• pasion en la noche monica escoda pdf - Monica Escoda

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    Melissa trabaja como strippers en un club llamado Night Chance.
    Su sensualidad y erotismo consiguen que todos caigan rendidos a sus pies irremediablemente.
    Pero todo cambia la manana que se cruza con el.

  • Pasión en la noche (Volumen 2) (Saga Pasión) - Libros

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    PASIÓN EN LA NOCHE es el segundo libro de la colección PASIÓN de Mónica Escoda, una historia que te seducirá y te cautivará... Leer más ...

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  • Mi opinión sobre «Pasión en la cocina» de Mónica Escoda.

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    18 mar 2017 — Una historia plagada de amor, sufrimiento, lucha, desilusiones y mucho sexo. Descubre esta novela romántico-erótica. FICHA TÉCNICA DEL LIBRO.

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    Melissa trabaja como strippers en un club llamado Night Chance. Su sensualidad y erotismo consiguen que todos caigan rendidos a sus pies irremediablemente.

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    4 ago 2020 — Descargar archivo *.pdf. Pasion en la ... Diseño y composición de cubierta: Mónica Escoda. ... Sin él, este libro no hubiera sido posible.

  • Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil

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    InformeSector-Enero2016/El-Sector-del-Libro-en-Espa-a---Enero-2016.pdf ... de Mónica Rodríguez, que obtuvo el Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil.

  • Las rosas de las espinas de Alexandra Martin Fynn

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    Elizabeth Colt, la propietaria de la fabrica de revolveres mas importante de los Estados Unidos, se hallaba trabajando frente al pequeno escritorio que habia dispuesto en su alcoba. A traves de los enormes ventanales, enmarcados por cortinas satinadas, se atisbaba el hilo ceruleo que comenzaba a ganar la batalla a la noche. Una lampara de aceite iluminaba el gesto concentrado de la mujer, que respondia a la carta que le habia enviado Abraham Lincoln. Desde que iniciara la Guerra de Secesion, un ano atras, la demanda de armas se habia duplicado y la compania recibia permanentes presiones por parte del Gobierno. La elegante caligrafia de la <>, tal como la llamaban, ornaba las paginas de la misiva que dirigia al jefe de Gobierno: Respondiendo a su inquietud, senor presidente, confie en que la compania Colt seguira funcionando al maximo de su capacidad para apoyar su magnifica gesta. Si los mas de mil empleados con los que cuento no alcanzan para sostener la produccion, contratare a mil mas. Debemos ganar esta guerra, para que el sueno de la libertad de los esclavos se vuelva realidad. Si los estados del sur se independizan de los Estados Unidos y fundan una nacion basada en el trafico de personas, la humanidad toda habra fracasado. Esta fabrica no descansara hasta que la Union se alce victoriosa. La mujer debio abandonar la tarea por un momento para limpiarse la enrojecida nariz. Desde hacia dos dias no paraba de toser y estornudar. Sin duda, aquella indisposicion era consecuencia de todos los pesares que habia debido sobrellevar en los ultimos diez meses: su esposo habia fallecido el pasado enero, victima de la enfermedad de la gota y, en agosto, debio afrontar la perdida de su embarazo, que se encontraba en estado avanzado. Aquella criatura que llevaba en el vientre habia sido el unico consuelo frente a la muerte de Samuel. Pero el destino se llevo tambien a su pequena nina, dejandola devastada. En aquel momento, entro en el cuarto la senora Witts, el ama de llaves de la mansion. Cualquiera la hubiera confundido con la duena de la casa, de tan orgullosa y augusta que era su postura. --Buenos dias, senora --saludo--, ya son casi las seis de la manana, ?desea que le haga traer una taza de chocolate? --Buenos dias, querida. En un rato, por favor. Aun no termino con esto --respondio Elizabeth, entre toses. --En media hora le hare subir el servicio. La mujer ya se retiraba, pero se volvio y dijo: --No lo tome a mal, senora, pero, ?me permite hacerle una sugerencia? --Por supuesto. --Quiza le convendria guardar cama, al menos por un par de dias. Y llamar al medico. Aunque usted insista en ignorarlo, es evidente que esta cursando un fuerte constipado. Elizabeth desestimo aquello con un ademan y replico: --Querida, agradezco mucho su preocupacion, pero no tengo tiempo para caer enferma. Estamos en guerra; no puedo permitirme ni la debilidad ni el descanso. --Lo se, senora, pero… --Tengo apenas treinta y cinco anos. Dormire cuando sea vieja. En aquel momento, una doncella entro a la habitacion. --Senora Colt, disculpe la interrupcion --dijo--. Acaba de llegar un jinete; un soldado. Dice que trae una carta urgente de parte del comandante del Ejercito del Potomac, el general George McLellan, y que debe entregar el sobre en mano. Le dije que usted no estaba en condiciones de recibirlo, pero el insistio mucho. Ante la mencion de su viejo amigo, Elizabeth se envolvio en su pesada bata e indico: --Que pase a verme. --Pero... !usted esta en ropa de cama! --reclamo el ama de llaves. --El cabalgo tres dias seguidos desde Arlington Heights para llegar aqui y no lo voy a tener esperando. Hagalo subir y prepare un cuarto para que el pobre se asee y descanse. Las dos empleadas se retiraron y cerraron la puerta tras de si. El joven militar se mostro avergonzado cuando sus botas dejaron un reguero de barro en la lujosa alfombra Aubusson. Estaba tan sucio que el azul de su uniforme casi no se distinguia bajo las capas de polvo que lo cubrian. No acepto la invitacion a sentarse, por temor a dejar inservible la silla que le ofrecian. --?Cual es su nombre, muchacho? --se intereso Elizabeth. --Gregory Hall, senora. --Muy bien, Gregory. Digame, ?cual es el mensaje que desea entregarme personalmente? --El comandante McLellan me pidio que le de esta carta. Debo aguardar a que usted escriba la respuesta, para llevarsela a el lo antes posible. --La leere en este mismo instante. Ahora, vaya con la senora Witts. Ella le esta preparando un cuarto para que pueda lavarse, comer y descansar un poco. --Le agradezco su generosidad, senora Colt, pero debo partir lo antes posible. Si tengo sueno o hambre, no tiene importancia. Debo responder a mi comandante. Elizabeth sonrio. Era sabido que McLellan era idolatrado por sus tropas. --Si no come ni duerme, caera rendido en el camino y no podra cumplir la orden de su superior --la mujer tiro del cordel que llamaba al servicio--. El ama de llaves lo acompanara. El muchacho agradecio y siguio los pasos de la empleada. Cuando se encontro a solas, Elizabeth rompio el sobre con el sello del Ejercito y leyo la carta que contenia. De inmediato comprendio porque McLellan no habia utilizado ni el correo militar ni el telegrafo para comunicarse con ella. Arlington Heights, Campamento General del Ejercito del Potomac, 5 de octubre de 1862 Querida E.: Espero que te encuentres muy bien y que el pequeno Caldwell este creciendo sano y fuerte. Lamento mucho no haber podido visitarte luego del fallecimiento de tu esposo. Bien sabes el afecto y el agradecimiento que le he profesado a lo largo de estos anos, pues el ha sido para mi una fuente invalorable de inspiracion y apoyo. Yo me encuentro bien, aunque mi alma sangra por el resultado de la batalla de Antietnam. Obtuvimos una victoria sobre el ejercito que comanda el general Lee, pero eso no me brinda mas que la tibia satisfaccion de haber cumplido con mi deber. En un solo dia perdi a 12 000 soldados, entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. Desde el parapeto en el que me encontraba mientras se producia la lucha, vi a mis muchachos caer y amontonarse como pilas de carne inerte. Y observe a los sobrevivientes, arrastrando sus maltrechos espiritus, con los miembros agarrotados y los ojos secos de tanto llorar a sus companeros. Al final de aquella dramatica jornada, recibi ordenes de Lincoln en las que me instaba a lanzarme, de inmediato, tras las tropas confederadas. Su plan era cortar la retirada a Lee, antes de que el pudiera reponerse de sus perdidas en el campo de batalla. Sin embargo, desoi sus demandas, pues hacer aquello hubiera implicado sacrificar miles de hombres mas. El se niega a comprender que hoy no cuento con los recursos necesarios para asegurar una victoria: los regimientos estan mermados y las municiones escasean. Tambien tenemos una urgente necesidad de nuevas armas, pues muchas de las que teniamos se averiaron en la refriega y hemos perdido miles a manos de los rebeldes. Tengo la conciencia tranquila, pues se que mi decision fue acertada. Sin embargo, todos se han vuelto en mi contra: los politicos, los oficiales y los periodistas opinan que soy indeciso y cobarde. Peor aun; me llaman traidor, por haber dejado escapar a Lee. Y Lincoln sigue presionandome para que lance mis tropas al campo de batalla, aun en la precaria situacion en la que se encuentran. Yo resisto en mi conviccion, pero se que, mas temprano que tarde, seran sus ordenes las que se ejecuten. Por ello, me urge recuperar mis recursos. Nuestro ejercito sera arrasado si no contamos con armas suficientes antes de una nueva lucha. En suma, necesito tu ayuda. No te pedire nada en concreto, pues lo ultimo que deseo es comprometerte. Si lo unico que puedes enviarme son palabras de aliento, estas seran para mi un tesoro en este escenario de desolacion. De mas esta decir que esta comunicacion y todas las que sigan, sea cual fuere su naturaleza, deben mantenerse en el mayor de los secretos. Si envias a alguien a reunirse conmigo, asegurate de que sea una persona de nuestra mutua confianza. Recelo de todo el mundo. Tuyo, G. Elizabeth dejo la carta sobre el escritorio y se tomo el rostro con las manos. Penso que McLellan debia estar realmente desesperado para ponerla en una situacion tan delicada como aquella. El no podia ignorar que, si se descubria que ella le habia enviado armas de manera ilegal, aquel seria el fin de la compania Colt. Y habia sido inteligente al elegir las palabras que estampara en su carta: ?como podria alguien negarse a brindar una ayuda que evitaria la muerte de miles de seres humanos? La mujer se restrego los ojos, como si de ese modo pudiera aclarar su vision. Pero solo un cumulo de ideas contradictorias se enredaron en su mente. --Si tan solo Sam estuviera aqui… --susurro. Entonces, se puso de pie y se acerco a la enorme pintura en la que estaba plasmada la figura de su esposo. Y con un suave ademan, extendio la mano para acariciar el marco dorado. --?Que debo hacer, querido mio? --le pregunto a la imagen del retrato. Elizabeth sabia muy bien que el padre del comandante habia sido una persona muy importante para Samuel Colt. Su apoyo habia sido clave en un momento en el que el contexto economico y politico se presentaba muy adverso para el inventor de armas. Tan estrecha se volvio la amistad entre ambos que, en el lecho de muerte del anciano doctor McLellan, Samuel le juro que velaria por el porvenir de sus dos hijos varones. Dado ese compromiso, Elizabeth estaba segura de que su esposo hubiera deseado que ella honrara la promesa hecha a un moribundo. Aquella certeza la inclinaba en favor de enviar la ayuda que el militar le solicitaba. Por otra parte, ella no dudaba de que McLellan ansiaba salvar la vida de miles de soldados; una gesta que apoyaria cualquier persona con corazon. Sin embargo, comprendia cabalmente que enviarle armas al comandante, sin la anuencia del Gobierno, era una jugada que podia poner en riesgo el futuro de su fabrica y de todo aquello por lo cual ella y su esposo habian luchado tanto. Urgida por resolver su conflicto interior, la mujer unio las manos en oracion. Su padre, el reverendo William Jarvis, le habia inculcado el camino de la fe, y ella lo transitaba cada vez que necesitaba reunir fuerzas para salir adelante. En aquel momento, requeria mas que nunca la guia del Senor, pero de El solo obtuvo un angustioso silencio. Agobiada por la roca que le pesaba en la espalda, volvio a dirigir la mirada a la imagen de su amado. Fue entonces cuando los primeros colores del alba iluminaron la habitacion y un reflejo rojizo parecio dar vida al retrato de Samuel Colt. A Elizabeth se le empanaron los ojos y, por un instante, tuvo la impresion de que el le sonreia. Entre lagrimas, tomo aquello como la senal que estaba esperando y se sintio algo mas aliviada. En su corazon y en su mente, la decision estaba tomada: no ignoraria el pedido del general McLellan, en honor a todo lo que su padre habia hecho por Samuel Colt. Y, menos aun, dejaria indefensos en la batalla a miles de soldados que luchaban por una causa noble. Estaba dispuesta a correr los riesgos que fueran necesarios. Con la decision asumida, regreso a su escritorio, coloco la mano sobre la carta que habia estado escribiendo a Lincoln y dijo, en voz alta: --Perdoname, Abraham, por hacer esto a tus espaldas. Es en beneficio de tu causa. Con algo de alivio por la resolucion adoptada, era menester reflexionar acerca de como instrumentar la ayuda que le ofreceria a McLellan. Lo primero que debia decidir era que tipo de armamento enviar. Sabia que al comandante le convendria recibir rifles Springfield, los mismos que el Ejercito distribuia entre los soldados; pero aquello no seria posible. Deshacerse de un gran numero de armas largas implicaria incumplir el contrato que la Colt habia firmado con el Gobierno y aquello resultaria en multas monstruosas para la compania. Elizabeth decidio, en consecuencia, entregar revolveres que, ademas, serian mas simples de transportar de incognito. George habia mencionado que muchas de las armas con las que contaba se habian averiado en batalla. Ella sabia que algunas podrian ser reparadas por sus empleados, pero la fabrica no podia prescindir de los brazos de sus operarios, dada la enorme cantidad de trabajo que tenian pendiente. Sin embargo, si se reordenaban los turnos y se ajustaban algunos procesos, podia hacer el sacrificio de enviar algunos hombres. Pero solo serian unos pocos; los suficientes para sacar del aprieto a McLellan. La idea era que los enviados permanecieran unos dias en el campamento militar, tratando de arreglar la mayor cantidad de revolveres y rifles que fuera posible. Ahora Elizabeth debia pensar en quienes serian las personas idoneas para realizar semejante labor. Sin duda, deberian ser excelentes trabajadores, ademas de hombres de su entera confianza. Casi sin proponerselo, tres nombres acudieron a su mente: William Green, George Arlen y Jim Carson, tres obreros que, ademas de ser excelentes personas, eran incansables y muy capaces. Los tres habian sido esclavos fugitivos que, tras su huida, se refugiaron en la fabrica de Colt, al amparo de Samuel y de ella. Y Elizabeth sabia que el honor de aquellos hombres haria que dieran su vida por cualquier causa en la que ella se embarcara. Por ultimo, McLellan habia enfatizado que, si ell

  • Mala de Chloe Esposito

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    Puede que Alvie Knightly se despierte en el Ritz, pero su vida no es un camino de rosas. Primero, tiene la resaca de su vida. Segundo, su preciosa hermana gemela acaba de ser encontrada muerta en
    Sicilia y la policia la busca para interrogarla. Y por ultimo, su nuevo y flamante novio ha desparecido con los millones que le robo a Beth.
    Pero no sabe con quien se ha metido. Alvie lo perseguira hasta Roma en una frenetica carrera en la que solo uno puede sobrevivir.
    <>

  • La formula de un beso de Dina Reed

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    A pesar de que David Sinclair se ha hecho millonario con una web de citas en la que miles y miles de personas han encontrado pareja, el a sus 32 anos sigue siendo un soltero de oro.
    Es demasiado exigente y, como buen matematico, sabe que las posibilidades de encontrar a su pareja ideal son tan remotas como toparse con un karaoke en una galaxia lejana.
    O eso cree hasta que aparece en su vida Amanda Klein, su nueva secretaria y todo su mundo se vuelve del reves.
    Amanda no es su tipo, Amanda no entraba en sus planes, Amanda esta como una cabra, Amanda le desquicia como nadie, pero tiene un no se que que le esta volviendo loco.
    Y lo que es peor, no encuentra un punetero patron matematico que explique lo que le esta pasando con ella.
    Amanda es una chica independiente, caotica, fuerte y romantica, que esta convencida de que el amor no tiene nada que ver con los patrones, las formulas y los algoritmos que tanto le gustan al estirado de su jefe.
    Para ella el amor es pura magia y misterio, miradas que lo dicen todo, y besos perfectos que cambian vidas enteras.
    Hasta que un dia le da por probar la web de citas y se lleva una sorpresa monumental, pues el candidato perfecto segun el maldito algoritmo no es otro que el insoportable de su jefe.
    ?Pero y si funciona? ?Y si verdaderamente existe una formula que nos lleve hasta el beso perfecto?

  • La bestia cazada de Blanca Moral

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  • Sugar Daddy de Lucia Alfaro

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    El no pensaba permitir que a ella le faltara de nada y ella a cambio debia estar completamente disponible para el.
    Un contrato mutuamente beneficioso, lo llaman.

  • Mi boda con un ranchero de Erina Alcala

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    Ana, es una chica gaditana que esta sola. Desde que sus padres murieron cuando ella tenia 18 anos, ha dedicado su vida a trabajar para que su hermana pequena tenga un futuro mejor. Ahora, cumplido este objetivo, Ana cree que es momento de viajar. Y por que no: formar una familia, aunque eso signifique volar miles de kilometros para encontrarse con el hombre de sus suenos.
    Logan es un codiciado soltero, tiene dinero y un rancho en Wyoming, pero se siente tan solo como Ana. Al no encontrar compatibilidad con ninguna mujer decide ponerse en manos de una agencia matrimonial para que le busque esposa y asi formar una familia.
    ?Puede salir bien una aventura tan arriesgada? ?Lograra Ana no sentirse sola tan lejos de lo que conoce? ?Amara Logan a la mujer que ha escogido para que pase con el el resto de su vida? Todas las respuestas estan en Mi boda con un ranchero, la novela de Erina Alcala que sin duda no te querras perder.

  • El karma de vivir al norte de Carlos Velazquez

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    Con la ironia y la potencia narrativa caracteristicas de la escritura de Velazquez, el lector se adentrara en un delirante viaje por el corazon de este agreste territorio, que va desde una iniciatica odisea nortena a bordo de un tren repleto de criminales, pasando por un angustiante recorrido en taxi con su hija dormida en el regazo mientras el conductor lo extorsiona, hasta encontrar a un diler fornicando en la oficina donde despacha a sus clientes, historias todas atravesadas por una especie de sino milenario, karmatico, que ha transformado por completo la vida de los habitantes de esta caotica y fascinante region del norte de Mexico.

  • Un jardin entre vinedos de Carmen Santos

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  • Embrujo de mujer de Jose Antonio Prades

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  • El sueno de Sancho de Manuel Lozano Leyva

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    ?Ver para creer o creer para ver?

  • El sustituto de Blanca Miosi

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    Muchas veces sonamos con convertirnos en genios, o en hacer realidad nuestros suenos. Fedor Mogliani lo consiguio con esfuerzo, dedicacion y una mente privilegiada. Sin embargo, no contaba con encontrar en su camino a Mark Carter, un joven deforme confinado a una silla de ruedas porque sus musculos se estaban convirtiendo en hueso. Pese a ser todavia un estudiante de Ingenieria Biologica, contra todo pronostico, logro revertir la fibrodisplasia osificante progresiva que sufria Mark.
    Una historia apasionante en la que se mezclan sentimientos, ciencia, ambicion e intriga, que te hara preguntarte si vale la pena todo aquello por lo cual luchamos.
    A lo largo de sus 400 paginas Blanca Miosi, autora de La busqueda, El legado, la trilogia El manuscrito, El rastreador y La lista, deleitara a sus lectores con una historia apasionante.

  • Demencia de Eloy Urroz

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  • ?Que robot se ha llevado mi queso? de Rafael Tamames

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    La tecnologia esta transformando la sociedad a un ritmo vertiginoso en todos sus aspectos. La manera en la que nos comunicamos, la forma en que adquirimos productos, como realizamos gestiones o simplemente la limpieza de nuestro hogar ha cambiado por completo debido a la digitalizacion y la robotizacion. Esta situacion no es facil de controlar pero no podemos quedarnos atras. Debemos, por tanto, adaptarnos.

  • Hombres que ya no hacen sufrir por amor de Coral Herrera Gomez

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    Los hombres no nacen, se hacen. La masculinidad patriarcal es una construccion que surge, crece y se transmite de generacion en generacion en el seno de nuestra sociedad. Igual que la feminidad. Pero tambien hay muchas formas de ser hombre: existen cada vez mas disidentes que no interiorizan los mitos de la masculinidad, ni reproducen sus estereotipos y roles clasicos. Cada hombre, en mayor o menor medida, se rebela contra el patriarcado, aunque la mayoria suele adaptarse para no quedarse al margen, y tambien para aprovecharse de los privilegios que el sistema concede a los varones solo por el hecho de serlo. Pero como nos cuenta Coral Herrera, los sumisos al orden patriarcal van a tener cada vez mas problemas para relacionarse con mujeres independientes.

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

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    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • Referencial de Ignacio Ferrando

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    Tras varios anos de esterilidad creativa, el pintor Ismael G. es invitado a impartir una asignatura de Historia del Arte en la misma universidad donde, hace 23 anos, estudio la carrera de Bellas Artes. Inseguro y lleno de dudas, acabado como pintor, decide repetir, palabra por palabra, el curso que el mismo recibio en el pasado del que fuera su antiguo profesor, hoy desaparecido en extranas circunstancias. Durante esa clase, habla con sus estudiantes de que ninguna obra de arte puede existir de modo aislado, sino que todas, de un modo u otro, estan entrelazadas y forman parte de un mismo tejido referencial. Y mientras lo hace, Ismael cree reconocer, entre los estudiantes de las primeras filas, a un muchacho identico a si mismo, como si, al igual que ocurre en el arte, tambien la vida se repitiera buscando los mismos paralelismos y patrones.

  • El jardin olvidado de Kate Morton

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    En visperas de la Primera Guerra Mundial una nina es abandonada en un barco con destino a Australia. Una misteriosa mujer llamada La Autora ha prometido cuidar de ella, pero desaparece sin dejar rastro…

  • Bajo la luna de navidad de Christina Mcknight

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    UN HOMBRE QUE INTENTA ESCAPAR DEL PASADO.

  • Volver a vivir de Danielle Steel

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    La incomparable Danielle Steel nos brinda una historia inspiradora sobre una mujer que pierde a su amor, su casa y su libertad y tiene que aprender a vivir de nuevo.

  • 50 palos … y sigo sonando de Pau Dones

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    50 palos no es una biografia, porque las biografias huelen a muerto, dice Pau Dones. Asi que si hay modo alguno de entender este libro es como una reflexion, una charla amistosa que se alarga hasta la madrugada y en la que Pau da cuenta de sus mejores momentos, pero tambien de los peores. Del suicidio de una madre, del fracaso amoroso, de una carrera con altibajos que cuando de repente repunta queda interrumpida por un diagnostico atroz, cancer de colon.

  • Anda, Lucia de Sarah Wall

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    Cuando Sarah Wall me pidio hacer el prologo para su nueva novela, me senti verdaderamente orgullosa de poder participar en uno de los proyectos de la que, para mi, ademas de amiga, es una grandisima escritora. Debo admitir, que no pude evitar ponerme nerviosa, pero en el momento en el que comence a leer la historia que habia escrito, los nervios de disiparon, pasando a un estado de emocion desde la primera hasta la ultima pagina. No es facil trasmitir las emociones dentro de una historia, y no todos los escritores tienen esa varita magica que consigue atar y cerrar una novela, haciendo que seas parte de esa magia sin poder dejar de leer. Llevo mucho tiempo leyendo a Sarah Wall, incluso antes de conocernos, y por ello se que todos sus libros, sin excepcion, te hacen pasear entre sus letras, linea a linea, pagina a pagina, porque Sarah no solo escribe, Sarah te regala los sentimientos de cada personaje y es inevitable no sentirte parte de cada historia. !Anda, Lucia! es una historia actual y fresca donde la autora mezcla la vida, preocupaciones y problemas cotidianos de la protagonista, que la obligaran a tomar una serie de decisiones que cambiaran su destino. Una historia divertida, romantica y emotiva donde la escritora se desenvuelve con facilidad y nos trasmite naturalidad. Me encantaria poder ver a Lucia en la gran pantalla. !Seria maravilloso!, y asi tambien poder disfrutar de sus dos enclaves, Barcelona y ese pueblecito en la sierra cordobesa que te roba el corazon. Me he reido, me he emocionado, me he sorprendido y me he visto identificada en muchas de sus situaciones, como estoy segura lo hareis muchos de vosotros, lectores. Leer es una sensacion que no se puede suplir con ninguna otra actividad. Solo leyendo podras llegar a conocer lugares y experimentar sensaciones que quiza nunca puedas vivir en la vida real. Leer, es pura magia. Cada libro que tenemos en nuestras manos es un portal magico en el que adentrarte y que sin darte cuenta te robara un <> de tu corazon o de tu alma; un portal magico donde poder vivir vidas infinitas y elegir en todo momento quien quieres ser en cada historia. Gracias a escritoras como Sarah Wall, tenemos la oportunidad de disfrutar de esa magia. Jamas un libro de esta autora te dejara indiferente. !Anda, Lucia! os va a gustar mucho, mucho. Y yo no puedo dejar de decir: !Anda, Sarah! !Vaya libro nos has regalado! Os propongo un plan: Escoger el lugar que mas os guste para leer, servios una buena copa de vino, o lo que os apetezca en ese momento, poned una musica relajante de fondo y dejaos llevar a traves de este viaje. Lucia esta deseando que la acompaneis en su aventura. !Lo vais a disfrutar! Alicia San Miguel Capitulo 1. Es por ti (Complices) Lucia llego a la clinica veterinaria a las dos en punto. Le tocaba turno de tarde, eso significaba que estaria hasta las diez de la noche trabajando; aun asi, lo preferia al horario matinal, ya que las mananas las dedicaba a leer novelas romanticas, su gran pasion y tambien, esos ultimos meses, a ultimar los preparativos de su boda con Borja, su novio, con el que mantenia una relacion bastante seria desde hacia tiempo. --Lo siento, llego con retraso --dijo con evidente nerviosismo, pues odiaba la impuntualidad. --No te preocupes, Lucia, solo han sido cinco minutos de nada --respondio Ana, la recepcionista de la clinica, intentando que se calmara. --?Ha llegado ya Zenit? Tengo que hacerle el seguimiento de la operacion de la pata. --Si, estan esperandote dentro, pero tranquila, acaban de llegar. Lucia rapidamente se puso la bata y cogio una golosina. Solia hacerlo para mantener la atencion de sus pacientes, en este caso, un precioso labrador dorado de tres anos que habia sido atacado por otro can y como resultado hubo de ser operado para fijar la fractura. --Zenit, bonito. --Se acerco a el y el perrito, lejos de asustarse, movio la cola en clara senal de felicidad. --Esta noche ha vomitado, esta un poco flojillo --dijo Mercedes, su mami adoptiva. --Podria ser por la medicacion. Dejame examinarlo a ver como esta el chiquitin. La cicatriz de la pata estaba sanando bastante bien, y al palparle el estomago, no noto nada extrano. En ese momento, Zenit estaba jugueton y contento. --Mercedes, todo va perfectamente. Te dare un protector de estomago y si vuelve a vomitar, me llamas. Pero todo parece normal. --Menos mal --respiro aliviada--, ya hemos tenido bastante. --Lo se. En serio, estate tranquila, se esta recuperando muy bien y dentro de cinco semanas podra correr sin problemas. --Pobrecito mio, con lo que le gusta jugar y ahora no poder hacerlo... --Es por su bien, pero ya veras que pasara pronto. Puede dar paseos con correa corta, pero, sobre todo, que no corra ni salte ?vale? Se puede mover la placa que le pusimos para fijar la fractura, y eso significaria que le tendriamos que operar de nuevo y volver a empezar con la recuperacion. Es cuestion de paciencia estas proximas semanas. Lucia amaba su trabajo por encima de todo, aunque no siempre era agradable, pues habia momentos muy duros, como dar un diagnostico nefasto, y odiaba profundamente cuando llegaba ese momento tan tragico. Esa tarde estuvo plagada de luces y tambien de sombras. Adoraba a sus pacientes, mayoritariamente perros y gatos, y si algo se le hacia cuesta arriba era hacer dormir a alguno para siempre; sobre todo cuando habian pasado por su consulta durante mucho tiempo: el vinculo era fuerte. Y en una misma tarde dos eutanasias, era para ella dificil de sobrellevar. No se acostumbraria nunca, dado que Lucia lo habia vivido en primera persona y sabia el dolor que producia. Se convencia de que en ese momento lo que hacia era aliviar su mal y su pena; sin embargo, era muy complicado. Sin duda, la peor parte de ser veterinaria. La cercana relacion no solo era con el animal, tambien con los <>, como los llamaba ella. Para muchos, la marcha de su perfecto companero era tan dificil de asimilar como la de un familiar cercano, pasando una fase dura, tanto en la decision a tomar para que se duerman y no despertar jamas, como para asimilar esa perdida de forma permanente. Es un duelo en toda regla. Por esta razon, su muerte puede suponer uno de los momentos mas dificiles en la vida de una persona, a pesar de que a nivel social no este reconocido como el mismo impacto emocional y animico que se vive con el fallecimiento de un ser humano. Estaba deseando llegar a casa y achuchar a su gato, Kaos. Un felino callejero que llego a la clinica despues de ser atropellado, y al que salvaron la vida tras muchas jornadas jugandosela, debido a las terribles heridas que le causo el accidente. Sobrevivio y Lucia se hizo cargo de el. Calculo que su pequeno companero ya contaba catorce anos de vida gatuna y era consciente de que no les quedaba demasiado tiempo para disfrutar juntos. Decidio que cada dia que pasaran acompanandose iba a ser un regalo que debian degustar. **** Borja era un buen hombre, lo que se dice un buen chico y, posiblemente, el hombre de los suenos para muchas; se ganaba la vida como medico en un centro privado, propiedad de su familia. De un tiempo a esta parte, demasiado distraido con sus cosas como para dedicarle mas de ese tiempo tan valioso a Lucia, y eso era algo que no estaba dispuesta a consentir. A ella le encantaba salir a bailar, tomarse unas copas y viajar, otra de sus pasiones; sin embargo, Borja, entre las consultas, las operaciones, los seminarios por todo el mundo y, como no, el golf, cada vez tenia menos tiempo para ella. Como a Valentina, la protagonista del libro que estaba leyendo en esos momentos, a Lucia le aterraba ser tan solo una ama de casa y madre: tenia sus ambiciones y estar entre cuatro paredes encerrada, como pretendia su casi suegra, Barbara, no entraba en sus planes. El problema, pese a que ya tenia treinta y tres anos, era que ella era poco de verbalizar, y eso era un obstaculo ya que, si se hubiera quejado en cuanto noto que todo cambiaba, quiza la pelota no se hubiera hecho tan grande. Ahora que lo veia todo casi imparable, empezaba a sentir miedo ante lo que se avecinaba. Cada dia que pasaba era uno menos para la ceremonia, y notaba la congoja en forma de nudo en la garganta que no bajaba ni a tiros.

  • Mirate en mi espejo de Goretty Nzeng

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    Mirate en mi espejo relata la vida de una serie de personajes en busca de la felicidad personal, mediante enganos, infidelidades y miedos.
    La mayoria son historias reales que le contaron a la autora, mostrando con gracia el pudor del sexo, los tabues y el placer encontrado en lo prohibido. Historias actuales, urbanas, de la vida cotidiana que nos ayudan a vernos en su espejo.

  • Ni de broma jefe de Cynthia Walter

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    --Aqui hay demasiada gente. --Eso fue lo primero que dije cuando llegue al vestibulo de Publicity Lion Marketig. Por suerte iba junto a mi amiga Alina. Nos presentariamos al mismo puesto, al igual que otras cien personas. Todos ibamos bien vestidos, preparados para dar nuestra mejor impresion. --Tenemos el doble de oportunidad que el resto. --Bromeo. En realidad, se referia al hecho de que, al vivir las dos en el mismo piso, y estar las dos sin trabajo, casi que nos valia que contratasen a cualquiera de las dos. --?Crees que preferiran chico o chica para el puesto? --Senalo a varias personas. Yo tambien era capaz de verlo, eramos candidatos variopintos. --Pues no lo se. Parecen buscar algo en concreto. --Seria como elegir una aguja en un pajar. Seguramente todos tendriamos la carrera de marketing. Por las edades, y sin querer prejuzgar a nadie, hubiera dicho que algunos la acababan de terminar mientras que otros debian de tener anos de experiencia. --Quiza un palpito o algo asi. --Tia. --Alina me empujo riendose. --No creo, si te soy sincera, que vayan a elegir a su nuevo miembro del equipo de marketing al azar. --Quiza tenia razon pero no veia como iban a decidir, entre tantas personas, sin primera criba aparente, quien se quedaria. --?Senorita Alina? --Dijo una chica acercandose a mi amiga. -- ?Es el numero 1154? --Ella asintio y se fue para pasar a la entrevista. Le desee suerte mientras cruce los dedos. Sin mi mejor amiga al lado, dar vueltas por el centro aglomerado se hizo algo mas complicado. Me agobiaba la gente, y lo hacia enormemente. ?La razon? Lo habia meditado mucho, pero habia llegado a la conclusion de que solo podia confiar en mi misma y eso me hacia querer apartarme de la gente. Porque las medias tintas... No iban con mi personalidad. --?Senorita Ingrid? --Un chico joven con gafas y una lista de nombres que ocupaba mas de tres folios se acerco a mi. --?Llevas el numero 1251? --Si, no hay mas de mil candidatos... --Dije mientras caminabamos. --?O si los hay? --No, solo unos cientos. --Se veia claramente que limitaba la informacion que me daba. --Entra a esta puerta y sientate frente al ordenador. Aparecera un cuestionario. Solo tienes que rellenarlo. Despues sales por la puerta del lado contrario. --Fue a cerrar en cuanto entre. --Si eres seleccionada, te llamaran. Buena suerte. Me sente frente al ordenador que, sin duda, era moderno. La silla era comoda y me tome el tiempo necesario para estar tranquilo antes de darle al boton "iniciar". Cuando pinche encima del recuadro aparecio una habitacion un hombre desnudo en la cama. Me sobresalte. No era eso lo que habia esperado que se proyectara en la pantalla. Pasado el impacto inicial me fije en el texto y las opciones que habia bajo la imagen. "Llegas a esta habitacion buscando una sensacion unica e irrepetible a) Desatas tus fantasias mas oscuras con el hombre que esta en la cama. b) Dejas que el hombre de la cama desate sus mayores pasiones contigo. c) Te tumbas a contarle todas tus locuras e ideas con la proyeccion de encontrar un proyecto unico de marketing." Volvi a mirar la escena y las opciones. ?Como se suponia que en esas tres opciones iba a estar reflejada mi creatividad y mi capacidad imaginativa? Estaba pensando demasiado inmersa en lo mal que me parecia esa prueba y que, sin poder evitarlo, iban a tener mas gente que eligiera la misma opcion, cuando puso en la pantalla que quedaban 30 segundos. Me prepare para marcar la a, luego la b, y por ultimo la c. Finalmente no marque ninguna. Pense que era posible que la siguiente pregunta me definiera mas, pero, para mi sorpresa, salio un mensaje informativo "Fin de la simulacion". ?Que? No podia ser. ?Asi se habia esfumado mi gran oportunidad? Al no haber marcado ninguna opcion salto un cuadro en blanco que permitia escribir para reportar algun error. ?Error? Toda esa prueba era un error. !Y no significaba que yo no tuviera talento! Sali utilizando la otra puerta. Estaba tan enfadada que practicamente corria. No pude parar hasta que note una mano en mi hombro. Alina me abrazo. Posiblemente era capaz de imaginar que si estaba de ese humor era que no me habia salido nada bien. --?Que tal te ha ido a ti? --Preguntar primero era una forma de conseguir tiempo para calmar los nervios. --Eran pruebas extranas. --Se encogio de hombro sonriendo. --?Pruebas? ?Varias? --Pestanee dandome cuenta de algo. No habia tenido razon en mis sospechas. Debia haber contestado cualquier cosa y lucirme en las siguientes. --Con lo del primer tio me quede alucinada, pero luego vino lo de la mujer en la cama y flipe por completo. Parecia mas un cuestionario sobre preguntas sexuales que otra cosa. --Sonrei forzosamente porque me encontraba molesta conmigo mismo. No habia sido capaz de hacer nada. --?Y tu? ?Que elegiste? --Locuras. --Fue mi unica respuesta. Omiti decirle que no conteste nada y que, pateticamente, deje una rabieta como respuesta en el cuadro blanco de reporte de error. --Nos vemos en el piso. Tengo unas cosas que hacer. Me aleje intentando despejar mi mente. Se presentarian mas oportunidades como publicista pero tenia la sensacion de que aquella oportunidad era realmente buena. Al fin y al cabo, era la compania mas rica e importante de la ciudad y entre las mas importantes del pais. Capitulo 2 Izan Estaba agotado de ver las distintas salas donde estaban realizandose las pruebas. Como era predecible, fueron pasando las preguntas. Se suponia que buscabamos una combinacion de respuestas que demostrara una persona, hombre o mujer, con ganas de aventura y capacidad para arriesgarse. --Creo que deberias ver esto. --Antonella, una de las mas antiguas en nuestro equipo creativo coloco en mi tablet un texto del que me pregunte la procedencia. --Un candidato no ha respondido a la primera prueba. Se le ha acabado el tiempo. --?Y pide una segunda oportunidad? Sabes que no las damos. --Me extrano tener que explicarle eso a ella precisamente. --Precisamente eso es lo que me ha llamado la atencion. -- Volvio a abrirme la pestana en el dispositivo obligandome, practicamente a leerlo. --Parece que tenemos cuatro candidatos que han respondido la combinacion deseada, ?pasamos a la segunda fase? --Pregunto mientras Anthony que estaba enfrascado en las pantallas. --Enseguida voy. --La segunda fase se trataba de entrevistas personales en las que ya me encargaria yo mismo de hacerles preguntas que me sirvieran para ver sus inquietudes. No era facil trabajar conmigo como jefe de equipo y por eso yo mismo hacia las entrevistas. "No he elegido ninguna de las respuestas porque todas me parecian demasiado obvias. Se basan en un deseo carnal que nada tiene que ver con la creatividad. De hecho, si hay que elegir es que no nos dejais crear. Que extrano en una empresa de marketing. ?Donde hizo el creador de la empresa marketing? Si hubiera tenido que hacer algo que me produjera una sensacion unica e irrepetible, me hubiera tirado por la ventana que estaba abierta. La sensacion de volar dicen que es unica, pero, si es sin sistema de sujecion, seria irrepetible."

  • Veinte comedias de amor y una noche desesperada de Ana Martin Mendez

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    Recien entrada en la treintena, Marina afronta, con un enorme sentido del humor y una vision tragico-comica de su propia existencia, tanto sus problemas laborales como lo que ha dado en llamar su VSL:
    Vida Sentimental Lamentable.

  • Jamas Digas Mentiras de Lexy Timms

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    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!

  • La ultima carta de amor de Jojo Moyes

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    Una cautivadora novela para romanticos que evoca una decada llena de encanto y elegancia, por la autora de Yo antes de ti.

  • El misterio del lago de Juan Moises De La Serna

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    Adentrate en el misterioso mundo de la naturaleza humana, que te llevara a cuestionar los origenes de la vida.
    Una excursion conducira a la protagonista a traves de las angostas montanas hasta una gran explanada ocupada por un inmenso lago de aguas negras, y en la orilla un pequeno y pintoresco pueblo de amables vecinos.
    Nada hace sospechar lo que aquellas aguas tranquilas esconden en su interior, es un paisaje bucolico durante el dia, pero ?Que sucede durante la noche?
    La curiosidad de la protagonista hace que vaya buscando respuestas que van mas alla de las explicaciones cientificas y las creencias populares de los habitantes del lugar.
    Descubre como actuan cuando se enfrentan a uno de los mayores retos de la raza humana, sobrevivir a su extincion, ?Que hubieses hecho en su lugar?

  • Una noche con ella. La pasion de Cathryn De Bourgh

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    El estaba acostumbrado a tenerlo todo en esta vida: dinero, exito, mujeres, sexo, pero habria dado todo lo que tenia en esta vida por una noche con ella, por volver a sentir en su corazon el amor, esa maldita locura que tanto miedo da.

  • Comer para no morir, Michael Greger de Michael Greger

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    La gran mayoria de muertes prematuras podrian prevenirse con tan solo llevar a cabo sencillos cambios en la dieta y en el estilo de vida. En Comer para no morir, el doctor Michael Greger, experto en nutricion y medico de fama mundial, analiza las quince primeras causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cancer, diabetes, enfermedad de Parkinson o hipertension arterial, entre otras) y explica como algunos cambios en la alimentacion y el estilo de vida pueden ser mas eficaces que las pastillas u otros tratamientos farmacologicos y quirurgicos, y de este modo vivir una vida mas saludable.

  • El corazon de Aldabia de Pat Casala

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    Aladi Hustrasga era el segundo en la linea de sucesion al trono de Aldabia, juerguista empedernido, chulo, despreocupado e irresponsable que pasaba los dias de fiesta en fiesta sin escatimar con el alcohol, drogas o sexo. Hasta el asesinato de su hermano en palacio. De la noche a la manana se convierte en el heredero legitimo al trono y se ve obligado a abandonar su vida disoluta para adoptar su nuevo papel en la linea sucesora monarquica. Intenta eludir esa realidad, pero nada evita su destino.

  • No busco marido de Sophie Saint Rose

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    … Contenido ….

  • Ultima llamada. Destino Irlanda de Victoria Valencia Duran

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    Cuando Sara, una joven de veintidos anos recien titulada en Psicologia pero inexperta en temas del amor, conoce por casualidad a Andrew, un irlandes de unos cuarenta anos muy atractivo y con una buena posicion social y economica, sentira por primera vez en su vida lo que es el verdadero amor. Y a pesar de la gran diferencia de edad, ambos se enamoraran. Pero pronto la vida de Sara dara un giro inesperado cuando descubra que Andrew, el amor de su vida, oculta un gran secreto que pondra en riesgo su relacion. Ultima llamada: Destino Irlanda es una novela que te cautivara desde el primer momento. Aprenderas a conocer el amor de una manera muy profunda a traves los ojos de Sara y Andrew, quienes representan el mas claro ejemplo de que ni el tiempo ni la distancia pueden con el destino.

  • El tiempo de las orquideas salvajes, Nicole C. Vosseler de Nicole C. Vosseler

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  • Dibujando la tormenta de Pedro Sorela

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    “Dibujando la tormenta” es un paseo a traves de las vidas y obras de cinco <>: Faulkner, Borges, Stendhal, Shakespeare y Saint-Exupery. Un apasionado y estimulante canto a la lectura en el que Pedro Sorela, de forma amena y a la vez exhaustiva, nos descubre como Faulkner intuyo que toda novela es una forma de poesia, como Borges tuvo que sufrir una infeccion de la sangre para terminar aboliendo las fronteras internas de la literatura, como de Shakespeare no sabemos casi nada pero si lo que importa, como Stendhal escribio para revivir su juventud heroica en Italia e intuir que la condicion para escribir una obra maestra es haberla vivido antes, y como Saint-Exupery encarno un siglo despues esa profecia y fundio vida y escritura en una sola obra. Toda seleccion tiende a ser injusta, pero no si se trata, como es el caso, de la propuesta de una serie de escritores que no pretende armar ninguna etiqueta, ni esculpir un canon, ni ordenar una clasificacion o facil comodin cultural para la academia, la critica, el periodismo o cualquiera de las industrias de la posmodernidad. El unico criterio seguido por Pedro Sorela para proponer a Faulkner, Borges, Stendhal, Shakespeare y Saint-Exupery como algunos de los fundadores de la escritura moderna es una doble constatacion: la de que el placer de su lectura aumenta con el tiempo y la de que nada fue lo mismo despues de sus libros: la caligrafia de cada uno de ellos es reconocible en la escritura moderna. Todo ello es explicado a la luz de cinco intensas biografias, sin las cuales, en contra de lo que tiende a sostener la Academia, sus obras resultarian mucho mas enigmaticas de lo que siempre es inherente al gran arte.

  • Constantinopla de Baptiste Touverey

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  • El rastro de un susurro (Asesinos e hijos de la luz 1) de M. Markusen

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    Desde las profundidades de un inmenso acantilado espero la venida de mi inevitable destino. El mar infinito se extiende sobre los restos de un ejercito de amantes desesperanzados que, a lo largo de los tiempos, han entregado sus almas al dios del abismo como sacrificio. Como ellos, le regalo mi existencia a una inevitable muerte que me observa acariciando su guadana. Cientos de gotas de lluvia sacian su lujuria sobre mi piel y me refrescan de una forma deliciosa. Me ilusiona pensar que disfruto de un intenso placer entre tanto dolor, pero no puedo estar mas equivocado, ya que una tras otra, titanicas olas se esfuerzan por expulsarme de su territorio. Trago agua, escupo agua. La tormenta crece y el mar se agita con rabia. Mi mano izquierda, aferrada a una roca con toda su fuerza, pierde demasiada sangre. La derecha, bajo la espuma del mar retiene a un par de dedos que no me pertenecen y conecta nuestros latidos con ferocidad. Apoyo mi suela sobre la cabeza del propietario de los dedos y hago fuerza para hundirlo en las profundidades. Puedo sentir como se ahoga lentamente. Su sufrimiento se agrava, luchando por sobrevivir, agita mi pierna con ambas manos. Decenas de burbujas escapan de sus pulmones y suben a la superficie. Mi victima no tiene ninguna posibilidad de escapar. Cuento mentalmente los segundos que han pasado desde el inicio de sus clases de buceo involuntarias. Noventa y uno, noventa y dos, noventa y tres... El desgraciado es bueno, pero no es inmortal. Tomo oxigeno profundamente, lo expulso gradualmente y le digo a mis remordimientos que acepten ser los responsables de despojarle de la vida. Puedo explicar mi falta de empatia hacia el; durante dias he matado a mi enemigo de terribles y grotescas formas entre la soledad de mis pensamientos. ?Como me siento? Con escalofrios emocion y nervios; perdiendo la virginidad. La tormenta se hace mas intensa y levanta olas mas altas. Ciento siete, ciento ocho, ciento nueve... Mi acompanante apenas se mueve. La muerte se esta apoderando del escaso oxigeno que perdura en el interior de sus inundados pulmones. Un poco de tierra humeda se desprende de mi mano como la suela de una zapatilla de imitacion y pierdo el equilibrio. Me golpeo la barbilla accidentalmente contra una piedra afilada. Sangro. Vuelvo a apoyarme en un pequeno saliente y consigo mantenerme a salvo lo mas rapido que puedo. Miro al cielo y contemplo la colosal roca que descansa sobre mi. Es imposible trepar a traves de sus brazos, tengo que hacerme a la idea. Mi invitado deja de moverse al fin, eso me reconforta. Suelto su mano y su cadaver se hunde muy docilmente en la oscuridad, alejandose de mi vista. Sin una segunda oportunidad; sin solucion ni vuelta atras. Suenos y susurros, buscandome noche tras noche... Suenos y susurros... 1 Alan Brody El origen de todas las grandes tragedias ?Por que a mi? No puedo creerlo. ?Esto es real? Mi credulidad descansa apaciblemente sobre un lejano horizonte perdido en otro mundo y aun asi no puedo evitar darme cuenta de la realidad de la situacion. El sufrimiento que aflora de mi interior es inmenso e insoportable. Todo espiritu tiene un limite marcado por una linea y cuando la agonia la sobrepasa, la cordura emprende una muerte lenta y la locura renace como una raiz en el cerebro que crece despacio, controlandolo todo poco a poco. Dios misericordioso, eres incapaz de imaginarte lo mucho que ahora te odio. Calentado por una pequena manta y en mitad de la noche observo bajo la seguridad de la parte trasera de una ambulancia como, en el exterior, el fuego purifica mi casa y la transforma en polvo gris. Un dios arroja incontables lagrimas sobre el mundo que aplauden al tocar el suelo y empapan a los curiosos que se amontonan tras un muro resguardado por policias. Mis padres compraron la hermosa montana de ladrillos que arde meses antes de mi nacimiento. Dos pisos rebosantes de una independencia lo suficientemente solida como para dar refugio a una pequena familia y a su felicidad durante muchos anos. El exterior esta, o quizas deberia rectificar y decir estaba, decorado con un delicado y minusculo jardin donde se podian almacenar un par de matorrales, ni uno mas. Mi madre siempre me solia decir que plantar un punado de flores a lo largo de toda nuestra vida no iba a cambiar el mundo, nuestros actos tenian que ser mas intensos para dejar una huella en los demas; opino que algo es algo, ?no? Decenas de residencias perfectamente simetricas a la mia abrian un largo circulo lunar que llegaba hasta el horizonte. Las paredes eran gruesas e impedian que alguno de mis vecinos se enfadase por escucharme improvisar un estornudo o por ir al bano a altas horas. En las noches mas iluminadas se podia ver al final de la carretera el reflejo de las luces de los edificios altos que estaban en el centro de la ciudad. Mis padres trabajaron muy duro durante muchos largos y pesados anos para conseguir quitarse de encima la asquerosa deuda de la casa. Ambos murieron en un grave accidente de trafico durante un viaje que hicieron por sus bodas de plata y al ser hijo unico no tuve problemas para repartir la herencia entre uno solo. Al principio disfrute de la soledad, pero con el tiempo la casa se hizo cada vez mas grande, hasta que conoci a Judith y la comparti con ella, con el amor de mi vida, el mismo amor que estoy viendo en este instante salir por lo que queda de la entrada principal de mi casa metida dentro de una bolsa de plastico negra para cadaveres. Si, es real. Ahora no tengo con quien dormir ni donde hacerlo; solo una pequena manta sobre mi espalda se ha quedado conmigo. Mi vieja vecina, como es costumbre en ella, me observa desde la seguridad de su solitaria morada de piedra. La anciana nunca aparta sus brillantes ojos de los movimientos de los demas residentes en ningun momento para contarselos a su almohada. Maldita seas un centenar de veces. --Entra en tu cueva y vuelve a quedarte a solas con tus gatos, insolente y nauseabunda vieja arrugada. --susurro. Los bomberos corren de un lado para otro, esforzandose por eliminar los ultimos vestigios del fuego que aun permanece latente. Ya no queda nadie dentro asi que pierden el tiempo. ?Un gato quizas? Imposible, los odio y no recuerdo el motivo, pero los detesto y los temo. Lloro... lloro en soledad. Unifico todos los lamentos de mi vida y los expulso como uno solo, fuerte y uniforme. Segun avanza el tiempo, las sirenas inician el cese de su canto y las voces de los bomberos se silencian, un simbolo indudable de que su trabajo esta llegando al final. He intentado salvarla con todas mis fuerzas, lo juro por dios, pero no han sido las suficientes. Tendria que haber sido mi turno... En mi cabeza veo su cuerpo envuelto entre intensas llamas, retorciendose de un lado para otro; es ciertamente una escena insufrible, una pesadilla perfecta. Un hombre entra en la parte trasera de la ambulancia en mitad de mi lamento. Viste un elegante traje negro y lleva puesta una reluciente corbata gris, todo recien lavado y planchado, un uniforme demasiado refinado para pertenecer a un simple agente, debe tratarse de un oficial. Sus mejillas rebosan cicatrices y su cuerpo desprende un aroma a cerveza repugnante, similar al de un maton barato. En su mano derecha sujeta una carpeta plana y un boligrafo atado con un nudo simple cuelga de esta. Se sienta frente a mi y cierra la puerta del vehiculo con suavidad. Fuera llueve tan intensamente que al quedarnos solos lo unico que escucho es el traqueteo de las gotas rebotando sobre el techo. --Menuda tormenta, ?no le parece? --me pregunta. ?Como le puede hacer esa pregunta a un hombre que acaba de perderlo todo? Me hace pensar que es imbecil y que ha conseguido el puesto de oficial... bueno, ya os imaginais como. --No me habia dado cuenta, estaba mas pendiente del olor a quemado de los restos de mi mujer. --respondo. --Obviamente. Disculpeme, senor Brody. ?Que tal se encuentra?, ?tiene alguna herida? --estoy trastornado y en estado de shock absoluto, lo cual es algo razonable y logico teniendo en cuenta el drama que estoy atravesando, pero guardo silencio; no me veo capaz de contestarle cortesmente --Lo que ha hecho usted ha sido muy valiente, aunque muy arriesgado para su vida. Comprendo su reaccion a la perfeccion, senor Brody, yo habria hecho lo mismo por mi esposa si se hubiera visto envuelta en algo similar, pero tiene que comprender que salvar a una persona retrasa el rescate de otra, ?lo entiende? --?Insinua que ella ha muerto por mi culpa? --le pregunto muy enfadado. El oficial suspira. --No, usted se confunde, nada mas lejos de mi intencion el ofenderle, pero si no hubieramos entrado a sacarle a usted todo se habria agilizado mas y... bueno... ?Comprende lo que le intento decir, senor Brody? Quiero partirle su boca diente por diente y mostrarle el resultado tras una larga sesion fotografica, pero me contengo. Demasiado estres por hoy. --Por supuesto que lo comprendo, --miento --sin embargo, solo me he dejado llevar por el instinto, sin importar las consecuencias en lo mas absoluto. Por mucho que usted me diga que lo entiende, estoy convencido de que no es asi. Medito durante un pequeno instante y mi vigilante respeta mi deseo sin pronunciar palabra alguna. Los ojos de Judith, el amor de mi vida, resaltan entre la oscuridad de mi interior, volando libres a traves de mi dolor. --Lamento mucho lo sucedido, sinceramente. Se que no es el mejor momento para hacer esto, pero tendra que contestarme a unas preguntas. --interrumpe mi meditacion. Mas lagrimas se deslizan a traves de mis mejillas. --Pregunte lo que quiera. Ayudare en lo que pueda, le doy mi palabra. --cedo. Da unos ligeros toques en su libreta con el boligrafo. --?Donde estaba usted cuando se inicio el incendio, senor Brody? --inicia el interrogatorio. Seco mis lamentos con la manta que me han prestado. --Trabajando. --contesto --Soy camarero en un restaurante cercano desde hace dos anos, mas o menos. Justo cuando llegue a casa al terminar mi turno, el fuego estaba muy avivado y los vecinos acababan de llamarles a ustedes. Ninguno de ellos tiene mi telefono y no pudieron comunicarse conmigo. Intentaron evitar que entrara en la casa cuando me vieron correr hacia la puerta con un ataque de panico; no lo consiguieron, ya lo sabe. --?Puede probarlo? --me pregunta. Me doy cuenta del rumbo que estan tomando sus preguntas. --Hay camaras de seguridad en el local, si pide las grabaciones a mi encargada seguro que se las mostrara sin ningun inconveniente. Mis companeros tambien me vieron trabajando, pregunteles a ellos. --le explico. --?Garantiza que todos dirian lo mismo? --Bueno... siempre hay algun gilipollas, como en cualquier parte, ?no? En nuestro trabajo todos tenemos a un insoportable, vago, sucio y prepotente companero capaz de amargarnos el dia y al que es mejor ignorar por completo. Se convierte en una excusa para arrojar el despertador con furia contra la pared al apartar las sabanas para levantarnos. No lo hagas contra el suelo si lo que pisas es parque de calidad, no hace falta ser tan estupido. Inexplicablemente, a el lo ascienden antes que a ti. --Tras revisar las escrituras he comprobado que usted es el unico propietario del inmueble incendiado, ?no es asi?

  • Cuidado con lo que deseas de Tierra Salvaje

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    Antonio anhela una vida como la que tiene su jefa, tanto que, en algunos momentos, desearia ser ella. Dicen que si deseas algo con muchas ganas, se cumple. Antonio lo vivira de primera mano, descubriendo asi, todos los secretos que esconde su jefa.

  • Una chica mala para Dorek – Emily Delevigne de Emily Delevigne

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    Irina Maxwell es una reconocida modelo internacional que disfruta de su apacible vida junto a su hija Amy. De origen humilde, ha luchado mucho por darle a su pequena un buen hogar, alejada de los hombres y de los multiples problemas que causan… hasta que Dorek Nowak decide cruzarse en su camino una vez mas.

  • La cinica, el guapo y el socorrista de Lisa Aidan

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    No hay mejor epoca para enamorarse que el verano y en el hotel Pacific hay tiempo para todo: el entretenimiento, la diversion, el descanso… y tambien para el amor.

  • El castillo, Luis Zueco de Luis Zueco

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  • Perdon de Ida Hegazi Hoyer

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    Habia una cama en la acera. Desde el cruce al final de la calle, se veia que habia una cama delante de nuestro portal, alguien que se estaba mudando al bloque, o del bloque, algo que cortaba el paso. Pero hasta que estuve muy cerca, hasta que ya estaba entrando, no vi que era nuestra cama, que eran nuestro edredon y nuestras almohadas, y que todo parecia una instalacion en medio de la calle, visible de pronto, quiza por fin, bajo la luz adecuada. Era festivo, ya casi verano, llegue a casa y nuestra cama estaba en la calle. La habias hecho. El edredon estaba bien doblado, las almohadas sin huellas de cabezas y la colcha, que en realidad nunca usabamos, tendida sobre el cabecero. Un corte de la noche eternamente interrumpido. Es probable que me detuviera, que sintiera un espera, un para, no subas. Y hacia calor, era mediodia, el cielo estaba en llamas. Subi una planta. Dos peldanos, dos pasos, luego el resto de la escalera. No habias dejado la puerta abierta. Habias echado el pestillo. Y eso no lo olvidaria nunca, sabias que yo era la unica que tenia llave. La perra salio corriendo. En cuanto abri la puerta, salio disparada. Y entonces vi. Y entendi. Tus fotos, nuestras fotos, ya no estaban colgadas en la pared. Los rascacielos estaban en el suelo, dandome la espalda, dos marcos blancos. Este era el aspecto que tenia la habitacion: la ventana estaba cerrada y las persianas bajadas. Las puertas de los armarios cerradas, las lamparas apagadas y, en medio del cuarto, donde tendria que haber estado la cama, una silla de la cocina volcada. No habia ruidos ni aire que se dejara respirar. Eran las doce del mediodia. No me acerque a ti. Pero entre en la habitacion. Di un rodeo a lo largo de las paredes, hacia la ventana, hacia el dia. Subi las persianas, abri la ventana y podria haber saltado, no habria pasado nada, al fin y al cabo nuestra cama estaba abajo, a mis pies, situada con precision para las caidas. Pero no salte, senti arcadas, eso fue todo lo que consegui, una infima gotita de bilis que cayo a los pies de nuestra cama, luego respire profundamente, una vez, y sali corriendo. Fue la ultima vez que te vi, al pasar note que no olias a nada y, cuando llegue abajo, cuando sali, la calle era otra y el cielo habia cambiado, las casas se habian ladeado y los tejados estaban a punto de derrumbarse, los arboles galopaban, los coches eran de otro mundo y las personas, todas las personas, ya no eran humanas. No tenia adonde ir. Me tumbe bajo el edredon y me deje sentir lo que quedaba de ti y de nosotros. Me tumbe bajo nuestro edredon, en la cama que estaba en la calle bajo el cielo devorador y supe, ya, que siempre veria distinto aquel cuarto. La otra habitacion: la ventana esta abierta, la lampara de la mesilla encendida. Llego a casa medio dia antes. Son las doce de la noche. Estas durmiendo en la cama. O te has acostado y te vas a dormir. O estas en el bano cepillandote los dientes. O estas en el salon viendo la tele. O estas sonando. Estas caliente. Tienes un calor. Estas dormido en la cama. Me tumbo a tu lado. 2 La primera vez que te vi, acabe completamente desnuda. Estabamos junto al mar, era verano o finales de primavera. Fue dos anos antes, al final de la tarde, y la luz se alargaba. No recuerdo con quien habia ido, pero en ese momento estaba sola, paseaba por la orilla y habia mas gente, gente comiendo, gente cantando en competicion con las gaviotas, y yo paseaba por la orilla, sintiendo la arena hundirse bajo mis pies, con el sol de frente, diez mil flechas sobre el mar de brillos. Cuando te vi, todo desaparecio. Tu tambien estabas solo. Sentado mas adentro, mas alejado del agua. No vi lo que hacias, no vi si leias o dibujabas o escribias, pero mas tarde me contaste que pensabas, que era eso lo que hacias, que habias ido al mar a filosofar y que entonces llegue yo, y esta fue nuestra historia, el unico comienzo. Te vi y acabe completamente desnuda. Te vi y, que quede claro, yo te vi primero. Estuve un buen rato mirandote. El agua me llegaba a la mitad de las pantorrillas y estaba fria, pero tu dabas la impresion de ser un mundo mas calido. No porque tuvieras una belleza extraterrenal, ni una tranquilidad inquietante, ni un flirteo incomodo, no tenias nada de todo eso. Pero te atrevias a estar presente sin entablar ningun contacto con nadie. Estabas tan solo... y eras lo mas hermoso que habia visto en mi vida. Y cuando me miraste, cuando me viste, debiste de verme negra y sagrada al mismo tiempo, fue como si asumieras y descartaras en una sola y unica mirada. Entre nosotros se extendian todas las personas. Entre nosotros se extendian los gritos, la arena, las piedras y las voces. Y no pense, ni un solo pensamiento me cruzo la mente, no vi todos los ojos que habia ante mi, sencillamente me desvesti. Para ti. Me solte la goma del pelo, me arranque la ropa y me plante frente a ti, frente a ese mundo sin amo que se extendia entre nosotros, y tu te levantaste y viniste hacia mi, habia un aplauso en las olas. Viniste hacia mi y yo estaba de pie en el agua y no desviaste la mirada y no desvie la mirada y eras alto y flaco y yo era baja y estaba desnuda y tenias veinticinco anos y yo veinte y bajaste hasta el agua y pisaste mi ropa y yo permaneci inmovil en la tremula luz. Jamas volveria a ver nada parecido. Levantaste la piedra mas grande que encontraste. Estaba medio hundida en el agua, a mis pies, y debia de pesar como un hombre joven. Pero lograste levantarla y llevartela al pecho, aunque te temblaron los brazos y, al pasar a mi lado, me miraste, hasta muy abajo, y pasaste tan cerca que pude oler tu sal, y supe que procedia de algo limpio. Olias exactamente como debias, llevabas vaqueros y te adentraste en el agua, despacio, con aquella piedra enorme, mientras el agua iba subiendo, mas adentro, mas arriba. No llegaban ruidos de tierra. Habia silencio en las masas. Y cuando el agua te llego a las caderas, te paraste, y con el mar hasta el vientre, me esperaste, y cuando llegue, tenias los brazos rojos. Estabamos de pie en el mar. Estabamos de pie en la luz. Tu eras alto y flaco, yo era baja y estaba desnuda, y arrojaste la piedra mas grande del mundo. Y lo hiciste por mi. Y aunque no llego muy lejos, tampoco se trataba de eso. Despues nos quedamos sentados en la hierba, teniamos frio, no dijimos gran cosa. La basura flotaba en el borde del agua, casi todo el mundo se habia marchado, y entonces me rodeaste con el brazo y dijiste: Soy realista y de ciencias, y lo dijiste con una sonrisa y no tuve nada que replicar a eso. Yo trabajo en una guarderia, dije, y retomamos el silencio. Estabas manipulando un sedal y yo simulaba no fijarme en lo que hacias. En lo grandes que tenias las manos. En lo largas que tenias las pestanas. En como se te abria la boca cada vez que mirabas mar adentro, como si anoraras algo, como si te inventaras algo. Estabamos muy pegados el uno al otro. Tambien la piel tiene un lenguaje. Al montarnos en el ultimo autobus, ya eramos novios. Al bajarnos, me diste el anillo. Ya no hay ni un tu ni un yo, me dijiste, y tuve la certeza de entender a que te referias. Habias trenzado el sedal para formar un circulito que me pusiste en el dedo. El anular izquierdo, vena amoris, llega directamente al corazon, me susurraste. Era un anillo de sedal transparente, firmemente trenzado y de puntas afiladas, y despues de ponermelo, lo ajustaste y le hiciste un nudo. El sedal de pesca es lo mas fuerte que hay, me dijiste, y luego lo cortaste con los dientes. Te metiste mi mano entera en la boca. El sol estaba desapareciendo y la sal ya empezaba a picar sobre la piel. Note enseguida que era un anillo incomodo, un anillo que iba a molestarme, pero tu decias que era fuerte, mas fuerte que el oro, mas fuerte que la sangre, que ya no habia ni un tu ni un yo. Este anillo no se rompera nunca, esas fueron tus palabras y tuviste razon. Asi fue como nos prometimos, con un sedal. Y recuerdo aquel dia. Recuerdo como nos hicimos mayores el uno al otro. Como insistimos en no ser una casualidad. La primera noche. Las primeras palabras que siguieron. Como ya nada parecia casual.

  • La ayudante perfecta de Sophie Saint Rose

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    Sienna esta acostumbrada a su jefe y no le sorprendia su mal humor en absoluto. Era algo tan habitual en el que no le afectaba. Lo que si la afectaba esa era atraccion que Matthew parecia sentir por ella recientemente y la tension de una demanda contra la empresa no ayudaba en absoluto…

  • Camino al este de Javier Sinay

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    Para Javier Sinay viajar no era una aspiracion prioritaria. Sin embargo, un dia de 2017 metio unas pocas cosas en una mochila y emprendio una travesia desmesurada. ?El motivo? Una mujer llamada Higashi, su pareja, que pasaria todo ese ano en Kioto dedicada a estudiar la ceremonia del te. Si el era capaz de ir a buscar a una mujer al otro extremo del mundo, ?que cosas --atroces, magnificas, inesperadas-- son capaces de hacer las personas por amor?

  • A la caza de un sueno imposible (Cazadoras 3) de Alexia Mars

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    Tercera entrega de la serie <>.

  • Contigo, una y otra vez de Cesar Poetry

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    Cesar Poetry presenta una novela sensible y elegante sobre el amor, la soledad y la felicidad, acompanada de las bellas ilustraciones de Ana Santos.

  • Cuatro decadas y un amor de Maria Veronica Cochetti

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    Y finalmente llego el dia en que Paula se canso de tener amantes ocasionales; esos objetos sexuales buscados solo para pasar el rato. Hizo un breve repaso de como estaba su vida en esta etapa y se sintio sola. Arribo a la conclusion de que esas historias vacias de afecto no la estaban llevando a ningun lado. Respiro profundo y decidio que queria volver a ser feliz, compartiendo su vida con un companero que la abrace todas las noches y que la haga sentir valiosa y amada todos los dias. Se convencio en silencio y hasta con un gesto de resignacion, que era el momento de volver a querer y dejarse querer, aun corriendo el riesgo de volver a fallar. Esta sensacion de soledad, coincidio exactamente con un dia en que sus amigas la llamaron para saber porque estaba tan desaparecida. Era un viernes por la tarde de un caluroso verano en la ciudad de Rosario, cuando su voz al telefono denoto algo de melancolia. Su desanimo no paso desapercibido y fue por esa razon que la presionaron insistentemente para salir de copas, a reirse juntas y hacer catarsis grupal. Paula intento eludir la invitacion, pero no encontro una buena excusa que resultara creible. No le quedo otra opcion que aceptar salir con esas locas, que no aceptaban un no como respuesta, cuando de noche y diversion se trataba. Bueno... asi fue que se preparo desde temprano, se arreglo y pinto prolijamente las unas, aliso su cabello rubio y a pesar de creer que sus piernas siempre fueron demasiado largas, eligio unos zapatos con unos tacones de quince centimetros de altura para la ocasion. Se vistio pausadamente, mientras reflexionaba que deseaba que le depare el destino esa noche. Eligio una musculosa blanca con brillitos que contrastaba con su perfecto bronceado y una pollera floreada entallada, delicada y colorida. Se dio un toque de maquillaje muy natural realzando sus pestanas y salio determinada a encontrar al hombre de su vida. Aunque ella no se lo creyera, estaba hermosa e irradiaba frescura esa noche. La cita fue en Rock & Feller's, el bar ubicado sobre el boulevard Orono. Ese lugar de encuentro era frecuentemente el elegido por el grupo. Les gustaba la ambientacion tematica de rock, los tragos, los platos y la buena musica; pero tambien por ser lugar de encuentro de solos y solas. Lo consideraban un sitio muy jugoso para divertirse, aunque sea histeriqueando con la fauna del lugar. Sus amigas no sospechaban de sus intenciones de volver a enamorarse y esa noche (como todas las veces que salian juntas) la llevaron por el camino de la risa facil y las copas de mas. Pero el destino ya habia decidido por ella. Entre copa y copa sintio una mirada. Sintio una mirada de esas que se sienten en el corazon, de esas que cosquillean el alma y dejan huella. Apabullada por las risas de sus amigas intento ignorarla, pero ni las resonantes carcajadas de Daniela pudieron persuadirla de esa sensacion que le calaba hasta los huesos y se apoderaba de su cuerpo. De repente le parecio que el tiempo se congelo, observo a sus amigas que hablaban y reian, pero ella las percibia en camara lenta y con el sonido en off. Se sintio extranada con esa sensacion rara. Quiso negarla restandole importancia; intento seguir hablando como si nada pasara, pero esta persistia indefinible en su cuerpo. A partir de ese instante su vida cambiaria para siempre, aunque aun no lo supiera. La noche siguio su transcurso habitual, mientras ella ignorandolo todo, seguia siendo observada. Cuando ya no quedaron mas temas de conversacion y se saciaron de comer, reirse y tomar; sus amigas decidieron que era hora de retirarse. En el momento que estaban abandonando el local, una de ellas se adelanto y comenzo a conversar con un amigo que estaba en una mesa cercana a la salida, la otra fue directo al toilette y la tercera estaba en la barra pagando la cuenta. Paula quedo rezagada, sola y apurada por alcanzarlas. EL. El era un tipo solitario, un poco raro (dirian los que no conocen su pasado). Esa noche se acosto como solia hacerlo todas las noches: temprano y solo. Pero el calor y el recuerdo de lo vivido no le dejaban conciliar el sueno. Una y otra vez volvian a su mente las imagenes grabadas en su retina. No podia sacarse de la cabeza el feroz ataque de palometas acontecido esa tarde de calor en el balneario de la Florida. Uno a uno revivia los puntos de sutura que habia dado a cada una de las victimas. Recordo el ultimo cuerpo roido por las feroces bestias, que el sano con manos temblorosas y decidio que seria mejor salir a tomar un trago. Quiza un poco de alcohol ayudaria. Asi fue como coincidio con ella, en Rock & Feller's, aquella noche. Llego silencioso y triste. El silencio podia deberse a su cansancio, mas su tristeza lo acompanaba desde hacia un tiempo largo. Se sento en un rinconcito de la barra y ordeno al barman un whisky doble on the rocks. Giro los hielos con el dedo indice de su mano izquierda, mirando el vaso muy fijamente. Luego comenzo a beberlo lentamente, como dejandose anestesiar por el alcohol. Cuando sin querer la vio. Y no pudo dejar de mirarla... La vio riendo y en ese instante sin saberlo, pero sobre todo sin quererlo, se enamoro. La melancolia se le notaba en sus movimientos pausados, pero sobre todo en su mirada. Tenia los ojos mas tristes que la luna. Esa noche esos ojos tristes no pudieron despegarse ni un segundo de esa mujer. La admiro a la distancia y esbozo una mueca parecida a una sonrisa viendola interactuar animadamente con sus amigas, sin saber que estaba siendo observada. Le parecio tan linda y femenina que no podia creer que fuera real. Hacia mucho tiempo que no se sentia tan atraido por una mujer con solo verla. Esta situacion lo hizo parecerse un poco tonto, pero por primera vez en anos no se juzgo y acepto naturalmente sentir asi. Perdido en sus pensamientos, el no percibio que ella sintio esa mirada como un escalofrio que le recorrio el cuerpo, como una sensacion nueva en su ser

  • La distancia es un cafe (Coffee Love 3), Xuso Jones de Xuso Jones

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    La distancia es un cafe es el desenlace de <>, la trilogia de comedia romantica con la que el cantante Xuso Jones triunfa en el mundo literario.

  • Dibujando una vida de Fanny Vega

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    Lo que Diego mas ama es dibujar, algo innato en el pero que su padre odiaba. Su infancia y la de su hermana no fue facil y los marco de por vida.
    Un hombre inseguro, con miedos e inseguridades que jamas pudo decirle a la mujer que amaba lo que sentia, resignandose a amarla en silencio.
    Hasta que un beso entre ellos lo cambia todo.

  • Por la fuerza (Parte 2 de 2) de Pilar Parralejo

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    Continuacion de Por la fuerza.

  • Que fue de los Mulvaney de Joyce Carol Oates

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    Una de las mayores novelas de la gran escritora americana, <> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya).

  • Bajo la lluvia (Sobre el arcoiris 1) de G. Elle Arce

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    Hace anos, cuando era muy joven, decidi liberarme de las ataduras emocionales que conlleva tener parejas, manteniendo mis "relaciones" -si es que se le puede llamar de alguna manera-, en un plano meramente fisico, donde solamente reina el placer sexual; haciendome gozar en lugar de sufrir.
    Como en todas las cosas, tenia una predileccion... Ivar. Ivar es un noruego, alto, fuerte y rudo, un chico malo, un motociclista muy atractivo, que me prende con solamente verlo u oirlo.
    Sin embargo, todo eso cambia al conocerlo a el... un hombre que, a simple vista, no era mi tipo; un hombre peculiar, que no se parece a ninguno de mis anteriores pretendientes; un hombre que amenaza con destruir mis creencias, y desmoronar mi interior, hasta dejarme totalmente expuesta.

  • Trilogia de las damas, Candice Hern de Candice Hern

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