• pactos y senales - J. J. Benitez

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    Pactos y senales prosigue la titanica senda investigadora que J. J. Benitez emprendio hace mas de cuatro decadas: probar la existencia del mas alla. A partir de los pactos establecidos en vida entre dos personas, y la muestra explicita en forma de senales que nos llegan a traves del universo, y que uno de los dos, ya en el mas alla, manifiesta al otro como prueba irrefutable de que hay vida despues de la muerte.

  • PACTOS Y SEÑALES | J.J. BENITEZ | Casa del Libro

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  • PACTOS Y SEÑALES: CASI UNAS MEMORIAS | JJ BENITEZ

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    24 feb 2015 — El libro PACTOS Y SEÑALES: CASI UNAS MEMORIAS de J. J. BENITEZ en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Pactos y señales: "Casi" unas memorias (Biblioteca JJ Benítez)

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    Pactos y señales: "Casi" unas memorias (Biblioteca J. J. Benítez) : Benítez, J. J.: Amazon.es: Libros.

  • Pactos y señales: "Casi" unas memorias (Biblioteca JJ Benítez ...

    https://www.amazon.es/Pactos-se%C3%B1ales-Casi-unas-memorias-ebook/dp/B00R5OBGUC

    Fruto de esa tenacidad son 62 libros publicados y algunos inéditos. Sólo aspira a morir frente a su mar, en Barbate. --Este texto se refiere a la edición ...

  • Pactos y señales - Libro de JJ Benítez - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/91772/pactos-y-senales

    A partir de los pactos establecidos en vida entre dos personas, y la muestra explícita en forma de señales que nos llegan a través del universo, y que uno de ...

  • «Pactos y señales» de J. J. Benítez | Las lecturas de Guillermo

    https://laslecturasdeguillermo.wordpress.com/2015/04/03/pactos-y-senales-de-j-j-benitez/

    3 abr 2015 — «CASI» UNAS MEMORIAS “Pactos y señales es un libro muy difícil de presentar al ser un libro íntimo y muy personal”. La verdad es que Pactos ...

  • J.J. Benítez presenta 'Pactos y señales': "Hay un orden ...

    https://www.europapress.es/cultura/libros-00132/noticia-jj-benitez-presenta-pactos-senales-hay-orden-invisible-maravilloso-20150227103346.html

    27 feb 2015 — El periodista y escritor Juanjo (J.J.) Benítez define su nuevo libro Pactos y Señales como "un chorro de...

  • GOG. Empieza la cuenta atras de J. J. Benitez

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    Gog es el libro que J. J. Benitez nunca hubiera deseado escribir. Esas son sus palabras. Pero escrito esta. Segun el autor navarro, lo mas importante de esta supuesta novela < que se lee>>.
    Si, Gog es una pequena joya (envenenada). Se trata del libro mas breve, y dramatico, del autor de Caballo de Troya.

  • El orgullo del dragon (El dragon y el unicornio 1) de Iria G. Parente

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    Viria es la tierra de los hombres; Gineyka, la de las mujeres.

  • Suenos (Italia 1) de Elizabeth Betancourt

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    La maleta vieja y desgastada sobre la cama matrimonial provocaba que sus pensamientos revolucionaran otra vez. Las preguntas asaltaban su cabeza sin contemplacion, cada reflexion parecia un latigo que golpeaba su cabeza como si deseara castigarla. --Esto es una completa locura, Melania. --Las palabras de su prima, la perfecta, siempre coherente y logica Danna, aparecian en su mente como si de un disco rayado se tratara. Su familia adoptiva, La tia Mitzi, el tio Arnold y por supuesto, Danna, conseguian hacerla dudar de si misma desde que tenia memoria. Todo lo que comenzaba a emprender y cualquier idea que se le cruzara por la mente era considerada una "locura". --"Deberias de pisar la tierra firmemente, Melania. !Fijate en tu prima! Ha logrado conseguir un contrato fijo en el supermercado y ahora tiene un trabajo digno y mas o menos bien pagado. Tu siempre aspirando a cosas imposibles... !Debes ser realista Melania! --Solia decir la tia Mitzi a menudo y tarde o temprano lograba disuadirla de aquellas ideas fantasiosas que provocaban suenos de una vida diferente, una en la que se sintiera llena y ese vacio que la llevaba persiguiendo desde siempre finalmente se disipara como las cenizas del fuego que se las llevaba el viento. La mayoria de las personas, al menos aquellas que formaban su entorno, elegirian la seguridad que les proporcionaba esa rutina y aparente apacible vida que mas que pacifica era tediosa, tan estatica que llegaba a ser pesada y hartaba. Si, en definitiva, su alma necesitaba poder brincar, poder sentir una emocion nueva, sentirse viva en verdad. Hasta hacia una semana ni se le habria cruzado por la mente algo como lo que estaba a puntito de hacer. Trabajaba en el taller de costura de sus tios porque a Danna nunca se le habia dado bien aquella labor, el taller y la costura la aburrian de sobremanera, encontrar el empleo de jornada completa en el supermercado habia sido una feliz noticia para ella, pues le gustaba moverse y en ese trabajo una siempre reponia estanterias, ordenaba, hacia inventarios y mil cosas mas, ademas se llevaba estupendamente con sus companeras de trabajo y no la habia costado integrarse en el grupo de "Mercomax". Quien habia tenido que cargar con la dificil pareja que eran Arnold y Mitzi Wilson, habia sido la joven Melania que habia aprendido desde nina a lidiar con el temperamento de sus tios. Lo cierto es que les amaba con locura, se habian hecho cargo de ella sin dudarlo ni por un segundo en cuanto sus padres, cuyos rostros apenas recordaba, no, lo cierto es que no los recordaba, se habian muerto en un accidente automovilistico dejandola sin el amparo que representaban sus figuras con tan solo un anito de edad. El agradecimiento que sentia por los Wilson era infinito, pues la habian dado techo, comida e incluso amor a su manera, pero sus formas de pensar contrastaban muchisimo con la suya. Ella deseaba con ansias poder caminar por muchos senderos y ver hasta que destino la llevarian. Sus suenos eran grandes y sin limites, a veces sentia que podia conseguir cualquier cosa que se propusiera, pero sus tios la bajaban a la tierra de inmediato, matando de un tiro todos los pajaritos que volaban por su cabeza. Tal vez fuera una sonadora irremediable a la que la realidad podia golpear con fuerza, pero una vida sin suenos, deseos y objetivos le parecia una forma de respirar insipida, como esos platos saludables que cocinaba a veces la tia Mitzi y que sabian basicamente a nada. Ni sal, ni condimentos... !Nada! Suspiro por enesima vez mientras borraba las gotitas de sudor de su frente con la manga de su camisa de algodon. En su mente habia una batalla, un gran dilema: Por una parte, su lado salvaje, ese tan lleno que aspiraba por nuevas emociones que podria conservar toda la vida en forma de recuerdos y por otro, la sensatez con la que habia crecido gracias a la firme educacion de sus parientes que preferian vivir en una burbuja contemplando el mundo a traves de su fina capa transparente. Para ellos, la realidad consistia en ciertos pasos que uno debia dar: El primero, por supuesto nacer. El segundo, estudiar. Despues elegir si continuar con estudios superiores o trabajar. Segun el tio Arnold, la educacion en la crisis que amenazaba al mundo actualmente era algo inutil que solo representaba gastos innecesarios que se podian ahorrar por si algun dia los necesitaban. El tercer paso consistia en encontrar un empleo e intentar ahorrar dinero, parecia que cuanto mas se trabajaba y menos se gastaba era mejor, como si el dinero se coleccionara. Algo que a Melania la costaba comprender, pues, aunque no habia compartido su opinion con nadie de sus conocidos, ella pensaba que si uno trabajaba tenia el pleno derecho de disfrutar de la manera en que vea correcta de su esfuerzo. Curiosamente, sus tios siempre se quedaban con todo el dinero que ganaba de las clientas del taller. Con los anos, la vista de Mitzi habia empeorado y a Melania se le daba muy bien coser y confeccionar... por lo tanto las mujeres del contorno solian acudir a ella. El dinero que ganaba iba directamente a las cartillas de ahorro de la familia, para posibles percances futuros, decian sus tios... Era una pena porque Melania deseaba desde hacia mucho tiempo poder pagarse un curso de Diseno de moda corte y confeccion. Le gustaba en verdad ese trabajo, era lo unico que provocaba el brillo en su mirada, queria avanzar, sentia una enorme creatividad en su interior que deseaba explorar. A veces se imaginaba a si misma creando disenos de vestidos y conjuntos hermosos, como las que llevaban las modelos en las pasarelas mas espectaculares de Paris que una podia ver gracias a internet. En su habitacion, tenia monton de libros que la duena de la libreria que se encontraba al lado del taller, habia tenido la amabilidad de regalarla. Casi todos eran sobre moda, era algo que la fascinaba e inspiraba. Melania movio su cabeza de un lado a otro, sus cabellos del color del vino tinto se movieron salvajemente golpeando la piel de sus mejillas, como si de esa forma pudiera borrar las dudas que estaban a punto de convencerla de quedarse y seguir con su vida tal y como llevaba veinte anos, pero una voz interior la gritaba que prosiguiera, que no debia temer y que ya era hora de abandonar el nido, de alzar las alas y ver lo que la deparaba esta nueva aventura, este nuevo capitulo del libro de su vida que deseaba abrir. --Llevas reflexionando una semana, Melania. !Ya lo tienes decidido! --Se dijo a si misma y un brillo adorno su mirada de color verde oliva. La hoja que habia imprimido seguia sobre su cama, al lado de su vieja maleta que habia logrado adquirir en una tienda de segunda mano. Era antigua, pero desprendia clase, segun Melania que se habia enamorado de aquella maleta a primera vista, imaginando un viaje memorable con una sonrisa de oreja a oreja, pues para alguien que llevaba estancada en la pequena ciudad pintoresca de "Boring", en el corazon de Oregon, era como una peripecia. Siempre que venia un visitante al lugar donde habia crecido y al cual conocia como a la palma de su mano, reia a carcajadas ya que el eslogan de aquella mini ciudad que ni debia ser catalogada como "ciudad", era: "El lugar mas excitante para vivir, todos los dias son una aventura". La frase que habia elegido el alcalde, un vejestorio que debia tener ciento veinte anos, pero que no cambiaba ni un apice de aspecto fisico como si fuera la reina de Inglaterra, contrastaba totalmente con el nombre de aquel sitio. Se acerco al papelito que se habia arrugado ligeramente, pues lo miraba cada noche antes de acostarse pensativa. Pronto las reflexiones sobre si esta decision era tan acertada como en su imaginacion, se convertian en suenos. Con una media sonrisa, lo tomo entre sus dedos y leyo por enesima vez el anuncio que iba mudar su vida: Fabbriche di Vergemoli (Toscana) La hermosa zona, frecuentada en el pasado glorioso del pais por grandes artistas, esta dentro del proyecto europeo de la compra de casas por un euro. Debido al gran descenso de habitantes del pais por culpa de la crisis, el gobierno ha optado por este nuevo y revolucionario metodo que es perfecto para los amantes de la naturaleza, las almas sensibles y artisticas que deseen la libertad y lanzarse a la gran aventura de reformar un hogar y devolverle su grandeza de antano en cinco anos. Para mas informacion, consulte a la siguiente direccion web: www.casasporuneuroeuropa.it El anuncio estaba acompanado de una imagen de la zona que quitaba el aliento. El verdor de los prados, el cielo de un azul tan claro y hermoso que seguramente las mejores poesias se debian haber inventado contemplando semejante panorama. Aquella tierra en plena primavera, adornada por varios colores intensos que se mezclaban en el verde del inmenso prado. Los rayos del sol parecian caminar por el campo y las flores parecian aplaudir antes de que la luna, como buena madre que era, les mandara dormir y descansar en el confort de la noche. Aquellos rayos iluminaban a un caseron de tejas verdes como si fuera el protagonista de un escenario de algun musical famoso. La paz que transmitia la imagen llevaba a la joven mujer a visualizarse sentada en las escaleras blancas decoradas con pequenas macetas de flores bien cuidadas, bebiendo una copa de vino blanco y observando la luna mientras sonaba despierta. En la pagina web, la descripcion de la hermosa casa, resultaba muy apetecible de aceptar la unica y especial oferta con la cual uno pocas veces podia encontrarse en la vida. Seis habitaciones, una sala de estar y comedor, una cocina, un mirador amplio con vistas espectaculares e inspiradores y un sotano, ademas de las extensas tierras que tambien estaban dentro de aquella oferta mas que generosa. --Es una propuesta tan diferente y singular que no aceptarlo y lanzarse podria llevarme a lamentarme y preguntarme durante el resto de mi vida lo que habria pasado en caso de haber aceptado... Hablo sola consigo misma, como solia hacer. A veces su familia la miraba como si fuera un bicho raro cuando hacia ese tipo de cosas.

  • Correr mejor, vivir mejor de Santiago Garcia

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    En su segundo libro, Santiago Garcia, el critico de cine que un buen dia
    empezo a correr y ya no pudo parar, vuelve a abordar la pasion por el
    running desde esa dimension intima que invita como ninguna a calzarse
    las zapatillas y sumarse a esa aventura que tarde o temprano se
    convertira en la vida misma.

  • Ante el dolor de los demas de Susan Sontag

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    En junio de 1938 Virginia Woolf publico Tres guineas, sus reflexiones valientes e importunas sobre las raices de la guerra. Escrito durante los dos anos precedentes, cuando ella y casi todos sus amigos intimos y colegas estaban absortos en el avance de la insurreccion fascista en Espana, el libro se encuadro como una muy tardia respuesta a la carta de un eminente abogado de Londres que le habia preguntado <>. Woolf comienza advirtiendo con aspereza que acaso un dialogo verdadero entre ellos sea imposible. Pues si bien pertenecen a la misma clase, <>, una amplia brecha los separa: el abogado es hombre y ella mujer. Los hombres emprenden la guerra. A los hombres (a la mayoria) les gusta la guerra, pues para ellos hay <> que las mujeres (la mayoria) no siente ni disfruta. ?Que sabe una mujer instruida --lease privilegiada, acomodada-- de la guerra? Cuando ella rehuye su encanto ?sus actitudes son acaso iguales? Pongamos a prueba esta <>, propone Woolf, mirando juntos imagenes de la guerra. Las imagenes son algunas de las fotografias que el asediado Gobierno espanol ha estado enviando dos veces por semana; anota al pie: <>. Veamos, escribe Woolf, <>. Y anade: En el monton de esta manana, hay una fotografia de lo que puede ser el cuerpo de un hombre, o de una mujer: esta tan mutilado que tambien pudiera ser el cuerpo de un cerdo. Pero estos son ciertamente ninos muertos, y esto otro, sin duda, la seccion vertical de una casa. Una bomba ha derribado un lado; todavia hay una jaula de pajaro colgando en lo que probablemente fue la sala de estar... La manera mas resuelta y escueta de transmitir la conmocion interior que producen estas fotografias consiste en senalar que no siempre es posible distinguir el tema: asi de absoluta es la ruina de la carne y la piedra representadas. Y de alli Woolf se apresura a concluir: respondemos de igual modo, <>, senala al abogado. La prueba: tanto nosotras --y aqui <> somos las mujeres-- como usted bien podriamos responder con identicas palabras. Usted, senor, dice que producen <>. Tambien nosotras decimos horror y repulsion... La guerra, dice usted, es una abominacion, una barbaridad, la guerra ha de evitarse a toda costa. Yrepetimos sus palabras. La guerra es abominable, una barbaridad, la guerra ha de evitarse. ?Quien cree en la actualidad que se puede abolir la guerra? Nadie, ni siquiera los pacifistas. Solo aspiramos (en vano hasta ahora) a impedir el genocidio, a presentar ante la justicia a los que violan gravemente las leyes de la guerra (pues la guerra tiene sus leyes, y los combatientes deberian atenerse a ellas), y a ser capaces de impedir guerras especificas imponiendo alternativas negociadas al conflicto armado. Acaso sea dificil dar credito a la determinacion desesperada que produjo la convulsion de la Primera Guerra Mundial, cuando se comprendio del todo que Europa se habia arruinado a si misma. La condena general a la guerra no parecio tan futil e irrelevante a causa de las fantasias de papel del Pacto Kellogg y Briand de 1928, en el que quince naciones importantes, entre ellas Estados Unidos, Francia, Gran Bretana, Alemania, Italia y Japon, renunciaron solemnemente a la guerra como instrumento de su politica nacional; incluso Freud y Einstein fueron atraidos al debate en 1932 con un intercambio publico de cartas titulado <>. Tres guineas de Woolf, publicado hacia el final de casi dos decenios de planideras denuncias de la guerra, propuso un original enfoque (lo cual lo convirtio en el menos bien recibido de todos sus libros) sobre algo que se tenia por demasiado evidente o inoportuno para ser mencionado y mucho menos cavilado: que la guerra es un juego de hombres; que la maquina de matar tiene sexo, y es masculino. Sin embargo, la temeraria version de Woolf de <> no hace que su rechazo sea menos convencional en su retorica, en sus recapitulaciones, plenas de frases reiterativas. Y las fotografias de las victimas de la guerra son en si mismas una suerte de retorica. Reiteran. Simplifican. Agitan. Crean la ilusion de consenso. Cuando invoca esta hipotetica vivencia compartida (<>), Woolf profesa la creencia de que la conmocion creada por semejantes fotos no puede sino unir a la gente de buena voluntad. ?Es cierto? Desde luego, Woolf y el anonimo destinatario de esta extensa carta-libro no son dos personas cualesquiera. Si bien los separan las anejas afinidades sentimentales y practicas de sus respectivos sexos, como Woolf le ha recordado, el abogado no es en absoluto el estereotipo del macho belicista. No estan mas en entredicho sus opiniones contra la guerra que las de ella. Pues en definitiva la pregunta no fue ?Que reflexion le merece a usted evitar la guerra?, sino, ?como hemos de impedir la guerra en su opinion? Este <> es lo que Woolf recusa al comienzo de su libro: se niega a conceder que su interlocutor lo de por supuesto. Pero acaba sumiendose, tras las paginas dedicadas a la cuestion feminista, en este <>. No deberia suponerse un <> cuando el tema es la mirada al dolor de los demas. * ?Quienes son el <> al que se dirigen esas fotos conmocionantes? Ese <> incluiria no unicamente a los simpatizantes de una nacion mas bien pequena o a un pueblo apatrida que lucha por su vida, sino a quienes estan solo en apariencia preocupados --un colectivo mucho mayor-- por alguna guerra execrable que tiene lugar en otro pais. Las fotografias son un medio que dota de <> (o de <>) a asuntos que los privilegiados o los meramente indemnes acaso prefieren ignorar. <>, escribe Woolf del experimento mental que le propone al lector y al espectral abogado, el cual es ya bastante eminente, como senala, para ostentar tras su nombre las iniciales J. R., Jurisconsulto Real, y podria o no tratarse de una persona verdadera. Imaginese entonces extendidas las fotografias sueltas sacadas de un sobre que llego en el correo matutino. Muestran los cuerpos mutilados de ninos y adultos. Muestran como la guerra expulsa, destruye, rompe y allana el mundo construido. <>, escribe Woolf de la casa en una de las fotos. El paisaje urbano, sin duda, no esta hecho de carne. Con todo, los edificios cercenados son casi tan elocuentes como los cuerpos en la calle. (Kabul, Sarajevo, Mostar Oriental, Grozny, seis hectareas del sur de Manhattan despues del 11 de septiembre de 2001, el campo de refugiados de Yenin...). Mira, dicen las fotografias, asi es. Esto es lo que hace la guerra. Y aquello es lo que hace, tambien. La guerra rasga, desgarra. La guerra rompe, destripa. La guerra abrasa. La guerra desmembra. La guerra arruina. No condolerse con estas fotos, no retraerse ante ellas, no afanarse en abolir lo que causa semejante estrago, carniceria semejante: para Woolf esas serian las reacciones de un monstruo moral. Y afirma: no somos monstruos, somos integrantes de la clase instruida. Nuestro fallo es de imaginacion, de empatia: no hemos sido capaces de tener presente esa realidad. Pero ?es cierto que estas fotografias, las cuales documentan mas la matanza de los que permanecieron ajenos al combate que el choque de los ejercitos, no podrian sino fomentar el repudio a la guerra? Sin duda tambien podrian impulsar un mayor activismo en pro de la Republica. ?No era ese su proposito? El acuerdo entre Woolf y el abogado parece solo una mera presuncion, pues las espeluznantes fotografias confirman una opinion ya compartida. Si la pregunta hubiese sido ?Como podemos contribuir del mejor modo a la defensa de la Republica espanola frente a las fuerzas del fascismo militarista y clerical?, las fotografias acaso habrian fortalecido, en cambio, la conviccion de que aquella lucha era justa. Las imagenes que Woolf ha evocado no muestran de hecho lo que hace la guerra, la guerra propiamente dicha. Muestran un modo especifico de emprenderla, un modo que en esa epoca se calificaba rutinariamente de <>, y en la cual el blanco son los ciudadanos. El general Franco estaba usando en los bombardeos, masacres y torturas, y en el asesinato y mutilacion de prisioneros, tacticas identicas a las que habia perfeccionado como comandante en Marruecos en los anos veinte. En aquel entonces sus victimas habian sido los subditos coloniales de Espana de piel mas morena e infieles por anadidura, lo cual fue mas grato para los poderes imperantes; ahora las victimas eran sus compatriotas. Atribuir a las imagenes, como hace Woolf, solo lo que confirma la general repugnancia a la guerra es apartarse de un vinculo con Espana en cuanto pais con historia. Es descartar la politica

  • Una vez mas de Holly Evans

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    He estado enamorada antes hasta que todo se desmorono bajo mis pies y todo lo que me quedaba era un corazon roto lleno de verguenza y culpa. En el momento en que vi a Connor, me dejo sin aliento. El es atractivo, inteligente y encantador. La verdad es que alguien como yo no merece el amor. Lo tenia y lo arruine. Pero Connor esta arrasando mis defensas y no se rinde sin intentarlo.
    Me hace olvidar.
    Dice que el tampoco se ha sentido asi nunca.
    Pero el pasado siempre llama a la puerta antes de lo que menos te lo esperas.

  • Apuesta intima de Maggie Price

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    La mision de la agente Morgan McCall era atrapar a Carlton Spurlock como sospechoso de asesinato, y su jefe era el sargento Alexander Blade. El problema era que ambos policias iban a tener que hacerse pasar por recien casados y convertirse en los vecinos del sospechoso.

  • Por un simple cafe de Maria Santos

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    El sol ilumina desde el celeste cielo la gran ciudad que, despierta ya a esas horas, se prepara para el acontecimiento que tendra lugar. Las aves se pasean con majestuosidad por las calles, el aroma que desprenden las primeras flores de la primavera inunda cada rincon de la ciudad donde una joven pareja comienza los preparativos para su gran dia. Los nervios, las prisas y los detalles de ultima hora enmarcan el final de 7 meses de larga espera. El momento ha llegado. Las notas del Canon de Pachebel comienzan a sonar por todo el lugar. La novia inicia la marcha. A los pies del altar un nervioso novio espera impaciente para convertirla en su mujer. El padrino avanza orgulloso por el engalanado pasillo de la iglesia, la novia lo acompana con la mirada depositada en su futuro marido. – Hermanos estamos aqui reunidos para unir en santo matrimonio a estos dos jovenes que con seguridad y firmeza aceptan hoy delante de sus seres queridos convertirse en marido y mujer. La ceremonia transcurre entre emociones contenidas, llantos silenciosos y nervios ocultos. El momento tan esperado para la pareja llega. Los dos de pie y mirandose a los ojos se disponen a realizar los votos matrimoniales con los que sus vidas quedaran unidas. – Tu Sergio tomas a Natalia como tu legitima esposa en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. – Si quiero- dijo Sergio con una gran sonrisa dibujada en su rostro. – Tu Natalia tomas a Sergio como tu legitimo esposo en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. Un largo silencio se hizo tras las palabras del sacerdote, un silencio roto solamente por el murmurar de los alli congregados temerosos de lo que estaba a punto de pasar. La novia continuaba en el mas absoluto de los mutismos cuando en un rapido movimiento empezo a correr por el gran pasillo, para desde la puerta decir dos unicas palabras que desgarraron el corazon del joven enamorado. – No puedo. Sergio desperto de golpe. Finas gotas de sudor se dejaban guiar por la gravedad a traves de su rostro. Su respiracion todavia agitada esperaba para recuperar su ritmo normal. Aquella pesadilla se presentaba cada noche como un cruel invitado dispuesto a colarse en sus suenos para entorpecer su descanso. Sergio se resigno a no dormir una noche mas y se levanto a refrescarse un poco en el bano. La imagen que observo en el espejo era la de un hombre demacrado, aplastado por los golpes de la vida que se habia dejado hacer sin luchar, desde hacia casi tres anos no se reconocia cuando se miraba al espejo. Aquel joven alegre, lleno de vida, que siempre veia la vida de forma objetiva habia dado paso a un ser infeliz, rabioso con el mundo que acababa por pagar su amargura con todo aquel que se le acercase. La noche, como todas aquellas en las que el insomnio ganaba la batalla, se presentaba larga y tediosa. Como otra noche mas se dirigio a uno de los dormitorios de su casa. En aquella habitacion, decorada en tonos pastel, dormia en una pequena cama una nina de apenas 3 anos, que con una sonrisa en la boca se deja guiar por el magico mundo de los suenos entrando en reinos fantasticos, mezclandose con principes y princesas, hadas y magos, castillos y grandes barcos piratas e introduciendose en mil y un aventuras. Su padre la mira con ternura desde la puerta. Ella es lo unico bueno que le ha quedado de aquella historia que termino con sus ilusiones, con sus alegrias, y en definitiva con el hombre que una vez fue. Ahora solo vivia por y para ella, para aquella pequena de ojos verdes cual esmeraldas que sin articular palabras habia conquistado su corazon hacia casi 3 anos. – Nadie volvera a jugar con nosotros. No dejare que vuelvan a hacernos dano- prometio Sergio a su hija, promesa que repetia cada noche desde hacia practicamente tres anos. Sergio volvio a arropar a su pequena y salio del cuarto en direccion a su despacho, rendido a pasar otra noche mas en vela. A varias manzanas de alli, en un pequeno apartamento alejado del centro de la ciudad, una joven se sienta frente al televisor con la esperanza de que los programas dirigidos a noctambulos hagan efecto somnifero y el sueno vuelva a instalarse en su mundo. Sus cabellos negros recogidos en una desalinada coleta y sus ojos del color del carbon abiertos como platos desvelan el insomnio que la invade. – ?No piensas dormir?- dice una joven acercandose al sofa. – No queria despertarte. Lo siento pero no puedo dormir. – Es por lo de manana. Leire no te preocupes que seguro que te cogen. – Ya, pero no puedo evitar estar nerviosa. Sabes que necesito el trabajo, ese dinero es la unica forma de poder pagarme la universidad y ya llevo unos anos de retraso como para seguir posponiendolo. – Mira si no quieres dormir alla tu como, pero yo me voy a la cama. Y no te preocupes en serio que conozco a Pablo Aguilar, el tio que lleva las contrataciones en mi revista y es un tio guay, seguro que te contrata. – Gracias por conseguirme la entrevista, ya se que solo es de camarera pero algo es algo. – Si de verdad quieres agradecermelo baja el volumen anda, que yo si quiero dormir. La conversacion termino con un cojin volando derecho a la cabeza de su companera de piso, que solo deseaba dormir tras un dia de trabajo. Leire continuo en el salon pensando en sus suenos, poder convertirse en una periodista de renombre era algo que anhelaba desde la mas tierna infancia y ahora gracias a ese trabajo de camarera en una revista puntera podria pagar las matriculas de la universidad y hacer realidad su sueno. CAPITULO 2 Por la manana Leire se preparo para su entrevista de trabajo. Desayuno cuanto pudo ya que los nervios le habian cerrado el apetito. La entrevista seria para un puesto de camarero en la revista Pasarela una de las revistas de moda mas importantes del pais. Leire estaba contenta ya que aunque solo fuera como camarera entraria a trabajar a una gran revista de moda y podria conocer de primera mano los entresijos que se encierran en una redaccion. Rocio, su companera de piso era redactora de la revista e intentaba calmarla hablandole de la gente de la empresa, de los companeros, pero aun asi Leire sabia lo que se jugaba y por ello estaba tan nerviosa. – Tu tranquila Leire. La gente en la revista es muy maja. – ?Incluso Arturo?- dijo Leire con sarcasmo conocedora del jueguecito que se traian ella y su companero Arturo. – Arturo es territorio prohibido senorita- dijo Rocio siguiendo el juego- Aunque no te lo creas hay un buen ambiente en la revista. Mira la mas estirada seria Mercedes, del departamento de marketing, pero incluso ella es simpatica cuando quiere. Todos son amables, agradables y...bueno deberia decir todos menos Sergio. – Sergio ?ese es el hermano de la estirada Mercedes? – Si, el redactor jefe y mi mas inmediato superior. Es un amargado. – No sera para tanto. – ?No? Yo llevo trabajando en la revista cerca de un ano y no lo he visto sonreir ni un solo dia. Su hija lo aguanta porque solo tiene 3 anos y no le queda mas remedio, sino ya se hubiera emancipado. – Bruta- dijo Leire al oir el comentario de Rocio. – Bruta no. Cuando entre a trabajar me contaron un poco la historia, al parecer su mujer y madre de la cria le abandono hace unos anos. Claro que si yo estuviera casada con ese muermo tambien saldria corriendo. – Seguro que no es para tanto. Y venga que al final con tanta charla me vas a hacer llegar tarde. ******************************************************************* – Venga cielo un poquito mas y terminamos. – No... – Vamos Arancha esta cucharada y ya ?vale? La nina acerco su cara hasta el utensilio y abriendo la boca se termino el desayuno. – Muy bien, ahora mientras papa recoge esto ves a por la mochila, que tenemos que ir a la guarderia. – Con Pilu...- grito la nina. – Siii. Venga corre- dijo Sergio mientras recogia el tazon del desayuno de su hija. La nina llego corriendo con su abrigo y la pequena mochila que llevaba cada dia a la guarderia con todo lo que pudiese necesitar: una muda de ropa y un panal por si acaso, toallitas, el almuerzo y agua. – Arancha, no corras que te vas a caer. Ven que te ponga el abrigo. – Y uego amos a ve a la titas Merce y Ana. – Claro que si- dijo Sergio besando a su hija. Sergio cogio a su hija en brazos y se marcho con ella dispuesto a comenzar otro dia de rutina en su vida. Tras dejar a su hija en la guarderia, Sergio se dirigio a su despacho. La revista se encontraba en un alto edificio situado en una de las mejores zonas empresariales de la capital. Nada mas entrar en su despacho se dejo caer en su silla con la intencion de relajarse un poco antes de ponerse a trabajar, cosa que le fue imposible al entrar su amigo Arturo. – Macho vaya cara traes. Dejame adivinar, otra noche sin pegar ojo. – Tanto se me nota. Esa maldita pesadilla se repite noche si, noche tambien. Y no lo entiendo, podria tomarmelo como un recuerdo mas pero en el sueno Natalia y yo no llegamos a casarnos, sin embargo en la vida real si que nos casamos y fuimos matrimonio durante cerca de 2 anos. – Quizas deberiamos leer uno de esos libros para conocer los significados de los suenos, igual si entendieses el sueno dejaria de repetirse. – Si o podriamos hacer una ouija, invocar al gran Sigmund Freud y que lo descifre el. Asi me ahorraria el dinero del libro. Arturo no me digas que crees en esas cosas. – Solo era una idea, pero tranquilo que dejo el tema. Macho desde que te dejo Natalia eres un autentico aguafiestas. No se porque sigo siendo tu amigo. – Pues largate tu tambien- dijo Sergio con tono enfadado- tampoco te necesito- dejo los papeles que tenia en la mano y salio del despacho en direccion a los ascensores. – Sergio- grito Arturo sin poder evitar que su amigo se marchase. Poco despues entraban en la revista Rocio acompanada de Leire. Al ver a Arturo sentado en la cafeteria con semblante preocupado ambas se le acercaron. – Buenos dias- dijo una alegre Rocio. – Buenos dias- respondio Arturo de manera automatica. – Menos entusiasmo por favor, que me abrumas. – Lo siento Rocio pero es que creo que he metido la pata con Sergio. Esta muy susceptible y a veces se me olvida. – Con ese hombre es dificil no meter la pata, no entiendo porque sigues siendo su amigo. – Rocio no seas cruel. Sergio es un buen tipo solo que esta pasando por una situacion complicada, pero cuando salga del bache y vuelva a ser el que era tendras que pedirme perdon. – Yo a ti te pido lo que sea, sabes que me encantan las reconciliaciones- dijo Rocio picaramente- Uy que descortes soy, mira Arturo te presento a mi companera de piso y mejor amiga Leire Garces. Con suerte se incorporara a las filas de Pasarela como nuestra nueva camarera. – Encantado- dijo Arturo dandole dos besos a Leire.

  • Mentiras que seducen de Alessandra Torre

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    Hay secretos que pueden acabar con el amor mas grande… o hacerlo mas fuerte.

  • Terral de Jose Piqueras

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    Joven, apuesto y abogado de exito. La vida de Enrique Narvaez parece perfecta, aunque en realidad es pura fachada. Harto de su profesion, de amorios pasajeros y de un romance imposible con una mujer veinte anos mayor que el, decide abandonar Madrid y volver a su tierra natal para trabajar en un proyecto personal.
    Terral es una historia a dos tiempos: 1937 y 2012. En un ambiente profundamente rural, hermetico y en el que la gente aun
    cree en supersticiones, Alcor, un pequeno pueblo de la sierra alpujarrena almeriense de casas encaladas, sera el escenario de un choque de fuerzas que hara cuestionarnos hasta que punto el pasado puede regresar para perseguirnos en el presente.

  • Secuestrada – Anna Zaires de Anna Zaires

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    Primer volumen de la trilogia de romance oscuro y exito de ventas en las listas del New York Times y el USA Today.

  • El lamento de los inocentes, Marcos Nieto Pallares de Marcos Nieto

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    ?Y si nos muestra sus cartas?:
    escuchamos lamentos, ruegos, gritos y suplicas.
    ?Y si, ademas, nos muestra tambien sus actos?:
    sangre, impactos de bala…, ojos en blanco.
    ?Y si todo acontece en tiempo real?
    ?Que ocurre entonces?
    Sucede que el deber me llama.

  • Una heredera con muy malas pulgas (Volumen Independiente), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz

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  • Antes de que todo se rompiera de Ruth Ibanez Amez

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    Todas las mananas el mismo desconcierto. Alex siempre tarda unos segundos, que a el le parecen horas, en saber donde esta. Extrana la cama, ve la ventana en el lado equivocado, y donde debia haber una mesilla con una lampara, hay una pared con la que se golpea cuando intenta dar la luz. Poco a poco se da cuenta: esa no es su habitacion. No la que fue suya durante quince anos, no la de su casa en Madrid. La luz tenue crea sombras y lo recuerda de golpe. Esta en Vitoria, en el cuarto de la casa nueva, con su nuevo hermano, con su nueva madre. Y con el padre de siempre. El que lo trajo aqui hace ya mas de un ano. El dia apenas ha amanecido y una fina niebla cubre los tejados que puede ver desde la cama. El ruido del agua en el bano le dice que alguien se le ha adelantado. Sera Ander, porque ni su padre ni Sara madrugan tanto, y ninguno de los dos se pasa veinte minutos bajo la ducha. Mea en el bano pequeno, y antes de llegar a la cocina se da cuenta de que se ha olvidado el movil. Mejor. A veces, el ruido de los mensajes no le deja oir su propia voz, aunque lo tenga en silencio. Esa obligacion de estar siempre conectado, siempre disponible, siempre ahi para quienquiera que tenga una chorrada que compartir, un chiste malo, la ultima foto manipulada de quien toque esa semana, le genera un estres que le ha costado identificar. Prepara el cafe bien cargado mientras piensa en como seria su vida si no existieran los moviles. <>, se dice mientras sonrie al poner el bote de Colacao en la mesa, porque le sigue haciendo gracia que Ander tome Colacao. <>. Se prepara un par de tostadas y se sirve el cafe solo y sin azucar. Esta tan fuerte que le hace guinar los ojos. Perfecto. A su padre le va a encantar. Sara va a hacer un chiste sobre drogas duras, va a rellenar el vaso de leche y a endulzarlo tanto que deje de saber a cafe. Anos atras, su padre y el se habrian reido de ella al unisono, como se reian siempre de los que piden caramelo en el cafe del Starbucks. Anos atras, cuando su padre y el compartian bromas y gustos, como el cafe solo y sin azucar, como los malotes de las peliculas, como las actrices pechugonas y de labios grandes. Antes de que todo se rompiera. Se sienta a la mesa y unta con mantequilla una tostada, la mirada adormilada y perdida. Repasa el dia que tiene por delante, los libros que debe meter en la mochila. Esta repitiendo curso y se ha prometido a si mismo que ya no mas, que no piensa quedarse en la ESO para siempre; si no consigue pasar a Bachiller con Ander, dejara de estudiar, o se metera en un ciclo de Formacion Profesional o algo, pero no va a volver a pasar por el trago de ser el repetidor, el tonto del instituto. Consiguio pasar de curso en septiembre, todo un logro teniendo en cuenta que da las clases en euskera y el lleva poco mas de un ano aprendiendo el idioma, pero tiene que andarse con ojo. Lengua la tiene aprobada, Euskera la va a suspender si o si, porque milagros, los justos. Toca darle fuerte a las Matematicas, incluso si eso supone arriesgarse a pencar otra. Deberia haberse puesto a estudiar mucho antes. Deberia haber pasado las tardes con los libros, en lugar de haciendo el tonto en la calle. Oye a alguien en el pasillo. Se pone tenso. Cuando su padre asoma por la puerta, aparta la vista. --Buenos dias --dice Martin. Su voz es timida, precavida--. Has hecho cafe. Menos mal, el de Sara no sabe a nada. Alex se mantiene en silencio. Mastica esforzandose en no hacerlo rapido, pero tampoco despacio. Se esta aprendiendo de memoria el dibujo del baldosin. Esta cocina necesita una reforma. Es digna de una abuela. Martin se sirve una taza y se sienta a la mesa frente a el. --?Tienes el horario muy cargado hoy? ?Muchas asignaturas dificiles? Mirar a su padre es como mirarse en un espejo que adelanta, en el que puede ver como sera el cuando tenga su edad. Lo unico que los diferencia es el pelo, de un rubio mas oscuro en su padre; los ojos, la nariz y la boca son identicos. Alex da un trago de cafe y vuelve a su tostada. Martin no se rinde. --?Os han dado ya las fechas de los examenes? --Sabes que si --contesta Alex sin mirarlo--. Ander le enseno el papel a Sara la semana pasada. Su padre asiente. Nunca admite cuando miente, ni cuando lo pillan. Por eso es tan buen abogado. --Empezais mas tarde que en Madrid. Mejor, mas tiempo para estudiar. --Silencio--. ?Que te cuentan los de tu antiguo instituto? ?Sigues en contacto? Alex levanta la cabeza y lo mira con ojos entrecerrados. --?Por que lo preguntas? ?Quieres quitarme el movil? ?Bloquearlos? ?Hacerme cambiar de numero? --Claro que no, ?a que viene eso? No quiero que pierdas tus amistades de Madrid. --Ah, ?no? Pensaba que me habias sacado de alli precisamente por eso. Para que no anduviera con gente rara. Martin abre la boca, se lo piensa, vuelve a cerrarla. Su voz, cuando por fin habla, suena tranquila, demasiado. Esta haciendo un esfuerzo por no perder el control. Alex sabe que no es por el. Lo que no quiere es que su novia lo oiga gritar o perder la paciencia con su hijo adolescente. Sara no lo hace nunca. Pero claro, Ander no es como el. --Sabes perfectamente por que te saque de alli. Estabas al borde de hacer una estupidez. --De tal palo, tal astilla. Golpe bajo. Su padre parpadea, pero es el unico gesto que se permite. No mostrar debilidad es una de las premisas de su trabajo. --Te he pedido perdon un monton de veces, no puedo hacer mas. Lo que yo hiciera no es excusa para que pongas tu vida en peligro, Alex. Esa gente con la que andabas... --No soy imbecil. Se donde parar. --No lo parecia. Joder, Alex, desapareciste de casa tres dias, casi me da algo. Te di por muerto, hijo. --Mira, igual que yo durante quince anos. Ya sabes lo que se siente. Martin se calla y mete los labios hacia dentro. Algun dia va a dejar de disimular y le va a pegar el grito que Alex sabe que lleva dentro, algun dia en el que Sara no este cerca y no pueda aparecer en cualquier momento. Como ahora, que se asoma por la puerta. --Buenos dias. --Sus ojos bailan entre uno y otro. No se atreve a entrar en la cocina de su propia casa--. Eh... ?Os dejo solos un rato? --Mejor os dejo solos yo. --Alex se levanta y deja el plato vacio y la taza en el fregadero. Alguien tendra que vaciar el lavavajillas en algun momento, porque empiezan a tener mas platos sucios fuera que limpios dentro. Esquiva a su padre y se detiene para dar un beso en la mejilla a Sara, que se lo devuelve con ganas--. ?Ha salido Ander de la ducha ya? --Creo que si. Otra cosa es que haya salido del bano, ya sabes que le cuesta media hora peinarse. --Ay, Dulcinea del Toboso, que guerra da. Sara rie y le acaricia la cara. Ahora hablaran de la conversacion, Martin dira aquello de <>, y Sara contestara con lo de <>. Alex resopla. Llega al bano, donde el secador sustituye al ruido del agua. Golpea con el puno cerrado. --Venga, Ander, cojones, que si, que estas muy guapo, que el mechon esta perfecto. Sal ya, cono, que me vas a hacer llegar tarde. --La puerta esta abierta, gilipollas, no hace falta que la tires abajo. Ander se esta secando el pelo delante del espejo, una toalla atada a la cintura, el torso desnudo. Es un poco mas bajo que el, aunque mas alto que la media, y su espalda es mas ancha, su cuerpo mas de hombre que el suyo, a pesar de tener un ano menos. Le esta cambiando la cara y empieza a atisbarse el adulto que se oculta bajo esos rasgos que ya no son de nino: mandibula cuadrada, pomulos fuertes, cejas espesas, una cara que en otra persona seria agresiva, pero la curva de sus labios siempre sonrie, y esos ojos marrones, que a veces son verdes, encierran toda la inocencia que Alex perdio hace tiempo. Su rostro oculta algo delicado, casi femenino. <>. Pero es su obligacion tomarle el pelo: --Joder, lo que te cuesta ducharte. Ni que fueras una tia, colega. --Soy de esos especimenes de macho a los que les gusta estar limpios, que le vamos a hacer. --Alex empieza a desvestirse y Ander aparta la vista de su reflejo en el espejo. Alex sonrie. No es la primera vez que lo pilla haciendo eso--. ?Ya has desayunado? --Con lo que has tardado, me ha dado tiempo a desayunar y a tener la primera bronca del dia con mi padre. Ya tengo dos cosas de la lista hechas. Ander se gira hacia el, el pelo olvidado. --?Que ha pasado? ?Que te ha dicho? --Nada, en realidad. --Alex abre el agua y comprueba la temperatura con la mano--. Pero me toca los cojones que vaya de padre guay despues de lo que me hizo. Que si sigo en contacto con la gente de Madrid, me pregunta. ?Y que mas te da, si no vas a dejar que los vuelva a ver? Alex entra en la ducha y ve la imagen de Ander desde el otro lado de la mampara empanada. Se esta mordiendo el labio, como hace siempre cuando piensa. --No puedes pasarte la vida enfadado con el. Algun dia vas a tener que perdonarlo. --Algun dia. Pero no hoy. Alex mete la cabeza debajo del agua y deja que le empape el pelo, los hombros, la espalda. Nada como una charla con su padre a primera hora de la manana para tensar todos los musculos del cuerpo. Apoya las manos contra la pared y cierra los ojos. Se esta bien ahi dentro. Ander golpea el cristal de la mampara y el se vuelve. Esta serio, el mechon de pelo sobre su frente perfecto, la toalla aun en la cintura. Lo mira con sus enormes ojos de cachorro de pastor aleman. --Piensalo --le dice, y Alex le oye a pesar del agua--. Si no llega a ser por lo que te hizo, tu y yo seguiriamos siendo hijos unicos. --Con lo bien que vivia yo entonces… --Sonrie Alex. Ander le ensena el dedo corazon y sale del bano hacia su cuarto. Alex se frota los ojos un buen rato antes de coger el champu. 2 Vitoria es un ser esquizofrenico hecho ciudad. En el mes de abril puedes estar un dia a dos grados, con los puertos de montana de alrededor cerrados o con cadenas, y a la semana siguiente te planteas ponerte zapatillas de verano sin calcetines, con veinte grados a la sombra y picos de calor que ni en pleno agosto. La hierba acaba de brotar en el parque que esta al lado del instituto y entona cantos de sirena cuando estas en clase mirando por la ventana: lo unico que te apetece es tirarte al sol e ignorar la voz de la conciencia que te dice que deberias estar en clase, mira que si hoy explican lo que va a caer en el examen, ay como te pille tu madre. La voz siempre gana en el caso de Pedro, porque su madre es profesora de ese mismo instituto y, con su suerte, seguro que se la cruza de camino al parque. Nada de tirarse a la bartola para el. Porsiaca. Friolero por naturaleza, Pedro se ha abrigado tanto como si estuvieran en pleno febrero porque no se fia de los cambios de temperatura. Nada mas salir a la calle empieza a sudar. <>, piensa mientras recorre los doscientos metros que lo separan de la bocacalle donde suele quedar con sus amigos para ir a clase; ser friolero en Vitoria es su penitencia por los males que debio de causar en una vida anterior. Friolero en Vitoria. Como vivir frente a la playa y tener alergia a la arena. Como ser hijo de pastelero y diabetico. Como tener un padre torero y ser animalista. Un conazo, vaya. Llega temprano, como siempre. La puntualidad se hereda, y el se parece a su madre tambien en eso, aunque por suerte ha sacado la altura de su padre. Estos cinco minutos de paz antes de que empiece la voragine del dia le saben a gloria. Deja la mente vagar tranquila; se fija en las pocas personas que se han puesto en marcha ya a esta hora, en el olor a humedad que hay en el ambiente (<>), en las sensaciones que recorren su cuerpo. <>. Su padre dice que es lo que toca, por la edad, que luego estara en tu mano parar esa voragine. Pedro no lo tiene tan claro. Los adultos de su entorno no parecen pasar demasiado tiempo consigo mismos. Menos sus padres. Pero sus padres siempre han sido un poco raros en ese sentido. Sacude la cabeza. Como le diria Ander: <>. Ha sido pensar en el y verlo aparecer. Por un instante, Pedro cree que su deseo lo ha convocado. Viene con Alex, como siempre, dandole empujones y recibiendolos en ese lenguaje adolescente de los chicos que sustituye abrazos por golpes y <> por <>. <>, piensa Pedro. No habra muchas personas en el mundo que se hayan encontrado con un hermano de su edad hecho y derecho, sin tener que pasar por los celos de crecer juntos o esos enfados que, segun dicen, son normales entre quienes comparten la infancia. Como en un cuento de hadas, un dia se levantaron y se encontraron con un colega de su edad en su propia casa, un amigo con el que compartirlo todo, incluso a sus padres. Pedro los envidia mas de lo que reconocera nunca. Ya le gustaria a el haber vivido algo asi. Aunque, con su suerte, seguro que su hermano seria gilipollas. O estaria tan bueno que se enamoraria locamente de el, y ay, se liaba gorda en casa. O era una hermana. Puaj. Cambia de postura para recibirlos. Quiere que su lenguaje corporal diga: <>. Pero en lugar de eso parece que se esta meando, asi que adopta de nuevo la pose algo encorvada que es natural en el. Los dos hermanos lo alcanzan y el se une a su paso sin molestarse en saludar. Se ven demasiado para formalidades como esas. --?Llegamos tarde? --dice Alex al tiempo que mira el reloj. --No, que va, soy yo el que ha llegado pronto. No he calculado bien. --Yo cuando no calculo bien llego diez minutos tarde, no antes. Que raro eres, Pedrito. --Ya ves, Alejandro, cada uno tiene sus manias. --Que no me llames Alejandro, capullo. --Pues tu no me llames Pedrito, mamon. --Cuanto amor a estas horas de la manana, que armonia, que maravilla --se une Ander. Alex le golpea el hombro. --Calla, ander the table, que para ti tambien tenemos. --Me podia haber callado. --No aprendes, broda. --Alex se dirige a Pedro, que va a su lado--: ?Que, ya te han hecho ponerte a estudiar? Menos de cuatro semanas para el primer examen, tu madre ya te habra metido prisa. --Como no. --Pedro resopla--. En cuanto pusieron las fechas empezo a apretarme las tuercas. --Tiene que ser horrible lo de tener una madre profesora. --Se rie Alex--. No puedes hacer pira, ni liarla en clase ni dejarte los deberes. --Ni contestar mal a un profesor, ni sacar menos de un siete en un examen, ni pedir ir al bano demasiadas veces... --?En serio? ?Hasta eso? --Te lo juro. --Venga ya, Pedro, que tu madre no es asi --le corta Ander. Pedro siente un cosquilleo travieso en la nuca al oir su nombre de sus labios--. No me la imagino yo preguntando a nadie que tal vas o pidiendo que se chiven de ti. --Lo primero: tu solo has visto a mi madre de buenas, asi que ni puta idea del monstruo en el que se convierte cuando se enfada. Y segundo: no se si pregunta o se lo cuentan sin que ella quiera, pero que se entera de todo todo todo lo que hago, ya te digo yo que si. --Pero seguro que alguno tambien te sube la nota porque le cae bien tu madre, o para no tener bronca con ella luego. Alguna ventaja seguro que tiene. --Alguna ventaja, a ver, veamos... --Pedro finge un gesto de concentracion, la mirada perdida a lo lejos--. Nunca me equivoco con las fechas de los examenes. --Una pausa de tres segundos --. Ya. --Tambien te enteras antes que nadie de cuando son. Y sabes tu nota antes de que la digan en clase. --Pedro levanta las cejas, dispuesto a negarlo, pero Ander es mas rapido--: No mientas, tio, que canta un huevo. Siempre sabes tu nota antes de que repartan los examenes. --No siempre --murmura. Alex le da una palmada en la espalda. --?Te habla alguna vez de la gente de clase? Seguro que de Gorka te ha contado alguna cosa. --No, nunca. --Alex lo mira esceptico--. Te lo juro, nunca. A mi padre si, alguna vez, cuando cree que no la oigo, pero a mi nunca. Si que se le cambia la cara cuando hablo de segun que gente, pero nunca dice nada. --?Segun que gente? ?Como quien? --Vosotros, por ejemplo. No hace mas que decirme que no ande con malas companias. --Que profesional lo de no contarte nada de lo que pasa en clase. --Alex tuerce la cara en un gesto de burla--. Yo no podria callarme nada. --?En serio? --Ander esquiva la colleja de Alex, que hace amago de revolverle el pelo--. El pelo ni tocar, capullo. --Uy, si, perdona, a ver si te vas a tener que pasar otros veinte minutos acicalandote cuando lleguemos. --No he tardado veinte minutos. --Media hora. --Mentira. Ni un cuarto. --Ahi esta Gorka. Senal de que ahora si que vamos tarde. --Que desastre es el tio. Ni un solo dia va con la ropa bien puesta. Pedro quiere defender a su amigo, pero Alex tiene razon. Gorka lleva la camiseta a medio meter bajo el abrigo desabrochado y mal colocado sobre los hombros, la mitad de la capucha escondida entre su espalda y el abrigo. Su cabeza no parece haber visto un peine recientemente y, aun a distancia, se le distinguen las comisuras de los labios sucias, con pegotes del Colacao del desayuno. Pedro baja la cara para ocultar una sonrisa. --Pues ha mejorado una barbaridad. Tenias que haberlo visto en primaria --dice Ander. Mira a Pedro, que asiente con la cabeza--. ?Te acuerdas aquel dia que vino con el pijama por debajo de la ropa porque se le habia olvidado quitarselo al vestirse? --Si. --Pedro se echa a reir--. O cuando se trajo la agenda y el cuaderno de su padre pensando que eran los suyos, y vino el hombre todo desesperado a buscarlos al colegio. Era el teniente de alcalde en aquel momento y debia de haber informacion muy comprometida en aquellos cuadernos. --Una vez acumulo cinco mudas sucias en la mochila de gimnasia porque su madre decidio que ya era hora de que aprendiera a hacerse cargo de sus cosas y dejo de vaciarsela ella. !En sexto! --Los tres sueltan una carcajada--. Llamo la consultora del centro a su casa, diciendoles que aquello ya era un caso de negligencia grave. Como olia aquello cuando la abrio, que peste. --Y su madre volvio a vaciarle la mochila, ?no? --pregunta Alex entre hipidos. Gorka esta ya a pocos pasos. --Si. Hasta hoy, creo. --?Que pasa? ?De que os reis? --Del capitulo de la piscina de Mr. Bean. Un clasico. El recien llegado alza las cejas y asiente, confuso, antes de cambiar de tema: --Oye, que venia pensando. --No te esfuerces tanto, a ver si te vas a hacer dano. Gorka ignora a Pedro. --Estamos casi a fin de curso. Nos queda nada y menos para los examenes. A partir de ahora, nuestra vida va a ser un puto infierno hasta que terminemos bachillerato, y luego igual peor, porque en la universidad nos vamos a cagar. --Joder, macho, que positivo te levantas tu por las mananas, ?no? --le corta Alex, que aun no ha podido dejar de reirse. Gorka hace un aspaviento con las manos para hacerle callar. --Necesitamos hacer algo antes de que empiecen los examenes. Una buena juerga, pero mas que eso, un desmadre, un... No se, algo. --Podemos echar un kinito este fin de semana --apunta Ander--. La plaza esa donde quedamos el otro dia no estaba mal. --?Eso es para ti un desmadre? --Alex acaricia la mejilla de Ander. Pedro se derrite por dentro--. Hermanito, cuanto tengo que ensenarte. --?Y que quieres hacer tu? ?Puenting? --Mejor que beber kalimotxo en una plaza llena de meados. --?Y donde hacen puenting por aqui cerca? --pregunta Pedro--. Ademas, ?no se mato una chica hace poco? --Porque salto antes de que la ataran, que hay que ser torda. --A mi no me apetece mucho lo de tirarme por un puente. --Es lo que siempre nos dicen en casa. Si los demas se tiran por un puente, ?tu vas detras? --En mi casa dicen <>. Si los demas se tiran por la... --!Fin de semana en Santa Cruz de Campezo! --grita Gorka. Se callan de golpe--. Podemos pasar un fin de semana en la casa de mis padres en Campezo. --?Donde esta eso? --pregunta Alex. --Donde Cristo perdio el mechero. ?Hasta alli quieres ir? --se extrana Ander. --Es media hora en coche, un poco mas en autobus, no esta tan lejos. La zona es muy chula, y mis padres tienen una casa muy guay, con jardin y todo. --Pero si eso es un pueblo de mala muerte --insiste Ander, mientras Pedro recuerda un rio, un camping y cuatro casas--. Solo hay gente en verano, la mitad del pueblo esta vacio el resto del ano.--?Y que mas da? La cosa es estar juntos, nosotros solos, sin padres. --Gorka, si me quieres llevar a lo oscuro, no te hace falta una casa perdida por ahi. --Alex le guina un ojo--. El bano del instituto es suficiente. --Mas quisieras tu que catar este cuerpo, chaval. Esta reservado exclusivamente para las chatis. --Pues no se que vas a pillar en Campezo, aparte de catarro, si solo vamos los cuatro --le dice Ander muerto de risa--. ?O piensas pillarte alguna campezana? --?Campezana? --Pedro lo mira con extraneza. Ander imita su gesto. --?Campezotarra? ?Santacrucense?

  • Seductora inocencia (Knight 1) de Gaelen Foley

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    La venganza los unio, ?los separara el amor?

  • La reina del baile (Bajo sospecha 5) de Mary Higgins Clark

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  • El laberinto de los suenos de Soledad Palao Sires

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    Valentina es una mujer de 43 anos, guapa, divertida e inteligente. Reside en uno de los barrios mas senoriales de Madrid y procede de una familia adinerada. Su gran agudeza mental le empuja a estudiar varias carreras, sin embargo se decide por la investigacion, aficion que le lleva a formular un veneno indetectable en las autopsias . Una vez descubierto tambien el antidoto , decide crear una peculiar empresa que enriquecera aun mas su cuenta corriente. Lo que no espera la protagonista es que comenzara a recibir consejos desde el mas alla a traves de sus familiares mas queridos, que apareceran en los sitios y momentos mas insospechados.

  • Una candidata inesperada (Romantic Ediciones), Romina Naranjo de Romina Naranjo

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  • Valeria en el espejo de Elisabet Benavent

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    Sali al balcon del pequeno hotel de Gandia y me encendi un cigarrillo. Acababa de darme una ducha y me sentia relajada y tranquila. Mire el humo ondulante y pense que debia dejarlo y de paso ahorrar, pero le di una calada que me llego hasta los pies. Empezaba a ser una costumbre eso de decirme cosas y no hacerme ni punetero caso. Me apoy e en la barandilla y desee no tener que volver a la realidad de nuevo cuando amaneciera. El mar ondeaba a lo lejos y sobre el la luna iba dejando esquirlas en el agua. Alli todo era asi, sencillamente bonito. Sin preocupaciones, sin dobles sentidos. Solo agradable. Ojala aquella noche durara dias. No me veia preparada para volver y asumir lo que me esperaba. En un principio, aquellas vacaciones parecian una mala idea. Todo el mundo opino que pasar diez dias sola despues de lo que habia ocurrido solo serviria para darle vueltas a la cabeza sin parar. Y ya se sabe: con las cosas tan hechas no suele tener demasiado sentido eso de pensar. Habia dado por perdido mi matrimonio, me habia colgado de uno de esos hombres que nunca nos convienen y habia acordado separarme. Bueno..., habria sido mejor pensar antes de hacer. Sin embargo, contra todo pronostico, estar sola habia sido una delicia desde el trayecto en tren hasta aquella noche, quiza porque seguia sin arrepentirme de las decisiones que habia tomado, aunque las maneras hubieran sido poco << elegantes>> . Si tuviera que cambiar algo de lo que hice..., solo cambiaria el orden. Inevitablemente, me habia llevado en el equipaje el recuerdo de ciertas cosas que si queria meditar. Victor. Como no. Un Victor que lo ocupaba todo y que apenas me dejaba pensar en otra cosa. << Esperare a que me llames, Valeria, pero no lo hare eternamente>> . Hasta sonaba con ello, y en mis suenos nunca llamaba en el momento indicado. No habia sabido nada de el desde que nos besamos en la puerta de su estudio y, aunque estaba satisfecha con mantenerme firme con aquel distanciamiento, me inquietaba plantearme si seria algo puntual o si lo nuestro quedaria en lo que habia sido hasta el momento. Victor. Madre de Dios santisimo. Que portento. Aun me daba vueltas la cabeza cuando lo recordaba desnudo entre mis piernas, haciendome grunir de placer, llevandome hasta el coma. Victor tenia aquel poder; me atontaba. Y no solo en la cama. Pero estaba tan reciente la decision de separarme de Adrian..., no podia dejar de tener remordimientos por desearle tanto. Adrian si me habia llamado en un par de ocasiones para saber como andaba y cuando saldria publicado mi libro. Buf..., mi libro. Si, ese libro que escribi sobre los ultimos meses de mi vida y la de mis chicas. Aquello iba a traer cola. Sabia que muchas personas no estaban preparadas para verse tan reflejadas en algo que acabaria a la venta en las estanterias de las librerias. Y mas me valia que se vendiera mucho, porque ahora que Adrian no estaba en casa, la economia dependia de mi solita. Pero ?comprenderia el que lo expusiera de esa manera? Si, me habia encargado de no utilizar su nombre real, pero para la gente que nos conocia seria tan evidente... Mi editor, agente o quienquiera que sea Jose me habia telefoneado el mismo dia que sali de vacaciones para decirme que habian decidido publicar el libro lo antes posible. Ya lo habian maquetado y estaba en proceso de correccion. Y todo esto en... ?que? En semanas. No dejaba de sorprenderme. Yo lo deje en manos de mis editores e intente desentenderme hasta donde pude de un asunto asi. Contar mi vida en un libro..., ?en que momento habia empezado a perder la cabeza? Volvi de pronto a pensar en Victor. Ni siquiera estaba segura de que fuera a esperarme un tiempo prudencial. Quiza en aquel mismo momento se despedia de alguna nina guapa con un beso en la boca en cualquier portal. O peor. A lo mejor habia echado mano de esas << amigas recurrentes>> a las que habia dejado de ver por mi y estaba entregado al fornicio con la espalda perlada de sudor y la respiracion irregular, jadeante. !Ay, por Dios, con ellas no! !Conmigo, conmigo! Victor era un pecado con patas. Sin embargo..., tenia que esperar; no podia precipitarme. Cerre los ojos y lo recorde recorriendome entera con la lengua. Baraje la posibilidad de mandarle un mensaje durante aquellas vacaciones, puramente de cortesia, claro, pero sabia que se me iba a ver el plumero. Ahora que volvia a estar (entre comillas) soltera, tenia miedo de no interesarle. Ya se sabe, ahora que podia a lo mejor no queria. Su reaccion al confesarle que habia dejado a Adrian no fue lo que se dice de cuento de hadas. En las novelas romanticas esas cosas no pasaban. En las novelas romanticas ellos, a pecho descubierto, lo dejaban todo por estrechar a las heroinas entre sus brazos, mientras el viento les mecia los cabellos. Nada mas lejos de la realidad. En la vida real las cosas nunca eran tan idilicas. Si queria saber algo de el sin tener que dar un paso al frente, lo mas sencillo hubiera sido preguntarle a Lola, que lo veia mas o menos con asiduidad, pero no queria que ella se enterara aun de que Victor me habia marcado tanto. A decir verdad, llegaba el momento de tener que confesarlo todo y no estaba preparada. Mejor esperaba a que saliera publicado el libro y ella pudiera leerlo. Me sentia ruin, pero es lo que tiene ir de valiente por la vida y airear las aventuras sexuales de una. Me tape la cara en un acto reflejo en cuanto me acorde de las sorpresas que iban a encontrar mis conocidos cuando empezaran a leerlo. En casa de mis padres iba a estar completamente vetado. ?Y si lo publicaba bajo pseudonimo? Bah, lo pensaba demasiado tarde. Aquello me pasaba por hacerme la chulita. El movil sono sobre la mesita de noche. Un mensaje. Me pregunte de quien seria mientras me terminaba el cigarrillo. Hacia dos dias que habia hablado con Lola; una semana que habia llamado a Nerea y a Carmen. Esa misma manana habia hablado con mi madre y con mi hermana para preguntarle como iba con su embarazo. Mas tarde en el tren habia recibido una llamada de Adrian y su despedida sono a << dejo la pelota en tu tejado para que me devuelvas la llamada>> ; ni siquiera me salio decirle que me marchaba unos dias de la ciudad. Quise que aquel mensaje fuera de Victor..., eso me animaria la noche. ?A quien quiero enganar? Me alegraria la semana o hasta el mes, segun en que tono lo hubiera escrito. Apague el cigarrillo en el cenicero que habia en la mesa de la terraza y entre en la habitacion mientras me convencia de que no debia desilusionarme si al final eran los de la compania telefonica con el ultimo recibo. Cogi el movil y respire hondo, como los atletas que se preparan para batir un record, y... Alli estaba: << Se que no deberia mandarte este mensaje, que quedamos en que esperaria tu llamada y todas esas cosas, pero... solo queria decirte que sigo alerta por si un dia apareces sin avisar. Algo me dice que lo haras. Mis sabanas te echan de menos. Victor>> . Lo lei por lo menos cinco veces seguidas. Como era nueva en esto de los ligues, me obsesione con desentranar el sentido de cada palabra, de cada frase. Suspire frustrada al darme cuenta de que seguia siendo tan criptico como siempre. Vale, me echaba de menos, pero... ?y si lo unico que me anoraba eran sus sabanas? ?Cuando narices estaba estipulado que era buen momento para volver? Ademas, ?queria decir con ese mensaje que empezaba a desesperarse o simplemente que...? Que fatiga esto de ser soltera... Ligue pensamientos. Victor y mi libro. Ay, Dios..., el libro. ?Que narices me habia empujado a vender mi << diario>> a la editorial? Ale, alli, con todos mis sentimientos bien descritos... !Por si no era lo suficientemente absurda por mi misma! Toma, Victor, leeme bien a fondo. Me volvi a tapar la cara con las manos. 2 VUELTA A LA REALIDAD Entre en mi piso con reticencia. Tenia la sensacion de que al abrir encontraria a Adrian tirado en la cama, revisando unas fotografias en su portatil. Suspire. La realidad era otra y debia ir acostumbrandome. Al fin y al cabo, los dos nos lo habiamos buscado, ?no? Teniamos lo que mereciamos. Habia que pensar en positivo. Como decia Lola al menos ahora tenia todos los armarios de la casa para mi. Para celebrar mi solteria, me habia regalado un conejito a pilas, un pijamita de pilingui y una botella de ginebra que seguian esperandome sobre la mesa baja de mi << sala de estar>> . ?Esa iba a ser mi vida ahora? Orgasmos mecanicos proporcionados por un pedazo de latex que no te abrazaba despues del sexo y un copazo en soledad. No. Preferia a Victor. Y hablando de Victor... Aun no habia tenido fuerzas ni inspiracion para contestarle el mensaje. Queria hacerlo, pero queria hacerlo bien. Ya se sabe, sonar natural y ocurrente a la vez, con un toque enigmatico y sexi. Y despreocupado, sobre todo despreocupado. Nada que le diera a entender que me acostaba todas las noches con unas ganas aberrantes de que me atara a su cama y me convirtiera en su esclava. Claro, como si resultara tan sencillo ser de repente la chica ideal. Y es que en el fondo me sentia como quien sostiene a alguien por el hilo que escapa de una de sus mangas. ?Quien me decia a mi que Victor no huiria en cuanto viera que mis intenciones iban mas alla de la simple aventura? Una cosa es lo que uno dice, en el fragor y calor de la batalla, y otra muy distinta lo que uno hace cuando todo se calma. Y el ya no habia reaccionado demasiado bien a mi separacion... Me sente en el suelo, encendi el aire acondicionado y cogi el movil. No sabia si es que hacia mucho calor o es que pensar en Victor encendia mi hornillo interior, pero la cuestion es que me sudaba hasta el alma. Que poco sexi. ?Que habria visto ese chico en mi? Hice tres intentonas, pero acabe borrando el texto. Me tumbe en la cama y medite acerca de la cantidad de mujeres que se habrian visto en aquella situacion con Victor. Y el habria recibido mensajes de todas las indoles posibles: calientes, divertidos, sofisticados, ocurrentes, buenrolleros... ?Cual era definitivamente mi estilo? Al final opte por contestarle con sinceridad; necesitaba expresar lo que sentia. Total dentro de nada iba a poder leer con total honestidad como me habia ido colgando de el poco a poco de espaldas a mi marido, hasta no poder quitarmelo de la cabeza. Vaya plan. Al meollo: << Me gusto mucho recibir tu mensaje. Aparecere cuando menos te lo esperes, pero dile a tus sabanas que... Bueno, mejor pensado ya se lo dire y o, ?no?>> . Lo relei y, con los ojos cerrados, pulse enviar. No me di tiempo de pensar en ello. Deje el movil sepultado por un monton de cojines sobre la cama y cogi el telefono fijo. Llame a mi hermana enseguida para mantenerme ocupada y mientras tanto prepare cafe. Cuando volvi a revisar el movil, cual y onqui, la respuesta estaba anunciada en el display exterior, lo que me dibujo en la cara una estupenda sonrisa de idiota. << Tengo ganas de verte. Mi casa me recuerda a ti. Mi despacho me recuerda a ti... Todas y cada una de las cosas que tengo ganas de hacer quiero hacertelas a ti. Necesito verte (besarte, tocarte, abrazarte, desnudarte...) pronto. ?Me estoy portando muy mal? Tendras que volver para meterme en vereda>> . Levante la cara, mire al infinito y despues enarque las cejas. Vamos a ver. ?Que significaba exactamente eso? Porque, la verdad, sonaba a pistoletazo de salida. ?Era una senal para que le llamara y a? ?Habia pasado el tiempo suficiente? ?Se habia dado cuenta de que queria estar conmigo? ?O es que le picaba y tenia ganas de mojar? ?No tenia para eso un monton de mujeres dispuestas? Ay, Dios... Tenia tantas ganas de verle..., quiza demasiadas. Me habia pasado ya muchos ratos muertos tratando de desentranar si Victor era solo un capricho de mi apetito sexual o algo mas y y a tenia bastante claro que estaba colgada de el. Pero aun estaba a tiempo de pararlo, alejarlo para siempre y olvidarlo. Tenia que recordar que clase de chico era Victor; hacia ya mucho tiempo que yo habia dejado de creer en cuentos en los que el chico cambia. ?Estaba dispuesta a tragar con lo que significaba encorsetar a Victor en la monogamia? Aquello no habia por donde cogerlo. Lo mejor era la callada por respuesta y meditar. El telefono de casa interrumpio la meditacion apenas unos minutos despues. Era Lola, que me llamaba desde su trabajo: --?Ya estas en casa? --Ni hola ni que tal... Lola en vivo y en directo. --Si. --Sonrei. --?Hogar dulce hogar? --Bueno, no sabria decirte. De repente es como otra casa. --Claro. Un pisito de soltera muy guay que te sirva de picadero, muchacha. Pero si te aburres, nos vamos de compras --y respondio de forma automatica como si esa fuera a ser la respuesta con independencia de lo que sucediera. --Estas trabajando, Lola. --Pero me duele un diente... --contesto con aire grave. --Estas a punto de coger vacaciones; reserva todos esos planes para cuando estes libre. Sere toda tuya. Lola lanzo un ronroneo sugerente y despues siguio hablando: --Suena muy lesbico. ?Cuando sale el libro? --Manana. --?Habra presentacion? --No, han hecho campana en medios escritos. Te ensenare los recortes. --Anoche hable con Victor. Nos encontramos en una cerveceria. A bocajarro. Pero !que cabrona! Esas cosas deben ir precedidas de una suave conversacion introductoria del tipo: << ?A que no sabes a quien me encontre ayer?>> . --Si..., esto..., me envio un mensaje --conteste tratando de hacerme la interesante. --Lo se. Me dijo que llevaba tiempo queriendo llamarte pero que queria darte espacio. Algo de que quedasteis en que tu dejarias la situacion respirar y un monton de bla bla bla sentimental. No sabes lo raro que suena escuchar a Victor en esos terminos. Por mas que me extrane, esta loco por ti. A decir verdad, creo que fue escuchar tu nombre y empalmarse. --Victor empalmado. Menuda vision mas torrida me vino a la cabeza. Torrida y sobre la barra de su cocina, para mas senas--. ?Val? --pregunto para cerciorarse de que seguia al telefono. --Si, si, estoy aqui. Pero dime..., ?que ha pasado con el << no te fies de el>> ? --A todo cerdo le llega su San Quintin. --Creo que el dicho no es asi. --Me rei. --Bah, que mas da, tu me entiendes. ?Tienes ganas de verle? --Si, pero no quiero precipitarme, que crea que voy a por todas y salga corriendo despavorido. Ademas..., ?y Adrian? Es demasiado pronto. Y a pesar de todo no me creia ni una palabra de lo que estaba diciendo. Tenia unas ganas tremendas de precipitarme. Especialmente hacia su cama y que despues me abrazara entre las sabanas. --Deberias quedar con Victor y charlar --contesto Lola. --Con Victor no puedo charlar. --Me arrepenti del comentario y cambie de tema pronto--. Pero dime, ?a que viene esta campana pro Victor? --No es ninguna campana. Es solo que... Adrian me dio una patada emocional. Me toco las pelotas. Era el unico hombre en el que confiaba. Por su culpa he perdido la fe en la humanidad. Me revolvi el pelo. Joder, aun escocia hablar del tema.

  • Cada parte de ti de Myriam Ojeda

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    La vida sigue para Jaqueline, pero en una profunda agonia. Sin tener claro lo que le deparara el futuro, con o sin Klaus, ella debe continuar, aunque para ello solo sea la sombra de lo que un dia fue.
    Muchas cosas han pasado desde que sus vidas tomaran caminos distintos, pero cuando entregas CADA PARTE DE TI, solo puede haber un desenlace.
    Llega el final mas esperado por 9 millones de lectores, llega CADA PARTE DE TI.

  • Los ingravidos de Valeria Luiselli

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    ?Cuantas vidas y cuantas muertes son posibles en la existencia de una misma persona? Los ingravidos es una novela sobre existencias fantasmales; una evocacion, a la vez melancolica y llena de humor, sobre la imposibilidad del encuentro amoroso y el caracter irrevocable de la perdida. Dos voces componen esta novela. La narradora, una mujer del Mexico contemporaneo, relata sus anos de juventud como editora en Nueva York, en los que el fantasma del poeta Gilberto Owen la perseguia por el metro. Ambos narradores se buscan en el espacio insondable de los trenes subterraneos, donde viajaban en sus respectivos pasados.

  • El truco final (Allan Franco 1) de Gi Maelys

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    El Gran Messier Gromund ha muerto por arte de magia.

  • El acto final de F. Carod

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    Matias Ramses se entrega a la policia para confesar una serie de crimenes, pero no es tomado en serio por la naturaleza de su trabajo como asistente de un mago famoso, hasta que Carmen, una policia que lucha contra una sociedad machista del siglo XIX, decide investigar y llegar al fondo del asunto.

  • Sumisa de siete tigres (Sumisas 2), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Cuando Nerea viaja a Rusia a trabajar lo que menos puede esperar en la vida es que su viaje puede convertirse en todo menos en algo relacionado a lo laboral. Cuando la despiden en su empresa y los siete rusos mas sexys, tatuados hasta los dientes y dominantes, se obsesionan con ella hasta el punto de hacer cualquier cosa por tenerla entre sus garras.

  • El Legado de los Cohen de M. Gema Marin

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  • El Detective Ciego de Angel Mario Fernandez

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    Daniel tiene un sueno desde muy nino: quiere ser detective. De hecho es testigo accidental de un crimen, de un joven catalan del barrio, aunque oculto solo ha oido la voz del posible asesino detras de una pared. Eso lo impulsa a investigar el crimen 18 anos despues, nada ni nadie lo detendra. Pero claro, hay una pequena pega: Daniel es ciego. Pero posee a su favor sus otros sentidos desarrollados y una sagacidad que ni su hermano vidente la tiene. Un policial diferente, con momentos de humor, pero otros de tension y suspenso, encontraremos a un detective fuera de lo comun.

  • Puerta de noche (Sombra de vampiro 6) de Bella Forrest

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    Derek y Sofia por fin disfrutan de un merecido descanso. Alojados en un complejo de vacaciones con buena comida, sol y mar, Sofia esta encantada de presenciar la reintroduccion de Derek en el mundo de los humanos.

  • Las lunas de Jupiter de Alice Munro

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    Una coleccion de relatos de la autora que actualmente esta considerada la maestra mundial en el genero.

  • Un amor en Auschwitz: Una historia real de Francesca Paci

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  • Al otro lado del mundo de Jose Luis Perales

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    Llega la novela mas autobiografica de Jose Luis Perales. Una emotiva y tierna historia en la que el cantante y escritor ahonda a traves de la ficcion en su infancia, su formacion, sus deseos y el comienzo de su pasion por la musica.

  • La ultima historia que contar de Buho

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    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • Absolutamente Heather de Matthew Weiner

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    Los Breakstone (Mark, un exitoso gestor de fondos, su esposa Karen y su hija adolescente Heather) parecen la familia perfecta, duenos de una vida inmaculada en la ciudad de Nueva York. En el otro extremo esta Bobby Klasky, expresidiario e hijo de madre drogadicta, mentiroso con tendencias psicopatas, que no podia ser menos afortunado. Cuando Mark descubre a
    Bobby mirando a su hija, entendera como de lejos es capaz de llegar para mantener a salvo a su familia. Contada de una forma elegante y llena de matices que evocan directamente la atmosfera de Mad Men, Heather, la obsesion mantiene el ritmo y la tension narrativa propias de la mejor tradicion del cine negro; es mucho mas que un thriller domestico: es una fabula oscura acerca de los retos a los que se enfrenta una familia en la sociedad del siglo xxi.

  • Un Juego De Venganza de Clare Connelly

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    La aristocratica Marnie Kenington se hundio en la desesperacion cuando sus padres la obligaron a abandonar a Nikos Kyriazis; pero no lo olvido, y tampoco olvido su sensualidad. Por eso, cuando anos mas tarde insistio en reunirse con ella, el corazon de Marnie se lleno de esperanza. hasta que Nikos se lo aplasto bajo el peso de una fria e implacable amenaza: si no se casaba con el, no daria a su padre el dinero que necesitaba para salvarse de la bancarrota.

  • Que se le van las vitaminas de Deborah Garcia Bello

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  • En la frontera del tiempo, Lina Galan de Lina Galan

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  • Los cielos de Curumo de Juan Carlos Chirinos

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    Los cieLos de curumo es una narracion dispuesta a modo de castillo de naipes en la que se mezclan y ensamblan las vidas de cinco amigas, el perfil urbano de Caracas, la lluvia incesante, la urgencia de los animales carroneros, el mal que corroe y los signos de la decadencia de un pais que no supo ver lo que se le venia encima. Chirinos es un cuentista despiadado. Su escritura se muestra aqui en todo su esplendor: cruda, poco compasiva y no por ello menos luminosa. Su analisis del poder es certero porque no rehuye su sordidez, nada le concede a la mesura. Su maestria en el uso del lenguaje y de las tecnicas narrativas apabulla. El que lea a Chirinos no se sorprendera recordando a Jose Balza, al primer Vargas Llosa, a Celine, a Faulkner o al Cepeda de La casa Grande. Son los maestros que parecen alumbrar esta prosa.

  • Morder la manzana: La revolucion sera feminista o no sera de Leticia Dolera

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    Es este uno de esos libros esenciales que nacen de la necesidad y de la urgencia. Porque Leticia Dolera necesita contar por que es feminista y por que todas deberiamos serlo. Un camino vital en el que se ha encontrado con personas inspiradoras, lecturas reveladoras, anecdotas --de las buenas, de las malas y de las peores-- vividas muy de cerca o en primera persona.
    Este libro es tambien la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y tambien a ensenar a las mas jovenes.
    Empezando por Eva, la primera que mordio la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que sonamos con una sociedad justa.
    Por mucho que nos hayan repetido que Eva peco al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ?que?, ?te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades.

  • El cuerpo nunca miente de Alice Miller

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    El cuarto mandamiento -<>, heredado de la moral tradicional- nos exige que honremos y queramos a nuestros padres, pero oculta una amenaza. El que quiera seguirlo pese a haber sido despreciado o maltratado por sus padres solo podra hacerlo reprimiendo sus verdaderas emociones. Sin embargo, el cuerpo a menudo se rebela, con graves enfermedades, contra esta negacion y esta falta de reconocimiento de los traumas infantiles no superados. Alice Miller nos permite comprender estos mensajes que nos envia el alma y asi liberarnos de los sintomas e, incluso, de los traumas.

  • Desatame 3 de Christina Ross

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    De Christina Ross, autora de Aniquilame, llegan tres nuevos libros en la serie con mas de dos millones de libros vendidos en todo el mundo.

  • Abre Tus Alas de Maricela Gutierrez

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    ?Puede tu vida cambiar de la noche a la manana?, ?puedes volver a empezar y hacer de cuenta que la oscuridad nunca existio? Esas son las preguntas que se hace a diario Marian Taylor, una mujer que tiene que aprender a salir adelante y huyendo de su pasado emprende una aventura que la llevara al otro lado del mundo en busca de un mejor futuro para su pequena hija, sin imaginar que el destino tiene grandes sorpresas preparadas para ella.

  • Alguien de Alice Mcdermott

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    La vida, con sus pequenas alegrias y momentos de felicidad, pero tambien con sus tristezas y desconcertantes altibajos, es el tema de esta novela extraordinaria. Los recuerdos aparentemente dispersos y desordenados de Marie Commeford, la protagonista y narradora de esta historia, una neoyorquina de origen irlandes, nos envuelven en una telarana invisible en la que se entretejen la infancia, el despertar sexual, los primeros amores, la maternidad, la formacion de una familia y la vejez.

  • Mis companeros de trabajo y otras bestias de Empleada Asilvestrada

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    En la oficina esta Maria Luisa, que es el ojito derecho de la Directora de Recursos Humanos y tiene algo mas que expedientes compartidos con Manuel, el Director Financiero; estan tambien Claudia, que trabaja en el departamento de administracion y es siempre la primera en enterarse de todo; Ausprungen, que ha venido de intercambio de empresas y en nada se parece al tipico aleman; Julio, que trabaja en el departamento comercial y nos odia a todos; Luis, que el cafe del desayuno en vez de tomarselo con leche se lo toma con brandy; el Director General, que tiene problemas peliagudos y Fabian, un creativo que no sale del bano. Tambien estan Margarita la ladrona, el memo, el cenizo y muchos otros.

  • No me mires asi, nena de Kris Buendia

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    !Maldicion! ?Que ocurre? --Salto en un solo pie al ver que el elevador se ha detenido. De acuerdo soy toda una valiente, pero cuando se trata de estar encerrada en el ultimo piso del elevador de la empresa Barbieri Advertising para la cual empece a trabajar hoy, todo lo valiente se puede ir al carajo en un segundo. --!La madre que los pario! --Vuelvo a gritar y esta vez siento una mano grande y fuerte sobre mi hombro. No se si esta confortandome o si esta reprendiendome por mi lenguaje. Me importa una mierda, estamos atrapados, podemos morir en cualquier momento. ?Y cuanto lleva ahi de todas maneras? De acuerdo, Amy relajate. --Senorita, por favor tranquilicese. Joder, he entrado al elevador sin darme cuenta que habia alguien, pense que estarian vacios y es porque me salte cinco minutos antes de mi almuerzo para encontrar el mejor lugar en la cafeteria de la esquina que vi hoy por la manana. --?Que me que? --Casi es una ofensa--No me pida que me tranquilice cuando mi vida puede terminar aqui en este elevador de mala muerte. Ni si quiera se por que le estoy siguiendo la conversacion. Por su tono de voz es un hombre fuerte, pero estoy empezando a maldecir esta oscuridad porque no puedo verlo como quisiera. Vaya, Amy. No es momento para que te pongas cachonda. La luz empieza a brillar, mi subconsciente me dice gire sobre mi propio eje y vea al hombre que me ha tocado el hombro. Lo hago sin pensarlo y como la torpe que soy mi bolso cae al suelo, haciendo que el hombre misterioso se agache para recogerla. Pelo castano. Oh, mierda la lampara del elevador ha vuelto a fallar precisamente cuando el iba a levantar su rostro para verme. ?Donde he visto ese pelo castano antes? --Tenga--Me entrega tanteando por la ausencia de luz y rapidamente tomo mi bolso y lo aplasto contra mi pecho. --Gracias. --?Siempre eres asi? --?Ya nos empezamos a tutear? --Lo siento--Se disculpa--Me deje llevar. --Pues agarrese para que no se lo lleven, senor... --?Siempre eres asi? --Otra vez con las preguntas--Me quejo ya sintiendo que me va a dar algo porque este hombre me esta sacando de quicio. Empieza a reirse a carcajadas, ahora me siento dichosa de poder escuchar solamente yo esa carcajada varonil del caballero misterioso. Su acento italiano es sexy. Sera porque me encuentro aqui y se ha dado cuenta que no soy de aqui que, me sigue la corriente. --Mire--Me llevo las manos al cuello y doy gracias a Dios y los santos porque no puede verme--Mejor piense en algo para sacarnos de aqui, me voy a desmayar en cualquier momento. --Tranquila--Vuelve a tocarme y esta vez ese roce manda chispas a todo mi cuerpo--Pronto saldremos de aqui, he llamado a los tecnicos del edificio. ?Y cuando los llamo que no me di cuenta? --No sabia que habian de esos--Mi insolencia sale de nuevo a la luz --Para ser una empresa prestigiosa, cuyo dueno es italiano, y que si tuviese la oportunidad de tenerlo de frente para maldecirlo por tener elevadores en mal estado. Jamas pense que me pasaria algo como esto. --?Maldecirlo? --Pregunta curioso. --En mi idioma es que le diria un par de cosas que seguramente me despediria en ese momento, pero es que los elevadores hacen que me de algo. --?Le de algo? --Oiga, ?Usted no se cansa de hacer preguntas? --Ahora si me enfado. --Le hare la ultima pregunta--Ignora lo que dije--?Cual es su nombre? Vaya, con este hombre no se cansa. --?Si le digo mi nombre me va a dejar en paz y nos sacara de aqui? Como si eso fuese posible. --Si. --Amy Collins, hoy es mi primer dia de trabajo, el que va a ser mi jefe no se ha aparecido en toda la manana y por eso me he escapado para almorzar en vez de estar esperando un hombre con cara dura segun me han contado. --Hombre de cara dura--No ha sido una pregunta--?Entonces no sabes quien es tu jefe? --Nop--Hago que suene la “p” mas fuerte de lo normal. Si vamos a estar aqui mas tiempo juro que voy a matar a dos hombres hoy. El primero sera el y el segundo el maldito quien sera mi jefe. Pero primero: --?Y usted es?… La luz regresa y el elevador se abre por dos hombres con trajes color naranja, deben ser los tecnicos del Barbieri Advertising. --Gracias a Dios--resoplo y cuando levanto mi vista para agradecerle a esos hombres que hicieron mas que el que estaba dentro conmigo, con mi ceno fruncido les pregunto: --?Que sucede? --S...senor Barbieri--Dice uno de ellos--Disculpe la tardanza. --No se preocupen--Dice la voz detras de mi y juro que he dejado de respirar--Hagan el favor de revisar todos los elevadores de la empresa-- Hace una pausa--No quisiera que alguien se desmayara aqui dentro si algo asi vuelve a suceder. --S… si, senor Barbieri. No me muevo. No parpadeo. No hablo. ?Senor Barbieri? Hago una memoria mental y maldigo esta vez para mis adentros. El hombre que estaba conmigo, el que soporto mi insolencia y mala leche, al que le dije que iba a maldecirlo. Es el Senor Barbieri. Mi jefe. 2 ?Mi jefe? !Jo...joder! He amenazado con cantarle sus tres. !Y en sus narices! --?Senorita Collins? --Pregunta alguien y yo sigo como una loca ridicula sin moverme--Senorita Collins haga el favor de responder. ?Ahora me ordena? De pronto la misma electricidad--Miento--Ahora una muy fuerte corre por todo mi cuerpo al sentir las manos del senor Barbieri en mi cintura para que salga del elevador. Hago lo que silenciosamente me pide y salgo sin decir mas. Los tecnicos hacen una nena reverencia en presencia del jefe y yo me encuentro haciendo lo mismo. --?Senorita... --Bien--Lo interrumpo--Estoy bien...senor Barbieri. Levanto la mirada y !Maldicion! Ahi esta ese rostro. Nariz respingona. Cabello castano. Ojos verdes que acompanan esa mirada sensual. Voz recargada de: "Quiero cogerte aqui y ahora" !Joder contigo, Amy! Que contigo todo es coger. --No me mires asi, nena. Y haz el favor de no hacer temblar tu voz y mucho menos tartamudear--Exige y mis entranas empiezan a sacudirse al escuchar ahora esa voz de mando--Me gustaba mas la mujer asustada del elevador... ademas de insolente y que ha amenazado a su jefe con--Ladea la cabeza--?Maldecirlo? Oh, diosito este hombre me hace sentir cosas con solo verlo y no es precisamente maldecirlo. !Aunque deberia! El muy cabron me esta intimidando, pero ni leches. !Ni loca! --Senor... --Brandon. Me llamo Brandon. Trago, trago y estoy segura que me he tragado hasta la lengua porque ahora me cuesta responderle. A pesar de ser un manojo de nervios para mis adentros no se lo demuestro y me mantengo firme despues de escuchar semejante barbaridad. --Yo--Hago una pausa breve y recuerdo no tartamudear como una cria--Yo lo lamento, pero usted es mi jefe. Por lo tanto lo llamare por: <> --En el ascensor me dijiste <> ?A que ha venido el cambio? --Estaba asustada. Y me disculpo por mi comportamiento, senor Barbieri. Veo a nuestro alrededor y la gente del edificio ha empezado su rutina. Veo el reloj en mi muneca y en efecto ya es hora del almuerzo. Varias miradas se cruzan entre nosotros y ahora me siento como una anormal por estar frente a mi jefe. !Al jefe de todos! --?Almuerzas conmigo? ?!Pero de que va!? !Madre que hoy si me da algo! --No. --Es hora del almuerzo--Ahora es el quien ve su caro reloj de oro en su muneca--Ademas es mi manera de disculparme por haber venido un poco tarde en tu primer dia de trabajo. No se cuanto tiempo lleves en Italia, y si quieres, puedo ensenarte los alrededores. --Eso no es problema, senor... --Brandon. --Senor Barbieri--Le gruno--No es necesario y no tengo nada que disculparle. Si me disculpa. Hago el movimiento de irme, pero de pronto me detiene del brazo. Casi tropiezo con ese roce que cada vez que lo siento es mas electrico y estoy segura que ya tengo los pelos de punta. Como si una eternidad pasara, clava esos ojos verdes en mi. Repasa mi rostro, mi cabello y el muy sinico ve mi pequeno escote y sonrie. !Dios, esa sonrisa! El ultimo accesorio que da a juego con ese trajo oscuro y elegante. --Almuerzas conmigo. De nuevo... no ha sido una pregunta. ... Practicamente soy arrastrada hasta su BMW y la hora pico a esta hora no ayuda en nada. Mis nervios se han ido y ahora me siento como una ninfomana pensando guarradas. Su perfume se ha apoderado de cada poro de mi piel y tengo mucho calor. Pero no es porque el clima aqui dentro no sea agradable. Es por esos jodidos ojos verdes. --?Que te gustaria comer? --Rompe el silencio mientras esperamos que el semaforo cambie a verde. --Iba al restaurante de la esquina--Veo hacia la ventana en vez de su rostro--Solamente tengo una hora. No dice nada y ese silencio hace que lo vea. Tiene su mirada puesta en mi pero no sonrie. ?Lo he enfadado? Ahora soy yo la que no dice nada, sino que hago lo mismo. Lo veo. Lo estudio. Lo deseo. !Joder, lo deseo en este momento! --?Senor? --Me obligo a preguntar aclarando mi garganta. --Brandon--Insiste--Pero asi me gusta, que me veas a la cara cuando me hablas y no que te escondas viendo hacia la ventana. --No me estaba escondiendo. --?Ah, no? Niego con la cabeza y veo sus manos que aprietan mucho el volante a pesar de que el auto no se esta moviendo. Tiene manos grandes y seguro que mis pequenos pechos pueden ser envueltos en una sola mano sin problema. El semaforo se ha puesto en verde y la bocina detras de nosotros hace que mi hombre de cara dura reaccione !Y yo tambien! --Cara de poquer--Siseo enfadada por lo que me hace pensar. --?Disculpa? --Eh... nada, que tengo mucha hambre. --He reservado en el Amore. ?Y cuando reservo en el Amore? Lo quedo viendo pasmada. Primero en el elevador y ahora esto. Esta asustandome un poco esa mania controladora. ?Sera con todo asi? Yo creo que no. Todavia no conoce a Amy Collins. Y estoy segura que lo que me gusta controlar sera un arma de doble filo tanto para el como para mi. Al momento de ver el gran letrero en letras doradas y cursivas, abro mi boca al ver la fachada del restaurante. Nunca habia imaginado un lugar tan bonito, pero es porque me gusta mas estar en <> que compartiendo el ambiente con gente estirada como el. --Llegamos, senorita Collins. --?Por que me llama de esa manera si a usted no le gusta que le diga <>? !Sere idiota! El senor Barbieri se aproxima como un iman buscando mis ojos, mis labios y hasta mi alma cuando dice: --?Te gusta que te lleven la contraria? --Pregunta respirando en mi cara y la barrita de excitacion se esta empezando a cargar. Labios carnosos. Es lo unico que puedo ver en estos momentos. --Responde. --No. Entonces saca su lengua y remoja sus labios, apenas levanta la comisura de su labio para sonreir y cuando pienso que no hay mas distancia entre nosotros, vuelve a sacar su lengua y la pasa por mi labio inferior. !Oh, si Barbieri! Cierro mis ojos y espero por mas. De pronto siento el aire que no proviene de su respiracion y abro mis ojos.

  • Las cartas del corso de Catherine Clare

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    Alison no tiene nada que pertenezca a Napoleon, ni sabe nada que pueda poner su vida en peligro, por eso apenas puede encontrar explicacion a los ataques que ha estado recibiendo. ? Que secretos oculta el hombre mas apuesto del mundo? ? Por que le ayuda? Tiene muchas preguntas que necesitan respuesta, pero ella es tan solo una indefensa dama.

  • Ola de calor (Serie Castle 1) de Richard Castle

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    El escritor numero uno en ventas Richard Castle, autor de los bestsellers de <>, nos presenta a su nuevo personaje: la detective de homicidios del Departamento de Policia de Nueva York Nikki Heat, dura de pelar, sexy y profesional.

  • La Herencia del Bebe de Mckenna James

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    ?RECHAZADA? --Si, senora. Lo intente dos veces. ?Tiene otra...? La voz del asistente se apaga mientras lo fulmino con la mirada. Ignoro el bufido apenas audible que se escapa de los labios de mi amiga Penelope. Ella esta parada directamente detras de mi, sin duda porque no quiere perderse el momento de presenciar el rechazo de mi tarjeta. Debe pensar que todos sus regalos de navidad han llegado improvisadamente al spa de dia. De hecho, me sorprende que se este controlando a si misma tan bien siendo como es ella. --Claro, dame un segundo--, murmuro, hurgando en mi bolso. Le lanzo una tarjeta de diamantes y lo despacho, asegurandome de que sepa lo molesta que estoy con todo esto. El no me devuelve la mirada mientras murmura un agradecimiento, antes de salir de mi vista. Respirando hondo, sonrio como si no me importara, antes de volver a mirar a mis amigos. --Lo siento--, le digo con un suspiro perezoso. --Estoy segura de que es solo una confusion con el banco-- Me apacigua Holly, apartandose el pelo largo y oscuro de los ojos. Sonrio cuando ella se acerca y me da un apreton tranquilizador en la mano. Estoy segura de que tiene razon, porque se con certeza que hay mucho efectivo en la primera tarjeta, no se llama tarjeta infinita por nada. --Seguro--. Penelope tambien me sonrie, pero a diferencia de Holly, no hay nada comprensivo o genuino en su sonrisa. --Aunque no puedo decir que alguna vez me haya pasado algo como esto--, dice con un fuerte acento sureno, sus labios entreabiertos en una amplia sonrisa. --?Quizas los bancos estan un poco mas atentos a sus clientes mas notables? Abro la boca para devolver una respuesta, pero estoy distraida al ver al asistente caminando. Incluso antes de que hable, se que no es bueno. Busco otra tarjeta en mi bolso en preparacion a lo que va a decir, aunque solo sea para evitar la verguenza de tener que mirarlo cuando me diga que la segunda tarjeta tambien fue rechazada. --Lo siento --Aqui tiene--, ladro, cortandolo mientras empujo otra tarjeta en su mano. --Prueba esa Estoy haciendo todo lo posible para no mostrarlo, pero realmente estoy empezando a entrar en panico. Claro, un rechazo puede explicarse como una confusion en el banco, pero ?dos bancos diferentes tienen problemas al mismo tiempo? No es probable. Aun asi, me aferro a la esperanza de que sea algo tonto, porque pensar en la alternativa es demasiado horrible. --?Puedo pagar con la mia si eso ayuda?-- dice Holly, dando un paso adelante. --Sabes lo mucho que odio cuando tratas de cubrirme de todos modos. Miro hacia otro lado, porque la lastima en sus ojos es aun peor que la expresion de emocion en los de Pen. Asi debe ser como se siente cada vez que trato de pagar por ella, ya que es la unica en nuestro grupo que no es de una familia adinerada. Antes de hoy, nunca habia pensado mucho en como eso podria afectarla. --Esta bien. Pagare--. Pen lanza un suspiro exagerado, antes de dar un paso adelante para ir al rescate y entregarle su tarjeta al asistente. El gran problema es que al hacer esto me hace aun menos feliz que dejar que me cubra, pero no tengo otra opcion. --Espero que no la rechacen--, dice entre risas mientras me mira. --Simplemente moriria de verguenza. Deja de ser una desgraciada y solo paga la maldita factura. Trago mis palabras, porque me niego a darle la reaccion que se que quiere. En cambio, retrocedo con Holly y espero mientras Pen arregla la cuenta. Evito encontrar la mirada de Holly, fingiendo escribir un texto. Lo que realmente estoy haciendo es intentar iniciar sesion en mi banco, pero sigue dandome un error no autorizado. Salto cuando Holly apoya su mano en mi espalda. La miro y deslizo el telefono en mi bolsillo. --Estoy seguro de que todo esta bien, V. Asiento y fuerzo una sonrisa de vuelta. --De acuerdo, chicas, estamos todas listas--, declara Penelope con un gesto dramatico de su mano. Sus ojos oscuros se fijan en los mios. --No necesitaras pasar el resto del dia lavando toallas sucias y malolientes--, dice por encima del hombro con una risita. --Aunque hubiera sido divertido verlo. Pongo los ojos en blanco a su espalda. Si lo refriega con mas fuerza, se rompera una una. No importa que le haya pagado los ultimos cincuenta viajes aqui; ella ordenara esto tanto como pueda. Mientras lucho contra las lagrimas, salimos. Respiro profundamente, el aire frio me quema los pulmones. Lo ultimo que quiero es que me vean llorar. --Oh, carino, relajate. Solo juego contigo-- Pen se rie y me abraza. --No seas tan sensible. Ni siquiera tienes que devolverme el dinero. --?Cuarenta y nueve viajes mas y estamos a mano?-- Respondo con una sonrisa falsa. --No sabia que llevabas la cuenta--, murmura, lanzandole una mirada a Holly. --De todos modos, me encantaria pasar el rato y conversar, pero tengo una cita y debo prepararme. Abrazo a las dos y luego camino hacia mi auto, un Fiat Spider rojo de dos asientos que papa me compro cuando me gradue de SCAD. Ir a la universidad era algo en lo que mi abuela habia insistido, aunque no estoy segura de por que, no es como si fuera a necesitar darle uso. Abrochandome el cinturon me dirijo a casa. Intento llamar a papa por el camino, pero no responde. Frunzo el ceno e intento de nuevo, pero todavia no hay respuesta. Esto es raro. Papa siempre responde, incluso si es solo para ladrar en la linea que el esta ocupado con algo mas importante que yo. En realidad, asi es como van las conversaciones. Si no va a contestar el telefono, entonces tendre que ir alli. Treinta minutos despues, al entrar en el largo y extenso camino de entrada que conduce a la mansion de mi padre, se que algo no esta bien. Probablemente sean los diez coches de policia que me estan dando esa impresion. Tampoco son coches de policia ordinarios, estas son furgonetas negras brillantes, del tipo que asocias con persecuciones de alto perfil o grandes operaciones: palabras pronunciadas por alguien que obviamente ha visto demasiado Criminal Minds. Aparco junto a una de las furgonetas y salgo. Mi corazon se acelera mientras avanzo por el camino, tan rapido como mis tacones Christian Louboutin de 4000 dolares me llevan. Los hombres con trajes pululan a mi alrededor, con lo que normalmente estaria muy feliz, pero no hoy, no cuando se que algo esta muy mal. Abriendome paso por la puerta principal, miro a mi alrededor en estado de shock. Hay gente por todos lados. Entran y salen, llevando todo, desde computadoras, a pilas de archivos, hasta una cuadernos y carpetas que reconozco como mias desde mi ultimo ano de secundaria. --Hola--, le digo, entrando en el camino de uno de esos hombres. Se detiene en seco y me mira impaciente. --?Que estas haciendo? --, pregunto. --Seguir ordenes--, replica, frunciendo el ceno. --?Y usted es? --Valentina Rossi--, anuncio, enderezandome al anunciar mi nombre tal como me ensenaron los anos de encanto de la escuela. --Ah-- El mira por encima del hombro y llama a alguien. Una mujer levanta la vista y asiente al verme. Ella camina hacia nosotros y me lleva fuera de la habitacion, hacia la sala formal. --?Senorita Rossi, supongo? Asiento, con la garganta seca. --?Donde esta mi padre? --Ha sido detenido bajo sospecha de fraude. Estamos aqui recolectando cualquier cosa que pueda contener evidencia --, explica. La miro y me rio. No puede hablar en serio, ?verdad? --?Sabes quien es mi padre?-- Pregunto, levantando una ceja. La mujer me mira directamente a los ojos. --Sabemos exactamente quien es el, y es por eso que nos estamos tomando esto tan en serio-- --Entonces, ?te lo llevas todo?--, cuestiono, aun incredula. --?Y sus cuentas?, ?Han sido congeladas tambien? Me sonrojo al darme cuenta de lo superficial que debo sonar. Probablemente piense que soy otro bebe malcriado del fondo fiduciario, que vive del dinero de papa. Bien, entonces ella tendria razon, pero no es mi culpa. Soy un producto de mi educacion. --Sus cuentas no estan congeladas, senorita Rossi. Estan vacias. --?Que quieres decir con vacias?-- gruno --Mis cuentas nunca han estado vacias en mi vida. Tengo un fondo fiduciario… --Tenias un fondo fiduciario--, Corrigio ella. --Tu padre movio todo a un lugar desconocido, y estamos haciendo todo lo posible para tratar de encontrarlo. ?Vacio mi fondo fiduciario? Mi corazon late en mi pecho. El no me haria eso … ?o si? No, tiene que haber algun tipo de explicacion. Probablemente este tratando de protegerme moviendo mi dinero a un lugar seguro. Estoy convencida que hablar con el aclarara todo. --Quiero verlo--, Demando. --?Donde esta el? Ella sacude su cabeza. --Lo siento, no puedes. No hasta que hayamos terminado de recopilar nuestra evidencia-- Se mete la mano en el bolsillo y saca una tarjeta. La tomo y miro, sintiendome entumecida. --Llamame manana. Arreglare que lo veas tan pronto como sea posible. Mientras tanto, lo siento, pero no puedes quedarte aqui. Puedo ayudarte a encontrar un alojamiento alternativo... --Tengo un apartamento--, interrumpo, metiendo la tarjeta en mi bolsillo. --Solo estaba aqui porque …-- Me detuve, dandole una sonrisa tensa. Al menos ahora se por que rechazaron mis tarjetas. --Gracias por tu ayuda. Camino hacia mi auto y entro. Me siento alli por un rato, mirandolos entrar y salir de la casa como abejas obreras. ?Fraude? Sacudo la cabeza. No tiene ningun sentido. Mi padre es muchas cosas, pero no esto. ?O tal vez no conozco a mi padre tan bien como pensaba? Salgo del ascensor de Sorrel Towers hacia el atico que llame hogar durante el ultimo ano. Todo lo que quiero hacer es acurrucarme como una pequena bola en mi cama, pero justo cuando llego a la puerta principal, escucho a alguien toser detras de mi. Me giro y encuentro al administrador del edificio, que sonrie torpemente mientras se pone de pie. --Valentina--, murmura, una gota de sudor cae por su frente. --Lo siento, pero el gerente de contabilidad llamo y me pidio que hable con usted. Parece que su ultimo cheque de alquiler reboto … --?Oh?-- Digo y frunzo el ceno, como si no tuviera idea de por que pudo haber sucedido. -- Bueno. Ire al banco y lo resolvere lo antes posible. El alivio inunda su rostro. --Gracias-- Respira y luego duda, como si estuviera sopesando decir que mas tiene en mente. Levanto las cejas, expectante. --Es solo que… ?esta todo bien? Vi a tu padre en las noticias, y luego, cuando el cheque no paso… --Se interrumpe nuevamente, luciendo avergonzado. Lo miro friamente, inclinando ligeramente la cabeza. --En el ano que he estado viviendo aqui, ?alguna vez he dejado de pagar, Andreas?-- pregunto. Sacude la cabeza, sus mejillas sonrojadas. --Exactamente. Y no tengo la intencion de empezar ahora-- Agrego, y le doy una mirada severa. --Por supuesto. No quise ofenderte --, musita. --Es solo que… estaba preocupado… -- Se rie con inquietud mientras se frota la nuca. Casi siento pena al notar su estado; pareciera que va a desmayarse en cualquier momento. --Si te preocupa como puedo pagar este lugar, deberias calmarte--, le aseguro --Tengo un fondo fiduciario que podria comprar comodamente este edificio y sus inquilinos tambien-- Lo que es mucho teniendo en cuenta que Sorrel Towers alberga a algunas de las elites mas ricas de toda Savannah. Me detengo el tiempo suficiente para deslizar mi llave en la cerradura, luego miro hacia atras y arqueo la frente. --?Hay algo mas?-- Agrego, esperando haber dejado en claro que nuestra conversacion ha terminado. --No, lamento haberle molestado con esto. Que tenga buenas noches, senorita Rossi-- El asiente con la cabeza hacia mi, luego corre a la vuelta de la esquina en direccion a los ascensores. Entro y recuesto mi espalda contra la puerta hasta que se cierra de golpe, luego me deslizo hacia el suelo, abrazando mis piernas contra mi. Esta manana me desperte y fue como cualquier otro dia. ?Como cambio todo tanto en el espacio de unas pocas horas? Mas importante aun, ?como diablos voy a llegar con el dinero del alquiler? No hay forma de que pueda encontrar ese monto de efectivo. Mi estomago se revuelve ante la idea de mudarme, porque amo mi departamento. Ubicado en el corazon del distrito historico, es la definicion de la opulencia y el lujo. Desde la vista de un millon de dolares hasta la banera de hidromasaje en el balcon, es la casa que siempre sone. El precio no fue un factor y mi padre estaba mas que feliz de conseguirlo, como todo lo que le pedia. Supongo que anos de descuidar emocionalmente a tu hija te hacen sentir culpa. Respiro lentamente, tratando de detener el ataque de panico que se que se avecina. Todo estara bien. Solo necesito sobrevivir hasta que mi padre resuelva esto. Me rio de lo ingenua que soy. ?Como puede estar bien? El unico dinero que tengo esta en ese fondo fiduciario, que aparentemente ahora esta vacio. Cuando quitas eso de la ecuacion, mi valor total asciende a la friolera de diez dolares. Conseguir un trabajo no tiene sentido, porque ni siquiera cubriria mi renta, y mucho menos mis otros gastos. Demonios, incluso diez trabajos no estarian cerca de sacarme de este lio. ?Que diablos voy a hacer?

  • El silencio de los malditos de Carlos Pinto

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    El debut literario de Carlos Pinto, creador de exitos

  • Con carino, Maddie de Maria Moreno

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    Cuando Maddie y su novio Andrew se mudaron a un apartamento en el barrio londinense de Bayswater, no tenian ni idea de lo que afectaria a sus vidas conocer a sus nuevos vecinos, Al, un ilustrador que vive con Sasha, un youtuber de cierto exito aficionado a gastar bromas para tener material para su canal. ?Quien hubiera dicho que una de sus bromas podria tener tantas consecuencias?

  • Genesis de lo oculto de Joel Guerrero

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    ?Que pasaria si nos hubieramos equivocado? Mejor dicho, ?si nos hubieran enganado? ?Y si en el trono celestial hay un demonio y en el infierno hay un Dios caido? Ahora, enfoquemoslo de otra manera: ?Y si Lucifer es un salvador de almas y Dios un dictador? Esta es la historia de Lucifer, su caida y las razones de su desobediencia. El diablo esta aqui y quiere contar su version.Lucifer aparece en un mundo primigenio junto a su companera y creadora Yahveh, pero no estan solos, los enigmaticos Reptilianos acechan.

  • El misterio del asesino del mas alla de Robin Forsythe

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    Un detective excentrico de mente prodigiosa, un Watson frivolo pero fiel y entusiasta, una devota espiritista, fenomenos sobrenaturales. y dos hombres que aparecen misteriosamente muertos.

  • Amor en invierno (Las Cuatro Estaciones 2) de Lola Cooper

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    Gadea y Rodrigo son dos de los mejores consultores de Madrid y trabajan en empresas rivales. Cada uno hara todo lo que este en su mano para vencer al otro, con juego sucio o sin el. Sin embargo, a pesar ser enemigos a muerte, ambos tienen que luchar contra la extrana atraccion que sienten.
    Cuando Gadea se encuentra a Rodrigo en la estacion de esqui donde tiene lugar un famoso congreso de consultores, maldice su suerte, pero sera alli donde, enfrentados a una de las situaciones mas dificiles de sus vidas, descubriran por fin lo que de verdad se esconde mas alla de esas fachadas de arrogancia y profesionalidad tras las que ambos se protegen.

  • Arenas blancas de Geoff Dyer

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    Del autor de Pero hermoso, un magnifico libro de viajes sobre los lugares que visitamos y el poder de la memoria. Un precioso homenaje al arte y a la literatura.

  • Tus ojos color mar de Cesar Batista

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    Dante penso en que la vida ya no valia la pena y ese fue el inicio. Su vida es la prueba fehaciente de que el destino puede ser complaciente un dia y al otro mostrarnos la oscuridad. Este libro desentranara los vaivenes amorosos de un profesor de arte, donde intentara a traves de sus decisiones, descubrir el enigma milenario de si el destino lo construye cada uno o si este esta escrito de antemano.Una novela que habla del amor y sus desavenencias, porque amor sin desamor dificil que vayan de la mano.