, colicos y demas. --!Viva la monotonia! --exclamo y me saco una risa. Descorche una de las botellas de vino blanco que tenia mi hermana, en una especie de bodega en el cuarto de la despensa de la cocina, yo tenia otra y tampoco me faltaban, en eso habiamos salido iguales. Tras una comida y una sobremesa en la que no falto nuestras charlas literarias, me fui para mi casa a descansar un rato, estaba agotado, necesitaba mi horita de sofa y desconexion del mundo. Y eso era vida... La tarde tambien se me paso en un abrir y cerrar de ojos, entre la siesta, salir a correr, ducha, cena y leer, cuando me di cuenta ya estaba roncando. Como cada manana me tome un cafe antes de salir para urgencias, mi turno era de ocho a tres de lunes a viernes, por lo que los fines de semana eran mios, aquellos en los que la tranquilidad volvia a mi vida. Llegue y pase consulta a los de cuidados intensivos. --Tenemos un problema con esa chica --me hizo un gesto, senalando a Ruth, la chica del accidente. --?Que pasa? --Desperto a media madrugada y dice que se quiere ir, pero no se acuerda ni de su nombre y a los familiares no se los ha localizado. --Dejamela a mi. Me despedi del companero del otro turno y me dirigi hacia ella.