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    Laura viene saliendo de una relacion toxica y tortuosa, y su amiga la ayuda a despejarse invitandola a pasar unos dias de vacaciones a la montana.

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    Corazón al desnudo: El excitante romance con la hermana de mi mejor amigo de Penelope DunnHan pasado varios años desde que no nos vemos.Pero he de... 0Libros ...

  • Éramos compañeros, ahora somos amantes - Goodreads

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    Penelope Dunn. 3.60 · Rating details · 10 ratings · 4 reviews. Mi trabajo es salvar vidas, y no hay lugar para distracciones.

  • Misterioso amor de Alex Vera

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    --Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Marcial. Hay una mala… --Se interrumpio--. Y no se… --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un maldito ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? --Joder --murmure, y saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente--. Ahhhhh --grite, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, mierda. Esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mierda. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago. Una columna de humo negro se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. --Mierda --gruni y me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca y luego entre--. !Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi Hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el maldito techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a… --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era una mierda a la hora de recordar fechas y nombres. Olivia, Luna o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital. Por supuesto. Pregunta estupida. Pero yo actuaba extranamente protector al pensar que se la llevarian. Mi hermanastra. Papa. ?Donde diablos esta papa? Mire hacia la mansion, dudando entre seguir a la ambulancia hasta el hospital o quedarme esperando que sacaran a mi padre. El fuego salto de las ventanas del ultimo piso cubriendo los alfeizares y los aleros. Se escucho un crujido resonante, y dos bomberos salieron corriendo de la casa, con las manos vacias, saltaron del porche y cayeron al cesped. El crujido se convirtio en una enorme grieta, y el lado izquierdo del techo, justo encima de donde habia encontrado a mi nueva hermanastra, se derrumbo, escupiendo chispas y motas de hollin. Las llamas rugieron y los hombres abrieron la manguera, descargando el agua sobre la casa.--Mierda --murmure, llevando mis manos a la cabeza y agarrando punos de mi cabello--. Mierda. Esto no puede estar pasando --Camine hacia adelante--. !Papa! Una mano salio disparada y aterrizo en mi pecho, impidiendome correr hacia la ruina ardiente por segunda vez. --Whoa. Tranquilo amigo --dijo una voz masculina. La casa era un desastre. No habia forma de entrar sin una muerte segura. Me voltee hacia el bombero que estaba a mi lado y lo agarre por los hombros. --?Donde estan? --gruni--. ?Donde esta mi padre? ?Donde esta su esposa? --Senor, tiene que calmarse --contesto el tipo. --?Donde? Pero el grito de la sirena de la ambulancia me interrumpio. Me gire hacia ella, mirando como cerraban las puertas a bofetadas, mientras los medicos saltaban adentro. No habia nada que pudiera hacer aqui. Y existia la posibilidad de que mi hermanastra supiera donde estaba mi padre; tal vez se habia ido de la casa antes de que comenzara el incendio. Trato de llamar a la policia. Eso explicaria por que la ambulancia habia llegado a tiempo. Era una falsa esperanza. Aprete los dientes, luchando conmigo mismo por sentir esto, por sentirme atraido a seguirla a pesar de mis instintos de quedarme y buscar de nuevo en la casa en llamas, aunque eso significara poner mi vida en riesgo. Un nuevo crujido resono en el lugar y otra seccion del techo se derrumbo. Rapidamente, me separe del bombero y del segundo medico que trato de acercarse a mi, y corri hacia mi auto. Si alguien sabia lo que habia pasado, seria ella. Capitulo Dos LUNA !Dame tu corazon! !Damelo! ?Donde estas? La voz resonaba en la oscuridad que me rodeaba. Te arrepentiras si no lo haces, ?entiendes? Lo lamentaras por el resto de tu corta vida. Abri mis ojos y parpadee ante la luz del sol, luego los entrecerre. Estaba en una cama de hospital con sabanas blancas limpias. Levante mis manos y vi que estaban completamente cubiertas de hollin, ademas, me dolia la garganta y los pulmones. ?Por que estoy aqui? El pensamiento se me vino a la cabeza, y me hizo estremecer. No podia recordarlo. En panico, examine la habitacion con mi mirada, viajando hacia la ventana con sus cristales limpios que ofrecian la vista de un estacionamiento y un arbol a un lado de el. Mi mirada regreso desde esa vista de nuevo a la habitacion y luego a la cama. ?Que demonios…? Un hombre increiblemente guapo estaba dormido a mi lado apoyado en la silla, con la cabeza inclinada hacia un lado dejando al descubierto un cuello grueso y una fuerte linea de la mandibula, recubierta de una delgada y definida barba. El cabello corto y de castano oscuro adornaba su cabeza, y sus labios se movian levemente mientras dormia. Me resultaba familiar. ?De donde te conozco? Escudrine mi mente, entre el miedo y la confusion que tenia por estar en ese lugar. No habia nada, nada que explicara por que yo estaba ahi, en esa cama, con el sentado a mi lado como una especie de perro guardian. !Marcial! Es el hijo del marido de mama. Habia un oscuro recuerdo de la vez que conoci a mi nuevo padrastro en la casa de mi mama en Manhattan, en donde el me mostro una fotografia de Marcial. Aunque era mas joven en la imagen. ?Era mi hermanastro? El tipo era tan guapo como un Adonis, pero eso no explicaba por que estaba aqui. De repente un dolor de cabeza palpitante broto entre mis ojos. Aprete mis parpados y exhale. !Piensa! ?Por que estas aqui? ?Donde estas? Un grunido, seguido un chirrido del sillon a mi lado me hizo abrir los ojos nuevamente. Marcial estaba despierto, sus ojos eran de un azul cristalino y estaban fijos en mi. --Hola --dijo, en un estruendo gutural que me habria hecho sentir un hormigueo, si no estuviera completamente asustada por todo lo que estaba sucediendo en ese momento. --?Por que estoy aqui? --pregunte inmediatamente. --Luna, ?verdad? --Si. Eso era todo lo que podia recordar. Que yo era Luna. Que habia tenido un laboratorio de chocolate durante mi infancia. Que mi madre habia trabajado duro para mantenerme y darme una buena educacion. Recordaba que una vez habia comido conchas de tacos directamente de la caja y solo Dios sabia por que razon. Y que era… Mi ocupacion flotaba en los margenes de mi memoria. --No puedo recordar… mucho --dije. Marcial se levanto y arrastro su asiento mas cerca de la cama. --Me llamo Marcial --dijo--. Soy tu hermanastro. --Lo se. Recuerdo haber visto tu foto la semana pasada. Creo que fue la semana pasada, en Nueva York. --?Cuando fue eso? ?Que dia? --El 7 de enero. --!Mierda! --exclamo. --?Que? --pregunte, mi estomago se apreto ante la expresion que cruzaba por su cara. --Es 24 de julio. Me quede boquiabierta al igual que el. Eso no era posible. Habia perdido… ?que, mas de seis meses? No habia nada mas en mi memoria que eso. Intente recordar, busque respuestas sobre mi, sobre quien era yo, pero no habia nada. Mi madre, mi infancia, un flash de conocer a su marido, la foto de Marcial, y algunas conversaciones con cierta gente. Mucha gente, a la que ahora no recordaba quienes eran. --Oh, Dios --murmure--. Oh, Dios mio, esto es muy malo --Me agarre la frente--. ?Como llegue aqui? Tienes que decirme como… --Espera un momento --dijo Marcial y levanto una mano--. No te ves bien. Dejame conseguirte una enfermera. Se levanto y busco el timbre que estaba junto a mi cama, pero le agarre la mano y la aprete con fuerza. --Por favor. Por favor, antes de que hagas algo, dime que esta pasando --Mi voz se quebro un poco. No iba a llorar delante de este tipo, mi hermanastro o lo que sea. Marcial miro hacia el punto de contacto entre nosotros y luego hacia mi cara, y no pude evitar sonrojarme, a pesar del miedo que me invadia, a pesar de todo. Esos ojos eran… como estanques de fuego azul, y yo estaba atrapada en ellos. ?Que demonios pasa contigo? Ni siquiera puedes recordar. --Muy bien --dijo, liberando su mano de la mia, dejando el cosquilleo de su tacto en mis dedos. Era grande, calido, muy reconfortante--. Pero esto podria ser un shock para ti, y no quiero asustarte. --Solo dime. Por favor. Me senti tentada a tomar su mano de nuevo, pero me obligue a no hacerlo. ?Que tan patetico seria eso? Tocando a un tipo que apenas conocia, rogando por apoyo. Esa no era yo. ?O si lo era? No, definitivamente no. Mi instinto me decia que yo no era el tipo de chica que me restregaba y lloraba. --Venia a ver a mi padre y a conocer a tu madre y a ti este fin de semana. Por cierto, nunca nos habiamos visto antes. --Continua --dije, esperando a que siguiera. --Recibi una llamada de mi padre, y parecia asustado. Lo que es muy raro. El nunca tiene miedo, nunca. No podia confirmarlo. Lo recordaba vagamente en su mejor momento. Sr. Stone. Si, ese era su nombre. Dios, ?que esta pasando? --Fui a la casa de Nantucket, y estaba en llamas. Tu estabas adentro inconsciente, yo te encontre. No me ofrecio mas informacion, solo me miraba con sus ojos inquietos que se movian de un lado a otro en sus orbitas. Intente procesarlo todo, rapido. Nantucket. Fuego. Me encontro adentro. --?Me salvaste? --Si quieres llamarlo asi --contesto con firmeza. --?Y mama? ?Y tu padre? --No se donde estan. No estaban en la casa. Simplemente… se han ido. --Desaparecieron --Me eche hacia atras contra las almohadas, con la boca seca y el dolor de cabeza enfurecido--. Espera, ?acabas de decir Nantucket? ?Nantucket, Massachusetts? --Correcto. Pero lo ultimo que recordaba era Manhattan. Especificamente el apartamento de mi madre en Manhattan. El que compre para ella. Me puse a indagar en ese pensamiento, pero no habia mas informacion que recoger. Ni siquiera era un recuerdo. Era como si… solo lo supiera. Entonces, ?como diablos termine en Massachusetts? --Creo que voy a vomitar --murmure, y lo decia en serio. --Espera, buscare al medico. Cerre los ojos y me disolvi en el torbellino negro, mis entranas se tambaleaban con cada giro de la oscuridad. Agarre las sabanas con los punos, respire profundo y abri los ojos, pero los giros seguian. La habitacion estaba vacia ahora. Marcial habia desaparecido, y yo estaba sola. ?Como sabes que estuvo aqui? ?Como sabes que todo esto es real? La puerta de la habitacion se abrio hacia adentro, y entro un tipo con una bata blanca, Marcial casi le pisaba los talones. --No se siente bien --dijo--. Y no puede recordar mucho. El medico levanto sus cejas tupidas y oscuras, y giro su cabeza para verme mejor, gracias al vertigo que me inmovilizaba en la almohada. Camino hacia adelante, sonriendome calurosamente y luego levanto una banda de presion arterial de una mesa cerca de mi cama. --Hola, Srta. Cullen --dijo, y suavemente tomo mi brazo derecho--. ?Como estas hoy? --Acaba de decirte como estoy --conteste yo, poniendo una mueca de dolor--. ?Quien es usted?--Soy el Doctor Khatri, y voy a tomarte la presion mientras hablamos. ?Te parece bien? --Si. ?Que me pasa? --Sufrio una lesion en la parte posterior de su cabeza, cerca de la base --dijo, mientras fijaba la banda de presion sobre mi brazo--. Y ha estado inconsciente durante dos dias. --!Dos dias! --chille. Aunque me importo poco, porque no podia recordar nada de los ultimos seis meses. --Correcto. Hemos comprobado que tiene una conmocion cerebral, pero la buena noticia es que no hay liquido en el cerebro, gracias a Dios. --Eso es bueno --De repente mi vision se arremolino--. No puedo ver bien. La habitacion esta dando vueltas. --Mmm, tu presion sanguinea esta un poco baja --dijo el medico, mientras la maquina sonaba. Se acerco y presiono el timbre que notificaria a algunas de las enfermeras. El doctor Khatri saco un boligrafo del bolsillo superior de su bata blanca y lo sostuvo frente a mi--. ?Puede seguir esto con los ojos, por favor, Srta. Cullen? Hice lo que me pidio, apretando los dientes ante las nauseas resultantes. --Me duele la cabeza --dije. --Escucha, ?que demonios esta pasando aqui? --pregunto Marcial, detras del doctor--. Claramente se siente mal. Ayudala. --Me temo que se necesita algo mas que la orden, Sr. Stone. --Entonces, ?que se necesita? ?Quieres dinero? Las palabras de Marcial salieron renidas, y su mirada estaba fija en mi, mas que en el doctor. Esas brillantes piscinas azules contenian un tipo diferente de calor ahora, uno impulsado por la preocupacion. --Esto es un hospital, Sr. Stone. No aceptamos sobornos para tratar a nuestros pacientes. Una enfermera irrumpio en la habitacion y una rafaga de actividad estallo a mi alrededor. Todo fue vertiginoso, la gente me hablaba, se inclinaba sobre mi, tomaba medidas y cambiaba las gotas. Mis ojos se cerraban y volvian a abrirse. --?Srta. Cullen? --La voz del doctor me trajo de vuelta al presente. La habitacion estaba vacia ahora, y el remolino se habia detenido. --?Donde esta Marcial? --pregunte. --Estoy justo aqui.

  • Los amos del mundo estan al acecho de Cristina Martin Jimenez

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    En las reuniones secretas de Bilderberg se decide el destino del mundo. Si no tienes el honor de ser invitado, simplemente no existes, no eres nadie. El objetivo del Club es acabar con nuestras libertades personales y manipularnos mediante un unico gobierno mundial establecido en la ONU. ?Como es posible que Google, Nokia, Coca-Cola o el FMI puedan cambiar nuestras vidas? En este libro politicamente incorrecto, Cristina Martin Jimenez desvela las ultimas mentiras fabricadas por los <> para mantener a la poblacion atemorizada y, como consecuencia, controlada.

  • La leyenda 1 de Eilana Osorio Paez

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    Cuando el universo se conspira y nace convertido en hombre para proteger a la mujer que esta destinado a cuidar… Cuando el amor es mas grande que cualquier mal generado por la codicia del ser humano…Una leyenda surge desde los primeros anos de la humanidad en la Tierra, al descubrir que la corrupcion cae sobre la naturaleza y la maxima creacion se cree dueno de todo lo que lo rodea.

  • Donde esta mi jersey islandes de Stig Dagerman

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    Que bien, asi me gusta. Que me reciban como a un senor. Ahi esta Ulrik, en la esquina del anden, con botas de cuero y su mejor sombrero, el de ala ancha, mirando alicaido a la explanada de la estacion. Lleva brazalete de luto y lazo negro. A su espalda la yegua ramonea entre las flores del arriate. Habra que ir en coche de caballos, no lo hacia desde que era nino. Me reciben como a un senor solo porque padre ha muerto. En otro caso tendria que ir a pie hasta que el fango me cubriera las canas de las botas. Si, claro que no voy a olvidarme del entierro de madre. El mismo de siempre. No, que va, no sale a mi encuentro aunque me vea bajar del vagon. Como si yo no tuviera bastante con lo que cargo, la corona y la maleta llena de botellas de aguardiente. Podia haber facturado la corona, pero vete tu a saber. Bien recuerda uno lo que ocurrio con la corona de madre. Tanto la maltrataron en el transporte que parecia mentira apanar nada. De verguenza me moria durante el entierro, tratando de cubrir las flores con cintas para que nadie las viera. Y acaso cree alguien que sirve de algo reclamar a la compania del ferrocarril. Que va, nada de eso. Lo unico que hacen es escurrir el bulto y alli se queda uno como un pasmarote. Bueno, ahora por lo menos me saluda, Ulrik, Ulrik, como le deciamos de pequenos. Saluda con el sombrero y esboza una sonrisa. Parece un palurdo, pero que otra cosa podria esperarse. Y ahi va el chapista, borracho los sabados como de costumbre. Se detiene y quiere hablar. Sabe lo que llevo en la maleta con solo verla. Recibe mi pesame mas sincero, me dice el chapista, pronto le llego la hora al viejo. Lo vi un dia antes y estaba en plena forma. Ya se sabe que padre bebia mas de la cuenta al final de sus dias, pero no va a ser el chapista quien venga aqui a pregonarlo en medio de la estacion. Me pregunto si estara invitado. Bebian juntos, eso si, padre y el, pero no por eso va a tener que estar invitado. !Atiza! Ahora se me cae el brazalete. El anterior lo perdi, salgo un sabado de parranda y cuando vuelvo a casa el brazalete ha desaparecido. Y no porque se lleve el luto precisamente en la ropa, !pero mira que perderlo en medio de una borrachera! Alelado se queda uno aunque fuera un mes despues del entierro. La mujer ha vuelto a comprarmelo muy holgado. O acaso este yo demasiado flaco para brazaletes. A saber. En todo caso se me cae hasta la muneca. Y parezco un desmanado. Maldita sea. Y Ulrik. Es lo que suele hacer cuando vengo a casa. No echa una mano aunque uno deje la maleta en el suelo y lo este deseando. Y decir, no dice una palabra, no responde aunque le diga hola una y dos veces. Pero siempre fue cerril y atravesado. Ulrik. Agarra tu la corona, hermano, le digo, y le doy una palmadita en el hombro. Hermanos somos en todo caso y circunstancia, no va a ser en vano. Bien, la caja de la corona cabe justo bajo el asiento trasero. Pero la maleta la llevo conmigo. Ulrik chasquea la lengua. Blenda, la condenada yegua, gira torpe con el belfo atiborrado de flores del jefe de la estacion. Deja ahi la maleta, muchacho, dice Ulrik. Pero bien sabe uno lo que paso cuando el entierro de madre. Tage, el hermano pequeno, quiso llevarla para darselas de forzudo y, pum, golpeo la maleta contra un puntal de la cerca y reventaron dos botellas. No hubo mas remedio que salir por ahi y tratar de hacer acopio de aguardiente en plena tarde de sabado. Sera mejor que lleve la maleta conmigo. En todo caso hace calor. ?Que si ha llovido? No, llover no ha llovido desde hace un mes por lo menos. Buen mes de octubre, hay que decirlo. Enviamos tarde las cartas, dice Ulrik, pero asi y todo las mandamos. Las cartas. Pasamos por delante del banco, la casa del medico y el cafe del minigolf. Ahi es donde trabajaba Frida. No fue mala idea ser novio suyo. Entonces entraba al cafe por la puerta trasera y la consumicion me salia gratis. El tiempo que duro. Pero la verdad es que siempre fue de provecho tener a Frida ahi. La recibiste a tiempo, claro, pregunta Ulrik. O mas bien lo afirma para justificarse. Ah si, las cartas. La carta. Pues si que llego, pero bien podia haberla escrito antes, Ulrik. Pero siempre ha sido reservado y no, que va, escribir no escribe una linea en vano. Y asi llego la carta, el domingo pasado, de forma enteramente inesperada. Yo me habia pasado todo el dia en el hipodromo de Solvalla, apostando a las carreras y con ciento cincuenta coronas en premios, ?cuantas veces ocurre eso? Que disculpado esta uno cuando no esta sobrio del todo. La carta, va la mujer y la pone encima del contador de la luz y empieza a hacerse la remolona, a ver si cojo la carta tan pronto como llego a casa. Como cuando murio madre, pero entonces recibi una carta como es debido de Lena, la hermana pequena, la que ahora esta ingresada en el sanatorio, cosa que sin duda tranquiliza. Abro la carta, es lo que hago, la leo y releo y me lleva tiempo aclararme. Algo perplejo se queda uno al recibir un mensaje luctuoso y no estar realmente sobrio. La mujer no puede dejar de advertirmelo, pero ya le devolvere yo la pelota, vaya que si. Y bien, me digo, el viejo no es de los que han desperdiciado una sola gota y quien sabe: acaso se ha dicho que estaba completamente sobrio al morir. Pero aun asi me siento algo afectado, igual que en el entierro de madre, cuando salimos por ahi a pedir aguardiente para el velatorio y por la noche ya estabamos alegremente achispados y con resaca durante todo el entierro. Ropa tienes, por supuesto, dice luego la mujer, eso si, tendre que comprarte otro brazalete, claro, el anterior lo perdiste en medio de una borrachera. Tendre que oirla hasta el dia que me muera. Y el tejado del guardia, que salio volando y se le vino abajo. Si, eso dicen, que salio volando. Ahora esta sentado en el patio. Fuma en pipa y tiene un papel en la mano. Tambien se ha hecho con una hamaca desde la ultima vez. Estara buscando informacion sobre quien pudo haberle echado el tejado abajo. Un engreido, es lo que siempre he pensado. Ahora nos adelanta un coche, un flamante Chevy, a estrenar. Se lo digo a mi hermano, pero que va, que va a saber mi hermano lo que es un Chevy, ni siquiera un Chevrole, por lo que le toca. Que pena por Lena, se saca Ulrik de dentro, no la han dado permiso para venir a casa. Si, pobre Lena, la hermana pequena, por lo menos tiene algo especial. No es como Ulrik, cerril y atravesado, ni tampoco como Lydia, la hermana mayor, gorda y presumida desde que se caso con el tratante de aparatos de radio del pueblo. Los domingos sale con traje folclorico y se ha hecho voluntaria del cuerpo auxiliar del ejercito. !La hermana de uno! Ya se sabe que lo unico que hace es mirar a los demas por encima del hombro. Bien me acuerdo del revuelo que armo durante el entierro de madre por darse la casualidad de que uno cometiera un desliz la manana del entierro. !Mira que tener un hermano tan cafre!, eso fue lo que me dijo. Pues mira, si de mi depende, de eso se libra. Lena es otra cosa. Se parece mas a uno, no teme hablar, no es nada arrogante ni mira a nadie de soslayo, nunca lo hizo. Y tuvo que contagiarse de tisis en casa de ese estupido de Lundbohm, solo por no caldear su habitacion. Ama de llaves de semejante patan, el diablo tenia que ser. El Chevrolet viene de vuelta, seguro que ha estado en Turisten y viene de regreso. A Turisten vienen a tomar copas hasta de la ciudad. Si pudiera salir esta noche. Pero bien recuerdo lo que paso durante el entierro de madre. Toda una bronca. Bronca y amargura. El Chevrolet aminora la marcha y no porque la yegua se asuste, porque Blenda ha servido en un regimiento acarreando los canones de los cabos. Coche y carreta se detienen y quedan a la misma altura, y quien baja la ventanilla del coche y asoma la jeta sino Holmgren el Panadero. Algo mas calvo esta desde el entierro de madre, pero tiene la misma nariz roja. Tambien tiene la cara colorada pero quiza se deba al bronceado. Capaz. Te acompano en el sentimiento, me dice Panadero aunque parezca tan alegre como siempre, siento lo de tu padre. Pero vente a dar una vuelta esta noche si no tienes nada mejor que hacer. Que no es que Knutte ande todos los dias de parranda, dice Panadero. No desde el entierro de madre, le digo tratando de parecer compungido aunque no me resulte nada sencillo cuando pienso en las juergas que me he corrido con Panadero. El aguardiente que hemos bebido juntos podria bastar para pasarnos borrachos como minimo la mitad de un ano. Ya veremos, ya veremos, le digo. Nada fijo le puedo prometer estando Ulrik delante. Pero Ulrik chasquea la lengua y restalla con la fusta para que la condenada yegua arranque en segunda y pegue un tiron tremendo. Pero la maleta la llevo bien sujeta entre las rodillas para no correr ningun riesgo. El Chevrolet arranca y se aleja. Precioso coche, digo, y no es que deje de sentir cierta curiosidad por los posibles de Panadero para ir dandoselas de coche. La ultima vez me pidio prestadas diez coronas para poder sacar a la mujer a dar un paseo. Ella llevaba tres dias sin salir de casa. Al menos eso fue lo que me aseguro. Pero vete tu a saber. Tanto larga Panadero. En el fondo es un buen muchacho. Primero acierta una quiniela, dice Ulrik. Y luego le toca la loteria. De modo que pronto va a morir pimplando. Eso suena a envidia. Envidioso y atravesado, eso es lo que siempre ha sido Ulrik. Ahi va, dando trallazos con la fusta mientras Blenda cabecea despacio en direccion a Turisten. Fuera de Turisten estan los camiones de la cerveza. ?Tienes cerveza en casa? Si no tienes, paramos y apanamos una caja, le digo. Pero entonces Ulrik se enfurruna. Restalla con la fusta para que la yegua llegue al puente en dos o tres trancos. Es que no puedes pensar en otra cosa estando padre muerto, me reconviene. !Cerveza y aguardiente, no tienes otra cosa en la cabeza! Pues claro que si, hombre, podria haberle dicho. Recordarle el dinero que he estado enviando a casa durante ocho anos para el tabaco de padre y !cuantos vestidos no enviaria la mujer a madre en su dia! Pues claro que hemos tenido algo mas en la cabeza, si es que le da por ahi. Y ademas, lo de la caja de cerveza ha sido con la mejor voluntad. Bien recuerda uno lo que paso en el entierro de madre. Al final solo hubo agua y quienes fueron los que tuvieron que avergonzarse, Ulrik y uno que yo me se. Tambien podria recordarle eso. Llegado el caso.

  • My Angel de Dama Beltran

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    Thomas Sanders y Virginia Wallace quedaron unidos en el pasado por una apuesta, pero cada uno siguio su camino imaginando que lo sucedido no alteraria sus vidas.

  • La corona maldita de Mari Pau Dominguez

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    Mari Pau Dominguez vuelve a desvelarnos los secretos mas intimos de los protagonistas de nuestra Historia en esta novela sobre Felipe V, el primer Borbon que reino en Espana, y la mujer que estuvo a su lado en el lecho y en el trono.

  • Sin miedo a las estrellas de Chiara Parenti

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    Una historia sobre la importancia de saborear cada momento y de no dejar escapar las oportunidades que te brinda la vida.

  • El corazon de Evenor (Kepler 2) de B. E. Raya

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    Evenor no estaba de acuerdo con el plan que tenia su padre para ella, lo que mas habia deseado en su vida era escoger al hombre que seria su companero de vida, peleo por eso, lucho incansablemente por conseguirlo, ahora tenia en su poder la decision, pero su corazon estaba dividido, toda su vida habia estado enamorada del amigo de sus hermanos, Rhodes, a ella no le importaba que no fuera mas que un simple soldado, el destino le habia jugado una mala pasada, ahora aparecia en escena Denes, uno de los miembros del Concejo, el jamas habia llamado el interes de Eve, pero ahora despues del ataque a su planeta el Concejal le habia mostrado una faceta de el que la habia cautivado completamente. Ella tenia que tomar una decision, aunque al final siendo su intension o no, terminaria lastimando a uno de ellos, a menos que encontraran alguna otra solucion en la que los tres obtuvieran lo que deseaban

  • La gravedad que nos atrae (Los Elementos 4) de Brittainy C. Cherry

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    Graham Russell es un escritor de exito, pero esta atrapado en un matrimonio infeliz y nunca ha conocido el amor de verdad.
    Hasta que Lucy, una joven florista, llega a su vida.
    Poco a poco, la gravedad ejercera su poder de atraccion y Lucy sanara las heridas del pasado de Graham.

  • La gente no existe de Laura Ferrero

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    A veces, Amelia se esconde detras de la verja y se queda ahi, de pie, observando como sus companeros de clase, que salen en tropel, se abalanzan al cuello de esas madres que los esperan a la salida del colegio con los bocadillos envueltos en papel de plata, donuts para los afortunados, y bollycaos si aun hay mas suerte. A Amelia le gusta quedarse ahi, a caballo entre los dos mundos, la escuela y la calle, agarrada a esa mochila en la que Cobi extiende los brazos con traje y corbata. <>, se lee en el bolsillo exterior. De puntillas, mirando a traves del jazmin enredado en los barrotes, fantasea por unos segundos. Observa a las madres de sus companeros, de sus amigos, y piensa en como seria ser hija de Susana, por ejemplo, que va a buscar a Matias con un 4x4 enorme de color blanco que aparca en la esquina. O de Pati, la madre de Tito, su mejor amigo, que no tiene marido porque se murio pero tiene una casa con piscina a la que Amelia va muchos viernes. O de Antonia, tan divertida y carinosa siempre, la madre de Alejo, al que el Ratoncito Perez le trajo un viaje a Paris de regalo: le dejo una tarjeta debajo de la almohada y en ella se recortaba la silueta de la torre Eiffel. En ocasiones, Amelia tambien fantasea con regalos caros escondidos en cajas de terciopelo, piscinas en frondosos jardines y madres que guardan en el bolso cruasanes recien hechos, bombones con guindas por dentro o bocadillos de mantequilla de cacahuete, como suele ver en las series. Pero sabe que tambien hay otras madres como Leonor, la de Ana, la nina mas lista de clase, y Leonor es de esas madres, las peores, que llevan para merendar fruta cortada en un tupper, o frutos secos, y <>, se dice Amelia. Al menos, se reconforta, la suya, en algunas ocasiones, cuando su padre no esta, le deja comerse una tostada de nocilla de dos colores. Su madre la espera en la esquina de siempre charlando con las otras madres: la de Matias, la de Ana. Recibe a Amelia con los brazos abiertos y el bocadillo en el bolsillo de la gabardina; y lo saca cuando llega su hija y la reprende por salir, como ya es costumbre, mas tarde que ningun otro nino de su clase. --Nos vamos a ver pisos --se despide de las otras madres--. A ver si encontramos algo ahora que ya podemos mudarnos del barrio ese en el que vivimos. Ninguno de sus amigos de clase ha estado nunca en su casa, el pequeno piso sin ascensor del <> donde viven sus padres y ella. De manera que celebran los cumpleanos de Amelia en cafeterias, en parques, incluso una vez lo hicieron en el jardin de Tito porque los dos cumplen el mismo mes. Amelia se queja porque quiere invitar a sus amigos a casa, pero su madre no da el brazo a torcer: viven lejos, dice, demasiado lejos. Sin embargo, desde hace un par de meses, ha decidido que van a mudarse y Amelia la acompana todos los viernes, cuando sale del colegio, y pasan la tarde entre laberinticas casas unifamiliares con piscina interior y jardin, y amplios y exclusivos aticos con galerias y vistas al parque. Ha aprendido a no preguntar demasiado y mucho menos cuando hay gente delante. Y muchisimo menos de dinero, aquel dios pequeno y burlon, como dice su madre, que las separa, por fuerza, de una vida completa, del zumbido sin interferencias de la autentica felicidad. A sus nueve anos, Amelia se ha acostumbrado a que su madre cambie de opinion y a que cuente cosas distintas segun el interlocutor frente al que se encuentre. Dice, por ejemplo, que estan en <> porque la abuela esta muy mayor y no pueden dejarla sola. O porque la consulta de su marido esta muy cerca, tan cerca que asi puede regresar a casa a comer, el, que es muy casero. Pero su padre no tiene ninguna consulta. Antes si. Ella recuerda aun esos tiempos y le llegan destellos de su primera infancia, del apartamento en la playa, de esa vez que fueron a Estados Unidos y alquilaron un coche: el cinturon de seguridad automatico que bajaba por el riel superior hasta encajarse el solo en la hebilla. Tambien la foto que tiene con Goofy frente al castillo de Disney y el melon de color naranja, cantalupo se llamaba, que sabia tan extrano y que le dieron en una bandejita de plastico cuando pararon en aquella area de servicio. Por otro lado, su abuela, que es la que le paga el colegio, no es mayor. El ano anterior, el verano en que la ciudad se engalano para recibir los Juegos Olimpicos, la vieron llegar a casa de la final de Espana contra Polonia y, con amigas suyas, tambien viudas, se habian pintado la bandera de Espana en la mejilla y contaban que se habian subido a la silla para corear <> cuando el jugador marco el gol que dio el oro a Espana. Amelia nunca sabe que responder cuando le preguntan por su casa y hace poco se sorprendio diciendo, una tarde en la piscina de Tito, que ellos tambien tenian una piscina en el terrado y que la suya era incluso un poco mas grande y habia unos salvavidas naranjas con los que el socorrista --porque tambien se invento al socorrista-- le dejaba jugar. Cuando se despiden de sus companeros y de las demas madres, enfilan la avenida de sauces llorones y Amelia escucha atentamente todo tipo de detalles sobre los pisos que van a ver. --Hay uno que me gusta mas que el otro, Ame --dice mientras bajan por la calle Escoles Pies --. Porque tiene una salita de billar que podriamos reconvertir en un cuarto de juegos para ti. Como el de Tito. ?Que te parece? Su madre, alta y elegante sobre sus zapatos de charol, que a Amelia le parecen los mas bonitos del mundo, se aparta el flequillo y le lee el recorte que lleva en el bolso: <>. Amelia asiente y se ilusiona por las posibilidades, y, cuando llegan a la direccion indicada, el vendedor ya las esta esperando y se adentran en una porteria elegante y saludan al portero. Les ensena el atico y entre suspiros y exclamaciones de su madre, el vendedor cuenta que es uno de los pisos mas bonitos que ha visto jamas. --El precio no sera un problema para nosotros --escucha finalmente--. Vivi un tiempo en un piso muy parecido a este --empieza su madre--. Trabajaba en Londres y vivia en una zona preciosa, llena de jardines. Era adjunta de direccion de una empresa textil. --Que interesante --responde el vendedor--. Barcelona le parecera un pueblo comparada con Londres. --Una se acostumbra a todo. Pero estariamos mejor en una casa como esta, eso seguro. Es que por motivos familiares vivimos lejos de aqui, ?sabe? Cuando se despiden, apresuran el paso todo lo que los zapatos de charol le permiten a la madre. --Ay, Ame, que nostalgia. Londres…, eso si que era una ciudad. ?Te imaginas que vivieramos ahi? ?Cerca de Regent's Park? Un dia de estos, cuando tu seas un poco mayor, volvere a la empresa y ya veras --le dice--. Nos iremos tu y yo. Cuando sus padres se enfadan siempre es de noche y Amelia escucha las discusiones camufladas entre los dialogos de las peliculas que ven. Su madre exclama, con grandilocuencia y desconsuelo, que ya ha tenido suficiente de esa vida y entonces Amelia se hace una bola debajo del edredon. <>, dice su padre. Y Amelia se enfada con su padre aunque tampoco sabe bien por que. Supone que son cosas de ese dios pequeno y burlon, de las vacaciones, de querer algo que nunca tiene, pero la retahila de quejas y lamentos de su madre siempre queda ahogada por la misma frase de su padre: <>. La discusion termina y Amelia escucha lloros e incluso algun portazo. Pero luego, al dia siguiente, su madre esta risuena y la acompana de nuevo a la parada de autobus del colegio. La segunda visita es una <>, que tiene tres plantas y un jardin inmenso aunque descuidado, con una unica palmera seca, moribunda, y una cabana. --Yo dormire ahi --exclama, feliz, Amelia. El vendedor sonrie: --Es la casa donde el jardinero guarda las herramientas. No hay sala de juegos en esta casa, diafana y clara, aunque revestida de azulejos pasados de moda y gotele. Lo unico nuevo son las persianas automaticas que el vendedor les va ensenando, y a Amelia le parece magico que tocando un boton se vayan oscureciendo las estancias a medida que las abandonan para entrar en otras. --?Que te parece, Ame? ?Nos la quedamos? --Me gustan las persianas --responde. --Tiene usted una hija deliciosa --dice el vendedor con una sonrisa de complicidad. --El dinero no es ningun problema --vuelve a decir su madre--. Pero necesitariamos mudarnos ya… y, ademas, esto de que aun no hayan terminado la pista de tenis del complejo y que en el anuncio del periodico conste como que si… No se si a mi marido le va a encajar, ?me comprende? El vendedor asiente. --Pero si, lo pensaremos. La verdad es que el lugar es envidiable, aunque claramente necesita una buena reforma. Y ya que estamos, se que es una tonteria, pero a mi esa palmera solitaria del jardin…, ?podriamos quitarla? La he visto muy sola, ?sabe? Como si fuera una metafora… La madre espera que el vendedor la siga, pero este enarca las cejas esperando que continue. Amelia se retira un poco. Siente que vuelve a embargarla esa sensacion extrana. De angustia, de desazon. La asalta una vez mas esa palabra que le quema por dentro. Que le quema en los labios. --?Una metafora? --pregunta el vendedor

  • El colgajo de Philippe Lancon

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    El esperado y sobrecogedor libro de Philippe Lancon, uno de los supervivientes del atentado de Charlie Hebdo.
    La unica manera de entender algunas cosas es ponerlas por escrito. Quiza al final no se consiga desentranar por completo el misterio, pero si iluminar las zonas de sombra a su alrededor. Eso es lo que se ha propuesto y logrado Philippe Lancon en este libro memorable, mezcla de cronica, memoir y gran literatura. Con una prosa llana y un estilo depuradisimo, Lancon nos ofrece en El colgajo un vastisimo retrato de su vida -de Paris, de Francia, del mundo- despues de haber sobrevivido al terrible atentado de Charlie Hebdo del 7 de enero de 2015. Ese retrato, que es necesariamente una reconstruccion, corre paralelo a otras reconstrucciones: la de su mandibula -destrozada por una bala- y la de su nueva vida despues de aquella manana. Porque ?como es posible vivir despues de haber sufrido un atentado, uno en el que tantos companeros y amigos han perdido la vida? ?Que supone seguir viviendo cuando se ha estado en el infierno en la tierra? ?No es eso tambien una condena?

  • Tan solo en un instante de Blanca Tunez Navarro

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    Una mudanza, un encuentro un poco desafortunado, un beso robado….
    Ella, Lara Hernandez, una locutora de radio, bajita y, en ocasiones, con mal caracter.
    El, Angel Vera, un cirujano, que como su nombre indica, es como un angel, aunque no siempre.
    Ella tiene la curiosa mania de encerrarse en si misma y no permitir que nadie traspase esa muralla. Tiene miedo a que, cuando llegue el momento de la verdad, todo vuelva a ser como si nada hubiera pasado.
    El no es capaz de controlar su instinto protector, por eso intentara estar con ella aunque lo eche de su lado. Quiere estar con ella sin importarle ese miedo que no termina de entender, pero hay cosas que no siempre salen como uno espera.

  • Donde esta el corazon de Maya Moon

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    El valor para comenzar de nuevo llevara a la protagonista de esta novela a un viaje a Nueva York que le deparara muchas situaciones inesperadas.

  • Un affaire casi perfecto de Elizabeth Subercaseaux

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    ?Sera ese el juez Rementeria?, se pregunta un periodista que debe entrevistarlo una hora mas tarde, mientras lo ve escapar del lugar donde ha muerto Amalia Griffin. ?Que hacer en un caso asi? ?Le preguntara que hacia en el Club de Golf? Por otro lado Teresa, la amiga de Amalia, ?aceptara la explicacion que se ha dado a pesar de existir un escrito que incrimina al juez? o ?escarbara hasta saber la verdad? Haber visto a ese hombre escapando y silenciarlo se convierte en la pesadilla de este periodista. Descubrir al asesino se convierte en la unica meta de Teresa. Escapar de si mismo es el ultimo anhelo del juez.

  • Sin direccion fija de Susin Nielsen

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    Felix Knutsson tiene doce anos y tres cuartos, y le encantan los concursos. Su programa de television favorito es Quien, Que, Donde, Cuando, e incluso le puso a su mascota el nombre del presentador. Astrid, la madre de Felix, es adorable pero incapaz de conservar un trabajo. Asi que, cuando los desalojan de su ultima casa, tienen que irse a vivir a una furgoneta. Las circunstancias de la pequena familia van de mal en peor, pero Felix tiene la oportunidad de presentarse al casting de la edicion infantil de Quien, Que, Donde, Cuando. Ganar el dinero del premio haria que todo volviera a la normalidad. Pero las expectativas muchas veces no coinciden con la realidad…

  • Una Beldad Indomable (Las Elegidas 3) de Laura A. Lopez

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    Miembro de una familia burguesa en pleno apogeo, Agatha Millford se congracio con la sociedad y las matronas que regentaban Almack’s. Se desenvolvia con gran notoriedad y seguridad, augurando para ella un excelente porvenir. En su primera temporada tomo las riendas de Almack’s, apoyada por sus padres que la consentian en exceso y por las matronas que estaban encantadas con su belleza. --?Este ano no vendra el esperpento de la senorita Ross? --bufo, abanicandose, mientras observaba a los asistentes al club. Le parecia extrano no avizorar siquiera a la hermana de Melissa Ross. --?No te han contado, querida? La senorita Ross, la mayor, se casara despues de la menor. --Lo habia olvidado. Es que no me interesa --sonrio, acomodandose los guantes despues de cerrar su abanico--. Entonces, este ano nos libraremos de ellas. Es emocionante… --La competencia en Almack’s ya no existe. Morgana Ross era una muchacha preciosa --alego la matrona --. Ahora tienes todo este lugar para ti. Es una pena que la senorita Melissa Ross se haya comprometido con tan buen candidato. --El marques de Dorset era un buen candidato, pero no el mejor. Yo quiero cazar a un duque. Escuche de buena fuente que el duque de Sutherland estara pronto en Londres. No lo conozco, mas me han hablado de su atractivo y su riqueza y, conclui que es lo que me merezco --aseguro Agatha. La matrona que la acompanaba asintio con vehemencia a sus palabras. Agatha era rubia, de ojos verdes y de una piel tersa y delicada. Su astucia y su inteligencia eran innegables, pero era en ocasiones frivola y despreciable. Morgana Ross habia sido una competencia terrible, pues tenia una belleza incomparable y, deseaba que pronto se fuera para poder estar con tranquilidad. Sabia que ella cayo en un mal matrimonio con un conde arruinado y se alegro por su pesima suerte. Agatha bailaba con quienes ella escogia y no con los que la seleccionaban. Su padre recibio varias propuestas de matrimonio a las que quiso acceder para que ella fuera casada, sin embargo, no eran de lo que deseaba. No queria ser una senora burguesa como su madre. Aspiraba a pertenecer a la nobleza. Ellos no tenian nada que envidiar a los nobles, no obstante, estaba confiada de que tenia el porte para llevar un titulo y un gran apellido. Recorrio el salon de Almack’s criticando la vestimenta de algunas asistentes. Para Agatha parecian desde pasteles hasta naranjas aplanadas. Si por ella fuera les prohibiria la entrada a las poco agraciadas y agraciados. Una vez que se canso, fue junto a sus padres y se sento para beber una copa. --Si de mi dependiera, este lugar tendria menos personas --comento a su madre. --?Por que lo dices, Agatha? --Hay una diferencia entre poco agraciadas y desgraciadas. Aqui hay catastrofes para los ojos, madre. ?Ya vio el vestido de lady Katherine? Creo que intenta ocultar algo con aquella falda tan extendida. ?Tambien vio a la senorita Gertrude? Se va a asfixiar con sus senos tan arriba. --Enloqueceras si sigues buscando defectos en las personas. Tu debes casarte y mas nada. Llevamos una segunda temporada por tu capricho, Agatha --reclamo su padre--. Todos estos afanes tuyos nos estan costando demasiadas guineas… --Basta, John. Tu hija se casara con quien quiera. --?No he conservado suficiente contigo? Gasta demasiado --se molesto el senor Millford al ser desprestigiado por su esposa frente a aquella nina caprichosa. La senora Millford conocia la situacion economica de la familia, pero hacia oidos sordos a lo que le decia por no ofuscarse. --No escuchare como discuten --dijo Agatha, alejandose de ellos. Sus padres renian con frecuencia desde la temporada anterior. Recordo que le quisieron restringir sus compras de vestidos nuevos, mas ella se habia negado y continuaba como si nada. Se acerco a las demas damas que estaban muy entretenidas mirando a la entrada. --?No te parece interesante el caballero? Me han contado que Almack’s tiene un nuevo integrante --conto Mary Anne a Lady Louisa Blackbourne. --Es el conde de Sussex. --indico lady Louisa--. Oi hablar de el hace poco. Es un heredero muy reciente. --Y joven --indico jovial Mary Anne. --?De que estan conversando? --Agatha, le estaba diciendo a lady Louisa sobre el nuevo conde de Sussex. --Oh si ?El que aun huele a estiercol de las caballerizas del marques? --se burlo moviendo las manos de manera desinteresada. --Creo que si. Es aquel --senalo lady Louisa con discrecion. Ella miro al esbelto caballero que estaba acompanado de una mujer de mucha edad. Su melena castana estaba un poco sobre su hombro. De costado podia ver su nariz puntiaguda y sus labios ni tan finos ni tan gruesos, pero no llegaba a ver el color de sus ojos. A primera vista era un caballero con un gran atractivo por el que cualquier dama quizas arriesgara su buen nombre, pero no para Agatha. Era un simple beneficiario de un parentesco, no era alguien que tuviera sangre noble. No habia atractivo que compensara sus objetivos. --Mi mente me hace jugadas sucias. --profirio--. Puedo verlo como si estuviera vestido a modo de un mugriento mozo de cuadra con hedor a estiercol de caballo. Mi recomendacion, damas, es que solo una mujer desesperada se casaria con un hombre sin una gota de estirpe en su sangre. Es mejor acabar solterona. --A mi no me parece despreciable --contradijo Louisa. --Querida, a ti cualquier mosca te resultaria agradable. Deberias elegir mejor o cambiar de gustos y habitos. Louisa rodo los ojos al igual que Mary Anne. Ambas estaban deseosas de que Agatha dejara que Almack’s fuera un lugar mas sociable. Ella intentaba que todos tuvieran conflictos entre ellos, murmurando sus intrigas y opiniones como si fueran una verdad absoluta. Duncan no estaba en el lugar que deseaba. Preferiria estar en el campo adiestrando caballos para su antiguo patron. Aquel titulo lo habia hecho cambiar en todo. --?Ya vas a dejar de rascarte la cabellera como si fuera que tienes liendres, muchacho? -- gruno la dama de edad, golpeandolo en el brazo para llamar su atencion. --Lady Sophia, no me siento comodo. --?Quieres una esposa para perpetuar el titulo? Es tu obligacion. Aqui es donde estan las muchachas mas bonitas, de buena familia e inteligentes, aunque, no en todos los casos se da la agudeza. Como sucesor de mi esposo, la unica condicion que tienes es casarte y dar herederos. Era su ultimo deseo, puesto que, no pude cumplir con darle hijos. --Lo comprendo. ?Pero no podriamos buscar en otro lado? Quizas algun pueblo… --!No! Muchacho testarudo y salvaje. ?Que hare con dos barbaros? Es dificil darte clases a ti y, me imagino que sera mucho mas dificil impartirselas a una muchacha pueblerina que igual que tu no sepa leer. Duncan se sonrojo, avergonzado. El fue criado lejos y sin privilegios. Estaba aprendiendo a leer y a escribir. Aquella amable dama viuda que era su tutora y Thomas que desde un primer momento lo acogio como su par, lo ayudaban a intentar introducirse en la sociedad. Era ignorante en lo referente a la administracion del dinero de las tierras y del resto, el solo sabia de caballos, de cotizaciones de los mismos, de su procedencia y rendimiento. Esa era su vida o al menos, lo fue.--Observa ?Que no hay alguna que te resulte bonita? El observo alrededor y sabia que podia quedar ciego. Nunca habia visto tantas mujeres juntas y por sobre todo muy agraciadas. --Todas son preciosas, tanto que no se me da la eleccion… --Eres un mamarracho, Duncan --lo volvio a golpear--. Presta atencion… Obligado por la dulce lady Sophia, se decidio a mirar un poco mejor y no pudo pasar por alto a la belleza rubia que sostenia su abanico, mientras estaba acompanada de dos damas. --Esa es hermosa --senalo indiscreto y lady Sophia lo volvio a golpear para que recordara no hacer aquello. --!Es adorable! !Que nina tan bonita! Te dije que observaras mejor. No hay amor a primera vista, sino a una segunda --menciono la dama. --?Que debo hacer con ella? --A Dios le aviso que perdere la paciencia contigo. Buscaremos a alguien que nos presentara a la muchacha y, despues, tu la invitaras a bailar y el resto sera historia, una esposa e hijos. --?No es un poco pronto para hablar de hijos con una desconocida? --Pero sera tu conocida en unos instantes mas. Vaya perezoso resultaste --recrimino abriendo su abanico. Lady Sophia suponia que habia tenido encuentros con muchachas del pueblo o alguna criada por su atractivo. Era muy parecido a su esposo en sus epocas de juventud. Aquel Duncan Nolam podia sacarle mas canas a los pocos cabellos negros que le quedaban con aquella actitud timida y reservada que mostraba con la gente de su propia clase. Pese a haber crecido en las caballerizas del marques de Dorset, por sus venas corria la sangre de un aristocrata rebelde pariente del conde de Sussex, quien odiaba todo lo que era los convencionalismos y se aboco al entrenamiento de caballos para mantener a la familia que habia formado con la hija de humilde panadero de Bath. Despues de que sus padres murieran, Duncan se quedo para continuar con el trabajo de su padre en las caballerizas. Ella le habia caido del cielo al joven en una tarde de verano. Piso el estiercol de las cuadras cuando Duncan estaba hablando con Thomas. Recordo que ambos desconocian a la elegante dama que vestia de luto por la muerte de su esposo. Desde aquel momento, la tranquila vida de ese primo de su esposo cambio para siempre. Lo veia por las noches intentando comprender numeros que le eran dificiles de entender, tanto que, lo oyo gritar por la frustracion. Le daba pena en ocasiones, pero lo tenia que presionar para conseguir que el dinero y las propiedades quedaran a buen resguardo. Si bien comprendia que Duncan era un hombre de campo, lo veia con el animo suficiente de cumplir con lo estipulado con el apoyo del marques lo iba consiguiendo con lentitud. Lady Sophia se acerco a una dama elegante que observo a Duncan con curiosidad y admiracion. --Mi querido Duncan esta interesado en conocer a aquella muchacha… A la rubia --indico refiriendose a Agatha. --Bonita y seductora como una serpiente. ?Por que mejor no baila con lady Louisa? Ella es carismatica e inteligente. --El eligio a la serpiente. Demosle lo que desea --indico sonriente. Capitulo 2 La matrona querida disuadir a la condesa viuda de que escogieran a Agatha Millford. Cuando le contaron que tenian un nuevo miembro en Almack’s y, que era un humilde domador de caballos en su pasado, ella se habia quebrado de la risa por lo ridiculo que le resultaba aquello. --Esta bien, pero un joven tan buen mozo deberia apelar a algo mas agradable --insistio la mujer. Duncan bajo la cabeza al escuchar aquellos comentarios de la elegante dama que los guiaba hacia las damas de la tertulia. --Lady Sophia, tantos anuncios sobre la muchacha no terminan de convencerme. Que se refieran a alguien de serpiente y que quiera que apele a algo mejor, no es nada alentador. --Si te dejas convencer por todas las opiniones, nunca tendras una propia. Es mejor que uno afronte su eleccion --replico con decision. Mary Anne y Louisa sonreian porque se acercaria el atractivo joven de facciones timidas y ojos avellana. En cambio, Agatha no podia evitar que su rostro retratara la poca gracia que le producia conocer a un hombre que no le traeria un solo beneficio o ventaja en su vida. --Aqui estan las mas preciosas joyas de Almack’s. Quiero presentarles a estas personas. -- senalo, refiriendose a Duncan y a su tutora--. La dama es lady Sophia, condesa viuda y, el es Lord Duncan conde de Sussex. El fijo sus ojos en la desafiante rubia que lo miraba de manera despectiva. Miraba sus zapatos y prendas haciendo un gesto de molestia con los labios y otros de hartazgo con los ojos, mientras la matrona hacia la presentacion de las otras muchachas que reian ansiosas. --Es un placer conocerla, Lady Louisa, tambien a usted, senorita Mary Anne...--dijo besando las manos de cada una de ellas antes de llegar a la mas alejada de la tertulia--. Es un gust... --No me bese la mano. Se lo agradeceria --lo interrumpio presta al sentir el contacto de su mano con la de ella. La dama y lady Sophia no podian asimilar aquella groseria hacia Duncan, que asintio. Louisa y Mary Anne desaparecieron sus sonrisas al escuchar la insolencia de Agatha. --Disculpe si no es asidua a esos contactos. Estoy aprendiendo y le ruego me perdone si he sido grosero, grotesco y descortes... Agatha no se dejaba convencer por las disculpas de Duncan, pero por su propia reputacion hizo una venia para aceptarlo. Tuvo un pequeno desliz entre sus pensamientos y su lengua. --Senorita, el joven conde desea bailar con usted una pieza --anuncio la mujer dejando de lado aquel momento incomodo que los conmociono. Mary Anne codeo a Louisa que sonrio complice al ver que Agatha iba a refutar aquello de manera tajante, sin embargo, ellas dos querian que aquella altanera y frivola muchacha recibiera un escarmiento. Siempre habia salido impune de todos sus malos emprendimientos para dejar mal a los demas. Llego el momento de que se le devolviera un poco de su pesima estima por el resto. --Yo... --!Agatha lo hara! --interrumpio Mary Anne. Ella palidecio al escuchar aquello. De ninguna manera ella caeria en tal miseria para bailar con el menos sofisticado de los caballeros. --!No, no puedo! --se nego mirando a Mary Anne. --Sabemos que estas cansada por haber bailado tanto. Milord, solo debe esperarla un momento... --continuo la joven ante la imperterrita mirada de Agatha que amenazaba con desmayarse por las palabras de Mary Anne. --Creo que, entonces, mi querido Duncan vendra por usted en un momento mas. Esperara a que descanse ?No es asi, Duncan? --inquirio lady Sophia. Dudaba en responder porque estaba seguro de que el color del rostro de la joven no decia que estaba cansada, sino que iba a morir ahi. --Si, usted descanse y otra vez, perdoneme... Louisa le hizo un guino a la mujer que acompano a Duncan y lady Sophia para que conocieran a mas gente, mientras que aquellas muchachas estaban al borde de conocer la furia de Agatha. --!Mary Anne, como pudiste hacer eso! --reclamo Agatha, golpeando su falda con las palmas abiertas--. !No pienso bailar con ese...mozo de cuadra! --Deberias practicar ser tolerante eres hosca, Agatha. ?No es suficiente para ti que alguien con su atractivo te haya escogido para bailar? Tiene fortuna y un titulo... --razono Mary Anne para que ella se diera cuenta, pero el rostro grunon y hostil de Agatha decia que muy poco le importaba. --No necesito de amigas como ustedes... --espeto. Se retiro altiva y petulante como era su costumbre. A aquellas muchachas no les causo afectacion las palabras de resentimiento de Agatha, pues ella no era una persona asocial con quienes deseaba estar, sino con quienes por algun motivo estaban alejados de sus objetivos de ser noble. Sus relacionamientos debian ser con un proposito util, el resto era solo desperdicio de tiempo y saliva. Agatha suspiro cansina por lo que le dijo su amiga. No la perdonaria por haberla comprometido con alguien que no lo le hacia mucha gracia. Si bien era buen mozo, no era un caballero para ella o al menos para lo que apelaba en la sociedad. Se le olvido ser educada para rechazar la propuesta. Sus prejuicios sobre el origen del joven eran demasiados para que su mente lo aceptara. Mientras estaba sola, pensaba en las formas mas amenas de negarse a un baile con el caballero en cuestion. El tiempo se le agotaba y no se le ocurria nada que no fuese drastico. Hacer que se torcio el pie era una solucion que la salvaria de bailar. Saco el pecho y espabilo su cuerpo con soltura, decidida a cumplir con su cometido de no danzar. Negarse de la forma que fuera la dejaria mal parada, en cambio, que ella tuviera un percance, seria vista como la victima de la situacion. Duncan espero con tranquilidad a que Agatha Millford apareciera para pedirle el baile. No la habia visto entusiasmada y el tampoco estaba muy fervoroso por la compania. Se percibia en ella aquel ser arisco y ponzonoso que era. Miraba a lady Sophia golpeando su abanico contra su mano, esperando a la muchacha que debia danzar con el. --Vaya grosera… --gruno la dama. --?Que me decia sobre la segunda vista? --se chasqueo de la mujer que fijo sus ojos en el y luego desvio la mirada. --Eres pesimo hasta para la segunda vista. Es porque no pones de tu parte. --?Poner de mi parte? Estar aqui al borde de que este panuelo me mate es suficiente para poner de mi parte, milady. Elegi a la moza bajo presion suya. He ido a fiestas varias desde que estoy como conde y, no he visto mujer mas reacia a mi que esa tal senorita Millford.

  • El ultimo paciente del doctor Wilson de Reyes Calderon

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  • Maldita de Frank Miller

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    Aquel que empune la Espada de Poder sera el unico y verdadero rey. Pero, ?y si la espada ha elegido a una reina?

  • Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja de Sarah Maclean

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    El debut mas esperado de la temporada.
    Una de las reglas sociales mas conocidas dice que una joven de buena familia nunca deberia acudir a casa de un marques de mala reputacion y pedirle un beso apasionado.Sin embargo, para conquistar a este granuja, lady Carpurnia Hartwell debera romper todas las reglas...
    NUEVE REGLAS QUE ROMPER PARA CONQUISTAR A UN GRANUJA:
    1. Besar... apasionadamente.
    2. Fumar puros y beber alcohol.
    3. Montar a horcajadas.
    4. Practicar esgrima.
    5. Asistir a un duelo.
    6. Disparar una pistola.
    7. Jugar (en un club de caballeros).
    8. Bailar todos los bailes en una fiesta.
    9. Ser considerada hermosa. Una sola vez.

  • Regreso a Eterna de Mila Martinez

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    La botella de vino que Norma Barnett habia descorchado era de una calidad magnifica. No obstante, la etiqueta traia recuerdos a su mente que necesitaba mantener lejos. Lleno una copa y la llevo hasta la mesa auxiliar donde habia dejado el ordenador portatil abierto. Paseo la vista por el salon, demorandose en los detalles. El apartamento que habia alquilado no era grande, pero resultaba acogedor. Aunque de decoracion sencilla, las luminosas vistas al mar eran impagables. Le procuraban el entorno de paz que venia buscando. Su vida habia entrado en una fase de estancamiento y tenia que tomar decisiones, variar el rumbo. Tras llamar a un restaurante italiano para que le trajeran comida, se acomodo en el sofa. Tenia hambre, asi que esperaba que no tardaran demasiado. Paso la mano por su corto cabello casi blanco, de tan rubio. El cambio de look fue una de las primeras medidas que tuvo que adoptar antes de regresar a Espana. Habia dejado atras muchas cosas, pero una de ellas le costo sobremanera: su espesa melena pelirroja. Con todo, el nuevo corte de pelo le daba un aire desenfadado y juvenil, al tiempo que femenino. Tambien se habia operado de la vista, con lo cual ahora solo usaba gafas para leer y sus ojos grises mostraban una expresividad mucho mas manifiesta. La transformacion fisica radical constituia toda una declaracion de intenciones sobre lo que pretendia hacer con su vida. Despues de que la Guardia Civil desmantelara La Esencia, la organizacion que habia fundado en Espana junto a su padre, no le quedo mas remedio que alejarse un tiempo del pais y continuar dirigiendo sus actividades en las sedes que seguian funcionando en el extranjero. Si no hubiera sido por algunas personas entrometidas de las que preferia no acordarse, el ahora no estaria en la carcel, sino disfrutando de una merecida jubilacion en Estados Unidos, su pais de origen. Le echaba muchisimo de menos. No podia ir a visitarlo, ni siquiera podian hablar. No obstante, sabia que, debido a su edad avanzada y a la ausencia de antecedentes penales, no tardaria en quedar libre. Por suerte, la que entonces era su amante, Lola, estaba fuera de toda sospecha. Fue quien llamo para avisarle de lo ocurrido y la que se encargo de comprar los billetes de avion que las conducirian a miles de kilometros de alli. Un pasaporte falso que la identificaba como Norma Barnett, el nombre que ahora utilizaba tanto para sus negocios internacionales como en su vida privada, le permitio salir del pais sin ser detenida. A Lola tambien le procuro documentacion falsa. No podia arriesgarse a que descubrieran que habia desaparecido y ataran cabos. Esas identidades ocultas las tenia guardadas celosamente por si algun dia las necesitaba. Y el dia, desgraciadamente, llego. Habian transcurrido algunos meses desde aquello y era hora de regresar. Todavia tenia que arreglar algunos asuntos. Noelia Blanchard estaba en busca y captura. Norma Barnett tenia las manos libres. El timbre del videoportero interrumpio sus pensamientos. Se levanto con rapidez. La comida debia de estar alli. Por la pantalla vislumbro a una joven con el logo del restaurante estampado en el frontal de la gorra y de inmediato apreto el boton para que entrara en el edificio. Al cabo de unos segundos, oyo el sonido del ascensor deteniendose en su planta y abrio la puerta. La mujer de la gorra era altisima --rondaria el metro noventa-- y todavia le parecio mas alta cuando se aproximo a ella portando la caja de comida. Estaba a punto de entregarle el dinero, que llevaba preparado en la mano, cuando la chica levanto la vista y la miro a los ojos. Norma se quedo repentinamente sin habla. Aquellos iris grises jaspeados de verde y ambar eran dificiles de olvidar, al igual que su llameante melena ondulada de color caoba. Y muchisimo mas el perfume que desprendia, que llenaba la mente de imagenes ancestrales, que hacia recordar el olor de la tierra humeda tras la lluvia. De aquella mujer emanaba algo visceral, estimulante y peligroso a un tiempo. --Te traigo tu comida --anuncio con una voz grave y particular que hacia tiempo que no oia. Recuperada de la impresion, Norma sonrio levemente y se hizo a un lado para dejarla pasar. --Gracias --dijo la recien llegada--. No esperaba menos, despues de haber sobornado con una bonita suma al chico del restaurante. Hasta me ha regalado su gorra. --No te voy a preguntar como me has encontrado esta vez. Nunca dejas de sorprenderme, Iduna. --Te dije que lo haria, aunque en esta ocasion me ha costado un poco mas, debo reconocerlo. Has abandonado tu melena pelirroja y las gafas. El nuevo aspecto te sienta bien, <>. La mujer le agradecio el cumplido con una sonrisa. --Imaginaras que con mi verdadero nombre no podia regresar a Espana. --Obviamente. Te hubieran detenido de inmediato --senalo, caminando hacia el interior de la casa. Localizo la cocina y dejo la comida sobre la bancada--. A pesar de lo ocurrido, las dos sabemos que tus investigadores siguen jugueteando en los laboratorios, convencidos de que algun dia encontraran la formula magica de la eterna juventud. Y tampoco es un misterio que hasta ahora no han obtenido ningun exito. Creo que es el momento de que aceptes mi ayuda. Y yo, en cierto modo, necesito la tuya. Norma la contemplo entrecerrando los ojos. --Compruebo que sigues bien informada --dijo con cautela. --Muchas cosas dependen de ello, ya lo sabes. Se quedo callada unos segundos observando a su visitante con interes. Despues cogio otra copa del armario y le sirvio un poco del vino que habia abierto hacia unos minutos. --Gracias --dijo, aceptando la bebida. Iduna siguio a Norma hasta el salon. La mujer rubia se acomodo en el sofa y ella se sento enfrente. -- Mi propuesta sigue en pie --insistio. Norma dio un pequeno sorbo y dejo transcurrir unos segundos antes de volver a hablar. --Has elegido bien el momento. Ahora estoy sola y, como bien sabes, mis investigadores han entrado en un punto muerto. --Lo se. Por eso estoy aqui, doctora Blanchard. Por cierto, he visto a tu expareja muy atareada en su nuevo centro de belleza en Los Angeles. Le va todavia mejor que en Valencia, tengo entendido. --Llamame Norma, por favor. Ahora soy Norma Barnett. A Noelia Blanchard la he dejado atras. En cuanto a Lola, tiene ADN de triunfadora, siempre sale adelante. Es una de las cosas que me atrajo de ella desde el principio. Pero todo tiene un final. Las dos llegamos a un acuerdo de separacion muy convincente, sin estridencias ni llantos. Nunca nos ha gustado el melodrama. --Os felicito. Entonces, ?has tomado una decision? ?Vendras a continuar tus investigaciones en mi ciudad? --Todavia no me has dicho para que me necesitas. Me intriga mucho, sobre todo porque has afirmado que tienes la formula de la inmortalidad. --Es cierto, pero necesito tus conocimientos para algo que ahora mismo no puedo contarte. Lo hare en el momento adecuado. Lo prometo. Norma la miro con fijeza a los ojos y finalmente hablo. --Estare encantada de entrar en Eterna. Iduna alargo el brazo y ambas se estrecharon la mano. --Perfecto. Ahora tengo que irme --anuncio, dejando su copa sobre la mesa auxiliar para ponerse en pie--. Manana te recojo a las nueve. Elige ropa comoda, conozco una zona perfecta no lejos de aqui para hacer escalada. Norma puso cara de sorpresa ante la propuesta, pero Iduna ni siquiera le dio opcion a preguntar. En cuanto la mujer pelirroja desparecio dentro del ascensor, entro en la casa y se arrellano de nuevo en su comodo sofa, apurando lentamente la copa de vino. Haria lo que fuera necesario para alcanzar sus objetivos. La excitacion le habia quitado el hambre. Acababa de embarcarse en una peligrosa mision que podia costarle la vida si aquella mujer descubria sus maquinaciones. Por el contrario, si todo transcurriera como se habia propuesto se convertiria en la persona mas influyente del momento. Si todo saliera bien, pasaria a formar parte de la Historia. Confiaba en que, una vez dentro de Eterna y obtenida la finalidad perseguida, podria contactar con Margot, su mas fiel empleada y amiga. Si Margot no podia por si misma sacarla de alli, estaba segura de que recurriria a Athila Broc. Norma habia aconsejado a este que la contratara para su empresa. Broc, magnate de la industria farmaceutica y socio de La Esencia, tenia medios de sobra para ayudarla en el caso de que las cosas se complicaran. Iduna lo dejo claro: la decision de entrar en Eterna era irreversible. Tendria que quedarse a vivir alli, aislada del resto del mundo, para siempre. Y, segun ella, esto era literal, ya que le habia prometido que no iba a morir nunca. Para siempre era para siempre. La mujer pelirroja insistio en que no echaria de menos nada del exterior. No obstante, Norma queria asegurarse de que, conseguido su objetivo, podria irse de alli. Siempre habia querido volar libre. Para eso quizas necesitara a Margot y, como ultimo recurso, a Athila Broc. Aquel hombre le venia muy bien a La Esencia, era un contacto muy valioso. Tenia dinero, poder y escasos escrupulos. Norma sabia que habia logrado levantar su imperio mediante negocios no demasiado limpios, pero no le importaba. De hecho, se rumoreaba que disponia de un pequeno ejercito de hombres excelentemente entrenados. Lo unico que interesaba a Norma eran los contactos, medios e instalaciones que habia puesto a su servicio. No podia exigir a sus socios que fueran un dechado de virtudes despues de los atajos que utilizaba La Esencia para conseguir sus fines. Era hora de llamar a Margot y explicarle los planes. Por fin iba a conocer Eterna, esa ciudad utopica que tantos secretos escondia.

  • BUSCO PAREJA PARA NAVIDAD de Amagoia Arce

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    Estefania Ruiz esta harta de que cada ano le hagan un interrogatorio exhaustivo sobre su falta de pareja. Durante el ano nadie se acuerda de ella, excepto cumpleanos, pero en Navidad parece que se este obligado acudir a los eventos familiares con pareja.

  • El silencio de nuestras palabras de Simona Sparaco

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    Es medianoche y una fina niebla envuelve la ciudad dormida mientras en un edificio se origina un incendio cuyas llamas, lentas e invisibles, comienzan a devorar lo que encuentran. En uno de los pisos Alice se duerme mientras espera que Matthias, su nuevo amor del que todavia no se ha decidido a hablar a su madre, regrese. Bastien, el hijo de otra de las vecinas, lleva meses tratando de revelarle algo que podria romperle el corazon, pero no encuentra el coraje para hacerlo. Otro tipo de coraje es el que le falta a Polina, una antigua bailarina clasica, incapaz de aceptar su cuerpo tras la maternidad.
    Pero tanto para ellos como para el resto de habitantes del edificio ya no queda tiempo: los acontecimientos estan a punto de revolucionar sus perspectivas, obligandolos a tomar decisiones extremas y a descubrir, al fin, que las distancias que nos separan de los demas solo se superan con un amor absoluto: aquel que
    no conoce condiciones.

  • Double Trouble de Sara Halley

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    Lance Evergreen recibe el encargo mas extrano de su carrera como detective privado: un adinerado hombre de negocios desea que investigue quien quiere deshacerse de el. Se trataria de un trabajo mas, de no ser porque su cliente fallece y, despues de muerto, le ofrece continuar la mision a cambio de una importante recompensa economica. Inmediatamente, las sospechas recaen sobre Charlotte Miller, la hija y heredera de la fortuna del magnate asesinado.
    Facil, ?verdad?
    Por supuesto que no.
    Dos generos, romantica y policiaca, mezclados con maestria en una sola novela. Dos protagonistas tan diferentes como la noche y el dia.
    El, un oscuro detective hecho a si mismo que cree saberlo todo hasta que llega la mujer que rompe sus esquemas. Ella, una explosion de luz a quien nunca le ha importado el dinero, alguien que busca justicia y es incapaz de ver el peligro que esto conlleva.
    Nada sera sencillo porque cada problema acabara siendo el doble de lo que esperaban en un principio. Porque nada es lo que parece en esta investigacion que te llevara a lo largo y ancho de la ciudad de Chicago en persecuciones, reyertas, espionaje y una buena dosis de romance.
    Todo para descubrir quien mato a Edward Miller.
    Y, lo mas importante, por que lo mataron.

  • Te regalare pensamientos de Tessa C. Martin

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    Cuando la pequena Maddison Foster recibe la visita de los barones Dacre en su casa de Oxfordshire, no intuye que la intencion de su padre es pactar su matrimonio con Cameron, el unico hijo de los Relish, un muchacho insufrible que encuentra un placer especial en avergonzarla y hacerle la vida imposible.

  • Te llamare muerto de Jose De Cora

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    Ano 1900. En una casa de la costa gallega dos mujeres sufren ataques de fuerzas que no atienden a las leyes fisicas. El ruido de cien tormentas antecede al vuelo de los objetos mientras un gorila espalda plateada trata de ejercer con ellas su papel de semental. Nadie se explica que motiva las aberraciones de la Casa de los Muertos..., porque su terrible secreto hay que buscarlo dieciocho anos antes. Tres peculiares personajes coinciden alli para disputar el descubrimiento al arzobispado de Santiago. Son el medico y espiritista Manuel Otero Acevedo, el escritor de esperpentos Ramon Maria del Valle-Inclan y el abogado y periodista Prudencio Landin Tobio. Sin saberlo, cada uno de ellos representa una faceta de esta fabulosa historia basada en hechos reales que enfrenta supersticiones a vanguardia cientifica, carne a espiritu, vivos a muertos.
    Esta es la nueva y sorprendente novela que nos presenta Jose de Cora, autor de “El estornudo de la mariposa”.

  • A mi no me seduzcas de Nekane Gonzalez

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    Mirandome frente al espejo de la entrada de mi zulo, observo como me queda el vestido negro que Maria me regalo ayer, expresamente para el evento. Ironicamente pienso que, aunque me encanta este color para la ropa y casi siempre voy vestida de enterradora, como dice mi madre, hoy es el dia que menos me apetece vestirme asi. Esta claro que debo de ser la propia contradiccion en persona. Fuera en la calle luce un esplendido y caluroso sol de primavera, cosa que ya es bastante rara en Bilbao, pero a mi casa, mi zulo, no llega ni un triste rayito y permanezco aqui en la sombra como un vampiro; como esta negrura que hoy atenaza mi alma y mi corazon. Me resulta imposible aceptar la forma que tiene el universo de cambiarlo todo de un momento a otro, sin que podamos hacer nada al respecto, y no puedo evitar sentirme completamente fragil e impotente. Miro la hora en el movil, ya que nunca llevo reloj desde que estuve viviendo en Palma de Mallorca y decidi vivir la vida sin importar la hora que fuera. Fue en el preciso momento que me deshice del reloj, que descubri la terrible adiccion que tenia a mirarlo y a vivir cronometrada. Aun es pronto, tengo tiempo de sobra, asi que me preparo un sucedaneo de Martini y me fumo un cigarrillo mientras dejo que los recuerdos inunden mi mente y me lleven a ese tiempo que ahora parece tan lejano, a pesar de haber transcurrido apenas un ano. Ese instante que a mi me parecio maravilloso y donde parece que el mundo se quedo congelado, en el momento que abri la puerta de mi zulo y me encontre de frente con el, con mi sueno hecho realidad, con Freddy. Todavia me cuesta creer la historia onirica que vivi y la semejanza fisica entre un Freddy y otro. Con el tiempo termine por pensar que aquello tenia que haber sido un sueno premonitorio, excepto porque sigo esperando que me toque la loteria, claro. Pero no dejo de reconocer que el universo, en aquella ocasion, hizo que todos los astros se conjuntaran para traer a mi vida un regalo muy grande. Aun recuerdo su cara de sorpresa, con aquellos maravillosos ojos verdes abiertos de par en par, en consonancia con su sensual y provocadora boca, ante el inicial portazo. Tarde unos segundos en reaccionar, pues aun estaba muy conmocionada por el sueno que habia tenido, y en comprender lo que Maria me explicaba entre gritos y aspavientos. Fueron muchas horas las que me quede profundamente dormida despues de haber desconectado todos los telefonos, como suelo hacer cuando me pongo a escribir y prefiero que nadie me corte la inspiracion. Fue tan profundo el sueno en el que cai, pues debia estar agotada tras pasar tres dias y tres noches frente al ordenador escribiendo, que ni tan siquiera me saco de mi sopor Maria, aporreando la puerta de mi casa alteradisima porque penso que me habia pasado algo. Maria volvio a su casa a recoger las llaves de la mia para entrar a comprobarlo, pero fue tal la pelicula que se formo en su cabeza en el trayecto, que antes de emprender la vuelta, llamo a la policia para no estar sola ante el cuadro que se pudiera encontrar. Otra que se parece a mi madre montandose peliculas. !Que familia! Como quiera que fuera, durante mucho tiempo tuve que agradecerle a mi hermana el teatro que se monto, porque aquello fue lo que trajo directamente a mi puerta al protagonista de mi peculiar sueno; a Freddy. Nunca le he preguntado que fue exactamente lo que le hizo interesarse por mi, en una situacion en la que cualquiera me hubiera tomado por una chalada, maxime teniendo en cuenta el estado de mi casa aquel dia; pero supongo que la situacion le resulto de lo mas divertida, a juzgar por las risas que nos echamos los tres, una vez aclarado el malentendido. El salia de una guardia aquella noche y desde la central le habian pedido que se pasara por alli de camino a su casa, para ver que ocurria, asi que ya habia terminado su servicio, y entre explicacion y explicacion, nos dieron las tantas de la noche. Una noche en la que comenzo nuestra historia, con muchas risas y muchos sucedaneos de Martini. A partir de ahi comenzamos a quedar y poco a poco fuimos conociendonos mas, aunque he de decir que Freddy, resulto ser un hombre bastante mas introvertido de lo que yo habia sonado. Tan celoso de su intimidad que ahora, un ano despues, me doy cuenta de lo poco que se de su vida. Yo siempre di por sentado que como era Ertzaina [1] , la desconfianza le venia de serie. No en vano, es un cuerpo que no destaca por su simpatia precisamente. Pero siempre crei que, con el tiempo, terminaria por abrirse y confiar mas en mi. Tal vez un ano no es demasiado, a mi se me ha hecho muy corto, escandalosamente corto ahora que lo pienso, y, debido a su trabajo, tampoco hemos podido vernos todo lo que hubieramos querido. Maria abre la puerta de mi casa trayendome de vuelta a la cruda realidad. Despues de aquel episodio siempre lleva mis llaves junto a las suyas. – ?Estas lista, tata? -me susurra con cara de circunstancia. -Supongo que para una situacion asi, una nunca esta lista -respondo con tristeza, tras agotar un soplo de aire cargado de amargura. Me abraza y me da un beso de esos suyos, que parece que quiera juntarme una mejilla con otra a traves de mi cavidad bucal. Esta vez es mayor el dolor que acumulo en mi alma, que el propio fisico que me proporciona mi hermana con su exagerado amor. -He traido el coche hasta el portal -trata de esbozar una sonrisa- para que no tengas que pasar la aduana, ya sabes. -Si, gracias. Hoy seria capaz de soltar algun improperio gordo y convertirme en la noticia del mes de radio patio -contesto.- Cojo el bolso y nos vamos. Me monto en su Audi nuevo, que no es nuevo, que es de segunda mano, pero como lo compro hace apenas dos meses, pues es su Audi nuevo. Recorre marcha atras el callejon de mi casa hasta llegar al sitio donde normalmente se aparcan los coches, al que llamamos la curva, y donde hoy la aduana ha montado el chiringuito al completo, sacando las sillas de camping y las sombrillas. Menos mal que llevo gafas de sol y no pueden ver las oscuras ojeras que decoran mi rostro. ?Que no recordais que es la aduana? La aduana es esa familia que vive en mi mismo callejon y que se pasa el dia entero aunque llueva, en la curva que es la unica entrada a la calle, para enterarse de cuanto chisme se haya producido. No se te ocurra entrar andando y preguntar aquello de ?que tal?, cuestion que se plantea mas por cortesia que otra cosa y que no espera nunca una respuesta definida. En este caso acabaras sometido a un tercer grado y terminaras por contar hasta lo que no quieres que se sepa. De difundirlo ya se encargara radio patio. Levanto la mano a modo de saludo como si fuera la reina de Inglaterra, con la ventanilla cerrada eso si, y fijo la mirada en mi Paco, mi Peugeot gris que esta aparcado a la derecha. Lo observo como si no fuera mio y pienso que no tiene mal aspecto, a pesar de saber que, por no tolerar las intensas lluvias de Bilbao como su duena, termino por inundarse y ahora tiene la centralita rota y hay que andar quitandole un borne de la bateria, cada vez que vas a parar mas de diez minutos porque si no se descarga y no arranca despues. Menos mal que soy de arreglarme poco, porque imaginad el cuadro cuando una sale de pitimini con tacon alto y al bajarse del coche, se pone a hacer de mecanica. A mi hermana le resulta graciosisimo, sobre todo por las caras que ponen quienes nos observan en tan peculiares momentos

  • El arte de no amargarse la vida de Rafael Santandreu

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    La presente edicion actualizada por Rafael Santandreu, contiene un nuevo prologo e incorpora cinco testimonios de cambio de expacientes del autor que vienen a ratificar la eficacia y el exito de El arte de no amargarse la vida y del metodo en el que esta basado.

  • La Trinidad de Rafaela Asuncion

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    Una historia de amores y de batallas de dos mujeres que aman al mismo hombre. Tres historias que se juntan no para formar un trio entre sabanas sino para mostrar tres formas de amar. Una trinidad del amor que todo lo puede y que quien lo lucha lo merece.

  • Miguel (Y llegaste tu 9) de Merche Diolch

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    —?Que haces aqui, Miguel? —le pregunto Sarah mientras subia las escaleras que conducian hasta la entrada del bar donde trabajaba. El joven, que estaba sentado en uno de los escalones, levanto la vista de su movil y le regalo una radiante sonrisa. —Esperarte. Ya sabes que sin ti no puedo vivir. La risa femenina los envolvio. —Mira que eres pelota —lo acuso al mismo tiempo que abria la puerta del establecimiento—. Anda, entra —lo invito mientras encendia las luces. El se levanto, se limpio un poco el vaquero y la siguio. —No sabia que abrias tan temprano —comento intentando entablar una conversacion. Se sento en uno de los taburetes que habia cerca de la barra y el silencio del local le llamo la atencion, tan acostumbrado al ruido y las conversaciones de los camioneros que por alli pasaban. La chica se metio en la cocina para salir de inmediato con un cubo lleno de agua en una mano y una fregona en la otra. —Alguien tiene que limpiar. —?Te ayudo? —Se bajo del taburete y atrapo corriendo el cubo de plastico. Ella nego con la cabeza. —Es cosa mia… El tiro del cubo con fuerza, intentando que se lo diera, pero ninguno de los dos lo soltaba. —Venga, no seas cabezota. Dejame ayudarte… —No, Miguel. Es mi trabajo… —le senalo y tiro del cubo hacia ella, provocando que el agua cayera al suelo, mojandolos. El chico comenzo a reirse. Sarah lo miro con cara de pocos amigos. —No le veo la gracia. Miguel aprovecho para quitarle la fregona de la mano y le dio un beso en la mejilla para su sorpresa. —Venga, no te pongas asi, que estas muy fea. Ella cruzo los brazos por delante y arrugo el ceno mientras observaba como limpiaba. —Pues tampoco se te da tan mal —dijo pasado un tiempo. Miguel la miro por encima del hombro y guino un ojo. —La experiencia… Anda, sigue tu con otras tareas y yo termino con el suelo. Sarah asintio y desaparecio en la cocina. Al poco, se escucho en el local el ruido de la puerta al abrirse. —Esta cerrado —anuncio Miguel a quien fuera que habia entrado, sin ni siquiera molestarse en mirar. —?Esta Sarah? —pregunto de forma brusca el recien llegado sin hacerle caso. —?Quien lo pregunta? —Miguel paro lo que estaba haciendo y observo al joven que acababa de entrar. Iba vestido con un pantalon negro y una cazadora tambien oscura, y no era mas alto que el. Tenia las gafas de sol puestas, aunque ni dentro ni fuera del local fueran necesarias, y su cabello rubio estaba peinado hacia arriba. El joven lo miro con gesto de desprecio de arriba abajo. —No es de tu incumbencia… Miguel dejo la fregona apoyada en la barra. —Si preguntas por Sarah, si. —No sabia muy bien por que habia dicho eso, pero al observar a ese desconocido algo le dijo que no era de fiar. Se carcajeo ante su respuesta. —No me hagas reir, muchacho. !Sarah! !Sarah! —la llamo a gritos, ignorandolo. Miguel se acerco a el un poco mas y atrapo su brazo. —Tengo que pedirte que te marches… El chico se quito las gafas de sol, dejando visibles unos ojos demasiados rojos, muy lejos del blanco que debia cubrirlos, prueba de que por su sangre corrian sustancias ilegales, y trato de zafarse de su agarre. —!Sueltame! —le exigio. Miguel hizo lo que le pedia y senalo la puerta. —Vete —le ordeno de nuevo. —Obligame —lo reto. Miguel avanzo un par de pasos con intencion de hacerlo cuando le sorprendio un punetazo en el estomago que provoco que se doblara sobre si mismo. Mientras hacia todo lo posible para recuperar el aire que le habia robado el golpe, el joven que le habia sacudido se agacho para mirarlo a la cara. —Dile a Sarah que Aitor la busca —le dijo entre dientes y se marcho. Miguel se acerco a la entrada en cuanto esto ocurrio y, sin dudarlo, cerro la puerta con llave. Se apoyo en la madera y llamo a la chica que se escondia en la cocina. —Sal… Ya se ha ido. Sarah aparecio de inmediato. En su cara se reflejaba el terror que habia sentido cuando identifico la voz de quien la llamaba. —?Estas bien? —le pregunto preocupada. El se paso la mano por su estomago y asintio. —Algo dolorido…, pero bien. La chica llevo sus manos a la zona que habia sufrido el punetazo y lo miro con sus ojos azules llenos de lagrimas. —Lo siento… Yo… Miguel chisto acallandola y le acaricio la mejilla, secandole la humedad que se deslizaba por ellas. —No pasa nada… Estoy bien. Esta todo bien —mintio pasandole un brazo por los hombros para atraerla hacia el—. Estoy aqui. Me tienes para lo que necesites. Sarah apoyo su cabeza en el pecho de el y lo abrazo. El silencio se asento en el local, solo roto por el llanto de la joven. PARTE 9 MIGUEL Capitulo 1 —Nos vamos —le dijo Miguel en cuanto aparecio por el bar a modo de saludo. Sarah arrugo el entrecejo y lo observo confusa. Hacia dos dias que no sabia nada de el y ahora, de repente, aparecia como si tal cosa. Cogio el trapo con el que limpiaba la barra del bar con mas fuerza de la necesaria y siguio con lo que estaba haciendo sin dirigirle la palabra. El joven se quito el gorro verde que llevaba y lo estrujo entre las manos. —Sarah, se que estas enfadada… Esta nego con la cabeza, pero no lo miro a los ojos. —No se de que hablas. Miguel tiro el gorro sobre la barra, entorpeciendo su trabajo y obligandola a detenerse. —Si, desapareci. —Se paso la mano por el cabello y resoplo—. Pero tenia cosas que debia atender para poder… Sarah le dio la espalda y se dirigio a la cocina, ignorandolo. El solto el aire que retenia, agarro su gorro y se lo metio en el bolsillo trasero del vaquero. Golpeo uno de los taburetes y solto un exabrupto arrancando una carcajada a uno de los camioneros que estaba cerca de el tomando una cerveza. Lo miro con cara de pocos amigos, pero el hombre, lejos de molestarse, levanto la jarra y brindo en el aire. —Yo apuesto por ti. —Le guino un ojo y bebio. —No se que decirte, amigo —intervino en la conversacion un hombre que se sentaba un par de mesas por detras del primero—. Esa chica los tiene bien puestos… —?Apostamos? —pregunto un tercero. Miguel parpadeo varias veces, alucinando de que todos los reunidos en el local estuvieran mas atentos a la charla que habian mantenido Sarah y el que a sus propias cosas. Se puso el gorro en la cabeza y, sin querer intervenir en el debate que mantenian los clientes del bar, fue tras su objetivo. Cruzo la barra del bar y se parapeto en el vano de la puerta para evitar que Sarah saliera huyendo sin escucharle. La joven, que estaba preparando lo que parecia ser una hamburguesa, ni siquiera se volvio para mirarlo cuando sintio que la observaban. Sabia de quien se trataba y no queria que supiera que le habia afectado su ausencia. Dos dias… Habian pasado dos dias desde que aparecio Aitor buscandola, desde que Miguel se habia enfrentado a el, desde que le habia prometido que estaria ahi para lo que necesitara… Golpeo con la espatula la carne picada, con mucha mas fuerza de la necesaria, y tenso su mandibula al recordar como en esos dias saltaba cada vez que la puerta del local se abria, cada vez que aparecia detras de ella una cabeza rubia, con temor a que su exnovio regresara y que, en esa ocasion, nadie pudiera ayudarla… porque estaba sola. Miguel se marcho en cuanto aparecio Boris, su jefe, en el local con la excusa de que debia solucionar unas cosas para volver a aparecer… No habia estado a su lado, aunque se lo habia prometido. —Sarah… —la llamo justo cuando esta daba la vuelta al filete y lo golpeaba con sana y el no pudo mas que tragar con dificultad, consciente de que la camarera en ese momento imaginaba que, en vez de carne, maltrataba una parte de su cuerpo…, una muy delicada—. Sarah, escuchame, por favor.

  • 4EVER 3A de Pat Casala

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    Brenda Ortiz lleva desde los trece anos deseando estudiar en el MIT y ahora que por fin lo ha logrado no puede creerse su mala suerte al encontraste con la obligacion de compartir habitacion con Dylan McLaren, un estudiante de informatica muy pagado de si mismo, egocentrico y con una clara tendencia a dejarse llevar por el gran concepto que tiene de el.
    Es una chica de un pueblo de Andalucia que apenas ha salido de ahi. Tiene principios, es centrada, estudiosa, un genio de las matematicas y con una personalidad claramente definida. Y sabe muy bien que no quiere. Por eso le molesta tanto la presencia impuesta de Dylan en su vida, y mas cuando empieza a jugarle malas pasadas para luego reirse de ella.
    Pero el no deja de insistir.
    A veces no se pueden prever los designios del destino. Porque, ?hay algo mas detras de ese chico? ?Puede Brenda adentrarse en su corazon? ?O acabara sufriendo?

  • El otro Hollywood de Eve Babitz

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    <<Me parecia a Brigitte Bardot y era la ahijada de Stravinsky.>> Asi se definia Eve Babitz, musa del Los Angeles de los sesenta y setenta que con apenas treinta anos publico estas memorias dignas de una estrella de Hollywood.

  • Prometida Espacial de Daniel Santos

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    Clara estaba destinada al principe.
    Valnyr siempre la habia deseado.
    Pero para tomarla. debia ganarla.
    Conquistar su primer planeta.

  • Donde uno cae de Lorenzo Silva

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    De las consecuencias de la crisis mundial hasta la entrada de VOX al Congreso y el muro de Trump han pasado diez anos. Diez anos en los que, semana a semana, Lorenzo Silva ha tomado un retazo de realidad y lo ha convertido en ficcion literaria para su columna en la edicion digital de El Mundo. De estos pequenos cuentos han salido diez ebooks, uno por ano, que, bajo el titulo de Vidas.zip, han ido recogiendo la actualidad de nuestro tiempo y que ahora Destino reune en un solo volumen.

  • Los feos tambien se enamoran, Minerva Hall de Minerva Hall

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    ?Es posible superar el primer amor?

  • La ciudad infinita de Sergio C. Fanjul

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  • Pena Amaya de Pedro Santamaria

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    Ano 572. Hace un siglo que el Imperio Romano de Occidente ha caido y mas de ciento cincuenta anos desde la irrupcion de los barbaros en Hispania. Pese a las constantes guerras Cantabria, un pais diminuto, se mantiene independiente en parte gracias a la inexpugnable ciudad de Amaya, lugar donde se reune su Senado.
    Despues de sus exitosas campanas contra los bizantinos en el sur peninsular, el rey visigodo Leovigildo sitia la ciudad rebelde de Corduba. Pero su ambicion va mas alla: el monarca pretende unir toda Hispania bajo sus leyes y, para ello, debera marchar con sus huestes hacia el norte de la peninsula.
    Tomas, un joven cantabro que en otro tiempo fue guerrero, ha abrazado la verdadera fe y se ha unido a Emiliano (San Millan), hombre santo cuya fama se extiende por todo el norte peninsular. Este, en un sueno turbador, vera la destruccion de Amaya y elegira a Tomas para que lleve la palabra de Dios a los cantabros, paganos en su mayoria, como unica garantia de salvacion.
    Tomas tendra que enfrentarse a su pasado y a su hermano mayor, Necon, que sera el encargado de defender Amaya, y con ella toda Cantabria, del ataque visigodo.
    Pedro Santamaria, con su habitual prosa fluida, nos presenta un relato heroico cargado de accion, que reflexiona sobre los limites del amor y la resistencia.

  • El dia que el oceano te mire a los ojos de Dulcinea (paola Calasanz)

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    Una novela sobre la vida, la libertad y la naturaleza, firmada por la directora de arte youtuber e instagrammer Dulcinea, autora de El dia que suenes con flores salvajes.

  • Legado de amor (Haven Manor 1.5) de Kristi Ann Hunter

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    Lo que menos esperaba Sarah Gooding era que, al devolverle un camafeo a una anciana senora eso la llevara a conseguir un empleo... y a conocer al nieto de la dama, alguien que, socialmente, esta muy por encima de ella.

  • Vitae. No te enamores de un monstruo de A. G. Dones

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    Los chicos del instituto se habian pasado todo el dia hablando muy emocionados sobre una manada de ginetas que habia aparecido cerca de alli, junto a la carretera que bordeaba el cerro de la entrada al pueblo. Yo tenia quince anos entonces. Segun decian, las ginetas habian abandonado el campo y habian empezado a llegar al pueblo, cruzando carreteras y atacando a los perros que paseaban con sus duenos por los descampados. Parecian muy alteradas, como si algo las empujase a salir de su habitat. Teniendo en cuenta donde viviamos, aquello era lo mas emocionante que habia ocurrido en Los Fresnos desde que construyeron el cine de verano en el parque central. --La semana pasada tambien aparecieron --dijo uno de los chicos de mi clase--. Mi hermano mayor se cruzo con una cuando paseaba a Simba, cerca de la gasolinera, y el bicho ataco salido de la nada. Mi hermano puso la pierna en medio para que no atacara al perro, pero el se llevo un buen mordisco. Tuvieron que ponerle la antirrabica. Conocia aquel lugar. Estaba cerca de mi casa, a tan solo un paseo, y era un sitio donde muchos aprovechaban para soltar a los perros y dejarles correr sin peligro. La carretera estaba cerca, pero por alli apenas pasaban coches, tan solo los que iban a repostar. Tampoco es que fuera la gasolinera mas rentable de la historia. Pasaron mas de dos semanas en las que las extranas apariciones de ginetas continuaron y a las que se sumaron tambien algunos jabalies. Por suerte, la mayoria de ellos se conformaba con levantar la tierra alli por donde pasaban para comerse las raices que encontraban a su paso. Mas alla de darle trabajo a los jardineros del Ayuntamiento, no causaron grandes males. --?Que animal creeis que sera el siguiente? --preguntaba mi amiga Maria, sentada de rodillas en el asiento de delante en el autobus, mirando hacia atras. Nos dirigiamos a una excursion escolar al campo, una de esas salidas para hacer caminatas que siempre he odiado y a las que siempre me han obligado a ir. Si al menos nos ensenasen algo util o curioso durante aquellas salidas... --?Hay osos por aqui? Si los hay, seguro que es el siguiente. --O lobos. --Aqui no hay lobos. Solo hay vacas y ovejas. --Y halcones. --?Os imaginais el barrio lleno de halcones subidos a las farolas y a los coches? --Yo no saldria de casa ni loca --intervine por primera vez. Aquellas conversaciones insustanciales me aburrian, pero una imagen asi impresionaba hasta en la mera imaginacion. La radio sonaba en la cabina del conductor y era casi imposible escuchar algo con el murmullo continuo de mis companeros, pero una noticia de ultima hora consiguio llamar mi atencion: <>. De pronto imos la bocina de un coche en direccion contraria y, justo despues, todo el mundo salio despedido de su asiento con violencia por un frenazo. Algo golpeo el parabrisas del autobus, agrietandolo hasta convertirlo en una telarana de cristal. El segundo autobus escolar llego por detras sin poder frenar a tiempo y, en apenas unos segundos, el nuestro se salia del arcen y rodaba sin control por el barranco de aquella montana a la que acababamos de llegar. Como no dejaron de recordarme despues, dio cuatro vueltas de campana y finalmente se detuvo de lado en una zona llana, a unos veinte metros por abajo de la carretera. Recuerdo aquel dia rojo; los cristales habian estallado y las esquirlas se nos enredaban en el pelo y se nos clavaban en la piel descubierta, llenandonos de sangre las manos y la cara. Habiamos terminado todos apelotonados en un lateral del autobus, sobre las ventanas rotas, y alguno se habia roto la nariz o abierto alguna brecha por la caida y los golpes de los otros cuerpos. Yo estaba justo debajo. Fui la unica que se habia puesto el cinturon de los mas de cuarenta alumnos que viajaban en el autocar, y tambien fui la unica que se quedo atrapada en su asiento, soportando el peso de quienes habian estado sentados junto a mi sin poder moverme; mi cuerpo estaba en vilo, sujeto unicamente por las dos correas que me quemaban en el cuello y me apretaban las costillas. No podia respirar y me dolia mucho la pierna. Poco a poco fueron levantandose y saliendo por las ventanas rotas siguiendo las ordenes de un profesor que intentaba mantener la calma, pero se le notaba el temblor de la angustia en la voz. Cuando se me quitaron de encima, note que algo no iba bien. Sentia mucho frio y no conseguia moverme. El dolor de la pierna empezaba a desaparecer, como tambien desaparecia todo lo que tenia a mi alrededor. Fije como pude la vista borrosa sobre la pierna y entonces lo vi: un trozo de metal de la carroceria se habia doblado y me atravesaba el muslo. Todo el pantalon estaba empapado en sangre. Quise soltarme, pero no me atrevi. Tal vez, si me soltaba el cinturon que me sujetaba en aquella extrana postura, seria mucho peor. Escuche un murmullo lejano junto a los pasos de alguien que se acerco a toda prisa hasta mi y supe que aquel seria el final. Una sensacion helada me recorrio la cara, las manos, luego la espalda... y despues todo se quedo en negro. 2 Apenas recuerdo nada de aquel dia, solo el frio que me inundaba el cuerpo a medida que la sangre lo abandonaba. Han pasado ya diez anos desde el accidente y, de alguna manera, me las he ingeniado para seguir aqui; pero desde entonces soy... distinta. Me han contado mil veces lo que ocurrio en aquel barranco, el calor de las chispas saltando en un baile luminoso cuando los bomberos cortaron el trozo de metal que seguia incrustado en mi pierna y como me llevaron al hospital en helicoptero, pero no soy consciente de haber recorrido media ciudad por los aires, ni recuerdo tampoco el sonido de las aspas ni de los motores, ni el tacto de los guantes de nitrilo de los medicos. No recuerdo nada de eso, pero lo he oido tantas veces que esos recuerdos casi los siento como mios. Del hospital hay menos detalles. Solo me contaron que un medico hizo una locura para intentar salvarme. Y lo consiguio. Siendo mi grupo sanguineo 0-, solo podia recibir sangre del mismo tipo; cundo llegue al hospital, segun nos contaron despues, estaba ya tan cerca de la muerte que pensaron que la transfusion no llegaria a tiempo, pues las reservas de mi grupo eran escasas en ese momento. Fue unicamente la determinacion del doctor Xavier Cortes lo que consiguio devolverme a este mundo. Viendo que no aguantaria ni dos minutos y que no habian llegado suficientes donaciones, decidio que me salvaria con su propia sangre. Se cogio una via el mismo y espero, sentado en una silla junto a la camilla del quirofano, mientras el resto del equipo medico hacia lo que podia por salvarme la pierna. Gracias a aquella locura que casi le cuesta la inhabilitacion, consiguio que aguantase lo suficiente hasta que llego el resto de las bolsas de reserva. Si no hubiese sido por aquello... --La buena noticia es que la pierna se recuperara bien --habia dicho el doctor Cortes--. La mala es que hemos descubierto por casualidad algo mas. Y alli estaba, esa noticia que uno no quiere escuchar nunca. Mi madre me abrazaba por los hombros con la angustia agarrada al pecho; mi padre me apretaba la mano y miraba a los medicos con el entrecejo fruncido. Era su manera de mostrar preocupacion, ese leve gesto en la frente, nada mas. Cuando mis padres me adoptaron, una de sus mayores preocupaciones era que estuviese sana. Y durante quince anos asi lo parecia, pero aquella seguridad estaba a punto de venirse abajo. Talasemia. Esa era la condena. Una enfermedad hereditaria que me provocaba anemias constantes y graves. El tratamiento: tendria que recibir transfusiones periodicamente durante el resto de mi vida. Toda una existencia recibiendo vida de otras personas. Vida liquida.

  • Escribiendole un verano a Sofia, Christian Martins de Christian Martins

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    Alex y Sofia solo tienen una cosa en comun: ninguno de los dos cree en el amor.
    Sofia es una joven alocada que busca vivir la vida, salir adelante con pequenos trabajos que le proporcionen lo justo y necesario y, sobre todo, disfrutar. Piensa que la vida es demasiado corta como para ser desperdiciada...
    Alex hace un ano que se ha divorciado y siente que ha perdido todo lo que tenia. Sin saber como continuar, centra todos sus esfuerzos en rescatar su carrera como escritor, sin exito...
    Descubre en estas paginas lo que el destino les deparara mientras Sofia te enamora y Alex te escribe un verano que, te aseguro, jamas podras olvidar.

  • Mito del Holandes Volador de

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    El holandes volador o el holandes errante es una historia muy antigua, que proviene desde tiempos remotos cuando los naufragios en los mares del mundo y el abordaje de piratas sucedian frecuentemente. La pirateria era un actividad que abastecia de recursos y bienes a muchos pueblos clandestinos, los cuales se introducian al mercado negro o se intercambiaban por objetos de mas valor e inclusive algunos ladrones escondian sus tesoros en islas fantasmas de aguas inexploradas. El mito cuenta que un gran navio holandes zarpo hacia aguas profundas, el cual se dirigia hacia un lugar poco explorado y que hoy en dia nadie sabe con exactitud donde se ubica.

  • Amor en la Red. Caminos Cruzados 1 de Mercedes Franco

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    Samuel Dunn, es un joven de 19 anos, introvertido que, por una casualidad, conoce a la mujer de su vida via online.

  • La clase de piano de Gabriel Katz

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    Una inolvidable novela de superacion para aficionados a historias como Intocable y El indomable Will Hunting.

  • Si te miento de Clare Mackintosh

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    Vuelve la magistral Clare Mackintosh con un nuevo thriller psicologico.

  • En defensa de la felicidad de Matthieu Ricard

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    Tras el exito de El monje y el filosofo, un autentico tratado de la felicidad, a la vez que una valiosa y convincente guia para nuestros individualismos carentes de puntos de referencia. Todos aspiramos a la felicidad, pero ?como encontrarla, conservarla e incluso definirla? A esta cuestion filosofica por excelencia, tratada por el pensamiento occidental con una mezcla de pesimismo y burla, Matthieu Ricard aporta la respuesta del budismo, una respuesta exigente pero tranquilizadora, optimista y accesible a todos. Dejar de buscar a toda costa la felicidad fuera de nosotros, aprender a mirar en nuestro interior pero a mirarnos un poco menos a nosotros mismos, familiarizarnos con una vision a la vez mas meditativa y mas altruista del mundo… Con el bagaje de su doble cultura, de su experiencia como monje, de su relacion con los mas grandes sabios, de su conocimiento de los textos sagrados asi como del sufrimiento de los hombres, el embajador mas popular y reconocido del budismo en Francia nos propone una reflexion apasionante sobre el camino de la autentica felicidad y los medios para alcanzarla.

  • En brazos de mi enemigo de Andrea Milano

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    Con el trasfondo del atentado contra la vida del presidente de la nacion Domingo F. Sarmiento en 1873 y el estallido de una inesperada revolucion en Buenos Aires, una joven de familia acomodada se ve obligada a casarse con un hombre a quien desprecia para, luego, enamorarse enloquecidamente de el.

  • La piel intrusa de Yanina Rosenberg

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    En el primer libro de la argentina Yanina Rosenberg, los matices de la literatura fantastica se entreveran sutilmente con una realidad fragil, distorsionada. Todo puede quebrarse en un momento dado y sera en ese instante cuando una madre reniegue de la maternidad, lo monstruoso se confunda con lo domestico o un viaje apunte en todas las direcciones. Estas historias, que sacuden, empujan y tironean hasta la angustia y el misterio de hallar lo desconocido en ellas, sin duda suman a su autora al actual auge del cuento protagonizado por escritoras.

  • La magia de la realidad de Richard Dawkins

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  • Mi Angel (Damas 3) de Lily Cerda

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  • TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE de Sabina Rogado

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    Una pregunta que Alexia le hace al que sin ninguna duda es el amor de su vida…
    Una respuesta que no es la esperada…
    Y una decision que hara que todo cambie, en la particular historia de dos jovenes, que no saben muy bien como llevar la historia de amor en la que estan envueltos…
    Asi comienza TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE. Una historia en la que Robert no estara dispuesto a consentir que nadie, (ni siquiera la unica mujer que ha logrado llegar hasta su corazon), irrumpa en su vida poniendola patas arriba despues de atreverse a formular una pregunta que nunca debio hacer, dando lugar a un empeno desmesurado de establecer unos limites infranqueables que no estara dispuesto a permitir.
    Y por la otra parte, una Alexia realista, intentara afrontar el tipo de relacion que Robert esta dispuesto a ofrecer (sin compromisos de ningun tipo), para finalmente tomar una decision trascendental, y que posiblemente sea la mas dificil de su vida, y que hara, sin ella pretenderlo, que todo vuelva a cambiar a raiz de la dura decision.
    Si crees en el amor y en los finales felices, sin ninguna duda TE QUIERO EN MI VIDA AYER, HOY Y SIEMPRE es tu novela…
    ?Te atreves a leerla?

  • El barquito chiquitito de Antonio Tabucchi

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  • Corazones en ruinas de Lissa Evans

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    El visperas de los bombardeos alemanes sobre Londres, Noel Bostock ?huerfano y con apenas diez anos? es evacuado a Saint Albans con Vera Sedge, una mujer agobiada por la necesidad y las deudas. El pequeno Noel aun llora la muerte de su madrina Mattie, una sufragista que lo habia educado en el desden hacia la autoridad, y no tiene mucho en comun con otros ninos de su edad. Por su parte, Vera ?o Vee? no sale de un lio cuando ya se ha metido en otro, y aunque la guerra ha propiciado nuevas formulas de ganar dinero, lo que en realidad ella necesita es alguien con la cabeza fria y capaz de trazar un buen plan.