• ojos de muneca - Ingrid Desjours

    https://gigalibros.com/ojos-de-muneca.html

    Una intriga psicologica perturbadora escrita por la nueva reina del thriller en Francia.

  • OJOS DE MUÑECA | INGRID DESJOURS | Casa del Libro

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    25 jun 2018 — El libro OJOS DE MUÑECA de INGRID DESJOURS en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Ojos de muñeca (FICCION) Tapa blanda - Libros - Amazon

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    La historia trata sobre Bárbara, una chica que desde el principio te la muestran como un chica diferente, amante y coleccionista de muñecas. Un día a la vuelta ...

  • OJOS DE MUÑECA - DESJOURS INGRID - Sinopsis del libro ...

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    Ojos de muñeca de Ingrid Desjours no es una novela negra al uso. Desde el primer capítulo, que te desgarra el alma, los roles están claros y no hay lugar a ...

  • Ojos de muñeca - Ingrid Desjours - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Desjours-Ojos-de-muneca/61026

    El libro empieza bien, enseguida arranca lo que la sinopsis nos promete, a Bárbara la atacan el día en que se recibe de esteticista, cuando decide acortar ...

  • Ojos de muñeca – Ingrid Desjours | Un libro para esta noche

    https://unlibroparaestanoche.com/2018/11/23/ojos-de-muneca-ingrid-desjours/

    23 nov 2018 — Ojos de muñeca – Ingrid Desjours · El extraño del ayer (Cristina Higueras) · Sorry (Zoran Drvenkar) · El hipnotista (Lars Kepler) · El asesino ...

  • Ojos de muñeca - Anika Entre Libros

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    Ojos de muñeca. Título: Ojos de muñeca. Título Original: (Sa vie dans les yeux d'une poupée, 2013) Autor: Ingrid Desjours Editorial: Los Libros del Lince.

  • OJOS DE MUÑECA · DESJOURS, INGRID - Libros - Tipos ...

    https://www.tiposinfames.com/libros/ojos-de-muneca/43882/

    OJOS DE MUÑECA. Autor/es. DESJOURS, INGRID. EAN: 9788417302153; ISBN: 978-84-17302-15-3; Editorial: LIBROS DEL LINCE; Traductor: BARRAL, DÁNAE ...

  • Ojos de muñeca by Ingrid Desjours - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/40639071

    Ojos de muñeca es un libro que hasta el momento es el más decepcionante del 2021, no se ni por donde empezar, es plano, no hay cambios de ritmo, ...

  • Ojos de muñeca - 9788417302153 - desjours, Ingrid - Marcial ...

    https://www.marcialpons.es/libros/ojos-de-muneca/9788417302153/

    Ojos de muñeca. ... ISBN: 9788417302153; Editorial: Los Libros del Lince ... pero antes, pasa por esta famosa tienda de muñecas donde hace semanas que ha ...

  • OJOS DE MUÑECA - INGRID DESJOURS - 9788417302153

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  • Juego de apariencias de Ingrid Desjours

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  • Rosas al corazon de Amanda Seibiel

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    Mi hermana me tenia la cabeza hecha un bombo de tanto hablar. No hacia mas que quejarse del idiota de su exmarido. Yo estaba tan aburrida y tan agotada que me deje caer en la cama del hotel como una muneca de trapo. Acababa de aterrizar a Nueva York y solo pensaba en regresar a Valencia. Llevaba quince anos yendo y viniendo a esta ciudad y cada vez me gustaba menos. Solo habia sacado dos cosas en claro de todo esto: hablar un ingles perfecto y saber que es lo que no queria en la vida: un marido. --Patricia, ?puedes callarte un momento? --dije--. Ya se que James es un capullo en toda regla, pero dejame descansar un poco. Acabo de llegar y estoy molida. Mi hermana puso cara de ofendida y se echo a llorar. Mi cunado se la habia liado bien gorda con los ninos y ese era el motivo de mi repentina presencia en Nueva York. Patricia se habia casado con James quince anos atras. Se conocieron un verano en Valencia y el yanqui se trajo a mi hermana para los Estados Unidos, donde se casaron y tuvieron dos ninos: James Junior y Dakota. Todo iba genial hasta que el se canso de mi hermana y la vida juntos se hizo insoportable. James utilizaba a los ninos como moneda de cambio, hasta que a ella se le inflaron los ovarios. Su ultima ocurrencia fue durante las vacaciones de verano: se presento en la casa de mi hermana diciendo que iba a pasarlas alli, que no tenia donde quedarse y que los ninos debian estar en el hogar conyugal. Mi hermana me llamo histerica a Espana, con una voz totalmente desesperada: --Ese cabron quiere amargarme la existencia. Si pretende que comparta el mismo techo que el va listo. Antes me lo cargo. --Relajate --respondi--. Lo que pretende es sacarte de tus casillas y, por lo que veo, lo esta consiguiendo. --?Como voy a relajarme, Carla? No se que hacer. Mis ninos son lo primero, pero no soporto a James. Intenta desquiciarme. Ya me ha hecho mucho dano, tu lo sabes. James la habia enganado y luego se lo nego vilmente. Era un cabron de mucho cuidado. Me jodia escuchar a mi hermana en ese estado y mas estando sola en un pais desconocido.

  • Un escalon para besarte, Angie Garcia de Angie Garcia

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    Violeta acaba de cumplir treinta anos cuando su estable vida en Barcelona se desmorona y tiene que volver a su pueblo, a vivir de nuevo en casa de su madre.

  • Libre te quiero de Jorge M. Reverte

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    Manolo y Yolanda, dos jovenes humildes en busca de su lugar en el mundo, se conocen unos meses antes del estallido de la Guerra Civil. Las ansias de libertad y de justicia que comparten no seran suficientes para mantenerse unidos en un tiempo tan convulso, y sus vidas tomaran rumbos diferentes: Madrid, Galicia, Paris, Asturias, Barcelona, Nueva York.
    Hasta que llega el Dia D (6 de junio de 1944), que permitira a Manolo retomar la vida que el horror de la guerra y las injusticias le impidieron. Por su parte, Yolanda, que ha sido testigo del dolor y de la desesperanza, tambien hallara el modo de saldar cuentas con el pasado.
    Los dos, cada uno a su manera, asistiran a algunos de los episodios mas importantes de la historia de la Europa del siglo xx, y hallaran las fuerzas necesarias para aduenarse de sus propios destinos.

  • La mujer del heredero de Myrna Mackenzie

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    La fotografa de Bodas Bellas, Regina, creaba recuerdos perfectos que los novios conservaban para siempre. Sin embargo, al mirar las fotos de su propia boda se dio cuenta de que apenas conocia al hombre con el que se habia casado.

  • La jaula de sal de Ibon Martin

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    Un salvaje crimen golpea Pasaia cuando solo han pasado dos anos de la detencion del Sacamantecas, el psicopata que sembro el terror en el pueblo marinero. La eleccion de la victima y el lugar, el solitario faro de la Plata, no parecen fruto del azar. La inquietante firma que el asesino traza en el cadaver tampoco. Todo apunta a que ha vuelto a ocurrir. La escritora Leire Altuna se enfrenta a su caso mas personal, una investigacion que la llevara a traves de las estrechas sendas que separan el amor del odio, la amistad de la traicion. Tendra que luchar con el miedo y con su propia mente, empenada en distorsionar lo que sucedio aquella tarde. Siniestras amenazas telefonicas pondran a prueba su resistencia, sobre la que pende ademas una opresiva fecha limite. En paralelo, la ertzaina Ane Cestero y su equipo avanzaran con unas pesquisas oficiales que destaparan los peores instintos del ser humano. Ibon Martin crea en estas paginas un absorbente thriller psicologico que arrastra al lector hasta el propio corazon de San Sebastian, para convertir la bahia de la Concha en escenario del horror mas desgarrador.

  • Los juegos de Nemesis (The Expanse 5) de James S. A. Corey

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    La quinta entrega de la saga superventas en la que se basa la serie de TV The Expanse.

  • Mi tormento (Mi tormento 1) de Anna Zaires

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    P MONTANAS DEL CAUCASO SEPTENTRIONAL, 5 ANOS ANTES eter --!PAPA! --A ESE CHILLIDO AGUDO LE SIGUE EL CORRETEO DE UNOS PIECECITOS, LOS DE MI HIJO, que entra corriendo; los rizos oscuros brincan alrededor del rostro radiante. Riendo, atrapo el pequeno cuerpo robusto cuando se abalanza sobre mi. --?Me has echado de menos, pupsik? --!Si! --Me rodea el cuello con los bracitos e inhalo profundamente, absorbiendo su dulce aroma infantil. A pesar de que Pasha tiene casi tres anos, todavia huele a inocencia y a leche materna como cualquier bebe sano. Lo abrazo con fuerza y siento como el hielo se derrite dentro de mi a la vez que un calor suave y reconfortante me inunda el pecho. Duele, como estar sumergido en agua caliente despues de haberse quedado helado, pero es un dolor placentero. Me hace sentir vivo; llena las grietas de mi interior hasta tal punto que casi puedo pensar que soy un hombre integro y que merezco el amor de mi hijo. --Te ha echado de menos --dice Tamila, entrando por el pasillo. Como siempre, se mueve en silencio, casi sin hacer ruido y con la mirada baja. No me mira directamente. Desde la ninez, se le ha ensenado a evitar el contacto visual con los hombres, por lo que lo unico que puedo verle son esas largas pestanas negras mientras mantiene la mirada fija en el suelo. Lleva un velo tradicional que oculta el largo cabello oscuro y viste un vestido gris largo y sin forma. Sin embargo, sigue siendo preciosa, tan preciosa como hace tres anos y medio cuando se metio en mi cama para escapar del casamiento con un anciano de la aldea. --Os he echado de menos a los dos --digo mientras mi hijo me presiona los hombros, exigiendo que lo libere. Sonriente, lo dejo en el suelo y, de inmediato, me toma de la mano, tirando de ella. --Papa, ?quieres ver mi camion? ?Quieres? --Por supuesto --digo. Mi sonrisa se ensancha cuando me arrastra hacia el salon--. ?Que clase de camion es? --!Uno grande! --Esta bien, vamos a verlo. Tamila nos sigue y me doy cuenta de que aun no he hablado con ella. Paro, me giro y miro a mi mujer. --?Como estas? Me observa a traves de las pestanas. --Bien. Contenta de verte. --Yo tambien me alegro de verte. --Quiero besarla, pero se avergonzaria si lo hiciera delante de Pasha, por lo que me abstengo. En cambio, le acaricio la mejilla con suavidad y, luego, dejo que mi hijo me arrastre hasta el camion, que reconozco porque se lo envie desde Moscu hace tres semanas. Orgulloso, me ensena todas las caracteristicas del juguete cuando me agacho a su lado, observando su rostro feliz. Tiene la belleza oscura y exotica de Tamila, hasta las pestanas, pero tambien tiene algo de mi, aunque no puedo definir con exactitud el que. --Tiene tu valentia --dice Tamila con serenidad, arrodillandose a mi lado--. Y creo que va a ser tan alto como tu, aunque probablemente sea demasiado pronto para saberlo. La miro. A menudo lo hace, me observa con tanta intensidad que es casi como si estuviese leyendome la mente. Pero no es dificil adivinar lo que estoy pensando. Le hice la prueba de paternidad antes de que Pasha naciera. --Papa. Papa. --Mi hijo me tira de la mano otra vez--. Juega conmigo. Me rio y centro la atencion en el. Durante la hora siguiente, jugamos con el camion y varios juguetes mas. Todos representan algun tipo de transporte porque Pasha esta obsesionado con ellos, desde ambulancias hasta coches de carrera. Da igual cuantos juguetes de otro tipo le traiga, solo se entretiene con los que tienen ruedas. Despues, cenamos y Tamila bana a Pasha antes de dormir. Me doy cuenta de que la banera esta rota y tomo nota mental para pedir una nueva. La pequena aldea de Daryevo esta en lo alto de las montanas del Caucaso y es dificil acceder a ella, por lo que no puede haber una distribucion regular desde una tienda, pero tengo medios para conseguir que traigan cosas aqui. Cuando le menciono la idea a Tamila, sus pestanas se abren y me dedica una mirada directa, lo que es poco frecuente, acompanada de una sonrisa brillante. --Eso seria genial, gracias. He tenido que limpiar el suelo casi todas las noches. Le devuelvo la sonrisa y termina de banar a Pasha. Despues de que lo seque y le ponga el pijama, lo llevo a la cama y le leo un cuento de su libro favorito. Se duerme casi de inmediato, y le beso la frente suave. Siento una gran emocion en el corazon. Amor. Lo reconozco, a pesar de no haberlo sentido antes, a pesar de que un hombre como yo no tiene derecho a sentirlo. Nada de lo que he hecho importa aqui, en esta pequena aldea de Daguestan. Cuando estoy con mi hijo, la sangre que me ensucia las manos no me quema el alma. Con cuidado de no despertar a Pasha, me levanto y abandono la habitacion pequena que le sirve como dormitorio. Tamila ya me espera en nuestro cuarto, asi que me deshago de la ropa y me meto con ella en la cama, haciendole el amor de la forma mas delicada que puedo. Manana me tengo que enfrentar a la fealdad de mi mundo, pero esta noche soy feliz. Esta noche puedo amar y sentirme amado. --NO TE VAYAS, PAPA. --A PASHA LE TIEMBLA LA BARBILLA MIENTRAS LUCHA POR NO LLORAR. Tamila le dijo hace unas semanas que los ninos mayores no lloran y ha estado haciendo todo lo posible para comportarse como tal--. Por favor, papa. ?No puedes quedarte mas tiempo? --Volvere dentro de dos semanas --prometo, poniendome de cuclillas para quedarme a su altura--. Ya sabes que tengo que irme a trabajar. --Siempre tienes que irte a trabajar. --Le tiembla la barbilla con mas fuerza y los grandes ojos marrones se le inundan de lagrimas-- ?Por que no puedo ir contigo? Imagenes del terrorista que torture la semana pasada invaden mi mente y hago lo que puedo por mantener la voz tranquila mientras digo: --Lo siento, Pashen’ka. Mi trabajo no es lugar para ninos. --De hecho, ni para adultos, pero no digo nada. Tamila sabe algo de lo que hago como parte de la unidad especial de Spetsnaz, las fuerzas armadas de la Federacion Rusa, pero incluso ella ignora la realidad oscura de mi mundo. --Pero me portare bien. --Ahora esta llorando a mares--. Te lo prometo, papa. Me portare bien. --Se que lo haras. --Lo aprieto contra mi y lo abrazo fuerte, sintiendo como le tiembla el pequeno cuerpo por los sollozos--. Eres un buen chico y tienes que portarte bien con mama mientras no estoy, ?vale? Tienes que cuidarla como el nino mayor que eres. Parecen ser palabras magicas porque se sorbe los mocos y se separa. --Lo hare. --Le moquea la nariz y tiene las mejillas humedas, pero la barbilla esta firme cuando se encuentra con mi mirada--. Cuidare de mama, lo prometo. --Es muy listo --dice Tamila agachandose a mi lado para atraer a Pasha entre los brazos--. Parece que tiene cinco anos en lugar de casi tres. --Lo se. --Se me hincha el pecho de orgullo--. Es increible. Ella sonrie y vuelve a encontrarse con mi mirada con esos grandes ojos marrones parecidos a los de Pasha. --Ten cuidado y vuelve pronto con nosotros, ?vale? --Lo hare. --Me inclino y le beso la frente antes de alborotarle el pelo sedoso a Pasha--. Estare de vuelta antes de que os deis cuenta. ESTOY EN GROZNY, CHECHENIA, SIGUIENDO UNA PISTA SOBRE UN NUEVO GRUPO DE INSURGENTES radicales, cuando recibo la noticia. Es Ivan Polonsky, mi superior en Moscu, quien me llama. --Peter --dice con voz grave, poco habitual, cuando descuelgo--. Ha habido un accidente en Daryevo. Se me hielan las entranas. --?Que clase de accidente? --Ha habido una operacion de la que no se nos informo. La OTAN estaba involucrada. Ha habido… victimas. El hielo de mi interior se expande, me desgarra con sus bordes irregulares y apenas puedo hablar por el nudo que tengo en la garganta. --?Tamila y Pasha? --Lo siento, Peter. Algunos aldeanos murieron en el tiroteo y... --Traga saliva sonoramente --. Los informes preliminares indican que Tamila estaba entre ellos. Casi rompo el telefono con los dedos. --?Y Pasha? --No lo sabemos todavia. Hubo varias explosiones y… --Voy para alla. --Peter, espera… Cuelgo y salgo corriendo por la puerta. <>. Nunca he sido religioso, pero mientras el helicoptero militar atraviesa las montanas, rezo, suplicando y negociando con lo que sea que haya alli arriba por un pequeno milagro, una pequena muestra de misericordia. La vida de un nino es insignificante en estos casos, pero lo es todo para mi. Mi hijo es mi vida, la razon de mi existencia. El rugido de las aspas del helicoptero es ensordecedor; sin embargo, no es nada comparado con el clamor que tengo dentro de la cabeza. La rabia y el miedo que me ahogan desde dentro hacen que no pueda respirar ni pensar. No se como murio Tamila, pero he visto suficientes cadaveres para imaginarme su cuerpo con absoluta precision: esos ojos preciosos en blanco, ciegos, y la boca laxa y cubierta de sangre. Y Pasha… No. No puedo pensar en eso ahora. No hasta que este seguro.

  • Con las manos en las bragas de Noelia Medina

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    La expresion <>, al igual que la aburrida existencia de Amber, cambiara el dia que se encuentre a su cunado, el perfecto, adinerado y elegante de su cunado, encerrado en el bano, con el pantalon levemente bajado y masturbandose con una de sus bragas de la noche anterior. Pero claro, la vida de cualquier persona puede cambiar despues de una situacion de tal envergadura. Sobre todo si, minutos antes, brindando con un caro champan, anunciaba que llevaria a su hermana mayor al altar dentro de pocos meses.
    Ella intentara olvidarlo, hacer como si nada hubiese ocurrido, pero el destino no esta dispuesto a permitir que todo termine ahi, y los envolvera en un excitante, prohibido y peligroso juego.
    Eso si, Amber debera tener en cuenta que, en todo juego, por mucho que el azar este de tu parte, siempre hay un jugador que destaca en estrategia

  • El millonario y la bailarina de Maya Blake

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    El implacable Alexandros Christofides no estaba dispuesto a detenerse ante nada para recuperar un valioso recuerdo de familia, aunque para ello tuviera que utilizar como cebo a la encantadora bailarina Sage Woods.

  • Una reina al poder (Los Medici 3) de Matteo Strukul

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    Tercera entrega de la saga historica que recrea la historia de la familia mas poderosa del Renacimiento.

  • La historia de amor mas bonita del mundo, Brendan Kiely de Brendan Kiely

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    Hendrix es un joven de diecisiete anos solitario e interesado en la poesia. Su madre viaja mucho por trabajo y su abuelo reside en un complejo de apartamentos adaptados para enfermos de alzheimer. Siente que su familia se esta desmoronando. Entonces conoce a Corrina, una joven de su clase de poesia que canta en la calle. Corrina quiere huir a Nueva York y Hendrix decide ayudarla. El camino es largo, esta lleno de aventuras, imprevistos y sorpresas.Un viaje en el que no hay vuelta atras y que les cambiara para siempre.

  • Cartas olor a lavanda de Carmen Calero

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    ecuerdo como si fuera ayer la primera vez que vi a Antoine. Era un mediodia caluroso, un mediodia de un julio en Andalucia cuando ni el piar de un pajaro ni el zumbido de un insecto, ni tan siquiera el ruido de coche alguno pasando a lo lejos rompia el bochorno de esa hora de la tarde. Como cada mediodia yo estaba ayudando en el negocio de mi madre, y tres chicos castano claro y espigados llegaron y se sentaron a esperar su turno detras de mi, a mi espaldas, de frente a la cara de mi hermana pequena que estaba sentada conmigo, esperando que yo terminara de mi trabajo y nos fuesemos juntas a casa a comer. Tal vez percibio mi mirada, o yo senti la suya en mi nuca, porque de pronto, cuando mire hacia atras, justo los dos cruzamos la mirada, y nos sonreimos, y enrojecida, aparte la vista rapidamente. La floristeria de mi madre, negocio familiar que ella heredo de su tia, un local pequeno, pero reformado con mucho gusto, con una parte amplia para atender a los clientes, y donde exponer todas las flores que con muy buen saber hacer y delicadeza, mi madre decoraba, solia estar en cualquier epoca del ano con mucho bullicio de gente, comprando mantillo, algun jovenzuelo comprando un ramito de claveles para su madre o su novia, o alguna vecina comprando macetas nuevas para renovar el patio de la comunidad. Aunque julio y agosto eran meses bastante tranquilos en que la tienda a esas horas solia estar bastante silenciosa. Ellos dudaban entre un ramo bonito pero sencillo o una maceta de peonias, que era la flor favorita de la madre de uno de ellos, para regalar a la casera del hostal donde estaban parando, que habia sido muy carinosa con ellos, explicaron a mi madre. Aquella misma tarde marchaban para Sevilla y querian dejarle ese detalle. Estaban parando en un hostal cerca del rio, donde por la noche les llegaba un gran olor a azahar por los naranjos que rodeaban la Ribera. --La peonia es muy exigente en sus cuidados. Es de China --les dijo mi madre--. Requiere un clima templado y hay que plantarla entre sol y sombra, y regarla frecuentemente. Le cuesta mucho florecer, pero cuando lo hace, sus flores son impresionantes y preciosas, y con un aroma muy fino. Las hay en blanco, varios tonos de rosa y en rojo. La que a vosotros mas os guste u os llame la atencion. Siempre fui una chica idealista. Timida y me gustaba sumergirme en mi propio mundo, aunque tenia muy buena relacion con mi hermana y mis padres. Creia en los cuentos, en las hadas, los duendes y las princesas. Y a toda mi vida ponia o intentaba poner algo de magia. Me gustaban las historias bonitas. Por las noches intentaba siempre fantasear antes de sonar, y de pequena siempre imaginaba mi vida paso a paso hasta llegar a lo idilico que caracteriza a los suenos, aunque sabia de la realidad de las encrucijadas, los problemas y tristezas que nos iban viniendo sin buscar. Siempre fui una chica despierta y vivaz. Mientras yo estaba acabando el centro de mesa siguiendo las instrucciones de mi madre, de espaldas a ellos, y mientras mi madre hacia el ramo por el que aquellos chicos rubios se decidieron, oia sus murmullos y sonrisas en lo que me parecio que era frances, y nuevamente aquellos ojos claros cruzandose con los mios. Mi madre termino y les entrego el ramo, ellos pagaron y marcharon. Yo me quede con un poco de tristeza, o mas bien decepcion o de curiosidad porque me hubiera gustado saber algo mas de aquel chico rubio y espigado que parecia debia ser el unico que hablaba espanol porque habia sido el que habia hablado con mi madre en todo momento. La puerta se abrio y el movil colgado tras ella sono avisando de un nuevo cliente. Era el. Se acerco a mi al rincon apartado donde yo seguia con lo mio, me pregunto mi nombre y si por favor podia darle mi direccion porque le gustaria escribirme. --Mi nombre es Antoine. Me gustaria conocerte. Le anote mi nombre y la direccion de la floristeria en una nota de papel de regalo que mi madre utilizaba para envolver los encargos. Se la di, y dandome un beso en mi mejilla de adolescente de 15 anos salio por la puerta, dejandome en un estado de ilusion y asombro que siempre senti cada vez que recorde aquellos magicos instantes. Los veranos en mi ciudad siempre pasaban mas o menos de la misma forma, condicionandonos un poco, la intensa temperatura, para salir o entrar o divertirnos o descansar. Se aprovechaban mucho las mananas y luego las tardes cuando el sol empezaba a esconderse, y las calles se habian enfriado. Yo pasaba los dias ayudando a mi madre por la manana y ocupandome un poco de mi hermana pequena. Comer, descansar en la siesta y cuando el fresco ya se hacia presente salir con mis amigas a pasear, o al cine de verano, y algunos dias a la piscina. Quedaba una semana para salir de vacaciones, al norte como cada ano, alejandonos del calor que tanto a mi madre como a mi, tan poco nos gustaba y ademas, segun como, alguna vez sobretodo a ella, nos sentaba mal. Adoraba el norte, con sus profundos y verdes valles, sus rios de aguas bucolicas y cristalinas, playas de arena dorada y fina que contrastan con los suntuosos acantilados que emergen en sus pies. Tierra de valientes navegantes, de barquitos de madera, de grandes y plateadas olas, de infimos sonadores y hombres fuertes de metal. El mar es el verdadero dueno de estos lugares, los magnifica y los sella con su diseno, agota nuestra fantasia y nuestra voluntad. Tierra de pescadores y barquichuelas. Cada verano desde que yo tenia unos 10 anos pasabamos en el norte nuestras vacaciones, en las que me reencontraba con mis amigos de verano, y en donde redescubriamos juntos la ciudad y asi cargaba mi mente de recuerdos y planes de proyectos para realizar el verano del ano siguiente. En el norte todo era diferente. Sentia volar, me elevaba sobre las casas de pescadores hasta llegar al mar, testigo de la historia, de amores de verano, de familias enteras banandose al morir las tardes de agosto. El sol escribia en mi espalda mientras estaba tumbada en la playa con mis amigos, percutida por la arena que impactaba en mi piel, atizada por el viento. Alli en esas tierras tan verdes y frescas y tan diferentes a la mia, toda la familia cogiamos la energia y el descanso necesario para volver y seguir un ano mas. Nos encantaba visitar cada pueblecito de la zona, donde parece que la vida trascurre con tanta lentitud y sosiego. Montes verdes, de intenso y variado verde incluso en el fuerte verano, salpicado de montanas, con robles, castanos y abetos, y las maravillosas casas con sus tejas negras y verdes. Y ese mar Cantabrico, esas playas, que mueren en unos acantilados enormes altos y escarpados. Y tambien nos encantaba pasear por el puerto, viendo como los pescadores salian y entraban con sus barcos, algunos sin capturar nada, lamentandose de su mala suerte. Otros muy contentos con su marco lleno de arenques y alguna que otra buena pieza. Y relajada y con el alma renovada y limpia, y la mente llena de recuerdos e ilusiones, volviamos a casa. Tocaba con los dedos la realidad de lo cotidiano, y volvia al dia a dia del verano de Andalucia con mis amigas. Habia pasado casi un mes desde aquel encuentro con aquellos chicos en la floristeria y yo andaba ya absorta preparando las cosas para la vuelta a clase, casi olvidada de ese encuentro casual, pero tan bonito, inocente y espontaneo, cuando un medio dia mi madre me llamo. --Maria, tienes una carta. La ilusion y la emocion que me recorrio el cuerpo al comprobar que la carta venia desde Paris es indescriptible. La incognita del contenido, la alegria al recordar los ojos de aquel chico. Mis manos juguetearon un poco nerviosas con el sobre. La gran emocion hacia que el gesto de abrirla, que hubiera sido rutinario por la costumbre de recibir otras muchas cartas de muchos amigos que tenia fuera de mi ciudad, abrir aquella de aquel desconocido y ver que me decia, en aquel momento fue algo sublime.

  • Un amor a mi medida:Ocaso, Gabriela lo Curto de

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    ?Puede un amor merecer que le dediquemos tanto tiempo?
    Y si encontraras lo inesperado, ?que harias?
    Dicen que el amor genuino es por siempre y para siempre, que quien te ama de verdad le roba tiempo al tiempo, pero para Fiorella Bonucci su amor le habia robado demasiado.
    Muchos anos atras le entrego su corazon a Nicola Favilli, uno de los instructores mas reconocido del mundo fitness en Sicilia, Italia; sin embargo, para el las relaciones eran algo complicadas, ya que las palabras: <> y <> no existian en su vocabulario. Aunque en la intimidad era un amante apasionado.
    Un reencuentro con amistades del pasado hara que Fiorella conozca a Luca, un enamorado de la vida, quien la invitara a disfrutar de un mundo de excesos, donde los placeres seran su cualidad especial. Y quien lograra que ella cuestione su relacion con Nicola.
    ?Se dejara llevar Fiorella por el estilo desenfadado de Luca o lograra mantener el control que siempre le gusto tener con Nicola?

  • Una vida entre te y galletas (Bakerville’s stories 1) de Daniela Villa

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    Un verano de escaramuzas de amor y baile en sociedad para la joven condesa de Hastings

  • La pintora de estrellas de Amelia Noguera

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    Una historia sobre el exilio, la guerra, la traicion y el amor no correspondido. Un relato sobre el valor de una mujer y la memoria de un hombre que necesita redimir su pasado.

  • Mas Alla Del Fin Del Mundo de Julieta Valdes

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    Avanzamos tierra adentro y cuando paramos, se formo alrededor del camion una nube de polvo. Bajamos el equipaje, yo cargando con la mochila y mama arrastrando una maleta mas ancha que ella. Hubo quizas unas veinte paradas antes que nosotros, cada pasajero podia bajarse a su antojo haciendole una simple senal al chofer. No habia paradas, solamente caminos y siguiendolos con la vista descubria la silueta de algunas casas, alejadas de todo. Fue un schock haber dejado la ciudad y su amontonamiento de casa, oficinas y edificios, para llegar a este lugar donde apenas se podia distinguir un par de casas en la inmensidad del campo. El polvo se aquieto, el autobus ya se habia alejado y quedamos las dos, mama y yo, en este lugar donde no se veia mas que una gran extension de tierra, arboles y colina abajo un lago que reflejaba la luz del sol. Suspire. Esto era como llegar al fin del mundo, pero peor porque de ahora en adelante tendriamos que vivir ahi. Pregunte: – ?Estas segura que es aqui? Y mama contesto con una inclinacion de la cabeza y una sonrisa, como contestaba ultimamente a mis preguntas ironicas. Maldije entre dientes a la abuela por legarnos semejante lugar y a papa por haber muerto y habernos dejado sin nada, pero ya mama se encaminaba por un sendero que subia. Era un camino estrecho y empinado por el cual las ruedas de la maleta iban atascandose, era un sendero mezcla de arena y piedras, un sendero al que no le habian dado mantenimiento y que la hierba volvia a invadir. Yo miraba a la izquierda y a la derecha y me preguntaba donde estaba el pueblo y donde habria una oficina del correo. Habia dejado atras mis amigos de toda la vida, mi escuela, mi calle, mi casa y sentia la necesidad de ponerme a escribir. Quejarme con ellos de este nuevo hogar y esperar noticias de alla. Si seguian los mismos maestros, que habian hecho durante el verano, si la directora seguia siendo una bruja imposible. Y todo lo demas que no podria saber ni preguntar porque de ahora en adelante mi vida se llevaria a cabo del otro lado del mundo. Divagaba pensando en las cartas que iba a escribir y a quien y quien seria la primera de mis amigas en contestarlas cuando la cabana se alzo frente a mis ojos. Era una construccion de un solo piso, de piedra y madera, y podria haber salido de una postal hasta que abrimos la puerta y nos recibio un olor a moho, a madera humeda y una sala de muebles desvencijados: un sillon que solia ser cafe estaba perdiendo su color y cuando me quise sentar en el reposet me hundi y levante polvo. Habia telaranas y mama se apresuro en abrir las ventanas, entro un aire fresco, propio de la montana y me espante al imaginar el frio de las noches. – Tiene que haber cobijas en algun lado. - me dijo mama como si pudiera leerme el pensamiento. – Voy a buscarla, tu puedes escoger el cuarto que mas te gusta. Era un poco presuntuoso hablar de elegir mi cuarto porque en realidad solo habia dos opciones, un cuarto grande y con papel tapiz de flores que debia haber sido de la abuela y me daba un poco de terror, y otro mas sencillo que debia ser un estudio y cuarto de invitados que tenia paredes en azul cielo, un escritorio y una ventana que daba al valle y al lago. Deje mis cosas y me sente sobre la cama, comprobe que no estaba tan mal y me deje caer para ver al techo. Esta era mi nueva realidad y no habia mucho que podia hacer al respecto. Podia haber guardado mi ropa, pero lo deje para mas tarde y tuve antojo de un vaso de leche y ver la tele. Esto me hizo pensar que no habia visto una television en ninguno de los cuartos, recorri toda la casa, me fije en cada rincon de la sala, pero no vi el aparato, tenia que asegurarme: – Mama, ?no hay television? - grite bastante histerica. – Creo que no. Tendremos que preguntar en el pueblo si las antenas llegan hasta aqui. – Si, por supuesto, esto era lo unico que faltaba. Vivir en un pueblo mugriento con polvo, borregos y nada mas. Me tire sobre el sillon y retuve las lagrimas. No sabia si estaba triste, enojada, o ambas cosas. Queria, sobre todo, culpar a alguien de mi desgracia, pero solo estaba mama que ya estaba encargandose de limpiar con agua los muebles y a la que no podia culpar, ya habia cargado con todo lo de papa, luego lo de la abuela, y ahora la mudanza; no estaba para lidiar ademas con una prepuberta encaprichada, ya veria como hacerle con lo de la television. Me puse a ayudarla, tomando otro trapo para ir quitando la capa de polvo a los muebles y ella dijo: – Bueno, no hay television, pero tengo que ensenarte algo. Al lado del cuarto de mama habia una recamara mas pequena con uno de esos sillones reclinables y estanterias de piso a techo. Cada nivel estaba cubierto de libros: pequenos, medianos y grandes, de piel y de papel rigido, nombres y nombres que desfilaban ante mi. La pequena biblioteca, a diferencia de la casa, estaba impoluta. No me habia podido traer todos mis libros de la ciudad, era imposible y descubrir este cuarto era como entrar a un paraiso. De inmediato fui recorriendo los estantes y leyendo el nombre de los volumenes, habia algunos titulos que conocia, pero muchos que eran una novedad para mi. Habia novelas de misterio que databan de los anos cincuenta y que tenia cubiertas como posters de peliculas antiguas, habia novelas de ciencia ficcion y habia clasicos, empastado y con las letras doradas. Mama debio haber emparejado la puerta lentamente porque cuando voltee ya no estaba y no volvio a llamarme hasta que llego la hora de cenar. La tarde paso en un suspiro, siempre he tenido fascinacion por los libros, desde pequena y el sillon estaba tan comodo que uno no necesitaba pararse. Supuse que habia atardecido cuando me levante para prender la luz, sin soltar el libro que estaba en mis manos y me encontre con los ojos color avellana de mama asomados a la puerta, y ella me recordo que todavia habia que comer y acomodar nuestras pertenencias. – Tu abuela pasaba mucho tiempo en este cuarto. – Yo tenia un recuerdo bastante borroso de la abuela. Recordaba que me hacia comer cosas que no me gustaban y mas adelante que llevaba una mascara para ayudarla a respirar. Ahora, tambien ella habia muerto y escuchar hablar de ella me hacia sentir acompanada. Mama me conto como era periodista y habia vivido en unos anos donde no era facil ser mujer, estar divorciada y mantener a sus hijos. Me conto que sus libros favoritos eran de ciencia ficcion y que, si buscaba bien, debia de encontrar tambien en algun rincon los cuadernos que se habia propuesto transformar en una novela que nunca habia terminado. Mi nueva recamara tenia una boveda y una cama con un colchon suave, todo en tonos azules. Habia traido conmigo mi ropa, mis peluches favoritos, mi diario; lo que cabia en una maleta. Trataba de no recordar demasiado la casa que habiamos dejado atras ni tampoco todas las cosas que habiamos tenido que vender. En un par de meses la vida habia cambiado por completo y con un suspiro acomode una foto de los tres: papa, mama y yo; una foto tomada en el jardin donde yo vestia mi traje de bailarina y los dos me abrazaban. Mama me habia comprado antes de irnos unas calcomanias en forma de estrellas que podian pegarse a la pared y brillaban en la noche. Las acomode sobre la boveda y puse la ropa en los cajones y en el armario. Por la ventana podia verse el lago y, a un lado, las tejas de otras casas, cada una separada de la otra por varios kilometros. Esto era tan distinto de nuestra ciudad donde todas las casas del barrio estaban pegadas unas a otras y donde los vecinos se saludaban cuando salian, porque a fuerza de vivir pegados conocian el nombre y la historia de todos y cada uno. Antes de acostarme redacte una larga carta para mi mejor amiga donde me quejaba amargamente de haber sido expulsada a la ultima frontera del mundo en un lugar donde solo vivian borregos y algunos leneros (no tenia idea si eran leneros, pero algo tenia que contar y esta era la idea que me hacia de las personas que habitaban las otras cabanas). Asi llene tres cuartillas, ida y vuelta de puros reproches. No le dije que desde mi ventana el lago se veia hermoso ni que la luna se reflejaba en el. Tampoco le hable de mis estrellas que contemple durante largo rato porque no queria llorar. No queria aceptar que estaba triste, de lejos era mejor estar enojada y me quede dormida. En los dias siguientes, descubriria que tan distinto era vivir mas alla del fin del mundo. CAPITULO 2 Al dia siguiente mama me acompano hasta la oficina de correo, caminamos unos cuarenta minutos para llegar al pueblo, pero el dia estaba despejado y los paisajes hermosos. El pueblo no era mas que un par de calles y las tiendas con los esenciales, pedi los timbres y el encargado se inclino hacia mi. Tenia un bigote muy poblado y al igual que los demas hablaba cantadito: – La pequena se parece mucho a la abuela, ?verdad? – Eso dijo, nada mas, y mama se rio y me guio hasta la salida. La frene de la manga: – ?Es cierto? ?La abuela paso mucho tiempo aqui? ?Tu tambien? Veo que conoces a mucha gente. ?Por que yo no conocia el lugar? Acribillada por mis preguntas, mama me llevo a tomar un chocolate caliente, a la unica cafeteria que daba al lago y tenia mesas adentro y afuera, mucha madera y el mejor chocolate caliente que he probado en mi vida rematado de una generosa cantidad de crema chantilly. Mis nervios se iban calmando mis nervios y mientras yo enfriaba el espeso liquido, mama hablo; tiene una voz suave y puede hablar mucho tiempo sin que nadie se aburra. No lo hacia a menudo, pero cuando se decidia a contar una historia cautivaba la atencion de cualquiera. Durante su relato, miro mucho por la ventana hacia el lago y de vez en cuando me acariciaba la mano como para hacerme saber que estaba consciente de mi presencia. – Este lugar es un santuario, Isabelle, un refugio para mujeres podria decirse. Tu abuela se enamoro muy joven de un hombre que estaba por casarse, era un matrimonio de conveniencia, pero el tenia que cumplir y ellos nunca pudieron estar juntos. Entonces tu abuela partio y estuvo en muchos paises andando y trabajando. Luego, encontro este lugar y en el supo que podria curarse y volver a vivir. Solo leia y escribia y asi se recuperaba. Cuando por fin volvio al mundo no tardo en hallar marido y me tuvo a mi. Tu abuelo al igual que tu papa nunca se entero de la cabana. Era un secreto bien protegido y yo habia venido de soltera, a veces con tu abuela, a veces sola. La abuela paso muchos meses cuando ya no trabajaba intentando escribir un libro que nunca acabo. Por mi lado, yo tambien estuve aqui unas semanas, recien terminada la carrera de farmacologia para escoger que iba ser de mi futuro. Como te decia este es una especie de lugar sagrado al que no podia llevarte porque aun no era tiempo y porque tu papa no debia enterarse. – Entonces, ?es una cabana secreta, mama? – Es un lugar magico. Ojala tambien para ti funcione la cabana y las dos podamos curar nuestras heridas antes de regresar al mundo. Es verdad que cada dia te pareces mas a la abuela: eres terca como una mula y sabes ser muy ironica. Trataremos de hallar un retrato o una foto para que pueda ensenarte como era tu abuela de joven. Hasta quizas, algun dia, escribas un libro. ?Quien sabe? Por el momento, debemos de preparar tu regreso a la escuela y puedes aprovechar estas semanas para conocer el lugar y familiarizarte con los caminos. Nada dijo de papa ni de la falta que nos hacia a las dos, pero comprendi que el dolor era de ambas y casi agradeci no estar en un lugar donde tuviera que recordarlo todo el tiempo. Nos fuimos del cafe abrazadas y siguiendo su consejo me fui al bosque a hacerme amiga de mi nuevo hogar. – Te vere en casa. - le dije a mama y ella me sonrio antes de emprender el camino de regreso. A un costado del pueblo estaba la entrada con varios senderos para caminata, uno de los caminos el que indicaba ser el mas corto iba a dar a un claro y en centro del claro una gran piedra, contra ella me recargue para descansar de la caminata y ahi, por primera vez desde hace unos meses, pude llorar a gusto, lejos de las miradas y hasta perder el aliento. Cuando volvi mama tenia preparada una sopa de cebolla, mi favorita, y comimos las dos a la luz de unas velas que encontramos en un cajon de la cocina. Mama dijo que habia encontrado un baul con algunas fotografias y tambien un retrato. Aunque la sopa estaba deliciosa me apure lo mas que pude y hasta lave mi plato. – Lista, ya podemos ver el baul.- Mama que no habia terminado se rio y termino su sopa a toda velocidad. Nos acercamos al baul, era verde con puas de metal, estaba rodeado por agarraderas de cuero y cuando lo abrimos se escapo un olor a humedad. Era como desenterrar un tesoro. Adentro habia cajas de piel con alhajas y tambien varios albumes. Habia fotografias en sepia que la verdad daban un poco de miedo. Estaba mi abuela y tambien sus padres vestidos de negro. Luego, habia unas mas recientes donde aparecian mi mama y la abuela juntas y era cierto, las tres teniamos un parecido imposible de negar. Tambien habia unas fotos de mama cuando era muy pequena y tenia un copete horrendo y hacia cara de puchero. Me rei mucho y le hice un poco de burla por las muecas. – Es porque no te acuerdas como era tu de pequena- me dijo en son de broma. Al final, en el fondo del baul desenterramos un retrato hecho a lapiz donde aparecia la abuela con una cara muy seria, estaba de medio perfil con una camisa de lino aunque el retrato se enfocaba sobre todo a la cara. Sus rasgos eran los mios, la misma nariz delgada, la boca pequena en forma de corazon y la mirada. Me impresiono la semblanza y senti tristeza de no haber conocido mejor a la persona de quien, quizas, habia heredado mas de lo que sospechaba. Acompanando el retrato se encontraba un fajo de hojas, tecleadas en maquina de escribir, atados con una cinta de seda. En los margenes habia anotaciones en lapiz, correcciones imagine y mama parecio reconocer la letra: – Esta debe ser la novela de la abuela. Las cartas y el resto de lo que pudo escribir me pidio que lo quemara asi que eso es lo que queda. Lo puedes leer si te interesa. No tuvo que repetirlo dos veces. Esta misma noche, me lleve el legajo a la cama y con ayuda de la lamparita de buro fui descubriendo el manuscrito hasta que el alba empezo a despuntar y la luz se hizo camino por la ventana. Desperte hacia el medio dia y todavia me faltaba bastante por leer. Sin embargo, mama habia elaborado otros planes para nosotras. Una cesta con comida me indico que ibamos a pasar la tarde fuera y, a reganadientes, abandone el libro. En el pueblo, que para entonces ya habia apodado El Fin del Mundo, pasamos a la tienda principal que tambien era la unica. El negocio era atendido por una pareja en sus cincuentas y era como un super mercado con todo tipo de cosas. Vendian desde el periodico, la leche, pescado, carne y medicinas. Los estantes de metal estaban repletos. La duena del local nos explico: – Cuando el invierno llega, muchas veces la carretera queda cortada y mas vale estar bien surtidos. Puse una cara de preocupacion terrible. ?Que queria decir esto? Estariamos completamente cortados del mundo, la idea era espantosa pero la gente del lugar no parecia estar preocupada, debian de estar acostumbrados, pero yo pasaba de una sorpresa a la otra. Mama compro dos canas de pescar y tambien unos anzuelos que por fortuna era de plastico. Habia visto los recipientes de plastico donde guardaban moscas verdes y lombrices, algo que no estaba dispuesta a agarrar con las manos. Descendimos hasta el lago que de cerca se apreciaba mucho mas grande que desde la ventana. En un banco de arena nos acomodamos y mama me enseno a lanzar el hilo, amarrar los anzuelos y a fijar la cana en la arena. – Mama, eres toda una exploradora de la naturaleza. - le dije, sinceramente impresionada porque no habia visto a mi mama mas que en su bata de trabajo o adentro de la casa, ella me guino un ojo. Una vez que estaban en posicion me quede parada pensando que de inmediato iba a sacudirse la cana y tendria un jugoso pez en la linea, pero mama saco de la canasta una novela y se acomodo en el suelo: – ?Y ahora que? - pregunte un poco desperada. – Ahora nada. Hay que esperar, pero ya vendra, mientras puedo leerte algo si quieres. Me sente y ataque el salami que teniamos guardado mientras mama iba leyendo Mujercitas, uno de mis libros favoritos. De vez en cuando la historia se ponia muy tensa y entonces mama se mordia el labio inferior antes de continuar, un tic que ha tenido desde que tengo memoria. Yo vivia suspendida de su voz y de las hermanas que habitaban esa casa. A la mitad, hizo una pausa para descansar y tomar agua, quiso saber como avanzaba el libro de la abuela: – ?No lo has leido? – era extrano que ella no lo hubiera hojeado. – No, tu abuela me platico que estaba escribiendo, pero nunca quiso ensenarme nada asi que preferi dejarlo en paz. – Es bastante raro, habla de una vieja leyenda y de una isla olvidada donde las mujeres tienen poderes magicos. Algo pasa y el personaje principal tiene que abandonar su mundo para irse a vivir a la isla. Mama estaba viendome sin parpadear, parecia sacudida por mis palabras y no entendia muy bien que podria haberla perturbado. Pronto nuestra platica quedo interrumpida porque mi cana empezo a moverse y ladearse hacia adentro del lago. Entre las dos corrimos a sostener la cana y jalamos del torniquete un pez que media lo que mis dos manos juntas y que agitaba sus escamas, reflejando el sol. Estaba muy bonito y entre mas lo miraba menos podia pensar en comermelo. Mama estuvo de acuerdo conmigo y lo liberamos en el agua. Dio un salto y se alejo soltando burbujas. Me senti aliviada: – ?Que vamos a cenar? – Ya haremos crepas- mama se encogio de hombros y regresamos a la cabana. En la noche, mama me platico que habia un colegio en una ciudad cercana. Ahi podria terminar mi ultimo ano de secundaria. Tomaria un camion por las mananas y el mismo me regresaria en las tardes. – ?Te sientes lista para volver, Isa? - sabia que mama estaba inquieta y que no sabia si podia volver despues de lo de papa, pero me sentia lista, tenia miedo, pero tambien queria volver a la normalidad. – Lo estoy, Ma, te lo prometo. - la abrace. Todavia me separaban varias semanas antes del regreso a la escuela y dividi mi tiempo entre largas caminatas y estancias prolongadas en el estudio que se habia vuelto mi cuarto favorito. Termine el libro de la abuela y me parecio bastante bueno. Quien sabe por que no se habia animado a ensenarlo a otras personas o publicarlo. El pais del que hablaba era tan fantastico, tan diferente que me dieron ganas de conocerlo. Una tarde estaba tratando de alcanzar uno de los estantes mas altos de la pequena biblioteca, habia arrimado la silla y sobre la silla habia puesto un cojin y ahi estaba en un equilibrio precario balanceandome para poder agarrar un volumen grueso, de pasta marron, que me parecia especialmente atractivo. En algun momento las patas de la silla perdieron su punto de balance, intente retenerme de los libros y de la madera, pero el resultado fue que cai contra el suelo sepultada por varios manuscritos.

  • Desafiante de Lesley Livingston

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    Fallon no hizo caso cuando se lo advirtieron, y ahora le toca sufrir las consecuencias de haberse ganado el carino de los romanos por ser la gladiadora favorita del Cesar. Aunque creia haber conseguido su libertad, Fallon pronto descubre que quedarse tiene un precio. Cuando las chicas de una academia rival causan problemas a sus hermanas guerreras, las gladiadoras de Ludo Aquilea se ven obligadas a huir. En su viaje encontraran una tribu de aguerridas amazonas que podrian ayudarlas. O acabar con ellas.

  • El corazon de Evenor (Kepler 2) de B. E. Raya

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    Evenor no estaba de acuerdo con el plan que tenia su padre para ella, lo que mas habia deseado en su vida era escoger al hombre que seria su companero de vida, peleo por eso, lucho incansablemente por conseguirlo, ahora tenia en su poder la decision, pero su corazon estaba dividido, toda su vida habia estado enamorada del amigo de sus hermanos, Rhodes, a ella no le importaba que no fuera mas que un simple soldado, el destino le habia jugado una mala pasada, ahora aparecia en escena Denes, uno de los miembros del Concejo, el jamas habia llamado el interes de Eve, pero ahora despues del ataque a su planeta el Concejal le habia mostrado una faceta de el que la habia cautivado completamente. Ella tenia que tomar una decision, aunque al final siendo su intension o no, terminaria lastimando a uno de ellos, a menos que encontraran alguna otra solucion en la que los tres obtuvieran lo que deseaban

  • El Alcalde y la Activista de Laura Benet

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    Cristina aparco su coche frente al lujoso hotel donde tendria la reunion. Habia llegado el momento. A sus veinticinco anos, era la presidenta de Ecomovie, una asociacion dedicada a la defensa del medio ambiente, y por fin habia conseguido una audiencia con el alcalde. Ese hombre debia entender que no podia jugar con la salud de las personas. Que no podia permitir que se construyera esa urbanizacion. La vida salvaje tambien era importante. Sonrio. Lo conseguiria. Sabia ser convincente. -Debe de ser por aqui -murmuro mirando a su alrededor. De estatura media y morena, Cristina era guapa, pero destacaba sobre todo por sus llamativos ojos azules y su personalidad arrolladora. Su mayor atractivo era su valentia y su decision. Su cita era a las doce y faltaban cinco minutos. Perfecto. No llegaria ni pronto ni tarde. Solo le faltaba encontrar la sala donde la recibiria el alcalde. La Sala 3. Un letrero senalaba la ubicacion de dicha sala, y Cristina se dirigio hacia alli. -!Cristina! -una voz conocida la llamo desde unos metros atras. -!Carlos! -exclamo Cristina sonriendo. Vaya. !Que casualidad! Cristina conocio a Carlos en una boda. En realidad, en una boda doble. Andrea y Teresa, sus mejores amigas, se casaron con Alberto y Daniel, dos amigos de Carlos. Durante el banquete que siguio a la ceremonia, alguien, no recordaba quien, se lo presento. Y a ella le parecio superatractivo. Alto, rubio y con la cara cuadrada, no solo la dejo impactada, sino que lo paso realmente bien con el. Carlos y ella estuvieron flirteando durante toda la noche. Bailaron, rieron, pero no llegaron a nada. Carlos le gustaba y esperaba que la llamara, pero todavia no lo habia hecho y ella estaba algo mosqueada. -Justo estaba pensando en llamarte -dijo Carlos cogiendole las manos y mirandola a los ojos. Se mostraba tan contento de verla, que Cristina lo perdono enseguida. -Estas guapisima -dijo el haciendola girar sobre si misma-. ?Que haces por aqui? -Una reunion con un pez gordo -contesto ella evasiva. No le gustaba dar datos sobre sus actividades-. Un tio desagradable de verdad -fruncio el ceno. -!Pobrecita! ?Como de desagradable? -pregunto el solidario. -Seguro que tiene sobrepeso y una papada descomunal -Cristina sonrio de su imaginativa descripcion-. ?Y tu? -Una reunion tambien, pero la mia es aun peor -Carlos bajo la cabeza-. Es con una tocapelotas. Una senora que se ha pasado las ultimas semanas fastidiando de todas las formas que se le ocurrian. Supongo que no tendra sobrepeso – Carlos suspiro con paciencia-. Pero si lo tuviera, puede que no estuviera tan amargada y que no les amargara la vida a los demas. Se miraron a los ojos y ambos sonrieron con simpatia. Cada uno compadeciendose del otro. -?Nos tomamos un cafe en cuanto nos libremos de ellos? -pregunto Carlos mientras se dirigian juntos hacia las salas de reuniones. -Vale -contesto ella-. Supongo que ese tio me echara en media hora o asi. -Pues yo creo que tambien podre librarme de la mia mas o menos en ese tiempo. Quedamos en la cafeteria despues. -De acuerdo -sonrio ella. Casi habia llegado a su destino. -?A que sala vas? -pregunto el. -A la tres. ?Y tu? Carlos paro en seco y miro los papeles que llevaba en la carpeta. Leyo algo, incredulo, y luego fijo la vista en Cristina con los ojos muy abiertos. -!Eres la activista! -acuso-. Cristina Bartual, ?verdad? !Me has tomado el pelo! -?De que me hablas? -pregunto Cristina sorprendida. -Tienes una reunion con el alcalde, ?no es cierto? Cristina afirmo con la cabeza. ?Como lo sabia? Y ademas, ?que le pasaba? Estaba muy raro. -?Lo conoces? -pregunto Carlos al cabo de unos instantes, que a Cristina se le hicieron eternos. -No -contesto ella-. No lo he visto nunca en persona. No tengo ningun interes en conocer a ese tipo de gente -explico muy ufana-. Son unos explotadores. Hablare con el, intentare convencerle de algo que es mas que evidente que debe hacerse, y luego espero no volver a verlo nunca. ?Por que lo preguntas? -Soy yo. Carlos Fuenlabrada soy yo. Cristina se quedo traspuesta unos segundos. Eso no podia ser verdad. ?Carlos el alcalde? El majisimo Carlos, tan agradable y educado, no podia ser ese tipo egoista y marrullero que habia concedido la licencia para la construccion del bodrio. Imposible. Ademas, el alcalde no podia estar tan bueno. El alcalde tenia que ser gordo. Y feo. Por las cosas que hacia. Carlos la miraba con el ceno fruncido. -!Me tomas el pelo! -exclamo ella. -Hablo en serio. Mira -dijo el mostrandole los datos de la reunion a la que ambos tenian que acudir. Cristina estaba viviendo una pesadilla. Nunca se le habria pasado por la cabeza que, el Carlos alcalde, fuera tambien el atractivo Carlos que tenia frente a ella. -Preparate -dijo finalmente, sobreponiendose a su incomodidad, y entrando decidida en la Sala 3-, porque esa tocapelotas enjuta y amargada va a hacer honor a su nombre. -Bien -contesto Carlos entrando tras ella-, porque el gordo de la papada no va a dejarse amedrentar. * * * La reunion estaba siendo un desastre. Cristina no podia convencerlo de nada, Carlos no daba su brazo a torcer en ninguno de los puntos que trataban, y ninguno de los dos cedia. -!No quieres entenderlo! -exclamo Cristina. -Eres tu la que se empena en no aceptar las ventajas de una gran urbanizacion. La gente podra comprar su primera vivienda con mas facilidad. -?Y que pasa con el medio ambiente? ?No te das cuenta de la repercusion ecologica? -pregunto Cristina desesperada- Eso sera un desastre. -Hemos calibrado las ventajas y los inconvenientes -dijo Carlos sin inmutarse. -Esa zona incluye un humedal. Muchas aves anidan ahi. Pero Carlos se empenaba en no entenderlo. Durante mas de media hora estuvieron calibrando fuerzas. Se levantaban, volvian a sentarse, amenazaban, razonaban,… y seguian discutiendo. Pero naturalmente, la autoridad jugaba con ventaja y Cristina se fue con las manos vacias. Salio tal y como habia entrado, pero con un sentimiento de rabia y frustracion anadido. -!Olvidate del cafe! -dijo Cristina cuando salio. Tuvo que esforzarse en no cerrar de un portazo- Y hasta nunca. !Ojala que no se hubiera enterado de que Carlos, el Carlos que ella conocia, era tambien el alcalde! Aun le costaba creerlo. Carlos, el simpatico y encantador Carlos, seria el responsable del deterioro de una zona paradisiaca. Esa urbanizacion acabaria con la vida animal de la zona. Total para que unos cuantos urbanitas, que no tenian ni idea de las consecuencias, pudieran comprar sus casas algo mas baratas. Subio al coche enfadada y se dirigio hacia el emplazamiento donde pretendian construir el bodrio. Alli habia quedado con los demas activistas y socios de Ecomovie. -Manana empieza la movida -dijo como saludo. -?Como ha ido? -pregunto Alejandro, uno de los manifestantes-. !Ah! – exclamo al mirar su cara con atencion- Parece que no muy bien. Alejandro era un joven arquitecto muy vinculado a las asociaciones en defensa de la naturaleza. Alto, rubio y en buena forma fisica, era muy atractivo, y Cristina sabia que ella le gustaba. Pero a ella no le gustaba el. Le faltaba garra y era demasiado predecible. Aunque era un buen tipo y un buen amigo. Podia confiar en Alejandro. No como en otros. -Pues no, no ha ido bien. Habra que movilizarse. Todos prometieron acudir al dia siguiente. No eran muchos, pero tenian que impedir la tala de dos alcornoques. Eran muy antiguos y merecian un respeto, pero los constructores querian cortarlos para meter las excavadoras. -Nosotros vendremos a las ocho -dijo Alejandro. -Supongo que empezaran a las nueve -contesto Cristina-, pero saben que estaremos aqui, asi que nunca se sabe. -No saldra bien -dijo Alejandro con tristeza-. Lo intentaremos, pero no saldra bien. No era el momento de hundirse, y Alejandro era demasiado pesimista. -Yo seguire intentando parar esto de la forma habitual -hizo una pausa-. Pegando la paliza -sonrio-. Pero no conseguire nada. El alcalde es demasiado cazurro. Lo que si espero es tocarle las narices lo bastante como para que nos haga caso a la larga. Al final, ganaremos. -?Y que pasara con los alcornoques? -pregunto Alejandro. -De los alcornoques te puedes despedir. No llegaremos a tiempo. * * * Cristina se dirigio preocupada hacia el pueblo cercano. No habia comido en todo el dia y necesitaba nutrirse. ?Donde podria encontrar fruta fresca? Porque no le servia cualquier comida. Cristina era vegana. No comia ni animales ni sus derivados. Y no siempre le resultaba facil encontrar alimentos adecuados y nutritivos fuera de casa. Por suerte, pronto encontro una fruteria y pudo comprar la cena y el desayuno del dia siguiente. Ya mas tranquila, se dirigio hacia su hotel. Mejor dicho, hacia el que habia sido su hotel hasta ese dia. Porque ya no podria quedarse alli, pero tenia que recoger su maleta

  • Tientame – Elena Montagud de Elena Montagud

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    Sara, una sencilla universitaria que ignora a los hombres. Abel, un fotografo de sensual mirada con un oscuro pasado. Un encuentro casual entre ellos. Una incontrolable pasion.

  • Chantaje 1: Mi peor opcion – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    Permitanme advertirles, que esta no es una clasica y autentica historia de amor, ni yo el principe azul de los cuentos de hadas.
    Soy un hombre vengativo, herido, y con sed de justicia. Somos dos clanes enfrentados por el odio de las inmoralidades desde hace anos, pero ya no mas. El destino armo el plan perfecto, puso en bandeja de plata frente a mi, una inocente alma que pagara los danos causados por su sangre. En este caso la venganza es practicamente una obligacion, una forma de sanar dolores y fantasmas que llegan desde el pasado. Solo que, lo que comenzo como un plan perfectamente calculado desde el principio, se desmorona frente a mis ojos, como un castillo de arena a merced del viento.
    ?Cuando sucedio? !?Como?!
    No lo se con exactitud, solamente puedo asegurar que paso y todo lo planeado va a tener que cambiar. aun no se como, porque se compra lo que tiene precio, lo que tiene valor. se conquista.
    Al menos por una noche tendra que ser mia.

  • LOS CADAVERES NO SUENAN: La segunda novela policiaca del agente del FBI Ethan Bush de Enrique Laso

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    Si te apasionaste con ‘Los Crimenes Azules’ volveras a disfrutar con LOS CADAVERES NO SUENAN. Una novela policiaca que esta fascinando a los amantes del genero.
    ENRIQUE LASO regresa con la segunda entrega de la serie de novela negra protagonizada por el agente de la UAC Ethan Bush, impulsado por el exito mundial tanto de ventas como de critica de ‘Los Crimenes Azules’ (ya traducida a 6 idiomas, los derechos cinematograficos comprometidos con Hollywood y con mas de 350.000 copias vendidas)

  • El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Tibuleac

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    Aquella manana en que la odiaba mas que nunca, mi madre cumplio treinta y nueve anos. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre mas inutil que haya existido jamas. Yo la miraba desde la ventana mientras ella esperaba junto a la puerta de la escuela como una pordiosera. La habria matado con medio pensamiento. Junto a mi, silenciosos y asustados, desfilaban los padres. Un triste hatajo de perlas falsas y corbatas baratas, venido a recoger a sus hijos defectuosos, escondidos de los ojos de la gente. Al menos ellos se habian tomado la molestia de subir. A mi madre yo le importaba un pimiento, al igual que el hecho de que hubiera conseguido terminar unos estudios. Deje que sufriera casi una hora; observe que al principio se mostraba irritada, caminaba arriba y abajo a lo largo de la valla, luego se quedo inmovil, a punto de echarse a llorar, como alguien con quien se hubiera cometido una injusticia. Tampoco entonces baje. Pegue la cara al cristal y permaneci asi, contemplandola, hasta que salieron todos los chicos: incluso Mars, con su silla de ruedas, incluso los huerfanos, a los que tras la puerta esperaban las drogas y los hospicios. Jim, mi mejor amigo, me saludo con la mano y grito que no me suicidara en verano. Estaba con sus padres, que lo habrian vendido por sus organos en un abrir y cerrar de ojos si no les hubieran importado los comentarios de la gente. La madre de Jim, guapa y nacarada, lanzo una larga carcajada con la barbilla levantada y el pelo arreglado en tres capas. Rieron tambien nuestra tutora psicotica y el profe de Matematicas, y la directora... La unica persona normal de la escuela. De hecho, nos echamos a reir todos, porque habia sido un chiste muy bueno. No era necesario fingir cuando estabamos solo nosotros. Ademas, el ultimo dia de clase los profesores se habrian reido de cualquier cosa con tal de vernos marchar. Si no para siempre, si al menos para el verano; entretanto, la mitad de ellos intentaria encontrar otro trabajo. Algunos lo conseguian y se les perdia la pista. Otros, sin embargo, menos afortunados, se veian obligados a regresar cada otono con los mismos alumnos diabolicos a los que detestaban y temian. Despegue la cara de la ventana como una pegatina desgastada. Era, por fin, libre, pero mi futuro tenia algo de la solemnidad de un cementerio engalanado. Empece a descender lentamente las escaleras. En el segundo piso, junto al despacho de la psiquiatra, me detuve y garrapatee con las llaves, en la pared, <>. Si me hubiera visto alguien, le habria dicho que era mi agradecimiento por todos aquellos anos de terapia. Pero los pasillos estaban desiertos, como despues de un terremoto. En nuestra escuela no aguantaban ni las infecciones. En la planta baja, como una mierda de perro, estaba Kalo --mi segundo mejor amigo--, que fumaba un cigarrillo a la espera de una tia lejana que tenia que llevarselo a su casa una semana. La madre de Kalo se habia ido a Espana para dar masajes a un oligarca ruso --esta era su version, por supuesto--. Salvo Kalo, todos sabian a que se dedicaba su madre, pero se lo callaban porque era un chaval majo. Y lo era. Retrasado, pero majo. Le pregunte si sabia que iba a hacer despues de estar con su tia y antes de que nos fueramos a Amsterdam, pero me dijo que no iba a hacer nada. Como todos nosotros, por otra parte. Las nonadas no iban a hacer nada. Durante los anos que pase en esa escuela, no escuche a ningun companero presumir de unas vacaciones, como si, ademas de estar locos, fueramos tambien unos leprosos. Ya teniamos suficiente con que nos dejaran pasar los veranos sin correa ni bozal. ?Para que ibamos a gastar en unas vacaciones? Senti asco de Kalo, de Jim, de mi mismo. Eramos unos despojos humanos --polipos y quistes, y encima extirpados--, pero teniamos las pretensiones de unos rinones y un corazon. Siempre me ha gustado la anatomia. Me viene, seguramente, de mi madre, que tendria que haber sido profesora de Biologia, pero se quedo en vendedora de rosquillas. De mi padre no tengo nada. Me quede con el y fumamos juntos un cigarrillo porque vi que estaba triste y que esquivaba mi mirada; luego me acorde de su hermana mayor, casada en Irlanda con un granjero. Le pregunte por que no pasaba con ella una semana en lugar de con la vieja. Kalo me respondio como a un idiota: la pasaria, claro que la pasaria, le habia enviado ya una limusina, porque su hermana se moria de ganas de cuidar de ese <> durante todo el verano. Cuando me despedi, le solte un capirotazo y le dije que nos veriamos dentro de dos semanas en la estacion y que no se gastara todo el dinero. Kalo respondio simplemente que alli estaria. En cuanto me vio, mi madre empezo a gritar que me diera prisa, que no habia pagado el aparcamiento. Encendi otro cigarrillo y subi al coche fumando. <>, la oi hablando sola. Abri la ventanilla y lance un escupitajo hacia la puerta. La escuela empezo a menguar a nuestras espaldas junto con los siete anos que habia perdido alli a lo tonto, como en un juego de azar. No habia cambiado nada. Mika seguia muerta, y yo todavia queria pegar a la gente. 2 Ademas de sus otros defectos, mi madre estaba siempre deslumbrantemente blanca, como si antes de acostarse se quitara la piel y la dejara toda la noche en una banera llena de nata. Su piel no tenia arrugas ni lunares. No tenia olor, ni vello ni otras senales corrientes. A veces me preguntaba si no seria un trozo de masa resucitada. Bajo los sobacos de mi madre nacian dos pechos como dos balones de rugby, orientados en direcciones distintas y, en la cabeza, un cabello de muneca que llevaba siempre trenzado en forma de cola de sirena. Su cola de sirena me volvia loco; sin embargo, era el tema de conversacion favorito de los chicos de la escuela. <>, le decian todos y se meaban de risa cuando venia a buscarme para llevarme a casa. Mi padre la llamaba <>. La nueva mujer de mi padre, <>. 1 Y solo yo estaba obligado a llamarla <>. Hasta el dia de hoy, cuando soy casi tan viejo como ella aquel verano, no he conocido nunca a una mujer peor vestida. Ni siquiera aquellos dos anos en que, justo despues del accidente, vivi junto a una fabrica procesadora de pescado en el norte de Francia. Imaginad a mas de cien mujeres feas que se visten cada dia para matar cangrejos, gambas, langostinos y otras porquerias. Mi madre se vestia aun peor. Era aun mas fea. Tenia unos pantalones, unas blusas y una ropa interior mas horribles que toda la fabrica, las empleadas y los crustaceos de mierda juntos. De haber podido, la habria cambiado en dos segundos por cualquier otra madre del mundo. Incluso por una borracha, incluso por una que me zurrara todos los dias. Las borracheras y las palizas las habria soportado yo solo, mientras que su fealdad y su cola de sirena estaban a la vista de cualquiera. Las veian mis companeros, las veian los profesores y la gente del barrio. Lo peor, sin embargo, era que las veia Jude. Algunas tardes, cuando volvia a casa despues de clase --yo sin decir ni pio en todo el camino y ella diciendo tonterias sin parar--, no la podia soportar. Me daban ganas de meterla en la lavadora y poner en marcha el programa de escaldar sabanas. Encerrarla en el congelador y sacarla hecha migas. Irradiarla. En aquellos momentos, cuando tenia en la cabeza las caras de mis companeros deformadas por la risa y a Jude languida, degustando sus chistes guarros, queria que mi madre estuviera muerta. Sabia que todos se reian de mi. Que los chicos escupian cuando yo pasaba a su lado, que Jude me despreciaba. Que era un don nadie y que tendria mucho mas sentido que me ahogara o que me ahorcara de una puta vez, o que me pegara un tiro, o cualquier otra cosa. Porque cualquier otra cosa seria mejor que lo que yo era: el producto asqueroso de una piel blanca. 3 En la contribucion de mi padre no queria siquiera pensar. La idea de mi padre me hacia vomitar. Mi padre habia huido de mi madre, la abandono por una polaca con un piercing en la lengua. Se habia divorciado porque, si la hubiera matado --eso es lo que habria preferido el y lo mas rapido--, habria acabado en la carcel. Mi padre tambien me habria matado a mi si no hubiera estado seguro de que me moriria enseguida. El divorcio fue rapido y salio ganando el. Pero mi madre, como la tonta que era, pensaba que habia ganado ella. Durante una semana telefoneo a su unica amiga vendedora y le conto como habia reventado a aquel imbecil y como lo habia desgraciado porque yo me quedaba con ella. Solo la abuela lo comprendio, pero no le dijo ni pio a mi madre. <> No quiero ni pensar en la alegria de mi padre al escuchar la sentencia del juez. Creo que se cago de felicidad. Librarte al mismo tiempo de dos seres por cuya muerte habrias pagado era demasiada suerte incluso para el conductor de un trailer. Ese aspecto tenia mi madre aquella manana en que cumplio treinta y nueve anos. Yo la habria tirado a la chatarra y habria empezado por el pelo. Solo una cosa desentonaba en toda esta historia: los ojos. Mi madre tenia unos ojos verdes tan bonitos que parecia un desproposito malgastarlos en un rostro fermentado como el suyo. 4 Los ojos de mi madre eran un desproposito.

  • A tu lado de Adrianne Holt

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    Nina bajo del auto de Tyler y entro corriendo al West Inn, evadio a un grupo de turistas que salian en ese momento del hotel y se abrio paso hasta llegar al elevador. Cuando las puertas se abrieron y ella se dispuso a entrar, tropezo con William, quien en ese momento iba saliendo. --?Nina? --!Will, que sorpresa! --observo sus maletas--. Crei que te irias manana. --No, es decir si pero cambie de opinion, nada tengo que hacer aqui. --Ya veo --respondio indiferente y apreto el boton del elevador al ver que las puertas se cerraban. --?Y Alex? --pregunto al ver su nerviosismo-- ?Sucede algo malo? --!No! --se apresuro a contestar--. No pasa nada, el y yo… el… --no pudo disimular su tristeza y los ojos se le llenaron de lagrimas. --?Me diras que paso? --Lo siento no puedo hablar ahora, tengo algo de prisa --dijo entrando al ascensor. --!Nina, espera! --lanzo un suspiro, metio el pie e impidio que las puertas se cerraran--. Alexander tiene un caracter dificil, lo conozco desde hace muchos anos y se que si se alejo sin decir nada es porque no quiere lastimarte --dijo pensativo recordando la actitud de Eve--, supongo que les viene de familia, si de verdad lo quieres tendras que hacerte a la idea. --?Que quieres decir? --Bueno que hasta no hablar con el no debes llenarte la cabeza con pensamientos absurdos. --?Lo dices por Eve? --Eve esta molesta conmigo por alguna razon que desconozco. Es realmente frustrante no saber que paso --dijo angustiado-- la amo, no he podido dejar de pensar en ella desde que terminamos, jamas me dio ninguna explicacion. Creeme que su silencio me esta matando, de verdad ya no puedo mas con esto, es por eso que te digo que les viene de familia comportarse de ese modo tan inmaduro, huir en vez de afrontar sus problemas. Nina guardo silencio, penso en decirle donde podia encontrarla pero quiza Eve se molestaria con ella. --Siento no poder ayudarte --dijo lamentandose. --!Nina! --la miro a los ojos haciendo que se sonrojara-- ?Tu sabes donde esta? ?Cierto? --Will no se si es buena idea decirtelo. --!Necesito hablar con ella, estrecharla entre mis brazos, pedirle perdon de rodillas si es necesario! --la tomo de la mano suplicando. --Eso quiere decir que conoces las causas de su enojo. --Quiere decir que la amo y ya no puedo vivir sin ella. --Supongo que no estaria del todo mal si se reconcilian --se mordio el labio ansiosa--. ?Tienes Waze? William saco su celular y se lo dio a Nina, ella marco en el mapa una direccion y la agrego a favoritos, le entrego su celular y se despidio de el. Al llegar a su suite, se apresuro a sacar todas sus cosas. Habia demorado demasiado, corrio a la puerta y al abrir encontro a Tyler a punto de tocar. --!Nina! Comenzaba a preocuparme, ?por que demoraste tanto? ?Sucede algo? --Nada, ya iba a salir. --Dame tu maleta --dijo arrebatandosela y tomandola del cuello-- todo estara bien. Caminaron hasta salir del hotel rumbo al lugar en donde el habia dejado su auto. --No Ty, no lo estara, no despues de lo que hice esta noche. --?Ir a buscarlo? No creo que eso le moleste. --No lo digo por eso --respondio y lo miro esbozando una tierna sonrisa. --Estoy seguro que cuando se le baje el berrinche te buscara. Tyler abrio la puerta del coche y ella subio de inmediato, fijo su mirada en un punto sobre la ventana y se perdio en medio de sus pensamientos. --!Llegamos! El se estaciono afuera de la casa que sus padres rentaban en Praga. --?Por que me traes aqui? Crei que me llevarias al aeropuerto --reprocho. --Recibi un mensaje de Mauleen mientras te esperaba. Esta aqui, no conoce Praga y es el unico lugar al que sabe llegar --dijo y apago el auto--. ?Sabes? No hay nadie aqui --volteo a verla esperanzado--, ?por que no te quedas? Al menos hasta manana, es muy probable que no encuentres un vuelo de ultima hora y no dejare que duermas en el aeropuerto. --Supongo que tienes razon. --Siempre la tengo. Puedes quedarte en el cuarto de huespedes, le dire a la senora Doubek que lo prepare --dijo y la tomo de la mano--. Sera mejor que entremos, Mauleen debe estar esperandonos. Evangeline estaba preparando la cena cuando escucho el timbre, se quito el mandil y abrio sin asomarse al visillo. --Hola --susurro. --!Will! ?Que haces aqui? ?Como me encontraste? --pregunto nerviosa. --Creo que tu y yo necesitamos hablar. --Crei haber sido lo bastante clara contigo. --!Eve! --suplico tomandola de la mano-- te extrano, no puedo vivir asi, aun te amo, no he podido superarte, ?no crees que merezco al menos una explicacion? --Ahora no puedo hablar, mi madre vendra a cenar y Alex esta arriba. --?Arriba? --Si, el vive en el ultimo piso, puede venir en cualquier momento, pense que el te habia dicho donde estaba --respondio dudosa. --Crei que solo estaba de paso por Praga. --?No te lo dijo? --guardo silencio y prosiguio-- !Ok! Ese no es el punto, el no sabe nada de lo que paso entre nosotros y preferiria que no lo supiera. --?Por que, tan mal partido me consideras? --No es eso, eres uno de sus mejores amigos y ya sabes como es el, nunca le dijimos que tu y yo teniamos una relacion por miedo a su reaccion, eres dos anos menor que yo, ?como crees que lo hubiera tomado? --!Eso no tiene nada que ver! --respondio burlon-- !La edad es solo un numero, yo no jugue contigo, te amaba, aun lo hago! --!Baja la voz! --!Eres increible! --se paso la mano por el cabello y sonrio ironico conteniendo su frustracion -- Te acabo de decir lo que siento y tu solo te preocupas por que nadie me escuche --tomo una profunda bocanada de aire y bajo la mirada-- !Ya entendi! descuida, no te volvere a buscar ni a ocasionarte problemas --dijo y se dio la vuelta. --!Will! Evangeline grito su nombre desesperada, el timbre de su voz desperto a Carly quien inoportunamente comenzo a llorar haciendo que ella se diera la vuelta de inmediato dejando la puerta abierta. El entro sin que ella lo invitara, la siguio hasta la sala y la vio cargando a su bebe. --Que rapido te olvidaste de mi, ?quien es el padre? --?Para eso querias verme? Para reprochar mis decisiones. --No, pero admito que me ha tomado por sorpresa --dijo refiriendose a la nina-- ?Quien es el padre? ?Esperaste al menos que me fuera para irte con el o es que ese fue el motivo por el cual me dejaste sin una explicacion? Evangeline lo miro con los ojos llenos de lagrimas y se aferro a Carly. --?De verdad me crees capaz de algo asi? --!Eve por favor! Me fui a Amsterdam a dar un concierto y cuando volvi ya no estabas en el departamento, no dejaste ni una nota, no sabia donde buscarte. Crei que habias regresado a L.A. --Si tan preocupado estabas por mi, ?por que no me buscaste en casa de mis padres? --Lo hice pero tu padre dio la instruccion de no dar informes a nadie respecto a donde te encontrabas. --!Pasaron dos anos Will! --!Si de acuerdo! Admito que fue muy estupido de mi parte ofuscarme y no buscar otros medios, pero localizar a Alexander tambien me fue imposible, la tierra se lo trago, despues me entere que habia terminado con Nola y fue lo ultimo que supe de el. --!Claro! --susurro incredula. --!No te miento! Casualmente me encontre con el en el lobby del hotel y crei que estaba de viaje por aqui, ni siquiera me dijo que vivia aqui. --Sera mejor que te vayas. --Tienes una hija --musito lleno de dolor--, no sabes cuanto me arrepiento de mi estupidez --se acerco a ella mientras abrazaba a Carly-- yo pude haber sido su padre --se lamento. --Carly --susurro. --?Perdon? --Se llama Carly. --?Le pusiste el nombre de mi madre? --dijo sorprendido. Evangeline se giro, lo miro llena de angustia mientras intentaba calmar a su hija. --?No te imaginas por que? El palidecio, se sento en el sillon intentando entender lo que ella le estaba diciendo entre lineas, se sintio mareado, no podia creerlo.

  • Nayeli. El regalo del duque de Mercedes Gallego

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    Nayeli, mucho mas que una promesa.

  • Despiertame cuando acabe septiembre de Monica Rouanet

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    Una women’s fiction detectivesca. Una novela negra con personaje femenino convertido en detective por accidente.

  • Perverso Seductor Mentiroso de Christina Lauren

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  • Si te enamoraras de mi de Lorraine Murray

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    No habia podido pegar ojo desde el instante en que terminaron de tener sexo. No se trataba de que el la hubiera dejado a medias. Ni que hubiera sido un error o algo horrible. No. Nada de eso. Su companero de cama habia sido bastante generoso, apasionado, picaro y divertido. Claro que tal vez a ello habia contribuido haber pasado la noche tomando alguna que otra copa de vino, de mas. Eso y la chispa que habia surgido desde que coincidieron en el pub. Y pese a que ella era consciente de que no debia flirtear con desconocidos porque sabia cual seria el resultado final, en aquella ocasion habia dejado salir su lado mas travieso y atrevido. Permanecia con la mirada fija en el techo de la habitacion, escuchando la respiracion relajada de el durmiendo a su lado. Tenia que irse. Lo sabia. Tenia que hacerlo ya. Nada de desayunos como si fueran una pareja. No podia dar pie a malos entendidos, que sabia que se terminarian de un plumazo en cuanto el indagara en su vida. Pero ?por que lo habia hecho si conocia las consecuencias de sus actos? Solo esperaba que el no tratara de localizarla a traves de las redes sociales. Claro que habia una manera de hacerlo que esperaba que el no tuviera por costumbre. Resoplo y aparto la sabana para abandonar la cama. Una debil luz se filtraba por la persiana de la ventana de la habitacion; suficiente para recoger su ropa interior y ponersela. Por suerte el no se movia y eso la animo a seguir adelante. Se marcharia sin hacer ruido, sin dejar una nota o evidencia de que habia estado alli. Era lo mejor para los dos. Deslizo el vestido por su cabeza, cogio las sandalias en una mano, el bolsito en la otra y abandono la habitacion con sumo cuidado de no hacer ruido para despertarlo. Contuvo la respiracion cuando abrio la puerta de la calle y salio al descansillo cerrandola detras de ella. Permanecio de pie, descalza y con los ojos cerrados durante unos segundos tratando de ralentizar los latidos de su corazon. Inspiro hondo y se calzo antes de llamar al ascensor. Salio a la calle y paro un taxi, que justo pasaba por alli. Le dio la direccion a la que debia llevarla y se recosto en el asiento. Cerro los ojos y solto el aire acumulado. --Una noche larga, ?eh? La voz de taxista parecio sacarla de sus pensamientos por unos segundos. --?Como dice? --Digo que es hora de recogerse despues de una noche de fiesta. --Si. Es hora. --Espero que manana no tenga que madrugar para ir a trabajar. --No, manana no tengo que ir a trabajar. Tengo dias libres. Ella volvio la mirada hacia la ventanilla del taxi. Las calles aparecian casi desiertas salvo por aquellas personas que, como ella, parecian irse a sus casas. No estaba segura de poder dormir despues de lo que habia sucedido con el. Con Logan. ?Por que narices recordaba su nombre? Se dijo sacudiendo la cabeza con el ceno fruncido; como si quisiera alejarlo de sus pensamientos. Pensar en el le daba la impresion de que se verian otra vez. Pero ese no iba a ser el caso. --Hemos llegado. Cuatro libras justas. --Tenga --le dijo entregandole el primer billete que encontro en su bolso, sin pararse a comprobar de que cantidad era. Abrio la puerta y se apeo del taxi para caminar unos metros hasta la puerta de su casa. Ni si quiera escucho la voz del taxista a traves de la ventanilla bajada. --Espera. Te dejas el cambio... El taxista se quedo atonito contemplandola abrir la puerta de su casa. Le habia entregado un billete de veinte libras y no se habia esperado al cambio. Debia de ganar bastante para andar por ahi dejando esas propinas. El hombre sonrio guardandose el billete y se largo de alli. Ella no se volvio a escuchar lo que le decia el taxista. Estaba mas preocupada por abrir la puerta y entrar en casa. Dejo las llaves en la mesita del hall y se dirigio al cuarto de bano. Se desprendio de la ropa dejandola caer por el pasillo como migas de pan. Necesitaba una ducha que aclarara su mente. Que la despejara. O bien que la ayudara a conciliar el sueno. Lo cierto era que tampoco entendia por que narices se preocupaba tanto. Seguramente el ni si quiera se molestaria en intentar localizarla. Se habria quedado satisfecho con haber tenido un ligue en su cama esa noche. Nada mas. El sonido de su movil capto su atencion. Tenia varios wasaps sin leer. Todos de sus amigas queriendo saber detalles de lo ocurrido. No les dio importancia, abrio las puertas de la ducha y entro dejando que el agua caliente la acogiera. *** Se dio la vuelta en la cama para encontrar la otra mitad vacia y fria. Emitio un ligero grunido al darse cuenta de ello. ?Ella se habia levantado? Su estado se asemejaba al momento en el que el amanecer se abre paso entre los ultimos vestigios de la noche. Inspiro hondo y se incorporo para comprobar si ella estaba en la habitacion. Pero no habia ni rastro. Ni de su movil en la mesilla, ni de su ropa por el suelo. Lo que indicaba que se habia largado antes si quiera de desayunar. Ella le habia parecido una tia bastante enrollada desde el mismo momento en que se conocieron. Entre copas de vino, risas, algun que otro baile, ambos habian terminado en la misma cama. Y tras un encuentro mas que placentero, para ambos como estaria dispuesto a jurar, el se habia quedado dormido y ella se habia marchado. Permanecio pensativo unos segundos hasta que decidio levantarse. Tal vez habia dejado algun mensaje o un numero de movil al que poderla localizar, se dijo rebuscando por la habitacion y posteriormente por el resto de la casa sin encontrar nada. Ni una nota si quiera de despedida. Resoplo abatido. ?Se habia largado sin despedirse? ?Sin dejar un numero al que localizarla? Con ese pensamiento en la cabeza se vistio y se preparo un cafe. --Tal vez despues de todo sea mejor que se haya ido sin despedirse. No le dio tiempo a pensarlo mas porque su movil comenzo a sonar de manera insistente. Y sabia que su companera de cama no era porque ni si quiera habian intercambiado sus numeros. La noche pasada estaban mas preocupados de arrancarse la ropa y devorarse que de cualquier otra cosa.--?Si? --?Como va eso? ?Molesto? --No, nada de eso. Estoy tomando un cafe para despejarme. --?Y al pibon de anoche donde lo tienes? Durmiendo en la cama... en la ducha... o esta a tu lado.--No has dado ni una. --?Que quieres decir? --Que se ha ido hace rato. --?Se ha marchado? Logan, tio, no puedes estar hablando en serio. El tono de incredulidad o mas bien sorpresa de su amigo casi lo dejo sordo. Decidio poner el altavoz para ir charlando mientras desayunaba. --Bruce, acabo de decirtelo. Se ha marchado de madrugada. --Extrano en una mujer. No se... salvo que tenga pareja o no quiera ningun tipo de compromiso. ?Te ha dejado alguna nota? Logan respondio con un grunido en un principio porque estaba tomando un trago de cafe. --Nada de nada --le aseguro a continuacion. --Vamos que no quiere que volvais a veros. Asi de claro. --Eso parece. --Pero, ?tenias intencion de volver a quedar con ella o solo fue una oportunidad que se presento anoche? Lo cierto es que congeniasteis desde el primer momento. Vamos que cualquiera de los que estabamos en el local podriamos asegurar que os conociais de toda la vida.--Vale. Lo que tu digas. --?Y tu? ?Tenias intencion de volver a quedar con ella? Logan fruncio los labios en un gesto pensativo. --Hombre, ella no esta nada mal, ya me entiendes. --Si, te entiendo. Tiene algun que otro revolcon. --Pues eso. De todas maneras, en ningun momento me he planteado ir mas alla de lo sucedido esta pasada noche. --Entonces te ha hecho un favor con largarse a hurtadillas de tu apartamento. --En cierto modo. Logan entrecerro los ojos dejando su atencion suspendida en el vacio. ?En serio? ?Ni si quiera se habia planteado conocerla en plan amigos? Claro que despues de haberse acostado, no sabria especificar el grado de amistad que podrian tener. Ella le habia parecido una mujer divertida, simpatica, interesante... Tierna y carinosa al mismo tiempo. Y algo sonadora. Una mujer a la que le gustaria haber conocido. Pero que temia que iba a quedarse con las ganas. --Te dejo que tengo que ir al curro. Ya hablamos de tu misteriosa companera de cama. --No hay mucho mas que anadir salvo que yo tambien me marcho a la publicacion. Logan corto la llamada y recogio los restos del desayuno sin poder dejar de darle vueltas a la situacion. Y mas en concreto a algunos de los comentarios de Bruce, que le habian hecho dudar. ?No queria que siguieran viendose porque ella ya tenia una pareja? ?O tan solo le apetecia pasar la noche con el? Se decantaba por esta segunda opcion. Solo era consciente de que habia sido la primera vez que le sucedia algo asi. Por lo general solia ser el quien se marchaba de madrugada sin dar explicaciones; sin dejar una nota. Eso mismo le acababa de suceder se dijo sonriendo. No obstante, ella le habia gustado. Y su comportamiento le habia tocado su orgullo. ?La buscaria para pedirle una explicacion? Se dirigio a la ventana del salon para ver que tiempo hacia. Permanecio pensativo con el rostro de ella en su mente. Jayden. El timbre de la puerta sono en repetidas ocasiones poniendola mas nerviosa. Por una fraccion de segundo su subconsciente la traiciono y penso que el habia dado con ella. Sin embargo, se dijo que era imposible porque lo habia dejado durmiendo en su cama, luego no la habia podido seguir. Ademas, en ningun momento de la noche ella le habia dicho donde vivia. De manera que se tranquilizo cuando lo penso. Se dirigio hacia la puerta no sin antes tener que dejar pasar a Romeo y Julieta, sus dos gatos. Echo un vistazo por la mirilla para tranquilizarse del todo y respiro aliviada. Abrio la puerta y se encontro con la mirada inquisidora de su amiga, lo que le provoco las carcajadas. --?Que cono haces aqui tan temprano? --?Pronto? Son casi las nueve. --?Ya? Pasa y cierra la puerta. Ponte comoda, estas en tu casa. Voy a terminar de ponerme algo de ropa. Vigila a esos dos. --?Acabas de levantarte? --pregunto elevando la voz para que la escuchara sin recibir respuesta--. ?Que pasa bonitos? Los gatos se acercaron a olerla y a rozarse contra ella cuando Cherry se agacho para acariciarlos. --Llegue tarde como puedes imaginar. --?Hasta que hora estuviste con el? Criss, Marjorie y yo hicimos calculos acerca de que no pasariais juntos muchas horas --comento al ver a su amiga regresar al salon vestida con una sudadera y unos leggins. El pelo recogido en una coleta alta, la cara lavada y un aspecto mas bien relajado y descansado. --A eso de las cuatro. --?Estuvisteis por ahi hasta esa hora? Cherry entorno la mirada hacia ella sin terminar de creerlo. --Si. ?Que sucede? ?Es muy tarde? ?Significa que has ganado tu la apuesta o Criss o Marjorie? --Eso es lo de menos. Pero... dime la verdad. ?Te has liado con el? Hicimos varias apuestas al respecto. Porque si te soy sincera no esta nada mal, y creo que a el le habria gustado que sucediera. Al menos es la impresion que nos causo al conocerlo. Jayden desvio la mirada primero, luego se levanto del sofa y camino a la cocina resoplando seguida de los gatos. --?Quieres un cafe? Aquella reaccion disparo las alarmas en Cherry. --Oye, sere directa contigo porque sabes que no me gusta andarme por las ramas, asi que... --Me he acostado con el --le interrumpio Jayden mirando a su amiga con total naturalidad mientras echaba un vistazo a la comida de sus companeros de piso--. Era eso lo que me iba a preguntar ?no? --Te lo has... --?Quieres tomar algo o prefieres seguir hablando sin mas? Cherry asintio. --Un cafe cargado que me despierte. --?Hoy no trabajas? --Tengo turno de tarde en la clinica. En serio, ?te has acostado con el? --Si. Me invito a su apartamento y surgio... Jayden se encogio de hombros sin darle la menor importancia a este hecho. --Vaya... Si que eres directa. Claro que a ti lo de quitarte la ropa y ponerte al lio no te cuesta --le solto de buenas a primeras sin pensar en la cara que puso Jayden al escucharla--. Disculpa. Ha sido una manera de decirlo, pero bien mirado... --No pasa nada. Estoy acostumbrada a comentarios como el tuyo cuando digo a que me dedico. --Lo supongo, ?y despues? --Pues nos quedamos tranquilos, sin hablar mucho y eso. Sabes que no me van esos rollos. --No te van por lo que las dos sabemos. --Oh, vamos. No me vengas con ese sermon otra vez --le pidio mientras vertia cafe en las dos tazas. Levanto la mirada hacia su amiga y sacudio la cabeza--. Mi trabajo no tiene nada que ver con eso. --Esa es tu justificacion siempre que sale el tema. Tu trabajo tiene que ver y mucho. No quieres una relacion. Ni abrazos, ni miradas largas porque sabes que es muy dificil que lo encuentres mientras no cambies de profesion. Es la verdad. --?Y si no lo quisiera? ?Y si prefiriera seguir como estoy? Tengo treinta y dos anos, gozo de independencia economica y tengo un horario flexible, la verdad. --Lo que tu digas. Pero imagina por un momento que ese tio de anoche se enterara de a que te dedicas. Es posible que se hubiera ido a la cama contigo por el morbo que despertarias en el; la fantasia de hacerselo con una actriz porno. Con una de las mas renombradas. Todo sea dicho. Y luego adios porque eres consciente de que no se quedaria a tu lado. Jayden bajo la mirada y resoplo. --Lo se. Soy consciente de que no tengo una pareja estable para ir al cine, pasear por los jardines de Princes Street, o simplemente quedarnos en el sofa con una manta y un te viendo una comedia romantica junto a Romeo y Julieta --le resumio lanzando una mirada a estos a ver si comian. --?Y a que esperas para tenerla? --Tal vez a que aparezca ese tio tan genial del que hablais todas vosotras y que no le importe a que me dedico --le aseguro sonriendo en complicidad con ella. --A lo mejor es este y no lo sabes --Cherry movio sus cejas con celeridad--. ?Que tal es? Jayden se atraganto con su sorbito de cafe cuando escucho la pregunta de su amiga. --?No te estaras refiriendo a como es en la cama? Porque esos detalles los dejo para mi -- arqueo las cejas con gesto de incomprension. --Bueno, teniendo en cuenta que tu conoces a muchos... --Eso no tiene nada que ver y lo sabes. Es trabajo. No hay nada mas. --Vale, pues ?que tal anoche con...? --Cherry movio las manos tratando de recordar el nombre. --Logan. --?Que tal con el? Jayden sonrio con picardia cuando recordo lo ocurrido. Hacia tiempo que no se habia sentido de esa manera tan... diferente. Claro que como le decia Cherry era dificil para alguien que se dedicaba al cine para adultos donde todo era fingido. --Oye, por la cara que has puesto yo diria que estuvo bien. --Es complicado definirlo porque tuve multitud de sensaciones. Nos reimos, nos divertimos. Hubo quimica. --Supongo que no pensarias que estabas en set de rodaje --la miro con cara de pocos amigos al pensar en esa posibilidad--. Cuando te metiste en faena... --No, claro que no. Mi personaje acaba cuando terminamos de rodar. Ya lo sabes. --Entonces, me estas diciendo que te gusto. Jayden fruncio los labios en un mohin divertido y picaro asintiendo. --Me gusto su compania. --?Su compania? ?A que te refieres con eso? Yo me estaba refiriendo a... --Se a lo que te estas refiriendo, pero acabo de decirte que ese momento me lo guardo. --Hace un momento asegurabas que no querias saber nada de relaciones... Y me saltas con que tu gusto estar con el. Jayden sonrio al ver a Cherry en aquel estado tan neurotico. --Que me guste Logan no significa que vaya a empezar a tener una relacion. Que te quede claro. Me diverti con el. --?No fingiste el orgasmo? Cherry arqueo su ceja con suspicacia. Queria poner a su amiga en un aprieto y hacerle ver que ella misma se cerraba todas las puertas a una relacion. --?Por que deberia hacerlo? No estaba actuando --le dejo claro encogiendo sus hombros sin entender aquella pregunta. --Entonces, la cosa fue bien. Pero no lo piensas volver a ver ?no? --No. No quiero implicarlo en mi vida. Entre el cine y la taberna de mi padre tengo suficiente. No puedo dedicarle tiempo. --Por cierto ?que vais a hacer con cuando el se jubile? --Supongo que me quedare trabajando en esta. --Pero atenderla requiere muchas horas... ?Lo has pensado bien? Si sigues rodando escenas... --Lo se. Pero es algo que decidire cuando llegue el momento. El sonido del movil dejo la conversacion en suspenso por un momento. Jayden contesto mientras Cherry se bebia el cafe y escuchaba a su amiga hablar de un reportaje para una revista masculina. Una semana. Que el editor era amigo suyo. Que si le debia un favor. Escucho a su amiga despedirse de su representante y dejar el movil sobre la mesa baja del salon. --Era Marjorie, como habras deducido. --Si, cuando has empezado a hablar de trabajo he pensado en nuestra amiga en comun. ?Que queria acerca de un reportaje? --Al parecer le debe un favor a un amigo y le ha pedido que hagamos un reportaje sobre pasar una semana, o algo asi. --?Sietes dias en la vida de la actriz porno Jayden Sinner? --pregunto Cherry con ironia y diversion. --Al parecer no con la actriz sino conmigo. Me ha dicho que ya hablariamos cuando todo este cerrado con la revista. --?Contigo? En ese caso los periodistas no van a ir al set de rodaje. --Pues segun me ha comentado de pasada Marjorie, tiene mas que ver con mi persona que con mi otro <> --Ah, ya te entiendo. Te refieres a que no van a centrarse en tu personaje sino en la Jayden que yo conozco. La que en estos momentos se esta tomando un cafe conmigo vestida como si fuera a salir a correr por el barrio. Aquella definicion provoco las carcajadas en ella. --Si, supongo que sera eso lo que quieren. A ver, soy una persona normal. Voy a la compra, al medico, al gimnasio, a tomarme un cafe, a comprar ropa, lenceria... --Que luego te quitas sin ningun pudor. --Si, que luego me quito o me quitan. Lo que digo es que soy una mujer normal y corriente. --Ya lo se. Solo te vacilaba. Bueno, creo que me voy a ir para que tu limpies un poco. --Eso es algo que tambien he de hacer. Luego ire al gimnasio y mas tarde a la taberna a echar una mano a mi padre. --?No tienes pendiente ninguna escena mas esta semana? --Por ahora no. --Bueno, anoche rodaste una especial, me atreveria a decir --le guino un ojo en complicidad y palmeo su pierna antes de levantarse del sofa. Jayden prefirio no decir nada al respecto para que su amiga no sacara conclusiones erroneas. --Como te decia antes, tengo turno de tarde en la clinica asi que no podre verte. --Tranquila. Voy a estar liada en la taberna. --Si vuelves a saber de Logan... Jayden poso las manos en los hombros de su amiga y la volvio en direccion a la puerta para que se marchara. --Vale, vale. Me doy por aludida. Pero si por una minima casualidad... --Se lo que tengo que hacer. --?Estas segura? --Cherry permanecio unos segundos con la mirada entornada y noto a su amiga taciturna. Como si en el fondo no supiera que hacer llegado el caso--. Cuidate. --Si. Ya hablamos. Jayden regreso al salon con una expresion de incredulidad en su rostro. No iba a volver a ver a Logan. Y si por casualidad eso sucedia sabia lo que <> debia hacer. Volver a acostarse con el. Bajo ningun concepto.

  • Confesiones de una mascara de Yukio Mishima

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    Koo-chan, el joven narrador de ” Confesiones de una mascara ” (novela publicada en 1949 que fue el primer gran exito literario de Yukio Mishima (1925-1970) y que lo catapulto a la fama), es un alma atormentada por una sensibilidad turbadora que va creciendo con el estigma de saberse diferente a los demas. De aspecto debil y enfermizo, solitario y taciturno, de extraccion menos favorecida que sus companeros, ira descubriendo sus inclinaciones homosexuales cuando se siente atraido por Omi, un chico de fuerte constitucion. No obstante, en el Japon de los anos 1930 y 1940 el protagonista debe ocultarse tras una mascara de correccion y convertir su vida en un escenario, en una representacion en la que confluyen la realidad y las apariencias.

  • Irresistible 5 de Robyn Hill

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    Un sensacion de peligro inminente flotaba en la atmosfera de la prision. Morgan y sus secuaces me lanzaban miradas de acero cada vez que aparecia por el pabellon de reclusos. Deseaban vengarse de la paliza sufrida en las duchas, por eso debia permanecer en alerta todo el tiempo. Era evidente que mi vida corria grave peligro, pero ?me hubiera comportado de distinta forma de saber que trataba con el mafioso de la carcel? La respuesta a todas luces era no. Mi actitud podia considerarse como irresponsable, sin embargo, creo que es el deber de cada uno a contribuir para que el mundo sea mejor. ?Hubiera sido capaz de mirar a los ojos a la mujer de mi vida si llego a actuar como un cobarde? Con toda probabilidad, no. El amor de Amanda me dejaba ser fiel a mi mismo, autentico por los cuatro costados. Y entre rejas el tener la certeza de que ella estaria orgulloso de mi, era como un soplo de aire fresco dentro del arido entorno de la carcel. Recorde lo mucho que la extrane aquellos dias que viaje a Nueva York, sufriendo un anhelo constante por volverla a ver, pero en la prision el sentimiento resultaba mas agudo. A esa terrible y profunda nostalgia por Amanda se le sumaba la melancolia, la frustracion y una sensacion de vacio. En otras palabras, me sentia desesperado porque entre ella y yo se levantaba un bloque de hormigon impidiendo estrecharla entre mis brazos. ?Existe mayor castigo que el privarte de la mujer de las que estas perdidamente enamorado? Estaba tumbado en mi camastro cuando se acerco Ferguson andando con parsimonia, como si se encontrara en el jardin de su casa. --Cassel, en pie --dijo con un gesto de la mano--. Vamonos a dar un paseo. --?Que ocurre? --pregunte con el ceno fruncido mientras me colocaba de pie. Mi reunion con Brian habia sido esa misma manana y, por desgracia, no era domingo, asi que no contaba con ninguna visita. --Se te dira en su momento --dijo Ferguson esposandome. Cualquier novedad que me distrajera de la rutina era mas que bienvenida. En la carcel el tiempo transcurria mucho mas lento, y lo peor era que ese ritmo monotono te afectaba al cuerpo y a la mente. Ferguson y yo caminos a traves de los pasillos largos y austeros del modulo de prisioneros. A veces me gustaba aguzar el oido para escuchar los sonidos de la carcel. Para mi sorpresa, emisoras de todo el mundo reverberaban por las paredes. Resultaba ironico que un mundo tan tecnologico, la radio continuara siendo un instrumento tan utilizado. --?Como estas, bien? --pregunto Ferguson mientras saliamos del modulo de reclusos. Aun desconocia el proposito de mi improvisado paseo. Me encogi de hombros. ?Que se suponia debia contestar? Estaba en la carcel, jodido. Ferguson sonrio de una forma paternal. No pude evitar sentir una corriente de simpatia hacia el, a pesar de que jamas daria su vida por defenderme de Morgan. Lo comprendia. No le pagaban para arriesgarse. --?Adonde vamos? --pregunte. --El alcaide quiere verte --respondio alzando las cejas, como si hablase del presidente de los Estados Unidos. --?A mi? ?Para que? --Ya lo veras, Cassel. No seas impaciente --dijo con el rostro serio. Despues de pasar por un sendero de piedra bajo un cielo encapotado, cruzamos el umbral de una puerta. Al entrar me sorprendio ver a una mujer detras de un escritorio. Dentro de una carcel de hombres parece logico esperarse a hombres en todos los puestos de trabajo, pero estaba equivocado. --Hola, Susan --dijo Ferguson--. Nos esta esperando. La tal Susan asintio con la cabeza y ambos entramos en el despacho del alcaide. Lo primero que vi fue la espalda de un hombre que pintaba sobre un lienzo. En una mano sostenia el pincel y en la otra, la paleta con un surtido de colores. Llevaba puesto un mono blanco lleno de manchas de varios colores, sin duda, se trataba de un pasatiempo al que dedicaba muchas horas. --Sr. Orison... --dijo Ferguson. El alcaide se tomo la tranquilidad para soltar la ultima pincelada antes de girarse hacia nosotros. Me fije en el cuadro: una playa paradisiaca de arena blanca y mar de color turquesa. Supuse que su trabajo le ocasionaria una multitud de horas muertas que debia rellenar de alguna manera. --Oh, Eric, buenos dias --dijo el Sr. Orison sonriendo--. Tome asiento, por favor. Se trataba de un hombre que rondaba los sesenta anos, de aspecto afable, con la espalda ligeramente encorvada y una mirada astuta. Me fije en su anillo de casado. Algo en el me recordaba a un sacerdote o un medico. Con un gesto de la cabeza ordeno a Ferguson que me quitara las esposas. El Sr. Orison me examino de arriba a abajo, seguramente calibrando que tipo de preso era. Tome asiento mientras me acariciaba mis doloridas munecas. ?Que querra este hombre de mi?, me pregunte. --Me encanta pintar, me relaja --dijo al fin. Guarde silencio,y el Sr. Orison, al no obtener respuesta a su comentario, continuo pintando con pequenas pinceladas aqui y alla. A veces sacaba la la lengua, como si estuviera afinando su talento. Mire a Ferguson, desconcertado, pero mantenia una expresion imperturbable. --Fue muy valiente por su parte ayudar a ese pobre portugues. No hay muchos presos que se presten a socorrer a los demas. Le felicito --dijo concentrado en el lienzo. --Gracias --dije laconicamente. --Es usted diferente al resto. De vez en cuando aparece alguien que rompe el estereotipo del preso. Sin duda, ahora ese privilegio recae sobre sus hombros --dijo mientras se agachaba y entornaba los ojos con la mano en el pincel--. Usted no pertenece a este sitio. --?Me va a ayudar a salir de aqui? Soy inocente. El Sr. Orison dejo de pintar y esbozo una gran sonrisa mientras me miraba. --Me temo, hijo, que es algo que esta fuera de mi control. Yo solo gobierno esta institucion. --?Para que me ha llamado? --pregunte, cansado de sus enigmaticos comentarios. --Le he llamado porque se encuentra en una posicion complicada. Usted y yo sabemos de que se trata --dijo refiriendose a la mas que probable represalia de Morgan y sus secuaces--. ?Sabe? Quiero ayudarle... Le voy a transferir a otro modulo mucho mas sosegado, con presos de absoluta confianza... E incluso con un gimnasio a su disposicion si lo necesita. Una cierta desconfianza empezo a invadirme. No comprendia el por que de esa generosidad tan repentina. Si a todos los presos se les tratase asi al involucrarse en peleas, sin duda que se amanarian unas cuantas con el fin de ser trasladados. --?A cambio de que? --dije cruzandome de brazos. El Sr. Orison solto una pequena risita. --Ya veo que es inteligente --dijo mientras firmaba la obra en una esquina del lienzo--. Eso me gusta. El alcaide dio un paso hacia atras y examino su cuadro. Asintio con la cabeza, satisfecho. --Firme una declaracion en la que cuente como Morgan agredia a Varejao. Estoy deseando que disfrute de una larga temporada en nuestra celda de castigo pero, por desgracia, no puedo mandarlo a mi antojo. Necesito un testigo de cargo, y ahi es donde entra usted --dijo despojandose de su bata. A continuacion se abotono los punos de la camisa mientras Ferguson le sujetaba la chaqueta del traje. La oferta del alcaide era tentadora, sin embargo, contenia una trampa. Me convertia en un soplon de por vida y eso era algo que trascenderia de la prision. Aliarme con el Sr. Orison suponia ser amenazado de por vida. Mi respuesta estaba clara. --No cuente conmigo --dije apretando las mandibulas, y lamentando que mi decision acabaria tambien por enemistarme con el. --?Estas seguro de lo que haces, idiota? --pregunto Ferguson. El alcaide le lanzo una mirada de reproche por hablar sin permiso. Ferguson bajo la mirada y se sonrojo. --No le haga caso, Eric --dijo colocandose la chaqueta y tomando asiento a su escritorio. --Mi decision es firme. Tendra que buscar a otro que le ayude -- dije mirandole fijamente. --No me gusta insistir, se lo advierto --dijo entrelazando las manos sobre la mesa--. Pienselo bien. Valore lo que esta en juego. --Le he dicho que no. Se creo un silencio incomodo. --Muy bien --dijo y con un gesto de desprecio con la mano dio por finalizada la reunion. Ferguson me ordeno que me pusiera de pie y me esposo de nuevo. Lance una ultima mirada al alcaide, que tecleaba un numero en el telefono fijo con el auricular en la mano. Mientras me dirigia a la salida escoltado por Ferguson, escuche su ultimo comentario. --Lo lamentara. *** Al regresar al pabellon, me tumbe de nuevo en mi camastro. No dejaba de pensar en la propuesta del alcaide y en la sensacion de que me encontraba solo frente al peligro. Ni siquiera las autoridades serian capaces de echarme una mano. Dentro de la carcel existia otra ley, la ley de los presos. Si humillabas alguien, su unica manera de restituir el honor mancillado pasaba por asesinar. De nada me servia una cuenta corriente abultada para comprar proteccion. A la hora de la verdad, cuando mi vida estaba en juego, el dinero quedaba relegado a un segundo plano. A lo lejos observe como Morgan se aproximaba a mi litera. Mi cuerpo se puso en maxima tension. Me quise fijar en sus manos por si portaba un arma, pero las mantenia ocultas tras la espalda. Me costaba determinar su edad, aunque deduje que oscilaria entre los veinte y los veinticinco anos. Era mas alto que yo, unos diez centimetros; y su cuello estaba adornado por un tatuaje en forma de anillas entrelazadas. Enseguida palpe en el ambiente la tension de lo que se avecinaba. Los demas presos me miraban con descaro, esperando el momento cumbre entre Morgan y yo. De reojo, observe que un par de guardas se encontraban dentro del pabellon. ?Se atreveria Morgan a agredirme en frente de ellos? Si retrocedia o mostraba senales de debilidad, podia considerarme muerto, pues me convertia en una presa demasiado facil para todos. Confieso que senti preocupacion al observar al corpulento Morgan acercarse hasta mi, pero me obligue a aparentar una calma arrogante, como si fuera un hombre endurecido por la estancia en prision. Fingi que leia mensajes del movil barato proporcionado por Ferguson, aunque estaba en permanente vigilancia de Morgan. A menos de cinco metros, aprete el puno derecho. Ya estaba a punto de pasar a mi lado. El corazon me latia a mil por hora. Morgan se detuvo a mi altura y lentamente se agacho. Su mirada destilaba un brillo de locura que lo hacia aun mas peligroso. --Tu y yo aun tenemos una conversacion pendiente... Antes de que me pudiera dar cuenta, uno de los secuaces que se habia acercado por el otro lado de la litera, me arrebato el telefono de la mano. Inmediatamente se lo lanzo a su jefe. A continuacion, dejo caer el telefono al suelo y de una simple patada lo chafo como si fuera una colilla. Me fastidio perder la comunicacion directa con Amanda, pero continue con mi estrategia de mostrarme por encima de todo, sosegado. --!Eh, Morgan! !Vuelve a tu sitio! --exclamo unos de los guardas desde la puerta. Morgan le lanzo una mirada de desprecio acompanado de un grunido. --Veremos si la proxima vez tienes tanta suerte --dijo mostrando una dentadura blanca e inmaculada--. Estaremos tu y yo, a solas. --Cuando quieras, viejo amigo --dije mostrandome impasible, aunque sentia el estomago oprimido--. Si quieres concertamos una cita. Morgan se alejo con la mirada enganchada en la mia. Su compinche solto una carcajada aguda, como de hiena.

  • A veces estoy contenta, pero tengo ganas de llorar de Jens Christian Grondahl

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    Cuando Ellinor, a los casi setenta anos, vuelve a quedarse viuda, decide que ha llegado el momento de ajustar cuentas. Al menos con Anna, la que fuera su mejor amiga, y con cuyo marido Ellinor se caso. Y quiza, tambien, ha llegado el momento de volver la vista atras y reconsiderar algunas decisiones que tomo en el pasado. Lo hara en una larga carta dirigida a esa gran ausente, Anna. Desde el presente --sus hijastros, las mujeres de estos y los nietos; el cambio de casa, que no es sino un regreso a sus origenes, a barrios mas humildes--, Ellinor va remontandose hasta su propia infancia y hasta su madre, quien vivio una hermosa pero arriesgada historia de amor que la marco, a Ellinor y a su madre, hasta limites insospechados.

  • Habitaciones de Alberto Mendoza

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    Salvador Neda se registro en el mismo hotel donde Miraflores desaparecio treinta anos atras despues de concluir el libro Niebla de otono. Preparo su viaje meses antes. Pidio un prestamo impagable de la nomina para costear el boleto de avion y reservar con tiempo suficiente la habitacion 408. El ultimo lugar donde residio Miraflores. Miraflores viajaba a El Providencia para hospedarse en el cuarto 408 por largas temporadas. Parte de la rutina que se le conocio consistia en dar paseos fascinado por el bosque de abetos que rodea el terreno del hotel, mas tarde se escondia en medio de borradores del libro. Todas las mananas, sin embargo, se le podia admirar contemplando el paisaje desde la ventana. El personal de El Providencia lo reconocia inmovil pegado al cristal. Pocas veces dejaba que lo vieran escribir, por lo que se llego a creer que lo unico que hacia era deambular como un ente taciturno. Salvador viajo con un pequeno equipaje. Unicamente se preocupo por guardar en la maleta la novela de Miraflores. Su plan, por muy trillado que resultara, consistia en leer Niebla de otono en el mismo lugar donde se termino de escribir. Al llegar a la habitacion 408, encontro que en el marco de la puerta se habia colocado una placa explicando a los huespedes que el cuarto habia sido renombrado en honor a Miraflores: <>. La mucama confeso que cuando entro al 408 no encontro senales de Miraflores. La ventana estaba abierta de par en par y solo se hallo el manuscrito en el escritorio. En la hoja superior, un titulo previo cruzado por dos diagonales invertidas, y debajo las palabras que darian nombre al libro de forma postuma. Junto a los papeles, tambien se descubrio una carta para su editor y cuyo contenido jamas se dio a conocer. Nadie supo con precision que habia ocurrido, pero los sucesos extranos, vendidos como una historia de fantasmas, resultaron atractivos para los huespedes que durante anos visitaron a El Providencia encantados por el relato. En sus primeros dias, Salvador se dedico a pasear por el bosque en una referencia factual del libro. Se midio con los troncos preguntandose si Miraflores lo habria hecho tambien al escribir sobre las gigantescas sombras nocturnas movidas por la luna. Imagenes descritas al pie de la ventana. Cogido por la emocion, tras la cena Salvador regresaba de inmediato a la habitacion donde leia por horas. Se decia que Miraflores se alejo del hotel volando convertido en un ave deseosa de vivir entre las ramas de los abetos. Al entrevistarlos, los empleados solo conocian que no hubo pistas de su cuerpo, ni el dia de su desaparicion ni en ninguna otra fecha. La directiva del hotel decidio homenajear al escritor dando su nombre al cuarto 408, para la policia y para el editor de Miraflores esto parecio ser suficiente. El tema paso al olvido con las decadas hasta que la nueva critica rescato a la figura de Miraflores y sus libros fueron reeditados. Salvador pedia que le subieran su comida a la habitacion. Desayunaba sin quitarle los ojos a los arboles que se inmiscuian a traves de los cristales y daban una sensacion de humedad al interior. En uno de los pasajes del libro, leyo: <>, y al menos durante el omelette a las finas hierbas que pedia todas las mananas, Salvador reconocia esto como unica verdad. Los muros del hotel se convirtieron en el refugio para Miraflores luego de jornadas prolongadas y visitas frecuentes a El Providencia. Por la noche, pese a las advertencias del jardinero sobre el alcance de las farolas, el escritor recorria el bosque hasta perderse; regresaba entrada la madrugada tiritando de frio. Era un intento de confrontar el paisaje real con el de su libro a costa de su propia salud. Luego de tener varios capitulos releidos, Salvador comprendio que cualquier hombre con los pensamientos de Miraflores tambien querria extraviarse. Contemplaba con un deseo oculto a traves del cristal templado por el frio, mientras la niebla ascendia para develar los abetos a bocajarro. Escasamente probaba bocado durante la tarde. El libro tenia una descripcion minuciosa de la estancia y Salvador se encargo de comprobarla detalle a detalle, incluso lo fue llenando de notas al margen de las paginas. El telefono de la habitacion sono varias veces. Nadie habia visto a Miraflores durante tres dias, no habia hecho ninguno de sus paseos; tampoco hubo indicios de el en la ventana bajo el amparo de sus libros. Contradiciendo las ordenes del escritor, el gerente ordeno a la mucama que entrara al cuarto para comprobar que todo estuviera en orden. Deseaba ahorrarle problemas a la directiva. Salvador corto sus salidas progresivamente. Comenzo y termino el libro varias veces. Dejo de recibir en la habitacion los omelettes a las finas hierbas. Empezo a tener un sueno recurrente donde se veia a si mismo parado frente a la ventana, detenido en el jardin aparecia Miraflores de espaldas; Salvador descendia apresurado solo para ver como el escritor levantaba el vuelo tal cual lo haria un picamaderos. La mucama no duro mucho mas tiempo en El Providencia. Dijo que en una de las ultimas noches que se supo del autor, este bajo al comedor. Luego de haberlo visto a lo lejos, la figura de Miraflores se le antojo de un talante desprolijo y palido; aunque reconocio que de su semblante tambien emanaba una tranquilidad supraterrenal. Despues de uno de estos suenos, Salvador decidio bajar hasta el jardin trasero esperando encontrarse con el escritor. Desde ahi vio hacia la ventana con la esperanza de que fuera Miraflores quien le devolviera la mirada. Solo encontro el deseo de volver a la lectura. Dentro del 408, penso en Miraflores huyendo a traves de los brazos de los abetos. En seguida lo imagino al borde de la excitacion escribiendo aquella carta para su editor y que debio acomodar a un lado del manuscrito para entonces dejarse absorber por el lado adverso de la ventana, el negativo de la habitacion, y cuya salida se perderia en el silencio de la noche.

  • Petra Ramos. Heroina anonima de Guillermo Frontela Carreras

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    Es una historia de amor, sacrificio, intrigas, traiciones, espionaje, pasiones y patriotismo, inspirada en hechos historicos, en epoca de la Guerra de la Independencia entre las ciudades de Segovia, Sevilla y la Isla de Leon (Cadiz).
    Narra la vida de Petra Ramos, mujer noble, inmensamente rica, poseedora de mas de quince casas, huertos, molinos, vinas y rentas de granos, que abandona su ciudad y todas sus propiedades para seguir a su marido, Mariano Gil de Bernabe, profesor del Real Colegio de Artilleria de Segovia, y a su hijo Dionisio de 14 anos, cadete de ese Colegio, cuando este es evacuado, a causa de la ocupacion francesa, en busca de una ciudad segura donde continuar la docencia.

  • Si hubiese un manana de Kristel Ralston

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    La vida de Paige Valois parecia ir en picada. Su reputacion de problematica princesa del pop habia hecho mella al punto de amenazar su ya precario futuro economico. Sin salida, ella acepta el salvavidas que le lanza su agente a modo de ultimatum si quiere salir a flote de nuevo. Debe cumplir con todas las exigencias de un reconocido sello discografico o puede olvidarse de la industria del entretenimiento musical para siempre. ?Como negarse cuando no solo su vida profesional pende de un hilo, sino tambien la seguridad de su manipuladora familia?

  • El ultimo epitafio de Jaime Saiz

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    El cadaver de un hombre despierta no solo la curiosidad, sino el temor, ya que es un importante politico. Un pueblo de solo 300 habitantes que prefiere ir muriendose uno a uno los miercoles de cada semana. Un joven con sindrome de Down que se convierte en detective para solucionar el crimen. Un caso entreverado entre asesinato y raras creencias de un pueblo aislado del mundo, habitado por ancianos que fueron abandonados por sus descendientes y estan obsesionados con la muerte. Un alcalde que no recibe salario y un cabo de la policia incapaz de actuar. Entre maldiciones, misterios, el asesino suelto llega al pueblo embrujado el teniente Torrealta quien junto a Ulises trataran de resolver el caso.

  • El sol nace en tu mirada de Mau Vazquez

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    El camino al exito de un escritor puede verse frustrado por un amor prohibido. Ruben Valdes, a traves de su valentia emocional nos demuestra que el amor puede surgir de formas tan inesperadas como en lo simple de un amanecer, cuando es con la persona indicada.

  • Atrapados por el deseo de Mireia Hernandez Bellavista

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    Martina es una pastelera algo desorganizada. Lo unico dulce en su vida es lo que toca con sus manos. Ella no cree en el amor, y menos en el que nace <>.

  • Durmiendo en el fuego de Benjamin Ruiz

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    En “Durmiendo en el fuego” la historia parte de un momento distinto al que dejamos: el dia anterior a su partida para localizar a su amor de juventud, Toni Hernandez sufre un accidente de trafico que lo deja sumido en coma durante seis meses. Despierta con amnesia y tarda casi doce anos en recordarla. Cuando por fin lo hace, rompe con su vida anterior y emprende un viaje de mil kilometros para encontrarla, pero ella se ha esfumado como un fantasma y Toni tratara de reconstruir su vida por medio de entrevistas y conversaciones con las personas que la trataron, aunque sin renunciar a reencontrarse con la mujer que le robo el corazon diecisiete anos atras. Rachel es esa mujer cuyos ojos llamean, que no parece envejecer y que arrastra una maldicion que marcara la vida de Toni hasta el punto de replantearse sus propios sentimientos hacia ella y elegir entre lo que dicta su corazon o lo que aconseja su cerebro.

  • Alguien inesperado de Eva P. Valencia

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    <>, Colin Wilde.

  • Una vida sin ti de Andrea Valenzuela Araya

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    Nadie puede saber como reaccionara ante una perdida, hasta que no se encuentre frente a ella.
    La muerte de un hijo, indudablemente, es la perdida mas devastadora que pueda existir. Tu vida cambia para siempre desde ese momento, pero no significa que todo haya terminado.
    Es que un hijo jamas deberia partir de este mundo antes que sus padres. Eso dice la logica de la vida, pero. ?Que ocurre cuando esa logica se rompe en su totalidad?
    A un ano y medio de la muerte de su hija, Manuela Fernandez toma la decision mas importante y drastica de su existencia, la de sobrevivir y reconstruirse. Y frente a ello, opta por regresar a una ciudad muy especial, creyendo ingenuamente que en ese lugar podra encontrar lo que el destino, un dia, le arrebato de tan nefasta manera de sus brazos.
    Entre canales y fiordos, entre un clima agreste y una naturaleza indomita, el destino de Manuela ?conseguira sacudirla con todas sus fuerzas, para que logre darse cuenta que el tiempo que le queda no es para malgastarlo?
    Una vida sin ti.
    Porque al fin y al cabo, todo fin siempre sera un nuevo comienzo.

  • Peligroso amor de Sophie Saint Rose

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    Steffani se levanta con el pie izquierdo en su primer dia de trabajo en Nueva York. No funciona la calefaccion, se le estropea la cafetera y para su sorpresa, la secuestran metiendola en una persecucion policial. El culpable es el tarado del teniente Ralf Richardson que se empena en meterla en lios cuando lo que Steffani quiere es vivir tranquila y perderlo de vista.

  • Bajo cielos lejanos de Sarah Lark

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  • Quedaos en la trinchera y luego corred de John Boyne

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    El 28 de julio de 1914, Alfie celebra la fiesta de su quinto cumpleanos que coincide con el estallido de la primera guerra mundial. El padre de Alfie, Georgie, decide alistarse inmediatamente porque cree que es su obligacion de ciudadano y, ademas, esta convencido de que todo acabara antes de que lleguen las Navidades. Despues de cuatro anos y enfrentado a un panorama desolador, Alfie descubre que el padre al que ya daba por muerto no regresa porque esta internado en un hospital militar, asi que decide coger un tren e ir a buscarlo para traerlo de vuelta.

  • El karma del highlander de Rose Gate

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    Sarah Alcantara es una arpia consumada. Duena de una de las principales editoriales de Romantica del pais tiene un lema:
    “Si no tienes vagina, ni te pases por mi oficina”.
    A sus treinta y dos anos, no tiene pareja. Los hombres en su vida solo tienen un cometido, darle placer una sola vez, despues los expulsa de su vida. No los quiere cerca y por ello solo trabaja con mujeres y sus autoras son de sexo femenino.
    El premio W Romantic Ediciones se acerca, quedan cinco dias y no tiene manuscrito ganador. Sus chicas, o su aquelarre de brujas, como ella las llama, le insisten en que lea un manuscrito que ha caido en su poder, fuera de plazo y del cual todas estan enamoradas.
    Sarah jamas ha leido una historia que le haya hecho sentir tantas emociones. Aquel libro que narra la historia de un Highlander atormentado, cala hondo en ella. A partir de ese momento Kenan Mackenzie aparece en sus suenos para llenar de lujuria sus noches y hacer flaquear los cimientos de su perfecta existencia.
    En la entrega de premios algo ocurre, algo que cambiara el rumbo de los acontecimientos y que marcara un antes y un despues en la calculada vida de la protagonista.
    Si te gustan las historias de escoceses, los saltos en el tiempo, crees en la magia y disfrutas con el erotismo. No puedes perderte el Karma del Highlander, una historia que te sorprendera.

  • El accidente del teletransporte de Ned Beauman

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    La historia es <>. Por eso, a pesar de que El accidente del teletransporte empieza en Berlin y en pleno auge del nazismo, no es una novela sobre los nazis. La novela trata de las dos obsesiones del escenografo Egon Loeser: volver a hacer el amor con una mujer y montar un escenario que reproduzca un artilugio inventado en el Renacimiento capaz de mover a los actores en el espacio y en el tiempo.

  • Tu piel de azucar de Encarna Magin

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    Varek Farrow y Mady Wilson no lo van a tener facil para salir adelante. El se enfrentara a una acusacion de asesinato; ella, al odio visceral de Rebeca, cuyas intrigas provocaran dolor, no solo a la pareja, sino a las personas que los rodean. Su amor debera superar duras pruebas, provocadas por los enganos y las manipulaciones de los Holden y los Hernandez, que convertiran sus vidas en un infierno tenido de sangre.

  • Principios de abril negro de Kannah Winter

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    Klohe Sakurazukamori desea que toda su vida sea una pintura donde el agua y el fuego no existan y el miedo solo sea una ocurrencia del pasado.En su infierno siempre llueve a pesar de que ella trate de sonreir con la vida que tiene, pero Louis y Kate son todo.Con una caotica relacion con su padre y con todo cayendose sobre ella, Klohe solo piensa una cosa:Si alguien me hubiese dicho que este era mi camino a la muerte, entonces hubiera corrido para llegar mas rapido a ella.

  • La unica historia de Julian Barnes

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    <>, reflexiona al inicio de la novela su protagonista. En la decada de los sesenta, cuando tenia diecinueve anos y regreso de la universidad para pasar el verano en casa de sus padres, Paul se apunto a un club de tenis en el que conocio a Susan Macleod, de cuarenta y ocho anos, casada no muy felizmente y con dos hijas ya mayores. Entre ese joven inexperto en asuntos de amor y sexo y esa mujer madura, ingeniosa, inteligente y que bebe mas de la cuenta se inicia una relacion que marcara a Paul el resto de su vida. Ahora, muchos anos despues, el evoca esa aventura juvenil, se confronta con una experiencia que fue crucial e indeleble y rememora los momentos felices, pero tambien los dolorosos que vinieron despues.

  • El demonio entre las piernas de Cristina Brocos

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    Marta se enamoro, siendo una nina, del cura de su pueblo. Creyo que ese amor se diluiria con el paso del tiempo, pero, como decia la abuela, “el amor, cuando es verdadero, no se olvida, se acrecienta”. Siguiendo los dictados del corazon, que es el unico que conoce el camino verdadero, regreso anos despues, convertida en una mujer de bandera y dispuesta a derribar las Murallas de Jerico. ?Podra el amor luchar contra la fe mas profunda? ?Podra lidiar con todo un pueblo y sus inquinas?

  • El precio del orgullo de Ana B. Lopez

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    Cuando Juan Jorge Graubner llego a Espana desde Viena para trabajar, jamas penso que encontraria a la mujer mas bella y atractiva que habia visto en su vida. El flechazo que sintio en ese momento hara que olvide el verdadero motivo de su viaje. Sin embargo, la clase social a la que pertenece cada uno separa su amor. ?Lograran vencer las adversidades que se les presentan por la diferencia de clases o, por el contrario, seran vencidos ellos?
    No te pierdas esta romantica novela en la que los nervios estaran a flor de piel hasta el final.

  • Amor danino de Ivonne Vivier

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    Cuando tu madre te roba la dignidad y lo unico que te queda es un futuro idealizado, ?buscas el amor o juegas a enamorarte?
    Emma cambio de trabajo, pero sus objetivos siguen firmes: olvidarse de su corazon vacio y su placer negado para encontrar a un hombre con una cuenta bancaria abultada. Nada va a interponerse en su camino. Ni nadie…
    Pero el amor llega sin avisar.
    Cuando conoce a Alan, ese hombre capaz de adorar todas sus imperfecciones y ensenarle el placer del cuerpo que sus experiencias le negaron, debera decidir.
    ?Se arriesgara o dejara un corazon roto a cambio de lujos?

  • La otra Iliada de Ethel Krauze

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    Ehtel Krauze en este libro le canta a la epoca. Da cuenta del presente historico para reconocerlo, criticarlo, evidenciarlo. Su poetica sutil entrega a las lectoras, principalmente, un retrato que de comun hemos dejado de ver hasta invisibilizarlo. La mujer contemporanea yuxtapuesta. Un espacio reducido, su propia rutina, como imagen profunda de un Estado que no esta. No leeremos a la mujer empresaria, sino a la mujer de casa, esa mujer que objetizada y estereotipada, se funde con su espacio. ?Donde empieza la heroicidad del vivir? ?Que batallas son las que han de pelearse?
    En La Otra Iliada se construye y deconstruye la otredad del ser mujer en el Mexico actual. Es entrar al abismo de la renuncia, pero tambien del reclamo. Un grito de lucha, sin duda, para quien desee escuchar.