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    24 ago 2021 — Perderte para volver a encontrarte. Darius, Dana. Editorial: Romeo Ediciones; ISBN: 978-84-18740-87-9. Más información.

  • Tarjeta Amarilla de Paolo Bacigalupi

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    Los machetes relucen en el suelo del almacen, reflejando una roja conflagracion de yute, tamarindo y muelles percutores. Ya estan por todas partes. Los hombres con sus panuelos verdes en la cabeza, sus consignas y sus hojas chorreantes. Sus voces resuenan en el almacen y en la calle. El hijo numero uno ya ha desaparecido. A Flor de Jade no consigue encontrarla, da igual cuantas veces pedalee su numero de telefono. Los rostros de sus hijas se han partido por la mitad, como durios afectados por la roya. Mas llamaradas. La negra humareda se enrosca a su alrededor. Atraviesa las oficinas del almacen a la carrera, dejando atras las carcasas de madera de teca y los pedales de hierro de los ordenadores, los montones de ceniza que senalan el lugar donde sus empleados se han pasado la noche quemando documentos, eliminando los nombres de las personas que han ayudado a las Tres Velas. Corre, asfixiado por el calor y el humo. Una vez en su elegante despacho, se abalanza sobre los postigos de la ventana y forcejea con los pestillos de bronce. Embiste con el hombro contra la madera pintada de azul mientras el almacen arde y los hombres de piel tostada irrumpen como una marabunta, blandiendo sus viscosos cuchillos escarlatas… Tranh se despierta, sin aliento. Unos afilados cantos de cemento se clavan en las protuberancias de su espinazo. Un asfixiante muslo salobre le cubre la cara. Aparta de un empujon la pierna del desconocido. En la penumbra resplandecen pieles barnizadas de sudor, marcadores impresionistas que senalan la posicion de los cuerpos que fluctuan y se agolpan a su alrededor. Ventosidades, gemidos y vuelcos, carne contra carne, hueso contra hueso, los vivos y los muertos a causa del calor, todos juntos. Un hombre tose. Pulmones humedos y gotitas de saliva que surcan el aire hasta el rostro de Tranh, que tiene la espalda y el vientre pegados a las sudorosas pieles desnudas de los desconocidos que lo rodean. La claustrofobia se revuelve en su cubil. Se obliga a contenerla. Se obliga a yacer inmovil, a respirar de forma acompasada, hondamente, a pesar del calor. A paladear las sofocantes tinieblas con toda la paranoia de su mente de superviviente. Se mantiene despierto mientras los demas duermen. Conserva la vida cuando otros hace ya mucho que la perdieron. Se obliga a permanecer inmovil, y a escuchar. Suenan timbres de bicicleta. Abajo, a lo lejos, a diez mil cuerpos de distancia, a toda una vida de distancia, suenan timbres de bicicleta. Se desenreda de la madeja humana, arrastrando tras el el saco de canamo que contiene sus pertenencias. Llega tarde. De todos los dias en los que podria demorarse, este es el peor. Se cuelga la bolsa de un hombro huesudo y baja las escaleras a tientas, pisando con cuidado entre el alud de carne dormida. Sus sandalias se deslizan entre familias enteras, amantes y hambrientos fantasmas al acecho, rezando para no resbalar y partirle el cuello a algun anciano. Paso, tanteo, paso, tanteo. Una maldicion se eleva de entre la masa. Los cuerpos ruedan y se sacuden. Recupera el equilibrio en un rellano, entre los privilegiados que yacen horizontalmente, y continua anadeando. Abajo, siempre hacia abajo, doblando mas recodos en la escalera, pisando con cuidado en el manto que forman sus compatriotas. Paso. Tanteo. Paso. Tanteo. Otro recodo. Un destello de luz grisacea se insinua a lo lejos. Un soplo de aire fresco le besa la cara, le acaricia el cuerpo. La catarata de carne anonima se materializa en individuos, hombres y mujeres amontonados unos encima de otros, con el cemento por almohada, apoyados en la pendiente de la escalera sin ventanas. La luz gris se torna dorada. El tintineo de los timbres suena ya con mas fuerza, tan claro como el repicar de las alarmas de cibiscosis. Tranh sale de la torre de pisos y se zambulle en la marea de vendedores de congee, tejedores de canamo y carros de patatas. Apoya las manos en las rodillas y jadea, llenandose los pulmones de remolinos de polvo y estiercol pisoteado, agradeciendo cada bocanada de aire mientras el sudor mana a chorros de su cuerpo. De la punta de su nariz caen perlas salobres cuya humedad salpica el empedrado rojo de la acera. El calor mata a las personas. Mata a los ancianos. Pero el ha salido del horno; no ha perecido asado, pese al ardor de la estacion seca. Las bicicletas y sus timbres pasan por su lado como bancos de carpas, camino de los respectivos puestos de trabajo de sus duenos. La torre de pisos se cierne a su espalda, cuarenta alturas de calor, enredaderas y hongos. Una ruina vertical de ventanas rotas y apartamentos saqueados. Un residuo del esplendor de la antigua Expansion energetica, devenida ahora en recalentado ataud tropical, sin aire acondicionado ni electricidad que lo protejan del implacable sol ecuatorial. Bangkok mantiene a sus refugiados encerrados en el palido firmamento azul, con la esperanza de que no salgan de alli. Y sin embargo el ha emergido con vida, pese al Senor del Estiercol, pese a los camisas blancas, pese a los anos; una vez mas, ha bajado de los cielos abriendose paso con unas y dientes. Tranh endereza los hombros. La gente remueve woks repletos de fideos y extrae humeantes bolas de baozi estofado de sus ollas de bambu. El engrudo gris de arroz U-Tex rico en proteinas inunda el aire con la pestilencia del pescado podrido y los aceites acidos saturados. El estomago de Tranh se encoje de hambre y una pelicula de saliva pastosa le reviste la boca, todo cuanto consigue invocar su cuerpo deshidratado ante el olor a comida. Los gatos demonio rondan las piernas de los vendedores ambulantes como tiburones, aguardando a que caiga algun bocado, atentos a la menor ocasion de latrocinio. Sus relucientes formas camaleonicas centellean parpadeantes, revelando indicios de pelajes manchados, siameses y anaranjados antes de confundirse con el telon de fondo de las paredes de cemento y las hordas hambrientas contra las que se rozan. Los woks arden con fuerza, resplandecientes de metano tenido de verde, emitiendo nuevos aromas conforme los fideos de arroz chapotean en el aceite caliente. Tranh se obliga a girar sobre los talones. Se abre paso a empujones entre el gentio, arrastrando la bolsa de canamo con el, ignorando a quien golpea y quien lo impreca a su espalda. Las victimas del Incidente ocupan los portales, agitando las extremidades amputadas y mendigando a aquellos que tienen un poco mas que ellas. Acuclillados en taburetes para el te, algunos ven como se acumula el bochorno de la jornada mientras fuman diminutos cigarrillos de tabaco de hoja dorada de contrabando liados a mano que saltan de boca en boca. Las mujeres conversan en corrillos, manoseando nerviosas sus tarjetas amarillas mientras esperan a que los camisas blancas aparezcan y les renueven los sellos. Los tarjetas amarillas se extienden hasta donde alcanza la vista: un pueblo entero, refugiados en el gran reino de Tailandia tras huir de Malaca, donde de repente habian dejado de ser bienvenidos. Un denso coagulo de desplazados sometidos a la autoridad de los camisas blancas del Ministerio de Medio Ambiente, como si no fueran mas que otra especie invasora que contener, como la cibiscosis, la roya y el gorgojo pirata. Tarjetas amarillas, personas amarillas. Huang ren por todas partes, y Tranh llega tarde a la unica oportunidad de escapar de su presa. Una sola oportunidad en todos sus meses como refugiado chino tarjeta amarilla. Y llega tarde. Se abre camino junto a un vendedor de ratas, traga otro torrente de saliva ante el olor de la carne asada y se adentra corriendo en un callejon, en direccion a la bomba de agua. Frena en seco. Otras diez personas hacen cola delante de el: ancianos, jovenes, madres, chiquillos. Se le hunden los hombros. Le gustaria indignarse ante semejante reves. Si tuviera energias para ello… si hubiera comido bien ayer, o anteayer, o incluso el dia anterior, gritaria, tiraria la bolsa de canamo al suelo y la pisotearia hasta reducirla a polvo… pero sus calorias estan demasiado bajas. No es mas que otra oportunidad malograda gracias a la mala suerte de los huecos de la escalera. Deberia haber dado sus ultimos baht al Senor del Estiercol para alquilar un espacio en algun apartamento cuyas ventanas dieran al este a fin de ver el sol en cuanto despuntara y levantarse temprano. Pero opto por racanear. Con su dinero. Con su futuro. ?Cuantas veces les habia dicho a sus hijos que gastar dinero para ganar mas dinero era perfectamente aceptable? Pero el timido refugiado tarjeta amarilla en que se ha convertido le aconsejo que reservara los baht. Como un ignorante raton de campo, eligio aferrarse a su dinero y dormir en huecos de escalera negros como la brea. Deberia haberse alzado como un tigre y haber hecho frente al toque de queda y a las porras de los camisas blancas del ministerio. Ahora llega tarde, apesta a hacinamiento y debe hacer cola detras de otros diez, todos los cuales deben beber y llenar un cubo y cepillarse los dientes con el agua marron del rio Chao Phraya. Hubo una epoca en que exigia puntualidad a sus empleados, a su esposa, a sus hijos y a sus concubinas, pero eso era cuando poseia un reloj de pulsera de cuerda y podia contemplar el lento desgranar de los minutos y las horas. De vez en cuando daba vueltas al muelle diminuto, escuchaba su tictac y azotaba a sus vastagos por su actitud indolente. Se ha vuelto viejo, lento y estupido, de lo contrario habria previsto esta situacion. Como deberia haber previsto la creciente beligerancia de los Panuelos Verdes. ?Cuando se emboto tanto su mente? Uno por uno, los demas refugiados terminan con sus abluciones. Una madre con la dentadura mellada y brotes grises de fa' gan tras las orejas llena su cubo, y Tranh avanza. El no tiene ningun cubo. Tan solo la bolsa. La preciada bolsa. La cuelga junto a la bomba y se cine el sarong en torno a las caderas enjutas antes de acuclillarse debajo del cano. Tira de la palanca de la bomba con un brazo esqueletico. Lo bana un chorro caliente de agua marron. La bendicion del rio. La piel se descuelga de su cuerpo con el peso del agua, tan flacida como la de un gato afeitado. Abre la boca y bebe el liquido arenoso, se frota los dientes con un dedo, preguntandose que protozoos podria estar engullendo. No importa. Ahora confia en la suerte. Es lo unico que le queda. Los ninos observan como se bana el cuerpo arrugado mientras sus madres rebuscan entre las pieles de mango de PurCal y las cascaras de tamarindo de Red Star con la esperanza de encontrar algun pedazo de fruta sin contaminar por la cibiscosis.111mt.6… ?O es 111mt. 7? ?O mt.8? Antes conocia todas las plagas biologicas de diseno que las afectaban. Sabia cuando estaba a punto de malograrse una cosecha, y si los nuevos bancos de semillas estaban pirateados. Se beneficiaba de esos conocimientos llenando sus cliperes con las semillas y las hortalizas adecuadas. Pero de eso hace toda una vida. Le tiemblan las manos cuando abre la bolsa y saca su ropa. ?Es la edad o la emocion lo que le hace estremecer? Ropa limpia. De calidad. El traje de lino blanco de un hombre adinerado. El atuendo no era suyo, pero ahora si, y lo ha mantenido a salvo. A salvo para esta ocasion, aun cuando necesitaba desesperadamente venderlo a cambio de dinero en efectivo o ponerselo mientras el resto de sus ropas se convertian en harapos. Arrastra los pantalones por sus piernas huesudas, quitandose las sandalias y haciendo equilibrios sobre cada pie. Comienza a abotonarse la camisa, obligando a sus dedos a apresurarse mientras una vocecita en su cabeza le recuerda que el tiempo apremia. --?Piensas vender esas ropas? ?O vas a pasearlas por ahi hasta que te las arrebate alguien con carne en los huesos? Tranh mira de reojo a pesar de que no deberia ser necesario, deberia reconocer esa voz, y sin embargo mira de todas maneras. No puede evitarlo. Antes era un tigre. Ahora no es nada mas que un ratoncito asustado que salta y se estremece a la menor insinuacion de peligro. Y alli esta: Ma. De pie ante el, sonriente. Gordo y exultante. Tan vital como un lobo. Ma sonrie de oreja a oreja. --Pareces uno de esos maniquis de alambres de la plaza Palawan. --Ni idea. No puedo permitirme el lujo de comprar alli. --Tranh continua vistiendose. --Ese traje es tan elegante que podria haber salido de Palawan. ?Como lo has conseguido? Tranh guarda silencio. --?A quien quieres enganar? Esas ropas se disenaron para alguien mil veces mas grande que tu. --No todos podemos ser igual de gordos y afortunados. --La voz de Tranh es un susurro. ?Desde cuando susurra asi? ?Ha sido siempre un monton de huesos traqueteante que susurra y suspira ante cada nueva amenaza? Lo duda. Pero le cuesta recordar como deberia sonar un tigre. Lo intenta otra vez, templando la voz--. No todos podemos ser tan afortunados como Ma Ping, que vive en los pisos mas altos con el Senor del Estiercol en persona. --A pesar de todo, sus palabras suenan como juncos barriendo el cemento. --?Afortunado? --Ma suelta una carcajada. Tan joven. Tan pagado de si mismo--. Me gano mi destino. ?No es eso lo que solias decirme siempre? ?Que la suerte no tiene nada que ver con el exito? ?Que todas las personas se forjan su propia fortuna? --Vuelve a reirse--. Mirate ahora. Tranh rechina los dientes. --Hombres mejores que tu han caido. --Otra vez ese espantoso susurro cohibido. --Y hombres mejores que tu se alzaran. --Los dedos de Ma se posan en su muneca. Acarician un reloj de pulsera, un elegante cronografo antiguo de oro y diamantes: Rolex. De otra epoca. De otro lugar. De otro mundo. Tranh se queda mirandolo fijamente, embobado, como una serpiente hipnotizada. No logra apartar la vista de el. Una sonrisa languida se dibuja en los labios de Ma. --?Te gusta? Lo encontre en una tienda de antiguedades, cerca de Wat Rajapradit. Me parecio familiar. La rabia de Tranh se incrementa. Empieza a replicar, despues sacude la cabeza y no dice nada. Pasa el tiempo. Abrocha los ultimos botones, se pone la chaqueta y se peina los ultimos mechones de su lacio cabello gris con los dedos. Si tuviera un peine… Hace una mueca. Es un deseo estupido. La ropa es suficiente. Tiene que serlo. Ma se rie. --Ahora pareces un pez gordo. No le hagas caso, dice la voz en la cabeza de Tranh. Saca los ultimos baht arrugados de la bolsa de canamo --el dinero que ha ahorrado durmiendo en los huecos de las escaleras, el responsable de que ahora llegue tarde-- y se los guarda en los bolsillos. --Cuantas prisas. ?Tienes una cita en alguna parte? Tranh se abre paso a empujones, procurando no encogerse mientras aparta el corpachon de Ma. --?Adonde vas, mister Pez Gordo? --se rie Ma a su espalda--. !Mister Tres Prosperidades! ?Tienes algo de informacion que te gustaria compartir con el resto de nosotros? Otros levantan la cabeza ante sus gritos: tarjetas amarillas de rostros famelicos y bocas hambrientas. Los tarjetas amarillas se extienden hasta donde alcanza la vista, y todos ellos estan mirandolo ahora. Supervivientes del Incidente. Hombres. Mujeres. Ninos. Ahora saben quien es. Reconocen su leyenda. Con un cambio de atuendo y un simple grito ha salido del anonimato. Sus burlas lo banan como un diluvio monzonico: --Wei! !Mister Tres Prosperidades! !Bonita camisa! --!Comparta un cigarrillo, mister Pez Gordo! --?Adonde vas tan deprisa, tan arreglado? --?Te vas a casar? --?Has encontrado una decima esposa? --?Has encontrado un empleo? --!Mister Pez Gordo! ?Tienes trabajo para mi? --?Adonde vas? !Quiza deberiamos seguir todos al antiguo empresario! A Tranh se le eriza el vello sobre la nuca. Se sacude el miedo de encima. Aunque lo siguieran, seria demasiado tarde para que pudieran aprovecharse. Por primera vez en seis meses, la ventaja de la habilidad y la informacion esta de su parte. Ahora todo depende del tiempo. Trota en medio de la aglomeracion matinal de Bangkok, cruzandose con bicicletas, rickshaws y escuteres de cuerda. Esta cubierto de sudor. Tiene la camisa empapada, incluso la chaqueta se ha humedecido. Se la quita y se la cuelga en el brazo. Su cabello gris se adhiere al cuero cabelludo liso como una cascara de huevo, salpicado de vitiligo, chorreante de agua. Se detiene cada pocas manzanas para caminar y recuperar el aliento mientras las espinillas empiezan a dolerle, su respiracion se entrecorta y su corazon de anciano martillea en su pecho. Deberia invertir los baht en un viaje en rickshaw, pero no logra animarse a hacerlo. Llega tarde. ?Demasiado tarde, quiza? Si es demasiado tarde, habra dilapidado los baht y pasara hambre esta noche. Por otra parte, ?de que sirve un traje empapado de sudor? El habito hace al monje, les decia a sus hijos; la primera impresion es la que cuenta. Empezad con buen pie y empezareis con ventaja. Por supuesto que se puede conquistar a alguien con talento e informacion, pero las personas son ante todo animales. Cuida tu aspecto. Huele bien. Satisface sus sentidos primarios. Despues, cuando se sientan bien dispuestos hacia ti, formula tu propuesta. ?No fue ese el motivo de que propinara una paliza a su segundo hijo cuando este se presento en casa con un tigre rojo tatuado en el hombro, como si fuese un gangster de calorias cualquiera? ?No fue ese el motivo de que pagara a un dentista para que retorciese los dientes de su propia hija con bambu cultivado y curvas de goma importadas de Singapur hasta dejarselos rectos como cuchillas? ?Y no es ese el motivo de que los Panuelos Verdes de Malaca odiaran a los chinos? ?Por nuestro buen aspecto? ?Por parecer tan acaudalados? ?Por hablar tan bien y trabajar con tanto ahinco cuando ellos ganduleaban y nosotros sudabamos de sol a sol? Tranh ve pasar una manada de escuteres de cuerda, todos ellos de manufactura chino-tailandesa. Que artefactos tan ingeniosos y veloces: un muelle percutor de un megajulio y un volante, pedales y frenos de friccion para reutilizar la energia cinetica. Y todas sus fabricas pertenecian al ciento por ciento a los chinos chiu chow, a pesar de lo cual, la sangre de los chiu chow no corre por las cunetas de este pais. Los chinos chiu chow son queridos, pese al hecho de que llegaron al reino thai como farang. Si nos hubieramos integrado en Malaca como hicieron aqui los chiu chow, ?habriamos sobrevivido? Tranh sacude la cabeza para apartar de si esa idea. Habria sido imposible. Su clan habria tenido que convertirse tambien al islam y renegar de todos sus antepasados en el infierno. Habria sido imposible. Quiza fuera ese el karma de su pueblo, la destruccion. Controlar y dominar brevemente las ciudades de Penang y Malaca, ademas de toda la costa oeste de la peninsula malaya, y extinguirse despues. El habito hace al monje. O lo mata. Tranh por fin ha aprendido esta leccion. Un traje blanco a medida de los Hermanos Hwang es lo mas parecido a una diana. Una antigualla mecanica de oro oscilando en tu muneca no es mas que un cebo. Tranh se pregunta si los dientes perfectos de sus hijos yaceran aun entre las cenizas de los almacenes de Tres Prosperidades, si sus preciosos relojes atraeran ahora a los tiburones y los cangrejos en las bodegas de sus cliperes barrenados. Deberia haberlo sabido. Deberia haber visto como subia la marea de sectas sedientas de sangre y nacionalismo exacerbado. Del mismo modo que el hombre al que siguio hace dos meses deberia haber sabido que un atuendo elegante no es ninguna armadura. Un hombre trajeado, tarjeta amarilla para colmo de males, deberia haber sabido que no era mas que un pedazo de cebo ensangrentado ante un dragon de Komodo. Por lo menos el muy mentecato no mancho sus elegantes ropas de sangre cuando los camisas blancas acabaron con el. Ese no tenia espiritu de superviviente. Habia olvidado que ya no era un pez gordo. Pero Tranh esta aprendiendo. Igual que aprendio una vez a leer los informes de las mareas y los mapas de profundidad, el movimiento de los mercados y las plagas biologicas de diseno, ahora aprende de los gatos demonio que parpadean y se ocultan a la vista, que huyen de sus cazadores al primer indicio de peligro. Aprende de los cuervos y los milanos que prosperan con la carrona. Estos son los animales a los que debe emular. Debe descartar los reflejos del tigre. Ya no quedan tigres, salvo en los zoologicos. El destino de un tigre es ser cazado y abatido. Pero un animal de pequeno tamano, un carronero, tiene la oportunidad de roer los huesos del tigre y huir con el ultimo traje de los Hermanos Hwang que habra de cruzar jamas la frontera de Malaca. Con el clan de los Hwang exterminado y todos sus disenos reducidos a cenizas, no queda nada salvo recuerdos y antiguedades, y un anciano carronero que conoce el poder y los peligros de una fachada elegante. Un rickshaw vacio pasa ociosamente por su lado. El conductor mira a Tranh por encima del hombro, inquisitivos los ojos, intrigado por la tela de los Hermanos Hwang que ondea sobre el magro armazon de Tranh. Dubitativo, Tranh levanta una mano. El rickshaw aminora. ?Es prudente arriesgarse? ?Dilapidar con tanta frivolidad su ultima medida de seguridad? Hubo una epoca en que enviaba cliperes al otro lado del oceano, a Chennai, con las bodegas repletas de durios pestilentes con el presentimiento de que los indios no habrian tenido tiempo de sembrar variedades resistentes antes de que se les echaran encima las nuevas mutaciones de la roya. Una epoca en que compraba te negro y madera de sandalo en los mercados fluviales con la esperanza de poder revenderlos en el sur. Ahora no es capaz de decidir si deberia montar en el rickshaw o seguir caminando. !Que personaje tan gris se ha vuelto! A veces se pregunta si no sera en realidad un fantasma voraz, atrapado entre dos mundos sin poder escapar hacia ninguno de los dos. El rickshaw rueda despacio ante el; el jersey azul del conductor reluce bajo el sol tropical, aguardando una decision. Por senas, Tranh le indica que siga su camino. El conductor del rickshaw se pone de pie sobre los pedales, sus sandalias aletean contra los talones encallecidos, y acelera. El panico se apodera de Tranh. Levanta la mano otra vez, corre detras del rickshaw. --!Espera! --Su voz no es mas que un susurro. El rickshaw se incorpora al trafico, uniendose a las bicicletas y las gigantescas formas bamboleantes de los megodontes elefantinos. Tranh deja caer la mano, alegrandose secretamente de que el conductor no lo haya oido, de que la decision de gastar sus ultimos baht haya recaido sobre una fuerza mas grande que el. Las aglomeraciones de la manana fluyen a su alrededor. Cientos de ninos con sus uniformes de marineros cruzan en columnas las puertas de las escuelas. Monjes con habitos azafranados pasean a la sombra de grandes paraguas negros. Un hombre con un sombrero conico de bambu se fija en el y murmura algo para su amigo. Ambos lo estudian. Un reguero de temor recorre la espalda de Tranh. Lo rodean por completo, igual que en Malaca. Para sus adentros, los llama extranjeros, farang. Y sin embargo aqui es el el forastero. La criatura que no encaja. Y lo saben. Las mujeres que cuelgan sarongs en los alambres de sus balcones, los hombres sentados descalzos mientras beben cafe con azucar. Los pescaderos y los vendedores de curri. Todos lo saben, y Tranh a duras penas consigue dominar el terror. Bangkok no es Malaca, se dice. Bangkok no es Penang. Ya no tenemos esposas ni relojes de oro y diamantes que puedan robarnos. Pregunta a los cabezas de serpiente que me abandonaron en la jungla infestada de sanguijuelas de la frontera. Ellos tienen toda mi riqueza. Yo no tengo nada. No soy ningun tigre. Estoy a salvo. Durante unos segundos, lo cree de veras. Pero, de repente, un muchacho con la piel oscura como la teca rebana la tapa de un coco con un machete oxidado y se lo ofrece con una sonrisa, y Tranh debe recurrir a toda su fuerza de voluntad para no proferir un alarido y huir despavorido. Bangkok no es Malaca. No van a incendiar tus almacenes ni a cortar a tus trabajadores en pedazos que emplear como cebo para los tiburones. Se enjuga el sudor de la cara. Quiza deberia haber esperado antes de ponerse el traje. Llama demasiado la atencion. Hay demasiadas personas que lo observan. Seria mejor mimetizarse como un gato demonio y cruzar la ciudad al amparo del anonimato en vez de pasearse por ahi como un pavo real. Poco a poco, los bulevares ribeteados de palmeras dan paso al paramo descubierto del nuevo barrio extranjero. Tranh aprieta el paso camino del rio, adentrandose en el imperio manufacturero de los farang blancos. Gweilo, yang guizi, farang. Cuantas palabras en cuantos idiomas para estos simios sudorosos de piel translucida. Hace dos generaciones, cuando se agoto el petroleo y se clausuraron las fabricas gweilo, todo el mundo dio por sentado que estaban verdaderamente acabados. Pero ahora han vuelto. Los monstruos del pasado han regresado con nuevos juguetes y nuevas tecnologias. Las pesadillas con que lo amenazaba su madre invaden las costas asiaticas. Autenticos demonios, inmortales. Y el se dispone a rendirles pleitesia: los secuaces de AgriGen y PurCal, con sus monopolios de arroz U-Tex y trigo TotalNutrient; los hermanos de sangre de los ingenieros biologicos que piratearon gatos demonio inspirandose en un libro y los dejaron en libertad para que procrearan a sus anchas; los patrocinadores de la misma Policia de Propiedad Intelectual que abordaba sus flotas de cliperes en busca de infracciones, husmeando como lobos tras el rastro de calorias sin sello y cereales pirateados, como si sus plagas de cibiscosis y roya de diseno no bastaran para garantizarles los mayores beneficios… Ve un corro de gente ante el. Tranh frunce el ceno. Empieza a correr, pero se obliga a seguir caminando. Sera mejor no dilapidar calorias ahora. Ya se ha formado una fila enfrente de la fabrica de los Hermanos Tennyson, esos diablos extranjeros. Se extiende a lo largo de casi toda una li, dobla la esquina, pasa por delante del logotipo de equipamiento para ciclistas que adorna la reja de hierro forjado de la Corporacion de Investigacion Sukhumvit, por delante de los dragones entrelazados de la Division del Este Asiatico de PurCal, y por delante de Mishimoto & Cia., la ingeniosa empresa japonesa de dinamica de fluidos a la que Tranh solia encargar el diseno de sus cliperes. Se rumorea que Mishimoto esta repleta de mano de obra mecanica importada. Repleta de neoseres ilegales modificados biologicamente que caminan, hablan y se mueven a trompicones… y que roban el arroz de los cuencos de personas reales. Criaturas de hasta ocho brazos, como los dioses hindues, criaturas sin piernas para que no puedan fugarse, criaturas con ojos tan grandes como tazas que, aunque solo pueden ver a unos pocos palmos de distancia, lo inspeccionan todo con su tremenda curiosidad aumentada. Nadie puede ver lo que hay dentro, no obstante, y si los camisas blancas del Ministerio de Medio Ambiente saben algo, los astutos japoneses deben de pagarles bien para que hagan la vista gorda ante sus afrentas contra la biologia y la religion. Se trata tal vez de lo unico en lo que podrian estar de acuerdo un budista, un musulman e incluso los cristianos grahamitas farang: los neoseres carecen de alma. Cuando Tranh compraba sus cliperes a Mishimoto, hace tanto tiempo, eso le traia sin cuidado.

  • Calor mortal (Serie Castle 5) de Richard Castle

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  • Al otro lado del tiempo, Keith Laumer de Keith Laumer

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  • Mientras te rendias, Margarita Martin Ortiz de Margarita Martin Ortiz

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  • Raices de rebeldia de A. R. Cid

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    Henrietta lleva toda una vida reprimiendo sus deseos y acatando ordenes. Ella sabe que lo que tanto anhela esta prohibido, sin embargo, no puede evitar sentirse mas viva que nunca.
    Aquella noche empezo como tantas otras, pero termino ante un hombre sumamente apuesto y peligroso. Aquel hombre podia ser muchas cosas, pero desde luego no era un caballero.
    Al tomar su mano supo que se enfrentaria a la muerte, pero quizas escapar de su preciosa jaula dorada no fuera tan malo.

  • Tu eres el lugar al que siempre quiero volver de Ana Martin Mendez

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    < tenia un buen trabajo -escaparatista de tiendas de lujo-, un buen sueldo y buenos amigos. Es decir, que yo me sentia a gusto con mi persona y con mi vida, siempre convencida de que los dias son mas que horas; tambien son la sonrisa de un desconocido que te pone a ti otra en el alma -hasta en el lunes mas aciago- o un viaje inesperado que te hace no solo descubrir un sitio, sino tu lugar en el mundo. Desgraciadamente, hubo un dia en que esa situacion y sensacion cambio. ?Y que fue lo que paso? Que me enamore>>.

  • Tuya Cuando Quieras 2 de April Russel

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    Tras sentirse enganada, Megan decide irse a Roma con su madre para sanar las heridas del pasado. Retoma la musica y cuando cree que comienza a olvidar a Mikhail, este aparece en Italia para convencerla de su carino su orgullo y dolor no le permiten ver mas alla del rencor. Estara en Mikhail convencerla de su carino y sobrepasar otro obstaculo que se interpondra entre ellos, Megan tendra que elegir ?La musica o el amor? ambas no encajaran en su vida. Cientos de retos se le presentaran y el amor sera puesto a prueba retando los limites de ambos sin imaginarse lo doloroso que pueda llegar a ser. Una historia que continua llena de erotismo, juegos y amor.

  • Amor a lo inesperado de Lina Mars

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    Cuando Alicia conoce a un chico en una fiesta a la que va con su amiga Karina, no imagina que terminara perdidamente enamorada de el. Al comenzar el ultimo ano academico, descubre que su nuevo profesor, es el hombre que desea tanto.

  • Los Mandible: Una familia: 2029 de Lionel Shriver

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    Estados Unidos, 2029. Un siglo despues, ha vuelto a suceder. El dolar se desploma, la inflacion se dispara, el pais se dirige hacia la bancarrota.

  • Quiza lo quiso el destino de Jorge Zaton Perez

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    Tras un ultimo ano en el que pierde a sus padres, su novia lo abandona y ve la relacion con su hermano seriamente danada, Berto se reencuentra con Lisa, un antiguo amor de la infancia. Con miedo y muchas dudas, no tarda en renacer en ellos su amor olvidado, aunque su relacion no es precisamente un camino de rosas. En Quiza lo quiso el destino vemos lo mas bello y lo mas amargo del amor, en una mezcla de sentimientos que cautivaran al lector.

  • Hermana de Sue Fortin

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    Muchas familias tienen secretos y estan dispuestas a lo que sea por mantenerlos, pero ?donde esta el limite?

  • Buscame y me encontraras de Roberto Rosillo Espinosa

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    El detective Carcosa recibe el encargo de la senora Gertrudis, una adinerada mujer de la capital granadina, que desea saber si su esposo, un ambicioso y reputado empresario puede tener alguna relacion con el horrible crimen que hace estremecer la ciudad. Carcosa, con su amplia experiencia en homicidios, su arrojo y su capacidad analitica y deductiva tendra que infiltrarse en los entresijos de un grupo de hombres de poder que al amparo de la impunidad que les da su estatus y su anonimato, parecen estar vinculados con una serie de crimenes en la ciudad, y no desistira atando un cabo tras otro hasta llevar a buen puerto la resolucion del caso, poniendo en jaque a un punado de hombres de poder pertenecientes a una secta que practica el canibalismo gourmet.

  • Sebastian en la laguna de Jose Luis Serrano

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    Aquel verano vi mi primer muerto, morado, hinchado, guapo aun, con los rizos revueltos. Ahogado en la laguna, aunque quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie. Muerto antes que ahogado, eso decian los del pueblo. Tampoco es que haya visto muchos mas despues: tan solo a Alfredo Kraus y a mi padre. Hermoso, porque el era hermoso incluso morado y muerto, con el pelo revuelto, ensangrentado y lleno de algas, tardaron horas en encontrar el cadaver, enredado entre los juncos, con la cara fria y el torso desnudo, ese bellisimo torso que tantas veces habia visto henchirse con su respiracion. Resultaba extrano verlo ahora tan quieto, en la arena, junto a la verja azul. Era de noche y se habia levantado una ligera brisa, como casi todas las noches de verano junto a la orilla de la laguna, tan oscura. Estaba tumbado boca arriba, rodeado por los vecinos de los apartamentos. Mama bajaba corriendo por las escaleras, un poco desencajada, supongo que para impedir que mis hermanas y yo lo vieramos. Pero yo ya lo habia visto (no asi ellas: el padre del muerto se habia llevado a todos los ninos pequenos a la parte de atras, a pesar de su dolor, quiza para preservar la intimidad del cadaver, tan desnudo). Yo lo sigo viendo muchas noches, hermoso, amoratado y frio. Fosforescente. Por las algas, supongo. Con el pelo apelmazado por los coagulos de sangre ya medio seca. Tumbado boca arriba con los brazos extendidos. La boca semiabierta y los ojos cerrados. Rigido como los alamos en invierno. Se escurrio en la barca y se golpeo en la cabeza con el motor, luego se intento incorporar y, cuando estaba de pie, se desequilibro y cayo al agua, pero estaba ya muerto, no murio ahogado, quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie, eso decian. 2 Pero yo no se si voy a poder contar algo porque no se puede contar nada nunca, porque el presente se va y cuando se va ya todo es mentira, o es incompleto, y lo que recordamos y lo que inventamos se mezcla, y pasan mas presentes, uno cada segundo, uno cada fraccion de segundo, y cuantos mas pasan mas nos alejamos y la verdad se nos antoja cada vez mas inaprensible. Ni siquiera yo mismo se si vi o imagine y mas aun al cabo de los anos, treinta ya, o casi, o quiza sean mas, porque todo se mezcla y cuando uno se cuenta una historia o alguien nos cuenta una historia dejamos de saber si lo que de verdad paso fue realmente lo que paso o lo que nos contaron fue mas real, porque es imposible contar una historia sin mentir, que me lo digan a mi, aunque yo intente hacerlo y no sea consciente de las mentiras, solo hay presente y es imposible captarlo todo en cada instante, asi que se escapa y entonces ya no es posible contarlo sin mentir porque solo dura un segundo, una centesima de segundo y entonces intentamos contar lo que acaba de pasar, una estrella fugaz, un orgasmo, un latido que se ha hecho esperar mas de lo debido, pero ya mentimos sobre la trayectoria de la estrella, sobre la intensidad del orgasmo (que ya es imposible reproducir porque no deja huella, como el dolor no deja huella, algo que me ha sido muy util para enfrentarme a algun dolor de muelas: vencerlo en cada instante puesto que no es acumulativo, aunque no dirian lo mismo los que de verdad sufren dolores terribles, quiza les valga lo que digo, ojala lo hiciera), sobre la duracion del latido que no llega. Lo habia intentado hacia unos anos con alguna redaccion para el colegio, pero no me habia salido bien, o yo no habia quedado especialmente contento con el resultado. No con el resultado literario sino con lo que paso despues: no me gusta del todo, eso dijo mama, has inventado cosas, no ocurrio exactamente asi, lo has idealizado, entonces papa le dijo que era una envidiosa, eso dijo papa, y una enredadora y se monto una buena. Esto fue lo que escribi: Habia una vez un colegio de una ciudad pequena de provincias. El edificio estaba en el borde de la ciudad antigua y tenia dos puertas: una que comunicaba con el centro de la ciudad, por la que cada manana entraban los hijos de los abogados, los medicos y los maestros, y otra trasera que daba a los barrios de los obreros. Sus hijos tenian que cruzar cada dia una calle de cuatro carriles con un trafico espantoso por un paso de cebra sin semaforos. Algunos acabaron alli sus cortas vidas. En esa puerta trasera habia un terreno triangular lleno de cardos y escombros que pertenecia al Ayuntamiento. Uno de los maestros, que habitualmente cuidaba el comedor, decidio dedicar ese tiempo que les quedaba libre a los ninos que no iban a comer a casa, entre las clases de la manana y la tarde, para ensenarles a cultivar un jardin. Recogieron los escombros, arrancaron los hierbajos, cavaron la tierra, la regaron y, finalmente, empezaron a plantar. Dedicaron una parte, la mas externa, a poner plantas con flores: rosales, geranios, margaritas. Y en el interior, junto a la valla, los chavales aprendieron el milagro de la vida con las lentejas, las judias o los garbanzos que traian de casa y que rapido empezaban a germinar con sus altos tallos verdosos. Asi, los ninos que cruzaban del otro lado empezaron a presumir de jardin e incluso algunos padres del centro rodeaban el patio del colegio para ver aquellas lozanas margaritas y sentir la fragancia de las rosas. Un dia, el Ayuntamiento comunico a la direccion del colegio que ese terreno era suyo y que tenia previsto acondicionarlo para poner un jardin. La direccion, sorprendida, le hizo saber que ya habia un jardin, y que los ninos estaban encantados. Pero el Ayuntamiento penso que era peligroso, que estaba junto a la carretera, y que los ninos no debian salir del recinto vallado del colegio. A los dos meses, el jardin era de nuevo un estercolero lleno de hierbajos y, poco despues, fue asfaltado. Una senora que miraba cada dia desde su ventana a los muchachos trabajando con tanta ilusion, escribio varias cartas a los periodicos, y el Ayuntamiento, algo avergonzado, concedio el titulo de ciudadano ejemplar al maestro. Pero el jardin ya era solo un trozo mas de asfalto gris en una ciudad llena de asfalto gris. Recuerdo la tarde de mayo en la que el maestro hizo cerrar las persianas de la clase: <>. Desde la calle llegaba el sonido de la excavadora que arrancaba las rosas y las plantas de tomates. Pero el maestro abrio un libro y comenzo a leerlo. Se llamaba <>. Ese dia supe que mi padre era un hombre especial y que el mundo era, en general, una mierda. Asi que me enfade mucho y deje de escribir porque si todo era siempre mentira o no era nunca del todo verdad no me apetecia seguir enganando. Hasta hoy, que he dibujado circulos en la arena de la playa recordando a Olivier, el subnormal, que parecia un pajarillo, esperando, casi ansiando, que me lleve con el, con los felices, sin preocuparme por verdades o mentiras y sin saber si voy a ser capaz de contar una historia sin hacer dano a nadie. 3 Hacia ya varios anos que pasabamos una parte de las vacaciones de mi padre en la laguna. Unas veces en julio, otras en agosto. Alquilabamos un apartamento muy agradable, de tres habitaciones (una para mis padres, otra para mi y la tercera para mis dos hermanas pequenas, las mellizas), con un salon enorme que daba a una terraza soleada frente a la laguna. El apartamento formaba parte de un bloque horizontal de dos pisos de ladrillo visto, el unico que habia en la orilla y que seguramente incumplia todo tipo de normativas. Eran otros tiempos. Ahora habria sido construido en el mismo sitio, pero cumpliendo todo tipo de normativas y algun politico de medio pelo se habria hecho rico. La fila de apartamentos salvaba el desnivel entre el pie de la montana y la laguna. Los apartamentos superiores, seis en total, a los que se accedia desde la carretera, como el nuestro, eran todos de alquiler, pero casi siempre las mismas familias los ocupabamos ano tras ano. A los apartamentos inferiores se entraba por una rampa de asfalto que desembocaba en la zona en la que tomabamos el sol, una especie de playita artificial con arena un poco gruesa separada de la laguna por una verja de hierro azul y una hilera de alamos blancos, que dejaban paso a unos cuantos sauces llorones en los extremos. En la verja habia tres puertas que daban a unas escaleras desde las que nos lanzabamos al agua siempre helada, y que servian para que la gente mayor bajara a refrescarse, agarrados siempre a la escalera porque la laguna era muy profunda. Esos pisos inferiores estaban ocupados por las familias duenas de todo el bloque, todos emparentados entre si y que habian hecho fortuna con una fabrica textil en la epoca en la que los pantalones vaqueros se pusieron de moda. Ahora eran ya mayores y sus hijos rondaban los veinte o treinta anos, y cada vez aparecian menos por la laguna. La alegria llegaba de los apartamentos de alquiler (<>, eso decian <>): montones de crios pequenos y ruidosos que correteaban o gateaban por la arena, o montaban en bici o se pasaban las horas muertas en la piscina con forma de rinon (tan sombria siempre, tan helada, con el suelo lleno de hojas resbaladizas y podridas, pese a que el agua se cambiaba a diario, llenandola desde la laguna por la manana y vaciandola en ella cada noche), con los labios morados y temblando de frio. Porque en la laguna casi nunca hacia demasiado calor, al menos no hacia ese calor de julio o agosto de la ciudad. Salvo a las tres de la tarde, la hora en la que Sebastian salia de su casa, en la esquina de la izquierda. Tambien era la hora de Olivier, pobrecico, el subnormal. 4 Sebastian era de <>. Tenia unos veinte anos y los ojos azules, y un bigotillo rubio que a mi me hacia mucha gracia. El pelo rizado y alborotado siempre, sin peinar, como un emperador romano, eso decia papa, este chico parece un emperador romano. Su madre era noruega, pero llevaba ya montones de anos en Espana y hablaba un castellano divertidisimo, muy de pueblo, pero con un acento complicado cuya procedencia nadie era capaz de adivinar. Su otro hijo, Tadeo, vivia en Nueva York y yo solo lo habia visto un par de veces en mi vida, moreno, muy moreno y con una barba larga y descuidada, habia salido al padre, al empresario textil con fabrica en uno de los poblachones grandes cercanos a la laguna. Tadeo tenia una moto pequenita y negra en la que nos daba paseos a los ninos las veces que aparecia por los apartamentos, pero yo ya llevaba dos o tres anos sin verle. No era tan guapo como Sebastian, eso desde luego. Pero bastante mas sociable. Salvo ese ultimo ano, que no pudo ni salir de su habitacion

  • Belgravia, Julian Fellowes de Julian Fellowes

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    La nueva novela del creador de Downton Abbey.

  • Siempre fuiste mi Julieta, Mencia Yano de Mencia Yano

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  • El rey recibe de Eduardo Mendoza

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    Barcelona, 1968. Rufo Batalla recibe su primer encargo como plumilla en un periodico: cubrir la boda de un principe en el exilio con una bella senorita de la alta sociedad. Coincidencias y malentendidos le llevan a trabar amistad con el principe, que le encomienda, entre otras cosas, escribir la cronica de su peculiar historia. El opresivo ambiente de la gris Espana franquista pronto se quedara pequeno para Rufo, que viajara a Nueva York con poco dinero, grandes esperanzas y el difuso objetivo de hacer algo emocionante con su vida.
    Rufo Batalla sera testigo de los fenomenos sociales de los anos setenta, como la igualdad racial, el feminismo, el movimiento gay o el desplazamiento de los grandes centros culturales y la deriva de la cultura hacia nuevas formas de expresion, fenomenos que en buena parte hicieron del presente lo que es hoy. Y dejara constancia, no tanto de los hechos como de la forma en que lo vivieron quienes los presenciaron.
    Con la conocida union de maestria narrativa y refinamiento estilistico del autor, personajes reales e imaginarios, tipicos del universo de Eduardo Mendoza, se dan la mano en esta novela, brillante inicio de la trilogia Las Tres Leyes del Movimiento, que recorrera los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX.

  • Heredero (La Segunda Revolucion 1) de Costa Alcala

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  • A la caza del principe dracula de Kerri Maniscalco

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    En la esperada secuela del best seller <>, se descubren extranos asesinatos en el castillo del Principe Vlad el Empalador, tambien conocido como Dracula. ?Podria ser un simple farsante quien esta cometiendo los crimenes… o el principe ha vuelto a la vida?

  • Maldita Suerte de Susana Aragon

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    Rebeca es una estudiante de arquitectura que trabaja como camarera en un local dedicado al baile de salon. Ha huido del amor durante mucho tiempo, de la idea que representa estar enamorada. Esto cambia cuando el egocentrico, chulo e insoportablemente irresistible dueno de Arquitecturas Torres entra en su clase una manana, provocando una lucha en su interior que pondran a prueba algunos de los principios con los que cada uno rige su vida.

  • Prestame Tu Proteccion (Prestame 10) de Iris Boo

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    Tenia la frente apoyada contra la fria pared del pasillo y me daba igual que no hubiese luz alli, ni que Irina se hubiese ido hacia dos minutos, ni que fuese probable que nunca se hubiese limpiado desde que inauguraron el punetero local. De lo unico que era consciente era de que queria darme de cabezazos contra esa pared hasta perder la consciencia, pero tampoco debia hacerlo. Porque la causante de mi frustracion era la misma a la que debia mantener a salvo y, ante todo, soy un profesional. Que mis genitales esten deseosos de que nuestros cuerpos se revuelquen juntos y felices, como dos cerdos en un charco de barro, no quiere decir que mi cabeza lo permita. Porque hay unas reglas basicas que no se pueden romper, y mezclar las necesidades sexuales y el trabajo nunca sale bien. Y no, lo de Antonella no es trabajo; si, es una punetera camarera, pero nunca sera parte de mi trabajo. Me he ocupado del equipo de seguridad del club, del equipo de la casa y de los hombres que me sirven de apoyo en mis funciones para mantener segura a Irina. Las chicas de la barra no estan en mi circulo de trabajo, aunque pueda parecerlo. Antonella es solo una manera de sacar toda la tension que llevo dentro, porque se que, de no hacerlo, esto me iba a explotar en la cara. Siempre escuche esa expresion que dice <>, pero a mi no me ha funcionado. Antonella es solo sexo sin complicaciones, sin planes de futuro, de familia ni nada de eso, aunque la tipa ha resultado ser la peor de las que pude escoger. En mi defensa dire que precisamente su caracter fue lo que me atrajo, porque era de ese tipo de personas de las que uno no se enamora, ni tan siquiera se deja atrapar por ellas y lo que ofrecen. Antonella es desechable y ella lo sabe, por eso todo este lio que ha montado a nuestro alrededor. Por querer poner un buen muro entre nosotros me he metido en un lio peor, porque uno no manda sobre sus propios sentimientos, uno no elige de quien se enamora y yo he caido ahi por Irina. Levante la cabeza y me gire hacia la salida por la que habia desaparecido ella. Ahora tengo que arreglar todo esto, porque si he llegado a aguantar este extremo de la vara, bien puedo sostener el otro. Voy a luchar por recuperar lo que he perdido, por ganarme lo que ahora esta en las antipodas de lo que pudo haber sido. Pero voy a pelear por ello, porque he sido un marine y los marines no se rinden, luchan hasta el final. Capitulo 1 Irina Subia en el ascensor junto a Serg, directa hacia el despacho del tio Yuri en su hotel. No es que fuese algo fuera de lo normal que hiciesemos aquel tipo de visitas, pero mi hermano parecia preocupado, algo poco frecuente en el desde que llegamos a este pais. Desde que dejamos Rusia, hemos intentado construirnos una nueva vida, pero la sombra de Constantin Jrushchov ha volado sobre nuestras cabezas desde entonces. Hasta ahora parecia que Serg estaba a salvo, pero cuando se trata de tipos tan poderosos como el, nunca se sabe. --?Crees que son malas noticias? --le pregunte a mi hermano. --No se, pero no tiene pinta de que sea algo bueno. --No iba a decirle que todo saldria bien, porque esas palabras nunca han funcionado con Serg y conmigo. Los dos aprendimos a esperar lo peor, a no hacernos ilusiones. Primero la muerte de mama, luego la enfermedad de papa. Encontrar a nuestra familia americana fue lo mejor que nos habia pasado en mucho tiempo, pero todo se acaba tarde o temprano. Cuando llegamos a la planta reservada de los Vasiliev, las puertas se abrieron con rapidez. Senti los ojos de alguien sobre nosotros y no pude evitar pensar que seguramente asi era. Nadie llegaba hasta alli si no tenia la autorizacion correspondiente y nosotros no teniamos ninguna de esas tarjetas o llaves especiales de acceso, asi que solo quedaba una opcion: vigilaban y controlaban nuestros movimientos. Lo primero que vimos en el largo y suntuoso pasillo fue a un hombre parado frente a la enorme puerta de madera del despacho de Yuri. Era Phill. Al vernos, esbozo una pequena sonrisa y saludo con la cabeza en nuestra direccion. --Os estan esperando. --Dio un par de golpecitos y de seguido abrio la puerta. Me cedio el paso y entre. Phill se quedo fuera y eso me extrano. --?Tu no entras? --Mi orden es esperar a que me llamen mas tarde. --Y cerro la puerta. Habia esperado algo mas de el, ya que desde que llegue a Las Vegas se habia convertido en algo mas que mi chofer, casi pensaba que era un amigo. Nuestro tio y mis primos estaban esperandonos y aquello me puso mas nerviosa de lo que ya estaba. --Si tomais asiento, empezaremos con todo esto. --Obedeci por inercia. --?Es algo malo? --Llamenme impaciente, pero no soy de esas personas que evitan las malas noticias todo lo que pueden, yo prefiero afrontarlas lo antes posible. --Jrushchov tiene a un hombre siguiendo a Irina. --Creo que perdi parte del color de la cara en ese momento. Fue escuchar ese nombre y senti como todos mis fluidos salian corriendo a esconderse. --No tienes que preocuparte, pequena --intervino Yuri. --Lo primero que quiero que entendais es que todo se esta desarrollando como Viktor anticipo. --Viktor asintio con la cabeza, pero no era suficiente para tranquilizarme. --?Quieres decir que todo este tiempo habeis sabido que me estaban buscando? --Viktor se levanto de su asiento y camino hacia mi. --Estos tres meses no queriamos recordaros a Jrushchov ni sus intenciones, pero todos sabiamos que no iba a quedarse quieto. Tu tambien lo sabias, ?verdad? --?Saberlo? Si, pero habia intentado no pensar en ello. --Boby le ha dedicado todos nuestros recursos, esperando a que llegara a nosotros o, mejor dicho, a ti. Porque si te tiene a ti, tiene a Serguey. Eres la reina de esta partida de ajedrez -- explico Yuri. --?Y ahora que me ha encontrado? --pregunte. --Ahora es cuando le damos la vuelta a todo. --?Y como lo hacemos? --pregunto esta vez Serguey. --Esperabamos que con el truco del apellido, el pensara que habiamos fracasado en nuestro intento de esconderos. --Aquella jugada con nuestros permisos de residencia, para cambiar nuestro apellido real, ?habia sido un truco que tenia que fracasar? --Eso quiere decir que teneis un plan. --Serguey parecia entender todo esto mejor que yo, o al menos no perdia el tiempo con lo que ya habia sucedido. --No se como se llama esta jugada en el ajedrez, pero, basicamente, vamos a hacer desaparecer a la reina delante de sus narices. --?Y por que no se ha hecho antes? La desaparicion definitiva, quiero decir. --Llamenme practica, pero soy de esas personas a las que no les gustan los juegos, yo soy de las que va directa al grano. --Porque queriamos que llegara a nosotros, que sepa que estamos aqui, jugar en nuestro tablero. --Algo asi como que nuestro equipo juega en casa --anadio Nick. --No voy a aburriros con una explicacion detallada de nuestro plan estrategico, porque solo teneis concentraros en vuestra parte. --Y porque tampoco te iban a entender, Viktor, a veces incluso a mi me cuesta seguirte. -- Viktor sonrio a Nick de forma petulante. --Que forma tan sutil de llamarme genio. En fin, como decia. Ahora es el momento de hacer desaparecer a Irina de forma mas concienzuda. --?Como de concienzuda? --quise saber. --No vas a hacer nada ilegal, tranquila. Hay una manera de hacerlo, de forma totalmente legal, rapida y efectiva. Y por si fuese poco, ademas sera segura, muy segura. --?Por eso estamos aqui los dos? --dijo Serg. --Por eso estais aqui los tres --aclaro Yuri. --?Que? --Te vamos a casar. --Fue Andrey el que lo dijo, por eso entendi que no era una broma. De todos mis primos, el no bromeaba con este tipo de cosas. --?Casarme, con quien? --?Donde demonios iban a meterme estos locos? --Phill. --Dijo Serg. Yuri sonrio y Andrey asintio con la cabeza. --A grandes rasgos, tu matrimonio con Phill te dara un nuevo apellido. Uno con el que los hombres de Jrushchov ni pensaran en buscarte. Y segundo, tendreis que viajar --aclaro Yuri. --En Miami tenemos un negocio, un club, al que me gustaria que le dieras una nueva direccion. Se que conoces el terreno y que tu perspectiva le daria el enfoque con clase que queremos darle. Ya me entiendes, hacer que algo vulgar sea algo elegante y mas rentable --detallo Viktor. --?Quereis que dirija el club? --Eso le daba otra direccion a todo el asunto y sonaba interesante. --Queremos que lo conviertas en algo con clase y sabemos que puedes hacerlo. Te proporcionaremos todo lo que necesites. El resto, es cosa tuya. --Dirigir un club, ser yo quien por una vez diera las ordenes, no quien las recibiese. Sabia que estaba mordiendome el labio inferior, era un tic que tenia y que me asaltaba cada vez que mi cabeza se ponia a darle vueltas a algo. --Y no estaras sola, Phill viajaria contigo y, como sera tu <>, estara cerca de ti en todo momento. Ya detallaremos mas despues. --Me he tomado la libertad de preparar la documentacion del divorcio y los certificados para el enlace. De esta manera, no habra ningun problema a la hora de disolver el matrimonio. -- Andrey, era bueno tener un abogado en la familia. --Aqui, mi hermano mayor, lo que no os ha dicho es que se ha sacado un certificado para poder oficiar bodas, asi se asegura lo de la confidencialidad y esas cosas --puntualizo Nick. ?Se estaba riendo de Andrey? Creo que si, porque el pobre estaba poniendo los ojos en blanco. --A ver, quedamos en que ibamos a dejar el menor numero de pistas posibles, ?no? Pues eso. Bueno, Irina, tu decides. ?Quieres hacerlo o buscamos otra alternativa? --?La hay? --La idea no es que me sedujera realmente, pero si mis primos, los supergenios a la hora de crear estratagemas de este tipo, se inclinaba por esta... --Claro, pero no seria legal, o implicaria un confinamiento indefinido en casa de mis padres. Yo creo que mi idea es la mejor, pero, claro, no soy yo la que va a pasar por un matrimonio falso, huir a Miami y dirigir un club. Son demasiados cambios y de mucho peso. ?Se creian que me iba a echar atras como una cobarde pusilanime? He bregado con matones durante anos alli en Rusia y no tenia a nadie para cubrirme la espalda. ?Dirigir un club con Phill protegiendome? Seria como ir a la batalla dentro de un tanque. --Puedo hacerlo. ?Donde tengo que firmar? Capitulo 2 Phill Hay veces en que uno se pregunta hasta donde llegaria por desempenar su trabajo. No, no me refiero a un triste operario en una fabrica o una oficina. Trabajar con los Vasiliev va mas alla de todo eso. Se que el mio no es un trabajo convencional, por eso me gusta. Me aliste en la marina porque soy de esa clase de personas que necesitan emocion en su vida, conocer lugares, personas; en una palabra, movimiento. Y si, el ejercito te da eso y grandes dosis de disciplina, algo que necesitaba en aquel momento. Pero tambien te da una buena palada de realidad: que los cabrones con poder son los peores cabrones del mundo y, como estes debajo de ellos, tu vida estara jodida. Con los Vasiliev descubri que habia otro tipo de cabrones, los que ponian a cada uno en su sitio, los que defendian a los suyos, los que tenian su propia manera de hacer justicia y, joder, vaya si me gustaba eso. Los Vasiliev estan hechos de otra pasta. Para que luego digan de los codigos de honor asiaticos. Los Vasiliev eran duros, muy duros, pero tenian que serlo. Mi padre ya me puso al corriente del terreno en el que se movian. No es que me gustara entrara ahi, no entendia aquella fidelidad para con ellos, al fin y al cabo, eran mafia, el miedo tenia que tener algo que ver, pero termine por entender a esta familia. Ellos seguian un camino mas o menos recto y cuando apartaban a alguien de el lo hacian de una forma limpia. Creo que porque pensaban que lo que se gana con malas artes te lo quitan de igual manera. !Ah! Pero pobre del que pusiera piedras en ese camino, o intentase sacarles de el. Habia una premisa que todo el mundo conocia: <>, y habia una base solida para sustentarla. Les jodes, la pagas, pero a su manera. Y ahora venia el motivo por el que estaba en el despacho del jefe supremo con una pluma en la mano y firmando un acta matrimonial. Me habian encomendado una mision importante, muy importante, y yo acababa de aceptar. Tenia que proteger a Irina Sokolov, una familiar de los Vasiliev, mis jefes, y debia hacerlo de la manera mas completa que habia pensado. Tenia que mantenerla oculta sin estar oculta. Eso lo entendia, porque ella no habia cometido ningun crimen, no merecia pasar su vida encerrada en una casa, no debian robarle su vida. Como me habian explicado, habia una forma de hacerlo, a su manera. ?Proteccion de testigos? Si, pero con los recursos Vasiliev. Paso uno: darle un apellido diferente a Irina. Una simple boda, con la salvedad de que los papeles del divorcio ya estaban redactados y firmados para que no hubiese problemas a la hora de disolver el matrimonio. Paso dos: llevarla bien lejos, al otro extremo del pais. --Listo. --Le entregue los documentos a Andrey Vasiliev, el abogado de la familia. Era un tipo serio, tirando a frio, y extremadamente puntilloso con los temas legales. --Seguro que tienes cosas que deseas llevar contigo, asuntos que dejar arreglados. Pero recuerda que no debes decir a nadie donde vas, no dejes pistas que otros puedan seguir. Si tienes mascotas, o plantas que regar, entregale las llaves a Sam y el se encargara de todo. --Viktor Vasiliev me miraba de esa manera que decia que no queria cabos sueltos, que esto no era un juego. Asi que asenti. No estaria aqui si fuese un blandengue que no aguanta la presion de un jefe como el. --Sere discreto. --Bien. Ya sabes donde debes estar a media noche. --Viktor se giro para sentarse de nuevo tras su mesa--. !Ah! Despidete como dios manda, vas a estar mucho tiempo lejos de casa. Asenti de nuevo y sali de la habitacion. ?Donde se ha visto una boda en la que los novios se ven unos minutos antes de la boda y despues firman los documentos por separado? En alguna de esas culturas extranas, seguro. Aunque esto es Las Vegas, reino de las bodas, por absurdas que sean. Mi padre estaba esperando cuando sali del ascensor, preguntando con su mirada como habia ido todo. --?Donde vamos? --pregunto. --?Comida en familia? --Me dio una palmada en la espalda como haciamos los hombres y me sonrio. --Tienes suerte, Candy va a hacer pizza de kale para cenar. --?Kale? ?Eso no es una verdura? --Lo es, si. Antes la tomaba en licuados, pero Candy me ha descubierto que cuidarse tambien puede hacerse con cosas ricas. --Ese era mi padre, el de <>. --Lo probare. --La llamare entonces para que haga una grande. Mientras, tienes que preparar la maleta. -- Asenti hacia el y caminamos juntos hasta su coche.

  • Limite prohibido (La Fiesta Prohibida 5) de Charlotte Byrd

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    ?Es este nuestro fin?

  • La ultima Sibila de Isabel Abenia

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  • Pecados Ardientes de Ariel Omer

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    Todos tenemos un amor al cual nos aferramos, un amor verdadero que jamas vamos a olvidar.

  • Otto de Jose Ramon Villaverde Garcia

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    Basada en hechos reales La lista Otto fue un catalogo o vademecum creado en el Paris ocupado durante la II Guerra Mundial. El objetivo, el expolio de todos los bienes posibles a los judios y franceses. Cuadros, joyas, divisas, vinos, minerales llenaron sus paginas asi como el origen, localizacion y propiedad de los mismos.

  • LA VENGANZA el regreso de Karen de Sabina Rogado

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    Si te gusto EL PASADO SIEMPRE VUELVE aqui tienes el final de esta apasionante historia de amor… Jenny regresa a su hogar, despues de la traicion del que creyo su esposo, y lo hace con la seguridad de que es el lugar al que pertenece. El tiempo ha conseguido que las heridas del alma empiecen a cicatrizar, y ambos estan dispuestos a enterrar los fantasmas del pasado. Convencidos de que el amor que se tienen bastara para recuperar la felicidad que se merecen… y sin ser conscientes del peligro que acecha sus vidas. ?El motivo? LA VENGANZA planeada por una persona macabra, y cuya unica obsesion es destruirles cueste lo que cueste… Si te apasionan las lecturas llenas de misterio, pasion, venganza, y amor, esta es tu novela. ?Te atreves a leerla?

  • Un mundo helado de Naomi Novik

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    La familia de Miryem se halla al borde de la pobreza, hasta que ella se hace cargo de la situacion y no tarda en ganarse la reputacion de ser capaz de convertir la plata en oro.

  • ?Tu? de Christian Martins

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    Abey es feliz en Nueva York, lejos de su poblacion natal. Pero cuando comprende que su pareja le esta siendo infiel despues de diez anos de relacion, decide regresar al frio de Alaska para refugiarse en su hogar de la infancia.
    Lo que no esperaba era que el chico con el que ha matado sus penas en el aeropuerto, fuera a resultar ser el mejor amigo del prometido de su hermana pequena...
    ?Sobrevivira una semana durmiendo bajo el mismo techo que el?

  • La ira de la tierra (Cazadores de brujas 2) de Ada Cruz

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    La reina del Aquelarre oscuro los ato a ella extrayendo su energia, y ahora, ellos, cazadores inmortales, buscan destruir la brujeria y todos cuantos la practican, pero el asunto no es tan simple como ellos creen.
    Angelica ayudo a Violeta a despertar sus dones como bruja, y a consecuencia de eso, los cazadores rastrearon su pista, enviando al mas sangriento de ellos a matarla.

  • La dama del paso, Marisa Sicilia de Marisa Sicilia

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    Los rumores de guerra se ciernen sobre el apartado valle de Svatge. Los hombres deben acudir al combate y Arianne tiene que contraer matrimonio. Su padre ha acordado su boda, pero ella se niega a obedecer, aunque eso le cueste el desprecio de su padre y la ira de sus hermanos.

  • Una Propuesta casi Indecente de Mia Del Valle

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    Su saldo no es suficiente para realizar la siguiente llamada_ Nuevamente lo mismo, mi celular sin saldo. Apoyo los codos en la mesa del comedor y descanso la cabeza en mis manos. Mi perro Lechuga mueve su cola a mi lado esperando algun mimo, acaricio su papada y rasco sus orejas, bueno mejor dicho su oreja y media, es que una de ellas la tiene por la mitad. Cuando lo encontramos en la calle era tan solo un cachorro, yo volvia del secundario andando y unos ninos malvados lo estaban torturando, lo pateaban y uno de ellos con una navaja le corto su pequena oreja. No dude ni un segundo ante semejante pelicula de terror, tome un palo que encontre en la calle y mande un fuerte y caracteristico grito de los mios. --Bastaaaaaaa, dejen ese animal ya mismo o van a ver. Uno de ellos, el mas grande, que tendria unos 12 anos se me vino encima. --Si no queres lo mismo para ti nenita, mejor vete. --Nenita tu madre mariconcito, es mejor que dejes a ese animal o te las veras conmigo --mantenia mi menton en alto tratando de intimidar a los agresores. El comenzo a reir, en verdad daba miedo, era de mi altura y robusto, un pequeno proyecto de maton, dio unos pazos y me empujo, trastabille pero me mantuve firme. La pequena bola de pelos blanca con manchones negros temblaba y lloraba, no paraba de sangrar. El otro nino dejo por un momento al animal mientras observaba la contienda que se estaba armando, tambien lo disfrutaba, dos sadicos, !que asco! --Mejor dejamos al perrito, y nos ocupamos de esta pequena putita, creo que necesita atencion --esa fue la frase antes de tocar uno de mis pechos, estiro el brazo y con una mano me manoseo. <> Puede sonar parecido al sonido que produjo el tronco rompiendo su cara, o su cara rompiendo el tronco; todo depende del cristal con el que se miran las cosas. Fue uno; no, fueron dos. Tres, si, fueron tres dientes los que escupio el gordo baboso, luego que yo estrellara el tronco en su nariz y boca. Ante el asombro del segundo nino, tome en brazos al cachorro y sali corriendo como alma que lleva el diablo. Esta bien que sea valiente, pero vamos, tampoco loca, y era seguro que en cuanto salieran del shock vendrian por mi. Corri lo mas rapido que pude, con el animal sangrando en brazos, hasta llegar a mi querido barrio. Directo a la veterinaria del senor Flanginsky, el y su hijo, me vieron entrar y colocar al sangriento cachorro sobre la camilla. No pude decir mas, me largue a llorar aflojando toda la tension que habia dentro mio. Flanginsky padre, me acompana hasta la pequena cocina, me entrega un vaso con agua, yo lo acepto con mi temblorosa mano. No puedo dejar de llorar. El buen hombre toma asiento frente a mi con los codos apoyados sobre sus rodillas. --?Maria Victoria, te paso algo?, ?te han hecho dano? --me observa con preocupacion. --No, solo al cachorro. --logro responder. --Bueno, tranquila. Tu quedate aqui, vamos a ver al pequeno. --Sale de la cocina y acto seguido entra Daniel, Flanginsky hijo. --Victoria, papa me dijo que te haga compania --intento sonreir, no lo consigo, mi labio tiembla con la amenaza de otro llanto inminente. --Gracias --logro decir. Daniel es un chico dulce y guapo, tiene un bello rostro, y espalda ancha. Es tres anos mayor que yo, vamos al mismo instituto, dentro de poco ingresara a la Facultad de Veterinaria y asi continuar con su pasion; los animales. Mas tarde llegaba mi tio por mi. Por suerte, el cachorro, mejor dicho mi cachorro, con el correr de los dias se fue recuperando hasta que por fin pude llevarlo a casa. Con media oreja menos y unos traumas, llego a ser un perro feliz. !Si hasta rie! <> Es bandido, le gusta esconder cosas, si se molesta por algo orina dentro y !rie! Amo a Lechuga. Se preguntaran porque el nombre, bueno eso no tiene nada muy cientifico que digamos, la noche que vino a casa, su primer acto de vandalismo fue tirar el bote de basura, luego de revolver todo se durmio con una hoja de lechuga encima, y asi fue su nombre, Lechuga para aqui; Lechuga para alla. Pero bueno, es mi turno de presentarme, soy Victoria, Maria Victoria Rodriguez, a sus ordenes, 25 anos, cabello castano claro, ojos miel o verdes dependiendo el clima, solterisima y en este momento de mi vida pobre, muy pobre. Bien, no se que mas contar. <>... ?ya lo mencione? Vivo con mi tio, un viejo pastelero alegre y muy simpatico, amante de la buena comida y la lectura. Solo somos nosotros, no tengo mas familia, mis padres; o mejor dicho la hermana de mi tio, la cual vendria a ser mi "madre" me abandono cuando tenia tres anos de edad, no se preocupen, casi no la recuerdo <> y mi padre; bueno, jamas supe nada de el. Mi vida no es muy interesante, estudio psicologia, estoy a un ano y medio de recibirme. No trabajo, me dedico a los libros y hacer las entregas de los pasteles en nuestra destartalada camioneta. A cambio, recibo propinas y una mesada para mis gastos. Tio Mario me entrega una humeante taza de te con limon. <> Estamos en nuestra gran y despintada casa, es muy calida, mi hogar desde que tengo uso de razon. Tio esta amasando Tortas fritas, una tipica preparacion de mi pais y un clasico de los dias de lluvia. Son unos discos de masa con un pequeno orificio en medio u ombligo como se les dice, las que se frien en grasa y luego se espolvorean con azucar. El secreto esta en comerlas bien calientes, cuanto mas calientes mas ricas y mas grande la indigestion, pero bueno, "SARNA CON GUSTO NO PICA". Como les contaba anteriormente estoy o mejor dicho estamos en bancarrota, las entradas del tio como pastelero, no alcanzan para mantenernos, y mis magros ingresos como repartidora menos que menos. Los impuestos se estan acumulando y no tenemos respiro. Dentro de algunos meses nos remataran la casa. Mi tio no sabe esto aun, temo que se enferme por tantas preocupaciones, por lo que planee pedir un prestamo estudiantil, saldar los pagos de impuestos y buscar un empleo urgente o sacarme la loteria; o !algo! Necesito un trabajo de verdad, uno de ocho horas. Es momento de dejar a un lado mis estudios y retribuir todo lo que el tio ha hecho por mi, deseenme suerte me voy al banco. --!Tio me voy! --?Pero con esta lluvia? ?A donde vas querida? --Me junto a estudiar con las chicas, vuelvo de tarde. -- se que no deberia mentirle, pero es por su bien. Beso su frente calva, coloco mis botas de lluvia, campera, bolso y me voy. En la calle el agua cae sin piedad. Abro mi paraguas transparente y comienzo a caminar en busca de un autobus, un condenado autobus que me lleve al puto Banco. Un despiadado camion, que pasa a toda velocidad por un bache hace que el agua salte empapandome de pies a cabeza. Tengo ganas de ponerme a llorar. Ganas de que alguien me abrace y cuide, una madre, un padre, un novio, alguien que aligere el stress de vivir con el corazon en la boca, por las deudas. En fin no voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar repito una y otra vez como si fuera un mantra. Sin darme cuenta choco contra una mujer la cual reacciona de mala manera insultandome y empujandome contra un semaforo, mi paraguas se rompe. <> En un momento asi, solo queda reir. No se puede hacer mas que eso, cuando las fuerzas de la naturaleza estan en contra de uno ?verdad? Claro que la "pesadilla" continua, subo al autobus que va repleto de personas. Dentro el vapor deja los cristales empanados, no hay ni siquiera una ventana abierta, el gentio mas la humedad del dia impide que se respire bien. El viaje dura unos treinta minutos, cuanto ya casi no puedo mantenerme en pie, llego a destino y bajo del sauna con ruedas. <> !No puedo creer! !Me robaron el celular! Oh si senores, claro que si, ilusa yo de viajar con el telefono en el bolsillo de mi chaqueta en un medio de transporte capitalino !repleto! Lo unico que me queda es abrazar fuerte mi bolso <> e ingresar al lujoso Banco a toda prisa. No es raro que el guardia de seguridad me observe de arriba abajo deteniendose mas de lo necesario en mi "delantera". Mi pelo es un desastre, esta pegado a mi frente por la lluvia, el maquillaje se me ha corrido, la mascara de pestanas se transformo en un gran manchon debajo de mis ojos, parezco un mapache ojeroso, la ropa esta empapada y aun gotea. <> Llega mi turno de ser atendida. Una gentil dama de unos cincuenta anos me invita a tomar asiento. Entrego mi documento de identidad y formularios completos para el prestamo, no es tanto dinero el que necesito, solo diez mil dolares. A cambio traigo como respaldo las escrituras de mi casa que estan a mi nombre. Uno de los tantos resguardos de mi paranoico tio. En el caso de que le suceda algo, yo pueda contar con un techo donde vivir. Y no terminar siendo una indigente que viva en las calles con un carro de supermercado rodeada de perros; textuales palabras suyas. "Nena, estudia mucho. No soy eterno, en algun momento no estare. Y si eso ocurre ahora, !puedes terminar viviendo en las calles!, salvo que te saques la loteria o te cases con un viejo calvo y millonario" Mi respuesta siempre era la misma "Jamas me casare, prefiero jugar a la loteria". --Buenos dias. Tome asiento por favor, enseguida ingresamos los formularios --pide amablemente la ejecutiva. --Gracias senora, hoy fue un dia un poco complicado. Creo que mi cuota de mala suerte queda cumplida con la tarde de hoy. --Comento al tiempo que cuelgo mi ensopado abrigo en el respaldo de la silla. --Bien, nombre completo ?Maria Victoria Rodriguez?-- escribe sin mirar la profesional empleada. --Correcto... --?Segundo apellido? --la pregunta que atormento mi vida desde nina. --No hay segundo apellido. --tengo mis manos entrelazadas sobre el escritorio, estas comienzan a transpirar. --Lo siento --se disculpa incomoda. --No lo haga, no hay problema. De nina me era mas dificil responder esa pregunta. Por suerte ya no. --Comento en un balbuceo, mientras descascaro el esmalte de mis unas. Cuando ingresa mis datos en el ordenador la observo. Cuanta elegancia. Viste falda y chaqueta negra. Cabello castano no muy largo, gafas sin montura, anillos y en su cuello una cadena de oro, que lo mas cerca de ella que puedo estar es sacando una foto con mi telefono, desde fuera de la joyeria; claro, eso si tuviera movil. Tendra unos cuarenta anos; quizas mas, es bella y educada. Corroboramos unos cuantos datos mas y !CATAPLUM! O algun sonido onomatopeyico que pueda reproducir el de mi culo cayendo al suelo a causa de la noticia que recibo. --Bien senora Rodriguez, solo nos faltaria la firma de su esposo para poder ingresar el pedido de prestamo. En el caso de los matrimonios firman ambos conyuges. <> !Pero si esa palabra no entra en mi vocabulario! --!No!, disculpe pero debe haber un error. Yo no soy casada --Me produce risa imaginarme casada, pero !no definitivamente no! Es que nunca estuvo en mis planes el matrimonio, ni lo estara. --Pero en el sistema figura que usted esta casada con.... --la elegante y desquiciada mujer corrobora en su ordenador. Y con sus lentes apoyados en la punta de la nariz escupe el nombre -- Senor Federico Betner --en ese instante, fue la primera vez que escuche su nombre. Su maldito nombre. Respiro hondo. Trato de explicarme mejor. Aclaro mi garganta. --Perdon senora, pero le repito. !Yo no estoy casada! --noto que poco a poco me voy alterando. El tono de mi voz aumenta unos decibeles, esta bien que tenga una buena actitud ante la vida, y que trate de sacar lo positivo a cada situacion. Pero esto es simplemente !demasiado! --?Te separaste? <> --!Pero como mierda hago para que entienda, no se quien cuernos es ese hombre! --la palma de mi mano golpea fuerte sobre el escritorio de la loca mujer. Tocan mi hombro. Un guardia de seguridad, me advierte que baje la voz o tendre que salir del recinto en ese momento. Levanto mi dedo indice y pido solo un minuto. --Disculpe mi manera de hablar, pero le juro soy soltera. Jamas me case, ni comprometi, es mas no tengo novio,... !si hasta soy virgen! Le ruego me crea --Estoy temblando y ahora si noto que estoy perdiendo los modales. Tengo ganas de romper todo y gritar, no puedo controlar mas mis ganas de llorar. Una lagrima escapa, la limpio rapido con mi mano. --Bueno senorita, aqui le anoto el nombre de su NO esposo, hablelo con el y arreglen sus asuntos --y si los estaba por perder, a mis modales me refiero, en ese instante los pierdo por completo, y lejos estoy de encontrarlos nuevamente. Estoy furiosa e indignada y escupo toda la mierda que venia conteniendo --!Que no soy casada! !ESTUPIDA MUJER DE LENTES DE VIEJA! --grito a todo pulmon antes de ser sacada a la fuerza del Banco. <> Miro el post it amarillo que hay en mi mano. Federico Betner, debo conseguir la direccion de este hombre. Todo es muy raro, estas cosas no pasan, bueno o no deberian pasar. Esa noche en la seguridad de mi hogar, salgo del bano, ya con mi pijama puesto y una toalla en la cabeza. La ducha de hoy duro mas de lo que acostumbro. Pase cuarenta y cinco minutos bajo el agua tratando de limpiar esa mezcla de frustracion y enojo, con la musica a todo volumen. Hay dias como el de hoy, en el que disfruto el tener musica en el bano. Un capricho un tanto excentrico de mi tio, el cual adopte yo tambien. Menos mal que en casa hay dos retretes, porque con este chiche, demoramos bastante mas de la cuenta en banarnos. Entro en mi dormitorio.

  • Al servicio del Imperio de Pedro Santamaria Fernandez

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    Ano 65 d. C. Dos muchachos deciden alistarse en una nueva unidad del ejercito imperial compuesta exclusivamente por cantabros: la Cohors II Cantabrorum. Jamas han salido de su aldea y tienen un sueno: aprender de Roma para derrotarla. Pero, al contrario de lo que creen, Roma no se encuentra a un par de semanas de camino, ni es una aldea algo mas grande que la suya. El imperio que gobierna Neron es inmenso, mucho mas de lo que hubieran podido sonar los jovenes reclutas, que no saben que, al alistarse, entregan veinticinco anos de su vida al emperador. La Cohors II Cantabrorum sera destinada a la otra esquina del Imperio, a la levantisca procuraduria de Judea, donde la presion fiscal, los abusos de la administracion romana y las aspiraciones mesianicas de los judios amenazan con desestabilizar la zona. Los jovenes cantabros se veran envueltos en una autentica revolucion, en una tierra que no comprenden, y tendran que ejercer de brazo ejecutor de un imperio al que detestan y enfrentarse a un pueblo que lucha por su independencia, tal y como lo hicieron sus abuelos. La revuelta judia constituira un terremoto historico de primera magnitud del que aun, a dia de hoy, se sienten las replicas. La guerra, sangrienta y apocaliptica, contribuira al final de la dinastia Julio-Claudia y al nacimiento de la dinastia Flavia. Mas aun, de las cenizas del Templo de Jerusalen naceran dos religiones hasta entonces embrionarias: el judaismo rabinico y el cristianismo. <>. Yehuda Amichai

  • El ano de los delfines de Sarah Lark

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  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • Te di mi palabra de Concepcion Revuelta

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  • El precio de tu mentira de Vanessa Lorrenz

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    Muchas veces se miente por omision, la vida de Natalia se ve trastocada cuando un secuestro le arrebata la vida a su padre, dejandola en manos de la persona que mas detesta en el mundo; pero del odio al amor unicamente hay un paso. Y el precio de las mentiras a veces es demasiado caro.

  • La nina del bosque, Brian McGilloway de Brian Mcgilloway

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    Una nina perdida en el bosque, una policia con problemas, un secuestro sin aclarar. Una novela que permanecera contigo cuando hayas apagado las luces.

  • La dama de Blackmoore 1 de Eleonora Crane

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    Novela romantica historica publicada en formato folletin.
    Primera parte.

  • Ataduras de Domenico Starnone

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  • El cerebro escindido de Antonio Trijueque Monge

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    Yo era periodista. No me resignaba a dejar de trabajar en esa profesion aunque estuviera limitado por mi paralisis. Entre en el despacho maniobrando la palanca de control de mi silla de ruedas, movida por la bateria electrica que producia un leve silbido, como si fuera dejando tras de si finos hilos de cautela. Ese motor me daba autonomia suficiente para desplazarme sin problemas, a no ser que me encontrara con los descorazonadores obstaculos de los lugares en donde todavia no habian habilitado rampas que posibilitaran los movimientos a esta clase de vehiculos. Pese vermelas frecuentemente con esos amargos inconvenientes, al menos no dependia de nadie que tuviera que venir empujando pesadamente tras de mi. --?Le apetece un cafe, un te, o tal vez prefiere un refresco? --me ofrecio amablemente el doctor Lizabe. --Un te me vendria bien. Gracias. El cafe me da ardor. Una enfermera fue la encargada de colocar, a los pocos segundos de haber terminado de pronunciar mis palabras, el platito con la taza sobre una mesa pequena que habia junto a mi silla de ruedas. --Esta perfecto --dije despues de haber dado un sorbo de cortesia para probarlo--. Gracias. --Mire estas radiografias --intervino Lizabe sin preambulos, senalando la amplia pantalla holografica del ordenador--. Bueno, no son exactamente radiografias. Son imagenes tomadas con diferentes dispositivos. Creo que ahora sobran explicaciones tecnicas sobre ese respecto. Yo asenti para que continuara. --Observe tambien estas otras fotos tomadas en el mismo lugar del accidente. Fije la vista con el interes que supuestamente debia demostrar. De entre los densos matorrales que crecian en la cuneta de una carretera secundaria, aparecia un coche completamente destrozado. --?Se da cuenta de la proporcion del siniestro? Cuando un mes despues los chicos abrieron los ojos, a nadie se le ocurrio que pudiera haber algo oculto, como lo que precisamente a continuacion le quiero explicar. Ya habia bastante sufrimiento con la muerte de uno de los jovenes. >>Es a causa de este suceso por lo que le he convocado a la cita. Ya ve, para hablarle de un caso olvidado desde hace ya tanto tiempo... ?Se ha planteado alguna vez el concepto de tiempo? Se lo pregunto porque hay miles de versiones al respecto desde que el ser humano tomo consciencia de su entorno. --El tiempo es lo que hay, dicen algunas existencias anodinas, para luego desaparecer como fugaces destellos de luciernaga. Lo lei en algun poema --dije. Observo mi gesto expectante y continuo. --Ahora vuelva a contemplar las imagenes tomadas por mi. No he dejado que las viera nadie antes, a no ser que fuera una persona en quien confiara plenamente. Como puede comprobar, aparecen dos craneos con la mitad de un cerebro cada uno. --Si, es cierto… Solo se ve la mitad de un cerebro. --Puse cara de escepticismo. --Es algo que se presta a inventar chistes impertinentes sobre cierto tipo de gente... ?No le parece? Yo me limite a seguir observando las imagenes que rotaban lentamente, procurando no dar mas juego al comentario. --Fijese bien. El de ella tiene el hemisferio izquierdo, y el de el el hemisferio derecho. El ADN de ambas masas cerebrales se corresponden mutuamente; mientras que los cuerpos, ademas de tener, como es natural, ADN diferentes entre si, no tienen ninguna relacion con cada una de las dos mitades del cerebro… Queria que usted lo supiera para que, como su profesion es la de periodista, se encargue de divulgarlo en su publicacion. Puse un semblante de incertidumbre, como quien de repente se percata de que le quieren vender una mercancia fraudulenta. --Ya veo que incluso en nuestros dias resulta dificil que este asunto sea creible --anadio al ver mi expresion de duda. El aspecto de Lizabe era como el de una persona sin perfil definido. Un hombre sin atributos destacables por el que se le pudiera describir pasadas unas horas despues de haber hablado con el.--Usted es un reportero de prestigio reconocido --prosiguio--, y seguro que encuentra la formula, para que todo esto que le estoy contando, resulte creible y no una ficcion insustancial. --Yo no lo veo asi en absoluto --le corte--. Solo veo que me esta induciendo a que escriba una serie de falacias sin sentido ni realidad. --Reconozco que es usted mas perspicaz de lo que hubiera imaginado. Tiene razon. Evidentemente, lo que yo le trato de explicar cabe a la perfeccion en el largo catalogo de fraudes, a los que dificilmente se les puede dar credito. Aun asi, voy a continuar, porque seguramente, al igual que lo he conseguido yo, en alguna parte del mundo habra otro u otros chalados que tambien ocultan logros similares. Muy pocas cosas suelen funcionar aisladamente. Yo arrugue la boca con un gesto lleno de preguntas sucesivas que se apelotonaban por salir. Al final pregunte: --?Un inconsciente colectivo? --Lleno de arquetipos. Otra vez consiguio arremolinar mi mente: --Demasiado para mi en estos momentos --dije chasqueando la boca con escepticismo--. Prefiero alejarme de esa deriva… Si, segun usted, todo lo que me esta mostrando es la pura verdad, no se de que tiene miedo. ?Que por falta de etica corra el peligro de acabar entre rejas? Al doctor Barnard no le paso nada cuando realizo el primer trasplante de corazon. Todo lo contrario. Quedo para la historia como un heroe y eso que el paciente sobrevivio tan solo una semana. --Efectivamente, por ahi va bien su razonamiento. Como organo, el cerebro no es mas que lo que pueda ser el higado, el bazo o el pancreas; salvo que el cerebro, ademas de consumir energia de manera similar, crea los pensamientos que nos llevan a ser o creer lo que somos. A poder decir <> o <>... o <>. --Entonces, ?por que no es un cientifico sin miedo y lo hace publico usted mismo, aunque eso le cause problemas? Esta claro que recibira el odio y la reprobacion de mucha gente, pero sabe que tambien conseguira el apoyo y la admiracion de muchos mas. No le hace falta el respaldo de ningun periodista como yo. --Le comprendo perfectamente. Pero quiero volver al principio, cuando realice toda la tarea en silencio y sin la ayuda de nadie. Lo hice porque sabia que no causaba ningun mal. Todo lo contrario --dijo sin mostrar sentimientos en su rostro inexpresivo. Mientras hablaba, se habia quedado mirando absorto a traves de los cristales del amplio ventanal a la ciudad sin confines. Algo me indicaba que sus opiniones transmitian muchos mas significados que los encerrados en las palabras anteriores, pronunciadas de una manera neutra, nebulosa… --El problema --continuo-- es que todavia me queda un segundo paso para superar todos estos inconvenientes eticos, morales, legales o como quieran ser llamados. Ustedes, los periodistas, tambien tienen un codigo etico, deontologico, igual que lo tenemos los medicos. De hecho, todo el mundo, se dediquen a la tarea que sea, vienen a tener unas reglas de convivencia con las que poderse entender y respetar. --En las sociedades civilizadas es lo que se suele establecer como principio necesario. Pero no encuentro mucho la relacion... que puede haber en todos estos conceptos que me esta presentando. Tras hacer una breve pausa, en la que parecio recopilar las ideas, continuo: --Le contare las circunstancias de lo que les sucedio a los tres amigos, como consecuencia del accidente… Se quedo pensativo unos segundos mas. --Para que el asunto quede claro, se lo voy a detallar aplicando una letra para cada unos de los tres sujetos y asi no perdernos en la explicacion. Aunque le prevengo de que las narraciones lineales no son precisamente mi fuerte. Por eso le pido disculpas por las veces que pueda saltar de un asunto a otro sin motivo aparente, ya que suelo despistarme y repetir lo que ya he comentado con anterioridad. --Por mi de acuerdo. No se preocupe. Fui a apretar el icono en la pantalla del telefono movil para empezar la grabacion, pero Lizabe me indico que preferia que lo hiciera a la usanza clasica, o sea, utilizando una agenda y un boligrafo

  • Heredaras nuestros pecados (Almas rotas 1) de Alejandro Riera Guignet

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    Heredaras nuestros pecados es una intensa novela de suspense psicologico que muestra la terrible encrucijada entre la razon y la locura.
    ?Determinan los pecados de los adultos el futuro de los ninos?
    A traves de los ojos de una mujer enamorada descubriremos el enigma de uno de esos ninos maltratados.
    Pero ?existe una salida para un laberinto que se halla en la propia mente?
    Dos jovenes enamorados se adentraran en un mundo inquietante donde los pecados del ayer han regresado para amenazar su felicidad. Con la ayuda de una pareja de psicologos y con su amor como unico amparo descenderan al infierno de la violencia de genero y del maltrato infantil.
    Primera novela de la serie "Almas rotas" que desciende a los misterios mas ocultos de la mente humana.

  • Arriesgate conmigo (Unidos por el amor 3) de Fernanda Suarez

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    Tercera y esperada entrega de la serie de Fernanda Suarez <>.

  • Eve (HQN), Claudia Velasco de Claudia Velasco

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  • Mi orgullo y tus prejuicios de Alissa Bronte

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    Sara tienen miedo a pesar de que ya conocia su destino, aunque saberlo de antemano no lo hace mas facil. Volara a Corea, un lugar lejano y diferente del que no comprende sus costumbres, pero al que tendra que adaptarse ya que su futuro esposo, o el futuro negocio que va a cerrar su padre, es de alli.
    Tras de si dejara amigos, un amor y un hogar que no es perfecto, pero que le es conocido, y se zambullira en otro del que apenas conoce nada.
    Al llegar, no solo se topara con un mundo opuesto al suyo, sino con un guardaespaldas que pondra su interior tambien patas arriba.
    Tambien conocera a su prometido.
    Un internado, peleas, grupos, soledad… Y lo unico que la mantendra en pie sera su orgullo o, tal vez, lo que la haga caer sean los prejuicios.

  • Una sonata de verano de Belen Martinez

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    -Novela ganadora del Primer Premio Puck de Novela Juvenil -Una historia atrapante, conmovedora y que te dejara sacando conclusiones hasta la ultima pagina. -Una pluma fresca, autentica y magica. Casio Oliver esta obsesionado con Preludio de invierno, la primera obra de Oscar Salvatierra, un escritor ya retirado.

  • Blody de Monika Bennett

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    A Blody la vida parece sonreirle. Ha conseguido plaza en la prestigiosa universidad de California y esta ansiosa por empezar su primer ano de psicologia.Todo parece irle bien a Blody, pero la felicidad de esta joven universitaria se vera truncada por un asesino en serie que ha puesto todas sus miras en ella.Un thriller psicologico banado de sangre que hara las delicias de los amantes del genero.Ten cuidado o te atrapara.

  • En espera de ti de Colette Green

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    La verdad mis queridos amigos es que no sabemos quienes somos hasta que nos enamoramos perdidamente. Por amor el mas valiente se vuelve un cobarde, el mas cruel se vuelve sensible y el mas noble encuentra la maldad de su alma.
    Daniela tiene un vida que se podria catalogar como perfecta, pero…conoce el amor

  • Lady Valentina (Lady's 3) de Jane Mackenna

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    Valentina Mackencie hija del laird Alexander Mackencie; siempre ha amado a un solo hombre y desde muy joven supo que su corazon y fidelidad le pertenecerian a el. Sin embargo, no seria facil pues ese hombre es Sebastien Mackencie un guerrero con sangre gitana, cuyo lugubre y doloroso pasado lo marco de por vida volviendolo un hombre frio lleno de odio y dolorosos secretos que cubrieron de temor su corazon. Pero todo eso no le impidio enamorarse de Valentina.

  • Altagracia de Rafaela Asuncion

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    Altagracia piensa como mujer, y como mujer siente y padece. El amor le llega temprano y luchara por el pase lo que pase, aun a costa de enfrentarse a la familia.

  • The Hot Affaire. una cita inolvidable de Lina Galan

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  • ?Amor o Deseo? de P. Maria Neta Flecha

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    Katia, una madre soltera de veinticinco anos, estudiante de derecho y ciencias juridicas. Sencilla, simpatica y bastante seria. ?Que pasara cuando se encuentre con su amor del pasado? Dimitri, un capitan de la marina mercante de veintiocho anos. Egocentrico, prepotente y se toma la vida con el “carpe diem”. ?Luchara por la mujer que perdio en el pasado y de la cual sigue enamorado?

  • Asociada con… ?la Muerte? – Megan Marsell de Megan Marsell

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    Leah, la ultima humana y responsable de asegurar la salvacion de la humanidad… ?asociandose con el Jinete Palido?
    Necesitara suerte para sobrevivir a su nuevo entorno… O a Muerte.

  • Alteravita de Estefania Yepes

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    En algun momento dado, todos almacenamos en nuestra memoria el recuerdo de un acto, decision, palabra o gesto, que nos remueve por dentro y nos martillea la sien. Duele. Tanto como solo lo hacen aquellas cosas que viven en un interior desprovisto de visitas ajenas, donde el propio yo es dueno y senor de nuestras emociones mas ocultas, recordandolas cada vez que se siente dispuesto a castigarnos con ellas. Los remordimientos existen desde tiempos inmemorables. Residen en el ser humano y constituyen parte de su propia existencia, cohabitando junto con todos los buenos pensamientos. Son casi tan importantes como ellos, tal vez incluso mas. Se aprende a partir de las ensenanzas, pero tambien de los errores. Estos, precisamente estos, son los que generan una sensacion en el cuerpo imposible de emular por cualquier explicacion doctrinal o farmaco. Resulta muy facil entender que si tu sonries a una persona justo despues de desearle que tenga un buen dia, existe un noventa y ocho por ciento de posibilidades de que esta te responda del mismo modo, lo cual, provocara en ti emociones de placer, serenidad y lo mas importante, permitira la liberacion de las llamadas endorfinas, los neurotransmisores responsables de hacer que nos sintamos felices y al mismo tiempo, disminuiran los niveles de estres. Sin embargo, nadie nos prepara para la llegada de aquel momento en el que, sobrepasados quiza por ciertas circunstancias, tal vez una noche de insomnio o bien, una semana cargada de tension en el trabajo, cuando alguien nos sonrie tras desearnos ese radiante "buenos dias" respondemos con un despiadado bufido, enarcamos las cejas y le recriminamos que todavia siga en la cama cuando deberia de estar haciendo algo productivo con su vida, y no dejar que todo el peso de la casa recaiga sobre uno mismo, justo antes de cerrar la puerta a tus espaldas y desaparecer con el corazon batiendo con fuerza contra el pecho. Tras ese dos por ciento de posibilidades que existen de que esto suceda, cuando la furia inicial remite y la razon consigue hacerse un hueco e imponerse sobre la excitacion sobrevenida, surge lo que se conoce como los remordimientos. Los remordimientos no son mas que sentimientos, un patron de pensamiento segun el cual, el ser humano ahonda y rememora unos actos, reacciones o palabras que quiza podria haber evitado, en la mayoria de ocasiones de forma muy sencilla. Los hay productivos, es decir, todos aquellos que nos permiten aprender de un error y afrontar nuestro futuro de un modo distinto; pero tambien, existen los considerados como improductivos, capaces de sepultarte y hundirte sin piedad en un infierno de emociones con las que no podras cambiar absolutamente nada e incluso, de destruir cada recodo de tu ser. Dicen que de los errores se aprende. La historia que os traigo a continuacion no versa unicamente sobre ellos, sino sobre la capacidad que tiene el ser humano para caer, levantarse, comprender, crecer y, en la mayoria de los casos, volver a caer. Dar el siguiente paso, ya solo depende de uno mismo. ?Cuantas veces os habeis preguntado "que habria pasado si..."? 0. El principio... o tal vez el final. Desperte demasiado tarde. Bueno, en realidad no lo hice. Pero, por lo visto, una ya no podia dormitar tranquila ni siquiera a las siete de la manana. Me sentia agotada por culpa de las incesantes horas de trabajo a las que me veia sometida y mi jefe no parecia tener muy por la mano el concepto "limites". Una cosa era tener disponibilidad horaria completa y otra muy distinta no respetar el descanso de tus empleados. Sali del bano envuelta en una nube de vapor, el pelo encrespado y el maquillaje sin sellar. Me esperaba un dia duro. Debia despedir a mi secretaria y a dos de los chicos de mantenimiento despues de una remodelacion de plantilla. Llevabamos toda la semana con reuniones a casi todas horas. El comite nos exigia cifras con las que respaldar una decision que me provocaba nauseas. Me mire frente al espejo del armario y mis ojeras no me devolvieron el saludo. Por lo visto, ellas tambien me odiaban. Toda yo me odiaba por tener que dar ese paso. A mis espaldas, Sam continuaba tumbado en la cama, como si el mundo no fuera con el. La serenidad se reflejaba en su rostro, aquella calma que solo reside en las personas que no viven con remordimientos o tal vez, aquellas que con el tiempo, han aprendido a gestionarlos sin que estos logren aduenarse de su cordura. Uno de sus pies reposaba apacible sobre las sabanas, al que le seguia una pierna musculada y fibrosa. Senti rabia y muchisima envidia. Rabia porque el pudiera dormir con tal placidez cada noche, ajeno a todas las emociones que me hacian tambalearme, sufrir migranas hasta altas horas de la madrugada y acabar llorando hecha un ovillo cuando la tension me sobrepasaba. Envidia de que el pudiera seguir durmiendo mientras yo debia ir al despacho y afrontar el que seguramente seria uno de los peores dias, cuando lo unico que deseaba era quedarme en casa, servirme una copa de vino y encargar una tarta con crema de mantequilla. --Buenos dias, mi amor --me saludo feliz, con un ojo entreabierto y algunos mechones ondulados cubriendo su frente. Mostraba una de esas sonrisas mananeras, obnubiladas por un sueno del que aun no habia despertado por completo. Si, me moria de rabia, de envidia y estaba furiosa con el, por un motivo que ni siquiera le concernia. --Eso lo sera para ti --espete en un tono hosco que no se merecia--. Te pasas las mananas durmiendo sin hacer nada de provecho. Ya podrias levantarte y salir a hacer la compra por lo menos, seria todo un detalle por tu parte. A traves del espejo vi que levantaba ligeramente la cabeza, contrariado por aquel ataque gratuito que acababa de recibir. Me dedico una mirada de estupor nada fingida. Cerre los ojos y sostuve la cabeza en alto, arrepintiendome en ese mismo instante de lo que acababa de decirle. Pero no tenia tiempo para disculpas. Cogi el bolso que habia sobre la silla, me coloque el panuelo en el cuello y me despedi con un simple e impersonal "adios". Llegue a la oficina con el estomago encogido y una aguda jaqueca, por no mencionar la presion que me oprimia el pecho. El metro a esas horas de la manana era un horror. Se formaban grandes tumultos y algunos de los viajeros, sin haber pasado previamente por una ducha calida y necesaria, me conducian con su impaciencia a un estado de mayor irritacion. No me gustaban las aglomeraciones, pero nos habiamos quedado sin coche y el chico del taller dijo que tardaria dos o tres dias en darnos una respuesta al problema. Hacia tiempo que no iba en metro y ahora no podia pensar en otra cosa que no fuera lo mucho que llegaba a odiarlo. Entre en la oficina con el pulso disparado y un ligero temblor en las manos. Todavia podia escuchar mis propias palabras mientras el rostro de Sam me interrogaba atonito desde la cama. Me habia pasado con el. No se merecia mi descaro. Algo se removio en mi interior y supe que tenia que disculparme cuanto antes. Eleve la mirada al techo, puse los ojos en blanco y exhale un suspiro mientras mi conciencia se encargaba de mortificarme. Sentia la imperiosa necesidad de pedirle perdon y hacerle saber que en realidad, no queria decir lo que habia dicho. Era consciente de que trabajaba hasta muy tarde y que nuestros horarios a veces resultaban incompatibles, pero queria que supiera que no creia que fuera un hombre sin pretensiones ni dedicacion, ni mucho menos. Al llegar a mi despacho, deje las cosas en el perchero, encendi el ordenador y saque el telefono movil para enviarle un mensaje. Sin embargo, mi jefe aparecio en ese mismo instante, dispuesto a cortar de raiz mis intenciones. --Llegas tarde. Estan todos en la sala de juntas. Date prisa. Le hice un gesto afirmativo con la cabeza y me vi obligada a dejar de lado mis propositos para coger los portafolios antes de salir tras el como un rayo. Respire con profundidad un par de veces a sus espaldas y me dije a mi misma que en cuanto hicieramos el primer descanso le enviaria el mensaje. El debia de seguir durmiendo y seguramente, despertaria a media manana, daba igual que el mensaje llegara a las ocho menos cuarto que a las diez.